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  • Las manos de Hollywood by Lara Talens - Goodreads

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    9 feb 2018 — Pues descargaros el libro si queréis saber más acerca de esta montaña rusa sentimental. Lara Talens es la hija del escritor Manuel Talens.

  • la caida del muro de berlín - Baobab Aprender Jugando

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    LA CAIDA DEL MURO DE BERLÍN, GONIN, JEAN-MARC; GUEZ, OLIVIER; TALENS CARMONA, MANUEL (TRAD.), 21,95€. Cuando se cumple el veinte aniversario de la caída del ...

  • La llegada del duque de Elisabeth Boyle

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    El dia amanecio como siempre lo hacia en mayo en la aldea de Kempton, con una brillante llovizna de rayos de sol, un toque de rocio en la hierba y los pajaros cantando alegres melodias en el jardin. Nada indicaba que aquel dia la senorita Tabitha Timmons no solo se veria prometida, sino que ademas se enamoraria locamente. Y no necesariamente seria todo con el mismo hombre. No, lo unico que Tabitha pensaba mientras salia aquella tarde de la casa del vicario, cerraba la puerta con cuidado detras de ella y se dirigia a su reunion de los martes de la Sociedad para la Templanza y Mejora de Kempton era que por fin podia escapar de las ordenes de su tia y de las quejas de su tio por tres maravillosas horas. --Ah, aqui estas --dijo la senorita Daphne Dale alegremente desde la cancela del jardin, donde esperaba a Tabitha--. Estaba empezando a temer que ella no te dejara venir --continuo hablando Daphne en un susurro mientras se agachaba para rascar detras de las orejas al Senor Muggins, el perro que siempre acompanaba a Tabitha. El gran terrier irlandes levanto la cabeza hacia Daphne y le dedico una mirada de pura admiracion con sus enormes y expresivos ojos marrones. --Entonces la tia Allegra tendria que ir en mi lugar, y que Dios la libre de que le encarguen alguna tarea --dijo Tabitha. Miro por encima del hombro y agradecio que las cortinas siguieran echadas, lo que significaba que su tia no estaba mirando, buscando alguna excusa para hacerla volver. --Que idea tan horrible --afirmo Daphne. Enlazo un brazo con el de su amiga y tiro de ella para alejarla de la casa del vicario, que una vez habia sido el hogar feliz de Tabitha. Todavia deberia serlo, situada donde estaba, baja y maciza a la sombra de la iglesia de Saint Edward, una enorme reliquia de la epoca normanda. La iglesia tenia altos muros de piedra, una nave larga y un campanario solo empequenecido por las alturas de Foxgrove, la propiedad cercana del conde de Roxley. Sin embargo, despues de que muriera su padre dos anos atras victima de una dolencia cardiaca y de que su tio se instalara alli como el nuevo vicario, ahora el amado hogar de infancia de Tabitha era un lugar deprimente y sombrio. Por lo menos, penso ella, todavia se le permitia asistir a las reuniones de la Sociedad, aunque solo fuera porque a su tia le parecia que la mision de proporcionarles cestas de caridad a las numerosas solteronas de Kempton era una tarea aburridisima. Caminaron sin prisa por Meadow Lane, el sendero estrecho que iba desde la casa del vicario a High Street, mientras Daphne parloteaba, poniendo a Tabitha al dia de los cotilleos del lugar. --… y lady Essex nunca permitira que Louisa y Lavinia se salgan con la suya en ese tema. Los banderines para el baile del solsticio de verano siempre han sido de color lavanda. !Verde manzana, imaginate! Tabitha sonrio y dejo que la chachara cayera sobre ella como si fuera un balsamo, porque cuando estaba con Daphne o en las reuniones semanales de la Sociedad, era facil creer que no habia cambiado nada en su vida, que una vez fue idilica. --Ayer, incluso fui a visitar a las gemelas e intente, muy educadamente, explicarles que, si insistian, solo conseguirian aumentar la ira de lady Essex. --Daphne suspiro--. !Oh, como les gustan los problemas a Louisa y a Lavinia! Tabitha miro a su amiga. --?De verdad pensabas que podrias hacerlas desistir de su empeno? --Tenia la esperanza --le confeso Daphne--. Y si eso no funcionaba, pense que mi nuevo sombrero las distraeria. Inclino la cabeza para ensenarle el sombrero de seda verde, que tenia un lazo gris que llamaba la atencion. Tabitha estaba acostumbrada a ver pavonearse a Daphne y se rio. --Has convencido a tu padre para que te adelante la asignacion, ?verdad? Su amiga sonrio sin mostrarse arrepentida. Le brillaron los ojos azules cuando levanto una mano enguantada para tocarse el estiloso borde del sombrero. --Si, y cada chelin ha merecido la pena --afirmo Daphne--. Tenia miedo de que papa no cediera antes de que la senorita Fielding lo descubriera y me lo arrebatara, !y ya sabes lo mal que le sienta el verde! Tabitha se rio. La rivalidad entre Daphne y la senorita Fielding aumentaba con cada ano que pasaba. --Creo que a ti te quedaria perfecto --dijo Daphne de pasada--. Podrias probartelo cuando lleguemos a casa de lady Essex. Miro a Tabitha con amabilidad y se mordio el labio inferior mientras esperaba su respuesta. Como sabia bien lo que pretendia hacer su amiga, Tabitha nego con la cabeza. --Sabes que ni siquiera puedo plantearmelo. ?No recuerdas como se puso mi tia cuando me diste esos guantes el invierno pasado? --No era caridad --afirmo Daphne frunciendo el ceno--. Y esto tampoco lo seria. Es solo que no tienes un sombrero nuevo desde… --Desde hace dos anos --replico Tabitha. Ni un vestido nuevo. Ni zapatos. Ni medias--. La verdad es que no me importa. --!Pues a mi si! --le espeto Daphne--. A tus tios deberia avergonzarles la forma en que te tratan, dandote migajas de mala gana. ?Que podia decir Tabitha? Todo era cierto. Su tia y su tio se habian alegrado mucho de adquirir la posicion elevada del estilo de vida de su padre cuando este habia muerto, pero ?se podia decir lo mismo de conseguir la custodia de su sobrina pobre? En lo mas minimo, sobre todo teniendo en cuenta que no tenian hijos. A la tia Allegra, que no tenia ni una sola celula maternal en todo su cuerpo, incluso le gustaba quejarse de que su sobrina ocupaba demasiado espacio en el rincon del desvan que le habian asignado gentilmente para dormir. A Tabitha no le importaba vivir en ese escondite, porque era donde se guardaban los baules de su madre. Esa cercania le permitia captar de vez en cuando una nota del perfume de violetas que habia usado. Eran unos momentos tan vagos como los recuerdos que tenia de la gracil belleza que habia muerto de unas fiebres cuando ella aun era muy pequena. --Cada vez que tu tio da un sermon sobre la caridad, me dan ganas de levantarme y de decirle que es un hipocrita controlador --afirmo Daphne. --Eres incorregible --la regano Tabitha, aunque con poco entusiasmo, porque si habia alguien que velara por sus intereses, esa era Daphne. --?Quien es incorregible? --pregunto la senorita Hathaway cuando se unio a ellas en el punto en el que Meadow Lane se cruzaba con High Street. Fiel a su aspecto habitual, Harriet llevaba el borde del vestido lleno de barro, la ropa ligeramente arrugada, el sombrero torcido y en una de sus mejillas sonrosadas habia una mancha de algo. Probablemente se le habria hecho tarde y habria salido corriendo de los establos de Pottage sin haberse mirado en un espejo. Estaba claro que lady Essex se molestaria por la apariencia descuidada de su pupila. Su senoria estaba poniendo muchas esperanzas en llevar a Harriet a Londres y encontrar para ella un buen partido, aunque casi nadie en Kempton le daba mucho valor a tales ideas. Despues de todo, estaban hablando de <> Hathaway. --Yo --le dijo Daphne, y cambio de tema con habilidad--. Me he comprado un sombrero nuevo. Harriet le echo una mirada. --Oh, si, es verdad. ?No es el que me ensenaste la semana pasada en el escaparate de la senora Welling? Daphne asintio. --Es bonito, ?no te parece? Harriet lo volvio a mirar y dijo: --Si, pero creia que estaba adornado con una pluma. --La he quitado --contesto Daphne en voz baja, inclinando la cabeza con aire despreocupado hacia el Senor Muggins. Tabitha se avergonzo. Queria muchisimo a su perro, pero el pobre era incapaz de darse cuenta de que un ribete emplumado de una pelliza o una pluma de ave en el borde de un sombrero no formaba parte de un pajaro de verdad. Despues de haber destrozado tres sombreros de la tia Allegra poco despues de la llegada de esta, la dama habia amenazado con expulsar al perro barbado… solo para descubrir que toda la aldea de Kempton y buena parte de la poblacion de las aldeas cercanas se habia negado a encargarse de <>, para alivio de Tabitha. Al final, la dama indignada habia hecho lo mismo que Daphne y habia quitado todas las plumas de sus sombreros. Incluso la indomita lady Essex retiraba las plumas de su turbante favorito antes de ponerselo en una reunion de la Sociedad. Ninguna pluma estaba a salvo cuando el Senor Muggins se encontraba cerca, para disgusto de Tabitha. ?Por que no sentia tal hostilidad por las ardillas o las ratas, como otros terriers? Tabitha se sentia obligada a llevarse a su travieso companero a todas partes, por miedo a que el tio Bernard encontrara a algun transeunte desprevenido lo suficientemente ignorante como para que se llevara al perro. --Pareces cansada, Tabitha --comento Harriet--. Y mas delgada. Trabajas demasiado. Tabitha aparto la mirada. --Tuve que fregar antes de salir, asi que me he levantado temprano. Daphne la miro de lado. --Y supongo que tambien has abrillantado la plata, has lavado los platos, has dejado la mesa puesta para la cena y le has cortado las verduras a la senora Oaks. Eso no era todo, porque tambien habia planchado. Aun asi, quiso hacerle frente a la preocupacion de sus amigas. --No me mireis asi. No me importa trabajar. Harriet apreto la mandibula y dijo: --Alguien tiene que recordarle a tu tia que eres una dama, no la mujer de la limpieza. --Preferiria que nadie lo hiciera --contesto Tabitha. Por lo menos, tenia un techo sobre su cabeza, algo que a sus tios les gustaba recordarle todos los dias. --Siempre puedes venir a vivir… --empezo a decir Harriet, pero Tabitha la interrumpio sacudiendo la cabeza con vehemencia. <> Lady Essex tambien le habia ofrecido un lugar donde vivir en Foxgrove y, Daphne, una habitacion en Dale House, pero sus tios se habian negado a permitir que se mudara, convencidos de que se dedicaria a llevar una vida disipada y licenciosa sin su constante proteccion. Eso, y perderian a una doncella que trabajaba gratis. Pero tambien estaba el hecho de que a Tabitha le encantaba la vicaria. Siempre habia sido su hogar. Y aunque ahora solamente tenia un pequeno rincon bajo el alero y comia en la cocina, por lo menos todavia podia ocuparse de las flores de su madre en el jardin y mirar la firme caligrafia de su padre cuando anotaba alguna entrada en el registro de la parroquia. Era lo mas parecido a un hogar que tendria nunca. --Si por lo menos no fueramos de Kempton… --dijo Daphne, suspirando audiblemente--. Entonces podrias casarte y escapar de las exigencias de tu tia. --Pensemos en algo mas alegre --propuso Harriet como si hubiera visto la sombra que habia cruzado la cara de Tabitha--. Como, por ejemplo, en lo roja que se pondra lady Essex cuando las gemelas Tempest propongan su ridicula idea, otra vez, de cambiar el color de los banderines del baile del solsticio de verano. Las tres se rieron y siguieron caminando contentas, de lo que Tabitha se alegro. Por lo menos, algunas cosas no cambiaban nunca. Se estaban acercando a la herreria, donde resonaba el martillo del senor Thury con fuerza mientras trabajaba incesantemente en alguna tarea. A pesar de que el sonido les resultaba familiar, Daphne se detuvo con brusquedad. --!Oh, cielos! Al oir su exclamacion Harriet se paro, trastabillando, mientras hundia en la gravilla los tacones de sus botas. Dejo escapar un juramento que seguramente habia aprendido de alguno de sus cinco hermanos y termino con la frase, nada propia de una dama: --!Eso si que es un equipo condenadamente bueno! Tabitha se detuvo, las miro, se llevo una mano a la frente y entorno los ojos contra el sol hasta que fue capaz de ver lo que habia cautivado a sus amigas. Alli, frente a la forja del senor Thury, habia un sofisticado carruaje, un faeton, segun le parecia, pero dejaria que fuera Harriet quien lo asegurara, porque estaba mucho mas informada de tales asuntos. Fuera lo que fuera, el caro vehiculo estaba caido porque le habian quitado una rueda, y probablemente el herrero lo estaba reparando. Era una enorme rareza que no solia verse en Kempton. Porque, mientras que en Kempton abundaban las solteronas y las damas que no se habian casado, faltaban caballeros, y por eso era muy raro ver esos articulos masculinos. --Dios mio, ?habeis visto alguna vez algo mas admirable? --susurro Daphne. Tabitha miro a su amiga. --Creo que ni siquiera tu padre usaria ese medio de transporte. --No estaba mirando el carruaje --confeso Daphne--, sino al caballero que lleva esa chaqueta tan esplendida.

  • Mi marido es de otra especie de Yukiko Motoya

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    San dejo de trabajar despues de su boda. Un dia observa con cierta alarma que su cara y la de su marido se parecen cada vez mas. El marido, que proclama no querer <>, engulle toneladas de comida apoltronado en el sofa mientras ve la television. San se pregunta, desconcertada, si no se habra casado con un ser que no pertenece a la especie humana. Finalmente, los rasgos de la pareja se empiezan a mezclar…

  • Relativo Completo, Naobi Chan de Naobi Chan

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    Todo es relativo, nada es como deberia ser, pero no se rinde, durante el dia es la esposa perfecta, pero cuando cae la noche.

  • La reina de azucar (Los Zuccarelli 4) de Mar B. Prat

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    Eleanor se siente parte de la familia Zuccarelli y ha entendido que, aunque perdiese a sus padres y a su hermana, todavia puede tener su propia familia sin tener que sentirse culpable. Se considera una Zuccarelli mas y se siente agradecida por todas las personas que tiene a su lado. En especial, Jaxson. Finalmente estan juntos en casa y preparandose para convertirse en padres de una nina. Pero como siempre, no todo en esta familia es convencional ni agradable.
    Despues de unos meses muy dificiles como pareja y tambien como familia, se acercan semanas con nuevos retos. Jenna Zuccarelli, la hermana de Jaxson que le abandono, ha regresado es la principal sospechosa de provocar los ataques que han causado tanto dano. Parece que ha usurpado la identidad de la extinguida sexta familia original, los Delle Donne, pero solo son sospechas. Los Zuccarelli tendran que averiguarlo mientras se preparan para los inminentes cambios de su familia y para la esperada llegada de su nuevo miembro.

  • Yo por dentro de Sam Shepard

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    De madrugada, echado en la cama, debatiendose entre el sueno y la vigilia, un hombre solitario medita, evoca escenas y ajusta cuentas con el pasado. Por su cabeza merodean recuerdos, en ocasiones fugaces, de su juventud, de su carrera como actor, de la relacion compleja con su padre y del papel de las mujeres en su vida.

  • Una tercera opcion de Noelia Jimenez Sanguesa

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    Ahora mismo me encuentro entre la espada y la pared. No se que hacer, no puedo decantarme por uno de ellos; es algo que se me antoja imposible. Tengo ante mi a dos personas que me quieren, me valoran y me respetan, pero tambien tengo la gran oportunidad de ir a pasar el verano a Chicago con mi padre, a quien no veo desde hace casi siete anos, y conocer una nueva ciudad; un nuevo pais. Ya hace varios anos que tengo mi corazon dividido entre dos personas, ya que ambos me aportan cosas diferentes e imprescindibles para mi vida. Uno me da estabilidad y el otro me proporciona la emocion que necesito en mi vida. Uno me hace sentir especial y el otro deseada. Uno me frena cuando pierdo los papeles y el otro me insta a mostrarme tal y como soy, sin que me importe lo que puedan pensar los demas de mi. Necesitaria una tercera opcion que uniera todas sus cualidades en una sola persona y asi todo seria mas facil. Tengo un problema, eso esta muy claro. No voy a pensarmelo ni un segundo mas, he pasado dos anos intentando decidirme por uno de ellos y no lo he conseguido; ?quien puede asegurarme que si me quedo todo se solucionara como por arte de magia? Quizas, estoy equivocada y ninguno de ellos conseguira darme nunca lo que realmente necesito. --?Vas a dejar aqui abandonados a tus dos amores despues de dos anos mareandolos? --mi amiga me mira con una sonrisa totalmente sincera, ella sabe lo mucho que he intentado decidirme por uno de ellos. --No puedo hacer otra cosa, Pilar. Ademas, sera una via de escape y estar lejos de ellos durante un tiempo quizas me ayude a darme cuenta de quien de los dos me conviene mas. --Entonces, ?crees que echaras de menos a uno de ellos? --me mira fijamente, esperando y deseando que me sincere con ella, pero ni yo misma se lo que quiero. --Eso espero. Llego al aeropuerto sobre las doce del mediodia y veo como mi padre me sonrie orgulloso, casi camuflado entre la multitud. Las lagrimas empiezan a acumularse en mis ojos y corro hacia el, sin importarme la mirada curiosa de la gente cuando paso como una bala por su lado, hasta que llego a sus brazos y estos me arropan con todo el carino que ha estado reservando para mi. Han pasado mas de seis anos desde la ultima vez que le vi, desde que mi madre cayo enferma y el tuvo que aceptar el trabajo que su empresa le ofrecio en la otra punta del mundo para poder cubrir asi todos nuestros gastos, incluyendo los medicos, los cuales no habiamos esperado. A pesar de lo mucho que lo intento, su esfuerzo y dedicacion no sirvieron de mucho, ya que mi madre fallecio unos meses despues y a mi padre le fue imposible rescindir el contrato si queria seguir en la empresa para poder pagarme los estudios y todo aquello que necesitase. En aquel momento, una chica de diecinueve anos necesitaba el dinero mas que otra cosa en el mundo. Lo habia perdido todo y necesitaba salir adelante fuese como fuese. Como era mayor de edad y acababa de empezar la carrera, decidi que preferia quedarme totalmente sola en Madrid y luchar por conseguir todo aquello que siempre habia sonado. Despues de mucho esfuerzo, dedicacion y la gran ayuda economica de mi padre, consegui licenciarme en medicina y entrar a trabajar en un hospital que se dedica a investigar a fondo el cancer e investigar para encontrar medicamentos, aun experimentales, que ayuden a prevenirlo y asi conseguir erradicarlo en un futuro cercano. A dia de hoy, de lo unico que me arrepiento es de no haber ido antes a visitar a mi padre. Una parte de mi siente que le abandono, pero la otra sabe que en aquel momento separarnos fue lo mejor para los dos. Mi madre lo era todo para nosotros y vernos a diario nos habria recordado que ya no la teniamos, ni la tendriamos, a nuestro lado. --No me puedo creer que mi nina ya sea toda una mujer. Ademas, estas preciosa. Tienes que tener a todos los hombres de Madrid a tus pies --mi padre me abraza con fuerza y dulzura, intentando hacer de ese primer contacto despues de tanto algo inolvidable para los dos. --El tiempo tampoco ha pasado en vano para ti. Estas hecho un abuelo --le doy un golpe suave en el hombro, provocando que empiece a reir como hacia anos que no le escuchaba hacerlo --. Y no, no tengo a todos los hombres de Madrid a mis pies. Creo que, por el momento, no estoy por la labor --me encojo de hombros, lo que provoca que a mi padre le brillen los ojos y se llenen de alivio. Esta claro que siempre sere su ninita. --Se te va a pasar el arroz, hija --ambos nos reimos y me veo tentada a decirle que tendria que aplicarse sus palabras, pero pronto la nostalgia inunda su rostro y se que me ha leido el pensamiento--. Han pasado muchos anos, es cierto, pero el dolor sigue haciendo mella en mi -- los ojos de mi padre estan igual de apagados que el dia que volvio a casa para el funeral de mi madre. Esto es algo que me provoca escalofrios; ha pasado demasiado tiempo. Nunca la olvidaremos, eso por supuesto, pero la vida sigue y no podemos quedaros anclados en el pasado, por muy duro que sea pensarlo. --Deberias rehacer tu vida, papa. Te lo he dicho miles de veces. Sabes que mama hubiese querido verte feliz. --Soy feliz, tengo una hija que esta a dos pasos de curar el cancer. Mi padre me abraza de nuevo y me conduce hasta su coche, nos subimos y nada mas sentarme, me quedo dormida sin que me de tiempo ni de abrocharme el cinturon. No se cuanto ha durado el trayecto, pero cuando bajo del automovil y veo la gran casa que hay frente a mi, empiezo a comprender que mi padre me haya mandado mas de dos mil euros cada mes durante estos ultimos siete anos y haya podido contribuir economicamente con tanta frecuencia en las investigaciones del hospital donde trabajo; esta forrado. Nada mas entrar me doy cuenta de que el hombre que me dio la vida tiene ayuda para mantener la casa, puesto que esta esta impecable y el nunca ha sido ordenado; ni pulcro, ya puestos a decir la verdad. Con una sonrisa emocionada, me acompana a la que sera mi habitacion y me echo a llorar en cuanto la veo; esta decorada exactamente igual que el cuarto que tenia en casa cuando era una adolescente y mi madre nos dejo. Poco despues de su muerte, alquile un piso pequeno cerca de la universidad. Fue una manera cobarde de escapar, pero fue la forma mas facil que encontre de no recordarla constantemente y evitar que el dolor acabase conmigo. --No pense que tardarias tanto en venir, asi que supongo que ahora parece un poco infantil -- mi padre me mira con la disculpa reflejada en sus ojos y aprieta mi mano con suavidad--. Quise que cuando vinieses a verme, no te sintieses extrana en una casa que no era la tuya. --Es perfecta, papa. Me encanta, de verdad. Sin mediar palabra, observo cada rincon del cuarto y me sorprende encontrarme con algunos objetos que creia perdidos, pero que al parecer se llevo mi padre cuando se fue para sentirme un poco mas cerca. No le culpo, se que dejarme en Madrid fue lo mas duro que ha hecho nunca, pero fue una decision que ambos tomamos y que tuvimos que aceptar. Dejo las maletas con cuidado sobre la cama y me dispongo a ordenarlo todo. Mi padre me anuncia que debe volver al trabajo y que volvera sobre las ocho de la tarde si no se complican las cosas en la oficina. Al parecer, ahora es uno de los jefes y, ademas de ganar mucho mas dinero del que nunca podria haber imaginado, tiene que encargarse de cientos de cosas que le roban mucho tiempo y le mantienen distraido. Entiendo que se refugiase en el trabajo, asi ha conseguido mantener su mente ocupada y no verse solo durante horas ante la posibilidad de que mi madre ocupase sus pensamientos. Cuando lo tengo todo bien ordenado y he hecho de esta habitacion algo totalmente mio, me dispongo a encontrar la cocina y hacerme algo rapido de comer. Son mas de las dos del mediodia y mi estomago me esta pidiendo municion. Despues de diez minutos vagando por la casa, encuentro la cocina y en ella a un muchacho de unos treinta anos preparando distintas recetas que va dejando ordenadamente sobre la encimera. --?Hola? --me quedo parada en la puerta de la cocina, esperando que el chico entienda mi pregunta no formulada; ?quien es y que esta haciendo en la cocina de la casa de mi padre? --Oh, !hola! --el muchacho se gira para mirarme, mostrandome una sonrisa de lo mas sincera, unos ojos azules muy claros y una tez bronceada. Su cabello rubio cae sobre sus ojos y unas manos grandes me invitan a acercarme--. Tu padre me ha dicho que estarias muerta de hambre despues de tu viaje. Se le ha olvidado comentarme que te gusta, asi que he preparado un poco de todo para que puedas elegir lo que mas te apetezca --me sonrie y me muestra sus blancos dientes, totalmente alineados excepto uno; algo que me parece muy sexi--. Espero no haberme pasado. --No... No es necesario que hagas nada de esto, se cocinar y puedo encargarme de hacerlo sin ningun problema. --Nadie ha dicho lo contrario, pero soy el cocinero y este es mi trabajo. No me cuesta nada hacerlo, para mi es un placer y tu padre me paga muy bien por ello. --?Mi padre tiene un cocinero propio? --mis ojos se abren como platos y acepto su invitacion de sentarme en uno de los taburetes que acompanan a la barra americana, observando asombrada todos los platos que va dejando frente a mi. --Si. Bueno, tiene un cocinero, un chofer, un asistente y muchas personas que le ayudan a mantener la casa para que no se vuelva loco en el intento. --No sabia que mi padre era de esa clase de hombre de negocios --una sensacion totalmente desconocida empieza a oprimirme el pecho. No se que es, pero tiene pinta de que no me gusta nada que mi padre se haya convertido en un senorito despues de todo lo que luchamos para conseguir salir adelante. --Y no lo es, en absoluto. Mi madre es su secretaria en la empresa, se dio cuenta que desde que murio su mujer el no era el mismo y movio cielo y tierra para encontrar quien le ayudara a salir adelante y con la casa --el muchacho ha tenido que ver mi cara de desconcierto, puesto que rapidamente empieza a darme mas informacion--. Mi madre es lesbiana, no tiene ningun interes en tu padre, y por eso trabaja para el. Este dejo muy claro que solo queria a hombres trabajando para el. Es consciente de que nunca amara a nadie como amo a tu madre, pero todos sabemos que nadie es de piedra y el siente que mirar a otra mujer es faltarle el respeto a su esposa --el chico se encoge de hombros mientras acaba de dejar los ultimos platos frente a mi y le sonrio agradecida. No entiendo por que mi padre se comporta de este modo, nunca ha menospreciado a las mujeres; al menos no que yo sepa--. Es normal que pienses que es una actitud algo machista, pero asi se quita una preocupacion y no tiene que pensar en si se fijara en alguien y como podria afectarte eso a ti. --Entiendo... --mi mente viaja hasta todas y cada una de las conversaciones que he mantenido por telefono con mi padre casi a diario durante los anos que hemos estado separados y en ninguna habia mencionado nada de todo esto.

  • Las cenizas y las cosas de Naief Yehya

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  • Es como el mal de Beppe Quintini

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    La noche es capaz de despertar a los fantasmas del pasado.Algo de eso sabe el policia Mathias Novari, obligado a combatir con las pesadillas que le persiguen desde el dia en que vio morir entre sus brazos a un nino, en una operacion no autorizada. Jose Luis Martino es vidente de profesion, y colabora con la Policia Nacional Espanola. Vive escoltado, recluido en un apartamento blindado. El lo llama maldicion, pero sus visiones han permitido a las fuerzas del orden resolver los ultimos casos de homicidio. Revive en directo el crimen, como si fuera contemporaneamente la victima y el verdugo. Sufre y habla como ellos. Y conoce el nombre del asesino. Esta vez tambien.Pero en Malaga, ciudad del sol y de la cultura, no todo es facil como parece. Un viejo pasado de hace treinta anos, desconocido y absurdo, ha hecho crecer la semilla de la locura y del mal, y ahora esta preparado para manifestarse a lo grande. A veces la rutina y la tranquilidad solo son una ilusion.Las presas ya estan en la trampa. Han ido ellas solas.

  • Postales del joven Moss de Alexander Benalal

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    ?Como contemplar nuestro mundo si no vivieramos en el? Asi se desarrolla la atribulada vuelta al mundo de una joven y extranjera pareja en viaje de reconocimiento. A traves de su protagonista constatamos que no es serio todo lo que reluce y que nuestras culturas no resisten una mirada critica llegada del Mundo Exterior. Divertidos y mordaces devaneos en la mejor prosa de un Eduardo Mendoza, un Tom Sharpe o las mejores ocurrencias viajeras de un Bill Bryson.

  • TRAPOS SUCIOS (Dive Bar de Kylie Scott

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    Darte cuenta el dia de tu boda de que tu novio es gay puede ser muy duro. y huir y acabar escondiendote en la banera de la casa de un desconocido puede tener consecuencias imprevisibles.
    Vaughan Hewson vuelve al que fue su hogar cuando era nino y, al hacerlo, se topa con una novia metida en la ducha a quien segun parece acaban de romperle el corazon. Menudo hallazgo: es lo ultimo que esperaba encontrarse.
    Lydia Green no sabe si quemar la iglesia donde estaba a punto de casarse o quedarse llorando en un rincon. Y es que descubrir el dia de tu boda que el amor de tu vida esta teniendo una aventura no es poco. Y es peor aun cuando te enteras de que la esta teniendo con el padrino de tu boda. ?Como ha podido suceder algo asi? Ella siempre habia imaginado que se casaria con un hombre de negocios maravilloso y perfecto. !Y menudo fiasco! Vaughan, ex musico convertido ahora en barman, le parece todo menos delicado: mas bien es alguien rudo e inestable. Sin embargo, ?por que no intentarlo de nuevo con alguien totalmente distinto?

  • La mujer fetiche (Fetiches 2) de Mimmi Kass

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    <<…y de pronto, el mundo se redujo a la superficie de su piel>>.
    Gabriel Garcia Marquez – Cien anos de soledad

  • La rosa roja (Los caballeros del Rey 1) de Jimena Cook

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    Primera entrega de la serie <>, una serie de romance medieval en la que la protagonista tendra el corazon dividido entre dos hombres, uno cuyo rostro conoce y otro de rostro desconocido.

  • La casa de las voces de Donato Carrisi

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    Una caricia en suenos. En el nebuloso confin con la vigilia, un instante antes de caer en el abismo del olvido, el suave toque de unos dedos frios y finos en la frente, acompanado de un triste y dulce susurro. Su nombre. Al oir la llamada, la nina abrio los ojos de par en par. Y en ese mismo instante, sintio miedo. Alguien habia venido a visitarla mientras se iba quedando dormida. Podia ser alguno de los antiguos habitantes de la casa; a veces charlaba con ellos o los oia moverse como ratones, rozando las paredes. Pero los fantasmas hablaban en su interior, no fuera de ella. Tambien Ado --<>-- iba a visitarla. Sin embargo, a diferencia de todos los demas espiritus, Ado no hablaba nunca. Por eso ahora un pensamiento mas concreto la turbaba. Aparte de mama y papa, nadie sabia su nombre en el mundo de los vivos. Era la <>. La idea de haber violado una de las cinco recomendaciones de sus padres la aterraba. Siempre habian confiado en ella; no queria decepcionarlos. Y menos ahora que papa le habia prometido ensenarle a cazar con el arco y que mama habia estado de acuerdo. Pero entonces reflexiono: ?como iba a ser culpa suya? <>. No habia dicho su nuevo nombre a extranos, y tampoco era posible que alguno de ellos se hubiese enterado accidentalmente. Ademas, hacia al menos un par de meses que no veian a nadie merodeando por los alrededores de la casa de campo. Estaban aislados en medio de la nada; la ciudad mas cercana se encontraba a dos dias de camino. Estaban a salvo. Solo ellos tres. <>. Entonces, ?como era posible? Quien la habia llamado era la casa; no encontraba otra explicacion. A veces, las vigas producian siniestros crujidos o gemidos musicales. Papa decia que la casa se asentaba en sus cimientos como una senora entrada en anos sentada en un sillon y que, de tanto en tanto, necesita acomodarse mejor. En el duermevela, uno de esos ruidos le habia parecido el sonido de su nombre. Eso era todo. La inquietud en su alma se aplaco. Volvio a cerrar los ojos. El sueno, con su silencioso reclamo, la invitaba a seguirlo a ese lugar acogedor y calido donde todo se disuelve. Cuando ya iba a abandonarse, alguien volvio a llamarla. Esta vez la nina levanto la cabeza de la almohada, se incorporo y, sin bajar de la cama, sondeo la oscuridad de la habitacion. En el pasillo, la estufa hacia horas que se habia apagado. Al otro lado de las mantas, el frio sitiaba su lecho. Ahora estaba completamente despierta. Quienquiera que la habia invocado no estaba en casa; se hallaba fuera, en la oscura noche de invierno. Habia hablado con la voz de las corrientes de aire que se insinuan por debajo de las puertas o entre las persianas cerradas. Pero el silencio era demasiado profundo, y ella, con el corazon latiendo con impetu en los oidos como un pez dentro de un vaso, no lograba distinguir ningun otro sonido. <>, le habria gustado preguntar a las tinieblas. Pero temia la respuesta. O tal vez ya la conocia. <>. Se levanto de la cama. Pero, antes de moverse, busco a tientas la muneca de trapo con un solo ojo que dormia a su lado y la agarro para llevarla consigo. Sin encender la luz de la mesilla, se aventuro a ciegas por la habitacion. Sus pequenos pasos descalzos resonaban en el suelo de madera. Debia avisar a mama y a papa. Salio al pasillo. El olor del fuego que se consumia lentamente en la chimenea subia por la escalera que conducia a la planta de abajo. Se imagino la mesa de olivo de la cocina, todavia con los restos de la pequena fiesta de la noche anterior. La tarta de pan y azucar que habia preparado mama en el horno de lena y a la que le faltaban tres raciones exactas. Las diez velas que habia apagado de un solo soplido, sentada sobre las rodillas de papa. Mientras se acercaba al dormitorio de sus padres, los pensamientos felices se evaporaron y dejaron paso a oscuros presagios. <>. Lo habia visto con sus propios ojos: los extranos cogian a la gente, se la llevaban lejos de sus seres queridos. Nadie sabia donde iban a parar ni que era de ellos. O tal vez todavia era demasiado pequena, todavia no estaba preparada, de modo que nadie se lo habia querido contar nunca. Lo unico de lo que estaba segura era de que esas personas ya no regresaban jamas. Nunca mas. --Papa, mama... Hay alguien fuera de la casa --susurro, pero con la determinacion de quien no quiere que sigan tratandola solo como a una nina. Papa se desperto el primero y, un instante despues, lo hizo mama. La nina obtuvo inmediatamente toda su atencion. --?Que has oido? --pregunto la madre, mientras el padre cogia la linterna que siempre tenia a mano junto a la cama. --Mi nombre --contesto la nina, titubeando, temiendo una reganina por haber violado una de las cinco reglas. Pero ninguno de los dos le dijo nada. Papa encendio la linterna y cubrio el foco con la mano para iluminar apenas la oscuridad de la habitacion y que los intrusos no supieran que estaban despiertos. Sus padres no le preguntaron nada mas. No sabian si creerla o no. Pero no porque sospecharan que hubiera mentido, sabian que nunca mentiria sobre algo asi. Solo debian determinar si lo que habia contado era real o no. A la nina le habria gustado que simplemente se tratase de su imaginacion. Mama y papa estaban alerta. Pero no se movieron. Permanecieron en silencio, con la cabeza ligeramente erguida, escrutando la oscuridad, como los radiotelescopios de su libro de astronomia, que escrutan lo ignoto que se esconde en el cielo, esperando y a la vez temiendo captar una senal. Porque, como le habia explicado su padre, descubrir que no estamos solos en el universo no seria necesariamente una buena noticia: <>. Discurrian interminables segundos de silencio absoluto. Los unicos ruidos eran el viento que agitaba las copas de los arboles secos, el llanto quejumbroso de la veleta de hierro oxidado en lo alto de la chimenea y los grunidos del viejo granero, como una ballena durmiendo en el fondo del oceano. Un sonido metalico. Un cubo cayo al suelo. El cubo del pozo, mas concretamente. Papa lo habia atado entre dos cipreses. Era una de las trampas sonoras que colocaba cada noche alrededor de la casa. El cubo estaba situado cerca del gallinero. Ella estaba a punto de decir algo, pero antes de que pudiera hacerlo, su madre le puso una mano en la boca. Queria sugerir que tal vez se tratara de un animal nocturno --una comadreja o un zorro--, no necesariamente de un extrano. --Los perros --susurro el padre. No se le habia ocurrido hasta entonces. Papa tenia razon. Si hubiese sido un zorro o una comadreja, despues del ruido del cubo al caer, sus perros guardianes sin duda habrian empezado a ladrar para senalar su presencia. Como no lo habian hecho, solo habia una explicacion. Alguien los habia hecho callar. Ante la idea de que les pudiera haber ocurrido algo malo a sus amigos peludos, unas calidas lagrimas le hirvieron en los ojos. Hizo un esfuerzo por no echarse a llorar; su disgusto se mezclo con un repentino ataque de terror. Sus padres intercambiaron una mirada. Fue suficiente para saber exactamente lo que debian hacer. Papa fue el primero en bajar de la cama. Se vistio rapidamente, pero sin ponerse los zapatos. Mama lo imito, pero ademas hizo algo que dejo a la nina atonita durante un instante: le parecio que su madre esperaba el momento en que el padre no se diera cuenta, y a continuacion vio como metia una mano debajo del colchon, cogia un pequeno objeto y se lo introducia rapidamente en el bolsillo. La nina no tuvo tiempo de ver que era. Le extrano. Mama y papa no tenian secretos. Antes de que ella pudiera preguntarle nada, la madre le dio una segunda linterna y se arrodillo delante poniendole una manta sobre los hombros. --?Recuerdas lo que debemos hacer ahora? --pregunto, mirandola fijamente a los ojos. La nina asintio. La mirada decidida de la madre le infundio valor. Desde que empezaron a vivir en la casa abandonada, hacia alrededor de un ano, habian ensayado decenas de veces el procedimiento: asi lo llamaba papa. Hasta entonces nunca hubo la necesidad de llevarlo a la practica. --Agarra fuerte a tu muneca --le recomendo su madre. A continuacion, cogio su pequena mano con la suya, calida y fuerte, y se la llevo. Mientras bajaban la escalera, la nina se volvio un instante y vio que el padre habia cogido uno de los bidones del trastero y ahora esparcia el contenido por las paredes de la planta de arriba. El liquido se filtraba a traves de las vigas del suelo y tenia un olor penetrante. Cuando llegaron a la planta inferior, mama la arrastro consigo hacia las habitaciones traseras

  • Al sur de Andalucia de Katy Molina

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    Todo empezo una noche, me encontraba tumbada en el sofa de casa. De pronto, el movil sono con un mensaje en el Messenger de Facebook. Fueron unas simples palabras, "Hola, buenas noches" , escribio. A partir de ese inocente saludo comenzo la historia eterna entre un aleman y una andaluza. Dia a dia, fuimos hablando y conociendonos, sin prisas. Sin darnos cuenta surgio una bonita historia de amistad, una muy sincera y profunda, una que sin pretenderlo fui enamorandome cada dia de sus palabras, de su voz y ternura. Alexander, era un hombre complicado, tenia muchos problemas en la vida. Llegue como un remedio para su malestar, fui su luz en la oscuridad. Durante casi un ano estuvimos forjando una amistad especial, a pesar de la distancia, fuimos muy dependientes el uno del otro. Mi pareja, era un buen hombre pero muy distinto a mi. En cambio, Alexander me daba todo lo que siempre desee en un hombre. Se habia convertido en mi secreto mas personal e intimo. Nos llamabamos a todas horas, nos escribiamos e incluso chateabamos por Facebook, era un no parar. Nos convertimos en una obsesion. Mi vida no me la imaginaba sin el, lo necesitaba y cuando por trabajo hablabamos menos me daba ansiedad de no poder escuchar su voz. Muchas veces miraba a mi pareja queriendo que fuese tan atento como Alexander. Dicen que nuestra media naranja ronda en algun lugar del mundo queriendo encontrarnos. La encontre pero demasiado tarde. Santiago, asi se llamaba mi pareja, no tenia ni idea de mi relacion con el aleman. Sufria cada dia sintiendome una mala persona, estaba mal lo que estaba haciendo. El no se merecia que le fuera infiel de pensamientos, pues no lo podia ser de otra manera, la distancia era un inconveniente. Dia a dia fui enganandome, me decia a mi misma que mi pareja era buena para mi vida y que lo que sentia por Alexander era simplemente atencion. La relacion con Santiago estaba muerta de amor desde hacia mucho tiempo y yo no queria verlo pero el problema no era el aleman sino mi ceguera. Sin darnos cuenta, la pasion se habia acabado. Si tengo que ser sincera, creo que nunca la hubo, solo nos acostumbramos a estar juntos. Llevabamos saliendo desde el instituto, el habia sido mi primer todo y nunca tuve otra opcion. Alexander era distinto, se preocupaba por mi bienestar, me dedicaba palabras dulces y tiernas. Era mi todo y mi nada, pues no lo tenia a mi lado. Cuando lo conoci, su vida era un desastre y no confiaba en las personas. Por mi caracter andaluz desinhibido, supe sacarle del pozo. A distancia, con un simple telefono, consegui darle esperanza y luz a su vida. Le aporte felicidad y que sonriera a la vida. La mia se complico muchisimo, pase las horas pensando en Alexander, sonaba con abrazarlo. Un dia, mi pequeno, asi me gustaba llamarlo carinosamente, me confeso que se habia enamorado de su mejor amiga, esa era yo. Me quede muda, llorando, sin saber que contestar. Le hubiese dicho que yo tambien lo amaba pero no podia. Querer es facil, lo dificil es expresarlo. No pude decirle la verdad, no quise hacerle dano. Hable con el para convencerlo de que estaba confuso. Tuve que decirle que habia confundido los sentimientos, que la soledad hacia que nos sintiesemos confusos a la hora de recibir un poco de carino. Se me encogio el corazon al recordar como negaba e insistia. Al final, tuve que decirle que no olvidara que tenia pareja y que no complicara mas las cosas. Recuerdo con anhelo el ultimo mensaje de buenas noches que le escribi y que en el ultimo momento borre "En la proxima vida, buscame con mas ganas". Ese dia fue definitivo para que mi corazon lo reconociese como mi mitad perfecta. La amistad siguio y Alexander se contuvo en sus sentimientos. Hasta que llego el dia que una mujer cambiaria nuestros destinos, ella seria el detonante para desatar la tormenta del sufrimiento. Alexander se obligo amar, era un hombre consumido por la soledad, con una familia egoista y una vida dura. Necesitaba tener a alguien a quien abrazar, besar y sobre todo que lo quisiese con libertad. Crei que animarlo a conocer mujeres, traeria un equilibrio a lo nuestro pero me equivoque. Ahi empezaron los problemas. Ella se llamaba Lorena, una mujer tres anos mayor que el, divorciada con dos ninas y buena persona. Esa era la unica informacion que tenia acerca de aquella mujer misteriosa

  • Duenos de nuestro destino de Nuria Chinchilla

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    Esta es sin duda una pregunta que esta en boca de todos y que cada vez se va a formular con mas insistencia, ya que es uno de los temas peor resueltos en nuestra sociedad. Este libro, escrito por dos de las mas reputadas especialistas en el asunto, dan respuestas para afrontar esta compleja situacion. Y lo hacen basandose en sus conocimientos sobre esta problematica en Espana y tambien en las soluciones que se han buscado o se estan aplicando en paises de nuestro entorno geografico o social.

  • Requiem por un amor de Isabelle Cruz

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    Y tu, ?que serias capaz de olvidar por amor? ?Serias capaz de perdonar la traicion al amor de tu vida?

  • Destino traicionado de Sophie West

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    Winnifred Sterling y Trevor Sugdon llevan enamorados el uno del otro desde que eran unos ninos. Win siempre ha sabido que iba a convertirse en la esposa de su vecino y companero de juegos de la infancia, en cuanto Trevor terminase sus estudios de medicina en la universidad de Oxford. Cuenta con el beneplacito de su padre, el conde de Stratton, al que no le importa que el muchacho pertenezca a una clase social inferior porque lo unico que desea es la felicidad de su unica hija.
    Pero cuando el marques de Collingwood, heredero del duque de Broswich, se encapricha de su belleza y de su cuantiosa dote, el futuro brillante y feliz que Winnifred se imaginaba junto a Trevor se desmorona completamente.

  • Notas desde la trinchera de Marcos De Quinto

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    Cuando Marcos de Quinto comenzo a trabajar para Coca-Cola tenia solo veintitres anos y, segun dice, apenas sabia nada de la vida. Pero permanecio en la empresa treinta y seis anos, que se caracterizaron por la huida constante de su zona de confort y la predisposicion a dejar atras aquello que ya dominaba para adentrarse en lo desconocido. Practicante de la desobediencia, defiende que esta puede aportarnos inmensos beneficios y ensenarnos nuevas formas de abordar viejos problemas. La ortodoxia empobrece y los manuales no siempre sirven. Esa conviccion ha guiado su larga y exitosa carrera.

  • Una Dama Elegante de Cedric Daurio

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    Agotada por la sucesion de eventos del dia, y en realidad de la semana que habia transcurrido en Buenos Aires, coloco su modica valija en el portaequipaje ubicado sobre la linea de asientos, se sento en su butaca que estaba situada junto a la ventanilla y anticipando lo que las azafatas le pedirian se coloco el cinturon de seguridad. El asiento, ubicado en la clase turista, le resultaba muy estrecho teniendo en cuenta que el vuelo a Nueva York insumiria nueve horas de modo que resolvio que reclamaria de sus sponsors que le sacaran un pasaje en la categoria ejecutiva para los proximos vuelos, al menos aquellos que superaran una duracion determinada, por ejemplo cinco horas; penso que este requisito era razonable dado que la mayoria de sus viajes eran dentro de Estados Unidos y por lo tanto de una duracion inferior. Siguiendo su habitual ansiedad habia sido una de las primeras personas en abordar y ahora comenzaban a ingresar los pasajeros por los angostos pasillos del avion; el pasaje consistia en una mezcla de argentinos y americanos, los ultimos parejas o pequenos grupos de personas mayores que volvian de unas vacaciones en el lejano pais del sur, vistiendo llamativas camisas de estampados multicolor y otras prendas mas apropiadas para Miami o Hawai que para la agitada urbe sudamericana, cuyos habitantes parecian caminar y viajar siempre con un ritmo frenetico, tan distinto al de otras ciudades latinoamericanas que habia conocido. Los argentinos eran distinguibles por su vestimenta mas austera y por la cantidad de bultos que pretendian colocar en los compartimentos para equipajes, aun forzando su capacidad. Rogo para que le tocara de companero de asiento un americano, ya que como ella no hablaba castellano podia llegar a ser un viaje aburrido y demasiado largo. De reojo atisbo a un muchacho alto y delgado que se acercaba mirando las letras de las filas de asientos buscando donde sentarse. Aunque a primera vista le parecio uno de los argentinos, secretamente deseo que se sentara junto a ella, pues se trataba de un joven muy bien parecido. Agito su cabeza como para ahuyentar la idea. <Lena, podria ser...no tu hijo pero si un sobrino mucho mas joven. No es para ti.> Ignorante de los pensamientos que circulaban por la cabeza de la mujer el joven se detuvo en la fila donde se hallaba sentada Lena, confirmo su ubicacion y la miro sonriente. -Hola.-Dijo escuetamente. -Hello- Contesto la mujer furiosa consigo misma por no haber ni siquiera aprendido a responder un saludo en espanol. El muchacho coloco su valija en el portaequipaje y se dispuso a sentarse en el asiento del pasillo. -Permiso. Tengo el asiento 14B.- Dijo en ingles, para alivio de Lena, quien sin embargo volvio a recriminarse de inmediato. La azafata recorrio el pasillo, donde aun habia pasajeros luchando con sus maletas, ayudandolos a guardarlos en los compartimentos portaequipajes y a cerrar sus puertas. El joven se coloco tambien el cinturon de seguridad y como sus piernas eran demasiado largas para el corto espacio entre asientos las coloco parcialmente en el pasillo luego de que la azafata pasara. -Asientos muy pequenos para viajes tan largos.-Expreso el joven, en sintonia con lo que habia estado cavilando Lena con anterioridad. Luego sonriendo nuevamente le extendio la mano derecha y se presento. -Federico Gribaudo. Lena fue nuevamente sorprendida gratamente por la presentacion formal del hombre y contesto de inmediato. -Lena Javit -?Neoyorquina?-Era evidente que el joven llamado Federico tenia deseos de conversar. Aunque la mujer se habia formado la idea de dormir lo antes posible para recuperar sueno acepto de buen grado la disposicion de su companero de viaje. -Si.-Contesto.- Nacida y criada en Nueva York. Roto el hielo con tanta facilidad Lena prosiguio la conversacion. -?Es su primer viaje a Estados Unidos? -No, estuve un par de veces en Miami, pero nunca en Nueva York. -Estara ansioso por conocer la Gran Manzana. Tiene todo un mundo por descubrir. -Si, en realidad lo conozco por referencias familiares. Mi padre vivio varios anos en Nueva York de joven y mi madre, que era entonces su novia, lo visito...por supuesto hace ya muchos anos. -Todo esta muy cambiado y a la vez la ciudad sigue siendo la misma. -Mis padres regresaron hace un par de anos por turismo, a visitar todos los sitios que habian recorrido juntos tanto tiempo atras. Fue un viaje sentimental. Estuvieron frente al edificio donde mi padre alquilaba un apartamento. -?Sabe en que zona? -Si, en Brooklyn Heights. Un sitio historico. Hablaban mucho de el. -En realidad un buen lugar para vivir. Para alegria de Lena la conversacion fluia agradablemente. Aunque su vocabulario era un tanto limitado y cada tanto necesitaba ayuda con algun termino particular, Federico hablaba ingles en forma muy aceptable con un acento argentino particular que la mujer ya conocia de sus entrevistas de negocios. Su charla denotaba que se trataba de un joven inteligente. -Y dime, Federico.- La charla ya se habia tornado coloquial.- ?De que otros sitios te hablaron tus padres? La larga enumeracion de museos, galerias y otros sitios termino de convencer a Lena que el muchacho provenia de una familia de buen nivel cultural. -?Piensas visitar esos sitios? -Si. Voy a estar un buen periodo en Nueva York. -?Y de que mas te hablaron tus padres? -Dejame pensar...habia un parque... -?El Central Park? -No solo me hablaron del Central Park. Habia un parque pequeno, cerrado, al que por alguna razon le asignaban una connotacion romantica. Recuerdo haber visto fotos de mis padres frente a ese parque. -?Gramercy Park?-Lena dio un respingo en su asiento conteniendo su entusiasmo. -Si, creo que era ese. -Pero alli es donde vivo yo. La conversacion ingreso insensiblemente en temas un poco mas personales. Lena trataba sin mucho exito de no hacer su interes demasiado obvio. -?Que vas a hacer en Nueva York? ?Vas a radicarte en los Estados Unidos? -No por el momento. Voy a trabajar en la casa matriz de mi empresa por seis meses, que es lo que permite la visa que tengo al presente. -?Que empresa es esa? Federico dio el nombre de la firma. -?A que se dedica esta empresa? -Servicios financieros. -?Tu eres un experto en finanzas? -No, soy licenciado en sistemas. Me voy a capacitar en los sistemas que usa la firma en todo el mundo. En Buenos Aires acaban de abrir una sucursal que tendra a su cargo los negocios en todo el Cono Sur de America. -?Hace mucho que trabajas con ellos? -Seis meses. Como te dije, la firma se instalo recientemente en el pais. Lena se decidio finalmente a hacer la pregunta que le estaba rondando en la mente. -?Cuantos anos tienes? -Veintitres.

  • Ninos en el tiempo de Ricardo Menendez Salmon

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    Y asi como el instante de la concepcion, ese misterioso empuje en el que dos principios colisionan para cambiar el curso del mundo, resulto inaudible, con ambos actores ajenos a lo que nacia dentro de los cuerpos, asi el instante de la desgracia fue tambien silencioso. Solo mas tarde, al entrar en casa desde el jardin de juegos, descubrieron la sangre empapando el pantalon del nino. Ese mismo nino que los miraba con ojos inocentes, sin huella de dolor o de sorpresa, ignorante de que algo se habia quebrado dentro de el fatal y decisivamente. De modo que piernas arriba, con menos temor que asombro, siguieron el dibujo de la macula, aquel flujo que no era rojo, como quiere el lugar comun, sino negro y espeso, como canto el primer poeta, hasta llegar al pequeno y tierno agujero por donde el hijo amado se vaciaba igual que una taza rota. Entonces los conmovio el espanto. II Cuando supo que su hijo estaba desahuciado, Antares se recluyo en el silencio. Lo hizo porque comprendio que solo la palabra crea la verguenza. Y el sintio verguenza: verguenza de sobrevivir al nino, verguenza de tener ganas de defecar, verguenza de su necesidad de sueno. Asi que callo. Callo durante setenta y dos horas, el tiempo transcurrido entre que el oncologo le dijo que su hijo iba a morir y el instante en que el nino se apago sin ruido ni ira, como una vela soplada por un viento dulce y caritativo. Nunca, desde que en la infancia le extirparan las amigdalas, habia permanecido tanto tiempo en silencio. Quiza por eso, cuando tras la hora setenta y dos abrio la boca con intencion de hablar, de su garganta solo broto una especie de grunido, un lamento confusamente humano, mas cercano al sonido de una sierra al morder la madera que al lenguaje articulado. Antares supo entonces que, por mas que se desee, no se puede nombrar lo innombrable. III Las cosas que los muertos dejan tras ellos. Esa vida privada, inmune a la fatalidad, de los objetos, las reliquias, las posesiones. La estupida permanencia de una cuna, un peluche, un sonajero. La inerte materia de la que estan hechos un pijama de bebe, la tetina de un biberon, la pila ya para siempre identica de los panales. Cuando Antares regreso a casa, cuando cruzo aquel umbral que llevaba anos siendo un lugar seguro, las correspondencias cambiaron, el mapa giro en un vertigo loco, se deslizo un idioma desconocido en el lexico familiar. Como seguir llamando habitacion del nino a aquel cenotafio inmundo; como seguir viendo la banera vacia como una promesa de juegos; que disciplina del sueno y de la vigilia aplicar a las noches de pronto sin llantos, hambre ni compasion. La paternidad es una provincia pedagogica; la orfandad es una escuela desolada. El discipulo, aquel que ha aprendido por necesidad y por sentido del deber las obligaciones de ser padre, se convierte en un salvaje a quien los pronombres fallan, los sustantivos hieren, los verbos esquivan. La casa, la ficcion de un hogar estable, se transforma en una jungla donde amenazan animales impios. Se vuelve la mirada con la esperanza de encontrar un gesto reconocible, pero se halla solo una ausencia blanca y absurda, el insoportable ruido de fondo de un mundo hueco. Por eso, cuando el nino murio, su realidad se descompuso. El posesivo su es la clave, porque lo mas doloroso de la experiencia de la muerte es constatar algo que se sabe desde siempre, pero que jamas se acata con resignacion. Que el mundo trascurre ajeno a nuestros anhelos y padecimientos; que precisamente porque el mundo permanece indemne ante cada pequena catastrofe, son mi mundo, su mundo, nuestros personales e innegociables mundos los que se desmoronan. Aquella primera noche. Como olvidarla. Como decirla. Aquella primera noche en que los perros ladraban en la penumbra algo parecido a su desamparo, y dentro de la gran casa vacia, donde ya nunca brillaria la risa, Antares comenzo otra especie de busqueda. IV Esa busqueda que, acaso sin anunciarse, habia empezado al abandonar el hospital y alla dentro, en la colmena de su arquitectura funcional, dejar el cadaver del nino. Los gestos imposibles que hay que llevar a cabo: despedirse del equipo medico, recoger las ropas que ya nadie usara, liquidar cuestiones practicas con los encargados de la funeraria. No es una tarea hecha a medida humana. O si. Es humano, demasiado humano, tener que seguir adelante cuando todo pronostica que la posteridad, el porvenir, el manana, son lanzas clavadas en el costado de la cordura. Sentado junto a la ventana que miraba al jardin lluvioso, mientras el limonero que planto cuando supo que iba a ser padre temblaba bajo el viento, Antares penso en el trayecto de vuelta a casa, en el y en su esposa, la madre desolada y casta, un absurdo de la carne y de la emocion, reunidos en el coche como dentro de un cofre atomico, ideado para hacer frente a un desastre de proporciones universales. Recordo como permanecieron alli, quietos durante un largo, insolito minuto, saboreando su nueva condicion de huerfanos, heridos por la evidencia de que tras ellos, en la parte posterior de la maquina, ya no habia nadie, ya no habia nada. Y recordo tambien como, al girar la llave del contacto, el lector de musica se puso en marcha y arranco al disco que contenia en su interior una cascada de notas alegres, joviales, hirientes por inapropiadas, y un estribillo innoble, que a ambos les procuro lagrimas de rabia y una furia sorda y brutal, que destilo en sus bocas ya no el sabor de la ceniza o de la sangre, sino el de los agravios. V La carne cremada. El horno y sus fauces verdosas, como un gran cepo atrapado en el musgo. El bramido del fuego al alzarse, el chasquido de las mandibulas de hierro. Nadie, nunca, los habia preparado para semejante imagen. De que servian los libros leidos, los paisajes admirados, la interpretacion, la glosa, la sabiduria, la capacidad para la critica y el analisis, el juicio educado y selecto ante aquel rito. Para nada. No servian para nada. Y cuando les mostraron la urna, aquel objeto lacado, de aspecto pulcro, en el que supuestamente reposaban las cenizas de su hijo, ninguno avanzo las manos para tomarla. Ambos se miraron como extranos, viajeros arrojados por el mar a una costa abrupta, llena de peligros, y durante un insoportable lapso de tiempo permanecieron en pie, fracasados, vidas en llamas, esperando que alguien los arrancara del embrujo de la quietud, mientras el hombre de la funeraria, que olia a locion de afeitado y vestia un traje negro, contaba en silencio hasta veinte. --Cojanla, por favor --exigio al fin la voz educada pero firme--. Un dia les hara bien. Y aunque Antares no supo si era la experiencia, la impaciencia o el mas intolerable de los cinismos quien hablo desde aquellos labios, si recuerda que fue el quien extendio los brazos y recogio el tamano de su desdicha.

  • 100 noches en Andromeda de Norma Estrella

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    De nino, Edu sonaba con inventar su propio monopatin volante con el que poder viajar hasta la Luna. De nina, Eva jugaba con su hermana y sonaba con tener una maquina expendedora de donetes en su habitacion.
    Ambos trabajan ahora para una empresa tecnologica llamada Andromeda, desarrollando proyectos de Inteligencia Artificial. Sus prototipos de asistente virtual --Lalo y Lala-- rivalizan para ser los elegidos por un excentrico empresario de Palo Alto, que busca inundar el mercado con los perfectos novios virtuales en San Valentin.
    Durante cien dias y sus noches, algo muy grande se cuece entre los ordenadores de Andromeda.

  • El rey tahur de Carlos Aurensanz

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  • Dulce sueno de Vanessa Gonzalez Villar

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    Este trata de una chica llamada Valery que se embarcada en un problema con un juego demoniaco donde sus amigos la meten sin ella querer, su vida ante de todo eso momentos desafortunado, era bastante normal ella ha darse cuenta del problema toma la decision de buscar una salida pero lamentablemente no es facil se encontrara con un demonio todas las veces que ella duerma experimentara pesadilla tan reales y dolorosas. Debera sobrevivir tres semanas sin dormir durante esas semana tendra que escribir en un cuaderno todas la pesadillas que tenga.

  • Rhys (Detras de la musica 1) de Yunnuen Gonzalez

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    Primero fueron The Beatles y The Rolling Stones, despues Oasis y Blur. Ahora la rivalidad es entre The Border y The Radicals, dos grupos lideres en el mundo del Indie Rock.

  • Los cuerpos de la habitacion roja de Inigo Aguas

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    Me llamo Eric y tengo tres normas:
    Nadie puede descubrir mi secreto.
    Solo podemos hacer el amor dentro de la habitacion roja.
    Y la mas importante, no voy a enamorarme de el.

  • Eres mi salvavidas de Mia Jf

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    Es la primera parte del libro que estoy escribiendo. ADVERTENCIA: Es un manuscrito

  • Construyendo Millones 1 de

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    Una aventura amorosa de una noche

  • La promesa del escoces: romantica regencia, Camila Winter [PDF] de Camila Winter

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  • La ultima Torre (Diamante Rojo 2) de Angy Skay

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    Nos sometemos a una prueba constante en la vida. A una lucha que nunca finaliza.
    Tras los acontecimientos pasados, las vidas de Micaela y Jack se ven desmontadas de nuevo cuando, tras la noticia del desenmascaramiento del asesino mas peligroso del mundo, sus enemigos florecen y las victimas se convierten en verdugos, dando caza al culpable de sus desgracias.
    Los recuerdos del pasado vuelven con fuerza, dejando tantas dudas como sorpresas, y los nuevos descubrimientos hacia la verdad llenaran de dudas a los protagonistas que, sin ser conscientes, seguiran siendo las marionetas movidas por los lideres que ganan la partida de ajedrez.
    ?Que harias si te encontraras con tu enemigo cara a cara?, ?si descubrieses que las personas que te rodean te han traicionado?, ?y si quien mas amas te abandona?
    Tras Matar a la Reina, llega la segunda parte de la serie Diamante Rojo: La ultima Torre. Donde la mafia, los asesinatos, la accion y un amor peligroso se juntaran, dandole lugar a las personas que, al parecer, nunca tienen oportunidad de vivir un futuro a su antojo: los villanos.

  • La debilidad de Jacobo (Las flores 2) de Edurne Cadelo

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    No puedo levantarme. El sonido incesante de mi movil me llega desde algun lugar cercano, intuyo, pero soy incapaz de despegar ningun miembro de mi cuerpo de este colchon para ir a buscarlo. El entumecimiento de todos mis musculos es la consecuencia directa de haberme bebido hasta el agua de los floreros durante las dos ultimas noches. Si a eso le sumo el peso muerto, en forma de pierna, que pertenece al chico que yace a mi lado, la tarea se convierte en imposible. El martilleo constante en mi sien derecha y el maldito revoltijo en la boca del estomago voy a obviarlos. Abro un ojo con miedo, con pavor mas bien, tengo una ligera idea de quien esta acostado en mi cama, pero me asusta comprobarlo. En un arranque de valentia, no muy propio de mi, abro el otro y me froto los dos con vehemencia. Ay, Martina. --!Marti! --me llama Carola--. Tu movil esta sonando. --Voy --susurro para no despertarlo. Intento apartar la pierna de mi invitado, a ver si puedo levantarme, pero, justo cuando estoy en ello, la puerta se abre y entra mi amiga. --!Joder, que fuerte! --exclama al ver a Oriol, nuestro otro companero de piso, en calzoncillos sobre mi cama--. Flipo mucho contigo. --Caro, espera. Esto... no... no es lo que parece. --Es Sira. --Tira el movil encima de mi escritorio y desaparece de mi vista. --!Mierda! --bufo. La he cagado, aunque no tengo ni idea de cuanto. Me pongo una camiseta que uso para dormir, menos anoche por lo visto, y voy hacia el salon mientras devuelvo la llamada a mi hermana. Luego me ocupare de mi amiga. --Marti, te he llamado mil veces --dice Sira nada mas descolgar. --Perdona, tata, es que estaba dormida. --?Mucha fiesta anoche? --Pues, no podria precisarlo con exactitud. --Dejo caer para que no huela el miedo en mi voz. Mi hermana es unica para detectar mis emociones. --Enana, siento tener que darte una mala noticia. --?Que te ha pasado? ?Estas bien? ?No me digas que David se ha presentado ahi? --Marti... --Me corta para que deje de divagar. Mi hermana suele cuidar de todos, pero no es muy dada a que nadie cuide de ella. Lo que pasa es que, en esta ocasion, se ha metido en un jardin --enrollandose con el hermano de su ex mientras los tres compartian piso y se lo ocultaban-- tan grande que casi no asoma la cabeza y entonces si que me preocupa. --Vale, vale, ya me callo, ?que pasa? --Es Soledad. Esta en el hospital y dicen que sera cuestion de horas. No hay duda de que tengo los reflejos mermados por culpa de esta resaca del quince, porque, a pesar de que escucho lo que me acaba de decir, me quedo muda. --Martina, ?sigues ahi? Mi abuela lleva un tiempo pachucha, la operaron del corazon hace unos meses y ha tenido una recaida, pero no pense que fuera tan grave. --Si, tata. Entonces, ?ya esta? --No, pero Alejandra me ha dicho que ya esta sedada. Te voy a mandar un billete para el primer avion que salga manana. Yo te ire a buscar al aeropuerto, ?de acuerdo? --Esta bien. --Martina, no te preocupes, no te voy a dejar sola, ?entendido? --Si, tata. Estare bien. Cuando me llegue el billete te lo confirmo. No me puedo creer que Soledad vaya a morirse. No se, supongo que, aunque cada vez estaba mas debil, no pense que pudiera irse tan rapido. Me acurruco en la butaca que esta al lado de la ventana y me tapo la cara con las manos, ?en que momento mi vida se ha vuelto asi de loca? A ver, yo estaba tranquila y feliz. Hace tiempo que asumi haber tenido una infancia distinta y siempre me he sentido querida, la verdad, asi que no tenia la imperiosa necesidad de buscar respuestas, pero, de repente, mi madre, que nos abandono hace catorce anos en casa de mi abuela, a la que apenas conociamos, regresa sin avisar de no se sabe donde. Verla alli, como si no hubiera pasado nada, fue demasiado fuerte. Menos mal que estaba con mi hermana cuando ocurrio, porque no la habria reconocido fuera de esas cuatro paredes. Solo necesite observar a Sira, agarrotada por la tension, para deducir que era ella. Mi abuela y mi hermana nunca se han llevado bien, pero ambas han cuidado de mi, cada una a su manera. En cambio, de Alejandra poco puedo decir, apenas la recuerdo, por lo que no se explicar como me siento con su vuelta. No sabria decir si me duele, me irrita o me da absolutamente igual. Cuando era mas pequena fantaseaba con su regreso; sonaba que nos llevaria a vivir con ella a una casa preciosa y seriamos una familia feliz. Imaginaba que volvia y nos contaba una pelicula increible, explicandonos las razones de su marcha. Supongo que a medida que cumpli anos deje de sonarlo. Por suerte, Soledad y Sira me han dado todo el amor que ella no me dio. Algo se desperto en mi cuando la vi y empece a necesitar esas respuestas. Antes de volverme a Barcelona, fui a casa de mi abuela y se las pedi. Sus argumentos fueron variados: una depresion muy fuerte, tener que hacerse cargo ella sola de dos ninas --padres desconocidos, al menos nosotras no sabemos quienes son, espero que ella si-- y la necesidad de alejarse del mundo para no caer en un pozo sin salida. En fin, que es muy dificil meterse en su piel en aquel instante, pero, ahora que esta aqui, no puedo fingir que no existe. Mi hermana, en cambio, no quiere saber nada de ella y tampoco quiere que se acerque a mi. Me levanto y voy a beber un vaso de agua, aunque creo que necesitare mil. Quiero volver a mi cama, taparme con mi edredon hasta las orejas e intentar dormir, pero soy consciente de que todavia esta ocupada. En otras circunstancias, me meteria en la cama de mi mejor amiga, la abrazaria por detras y me quedaria grogui hasta que nos sonaran las tripas, pero ahora no quiere ni verme. Carola y yo regresamos a Barcelona en septiembre, justo antes de empezar el master. Alquilamos este piso y buscamos un nuevo inquilino para compartir gastos. Vinieron un monton de candidatos, pero, en cuanto Oriol se marcho por la puerta despues de haber charlado un rato con nosotras, nos miramos y sonreimos como imbeciles, porque supimos que el era el elegido. Nuestro companero es de un pueblo de Girona y esta estudiando el ultimo curso de una ingenieria. Alto, moreno, guapo y con cuerpazo. Tiene pinta de turista en verano, pero todos los dias del ano, y un caracter bastante gamberro. Vamos, una combinacion explosiva para nuestros sentidos. A Carola y a mi nunca nos gustan los mismos chicos, pero con el ha llegado la excepcion. Por ese motivo, tuvimos que poner una unica regla: ninguna de las dos se enrollaria con el por muy apetecible que nos resultase. Joder, solo espero no haberla roto. --Caro. --Llamo a la puerta, esperando que me deje entrar--. Porfi... --Vete a tu cama, Martina --responde seria. --Carola caracola. --?En serio? Joder, no me puedo creer que encima vengas a hacerme la pelota. Abro sin que me de permiso y ella mete la cabeza debajo de la almohada, para esconderse de mi. --Carola. --Me acerco, me siento en el borde de la cama y le quito la almohada para que me mire--. No me lo he podido tirar. --!Venga ya! No me puedo creer que este en tu cama en pelotas y solo hayais dormido. --Te juro que no me acuerdo, pero he echado un vistazo a mi habitacion antes de salir y no hay ni rastro del condon. Sabes que, por muy borracha que este, nunca lo hago a pelo. Eso lo tengo grabado aqui. --Me senalo la sien y ella cabecea. --Una regla, Martina. Solo una maldita regla y tu te la pasas por la entrepierna. --!Que no, cono! Que no me he pasado nada por ahi. Ni a el, de verdad. Volvimos pedo y puede que haciendo el tonto terminara en mi cama, mi habitacion esta antes que la suya. --Suelto restandole importancia--. ?Me dejas dormir un rato contigo? --No, estas en cuarentena hasta que me lo confirme el. --?Estas tonta? ?Como se lo vas a preguntar? --Porque quiero saberlo. Llevas dias bebiendo vodka como si fueras rusa. Entiendo el marron de tener una madre de repente y la movida de tu hermana y su ex, pero, como sigas asi, te van a cambiar el apellido, Absolut en vez de Flores. --Al escuchar el apellido de mi abuela empiezo a llorar y mi amiga se apoya en el cabecero, mirandome asustada. --Sira me ha llamado porque mi abuela se muere, Caro. --?Pero ya? --Si, es cuestion de horas. Manana vuelo a Madrid. --Vaya, lo siento. !Anda!, tumbate conmigo un rato, que te achucho. --?Ya no estas enfadada? --pregunto mientras me pego a ella como una lapa y me sorbo los mocos. --Suave, que esto es solo una tregua. Te dare el beneficio de la duda hasta que corrobore la version de los hechos.

  • Reciclando el amor de Krista E. Mollet

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    No tenia suerte en el amor, al menos eso es lo que creia ella capaz de soportar cualquier cosa con tal de no estar sola… pero algunas veces el pasado puede llamar a la puerta.

  • Los hambrientos y los saciados de Timur Vermes

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    Alemania ha restringido el numero de solicitantes de asilo y Europa ha bloqueado su acceso a traves del norte de Africa. Mas alla del Sahara, se estan construyendo enormes campamentos donde millones de refugiados esperan, esperan y esperan.
    Cuando la presentadora estrella Nadeche Hackbusch visita el campamento mas grande, el joven Lionel reconoce que tienen ante si una oportunidad unica: con 150.000 refugiados, la atencion de la audiencia televisiva esta garantizada cuando empiezan a marchar en direccion a Europa. Pero si el publico esta hipnotizado enfrente de sus pantallas y los anunciantes encantados, no pasa lo mismo con la politica alemana que reacciona de manera tibia, intentando ignorar lo que se avecina. Cuanto mas avanzan, mas se requiere una reaccion del ministro del Interior, y se hace aun mas urgente que tanto el como el resto de alemanes se enfrenten a dos preguntas: ?Que se puede hacer? Y sobre todo ?en que tipo de paises queremos vivir?

  • Los hijos de la Diosa Huracan de Daina Chaviano

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    Dos mujeres fuertes y valientes, enfrentadas a la codicia, la barbarie y al crimen, se ven unidas a traves de los siglos por un misterioso legado que puede alterar el futuro de Cuba.

  • Desatame 1 de Christina Ross

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    De Christina Ross, autora de Aniquilame, llegan tres nuevos libros en la serie con mas de dos millones de libros vendidos en todo el mundo.

  • El alfabeto alado de Mario Satz

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    Entre el alma humana y las mariposas existe un estrecho parentesco: lo que en una es oscilacion y ascenso en las otras es aleteo y color. Aristoteles fue el primero en acunar la palabra “psique” para designar ese nexo, y, tras el, poetas y pintores representaron el alma alada, fragil e inasible pero hermosa. Hoy es la fotografia la que documenta la vida de estos esplendidos insectos, cuya milagrosa existencia muestra a su vez cuan volatil y extraordinaria es la vida humana. Breves e intensos, los relatos que Mario Satz reune en este bellisimo libro dan cuenta de las aventuras y desventuras de esas joyas aladas que han dado lugar a tantos mitos, leyendas y fabulas dignos de ser recordados.

  • Antes de que digas te quiero de Victoria Vilchez

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    Lucia no habia vuelto a pensar en Asher, el vecino que le robo su primer beso cuando vivia en Londres con su familia, pero cuando viaja hasta alli para visitar a sus padres y se lo encuentra frente a su antigua casa, los recuerdos no tardan en regresar.
    Sin embargo, Lucia va a darse cuenta muy pronto de que Asher oculta mucho mas de lo que muestra, y que puede que no quede nada del chico timido y de mirada triste que conocio tiempo atras.
    Entre canciones y cuentos de hadas, ambos se veran arrastrados por una complicidad que creian olvidada y por mas pasion de la jamas hayan llegado a sentir por nadie.
    Pero, en ocasiones, volver al pasado trae consigo recuerdos demasiado dolorosos. ?Quien se arriesgaria a enamorarse si todo lo que te ha traido el amor hasta ahora ha sido sufrimiento?

  • Te odiare toda la vida de Sophie Saint Rose

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    Kaileen, acusada de asesinato se encontro de repente totalmente sola, repudiada por su familia y amigos. Pero lo que nunca imaginaria es que Jack Mallory le diera la espalda, provocandole un dolor indescriptible del que solo brotaria el odio.

  • Tenia que ser el de Mar Vaquerizo

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    Barbara es una conocida disenadora de zapatos con su vida laboral asentada y la unica preocupacion de sacar adelante la siguiente coleccion, pero todo se complica cuando Toni, su hermana menor, la incluye en la organizacion de su proximo enlace matrimonial.
    No contenta con endosarle todos los preparativos como si fuese su organizadora de bodas, tambien le encarga el diseno de sus zapatos, algo que le trae de cabeza.
    Cuando todo esta controlado y a menos de dos meses para el gran dia, una llamada de la novia hara que su vida se ponga patas arriba.
    La unica persona capaz de sacar la boda adelante no es otro que Mario, un gran chef y su ex mejor amigo, ex novio, ex hombre de su vida
    ?Aceptara el cocinero el trabajo? ?Sera Barbara capaz de salir indemne de este enlace?

  • El camino a ti de Piper Lennox

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    Esta noche puede ser increible.

  • Teoria y practica de Francisco Bitar

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    La pareja de Elisa y Reno tiene los dias contados: mientras se esfuerzan por seguir juntos, crece la fuerza que los conduce a la separacion. Dos adolescentes suenan con hacer un viaje en auto, pero al terminar el colegio todo lo solido se desvanece. Un hombre recorre la casa que habito veinte anos atras y se lo relata en vivo a su exmujer. Tomas acaba de ser padre, Erica esta divorciada, y la atraccion que sienten entre ellos parece salvarlos del fin del mundo.
    Escritos con un estilo propio y despojado, los relatos de Francisco Bitar son directos y emocionales y tienen el poder de transitar por lugares profundos, a veces desoladores. Sus personajes, treintaneros a los que les cuesta madurar, pierden el equilibrio de sus vidas y lo restablecen con lo que encuentran a mano.
    En Teoria y practica, Bitar expresa con tono poetico conflictos que erosionan la individualidad, el amor, la amistad y la vida cotidiana. Los derroteros de una generacion pero tambien el tiempo erratico de la autonomia estan narrados desde el corazon de los hechos.

  • La estrategia (Jugando por amor 1) de Byther Sarrafoglu

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    Lydia Romero, una joven empresaria de New York y una vida llena de lujos, gracias a un libro que redacto con su tragedia familiar, cuando solo era una nina. Ella decide poner a su merced una estrategia laboral, comentada con sus socios de modo tal que imprime un articulo periodistico en la busqueda de un nuevo secretario. Muchos postulantes se acercan con el proposito de ser aceptados por la mujer mas importante de New York.
    Los socios poseen un secreto, los nuevos no lo saben, pero juegan un papel muy importante en la estrategia. La estrategia sin aquellas dos partes no seria nada, sin contar que hay una tercera que nadie conoce.
    A medida que ella se comienza a enterar de lo que es aquella tactica, dudas, inseguridad y sentimientos que nunca sintio comienzan a surgir dentro de ella.

  • Las hijas de Alfonso XII de Almudena Martinez-fornes

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    Maria de las Mercedes y Maria Teresa eran dos ninas de tan solo cinco y tres anos cuando su padre Alfonso XII murio en 1885 de forma tragica e inesperada en plena juventud. El rey dejaba dos ninas huerfanas, una viuda desolada y un trono vacio en un pais convulso. Rapidamente se quiso proclamar reina a la nina mayor, pero en ese momento su madre Maria Cristina anuncio que estaba embarazada y todo quedo a la espera del nacimiento del ansiado varon, que llego al mundo cuatro meses despues.

  • La Flor de Chamberi de Claudia Gomez

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    Julia Prado, una periodista de radio y television, a traves de la historia que le cuenta Margarita, una vendedora de flores casi anciana, es capaz de descubrir quien es ella en realidad. Pasado y presente conviven en esta apasionante novela ubicada en el Madrid republicano y que nos trae una historia fascinante de nuestro pasado reciente. Conspiraciones, muerte, enganos…, se cruzan en las historias de vida de “La Flor de Chamberi”, vidas que nos emocionan con la profunda sinceridad y cercania de sus personajes.”

  • Las orillas del pasado de Ana E. Guevara

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    Intriga y amor se mezclan en esta novela de Ana E. Guevara.

  • Retorno a la isla de Linn Ullmann

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    La novela mas reciente de Linn Ullmann, hija del gran director Ingmar Bergman, y quiza la mas autobiografica de las publicadas hasta ahora.

  • El tatuador de Auschwitz de Heather Morris

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    Basada en la gran historia real de Lale y Gita Sokolov, dos judios eslovacos que consiguieron, contra todo pronostico, sobrevivir al Holocausto.
    Para Lale, los dias transcurren entre el horror y su trabajo como tatuador de prisioneros. Entre estos prisioneros se encuentra Gita, una joven de la que queda enamorado. En ese momento, la vida de Lale cobrara un nuevo sentido y hara todon lo posible para que Gita y el resto de prisioneros sobrevivan.
    Despues de la guerra, deciden mudarse a Australia para poder comenzar de nuevo. Tras la muerte de Gita, Lale siente el peso de su pasado y la irremediable necesidad de contarlo.
    Esta es su historia.

  • Conquistar la luna de Marisa Ayesta

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    Un hombre que lo tiene todo, una mujer que cree no tener nada y un amor que les unira por encima de las intrigas que les rodean.

  • Habia una fiesta de Marina L. Riudoms

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    La historia de una rave que salio mal, marcada por el costumbrismo millennial y el descubrimiento del feminismo a traves de un grupo de turistas posadolescentes.

  • Tipos duros. Aiden de Isabella Marin

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    Aiden King es ahora el principe del rap, pero su vida no siempre fue portada de una revista. Antes de que sus singles empezaran a encabezar tops alrededor del mundo, Aiden era el cajero de una gasolinera, vivia en una casa sin luz y sin calefaccion, y no conseguia ganar lo suficiente como para poder alimentar a su familia.

  • Esto es marketing de Seth Godin

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    El marketing lleva tanto tiempo entre nosotros que lo damos por hecho. Como el pez que no entiende el agua en el que vive, no vemos lo que realmente esta pasando y no nos damos cuenta de como nos esta cambiando. Ha llegado la hora de hacer algo mas. De mejorar las cosas. De provocar el cambio que te gustaria ver en el mundo.

  • Guardar para Siempre de Lexy Timms

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    Esta es la Parte 5 de una serie de 8 libros

  • El amor esta en la toalla de al lado de Christian Martins

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    La vida de Beca se desmorona cuando Jorge, su marido, le pide el divorcio.
    Beca no sabe como salir adelante, ni como enfrentarse a la realidad, ni que sera de ella si no consigue recuperar el amor de Jorge.
    Pero entonces conoce a Marcos. Marcos es especial, diferente. Le gusta el mar, cree en el amor a primera vista y no cree en las casualidades.
    Y ella. ella esta convencida de que el unico hombre capaz de proporcionarle estabilidad es el padre de su hija, Jorge.
    ?Recuperara el amor o lo volvera a encontrar