• la primavera ausente - Ruben H. Ernand

    https://gigalibros.com/la-primavera-ausente-el-trastorno-de-elaranne-1.html

    Hace siete anos una devastadora epidemia, conocida como la Plaga, asolo los cinco reinos de Balaeron. Kirius, superviviente de la terrible enfermedad, vive en una prospera ciudad del reino de Merethia junto a su abuelo, bibliotecario de la ciudad. El joven arrastra unas extranas secuelas que perturban su mente y lo apartan de los demas. Un ser imaginario, al que el llama el Ausente, le habla haciendo que su cordura este siempre en peligro. Kirius intenta combatir su propia oscuridad interior confiando en que los suenos de seguir los pasos de su padre, a quien nunca conocio, se conviertan en realidad.

  • La primavera ausente (El Trastorno de Elaranne nº 1) eBook

    https://www.amazon.es/primavera-ausente-El-Trastorno-Elaranne-ebook/dp/B07C6LTSRY

    Rubén H. Ernand (Lanzarote, 1977). Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Aficionado desde la infancia a los libros ...

  • La primavera ausente: 1 (El Trastorno de Elaranne) - Amazon.es

    https://www.amazon.es/primavera-ausente-El-Trastorno-Elaranne/dp/1980791031

    La primavera ausente: 1 (El Trastorno de Elaranne) : H. Ernand, Rubén: Amazon.es: Libros.

  • Fernando opina: La primavera ausente - Los Mejores Libros

    https://losmejoreslibros.top/fernando-opina-la-primavera-ausente/

    Título, La primavera ausente. Autor, Rubén H. Ernand. Editorial, Autopublicado. Género, Fantasía oscura. Número de páginas, 615.

  • La primavera ausente (El Trastorno de Elaranne nº 1)

    https://www.goodreads.com/es/book/show/60272818

    La Primavera Ausente, primer libro de la saga "El trastorno de Elaranne" que pedazo comienzo. Es impresionante, genial la capacidad creativa del autor, de ...

  • La primavera ausente. (El trastorno de Elaranne 1). Rubén H ...

    http://saboratintaliteraria.blogspot.com/2021/11/la-primavera-ausente-el-trastorno-de.html

    9 nov 2021 — Nos trasladamos a un mundo llamado Elaranne, con una ambientación eminentemente medieval, donde la magia es algo, si no común, sí conocido.

  • La primavera ausente - Rubén H. Ernand - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/H-Ernand-La-primavera-ausente/105078

    Os saludo, Navegantes de las Palabras. Me han llegado noticias de allende los libros contándome que ha surgido en las remotas tierras de la antigua Elaranne un ...

  • Reseña La primavera ausente | saga fantasía El Trastorno de ...

    https://www.rubenhernand.com/rese%C3%B1as-la-primavera-ausente

    Para acceder a la reseña completa, no tenéis más que pinchar en la zona de texto. Blogs. Cris de Letras. En definitiva, este es un libro muy intenso el cual ...

  • Rubén H. Ernand - ¡¡Ábrete libro!! - Foro sobre libros y autores

    https://www.abretelibro.com/foro/viewtopic.php?t=102411

    16 sept 2018 · 2 publicaciones · 2 autores

  • El Trastorno de Elaranne I : La Primavera Ausente - Rubén H ...

    https://desdeelredondal.com/el-trastorno-de-elaranne-i-la-primavera-ausente-ruben-h-ernand/

    31 ene 2022 — Me han llegado noticias de allende los libros contándome que ha ... libro de la saga El Trastorno de Elaranne, «La Primavera Ausente», ...

  • El precio de la pasion de Gabriel Rolon

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    El nuevo libro de Gabriel Rolon echa anclas en las aguas profundas de la pasion. Esa fuerza primitiva que grita en nosotros desde el principio de los tiempos, y nos lleva a un limite en el que la distancia entre el placer y el dolor es nada mas que una respiracion. Un territorio habitado por dioses y demonios, por heroes epicos que han dado batallas antologicas, y esos otros cotidianos y de a pie, heroes anonimos que dan pelea poniendo en juego su piel con la misma intensidad, con el mismo arrebato. Mitos e historias: hombres y dioses que caminan de la mano por ese borde en el que la razon trastabilla y pierde sus herramientas para explicar el mundo.

  • Esquivando el destino de Lizzie Quintas

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    Cuando el amor golpea nuestra puerta, no mira si somos felices, si estamos rotos por el dolor mas profundo o simplemente con una robusta coraza que cubra las cicatrices que queremos evitar a toda costa, simplemente llega de manera inesperada arrasando con todo lo que encuentra a su paso.

  • Mario, despierta de

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  • Salamanca misteriosa de Alvaro Anula Pulido

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    Salamanca guarda en su ciudad y provincia grandes misterios y secretos que permanecen ocultos a los ojos de la mayoria de ciudadanos, que no se atreven a cruzar la delgada barrera que separa lo real de lo imposible. Cuevas donde impartio clases el mismisimo Diablo, simbolos hermeticos en los grandes edificios salmantinos, fenomenos paranormales y sucesos extranos, enigmaticos objetos voladores en el cielo, apariciones marianas y milagros… Salamanca es uno de los lugares de la Espana Magica que cualquier amante de lo desconocido debe visitar por lo menos una vez en vida como los musulmanes hacen con La Meca.

  • Apuesta por mi de Silvia Garcia Ruiz

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  • Valentine de Eva P. Valencia

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    Basta un instante para que la vida de cualquier persona cambie para siempre>>.

  • La coleccionista de noches vacias de Lorraine Coco

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    Cuando Madeline Hart llego a la desvencijada propiedad de sus abuelos, en Luisiana, despues de que su vida se quebrase en mil pedazos, toda la casa se le manifestaba; aquellos escalones, el goteo incesante del grifo de laton de la antigua banera, las vigas del desvan que parecian retorcerse al llegar la noche. Aquella casa estaba agotada, sola y quejumbrosa, como ella. Y tenia algo que decir, pero al principio no estaba dispuesta a escucharlo, hasta que descubrio el poder que ejercia en las personas que pasaban la noche bajo su techo.
    Cuatro meses despues abria las puertas de la nueva casa de huespedes, “Noches vacias”.
    Pero si pensaba que las cosas a partir de ese momento iban a ser sencillas, estaba muy equivocada. Alli todo el que se alojaba iba perseguido por sus demonios, fantasmas que quedaban apartados al menos durante la noche, pero que al alba volvian a despertar.

  • El asunto Danvers de Elsa Tablac

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    Mientras contemplaba el tibio anochecer sobre la City de Londres desde el piso veintiseis de la Torre NatWest, Julian Danvers noto una presencia a su espalda. No le hizo falta contemplar el reflejo en la ventana para saber que se trataba de Susan Laymon, su eficaz secretaria. Parpadeo antes de dar la espalda a la ventana, regresando bruscamente a la realidad. ?Cuantos minutos llevaba ensimismado, contemplando el ajetreo de la ciudad desde el pasillo acristalado? --Julian, son casi las nueve de la noche. Creo que me marcho ya…Si no necesitas nada mas, quiero decir --dijo Susan, con la voz algo entrecortada, fruto de un reciente catarro. Contemplo su maquillaje y su cabello rubio ceniza recogido en lo alto de la coronilla, impecables desde las nueve de la manana. --Por supuesto, Susan. Siento mucho que el dia se haya alargado. ?Sabes si ya esta aqui mi cena? La secretaria lo observo atonita. Hacia un buen rato que habia llegado la comida, encargada a traves de una app a Solomon's, uno de los restaurantes favoritos de Julian. Echo un vistazo a su mesa. Ni siquiera se habia molestado en sacarla de la bolsa de papel. O tal vez no la habia oido cuando le aviso de que la cena ya estaba sobre la mesa de su despacho. Julian contemplo el minimo gesto de decepcion en su boca y el sutil juego de miradas. Entendio a la velocidad de la luz todo lo que estaba pasando por la mente de su secretaria. No le gustaba nada que se quedase en las oficinas de Danvers Holdings hasta tan tarde, pero llevaba un par de dias consumido por todo aquel asunto del problematico informe para McKinney. Y, en un plano mas personal, por la imperiosa necesidad de deshacer de una vez por todas su compromiso con Athena Richardson, su prometida. No podia alargarlo ni un dia mas. La fecha de aquella boda que nunca tendria lugar se acercaba peligrosamente. La secretaria, ya con el bolso sobre el hombro y el abrigo en la mano, se encamino de nuevo hacia su mesa, dispuesta a organizar su cena, pero Julian se adelanto rapidamente. --No, no te preocupes, Susan. Marchate ya a casa. Yo mismo me ocupo de calentarlo todo en el microondas, faltaria mas. Ya te he entretenido demasiado por hoy --le dijo, acompanando la orden con una de las sonrisas a las que recurria para salirse siempre con la suya. Ella torcio el gesto en senal de agradecimiento, pero el cansancio era mas que obvio en cada uno de sus movimientos. En su meteorico ascenso como consultor economico siempre habia sentido debilidad por las secretarias mayores y experimentadas. Sonrio mientras la veia abandonar la oficina, apagando las luces a su paso y dejandolo en una incierta penumbra. Hacia unos anos que Susan habia pasado la cincuentena. Tecnicamente podria ser su madre --el estaba a punto de cumplir treinta y tres-- y sin embargo, despues de tres anos a su lado, seguia encontrandola atractiva. Pero nunca cruzaria ese limite con ella, a pesar de que a veces su intuicion le decia que ella lo miraba de una forma demasiado intensa. Julian metio los recipientes de carton de Solomon's en el microondas y espero a que su cena estuviese de nuevo caliente. Se rio de su ocurrencia con respecto a Susan. Jamas se le habria pasado por la cabeza tener un lio con una de sus maternales secretarias. Para regocijo de su prometida, Athena, siempre habia preferido trabajar con mujeres mucho mayores que el. Su primera asistente, Rachel, apenas se habia quedado a su lado seis o siete meses. En cambio con Susan, o con su antecesora, la nordica Kristiane --ya jubilada-- no tendria esos problemas. No sentian ese hambre por escalar profesionalmente, esa voracidad profesional que las obligaba a saltar de un empleo a otro. En su caso, necesitaba a alguien a quien pudiese confiar practicamente todas sus intimidades. Athena. Suspiro, y de repente el dolor de cabeza que habia estado atenazandolo durante toda la tarde se manifesto en forma de severo pinchazo en su sien derecha. Supuestamente todo estaba casi a punto para la boda, pero las cosas habian ido demasiado de prisa entre ellos y ahora sentia la imperiosa necesidad de echar el freno. Se sentia un cerdo por ello, y a cada dia que pasaba esa sensacion iba en aumento. No solo por el hecho de abandonarla casi a las puertas del altar, sino porque era del todo consciente de que estaba retrasandolo. La decision estaba practicamente tomada desde hacia un mes, y aun no habia reunido el valor necesario para decirselo. Para decirle que lo suyo no tenia futuro. Que no estaba preparado para el matrimonio. Aun no. Que sentia que se habian apresurado demasiado, porque apenas hacia dos anos que se conocian, y uno que habian empezado a salir formalmente. Que lo de casarse habia salido de su boca en un euforico momento durante sus ultimas vacaciones en Ibiza, bajo los efectos del alcohol. Cualquier excusa serviria. O todas a la vez. Cualquier excusa, excepto la real: que no estaba enamorado de ella. Que no la queria como ella a el. Y que en los ultimos meses habia algo de su comportamiento que no le encajaba. Obviamente, eso era lo unico que era incapaz de confesar. El "ding" del microondas lo expulso de su ensonacion. Saco los dos recipientes de carton del microondas y se dirigio de nuevo a su mesa. Realmente no sabia por que no se habia marchado a su recien estrenado apartamento en Newington, o incluso a cenar en Solomon's, en lugar de dar cuenta de aquella triste cena en una oficina gelida y fantasmal. Pero, en el fondo, sabia muy bien el motivo: era miercoles, y los miercoles Athena acudia a su apartamento para pasar la noche con el. En realidad, seria el momento perfecto para enviar la cena directamente a casa, sentarse a tener esa conversacion serena y romper con ella, pero se autoconvencio con una burda excusa: habia tenido un dia duro en la oficina. Necesitaba una copa antes de regresar a casa. O mas bien, tenia que trabajar un rato mas en el informe McKinney antes de permitirse el lujo de dormir. Noto como se le cerraba el estomago. Alli estaba Julian Danvers, inmovil, en su enorme mesa de cristal sin saber muy bien que hacer. Finalmente, agito el raton y activo la pantalla de su gigantesco ordenador Mac. Busco la aplicacion de Facetime y llamo a Athena. Su novia contesto enseguida, como siempre. Alli estaba, esperandolo en su apartamento, cada vez mas integrada en su papel de ama de casa del siglo veintiuno. Se aseguro de que la camara del ordenador recogiera sin posibilidad de duda el lugar en el que se encontraba, su oficina en la torre NatWest. Ella arrugo la nariz al verlo rodeado de comida y de papeles. --Ya... ya se lo que me vas a decir... --Lo siento mucho, carino. Aun me queda un buen rato en la oficina. McKinney me matara si no tiene sus previsiones para el proximo ano al final de esta semana. --?No te espero despierta, entonces? --Es mejor que descanses... Intentare no hacer ruido cuando llegue. Athena esbozo una triste sonrisa. --Mas bien me gustaria todo lo contrario. Que me despertases cuando llegues. Sabia muy bien por que Athena lo decia. Ya eran tres miercoles seguidos los que habia llegado tarde a casa por "quedarse trabajando hasta bien entrada la noche". Y se habia dormido en el enorme sofa del salon, con la excusa de no despertarla. Pero Athena no era idiota. A veces, si veia que podia salir beneficiada, se hacia la tonta, pero no lo era en absoluto. Sabia que algun tipo de conversacion seria se cernia sobre ellos. De hecho, hacia dias que no le consultaba nada respecto a los preparativos de la boda. Ella tambien esquivaba el tema, intentando ganar tiempo. Julian suspiro. La cena, o lo que quedaba de ella, se estaba enfriando de nuevo. La cuestion era que ya no tenia hambre. Insistio, y con ello zanjo la conversacion: --Intentare no despertarte cuando llegue a casa. Buenas noches, Athena. No espero a que ella contestara. Cerro la aplicacion y su despacho quedo de nuevo en la penumbra, tan solo iluminado por la carisima lampara de Tom Dixon que tenia junto al ordenador, la unica pieza de diseno que albergaba la majestuosa oficina acristalada con vistas al Tamesis. No podia dejar pasar ni un dia mas. Manana desayunaria con su prometida y le diria lo que probablemente ya sospechaba: que la boda quedaba cancelada. Julian revolvio con cierta desgana los deliciosos tallarines Parsley de Solomon's, uno de sus platos favoritos. El mismo que aquella noche era incapaz de terminarse. Lo del informe para McKinney era totalmente cierto, y a pesar de que durante el fin de semana pasado habia avanzado bastante, sabia muy bien que "Kinney", como ya se permitia llamar a uno de sus mejores clientes, ni siquiera recordaba la fecha que habian fijado. Si lo llamaba el lunes siguiente para decirle que tenia los datos listos para sus proximas inversiones le contestaria balbuceante que OK; que todo bien, que se lo enviase con un mensajero y que ya le echaria un vistazo. Kinney tenia un problema evidente con el alcohol, y eso, por increible que parezca, tiene sus ventajas a la hora de estirar las fechas de entrega.

  • Y lo conoci en… de Lorena Fuentes

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    Un Match.Un polvo.Una rubia de ojos verdes que llegara a mi vida para darle un giro de ciento ochenta grados, pero ella y sus amigas me juzgaran por ser el Lobo Feroz, solo que Caperucita viene a que le clave los dientes por voluntad propia.Amor. ?Que es el amor?No se que esperar de mi Rubita, pero todo lo que ella pueda darme, lo tomare. Yo no cai del Cielo, digamos que emergi del Infierno, mis demonios estan cerrados bajo llave, pero ella es capaz de calmarlos.

  • El amor de Heronimo de Cristo Alcala

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    Heronimo Mon.Duenos absoluto, de las Metalurgicas mas grandes del mundo.El rey del acero.Nuestro querido, jefe de los jefes.Ya no hay 4 reglas.Tampoco, femina de turno.?Que ocurre, cuando el futuro choca con el pasado?Porque Heronimo, nuestro senor oscuro libera sus miedos y demonios.Arriba de un ring.El desenlace, de su entrega.Y nuestra historia de amor.Sensual y sexualmente directa.Vas a reir.Vas a llorar.Te vas a emocionar.?Mencione, que vas a reir mucho?Y vas a descubrir, la fuerza y el amor de unas flechas rosas pintadas en lapiz rosa.Segunda y final entrega, de la novela mas linda del mundo.

  • !Tu te lo buscaste! 2, Emma Green de Emma M. Green

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  • Los mejores casos de Max Carrados de Ernest Bramah

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    <>. GEORGE ORWELL Hubo un tiempo en que las aventuras protagonizadas por Max Carrados, competian en popularidad en las paginas de The Strand Magazine con las del mismisimo Sherlock Holmes. Carrados cumplia con todos los requisitos del perfecto detective eduardiano: era inteligente, educado y, al igual que el personaje de Conan Doyle, el cosmopolita y adinerado Carrados contaba con la ayuda de un companero inseparable, el senor Carlyle. Sin embargo, habia algo que le hacia unico: Max Carrados era ciego. Algo que nunca supuso un impedimento para que, desde su estudio de Richmond, resolviera siempre con brillantez losmisterios a los que se vio enfrentado. El presente volumen ofrece una seleccion de sus mejores casos, aquellos en los que las habilidades deductivas del investigador, basadas en sus agudizados sentidos restantes, se muestran en su maximo esplendor.

  • Ciudad de Reyes (Nueva York 1) de Mariah Evans

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    Primera entrega de la serie romantica paranormal: Ciudad de Reyes.
    La poblacion de Brooklyn esta sufriendo una oleada de despiadados asesinatos. Una division secreta del Pentagono, con Josh Gallager al mando, es enviada a la comisaria principal de la zona para colaborar en la investigacion.
    Gallager debera trabajar junto al Inspector de homicidios Franklyn, pero sin revelar su verdadera mision ni las atipicas particularidades que les caracterizan a el y a su equipo.
    Sarah es sobrina del inspector y trabaja como secretaria en la comisaria. Cuando es atacada y consigue milagrosamente escapar de los depredadores que tienen aterrada a la ciudad, Josh se vera obligado a protegerla… ocultandole su mas oscuro secreto.
    Una magnifica novela, ambientada en el famoso barrio de Brooklyn, en Nueva York, que te hara temblar y enamorarte a partes iguales.

  • Pon tus manos sobre mi, Mina Vera de Mina Vera

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    Sofia y Paula, amigas del alma desde la adolescencia, no pueden creer que la vida se lo este poniendo tan dificil. Paula, alta y exuberante, parece brillar con luz propia en la fruteria en la que trabaja y conquista a sus clientes con su vibrante personalidad, pero no ha vuelto a encontrar un hombre que valga la pena despues de su fracaso matrimonial cuando aun era muy joven. Para la bella y menuda Sofia es aun mas complicado: madre soltera, haciendo malabares para llegar a fin de mes y sacar a su hijo adelante, limpia casas y acepta cada vez mas trabajos extra, como ayudar a Paula en la fruteria. Los hombres de sus vidas deben estar ahi fuera, en algun sitio, piensan, pero estan demasiado ocupadas sobreviviendo como para detenerse a considerarlo.

  • Divorciadas Futbol Club de Antonio Sanchez

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    Una novela romantica en la que abunda el humor y que sacara mas de una sonrisa a sus lectores con las historias de amor de estas tres jovenes divorciadas.

  • Sin aliento (Sin compasion 3) de W. Winters

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    H 1 . C A RT E R a pasado mucho tiempo desde que alguien intento matarme en mi propia casa. Nadie se habia atrevido a hacerlo. Y aun mas tiempo desde que alguien me apunto con un arma y vivio para contarlo. Apenas puedo escuchar debido al zumbido en mis oidos. He esperado este momento, pero no es asi como pense que seria. Ella me ama, me recuerdo. Ella me ama, joder. Se que es asi. La cara de Aria esta sonrojada y su mano tiembla mientras lucha por mantener firme el arma. Doy un paso hacia ella y ella prepara el gatillo. El clic resuena en las paredes. Si quedaba algo de corazon en mi pecho, se acaba de pulverizar, los pequenos fragmentos disparan oleadas de dolor a traves de mi cuerpo. La sonrisa enfermiza en mi rostro se desvanece incluso mientras lucho por mantenerla en su lugar, concentrandome en esos hermosos ojos color avellana. Ojos que me atrajeron hacia ella, que me suplicaron piedad, que me hicieron sentir mas de lo que he sentido en anos. Ojos que me enganaron. --Suelta tus armas --exige Aria, su voz temblorosa pero clara y fuerte independientemente. Es una jodida locura que en este momento me parezca absolutamente hermosa. Asi de fuerte, esta en su momento en el que se ve mas hermosa. --!Sueltalas! --ella grita con mas fuerza y el arma vacila. Es obvio que nunca ha tenido una antes, o al menos, nunca ha disparado. Sin embargo, me esta apuntando con ella. Podria disparar accidentalmente, y matarme. ?Se arrepentiria? Cuestiono y siento un fuerte tiron en el pecho. Un pozo de emocion amenaza con romper mi compostura. Cada centimetro de mi piel esta entumecido mientras miro el canon de la pistola, sintiendo que todo se desmorona a mi alrededor. Frente al enemigo. Delante de mis hermanos. En frente de ella. --?Carter? --Escucho a Jase sin verlo, preguntandole si deben escucharla o no. Dos de mis hermanos, Jase y Declan, estan detras de mi con pistolas apuntando a tres hombres arrodillados en el suelo. Dos de ellos son sus primos y el tercer hombre es su antiguo amante y amigo. El nombre por el que oro mientras ella estaba en la celda, el unico nombre que estoy cansado de escucharla pronunciar. Los tres son hombres que querian matarnos hace solo unos momentos. Hombres a los que Aria esta protegiendo y dispuestos a matarme para salvarlos. Esos jodidos fragmentos cavan mas profundamente en cualquier herida que me hayan abierto en el pecho. Tragando el nudo en mi garganta junto con la angustia que estoy sintiendo, respondo a Jase, aunque no aparto la mirada de Aria. --Sueltenlas. --Al instante, el alivio se muestra en el rostro de Aria, e incluso relaja el agarre del arma hasta que agrego--: Pero no dejes que esos cabrones las tengan. Nadie tiene un arma-- trago saliva y agrego, forzando una sonrisa en mi rostro, --excepto Aria. El control todavia esta en mi demanda. Me escucharan, todos los que valen un carajo en este lugar lo haran... pero a medida que pasa el tiempo, puedo sentir que se me escapa. Solo puedo imaginar lo que piensa su familia, pero es lo que mis hermanos estan viendo lo que me destroza. Saben que la amo. Y ahora la estan viendo traicionarnos a todos. --Dejalos ir --Aria ordena en un tono mas debil, lleno de una suplica. Visiblemente tragando, finalmente rompe mi mirada para mirarlos. Su asombrada y brusca inhalacion a lo que ella ve me destruye. Su misericordia y compasion por ellos son repugnantes. Ellos vinieron a matarme. Ella sabe eso. Ella podria matarme todavia. La amo. Se que la amo y ese fue mi primer error. La ira aumenta y resuena en mi sangre. Mi cordura finalmente vuelve a mi, endureciendome y recordandome quien soy y todo por lo que he trabajado. Todo se va a derrumbar. Todo por ella. Hubiera hecho cualquier cosa por ella. --Vamonos. --Escucho la voz de Nikolai, baja y llena de dolor. La sangre todavia esta rojo brillante por la herida de su labio y ya se ha formado un moreton en su rostro. Mis nudillos se ponen blancos mientras mi puno se aprieta. Todo lo que necesito es un momento para descargar cada parte de mi agresion sobre el. Quiero romperle la mandibula por atreverse a decirle esas palabras a mi Aria. Nunca senti la rabia como la siento ahora cuando el la alcanza como si pudiera alejarla de mi. Porque el puede. Porque ella esta dispuesta. --Vete --dice ella, y la voz de Aria es fuerte mientras lo mira. Una vez mas, el arma esta floja en su agarre. No parece darse cuenta de lo suelta que esta la pistola en sus manos. Podria tomarla; Podria arriesgarme. Pero correria el riesgo de ponerla en peligro, y mi mirada cae ante el pensamiento. --Ahora --sisea uno de sus primos, tirando del brazo de Nikolai. La camisa se aprieta alrededor de su cuello mientras tira de la tela. Mirandolo desde mi periferia, estoy disgustado, al igual que Nikolai, a juzgar por su expresion. --Ven con nosotros --insta Nikolai, alzando la voz para ordenarle, pero tambien le suplica, y aparto mi atencion de Aria, mirando al hombre que es Nikolai. Me recuerda al chico que una vez fui. Necio e imprudente. Pero el nunca paso por la mierda que yo lo hice. Fue criado en esta vida, no fue arrojado a ella y obligado a luchar para sobrevivir todos los malditos dias. Sin embargo, el cree que puede llevarsela. --Yo me quedo --dice Aria con autoridad antes de que yo pueda decir algo. Su declaracion hace que Nikolai se estremezca. Un poco de esperanza revolotea en mi pecho. Mi garganta se aprieta y me duele el pecho, sintiendo como si estuviera a punto de abrirse de par en par. Ella se queda. --!No tenemos tiempo para esto! --grita uno de sus primos, mirando alrededor del lugar como si en cualquier momento yo fuera a cambiar de opinion y los fuera a matar a todos. El tendria razon si no fuera por Aria. Ella los quiere. Ella los eligio. --No me ire sin ti --grune Nikolai y acecha a Aria, listo para llevarsela. Esa es mi senal para alcanzar mi arma. Su reunion ha durado bastante y me niego a dejar que el se la lleve. Nadie me la quitara. Nadie. La adrenalina corre por mi sangre, mi respiracion se hace mas pesada mientras mi mandibula se aprieta. El arma esta caliente en mi mano. Mas caliente que nunca. La mia apunta a Nikolai; la de Aria me apunta a mi. Mi voz es profunda y aspera cuando les digo a los tres--: Tienen dos minutos para correr. --Carter --ella dice, suplicando desesperadamente, pero no tiene lugar para negociar y no me queda piedad, ni siquiera por ella. La ignoro, sintiendo que la rabia de lo que ha hecho se filtra en la medula de mis huesos cuando termino de decir--: y luego abriremos fuego. Mis hermanos se mueven lentamente, alcanzando sus armas mientras la expresion de Aria se arruga por el dolor y se balancea hacia la pared, con su nerviosismo evidente. La mandibula de Nikolai esta tensa, sus ojos azul claro brillando con odio. --Ven conmigo --el dice entre dientes y luego le habla a sus aliados--. !Tomenla! Pero corren, dejandolo solo y dejandola atras. --!Ella tuvo su oportunidad! --Uno de los hombres grita detras de el. Sus tenis deportivos chirrian cuando sus pasos golpean el piso recien pulido. Cobardes. Los hombres de Talvery son cobardes. --Aria, por favor --le suplica Nikolai como si eso le rompiera el puto corazon. Que se joda. --Un minuto --digo entre mis dientes y finalmente el me mira. Mi agarre se aprieta en el arma. Un apreton del gatillo y me desharia de el para siempre. Estoy tan cerca de tirar del gatillo, solo para terminar con todo. El me mira a los ojos y desearia que la mirada que le devolviera fuera suficiente para matarlo. --Vete --ella gime. Mirando primero al arma en mi mano y luego a el. --!Sal de aqui! --ella le grita. --Volvere por ti --el le dice como si ella fuera su amor perdido hace mucho tiempo. Espero que el vuelva por ella. Mis fosas nasales se dilatan y me duele el pecho mientras ella jadea por respirar al verlo irse. Vuelve por ella, Nikolai. Vuelve, asi puedo romperte el maldito cuello. Muerdo mi lengua, saboreando el sabor metalico de la sangre en mi boca. Lo matare asi sea lo ultimo que haga. El todavia esta corriendo lejos de ella. Mis unas desafiladas se clavan en mis palmas mientras mis punos se aprietan y la ira y los celos se mezclan en una combinacion mortal. El rojo sangra en mi vision y es todo lo que puedo hacer para no apretar el gatillo mientras sigue sus movimientos. --Queria decirte --solloza Aria mientras el sonido de Nikolai huyendo se desvanece en el pasillo--. No pense... --?Decirme que? --le pregunto. --Que ellos venian --ella dice con un dolor en la voz que coincide con el que se arremolina en sus ojos. Ella se esta rompiendo, apenas respira y puedo ver el arrepentimiento, el remordimiento. Pero solo una cosa me resuena. --?Tu sabias? --la interrogo y siento un escalofrio recorriendo mi cuerpo que se hunde hasta mis huesos. Nunca me amo. Nunca lo hizo. Proteges a los que amas. Siempre. Y ella no me protegio. Fui un maldito tonto y ella no es la mujer que yo pensaba que era. Ella es una maldita mentirosa. --?Realmente los estamos dejando ir? --La pregunta de Declan atraviesa la bruma de la incredulidad y la traicion. --?Tu sabias? --le pregunto de nuevo, mi temperamento regresa. --Yo, yo... --ella tartamudea, su mirada recorriendo mi rostro, el miedo y el dolor hacen que sus ojos color avellana se llenen de lagrimas. Baja su arma, sin atreverse a apuntarme y dejo caer la mia mientras me acerco a ella, cada paso pesado suena mas premonitorio que el anterior. --?Carter? --Declan grita mi nombre, exigiendo una respuesta. Con cada paso mas cerca de ella, da uno en reversa hasta que sus hombros golpean la pared. Guardo mi arma en la funda antes de arrancar la suya de las manos, aunque ella no se opone. --Carter --Declan llama de nuevo, sin importarle que la mujer que yo amo me engano. Ella sabia que venian a matarme, a matarnos a todos, y no hizo nada. --?Los vamos a dejar ir o no? --pregunta Declan. Con una mano apoyada en la pared sobre la cabeza de Aria y la otra sujetando su cadera, la miro a los ojos, ignorando todo lo que me atrae de su mirada. Ya no puede tener eso. Le estoy quitando ese poder. Sintiendo el dominio del odio fluir a traves de mi y queriendo lastimarla como ella me lastima a mi, respondo a Declan con una voz profunda que es apenas audible.

  • Walkscapes de Francesco Careri

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    El andar es un acto cognitivo y creativo capaz de transformar simbolica y fisicamente tanto el espacio natural como el antropico. Este libro narra una historia de la percepcion del paisaje a traves del acto de caminar: del nomadismo primitivo a las vanguardias artisticas de principios siglo XX, de la Internacional Letrista a la Internacional Situacionista, del minimalismo al land art, Francesco Careri repasa algunas de las propuestas historicas que han concebido el acto de deambular no solo como una herramienta de configuracion del paisaje, sino como una forma de arte autonoma, un instrumento estetico de conocimiento y modificacion fisica del espacio atravesado que pasa a convertirse en intervencion urbana.
    Esta nueva edicion actualizada del clasico de Careri incorpora un epilogo del propio autor donde hace un balance de la trayectoria del libro desde que fuera publicado por primera vez en 2002.

  • Amenaza entre las sombras (Top Novel), Linda Howard de Linda Howard

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  • Diez anos y diez dias de Poppy Garcia

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    !Por fin algo de tranquilidad!

  • No destruyas al Devorador de Lighling Tucker

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    ?Se puede recomponer un corazon roto?
    Chase no esperaba que, al reencontrarse con Aimee cinco anos despues, no reconociera a la mujer que tenia ante el.
    Aimee esta destruida, esa es la mejor definicion de la mujer que es ahora. Consumida por los excesos a los que recurre para olvidar, la linea entre la vida y la muerte comienza a desdibujarse.
    ?Se puede seguir amando a pesar de la distancia?
    El nunca dejo de buscarla, habria descendido al mismisimo Infierno para traerla de vuelta. Y eso Aimee lo sabe. Chase esta dispuesto a romper todas las barreras que ella este dispuesta a poner entre ambos.
    ?Por que huir?

  • Si se quiere, se puede de Susana Valcarcel Luengo

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    Laura, una chica sencilla y del monton tal como ella se describia, estaba en el mejor momento de su vida. Con un buen marido, un buen trabajo y una hija estupenda. Era muy feliz.Pero a veces no todo puede ir bien por mucho tiempo, la ley de Murphy, dicen. Todo se va desmoronando a pasos agigantados.?Que le pasara a Laura para que todo su mundo de color de rosa se vaya tristemente a pique?Si se quiere, se puede es una novela juvenil, emocionante hasta el ultimo momento y de facil lectura, como nos viene acostumbrando la escritora Susana Valcarcel.

  • El misterio del capital de Hernando De Soto

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    De Soto ha publicado varios libros. Dos de ellos son decisivos sobre economia y politica del desarrollo: El Otro Sendero, (1986) y El Misterio del Capital (2000). Ha producido cuatro documentales para PBS que han dado la vuelta al mundo: El misterio del capital de los indigenas amazonicos, Globalization at the Crossroads, The Power of the Poor y Unlikely Heroes of the Arab Spring. El Misterio del Capital ha vendido cinco millones de ejemplares en treinta idiomas y cada ano aumenta el numero de ejemplares vendidos. Es lo que se llama un clasico, es decir, que trasciende el tiempo y que tendra vigencia permanente. Italo Calvino en su ensayo Por que leer los clasicos escribio que “Un clasico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir”. “Tu clasico es aquel que no puede serte indiferente y que te sirve para definirte a ti mismo en relacion y quizas en contraste con el”.

  • Acuestala sobre los lirios de James Hadley Chase

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    Era una de esas calidas y agotadoras mananas de julio, agradables cuando estas en banador en la playa junto a tu rubia favorita pero dificiles de soportar si estas encerrado en una oficina, como era mi caso. Por la ventana abierta se colaba el murmullo de las olas, el zumbido de los aviones y el ruido del trafico del Orchid Boulevard. El sistema de aire acondicionado, escondido en las entranas de los edificios Orchid, se las apanaba perfectamente para mantener a raya las temperaturas en ascenso. Los rayos del sol, calientes y dorados, proyectaban dibujos sobre la alfombra que Paula habia comprado para impresionar a los clientes y que a mi me parecia demasiado cara para ponerle un pie encima. Me sente en mi escritorio, sobre el cual habia dejado unas cuantas cartas para que Paula creyera que estaba trabajando, si llegaba a entrar. Detras de unos espectaculares libros legales habia un vaso de whisky lo suficientemente fuerte para rajar cemento. Cada vez que me acercaba a el, el hielo tintineaba. Solo tres anos y medio antes habia fundado la compania Universal Services, una organizacion que se hacia cargo de cualquier cosa: desde pasear a un cachorrillo hasta coger por las orejas a un usurero en pleno festin con el dinero de mi cliente. Era, en esencia, un negocio para millonarios y con tarifas muy caras. Pero, en fin, en Orchid City los millonarios son tan numerosos como los granos de arena de la playa. Durante estos tres anos y medio nos habiamos divertido, habiamos jugado, habiamos ganado algo de dinero y aceptado trabajos de lo mas variados. Incluso tuvimos que hacernos cargo de un asesinato. Pero en los ultimos dias, el negocio estaba tan tranquilo como un soltero comiendo bollos en una sala de conferencias. Seguian llegando trabajos rutinarios, pero de esos se encargaba Paula Bensinger; unicamente cuando aparecian asuntos fuera de lo comun, mi companero Jack Kerman y yo nos poniamos manos a la obra. Pero no habia aparecido nada fuera de lo comun, de modo que no haciamos mas que esperar sentados, vaciando botellas de whisky y fingiendo estar muy ocupados delante de Paula. Jack Kerman estaba recostado sobre la silla de los clientes. Era un hombre largo, delgado y elegante, con mechones blancos que se destacaban entre su pelo oscuro y un bigotito a lo Clark Gable. Se paso el vaso helado de whisky por la frente para refrescarse. Llevaba un inmaculado traje color verde oliva, una corbata a rayas rojas y unos llamativos zapatos de piel de ante, blancos con motas verdes. Cada centimetro de su ser tenia el aspecto de haberse fugado de las pagina de Esquire. --!Vaya! --dijo despues de un prolongado silencio--. !Quitale los brazos y podrias confundirla con la mismisima Venus! Se acomodo sobre la silla y suspiro. --!Por cierto, me encantaria que alguien le arrancara los brazos! !Chico, que fuerte era! Y yo fui lo suficientemente tonto para creer que podria manejarla. --No empieces --le rogue, levantando mi vaso--. Lo ultimo que necesito en una manana como esta es un resumen de tu vida amorosa. Prefiero las obras completas de Krafft-Ebing. --Ese viejo no te llevara a ninguna parte --dijo Kerman con sorna--. Ademas, todas sus nonerias estan en latin. --Te sorprenderias de la cantidad de gente que estudia latin solo para descubrir que dice. Es lo que llamo matar dos pajaros de un tiro. --Lo cual nos lleva nuevamente a mi rubia --dijo Kerman, estirando las piernas--. Me la encontre en la tienda de Barney anoche. --No me interesan las rubias --le dije con firmeza--. En lugar de estar aqui hablando de tus conquistas, deberias estar en la calle tratando de conseguir nuevos clientes. A veces me pregunto para que te pago. Kerman se quedo pensativo. En su cara habia una expresion de sorpresa. --?Quieres trabajar? --pregunto de golpe--. Creia que la idea era que Paula lo hiciera todo mientras nosotros descansabamos. --Esa es la idea general, pero no estaria mal que de vez en cuando hicieras algo para ganarte la vida. Kerman se sintio aliviado. --Por supuesto, de vez en cuando. Por un momento crei que te referias a este momento. --Tomo un trago de su vaso y cerro los ojos--. Ahora, esta rubia de la que te estaba hablando es guapa como ninguna. Cuando le pedi una cita me dijo que no queria saber nada de hombres. ?Sabes lo que le dije? --?Que le dijiste? --le pregunte, porque de todos modos me lo iba a contar. Ademas, si yo no le escuchaba sus mentiras, ?quien iba a escuchar las mias? Kerman solto una risotada. --Senorita, puede que usted no vaya detras de los hombres, pero las ratoneras tampoco van detras de los ratones. ?A que estuve listo? Pues mira, se derritio. No tienes por que mirarme con esa cara de vinagre. Puede que tu ya lo hayas oido antes, pero para ella era la primera vez. Y surtio efecto. Despues la puerta se abrio sin que me diera tiempo a esconder mi vaso. Entro Paula. Era alta, morena y adorable. Tenia unos ojos castanos y atentos, y una silueta que suscitaba toda clase de ideas lascivas. A mi, no a ella. Era rapida, implacablemente eficiente e incansable. De hecho, fue ella quien me animo a comenzar con Universal Services, e incluso me presto dinero durante los dificiles seis meses posteriores a la puesta en marcha de la empresa. El exito comercial de Universal Services se debia, sin duda, a su habilidad para administrar el negocio. Si yo era el cerebro de la organizacion, Paula era la medula. Sin ella habriamos cerrado en una semana. --?No teneis nada mejor que hacer que estar ahi sentados bebiendo? --espeto, plantandose delante del escritorio y dirigiendome una mirada acusatoria. --?Es que existe algo mejor? --respondio Kerman con insolencia. Paula le dedico una mirada gelida fugaz y acto seguido volvio a clavar sus brillantes ojazos marrones sobre mi persona. --De hecho, Jack y yo discutiamos sobre la necesidad de conseguir algun nuevo cliente -- informe, echandome el pelo para atras--. Venga, Jack, vayamos a ver que podemos encontrar. --?Donde buscareis? ?En el bar de Finnegan? --pregunto Paula con sorna. --Esa es una idea absolutamente brillante --dijo Kerman--. Es probable que Finnegan tenga algo para nosotros. --Antes de iros, podriais ver esto --pidio Paula, y me acerco un sobre alargado--. Acaba de traerlo el portero; lo encontro en el bolsillo de uno de esos abrigos que tan amablemente le has regalado. --?De veras? --Cogi el sobre--. Que extrano. No he usado esos abrigos desde hace mas de un ano. --El matasellos lo confirma --dijo Paula, con ominosa calma--. La carta fue enviada hace catorce meses. Supongo que algo paso: no es posible que la guardases y luego te olvidaras de ella. No serias capaz de hacer algo asi, ?verdad? El sobre iba dirigido a mi y estaba escrito con una caligrafia apretada y femenina. No lo habian abierto. --Ni siquiera recuerdo haberlo visto antes. --No me sorprende. Te olvidas de todo lo que yo no te recuerdo --recrimino Paula con aspereza. --Uno de estos dias, querida harpia --dijo Kerman--, alguien se te plantara y te dara una bofetada. --No creo que eso la detenga --observe, rasgando el sobre--. Lo he intentado y solo consegui enfadarla mas. Meti los dedos en el sobre y saque una nota y cinco billetes de cien dolares. --!Santo Dios! --exclamo Kerman, poniendose en pie--. ?Le diste eso al portero? --No empieces tu ahora --dije, y lei la carta. Crestways Foothill Boulevard Orchid City 15 de mayo de 1948 ?Podria citarse conmigo en la direccion arriba indicada manana a las tres de la tarde? Estoy desesperada por obtener informacion sobre alguien que esta chantajeando a mi hermana. Entiendo que usted se dedica a estas cosas. Por favor, considere esta carta como confidencial y urgente. Le adjunto quinientos dolares como garantia. JANET CROSBY Siguio un largo y doloroso silencio. Ni siquiera Jack Kerman encontro algo que decir. Nuestro negocio dependia de las recomendaciones, y retener durante catorce meses un pago de quinientos dolares sin siquiera saberlo no era la mejor carta de presentacion. --Urgente y confidencial --murmuro Paula--. Despues de olvidarlo durante catorce meses, se lo da al portero para que se lo cuente a sus amiguitos. !Brillante! --!Cierra el pico! --gruni--. ?Por que nadie reclamo? Debio de creer que su carta se perdio… !Un momento! Esta muerta, ?verdad? Una de las chicas de la familia Crosby murio. ?Fue Janet? --Creo que si --dijo Paula--. Lo averiguare. --Y desentierra todo lo que tenga que ver con Crosby. Cuando salio del despacho, dije: --Estoy seguro de que ha muerto. Creo que tendremos que devolverle este dinero a su familia. --Si hacemos eso --observo Kerman, a quien no le gustaba devolver dinero--, puede que llamemos la atencion de la prensa. Una noticia asi seria una pesima publicidad, Vic. Puede que lo mejor sea no decir nada en absoluto. --No podemos hacer eso. Prefiero ser ineficiente que deshonesto. Kerman volvio a su butaca. --Es mas seguro dejar que los perros duerman. Crosby es petrolero, ?verdad? --Lo era. Esta muerto. Murio en un accidente con armas de fuego hace un par de anos. --Cogi el cortaplumas y empece a agujerear el cartapacio--. No entiendo como pude olvidar esa carta. Paula nunca me lo perdonara. Kerman, que conocia bien a Paula, sonrio comprensivamente. --Pues si --dijo Kerman--. Y me alegra no estar en tu pellejo. Segui haciendo agujeros hasta que Paula aparecio con un monton de recortes de periodico. --No me sorprende que no hayas sabido nada de ella. Murio de un ataque al corazon el 15 de mayo, el mismo dia que escribio la carta --dijo, cerrando la puerta de la oficina. --?De un ataque al corazon? ?Cuantos anos tenia? --Veinticinco. Deje el cortaplumas y busque a tientas un cigarrillo. --No parece una edad para morir de un infarto. De todos modos, sigamos adelante. ?Que mas tienes? --No mucho mas. Casi todo lo sabiamos ya --dijo Paula sentandose en el borde del escritorio --. MacDonald Crosby gano millones con el petroleo. Era un hombre duro y dificil de querer, con una mente tan amplia como el espacio entre dos dientes. Hasta 1943 vivio en San Francisco; luego se retiro del negocio y se instalo en Orchid City. Se caso dos veces y tuvo dos hijas: Janet, la mayor por cuatro anos de diferencia, era producto de su primer matrimonio, mientras que Maureen fue fruto de la relacion con su segunda mujer. Las dos eran completamente opuestas. Janet era estudiosa y se pasaba el dia pintando (varios de sus oleos estan en el Museo de Arte). Al parecer tenia mucho talento, un caracter reservado y un temperamento acido. Maureen es la guapa de la familia; lleva una vida plagada de excesos, salvaje, vaga y licenciosa. Antes de la muerte de Crosby era frecuente verla en los titulares de los periodicos, de escandalo en escandalo. --?Que clase de escandalos? --pregunte. --Hace un par de anos arrollo y mato a un muchacho en la avenida Central. Los rumores dicen que iba borracha, lo cual parece factible teniendo en cuenta que bebia como si no hubiera manana. Crosby hablo con la policia y la chica quedo en libertad tras pagar una cuantiosa multa por conduccion temeraria. En otra ocasion, recorrio Orchid Boulevard a caballo sin nada encima; alguien aposto a que no se atreveria a hacerlo, de modo que lo hizo. --Dejame comprobar si lo he pillado --dijo Kerman, excitado--. ?Quien iba sin nada encima, el caballo o la chica? --La chica, so burro. --?Y donde estaba yo? No la vi. --Solo pudo cabalgar cincuenta metros antes de que la detuvieran. --Si yo hubiera estado alli, no la habria dejado avanzar ni siquiera eso. --No seas basto. Y callate. --Parece la victima ideal de un chantaje --agregue. Paula asintio con la cabeza. --Ya sabes lo del accidente de Crosby. Estaba en su despacho limpiando un arma que se disparo y lo mato. Le dejo tres cuartos de su fortuna a Janet, sin condiciones, y un cuarto a Maureen, bajo fianza. Cuando Janet murio, Maureen se quedo con todo y, al parecer, se reformo. No ha aparecido en la prensa desde que murio su hermana.

  • Los angeles no se estrellan de R. Roman

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    Los angeles no se estrellan
    (Tipejo-logias de hombres toxicos de los que toda mujer sensata deberia huir)

  • Laponia. Un viaje a Rovaniemi de Ariadna Baker

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    Evelin, junto a su hija Nicole, se sumerge en un viaje a Rovaniemi, el corazon de la Navidad en Laponia, con el deseo de vivir unas fiestas especiales.
    Lo que no imagina Evelin es que alli conocera a Scott y Chloe, un padre viudo que viaja con su hija con el mismo deseo que ella.
    Algo surge entre los dos desde el momento en que sus miradas se cruzan.
    ?Sera solo un amor de Navidad o algo mas duradero?

  • Una corte de alas y ruina de Sarah J. Maas

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    Feyre ha vuelto a la Corte Primavera decidida a desvelar las artimanas de Tamlin y las razones del rey que amenaza Prythian. Pero para hacerlo, tendra que jugar al mortal juego del engano. un solo paso en falso podria condenarla, no solo a ella sino a todo su mundo. La guerra se cierne sobre todos, y Feyre tendra que elegir muy bien en quien confiar.

  • Contornos de Jose Escalera

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    Con Ricardo, un joven arquitecto que vive con despreocupacion sus aventuras amorosas y relaciones esporadicas, nos adentramos en los deseos humanos y en como se suceden las contradicciones que nos alejan de la felicidad. Una busqueda personal que lo llevara, tras un sabado de excesos, a enfrentarse a temores propios y ajenos, mientras discierne si todo lo que anhela es posible y si lo posible es tan real como sus deseos. Siete mujeres y una frenetica semana que no podia ser como las demas, le mostraran el reverso de una realidad cambiante y perturbadora, en la que cualquiera puede perderse, pero de la que muy pocos consiguen salir.

  • Kiss Me 2, Objetivo, tu y yo de Elle Kennedy

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    Que te mole la novia de tu mejor amigo es una mierda. Basicamente hay dos factores importantes. Primero, esta el factor de la <>. Y es que es la hostia de incomodo. No puedo hablar por todos los hombres del mundo, pero estoy bastante seguro de que ningun tio quiere salir de su dormitorio y toparse con la chica de sus suenos, despues de que ella haya estado toda la noche en los brazos de su mejor amigo. Y despues esta el factor <>. Eso es un hecho, porque resulta bastante dificil no odiarte a ti mismo cuando te dedicas a fantasear con la chica por la que tu mejor amigo pierde el culo. Por el momento, la incomodidad, sin duda, va ganando la batalla. A ver, vivo en una casa con paredes finisimas, lo que significa que puedo escuchar cada uno de los gemidos entrecortados que se escapan de la boca de Hannah. Cada suspiro y jadeo. Cada golpe de cabecero contra la pared mientras mi colega se tira a la chica en la que no puedo dejar de pensar. Es superdivertido. Estoy en mi cama, boca arriba, mirando fijamente al techo. Ya ni siquiera finjo mirar mi biblioteca de canciones del iPod. Me pongo los auriculares para ahogar los sonidos de Garrett y Hannah en la otra habitacion, pero todavia no le he dado al play. Supongo que esta noche me apetece torturarme a mi mismo. A ver, que no soy idiota. Se que esta enamorada de Garrett. Veo la forma en que le mira y veo lo bien que estan juntos. Llevan saliendo seis meses y ni siquiera yo, el peor amigo del planeta, puede negar que estan hechos el uno para el otro. Y joder, Garrett se merece ser feliz. El va de cabron arrogante, pero la verdad es que es un puto santo. El mejor extremo con el que he patinado en la vida y la mejor persona que he conocido nunca, y estoy tan seguro de mi condicion de hetero, que puedo asegurar que si yo jugara en la otra acera, no solo me follaria a Garrett Graham: tambien me casaria con el. Eso es lo que hace que todo esto sea un millon de veces mas jodido. Ni siquiera puedo odiar al tio que se esta enrollando con la chica a la que deseo. No hay fantasias de venganza que valgan, porque no odio a Garrett, ni lo mas minimo. Una puerta chirria al abrirse y oigo pasos en el pasillo; ruego a Dios para que ni Garrett ni Hannah llamen a mi puerta. O abran siquiera la boca, porque oir cualquiera de sus voces en este momento solo me daria aun mas bajon. Por suerte, el fuerte golpe que hace temblar el marco de la puerta tiene su origen en mi otro companero de piso, Dean, que entra en mi habitacion sin esperar a ser invitado. --Hay fiesta en la fraternidad Omega Fi esta noche. ?Te apuntas? Salto de mi cama mas rapido que una gacela, porque en este instante la idea de ir a una fiesta suena que te cagas de bien en mis oidos. Pillarme un superpedo es una manera cien por cien segura de dejar de pensar en Hannah. Aunque en realidad..., quiero pillarme un superpedo y ADEMAS follarme a alguien sin parar. De esta forma, si una de esas dos actividades no me ayuda con mi objetivo --no pensar en Hannah--, la otra me servira como plan alternativo. --!Por supuesto! --respondo a la vez que busco algo que ponerme. Me meto una camiseta limpia por la cabeza, ignorando la punzada de dolor que siento en el brazo izquierdo desde la fortisima carga que recibi la semana pasada en la final del campeonato. Me dolio un huevo, si, pero el golpe merecio totalmente la pena: por tercer ano consecutivo, el equipo de hockey de Briar se llevo otra victoria en la Frozen Four. Supongo que se le puede llamar el triplete definitivo y todos los jugadores, yo incluido, seguimos recogiendo los frutos de ser campeones nacionales en tres ocasiones. Dean, que juega de defensor como yo, lo llama las tres efes de la Victoria: fiestas, felicitaciones y follar. Es un analisis bastante fiel de la situacion, porque he tenido las tres cosas desde nuestra gran victoria. --?Te toca a ti no beber y conducir? --pregunto mientras me pongo una sudadera de capucha negra encima de la camiseta y subo la cremallera. Mi amigo resopla. --?De verdad me haces esa pregunta? Niego con la cabeza. --Ya. No se en que estaria pensando. La ultima vez que Dean Heyward-Di Laurentis estuvo sobrio en una fiesta fue... NUNCA. El tio se bebe hasta el agua de los floreros y fuma porros como una locomotora cada vez que sale de la casa, y si alguien piensa que eso afecta a su rendimiento en el hielo de alguna manera, esta mas que equivocado. Es una de esas raras criaturas que pueden irse de fiesta como el Robert Downey Jr. de antes y ser tan exitoso y respetado como el Robert Downey Jr. de hoy en dia. --No te preocupes, le toca a Tuck --me dice Dean refiriendose a nuestro otro companero de piso, Tucker--. El muy flojeras sigue de resaca por lo de anoche. Dice que necesita un descanso. Si, y lo cierto es que no me extrana. Los entrenamientos de fuera de temporada no empiezan hasta dentro de otro par de semanas, y todos hemos estado disfrutando de nuestro tiempo de descanso <> demasiado. Pero eso es lo que pasa cuando uno esta de subidon por la Frozen Four. El ano pasado, despues de ganar, estuve pedo dos semanas seguidas. No tengo ninguna gana de que llegue el momento de esos entrenamientos. La fortaleza, el ejercicio y todo el enorme esfuerzo que se necesitan para mantenerse en forma resultan agotadores, y es aun mas agotador cuando a la vez hay que trabajar jornadas de diez horas. Pero no es que tenga otra opcion, la verdad. Los entrenamientos son necesarios si quiero estar preparado para la proxima temporada y el trabajo, bueno, le hice una promesa a mi hermano y da igual lo enfermo que me ponga toda la situacion: no puedo fallar. Jeff me despellejaria vivo si no cumplo mi parte del trato. Nuestro conductor para la noche nos esta esperando junto a la puerta principal cuando Dean y yo bajamos. Una barba de color marron rojizo devora todo el rostro de Tucker; le da un aspecto de hombre lobo, pero el esta decidido a probar este nuevo look desde que una chica a la que conocio en una fiesta la semana pasada le dijo que tenia cara de bebe. --Eres consciente de que esa barba de Yeti no te hace parecer mas varonil, ?verdad? --dice Dean alegremente mientras salimos por la puerta. Tuck se encoge de hombros. --La verdad es que mi intencion es parecer un tipo duro. Yo suelto una risa. --Bueno, pues eso tampoco, <>. Pareces un cientifico loco. Tucker estira su dedo corazon mientras se dirige hacia el lado del conductor de mi pick-up. Me instalo en el asiento del copiloto de la cabina y Dean se sube en la parte de atras, diciendo que prefiere ir fuera para pillar un poco de aire fresco. Yo creo que lo unico que quiere es que el viento le despeine el pelo de esa manera desalinada y sexy por la que las chicas pierden las bragas. FYI, Dean es vanidoso hasta decir basta. Pero lo cierto es que parece un modelo, asi que imagino que se puede permitir ser vanidoso. Tucker arranca el motor y yo repiqueteo mis dedos sobre los muslos, impaciente por ponernos en marcha. Muchos estudiantes de las fraternidades me cabrean con sus rollos elitistas, pero estoy dispuesto a pasarlo por alto porque..., joder, porque si hacer fiestas fuese un deporte olimpico, todas y cada una de las fraternidades masculinas y femeninas de Briar tendrian una medalla de oro. Mientras Tuck da marcha atras para salir de nuestro camino de entrada, mi mirada se detiene en el Jeep negro de Garrett, brillante y reluciente en su plaza de aparcamiento, mientras su dueno pasa la noche con la chica mas guay del planeta y... !Y ya esta bien! Esta obsesion con Hannah Wells esta empezando a volverme loco. Tengo que echar un polvo. !CUANTO ANTES! Tucker esta visiblemente callado durante el trayecto hasta la casa Omega Fi. Es posible que incluso este frunciendo los labios, pero es dificil saberlo teniendo en cuenta que parece que alguien le ha afeitado todo el cuerpo a Hugh Jackman y ha pegado su pelo en la cara de Tuck. --?Y este castigo de silencio a que viene? --pregunto sin darle mucha importancia. Gira su cabeza hacia mi ofreciendome una mirada amarga, despues vuelve a posarla en la carretera. --Eh, venga. ?Es por las conas que hacemos con tu barba? --Me cabreo--. Porque es el primer capitulo de Barbas para principiantes, hermano: si uno se deja barba de ermitano, tus amigos se burlan de ti. Fin del capitulo. --No es por la barba --murmura. Arrugo la frente. --Vale. Pero estas cabreado por algo. --Cuando tampoco responde, presiono un poco mas--. ?Que pasa contigo, tronco? Sus enfadados ojos se encuentran con los mios. --?Que pasa conmigo? Nada. Pero ?CONTIGO? Contigo pasan tantas cosas que ni siquiera se por donde empezar. --Maldice en voz baja--. Tienes que parar con esa mierda ya, tio. Ahora si que estoy totalmente confundido, porque hasta donde yo se, todo lo que he hecho en los ultimos diez minutos es tener ganas de ir a una fiesta. Tucker se da cuenta de la confusion que muestra mi cara y me ofrece una aclaracion en un tono sombrio. --Lo de Hannah. Aunque mis hombros se ponen rigidos, trato de mantener la expresion de confusion en mi rostro. --No tengo ni idea de lo que estas hablando. Si, he elegido mentir. Algo que, en realidad, no es nada nuevo para mi. Parece que todo lo que he hecho desde que llegue a Briar es mentir. Sin ninguna duda estoy destinado para la NHL. !Liga profesional hasta el final! Me encanta pasar los veranos currando de mecanico en el taller de mi padre. !El dinerito me viene guay! No babeo por Hannah. !Esta saliendo con mi mejor amigo! Mentiras, mentiras y mas mentiras, porque en cada uno de esos tres casos, la verdad es una mierda absoluta, y lo ultimo que quiero en el mundo es que mis amigos y companeros de equipo sientan pena por mi. --Reserva esas trolas para Garrett --contesta Tucker--. Y, por cierto, tienes suerte de que Garrett este distraido con todo el enamoramiento y demas, porque si no fuese asi... sin duda se daria cuenta de tu actitud. --?Si? ?Y que actitud es esa? --No puedo evitar los nervios en mi tono de voz ni la tension defensiva en mi mandibula. No me gusta nada que Tuck sepa que siento algo por Hannah. Y me gusta aun menos que haya decidido sacar el tema ahora, despues de todos estos meses. ?Por que no puede olvidarse del puto asunto? La situacion ya es suficientemente jodida para mi como para encima tener a alguien que me lo restriegue por toda la cara. --?En serio? ?Quieres que te lo enumere? Vale. --Una nube oscura atraviesa flotando sus ojos mientras empieza a soltar todas las cosas que me han estado haciendo sentir la hostia de culpable todo este tiempo--. Sales del salon o la cocina cuando entran ellos. Te escondes en tu cuarto cuando Hannah se queda a pasar la noche. Si estais ella y tu en la misma habitacion, la miras fijamente cuando crees que nadie te esta mirando. Tu... --Vale --interrumpo--. Lo pillo. --Y no me hagas empezar con el rollo de puton verbenero que llevas ultimamente --dice Tucker enfadado--. Siempre has sido un ligon pero, tronco, te has liado con cinco chicas esta semana. --?Y? --Pues que es JUEVES. Cinco tias en cuatro dias. Joder, haz la cuenta, John. Oh, mierda. Me ha llamado por mi nombre de pila. Tucker solo me llama John cuando REALMENTE se cabrea conmigo. Pero es que resulta que ahora YO tambien me he cabreado con el, asi que tambien le llamo por su nombre de pila. --?Que hay de malo en eso..., John? Si, los dos nos llamamos John. Igual deberiamos hacer un juramento de sangre y formar un club o algo asi. --Tengo veintiun anos --continuo enfadado--. Tengo permiso para enrollarme con chicas. No, mejor dicho, !debo! enrollarme con chicas, porque de eso precisamente va el ir a la universidad. De divertirse, y de follar, y de disfrutar al maximo cada momento antes de salir al mundo real y que la vida se vuelva una puta mierda. --?De verdad pretendes hacerme creer que todos esos rollos con tias forman parte de tu rito de paso por la universidad? --Tucker niega con la cabeza y despues deja escapar un suspiro y suaviza su tono--. Asi no vas a conseguir sacartela de la cabeza, tio. Podrias acostarte con cien tias esta noche y aun asi no habria ninguna diferencia. Tienes que aceptar que no va a pasar nada con Hannah y seguir tu vida. Tiene toda la razon del mundo. Soy consciente de que he estado revolcandome en mi propia mierda y tirandome a tias a diestro y siniestro para distraer mi mente. Y soy igualmente consciente de que tengo que dejar de ir de fiesta en fiesta para olvidar. Tengo que sacarme la diminuta astilla de esperanza y simplemente aceptar que no va a pasar NADA entre nosotros. Pero creo que quiza empiece a trabajar en eso manana. ?Esta noche? Esta noche me quedo con el plan original: emborracharme, echar un polvo, y a la mierda todo lo demas. #Grace Empece mi primer ano de universidad siendo virgen. Estoy empezando a pensar que voy a acabarlo de la misma forma. No es que haya nada malo en ser un miembro mas del club V. ?Y que si estoy a punto de cumplir diecinueve anos? Estoy lejos de que me llamen solterona y, desde luego, no me van a cubrir de alquitran y plumas en la calle por seguir teniendo el himen intacto. Ademas, no es que no haya tenido la oportunidad de perder mi virginidad este ano. Desde que llegue a la Universidad Briar, mi mejor amiga me ha arrastrado a mas fiestas de las que puedo contar. Y desde luego muchos chicos han flirteado conmigo. Algunos de ellos me han entrado directamente. Uno incluso me envio una foto de su pene con un mensaje que decia: <>. Eso fue..., bueno, vale, superasqueroso, pero estoy segura de que si realmente me hubiera MOLADO ese tio, me podria haber sentido, no se, ?halagada? Puede ser. Pero no me he sentido atraida por ninguno de esos chicos. Y, por desgracia, todos los que si me llaman la atencion ni siquiera me miran. Hasta esta noche. Cuando Ramona anuncio que ibamos a la fiesta de una fraternidad, no tenia grandes esperanzas de encontrar a nadie interesante. Da la impresion de que cada vez que vamos a la calle donde estan todas las fraternidades, todo lo que hacen los chicos es intentar liarnos a Ramona y a mi para que nos enrollemos con ellos. Pero esta noche..., esta noche he conocido a un chico que me gusta un poco. Su nombre es Matt. Es guapo y no emana para nada energia de cabronazo. Y no solo esta bastante sobrio, sino que tambien habla usando oraciones completas y no ha dicho la palabra <> ni una sola vez desde que empezamos a hablar. O mejor dicho, desde que empezo a hablar. Yo no he dicho mucho, pero estoy perfectamente feliz aqui de pie escuchandole; me da la oportunidad de admirar su mandibula cincelada y la adorable forma en la que su pelo rubio se curva bajo sus orejas. Para ser honesta, probablemente sea mejor que yo no hable. Los chicos guapos me ponen nerviosa. Y cuando digo nerviosa, me refiero a que la lengua se me traba y el cerebro deja de funcionar correctamente. Todos mis filtros se evaporan y de repente empiezo a contar la historia de cuando me hice pis en los pantalones en tercero durante una excursion a la fabrica de sirope de arce, o el miedo que me dan las marionetas, o que tengo un leve trastorno obsesivo compulsivo que puede hacerme empezar a ordenar la habitacion de cualquiera en cuanto gira la cabeza hacia otro lado.

  • Inflamable 1 de Eva M. Soler , Idoia Amo Ruiz

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  • Un cafe con sal de Megan Maxwell

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    Lizzy es una joven moderna y extrovertida a la que le encanta salir con sus peculiares amigos. Aunque no es el trabajo de sus suenos, se gana la vida como camarera en el restaurante del hotel Villa Aguamarina de Madrid. Un dia, a la salida de una fiesta en la que ella ha servido el catering a los invitados, ve que un coche se acerca peligrosamente a un hombre que esta en la acera hablando por el movil. Lizzy no lo piensa dos veces y va en su ayuda. Sin saberlo, acaba de evitar el atropello de William, el hijo del dueno del hotel. Serio, clasico, reservado y algo mayor que ella, en un principio se enfada al verse rodando por los suelos, pero minutos despues se queda prendado con la muchacha que le ha salvado del accidente. A partir de ese instante, el destino, y mas concretamente William, haran todo lo posible para que algo magico suceda entre ellos. ?Estara Lizzy preparada para lo que le depara el futuro? Si crees en los flechazos y no quieres dejar de sonreir, no te puedes perder Un cafe con sal, un relato que te enamorara.

  • ?Como conseguir un ligue de una noche? de Roxana Aguirre

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    Roger Santana, es un poco conocido y ordinario escritor que se gana la vida creando articulos para adolescentes en la revista <>. Sin una carrera exitosa ni un salario extraordinario, su vida da un giro radical cuando descubre la infidelidad de su novia y le encargan un articulo que le deja en claro su nueva mision: ?Como conseguir un ligue de una noche?

  • Todos menos tu (Menos tu 2) de Estrella Correa

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    Itxel se traslada a Madrid a vivir su sueno.
    Nico tambien esta alli, intentando rehacer su vida. Busca, pero no encuentra. Nada lo llena.

  • Cuatro vestidos para Carlota de Mercedes Alonso

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  • El beso que no te di de Magdalena Lasala

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    Isabel murio besando a Diego. Ya nadie y ya nada podria separarlos. Los dos cuerpos fueron velados juntos, en un altar a su amor infortunado. Una estruendosa lluvia anego las huertas de Teruel durante varios dias, mientras los amantes recibian el homenaje silencioso del mundo hasta que fueran sepultados en la misma tumba. Juntos para siempre. Magdalena Lasala novela con su maestria habitual el tragico destino de los amantes de Teruel y, por primera vez, nos cuenta quienes fueron realmente Isabel de Segura y Diego de Marcilla, de que familias procedian, como era el Teruel de la epoca y que sucedia en el siglo XIII que les toco vivir, en una recreacion historica llena de detalles y personajes inolvidables.

  • Nicolas Bradley y la mujer de blanco de Monica Bohorquez

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    Tras el regreso de la familia Bradley a Londres, despues de dieciocho anos, unas apariciones extranas comenzaron a tomar protagonismo. Nicolas sentia leves escalofrios que le recorian el cuerpo junto a un dulce y agradable olor a rosas cada vez que caminaba por la mansion.

  • La desafiante prometida del jeque (Atracciones innegable 1), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • Donde se cumplen los suenos de Loren Mills

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  • Con el corazon al sur de Gabriela Exilart

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    La novela retoma algunos personajes de Pinceladas de azabache, entre ellos Naiquen, quien escapa de un marido agresivo -y, sin saberlo, de un despiadado militar que llega de su pasado- y trata de iniciar una nueva vida en Francia. Alli encuentra un amor sincero y verdadero que cura sus heridas y le da fortaleza para afrontar a su perseguidor.

  • Cielo, Noche y Estrellas de Daniel Santos

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    F*lla como un Angel: El Divino Haren de la Elegida
    Sonia Escobar era una joven soltera "corriente".
    Agente de policia, adicta al gimnasio...
    Inocente, dulce, buena, carinosa...
    Y un caso lo cambio todo, para siempre.

  • La cita de al lado (Cita para Rehacer 3) de Susan Hatler

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    Lo unico peor que deshacer las maletas es deshacer las maletas dos veces, y estoy deshaciendolas por tercera vez desde que me mude al centro de Sacramento. Si, !yo! No. En mi agenda, deshacer las maletas esta a la altura de fregar la olla despues de hacer macarrones con queso, quitar chicle de la suela de mis zapatillas favoritas o intentar encontrar una habitacion de alquiler en una casa compartida con alguien que no conozco. Asi que me converti en la reina del courchsurfing... hasta aquel dia. Previo a saltar de sofa en sofa por los apartamentos de mis amigos del centro, habia estado viviendo con dos de mis cuatro hermanos a las afueras de la ciudad y me habia cansado de ir al trabajo. ?Trafico en hora punta dos veces al dia? Paso. Tras vagabundear en el sofa de mi amiga Krista y luego en el sofa de mi amiga Abigail, me encontraba oficialmente de alquiler en una habitacion de la casa de mi mejor amiga de la infancia, Lucy Remington. Lucy y yo siempre habiamos hablado de compartir residencia en la universidad, pero luego ella se marcho a Princeton mientras yo entre en la universidad local, en U.C. Davis. Tras todos aquellos anos, Lucy y yo viviamos juntas por fin. Me encontraria saltando de alegria si no hubiera estado, ya sabeis, deshaciendo las maletas. Inspeccione mi nueva habitacion en su elegante casa adosada: techo alto, ventanas con adornos blancos con cortinas romanas y mi colchon doble, somier y foto que habia usado desde la universidad. Mi mirada se poso en Lucy mientras ella alzaba uno de mis vestidos de verano hasta su pecho y luego examinaba su reflejo en el espejo de cuerpo entero de la habitacion. Ella acababa de sacar ese vestido de una de las muchas cajas de carton que yo habia subido por las escaleras de la nueva casa adosada de Lucy, que su madre le habia comprado (pago en efectivo, fijate) solo para que Lucy viviera cerca de sus padres. Debia ser genial aquello. Lo ultimo que me compro mi madre fue una caja de dulces en el cine cuando vimos la ultima pelicula de Jennifer Lawrence. Pero, en defensa de mi madre, mis padres no estaban tan bien situados como los Remington. Lucy tenia una tarjeta de credito de sus padres sin limite de saldo y compraba en boutiques de disenadores, mientras que yo normalmente compraba mi ropa en estantes de rebajas y tiendas de segunda mano. A pesar de nuestras polaridades financieras, nacio una fuerte union entre nosotras cuando eramos ninas. Mis hombros se tensaron cuando colgue una chaqueta de mezclilla en una percha y despues la coloque en la percha dentro del armario. Desembalar, desembalar sin fin... Luego agarre un par de vaqueros, los doble y meti en un cajon de la comoda y me di la vuelta en busca del vestido de verano que mi amiga habia estado sosteniendo y que, en aquel momento, se encontraba arrojado en la caja que acababa de vaciar. --!Lucy! --Recogi el vestido mientras ella se volvia hacia mi, con su mano tocando la chaqueta que yo acababa de colgar. Ella retiro la mano y puso una mirada inocente. Sus ojos se agrandaron. --?Que pasa, Hannah? --Te estas perdiendo toda la parte de deshacer las maletas --dije, inclinando la cabeza hacia la izquierda, haciendo rebotar mis rizos oscuros sobre mi hombro--. Te ofreciste a ayudar, no a trabajar en mi contra. --Estoy tan emocionada de que finalmente vivamos juntas --Lucy sonrio y luego tomo el vestido y lo puso en una percha mientras yo regresaba a por otra caja aparentemente sin fondo--. Compartir ropa es practicamente un requisito de companeras de casa. Solo estoy revisando mis opciones. --Oh, ?es eso lo que estas haciendo? --Me rei mientras ella indagaba mas profundamente en mi armario casi a reventar. El armario de Lucy estaba lleno de Prada y Gucci, mientras que el mio tenia hallazgos de tiendas de segunda mano y compras gangas. Combinados, nuestros conjuntos de ropa serian definitivamente unicos. --Pero ninguna de estas faldas negras lisas o abotonadas va a funcionar en mi cita de esta noche --gruno Lucy, arrojando un par de opciones rechazadas por encima de su hombro, de vuelta a una caja de carton--. Este es el ultimo intento de encontrar un novio con el que puedo contar antes de renunciar a ello para siempre, asi que mi look tiene que reflejar ese objetivo o voy apanada. --Sin meter presion, eh --dije, levantando una ceja. --?Vale? Bueno, si Derek me estuviera preparando la cena en casa, uno de estos conjuntos podria haber funcionado, pero me llevara a The Boat House a cenar. ?Sabes ese restaurante en el rio en Old Sac? Asenti con la cabeza, sintiendo un poco de envidia. --Debe ser genial tener una cita. --Saliste con Patrick por alli durante un tiempo --dijo, mirandome de una forma que explicaba que no le gustaba Patrick y que no es que lo echara de menos exactamente. --Patrick era agradable --dije, encogiendome de hombros--. Solo que un poco tambien... extravagante para mi. --Yo tambien soy algo extravagante --Ella asintio, agarrando un punado de la nueva ropa de oficina que habia comprado tras mi reciente promocion laboral --. Asi que tampoco encuentro vestuario para mis citas. --Es mi nueva ropa de trabajo, ?vale? --dije, ordenando el desorden de Lucy. De hecho, habia estado arreglando el desorden de Lucy desde el primer dia de la escuela primaria cuando accidentalmente se le cayo la bandeja de la cafeteria en el comedor y lloro. Limpie su desastre, comparti mis rodajas de manzana con ella, y nos convertimos en las mejores amigas desde entonces. Me quede mirando mi nuevo look de oficina y suspire. --He soportado mucha presion en el trabajo desde que mi jefa renuncio y emprendio su propio negocio de maletas. --Jennifer, ?verdad? Pense que te habia ascendido antes de irse. --Lo hizo, pero ahora tengo que estar a la altura del aumento de sueldo impresionando a un cliente que mi nuevo jefe quiere que consiga. --Tu nuevo jefe todavia te esta probando, ?eh? --Por no decir otra cosa --dije, estudiando la falda de tubo a rayas que sostenia, que era una desviacion de mi estilo normalmente mas informal--. Si no logro que este cliente firme, creo que mi jefe me va a despedir. Yo no era su eleccion para el trabajo y Jennifer tuvo dificultades para convencerlo de que me diera una oportunidad. Solo tengo esta oportunidad, asi que no puedo desaprovecharla. Llevaba dos anos trabajando en la prestigiosa empresa de marketing Haskell & Haskell y recientemente me habian ascendido a jefa del recien creado departamento de redes sociales. A pesar de mi experiencia en la empresa, a Peter Haskell, el director ejecutivo, no le encanto que fuera licenciada en sociologia. Todo giraba en torno a quedar bien en el papel y aparentemente mi curriculum no se ajustaba a mi sueldo. Yo no era su primera (o segunda) opcion para el puesto, por lo que se dedicaba a examinar todos mis movimientos en la oficina. Afortunadamente, Jennifer habia convencido al Sr. Haskell de que me dejara dirigir el departamento de redes sociales, algo imprescindible en el mundo del marketing actual. Pero tenia que demostrar mi valia y hacerlo rapidamente. ?Mi prueba? Contratar a Ray Livingston para Haskell & Haskell, el millonario disenador de moda que se hizo a si mismo. ?El problema? Todas las demas empresas de la ciudad querian su cuenta. ?Nivel de estres? Alto. ?Como podria yo, Hannah Griffin, con una falda de ganga y tacones de tienda de segunda mano impresionar al multimillonario Ray Livingston? Si, eso es lo que todavia estaba tratando de averiguar. Pero pense que comenzar con un atuendo de trabajo sobrio (lease: aburrido) no haria dano. Lucy puso una mano en mi hombro, haciendome saltar. --No te preocupes, Han. Vas a conseguir a ese cliente y luego tu jefe se dara cuenta de que Jennifer tenia razon al promocionarte. --Gracias por tu fe, pero no lo se... --Mi estomago se revolvio. La cabeza me dio vueltas. Cada segundo que dedicaba a deshacer maletas era un segundo en el que podria estar elaborando una estrategia sobre como conseguir ese nuevo cliente. Pero no parecia estar progresando en el frente de desembalado gracias a que mi mejor amiga seguia centrada en su cita. Mire alrededor todo el desorden en mi habitacion y entre en panico. --Me van a despedir. --No, lo tienes hecho --Ella me dio un pequeno apreton en el hombro--. Se que lo haras. --No estoy tan segura --dije, deseando por primera vez haberme graduado en marketing para que el senor Haskell estuviera mas contento conmigo. En realidad, habia elegido estudiar sociologia porque parecia que me iba bien en esas clases y las disfrutaba. Me gradue, consegui un trabajo y tres anos despues todavia no habia encontrado mi pasion hasta que consegui el trabajo como asistente de Jennifer y poco a poco me di cuenta de lo que queria hacer a tiempo completo: marketing en redes sociales. Era mi oportunidad. Realmente pensaba que era buena en eso y creia que podia ayudar a Ray Livingston a mejorar la visibilidad de su marca a traves de las redes sociales. Tenia grandes ideas. El problema era que yo era una joven de veintiseis anos cuyo curriculum decia: sociologia, camarera y asistente. ?Quien escucharia mis sugerencias? No Peter Haskell, eso estaba claro. --Le vas a encantar a ese cliente --insistio Lucy, mirandome a los ojos y asintiendo con la cabeza como si estuviera segura--. Te lo vas a quedar. --?Pero como? --pregunte, recogiendo mis nuevos tacones negros y mostrandole un rasguno que no habia notado antes. Senti que era injusto que no venir de una familia adinerada me dejara en desventaja--. Ray Livingston no me tomara en serio si cree que no luzco como una profesional, lo cual admito que no importa en este momento ya que ni siquiera puedo lograr que conteste mis llamadas o que me llame por telefono. Este tipo es multimillonario, Lucy. Necesito tacones de Christian Louboutin para dar una buena impresion, no tacones de segunda mano.

  • Senor Ejecutivo de Wilson Tovar

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    Alexander James esta en la cima de la cadena alimentaria con su compania multimillonaria. Solo el sonido de su nombre hace que la sangre de los hombres hierva de celos y que las mujeres hagan todo lo posible solo para echar un segundo vistazo a su otro aspecto mundano. Se sabe que es un jugador y consigue a todas las mujeres que quiere con solo un chasquido de dedos. Nora Davis es la chica torpemente torpe a la que la mayoria de la gente ni siquiera daria una segunda mirada. Entonces, cuando Nora, que ha estado buscando mucho para encontrar un buen trabajo despues de ser despedida injustamente de su trabajo anterior, se desespera y solicita un trabajo en Alex & Co Enterprise sabiendo que no entrara, pero la vida esta llena de sorpresas y Nora recibe exactamente eso. en forma de sonrisa y adonis mirando a Alexander James. Capitulo 1 Nora Davis Solte una bocanada de aire mientras colocaba las ultimas cajas en el piso de mi apartamento recien cambiado. El pequeno apartamento de una habitacion parecia extranamente reconfortante y acogedor, incluso cuando estaba completamente desprovisto de cualquiera de mis posesiones, a excepcion de las cajas que yacian en el suelo junto a mis pies vestidos con zapatillas. Estaba agotada simplemente por tomar las cajas del auto al departamento y viceversa. Ahora tenia que decorarlo tambien. ?Por que demonios tenia que moverme? Tres horas y media despues, mi nuevo hogar estaba algo decorado y el resto tendria que esperar mas tarde. Realmente nunca fui una hacedora mas que una dilatorio de cada cosa que puedas. Manana es domingo me doy la oportunidad de dormir y relajarme y eso era exactamente lo que estaba planeando hacer. Realmente necesitaba ponerme al dia con mis programas, asi que ver todos mis programas favoritos en Netflix estaba en mi lista de tareas para manana. Al ir al bano, me di una ducha rapida y luego me puse rapidamente ropa comoda que consistia en pantalones de chandal negros y una camiseta holgada, mientras mi cabello marron chocolate caia en cascada por mi espalda en rizos rebeldes. Solo sabia que me veia hermosa. Sarcasmo previsto. Subiendome rapidamente a la cama, me acurruque en las comodas sabanas y pense en la semana pasada que habia pasado. Habia enviado mi CV a varias companias y lugares diferentes, desesperada por un trabajo, incluso habia enviado uno a las empresas de Alex & Co. Solte un resoplido al pensar en mi trabajando alli sabiendo que no tenia forma de conseguir un trabajo alli, especialmente con aquellos hombres de negocios aristocraticos. Tal vez estaba siendo un poco de prejuicio, pero mi experiencia pasada con la gente dejo un mal sabor de boca, pero en mi linea de trabajo era imposible no estar rodeada de personas como esas. Solo podia esperar y ver, y quiero decir que estaba obligada a conseguir un trabajo despues de presentarme en tantos lugares, espero que si. Si no es asi, supongo que tengo que prepararme para comenzar a voltear hamburguesas porque definitivamente no tengo la flexibilidad ni la confianza para convertirme en stripper. La vida es como un dolor en la parte trasera a veces. Capitulo 2 Gimo cuando la brillante luz del sol me golpea en los ojos. Me doy la vuelta y agarro la almohada para cubrirme la cara e intento acomodarme para dormir nuevamente, pero me doy por vencida despues de diez minutos de no quedarme dormida. Alcanzando mi mano, tiendo la mesita de noche hasta que finalmente mi mano cae sobre el frio metal de mi telefono. Me aferro a el y hago una mueca ante la luz brillante que emite antes de volver a hacer una mueca en el telefono. ?Por que diablos estoy despierta a las nueve de la manana en un maldito domingo? Reprendiendome mentalmente, me arrastro fuera de mi cama y voy al bano donde me ducho y me cepillo los dientes. Me meto en mi habitacion con mi toalla envuelta firmemente a mi alrededor mientras voy a mi armario y rapidamente saco un par de pantalones de chandal y una camiseta sin mangas ajustada. Me tiro el cabello en una cola de caballo sin molestarme en hacer mucho por eso, ya que se que no ire a ningun lado. No es que no tenga amigos ni nada, pero preferiria quedarme en casa y mirar a la chica chismosa. Me acerco a mi pequena cocina compacta y rapidamente me preparo el desayuno, que devoro como un animal muerto de hambre cuando me doy cuenta de que no habia cenado anoche. Al limpiar los platos sucios, decido decorar mi apartamento un poco mas, sabiendo que no tendre suficiente tiempo para hacerlo mas adelante en la semana, ya que ire a buscar trabajo un poco mas. Mire alrededor de mi apartamento recien decorado y contemple las paredes pintadas de color crema de la sala de estar con el suave sofa de color marron frente al televisor montado en la pared opuesta. Sonriendo a los marcos que acababa de montar en la pared, asimilando los diversos recuerdos que venian con ellos. Todos los pedazos extranos que residian en las cajas ahora adornaban las paredes, asi como los diversos estantes y mesas repartidos por todo el apartamento. Mi favorito personal era la estanteria de aspecto antiguo que estaba ubicada en la esquina de mi habitacion, justo al lado del asiento de la ventana, donde sabia que pasaria la mayor parte de mi tiempo fuera del trabajo. Contenta con el trabajo que habia hecho y terminado, me considere un descanso mientras tomaba un paquete de patatas fritas, las vertia en un tazon y me dirigia al sofa mientras prendia la television. Al iniciar sesion en Netflix, puse a Gossip Girl y, mientras esperaba que se cargara, agarre mi telefono y revise mi cuenta de Instagram husmeando en las cuentas de las personas, con cuidado de que no me gustaran las publicaciones de hace dias. Cuando comenzo el programa, me senti comoda comiendo mis chips y viendo a Blake ser su yo fabuloso. Me despierto con un grito ahogado cuando escucho el tono de llamada de mi telefono sin siquiera darme cuenta de que me habia quedado dormida alrededor del quinto episodio mas o menos. Coloco cuidadosamente el tazon a medio de papas fritas a un lado y rebusco en el sofa buscando mi telefono. Golpeando mi mano entre los cojines del sofa, solte un resoplido de victoria antes de aceptar la llamada y colocar el telefono contra mi oido. Trato de calmar mi respiracion tratando de no sonar como si acabara de correr un maraton cuando un tono profesional recortado de una mujer responde desde el otro extremo de la linea. “?Puedo hablar con una senorita Davis, por favor?”, Llego la voz desde el telefono. Intentando poner una fachada seria y tranquila, aunque sabia que no podia verme, respondi. “Hablando”, haciendo una mueca por como salio eso. No podia creer que fuera un secreto en mi antiguo trabajo. “Bueno, Sra. Davis, la llamo para informarle sobre el trabajo que solicito en la empresa Alexander & Co, esperamos verla manana a las siete en punto para la siguiente entrevista. ?Entiende?” Mi boca se abre de asombro cuando realmente encuentro una entrevista y otra en un lugar de trabajo tan prestigioso. ?Como demonios ocurrio eso? Recordando rapidamente que tenia que responder, respondo con un “um si” que parece mas una pregunta que una declaracion. Me golpeo mentalmente en la cara mientras las respuestas de la mujer con una despedida y la esperanza de conocerte pronto con una voz llena de desden y cualquier otra cosa que no sea el deseo de conocerme pronto. Me siento de nuevo cuando me doy cuenta de que en realidad estaba caminando de un lado a otro durante la llamada telefonica y libero una pequena risa ante mi suerte. Sinceramente, no puedo creer que haya recibido una entrevista especialmente tan rapido como habia enviado mi curriculum dos dias antes. Tal vez tenian una necesidad desesperada de alguien y yo tenia que hacerlo. Mi emocion pronto se convierte en preocupacion y soy un monton de nervios. Ni siquiera me he preparado y tengo que ir tan pronto como manana. Oh Dios. ?Que pasa si me hago la tonta? ?Que sucede si tartamudeo o vomito o me caigo frente a alguien en mi primer dia? No estoy preparada para esto. El resto de mi dia consiste en prepararme mentalmente y prepararme mentalmente para el dia siguiente y luego decidir sobre mi atuendo sobre lo que causaria una buena primera impresion. La primera impresion es la ultima impresion y toda esa basura. Coloco mi ropa en una percha y mis talones junto a ellos voy y ceno rapidamente, que consiste en una pizza para llevar. Realmente necesitaba ir de compras. Prometiendome a mi misma que lo haria despues de llegar a casa del trabajo al dia siguiente, puse los sobrantes en el refrigerador para mas adelante. Al ir al bano, me cepillo los dientes, me pongo la pijama y me acuesto en la cama con mis pensamientos en el ala de heno para el dia siguiente. En algun lugar, en mis pensamientos de avergonzarme y darme una charla animada, caigo en un sueno inquieto.

  • El ultimo dia de mi vida de David Orange S

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    ?QUE HARIAS SI SOLO TE QUEDASE UN DIA DE VIDA?

  • Carita de Angel de Tania Sexton

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    La chica se quedo clavada en el sitio al ver a ese hombre montado a caballo, y supo antes de oir la voz grave y profunda, que era un yanqui. Ralph Hathaway buscaba a un muchacho llamado Taylor Lewis, pero no se le paso por la cabeza en momento alguno, que ese nombre perteneciera a una chica. Una criatura preciosa, con cara de angel, que utilizaba un lenguaje soez y grosero; el mismo vocabulario que el solia emplear, mas de lo correcto.
    Habia llegado a Las Carolinas con intencion de encontrar a los integrantes de la familia Lewis. Despues de la guerra solo quedo esta muchacha, que viviendo en compania de una anciana cascarrabias y para mantener al sexo masculino a raya, habia optado por vestirse con las ropas de su padre fallecido, cargar un revolver a la cadera y emplear el vocabulario mas vulgar y ordinario.
    Hathaway intento no dejarse llevar por esa belleza en todo su esplendor; su mision, pues asi se lo prometio al tio de la chica, era llevarla a Boston, dejarla en sus manos y que el se apanara con esa fierecilla a medio domar.
    Pero antes de subirla al barco que los llevaria a destino...
    Y al llegar a la ciudad...
    Todo se complico.

  • Los Reyes Catolicos de Juan Eslava Galan

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    Los Reyes Catolicos, Isabel I de Castilla (1451-1504) y Fernando II de Aragon (1452-1516), han pasado a la posteridad como los fundadores de la Espana moderna y origen de uno de los periodos mas brillantes de nuestra historia. Encontraron un pais debil y dividido que pacificaron y fortalecieron hasta convertirlo en una gran potencia gobernada por una monarquia autoritaria. Para ello no solo sojuzgaron a la levantisca nobleza, sino que habilmente encauzaron su fuera militar en apoyo de las empresas de la Corona.

  • Maria en las Highlands (Las Highlands 4) de Jana Westwood

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    Julia ayudo a Maria a deshacerse de los muebles y de todo lo que ya no iba a necesitar y a mudarse de nuevo a casa de sus padres. De ese modo, ellos tendrian todas sus cosas y no habria ningun mal trago que pasar teniendo que vaciar armarios. Despues regreso a Escocia, donde quedaron en verse una semana mas tarde. Maria se despidio de sus alumnos y de sus companeras como si se fuese de vacaciones y dedico todo el tiempo que le quedaba a estar con sus padres. Fueron al cine, al teatro, pasearon por la ciudad, cenaron en ese restaurante al que siempre decian que irian y con el que nunca cumplian. Su madre se empeno en que la ayudase a recortar el papel que pondria en la mesa del arbol de Navidad, algo que siempre habia hecho Maria. Y tambien insistio en prepararle la cena que hacia cada Nochebuena porque todos los platos eran sus favoritos, incluida la tarta de turron para la que nunca quedaba sitio y que solian comerse, la manana de Navidad, despues de abrir los regalos. --Este ano tu madre y yo habiamos pensado regalarte un coche --dijo su padre acariciandole el cabello mientras veian un capitulo de Juego de Tronos que habian visto cinco veces por lo menos. Maria se incorporo y lo miro con expresion de sorpresa. --?En serio? Su padre le hizo un gesto para que bajase la voz senalando a su madre, que se habia quedado dormida hecha un ovillo en el sillon. Ella sonrio con ternura y asintio. --?En serio pensabais comprarme un coche? --Bajo la voz. --Y tan en serio --respondio su madre sin abrir los ojos--. No estoy dormida, solo he cerrado los ojos porque estoy muy cansada. --Ya te he dicho que ese ruido era del motor de un coche. --Pedro miro a su hija y se aguanto la risa. Antonia abrio los ojos y los miro a ambos. --?Estas insinuando que yo ronco? --pregunto con mirada asesina. --?Yo? !No! --exclamo su marido--. !Dios me libre! Maria volvio a tumbarse apoyando la cabeza en la pierna de su padre y mirando al pobre John Nieve, al que se le habia quedado cara de acelga despues de que lo mataran. --?Cual habriais elegido? --pregunto. --Un Toyota Auris hibrido. No le gustaba volar. Nunca le habia gustado. Sin embargo, curiosamente, los nuevos acontecimientos habian hecho que perdiese por completo el miedo. Maria arrastro su maleta por el suelo de la terminal con la mirada serena y el corazon profundamente triste. Sus padres la habian acompanado y a duras penas habia conseguido separarse de ellos. La noche anterior se hicieron la firme promesa de no llorar. Los tres. Pero ninguno habia sido capaz de cumplirla. Se sento en una de las filas de bancos a esperar que las pantallas le mostrasen su puerta de embarque y se entretuvo observando a los viajeros que esperaban como ella. Habia todo tipo de gente: familias con ninos, parejas, personas solas… ?Que pensarian aquellos desconocidos si supiesen el tipo de viaje que haria ella en algun momento del futuro proximo? Sonrio burlona, probablemente llamarian a la tele. O a los loqueros. ?Habia algun telefono de loqueros? Y, si lo hubiese, ?que se diria? Hola, llamo para denunciar a una loca que habla de viajar al siglo dieciocho… Despues de dormitar con el codo apoyado en el respaldo del asiento, sosteniendo la cabeza con su mano, de un paquete de palitos de pan con pipas, una visita al lavabo y dos partidas al Candy Crush, llego el momento de embarcar. Espero a que todo el mundo estuviera colocado en la fila y se puso al final, no tenia ganas de estar pendiente de tonterias. --?Escocesa o espanola? --le pregunto un pelirrojo con marcado acento. --Espanola --dijo ella. --?Es la primera vez que viajas a mi pais? --No, tengo amigos alli. El chico se quedo a su lado y Maria se sintio incomoda. Estaba claro que el tenia ganas de socializar. --?Y tu? ?Vuelves a casa? --Si, he estado viviendo un ano aqui en Barcelona. Soy musico. Maria sonrio, era la profesion que le pegaba. --Me llamo Michael, por cierto. --Yo soy Maria. Michael se inclino para darle un par de besos en la mejilla y Maria hizo lo propio. --Los espanoles os dais dos besos --hablo el con aquel divertido acento y una enorme sonrisa--. Tuve que acostumbrarme porque nosotros solo damos uno. --Lo se. Tuve una clase con mis alumnos sobre los saludos en el mundo. Soy maestra de primaria --explico al tiempo que mostraba el DNI y la tarjeta de embarque a la asistente de vuelo para que la dejase pasar. Se sintio obligada a esperar al escoces y siguieron juntos hasta la entrada del avion, hablando de sus respectivas profesiones. --Yo soy guitarrista --explico el. --Oh, que bien. Electrica, supongo. --Si, electrica. Me contratan grupos o solistas que necesitan banda. No toco solo. --Que curioso, nunca habia pensado en ello, pero es logico, los cantantes necesitan alguien que toque la musica, claro. --Bienvenidos. --Los recibio otra asistente de vuelo. --?Que asiento tienes? --pregunto Michael mirando hacia su tarjeta. Maria se la mostro y el sonrio. --Estamos en la misma fila, pero con un asiento en medio. Cuando llegaron a su lugar habia un hombre sentado en el centro que se levanto para dejar pasar a Maria hasta la ventanilla. --?Le importaria cambiarme el sitio? --pidio Michael mostrandole su tarjeta. El hombre fruncio el ceno y miro a la joven dando por hecho que iban juntos. Finalmente, acepto y dejo que el escoces ocupara su asiento. El viaje fue mucho mas agradable de lo que Maria esperaba. Michael resulto ser un companero de vuelo divertido y con una conversacion de lo mas entretenida. Tenia muchas anecdotas que contar sobre sus experiencias musicales, conocia a muchos famosos y no era de esos que se daba importancia por ello. Ademas, se mostro interesado en el trabajo de Maria, recordo a algunos de sus profesores con mucho carino, aunque tambien tuvo palabras menos agradables para otros. Maria se sentia comoda con el y disfruto de su compania. A mitad de la conversacion la espanola se ofrecio a seguirla en ingles. --Lo hablo bastante bien --dijo en su idioma--. Las chicas y yo nos apuntamos a un curso intensivo hace anos y nos hicieron inmersion linguistica. Ya sabes, poner el movil, el ordenador y cualquier otro artilugio en ingles. --Si, si, asi lo hice yo con el espanol. Es el unico modo que funciona, creo. Ok, hablaremos en ingles y asi cuando lleguemos ya estaras <> --sonrio. Cuando bajaron del avion se despidieron antes de salir del aeropuerto. Michael se quedaba en Edimburgo y a Maria debian estar esperandola para ir hasta Forthland. El escoces le dio su telefono. --Me ha gustado mucho conocerte, Maria --dijo despues de darle dos besos--. Me encantaria volver a verte. La espanola sonrio afable y asintio con la cabeza. --A mi tambien. El escoces la saludo con la mano antes de desaparecer a traves de las puertas y ella le devolvio el saludo con una extrana sensacion. --Me voy muy lejos --susurro--, no creo que volvamos a vernos. Julia y Cristina la esperaban apoyadas en el coche y en cuanto la vieron aparecer corrieron a abrazarla. --!Que ganas tenia de verte! ?Estas bien? --pregunto Cristina escudrinandola con atencion. --Estoy bien. --Beso a sus dos amigas--. He conocido a un escoces en el vuelo. Se llama Michael y es musico. --Eres increible --dijo Cristina desde la parte de atras del vehiculo--. Te ligas a un escoces precisamente ahora. --No me he ligado a nadie --respondio Maria mirandola por el espejo que habia en el parasol abatible--. Hemos hecho amistad, nada mas. --Ya, ya. --Cristina no parecia muy convencida. --?Tu no vas a meterte conmigo? --Miraba a Julia, que no apartaba la vista de la carretera. --?Musico? ?Ya le has dicho que la unica musica que escuchas es country y que tu grupo favorito es Jarabe de palo? Ya te digo que se habria cambiado de asiento, !pero para irse al fondo del avion! Maria sonrio aliviada, no queria que la tratasen con cuidado. --?Que tal tus padres? --pregunto Julia. --Fatal --susurro, mirando por la ventanilla--. Hemos pasado juntos unos dias maravillosos. He tratado de hacer cosas con ellos que pudiesen recordar... ?Os acordais de que mi madre siempre decia que queria aprender a hacer cupcakes? --Si --afirmo Cristina--, despues de ver aquella pelicula romantica en la que la chica era pastelera. --Pues compre todos los utensilios que se venden para ese menester y nos pasamos una tarde haciendo pastelitos de todos los sabores que os podais imaginar. Mi padre se puso fino. Despues de recordar eso se quedo pensativa. Julia la miraba a cada momento tratando de averiguar si se iba a poner a llorar. Cristina le hizo un gesto desde el espejo retrovisor para que dejara de analizar cada uno de sus gestos. Habian hablado mucho sobre lo que iban a hacer y como se iban a comportar, y las dos sabian que lo mejor era dejarle espacio a sus emociones para que se manifestasen como ella necesitase en cada momento. --Nada de atosigarla --vocalizo Cris sin emitir sonido. --Yo tambien te veo, Cris --aviso Maria con tono cansado--. No voy a hacerme pedacitos, tranquilas, chicas. Rosario las estaba esperando con el corazon encogido y cuando vio a Maria las dos se abrazaron sin decir nada dejando que el calor de su carino hablase por ellas. Despues la anciana la cogio de la cintura y las dos juntas fueron hasta el salon y se sentaron en el sofa. Julia llevo la maleta a la habitacion que le habian preparado y Cristina acerco una silla y se sento frente a ellas. --Te vamos a mimar mucho, que lo sepas --dijo Rosario--. Y tu tienes que dejarnos hacerlo. --No teneis que mimarme. Me arrugare como una pasa si lo haceis. Julia cogio otra silla para sentarse junto a ellas y miro a su amiga con franqueza. --Ninguna sabemos como afrontar esto, no intentes hacernos creer que tu si. Estamos aterradas, enfadadas, tristes y preocupadas. Llamemos a las cosas por su nombre. --Tienes razon --reconocio Maria despues de un silencio sepulcral--. Lo mejor es hablar de todo sin miedo. Decir lo que pensemos sin andar con pies de plomo. Empezare yo: estoy muerta de miedo. No se como voy a enfrentarme a esto, pero no dejo de decirme que mi... nieto --titubeo--. Mejor lo llamare Rowell. --Si, mejor --reconocio Cristina. --Bien, pues no dejo de decirme que Rowell sabe que me va a ir bien y que no debo estar asustada. Conocere a ese... James y me enamorare de el. Vere a Laura y aprendere a vivir en un siglo en el que no existe la luz electrica ni los moviles ni los ordenadores... --Ni los tampones --dijo Cristina--. ?Que? ?Os pensais que no le importara mas eso que un iPhone? --Ya te digo yo que le importara muchisimo mas --aseguro Rosario. --Eso me lleva a darme cuenta de que debo aprender muchas cosas. Cosas que me ayuden cuando este alli. Por ejemplo, como hacerme una compresa con lo que podre conseguir, que supongo que sera algodon y poco mas. --Deberas hacerlas con panos --intervino Rosario--. Yo puedo ensenarte a eso. Y tambien te ensenare a coser y a lavar la ropa a mano. --Rowell quiere hablar contigo --interrumpio Cristina--. Para el todo esto es... --Lo imagino, Cris. No quiero ni pensar lo solo y angustiado que debe haber vivido todos estos anos. Yo tambien quiero conocerlo. --Esta en la taberna, esperando. ?Quieres que vayamos ahora? Maria asintio. Desde que habia descubierto lo que le iba a ocurrir ese era el momento que mas ansiaba. Conocer a Rowell Done. --Id vosotras --dijo Rosario--. Esta noche me explicais como ha ido. La maestra cogio a la anciana de las manos. --Manana empezamos con esas clases, Rosario --aseguro y despues la abrazo. Rowell se puso de pie para recibirla. La taberna estaba llena de gente, asi que Evan les ofrecio el cuartito que utilizaban de despacho y que Julia habia arreglado hasta convertirlo en un lugar agradable y sin trastos. Los dejaron solos y durante un rato se quedaron de pie, mirandose, analizando sus facciones y preguntandose toda clase de cosas. --Eres muy guapo --dijo Maria sonriendo. --Tu tambien. Y muy joven. Se notaba la emocion que el escoces estaba tratando de mantener contenida. --Todo esto ha debido de ser muy dificil para ti --empezo la espanola. --?Puedo...? --Dio un paso hacia ella. Era tan pequena como la recordaba y sus ojos tenian el mismo brillo de bondad con el que siempre lo miraba--. ?Crees que podria abrazarte? Maria extendio los brazos al tiempo que asentia y de repente se vio rodeada por aquel hombreton, demasiado grande y demasiado fuerte, que la abrazo con tal ternura que la emociono. Permanecieron asi unos segundos y cuando Rowell se aparto tenia los ojos llenos de lagrimas. --Gracias. --Sorbio por la nariz y recupero la compostura. --No tienes que agradecerme nada. No todos los dias conoce una a su nieto sin ni siquiera haber tenido hijos. --Se rio divertida y consiguio arrancarle una sonrisa--. Sentemonos, me parece que esta conversacion va a ser muy larga.

  • Los desaparecidos de Raul Garbantes

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    ?Que sentirias si tu familia desaparece sin dejar rastro?

    Es un dia comun y corriente para Beth. Ella tiene que cumplir un encargo en la residencia de su suegra, en el antiguo barrio de su infancia.

  • La proteccion que necesitabas (Edentown 2) de Annabeth Berkley

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    Lacey Brown se desperto satisfecha. Se desperezo en la cama sin decidirse a salir de ella. No tenia ninguna prisa ni aliciente para levantarse, pero tampoco tenia nada que leer y le costaba estar sin hacer nada. La luz del dia entraba por la ventana y le permitia apreciar el limpio y funcional dormitorio. Realmente no necesitaba mas. Sonrio al sentirse tan afortunada. El pequeno piso que habia alquilado sobre la inmobiliaria cumplia con creces sus minimas necesidades. Era pequeno, economico y amueblado, y estaba situado en una de las calles principales del pueblo, por lo que siempre habia alguien paseando por alli. Ademas, los arboles de las aceras estaban salpicados de pequenas luces que aumentaban su encanto y la luminosidad de la calle por las noches, que era algo que agradecia. Decidio que exploraria el pueblo donde habia decidido afincarse. Edentown. Parecia un lugar agradable. No seria facil que Mathew la encontrara alli. Se habia ido con lo justo, sin apenas equipaje, en mitad de la noche. Habia pasado cinco dias viajando en diferentes trenes y autobuses, dando vueltas, sin rumbo, con la intencion de que si alguien quisiera seguirle la pista no pudiera hacerlo. Ella misma se habia sentido perdida varias veces hasta que habia llegado a ese pueblecito donde habia decidido quedarse. Estaba dispuesta a empezar de nuevo. Era una superviviente. Siempre lo habia sido... aunque a veces habia perdido las fuerzas o las ganas de seguir adelante, ahora las habia recuperado con mas energia que nunca. Se levanto decidida, apago la luz con la que se habia acostumbrado a dormir, y se ducho rapida, dispuesta a disfrutar de un nuevo dia. Salio a caminar con los leggins negros, una camiseta blanca y la sudadera deportiva. Apenas llevaba tres dias en Edentown y no habia podido reponer su vestuario. Mathew se llevaria las manos a la cabeza si la viera vestir asi. A ella tambien le habia encantado, al principio de su matrimonio, la obligacion de vestir << bien>>, con ropas de calidad y de marca, con tacones, vestidos y joyas, pero habia acabado sintiendose una esclava de ello. En esos tres dias, habia encontrado trabajo en una de las peluquerias del pueblo y habia podido mostrar su talento en la boda de los duenos del bonito hotel con vistas al lago. Afortunadamente, habia podido apoyarse en la formacion en Peluqueria y estetica, que realizo mientras aun vivia con su padre y de lo que nunca habia ejercido. Con su precaria condicion economica no habia podia aspirar a nada mas, pero realmente era algo que le habia gustado. Durante sus anos de matrimonio, ademas de practicar con ella tanto en peluqueria como en maquillaje, habia prestado especial atencion a los rostros de las mujeres con las que se codeaban y para ella era muy sencillo armonizar de manera natural los rasgos morfologicos de cada persona con lo que mas le podia favorecer. Se sentia satisfecha y orgullosa de ella misma, por primera vez en mucho tiempo. No podia pedir mas. Despues de pasear por los alrededores de aquel lago de aguas cristalinas, empezo a caminar hacia el bosque. Le gustaba la calma y la serenidad que se respiraba en el ambiente. Todo parecia muy idilico, sacado de una novela o de una de esas peliculas romanticas que tanto le gustaban. El sol a esa primera hora de la manana calentaba lo justo para no pasar calor. Nunca habia apreciado tanto el olor de los arboles, el color de las hojas, el canto de los pajaros, la tranquilidad… Sintio que habia llegado a casa... Oyo un aullido sofocado. Se extrano, pero siguio paseando distraida. Volvio a escucharlo y la curiosidad fue mayor. Siguio la direccion del sonido y llego hasta el rio. Era un paraje realmente bello con la naturaleza en su maximo esplendor. En mitad del rio descubrio a un perro agarrandose a un tronco atascado entre dos grandes piedras y que, afortunadamente le evitaban seguir sin control la corriente del agua. Se sobresalto como no esperaba. Bajo hasta la orilla y empezo a idear la manera de llegar hasta alli. Las lagrimas empezaron a resbalar por sus mejillas del miedo que sentia. Sabia de la desesperacion que podia sentir ese animal, solo, asustado, sabiendo que no podia salir de alli. Miro a su alrededor, no podia ayudarla nadie. Se quito la sudadera y las deportivas mientras le decia palabras carinosas al indefenso animal. Como no sabia nadar, rezo para que el rio no fuera muy profundo. No tenia claro que iba a hacer. Esperaba que el animal se acercara a ella. Se metio en el agua llamandolo, distrayendo su atencion de la corriente contra la que luchaba. Se estaba clavando las piedras en los pies. El agua estaba fria haciendola estremecerse, mientras con sus palabras de carino trataba de calmar al animal... y a ella misma. Llego un momento en el que sintio que no podia avanzar mas sin perder el fondo, pero aun estaba lejos del perro. Sin pensar, empezo a pedir ayuda a gritos mientras a la vez le decia palabras bonitas al perro. Las lagrimas seguian resbalando por sus mejillas. Intento avanzar, pero al perder el fondo metio la cabeza bajo el agua. Oscuros y amargos momentos llegaron a su mente. Sin poder salir, sin poder respirar, braceaba, intentaba revolverse, le faltaba el aire... Saco la cabeza del agua… Mathew no estaba alli, solo estaba el perro, pidiendo ayuda. Dio un paso atras volviendo a tocar fondo mientras su respiracion se regulaba y volvio a gritar pidiendo ayuda. Mike O'Roarke llego corriendo al oir los aullidos desesperados del perro y los gritos aterrados de una mujer. Sus dos perros le acompanaban al mismo ritmo. En un momento evaluo la situacion. Una quinceanera irresponsable que se creia que el rio era la banera de su casa. Serio y enfadado bajo al cauce del rio se quito la camiseta, las deportivas y los vaqueros, dio la orden a los perros de que lo esperaran alli y se lanzo al agua sin pensarlo. --Vuelva a la orilla--le ordeno al pasar a su lado sin mirarla. Lacey asintio y volvio sobre sus pasos con cuidado. Vio a los dos perros, uno marron, otro negro, esperando sentados a que el dueno regresara. Cuando llego a la orilla sintio el frio por todo su cuerpo y se abrazo para entrar en calor mientras se encogia entre los dos animales a observar la escena. Los dos animales se le acercaron dandole el calor que no sentia, y ella inconscientemente paso los brazos por encima de ellos. Mike calmo al animal cuando llego a el, y en cuestion de segundos consiguio que confiara y se dejara llevar hasta donde pudo tocar fondo. Entonces el perro salio corriendo, sacudiendose el agua. Lacey corrio a abrazarlo asustada y emocionada a la vez. Mike salio andando con calma. Se habia sorprendido de ver a la quinceanera abrazando a sus dos perros callejeros y ellos dandoles su apoyo. Parecia asustada, aunque se habia repuesto al ver salir al perro. --La proxima vez que quiera jugar con su perro en el agua, metalo en la banera --le dijo molesto ante su irresponsabilidad mientras se quitaba el exceso de agua de su cuerpo con las manos. Ella se puso tensa al instante y le miro agresiva para enfrentarlo. --No es mi perro. La frase perdio fuerza al mirar los frios ojos azules de aquel hombre. Era muy alto, mas del metro noventa, de hombros anchos y cadera estrecha. Sin poder evitarlo recorrio con la mirada el musculoso cuerpo, bronceado y mojado que exhibia, para volver a mirar el atractivo rostro de cabello oscuro. Parecia que no le importaba estar vestido solo con unos boxers negros. Se sonrojo, aunque claro, con ese cuerpazo no era de extranar, penso. El se sorprendio ante su escrutinio. No era tan nina como habia supuesto. Tan pronto le habia parecido un animalillo dispuesto a atacar como que de repente parecia haber sido consciente de que el era un hombre, y ella una mujer. Una mujer menuda, de rostro bonito y suave, completamente mojada, como el, y tiritando de frio. --?Como que no es suyo? --le pregunto serio mientras los otros dos perros rodeaban a su nuevo amigo dandole la bienvenida. Mike se fijo en los moratones que llevaba en los brazos mientras era mas que consciente que ella le seguia mirando con detenimiento. --No lo es --le dijo ella obligandose a desviar la mirada y alejandose de el yendo a por su sudadera--. Me lo encontre ahi --senalo al rio mientras el perro la seguia. --?Me quiere decir que el perro aparecio de la nada y usted que no sabe nadar se metio a sacarlo?--le dijo mas calmado mientras cogia su ropa del suelo y la sacudia. --No se si de la nada, solo se que estaba alli... Se termino de poner las deportivas. --Si se pone la sudadera se le mojara --le dijo el-- Espere un momento a hacerlo, o quitese la camiseta por lo menos. Ella se sonrojo por la sugerencia. No pensaba quedarse en sujetador delante de un desconocido, pero realmente se le mojaria la sudadera. Asintio en un primer momento, pero al instante se percato de que estaba otra vez obedeciendo ordenes, como siempre habia hecho, y decidio no hacerlo. Se levanto con la sudadera entre las manos. --Gracias... adios. El perro la siguio y ella se detuvo a los dos pasos para mirarlo sin entender. --?Esta segura de que el perro no es suyo? --le pregunto serio abrochandose los pantalones--. El parece no tenerlo claro. --Yo... --el perro se sento a su lado esperando que ella siguiera el paso. Miro al desconocido insegura -- ?Que hago? --Usted sabra --le dijo el-- pero mantengase alejada del rio si no sabe nadar y si va a llevarlo suelto ensenele antes a obedecer sus normas. Ella asintio confundida --?Que normas? El bufo molesto, terminando de atarse las deportivas. --Si no sabe cuidar de un perro no deberia tenerlo --se dirigio hacia ellos --Vamos, chico -- le dijo golpeandose el muslo para que le siguiera--, te vienes a casa. El perro dudo un poco y le siguio mientras Mike emprendia el regreso por donde habia venido. Lacey se quedo mirando como se alejaban. ?Tener un perro? Nunca se lo habia planteado. Volvio sobre sus pasos, hacia su apartamento, tiritando. ?Por que no habia tenido nunca un perro? ?O un gato? Llego helada de frio y se preparo un te rojo mientras se metia en la ducha. Una ducha muy caliente de la que no queria salir. Se envolvio en la toalla. Tenia que comprarse un albornoz, penso. Recorrio con la mirada el diminuto piso en el que recien vivia. Fue consciente de que estaba sola. Sola. Como siempre y como nunca a la vez. Le invadio una sensacion horrible mezcla de dolor y melancolia, pero no queria sentirse asi. Ahora era libre.

  • Cuando vengas a buscarme de Antonio Reyes

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    Ismael llega al hospital en el ultimo momento para despedirse de su hermana. La estampa es desoladora, con unos padres destrozados por el inminente adios de su hija. Las palabras de Paula a su hermano parecen no tener sentido para el: “Buscame, Israel, buscame”.
    Un ano despues de su muerte cree haber descubierto lo que su hermana quiso decirle en aquella fria cama de hospital. Decidido a hallar su verdadero significado, se embarca en un viaje para encontrar a la persona que posee el legado que Paula dejo.
    En un pueblo del sur de Espana, encontrara un grupo de personas que intenta cerrar sus propios circulos personales. Una mujer con un turbio pasado conyugal y que buscar sacar adelante su pequena familia de dos junto a su hija, un viejo vasco que escapo del recuerdo de su esposa fallecida y un sacerdote con dudas de fe y acosado por los arrebatos de una joven.
    ?Hasta donde serias capaz de llegar para mantener vivo el recuerdo de un ser querido?
    Una historia de personas que buscan a personas y de otras que ni siquiera saben que desean ser encontradas.

  • Amar una sola vez (El corazon de un libertino 2) de Kathia Iblis

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    Llega la segunda entrega de <>. Una historia ambientada en inglaterra de la epoca victoriana que comenzo con Un amor inesperado.

  • El tribunal negro de Antonio Orozco Guerrero

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    Poco despues del estallido liberal del verano de 1835, Meliton Rechi, jefe de policia de Cadiz, y su ayudante, el agente Candido Molina, achacarian los crimenes del Tribunal Negro a la reaccion de algun fraile de la ciudad contra las represalias sufridas. Tenian fundadas razones para llegar a esa conclusion. ?A quien sino a un religioso, profundamente irritado con la situacion politica y avido de venganza por el maltrato sufrido, se le iba a ocurrir resucitar la Santa Inquisicion de manera ilegal y ponerse a matar herejes? Mas tarde, descubririan que las cosas no eran tan sencillas. * * * Desde el balcon principal de la casa Aduana, sede del Gobierno de Cadiz, el mariscal de campo Rafael de Hore y Diaz agitaba los brazos de arriba abajo, con las palmas de las manos extendidas, tratando de calmar los animos de una multitud que gritaba cada vez mas enardecida. Con una sonrisa benevola y amplios movimientos verticales de cabeza, trataba de hacer ver a los que gritaban, cada vez con mas fuerza e insistencia, <> que les comprendia perfectamente y que compartia su fervor liberal, lo cual estaba muy lejos de ser cierto. Hore siempre supo adaptarse a las circunstancias politicas de cada momento. Teniente en 1791, en diciembre de 1808 ya era coronel. La rendicion de Badajoz ante los franceses hizo que fuera arrestado en la Isla de Leon en 1811. Se le acusaba de cobardia; dos anos despues, el consejo de guerra que lo juzgo en Cadiz determino su puesta en libertad. El conocido en Espana como <>, entre 1820 y 1823, no comenzo bien para el ya por entonces brigadier. Varios oficiales bajo su mando solicitaron en septiembre de 1820 su separacion del servicio <>. Se le abrio expediente, pero resulto, una vez mas, declarado inocente. En mayo de 1822 fue nombrado gobernador de Ciudad Real y en 1823, siendo gobernador de Santona, fue hecho prisionero por los franceses que invadieron Espana para liberar al rey don Fernando Septimo y llevado a Francia. En 1824, cuando el movimiento liberal auspiciado por Rafael de Riego ya habia sido desbaratado y este habia sido llevado al patibulo, Hore pidio regresar a Espana, presumiendo de que siempre habia combatido contra Riego y su liberalismo exaltado. Tras el fallecimiento del rey don Fernando, en septiembre de 1833, su capacidad de adaptacion lo llevo a convertirse en uno de los militares partidarios de sostener a la reina viuda regente --un <>-- y dispuesto a luchar por la causa de la reina nina dona Isabel en contra del infante don Carlos Maria Isidro, hermano de don Fernando y absolutista donde los haya. Nada mas iniciarse la primera guerra carlista, en noviembre de 1833, siendo ya mariscal de campo y gobernador de Castellon, Hore asalto Morella y expulso de alli a los cabecillas carlistas. Y ahora estaba alli, en aquel balcon de Cadiz, como gobernador de la provincia, <> y un poco hastiado del excesivo calor y humedad que habia traido el mes de julio. <>. Ese era el pensamiento pertinaz que se habia instalado en la cabeza del gobernador. Y era cierto. El Gabinete de Cea Bermudez, surgido a raiz del fallecimiento del rey, duro poco, pues su reformismo administrativo no satisfacia a los mas conservadores y su conservadurismo politico repugnaba a los mas liberales. Menos de cuatro meses despues de la llegada de Cea al poder, en enero de 1834, Martinez de la Rosa, un tibio liberal por entonces, se hizo cargo del Gabinete. Los liberales radicales, imprescindibles para sostener a la regente ante la guerra con los carlistas, no podian sentirse satisfechos, despues de los anos pasados en el exilio, con el <> que urdio Martinez de la Rosa, una carta otorgada muy alejada de la Constitucion de 1812. El cierre de los conventos en los que se habian estado produciendo fugas de religiosos a las filas carlistas no fue suficiente para apaciguar el odio de los radicales hacia el clero regular, que se habia distinguido en las denuncias contra liberales encubiertos durante los ultimos anos de vida del rey don Fernando. Y todo lo anterior termino por llevar, en junio de 1835, al conde de Toreno, un liberal exaltado, al poder en Espana. Aun asi, los mas radicales seguian sintiendose insatisfechos. Querian una Constitucion y la querian ya. Y deseaban fervientemente que se tomaran medidas drasticas contra el clero regular, acusado en su totalidad de apoyar al bando carlista. Una acusacion excesiva que hizo pagar a muchos justos por pecadores. El conde de Toreno trato de calmar los animos de sus correligionarios politicos decretando el dia 4 de julio la expulsion de los jesuitas de sus conventos --aunque sin obligarlos a salir de Espana-- y el 21 la expulsion de los monjes y religiosos de las casas en las que habitaran menos de doce profesos. La medida, en vez de llamar a la paz de sus companeros radicales, los llevo a considerar al conde de Toreno como un traidor. No aceptaban nada que no fuese la expulsion general de todos los religiosos y monjes de sus conventos y la incautacion de todos sus bienes por parte del Estado. Cuatro dias despues del tibio decreto de expulsion de religiosos, el gobernador de Cadiz estaba presenciando el primer conato de insurreccion contra el nuevo Gobierno. Detras de Hore, fuera del balcon, se encontraba su ayudante de campo, el comandante Ortega. --!Manuel! --?Si, mi general? --Cambiate de paisano, corre para el cuartel de San Roque y le dices al coronel Osorio que le llevas mi orden de enviar a los mandos y tropa de su regimiento que considere necesario para dispersar a esta chusma. Informale del numero aproximado y dile que luego monte patrullas por la ciudad. --?Y sobre los medios a utilizar, mi general? --El coronel Osorio sabe lo que debe hacer y como hacerlo. Asi que eso va de su cuenta. --!A la orden, mi general! Una hora despues, el coronel Francisco Osorio se encontraba en el despacho del gobernador, esperando que el batallon del comandante Mendez resolviese la cuestion. Osorio era, antes que nada, un militar con muchos anos de oficio y poco dado a entrometerse en asuntos de politica. En cierto modo, la antitesis de Hore. --Bueno, Paco, cuentame como has organizado el cotarro. --Mi general, he dado ordenes al comandante Mendez, jefe del segundo batallon, para que disperse al personal de ahi fuera. Por otro lado, el comandante ha enviado una Compania al ayuntamiento, porque nos hemos enterado de que ha sido tomado por algunos radicales. Una vez expulsados los de alli y dispersados los de aqui, se organizaran patrullas durante todo el dia hasta que se de por pacificada la ciudad. --Me parece muy bien. Y, respecto a los medios a utilizar y a los procedimientos, ?que me dices? --Mi general, en mi opinion, es preferible usar la minima fuerza posible. Con el precedente del 10 de marzo de 1820, creo que ya tiene Cadiz suficientes <>. Ya sabe a que me refiero… Por eso he ordenado al comandante que se prodiguen los disparos al aire, los empujones y las carreras, e incluso, si me apura, los culatazos que sean necesarios, pero que se evite hacer victimas por disparos

  • Solidaridades misteriosas de Pascal Quignard

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    Mireille Methuen se caso en Dinard el sabado 3 de febrero de 2007. Claire fue alli el viernes. Paul no quiso acompanarla. No conservaba ningun vinculo con lo que quedaba de la familia. Hacia las once, Claire sintio apetito. Estaba siguiendo el rio Avre. Prefirio dejar atras Breux, Tillieres, Verneuil. A la salida de Verneuil, se detuvo a comer en un area arenosa y vacia. Era el bosque de L'Aigle. Atraviesa el parking en direccion a una mesita de hierro posada ante un chalet alpino. En la mesita habian colocado una maceta con forsythias amarillas. Ante la maceta de forsythias esta el menu del dia, escrito con tiza en una pizarra. Examina el menu. Un hombre de unos cincuenta anos sale timidamente del albergue. Lleva un delantal a grandes cuadros rojos y blancos. --Senor, ?puedo comer ahi, al sol? Claire senala la mesita de hierro en el exterior. --?Pero se da cuenta de que aun no es mediodia? --?Le causa un problema cocinar ahora mismo? --No. --Entonces me gustaria instalarme ahi, en ese rayo de sol, aunque aun no sea mediodia. El hombre parece algo remiso. No responde. Se comporta de forma extrana. Examina a Claire atentamente. Esta se le acerca, le toma del brazo, casi le dobla en altura. --Estoy hablando con usted, le estoy preguntando si puedo sentarme ahi, al sol. --?Ahi? --Si, ahi, donde da el sol. El posadero alza sus ojos azules hacia ella. --Senor, quisiera comer algo, aunque solo sea una ensalada, ahi, a pleno sol, a las once, en pleno mes de febrero --repite ella. Silencio. --Senor, me parece que deberia usted responderme. Entonces el posadero se adelanta, retira el letrero, la pizarra donde figura el menu del dia, y el tiesto de las forsythias. Lo lleva todo al chalet. Regresa con una esponja. Limpia lentamente la mesa. Al limpiarla, se nota que la mesa esta coja. El posadero se arrodilla. Las raices han levantado la tierra. Desliza un guijarro bajo una de las patas de la mesa. Aun con la rodilla en tierra, enarcando las cejas, alza la vista hacia Claire y dice, en tono tranquilo: --Estaba indeciso, senorita, porque hay un autillo. Senala con el dedo hacia la copa del arbol. Los dos al mismo tiempo alzan la mirada. El aire es ligero y azul. El roble parece desnudo, pese a que los rayos de sol acarician sus hojitas tiernas. --Supongo que a estas horas el autillo estara dormido --dice Claire. --?Usted cree? Claire asiente. --?De verdad lo cree? El posadero, aun con una rodilla en tierra y los brazos cruzados sobre la otra, la observa en silencio. --Estoy segura --dice Claire. Coge la silla, se sienta ante la mesita, y se echa, suavemente, a llorar. La cita en la alcaldia es a las diez y media. Claire ha tomado el desayuno lo mas temprano posible (en cuanto la patrona del hotel ha ido a buscar el pan a la panaderia), a las siete y cuarto. A las nueve, va al mercado. Deambula. Contempla una cestita de fresas perfectamente fuera de temporada. No resiste las ganas de tomar una fresa, metersela en la boca, sentir su perfume. Cierra los ojos. La paladea. Estaba saboreando una fresa bastante insipida, cuando oyo una voz que le afecto de forma indescriptible. Sintio que el interior de su cuerpo se dilataba, sin entender muy bien que le pasaba. Abrio los ojos. Se dio la vuelta. Un poco mas lejos, a la izquierda, una vendedora de verdura ecologica sostenia una animada conversacion con una senora de edad avanzada. Se acerco lentamente. Las verduras expuestas a la venta en aquel puesto no tenian un aspecto magnifico: su apariencia era penosa; el volumen, informe; la piel estaba llena de tierra. La voz procedia de una dama pequenita que estaba ante ellos. Llevaba un delantal blanco y --por encima-- un panuelo con un motivo rosa de florecillas sobre fondo negro, demasiado pequeno para la masa de su cabello. La senora vieja estaba preguntando como estaban los puerros. A Claire le gustaba su voz, que oia a diez pasos de distancia. Adoraba aquella voz. Buscaba el nombre que darle a aquel timbre tan claro, a aquella especie de oleaje de frases ritmicas que la atraian. La voz ascendia de las lechugas romanas y de las remolachas negras. La voz pidio, bruscamente, con autoridad, un manojo de rabanos. Luego la voz pidio unas acelgas, y entonces los ojos de Claire Methuen ya se llenaron de lagrimas. No llego a llorar, pero con la vista empanada vio, sin extranarse, la mano y el anillo, que surgian por encima de las grandes hojas oscuras de los ramos de espinacas, para alcanzar la bolsa deslucida, de papel reciclado, que le tendia la vendedora. Claire empujaba a la gente que hacia cola. Los que formaban la cola se pusieron a murmurar y a refunfunar. --Senora Ladon --murmuro Claire, muy bajito. Nada. La anciana no se volvio. Repitio mas fuerte: --!Senora Ladon! Vio que la espalda de la anciana se contraia y su rostro se volvia lentamente hacia ella. La anciana tenia ojos castanos y gafas doradas. Alzo la mirada hacia el rostro de Claire y parecio muy intimidada al encontrarse ante aquella joven tan grande, tan alta, el doble de alta que ella, que la llamaba por su nombre. La senora Ladon no reconocio de inmediato a Claire. Estaba observandola cuando un senor, cubierto con un sombrero suizo, exigio a Claire que se pusiera al final de la cola. --Senora Ladon --repitio Claire. Claire tomo la bolsa de la compra de manos de la vieja. La dejo en el suelo. Le tomo la mano, le acaricio los dedos, tan bellos, tan transparentes, tan articulados, tan apergaminados. Los acaricio de uno en uno, como solia hacer tiempo atras. La mirada de la anciana se habia endulzado. Tenia el cabello muy fino y blanco, un poco azul. Algunos mechones blancos flotaban sueltos alrededor de la cara. --No me lo puedo creer. ?Eres la nina de los Methuen? Entonces se apartaron en silencio de la cola y del mostrador. --?Has vuelto? --Usted tambien, senora, ha vuelto a Bretana. ?Ha vuelto a Saint-Enogat?1 --pregunto Claire. --Exactamente. La tendera estaba tan emocionada como parecian estarlo las dos mujeres --era una tendera muy comprensiva. Deposito junto a la balanza la segunda bolsa de papel reciclado de la que asomaban los puerros. Los rabanos eran tan pequenos como grosellas y eran mucho mas palidos. --Eres la hermana mayor de Marie-Helene --dijo la senora Ladon con dulzura. Claire asintio. No era capaz de decir nada. Se le cerraba la garganta. --?Y el pequenin? --Paul esta en Paris. --Tengo que acabar las compras, pero prometeme que antes de irte vendras a verme a casa sin falta.--?Cuando? --Ven a verme, a Saint-Enogat, esta tarde despues de comer. --Esta tarde no puedo, es la boda de Mireille. --?La hija de Philippe Methuen se casa? --Si, hoy se casa Mireille, pero manana aun estare aqui. --Entonces manana domingo. Despues de misa, cuando quieras. --?En la misma casa de siempre? --En la misma. Ya era de noche. Claire habia bebido demasiado vino durante el banquete de boda. En la habitacion de hotel, con el mapa de la ciudad desplegado sobre la cama, verificaba como ir en coche, a partir del hotel de Dinard, a casa de la senora Ladon, en Saint-Enogat. Luego se durmio. A las nueve, tomo el desayuno en el cuarto. Desplazo el sillon hasta la ventana. Encendio un cigarrillo. Busco en el listin telefonico del hotel abierto sobre las rodillas los nombres de su infancia. Encontro el nombre de Evelyne. Los timbrazos resonaron en el vacio. Ella no estaba en casa. No habia contestador. No encontro el nombre de Simon Quelen. Encontro el nombre de Fabienne Les Beaussais. Fabienne respondio a la primera. --Soy Claire. Claire Methuen. ?Te acuerdas de mi? --Estas loca. Es domingo. --?Te acuerdas de mi, de Claire Methuen? --Si, claro, claro que me acuerdo. --?Te he despertado? --Si. --?Estas sola? --Si. --Entonces ven a desayunar conmigo. Quedaron en el cafe del puerto, La Barque de Festivus, frente al transbordador a las islas. Fabienne dejo la bici de Correos en la acera, cerca de la mesa donde Claire estaba ya sentada con una taza de cafe. Claire se incorporo pero no llegaron a besarse. Se rozaron las mejillas con los labios. A continuacion Fabienne llevo una silla a la acera y se sento a su lado. --?A que te rompe los esquemas? Tu mejor amiga es cartera.

  • Por ti, una cancion de Betty Carrillo Z

    https://gigalibros.com/por-ti-una-cancion.html

    Dos mujeres. Kara y Enya son dos cantantes famosas a quienes miles de personas aclaman, pero viven en una eterna soledad, en un mundo donde la magia, musica, luces y fama, son su unica compania. Ambas, buscando encontrar el amor verdadero de maneras muy diferentes. Una, en la eterna espera. La otra, en cualquier lugar. Una cancion y un escenario las une. La atraccion es inmediata, pero no sera facil, deberan descubrir de manera individual si la otra es la persona merecedora de esa cancion. !Ojo! si no tienes una ilusion, si no crees en historias rosadas o en el amor verdadero, este libro no es para ti.