• la revolucion cultural nazi - Johann Chapoutot

    https://gigalibros.com/la-revolucion-cultural-nazi.html

    La <> era en un principio para el nacional socialismo la simple transcripcion de la naturaleza: reverenciar a los arboles y a los rios, reproducirse, alimentarse, pelear como los demas animales, defender unicamente la propia horda… La desnaturalizacion se produjo cuando los semitas se instalaron en Grecia, cuando la evangelizacion introdujo el judeocristianismo y cuando finalmente la Revolucion francesa termino de instaurar construcciones ideologicas absurdas (igualdad, compasion, abstraccion del derecho…). Para salvar la raza nordico-germanica habia que operar una <>, volver a encontrar el modo de ser de los antepasados y hacer que de nuevo coincidieran cultura y naturaleza. Recreando asi el derecho y la moral fue como el hombre germanico creyo poder actuar de conformidad con lo que exigia su supervivencia. Gracias a la reescritura del derecho y de la moral, golpear y matar se convertian en legal y moral. A traves de aspectos como la lectura del estoicismo y de Platon durante el III Reich, el uso de Kant y de su imperativo categorico o la recepcion del derecho romano en Alemania, Johann Chapoutot pone de manifiesto como se opero la reescritura de la historia de Occidente y por que canales llegaron tales ideas a los actores de los crimenes nazis.

  • La revolución cultural nazi - Alianza Editorial

    https://www.alianzaeditorial.es/libro/alianza-ensayo/la-revolucion-cultural-nazi-johann-chapoutot-9788491812425/

    La revolución cultural nazi ... La «cultura» era en un principio para el nacional socialismo la simple transcripción de la naturaleza: reverenciar a los árboles ...

  • La revolución cultural nazi (Alianza Ensayo) - Amazon

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    Existen mejores opciones a la lectura de este libro. Incluso ver un documental del Tercer Reich sería a mas didáctico.

  • LA REVOLUCION CULTURAL NAZI | JOHANN CHAPOUTOT

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  • La revolución cultural nazi - Jot Down Cultural Magazine

    https://www.jotdown.es/2018/11/la-revolucion-cultural-nazi/

    […] y durante diversos momentos. Sin embargo, eso también ha traído algunos inconvenientes. En su crítica sobre el libro La revolución cultural nazi, Javier ...

  • La revolución cultural nazi - Johann Chapoutot -5% en libros

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    La revolución cultural nazi, libro o eBook de Johann Chapoutot. Editorial: Alianza. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Libro: La revolución cultural nazi - Chapoutot, Johann

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  • la revolución cultural nazi - Machado Libros.

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  • La Revolución Cultural Nazi - JOHANN CHAPOUTOT - Agapea

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  • LA REVOLUCIÓN CULTURAL NAZI (Libro en papel)

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  • LA REVOLUCIÓN CULTURAL NAZI · CHAPOUTOT, JOHANN

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    Traductor: CANO, ELENA M. Encuadernación: Bolsillo; Medidas: 155 X 230 cm. Páginas: 296. valoración (0 Comentarios) Comenta y valora este libro.

  • Demandame, si puedes de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/demandame-si-puedes.html

    Jocelyn esta teniendo un dia horrible. Por la manana la despiden del trabajo de cajera de supermercado y por la tarde decide ir a una entrevista, donde el hombre mas guapo que ha visto nunca… !amenaza con demandarla!

  • Reparar a los vivos de Maylis De Kerangal

    https://gigalibros.com/reparar-a-los-vivos.html

    Le Havre. Simon Limbres regresa con sus amigos de una adrenalinica sesion de surf. La camioneta en la que viaja choca contra un arbol. Poco despues de ser ingresado en el hospital, el joven muere, pero su corazon sigue latiendo. Thomas Remige, un especialista en trasplantes, debe convencer a unos padres en estado de shock de que ese corazon podria seguir viviendo en otro cuerpo. Y salvar, tal vez, una vida. Este es el contundente arranque de la novela, que mantiene al lector en vilo hasta las ultimas lineas.

  • Antonieta. Ella se merece cualquier sacrificio de Martina Bennet

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    David Martinez cree tener el peor dia de su vida, cuando sus amigos se adelantan en un viaje y el tiene que realizar el trayecto solo; encontrando dificultades en el camino, que lo obligan a el y a los demas pasajeros del autobus a pasar la noche en un pequeno pueblo que esconde un magico y triste secreto. ?Podra este joven de ciudad abrir su mente a las leyendas locales? ?Sera capaz de entregar su corazon y mucho mas, por una mujer que no conoce? ?Podra el liberar un alma atormentada, o morira victima de su gran amor? Ella se merece cualquier sacrificio. Solo esa verdad podra salvarlos.

  • Dimensiones de Alice Munro

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    En Dimensiones, la premio Nobel de Literatura hace gala de su maestria a la hora de describir la vida interior de sus personajes y nos sumerge de lleno en una historia psicologica que va mas alla de la anecdota.

  • Valiente Vera, pequena Sara de Andrea Longarela , Neira

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    Vera, Sara y Alexander eran inseparables. Siendo adolescentes, habian establecido un vinculo especial, una amistad inquebrantable; habian trenzado sus vidas con nudos en apariencia irrompibles.
    ?Por que entonces, en la actualidad, Sara se siente sola? ?Por que hace anos que no esta cara a cara con ninguno de los dos? ?Por que los veranos en el lago ya no son tan magicos como en algun momento fueron? ?Por que resulta tan facil romper las promesas?
    Dos hermanas, un chico y el lago como unico testigo de una historia que marco la vida de cada uno de ellos.

  • Biodiscografias de Iban Zaldua

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    Mientras lees este libro, la vida es eso que suena al fondo. Lo que te interrumpe para banar a un nino, para ceder el asiento del metro, para bajar del autobus en la consulta del medico, para dormir cuando el cansancio te impide permanecer con los ojos abiertos. Como en los relatos de Iban, la vida sucede mientras la musica tambien sucede. Las canciones nos enfrentan al conflicto, nos plantean una duda o bien desenlazan nuestras relaciones

  • Las mariposas de tu luna de Roma Garcia

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    <>. Dafne admiraba la luna como cada noche cuando, de repente, una colonia de mariposas entro por la ventana de su habitacion. Todo cambio aquel dia, pues a partir de ese momento, tendria una mision: salvar a Lilian, Gerpelin y Lucinda, su madre, de las garras del dios de la luna. Para ello, contara con la ayuda de Marlfield, un chico totalmente desconocido, que le hara cambiar la percepcion de su mundo y la acompanara en tal complejo cometido. Nada sera lo que parece y todo lo que aparentemente es facil, sera todo lo contrario. ?Podran salvar a las chicas de la luna? ?Derrotaran a Kavenski, su dios? ?Moriran en el intento? ?Terminara sintiendo por Marlfield algo mas que una amistad?

  • 2065 (Thriller y suspense), Jose Miguel Gallardo de Jose Miguel Gallardo

    https://gigalibros.com/2065-thriller-y-suspense-jose-miguel-gallardo.html

    Tras una ola de calor sin precedentes, un huracan amenaza la peninsula. Una carrera contrarreloj frente al poder corrupto que controla los hilos del calentamiento global.

  • Brais (Black Butterfly 2) de Adrian Blake

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    Me llamo Brais y trabajo en el Black Butterfly, el pub de mi mejor amigo. Hoy es el peor dia de mi vida… porque la mujer a la que amo va a casarse con otro. Deberia impedirlo, raptarla y meterla en mi cama para hacerle el amor hasta que confiese que ella tambien sigue enamorada de mi… pero soy incapaz de hacerlo. Ahora solo me queda resignarme… o pedir que se produzca un milagro.

  • Mi vida querida de Alice Munro

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    Una hermosa coleccion de cuentos de la premio Nobel Alice Munro, donde el amor, que nos acecha desde el pasado o nos reclama desde el futuro, es el tema central.

  • Bilogia completa Nadie mas que tu de Claudio Hernandez

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    En este libro encontraras dos los libros que protagoniza el nuevo inspector del ano.

  • El diario de una bastarda (Diarios nobles 1) de Maria Isabel Salsench Olle

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    Alice Smith es una bastarda y no soporta que se lo digan. Ha vivido siempre a la sombra de sus perfectas hermanas reconocidas por la sociedad y lo unico que desea es llevar una vida tranquila lejos de las habladurias. Por fin encuentra la paz en Francia o eso piensa hasta que… un hombre muy apuesto y de ojos plateados le hace pedir perdon de rodillas, humillandola en publico.
    Ese sera el inicio de una rivalidad en la que Alice buscara recobrar su dignidad. Sin embargo, lo que no espera es enamorarse en el camino…
    Hugo Silvery es un acaudalado noble de origen ingles que se ha instalado en Francia para dejar correr sus vicisitudes lejos de la reprobacion de su padre. No soporta a la gente de clases inferiores y asi se lo demuestra a Alice, a la que considera poco mas que una campesina, pero no contaba con que ella fuera la mujer mas hermosa que habia visto nunca. Y sera la belleza femenina lo que le hara dificil despreciarla por ser una bastarda.

  • Un Marques y muchos fantasmas de Olympia Russell

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    El canto del gallo le desperto, como todas las mananas. Apenas unos minutos antes, el sol habia empezado a limpiar las tinieblas de la noche y una luz, muy tenue aun, se colaba a traves de las ventanas del palacio. Ese dia Viola cumplia veintitres anos y sus hermanas habian organizado una comida en su honor. Nada exagerado, a ninguna de ellas le gustaban los grandes eventos (bueno, excepto a Katerina), asi que se iba tratar tan solo de una comida juntas. La novedad frente al resto de los dias era que iban a estar todas, las siete, algo que no ocurria desde las pasadas navidades, y ya habian pasado cuatro meses desde entonces. Al mediodia llegarian Cassandra y su marido Michael, y un poco mas tarde lo harian Silvania, Aidan y su hijito Darren, que acababa de cumplir nueve meses. Desde que dos de sus hermanas se habian casado, eran pocas las veces que coincidian todas juntas, asi que ese solo hecho era ya una fiesta y excepcional. Lo cierto es que Viola estaba deseando volver a ver a Silvania y Cassandra, pero, al mismo tiempo, lo que habian organizado le abrumaba un poco. Ella era especialmente sensible, la mas sensible de todas de hecho (muy seguida de la pequena, India), y los grandes grupos le alteraban un poco. Por eso, cuando todas se juntaban, con el bullicio que creaban, charlando sin parar, discutiendo, riendose y, sobre todo, quitandose la palabra unas a otras, ella acababa agotada. Aunque el problema, en realidad, no eran sus hermanas, sino el resto del bullicio que habia siempre a su alrededor. Un bullicio que solo ella podia escuchar. Porque Viola vivia en un mundo diferente al resto. Diferente y mucho mas poblado que el del resto de los mortales. Y esa ultima palabra, mortales, estaba muy bien escogida para explicar lo que le ocurria, porque Viola no veia y escuchaba solo a sus hermanas y cunados, a los criados y criadas y a los escasos visitantes que acudian al palacio, sino que estaba siempre rodeada de multitud de fantasmas. Si, fantasmas. O seres sobrenaturales. Fallecidos. Angeles... A ella le daba igual el nombre que les pusieran, lo que tenia claro era que no eran de este mundo. Todo habia comenzado al dia siguiente de morir su madre, cuando ella tenia seis anos apenas. Hasta entonces habia sido una nina sonadora, mas metida en su mundo que en el exterior, con "una gran imaginacion", decia su padre siempre. Viola sospechaba que su vision de seres del otro mundo ya existia desde siempre y que esa "gran imaginacion" eran ya sus visiones desde que habia tenido uso de razon, pero era cierto que se habian intensificado y cambiado a partir de la muerte de su madre. Cuando su madre estaba al final del embarazo de India, la que iba a ser su septima hermana, las cuatro mayores, que ya eran conscientes de lo que ocurria, habian estado expectantes y deseosas de conocer al nuevo hermanito (es lo que esperaban sus padres y ellas: un varon por fin). Una noche de noviembre su madre se habia despedido de ella dandole un beso de buenas noches, como hacia todos los dias con cada una de sus hijas, y Viola se habia dormido feliz y despreocupada. Pero a las seis de la manana se habia despertado de golpe y se habia sentado sobre la cama, alarmada, pero sin saber muy bien por que. Le habia costado un minuto darse cuenta de lo que habia ocurrido: en la entrada de su habitacion estaba su madre, con el precioso camison de noche aun puesto y su pelo, rubio, rizado y sedoso, suelto. Viola se calmo inmediatamente porque su madre le transmitia siempre paz y sensacion de proteccion. Ademas, le sonreia abiertamente, como hacia casi siempre, ya que era una mujer dulce y bondadosa y rara vez se enfadaba con ella. Pero era extrano que estuviera alli esas horas, asi que Viola, sin alarmarse, pero intrigada, le pregunto: --Mami, ?que haces aqui tan temprano? Su madre sonrio ampliamente y le dijo: --He venido a decirte que todo ira bien, cielito mio. Y ahora duermete de nuevo --y le mando un beso con la mano desde la distancia y cerro la puerta con cuidado. Viola sonrio y envuelta en el ambiente protector que habia dejado su madre, volvio a dormirse. Pero cuando un par de horas mas tarde la doncella que se ocupaba de ella vino a despertarla, descubrio la terrible realidad: su madre habia muerto durante el parto de su septima hija, India, unos minutos antes de las doce de la noche. Vinieron unos meses oscuros de tristeza y lagrimas diarias. Las ninas se tuvieron que hacer a la idea de la perdida de la madre, cada una reacciono como pudo, pero fueron saliendo hacia adelante. Pero quien mas cambio con la experiencia, al menos a ojos de los demas, fue Viola. --Yo vi a mama a las seis de la manana. --No puede ser hija, te equivocas de hora o fue un sueno. --No papa, ya estaba amaneciendo, y no fue un sueno, vino a decirme que todo iria bien. Esta conversacion se repitio durante muchos meses entre padre e hija, con sus hermanas como testigo, pero Viola no consiguio convencer, ni al padre ni a sus hermanas, de lo que ella no tenia ni una duda: que su madre se le habia aparecido en espiritu para darle un consuelo por su perdida. La explicacion familiar a aquel fenomeno que Viola se empenaba en afirmar era la que daba el padre: equivocacion con la hora o sueno. Su hermana Livia, que tomo el papel de la madre (no por voluntad propia, sino por insistencia del padre, ya que era la hermana mayor), era la mas insistente con la version paterna. Anadia, ademas, que Viola siempre habia sido muy sensible -- cierto-- y fantasiosa --no tan cierto segun la propia Viola. Y tambien que la muerte de la madre no habia hecho mas que exacerbar aquella sensibilidad y fantasia. Al cabo de un tiempo, Viola dejo de hablarles del espiritu de la madre, porque no se le volvio a aparecer, pero si les hablo de todos los espiritus que empezaron a rodearle a diario, y que, a diferencia del de la madre, no se dirigian a ella, sino que hablaban entre ellos, pero ninguna de sus hermanas le creyo. En cualquier caso, sus hermanas continuaron siendo carinosas con ella y no le dieron mucha importancia a aquella "rareza" suya, asi que con el paso de los anos Viola se acostumbro a vivir rodeada de fantasmas, pero a no hablar demasiado de ellos. Y tambien a buscar la soledad, porque, aunque nadie la creyera, los fantasmas existian, ella los veia y, lo mas llamativo de todo, los escuchaba constantemente. Normalmente no se dirigian a ella, como habia ocurrido con su madre. Era como si ella hubiera logrado introducirse en su mundo como espectadora, pero no tuviera la posibilidad de relacionarse con ellos. Andaban a su alrededor y no paraban de hablar entre ellos, pero a ella no le decian nada. En cualquier caso, los veia y los escuchaba y aquel murmullo permanente se mezclaba con el de la vida real y la algarabia en la que andaba envuelta era excesiva. Esa era una de las razones por la que se levantaba siempre tan temprano: le gustaba aprovechar las primeras horas de soledad y de silencio de su vida real. Al amanecer sus hermanas aun dormian y la mayoria de los criados tambien. Siempre habia algun fantasma a su alrededor, pero su murmullo era mucho mas soportable al ser el unico que tenia que escuchar. Y habia otra razon tambien para levantarse tan temprano: que podia acudir al lugar que mas amaba en este mundo: la capilla del palacio. La capilla estaba situada en el lateral mas alejado de la parte principal del palacio y se accedia a ella tras un paseo por un caminito encantador, al aire libre y rodeado de macizos de flores que iban cambiando de color a medida que cambiaban las estaciones. Para Viola, el mejor momento del dia era cuando daba ese pequeno paseo, de ida y vuelta, y el rato que pasaba en la capilla: era lo mas cercano que tenia a estar en soledad. No sabia muy bien por que, los fantasmas no entraban en la capilla, y durante el paseo de ida y vuelta aparecian muchos menos de lo habitual, uno o dos a lo sumo, asi que ese paseo y la estancia en la capilla se habian convertido en sus unicos momentos de casi soledad. Y eso, para una persona que jamas estaba sola, era casi vital. En cualquier caso, sola del todo no estaba jamas, ya que la capilla estaba todo el dia cerrada excepto media hora, la que duraban los oficios religiosos que celebraba todos los dias el pastor Adams, la unica persona que tenia llaves para abrirla. Se trataba de un anciano encantador (y un poco sordo) pastor de la iglesia del pueblo mas cercano, pero que se ocupaba tambien de los oficios del palacio del Duque de Rochester, padre de Viola y dueno de la propiedad. Llevaba haciendolo desde la epoca en la que vivia la Duquesa, pero en aquella epoca habia oficio solo los domingos, que era cuando acudia toda la familia. Habia sido Viola la que habia provocado que el anciano hiciera un oficio todos los dias, a las siete de la manana, solo para ella, ya que sus hermanas continuaban acudiendo solo los domingos. Lo cierto es que el hombre sabia lo que le ocurria a la joven Viola, pero no porque ella se lo hubiera contado. Habia sido el padre de Viola, el Duque de Rochester, quien habia informado al pastor de la peculiaridad de su hija (aunque el Duque estaba practicamente todo el ano ausente, se preocupaba por sus hija y trataba de que estuvieran protegidas siempre) y el pastor, que era anciano y sordo, pero muy bondadoso, habia decidido abrir la capilla para ella todos los dias. Aquello habia empezado diez anos atras, cuando Viola tenia trece anos, y desde entonces el hombre solo habia fallado dos veces: un dia que cayo una nevada como nunca antes y otro dia que se habia levantado indispuesto. No solian hablar mucho. Cuando Viola llegaba, el ya estaba dentro de la capilla, ella entraba, le sonreia, se sentaba y escuchaba el oficio. Luego, al terminar, se acercaba donde el anciano, y le saludaba y ahi es donde el hombre le preguntaba que tal estaba. Ella siempre contestaba que bien, el sonreia, le decia "me alegro, jovencita" y eso era todo. Pero para Viola era como un oasis de paz. Media hora en la que solo escuchaba una unica voz y durante algunos ratos, cuando el pastor callaba, nada. Los unicos momentos de silencio durante toda su vida. Aquel dia, mientras se acercaba a la capilla, hizo una recopilacion de aquellos diez anos: su cumpleanos le ponia siempre un poco nostalgica. Penso tambien que el pastor, si la vida seguia su curso natural, moriria antes que ella y entonces acabarian aquello momentos de tranquilidad. Y se empezo a angustiar un poco. Pero enseguida paro esos pensamientos y se dijo que el hombre gozaba de muy buena salud y aun faltaba tiempo para que aquello ocurriera. Asi que abrio la puerta con un poco mas energia de lo habitual: despues de lo que acababa de pensar, estaba deseando ver al pastor. Asi que la sorpresa fue mayuscula. Porque el pastor no estaba y, en su lugar, se encontro de frente con el hombre mas apuesto que habia visto en su vida. Capitulo 2 Tenia los ojos negros, al igual que el pelo, que llevaba muy corto. La piel, bronceada, como si pasara mucho tiempo al aire libre, o como si tuviera ancestros meridionales. Era muy alto y tenia los hombros anchos y unos brazos fuertes, hechos para proteger. Para protegerla. Este ultimo pensamiento hizo que Viola se asombrara aun mas. Jamas habia pensado nada parecido acerca de ningun hombre, y habia varios en su vida que podian encajar en una idea asi: su propio padre o Lord Atkinson, el hombre al que su padre le habia encargado vigilarlas. Pero lo mas asombroso de todo era que aquel hombre en concreto, ademas de producirle ese tipo de pensamientos, llevaba puesta una casulla de pastor. Era, evidentemente, un nuevo pastor. Y para que no quedara ninguna duda, en ese momento, el nuevo pastor dio comienzo al oficio. Como si fuera lo normal, como si no fuera todo extrano y nuevo. Viola se sento y se dispuso a escucharlo. No podia hacer otra cosa, pero en cuanto vio que el pastor nuevo hacia lo mismo que el otro, se volvio de nuevo a su interior y a sus pensamientos. ?No sera un fantasma?, se le ocurrio, aunque enseguida desecho la idea. Sabia distinguir perfectamente a los seres de otro mundo de los de este, y aquel pastor nuevo estaba bien vivo y era bien carnal. Viola se concentro de nuevo en observarlo. Estaba haciendo exactamente lo mismo que hacia el pastor Adams, actuaban como dos gotas identicas respecto a los oficios, pero solo eran iguales en eso. De hecho, mientras el nuevo pastor realizaba la lectura de las escrituras, Viola cerro un poco los ojos para escuchar su voz. Y era tan impactante y maravillosa como su fisico. Era una voz grave y varonil, con un ligero tono ronco que, a pesar de que estaba leyendo un pasaje de las escrituras, a Viola le hizo pensar de nuevo en sus brazos varoniles y fuertes protegiendola. ?Que le estaba ocurriendo?, ?quiza lo mismo que a sus hermanas Silvania y Cassandra quienes, contra todo pronostico, se habian enamorado a pesar de haber mantenido siempre que no querian saber nada de hombres? No aquello no le podia estar pasando a ella, tenia que haber otra explicacion a lo que le estaba ocurriendo, porque ella era diferente a sus hermanas: tampoco habia pensado nunca en tener un hombre cerca ni en casarse, pero en su caso no se trataba de una eleccion consciente y largamente reivindicada, era, simplemente, que en su vida no entraba nadie mas porque estaba demasiado llena de gente. Pero precisamente en el unico lugar en el que se sentia casi sola, aparecia aquel pastor nuevo y empezaba a pensar y sentir cosas que jamas hubiera imaginado. Justo en ese momento, el pastor termino el oficio. Y se la quedo mirando. Fijamente. Y tras un momento que a ella se le hizo eterno, empezo a moverse hacia ella. Viola se quedo paralizada, hasta que comprendio lo que debia hacer. El nuevo pastor estaba repitiendo el ultimo paso que daba todos los dias el pastor Adams: acercarse a la salida de la capilla para tener unas breves, pero siempre afectuosas, palabras con ella y luego despedirse los dos hasta el dia siguiente, yendose el hacia el pueblo y ella al palacio. En cuanto se dio cuenta de que, dentro de lo extrano y absurdo que estaba siendo todo, habia una logica y una cotidianidad, repitio los pasos que daba todos los dias y se dirigio a la salida de la capilla por delante de el. De todas formas, cuando le dio la espalda, siguio notandolo. Estaba segura de que el la seguia mirando con la misma intensidad que hacia un momento, que estaba fijandose en su forma de andar, en la forma que le quedaba el vestido…y Viola noto como se estaba poniendo roja por culpa de aquellos pensamientos que no podian ser menos apropiados en un lugar como aquel. Quiza por eso, nada mas salir al exterior y colocarse junto al arco de la puerta de salida, como hacia siempre, no espero a que el tomara la palabra y lo hizo ella. De una manera brusca y cortante como no habia hecho jamas con nadie: --?Quien es usted? ?Donde esta el pastor Adams?. Justo antes de que ella le espetara la pregunta de aquella manera, rayando la mala educacion, el nuevo pastor la habia sonreido sin mostrar sus dientes pero si dandole una luz increible a sus ojos negros. Aquello habia provocado que el corazon de Viola se pusiera a batir aun mas aceleradamente y seguramente habia provocado tambien su brusquedad. Pero el nuevo pastor no bajo un apice la intensidad de su sonrisa ni parecio ofenderse por su brusquedad. El unico gesto que denoto que le habia sorprendido la forma en que ella se habia dirigido a el fue el gesto de levantar su ceja izquierda. Un gesto que no hizo mas que acrecentar su atractivo, para terminar de alterar a Viola. Ademas, espero mirandola asi, entre divertido y asombrado, mas tiempo de lo correcto. Finalmente, lo que le contesto despues tampoco sirvio para aclararle nada: --Viola, ?verdad?. Y Viola volvio a perder la paciencia: --Eso ya lo se, no ha contestado usted a mi pregunta. En ese momento el pastor, ajeno al enfado que iba apoderandose de ella, amplio su sonrisa y esta vez, si, le enseno la dentadura, que era perfecta y blanca: --Disculpe ,senorita Arlington, debe usted perdonarme, pero pensaba que ya sabia usted quien era yo, ?el pastor Adams no le ha avisado? Con aquella respuesta Viola se tranquilizo un poco: al parecer todo tenia explicacion, aunque no se la habian comunicado. --Estuve ayer con el y no me dijo nada. --Seguramente no le quiso importunar --continuo el, formal, pero sin dejar de mirarla con aquella sonrisa que hacia que sus piernas flojearan. --Seguramente saber la verdad me habria importunado menos que encontrarle a usted hoy aqui. Viola siempre habia sido docil y tranquila, nada que ver con la mayoria de sus hermanas, que eran guerreras y luchadoras, pero, por alguna razon que se le escapaba, aquel pastor estaba sacando de ella comportamientos totalmente inusuales.

  • Un matrimonio de anuncio, Romina Naranjo de Romina Naranjo

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    Oliver Hamer, afamado publicista y reconocido playboy, se enfrenta a uno de los mayores retos de su carrera profesional cuando un titan mexicano de la industria automovilistica se interesa en el para que dirija la campana publicitaria de su nueva flota de vehiculos.

  • Miedo. Trump en la Casa Blanca de Bob Woodward

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  • El Cardenal Napellus de Gustav Meyrink

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    A diferencia de su contemporaneo, el joven Wells, que busco en la ciencia la posibilidad de lo fantastico, Gustav Meyrink la busco en la magia y en la superacion de todo artificio mecanico. "Nada podemos hacer que no sea magico", nos dice en "El cardenal Napellus"; sentencia que hubiera aprobado Novalis. (...) Albert Soergel ha conjeturado que Meyrink empezo por sentir que el mundo es absurdo y que por consiguiente irreal. Estos conceptos se manifestaron primeramente en libros satiricos; luego, en libros fantasticos y atroces. Los tres relatos reunidos aqui prefiguran su obra capital, El Golem... Jorge Luis Borges

  • Corazon indomable (Trilogia Corazon 2), Elena Montagud de Elena Montagud

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    Esta historia tierna y pasional puede provocarte los suenos mas eroticos.

  • Montaneros, una cuestion de fuerza de Jose De La Rosa

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    Si hay una familia de hombres hoscos y salvajes esos son los Mountain. Viven en las montanas, de las que se creen sus duenos, por encima del resto de habitantes del idilico pueblo de Great Peak. Un paraiso que, de salir adelante el proyecto minero del tio Rhett, dejara de serlo en breve.
    Cuando Carlisle Mountain descubre que Elizabeth ha vuelto al pueblo, no da credito. La ultima vez que se vieron ella le juro que nunca perdonaria lo que le habia hecho y que jamas, jamas, regresaria a las montanas. Entonces, ?que ha traido de vuelta a casa a aquella muchacha desgarbada y divertida de la que siempre estuvo enamorado?
    Pero la mujer que se fue no es la misma que ha vuelto. En esta ocasion trae un cometido y un estudiado plan de venganza sobre Carlisle y su familia.
    Ademas, otro misterio se cierne sobre las cumbres heladas: una aparicion, una figura velada que solo parecen poder ver los Mountain, una vision que, segun las leyendas, solo se manifiesta cuando se aproximan desgracias.
    <> es la segunda entrega de la serie <> despues del exito de <>.

  • Contigo aprendi de Aryam Shields

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    Valentina Harfush creyo tenerlo todo: un matrimonio maravilloso, una carrera de exito y la vida casi resuelta. Pero al descubrir que su esposo la engana, su mundo tiembla y todo lo que ella consideraba perfecto empieza a derrumbarse. Intentando huir del dolor causado por la traicion, encuentra un lugar donde reparar las heridas y encontrarse a si misma. Un lugar donde tambien lo encuentra a el. El padre D Rodriguez vive para servir. Servir a Dios y a su comunidad. No obstante, al encontrarse con ella su vida dara un giro de 180 grados. Valentina es la tentacion y sabe perfectamente que ella hace parte de una vida a la que ha renunciado por completo. Coincidir trae consigo una incipiente atraccion que los tomara por sorpresa y en medio de esos encuentros nace esta historia que transita por los senderos del alma, enfrentando los principios y la vocacion con un sentimiento mas fuerte que cualquier otro. ?Al final podra el hombre imponerse sobre el sacerdote? ?Se consigue volver a amar, cuando se tiene el corazon roto? El amor tendra la ultima palabra y sera el que ponga cada detalle en su lugar.

  • Y si te toco yo de Chloe Collins

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    ?Como comenzar a contar mi historia? Todo empezo en el colegio. No es facil sobrevivir cuando eres pelirroja y tienes la cara llena de pecas, y todos te llaman <>. Te pasas escuchando la misma cantinela durante tu infancia y cuando vas al instituto o a la universidad la cosa cambia un poco, pero no mejora cuando te encuentras con el tipico tio que se enrolla contigo y, en el meollo del asunto, te dice: <>. Venga ya. ?En serio? !Pense que te gustaba yo, mi cuerpo, mi cara! Esta claro que nadie se enamora de Berta, la chica desastrosa y gafe, nadie se enamora de ella aunque haya heredado el cerebro de su padre y el fisico de su madre. Solo les interesa saber si soy pelirroja natural o si tengo pecas en el trasero. No soy nada popular, al contrario que mis padres: mi madre es presentadora de un reality en una famosa cadena de television y mi padre es un prestigioso cientifico. De ahi que al final, con mi buen don para las matematicas y la buena influencia recibida en casa, decidiera optar por sacarme la carrera de Quimica. Pero dada mi penosa popularidad y mis desastres continuos, tras finalizar mi carrera he decidido poner rumbo a Madrid para intentar comerme el mundo. Buen intento, Berta, pero se va a quedar en eso. No he tardado ni tres meses en darme cuenta de que todos mis intentos por conseguir un trabajo de lo mio se ven abocados al fracaso asi que tengo que conformarme con trabajos que no se adaptan a mis expectativas. Comparto piso con varias chicas que, aunque no son mala gente, no me entienden para nada asi que ahora solo como donuts, una nueva adiccion. Si mi madre la descubre estoy segura de que me mataria. Esa es mi nueva vida: donuts, entrevistas de trabajo, soledad y asco. Solo espero que pronto me toque la loteria, porque esto va de mal en peor... Capitulo 1 Apago el despertador por cuarta vez. !Vale hoy tengo otra entrevista! Pero aunque quiero ser positiva, no dejo de pensar que no me cogeran. Ademas, ?quien quiere trabajar como teleoperadora? La gente te cuelga cuando les intentas vender algo y para colmo el sueldo es minimo y comisionado por ventas. --!Berta! !Levantate de una vez! --me recrimina Carla, una de mis companeras de piso--. !Llegaras tarde! --Voy bien de tiempo... --le contesto mientras me desperezo sin mucha prisa. --!Ja! Son las ocho y media y tienes la entrevista a las nueve. ?Vas bien de tiempo? --Siiii, tranquila. Al final me levanto y ni siquiera me ducho, me visto con cualquier cosa y me pongo en camino. Tiene razon, no llego ni de chiste, la entrevista esta a la otra punta de la ciudad, pero da igual. No quiero ese trabajo. Solo estoy haciendo el paripe porque les debo ya dos meses de alquiler y tengo que admitir que yo en su situacion me habria echado a la calle a patadas, son unas santas. Pero, ?que culpa tengo yo de que no me duren los trabajos? Primero fue el de recepcionista en un hotel. Me duro quince dias. Me echaron en cuanto mande a tomar por donde amargan los pepinos, por decirlo de una manera mas finolis, a unos huespedes que tenian mucha prisa pero que resultaron ser VIP. Despues fue el de camarera. La bandeja se me cayo encima de unos clientes derramando toda la comida encima. A eso tengo que sumarle que me dieron otra oportunidad y destroce media vajilla. Dure una semana. Despues he trabajado de repartidora, de dependienta y de ninera. Ninguno me duro mas de un mes. El ultimo fue en una cafeteria con bolleria, donuts en su mayoria. Hace una semana que me despidieron. Me empache porque me comi diez donuts seguidos, todos de chocolate. Acabe vomitandole al jefe. Deprimente, esta claro. El problema es que para colmo de males, el contrapunto a lo que suele pasar cuando te empachas con alguna comida es que sueles odiarla despues, pero yo no, yo me he vuelto adicta a los donuts. ?Se puede ser mas estupida? A las nueve y media llego al lugar de mi entrevista y la persona que me va a entrevistar me mira de manera despectiva. Supongo que por llegar tarde, o por mis pintas, o por las dos cosas. --Siento el retraso --digo con fingida inocencia--. Perdi el metro. Vuelve a echarme un vistazo y me hace pasar. Revisa mi curriculo y despues me pregunta: --?Cree estar capacitada para el puesto? --No estoy segura... Pero necesito el dinero --le respondo con sinceridad. --Senorita Martinez, no me haga perder el tiempo. Tengo cincuenta entrevistas que hacer hoy, si no quiere el trabajo, ?por que viene? --pregunta malhumorado. --Si le soy sincera, no lo se. Mis companeras de piso llevan dos meses fiandome el dinero del alquiler y aunque este trabajo no es lo que ansio para mi futuro... --!Ya! Nadie quiere ser teleoperador toda su vida, lo entiendo. Ni yo quiero entrevistar a gente todos los dias --dice el entrevistador con sarcasmo--, lo que quiero es que me toque la loteria. --!Anda, y a mi! ?A que juega? --le pregunto y me mira cenuda. --Centremonos. ?Cree que puede trabajar, o no? --Sinceramente, no es lo mio. --Perfecto. Entonces no perdamos el tiempo. Gracias por su claridad. Salgo de alli y me dirijo a mi antiguo trabajo, pero en cuanto mi jefe me ve, su cara se enciende como un tomate. --!Fuera de aqui! --Perdone, vengo como cliente, ?acaso no puedo? --digo indignada--. Quiero, necesito donuts. Mi ex jefe resopla e indica a una chica nueva, diria que mi sustituta, que me atienda y pido un capuchino y un donut de chocolate para llevar. Luego me acerco al quiosco de la esquina a por el periodico, ademas de jugar a la Primitiva, al cupon de la Once y al Eurojackpot, y tambien he cogido un rasca de la Once. Bueno, me he gastado diez euros. Mi tarifa normal en juegos del azar. Si, quizas si guardara todo ese dinero podria pagar a mis amigas una parte del alquiler, pero es que la suerte esta a punto de llamar a mi puerta, estoy segura. !Lo presiento! Me siento en un banco y antes de mirar el periodico en busca de alguna oferta de empleo que me guste, rasco mi boleto y, como todos los dias, nada. Cero patatero. No ha habido suerte. Hoy mirare el resto de juegos a ver si esta vez suena la flauta. <>, me digo a mi misma, pero no me hago caso. Al final el que la sigue la consigue, ?no? Miro el reloj y creo que es la hora de irse a casa. Mis companeras me dejan estar en casa aunque por ahora no pueda pagar a cambio de que vaya a entrevistas, encuentre un empleo pronto y les haga la comida. Ya son las once y media, tengo que coger dos buses y comprar el pan. He ojeado un poco el periodico pero, como siempre, no hay ninguna oferta interesante para mi. Termino mi donut y, como el cafe me gusta mas bien frio, lo llevo en la mano para que termine de estar a mi gusto. Voy un poco despistada ojeando las redes sociales en mi movil cuando un armario empotrado se choca contra mi. --!Mierda! Podria usted mirar por donde va, ?no? --me suelta y cuando me fijo en el caballero que me ha recriminado con tanta osadia frunzo el ceno--. Alan, tengo que colgar, una estupida ha estampado su cafe en mi carisima camisa de Armani. Te llamo luego --espeta sin mas fijando duramente de nuevo su mirada en mi. ?Estupida? ?En serio? ?Y el, que? Voy a contenerme porque en cierto modo tiene razon, iba despistada, pero estoy segura que el tampoco iba mirando al frente. No soy tan pequena e insignificante como para que no me vea, ?o si? Vuelvo a mirarlo, tengo que admitir que es un tio bastante fornido y que quizas, solo quizas, no me haya visto. Aun asi, podria tener mejores modales, por muy camisa de Armani que lleve el chulo este. --!Ayudeme al menos! --dice, y cuando dejo de mirarle a el, veo que hay un monton de papeles por el suelo. --?Me llama estupida y quiere que le ayude? ?De verdad? --le replico indignadisima. --Senorita, o me ayuda o le hago pagar la camisa, usted decide. !Joder! Lo que me faltaba. No rechisto, aunque me gustaria decirle cuatro cositas bien dichas. !Esto es abuso de poder! Pero por la pinta, seguro que es abogado y me toca ir a los tribunales, y ya tengo bastante con deber a mis companeras de piso como para seguir aumentando mi morosidad. Con la suerte que tengo... Me arrodillo como puedo con la minifalda que llevo y recojo los papeles, y cuando me percato de la documentacion que estoy recogiendo mis ojos se salen de las orbitas. !Son formulas quimicas! !Santo cielo! ?Sera de los mios? --!Apremie! No tengo todo el tiempo del mundo. --Ya va, ya va... Recojo varios papeles y como este tio me esta puteando de lo lindo decido esconderme uno de los folios en el doblez del periodico. --!Tenga! --le digo entregandole los folios. Y cuando esta a una distancia prudencial, le grito --: !Estupida tu puta madre! Igual me he pasado, pero odio a los pijos prepotentes que se creen mas que nadie por tener un buen trabajo. Me voy a casa y mientras hago la comida echo un vistazo a la hoja que le he robado al pijo estirado. !Santo cielo! Esto es como volver a la universidad. En cuanto termino la comida, voy a mi habitacion, cojo un cuaderno y me centro en descifrar las formulas, no me lleva mas de una hora.--!Que te den, capullo! --digo triunfal al terminar--. ?Ahora quien es la estupida? Me gustaria decirselo a la cara, pero me conformare con la satisfaccion de saber que cuando llegue a su despacho no tendra las formulas, mientras yo las tengo aqui y en poco mas de una hora las he descifrado. Sonrio y cuando llegan mis companeras, comemos juntas, les cuento lo desastroso de mi entrevista, maquillando la realidad, pero no les hablo del pijo estirado. De momento esta es una victoria que quiero saborear en secreto.

  • Tango a medianoche de Isabella Marin

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    En la ciudad del jazz y el color, vive una joven mujer profundamente infeliz, atrapada en un matrimonio a la deriva, y un hombre que ha huido de un aserradero de Maine persiguiendo un sueno dorado de riqueza y bienestar.

  • La heredera de Rouen de Camila Winter

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    De la noche a la manana Guerine de Boulegne ha quedado huerfana y se ha convertido en una rica heredera de Rouen, pero sola y sin familia, encerrada en el castillo ancestral de Saint MIchelle, un buen dia descubre que sus sirvientes la han traicionado y entregado a ese malvado marques que desde hace tiempo quiere convertirla en su esposa.
    Al comprender las siniestras intenciones de ese hombre huye en busca de ayuda luego de encontrar una misteriosa carta en la habitacion de su padre. Sera el comienzo de la gran aventura de su vida, pues sus pasos la llevaran al Chateau Valois donde conocera al conde Philippe de Valois, senor del castillo que en el pasado fue un gran amigo de su padre. ?Pero podra confiar en un extrano que es ademas el hombre mas guapo que ha visto en su vida?

  • El asunto Danvers de Elsa Tablac

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    Mientras contemplaba el tibio anochecer sobre la City de Londres desde el piso veintiseis de la Torre NatWest, Julian Danvers noto una presencia a su espalda. No le hizo falta contemplar el reflejo en la ventana para saber que se trataba de Susan Laymon, su eficaz secretaria. Parpadeo antes de dar la espalda a la ventana, regresando bruscamente a la realidad. ?Cuantos minutos llevaba ensimismado, contemplando el ajetreo de la ciudad desde el pasillo acristalado? --Julian, son casi las nueve de la noche. Creo que me marcho ya…Si no necesitas nada mas, quiero decir --dijo Susan, con la voz algo entrecortada, fruto de un reciente catarro. Contemplo su maquillaje y su cabello rubio ceniza recogido en lo alto de la coronilla, impecables desde las nueve de la manana. --Por supuesto, Susan. Siento mucho que el dia se haya alargado. ?Sabes si ya esta aqui mi cena? La secretaria lo observo atonita. Hacia un buen rato que habia llegado la comida, encargada a traves de una app a Solomon's, uno de los restaurantes favoritos de Julian. Echo un vistazo a su mesa. Ni siquiera se habia molestado en sacarla de la bolsa de papel. O tal vez no la habia oido cuando le aviso de que la cena ya estaba sobre la mesa de su despacho. Julian contemplo el minimo gesto de decepcion en su boca y el sutil juego de miradas. Entendio a la velocidad de la luz todo lo que estaba pasando por la mente de su secretaria. No le gustaba nada que se quedase en las oficinas de Danvers Holdings hasta tan tarde, pero llevaba un par de dias consumido por todo aquel asunto del problematico informe para McKinney. Y, en un plano mas personal, por la imperiosa necesidad de deshacer de una vez por todas su compromiso con Athena Richardson, su prometida. No podia alargarlo ni un dia mas. La fecha de aquella boda que nunca tendria lugar se acercaba peligrosamente. La secretaria, ya con el bolso sobre el hombro y el abrigo en la mano, se encamino de nuevo hacia su mesa, dispuesta a organizar su cena, pero Julian se adelanto rapidamente. --No, no te preocupes, Susan. Marchate ya a casa. Yo mismo me ocupo de calentarlo todo en el microondas, faltaria mas. Ya te he entretenido demasiado por hoy --le dijo, acompanando la orden con una de las sonrisas a las que recurria para salirse siempre con la suya. Ella torcio el gesto en senal de agradecimiento, pero el cansancio era mas que obvio en cada uno de sus movimientos. En su meteorico ascenso como consultor economico siempre habia sentido debilidad por las secretarias mayores y experimentadas. Sonrio mientras la veia abandonar la oficina, apagando las luces a su paso y dejandolo en una incierta penumbra. Hacia unos anos que Susan habia pasado la cincuentena. Tecnicamente podria ser su madre --el estaba a punto de cumplir treinta y tres-- y sin embargo, despues de tres anos a su lado, seguia encontrandola atractiva. Pero nunca cruzaria ese limite con ella, a pesar de que a veces su intuicion le decia que ella lo miraba de una forma demasiado intensa. Julian metio los recipientes de carton de Solomon's en el microondas y espero a que su cena estuviese de nuevo caliente. Se rio de su ocurrencia con respecto a Susan. Jamas se le habria pasado por la cabeza tener un lio con una de sus maternales secretarias. Para regocijo de su prometida, Athena, siempre habia preferido trabajar con mujeres mucho mayores que el. Su primera asistente, Rachel, apenas se habia quedado a su lado seis o siete meses. En cambio con Susan, o con su antecesora, la nordica Kristiane --ya jubilada-- no tendria esos problemas. No sentian ese hambre por escalar profesionalmente, esa voracidad profesional que las obligaba a saltar de un empleo a otro. En su caso, necesitaba a alguien a quien pudiese confiar practicamente todas sus intimidades. Athena. Suspiro, y de repente el dolor de cabeza que habia estado atenazandolo durante toda la tarde se manifesto en forma de severo pinchazo en su sien derecha. Supuestamente todo estaba casi a punto para la boda, pero las cosas habian ido demasiado de prisa entre ellos y ahora sentia la imperiosa necesidad de echar el freno. Se sentia un cerdo por ello, y a cada dia que pasaba esa sensacion iba en aumento. No solo por el hecho de abandonarla casi a las puertas del altar, sino porque era del todo consciente de que estaba retrasandolo. La decision estaba practicamente tomada desde hacia un mes, y aun no habia reunido el valor necesario para decirselo. Para decirle que lo suyo no tenia futuro. Que no estaba preparado para el matrimonio. Aun no. Que sentia que se habian apresurado demasiado, porque apenas hacia dos anos que se conocian, y uno que habian empezado a salir formalmente. Que lo de casarse habia salido de su boca en un euforico momento durante sus ultimas vacaciones en Ibiza, bajo los efectos del alcohol. Cualquier excusa serviria. O todas a la vez. Cualquier excusa, excepto la real: que no estaba enamorado de ella. Que no la queria como ella a el. Y que en los ultimos meses habia algo de su comportamiento que no le encajaba. Obviamente, eso era lo unico que era incapaz de confesar. El "ding" del microondas lo expulso de su ensonacion. Saco los dos recipientes de carton del microondas y se dirigio de nuevo a su mesa. Realmente no sabia por que no se habia marchado a su recien estrenado apartamento en Newington, o incluso a cenar en Solomon's, en lugar de dar cuenta de aquella triste cena en una oficina gelida y fantasmal. Pero, en el fondo, sabia muy bien el motivo: era miercoles, y los miercoles Athena acudia a su apartamento para pasar la noche con el. En realidad, seria el momento perfecto para enviar la cena directamente a casa, sentarse a tener esa conversacion serena y romper con ella, pero se autoconvencio con una burda excusa: habia tenido un dia duro en la oficina. Necesitaba una copa antes de regresar a casa. O mas bien, tenia que trabajar un rato mas en el informe McKinney antes de permitirse el lujo de dormir. Noto como se le cerraba el estomago. Alli estaba Julian Danvers, inmovil, en su enorme mesa de cristal sin saber muy bien que hacer. Finalmente, agito el raton y activo la pantalla de su gigantesco ordenador Mac. Busco la aplicacion de Facetime y llamo a Athena. Su novia contesto enseguida, como siempre. Alli estaba, esperandolo en su apartamento, cada vez mas integrada en su papel de ama de casa del siglo veintiuno. Se aseguro de que la camara del ordenador recogiera sin posibilidad de duda el lugar en el que se encontraba, su oficina en la torre NatWest. Ella arrugo la nariz al verlo rodeado de comida y de papeles. --Ya... ya se lo que me vas a decir... --Lo siento mucho, carino. Aun me queda un buen rato en la oficina. McKinney me matara si no tiene sus previsiones para el proximo ano al final de esta semana. --?No te espero despierta, entonces? --Es mejor que descanses... Intentare no hacer ruido cuando llegue. Athena esbozo una triste sonrisa. --Mas bien me gustaria todo lo contrario. Que me despertases cuando llegues. Sabia muy bien por que Athena lo decia. Ya eran tres miercoles seguidos los que habia llegado tarde a casa por "quedarse trabajando hasta bien entrada la noche". Y se habia dormido en el enorme sofa del salon, con la excusa de no despertarla. Pero Athena no era idiota. A veces, si veia que podia salir beneficiada, se hacia la tonta, pero no lo era en absoluto. Sabia que algun tipo de conversacion seria se cernia sobre ellos. De hecho, hacia dias que no le consultaba nada respecto a los preparativos de la boda. Ella tambien esquivaba el tema, intentando ganar tiempo. Julian suspiro. La cena, o lo que quedaba de ella, se estaba enfriando de nuevo. La cuestion era que ya no tenia hambre. Insistio, y con ello zanjo la conversacion: --Intentare no despertarte cuando llegue a casa. Buenas noches, Athena. No espero a que ella contestara. Cerro la aplicacion y su despacho quedo de nuevo en la penumbra, tan solo iluminado por la carisima lampara de Tom Dixon que tenia junto al ordenador, la unica pieza de diseno que albergaba la majestuosa oficina acristalada con vistas al Tamesis. No podia dejar pasar ni un dia mas. Manana desayunaria con su prometida y le diria lo que probablemente ya sospechaba: que la boda quedaba cancelada. Julian revolvio con cierta desgana los deliciosos tallarines Parsley de Solomon's, uno de sus platos favoritos. El mismo que aquella noche era incapaz de terminarse. Lo del informe para McKinney era totalmente cierto, y a pesar de que durante el fin de semana pasado habia avanzado bastante, sabia muy bien que "Kinney", como ya se permitia llamar a uno de sus mejores clientes, ni siquiera recordaba la fecha que habian fijado. Si lo llamaba el lunes siguiente para decirle que tenia los datos listos para sus proximas inversiones le contestaria balbuceante que OK; que todo bien, que se lo enviase con un mensajero y que ya le echaria un vistazo. Kinney tenia un problema evidente con el alcohol, y eso, por increible que parezca, tiene sus ventajas a la hora de estirar las fechas de entrega.

  • El principe de los prodigios de Victoria Alvarez

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    Continuacion de LA CIUDAD DE LAS SOMBRAS Cuando en 1924 Helena Lennox se presenta con sus padres en Napoles por una colaboracion arqueologica con las excavaciones pompeyanas, una desconocida le entrega un amuleto de proteccion con una advertencia: “La ciudad no es segura, los angeles ya no velan por nosotros”. Durante los siguientes dias, los Lennox se codean con una princesa solitaria, un pariente inesperado y un viejo amigo perseguido por la mala suerte mientras el cerco de los crimenes que estan atemorizando a la ciudad se estrecha a su alrededor. Las victimas son chicas jovenes sin ningun elemento en comun; el culpable a ojos de todos, alguien muy conveniente para las autoridades. Y sobre ese misterio se alarga la sombra del Principe de los Prodigios, un intrigante alquimista cuyos inventos siguen en boca de todos. Segun cuenta la leyenda, ideo una carroza que se desplazaba sobre el agua, un carbon que no se consumia… y un brebaje capaz de despertar a aquellos atrapados en un sueno profundo.

  • El jardin de los poemas (Un romance en la colonia 2) de Arlene Sabaris

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    Amada Ana Lucia Salinas: El murmullo del viento trae hasta mi su nombre, como una caricia sublime que me envuelve. Siento su recorrido cual suave terciopelo, paciente, como aquella mirada de silencio infinito que me honra pocas veces, pero con tal dulzura que me embriaga enseguida. Se ve usted inalcanzable, como la cumbre inmensa que surge en la llanura y se pierde en las nubes. Mas muero por tocarla, por sentir en mis labios sus labios desafiantes, callarlos con un beso y dormir en sus pechos, me muero por palparla, por descubrirla entera y escuchar su voz tibia amedrentarme a veces y otras tantas cantarme. !Que lejos y que cerca! !Que fugaz y distante! Los vientos traen su nombre y dormir no me dejan, las luces en el cielo alumbran mi amargura de no ver su sonrisa, su graciosa figura subiendo a la calesa, su cabellera ondeante y el vaiven de su falda… me abruma su belleza. Si el cielo de esta noche no se desprende todo, si el mal tiempo termina, si la tormenta cesa… tal vez vuelva a sus ojos de centellas ardientes y me pierda en su voz de magica sirena, si el miedo me abandona, si esta carta le llega… si es que mi cruel destino, de verla y no tenerla, se lo llevan los vientos, en esta noche negra. Suyo, Un poeta enamorado Lucia no daba credito a lo que leian sus ojos. La carta misteriosa se la habia entregado su doncella Juliana la tarde del domingo, cuando estuvieron a solas en el aposento. <>, le dijo, la saco del bolsillo de su falda y se la entrego. La carta iba envuelta de forma cilindrica con un hilo de seda roja alrededor y el sello de lacre en color bermellon para cerrarlo donde colgaba el hilo. Al ver el pequeno papel que no media mas que su mano, abrio sus ojos verdes, invadida por la sorpresa, y lo tomo con rapidez. Al principio penso en reprender a Juliana, pero despues la advirtio a salir del aposento con un <>. Se sento en el tocador, de frente a su espejo. Desato con delicadeza el hilo y rompio el sello lacrado con un circulo sencillo. Leyo el contenido, y en cada palabra su confusion crecia. Era evidente que estaba dirigida a ella, no habia dudas; sin embargo, lo que decia no tenia sentido. <>, penso. Su incredulidad la llevaba a repasar los versos del poema: <>, y ella solo podia pensar en que los dias recientes habian sido soleados en la isla que albergaba la colonia espanola de Santo Domingo y la colonia francesa de Saint Domingue. Una espantosa tormenta habia azotado ambos territorios haria cosa de un mes, pero en el paraiso de interminable verano, el sol ya brillaba de nuevo. Lucia podia recordar con claridad el tiempo transcurrido desde aquella tempestad porque la verdadera tormenta se habia desatado dias despues, cuando salio a la luz el escandalo de Alonso Romero y su genuina identidad. El dia de Ana Lucia Salinas habia comenzado como cualquier otro. Ese domingo habian realizado la primera proclama del casamiento de Sofia, su hermana mayor, con el recien descubierto conde de Valette. La lectura se hizo con anticipacion a la misa, tal como dictaba la ley, pues a pesar de que los esponsales se habian celebrado unos dias antes, no podian casarse formalmente hasta que no fuera tres veces proclamada la union en la iglesia. !Que rapido habian cambiado los acontecimientos! Habian viajado desde Sevilla a visitar a su padre y para que Sofia celebrara sus esponsales con el marques Jean Pierre de Ferrand, el marido que habian escogido para ella. Pero de repente aquello habia quedado en el olvido, y ya la familia celebraba encantada los esponsales de Sofia con otro pretendiente, el conde de Valette, que ademas no tenia mas que unos dias siendo conde. Era una situacion excepcional que le costaba comprender, sabiendo que su padre, el vizconde de Salinas, era dificil de complacer. No podia dejar de preguntarse que habia pasado con el marques de Ferrand, pues al parecer habia abandonado la ciudad. Parecia como si la tormenta hubiera removido los planes de todo el mundo y ya nada era igual. La entrada de su melliza en el aposento que compartian la hizo esconder de subito el papel en el bolsillo de su falda. Fingio mirarse en el espejo y arreglar su cabello. --Si que sabes disimular tu envidia, Lucia. Recuerda que es un pecado capital, con esa forma de comportarte no podras convertirte en monja --dijo Leonor al entrar, mirando con enojo a su melliza. --No se de que me estas hablando. --?Me vas a decir que no quisiste venir con nosotros a casa del gobernador por pura casualidad? Tu amiga Maria del Carmen no hacia mas que preguntar por ti, que si estabas bien, si deberia venir a asistirte. --Me dolian los pies. Ademas, como bien sabes, nuestra madre no se encontraba bien y debia acompanarla a la casa, en caso de que me necesitara. --?Todavia te duelen los pies? Si, claro, por eso no has ido a verla por la tarde. De casualidad acabo de venir de su aposento y dice que no te ha visto desde que regresaron de la iglesia. No te entiendo, Lucia. Las religiosas son personas amables con todo el mundo, no importa cuanto le molesten. ?Estas segura de que podras dedicar toda tu vida a un convento si eres incapaz de alegrarte por la felicidad de los demas? --Crees leer mis pensamientos. ?Como podrias saber si estoy o no estoy feliz por Sofia? La he felicitado, ?no? --Dices unas cosas con esos labios enganosos, pero tus ojos verdes cuentan una historia de terror, hermana. No lo se… la envidia es algo verde tambien, ?no es asi? --Supones mal, no envidio nada que tenga Sofia, no envidio nada que tengas tu y, si quieres saberlo, lo unico que me parece extrano de esta situacion es que todo ha pasado muy rapido. Espero que no haya entregado su virtud por una simple promesa de casamiento, que ya vemos que no tiene valor para algunos en estos dias. --!Oh! !Ahora te vas a desquitar con el pobre marques de Ferrand! Mira que me parece aburrido, pero mala persona no debe ser. --Algunos reciben lo que no merecen y otros no valoran lo que si deberian. Me da igual el marques, me da igual Sofia y me das igual tu. Lucia tomo un rosario de su tocador y su abanico de encajes blancos. Se puso en pie, tomo la mantilla negra que reposaba sobre su cama y salio de la habitacion protestando en latin, idioma que su hermana apenas reconocia por las oraciones que repetia en la iglesia. A Leonor no le quedo mas remedio que sentarse en la cama y pensar en lo que en realidad molestaba a su hermana, que en un dia cualquiera no le hubiese respondido de aquel modo. La melliza mas joven siempre habia sido docil y sumisa, pero desde que pisaron la isla de Santo Domingo, los temperamentos de todo el mundo se habian alterado, y a cuatro meses de su llegada, la familia Salinas parecia una familia distinta. Las hermanas conocieron al senor Alonso Romero, pocos dias despues de llegar a la ciudad; el era administrador de las fincas de la condesa Angelique Saint-Hilaire, viuda de Valette, la duena de la propiedad colindante a la residencia familiar. Ahora tendrian que llamarlo conde a quien durante semanas no era otra cosa que un empleado de la viuda. Lucia era la unica a quien este cambio la exasperaba. Habria jurado por su alma que la viuda de Valette terminaria casada con Alonso Romero, pues iban juntos a todas partes, mas que unos verdaderos esposos. Sin embargo, un domingo a la salida de la iglesia, despues de la adoracion del angelus, Lucia vio a su hermana mayor con Alonso y supo en seguida que algo se traian entre manos, pero jamas penso que su padre lo permitiria, no eran de la misma clase social, por lo menos hasta ese momento; el era un criollo, y Sofia era la hija mayor de un vizconde. Pero de pronto, lo que antes hubiera sido un sacrilegio, ya era motivo de celebracion. En poco tiempo su hermana se casaria con el heredero del titulo del difunto conde de Valette, su unico hijo, quien habia logrado ocultar el secreto por mas de la mitad de su vida. Lucia, todavia disgustada por su intercambio con Leonor, bajo al salon inferior, alli estaban sentados Sofia y su prometido a poca distancia del vizconde de Salinas, que la invito a acompanarlos. --Querida, espero que ya te sientas mejor. ?Te quedas a conversar con nosotros? Tu amiga Maria del Carmen te manda sus recuerdos, queria saber si irias al angelus hoy. --Buenas tardes… Estoy bien, padre. Ire con Juliana a la iglesia, por eso he bajado. ?nos vamos, Juliana? La mulata, que acomodaba una bandeja sobre la mesa del salon, sin ningun entusiasmo, abandono la tarea enseguida para acompanarla. Faltaba poco para que las campanadas anunciaran el inicio de los rezos, y debieron salir apresuradas. Lucia aprovecho el trayecto para interrogar a su doncella. --Juliana, ?no tienes ninguna sospecha de quien pudo entregar esta carta? --No, su merced, se lo juro por mi alma. ?Dice acaso un mensaje peligroso? --No seas entrometida. No es asunto tuyo lo que dice. Solo quiero saber quien te la ha dado. --Perdon, su merced, no quise ofenderla. --?Puedes leer? --No, su merced. --Tendremos que ensenarte, asi podras escribir y leer tus propias cartas. Y dejaras de inmiscuirte en lo que dicen las cartas de los demas. --No tendria nadie a quien escribirle, su merced. --Todos tenemos a quien escribir, Juliana. Las campanadas se escucharon al principio del atardecer, justo cuando llegaban a la entrada de la iglesia. La conversacion se detuvo, y los pensamientos tomaron el lugar de las palabras. Lucia decia sus oraciones, sentada en el primer banco de la inmensa edificacion de piedra, pero su corazon recorria cada palabra en el papel que guardaba en su bolsillo, convirtiendo aquellas frases en su inolvidable oracion.

  • Un debut en la vida de Anita Brookner

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  • El contrato (Casaderas 1) de Catherine Bybee

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    Blake Harrison necesita urgentemente una mujer con la que casarse. Samantha Elliot, propietaria de una agencia matrimonial, tiene dos dias para encontrarla…

  • El suave secreto de tu piel (Amor y Sangre 1) de M.c. Sark

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    Mi nombre es Markus Levrand.
    Y mi vida ha sido un continuo dar tumbos de ciudad en ciudad.
    Si me traslade a Santiago, donde por fin me he establecido, fue porque adoro pasear por sus empedradas calles, entre viejas fachadas de granito gris, y por supuesto, porque necesito de su llovizna continua, y de sus dias del color del plomo.

  • Mala compania (Dime con quien andas 1) de Luz A. Pinzon

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    Antonia Nieto tiene un lema en la vida: Ser diferente a los demas. No le gusta ser dominada, ni seguir los estandares que la sociedad quiere aplicarle a los jovenes. Sus amistades son singulares; uno drogadicto, otra demasiado chismosa, uno al que le gusta vivir en la ilegalidad y la ultima le teme a hablar en publico. Su vida se ve afectada por el deseo de cambio de uno de ellos, su mejor amigo, Michael Rivera. Despues de confesarle que quiere erradicar su conducta danina, ella enloquece y todo da un giro inesperado.

  • Esperando la ciguena (Los Smith, perfectos imperfectos 2) de Valeriam Emar

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    Alegra Hamilton habia pasado los treinta, seguia soltera y deseaba convertirse en madre a cualquier precio, aunque eso significara aceptar la propuesta que el matrimonio Smith le habia ofrecido: casarse con su holgazan hijo y ayudarlo a asentar cabeza a sus cuarenta anos. Su reloj biologico corria y la idea no le parecio tan descabellada.
    ?Quien era Lennon Smith? El donante que venia con una alianza en el dedo anular..

  • Sonando con Molly de Lori Beasley Bradley

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    Cuando la exitosa autora Sherri Lambert regresa a su ciudad natal despues de 40 anos, no espera encontrarse con Dylan Roberts, el rompecorazones de la escuela secundaria, ni tampoco con las visiones que atormentaron su infancia.

  • Laila Winter y la maldicion de Ithirie de Barbara G. Rivero

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    Los vientos del otono han dejado paso el invierno mas frio y cruel. El mundo calido de Laila se desmoronara cuando descubra la terrible verdad sobre su madre y los ithiries. La amistad parece romperse en trozos de hielo, todo se vuelve neblinoso bajo la mano de acero del Reino Blanco. Mientras Ialanthilian cae poco a poco en la negrura, las sombras se revuelven, implacables, dispuestas a devorarlo todo a su paso.
    Con la tercera entrega de la saga de Laila Winter, Barbara G. Rivero sobrepasa el altisimo liston que ella misma se habia puesto, y nos sumerge en las intrigas y las maquinaciones de este maravilloso mundo de fantasia que ya no tiene limites, superando con creces la literatura fantastica a la que estabamos acostumbrados.

  • Llamalo amor de Chloe Santana

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    Llamalo amor incluye dos novelas anteriormente publicadas por separado: Todos los veranos contigo y Nosotros… ?para siempre?

  • Luna ascendente (Luna 3) de Ian Mcdonald

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    Luna ascendente, la esperada continuacion de Luna, por uno de los mejores autores de ciencia ficcion del mundo.

  • De la tierra a la luna de Jules Verne

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    Tras terminar la guerra de Secesion estadounidense, el presidente del Gun-Club, Impey Barbicane, propone la fabricacion de un canon gigante para enviar un proyectil a la Luna. Junto con el secretario, J. T. Maston, y tras ser informados de los detalles astronomicos por el Observatorio de Cambridge, deben resolver una serie de cuestiones: caracteristicas del canon, forma y tamano del proyectil, clase y cantidad de polvora, ubicacion del sitio de lanzamiento, financiacion de la empresa, etc. La viabilidad del proyecto es cuestionada por el capitan Nicholl, enemigo acerrimo de Barbicane (si el segundo es constructor de proyectiles, el primero lo es de corazas y escudos), el cual hace una serie de apuestas a Barbicane acerca del exito del proyectil

  • No Me Odies, Quiereme de Ale Pena

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    Cuando Alonzo se enamoro, le rompieron el corazon y desde ese
    momento se cubrio con una armadura para que ninguna mujer pueda llegar a lo mas profundo de su alma.
    Ahora solo trata de seguir adelante, sin embargo, la vida parece querer cobrarle algo que hizo en vidas pasadas, aunque no se trata de lo que hizo, sino de lo que tiene que hacer para que el y su hijo puedan ser felices.
    Pero las cosas no suelen ser como parecen y Alonzo nunca imagino que la mujer que conocio en la biblioteca y le regalo una sonrisa pueda ser la misma que tenga solucion a sus problemas, aun asi, su reticencia no lo deja confiar al 100%.
    ?Sera posible que de alguna manera vuelva a confiar en el sexo opuesto y junto a su hijo encuentren una oportunidad de ser feliz?

  • La casa del callejon de David Mitchell

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    <La casa del callejon. Es una historia delirantemente imaginativa, espeluznante y -aunque retrata otro mundo- maravillosamente humana sobre una casa embrujada.>>
    Gillian Flynn (autora de Perdida)

  • El informe Ahnenerbe, Santi Baro de Santi Baro

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    Diez anos despues de la publicacion de El informe Ahnenerbe, de Marcos Clos, un nino sin identidad, que vive escondido junto a sus padres durante nueve anos en un piso de Barcelona, desaparece en extranas circunstancias, tan extranas como su propia vida. Nagore, la profesora privada que se encarga de su educacion, sera quien descubra la verdad tanto de su desaparicion como, mas tarde, de la de sus padres. Todas las pistas la conducen precisamente hacia Marcos. Con el de aliado, revivira las mismas escenas que el autor diez anos atras en una busqueda que, sin ellos pretenderlo, les hara descubrir el verdadero tesoro que Hitler buscaba en el corazon de la montana de Montserrat.

  • Los chicos malos las prefieren morenas de Paola Noguera Franco

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    Diana y Fabrizio, el noviazgo dorado teen de Buenos Aires rompe su compromiso. Y en medio de su pena, ella comete un desliz, entregandole su virginidad a Alexander Francois.
    Hay tres detalles fundamentales aqui: primero que Alex y Fabrizio son primos ; segundo, que Alex es el mayor casanova de la ciudad y tercero; que todos son amigos y van al mismo colegio.
    Diana ahora se encuentra atrapada en las nuevas sensaciones que le produce su mujeriego amigo y la sensacion de comodidad que tenia con Fabrizio ?que eleccion tomara?
    Un peligroso juego de seduccion y mentiras desarrollado en medio de la elite de la mas alta sociedad de Buenos Aires.

  • Preterito presente de Nelly Ortiz Perez

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    Los rayos de sol, de un sabado de primavera, inciden alternativamente cada vez que aparece ante mi uno de mis pies, que se bambolean sin que yo tenga conciencia de ello, han adquirido su propio ritmo pausado, pero a la vez parecen irradiar una energia, que manifiestan su proposito, que de un momento a otro van a salir en estampida a su libre albedrio, sin tenerme en cuenta; ?como seria quedarme alli sentada en el alfeizar de la ventana?, viendo como mis pies emprenden un camino desconocido del que yo no voy a formar parte. Pies, ?a donde quereis ir?, cuando elaboro en mi cabeza esta pregunta, me siento ridicula, pero, asi y todo, los pongo paralelos y los contemplo, por supuesto no obtengo ninguna respuesta, los miro, me miran y nada, nula comunicacion. La sola idea me pone furiosa, a la vez que me parece injusto ser troceada de esa manera, por ello cuando desaparece un pie y reaparece otro, me esfuerzo y lo detengo de su constante oscilacion, lo contemplo, veo un pie, nada mas, me afano en enfocarlo con mas detalle, a ver si aparte de los cinco dedos, me dice ese apendice lejano algo mas, lo primero que siento es que esta caliente, es agradable, pero este hecho me hace tomar conciencia de las diferentes temperaturas de mi cuerpo, la espalda, la siento helada, es la misma trampa que sucede cuando nos situamos delante de una chimenea porque estamos gelidos y sentimos un fuerte calor en el rostro, las manos que nos quema, pero el resto del cuerpo continua glaciar. Levanto la mirada y me sorprende un cielo aborregado que se aproxima, es evidente que en pocas horas se va a producir un cambio de tiempo, seguro que esta noche habra tormenta. Me giro sobre mi misma y de un salto, entro en la habitacion. La cama esta cerca de la ventana, asi, cuando me despierto el sol roza mis mejillas, estoy tentada a tumbarme, miro la cama, para finalmente ceder y caer atravesada. Contemplo el cuadro de Wassily Kandinsky, <>, al volver la cabeza veo el que yo misma habia hecho para honrar a mis padres que no estan entre nosotros, cierro los ojos y me quedo muy quieta, boca arriba, cuando los abro me centro en el techo que esta cubierto por un papel especial que se parece al cielo por la noche con sus estrellas. Mi madre siempre decia que, cuando morimos, nos convertimos en una estrella, por eso al dormir me sentia mas cercana a ellos. Los minutos pasan, siento lo comoda que es mi cama, es como estar en las nubes, le doy cuerda a mi imaginacion, y pienso ?como seria vivir en el cielo?, ?estara el Olimpo alli, junto con todos los dioses?, ?seriamos angeles?, ?la gente dormiria en las propias nubes? y ?veria a mis padres otra vez? Pero, mientras entro en el mundo de la fantasia, reflexionando todas estas remotas utopias, alguien me llama: --!Olimpia!, baja que ya es hora de cenar. Es mi abuela, que desde que yo era peque me mima mucho como si aun fuera una cria, ahora vivimos juntas y cuidamos la una de la otra. Me pongo una ropa mas abrigada porque se ha levantado un viento frio y los pies se me han quedado helados. Bajo y me topo con mi perro, Percy, que, como siempre, esta tumbado como una alfombra al pie de la escalera, he de tener cuidado para que no haya accidentes pues, es enorme, todo blanco como la nieve, parece un oso y le encanta el agua, su nombre ya lo dice todo, teniendo en cuenta que es un homenaje al hijo de Poseidon, el dios de los mares. Entro en la cocina, veo a mi hermano, Miguel, que ya esta sentado a la mesa. Como de costumbre, su pelo rubio esta todo alborotado y con un pijama viejo lleno de agujeros, me recuerda a mi de mas joven, despreocupada, toda tirada, sin problemas existenciales alguno. La mesa ya esta puesta, vasos de cristal, platos y la comida distribuida en medio y, como de costumbre, me invade un olor que es una divinidad, y aunque parezca exagerado, lo podria sentir a kilometros de distancia, pero esta tarde no ha ocurrido, creo que estaba muy ensimismada en mis pensamientos para haberlo notado. Miro, tras la cena por la ventana, los rayos del sol que antes incidian, han desaparecido y la tormenta llega de golpe, hemos tenido la suerte de haber cenado pronto esta noche, porque en pocos minutos se fue la luz. Oscuridad total, no se ve nada, asi que nos liamos a poner velas por toda la casa y despues de haberlo hecho, nos sentamos en el sofa, propongo un juego hasta que vuelva la luz. Consiste en dibujar, yo hago un trazo y mi abuela lo sigue, esperando que surja algo al final, que suele resultar harto dificil pero algunas veces nos sorprendemos con los resultados. Es una tarea que a las dos nos gusta mucho: dibujar y pintar, ella me conecto con el mundo del arte y despues, incluso, hice un curso de dibujo. Amor eterno No es la carne ni la sangre, sino el corazon, lo que hace una buena convivencia. F. Schiller Mientras ellas se afanan en la tarea que se traian entre manos, con risas y protestas mas fingidas que reales, Miguel se ha despatarrado en el sofa y parece totalmente concentrado en su movil. --Miguel, ?por que no juegas con nosotras?, venga tio, mira que eres soso... Por respuesta se escucha el silencio, la tormenta parece que se va alejando, pero el repiquetear de la lluvia es constante, justo en ese momento regresa la luz, Olimpia se levanta y comienza a apagar velas. --Abuela, ?quieres tomar algo? --No voy a decir que no, me he quedado algo destemplada, estos cambios tan bruscos de temperatura… --Estamos en primavera abuela, vale, ?un te?, pero tu sigue ?eh? --!Uf!… pero si tenemos un atasco de mil demonios. --Pues a desatascarlo. Segun pronuncia estas palabras se aleja hacia la cocina, se escucha una risa mal sofocada. --!Te escucho! …, un te, un te… Lo que tu querias era dejarme con el tinglado sola, !que morro tienes Olimpia! A los pocos minutos reaparece en el salon, aparta hojas y lapices y coloca la bandeja en la mesa, para tomar despues asiento. --?Que vas a hacer manana, hija? --Pues esta claro abuela, todo lo que no he hecho hoy, que me he pasado el dia vagueando. -- Emite un largo y sonoro suspiro--. --Ya, ya, ?se puede saber que hacias sentada en la ventana? --Pensar. --Vale, pero para pensar no hace falta partirse la crisma. --?Como te has enterado? --Mis pajaritos, ya sabes… --De pajaritos nada, <>, y punto. --Hija, habria que estar ciega para no verte sentada en un doceavo piso, en el alfeizar de una ventana y no me ha avisado un <>, sino tres, !figurate!, y me he visto obligada a tildarte de <>, para borrar el estigma de <>, porque eso era lo que parecias, ?no? --!Que tonteria!, ?ves?, cotillas, y tu, que ni te has molestado en ir a verme. --Porque algo te conozco y seguro que estabas al sol y sentada en la poyata de dentro, pero esto no lo saben los que te ven desde fuera, por eso porfa no lo vuelvas a hacer, la proxima vez me llamara todo el vecindario y de rarita puedes pasar en un pispas a loca y a alguno se le puede ocurrir llamar a la policia, figurarte el follon. <>, vamos, que nos encierran a las dos. --?Y a ese? <>. --Tambien, seguro, seguro, ?no lo ves?, tiene una pinta bastante apropiada para acompanarnos al manicomio. Las dos se rien sonoramente sin ningun control, Miguel ni se inmuta, Olimpia piensa que no se entera de nada, porque esta escuchando a todo el volumen el tipico pachan-pachan de la musica disco, mientras esta liquidando supuestos enemigos, terrestres o marcianos. --Ahora en serio, ?que planes tienes? --No voy a salir, solo por aqui a correr un rato a primera hora, despues tengo que hacer ejercicios de elasticidad. El lunes tenemos ensayo general y estoy un poco bluf… --Claro, este lunes, y al otro, tu trabajo te obliga a estar en plena forma, mira que meterte en musicales. --?Que vas a hacer cuando tengas mi edad? --Bailar, bailar, siempre bailar. --Ja, Ja, ya veremos, esto es un decir, pero este donde este, te echare un ojo para verte, bailar… --!Que cosas dices! De polvo a las cenizas El sol de los vivos ya no calienta a los muertos. A. Lamartine El fin de semana ha pasado como una flecha, y ahora todos vuelven a sus tareas cotidianas. Olimpia se tiene que ir al ensayo general, Miguel a la Universidad y Lola que ya esta jubilada por lo que nunca se sabe que hace en realidad. Los hermanos se despiertan pronto y juntos se marchan al metro. --Miguel, ?como te van las clases?, ?te estan gustando? --Ahora estamos haciendo practicas sobre Epidemiologia Veterinaria. --!Ay madre!, solo a ti podria gustarte esas cosas, recuerdo que yo no soportaba biologia cuando iba al colegio. --No solo a mi me gusta, ?y la abuela?, ?te has olvidado de que era profesora de biologia? --!Que no, hombre!, es solo una manera de hablar, a veces eres tan serio. Hay que tener un poco mas de humor --Vale, lo que digas. Olimpia, ya estamos en tu estacion, preparate para bajar, nos vemos en casa esta tarde. --De acuerdo, que tengas un buen dia. Ella se toma su tiempo caminando sin prisas por las calles de Madrid, un leve viento le alborota el pelo y el sol le templa las mejillas, como a ella le gusta, admira el entorno. Hoy hace un dia estupendo para dar un paseo, pero no puede darse el lujo de retrasarse en llegar al trabajo, su jefe por supuesto le echaria una bronca pues es unas de las protagonistas de la obra, no le queda mas remedio que ser el ejemplo para los demas, como dice el director. En el ensayo no ha habido muchos problemas, solo algunos desacuerdos por aqui y por alli, como de costumbre suele pasar. Olimpia hace el papel de una joven campesina, llamada Blanca, que vivia a finales del siglo XIX, donde aun existia la esclavitud. En los descansos se comenta cual sera la reaccion de los espectadores, pues ignoran que la historia esta contada al reves, asi que es dificil averiguar cual es el final y, aunque a algunos de los miembros de la compania este hecho les produzca ambivalencia, a Olimpia no, el misterio siempre es algo bueno. La tarde lentamente va dando paso a la noche, Olimpia regresa a casa, ha estado todo el dia enfrascada en los ensayos, piensa que en cuanto llegue tendra que repasar alguna de las letras, pero se siente exhausta y por eso, cuando se acerca a la interseccion de las calles, decide cruzar el parque, el trayecto se reduce a la mitad, ademas aun hay luz, y se ve gente... Cuando ya lleva un rato caminando, nota en la pierna derecha un tiron a la altura de los gemelos, mira en su entorno y localiza un banco, duda, pero finalmente toma asiento y se masajea con vigor la pierna, se reprende a si misma, pues ultimamente no esta dedicando el tiempo necesario al ejercicio. Parece que se le pasa el dolor, pero mientras tanto se queda alli y contempla el entorno, la primavera ha traido consigo color, olor y ruido, una multitud de pajarillos comienzan a anidar en los arboles en un gran jolgorio.

  • La llave 104 de Paz Castello

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    Una espectacular novela de suspense, con una trama de intriga y corrupcion politica, con el sello inconfundible de Paz Castello. Nueva novela de la ganadora en narrativa del Galardon Letras del Mediterraneo 2018, que ademas recibio el premio de los lectores. La llave 104 es un lucido retrato de la crisis y una denuncia a la corrupcion situada en medio del drama de dos mujeres cuyas vidas quedan entrelazadas por el azar. Virgina Rives es una mujer joven, atractiva y con una ambicion desmedida, capaz de cualquier cosa con tal de huir de su pasado y reinventarse a si misma. Un buen dia, aparece en Beniaverd, un pueblo de la costa levantina marcado por la corrupcion, y el mundo de la politica le abre sus puertas. Virgina pronto descubre que la ambicion es un sentimiento dificil de controlar y que en politica los planes nunca salen como una espera, especialmente cuando los intereses los marcan el dinero y el poder. Las respuestas a casi todas las preguntas estan a salvo tras las cerraduras que abre la llave 104… O tal vez no.

  • Hielo y cenizas de Inger Wolf

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    El comisario de la policia judicial Daniel Trokic tenia los elasticos de la cazadora cubiertos de pedacitos de hielo, los negros cabellos empapados de nieve y el frio grabado en las mejillas. A sus pies se arremolinaban las aguas del arroyo, arrastrando al alejarse un autentico mar de copos densos y gruesos. Estremecido de frio, contemplo al pequeno que yacia en el cauce a la luz de los focos. El nino descansaba en un lecho de ramas por encima de la corriente. Casi todo su cuerpo habia quedado enterrado bajo un espeso manto de nieve, pero el viento lo habia desprendido en algunas zonas dejando al descubierto parte de un anorak verde y una carita de una blancura tan artica que se le transparentaban las venas azuladas. Alrededor del cuello, pequeno y fino, llevaba enrollado un sedal que daba varias vueltas, y en el aire gelido se percibia un debil olor a humo, un olor que ascendia del pelo y la ropa medio chamuscados y del sinfin de pequenas quemaduras que salpicaban las manos del chiquillo. Trokic se aproximo al cordon policial para salir al encuentro del comisario jefe Agersund, que ya se habia agenciado una humeante taza de cafe en el coche de la cientifica. Se encontraban a mas o menos medio kilometro del pueblo de Marslet siguiendo el arroyo de Giber, un lugar desolado desde el que los campos se extendian en todas direcciones, interrumpidos tan solo por corrillos de arboles aislados cuyas ramas desnudas despuntaban como enormes escobones. Trato de seguir con la mirada el curso del agua, pero estaba muy oscuro. Permanecieron unos momentos en silencio observando trabajar a los peritos y al forense hasta que Trokic tomo la palabra. --Al parecer se trata de un nino de ocho anos de Marslet --explico--. Se llama Lukas y desaparecio ayer hacia las tres y media de la tarde cuando volvia de unas actividades extraescolares en la ludoteca. Un equipo de rescate salio a buscarlo hacia la hora de cenar y un perro lo ha encontrado hace una hora. Kornelius y Taurup acaban de ir a hablar con sus padres. --Me cago en todo --murmuro Agersund mientras sacudia de un lado a otro la cabeza de pelo cortado a cepillo como si eso fuera a hacer desaparecer la atroz escena que tenian delante--. ?Que es eso que lleva en el cuello? Trokic dio media vuelta hasta quedar frente a su jefe y se quito un copo de nieve de los labios con la lengua. La fria particula se derritio al instante en su boca. --Un sedal. Dice Bach que le han estrangulado. --Parece que al asesino le corria prisa deshacerse del cadaver --apunto Agersund--. Podria haberlo ocultado o alejado un poco mas. --Tal vez. A mi, de todas formas, no me parece tan simple. Trokic se subio los ultimos centimetros de la cremallera de la cazadora negra para evitar el azote del viento helado en la garganta. Acababa de llegar a casa tras una jornada tranquila y habia tenido el tiempo justo para descorchar una botella de vino y echarle un vistazo al periodico cuando sono el telefono, y ahora se encontraba en medio de un paisaje donde todo parecia encogido por efecto de los focos. Poco a poco fue apareciendo algo azul, una manopla de lana que asomaba del bolsillo del anorak. Mas abajo se veia un pie con una zapatilla blanca. --?Cuando ha ocurrido? --pregunto el jefe. --Bach dice que lo mas probable es que lleve ahi desde ayer. Hay rigor mortis, livideces y leves alteraciones de la piel a causa del contacto con el agua, pero no puede ser mas preciso. El cuerpo esta igual de frio que todo lo demas, de modo que la temperatura tampoco nos puede decir gran cosa. Por su larga experiencia en el tema, el forense Torben Bach --que estaba en una incomoda postura con medio cuerpo en el agua junto al cadaver del nino-- solia ocuparse de los casos de asesinato. Enfundado en el mono blanco, se confundia con el paisaje nevado. Al percatarse de la llegada de Agersund alzo una mano enguantada a modo de saludo. --La nieve no nos permite ver bien lo que ha ocurrido --prosiguio Trokic--. Nos lo esta poniendo muy dificil. Ha tapado todas las huellas y, por si fuera poco, varios coches se han quedado bloqueados y hay gente que no ha podido venir. Habia comenzado la vispera a media tarde. Tras varios dias de temperaturas en descenso, las precipitaciones habian empezado a caer en forma de copos grandes y gruesos, al principio lentamente, como un amplio manto, para despues arreciar hasta convertirse en una nevada fina y furiosa. En el curso de la noche habia llegado a ser una autentica tempestad y la acumulacion de nieve no habia tardado en paralizar el trafico. --?Habeis localizado a algun testigo en la zona? --pregunto Agersund. --Aun no. Este sitio esta mas desierto que el Polo Norte, aunque hay varias casas desperdigadas carretera arriba, asi que habra que mandar a alguien a llamar de puerta en puerta lo antes posible. --Mierda de tiempo. Agersund y el invierno eran enemigos declarados. Senalo con la cabeza en direccion a un grupito que hablaba en voz baja y daba pataditas en el suelo para entrar en calor. --Ya veo que los periodistas esta vez han estado de lo mas espabilados. Trokic se encogio de hombros. --Pues no tenemos nada que contarles. --Me gustaria ofrecer una rueda de prensa manana a primera hora. Diselo, si insisten mucho. Esperemos que mientras tanto no se inventen demasiados disparates. Hacia un ano y tres meses que no llevaban ningun caso extraordinario. El ultimo fuera de lo comun habia sido el asesinato de una joven que aparecio degollada en Marselisborg, en medio del bosque. El asunto habia hecho que los periodistas se lanzaran de cabeza a fabricar un mar de teorias sobre crimenes rituales, pero esta vez mas les valia que no se armase mucho revuelo. Trokic solo habia pasado un par de veces por Marslet, un precioso pueblecito de los alrededores de Arhus que parecia salido de un cuento. Alli no ocurria absolutamente nada de peso, la delincuencia estaba en punto muerto y ni siquiera los ladrones de casas se movian por esas latitudes. El policia local controlaba la zona el solo sin necesidad de que interviniera nadie. En otras palabras, el pueblo era la perla de la region y Trokic suponia que eso no iba a hacer que los titulares de los periodicos fueran precisamente mas pequenos. --Joder, Daniel, se parece a mi chaval cuando tenia esa edad -- murmuro Agersund al tiempo que le clavaba en el hombro un dedo aspero y rechoncho, como si pretendiera hacer personalmente responsable de ello a su subordinado--. Ocupate de esto; quiero una reunion para que me pongais al tanto a las veinte cero cero. Y, tras decir estas palabras, le endoso a Trokic su taza a modo de despedida y se alejo por el campo a largas zancadas que la nieve estorbaba. El comisario titubeo un instante y despues regreso a la escena del crimen. Los peritos de la cientifica ya habian retirado casi toda la nieve y la habian depositado en un enorme recipiente verde, de modo que el nino estaba practicamente al descubierto. Derretirian la nieve y la analizarian en el laboratorio. Los cabellos castanos, casi rojos, del chiquillo enmarcaban su carita rigida. Tenia una marca morada de rotulador que le bajaba por la mejilla, y sus labios entreabiertos, como si continuara bostezando despues de la ultima bocanada de aliento vital, descubrian un irregular conjunto de dientes de leche y otros a medio salir. Trokic constato aliviado que alguien le habia cerrado los ojos, que a su llegada contemplaban el cielo con expresion vacia. Despues paso a estudiar el sedal del cuello. Se habia hundido en la blanca piel del pequeno por varios puntos dejando marcas rojas. Habian apretado con fuerza. ?Rabia? El forense se coloco junto a el. Tenia el pelo cano metido debajo de la capucha y solo se le veia una minima parte del rostro.

  • La libreria del senor Livingstone de Monica Gutierrez

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    Agnes Marti es una arqueologa en paro que se ha mudado a Londres en busca de una oportunidad laboral. Una tarde, desanimada y triste por su poco exito profesional, tropieza en el corazon del barrio del Temple con el pomo de una puerta en forma de pluma, el sonido de unas lugubres campanillas y el hermoso rotulo azul de Moonlight Books. La libreria, regentada con encantador ceno fruncido por Edward Livingstone, debe su nombre a un espectacular techo de cristal que permite contemplar la luna y las estrellas en las noches despejadas. Intrigada por la personalidad y el sentido del humor del senor Livingstone, Agnes decide aceptar la oferta de convertirse en ayudante del librero mientras continua su busqueda de trabajo.

  • El final de nuestra historia de Meg Haston

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  • Entre el bien y el mal de Maria Barillas

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    Todo se remota a tus momentos vividos, y las personas con las cuales compartes tu vida, pero que sucede cuando todo lo que tenias te es perdido, y te ves estancada en ti misma, buscando respuestas para las miles de incognitas que se presentan.

  • Nunca debiste jugar de David Casares

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    ?Que pasaria si te ves sumergido en un juego del que no puedes salir? ?Eres con la capacidad de llevar a cabo lo que sea primordial para estar vivo? Quizas tienes que perder a tus seres queridos. ?Jugarias?
    A Paython, todos estos temores se le hicieron situacion. Una chica de 17 anos que no tuvo mas remedio que vivir una pesadilla.
    Ella se arriesgo, ?lo harias tu?

  • Catrina de Mad Cin

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    Las vacaciones de Daniela terminan con la perdida del vuelo de regreso a casa y el control de su minuciosamente planificada vida.

  • Eres mi tiempo de Sandra Lugo

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    Mi nombre es Sofia, soy una joven cooperante de la ONU. He vivido entre monjas toda mi vida, y aunque se supondria que podria complacer los deseo de mi familia de ser una de ellas, eso nunca pasara despues de la llegada de Daniel a mi aldea. Loco de remate y con muchos problemas, pero ha cambiado mi realidad al encantarme con todo su cuerpo, asi que me enamore del loco del pueblo, el hombre mas hermoso que haya visto jamas, alguien que ha cambiado mi reducido y extrano mundo para siempre.

  • Sweet Spot (Traduccion), Stella Rhys [PDF] de Stella Rhys

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    Nuestro primer encuentro como vecinos fue jodido desde el principio.El era caliente. Yo estaba sin ropa. Y no tuvimos ninguna oportunidad en el infierno de ser platonicos.

  • Silverville de Victoria Alvarez

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    Dicen que a la hora de vengarse el mas debil puede ser el mas feroz. Y en Silverville, Colorado, una venganza esta a punto de fulminar todos sus suenos de plata. Cuando en 1872 Grace Mallory se instala en la antigua mansion de su familia politica, los rumores no tardan en circular por el pueblo. ?Una dama viviendo sola en un caseron deshabitado? ?Por que no la ha acompanado John, el heredero de la compania minera con el que contrajo matrimonio lejos de alli? ?Y que pretende ahora al mudarse a la zona? A sus veintidos anos, Ruby Lawrence ha experimentado de sobra la sensacion de ser subestimada por su condicion de mujer.

  • La judia de Toledo de Lion Feuchtwanger

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    Esta novela de Lion Feuchtwanger, autor ya consagrado entre los lectores de habla espanola, es una apasionada historia de amor y violencia, ocurrida en el siglo XII, y que, a traves de siglos, ha ocupado la imaginacion de los espanoles. Narra la pasion que el rey Alfonso VIII de Castilla sintio por la judia Raquel, hecho que registran las cronicas de su biznieto, el rey Alfonso X el Sabio. La accion transcurre en una epoca todavia en parte sumida en la barbarie, en la que el arrojo de aquellos nobles castellanos, fruto de una fe sin fisuras, y el ansia de matar, junto con su ilimitado orgullo, destruyeron sin remordimiento las maravillosas ciudades y reinos que otros habias creado. Solo aquel que perciba la irresistible atraccion de ese mundo de aventuras podra entender la historia de Raquel y el rey.

  • Martyrium de Vicente Garrido, Nieves Abarca

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    Roma Via Giulia, iglesia de Santa Maria de la Oracion y de la Muerte, 1 de noviembre de 2011. Angelica Marforio paro un momento delante de la fuente cubierta de hiedra y sumergio su mano dentro del agua helada que manaba de la boca abierta del <>. Le fascinaba contemplar los ojos de porfido de aquel ser medieval que la miraba sin verla, eternamente congelado en su destino de aguador en la fuente de via Giulia. Angelica noto el frio del agua en la muneca y sintio un escalofrio. Luego se la paso por la frente. Estaba sofocada de andar tan rapido. Desde el convento de las Oblatas de Santa Francisca Romana hasta la iglesia eran veinte minutos andando a buen paso, y el calor habia conseguido sofocarla. El calor y los pesados habitos blancos de novicia a los que no era capaz de acostumbrarse. Un largo velo blanco tapaba sus largos cabellos rubios que aun no habia cortado la tijera. Lo haria cuando entrase en clausura, tres meses despues. Era dia de Todos los Santos. La tarde habia refrescado y amenazaba tormenta. El sol habia lucido esplendido durante casi toda la jornada, pero el cambiante otono romano lleno el cielo de nubes oscuras y espesas que lanzaban sus sombrias bendiciones sobre Angelica. Nada mas salir del convento lamento no haber cogido un paraguas. Pero ya era tarde para lamentaciones, propias de su vida anterior. Ahora cualquier contratiempo vano seria dedicado a fortalecer su alma, no a alimentar su ego. Angelica no pudo evitar pensar un fugaz instante en su hermano, el todopoderoso Alessandro. Hacia dos dias que se habia plantado delante del convento para exigir su <>. ?Que sabia el de vocaciones o del amor a Jesus? Alessandro solo pensaba en sus negocios y en amasar mas y mas dinero... Desde la muerte de su padre, el manejaba la fortuna familiar con mano de hierro, y nunca habia aprobado que su hermana pequena tuviese una ferrea vocacion de tomar los habitos. Ella ya tenia veintidos anos y habia vivido lo suficiente como para saber al fin que Dios la habia llamado. Habia dudado mucho los ultimos meses. Para ella reconocer su vocacion fue una especie de calvario, agravado por sentimientos que la confundian por completo. Aquellos sentimientos que tendrian que acabar el dia de Todos los Santos, sepultados en la cripta mas honda, y cementados con la argamasa mas dura. Camino unos metros embebida en sus cavilaciones. Cuando se dio cuenta, estaba ya delante de la puerta de la iglesia. Las calaveras aladas que guardaban la puerta la saludaron desde lo alto con sus vacios ojos y sus craneos laureados, amedrentandola, como hacian siempre que entraba en aquel lugar sombrio. Abrio la puerta, que chirrio levemente. Hasta que se acostumbro a la oscuridad, Angelica no pudo ver el recargado interior de la iglesia, envuelto en la penumbra. Solamente unas lamparas doradas y las velas encendidas iluminaban la crucifixion tras el altar. Entro con cautela, sus pasos apenas sonaron en el suelo de marmol. La iglesia estaba vacia. Camino hasta el centro, mirando a su alrededor. Habia quedado con alguien, pero no parecia haber llegado. Avanzo un poco mas, acercandose al altar mayor. Aquel lugar era muy hermoso, pero a la vez transmitia una sensacion dramatica, macabra. Bajo la nave, se hallaba una cripta que guardaba los huesos de los muertos anonimos encontrados en el rio Tiber, que discurria justo al lado. Angelica habia leido que en sus tiempos llego a albergar mas de ocho mil cadaveres, aunque la reforma hizo que la mayoria fuesen trasladados. Ella nunca habia querido bajar alli. Los esqueletos, las criptas y los memento mori que tanto abundaban en Roma le producian un miedo cerval. Aspiro el aroma a incienso con placer. Un rubicundo arcangel San Miguel la llamo desde su marco, dispuesto a encadenar al diablo entre llamas. Pudo reconocerlo como copia del Guido Reni de la iglesia de los Capuchinos. Sonrio levemente: sin duda San Miguel era todavia mas bello y terrible que el joven rubio de aquella pintura en la que el ser alado vencia al Maligno y lo sometia con cadenas, arrojandolo fuera del Cielo y de la gracia divina. Los repentinos acordes del organo atronaron la nave, la llenaron de notas poderosas y sobresaltaron a Angelica, que se llevo la mano a la boca. Reconocio la <> de Messiaen casi al momento y se calmo al recordar que el padre Bruno habia sido tambien organista de su iglesia en Genova, antes de que lo destinasen al Vaticano. Era el, entonces. Sintio todo el peso de la culpa sobre sus fragiles hombros mientras la imponente musica ascendia hacia los cielos en un crescendo infinito. Las notas cesaron de repente, sus ecos resonaron en las elegantes curvas de la iglesia con un deje monacal. Pronto escucho unos pasos en la sacristia. Se sento en el banco delantero, con el corazon encogido por la angustia y saco el rosario del amplio bolsillo. No sabia como iba a tomarse Bruno su inminente entrada en el convento. Durante la semana anterior habia conseguido evitarlo, pero habia llegado la hora de la verdad. La hora de decirle que habia tomado una decision inquebrantable, y que nada ni nadie en el mundo iba a poder convencerla de lo contrario. Bruno habia confiado en que Angelica se daria cuenta de que la vida monacal era demasiado dura para la hija de un magnate de la industria de la moda y el cuero italianos, pero a ella entrar en el convento le abrio los ojos de manera definitiva. Eso y la confesion a fondo que tuvo con un anciano cura lleno de sabiduria que la habia aconsejado en sus momentos de duda. El la habia ayudado a encontrar el camino, asi como a liberarse de sus terribles pecados, pecados mortales que ella habia considerado imperdonables y que ponia siempre como disculpa para llegar a la clausura. Pero ?como Jesus, en su infinita bondad, podia considerar el amor que le profesaba como un pecado mortal? * * * El padre Bruno Barberini salio de la sacristia y la vio, alli sentada, vestida de blanco. Su piel nivea, veneciana, sus ojos azules como cuentas de lapislazuli. Era como ser testigo de una aparicion, una santa iluminada por la gracia divina. El habito de novicia la convertia en una humilde Santa Ines, de belleza inexpugnable, y al presentir el futuro, noto como si un hierro al rojo calcinase su pecho. Se apoyo en la puerta unos instantes, para sobreponerse. Ella dejo el rosario sobre el regazo. Sonrio con pena, o eso le parecio a Bruno, y se levanto para ir a su encuentro. Miro el habito blanco con expresion de culpa. --Bruno... yo... El padre Bruno nego con la cabeza con una expresion indefinida. Luego le hizo un gesto y despues apuro hacia la salida, saco unas gruesas llaves de la sotana y cerro la puerta de la iglesia. El sonido de la llave retumbo en el eco de la boveda. Volvio rapidamente al banco en que ella estaba y la agarro con ambas manos. --Angelica, aun estas a tiempo de rectificar. Escuchame. Si entras en el convento no vamos a vernos mas. Nunca mas. ?No te das cuenta? ?No has escuchado todo lo que te he dicho durante estos meses? No hace falta que profeses para estar cerca de Dios. Tu naturaleza no va a permitirte estar mucho tiempo en clausura. Encerrada. Rodeada de mujeres amargadas, viejas, que no conocen nada del mundo, como tu... --Apreto con sus dedos, convertidos en tentaculos de hierro, la blanda carne de los brazos de Angelica, que intento desasirse en vano--. No sabes como es la vida en un convento de monjas, Angelica, te ciega la devocion estupida y desmesurada. Languideceras alli dentro como un gorrion abandonado... La fuerza de las manos del padre Bruno clavadas en ella la asustaron. Pero mas la asusto el brillo extrano e insondable de sus ojos negros. Lo miro con determinacion y empezo a musitar: --<>. --No vengas ahora con San Agustin, Angelica. --Bruno emitio un sonido de fastidio--. Sabes que te amo, no puedo vivir sin ti. Angelica empezo a llorar en silencio. Luego volvio a repasar las cuentas de su rosario. Lo miro con las pestanas humedecidas por las lagrimas. --He estado pensando mucho en lo nuestro, Bruno. No va a ninguna parte. Hemos renegado de nuestro Dios, Bruno. Hemos... Tu has renegado de tus votos, y yo de mi verdadero destino. No... No se como puedes atreverte a dar misa despues de lo que hemos hecho. Hemos sucumbido a una pasion carnal, y esto se ha de terminar, ?no te das cuenta? El padre Clemente dice que... El la solto. La taladro con los ojos inyectados en ira. --El padre Clemente. ?Quien es el padre Clemente? Te dije, te exigi que no dijeras nada a nadie... !Quedamos una y mil veces en que no dirias nada a nadie! --!No podia entrar en el convento sin confesion, Bruno! !Tuve que decirlo todo! ?No te das cuenta? !Ya no estas en disposicion de exigirme nada! !Estaba en pecado mortal! Tu estas en pecado mortal... !Lo peor es que no parece importarte! !Nada parece importarte, salvo tu lujuria! --!Tu me importas! !Eres lo mas importante del mundo! !Te amo con todo mi corazon, Angelica! ?Donde ha quedado todo lo que nos prometimos? ?No recuerdas aquel dia en el ponte Mivio? --El tono desesperado de Bruno era cada vez mas patente--. !Te jure amor eterno, tan eterno como el mismo cielo! Ella lo miro con reprobacion. --?Estas loco? Mirate. Eres despreciable, padre Bruno. Proclamando tu amor con la sotana puesta. ?Por que no renuncias a tu vocacion, a tus votos, por mi? ?Pretendes vivir todo el tiempo una mentira absurda? Claro... como ahora estas residiendo en el Vaticano y estas muy bien considerado... ?verdad? Solo piensas en trepar como una hiedra, Bruno. En trepar y en satisfacer ese deseo carnal que te puede... Angelica se detuvo. Sabia que habia ido demasiado lejos. Estaba siendo muy dura con el, cuyo unico pecado al fin y al cabo era amarla, un error al que ella contribuyo cuando dejo que la poseyera una noche calida del pasado verano. Pero sabia que no podia ceder, que su vida ya estaba trazada en el libro del Senor, y cuanto antes lo comprendiera Bruno, mas facil seria todo. Intento suavizar la conversacion, siguiendo tambien un instinto que la avisaba de que tuviera cuidado. --Escuchame, Bruno. Perdoname. Esto no lo he dicho de corazon. Yo no soy mejor que tu, solo que he decidido ser fiel a mis sentimientos y a mi destino. Debes comprenderlo y aceptarlo: nuestra relacion se ha terminado. De lo contrario, ?estarias dispuesto a vivir una doble vida, mancillando la comunion, mintiendo a tus superiores y a los feligreses, y al mismisimo Jesucrist...? Pero ese intento de apaciguamiento de la muchacha habia sido en vano. El primer golpe llego por sorpresa. Angelica se llevo la mano a la cara: su boca estaba sangrando profusamente y gruesas gotas cayeron sobre su habito, tinendolo de rojo. Y entonces, el espiritu de lucha de Angelica, su condicion de miembro de la familia Marforio que durante incontables generaciones habia regido villas y comercios, cargos publicos y voluntades, estallo en su pecho: --Eres un despreciable maltratador, Bruno. Nunca pense... --Angelica se levanto, la ira la estaba ahogando hasta el punto de hacerla tartamudear--. Abre la puerta, Bruno. No quiero estar junto a ti ni un segundo mas de mi vida. Abre la puerta ahora mismo, o cuando salga ire directamente a ver a tus amigos del Vaticano a contarle a todo el mundo que eres un cobarde que pega a las mujeres. Y tu sabes que a una Marforio la escucharan muy bien. Hundire tu carrera. Te mandaran a una oscura parroquia en algun pueblo perdido lejos de Roma... El padre Bruno se sintio invadido por algo brutal e inexplicable que subia por su pecho. Era como si todo su amor se estuviese convirtiendo primero en impotencia ante lo injusto, luego en colera, ante aquella encarnacion angelical que lo acusaba con su espada en llamas. Intento calmarse, clavandose las unas en las palmas de las manos. Sereno su voz. --Te abrire la puerta si me dices quien te confeso, Angelica. ?Quien? ?A quien le contaste lo nuestro? ?Quien es ese padre Clemente? Quiero saberlo. !Exijo saberlo! --No te voy a decir nada que no te incumba. Pero no te preocupes por tu futuro brillante. El padre Clemente respeta el secreto de confesion. !No como tu, que no sabes ni siquiera respetarte a ti mismo! Bruno no pudo mas. Agarro su velo blanco y se lo quito, dejando el rubio y largo cabello al descubierto. La sujeto con sana mientras tiraba del pelo y la cogia en volandas. Angelica grito, pero el le tapo la boca con la mano, ahogandola. Pronto acabo la desigual lucha, Angelica no era enemigo para el sacerdote. Su voz sono a los oidos de la novicia como habia imaginado de nina la voz del demonio. --Ahora te voy a ensenar algo, Angelica. Algo que no vas a olvidar nunca. * * * La condujo a la cripta en brazos, atravesando un largo pasillo pobremente iluminado, lleno de tumbas antiguas, de calaveras y femures, de humeros, de vertebras cubiertas de polvo y cera. Ella se quejaba, medio desmayada. Notaba su cuerpo languido, calido, entre sus brazos. Aspiro el aroma limpio de su largo cabello sedoso y rubio, que se enredaba en todas partes, como los tentaculos de un pulpo que intentara impedir su avance hacia las profundidades. Bajo las escaleras empinadas con cuidado. Dos esqueletos de marmol incrustados en la cal custodiaban la puerta, riendose de su martirio, ofreciendo el agua bendita y mostrandole la clepsidra con un gesto que al padre Bruno se le antojo burlon. Otro esqueleto alado, grabado en la pared, le enseno al pasar una leyenda: <>. Hoy yo, manana tu. Bruno dejo en el suelo ajedrezado de la cripta a su cautiva. Encendio las lamparas formadas de huesos humanos calcificados, blanquecinos. Luego, los enormes cirios que acompanaban la imponente cruz de calaveras sujeta al muro, que parecian reirse de el en la penumbra. Arranco el habito de Angelica con la fuerza que le otorgaba un deseo irrefrenable. Luego la desnudo por completo dejando el esplendido cuerpo aristocratico a su vista. Era la primera vez que la veia desnuda en su plenitud. La vez que la poseyo fue casi a hurtadillas, ella un poco embriagada y en el interior de un coche. Se sintio enloquecer. La arrastro por los cabellos hasta el altar. En la pared, una cruz llameante de luces presidia la escena, flanqueada por esqueletos y guadanas oxidadas. Ato sus cabellos al comulgatorio de piedra que separaba el altar del resto del osario. Luego empezo a recorrer el cuerpo inerte con sus labios y sus manos, apretando los senos con dulzura, lamiendo el vientre y el suave vello que se escondia entre sus piernas. Le beso los ojos cerrados, la boca con fuerza, abriendola para hacerse paso con la lengua. Luego, poseido por una pasion devastadora, la penetro, gritando y jadeando como un animal. * * * Los ojos azules de Angelica se abrieron por fin. Se dio cuenta de que estaba desnuda al notar el helado pavimento bajo su cuerpo. Noto un dolor insoportable en el vientre y entre las nalgas. Vio al padre Bruno arrodillado en el suelo, delante del altar, la cabeza gacha. Parecia rezar. Intento levantar la cabeza, pero su cabello estaba sujeto con fuerza a la piedra. Llevo las manos hacia atras y trato de liberarse, pero la voz amenazadora de su captor detuvo el gesto. --No te muevas, Angelica.