• la medida de los heroes - Andrea Marcolongo

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  • LA MEDIDA DE LOS HÉROES: UN VIAJE INICIÁTICO A ...

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    Redescubre el poder y la emoción de los mitos griegos. ... TrasLa lengua de los dioses,Andrea Marcolongo vuelve a tender hilos entre el mundo griego y el nuestro, ...

  • Un viaje iniciático a través de la mitología griega (Pensamiento)

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  • La medida de los héroes | Penguin Libros ES

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    La medida de los héroes, libro o eBook de Andrea Marcolongo. Editorial: Taurus. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • MEDIDA DE LOS HEROES LA - Librerías Picasso

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  • la medida de los heroes - Librería Publics.

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    6 ago 2019 — Subtitulado «Un viaje iniciático a través de la mitología griega», este libro de tema marinero arranca con un par de frases que capturan ...

  • La medida de los héroes: Un viaje iniciático a través ... - Babelio

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    Críticas, citas extractos de La medida de los héroes: Un viaje iniciático a tra de Andrea Marcolongo. Este es hasta ahora el único libro que he podido leer ...

  • la medida de los héroes - Librería San Pablo

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  • La lengua de los dioses de Andrea Marcolongo

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    Este maravilloso libro, la sorpresa editorial del ano en Italia, posee el poder de despertar en cualquier persona un interes insospechado por el griego antiguo.

  • El Jefe esta prohibido de Pia Brooks

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    Capitulo 1 Llueve. No es que no me guste la lluvia, lo haria si supiera que con ello caminaria con alguien bajo las pequenas gotas para ir a ninguna parte solo por cogernos de la mano y pasar el tiempo juntos, pero si lo que tengo que hacer es encerrarme todo el dia en una oficina enorme que parece pequena de la cantidad de personas que estamos trabajando en ellas, la cosa cambia un poco. Soy una tia algo peculiar, me lo recuerdo mientras compruebo por decima vez que he cerrado el coche, siempre me ha dado panico pensar que cuando salga no va a estar donde lo deje. Como si fuera tan facil robar un coche. Me coloco el panuelo del cuello con doble nudo a pesar de que se a ciencia cierta que en cuanto haga un poco de calor me entrara un agobio tremendo mientras consigo quitarmelo. Los tacones resuenan en la entrada del edificio, tan blanca y perfecta como todo lo que alli sucede. Una compania de modelos en la que se cuida de todo, hasta el minimo detalle. No me gusta en exceso la ropa que tengo que llevar pero, entiendo, o quiero entender, que para fotografiar diosas no puedo ir de cualquier manera. Llamo al ascensor y repiqueteo en el suelo mientras estiro un poco de ambas mangas de la americana. Por fin se abre, este maldito ascensor se rompera en algun momento. Siempre tardando un siglo. Me subo y agradezco que nadie mas lo haga. No estoy a gusto en los espacios cerrados que encima quieren albergar mas gente de lo que se debe. Pone maximo seiscientos kilos, pero no hace falta apurar por el amor de dios, que la gente quedandose en quinientos noventa y nueve va con una sensacion de seguridad que acojona. En el ultimo momento alguien detiene el ascensor. Genial. Solo veo un reloj demasiado caro en un primer momento, despues, Tom Harper, jefe de la compania se deja ver. Sube sin disculparse por la interrupcion. Supongo que eso de que el edificio sea tuyo te da una autoridad prepotente. Tendremos mas o menos la misma edad, pero a mi, el, me parece mucho mas mayor. Se podria esperar de un chico de treinta anos, de muy buen ver y forrado, que aprovechase para ligar con las modelos que entran y salen de este santo edificio, pero no. Y eso, lo hace mucho mas irritante. Trata a todo el mundo como si fueramos maquinas, sin sentimientos y ademas, sin horarios. Nunca es voluntario nada en cuanto al trabajo extra se refiere. Le miro un instante. Tiene la mirada fija en su carisimo reloj, como si no entendiese por que tardamos tanto en llegar a la planta correcta. Es verdad. Estaba tan distraida en criticar mentalmente a mi extrano jefe que no habia caido en la cuenta de que no oigo ya el ruido del motor. - ?Se ha parado? -Mi voz ha tenido que sonar dos tonos por encima de lo que deberia. Tom Harper me mira evaluandome con sus grandes ojos marrones y oscuros. -Digame que no se ha parado. -Nos sacaran en unos instantes, no se preocupe. -Su voz calmada me irrita mas. Intento sacarme el panuelo de la garganta. Este espacio es muy pequeno. ?Que hay del oxigeno? ?Por que no nos sacan ya? ?Es que da igual que vaya a morir el jefe de la estupida compania? Respira, Catherine. Mi voz me habla para que intente ser racional, pero eso es imposible. ?Por que el panuelo no se quita? Mi mano tiembla un poco. -Relajese. -Las manos tranquilas y seguras del jefe me quitan el panuelo desanudando sin prisa el lio que se habia hecho. -Quite. -Necesito salir de aqui ya. Me deshago de la americana y abro los primeros botones de la camisa para que vuelva el aire en mi pecho. -Tiene que relajarse, por dios. -Su voz parece mas irritada y me pregunto si tambien es claustrofobico. No, no lo parece. Esta demasiado tranquilo. Se quita la chaqueta de su traje y aunque debe haberle costado un dineral la dobla y la deja en el suelo. -Venga. -Su mano rodea mi muneca y sin parar de intentar tomar aire le sigo. Me sienta en el suelo y pone su chaqueta detras de mi cabeza. - ?Como se llama? -No le contesto. Ni si quiera sabe quien soy y eso que hago la mayoria de las fotos que le hacen ser tan estupidamente rico. - ?Trabaja aqui o viene a alguna reunion? -Idiota. -Es lo primero que sale de mi boca y no puedo evitarlo. Voy a morir y a pesar de haber sacrificado gran parte de mi vida social por ser la mejor en lo que hago no me reconoce ni mi jefe. Si salgo con vida de esto quiza deberia reconsiderar mis prioridades. -Me aprieta el sujetador. -Lo menciono en alto mientras empiezo a ver borroso. ?No piensan ni si quiera intentar sacarnos de aqui? - ?Me oye? -Noto que empieza a trastear por debajo de mi camiseta con decision. Un minuto despues puedo subir bajar el pecho algo mejor. Ha abierto el clic del sosten. Su nariz esta muy cerca de la mia y si no estuviera tan mareada me podria fijar bien en la fina linea de sudor que enmarca su musculado cuello. -Ya nos van a sacar de aqui. -Intenta levantarse y yo necesito que siga apretando su mano con la mia asi que le retengo. Me mira con intensidad. -Hable de lo que sea. No pienses en el hecho de que estamos encerrados. O de que, por lo visto, soy un idiota. -Se sonrie un poco cuando se insulta asi mismo. -Me llamo Catherine. Soy su fotografa estrella. -Me encojo de hombros y espero solo morir asfixiada. -Pero claro, usted esta muy pendiente de ir al gimnasio y a clases de como ser un borde y ni siquiera sabe ponerme cara. -En realidad. -Se acerca tanto para contestarme que mientras que susurra a mi oido puedo aspirar su fragancia a jabon limpio y masculinidad. -No deberia hablarme asi y menos si me dice su nombre. -Se rie un poco y eso hace que me encoja. ?Es excitacion lo que he sentido? -Se que usted piensa que no, pero, saldremos de esta y se arrepentira de todo en cuanto se le pase el ataque de panico. Quiero contestarle que solo le he dicho lo que todo el mundo piensa. Que no me confunde con su sonrisa encantadora y su cuerpo mas que visible con el sudor haciendo que se transparenten sus abdominales por la camisa blanca de algodon. Pero un tintineo agudo me lo impide. Las puertas se abren y veo al padre del jefe poner mala cara. El senor Harper tampoco era muy amable con los empleados cuando estaba a cargo. Hay mucha otra gente que se preocupa por el estado de salud de Tom. La gente se arremolina y se va conforme hablan con el. Ha podido salir con mucha elegancia a pesar de tener que subir con su propia fuerza la separacion entre donde se ha quedado atascado el ascensor y el piso desde el que nos han abierto. Las voces se van alejando un poco y me pregunto por un instante si es que piensan dejarme aqui. Claro, el senorito ya ha salido. A las empleadas que nos den. -Hay una empleada abajo. -La voz de Tom Harper no expresa emocion alguna. Posiblemente me saca de aqui por cortesia antes de despedirme. Pero, ahora mismo, poco me importa. El aire esta entrando por el hueco a bocanadas hasta mi y eso, es lo unico que importa. -Senorita. -Un bombero cae dentro a mi lado. Es bastante alto y me mira con amabilidad. - ?Esta bien? -Asiento sin mucha conviccion. - ?Es claustrofobica? -Asiento mientras me tiembla un poco el cuerpo. Tengo ganas de llorar. -La saco. Sus fuertes brazos me elevan y solo tengo que darle las manos a otro bombero que me tiende las suyas cuando yo ya estoy practicamente fuera. -Gracias. -Alcanzo a decir en el momento en el que ese primer bombero, apuesto por cierto, me lanza una sonrisa al salir detras de mi. -Deberia tomarse el dia libre. Su jefe lo comprendera. -Me da una botella de agua y se va tras preguntarme varias veces si necesito algo. "Su jefe lo comprendera". !Por supuesto que no! Porque ni siquiera ha tenido la decencia de esperar a que saliera de ese ascensor. Mi reloj digital pita y me percato de la hora que es. Tardisimo. Deberia estar en la sesion de fotos que llenaran las hermosas calles para este otono. Corro como puedo por las escaleras los pisos que quedan a pesar de que deberia sentarme para recomponerme. Al llegar al piso numero once abro la puerta que da al estudio y me doy de lleno con alguien que parece estar dispuesto a romper mi nariz con su hombro. -Es usted un iman de mala suerte. -Miro a mi jefe atonita. -Me ha manchado el traje. - Observo su perfecta chaqueta con un puntito de sangre que debe haber salido de mi nariz. -Va a hacer las fotos de otono usted, senor Harper. -Sin decir nada mas doy media vuelta para irme directamente por las escaleras hacia mi coche.

  • Te prefiero a ti de Lu Basquet

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    “Haremos otra revision de los archivos”, dice Daniel, con su celular en su oreja. Esta muy atento a la conversacion. “!Carajo! Dime que no es cierto”, le pido. Aprieto mis punos y golpeo el escritorio en el salon de reuniones. Las botellas y vasos de agua casi caen al piso. Mis empleados se sienten nerviosos. Y me importa un carajo. Deberia tratarlos aun peor. Augusto Castillo, el hijo de puta que dirige la empresa de la competencia, se adueno del diseno que preparamos y lo mostro anoche como si fuese suyo. Una gran cantidad de mensajes aparecen en mi celular mientras los tecnicos de mi equipo buscan al "topo" en la empresa que dirijo. “Lo se, pero no sera suficiente”, digo en voz baja. Comienzo a sentir una ira cada vez mas fuerte, y creo que dentro de poco no podre contenerla. Tenemos solo unos quince dias para presentar nuestro dron mas reciente y avanzado. Pusimos cada detalle a punto. Los periodistas, nuestros clientes, los representantes del Gobierno y el publico en general nos esperan. Sin embargo, Respiro profundo y deshago el nudo de mi corbata. No se que rayos pasa por mi mente. Aunque intento relajarme, no puedo. Ahora entiendo lo que sentiria cualquier persona que ve como se desperdician anos y toneladas de esfuerzo. He pasado cada dia de los ultimos tres anos dedicado a este proyecto, y todo se fue a la mierda. Lo perdimos todo. Invertimos millones y millones de pesos para investigar y desarrollar el dron. Y no valio la pena. Me tope con el la noche anterior cerca de la recepcion del hotel. Quise darle un punetazo para quitar esa expresion de su cara, pero no lo hice. Por educacion solo asenti, aunque en mi mente lo imaginaba ya quemandose en el infierno. Siento que mis venas laten mientras recuerdo la expresion de arrogancia de Castillo. “Pronto surgira algun detalle”, asegura Daniel. ?Sirvio de algo lo que hice?", le pregunto. Niego con mi cara y giro para verlo. “Busco a las personas mas inteligentes del mundo, les exijo firmar contratos de confidencialidad y ademas tengo mas agentes de seguridad que el resto de la industria. “Puedes tener la certeza de que una vez que descubramos a la persona que robo el diseno…”. Me pongo de pie y camino sobre la gran mesa. Lo veo fijamente mientras me imagino poniendome las manos en su garganta hasta que quede sin aire. Se que es un gran amigo. Lo hemos sido hace anos, pero su calma y argumentacion me irritan. Siento que nada tiene sentido y el solo dice frases para relajarme. “No tienes que investigar nada. Sabemos quien lo hizo”, grito, interrumpiendolo. Camino hasta llegar a la ventana para ver la ciudad. Mi personal hace tanto silencio que no se oye ni un mosquito. Una suave lluvia y un cielo gris se asoman en el panorama. Aun cuando hubiera un sol radiante y no hubiera una nube o un arcoiris copara el horizonte, seria inutil. Estoy viviendo un infierno. “Quiero demandarlo. Ese pendejo se lo merece”, digo. Cuando giro, veo a Ana Robles. Es la lideresa de mi grupo de abogados. Intenta asentir. Quiere hacerlo. Abre su boca suavemente y toca la mesa con sus dedos nerviosos, lo que me indica que quiere darme la respuesta que espero. “Estoy muy molesta por Castillo. Lo que hace va contra la etica de las empresas que…”. La ira que siento me impide hablar con claridad. "?'Etica'? !Robo el trabajo que hicimos!”, grito. "Aunque quiero plantearle otra solucion, no hay forma de que demandarlo por sus acciones", dice, y asiente lentamente. “Asi es. Se adueno de los planos. No obstante, no habiamos obtenido la patente del diseno del dron. Eso significa que Castillo y Compania podia presentar su diseno anoche sin problemas. "Lamento mucho esta situacion". "Podriamos presentar una orden judicial”, digo despues. Jorge, el lider de mi equipo de seguridad, hace silencio. No ha dicho nada hasta el momento. Tal vez esta preguntandose si alguien de su oficina filtro el proyecto. Entonces decide aportar una sugerencia. Laura niega con su cara y noto su frustracion. “Es una posibilidad”, dice, y me ve fijamente. “Eres el jefe y puedes decidir si lo hacemos. En caso de que quieras, esto tardaria mucho tiempo, tal vez meses. Ademas…”. “No hay evidencia de que haya robado el diseno”, digo, para completar su frase, mientras siento la desilusion en cada una de mis neuronas. “Entrariamos en un juego de 'yo digo, el dice' sobre el robo del proyecto. Seria titular de todos los diarios. Recibiriamos mas mierda. Si no nos defendemos y nos mostramos como unos ninos malcriados, tendremos que aceptar que se quedaran con los contratos que pensamos que nos asignarian”. Tulio, el gerente del departamento de ventas, levanta su cara. “?Cual es el plan, jefe?”, me pregunta. ?Cual es el plan? Aunque soy el jefe, no tengo la respuesta a esa pregunta. Debo resolver el asunto, pero no se como hacerlo. Recuerdo una historia que me narro mama. Era solo un nino entonces. Una jovencita habia estado durante un dia entero preparando un pavo. Lo habia hecho para la cena. Queria impresionar a un chico con esa comida. Ademas, habia cocinado aperitivos y comprado bebidas. Se veia excelente. Llego el momento de la cena y la joven debia servir la comida principal, el pavo que habia estado cocinando desde la manana. Con su cara llena de satisfaccion puso la comida en una bandeja de plata. Los invitados abrieron sus bocas con suma impresion. No obstante, cuando se acerco al comedor, el tacon de su zapato se quedo atascado en el tapiz. Entonces no pudo sostener la bandeja. La comida se desparramo por los aires y luego cayo al piso. La atmosfera se lleno de un silencio atronador. Ninguno de los invitados se atrevia a moverse. La garganta de la chica se lleno de nudos. Era tan desdichada que no podia creerlo. Habia pasado horas frente al horno y su esfuerzo habia sido en vano. Su madre tomo la palabra. “Tranquila, hija. Echa esta comida a la basura y busca el otro pavo que horneaste”, dijo. “Haremos la presentacion. La realizaremos con el otro dron”, digo. Giro para ver a mis empleados. Estoy determinado a hacer lo que nos planteamos desde el principio. Decido hablarles con firmeza. “?Hay otro dron?”, pregunta Daniel. Veo su cara de sorpresa. “Si. Diana y su equipo han trabajado en el”. ?Como va a estar listo en este poco tiempo que nos queda?”, pregunta. Abre su boca ampliamente. “Carlos, sinceramente no entiendo. Todos sabemos que a ese proyecto le falta mucho. Hay un serio problema con el, por si lo has olvidado. Despues de estar en el aire por diez minutos, su motor se recalienta y explota. Me encargare de el, aunque tenga que trabajar todo el dia durante las proximas dos semanas”, grito. “Estara listo. Claro que si. “?Y el topo?”, me pregunta Jorge. “Debemos saber quien en nuestro equipo robo el diseno para darselos a Castillo. Si no lo hacemos, podria suceder lo mismo con el proyecto de Diana". “Deja de pensar en eso. Se que descubriremos quien es. Y cuando eso suceda, yo mismo tomare cartas en el asunto”, respondo, susurrante. Lorena habla en el altavoz del telefono de mi escritorio y su voz retumba en las paredes. “Senor Martinez”, dice. Tomo el telefono y desactivo el altavoz para que nadie mas oiga lo que va a decirme. “?Que ocurre?”, grito. “Disculpe que lo interrumpa. Lo que sucede es que…”. “Lo que sucede es que te ordene que no me interrumpieras y ahora estas haciendolo”, le reclamo, con mi voz alterada. “Asi es, y le pido disculpas de nuevo”, dice, y baja su voz. “Pero queria informarle que aca esta su… exesposa”. CAPITULO 2: CARLOS Un panico feroz se aduena de mis entranas. Es un temor atroz que me produce pensar en lo que pudo haber pasado. Siento que, si Lorena me hubiera bofeteado, habria causado el mismo efecto. Apenas puedo moverme. Mis pensamientos, sin embargo, estan acelerados. Muy acelerados. Me pregunto que sucede. Si le ocurrio algo a Antonella. Mi columna vertebral se llena de horribles escalofrios. Si. Tiene que haber pasado algo con Antonella. Ahora ya no siento ira por lo que hizo Castillo y Compania. Robaron nuestro diseno, pero no importa por el momento. “De acuerdo, saldre en un minuto”, respondo. El tono de mi voz es confuso y se mezcla con algo de tension. “Senor Martinez, lo lamento, pero ella se dirigio a su oficina. Aunque intente pararla, fue inutil. Lo espera alli en este momento”. “Entiendo”, contesto, aunque me cuesta hablar. Ahora solo ruego que no se trate de Antonella. Daniel se da cuenta de que ahora actuo de modo distinto. Busca levantarse para que me fije en el, pero solo veo la puerta para salir. Nada podria ser peor en un dia como este. Salgo del salon de juntas y entro rapidamente a mi oficina. La tension en mi espalda es terrible. Que mierda. Pensar en Antonella es algo que no puedo controlar. Intento calmarme con la imagen de su sonrisa. Decido asegurar la puerta con llave para hablar con mi exesposa en privado. Apoyo mi espalda en ella y veo fijamente lo que aparece frente a mis ojos. La silla de cuero que generalmente ocupo ahora tiene a otra persona. Es mi exesposa. Sus labios estan pintados con un fuerte tono rojo. Sobre mi mesa estan sus tacones altos. La figura de su cuerpo luce atractiva sobre la silla y el escritorio. Entonces aparece un recuerdo en mi mente. El recuerdo de sus muslos chocando con mis pelotas cuando la penetro. Pero la imagen desaparece rapidamente. Es solo un recuerdo fugaz, y me doy cuenta de que mi pene se pone flacido. Carajo. Me percato de que me hace falta tener relaciones. Muchas relaciones sexuales. “?Por que viniste, Maura? Hoy no puedo hablar contigo”, digo. Con lo que veo, me doy cuenta de que Antonella esta bien. Si mi ex tiene algo en mente, no podre complacerla. Estoy muy ocupado. Debo pedirle que se vaya. Tiene que salir de ahi pronto. Veo la hora en mi celular. “Surgio algo, Carlos, pero nunca puedes hablar conmigo”, dice. Resopla con ironia. "Levantate. Esa es mi silla", digo. La veo con molestia. “No es una broma, Maura. Solo di por que viniste”.

  • La mitad de la verdad (Fiscal Szacki 2) de Zygmunt Miloszewski

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  • Hasta que decidas regresar de Maria Laura Gambero

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    Manuel Rauch era ante todo un hombre distante y serio; un hombre aferrado a sus responsabilidades y a sus obligaciones; un hombre que desde su primer dia de vida fue tratado como el heredero de un imperio y el custodio de una gran fortuna. El accidente de su padre y el divorcio de su esposa Ana, fueron dos hechos que lo marcaron y provocaron en el profundas heridas, tornandolo mas rigido, hermetico e inflexible. Con la sola intencion de exponer las miserias de su familia para cumplir con una vieja venganza, una amenaza emerge desde un pasado que desconoce. En medio de un torbellino que pone en duda todo lo que defiende, Manuel necesitara de todo su temple para enfrentar lo que esta por descubrir sobre los origenes de su linaje y recuperar el amor de Ana sera un pilar fundamental para mantenerse entero y no dejarse doblegar.

  • Lunas de miel de Leslie Kelly

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  • Un amor tropical de Sweet Melibea

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    Megan y Ava son dos amigas que tienen practicamente todo en comun, sobretodo la ilusion cuando ganan un viaje al Caribe en un concurso de Radio California.
    No obstante, hay algo que las diferencia: el amor.
    Ava no quiere enamorarse y Megan ansia conocer a su principe azul.
    ?Que pasara cuando Byron, Erick y Osmar se crucen en las vidas de las dos californianas?
    Playas caribenas de aguas cristalinas, manjares exquisitos del lugar, risas, celos y, sobretodo, sentimientos, te esperan en esta bonita aventura.
    !Enamorate con Un amor tropical!

  • Valerie (Damas Victorianas 1) de Camila Winter

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    Norwich, Inglaterra ano 1879 En el salon del anciano conde de Gladstone se encontraban reunidos un grupo de jovenes, disertando sobre temas mundanos muy importantes y trascendentes como los misterios de la ciencia, el destino, la existencia de Dios, la politica, la filosofia y ese tema tan inquietante como era la inmortalidad. La ciencia era un tema apasionante por si y le conde Gladstone ademas de erudito, era un solteron empedernido que gustaba del sabor de esas charlas interesantes y trascendentes. Era un provocador que le gustaba hacer pensar a los demas y hacerles creer tambien que el realmente estaba a punto de hacer un descubrimiento muy trascendente y perturbador. Pero en esos momentos solo queria enriquecerse con esa charla. Sus favoritos eran el doctor Murray y su primo el joven Francis, estudiante de arqueologia e historia. Sin embargo, el joven Francis estaba algo callado ese dia. Triste. Apagado y no podia entenderlo. Se pregunto si tal vez algun problema familiar o contratiempo financiero lo tenia tan preocupado. Lo noto distinto y de pronto recordo cierto enredo amoroso con la bella hija del conde de Kingston. A la edad en que muchos hombres perdian la cabeza por una hermosa dama, su amigo Francis no era la excepcion, al contrario. --?Y que me dicen del amor, mis amigos? ?Es una invencion producto de la necesidad de tener una companera para tener descendencia o es algo profundo y duradero? --pregunto de pronto. Se hizo un silencio general. --Rayos. ?Que pasa aqui? ?Acaso esto es el club de los corazones rotos? --dijo el anfitrion observandoles con cierta malicia. --Tal vez --se atrevio a responder el joven Francis con inusitada franqueza. --El amor es un sentimiento puro y noble--dijo sir Clemens con profundo respeto. Otros dijeron que el amor era un triste invento y cosas como esas. Muy pocos hablaron bien del amor romantico. No era para menos, todos eran solterones y guardaban tristes historias del corazon. Abandonados, despreciados por no ser guapos, ricos ni encantadores. --Es asombroso como las apariencias son el mejor engano para las damas, senores. Fingir ser algo es mas importante que serlo-dijo el anfitrion. Todos estuvieron de acuerdo en eso. El joven Francis no dijo nada. Prefirio guardar silencio, pero en su mirada estaba todo y el anfitrion lo noto. Todavia estaba triste por ese amor malogrado y no correspondido. Si bien muchos se habian fijado en esa joven y habian intentado llegar a ella con sutilezas en un vano intento de cortejo, ninguno habia tenido suerte. Valerie Kingston no era como las jovencitas de su edad que comienzan a llevar a cabo la maliciosa coqueteria para atrapar un marido, muy por el contrario, vivia recluida en su mansion campestre desde su llegada de Northumbria hacia meses. Ella era como una bella flor encerrada en su huerto triste y solitario, como si una gran pena gobernara su caracter y fuera incapaz de sobreponerse. Por eso era practicamente inalcanzable para el joven Francis o para cualquier otro candidato. Claro que esas eran habladurias, divagaciones de personas que no conocian en profundidad a la senorita Valerie Kingston de Melrose house. En lo personal, sir Gladstone el anfitrion, pensaba que era una joven guapa, pero de personalidad rara. Se rumoreaba que poseia un caracter melancolico que le impedia ser sociable y alegre en la edad en que las muchachas rien y charlan y son como gorriones volando de aqui y alla, la alegria de su familia, de las fiestas y demas. Hermosas y jovenes, risuenas y coquetas. La senorita Valerie en cambio era inusitadamente seria y retraida, silenciosa. Pero muy hermosa. Bella como una flor y se decia que su escaso talento para sociabilizar y sonreir se debia a que no disfrutaba de las reuniones sociales y que las muchedumbres la agobiaban. Al igual que los caballeros que caian rendidos de sus encantos y aguardaban una senal confiable para avanzar. Y a pesar de que muchos lo intentaron, se decia que uno de los talentos de la joven era dar de calabazas a todos ellos pues no estaba interesada en el matrimonio a pesar de tener la edad adecuada. No era su prioridad, ni su deseo. Al conde le entristecia pensar que su amigo Francis habia sido uno mas. ?Que le ocurria a esa jovencita? ?Acaso era incapaz de ver la nobleza y el afecto sincero en su joven amigo? El pobre parecia triste y habia oido que sufria en silencio. Ajeno a las maquinaciones de su erudito amigo, Francis Richmond pensaba que el amor era un demonio tirano que le corroia las entranas desde hacia tiempo al haberse enamorado de una joven que simplemente no correspondia a su amor. Pero muy lejos de querer hablar de ese amor sin esperanzas por la senorita Valerie, prefirio guardar silencio: no queria mostrarse triste y resentido. Ademas, aunque su familia era de solido linaje, su fortuna era escasa, no era un candidato deseable para la hija del conde, pero al menos gozaba de su estima y amistad. Era tan fria y tan hermosa, y sus conversaciones tan interesantes. Rayos, esa joven habia leido tanto y era tan inteligente y sagaz. A veces se preguntaba si no tenia el don de leer los pensamientos, si no era una hechicera perversa que enamoraba a todos y luego los alejaba con sutileza. No. Debia ser justo. Ella no era una coqueta ni una bruja. Pero el encontraba encantador su rostro, el cabello castano ensortijado, y esos ojos de un tono azul aguamarina, intensos y dulces a la vez, almendrados y tiernos. Fue mirarle una vez y dejarle flechado al instante, pero sabia que solo a el le paso, no fue algo reciproco. Al ser presentados en la velada de la senora Riverton sintio algo tan intenso, mientras la miraba y charlaban supo que deseaba que esa joven fuera su esposa. Y luego su andar suave y delicado y habia caido rendido a sus pies cuando la vio por primera vez. Fue tan extrano. Nunca le habia ocurrido algo asi. Su corazon se regocijo al saber que era la hija menor del conde y era aun soltera a pesar del extrano anillo de oro y zafiros que llevaba en su mano derecha… Una perla escondida, hermosa, delicada y tan inteligente. Escucho su disertacion esa noche sobre un descubrimiento inquietante y se enamoro, se enamoro de sus dulces ojos azules, de su piel de terciopelo, sus labios delicados y llenos, y durante meses, durante incontables veces asistio a las reuniones de la sociedad y aporto sus conocimientos, y logro mas simpatizantes, pero para el ir a la mansion de la familia Kingston tenia una razon: Valerie. No tardo en comprender que estaba locamente enamorado y a medida que su amor crecia se daba cuenta que ella se mantenia distante y se alejaba de el, como si adivinara sus sentimientos mas profundos y no quisiera alentarle ni herirle. Eran solo amigos. Una amistad reciente que habia crecido de forma insospechada, pues tenian mucha afinidad y las mismas preocupaciones. Ella le hablaba de los recientes descubrimientos de la ciencia, de la musica que despertaba la conciencia interior y tantos temas apasionantes y sabia que podian estar horas charlando... cualquier excusa era buena para ello, y para el esas charlas eran algo especial, sentia esa afinidad... Cuando se enfrascaban en esas grandes disertaciones el se sentia proximo, se sentia tan cautivado por su belleza e inteligencia y tenia la esperanza de que ella correspondiera a su amor. Su corazon tenia esperanzas, pero era un hombre practico, ademas de sonador y sabia que a pesar de que su familia fuera noble, digna y muy antigua, una de las mejores del condado, no tenia mas herencia que un senorio decadente. Su padre habia tenido que vender varias propiedades para poder solventar los gastos y sus ultimos negocios invertidos en Londres no habian dado los frutos necesarios. Era el hijo mayor y un dia ese caserio seria suyo, pero no podia darle a esa joven la vida que ella merecia. Y al comprender la verdad decidio distanciar las visitas, alejarse, para que el ultimo adios no fuera tan doloroso. Ademas, creia haber notado que la dama se sentia abrumada al ser cortejada por otros caballeros y a muchos les habia rogado que no regresaran a la mansion Melrose. Se sentia afortunado que ella no lo pusiera en la lista negra, habria muerto de tristeza, pero en verdad que su situacion no era muy diferente. Por eso jamas le hablo, jamas le dio a conocer sus sentimientos. Temia ser rechazado, no correspondido y, ademas, no tenia nada que ofrecerle. Valoraba mucho mas su amistad, que no deseaba perder. Aunque sufriera por no poder verla y conversar con ella, temia delatarse y que ella sintiera pena al comprender la verdadera naturaleza de su tristeza. La senorita Valerie era su amor, su unico amor, pero era inalcanzable y podia imaginar su futuro como el solteron de la familia, el solteron del condado, reuniendose con sus amigos felices y casados, aunque sus otros amigos tampoco habian tenido suerte en el amor. Casi se veian como el club de los hombres tristes y abandonados. Hasta su gran amigo; el conde de Gladstone era un solteron que sufrio amores contrariados en su juventud y por eso nunca se caso. Habia oido que se enamoro de la hija de un vicario, pero ella prefirio a fugarse con el pretendiente que su familia no aprobaba por licencioso y jugador. El adoraba a esa joven, pero no pudo salvarla del cruel destino. Murio al dar a luz su tercer hijo y dicen que murio de pena al verse sumida en la tristeza y el abandono de aquel que le arrebato su inocencia de juventud, sus suenos de amor para sumirla en el dolor y la miseria. Francis tambien sufria al pensar en la senorita Kingston tan bella y tan distante, imposible para el... Le dolia pensar que sus propios sentimientos intensos y desesperados lo habian apartado de la joven, espaciando las visitas. Y ahora se moria por verla, solo un momento, conversar, saber que estaba bien. Aunque supiera que era un amor sin esperanzas se negaba a renunciar a su amistad a pesar de saber que era lo mas sensato. Y cuando esa noche regreso a su casa le quedo la alegre satisfaccion de la compania y la charla y el triste saber de su vacio amoroso. De ese amor sin esperanzas que lentamente comenzaba a consumirle. Era como un prisionero de su propia desdicha, enredado en una ilusion, en una hermosa quimera y le costaba mucho desprenderse de ella. y nada mas llegar y apoyar la cabeza en su almohada suspiro al recordar su perfume, el calido sonido de su voz, sus hermosos ojos mirandole a la distancia y se imagino que la tenia alli entre sus brazos y le hacia el amor, porque era suya, suya para siempre.... Tanto habia acariciado ese anhelo y sin embargo ahora ese deseo ardiente se habia vuelto un recuerdo doloroso, pero se moria porque fuera suya un dia, porque sucediera un milagro y el pudiera convertirla en su esposa. Luego comprendia que no era digno de pedir su mano, era solo un festejante sin fortuna sin herencia. Su familia jamas lo aprobaria y el era demasiado caballero para siquiera hacer una insinuacion amorosa que arruinaria lo unico que le quedaba: su amistad. ************* Valerie se movio inquieta cuando anunciaron la llegada de su amigo Francis Richmond. Algo en sus ojos la delataba y tambien una creciente turbacion que su hermano mayor no dejo de notar. --Valerie, ?que sucede? --le pregunto. Ella lo miro inquieta y sonrojada. No habia nada peor que ser puesta en evidencia. Pero eran muy cercanos con su hermano asi que era imposible ocultarle algo. --?Os agrada el? --le pregunto en un susurro aprovechando que su padre habia abandonado la reunion en compania de su hijo menor. La joven lo miro mortificada, no era necesario que respondiera y sin embargo su hermano no parecio feliz con ese gesto. --Es imposible y bien lo sabeis. --Si, lo se, pero no puedo evitarlo. --?Te has enamorado de ese pobre hombre? --No es un pobre hombre. --Lo sera cuando tu esposo se entere. Valerie lo miro furiosa. --Mi esposo esta muerto, ?por que no puedo tener un companero bueno y leal? --Porque os casasteis sin oir a nuestra madre con un hombre ruin y perverso, y luego de tu boda se desato la desgracia. Por eso. --No, no es verdad. --Nuestra madre murio del corazon seis meses despues luego de avisarte que el no era lo que tu creias, nuestra madre siempre lo supo y vos erais tan joven y obcecada, tan ciega. --?Por favor Alan, es que vais a culparme de eso? Tambien sufri por la muerte de nuestra madre, pero no fue mi culpa. --No, no lo fue... sin embargo muchas cosas nefastas sucedieron luego de tu boda con ese siniestro conde. ?Debo recordartelo? --No, no lo hagais por favor. Solo quiero ser feliz, por favor. Creo que he encontrado a un hombre bueno y leal y sospecho, siento que sus sentimientos por mi son sinceros y profundos. --Entonces os habeis enamorado? Su hermano mayor le hablaba como si estuviera enferma, como si hubiera pillado un resfriado furioso. la miraba espantado y francamente alarmado. --Sabeis que es una locura, que todavia estais atada a ese hombre. --mi esposo murio, yo lo enterre. Fallecio hace anos. por que insistes en decir lo contrario? ?Es que no sabes que me hace dano? --Porque lo he visto, es como una sombra nefasta siguiendo vuestros pasos Valerie. El jamas os habria dejado escapar. Desde el instante en que te vio supo que serias suya y aun ahora, luego de esa tragedia, aun despues de muerto ese hombre vendra por ti y tu lo sabes. No te dejara en paz. No hay hechizo ni conjuro que pueda apartarlo de ti y os lo digo sintiendo terror en mi corazon pues nada me inquieta mas que vuestro bienestar, que vuestra felicidad. --Alan por favor, el esta muerto, esta en el lugar donde nadie puede regresar y eso me atormento durante anos. era tan joven, tan inocente. Pero mi esposo no era quien yo pense. Y aunque mi matrimonio fue por amor luego termine atrapada sin sentir mas que terror y desesperacion. Pero ahora es un milagro, ahora al fin mi corazon ha vuelto a latir y a pesar del miedo que siento a veces, el miedo y la duda, se que el joven Francis es un hombre bueno y leal. Y que me hablaria si yo... Su hermano la miro horrorizado. --Oh no por favor, Valerie. No lo hagais. No le deis esperanzas al pobre caballero, me agrada y su familia es una de las mejores del condado. Nada tendria que objetar de su amistad, pero en cuanto a lo otro si. Ella miro a su hermano angustiada. Tenia razon, ay que pena sentia. --Mi esposo esta muerto, era tan joven entonces... --Es tarde para lamentaciones. Sabeis lo que paso con ese caballero que intento cortejaros hace tiempo. acaso lo habeis olvidado? Ella lo miro angustiada. Su cuerpo estaba marcado, su alma tambien, jamas seria feliz con otro hombre pues antes de morir su marido le dijo que siempre seria suya, hasta que volvieran a encontrarse en otra vida. En otro cuerpo... sus creencias paganas eran muy extranas. Tenia la insolita creencia que la muerte no existia, que no era el fin como todos creian y que luego de morir el alma no se iba ni al infierno, ni a un lugar mas reconfortante, sino que volvia a casa. A su antiguo hogar, para luego regresar pues la vida humana era tan efimera y fugaz. La vida humana era un hilo rojo, asi de fragil que cualquier cosa podia terminar con ella. Su esposo era un hombre extrano y ella lo amo, estaba embrujada, dominada por el y por eso lo soporto todo, sus prolongadas ausencias, sus bruscos cambios de humor y las marcas que habia dejado en su cuerpo y en su corazon. Nunca supo por que de repente sentia que era un extrano para ella y luego de su muerte, sintio dolor y alivio, mucho alivio, como si una sombra oscura que durante anos la hubiera mantenido atrapada e infeliz al fin hubiera desaparecido como por ensalmo. Y en ese pueblo nadie sabia que era viuda, todos la conocian por la senorita Valerie Kingston, heredera de un antiguo y distinguido linaje, rica pero soltera. Su familia habia decidido negar su apellido de casada junto con la circunstancia de que habia tenido esposo y era viuda. Su hermano creia que no era de buen augurio mencionar ese triste asunto y todos sus recuerdos, retratos, sus encendidas cartas de amor habian perecido en el fuego, junto ese amor que enterro de igual manera en un esfuerzo desesperado por recomenzar y ser feliz. Por eso abandono la mansion de su esposo y regreso temblando a casa de sus padres. Jamas conto el horrible infierno que vivio luego de perder a su esposo y penso que estaria a salvo si se alejaba de esa mansion maldita, pero a veces sentia su presencia. Como un triste y cruel fantasma su marido seguia sus pasos como si la vigilara, aun ahora despues de tanto tiempo a veces lo veia en suenos y despertaba angustiada pues esos suenos siempre eran pesadillas. La voz de su hermano la desperto de sus pensamientos, ella lo miro inquieta. --Eso no puede ser y lo sabes, no es correcto. No esta bien que juegues con los sentimientos de ese joven. Esta loco por ti y todos lo saben. Pero tu no puedes corresponderle. No puedes hacerlo. --Alan por favor, no digais eso. --Es la triste verdad, Valerie.

  • El favor de la sirena de Denis Johnson

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    El ultimo libro de relatos de Denis Johnson.

  • Beso feroz de Roberto Saviano

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    Con esta novela basada en la muy cruenta realidad napolitana, Roberto Saviano continua explorando las entranas de la Camorra. En Beso feroz retoma a los adolescentes mafiosos de La banda de los ninos alli donde los dejo. Si ese libro se cerraba con una madre clamando venganza por la muerte de su hijo, este arranca con el intento de llevar a cabo esa venganza de la forma mas terrible posible: asesinando a un bebe en la sala de recien nacidos de un hospital.

  • La bailarina de Auschwitz de Edith Eger

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    Eger tenia dieciseis anos cuando los nazis invadieron su pueblo de Hungria y se la llevaron con el resto de su familia a Auschwitz. Al pisar el campo, sus padres fueron enviados a la camara de gas y ella permanecio junto a su hermana, pendiente de una muerte segura. Pero bailar El Danubio azul para Mengele salvo su vida, y a partir de entonces empezo una nueva lucha por la supervivencia. Primero en los campos de exterminio, luego en la Checoslovaquia tomada por los comunistas y, finalmente, en Estados Unidos, donde acabaria convirtiendose en discipula de Viktor Frankl. Fue en ese momento, tras decadas ocultando su pasado, cuando se dio cuenta de la necesidad de curar sus heridas, de hablar del horror que habia vivido y de perdonar como camino a la sanacion.
    Su mensaje es claro: tenemos la capacidad de escapar de las prisiones que construimos en nuestras mentes y podemos elegir ser libres, sean cuales sean las circunstancias de nuestra vida.

  • La tienda de la esquina en la bahia de Cockleberry de Nicola May

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    Rosa Larkin tiene mala suerte en Londres, por lo que cuando hereda una tienda de una esquina casi abandonada en un pintoresco pueblo de Devon, su primer pensamiento es venderlo por dinero en efectivo y ordenar su vida. Pero nada es sencillo sobre este legado. Si bien la identidad de su benefactor sigue siendo un misterio, el, o ella, ha dejado una importante condicion legal: que la tienda no pueda venderse. Rosa toma la decision de intentarlo y pone de su parte para hacer que la tienda vuelva a funcionar. Pero, ?puede hacerlo ella sola? Y si no, ?quien la ayudara a tener exito, y quienes trabajaran en secreto para verla fracasar?
    Con resultados sorprendentes y sinceros, Rosa, acompanada en todo momento por su pequeno perro salchicha, Hot, desentranara lentamente los secretos sombrios de la herencia y tambien sacara a la luz su propia herencia, oculta durante mucho tiempo. La Tienda de la Esquina en la bahia de Cockleberry es un viaje de autodescubrimiento llenos de momentos impredecibles.

  • Chantaje 2 _ Mi mejor eleccion de Mia Del Valle

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    Mira Gerald... hay veces en que las cosas no son como nos las ensenan de pequenos. Soy la hija del "senor" como tu te empenas en llamar a mi padre, pero tambien soy una mujer. Creci y me educaron para ser lo que mis padres creyeron conveniente, pero yo no soy asi. Podemos ser quienes queramos... tenemos toda la vida por delante y los mas importante de todo... !nos amamos! --Es peligroso mi amor, solo intento cuidarte... eres joven y yo no tengo nada para darte. --Eres todo lo que necesito y estoy dispuesta a esto y mucho mas... te amo y eso es lo unico que importa ?verdad? --Gerald clavo su aguamarina mirada en la joven mujer que amaba desde siempre, y tras respirar hondo sentencio: --!Entonces hagamoslo! --estaba dispuesto a eso y mas, Ruth era el amor de su vida, por quien respiraba durante las interminables horas de trabajo en la hacienda, y las cartas estaban sobre la mesa... manana a la tarde se fugarian del pueblo tal como lo habian planeado desde hacia anos. --Pasare por ti cuando salga de clases, esperame en las caballerizas amor mio... Pero Gerald nunca llego. Esa tarde Ruth no lo encontro en las caballerizas, ni en el lago donde acostumbraban nadar desde ninos, ni en la vieja higuera. Simplemente se esfumo. Su padre se habia encargado en persona de ello y Ruth lo ignoro hasta meses mas tarde, luego de que fuera obligada a casarse con un aprendiz que su familia habia apanado bajo su tutela. CAPITULO 1 Ya han pasado tres meses desde la ultima vez que lo vi. Muerdo la punta de mi boli mientras observo la nada desde la ventana de mi departamento. Hace frio y malditamente todo me recuerda a el... mi cama, mi mesa de trabajo, Ramon y mi corazon. !Todo! Absolutamente todo lo trae hasta mi como un fantasma que me sigue a cada paso y me observa con el ceno fruncido. Cada minuto sin Aaron me hace pensar que el dolor de no tenerlo me matara y por momentos intento convencerme que estare bien... lo intento. Cierro mi laptop cansada de ver noticias sobre nuestra ruptura en las revistas del corazon... muchas son verdad y otras no tanto... "Empresaria de la moda estafada por su propio esposo" leo en un portal, y con pesar asiento... no se como, ni de que forma estas noticias se filtran y llegan a la prensa, pero al menos esa fuente fue confiable, en cambio, otro sitio defiende al maldito, declarando en un furioso tono rojizo: "Clara Saavedra abandona a su esposo despues de tan solo sesenta dias de matrimonio, los rumores circulan en torno a una posible infidelidad de la joven, con un guapo caballero de su entorno, con quien se dejo ver en la gala de la moda llevada a cabo en Punta del Este" <> sinceramente no se si reir o llorar, que me vinculen a mi amigo es algo comico, pero que me acusen de ser la causante de la separacion me enfurece. Respiro. Respira Clara... tan solo respira, me digo a mi misma, intentando reacomodar mis ideas y dando pasos de bebe en un futuro tan gris como incierto. Ultimamente me he convertido en la hermana gemela de mi cactus... vivo gracias a mis reservas y a que el aire no hay que comprarlo en el supermercado, apenas salgo de casa, casi ni como y atras quedaron mis tiempos de mujer elegante de vestido y tacon. Hoy por hoy pantalones de mezclilla rasgados, sudaderas de mi coleccion y algun sueter holgado son mis mejores companeros. Mi madre me llama y visita a diario, encargandose personalmente que su unica hija no muera de inanicion. Bollos, chocolate, pizzas y cantidades desorbitantes de Coca Cola light son mi dieta de estos ultimos tiempos, y a pesar de ingerir lo minimo indispensable he ganado peso. Tomo mi agenda de unicornio y agrego "comenzar a ir al gimnasio" en las metas para este ano... claro que ya pasaron seis meses desde que en enero hice la lista... y en ese entonces vivia en la casa de Aaron y mantenia un matrimonio que era una patrana, pero viendolo ahora en perspectiva, por un momento creo que fui feliz... su proteccion me inspiraba admiracion. Y las migajas de momentos gratos me dejaban... ?satisfecha? <> Soy un ente que viaja sin rumbo, con una sensacion de vacio sobre los hombros y un intenso dolor que roe mi estomago constantemente, soy esa que, en la soledad de las noches revive una y otra vez la estupida decision que tomo doce semanas atras. Tambien soy una estupida acosadora, que checa el nombre del hombre al que dejo, en Google cada veinte minutos por lo menos, ahi lo vi hace un momento, tan elegante y dueno de todo a su paso, saliendo de una clinica de estudios medicos, me pregunto si estara bien. No puedo dejar de imaginarlo como la ultima vez que lo vi... de rodillas pidiendo, suplicando perdon, el cual le negue, y no puedo evitar tener sentimientos encontrados con mi decision... creo haber hecho lo correcto, pero el pequeno diablito que vive en mi hombro me susurra lo contrario "tendrias que haberlo perdonado Clara" dice negando con cara de disgusto, mientras que en mi otro hombro el angelito me muestra su pulgar en alto indicando que esta de acuerdo con mi proceder.

  • El misterio del rodaje 4 de Margotte Channing

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  • Vicente de Isabel Conde

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    Vicente era un titan.
    Joven. Atractivo.
    Descarado. Rico.
    Y CEO de mi empresa.

  • Las amantes boreales de Irene Gracia

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    <>. GUSTAVO MARTIN GARZO, El Mundo Las amantes boreales es la historia de la amistad profunda y abismal de Roxana y Fedora, dos jovenes de la alta burguesia de San Petersburgo, durante el periodo mas convulso y definitivo de la Rusia de la Revolucion de Octubre. Tras ser expulsadas de la Escuela Imperial de Danza, ambas ingresan en Palastnovo, un internado con doble fondo y doble moral, situado en una remota isla del lago Ladoga. Sus voces, a la manera de un concierto contrapunteado, iran llegando hasta el lector como una serie de relatos que se oponen y se complementan, y cuya tension lirica y existencial acaba convirtiendo el texto en una sutil indagacion sobre las fronteras difusas del amor, la intimidad, el aprendizaje y las trampas que a menudo se ocultan tras aquello que hemos dado en llamar destino.

  • Espana. La historia imaginada de Monica Arrizabalaga

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    Un recorrido por la historia de Espana de la mano de las leyendas que la habitan, su posible base real y su evolucion y similitudes con las de otros lugares de dentro y fuera de nuestras fronteras.
    Desde las huellas que dejo Hercules hasta las gestas de heroes que, como Bernardo del Carpio, el Cid o Fernan Gonzalez, alimentaron cantares y romances; desde objetos magicos, como la Mesa del rey Salomon o el Sillon del Diablo, hasta edificios encantados, extranos seres mitad humanos, islas errantes o amantes mas alla de la muerte; leyendas milagrosas, leyendas diabolicas, mitos contemporaneos, como el vampiro de Borox, la chica de la curva o el Triangulo del Silencio.

  • Una noche en el Tamesis (Un dia en el Tamesis 3) de Diaz De Tuesta

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    !Vuelve Diaz de Tuesta con el esperado final de la trilogia <>, para deleite de todos sus lectores!

  • Quien teme a la muerte de Nnedi Okorafor

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    Africa postapocaliptica. El mundo ha cambiado drasticamente y, aun asi, en una region de este continente dos pueblos siguen regando la tierra con sangre. Tras anos esclavizando a la tribu okeke, los nurus han decido seguir las indicaciones del Gran Libro y exterminarlos a todos. Una mujer okeke, superviviente de una terrible violacion por parte de un general nuru, deambula por el desierto esperando a la muerte. En lugar de morir, da a luz a una nina con la piel y el pelo del color de la arena. Con la certeza de que su hija es especial, le da el nombre de Onyesonwu, que significa: <>.

  • Cuchillo (Harry Hole 12) de Jo Nesbo

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    EL CASO 12 DE HARRY HOLE.

  • Beauty Too (2a parte) de Susana Rubio Girona

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    Eran las siete menos diez de la manana y estaba en el portal, preparadisima para nuestra escapada a Sort. Mire mi maleta rosa fucsia y automaticamente pense en Javi. El me la habia regalado al principio de nuestra relacion y con ella hice varios viajes; Berlin, Roma, Praga y ?alguno mas? Si, claro, salidas varias por nuestra hermosa tierra. Habiamos ido a la Rioja, Pais Vasco, Madrid... Me faltaba Paris, era mi viaje pendiente. Desde que lo habia dejado con el, no habia ido a ninguna parte y pense que era hora de cambiar aquello. Quizas despues de Navidades podria irme unos dias por ahi... ?pero sola? Jamas lo habia hecho... y no sabia si me sentiria comoda. Podia proponerselo a alguien... -- Buenos dias -- Sebas me devolvio a la realidad con su voz grave. Le di un repaso rapido: vaqueros y sudadera gris. El pelo medio largo alborotado y sus ojos increibles puestos en mi. Que guapo era el maldito. -- Buenos dias -- respondi apartando mi vista y mirando hacia la carretera para ver si venia Marco y no alargaba demasiado aquella incomoda situacion. Estuvimos en silencio, como dos autenticos desconocidos. Pense en que era una lastima estar asi con el justo ese fin de semana pero o era eso o acabaria en su cama. Sebas tenia razon en decir que debia aclarar mis pensamientos y queria ser justa y madura. No podia ir dejandome llevar por ellos y justificarme a mi misma con ideas vagas sin sentido. -- ?Que tal tu semana? -- rompio el hielo y me sorprendio. -- Bien, trabajando... -- ?Alguna novedad? -- le mire a los ojos y vi que lo decia intencionadamente. ?Hasta donde debia ser clara con el? El lo era mucho, no se cortaba cuando me explicaba segun que cosas. ?Por que yo no podia hacer lo mismo? -- Lucas quiere dejar a su mujer, aunque va a esperar para decirselo. Asi que no digas nada. Apreto sus dientes y alzo una ceja asintiendo con la cabeza varias veces. -- Asi pues, la cosa va en serio. -- No es por mi -- nada mas decirlo me sono idiota el argumento. -- Sera por mi, entonces -- dijo con una notable ironia y me entraron ganas de reir pero me aguante las ganas. -- Sebas te lo he dicho porque no quiero malos entendidos. Lo sabes, igual que yo, y punto. -- ?no pedia siempre sinceridad? Dos tazas. -- Muy bien. ?Y ese punto que significa? -- Que todo sigue igual -- le dije, tranquilamente. Me miro pensativo. -- ?Vamos a tener que retarnos en duelo? Lo mire sin poder no sonreir. Menuda tonteria... -- Lo digo para ir preparando las pistolas. Al final no sabia si reir o mandarlo a paseo y opte por lo primero. Sebas tambien medio sonrio y me gusto que lo hiciera, estar tan serio no le pegaba nada. Su preciosa sonrisa era un rasgo muy caracteristico en el y algo que me dejaba a menudo embobada... -- ?Bea? -- Su voz me saco de ese estado catatonico. Afortunadamente llegaron en ese momento Marco y los demas en un BMW enorme y nuevecito. Me sente al lado de Ari y empezo la chachara nerviosa por el viaje a Sort. Paramos a medio camino para hacer un cafe y cambiar de conductor. Sebas se ofrecio y de ese modo pude ir observando su pose y sus gestos al conducir. Aproveche para analizar sus rasgos y recrearme recordando las veces que me habia besado y las cuatro ocasiones que habiamos estado piel con piel. La primera en mi cocina fue puro sexo, sin mas adornos. Aunque sexo del bueno, tenia que reconocer que era un figura en el arte amatorio. No hubo tiempo ni de ir a la cama, fue un pillo aqui te mato pero de diez. Uno de aquellos polvos que recordaria toda mi vida por sexual y morboso. La segunda en el parking... me provocaba verguenza todavia; me veia apoyada en su coche, con el vestido subido y el empujando. Me gusto claro, pero fue algo que no repetiria, creo... De la tercera habian transcurrido pocos dias... Buf, en su cama, y me habia hecho el amor, el mismo lo habia verbalizado de ese modo. Cada vez lo tenia mas claro: yo sentia algo por el. Me mordi el labio al recordarlo. Mi ropa cayendo despacio a mis pies, el olor a sexo en su habitacion, piel con piel... todavia oia sus gemidos. Y la cuarta fue en su cocina, en la silla, y fue solo sexo, si, pero un sexo complice y lleno de confianza. Como cuando tienes pareja y lo haces en plan salvaje, sabiendo que hay un trasfondo en todo aquello. -- Bea, hemos llegado -- me dijo Ari dandome un codazo -- Deja de babear -- murmuro sonriente. -- Muy graciosa -- le dije saliendo del coche. El paisaje habia ido cambiando continuamente y ahora estabamos en medio de la naturaleza, repleta de arboles, de nieve y frente a una casa de madera bastante grande y con un tejado de pizarra. La casa estaba rodeada de montanas junto al pueblecito de casas de piedras. Eran casi las diez y media de la manana, y un senor nos esperaba para entregarnos las llaves. Le saludamos amablemente, nos dio algunas indicaciones y nos despedimos con ganas de entrar. Su interior no nos decepciono; el suelo, las vigas, todo era rustico y acogedor. Fuimos recorriendo las estancias y Martina y yo dejamos nuestras cosas en nuestro correspondiente armario. Lo hicimos con rapidez porque la idea era subir a pistas cuanto antes. Nos cambiamos de ropa y Marco y Sebas prepararon su material. Eran los unicos que esquiaban asiduamente y que tenian su propio equipo. Seguidamente subimos a Port-Aine, nos sacamos los forfait y alquilamos el material necesario. Alejandro y yo, que eramos los que no sabiamos esquiar, decidimos compartir un monitor. Sebas se habia ofrecido dias atras pero no me habia dicho nada mas ni yo hubiera querido tenerlo de profesor. Con todo, tocamos nieve ya bien tarde, eran poco mas de las doce y quedamos que a las dos bajariamos a la cafeteria para picar algo. El monitor que nos toco era como todos; muy moreno, con la marca de las gafas en su cara, de ojos azules y muy joven. ?Tendria los veinte? Era guapillo si, pero un crio, claro. -- ?Tendra la ESO? -- le pregunte a Alejandro chismorreando mientras le seguiamos hacia la zona de los aprendices. -- Se ve joven, ?no? -- ?Nos fiamos? -- nos reimos y el muchacho no dijo nada. Se llamaba Francisco y juro que a los dos minutos empece a llamarle "Franco", la madre que lo pario al enano. Menuda mala leche gastaba y de bromas ni una. Serio como un garrote. Eso si, despues de dos horas duras de batallon con el, Alejandro y yo empezamos a deslizarnos y a defendernos entre la gente en las pistas verdes y azules, lo que era ya un gran logro para nosotros. Al despedirnos de el, le dimos las gracias. -- Por cierto Bea -- le sonrei -- Tengo la ESO. Nos reimos los tres a carcajada limpia aunque yo me puse roja como un tomate, era algo tan comun en mi que incluso a veces ya no le daba importancia. -- Perdona Franc -- le dije aun riendo. -- Te perdono si me invitas a un cafe mas tarde. -- Sus ojos de nino se clavaron en los mios y le sonrei amablemente. Ostras, con la juventud, como subia... -- Gracias pero es que voy con amigos, ya sabes. -- Anda, vamos -- me echo una mano Alejandro -- Ahi vienen los profesionales. En aquel par de horas, no nos habiamos visto porque ellos habian ido por pistas mas complicadas, las rojas y las negras. Los cuatro sabian esquiar de sobras y venian muy sonrientes. -- Mira que ligarte al monitor Bea -- me dijo Alejandro bromeando -- Infanticida. Nos reimos los dos abiertamente. Sebas y yo nos miramos unos segundos largos. Estaba para comerselo; con aquello ropa, con la chaqueta medio abierta, las gafas en ese pelo revuelto, y con las mejillas rojas por el frio. Uf, era como un poster de esos tios buenos que habia en las revistas y lo tenia delante, era real y no podia tocarlo. ?O si? Fuimos a la cafeteria, andando con los pies molidos. Aquello era peor que llevar unas Manolo Blahnik de medio metro, lo juro. Que dolor en mis deditos. Nos cambiamos aquellas endiabladas botas por unas de nieve y nos sentamos en la mesa, satisfechos y cansados. La comida fue igual de amena que el viaje, hablando de todo y de nada, y con alguna que otra mirada entre Sebas y yo. Era imposible no hacerlo, me gustaba jolines, me gustaba mucho y lo tenia frente a mi.

  • Todo sobre nosotras de Monica Lavin

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    Alejandra las habia recogido en el aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa, pero sin mas, a pesar de que venian de un vuelo trasatlantico y de que habian trasbordado en Paris, las subio a la camioneta y tomaron la carretera. Habian venido a festejar el cumpleanos sesenta de su amiga y los de ellas; las tres habian nacido el mismo ano y habian ido a la misma escuela desde los seis anos hasta la preparatoria. Pero Carla y Nuria no habian visto a Alejandra en treinta anos. Les sorprendio que fuera casi una calca de la que habia sido: el pelo seguia lacio y oscuro, aunque se lo pintara y lo llevara en una melena corta, los ojos negros intensos, casi moros, pero sus formas sofisticadas de cuando conducia aquel programa de television habian quedado ocultas por una voluntad rural. Al fin y al cabo, mujeres de ciudad, les costaba trabajo ver a Alejandra en tenis, con muy poca pintura, aunque, eso si, el barniz de unas impecable la seguia distinguiendo. Sus manos en el volante lo ostentaban. --?El azul esta de moda? --dijo Nuria, que jamas se pintaba las unas. Era lo menos apropiado para una panadera. --Ya no se que esta de moda, pero lo veo en las tiendas y lo sumo a mi cajon de barnices -- dijo Alejandra, con esa voz cantarina, con su risa facil. La recordaban en la preparatoria: con mas maquillaje que ellas, con esos barnices naranjas, o rojos o rosas nacarados que se estilaban. Las unas con forma ovalada, como de revista. Las tres distraian la platica con nimiedades porque no sabian por donde empezar. Carla y Nuria habian tenido oportunidad de conversar algo en el avion, antes de quedarse dormidas y de quejarse de lo reducido de los asientos. --?No podriamos viajar en business? --habia dicho Nuria, que era de caderas anchas, pero con menos posibilidades economicas. --?Y pagar el doble? Nuria habia olvidado por que administrar era el fuerte de Carla, despues de la nutricion. Por algo tenia una compania. Si tuviera el dinero, Nuria lo habria pagado, ?cuando tendrian sesenta anos de nuevo? ?Cuando vendrian a festejar con Alejandra a Portugal juntas? Claro que pensar asi la habia llevado a no ahorrar nada, a destinar parte de su herencia en poner la panaderia en Ensenada, cuando por fin decidio que no podia vivir un dia mas en la Ciudad de Mexico. Recorrieron el campo de arboles de follaje verde seco, con la tierra mas bien arenosa, o esa impresion daba, entre Lisboa y la desviacion hacia Evora, donde Alejandra prometio llevarlas de regreso para ver las ruinas romanas, esas columnas del templo de Diana en medio de callejas medievales. --Para quienes me visitan es parada obligada. Pero sera despues. --?Y no te hartas de hacer paseos turisticos con los que venimos? --pregunto Carla. --Ustedes no habian venido en los treinta y un anos que llevo aqui. Vivo muy lejos y las visitas no son frecuentes. Ir a Evora era un placer para Alejandra, era una conexion con el asombro original de cuando llego, recien casada con Esteban, y se comio el paisaje, la historia, el acento, el bacalao, las cerezas del verano, con los ojos, con el cuerpo, con una alegria chispeante. Estaba entonces en la cresta del descubrimiento y en la euforia amorosa; no habia ponderado lo que significaban la distancia, el desarraigo, que sus padres murieran en Mexico y que ella llegara tarde a despedirse. La friccion de las llantas contra el asfalto siseo adentro de la camioneta, donde las ventanas abiertas ventilaban el fin del verano. Entonces hizo algo abrupto, se orillo en la cuneta, oteo a ambos lados de la carretera y tomo el carril de regreso. Sus amigas no comprendieron. --?Te equivocaste? --Volar trece horas, traer otro horario, por lo menos merece una parada para comer y tomar algo. Vamos a Evora. Nuria y Carla agradecieron sentarse en las mesas al aire libre frente al templo de Diana, en medio de la convergencia de varias calles empedradas, estirar las piernas y tomar una cerveza con aceitunas para empezar a sentir el aire del Mediterraneo de su travesia. La ruta las llevaba al este, hacia la frontera con Espana. El mar les quedaba a la espalda y al sur, y la sensacion de estar en un pais desconocido las excitaba. --?No estan cansadas? --pregunto Alejandra. --A mi solo me cansa el que no pase nada, el agua quieta --dijo Carla con la espuma de la cerveza en los labios--. Esto es vida. Ademas, la cerveza es muy sana. --Se rio. Siempre habia sido una pesada con los asuntos de los nutrimentos, pero habia bajado la guardia. Era una fortuna que no hubiera tenido hijos, los habria atosigado con el discurso del balance de proteinas y grasas de las buenas, y carbohidratos de los malos y calorias vacias. Aunque sus clientas agradecian sus consejos para estar mas sanas, para aceitar el deterioro, para impedir la gordura, pero sin abandonar el placer de comer. --Ya vas a empezar. --Se burlo Nuria. --Yo quiero todos tus consejos para presumir en el hotel. Esta de moda eso de la conciencia de nutrirse bien y la dieta portuguesa es buena para eso. --Pidio Alejandra mientras compartian un plato de embutidos y una ensalada fresca. --Tengo consejos de todo tipo --anadio Carla con picardia--. Aunque les confieso que ya me harte de ser la flaca que soy. Eso de querer ser ejemplo viviente de mi compania es catastrofico. En este viaje pienso comer todo lo que se me atraviese. --Ya era hora --anadio Nuria, que era robusta, generosa de carnes y espiritu, y que movia su cuerpo sin que sus senos y caderas prominentes fueran un obstaculo. Carla casi no habia visitado a Nuria desde que se fue a Ensenada, hacia un lustro, y no soltaba el cuerpo, como si al hacerlo pudiera irse por el camino torcido. Tal vez le pesaba ser hija de medicos; su padre, un endocrinologo. --Esteban es un gran cocinero. --Presumio Alejandra--. No podras rehusarte a ningun platillo. --Ese debe ser uno de sus encantos. Alejandra sonrio con cuidado, sin la espontaneidad que le conocian. De las tres era la unica que permanecia casada, la unica que habia conservado la pareja con la que decidio hacer una vida. Dejaron que lo que Alejandra les platico sobre aquel templo --que era del siglo I antes de Cristo y que en algun momento habia sido carniceria, lo cual ayudo a que se conservara en pie-- fuera acomodando sus cuerpos al nuevo paisaje y a la alegria fortuita de compartirlo. Alejandra les dijo que lo mas impresionante era la Capilla de los huesos dentro de la iglesia de San Francisco, hecha con la osamenta de los monjes, apilados uno sobre otro, macabra y poderosa, pero penso que lo dejarian para otro dia, si acaso. Habian sido tan amigas en secundaria y preparatoria. Habian celebrado la primera boda de las amigas, la de Carla, cuando ella aun no terminaba la licenciatura, con Joaquin, su novio de tantos anos, de quien no se habia vuelto a hablar. Todas habian puesto su amistad por encima de cualquier otro argumento. No eran tres, eran cuatro. Renata habia sido mas amiga de Alejandra; Nuria y Carla, las mas cercanas. Las cuatro inseparables en aquellos anos. Tal vez por eso no se habian reunido en treinta anos. Pues, aunque Alejandra habia hecho viajes a Mexico para visitar a su familia, no las habia buscado ni ellas habian preguntado cuando iria. Las mexicanas habian perdido todo contacto con la que vivia en Portugal, hasta que ella les propuso celebrar su cumpleanos sesenta en el Alentejo. Alejandra y Renata cumplian anos el mismo dia, en una fecha innombrable: 19 de septiembre. Volvieron al auto, achispadas y con deseos de conocer el paraiso que Alejandra les habia prometido: aquella quinta donde crecian olivos y vides, y donde acababan de estrenar un hotel rural, con apenas cuatro habitaciones y un comedor. Oculto el nombre del hotel hasta que, despues de un cabrioleo por una carretera delgada entre cultivos, les senalo el letrero: Quinta Renata. Habian llegado. 2 Alejandra le asigno un cuarto a cada una, pero les advirtio que durante el fin de semana tendrian que compartir habitacion. --Como en los viejos tiempos --dijeron. --Me vengo con ustedes. --Se rio divertida. Le hubiera encantado revivir las noches en que estudiaban e ideaban estrategias para no quedarse dormidas. --Lo malo es que el vino me arrulla --dijo Nuria-- y en lugar de platicar seguro me quedo dormida pronto. Y no quiero beber Coca-Cola. --Yo, si --agrego Carla--, toda la que he dejado de beber durante anos. --Esteban la tiene prohibida hasta para el hotel --enfatizo Alejandra. Desde sus cuartos verian los vinedos dorarse bajo el sol del verano al caer la tarde, les advirtio Alejandra. Estuvieron de acuerdo en que la vista les daba paz. --Aunque tambien da desasosiego --dijo Carla. En realidad, a ella le encantaba vivir en uno de esos edificios altos del poniente, desde donde la ciudad se veia lejana, como una colcha de luces que advertia que el bullicio no paraba. Cuando visitaba a Nuria en la casa del acantilado, sentia la angustia del infinito mar. Esperaba poder dormir, el insomnio podia atacarla y que haria sin television, sin horario y con tanto verdor. La boca se le seco, pero no dijo nada. Las estaban consintiendo. Alejandra las apresuro, pues sabia que Esteban estaria ansioso por recibirlas. Quedaron en instalarse con mas calma despues. --Igual me paso desde hoy a tu cuarto --le dijo Carla a Nuria por lo bajo, temiendo el vertigo del espacio abierto. Caminaban de nuevo hacia el auto para llegar a la casa principal, una vieja construccion de adobe que les tomo tiempo remodelar, como explico Alejandra. --Claro que si, mi reina, pero ronco. --Se rio Nuria. --Yo tambien --dijo Alejandra, que las habia oido--. Eso dice Esteban. Que verguenza. --Verguenza con un amante, con el marido no creo --siguio Nuria--. Aunque yo soy la que soy a esta edad. Si alguien quiere dormir conmigo, que se lleve las caricias con el paquete completo, yo hare lo mismo.

  • Riesgos de los viajes en el tiempo de Joyce Carol Oates

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    La novela mas imaginativa, joven y distopica de Joyce Carol Oates.

  • El Regalo de Navidad de Nina Klein

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    Tener una crisis en medio del supermercado ya era patetico de por si.
    Tener una crisis en medio del supermercado a dos dias de Navidad, con villancicos sonando de fondo, en el pasillo de los licores despues de encontrarme con mi exmarido y su nueva novia.
    No tenia precio.
    Sobre todo cuando mi exmarido lo era desde hacia solo tres horas, la novia no era tan nueva y tenia un pedrusco en la mano del tamano del Empire State.
    Menos mal que rondando por alli estaba el reponedor macizo que habia venido a rescatarme de mi ataque de llanto. y que quizas podria rescatarme de algo mas: de las Navidades mas deprimentes de mi vida.

  • Desinformacion de Pascual Serrano

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  • Renaceran mil rosas de Mariana Guarinoni

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    Mariana Guarinoni le imprime su sello a esta novela tan cercana a su corazon y pinta con trazos inolvidables un gran fresco de la vida de las mujeres en Buenos Aires, en el pasaje del siglo XIX al XX.

  • Nenita de Tania Sexton

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    Corre la decada de los cincuenta, y para una muchacha como Barbara no va a ser facil salir adelante. Solo tiene quince anos, es inocente, buena y con una belleza deslumbrante, y lo unico que desea es trabajar y ganarse su sustento para poder abandonar la casa de su tia y evitar que su tio la seduzca o, mucho peor, la viole.
    Manuel Oliveira es un viudo de casi cuarenta anos, comprometido con una bella mujer y dueno de esa casa donde Barbara va a pernoctar, gracias a su amiga Natalia. Y cuando la conoce, a pesar de quedar prendado por la belleza de esa preciosa cria, ni se le pasa por la mente que el vaya a perder la cabeza por una muchacha que es mas joven que su propia hija.
    Ese mundo que el controla con mano ferrea dara un giro total, haciendo que se comporte como nunca lo habia hecho, sin importarle el dano que pueda causar y sin calibrar las consecuencias que tendra en un futuro.

  • La diosa de agua de Juan Carlos Mendez Guedez

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    Desde lo mas recondito de nuestra memoria, el ser humano mantiene un vinculo con lo ancestral y lo trascendental. Las leyendas y los mitos que se extienden de la Amazonia al Caribe tratan de buscar un sentido a la existencia. En ellos la naturaleza explota, el agua discurre y desborda, los animales y las fieras, los hombres y mujeres, forman parte de la misma metamorfosis. Es entonces cuando el folclore y la oralidad son el germen de las grandes creencias, cosmologias e incluso religiones. En tiempos en que nuestro habitat sufre nuestra embestida, su vitalidad nos devuelve la fuerza y la belleza que nunca debe perder.

  • Alas para volar de Miriam Prados

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    Volver a Madrid fue un sueno en si: perderme en sus calles, entre la multitud, sentarme en una cafeteria a leer un guion y vivir sus noches llenas de vida, tambien de recuerdos. Habia cosas a las que todavia no conseguia acostumbrarme, como llamar a ese estudio en el que vivia hogar o el sentimiento de soledad que a veces me invadia; no obstante, al final del dia siempre sentia que era el lugar en el que queria estar, y aunque aun se me escapase el trabajo, estaba recuperando aquella parte de mi en una ciudad que, sin saberlo, guardaba promesas. El tiempo que paso fue... revelador. Echaba en falta a los mios, especialmente a Lucas, quien casi todos los dias que llamaba me preguntaba cuando iba a volver y siempre le contestaba que pronto. Se me rompia un poco el corazon cada vez que lo escuchaba, pero el cambiaba de tema al momento y me contaba cualquier cosa a la que yo prestaba total atencion. Oscar y Nuria se las apanaron bastante bien, mi cunada pidio una reduccion de jornada que le permitia pasar mas tiempo con el nino y, a su vez, invertir en lo que una vez dejo aparcado: su trabajo como maquilladora profesional. Candela me echaba de menos como la que mas, habia venido a visitarme unas tres veces desde que me fui. Cada vez estaba mas cansada de su trabajo, era algo que hacia por inercia, pero aun le daba miedo apostar por algo diferente, algo que ella realmente quisiera hacer. Por otra parte, estaba aprendiendo a respetarse y quererse un poco mas, a dedicarse tiempo y crecer, era algo que admiraba de ella. En cuanto a Hugo, sabia que estaba bien, me lo dijo en algun mensaje que intercambiamos y Candela, que se refugio mucho en el cuando me fui, me aseguraba que asi era. La boda seguia hacia delante y con ello sus planes de futuro. ?Que si lo echaba de menos? Mentiria si dijese que no, sin embargo, es como si sintiera que ambos lo estabamos haciendo bien, quiza porque estabamos creando una calma ficticia, imaginaria, antes de volverla a romper. Capitulo 1 <> Me desperece y remolonee un rato en la cama mientras me llegaba el olor a cafe recien hecho. Matias era una de esas personas que preferian la cafetera italiana y que el olor a cafe tostado inundase la casa antes que someterse a un cafe de capsula. Por si os lo estais preguntando, no, Matias y yo no teniamos una relacion seria, simplemente intentabamos fluir, haciamos cosas juntos de vez en cuando y lo pasabamos bien. Yo diria que nos entendiamos en muchos aspectos, y aunque nunca me presiono ni saco el tema de conversacion mas que algun comentario al aire, se que a el le gustaria que siguiesemos fluyendo mas... a menudo. Algo como dejar mi cepillo de dientes en su casa y viceversa para no cargar con una bolsa cada vez que haciamos planes, pero yo lo tomaba como un paso mas, me asustaba y tiraba balones fuera. A veces, cuando la conversacion se acercaba, maniobraba con un beso y conseguia que nos olvidasemos de ello. Decidi levantarme de la cama y me fui directa al bano a poner en orden mi pelo y lavarme los dientes. Cuando estuve, volvi a mi habitacion, agarre la camisa de Matias para cubrir parte de mi desnudez y me la puse. Sali al salon, lo encontre con un pantalon liviano de pijama, apoyado en la barra de la cocina mientras consultaba su movil. Dejo de mirarlo en cuanto noto mi presencia y esbozo una de esas sonrisas descaradas con las que lograba que me sonrojase. --Buenos dias, Bella Durmiente --dijo apartando su cafe a un lado y colocandome entre sus piernas. Me saludo con un beso casto en los labios y me apoye en el hueco de su cuello--. Vaya, ?te has levantado retozona? Ronronee acariciando su piel con la punta de mi nariz y me estrecho aun mas contra si. --Matias... ?Que haces aqui conmigo? Todavia me lo sigo preguntando. Lo hacia porque el era un hombre pragmatico, profesional, detallista y un amante de categoria mientras yo... Yo era un desastre que vivia de ahorros y pequenos trabajos a la espera de que ocurriese un milagro. --Alejandra... --Levanto mi cara y me miro con esos ojos de un profundo azul--. Me siento bien contigo, ya te lo he dicho mil veces. --Mirate y despues mirame a mi. Por favor, es como si yo fuera la Sirenita macarra y tu el principe Eric con un palacete convertido en atico. Matias se rio y nego con la cabeza, divertido. --Olvidate de los mil motivos que te alejan de mi y piensa en los que te acercan. --?A parte del sexo? --A parte del sexo. Me quede pensativa y me mordi el labio. El sabia que yo era de las que cocinaban los sentimientos a fuego lento, muy, muy lento, especialmente cuando aun no habia olvidado a quien ya sabemos. Eso de que un clavo saca a otro clavo es mentira, ni lo saca ni lo sustituye, solo hace de ese vacio algo mas llevadero. --Tengo que entrar a trabajar en un rato, ?me devuelves mi camisa? --Ni hablar, me queda mejor que a ti. --Nos reimos y le rodee el cuello con mis brazos para acercarlo y juntar mis labios con los suyos en un beso que, segundos despues, dejo de ser inocente. --?Me vas a hacer quitartela? --Me miro con lascivia y mordio mi labio inferior. --Te espero en la ducha. --Me fui tras guinarle un ojo y lo deje terminando aquella taza de cafe. Las mananas de lunes eran, como decirlo, un asco. Olivia, mi amiga y agente, decidia que era dia de vernos para hacer cosas de provecho y asi poder localizar los castines que estaban abiertos. Llegue tarde a aquel Starbucks, tarde y atontada, para que negarlo, el agua y los orgasmos de buena manana eran un somnifero mas que un chute de energia y una patada en el culo. Cuando entre la localice en una de las mesitas con dos comodos sillones, ya que soliamos hablar largo y tendido. Olivia y yo nos conocimos cuando ambas estabamos terminando nuestras carreras, vino al musical que se estreno en mi promocion y se ofrecio desde un primer momento a ser mi agente. Recuerdo que me dijo que iba a parecerme algo de locos, pero que sin conocerme ya creia en mi. Poco despues comenzamos a trabajar juntas y no tardamos en depositar la confianza de la una en la otra, el problema fue que un tiempo despues... Bueno, ya sabeis lo que paso. Por eso, en cuanto volvi a Madrid no dude en llamarla. Me sorprendi cuando me conto que durante varios anos ella tampoco trabajo de agente, se habia dedicado a hacer varios cursos, le encantaban los idiomas, y acabo trabajando como profesora en una academia hasta que se quedo embarazada. Le propuse que volviesemos a trabajar juntas, yo necesitaba una agente y ella vio la oportunidad de volver a retomar todo aquello que una vez dejo y que echaba de menos, asi que volvimos a conectar en una especie de tandem que se extendia mas alla de lo profesional. --Buenos dias, Oli. ?Como esta mi pequenaja? --pregunte acariciando su ya abultada barriga. --Me ha dado una noche horrible, no pienso comer mas chocolate despues de las doce, le gusta demasiado, y lo peor es que me lo hace saber en forma de patadas --se lamento--. No aprendo. --Dile a Ivan que te lo esconda. Eso si, luego no lo amenaces de muerte si no te lo da. Nos reimos, me escape a la barra a pedir nuestros cafes y volvi minutos despues sentandome frente a ella y tendiendole su descafeinado. --?A que se debe hoy tu retraso? --Matias..., ya sabes. Olivia dibujo una sonrisa comprensiva. --Lo intenta. --Y lo aprecio. De verdad, lo hago, aunque aun me cuesta... --Me frote la sien y mire a Olivia --. Es como si sintiera que no es el mejor momento, pero cuando estamos juntos todo va bien. --Piensas demasiado, Ale, tanto que parece que no eres consciente de que no solo Matias lo esta intentando, sino que tu tambien. --Acaricio mi mano en un gesto carinoso y saco su agenda en la que tenia apuntadas mil fechas en un monton de colores a cual mas fluorescente. Estuvimos hablando de ese anuncio en el que participe, de la campana de publicidad que hice con una marca de zapatos y, en especial, de las audiciones fallidas a las que me presente desde que volvi. Le exprese un poco ese desaliento que me agitaba cuando algo se me resistia hasta que, finalmente, ambas nos recordamos que este mundo era asi de incierto, parecia que no cabian las seguridades en el. --Ayer publicaron una nota de prensa. Al parecer van a hacer una adaptacion de la pelicula Por primera vez. No se si sabes cual es, yo la vi hace anos y la verdad es que me gusto. --?Cuando es la audicion? --El dieciocho de mayo --contesto mientras subrayaba la fecha. --En poco mas de un mes... --Di un sorbo a mi cafe y rasque nerviosa ese carton que lo rodeaba. --Tienes que intentarlo, Ale. Yo confio en ti, si no ?que iba a hacer aqui con un bombo de cinco meses? Me hizo sonreir y asenti. Olivia se habia convertido en ese apoyo que necesitaba alli, ella me rescataba cuando me invadian sensaciones poco amables que me hacian dudar de lo que era capaz. Habian pasado muchos anos desde que nos vimos por ultima vez, pero decia que nada de lo que yo era habia cambiado, que seguia teniendo esa luz por la que desde que nos conocimos sintio que tenia que acompanarme ya que, segun ella, iba a llegar alto y lo queria ver. Cuando salimos de la cafeteria dimos un paseo por la Gran Via, me obligo a entrar en una de esas tiendas que tenia cositas en miniatura y a la que no se podia resistir. Cada vez que ibamos salia con algo para Alma, aquella vez fue un conjunto playero de lo mas mono. --Ay, Alma, tu madre no tiene remedio. --No puedo esperar a verla con estas cositas. Voy a esconder la bolsa, como Ivan vea que le compre algo mas me echa de casa. --Tienes muy poca fuerza de voluntad. --Ni te lo imaginas. Tan poca que mira como acabe aquella noche. --Miro hacia su barriga y me rei. Anduvimos hasta la estacion de metro y nos despedimos alli, prometiendole que la llamaria para comer un dia de esa semana. Al llegar a casa recogi todo lo que no me dio tiempo por la manana y me sente en el sofa mientras esperaba a que el suelo se secara. Mi telefono comenzo a sonar apoyado en la barra de la cocina, tuve que saltar del sofa a la silla, apoyar las rodillas en la pequena mesa y estirar uno de mis brazos hasta que lo alcance. --?Si? --respondi con la respiracion agitada. --?Te he chafado un polvo? No me digas que te he chafado un polvo. --No, mas bien ha sido un intento de <>. --Un dia de estos me llaman diciendo que te has roto la crisma por ahi. --Hoy no ha sido el dia, sali victoriosa. --Nos reimos y volvi al sofa--. ?Ya es tu hora del almuerzo? --Podria decirse que si. Mire el reloj y agite la cabeza.

  • Un grave error de Erina Alcala

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    -?Que pasa mama? -Pregunto Ana. La madre bajo la cabeza. -?Es grave?, papa dime que pasa. La familia Solis, estaba compuesta por el padre, Francisco Solis de 50 anos y su madre Berta de 48 y ella misma, Ana Solis como hija unica. Era una familia acomodada de Marbella, pues el padre trabajaba para la empresa de Floros Michelakis, un armador griego que tenia una de sus bases en Marbella. Vivian en una gran villa, desde que ella tenia uso de razon. Su padre era gerente de la empresa naviera. Llevaba ya trabajando tiempo con Floros, al tanto de los astilleros de Cadiz y de la flota de yates de recreo que se vendian en Marbella. Ahora, Floros se habia jubilado y su hijo Dimitri habia tomado el mando de todas las propiedades que la familia Michelakis tenian en Grecia, en Marbella, en Cadiz y algunos astilleros italianos e Inglaterra tambien. Su padre habia hecho un buen trabajo y Dimitri a sus treinta anos, era el dueno de una inmensa fortuna, un yate de lujo enorme y caro, un jet privado, una casa en la isla de Santorini, lejos del turismo, pero no menos preciosa, rodeada de un terreno de vinedos de los que estaba orgulloso, crecian en esa tierra volcanica que era la isla, y la casa estaba situada en una pequena colina. Abajo, por un sendero de unos trescientos metros, se bajaba a la playa, de arena blanca. Una playa privada de kilometro y medio con un embarcadero al final de la misma. Aunque no toda la isla tenia arena blanca, la otra parte de la isla, era arena negra, tan maravillosa como la blanca. Dimitri, se compro esa casa a seis kilometros de la civilizacion para estar tranquilo, cuando viajaba, era su remanso de paz, de descanso entre viajes. Tenia un balcon con piscina natural, como las casitas turisticas de la isla, una gran casa con una decoracion en tonos azules, gimnasio, piscina cubierta y otra en el jardin desde la que se veia el mar, y todo cuanto podia necesitar. Tres trabajadores se encargaban de la casa, dos mujeres, una de la cocina Cora, mujer de Cosmos que se encargaba de la vigilancia, del jardin y las piscinas, asi como de cerrar por la noche la verja que llevaba a la playa. Su mujer Cora, se encargaba de las compras y la cocina, dormian en una casita de invitados en el jardin, a una cierta distancia de la casa y Delia se encargaba de la limpieza de la casa. A dos kilometros, habia un almacen y una bodega, con todo lo indispensable para criar su propio vino. Un vino seco y de gran acidez debido al terreno volcanico de la isla. Estaba orgulloso de su bodega. Tenia para ello a tres trabajadores. Marco, era el supervisor y el encargado. En Atenas, donde tenia su trabajo, su oficina, habia adquirido un gran apartamento en el centro de la ciudad, y el resto del tiempo, o cuando viajaba lo hacia en el jet privado y el yate lo tenia de recreo para ir al resto de las islas, y se quedaba en hoteles cuando iba a otros paises. No queria mas propiedades, salvo las que su padre le habia dejado, a cambio, su padre recibia anualmente una buena cantidad de dinero para vivir bien con su madre, un yate y una casa en las afueras de Atenas. Su padre le decia que ya era hora de enamorarse y formar una familia, pero el decia que posiblemente lo segundo, lo primero impensable, Dimitri no era de esos, ni queria hijos. Ninguno. No tenia tiempo de atenderlos. No se veia como su padre. Le encantaba su trabajo y viajaba demasiado como para hacerse cargo de una familia al uso. Si queria una mujer, se la llevaba algunos viajes, si eran cortos. Habia salido con Anika, una griega hija de un banquero importante, pero le puso los cuernos con otra persona y no queria saber nada de mujeres. Tampoco es que tuviesen una relacion formal ni seria. Asi que no le dolio lo mas minimo cortar con ella. -Hijo, ?y a quien dejaras todo esto? Al menos nosotros te lo hemos dejado a ti. Tu padre ha creado un imperio y se que tu doblaras ese trabajo. Eres inteligente, pero una mujer buena a tu lado... -Quiza mas adelante te de una sorpresa, mama. tranquila soy joven aun, -Si, piensalo, tu padre me tenia a mi cuando volvia de sus viajes, y hemos sido felices treinta y cinco anos. -Ya veremos. Ahora viajo mucho y trabajo mucho mas. Papa se ha dado a la buena vida y estoy haciendo auditorias en todas las empresas antes de tomar decisiones importantes. -Tu padre ya ha trabajado bastante, viajado y quiere tranquilidad. -Es cierto, yo puedo ocuparme de todo. No os preocupeis. Te quiero, mama. -Y nosotros a ti hijo -Dijo abrazandolo. En Marbella, Ana estaba muy preocupada. -?Bueno, me vais a decir que pasa? -El senor Floros se ha jubilado y ha venido el hijo, que es el que se ha hecho cargo de todas las empresas de su padre. Es un joven duro, no es como su padre. -Bueno ?Y que pasa? -Ha hecho una auditoria en la empresa. Las esta haciendo en todas las empresas que su padre le ha dejado. -Y bien, es normal ?no? -No hija. Tuve que sacar dinero para la casa y la buena vida que llevamos. Iba a reponerlo, pero nunca reunia suficiente. -Pero papa... ?Has robado a la empresa? -Solo lo he cogido, pero no tengo el suficiente para reponerlo todo. Lo perderemos todo, e ire a la carcel. Su hijo es duro. -?Como? -Fue para que tu madre y tu vivierais bien y fueras a la universidad de Harvard a hacer Derecho y Administracion de empresas. -Pero papa, vamos a ver, tengo 23 anos. Acabo de terminar la carrera y por supuesto no ire a hacer ningun master, podia haber estudiado en Malaga, ?cuanto debes? -No puedo decirtelo, eran pequenas cantidades para que no se notara. -?Te ha echado? Por Dios papa, ?que has hecho?... -Me ha dicho que vaya manana a verlo a las 12 de la manana. Eso significara que si y que tendra alli a sus abogados. -Bueno, buscamos un piso pequeno de alquiler en Malaga y le das la casa o la vendes, y le das el dinero, y el dinero que tengas ahorrado tambien, vendes los coches, no necesitas esos dos coches. -No tengo nada hija, y la casa no es suficiente. -?Por Dios papa, ?que has hecho? -No se hija, se me ha ido la mano y ya no pude parar. -?Por que has llevado una vida que no te correspondia? Nos has mentido. Y tu mama ?lo sabias? -y su madre bajo la cabeza. -!Por Dios! Esto es lo mas, aparte de este calor infernal de agosto. -Deja hija, a ver si manana lo puedo convencer de que me siga dando trabajo y le doy la casa a cambio, o la vendo y le doy el dinero. -Si le das la casa ?cuanto le sigues debiendo? -Dos millones de euros. -?Dos millones? ?Estais locos? Eso no lo ganaremos en la vida ni trabajando los tres con un buen sueldo, ?que has hecho? Coches de lujo, ?creias que no te pillarian? -Ha hecho una auditoria en cuanto su padre se ha ido y ha tomado el mando. -Normal. Uff. Me voy a acostar, a ver que te dice manana. Si no, recogemos las cosas y nos vamos a trabajar en lo que sea los tres y le pagamos todos los meses algo hasta pagar la deuda, aunque tengamos que trabajar toda la vida para pagarsela. Y se fue a su cuarto temblando, cabreada con su padre, muy enfadada. Y llorando. Ella nunca les habia pedido nada a sus padres, a pesar de todo, no era una chica mimada, sino trabajadora y estudiosa. Tenia el pelo largo, y era morena y bajita como su madre, de ojos verdes y nariz con pecas respingona, tenia caracter y estudios, pero nada de experiencia. Y mientras pensaba en la cama en todo, se le ocurrio ir a ver a ese tal Dimitri, hijo del ex jefe de su padre, sin cita ni nada y hablar con el del tema de su padre – Si podia llegar a un acuerdo... No sabia como era ese senor, y aunque ella era joven, 23 anos, intentaria por todos los medios que sus padres salieran bien parados. Se iria a las nueve de la manana. Y esperaria lo que hiciera falta. A las ocho y media le pidio a su madre el coche, desayuno cerca del trabajo de su padre e iba con una carpeta y un boligrafo en el bolso, puso el movil en modo avion para que no la molestara nadie. Se habia puesto una falda de verano, una blusa de maga corta, sandalias altas y se habia recogido el pelo en una cola alta. Se maquillo lo justo y entro en el edificio de oficinas del puerto donde estaba ubicado el trabajo de su padre hasta hoy. Iba nerviosa, no sabia si la recibiria, ni con quien iba a encontrarse. Y, sobre todo, como la recibiria En la recepcion pregunto por el. -No esta, -le dijo la recepcionista -ha salido a desayunar. -?Tardara mucho?, le pregunto Ana. -Una media hora, como el resto de los dias, es muy puntual. -Quisiera hablar con el. -?Tiene cita? -No, pero soy hija de Francisco Solis. -!Ah bueno! Intentare que la atienda en cuanto venga. Si quiere espere en la planta quinta. Hay sillas. Al lado de la puerta, a la derecha, frente a la puerta del director. -Gracias. Lo espero arriba. Y espero media hora justa. Ya estaba temblando de los nervios, las piernas hechas un flan y hasta la barbilla le temblaba, cuando sintio unas pisadas seguras y el corazon le latia a mil por hora. Cuando ese hombre gigante, elegante donde los hubiera, de pelo negro y ojos verdes y barba de un par de dias, se paro junto a ella... -?Es usted hija de Francisco Solis? -Si, senor... -Michelakis. -Senor Michelakis, queria hablar con usted -y Dimitri sonrio con una sonrisa lobuna. -?Que edad tienes? -?Es importante? -Si no, no se lo preguntaria. -Veintitres. He terminado la universidad, si quiere saber mas. -Si un buen dinero mio invertido y en Harvard, nada menos -Y se puso roja -Vamos pase -Y la dejo pasar primero. Y a ella le parecio ir al matadero delante de ESE hombre tan grande, y tuvo un muy mal presentimiento. Hablaba muy bien castellano. -Bueno, a ver, saco unos documentos -sientese por favor -Y ella se sento frente a el en un sillon. -Francisco solo tiene una hija, Ana.

  • El pequeno libro de los mitos del mercado de Ken Fisher

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    Todo el mundo sabe que una moneda fuerte equivale a una economia solida, que los bonos son mas seguros que las acciones, que las acciones son cada vez mas volatiles y que las ordenes de stop loss son una tactica inteligente para ahorrar dinero. ?O no?

  • Perfectos mentirosos de Alex Mirez

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    Existe un lugar llamado Tagus. Es la universidad a la que solo asisten chicos y chicas con apellidos influyentes, familias poderosas, cuentas bancarias infinitas y vidas envidiables y aseguradas. Esta llena de caras hermosas, altivas y maquiavelicas. Por sus amplios pasillos se susurran sin compasion los chismes mas recientes. Es exigente, pero a veces flexible, y esta rodeada por un campus en donde cada fin de semana hay una fiesta en la que debes impresionar a alguien. Tagus, enorme e imperiosa, ha sido construida a base de <> y <>. Dentro, todo se vale y al mismo tiempo todo se juzga. Es el magnifico nucleo del infierno, poblado de atractivos, bien vestidos y malintencionados diablillos. Pese a todo, cualquiera desearia estar alli. Tu mejor amiga, tu prima malvada, el hermano de alguien, la chica que detestas, tu misma, yo… Cualquiera mataria --literalmente-- por formar parte de esa exclusiva sociedad/circulo/secta para poder disfrutar de las risas, justificar sus maldades y esconder con complicidad cualquier secreto. Porque en Tagus hay muchos secretos. Y a veces ni siquiera los padres ni el dinero pueden mantenerlos ocultos por mucho tiempo. A veces, salen a la luz por si solos. Otras veces, alguien los hace salir… Prologo Campus universitario de Tagus 1 de mayo, 15.00 horas --?Viste lo que paso con los Cash? --Si, que horror. No me lo hubiera imaginado nunca. --Nadie. ?Quien iba a pensar que esos tres ocultaban algo asi? A mi me encantaba Aegan, el mayor. Ya sabes, ?no? El de los tatuajes. Dios, cuando entraba en un sitio, su presencia era salvaje. --A mi me gustaba Adrik. Era callado, pero eso le daba un aire misterioso. Ademas, yo estaba en Literatura con el, y cuando leia delante de la clase…, orgasmos literarios. --Aleixandre tambien estaba canon, eh, aunque tenia pinta de nino bueno. --Hayan hecho lo que hayan hecho, seguiran siendo una leyenda en Tagus. --Y ahora tambien esa chica… ?Como se llamaba? Jude, si, Jude. --?Ella fue la que lo hizo? --Si, ella fue quien los destruyo. 1 !Bienvenida al infierno mas divertido! Perdon, !a Tagus! 1 de enero --El secreto para sobrevivir aqui es no confiar en nadie, ser discreta con lo que haces y tener mucho cuidado de quien te ve haciendolo. Ese extrano y valioso consejo salio de la boca de Artie, la chica que seria mi nueva companera de apartamento. Pero, para ser sincera, no le di importancia, je. Solo podia pensar: <>. Era el primer dia. Caminaba por la feria de bienvenida a nuevos alumnos en el parque central del campus, y yo era todo lo que debia parecer: la tipica chica nueva, tonta y deslumbrada porque a mi alrededor cada cosa era fiel a las fotografias de la pagina web. Los kilometros de areas verdes que conformaban los terrenos universitarios estaban plagados de arboles podados y moldeados de la misma forma que las vidas de los que tenian el privilegio de haber sido aceptados como alumnos. Por las calles asfaltadas circulaban bicicletas. Habia carteleras en cada esquina con anuncios informativos, de eventos proximos, ?ese era un cartel de una chica desaparecida? Y ahi, en el parque central de Tagus, punto de encuentro del primer dia, abundaban las casetas de ventas de camisas, de entregas de horarios, de guias de campus y de clubes estudiantiles. Dentro de esas casetas, los chicos y chicas tenian ese aire de <>. Y fuera, mirando y tratando de asimilarlo todo, los estudiantes nuevos transmitian un <>. --?Estas oyendo lo que te digo? --me reprocho Artie ante mi evidente distraccion. Caminaba a mi lado. Al llegar al apartamento, yo le habia pedido que me acompanara a la feria, ya que no sabia como moverme sola por ese laberinto universitario. Para mi sorpresa, Artie habia aceptado. --Claro --le menti para ocultar que habia estado ignorando lo que decia sobre supervivencia social--. Que tengo que seguir tus consejos o… ?Que es lo peor que me puede pasar? --Depende --respondio ella mirandome con curiosidad--. ?Cual me dijiste que era tu apellido? ?Es importante en algun lugar? Si, en la silenciosa, oscura y despoblada Ninguna Parte. --?Tiene que serlo? --inquiri como respuesta--, porque, segun se dice, lo que aqui importa es que los estudiantes mantengan un nivel academico magistral. Artie asintio con una risa. --Si, si, eso es muy cierto, y tambien que de aqui salen figuras importantes --admitio--, pero sacate el folleto de Tagus de la cabeza. No todo es pasarse el ano entero sola y estudiando. ?O eres de las que prefiere estar sola? En realidad, de las que preferia guardarse sus preferencias. --Me adapto al entorno --me limite a decir con un encogimiento de hombros que no revelaba nada. --Bueno, aqui hay evento tras evento, y los circulos sociales son importantes --explico con una seriedad que delato la importancia que le daba al tema--. Con un buen apellido no tienes que esforzarte mucho en encontrar uno o en hablar con la gente, porque la gente estara dispuesta a hablar contigo en cualquier momento. Por esa razon, dime, ?tienes algun familiar que se pueda reconocer o al menos googlear? Saco su movil y espero ansiosa a que le dijera quien de mi familia aparecia en internet. Como a mi me gustaba hacer fichas mentales de las personas, justo en ese momento lo que tenia anotado de Artie en mi cabeza era: Aspecto: mas o menos alta, cabello negro, ondulado y corto hasta la linea del cuello, estilo Marilyn Monroe. Nariz y barbilla de hada, ojos grandes y delineados, jersey y tejanos. Sus fotos en Instagram deben verse aesthetic y probablemente nunca le debe faltar alguna frase de algun libro en la descripcion. Caracteristica destacable: chica a la que le importa demasiado la reputacion social. Es decir, se esfuerza demasiado. Pero ?le funciona? ?Es Artie importante socialmente? Al menos era amable. --No, nadie de mi familia es importante --fue lo que dije. Artie hizo un mohin de pesar. --Que mal, siempre es mas facil asi. --Agito la mano en un gesto despreocupado para restarle importancia--. Pero no te preocupes, por suerte has quedado conmigo. Conozco gente y te los presentare. ?Cual es tu target? Iba a decirle que no tenia ni idea de lo que me estaba preguntando, pero mis ojos ansiosos que habian estado fijandose en todo lo que ocurria junto a nosotras y en todo lo que veia mientras caminabamos se fijaron en una de las casetas de la feria. Una en especifico. Y entonces paso. Ellos. El. Me fue imposible hablar y caminar al mismo tiempo, asi que me detuve y primero me fije en el chico que atendia la caseta. Tenia un camino de tatuajes que se iniciaba en su muneca derecha y se perdia en su ascenso por el resto del brazo, y llevaba su cabello azabache rapado por los lados y mas abundante por arriba. Era uno de esos chicos que, al entrar en un lugar, lo dominan por completo. Uno de esos chicos que parecen el endemoniado sol, porque te dan ganas de mirarlos, pero cuando lo haces te causa dolor ocular tanta energia, tanto poder, porque si, <> siempre ha sido la palabra perfecta para empezar a describirlo. Desprendia un caracter autoritario mientras discutia con el chico que lo acompanaba dentro de la caseta. No estaban montando ningun escandalo, pero yo note que discutian porque su boca no paraba de moverse con tension. Vi incluso el momento en el que perdio la paciencia, le arranco al otro chico el cigarrillo que sostenia entre los labios y, furioso, lo lanzo al suelo. Me fije entonces en el tipo del cigarrillo. Era un poco mas delgado, tenia el pelo del mismo color negro azabache que el de los tatuajes, pero lo llevaba mas largo y con un corte desenfadado. Al contrario del primero, su cara era menos expresiva. Su boca era una linea seria y sus cejas espesas no indicaban nada, por lo que era muy dificil saber si la discusion le afectaba de algun modo. Su ropa era toda oscura y no parecia tener intencion de dar respuesta alguna a las palabras que le estaban soltando. En donde el otro parecia un terremoto en curso, este era la insospechada calma que precede a una catastrofe. --?Ya has salido del hechizo Cash? --escuche a Artie preguntarme de repente. Sali de mi analisis con brusquedad y la mire, pestaneando. Me di cuenta de que sus ojos tambien apuntaban hacia los dos chicos de la caseta. --?Que? --No la habia entendido--. ?Que hechizo? ?De que hablas? Ella solto una risa de <>. --Te has quedado mirando a los hermanos Cash, y eso es lo que dicen que te sucede cuando los ves por primera vez --explico divertida, muy obvia--. Te quedas atontada por un rato, no puedes apartar la mirada y piensas: <>. Y si, son tan reales como que te tiemblan las piernas en este momento.

  • La solterona de Jana Westwood

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    En 1878 Elizabeth Downton es ya una solterona. Tiene treinta anos y ninguna expectativa romantica. Aun asi Elizabeth no es una mujer amargada, acepta el destino que le ha tocado y disfruta de las cosas sencillas de la vida.

  • El gemelo solitario de Peter Bourquin

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    ?Sabias que muchas de las personas que nacen solas empezaron su vida acompanadas de un hermano o hermana que murio durante el embarazo y desaparecio sin dejar rastro? ?Y sabias que la frecuencia con que esto sucede es asombrosamente alta? Es un hecho conocido y comprobado por la ciencia desde hace ya varias decadas que, segun las estimaciones mas conservadoras, un 10% de los bebes que nacen solos empezaron su vida en un embarazo gemelar y perdieron a su hermano durante la gestacion. Hasta fechas muy recientes este fenomeno era pura estadistica. Solo desde hace unos pocos anos la psicologia se esta interesando por las huellas que esta experiencia deja en el gemelo superviviente.?Que consecuencias puede tener para una persona el hecho de pasar las primeras semanas o meses junto a un gemelo en el utero y despues sufrir la perdida y nacer sola? ?De que manera puede elaborarlo e integrarlo cuando, ademas, a menudo este hecho es ignorado y esta relegado a las capas inconscientes de nuestro ser?

  • Conexion Inesperada (Victimas de Murphy 4) de Miriam Meza

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    CASUALIDAD. MALA SUERTE.
    Todavia no se a quien culpar.
    Solo se que despues de ese mensaje las cosas no volvieron a ser iguales.
    El era un extrano, y yo me sentia sola.
    Nuestra conexion se volvio adictiva, y me hacia olvidar cosas en las que no deberia pensar.
    Hasta que choque con la realidad,.
    ?O seria con Murphy?

  • Torpe de mi de Patricia C. Ramos

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    ?Que haces cuando te das cuenta que te has estancado en algun punto en tu vida?

  • El objetivo (Will Robie 3) de David Baldacci

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  • La conspiracion de las sombras de Rodrigo Munoz Blazquez

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    Ricardo Tierno es un brillante inspector de homicidios, cuyos servicios como agente del bien llegan a requerir importantes asociaciones internacionales, pero sin ningun tipo de protocolo social.
    En el Madrid de un futuro cercano, Cupido, un asesino en serie, al que hay que capturar. Ricardo tiene como nuevo companero a Carmelo Blazquez, una persona brillante y candida con quien choca en muchos puntos, pero coinciden en los realmente importantes.
    Fruto de esta convivencia nace una amistad en la cual al genio se le contagia la humanidad y, al hombre, la genialidad.

  • Siete Cero Dos de Paloma Ainsa

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    Emma es contable. Su vida transcurre sin sobresaltos, y su circulo social se limita a cuatro amigos y a su excentrica madre.

  • Mi bonito del norte de Valentina Roma

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    Hola, soy Elizabeth Aurora de la Vega Fernandez, si, mis padres dicen que me querian, aunque me pusieran ese nombre... En fin... si ellos lo dicen. Cuando estan a punto de proclamarte miss cuernuda de Barcelona, ?te tienes que preparar un discurso o es algo simbolico? Digo, porque tendria que mirar que me pongo... No, en serio, son preguntas serias que tengo. Yo es que soy mucho de preguntar, por cierto... ?como sobrellevas el despues? ?Quieres vomitarle a todo el mundo como la nina del Exorcista cuando te preguntan "?Y tu novio, donde lo has dejado?" De momento no le he vomitado a nadie, la verdad... todo sea dicho. Aunque tengo muchas dudas, ?volvere a confiar en esos desgraciados? ?Los desterrare para siempre y me comprare un gato? Acompaname junto a mis amigos en esta aventura y prometo que no te arrepentiras. Eso si, ves preparando unas copas de vino y unas croquetas, que tenemos para rato.

  • Gus. La otra mitad del corazon (Bright Side 2) de Kim Holden

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    Tras la marcha de Bright Side, Gus es incapaz de ver el lado positivo de las cosas. Bright Side no solo era su mejor amiga, era su media naranja. la otra mitad de su corazon.
    El joven y su banda se van de gira por Europa, pero, incapaz de hacer frente a la perdida, Gus recurre al alcohol y las drogas para olvidar. En medio de este caos, conocera a Scout MacKenzie, una timida asistente que esconde un pasado muy duro. Poco a poco, Gus y Scout forjaran una bonita amistad y descubriran que es posible volver a amar cuando crees que lo has perdido todo.

  • Tormenta cerebral de Daniel J. Siegel

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    Entre los doce y los veinticuatro anos el cerebro se transforma de manera decisiva y, con frecuencia, complicada. En Tormenta cerebral, Daniel Siegel, el reconocido psiquiatra y autor de exitos editoriales como El cerebro del nino, desmantela una serie de mitos populares sobre la adolescencia --por ejemplo, que es una simple fase de <> llena de comportamientos a menudo <>-- para descubrir como, en realidad, es una etapa transcendental de nuestras vidas a la hora de trazar la trayectoria del adulto que acabaremos siendo.

  • Heroes de cobre de Iguazel Seron , Marta Alvarez

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    Cuando el rey de Galvania muere, se convoca una competicion de aspirantes al trono. ?El objetivo? Encontrar una serie de objetos magicos antes de que concluya el tiempo. ?Las principales normas?

  • Un misterio en Italia de Santa Montefiore

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    Despues de su divorcio, Gianluca abandona Londres y se traslada al palazzo Montelimone en Amalfi, nueva residencia de sus padres. Pero la antigua mansion encierra un profundo misterio entre sus muros. Varias decadas atras, un marques que vivia alli mato su amante al descubrir que le era infiel, lo que inicio una guerra entre familias. Al parecer los fantasmas de los muertos siguen merodeando por los aposentos. En el pueblo Gianluca conoce a una inquietante mujer de mirada triste que siempre viste de negro a la que continuamente acompana un nino. Fascinado por aquella dama, siente que sus problemas se esfuman al tiempo que descubre que el tambien posee un poderoso y misterioso don. Mientras su sumerge cada vez mas hondo en los antiguos misterios del palazzo, corre el riesgo de enfrentarse a su temor mas profundo: volver a caer en las redes del amor.

  • Deje de pronunciar tu nombre – Luis Herrero de Luis Herrero

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    Siete meses antes de morir, Carmen le pregunto a su prima Soledad mientras paseaban juntas por el olivar del convento de monjas de Arenas de San Pedro:

  • Joaquin (Attitude 2) de Marion Olharan

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    Joaquin es bailarin principal en el Ballet de Nueva York desde hace diez anos; un artista reconocido, exigente y tambien un orgulloso donjuan. La cara amable y encantadora del seductor esconde, sin embargo, a un hombre distante que nadie conoce bien. Su vida profesional lo acerca a Alice, una joven singular y acomplejada que se oculta tras unas enormes gafas vintage y un gran sentido del humor. Ella acaba de salir de una larga relacion y necesita ganar confianza; el solo piensa en una nueva aventura. Pero a veces las cosas mas impensables ocurren, y solo al lado de Alice Joaquin parece mas sensible, mas vulnerable, incluso el mismo. ?Se convertira por fin una de sus historias de cama en historia de amor?

  • Lo imperdonable de Norma Lazo

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    Eddie no era su nombre, Michael la llamaba asi. Tenian poco tiempo de conocerse y los unia una amistad profunda aunque prudente. Eran mayores y habian aprendido que los mejores amigos buscan la distancia adecuada. Al igual que puercoespines, ni tan lejos que de frio, ni tan cerca que espine. Al principio Eddie no hablaba de su vida o de su pasado. Habia callado sus dias salvajes sin destino, las playas banadas de abulia y desasosiego y las horas mirando nubes para adivinar formas de animales mitologicos. Tampoco le habia contado del malestar nacido por la incertidumbre que le provocaba su futuro. Malestar a veces alejado con algun libro robado y, en otras, provocando pleitos en la escuela. Eddie no se habia atrevido a hablar de ello hasta la noche en la que volvio su pasado. Entonces decidio contarle todo a Michael, aunque no supiera como. El destino de Eddie se sello treinta anos atras, mientras esperaba sentada en la barda del colegio a su mejor amigo, Ian, leyendo Mas que humano de Theodore Sturgeon, una novela de ciencia ficcion que tomo prestada de casa de Camilo Garcia Moreno, otro de sus amigos. Pero aquello era un eufemismo, Eddie solo regresaba los libros si alguien le reclamaba. Miro su reloj Swatch de caratula azul. Ian solia ser puntual y ahora llevaba retrasado veinte minutos. Eddie brinco desde la barda del colegio y se asomo por la calle en busca de su amigo. Entre los coches apelotados por el trafico avisto el Mustang color cobre y de llantas achaparradas rebasando impacientemente a los demas automovilistas. Eddie echo la novela de Sturgeon en la mochila y se preparo, como cada dia, para subir al auto. --?Aburrida? --le pregunto Ian desde la ventanilla mientras quitaba el seguro de la puerta del copiloto. Eddie afirmo con la cabeza y avento la mochila en la parte de atras. Reclino el respaldo hasta topar con el asiento trasero. --Nos esperan en la playa --le dijo Ian. Eddie tomo la cajetilla de Camel de la camisa de su amigo y encendio uno. El Mustang rozaba el suelo en cada vuelta. Ian era adicto a la velocidad, a los brincos sorpresivos provocados por los topes y a las miradas reprobatorias de los parroquianos quienes, al verlo venir a lo lejos, se replegaban contra la pared de las aceras. En la playa, recostados sobre el automovil de Ian, el grupo de amigos observaba a las gaviotas clavar sus picos en las crestas del oceano en busca de alimento. Las mas habiles pescaban a su presa en la primera zambullida, en tanto que las torpes levantaban el vuelo para intentarlo nuevamente hasta conseguirlo. Cuando Eddie se iba de pinta con sus amigos solian reunirse en las dunas El Infiernillo. Tomaban cerveza envueltos por las bocanadas de aliento salado y caluroso del verano mientras el mar marcaba su frontera de espuma con la que jugaban a salpicarse. Pudo ser un dia cualquiera, inutil y perezoso como el anterior, de no haber sido por la llegada abrupta de Alma Grande. --El menor de los Garcia Moreno se mato --dicho esto, Alma Grande desplomo su enorme cuerpo de ciento veinte kilos y metro noventa de estatura sobre la arena, cayo doblado sobre sus rodillas como los musulmanes en oracion. El menor de los Garcia Moreno se llamaba Mauro y tenia once anos; su hermano, Camilo, era parte del grupo de amigos. Mauro era un nino gordo y rubio, de rostro palido, marcado por las manchas de sol. No hablaba mucho y, taciturno y melancolico, pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su recamara escuchando discos. Fantaseaba con ser invisible y pasar inadvertido en el colegio para no dar explicaciones de su aislamiento. En la familia nadie entendia a ese ser silencioso que parecia vivir en otra dimension, distante, perdido en lo mas profundo de los caracoles, alli donde suena el mar pero no atropella con su vaiven violento. El unico que conseguia sacarlo del mutismo era Camilo. Si sus padres salian y el grupo de amigos se aduenaba de la casa, Mauro hacia lo imposible por pegarseles, aunque su hermano no lo permitia, pues todos bebian e incluso algunos ya fumaban marihuana. Penso que alejandolo lo mantendria a salvo. Eddie aun recordaba vividamente al giganton Alma Grande --quiza sea el recuerdo mas nitido de aquellos dias--, sumido en el llanto como un nino que acaba de descubrir la muerte. Alma Grande conto entre sollozos, recriminandose porque solian tratar al nino con indiferencia, que Mauro, a escondidas de su padre, el famoso abogado Raymundo Garcia Moreno, habia tomado la pistola de la biblioteca. A la familia le extrano la chamarra gruesa que llevaba Mauro en ese dia tan soleado, pero nadie le pregunto si no sentia calor. Tambien llevo a la escuela una caja con algunas de sus pertenencias mas preciadas: la coleccion de comics de Linterna verde, los munecos de accion de la Guerra de la Galaxias y sus discos de los Beatles. Les parecio raro su comportamiento, pero nadie imagino lo que vendria. En el colegio, Mauro las regalo todas a los companeros que nunca lo molestaron; la mayoria acostumbraba ponerle sobrenombres relacionados con su gordura, burlarse de su silencio, de la forma en que reprobaba cualquier materia y el estado de abulia perenne. En el salon de clases Mauro se planto al frente, al lado del profesor, y le pidio permiso para dirigirse al grupo. Sin decir palabra, extrajo la pistola oculta bajo su chamarra y se dio un balazo. Cuando Alma Grande termino su relato, el cielo azul se torno gris y brumoso, un temporal imprevisto se avecinaba. Asi era el clima en el puerto, impredecible y fiero como la vida. La ventisca proveniente del norte levanto las toallas de la arena, volaron los vasos de plastico y el liston morado con el que Gabriela habia amarrado su largo cabello negro mientras construia torres de arena. Las olas del mar empezaron a picarse y las pequenas crestas que las gaviotas penetraban se alzaron en violentos muros de agua. En medio de gritos, aturdidos por el tragico relato y el cambio repentino del clima, levantaron sus cosas para entrar al coche. Gabriela grito llamando la atencion de todos, luego senalo hacia la orilla de la playa donde descubrieron a lan desprendiendose del uniforme del colegio para caminar en traje de bano mar adentro, sin voltear, decidido y tambaleante por la fuerza de la corriente. Gabriela miro a los demas esperando respuesta y ante el desconcierto de todos se desprendio del uniforme y corrio tras de Ian. Alma Grande, los hermanos Caiman y Eddie hicieron lo propio, corriendo en traje de bano hacia el ir y venir de las olas que elevaban y descendian los cuerpos indefensos flotando de muertito a la deriva. Relampagos colericos enraizados ferreamente a las nubes parpadeaban semejando raigones viejos. Las olas empujaban al grupo de amigos con furia. Ian les grito que no nadaran y permitieran que estas los llevaran adonde quisieran. Fueron arrojados por remolinos de agua a las piedras y lanzados por el oleaje, salieron del mar con raspones y algunas espinas de erizo enterradas en los pies. Antes de subir al coche alcanzaron a ver una gran ola arrasando las torres de arena construidas por Gabriela. Era la ola mas grande que habian visto en meses. La masa de agua golpeo las torres y las deshizo en moronas de lodo y espuma, para luego retroceder con indiferencia de la misma forma en que la vida lo haria con ellos. 2. LA AMISTAD ENTRA POR LA LENGUA LA HISTORIA DE EDDIE Y MICHAEL PARKER Se conocieron la manana en la que Michael entrevistaba a aspirantes al puesto de traductor. La vio llegar desde el barandal de hierro forjado de su departamento. A juzgar por su apariencia, estaba nerviosa. Su cuerpo empequenecido, fragil, doblado por la pesadumbre de los secretos, se habia enjutado aun mas. Tenia el rostro limpio, sin maquillaje --nunca usaba maquillaje-, ni siquiera algun brillo tenue en los labios. Su ropa era insignificante, casi siempre arrugada y con ese olor a viejo que revelaba su paso por las tiendas de segunda mano. Eddie era una mujer de cuarenta y seis anos, sin pareja --jamas tuvo interes en tener una--, tampoco hijos. Delgada, de pomulos salidos y ojos profundos como pozos sin agua, ocultos detras de sus anteojos de poco aumento, y su cabello negro siempre revuelto, bucles crispados con los cuales luchaba para aparentar que se habia peinado. Desde el instante en el que se conocieron, a Michael le llamo la atencion ese rostro marcado por las ausencias que, si bien no matan, debilitan al cuerpo. Eddie, parada ahi con las palabras atrapadas en la garganta y la timidez exponiendola al cuchicheo de los vecinos, le causo pena. Entonces se adelanto para conducirla al interior de su departamento. Con manos temblorosas ella abrio su portafolios negro y maltratado por anos de uso y le entrego algunas de sus traducciones. Sin levantar la mirada de los papeles le dijo tener excelente redaccion y un ingles tan perfecto como el del mejor parlante no nativo. Eddie no miraba a Michael de frente pero lo escrutaba por el rabillo del ojo. Michael Parker era oriundo de Nueva York y tres anos mayor que Eddie, no obstante, parecia mas joven. Su rostro de nino contrastaba con su vestimenta de otra epoca: camisa blanca y sobria tipo mormon, pajarita azul cielo, chaleco tejido de rombos, pantalones sencillos, oscuros y lisos, sin ningun detalle memorable. Sus lentes de aumento tambien vintage, de pasta gruesa y moteada --simulando ser de carey- montada sobre el armazon dorado expuesto en la parte inferior. Michael odiaba lo moderno, con renuencia compro el celular que usaba como camara fotografica y una computadora para enviar sus textos a The Wall Street Journal y a algunos periodicos locales y del extranjero. El trabajo de su traductor seria transcribir todos sus manuscritos a la computadora y traducir algunos al espanol para despues enviarlos por correo electronico. Michael meso su cabello ralo y rojizo e inicio una conversacion en ingles. Despues de hablar de libros y peliculas con Eddie, quedo satisfecho con su soltura del idioma. --Se nota que viviste mucho tiempo en el extranjero --comento Michael, halagando su acento. --Jamas he salido del pais --respondio Eddie presurosamente. A Michael no le creo suspicacia que Eddie, con tan buena pronunciacion, jamas hubiera vivido en un pais anglosajon. Estaba convencido de los frutos de la tenacidad. --?Que es lo que mas te gusta hacer? --le pregunto. Ella respondio que le gustaban los trabajos solitarios como leer y arreglar cosas. Le seducian los escritores con vidas intensas y conmovedoras. Michael, hablantin y sociable por naturaleza, quiso saber mas de Eddie, por lo que le confeso que le apasionaba su trabajo y, al igual que ella, preferia a ese tipo de autores. La mayoria de sus traductoras fueron eficientes, pero carecian de ese rasgo en comun, aunque tampoco era requisito para ocupar la vacante. De hecho Michael no queria intimarlas mas de lo debido. Pensaba que, si contrataba a alguien con sus mismas aficiones terminaria escuchando una pila de opiniones en las que no estaba interesado. Aunque nunca lo menciono en los avisos de periodico, elegia a mujeres con gustos distintos a los suyos. Debido a su oficio, pasaba la mayor parte del tiempo asido a su asistente, que mejor si se trataba de alguien con poco que decir. Pese a ello, la inexplicable atraccion hacia Eddie lo obligo a pasar por alto sus propias reglas, accediendo incluso apagarle sin comprobantes fiscales. --Perdi mis documentos en la estacion de autobuses -le explico a Michael --, te prometo hacer pronto los tramites para tenerlos en orden. Nunca lo hizo. Eddie y Michael se hicieron amigos recatadamente sin confianzas vulgares o intrusiones incomodas. Ella no permitia gran acercamiento, rehusaba cualquier conversacion intima o ajena a sus obligaciones laborales. Eso lo intrigaba aun mas e inventaba pretextos para romper el hielo, asi que tras varios intentos consiguio que comieran juntos. Eddie accedio despues de pensarlo por unos segundos, como si se tratara de una decision trascendente, y el se avergonzo por haberla intimidado. Para evitar confusiones prefirio confesarle su orientacion sexual, no le atraian las mujeres. --Me asusta mi irresistible seduccion hacia el sexo opuesto --respondio Eddie. Ambos parecieron reirse de su aspecto descuidado y poco atractivo. Eddie comia despacio, dando bocados pequenos masticados por minutos. No habia perdido el aire provinciano. Parecia un personaje de Carson McCullers, de esos sofocados en lo profundo del sur americano. Aqui tambien hay otro sur, no menos brutal, ni menos desolador. --Desde nina quise irme del puerto --le confeso a Michael cubriendose la boca, todavia masticaba un pedazo de strudel de manzana, su postre favorito-, siempre hubo algo ominoso bajo la luz del sol. Lo unico que Eddie echaba de menos de su lugar de origen era el mar. Nadar sorteando las olas fue su pasatiempo favorito hasta que ella y sus amigos iniciaron el juego <>. Se pautaba con el parte meteorologico, cuando el mal tiempo se avecinaba. Los siete adolescentes se cubrian de heridas causadas por piedras y corales, heridas que eran medallas de guerra; condecoraciones que alardeaban mas tarde chocando las botellas de cerveza. Superficialmente todo seguia normal entre ellos, sin embargo, algo iba cambiando. A Eddie le costaba verbalizarlo. Se trataba mas que de una sensacion, acaso de un mal presagio. La sospecha de no ser los mismos y de que, despues del suicidio de Mauro y la partida de los Garcia Moreno al extranjero, jamas volverian a serlo. El juego era cada vez mas salvaje. Durante una tormenta, con rafagas de viento de hasta ciento veinte kilometros por hora, Alma Grande se estrello contra los costales de cemento en la escollera. Sufrio una contusion. Entre todos lo sacaron del mar. Fue tan arduo como rescatar a una tonina varada en la playa. Entonces se dieron cuenta de que sus vidas pendian de la necesidad de ser afirmadas con fiereza.

  • Somos naturaleza de Katia Hueso

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    La tecnologia, el turismo de masas, la urbanizacion, los trajines del dia a dia y las exigencias de la vida moderna parecen habernos hecho victimas de lo que Richard Louv --reconocido escritor y periodista-- llamo “sindrome de deficit de naturaleza”.

  • El diario amarillo de Carlota de Gemma Lienas

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    <>. Esta es la respuesta que les da a Carlota y a Marcos su padre cuando le hacen una pregunta a proposito de las drogas. Pero entonces, ?como podra decidir Marcos si fuma porros o no en la fiesta a la que lo han invitado? Carlota, determinada a conseguir tanta informacion como le sea posible, escribe este nuevo diario que tienes en las manos. A partir de testimonios que va recogiendo y de las explicaciones que recibe de su entorno mas inmediato y, sobre todo, de un medico de su club de futbol preferido, Carlota se adentrara en el complejo mundo de las drogas, convencida, como siempre, de que solo cuando dispones de toda la informacion puedes realmente decidir. El diario amarillo de Carlota no es exactamente una novela ni un diario, sino un libro a caballo entre la ficcion y la no ficcion que procura responder a una serie de interrogantes: ?Que tipos de drogas hay? ?Que efectos provoca cada una? ?Que es la adiccion? ?Y el sindrome de abstinencia?

  • La bestia cazada de Blanca Moral

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  • Una musica prodigiosa de Mitch Albom

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    Mitch Albom da vida al que quiza sea su personaje mas inolvidable, Frankie Presto, el mejor guitarrista que jamas haya existido sobre la faz de la Tierra, inspirado en el compositor de Recuerdos de la Alhambra, Francisco Tarrega, natural de Villarreal.

  • El viento idiota de Peter Kaldheim

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    La historia real de un hombre que cometio todos los errores posibles, pero encontro la forma de superar la tragedia para construirse una nueva vida.

  • Del Barrio A La Mansion. En Vespa de Hugo Sanz

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    Mire a mi companera de trabajo que se pintaba las unas en su puesto y atendia a un cliente a traves de los auriculares con la mejor de sus falsas sonrisas. Se llamaba Felicity, pero esa de felicidad tenia lo que yo de millonaria, o sea, nada. Era la persona mas borde con la que me habia topado hasta la fecha. Su vida consistia en trabajar e ir a la caza del chollo en las rebajas. El caso era estar comprando de forma compulsiva. Por esa razon jamas repetia un modelito para acudir a su puesto y eso que no recibiamos a clientes en las oficinas. -- ?Te pasa algo? -- pregunto al verme observandola. -- ?Deberia pasarme? -- No se, como me miras... -- Claro, te tengo enfrente, si no lo hiciera terminaria con un torticolis impresionante. Te pusieron en el sitio clave -- me encogi de hombros. -- De todas formas, imagino que te sirvo de inspiracion para estar a la ultima en lo que a tendencias de moda se refiere. -- Claro que me sirves, eres el claro ejemplo de lo que no deberia ponerme jamas. -- Eres un poco envidiosa ?no? -- Puede ser, pero de ti precisamente no -- voltee los ojos mientras soltaba el aire, ya que estaba acostumbrada a aguantar sus payasadas. -- Kora, no tienes ni idea de lo que es el glamur. Es mas, no creo que tengas idea ni de lo que es disponer de un armario de lo mas selectivo como el mio. -- Muero por tu armario -- rei negando. -- Es cuestion de clase... -- Si, sobre todo la que tu tienes -- solte una carcajada y cogi una de las llamadas que estaban entrando. No la aguantaba y llevaba seis meses con ella enfrente ?Se podia ser mas desgraciada? Pedi infinidad de veces que me cambiaran de puesto, pero alli no me hacia caso ni Dios. Yo solo era una mas de las ciento cincuenta teleoperadoras en uno de los tres turnos que habia repartidos durante el dia, con una duracion de ocho horas. Y estaba amargada, pero claro, no tenia otra cosa y mi madre decia que, rascandome las narices en casa, nanai. En cierto modo tenia razon, todo por no haber seguido estudiando. Ahora, a mis veintisiete anos, me lamentaba cada dia. Sali a las tres de la tarde como alma que lleva el diablo. Casi le cuelgo de mala manera al cliente con el que hablaba, pero es que pasaba de regalar a la empresa ni un minuto de mi tiempo. -- ?Te espera tu novio? -- pregunto con sarcasmo Felicity que iba recogiendo sus cosas. -- Tu hermano, que dice que le pongo mas que su novia -- le hice un guino y segui hacia delante sin darle opcion a replica. Me monte en mi Vespa y sali directa hacia mi casa, en la que me estaria esperando mi divertidisima madre... -- Buenas tardes, hija ?Te pusiste el casco? -- Claro, no osaria venir sin el -- aguante la risa. -- Ya, por eso volvieron a llegar dos multas -- su cara era de mono de zoologico. Daba terror, con esos morros contenidos... -- Mama, seguro que son repetidas. -- Se dice duplicadas, a ver cuando hablas bien -- protesto. -- Duplicado y repetido es lo mismo, otra cosa es que quieras decirlo mas fino, pero claro, tan fino puede parecer lo uno como lo otro, segun los oidos que lo oigan. -- Sigue rechistandome que te comes la barra de pan. -- Hombre, eso muy fino no te quedo -- voltee los ojos cuando vi como la barra se estampaba en mi cabeza -- !Mama! -- Mientras vivas aqui vas a cobrar por mal comportamiento y por replicarme. -- Pues cualquier dia me piro, me busco un apartamento y me voy. Veras lo que me vas a echar de menos. -- Eso llevas diciendo desde antes de cumplir los dieciocho, creo que tu vas a esperar para independizarte a que yo me muera para quedarte con el piso. -- !Pero que dices! Me tiro de una azotea antes -- me dio una colleja. -- Por protestona. -- Joder mama, no veas si tienes las manos largas. -- He tenido que estirarla, hacer de madre y padre no fue facil, asi que calladita que deberias estar agradecida. -- Mira no voy a comer, me voy a ir al cuarto a descansar y que corra el aire. Vaya manera de salir de trabajar tan estresada -- resople. -- Vas a comer y vas a recoger la cocina. !Vamos! Que no soy sirvienta de nadie, demasiado he hecho con sacarte adelante y encima no seguiste ni uno de mis consejos. -- Mama que si, que yo recojo la cocina, pero tengamos la fiesta en paz... -- resople. -- En paz si me hubieras hecho caso todos estos anos. Me estaba poniendo de los nervios, como todos los dias. La queria con toda mi alma, pues ante todo era la mujer que me dio la vida, pero que aguantarla tenia tela, tela marinera. Termine de almorzar y me puse a recoger la cocina para poderme ir a mi cuarto a despejarme un rato. Eso de estar ocho horas al telefono intentando convencer a los clientes para que contrataran un seguro era agotador. Me eche en la cama agobiadisima, como siempre el mediodia lo aprovechaba mi madre para soltarme todo lo que podia y mas. Era la mas grunona del mundo, rezaba porque se echara un novio y me dejara un poquito en paz. Una llamada de un numero desconocido me desperto de ese sueno que casi acababa de conciliar. -- Buenas tardes ?La senorita Kora? -- Buenas tardes, la misma que habla -- pense que era para cambiar de compania telefonica o algo por el estilo. -- La llamo de parte del senor Steven, la entrevisto hace un mes para un puesto de cuidadora de su hija de cinco anos -- en aquel momento me acorde, era un tipo que estaba para chuparse los dedos, soltero, forrado en dinero y que tenia una hija que adopto el solo, sin necesidad de pareja. Se trataba de una familia monoparental. -- Lo recuerdo... -- Pues requiere su incorporacion inmediata en caso de que este disponible. -- Depende de las condiciones -- conteste sin pensarlo. -- Trabajaria de lunes a viernes de ocho de la manana a ocho de la tarde... -- Imagino que me daran de comer ?no? -- rei por la locura de doce horas. -- Por supuesto, tendra su tiempo para almorzar, para desayunar, para tomar cafe... Tenga en cuenta que la pequena India -- asi se llamaba -- de nueve a dos esta en el colegio y esas horas las tiene a su disposicion. Seria levantarla, vestirla, bajarla a la cocina, donde Freya la cocinera ya les tendra el desayuno, y luego la llevaria al cole. A la hora de la salida la recoge, la lleva a casa a comer, hace algunos de deberes con ella, que no llevan mas de media hora, y le da un poco de juego hasta las siete. A esa hora la ducha, la prepara y la deja cenando con Freya. -- Muy bien ?Y cuanto cobraria? -- Dos mil euros al mes y el contrato en regla por el total de las horas trabajadas. -- !Acepto! ?Cuando empiezo? -- Manana mismo tendria que estar en la direccion que le pongo en un mensaje a las siete de la manana. -- Imagino que es en la mansion del senor Steven donde me hizo la entrevista. -- Si, en su casa -- se escucho como una risita por lo que yo habia dicho de "mansion", pero para mi si que lo era. -- Pues manana estoy alli. -- Gracias, hasta entonces... Joder, ochocientos euros mas de lo que yo cobraba, eso me daba para independizarme en breve. Llame a mi trabajo y les dije que no volvia. Ni se inmutaron, tenian gente para dar y regalar, ademas de mucha mas dispuesta a trabajar. Sali al salon y se lo conte a mi madre. -- ?Has cambiado tu trabajo por uno de chacha que te llevara doce horas al dia? -- Asi es, con la pequena diferencia de que cobrare casi el doble. -- No creo que dures mucho cuando tengas que aguantar a una mocosa de cinco anos. -- Bueno, tampoco me veias desde las siete de la manana a las tres de la tarde vendiendo seguros, al menos esto es mas relajante. -- No se hija, debiste estudiar una carrera. -- Si claro y como no la estudie ya soy un despojo humano, paso me voy a la calle a que me de el aire, nunca estas contenta con nada -- sali antes de que me tirara lo primero que le pillara a mano. -- !!!Sigue asi de contestona que ya veras!!! -- chillaba mientras yo salia por la puerta. Cogi mi Vespa y me fui a la tienda de tatuajes de mi amiga Zora, con tan solo veintiseis anos estaba triunfando en su profesion. Espere a que terminara a las ocho y que saliera. Al verme sonrio negando. -- ?Ya te has peleado con la Mary? --se refirio a mi madre. -- ?Y cuando no lo hago? -- Negue echando el seguro a la moto y me fui andando con ella a tomar algo. -- Madre mia, es que os las traeis. -- ?Yo? !Pero si es ella! -- Pero si te callaras te ahorrarias muchas disputas. -- Claro, si me callo me da una colleja tambien por ignorarla. A ver, te recuerdo que estamos hablando de la Mary, que no es tu madre, que la mia solo esta a la defensiva. -- Eso tambien -- rio. -- ?Sabes? Me han llamado de la mansion a la que fui por el trabajo de cuidar a una nina ?Lo recuerdas? -- Si, la del tio bueno que me dijiste. -- Ese mismo. -- Pues manana empiezo de ocho a ocho. -- ?En serio? -- Si, por la manana la criatura estara en el colegio, asi que lo tendre de lo mas relajado. Me pagan dos mil pavos, tia. -- ?Que dices? -- Asi es. -- Pues yo te iba a comentar una cosa. -- A ver, sorprendeme. -- Alquilan el apartamento de arriba de la tienda de tatoos, el que reformaron. Tiene dos habitaciones, un salon, un bano y la cocina. Yo sola no me arriesgo, pero si lo alquilamos entre las dos... -- Joder ?En serio me lo dices? -- Son cuatrocientos cincuenta euros incluida la luz, el agua y la comunidad, esta muy bien. -- Si que lo esta, a medias nos sale rentable. Tia, yo tiro para adelante, no aguanto a mi madre mas, te lo juro. -- Y hacemos una compra todas las semanas entre las dos y listo. Ademas, tu comes en la mansion y yo siempre pico algo en el bar, solo seria para las cenas y lo necesario para los fines de semana. -- Si, si, pues por mi de acuerdo. -- ?Llamo entonces? -- Claro. Le falto el tiempo. En tres minutos ya habia quedado con el propietario para la manana siguiente, ya que el apartamento estaba encima de su negocio. -- Listo, manana hay que darle un mes de fianza y el mes corriente. Firmo el contrato con el y me entrega la llave. -- De lujo, pues ahora cuando salgamos de tomar algo pasamos por el cajero y te doy la mitad. !Mi madre va a flipar! -- rei pensando en la cara que pondria cuando le dijera que me independizaba. -- La Mary se va a enfadar, te digo yo que tu madre no puede vivir sin ti. -- Pues que aprenda, que me tiene hasta el mismo. -- Calla, al final la echaras de menos. -- ?Yo? !Tu estas flipada! -- Te voy a decir una cosa, las madres son muy puneteras, pero son nuestras madres y por ellas matamos -- dijo con el dedo para arriba. -- Eso si, pero que ganas tengo de que se eche un novio. -- Le deberiamos buscar uno... -- Que se lo busque ella. Vamos que aparecemos con uno y capaz es de sacar el cuchillo y hacer filetes con nosotras. -- Es que ella es un poco dificil, pero todo seria prepararle algo, no se ?Le publicamos un anuncio? -- Tu estas flipada -- puse mi dedo en la cabeza -- Nos descubre y somos mujeres muertas -- rei. -- Bueno, algo tendremos que pensar. -- Yo lo unico que pienso es que manana salgo de trabajar y me voy al piso, vamos que esta noche meto todas mis cosas en cajas. -- ?Manana mismo? -- Anda que no, me voy a esperar a cobrar diez collejas mas !Tu estas fatal! Eso si que no me lo esperaba. Siempre habiamos hablado de la posibilidad de irnos a vivir juntas, pero ella queria algo cerca del trabajo, no cualquier cosa y que encima estuviera a precio decente, no por las nubes. Por fin llego la hora y yo estaba loca con esa independencia que me permitiria alejarme un poco de mi madre. Despues de tomar un refresco e ir al cajero para darle el dinero, me marche hacia mi casa donde mi madre estaba preparando la cena, momento que aproveche para soltar la bomba. -- Mama, manana me independizo... -- Si claro y yo me caso. -- Pues no te vendria mal, pero lo mio no es broma. Zora encontro un apartamento arriba de su negocio y nos vamos a ir a vivir juntas. -- Pero a ver, alma de cantaro, ?Te vas a independizar para pagar un piso en el que al final viviras con otra persona pudiendo estar aqui gratis? -- Mama, no es lo mismo -- resople. -- Te veo volviendo en un mes, eso de que te tengas que encargar de la casa, comidas y todo lo que conlleva, no va contigo, asi que aqui te estare esperando. -- Senal de que me volverias a recibir -- rei. -- No me queda otra, eres mi hija. -- Vaya !Cuanto amor derrochas! -- ?Mas amor que haberte sacado sola para delante? -- Ya, mama, ya -- solte el aire -- No empecemos con la misma pelicula de siempre. Es cansina. -- Pelicula no, realidad -- hizo una mueca con la boca.