• la espada y la semilla - Jordi Nogues

    https://gigalibros.com/la-espada-y-la-semilla.html

    A partir de unos personajes historicos que cobran vida de nuevo con fuerza y determinacion, La espada y la semilla reconstruye un momento clave de la historia catalana cuando -despues de la victoria de Ramon Berenguer IV contra Al-Muzaffar en Lleida en el ano 1149- se empiezan a repoblar las tierras entre el Ebro y el Llobregat que se conoceran con el nombre de Cataluna Nueva.

  • LA ESPADA Y LA SEMILLA | JORDI NOGUES | Casa del Libro

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    28 mar 2019 — El libro LA ESPADA Y LA SEMILLA de JORDI NOGUES en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • La espada y la semilla (Novela histórica) - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/espada-semilla-Novela-hist%C3%B3rica/dp/8425357845

    ¡Díselo a la editorial! Me gustaría leer este libro en Kindle ¿No tienes un Kindle? Consigue un Kindle aquí o descarga una aplicación de lectura Kindle ...

  • La espada y la semilla - Libro de Jordi Nogués - Lecturalia

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    En el año 1150, doce monjes de la abadía de Fontfroide cruzan los Pirineos camino de la Cataluña Nueva. Los acompañan el padre Esteban, un joven de corazón ...

  • 'La espada y la semilla' de Jordi Nogués - Top Cultural

    https://topcultural.es/2019/08/26/la-espada-y-la-semilla-de-jordi-nogues/

    26 ago 2019 — La espada y la semilla, 'L`espasa i la llavor' de Jordi Nogués. ... el lector no encontrará personajes planos en el libro, no, ...

  • la espada y la semilla - LIBRERÍA LA PILARICA.

    https://www.librerialapilarica.com/libro/la-espada-y-la-semilla_416550

    LA ESPADA Y LA SEMILLA, NOGUÉS, JORDI, 20,90€. A partir de unos personajes históricos que cobran vida de nuevo con fuerza y determinación, La espada y la ...

  • La espada y la semilla - Jordi Nogués - Babelio

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    Críticas, citas extractos de La espada y la semilla de Jordi Nogués. ... Añadir crítica. Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • LA ESPADA Y LA SEMILLA - JORDI NOGUES AYMERICH

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  • la espada y la semilla - Babel Libros.

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  • la espada y la semilla - Margen Libros.

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    LA ESPADA Y LA SEMILLA, JORDI NOGUÉS, 20,90€. Una historia de ambición a la sombra del monasterio de Poblet A partir de unos personajes históricos que ...

  • la espada y la semilla - Machado Libros.

    https://www.machadolibros.com/libro/la-espada-y-la-semilla_551075

    LA ESPADA Y LA SEMILLA, NOGUÉS, JORDI (1968), 20,90€. ... ... Añadir a favoritos. Avisar disponibilidad. Comentarios. Sé el primero en comentar este libro ...

  • Colosseum de Jordi Nogues

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    El Imperio romano vive su maximo esplendor en tiempos turbulentos, llenos de intrigas y revueltas. Calicrates, genial arquitecto de origen griego, presenta su nuevo proyecto ante la corte de Vespasiano: un gran anfiteatro que estara a la altura de los dioses, el mayor escenario para la mayor civilizacion. Gran parte de la aristocracia romana, entre ella la princesa judia Julia Berenice, pretende usar el tesoro conseguido en Jerusalen para sus propios fines. Poco a poco, la rectitud y humanidad de Calicrates ponen en jaque a la rancia casta patricia de Roma.

  • En los ojos de Gabrielle de Mariant Herrera

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    Tras un accidente que casi le cuesta la vida, Marina recibe de regalo de su inminente boda, una chaise-longue, para que pueda realizar en ella su hobby favorito, restaurar antiguedades. Pero algo ocurre con ese mueble, cuando lo toca, Marina comienza a ver imagenes. Se ve en distintas escenas, algunas de sexo con tres miembros de una familia. Poco a poco y a traves de la informacion de las imagenes averigua que lo que esta viendo es a traves de los ojos de la que fuera 2a esposa de una poderosa familia, los Pinel, fabricantes de joyas; Gabrielle que supuestamente huyo veintiun anos atras con el chofer.

  • El ladron de niebla de Lavinia Petti

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    CONOCE AL LADRON DE NIEBLA. ALGUIEN QUE PERSIGUE LAS ESPERANZAS Y LOS AMORES OLVIDADOS, ALGUIEN QUE ROBARA TUS SUENOS.
    Antonio M. Fonte es un escritor de exito. Pero eso no significa nada para el, que vive alejado de todo y que, mas alla de su agente literario, no se relaciona con nadie. Sin embargo, un dia algo le obliga a salir de su aislamiento: es una carta, fechada quince anos atras, escrita a un antiguo amor, en la que se habla de un hombre que acaba de ser asesinado. Comienza asi una intrepida busqueda por Napoles, que llevara a Antonio a caminar por entornos extranos tras los pasos de un personaje enigmatico. Un ladron de niebla que colecciona todo aquello que los hombres pierden, desde llaves, gafas y libros hasta recuerdos de amores juveniles, esperanzas o suenos olvidados. Lavinia Petti sabe evocar, con la magia de los grandes escritores, el recuerdo persistente de un mundo que quizas no ha existido nunca.

  • Un rey sin redencion (Principes 3) de Virginia Camacho

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    Aidan Swafford, en apariencia, es un hombre feliz y despreocupado, un cantante mundialmente reconocido que lo tiene todo; a las mujeres, el dinero, un par de escandalos... Pero todos desconocen que vive preso de la mas profunda melancolia, y que esa sonrisa que a todos proyecta no es mas que una mascara para ocultar que poco a poco su esperanza se ha ido extinguiendo, que se ha ido quedando sin motivos.
    ?Que sera de el cuando al fin cumpla la promesa de vengar la muerte de sus padres? ?Sera el amor, el verdadero amor, el que lo traiga de vuelta a la luz?
    Tal vez este rey, como todos lo llaman, que se siente tan lleno de pecados, si tenga redencion.

  • V. I. D. A. de un culo inquieto de Ana Albiol

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    PROLOGO En mi pequena familia es muy tipico contar las mismas anecdotas ano tras ano, y por los siglos de los siglos. Sin duda, una de las mas significativas es el dia en que Ana vino al mundo. O el mundo vino a ella. Como es normal en su naturaleza, desperto a la V.I.D.A. de forma prematura y enseguida la metieron en la incubadora. Cuando mi abuela llego al hospital fue directa a la sala de recien nacidos. Aun no sabia cual era su nieta, pero pronto se dio cuenta de que un bebe enano con gorro y peucos rojos estaba moviendo el culo energicamente para lograr darse la vuelta. --Ese culo inquieto tiene que ser mi nieta. Y es que hay gente que nace con cierta magia, y luego esta Ana. No se ciertamente si es magia o admiracion, pero es una de mis personas favoritas. Ana es un motor imparable, es una de esas personas que han crecido escuchando diariamente que no saben lo que quieren, que nunca sera feliz por ser demasiado inconformista. Tiene una vitrina de medallas de oro por nadar a contracorriente. Con su fuerza imparable ha sido capaz de demostrarnos --a nosotros y al mundo entero-- que no solo se tiene que querer una cosa, que no existen las limitaciones sino las oportunidades. Y que podemos serlo todo. Podemos quererlo todo. Que es posible cambiar de opinion, que tenemos derecho al cambio sin pedir perdon. La verdad es que aunque muchos le atribuyen suerte, yo creo que la suerte se la lleva trabajando desde la cuna. La suerte es la actitud con la que afrontamos nuestra vida cada dia. Ana no lo ha tenido nada facil, pero justamente de eso trata esta historia: de humanidad, de humildad, de valentia por mostrar publicamente lo que muchos llevan pesando dentro del corazon. Esta es una historia de luces y sombras. De verdad, de aceptacion y de crecimiento. No es un libro, es una vida. Una vida puesta al servicio de otros, porque si a ella le importa algo de verdad, es la libertad. No solo la suya, la vuestra. La nuestra. Para ella la libertad es que encontreis vuestras propias respuestas y que, pese a quien le pese, transiteis vuestro propio camino. Asi que esta es una puerta hacia la libertad, es una puerta hacia su intimidad, es una puerta hacia su interior para que conectes con el tuyo. Ana es un canal de luz y este es un mapa de ruta para que entiendas que absolutamente todos los puntos se conectan, para que confies en la V.I.D.A., para que confies en tu historia y sonrias al comprenderlo todo. Laura Albiol @mequieromiamor LENTEJAS, FUTURO YCALZONCILLOS <>. Volvia del colegio, era hora de comer y en la mesa habia lentejas. No son mi plato favorito, pero aquel dia todo me valia, estaba emocionada porque habia llegado el momento de elegir carrera. !Lo tenia clarisimo! Cualquier titulo que me acercara a mi vocacion: la comunicacion. Mi experiencia en este campo se remonta a 1988, cuando sin haber cumplido un ano de vida empece a hablar. Desde entonces, antes me ahogo que me callo. Comunicar es mi gran pasion. Hablo en publico desde que tengo uso de razon, y estoy segura de que haber pasado mis primeros anos de vida en un horno de venta de pan ayudo considerablemente. Mi madre emprendio haciendo empanadillas y, mientras ella trabajaba sin descanso, yo me entretenia hablando con las vecinas del banquito de enfrente. Con cuatro anos la ayudaba a despachar pan, con doce presentaba actos oficiales de mi falla delante de cientos de personas y con veinte me atrevi con un monologo humoristico. La escritura tambien estuvo presente desde muy pequena a traves de redacciones y cartas a mi misma; en ellas volcaba mis reflexiones y sentimientos. Hace poco encontre una que decia: <>. Diez anitos. Ya apuntaba maneras. Pese a que tenia clara mi vocacion, sabia que mi eleccion de carrera se podia ver truncada por las altas notas de corte para entrar en la universidad publica. La privada no era una opcion en nuestra economia familiar. Fuera como fuera, llegue ilusionada pensando en mi futuro y con la esperanza de que encontraramos una solucion para poder estudiar. Me sorprendio que mi padre estuviera en casa; trabajaba conduciendo un camion y rara vez coincidiamos entre semana. Lo pille con la cuchara dentro de la boca y en calzoncillos blancos de algodon. Aunque mi memoria es corta y muy selectiva, nunca olvidare esa imagen. --!Papa! Ha llegado el momento, tengo que elegir carrera y ya se lo que quiero. !Comunicacion! ?Que te gusta mas, Periodismo, Audiovisuales o Publicidad? !Me apetecen todas! --?Carrera? Ana, aqui no estudiamos carreras. Quien quiera ir a la universidad que se busque las habichuelas. --No aparto la cara de las lentejas. Cuanta legumbre. Lo VIVI como una traicion personal. Tenia talento, ganas de comerme el mundo, era inteligente, despierta, y mis padres no me apoyaron. Me senti frustrada y limitada; en la publica no habia pupitre para mi casi siete mediocre y me veia incapaz de pagar por mi misma una carrera privada. En aquel momento solo pude CULPAR a mis padres. El capitalismo se fue de rositas. Y aun hay gente que se cree el discurso de que vivimos en un Estado con igualdad de condiciones y oportunidades. Y una mierda. El criterio al decidir si era apta para estudiar lo que me apasiona dependio de dos cifras: la de la cuenta del banco y la de mi nota de corte. El resto no importo. Aspectos como la vocacion, el potencial, las ganas de aportar a la sociedad, la inteligencia emocional o la creatividad aun no tienen cabida en nuestro sistema. Y asi nos va. Con miles de titulados ejerciendo sin sentir pasion por lo que hacen y miles de apasionados intentando buscarse la vida para poder hacer lo que aman. Durante los anos siguientes mi rabia interna salia a pasear de vez en cuando y arremetia contra mis padres sin motivo aparente; la procesion, con mas de quinientos penitentes, tres bandas de musica y veintidos pasos, iba por dentro. Los perdone y me perdone por ello hace muy poco. Me matricule en Empresariales porque tenia <>. Alli conoci a mas gente en mi situacion; nos animabamos los unos a los otros pensando en nuestro futuro, lleno de oportunidades y contratos indefinidos. Al mismo tiempo que intentaba estudiar una carrera que no me gustaba, busque independencia financiera con un trabajo a media jornada en una cadena de perfumerias. Aqui se dio mi encuentro con el mundo de la cosmetica y el maquillaje. Mi interes por las <> habia sido minimo hasta el momento: raya de ojos blanca y labial marron chocolate --mama, ?por que lo permitiste?--, pero el descubrimiento me vino de perlas. Tenia la piel acneica y, comparandome con la evidente belleza de mi hermana, me sentia un patito feo. Ella era la guapa y yo, la lista. La alta cobertura y los correctores fueron aliados de mi autoestima en mis inicios con las brochas. Tambien descubri que me gustaba el trato con la clienta, darle un toque de color y ver como sonreia al mirarse en el espejo, aunque tenia claro que los horarios comerciales no encajaban con mi plan de vida. Fue en una clase de estadistica aplicada cuando me di cuenta de que estaba perdiendo el tiempo. Y deje la carrera. Es incoherente estar rodeada de numeros cuando quieres letras. El curso siguiente probe Psicologia. Me sentia inferior al resto de mis amigas por no tener titulo universitario y el maquillaje me permitio darme cuenta de que la parte que mas disfrutaba de mi trabajo era poder hablar con mi clienta y ayudarla a que se sintiera mejor. La tecnica y el producto eran accesorios de la profesion, lo que realmente me llenaba era conectar con la persona que tenia delante. Dure un curso. No era capaz de compaginar el trabajo de lunes a sabado con los estudios, y tampoco me veia ejerciendo como terapeuta. Poco a poco fui perdiendo el rumbo; no tenia ni idea de que queria hacer con mi vida. Seguia sonando con la comunicacion, pero cada vez lo veia mas dificil y mas lejos. Me rendi y me deje arrastrar. Acabe pidiendo un prestamo personal para hacer un curso de maquillaje y, aunque solo tenia veinte anos, me hicieron responsable del area de promociones y eventos de la perfumeria. El nuevo puesto consistia en realizar servicios de maquillaje y manicura en los diferentes puntos de venta de la empresa. No soporto el sonido de la lima, por cierto. Aun conservo una clienta de aquella epoca, mi querida Pilar. Tambien compre una Vespa azul para ganar tiempo; seguia con horario partido, manana y tarde. ?Que mente privilegiada disena esos horarios del infierno? ?No veis que atentan contra la calidad de vida y, por tanto, contra la motivacion, el rendimiento del personal y el bienestar social? Para devolver el dinero al banco empece a trabajar en una pizzeria por las noches. El plano laboral se comio mi parte personal y recuerdo morir de envidia cuando mis amigos hacian planes de fin de semana o preparaban su Erasmus. Yo tambien queria un Erasmus. Siento que me perdi una parte importante de mi juventud y, si me despisto, aun me culpo por ello a veces. Es cierto que me gustaba lo que hacia, que para lo joven que era estaba muy bien valorada en la empresa, pero siempre supe que no era mi sitio. Y los dias empezaron a pesar. ?Que color de oveja eliges ser? Pronto note que algo no iba bien dentro de mi; la queja paso a ser mi estado habitual y culpaba de mi infelicidad a todo el que se cruzaba por delante. Pese a que siempre estaba acompanada por mi gran grupo de amigos, companeras de trabajo, familia y novio, mi estado de animo oscilaba entre la ira, la tristeza y la apatia. Estaba jodidamente amargada. Intente por todos los medios que nadie se diera cuenta, me asustaba que mi gente dejara de quererme. Utilice mis recursos para la interpretacion y me dedique a fingir que todo estaba bien mientras me rompia por dentro, pero mi cuerpo empezo a somatizar mi conflicto emocional y el estomago se me hizo un nudo marinero.

  • Secretos bajo mi piel de Susana Mohel

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    !Boom! Suena el primer golpe. ?Que diablos? !Boom! Aqui va otra vez, freno en seco, obligando al coche de atras, a pararse tambien. Miro por el espejo retrovisor y solo alcanzo a ver una pequena cabeza oscura reclinada sobre el volante. !Lo que me faltaba! Encabronado, abro la portezuela de mi recien estrenada camioneta dispuesto a enfrentar al imbecil que me acaba de chocar. Estoy listo para dar pelea. El dia que habia comenzado como uno realmente malo, acaba de convertirse en una verdadera mierda. Y lo que es peor, todavia no he dado con un plan para salir a flote. Maldicion. Al llegar a la puerta del viejo Toyota, me encuentro con que el conductor es una mujer, una que, de hecho, parece bastante joven. El sonido de las risas de un nino pequeno me deja ver que no viene sola. Bueno, al menos para alguien esto ha sido de lo mas entretenido. Abro la portezuela, con la intencion de ver que tan graves han resultado ser sus heridas, a la velocidad a la que ibamos probablemente no se trate mas que de una contusion o algo por el estilo. Le toco el hombro, mi rabia se ha transformado en preocupacion y, a pesar del dolor de cabeza que amenaza con reventarme las sienes, tengo que actuar rapido. Por fortuna, ella se mueve, levantando su cabeza voltea a verme y me encuentro con los ojos verdes mas impresionantes que he visto alguna vez. --?Esta usted bien? --Atino a preguntarle. Mentalmente me doy una bofetada, claramente no se encuentra bien, no estoy del todo seguro de que sea a causa del accidente, pero la chica esta en un claro estado de shock. --Voy a llamar a la ambulancia --le informo al ver la herida sangrante que tiene en la frente. Ella abre los ojos todavia mas, aterrada con el sonido de mis palabras. --Alguien tiene que atenderte --trato de persuadirla para que acepte. Con la cabeza, hace una negacion casi imperceptible, pero he captado con claridad su mensaje. Esta aterrorizada, ?de que? Esa pregunta salta una y otra vez. --Necesito irme, irme lejos --la escucho murmurar, mientras freneticamente mira hacia todos lados --. Mi hija, mi hija. --Tranquila --le digo tomandola por los hombros, la nina esta tranquila, creo que para ella esta en medio de un parque de diversiones. Intenta levantarse, pero, con mis manos todavia sobre sus hombros, la detengo. Me tomo un momento para observarla mejor, es bastante joven, no creo que tenga mas de veintitres, lleva una larga mata de cabello oscuro recogido en un mono suelto, bueno, el intento de este. Lleva puesta una vieja camiseta que le queda enorme y unos jeans bastante gastados. Sin embargo, el coche esta casi escrupulosamente limpio y la nina se ve bien cuidada. De nuevo, como un anuncio de neon la pregunta titila, ?de que huye? --?Tienes seguro? --Le pregunto volviendo al aspecto practico, sus problemas no son los mios, lo importante aqui es resolver el asunto de su herida y que la vida siga, ya me encargare de hacer que arreglen la defensa de mi camioneta, no es como que voy corto por un par de dolares. --Necesito irme --repite. --No puedes conducir en ese estado --susurro apartando el cabello de su rostro, buscando con mis dedos la herida, que sigue sangrando. No tardo mucho en encontrarla, es un corte de menos de dos centimetros, que seguramente se hizo al golpearse con el volante. Tomo del bolsillo trasero de mi pantalon el panuelo de lino que siempre llevo conmigo --y que hoy me siento especialmente agradecido de traer-- y, haciendo algo de presion, cubro la herida con ella. La chica se dobla, creo que en medio del subidon de adrenalina que esto le ha causado, no es consciente del dolor. --Ok --le digo tras un minuto de silencio--, creo que ya esta. ?Sabes? Las heridas en la cabeza suelen ser bastante escandalosas, sangran mucho, varios sustos se llevo mi madre conmigo cuando era nino, en ese entonces era bastante inquieto y nunca paraba de hablar. Si, aunque usted no lo crea, en ese entonces era peor.

  • Daimon de Jennifer L. Armentrout

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    Durante tres anos, Alexandria ha vivido entre mortales, intentando ser como ellos y tratando de olvidar la mision que debia cumplir por ser hija de un mortal y un semidios. Con diecisiete anos ha aceptado ya que es algo fuera de lo comun para los estandares mortales... y que nunca estara preparada para su mision. Segun su madre, es algo bueno. Pero como cada descendiente de los dioses sabe, el Destino no es algo de lo que te puedas librar. Un ataque horrible fuerza a Alex a volar a Miami para intentar encontrar la forma de volver al lugar que su madre aviso de que nunca debia volver: el Covenant. Cada paso que la acerca a la seguridad es un paso mas hacia la muerte... porque la persiguen aquellas criaturas a las que fue entrenada para matar. Los daimons la han encontrado. La precuela de <>, una puesta en situacion que te revelara el porque de la huida.

  • La constelacion del olvido de Pilar Gonzalez Alvarez

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    <>, son las ultimas palabras de Andrea de Luna en el lecho de muerte. Un sueno premonitorio le advierte de que su biznieta Andreita desvelara el secreto familiar guardado con tanto celo durante mas de un siglo.
    ?Cumplira Andrea su promesa? ?Evitara que el misterio salga a la luz?

  • Aquella noche en el hotel de Georgia Esquire

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    La vida de Abril Bosco habia sido, hasta ese momento, hasta aquella noche en el hotel, bastante normal. Su historial delictivo se limitaba a un breve malentendido con hacienda y nunca se habria atrevido a pensar que llegaria a verse en esta situacion. Pero aquella noche en el hotel lo cambio todo. Ahora necesitara todos los conocimientos que ha aprendido viendo “Crimenes imperfectos” para resolver el crimen que ella misma ha cometido.

  • Tranquilas. Historias para ir solas por la noche de Varios Autores

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  • La trampa de Erin de Jess Gr

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    Durante toda mi vida, solo he hecho dos cosas bien. La primera fue matar a mi padre, lo que me llevo a la segunda. Trabajar para Enzo. Robar se me da bien, soy buena manteniendo la calma en situaciones de estres, mis nervios de acero nunca me abandonan, por eso me llaman Ice. Nadie ha conseguido adentrarse en mi vida, ni hacer dudar mi temple. Esa soy yo, la chica de hielo, o lo era hasta que un guapo y semi desnudo hombre se cruzo en mi camino.

  • Tiempos de esperanza de Emilio Lara

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  • Hormigas salvajes y suicidas de A. G. Porta

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    A mediados de diciembre de 2007 Gustavo Braudel y su hija Albertine, a quienes ya conocemos por anteriores obras de A. G. Porta, participan en la operacion HSYS (Hormigas Salvajes y Suicidas), segun se desprende del relato que esta ofrecera al coronel Francisco Resano: “A veces una no sabe, querido coronel, por que echa de menos una epoca que en su momento no le parecio mejor que cualquier otra, pero a la que, sin embargo, le tiene un aprecio especial, posiblemente debido a las circunstancias que concurrieron en ella, a las personas que me rodeaban y, tal vez, a que pronto vayan a cumplirse cinco anos y todavia no haya podido pasar pagina.

  • No digas nada de Patricia Gibney

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    Un asesino se esconde en una ciudad llena de secretos

  • Un ano en Roma de Anthony Doerr

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    Un ano en Roma es el hermoso y delicado relato autobiografico del Premio Pulitzer Anthony Doerr sobre su experiencia viviendo en la Ciudad Eterna.

  • Tigre. La historia de Alix Crane de Angela Cruces

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    "Te hare pedazos…" Y el siempre cumple sus promesas.
    Alix Crane irrumpe en la vida de Valery para poner su mundo boca arriba, sin importar a quien tenga que "pisar" en el camino, porque el TIGRE de California te hara trizas si te interpones en su destino...

  • No es tiempo para amar de Carlota Manzano

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    No sabia que hacia en ese lugar, ni siquiera que me habia llevado alli, mas que ese arrebato de querer demostrar algo que ni yo misma creia. No me sentia militar, me sentia asalariada y con un trabajo fijo, que me permitia poner mantenerme a flote. Me habia separado de mi batallon. De repente estaba sola en medio de la nada, en esas tierras dominadas por el ansia de captura y si caia prisionera era mujer muerta. Miraba hacia fuera a traves de las ventanas huecas de esa casa destruida para ver si hallaba el modo de llegar al campamento, pero el panorama era desolador cuando mi mirada se encontro con un sargento de mi ejercito. Me miro y me hizo un gesto indicativo de para donde nos ibamos a ir, aunque no representara mi salvacion, me hacia sentir un alivio tremendo no estar sola en tierra hostil y poder aferrarme a ese companero que tambien se habia separado del grupo. Me iba a cubrir, sus dedos avisaban que a la de una, a la de dos y a la de tres... Corri agachada hasta donde me indico, una zona de arbustos y arboles, que logre alcanzar y esconderme. Lo volvi a mirar y me hizo un gesto de que lo cubriera, mire a todos lados y le saque el dedo pulgar para que avanzara hacia mi. --Sargento Chester --le hice el saludo--. Gracias a Dios que no estoy sola --mi voz sonaba agitada--. Soy la soldado Gilca. --Tenemos un problema, la base esta al otro lado de aquel pueblo --senalo hacia atras. --Tendremos que rodear por uno de los dos lados. --Los guerrilleros estan avanzando por el interior de las poblaciones, estan desde alli colocados estrategicamente. --Tambien los tienen rodeados, debemos alejarnos por las montanas lo suficiente para que no nos vean. Soldado Gilca tenemos que irnos ya, ponte a cubierto, yo voy delante de ti, y vamos a avanzar hasta alli, no pierdas la zona de atras. El pulso me temblaba, recordaba aquellas palabras de mis padres de que no iba a ser nada en la vida. Eso si, cabezona como era, me presente a las pruebas del ejercito sin saber que las pasaria y alli estaba en mi primera mision, jugandome la vida por el simple hecho de demostrar al mundo que podia ser alguien. Fuimos avanzando mientras me sentia en el ojo del huracan. Para mi, que debia haber mil guerrilleros apuntandonos. Esa era mi sensacion en cada momento, pero queria demostrar fuerza y dejar esa sensacion a un lado, calibrar el peligro real y controlarlo, en la medida de lo posible. Por fin logramos llegar a ese punto donde nos sentiamos un poco mas seguros para planear el nuevo avance. ?Habria sido solo el buen hacer del sargento o Dios, el universo o lo que quisiera que fuera habian escuchado mis plegarias? Porque ya se sabe, una, creyente no es, pero cuando le ves la cara a la muerte haces un pacto con el mismisimo diablo, si es necesario. El campamento principal estaba alli, en la provincia de Kabul donde se habian levantado dos campamentos de nuestro ejercito. Nuestra mision consistia en minimizar los actos terroristas y para ello los asaltos a edificios, las operaciones nocturnas y las incursiones enemigas formaban parte de nuestro dia a dia. --Vamos a tardar por lo menos doce horas en llegar hasta alli --me miraba con seguridad y eso me hacia sentir que habia probabilidades de llegar. --?Crees que llegaremos de verdad? --No creo, estoy seguro, pero tenemos que estar atentos en todo momento y con la cabeza fria --su mirada era convincente y su media sonrisa de consuelo era lo que me llenaba de esperanzas. --Si me saca de aqui me tiene a sus ordenes para toda la vida --bromee. --No lo dudo, muerta no lo estarias --reimos en voz baja. --Tambien es verdad, mientras este viva y en el ejercito estare a su disposicion --sonrei adoptando un gesto de resignacion. --Tampoco soy tan malo, es mas creo que nunca cruzamos palabra. --Nunca --sonrei. Aunque perteneciamos a la misma base en nuestro pais, yo tenia otro destino cuyo mando no ostentaba el, asi que lo conocia de vista, pero nunca nos habiamos parado a hablar, ni siquiera en aquella mision. Eso si, sabia quien era perfectamente. --La noche va a caer y es bueno para avanzar, ahora tenemos la oportunidad de hacerlo con mas seguridad que si fuera de dia. --Lo que usted diga, me siento un conejo a punto de ser presa de los guerrilleros --mire hacia arriba. --Tranquila, no tenemos otra que llegar hasta alli, asi que pensemos en positivo y a confiar en que lo vamos a lograr, no contemplo ninguna otra opcion. --Mejor, mejor --asentia nerviosa mientras lo miraba. Comenzo a visualizar cuanto estaba al alcance de sus prismaticos y yo lo seguia sin perder la vista a todos lados, sabia que podiamos llevarnos una sorpresa en cualquier momento. Y, si algo tenia claro es que no iba a ser buena. Sentia un frio interior imposible de describir. ?En que diantres pensaba? En ese momento en el que por fin tenia un trabajo, aunque pensara que no valiera para el, voy yo y me meto en ese lio del Monte Pio. Por el amor de Dios, si hasta ya tenia mi propia casa y con ello mi ansiada independencia, esa que tanto me habia costado y que tanta ilusion me hacia, pero no, se ve que pense que en Kabul habia mejores fiestas. Paramos al comprobar que un coche todoterreno salia del pueblo en direccion a la montana, pero lejos, hacia el frente. Nosotros estabamos a un lado, a una distancia considerable. No obstante, no podiamos hacer ningun movimiento extrano. Mi corazon se aceleraba por segundos, no queria que por nada del mundo ese coche cambiara el rumbo ya que iban cinco personas que estarian deseosas de abrir fuego. --Se van, tranquila, se van --no perdia la vista de ellos. --Y que no vuelvan --murmure en voz alta. ?Habria escuchado mi aceleracion? No queria ponerlo mas nervioso, bastante tenia el con ser la cabeza pensante del asunto, pero lo mio era irremediable. Me sonrio y me hizo un gesto con la cabeza para avanzar, yo veia que nuestro destino estaba a anos luz de nosotros, que no tardariamos doce horas sino una eternidad. Me seguia temblando hasta el pelo, no veia avance alguno de aquella manera, pero obvio que lo estabamos haciendo. Sin embargo, mis miedos eran mas grandes que mi sueno de llegar a ese punto, que ya es decir. --Si llegamos a mi me tienen que arrestar --volvi a hablar en voz alta. --?Y eso? --Se giro y levanto la ceja. --Ya se, no lo entiendes, pero eso significa que, si logro mi objetivo y llego, no me muevo hasta que me lleven para Espana. Vamos, que lo tengo claro. No salgo asi me encanonen para obligarme --dije sin pensar que le estaba hablando a un suboficial. De todos modos, en la situacion que estabamos no creia que me lo tomara en cuenta. --?Piensas que despues de esta yo voy a salir del campamento de nuevo? --pregunto confirmando mi broma. --Pense que eras mas valiente --me maldije por volver a hablar en voz alta, pero ya lo habia dicho. --Todos los somos hasta que nos vemos en estas --me sorprendio su respuesta--. En cualquier caso, no es lo mismo estar en grupo que como los dos estamos ahora mismo y menos mal que nos hemos encontrado --seguia andando mientras yo iba detras de el. --La verdad es que es en estos momentos cuando una se plantea la de cosas que haria a cambio de no estar en esta situacion. --Si, es verdad --decia girando su cara para transmitirme su media sonrisa. --Hasta me casaria con un guerrillero si me atrapara y me lo pidiera, todo con tal de no morir aqui --rei nerviosa solo de imaginarlo. --Yo te vendo a cambio de mi libertad --bromeo. --Pues vaya aliciente me acabas de dar --negue incredula. Sinceramente, no lo creia. No sabia por que, pero aquel hombre me transmitia seguridad. Quizas fuera por el simple hecho de que yo iba por alli sola como pollo sin cabeza hasta que me di de bruces con el o porque realmente sabia lo que hacia y eso se notaba. Seguimos avanzando con cuidado extremo y sin hacer apenas ruido. Evitabamos hablar cuando estabamos andando ya que el iba pendiente a cuanto nos rodeaba. ?Y yo? Yo iba pendiente a su culo, a ese que me guiaba hasta la posible salvacion. Hablando de culo, nunca me habia fijado en el y no podia negar que a traves de lo mucho que llevaba de ropa, mochila y demas, se dibujaba respingon, bien curtido. Ya se me pasaba de todo por la cabeza, el miedo mas que alejarme de pensamientos lujuriosos, me acercaba a una mezcla explosiva que evadia mi mente. ?Explosiva tenia que ser el termino? Vaya si era desafortunado, rei internamente.

  • La chica de las botas tejanas de Amanda Seibiel

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    Otro dia mas de calor espeso. No habia ganas ni de trabajar. Y solo de pensar en el baboso de James intentando meterme mano a la primera de cambio… uf, la moral se me venia abajo. Estaba tumbada boca abajo sobre la cama, en bragas, con mi perra ladrando y sacudiendo la cola con insistencia. Pretendia que la sacara a la calle… --Ya voy, pesada. Me levante y le abri la puerta a Manchas, mi perrita, mi unica amiga verdadera. La encontre hacia ya dos anos, abandonada en mitad de la desertica carretera donde trabajaba. Cuando la rescate del hijo de puta que la habia abandonado, el pobre animal estaba aterrorizado, delgado, temblando. Parecia un amasijo de pelo blanco con manchas negras. Me enamore de ella nada mas verla y ya nunca separamos. --Vamos, meona --dije, dando un par de palmadas--, que se te va a prender fuego el culo con este calor. Manchas volvio a entrar en la pequena y destartalada casa de madera donde viviamos. Lo unico bueno que tenia era el aire acondicionado. Estabamos en pleno desierto de Mojave y ahi las temperaturas podian superar perfectamente los cincuenta grados. El pueblo no tenia mas de doscientos habitantes y yo trabajaba en una solitaria carretera, en el unico restaurante de comida rapida que habia en muchos kilometros a la redonda. Tambien estaba la gasolinera de Kerry. Si no fuera por esos dos negocios, el pueblo ni siquiera apareceria en los mapas. Bueno, por esos dos negocios y porque, supuestamente, viviamos en una zona muy comun de avistamientos ovni. Yo llevaba toda la puta vida alli y el unico extraterrestre que habia visto era el manos largas de mi jefe James. De haber podido, me hubiera ido de aquel lugar en un santiamen, pero la temprana muerte de mi madre y un padre alcoholico que jamas supero lo de mi madre no me pusieron las cosas faciles. Aprendi a convivir entre borrachos, pirados en busca de E.T. y las fulanas que se traia mi padre cuando se dejaba caer por casa algunos viernes. Sonaba con irme a Las Vegas algun dia, pero, de momento, tenia que seguir en aquel pueblo polvoriento. Me vesti con unos vaqueros, una camisa blanca y mis botas tejanas. Teniamos que ir vestidas asi. Cosas de James. Subi al viejo Ford Mustang rojo, la unica herencia que recibi de mi madre, y me dirigi hacia otro dia mas de mi aburrida vida. --!Joder! --grite, una vez baje del coche. Se habia levantado viento y tenia arena en la boca. Apresure el paso y entre en el restaurante; bueno, en el cuchitril de James, mejor dicho. Dora y Lena ya estaban sirviendo cafe por las mesas y, de reojo, vi a algunos clientes sentados, todos ataviados con la tipica diadema con antenas para captar mejor las ondas espaciales. Dora me guino un ojo y escondio la sonrisa maliciosa ante aquella gente peculiar. Suspire, resignada, pensando que eso era lo que me tocaba, que no me quedaba otra. Entre en el cuartito donde teniamos las taquillas para ponerme el ridiculo delantal y coger la libreta para anotar los pedidos. Al entrar en la cocina, un cachetazo en el culo me hizo ver las estrellas. --?Como esta mi camarera favorita hoy? Fulmine a James con la mirada. Tenia unos treinta anos, era muy alto, rubio y llevaba el pelo largo sujeto en una coleta. Las otras camareras iban locas detras de el, pero yo le tenia un asco que no podia con mi alma. --James, si vuelves a tocarme el culo, te estampo la cafetera en la cabeza. No te lo vuelvo a repetir. Sali encendida de la cocina, con el trasero dolorido. --Como has venido hoy, Hope. ?Estas con la regla o que? --le oi decir a mis espaldas, pero no le hice ni punetero caso. Me tenia harta y, como me siguiera buscando, al final me iba a encontrar. Pase todo el dia sirviendo hamburguesas, perritos y tarta de manzana. Me dolian los pies por culpa de las puneteras botas tejanas. Cuando ya oscurecia y apenas quedaba gente en el restaurante, empezamos a limpiar los sofas de color verde y rojo y aquel suelo negro y blanco que parecia un ajedrez. --?Habeis visto al motorista de esta tarde? --dijo Lena en voz baja, sonrojandose. Lena era rubia y de ojos azules. Era una chica un poco suelta y, en cuanto veia a alguien que le gustaba, se lo tiraba. Bien por ella. Lo cierto era que no habia nada mas interesante que hacer en aquel pueblo perdido de la mano de Dios. A mis 24 anos, habia estado con dos tios y lo mejor era ni acordarse de ellos. --?El calvo grandote? ?El de los tatuajes? --pregunto Dora. Yo no me habia percatado de nada. Dora estaba colada por James y este pasaba de ella, cosa que no entendia porque era una morenaza espectacular. Tenia unos ojos verdes y un cuerpazo que quitaban la respiracion. --Si, ese --respondio Lena--. Estaba de paso, pero va a venir a buscarme. Esta noche me lo tiro. ?Habeis visto lo grande que es? Seguro que lo tiene todo asi. --?No te da miedo ir con un desconocido? --dije--. La gente esta muy pirada. --Hope, no seas aguafiestas --me contesto Lena--. Tu puedes tener al hombre que quieras, pero con esa mala leche que tienes los espantas a todos. --Yo no tengo mala leche… --dije--. Solo soy selectiva. Lena y Dora empezaron a reirse de mi en mi propia cara. --Venga ya, pero si te cortaste el pelo a lo chico para que los tios te dejaran en paz. No se como lo has hecho, pero eso les da mas morbo todavia. Seguian descojonandose a mi costa y ya me estaban poniendo de mala leche. --Eso no es cierto --dije--. Me corte el pelo por el puto calor que hace siempre aqui. Vieron que me estaba alterando y dejaron de reir. Me pase la mano por mi pelo corto y fui a por mis cosas para marcharme. ?Tan mala opinion tenian de mi? Sali del bar con direccion a mi coche. Aparcaba siempre en la parte trasera del edificio, pues habia que dejar libre para los clientes el aparcamiento delantero. Eso era lo que nos decia siempre el capullo de James. Al lado del mio habia un coche negro con todos los cristales tintados. Me llamo la atencion porque tenia oscurecidos tambien los cristales delanteros. No sabia si habia alguien dentro, no veia nada, asi que me puse nerviosa. Busque las llaves en mi bolso y no las encontraba. Alli afuera ya no quedaba nadie y aquel coche negro imponia un huevo. --Hope --me llamo James. Nunca pense que me alegraria tanto de verlo. --?Que pasa? Continue buscando las llaves mientras el seguia hablando. --Se me olvido comentarte que manana tambien doblas turno. Lo siento. Lo mire con cara de odio, de asco, de todo lo peor que podia salir de dentro de mi. --Llevo mas de doce horas aqui metida --le respondi--. Me duelen los pies, el cuerpo entero. Hoy ya he doblado turno; ?y pretendes que manana vuelva a hacerlo? Se acerco y me acaricio el hombro. Un siniestro escalofrio me recorrio el cuerpo. --Si no fueras tan borde y te portaras mejor conmigo, tu situacion cambiaria ligeramente. Me aparte de el con brusquedad. Por fin habia encontrado las llaves. --Vete ligeramente a la mierda, James --le espete. No se tomo muy bien mi rechazo y me agarro fuerte de la muneca, tirando de mi hacia el. Me cogio totalmente desprevenida, no esperaba esa reaccion. No era mas que un pesado, pero inofensivo. --Sueltame, imbecil. ?Que te has creido? --?Por que no me deseas? Me he follado a todas tus companeras y tu no vas a ser una excepcion. Me sujeto la cabeza con fuerza e intento besarme. Le di un mordisco en el labio y le golpee en el pecho. Solto un grunido de dolor, pero ni con esas me solto. Empece a tener un poco de miedo. James era fuerte y yo muy menuda. Grite y grite, profiriendole todos los insultas que se me venian a la cabeza. Mientras tanto, James sonreia con cara de depravado. --Grita todo lo que quieras. Aqui nadie va a venir a socorrerte. --Estas loco, dejame. Segui gritando, luchando contra un James descontrolado. Su mano me apreto un pecho con fuerza, lo que me hizo un dano horroroso. Yo intentaba librarme de aquel pulpo, pero tenia la fuerza de un toro. Volvi a golpearlo y levanto la mano para devolvermela. Extasiada, cerre los ojos para recibir el impacto.

  • Desde donde se domine la llanura (Las guerreras Maxwell 2) de Megan Maxwell

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    Gillian es conocida entre los miembros de su clan como la Retadora por su caracter indomable, que siendo su mayor atractivo es tambien su gran maldicion. Enamorada de Niall desde la infancia, juntos vivieron una bonita historia de amor que se rompio cuando este partio a luchar junto al rey de Escocia sin despedirse de ella. Gillian se juro entonces que jamas lo perdonaria. Niall, por su parte, es tan testarudo y orgulloso como su amada. Ahora que ha regresado y vuelven a encontrarse, ninguno de los dos esta dispuesto a dar su brazo a torcer. Cada uno ha sufrido a su manera la ausencia del otro. Pero la vida es caprichosa, y la pasion que sintieron en el pasado comienza a apoderarse de ellos de nuevo. Seran capaces de resisitirse? Esencia ficha a una de las autores nacionales de novela romantica mas queridas por las lectoras de este genero.

  • Traicion de Walter Mosley

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    Novela ganadora de la XII edicion del Premio RBA de Novela Policiaca.
    Joe King Oliver era un honesto agente de policia de Nueva York hasta que alguien le tendio una trampa que arruino su carrera y, durante unos meses, le llevo a la carcel. Una decada mas tarde, Oliver se gana la vida como investigador privado. La llegada inesperada de una carta le va a dar la oportunidad de averiguar quien le traiciono y de hacer las paces con su pasado. Paralelamente, se le presenta otro caso conflictivo: la defensa de un activista negro acusado de haber matado a dos policias.

  • Gordo de feria de Esther Garcia Llovet

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    Un borracho. Un borracho de Semana Santa. Un borracho de Semana Santa atraviesa la plaza Mayor de la capital de Espana, son las cinco de la tarde, parece que va hablando por el movil pero la verdad es que no tiene movil porque se lo han robado hace horas y no se ha dado ni cuenta. Habla solo. Se llama de usted. -Que cosa mas rara me ha pasado -dice el borracho. El borracho se ha puesto a mirar una obra de canalizacion. En realidad se ha quedado apoyado en la valla amarilla que ponen en las obras para tener algo a lo que agarrarse, porque como se suelte sabe que se va al suelo, derecho a la zanja que hay en cualquier calle, las zanjas, las largas y hondas trincheras de Madrid, en guerra permanente contra todo lo contemporaneo. Ha trabado el pie ahi, ha cruzado los brazos sobre la valla y ha pensado eso en voz alta. -?Como dice? -Me ha pasado algo rarisimo -repite el borracho. El que esta a su lado es un chaval de pueblo de la sierra; ha venido a Madrid a ver si encuentra novia, que no la va a encontrar. El borracho se mete la mano en el bolsillo de atras, lleva bermudas y un polo blanco que le aprieta por todas partes. Saca una cartera que le ensena al chaval, una cartera de cuero, negra, muy usada, deformada de haber sentado el culo encima un millon de veces. -Mira -le dice al chaval-. Anoche un senor me dio esto. El chaval asiente con la cabeza. -Muy bien. Al chaval no le ha dado el sol en los ultimos cincuenta y cinco anos. -Aqui dentro esta mi destino. ?Tu crees en el destino? -Yo lo que creo es que me faltan dos euros para el interurbano. -Pues aqui me parece que te vas a quedar. -Vaya. Silencio. Se quedan mirando las obras otra vez, aunque no hay obras que ver, ni un solo obrero. Solo esta la zanja que deja a la vista una tuberia muy ancha y otra muy estrecha y los estratos cada vez mas profundos, mas negros y humedos y el cielo tan bonito, tan transparente, tan velazqueno, ahi al fondo del todo. No hay nadie trabajando. Es Domingo de Resurreccion. -Aqui ponia yo a trabajar a quinientos ochenta chinos -dice el borracho bien alto. -Yo tambien. El borracho se llama Luis. Se llama Luis pero le llaman Castor. Anoche, a las tantas, a las cinco y cuarto de la madrugada, Castor seguia sentado en la barra interminable del Plus Ultra, viendo en la tele la retransmision de un partido de la liga china, en directo. A veces le parecia que jugaban veintisiete chinos contra otros veintisiete. Mas anuncios. El camarero estaba hablando todo el tiempo, solo, a veces se quedaba afonico, no sabia escuchar, no le interesaba nada de lo que nadie le contara. No parecia un camarero. -Callate ya, joder -le dijo Castor. Pero el camarero no se callo. Habia abierto el bar para poder hablar con quien le diera la gana. Cuando no le dejaban hablar se ponia a hacer preguntas para poder empezar una conversacion cualquiera, asi que le pregunto a Castor que si queria un arroz a la cubana. Castor le dijo que no. -No. -Luego cogio un hueso de aceituna y se lo metio en la boca. Empezo a roerlo despacio, con ganas. Era su metodo habitual de procesar a fondo todo lo que se le iba pasando por la cabeza, su forma de triturar minuciosamente su conciencia con las muelas del juicio hasta que le dolian los oidos. Le hubiera gustado mucho tener un jefe para poder ciscarse en el, pero no tenia jefe. El jefe era el. -A ver, donde esta la prensa del dia -solto. Si no en un jefe, por lo menos le quedaba ciscarse en los politicos y en los ecologistas y en los periodistas. Y en la cultura, siempre tan a mano. El camarero saco un par de periodicos de debajo de la barra, los dejo frente a el y fue a sentarse a una mesa junto a la ventana, a escribir whatsapps que nadie le contestaria jamas. Castor cogio un periodico, no tenia mas que tres paginas, era Semana Santa. Y entonces fue cuando paso lo raro. El tipo entro como una sombra, sin abrir el pico. Y se encaramo al taburete a su lado, codo con codo. El resto de la barra estaba vacia. Castor le echo un vistazo al bies en el espejo ahumado detras de las botellas; era morenito, menudo, chato, con unos rizos como de astracan. Luego Castor bajo la vista y siguio mirando el periodico, sin leerlo en realidad. Achicando los ojos. Estaba pendiente del tipo este, esperando a ver que mierdas queria. Ahi se produjo un silencio de unos tres minutos. -Buenos dias -dijo Castor al fin. No podia mas. El morenito se froto las manos. Era lo que estaba esperando. -Buenos dias los que va a tener usted -dijo. Castor debia de estar muy borracho, porque cuando se volvio hacia el morenito le parecio que tenia el tamano del dedo de una mano y que lo miraba de abajo arriba desde el mismo centro del ruedo amarillo del asiento. -?Eres torero? -Soy la esperanza. -Lo que tu digas. Castor volvio a coger el periodico. -Ay, no le voy a contar mi vida -dijo el morenito. -Claro que no. -Yo antes era como usted -dijo. Castor solto una carcajada-. Si. No me contradiga. Como usted y como toda Espana y los espanoles. Estaba perdido para el mundo, asi le digo, para el sentido y el norte de las cosas, cada dia hacia lo mismo y no me daba cuenta, no me daba ni cuenta, todo me parecia que me pasaba por primera vez y a la vez me sonaba repetido, ya me entiende. Un barranco de aire, eso era yo. Yo he vivido en Pitis toda mi vida, detras de los hospitales. He vivido ahi a rachas, cuando venia una buena me iba y luego volvia, he tenido rachas muy largas eh, aqui donde me ve yo me he paseado por la Ribera de Curtidores de cabo a rabo y ahi no habia nadie que no hubiera puesto yo, pero luego me han venido flacas y hay que ir a alguna parte, y hace unos meses, cuando volvi a Pitis, Pitis ya no existia. No esta. Nada. Hay bloques y gruas. Y aparcamientos. Coches no hay, pero aparcamientos, muchos. Mi casa, mis gallinas y el tinglado del tiro al blanco, de eso no quedaba ni la sombra. Que rapido construyen ahora, no se como lo hacen. Las gallinas me dijeron que se las habia quedado uno que vive por detras de Bravo Murillo, en un patio, se han hecho viejas muy rapido tambien. Alli ademas de las gallinas habia una dominicana con unas gafas de cristales amarillos, gordos como tabiques. La dominicana tenia una gallina en un muslo y un huevo en la mano. Un huevo blanco y una gallina negra. Y una dominicana en medio. Si le aburro me lo dice. Con la otra mano leia la Biblia, la muy sinverguenza, ahora somos todos un poco evangelistas. Se canta mas. La dominicana me dijo que me llevara mis cosas pero que le dejara las gallinas. Cuanto cuesta una gallina, seis euros, eso no lo sabia usted. Mis cosas estaban en una caja de carton de Amazon. Habia alli tambien unas ninas, o bueno, igual no eran tan ninas, colgando ropa en los tendederos del patio siete pisos mas arriba. El patio era muy estrecho, un patio de luces. Sacaban sabanas una detras de otra, era mediodia pero ahi abajo se estaba haciendo cada vez mas oscuro. Las ninas se reian como locas, es lo que pasa con el chocolate, hasta que se callaron de pronto, a la vez. Yo mire para arriba y por encima de ellas el sol te quemaba los ojos. Tenian los pelos largos. Era el 1 de enero. Cuando baje la vista de nuevo, el patio estaba oscuro, estaba negro del todo, el suelo de alquitran. La dominicana se habia largado de ahi, y las gallinas. Se habia ido, la dominicana, con su huevo en la mano. Yo me lleve mi caja, pesaba muy poquito. Pero si no habia casi nada ahi dentro aunque fuera mi vida entera: media docena de moviles, una guia de telefonos y el rosario de la aurora. Y esto. El morenito entonces metio la mano en el bolsillo y saco una cartera de cuero negro que dejo frente a Castor. -Mire que me ha costado dar con usted -le dijo-. La he llevado siempre encima los ultimos tres meses, desde que se la quite, por si acaso, por si lo veia. -?Y esto que es? -Su cartera. Se la devuelvo. -?Me la devuelves? -Yo. A usted. Si. Lo he reconocido y le he visto meterse aqui y me he metido un copazo para darme valor antes de entrar. La cartera tenia un pin bastante gastado que parecia un escudo del Atletico de Madrid. -Bueno. No es verdad -continuo el morenito-. Lo he seguido desde Pontones, anda que no pasea usted, y lo he seguido hasta aqui. Ya esta. La cartera estaba entre los brazos extendidos de Castor, que la miraba como si fuera un plato que no le apetecia nada comerse. -Bueno -dijo el morenito-. Yo me voy. -?No quieres nada? ?Un cafe? ?Donde vives? -Por ahi. -Como que por ahi. -Pero si yo estoy bien en cualquier parte -dijo saltando al suelo. Castor asintio despacio. Luego miro todo alrededor, habia un billar, una pila de sillas, una guirnalda de luces color naranja, una bandera de Andalucia. -Pues yo no estoy bien en ninguna. Cuando llego a casa no encendio las luces. Le gusta encontrarsela a oscuras, asi tiene la sensacion de que entra en una sala de cine. Ademas se deja la tele puesta para que parezca que hay alguien dandole al pico dia y noche. En realidad se deja encendidas varias teles a la vez. Cinco, cada una en un reality diferente y en una habitacion diferente.

  • Fuera de combate de Anna Garcia

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    Kai O’Sullivan ha demostrado sobradamente que es mucho mas que el hermano mayor de Connor. Es arrogante, aprovechado, caradura, descarado, apasionado, cabezota y mujeriego… Pero acaba enamorado perdidamente de Sarah.
    ?Os quedasteis con ganas de saber algo mas sobre uno de los secundarios de lujo de la historia “Esta sonando nuestra cancion”? ?Os apetece saber como acabo el cazador cazado? ?Quereis saber algo mas acerca de su infancia? ?Conocer a su primer amor? ?Saber quien le rompio el corazon por primera vez?

  • La esperada lluvia de Myriam Imedio

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    Un secreto milenario, una cuenta atras y un cielo a punto de estallar. Nadie escapara de la tormenta ni de la verdad. No se puede huir del destino.

  • Beautiful Bastard. Un tipo odioso (Beautiful 1) de Christina Lauren

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    Primera entrega de la saga <>.

  • Una boda en Lyon de Stefan Zweig

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    El 12 de noviembre de 1793 Barere proclamo en la Asamblea Nacional francesa aquel edicto fatal contra la traidora ciudad de Lyon, que al fin habia sido tomada al asalto. Concluia con estas lapidarias palabras: <>. Los edificios de la levantisca ciudad, asi lo exigio, debian ser derruidos, sus monumentos convertirse en cenizas y hasta su nombre desaparecer. Ocho dias vacilo la Asamblea antes de aprobar una destruccion tan completa de la segunda ciudad mas grande de Francia. E incluso despues de haberlo firmado, Couthon, el comisario del Pueblo, convencido de la secreta conformidad de Robespierre, solo puso en practica aquella orden erostratica con indolencia. Para guardar las apariencias, reunio con gran pompa al pueblo en la plaza de Bellecourt, y con un martillo de plata golpeo simbolicamente los edificios destinados a ser demolidos, pero la pala penetro en aquellas magnificas fachadas solo de manera vacilante, y la guillotina practico su bronco y estruendoso descenso de manera todavia frugal. Tranquilizada ante esta inesperada indulgencia, la ciudad, ferozmente enardecida por la guerra civil y por un asedio de varios meses, se fue atreviendo a respirar otra vez esperanzada, cuando de pronto el humano e indeciso tribuno fue retirado del puesto y en su lugar, en Ville-Affranchie--como se llamo a partir de entonces Lyon en los decretos de la Republica--, aparecieron Collot d'Herbois y Fouche, ataviados con la banda de los comisarios del Pueblo. De la noche a la manana, lo que se penso que simplemente seria un patetico decreto disuasorio se convirtio en una cruda realidad. <>, denunciaba impaciente el primer informe de los nuevos tribunos a la Asamblea, con el fin de demostrar su energia patriotica y de hacer recaer la sospecha sobre sus tibios predecesores. Y enseguida se pusieron en marcha las atroces ejecuciones que Fouche, el <>, cuando mas tarde se convirtio en duque de Otranto y en el defensor de todos los principios legitimos, no permitio que se le recordaran. En lugar de la pala, que colocaba el mortero con lentitud, ahora las minas de polvora dinamitaban filas enteras de los mas soberbios edificios de la ciudad. En lugar de la guillotina, <>, los fusilamientos en masa y el fuego de metralla despachaban con una salva a cientos de condenados. Endurecida por medio de nuevos y acerados decretos diarios, la justicia traspaso todos los limites, segando como una guadana, dia tras dia, su gigantesco haz de seres humanos. Ya hacia tiempo que el Rodano, que fluia alejandose de alli con rapidez, se ocupaba del trabajo--por lo general demasiado lento--de amortajar y dar sepultura a los cadaveres. Hacia tiempo que las carceles no bastaban para la gran cantidad de sospechosos, de modo que los sotanos de los edificios publicos, de las escuelas y de los conventos se convirtieron en el lugar de residencia de los condenados. Por supuesto, en un lugar de residencia tan solo fugaz, pues la guadana seguia golpeando con precision y rara vez la paja calentaba el mismo cuerpo durante mas de una noche. Un dia de intenso frio de aquel mes sangriento, una nueva cuadrilla de condenados fue arrastrada hasta los sotanos del Ayuntamiento para pasar alli juntos unas pocas y tragicas horas. Al mediodia los habian conducido uno por uno ante los comisarios, y su destino fue despachado tras un breve interrogatorio. En ese momento los sesenta y cuatro reos, hombres y mujeres, estaban sentados en una confusion absoluta en aquella oscuridad de bovedas bajas que olia a cubas de vino y a moho, y que un escaso fuego de chimenea en la habitacion delantera, mas que calentar, tan solo coloreaba. La mayoria, sonolientos, se habian arrojado sobre los sacos de paja. Algunos, sentados a la unica mesa de madera que les permitian tener y a la tremula luz de las velas, escribian apresuradas cartas de despedida, sabiendo que su vida se habria apagado antes de que en aquel frio espacio lo hiciera la llama de azules temblores. Sin embargo, ninguno de ellos hablaba mas que en susurros, de modo que en el silencio helado de la calle la sorda explosion de las minas, a la que seguia el inmediato desplome de los edificios, retumbaba con nitidez. Pero la ensordecedora velocidad de los acontecimientos habia arrebatado a los que se veian sometidos a aquella prueba toda capacidad de sentir y de pensar con claridad. Sin moverse, sin decir una sola palabra, la mayoria de ellos estaban reclinados en la oscuridad como en el sueno que precede a la tumba, sin esperar nada y sin sentir emocion alguna hacia los vivos. De pronto, hacia la hora septima de la tarde resonaron unos pasos fuertes y energicos junto a la puerta. Los pestillos restallaron. Y el cerrojo oxidado chirrio al abrirse. De manera instintiva, se incorporaron todos de un brinco. ?Acaso, contra la triste costumbre de concederles aun una noche, ya habia llegado su hora? En la corriente de aire frio que se colo al abrirse la puerta, la llama azul de la vela temblo como si quisiera escapar de su cuerpo de cera, y con ella, palpitante, el miedo se lanzo al encuentro de lo desconocido. Pero pronto aquel temor provocado de manera tan repentina se disipo. El carcelero solo traia una nueva y tardia hornada, aproximadamente unas veinte personas, a las que hizo bajar las escaleras sin decir una palabra y sin indicarles un lugar concreto en aquel espacio abarrotado. Despues, la pesada puerta de hierro volvio a cerrarse con un gemido. Los prisioneros miraron a los recien llegados sin la menor simpatia, pues algo tan extrano es muy propio de la naturaleza humana, que en cualquier parte se adapta a toda velocidad e incluso en las mas precarias circunstancias se siente no solo como si estuviera en su casa, sino tambien en su derecho. Asi que, de manera instintiva, los que habian llegado antes consideraban ya aquella estancia mal ventilada y con olor a podrido, el saco de paja cubierto de moho, el espacio en torno al fuego, como si fueran de su propiedad, y cada uno de los recien llegados les parecia un intruso al que habia que reducir. Por su parte, aquellos a los que acababan de llevar hasta alli podian percibir claramente la fria hostilidad de sus predecesores, por mas insensata que resultara en aquella hora mortal, pues, cosa extrana, no intercambiaron con sus companeros de destino ni un saludo ni palabra alguna, no exigieron una parte de la mesa ni de la paja, sino que, sin decir nada, hoscos, se apretujaron en un rincon. Y si antes el silencio se habia cernido atroz sobre aquella cueva, ahora su efecto resultaba todavia mas lugubre por culpa de la tension de aquel sentimiento provocado de forma tan absurda. Un grito tanto mas sonoro, nitido y como surgido de otro mundo rasgo de pronto el silencio. Un grito claro, casi involuntario, que de manera irresistible arranco hasta al mas indiferente del silencio y del abatimiento en el que se hallaban. Una muchacha, entre los que acababan de llegar, habia dado un salto brusco y repentino. Y fue ella tambien la que, con los brazos extendidos como quien esta a punto de desplomarse, y gritando estremecida <>, se precipito al encuentro de un joven que, apartado de los demas, habia permanecido junto a las rejas de una ventana y ahora tambien corria hacia ella. Y aquellas juveniles siluetas ya habian prendido cuerpo contra cuerpo, boca contra boca, como dos llamas de un mismo fuego, ardiendo de forma tan tierna el uno junto al otro que las lagrimas derramadas de manera impetuosa por el arrobo del uno inundaron las mejillas del otro y sus sollozos surgieron como de una unica garganta que reventara. Cuando se soltaron por un instante, sin poder creer que de verdad se tocaban y asustados frente a lo excesivo que les resultaba aquel destino por completo inverosimil, un nuevo abrazo volvio a unirlos de inmediato, si es posible de manera aun mas abrasadora. Lloraron y sollozaron y hablaron y gritaron en un solo aliento, como si estuvieran totalmente solos en la infinitud de su emocion y por completo ajenos a todos los demas, que, sorprendidos y reanimados gracias a aquel asombro, se acercaron inseguros hacia ellos. La joven habia trabado amistad desde la ninez con Robert de L..., hijo de un alto funcionario municipal, y hacia unos meses que se habian prometido. En la iglesia ya se habian presentado las amonestaciones, y se habia fijado su enlace justo para aquel dia sangriento en el que las tropas de la Asamblea habian irrumpido en la ciudad. Entonces el deber obligo a su prometido, que habia luchado en el ejercito de Percy contra la Republica, a acompanar al general realista en su desesperada maniobra. Durante semanas no hubo noticias de el, y ella ya se habia atrevido a imaginar que debia de haberse salvado pasando felizmente la frontera suiza, cuando de pronto un secretario del Ayuntamiento le informo de que unos soplones habian descubierto que se escondia en una casa de labranza, y que el dia anterior lo habian conducido ante el tribunal revolucionario. Apenas se entero la intrepida muchacha de la detencion y de la indudable condena de su prometido, cuando, con esa magica e incomprensible energia que la naturaleza concede a las mujeres en los instantes de supremo peligro, logro lo imposible: abrirse paso hasta los inaccesibles tribunos populares con el fin de pedir clemencia para su prometido. Collot d'Herbois, el primero ante cuyos pies se arrojo, la habia despachado con acritud, diciendo que no concebia indulgencia alguna para con los traidores. Despues habia corrido a ver a Fouche, quien, de manera no menos dura que el anterior, pero mas hipocrita en los medios empleados para no sucumbir a la emocion que le embargo al ver a aquella joven desesperada, mintio diciendo que le hubiera gustado interceder en favor de su prometido, pero que veia--y al decirlo, el taimado embaucador de almas echo un indolente vistazo a traves del monoculo a una hoja cualquiera y sin importancia--que Robert de L... ya habia sido fusilado aquel mismo mediodia en los campos de Brotteaux. El muy astuto logro enganar por completo a la joven, quien de inmediato creyo que su prometido estaba muerto. Pero, en lugar de entregarse como cualquier otra mujer a un dolor inerme, indiferente frente a una existencia que para ella carecia ahora por completo de sentido, se arranco la escarapela del cabello, la piso con ambos pies y, a gritos, de modo que su voz retumbo a traves de todas las puertas abiertas, llamo a Fouche y a sus hombres--que corrieron hacia alli a toda velocidad--miserables vampiros, verdugos y cobardes criminales. Y mientras los soldados la maniataban y la arrastraban fuera de la habitacion, la joven aun pudo escuchar como Fouche dictaba a su secretario, un hombre picado de viruelas, la orden de detencion contra ella

  • Mi maldita adiccion (Tabu 2) de Noelia Medina

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    Marc Ferrara tendra esa droga cerca, en su propia casa, y el monstruo crecera, trayendole recuerdos de un pasado perturbador y desbocado. Intentara aplacarlo con musica y distancia, pero la tentacion sera demasiado grande y comenzara a consumirlo.
    Una destrozada Nicolle buscara refugio, y puede que unas manos que saben hacer malabares y magia sean ese lugar seguro que necesita. Pero algo ha cambiado, algo que se escapa de su control y de su entendimiento. Ya no es solo curiosidad por ese hombre mucho mayor que ella, el padre de su amiga. Ya no es solo deseo. Es mas, mucho mas.
    Aquella muchacha que llego a su casa con una mochila en el hombro comenzo siendo una maldita droga dura dificil de controlar. Ahora se ha convertido en algo mucho peor.
    En su maldita adiccion.

  • Y si fuera Andy de Maribel Pont

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    Las cosas siempre ocurren cuando menos las esperas. Habia sido una discusion sin sentido. Una vuelta de tuerca de mas, a la desconfianza que me provocaban las salidas a destiempo de Manuel. Se habia marchado dando un portazo seco. Sembrando un silencio rancio dentro de las cuatro paredes que entonces ensombrecian mi presencia. No quise llorar. Tal vez habia agotado las lagrimas discusion tras discusion. Eran demasiados anos juntos. Eramos muy jovenes cuando empezamos a jugar a ser adultos. En vez de encontrarme con la desesperanza, me tope con un halo de luz, que de pronto, hizo que decidiera vivir. Estaba harta de hacerme responsable de todos los problemas de la casa, olvidandome de que aun era muy joven. Tenia treinta y cuatro anos y una hija adolescente de dieciseis, que de un momento a otro me traeria un yerno a casa. Hecha un ovillo en el sofa y barajando el caos que se acababa de formar en mi matrimonio, decidi que lo mejor que podia hacer era, no hacer nada. Dejar que las cosas siguieran su curso, si Manuel algun dia se daba cuenta de que estaba actuando mal y, sobretodo, si era capaz de demostrarme que valia la pena seguir juntos, seria una cosa del destino y con eso no podiamos competir. Mientras tanto no pensaba correr tras el, ni suplicarle que regresara, ni siquiera por Monica. Una lagrima melancolica resbalo por mi mejilla, hasta mojarme la comisura derecha del labio. Sin embargo no pude identificar ningun sentimiento de anoranza. Simplemente, lo nuestro habia terminado. Con mis pensamientos rodando como una espiral, cai en un sueno profundo. En el televisor echaban un capitulo repetido de una serie policiaca, en el cual me trasporte con la carga de mis problemas. Hubiera podido dormir horas evadiendome de la realidad si no fuera porque el cerrojo de la puerta, manipulado con brusquedad, me alarmo haciendo que me izara de golpe. Un sonoro portazo, mas agrio que el anterior, hizo que se encogiera un nudo en mi estomago. Unos pasos cruzaron el comedor a la velocidad de un rayo y acto seguido otro portazo resono al fondo del pasillo. Algo habia ocurrido. Di un brinco fugaz y corri tras los pasos de mi hija. Mis nudillos golpearon con insistencia la madera que separaba mi voz de la habitacion de mi hija. --Monica, abre la puerta. --!No quiero! Era justo lo que me faltaba, lidiar con el mal genio de una adolescente. --!Abre ahora mismo o tiro la puerta abajo! --No podras…--gruno con la voz ahogada bajo la almohada. Apegue mi espalda a la pared e hice rebotar mi cabeza. Hablar con ella cuando estaba enfadada era como querer encajar la pieza equivocada en un puzzle. --Monica haz el favor de abrir la puerta, sabes que no voy a castigarte, sea lo que sea, pero !cuentamelo, por Dios!. Me encontraba ya acuclillada y cabizbaja cuando oi el chasquido del pomo de la puerta rodar con lentitud. Monica asomo la cabeza y tras sorber por la nariz me hizo un gesto para que entrara en su habitacion. Por ese dia omiti el desorden de aquellas cuatro paredes rosadas. En el suelo yacia la ropa que se habia probado antes de salir de casa y, las puertas del armario seguian abiertas con ambos espejos enfrentados entre si. Solte un largo suspiro y me deje caer en el borde de la cama apoyada sobre mis rodillas. Monica estaba con las piernas cruzadas y un gran almohadon entre sus brazos por el cual se escondia a medias. Tenia los ojos enrojecidos y la barbilla hundida hacia el pecho. Por su expresion deduje que muy a su pesar necesitaba hablar de ello. Me aclare la voz con un suave carraspeo. --?Como se llama? --?Quien?--gruno frunciendo el ceno. Entorne los ojos ante la evidencia. --?Quien va a ser? El monstruo del que te has enamorado. --No es un monstruo--dijo con las pupilas inquietas. Lance un suspiro. --Entonces me alegra de que sea humano. Monica ahogo el amago de una risita muy debil. --!Mama! No tengo ganas de bromas. Esboce una mueca indulgente. --Pues ve al grano, yo tampoco tengo el cuerpo para risas--dije aflojando la voz. Monica permanecio unos segundos reflexiva, con la mirada perdida en un punto inconcreto de la habitacion. Contemple su rostro de facciones redondas, piel tierna y mirada entranable. Aun era una nina. Mi nina. Y en ese momento un escalofrio me recorrio el cuerpo al identificarme con ella. A su edad simplemente estaba a punto de conocer a su padre y mas adelante quedarme embarazada. Su voz adormilada me saco de mi ensonacion. --?Por que duele tanto, mama?--dijo con la voz quebrada y la mirada resentida. Un pedacito de corazon se me quebro. No queria decirle que eso tan solo era el comienzo. --Ven aqui, nena. Dame un abrazo de esos que todo lo curan. Nos fundimos en un abrazo de esos que crujen los huesos de la espalda y que hablan sin palabras. Que bonito es tener a alguien en quien apoyarse cuando una esta quebrada. No hizo falta insistir, pronto Monica continuo con su relato. --Mama… David queria que hicieramos…eso, ya sabes--dijo con la mirada perdida en un vacio de su memoria. La voz entrecortada. Abri los ojos como platos, trague saliva y aparte mi instinto de proteccion maternal. Hice de tripas corazon y carraspee para no atragantarme con la realidad. --?Y…y… quien es David? --procure parecer indiferente. --!Eso da igual ahora! --Tienes razon, continua. --Y se ha enfadado mucho--puntualizo sorbiendo por la nariz--, y lo unico que he podido hacer es irme corriendo. Y he hecho un ridiculo espantoso, seguro que ahora se lo contara a todos sus amigos. Tome aire de forma sonora. Monica barrio las lagrimas de su rostro torpemente con las palmas de sus manos, asi como lo hacia de pequena despues de una rabieta. --Ni hablar, has hecho lo correcto. Tu lo que necesitas es conocer al chico de tu vida. Todo llegara a su debido tiempo, cuando a ti te apetezca--puntualice casi deletreando cada palabra. --Me siento muy mal. Con un gesto muy propio de las madres le aparte el pelo de las mejillas, estas estaban empapadas de pena. --Carino, eres una nina muy responsable, y estoy segura de que un dia llegara un chico con la madurez que te mereces, y todo sera maravilloso. Y ya sabes lo que te he dicho siempre. --Si, mama. Con proteccion…--dijo entornando los ojos. Imprimi un beso en su mejilla. --Yo tambien tengo que contarte algo… --?El que? Su rostro sufrio una notable transicion, era como si de un momento a otro esperara esa noticia, sus pupilas se movian inquietas y permanecia con el ceno fruncido. Probablemente habia imprimido suficiente preocupacion en mis palabras como para que ella sintiese el augurio de lo que queria contar, y entonces tuve que hacerlo, por su bien, y el mio propio. --Que…he pedido cita para ir las dos a la peluqueria ?que te parece? -- apostille con una sonrisa artificial. --?En serio? --respondio esceptica. Le devolvi una mueca de pasotismo. --En serio…

  • Radiografia de chica con tatuaje de Jordi Sierra I Fabra

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    Una noche de pasion finaliza con un crimen. El principal sospechoso niega los hechos pero todas las pruebas lo condenan. Un caso cerrado para todo el mundo menos para la novia del acusado, que se siente responsable porque aquella noche fatidica no estaba con el. Carla cree que hay piezas que no encajan. Mientras todo a su alrededor parece desmoronarse, ella iniciara una investigacion para descubrir el verdadero rostro del asesino.

  • El club de Trebol de Lee Vincent

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    Supe que estaba perdido tan pronto el joven crupier comenzo a recoger las fichas. Solo un idiota como yo apostaria los ultimos veinte mil dolares para perderlos en cuarenta y cinco minutos. <>, me dije, mientras apuraba la copa de whisky que sostenia en mi mano derecha. Unicamente me consolaba la mirada inquisitiva de una mujer pelirroja, muy parecida a la caricatura de Jessica Rabbit, que no me habia apartado su mirada en toda la noche. Me agradaba que las mujeres aun me encontraran atractivo, pese a que, hacia dos semanas, habia cumplido los cincuenta y cinco anos. (Si, como acaban de leer, cincuenta y cinco. ?Que creen? Todavia puedo ser el galan de una novela). Bueno... creo que mi estatura, de un metro noventa y tres, mis atractivos ojos azules y mis noventa y un kilogramos de masa muscular, suelen ser un magnifico cebo para algunas mujeres, pero mi arma mortal es mi voz, masculina y atronadora. Cuando les hablo se derriten como mantequilla. A muy temprana edad aprendi, gracias a mi hermano mayor, Nelson, que un conquistador debe tratar a las mujeres como reinas. Y asi actuaba frente a ellas, haciendome el galante. No entendia como despues de un tiempo me resultaban tan aburridas e insipidas que tenia que buscar una nueva conquista, por eso ya contaba con cuatro matrimonios fracasados y algunas misas sueltas. Todas ellas extraordinarias mujeres, excepto la ultima. Pamela fue el gran error de mi vida. ?Saben que a los hombres nos ataca una condicion que se conoce como andropausia? Es lo mismo que la menopausia, pero con sintomas un poco diferentes, asi que cuando comence a padecerla, me inicie con Pamela, una rubia despampanante, Treinta anos menor que yo. Me enloquecio porque olia a Conejita de Playboy. !Ja...! (Ahora se estaran preguntando como huele una de esas conejitas, he de decir que a… !GLORIA!…) Hare un parentesis (Me gustan las mujeres jovenes pues me encanta la piel tersa, que los pechos no hayan sido afectados por la gravedad, pero sobretodo, que no haya rastro de celulitis). Por eso no saldria con una vieja ni, aunque me pagaran. Esa habia sido mi filosofia de vida hasta esa noche, cuando al finalizar el partido de poker, regrese a mi habitacion del noveno piso en el hotel Borga de Atlantic City. Ver dos gigantes corpulentos, con cara de pocos amigos, flanqueando la puerta de mi habitacion, me hizo presagiar que algo muy malo estaba por acontecer. Les sonrei para disminuir la tension, pero ni tan siquiera se inmutaron en contestar. Asi que apresure mis manos para abrir la puerta. Cuando logre acceder a la habitacion todas mis dudas se disiparon, no era mi imaginacion. El ambiente en el interior era diferente. Un olor rancio, como a azufre, inundaba el lugar. Y ta-ra-tatan... Alli estaba el mismisimo diablo encarnado, Gerry Rhys-Meyers. Sentado como un leon que espera a su presa. Literalmente parecia un leon con su melena abundante de color gris. Llevaba un traje negro, camisa negra, corbata negra... Apostaria que hasta su corazon era negro. El desgraciado sonrio sin mostrar su dentadura perfecta. Sospechaba que ya utilizaba caja de diente porque debia rondar los sesenta y tantos, aunque se conservaba muy bien. Tal vez habia descubierto el misterio, casi mistico, del Agente 007, Sir Sean Connery, que, entre mas viejo, mas sexy lo encontraban las mujeres. Envidio a ese tipo, no saben cuanto. Deje la billetera y el movil sobre la comoda y me voltee para mirarlo. La ultima vez que hablamos, hacia mas de un mes, el magnate de la bolsa de valores de Wall Street, exigio su paga de seis cifras. Debo admitir que las apuestas me han llevado por un camino muy tenebroso. No era a este hombre al unico que le debia dinero, pero sabia que Rhys-Meyers era peligroso. --Por tu cara puedo imaginar que no ganaste un penique, Liam --dijo con un sarcasmo que me saco de quicio y, aunque me vi tentado a golpearlo, me contuve--. ?Cuanto perdiste? No le conteste de inmediato, por el contrario, me tome mi tiempo y camine hasta el mini bar para sacar del botellero una cerveza Guinness. ?No lo he mencionado? !Ah! Si, soy irlandes, radicado en Estados Unidos desde hace casi cincuenta anos. Mis padres me trajeron en una de las ultimas grandes olas migratorias y nos establecimos en Queens, Nueva York, asi que guardo algunas costumbres irlandesas muy bien afianzadas. --No tengo el dinero --conteste. --Ultimamente es lo unico que sabes decir, Liam. El hombre se levanto para enfrentarme. Ya mencione que tengo gran estatura, pero Gerry no se quedaba corto, era un hombre de casi un metro noventa. Nos sostuvimos la mirada por unos segundos. Me enfermaba que el tipo se creyera con todo el derecho del mundo a amedrentarme, aunque se rumoraba que, en algunas circunstancias, cuando alguien le jugaba mal con un negocio, Gerry actuaba como un vil mafioso. Lo que queria decir que a algunos malos socios los habia desaparecido del mapa. Sospechaba que al final, si no conseguia la pequena fortuna que le debia, me pasaria lo mismo. --Saque la cuenta --dijo--. Me debes ciento ocho mil dolares y al ritmo que vas, no creo que los consiga para antes de verano. ?No fue eso lo que prometiste? --Estoy haciendo un esfuerzo, pero la firma no va bien. Desde hace tres meses no conseguimos un nuevo cliente. No le mentia. Soy dueno de una firma de arquitectura, que en un momento fue muy prestigiosa, pero que en la actualidad estaba en una decadencia bochornosa. Gerry solto una carcajada socarrona. Ahi regresaba su majaderia. Aprete el puno que me quedaba libre, pero como siempre sucedia, desisti. --Necesito un gran favor --dijo, mientras se paseaba por la habitacion con ese aire que siempre utilizaban los magnates, como si el mundo lo tuvieran a sus pies--. Un favor que puede saldar tu deuda. Hice una mueca. El favor tenia que ser bastante grande. Tal vez me pedia que asesinara a alguien o que cometiera algun fraude. Ninguna de esas dos opciones estaba en mi radio de accion. --Si recurro a ti es porque creo que eres perfecto para este encargo. A esas alturas estaba deseoso por saber cual seria ese magnifico favor que me liberaria de sus garras para siempre. --Necesito que viajes a Ibiza en tres dias. ?Ibiza? ?Habia dicho Ibiza? ?A las Baleares en Espana? ?A ese paraiso pecaminoso? Hacia mas de diez anos que estuve alli celebrando mi tercer divorcio. Un viaje escandaloso con tres bellezas, mucho whisky y la mejor musica, pero ahora estaba en otra etapa de vida... Ya no estaba para tanta intensidad. ?Que pretendia Gerry? --?Y eso? --le pregunte, vacilante. El hombre se mantuvo en silencio, envuelto en un misterio que ya comenzaba a impacientarme, tanto que me tome el resto de mi Guinness de un solo sorbo. Deje la botella sobre la mesa y abri la puerta de cristal que daba al balcon para que corriera la brisa. Tambien para disipar la peste a azufre que impregnaba la habitacion. Si, es que era el mismisimo diablo. --Liam, necesito que seduzcas a mi mujer. Gracias al cielo que estaba de espaldas a el porque mi cara desfigurada debe haber costado un millon. ?El muy anormal me habia pedido que sedujera a su mujer? ?Habia escuchado bien? ?Que me acostara con ella? ?Que le diera toda mi pasion y que le mostrara por que las mujeres me decian Liam Farrell, "el temible"? Me voltee despacio para afrontarlo. Guardaba la ilusion de que al encontrarme con su feo rostro estuviera sonriendo debido a que su propuesta habia sido una estupida broma, pero no fue asi. El tipo me miraba como si acabara de darme la hora. Carraspee un poco para ver si se daba cuenta de su locura, sin embargo, el hombre ni se inmuto. --Obvio, no quiero que te acuestes con ella. Fue como si de repente el alma me regresara al cuerpo. !Plop! Resople dejando ver mi alivio. Aunque no conocia a su mujer, la idea de acostarme con la esposa de alguien conocido no entraba en el Codigo de Etica Farrell, un conjunto de normas y valores de diez cosas a las que nunca cederia, entre las que se destaca: "Jamas acostarme con la mujer de un tipo que conozco". --No te entiendo, Gerry. --Me hice el tonto. A veces esa tecnica me funcionaba a la perfeccion, tal como les funcionaba a algunos animales hacerse los muertos cuando enfrentaban el peligro. --Acabo de pedirle el divorcio a Fiona... No lo deje culminar porque estalle en risa. ?Fiona? ?Acaso alguien, aparte de la mujer de Shrek, tenia ese nombre? --No se por que te produce tanta gracia, Liam. --Perdona es que me acorde de... Olvidalo --anadi un ademan. --Por supuesto, ella no quiere hacerlo a las buenas y me ha pedido la mitad de mi fortuna, cosa que no pienso hacer. --Volvio a mostrar su dentadura, blanca y perfecta, pero no era un gesto sincero --. Necesito ponerla en una posicion incomoda que pueda probar una infidelidad. !Ja...! Ahora si que entendia menos. Me acababa de pedir que no tuviera una relacion coital, o sea que no tuvieramos "wiki wiki", solo que la sedujera, pero queria que le fuera infiel para utilizar la prueba durante el divorcio. Recorde a mi tercera esposa. La muy picara habia hecho exactamente lo mismo que se proponia Gerry, acusarme de adulterio, pero el caso se cayo en corte cuando las fotos no fueron prueba suficiente, aunque eran muy explicitas. Para que eso prosperara era casi obligatorio filmar un video porno. Bufe en mi cabeza.

  • La madre de los carabineros de Alessio Puleo

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    Alessio Puleo decidio en el ano 2001 prestar servicio en la quinta del Arma de Carabineros[1]. Algunos dias despues de su traslado desde Benevento a Palermo fue asignado al servicio de vigilancia de la casa de Paolo Borsellino. Y fue alli donde tuvo lugar el primer encuentro con la senora Lupo, la <>. La senora vivia sola en un antiguo edificio situado justo enfrente de la casa del juez. Alessio, dentro del XII Batallon de los Carabineros de Sicilia, habia oido hablar a menudo de ella, pero cuando por primera vez se encontro delante de aquella <> mujer con el sombrero del Arma en la cabeza y los galones cosidos en la chaqueta, entendio que se trataba de una persona muy especial. Mama Mimma lo escruto de pies a cabeza para asegurarse de que el uniforme estuviera en orden, que los zapatos estuvieran relucientes, el nudo de la corbata perfecto... !y la cara bien afeitada! Se comportaba como un verdadero oficial y todos (desde los mas bajos cargos a los oficiales) la querian y respetaban. Transcurria todo el dia en compania de aquellos jovenes carabineros que, alejados del carino de sus familias, encontraban en ella el amor de una verdadera madre. Les daba consejo y compraba todo tipo de cosas: bocadillos, croissants, te, cafe... Y muchisimo mas. Todos la habian rebautizado como <>. Alessio cogio un afecto especial a aquella mujer y, pasando muchas de las horas de servicio en su compania, intento entender que la llevaba a hacer lo que hacia. Asi, dia tras dia, reconstruyo su vida, descubriendo un pasado lleno de emociones hermosas y horribles en las que residia el porque de todas aquellas buenas acciones con los carabineros. No, aquella historia no podia, un dia, desvanecerse en la nada junto a mama Mimma, asi que decidio transcribir toda la informacion acumulada y, recopilando tambien informacion del Museo Historico del Arma, reconstruyo el contexto social de aquel periodo. Despues de casi cuatro anos de trabajo, consiguio escribir su guion cinematografico. El proyecto atrajo la atencion de una productora, pero el excesivo coste hizo que lo dejaran a un lado. Alessio, convencido del interes que la historia podria suscitar, decidio darle forma editorial. Asi, en el ano 2006, transformo el guion en novela y nacio La madre de los carabineros. 1 Domenica Lupo, <>, vive desde hace muchos anos en una pequena casa, un chalet estilo modernista de principios del siglo XX. Vive sola, rodeada de vecinos carinosos. Frecuenta la casa de los Borsellino desde hace mucho tiempo y, tras la muerte del juez, su amistad con la viuda del difunto magistrado se ha vuelto incluso mas intima, tanto que para la senora Borsellino es casi <>, una anciana tia a la que pedir consejos. La casa de tia Mimma esta enfrente de la vivienda de los Borsellino, y por eso lo primero que ella ve por la manana al abrir las ventanas es a los carabineros que, desde la muerte del magistrado, montan guardia para proteger a su familia. Pero volvamos con tia Mimma. Es una calurosa manana de julio. Son las diez y la canicula ya oprime, molesta, causada por el siroco que azota Sicilia desde hace dos dias. Palermo sucumbe bajo el ardiente sol, pero la vida en la ciudad continua. Tia Mimma abre la pequena verja peatonal. Viste sencilla, pero tambien con cierta elegancia: un vestido de tela ligera color beige moteado con pequenos lunares de tono tierra de Siena, tono sobre tono; un sencillo cinturon le cine la cintura. Es una mujer menuda, con una silueta todavia juvenil... !para sus casi noventa anos! Cierra de nuevo la verja, comprueba el bolso para asegurarse de que estan las llaves, el portamonedas, la pequena corona del rosario y el panuelito bordado. Perfecto, !no falta nada! Ahora puede irse. El mercado esta a pocos cientos de metros, !caminar un poco siempre va bien! Echa un vistazo a los dos carabineros de la calle con una media sonrisa digna de la Gioconda y se va. Son las diez y veinte. El mercado del barrio es todo un vocerio, un coro de reclamos, una alabanza a las propias mercancias. El puesto de la pescaderia parece una paleta de pintor con tonos plateados, el de las hortalizas, un centelleo de verde y rojo por la verdura fresca y los tomates maduros. Tia Mimma hoy esta ahi por la fruta; pide en el mostrador un kilo de jugosos melocotones amarillos y uno de cerezas rojo rubi. Un chico a su lado mira la mercaderia y vacila: no parece convencido. Tia Mimma lo observa durante unos segundos: cuerpo atletico, tejanos y polo blanco, una extrana bolsa de piel con lineas en la mano, un poco como aquellas de los pieles rojas que recuerda haber visto en las peliculas western de la television. Mientras paga, nota que el chico tambien compra melocotones al mozo; tia Mimma abandona el puesto y se va. El calor es sofocante. Despues de pocos pasos se apoya en un poste de la luz, con la cabeza dandole vueltas vertiginosamente, y resbala lentamente hasta el borde de la acera mientras escucha al frutero que le pregunta: <>. Es una mujer dura, con una voluntad de hierro, asi que se apoya sobre sus delgadas piernas. <>, responde levantandose fatigosamente y retomando el camino a casa. Unos pocos pasos mas y esta vez le falta el aire, la cabeza le vuelve a dar vueltas y acaba tendida en el asfalto. Abre los ojos y, tras algunos segundos, ve el rostro del chico del polo blanco. Una senora da al joven un vaso de agua y este se lo acerca a los labios a tia Mimma tras acomodarla en una silla. Pasan los minutos, el chico aleja a los curiosos con educada firmeza, quedandose con tia Mimma y la senora que ha traido la silla y el agua. Tia Mimma lo observa ahora atentamente: sobre los treinta, metro setenta y cinco, en muy buena forma, constitucion media, ochenta kilos mas o menos, rostro afeitado, cabello corto, cara de buen muchacho. !Que extrano, habla un italiano perfecto, no tiene el acento o la cadencia siciliana!, piensa. Tia Mimma presumia siempre de saber <> a una persona a primera vista. ?Y este que <> puede tener?, se pregunta. Despues se oyen las cuestiones de rigor: <>, <>, y asi... El joven se ofrece a acompanarla a casa. Coge el bolso y se lo devuelve. <>, se dice. Empiezan a caminar despacio. El joven abre la verja del pequeno jardin. Querria seguir ayudando a tia Mimma, pero esta se retira asegurandole que todo ha pasado ya y se lo agradece de corazon. Ya que estamos aqui, podria ofrecerle un cafe, piensa. Pero no esta convencida. ?Quien es este?... ?Y si fuera un maniaco que asesina a las viejecitas? Pero, mirandole bien, y recordando la buena accion que ha realizado, desecha el mal pensamiento y lo invita a casa a tomar algo. El joven se mantiene educadamente en el exterior de la cancela, rechaza la oferta sintiendose un poco incomodo y, empujado por la curiosidad, pregunta a la pequena anciana si vive sola. Si tiene marido o hijos. La respuesta es extrana, muy extrana, y su curiosidad crece aun mas: <>. ?Que habra querido decir? ?Por que una respuesta tan vaga?, piensa el chico. Se quedaria encantado para escuchar lo que tiene que decir aquella anciana mujer que, con pocas palabras, ha despertado su interes, pero no puede. Asi que, por el momento, rechaza la invitacion por obligaciones laborales que le esperan, le promete volver y se va. Tia Mimma entra en casa, corre hacia la ventana y sigue con la mirada al joven, que se dirige hacia los carabineros que aparcan como cada dia delante de la casa de los Borsellino.

  • El infierno de Ian (Saga Security Ward 6) de N. Q. Palm

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    Las cosas no podian ir peor para Ian Porter. Despues de buscar a Isabella y de encontrarla, todo se viene abajo. El destino les ha jugado una mala pasada.
    Ha estado ausente de su equipo por no poder concentrarse, algo que el capitan de su unidad, Slade Ward, exige al maximo. Hasta que despues de incorporarse a una mision de riesgo descubre que la vida le tiene reservadas algunas sorpresas. En Europa, vivira en sus propias carnes lo que han sufrido otras victimas. La impotencia y la rabia terminan por consumirlo.
    ?Puede una operacion en Budapest convertirse en el peor de los escenarios? ?Puede el amor superar una mala decision?

  • Y eso fue lo que paso de Natalia Ginzburg

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    <>. Publicada en 1947, Y eso fue lo que paso, la segunda novela de Natalia Ginzburg, es la historia de un amor desesperado; una confesion, escrita con un lenguaje sencillo y conmovedor, de la desgarradora lucidez de una mujer sola que durante anos ha soportado la infidelidad de su marido y cuyos sentimientos, pasiones y esperanzas la abocan a extraviarse inexorablemente.

  • !A por mi sueno!, Dido Job de Dido Job

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  • El zapato de oro de Maria Parra

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    Esta historia comienza hace muchos, muchisimos anos en un prospero y pacifico reino; mas concretamente en una deslumbrante mansion rodeada por un bello jardin. Alli vivia un noble caballero junto a su joven hija, cuya madre habia fallecido hacia unos anos. Desde entonces la pequena Isabella, dotada de una desbordante energia, habia contado por unico companero de juegos a su gatito negro. Un dia, meditando acerca de su actual situacion, el padre decidio que no podian continuar asi. Su hija necesitaba los cuidados de una madre. Ademas, merecia disfrutar de la compania de unas hermanas. Por ello, el noble senor marcho de viaje para buscar, entre las damas de la nobleza del reino, a la mujer capaz de llevar su hogar y educar a su hija. Al cabo de unos meses escogio a una viuda, madre ya de dos hermosas y gentiles chiquillas de edades muy similares a la de Isabella. Se celebro con presteza la boda, sin ostentaciones ni algarabias, como correspondia al ser unas segundas nupcias. Tras el enlace, el padre de Isabella envio una misiva a la mansion con el fin de informar de la feliz noticia y el pronto regreso con su nueva madre y hermanas. Y llego el dia en cuestion. Isabella se encontraba en las cocinas, ocupada en ayudar en la preparacion de la comida, cuando uno de los mozos irrumpio en la estancia anunciando a voz en grito la llegada del amo. Desde el jardin se divisaba un carruaje aproximarse. --!!Que alegria!! !!Papa ya viene con mi nueva mama y mis hermanitas!! --exclamo la chiquilla henchida de alborozo al oir la ansiada nueva. Tan contenta estaba que al ir a quitarse el delantal, que protegia su vestido de posibles manchas, olvido soltar la larga cuchara de madera con la que instantes antes removia el guiso. Sucedio entonces que, al girarse con un impetuoso movimiento, tiro la cazuela al suelo. Por fortuna, gracias a estar hecha de resistente cobre no se hizo anicos. En cambio, su contenido no corrio la misma suerte y se desparramo por completo. La cuchara escapo de su mano y fue a aterrizar sobre la cabeza de una de las pinches. Sobresaltada, la jovencita lanzo una exclamacion de dolor mientras se llevaba las manos a la zona magullada. Tan entusiasmada se encontraba Isabella con la llegada de su nueva familia, que ni cuenta se dio del desastre organizado. Salio disparada de la cocina tirando el delantal al aire tras ella que volo y volo hasta posarse en el suelo, justo delante del sirviente portador de la noticia justo en el preciso instante en que se disponia a ayudar a varias sirvientas. Apresuradas querian limpiar el estropicio; ?que diria la nueva senora si se topaba con semejante desaguisado al llegar a su nuevo hogar? Y, sin darse cuenta, el hombre piso el delantal. Entonces, el tejido resbalo sobre las losetas de piedra haciendole patinar. Sorprendido, trastabillo y trato de recuperar el equilibrio mientras se esforzo por frenar su patinazo. Pero no lo logro e instantes despues cayo de culo justo sobre los restos del aun humeante guiso. Cuando Isabella cruzaba el umbral de la mansion se oyeron los alaridos del pobre mozo; acababa de abrasarse el trasero ademas de hacerse polvo la espalda. Sin embargo, la muchacha ni se dio cuenta. Tal era su emocion que ni veia, ni oia. Tan solo pensaba en su nueva madre y hermanas. --Que el cielo proteja a nuestra nueva senora --rezo suplicante la cocinera elevando los ojos al techo tras observar el panorama que presentaba su cocina--. Le va a hacer mucha falta con esta nina --anadio y dejo escapar un suspiro de alivio. Aunque en semejante situacion pareciera extrano tal sentimiento, lo cierto era que la fornida mujer preferia mil veces ver su cocina vuelta del reves y libre de la presencia de Isabella, que ordenada pero con ella entrometiendose en todo. Haciendo honor a su respetable oficio no soportaba las intromisiones en sus dominios y sus dominios eran las cocinas de aquella mansion, aun si la intrusa era una dulce y amable jovencita siempre deseosa de ayudar al projimo; incluso cuando el projimo no se lo pedia ni la necesitaba para nada. Y en opinion de la curtida cocinera, Isabella era una segura invitacion al desastre. Con ella cerca nunca podia estar tranquila. Siempre con el corazon encogido preguntandose que nueva calamidad caeria sobre su querida cocina. Entretanto, con aun mas entusiasmo, Isabella proseguia su carrera por el jardin directa hacia el carruaje. Justo acababa de parar a la entrada de la propiedad. --!Papa, querido papa! --exclamaba a voces mientras el caballero, su nueva esposa y las dos muchachas descendian del transporte. En su carrera agitaba los brazos saludando a su familia como si sus gritos no fueran suficiente llamada de atencion y en uno de esos movimientos, golpeo un rastrillo medio apoyado a la carretilla del jardinero. Este, como todos los dias, se hallaba ocupado con sus rosales, primulas, gladiolos y demas plantas que componian el delicado jardin. Pero, claro esta, para tener un hermoso jardin es necesario trabajar duro y dedicarle muchas horas. Por ello, al viejo empleado de la familia que no era muy dado al trato humano y poco le importaba si el amo estaba en casa o fuera o si llegaban visitas o nuevos miembros a la familia siempre y cuando no pisaran sus parterres, estaba concentrado en sus cosas sin prestar atencion a nada que no tuviera raices hundidas en la tierra. En tanto, sus utensilios se hallaban dispersos por la zona a la espera de ser usados. Del mismo modo, sin prestar atencion a la briosa y ruidosa carrera de la chiquilla, se encontraba Lucifer; el minino de la casa. Pese a tan sobrecogedor nombre era un gato de lo mas tranquilo. Y aun asi, el nombre resultaba de lo mas acertado. Por lo general, el felino gustaba de pasar el dia dormido, tirado en cualquier lado. La mayoria de las veces en los lugares mas insospechados o inoportunos. En cambio, si tenia un dia inusitadamente activo, medio dormitaba mientras observaba trabajar a alguno de los sirvientes de la mansion. Sin embargo, a la caida del sol, como les suele pasar a muchos de sus congeneres, se trasformaba en un animal activo y se dedicaba a pasear a sus anchas por la vivienda mientras todos descansaban. Asi, cuando alguno de los sirvientes o un miembro de la familia se levantaba de noche, porque habian olvidado cerrar una ventana o querian tomarse un vaso de leche con el fin de espantar el insomnio, y avanzaban en la penumbra de los silenciosos pasillos portando por unica iluminacion una vela con su correspondiente debil llamita y de pronto, entre las fantasmagoricas sombras proyectadas por la llama unidas a las producidas por su propia imaginacion, se topaban con unos ojos brillantes como brasas salidas de los infiernos, daban un brinco con el corazon palpitando a mil por hora y proferian siempre identica exclamacion: --!!Por Lucifer!! Con lo cual no podia haber mejor nombre para el. Ese dia Lucifer estaba tumbado sobre la blanda hierba, sintiendo como los rayos del dorado astro acariciaban su pelaje de ebano. Con los ojos convertidos en apenas unas ranuras ambarinas observaba cautivado como el jardinero se afanaba en sus labores, al tiempo que luchaba contra la agradable modorra que le invitaba al reino de los suenos. En tanto el minino lidiaba su particular batalla entre dormir o mantenerse despierto, el rastrillo golpeado por Isabella salio volando. Giro sobre si mismo y el palo choco con el otro lado de la carretilla lo cual impulso el rastrillo haciendolo volar mas alto. Sin que nadie observara la escena, hizo un nada desdenable vuelo por el cielo. Sobre todo para ser un rastrillo carente de alas. Pero el aterrizaje no parecia ser el punto fuerte del utensilio de jardineria y aterrizo con estrepito, por la parte puntiaguda, muy cerca de Lucifer. Tan cerca que casi le ensarta la cola. Se desperto de lo mas sobresaltado y con un verdadero susto de muerte, salio volando. Los gatos a pesar de igualmente carecer de alas, pueden volar muchisimo mas alto que los rastrillos de jardinero; sobre todo cuando se asustan. Aunque en aterrizajes son tan inexpertos como los utiles de jardineria. Eso si, tienen unas afiladas garras con las que aferrarse a lo primero que pillen. Y lo primero con lo que se topo Lucifer en su descenso, convirtiendose en su improvisada pista de aterrizaje, no fue otra cosa que la cara de Druzilla; una de las nuevas hermanastras de Isabella. Al notar como aquella cosa peluda y negra, salida de la nada, la aranaba y mordia aferrandose a ella como una lapa, la pobre muchacha pego un tremendo alarido mientras forcejeaba, desesperada por liberarse. Anastasia, la otra hermanastra de Isabella, fue en su auxilio. Lucho por apartar a Lucifer. Pero cuanto mas notaba que tiraban de el mas se asustaba y con mas fuerza clavaba unas y dientes. Ademas, los gritos de ambas jovencitas, la una por el sufrimiento y la otra rogando socorro, no ayudaban mucho precisamente a que el minino se sosegara. La madre de las chicas, muda de estupor, observaba tan rocambolesca escena. Entretanto, su esposo notaba como un sudor frio comenzaba a correrle por la frente. A todo esto, Isabella, sin enterarse de nada a pesar de estar por completo en su campo de vision, proseguia su particular maraton. Cuando apenas le quedaban unos metros para llegar hasta su nueva madre tropezo con su propio vestido, perdio el equilibrio y cayo hacia delante. Luego, rodo como una pelota la distancia restante hasta su familia para finalmente acabar espatarrada, sentada de culo y con las piernas abiertas justo frente su madrasta. --!!Mamita!! --exclamo jubilosa. Se abrazo a la cintura de la mujer, en su actual posicion era lo mas alto que llegaba, mientras ignoraba las vueltas que daba su cabeza. La noble dama se quedo de piedra y miro a la joven con el asombro grabado en el rostro. Luego dirigio la mirada a su nuevo esposo. --Querida, te presento a mi hijita --musito el caballero tras un nervioso carraspeo con una sonrisa forzada. Sudaba a mares. Su esposa no dijo palabra pero su cara lo decia todo. Senor, ?Donde me he metido? El padre de Isabella albergaba la esperanza de que la incorporacion de las tres feminas a sus vidas, lograra apaciguar el impulsivo caracter de la chiquilla. La noble senora, con el apoyo de sus hijas, puso todo su empeno en lograr sosegar a su hijastra. Intento aficionarla a la costura y el bordado, actividades propias de damas educadas, que ayudaba a templar el caracter dotando de mayor paciencia a las doncellas. Sin embargo, todo fue en balde y pronto comprendieron que no tenia remedio. Finalmente la familia asumio que la jovencita, a pesar de carecer de malicia alguna, era una verdadera fuerza de la naturaleza. Un desastre natural de proporciones devastadoras semejante a los tornados, terremotos, monzones o a la caida de meteoritos. Eventos de inevitable destruccion, los cuales era mejor que no te pillaran de por medio. Por ello, los habitantes de la mansion, resignados, hicieron lo unico posible; apartarse cuanto pudieron del camino de Isabella e intentar no salir heridos cuando estaba cerca. De este modo, fueron pasando los anos.

  • Para el chico que nunca me amo de Carolina L. Aguirre

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    Ana Salazar.
    Fiel creyente del amor.
    Romantica empedernida.
    Aspirante a ser la protagonista de una historia de ensueno.
    A sus dieciseis anos esta convencida de que el amor es el sentimiento mas puro y hermoso que
    cualquiera podria experimentar, pues unicamente ha leido maravillosos versos sobre aquel.
    Sin embargo, tras conocer a Adrian, el chico que se convertiria en su mejor amigo y de cual caeria
    terriblemente enamorada, descubre el lado mas turbio y doloroso que no suelen desvelar en los
    cuentos de hadas.
    Y con ello debera aprender a lidiar, incluso, con la desconfianza en si misma.

  • Un lugar sobre el acantilado de Kris L. Jordan

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    Un magico lugar en las islas Orcadas, un hotel sobre un acantilado y el mar esperan la llegada de unos visitantes muy especiales: una escritora de novela romantica y sus guardaespaldas.
    Katy cerro su corazon, pero una bonita sonrisa podria desbaratar sus planes.
    Ishbel es una loca de la vida que disfruta del amor sin ninguna atadura, hasta que un texano cabezota se cruza en su camino.
    Dos historias de amor en las que, como en la vida misma, las cosas mas sencillas se vuelven complicadas.

  • VICTORIA, Seduceme de Mia Ferrer

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    Victoria White se convirtio en una reconocida y exitosa empresaria del sector de los cosmeticos desde que su esposo cayo en coma por un accidente, ella, una mujer joven y hermosa que a pesar de estar casada y su esposo postrado en una cama, no dejo de disfrutar los placeres sexuales que los hombres se morian por proporcionarle. Era un juego en el que se habia vuelto una experta en dejar afuera los sentimientos. Pero un viaje a Milan en la semana de la moda le cambiara la vida y toda su realidad.

  • La vida que sonamos de Kerry Lonsdale

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  • Cuando encuentres el amor verdadero de Mara Brent

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    Ana tiene 22 anos y vive con su padre, su hermano y Carmen, una cocinera que es casi como su madre. Desde muy joven ha tenido que hacerse cargo de la casa familiar, cuyos gastos casi no pueden afrontar ya que estan al borde de la ruina.
    Su unica ilusion es Roberto, su mejor amigo junto con Paula y de quien esta enamorada. Pero sera traicionada por ambos.
    “asi que aunque yo le gustase mas que Paula era su ambicion la que elegia”
    Su vida cambiara radicalmente y encontrara el amor verdadero, pero la traicion y los celos empanaran su felicidad.
    Este libro trata de una historia de amor actual, y de los vaivenes a los que se enfrenta la relacion.
    El unico detalle autobiografico, aunque parezca increible, es el de la nina que mete los pies en el estanque (yo en Barcelona, visitando a una tia).
    Inicialmente publique un eBook con la primera parte (la mitad aproximadamente), y ahora en el libro y en el eBook he aunado las dos partes.
    Espero que os guste,

  • Latido del corazon de Marian Herrera

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    Sebastian Videla poseia los ojos de un demonio melancolico, tan fragil y danado que Angela nunca recupero lo que llego a amar. Las almas gemelas simbolizan una misma luz distribuida en dos cuerpos mortales; algo que ni el mundo, ni ellos mismos, comprenden. Al ser separados, el vacio residira en sus espiritus hasta que logren volver a fusionarse.

  • Los cadaveres blancos de Gemma Herrero Virto

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    ?Por que el asesino deja los cadaveres de las victimas en canteras abandonadas de Vizcaya y las coloca sobre una piedra con los brazos en cruz como si fueran una ofrenda en un altar? ?Por que cubre sus cuerpos con maquillaje blanco y quema sus caras y sus manos con acido? ?Que significan las mascaras blancas sobre sus rostros y las extranas inscripciones escritas en ellas? ?Tienen algun sentido los relojes con las manecillas paradas que llevan en su mano izquierda? ?Que quiere decirnos el asesino con estos extranos rituales?

  • Perseguida por las sombras de Francisca Herraiz

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    Desde temprana edad aprende a soportar el dolor, la perdida de un ser querido, de su dignidad, de su inocencia. Se ve forzada a madurar de golpe, donde las obligaciones que le impone la vida, chocan con su rebeldia adolescente que grita por saltarse las normas, por ser libre de tomar sus propias decisiones. Una historia donde la fortaleza de una joven, donde su tenacidad, nos demuestra que todo es posible, que, pese a la adversidad, siempre debes seguir adelante.

  • Rescata Mi Corazon (Manhattan Dinner Club 1), Jean Joachim de Jean Joachim

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    DESBORDANDO PASION y suspenso, este apetecible romance de un gran escritor comienza con un golpe – literalmente. Rory Sampson, paseadora de perros y aspirante a escritora es atropellada en el Central Park por un distraido hombre guapo en su bicicleta – Hank Roberts. Engreido, hostil y mas santo que tu, el trata de culpar a Rory. Pero un Juez emite una sentencia poco ortodoxa, haciendo enojar a ambas partes.
    Buscando venganza, Hank se encuentra a si mismo demasiado vulnerable a los voluptuosos encantos de Rory – a pesar de tener una novia. Cautelosa despues de una ruptura, ella proteje su herido corazon con una barrera de sarcasmo mientras cada uno lucha por suprimir la quimica crepitante que amenaza con poner sus vidas de cabeza.
    ?la soledad y frustracion la obligaran a conformarse con las calientes y pesadas atenciones de su Ex, El Sr. Incorrecto? Confundida y atormentada por el deseo, Rory busca consuelo y consejo en sus cuatro inteligentes y atrevidas amigas, el Manhattan Night Dinner Club.
    RESCATA MI CORAZON es el primero de la serie Manhattan Dinner Club.

  • El cazador de estilemas de Alex Grijelmo

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    Eugenio Pulido es un filologo con poca suerte en la vida. Cuando se queda en el paro y sin ahorros, gracias a un viejo amigo entra en contacto con el comisario Contreras, al que va a hacer una proposicion insolita. Pulido puede ayudarle a resolver delitos utilizando para identificar a los delincuentes una herramienta de la lengua, los estilemas, variaciones idiomaticas que son propias de cada persona y que se deben a su origen, historia familiar y trayectoria vital. Al principio esceptico, muy pronto Contreras se dara cuenta de que el metodo de Pulido es de una eficacia insospechada.

  • Te Amo, Ich Liebe Dich, I Love de Ellen Simon

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    Yo fijaba la mirada en la torta, y ese fantastico aglomerado de calorias y glucosa la fijaba en mi, con sus ojos hechos de glaseado de fresa. Yo, humana famelica deseosa de comerla; ella, dulce increiblemente sabroso y pecaminoso, deseoso de ser devorado y de poderse apalancar para toda la vida, mi vida, en las caderas y en los muslos. Claro, porque de rellenarme un poco mi delgado culo o de darme media talla mas de sujetador ni hablar, pero un numero mas de pantalon, eso si que me lo causaria con mucho gusto. <> pregunto implacable mi madre, una mujer que desde hace tiempo habia renunciado a la linea a favor de los placeres de la mesa. ?Que le importa a ella mis remordimientos? Soy yo quien cumple veintinueve anos hoy. Veinti-nueve, pense, enajenandome con dicho infausto numero de la situacion en la que me encontraba, y me di cuenta inmediatamente de estar solo a un paso de los fatidicos enta. El recuerdo de los comentarios de mi padre en mi vigesimo quinto cumpleanos, cuando repetia sonriente que su hija ya tenia un cuarto de siglo, no parecia tan terrible. <> continuo mi madre. <> le conteste pasandole el cuchillo y la paleta. <> pregunto mi abuela, incitando a mi madre con gestos para que le cortara una generosa porcion. <> irrumpio sin piedad Julies, con elocuentes gestos y la boca abierta. <> insistio, abalanzandose despues sobre la tarta que definitivamente puso fin a su verborrea. << ?Son problemas de corazon, amorcito mio?>> ataco la abuela, capaz como ninguna otra de girar el cuchillo en la llaga todavia sensible. Antes de que pudiera hilar dos amables palabras para darles una respuesta que saciaria su curiosidad y pondria fin al tema, mi madre se adelanto. << ?A que no sabes que?, he visto el otro dia a Tony en el supermercado. Me ha dicho que te felicite de su parte>>. <> se entrometio Angela. <> afirme sintiendo un cierto alivio. <> propuso mi madre, ofreciendome un trozo de tarta. Entrecerre los ojos, agarre el dulce y lo devore como si el mundo se fuera a acabar. Bajo al estomago, y sin dejarse digerir, se teletransporto directamente a las caderas. <> <> <> <> <> corrigio Jules. <> aclare, mientras la vena del cuello me palpitaba, temiendo transformarme en Hulka de un momento a otro. Mi querida madre intento un ultimo alegato de defensa, sacando a relucir una sonrisa incierta: <> Negue con la cabeza hasta desencajarme el cuello, decepcionada. <>. <> bisbiseo Angela en secreto tapandose con la mano la boca. <> se metio la abuela, escupiendo nata a diestro y siniestro. <> la regano Claire. <> cotorreo Jules, despues de haber destapado el champan italiano. Comenzo a servirlo en las copas y observo a su amiga. <> preciso. Cinco copas a rebosar mas un buen trago directamente del cuello de la botella decretaron el final del Ferrari dulce. <> dije observando el vaso casi vacio, como el sitio en la mesa que le habia reservado. <> quito importancia Claire. <> <>. Mire fijamente mi madre. <> <>. Me percate de la habilidad de mi madre para minimizar y restar importancia a mis problemas. <> irrumpio Agnes. <> << ?Puedo dar mas alcohol a tu abuela? quiero ver hasta donde llega con sus desbarros>> balbuceo Jules, congelada por mis miradas glaciales y las de mi madre. << ?Vamos al salon a charlar un rato?>> propuso de repente esta ultima. <> << ?Alguien tiene la amabilidad de poner Amores andaluces?>> pregunto Agnes. <>. <> pregunto Angela. <>. <> exclamo Jules. Las tres si posicionaron de frente a la achacosa y anticuada television de tubo de la cocina, mientras mi madre y yo fuimos al salon.

  • Valentina de Grismendy Guzman

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    valentina es una chica que se queda embaraza de un chico que la maltrata tanto fisica como emocionalmente, decide dejarle a pesar de tener un bebe de el, meses despues conoce el amor de su vida, pero desaparece despues de haber tenido una pelea con el ex de Valentina, anos despues se reencuentran y ella se da cuenta que sigue sintiendo lo mismo que cuando lo vio por primera vez, pero tendran que superar muchas cosas antes de poder volver a estar juntos.

  • La escuela catolica de Edoardo Albinati

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    ?QUE SIGNIFICA SER UN HOMBRE?

  • El Marchante de Gemma Albarracin

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    Charles, uno de los mas afamados marchantes de arte que regenta numerosas galerias propias por todo el mundo, contrata a Pilar, una profesora de arte con un impecable curriculum como asesora personal para elegir sus colecciones. Todo se complica cuando una proposicion por parte del marchante para que Pilar se haga pasar por jefa en cada una de sus galerias hace que los dos emprendan un viaje cargado de secretos, vivencias, aventuras, donde nada es lo que parece y todos tienen algo que ocultar mientras Pilar no puede evitar sentirse poderosamente atraida por el atractivo marchante y donde todo se complicara aun mas cuando Ethan, el sugerente y atractivo hermano de Charles, siembre la duda. Erotismo y romanticismo en estado puro, haran que Pilar pierda la cabeza y tenga que tomar la decision mas complicada de su vida... ?acertara?

  • Autonomous de Annalee Newitz

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    La Tierra, 2144. Jack es una cientifica antipatentes que se ha convertido en una pirata de drogas; viaja por el mundo en un submarino como si fuera una Robin Hood farmaceutica, fabrica recetas baratas para gente pobre que de otro modo no podria permitirselas. Pero el ultimo farmaco que ha pirateado ha dejado un rastro de sobredosis letal, ya que la gente se convierte en adicta al trabajo, realizando tareas repetitivas hasta que se vuelven peligrosas o pierden la cabeza.

  • Tu, mi destino de Elizabeth Betancourt

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    Ashlyn acaba de recibir una carta donde se dice que ha heredado una casa en Alabama. Le viene estupendamente sobre todo porque acaban de despedirla de su trabajo como quimica cosmetica y esta a punto de vivir en un callejon.Ilusionada por esta nueva aventura, emprende el viaje sin saber que se encontrara con muchos secretos familiares y un pueblo dirigido por el sheriff Lorcan Foster que intentara impedir que la mujer se quede en Fairhope por todos los medio posibles, incluso poniendo a todos los habitantes de la pequena ciudad, en su contra.

  • El diario (Preciado secreto 2) de Mariela Saravia

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    Charleston, 1910 Iba de regreso a casa con el corazon convulsionado y la mirada llena de nostalgia. Pensaba en los tantos secretos que descubriria en el diario de mi madre, pero lo poco que supe en aquellas tres cartas, fue lo que me dejo con una tremenda urgencia por responder diversas preguntas, entre ellas: ?Que habia pasado con mi madre, despues de que Arthur se fuera de casa? ?Logro mi padre trabajar de medico y casarse como siempre habia sonado? ?Que habia sido de la familia de Arthur y de sus hermanas? Entonces recorde aquellos anos, cuando mi madre me llevo a un hotel en New York, recorde aquel hombre apuesto de unos cuarenta anos, que a pesar de su porte atractivo, parecia mucho mayor. Dentro de sus ojos se agitaba con esfuerzo una llama de ilusion por la vida y sus labios inexpresivos, formaron una calida sonrisa tras observarme caminar de la mano de mi madre. El salon era muy amplio pero para Francis y para mi, solo existia aquel hombre al que mi madre saludo con cierta distancia fingida. Luego me lo presento como un viejo amigo. Ansiaba leer el resto de las cartas que con suerte, desenmaranarian todo aquel lio, a la vez que tambien anhelaba conversar con mi esposo, sobre mi pasado al fin resuelto. Mi vida y la de mis padres, se resumia apretada en unas cuantas letras. Me pregunte entonces: ?Sera posible algun dia contar esta historia y enviarla a la imprenta, para que se conozca en toda nacion el poder de lo que significa, cargar a cuestas con un amor prohibido, un preciado secreto? Entonces al entrar a casa y recibir su aroma tan caracteristico; al mirar a mis dos hijas corriendo por el jardin, volvi a recordar aquella frase: "para el verdadero amor, no hay edad... para los placeres de la vida no hay tiempo. Y para ser madre, solo basta con tener un corazon capaz de cargar con un hijo por el resto de su vida" Entre al salon, con los pies hinchados y el cuerpo adolorido. Eran las dos de la tarde de un domingo del mes de octubre. La casa estaba en silencio, salvo por los sonidos caracteristicos de aquel clima otonal. Beatriz me seguia a mis espaldas, dando ordenes al resto de sirvientes para que se encargaran de llevar la ropa sucia a la lavanderia, y despues subir los baules al dormitorio. Estaba ansiosa por comenzar a leer el diario de mi madre, antes de leer el resto de cartas las cuales tampoco eran muchas. Pense que en ese orden me seria mas facil comprenderlo todo. --!Que alegria que estes de vuelta Maddy!-- saludo mi esposo ilusionado, sacandome de mis cavilaciones. Mire sus ojos centelleantes en felicidad y su sonrisa picara que tanto me agradaba --Te extrane mucho. Le sonrei de vuelta, y me aferre a su cuerpo. Cuanto extranaba su calor, su aroma. Me sentia muy sensible despues de pensar en mi madre y recorrer aquellos tramos del sur. --Yo tambien carino-- le salude con un beso dulce en los labios. De no haber estado tan cansada por el viaje, hubiera sido un saludo mas efusivo, pero Roger estaba tan feliz de tenerme de vuelta, que no le importo como le saludara --Fue una larga semana. Ya ordene los papeles con el abogado y ahora la casa es nuestra. Bueno de nuestras hijas. Roger sonrio de nuevo, marcandosele dos hoyuelos bajo los ojos, justo a cada lado de sus pomulos. --Me agrada saberlo Maddy, estoy seguro de que tu madre esta muy orgullosa desde donde te mira. ?Descubriste algo nuevo? Es que te noto algo preocupada. --Si, en realidad descubri mas cosas de las que esperaba. Pero no quisiera contarte nada todavia, hasta no estar segura. Tengo la cabeza hecha un lio y hasta creo que he comenzado a sacar conclusiones erroneas. --Tu y tu cabecita creativa-- dijo simpatico acariciandome las cienes --Me enamora tanto esa imaginacion con la que has nacido-- Roger me beso carinoso la frente, y luego de soltar mis manos, me hizo un masaje en los hombros. Acerco su rostro al mio y susurro: --No te canses mucho querida, estare en la oficina por si me necesitas. Asenti un tanto distraida. Me lleve el diario de mi madre a la terraza y me deje caer en el sillon floreado. El viento proximo al invierno soplaba con poder en mi rostro, agitandome el cabello y los vuelos del vestido. Las hojas del jardin se elevaban sobre el suelo, y volaban por el cielo como papeles de tafetan. Me acomode mejor en el asiento y comence a leer. &&& Richmond, 1866 La casa estaba tan vacia sin la presencia de Arthur, que por un momento comence a mirarlo y a sentirlo en cada rincon de la cabana. Por las noches sentia como se acercaba a mi cuerpo, para arroparme como lo hizo durante tres anos. Olia su perfume al despertar y dormia con su recuerdo cada noche. Pensaba donde se encontraba y como se sentia, si aun me extranaba o si ya me habia olvidado. Otras veces me culpaba por haberlo sacado asi de mi vida, si era lo unico bueno que me habia pasado en anos, pero no podia ser tan egoista. El tenia un futuro por vivir, suenos que deseaba cumplir y no me perdonaria jamas, ser la causa que termino con ellos. Cerre los ojos mientras las gruesas lagrimas me salian a borbotones por los ojos, recorde la forma tan cruel de echarlo fuera de mi vida. Me partio el corazon, lo saque como si fuera una basura. Pero estaba llena de miedo, y debia parecer fuerte e insensible aunque por dentro me moria de pesar. Lo nuestro no tenia futuro, aunque durante esos anos crei ingenuamente que el amor podia contra cualquier adversidad. Imposible era sacarme de la cabeza aquella triste y real vision. Una realidad que me hizo despertar de un sueno, al comprender que Arthur estaba en la flor de la vida y que merecia algo mas que solo unos cuantos momentos romanticos. --!Debes marcharte! Dije sin permitir que la tristeza se reflejara en mis ojos, o me quebrara la voz. El rostro de Arthur cambio de gesto, petrificandose en una masa de piedra. --?Porque?-- pregunto alterado y sorprendido. Dejo caer el hacha a sus pies y el pollo que iba a degollar para el almuerzo, salio revoloteando feliz de que le perdonaran la vida-Yo te amo Francesca-- dijo aferrandose a mis manos, deseoso de abrazarme en esos momentos y fundirse con mi cuerpo para que nada jamas nos separase --No puedes sacarme asi de tu vida-- sus ojos se aguaron y su frente se contrajo en arrugas prematuras. Me aleje todo cuanto pude de su cuerpo, para no arrepentirme de aquello que estaba haciendo. Pero Arthur se acerco mas a mi, acorralandome entre el arbol y una de las paredes de la cabana --Dime Francis, ?Por que quieres que me vaya?-- hablo cerca de mi rostro, intentando convencerme de mi error, tras un beso que negue al apartar mi rostro --Dios... dime ?Que voy a hacer sin ti? --!Arthur...!-- susurre acercandome a el. Apoye mi frente contra su pecho y deje que su tibieza me aquietara un poco --Respondeme solo una pregunta, ?Que haras en unos anos cuando yo sea una anciana y tengas que cuidarme como si fuera tu propia madre?-- el rostro de Arthur palidecio tanto como sus labios. Tornandose en un espectro ya sin vida. Apreto los labios con fuerza, haciendo de aquella sonrisa que tanto me gustaba, una linea inexpresiva-Dimelo-- demande con la voz llena de rabia --?Has pensado en ello aunque sea una sola vez? --No, perdoname... Francis, pero eso... --!Callate Arthur! No digas nada. Yo si lo pense y lo pienso cada dia-- mi voz parecia un ecualizador danado, subia de tono y otras veces bajaba mucho la frecuencia --A cada momento... Lo nuestro es un yugo que me carcome como un cancer, a la vez que el amor le acompana remendando sus atrocidades. ?Crees que esto es justo para ambos? Vivir una fantasia, un sueno que para mi no sera otra cosa mas que solo un secreto. Mi secreto mas ansiado y con el que morire sin contarlo a nadie. --Perdoname, perdoname Francis por amarte tanto. Por no ser mas viejo...-- Arthur se dejo caer al suelo de rodillas derrotado, y sumergio sus lagrimas dentro de sus palmas ennegrecidas por la tierra --No habia pensado en eso. Yo solo disfrutaba cada momento contigo como si fuera mi ultimo respiro-- No pudo terminar de hablar; me acerque a su cuerpo y me coloque a su mismo nivel. Sus labios se prensaron de los mios para callarme con un beso apasionado y lleno de encanto. Mis piernas temblaron, agitadas y mis labios deseosos de fundirse una ultima vez con sus labios, pero me aparte-No me abandones Francis, te lo suplico. Me levante del suelo y corri para escudarme con el unico arbol que tenia cerca. --No me pidas lo imposible Arthur-- exprese asomando parte de mi rostro abatido, ahora banado en lagrimas --Me costo mucho tomar esta decision y no pienso retractarme-- me gire en mis talones dandole la espalda para llorar con mis ojos perdidos en la lejania --Sobre la cama esta tu equipaje, llevate toda la ropa de Jonathan, y cumple tu sueno de ser medico. Casate por amor y ten muchos hijos. Los hijos que jamas podre darte. Permaneci un rato aferrada a la corteza del arbol, luego una energia me invito a pasar dentro de casa y permanecer en un rincon de la cocina. Quizas para mirar por ultima vez y de reojo, al unico hombre que habia amado en toda mi vida. Ahora era una mujer de cuarenta y tres anos, con el alma pesada y todo el agobio de la vida misma, presionando contra mi pecho. De los escasos vecinos que quedaban en el pueblo, habia dejado de relacionarme con ellos. Despues de mi amorio con Arthur, ya no me miraban con muy buenos ojos. Mucho menos ahora que en mi vientre prominente y redondo, crecia nuestro hijo. Seguia haciendo el trabajo de la granja con grandes esfuerzos, el embarazo me habia traido mas desgracias que bendicion. Aun cuando el bebe que esperaba, fuera lo unico que me quedaba de Arthur. Trabajaba de sol a sol, labrando la tierra para nuevas siembras, recogiendo huevos, ordenando las vacas, matando pollos. Vendiendo huevos y leche a quienes desearan comprarla para el norte. Era un oficio esclarecedor, como si fuera mi propia esclava, aunque de cierto modo si lo era. Era prisionera de mi dolor, soledad y recuerdos.

  • Mientras estas sola (Rancho Triple K 3), Laia Sinclair de Laia Sinclair

    https://gigalibros.com/mientras-estas-sola-rancho-triple-k-3-laia-sinclair.html

    Novela autoconclusiva.
    < Lo que nunca hubiese imaginado al aceptar, era que el amor me estuviera esperando en la forma de un vaquero tierno y paciente que consigue que me derrita solo con mirarme>>.

  • Volver a vivir de Danielle Steel

    https://gigalibros.com/volver-a-vivir.html

    La incomparable Danielle Steel nos brinda una historia inspiradora sobre una mujer que pierde a su amor, su casa y su libertad y tiene que aprender a vivir de nuevo.