la democracia es un tranvia
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la democracia es un tranvia - Andres Mourenza
https://gigalibros.com/la-democracia-es-un-tranvia.htmlEl lider turco se halla hoy embarcado en una mision historica: transformar Turquia a su imagen y semejanza. Desteja el laicismo impuesto en 1923 por el fundador de la Republica, Mustafa Kemal Ataturk, al tiempo que recupera el legado del Imperio otomano y la aspiracion de convertir Turquia en una potencia internacional islamica. Todo ello sin derrocar formalmente las instituciones democraticas del pais, sino aprovechandose de ellas.
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La democracia es un tranvía - Andrés Mourenza,Ilya Topper
https://www.planetadelibros.com/libro-la-democracia-es-un-tranvia/29315921 may 2019 — Mourenza y Topper combinan en este libro con maestría el componente biográfico, la explicación sociológica y la crónica que captura un momento ...
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LA DEMOCRACIA ES UN TRANVIA | ANDRES MOURENZA
https://www.casadellibro.com/libro-la-democracia-es-un-tranvia/9788499428161/918272321 may 2019 — El libro LA DEMOCRACIA ES UN TRANVIA de ANDRES MOURENZA en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!
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La democracia es un tranvía: El ascenso de Erdogan y la ...
https://www.amazon.es/democracia-tranv%C3%ADa-ascenso-Erdogan-transformaci%C3%B3n/dp/8499428169La democracia es un tranvía: El ascenso de Erdogan y la transformación de Turquía (PENINSULA) : Mourenza, Andrés, Topper, Ilya: Amazon.es: Libros.
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La democracia es un tranvía: Un libro sobre el ascenso al ...
https://www.lavanguardia.com/politica/20190521/462391367826/la-democracia-es-un-tranvia-un-libro-sobre-el-ascenso-al-poder-de-erdogan.html21 may 2019 — - "La democracia es un tranvía: cuando llegas a tu parada, te bajas", dijo Recep Tayyip Erdogan en 1996. A partir de esa peculiar interpretación ...
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Libro: La democracia es un tranvía - 9788499428161
https://www.marcialpons.es/libros/la-democracia-es-un-tranvia/9788499428161/«La democracia es un tranvía: cuando llegas a tu parada, te bajas.» Dos décadas después de esa frase, Recep Tayyip Erdo?an parece haberse convencido de que ...
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La democracia es un tranvía - El Cultural
https://elcultural.com/la-democracia-es-un-tranvia3 jun 2019 — La historia de cómo en Turquía una democracia siempre frágil se está ... españoles en un libro excelente, La democracia es un tranvía, ...
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LA DEMOCRACIA ES UN TRANVÍA - Tipos Infames
https://www.tiposinfames.com/libros/la-democracia-es-un-tranvia/48054/La democracia es un tranvía: cuando llegas a tu parada, te bajas. ... Mourenza y Topper combinan en este libro con maestría el componente biográfico, ...
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La democracia es un tranvía. Presentaciones del libro - M'Sur
https://msur.es/libros/democracia-tranvia/Dos autores de M'Sur, Andrés Mourenza e Ilya U. Topper, publican en mayo 2019 el libro La democracia es un tranvía. El ascenso de Erdogan y la ...
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la democracia es un tranvia - andres mourenza - Machado ...
https://www.machadolibros.com/libro/la-democracia-es-un-tranvia_556094«La democracia es un tranvía: cuando llegas a tu... ... Mourenza y Topper combinan en este libro con maestría el componente biográfico, la explicación ...
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democracia es un tranvia, la - Llibreria Altaïr
https://www.altair.es/cat/libro/democracia-es-un-tranvia-la_173331«La democracia es un tranvía: cuando llegas a tu parada, te bajas. ... Mourenza y Topper combinan en este libro con maestría el componente biográfico, ...
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Sinceramente de Cristina Fernandez De Kirchner
https://gigalibros.com/sinceramente.html<
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?Dormimos juntos? de Andrea Hoyos
https://gigalibros.com/dormimos-juntos.htmlAndrea es escritora, aunque no vive de los libros. Quiza por eso sucumbe a la propuesta de Borja y se encierra para escribir con el un relato erotico que la haga millonaria y la libere. Pero el placer es gratis y la libertad es cara: a los dos les gusta el sexo y les da miedo el amor. ?Llegaran a dormir juntos o haran solo todo lo demas?
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Cuentamelo todo 1 de Carla Marx
https://gigalibros.com/cuentamelo-todo-1.htmlMe la habia pasado todo ese tiempo lanzandole furtivas miradas al rotundo trasero de aquel camarero, a su arete de pirata en su oreja izquierda, a su cintura de surfista y los tatuajes descoloridos de sus brazos. Tenia la piel curtida, los ojos verdes y el cabello destenido por el salitre y el sol. El uniforme se le adheria a la piel insinuando un cuerpo tan fibroso como el de un delfin.
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En la oscuridad de la noche (HQN) de Alissa Bronte
https://gigalibros.com/en-la-oscuridad-de-la-noche-hqn.html<
> Lola maldecia entre dientes mientras aquel hombre la obligaba a seguirlo. Su padre era un mal nacido que la habia vendido a ese degenerado que mantenia sus vicios ocultos bajo el uniforme. El, que estaba en la cuspide del poder, era un gran hijo de perra. No entendia por que su esposa, la dulce Catalina, permanecia a su lado, aunque supuso, no era capaz de plantarle cara. Igual que le sucedia a ella. Nunca iba a borrar de su memoria el dia que su padre la entrego para salvar su avejentado y alcoholizado culo de los calabozos, con la excusa de que trabajaria como dama de compania de la esposa. Asi leeria y hablaria con la pobre mujer, que habia perdido la vista y que, lentamente, iba perdiendo tambien la movilidad de los musculos. < >, comentaban en el pueblo. Y ahi estaba, inocente y confiada, pensando que su padre por una vez en la vida habia hecho lo correcto, lo mejor para ella, algo bueno y desinteresado por su hija. Hasta que sintio el putrido aliento del capitan en su boca y su sudor sobre el vestido. Habian pasado algunos dias sin que la reclamara. Habia estado mas ocupado de la cuenta tratando de dar caza a la banda de forajidos liderados por el Caballero. Habia rezado, a pesar de ser algo contrario a sus creencias, rogando para que le sucediera algo terrible y, a ser posible, perdiese la vida en ello. Pero esa noche habia vuelto enfurecido por ser incapaces de dar con ellos a pesar de sus continuadas pesquisas; la gente del pueblo los protegia con celo. Habia escuchado algunas historias acerca de ellos y la verdad era que no le parecian peligrosos, mas bien hombres que se sublevaban contra animales como el capitan. Lo odiaba con todas sus fuerzas y sabia que esa noche iba a ser dura; pagaria sus frustraciones con ella. Siempre lo hacia. Le indico que lo siguiera a su despacho, su guarida, en la que cometia esos actos despreciables contra ella. Las piernas le temblaban, sentia que no iba a ser capaz de soportarlo de nuevo. Aun le quedaban algunos moratones en las piernas y en el cuello despues de su anterior visita a su cuerpo. Saboreo la bilis que lleno su boca con ese sabor amargo, tanto como lo estaba siendo su vida. No habia sido feliz nunca. Era duro admitirlo, pero era la realidad. Se agarro a la barandilla de madera que adornaba la escalinata hasta la planta superior, cuando llamaron a la puerta. Era el dia libre de Hector, el mayordomo, por lo que el dirigio su voluminoso cuerpo hacia la puerta farfullando improperios acerca de quien seria a esas horas. Abrio la puerta y varios guardias, sin esperar invitacion, entraron ocupando el gran vestibulo de la planta superior. Llevaban a un hombre maniatado y flanqueado por dos de ellos a los lados y varios mas a su espalda que esperaban la oportunidad de asestarle algun golpe si se atrevia a intentar escapar. Lola permanecio a un lado rezando para que su amo tuviese algo mejor que hacer que yacer sobre ella para descargar su frustracion y saciar sus bajos instintos. El preso levanto la cabeza y Lola pudo ver que sus ojos, grises al igual que una nube de tormenta, la miraban directamente, no a ella, sino dentro de ella, leyendola como un mapa abierto. Sintio un escalofrio que recorrio su larga espina dorsal y la dejo anclada en el sitio; helada. El preso no dejo de mirarla ni un solo instante. Ninguno se atrevio a pestanear para no romper el hechizo que los habia hipnotizado, atrapandola en el turbulento mar que eran sus ojos. El capitan los miro sin entender que sucedia. -Lo hemos pescado mientras haciamos la ronda. No hemos sido capaces de dar con el campamento, tampoco sabemos si estabamos lejos o cerca... No ha soltado prenda. - ?Acaso es mudo? -bramo con esa rabia animal que lo gobernaba. -No lo sabemos, pero no ha dejado escapar el mas leve sonido; ni siquiera cuando le hemos golpeado -confeso el guardia con satisfaccion. Lola observo el color purpura que adornaba su mejilla advirtiendo en ese momento que tenia el labio inferior inflamado y que un reguero de sangre, ya reseco, cubria la herida. -Quiero verlo -exigio el capitan. Uno de los guardias, ansioso, golpeo al joven en el estomago y este, a pesar de doblarse por el dolor, no dejo escapar nada mas que el aliento. Ella no podia creer lo que estaba viendo. Quizas si que era mudo, pues no era posible que un hombre aguantase esa embestida brutal en el estomago sin soltar ni la mas leve de las quejas. -Otro -pidio curioso. -
Encubierto de Adrian Aragon
https://gigalibros.com/encubierto.htmlUn thriller de accion y suspense
Max Cornell trabaja en esta ocasion como infiltrado para la DEA ?Su mision? Descubrir quien es el topo que impide que la operacion Oro Rojo tenga exito. Para ello debe hacerse pasar por un esbirro de el Tuerto, el mayor traficante de drogas colombiano del momento. -
Mi hogar en ti de Africa Huertas
https://gigalibros.com/mi-hogar-en-ti.htmlCuando Julie regreso a su ciudad natal en Sudafrica, despues de un ano, todo habia cambiado. Ella tenia, al fin, la vida que siempre habia sonado: el Acuario, los animales, su familia, sus amigos, su tierra. Lo que nunca imagino fue todo lo que el destino le tenia preparado.
Una historia en una tierra salvaje. Un amor incondicional e inquebrantable. Un viaje a las entranas de Africa banado por un conflicto que se mantiene latente despues de tantos anos. Julie se vera envuelta, sin pretenderlo, en un cambio social que la empujara a tomar nuevas decisiones, un nuevo camino que la llevara lejos. Giros inesperados en un entorno de ensueno.
Mi hogar en ti te llevara a un viaje inolvidable consiguiendo que te enamores locamente. -
Como una gota de miel en mi corazon de Beatriz Rato Rionda
https://gigalibros.com/como-una-gota-de-miel-en-mi-corazon.htmlEmocionante, cautivadora, esta novela narra la apasionante historia de la joven Salima Al Hayani, miembro de una familia sin recursos que se vera obligada a dejar su casa con tan solo trece anos para trabajar, primero como criada y segundo, a tener que emigrar a Espana buscando un buen porvenir.
Cuando parece controlar las riendas de su vida, un evento inesperado la obliga a cambiar el rumbo de su vida.
Una historia unica de lucha, amor y justicia.
“Una historia de amor, pasion e imposiciones de la sociedad”.
“Uno de esos libros que te llegan al corazon. No podras dejar de leerlo”.
“Reflejo fiel de la dificultad femenina en otras culturas y paises”. -
Infiernos de pasion (Los Kinsberly 3) de Evelin Mordan
https://gigalibros.com/infiernos-de-pasion-los-kinsberly-3.htmlUna historia donde el perdon no existe, pero el amor si.
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Yo, bufon del rey de Mahi Binebine
https://gigalibros.com/yo-bufon-del-rey.htmlNovela finalista del Premio Renaudot
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Memorias de una Geisha de Arthur Golden
https://gigalibros.com/memorias-de-una-geisha.htmlEn esta maravillosa novela escuchamos las confesiones de Sayuri, una de las mas hermosas geishas del Japon de entreguerras, un pais en el que aun resonaban los ecos feudales y donde las tradiciones ancestrales empezaban a convivir con los modos occidentales. De la mano de Sayuri entraremos en un mundo secreto dominando por las pasiones y sostenido por las apariencias, donde sensualidad y belleza no pueden separarse de la degradacion y el sometimiento: un mundo en el que las jovenes aspirantes a geishas son duramente adiestradas en el arte de la seduccion, en el que su virginidad se vendera al mejor postor y donde tendran que convencerse de que, para ellas, el amor no es mas que un espejismo.
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Empezar de cero (Bilogia Dos gotas de agua 1) de Graci Suarez
https://gigalibros.com/empezar-de-cero-bilogia-dos-gotas-de-agua-1.htmlPrimera entrega de la bilogia <
> de Graci Suarez en la que conoceremos la historia de Alma. -
Misterio en Haven Manor de Kristi Ann Hunter
https://gigalibros.com/misterio-en-haven-manor.htmlUna huida, un regreso y una apuesta arriesgada para salvar a quienes lo necesitan… Y salvar su amor.
Cuando Katherine “Kit” FitzGilbert dio la espalda a la sociedad londinense hace mas de una decada, decidio no volver a poner un pie en un salon de baile. Pero cuando el negocio la lleva a Londres y se ve obligada a correr por su vida, tropieza no solo con un glamuroso salon de baile sino tambien con Graham, Lord Wharton. Lo que deberia haber sido un encuentro fortuito se convierte en mucho mas a medida que Graham se embarca en la busqueda de la hermana perdida de su amigo y esta convencido de que Kit sabe mas sobre la nina de lo que ella dice.
Despues de conocer a Graham, Kit se encuentra deseando que las cosas pudieran haber sido diferentes por primera vez en su vida, pero lo que ella quiere no importa. Hace mucho tiempo, se dedico a ayudar a las mujeres a escapar del mismo desprecio que la alejo de Londres y a criar a los ninos inocentes atrapados en el fuego cruzado. Pero a pesar de que desea desesperadamente contarle todo a Graham, el riesgo de revelar la verdad puede ser un precio demasiado alto para aquellos que ama. -
Salvame de los espiritus de Isai Flores
https://gigalibros.com/salvame-de-los-espiritus.html!NO TE DEJARAN EN PAZ!
La novela debut del escritor mexicano Isai Flores, ahora bajo el sello de Editorial Endira, disponible en librerias de Mexico. -
Y si fuera cierto de Antonia J. Corrales
https://gigalibros.com/y-si-fuera-cierto.htmlNo recordaba haber viajado nunca en un tren tan arcaico. Era lento y destartalado, con asientos de madera vieja y eskay marron decolorado, sucio y aplastado por el uso. Aquel vehiculo parecia quejarse en cada tramo del recorrido. Al circular emitia un ruido metalico, constante y monotono que se asemejaba a un quejido. En cada curva que tomaba aparentaba partirse en dos, como si hubiese perdido algun anclaje y con el la posibilidad de seguir su curso por aquellas vias tan primitivas como el. Durante el viaje, a pesar de los traqueteos que dejaron mi espalda maltrecha, consegui dormitar. Aquel duermevela siempre desembocaba en una pesadilla que me llevaba una y otra vez a nuestro ultimo encuentro. A la imagen surrealista de las hojas de arce girando en el aire; rojas, de un rojo tan intenso como irreal. Y de ellas a su copa y a la mia. A la mirada de el, a nuestro silencio, a sus manos soltando las de ella. Al dolor que senti, al dolor que se tambien sintio el cuando nuestras miradas se cruzaron. Al abismo por el que se precipito nuestra vida en comun; al barranco por el que fue resbalando nuestra relacion hasta hacerse girones. A nuestras mentiras, a nuestros enganos, a sus sonrisas y mis lagrimas, al luto que acompano nuestras ultimas veladas. A aquellas noches marchitas, adornadas con rosas de petalos desprendidos y secos que se dejaban caer sobre el mantel blanco, junto a las copas de aquel vino tinto de reserva que dejamos de compartir. Los recuerdos de aquellos dias, los ultimos de nuestra relacion de pareja, se sucedian uno tras otro sin orden ni concierto, componiendo aquella pesadilla hasta que el tren brincaba sobre algun riel ligeramente dilatado y el salto me devolvia al interior de aquel vagon que olia a suenos rotos. Alli todos dormian. Lo hacian como yo, a intervalos cortos. Entreabrian los ojos y quejumbrosos intentaban adoptar una nueva posicion. Con la mirada perdida y desorientados volvian a cerrarlos a los pocos segundos, bamboleados por el traqueteo constante y molesto del vagon, al que acompanaba un chirrido que, a veces, se asemejaba a los acordes producidos por las cuerdas de un violin desafinado. Dentro de aquel vagon el presente parecia no existir, al menos esa fue mi sensacion, que todos estabamos inmersos en una extrana pausa que no terminaria hasta que el tren llegara a su destino. Antes de subir a aquel artilugio, que parecia haber regresado del pasado, me percate de que no llevaba mi ordenador, pero ya era demasiado tarde para regresar. Habia esperado mas de una hora sentada en uno de los bancos de aquel apeadero que, por su austeridad y decoracion decadente, parecia pertenecer a otro siglo. Cuando a traves de los altavoces indicaron la llegada del tren y fui a echar mano de mi equipaje comprobe que solo llevaba el trolley. No habia cogido el maletin con el ordenador portatil, ni la maleta con mi ropa. Arrecida y sola en aquel paraje que se me antojo inhospito, gelido, silencioso y demasiado solitario, me recrimine el despiste, las prisas con las que habia abandonado mi lugar de residencia. Me reproche haber permitido que mis sentimientos se antepusieran a la razon. Ser tan visceral siempre me habia dado problemas y dejar mi ordenador y la maleta con la mayor parte de mi vestuario en casa, era uno mas para anadir a la lista. Apenas recordaba lo sucedido la noche anterior, despues de salir del restaurante. Tampoco lo que hablamos Torcuato y yo. Sin embargo, estando segura de que hablamos, no conseguia recordar ni tan siquiera un gesto suyo, ni una palabra que apuntar; nada. Su ausencia era extrana, demasiado inusual y ello me llevo a suponer que, tal vez, le hubiese molestado mi marcha apresurada. Pero lo deseche porque le habia manifestado mi deseo de aceptar el trabajo y el se mostro receptivo; me apoyo. Entonces, ?por que no se habia despedido de mi?, me cuestione varias veces sin encontrar una respuesta. Todo parecia haber perdido sentido, como si aquello, lo sucedido en el restaurante, no hubiera ocurrido jamas. Sin embargo, la hoja de arce permanecia en mis manos, roja, brillante y esclarecedora; demostrandome que todo era real. Me marche de forma precipitada. Senti la necesidad de escapar, de huir. Aquel detalle era lo unico que recordaba con mayor claridad. La prisa; la necesidad casi vital de perderme, de no regresar a la casa, de no volver a verle, de no enfrentarme a una realidad que nos perseguia hacia tiempo y que ambos nos negabamos a aceptar. Mi falta de valentia ante aquella situacion inesperada, tan infrecuente como posible, permanecia fresca en mis pensamientos aranandome por dentro, haciendo que me sintiera mal. Recordaba una y otra vez sus ojos fijos en los mios y una inusual sensacion de ahogo. Aquella presion en el pecho que me impedia hablar y el sonido seco de la puerta de casa al cerrarse tras de mi, parecian adheridos a todos mis pensamientos. --Estas loca, como te vas a marchar a un lugar al que no llega ni la senal de la telefonia movil. No sabes quien es ese hombre, que tipo de vida lleva, ni tan siquiera si su identidad es real. Es una irresponsabilidad. Puede ser un paranoico, un perturbado o vete tu a saber--me dijo mi marido una semana antes, cuando le mostre el anuncio que habia recortado de la pagina de ofertas de trabajo de un diario nacional. --Imagino que habra algun pueblo cerca desde el que pueda comunicarme. Hoy en dia no existe ningun lugar tan alejado de la civilizacion, tan incomunicado. No dramatices, igual hasta te sientes mejor sin mi. Total, casi que va a ser lo mismo que ahora. No creo que me eches mucho en falta..., ni yo a ti -le respondi en un tono ironico al que no se enfrento. Nunca se enfrentaba a mis palabras si estas eran recriminatorias. Le dijese lo que le dijese el simulaba no escuchar si hacerlo le iba a suponer una discusion. Algo que a mi me ponia empirica y que tambien contribuyo a que nuestro distanciamiento fuese cada vez mayor. --No te das cuenta de que hasta el anuncio es, cuando menos, un poco raro. No hay ningun dato, ni direccion, solo un numero de telefono movil. Deberias cerciorarte de que todo es veraz antes de aceptar el trabajo. Tendrias que hacerlo, aunque solo fuese por responsabilidad. --Tu siempre has dicho que hay que arriesgar, arriesgar para ganar. Pues eso precisamente es lo que voy a hacer. Ademas, ?que tengo que perder?, mi vida es como un juguete roto, un puzle al que cada dia le faltan mas piezas... La llegada a la estacion fue tan brusca como los baches y desniveles que durante el viaje truncaban mis continuos intentos por descansar. El tren paro en seco. Fue como si sus ruedas metalicas y viejas se hubieran clavado en el suelo de golpe. El sonido que produjo, ferreo y estridente, parecio convertirlas en unas de hierro que se aferraron a las viejas vias, incrustandose en ellas y parandolo contra su voluntad. A pesar de aquel frenazo brusco e inesperado, del ruido agudo que invadio el vagon, nadie se movio de sus asientos, ni hizo un solo gesto de extraneza; solo me levante yo. En el apeadero me esperaba el, el hombre que me habia contratado para que escribiese su vida. Era alto, de complexion fuerte y cojeaba ligeramente de su pierna derecha. Vestia abrigo de pano gris. Sus manos estaban cubiertas por unos guantes negros de cuero. Llevaba la solapa del abrigo alzada y rodeandola una bufanda de lana negra. Su rictus era severo, como su planta, de aire castrense. Si no fuese por aquella sonrisa que me dio la bienvenida antes que sus palabras, habria pensado que no solo su vestimenta y sus ojos eran grises, su interior tambien. Me resulto intranquilizador comprobar que nadie mas que yo se apeaba en la estacion, tambien la aparente desolacion que rodeaba el lugar. Tal vez estuviera equivocada, quiza aquel viaje era una locura, un riesgo que no debia correr, pense mirando desconcertada hacia el vagon del que terminaba de bajarme. El tren comenzo a moverse paulatinamente, demasiado lento, como si quisiera y no pudiese coger velocidad. Una de las ventanas de mi vagon se abrio y la mujer que habia viajado frente a mi se asomo por ella. Saco su mano y dejo caer una hoja de arce que, llevada por el viento, llego hasta mis pies. Instintivamente busque en mi agenda la hoja de arce, la hoja roja del restaurante, pero no estaba. Debio caerseme dentro del vagon, pense. El se agacho, la recogio y con una expresion calida y entranable dijo: --Aqui hay muchos arces --senalo las montanas y el valle--, pero ninguno tiene unas hojas tan rojas como esta, parece de terciopelo. Puedo plastificarsela..., si quiere. La convertiriamos en un marca paginas perfecto-- afirmo ofreciendomela. >>Soy Santos, y usted debe ser mi biografa, Fabiola, ?me equivoco?...
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El Rey de las Sombra de Fernando Moreno Espinosa
https://gigalibros.com/el-rey-de-las-sombra.htmlErnesto Buendia e Hipolito Prieto son dos ninos de doce anos que sufriran la tragedia de vivir en primera persona la Guerra Civil. Lora del Rio vera como sus juegos infantiles son transformados en poco mas de un mes, convirtiendose en una espiral de odio y violencia.
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Nadie mas que tu (Para toda la eternidad 1) de E. L. Todd
https://gigalibros.com/nadie-mas-que-tu-para-toda-la-eternidad-1.htmlLa primera entrega de la serie Para toda la eternidad.
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La poeta y el asesino de Simon Worrall
https://gigalibros.com/la-poeta-y-el-asesino.htmlCuando un poema desconocido de Emily Dickinson aparecio en una subasta de Sotheby’s en 1997, un escalofrio recorrio el mundo del coleccionismo literario. Cuatro meses despues, sin embargo, el poema fue devuelto por tratarse de una falsificacion. La poeta: Emily Dickinson. Una mujer solitaria, que garabateaba versos en todo lo que tuviese a mano, para revisarlos, cada noche, frente a su escritorio. No vio ninguno publicado en vida, pero escribio mas de mil setecientos mientras ayudaba a caminar a su madre por el jardin y cocia pasteles de jengibre. El asesino: Mark Hofmann.
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Mar de nubes de Mari Jungstedt
https://gigalibros.com/mar-de-nubes.htmlEn la pequena habitacion reinaba un ligero olor a hierbas y una luz tenue. Por un altavoz situado en el techo sonaba una suave musica oriental. Las paredes estaban barnizadas en tono oscuro y en un rincon habia una planta. Le pidio a la mujer que se desnudara y se tumbara en la camilla. Ella se bajo un poco el vestido y se sintio desprotegida e indefensa. Por una parte deseaba dar media vuelta y marcharse de alli, pero habia algo que la retenia en aquel lugar. Una especie de curiosidad, de expectacion sobre lo que podria pasar a continuacion. Un calido cosquilleo le recorrio la piel. Sintio la boca seca y se humedecio los labios. El le dirigio una mirada rapida, y en ese mismo instante ella fue consciente de como habria de interpretar el su gesto de humedecerse los labios con la lengua. Sonrio insegura, sintio como se ruborizaba. Empezo a toquetearse uno de los tirantes. El se comporto con delicadeza y se dio media vuelta mientras ella se quitaba el vestido. Al colgar la ropa en el gancho de la pared le temblaban las manos. Titubeo, sin saber si debia conservar las bragas puestas. No habia hecho eso nunca antes, no sabia cual era el ritual, que se esperaba de ella. Se acomodo en la camilla tapizada de cuero y se tumbo boca abajo. Intento relajarse. Cerro los ojos mientras inspiraba por la nariz, espiro lentamente por la boca. El joven se dio la vuelta y le coloco una toalla sobre las piernas y nalgas, de tal manera que quedo justo bajo el borde de las bragas. Se movia con seguridad. Cuando la rozo con las yemas de los dedos sintio un escalofrio, a pesar de que en la habitacion hacia calor. Alzo la mirada. El se habia quitado la bata blanca. Le dio tiempo a entrever un atletico cuerpo bronceado y juvenil con prominentes brazos musculados. Abdomen plano y duro. Caderas estrechas. Apenas vello en el pecho y unos pezones pequenos y marrones. Sintio un ligero cosquilleo entre las piernas. El llevaba unos pantalones blancos de algodon. La fina tela le apretaba las caderas y tenia el trasero respingon. No podia dejar de pensar en como seria por debajo. Volvio la cabeza de nuevo, un poco abochornada. Tenia que concentrarse en relajarse, tal y como le habia dicho la persona que le aconsejo ese lugar. Sentir. Dejarse llevar. Concentrarse en el momento. Advirtio que el joven se giraba de nuevo, oyo como extraia aceite de una de las botellas que habia en una mesa y como, al frotarse las manos, el liquido rezumaba entre sus dedos. Ella respiro hondo. El masajista se situo a su lado, pegado a ella. Comenzo a acariciarle la espalda desnuda con movimientos largos y firmes. Sin querer, a ella se le escapo un suave gemido de placer. Sus manos eran fuertes y decididas. Cerro los ojos. Intento seguir con la respiracion el ritmo de los movimientos. Las manos se deslizaban por la espalda, le masajeo el cuello, los hombros, llego al final de la columna, le sujeto las caderas, trabajo con pequenos movimientos circulares. Los pulgares presionaban su piel desnuda. El hizo una pausa, le bajo las bragas y aparto la toalla de forma que el culo quedo al descubierto. Le masajeo las nalgas, que se tornaron suaves y escurridizas. Volvio a gemir. El hombre agarro las bragas a medio bajar y con un suave movimiento tiro de ellas y se las quito. Ahora se encontraba totalmente expuesta. El siguio masajeando los muslos con manos firmes y decididas. La tocaba con cuidado, le separo las piernas para poder llegar con facilidad a la parte interior de los muslos. Se encontraba a escasos milimetros de su sexo. Sintio humedad entre las piernas; respiraba con la boca abierta y apretaba la cara contra la abertura circular de la camilla. El siguio masajeandola, muy cerca, pero sin llegar a tocarle el sexo. Ella se sentia completamente aceitosa y brillante. El agarro la toalla que seguia en las pantorrillas y le pidio que se diera la vuelta. De forma mecanica hizo lo que le pidio, se tumbo boca arriba, y el pecho se balanceo junto a el. Le coloco la toalla encima, de forma que los pezones quedaron tapados, y se coloco detras, junto a la cabeza. Ella cerro los ojos. Intento concentrarse solo en vivir el momento. El se encontraba alli, justo encima de ella. Sentia la suavidad en todo su cuerpo abandonado, ahora anhelante, dispuesta a entregarse a el por completo. Empezo a masajearle la nuca y el cuello, dejo que las manos se deslizaran, ejerciendo pequenas presiones, hacia los hombros, prosiguio por la clavicula. La acaricio con cuidado siguiendo el borde de la toalla, junto al pecho. Ella respiraba pesadamente y al parecer, el tambien. No sabia si era a causa del esfuerzo o si el tambien estaba excitado. Estaba totalmente concentrada en sus manos y en anticipar sus movimientos. Como se deslizaban por su cuerpo. Movimientos decididos, carinosos, que le provocaban pequenas chispas en el sexo. Tenia una sensacion de vertigo y aturdimiento. Sobre su suave piel, las manos resultaban calidas y duras. Al fin, aparto la toalla del todo. Dejo que las manos se le deslizaran sobre los pechos. Y entonces se sintio perdida. 1 Martes 24 de junio Erika Bergman se encontraba frente al espejo de la habitacion, amueblada de forma espartana, y se peinaba minuciosamente la larga melena. Lo hacia con movimientos firmes y ritmicos para dejarla lisa y brillante. En realidad no tenia mucho sentido, pues el solia despeinarla tan pronto como podia. Contemplo satisfecha su cuerpo bien entrenado. Los muchos anos de practica regular de yoga habian servido para algo. Habia elegido con cuidado la ropa interior. Sintio como una ola en el vientre al pensar en lo que le esperaba esa noche. Erika esbozo una sonrisa; no era esa clase de practica con la que habia contado al reservar el viaje de yoga a Gran Canaria. La escuela de yoga se encontraba en un lugar apartado, lejos de los complejos turisticos con discotecas, bares y clubes nocturnos. Miro por la ventana y vio las montanas de mas de mil metros de altura que se perfilaban alrededor, las laderas con las plantaciones de frutas y, a lo lejos, las resplandecientes aguas del Atlantico. Este lugar era inusualmente verde para encontrarse al sur de Gran Canaria. Las plantaciones de platanos, papayas, calabacines, tomates, naranjas y limones se extendian hasta las playas de cantos rodados junto al mar. Apartada, a una buena distancia del vecino mas proximo, se hallaba la escuela de yoga Samsara Soul. La escuela se encontraba practicamente oculta tras un viejo muro que la protegia de miradas y visitas inesperadas. Pasaria alli dos meses, alejada de todo y de todos. Se dedicaria a entrenar, recibir masajes, dar paseos, tomar el sol y banarse. A recuperar el equilibrio para poder proseguir con su vida. Comenzaba a sentir que iba por buen camino. Cuando llego, hacia unas semanas, se sentia destrozada. No habia contado con ningun amorio, esto habia sido una inesperada recompensa. Dejo el cepillo y se pinto levemente los labios de rojo. Saco uno de los pocos vestidos que habia traido y se lo enfundo. Se puso unos zapatos de tacon. Miro el reloj, ya casi era la hora. Percibio un repentino movimiento junto a la ventana. Como si al otro lado pasara una sombra rapida y silenciosa. Tan cerca del cristal que casi lo rozo. Se quedo paralizada. Encontro su rostro en el espejo, reconocio su mirada temerosa. Creia que habia conseguido alejarse de ella, que la habia dejado en Suecia. Pero la habia seguido. Y ahora notaba la paralizante sensacion de que alguien la vigilaba. Tendria que echar un vistazo antes de salir y cerrar la puerta con llave. Ultimamente se asustaba por cualquier cosa. Permanecio inmovil un rato mientras escuchaba posibles sonidos, pero reinaba el silencio. Un silencio casi desagradable. Nadie solia pasar junto a su habitacion, que se hallaba al fondo de la casa, y su ventana daba a un pequeno patio donde solo habia unos arbustos. Entonces, con el rabillo del ojo percibio otro movimiento, apenas una sensacion de algo real. No se lo habia imaginado. Un escalofrio le recorrio la espalda. Se acerco con cuidado a la ventana, echo un vistazo hacia ambos lados. Una lagartija correteaba sobre el terreno reseco y desaparecio bajo unos arbustos. Se quedo ahi un buen rato, mirando por la ventana. Algo se ocultaba entre los arboles, mas alla, junto al muro que rodeaba la escuela. El corazon le latia desbocado. Entonces lo vio. El perro salio de entre los arbustos, husmeando un rastro en el suelo. Era grande, de pelaje marron cubierto de polvo, y parecia abandonado. Erika emitio un suspiro de alivio. Solo era un perro.
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Morder la manzana: La revolucion sera feminista o no sera de Leticia Dolera
https://gigalibros.com/morder-la-manzana-la-revolucion-sera-feminista-o-no-sera.htmlEs este uno de esos libros esenciales que nacen de la necesidad y de la urgencia. Porque Leticia Dolera necesita contar por que es feminista y por que todas deberiamos serlo. Un camino vital en el que se ha encontrado con personas inspiradoras, lecturas reveladoras, anecdotas --de las buenas, de las malas y de las peores-- vividas muy de cerca o en primera persona.
Este libro es tambien la historia de mujeres valientes que marcaron el camino y cuyo ejemplo nos ayuda a despertar nuestras conciencias y tambien a ensenar a las mas jovenes.
Empezando por Eva, la primera que mordio la manzana, esta es una historia sobre todas las mujeres. Porque Leticia Dolera nos invita a abrazar una causa, que es la de todas las personas que sonamos con una sociedad justa.
Por mucho que nos hayan repetido que Eva peco al morder la manzana, nosotras sabemos que aquello fue precisamente lo que la hizo sabia. Entonces ?que?, ?te apetece una? Una obra de empoderamiento feminista para todas las edades. -
Nuestro destino (Destino 2) de Raquel Diaz
https://gigalibros.com/nuestro-destino-destino-2.htmlCuantas veces esta permitido equivocarse?
Cristian ha cometido un gran error. Se marcho buscando respuestas, desesperado por encontrarse y por descubrir quien es realmente el amor de su vida, arriesgandose a perderlo.
Catalina no esta dispuesta a sufrir mas, prefiere alejarse de todo y volver a recuperar esa coraza que la aleja del dolor.
Dos personas que se encuentran en un determinado momento, que se despiertan el alma y que de repente se pierden.
El intentara recuperarla a toda costa, pero ella no se dejara convencer tan facilmente.
Un amor renido y peleado, un amor dispuesto a todo, un amor incapaz de atender a razones.
Y es que, cuando el destino juega sus propias cartas ?que pueden hacer? Unicamente... Dejarse llevar. -
Chispa (Electrico 2) de E. L. Todd
https://gigalibros.com/chispa-electrico-2.htmlMe he enamorado de Taylor.
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Destruccion masiva de Fernando Rueda
https://gigalibros.com/destruccion-masiva.htmlVuelve Fernando Rueda, el autor del best seller Yo confieso, con un reto aun mas dificil:
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Crimenes Imperfectos de Francisco Merchan
https://gigalibros.com/crimenes-imperfectos.htmlDame tu corazon
Tirada una oscuras en el patio trasero de su casa, Ellen Cistar agoniza en medio de un gran charco de sangre mientras observa, con impotencia, como su asesino se pierde entre la lluviosa noche. Guarda un horrible secreto que unas horas despues consigue contar al anestesista del Hospital General del Condado que intenta salvarle la vida. El doctor Peter Tenway, junto al inspector de Policia de Augusta, Anderson Harper, se veran inmersos en una lucha contrarreloj por desentranar el pasado turbio que atormento a Ellen hasta su ultimo aliento.
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Feliz Vida de Lorena Franco
https://gigalibros.com/feliz-vida.htmlSi te gusto Maldito karma, disfrutaras leyendo las aventuras de esta ex “Top model” al borde de un ataque de nervios en su inesperada y proxima vida. Laura Smith, una popular y egocentrica top model, muere de manera absurda e inesperada cuando estaba en su mejor momento profesional en Nueva York. En su primer paseo como espiritu en la ciudad de los rascacielos coincide, entre otros, con el mismisimo John Lennon. Pero al llegar a la luz y conocer a San Pedro, este le dice que tiene que volver. Con otro cuerpo, con otra vida y en otro lugar, recordara mas de su anterior existencia que de la actual, con un toque del otro lado que hara que su nueva vida se complique por momentos. Laura empezara a vivir en el cuerpo de Marta, una cajera de supermercado extremena que vivia en un pequeno pueblo de Extremadura con varios problemas a los que la nueva inquilina de su cuerpo se tendra que enfrentar. <>.
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La corona de cristal de Marta Eguiluz Alaminos
https://gigalibros.com/la-corona-de-cristal.htmlPara Sophie comenzar una nueva vida no es sencillo.
La oportunidad de pertenecer a una de las familias mas importantes de Inglaterra no es facil de sobrellevar. Pronto deberan mudarse a palacio, junto a la familia real. -
Somos lo que comemos de Monica Katz
https://gigalibros.com/somos-lo-que-comemos.html -
Mi futuro contigo de Tina Franco
https://gigalibros.com/mi-futuro-contigo.htmlEl:
La conoci cuando ella aun iba en la secundaria, y fue cuando note su potencial, pude ver el futuro con ella, inteligente, decidida, hermosa, algo magico me mantuvo atrapado a ella. Tuve que intervenir, necesitaba saber que su camino se encontraria con el mio. Yo no soy un mal hombre y ella es la chica de mis suenos...
Si usaria mi dinero seria en hacer que sus deseos se cumplan, eso hasta que llegue el momento de conocernos...
Y ese momento llego... -
Consejos de Amor de Elizabeth Harbison
https://gigalibros.com/consejos-de-amor.html-Nuestra invitada de hoy es Leticia Bancroft, autora del controvertido libro: Como seducir al hombre de tus suenos. Leticia, hablame de la acogida que ha tenido tu libro. -Hara que las mujeres retrocedan cincuenta anos -le dijo Bonnie Vaness a la television, secandose la nariz con un panuelo de papel-. Obviamente, tendra una gran acogida -aparto la manta, buscando el mando a distancia de la television, pero solo encontro panuelos de papel. Todos los anos, en noviembre, pillaba un resfriado monumental. Habia gastado cuatro cajas de panuelos en los ultimos tres dias. -En mi opinion -dijo Leticia-, la reaccion al libro ha sido fantastica. Pero vamos a pedir a algunas de las mujeres del publico que hablen de el. El publico irrumpio en un aplauso. Bonnie maldijo entre dientes y aparto los cojines, buscando el mando. -La verdad, no crei que fuera a funcionar -decia en ese momento una mujer con un aspecto muy normal. Parecia avergonzada de hablar ante un microfono. Bonnie dejo de buscar el mando y miro la pantalla. -Cuando oi hablar del libro, me ofendi. Pense que haria que las mujeres retrocedieran cincuenta anos... -!Exacto! -grito Bonnie. -... pero, por otra parte, ser yo misma tampoco me estaba llevando a ningun sitio. Asi que decidi leer el libro de Leticia. Me disfrace y fui a comprarlo a una libreria de otro pueblo -el publico solto una carcajada. Bonnie estornudo. -Mi historial sentimental era pesimo. Muchos novios y muchas rupturas. Llegue a pensar que no encontraria al tipo de hombre que queria, y tendria que conformarme con menos. Pero lo encontre. Y el ni siquiera se fijaba en mi. Bonnie se irguio en el sofa. Esa mujer podria ser ella. Un monton de novios desastrosos y horribles rupturas, miedo a tener que conformarse o quedarse sola. Despues, eso era lo peor, habia encontrado al hombre de sus suenos y el ni siquiera sabia que existia. -Pero este libro... -hizo una pausa y siguio emocionada-. Este libro me dio ideas para atraer su atencion. Tecnicas practicas, no un monton de filosofia. Casi sin darme cuenta, el hombre que no me habia mirado durante seis meses, me pidio que saliera con el. -Cuentales lo demas -intervino Leticia con entusiasmo. Miro al publico-. !Os va a encantar! -!Nos casamos la semana que viene! -la mujer mostro la mano izquierda, y un bonito anillo de diamantes. El publico grito entusiasmado e irrumpio en un largo aplauso. Bonnie apunto el nombre del libro. 1 Los hombres son criaturas muy visuales. Descubre sus colores favoritos y utilizalos. Se sentira comodo y tranquilo en tu presencia, sin saber por que. Ese es el primer paso de nuestro Plan de Seduccion. Recuerda, el color tiene mucha fuerza; vistete con sus colores favoritos y evita los que no le gusten. Una asociacion desagradable con el color de tu ropa puede llevarlo a evitarte, en vez de adorarte. Como seducir al hombre de tus suenos, Leticia Bancroft. -?Vas a entrar en el ejercito, o algo asi? Bonnie Vaness, que cerraba la puerta de su apartamento, se volvio y miro con impaciencia a Dalton Price, el encargado del edificio. -?Que quieres decir? -Ese traje que llevas. Es la tercera cosa verde y fea que te pones esta semana. Bonnie toco automaticamente el nuevo traje verde oliva que habia comprado en una boutique de Quince Street. Le habia costado media semana de sueldo. -La verdad es que serias buen soldado -siguio el-. Con un genio como el tuyo... -Callate, Dalton. -Eh, solo digo... -el se rio. -Se lo que dices. Que tengo un aspecto horrible. Gracias. -?Yo he dicho eso? -Dalton encogio los hombros-. No, senorita. No eres tu, es el traje. Pense que te gustaria oir una opinion objetiva, antes de salir al mundo vestida asi. Ella no lo miro. No queria que se diera cuenta de que le estaba poniendo los nervios de punta. Dalton Price llevaba poniendola nerviosa desde segundo de primaria, cuando iban juntos al colegio, en Tappen, Nueva Jersey. El la oyo llamar <
> a la profesora, accidentalmente. La atormento durante anos por eso, y por todos los errores que tuve la desgracia de cometer en su presencia. -?No tienes nada mejor que hacer que criticar mi ropa? -pregunto ella, consciente de que quiza Dalton tenia razon. Cuando se probo el traje, se habia dicho que el tinte verdoso que veia en su rostro se debia a la luz de los fluorescentes; pero empezaba a pensar que era el reflejo de la tela verde oliva. -?No tienes algun lavabo atascado que arreglar? -le pregunto. No queria que Dalton notara sus dudas. En el fondo, sentia curiosidad por el trabajo de Dalton. Diez anos antes, Dalton se habia marchado a una universidad del oeste. En el pueblo se rumoreaba que habia tenido mucho exito, que se habia hecho asesor financiero y se habia casado con una actriz. Pero Dalton habia regresado cuatro meses antes, divorciado y con una nina casi adolescente. Lo mas extrano era que no trabajaba como asesor financiero, sino como encargado de un edificio, antiguo y agradable, pero nada lujoso. Bonnie se preguntaba si realmente habia tenido exito o si los rumores eran fantasias de su madre. Al principio habia sido cordial con el, pero a los dos dias de llegar, Dalton empezo a tratarla con la impertinencia de antano, y ella hizo lo propio. Algunas cosas no cambiaban nunca. El clavo en ella sus ojos azules. Unos ojos que, como sabia bien, conseguian que las mujeres se derritieran a sus pies. A ella la irritaban. -Arreglo todo lo que necesita ser arreglado -dijo el, contestando a la pregunta. -?Si? -ella guardo las llaves en el bolso-. Entonces arregla mi ducha. Lleva goteando desde que Carter era presidente. -?Que Carter? -pregunto el. Bonnie lo miro boquiabierta, justo cuando Dalton esbozaba una sonrisa ironica-. Chica, siempre picas, es increible. -De eso nada, solo... -se detuvo. Era verdad. El le tomaba el pelo una y otra vez, siempre con exito. -?No tienes que ir al autobus? -pregunto el, interrumpiendo sus pensamientos. -!Uy! Si -la presencia de Dalton la desconcertaba-. Paula esta esperando abajo. Me matara si perdemos el autobus por perder el tiempo discutiendo contigo. -Estare aqui cuando vuelvas -sonrio y saco una llave inglesa del bolsillo-. Puedes gritarme despues. Entretanto, voy a arreglar el grifo de la senora Neuhouse. -?Y mi ducha...? -Esta en la lista -dijo el por encima del hombro, alejandose. -Me gustaria ver esa lista. -Pasa por mi casa esta noche. Te la ensenare. La guardo debajo de la almohada. -Limitate a arreglar la ducha, ?vale? -a ella le costaba creer que conquistase a las mujeres con frases tan manidas. Bonnie suponia que se fijaban en su atractivo fisico y no se preocupaban de mas. Eran idiotas. -!Papa! -una chica de pelo rubio dorado doblo la esquina corriendo-. !Espera! !Papa! Era Elissa, su hija de nueve anos. Bonnie no pudo evitar detenerse a observarlos juntos. La nina le gusto desde el momento en que la vio, pero tambien la cautivaba la relacion entre padre e hija. El padre de Bonnie habia muerto en un accidente de trafico cuando ella era muy pequena, y no tenia recuerdos de el. Dalton Price tenia muchos fallos, pero Bonnie admiraba su actitud paternal. -Pense que la senora Malone ya te habia llevado al colegio -dijo el, con una ternura que siempre emocionaba a Bonnie. Nelly Malone era una anciana que vivia en el edificio. Era casi como una abuela para Elissa y le encantaba pasar tiempo con ella. -He vuelto a olvidarme el dinero de la comida -dijo Elissa. -Ah, bueno -se metio la mano en el bolsillo y saco un billete de dolar-. ?Basta con esto? -Papi, solo la comida cuesta un dolar sesenta, ya lo sabes. Y el postre es aparte -movio la cabeza, pero sonrio-. Deberias abrir una cuenta en el colegio, igual que hacen casi todos los ninos. -No tienes por que empezar a vivir a credito tan joven -saco otros dos dolares, se los dio y le revolvio el pelo-. Ahi tienes, nena. Comprate un helado de postre. -!Bien! !Gracias! -rodeo su cuello con los brazos, le dio un beso y despues bajo corriendo las escaleras. -
Tormentas y amor en navidad de Birgit Kluger
https://gigalibros.com/tormentas-y-amor-en-navidad.htmlBlake odia la Navidad.
A Shelley le encanta esta fiesta mas que cualquier otra. -
Regalo Inesperado: Un Amor Para Compartir, Ruby Martinez de Ruby Martinez
https://gigalibros.com/regalo-inesperado-un-amor-para-compartir-ruby-martinez.htmlHay diferentes tipos de amor, el que les vengo a presentar es uno de los mas puros y verdaderos que pueda existir.
Todo fue tan inesperado, y aunque los acontecimientos en cierta forma avisaban, nadie lo vio venir. La muerte de Christina Gracia nadie la vio venir. Pero no estaba sola, dentro de ella habitaba una vida que cambiaria por completo el mundo de Eralda, su sobrina.
Eralda, una joven universitaria apasionada por las letras y la poesia, se ve en la necesidad de truncar sus estudios, pues su fallecida tia la deja como heredera y, sobre todo, encargada de su recien nacida hija Becky. -
El olor de tu recuerdo de Lidia Herbada
https://gigalibros.com/el-olor-de-tu-recuerdo.html?Donde iran las historias pendientes que una vez olvidamos?
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Cuanto mas lejos mejor, mi amor de Becca Devereux
https://gigalibros.com/cuanto-mas-lejos-mejor-mi-amor.htmlSiete de la tarde de un domingo cualquiera. Como todos los domingos, me preparo para ir al club al que pertenezco desde hace dos anos y medio. Siempre quedamos en el mismo bar. Lo regenta el hermano de Cris, una de las integrantes del club, y alli nos sentimos como en nuestra propia casa. ?De que va mi club? Bueno... es un poco raro de explicar. Solo te dire que hace dos anos y medio mi vida era una autentica mierda. Me quede sola. Literalmente. Despues de un desengano amoroso del que prefiero no hablar, que conste que ya lo he superado, ejem, me vi mas sola que la una y enterrando mis penas en helado de chocolate. Entonces me tropece por casualidad con Lina, aunque yo sigo pensando que fue obra de mi angel de la guardia, que despues de ver lo mal que lo habia pasado, decidio echarme un cable. Lina me presento a Cris. Decian haber formado un exclusivo club que consistia basicamente en beber margaritas, despotricar del sexo contrario y apoyarnos mutuamente. El club de las solteras. ?La unica norma para entrar en el? No permitir, bajo ningun concepto, que un tio te volviese a romper el corazon. Lina tiene un dicho que repite constantemente para que no se nos olvide: el hombre es el unico animal que tropieza dos veces con la misma piedra. La mujer es mas lista y la siguiente vez la esquiva. Despues llegaron Lola y Maria. Asi, cuando nos dimos cuenta, eramos un grupo de seis mujeres que se apoyaban mutuamente entre si. Dispuestas a dar una palmadita en la espalda de la otra cuando habia tenido un dia horrible, o a dar un tiron de oreja cuando una de nosotras cometia un error. Ese es nuestro club. Nos aconsejamos, nos reimos, bebemos margaritas y lo pasamos en grande. No hay excusa para no quedar porque aquel es, sin lugar a duda, el mejor dia de la semana. Hablamos sin tapujos sobre sexo, trabajo o nuestros problemas. Nos escuchamos sin juzgar y nos divertimos de lo lindo. Tengo tal conexion con estas mujeres que ya las considero mi familia. Una familia de mujeres, algunas de ellas madres, otras separadas, triunfadoras o unas completas guerreras, que se escuchan sin juzgar y se quieren incondicionalmente. El club de las solteras donde el unico requisito es aprender a vivir sin un tio porque, ?de verdad tengo que decirlo? !Sola se esta mejor! Hoy estoy de buen humor. En realidad, todos los domingos lo estoy. Me lo paso genial con las chicas y estoy deseando conocer el ultimo ligue con el que Lina se ha ido a la cama. Escuchar sus aventuras de Tinder es mas entretenido que una telenovela de Netflix. Aunque tambien estoy preocupada por Maria y la crisis adolescente de su hija. A su ex le ha dado por hacer de "buen" padre y ahora intenta comprar a la nina con entradas a conciertos y ropa de marca. Pobre Maria, ultimamente no levanta cabeza. Menos mal que ahi estamos nosotras para apoyarla. Estoy tan ensimismada en mis pensamientos que cruzo el paso de peatones sin mirar. Sucede tan deprisa que ni siquiera me da tiempo a pensar. Un fuerte golpe en la espinilla me tira de boca sobre la carretera. Escucho el derrape de unas ruedas y a alguien maldecir en voz alta. Y entonces si que aullo de dolor. Tengo la rodilla en carne viva y las palmas de las manos magulladas porque he conseguido apoyarlas antes de caerme al suelo. Uf, al menos no me he roto nada. --?Te encuentras bien? Lanzo una mirada furiosa al motorista que acaba de atropellarme. Camiseta de un grupo de rock, vaqueros desalinados y brazos tatuados. Menudas pintas. Me estoy poniendo de pie cuando me agarra de la cintura. --?Que haces? --le espeto furiosa, y me aparto de mala manera. Ni en broma permitiria que un tio con aspecto de malote me pusiera una mano encima--. ?Primero me atropellas y luego me manoseas? El motorista se sobresalta y retrocede. Se quita el casco y me observa con una mezcla de estupor y enfado. Esa mirada chulesca confirma mis peores sospechas. Es la clase de hombre que evito como la peste. No hay mas que verlo. --No te estaba sobando, intentaba ayudarte. Sobando. Brrr... menuda palabra mas desagradable. Pero que se puede esperar de un hombre con semejante apariencia. ?Que tendra? ?Treinta anos? Ni siquiera se ha afeitado. Por Dios, tambien tiene las manos tatuadas. Alguien deberia decirle que le costara encontrar un trabajo decente con esa pinta de motorista grenudo. Ladea la cabeza y me dedica una sonrisa pretenciosa. --?Me quito la camiseta para que me veas mejor? Pongo cara de asco. --Ay, no. Ya he visto toda la mercancia y no hay necesidad de desenvolverla --me agacho para recoger mi bolso y no lo encuentro por ninguna parte--. Es culpa tuya. Deberias conducir con mas cuidado. --La furgoneta que hay aparcada delante del paso de peatones me ha cortado la visibilidad. --Que excusa tan barata... Cuando veo que sostiene algo en la mano, me pongo colorada al ver que es mi ropa interior. Tengo la absurda mania de llevar ropa interior de repuesto dentro del bolso. No se para que, si llevo tanto tiempo sin acostarme con alguien que a estas alturas podria volver a ser virgen. Toda la culpa la tiene Lina y sus consejitos sobre ir preparada por si acaso. El motorista sostiene mi tanga de encaje con un dedo y una sonrisa traviesa en los labios. --Hagas lo que hagas ponte bra... Se lo arrebato antes de que pueda terminar la frase. Menudo cretino. Encuentro mi bolso debajo de un coche y meto a toda prisa el resto de las pertenencias mientras el ni siquiera se digna a ayudarme. --?No me vas a decir como te llamas? Me vuelvo hacia el con cara de poker. A ver ?este tio de donde se ha escapado? Supongo que en algun lugar de su cerebro la unica neurona que le queda ha debido de pensar que despues de atropellarme lo podria encontrar remotamente atractivo. --Claro, primero me atropellas y luego te digo mi nombre. ?Tambien quieres mi numero? --No estoy tan desesperado. Le doy un empujon con el hombro para quitarmelo de encima. Menudo energumeno. Tampoco se de que me sorprendo. En mi trabajo estoy acostumbrada a lidiar con tipos desagradables y ya deberia estar curada de espanto. --Espera, guapa. Me vuelvo hacia el con cara de pocos amigos. --No me llames guapa. Es sexista. Me mira confundido y estoy a punto de reirme. Pobrecillo. Seguro que la palabra sexista no la conoce su reducido vocabulario. --Te dejas tu juguetito. Me lanza el estimulador de clitoris y esta a punto de darme un infarto. Dios de mi vida, esto es el colmo. Lo cojo al vuelo, respiro profundamente y finjo no sentirme avergonzada. Soy una mujer moderna que vive su sexualidad como le da la gana, ?no? --Gracias --respondo con fingida chuleria. --De nada, mujer. Pero si quieres llamar la atencion del proximo desconocido que se te cruce, no hagas que te atropelle. Lo puedes invitar a un cafe. Es mas efectivo. Me meto el dedo en la boca y finjo vomitar. El se rie. Le doy la espalda y camino con decision hacia el bar. Espero no volver a verlo en la vida. --!Adios, guapa! Me despido de el ensenandole el dedo corazon y lo escucho reirse mas fuerte. Si es que... todos los tios son iguales... *** Cuando llego a nuestra mesa, la ultima del fondo con un desgastado sofa rojo, todas me miran horrorizadas. Maria se levanta con un panuelo en la mano y hace de madre, como siempre. --Llevo un botiquin en el bolso. No te muevas. --No hace falta que... --?Que te ha pasado? --pregunta Lola. --Un gilipollas en moto me ha atropellado --me dejo caer en el sofa con expresion resentida. Ahora me arrepiento de no haberlo puesto en su sitio--. !Estoy bien! Maria hace caso omiso a mis quejas y me desinfecta la herida de la rodilla. --Y luego diran aquello de: !mujer tenias que ser! Cuando nosotras conducimos --dice Lina, poniendo los ojos en blanco--. ?Que tal en el trabajo? Dime que traes esa cara por lo del atropello y no porque no consigues imponerte. Desvio la mirada hacia un punto fijo de la pared. Aprovecho que Raul, el hermano de Cris, mira en nuestra direccion para pedirle un coctel margarita y asi evitar la mirada inquisitiva de Lina. Ella se toma mi silencio como una respuesta y resopla. --?Hace falta que te diga que eres la jefa de esa panda de cretinos? Si tu no te impones, nadie ira a rescatarte. Eres su jefa, actua como tal. --No me soportan. --Mejor. El jefe siempre cae mal. Eres su jefa, no tienes que ser su amiga. Agacho los hombros y le doy un sorbo al margarita que Raul acaba de dejar sobre la mesa. --Hoy estas especialmente arrebatadora --le dice Raul a Lina. Ella le dedica una mirada glacial. --Largate. El hace caso omiso a su orden y se sienta a mi lado. No se soportan y nadie sabe por que. Al principio se llevaban bien, pero algo tuvo que suceder hace un ano y medio para que desde entonces se traten de esa forma. Raul la provoca con sus insinuaciones y Lina lo despacha sin miramientos. --?Que se cuentan mis chicas? --?Por que no te largas? Es una reunion de mujeres, por si no te has dado cuenta --le espeta Lina. --Porque me encanta estar con vosotras. Tecnicamente ya soy uno mas, ?no? --el le guina un ojo.--Raul... --le pide su hermana. El pone los ojos en blanco, se levanta y le lanza un beso a Lina. Ella finge que no lo ha visto y se vuelve hacia mi. --?Por donde ibamos? --?Que tal esta Martina? --le pregunto a Maria, con tal de desviar la atencion. --Ha suspendido matematicas, y su padre la llevo el viernes a comprarse un movil como premio. ?Que os parece? Me hace quedar como la mala de la pelicula. Ayer le quite el movil para que estudiase para el examen de recuperacion y me grito que me odiaba. Lo proximo sera decirme que se quiere ir a vivir con su padre. --!No dira eso! --la tranquiliza Lola--. Ya sabes el caracter que se gastan a esa edad. Pero en el fondo Martina conoce la verdad. Su padre viaja de un sitio a otro y solo esta con ella los fines de semana. Sabe que quien se desvive por ella eres tu. --No lo tengo tan claro --Maria se vuelve hacia Cris con lagrimas en los ojos--. A veces preferiria ser madre soltera. El rostro de Cris se ensombrece y se forma un silencio muy incomodo. Maria se arrepiente de inmediato y le coge la mano. --!Perdon! No se ni lo que digo. Ay... normal que Martina no me soporte. ?Creeis que soy una mujer insoportable?
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Rosa Cuchillo de Oscar Colchado Lucio
https://gigalibros.com/rosa-cuchillo.html“Es una de las mejores novelas que se ha escrito en el Peru sobre esa etapa terrible de la historia peruana.”
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Como al leon por sus garras de Jose Manuel Sanchez Ron
https://gigalibros.com/como-al-leon-por-sus-garras.html<
>, la expresion que utilizo el matematico Johann Bernoulli cuando reconocio un texto de Newton sin firma, abre esta interesantisima recopilacion de textos de grandes cientificos. Una gran oportunidad para conocer a los maestros de la ciencia mediante una cuidada seleccion de escritos en los que explican sus descubrimientos. -
El Angel de su alma gemela de Laura Zarraga
https://gigalibros.com/el-angel-de-su-alma-gemela.htmlA sus veintinueve anos, Alexander no ha sido capaz de mantener una relacion que sobrepase mas de una noche; para el, la idea de comprometerse es absurda.
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Los arboles que olvidaron sus nombres de Enrique Laso
https://gigalibros.com/los-arboles-que-olvidaron-sus-nombres.htmlEthan Bush regresa a su ciudad, San Francisco, para colaborar con el Departamento de Policia. Un asesino en serie ha matado a tres ninas de solo 10 anos. Su modus operandi es muy extrano, y siempre abandona a las victimas enterrandolas a los pies de algun arbol.
UN CASO ESCALOFRIANTE PARA EL AGENTE ESPECIAL DE LA UNIDAD DE ANALISIS DE CONDUCTA
Ethan debera afrontar sus miedos y sus traumas, volver a pisar la ciudad que le vio nacer y crecer y, despues de mucho tiempo, colaborar con TOM, antiguo agente del FBI, que ahora trabaja como detective de homicidios en el Departamento de Policia de San Francisco. Una trama fascinante que deleitara a los amantes del genero negro y policiaco.
OCTAVA ENTREGA DE UNA SAGA QUE SUMA MAS DE 900.000 LECTORES EN EL MUNDO
Enrique Laso es un prolifico autor espanol que ha sido No1 en mas de 50 paises, ha vendido mas de 1.500.000 eBooks en todo el planeta y cuyas obras han sido traducidas a 14 idiomas. Una de sus novelas ha sido adaptada al cine en Espana, y otras dos tienen los derechos comprometidos con un agente de Hollywood. Varias productoras nacionales e internacionales han mostrado su interes por adaptar la saga de novela negra Ethan Bush, traducida a 6 idiomas, a la pequena pantalla.
REGRESA ETHAN, REGRESA TOM… REGRESA EL FENOMENO MUNDIAL DEL SUSPENSE Y EL MISTERIO
DESCUBRE LA SAGA DE NOVELA NEGRA Y POLICIACA QUE HA CONQUISTADO A MEDIO PLANETA -
Eva y Brad (Saga Security Ward 3.1) de N. Q. Palm
https://gigalibros.com/eva-y-brad-saga-security-ward-3-1.html -
Dulce despedida de David Nicholls
https://gigalibros.com/dulce-despedida.htmlDurante un verano que va a cambiar su vida, Charlie conoce a Fran...
En 1997, Charlie Lewis es el chico que nadie recuerda en la fotografia del instituto. No le ha ido muy bien en sus examenes. En su casa, se ocupa de su padre, aunque esta seguro de que deberia ser al reves, y, si piensa en el futuro, lo hace con cierto terror.
Hasta que Fran Fisher irrumpe en su vida y, muy a su pesar, Charlie empieza a tener esperanzas.
Pero si Charlie quiere estar con Fran, debera aceptar un desafio que podria hacerle perder el respeto de sus amigos y que requerira que se convierta en otra persona. Debe unirse a la Compania. Y si la Compania parece una secta, la verdad es aun peor.
Al parecer, el precio de la esperanza es Shakespeare.
Conmovedora, graciosa, encantadora y devastadora, Dulce dolor es una comedia tragica sobre el duro camino hacia la adultez y la confusion de la vida familiar, una celebracion de la capacidad de reanimar que tiene la amistad y la explosion breve y ardiente del primer amor, al que solo se puede mirar una vez que la llama se ha apagado. -
Filosofia en 11 frases de Dario Sztajnszrajber
https://gigalibros.com/filosofia-en-11-frases.htmlSolo se que no se nada. Pienso, luego existo. Todo lo solido se desvanece en el aire. Dios ha muerto. Por medio de frases como esas, disparadores que estimulan el pensamiento, Dario Sztajnszrajber se propone sacar a la filosofia de los formatos que la hacen excluyente. Al hacerlo nos lleva a una conversacion alucinada y alucinante con once ideas clasicas, tan pequenas como para caber en un tuit y a la vez tan interminables como las busquedas existenciales.
Incomodo y complejo como su materia misma, este libro inclasificable -es ensayo filosofico, y es tambien novela- consagra a su autor como un explorador impertinente. Sztajnszrajber puede explicar y a la vez contradecir a filosofos como Aristoteles, Descartes, Marx, Nietzsche o Foucault e invitarnos a perdernos en la riqueza de sus ideas. Su historia comienza con un hombre que escapa y, al descender a un subte porteno, se encuentra azarosamente con un crimen del poder. Entre las huellas reconocibles de una republica precaria, la trama mezcla la sangre y el amor, la historia y la esperanza, la represion estatal y la resistencia ciudadana.
En Filosofia en 11 frases, su primer libro con Paidos, Sztajnszrajber lleva la filosofia a los lectores que quieren pensar sin ser subestimados. Y los desafia, socraticamente, con una conviccion: todos podemos hacer filosofia aunque no lo sepamos. -
El cuaderno olvidado de Anabella D'angelo
https://gigalibros.com/el-cuaderno-olvidado.htmlEl dia que Carlos, filosofo y escritor, enfrenta sus teorias sobre la bondad con las de su amigo y companero de profesion Abraham la vida de varias personas esta a punto de cambiar. Todos ellos participaran en el experimento sociologico que Carlos decide llevar a cabo para defender esa bondad que el cree inherente al ser humano.
Un cuaderno olvidado en el vagon de un tren cualquiera y una historia que unos pocos desconocidos decidiran escribir con el sentimiento a flor de piel y la emocion que embarga su existencia y los anima a dejar un trozo de su alma en unas cuantas hojas de papel. -
Chispa y humo de Sofia Navarro
https://gigalibros.com/chispa-y-humo.htmlPidete una copa, elige tu asiento preferido y espera a que suene el jazz. En el barrio de Chueca, todos usan mascara, pero solo una mujer se disfraza de arana. Tarantula esta sola, terminando su ultimo cigarrillo antes de volver a casa. Deja de mirarla y de intentar adivinar quien es, que si la juzgas demasiado, acabara por saberlo todo de ti.
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Trilogia completa El escoces errante de Sophie West
https://gigalibros.com/trilogia-completa-el-escoces-errante.html!Las trilogia completa en un solo volumen!
Tres novelas que narran tres historias de amor y pasion en una Escocia magica y oscura, cuando los antiguos dioses todavia no habian desaparecido de la faz de la Tierra, y los demonios eran combatidos por valientes guerreros.
Tres historias con un nexo en comun, Kenneth Allaban, un soldado mercenario y vagabundo que alquila su espada al mejor postor.
Kenneth viaja de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, ofreciendo sus servicios a quien pueda pagarlos, sin importarle si son de noble cuna o simples vasallos. En sus correrias seduce y es seducido, ahogando el dolor que lo esta consumiendo en el sexo, el alcohol y las peleas. Pero la unica verdad es que despues de cinco anos aun no ha podido olvidar a Seelie, su unico y verdadero amor, que murio en sus brazos, y de cuya muerte se culpa.
?Quieres conocer su historia, la de Blake y Maisi, y la de Gavin y Rosslyn? -
Cuando Pase tu Ira de Asa Larsson
https://gigalibros.com/cuando-pase-tu-ira.htmlLa novela mas vendida de Asa Larsson. Un asesinato despierta viejos fantasmas de colaboracionistas nazis en Kiruna. Wilma y Simon son dos jovenes enamorados que han decidido sumergirse en el helado lago de Vittangijarvi, en el norte de Suecia, en busca de los restos de un avion aleman perdido en 1943. Mientras bucean, alguien corta la cuerda de seguridad de Wilma y tapa el orificio de salida en el hielo. No podran escapar. Cuando la primavera se acerca al norte de Suecia, el cuerpo de Wilma emerge de las aguas del rio Tornealven. Al mismo tiempo, una figura fantasmal aparece en los suenos de Rebecka Martinsson, la reputada abogada de Kiruna. ?Es el fantasma del cuerpo que ha aparecido en el rio? Junto a la inspectora de policia Anna-Maria Mella, Rebecka se sume en un enigma que despierta antiguos rumores de colaboradores nazis en Kiruna, un lugar donde la verguenza y el secreto controlan los recuerdos de la guerra. Y un asesino esta dispuesto a seguir matando para mantener el pasado enterrado para siempre bajo el hielo y la nieve. <
>, Booklist. < >, SKTFtidningen. < >, Aftonbladet. -
Un amor en la conquista de Ivy Bass
https://gigalibros.com/un-amor-en-la-conquista.htmlUn amor en la conquista, por Ivy Bass, es un romance historico que mezcla el realismo magico con la fantasia. Se desarrolla alrededor de 1808, en el territorio de las Provincias Unidas de la Nueva Granada.
Patriotas y colonizadores, criollos y espanoles, todos enfrentados en uno de los momentos cruciales para la inestable independencia de la Nueva Granada alimentada por el fuego de los ejercitos confundidos.
Un amor de raices enemigas, nace en el epicentro de la revolucion, alimentandose del miedo, la separacion y el duelo que sustentan los sentimientos de los corazones heridos. Un amor inevitable, y como no, si el amor es otro juego mas de la naturaleza y uno de sus favoritos. Cuanto lucharan mas alla de la muerte. Ni toda la sangre derramada seria parigual de la envergadura de tal amor. Un amor verdaderamente eterno. -
El verbo de las culturas de Clotaire Rapaille
https://gigalibros.com/el-verbo-de-las-culturas.htmlUn recorrido por diversos paises de Europa, America y Asia para saber cual es su verbo clave y a la vez entender mas su cultura.
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En la mitad de la vida de Kieran Setiya
https://gigalibros.com/en-la-mitad-de-la-vida.html -
?Que paso cuando se terminaron las perdices? 2 de Gema Tacon
https://gigalibros.com/que-paso-cuando-se-terminaron-las-perdices-2.htmlAriel vuelve con mas fuerza que nunca aunque sigue teniendo el corazon dividido. Lo que no sabe es que el tiempo no espera por nadie, y que a su regreso las cosas han cambiado mas de lo que jamas imaginaria. Junto a Merida, Blanca, Aurora, Lilo y otros nuevos companeros de locuras tendra que desmontar las ilegalidades de las mayores villanas de la historia. Aprendera a marcha forzada que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. ?Sabra elegir esta vez o se volvera a equivocar? ?Dejara titere con cabeza?
En sus lineas encontraras intriga, accion, aventura, romance y humor. Descubriras que los cuentos de hadas y que los principes azules no siempre son como los recordabas.
?Quieres comenzar a traumatizarte? -
El hombre de Stalingrado de Robert Blake
https://gigalibros.com/el-hombre-de-stalingrado.htmlUn vibrante thriller de suspense y misterio que te atrapara desde la primera pagina.
Durante unas vacaciones en Italia, Sam Carter, un fotografo de Nueva York, se vera envuelto en una serie de inexplicables acontecimientos que lo abocaran a un trepidante thriller repleto de accion, aventuras, espionaje, intriga, romance, suspense y misterio.
Dejate seducir por este viaje a lo mas profundo del corazon de Europa tras la caida del muro de Berlin donde la pasion y la venganza conviven con un oscuro secreto del pasado. -
Una Historia Crepuscular de Stefan Zweig
https://gigalibros.com/una-historia-crepuscular.html?Ha sido el viento lo que ha traido de nuevo la lluvia a la ciudad haciendo que nuestra habitacion se oscurezca de pronto? No. La atmosfera esta tranquila y tiene una claridad argentada, como raras veces ocurre en estos dias de verano, pero se ha hecho tarde y no nos hemos dado cuenta. Solo los tragaluces de enfrente sonrien todavia con un debil resplandor y por encima de los tejados el cielo se cubre ya de una bruma dorada. En una hora sera de noche. Una hora maravillosa, pues nada es mas bello que ese color que poco a poco se marchita y se ensombrece, y luego la oscuridad, que brotara del suelo, invadira la estancia, hasta que sus negras olas se replieguen en silencio sobre las paredes y nos arrastren a las tinieblas. Entonces, cuando en este momento nos sentemos uno frente al otro y nos miremos sin hablar, nos parecera que el rostro familiar que entra en las sombras se ha vuelto mas viejo, extrano y lejano, como si nunca lo hubieramos conocido y lo contemplaramos a distancia y a traves de muchos anos. Pero ahora quieres que hablemos, porque en el silencio oyes acongojado como el reloj rompe el tiempo en cien pequenas astillas y la respiracion se vuelve ruidosa como la de un enfermo. Quieres que te cuente algo. Con mucho gusto. Aunque no de mi, pues nuestra vida en estas ciudades inmensas es pobre en acontecimientos o asi nos lo parece, porque todavia no sabemos lo que en realidad nos pertenece. Pero voy a contarte una historia adecuada para esta hora que, a decir verdad, solo ama al silencio, y quisiera que tuviese un poco de esa luz crepuscular, calida, dulce y profusa que se extiende como un velo ante nuestras ventanas. No se cual es el origen de esta historia. Simplemente recuerdo que, desde primera hora de la tarde, he estado aqui sentado mucho rato, leyendo un libro, despues lo he dejado y me he sumido en una especie de ensueno letargico, tal vez incluso en un sueno ligero. De pronto he visto unas figuras que se deslizaban a lo largo de la pared, y podia oir sus voces y penetrar en sus vidas. Pero cuando he querido seguir con la mirada esas formas fugitivas, me he encontrado de nuevo despierto y solo. El libro habia caido a mis pies. Lo he recogido y le he preguntado acerca de las figuras: ya no he encontrado la historia en el, como si hubiera caido de sus paginas a mis manos o como si nunca hubiera estado alli. Quiza la habia sonado o la habia leido en una de aquellas nubes de colores que hoy habian llegado de tierras lejanas a nuestra ciudad transportando la lluvia que durante tanto tiempo nos ha importunado. Quiza la habia oido en una vieja e ingenua cancion que un organillo habia tocado entre melancolicos gemidos bajo mi ventana, o alguien me la habia contado anos atras... No lo se. A menudo me llega este tipo de historias, y me divierte dejar fluir entre mis dedos las cosas que cuentan, sin retenerlas, al igual que uno acaricia espigas y flores de tallo largo sin cogerlas. Solo las sueno a partir de una imagen repentina y coloreada que termina por difuminarse, pero no las retengo. Sin embargo, hoy quieres una historia, y te la voy a contar en esta hora del crepusculo en la que nos invade el deseo de ver algo multicolor agitandose y brillando ante nuestros ojos que los tonos grises entristecen. ?Como empezar? Tengo la sensacion de que debo hacer salir por un momento de las sombras una imagen y una figura, pues asi comienzan tambien en mi esos extranos suenos. Ya me acuerdo. Veo a un esbelto muchacho que desciende por los anchos peldanos de la escalera de un castillo. Es de noche, una noche con solo un palido claro de luna, pero, como si tuviera un poderoso faro, abarco el perfil entero de su cuerpo agil, distingo perfectamente sus rasgos. Son extraordinariamente bellos. Sus cabellos negros peinados a la moda infantil caen sobre su frente un poco demasiado ancha, y las manos, que el extiende hacia delante en la oscuridad para palpar el calor del aire caldeado por el sol, son muy finas y nobles. Su paso vacila. Desciende absorto hacia el gran jardin que murmura con sus numerosos arboles redondeados y entre los cuales reluce como un sendero blanco una unica y amplia avenida. No se cuando sucedio, si ayer o hace cincuenta anos, ni tampoco se donde, pero creo que debio de ser en Inglaterra o en Escocia, pues solo alli conozco castillos de piedra tallada tan altos y grandes que de lejos parecen fortalezas altivas y amenazadoras y que solo para el ojo familiarizado se inclinan sobre sus jardines luminosos y floridos. Si, ahora lo se seguro, esta alla arriba en Escocia, pues solo alli las noches de verano son tan luminosas que el cielo tiene el brillo lacteo del opalo y los campos nunca estan oscuros, todo parece tenuemente iluminado desde el interior y solo las sombras, semejantes a gigantescos pajaros negros, caen sobre esas capas de luz. Es Escocia, oh si, ahora lo se con seguridad y, si me esforzara, encontraria el nombre de aquel castillo condal y tambien el del muchacho, pues ahora la oscura corteza de mi sueno se desprende rapidamente y lo percibo todo con tanta claridad como si no fuera un recuerdo, sino una vivencia. Durante el verano, el muchacho se aloja en casa de su hermana casada y, siguiendo la afable costumbre de las familias inglesas distinguidas, no es el unico invitado; la cena reune a todo un grupo de cazadores y sus mujeres, asi como a algunas muchachas: personas bien parecidas y de categoria cuya juventud e hilaridad, sin ser ruidosas, juegan con el eco de los viejos muros. De dia los caballos galopan por doquier, acompanados de una jauria de perros; al otro lado, en el rio, centellean dos o tres barcas: una actividad sosegada confiere al dia un agradable ritmo rapido. Terminada la cena, se levanta la sobremesa. Los caballeros han ido al salon, fuman y juegan; hasta medianoche las ventanas proyectan en el parque conos de luz blanca y vibrante en los bordes, a veces tambien una risa franca y jovial. La mayoria de las damas se ha retirado a las habitaciones, tal vez dos o tres conversan todavia en el vestibulo. Asi que el muchacho esta solo. No tiene permiso para ir con los hombres, o solo por unos instantes, y se siente cohibido en presencia de las damas, porque a menudo, cuando abre la puerta, ellas bajan la voz, y comprende que hablan de cosas que el no debe oir. Por otra parte, no le gusta su compania, pues le interrogan como a un nino y no prestan demasiada atencion a sus respuestas; simplemente lo utilizan para mil pequenos favores y luego le dan las gracias como a un chico bueno y obediente. Asi que ha decidido irse a la cama y ya ha subido la escalera de caracol; pero la habitacion esta demasiado caldeada, con una atmosfera cargada y sofocante. Se han olvidado de cerrar las ventanas de dia y el sol ha campado por sus respetos: ha abrasado la mesa y la cama, se ha encarnizado con las paredes y los rincones, y las cortinas despiden todavia su halito ardiente e irritado. Y, despues de todo, es demasiado pronto, y fuera la noche estival resplandece como una vela blanca, tan tranquila, tan en calma, tan deliciosamente en calma. De modo que el muchacho baja de nuevo la gran escalinata del castillo hasta el jardin, sobre cuyo oscuro contorno circular el cielo derrama su luz mortecina como un nimbo y adonde lo atrae el aroma tremulo de mil flores invisibles. Tiene una extrana sensacion. En la confusion de sentimientos propia de sus quince anos, no sabe explicarlo, pero sus labios tiemblan como si tuviera que hablar a la noche, levantar las manos o cerrar los ojos mucho rato, como si hubiera algo misterioso y familiar entre el y aquella encalmada noche de verano que pide una palabra o un gesto de cortesia. El muchacho sale poco a poco de la amplia y despejada avenida para adentrarse en uno de los estrechos senderos laterales, donde los arboles parecen abrazarse en lo alto con sus copas iluminadas por destellos argentados, mientras que abajo impera la oscuridad prenada de noche. Todo esta absolutamente tranquilo. El paseante, perdido en una dulce y vaga melancolia, solo percibe el indescriptible ruido del silencio en el jardin, el vibrante zumbido como de una lluvia fina que cae en la hierba o de susurrantes briznas frotandose ligeramente unas a otras. A veces roza con un arbol o se detiene para escuchar ese ruido fugitivo: el sombrero le cae sobre la frente y se lo quita para sentir sobre sus sienes desnudas, donde golpea la sangre, la mano del viento aletargado. Y entonces, de golpe, a medida que se adentra en la oscuridad, ocurre algo inaudito. La grava cruje levemente detras de el. Cuando se vuelve, asustado, ve el brillo como de fuego fatuo de una gran figura blanca que avanza hacia el, ya esta cerca y siente con un escalofrio el abrazo fuerte, aunque sin violencia, de una mujer. Un cuerpo calido y suave se estrecha febrilmente contra el suyo, una mano le acaricia rapida y temblorosa el pelo y le inclina la cabeza hacia atras: tambaleante, el siente en la boca un fruto abierto, desconocido, unos labios estremecidos que sorben los suyos. Tan cerca esta este rostro del suyo que el no puede verle los rasgos. Y no se atreve a mirarlos, porque un doloroso escalofrio recorre su cuerpo y le obliga a cerrar los ojos y abandonarse sin resistencia como botin a esos labios ardientes; vacilante, inseguro como una pregunta, sus brazos acogen entonces a la desconocida figura y, ebrio de repente, estrecha el cuerpo extrano contra si. Sus manos se deslizan avidas a lo largo de las delicadas formas, se detienen y se retiran temblorosas, luego se vuelven mas febriles y atrevidas. Cada vez mas apremiante e inclinada, la feliz carga descansa ahora todo su peso sobre el complaciente pecho del muchacho. De alguna manera se siente engullido, arrastrado por este abrazo jadeante, y se le doblan las rodillas. No piensa en nada, no se pregunta por que aquella mujer ha acudido a el ni como se llama, se limita a sorber hasta embriagarse de la voluptuosidad de sus labios desconocidos, humedos y perfumados, sin voluntad, sin comprender lo que le impulsa a ese apasionamiento inaudito. Le parece como si de repente hubieran caido estrellas, tan intenso es el centelleo delante de sus ojos, y todo lo que toca chispea y quema. Y no sabe cuanto tiempo transcurre, si horas, tan blandas son las cadenas que lo atan, o si segundos: siente que todo se inflama y es arrastrado en el arrebato de una lucha voluptuosa, en un torbellino maravillosamente vertiginoso. Y bruscamente, de golpe, la ardiente cadena se rompe. De repente, casi con ira, el abrazo libera su pecho apresado; la figura desconocida se incorpora, una cinta de luz blanca se desliza veloz a lo largo de los arboles, ha desaparecido antes de que el pueda levantar las manos para retenerla. ?Quien habra sido? ?Y cuanto tiempo habra durado? Angustiado, aturdido, se levanta apoyandose en un arbol. Poco a poco el frio raciocinio vuelve a su cerebro calenturiento: le parece de repente que su vida ha avanzado mil horas. ?Acaso todos sus suenos confusos acerca de las mujeres y la pasion se han vuelto de pronto realidad? ?O todo ha sido un sueno en definitiva? Se palpa, se toca el pelo. Si, sus sienes palpitantes estan humedas, humedas y frescas del rocio de la hierba sobre la que se han revolcado. Ante sus ojos se repite la escena con la velocidad del rayo, siente de nuevo el ardor de los labios, aspira el perfume de voluptuosidad, extrano y penetrante, que desprendia la ropa de la mujer, y trata de recordar cada una de sus palabras. Pero no le viene ninguna a la memoria. Y entonces, subitamente, recuerda alarmado que ella no ha dicho nada, ni siquiera lo ha llamado por su nombre, que de ella no conoce sino los suspiros que rebosaban de su pecho como una amenaza, los sollozos de placer convulsivamente ahogados, el perfume de su pelo enmaranado, la calida presion de sus pechos, el esmalte pulido de su piel; sabe que su cuerpo, su respiracion, todos sus sentimientos le han pertenecido y, sin embargo, no sospecha quien es la mujer que lo ha sorprendido con su amor en la noche. Sabe que solo puede balbucear un nombre para designar su sorpresa, su felicidad. Y ahora esta experiencia fugaz e inaudita que acaba de vivir con una mujer le parece pobre, banal y completamente baladi al lado del fulgurante misterio de los ojos cautivadores que lo acechaban desde la oscuridad. ?Quien era esa mujer? Al vuelo estudia todas las posibilidades, pasa revista mentalmente a todas las mujeres que viven en el castillo; evoca todos los momentos singulares y todas las conversaciones que ha mantenido con ellas, las sonrisas de cinco o seis de ellas, las unicas que podrian estar envueltas en este enigma. ?Quiza la joven condesa E., que suele tratar con aspereza a su marido ya mayor, o la joven esposa de su tio, que tiene ojos de una dulzura extrana y, sin embargo, tan irisados, o bien--se estremecio al recordarla--una de las tres hermanas, primas suyas, que tanto se parecen en su porte altivo, orgulloso y estirado? No, porque todas ellas son personas frias y discretas. En los ultimos anos a menudo se habia considerado un desheredado, un enfermo, desde que secretos ardores agitaban su espiritu y se mezclaban flameantes en sus suenos. !Como habia envidiado a todos los que eran o parecian tan serenos, tan equilibrados y desprovistos de cualquier deseo! El habia tenido miedo de su pasion naciente como de una enfermedad. ?Y ahora...? Pero ?quien, cual de ellas era capaz de semejante engano? Poco a poco esta pregunta obsesiva disipa la embriaguez que enturbia sus sentidos. Se ha hecho tarde, las luces del comedor se han apagado, solo el esta despierto en el castillo, el... y quiza aquella otra. La desconocida. La fatiga empieza a hacer mella en el. ?Para que seguir dandole vueltas? Seguro que manana una mirada, una llama entre los parpados, un apreton de manos a hurtadillas, se lo revelara todo. Sube entre suenos las escaleras, tal como las habia bajado, pero ahora sus suenos son infinitamente diferentes. Tiene la sangre todavia un poco agitada, y la habitacion caldeada ahora le parece mas clara y fresca. Cuando al dia siguiente se despierta, los caballos ya piafan y escarban en el patio, oye pronunciar su nombre en medio de risas. Se levanta de un salto--ha pasado la hora del desayuno --, se viste con una rapidez febril y se precipita abajo, donde los demas lo reciben con alborozo. <>, le espeta la condesa E. riendo, y la risa brilla en sus ojos claros. El escruta su rostro con ansiosa curiosidad; no, no puede ser ella, su risa es demasiado despreocupada. <>, se burla la joven, pero a el su cuerpo delicado le parece demasiado delgado. La pregunta del muchacho vuela de un rostro a otro, pero en ninguno descubre el reflejo de una sonrisa. Da comienzo la excursion a caballo por el campo. El escucha todas las voces, con la mirada espia cada linea del cuerpo de las mujeres, las ondulaciones del pelo que el ritmo del trote les impone, observa los movimientos de sus espaldas al doblarse y el modo como levantan los brazos. Durante el almuerzo se inclina sobre ellas para percibir el perfume de sus labios o la tibieza de sus cabellos, pero nada, nada le proporciona el menor indicio, una fugaz pista que su imaginacion inflamada pueda seguir. El dia se alarga inacabable hasta el atardecer. Ahora que quiere leer un libro, las lineas saltan fuera de los margenes y lo conducen hasta el jardin, y vuelve a ser de noche, una noche extrana, y se siente de nuevo rodeado por los brazos de la desconocida. Deja caer el libro de sus manos temblorosas, quiere ir al estanque y, de repente, asustado, se encuentra en el camino de grava, en el mismo lugar. Durante la cena sus manos estan nerviosas, palpan sin descanso a diestro y siniestro, como perseguidas, sus ojos se esconden timidos bajo los parpados. Por fin, oh, por fin, cuando los demas retiran sus sillas, el se siente feliz, sale corriendo de la sala y se adentra en el parque, cien veces, mil, camina arriba y abajo de la blanca avenida, que bajo sus pies parece centellear como una niebla lactea. ?Estan ya encendidas las luces del salon? Si, por fin llamean, y por fin brillan tambien algunas ventanas del primer piso. Las damas se han retirado. Si ella va a venir, ya no puede tardar mas de unos minutos, pero cada minuto se hincha de rubea impaciencia hasta estallar. Y continua arriba y abajo con pasos convulsos, como tirado por hilos invisibles. Y entonces, de repente, la figura blanca se desliza escaleras abajo, rapida, demasiado rapida para poderla reconocer. Parece un rayo de luna o un velo perdido flotando entre los arboles que un viento impetuoso empuja hacia el, y ahora, ahora, esta en sus brazos, que se estrechan como garras avidas alrededor del cuerpo indomito, ardiente y palpitante, acalorado por la carrera. Como ayer, de nuevo es un unico instante en el que la calida oleada se rompe de improviso contra su pecho, con tanta fuerza que el cree desfallecer por el dulce golpe, y su unico deseo es dejarse llevar, arrastrado a un sombrio abismo de placer. Pero luego su embriaguez se extingue de golpe, y el reprime su ardor. !No, no se perdera en esta maravillosa voluptuosidad, no se abandonara a estos labios voraginosos antes de saber el nombre de este cuerpo que se aprieta tan estrechamente contra el que es como si un corazon extrano latiera fuerte en su propio pecho! Echa hacia atras la cabeza ante sus besos para verle la cara: pero caen unas sombras y, en la luz incierta, se confunden con los cabellos oscuros de la mujer. El follaje de los arboles es demasiado espeso y demasiado palido el claro de luna velado por las nubes. Solo ve los ojos de ella, que brillan fosforescentes como rubies encastados en marmol blanco. Entonces el quiere oir una palabra, solo una astilla arrancada a su voz:
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Legado Viviente. Entre los Muertos de R. W. K. Clark
https://gigalibros.com/legado-viviente-entre-los-muertos.html -
Belleza misteriosa de Kristine Rolofson
https://gigalibros.com/belleza-misteriosa.htmlJess Sheridan pensaba que el matrimonio era lo peor. Con una vez ya habia tenido mas que suficiente y no habia mujer en el mundo que lo llevara de nuevo al altar. Pero cuando llego aquella misteriosa rubia a Beauville, Texas, Jess sintio hacia ella algo mas que una simple atraccion. Ademas, Lorna Walters no solo era maravillosa, !sino que estaba embarazada! Pronto Jess se olvido de sus principios y decidio hacer lo que debia. ?Y quien mejor para arreglar aquella dificil situacion que un vaquero soltero?
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Las pompas del diablo de Carles Casajuana
https://gigalibros.com/las-pompas-del-diablo.htmlComo funcionario del Ayuntamiento de Barcelona, no se puede decir que Serafi Serratosa haya tenido una carrera brillante. Pero sus perspectivas profesionales cambian de golpe cuando, tras doce anos de trabajo gris, lo nombran jefe del gabinete del nuevo teniente de alcalde. Encargado de revisar el proyecto del nuevo Centro de Control de Transito, Serafi Serratosa consigue en muy pocos dias llegar al corazon de la
corrupcion municipal.
No es que el se lo proponga, porque solo pretende aprovechar las ventajas de su nuevo cargo para vivir bien, pero enseguida se ve rodeado de tecnicos suspicaces, secretarias displicentes, arquitectos sospechosos, constructores que no estan para mandangas, un par de chicas de buen ver y una muestra variada del hampa menos refinada. Ademas de los politicos, claro.
Todo ello lo lleva a protagonizar esta comedia alocada, incisiva e hilarante, Las pompas del diablo.