• la primavera ausente - Ruben H. Ernand

    https://gigalibros.com/la-primavera-ausente-el-trastorno-de-elaranne-1.html

    Hace siete anos una devastadora epidemia, conocida como la Plaga, asolo los cinco reinos de Balaeron. Kirius, superviviente de la terrible enfermedad, vive en una prospera ciudad del reino de Merethia junto a su abuelo, bibliotecario de la ciudad. El joven arrastra unas extranas secuelas que perturban su mente y lo apartan de los demas. Un ser imaginario, al que el llama el Ausente, le habla haciendo que su cordura este siempre en peligro. Kirius intenta combatir su propia oscuridad interior confiando en que los suenos de seguir los pasos de su padre, a quien nunca conocio, se conviertan en realidad.

  • La primavera ausente (El Trastorno de Elaranne nº 1) eBook

    https://www.amazon.es/primavera-ausente-El-Trastorno-Elaranne-ebook/dp/B07C6LTSRY

    Rubén H. Ernand (Lanzarote, 1977). Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Aficionado desde la infancia a los libros ...

  • La primavera ausente: 1 (El Trastorno de Elaranne) - Amazon.es

    https://www.amazon.es/primavera-ausente-El-Trastorno-Elaranne/dp/1980791031

    La primavera ausente: 1 (El Trastorno de Elaranne) : H. Ernand, Rubén: Amazon.es: Libros.

  • Fernando opina: La primavera ausente - Los Mejores Libros

    https://losmejoreslibros.top/fernando-opina-la-primavera-ausente/

    Título, La primavera ausente. Autor, Rubén H. Ernand. Editorial, Autopublicado. Género, Fantasía oscura. Número de páginas, 615.

  • La primavera ausente (El Trastorno de Elaranne nº 1)

    https://www.goodreads.com/es/book/show/60272818

    La Primavera Ausente, primer libro de la saga "El trastorno de Elaranne" que pedazo comienzo. Es impresionante, genial la capacidad creativa del autor, de ...

  • La primavera ausente. (El trastorno de Elaranne 1). Rubén H ...

    http://saboratintaliteraria.blogspot.com/2021/11/la-primavera-ausente-el-trastorno-de.html

    9 nov 2021 — Nos trasladamos a un mundo llamado Elaranne, con una ambientación eminentemente medieval, donde la magia es algo, si no común, sí conocido.

  • La primavera ausente - Rubén H. Ernand - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/H-Ernand-La-primavera-ausente/105078

    Os saludo, Navegantes de las Palabras. Me han llegado noticias de allende los libros contándome que ha surgido en las remotas tierras de la antigua Elaranne un ...

  • Reseña La primavera ausente | saga fantasía El Trastorno de ...

    https://www.rubenhernand.com/rese%C3%B1as-la-primavera-ausente

    Para acceder a la reseña completa, no tenéis más que pinchar en la zona de texto. Blogs. Cris de Letras. En definitiva, este es un libro muy intenso el cual ...

  • Rubén H. Ernand - ¡¡Ábrete libro!! - Foro sobre libros y autores

    https://www.abretelibro.com/foro/viewtopic.php?t=102411

    16 sept 2018 · 2 publicaciones · 2 autores

  • El Trastorno de Elaranne I : La Primavera Ausente - Rubén H ...

    https://desdeelredondal.com/el-trastorno-de-elaranne-i-la-primavera-ausente-ruben-h-ernand/

    31 ene 2022 — Me han llegado noticias de allende los libros contándome que ha ... libro de la saga El Trastorno de Elaranne, «La Primavera Ausente», ...

  • Amor a quemarropa de Mabel Diaz

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    ?Como es posible que, en medio de un atraco a una sucursal bancaria, surja el amor? Aaron sabe que lo suyo con Emma no puede funcionar. Esta destinado al fracaso.
    Ella es una buena chica. El, un ladron de bancos.
    Y sin embargo...

  • El Hombre Invisible de H. G. Wells

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    Escrita en 1897, poco despues de La maquina del tiempo, El hombre invisible cuyo personaje central ha alcanzado, como Dracula o Frankenstein, un lugar en el imaginario del mundo moderno da forma definitiva a uno de los motivos que habrian de cobrar mas relieve,

  • Coincidencia millonaria de Gina Rosi

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    --Deberias conectarte totalmente con Chad esta noche. --!Que! --Exclamo--. !De ninguna manera! --Miro hacia arriba y me encuentro con los ojos grises de mi prima en el espejo. Ella esta de pie detras de mi, arreglando mi masa de cabello cobrizo intenso con mechas rubias en preparacion para la fiesta de cumpleanos de Chad Black, a la que practicamente me obliga a asistir. En este momento me esta mirando con su propia expresion particular de exasperacion. --En serio, Sarah --dice, insertando otro alfiler en mi cabello para mantener el estilo que esta creando--, necesitas divertirte un poco. Y por lo que me has dicho, Chad es lindo, sexy y esta ansioso por darte justo lo que necesitas. --Yo y todas las demas chicas de Nueva York --me burlo--. Vamos, Liz, no esta tan mal. Me divierto. Te tengo a ti, Brandon, todos esos hermosos libros en mi e-reader y un trabajo increible --hago una pausa--, que no es tan sorprendente, pero lo que sea. Liz se rie y se echa hacia atras el pelo negro y rizado que le llega hasta la espalda. Ella acababa de regresar del trabajo cuando le hable de la fiesta de Chad, a la que no estaba seguro en ese momento, a la que queria asistir. Inmediatamente, lo dejo todo y comenzo a ayudarme a prepararme, insistiendo en que tenia que irme. Ella debe estar cansada, despues de un largo dia en el bufete de abogados donde trabaja, pero aun se ve deslumbrante. Me gusta pensar que nos parecemos, al menos en cuanto a rasgos, nuestros padres son gemelos identicos despues de todo, pero en el color tomamos como nuestras madres. Mi piel es palida y un poco rosada en un buen dia, mientras que Liz tiene un tono caramelo claro absurdamente hermoso. --Estoy segura de que sabes lo patetico que es cuando mi novio, yo, los libros y el trabajo somos tu unico derecho a una vida llena de diversion --dice Liz, todavia sonriendo--. Cuando dije divertido, no me referia a la version PG. --Me mira a los ojos en el espejo y baja la voz a un susurro teatral--. Me refiero al sexo. Me rio. --No voy a tener sexo con Chad. Es suficiente con que practicamente me obligues a ir a su fiesta. --Si --dice sin arrepentirse--, Brandon pasara la noche y no quiero preocuparme por ser ruidosa. --Ella sonrie con picardia--. De todos modos, ambas sabemos que si no te obligo, te sentaras en tu habitacion suspirando por ya-sabes-quien. Niego con la cabeza. --No suspiro, y puedes decir su nombre. --Se que puedo, solo deseo que lo olvides. --Me clava otro alfiler en el pelo. --Su nombre es Jim Weyland --digo obstinadamente. Ella pone los ojos en blanco--. Y es un idiota. --El no es. --Es demasiado. Las dos nos reimos, recordandonos cuando eramos ninas. Practicamente crecimos juntas y hemos sido inseparables toda nuestra vida. Su risa termina en una pequena risa. --No se tu, pero cuando un chico te invita a salir, te lleva, pasa dos meses haciendote enamorar de el, y cuando finalmente le dices como te sientes, te dice que el tambien te ama, pero… --se detiene--, ?cuales fueron las palabras exactas de nuevo? Yo no respondo. No quiero recordar A veces, todavia es demasiado doloroso pensar en ello. Liz tiene razon. Paso demasiado tiempo pensando en Jim Weyland. El escritor de largometrajes mas renombrado de Gilt Traveler, un viajero de aventuras de fama mundial, y el hombre del que he estado enamorado, silenciosamente y sin ser correspondida durante los ultimos dos anos. Inmediatamente despues de la universidad, consegui un trabajo en Gilt Traveler, una de las muchas publicaciones propiedad de Gilt Magazines. Me enamore de Jim en mi primer dia en el edificio despues de la entrevista, cuando paso junto a mi en el vestibulo. Habia empezado como asistente de Mark Willis, el editor principal de funciones, y me dirigia a los ascensores cuando un chico alto, moreno y apuesto con confianza se acerco a mi, haciendome mirar fijamente. Me guino un ojo y casi me tropece con mis tacones de ocho centimetros. No sabia quien era en ese momento, pero lo descubri muy pronto. Por alguna providencia divina, tambien trabajo en Gilt Traveller. Era un escritor talentoso, guapo, encantador y nada parecido a los chicos que habia conocido en la universidad. Me invito a cenar, convirtiendome en la envidia de todas las chicas de Gilt, porque nunca habia salido con nadie de la oficina. Fue magico. O eso creia yo. Al final de la semana, me acoste con el. Al poco tiempo, supe que me estaba enamorando de el. Estupidamente, le dije como me sentia, y el respondio diciendome que yo era dulce y que el tambien me amaba, pero que nunca podria comprometerse con ninguna mujer y que solo me haria dano a la larga si lo intentaba. --Lo digo en serio cuando digo que te amo --dijo con seriedad, con una expresion apasionada que siempre me habia hecho sentir como si yo fuera la persona mas especial del mundo para el--. Significaria mucho para mi si pudieramos ser amigos despues de esto. Liz todavia esta esperando que responda. Cierro los ojos, tratando de bloquear el triste recuerdo--. Dijo que no puede comprometerse con una sola mujer. --Eso --dice Liz--. Cuando un chico hace eso, es un idiota, y no sigues siendo amigo de el por ningun motivo. Ni siquiera irias a la fiesta de Chad esta noche si Jim estuviera en la ciudad para decir ‘Oye, Sarah, ?por que no vamos a pasar el rato en este o aquel cafe? Sere tan encantador y divertido, mientras me complace el hecho de que en solo dos meses conmigo, te hice incapaz de enamorarte de nadie mas’. Hemos tenido esta pelea un par de veces, aquella en la que ella me dice lo poco saludable que es mi amistad con Jim para mi, y yo trato de defender a Jim y el hecho de que dos anos despues de que me rompio el corazon, todavia estoy en amor con el. Cuando no respondo, Liz, inusualmente, deja el asunto descansar. Clava un ultimo alfiler en mi cabello y da un paso atras, mirando su obra. La mayor parte de mi cabello esta recogido en un peinado que es intencionalmente desordenado, pero elegante, con algunos mechones enmarcando mi rostro. Es encantador. Me encuentro con los ojos de Liz en el espejo y sonrio con agradecimiento. --Gracias. Ella le devuelve la sonrisa. --No hay problema. Ahora ve a esa fiesta y diviertete. --Ella guina un ojo--. En caso de que cambies de opinion y decidas sacudir el mundo de Chad. Deje un regalo en tu bolso. Mirandola con recelo, me acerco a mi cama y cojo el bolso negro, lo abro y pongo los ojos en blanco ante el ‘presente’. --Definitivamente no los necesitare --digo con una sonrisa. Liz se encoge de hombros. --La noche aun no ha terminado. Permiteme un poco de esperanza. * * * * Menos de una hora despues, estoy frente a la sala Oyster, un exclusivo restaurante y bar en el segundo piso del Swanson Court Hotel. Desde el exterior, es imposible adivinar que hay una fiesta en el interior. Deteniendome en el pasillo fuera de las puertas, veo mi reflejo en el cristal y agradezco a mis estrellas por Liz. Tambien me ayudo a escoger mi ropa, un vestido verde oscuro del mismo color que mis ojos, con un escote sugerente y un dobladillo que termina justo por encima de mis rodillas, combinado con tacones negros que suman diez centimetros a mi modesto metro sesenta y cinco. Satisfecho de que nada esta fuera de lugar, abro las puertas y entro en una tranquila antesala ocupada por una sonriente anfitriona, que me dirige hacia otro par de puertas que se abren directamente al restaurante. En el interior, la fiesta esta en pleno apogeo, y aparentemente incluye a todos los jovenes elegantes, artisticos o creativos de la ciudad de Nueva York. Eso no es sorprendente. Chad Black, el celebrante, es un fotografo galardonado que a veces trabaja para Gilt Traveler. Desde la entrada, vislumbro a algunas personas de la oficina, y luego a Chad al otro lado de la habitacion, susurrandole algo a una rubia increiblemente delgada, que se rie de lo que sea que este diciendo. Chad tipico. Le encanta coquetear, y ha estado intentando, de muy buen humor, meterse en mis pantalones durante anos. Tomo una copa de champan de un camarero que pasa, con los ojos todavia en Chad. Es guapo, muy guapo, con cabello largo y castano, ojos color caramelo y una sonrisa encantadora que le da la apariencia de ser el vecino inofensivo, amistoso, pero increiblemente atractivo. Lo se mejor, su amor por las mujeres es generoso, no discriminatorio y definitivamente no monogamo. Levanta la vista de la oreja del rubio y me nota. Sonriendo, se disculpa y se acerca. --Sarah, carino --exclama por encima de la musica pop fuerte, luego me besa en ambas mejillas antes de inclinarse hacia atras para mirarme--. Te ves impresionante. --Tu tambien --respondo, esquivando una segunda ronda de besos--. Gran fiesta. --?Yo se, verdad? --Toma mi mano y hay un destello cuando alguien toma una foto. No tengo tanta influencia social como algunas de las otras chicas de Gilt, asi que no me preocupa que mi foto aparezca en alguna de las columnas de moda o chismes. Chad todavia esta hablando. --Tengo grandes amigos que se dan cuenta de que no hay nada mas importante que celebrar el hecho de que hace veintiocho anos vine a este mundo en beneficio de las mujeres de todas partes --proclama. Me rio. Estas tan lleno de eso. --Si --responde con una sonrisa encantadora--. Pero me amas. --Si --Entonces, ?por que no me dejas mostrarte lo loco que estoy por ti? Le doy un manotazo en el brazo. --Porque me amo demasiado. Suspira exageradamente. --Ven entonces. Te presentamos a algunos de mis amigos. --Tirando de mi a traves de la habitacion, me lleva a un grupo de personas hablando y riendo con bebidas y bocadillos. --Chicos, esta es Sarah --anuncia Chad--, en cuyas bragas estoy tratando de meterme. --Me guina un ojo, impenitente, mientras sus amigos ululan. Alguien tira de su manga y le susurra algo al oido. --Vuelvo enseguida --me dice antes de irse para ocuparse de lo que necesite. Uno de los amigos, un tipo de cabello castano desordenado y rostro sin afeitar, me dice su nombre con un acento britanico fresco. Tambien presenta al resto del grupo. Hay un pintor, una morena con curvas que trabaja en un tabloide, un critico gastronomico y la mezcla tipica de escritores, artistas y otros tipos creativos. --La mayoria de las veces fuimos a la universidad con Chad --dice un britanico--. ?Como lo sabes? --El hace un trabajo para nosotros…, la revista donde trabajo. --?Que revista? --La pregunta viene de la pintora, una mujer menuda con un corte pixie. --Viajero dorado --respondo. --Esa es buena. --La escritora sensacionalista, creo que su nombre era Annabel, parece impresionada--. ?Que haces? --Soy un asociado de funciones --les digo. Es el titulo oficial de mi trabajo real, que consiste en escribir los pequenos articulos en los que los escritores no pueden molestarse. --Suena como un buen concierto --dice alguien. --Si, lo es --estoy de acuerdo con un encogimiento de hombros. --No puedo esperar el momento en que una modelo en bikini salga de un pastel --declara un britanico, terminando su bebida e inmediatamente cogiendo otra de una bandeja que pasa. --?Pasara? --Pregunto interesada. Nunca habia visto algo asi fuera de las peliculas. --No es probable. No es una fiesta de fraternidad. --Suena melancolico. Chad regresa. --Entonces, chicos, ?habeis convencido a Sarah de que valgo al menos una noche de su tiempo? --?Eres tu? --Dice una de las mujeres, sacudiendo su cabello--. No por lo que recuerdo. El resto del grupo se echa a reir y me uno a ellos. Chad intenta parecer molesto, pero falla. --!Chad, carino! --La voz suave viene del otro lado de la habitacion y todos miramos en esa direccion. La oradora es una mujer vagamente familiar, alta y esbelta, con una masa salvaje de cabello rubio oscuro y piernas de un kilometro de largo luciendo un mono ajustado. --Aqui viene Claudia --oigo decir a alguien. Pero no estoy escuchando. Mi corazon esta martilleando, mis ojos se fijaron en el hombre de pie junto al recien llegado. Jim Weyland. ?Que esta haciendo el aqui? Pienso, presa del panico y euforico al mismo tiempo. Se supone que debe estar en Inglaterra, haciendo paracaidismo con Reese Fletcher, el temerario multimillonario de la electronica de sesenta anos. Habiamos hablado por telefono hace solo unos dias, y no menciono nada sobre regresar a Nueva York. Sin embargo, aqui estaba, con la mujer mas hermosa de la fiesta, nada menos. Todavia no me ha visto, asi que tengo tiempo de mirarlo. El esta de pie, mirando a su cita mientras se arroja a los brazos de Chad, su expresion, esa irresistible combinacion de aburrimiento y misterio que solo algunos chicos pueden lograr. Su cabello oscuro es corto a los lados y hacia atras, mas largo al frente, con un atractivo mechon cayendo sobre su frente. Su cuerpo, perfecto con una elegante camisa y pantalones oscuros, esta en forma y atletico. Mi corazon se atora en mi garganta, llenandose con el familiar dolor agridulce que siento cada vez que lo veo.

  • Perdon de Ida Hegazi Hoyer

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    Habia una cama en la acera. Desde el cruce al final de la calle, se veia que habia una cama delante de nuestro portal, alguien que se estaba mudando al bloque, o del bloque, algo que cortaba el paso. Pero hasta que estuve muy cerca, hasta que ya estaba entrando, no vi que era nuestra cama, que eran nuestro edredon y nuestras almohadas, y que todo parecia una instalacion en medio de la calle, visible de pronto, quiza por fin, bajo la luz adecuada. Era festivo, ya casi verano, llegue a casa y nuestra cama estaba en la calle. La habias hecho. El edredon estaba bien doblado, las almohadas sin huellas de cabezas y la colcha, que en realidad nunca usabamos, tendida sobre el cabecero. Un corte de la noche eternamente interrumpido. Es probable que me detuviera, que sintiera un espera, un para, no subas. Y hacia calor, era mediodia, el cielo estaba en llamas. Subi una planta. Dos peldanos, dos pasos, luego el resto de la escalera. No habias dejado la puerta abierta. Habias echado el pestillo. Y eso no lo olvidaria nunca, sabias que yo era la unica que tenia llave. La perra salio corriendo. En cuanto abri la puerta, salio disparada. Y entonces vi. Y entendi. Tus fotos, nuestras fotos, ya no estaban colgadas en la pared. Los rascacielos estaban en el suelo, dandome la espalda, dos marcos blancos. Este era el aspecto que tenia la habitacion: la ventana estaba cerrada y las persianas bajadas. Las puertas de los armarios cerradas, las lamparas apagadas y, en medio del cuarto, donde tendria que haber estado la cama, una silla de la cocina volcada. No habia ruidos ni aire que se dejara respirar. Eran las doce del mediodia. No me acerque a ti. Pero entre en la habitacion. Di un rodeo a lo largo de las paredes, hacia la ventana, hacia el dia. Subi las persianas, abri la ventana y podria haber saltado, no habria pasado nada, al fin y al cabo nuestra cama estaba abajo, a mis pies, situada con precision para las caidas. Pero no salte, senti arcadas, eso fue todo lo que consegui, una infima gotita de bilis que cayo a los pies de nuestra cama, luego respire profundamente, una vez, y sali corriendo. Fue la ultima vez que te vi, al pasar note que no olias a nada y, cuando llegue abajo, cuando sali, la calle era otra y el cielo habia cambiado, las casas se habian ladeado y los tejados estaban a punto de derrumbarse, los arboles galopaban, los coches eran de otro mundo y las personas, todas las personas, ya no eran humanas. No tenia adonde ir. Me tumbe bajo el edredon y me deje sentir lo que quedaba de ti y de nosotros. Me tumbe bajo nuestro edredon, en la cama que estaba en la calle bajo el cielo devorador y supe, ya, que siempre veria distinto aquel cuarto. La otra habitacion: la ventana esta abierta, la lampara de la mesilla encendida. Llego a casa medio dia antes. Son las doce de la noche. Estas durmiendo en la cama. O te has acostado y te vas a dormir. O estas en el bano cepillandote los dientes. O estas en el salon viendo la tele. O estas sonando. Estas caliente. Tienes un calor. Estas dormido en la cama. Me tumbo a tu lado. 2 La primera vez que te vi, acabe completamente desnuda. Estabamos junto al mar, era verano o finales de primavera. Fue dos anos antes, al final de la tarde, y la luz se alargaba. No recuerdo con quien habia ido, pero en ese momento estaba sola, paseaba por la orilla y habia mas gente, gente comiendo, gente cantando en competicion con las gaviotas, y yo paseaba por la orilla, sintiendo la arena hundirse bajo mis pies, con el sol de frente, diez mil flechas sobre el mar de brillos. Cuando te vi, todo desaparecio. Tu tambien estabas solo. Sentado mas adentro, mas alejado del agua. No vi lo que hacias, no vi si leias o dibujabas o escribias, pero mas tarde me contaste que pensabas, que era eso lo que hacias, que habias ido al mar a filosofar y que entonces llegue yo, y esta fue nuestra historia, el unico comienzo. Te vi y acabe completamente desnuda. Te vi y, que quede claro, yo te vi primero. Estuve un buen rato mirandote. El agua me llegaba a la mitad de las pantorrillas y estaba fria, pero tu dabas la impresion de ser un mundo mas calido. No porque tuvieras una belleza extraterrenal, ni una tranquilidad inquietante, ni un flirteo incomodo, no tenias nada de todo eso. Pero te atrevias a estar presente sin entablar ningun contacto con nadie. Estabas tan solo... y eras lo mas hermoso que habia visto en mi vida. Y cuando me miraste, cuando me viste, debiste de verme negra y sagrada al mismo tiempo, fue como si asumieras y descartaras en una sola y unica mirada. Entre nosotros se extendian todas las personas. Entre nosotros se extendian los gritos, la arena, las piedras y las voces. Y no pense, ni un solo pensamiento me cruzo la mente, no vi todos los ojos que habia ante mi, sencillamente me desvesti. Para ti. Me solte la goma del pelo, me arranque la ropa y me plante frente a ti, frente a ese mundo sin amo que se extendia entre nosotros, y tu te levantaste y viniste hacia mi, habia un aplauso en las olas. Viniste hacia mi y yo estaba de pie en el agua y no desviaste la mirada y no desvie la mirada y eras alto y flaco y yo era baja y estaba desnuda y tenias veinticinco anos y yo veinte y bajaste hasta el agua y pisaste mi ropa y yo permaneci inmovil en la tremula luz. Jamas volveria a ver nada parecido. Levantaste la piedra mas grande que encontraste. Estaba medio hundida en el agua, a mis pies, y debia de pesar como un hombre joven. Pero lograste levantarla y llevartela al pecho, aunque te temblaron los brazos y, al pasar a mi lado, me miraste, hasta muy abajo, y pasaste tan cerca que pude oler tu sal, y supe que procedia de algo limpio. Olias exactamente como debias, llevabas vaqueros y te adentraste en el agua, despacio, con aquella piedra enorme, mientras el agua iba subiendo, mas adentro, mas arriba. No llegaban ruidos de tierra. Habia silencio en las masas. Y cuando el agua te llego a las caderas, te paraste, y con el mar hasta el vientre, me esperaste, y cuando llegue, tenias los brazos rojos. Estabamos de pie en el mar. Estabamos de pie en la luz. Tu eras alto y flaco, yo era baja y estaba desnuda, y arrojaste la piedra mas grande del mundo. Y lo hiciste por mi. Y aunque no llego muy lejos, tampoco se trataba de eso. Despues nos quedamos sentados en la hierba, teniamos frio, no dijimos gran cosa. La basura flotaba en el borde del agua, casi todo el mundo se habia marchado, y entonces me rodeaste con el brazo y dijiste: Soy realista y de ciencias, y lo dijiste con una sonrisa y no tuve nada que replicar a eso. Yo trabajo en una guarderia, dije, y retomamos el silencio. Estabas manipulando un sedal y yo simulaba no fijarme en lo que hacias. En lo grandes que tenias las manos. En lo largas que tenias las pestanas. En como se te abria la boca cada vez que mirabas mar adentro, como si anoraras algo, como si te inventaras algo. Estabamos muy pegados el uno al otro. Tambien la piel tiene un lenguaje. Al montarnos en el ultimo autobus, ya eramos novios. Al bajarnos, me diste el anillo. Ya no hay ni un tu ni un yo, me dijiste, y tuve la certeza de entender a que te referias. Habias trenzado el sedal para formar un circulito que me pusiste en el dedo. El anular izquierdo, vena amoris, llega directamente al corazon, me susurraste. Era un anillo de sedal transparente, firmemente trenzado y de puntas afiladas, y despues de ponermelo, lo ajustaste y le hiciste un nudo. El sedal de pesca es lo mas fuerte que hay, me dijiste, y luego lo cortaste con los dientes. Te metiste mi mano entera en la boca. El sol estaba desapareciendo y la sal ya empezaba a picar sobre la piel. Note enseguida que era un anillo incomodo, un anillo que iba a molestarme, pero tu decias que era fuerte, mas fuerte que el oro, mas fuerte que la sangre, que ya no habia ni un tu ni un yo. Este anillo no se rompera nunca, esas fueron tus palabras y tuviste razon. Asi fue como nos prometimos, con un sedal. Y recuerdo aquel dia. Recuerdo como nos hicimos mayores el uno al otro. Como insistimos en no ser una casualidad. La primera noche. Las primeras palabras que siguieron. Como ya nada parecia casual.

  • Domar un corazon de Kristine Rolofson

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    Nadie sabia lo que sucedia en el rancho.
    A Jake Johnson no le hacia ninguna gracia tener que entretener a la tia solterona de la prometida de su amigo. hasta que descubrio que la tia Elizabeth Comstock era una treintanera despampanante con una larga melena y un cuerpo que los hombres se volvian a mirar por la calle. Asi que, ?quien seria capaz de no caer en la tentacion de seducir a la encantadora Lizzy?
    Por su parte, lo que mas deseaba Elizabeth era evitar que su sobrina se casara con un cowboy. hasta que se dio cuenta de que ella misma se estaba enamorando de uno. ?Podria conseguir que el salvaje Jake se convirtiera en el marido perfecto para una mujer de ciudad como ella?

  • El diario amarillo de Carlota de Gemma Lienas

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    <>. Esta es la respuesta que les da a Carlota y a Marcos su padre cuando le hacen una pregunta a proposito de las drogas. Pero entonces, ?como podra decidir Marcos si fuma porros o no en la fiesta a la que lo han invitado? Carlota, determinada a conseguir tanta informacion como le sea posible, escribe este nuevo diario que tienes en las manos. A partir de testimonios que va recogiendo y de las explicaciones que recibe de su entorno mas inmediato y, sobre todo, de un medico de su club de futbol preferido, Carlota se adentrara en el complejo mundo de las drogas, convencida, como siempre, de que solo cuando dispones de toda la informacion puedes realmente decidir. El diario amarillo de Carlota no es exactamente una novela ni un diario, sino un libro a caballo entre la ficcion y la no ficcion que procura responder a una serie de interrogantes: ?Que tipos de drogas hay? ?Que efectos provoca cada una? ?Que es la adiccion? ?Y el sindrome de abstinencia?

  • El espiritu creativo de Daniel Goleman

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    Daniel Goleman nos invita, con la colaboracion de Paul Kaufman y Michael Ray, a comprender el proceso creativo, librarnos de los pensamientos que nos bloquean y desatar nuestra imaginacion.

  • Una pelirroja indomable de S. Giner

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    Bruce Rayner era un escritor de renombre de 27 anos. Hombre de trato dificil, ademas de rudo, poco amable y con una total ausencia de paciencia. Empleaba para realizar su trabajo las tecnicas de los autores del siglo pasado y Edward, su editor y amigo, lo convencio para que se actualizara e hiciese uso de la tecnologia. Los ultimos meses, Rayner habia pasado mas tiempo haciendo entrevistas para encontrar una nueva asistente personal, que escribiendo.

  • Elevacion de Stephen King

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    King vuelve a Castle Rock con un mensaje para nuestros tiempos.

  • Alfas de Jorge Borges

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    La Montana: Boxeador, Mafioso y Amante
    Roberto Montana.
    "Montana" para los Amigos.
    Ex-boxeador profesional.
    Hoy, boxeador de los suburbios.

  • Tu seras mi chica de la puerta azul de Claire Phillips

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    Ella era timida, del todo ajena al mundo en el que el se movia y carecia del aspecto que solian tener las mujeres que el llevaba colgadas de su brazo, aun asi, lo atraia de un modo que lo desconcertaba y lo asustaba.
    El era demasiado atractivo, demasiado seguro de si mismo, demasiado arrogante, era demasiado de todo lo que ella detestaba. Era un capullo con mayusculas, aun asi, lograba desconcertarla y despertar su lado mas desconocido, atrayendola y poniendola en guardia hasta el punto de querer esconderse para no salir herida.
    Dedicar sus vacaciones a viajar a un pueblecito italiano para cuidar y atender al hermano de Ron, marido de una de sus mejores amigas, que, tras un pequeno accidente necesitaba ayuda, no habia sido la mejor de sus ideas y menos cuando el hombre a su cuidado era tan guapo y atractivo como “capullo”. De hecho, Clara no tardo en pensar en Alex como un capullo arrogante merecedor del premio al “mayor capullo sobre la faz de la tierra”.
    Quizas habia algo malo en ella para que ese capullo lograse enfadarla con la misma facilidad que lograba atolondrarla con sus sonrisas de seductor y su aspecto de perfeccion masculina cuando ya habia logrado olvidarse de el y de su breve y forzada convivencia muchos meses atras.
    Alex no sentia gusto alguno por las parejas estables, de hecho, no escogia a sus amantes por sus atributos fuera de la cama, sino precisamente por la falta de ellos para ser novia formal. ?Por que demonios iba a sentirse atraido por esa espanola que tiempo atras le cuido como un favor a su hermano? Quizas fuesen remordimientos de conciencia por lo mal que se porto con ella o quizas simple curiosidad por un tipo de mujer completamente alejado de aquello a lo que estaba acostumbrado y que le gustaba. Ademas, ?por que iba a querer cambiar su vida, su estupenda vida, para llevar una distinta?

  • Mi ultimo recuerdo de Christian Martins

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    Sarah se recosto sobre el asiento mientras observaba la blanca pared que tenia delante. Llevaba tiempo preguntandose a si misma si de verdad tenia algun sentido continuar con aquellas citas, aunque... ?por que dejarlas? Incluso sabiendo que no servian para nada. ?Que mas daba? --?Me dijiste que querias escribir tus propias historias, verdad? ?No escribias un diario? La voz del doctor Clarkson era neutra, calmada, pacifica. Tenia el extrano poder de hacerte sentir bien en cada momento. -- Bueno, eso fue hace mucho tiempo, antes de casarme -- le conto, sin desviar la mirada del punto fijo de la pared en el que la habia clavado. -- Deberias retomarlo, creo que te ayudaraa recuperar... -- se tomo unossegundos para meditar -- , las ganas. Ella nego con conviccion. -- No creo que la soledad desaparezca por escribir un diario, Clarkson -- puntualizo de mala gana. El reloj digital de la muneca del hombre libero dos intensos y breves pitidos para indicar que la sesion habia alcanzado su fin. Ambos se levantaron de sus sillones y se colocaron la ropa antes de dirigirse a la puerta de salida. -- ?Por que no le dices a Robertque venga a la proxima sesion? -- pregunto, antes de dejarla marchar -- . Estoy convencido de que sera muy beneficioso para ambos. Sarah rio. -- ?Terapia en pareja? -- inquirio, carcajeandose -- . Lo intentare, pero dudo que se comprometa con algo semejante. Sarah estiro del picaporte para abandonar la sala y Clarkson coloco una mano, insegura, sobre su brazo. -- Sarah, estas aqui para que las cosas mejoren -- murmuro en voz baja. La puerta ya estaba abierta y las tres personas que aguardaban su turno en la pequena sala de estar habian dirigido su atencion a ellos. -- Intenta ser mas comprensiva y mas paciente -- anadio -- , si esperas un cambio, tu tambien debes cambiar. Ella no respondio. En cuanto libero el brazo del contacto con su piel, echo a caminar con apremio. Cruzo la sala de estar y se dirigio a las escaleras mientras el sonido de la lluvia golpeando el techo resonaba con fuerza sobre su cabeza. Escogio las escaleras y desecho la idea del ascensor; seguramente, el taxi ya estaria abajo esperandola para el trayecto de vuelta, lo que conllevaria mas de cuarenta minutos para estar sentada e inmovil. Nada mas alcanzar el vestibulo, corroboro que el aguacero del exterior estaba siendo intenso. Una muchedumbre de transeuntes en busca de cobijo se habia aglomerado bajo el portal del edificio impidiendola confirmar la llegada de su taxi, asi que cruzo la puerta y, con el fino sombrero de lana como unica defensa de la lluvia y la cabeza gacha, corrio hasta el taxi que esperaba al otro lado de la carretera. De improvisto, giro la cabeza y sus ojos chocaron con los faros de una motocicleta que se aproximaba hasta ella a gran velocidad. Sarah noto como el corazon se le paralizaba en aquel instante y como sus piernas, presas del miedo, se detenian y se resistian a cumplir una simple orden: !corred! El sonido del impacto llego antes que el del claxon de la motocicleta que, al chocar contra el suelo, se habia accionado y solapaba cualquier otro ruido que se produjese en la calzada. La muchedumbre que hasta entonces se habia mantenido cobijada, abandono el resguardo del edificio y se aglomero alrededor de la cuneta. -- !Llamad a unaambulancia! -- grito una mujer con la voz timbrada de espanto. Otra joven grito, asustada, cuando el anciano que se habia agachado junto al motorista para tomarle el pulso nego con un leve movimiento de cabeza. Sarah continuaba tumbada en el suelo, junto al hombre que habia tirado de su cuerpo inmovil para apartarla y que le habia salvado la vida. Otro grupo de ciudadanos tambien se habia detenido para rodearlos y acribillarlos a preguntas. -- ?Se encuentran bien? -- ?Esta usted bien? El hombre se levanto y les pidio, amablemente, que ayudasen al motorista que habia derrapado en la calzada al verles cruzar. "Seguramente necesitara mas ayuda que nosotros", anadio. Se levanto del suelo, conmocionada, y observo a su salvador. A pesar de encontrarse mojado y embarrado por la caida, el traje y el peinado delataban que era un hombre de bien. Seguramente, trabajaba en alguna de las grandes empresas que tenian oficina por aquella parte de la ciudad. -- ?Como se encuentra? -- le pregunto el, mientras Sarah fijaba la atencion en el motociclista caido. ?Estaria bien? -- Estoy bien -- respondio, distraida -- , gracias.

  • Mujeres en el frente de Freda Lightfoot

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    Una historia de esperanza y superacion del pasado.

  • Medianoche en Lisboa 5 de Pablo Poveda

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    Caballero esta a punto de morir. Sabe algo que no logra recordar. Un secreto que debe permanecer oculto.

  • Andrew (Escoceses 1) de Emma Madden

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    -Las Highlands no son toda Escocia, ni todos los hombres escoceses son highlanders, ni son como Jamie Fraser de la serie "Outlander", que por cierto esta inspirada en los libros de Diana Gabaldon, que deberia ser lo importante para nosotros... estoy harta de que medio mundo hable de highlanders y escoceses como si todo mi pais fuera un territorio de tios cachas con falditas escocesas, que se llaman Kilt, ya que estamos... es muy triste que nadie sepa de verdad nada de Escocia, cuando encima esta tan de moda. -Solo fue un comentario, Fiona, no es para que te pongas asi. -Esto es la universidad de Columbia, no estamos en el patio de un colegio, Kim, ni en la peluqueria, me gustaria que al menos aqui, en esta aula de literatura escocesa, hablaramos con algo de propiedad. -?O sea que el profesor McAllen no es un highlander? -pregunto con cara de tonta una de las chicas del fondo de la clase, que esa manana estaba hasta los topes, y Fiona Murray bufo entornando los ojos. -?Lo unico que te importa es si es un highlander?. Es una eminencia, un especialista... -Esta muy bueno y si viniese con la faldita... el kilt... seria la bomba. Toda la clase se echo a reir y Fiona, que estaba hasta el mono de intentar aclarar que sus paisanos no eran ni tan guapos, ni tan aguerridos, ni unos trozos de carne con faldas escocesas, como solian aparecer en algun tipo de novelas y en la tele, respiro hondo y se concentro en ordenar la mesa de Andrew McAllen, el profesor visitante de la Universidad de Edimburgo, que iba a pasar un curso en Nueva York dando clases en el departamento de literatura escocesa de la Universidad de Columbia, y del que le tocaba ser ayudante. El profesor McAllen, doctor McAllen, porque tenia un doctorado, era un tio al que presidia una fama de serio y muy estricto, sobre todo despues de pasar por un escandalo apoteosico en su pais hacia pocos meses, asi que queria ahorrarle chorradas con sus alumnos (sobre todo alumnas) que estaban alli a ver si podian vislumbrar algo debajo de su kilt, porque estaba segura de que las muy ilusas seguian creyendo que apareceria con la falda escocesa. -?Donde estan exactamente las Highlands, Fiona? -pregunto un chico de la primera fila, Jim Wang, una de las lumbreras de la clase y ella lo miro por encima de las gafas-. No quiero equivocarme con el doctor McAllen, yo no soy como esta panda de salidas. -Vete a la mierda, Jim -gritaron varias y Fiona respiro hondo. -El territorio de las Tierras Altas esta formado por distintas regiones. La comarca de las Highlands representa solo un 40% de toda la zona real considerada de las Tierras Altas, el resto de la region lo forman los concejos de Aberdeenshire, Angus, Argyll y Bute, Moray, Perth and Kinross y Stirling. Ya sabeis que estan al norte del pais y su capital es Inverness. -Google dice que Andrew James McAllen es de Inverness, por lo tanto, es un highlander ?no? -apunto otra alumna y ella asintio-. No estabamos tan equivocadas y no necesitabamos de tu bronca, Fiona. -Es de Inverness, pero se crio y formo en Edimburgo, sin embargo, es igual. No es solo por el doctor McAllen, es en general, solo intentaba iluminar un poco vuestras cabezas y dejar de oir estereotipos estupidos sobre los escoceses que, repito, no son todos highlanders y menos aun unos galanes de telenovela... -Estoy de acuerdo. Oir el acento y la voz de McAllen a su espalda la hizo saltar, y antes de girarse para mirarlo a la cara, vio los ojos brillantes de las chicas, y de algun chico, que dejaron de hablar y de moverse para prestarle atencion con la boca literalmente abierta. Respiro hondo, se dio la vuelta y lo miro a los ojos, esos enormes ojos color turquesa o verdes, o algo asi, que la estaban observando con curiosidad. -Doctor McAllen, bienvenido al aula de Literatura Escocesa 2 -le ofrecio la mano y el se la estrecho con energia-. Me llamo Fiona Murray. -Senora Murray, encantado. Ahora vamos a empezar, buenos dias a todas y a todos, damas y caballeros. -Buenos dias. Respondieron al unisono y Fiona no pudo evitar fijarse en la camisa blanca y perfecta que llevaba ese hombre, en sus pantalones de pitillo y en los zapatos bien lustrados. Tenia una pintaza, era alto y muy atractivo, con manos grandes y sonrisa impoluta, asi que tuvo que admitir que acababa de derribar de un plumazo sus argumentos contra el estereotipo de escoces igual a tio bueno, y a punto estuvo de echarse a reir, pero se contuvo y camino hacia su mesa mirando de reojo como el abria su maletin de cuero destartalado y sacaba un libro para tirarlo con energia sobre su escritorio, antes de mirar a los alumnos y decir con su voz ronca y varonil: -Robert Burns, "Caledonia y otros poemas". ?Quien quiere leer el primero? 1 -?Que tal el apartamento? -?Apartamento?, esto es un piso de lujo, Ewan, muchas gracias por dejarmelo. -Es propiedad de mi empresa, te lo deja ella. Me alegra que te guste. -Tu empresa, tu, da igual, al final es lo mismo. ?Donde estas? -Desayunando en Singapur, ?te llego la invitacion para la boda de mi hermano?, es en Ibiza, tio. Me pidio dinero para comprar el anillo de compromiso porque no tenia un duro, y resulta que ahora se casan en Ibiza porque a Mimi le hace mucha ilusion casarse en la playa, no entiendo nada. -Igual paga la familia de ella. -No creo, no lo se, solo se que una bonita boda en Edimburgo seria perfecta, si hasta esta de moda casarse en Escocia, podria conseguirle un castillo en cualquier largo de las Highlands, macho. Mi hermano esta pirado y mis padres que trinan. -Creo que acabaremos todos en Ibiza, que tampoco esta nada mal. -Duncan dice que se apunta y que le contratara un DJ como regalo de bodas. -Genial, lo pasaremos bien -miro a traves de los ventanales la noche cayendo sobre Manhattan y suspiro. -?Todo lo demas bien, Andy? -Si, el primer dia de clase ha ido bien, he conocido a muchos companeros y alumnos y mi ayudante, que es una institucion en el departamento de literatura escocesa, es una senora muy eficiente. No me puedo quejar. -Me refiero a "lo demas", colega, ya me entiendes. -Estoy en Nueva York y no quiero pensar en "lo demas", estoy bien. -Ok, si tu lo dices -respiro hondo y Andrew se fue a la cocina para servirse la comida china que habia comprado para la cena-. Ya sabes que tengo un monton de amigos en Nueva York que quieren conocerte, promete que los llamaras o aceptaras alguna invitacion y te lo pasaras bien. -Claro, en cuanto me instale mejor, acabo de llegar y tengo que organizarme un poco. -La madre que te pario, tio... bueno, te dejo, tengo una reunion, si necesitas lo que sea me llamas. Adios. -Adios. Le colgo, se sirvio la comida china y volvio al salon, se sento en el suelo, delante de las ventanas que rodeaban todo ese espectacular atico, y tomo un primer bocado cerrando los ojos, pensando en Andrea, su mujer, o su exmujer segun ella, deseando que al abrirlos estuviera alli, a su lado, para compartir con el la cena, las vistas y su paso por Nueva York. Un sueno cumplido para los dos que lamentablemente tendria que superar solo. Tenia treinta y ocho anos y una vida destrozada, o asi se sentia despues de que su chica, la mujer de sus suenos, su esposa, lo abandonara en Edimburgo hacia ya ocho meses. La culpa era toda suya, porque el la habia cagado, el habia mandado al garete su idilica historia de amor el dia que, contra todo pronostico, habia decidido ir a la fiesta de inauguracion del club nocturno de su amigo Duncan en George Street. Duncan, que ademas de ser una estrella de la musica internacional, era uno de sus dos mejores amigos, inauguraba su espectacular club en la mejor zona de Edimburgo y no habia podido evitar asistir. No habia podido. Aunque Andrea estaba en Madrid con su familia celebrando la Noche de Reyes y a el no le apetecia nada ir sin ella, al final se habia animado y habia aparecido alli y ya de madrugada habia estado lo suficientemente borracho como para liarse con una exalumna, una estadounidense muy insistente de la que no recordaba nada, pero de la que se acordaria el resto de su vida porque ella, en un alarde de irresponsabilidad absoluta, habia colgado en Instagram fotos y videos de los dos besandose y tocandose y metiendose mano en un reservado del local. Honestamente, no recordaba nada de aquello, nada, y asi se lo habia jurado a su mujer de rodillas, un millon de veces, pero a ella su seminconsciencia no justificaba sus actos y destrozada, hecha un mar de lagrimas, humillada publicamente y muy cabreada, habia dejado primero su casa de Edimburgo para irse a la de una amiga y finalmente habia renunciado a su trabajo y habia vuelto a Espana decidida a solicitar el divorcio. Toda Escocia se habia enterado de su supuesta "infidelidad", medio mundo habia visto las imagenes, y milagrosamente no lo habian despedido de la universidad porque la estadounidense era mayor de edad y ya no era alumna suya, pero el escarnio habia sido apoteosico, las miraditas de burla y desaprobacion lo habian perseguido durante semanas, sin embargo, todo aquello lo habia superado con tranquilidad, con la frente alta, porque se consideraba totalmente inocente. Personalmente estaba tranquilo, en paz con respecto a todo ese vergonzoso incidente (que apuntaba a ser una burda trampa) ... pero otra cosa era intentar apaciguar el dolor de su mujer. Jamas podria superar la punetera realidad de que le habia hecho dano, le habia fallado, la habia decepcionado... incluso, ocho meses despues de aquello, seguia sin hablarle, esperando enrocada y ofendida a que le firmara de una buena vez los papeles del divorcio, y el no podia lidiar con eso. Andrea queria el puto divorcio, pero el no pensaba firmarlo, no podia hacerlo, aunque ya le habia advertido su abogado de que se iba a divorciar igualmente porque la ley estaba de su parte y pasado un tiempo prudencial ya no necesitaria de su firma para divorciarse, el no pensaba cooperar. Respiro hondo y trato de no entrar en panico como le habia ensenado su terapeuta. Abrio los ojos y miro Manhattan bajo sus pies. Nueva York era fabulosa, una ciudad que le encantaba, de hecho, parte de su luna de miel la habian pasado alli, y hacia un ano, cuando la Universidad de Columbia lo habia invitado a dar clases durante un curso entero, habian saltado de felicidad, los dos, porque Andy (a los dos los llamaban Andy) estaba ilusionadisima con la oportunidad de vivir ocho meses en la Gran Manzana... quien les iba a decir que un ano despues estaria alli solo, con el corazon roto y la vida hecha pedazos. Maldita sea, exclamo y se levanto ya sin hambre, sin poder quitarsela de la cabeza. Habia conocido a Andrea Aramburu, una espanola deslumbrante, cuando habia aparecido en Edimburgo a los veintidos anos para hacer un master en su departamento de literatura. Una brillante licenciada en filologia inglesa, amante de la literatura escocesa, que queria especializarse en Robert Burns y de la que lo habian nombrado tutor porque por aquel entonces aun no tenia catedra propia y se ocupaba de los alumnos de post grado. Una maravillosa circunstancia, porque desde que la habia visto se habia enamorado de ella, y ella le habia cambiado la vida para siempre. El tenia treinta y dos anos por entonces, y un largo y agitado curriculo sentimental a sus espaldas, incluso llevaba unos meses combinando a dos amigas en perfecta y relajada armonia, una de Londres y otra de Paris, con las que compartia sexo y diversion sin compromiso, pero habia aparecido Andrea y todo se habia detenido, todo habia cambiado, y por primera vez en su vida descubrio que era capaz de enamorarse como un crio inexperto, porque ella lo desarmaba con solo mirarlo, lo ponia del reves con una sonrisa, y lo volvia completamente loco, asi que se habia dejado llevar, se habia enamorado sin vuelta de hoja y habia empezado a "cortejarla", a salir con ella, hasta que acabado su primer curso en Edimburgo la habia seguido hasta Espana, durante sus vacaciones, para decirle lo que de verdad sentia. -Te amo y no pienso dejarte en paz hasta que te cases conmigo -le solto en San Sebastian, donde la pillo paseando con su abuela por el Paseo de la Concha, y ella le habia sonreido incredula-. Va en serio, Andy, si quieres me arrodillo delante de todo el mundo. -?Como me has encontrado? -Vamos... mirame y dame una respuesta. -Te quiero -le habia contestado poniendose de puntillas para darle un beso en la boca-, y claro que me quiero casar contigo, pero no hay ninguna prisa. -Eso lo diras tu, porque yo tengo toda la prisa del mundo. -Andrew... -Los escoceses no solemos tener mucha paciencia, amor. ?Te casas conmigo o no? -Si, por supuesto que si. Le habia puesto un anillo en el dedo, lo habian celebrado con su familia, que en un principio no estaba nada de acuerdo con que se casara con su profesor, un tio diez anos mayor que ella y a los veintidos anos, pero que al final habia acabado aceptando su decision, incapaces de poner puertas al campo, y cuando volvio a Escocia para su segundo curso del master se fueron a vivir juntos. Seis meses despues estaban casados y el se habia convertido en el hombre mas feliz, fiel, enamorado y dichoso del planeta. En una nube de perfeccion y amor desatado habian vivido seis anos, hasta ese maldito 5 de enero, cuando el de forma inconsciente, porque estaba borracho como una cuba, se habia liado con una mujer de la que no sabia nada, habia mandado todo al traste y Andrea habia reaccionado como siempre habia prometido actuar ante una infidelidad: habia cogido sus cosas, a su gata y lo habia dejado solo y a su suerte. Aun en contra su propia naturaleza, desesperado, habia suplicado, llorado, gritado, roto cosas, la habia asustado persiguiendola por Edimburgo o por Madrid, se habia deshecho en explicaciones, pero no habia conseguido nada y al final habia decidido seguir adelante con sus planes y viajar a Nueva York. Todo su entono lo habia animado a viajar a los Estados Unidos para trabajar en Columbia ese curso. Esa parecia ser la unica oportunidad que tenia para recomponerse un poco y olvidar a su mujer, aunque sabia que eso no pasaria jamas. Estaba roto por dentro, por fuera respiraba, comia, trabajaba e interactuaba con el mundo, pero en su interior lloraba a todas horas, la echaba de menos y anoraba su vida juntos, su compania, sus besos, el sexo, sus planes, sus charlas, su sonrisa, la complicidad, los hijos que habian planeado tener a partir de ese mismo ano ... y no sabia como afrontarlo. No sabia si iba a poder, algun dia, volver a ser el que habia sido, y esa certeza no hacia mas que destrozarlo y provocar que la necesitara y anorara aun mas, si eso era posible.

  • Con las manos en las bragas de Noelia Medina

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    La expresion <>, al igual que la aburrida existencia de Amber, cambiara el dia que se encuentre a su cunado, el perfecto, adinerado y elegante de su cunado, encerrado en el bano, con el pantalon levemente bajado y masturbandose con una de sus bragas de la noche anterior. Pero claro, la vida de cualquier persona puede cambiar despues de una situacion de tal envergadura. Sobre todo si, minutos antes, brindando con un caro champan, anunciaba que llevaria a su hermana mayor al altar dentro de pocos meses.
    Ella intentara olvidarlo, hacer como si nada hubiese ocurrido, pero el destino no esta dispuesto a permitir que todo termine ahi, y los envolvera en un excitante, prohibido y peligroso juego.
    Eso si, Amber debera tener en cuenta que, en todo juego, por mucho que el azar este de tu parte, siempre hay un jugador que destaca en estrategia

  • Al final del camino de Poppy Garcia

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    TANTO SEXO EN UN SOLO BESO

  • Una mujer diferente de Carol Robbins

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    En el corazon de Hannah Fryman ya no queda sitio para nadie. Tan solo para su adorada hermana, su proxima sobrina en camino y su incipiente carrera como pintora, por la que lucha con teson todos los dias y a todas horas para intentar conseguir por fin el sueno de su vida. Escocia es su refugio y solo alli, junto a su familia, disfruta de las cosas buenas de la vida que le hacen autenticamente feliz. Si. Hannah huye del amor, decepcionada por la tormentosa relacion que ha mantenido hasta hace unos meses. Lo ultimo que desea es volver a complicarse la vida con un hombre. No, definitivamente. Enamorarse no se encuentra entre sus proximos planes.

  • Rojo, blanco y sangre azul de Casey Mcquiston

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    EL VERDADERO AMOR NO SIEMPRE ES DIPLOMATICO
    Alex Clarademont-Diaz, el hijo milenial de la presidenta de los Estados Unidos, es un tesoro para el marketing de la Casa Blanca: atractivo, carismatico e inteligente. Lo que nadie sabe es que no soporta al principe Henry, el hijo de la reina de Inglaterra. Asi que, cuando la prensa sensacionalista se hace con una fotografia que refleja un altercado entre Alex y Henry, las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido se enfrian.
    Ambos paises trazan un plan para paliar los danos. lo que empieza como una falsa amistad, publicada en Instagram, se va transformando en algo mas profundo de lo que Alex y Henry podrian haber imaginado.
    ?PUEDE EL AMOR CAMBIAR EL MUNDO?

  • Mi tormento (Mi tormento 1) de Anna Zaires

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    P MONTANAS DEL CAUCASO SEPTENTRIONAL, 5 ANOS ANTES eter --!PAPA! --A ESE CHILLIDO AGUDO LE SIGUE EL CORRETEO DE UNOS PIECECITOS, LOS DE MI HIJO, que entra corriendo; los rizos oscuros brincan alrededor del rostro radiante. Riendo, atrapo el pequeno cuerpo robusto cuando se abalanza sobre mi. --?Me has echado de menos, pupsik? --!Si! --Me rodea el cuello con los bracitos e inhalo profundamente, absorbiendo su dulce aroma infantil. A pesar de que Pasha tiene casi tres anos, todavia huele a inocencia y a leche materna como cualquier bebe sano. Lo abrazo con fuerza y siento como el hielo se derrite dentro de mi a la vez que un calor suave y reconfortante me inunda el pecho. Duele, como estar sumergido en agua caliente despues de haberse quedado helado, pero es un dolor placentero. Me hace sentir vivo; llena las grietas de mi interior hasta tal punto que casi puedo pensar que soy un hombre integro y que merezco el amor de mi hijo. --Te ha echado de menos --dice Tamila, entrando por el pasillo. Como siempre, se mueve en silencio, casi sin hacer ruido y con la mirada baja. No me mira directamente. Desde la ninez, se le ha ensenado a evitar el contacto visual con los hombres, por lo que lo unico que puedo verle son esas largas pestanas negras mientras mantiene la mirada fija en el suelo. Lleva un velo tradicional que oculta el largo cabello oscuro y viste un vestido gris largo y sin forma. Sin embargo, sigue siendo preciosa, tan preciosa como hace tres anos y medio cuando se metio en mi cama para escapar del casamiento con un anciano de la aldea. --Os he echado de menos a los dos --digo mientras mi hijo me presiona los hombros, exigiendo que lo libere. Sonriente, lo dejo en el suelo y, de inmediato, me toma de la mano, tirando de ella. --Papa, ?quieres ver mi camion? ?Quieres? --Por supuesto --digo. Mi sonrisa se ensancha cuando me arrastra hacia el salon--. ?Que clase de camion es? --!Uno grande! --Esta bien, vamos a verlo. Tamila nos sigue y me doy cuenta de que aun no he hablado con ella. Paro, me giro y miro a mi mujer. --?Como estas? Me observa a traves de las pestanas. --Bien. Contenta de verte. --Yo tambien me alegro de verte. --Quiero besarla, pero se avergonzaria si lo hiciera delante de Pasha, por lo que me abstengo. En cambio, le acaricio la mejilla con suavidad y, luego, dejo que mi hijo me arrastre hasta el camion, que reconozco porque se lo envie desde Moscu hace tres semanas. Orgulloso, me ensena todas las caracteristicas del juguete cuando me agacho a su lado, observando su rostro feliz. Tiene la belleza oscura y exotica de Tamila, hasta las pestanas, pero tambien tiene algo de mi, aunque no puedo definir con exactitud el que. --Tiene tu valentia --dice Tamila con serenidad, arrodillandose a mi lado--. Y creo que va a ser tan alto como tu, aunque probablemente sea demasiado pronto para saberlo. La miro. A menudo lo hace, me observa con tanta intensidad que es casi como si estuviese leyendome la mente. Pero no es dificil adivinar lo que estoy pensando. Le hice la prueba de paternidad antes de que Pasha naciera. --Papa. Papa. --Mi hijo me tira de la mano otra vez--. Juega conmigo. Me rio y centro la atencion en el. Durante la hora siguiente, jugamos con el camion y varios juguetes mas. Todos representan algun tipo de transporte porque Pasha esta obsesionado con ellos, desde ambulancias hasta coches de carrera. Da igual cuantos juguetes de otro tipo le traiga, solo se entretiene con los que tienen ruedas. Despues, cenamos y Tamila bana a Pasha antes de dormir. Me doy cuenta de que la banera esta rota y tomo nota mental para pedir una nueva. La pequena aldea de Daryevo esta en lo alto de las montanas del Caucaso y es dificil acceder a ella, por lo que no puede haber una distribucion regular desde una tienda, pero tengo medios para conseguir que traigan cosas aqui. Cuando le menciono la idea a Tamila, sus pestanas se abren y me dedica una mirada directa, lo que es poco frecuente, acompanada de una sonrisa brillante. --Eso seria genial, gracias. He tenido que limpiar el suelo casi todas las noches. Le devuelvo la sonrisa y termina de banar a Pasha. Despues de que lo seque y le ponga el pijama, lo llevo a la cama y le leo un cuento de su libro favorito. Se duerme casi de inmediato, y le beso la frente suave. Siento una gran emocion en el corazon. Amor. Lo reconozco, a pesar de no haberlo sentido antes, a pesar de que un hombre como yo no tiene derecho a sentirlo. Nada de lo que he hecho importa aqui, en esta pequena aldea de Daguestan. Cuando estoy con mi hijo, la sangre que me ensucia las manos no me quema el alma. Con cuidado de no despertar a Pasha, me levanto y abandono la habitacion pequena que le sirve como dormitorio. Tamila ya me espera en nuestro cuarto, asi que me deshago de la ropa y me meto con ella en la cama, haciendole el amor de la forma mas delicada que puedo. Manana me tengo que enfrentar a la fealdad de mi mundo, pero esta noche soy feliz. Esta noche puedo amar y sentirme amado. --NO TE VAYAS, PAPA. --A PASHA LE TIEMBLA LA BARBILLA MIENTRAS LUCHA POR NO LLORAR. Tamila le dijo hace unas semanas que los ninos mayores no lloran y ha estado haciendo todo lo posible para comportarse como tal--. Por favor, papa. ?No puedes quedarte mas tiempo? --Volvere dentro de dos semanas --prometo, poniendome de cuclillas para quedarme a su altura--. Ya sabes que tengo que irme a trabajar. --Siempre tienes que irte a trabajar. --Le tiembla la barbilla con mas fuerza y los grandes ojos marrones se le inundan de lagrimas-- ?Por que no puedo ir contigo? Imagenes del terrorista que torture la semana pasada invaden mi mente y hago lo que puedo por mantener la voz tranquila mientras digo: --Lo siento, Pashen’ka. Mi trabajo no es lugar para ninos. --De hecho, ni para adultos, pero no digo nada. Tamila sabe algo de lo que hago como parte de la unidad especial de Spetsnaz, las fuerzas armadas de la Federacion Rusa, pero incluso ella ignora la realidad oscura de mi mundo. --Pero me portare bien. --Ahora esta llorando a mares--. Te lo prometo, papa. Me portare bien. --Se que lo haras. --Lo aprieto contra mi y lo abrazo fuerte, sintiendo como le tiembla el pequeno cuerpo por los sollozos--. Eres un buen chico y tienes que portarte bien con mama mientras no estoy, ?vale? Tienes que cuidarla como el nino mayor que eres. Parecen ser palabras magicas porque se sorbe los mocos y se separa. --Lo hare. --Le moquea la nariz y tiene las mejillas humedas, pero la barbilla esta firme cuando se encuentra con mi mirada--. Cuidare de mama, lo prometo. --Es muy listo --dice Tamila agachandose a mi lado para atraer a Pasha entre los brazos--. Parece que tiene cinco anos en lugar de casi tres. --Lo se. --Se me hincha el pecho de orgullo--. Es increible. Ella sonrie y vuelve a encontrarse con mi mirada con esos grandes ojos marrones parecidos a los de Pasha. --Ten cuidado y vuelve pronto con nosotros, ?vale? --Lo hare. --Me inclino y le beso la frente antes de alborotarle el pelo sedoso a Pasha--. Estare de vuelta antes de que os deis cuenta. ESTOY EN GROZNY, CHECHENIA, SIGUIENDO UNA PISTA SOBRE UN NUEVO GRUPO DE INSURGENTES radicales, cuando recibo la noticia. Es Ivan Polonsky, mi superior en Moscu, quien me llama. --Peter --dice con voz grave, poco habitual, cuando descuelgo--. Ha habido un accidente en Daryevo. Se me hielan las entranas. --?Que clase de accidente? --Ha habido una operacion de la que no se nos informo. La OTAN estaba involucrada. Ha habido… victimas. El hielo de mi interior se expande, me desgarra con sus bordes irregulares y apenas puedo hablar por el nudo que tengo en la garganta. --?Tamila y Pasha? --Lo siento, Peter. Algunos aldeanos murieron en el tiroteo y... --Traga saliva sonoramente --. Los informes preliminares indican que Tamila estaba entre ellos. Casi rompo el telefono con los dedos. --?Y Pasha? --No lo sabemos todavia. Hubo varias explosiones y… --Voy para alla. --Peter, espera… Cuelgo y salgo corriendo por la puerta. <>. Nunca he sido religioso, pero mientras el helicoptero militar atraviesa las montanas, rezo, suplicando y negociando con lo que sea que haya alli arriba por un pequeno milagro, una pequena muestra de misericordia. La vida de un nino es insignificante en estos casos, pero lo es todo para mi. Mi hijo es mi vida, la razon de mi existencia. El rugido de las aspas del helicoptero es ensordecedor; sin embargo, no es nada comparado con el clamor que tengo dentro de la cabeza. La rabia y el miedo que me ahogan desde dentro hacen que no pueda respirar ni pensar. No se como murio Tamila, pero he visto suficientes cadaveres para imaginarme su cuerpo con absoluta precision: esos ojos preciosos en blanco, ciegos, y la boca laxa y cubierta de sangre. Y Pasha… No. No puedo pensar en eso ahora. No hasta que este seguro.

  • El infierno en tu piel de Camucha Escobar

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    Magia negra. Un pueblo sembrado de cadaveres de mujeres con el corazon arrancado. Un hombre al que todos senalan. Odios politicos que enfrentan a vecinos, amigos y hermanos. La enfermedad endemica del miedo. Y un amor que arde al borde de los convencionalismos.

  • Raven de Akara Wind

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    "Tres veces burlaras a la muerte para despertar el poder de la luna y la luz de su interior devorara las sombras para guiar el destino de la humanidad"

  • Un pequeno error de Noa Xireau

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  • La tierra maldita de Juan Francisco Ferrandiz

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  • Como matar a una booktuber de Maria Laso

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    Se echo a llorar, de rabia y de verguenza por haber sido humillado. Sintio la necesidad imperiosa de destrozar todo lo que habia a su alrededor, de coger cualquier objeto punzante y clavarselo en los muslos. Apreto los punos, le hormigueaba la piel y se le inflamaba el cuello. Oyo la voz. Escuchame, idiota. !Ponte delante del ordenador y escribe! Como un automata obedecio. Corrio al despacho y encendio el portatil. Se sintio exhausto, mareado, el combustible del odio le hizo rechinar los dientes. Aparecieron los iconos del escritorio de su Acer Nitro 5. Puso el cursor encima de la imagen del procesador de textos Microsoft Word y dio un toque. Una pantalla en blanco se desplego ante el. !Escribe! --le volvio a ordenar la voz. Cerro los ojos unos instantes. Los abrio, puso los dedos en el teclado y empezo a teclear. El corazon le martilleo en el pecho y el cuerpo se le derritio en un sudor febril. Como matarla. Como matar a Laura. Como matar a una booktuber. Diez minutos mas tarde caminaba rapido por una de las grandes avenidas de la ciudad, intentando parecer alguien normal que tenia prisa, tal vez porque llegaba tarde a una cita o porque se acercaba la hora de recoger a los ninos del colegio. Tenia que ir esquivando a hombres y mujeres que se le cruzaban en el camino. Durante unos segundos dudo de adonde se dirigia. Finalmente, recordo que iba camino de la libreria El Lobo Encantador. El dueno era amigo suyo y la unica libreria de la ciudad donde le dedicaban buena parte del escaparate cuando salia a la venta alguno de sus libros. <>, penso. En aquellos instantes, hablar de literatura, hablar de sus libros, era lo unico que podia mitigar el odio que sentia hacia esa maldita puta anormal que le queria arruinar la vida. 2 Desayunaba en su pequeno apartamento cuando recibio la llamada angustiada de Aaminah. Estuvo a punto de volcar la taza de te al estirar el brazo para alcanzar el movil. Houda no era de las que se conformaban con una sola taza, sino de las que se bebian una tetera entera. Eso, cuando no tenia que ir pitando al trabajo o, como aquella manana, cuando no rompia su rutina matinal el tono de llamada del telefono. En seguida se dio cuenta de que la voz de su madre sonaba extrana, y la preocupacion se apodero de ella. --?Houda, desde cuando no ves a Houriya? La noche anterior habia estado a punto de llamarla unas cuantas veces, pero no lo hizo. Le parecio mejor plan preparar una cena ligera y ver un capitulo de Juego de Tronos. Ultimamente, esporadicos mensajes de movil eran la unica manera de contactar con sus hermanas. <>, penso exculpandose. --No se, desde el cumpleanos de papa, ?por que? Silencio. --!A tu hermana le pasa algo! --?Por que piensas eso? Escucho un hipido. Sintio que le faltaba el aliento ante la idea de que algo no marchara bien, su madre no era de las que se venian abajo con facilidad. Algo se le empezo a mover en el pecho. Algo que no le gusto reconocer. Instinto policial. --No me deja ver a los ninos --contesto murmurando--. Hace una eternidad que no los acompano al colegio por la manana ni los llevo al parque por la tarde; no me abre la puerta cuando voy a visitarla a su casa, !y se que esta dentro escuchando como aporreo la puerta! Lleva semanas sin ser la Houriya que conocemos. Se comporta de forma iracunda y alocada. Estoy muy preocupada. !Ni siquiera me coge el telefono! --Mama, por favor, tranquilizate. ?Desde cuando no contesta el telefono? --Mmm, un par de dias --dudo--. Houriya es muy suya, tiene su genio, pero, ?como puede hacerme esto? --?Habeis discutido? --Si, !no...! --la confusion que sentia Aaminah se hizo patente en su voz--. Puede que hayamos tenido un par de encontronazos, malentendidos... --?Que clase de malentendidos? --Ya sabes... --No, yo no se nada, explicamelo tu --Houda se impacientaba. --Por los ninos, por como los educa, pero... --Mama, !son sus hijos!, deja que los eduque como le de la gana. Si no estuvieras siempre dandole la tabarra con todo lo que hace bien o mal... --!He criado a tres hijas y soy abuela, por Allah! ?Tan malo es que la aconseje, que quiera ayudar? Cuando los ninos eran mas pequenos, le venia muy bien lo que ahora menosprecia, la ayuda que la azizati Aaminah le ofrecia tan desinteresadamente, y, ahora, parece que le estorbara. No he pegado ojo en toda la noche. --!Mama, ?te estas escuchando?! !Tranquilizate, por favor! ?No estaras haciendo una montana de un grano de arena? --dijo frotandose la palma de la mano libre en la pernera del pantalon del pijama. --!Eres tu la que tiene que enterarse! !A tu hermana le pasa algo! !Se comporta de forma rara desde hace meses! Asi que, deja de decirme que me tranquilice, que todo esta bien, !porque no es asi! ?No eres policia? !Pues a ver si eso sirve de algo para esta familia! !Enterate de lo que le ocurre a tu hermana! --?Quieres que pase por su casa? --Eso o llamala por telefono, lo que quieras, !pero haz algo! Llamame esta noche y me cuentas que tal --exigio angustiada la madre. --Vale, te llamare. Aaminah colgo, Houda se apoyo en el respaldo de la silla, con la mirada perdida al frente y solto un fuerte suspiro. 3 El timbre de la puerta siempre le causaba una ansiedad tremenda. Se aferro con las dos manos a la taza de te e intento ignorar el sonido. Cuando volvio a escucharlo, se resigno a soltar la taza sobre la encimera y en ir a ver quien era la persona que estaba interrumpiendo su desayuno. Entreabrio la puerta, solo una rendija para poder ver al intruso, con la cara que siempre ponia cuando estaba contrariada, como si se mordiera el labio inferior y sacara la lengua por debajo. Era el cartero del pueblo, un dia mas. --Perdona, ?podria dejarte este paquete? Es para Gabina, la vecina del dieciocho. Gimio. Tendria que quedarselo. Podria armarse de valor y decir que no. Seria una verdadera hazana hacerlo, un esfuerzo que no creia capaz de llevar a cabo. No, despues de haberse hecho cargo, durante los dos ultimos anos, de cientos de paquetes dirigidos a sus vecinos. Justo el tiempo en el que se habian disparado las compras on-line en el vecindario. Varias familias de la urbanizacion se habian acostumbrado, si el cartero no los encontraba en casa, a que Laura recibiera sus nuevas adquisiciones. Solia ser lo mas recurrente, pues la mayoria trabajaba en la ciudad o en los pueblos circundantes; comian en sus puestos de trabajo menus recalentados en el microondas, preparados la noche anterior o por la manana mientras desayunaban, los que pedian a restaurantes cercanos a sus empresas o fabricas, y no regresan hasta al anochecer. <>, penso. En una de sus escenas favoritas, en la sobremesa de una comida, el anfitrion le pregunto a Sara Noren si queria la receta de lo que habia cenado y ella le respondio: <>. Le gustaba mucho la serie y el personaje, se identificaba con la inspectora de policia. Ambas sufrian el sindrome de Asperger, una forma de autismo. A las dos les costaba interactuar con los demas, hacerles saber como se sentian en segun que situaciones. Laura creia que solo se diferenciaban por el miedo, su miedo, el que oscurecia un tanto el fragil mundo que habia logrado construirse. El que la hacia sentirse como una impostora de su propia existencia cuando salia de las cuatro paredes de su casa o cuando interactuaba con sus semejantes. --Si --respondio al cartero avergonzada. Abrio un poco mas la puerta para coger el paquete. Se contorsiono de forma rara, intentando que sus manos no rozasen las del hombre. Se relajo un poco al conseguirlo, pero le resulto toda una proeza. Lo dejo en el suelo con rapidez, a sus pies, y se seco las manos sudorosas en el pantalon del pijama. Estaba temblando. --Su DNI, por favor. Laura hizo un esfuerzo titanico y se lo dicto. Despues llego lo peor. --Firme aqui --le requirio. El cartero le alargo la PDA para que garabateara con el puntero su rubrica. Fue obvio que no iba a ser uno de sus mejores dias, no coordino bien los movimientos y estuvo a punto de tirar el aparato al suelo. El hombre le lanzo una mirada que dolio, de esas que ella no sabia muy bien como interpretar: <>. Aparto la mirada, volvio la cabeza hacia el pequeno buzon azul que habia en la pared de su izquierda y, al hacerlo, su pensamiento se disperso en la mezcla de colores: el blanco de la pared y el azul del buzon. Forzo una sonrisa e hizo lo que le habian pedido, firmo. --Gracias, y que pase un buen dia --se despidio el cartero. Laura se apresuro a cerrar la puerta. Apoyo la frente en la calida madera y se permitio unos minutos para acompasar el repiqueteo de su corazon.

  • Necios y mortales de Bernard Cornwell

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    Londres, siglo XVI.
    En el corazon de la Inglaterra isabelina, el joven Richard Shakespeare suena con una brillante carrera en los teatros londinenses, dominados por su hermano mayor, William. Aunque este le da trabajo en su compania, los papeles son minimos, y Richard esta sin un centimo y tiene que buscarse la vida para sobrevivir. La gratitud que siempre ha sentido hacia William comienza a resquebrajarse, y llega a plantearse robar los manuscritos de su hermano y venderlos a teatros rivales.

  • Todas para una de W. Ama

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    El curso termina, y las mejores amigas Gretta, Celia, Maria, Paula y Blanca se preparan para pasar un verano inolvidable.
    Todas estan muy felices… menos Maria.
    ?Que le pasa? Las chicas trataran de encontrar una solucion y se veran envueltas en una arriesgada aventura. ?Conseguiran su sueno de pasar el verano juntas?

  • El ultimo francotirador de Kevin Lacz

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    Esta es la historia de un equipo de operaciones especiales, el grupo SEAL llamado los <>, que participo en la batalla de Ramadi en 2006. Conociamos sus hazanas de guerra a partir de las memorias de uno de sus miembros, Chris Kyle, pero la version que nos ofrece Kevin Lacz, el ultimo superviviente del grupo, basada en su diario personal de campana, resulta enriquecedora, y muy distinta, ya que no nos habla de heroes individuales, sino de la accion de un colectivo. Porque esta salvaje forma de guerra -el acecho, el disparo lejano que puede matar a un inocente, la respuesta de los insurgentes.- no es obra de maquinas de matar, sino de seres humanos que no podrian resistir la tension sin el contrapunto de la camaraderia. Kevin Lacz, conocido en el grupo como Dauber, nos muestra en estas paginas la historia real de unos hombres destruidos por la guerra.

  • Mi loco y estupido amor de Vanessa Lorrenz

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    ?Puede la amistad convertirse en Amor?
    Miranda estaba segura que no, o por lo menos la amistad que tenia con Alex nunca se convertiria en Amor, pero entonces ?porque le dolia tanto que el saliera con otras mujeres? ?Y si era amor lo que sentian, porque no podian estar juntos?
    Para todas esas preguntas unicamente tenia una respuesta, y esa era que tal vez Miranda estaba a punto de encontrar a su loco y estupido Amor.

  • Dejame amarte (Dejame amarte 3) de Norah Carter, Monika Hoff

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    Por fin estaba en Dubai, me centre en disfrutar al maximo de esa experiencia, en aquel pais, junto con uno de los hombres mas ricos del mundo. Despues de lo que habia pasado con Brian, me apetecia vivir cada oportunidad que me pusiese la vida por delante. Me sentia extrana en ese coche de lujo sentada en el sillon de atras, el iba sentado junto a mi, delante iba el chofer y uno de seguridad, por supuesto ibamos escoltados por dos coches delante y dos detras, el dispositivo de seguridad que llevaba era impresionante. En el camino pude observar la cantidad de rascacielos y lujo que derrochaba esa gran ciudad. Llegamos a un muelle privado donde aparcaron los coches y me guiaron hasta un yate impresionante donde invitaron a montarme para continuar nuestro trayecto al que rapidamente descubri que era una isla privada a pocos kilometros de la costa. En el yate nos sirvieron un champagne que solo la botella anunciaba que posiblemente seria mas cara que lo que costaba mi casa, el sabor era indescriptible, no recordaba haber tomado en mi vida uno con un sabor tan fino y delicado. Cuando nos situamos frente a la isla y pude ver todo ese complejo privado que tenia, por poco me da un desmayo, sin duda era para quedarse ahi a vivir toda una vida, el color del mar era uno de los mas atractivos que habia conocido. Entramos a la villa de lujo con una superficie habitable de mas de 1.500 metros por planta, pude comprobar que tenia ocho dormitorios con sus cuartos de banos, una terraza en cada nivel, ascensor, un salon, cocina impresionante y una piscina frente al mar que sin duda era la mas bonita que habia visto en mi vida. Mi cara era de tonta total, el sonreia al mirarme, unos jardines de lujo hacian que todo aquello fuese todavia mas lujoso y extravagante, a los alrededores veinte villas pequenitas que servian de alojamiento para las personas que invitase. Solte las maletas en aquella habitacion que podia medir unos 100 metros cuadrados tranquilamente y coloque todo lo que llevaba. Me puse un banador muy elegante y por encima me tire un vestido tipo arabe de mangas por el codo y por encima de las rodillas, muy elegante pero playero a la vez. Baje hacia abajo y ahi estaba el, en la terraza, con su banador y tomando una copa mientras me esperaba, pude comprobar que tenia un cuerpo impresionante, se notaba que lo trabajaba mucho, el moreno lo hacia mas atractivo y seductor aun. -- Estas preciosa, no sabes cuanto me alegro de que hayas aceptado mi invitacion --dijo mientras me entregaba una copa de vino. -- Me ha venido muy bien hacer este lapsus en mi vida, gracias por pensar en mi para este viaje. -- Manana por la manana iremos al centro comercial mas importante de la ciudad para que escojas el vestido que quieras, no te habia dicho que pasado manana hare una fiesta exclusiva en esta isla y vendran invitados muy especiales y exclusivos, se alojaran aqui durante unos dias. -- !Que verguenza! No se si estare al nivel. ?Como me has hecho esto? --esboce una sonrisa. -- Por supuesto que estaras y estas al nivel, no invito a permanecer unos dias de mi vida a cualquiera, manana compraremos el vestido, podras escoger el que mas te apetezca y que mejor creas que te sienta, quiero que estes deslumbrante --hizo un guino de ojo. -- Esta bien, te agradezco mucho que hayas pensado en mi para disfrutar de esta fiesta y estancia, que no esta al alcance de cualquiera. -- Vuelvo a repetirte que no eres cualquiera --agarro mi mano y la acaricio suavemente. -- Me halaga que asi sea, la verdad que estar en un lugar asi, es algo para recordar toda la vida, y tener la posibilidad de disfrutarlo te da una sensacion que sabes que sera unica. -- Pues te puedes quedar aqui y fijar tu residencia, eso si, tendras que aguantarme aqui contigo --guino de nuevo su ojo. -- ?Me estas haciendo una proposicion? -- Pues claro, tienes tiempo para pensarlo --sonrio mientras levantaba su copa. -- Entonces, si acepto, tendre que ver como pones a cada una de tus mujeres en uno de los bungalos exteriores, ?verdad? --fui directa a la yugular. -- Si tu te quedases, serias mi unica mujer, renunciaria al resto de ellas --dijo mientras daba un sorbo a su copa. -- Me lo estas poniendo muy facil, algun truco tiene que haber. -- Ninguno, Paola, te ofrezco todo lo que tengo para ti sola, desde el momento en que te vi sabia que serias lo unico que desearia y no podria comprar en la vida. -- Al final me lo voy a creer --dije mientras me metia en la piscina ya que el calor de ese lugar era asfixiante. -- Me encantaria verte con un traje rojo para esta noche, debe quedarte espectacular ese color. -- Me gusta, lo veo lo bastante elegante para una ocasion como esta. -- Pues buscaremos el traje rojo mas bonito de todo Dubai. -- Menos mal que vas a pagar tu, porque solo el nombre de esta ciudad indica que el mejor traje no debe de bajar de cinco ceros. -- Ese no es el problema, quiero que con lo que compremos te sientas a gusto y resplandeciente. -- Yo la verdad que con cualquier trapito estoy mona --dije bromeando. -- De eso soy testigo --dijo riendo. Salir de la piscina y me fui directa para el mar, tenia ante mi la mejor playa privada que jamas hubiese imaginado poder pisar, me meti en el agua y me zambulli, al salir ya lo tenia frente a mi con una sonrisa en los labios y rodeandome con sus brazos. Nos quedamos mirandonos unos segundos hasta que nuestros labios se encontraron y comenzaron a juntarse de la manera mas dulce que jamas pude imaginar de ese hombre. Al separarnos me regalo una sonrisa que advertia lo feliz que le habia hecho ese momento, la verdad que a mi tampoco me habia disgustado, es mas, me habia dejado con muy buen sabor de boca. Salimos hacia fuera y nos tumbamos en una de esas tumbonas balinesas que habian repartido alrededor de toda la orilla de la playa, rapidamente teniamos un chico del servicio preguntandonos que queriamos tomar, mando a pedir una botella de vino, ya veia como habia dos chicos preparando una parrillada de marisco en una de las barbacoas que habia alrededor del jardin. -- Es una de las veces que mas bonito veo el mar, debe ser por la belleza que tu has traido a este lugar. -- Que exagerado eres --puse ojos en blanco. -- Sabes que es cierto lo que digo, ?te apetece que nos traigan la cena aqui o nos vamos al jardin? -- A mi me da igual, pero aqui se esta de escandalo, no me importaria seguir disfrutando de este momento. -- Sus deseos son ordenes para mi --hizo un gesto a uno de los del servicio para que nos preparase una mesa en aquel lugar. -- Debe ser alucinante vivir en un mundo donde todo lo que quieras lo tienes al instante. -- Vente a instalarse aqui y compruebalo por ti misma --puso cara de interesante mientras acariciaba mi rodilla. -- Al final me lo voy a tener que pensar --dije mirandole fijamente a los ojos aunque ni se me pasaba por la cabeza plantearmelo. -- Tienes toda la semana para hacerlo, esperare la respuesta impaciente. -- En una semana no puedo decidir toda una vida --recorde lo bien que habia dejado mi estado en la Toscana gracias al anillo que me habia regalado Brian de un regalo que le hizo mi jeque. -- Dejame amarte y veras lo facil que es pensar todo. Me entro una suave risa . -- Tengo una semana para hacerlo. -- Eso lo se, desde el momento que aceptaste venir por esos dias conmigo. -- Bueno de todas formas yo no tengo que trabajar y me puedo quedar unos dias mas, lo digo por si me dejas disfrutar de esto el tiempo que necesite, luego cuando me aburra... !aqui te quedas! --solte bromeando. -- Bueno, tambien me puede valer por si necesito algunos dias mas para conquistar tu corazon. Se me caia la baba con las cosas que me decia ya que cualquier mujer desearia que un hombre de esas caracteristicas estuviese babeando por ella, cada palabra que me decia era con un carino y un derroche de amor impresionante, me puse a pensar que la vida se habia encaprichado en ponerme una serie de hombres ricos en mi camino, pero ese era muy gracioso ya que todas mis bromas las entendia perfectamente y me las seguia sin darle importancia a lo que le estaba diciendo. Me daban ganas de contarle al jeque lo del anillo y que lo habia vendido, seguramente el se lo iba a tomar bien, incluso se alegraria de que hubiese caido en mis manos, lo que no estaba segura era de que le gustara enterarse de la relacion que habia tenido con Brian, asi que por ahora no se lo contaria, pero conociendome... poco me faltaba para contarselo. Nos pusieron una mesa entre las dos tumbonas y justo a la altura para estar comodos, un precioso mantel blanco sobre ella, con una mariscada, todo estaba cuidado hasta el minimo detalle, la cuberteria era la mas fina que habia visto en mi vida. Ya estaba viendo como el jeque iba a coger los cubiertos para comer la langosta que ya estaba abierta y preparada, lo mire muerta de risa y le dije que conmigo se dejase de tanto protocolo, que yo me la iba a zampar con los dedos, le hizo mucha gracia y me dijo que adelante. -- Cuentame sobre tu vida --le pedi mientras me limpiaba las manos con la tipica toallita de limon. -- ?Que quieres saber? -- No se, como es esto de ser jeque. No creo que sea tan facil como parece. -- La verdad es que no --fruncio el ceno. -- Pues eso --bebi de mi copa de vino--, cuentame un poco. -- A veces la gente piensa que por tener dinero todo es sencillo y no es asi --se apoyo en el respaldo de la silla y me miro fijamente a los ojos--. Tenemos problemas, como todos, pero claro que el dinero ayuda. -- Eso seguro --esa parte la entendia--. ?Que es lo mas dificil? -- Los amigos. -- ?Tener amigos es dificil? -- Tener amigos no, pero ese es el problema --bebio un poco de su copa y la puso de nuevo sobre la mesa--. Cuando estas en una situacion tan privilegiada como la mia, no tienes mas remedio que ser siempre desconfiado. La gente siempre se ha acercado a mi por mi posicion social, si podemos decirlo asi, o por mi dinero. Me quede mirandolo mientras llegaba a entenderlo. -- ?Y como los diferencias? -- No lo haces, a veces te guias por tu instinto, otras veces por no tienes mas que desilusionarte --se encogio de hombros. -- Y te hace ser mas desconfiado, supongo. -- Si, claro. Pero confio mucho en mi sexto sentido. Esto no es nuevo para mi asi que ya tengo experiencia. -- ?Y que te dice tu sexto sentido conmigo? --quise pegarme nada mas decir la pregunta en voz alta, no podia mantener la boca cerrada nunca. Esbozo una sonrisa sesgada y me miro con la diversion brillando en sus ojos. -- No creo que te guste saberlo. -- Y tanto que me gusta. Bueno, tal vez no me gusta --reconoci--, pero soy una alcahueta de primera, asi que lo quiero saber. -- No te adelantes a los acontecimientos, Paola, deja que la vida decida. Lo mire durante largo rato, esa frase me era demasiado conocida. -- No puedes pedirme que no lo haga. Soy una alcahueta de primera --al final acabe riendo y el conmigo pero era cierto, era demasiado curiosa para mi propio bien. -- Quizas un poco mas adelante te lo cuente --me guino un ojo--. Ahora disfrutemos del tiempo que estaremos juntos y ya veremos que nos trae el futuro. -- Ya veremos si aciertas o no --lo mire a los ojos mientras volvia a beber. -- Brindo por eso --levanto la copa y yo hice lo mismo. La comida fue bastante divertida. La verdad era que no tenia nada que ver con la impresion de seriedad que daba. Era un hombre bastante divertido, al menos conmigo era asi, y, sobre todo, atento. Me sentia bien con el y eso me daba un poco de miedo. Pero estaba dispuesta a vivir el dia a dia y no pensar en nada mas. Estuvimos de nuevo disfrutando del sol durante un par de horas mas y luego volvimos a darnos una ducha. Estuve mas tiempo de la cuenta en la banera, pero me habia preparado un perfecto bano con sales aromaticas y relajantes y queria disfrutarlo al maximo. Habiamos quedado en que tendria la tarde libre para descansar o hacer lo que quisiera ya que el tenia asuntos de negocios que arreglar y asi yo podria descansar un rato, y que nos veriamos a la hora de la cena. -- Quiero verte espectacular --me dijo antes de despedirse de mi en la puerta de la habitacion y marcharse. Me decidi por una falda cenida negra y de talle alto que llevaba, la habia comprado especialmente para ese viaje, y una blusa de seda blanca. Se transparentaba demasiado asi que use ropa interior blanca tambien. No sabia si le gustaria que se viera mas de la cuenta teniendo en cuenta el personal de servicio. Me mire en el espejo y no vi nada del otro mundo o que pudiera ofenderle asi que me encogi de hombros y segui arreglandome. Media hora mas tarde entre al salon. Estaba sirviendose una copa y yo me quede en la puerta contemplandolo. -- Me alegra que ya estes aqui --dijo sin tan siquiera darse la vuelta. -- Espero no llegar tarde. -- Tampoco tendrias que disculparte, esperaria el tiempo que fuese necesario. Me gusto ese comentario y sonrei.

  • Ardiente venganza de Dana Curt

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    "No puedo quitarme la sonrisa de la cara. El… en realidad quiere que me quede. Quiere que me quede, incluso despues de que hayamos terminado de hacerlo. Escuche un poco de ruido en su cocina, y regreso unos momentos despues con un pote de helado en la mano. Tiene un par de cucharas con el, y me lanza una.

  • Llamame irresistible, Susan Elizabeth Phillips de Susan Elizabeth Phillips

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  • Hasta que te Enamores de mi 1 de Beta Julieta

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    La joven ejecutiva Evelyne Taylor lo tiene todo: un buen puesto de trabajo con expectativas de ascender, un padre al que adora y unos amigos con los que puede contar. Lo unico que le falta es una pareja con la que compartir su felicidad. O no.
    ?Para que comprometerse con un hombre si lo que buscan la mayoria es una noche de sexo salvaje y apasionado?
    Desde hace un tiempo ha decidido que no les necesita mas que para eso: se trata solo de sexo. Ni mas. Ni menos. Hasta que conoce a Mark, que se empena en conquistarla y mantener una relacion mas alla de lo carnal.
    ?Podran controlar la irresistible atraccion sexual que surge entre ellos? ?Conseguiran derribar sus propias barreras para llegar a un acuerdo que satisfaga a los dos?
    La guerra entre los sentimientos y la lujuria no ha hecho mas que comenzar…

  • A la orilla del mar (Seleccion RNR) de Ana F. Malory

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    La musica dejo de sonar y a Silvia, aunque agotada tras un intenso dia de trabajo, aun le sobro energia para celebrar el final de la clase con un grito de satisfaccion y vigorosos aplausos que sus alumnas imitaron al instante con identico entusiasmo. Adoraba su trabajo como monitora de aerobic. Lo que habia comenzado siendo un empleo a tiempo parcial mientras terminaba los estudios, se habia convertido en un trabajo fijo, relegando a un casi olvidado segundo plano la preparacion de las oposiciones, algo que sabia no podria dejar de lado durante mucho mas tiempo. --!Hoy habeis estado estupendas, chicas! --felicito al grupo con una gran sonrisa en los labios, reflejo de su caracter alegre y extrovertido--. Espero veros aqui en septiembre, dispuestas a darlo todo de nuevo. Y ahora, todas a la ducha. La sonrisa se incremento ante el parloteo de las mujeres camino del vestuario. Al escucharlas nadie diria que se habian pasado una hora dando saltos y vueltas a ritmo de Remix, penso apilando colchonetas y bancos de step. Desconecto el estereo y, antes de apagar las luces y salir, echo una ultima ojeada para comprobar que la sala quedaba en orden. Una nube de vapor y risas la recibio al entrar en el vestuario. --?Que planes tienes para las vacaciones, Silvi? ?Te marchas a algun sitio? --la interrogo Maria, una mujer que rondaba los sesenta pero que tenia la energia de una jovencita de veinte. --En unos dias me ire a Malaga a visitar a mis padres --respondio animada, abriendo la taquilla y comenzando a desnudarse. --!Me encanta Malaga! --El comentario lo realizo otra de las chicas--. He ido un par de veces y me parece un sitio precioso. --Es un lugar muy bonito --coincidio Silvia--, el problema es que mis padres viven en Alcaucin --apunto, torciendo el gesto--, un pueblecito perdido de la mano de Dios. Encantador... pero demasiaaado tranquilo -- ironizo, evitando asi mencionar lo aburrido que podia resultar. Aunque lo cierto era que, una vez alli, disfrutaba de lo lindo con la compania de sus padres y el maravilloso paisaje. --No te vendra mal un poco de tranquilidad despues de tanto meneo -- replico jocosa, Maria. --Seguramente lleves razon --concedio con una carcajada de camino a la ducha, evitando mencionar que, incluso estando de vacaciones, necesitaba hacer ejercicio y todos los dias hacia footing. --Bueno, guapa, hagas lo que hagas espero que te diviertas --repuso la mujer ya junto a la puerta. --Igualmente y gracias, Maria. --Elevo el tono para hacerse oir desde el interior del estrecho cubiculo al tiempo que accionaba el grifo del agua caliente. Bajo el chorro de la ducha, Silvia escuchaba como, poco a poco, las mujeres se iban despidiendo hasta dejar el vestuario vacio y en silencio. Diez minutos mas tarde, con la mochila al hombro, ella misma lo abandonaba y se reunia con sus companeros ante el mostrador de recepcion. --Vamos a tomarnos unas canas, ?te vienes? --le pregunto Carlos, el entrenador de los culturistas, cuando la vio aparecer. --!Uuuf, que va! Estoy cansadisima y deseando llegar a casa --respondio, repartiendo besos y abrazos y excusandose por no acompanarlos--. Hasta el mes que viene, gente, disfrutad de las vacaciones --se despidio de camino a la salida acristalada, tras la que aguardaba su Burgman negra de 125c.c. Le gustaban las motos desde siempre; aun recordaba los paseos que, siendo una nina, daba con su vecino Sergio. El pobre chico se habia ganado mas de una bronca por su causa, pero ella se habia divertido muchisimo montando en la vieja Puch Condor del muchacho. Conseguir que anos mas tarde le compraran una Derbi Variant para ir al instituto no habia sido facil, aunque al final se habia salido con la suya y desde entonces siempre habia tenido dos ruedas sobre las que moverse, recordo sonriendo bajo el casco mientras sorteaba el trafico y tomaba la salida hacia Moratalaz. Apenas veinte minutos despues de abandonar el gimnasio abria la puerta del apartamento en el que habia crecido y que ahora le pertenecia. La grave afeccion coronaria que su padre sufria, le habia obligado a jubilarse y llevar una vida mucho mas controlada y tranquila, motivo por el cual, el matrimonio, habia decidido regresar al pueblo de forma permanente, dejandola a ella a su aire, en Madrid. Le encantaba la independencia que con ello habia conseguido, pero no podia negar que, preocupaciones por la salud de su padre aparte, les echaba de menos y anoraba tener alguien con quien charlar al regresar a casa, reconocio para si recorriendo el largo y silencioso pasillo, camino de su dormitorio. Con un melancolico suspiro, dejo la mochila sobre la cama cubierta con una vistosa colcha de vivos colores y se quito la cazadora, que guardo en el armario antes de encender el ordenador. Sin prisa, se desprendio de los vaqueros y la camiseta sustituyendolos por un fresco y comodo pijama de gatitos, vacio la bolsa de deporte y se fue a poner la lavadora antes de regresar a la habitacion y sentarse a revisar el correo electronico. En ello estaba cuando se activo el chat. Sus labios se curvaron ligeramente hacia arriba al ver que se trataba de Marina. --Hola guapa. --Hola, Marina. --Ahora mismo estaba pensando en llamarte y he visto que te conectabas, ?que se siente al estar de vacaciones? --Aun no me ha dado tiempo a asimilarlo. --Pasado manana me voy para Asturias. ?Te vienes? --Estas loca. ?Como me voy a ir contigo? --Mis padres se van quince dias a Italia. Pelayo y yo nos vamos solos a la playa...vente con nosotros. Porfa, porfa. !!!Sera divertido!!! --???? --No te lo pienses tanto y animate. --?Cuando dices que nos vamos? --:D [?] Pasado manana. --Comemos juntas manana y hablamos. --OK. Sentada frente a un revuelto de ajetes tiernos y una ensalada de tomate, queso fresco y aceitunas negras, aderezada con oregano y aceite de oliva virgen extra, iba tomando nota mental de cuanto necesitaba para la breve escapada. La idea de pasar unos dias en Asturias junto a Marina y Pelayo cada vez le resultaba mas atractiva.

  • Las aguas rebeldes de Sara Raasch

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    Una revolucionaria. Un pirata. Un principe.

  • El futuro es ahora de Jaron Lanier

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    El padre de la realidad virtual nos explica sus infinitas posibilidades a traves de su experiencia con la tecnologia.

  • Una carretera en obras de Mo Yan

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    Novela vivida y brutal en la que el autor, a traves de preguntas audaces y burlescas, cuestiona el socialismo chino y muestra su dominio del lenguaje para dinamitar el discurso politico.

  • Casa Cacao de Ignacio Medina , Jordi Roca

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    Jordi Roca comenzo trabajando con chocolates de distintos origenes y preparados de formas muy diferentes en sus elaboraciones. Hasta que decidio dar un paso mas y empezar un nuevo proceso creativo a partir del redescubrimiento del cacao. La experimentacion le llevo a afrontar un recorrido a traves de la historia del chocolate, que le ha transportado al lugar de origen del cacao, en la selva amazonica.

  • Volvere a buscarte de Pilar Cernuda

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    En los anos cincuenta, Antonio Padin abandona Galicia rumbo a Argentina en busca de una vida mejor para su familia. Treinta anos antes ya lo hizo su abuelo Antonio que nunca volvio, pero el le hace una promesa a Maruxa: <>. Lo que no sabe es que esa aventura le descubrira, entre otras cosas, la verdadera historia de su abuelo, un mundo de salones elegantes y un amor apasionado que hara resquebrajarse su promesa y le obligara a elegir entre el deber o la pasion. Los Padin siguen la tradicion de su valle gallego y emigran a America a buscar fortuna. Son tiempos de pobreza y para muchos es la unica opcion para abrirse camino. Antonio recibe <> y se embarca lleno de miedos rumbo a Argentina. Alli, encontrara no solo futuro sino la historia de su familia que no conocia. Pilar Cernuda debuta en la novela con esta gran historia que nos habla del amor y el olvido, de la distancia y el compromiso. De mujeres fuertes que saben que su familia depende de ellas, de sentimientos y de esperanza. Volvere a buscarte tiene la melancolia de las tierras gallegas y el refinado glamour del Buenos Aires de los anos cincuenta.

  • Solo una dama lo lograra (Casarse con un picaro 5) de Tamara Gill

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    Londres 1812 Como se las habia arreglado para meterse en este lio? Josh Worthingham, duque de Penworth, bajo la cabeza e intento usar los helechos y la abundante vegetacion que su madre habia colocado alrededor de su casa en Londres para que el baile ocultara su ubicacion. Habia insistido en que queria que la habitacion representara el encantador aire libre, los arboles, el musgo, la hierba y las flores que crecian en los parques alrededor de su finca, Dunsleigh. Su madre habia logrado el efecto y era impresionante. Quiza un poco exagerado para el gusto de Josh, pero el follaje al menos le permitia esconderse. Los invitados tambien jadeaban y sonreian, miraban con asombro, justo lo que su madre adoraba, siendo este su ultimo ano como duquesa de Penworth, una celebracion por su epoca como uno de los pilares de la sociedad. Una debe salir con algo extraordinario si quiere ser recordado. No es que su madre estuviera yendo demasiado lejos, pero se debia a su declaracion de que esta temporada se debia casar. Encontrar una esposa adecuada para el papel de duquesa y dejar que su madre le entregue las ocupadas riendas de su posicion en la sociedad. Solo podia esperar que el colosal error que habia cometido el ano pasado en Hampshire no lo siguiera a la ciudad. Vio a Lady Sophie y se encogio. Ser respetable y amable no significaba que ofreciera la mano del matrimonio. Habia mostrado tanto respeto a muchas mujeres a lo largo de los anos y no les habia propuesto matrimonio. No podia comprender por que habia surgido el rumor que le preguntaria a lady Sophie, ni permitiria que continuara. ?Cuando cambiaron las reglas? Habia bailado y tenido charlas con muchas mujeres durante sus anos raspando tablas en Londres. ?Cuando hablar y bailar se habia transformado en su eleccion de novia? Una nocion absurda. Vio a Lady Sophie, rodeada de sus muchos pretendientes, pero no deseaba ser uno de ellos. En un momento, ella pudo haber despertado su interes, pero eso ya habia pasado. Tampoco habia mostrado nunca mas interes del que deberia mostrar un caballero. Su madre lo habia criado bien y el era un duque que no transgredia las reglas. Habia algo en la dama que no le gustaba, una pequenez en ella que era fea por muy hermosa que fuera. Ninguna cantidad de colorete o diamantes podria alterar la personalidad de uno si estuviera podrida en su esencia. Un dedo movio su oreja y se sobresalto. Su hermana mayor Elizabeth se rio, acercandose a su lado. Veo que sigues escondido. Llevamos un mes en Londres, querido Josh. Creo que es hora de que salgas de las sombras y te enfrentes a la dama que parece estar contando a todo Londres de lo enamorado que estas. Por supuesto, solo se lo esta contando a unos pocos de sus amigos para que el rumor no se extienda demasiado, pero parece que al menos se ha esparcido a los oidos de mama”. Josh gimio, odiando tener que huir de la Temporada si no podia encontrar una salida a este lio. Quizas a Elizabeth le gustaria que el viajara al norte de Escocia y verificara su propiedad mientras estaban en Londres este ano. “Es un lio del que no puedo escapar. Baile con ella en Hampshire y converse como con cualquiera ya que eran los anfitriones del baile. ?Como puede una dama con eso, formarse la opinion de que una propuesta es inminente?” Se encontro con la mirada divertida de su hermana y fruncio el ceno. ?Ningun hombre estaba a salvo de esas mujeres? ?Era asi como pensaban las damas atrapar a los hombres en sus redes matrimoniales? Bueno, no sucumbiria a tales payasadas. Elegiria a su dama cuando encontrara una adecuada para el puesto de duquesa. No cualquier dama lo seria. Oh no, su dama necesitaba ser ingeniosa, inteligente y hermosa si el podia ser tan vanidoso como para desear tal cosa. Pero, sobre todo, necesitaba ser de una familia honrada, sin reproches, sin una mancha en su nombre y una dote considerable. No es que necesitara esos fondos, pero no queria ser uno de esos padres que dejaba todo a su hijo mayor y no tenia nada para sus otros hijos. Sus padres habian donado fortunas a todos sus hijos y el queria hacer lo mismo. “Debes haber causado una gran impresion en Hampshire”. Elizabeth bebio un sorbo de su negus y observo a la multitud de invitados detras del follaje verde con el. “Tambien debes dejar de esconderte, volver al baile y hablar con todo tipo de damas y caballeros para sofocar los rumores. Si bien no sugeriria evitar a toda costa a Lady Sophie, creo que pedirle a otra de sus amigas que baile y no prestar demasiada atencion a la dama, seria prudente. Estoy segura de que, al actuar asi, pronto pasaran todas estas tonterias, y habra otra apuesta en Whites que no te incluya a ti”. El gimio. “?Conoces la apuesta?” Como detestaba ese libro y los problemas que causaba. No solo en esta temporada, sino en el pasado. Y por su culpa. Tonto. Elizabeth arqueo una ceja dudosa. “Por supuesto, ?no todos la conocen?” Probablemente eso tambien era cierto. A su buen amigo Anthony, Conde Thetford, le habia parecido una broma hacer una apuesta a sus expensas. ?Quien seria la dama con la que se casaria el duque de Penworth? Se enumeraron varios nombres, el de Lady Sophie con las mejores probabilidades. Ninguna de ellas seria la mujer con la que se casaria. Todavia no la habia encontrado. Sus hermanas se habian casado por amor. Lo sabia hasta la medula. La forma en que miraban a sus conyuges le recordaba como su mama miro una vez a su padre antes de que el muriera. Queria eso para el. Casarse era de por vida, y no queria arrepentirse de su eleccion en caso de que fuera incorrecta, porque no podria cambiarla despues de hacerlo. “Ese libro deberia ser quemado por todos los problemas que ha causado a muchas familias en Londres”. Elizabeth le lanzo una mirada curiosa pero no se entrometio en sus pensamientos. “?Escuchaste”, dijo, cambiando de tema, “que mama va a apadrinar a la hija de su amiga mas cercana esta temporada? No podria asistir esta noche, pero estara aqui manana”. Josh gimio por dentro, habiendo escuchado ya. La hija de un vicario cuya madre habia nacido hija de un conde, pero se caso por debajo de su posicion y, segun los informes, su familia la rechazo por sus esfuerzos en el amor. Sabia que su mama habia debutado con la madre de la joven el mismo ano, y su amistad habia permanecido en la pluma ya que la familia nunca llego a la ciudad. “Escuche que iba a llegar manana. Me mudare a mi alojamiento de soltero durante el tiempo que dure su estadia, que espero no sea larga. Cuanto antes se case, mejor”. “Se amable con ella, Josh. Siempre has sido un hermano carinoso. Espero que ayudes a encontrar una pareja adecuada para la dama y no te escapes en tu club y garitos mientras ella esta aqui en la ciudad. No ha tenido una vida facil, por lo que he oido. Tienes que ser amable”. Apenas podia ser cruel con sus hermanas o con la amadrinada de su mama, aunque quisiera. No estaba en su naturaleza ser un imbecil. “Le prometi a mama que las acompanarias varias veces a la semana a bailes o eventos musicales, operas y demas. Hare lo necesario y examinare a los pretendientes que se acerquen por su mano. Me asegurare de que se case bien”. Elizabeth le lanzo una mirada astuta. “Necesitara toda nuestra ayuda si quiere casarse bien. No tendra nada mas que su ingenio, encanto y buscara tener un matrimonio sin dote ni titulo. Esperemos que tenga los tres en abundancia”. “?La condesa Buttersworth, su abuela, no querra guiarla? Seguramente, despues de todos estos anos, ?no podria seguir enojada porque su unica hija se casa con un vicario?” Elizabeth termino su bebida y se la entrego a un lacayo que pasaba. “Mama escucho que la condesa esta bastante molesta porque su nieta volvera a la ciudad. Tuvo una temporada hace varios anos, pero no tuvo exito. No se todos los detalles, pero mama dijo que la condesa esta lista para ignorarla”. Lady Buttersworth era una bruja vieja malhumorada. ?Quien podria tratar a la familia con tanta crueldad? “Confio en la eleccion de amigos de mama. Si siente carino por esta joven y su madre, estoy seguro de que tendra pareja. Con o sin la ayuda de su abuela”. “?Y tu vida, querido hermano? ?Cuando podre dar la bienvenida a una duquesa como mi nueva hermana? ?Crees que sera este ano? Otro rumor que te rodea dice que asi sera”. Josh se froto la mandibula, pensando en las palabras de su hermana. Sin duda, su madre les habia contado a sus hermanas su declaracion. “Estoy decidido a encontrar una novia adecuada para el puesto de duquesa esta temporada. He decidido que debe ser una dama de la mejor raza, bien hablada y educada y, sobre todo, que conquiste Londres con su belleza y gracia”. Elizabeth resoplo, cubriendo su lapsus de modales con una tos que Josh no se trago ni por un segundo. “Que hermoso. Te deseo todo lo mejor en la busqueda de esta joya.” Se dirigio hacia donde estaba su mama, pero se volvio antes de ganar demasiada distancia. “Quizas deberias ir a pescar y atrapar una sirena, querido hermano. Estoy seguro de que tendras mas suerte en encontrar una de esas criaturas miticas que la que acabas de mencionar”. Josh se quedo boquiabierto antes de cerrar la boca con un chasquido. Su idea de una novia no era un ser mitico. Su dama perfecta podria estar aqui esta noche, escondida en la vegetacion como el. Salio de su escondite, decidido a encontrar su joya y coronarla con una corona ducal. La temporada era joven, y el tambien, y probaria que su hermana estaba equivocada y disfrutaria presentar a su novia perfecta ante ella cuando encontrara su pareja. Cornualles “Ven aqui, pequeno.” Iris alcanzo al lechon, pero no vio al pequeno acaro. Se escabullo hacia el corral justo cuando su pie se atasco en el comedero. Con un chasquido y un grito, aterrizo boca abajo en la suciedad de cerdo. “Maldito seas. Voy a disfrutar mucho comiendote esta noche”, murmuro ella, levantandose. El hedor a excremento de cerdo, a restos podridos de su casa, hizo que se le humedecieran los ojos. Se arrodillo, usando la valla para incorporarse y volvio a intentarlo. El cerdo era rapido, y con su cojera, ella era mas lenta que el animalito, pero estaba mas decidida que nunca a atraparlo. “?Ya atrapaste el lechon, carino? La cocinera quiere ponerlo en el horno en la proxima hora, o no estara listo para tu cena de despedida esta noche”. Iris gimio, mirando al cielo. Londres. Se estremecio ante la idea de viajar hasta alli, a ser cortejada por esos novatos hambrientos de dinero que no le interesaban ni un apice. Tampoco tenia el dinero para tentarlos a casarse con una lisiada. No despues de lo que habia sucedido la primera vez que habia viajado a la ciudad. Hace ya siete anos, llena de esperanzas y suenos. Como se habian derrumbado, junto con ella, dejandola coja y con una horrible cicatriz a lo largo de la sien hasta la ceja. Dudley, Baronet Redgrove, su difunto prometido. Iris hizo a un lado el doloroso recuerdo, busco al lechon y lo encontro mirandola. Su pequeno cofre subia y bajaba rapidamente, y sus ojos asustados la hicieron detenerse. Se dio la vuelta, abrio la puerta del corral y dejo solo al animalito. Esta noche podrian cenar algo mas. No se atrevio a matar a la pobre criatura, sin importar lo que su madre dijera sobre el hecho. Se quito el barro y el estiercol de las botas y el vestido mientras se dirigia al pozo en la parte trasera de la vicaria. Probablemente tambien tendria que desnudarse hasta su camisola antes de que su mama tambien la dejara entrar. “?Donde esta el lechon?” pregunto su mama, con las manos en las caderas, un delantal envuelto alrededor de su cintura con todo tipo de suciedad y comida. Los labios de Iris se levantaron al ver a su mama, la hija de un conde y heredera en otro tiempo. Iris estaba segura de que si su abuela, la condesa Buttersworth, viera a su unica hija ahora, caeria muerta. Su mama parecia pensar que era su lugar molestar a la cocinera en la cocina, a pesar de que ella misma era una cocinera terrible. La hija de un conde nunca habia pisado las cocinas de su finca en Derbyshire y tuvo que aprender a hervir agua. Su mama se habia casado por amor y habia adaptado su vida a su corazon y a la carrera de su esposo en la iglesia. Era una buena mujer e Iris estaba decidida a ser como ella si podia. “En el corral. No puedo atraparlo. Tendremos que comernos el pollo que los Smiths trajeron ayer para nosotros.” Su mama salio al pozo y la ayudo a recoger un vaso de agua. “?Que vamos a hacer contigo, Iris? No puedes viajar a Londres oliendo a estiercol. Tendremos que banarte durante la noche en vinagre para eliminar el hedor”, dijo, desabrochando los botones de la espalda de su vestido. Cuando tuvieron el balde encima de la pared de piedra del pozo, Iris lavo la mayor cantidad de suciedad y corral de cerdo que pudo. “Siempre podrias permitirme quedarme aqui. Estoy mas que dispuesta a encontrar un tranquilo hacendado rural con quien casarme. No tengo que viajar todos esos kilometros para encontrar un caballero adecuado. Y no lo olvides, mi cadera coja te lo agradecera si no lo hago “. Su mama extendio la mano, lavandose una pequena mancha de Dios sabe que de su mejilla, una tristeza en sus claros ojos azules. “Te mereces mucho, querida, mas que un hacendado rural. Te mereces tener la Temporada que te fue robada. Ahora que estas lo suficientemente bien, ha llegado el momento de que te cases, te establezcas y seas feliz. Dejame hacerlo para ti. ” “?Pero tiene que ser con la duquesa de Penworth que tenga mi temporada? No quiero ser una carga para ellos”. “No seras una carga. La duquesa esta muy emocionada de tenerte este ano. Es una mujer encantadora y una gran amiga. No te decepcionaras. Ojala pudiera estar contigo, pero con nuestra posicion aqui en la parroquia, la gente nos necesita. A ti, querida, no. Eres una mujer inteligente y hermosa que tiene el mundo a sus pies. Creo que tomaras Londres por asalto”. O no lo haria, y simplemente cojearia por las calles como la vieja invalida que se sentia a veces. “Apenas conozco a la duquesa. ?Y si no le agrado?” “Ella te amara, porque me ama a mi. Nuestra amistad es fuerte, y ella no tiene un hueso desagradable en su cuerpo. Todas sus hijas estan casadas ahora, y agradece tener compania en su casa esta temporada. Ahora, ven, querida. Deberas banarte antes de la cena y no podemos mantenerte despierta hasta muy tarde. Tienes un largo viaje por delante.” Iris decidio no seguir debatiendo el tema de quedarse en Cornwall, que no era algo que deberia perseguir. Su madre estaba decidida y, como hija de un conde hasta la medula, por lo general se salia con la suya. Pero algo le dijo a Iris que cuando se trataba de tomar Londres por asalto, de ser el exito que creian que seria, sus padres la estaban viendo a traves de lentes color de rosa. Ella no era una joya. Tenia cicatrices por dentro y por fuera; sin dudas algo de lo que se burlarian durante los proximos meses aquellos sin empatia. Su tiempo para un futuro habia pasado. Habia enterrado todas sus esperanzas hace siete anos con Dudley.

  • Pacto entre hermanas de Ivette Chardis

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    Dos mujeres independientes y un baron dispuesto a conquistar a una de ellas.

  • El espejo agrietado de Katherine Anne Porter

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    <>

  • Ojos negros de Frederic Boyer

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    Un nino tiene un encuentro que lo marca de por vida. Ya adulto, no recuerda nada, y emprende la narracion de su infancia para tratar de contar ese olvido, para tratar de recuperar el instante preciso que lo acompanara y que determinara toda su existencia: unos ojos negros que son, al mismo tiempo, la perdida de la inocencia y la lucha inquebrantable por volver a ella. Ojos Negros es el relato de todo lo que un hombre ha recibido del amor: el magnetismo de los cuerpos, los rostros, las historias unicas y repetidas y, por fin, la redencion. Ojos Negros narra, a traves de la vida de un hombre, la existencia de todo el genero humano, su caida, su culpa, su angustia pero, ante todo, el esfuerzo por alcanzar la salvacion a traves del amor y de la reconquista de la infancia.

  • El regalo de Eloy Moreno

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  • Matrimonio en guerra (Los Knightley 1) de Ruth M. Lerga

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  • Enparejarte de Nacho Tornel

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    Por mas que pasen los anos, el amor, la pareja (y sus problemas) nunca pasan de moda. Con una experiencia de mas de diez anos como terapeuta familiar, Ignacio Tornel nos ofrece un utilisimo libro de autoayuda para todas aquellas parejas que estan pasando por un bache, o simplemente para aquellas parejas que quieran reforzar su amor.

  • Una segunda oportunidad a tu lado de Sophie Saint Rose

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    Rachel Mitchell parecia que lo tenia todo en la vida. Triunfaba en su profesion y estaba a punto de casarse. Ni se imaginaba que tendria que huir de los Angeles por la presion de la presa para esconderse en Montana. Y tampoco se imaginaba que tendria que compartir vivienda con un chiflado que solo deseaba que se fuera. Pero esas pequenas vacaciones le deparaban muchas sorpresas, y sobre todo la hicieron desear una nueva vida... Pero a su lado.

  • Segun pasan los anos de Israel Centeno

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    Una Venezuela en constante revolucion sirve de marco para este grupo de cuentos de Israel Centeno. Hechos historicos como la guerrilla de los anos sesenta o eventos mas recientes como la tragedia de Vargas son revestidos de sexo, decadencia, amor, aventura y violencia, para invitarnos a una profunda reflexion acerca de la naturaleza y atemporalidad de la condicion humana. Con el estilo unico de Centeno, que fluctua entre lo mas intimo y lo callejero, Segun pasan los anos toca lo mas recondito de nosotros mismos.

  • Respira de Marta Yanci Serrano

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    Valladolid. Anos sesenta. Un joven artista persigue sus suenos en contra de lo establecido. Una ilusion que le arrastrara al sordido mundo de la drogadiccion.

  • Un ogro en rehabilitacion (Principes 2) de Virginia Camacho

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    Todos dicen que es un ogro. Y, actualmente, las mujeres que lo conocen intimamente solo pueden decir que es un amante atento, pero que fuera de la cama, no es mas que un hombre hermoso desprovisto de las mas elementales emociones. Muchos podrian decir que la sed de venganza y el odio han podrido para siempre su alma.
    Pero hay esperanza.
    Robert Blackwell todavia puede ser rescatado.
    Sera un proceso duro, y el mismo se rehusara a sufrirlo, pero no tendra otra alternativa mas que responder con un si cuando el amor, otra vez, toque a las puertas de su corazon, y ahora, para quedarse alli por siempre.
    Sera la mejor terapia, su rehabilitacion.

  • Un plan imperfecto de Lara Beli

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    Fiona Archer tiene un objetivo: convertirse en una periodista seria y respetada y se ha esforzado mucho para conseguirlo. Por eso no esta nada satisfecha cuando el unico empleo que consigue es de redactora de sociedad en la revista Madame, entrevistando a los ricos y famosos que tanto desprecia.

  • Quimera de Taylor S

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    La revolucion de sus ojos verdes convirtio lo imposible en posible.