• la ultima historia que contar - Buho

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    Janet intentaba conciliar el sueno en aquella cama improvisada que habia armado en mitad del salon de la casa de su hermano. Faltaban pocas horas para el funeral de su cunada y no habia querido dejarle solo en aquel momento tan fatidico de su vida. Jackson estaba destrozado. Podia verlo en la forma en la que se arrastraba por toda la casa, de habitacion en habitacion, sin mediar una sola palabra con ella. Parecia un alma en pena, un muerto viviente que erraba sin rumbo por el mundo. << Vete >> , le decia, << dejame en paz, quiero estar solo >> . Esas eran las unicas palabras que repetia, en bucle, una detras de otra. Janet sentia lastima por el. Sabia que Ana habia sido el gran amor de su vida y que, aunque ella hacia mucho tiempo que habia perdido la esperanza de sobrevivir, el nunca se habia rendido. Siempre creyo que al final la fuerza de su mujer ganaria la batalla contra la enfermedad. Pero se equivocaba. La enfermedad habia ganado, tal y como los medicos habian predicho que sucederia. Toc, toc, toc... Tres golpes firmes y secos la obligaron a abrir los ojos. Miro el reloj que colgaba sobre la repisa del salon y comprobo que eran las dos menos cuarto de la madrugada. Toc, toc, toc... Los golpes provenian de la cocina. Jackson debia de estar preparandose algo para comer, y eso era bueno. Muy bueno. ?Cuanto llevaba su hermano sin alimentarse? Lo veia escualido y palido. Parecia un saco de huesos con una careta cadaverica en el rostro. Aquellas ojeras ennegrecidas delataban el sufrimiento que habia padecido durante los ultimos meses de su vida. Toc, toc, toc... Janet tuvo un mal presentimiento y se incorporo sobre el colchon. Encendio la lampara de pie de la estancia y volvio a comprobar el reloj de la repisa. Sonrio al ver todos los libros que descansaban en la estanteria y penso en su cunada. Habia sido una gran lectora. Se fijo en uno en concreto. << Esperanza >> , de Paula Brown. Esperanza. Aquel si que era un buen titulo. Toc, toc, toc... El mal presentimiento volvio a instaurarse en ella y, confusa, se incorporo y camino por el oscuro pasillo. La luz de la cocina estaba encendida. La puerta abierta. Una escalofriante imagen se proyectaba en la sombra de la pared; su hermano estaba sentado y su silueta se perfilaba con detalle, pero habia algo extrano en aquella sombra. En su pecho…, habia algo que no encajaba. Janet sintio que se quedaba sin respiracion y camino un paso al frente para asomar la cabeza a traves del umbral. Entonces, lo vio y lo comprendio todo. Los ojos se le empanaron de inmediato. Jackson estaba sentado en la silla, en mitad de la estancia, y un cuchillo atravesaba su pecho. Toc, toc, toc... Tenia la mirada perdida en la lejania y estaba totalmente ido mientras que, con el puno de la mano derecha, golpeaba con fuerza aquel punal que cada vez desgarraba mas su carne, introduciendose en su interior. Clavandose mas hondo y mas hondo en su esternon. El grito ensordecedor de Janet inundo la casa. La muerte seguia presente entre aquellas paredes. 1 Paula reviso su bandeja de correo electronico por decimoquinta vez en aquella manana. Los emails se iban aglomerando, uno detras de otro, y ni siquiera se atrevia a abrirlos. Algunos pertenecian a su editora, otros, en cambio, provenian de sus mas fieles y antiguos lectores. Suspiro profundamente antes de cerrar la pantalla. En algun instante tendria que armarse del suficiente valor como para dar la cara, pero por el momento no se veia ni remotamente capaz. Tic, tac. El tiempo jugaba en su contra. A pesar de que seguia en el top de ventas, las ganancias de su ultima novela cada vez iban descendiendo mas y mas. Abrio la pagina vacia del procesador de textos y se quedo mirandola con una sensacion de desasosiego que iba in crescendo dentro de ella. En lugar de comenzar con las primeras palabras de una historia, opto por realizar esa maravillosa lista que su terapeuta le habia recomendado y con la que pretendia solucionar el problema de su bloqueo mental. Ella, la chica prodigio, estaba sin ideas. Su mente, que siempre era un bullicio constante de personajes, tramas y reflexiones, se habia quedado vacia. En blanco. Cuando cerraba los ojos y pensaba en lo proximo que iba a escribir, no encontraba nada; solamente una neblina blanca que lo empanaba todo y que le hacia sentirse acabada. Intentaba decirse a si misma que no lo estaba. Aun no habia alcanzado la treintena y llevaba a sus espaldas una centena de exitosas novelas. Prometia ser una de las grandes, de las que marcaba historia y de las que, anos despues, todo el mundo hablaria. Quizas, en algun futuro, sus descendientes tropezarian con su nombre en los libros de literatura y en los textos de las enciclopedias. No podia saberlo a ciencia cierta, pero era lo suficientemente inteligente para saber que, si continuaba por ese camino, lo conseguiria. Solamente necesitaba ser aplicada y mantener la constancia. Y por supuesto, volver a la normalidad. Pero, ?como espantaba la maldita neblina blanca que se habia metido como un gusano en el interior de su cerebro? ?Como retomaba su escritura y hacia desaparecer el panico que sentia ante la maldita pagina en blanco? Si, era una chica lista, asi que habia hecho unos calculos rapidos para imaginar que seria de su vida en caso de que el contenido que almacenaba entre las paredes de su craneo se hubiera quedado hecho pure e inservible. Si su cabeza seguia sin funcionar, entonces... Tendria que revender los derechos de sus historias y buscar un tiburon que pudiera ejercer de agente literario y explotar todo lo que tenia hasta que no quedase nada mas de lo que tirar. Penso que, llegado ese momento de desesperacion, tendria que vender su centrico y luminoso atico londinense. Y tambien que, lo mas probable y sensato, seria encontrar algun negocio rentable en el que invertir algo de dinero antes de que sus cuentas bancarias comenzaran a parpadear en rojo. << No voy a quedarme sin ideas >> , se dijo, mirando la pagina vacia. Joder. Ni siquiera necesitaba escribir una historia, lo unico que tenia que hacer era esa maldita y absurda lista que su terapeuta le habia recomendado. Y ni eso fluia. Una lista de actividades. Una lista que supusiera un cambio de rutina y que le obligase a abandonar su zona de confort. Paula volvio a mirar la pagina en blanco y sonrio. Nunca habia necesitado ningun cambio de rutina y, mucho menos, absurdas listas como aquella. Encontraba la inspiracion en cosas banales y sencillas, como una conversacion ajena en la mesa contigua de la cafeteria en la que cada manana desayunaba un croissant y un nespresso. Rara era la ocasion en la que terminaba una de sus historias sin que la siguiente ya asomara entre sus pensamientos, borboteando con cada vez mas intensidad y proclamandose nueva protagonista de sus proximas semanas. Pero nada. No habia nada borboteando entre aquella maldita y espesa neblina blanca. Dejo la pagina en blanco. Ni siquiera se molesto en poner un << 1 >> que enumerase el principio de la lista de actividades. En lugar de hacerlo, apago la pantalla y se levanto de su escritorio. Aquel pequeno rincon de la casa era su santuario, donde realmente se sentia en paz consigo misma. O, en realidad, donde realmente se habia sentido en paz hasta aquel instante. Se dejo caer en el sofa y observo las manchas de humedad que habian comenzado a carcomer los techos blanquecinos de su atico. Penso que debia llamar al seguro para solventar aquel problema cuanto antes, pero despues se rio de lo patetico que sonaba. Aquel era el menor de sus problemas. La menor de sus preocupaciones. Escucho la melodia de su telefono sonar en algun rincon de su casa, pero no se molesto en buscarlo. Fuera quien fuese, no le interesaba. Nadie le interesaba. Admitir que se sentia a la deriva y sin rumbo era demasiado humillante como para expresarlo en voz alta, asi que procuraba mantener lejos de su persona a cualquier persona que pudiera ser capaz de pronunciar la temida pregunta: << ?en que estas trabajando ahora? >>. Cerro los ojos y respiro profundamente. Sintio como los pulmones se le llenaban de aire y como su pecho ascendia ligeramente. Pero no se quedo satisfecha, seguia sintiendose... mal, muy mal. Y ese sentimiento cada vez iba a peor. Una vez mas, volvio a pensar en el imbecil de su terapeuta. Si, Paula pensaba que era un autentico idiota y que sus consejos no servirian para nada; pero estaba tan desesperada y dispuesta a cualquier cosa que habia decidido probar suerte. Roger, se llamaba. Roger Hawkins. Debia de rondar los cincuenta y parecia un fracasado con corbata y cara de pocos amigos. De un simple vistazo, Paula adivino que era un hombre divorciado que seguia llorando por su mujer. En todas las sesiones llevaba la corbata torcida, la camisa sin planchar y los cuellos manchados de cafe. Supuso que debia de estar pasandole una buena pension a la susodicha por el descosido que mostraba en los pantalones roidos de traje que no renovaba a pesar de las caras tarifas que imponia a sus clientes. Tampoco habia pasado por alto la alianza que seguia llevando en su mano. Pero todo eso solamente eran imaginaciones suyas. En realidad, no tenia ni idea de como era la vida conyugal del idiota de su terapeuta. Lo que si que sabia era que, segun Roger Hawkins, estaba sufriendo un bloqueo mental por aburrimiento. Y eso no podia ser cierto porque ella adoraba su vida, su rutina y, por supuesto, sus pequenos espacios de aburrimiento. Seguia con los ojos cerrados y la neblina seguia flotando a su alrededor. Tenia que llamar a su editora para estirar los plazos de entrega lo maximo posible. Necesitaba ganar tiempo y que no le echasen atras el siguiente adelanto de royalties que le correspondia... Intento imaginar como se enfrentaria a esa conversacion, pero no fue capaz. El sueno comenzo a envolverla lentamente despejando la nebulosa blanquecina que solia acaparar su cabeza cuando estaba despierta. Ultimamente estaba cansada, muy cansada. Cuanto menos hacia, mas inactiva y cansada se sentia. Era como si ese maldito bloqueo mental tambien la estuviera paralizando fisicamente, agotandola. Paula sintio miedo. En ocasiones tenia la sensacion de que estaba comenzando a desaparecer del mundo con lentitud. Poco a poco, muy despacio... Pero despareciendo. Si no frenaba esa niebla, terminaria completamente perdida. Entonces escucho el sonido del tren. De la locomotora, mas bien. La neblina se fue despejando poco a poco mientras el sonido de la friccion producido por la via al paso de las ruedas iba cobrando volumen hasta convertirse en ensordecedor. Parpadeo varias veces, confusa, y se dio cuenta de que estaba en mitad de las vias, anclada. Queria moverse. Queria hacerse a un lado y quitarse del medio, pero no podia. Sentia que las leyes de la gravedad se habian modificado y que, de pronto, su cuerpo pesaba una tonelada. Intentaba levantar la planta de sus pies del suelo, pero no era capaz. No podia moverse. Por fin atisbo la locomotora. Habia doblado una curva y habia aparecido en su campo de vision. El corazon se le acelero al instante, pero la repentina paralisis que atrofiaba sus extremidades seguia sin permitirle apartarse a un lado. El humo de la chimenea cada vez estaba mas cerca y Paula calculo que, en cuestion de segundos, aquella maquina de carbon y pistones terminaria arrollandola y haciendo de sus huesos papilla de ferrocarril. Cerro los ojos. El corazon le latia con tanta fuerza que podia escucharlo en el interior de sus oidos. Estaba a punto de morir. Estaba a punto de desaparecer.

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  • ELOY MORENO | Casa del Libro

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  • La muneca ciega de Giorgio Scerbanenco

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    Una muneca a la que le han arrancado los ojos es abandonada en un hospital. Al mismo tiempo, el multimillonario Deravans, quien quedo ciego a causa de un accidente de trafico, podria recuperar la vista mediante una intervencion que solo el doctor Linden, amenazado de muerte si se atreve a llevarla a cabo, es capaz de realizar. Jelling, un empleado de la Policia de Boston que cuenta con una sorprendente habilidad para recordar delitos y perfiles de criminales, tendra que seguir las huellas de un crimen que aun no ha sido cometido para evitar un posible homicidio. Sirviendose de la tension inducida al lector a traves de inquietantes senales casi imperceptibles y de la originalidad de la trama, Scerbanenco vuelve a lograr que el lector perciba el angustioso hedor <> que transmite La muneca ciega.

  • La venganza de Ramsay de Mia Sheridan

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    Brogan Ramsay ha vuelto a la vida de Lydia De Havilland, y ya no es aquel muchacho sensible y tranquilo que ella recuerda; se ha convertido en un hombre poderoso., un hombre que busca venganza: Brogan no olvida que Lydia es la chica que lo engano de la forma mas cruel, dejando su corazon destrozado y a su familia en la calle., pero tampoco olvida que es la unica mujer capaz de quitarle el aliento, la unica que sigue firmemente afincada en su alma. La unica a la que puede amar. Lydia De Havilland ya no es la princesita que por un capricho adolescente sedujo a Brogan Ramsay cuando este era uno de los peones del rancho de los De Havilland., aunque ella nunca olvido el escalofrio que experimentaba cuando el estaba cerca. Ahora Lydia tiene que enfrentarse al reencuentro con Ramsay y no se imagina que podra sentir en su presencia. La venganza de Ramsay es una historia de traicion e ira que nos habla de lo delgado que es el velo que separa el odio del amor, de la fuerza que puede llegar a tener el arrepentimiento y de lo poderoso que es el perdon. Porque cuando intentamos infligir dolor a los demas, invariablemente, es nuestro corazon el que sale mas herido.

  • Tiempos de esperanza de Emilio Lara

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  • Redes de Raquel Antunez

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    Mertixell y Ariadna, dos amigas y periodistas de un importante periodico, se ven envueltas en la investigacion policial del asesino en serie mas buscado de los ultimos tiempos.
    San Antonio y Santa Catalina son dos ciudades unidas por una serie de sucesos que haran temblar a todo el pais, donde ambas companeras -tan diferentes entre si- trabajaran en equipo con la policia y seran claves para armar las piezas de un macabro puzle que deparara en una conclusion inesperada.
    Y si, ademas de la tension que viven en esos momentos, le sumamos que la vida privada de ambas se ve completamente patas arriba y que tienen que lidiar con sentimientos encontrados, nuevos, inapropiados, explosivos. -lo cual no es suficiente para frenar sus impulsos-, la cosa se complica un poco mas.
    ?Conseguiran atrapar al Asesino del Mordisco?
    Un sorprendente thriller erotico escrito a dos voces, una mezcla perfecta entre suspense y erotismo.

  • Las defensas, Gabi Martinez de Gabi Martinez

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    Ante un ataque de locura violenta, un competente neurologo es ingresado en un psiquiatrico. Solo el sabe que su diagnostico es erroneo. Pero aun no es capaz de imaginar que la misma enfermedad autoinmune a la que ha dedicado obsesivamente su vida lo acecha. Su increible lucha contra la enfermedad y el estres corre pareja a la de la historia de este pais desde la Transicion y a la de uno de los pilares de la democracia espanola, un sistema sanitario herido hoy por la jerarquia y por una corrupcion que castiga o expulsa a quien disiente.

  • El Club de la Elite de Esteban Navarro

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    Pau no podia apartar los ojos de la pantalla de su movil. Y mientras que con la mano izquierda sostenia el volante del Nissan Micra, con la derecha aguantaba el telefono con pericia. En una rampa del barrio de Salamanca, en la calle Jorge Juan, tuvo que cambiar de velocidad con gran dificultad, sin soltar el movil de la mano. Con el vaiven se le cayo el telefono en el asiento del copiloto y, al agacharse para recogerlo, sus ojos se clavaron en el letrero que indicaba el nombre de la calle. --Calle de Claudio Coello --leyo en voz alta. En ese momento le parecio un mal presagio pasar por alli, por esa calle. Aunque era lo suficientemente joven, tan solo tenia dieciocho anos, como para no haber vivido epocas oscuras de Espana, si que conocia que en esa calle asesinaron al entonces vicepresidente del Gobierno de Franco: el almirante Carrero Blanco. Al llegar a la calle Principe de Vergara, viro situandose bien pegado al carril de la izquierda. En cuanto le fuera posible detendria el coche para poder llamar a Luis Miguel. O Luismi, como lo conocian todos sus amigos. Tenia que contactar con el. Habia de contactar con el. Era una necesidad imperante que su amigo descolgara. Luismi le habia estado enviando numerosos mensajes de WhatsApp durante toda esa manana y el no le habia respondido porque estuvo ocupado instalando el sistema operativo en el ordenador de un conocido. Eso es lo que tenia ser estudiante de Ingenieria en Computacion e Informatica: que todas tus amistades quieren que les repares los fallos de su ordenador. <>, le habia escrito. No habia duda de que esos mensajes los habia anotado Luismi, de forma atribulada, seguramente mientras conducia. Pau detuvo el Nissan en un hueco que hallo en una zona de carga y descarga frente a un supermercado. Soporto con estoicismo el bocinazo del taxista que llevaba pegado detras. Esos dias los taxistas andaban a la grena con los de Uber y se palpaba en el ambiente el malestar que habia entre los dos colectivos. Agarro con fuerza el telefono movil con la mano izquierda y con un dedo de la mano derecha busco a Luismi en la agenda. No disponia de tiempo para dejar que <> se encargara de hacerlo por el. En la pantalla vio la fotografia de su amigo. Sonriente, como siempre lo conocio. Le caia el pelo lacio alrededor de las orejas. Su tez agitanada, que recordaba a un Joaquin Cortes en sus anos mozos, ensombrecia la pantalla del movil y Pau penso en que le preocuparia a su amigo para que le hubiera enviado tantos mensajes. El logotipo de un telefono de color verde se encendia y se apagaba, indicando que la llamada estaba en curso. --Vamos, vamos --chillo--. Coge el telefono de una puta vez. Un mendigo se acerco hasta la ventanilla del Nissan. Era el orgulloso poseedor de un enorme bigote que se esparcio por el cristal como si fuese una medusa dentro de una pecera. El hombre mostro un paquete de panuelos de papel, mientras que sus ojos desvariaron por los tatuajes de los brazos de Pau. --La voluntad --dijo. Pau cogio un punado de monedas de la bandeja que tenia al lado del freno de mano y, sin contarlas, se las entrego al mendigo por el minusculo hueco que quedo al bajar la ventanilla. Una bofetada del calor de julio paso al interior del Micra, como si en ese instante se hubiese abierto la tapa del infierno. El hombre, de ropajes sucios y harapientos, pero de tez lampina y mirada limpia, cogio las monedas con una mano enguantada. --Gracias, senor --dijo con un acento indeterminado, que tanto podia ser rumano como ruso. La llamada realizada a Luismi se corto cuando paso el suficiente tiempo sin que su interlocutor descolgara. Pau no creyo necesario llamar de nuevo. Cuando Luismi viera la llamada la devolveria, sin duda. Siguio conduciendo por la calle Principe de Vergara hasta que hallo un hueco al lado de unos contenedores de basura. Orillo el coche. Alli podia pensar sin que nadie lo molestara, se dijo. Todo comenzo cuando Luismi le conto que estaba trabajando en la investigacion de un club de lectura muy elitista. Luis Miguel Artapalo, al igual que Sonia, era un detective privado que trabajaba sin oficina. Fue policia local del ayuntamiento de Madrid durante diez anos, pero hacia dos que lo habian echado, nunca supo por que. Tampoco se lo pregunto, pero sabia que hay que hacerla muy gorda para que te echen de la policia. Desde entonces se habia dedicado a la investigacion con desigual exito. El abanico de posibilidades de los detectives era muy reducido y el margen de ganancia nulo. Era complicado, por no decir imposible, que un detective que trabajara por su cuenta pudiera hacerse rico. A Luismi lo habia contratado la mujer de un escritor para que investigara a un extrano club de lectura. Eran un grupo de notables que se reunian en un chale de la urbanizacion Caraquiz, en Uceda, un pequeno municipio de la provincia de Guadalajara. Luismi le habia dicho que, una vez al mes, se juntaban en la casa de un conocido alcalde de Matasena varias personalidades de la region. <>, le habia preguntado Pau. Su amigo lo nego de forma tajante. Aquellas reuniones no tenian nada que ver con el club Bilderberg. Los congregados eran: un alcalde, un presidente de una Diputacion, un fiscal, un juez, un comisario de la Policia Nacional y un mando de la Guardia Civil. --?Y para que se reunen? --se intereso Pau. --Dicen que para hablar de literatura --respondio su amigo--. Ellos dicen que es un club de lectura de novela negra --explico con voz cavernosa. Pau siempre quiso saber, desde que lo conocio, la cantidad de cigarrillos negros que habria fumado para tener semejante voz--. Escogen una novela y se reunen en una tertulia privada donde comentan que les ha parecido. Pau basculo la barbilla sin percibir nada extrano en ese club. Luismi, que mientras hablaba removia en el aire sus enormes manos, insistio en lo extrano que era que un grupo de notables se reuniera cada mes con el pretexto de comentar una novela. --?Extrano? ?Que hay de extrano? --habia preguntado Pau. --Esos hombres se reunen cada mes en el chale de Caraquiz --explico su amigo--. Al finalizar la reunion deciden el titulo y el autor de la novela que han de leer para el siguiente encuentro. Pero hace un mes, en la primera reunion literaria desde que se sepa, la del 31 de mayo, ocurrio algo por lo que me han contratado. --Pau contuvo la respiracion esperando a que Luismi se explicara--. El autor de la novela que comentaron en aquella reunion fallecio en un accidente de trafico una semana despues de que se reunieran los notables, cuando conducia su Chrysler 300. --?Casual? --consulto Pau. --Es posible. El autor era vecino de un pueblo que hay entre Pinto y Valdemoro. Se llamaba Cesario Pidal y su novela tenia un titulo tan poco sugerente como repelente: Todos los idiotas. --Pero si entre Pinto y Valdemoro no hay nada --objeto el joven agente. --!?Como que no hay nada?! --protesto colerico Luismi--. Esta Matasena. --Matasena es un municipio de apenas cuatrocientos habitantes, enclavado entre las poblaciones de Pinto y Valdemoro--. Pero la coincidencia es que el alcalde de ese municipio es uno de los notables del club de lectura, ademas de propietario del chale de Caraquiz donde se reunen. En esa conversacion fue cuando Pau se entero de que la esposa del escritor fallecido habia contratado a Luismi, que ademas era amigo personal de Pau y habia tenido una relacion intensa con Sonia Ruiz, su companera de aventuras y pesquisas. La senora Pidal lo contrato para que investigara la muerte de su marido, porque no se creia que hubiera fallecido en un accidente. La guardia civil, que son los que habian llevado la investigacion, determino que su esposo habia muerto en un accidente de trafico en el tramo entre Pinto y Valdemoro, pero ella no se lo crecia. Asi que no le quedo mas remedio que contratar los servicios de un detective privado para que indagara. Luismi y Pau habian quedado unos dias despues de que iniciara la investigacion, para tomar una cerveza en una terraza del Retiro. Pau temio que le solicitara ayuda. Los detectives privados necesitaban de la estrecha colaboracion de la policia para avanzar en sus investigaciones. Un detective privado sin contactos dentro de la policia o del CNI es como una pistola sin municion: no sirve para nada. Luismi le manifesto su preocupacion a hurgar en ese club.

  • Raine de Margotte Channing

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    --Dame un poco de agua, hija. --Raine cogio la copa y ayudo a su padre a que se incorporara en la cama para que pudiera beber. Durante los pocos meses que llevaba enfermo, se habia acostumbrado a anticiparse a sus necesidades sin dejar que nadie mas que ella lo cuidara. Queria estar con el todo el tiempo posible, hasta el final. Despues de beber un par de sorbos, Valar aparto la cara, cansado, y se tumbo de nuevo con los ojos cerrados. Su cuerpo, que meses antes era el de un hombre maduro, sano y fuerte, en poco tiempo se habia convertido en el de un anciano enflaquecido que parecia mantenerse con vida solo gracias a su fuerza de voluntad. Habia amanecido respirando de forma debil y superficial, senal, segun el sanador de la aldea de que le quedaba poco tiempo y, aunque ella se habia asegurado de que su padre no escuchara su diagnostico, el sabia que se estaba muriendo. Ahora, Raine estaba sentada en la cama junto a el, mirandolo, esperando pacientemente a que abriera los ojos. Era una muchacha alta y esbelta, con una hermosa mata de pelo negro heredado de su madre que solia mantener sujeto en una trenza, y unos inteligentes ojos dorados que ahora se veian inusualmente tristes. Algo recuperado, Valar cogio la mano derecha de su hija y la beso, poniendola luego sobre su corazon, como habia hecho tantas veces con la de su querida esposa. Su voz estaba tan debilitada, tan diferente a lo fuerte que habia sido siempre, que solo escucharla hacia que Raine temblara por dentro. --Has sido la mayor felicidad que me ha concedido la vida, aparte del amor de mi querida Agneta, tu madre. Y no hubiera podido estar mas orgulloso de ningun hijo. --Raine sentia como las lagrimas acudian a sus ojos, a pesar de que se habia prometido no llorar delante de el y Valar sonrio, orgulloso--. Llorar es bueno, al menos eso decia tu madre. Aunque reconozco que yo no le hice mucho caso en eso --bromeo, luego le dio un ataque de tos, sorprendiendola con lo que le dijo cuando se le paso--. Recuerda siempre que, solo cuando un berserker ama de verdad, sus ojos cambiaran volviendose incandescentes, como si detras de ellos ardiera un fuego abrasador. --Volvio a callarse, cansado. Ella lo escucho sin decirle que habia decidido tiempo atras que jamas tomaria como esposo a un berserker, a pesar de que Valar lo era y Raine lo adoraba. --Padre, ?por que siempre besabas la mano derecha de madre y la ponias luego sobre tu pecho, como acabas de hacer con la mia? --El la miro con carino. --Es el gesto que tienen los berserkers para mostrar a sus seres queridos que tienen su corazon en las manos. Raine no pudo resistirlo mas y se echo en brazos de su padre llorando silenciosamente y el intento abrazarla, pero estaba demasiado debil, por lo que dejo caer los brazos sobre la cama con un suspiro. Con paciencia, espero a que su pequena se recuperara, aunque sentia que no le quedaba tiempo y no podia marcharse sin asegurarse de que ella haria lo que le habia pedido. Era muy importante. --Hija, ?recuerdas lo que tienes que hacer cuando yo muera? --Ella asintio limpiandose las lagrimas y reprochandose el no haberse mantenido serena delante de el, tal y como se habia prometido a si misma. --Lo siento, padre. --El la miraba, triste. --No, hija, ya se lo dificil que es esto para ti. Recuerda lo que siempre te he dicho: que lo mas importante en la vida no se puede comprar, y que tienes que buscar lo que las personas llevan dentro de si. No te fies de las apariencias. Ella lo miro extranada. --?A que te refieres? --Valar la miro algo preocupado porque su hija era, aunque ella misma no se diera cuenta, demasiado inocente para algunas cosas. Se habia convertido en una mujer tan bella que seducia a los hombres sin percatarse, y no era consciente de ello. --Morten te pretendera cuando yo me haya ido. No lo hace ahora porque sabe lo que opino de el, pero, cuando yo no este, estoy seguro de que intentara acercarse a ti. --?Morten? --Raine abrio los ojos desmesuradamente--, pero si esta viviendo con la hija de un comerciante rico, ?no lo recuerdas?, nos lo dijo Ivarr cuando volvio de Stavanger de vender los quesos. Morten era un joven guerrero, mayor que ella, que habia vivido en la granja durante dos anos para que Valar le ensenara a luchar. La ultima vez que lo habian visto, hacia tres anos, el debia tener veinticinco anos y ella dieciseis. --!Eres tan inocente!, aun eres una nina en muchos aspectos. --Su padre movio la cabeza con tristeza por no poder seguir protegiendola durante un tiempo mas. --Padre, ya tengo diecinueve anos --contesto carinosamente-- y se luchar, gracias a ti, tan bien como cualquier hombre. --Su padre no pudo ocultar el orgullo que sentia por ella ya que, aunque nunca lo hubiera imaginado, habia resultado ser su mejor alumna. --Estoy de acuerdo. No en vano te ha ensenado el mejor maestro que se puede encontrar en todo el reino --bromeo. --O sea, tu. --Eso mismo. --Otro ataque de tos hizo que se le quitaran las ganas de bromear y cuando se calmo, minutos despues, se quedo dormido. Pero no volvio a despertarse. La melena negra de Raine brillaba gloriosamente bajo el sol enmarcando su cara palida, pero bellisima incluso en esa situacion. En honor a su padre se lo habia dejado suelto y se habia puesto su mejor vestido blanco, el color que habia que llevar en las ceremonias funerarias. A su lado estaban sus queridos Ivarr y Sif, sus mejores amigos. A el se lo habia encontrado Valar anos atras, sin familia y sin hogar y a Sif la habia comprado, siendo una nina, al dueno de una taberna, cuando vio que le pegaba. Al ver que los sepultureros bajaban el cadaver al hoyo donde reposaria el cuerpo de su padre, Raine se tambaleo, pero Ivarr, que estaba a su lado, la sujeto a tiempo por la cintura. Ella se sentia extranamente ajena a todo, como si aquello le estuviera pasando a otra persona. --?Te encuentras bien? --intento tranquilizarla con un murmullo y volvio a mirar el agujero donde todavia podia ver el cadaver de su padre que habian amortajado las ancianas del pueblo, aunque al principio se habian resistido a hacerlo porque iba a ser enterrado y no quemado como era la costumbre. Ivarr quiso llevarsela a casa cuando empezaron a echar en la tumba las hierbas aromaticas que precedian a la tierra y las piedras, pero ella se nego, decidida a quedarse hasta el final. Se lo debia. Su padre habia hecho mucho mas que eso por ella, habia vivido anos sin su madre y sin querer hacerlo, solo porque Raine no creciera sin ninguno de sus padres. Asi que aguanto de pie, mientras sentia que un trozo de su corazon se quedaria siempre con el en esa tumba, fria y oscura. Cuando todo acabo, Ivarr se encargo de pagar a los sepultureros que habian cavado la tumba junto a la de la madre de Raine, mientras Sif tiraba de ella hacia la carreta en la que habian venido y en la que tambien transportaron el cadaver de Valar. --Vamos, Raine. --Me gustaria quedarme un poco mas y ver el mar desde los acantilados. --Su mirada se desviaba hacia alli, estaban solo unos metros mas alla de las tumbas, pero Sif no la dejo ir, preocupada porque estaba demasiado palida y apatica y llevaba varios dias sin dormir. Necesitaba descansar. Ivarr y ella lo habian hablado y si no se acostaba cuando la llevaran a la granja, le harian beber alguna cosa para obligarla a dormir, aunque no quisiera. La prueba de que no estaba bien fue que se dejo llevar por la pequena Sif a la que sacaba mas de una cabeza, hasta la carreta sin quejarse y tampoco rechisto cuando la ayudo a subir. Sentadas, esperaron a Ivarr, que aparecio poco despues. Sif habia sentado a Raine para que fuera delante con Ivarr y ella lo hizo atras, como hacia siempre dada su condicion de sirvienta. Y de esa manera, recorrieron el camino de vuelta a casa. Al final no hizo falta que la convencieran para que descansara porque se quedo dormida en la carreta, sobre el hombro de Ivarr. Cuando llegaron a la casa, el la cogio en brazos y la llevo a su habitacion, y se marcho para que Sif la metiera en la cama. Cuando entro en el salon que habia construido Valar para su familia muchos anos atras con sus propias manos, miro triste, a su alrededor, porque el tambien habia perdido al hombre que habia sido un padre para el desde hacia mas de diez anos. Valar lo habia encontrado tirado en un camino cuando volvia de una de las guerras en las que habia luchado con el ejercito del rey, muy lejos de alli, hambriento, helado de frio y abrazado a la espada de su difunto padre, buscando a alguien que lo ensenara a pelear. Valar, despues de hablar con el, le dijo que no le ensenaria a pelear, pero que necesitaba a un muchacho como el que le ayudara en las tareas de la granja. Con el tiempo se dio cuenta de que nunca habia necesitado a nadie porque la granja era pequena y Valar se bastaba para realizar el trabajo, pero fue la manera que se le ocurrio para ayudar a un muchacho de quince anos que andaba perdido por los caminos, y que no tenia ningun hogar al que volver. --Creo que dormira bastantes horas. --Ivarr miro a la querida Sif, que se estaba limpiando algunas lagrimas que debia haber aguantado hasta salir de la habitacion de Raine. Era bajita y pelirroja y resultaba bastante extrano verla llorar porque siempre tenia una sonrisa en los labios. Su pregunta hizo que volviera a la realidad. --?Que vas a hacer ahora? --Mientras hablaba con el, le acerco un poco de la comida fria que habia dejado preparada esa manana, sabiendo que hoy todos tendrian hambre, ya que el dia anterior ninguno de los tres habia probado bocado. El cogio un trozo de carne con los dedos y se encogio de hombros antes de contestar. --No lo se. Ahora no puedo marcharme. --Sif se mordio el labio inferior, intentando hacerse el suficiente dano para no ceder a las lagrimas. --Lo se. --?Sabes que va a hacer ella? --Senalo con la barbilla la habitacion de la mujer de la que siempre habia creido estar enamorado, pero, desde hacia unos meses habia empezado a dudar de esa certeza y decidio marcharse lejos durante una temporada, hasta estar seguro de lo que sentia. Claro que ahora no podia irse. --No, no hemos hablado sobre eso. No creo que lo haya pensado todavia. --Pero tu la conoces mejor que nadie, incluso mejor que su padre, ?que crees que hara?, ?se quedara en la granja? --Ante su insistencia, Sif ladeo la cabeza y lo miro con unos sagaces ojos grises, pequenos y redondos. --No lo se, no creo que ni ella misma lo sepa. Pero estoy segura de una cosa: que lo primero que hara sera cumplir la promesa que le hizo a Valar: ir unos dias a casa de su amigo, el que trabaja en la catedral de Stavanger. Tiene algo que ver con su herencia, al parecer, Valar lo dejo todo dispuesto para que no tuviera mas remedio que ir alli. --Puedo acompanarla. --Sif lo miro apenada y, aunque no dijo nada, su silencio fue suficiente y al ver su rostro, el mismo se contesto--: Pero ella no querra que lo haga. --No. Ya la conoces, ni siquiera quiere que yo la acompane. Creo que necesita estar un tiempo sola. Estos ultimos meses en los que su padre ha estado enfermo han sido muy duros para ella. Ha tenido que ver como se iba convirtiendo en la sombra de lo que habia sido. --Respiro hondo porque no podia derrumbarse, Raine la necesitaba entera. Cuando se fuera de viaje, podria llorar a gusto, pero mientras tanto, no. --Eres la mejor amiga que podria tener --Ivarr repitio lo que le habia dicho muchas veces antes. Sif intento observar a Ivarr objetivamente, a pesar de sus sentimientos por el. Era un hombre musculoso gracias al trabajo en la granja y al entrenamiento al que lo habia sometido Valar durante anos, porque finalmente habia cedido y lo habia entrenado. Y para ella era muy atractivo, alto, rubio y con unos chispeantes ojos verdes. Tambien era muy reservado, tanto, que con la unica con la que se sinceraba del todo era con Sif. Lo triste era que ella estaba enamorada de el como una loca desde que lo conocio, siendo una nina, aunque ahora sabia que nunca habria nada entre los dos. Ivarr, ignorante de los pensamientos de ella, decidio preguntarle algo sobre lo que tenia mucha curiosidad. --Raine no me ha dicho que paso la noche de la muerte de Valar. Sif respiro hondo para poder hablar: --Dice que estuvo hablando como si supiera que ya no le quedaba tiempo, dandole todo tipo de consejos sobre la vida. Le dijo que estaba muy orgulloso de ella y que solo le pedia una cosa: que fuera feliz. Tambien le recordo lo que tenia que hacer cuando muriera. --Ivarr admiraba la fortaleza que siempre habia mostrado Valar. --Ningun padre habla asi a su hija. --Tampoco ninguno le ensena a pelear con todas las armas conocidas, pero es que ningun otro padre es el guerrero mas famoso que ha tenido nuestro ejercito. --Cierto. Era un hombre extraordinario y su hija tambien lo es. --Valar siempre decia que Raine estaba llamada a hacer grandes cosas, pero que el solo deseaba que ella encontrara a la persona que la complementara, como a el le habia ocurrido con su madre. --A pesar de la fama que tienen los berserkers de que siempre mueren jovenes, ha muerto con una edad avanzada. --Sif lo miro con el ceno fruncido y el levanto las manos en son de paz. --!Eh!, que no lo critico, !sabes que yo lo queria como a un padre!, solo digo que, segun se cuenta, casi todos los berserkers suelen morir jovenes y locos. --Ya. --Sabia perfectamente que Ivarr lo queria, pero, a veces, tenia la sensacion de que no aceptaba del todo su naturaleza como berserker. --El no eligio ser un berserker --le regano y el inclino la cabeza, reconociendo su error. --Lo se. La isla cada vez le parecia mas pequena y llevaba tiempo sintiendo que la oscuridad crecia dentro de el, y no queria que nadie mas que el se viera afectado por su locura. Desde fuera, sin embargo, cualquiera que lo mirara solo veria a un hombre grande y musculoso, un gigante de casi dos metros de pelo y ojos oscuros, que disfrutaba observando como las olas lamian la playa. Estuvo casi media hora inmovil, mirando el mar, sin decidirse a volver a la casa que compartian los siete berserkers, los unicos habitantes de la isla. De repente noto una mano en el hombro que sabia a quien pertenecia, porque no habia perdido la vieja costumbre adquirida en el ejercito de estar siempre en guardia. --Llevas aqui mucho tiempo. Se dio la vuelta para mirar a su amigo a la cara. Hacia semanas que habia notado que Lars estaba preocupado por el, pero no podia hacer nada por evitarlo. --Solo estaba mirando el mar. --Lars sonrio ironicamente, lo que arrugo de manera siniestra la mitad quemada de su rostro, que provocaba un escalofrio en la mayoria de la gente cuando la veia. Lars habia sido un hombre extraordinariamente apuesto, pero, cuando se le quemo la cara, su vida cambio. Hasta que encontraron la isla, Wulf y el habian recorrido muchos pueblos sin encontrar un lugar donde vivir, por la reaccion de la gente al ver su rostro. --Yo pensaba que, a estas alturas, lo tendrias muy visto. --?Ya lo tienes todo preparado? --Wulf estaba deseando que se marchara, precisamente porque era la persona que mejor lo conocia. --Si te refieres a las dos arpas, si. Las he envuelto con panos como hago siempre, para que no se danen durante el viaje. Manana viene el barco que las llevara a la costa y Ragnar va a dejar una carreta en la playa para que pueda entregarlas en la ciudad. Ragnar era el jarl de toda la region. Era un berserker que habia luchado en el ejercito junto a ellos, y que habia cedido la isla con la idea de crear un refugio para todos los berserkers que no tuvieran otro lugar adonde ir. Wulf seguia mirando las olas como si estuviera hipnotizado por ellas, y Lars se canso de esperar que le prestara atencion. --Y, hablando de eso... si ya has mirado suficiente rato el mar, me gustaria hablar contigo. -- Lars tenia que llevar dos arpas que acababa de terminar de fabricar. Habia demostrado ser un gran artesano elaborando y tocando el arpa vikinga y tenia encargos de diferentes lugares del reino, incluso de otros paises. Wulf contesto a su amigo volviendose para mirarlo fijamente, sin saber que esperar. Con Lars nunca se sabia, pero no le daba buena espina, por lo que intento distraerlo. --Imagino, al ver lo parlanchin que estas, que hoy tampoco tienes jaquecas y me alegro por ello, amigo. --La sanadora Olisse, la mujer de Aren, otro amigo soldado, habia conseguido curarle los fuertes dolores de cabeza que padecia y que no lo dejaban dormir, pero Lars no tenia ganas de hablar acerca de eso. Estaba demasiado preocupado por su amigo y no iba a dejar que lo apartara de su objetivo. --Quiero pedirte un favor. Que vayas en mi lugar. --Wulf lo miro, muy sorprendido. --?Por que?, nunca has dejado que nadie mas que tu entregue tus arpas. --Porque necesitas salir de la isla mas que yo. --?Que dices? --Como no supo que responder, utilizo el argumento que solia funcionarle habitualmente--: Aunque fuera asi, no puedo marcharme. Tengo un compromiso con Ragnar y con todos los que estais aqui. --Lars se acerco de nuevo a el y le puso la mano derecha en el hombro, decidido a sincerarse. --Wulf, siento el vacio en tu interior y he visto como te alejas cada vez mas de mi, y de todos. Te confieso que te he seguido alguna vez cuando sales de madrugada para observar el mar, como estabas haciendo hace un momento, y temo por ti. --Los ojos azules de Lars lo miraron con carino, algo que reservaba a muy pocas personas. Para aligerar el momento, le dio un golpe amistoso en la espalda--. !Vamos, di que si!, asi podras ver a Otkala, hace mucho que no vas a visitarla, ?verdad? --No te preocupes tanto por mis asuntos --bromeo, aunque solo a medias--, estoy bien, hermano. Ademas, se cuanta ilusion te hacia ver como colocaban las arpas en la catedral, !pero si llevas semanas hablando sobre eso! --Lars se encogio de hombros, quitandole importancia--. No puedo robarte ese momento. --No me estas quitando nada, porque te lo ofrezco yo. En cuanto a tu trabajo dirigiendo todo esto, te sustituire yo. No te preocupes. --Wulf se rio hasta que vio que lo miraba muy serio y con los brazos cruzados, entonces, carraspeo y dejo de reirse. --Perdona, pero creia que era una broma. --Pues no, he decidido sustituirte hasta que vuelvas. Vamos, confia en mi, ?que puede ir mal? --Los dos sonrieron divertidos porque con tantos berserkers juntos, todo podia irse a pique en un momento. --Te lo agradezco, pero no es necesario. En otra ocasion, quizas. --Viendo que no iba a ceder, Lars decidio ser totalmente sincero. --Wulf, no me hagas decir en voz alta lo que se que estas pensando cada vez que miras el mar. --Su amigo se separo bruscamente de su lado y le dio la espalda, volviendo a la misma posicion que tenia antes, cuando lo habia encontrado. --!Maldita sea, Lars!, !no te metas en mi vida! --mascullo entre dientes sin mirarlo--. !Tengo derecho a tener algo de intimidad, ademas, cualquiera de nosotros al que le preguntes ha tenido un momento malo y no pasa nada! --Ya, pero en ti cada vez son mas frecuentes y eso es por algo, los dos lo sabemos --esta vez la voz de Wulf le provoco un escalofrio. --Esta bien --de nuevo se volvio hacia el, y en sus ojos Lars pudo ver el tormento que sentia --, cada dia noto avanzar la oscuridad, pero yo no permitire que controle mi mente hasta volverme loco y haceros dano a cualquiera de vosotros. --Lo miro--. Y tu harias lo mismo. --Es verdad, por eso creo que tienes que entregar tu las arpas y yo debo quedarme aqui. Te vendra bien y solo seran un par de dias. --No. --Si. Cuando empezaban asi, ninguno de los dos solia ganar, pero en esta ocasion Lars no cedio, manteniendose firme y Wulf, al final, no pudo negarse a hacer lo que le pedia, porque nunca podria olvidar que la horrible cicatriz que deformaba la mitad del rostro de su amigo, la tenia porque recibio en su lugar un caldero de aceite hirviendo. Cuando intentaban conquistar un castillo luchando en el ejercito del rey, Lars se puso delante de el para protegerlo y, por ese acto de valentia y amistad, siempre tendria la cara desfigurada. El favor que le estaba pidiendo de que entregara las arpas en su lugar, no era nada a cambio, de modo que acepto.

  • Los crimenes de Shamersville de David Zafra Ruiz

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    !Necesitaba matarlas!
    Algo espeluznante se cierne sobre Shamersville en el
    fatidico invierno de 1899. El cadaver de una joven
    hallado en el sanatorio psiquiatrico pone en alerta
    a toda la comarca. El detective Alfred Tilman y su
    ayudante, el capitan Edward Stone, comienzan a
    profundizar en los hechos, cuando es anunciada la
    segunda victima. Tras las muertes se esconde un asesino
    sin escrupulos que desmiembra a sus victimas.
    El mutismo y miedo de los habitantes hara que el
    trabajo del detective y su ayudante sea mas complejo
    de lo inicialmente esperado.
    Nadie era consciente del sufrimiento que estaba
    aun por llegar...

  • La idiota de Elif Batuman

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    El debut novelistico nominado al Pulitzer sobre el gran desafio que supone llegar a la edad adulta.

  • Cafe con leche y extra de azucar de Tatjana Frigar

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    Voy a salir de la oficina y hace un dia de playa irresistible. ?Te recojo? -Claro, princess, te espero en el portal. Maria bajaba las escaleras de la oficina en direccion a su coche. Tenia un cabriolet rosa chicle al mas puro estilo Barbie en Beverly Hills. Le encantaba poder disfrutar de los dias de buen tiempo llevandolo descapotado por las calles que rodeaban la playa. Sentir el viento en su piel blanca mientras ondeaba su melena rubia (de bote, pero rubia). Tuvo dudas el dia que se tino, pero su peluquera encontro un tono que, de verdad, parecia natural. Y Maria quedo encantada con ello, tanto que ya hacia mas de cinco anos que lo llevaba, y sin ninguna intencion de cambiarlo. Arranco su coche y, mientras lo descapotaba, salio su jefe por la misma puerta que segundos antes habia pasado ella. ?Como conseguia coincidir siempre con ella? ?Tenia una camara que apuntaba su mesa? ?Olia su perfume avanzar por el pasillo? ?O es que, simplemente, la estaba vigilando durante toda la jornada? -!Maria! No sabia que ya habias salido -se apresuro a decir Carlos con un semblante que no mostraba ningun tipo de expresion. -Vaya, si, que casualidad. Ya me iba, tengo prisa. Adios, Carlos. -Adios, Maria. Disfruta del sol. No tardo en encender la musica a todo volumen y salir de alli sin que nadie mas le hiciera perder el tiempo. Piso el acelerador mientras pensaba que Alicia ya debia estar esperandola en el portal, pasando un calor de mil demonios y preparando un sermon de los suyos para reprocharle que siempre llegara tarde. Habia recibido la llamada de un cliente que habia esperado toda la manana y que no recibio hasta el ultimo momento; asi que no le quedo mas remedio que atenderlo. -Ya era hora de que llegaras. Hace 30 minutos que me has dicho que ya salias de la oficina y trabajas a diez. Siempre me haces lo mismo. Tienes que aprender a llegar a los sitios a la hora, Maria, no puedes andar siempre con el cohete en el culo, haciendo esperar a la gente. !Que mi paciencia no es ilimitable! Mientras tanto, Maria sonreia escuchando <>. Ya conocia cada una de sus palabras, no era la primera vez que le echaba ese mismo sermon. Si, eran completamente distintas. Alicia era correcta, premeditada, calculadora… Maria, en cambio, era transparente, impulsiva y se dejaba llevar. -Vaaale, vale, ya me callo -contesto al fin resignada-. Hija, es que hace un calor insoportable y ya no sabia donde meterme. No hay ni un trozo de sombra en toda la calle y ya sabes como huele mi portal; no me quedo ahi dentro ni cinco minutos, vaya a ser que me desmaye y acabe en el hospital con un brazo o una pierna rotos. El conserje es un guarro. Deberiamos ponernos de acuerdo todos los vecinos y echarlo. -Relajate, va -la animo sonriendo-. Vamos a disfrutar de nuestro primer dia de playa este verano y alli se te pasaran todos los males. Y, por cierto, ?no te dije yo que no te pusieras esas pintas para ir a la playa conmigo? -la reprendio Maria mientras se reia a carcajadas repasandola de arriba abajo. Alicia era una morena despampanante, extremadamente proporcionada (debia ser hija del diablo, no habia otra explicacion). Ya nacio con la piel bronceada y no tenia ni un resquicio de celulitis. Su melena larga, oscura y ondeada caia sobre sus hombros. Se habia puesto un bikini verde esmeralda que aun resaltaba mas el tono chocolate de su piel. Cubierto con una camiseta blanca de tirantes adornada con una pluma plateada dibujada por encima de la cintura. Ella decia que era un vestido; pero, no nos enganemos, un vestido que apenas tapaba el culo no se podia llamar vestido. Se habia puesto unas chancletas de playa Adidas que a Maria no le gustaban nada. Ella era fiel a su estilo, y ni caso de la moda. Pero la guinda del atuendo era esa maldita pamela que se ponia para refugiarse del sol. Color canela y con una cinta que la rodeaba terminando en un lazo. De color verde esmeralda tambien, claro, conjuntada con su bikini. A ver, ?quien os pensais que es ella? Siempre tan puesta y perfecta. Llegaron a la playa en tan solo diez minutos mas y tras encontrar donde aparcar, que eso ya fueron otros quince minutos, cerraron la capota y se bajaron con una sonrisa a disfrutar de su tarde de playa. Todavia estaban a finales de mayo, pero el sol era abrasador. A esas horas del mediodia podia parecer mediados de agosto. Daba gusto esa epoca del ano, las temperaturas eran ideales, calurosas de dia y fresquitas de noche. Y lo mejor de todo es que todavia no habia muchos turistas, practicamente solo habia gente del pueblo disfrutando de los placeres de su entorno. Buscaron el sitio ideal donde dejar las toallas, bien cerca del agua, mientras Maria se sentia observada y sabia perfectamente por que. -?Alicia, ves como nos mira la gente? Esa maldita gorra tuya le quita el sol a media playa -dijo mirando a su amiga con reproche. -Lo que mira la gente es su propia envidia, princess. Somos las diosas de la playa y por ello nos miran. Mi pamela -dijo remarcando cada una de las silabas-, que asi es como se llama, no tiene nada que ver. -Por supuesto que tiene que ver, y mucho. Y esta claro que miran a la diosa morena, pero no solo por su cuerpo de infarto, ricura. ?Ves a la senora del bikini negro que tenemos a unos quince metros? No le da el sol, y es por culpa de tu sombrerito. -Las dos se unieron en unas sonoras carcajadas que si que hicieron que las mirara todo el mundo, pero eso ya no les importo. Estaba claro que no le gustaba ser el centro de atencion, pero sabia de sobra que salir a la calle con su amiga significaba eso. Era consciente de que lo unico que tenia ella que no pasaba desapercibido era su coche, pues no habia otro igual a kilometros. Pero lo que no tenia claro era en que pensaba el dia que decidio comprarselo, aunque hay que decir que cada vez que lo miraba se convencia de que eso tenia que ser amor. Cuando ya llevaban un rato al sol, sintiendo como los rayos entraban por cada uno de los poros de su piel, Maria decidio ir a pegarse un bano, estaba empapada en sudor y ya no aguantaba mas. Le gustaba pensar que asi era como se activaba la melanina de su piel, pero sabia que su tono no le permitia abusar, o acabaria roja como un tomate. Su amiga ya la habia embadurnado con proteccion solar alta, pero ya estaba escarmentada de veranos anteriores y no iba a tentar a la suerte. No quedaba nada sexy ponerse una camiseta palabra de honor con toda la piel roja y las marcas del bikini en blanco; ni tampoco era plato de buen gusto no pegar ojo en toda la noche porque te duele y no sabes como ponerte, o pasarte el dia concentrada en no rascarte porque te vas a hacer una carniceria. Alicia no tenia ese problema, ni siquiera se ponia crema; un poco de aceite de proteccion quince, para que no se dijera que no se ponia nada. Ademas, le daba un tono brillante que a ella le encanta. Con un ratito de sol conseguia un tono tostado que era la envidia de todas aquellas que en abril empiezan a hacer sesiones de solarium para estar estupendas en junio. Para que ella se cansara de hacer la lagartija y decidiera banarse, el calendario tenia que chillar que era quince de agosto, con repiqueteo de tambores y campanillas, aliarse con el sol y que este sacara su furia mas intensa en rayos de fuego. Y la mala suerte es que ese dia ni siquiera iban a la playa porque la piel de Maria no podia aguantarlo. Tomaduras de pelo de la vida. Cuando sintio el agua del mar rozar los dedos de sus pies un escalofrio recorrio todo su cuerpo. El cambio de temperatura era algo agradable en esas fechas. Sentir el sol ardiente sobre su cabeza y el frescor del agua bajo sus pies era algo revitalizante. Cerro los ojos, suspiro y relajo todos los musculos que durante la semana iban acumulando tension. Y, sin dejar de mirarse los pies, empezo a caminar adentrandose en la playa, sintiendo las olas chocar contra sus piernas y colarse resbalando como si no fueran impedimento suficiente. Cuando ya se habia mojado por encima de las rodillas, levanto los brazos, los junto y de un salto que le permitio arquear su cuerpo en media luna se sumergio tan al fondo como podian aguantar sus pulmones. Estuvo nadando un rato, haciendo grandes brazadas para llegar hasta las boyas, volver y repetir. Disfrutando de las vibraciones que su nado provocaba alrededor de su cuerpo. Se habia puesto las gafas y se sumergio para admirar los peces que buscaban algo de comer por debajo de la arena. Cuando se canso, volvio a la toalla y salpico con un poco de agua de su pelo a la morena que tomaba el sol casi sin respirar. Le provoco un chillido agudo que arranco sonrisas a mas de un individuo de los alrededores. Se rio y se tumbo de nuevo a su lado. -Como me gustaria poderme pasar el dia aqui. -Y a mi; ?por que no hemos nacido ricas? -pregunto Alicia casi para ella misma. -Pues, la verdad, ricas tampoco haria falta. Yo me conformo con poco. Podriamos trabajar en invierno y tener todo el verano de vacaciones para disfrutar de la playita, ?no? -?Y eso es pedir poco? -rio-. A ver, princess, por pedir…, !yo no quiero trabajar! -exclamo su amiga haciendo reir a ambas-. Cuentame como te va en el trabajo, tienes que ponerme al dia. -Pues nada de nuevo, solo llevo un par de meses. Me siento muy bien con el equipo, que ya sabes que eso es importante para mi. Por ahora, poco mas puedo decir. -?Y que tal con el jefe? -Pues igual que lo ultimo que te conte, siento que me observa mas de la cuenta, pero supongo que, como soy la ultima que se ha incorporado, le toca echarme el ojo y hacer de jefe. No se, he escuchado comentarios por la oficina y la verdad es que no hablan muy bien de el. Dicen que es un tipo muy desagradable. -Andate con ojo, ese tipo tiene pinta de creerse que el personal de su oficina tambien es suyo -le advirtio. Cuando el sol empezo a dejar de calentar con fuerza, recogieron sus toallas y se fueron a casa de Maria. Se pegaron una ducha refrescante y se pusieron ropa comoda. Esa noche era noche de chicas. Llamaron al restaurante chino que habia a tan solo dos manzanas y le pidieron sus platos favoritos para cenar: rollitos de primavera, fideos Singapur, arroz tres delicias, pollo picante y ternera con salsa de ostras. Se acomodaron en el sofa y empezaron a hablar de sus historias mientras esperaban el capricho de la noche. Este no tardo en llegar. Sono el timbre del portal y Maria abrio sin preguntar, solo miro por la camara y ya vio quien era. -Buenas noches, senorita -dijo el joven. -Buenas noches, Yin -contesto Maria con total confianza. -Su pedido. Espero que lo disfruten. -Seguro que si, siempre nos haces disfrutar -le solto picara, haciendo que el pobre muchacho se sonrojara. Cerro la puerta, lo dispuso todo sobre la mesa que su amiga ya habia preparado en milesimas de segundo y se sentaron a disfrutar de su cena como dos osas hambrientas que acaban de despertar de la hibernacion. -Pobre Yin, seguro que se muere por tus huesos. -Alicia, no empieces a decir tonterias o no te dejo nada de cena -rio. Pusieron un nuevo capitulo de la serie que estaban viendo juntas, una de chicas, amores y esas cursiladas que Alicia no podia ver con su novio y solo veian cuando estaban juntas. Las noches de chicas eran para hacer todas esas cosas que no se podian hacer cuando estaban con los chicos, como criticar. Terminaron de cenar y disfrutando de la temperatura agradable de la noche se prepararon unos cocteles de frutas mientras terminaban, emocionadas, el ultimo capitulo, donde la protagonista, al fin, conseguia casarse con su amado. Lloraron lo que no esta escrito. ?Entendeis por que no podian ver esas series con los chicos? Perderian la fama de chicas fuertes. CAPITULO 2 Carlos llevaba dirigiendo la asesoria seis anos, el tiempo que hacia que se habia puesto en marcha la empresa. Era el director principal, aunque el que habia dado el pistoletazo de salida habia sido uno de sus mejores amigos. Este solo habia planteado la idea y puesto la parte economica necesaria, del resto siempre se habia encargado Carlos. El llevaba unos meses en paro, lo que habia hecho tambalear su matrimonio. Los problemas economicos habian sido motivo de muchas discusiones y no tenia claro hasta donde aguantarian esa situacion. Por suerte, cuando su amigo le dio esa opcion, no se lo penso dos veces, estaba suficientemente capacitado para dirigir una asesoria y a todo el equipo necesario. Era una buena oportunidad y la emprendio con mucha ilusion. En ese tiempo, la empresa habia funcionado con mucho exito y no habia parado de crecer, lo que le proporcionaba un buen sueldo y, asi, el fin de las discusiones con su mujer. No formaban un matrimonio sumamente unido, pero fuera de las discusiones economicas, que ya habian terminado, tenian una buena relacion. Carlos siempre la definia como <>. Su amigo ya habia recuperado la inversion inicial y, aunque colaboraba en las decisiones importantes de la empresa, le dejaba a Carlos todo lo demas. Practicamente ni aparecia por alli. El tenia su empresa de seguridad desde joven y seguia en ello (que bastante trabajo le daba ya). La asesoria para el nunca fue ni una gran ilusion ni un gran problema. Tenia un beneficio extra del que no se tenia que preocupar y encima le habia podido acomodar la vida a su amigo despues de pasar por un tiempo complicado. De las contrataciones de personal se encargaba Carlos, unica y exclusivamente. Acertando y fallando. Porque no siempre las contrataciones salian bien. En ocasiones empezaba a trabajar alguien nuevo en la oficina y ni superaba el periodo de prueba. Habia gente que no entregaba lo suficiente como para que pudiera formar parte de su equipo. Queria personas entregadas e ilusionadas con su trabajo, que fueran felices a ejercer su jornada y que dieran el cien por cien. Ir a trabajar no tenia que ser un suplicio. El departamento laboral siempre habia sido uno de sus mayores dolores de cabeza. No habia parado de crecer y solo Marta seguia desde que empezaron. El resto de departamentos tenia practicamente la misma plantilla desde los inicios. Marta empezo sola, pero al poco contrataron a una ayudante en practicas, que cuando las hubo terminado se fue a otra asesoria donde le pagaban mas. Cogieron a otro ayudante y volvio a suceder lo mismo. Carlos estaba un poco desesperado con la situacion y Marta no dejaba de presionarlo con que ella sola no podia con todo el trabajo y los estudiantes en practicas no eran la mejor opcion para darle el suficiente apoyo. No pretendia hacerle caso, seguramente los ayudantes plegaban por su culpa, y asi se lo hizo saber. Marta se estaba planteando hacer ella lo mismo e irse de alli. No se sentia valorada. Pero, cuando iba a presentar su carta de dimision, este cedio a sus peticiones y contrato a una chica joven que ya habia terminado su carrera. Resulto ser una buena profesional y una gran decision. Cuando comunico que estaba embarazada fue una alegria para todo el personal de la oficina, menos para Carlos, al que le cayo una nueva preocupacion sobre los hombros: otra vez tenia que contratar a alguien; porque despues de la baja de maternidad, seguramente le tocaria despedirla. No iba a aceptar peticiones horarias ni historias maternales. A su oficina se venia a trabajar y, como ya he dicho antes, a dar el cien por cien. Tocaba volver a empezar con las entrevistas. Y asi llego Angel. El pelirrojo empezo con muchas dudas por parte de su jefe, no tenia claro que este chico tuviera las aptitudes que el deseaba, pero aun asi decidio darle una oportunidad. No habia sido su primera opcion, pero esta en el ultimo momento le fallo, asi que tuvo que escoger al segundo candidato. A Marta le habia gustado mucho cuando lo vio caminar por los pasillos hacia el despacho el dia de la entrevista. Le mando una sonrisa que le parecio sincera y su mirada le dijo algo; algo como que este chico podria ser un buen candidato. Pero ella no tenia opcion de escoger, ella solo estaba alli para sacar faena y no dar problemas. Tuvo suerte y acabo siendo el elegido. Habia resultado ser un muchacho agradable y trabajador que se llevaba bien con todo el personal de la asesoria. Nunca habia escuchado la minima disputa a su alrededor. Desprendia simpatia por donde pasaba. Asi que, pasados un par de meses y visto que el trabajo no paraba de aumentar, Carlos decidio que se lo quedaria, independientemente de que estaba pendiente la vuelta de Monica. Finalizada la maternidad, Monica comunico que no iba a volver por el momento. Sus mellizos la demandaban veinticuatro horas al dia y ella no queria prescindir de la compania de sus pequenos. Era una madre sumamente feliz. Carlos intento que presentara una baja voluntaria en la empresa, y se lo maquillo como que se preocupaba de que pudiera ejercer de madre con total libertad, aunque lo que queria era quitarsela de encima. Monica no queria dejar del todo su vida laboral y, aunque todavia no era momento de volver, encontro otras opciones. Asi que pidio una excedencia de un ano, con la puerta abierta a alargarla otro ano mas. A pesar de no haber conseguido lo que queria, eso le dio un suspiro. Mientras durara la excedencia no le suponia ningun gasto y asi, cuando volviera, quizas lo hacia al cien por cien y no tenia que echarla. Pero, por otro lado, tenia que contratar a una tercera persona para el departamento. Empezo con las entrevistas y, para variar, el mercado no estaba boyante. Hasta que entrevisto a una chica de veintipocos, con una melena rubia lisa que le llegaba hasta el pecho. Llevaba un vestido de algodon fino, gris perla, con manga tres cuartos que acababa en sus rodillas. Las medias del tono de su piel casi no se apreciaban. Llevaba una americana negra arremangada a la altura del vestido, dejando ver sus delicadas munecas; en una de ellas llevaba una pulsera muy sutil, plateada, que tenia unas letras escritas, pero Carlos no las alcanzo a leer. Bordaba el look con unos stilettos negros, que tenian los laterales de encaje; la hicieron entrar triunfal a la entrevista. -Buenos dias. Adelante. Soy Carlos. Director de la asesoria. -Le indico sentarse en la silla del despacho que quedaba libre para todo aquel que lo visitara. Rodeo la mesa respirando profundamente para concentrarse y ocupo su lugar. -Encantada, Carlos. Mi nombre es Maria y es un placer que conteis conmigo como candidata – sonrio de la forma mas tierna y agradable. Esas sonrisas que solo ella era capaz de transmitir sin darse cuenta.

  • El triangulo de la vida de Francisco Mir

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    --Me pregunto por que los secretos se hallan en los sitios mas oscuros --dijo el abuelo mientras intentaba en vano sacar una de sus zapatillas de debajo del sofa. Su voz sono cansada por el esfuerzo de agacharse. --?Que has dicho, abuelo? --le pregunte extranado mientras me agachaba yo para ayudarlo. Saque la zapatilla y se la di. --Nada, Juan. Gracias, mi espalda ya no esta para estas cosas. --Abuelo, te he oido. ?Que tiene de secreta tu zapatilla? --?Mi zapatilla? Esconde un gran misterio: nadie sabe por que es tan escurridiza --contesto muy serio, y luego se quedo pensando y dijo-- Humm..., esa frase me ha venido a la cabeza de repente, y me ha recordado... --?El que? --Nada, una vieja historia. Algo que me conto muchas veces mi propio abuelo. Sobre un antepasado nuestro. --?Un antepasado? ?Quien era? ?Que le paso? ?Por que nunca nos la has contado? --!Tranquilo, pequeno!, solo es una vieja historia. No se, a tu padre le aburria, asi que... --!Es sabado, abuelo, tenemos toda la manana. No te muevas del sofa, voy a llamar a mis hermanos! --!Pili, Eli, Carlos!, venid, el abuelo nos va a contar una historia de un misterioso secreto. Rapidamente acudieron al salon, y nos situamos todos a su alrededor. Mi hermano pequeno, Carlos, que tenia cuatro anitos, y yo, que entonces tenia nueve, nos sentamos en la alfombra, a los pies del abuelo. Mis hermanas, Eli, de catorce, y Pili, de diecisiete, se sentaron cada una en un brazo del sillon; mi abuelo no podia sentirse mas arropado y orgulloso de sus nietos. --Bueno, bien, os la contare --dijo mi abuelo afablemente--, pero recordad que esto le ocurrio de verdad a un antepasado nuestro: el abad del monasterio de Montserrat, que se llamaba Joan, o Juan en castellano, como todos los primogenitos de esta familia. A el le toco protagonizar uno de los viajes mas importantes de la historia, aunque casi nadie sabe de el. --?No aparece en los libros de texto? --pregunto mi hermana Pili, la mayor. --Pues no, no aparece, por eso teneis que aprenderlo bien, no puede caer en el olvido. Bueno, pues alla va, escuchad. Hasta el pequeno Carlos se quedo en silencio a la espera de aquella historia. --!Imaginaos un carro tirado por cuatro caballos! Y ahora imaginad que el carro lo custodian cuatro soldados montados sobre otros cuatro caballos. Dos van delante y los otros dos detras, y van armados con espadas. Por sus caras serias parecen dispuestos a usarlas en cualquier momento, y todo ello nos hace suponer que aquello que transportan es de suma importancia. Esto nos lo contaba mi abuelo sin leerlo en ninguna parte, gesticulando y haciendo aspavientos con las manos, y asi conseguia que cobrara mucha mas vida. --Uno de los soldados que encabezaban la expedicion, harto de viajar, nervioso por su responsabilidad, le pregunto al otro: <>. Su companero le contesto: <>.--Viajaban desde la imprenta de Venecia hacia el monasterio de Yuso en San Millan de la Cogolla, que entonces pertenecia a Castilla y hoy a La Rioja. --?Como eran de grandes los caballos, abuelo? --preguntaba yo, con los ojos abiertos como platos. --Muy grandes. Pensad que aquella gente no podia fallar en su cometido, tenian que recorrer mas de mil quinientos kilometros, por caminos de todas clases, y debian infundir respeto a cualquiera que pretendiera asaltarlos. !Carlitos, ponte de pie! Fijaos en vuestro hermano pequeno: pues los caballos eran como tres veces mas altos que el. Empece a imaginar la altura de aquellos caballos…, y deduje que rebasaban el techo del salon. --?En que idioma hablaban? --pregunto mi hermana mayor. --Buena pregunta, hija. Aunque el padre Joan era catalan, a los italianos les hablaba en castellano, y ellos lo chapurreaban mas o menos. Las tres lenguas eran entonces mas similares que ahora y, con buena voluntad, siempre se terminaban entendiendo de una forma u otra. --!Atentos, chicos!, era el ano 1482 cuando la carreta con su escolta atravesaba los pequenos municipios de un valle metido entre las montanas, asustando a los pocos vecinos que se cruzaban en su camino; como si hubieran visto al diablo, los hombres, mujeres y ninos desaparecian hacia el interior de sus casas despavoridos, para observar por alguna rendija de las ventanas semiabiertas el paso del carruaje. --?Cuantas generaciones han pasado, abuelo? --interrumpio mi hermana la mayor. --Mira, hija, si han transcurrido ya unos quinientos anos, calcula unas veinte generaciones mas o menos hasta nosotros, no sabria bien como tendriamos que llamar al padre Joan. --?Trastataratio, quizas? --Creo que no, me parece que se dice, llegado a ese nivel, como en geometria, hexatio abuelo, heptatio abuelo y asi hasta decatio abuelo, pero no me hagas mucho caso. Continuare… >>Habian dejado atras el pueblo de Najera, tan solo les faltaba adentrarse en el valle de la Sierra de la Demanda y en unas horas estarian con los hermanos de la Real Congregacion de San Benito, hoy conocidos como los hermanos benedictinos. >>Nuestro familiar, el abad del monasterio de Montserrat Joan de Peralta, viajaba junto a Giovanni Della Rovere, enviado de especial confianza del papa Sixto IV, custodiando los trece libros de Euclides, asi como un manuscrito secreto de cuya existencia nadie sabia, salvo el papa y nuestros enviados, que se llamaba El Triangulo de la Vida. --?Que habia en ese manuscrito secreto, abuelo? --pregunto mi hermana Eli. --Tenia nada mas y nada menos que las claves para reconocer en la naturaleza lugares con un gran poder. --?Y que es eso de los trece libros? --pregunte yo. --Mira, Juan, Euclides fue un geometra griego, responsable de la biblioteca de Alejandria, la mas importante de todos los tiempos, que recopilaba todo el conocimiento de la epoca y que, segun se dice, se quemo en un gran incendio y quedo totalmente destruida. Pero el recogio y plasmo en esos trece libros los principios de toda la geometria que seguimos utilizando hoy en dia. Y gracias a que esos libros se salvaron, hemos podido evolucionar y prosperar en todas las areas tecnologicas, ?entendeis? Ni mi hermano Carlos ni yo habiamos entendido nada, pero asentiamos por no parar el ritmo de la historia. --Continuo, y aguantad un poquito mas, que, si no, no me va a dar tiempo de terminar antes de comer, ?vale, chicos? --!Siii! --dijimos todos a la vez. --Habian pasado el pueblo de Badaran y aquella noche de verano se les echaba encima --continuo mi abuelo--, de modo que prendieron los faroles que colgaban de la carreta, y que a duras penas alumbraban la ruta que conducia hasta el monasterio. Dos soldados abrian paso a la carreta por el estrecho camino, que iba cerrandose a medida que se adentraban entre las frondosas ramas de las enormes hayas y encinas que cubrian el valle. Como ya he dicho, otros dos soldados vigilaban la retaguardia. Las raices, que surgian del terreno como si formaran el sistema nervioso del bosque, conectandolo todo, atravesaban de lado a lado aquella senda y hacian que la carreta fuera dando brincos continuamente. Su estructura crujia, y el ruido resonaba como alaridos de auxilio en el solitario valle. >>Dentro del pequeno habitaculo de la carreta, compartian el espacio los dos encargados de custodiar el baul: Giovanni Della Rovere, sobrino del papa, por si no os lo he dicho antes, y nuestro pariente el abad Joan. Viajaban sin comodidad alguna, tan solo acompanados del tacto de las grietas de las viejas maderas y del de las cadenas que sujetaban y fijaban el baul, que sin cesar chocaba contra sus piernas encogidas y entumecidas. El resto de los enseres iban en la parte de arriba de la carreta en tres baules tras el cochero. --!Hala, un sobrino del papa! --dijo mi hermana Pili. --Si, ya vereis porque, esperad un poco. --?Era muy grande el baul, abuelo? --le pregunte; no me podia imaginar aquellas dimensiones. --Mira, hijo, las carretas no eran muy grandes, poco mas que un coche, se sentaban enfrentados y, en medio, el baul. !Vamos a imaginarlo! Vuestro hermano Carlitos sera el baul, hazte una pelota en el suelo..., y ahora vosotras dos --les dijo a Pili y a Eli-- sentaos una enfrente de la otra, en medio vuestro hermano, con las rodillas pegadas a su cuerpo. --Ja, ja, ja --Carlos empezo a reirse--. Me haceis cosquillas con las rodillas. Nos reimos todos. --Pues esas cosquillas --dijo mi abuelo muy seriamente-- eran todo lo contrario: solo sentian aspereza, dureza y dolor. --Se quedo callado mirando al frente como queriendo sentir ese momento como si el lo hubiera vivido. Todos enmudecimos--. Ascendian junto al rio respirando la frescura del anochecer, cuando unas gotas de lluvia prendieron el intenso aroma de las hojas mojadas. De ser unas gotas que perfumaran el valle, pronto pasaron a ser chorros de agua que se colaban entre las rendijas de la carreta, y un placido instante se convirtio en una autentica trampa para todo el grupo. << !Padre!>>, le grito el cochero, <>. A lo que el padre Joan respondio: <> Antes de que el cochero pudiera cumplir su orden, les salieron al paso... !tres, cocodrilos! --!Cocodrilos, abuelo! --exclamo mi hermana la Pili.

  • Terror entre citricos de Paco Luna

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    Nuestro protagonista, que ni tiene nombre ni falta que hace, por fin consigue disfrutar de unas vacaciones de verdad. Su mujer y sus hijos van a estar un tiempo ausentes y el se siente libre como un adolescente, solo en casa, un chalet en mitad de la nada, rodeado de naranjos y limoneros. Es en ese preciso momento cuando su vida se ve truncada por una trama mistica de la que no es consciente en ningun momento, ni siquiera en su final, donde nos relata su propia historia. Desde el principio, lo cotidiano se vuelve contra el, sacando lo peor de si mismo, para acabar complicandose la vida hasta extremos inimaginables. Nuestro heroe es todo lo contrario a lo que se puede esperar; de hecho lo mas facil es que el lector acabe deseando su muerte. Una historia hilarante que no deja indiferente, una mezcla de humor y terror que bien podria definirse como Tumor negro.

  • Lady Corianne, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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    Lady Corianne debia iniciar la nueva vida que la Reina Victoria habia elegido para ella. Que su discolo marido la hubiera ignorado desde el dia de la boda, dejandola con su hermana, le indicaba claramente que no queria saber nada de ella. Pero Corianne debia dejarle claro que ahora estaba en su vida y se iba a quedar con el costara lo que costara. Para convencerle y enamorarle como deseaba, solo tenia que hacer dos cosas. Demostrarle carino continuamente y ponerle de los nervios para que la deseara. Iba a seguir los consejos de su hermana al pie de la letra por mucho que protestara su Conde. Al final cederia.

  • El hombre perfecto (El Pacto 1) de Eva Alexander

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    Colin esta feliz con su vida de soltero. Tiene su trabajo y a su familia, en el amor no he la ido muy bien y renuncio a la idea de encontrar a una mujer con la que podria pasar su vida. Cada manana su chofer lo deja en la misma cafeteria para comprarse un cafe, aunque su secretaria ya tiene uno esperandolo. Y todo por verla a ella, la morena deslumbrante que nunca recuerda como le gusta el cafe.

  • El hijo del jefe 2 de Sierra Rose

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    Britt Collier paso por los cubiculos de la Consultoria Creativa donde estaba contratada como contable. El nuevo seguro habia venido con un monton de formularios, y como contable, le habian tocado a ella. En su camino hacia marquetin, paso por el escritorio vacio de Jack. Se dejo caer en su silla giratoria y suspiro, echandole de menos. Habia dejado el telefono en un cajon en su cubiculo, si no le habria mandado un selfie desde su escritorio. Mientras pensaba en eso, abrio uno de los cajones por curiosidad. Frutos secos, tinta para bolis, notas adhesivas. No habia chuches, ni dinero, nada incriminatorio como fotos guarras de las de Luke, del cubiculo de al lado, ni nada interesante. Decepcionada, saco una gorra de otro cajon y la olio descaradamente. Olia a su colonia, un sexy almizcle con tonos de canela. Se levanto y cogio el papeleo para Luke. Marj, su mejor amiga, estaba sentada sobre el escritorio de Luke con las piernas cruzadas y la falda un poco subida para ensenar sus muslos tonificados y morenos. La mano de Luke se deslizaba por su suave piel. -Comportaos, pequenos. -dijo Britt. -Tengo sufrido papeleo para ti. Phillip nos esta consiguiendo un seguro mejor pero tu tienes que decidir algunas clausulas de inclusion. Buenas noticias, !el dentista esta incluido! Malas noticias, un monton de formularios que rellenar. -Una manera de matar la tarde. -bromeo Marj. - ?Que? ?No estabas trabajando duro creando una plataforma creativa que nos lleve al SIGUIENTE NIVEL? -Si Phillip sigue diciendo el siguiente nivel en las reuniones con el personal, lo voy a convertir en un juego de disparos. -amenazo Marj. -Yo me apunto a ese juego. -anadio Luke. -Al menos no esta intentando sentirnos como lo hacia Freeman. -Todos sabemos que Freeman iba detras de todas las mujeres. -le dijo Marj a Luke. -No solo de las mujeres. -le corrigio el, levantando las cejas y todos rieron. -Phillip es de otro mundo en comparacion. Solo espero que no se convierta en un esclavizador con esta expansion que esta planeando. -No lo hara. Somos su proyecto de jubilacion, recuerda. No va a acelerar las cosas mucho. -dijo Britt bastante segura. - ?No podias haberme mandado esto por email? -dijo Luke, sonriendo. -Estaba hablando con Marj de cosas importantes del trabajo. Marj le sonrio sensualmente y el malvadamente. -Por supuesto que lo estabais haciendo. -se rio Britt. -De todos modos, sentia como mi culo iba haciendose mas grande sentada en mi cubiculo todo el dia. Es solo una excusa para andar un poco. Ayuda a mi promesa de tener una vida sana. -Bueno, entonces tu y tu vida sana deberiais manteneros fuera de la sala de personal. Hay donuts. -le ofrecio Luke mientras Britt se iba para distribuir mas papeleo. Britt miro de reojo a la sala de personal pero se mantuvo lejos, optando mejor por llevarle una pila de papeles a la secretaria de Phillip. Cuando volvio a su cubiculo, comprobo el movil y alli, haciendo que sonriera, habia un mensaje de Jack, el caliente hijo de su jefe. El estaba haciendo algo de entrenamiento de software en Hong Kong asi que ellos estaban intentando empezar una relacion a distancia. No era facil pero era solo el segundo dia, asi que aun era emocionante. "?Como va tu dia, guapa?" Britt sonrio y sostuvo el telefono durante un minuto, mirandolo con una mirada ferviente que debia de ir dirigida al remitente y no al aparato. De hecho, ella deseaba estar sosteniendo la esculpida cara de Jack en vez de su Samsung Galaxy. "Entregando papeleo del seguro. ?Y el tuyo?" "Solitario. Es la una de la manana aqui. " "Vete a dormir, jajaja." "Te echo mucho de menos" "?Te fuiste hace dos dias y ya me echas de menos?" "Si, me gustaria que estuvieras aqui." "Vete a tomar unos margaritas en mi honor, entonces." "Tomarme margaritas sin ti es ponerte los cuernos" y su respuesta le hizo reirse. "No lo es. Eres libre de tomarte algo con quien quieras. Tienes tu libertad." "No quiero mi libertad." Y se quedo sin aliento en un segundo. Releyo el mensaje unas seis veces antes de contestar. "Vete a dormir que tienes alucinaciones" respondio ella en broma. "Llamame." Britt miro a su alrededor, preguntandose si se atrevia a llamarle en horas de trabajo. Cualquier podia pasar por su cubiculo o venir a preguntarle algo sobre los malditos papeles del seguro. Aun asi, el era el hijo del jefe y en ese caso, podia usar eso para insistir en que era una llamada de trabajo si alguien le preguntaba. Podia estar abandonado en Hong Kong con una urgente investigacion de copago o preguntandose sobre el limite de gastos extra. Britt marco y espero. Su voz, dulce y suave, dijo hola. Ella trago sintiendo mariposas en el estomago. Las puntas de los dedos hormigueaban queriendo tocarle. -No queria decirte esto por mensaje, Britt. - ?Que? -contesto ella, sin respiracion. -Me estoy pillando por ti. Lo sabia antes de irme, pero ahora lo se aun mas. - ?Pero como es posible que te estes pillando por mi? -pregunto ella, olvidando su estratagema del seguro por completo. -Soy insegura, no puedo aclarar mi cabeza y tu eres demasiado bueno para mi. - ?Me estas intentando disuadir de esto? -se rio y su risa hizo que le diera un vuelco el corazon porque era esa risa baja y privada que solo habia escuchado en su cama. -No, es solo que me cuesta creerlo. -Si estuvieras aqui, haria que te lo creyeras. - !Oh! -suspiro ella. -No te haces una idea de lo mucho que deseo que estuvieras aqui ahora mismo. Hablame. -Estoy en el trabajo. -dijo ella intentando suprimir una risita. - !Oh! Simplemente diles que es una llamada de trabajo. -Vale. Una llamada guarra de trabajo. -Trabajabas para Freeman. Diles que es un mal habito que tienes de tu antiguo jefe.

  • El arte perdido de las Escrituras de Karen Armstrong

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    En nuestro mundo cada vez mas secular, los textos sagrados se consideran, en el mejor de los casos, irrelevantes y, en el peor, una excusa para incitar a la violencia, el odio y la division. Entonces, ?que valor, si es que tiene alguno, puede tener la escritura para nosotros hoy? Y si nuestro mundo ya no parece compatible con las Escrituras, ?es quizas porque su proposito original se ha perdido?

  • Tenias que ser tu, Alexandra Danell de Alexandra Danell

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    Nunca pense que existieran los flechazos. Pero eso fue lo que senti al ver a Mishelle. Mi vida, monotona y caotica, dio un giro y ella se convirtio en mas que "la chica de mis suenos".
    Pero nunca imagine que mi relacion con ella pudiera hacerle tanto dano a mi mejor amiga y que la vida me pondria en una encrucijada para decidir si apoyaba a Elizabeth cuando me necesitaba, la mujer que mejor me conocia, o si me entregaba en cuerpo y alma a la joven que me habia robado el corazon.
    La vida me tenia preparada mas de una sorpresa y, a veces, el amor esta mas cerca de lo que podemos creer. Pero no todos somos capaces de verlo...

  • Solo tu me tendras de Toni Munoz

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    En mayo de 2017, un cuerpo calcinado aparece junto al pantano de Foix, abandonado en el maletero de un coche al que han prendido fuego. Solo una protesis de columna permite reconocer el cadaver: pertenece a Pedro Rodriguez, un agente de la Guardia Urbana de Barcelona suspendido de empleo y sueldo desde hacia meses tras propinarle una paliza a un motorista. Su vida, poco antes de la agresion, habia dado un vuelco: acababa de separarse de su mujer para iniciar una relacion con otra agente de la Guardia Urbana, Rosa Peral. Llevaban juntos desde entonces. Pero Rosa, cuando le comunican la noticia, apenas se inmuta. De hecho, se refugia de inmediato en un antiguo novio, Albert Lopez, miembro tambien del mismo cuerpo de seguridad. Y empieza a sugerir que quiza su exmarido, Ruben, agente de los Mossos d’Esquadra, tiene algo que ver con la muerte de Pedro.

  • Foucault en 90 minutos de Paul Strathern

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    Foucault fue mas historiador que filosofo. Tras una investigacion laboriosa, concluyo que conocimiento y poder han ido intimamente ligados a lo largo de la historia. Ilustro esta idea central de su filosofia mediante estudios sobre la locura, la sexualidad, la disciplina y el castigo, argumentando que no existe la verdad absoluta, solo verdades diferentes acerca de la realidad en momentos particulares, verdades que satisfacen las necesidades del poder. En Foucault en 90 minutos, Paul Strathern presenta un recuento conciso y experto de la vida e ideas de Foucault, y explica su influencia en la lucha del hombre por comprender su existencia en el mundo. El libro incluye una seleccion de escritos de Foucault, una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pensamiento y una cronologia que situa a Foucault en su epoca y en un marco mas amplio de la filosofia.

  • Autumn Passion Love de Lorraine Coco

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    La inspectora Pamela Cassidy (alias la mujer de acero) jamas imagino que, al investigar la misteriosa desaparicion de una mujer, encontraria en su atractivo y descarado hermano a la horma de su zapato. Por suerte sus trabajos impiden que lleguen a algo mas y durante unos meses se cree a salvo. Hasta que una noche recibe una inquietante llamada suya, acompanada de una foto en la que se le ve esposado a uno de los grandes hornos industriales de su afamado restaurante. Incapaz de negarse a rescatarlo e investigar el asalto, vera como no solo su trabajo, su celosa y complicada vida privada, y su remanso de paz y orden, se desintegran para siempre cuando el ultimo hombre al que deberia acercarse se propone convertirla en su siguiente conquista.
    Autumn Passion Love es una historia corta, intensa, sorprendente y divertida. Una aventura que nos ensena que la felicidad se alcanza escuchando a nuestro corazon.

  • El 20 de Juan Carlos Feliu Velazquez

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    La joven desaparecida de 20 anos no volvio a su casa la madrugada del 24 de diciembre. Su madre Fuensanta Padilla, denuncio la desaparicion en la comandancia de la guardia civil situada en la calle Jose Maria Samper. El dia de Navidad la Guardia Civil organizo una partida de busqueda a primera hora de la manana, numerosos vecinos se ofrecieron como voluntarios, y, el bar donde trabaja la madre de la desaparecida, se comprometio a servir viveres a los voluntarios a lo largo del dia. El vehiculo de la joven, un Volkswagen Golf, aparecio en la ladera de la montana, muy cerca de la senda utilizada por los senderistas para acceder a la cima del Forat de la Pena. A las autoridades, y a los vecinos de la zona, les extrano encontrar el coche en aquella zona tan escarpada y peligrosa, pues desconocian la manera en la que la joven habia conseguido subir el coche hasta alli. Los vecinos se situaron en paralelo formando una linea con una separacion de cinco metros entre persona y persona, y comenzaron la batida montana arriba. El Forat de la pena es una montana intransitable para vehiculos, a excepcion de bicicletas de montana, y motocicletas de Cross que, con el buen tiempo, acostumbran a subir por los caminos abiertos por los senderistas de la zona, pero nunca en esas fechas y, sobretodo, nunca, despues de una nevada tan copiosa como la acontecida la vispera de Navidad en Xixona. El teniente de la Guardia Civil, Gaspar Gonzalez Armero, al mando de la busqueda, aconsejo a los voluntarios meticulosidad, no queria precipitaciones durante la batida, por eso advirtio a los vecinos que, a pesar de los nervios y la ansiedad por lo acontecido en un pueblo con poco mas de cinco mil habitantes, tenian que tomarselo con calma. El teniente Gaspar Gonzalez informo a Raul Perez, un excampeon de Espana que habia subido al Forat de la Pena como solia hacer habitualmente a lanzarse en parapente, para que, desde el cielo, con una perspectiva mejor del risco, buscara a la joven desaparecida, ayudado por la unidad del aire de la Guardia Civil, un helicoptero experimentado que tambien sobrevolaba la zona. Los vecinos comenzaron la batida, pero, al poco tiempo de comenzar el ascenso, notaron un nerviosismo mayor entre las autoridades, y el helicoptero que les sobrevolaba descendio sobre la cima de la Pena. El teniente, tras hablar por radio, anuncio a los voluntarios que se suspendia la busqueda, y disolvio la partida; el cuerpo de la joven habia sido hallado por Raul Perez, quien habia descendido en un claro donde habia visto un bulto extrano. Tras tomar tierra habia confirmado que, aquel bulto, era el cuerpo de la joven desaparecida. La Guardia Civil, para esclarecer las causas de su muerte, abrio una investigacion. El cadaver de la joven habia sido hallado en la sierra completamente desnuda, tumbada en algun tipo de posicion ritual, pero no se descartaba el uso de algun tipo de sustancia o droga que hubiera confundido a la joven hasta acabar muerta en tan extranas circunstancias. Este dato explicaria las razones por las que la joven se despojo de sus ropas y subio hasta la escarpada cima donde fue hallado su cuerpo tumbado en la nieve con los brazos abiertos en cruz. Tras el resultado de la autopsia de la joven de Xixona, se descubrio que, la principal causa de la muerte habia sido la hipotermia, pero la Guardia Civil seguia investigando por su posible vinculacion con grupos religiosos sectarios. Aitana Mira Padilla se despojo de la blusa azul de seda, la Guardia Civil hallo la prenda junto al sujetador, calcetines y bragas, desperdigadas por la ruta de acceso que presumiblemente habia seguido la joven a altas horas de la madrugada. Las temperaturas, aquella Nochebuena, eran mas bajas de lo habitual en la zona, pues, aquella noche, vispera de Navidad, habia nevado como nunca se habia visto en aquel lugar rodeado de montanas. La noche de su desaparicion la joven acudio a la discoteca mas popular de Xixona, situada en las afueras del pueblo, a un par de minutos del cuartel de la Guardia Civil situado en el barrio del Traves. La discoteca rural conocida como El 20, es una discoteca habilitada en una casa rural de la zona, rodeada de pinos y penas que hacen del entorno un lugar idoneo para la diversion por su aislamiento a tan pocos pasos del pueblo. La discoteca, con zona exterior, barbacoa y piscina, tambien esta compuesta por 20 habitaciones para desahogar la tension sexual de la fiesta, que son alquiladas por horas, de ahi le viene su nombre. Aquella noche la joven fue vista en la pista de baile y, posteriormente, salio de una de las habitaciones acompanada de un joven muy popular en el pueblo apodado: ‘El Conill’, un joven mujeriego conocido por sus numerosos escarceos amorosos con todo tipo de mujeres del pueblo. Despues, numerosos testigos la vieron discutir con su novio antes de abandonar sola la discoteca en su propio coche, y esa fue la ultima vez que la vieron con vida. Su cadaver no presentaba signos de violencia. Sus pies, en carne viva, mostraban claros sintomas de haber andado y escalado el risco situado a mas de mil metros de altura, asi como los aranazos y contusiones que su cuerpo mostraba. El cuerpo de la joven fue hallado en la cima de la Pena, completamente desnuda, tumbada boca arriba y orientada hacia el sol con las piernas cerradas y los brazos extendidos en cruz. El novio de la joven, tras ser interrogado, declaro en el cuartel de la Guardia Civil que durante el ultimo mes Aitana se mostraba extrana y hablaba de cosas muy raras, y repetia continuamente su necesidad de subir a la montana para estar en paz y purificarse. Durante la investigacion, la Guardia Civil encontro en la habitacion que compartia con su novio, un panfleto rudimentario con varios fragmentos subrayados y anotaciones al margen, donde repetia una unica frase: Solo la montana puede salvarte. Hasta la fecha, el comportamiento de Aitana habia sido normal. Quienes la conocian, la recuerdan como una chica muy guapa, alegre, jovial, y a veces provocadora. No mostraba tendencias depresivas, pero consumia habitualmente hachis, y ocasionalmente cocaina. Sin embargo, segun las manifestaciones de su novio, en las ultimas semanas habia cambiado, y hablaba repetidamente de una companera de clase con la que compartia estudios en una academia de Alicante, y con la que hablaba de todas estas cuestiones sobre su obsesion por liberar su alma atormentada. El novio, los familiares, y las mejores amigas de Aitana testificaron ante las autoridades, que no conocian a esa chica, ni la habian visto nunca. Unas horas antes de desaparecer, la joven se despidio de su novio pidiendole que se fuera con ella al Forat de la Pena, porque habia llegado el momento de liberar su alma, y, ademas, le pidio que llevara tambien a su familia para purificar sus almas antes de que saliera el sol la manana del 25 de diciembre. Su novio, intento hacerla recapacitar, pero fue imposible. La joven no le escucho, y se nego a bajarse del coche. Algunos vecinos aseguraron haber visto a su ex novio desayunando alegremente la manana de su desaparicion, e incluso, un testigo poco fiable apodado Tuanet, aseguro haber visto la furgoneta blanca de su ex bajando la montana aquella noche. El cadaver de la joven fue localizado sobre las dos de la tarde del lunes 25 de diciembre, por Raul Perez, un parapentista profesional y, segun su testimonio, se encontraba a pocos metros de la cima, a unos 1.000 metros de altitud, tumbada desnuda sobre la nieve, en una posicion que aparentaba relajacion, sin mostrar signos de violencia, como si estuviera durmiendo, alego el deportista. La joven mostraba aranazos en las piernas, indico el parapentista, quien aseguro que le parecia increible que la joven hubiese subido hasta alli sin ropa con la nevada que estaba cayendo. El parapentista relato que, cuando vio el cadaver desde el aire, decidio aterrizar en la zona para confirmar que se trataba de la joven, y que cuando lo confirmo, dio aviso a la Guardia Civil, que utilizo uno de sus helicopteros para subir a la cima y rescatar el cuerpo. Ademas de los cientos de vecinos, voluntarios, y efectivos de las Fuerzas de Seguridad que participaron en la busqueda, los padres de la desaparecida, tambien siguieron los rastreos y mantuvieron hasta el ultimo momento la esperanza de que su hija Aitana estuviera viva.

  • Salvando el Para Siempre 4 de Lexy Timms

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    Cuando el Dr. Elijah Bennet le propuso matrimonio a Charity, ella dijo que si. Habia dudas en el fondo de su mente, pero ella entendia una cosa; ella lo amaba y no queria estar sin el. Ella podria manejar cualquiera de las reservas o incertidumbres que pudieran surgir.

  • La vida nueva de Dante Alighieri

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    Entre 1292 y 1293, Dante Alighieri (1265-1321) escribe un conjunto de poemas y prosas que desarrollan una serie de visiones y alegorias en torno al tema del amor y de la experiencia poetica que titula Vita nuova. La figura central de esta obra, aparte del propio poeta, es Bice Portinari, la Beatriz real, que culminara en la Beatrice del Paradiso. Con un trasfondo de relato autobiografico, Dante relata su transformacion interior, a traves de su poesia, capaz de estructurar todo su sentimiento. Como nexo con la Commedia, la Vita muestra ya toda la altura y coherencia que alcanzara en el futuro su grandioso sistema poetico.

  • El coloquio de las perras de Luna Miguel

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    Recuperando el titulo de un pequeno cuento con el que la puertorriquena Rosario Ferre analizo la misoginia literaria en los anos 90, este ‘El coloquio de las perras’ pretende ser un homenaje a las escritoras hispanohablantes que sortearon todo tipo de obstaculos para hacer su literatura.

  • En los ojos de Gabrielle de Mariant Herrera

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    Tras un accidente que casi le cuesta la vida, Marina recibe de regalo de su inminente boda, una chaise-longue, para que pueda realizar en ella su hobby favorito, restaurar antiguedades. Pero algo ocurre con ese mueble, cuando lo toca, Marina comienza a ver imagenes. Se ve en distintas escenas, algunas de sexo con tres miembros de una familia. Poco a poco y a traves de la informacion de las imagenes averigua que lo que esta viendo es a traves de los ojos de la que fuera 2a esposa de una poderosa familia, los Pinel, fabricantes de joyas; Gabrielle que supuestamente huyo veintiun anos atras con el chofer.

  • Septiembre puede esperar de Susana Fortes

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    .El 8 de mayo de 1955 la escritora Emily J. Parker desaparece en Londres mientras la ciudad celebra el decimo aniversario del final de la II Guerra Mundial. Nunca mas vuelve a saberse nada de ella.

  • Un elefante para Carlomagno de Dirk Husemann

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    La fascinante historia de como viajo un elefante desde Bagdad hasta Aquisgran en tiempos del emperador Carlomagno. En el ano 802 latension entre el emperador Carlomagno y el califa de Bagdad se encuentra en un punto culminante en su lucha por alcanzar la hegemonia politica y religiosa. Isaak de Colonia, un sirviente del emperador Carlomagno, debe hacerle llegar un increible regalo del califa de Bagdad como muestra de amistad: un elefante. Junto con Thankmar, su esclavo, emprendera un largo y peligroso viaje para evitarun enfrentamiento entre los dos monarcas. El viaje del animal se convierte en una peligrosa aventura a traves de la Europa medieval.Para los europeos, el elefante es la reencarnacion misma del demonio y debe ser destruido. Pero su muerte empujaria a los dos imperios a una terrible guerra. Una fascinante historia que nos muestra la Europa del siglo IX, los viajes de la epoca y las diferenciasculturales entre los dos imperios mas importantes de ese momento. <>Frankfurter Neue Presse

  • Besos al cielo de Hd Cruz

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    Este es un libro que nace tanto para los que hemos perdido un hijo como para quienes aun los teneis a vuestro lado. Para los primeros porque encontraran entre sus paginas una ayuda inapreciable que llega de la mano de aquellos que hemos perdido un hijo, los que conocemos y “vivimos” con este inhumano dolor. Reflejada en sentimientos, pautas y formas de seguir “viviendo” despues de que dejen de estar a nuestro lado. Los que sois afortunados y no los habeis perdido, para que recordeis que la vida es efimera, que amar a los que les damos la vida debe de ser lo prioritario en sus vidas. Nada es comparable al amor ilimitado que les tenemos, y nada debe ser mas importante que ellos. Los que teneis amigos que han perdido un hijo, para saber como poder “ayudarles” de una forma leve, pero eficaz. Las posesiones materiales, el poder o una posicion privilegiada no llenan los huecos del corazon y aun menos los del alma. Sobre todo, cuando lo peor sucede. Testimonios envueltos y llenos de amor, y de un dolor inhumano, de los padres que expondran sus experiencias. Respuestas, sentimientos y experiencia despues de largos anos sin mi hijo, y publicaciones, poemas y un corazon roto entre las paginas de un libro.

  • Olympia (El Grimorio de los Dioses 0) de Melanie Alexander

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    Durante treinta y dos siglos no he seguido ninguna norma, ni siquiera aquellas que Arestos, mi creador, tanto se empenaba en imponerme para mantenerme bajo su yugo. He sido terca, obstinada, y para que mentir, un verdadero monstruo. He desatado el caos por todas partes, he matado impunemente a miles de inocentes para alimentarme y nunca he sentido remordimientos por ello. La alumna supero con creces al maestro y asi fue como me converti en una verdadera atrocidad, tanto para los humanos, como para todo aquel que me rodeara. Todo era demasiado complicado. La soledad, la tormentosa relacion con Arestos que pasados los siglos cada vez se convertia en mas infernal. Nos odiabamos, pero a la vez necesitabamos. El tenia un proposito y yo un gran vacio en mi interior imposible de llenar. Mi nombre es Olympia y soy un vampiro. Esta es mi historia y no te agradara conocer al monstruo que una vez fui.

  • El Amor Que Tuvimos Y Perdimos (LGBT) de Fabian Tapia

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    Estonia, 1960
    Para Anton la llegada de Mihkel supone una revelacion; el es un joven dedicado a los tulipanes (el ultimo rastro que dejo su padre ausente) y Mihk es un joven que llega por un intercambio de Alemania para lograr la escultura que lo catapulte a la Universidad de sus suenos. Anton solo espera poder recabar la valentia necesaria para poner en orden sus pensamientos teniendolo cerca y lejos -porque el amor, segun el, es una casa que salta por los aires-. Pronto se veran envueltos en un torrido romance en el que ninguno de los dos estara a salvo, pues no estan muy seguros de que disimular sea la opcion mas correcta porque podrian desaparecerse en medio del secreto.
    En Estonia, lo saben ambos, un amor asi se castiga.
    Pero, ?no duele mas el castigo de dos corazones en la distancia?

  • Zapatos Rojos Para Saltar en los Charcos de Nacho Montes

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    Esta novela es una historia de mujeres en guerra con la vida, de amistades complices, de almas comunes. Hay noches de confidencias con los amigos que hacen que el mundo parezca mas amable y la vida menos dificil. Los secretos de la amistad siempre forman hilos dificiles de romper. Hay secretos que nos encadenan a personas que nunca imaginamos. Lugares que guardan para siempre el alma de quienes los habitaron. Esta novela es una caja de secretos. Secretos de muerte, secretos de amor, secretos que acabaran uniendo a sus protagonistas en torno a un arbol que solo florece en julio. Hay pequenas cajas en la vida que guardan para siempre grandes historias. Y hay zapatos rojos que nos hacen saltar en los charcos disipando todas las tormentas.

  • Las horas de terciopelo de Alyson Richman

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    Cuando los nazis amenazan con tomar el control de paris, una joven cierra para siempre el maravilloso departamento de su abuela, dejando tras sus puertas tesoros y bellezas inimaginables.

  • El retorno (Titan 1), Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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  • Luz de Abril. Un viaje a la India. Un viaje hacia el amor de Clara Fuertes

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    Dos mujeres.
    Un diario que habla de lo mas triste, el abandono.
    Un viaje a la India.
    El destino.
    Un viaje hacia el amor.

  • No me debes nada de Conti Constanzo

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    Cuando Antonia recibe una llamada desde una clinica de Buenos Aires, lo deja todo para ir al lado de su hermana. En el aeropuerto conoce a Jose Ignacio, un hombre que tiene la virtud de sacarla de quicio, pero que a su vez le atrae profundamente.

  • Intenta dejarla (La droga + dura 2) de Anny Peterson

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    La vida continua despues de aquel lunes maldito, en el que todo parecio hacerse anicos.
    Primera fase de un adicto: EL MONO: ?es posible desengancharse del amor?
    Naia pronto vera cumplido su mayor sueno dentro de su peor pesadilla.
    Axel no esta listo para hacer por las malas, algo que deseaba hacer por las buenas.
    Leo se ha ido. Sin embargo su cuerpo sigue viviendo su vida automaticamente.
    Zoe esta a punto de descubrir que a veces, no queda otra opcion que ser valiente.
    Cesar ha desaparecido, esta concentrado en su nueva meta y no contesta a las llamadas.
    Jorge espera un clavo ardiendo al que sujetarse para no caer de nuevo al vacio.

  • Hielo rojo de Julia De La Fuente

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    Cuando el lago se congela y los lobos aullan, el pequeno poblado junto al fiordo se estremece. Una magia oscura campa a sus anchas por el bosque.
    Aila no es mas que una granjera pero, cuando un cuervo la visita en suenos, descubrira que tal vez tenga que empunar un hacha que no le pertenece para salvar a aquellos a los que quiere.

  • La flor mas oscura de P.m. Freestone

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    EN EL IMPERIO DE ARAMTESH EL PERFUME ES PODEROSO.
    Un mundo en el que el perfume es magico y los secretos son mortales.
    Una novela embriagadora que despertara todos tus sentidos.

  • Juego de reinas de Pablo Nunez

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    Cuando Tautinkom, rey de Erin, cae destronado por Irvyn El Blanco, sus dos hijas se ven obligadas a separarse. Elvia, la montanesa, seguira a su padre en el destierro a tierras galaicas. Sin embargo, Wen, conocida como la Dama Blanca, quedara cruelmente cautiva en manos del nuevo rey, a quien jurara venganza eterna. Mas alla de la torre de Breoghan, el propio destino y el mar del Norte alejan a quienes nacieron para ser libres, a quienes han de devolverle la libertad a su pueblo. Son tiempos de guerra, de traicion, de pasiones., y las naciones celtas se tambalean. Los caudillos llaman a sus ejercitos a la guerra, mientras que los druidas, aquellos que pueden ver tras las fronteras del futuro, presagian tiempos oscuros. Roble Gris, el mas poderoso de ellos, augura lo inevitable. Ambas hermanas han sido predestinadas a encontrarse de nuevo. Y ya nada sera lo mismo.

  • La guerra en el fin del mundo de Ian Ross

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    La guerra en el fin del mundo, la primera entrega de una nueva serie epica situada en el ultimo periodo del imperio romano, en tiempos del emperador Constantino, sigue las aventuras de Aurelio Casto, centurion recien ascendido, en una tumultuosa batalla de la que depende el futuro de Roma.

  • Milkman de Anna Burns

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    En esta ciudad anonima, ser interesante es peligroso. La hermana mediana, nuestra protagonista, se empena en evitar que su madre descubra a su posible novio y en no dar explicaciones sobre su encuentro con el lechero. Pero en cuanto el primer cunado descubre su situacion y hace correr el rumor, la hermana mediana se vuelve <>. Lo ultimo que ella quiere. Porque ser interesante implica que te presten atencion y eso es peligroso.

  • Los recuerdos sumergidos de Ana I. Martin

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    Una historia de superacion de una mujer valiente y fuerte a la que la vida le dara una segunzda oportunidad para ser feliz.

  • El colapso de la Republica de Stanley G. Payne

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    Nuevo prologo del autor. ?Cuales fueron las causas que provocaron el terrible estallido de la Guerra Civil espanola en 1936? Stanley G. Payne analiza en este libro, con extraordinaria agudeza y brillantez, los seis meses previos al estallido del conflicto poniendo el acento en la labor de los diversos sectores del movimiento socialista y la rivalidad entre ellos, el debate interno en el seno del Gobierno, las actividades y las discusiones entre los republicanos de izquierda o el papel desempenado por la policia, entre otros. Tampoco se olvida de los numerosos problemas estructurales --los mas de dos millones de campesinos sin tierra, los infimos salarios de los obreros, la baja productividad de las fabricas-- y coyunturales --los nuevos cambios socioeconomicos mundiales o la alta demografia nacional-- para dar una vision completa del convulso final de la Republica que condujo a Espana a su mas cruenta guerra y a cuarenta anos de gobierno totalitario.

  • Tiritas de amor de Alissa Bronte

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    Paola es la farmaceutica de un pequeno y peculiar pueblo de Las Alpujarras granadinas. Llego hace varios anos, despues de que su novio la dejase plantada en el altar, para empezar de cero.
    Victor es un brillante cirujano al que su padre confina a un pequeno pueblo como castigo por no querer acatar sus ordenes. Al llegar, se dara cuenta de que no es bienvenido y que hay alguien en especial que no deja de retarle y de debatir todo lo que dice.

  • El lamento de los inocentes de Marcos Nieto Pallares

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    La linea de luces que las farolas alargaban calle abajo, posibilitaba vislumbrar mi sombra sobre la acera. Cambiantes detalles como esa negra silueta, resultaban los unicos capaces de eludir a la realidad en mis recuerdos. Lo inamovible, lo que el transcurrir del tiempo no altera o erosiona lentamente, se mantenia en ellos con todo lujo de detalle. El tantas veces transitado camino a casa, se perpetuaba en mi memoria desde la primera vez que lo recorri; fotografia que en cualquier momento podia revisar, e incluso, visitar. Poseia el don de volver a cualquier evento preterito, espacio ocupado, instante remoto..., para vivirlo de nuevo. Un album de vivientes instantaneas: el interior de mis celulas cerebrales. Rememoraciones que ayudaban a hallar donde otros no encontraban. Actuar en lo avistado tiempo atras, me ofrecia gran ventaja ante casos complejos. De conocer mis facultades, muchos las atribuirian al fenomeno de la hipermnesia; lo mio va mucho mas alla. Pocos saben de mi secreto y espero que asi siga siendo. No permitire que utilicen mis sesos como a los de un conejillo de indias. El pasar de los anos me agudizo el don, hasta el punto de obligarme a vivir inmerso en dos mundos equidistantes: presente y recuerdos. Detentaba la capacidad de penetrar en mi intelecto para de este modo, acceder a cualquier punto anterior. Pero en ocasiones, mas bien se me empujaba a ellos de forma alevosa e inconsciente. Quedar pensativo propiciaba que la bobina de mi cerebro retrocediera. Un hecho actual y espontaneo, me remitia sin previo aviso a episodios de una vida ya cumplida, convirtiendome entonces en un mero espectador. E inmerso en los detalles de una nocturna Manhattan, al tiempo que cruzaba un paso de peatones ensimismado en sus anchas y horizontales rayas, dos luces emergieron de la nada deslumbrandome hacia una indeseada evocacion: tres impactos. Ante el brillo cegador de los faros del vehiculo que colisionaba con mi Mustang, una luna agrietandose como un copo de nieve al nacer. Y tras el vidrio quebrado, el capo doblandose como un agitado mar de metal. Refulgiendo al son de una luna llena, fragmentos de cristal envolviendo ese asiento en el cual ya no reposaba mi espalda; materia dispuesta a salir disparada por donde una lamina vidriada brillaba por su ausencia. Un paquete de tabaco surcando el espacio a mi derecha. Colillas, plasticos... y mi ser exento del cinturon de seguridad. Las costillas parecian querer salirseme del pecho; el organismo se me abalanzaba presto a escapar de ese habitaculo a punto de convertirse en un amasijo de hierros. De haber entrado alli por voluntad propia, me habria deleitado en los detalles. Pero de forma impensada, solo podia observar al milimetro, revivir en primera persona el traumatico y ulterior suceso; tomarmelo con calma desde una perspectiva lejana quedaba fuera de mi alcance. Y vole con la cabeza por delante. Vino entonces el segundo impacto: mi masa golpeando la dura calzada. Pero antes vivi el tercero: emocional --el orden es lo de menos--. Mientras surcaba la oscuridad contemple a la conductora del coche contra el que acababa de estamparme: cara contra el volante, cabello desmelenado e impregnado en sangre... Estire la mano en un acto reflejo intentando arrancarla de ese timon que se le incrustaba poco a poco... Y al tiempo que yo proseguia con mi destino <> a ras de un techo de chapa azul, ella consumaba su muerte, la ausencia de latidos en su corazon.

  • Herencia misteriosa de Leona Karr

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    Una tormenta empujo a la rica heredera Stacy Ashford a los brazos de un misterioso desconocido, un hombre duro y tremendamente atractivo. Pero ese encuentro con Josh Spencer parecia algo mas que una casualidad. Para hacerse con su herencia, Stacy tenia que reconstruir el fantasmagorico hotel en el que habia muerto la hermana de Josh. Y aunque Stacy no podia confiar en los motivos por los que el la ayudaba, su presencia la hizo mantenerse fuerte cuando alguien… o algo intento atemorizarla.

  • La vida sonada de Emma de M Teresa Guirado

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    Emma tiene 34 anos, es la mujer de Tomas, la mama de Julia y Marcos y un simple peon en el despacho de abogados de su marido.

  • Cuentos de buenas noches para ninas rebeldes de Elena Favilli , Francesca Cavallo

    https://gigalibros.com/cuentos-de-buenas-noches-para-ninas-rebeldes.html

    Habia una vez una princesa… ?una princesa? !?Que?! Habia una vez nina que queria llegar hasta Marte. Erase una vez una mujer que se convirtio en una de las mejores tenistas del mundo y otra que descubrio como se da la metamorfosis de las mariposas.

  • Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos de John Berger

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    Combinando la soberbia profundidad de sus ensayos y criticas artisticas con la riqueza emocional de su ficcion y su poesia, en esta obra John Berger vuelve por primera vez la lente de su arte sobre si mismo. Asi, se concentra en sus emociones personales y su vida y se cuestiona sobre ciertos aspectos tan trascendentales como ?que es lo que nos lleva a amar? Berger vuelve a mostrarnos otra manera de ver, ofreciendonos, ademas, una magnifica declaracion acerca del enfrentamiento entre la devastacion y el amor en nuestro mundo.

  • Mi mision en Espana de Claude G. Bowers

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    En 1933 llego a Espana, para ponerse al frente de la embajada de Estados Unidos, Claude G. Bowers. Durante los seis anos siguientes sera un testigo privilegiado y singular de los momentos mas turbulentos y tragicos de la historia contemporanea de Espana.

  • Princesa (Moteros 1) de Patricia Sutherland

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    ?Podrias enamorarte de un hombre que es once anos mas joven que tu?
    Y si con ello le rompieras el corazon a tu hermana y supieras que tu familia nunca te lo perdonaria…

  • Antologia de relatos romanticos. San Valentin 2020 de Varios Autores

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    Este febrero dejate enamorar con la nueva Antologia de relatos romanticos de Selecta.