• la mentira os hara libres - Fernando Vallespin

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    Como decia D'Israeli, la politica es el <>.En efecto, el espacio de lo politico se ha visto siempre como una esfera especialmente propicia para la mendacidad, la hipocresia y la simulacion.Y, sin embargo, los politicos de hoy apenas necesitan recurrir a la mentira. ?Para que hacerlo si es posible enganar por otros medios? Entre estos el mas eficaz es la construccion de la realidad a la medida de sus intereses. Han adquirido autentica maestria en el arte del enmascaramiento detras de marcos, narrativas u otros instrumentos dirigidos a manipular la percepcion del mundo. Sobre todo en unos momentos en los que necesitan encubrir su impotencia frente a los dictados de la economia detras de todo tipo de estratagemas. Su objetivo es convencernos de que son algo mas que meros gestores de un sistema economico sobre el que han perdido toda capacidad de iniciativa, impedir que veamos que la democracia ha devenido ya casi en un mero simulacro, y reafirmarnos en la idea de que ellos <>.Los ciudadanos, ante un mundo huerfanoya de una realidad objetiva que sirva de referente comun frente al cual contrastar nuestras opiniones, y en ausencia de eficaces medios de argumentacionpublica, nos mostramos encantados antela posibilidad de pronunciarnos liberrimamentesobre casi todo.

  • La mentira os hará libres: Realidad y ficción en la democracia

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    La mentira os hará libres: Realidad y ficción en la democracia (Ensayo) : Vallespín, Fernando: Amazon.es: Libros.

  • LA MENTIRA OS HARA LIBRES | FERNANDO VALLESPIN OÑA

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    1 oct 2012 — El libro LA MENTIRA OS HARA LIBRES de FERNANDO VALLESPIN OÑA en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • la mentira os hará libres. realidad y ficción en la democracia.

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    El libro LA MENTIRA OS HARÁ LIBRES. REALIDAD Y FICCIÓN EN LA DEMOCRACIA. de FERNANDO VALLESPÍN en Casa del Libro: ¡descubre envíos rápidos y gratis!

  • La mentira os hará libres - Vallespín, Fernando - Marcial Pons

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    La mentira os hará libres.[ Vallespín, Fernando; ]. Como decía D'Israeli, la política es el «arte de gobernar a la humanidad mediante el engaño».

  • LA MENTIRA OS HARÁ LIBRES - Tipos Infames

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    Medidas: 130 X 210 cm. Páginas: 192. valoración (0 Comentarios) Comenta y valora este libro. Disponible 2 días. pvp ...

  • La mentira os hará libres - Fernando Vallespín - Lecturalia

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  • La Mentira Os Hará Libres - Fernando Vallespín - Fnac

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    La Mentira Os Hará Libres, libro o eBook de Fernando Vallespín. Editorial: Galaxia gutenberg. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Fernando Vallespín Oña (2012). La mentira os hará libres

    https://revistas.comillas.edu/index.php/revistaicade/article/view/13271

    por JLL González · 2020 — La mentira os hará libres. Realidad y ficción en la democracia. José Luis López González https://orcid.org/0000-0002-9717-8272. Libro: La ...

  • LA MENTIRA OS HARA LIBRES - FERNANDO VALLESPIN ...

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  • La mentira os hará libres: realidad y ficción en la democracia

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    Información del libro La mentira os hará libres: realidad y ficción en la democracia.

  • Sombras en la Luna de Gloria V. Casanas

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  • A+ Relatos eroticos de un profesor de Kris Buendia

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    Habiamos quedado para conocernos…tomar algo y charlar. Era verano y ella se presento con una falda corta, una blusa ajustada y una chaqueta de cuero. Jess media uno setenta y cinco. Aproximadamente, y yo dos metros, casi tres. Era morena, ojos color miel, unos labios carnosos, 21 anos, malaguena. Nos sentamos en una terraza cerca de la plaza de Lavapies y estuvimos conversando todo el rato, entre risas y cervezas. Hubo muy buena quimica entre los dos, pero siendo la primera cita, era su profesor, era mi alumna en la clase de historia. Cuando me di cuenta que no era correcto y queria irme de inmediato, la bese en la boca notando que ella sacaba su lengua y jugaba con la mia. ?Como carajos iba a detenerme ahora? Estaba sedienta, pero a mi no me importaba y empapaba mi lengua en su boca. Me di cuenta entonces que ella tenia tantas ganas como yo y que era una chica muy traviesa. No nos importaba que estuviesemos rodeados de gente, y tras diez minutos de intensos besos y juegos previos, me invito a su casa. !Mierda, mierda, mierda! Se estaba saliendo de control. Pero la dureza de mi verga me exigia en silencio que accediera. Y lo hice. Durante el trayecto en mi Ducati, no pense hacerle nada, pero, !que mierda! si ella no queria, me quitaria la mano. Podia manejar la moto con una mano, y la otra la apoye en sus muslos. No me detuve y quise ver hasta donde era capaz de llegar ella, asi que subi un poco mas la mano, hasta llegar a sus bragas. La postura de ir en moto sentada hacia que fuese abierta, por lo que mi mano toco directamente su sexo. Lo toque sin vacilar, mientras la brisa nos tocaba tambien. Mi sorpresa fue cuando ella se echo a un lado la braga para que mis dedos tocaran directamente el interior de su sexo para que la siguiera masturbando. !Joder, ambos estabamos mojados! Al llegar a un semaforo en rojo, pense que me quitaria la mano cuando otros coches parasen a nuestro lado, pero mi otra sorpresa fue que ella no hizo nada. Yo ya le habia metido dos dedos en su empapado sexo y ella se movia lentamente apretando contra el asiento. El primer coche en parar fue un taxi, que se coloco a nuestra derecha. Mire al conductor y a los pasajeros que iban atras. Eran dos chicas jovenes, bastante guapas. Luego mire al otro coche que se paro a la izquierda. Un tipo de bastante edad, debo decir. Ese minuto alli parados, masturbando a mi alumna, me parecieron diez. Jess ensenaba sus muslos abiertos y mi mano desaparecia descaradamente entre ellos. El taxista que nos tenia a medio metro miraba descaradamente los pequenos movimientos que hacia mi chica para sentir mas a dentro mis dedos. Seguramente nos hubiese dicho algo, pero de no ser por llevar a aquellas chicas detras, como hombre se que tambien le gustaba lo que miraba. El otro conductor miraba tambien descarado mientras desde nuestra posicion veia como se tocaba la verga por encima del pantalon. Notaba como ella aumentaba el ritmo de cadera sentada sobre mi mano mientras yo la seguia masturbando. Vaya que lo hizo. No quedaba mucho tiempo, pues el semaforo ya estaba intermitente. Mientras Jess estaba apoyada en el baul que llevo detras del asiento y que sirve de respaldo. Abrio un poco mas las piernas, ahora cinicamente y yo empece a frotarle el clitoris con mis dos dedos, haciendo lo posible por rozarle el punto exacto. A los pocos segundos, empezo a temblar y a soltar fluidos que empaparon el asiento y mi mano. Semaforo en verde... El unico comentario que hizo el taxista antes de irse fue: --Que suerte tienes, cabron. Y me guino un ojo antes de que acelerase y les dejase alli a todos con esa imagen de mi pequena Jess corriendose en el asiento de atras de mi Ducati. Pero, mierda. Si solamente supieran que el que le estaba metiendo mano, era su jodido profesor. NOCHE BUENA Siempre se dice que la navidad es una fecha para compartir, mas aun en mi situacion economica, mejorada sustancialmente respecto de aquella en la cual me origine. Veinticuatro, fui a la casa de mi madre llevando regalos para ella, mis hermanos menores y mis sobrinos, ademas de todo lo necesario para preparar la cena; mi pareja de ese entonces no me acompano. Y que bueno que no lo hizo, pues al cruzar la calle y por ser noche buena, los vecinos de mi madre, eran los padres de Less. Mi alumna. El dia fue agotador, por un lado los ninos que iban de un lugar a otro desordenando todo a su paso, y por otro, Less pasando sus manos disimuladamente por mi pierna o la de mi hermano cada vez que se presentaba la ocasion, la calentura subia y bajaba en mi cuerpo a cada agarron o comentario subidito de tono, con lo cual solo queria que terminara la cena para darme un buen revolcon con ella. No era que no lo habia hecho antes. Pero esa es otra historia. Rapidamente nos fuimos y al subir a uno de mis autos, ella me entrego mis regalos de navidad, que me habia dicho aun quedaban, un par de zapatos de cuero negros. En cambio yo, le tenia un vestido negro que se veia ser muy cortito con un gran escote y su espalda formada solo por tiras cruzadas y paralelas que se unian a una vertical en el medio, que naturalmente dejaria totalmente descubierta su espalda y su culito. Solo ver la imagen del mismo en su caja me hacia imaginar el efecto que produciria si se pasease con el en las calles de Boston. Acariciando su pelo, le pedi que se lo pusiese, se maquillase y se soltase su pelo. Siempre le decia que me encantaba su pelo suelto pues hacia destacar aun mas su cara de pequena perra inocente, nuevamente parecia una. Rumbo a casa me pregunto si me habia gustado mi regalo y si me gustaria ser un regalo, por respuesta solo lleve mi mano a su entrepierna y le dije que me encantaria ser regalado, que ella sabia que me calentaba el hacerlo con mi pequena alumna. A lo cual le pregunte si le molestaria que la regalase a conocidos, ya mi calentura no daba mas, mi entrepierna se encontraba totalmente dura Tome una de sus manos y la pose en mi verga para que sintiese lo duro que ya estaba. El contacto la hizo suspirar inmediatamente, y mientras sostenia su mano entre mis piernas, le pregunte: --?Para que naciste, Less? Y sin esperar su respuesta me respondio: --Para ser culpable. --?De quien eres? --pregunte. --De cualquiera, profesor Blake... de todos. --?Puedes prestarlo? ?Puedes venderlo? ?Arrendarlo o regalarlo? Ella solo me miraba y se reia, yo tambien lo hacia. --Me da lo mismo, si voy a hacer un regalo, me da lo mismo

  • Tiempo de siega de Guillermo Galvan

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    Madrid, 1941: Carlos Lombardi, expolicia criminalista y ahora preso politico por lealtad a la Republica, cumple redencion de pena en Cuelgamuros trabajando en las obras para el mausoleo del Valle de los Caidos. Pocos dias antes de Navidad Lombardi es liberado inesperadamente y trasladado a las dependencias de la Policia, donde le recibe su antiguo jefe Balbino Ulloa, a quien anos atras ayudo a no ser expulsado del cuerpo facilitandole un improvisado carne del Frente Popular. La policia del Nuevo Regimen le necesita para resolver un caso que a pesar de lo escandaloso no se ha filtrado a la prensa: el asesinato de un sacerdote que ha sido degollado, torturado y castrado. El horrendo crimen parece haber sido cometido por el mismo asesino al que Lombardi pisaba los talones en 1936, antes de la Guerra. Ulloa le insta a hacerse cargo de la investigacion como una “comision de servicio” y la promesa de un posible indulto en el futuro…

  • El espia de bruce de Sonia Lopez Souto

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    Robert Bruce intentaba coronarse Rey de Escocia y para ello, estaba dispuesto a cualquier cosa. Incluso a servirse de espias para conocer cada movimiento de su mayor enemigo, el Rey de Inglaterra. Pero en ocasiones, lo que uno cree saber de aquellos en quien mas confia, no es sino un engano. Y cuando su mejor hombre en Inglaterra debe huir al peligrar su tapadera, Bruce y su guardia descubriran una verdad acerca de el que cambiara su forma de valorarlo. ?Podran aceptarlo como a uno mas de ellos o se veran avocados a comportarse de forma diferente solo por su nueva condicion?

  • Suenos y sombras de C. Robert Cargill

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    Junto a nosotros hay un mundo en el que la materia de la que estan hechos los suenos se hace realidad. Una vez que conoces ese mundo mitico que ha pervivido junto al mundo moderno, no vuelves a ser el mismo. “Suenos y sombras” nos lleva mas alla de ese tenue velo. Relata la historia de dos muchachos desde su fatidica infancia en el reino de la magia hasta que se hacen mayores. Ewan es ahora musico y Colby, un librero poco comun. Pero si Ewan y Colby abandonaron de ninos aquel reino, este nunca los ha olvidado.

  • Cartas olor a lavanda de Carmen Calero

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    ecuerdo como si fuera ayer la primera vez que vi a Antoine. Era un mediodia caluroso, un mediodia de un julio en Andalucia cuando ni el piar de un pajaro ni el zumbido de un insecto, ni tan siquiera el ruido de coche alguno pasando a lo lejos rompia el bochorno de esa hora de la tarde. Como cada mediodia yo estaba ayudando en el negocio de mi madre, y tres chicos castano claro y espigados llegaron y se sentaron a esperar su turno detras de mi, a mi espaldas, de frente a la cara de mi hermana pequena que estaba sentada conmigo, esperando que yo terminara de mi trabajo y nos fuesemos juntas a casa a comer. Tal vez percibio mi mirada, o yo senti la suya en mi nuca, porque de pronto, cuando mire hacia atras, justo los dos cruzamos la mirada, y nos sonreimos, y enrojecida, aparte la vista rapidamente. La floristeria de mi madre, negocio familiar que ella heredo de su tia, un local pequeno, pero reformado con mucho gusto, con una parte amplia para atender a los clientes, y donde exponer todas las flores que con muy buen saber hacer y delicadeza, mi madre decoraba, solia estar en cualquier epoca del ano con mucho bullicio de gente, comprando mantillo, algun jovenzuelo comprando un ramito de claveles para su madre o su novia, o alguna vecina comprando macetas nuevas para renovar el patio de la comunidad. Aunque julio y agosto eran meses bastante tranquilos en que la tienda a esas horas solia estar bastante silenciosa. Ellos dudaban entre un ramo bonito pero sencillo o una maceta de peonias, que era la flor favorita de la madre de uno de ellos, para regalar a la casera del hostal donde estaban parando, que habia sido muy carinosa con ellos, explicaron a mi madre. Aquella misma tarde marchaban para Sevilla y querian dejarle ese detalle. Estaban parando en un hostal cerca del rio, donde por la noche les llegaba un gran olor a azahar por los naranjos que rodeaban la Ribera. --La peonia es muy exigente en sus cuidados. Es de China --les dijo mi madre--. Requiere un clima templado y hay que plantarla entre sol y sombra, y regarla frecuentemente. Le cuesta mucho florecer, pero cuando lo hace, sus flores son impresionantes y preciosas, y con un aroma muy fino. Las hay en blanco, varios tonos de rosa y en rojo. La que a vosotros mas os guste u os llame la atencion. Siempre fui una chica idealista. Timida y me gustaba sumergirme en mi propio mundo, aunque tenia muy buena relacion con mi hermana y mis padres. Creia en los cuentos, en las hadas, los duendes y las princesas. Y a toda mi vida ponia o intentaba poner algo de magia. Me gustaban las historias bonitas. Por las noches intentaba siempre fantasear antes de sonar, y de pequena siempre imaginaba mi vida paso a paso hasta llegar a lo idilico que caracteriza a los suenos, aunque sabia de la realidad de las encrucijadas, los problemas y tristezas que nos iban viniendo sin buscar. Siempre fui una chica despierta y vivaz. Mientras yo estaba acabando el centro de mesa siguiendo las instrucciones de mi madre, de espaldas a ellos, y mientras mi madre hacia el ramo por el que aquellos chicos rubios se decidieron, oia sus murmullos y sonrisas en lo que me parecio que era frances, y nuevamente aquellos ojos claros cruzandose con los mios. Mi madre termino y les entrego el ramo, ellos pagaron y marcharon. Yo me quede con un poco de tristeza, o mas bien decepcion o de curiosidad porque me hubiera gustado saber algo mas de aquel chico rubio y espigado que parecia debia ser el unico que hablaba espanol porque habia sido el que habia hablado con mi madre en todo momento. La puerta se abrio y el movil colgado tras ella sono avisando de un nuevo cliente. Era el. Se acerco a mi al rincon apartado donde yo seguia con lo mio, me pregunto mi nombre y si por favor podia darle mi direccion porque le gustaria escribirme. --Mi nombre es Antoine. Me gustaria conocerte. Le anote mi nombre y la direccion de la floristeria en una nota de papel de regalo que mi madre utilizaba para envolver los encargos. Se la di, y dandome un beso en mi mejilla de adolescente de 15 anos salio por la puerta, dejandome en un estado de ilusion y asombro que siempre senti cada vez que recorde aquellos magicos instantes. Los veranos en mi ciudad siempre pasaban mas o menos de la misma forma, condicionandonos un poco, la intensa temperatura, para salir o entrar o divertirnos o descansar. Se aprovechaban mucho las mananas y luego las tardes cuando el sol empezaba a esconderse, y las calles se habian enfriado. Yo pasaba los dias ayudando a mi madre por la manana y ocupandome un poco de mi hermana pequena. Comer, descansar en la siesta y cuando el fresco ya se hacia presente salir con mis amigas a pasear, o al cine de verano, y algunos dias a la piscina. Quedaba una semana para salir de vacaciones, al norte como cada ano, alejandonos del calor que tanto a mi madre como a mi, tan poco nos gustaba y ademas, segun como, alguna vez sobretodo a ella, nos sentaba mal. Adoraba el norte, con sus profundos y verdes valles, sus rios de aguas bucolicas y cristalinas, playas de arena dorada y fina que contrastan con los suntuosos acantilados que emergen en sus pies. Tierra de valientes navegantes, de barquitos de madera, de grandes y plateadas olas, de infimos sonadores y hombres fuertes de metal. El mar es el verdadero dueno de estos lugares, los magnifica y los sella con su diseno, agota nuestra fantasia y nuestra voluntad. Tierra de pescadores y barquichuelas. Cada verano desde que yo tenia unos 10 anos pasabamos en el norte nuestras vacaciones, en las que me reencontraba con mis amigos de verano, y en donde redescubriamos juntos la ciudad y asi cargaba mi mente de recuerdos y planes de proyectos para realizar el verano del ano siguiente. En el norte todo era diferente. Sentia volar, me elevaba sobre las casas de pescadores hasta llegar al mar, testigo de la historia, de amores de verano, de familias enteras banandose al morir las tardes de agosto. El sol escribia en mi espalda mientras estaba tumbada en la playa con mis amigos, percutida por la arena que impactaba en mi piel, atizada por el viento. Alli en esas tierras tan verdes y frescas y tan diferentes a la mia, toda la familia cogiamos la energia y el descanso necesario para volver y seguir un ano mas. Nos encantaba visitar cada pueblecito de la zona, donde parece que la vida trascurre con tanta lentitud y sosiego. Montes verdes, de intenso y variado verde incluso en el fuerte verano, salpicado de montanas, con robles, castanos y abetos, y las maravillosas casas con sus tejas negras y verdes. Y ese mar Cantabrico, esas playas, que mueren en unos acantilados enormes altos y escarpados. Y tambien nos encantaba pasear por el puerto, viendo como los pescadores salian y entraban con sus barcos, algunos sin capturar nada, lamentandose de su mala suerte. Otros muy contentos con su marco lleno de arenques y alguna que otra buena pieza. Y relajada y con el alma renovada y limpia, y la mente llena de recuerdos e ilusiones, volviamos a casa. Tocaba con los dedos la realidad de lo cotidiano, y volvia al dia a dia del verano de Andalucia con mis amigas. Habia pasado casi un mes desde aquel encuentro con aquellos chicos en la floristeria y yo andaba ya absorta preparando las cosas para la vuelta a clase, casi olvidada de ese encuentro casual, pero tan bonito, inocente y espontaneo, cuando un medio dia mi madre me llamo. --Maria, tienes una carta. La ilusion y la emocion que me recorrio el cuerpo al comprobar que la carta venia desde Paris es indescriptible. La incognita del contenido, la alegria al recordar los ojos de aquel chico. Mis manos juguetearon un poco nerviosas con el sobre. La gran emocion hacia que el gesto de abrirla, que hubiera sido rutinario por la costumbre de recibir otras muchas cartas de muchos amigos que tenia fuera de mi ciudad, abrir aquella de aquel desconocido y ver que me decia, en aquel momento fue algo sublime.

  • Un vodka para Vero y que la ayude el del tercero de Ana Alvarez

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    Me llamo Veronica Ramirez y esta noche de Halloween, mientras todos se divierten a mi alrededor, yo me he sentado en un parque abatida y sola. Y sin un euro. Hace una noche esplendida, la gente se ha echado a la calle, por lo que pocas pizzas he tenido que repartir. A pesar del ridiculo disfraz de bruja que mi jefa me ha obligado a ponerme, nadie me ha dado una misera propina. Son las once y no tengo con quien ir de fiesta, de modo que despues de terminar el reparto me he sentado en un banco a mirar como se divierten los demas. He tenido un dia nefasto y no me apetece ir a casa. Aquella manana fui, por enesima vez en mi vida, a una entrevista de trabajo y, como todas las demas, sin ningun resultado. Porque desde hace anos tengo un problema con los hombres. Cuando debo hablar con alguno, a los pocos minutos lo veo sin ropa. Sin ninguna ropa. Entonces mi lengua se traba, tartamudeo, sudo, y parezco la mayor gilipollas del mundo. En esta ocasion habia hecho una de las peores entrevistas de trabajo de mi vida y os aseguro que he hecho muchas y malas. Desde el primer momento imagine en pelotas a aquel senor que, no se muy bien por que, mi mente decidio ver como una bolita redonda cubierta de pelo espeso desde el cuello a los talones. Eso me hizo tartamudear mas de la cuenta. Mi posible jefe, aunque ya tenia claro desde el primer momento que no iba a serlo, me pregunto algo sobre que programas informaticos dominaba y yo solo podia pensar en sus pelotas velludas. Y en si tambien tendria pelo entre los dedos de los pies. Respondi con el nombre de una crema depilatoria, los nervios me hicieron cometer un lapsus por la asociacion de ideas. Lo arregle anadiendo: <>. Incapaz de soportar el bochorno de mi nueva metedura de pata, me levante disculpandome lo mejor que pude, para salir corriendo a continuacion como alma que lleva el diablo. Por eso sobrevivo a duras penas repartiendo pizzas a domicilio los fines de semana, cuidando ninos cuando surge la ocasion y probando juguetes eroticos para una conocida marca de venta online. ?Que como llegue a eso? Muy facil. A pesar de que mi contacto carnal con hombres es nulo, soy apasionada y me gusta el sexo. Empece a usar consoladores y otros artilugios semejantes a los veinticinco anos, cuando me vine a Madrid buscando el empleo de mi vida. Despues solia dejar un comentario en la web y al parecer eran tan detallados que me contactaron para ofrecerme probar sus nuevos aparatos antes de ponerlos a la venta, a cambio de una cantidad de dinero bastante aceptable. Consegui matar dos pajaros de un tiro: ganar un sobresueldo y que los juguetes me salieran gratis. En consecuencia, no hay cacharrito que haya salido al mercado en el ultimo ano que no haya pasado por mis manos... ejem... y otras partes. Esa es mi desastrosa vida, la que me ha llevado esta noche de Halloween a sentarme en un banco, mas sola que la una. De pronto unas voces alteradas a mi alrededor me sacaron de mis negros pensamientos. Alce la mirada y vi a tres senoras disfrazadas en el interior de un comercio chino, de esos en los que venden de todo, desde pilas para la linterna hasta alcohol de diversa graduacion. Una vestida de angelito, con sus alitas y todo desplegadas en la espalda, un traje mas apropiado para Navidad que para la noche mas terrorifica del ano. Otra de Annabelle, con el vestido blanco arrugado y cubierto de maquillaje y algo que parecia... ?vomito? Una tercera llevaba un minidisfraz ajustadisimo de bombera sexi. Parecia que mas que apagar fuegos, los quisiera encender. Las tres discutian justo en la puerta de salida del comercio, agarradas a una botella de algo que tenia una etiqueta con un dragon. El dueno del comercio, un chino de mediana edad, trataba de poner paz entre ellas. --Vodka Ming siete euros. Ultima botella --dijo a las tres mujeres que forcejeaban agarrando la bebida. --Yo la vi primero --grito Annabelle con voz estridente y un poco histerica mientras sujetaba el gollete con una mano y con la otra balanceaba una bolsa de esas reutilizables que se compran en los supermercados por cincuenta centimos y cuyo contenido no llegaba a vislumbrar. --Yo la necesito mas --respondio el angelito. --Chino Juan es mi amigo y mi vecino. El vodka es para mi. --La bombera incendiaria tiro de la botella con el consiguiente riesgo de que acabara en el suelo. El angelito se tambaleo para no soltarla y engancho una de las alas en una estanteria llena de cacerolas, que cayeron con un ruido metalico. --Suficiente para tres. No pelea. Bolsa plastico cinco centimos --afirmo el dependiente mostrando una bolsa blanca y anodina con la esperanza de que se fueran antes de que le destrozaran la tienda--. ?Quiere bolsa? Las mujeres se miraron. --?Y si la compartimos? Yo necesito un trago con urgencia y no hay nada mas abierto --dijo Annabelle --Vale. --O sea, ?pensais que yo voy a beber de la misma botella que unas desconocidas? --Angelito puso cara de asco--. Ni muerta. --Chino Juan tiene vasos de chupito desechables --respondio la bombera--. ?Verdad? --Chino Juan tiene todo. Bolsa de seis, un euro. --De acuerdo, traelos. --Todo ocho euros cinco centimos. Dos setenta por senora. --Yo no traigo dinero --se excuso la bombera alzando las manos--. ?Donde quieres que lo guarde? Te pago mi parte manana, que hay confianza. En efecto, una simple moneda se notaria bajo el vestido. --Yo tampoco llevo efectivo. ?La Visa oro vale? --Yo si tengo --exclamo Annabelle sacando un monedero de un bolsillo escondido en el lateral de la falda. --Vodka para senora que paga --sentencio el chino Juan imperterrito. Las voces se alzaron de nuevo y mantuvieron mi atencion. La bombera golpeo con el trasero unas alfombras que tambien rodaron de la estanteria. Aquello era mucho mas divertido que el truco o trato. Tres manos tirando de una botella a punto de estrellarse contra el suelo. El dependiente oriental, con filosofia, sujetando la bolsa de plastico y yo tratando de no reirme. A mi lado en el banco se sento una chica disfrazada de unicornio y se sumo al espectaculo. --?Quien crees que ganara? --me pregunto. --El chino, que cobrara su botella, aunque este rota. Annabelle tendio un billete de diez euros y agarro la bebida. --La compartire con vosotras. Esta noche necesito hablar con alguien y si es desconocida y esta borracha, mucho mejor. Salieron a la plaza y se sentaron en un banco frente al mio, que ahora compartia con un unicornio. Ambas seguimos atentamente la conversacion de las tres mujeres, que abrieron la botella y llenaron los pequenos vasos de plastico hasta el borde. --!Ufff! Esto debe tener dos grados menos que el aguarras --dijo el angelito con una mueca, olfateando el liquido incoloro. Pero trago. --No seas exquisita, es alcohol y, al menos yo, lo necesito. --Annabelle se bebio medio vaso de golpe. A juzgar por la mueca, debio quemarse hasta el higado. --Por muy malo que sea lo que te ocurre no sera peor que lo mio --dijo la bombera. --Yo os gano, seguro --afirmo el angelito terminando de un trago el contenido de su vaso--. Estaba en la fiesta de Halloween del coro... --?Un coro? --pregunto la bombera con una mueca--. ?De esos que hacen gorgoritos? --Uno de la parroquia, de canto gregoriano, en el que participo desde hace anos. Y me ha llamado mi madre. Me lo estaba pasando genial, con los chicos y eso, cantando el Ave Maria. --?El Ave Maria en la noche de los muertos? --El Miserere me da como grima. Suena a... difunto. --Y te llamo tu mami para decirte que se habia muerto --insinuo Annabelle. --!Ojala! Solo me dijo que se habia roto un tobillo. --?Los muertos hablan por telefono, zumbada? ?Cuantas copas llevas ya, tronca? --Solo unos vasitos de anis del mono. Si, es lo que suelo beber, guapi, ?que pasa? --Nada, aqui cada una que beba lo que quiera.

  • Me vuelves Loco con solo una Mirada (Casados 1) de Olivia Saint

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  • Casa Cacao de Ignacio Medina , Jordi Roca

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    Jordi Roca comenzo trabajando con chocolates de distintos origenes y preparados de formas muy diferentes en sus elaboraciones. Hasta que decidio dar un paso mas y empezar un nuevo proceso creativo a partir del redescubrimiento del cacao. La experimentacion le llevo a afrontar un recorrido a traves de la historia del chocolate, que le ha transportado al lugar de origen del cacao, en la selva amazonica.

  • Homo climaticus de Jose Enrique Campillo Alvarez

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    Un recorrido desde el Big Bang a la actualidad para comprender como el clima condiciono la evolucion de la vida y de nuestra especie. Un libro de divulgacion cientifica que analiza los logros evolutivos, culturales y sociales de los seres humanos desde su aparicion hasta el presente.

  • Noche de Luna Larga. Promesa de amor en Navidad de Gloria V. Casanas

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    Dos hombres jovenes, una muchacha que despierta al amor y antiguos secretos guardados en el corazon de los mayores, que solo la Noche de Luna Larga, la mas prolongada en el Hemisferio Norte, podra revelar. Sera tambien la ocasion en que afloren los sentimientos mas puros y se renueve el amor, tanto el fraternal como el filial y el romantico.

  • Un amor para Rebeca de Mayte Uceda

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    Bestseller digital en Alemania.

  • Reinos de Sangre de Oscar Eimil

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    Idus de noviembre del ano del Senor de 1065. Una gran nevada cae sobre el campamento. Fernando, rey de Galicia, de Leon y de Castilla, moribundo, viejo y decrepito, viaja de regreso a casa con sus mesnadas tras su ultima batalla. Torturado por su conciencia, se pregunta por que, habiendo podido dejar a su primogenito un unico reino que, fuerte, extendiera su poder por toda la Hispania cristiana, decidio repartir en vida Castilla, Leon y Navarra entre sus tres hijos varones que, a esta hora, preparan sus huestes y afilan sus espadas para la guerra fratricida que se avecina para despues de su muerte.
    Supremacia y poder, intriga y ambicion, lealtad, traicion, guerra, amor y muerte. Ocurrio hace mil anos, cuando judios, moros y cristianos campaban a sus anchas por estos pagos. Una historia verdadera por cuyas paginas entran y salen reyes y nobles, caballeros y prelados, mancebas y juglares, guerreros, monjes y abades, y que discurre fiel a los terribles acontecimientos historicos que sucedieron poco despues del final del primer milenio en lo que, cuatro siglos mas tarde, seria Espana.

  • Melodia silenciosa de Mary Balogh

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    Lady Emily Marlow es guapa, independiente y virtuosa. Sorda desde la ninez, agradece los esfuerzos de su familia para alimentar su espiritu, pero el hombre que han elegido para que sea su prometido jamas podra satisfacerla. El unico hombre que Emily ha deseado en la vida es el valiente e intrepido lord Ashley Kendrick. El amor de su infancia nutrio sus fantasias y juro que jamas la olvidaria. aunque la dejo para marcharse a la India en busca de una nueva vida y un nuevo amor.
    Siete anos y muchos suenos despues, Ashley regresa como un desconsolado viudo a Bowden Abbey y vuelve a reunirse con Emily, fiel a su promesa. Sin embargo, su desconsiderada proposicion matrimonial le provoca un inesperado conflicto. Aunque la llama de la pasion sigue viva en su interior, Emily teme que lo ha motivado el deber, no el amor. ?Y que puede hacer ella con esos siete anos perdidos, cargados de secretos tan oscuros que Ashley se niega a compartirlos?
    Para Emily, el unico y gran amor de su vida se convierte en un amor por el que merece la pena luchar, en un amor de sorprendentes revelaciones y segundas oportunidades, y en un amor, como una melodia, demasiado hermoso para describirlo con palabras.

  • El ano de la niebla de Begona Abraldes Parrado

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    Aquel mendigo que pedia libros viejos, periodicos atrasados y papeles inservibles dejo de pasar un dia por la puerta de su casa. Muchos anos despues, cuando otras cosas y otras personas habian desaparecido tambien de su vida, Maite se aventuro por las calles inusualmente desiertas de Bilbao, abriendose paso en medio de una espesa e impenetrable niebla, yendo a parar a un extrano edificio a varios kilometros de distancia. No podia imaginar que la aventura que habia vivido con Beltza (?Por que se empeno en llamar Beltza al perro que la acompano en su travesia?) iba a poner del reves su vida. O seria mejor decir que la enderezo, porque alli encontro mucho de lo que creia habia perdido. Y la magia. Encontro la magia, pero una magia de verdad, de la que se explica en los libros de saber herme

  • Superar la dislexia de Luz Rello

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    Un 10 % de la poblacion sufre dislexia, por lo que en Espana se calcula que unos 600.000 ninos tienen dislexia y no lo saben. Una <> que les condena al fracaso escolar sin tan siquiera ser conscientes de ello. Luz Rello tambien fue una nina con dislexia y, tras anos de estudio e investigacion, nos presenta una obra con todas las herramientas que tenemos actualmente a nuestro alcance para combatir la dislexia y ayudar a los ninos y ninas a cumplir sus suenos.

  • El estupor y la maravilla de Pablo D'ors

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    Fascinado por la idea de custodiar obras de arte, Alois Vogel trabaja como vigilante del Museo de los Expresionistas de Coblenza, su ciudad natal. Tras 25 anos como empleado en esta institucion, comienza a escribir sus memorias, en las que da cuenta de una vida anodina e insignificante en apariencia, pero de una intensidad realmente asombrosa. Maniatico hasta extremos grotescos, pero tambien tierno y enamoradizo, Vogel nos narra, como lo haria un nino que ve el mundo por primera vez, las historias que inventa sobre los visitantes que entran en su sala; su atormentada o amistosa relacion con sus companeros; sus sensaciones y sentimientos ante los grandes maestros del expresionismo aleman; su aficion a la cerveza y a la soledad, entendida como campo de experimentacion

  • Dos hombres y el amor de Anne Mcallister , Lucy Gordon

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    Los primos Gabe McBride, vaquero de Montana, y Randall Stanton, aristocrata ingles, intercambiaron sus respectivos trabajos. Y eso supondria el desafio mas grande de sus vidas.

  • Mas rojo sangre de Katarzyna Puzynska

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  • Antes de las lluvias, Dinah Jefferies de Dinah Jefferies

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    Eliza es una mujer muy independiente para la sociedad britanica de los anos treinta. Fotografa de profesion, tras haber perdido a su marido en un desafortunado accidente, regresa a India por encargo de la administracion britanica. Alli paso su infancia hasta que su padre murio en un atentado.

  • La enfermedad del amor, Moruena Estringana de Moruena Estringana

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  • Visiones en la niebla de Jose Sanchez San Martin

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    Ayer enterramos a Jeronimo. Fue una de esas tardes grises y desapacibles que no se olvidan. La niebla se filtraba por los intersticios del cuerpo y el viento imponia su sonido sibilante sobre el gimoteo de los allegados y las herramientas de los obreros. Mientras asistia a la inhumacion, pense que el dia era apropiado para tal fin. Como si el lo hubiera elegido a proposito. Le agradaba inmiscuirse en medio de la voragine invernal, para desafiar a los elementos e imponer su presencia sobre ellos. Era asi de intempestivo y osado. Doblegarse significaba para el tanto como perder su intrinseca estima personal. En una de esas frases pretenciosas que a veces le gustaba citar y a mi me enervaban decia que preferia soportar la adversidad antes que ceder en las convicciones personales. Una solemne tonteria. Como si la vida, en su inherencia, no tendiera espontaneamente a la permisividad y la componenda. Quien no lo conociera podia pensar, oyendole hablar asi, que era un hombre incapacitado para aceptar la vida tal como es; pero creo que, en el caso de Jeronimo, habria que interpretar su enfatica declaracion como un reconocimiento explicito de ingenita tenacidad que le inhabilitaba para aceptar el estado natural de las cosas y le compelia a la busqueda de un ideal perfectivo. Digo esto porque, debido a esa terquedad suya en no ceder ante las conveniencias, hubo de soportar muchos contratiempos, entre ellos, el ultimo y definitivo, que le llevo a la tumba. No seria por no haberselo advertido. --Jeronimo, no fumes. Asumes un riesgo innecesario para tu salud, ademas de practicar un habito insipiente, anacronico y vulgar. Mi consejo era sincero, aunque no del todo desinteresado. Miraba por mi salud tanto como por la suya. El humo que expulsaba con pertinaz insistencia por boca y nariz me hacia toser y lagrimear, ademas de impregnar ropas y pelo de un nauseabundo olor a combustion. Mis advertencias jamas hicieron mella en el. En aquella epoca, llevar el pitillo en la boca era signo destacado de hombria, como sujetarlo entre los dedos resultaba un elemento de distincion. A nadie, ni siquiera a los medicos, se le ocurria pensar en la nocividad del tabaco. A mi tampoco, pero la vision de una chimenea ennegrecida por el humo me sugeria la idea aterradora del mal. Como reaccion a mis jaculatorias preventivas, Jeronimo expelia con virulencia el humo sobre mi rostro y me miraba con fingida lastima, esperando la asfixia momentanea. Yo hacia aspavientos para dar a entender que, en efecto, estaba a punto de quedarme sin aire, lo que motivaba sus carcajadas por la hazana. --!Aprende a fumar y actua como un hombre! --me decia con sarcasmo. Yo me apartaba con repugnancia del cerco humeante, pero el me perseguia arrojandome su vaho con pertinaz insistencia. Pese a esta pugna cotidiana a cuenta del tabaco, Jeronimo y yo nos entendiamos a la perfeccion. El solia comentar, con no poca admiracion, la buena amistad que manteniamos desde tantos anos ha. Era verdad, a pesar, anadia yo, picajoso, del obstaculo inevitable que interponia el tabaco. Jeronimo, como prueba irrefutable de que este nunca nos podria separar, echaba mano al bolsillo del pantalon, extraia el paquete de cuarteron y comenzaba a fumar, mientras ratificaba esa buena relacion entre nosotros. A veces, cuestionabamos en que podia fundamentarse tal amistad, considerando el divergente modo de ser y de pensar de cada uno: yo amaba la regularidad, el orden, la habitualidad; el, por el contrario, sentiase bohemio hasta el tuetano, gustaba del desorden, la diversidad, la ocasion excepcional. Yo era puntual, pacifico, disciplinado, ahormado en la moral imperante y sumiso al compromiso social. El buscaba el enfrentamiento para demostrar su superioridad, asumia la rebeldia como el mejor modo de asentar su personalismo y era tan reacio a cualquier moral como renuente al orden establecido. Tales contrastes de personalidad debieran habernos alejado el uno del otro, pero acontecio lo contrario, que nos ahormaron hasta hacernos inseparables. Jeronimo decia que precisamente lo que nos faltaba a cada uno era lo que servia para unirnos, complementandonos mutuamente. Asi debio de ser, cuando nos permitio fraguar una solida amistad que perduro para siempre. Con Ramiro, el tercer miembro del grupo, la amistad, aunque sincera, no tenia la misma intensidad. El se parecia en muchos aspectos a mi, y eso, quieras que no, siempre originaba controversias por cualquier tiquismiquis. Ambos pretendiamos imponer nuestro criterio, evidenciar la respectiva preparacion cultural o la agudeza de nuestro pensamiento. Hasta en lo fisico pretendiamos imponernos el uno al otro, aunque teniamos practicamente la misma estatura y una efigie mas bien vulgar. Con Jeronimo, sin embargo, todas estas prevenciones y piques estaban de mas. Asumiamos de principio que sus peculiares prendas fisicas, su acusada masculinidad, le hacian superior a nosotros. Tanto a Jeronimo como a Ramiro los conoci en el instituto, cuando estudiabamos el bachillerato. Eramos companeros de curso, aunque apenas si habiamos intercambiado media docena de palabras. Fue una manana de noviembre de aquel lejano tiempo cuando nuestros destinos se unieron. A la entrada en clase nos comunicaron la ausencia del profesor y nos dieron tiempo libre durante dos horas. Este era un lapso enorme para nosotros, que intentamos aprovechar a discrecion. A sugerencia de un companero, decidimos hacer una excursion a lo largo del cauce fluvial, no lejos de donde se ubicaba el centro docente. Deambulamos sin prisa, con descuido, a traves del camino de sirga. Ibamos en pandilla, aunque la estrechez del sendero nos permitio formar grupos de tres o cuatro chicos. En uno de ellos coincidi con Jeronimo. Intercambiamos pocas palabras, intrascendentes, como para quejarnos del intenso frio reinante o alabar la belleza del rio en aquel paraje que transitabamos. Ambas constataciones, por mas que evidentes y manidas, eran certeras. Recien salidos de los Santos, ya el frio novembrino se dejaba sentir como anticipo del invierno al que nos abocabamos. La humedad que se desprendia del rio acrecia esa sensacion de malestar y nos hacia apretar el abrigo contra el cuerpo, en una instintiva actitud de defensa. La andadura, no obstante, reactivaba la sangre y nos hacia reaccionar contra el frigido elemento. Eramos jovenes y el ejercicio nos servia para actualizar nuestra energia vital. Surgieron las primeras bromas y las risas afloraron con facilidad. Hubo amagos de empujar a alguno y arrojarlo al agua, lo que ocasiono pugnas apasionadas entre los que empujaban y los que resistian, con general jolgorio. La manana, ciertamente, resultaba desacostumbrada para nosotros. A esa hora debieramos estar enclaustrados en un aula, escuchando con gesto aburrido y displicente las explicaciones del profesor de turno. Pero con la oportuna e inesperada ausencia de este, nos propiciaba una excursion insolita, a traves de parajes exoticos y bellisimos. Lo que mas apreciabamos en ese momento era la inmediata sensacion de libertad que nos acuciaba. El grupo abigarrado de cincuenta muchachos disfrutabamos de la excepcionalidad de una escapada insospechada, a traves de un mundo novedoso y primordial. La constatacion de ese particularismo servia de acicate a nuestra despreocupacion y permitia aflorar nuestro mejor talante. El mismo aire que respirabamos, cargado de sutiles aromas campestres, nos permitia interiorizar la vivencia unica que disfrutabamos. Aspirabamos con delectacion esa atmosfera perfumada con los sutiles aromas de bosques y humedales, como si quisieramos saturar nuestro organismo con esas esencias de la naturaleza, para que perduraran en nosotros. Las conversaciones joviales, el retoce juvenil y las risas faciles, propensas a la escandalera, no nos impedian ponderar la apabullante belleza del paisaje que contemplabamos. El rio en aquella zona que transitabamos se expandia con ampulosidad al discurrir por tierras bajas y sin obstaculos, lo que propiciaba que las aguas fluyeran tranquilas, parsimoniosas. Mostrabase asi el cauce fluvial, al fondo de los ribazos, como un inmenso espejo, cuyos bordes fueran escrupulosamente vigilados por nucleos de chopos centenarios. El leve tintineo de sus hojas, a impulsos del suave cefiro, ponia contrapunto al contenido murmullo del agua en su lento discurrir. La epoca otonal en que nos encontrabamos tenia con patina dorada parte de las masas arboreas, propiciando, junto al cristal purisimo del rio, una conjuncion cromatica, subyugante y venusta, de naturaleza inmaculada, como recien surgida del halo magico de la creacion. Era facil extasiar la vista por ese escenario natural y admirar la serenidad y plenitud formal de un mundo magnificente, que parecia puesto a proposito para nuestro disfrute. Para influir mas en nuestro sobrecogido animo y darle un toque de misterio e irrealidad al apabullante paisaje, estaba la niebla. No tenia la densidad de los dias de invierno, cuando cae sobre nosotros como un manto pesado, oclusivo, que entorpece la vista e invade nuestra intimidad con sus vapores sinuosos. En aquella manana excepcional, nos envolvia una bruma sutil, ligera, que apenas sobresalia un metro por encima del suelo, suficiente para darnos la sensacion de que caminabamos entre algodones y de que los arboles que nos flanqueaban, asi como el terroso camino serpenteante, o todos los demas elementos que nos rodeaban, carecian de base y flotaban ingravidos sobre el lecho nebuloso. Pero la sensacion mas asombrosa procedia de la vision que ese espacio espectral nos sugeria. Ante su percepcion global, la realidad del paisaje se difuminaba para ser sustituida por el simbolismo de un mundo magico, preternatural, recien creado con retazos de cielo, tierra y agua, para nuestra contemplacion y deleite. He visto despues, a lo largo de mi vida, muchos parajes hermosos; pero la vision paradisiaca de aquel mundo primigenio y sublime permanece en mi recuerdo a traves de los anos como la idealizacion de un orbe sin macula, formado a imagen y semejanza de nuestra exultante juventud. No duro mucho aquel extasis natural, quiza para que aprendieramos a asumir que los momentos de exaltacion de la belleza no se prodigan y, en su oportunidad, deben ser apurados al maximo. Nuestra andadura continuaba en progresion indefinida, hasta que una de las corrientes tributarias del caudaloso rio nos hizo desviar el rumbo. Atravesabamos ahora tierras labrantias, alternantes con campillos y rozas de gleba, dejando a nuestra espalda el cauce fluvial. Pasado el instante de encantamiento, regresaron las bromas zafias y las risas prontas. Tan pronto pisoteabamos surcos perfectamente delineados en espera de la sembradura, como nos adentrabamos en tierras esteriles, de cascajal. El acicate de nuestra andanza residia en la carencia de rumbo; avanzabamos a donde nos conducian nuestros pasos, conscientes de que era el viaje mismo quien motivaba nuestro entusiasmo. No pretendiamos llegar a ninguna parte; solo deambular y descubrir lo que la andadura nos propiciaba, a traves de aquellas tierras llanas, sin alcores a la vista. El tiempo parecia desaparecido de nuestras vidas. Asumiamos con toda naturalidad que nos habiamos constituido en seres privilegiados, recien asomados a la pletorica pubertad, y disfrutabamos plenamente de nuestra privilegiada condicion. En medio de la inmensa paramera que ahora atravesabamos, gozabamos de nuestra juventud, liberados de la prision del tiempo, errantes por mundos ineditos sin un destino fijo. En cierto momento de nuestro nomadismo, uno de los companeros creyo reconocer el paraje por donde a la sazon transitabamos. Segun el, nos encontrabamos cerca del lugar donde antano hubiera un ventorro famoso, muy visitado en las epocas veraniegas y ahora medio en ruinas. Acuciados por la curiosidad de ver ese arcaico establecimiento, nos dejamos guiar por el chico que nos informara. Atravesamos ejidos y pisoteamos cornijales en erratica marcha, cual formas fantasmagoricas pululantes en medio de la tenue neblina. El improvisado guia parecia bastante desorientado y retrocediamos o ladeabamos el rumbo segun la ocasional inspiracion de aquel. En un determinado momento se detuvo y miro alrededor. Era evidente su confusion, lo que motivo que le arrojaramos gruesas pullas y lo avergonzaramos por su ineptitud. Hacia tiempo que el poderoso murmullo del rio se habia mitigado y un silencio forzado, de naturaleza muerta, se imponia en el ambiente. Hicimos un alto forzados por la desorientacion, mientras nuestro companero-guia daba cortos paseos de un lado a otro. Segun el debiera estar alli el objeto de nuestro interes, mas ninguna obra de hombre se veia a nuestro alrededor. Estabamos en medio de una amplia meseta, de suelo desigual, formado a base de canto y tierra. En el extremo de la irregular perspectiva el terreno se elevaba ligeramente para formar un monticulo rocoso. Era una zona extremadamente lata y arida, sin restos de yerbajos o ratizos. Para descansar de la caminata, nos sentamos un momento mientras reelaborabamos sugestiones e iniciativas. Nuestra incipiente aventura se frustraba y los animos se enfriaban a la vez que los ateridos cuerpos. Permaneciamos todavia sentados sobre el frio suelo, ajenos a la incomodidad, como si el tiempo se hubiese inmovilizado y nosotros estuvieramos cautivos de el. Nadie acerto a definir un proyecto que nos sedujera, por lo que nos incorporamos y enfilamos el camino de regreso. Estabamos lejos de sospechar que esa andadura aparentemente residual nos conduciria directamente a lo que, para Jeronimo y para mi, constituiria, muchos anos despues, un destino inesquivable, plagado de sugestiones, incertidumbres y sobresaltos. El punto de encuentro con el se encontraba en las afueras mismas de la ciudad, no muy lejos de nuestro instituto. Se trataba de un viejo, aunque robusto, edificio, construido en piedra, de amplias dimensiones, cuya fachada principal, sobria, sin aditamentos, estaba horadada por sendas aberturas sin trazos decorativos. Solo el vano de la puerta, en forma semiesferica, se permitia un cierto ornato, al rodearla con una linea de impostas, como si la forma curva pudiera provocar osada perturbacion en la tarea contemplativa, y se quisiera paliarla con el simbolico e inmediato cerco de lineas rectas, hechura de una existencia que no se permite la duda. Todos los vanos estaban oportunamente cegados. Incluia el edificio en uno de sus laterales airosa torre de tres cuerpos, el superior de los cuales aparecia trepanado a cada lado por una ventana, de dimensiones mas pequenas que las de la fachada. Quiza en tiempos pasados la atalaya rematara en forma de terraza almenada, pero ahora mostraba cubierta de teja, con la indudable finalidad de dar servicio a ese espacio suplementario. La singularidad del accesorio fue la que dio nombre al edificio, que en la ciudad se conocia popularmente como <>. Estaba rodeada por un amplio terreno, ahora arenoso, con un exiguo resto de miseros arbustos, que en tiempos debio de constituir el jardin de la peculiar mansion. Cercano a la edificacion se encontraba un pozo de amplia embocadura, hermeticamente protegida con tapa metalica, oportunamente candada. Sobre el brocal, se erigia un arco de hierro, en funciones de cigonal, que remataba airosamente el circulo de piedra. El senorial conjunto estaba resguardado por un tapial de mamposta, como de metro y medio de altura, sucio, destrozado en varios puntos, con apenas restos de su antiguo enlucido. La cancela de hierro que ocluia el lugar, de planchas en la parte inferior y de verja en la superior, rematada a modo de lanzas que apuntaban al cielo, estaba oxidada, con costurones como cicatrices que hendian la ferrea piel y mostraban sin piedad los desgarros seculares. A saber cuando dejo de cumplir su funcion la cerradura que aparecia medio desencajada del cuerpo de la cancela. Tal era el estado de abandono que, cuando pretendimos mover la pesada puerta para acceder al interior, los agarrotados goznes se negaban a girar; solo despues de un vigoroso esfuerzo conjunto conseguimos entreabrirla, entre el agudo rechinar del mecanismo, quejoso del imprudente trato. El companero que propuso adentrarnos en los terrenos de la obsoleta mansion hizo saber que estaba deshabitada desde muchos anos antes y que podiamos deambular por alli sin cuidado alguno, como si estuvieramos en la calle. Asi lo hicimos, intentando abrir la tapa del pozo para husmear en su interior, pero el grueso candado impidio nuestros propositos. Nos acercamos al palacete y tocamos con admiracion sus grandes sillares, heridos en varios puntos por la inclemencia del tiempo. Los mas cercanos al suelo eran los que mostraban mas desperfectos, habiendo perdido parte de su volumen, desmoronandose con facilidad en cuanto se hurgaba en ellos. Fue en este curioseo cuando descubrimos que, en la parte posterior del edificio, una de las piedras limitrofes con el suelo estaba desencajada y dejaba una hendidura, estrecha y oscura. Del inquieto grupo estudiantil surgio al instante la impertinente pregunta acerca de que habria en el interior. --Eso lo podemos saber ahora mismo. El que hablo fue Jeronimo, y su iniciativa nos permitio conocer su audacia y decision. Aparto a los que estabamos cerca de la abertura siniestra y la observo con detenimiento. Jeronimo era muy alto, con estructura fisica atletica y rasgos de cara armonicos y finamente delimitados. Me repugnaba apreciar la belleza masculina, asi que preferi pensar que las mujeres considerarian a Jeronimo como un hombre muy guapo. Se peinaba con raya al lado, en una epoca en que los chicos soliamos dirigir el pelo hacia atras. Como marca visible, mostraba en la mejilla izquierda, junto a la patilla, un lunar en forma ovalada, como de un centimetro y medio de largo; lo que en otro hubiera quiza supuesto un defecto natural, constituia en el un motivo mas de atraccion. Sin decir palabra alguna, se despojo del abrigo, que me alargo para que lo sostuviera. No tenia importancia aquel gesto, ya que era el companero mas cercano; pero me lleno de orgullo, porque, de algun modo, me hacia participe de la aventura que iba a protagonizar. Despues rebusco en los bolsillos y extrajo una caja de cerillas, que tambien me dio, con el encargo de que se la facilitara cuando estuviera dentro. Su voz era suave, agradable, sin rastro de nerviosismo o vacilacion. La decision de Jeronimo nos parecia a todos, mas que valerosa, temeraria. Causo tal impacto en mi que solo me atrevi a decirle que tuviera cuidado. Era tanto como animarle a seguir, para que no se frustrara nuestra curiosidad. Jeronimo, con admirable tranquilidad, introdujo las piernas en el agujero, ocupando totalmente el perimetro de este. Era imposible que el ampuloso pecho de Jeronimo cupiera por alli. ?Y si el valiente companero quedaba ocluido en medio del orificio, sin poder entrar ni salir? Este pensamiento me agobio durante un momento, el preciso en que Jeronimo, con admirable flema, dijo: <>. Expulso el aire para comprimir el torax y dio un fuerte impulso hacia abajo. Acontecio lo que me temia: pese a su prevision contractora, el pecho ocupaba todo el escueto espacio y no era posible deslizarse por el. Fueron unos segundos comprometidos, en los que algunos cambiamos angustiosas miradas, que traslucian el pensamiento aterrador de que nuestro companero quedara eternamente aprisionado. No seria el primer caso. Recorde, al efecto, la fachada sur de nuestro templo catedralicio, en una de cuyas ventanas, escueta y cegada, sobresalia el busto en piedra de una figura humana. Segun la leyenda, se trataba de un intruso que se introdujo en el templo con intencion de robar. Al ser descubierto, quiso huir por la escueta ventana, pero su fuerte complexion corporal le impidio traspasarla, quedo atrapado y, como castigo divino, convertido en piedra. Era una leyenda que a los muchachos nos espantaba, sin que prejuzgaramos el hecho sorprendente de que la carnalidad de un hombre fuera trastocada en petrea materia. !Pero si lo decian nuestras madres es que era verdad! En la ocasion presente, viendo a Jeronimo aprisionado en el agujero, sin posibilidad de moverse, recorde la siniestra leyenda catedralicia y me horrorice. Como portavoz autorizado por el hecho de sostener el abrigo de nuestro heroe, di un paso adelante y grite con desesperacion: --!Hay que hacer algo, antes de que se convierta en piedra! Los demas companeros me miraron estupefactos, sin comprender lo que queria decir. Tambien Jeronimo, desde su incomoda postura, me dirigio una mirada intencionada, cargada de ironia. Era evidente que conocia la leyenda del ladron, porque me dijo: --No te preocupes, que yo no me voy a quedar aqui eternamente. Lo expreso con desparpajo, como si estuviera disfrutando con la situacion. Tan pronto como termino de hablar, extendio los brazos hacia arriba para facilitar el resbalamiento, dio un fuerte impulso hacia abajo y desaparecio bajo tierra. A partir de ese momento, se produjo entre los que estabamos fuera un silencio respetuoso, como si temieramos que el companero hubiera desaparecido para siempre, devorado por las fauces siniestras de algun monstruo subterraneo. A impulso del miedo y la curiosidad, me acerque a la siniestra boca. Solo veia oscuridad. En esa posicion indagatoria y temerosa estaba cuando del antro surgio una garra, seguida de un grunido sobrecogedor: Lance un alarido de terror y pedi auxilio a los companeros, con voz angustiosa. Antes de que pudieramos reaccionar, se escucho una risita sarcastica y la voz de Jeronimo en tono de guasa: --Soy yo, hombre. No seas cobardica. Acercate y dame las cerillas. Fingi suficiencia y valor, como si mis anteriores palabras hubieran sido tambien expresion de broma. Pero mi corazon latia todavia sobresaltado. Introduje la mano en el orificio con la cajetilla. Al instante, senti como me la arrebataba Jeronimo desde dentro para, a continuacion, tirar con fuerza de mi brazo. Yo solte una risa forzada, aunque interiormente no las tenia todas conmigo.

  • Economia Para Andar por Casa de Aa. Vv

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    ?Por que sube la gasolina? ?Son de fiar las empresas que nos ofrecen refinanciar nuestras deudas? ?Como me afecta la reforma laboral? ?Que son los fondos de inversion? ?A que edad es recomendable hacer un plan de pensiones? Cada dia desde que nos levantamos nos enfrentamos a un sinfin de cuestiones que tienen un trasfondo economico: desde la luz que ilumina nuestro hogar hasta el combustible que utilizamos para desplazarnos, los impuestos que pagamos y los servicios que contratamos con los bancos. Un afamado economista y tres reconocidos periodistas han hecho el ejercicio de sintetizar las dudas mas comunes que afectan a cualquier ciudadano para convertirlas en preguntas que se responden de forma sencilla y clara, aclarando conceptos y desmontando topicos. El resultado es una obra de lectura obligada para todos aquellos que quieran saber que ocurre con su dinero y como funciona la economia.

  • La Metamorfosis de Franz Kafka

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    La metamorfosis relata la peripecia subterranea y literal de Gregor Samsa, un viajante de comercio que <>. En pocos libros de Kafka queda tan explicito y tan nitido su mundo como en La metamorfosis, en la que el protagonista, convertido en bestia, sumido en la mas absoluta incomunicacion, se ve reducido cruelmente a la nada y arrastrado inexorablemente a la muerte. Otros escritos de Kafka desarrollan rigurosas variaciones paralelas, desmenuzan inexorables pesadillas, asignan obsesiones enigmaticas a personajes desorientados y vencidos, pero tal vez sea La metamorfosis la narracion que mejor expresa al <>. De ahi que merezca la calificacion unanime de obra perfecta y obra maestra, un texto decididamente superior en el panorama de la literatura universal del siglo XX.

  • Una fea encantadora de Eva Benavidez

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    Lady Clara Thompson esta en su ultima temporada social y es considerada una fea en toda regla. Resignada a ser un florero en cada velada y a punto de convertirse en una solterona, solo desea cumplir el sueno que acaricia desde nina: Ser escritora.
    Cuando en un baile conoce a un apuesto caballero, Clara queda obnubilada por el; aunque pronto su arrogante personalidad la desencanta. Pero al descubrir su intencion de comprometerla en matrimonio, luchara por conservar su libertad.
    Marcus Bennet, a sus treinta anos y como segundo hijo del Marques de Somert, esta acos-tumbrado a vivir una existencia libre y sin presiones. Su unico proposito es el disfrute de los placeres carnales y los beneficios que le da llevar una vida desenfrenada. Lo que le ha valido ganarse el apodo <>.
    Cuando Marcus se convierte, inesperadamente, en el Conde de Lancaster, debe enfrentar-se a un importante obstaculo: perder su reciente posicion y riqueza, o aceptar casarse con una mujer a la que no desea. Sin embargo, no siempre se pueden manejar las riendas del destino y, cuando menos lo esperas, este puede deshacer hasta el plan mas elaborado.
    Juntos se sumergiran en una guerra de voluntades, en la que intentaran salvar su solteria.
    Sin percatarse, perderan la batalla del amor y el botin sera sus corazones.

  • Guerreros de Iberia de Benjamin Collado Hinarejos

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    <> Pompeyo Trogo. Poeta galo-romano del siglo i a.C. La antigua peninsula Iberica estuvo poblada por poderosos y muy diversos pueblos que tenian como rasgo identitario comun hacer la guerra. Desde los iberos hasta los lusitanos, pasando por los celtiberos, los vettones, los vacceos o los cantabros entre otros, todos luchaban por defender su estatus social y territorio en guerras internas o, por lo que son mas conocidos, contra el invasor romano. Este libro, una relevante investigacion sobre el mundo de la guerra en Iberia, con un relato riguroso y vibrante al mismo tiempo, muestra al lector de forma unica su manera combatir, el armamento que utilizaban, su organizacion en la batalla y, tambien, la arqueologia del campo de batalla que ha llegado hasta nuestros dias y que nos permite conocer mucho mas de aquellos excepcionales pueblos que marcaron profundamente la historia de Iberia.

  • Petra Ramos. Heroina anonima de Guillermo Frontela Carreras

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    Es una historia de amor, sacrificio, intrigas, traiciones, espionaje, pasiones y patriotismo, inspirada en hechos historicos, en epoca de la Guerra de la Independencia entre las ciudades de Segovia, Sevilla y la Isla de Leon (Cadiz).
    Narra la vida de Petra Ramos, mujer noble, inmensamente rica, poseedora de mas de quince casas, huertos, molinos, vinas y rentas de granos, que abandona su ciudad y todas sus propiedades para seguir a su marido, Mariano Gil de Bernabe, profesor del Real Colegio de Artilleria de Segovia, y a su hijo Dionisio de 14 anos, cadete de ese Colegio, cuando este es evacuado, a causa de la ocupacion francesa, en busca de una ciudad segura donde continuar la docencia.

  • Secretos de hielo de Marta Sebastian Perez

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    ?Puede cambiarte la vida en 15 dias?

  • La Importancia de llamarse Ernesto de Oscar Wilde

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    Gran Bretana, 1890. Jack tiene un secreto. Por un lado, disfruta de una vida tranquila y respetable en el campo, donde ejerce como protector de la bellisima Cecilia. Pero, por otro, cuando necesita ciertos alicientes, se escapa a Londres, donde se hace pasar por su imaginario hermano Ernesto Worthing, un hombre tan disoluto y extravagante como su intimo amigo Algy. Sin embargo, el objetivo de su ultimo viaje a Londres es proponer matrimonio a Gundelinda, la prima de Algy. La chica, que ignora la identidad de Jack, acepta la propuesta; pero su madre, la temible Lady Bracknell, que tiene otros planes para su hija, descubre la verdad sobre el origen social de Jack: que, siendo un bebe, fue hallado en una bolsa abandonada en la Estacion Victoria. Mientras tanto, Algy, aprovechandose de la preocupante situacion de su amigo, decide visitar a Cecilia. Cuando se presenta como Ernesto, descubre encantado que Cecilia hace tiempo que suena con casarse con el hermano errante. Pero, cuando Jack regresa con la noticia de que su hermano ha fallecido, las cosas empiezan a complicarse seriamente.

  • Dejame cuidarte de Maria Beatobe

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    “Dejame cuidarte” Marta es un chica bohemia, dedicada al arte de la pintura, con un pasado que le atormenta y es incapaz de contar. Por casualidades de la vida tiene que compartir piso temporalmente con Lucas, un fotografo reconocido fuera de Espana, bastante vacilon y sexy que va a hacer que su vida y su corazon den un vuelco. Pero su secreto del pasado no la dejan avanzar. ?Conseguira Lucas enamorarla y que supere esa mala experiencia?

  • Cautiva de una Mentira de Emma Gigan

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    Alexia jamas se planteo que, cuando se casara, en su matrimonio no existiese el amor.
    Su padre, harto de esperar, decidio poner en el camino de su hija a un hombre que la hiciese renunciar a su rebeldia y desobediencia.
    El elegido para llevar a cabo sus planes, sera Lord Jacob Sherwin. Un hombre que se juro a si mismo, tras la muerte de su prometida, que ninguna otra mujer ocuparia jamas su lugar.
    El exitoso plan, consigue que acaben unidos en un tormentoso matrimonio que pronto les hara sufrir por las innumerables diferencias surgidas. A pesar de todos los obstaculos que se alzan ante ellos, Alexia debera rescatar a Jacob de su frio y autodestructivo comportamiento, si quiere conseguir su anhelado deseo de vivir feliz junto a su esposo.

  • Mano grande, mano pequena de Basajaun

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    Tras la aparicion del cadaver de un cura, horriblemente mutilado, dos hombres se entregan a la justicia. Durante la investigacion llevada a cabo por la guardia civil, cada uno de ellos contara lo que sabe al teniente que les interroga, un hombre cruel que ve como, por momentos, las declaraciones de los detenidos van mas alla de lo que el mismo se hubiese podido imaginar jamas. . . llevandole a vivir el que sera el peor dia de su vida.Abusos de poder, sucesos paranormales, venganza y honor perdido, se dan cita en esta pequena historia. Una historia banada en sangre que emerge desde las entranas de la Espana mas negra, seca y polvorienta. Una pequena historia que transcurre en un recondito lugar, vivo reflejo de una Espana olvidada por muchos, y que solo pretende ser un homenaje a los hombres y mujeres de esa Espana que, azada en mano, arremetian contra sus propias penurias regando la tierra con el sudor de su frente, y tragaban sus miserias con vino y orujo. Un homenaje a los heroes de verdad.

  • Cuando tu y yo rompimos de Shirin Klaus

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    Ya he vuelto --anuncio Carlos al entrar en la suite. Cerro la puerta tras el y avanzo hacia la zona del salon--. Ha estado genial, !he pescado un atun! !Menuda pieza! Me han echado una foto y me la van a mandar al movil. Vas a alucinar cuando la veas. Al llegar al salon, lo encontro vacio y fruncio el ceno. --?Marisol? No hubo respuesta, pero aun asi siguio hablando mientras caminaba hacia la habitacion. --?Sigues en la cama? Pense que ya estarias mejor. En el dormitorio, no obstante, tampoco habia ni rastro de ella. La cama estaba tan bien hecha que quedaba claro que la habian hecho las limpiadoras a primera hora de la manana. Pero eso no era posible, ?no? Habia colgado el cartel de <> porque Marisol ese dia se encontraba mal y se habia quedado en la cama en lugar de ir a la excursion con el. Una bombillita del color de la traicion se encendio en su cabeza. --Ya veras, ya... yo me trague ese espectaculo de baile tradicional --murmuro mientras se dirigia hacia la ducha. No cabia duda: lo de sentirse mal tan solo habia sido una excusa para no ir de pesca con el. Podia entender que no le entusiasmase mucho la idea de pasarse seis horas en un barco, pero sabia que era importante para el, porque desde pequeno su padre le habia inculcado el amor por aquel deporte. !Ademas, era una actividad muy extendida entre los turistas! !El no era el unico raro! Le habria encantado que compartieran aquello... <> !Que cabrita! Ya se la devolveria, ya... Al terminar de ducharse, se seco y se puso comodo. --?Marisol? --llamo al salir del bano, pero siguio sin recibir respuesta. ?Donde estaria? Busco su movil por la habitacion para ver si le habia enviado algun mensaje, pero no lo encontro. Que extrano, juraria que lo habia dejado cargando en la mesita, pero alli no estaba. Trago saliva al pensar que quiza Marisol lo habia estado usando. ?Y si hallaba aquellos mensajes de la noche anterior? No le habia dado tiempo a borrarlos... No, Marisol no iba a encontrar nada porque su movil estaba protegido con contrasena precisamente para eso. Tenia que estar por ahi, en algun lugar de la suite. ?Tal vez en el salon? Iba a salir del dormitorio cuando algo en el escritorio llamo su atencion. Alli estaba su portatil, que si seguia donde el lo habia dejado esa manana, pero sobre este habia una nota manuscrita y un pendrive. Retrocedio y cogio la nota, donde podia leerse <>. Supuso que era la letra de Marisol, aunque, como no llevaba firma, no estaba seguro. Con las nuevas tecnologias, nunca habia visto su letra. Bueno, no era del todo verdad; tenia que reconocer que Marisol todavia usaba notas escritas a mano para posits, agendas y listas de la compra, pero, como no iban dirigidas a el, nunca se habia parado a mirarlas con detenimiento y, menos todavia, a estudiar su letra. Pero tenia que ser su letra, ?de quien, si no? Dudaba de que algun trabajador del hotel hubiera entrado en la habitacion para dejarle un pendrive y una nota que decia <>. Salvo que hubiese algun acosador rondando por los pasillos del establecimiento, aquello era idea de Marisol. Encendio su ordenador y, mientras este arrancaba, fue hasta el salon y lo registro para ver si daba con el movil, pero nada. De hecho, estaba todo ordenadisimo e impoluto, casi como si la suite estuviera por estrenar. Regreso al dormitorio y se sento delante del portatil con la esperanza de que aquella dichosa memoria USB le diera alguna pista sobre donde estaba Marisol. Tras meter la contrasena, inserto el pincho y se le abrio una carpeta en el ordenador. Contenia un unico archivo, un ejecutable. Lo clico, la pantalla se puso en negro un segundo y despues reaparecio el escritorio y se abrio un reproductor de video que ocupo toda la superficie. --Hola, Carlos. Era ella, hablandole desde la pantalla del portatil. No reconocio el fondo, pero debia de haberlo grabado antes del viaje, pues no estaba tan morena como tras aquellos dias de descanso en la playa. --Si estas viendo esto es porque estoy muerta. ?!!!Como!!!? ?!!!Que!!!? ?!!!Cuando!!!? --Que no, hombre, que es broma. Sigo vivita y coleando. Solto todo el aire que habia retenido en los pulmones sin darse cuenta y le lanzo una mirada furibunda a la Marisol de la pantalla. Ojala las miradas mataran a las versiones ciberneticas de las novias. --Lo siento si te he asustado, era para suavizar un poco el ambiente, porque lo que voy a contarte ahora es un poco... en fin... complicado. Marisol bajo la vista y miro algo que quedaba fuera del encuadre. Carlos se fijo entonces en que estaba sentada en una silla de oficina, ?estaba mirando algo que tenia sobre la mesa? Tal vez un guion, unos apuntes o... Era una cajita de terciopelo y la reconocio en cuanto Marisol la levanto. No necesitaba que la girase para saber que dentro habia un anillo de pedida, pero aun asi los fotogramas mostraron como su novia le daba la vuelta a la caja y le mostraba el contenido. --He encontrado esto. !Madre mia, que pedrusco! --Se rio, nerviosa--. Asi que vas a pedirme que me case contigo... !guau! No se que decir. Bueno, si lo se, pero tendras que esperar para saberlo. Volvio a girar la caja y se quedo mirando el anillo durante varios segundos de silencio. Entonces la dejo sobre la mesa y, segun pudo intuir por los movimientos de sus hombros, la hizo a un lado. --Antes de... antes de dar este paso, tenemos que hablar. No te va a gustar, pero no hay mas remedio. Carlos se devano los sesos pensando en que podria contarle. ?Que seria tan gordo como para decir la temida frase de <>? Quiza si que habia conseguido saltarse la seguridad de su movil y sabia lo de Ana, o tal vez lo habia oido hablar con su socio Luis aquella vez en la que... Un torrente de posibilidades cruzo por su mente en tan solo unos segundos, pero, cuando finalmente Marisol hablo, lo hizo sobre un tema totalmente diferente a los que barajaba. --Bueno, he dicho hablar, pero lo cierto es que lo que quiero hacer es confesarme y he pensado que esta es la mejor forma. Llamame cobarde, pero... es que no puedo hacerlo a la cara. Carlos fruncio el ceno, intrigado. ?Aquello no iba sobre el, sino sobre ella? Entonces podia respirar tranquilo, porque, mientras no fueran sus trapos sucios los que fueran a airearse, el seguia controlando la situacion. --No he sido del todo sincera contigo. ?Recuerdas cuando tu y yo rompimos, cuando pasamos todo un verano separados? Pues no te he dicho la verdad sobre lo que hice. ?Como?, ?iba a hablarle sobre lo que hizo los meses que estuvieron separados? Que mas daba, era historia. --Tu me has contado todo lo que hiciste, que estuviste con... esa. <> debia de ser Ana, pues era la unica de la que Marisol tenia conocimiento (al menos que el supiera), aunque la verdad era que aquel verano habia estado con dos: Ana y una mujer que se le habia puesto en bandeja durante su viaje a Londres. --Yo te explique que no habia estado con nadie, pero no es cierto. Y necesito contartelo porque ahora, sabiendo que vamos a casarnos, me siento tan culpable... Prometimos ser sinceros cuando nos dimos una segunda oportunidad y yo no lo fui. Y ahora me da miedo guardarme este secreto, que nos casemos y que despues salga todo a la luz y no puedas aguantarlo... ?Que se suponia que habia hecho? Si se habia acostado con un tio, era sexo y punto, ?que mas daba? Podia perdonarselo; a fin de cuentas, no le habia sido infiel porque no estaban juntos en aquel momento. Por sus palabras, no obstante, Marisol parecia creer que habia hecho algo terrible, como si hubiera matado a alguien. Marisol tomo aire en la pantalla y despues dijo: --No se si habras intentado darle al <> para detener el video, pero, si no lo has hecho, te informo de que no puedes hacerlo. Tu ordenador estara bloqueado hasta que se termine de reproducir esta grabacion. Lo siento, carino, pero de verdad que necesito que visiones esto hasta el final. No podre darte el <> con la conciencia tranquila hasta que lo veas, hasta que lo sepas todo. Si despues de esto deseas que rompamos, lo entendere, pero mejor ahora que dentro de unos anos. Carlos probo a pausar la reproduccion, pero, tal como Marisol habia afirmado, el ordenador no reaccionaba y el video seguia reproduciendose. Ni tan siquiera podia minimizar la pantalla. Pero ?que narices...? --Cuando rompiste conmigo, me cabree mucho contigo, y mas cuando supe que lo hacias porque tenias a otra. Pense en un millon de cosas que podia hacer para que me lo pagaras, pero no me atrevi a nada. Fue entonces cuando me entere de que no solo tenias ya a otra, sino que, ademas, la habias estado teniendo desde hacia meses. !Meses! Me enfade como nunca en mi vida y quise devolvertela. Queria recuperar todos esos meses perdidos en los que yo solo estaba contigo mientras tu te tirabas a otra. >>Use tu tarjeta de credito para reservar un viaje a Ibiza. Segun habia oido, era el lugar perfecto para perder la cabeza y !madre mia si lo es! Nada mas registrarme en el hotel, la recepcionista me informo de un servicio exclusivo que ofrecia el establecimiento: una aplicacion para ligar. Como Tinder, Meeting y otras aplicaciones parecidas, solo que con los clientes del hotel. Como vio que me hospedaba sola, supuso que era la clienta perfecta. Bastaba con meter una foto, intereses, gustos y cosas asi, y podias ver a otros huespedes que tambien estaban solteros y buscaban... ?una relacion? Eso suena demasiado serio. Lo cierto es que lo que buscabamos todos los que nos inscribiamos era sexo. Basicamente. Con unas copas antes, un baile en la pool party para amenizar la tarde... pero, al acabar la cita, lo importante era follar. >>Fui una promiscua, Carlos. Perdi totalmente la cabeza. Y necesito que me perdones, a u n q u e , p a r a e s o , a n t e s t e n g o q u e c o n t a r t e m i s p e c a d o s.

  • Y si tu me olvidas (Alana 1) de Iris Romero Bermejo

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    Primera entrega de la trilogia <> que hara las delicias de los lectores.

  • Las puertas de lo posible de Jose Maria Merino

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    "Este es un libro literario y no sociologico ni historico -?pero como se podria llamar "historico" a lo que todavia no ha sucedido?- y ademas que, segun el, ese futuro, visto desde nuestro pasado, no puede dejar de ofrecer una maciza simultaneidad temporal. Lo importante, y sigue hablando el, es que podamos barruntar las grandes lineas del clima sentimental y moral dominante, porque lo cierto es que en esos anos futuros no habra grandes cambios, sino una profundizacion cada vez mayor en aspectos que ya estan presentes en nuestro tiempo, y todos ellos se recogen, segun el, en los textos de este libro". Eduardo Souto Dentro de doscientos, trescientos, quinientos anos, el ser humano tendra colonias en Luna, en Marte, en Venus… y las maquinas se habran desarrollado hasta extremos asombrosos, pero eso que ahora llamamos "sector publico" sera cada vez mas endeble, continuara creciendo la exaltacion de ciertos fundamentalismos, habra fuertes restricciones energeticas y seguira deteriorandose el equilibrio biologico del planeta Tierra, lo que producira, paradojicamente, grandes beneficios empresariales. Surgiran nuevas profesiones -polinizadores, guardianes del agua, coordinadores de diversos tipos de robots…- pero tambien seguira habiendo futbol, peritos de seguros y buscadores de antiguedades tales como los libros.

  • El Indiano de Maria Montesinos

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    Hector Balboa, un indiano enriquecido en Cuba, regresa al cabo de los anos a Espana con la intencion de reconciliarse con su pasado e introducirse en los influyentes circulos economicos e industriales de la sociedad de 1883. Llega rebosante de planes de progreso y con la esperanza de hacerse un sitio respetable en su tierra natal, Santander. Sin embargo, pronto se dara cuenta de que para formar parte de esa sociedad debera aceptar sus rigidas reglas y acordar un matrimonio ventajoso con alguna joven casadera que le abra las puertas a los grandes negocios forjados entre los politicos, empresarios y aristocratas que se dan cita cada verano en Comillas.
    Balboa no dudara en sacrificar el amor a sus propias ambiciones personales hasta que se cruza en su camino la obstinada Micaela Moreau, una joven solterona de Madrid, empenada en cambiar el destino de las ninas sin educacion y al mismo tiempo, defender su libertad e independencia frente a los designios marcados por su familia.

  • El guardes silente (El librero de toledo 2) de Manuel Peitado

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    Han pasado cinco anos desde que Domenico, nuestro joven protagonista,ingreso en un centro psiquiatrico para expiar sus culpas y cancelar su deuda con la sociedad. La Espana con la que amanecera, nada tiene que ver con aquella que dejo en 1.975. Su liberacion nos hara plenamente conscientes y participes de la inminente justicia, que irremisiblemente llegara a todos los que propiciaron muertes sin sentido, con un desproposito lleno de impiedad y locura. En esta segunda entrega, el protagonista no dudara en adentrarse en los ambientes mas sordidos de la epoca y nos hara vibrar, sufrir y disfrutar con sus andanzas que nos deja expectantes, esperando su destino que hacemos nuestro. Personaje querido y odiado que, gracias a su autor, sigue sin dejarnos indiferentes y que nos lleva de la mano hasta las profundidades de un final inesperado y, quizas, fatal. Domenico, hombre sadico y nino desvalido fuertemente influenciado por los conflictos de su entorno, emprendera una lucha encarnizada contra aquellos que creen que gozan de un poder omnimodo que les permite burlar las leyes y dar justicia a su capricho. Manuel Peiteado aborda asuntos tan delicados como la pederastia, la homofobia o mismamente el sado, que no dejara indiferente al lector. Novela trepidante que seduce y enamora por su ritmo, escrita sin artificios y en la que la intriga va in crescendo a lo largo de sus paginas.

  • La semilla (Los casos de la agente Utrilla 1) de Luis M. Nunez

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    La agente de policia Lucia Utrilla esta a punto de descubrir que el ultimo caso de asesinato que se le ha asignado esconde una realidad mucho mas siniestra y oscura de lo que parece a simple vista.
    En su investigacion, topara con aliados y enemigos capaces de dominar fuerzas mas alla del entendimiento humano y comprobara que existe un mundo de locura y horror escondido tras el nuestro, viendose implicada de manera personal y peligrosa en las conspiraciones de una criatura blasfema y poderosa.
    Su vida, su familia y su cordura dependeran de lo acertado de sus decidiones frente a un enemigo implacable.

  • Un tiempo nuevo de Elizabeth Jane Howard

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    No pasa nada en la vieja y senorial casa de campo de los Cazalet y resulta que pasa todo>>. FERNANDO R. LAFUENTE, ABC <>. ROBERT SALADRIGAS, La Vanguardia <>. S. SANCHEZ-REYES PENAMARIA, Zenda <>. HILARY MANTEL Estamos en 1945, la guerra ha terminado. El momento, tan anhelado por los Cazalet, ha llegado finalmente, pero una Inglaterra atormentada por las privaciones y la desintegracion del Imperio ensombrece la emocion por la noticia.

  • Trazos del corazon de Jezz Burning

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    En Trazos del corazon encontraras seis historias de amor: historias de leyendas, de misterios, de excarcelacion, de deseos, de anhelos, de superacion. Seis relatos muy distintos entre si pero con un nexo comun: el amor.
    Ven a conocer a Rodrigo e Ines y un amor inconfeso, maldito y eterno; a Zucca y Nala, su tierna historia te conmovera; a Juana y Gregory cumpliendo sus deseos mas intimos; a Gabrielle y John, quienes deberan vencer a los miedos y la maldad mas terrible, la que anida en el interior de cada uno; a Carla y Alberto, y su ansiado reencuentro; y a Mina y Adrian, quienes buscaran una segunda oportunidad para ella, aunque les cueste la vida.

  • Consejos de amor (Julia), Elizabeth Harbison de Elizabeth Harbison

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  • Tess. Princesa de Mercedes Gallego

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    Tess, Maria Teresa Mendoza, regresa a su ciudad natal, dispuesta a reencontrarse con sus amigos y a comerse el mundo . Sin embargo, el azar trastoca sus planes al colisionar con unos ojos negros que la encadilan y despiertan en ella el deseo de cometer locuras. Lo que ignora es que esos ojos pertenecen a uno de los calaveras mas reputados de Veracruz, y para colmo, hijo de su madrina.
    A Juan Santacruz le cuesta dar credito a que la atractiva joven que aparece una manana en el club maritimo sea el juguete de su infancia, la <> a quien cambiaba los panales. Fascinado, se deja atrapar en una apuesta para enamorarla.
    Cuando la ingenua Tess descubre la identidad de Juan, ve en su vecino la posibilidad de experimentar, de tener un guia en el mundo del romance con la confianza de que su corazon no saldra herido. Para el, supondra la excusa perfecta de tenerla a su lado.
    Pero ninguno de los dos cuenta con que, entrando los sentimientos en danza, las buenas intenciones fracasan.

  • Travis y Emily_ El pasado imper de Abril Camino

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    Cuando las ruedas del avion tocaron con suavidad el asfalto de la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional JFK de Nueva York, Travis sintio la vieja tension de la expectativa. Las mismas sensaciones que solian embargarlo en los minutos previos a saltar al campo antes de un partido. Ilusion y nervios. Emocion y ansiedad. El habitual crujido de su rodilla derecha le recordo que el futbol era ya historia para el. Como casi todo lo que le habia parecido divertido cuando era joven. Cuando era joven. Hacia dos anos que habia dejado Nueva York para volver a Arizona, y tenia la sensacion de haberse hecho viejo desde entonces. Habia trabajado de sol a sol, al ritmo que su padre habia marcado, y ni siquiera habia buscado un lugar decente donde vivir. Pocas semanas antes de que el se instalara en Phoenix, su hermano Mark se habia mudado al rancho que la familia poseia en las afueras de la ciudad, y Travis se limito a ocupar su antiguo apartamento sobre el garaje. En el fondo de su alma, incluso sin ser consciente de ello, siempre habia sabido que regresaria a Nueva York. Sentado en el autobus que lo llevaba al sur de Manhattan, se sentia como un turista novato. Buscaba la silueta de los rascacielos sobre el East River, el sol dibujando el crepusculo de aquella tarde de final de verano sobre las azoteas de Brooklyn, el ritmo frenetico de la ciudad. Pero el no era un turista. El habia vivido cuatro anos en Nueva York y no habia vuelto a sentirse en casa en ningun otro lugar. Aquella ciudad aparentemente fria y despiadada era su lugar favorito en el mundo. Pese a los dos anos de ausencia, tardo segundos en trazar en su cabeza el recorrido que debia hacer en metro hasta el pequeno estudio que habia alquilado en el SoHo[1], a pocas manzanas de Little Italy[2]. Su hermano Preston lo habia elegido para el, teniendo en cuenta el exiguo presupuesto con el que contaba para los primeros meses. Su padre se habia tomado su desercion con deportividad y le habia ofrecido una asignacion similar a la que aun le pasaba al mas pequeno de los cuatro hermanos, Parker, pero el la habia rechazado. Queria comprobar si, viviendo como cualquier persona de su edad que empezaba en su primer empleo, conseguia sentir, al fin, que tenia veinticuatro anos. Encontro la llave sobre el marco de la puerta de entrada, donde Preston se la habia dejado, lanzo sus bolsas de viaje a una esquina del salon-cocinacomedor-dormitorio, y se rio con ganas al ver la nota que le habia escrito su hermano gemelo. Ademas de hacerle unas cuantas propuestas para las siguientes cuatro mil noches de sabado, lo informaba de que le habia comprado dos packs de Budweiser y se los habia metido en el frigorifico. A eso debia de referirse la leyenda urbana de que los gemelos se comunicaban de forma telepatica. Una cerveza, en ese preciso instante, sentado en el sofacama de su nuevo apartamento, era la perfeccion. Por desgracia, a Preston tambien se le habia ocurrido concertar una reunion fraternal, segun sus propias palabras, aprovechando que las fiestas de San Gennaro se celebraban en esos dias en su barrio. Tras cinco horas de vuelo y con la perspectiva de tener que ubicar todas sus cosas en un apartamento que cabria en la parte de atras de la camioneta que solia utilizar en Arizona, sus ganas de pasar la tarde bebiendo chianti[3] y comiendo cannoli[4] eran mas bien escasas. La propuesta incluia tambien a Parker y a su novia Amy. Travis habia conocido a Amy ese verano en el rancho familiar, donde habian coincidido todos durante una semana de vacaciones. Entre sus padres y la propia Amy habian conseguido convencer a Parker de que casarse ese mismo verano era una locura incluso para su nivel de impulsividad habitual. Pero Parker seguia siendo Parker, asi que solo lograron retrasar el enlace un ano. Ahora, tenian nueve meses por delante para organizar una boda. Un motivo mas para alegrarse de haberse ido de Phoenix y mantenerse alejado de la locura de preparativos en la que ya habia entrado su madre. Travis podia estar agotado por el viaje desde Arizona y deseando echarse a dormir, pero no enganaria a nadie si dijera que no le apetecia ver a sus hermanos. Le encantaban los dias, cada vez mas escasos, en que se reunian todos. Mark seguia en el rancho, de donde parecia que nadie podria sacarlo jamas, pero los otros tres Sullivan iban a compartir vida en Nueva York. Quiza Preston tuviera razon, y la ocasion mereciera celebrarse. Habia echado de menos a Preston los dos ultimos anos. Jamas lo diria en alto y, por supuesto, preferiria cortarse la lengua que reconocerlo delante de el. Adoraba a Mark y a Parker, pero la relacion con su gemelo siempre habia sido especial. Habian compartido amigos, deportes, locuras y tambien alguna novia. Al acabar la universidad, Preston habia aceptado la oferta de un viejo amigo de su padre para trabajar con el durante dos anos en Londres. Travis, en cambio, habia sido mas conservador y habia regresado a Arizona. Habia viajado a Londres cuatro veces en los dos ultimos anos para visitar a su hermano, y lo habia visto muy integrado en aquella ciudad loca en que los coches circulaban por el lado contrario, se bebia te en lugar de cafe, y los reyes vivian en palacios. Pero Travis lo conocia lo suficiente como para saber que el tampoco podia vivir lejos de Nueva York. Los dos llevaban dos anos sintiendo que se habian dejado un trozo de su alma en la Gran Manzana. En cuanto le surgio la oportunidad, a traves de un viejo conocido de Beta Theta Pi, de disfrutar de una beca como profesor adjunto en la misma escuela de Leyes de Columbia en la que todos los hermanos habian estudiado, Preston no dudo en cruzar de nuevo el Atlantico e instalarse en la ciudad. Durante una enajenacion mental transitoria, llegaron a pensar en compartir apartamento, pero llevaban demasiado tiempo luchando por diferenciarse el uno del otro como para caer ahora en ese error. Ademas, Preston se habia convertido en una especie de moderno al estilo europeo y se habia instalado en Brooklyn. A Travis, en cambio, no lo moverian de Manhattan ni los desorbitados precios de la vivienda, ni la incomodidad de convivir a diario con los turistas ni las mas que probables plagas de ratas a las que se enfrentaria en su viejo edificio. Cuando oyo el timbre de su portero automatico, tiro al fregadero la bolsa de hielo que se habia colocado un rato antes en la rodilla, y bajo las escaleras de tres en tres antes de recordar dos cosas: que la rodilla lo estaba matando y que un par de horas antes creia que no le apetecia demasiado ver a sus hermanos. || --Pero, ?que demonios te ha pasado, Preston? --Travis se rio con ganas de su hermano gemelo, que ya no lo parecia, con su pelo casi tan largo como el de Parker, su barba cuidadosamente desalinada y unas gafas de montura de pasta negras. --!Tu tambien no, por Dios! ?Crees que no he tenido suficiente con Parker? --Es que me esta costando mucho decidir si me horroriza mas el hermano pijo puro o el hermano pijo reconvertido en hipster --se burlo el menor de ellos. --Al menos nosotros no nos dedicamos a tatuarnos hasta los dientes. -- Travis entorno los ojos en direccion a su gemelo, con una interrogacion llena de sospecha--. ?No, Preston? --No, joder. Eso si que no. --Preston miro a su hermano pequeno y senalo el vendaje plastico que lucia en la parte interior de su antebrazo izquierdo--. ?Otro? Parker le respondio con una media sonrisa y un encogimiento de hombros, justo antes de protestar por que lo trataran como si aun tuviera doce anos delante de su prometida. --Perdona, Amy. Creo que ya intuiste este verano que no es agradable convivir con los hermanos Sullivan. --Podria llegar a acostumbrarme a vosotros. Al fin y al cabo, me toca lidiar con el mas rebelde, ?no? --Oh, si, todo un dechado de rebeldia el pequeno Park. Creo que esa imagen quedo atras cuando decidio casarse a los veintidos, por muchos tatuajes que se haga para disimularlo. --Que os jodan a los dos --respondio Parker, aunque su sonrisa contradecia sus palabras--. ?Cuando empiezas en el trabajo? --La semana que viene. Tengo tres dias para acabar de instalarme, buscar gimnasio para la rehabilitacion y emborracharme un par de veces como minimo. --?Rehabilitacion? ?Sigues con problemas en la rodilla? --le pregunto Amy, ignorando los planes de los otros dos hermanos sobre esas prometidas borracheras. --En teoria, ha mejorado con la operacion. Pero llevo dos semanas sin ir al gimnasio, y ha empezado a dolerme de nuevo. --En el gimnasio de Columbia hay descuentos para antiguos alumnos. Si quieres, me entero de como funciona y te paso la informacion --se ofrecio Preston. --Perfecto. Me queda mas o menos cerca de la oficina. --Si tu oficina esta cerca de Columbia, lo que no entiendo es por que has decidido vivir en el extremo opuesto de la ciudad. --He rechazado el dinero de papa. Asi que no me puedo pagar nada mas arriba del SoHo. --Yo pago en Harlem por un piso de dos habitaciones la mitad que tu por ese zulo --se burlo Parker. --No voy a vivir en Harlem. No te ofendas, Amy. --Su futura cunada le sonrio, quitandole importancia al comentario con un gesto de su mano--. Y, antes de que digas nada, Preston, mucho menos voy a vivir en Brooklyn. || Brooklyn, Harlem o hasta el mismisimo Phoenix ya no le parecian tan mala opcion a Travis cuando asumio que ni la cuarta parte de su impecable ropa de marca cabria en aquel piso. Iba barajando la opcion de guardar algun par de zapatos en el horno, mientras cubria caminando el breve trayecto entre su despacho y el gimnasio del campus en el que Preston le habia conseguido plaza. Se habia pasado la noche del sabado bebiendo con su gemelo y bailando en un rooftop de la Quinta Avenida, en un plan del que Parker se descolgo a ultima hora para ir a ver el musical Wicked con Amy y su hija. !Cielo santo, el mundo estaba loco! El domingo habia pagado las consecuencias de la noche anterior. Primero, tratando de echar de su apartamento, con la mayor elegancia que fue capaz de reunir, a la rubia siliconada bajo la cual habia visto amanecer; y, despues, aliviando con hielo e ibuprofeno el persistente dolor de su rodilla. La decision de retomar los ejercicios de rehabilitacion, habia asumido al fin, respondia mas a una necesidad que a un capricho. Cuando llevaba menos de media hora en el banco de cuadriceps, ya sudaba como si acabara de dar veinte vueltas a las pistas de atletismo de su instituto. De hecho, pocos anos antes, daba las vueltas que hicieran falta sin sudar como un pollo escaldado. Fue a echar mano de la botella de agua que, inteligentemente, habia comprado en una de las maquinas de los vestuarios, cuando reparo en la chica que ocupaba el banco a la derecha del suyo. Daba igual cuantos asaltos le hubiera proporcionado la rubia del sabado o cuanta intencion tuviera Travis de portarse bien en esas primeras semanas de trabajo. Tendrian que haberle arrancado los ojos para no fijarse en aquella mujer. Vestida con unas mallas largas de licra negras, una simple camiseta blanca de tejido tecnico y unas zapatillas de running, estaba tan concentrada en sus ejercicios que Travis se podia permitir el lujo de mirar sin disimulo. Pese al esfuerzo que se reflejaba en su ceno fruncido, la dulzura de su cara no podia pasar desapercibida a nadie que la mirara. Llevaba el pelo rubio -y que Travis apostaria a que era natural, para variar- recogido en un mono alto, y unos enormes ojos marrones no apartaban la vista de la punta de sus zapatillas. Cuando Travis acabo de beber, volvio a su rutina y decidio que trabajaria mas suave solo para prolongar su estancia en el gimnasio y esperar a que ella se levantara. No pensaba desaprovechar la oportunidad de disfrutar de ese culo enfundado en unas mallas brillantes como chocolate fundido. Igual de rico. Una hora despues, Travis habia perdido toda la esperanza y casi toda la dignidad, forzando unos ejercicios que estaban a punto de costarle un ataque cardiaco. Se levanto exhausto, preguntandose de donde sacaba aquella chica la resistencia. Seguro que habia entrado en Columbia con alguna beca de deporte. --Los primeros dias siempre son mas dificiles --le comento la chica del culo perfecto (ya habia decidido que no seria necesario verlo para juzgarlo), con voz dulce y sin atisbo de burla, cuando el paso por su lado camino de los vestuarios--. Pronto cogeras la forma. Travis se limito a asentir. Maldita sea. Habia quedado como un debilucho delante de una chica que no debia de tener ni siquiera edad legal para beber.

  • El mito de las dietas de Tim Spector

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    ?Por que fracasan la mayoria de las dietas? ?Por que una persona que come un determinado alimento aumenta de peso mientras otra que come lo mismo adelgaza? ?Por que, pese a todos los consejos sobre que hemos de comer, seguimos engordando?

  • Montenegro (Cienfuegos 4) de Alberto Vazquez-figueroa

    https://gigalibros.com/montenegro-cienfuegos-4.html

    La cuarta entrega de la apasionante saga Cienfuegos.

  • Contra la Pared: Y Atrevete de Francisco Correa

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    Sylvia era una rebelde.
    Sumisa en espiritu.
    Pero rebelde.
    Dificil de doblegar.

  • Con carino, Maddie de Maria Moreno

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    Cuando Maddie y su novio Andrew se mudaron a un apartamento en el barrio londinense de Bayswater, no tenian ni idea de lo que afectaria a sus vidas conocer a sus nuevos vecinos, Al, un ilustrador que vive con Sasha, un youtuber de cierto exito aficionado a gastar bromas para tener material para su canal. ?Quien hubiera dicho que una de sus bromas podria tener tantas consecuencias?

  • Culpable (Trilogia Criminal 1), Kris Buendia de Kris Buendia

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    Emily Thompson es declarada Culpable de un delito:
    El asesinato de su esposo.
    Mientras cumple su condena, lee las cartas que dejo antes de morir donde le confiesa la vida secreta que tenia:
    Un lider de El Circulo, un asesino.
    Ahora Emily Thompson esta libre y buscara a los verdaderos culpables, aunque esto la lleve a ser parte de El Circulo.
    Todo sea por cobrar su venganza.
    < Todos deben saber la verdad.
    Yo no lo mate. Yo no lo hice.>>

  • Vuelo estatico de Jaan Kross

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    ?Puede un simple fabricante de maletas convertirse en el simbolo de toda una generacion? Precisamente eso es <>, una de las mejores obras del prolifico Jaan Kross, referencia de las letras estonias y varias veces candidato al Nobel de Literatura. La novela narra la vida de Ullo Paerand, un joven con una memoria prodigiosa que se ve obligado a sobrevivir ejerciendo profesiones tan dispares como las de periodista deportivo, fabricante de maletas o miembro del gabinete del primer ministro. A traves de las aventuras y desventuras de Paerand, Kross dibuja un fresco de un momento clave del pasado reciente de los paises balticos y, a su vez, de todo el continente europeo. Pero <> no es solo la historia de Ullo, es Historia con mayusculas, la de toda una generacion que asistio impotente a la lucha por la independencia de su pais ante las sucesivas ocupaciones de diversas potencias extranjeras. Cronica viva de Estonia, este imponente drama de emigracion interior es, sin duda, uno de los mejores relatos de supervivencia jamas contados.

  • Aunque me haya ido de Mary Elise Albar

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    La vida de Lillian nunca fue facil. Las decisiones que tomo a lo largo de su vida la hicieron enfrentar consecuencias impensables para la mayoria de personas.

  • Un idilio por los pelos de Ariadna Baker

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    Siempre tuve vocacion de peluquera. Recuerdo que desde nina ya me encantaba peinar a mis amigas, incluso a mi madre, que tenia una larga melena negra como una india. Con mis pequenas manos le hacia unas maravillosas trenzas y recogidos que todo el mundo me celebraba. Las horquillas que le ponia por aqui y por alla eran casi mas largas que mis dedos. --Te veo peinando a las famosas, carino --solia decirme cuando todavia ni habia hecho mi Primera Comunion. Sus palabras me llenaban de orgullo. --?A Madonna? --le preguntaba, ingenua de mi. --A Madonna y a todas las top models y actrices de Hollywood. Ese era mi sueno a esa edad, pero mi padre tenia otros planes de futuro para mi y para mi Marta, mi hermana gemela. Con ella no tuvo ningun problema porque tenia muy claro que queria ser ginecologa, sin embargo, cuando yo termine la ESO y quise matricularme en una academia de peluqueria, me lleve el chasco de mi vida, y es que me di de bruces con un muro inquebrantable. --De eso nada, Ingrid. Quiero que mis dos hijas tengan una carrera universitaria, asi que termina el Bachillerato y ya veremos a que universidad te envio despues. --Pero ?por que? --proteste. --Porque lo digo yo, y punto --asi de tajante ha sido siempre mi padre. --Luciano, deja a la nina que estudie lo que a ella le guste --intervino mi madre. --Eso, Fabiola, tu ponte de su parte como siempre. ?Es que en esta casa no tengo voz ni voto? Cuando se ponia asi, no habia quien pudiera con el. Y eso de que no tenia ni voz ni voto... en fin. Mi padre no es mala persona, pero si de ideas fijas. En cuanto a mi madre, tiene un caracter muy blando y siempre se ha dejado llevar por el para evitar enfrentamientos, cosa que nunca he entendido. Una cosa es ser un gallo de pelea y estar a la gresca a todas horas y otra que no se impusiese en casos como este que estoy contando. Por aquellos dias me harte de llorar, viendo que no habia nada que hacer. Habia intentado hablar un par de veces mas con el, pero en ambas con el mismo resultado; cero patatero. --No te preocupes, cielo --me dijo mi madre una manana cuando el se marcho a su consulta de dermatologia a trabajar--, sabes que solo quiere lo mejor para vosotras dos. --?Es que lo vas a defender? Tu tambien sabes que quiero estudiar peluqueria, ademas, que no me veo yo estudiando una carrera. Yo no tengo el coco de mi hermana ni de cachondeo. Eso era cierto. Los libros no estaban hechos para mi y me costaba la misma vida metermelos en la cabeza. Marta era harina de otro costal. Ella disfrutaba devorandolos y siempre sacaba las mejores notas de clase, pero yo iba aprobando cada curso por los pelos. Esa era otra de las razones que me llevaban a querer ser peluquera. --A ver, hija, no es eso lo que quiero decir --prosiguio--. Me refiero a que todavia eres muy joven, estudia algo que no te resulte muy complicado y luego ya se vera. Cuando tengas tu titulo universitario en la mano, lo mismo cambias de opinion. O el. Pero hoy por hoy... tu sabes. Si, si sabia lo que queria darme a entender. A mis dieciseis anos, estando bajo el mandato de mi padre, lo tenia muy crudo. Y lo de emanciparme era inviable; con esa edad y sin ninguna experiencia laboral, dificilmente iba a encontrar un trabajo que me permitiera irme de casa para poder hacer con mi vida lo que me diese la gana. El dia que termine el Bachillerato y le anuncie a mi padre que habia decidido estudiar Enfermeria, se conformo a medias. --Pues hija, para eso, por un poco mas de esfuerzo, estudia Medicina. Hasta ahi podia llegar la broma, pense. Seis anos de carrera y uno preparando el MIR volviendome loca ya del todo. Ni de cona, vamos. Precisamente lo que yo queria era ganar tiempo. Mi plan era estudiar una carrera de cuatro anos y luego... a correr. Para entonces una tendria otra edad y mi padre no podria echarme ya el freno tan facilmente. Seguia empenada en ser peluquera tarde o temprano. --No, papa. La medicina para Marta. Ella ha salido a ti, pero yo no llego a tanto --le replique. Bueno, en realidad, Marta habia salido a los dos, porque mi madre tambien estudio en su dia Veterinaria. Ejercio como tal durante unos anos, pero un problemilla de salud que ahora no viene al caso la obligo a retirarse. El, que era consciente de que yo no estaba tan capacitada para los estudios, debio entender que era preferible que me metiera a hacer Enfermeria a que le dejase la carrera de Medicina a medias por no poder abarcar tanto. El asunto es que nosotros viviamos en un pueblecito del sur de Huelva que estaba a bastante distancia de la capital, de manera que me quedaba mas cerca la universidad de Cadiz que la onubense. Esa otra tierra a orillas del Atlantico siempre me ha llamado mucho la atencion, asi que vi ahi la oportunidad de matar dos pajaros de un tiro: pasar unos anitos en la capital gaditana y, de paso, vivir una nueva experiencia, lejos del seno familiar. Por suerte, en eso mi padre no puso ninguna objecion. --Muy bien, pues ya sabes. Ve buscandote por internet un piso de esos compartidos para estudiantes. Para ti y para tu hermana, claro. --Pero !papa! --protesto Marta. --Ni papa ni gaitas --otra vez le salio su vena mandataria--. Os ireis las dos juntas a Cadiz, asi os estimulais la una a la otra con los estudios. Mi hermana tampoco fue capaz de quitarle la idea en lo tocante a ella. Marta llevaba para entonces tres o cuatro meses saliendo con Claudio, un chaval de nuestro pueblo bastante guapo y espabilado que habia montado una ferreteria. Aunque nunca llego a decirlo, yo sabia que Claudio no era para mi padre santo de su devocion, y no porque el chaval fuera un pintillas ni nada por el estilo. Al reves, era un chico guapo, con muy buena presencia y bastante majete. Como cada uno sabe lo que hay en su casa, yo conocia bien la mentalidad de mi padre (distinta tambien en ese sentido a la de mi madre) y sabia que a el Claudio le parecia poca cosa para su hija, aunque no lo dijese. En el plan iba yo tambien por delante. Sus hijas tenian que casarse con alguien de mas nivel, esa era su pretension. Nunca he llegado a entenderlo, la verdad, pero el es asi. Ahora bien, si me hubiese visto por entonces en la misma papeleta de Marta, ahi si que hubieramos tenido un buen rifirrafe mi padre y yo. En el amor no parto peras con nadie, pero por aquellos tiempos yo no tenia pareja aun. Hasta entonces solo habia salido con un chico, hijo de un farmaceutico del pueblo, y nada mas que dos meses. En cuanto a mi hermana, tuvo que jorobarse con lo que habia, aunque tampoco era un drama: iriamos a diario a clase en Cadiz y los fines de semana tirariamos las dos para casa. Al comenzar el verano nos pusimos como locas a buscar piso. Llamamos a un monton de telefonos, pero nos encontramos con que la mayoria de las habitaciones ofertadas en los anuncios ya estaban apalabradas. Ademas, nosotras queriamos habitaciones independientes, a lo que estabamos acostumbradas desde siempre. Eso nos complicaba mas aun la busqueda. --No, si ya veras tu --decia Marta--, me veo metida en una pension. --Que exageradas eres, por Dios. Todavia queda mucho verano por delante. Asi era, pero no seria hasta finales de agosto cuando dimos con el piso ideal en el que poder vivir las dos durante nuestros anos de universitarias. No obstante, cogimos un tren y fuimos a verlo con nuestros propios ojos, que las fotos a veces enganan mucho. Aquellas le hacian justicia. El piso estaba situado en la ultima planta de un elegante edificio del paseo maritimo y tenia unas preciosas vistas al mar. En el vivia Mariola, una joven profesora de instituto. --Todo este tiempo han vivido aqui Saray y Rocio, pero ellas ya terminaron sus estudios a finales de junio y se volvieron para San Roque --nos explico --. Luego he alquilado las habitaciones por quincenas a gente de fuera, porque en esta zona se paga un paston en verano. --Tiene que ser una gozada vivir aqui todo el ano, aunque no sea en epoca de playa ?no? --le pregunte mirando absorta por la ventana. --Lo es. A mi me da igual que sea pleno invierno. Muchas mananas de domingo me bajo con el chandal y las deportivas y me voy andando por la arena hasta Torregorda. --?Donde esta eso? --Para alla --senalo con el dedo a la izquierda--. Cerca de San Fernando ya. Un dia segui y segui y me plante en La Isla. Otras veces tiro para el campo del Sur. --Parece un bloque muy tranquilo, ?verdad? --fue Marta la que se lo pregunto. --Relativamente. En verano hay mas ajetreo porque muchos propietarios tienen esto como segundas viviendas y las alquilan por temporadas, ya sabes, por semanas, quincenas... segun les convenga. Los unicos de esta planta que vivimos siempre aqui somos Elena y yo. --?Elena? ?Una pelirroja muy alta?

  • Te vere esta noche de Susana Rodriguez Lezaun

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    Una desaparicion. Una persecucion. En la guerra todos pierden.