la medida de los heroes
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la medida de los heroes - Andrea Marcolongo
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LA MEDIDA DE LOS HÉROES: UN VIAJE INICIÁTICO A ...
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Un viaje iniciático a través de la mitología griega (Pensamiento)
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La medida de los héroes | Penguin Libros ES
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Libro: La medida de los héroes - 9788430622030 - Marcial ...
https://www.marcialpons.es/libros/la-medida-de-los-heroes/9788430622030/La medida de los héroes.[ Marcolongo, Andrea; ]. Tras La lengua de los dioses, Andrea Marcolongo vuelve a tender hilos entre el mundo griego y el nuestro, ...
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MEDIDA DE LOS HEROES LA - Librerías Picasso
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la medida de los heroes - Librería Publics.
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La medida de los héroes - Andrea Marcolongo - La antigua ...
http://laantiguabiblos.blogspot.com/2019/08/la-medida-de-los-heroes-andrea.html6 ago 2019 — Subtitulado «Un viaje iniciático a través de la mitología griega», este libro de tema marinero arranca con un par de frases que capturan ...
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La medida de los héroes: Un viaje iniciático a través ... - Babelio
https://es.babelio.com/livres/Marcolongo-La-medida-de-los-heroes-Un-viaje-inicitico-a-tra/86309Críticas, citas extractos de La medida de los héroes: Un viaje iniciático a tra de Andrea Marcolongo. Este es hasta ahora el único libro que he podido leer ...
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la medida de los héroes - Librería San Pablo
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La lengua de los dioses de Andrea Marcolongo
https://gigalibros.com/la-lengua-de-los-dioses.htmlEste maravilloso libro, la sorpresa editorial del ano en Italia, posee el poder de despertar en cualquier persona un interes insospechado por el griego antiguo.
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Dame tu mano de Juan Casado
https://gigalibros.com/dame-tu-mano.htmlUna novela de amor en la ultima edad en la que sus dos protagonistas, medicos de profesion, se entregan a sus pacientes y a la curacion de la enfermedad como condicion basica de su felicidad.
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La habitacion de Giovanni de James Baldwin
https://gigalibros.com/la-habitacion-de-giovanni.html -
Juego de conquista (Hermanas Withler 02), Silvia Garcia Ruiz de Silvia Garcia Ruiz
https://gigalibros.com/juego-de-conquista-hermanas-withler-02-silvia-garcia-ruiz.html -
Seamos tan inteligentes como la naturaleza de Gunter Pauli
https://gigalibros.com/seamos-tan-inteligentes-como-la-naturaleza.htmlEste libro presenta doce tendencias relativas al sistema economico, pero ante todo estan dirigidas a la agricultura y a la industria alimentaria, que, ademas de condenarnos a comer con frecuencia alimentos insulsos o malsanos, contribuyen directamente al calentamiento global y al despilfarro de recursos fundamentales, como el suelo o el agua. Es precisamente con el sistema de produccion de alimentos como puede iniciarse la transformacion hacia una economia 3D que sea capaz de generar valor para las comunidades y crear dignidad para todos sus miembros, reducir las desigualdades y disminuir los efectos mas peligrosos del cambio climatico y la degradacion medioambiental.
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Romeo de Moruena Estringana
https://gigalibros.com/romeo.htmlCuando la mujer que amas esta en peligro el mas fiero guardaespaldas sale a la superficie.
Romeo siempre ha estado enamorado de Iris, la ex mujer de su mellizo. Por haber sido su cunada siempre ha mantenido las distancias con ella, aunque la ame.
Todo se complica cuando una noche. Iris toca a su puerta y le dice que la proteja, que su vida corre peligro. Le tocara sacar su lado de protector de guardaespaldas para protegerla, aunque dejarse llevar por el deseo que le consume cada vez que la tiene cerca no entra en sus planes ni arriesgarse a perder a su familia por la eleccion de su corazon tampoco.
?Que sera mas dificil, mantenerla con vida o alejada de el para no caer en la tentacion de elegir una vida a su lado? -
El anticuario judio de Oscar Rodrigo
https://gigalibros.com/el-anticuario-judio.htmlEn la Praga de 1890 la ciudad se convierte en la poblacion mas cosmopolita de Centro Europa. En ese periodo de tiempo una serie de desapariciones y escabrosos asesinatos se producen en los alrededores del barrio judio. En dicho distrito trabaja un misterioso anticuario cuya hija sera la investigadora novata de tan atroces crimenes. Sumergete en una onirica e inquietante atmosfera en el fascinante siglo XIX en un intento por desentranar este caso de tintes sobrenaturales con dosis de humor negro y personajes que amaras u odiaras. La aparicion de personajes historicos en esta pesadilla con sus virtudes y sus debilidades te van a dejar sin habla.
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En una casa blanca a la orilla de Abril Camino
https://gigalibros.com/en-una-casa-blanca-a-la-orilla.htmlCandela lo ha perdido todo.
Su perfecta vida ha saltado por los aires.
Esta muerta de miedo. Y de dolor.
Esta perdida. -
La subasta de Carmen Omana
https://gigalibros.com/la-subasta.html?Que harias si por burla del destino terminas en una subasta de virginidades femeninas y el mejor postor de una prestigiosa agencia de escort esta dispuesto a pagar 1350000 dolares por una sola noche contigo?
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Siempre fuiste tu de Vega Manhattan
https://gigalibros.com/siempre-fuiste-tu.htmlSiendo adolescentes, las vidas de Liam y Eva quedaron marcadas por un horrible suceso que los perseguiria siempre.
Quince anos despues, parece que llega el momento de enfrentarse a los miedos. La vida los vuelve a unir y tendran que luchar no solo por terminar con lo que los aterra y marco sus caminos, sino con las culpas que tantas noches les han quitado el sueno.
Como agente del FBI, Liam no solo tendra que proteger a Eva, tambien tendra que proteger su corazon. Porque por mas que ambos quieran dejar el pasado atras, quizas no sea posible lograrlo. -
Sombras en el bosque de Phoebe Locke
https://gigalibros.com/sombras-en-el-bosque.htmlUn asesinato sin sentido. Una leyenda terrorifica. Una familia poseida.
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Navidad. menudo desmadre (Locura 1) de Sarah Rusell
https://gigalibros.com/navidad-menudo-desmadre-locura-1.html?Que pueden tener en comun siete personas aparentemente diferentes? Un fin de semana en un hotel rural en los Pirineos de Huesca donde disfrutar de la nieve, esquiar, descubrir senderos y pasear por ellos... Pero, a veces, y solo a veces, el destino puede tener otros planes. Empecemos por el principio, y conozcamos a estos siete aventureros. El trio "MAS", tres amigos que decidieron ir a pasar dos agradables dias en aquel rincon de estampa preciosa y nevada, para que dos de ellos limaran asperezas. Marta, una joven descarada de diecinueve anos, bastante borde por lo que dicen quienes mejor la conocen, que, como se suele decir, no tiene ni oficio ni beneficio. En definitiva, que ni estudia, ni trabaja, ni intenciones tiene de ello porque en sus propias palabras "Se vive muy bien en casa de mis padres, que me lo dan todo". Abel, un reconocido influencer de treinta y dos anos, el mejor amigo de Marta y quien mas la soporta porque, en ocasiones, es el unico capaz de callar a esa "localcono" como el la llama. Abel es gay, muy enamoradizo, y busca ese principe de brillante montura. Si, montura, porque el no quiere un hombre que llegue en un precioso corcel blanco, sino en una moto de gran cilindrada, a ser posible negra porque, como el dice: "El negro va con todo". Terminamos este trio tan dispar con Samira, estudiante de enfermeria, veinte anos y prima de Marta. Eso de "se parecen en el blanco de los ojos", desde luego que va con ellas, porque no tiene nada que ver la una con la otra. A pesar de que sus padres son tan pudientes como los de su prima, Samira decidio estudiar, encontrar un trabajo y vivir de ella misma, no de los demas. Entre Marta y Samira no hay feeling, es por este motivo que sus padres decidieron regalarles un fin de semana en ese hotel para que, con la ayuda de Abel, hubiese un acercamiento entre ambas primas. ?Lo conseguira nuestro querido influencer? Seguimos con los huespedes de este particular hotel. Le toca el turno a dos amigos que buscaban desconectar un fin de semana de sus trabajos y pensaron que ningun lugar mejor que aquel donde disfrutar de la nieve. Aitor, un simpatico policia de treinta y cinco anos que, en su circulo de amistades, es quien siempre intenta poner paz en aquellas pequenas disputas que puedan provocarse. Asier, medico por vocacion, cuarenta anos y un hombre de lo mas tranquilo. Procura no meterse demasiado en las discusiones entre sus amigos. Y acabamos con estos siete magnificos huespedes con una pareja que no es tal, al menos de momento, claro esta. Rebeca tiene veintisiete anos, es reponedora en un supermercado y un poco cotilla... Bueno, bastante cotilla. Conocio por Internet a Alan, un escoces de treinta anos que no habla ni papa de espanol, pero con el que congenio a las mil maravillas y decidieron conocerse. Nuestro escoces decidio viajar a Espana para conocerla y pasar juntos un fin de semana como tantas veces imaginaron, riendo, charlando cara a cara y compartiendo esas horas en compania del otro, como tantas y tantas tardes y noches lo hicieron frente a la pantalla del ordenador. Afortunadamente para el, el resto de companeros en su estancia en el hotel hablaban ingles, salvo Marta, que ni siquiera habia intentado aprenderlo. En el hotel se encontraran con Manuel, un hombre bonachon de sonrisa afable que, a sus sesenta anos, lleva toda la vida en ese lugar, pues heredo el negocio de sus propios padres. Le acompanan Pepa, su mujer que deleita a los huespedes con los mejores platos que preparara entre fogones, y su hijo Miguel, un joven de treinta anos que, como hiciera el propio Manuel, seguira los pasos de este, llevando el hotel cuando su padre le pase el testigo. A ese rincon en el que pasar dos dias de ensueno, o eso creen y esperan nuestros huespedes, llegaron aquel viernes de diciembre con ganas de descansar, ademas de desconectar, del ir y venir estresante y agobiante de la ciudad. Entre risas y caidas mientras esquiaban, intentando mantener el equilibrio en el caso de los mas torpes, respirando el aire que les ofrecia la zona de arboles que rodeaba el hotel, tomando cafe y chocolate caliente en el salon junto a la chimenea. Inmortalizando aquel fin de semana con fotos y videos que mirar una y otra vez, solo para recordar el instante en que un pequeno conejo blanco camuflado en la nieve asusto a Samira al salir corriendo, o cuando Abel poso para un video que subir a su red social y un mal traspie hizo que ese momento se convirtiera en el mas visto tras acabar en una caida donde el influencer quedo cubierto por completo de nieve. Y todo ante la atenta mirada de Marta, que no perdia oportunidad para soltar alguna de las suyas. El descanso necesario para un policia un poco estresado y para un medico que, en los ultimos meses, habia tenido demasiadas personas en su mesa de operaciones, salvando vidas y perdiendo alguna otra que se fue demasiado pronto. Dos dias de confesiones entre una pareja que ya se habian contado de todo durante meses, pero que seguian recordando cosas que les habian pasado a lo largo de los anos y compartian con el otro. El domingo tocaba despedirse de aquel rincon, volver a la rutina, al trabajo, a los estudios, regresar al otro lado del mundo donde, a pesar de la distancia, ese agradable escoces seguiria al otro lado de la pantalla de Rebeca. Pero, como el destino a veces tiene otros planes para cada persona, a estas siete les deparaba algo con lo que no contaban. Todos estaban listos para montar en sus coches, los duenos los despedian en la puerta de su hogar, esperando que volvieran a visitarles pronto, hasta que la montana hablo y quiso ser protagonista indiscutible. Una avalancha de nieve empezo a caer ladera abajo, cubriendo por completo la carretera, la unica carretera que los podia sacar de alli y llevarlos de regreso a sus casas, a sus ciudades, a sus vidas y rutinas diarias. Por si la mala suerte que acababan de sufrir fuera poca, la nieve tambien quiso tener su momento estelar, como esa actriz secundaria que en la pelicula hace que la trama de un giro completamente inesperado. Y nevo, por supuesto que nevo. Al calor de la chimenea y con un cafe, mientras veian las noticias de ese fuerte temporal que comenzaba a azotar la zona, Manuel les dijo que las autoridades se habian puesto en contando con el, para saber si tenia localizados a todos sus huespedes, el les indico que si, que seguian todos en el hotel, asi que le informaron que debia hacerse cargo de ellos durante unos dias, que no salieran del hotel, ni siquiera a la zona mas cercana que les rodeaba, ya que debido a las fuertes nevadas y borrascas les seria imposible sacarlos de alli, al menos por el momento. El panico se hizo un poco mas presente, la desesperacion llego a algunos de los huespedes al ser conscientes de que, como decian en las noticias, debido a ese inesperado temporal, no podian enviar helicopteros de rescate a algunos puntos de la zona, como era el caso del suyo. Encerrados, aislados, conviviendo con personas a las que apenas conocian, asi se encontraban desde ese momento. Lo que iban a ser dos dias de relax y tranquilidad se habian convertido en varios dias mas de incertidumbre. Lejos de sus familias y confinados a dos dias de Nochebuena.
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Rosa de ceniza de Pilar Rahola
https://gigalibros.com/rosa-de-ceniza.htmlAlbert Corner i Espiga hace tiempo que dejo atras la guerra de Cuba. Pero ya nunca mas seria aquel soldado de leva abrumado por la pobreza y la desdicha, sino un hombre nuevo, un superviviente. Y con este instinto logro acumular una fortuna, relacionarse con la alta burguesia catalana y formar una familia acomodada.
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Un verano en tu corazon de Norah Carter
https://gigalibros.com/un-verano-en-tu-corazon.htmlHacia un mes que se habia marchado Lucas, yo estaba afrontando una pequena depresion y no habia tenido ningun tipo de noticias por parte de el; eso era predecible, pero pasarlo dia tras dia, era algo dificil de asumir y hacia que me encontrase en ese estado. Los primeros dias fueron los mas dificiles de mi vida, me acostaba y me levantaba llorando como una enana, tenia la sensacion de que me faltaba el aire para respirar, habia momentos que pensaba que habia tocado fondo y que no queria seguir viviendo. Mi hermana me llamaba y notaba que me estaba pasando algo, estaba realmente preocupada e incluso decia que queria venir pronto a verme. La Semana Santa la pase metida en casa y no sali ni para comprar el pan, luego me incorpore al trabajo y era para lo unico que salia de mi hogar, por lo demas me apetecia refugiarme y vivir mi pena sola. Habia adelgazado varios kilos y estaba animicamente por los suelos, precisamente ese jueves tenia cita con mi medico para que valorarse un poco mi estado. Algo me decia que debia de tener una anemia de ordago. Tenia la sensacion de estar mas sola que nunca y en esos momentos fue cuando realmente me partia el alma no tener a mis padres ahi, desde que murieron los habia echado muchisimo de menos, ademas de haberlo pasado francamente mal, pero esa vez estaba que se me iba el alma de no tenerlos. Tras terminar de tomar el cafe, sali hacia el instituto para afrontar la flojera que traia el comenzar la semana, todo el camino me pase recordando, como siempre, cuando Lucas me acompanaba hasta el trabajo; ahora, el hacerlo sola, hacia que fuese todo con mucho desanimo. A la salida me fui a comer con mi companera Patricia, ultimamente habiamos coincidido poco y no habiamos tenido posibilidad de hablar tranquilamente, aunque en los cafes Express que nos tomabamos diariamente la mantenia informada de todo. Gracias a Dios que hablar con ella de vez en cuando hacia que me desahogara al menos un poco y que no me llegase a sentir tan sola, aunque evidentemente cada una teniamos nuestras vidas. -- ?Que tal estas, mi nina? -- Bueno, ahi vamos, sera cuestion de tiempo --dije mientras ibamos andando hacia el restaurante asiatico. -- Deberias de apuntarte a alguna actividad por las tardes, necesitas evadir un poco la cabeza --dijo mientras me agarraba el brazo y lo acariciaba. -- Ahora mismo no estoy para esas cosas, solo me apetece estar tirada en el sofa y no escuchar nada, imagino que todo sera cuestion de tiempo. -- Ese estado en el que te encuentras es el principio de depresion, como ya te dije, y debes rapidamente tratarla, no vayas a faltar el jueves a tu cita con el doctor, pero sobre todo debes de sacar fuerzas y hacer algo mas que estar encerrada en tu casa. -- Claro que ire al medico, imagino que tendran que hacerme pruebas ya que estoy muy debil y no tengo absolutamente nada de fuerzas, el tema de la ansiedad y de la depresion me imagino que comenzaran a tratarlo. -- Me duele tanto verte asi, imagino que cuando pase el tiempo recordaras esta historia como algo dulce que dejara de causar dolor. -- Ese es el problema, que fue tan dulce y bonito que es incomprensible que algo asi tuviese que terminar, jamas pense que el amor tuviese una fecha de caducidad.
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Hugo de Jenny Del
https://gigalibros.com/hugo.htmlMi vida en Torrejon de Ardoz no era muy distinta de la de cualquier otra chica de mi edad. Aunque vivia en aquel rincon del este de la Comunidad de Madrid, naci en Barcelona y alli me habia criado, pero a mi padre, militar, le destinaron de un dia para otro a aquella localidad. Por tanto, tuvimos que levantar el campamento y desplazarnos la familia al completo, es decir, mis padres, mi hermano Andreu y yo. Para mi, que me encontraba en plena adolescencia y era la persona mas feliz del planeta en aquel barrio cercano a Las Ramblas donde tenia todas mis amistades, el traslado supuso un verdadero mazazo. Como es logico, de nada me sirvio el recurso del pataleo y, aunque esa nueva ciudad no fuese santo de mi devocion, con el pasar del tiempo me fui acostumbrando a ella. A mis veintisiete anos, me ganaba la vida trabajando como camarera los fines de semana en un famoso bar de tapas del centro de Torrejon. En el terreno sentimental, tambien estaba "asentada" ya. Llevaba tres anos conviviendo con Alfredo, mi novio desde hacia algo mas de once anos. Nos habiamos conocido en el instituto en que los dos estudiabamos y desde el primer momento surgio una quimica especial entre nosotros. Nunca fui muy buena estudiante que digamos, pese a lo cual termine el Bachillerato e hice la selectividad. No obstante, ya no quise continuar con los estudios, cosa que a mis padres sento como un jarro de agua fria. Para mi madre sobre todo, mas que un jarro de agua fria, la noticia represento una verdadera tragedia. Parece que todavia estoy viendo su cara cuando solte la bomba en casa. --Mara, hija, mia, !no me digas eso! --Lo siento, mama, pero yo no me veo estudiando una carrera. --?Pero por que? Cerebro tienes como cualquiera. --Porque no. Quiero buscarme un trabajo de lo que sea para empezar a ganar dinero ya. --Pero vamos a ver, carino, ?te falta a ti algo en casa? --Que no, mama, que no es eso. Pero que a mi los libros no me van y yo no quiero seguir estudiando, punto. --Pues tu dime a mi de que vas a trabajar con la edad que tienes, sin estudios ni experiencia de nada. ?Que quieres? ?Ponerte a limpiar escaleras? --Pues mira, no se me van a caer los anillos. --!Ay, por favor! !Que pena, con lo que tu vales, hija! Estudia, aunque sea peluqueria, o yo que se, algo, Mara, por el amor de Dios... --Y bueno, si tuviese que trabajar limpiando, ?que pasaria? Eso no tiene nada de malo. --Claro que no, carino, todo trabajo es digno, de eso no cabe duda. Pero dime tu a mi si es lo mismo trabajar tranquilamente sentada en una silla descansando las espaldas como tu prima Adela, que partiendote los lomos con la fregona. --Bueno, ya veremos que hago... --Bendito sea Dios, Mara, piensatelo, hija... A duras penas logro convencerme para que me metiese en la escuela de hosteleria, pero tampoco hizo carrera de mi en ese plano. A los seis meses me aburri y lo deje. Ahora bien, mientras yo daba bandazos, Alfredo continuaba devorando los libros por los dos, de modo que a sus veintiun anos ya tuvo en sus manos el diploma de Enfermeria. Con su brillante expediente academico y su "espabilaera" en todos los aspectos, no le costo mucho conseguir trabajo en un hospital de Madrid. Por mi parte, tuve trabajillos sueltos durante esos anos como cajera y como pinche de cocina en algun que otro restaurante. Eran currillos de los que me iba largando por "h" o por "b", pero cuando Alfredo me propuso alquilar un piso para irnos a vivir juntos, entendi que debia tomarme la vida mas en serio y dejar de comportarme como una ninata. A pesar de que su sueldo nos alcanzaba sobradamente para tirar para adelante, yo queria ganarme el mio para contribuir con los gastos y costearme mis caprichos. Otras faltas tendre, pero jamas he sido una floja. Llevabamos ya un par de anos conviviendo cuando por mediacion de Aurelio, un vecino del bloque de mis padres con el que me llevaba de maravilla, pase de mi ultimo empleo como dependienta en una perfumeria a entrar a trabajar en la barra de la cafeteria de Josue. Con ese tipo de trabajos me sentia mas identificada. Josue no era mala gente. Otra cosa era Rosana, una de mis dos companeras. Ella trabajaba alli a turno completo y parece que no le hizo mucha gracia mi llegada. Siempre sospeche que ella y nuestro jefe, que estaba casado, andaban liados, si bien nunca pude comprobar mis sospechas. La muy capulla no desaprovechaba ocasion para pincharme, y yo, que habia sido la ultima mona en llegar, no queria entrarle al trapo para no tener una gresca gorda con ella que pudiera costarme el empleo, puesto que ya me habia dado cuenta del fervor que le tenia Josue. --Mira, Mara, --me comento Aurelio cuando le conte una de sus constantes faenas --"andando yo caliente, riase la gente", decia la pobre de mi abuela, que en paz descanse. --Ya, pero es que a veces me dan ganas de darle un guantazo y estamparla contra la pared. --Y todo lo que tu quieras. Pero conozco a Josue y te garantizo que no va a consentir ningun numerito entre sus empleados. --Pues por eso me estoy conteniendo, que, si no, ya te diria yo a ti... Aurelio tenia cincuenta anos y la vida no le habia tratado bien. Era un guardia civil mallorquin prejubilado por una lesion en la espalda, estaba divorciado de una alemana de armas tomar y su unica hija, injustamente, no le hablaba desde hacia un siglo. Sin embargo, tenia un caracter tan agradable y tan templado que a mi me encantaba escucharle hablar y que habia hecho que le convirtiera en mi eterno confidente. En cuanto a mi Alfredo, tambien era una buena persona, no lo negare. Nunca me ponia pegas a nada. Si queria salir una noche por ahi a mi aire con mis amigas, pues bien. Que queria cogerme un avion y plantarme en Barcelona para pasarme dos o tres dias entre semana en casa de mi tio Adria, el unico hermano de mi madre y que acababa de enviudar, pues bien tambien. Ese era precisamente el problema; que todo aquello me estaba dando que pensar que no tenia tanto interes por mi como pretendia aparentar. Seguro que muchos diran que soy injusta, que, encima de que me daba total libertad, me quejo. Pero no he terminado. Al principio de nuestra convivencia, ibamos juntos a todas partes; al cine, a pasear o al teatro, cosa que nos encantaba a los dos...En cambio, ultimamente no estaba muy por la labor de los planes en comun. Incluso en la cama le veia inapetente y eso ya me estaba mosqueando mas. --?Te ocurre algo? --le pregunte una noche mientras cenabamos. --?A mi? ?Por? --mi pregunta le pillo fuera de juego, a juzgar por su cara de asombro. --Si, claro, a ti. Que yo sepa, no estoy hablando con el vecino. --Pues no se a que te refieres. Estoy bien. --A ver, Alfredo. De un tiempo a esta parte, te veo un tanto apatico. Casi no salimos juntos a ningun lado... --Mara, carino, no te preocupes. Es solo que estoy cansado, el curro en el hospital se ve muy bonito desde fuera, pero tambien tiene lo suyo. "Yo no puedo entender como en tan poco tiempo has cambiado tanto". Eso le decia la de Pimpinela al otro en la cancion "Como le digo" cuando le interrogaba a causa de lo mismo y el se justificaba tambien con la cuestion laboral.
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Una vocacion imposible de Juan Jose Millas
https://gigalibros.com/una-vocacion-imposible.htmlUna vocacion imposible recoge los cuentos completos del conocido como <
>. En este volumen el lector encontrara la inconfundible mirada de Juan Jose Millas: historias paradojicas en las que lo descabellado adquiere un aire cotidiano y en las que la realidad revela su lado mas sorprendente; relatos en los que explora las relaciones familiares y amorosas, el mundo del trabajo y la vida social, la relacion entre el individuo y su cuerpo, entre la intimidad y lo colectivo, con la originalidad, el humor y la precision que caracterizan su escritura.
Este es un libro indispensable para conocer el universo literario de Juan Jose Millas. En sus paginas, los relatos destilan el desbordante talento del autor a la hora de observar la realidad, siempre desde un angulo inusitado, y su maestria como uno de los escritores que mas ha explorado las posibilidades narrativas del genero. -
Ahora tu de Karla Trier
https://gigalibros.com/ahora-tu.htmlClark, un empresario de exito, conocio lo que es que le cambie la vida drasticamente tras la perdida de su esposa. Su hija es su unica distraccion fuera del mundo de los negocios.
Julie, una profesora con una vida totalmente diferente a la de el, aparecera para ensenarle que siempre hay una segunda oportunidad.
?Seran sus diferencias un impedimento para que esten juntos o los unira aun mas? -
La vida que sonamos de Kerry Lonsdale
https://gigalibros.com/la-vida-que-sonamos.html -
Tropiezos con el deseo de Esther Valentin
https://gigalibros.com/tropiezos-con-el-deseo.htmlNunca he sido la tipica chica que se lia con el primero que se le cruza.
La virginidad la perdi con un novio que aun cree que estamos juntos a pesar de llevar casi un ano separados.
No creo en el sexo sin amor y a pesar de eso me encuentro con un hombre que ni siquiera recuerdo el nombre en un callejon, el entre mis piernas y yo entregandole mi cuerpo. -
Me quedo contigo, Kris L Jordan de Kris L. Jordan
https://gigalibros.com/me-quedo-contigo-kris-l-jordan.html -
Vengo de urgencias de Fernando Fabiani
https://gigalibros.com/vengo-de-urgencias.htmlEl autor de Vengo sin cita Fernando Fabiani regresa con un nuevo compendio de anecdotas desternillantes vividas durante el servicio de urgencias.
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En lo profundo del bosque de Sonia Lopez Souto
https://gigalibros.com/en-lo-profundo-del-bosque.html1 Ano 1640, algun remoto lugar de las Highlands -Madre -Marsali se acerco a ella, con la respiracion agitada y el corazon latiendo a toda prisa tras aquella frenetica carrera. Sostuvo su peso, apoyando las manos en sus rodillas, intentando tranquilizar a su sofocado corazon. Luego inspiro varias veces tan profundo como pudo, ya que no podria hablar con su madre si no se relajaba. Esta espero, con impaciencia, a que su hija le explicase a que venia tanta agitacion. A pesar de ser madre e hija, en su aspecto, no podian ser mas diferentes. Mientras la madre era rubia y de ojos azules, el cabello de la hija, adornado con tonos rojizos pardos, armonizaba con el color miel de sus ojos. Un claro y doloroso recuerdo para la madre, de su padre. -Hay un hombre junto al rio -logro decir, a pesar de que su respiracion todavia era erratica-. He venido a deciroslo en cuanto lo vi. -Es imposible. Nadie conoce este lugar -se limpio las manos en el mandil, con calma, mientras hablaba-. Lo habras imaginado. -Habra llegado por casualidad -inspiro, mas relajada -. Lo he visto bien, madre. Es un hombre. -?Te ha visto el a ti? -Creo que esta muerto -fruncio el ceno al pensarlo-. Esta tirado junto al agua, como si hubiese intentado llegar a ella. No me he atrevido a acercarme mas por si solo esta desmayado. -Vayamos a ver, entonces -se acerco a la despensa, donde guardaba la espada que una vez le robo al jefe de su clan. Antes de haberse quedado embarazada, Iona habia sido la amante del laird. Habian disfrutado las noches juntos durante anos, mientras por el dia fingian ser senor y sirvienta. Iona era, por aquel entonces, una muchacha joven e ingenua, muy impresionable, y se habia enamorado locamente. El era un hombre alto y fuerte, apuesto y atento; y cuando se fijo en ella, una simple ayudante de cocina de dieciseis anos, se creyo la mas afortunada de las mujeres. Pero nada es como parece y menos cuando la que lo piensa es casi una nina. Ross solo buscaba diversion en la cama, justo lo que su esposa no queria ofrecerle de buen grado. No pensaba en sentimientos, sino en actos carnales, por eso, cuando Iona supo que estaba embarazada y fue a contarselo como la mas maravillosa noticia y como la culminacion de su amor, Ross mato sus ilusiones sin remordimientos, al pretender obligarla a recluirse en un convento hasta que diese a luz y abandonar en el a su bebe despues, para ocultar todo rastro de la infidelidad. Horrorizada ante semejante idea, Iona se escabullo del castillo en una noche tormentosa, que nada bueno presagiaba para ella. Solo llevo comida para el viaje, algo de ropa y aquella espada. A punto estuvo de perecer en el camino, cuando el caballo se encabritaba con el ruido de los truenos; asi que, sin poder controlarlo por mas tiempo y con temor a que en una mala caida perdiese a su bebe, finalmente lo dejo marchar y continuo a pie. Durante semanas, recorrio largas millas de distancia, siempre oculta de la gente que se iba cruzando en su camino y temerosa de que Ross la encontrase; aun cuando en el fondo sabia que no la estaria buscando. Su desaparicion le convenia, incluso mas, que tener que pagar su estancia en el convento durante un ano entero, ya que si no estaba en el castillo, el problema desapareceria para siempre y el engano a su esposa seguiria siendo un secreto. Saber que Ross buscaria a otra que ocupase su lugar y dejaria de pensar en ella, fue consumiendo a Iona poco a poco, hasta convertir su corazon en una pasa arrugada y negra, que tan solo la llegada de su bebe logro suavizar ligeramente. Pero aun amando tanto a su hija, no podia dejar de ver en ella la perdida de su primer y unico amor, y la renuncia que habia hecho a compartir su vida con el. En ocasiones, Iona se habia lamentado de haber sido tan impulsiva y haber huido lejos. En ocasiones, deseaba haber abandonado a su hija en el convento para seguir con Ross. Porque aun habiendo pasado tantos anos, seguia amandolo. -?Esta muerto? -pregunto su hija, instantes despues de que se agachase junto al hombre para comprobar su estado real. Podia notar la ansiedad en su voz y se propuso dejar en claro que su presencia no era bien recibida, antes de que se hiciese ilusiones con aquel extrano. Comprendia su curiosidad hacia el, pues no habia conocido a nadie mas que ella en sus dieciocho anos de vida, pero dejarle entrar en su mundo no era buena idea. -Esta gravemente herido -dijo con voz firme y dura-. Morira en pocos dias, no se puede hacer nada por el. -Madre, podria intentarlo -se ofrecio-. Conozco unas hierbas que… -No, Marsali -se levanto y la tomo de un brazo para alejarse de aquel lugar con ella-. No vamos a curarlo. Dejaremos que la naturaleza siga su curso con el. Ese hombre esta mas muerto que vivo. -Pero, madre, no podemos dejarlo ahi. -Podemos y lo haremos -se detuvo, enfrentando sus miradas-. Los hombres son crueles, hija. Juegan con los sentimientos de las mujeres. Siempre les dicen lo que quieren oir para seducirlas y conseguir de ellas lo que desean, pero cuando ya no les interesan mas, las abandonan a su suerte, sin remordimientos. No le tengas lastima, seguramente se merezca la muerte. -Eso no lo sabes, madre -replico-. Tal vez no sea asi como dices. Y... -Son todos iguales -grito, alterada y despues cerro los ojos para controlar su enfado-. Es hora de volver a casa. Aqui no tenemos nada que hacer ya. -Si, madre -Marsali desvio su mirada una ultima vez hacia el lugar donde yacia el hombre, antes de seguir a su madre de regreso a la cabana. Sentia curiosidad por el, pero no podia hacer nada con su madre cerca. -No vayas al rio hasta que yo me haya deshecho del cadaver -le advirtio, segura de saber lo que pasaba por la mente de su hija- ?Lo has entendido, Marsali? -Si, madre. Se escucho resignada, pero como si no la creyese del todo, la mantuvo cerca lo que resto de dia, dandole tiempo al hombre a sucumbir a sus heridas. Al llegar la noche, no se rindio al sueno tampoco, hasta saber que su hija estaba profundamente dormida. No iba a correr riesgos con ella ahora, despues de todo lo que habia hecho para protegerla; ni con el hombre, que tan nerviosa la habia puesto, al ver los colores que lucia. Sin embargo, si hubiese sabido que su hija iba a enganarla, fingiendo dormir, quiza le hubiese podido impedir que saliese de la cabana a hurtadillas, con su bolsa de medicinas y una manta vieja. Quiza hubiese podido detenerla antes de que caminase, con la luna iluminando sus pasos, hacia el rio, con intencion de intentar salvar la vida de aquel hombre. Pero no lo supo y Marsali logro marcharse sin que su madre lo descubriese. Cuando llego al rio, el hombre continuaba en la misma posicion en que lo habian dejado y temio no haber llegado a tiempo de salvarlo. Se arrodillo a su lado y lo giro con cuidado para ver la gravedad de las heridas, pero cuando los rayos de luna iluminaron su rostro, Marsali se quedo sin respiracion. Nunca habia visto a un hombre antes de el y le parecio hermoso. Tenia una linea de la mandibula muy marcada y unos labios plenos; las pestanas pobladas y una nariz bien perfilada. El cabello, aunque sucio por pasar tiempo tirado en el suelo, le llegaba a los hombros y lucia un tono negro que le recordaba las noches de invierno. Su cuerpo, que estudio buscando heridas, era fuerte y muy fornido. Le impresiono la gran cantidad de cicatrices que lo cubrian; todas ellas antiguas. -!Oh, Dios! -exclamo, al encontrar el tajo en su bajo vientre. No era tan profundo como para llegar a sus organos internos, pero lo suficiente para que hubiese perdido gran cantidad de sangre; de ahi la palidez extrema de su rostro. Pero respiraba todavia, lo habia notado en cuanto le dio la vuelta y volvia a sentirlo ahora. Si se daba prisa, podria salvarlo. Saco varios panos de lino de su bolsa y fue a empaparlos al rio para lavar la herida, antes de aplicarle el emplasto que tenia en mente ya: romero para combatir la infeccion, corteza de abedul para el dolor, cola de caballo para evitar la hemorragia y ruda para una rapida cicatrizacion. Una vez satisfecha con la limpieza, comenzo a mezclar las hierbas en un cazo lleno de agua y lo aplico sobre la herida, en cuanto estuvo listo. La luna llena le ayudo a ver sin necesidad de encender un fuego y aunque hacia frio y les habria venido bien su calor, no tenia tiempo para perder en ciertas comodidades. Primero era la vida de aquel hombre, despues lo demas; pues ya habia pasado demasiadas horas en el frio suelo y habia perdido mas sangre de la que le convenia. Aunque sabia que debia hacer, sus manos temblaban al trabajar, quiza pensando en que aquel hombre era la primera persona que conocia, aparte de su madre, y no sabia como actuar ante el, una vez despertase. Si acaso lo hacia, que empezaba a dudarlo, porque habia tardado demasiado en ir a socorrerlo. Ademas, tenia sentimientos encontrados en cuanto a salvarle la vida. Queria hacerlo, pero temia descubrir que su madre tuviese razon con respecto a los hombres y le hiciese dano si despertaba. No creia poder enfrentar a aquel hombre, si resultaba ser un desalmado, pues le ganaba en fuerza, incluso herido, pero a pesar del miedo que le inspiraba, no podia dejarlo morir. Hizo su trabajo, al final, sin pensar en nada mas. Impregno la herida con la pasta, hasta cubrirla por completo y despues envolvio con cuidado la zona, escuchando sus protestas cada vez que lo movia, para rodear su torso con la venda. Una vez hubo terminado, recogio sus pertenencias y las lavo en el riachuelo, mientras pensaba en algun lugar donde esconderlo hasta que se recuperase. Y el modo en que lo trasladaria, si no despertaba pronto para ayudarse. Era demasiado grande y pesado para ella, por lo que necesitaria una parihuela, aunque no se creia capaz de arrastrarla tampoco. Pero sabia que lo mas complicado seria ocultarle a su madre que lo habia ayudado a sobrevivir. Cuando regresase al rio para deshacerse del cadaver y no lo encontrase, era necesario convencerla de que se habia ido por su pie y que ella no tenia nada que ver con eso. -?Eres un angel? La pregunta, hecha con voz grave y profunda, la dejo petrificada. Sabia que le estaba hablando a ella, pues no habia nadie mas, pero no se atrevia a mirar hacia el todavia. Su respiracion se habia acelerado y todos sus musculos se tensaron, tratando de reunir el valor suficiente para enfrentarlo. ?Que tan malo podia ser el hombre? Estaba herido y demasiado debil todavia, como para hacer dano a alguien, si aquella fuese su intencion. Quiza por eso, se atrevio a girar hacia el, dispuesta a desafiarlo con la mirada, pero antes de poder hacer nada, se perdio en la profundidad de sus ojos negros. Mas negros que la noche mas agitada, que la cueva mas oscura, que el lugar mas recondito de aquel frondoso bosque, donde la luz del dia nunca lograba atravesar las copas de los arboles. 2 -No lo pareces -el hombre continuo hablando, pero Marsali no fue capaz de apartar la mirada de el, ni de hablarle-. Aunque eres muy bella. Un intenso rubor cubrio su rostro por sus palabras y su cuerpo respondio de igual modo, encendiendose de una forma que nunca antes lo habia hecho. Fue entonces cuando reacciono y aparto la mirada. Tomo su bolsa y se levanto para cruzarla al pecho. Aunque no estaba segura de querer tocarlo ahora que habia despertado, todavia tenia que llevarlo a algun lugar donde su madre no lo encontrase. -?Como te llamas? -el hombre siguio hablando- ?O tampoco eso me vas a decir? -Marsali -dijo al fin, reuniendo valor- ?Serias capaz de caminar? Necesitamos buscar un refugio para ti. -Bonito nombre -le sonrio-. Mi nombre es Neil. Neil Sinclair. ?A que clan perteneces? -?Puedes levantarte? -no es que evitase responder a sus preguntas, sino que no podia hacerlo. Su madre jamas habia hablado de su pasado, salvo para decirle que el mundo era cruel y que habia huido al bosque para protegerla. Despues de que evadiese todas sus preguntas durante anos, decidio no volver a hacerlo y conformarse con el presente que tenia. Sin embargo, cuando descubrio al hombre tirado en el suelo, su curiosidad renacio con fuerza y de nuevo, las preguntas comenzaron a acumularse en su joven mente. Necesitaba respuestas y sabia que su madre no se las daria nunca. Penso, al verlo herido, que si le podia salvar la vida, el le diria lo que queria saber. Le hubiese gustado hacerlo sola, pero busco a su madre para que le ayudase, creyendo que tal vez aquello la reconciliase con el mundo y pudiesen marcharse del bosque al fin, pero su madre solo le habia metido el miedo en el cuerpo y se habia negado a curarlo. -Puedo intentarlo -dijo Neil, apoyando las manos en el suelo y regresandola al presente a tiempo de ver como se impulsaba hacia arriba. El dolor le arranco un grunido hondo y Marsali se apresto a socorrerlo. Entre ambos lograron ponerlo en pie y apoyandose en ella, consiguio dar varios pasos, pero pronto tuvo que detenerse junto a un arbol para descansar- ?Ese refugio esta muy lejos? -Me temo que si -se mordio el labio, nerviosa, pues si no podia caminar, seria practicamente imposible llevarlo hasta la cueva. Podia buscarle un lugar mas cerca, pero si su madre lo descubria alli, quien sabe que haria. Nunca antes la habia visto tan alterada como esa manana, cuando le sugirio que lo salvasen. Le habia dejado claro que no lo queria alli, aunque no podia entender por que. A ella no le parecia tan malo. Habia sido educado con ella y no habia intentado enganarla o seducirla como su madre habia insinuado que haria.
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El unico recuerdo de Flora Banks de Emily Barr
https://gigalibros.com/el-unico-recuerdo-de-flora-banks.htmlTodos recordamos nuestro primer beso.
A Flora Banks es el unico recuerdo que le queda. -
El ladron de virgenes de David De Juan Marcos
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Juegos prohibidos 5 de Emma M. Green
https://gigalibros.com/juegos-prohibidos-5.htmlEse beso tan sublime… La pantalla subiendo… Tristan y yo, cayendo en la trampa, frente a todos esos rostros impresionados. Si tan solo pudiera borrar esa imagen. Arrancarla de mi mente donde esta tan grabada, para siempre. Sienna esta furiosa. La castana, humillada por nuestra culpa, atraviesa la multitud del country club y nos ordena con una voz glacial que la sigamos. Tristan obedece, se pone de pie y me ofrece la mano animandome con su mirada grave y protectora. Mi corazon me incita a tenerle confianza, a creer en el, en nosotros, pero me quedo postrada, incapaz de moverme. Los murmullos se multiplican, se hacen mas fuertes. Craig interviene, llega hasta mi sosteniendo todas las miradas acusadoras, toma suavemente mi muneca y me convence de seguirlo hasta el estacionamiento. Recupero el uso de mis pies, pero de la palabra todavia no. En el auto reina un silencio de muerte. Lucho contra las lagrimas, estoy en otro mundo. Harry se duerme rapidamente, acurrucado en su asiento del auto. Tristan esta volteado hacia el otro lado y sus amplios hombros forman una barrera entre nosotros. Al bajar de la SUV, me doy cuenta de que lo peor todavia esta por llegar. - !No se conformaron con arruinar la ceremonia de mi premio, no! !Hicieron que no me atreva NUNCA mas a salir de mi casa por la verguenza que siento! Los gritos de Sienna llevan mas de una hora resonando en la residencia familiar. Mientras que mi padre permanece mudo, volteado hacia la ventana, su mujer se desganita sin parecer para nada cansada. Y a pesar de mis timpanos que timbran, a pesar de todo lo que me molesta de ella, me siento culpable. Me odio por haber arruinado su velada. Me odio por haber decepcionado a mi padre, por haber dado ese espectaculo, por haber manchado el retrato familiar. Y por haberle hecho sufrir todo eso a Tristan. Pero mas que nada, me odio por haberme enamorado del unico chico al que no tenia derecho de amar. << No tienen derecho >>, eso es lo que todos deben estar pensando. Justo cuando acababa de decirle, o casi, que lo amaba. Siento que regresamos al punto de partida. Tristan no me ha mirado, no me ha dicho ni una sola palabra desde que dejamos el country club. Con la mirada dura y pareciendo intocable, el mira la pantalla plana de la television apagada, como si fuera a lograr atravesarla para huir. Cuanto lo comprendo... Y Sienna continua hecha una furia dando vueltas alrededor de mi: - !Maldita sea, digan algo! !Al menos eso nos deben! !Craig, reacciona! ?Te das cuenta de lo que hicieron? - ?Solo fue un beso? pregunta de pronto mi padre, pareciendo cansado y sin mirarnos. ?Uno solo? ?Nada mas? Estoy agotada. Agotada de tanto mentir, de tanto actuar, de tanto esconderme. Estoy a punto de confesarlo todo cuando Tristan voltea finalmente hacia mi. Mi corazon se detiene, me doy cuenta de que ya no es el mismo. Nuestra burbuja, nuestra serenidad, nuestra osmosis realmente acaba de romperse. ?Todo el camino que recorrimos fue en vano? Tiene los brazos cruzados, la mordida apretada, sus ojos me examinan cuidadosamente, con cierta ternura. Esperaba encontrar en ellos enojo, desconfianza, pero estaba muy equivocada. El parece comprender que estoy a punto de confesarlo todo. Parece leer la desesperacion en mi mirada. Y con una infima senal de la cabeza, me dice que no. Me impide hacerlo. No estoy segura de entender por que. Me siento confundida. Una lagrima corre por mi mejilla. Tristan se voltea y toma el control de la situacion. Su voz ronca llega a rescatarme. - Fue un error… resopla hacia mi padre. Lamento lo que hice. Yo soy el unico responsable, no sean tan duros con Liv. Esto no se va a repetir. Nunca. Mi corazon se rompe en mil pedazos. Se que no dice estas palabras en serio. Se que solo esta buscando sacarnos del apuro, pero ya no logro quedarme alli y seguir fingiendo, asi que huyo. Una vez que llego a mi habitacion, puedo darle rienda suelta a mi llanto. Toda la noche. *** La informacion recorrio toda la isla en menos de veinticuatro horas. Bonnie y Fergus llegaron a mi casa al dia siguiente de la catastrofe, mientras que Tristan estaba desaparecido, aparentemente decidido a no verme ni hablarme. La casa estaba desierta, ya era hora de que me liberara. Mis mejores amigos tuvieron derecho a la version completa, a toda la historia de Tristan et Liv desde el principio. Bonnie estaba furiosa, Fergus impresionado. Ambos convencidos de que lo odiaba. Disgustados de que hubiera podido mentirles por tanto tiempo. Y luego se hicieron a la idea, poco a poco, venciendo el dolor. Hay que decir que probablemente mis abundantes lagrimas les ayudaron a sentir compasion. Despues de hacerme un millon de preguntas, Bonnie concluyo que siendo mi mejor amiga debia haberlo sabido antes. Fergus se conformo con suspirar y admitir que oficialmente era el ultimo loser del grupo. Y los tres nos pusimos de acuerdo en que estaba prohibido volver a hablar del tema, hasta que pusiera mis ideas en orden. Y que la vida normal retomara su curso.
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Lena (Juegos Salvajes) de Lena Wolf
https://gigalibros.com/lena-juegos-salvajes.htmlLena no podia creer lo que veia ante sus ojos. Sus cosas, sus queridas, escasas y preciadas pertenencias, esparcidas sin orden y con bastante furia por toda la habitacion. Se afano en agacharse y recoger uno de los libros que habia quedado cerca de los pies de la cama, y mientras lo hacia, otros dos salieron disparados desde las manos de la que, hasta entonces, habia sido su amiga y companera de piso, para rebotar contra el colchon y precipitarse al suelo. --No puedes hacerme esto --gruno entre dientes, pero ahi termino su alegato, no tenia nada mas con lo que defenderse ni mas argumentos que dar salvo los ya expuestos. Apelar a la humanidad, a la caridad y a su tan preciada amistad, aunque sabia que nada de lo que dijera, cambiaria la situacion en la que ahora se encontraba. --Lo siento mucho Lena, he tenido muchisima paciencia contigo y lo sabes, pero he encontrado a alguien para alquilarle la habitacion, alguien que si va a pagarme. Te lo dije hace semanas. --Ya... pe-pero... !Pensaba que eramos amigas! --!Y lo somos! --se afano en puntualizar-- !Claro que lo somos! Cuando quieras quedamos para tomar un cafe y ponernos al dia de todo, pero necesito a alguien que pague su parte de los gastos. --Joder Vicky, es invierno, hace frio y sabes que no tengo donde ir... No tengo a nadie y no es una forma de hablar, es literal, nadie. --De verdad que lo siento, pero no soy una jodida ONG, llevo meses advirtiendotelo. --!Vete a la mierda! --y a punto estuvo de acompanar esa recomendacion turistica con un lanzamiento de libro, que era lo unico que tenia entre las manos. --Sal esta noche, emborrachate, echale el ojo a algun tio y vete a su casa, y ya manana con la cabeza fria decides si volver a follartelo o cambiar a otro... --Eres una hija de puta --y noto como podia hasta masticar su enfado. --Entonces de ese cafe ni hablamos ?no? --resoplo-- Mira Lena, de verdad que lo siento, en serio, se que es una cabronada, pero tu te lo has buscado, recoge lo que necesites y puedes venir a por el resto otro dia. Salio del apartamento cargando una bolsa de deporte que habia llenado con algo de ropa, un par de libros y poca cosa mas. Era viernes noche y hacia ya bastante frio, aunque ese ano el invierno estaba siendo bastante amable con sus calidas temperaturas. Sintio ganas de llorar, sin embargo, hacia ya tiempo que se habia prometido a si misma que no volveria a hacerlo, aunque para ser sinceros, la vida no le estaba poniendo demasiado facil el poder cumplir con su palabra. Camino un par de manzanas en direccion al centro, sin rumbo fijo, realmente no tenia donde ir. No habia usado esa frase para ablandar el corazon de Vicky, ni habia exagerado un apice su situacion. No tenia familia y contaba con muy pocos amigos. Siempre habia tenido dificultades en entablar relaciones de confianza con la gente, y despues de lo de Vicky... Puede que sus escasas habilidades sociales, fuera porque su padre la abandono antes de que su memoria pudiera fijar su cara o su voz, mucho menos ningun recuerdo al que aferrarse, o bien pudiese ser que su extrema desconfianza hacia el ser humano se debiera a ese desfile de hombres que paso, ano tras ano por su casa, y por entre las piernas de su madre. Cada nueva ilusion de formar parte de una familia, se esfumaba como el conejo en la chistera de un mago. Hasta que cumplidos los diecisiete, decidio poner fin a todo eso marchandose de casa para vivir por su cuenta. En esos anos habia pasado malos momentos, otros peores, pero desde hacia un tiempo la suerte parecia sonreirle con un trabajo suficientemente estable, como para alquilar una habitacion y con las ilusiones de haberse podido matricular por fin, en la universidad. Solto un bufido maldiciendose por no haber previsto que la buena suerte no existia, o si lo hacia estaba claro que ella estaba condenada a no alcanzarla jamas. Todos a su alrededor parecian fallarle en algun momento u otro. Y por si todo eso no fuese suficiente, empezaba a llover, como si el tiempo se hubiera confabulado en su contra. Resoplo enfadada, corrio hacia una cafeteria cercana y entro antes de quedar totalmente empapada. Rebusco en sus bolsillos, le quedaba muy poco de su finiquito y no sabia si malgastarlo en algo tan mundano como un cafe o una caja de cigarrillos, aunque ambas cosas le apetecieran mucho. --?A ti tambien te ha pillado el chaparron? --!Ja! --solto una risotada al tiempo que se giraba hacia su interlocutor, un chico de mas o menos su edad y bastante bien parecido-- En realidad no... me gusta eso de bailar bajo la lluvia --le dedico la mas dulce y seductora de sus sonrisas-- iba al gimnasio --mintio al tiempo que alzaba la bolsa de deporte. --No puedo competir con una sesion de spinning... --Puedes intentarlo --le atajo. --Probaremos suerte entonces, ?un cafe? --propuso el joven. --!Ves! Has acertado, un cafe seria perfecto. Soy Lena, por cierto -- alargo su mano y el la encajo. --Marc. La tormenta habia amainado a altas horas de la madrugada, dando paso a una manana fria pero soleada. Lena se revolvio entre las sabanas de esa nueva cama, buscando el contacto del cuerpo caliente que dormia placidamente a su lado. Al menos Marc, habia resultado ser un amante complaciente y atento, aunque con algunas peculiaridades a la hora del sexo, pero en general parecia un buen tio. Lena se reprendio por estar valorando la posibilidad de aprovecharse de ese pobre hombre, aunque su situacion era, cuanto menos, desesperada. Pero sabia que no tenia derecho a hacer eso. Se acurruco junto a el y volvio a cerrar los ojos para seguir durmiendo un poco mas. --!Joder! --exclamo Marc saltando de la cama-- Mierda, mierda... !Mierda! --Buenos dias a ti tambien... --sonrio algo aturdida pero dispuesta a hacer de esa manana una buena manana--. Oye Marc, supongo que suena a cliche, pero... no suelo hacer estas cosas... es que... --Oye Lena, pareces una buena tia --le corto--, y te juro que yo tampoco suelo hacer esto, nunca, en realidad es la primera vez... pero... --Pero...
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Memorial Device de David Keenan
https://gigalibros.com/memorial-device.htmlKeenan ha escrito un retrato vivo y conmovedor de un movimiento legendario, cuyos ecos todavia resuenan en nuestros tiempos. A traves de un fascinante conjunto de personajes que componen la escena pospunk en una desolada y pequena ciudad llamada Airdrie, Keenan ha capturado las distintas facetas de uno de los movimientos musicales y sociales mas importantes de las ultimas decadas. Con esta ficticia indagacion documental sobre un grupo igualmente ficticio, Keenan ha construido un retrato intenso, poetico y conmovedor del movimiento postpunk. Un homenaje a la pasion y los suenos de juventud, a la eterna lucha de cada generacion por encontrar su lugar en el mundo.
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La mujer singular y la ciudad de Vivian Gornick
https://gigalibros.com/la-mujer-singular-y-la-ciudad.htmlContinuacion natural de <
>, < > es un mapa fascinante y emotivo de los ritmos, los encuentros fortuitos y las amistades siempre cambiantes que conforman la vida en la ciudad, en este caso Nueva York. Mientras pasea por las calles de Manhattan, de nuevo en compania de su madre o sola, Gornick observa lo que ocurre a su alrededor, interactua con extranos, intercala anecdotas personales y piezas reflexivas sobre la amistad, sobre la a menudo irreprimible atraccion por la soledad y sobre que significa ser una feminista moderna. Estas memorias son el autorretrato de una mujer que defiende con ferocidad su independencia, y que ha decidido vivir hasta el final sus conflictos en lugar de sus fantasias. -
En la oscuridad o en tu corazon de Luz Guillen
https://gigalibros.com/en-la-oscuridad-o-en-tu-corazon.htmlMaria Costa Berenguer, guia turistico en Barcelona, acaba de cumplir veintiocho anos. Como <
> recibe el encargo de acompanar durante una semana a Sean McLoud, un escoces muy especial que la retara a ensenarle la Ciudad Condal desde los sentidos, olvidandose por completo de lo que muestran los folletos publicitarios. La atraccion entre ellos nace sin buscarla y, tras un tiempo, Maria decide que merece la pena arriesgarse y cambiar su lugar de residencia, su gente y su forma de vida por un nuevo comienzo en Glasgow. Alli la espera Sean, su perro Dark y un clan de amigos y familia, que enseguida la acogeran con carino. Pero no todo puede ser perfecto. Claudia, la exnovia de Sean que lo abandono en el peor momento de su vida, reaparece para amargar la existencia de la pareja en mas de un sentido. -
Cuando me veas, Laura Gallego de Laura Gallego
https://gigalibros.com/cuando-me-veas-laura-gallego.html?Quien o que es? ?Que intenciones tiene? ?Una amenaza desconocida o una luz en la oscuridad? ?Tiene algo que ver con el caso del "chico de la azotea"?
Extranos sucesos inexplicables. Un secreto. Una muerte repentina. Una investigacion. !Descubre que hay detras!
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Queen Square de Bali Rosenqvist
https://gigalibros.com/queen-square.htmlCaitlin Bailey ha gozado de una vida llena de comodidades gracias a su condicion de protegida en la lujosa casa de Queen Square. Aunque no pertenece a ese mundo de grandes fiestas, su posicion de observadora le permite tomar ideas para las novelas de corte liberal y romantico que en secreto publica bajo el seudonimo de la Condesa de Clare.
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El chico del Maravillas de Lluis Llach
https://gigalibros.com/el-chico-del-maravillas.htmlRoger Ventos, futuro baritono reconocido a escala internacional en el mundo de la opera, tiene unos origenes peculiares. Nace en 1939 en la ciudad francesa de Seta, pero a los quince anos su madre lo manda a Barcelona con su tio, Lluis Ventos, tramoyista en un teatro de variedades del Paralelo. Es alli, entre los bastidores del teatro Maravillas, donde Roger descubre a su verdadera familia mas alla de los lazos de sangre y empieza a recibir clases de canto en el Liceo.
La vida de Roger desde entonces basculara entre dos polos: el de la calidez familiar de su Maravillas
y el de la independencia personal consagrada a las exigencias del canto. Mientras seguimos su fulgurante carrera operistica, asistimos tambien a traves de sus ojos a la evolucion forzosa del viejo teatro del Paralelo. Y lo hacemos con una esplendida galeria de personajes secundarios que subraya el impacto de una historia conmovedora.
Literariamente impecable, El chico del Maravillas consolida a Lluis Llach como un autor de referencia. En su obra mas personal y emotiva, las experiencias de un cantante lirico, que vive la musica de una forma apasionada y al mismo tiempo reflexiva, trascienden al personaje y reflejan las complejidades de toda una epoca.
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La peor pesadilla, Mark Edwards de Mark Edwards
https://gigalibros.com/la-peor-pesadilla-mark-edwards.htmlA Izzy, se lo llevaron de su casa.
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Desafio Homicida de Raul Garbantes
https://gigalibros.com/desafio-homicida.htmlDe madrugada, en el comedor del restaurante Felicia, aparecen dos hombres destrozados a cuchillazos. Aunque Vicente Chiarello, propietario del restaurante, afirma con desesperacion no ser el culpable, el arma homicida tiene sus huellas, y solo el se encontraba en el lugar del hecho.
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El beso del traidor de Erin Beaty
https://gigalibros.com/el-beso-del-traidor.html -
Las ninfas a veces sonrien de Ana Clavel
https://gigalibros.com/las-ninfas-a-veces-sonrien.htmlEn ese entonces me daba por tocarme todo el tiempo. Fluia. Me desbordaba. Jugueteaba con mis aguas. Claro, era una fuente. Pero no se crea que hablo en sentido figurado. Era transparente. Inmediata. Entera. Rotunda. Tambien era una diosa. En plenitud de poderes. Decia "viento" y los cefiros mecian el aire. Decia "belleza" y las aguas me devolvian mi imagen. Por supuesto, tuve que ir entendiendo cada cosa en su momento. Mis hermanas mayores me renian: "Te miras demasiado, terminaras por descubrir la muerte". Las desoia y entonces volvia a tocarme. Me envolvia en mis petalos, me gozaba sintiendome. Aspiraba mis olores. Respiraba. Latia. Bullia. Y vuelta a fluir. Yo era mi Paraiso. 2 Me gustaba recoger flores camino del templo. En ese entonces, en el trayecto, habia grandes extensiones sin edificios ni fabricas y los prados crecian a su aire por entre las vias abandonadas de un tren. Amapolas, margaritas, oropendolas, alcatraces, se inclinaban a mis pies, suplicandome que les concediera un lugar en mi regazo. Las elegia segun el arrebato del color, una transpiracion salvaje, el laberinto desnudo de una corola que empezaba a desflorarse. Era una abeja letal zumbando el placer de segarlas y hacerlas mias. Llegaba al templo cargada con un ramo copioso que no depositaba a los pies de ninguna efigie. Ahi tenian vasijas y floreros votivos con lanzas de gladiolas y penetrantes nardos. Asi que, antes de entrar, sacudia mis sandalias y abandonaba el ramo entre los jardines de rosas y narcisos cultivados que miraban con desden la agonia languida de sus hermanas silvestres. Una ocasion en que emprendia el camino de las vias del tren, me di cuenta que un hombre desconocido me seguia. De hecho, lo descubri al salir de la dulceria que estaba a un lado de mi casa, adonde habia ido por la diaria racion que don Eliseo me obsequiaba de corazones de caramelo, mis favoritos. Eran corazones encarnados y macizos pero se podian ir deshaciendo en la lengua con una suave succion. A don Eliseo le encantaba que le mostrase el avance de los dulces reducidos en mi boca, sobre todo porque --decia-- los labios entintados se me volvian mas coquetos que los de una muneca. Recuerdo que aquella vez traia yo puesto un vestido de gasa con unas cintas entretejidas a manera de corse y un ramito de violetas de fantasia en el nacimiento del pecho. "Parece que vas a una cita y aun no estas en edad", me reprendio una de mis hermanas mayores. No le hice caso, feliz del vuelo de la gasa que me envolvia como un capullo. Pero cuando atisbe que el hombre desconocido me habia visto al salir de la dulceria, supe que Teresa tenia razon: Destino se aprestaba a dar uno de sus pasos certeros. Cierto es que yo tambien le ayudaba al Destino: me detenia de tanto en tanto para verificar que el hombre me iba siguiendo. Le marcaba el camino. Tampoco podia evitarlo: el hombre me recordaba a mi padre, el mismo aire de titanes que saben lo que quieren y decirtelo con el palpito de una sola mirada. Y asi lo fui llevando por el sendero de las flores. Recuerdo que me inclinaba para cortar un diente de leon cuando percibi que el hombre estaba a mis espaldas y me tenia a su alcance. Me gire para ofrecerle las flores que habia segado hasta el momento y el se apresuro a tomarlas con todo y mi mano. Todo un senor titan pero cayo de rodillas ante mi y pude verlo a los ojos. Era la mirada que despues he visto en otros: un fervor sufriente, apremiante. Claro, yo era una diosa. Dispensadora de dones. Aparto las flores y me alzo la gasa tenue del vestido apenas lo suficiente para dar con mis pantaletas. Devoto, se inclino hasta hacerlas bajar a los tobillos. Entonces me toco. Conoci un nuevo Paraiso: ese que comienza en ser juguete del deseo de los otros --y disfrutarlo--. Aun puede quitarme el aliento recordar su respiracion entrecortada en mi vientre. O sus dedos tenues abriendome en flor. O sus labios bebiendome apenas sin pausa. 3 Nada que ver con los episodios que le escuche contar a otras diosas en el bosque. Ninas violentadas con el vientre despanzurrado como munecas inservibles. Olas pubescentes que se habian quedado atoradas en miasmas de dolor y ultraje. Fue el caso de Jazmin y el jardinero. Un hombre hermoso como el vigor de su piel, que afilaba las cuchillas de la podadora y la aceitaba con un esmero de amante solicito. Comenzo por ofrecerle granadas que Jazmin atrapaba en la falda del vestido, luego nisperos con los que le fue senalando el camino a una covacha, situada en la tapia de las plantas en sombra. Claro, se trataba de un juego. Siempre es un juego. ?En que momento dejo de serlo? Jazmin se llevo las manos a la boca como para acallar un gemido. Con los ojos bajos dijo: "Por eso no tolero que venga un heroe cualquiera y quiera montarme por detras… De cualquier otro modo, menos por detras". Durante el relato, estaban presentes sus hermanas. Un claro en el bosque y en la memoria de todas. Entonces hablo Dalila y conto que, en vez de nisperos, el jardinero habia usado con ella galletas y suspiros de dulce. Y luego Rosa que confeso que a ella solo tuvo que guinarle un ojo. Era un satiro en toda la extension de su miembro. Rosa reconocio recostandose en la hierba humeda: "Y sin embargo… se mueve". Las otras la miraron con furia. 4 Confieso que era ambiciosa. Un par de monedas podian hacerme sonreir solo de pensar en otros dones: ya lo he dicho: dulces con forma de corazon, un lazo para el cabello, una caja de diamantinas, un frasco para hacer burbujas. El debio de saberlo desde que me vio en la dulceria. El caso es que me espero a la salida de la tienda, lejos de la mirada de don Eliseo, y sin que nadie pudiera percatarse en la calle, ni el portero de palacio, ni los pretendientes de mis hermanas que hacian corro en el cofre de un Mustang estacionado, me mostro una reluciente moneda de plata. Por supuesto, lo segui cuando se introdujo en el corredor central de esa ciudadela donde viviamos. Atravesamos el primer foso. De un lado, aparecio la mujer del vigia con su cara de dragona enfurrunada y me dijo: "Acuerdate que a tu mama no le gusta que juegues en los patios de atras". El hombre habia seguido su camino y yo tuve que cortar hacia un pasadizo lateral. Era un mundo de pasadizos, no se como conseguia llegar alguna vez a mi torre. A punto de subir las escaleras, con un pie en el borde del primer escalon, descubri una mancha de lodo en mis botines de charol negro. Con toda la elegancia de una principessa, saque un panuelito de la manga y prepare un buen trago de saliva que deje estampar directamente sobre la mancha de lodo. Acto seguido, me aplique a limpiar con el panuelito la zona del estropicio que parecia haber aumentado. La mancha se habia tornado luminosa y comenzo a bailar de un lado a otro por la superficie lustrada del botin. Despues, subio por el tobillo hacia la calceta gris y luego a la rodilla y de ahi ascendio en rafaga hacia mis piernas que el vestido rabon no podia cubrir del todo. Me incorpore de un brinco. El brillo me salto al rostro y de ahi a la mirada. No pude verlo, pero lo adivine: desde el patio de luz en aquel mediodia fragante, el hombre de las monedas de plata las hacia espejear resplandores como un experto mago trashumante. Cuando me empujo suavemente al cubo sombrio de las escaleras, yo iba con el si de una sonrisa plena. Queria las monedas magicas. Me deje tocar por el mago que tambien era un caballero de manos dulces. Las monedas de plata me fueron conferidas. Juro que resplandecian en la penumbra con el fulgor de las promesas. Entonces, me llamaron mis hermanas. Primero, Clio; despues, Teresa. Sus gritos eran tan fuertes que tuve que zafarme del mago. El hizo aparecer mas monedas entre sus dedos --o solo una mas, pero la hacia serpentear entre uno y otro como si fueran varias--. Le prometi: "Volvere por mas". Pero mis hermanas me encerraron: "No te das cuenta… Una vez mas, te hemos salvado". Y escondieron la llave hasta que llego el Padre omnipotente. 5 Padre omnipotente --fulgurator, lucetius, pluvius, celestial, stator, terminus, tonante, victorioso, summanus, feretrius, optimus maximus, alias el magnanimo-- me mando llamar. Estaba en su trono y escuchaba el recuento del dia cuando entre a la sala de audiencias. Hice las reverencias necesarias y con su venia me acerque. "Asi que otra vez has hecho de las tuyas…". Baje la mirada. Me dio tres nalgadas y un jalon de orejas que era vehemencia, puro beso contenido. 6 Habia placer por todos lados. Hasta en recoger chicles pegados del suelo y volver a mascarlos. Competencias entre Pancho Pantera y Juan Pistolas para ver quien terminaba primero el tazon de ambrosia con cereal. Me gustaba mi nombre delicado y etereo --papa habia elegido el eco de un nombre con alas y poderes magicos-- pero no tenia empacho en convertirme en Juan Pistolas o en Aquiles Magno con tal de que reflejase todo mi poderio. El impetu de mis piernas bullentes, la entereza de mi espalda, el goce del aire en mi pecho, sin necesidad de coraza alguna. Sola la fuerza de mi espada… o de mis pistolas. Unos trabajadores del servicio de calderas del palacio habian hecho apuestas sobre quien entre todos los delfines se arrojaba desde el primer balcon sin romperse una costilla. Hicimos cola para medir nuestras destrezas en el arte de rebotar trovando pues ademas habia que cantar una cancioncilla antes de estamparse. Quisieron negarme el paso y sacarme de la fila: "Dijeron delfines, no infantas infantiles", me espetaron. Yo les dije: "Infantes ustedes, yo soy hija de monarcas, ?no conocen a las delfinas?" Entonces David, que traia su envidiada chamarra de cuero, blandio su honda ante los ojos de mis rivales: "Dejenla en paz, si quiere despanzurrarse… ella sabra". Pero no me despanzurre: cai perfecta sobre mis piernas de silfide amaestrada y les gane a todos porque a la hora de la caida se lastimaban un hombro, la cadera, un tobillo. Solo David, que era de mi tamano, cayo como pastorzuelo experimentado de barrancos y precipicios. Pero se le olvido entonar el himno: "Cuando se muere por una sirena, se va con ella al fondo del mar", que coreaban como buenos piratas los de la caldera. Y asi, con el titulo de Delfin Juan Pistolas, princesa Ada para mas senas, me coronaron vencedor de abejorros y picaflores. Por supuesto, los chicos se molestaron. Solo David, que ya he dicho era de mi tamano, me invito a jugar con el, traspuesta la honda y una montanita de piedras por si los otros se acercaban. Le comparti un caramelo acorazonado que chupamos por turnos. Me presto un caleidoscopio magico de letras que formaban mensajes cifrados. Cada vez nos ibamos acercando mas. Nos estampamos besos de vampiro en los brazos que quedaron con huellas amoratadas de tanta succion y en los que despues me volveria toda una especialista. Nos frotamos la piel hasta extraernos un exquisito eau de parfum no. 5 de gallina concentrado. De pronto, me cobijo entre el compas de sus piernas. El cuerpo y la piel eran una alegria rotunda, como en el principio de los tiempos, la piel y sus abismos, siempre la piel. El cuerpo que se enciende y cuyo goce es el mas profundo de los saberes. Solo estabamos sentados, uno adentro del otro. Yo recostaba la frente en su hombro para calmar tanto Paraiso, cuando llegaron a interrumpirnos. "Miralos, estan jugando a papa y mama…" Por supuesto, fueron a acusarnos. Esta vez llegaron Talia y el arcangel Azrael, que al igual que padre, trabajaba todo el dia, blandiendo nubes y truenos. David se asusto y sin que le pidieran explicacion alguna, confeso: "Solo jugabamos a las cebollitas…" "Asi que muy hortelanos, ?no?", nos amenazo Azrael secundado por Talia, "pero la proxima vez, los expulsamos del Paraiso".
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Odiame de Olivia Saint
https://gigalibros.com/odiame.htmlNo estamos listos, hasta que sucede
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Hematoma de Yael Weiss
https://gigalibros.com/hematoma.htmlCada relato comprendido en este libro arranca de un tiron la tapa que nos oculta y deja claro que somos un entramado de obsesiones en extrano equilibrio. La escritura de Yael Weiss se cuela magistralmente a nuestro propio confin. Entre la intimidad y el mundo exterior, la resignacion y la esperanza, en los entresijos de la cordura y la razon, los personajes de este libro estan en combustion, a punto de saltar de la pagina. Aqui se sostiene como en ningun otro sitio la siguiente maxima: vistos de cerca todos somos extravagantes.
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Caraval, Stephanie Garber de Stephanie Garber
https://gigalibros.com/caraval-stephanie-garber.htmlRecuerda, solo es un juego. Scarlett Dragna nunca ha abandonado la pequena isla en la que ella y su hermana Tella viven bajo la vigilancia de su estricto y cruel padre. Desde hace anos Scar suena con asistir a la celebracion anual de Caraval, unos legendarios juegos que duran una semana y en los que la audiencia participa para ganar el Gran Premio. Caraval es magia, misterio y aventura. Y para Scarlett y su hermana representa la libertad y poder huir de su padre. Ahora que esta a punto de casarse con un hombre al que nunca ha visto, Scar cree que su sueno nunca se cumplira. Pero justo dos semanas antes de la boda recibe las tan ansiadas invitaciones a los juegos. Sin embargo, una vez alli nada sale como espera: Legend, el Maestro de Caraval, secuestra a Tella y Scarlett se vera obligada a entrar en un peligroso juego de amor, suenos, medias verdades y magia en el que nada es lo que parece. Real o no, solo dispone de cinco noches para descifrar todas las pistas que conducen hacia su hermana, o esta desaparecera para siempre.
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Comprando esposo de B. E. Raya
https://gigalibros.com/comprando-esposo.htmlCuando era joven, Edward tuvo, expectativas y esperanzas, tuvo suenos y proyectos, era una persona alegre, positiva y... un idiota. Su vida fue de mal en peor hasta que llego a tocar fondo. Estaba resignado a sobrevivir en el mundo sin llamar demasiado la atencion y al final morir solo. Hasta que el destino vuelve a intervenir y por asares de la vida termina en las garras del hombre al cual amo en su juventud.
Maxwell Hamond ya no era el principe azul que visualizo en sus suenos. Era un hombre oscuro, peligroso y no dudaba en obtener lo que deseaba, hasta el grado de obligarlo a casarse con el y someterlo a su voluntad a cambio de ayudar a su familia. Edward no tenia eleccion, por lo que accedio a someterse a todas sus demandas...pero resulto que la obligacion tenia sus momentos de placer. -
Ella, el… y el danes de Ana Alvarez
https://gigalibros.com/ella-el-8230-y-el-danes.htmlUna novela de amor repleta de risas y emociones que hara, una vez mas, las delicias de las fans de la autora y entusiasmara a sus nuevas lectoras.
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No llores de Mary Kubica
https://gigalibros.com/no-llores.html -
Theodor Chindler de Bernard Von Brentano
https://gigalibros.com/theodor-chindler.htmlAlemania, 1914. Los Chindler son una clasica familia burguesa alemana. En su casa se toca el piano y los domingos se va a misa. Theodor Chindler es diputado en el Reichstag por el Partido Catolico de Centro. Elisabeth, su mujer, es tambien muy conservadora y su principal preocupacion es que su familia ascienda social y economicamente. Ambos piensan que nada pondra en duda su autoridad, ni el orden ni la paz que reina en la familia. Pero ha estallado la guerra y, mientras sus hijos Ernst y Karl se dirigen al frente, en casa se empieza a discutir acaloradamente sobre el emperador, la miseria en los hospitales de campana, la guerra naval… Las fisuras familiares se terminaran de ahondar cuando la hija, Maggie, se va a vivir con su novio socialista y se une a las luchas del movimiento obrero en contra de la voluntad de su padre; mientras Leopold, el hijo mas pequeno, se enamora de un companero de estudios; y a Ernst y a Karl la vida y la muerte en las trincheras les va a cambiar en distintos sentidos. Ya nada sera igual ni en Alemania ni en la familia Chindler, por mucho que Elisabeth quiera seguir viviendo como si la guerra no existiese, como si nada hubiera pasado. Brentano escribio ” Theodor Chindler ” en 1936, desde su exilio suizo. Un retrato del fin de una epoca, y un anticipo de lo que iba a venir despues, a traves de los miembros de una familia burguesa alemana. La novela, que recuerda en parte a ” Los Buddenbrook ” de Thomas Mann, fue comparada con ” El subdito ” y ” El profesor Unrat ” de Heinrich Mann. Conto, entre otros, con los entusiastas elogios de Thomas Mann y de Bertolt Brecht, que se la recomendo a Walter Benjamin.
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En el ultimo trago nos vamos de Edgardo Cozarinsky
https://gigalibros.com/en-el-ultimo-trago-nos-vamos.htmlSiempre hay un trago despues del ultimo en las obras de Edgardo Cozarinsky, y aunque la cancion lo anuncie nadie se va del todo. Los insomnes errantes encuentran un bar abierto donde los esperan historias inauditas. En Buenos Aires los muertos sobreviven en una precaria segunda vida; en la selva guarani o en las ruinas de Angkor palpitan, invictos, los sacrificados. Y en un rincon de Brooklyn atiende una vidente que puede transformarse en la madre del incauto que se anima a consultarla. Como un caleidoscopio de todos sus registros narrativos, Cozarinsky explora las muchas dimensiones de lo imaginario, de la memoria afectiva y sus imprevistas confluencias, de distintos rostros del deseo. El resultado es un libro inquietante, donde la superficie de lo narrado se quiebra constantemente para revelar una realidad insospechada.
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En camas separadas de Laura Maqueda
https://gigalibros.com/en-camas-separadas.htmlPrimera regla de la amistad: no enamorarte jamas de tu mejor amigo.
Hector y Mia han sido amigos desde mucho antes de lo que les alcanza la memoria. Acostumbrados a pasar juntos todo su tiempo libre, han compartido bromas, primeras veces, desenganos. Y han sido precisamente sus rarezas las que los han mantenido como un frente unido.
Sin embargo, la vida los obliga a tomar caminos separados, y ahora Mia, en Madrid, y Hector, en Japon, deberan aprender a vivir el uno sin el otro sabiendo que es probable que no vuelvan a verse.
Pasan los anos y Mia, con la sensacion de que le falta la mitad de si misma, se centra en su trabajo mientras fantasea con su guapisimo jefe, convencida de que ella podria ser la mujer de su vida. Pero lo ultimo que Mia se imagina que ocurra es que su mejor amigo regrese.
A su vuelta del extranjero, Hector hara que su mejor amiga se plantee que es lo que realmente espera de la vida. Ademas pondra su rutina patas arriba al irse a convivir con Mia al pequeno apartamento de esta, lo que no sera cosa facil, porque. los amigos duermen en camas separadas., ?verdad? -
El demonio de Dankworth de Lizzy Bronte
https://gigalibros.com/el-demonio-de-dankworth.html?Quien estaria tan desesperada como para casarse con el Demonio de Dankworth?
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Oracion de Maria Moreno
https://gigalibros.com/oracion.htmlPartiendo del enfrentamiento en el que muere Vicki Walsh a traves de documentos y testimonios de sobrevivientes, Oracion es una relectura de la obra periodistica de Rodolfo Walsh y sus procedimientos estetico-politicos a partir de sus “Carta a Vicki” y “Carta a mis amigos”, menos conocidas que su “Carta a la Junta”. Combinacion y cruce de generos, el libro es principalmente una investigacion sobre la verdad en su dimension para-judicial, sus metaforas y el nuevo valor del testimonio.
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Locamente atraido a ti de Dani Eliott
https://gigalibros.com/locamente-atraido-a-ti.html -
El Juego de Ripper de Isabel Allende
https://gigalibros.com/el-juego-de-ripper.html -
Somos dos diamantes en el universo de Gema Martin Munoz
https://gigalibros.com/somos-dos-diamantes-en-el-universo.htmlPrimera parte de la bilogia #Diamantes.
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La doble cita desastre (Cita para Rehacer 2) de Susan Hatler
https://gigalibros.com/la-doble-cita-desastre-cita-para-rehacer-2.htmlHay ciertas cosas por las que una persona debe pasar para encontrar el verdadero amor, y supongo que entre ellas se incluye que se me ensucie el coche, una de las cosas que mas odio. Viviendo en una ciudad tener el coche limpio es algo alucinante, teniendo que entrar y salir del centro de Sacramento entre el trafico, necesitando recorrer el centro comercial para comprar un traje y unos zapatos nuevos de tacon, o teniendo que conducir para llegar a la ultima apertura de una galeria. Desde luego, yo no era una experta (ni si quiera un poco) en hacer que un restaurante de sushi fuera un exito, pero no hacia falta mucho sentido comun para adivinar que el propietario no deberia situarlo a 20 kilometros de la ciudad en un aspero, desigual y polvoriento camino al lado de un ruidoso rio con ni siquiera un rascacielos a la vista. Es decir, ?como podria atraer dicho restaurante a una larga cola de personas? Quizas yo no habia llegado a ese capitulo especifico en la pila de libros en constante crecimiento en mi mesita de noche acerca de inicia-tu-propio-negocio; algo bastante posible considerando todo lo que tengo que leer a diario. Pero, aun asi, ?la localizacion no lo es todo? Mientras conducia, me retorci al ver el polvo volando alrededor de mi coche. Me desvie para evitar un socavon y luego una piedra en el camino de tierra y seguidamente mire mi GPS, confirmando lo que ya habia comprobado seis veces: la direccion del restaurante de sushi que me habia dado Hannah, que debia estar justo enfrente. En el medio de la nada. Sin Wi-Fi. Estremecedor. Mi coche vibraba mientras el polvo recubria mi parabrisas y un olor extrano (que creo que algunas personas lo llaman aire fresco) entraba por las rejillas del aire acondicionado sin importar cuantos botones pulsara para detenerlo. Estaba empezando a cuestionarme si debia estar agradecida de haber aceptado la doble cita con Hannah. Pero Abigail, la amiga de Hannah, habia conocido a Cooper Hill, el amor de su vida, de una forma poco convencional (a traves de intercambios de correo electronico sobre la adopcion de mascotas), de modo que si tenia que conducir por un camino sucio lleno de baches para tener la posibilidad de encontrar a la persona ideal en los siguientes minutos, ?por que no? Hannah me habia enviado la invitacion por correo electronico en el punto algido de mi caotica tarde en la que mi telefono del trabajo habia estado sonando desde algun lugar, enterrado bajo una montana (el unico tipo de montana que yo, Jennifer Page, habia tenido la intencion de escalar alguna vez) de informes que necesitaba revisar antes de una reunion, que se suponia que iba a tener lugar en cuestion de diez minutos, a quince minutos atravesando la ciudad. Mi telefono movil tambien habia elegido ese momento para vibrar con violencia y, a continuacion, lanzarse desde de mi escritorio hacia una piscina de salsa agridulce sobrante de los rollitos de primavera para llevar que me habia medio comido andando hasta la oficina durante la hora del almuerzo, mientras leia la seccion financiera del periodico tras comprarle un cafe a Courtney Carmichael, la duena de mi carrito dispensador de cafe favorito (yo soy como una corredora de maraton que acepta un vaso de agua: sin detenerse). Pense en Courtney Carmichael y su negocio con el carrito de cafe. Ella habia sido abogada y se habia quemado de trabajar veinticuatro horas siete dias a la semana, siendo facil averiguar que se habia quemado de trabajar demasiadas horas. No queda mucho tiempo para la vida social. Supongo que su marido estuvo de acuerdo porque se divorcio alegando que ella nunca tenia tiempo para el. El carrito de cafe era una segunda oportunidad para Courtney, un rehacer de la vida, y ella parecia feliz con su eleccion. Mi negocio de venta y diseno de equipaje seria mi rehacer de la vida, me encontraba muy preparada para la siguiente fase. Mi telefono movil continuo vibrando y me lance decidida a recuperarlo de su pegajosa (aunque deliciosa) caida en picado, pero golpee accidentalmente la bebida con cafeina antes mencionada y se derramo sobre los bocetos de otra maleta de viaje de diseno propio que pensaba mostrar a mi potencial inversor. Fue en ese momento, mientas escribia en un papel adhesivo de color rosa que debia de cambiar la tela de ni nueva maleta para que fuera anti derrames, que eche un vistazo a la pantalla de mi ordenador justo a tiempo para leer el correo electronico de Hannah hablandome de esta cita doble (y potencial para conocer al amor de mi vida). Incluso con mi asistente metiendome prisa por la reunion y con la mitad de mi atencion desviada hacia la limpieza de la salsa agridulce que habia quedado en mi telefono movil, fui totalmente capaz de pillar la esencia del correo electronico de Hannah: restaurante Sushi Aguas Bravas y chico guapo. ?Que mas podia pedir una mujer soltera? Teclee una respuesta rapida con el codo mientras lamia el agridulce de mis dedos: <
> A ver, no fue una respuesta de Shakespeare, pero si una comunicacion efectiva. Ella pillaria la esencia. No hay tiempo para la edicion cuando se va con prisas, como de costumbre. Con mi energia comenzando a agotarse, considere sorber un poco de cafe derramado de mi escritorio para recibir un chute de cafeina, pero no lo hice porque hay lineas que no se cruzan, ni por ese dulce nectar negro. Ademas, mi asistente estaba observando. En su lugar, imprimi el correo electronico de Hannah para poder recordar la hora de la cita doble y la direccion del restaurante de sushi. Cogi el correo electronico impreso aun caliente de la impresora, lo meti en el bolso y puse los informes bajo el brazo antes de salir disparada por la puerta con mi ayudante, que no estaba siendo de mucha ayuda al recordarme que llegabamos tarde. ?En serio, Lucas? Es la historia de mi vida (como el bien sabia) y viviria perfectamente sin sus constantes recordatorios. Me gustaria senalar que no siempre habia salsa agridulce en mi telefono movil. A veces era salsa Alfredo de Cafe Mattia, o salsa de cacahuete de Thai Palace en la calle J, o en mi intento de dieta sana era salsa ranchera light de Salad Company. Pero, sin falta, siempre caia algo. Cada dia un nuevo derrame, alguna nueva emergencia, un nuevo caos. Trabajando a tiempo completo y a la vez tratando de poner en marcha mi negocio tambien a tiempo completo, mi agenda estaba siempre hasta arriba al igual que mi cesta de la compra cuando pierdo el control y paso por el pasillo de aperitivos en el supermercado. Huelga decir que habia poco espacio en mi vida para citas, a menos que contara como cita el quedarse una noche sola en casa con una cena congelada, una copa de vino y mi ordenador portatil en la cama. Asi que me encontraba feliz de haber cazado al vuelo aquella cita doble con Hannah y el Sr. Chico Guapo, pero no sabia que tendria que conducir hasta Siberia para llegar. Mi estomago rugia lo suficientemente fuerte como para que lo escuchara por encima del sonido que hacia la arena de la carretera bajo mis neumaticos y decidi que tenia que dejar de pensar tanto en comida. Mire de nuevo al GPS, que mostraba que estaba cerca de mi destino. !Ay! Deseaba que mi cita no esperara de mi que consumiera delicadamente cada grano de arroz de mi sushi como un pequeno pajarito porque eso no era lo que iba a pasar. Iba a meter mi cara directamente. Si alguna vez llegaba alli, claro... Una piedra en el camino me hizo rebotar con dureza, casi sacandome de mi asiento y haciendo que mi cafe para llevar de Courtney saliera disparado de su vaso. Grite y seguidamente alcance mi guantera en busca de una servilleta para disimular la mancha de cafe de mi vestido. Simplemente genial. No estaba molesta por el vestido. Estaba molesta porque necesitaba la cafeina dentro mi cuerpo, no sobre el. Habia estado toda la noche trabajando en la propuesta de mi potencial inversor y todavia no habia terminado. Aquel dia, me habia pasado corrector de ojeras para tratar de cubrir los circulos oscuros bajo mis ojos tras toda la noche ocupada. Tambien pase demasiado tiempo por la manana quitandome el traje y poniendomelo de nuevo porque el sueno que tenia habia afectado tanto a mi cerebro como para habermelo puesto del reves. Pero la locura de mis dias, la falta de sueno y la ausencia de un amor en mi vida, todo valdria la pena si convencia aquel inversor y era capaz de abrir mi propia tienda de equipaje. El inversor era la mayor oportunidad de mi vida, mi camino hacia el exito que no podia desaprovechar. Si el inversor firmaba, podria dejar mi trabajo y pasar las riendas a Hannah, a quien veia mas que capacitada. Entonces tendria tarjetas de visita hechas con el nombre de mi empresa escrito en la parte superior. Convocaria mis propias reuniones y conferencias telefonicas y fijaria plazos. En lugar de vender mis productos a traves del boca a boca, venderia mi equipaje disenado personalmente por mi en mi tienda, en otras tiendas, en las estaciones de tren y en los aeropuertos, por lo que podria ser utilizado por mujeres de exito como yo. El otro camino, por supuesto, era el fracaso, que era totalmente inaceptable. Era simplemente mas de lo mismo: cafe derramado, manchas de sudor de ir a la carrera de sala de conferencias en sala de conferencias, acne de quedarme dormida con el maquillaje, agotamiento de los dias laborables de dieciseis horas al dia siete dias a la semana trabajando en mi trabajo y luego para mi negocio. !Mi GPS anuncio que habia llegado a mi destino y quise gritar de alegria y pedirle a alguien que me pidiera un roll de tempura de camarones! Me detuve en un stop, empuje mis gafas de sol hacia la parte superior de mi cabeza y seguidamente escudrine en el dispositivo. El resplandor de los rayos del final de la tarde hacia casi imposible leer. Ahueque mi mano sobre el mapa digital, me acerque a el y entrecerre los ojos. No aparecieron nuevas direcciones y el pequeno punto verde se quedo en el lugar. Pense que el nombre del destino, Sendero Tenedor Sur, sonaba como un bar donde se pedian hamburguesas, patatas fritas y cerveza ligera, sentados con el suelo cubierto de cascaras de cacahuete (y junto a un motorista llamado Tiny que era, sin duda, enorme). No parecia estar anunciando el restaurante Sushi Aguas Bravas. Inclinandome aun mas sobre el GPS, presione los botones para ver que estaba mal con la direccion cuando la voz anuncio una y otra vez que ya habia llegado a mi destino. Pero estaba rodeada de arboles y arbustos y, bueno, suciedad. Algo tenia que ir mal. --!Jennifer! --dijo una voz femenina desde fuera del coche--. !Jennifer! !Eh! -
Verano del 36 de Sonia Lasa
https://gigalibros.com/verano-del-36.htmlSan Sebastian 1981.
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Los chicos malos del barrio de Gavin Knight
https://gigalibros.com/los-chicos-malos-del-barrio.htmlTres historias reales y tres ciudades que podrian ser cualquier otra…