la bofetada de gilda
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la bofetada de gilda - Kike Cherta
https://gigalibros.com/la-bofetada-de-gilda.htmlEntre las historias de La bofetada de Gilda nos encontramos con una mujer loca que vive con quince gatos, enamorada de un oso de peluche gigante; pero tambien conocemos a un chicohombre y una chicamujer; o a un senor muy bueno que, para dejar de serlo, decide ir a Canada a matar focas. Y aun mas: aparece un mal padre en coma que, tal vez, quien sabe, sea el salvador del universo, e, incluso, Abraham Lincoln, retratado en sus infidelidades a una domadora de circo. Pareciera que todo es posible en La bofetada de Gilda y su universo de ficcion desmedido: el lector disfrutara de este conjunto de relatos que activa magistralmente un ocasional tono del absurdo, con personajes tan cercanos como perturbadores, dentro de una escritura limpia y directa.
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la bofetada de gilda (ebook) - Casa del Libro
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La bofetada de Gilda (II Premio de Narrativa Francisco Ayala ...
https://www.amazon.es/bofetada-Gilda-Premio-Narrativa-Francisco-ebook/dp/B00I8JK36QLa bofetada de Gilda es un libro de cuentos sorprendente. Historias sencillas y sinceras tras las que se ocultan verdades agridulces.
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LA BOFETADA DE GILDA (EBOOK) - KIKE CHERTA - Agapea
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la bofetada de gilda - cherta ferreres, enrique - Librería Proteo
https://www.libreriaproteo.com/libro/ver/1271388-la-bofetada-de-gilda.htmlLA BOFETADA DE GILDA, CHERTA FERRERES, ENRIQUE, ISBN: 9788415222279 Librerías Proteo y Prometeo. Desde 1969 entre Libros. La mayor librería especializada de ...
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La bofetada de Gilda - Cherta Ferreres, Enrique - Todos tus ...
https://www.todostuslibros.com/libros/la-bofetada-de-gilda_978-84-15222-26-21 feb 2014 — Dónde encontrar "La bofetada de Gilda". Stock en librería. Disponible en 2-3 Días ... Libros relacionados. Te ofrecemos más de un millón de ...
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La bofetada de Gilda - Kike Cherta - Debeleer.com
https://www.debeleer.com/la-bofetada-de-gilda-kike-cherta/PDF • Descargar Libros Gratis ... La bofetada de Gilda – Kike Cherta ... Algo así como la bofetada que Rita Hayworth le arrea a Glenn Ford en Gilda, ...
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La libélula: La Bofetada de Gilda (Kike Cherta) | RTVE Play
https://www.rtve.es/play/audios/la-libelula/libelula-bofetada-gilda-kike-cherta-25-03-14/2465380/25 mar 2014 — Así que aprovechando que Kike anda por el páramo hertziano vamos a ir a buscarle y así comentamos su libro y le preguntamos el por qué de ese ...
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Gilda. El libro del 75 aniversario - Fnac
https://www.fnac.es/Gilda-El-libro-del-75-aniversario/cp7341/w-416 jun 2021 — Gilda es más que la escena del guante y la bofetada. Un clásico del cine negro cargado de turbios asuntos amorosos y un ambiente embaucador.
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La Bofetada De Gilda (ebook) - El Corte Inglés
https://www.elcorteingles.es/ebooks/tagus-9788415222262-la-bofetada-de-gilda-ebook/Entre las historias de La bofetada de Gilda nos encontramos con una mujer loca que vive con quince gatos, enamorada de un oso de peluche gigante; ...
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Imperio Sucio de Jorge Borges
https://gigalibros.com/imperio-sucio.htmlAlba era una joven preciosa.
Una joven promesa de la moda.
Un mundo peligroso y oscuro.
Donde se trepa de rodillas. -
En la piscina vacia de Felix Sabroso
https://gigalibros.com/en-la-piscina-vacia.htmlLlevaba ya mas de dos anos sin escribir. Casi ni siquiera fantaseaba con hacerlo. Me habia dedicado un tiempo, demasiado, a esa pequena literatura oral que nos convierte en charlatanes de fiestas, sobreactuados de red social, manipuladores de las palabras en favor de un goce no siempre de ida y vuelta. Un intenso palabritas, sobrado y elucubrador. Un pesado a evitar, soportable solo a ratos. Siempre conseguia eludir el papel. No queria bajar al sotano, aterrado ante el sonido que de alli me llegaba. No era un sonido, era un terrible olor que a duras penas conseguia disfrazar, un hedor sonoro como un grito podrido. Pensaba a menudo que era cuestion de tiempo, de rachas, periodos de observacion y reflexion, de etapas de llenado. Acumulando sin discriminar, como si todo fuese informacion, como si todo me sirviese alguna vez para algo en mi Diogenes absoluto. Amontonando vivencias apestosas, situaciones y miradas como bolsas de basura apiladas en los pasillos... Me castigaba y me toleraba al mismo tiempo. Siempre supe hacerlo, combinar indulgencia y autorreproche, mi coctel favorito. Pero en cada uno de aquellos dias habia siempre un momento para la decision y la audacia, asi me convencia de que estaba intentando remediarlo, de que arrancaria con la escritura por fin partiendo de cualquiera de las innumerables ideas que diariamente hacian en mi el camino de entrada y salida. Cualquiera de ellas, incluso la peor de todas. La satisfaccion estaba solo en pensarlo: un goce neurotico, una fantasia analgesica y paralizante. El cuerpo obedece con automatica ferocidad y busca caminos para nuestros mas titubeantes requerimientos, casi siempre en contra de nosotros mismos. El cuerpo gobierna y, atendiendo a ese deseo de volver a escribir, realizo algunos movimientos, intentando ponerle remedio de la unica manera que sabia: haciendo mas ruido aun, rompiendolo todo y poniendome en jaque. Asi, una noche en la que el olor estaba a punto de asfixiarme, mi cuerpo abrio las ventanas de par en par; y alli estaba el, husmeando, merodeando. Y yo, claro, lo deje entrar. Aun confundo el momento exacto en que entro en mi vida, pero esta intacto el retrato mental que me hice de el. Era un torpe, un ambicioso, el muchacho sordo y mudo que tenia todos los nombres y ninguno. Ese idiota innecesario al que invitaria al festin con mi desden de vampiro amateur y mi exceso de falso enamorado de la vida sin decirle que el era la unica vianda. Lo habia visto ya antes, a distancia, y sabia lo que estaba haciendo. No eran, ni por asomo, pasos inocentes los suyos, pero los mios tampoco. Comence con algunas frases tontas y el respondio con algun cuestionable halago. Luego, un gesto suyo de prematuro desinteres fue decisivo para que afilase mis colmillos y me tirase en barrena a por el a una velocidad vertiginosa y comica a un tiempo. Se llamaba Victor, como siempre humilde y pretencioso como el charol embarrado de un zapato que no esta hecho para caminar y que sin embargo lleva ya el cuentakilometros al limite. Podria completar la descripcion pero lo cierto es que el dibujo a trazo gordo del idiota interesado saltaba de el a mi como las pulgas... Y nos fundiamos, o mejor, nos confundiamos, mezclandose nuestros rasgos de origen antagonicos hasta el mimetismo absoluto, como en esos videoclips con morphing de los noventa. Asi, a veces yo era el y otras el era yo, a veces moria de pena por el y otras me lamentaba de mi mismo. En cuanto a el, tambien a veces le ocurria todo, pero casi siempre nada. Podria dedicar mas tiempo a describir con detalle todos los episodios de esta breve relacion que venia a colmar el vaso, a provocar un equilibrio a traves de un gran desastre, a cambiar las cosas quiza o a desmontarlas definitivamente para que nada se moviese. Podria contarlo, disfrazando habilmente las obviedades, porque tengo cada instante de aquellos escasos dos meses minuciosamente elaborado y, por supuesto, reinventado: cuando el idiota se hizo listo, cuando yo me volvi idiota, cuando manipule triunfante, cuando me dieron la vuelta, cuando crei amar, cuando jugue sin piedad, cuando creyo amar el, cuando me desprecio, cuando se sintio despreciado, cuando nos reimos todos de el, cuando el se rio el ultimo... Pero definitivamente esto no es una cancion de amor, hablamos del egoismo y sus excelencias, asi que el relato exige a gritos una elipsis. Se trataba de un asunto de dos tan intenso como comun, tan brillante como repetido, de tal manera que todo el que fuese ajeno a aquella borrachera emocional, es decir, todo el mundo excepto yo, lo encontraria, sin duda, eludible, inutil, soporifero y no pasaria de estas primeras paginas. Malos tiempos para cuentos de amor con el unico y endeble fin de emocionar, para historias esperanzadoras que no han sido desvirgadas por venenosos puntos de giro, para paginas y paginas de dulce retrato prenado de eficaz empatia pero sin cargas de dinamita ocultas tras cada punto y aparte. Nada de eso. Voy a ir a lo que considero sin duda el verdadero arranque de la cuestion. Dare un salto mortal para situarme directamente en el momento en que mate a Victor. Aquella imborrable noche en la que destroce a ese muchacho de tal modo que no lo reconocio ni su madre. 2 Comienzos exagerados de eyaculador precoz. Siempre me pongo el liston muy alto para asi defraudar y defraudarme, creando para mi mismo un apacible fracaso, una emocion familiar que me devuelve al mismo lugar: ese narcotico confort donde siempre me rindo, me inmovilizo y apago el ruido. Destroce a aquel muchacho de tal modo que no lo reconocio ni su madre. !Que exageracion tan resultona! Soy un gandul acomodado con infulas de roquero que confunde a la audiencia haciendole esperar algo mas audaz, incorrecto y emocionante de lo que en realidad fue: ni un crimen de pasiones del hemisferio sur, ni el de un psicopata descuartizador, ni el de un escritor asesino con complejo de Dios --creador y destructor, filosofia y metafora del mundo que se desmorona, la podredumbre de la sociedad del exito, ego y naturaleza creativa--. Nada de eso. Fue solo un torpe accidente: no conduzco bien, no conduzco nada y habia bebido tanto como una comunidad autonoma. No estaba colerico ni desesperado, no se me habia colmado el vaso, aun no estaba a punto para la revolucion que posteriormente protagonizaria. Solo fue una llamada de atencion, un trailer promocional, una actuacion histerica e innecesaria: me largaba de la fiesta de cumpleanos de Adriana, mi editora, tras discutir con ella -- desacuerdos y amenazas-- y despues de una sobredosis de impertinencias de Victor. Pero la fiesta la dejamos para luego. Ahora vamos al accidente: a la rueda que marcha adelante y atras, al neumatico chirriante, a mi mano errada titubeando con las marchas, quemando el mecanismo, a su cabeza arrastrandose por el asfalto, al chof de cucaracha aplastada, al ruido de la maquina cuando cruje al ser. Le habia pedido las llaves de su coche. Nos conociamos hacia apenas dos meses y era nuestra primera fiesta juntos, pero el ya sabia perfectamente que yo no conducia nunca y se hacia evidente que estaba muy borracho. Aun asi me las dio. La indolencia y la irresponsabilidad impidieron que Victor dudase ante mi solicitud, muy propio de una generacion en la que debieron verter sosa caustica sobre el neurotransmisor encargado de la empatia con el projimo. Sali de aquel chale --oda tantas veces repetida al siglo XX y sus excelencias decorativas-- haciendome notar, interpretando el orgullo, la altivez y la radicalidad de alguien que hubiese llegado a una suerte de conclusion iluminada: una tontuna en contra de todavia no sabia que... Como pude llegue al coche y, tampoco se como, consegui meter las llaves en el contacto. El equipo de musica se activo enseguida, saturando y aniquilando mas si cabe mi percepcion del entorno. Sonaba un CD del chico, una macarrada infumable. No lo apague. La senti de pronto como la banda sonora perfecta para dar contenido a mi terrorista interior; en ese momento yo era Victor. Y probablemente tambien Victor fuera yo, porque hizo lo que sin duda hubiese hecho yo mismo: seguirme arrepentido hasta el parking. En nuestros escasos encuentros esos habian sido los pequenos gestos que yo interpretaba como amorosos, no habia otros a los que asirse. Asi se construia nuestro endeble y enganoso asunto. Victor me siguio preocupado y a mi, subjetivo como mi oficio, estos cuasigestos me ponian hasta el culo de endorfinas. Probablemente solo penso --porque efectivamente alguna vez parecio hacerlo (mas por fria templanza que por comun proceso reflexivo)-- en como cono volveria a su barrio desde aquella urbanizacion tan irritantemente desubicada, o quiza temio que me cargara su coche, su unica y mas preciada propiedad: una chatarra patria de tercera mano. Di marcha atras. No lo vi, nunca lo veia y esta vez tampoco. No supe que era lo que se habia enganchado, primero a las ruedas y luego al chasis inferior. Lo arrastre una y otra vez. En lugar de frenar, debi de concluir que la mejor manera de deshacerme del bulto seria superarlo, pisotearlo hasta que se soltase. Tambien soy asi, cuando la cago insisto hasta la gran cagada y remato... No fue tan facil mover el vehiculo adelante y atras, pero segui hasta acabar envolviendolo todo en humo. Por fin me detuve y baje del coche. Alli estaba Victor: sus zapatos pretenciosos me enternecieron. Me di cuenta por primera vez de que los llevaba para buscar mi aprobacion, otro gesto que sobreinterprete nuevamente como mudo acto de amor. Asi, antes del horror, primero senti lastima de aquel pobre hombre que en ese momento era yo; antes del horror, me cupieron incluso las milesimas ironicas, el chiste que enciende la culpa inmediata y te obliga a recular sobre ti mismo. Una casi risa ante sus delgadas piernas saliendo por la parte trasera del vehiculo: una imagen de dibujos animados, el coyote aplastado. ?Por que no grito? ?Por que cayo inerte desde el primer instante como un saco de patatas? No somos de piedra y, aunque recorramos carreteras secundarias ante el dolor --humor, escepticismo, lastima--, al final, en estas situaciones, de un modo o de otro, siempre acaba teniendo lugar la unica posible emocion de resultante logica: el horror absoluto. Vomite, me cegue y camine por las calles oscuras de la urbanizacion hasta poner entre ambos toda la distancia posible. Pero no la suficiente. Victor se quedaria conmigo mucho tiempo. ?Como llegue hasta el centro y hasta mi casa desde aquella colonia periferica? Eso es otra elipsis. El caso es que llegue y no debi tardar tanto porque la enajenacion nerviosa no me habia abandonado aun... Asi comenzo todo: el panico, la espiral de errores, las hojas de periodico tapando las ventanas, el fantasma maltratador, la locura absoluta... Pero rebobinemos hasta Adriana, mi editora, su cumpleanos, la fiesta y un grabado de Baco
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La preparadora de juicios de Francisco Marco
https://gigalibros.com/la-preparadora-de-juicios.htmlDel famoso detective de Metodo 3*Un impactante thriller que desvela los entresijos del poder, el lujo y la corrupcion de nuestro pais.
Los tribunales tienen su propios rituales y tambien secretos que encubren pasiones desmedidas de lujo, sexo, dinero y poder... Solo la preparadora de juicios los conoce.
Barcelona. Nestor Sanchis es un detective privado con una vida sencilla y feliz, hasta que Ricardo Corbin, uno de sus clientes, acaba en prision. No sabe por que lo han encarcelado, pero esta dispuesto a saber la verdad, cueste lo que cueste.Mientras tanto, en Madrid, Tomas Sanchez de Gamonal, un banquero reputado, acaba tambien entre rejas. Hay quien considera que es culpable. Hay quien cree que se trata de una vendetta personal de un juez que quiere deshacerse de el. Pero, ?quien esta en lo cierto? Entre las dos ciudades se va tejiendo una red de contactos, sobornos, amenazas y secretos que afecta a muchas mas personas que los cuatro principales implicados. Una red que va apretandose alrededor de los cuellos de aquellos que no se lo esperaban. Porque la informacion es poder. Y el poder siempre tiene un precio. -
El Regalo de Navidad de Nina Klein
https://gigalibros.com/el-regalo-de-navidad.htmlTener una crisis en medio del supermercado ya era patetico de por si.
Tener una crisis en medio del supermercado a dos dias de Navidad, con villancicos sonando de fondo, en el pasillo de los licores despues de encontrarme con mi exmarido y su nueva novia.
No tenia precio.
Sobre todo cuando mi exmarido lo era desde hacia solo tres horas, la novia no era tan nueva y tenia un pedrusco en la mano del tamano del Empire State.
Menos mal que rondando por alli estaba el reponedor macizo que habia venido a rescatarme de mi ataque de llanto. y que quizas podria rescatarme de algo mas: de las Navidades mas deprimentes de mi vida.
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El diablo tiene nombre de mujer de Una Fingal
https://gigalibros.com/el-diablo-tiene-nombre-de-mujer.htmlFergus Wellan irrumpio en el aula como solia, despistado y ajeno a las gradas, abarrotadas por sus alumnos --mucho mejor si puntualizamos: alumnas-- de Escritura Creativa en el Grado de Lengua y Literatura Inglesa de la Universidad de Columbia. Dejo algunas notas sobre la mesa, se atuso el pelo, demasiado largo y despeinado, y coloco unas gafas de montura redonda delante de sus ojos, miopes y ligeramente achinados. Sobrepasaba a los demas en altura una cabeza, y su cabello y su barba claros, junto a su piel atezada, le conferian un aire muy distinguido. De origen irlandes, ademas de ser profesor, dirigia el Departamento de Ingles y Literatura Comparada. A sus treinta y cinco anos habia publicado mas de veinte exitosas novelas de misterio y gozaba del respeto y reconocimiento del publico y de la comunidad docente. La clase iba a dar comienzo en breves instantes. Los alumnos aun intercambiaban saludos o bromeaban entre si, aunque algunas toses de sus companeros llamandoles la atencion para que se callaran indicaban el animo expectante de otros. El se mantenia imperterrito, serio y distante. No era antipatia, sino timidez. La sesion transcurrio de forma agradable, en algun momento interrumpida por las tristes gracias de alumnas extramotivadas, a las que el respondia con una templada pausa y una mirada imprecisa por encima de los anteojos, mostrando asi sus ojos verdes como un olivar. La ultima, dirigida al fondo, le devolvio la presencia de su amigo Murdock Macallan, realizador de peliculas de genero negro, a quien nada unia con los fabricantes del mitico whisky, salvo las botellas vacias almacenadas en su despacho desde tiempos inveterados, como el mismo se encargaba de mencionar una y otra vez cuando tenia oportunidad. Macallan, locuaz, mordaz, ingenioso e infatigable, no perdia jamas la ocasion de agasajar a sus interlocutores con una ocurrencia inesperada que los dejara descolocados, y tan solo Fergus era capaz de combatirlo. Ambos gozaban de una indecorosa amistad desde hacia tantos anos como ellos mismos, como solian jactarse. Por separado, eran animales dociles y mansos, casi de redil, pero juntos se convertian en una fiera monstruosa y temible. --Se acabo esta mierda, chavales --celebro un muchacho, sentado delante de Murdock, cuando la clase termino. --Si, porque la mierda se va --salto Murdock, acompanando visualmente la salida del joven. Este lo oyo y le dedico una mirada mitad desconcertada, mitad ofendida, pero el le dedico un desfallecido ademan con el brazo. Luego bajo para encontrarse con su companero de fatigas. --?Que ocurre, Murdock? --Quiero que supervises mi nuevo guion... Recorrian con paso apresurado los pasillos de la facultad mientras sostenian un cafe entre las manos; Murdock los habia sacado a la carrera de la maquina dispensadora. --De acuerdo --accedio Fergus, como era habitual--. Dame un par de meses y lo hare; ahora estoy muy liado con... --!?Un par de meses?! !No tengo ni una semana! --farfullo su amigo. --!?Como es eso, tio?! --El productor se ha vuelto loco; lo ha adelantado todo, y ni siquiera tengo a la actriz principal. Los castings ya me irritan tanto que me levanto en cuanto aparece la aspirante; son todas un plomo y, encima, iguales, clones... ?De donde las sacan? --Pobres chicas, ?tan malas son? --No, que va. No es que sean malas, y no puedo negar que le ponen empeno, pero no destacan; en conjunto son como una linea plana, grises, sin matices. --?Y si optas por alguna de las grandes? --Simplemente, no puedo trabajar con ellas. Es una cuestion de encaje, no responden al perfil que busco. Prefiero a alguien virgen... aunque no sepa interpretar, pero con alma, con ese brillo penetrante en la mirada. Ya la moldearemos. Ademas, fisicamente quiero que se parezca a Brigitte Bardot, pero mas alta, mas delgada, mas... --Estas como una cabra, Murdock. --Lo se, pero es que tiene que ser asi. --?Y de donde piensas sacarla? --No lo se, por eso tienes que ayudarme... Quiza alguna de tus alumnas. --Olvidalo, no voy a hacer eso. El profesor Wellan tomo la delantera, decidido a no inmiscuirse en ese asunto. Murdock lo seguia a pocos pasos. --?Y si...? --insistio. --No --respondio, tajante. --Seria de lo mas ventajoso para ambos --volvio a la carga el cineasta. --!No! --repitio, impenetrable, Fergus. --Pero, si lo pensases con detenimiento, podriamos... --Macallan tenia trabajo para seguirle el paso. Wellan se detuvo en seco y se volvio hacia el. --?Entiendes el significado de ene seguida de o? --replico mientras le encasquetaba el vaso de cafe y seguia adelante sin esperarlo--. Eso si, enviame ese guion y vere que puedo hacer para revisarlo cuanto antes --anadio, y Murdock lo perdio de vista, pues desaparecio entre el enjambre de alumnos que transitaban el corredor. * * * Pocos dias despues volvian a encontrarse, esa vez en una gran libreria de la Quinta Avenida donde tenia lugar la presentacion de la ultima novela de Fergus Wellan, Juego de llaves. Como solia ocurrir en cada uno de esos acontecimientos, estaba atestada, mayoritariamente por un publico femenino. --Si te dedicases a la actuacion, no te iria mejor --le murmuro Murdock, satisfecho--. Tal vez solo para ligar..., ligarias mas, eso si. --Tanto como tu, ?no es cierto? --replico el aludido, alzando los labios a medias en una caracteristica mueca. --Puto irlandes --rezongo su amigo. Murdock Macallan --de la misma edad que Fergus y tan pelirrojo y fornido como un McDougall de las Highlands, de donde provenia, con su barba esculpida y unos ojos intensamente azules bajo sus densas cejas-- permanecia en el mismo y activo estado de solteria que su hermano de hazanas. Elsa Thomson, la agente literaria de Fergus, dio inicio al acto y los presentes se mostraron animados, participativos y vibrantes, por lo que el acabo con el rostro arrebolado y casi sudoroso, a pesar de mantener su inalterable conducta, formal y distante en exceso. Lo cierto es que fue semiarrastrado por la ardorosa corriente, y sus mejillas encendidas dieron buena cuenta de ello. Ademas, cuando la pragmatica Elsa dio fin a la presentacion, aun le aguardaba otro momento caliente: el de la firma de ejemplares. Cuando vieron la interminable cola de lectores, con los libros aferrados como un tesoro sobre sus pechos palpitantes, Fergus y Murdock intercambiaron una alentadora mirada. --A saltar la trinchera con valor, hermano --lo animo su amigo. El solto aire de modo discreto. --Puedo hacerlo, ?verdad? --respondio, intentando divisar el lejano final de la infinita fila. El escoces esbozo la mejor de sus sonrisas mientras su circunspecto colega se dispuso a afrontar la mision con un destello de firmeza en sus ojos verdes. Asi se internaron en el corazon de la carga ligera de fans que los devoro en cuestion de segundos. Cuando todo acabo por fin, lograron adentrarse en Central Park, no sin antes librar la ultima batalla con los aspirantes a novelista, guionista, e incluso a actores y actrices, pisandoles los talones mientras les lanzaban preguntas ininteligibles. --Aqui, ven. Macallan tiro de su amigo y lo introdujo en un bar frente al lago. Ya a salvo de miradas y persecuciones, resoplaron a la vez que tomaban asiento en la barra. --Que barbaridad, nunca lograre acostumbrarme a eso --farfullo Murdock. --Pero si te encanta, por eso jamas fallas a ninguna de mis presentaciones --le atizo Fergus. --Ahora mismo te mataria, pero, bueno, si, es verdad... ?Has visto a la rubia que casi me arranca la camisa...? Cambiando de tema, ?que hay de mi guion? --?Empezamos con cerveza? --Fergus le hizo una sena al camarero para que les sirviera dos jarras de presion. --?Empezamos? --Murdock rio--. Esto promete. Pero contestame: ?que hay de mi guion? El camarero poso las bebidas ante ellos. Fergus casi se bebio la mitad de su jarra de un trago. --Tio, si que estas seco. --Lo estoy, mucho. --Pongamos remedio a eso, entonces. --Dicho esto, y tras acabar su cerveza en dos unicos sorbos, con un gesto, pidio otra ronda. >>Mi guion... --volvio a la carga el cineasta. --Joder, Murdock. Toma, acabado. Fergus le tendio un pendrive sin mirarlo siquiera y se centro en su cerveza. --Por las barbas del primer Macallan, esto es serio... ?Que ocurre? --se preocupo. Conocia demasiado a su colega como para saber que, si no lo provocaba o lo enviaba a la mierda, era porque alguna razon de peso lo tenia abrumado. --Estoy en dique seco, tio. Hace un ano que solo empiezo historias y mas historias, pero sin lograr superar el segundo capitulo. No paso de las doce paginas. Doce putas y exactas paginas, siempre, y carpetazo. Me da pereza la documentacion, abandono con rapidez cualquier proyecto... No me apetece sentarme ante el ordenador, incluso le gruno cuando me mira mal... Un asco todo... --se sincero Fergus, haciendo al final un chasquido con la lengua y fijando los ojos en el borde de la barra. --?Que le grunes al ordenador...? --planteo su amigo, pasmado. El escritor asintio con la cabeza. Murdock reflexiono un breve instante y, tras palmearle un hombro, proclamo: --?Quien dice que es necesario escribir sin parar? Sabes que la tierra debe ser dejada en barbecho cada siete anos, para que recupere su fertilidad, ?no es asi? Pues, con la materia gris, pasa lo mismo, tio. Fergus lo contemplo con una ceja arqueada, en silencio, para acabar de nuevo con la mirada en el interior de la jarra.
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Conquistando el mundo de Erika (Las senales existen 3) de Yanira Garcia
https://gigalibros.com/conquistando-el-mundo-de-erika-las-senales-existen-3.html?Quien es Erika?
Sencillamente Erika.
Soy mal hablada, directa, burlona, ironica, sarcastica. Bien, si, soy todo esto y es mi esencia. Pero quiza haya otras cosas que tengais que descubrir para entender un poco mejor lo que me rodea.
Max es un ligon por excelencia, o quiza no, pero prefiero hacerme ciertas ideas sobre el y mantenerme firme en que es un capullo integral, esa es la mejor forma de evitar esa corriente que siento cuando lo tengo cerca.
Todo comenzo bailando, como dice la cancion, y bien podria ser cierto, pero la realidad es que empezo mucho antes. Ahora nos hemos centrado en una simple y sencilla mision: buscarnos, pincharnos y correr como alma que lleva el diablo. Tramar la venganza tambien esta contemplado en nuestro modus operandi.
Dicen que los polos opuestos se atraen, dicen que los chinos venden cosas de mala calidad y poco funcionales, dicen que las amigas son lo mejor que hay en este mundo, que la familia es ?importante?, y que el pasado a veces vuelve a buscarte.
Dicen que las senales existen y que, efectivamente, estan ahi esperando a ser vistas e interpretadas.
Yo lo digo, ?que opinas tu? -
Amor, Sexo y Musica (Entre letras y un cafe 2) de Maleja Arenas
https://gigalibros.com/amor-sexo-y-musica-entre-letras-y-un-cafe-2.htmlEscuche una vez a alguien decir que el amor puede ser constructivo, apasionado, ardiente, febril, vigoroso, fantastico o todo lo contrario. Destructivo, amargo, solitario y devastador.
Cuando me enamore por primera vez, encontre lo segundo. destruccion.
Cuando me enamore por segunda vez encontre. Mi Todo. -
Una subita sensacion de libertad de Daniel C. Narvaez
https://gigalibros.com/una-subita-sensacion-de-libertad.htmlDesde que su hermana desaparecio, Judith vive obsesionada con descubrir a los responsables. En el largo camino para encontrar informacion sufrio las consecuencias de enfrentarse a una red de trata de mujeres. Sin embargo, tiempo despues, encuentra la ayuda inesperada de Laura (protagonista de la novela Siete dias) y un amigo comun que las une: Jukka Lehto (protagonista de Horizonte vacio y Siete dias). En el recondito paraje de Torremanzanas, en los ultimos dias del verano, comienza una amistad entre ambas que las enfrenta a preguntas del pasado y decisiones del presente. Aunque con lo que no contaban es con algo inesperado que las va a unir aun mas.
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Vivir arrepentida de Lisa De Jong
https://gigalibros.com/vivir-arrepentida.htmlUna historia sobre como la decisiones que tomamos pueden cambiar nuestra vida en cuestion de segundos. La pluma de Lisa de Jong es simplemente maravillosa, llena de ternura y drama, directa al corazon. Una historia tan dulce y emotiva a la vez, que no podras evitar sonreir en medio de las lagrimas. Tenia todo lo que una chica de mi edad podia desear: el chico perfecto, buenos amigos, una vida maravillosa por delante… Hasta que una noche, que ni siquiera recuerdo, todo cambio. Tan solo se que fue culpa mia. Yo solita destrui mi mundo… y me cargue el de Beau para siempre. Sus recuerdos son lo unico que tengo ahora de el de nosotros. Y esa culpa me ahoga y me arrastra a un pozo oscuro del que no logro salir. Solo Sam logra que asome de vez en cuando a la superficie para tomar aire. Aunque no lo merezco, con el noto como mi corazon vuelve a abrirse lentamente y empieza a sentir de nuevo algo distinto a la culpa. Mientras me acostumbro a mi nueva vida, a ese pozo oscuro, algunos recuerdos de esa noche se cuelan en mi mente. Y las mentiras y los secretos hacen anicos todo lo que pense que sabia. Tal vez no soy la unica que vive arrepentida.
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Un andar solitario entre la gente de Antonio Munoz Molina
https://gigalibros.com/un-andar-solitario-entre-la-gente.htmlUn andar solitario entre la gente es la historia de un caminante que escribe siempre a lapiz, recortando y pegando cosas, recogiendo papeles por la calle, en la estela de artistas que han practicado el arte del collage, la basura y el reciclaje --como Diane Arbus o Dubuffet--, asi como la de los grandes caminantes urbanos de la literatura: de Quincey, Baudelaire, Poe, Joyce, Walter Benjamin, Melville, Lorca, Whitman. A la manera de Poeta en Nueva York, de Lorca, la narracion de Un andar solitario entre la gente esta hecha de celebracion y denuncia: la denuncia del ruido extremo del capitalismo, de la conversion de todo en mercancia y basura; y la celebracion de la belleza y la variedad del mundo, de la mirada ecologica y estetica que recicla la basura en fertilidad y arte.
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El Camino De Gala de Edurne Cadelo
https://gigalibros.com/el-camino-de-gala.htmlGala acaba de volver a su ciudad, vive con su amiga Zoe, le repele la palabra “amor” y solo quiere volver a ser feliz, sin complicaciones.
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Un Sheriff De Alabama de Erina Alcala
https://gigalibros.com/un-sheriff-de-alabama.htmlRosa Vera habia nacido hacia veintinueve anos en Martos, un pueblo de la provincia de Jaen, situado en Andalucia, en el sur de Espana. Ahora habia vuelto a su tierra que la vio nacer, y no precisamente para felices reencuentros. Era hija y nieta unica. Sus abuelos y sus padres habian sido ricos terratenientes de la zona. Poseedores de una de las mas extensas tierras de olivos de la provincia de Jaen y, por consiguiente, de infinidad de fabricas de aceite de oliva, repartidas por los pueblos de dicha provincia y tambien de parte de la provincia de Cordoba. Para desgracia de Rosa, a los catorce anos se habia quedado huerfana. Sus padres murieron una noche lluviosa de invierno, en un accidente de coche, cuando se desplazaban de un pueblo cercano hacia su casa, a solo cinco kilometros de distancia: TorreDonjimeno. Ese era uno de los muchos pueblos donde tenian una fabrica de aceite de oliva. Una de un total de mas de cien fabricas. La fortuna de sus padres la habian generado por ellos mismos, y no eran menos ricos que los abuelos. Y estos, cuando murio su unico hijo, el padre de Rosa, eran los unicos familiares de la pequena, asi que se hicieron cargo de ella. Le dieron siempre lo mejor. Rosa estudio bachiller en Martos, un pueblo de casas blancas de veinte mil habitantes a unos doce kilometros de la capital de la provincia, Jaen. Cuando quiso ir a la Universidad a estudiar medicina, sus abuelos, al igual que lo hubiesen querido sus padres, la enviaron a estudiar a una universidad de EE. UU. En parte, porque daba prestigio y porque la carrera de medicina era lo que Rosa habia querido estudiar desde siempre. La admitieron en la Columbia University de Manhattan. Alli permanecio, desde los diecisiete anos, edad en que termino el instituto, hasta los veinticinco. De la universidad salio con un doctorado en cirugia y su titulo de medicina. Era buena, por lo que en poco tiempo empezo su trabajo en el Presbyterian Lower Manhattan Hospital. Alli permanecio especializandose durante cuatro anos. Llego a ser, en esos anos, una cirujana de reconocido prestigio, a pesar de su edad. Era, sin duda, de las mejores que tenia el hospital. Ademas, Rosa caia bien. Siempre estaba dispuesta a hacer horas extras y guardias. En el transcurso de los anos, solicito la Green Card, que le otorgaria la nacionalidad americana. Y le fue concedida. Tenia doble nacionalidad y hablaba tres idiomas, frances, ingles y castellano, por supuesto. Mientras vivio en EE. UU., habia vuelto al pueblo, cada dos anos, a ver a sus abuelos. Utilizaba sus vacaciones para ello. El trabajo en el hospital era tan estresante, que las utilizaba para ir a ver a sus abuelos, que ya eran mayores y la unica familia que tenia en el mundo. Se querian mucho, y no era para menos. La habian criado de pequena y eran su unica familia. Rosa recordaria con carino esas vacaciones. Ahora hacia un ano que su abuela habia fallecido. Evidentemente fue a su entierro y sintio una pena infinita por su abuelo, que se quedaba solo despues de perder a su esposa por un ictus, del cual no consiguio sobreponerse del todo, y cuando sufrio el segundo, le fue imposible superarlo. Ahora estaba de nuevo en el pueblo, porque el que habia muerto era el abuelo. Ya no le quedaba a nadie en esta vida. Habia pedido veinte dias de vacaciones en el hospital, y utilizo tres con solo hacer la maleta, sacar los vuelos y llegar al pueblo. Un periplo amargo con el unico objetivo de despedirse del que ya no estaba. No se atrevio a ir a casa del abuelo para pasar la noche. Rosa se habia quedado en el hotel del pueblo. Ya tendria tiempo de recoger las llaves cuando fuera de dia. Miro por la ventana la noche estrellada que abrazaba al pueblo que la vio nacer. Parecia mentira que, aunque estuviera lejos, siempre llevaba un pedazo de esas calles en su corazon. A la manana siguiente a su llegada, se dirigio a la oficina del abogado justo despues de desayunar. El era el albacea de sus abuelos, como lo fue de sus padres. El abogado, Juan Medina, era un hombre alto, de mediana edad, algo calvo por la coronilla, muy serio y educado. Era el hijo de los abogados que toda la vida tuvieron sus familiares y que mantenia el bufete de su antecesor. Nada mas verla entrar en su despacho la invito a sentarse. --Sientese, senorita Vera. --Y ella se sento. --Como sabra, mi padre y yo, por ende, somos los albaceas de sus padres y de sus abuelos. Como mi padre murio, no le queda mas remedio que tratar conmigo de todos sus asuntos legales.--Bien, muchas gracias, senor Medina, siento lo de su padre. --Gracias. Y yo, lo de su abuelo. Mientras ponia encima de la mesa una carpeta negra algo gruesa, con el nombre de Familiares Vera, ella observaba sus movimientos metodicos y tranquilos. --Como sabra, su abuelo fue enterrado ayer junto a su abuela. Era lo que solicito, su ultima voluntad y su deseo. No se pudo esperar a que llegase. Nos hicimos cargo de todo. --Lo se. Y se lo agradezco. He venido lo antes posible, pero estoy lejos. Aunque pasare mas tarde por el cementerio. O estos dias que permanecere aqui. --Bueno, si esta lista, empiezo. Aqui tengo todas sus propiedades. Paso a enumerarselas: cincuenta fabricas de aceite (sus abuelos vendieron la otra mitad de las fabricas, antes de morir su abuela), diez mil fanegas de olivos, tres cortijos, mas la propiedad de sus abuelos que es la casa del pueblo, mas el dinero que tenian en el banco. --?Todo eso tenian mis familiares? Sabia que eran ricos, pero esto es una barbaridad. --Si, senorita. Eso hace un total aproximadamente de ciento cincuenta y tres millones de euros aproximadamente. Evaluandolo por encima, claro. --El abogado la miro con una sonrisa blanca por primera vez. Rosa se quedo en blanco. Ella, de sus abuelos habia recibido lo suficiente para estudiar, sin que le sobrara el dinero. No habian sido tacanos con ella mientras estudiaba, pero en modo alguno dadivosos. Y luego al acabar la carrera y empezar a trabajar, no recibio un euro. Ganaba mas de doce mil euros mensuales en el hospital y desde luego, no los necesitaba economicamente. Ella habia conseguido ahorrar con sus guardias y recibiendo un buen sueldo de cirujana en esos casi cuatro anos, unos doscientos cincuenta mil dolares y algo mas, porque vivia bien. Tenia alquilado un apartamento pequeno, pero caro en Manhattan y le gustaba vivir bien, ropa cara, maquillaje y perfume. Ir de vez en cuando a darse masajes, mas bien por necesidad y cuando podia ir al gimnasio a desentumecer los musculos. Salir a tomar unas copas algunos fines de semana o comer en algun restaurante. El resto lo hacia en casa. Tampoco eran demasiados lujos si se lo podia permitir con su sueldo. Lo que nunca penso es que sus padres y sus abuelos tuvieran tal cantidad de propiedades. Ella, nunca pregunto y ellos nunca le dijeron nada. El abogado, la saco de sus pensamientos. --?Como? --dijo ella sin haberlo escuchado--, perdone, me habia perdido. --Le decia, senorita Vera, que su abuelo ya tenia compradores para todas sus propiedades. El senor Vera, sabia que usted no iba a volver aqui, que se quedaria en Estados Unidos. Y habia conseguido hablar con algunos futuros compradores para sus propiedades. Y asi usted recibir el dinero en metalico. --Si, alli tengo mi trabajo y mi vida. No voy a vivir aqui, ni a volver a Espana. Ya no tengo a nadie. Mi intencion es vivir en Estados Unidos. --Entonces, ?que piensa hacer? --Creo que lo que tenia mi abuelo pensado. Vender todas las propiedades. ?En cuanto tiempo cree que podria venderlos? Tengo apenas quince dias para cerrar esos asuntos. ?Lo podria conseguir en ese tiempo? --No es mucho tiempo, pero lo podemos intentar, ya que tenemos a los compradores adjudicados a cada propiedad. Eso si, puede llevarse los objetos personales de la casa, si quiere. Y quedarse en ella hasta que terminemos todo el asunto. --Me llevare las fotografias, el resto no. Y si es necesario, me quedaria a vivir en el hotel en que me aloje anoche durante ese tiempo. Si los compradores quieren entrar antes, claro. --No sera necesario. Esperaran. Tras una breve pausa. --Bien. Hoy mismo me pondre en contacto y resolvemos esto lo antes posible. Mi bufete trabajara incansable en este asunto para que pueda irse con sus propiedades vendidas. La llamare para firmar todos los documentos. Mis ayudantes trabajaran estos dias para usted, antes de que regrese. Le advierto, que hay que descontar lo de Hacienda y nuestra minuta. --No se preocupe, lo entiendo. Es lo normal. --Hacienda se lleva un buen pico. --?Cuanto? --pregunto ella, porque no sabia lo que en Espana se cobraba por la venta o compra de propiedades. No estaba al tanto, pero miraria en internet por la tarde. No por desconfianza. Sus abuelos y sus padres habian confiado en ese bufete toda la vida y ella confiaba tambien. Tenian un gran prestigio, no solo en Martos, sino en los alrededores. --Un veinte por ciento. --Habra que pagarlo antes de irme. Quiero dejar pagado todo, para que no se me reclame nada una vez este fuera del pais. No quiero problemas con Hacienda, si ustedes pueden encargarse tambien de ello, se lo agradeceria. Y en todo caso, les voy a dejar mi tarjeta y mi telefono por si fuese necesario. Y yo, tambien los llamare. --Perfecto. Pues en eso quedamos. Le avisaremos para las firmas y necesitaremos un numero de cuenta para el ingreso antes de que venga de nuevo. --Y ella, se lo dio--. Aqui tiene las llaves de la casa de sus abuelos. --Estupendo. Espero su llamada. Gracias, senor Medina --dijo, levantandose y saludando al abogado que tambien se levanto y la acompano a la puerta. --A ustedes, por confiar en nosotros. Se despidio del abogado y cuando salio a la calle, al centro de la ciudad, casi le da un ataque de ansiedad. Sabia que sus abuelos eran ricos, pero eso era una barbaridad. Con esos pensamientos en la cabeza, lo primero que hizo fue ir a un bar y tomarse un par de cervezas y un par de tapas e irse al hotel donde se habia quedado la noche anterior, pagar la cuenta y subir a casa de los abuelos, en la parte alta del pueblo. La casa era maravillosa, una gran casona andaluza, estilo antiguo con un gran patio de flores. Ella recordaba haber estado alli cuando era nina jugando y de adolescente durante el instituto. Dormiria en su antigua habitacion; donde se quedaba cuando iba a ver a sus abuelos desde Nueva York. Se hizo un cafe y se tumbo en el sofa. Habia dormido poco desde que el vuelo desde Nueva York la dejara en Madrid, y de ahi el Ave hasta Cordoba y otro tren a Jaen y tomo un taxi hasta Martos. Ya estaba cansada y no iba a tomar el autobus. Tendria que hacer lo mismo a la vuelta. Se quedo dormida hasta el dia siguiente. Nunca habia dormido tanto. Ni habia tanto silencio en la casa. Abrio su maleta y se ducho, se cambio de ropa y salio a desayunar. Se dio una vuelta por el pueblo y se compro un libro para esos dias de espera, el periodico y una revista del corazon. Era 25 de marzo y el tiempo aun era frio en ese tiempo, a pesar de estar ya en primavera. Despues de cinco dias, se puso algo nerviosa al ver que el abogado no la habia llamado, pero decidio esperar. Recorrio el pueblo de parte a parte, e incluso un dia subio a la Pena, al cementerio, con flores para sus abuelos y sus padres. Al siguiente dia de espera, fue a ver el Castillo de Jaen y paso la manana en la capital, donde comio y paseo. Volvio por la tarde despues de tomar el cafe. Al sexto dia, la llamo el abogado. Deberia pasar manana por la tarde para firmar los documentos. Ella estuvo de acuerdo. !Que eficiencia! CAPITULO 2 <
>, penso Rosa. Habia firmado los documentos y el abogado vendio las propiedades. Tal como le habia indicado, tambien pago a Hacienda, para que no tuviera que preocuparse de nada. Le paso su numero de cuenta donde le hicieron una transferencia. Cuando Rosa salio del despacho, despues de entradas y salidas, tenia en su haber: ciento veinte millones de euros que cambio a dolares. Casi ciento cuarenta millones de dolares, mas lo que tenia ahorrado, daban un total de ciento cuarenta millones doscientos cincuenta mil dolares. Una fortuna millonaria. A eso habia que anadirle el dinero que llevaba encima para el viaje, que era la ultima nomina. Con ella saco los pasajes, pago el hotel y lo que se gasto alli. Toda una locura. Tendria que invertir en algo, quizas en propiedades. Pero todo eso lo haria cuando llegara a Estados Unidos. Tres dias despues, volaba a Nueva York. Solo se llevo una maleta y una bolsa de fotografias de sus seres queridos, una cuenta abultada y una ansiedad latente por volver al hospital. Esos dias, en el pueblo le hicieron querer recobrar una paz que no habia conseguido desde que termino el instituto. La Gran Manzana podia ser estresante. Su trabajo en el hospital mucho mas y su vida emocional cero. Su vida sexual y romantica, menos que cero. Suspiro mientras miraba por la ventanilla del avion. Con el dinero que tenia, incluso podia dejar de trabajar, pero eso no era lo que queria. Se habia pasado anos estudiando para trabajar y le gustaba ser doctora y tambien cirujana. Pero desde que habia pasado esos dias en el pueblo le rondaba una idea en la cabeza: dejar Nueva York. Si, no era necesario dejar de ser doctora, pero podia abandonar Nueva York, el bullicio y el estres e irse a un lugar mas tranquilo. No sabia donde, ni cuando, pero tal vez... lo antes posible. Un hospital pequeno, puede que no de un pueblo, se conformaba con una pequena ciudad... El lugar no era tan importante. Ese cambio era algo que necesitaba en esos momentos. Siendo cirujana y medica, dos ramas en las que era buena, no le faltaria trabajo. Tenia veintinueve anos y necesitaba un cambio en su vida. El haber pasado por el pueblo le habia hecho pensar en su estilo de vida. Al final era de pueblo, no de ciudad. Le gustaba la gente mas que la soledad de un apartamento en un lugar de millones de personas que ni se saludaban. Por no pensar en que en ese ambiente no se sentia comoda, le costaba hacer amigos con la gente de la urbe, siempre recelosa. En cuanto a los hombres... No tenia suerte, aunque Rosa era una chica guapa de uno sesenta centimetros. Morena, con el pelo largo ondulado y ojos verdes claros como el agua de un lago transparente, que cuando te miraban siempre se veian risuenos. Su nariz respingona estaba salpicada de pecas. Llevaba las unas cortas y sin pintar, todo a causa de su profesion. Tenia un buen cuerpo y los pechos generosos, sin llegar a ser demasiado exagerados. El gimnasio hacia su efecto. Era una mujer feliz por naturaleza. Y no solo estaba por su alegria, sino tambien por sus andares seguros. Atraia a los hombres, pero era quizas demasiado distante, independiente e ironica y cuando ligaban con ella, desconfiada. Se creia la mitad de la mitad de lo que los hombres le contaban. Y no se cortaba un pelo al hablar o decir lo que tuviese que decir. No habia tenido novios al uso. Nunca. Pero se habia acostado por necesidad con algunos hombres. Cuando habia salido sola algun fin de semana a tomar una copa a algun lugar de moda y le habia gustado un hombre se acostaba con el, pero nada mas. No daba nunca su telefono, quizas porque no le habia interesado ninguno. ?Que le gustaria encontrar a su media naranja?, claro, pero eso era dificilisimo. Y su reloj biologico iba a darle cualquier dia un disgusto. Pero ella sabia que era una chica familiar, que en un futuro no muy lejano querria hijos y un marido y ese ultimo era el que tenia que encontrar. Un hombre con quien formar una familia. Suspiro de nuevo. Seguro que en la Gran Manzana no habria un hombre para ella. -
Love me tender de Sofia Dumont
https://gigalibros.com/love-me-tender.html?Cuantos golpes puede aguantar una persona? ?Y una mente?
Un golpe de fortuna lleva a Carla a la peor de las pesadillas.
Despues de diez anos encerrada en una jaula de oro, sobreprotegida por un hermano traumatizado. El amor salvaje entra en su vida. Carlos un famoso rockero es un tornado que destruye los muros y dogmas que Carla ha creado para poder seguir viviendo. Las vidas de ambos quedaran unidas para siempre por es energia que mueve el mundo, el amor.
?Podran compaginar sus dos mundos para llegar a estar juntos y felices?
Es dificil cuando la vida te golpea una y otra vez, cada vez con mas fuerza.
?Sera mas fuerte el amor que el destino?
Sofia Dumont es el seudonimo de una joven escritora con una sensibilidad especial, que impregna a cadda uno de sus personajes. Tanta sensibilidad y emocion que llevaran a los lectores a situarse en la piel de los personajes.
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Guardia de mi corazon (Ritmo cardiaco 2) de Larissa De Silva
https://gigalibros.com/guardia-de-mi-corazon-ritmo-cardiaco-2.htmlNo creia que el hombre de aspecto perfecto existiera. Sabia que no existia. Sin embargo, levante la vista de mis deberes y alli estaba, fuera de mi ventana, trabajando. No llevaba camisa, y sus abdominales estaban cincelados, y aunque su pelo se le metia en la cara, no queria nada mas que ir alli y besarle. No hice nada de eso. Lo mire, lo salude y espere que me devolviera el saludo. Nos conociamos desde ninos, y el siempre fue amable conmigo. Se habia ido durante el verano, y cuando volvio, se habia hecho alto, su espalda se habia ensanchado, y de repente tenia definicion en sus abdominales. Lo recordaba como el nino malhumorado con cinturones de taches y las camisas de manga larga debajo de las blancas sueltas. Ahora parecia que apenas salia de casa, y cuando lo hacia, siempre llevaba pantalones cortos cargo y poco mas. Parecia que solo salia de casa para hacer trabajo de campo, y aunque fuimos juntos a la escuela, ya no lo vi mas. No habia ninguna valla entre nuestras casas, lo unico que las dividia eran unos robles dispersos entre los limites de la propiedad. Habiamos plantado algunos juntos, cuando apenas eramos mas altos que las rodillas de nuestros padres. Asi era nuestra relacion. Habiamos estado muy unidos. Habiamos crecido juntos, a un tiro de piedra del otro. Cuando eramos mas jovenes, antes del verano, solia acompanarme a la escuela. Pasaba las tardes en mi casa, y hablabamos y jugabamos, y haciamos los deberes juntos. Nunca se sintio de otra manera que como deberia haber sido, asi que cuando dejo de venir, las cosas se sintieron mal. Se sentian mal. Nuestro primer beso habia ocurrido hace unos pocos veranos, tambien, y habia sido tan breve, y tan tonto. Me habia preguntado si queria intentarlo, si queria ver lo que se sentia. No habia sido magico. Habia sido practico, cientifico, divertido. Y luego no lo habiamos vuelto a hacer, y todo habia estado bien. Nunca habiamos hablado de ello. Lo intentamos, y nunca afecto nuestra amistad. Eramos ninos y pasabamos por un momento extrano de nuestra vida juntos. Pero siempre fuimos parte de la vida del otro. Eso era una certeza. Despues del verano, cuando dejo de venir, fue cuando las cosas empezaron a sentirse tan raras. Y en ese momento, ni siquiera me estaba saludando. Me estaba ignorando, dandome la espalda, y yo no podia evitar estar furiosa. Aunque no me hubiera visto, normalmente me saludaba, me buscaba. Sabia que no podria volver a mis deberes antes de aclarar las cosas con el, porque no iba a ser capaz de concentrarme. Necesitaba que me dijera como le habia ofendido, o que diablos habia pasado durante el verano que le habia hecho sentir que era mucho mejor que yo. Me levante, sali por la puerta lateral de mi casa, me salte los dos pasos de la entrada trasera y me acerque a donde estaba el, con los punos a los lados. Se alejo de mi hasta que practicamente tuve que correr para alcanzarle, mis chanclas se movian bajo mis pies. Sus piernas eran mas largas que las mias, y sabia que estaba tratando de conseguir estar lejos de mi. Fingia no oirme y yo no queria gritarle. No queria tener que exigir su atencion. Cuando finalmente llegue a donde estaba, puse una mano en su hombro y el levanto su cuello para mirarme. Sus ojos azul claro, que parecian crecer cada ano, se estrecharon. Se quito los auriculares de los oidos rapidamente, lo suficientemente rapido como para que pareciera que le dolia. “?Que quieres, Cicatriz?” Levante las cejas, tocando mi barbilla, donde estaba mi cicatriz. El tambien habia estado alli para eso, y sabia lo devastada que estaba cuando el corte no parecia desvanecerse. Ya no se me consideraba una chica particularmente guapa, y la cicatriz se sentia como si fuera la sentencia de muerte de cualquier belleza potencial que pudiera poseer mas tarde. “?En serio? ?Cicatriz?” “?Que quieres?” repitio, mirandome de arriba a abajo. “Quiero saber que diablos te pasa”, le dije con los dientes apretados. No queria llorar, pero mis sentimientos estaban heridos. Incline la cabeza hacia atras para que no pudiera ver mis lagrimas y me aclare la garganta para que pudiera mantener la voz. “Por que no puedes ni siquiera saludarme”. Se arrugo la nariz, se rizo el labio superior y revelo un diente. Sus auriculares colgaban alrededor de su cuello. “?Por que necesitas que te salude?” pregunto. “?Que quieres decir?” Pregunte, lloriqueando a pesar de mi. Intentaba mantener la cabeza en alto, pero estaba disgustada, a pesar de mi misma. “?Por que necesitas que te salude?” pregunto de nuevo, esta vez con los dientes apretados. “?Que quieres decir con que necesito que me saludes?” Me escuche a mi mismo preguntando. Las palabras sonaban extranas en mis propios oidos. Habia incredulidad alli. No estaba segura de como se suponia que debia sentirme al respecto, y el odio que salia de su boca, y la forma en que me miraba… todo me desequilibraba. Me estaba haciendo sentir nauseas. Queria preguntar mas, pero no me respondia. No iba a decirme nada. Venir aqui, pedirle una explicacion, no habia sido absolutamente inutil. Habia sido una idea terrible. El no queria tratar conmigo, y yo tenia que estar de acuerdo con eso. Me senti ridicula. No era un buen amigo, no lo habia sido durante un tiempo, y no me debia una explicacion. No me debia nada. Habiamos sido amigos una vez, pero ya no lo eramos. Lo habia dejado muy claro. No importaba lo que yo quisiera, por mucho que quisiera que fueramos amigos. Habiamos sido tan cercanos una vez, y ahora… Debo haberlo mirado demasiado tiempo, porque se burlo de mi, sus ojos azules helados se veian aun mas brillantes y claros a la luz del sol. Con su cara retorcida asi, no se veia tan atractivo como desde mi ventana. “?Por que estas tan necesitada, Cicatriz?” pregunto. Era mi turno de burlarme. No queria llorar; todavia estaba herida y no sabia si iba a ser capaz de detenerme. Sacudi la cabeza, consciente de que era poco probable que obtuviera una respuesta directa de el, y me prepare antes de volver a mi casa. Antes de que pudiera alejarme de el, me agarro la muneca y me impidio seguir caminando. Me eche atras para mirarle, lista para darle un punetazo en la cara. En algun momento, el habia decidido que era demasiado bueno para mi, y fue entonces cuando me dije a mi misma que era hora de dejar de preocuparme oficialmente. Tenia tantas preguntas sobre lo que habia pasado, lo que le habia hecho, sobre nuestra relacion, pero con el insulto, y la forma en que me miraba, no queria tener nada que ver con el. Intente apartar mi mano. “Sueltame”, dije con los dientes apretados. Se ilumino, su cara se acerco a la mia. Podia oler su locion para despues de afeitar, y su pasta de dientes de menta, y podia ver las pecas salpicadas en su nariz. Sus fosas nasales estaban ensanchadas. “Tienes que alejarte de mi”, dijo. “Tienes que mantenerte alejada, Cicatriz. ?Me oyes?” Lo mire con atencion, y luego mi mirada se deslizo entre su mano en mi muneca y su cara. “Te escuche”, dije. “Lo comprendo. Te dejare en paz, dejame ir. ” Me agarro con fuerza. “Necesitas alejarte”, dijo, su voz bajando a un susurro. “Nadie te quiere aqui. Yo no te quiero aqui, tus padres no te quieren aqui. No tienes otros amigos. Deberias huir, Billie. Huye y no vuelvas”. Me torci el brazo para que me dejara ir. “?Que diablos te pasa?” Pregunte, sosteniendo mi mano sobre mi cuerpo. Sabia que se iba a magullar. “Hablo en serio”, escupio. “Entiendo”, respondi, frotando mi muneca, tratando de ignorar las lagrimas que caian por mi cara. Estaba llorando, y no estaba segura, pero senti que el se iba a alegrar por ello. “Hablas en serio. No te preocupes, te escucho alto y claro”. Abrio la boca para hablar, pero no dijo nada. Cerro la boca, se dio la vuelta y empezo a alejarse de mi otra vez. Quise gritar, pero no lo hice. No hice nada, no dije nada. Volvi a mi casa, con el corazon roto, e hice una nota mental para no volver a molestarlo. *** 2020 Me puse el pelo en un mono y me mire en el espejo. Solo podia robar unos minutos aqui y alla entre pacientes, y parecer cansada nunca habia sido un buen refuerzo de confianza para ninguno de ellos. Ya me veia demasiado joven, y los pacientes dudaban mas en escuchar a una mujer joven. Me asegure de tapar las ojeras con un poco de base y crema BB, y me limpie las puntas de los dedos con una toallita para bebes antes de tirarla al cubo de basura junto al fregadero. Abri la puerta del bano y, usando mi tableta, mire al siguiente paciente de mi lista. Su nombre, Eric Brown, no me resultaba familiar y parecia menor de edad. No sabia por que estaba aqui en lugar de en un centro de atencion sin cita previa o incluso en una sala de emergencias, y no sabia por que no estaba viendo a su medico de atencion primaria, el Dr. Milburn. Mire su historia, pero parecia estar perfectamente sano. No habia nada que indicara por que podria estar alli. La enfermera le tomaba los signos vitales y yo no me retrase en absoluto, lo cual era algo milagroso considerando el dia que habia tenido. Llame a la puerta y la abri cuando oi una voz profunda que me decia que entrara. “Hola”, dije mientras miraba a mi paciente, un chico alto que no me miraba. Llevaba una sudadera con capucha, y se desplomo en la silla, con los pies apuntando en direcciones completamente diferentes. Apenas miro hacia arriba, asi que me aclare la garganta otra vez. “Hola, Eric”, le dije, mirando la historia para asegurarme de que tenia su nombre correcto. “?Estan tus padres aqui?” Me miro entonces y dijo algo, pero no lo escuche en absoluto. Sus ojos eran azules, con un toque de verde. Nunca quise pensar en ello, pero por una fraccion de segundo, la cara de Misha aparecio en mi cerebro, y el era todo lo que podia ver. Sus brillantes ojos azules, sus rasgos infantiles, la forma en que la luz del sol ilumino su cabello oscuro. Cerre los ojos, respire profundamente y volvi a mirar a mi paciente.
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Magia en tus brazos de Belen Urcelay
https://gigalibros.com/magia-en-tus-brazos.htmlElizabeth temia que su madre fuera a desmayarse en cualquier momento. Caroline Simmons estaba sofocada, tenia la cara roja, la vena de la frente muy visible y el peinado desarreglado de tanto llevarse las crispadas manos a la cabeza. <
>, se dijo. Si ella misma no se hubiera sentido tan hundida, se habria echado a reir. Queria a su madre, pero siempre habia pensado que sus reacciones a casi todo eran exageradas, aunque jamas se lo habia siquiera insinuado. Elizabeth era, ante todo, una dama virtuosa, una esposa leal y una hija ejemplar. O, al menos, lo habia sido hasta hacia poco. --!Un nuevo escandalo! --exclamo Caroline al tiempo que dejaba la taza de te con tanta fuerza que se desbordo y creo un charquito marron sobre el platillo de porcelana--. Primero tu hermana y ahora tu... Pero ?como puedes hacerme esto, Elizabeth? !Vais a matarme entre las dos! Ella continuo sentada en el borde del sofa, con la espalda tan recta como siempre, con las manos placidamente cruzadas sobre el regazo, con los musculos de la cara inmoviles. Caroline habia regresado la noche anterior de un corto viaje para visitar a una prima viuda y se habia encontrado a su primogenita instalada de nuevo en su casa junto con una desagradable noticia... Mas que desagradable, en realidad. Se trataba de algo tan inaudito, tan espantoso, tan contrario a todas las normas del decoro y de la buena sociedad, que costaba creer que una cosa como esa pudiera estar ocurriendo de verdad. Y, sin embargo, asi era. Elizabeth Simmons, la docil, apacible y disciplinada lady Ashton, acababa de pedir el divorcio. --No te hago nada a ti, madre. --Y anadio en voz mas baja, como si le bastara con decirselo a si misma--: Solo quiero ser feliz. --?Como vas a ser feliz convirtiendote en una mujer divorciada? !Y de lord Ashton, nada menos! !No puedo ni imaginarlo! --Caroline agito la cabeza para demostrar su total incomprension--. ?Es que te has vuelto loca? Elizabeth se mordio los labios para evitar responder que, en todo caso, habia sido al aceptar la oferta de matrimonio de Robert cuando debio de volverse loca. Miro a su padre para averiguar si el pensaba lo mismo que su madre, y descubrio que ya la estaba mirando con una mezcla de lastima y desconcierto. --Caroline, querida --intervino Harold Simmons al fin--, es evidente que nuestra hija ya ha tomado su decision, y no nos queda mas remedio que aceptarla. Si, todo esto es muy desagradable y sumamente incomodo, pero... --?Desagradable e incomodo? --repitio Caroline, incredula. Parecia que los ojos se le iban a salir de las orbitas--. ?Como eres capaz de definir como < > que pretenda divorciarse de Robert? !Y sin ninguna razon en absoluto! Era cierto que, de puertas para fuera, su matrimonio con Robert no era ni mas ni menos infeliz que el de muchas otras mujeres de la alta sociedad. Elizabeth habia conocido a lord Ashton en un baile, durante su primera temporada social, cuando tenia dieciocho anos. Su madre y su institutriz la habian preparado a fondo para que su debut fuera un exito, y realmente lo fue: ese ano no hubo en Londres una joven mas bella, educada, elegante y encantadora, que supiera bailar mejor o que fascinara mas a todos los hombres de su alrededor. Elizabeth deslumbraba con su perfeccion, y Caroline no podia estar mas orgullosa de ella. O eso imaginaba, porque cuando descubrio que entre sus muchos pretendientes estaba lord Ashton, creyo volverse loca de contento. Lord Ashton era, de lejos, el mejor partido disponible ese ano, y Caroline se preparo para la batalla con mas paroxismo que un general, desplegando todas sus armas para que el cortejo no acabara malograndose por culpa de la apatia de su poco entusiasta hija. Despues de meses de insistencia (tanto por parte de su madre como de Robert), una Elizabeth aun adolescente, facil de manipular y bastante hastiada acepto la propuesta de matrimonio y se convirtio en lady Ashton. No era que lo amase, desde luego, y en realidad ni siquiera le gustaba como persona, pero desde los doce anos habia tenido muy presente cuales serian sus deberes como mujer de familia acomodada, y no parecia haber muchas mas opciones que casarse con un caballero de buena posicion como el, trasladarse a su mansion y darle un heredero, cosa que cumplio un par de anos despues de la boda, cuando dio a luz a Bobby. A partir de ahi, su vida se convirtio en una sucesion de dias en los que sus unicos momentos de verdadera felicidad consistian en estar con su hijo y tocar el piano. La casa de Mayfair en la que vivian era enorme y lujosa, y tenian todo lo que se pudiera comprar con dinero, pero Robert empezo a ignorarla en cuanto se percato de que su esposa, aunque de comportamiento intachable, no sentia ningun afecto --ni respeto-- por el, y muy pronto se hizo con una larga ristra de amantes que no se molestaba demasiado en ocultar. Poco a poco, Elizabeth fue cayendo en la cuenta de que, quiza, los valores y ensenanzas que habian grabado en su mente desde pequena, y que compartian todas las mujeres de su clase, podian no ser los correctos. El cambio fue tan paulatino que solo cuando su hermana menor, Lillian, se fugo con su enamorado, acepto el pozo de tristeza que escondia en su interior, asi como el hecho de que tal vez merecia algo mejor. Paso casi un ano hasta que se atrevio a decirse a si misma que lo que deseaba era divorciarse, y le costo varios meses mas reunir el valor suficiente para decirselo a Robert. Su marido primero se habia reido de ella, luego habia montado en colera y, finalmente, habia adoptado una actitud gelida que en la actualidad mantenia. Robert solo se mostraba preocupado por el escandalo que un divorcio podia acarrearle a el, e insistio mucho en que hicieran parecer que era el propio Robert quien lo habia solicitado, y no Elizabeth. --Admitiras que tienes un amante, Beth, y que yo lo he descubierto y por eso te pido el divorcio --le habia exigido una noche de la semana anterior, de pie frente a la chimenea y de espaldas a ella. --?Por que iba a decir que tengo un amante? !Eres tu el que las tiene! --repuso Elizabeth. Despues de casi una decada de matrimonio, solo entonces habia empezado a replicarle. --Querida, no seas ingenua. --El se habia reido, girandose para mirarla con desprecio--. Ya sabes que un hombre puede tener amantes sin que eso sea razon necesaria ni suficiente para que la esposa pida el divorcio. Y tampoco tienes pruebas de ello. Era cierto. Para que una mujer obtuviera el divorcio, ademas del adulterio por parte de su marido debia demostrar tambien que este era culpable de otros cargos, como desercion, crueldad, incesto o bigamia. En cambio, bastaba con que un hombre acusara a su mujer de adultera (sin necesidad de presentar ninguna prueba) para que se le concediera el divorcio casi al instante y se quedara con todos los bienes de ella, incluyendo, la mayoria de las veces, a sus hijos. Esto ultimo era lo que mas le preocupaba a Elizabeth: la posibilidad de que le arrebatara la custodia de Bobby. Por ello, de ninguna manera iba a admitir que tenia un amante cuando no era cierto, ni siquiera para agilizar los tramites. Elizabeth habia acudido a ver al abogado de sus padres, el senor Milton, y este habia asegurado hacer todo lo posible por ayudarla, aunque, como dijo alzando las cejas desde el otro lado de su gran mesa de despacho, no podia prometer nada. Al menos ya habia preparado para ella los primeros documentos legales, que Elizabeth guardaba en el secreter de su antiguo dormitorio de soltera en casa de los Simmons. --Madre, apenas he cumplido veintiocho anos, y he pasado los ultimos ocho siendo desgraciada -- trato de argumentar--. ?Eso es lo que quieres para mi? Caroline se disponia a replicar cuando Martha, la doncella, entro para recoger el servicio de te. --Martha, sera mejor que me traigas una copa de licor, a ver si con eso se tranquilizan mis nervios. Traeme aquel tan fuerte de hierbas que utilice despues de que Lillian se fugara como una vulgar... !Oh, ni siquiera se que nombre dar a lo que hizo! --Si, senora Simmons --respondio la criada, acostumbrada por completo a la rabia que Caroline llevaba expresando por su hija menor desde hacia tiempo. Miro de reojo a Elizabeth mientras recogia su servilleta--. ?Desea tambien una copa de licor, lady Ashton? Caroline respondio por ella: --No desea mas que dar problemas, Martha, exactamente igual que su hermana... --Caroline... --murmuro Harold con tono levemente amenazante. --Y sera mejor que dejes de llamarla < > --continuo, sin hacerle caso--. Ya no sera tratada de < > nunca mas. --Miro a su hija con frialdad--. Eso es lo que quieres, ?no? Elizabeth bajo los ojos. --En realidad, si. Caroline emitio un bufido exasperado y la doncella parecio confusa, pero recogio la pesada bandeja con la tetera de plata y las tazas, y salio en silencio. --?Cuando piensas volver a tu casa, querida? --pregunto Harold a Elizabeth. --Manana ire a entregar a Robert los documentos que me ha dado el senor Milton. Pero no se si permanecere alli. Quiza sea mejor recoger algunas cosas mas y volver aqui, con Bobby. --!Pobre pequeno! --exclamo Caroline--. Verse desde tan temprana edad envuelto en un escandalo semejante... ?Que familia lo recibira en su casa cuando sea mayor? --Cualquiera que lo aprecie por lo que es: un nino encantador e inteligente. --Eso ya lo veremos. !Y ya veremos tambien en que posicion quedare yo cuando esto se sepa! --?Tu? --!Si, yo, Elizabeth! --Caroline se levanto del sillon y se acerco a la ventana. Se asomo al exterior como si temiera encontrar una multitud enardecida a las puertas de su casa--. La gente dira: <>. ?Es que no tienes cabeza? De tu hermana casi me lo esperaba, !pero de ti...! --Lillian solo hizo lo que su corazon... --!Oh, por Dios, no me salgas con esas, nina! --Caroline volvio a sentarse, aunque mas bien dio la impresion de que se desplomaba entre un revuelo de tafetan y encajes--. Lillian ha sido una pesima influencia para ti. Como su hermana mayor, debiste haber enderezado a esa chica tozuda e insensible, y no solo no lo hiciste, sino que ahora te vuelves igual de loca... --!No hables asi de ella! La mencion de Lillian lleno de lagrimas de rabia y anoranza los ojos de Elizabeth. Echaba de menos a su hermana pequena, tan lista y voluntariosa, mas de lo que podia expresar, y sobre todo en momentos como aquellos, pero se alegraba de que fuera feliz. O al menos confiaba en que lo estuviera siendo, porque hacia casi un ano y medio que no la veia. Lillian habia huido de Londres con el hombre del que se habia enamorado, envueltos en el escandalo de un robo que todavia no se habia aclarado del todo. Su fuga habia conmocionado a su familia y a toda la alta sociedad londinense. Tambien a Elizabeth, pero de un modo positivo: la habia ayudado a descubrir que ella tambien merecia encontrar ese tipo de amor. Y por ello, estaria eternamente agradecida a su hermana, aunque nunca mas volviera a verla. --Creo que ya es suficiente, Caroline --intervino Harold. Habia permanecido sentado en actitud serena, sin alterarse en ningun momento, pero todos en la habitacion sabian que Lillian era su preferida y que oir hablar del tema de su fuga era muy doloroso para el--. Sera mejor que dejemos tranquila a Elizabeth. Martha entro de nuevo con la bandeja, portando en esta ocasion una botella de cristal tallado llena de licor y unas copitas diminutas. --Martha, tomare el licor en el jardin trasero --dijo Caroline--. Necesito que me de un poco el aire. Caroline salio de la sala seguida por la doncella, que solto un levisimo suspiro de cansancio por encima de la bandeja del licor. Harold se levanto tambien y puso una mano sobre el hombro de su hija. --Se fuerte, Elizabeth. Lo que te espera a partir de ahora sera duro --dijo con voz suave. --Lo se, papa. Pero no sera mas duro que mi vida hasta ahora. Harold se inclino para besar su cabeza y la dejo sola. Elizabeth se quedo sentada, aun muy erguida, aunque nadie la viera, con las manos todavia cruzadas sobre la falda y una lagrima deslizandose lentamente por su mejilla. Al dia siguiente, Elizabeth entro en la mansion de Mayfair en la que habia vivido durante su vida de casada. El mayordomo, Townsend, recogio su pequena maleta y la saludo con tanto respeto como siempre, pero su expresion le parecio algo mas lugubre que de costumbre. < >. Supuso que cada uno tendria su propia opinion al respecto, y que lo mas probable era que la de Townsend fuera negativa. Suspiro para si misma y se quito el sombrero para dejarlo a continuacion en manos de Jane, una de las doncellas. --Jane, ?esta lord Ashton en casa? --quiso saber. No sentia ningun deseo de ver a Robert, pero no le quedaba mas remedio; queria entregarle los documentos de su abogado y zanjar el asunto cuanto antes. Levanto la mirada hacia la doncella, extranada de su tardanza en responder. Ella tambien tenia una expresion rara en su cara redonda. --?Esta lord Ashton en casa? --repitio. --No, milady. Elizabeth se alegro. Asi dispondria de unos momentos a solas para prepararse. --Bien, avisame cuando llegue, por favor. Estare en mis habitaciones. Se dirigio a la ancha escalinata de marmol y comenzo a subir, pero se detuvo al oir la tosecilla nerviosa de Jane, que continuaba inmovil al pie de la escalera. --?Sucede algo? --pregunto. De pronto sentia su corazon latir con mas fuerza, como en prevision de una mala noticia. Las mejillas de la joven habian adquirido un tono rojo, y parecia cada vez mas nerviosa. --?No le ha dicho nada Townsend? -
La luna en las minas – Rosa Ribas de Rosa Ribas
https://gigalibros.com/la-luna-en-las-minas-8211-rosa-ribas.htmlSe decia que durante la guerra, la otra, la nuestra, le habia cogido demasiado gusto a la sangre. Una querencia de sangre. Un apetito de sangre. Como un lobo.
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Judas y otros ensayos sobre lo divino y lo humano de Thomas De Quincey
https://gigalibros.com/judas-y-otros-ensayos-sobre-lo-divino-y-lo-humano.htmlThomas de Quincey estaba comprometido con la inteligencia, la verdad, el humor y las polemicas. Este volumen recoge algunos de sus trabajos mas definitivos sobre Judas Iscariote, suicidio y supersticion.
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Seis hermanas. Los anos de la inocencia de Rebeca Tabales
https://gigalibros.com/seis-hermanas-los-anos-de-la-inocencia.htmlElisa Torrealba llega a Madrid la primavera de 1880. Ella y su hermana quedan huerfanas y se instalan en la sombria casa solariega de sus tios, un matrimonio severo. Elisa mira con curiosidad y espiritu critico todo cuanto ocurre a su alrededor, le cuesta mantener las formas y comportarse como una senorita, pero quiere hacerse un sitio en ese nuevo y complicado mundo, y sabe ser encantadora, cuando quiere. Las Torrealba son un misterio para la aristocracia madrilena, su dote, su caracter y su reputacion preocupan e interesan a los cotillas, y tambien a algunos hombres. Fernando y Ricardo Silva, herederos de la fabrica de Tejidos
Silva, jovenes, nuevos ricos y solteros deseados, representan lo mejor y lo peor del Madrid del fi n de siglo en todas sus formas. La tradicion y la transgresion, la ciencia y el juego, la razon y el instinto, la prudencia y la pasion son los escenarios en que compiten. Elisa entrara en sus vidas y forzara una lucha aun mas grande. Por primera vez Ricardo se aburre de su vida nocturna de calavera y suena con encontrar un amor que de verdad lo cambie, mientras que Fernando duda de su compromiso con la hermosa y convencional Catalina Hinojosa. De fondo estan las vidas de los criados, los pequenos empleados y la burguesia emergente de la revolucion industrial, la aristocracia madrilena con sus tertulias, sus paseos en carretela por el Retiro, los bailes, las verbenas, la elegancia y la decadencia de un tiempo de inocencia que nunca volvera. -
El desamor segun Alba de Mira Lau
https://gigalibros.com/el-desamor-segun-alba.htmlAlba es muy fan de “La Casa de Papel”, el sushi y las olas del mar.
A sus 29 anos lo tiene todo: amigos estupendos, un buen trabajo y un novio genial.
Eso, hasta que Marc le pide un “tiempo para pensar”.
Ahora Alba tendra que decidir como afronta ese tiempo para sufrir lo menos posible.
Y si Marc no regresa…?Podra Dave, su joven y sexy companero de trabajo, ayudarla a recuperar la ilusion?
Una novela breve, que nacio pensada como guion de TV y que esta siendo ya traducida al ingles. -
Dirige tu vida de Pau Forner Navarro
https://gigalibros.com/dirige-tu-vida.htmlEn la escuela aprendimos ortografia, algebra y algunos hasta latin, pero nadie nos enseno las habilidades necesarias para hacer frente a los obstaculos de la vida y relacionarnos con los demas. Por eso vivimos acorralados por nuestros miedos, incapaces de defender nuestros propositos y encadenados a relaciones toxicas.
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Huyamos, ahora que podemos 2 de Garcia De Saura
https://gigalibros.com/huyamos-ahora-que-podemos-2.htmlCuando Ana e Iris pensaron que ya nada podria fallar en su confabulacion por librarse de la justicia, un nuevo reves amenazo con destruirlo. Alguien mas sabe la verdad de lo que ocurrio la noche del accidente en la que se cargaron a Don Pepino, patron del pueblo, y su plan corre peligro. En medio de la voragine, las chicas se iran de viaje con los chicos, Filomeno y Ataulfo, dos hombres en los que confiaron y que las ayudaron desde el principio sin pedir nada a cambio. ?O era solo lo que a ellas les hicieron creer?Descubre el desenlace final de esta apasionante, divertida e intrigante historia, donde nada es lo que parece, y todo parece lo que es.
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El enigma de Leon (Investigador Pedro Iniesta 3) de Francisco Sempere Sanchez
https://gigalibros.com/el-enigma-de-leon-investigador-pedro-iniesta-3.htmlPedro Iniesta sale literalmente del fango del rio Guadalquivir para embarcarse en otro misterioso caso que le llevara al limite fisico y mental. En la mente de este sicario es donde reside su peor enemigo.
Dos historias que confluyen y nos llevaran a comprobar como las ambiciones del ser humano permanecen inalteradas a lo largo de los siglos.
No importa que nos encontremos en la Cordoba de los Omeya o en el Munich del siglo XXI, diez siglos despues el acero sigue siendo la unica forma efectiva para resolver los conflictos.
Hay una diferencia, pero solo es en las formas: lo que antes se solucionaba con una daga hoy dia se arregla con una 9 mm.
El hampa en tierras de Castilla va a recibir la siempre incomoda visita de Pedro Iniesta, al igual que diez siglos atras recibiera a otro asalariado del gremio con parecidas intenciones. -
Pasion (Tentacion 2) de Dylan Martins
https://gigalibros.com/pasion-tentacion-2.htmlTras los acontecimientos ocurridos dos meses atras, a consecuencia de un tropiezo que le cuesta demasiado caro, Alexis esta intentando rehacer su vida junto a su pequena hija Lucia, a la que se aferra.
Es la llegada del verano la que le hace plantearse un cambio laboral durante unos meses. En ese contexto, Lucia y el tienen claro lo que quieren hacer. Para lograrlo, deciden emprender un viaje que le permitira obtener muchas de las ansiadas respuestas a sus interrogantes.
Sin embargo, sera otro hecho, vivido junto a todos los companeros de su oficina, el que propiciara que su vida vuelva a poner rumbo a un puerto tan inesperado como deseado por el protagonista. -
Acepte por ti de Iris T. Hernandez
https://gigalibros.com/acepte-por-ti.htmlENTRE en la cafeteria que hay justo al lado de mi trabajo observando las mesas en busca de una libre para poder sentarme y esperar a Alison, mi companera de trabajo y, por supuesto, mi mejor amiga desde hace mucho tiempo. Como cada manana, el joven camarero se acerco con una libreta en la mano, me guino un ojo emitiendo una sonrisa junto a un "?lo de siempre?". Asienti con un ligero movimiento de cabeza y sonriendo mientras dirigia la mirada hacia la puerta. Vi aparecer con paso rapido a Alison, su respiracion era rapida y agitada, le sonrei, pero antes de poder decirle palabra alguna aparecio el joven camarero con dos cafes con leche y muffins de chocolate. --Buenos dias, ?llevas mucho tiempo esperando? --Su voz divertida, hizo que riera. Todos los dias llegaba tarde, no era de esperar que hoy no lo hiciera. Negue con la cabeza y agarre la taza por el asa para poder dar el primer sorbo al cafe. La espuma impregno mi labio superior, e inconscientemente me lami el labio sintiendome observada por el camarero. Pero me daba igual, podria decir que incluso me gustaba que me observara. Alison, desde que se habia sentado y dado el primer mordisco a su muffin, no habia parado de hablar, apenas habia oido toda la conversacion, pero si lo justo para saber de que se trataba. Terminamos nuestro desayuno entre risas y bromas, hasta que vimos la hora y tuvimos que apresurarnos. Quedaban un par de minutos para tener que abrir la agencia de viajes en la cual trabajabamos, asi que nos levantamos rapidamente y, tras pagar y coger nuestros enseres, caminamos con paso ligero hasta llegar frente a la persiana de color azul cielo. Saque de mi bolso las llaves para abrir la cerradura, entre las dos hicimos la fuerza necesaria para que aquella persiana de hierro antigua se abriera de un solo empujon. Desde la entrada se podian observar dos mostradores vacios ensombrecidos por la falta de luz. Camine hasta el interruptor y lo presione. Mientras arrancaba el ordenador, se fueron iluminando las delimitadas zonas del local. Me sente en mi mesa justo detras del mostrador, en una zona apartada para poder conseguir un trato mas confidencial para clientes importantes, y observe ese pequeno lugar sintiendome afortunada por haber encontrado ese trabajo justo al empezar la carrera universitaria y el cual mantenia una vez terminada. Era un trabajo que disfrutaba, en cuanto comence senti que me encantaba planificar viajes, aunque no fuera yo la afortunada de vivirlos, pero sabia que algun dia conseguiria viajar. --!Buenos dias chicas! --interrumpio mis pensamientos Romina, la duena de la agencia, una mujer de unos cincuenta anos, soltera y dedicada unicamente a que su negocio prosperara. Con nosotras era muy cercana, incluso cuando necesitabamos ayuda sabiamos que podiamos contar con ella. --Buenos dias Romi --contestamos las dos alegremente. Abri el correo electronico principal y, tras revisar el tipo de peticion, fui derivando los correos a sus destinatarios, hasta que comence a planificar los viajes que tenia pendientes. Uno de ellos era a Marrakech, un viaje de novios espectacular; ellos estaban decididos a ir para conocer la cultura y preferian hoteles modestos, pero lo mas cercano a sus puntos de interes; asi que las horas que estuve buscando alojamiento, transporte y conociendo indirectamente la zona, las disfrute como una nina. Segui organizando un par de viajes para una empresa, viajes aburridos, sin sentido, vuelo-hotel-vuelo, ni siquiera dedicaban una hora en conocer el lugar que, por obligacion, tenian que visitar, pero asi eran la mayoria de los viajes, destinos carentes de sentimientos. El aviso del calendario del correo electronico me avisaba de que en quince minutos vencia mi cita en el Notario Preston. Suspire hondo y, tras unos segundos de paralizacion, cogi mi bolso y mi telefono movil para ausentarme hasta despues de la comida. Aun no entendia por que habia accedido a ir, no sabia que diantres pintaba yo en aquel lugar, y no me habian querido dar mas informacion que la hora y el lugar al que tenia que dirigirme. --Romi, me dirijo al notario --le dije desde la puerta de su despacho, esperando una confirmacion, aunque ya me habia autorizado dias antes. --No te preocupes Abi y recuerda, si resulta que heredas millones, no te olvides de tus amigos --dijo bromeando, intentado arrancarme una sonrisa, pero solo consiguio que resoplara de resignacion. --Lo recordare --dije sabiendo que ese no iba a ser el caso. Me acerque al mostrador y le recorde en susurros a Alison que nos veriamos a las dos en la cafeteria de siempre. Estaba hablando por telefono asi que asintio, me lanzo un beso y gesticulo la palabra suerte. Sali de la agencia y camine en direccion al notario, por suerte estaba en la misma zona de Manhattan, una casualidad que tuviera que dirigirme a unos pasos de mi trabajo. Al llegar al edificio quede anonadada. Habia pasado por delante de este en cientos de ocasiones, pero nunca me habia parado a verlo en detalle. Era un enorme rascacielos rodeado de un cristal plateado, resplandeciendo lo suficiente para no pasar desapercibido. Mire hacia la puerta giratoria, por la que accedias a un hall, abarrotado de personas trajeadas, de techos altos. Al fondo, observe cuatro grandes puertas de aluminio frente a ellas se detenian todas las personas. Sin dudarlo, di unos pasos lentos para alcanzarlas. Justo cuando llegaba se abrieron, y tras acelerar el paso, consegui adentrarme en el. Marque el noveno piso mientras intentaba ponerme a un lado de ese espectacular ascensor cubierto de espejos que apenas podia ver, por la cantidad de personas que lo ocupaban. Permaneci seria esperando llegar al nivel en el que se encontraba el notario del Senor Preston. Cuando el estridente sonido del ascensor avisaba que se iba a detener, di un pequeno salto, que me hizo sentir avergonzada, evitando la sonrisilla y mirar al resto de personas que seguian detras de mi. Fueron dos segundos de bochorno, pero se desvanecieron en cuanto sali del ascensor y me pare frente al mostrador de madera maciza color cerezo del cual sobresalian las palabras "Notarias Preston". Espere durante unos segundos a que el senor que estaba hablando con la recepcionista terminara. --?Buenos dias, en que puedo ayudarle? --se dirigio a mi la joven recepcionista, una chica con tono amable, el cual me hizo relajarme durante unas decimas de segundos para poder contestar. --Tengo una cita con el Senor Preston. Soy Abigail Evans. --La seguridad que transmiti no tenia nada que ver con lo que realmente sentia, estaba nerviosa por la incertidumbre de no saber por que tenia que acudir. Al oir mi nombre, se levanto y me acompano hasta una sala que habia tras el pasillo principal. Abrio la puerta y pude observar que esperaba un senor de unos treinta y pocos anos sentado en una de las sillas de la gran mesa de madera de color roble. Al verme, me sonrio y, tras saludarme, me indico que me sentara a su lado. Estuve durante unos minutos sentada al lado de ese desconocido de cabello claro y ojos azules muy atractivo, sin saber que hacia alli realmente, pero tenia que permanecer escuchando lo que quisieran exponerme e irme por donde habia venido como si nada. Dias atras recibi la llamada del Senor Preston informandome de que tenia que acudir a la lectura del testamento del Senor Smith. Nunca habia oido hablar de el y, tras un interrogatorio intenso a mi madre, averigue que era un amigo de mis padres cuando eran novios. Siguio manteniendo el contacto con mi madre, cuando mi padre decidio marcharse. Yo apenas tenia tres anos y, o mis recuerdos me fallaban, o nunca habia oido hablar del Senor Smith en boca de mi madre.
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El maestro de la perversion de Liah Jones
https://gigalibros.com/el-maestro-de-la-perversion.htmlCristina planea conseguir una cita a ciegas, para su amiga Fabi, con Andres, un hombre atractivo e interesante, pero con una forma de entender el sexo y la relacion de pareja muy peculiares. Fabi decide conocer a Andres y sus particulares normas. Este le propondra acatar cada una de ellas, como senal de que es la mujer perfecta. ?Sucumbira la amiga de Cristina ante el maestro de la perversion?
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Una chica mala para Dorek – Emily Delevigne de Emily Delevigne
https://gigalibros.com/una-chica-mala-para-dorek-8211-emily-delevigne.htmlIrina Maxwell es una reconocida modelo internacional que disfruta de su apacible vida junto a su hija Amy. De origen humilde, ha luchado mucho por darle a su pequena un buen hogar, alejada de los hombres y de los multiples problemas que causan… hasta que Dorek Nowak decide cruzarse en su camino una vez mas.
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Juntos de Cristina Guzman
https://gigalibros.com/juntos.htmlEmma, una chica que siempre ha pasado desapercibida, siempre con un libro en las manos.Paco siempre ha estado rodeado de gente, es un chico muy popular, pero siempre se fijaba mas alla de su grupo.Aunque ellos nunca han hablado, se conocenY un dia, pasara algo que cambiara la opinion que tienen el uno del otro. El destino tiene una sorpresa para ambos que les cambiara para siempre.
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La chica que no creia en los principes azules de A.s. Torres
https://gigalibros.com/la-chica-que-no-creia-en-los-principes-azules.htmlAbril es una chica que se ha refugiado en hacerse un hueco en el mundo laboral. Pero para desgracia suya se queda sin trabajo, suceso que le lleva a conocer a Soledad. Una chica alocada que le ensenara a Abril acerca de la vida: como que las historias de amor no siempre son de color de rosa y a veces hay que arriesgarlo todo.
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La nina perfecta de A. R. Cid
https://gigalibros.com/la-nina-perfecta.htmlEl dia que Carmen y Tomas descubrieron que serian padres se imaginaron como seria su retono. El mas hermoso, el mas listo, el mas sincero... el mas perfecto. La perfeccion siempre ha sido dificil de alcanzar, no obstante, a sus ojos la criatura que Carmen llevaba en sus entranas no tenia defectos, ?como tenerlos si, sin haber nacido, ya era lo mas grandioso que habian creado? Era fruto de un amor juvenil, pasional, de un amor que les obligo a enfrentarse a la realidad, pero no logro separarlos. El dia que Carmen y Tomas sonaron con como seria, con sus ojos, su sonrisa... fueron dichosos como nunca antes. I Noemi era tan perfecta como sus padres habian deseado. Siempre callada, tranquila, jamas se manchaba ni elevaba el tono. Todos los que la conocian solo tenian buenas palabras hacia ella, alabandola ante una madre que cogia su mano con orgullo cada vez que salian a la calle. Ademas, de preciosa claro esta. Noemi sonreia cuando le preguntaban algo que no debia contestar, pues no esta bien mentir. Ella no comprendia exactamente por que no estaba bien, tampoco lo cuestionaba. Si le preguntaban si era feliz sonreia, si le preguntaban si queria ir a casa de la tia sonreia, si le preguntaban si queria a mama sonreia. Habia aprendido que los que la rodeaban hacian cuando ella deseaba si sabia convencerlos adecuadamente y por eso la nina escondia sus oscuros secretos con celo y cuidado. Eran tan sumamente perfecta que a Noa, su profesora, le causaba repelus. Cuando los grandes ojos verdes de la pequena se posaban en ella Noa preferia alejarse, ponia distancia entre ambas sin comprender el motivo que la llevaba a recelar, ?que podia decir de malo de una nina que no gritaba, no peleaba, siempre recogia sus cosas y hacia sus tareas? ?Que podia tener de malo aquel rostro inexpresivo que, cuando percibia que era observada, soltaba una tensa sonrisa? Noemi llevaba un vestido morado esa manana. Era dia de colegio y habia preparado la mochila con antelacion. Semanas le habia llevado escoger todo lo que alli guardaba, por primera vez su sonrisa parecia genuina, incluso dio breves saltitos mientras se acercaba al colegio. Ya podia oir los gritos de sus companeros y quiso mas, mucho mas. Ante la inmensa puerta de metal azul se detuvo y respiro, tomo aire. Se sacudio la falda, a la que se habia adherido alguna que otra brizna de hierba al pasar por el jardin del vecino, con autentico odio. No soportaba las imperfecciones, sin embargo, las encontraba alli a donde mirase. Apreto con fuerza la mochila contra su pecho. Lo hizo con desesperacion, necesitaba de lo que alli llevaba. Dio el primer paso con una pregunta en la mente a la que no dio gran importancia. ?Por que aquel dia? Podria haber esperado, ?entonces por que? Se sacudio los pensamientos y los dejo marchar. No era el momento de dudar, no era algo aceptable y ella jamas dudaba. Mama la limpiaria despues, tendria que hacerlo... Mama la esperaria en cama. Cogio la manilla y tiro con la determinacion de quien sabe que no hay vuelta atras. Sintiendo fuego liquido en las venas y algo nuevo, capaz de hacerse adictivo, continuo su camino. --Sentaros ninos. Hoy vamos a aprender la tabla del 3. Espero que todos hayais hecho los deberes --solto la maestra, era una frase que apenas variaba y en la que ya no pensaba. Cuando el timbre sonaba lo dejaba ir sintiendo que ya quedaba menos para que su dia terminase y pudiera tomarse un relajante bano. --!!Siiiiii!! --gritaron la mayoria mientras alzaban la mano derecha. Se rieron, se miraron unos a otros y Noa sonrio por dentro. ?Cuando habia sentido ella ilusion por algo? Por un momento Noa comprendio que no le acudia ninguna respuesta. "Demasiado tiempo", dijo para sus adentros proponiendose que debia cambiar. Tras dos anos de monotona relacion no podia seguir esperando un cambio. Tampoco es que le disgustase su vida, solo que sentia que se marchitaba sin remedio, preguntandose si llegaria a vieja mucho antes de que su cuerpo mostrase las senales. !Si solo tenia 25 anos! ?Por que debia conformarse con una visita al cine por semana y sexo cada dos? Solo les faltaba marcarlo en el calendario... suspiro cansada para recobrar fuerzas y sonreir a los que ella consideraba el futuro. --Eso espero porque lo comprobare. ?Que os parece si os hago una pequena prueba? --pregunto con su cara mas malvada. --Noooo, maestra --dijeron muchos. --Lo dejare pasar si encuentro un voluntario para escribir en la pizarra --comento con indiferencia mientras alzaba su brazo, del cual terminaba su mano aferrando una libreta--. ?Alguien? Los ojos de todos se giraron hacia Beatriz, que se levanto encantada por la oportunidad. Como en todas las clases alli cada uno tenia su papel. Inevitablemente, y como siempre le ocurria, Noa volvio sus ojos hacia Noemi. Algo extrano sucedia, solia ser la primera en ponerse a escribir, pero no se habia dignado a sacar la libreta. En su lugar habia apoyado ambos brazos sobre el pupitre y su menton sobre ellos. Su manera de mirarla... Noa quiso escapar, trago saliva sintiendose estupida. --Bea --se aclaro Noa la voz--, intenta aprovechar todo el espacio o no te cabra. Entonces Noemi alzo la mano. --Profe, ?puedo hacerle una pregunta? --pregunto la nina con una voz neutra, falta de toda emocion. No, no, no... le gritaba su mente, Noa no quiso escuchar. --Por supuesto. Si puedo ayudarte lo hare --solto Noa tensa. --?Recuerda cuando Tato murio? Tato habia sido el hamster que habian tenido el ano pasado como mascota, una perdida que a muchos de ellos les habia costado superar. --Claro, lo queriamos mucho todos --replico Noa. --?Cree que sufrio? --insistio Noemi queriendo profundizar en un tema demasiado escabroso para la profesora. Noa todavia tenia muchas incognitas acerca de lo acontecido aquella tarde. Pasadas las semanas sin encontrar respuestas habia decidido dejarlo pasar, al menos hasta ahora. --Si he de ser sincera no lo se --hizo una pausa para evaluar la reaccion de cada uno de sus alumnos a sus palabras--. Sin embargo, ahora se encuentra en un lugar mejor y es lo que todos debeis recordar. --?Y que lugar es ese? --continuo la pequena, haciendo que todos dejasen de lado lo que hacian. Ya nadie fingia escribir mientras se mantenian atentos, todos querian respuestas y la conversacion era demasiado interesante. Habian querido mucho a Tato y era un tema escabroso que, por algun motivo, los invitaba a sumergirse. La muerte, era un tema demasiado complejo hablar de eso con ninos de siete anos. Los miraba y comprendia que una mala palabra y tendria a muchos de sus padres pidiendo su cabeza. No obstante, estaba alli para que los pequenos aprendieran y la muerte formaba parte de la vida que habrian de recorrer. --No lo se, uno tan hermoso que no logro imaginarmelo. --?Y le gustaria verlo? Fueron esas palabras, pronunciadas con lentitud, como si hubiera paladeado cada una de ellas, las que la hicieron volverse hacia la pizarra como queriendo escapar. --Dejemos el tema o perderemos toda la hora. Continuaremos con... --La incomodidad de Noa era evidente. Hay momentos en los que cometemos un error, uno que habremos de pagar, pero no nos percatamos hasta despues. Demasiado tarde. --Si es tan hermoso, ?por que no quiere verlo? --insistio Noemi. --Algun dia lo hare, pero tengo mucho que descubrir en esta vida --susurro Noa, aunque su voz resono en un aula en la que el murmullo mas suave atravesaba la estancia. Noemi se levanto. La maestra estaba ocupada, tensa. ?Acaso no la queria? Era la unica que nunca trato de abrazarla, le sonreia, pero no le decia lo guapa o lista que era. No, definitivamente a la maestra no le gustaba. ?Le importaba eso? Abrio la mochila y lo saco. Pocos la miraban ya, los que lo hacian se quedaron mudos. Primero dejo algo sobre la mesa. Pequeno, sin forma. Las manos de la nina, carmesis ahora, volvieron a introducirse en la mochila de Peppa Pig. Ella estaba concentrada. Uno, dos, tres... el minutero pasaba, el tiempo, sin embargo, se habia paralizado en la clase de segundo de primaria. Solo Noa seguia sin saber lo que habia provocado el silencio, que se le antojaba asfixiante. --?Que...? --Noa no termino la pregunta --Noemi, ten cuidado. Sueltalo, por favor, puedes hacerle dano. --Morira, lo he visto antes --comento ella, cansada de que la maestra no la comprendiera. Queria aprender, ?tan malo era? --Por eso, ?acaso quieres hacerle dano? Noemi se encogio de hombros. --Ira a un hermoso lugar, usted lo dijo --argumento Noemi. Lo simplificaba de tal manera que era imposible negar que tuviera razon, aunque la nina deformaba sus palabras de forma grotesca. --Debes soltar el cuchillo y dejarlo ir. Debes comprender que lo que estas haciendo esta mal, la vida es algo valioso que debemos proteger. --Trato de razonar creyendo, mas bien suplicando, ser capaz de convencerla de desistir--. No te castigaremos, lo prometo. --No he hecho nada malo. --Noemi apreto un poco el cuchillo contra el cuello de Ruben, una fina linea se dibujo en su piel morena, ella lo miro hipnotizada. Era hermoso, ?acaso nadie mas lo percibia? Su piel se rasgaba con tanta facilidad...
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El secreto de las golondrinas de Anonimo
https://gigalibros.com/el-secreto-de-las-golondrinas.htmlSu mision: seducir a un hombre rico y con poder.
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Perdida en el tiempo de Lorena Franco
https://gigalibros.com/perdida-en-el-tiempo.htmlDespues del exito arrollador de La viajera del tiempo, con mas de 100.000 ejemplares vendidos y una gran acogida internacional, Lorena Franco regresa con una novela muy visual y cinematografica. Perderse entre las paginas de este apasionante viaje sera una aventura inolvidable.
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Una reina al poder (Los Medici 3) de Matteo Strukul
https://gigalibros.com/una-reina-al-poder-los-medici-3.htmlTercera entrega de la saga historica que recrea la historia de la familia mas poderosa del Renacimiento.
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Diario de una… ?Loca? de Rut H. Sanchez
https://gigalibros.com/diario-de-una-8230-loca.htmlCelia esta convencida de que le falta un tornillo, pero no esta sola, su familia alimenta constantemente esa idea diciendole durante toda la vida <
>, y asi resulta facil convencerse de ello.
La amenaza constante de ser internada vuela sobre su cabeza como cuervos negros, pero su marido y principe azul le proporcionaran la seguridad y confianza que necesita. O ?pueden las ranas disfrazarse de principes?
Esta claro que lo de estar cuerda no es su fuerte, sin embargo, necesitara juntarse con <> para darse cuenta de ello.
?Te atreveras a acompanar a Celia en este viaje donde la locura lo cura todo? -
El mosquetero del Alcazar de Mavi Tome
https://gigalibros.com/el-mosquetero-del-alcazar.htmlSegunda entrega de la bilogia <
>, cuya historia sucedera dos meses despues de los hechos transcurrido en La menina del Louvre. -
Hasta que el viento te devuelva la sonrisa, Alexandra Roma de Alexandra Roma
https://gigalibros.com/hasta-que-el-viento-te-devuelva-la-sonrisa-alexandra-roma.html -
La cocinera irlandesa de Mary Beth Keane
https://gigalibros.com/la-cocinera-irlandesa.htmlMary la Tifoidea: ?un monstruo egoista o una inocente perseguida?
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Nunca es tarde para comenzar de cero de Jenny Del
https://gigalibros.com/nunca-es-tarde-para-comenzar-de-cero.htmlDebian quedarnos unos veinte minutos para aterrizar en Londres, en el aeropuerto de Luton. Los aviones siempre me han dado un poco de yuyu, sobre todo en el momento justo en que las ruedas dejan ya el asfalto y ese bicharraco se levanta mostrando su tripa hacia el cielo. Reconozco que la adrenalina corre por mis venas despues de que el comandante recibe el permiso para despegar y le mete cana a aquello, corriendo como un loco por la pista hasta alzar el vuelo. En esos escasos minutos en que los motores empiezan a rugir con fuerza y el avion la va recorriendo a una velocidad de infarto, se ve como los arboles, avionetas y edificios cercanos van quedando atras. Es como si fuesen todas esas cosas las que corren en sentido contrario a nosotros y no a la inversa. Distinto es, como decia, el instante preciso en que levantamos el vuelo. En ese momento todo da un cambio radical. Es una extrana sensacion. La velocidad deja de notarse de un segundo a otro, todo se ralentiza, ya no estamos en tierra firme sino comenzando a surcar los cielos. Ahi es cuando mi emocion se va al traste y me entra una especie de panico que no se bien como describir. Necesito seguir sintiendo la misma velocidad para asegurarme de que todo marcha por su cauce natural, que el avion no se va a caer de golpe... ?Sera que le temo demasiado a cualquier cambio? Lo cierto es que, minutos mas tarde, una vez que ya hemos cogido la velocidad de vuelo y nos encontramos a bastante altura, ese panico desaparece tambien. Es como que una se ha acostumbrado ya a la nueva situacion. Y eso es lo que hay, le guste o no. Esa quietud dentro del avion mientras pueden observarse por la ventanilla las nubes, campos y mares vistos desde arriba y en forma de manchas blancas, verdes y azules, forma parte del trayecto desde el punto de salida hasta el de destino. Montada en aquel pajaro gigantesco que nos llevaria a Eva y a mi a la capital del Reino Unido, no podia evitar el comparar aquellas fases con la vida misma. La vida tambien tiene sus etapas... !y que distintas entre si, madre mia! Tan pronto marcha el dia a dia sobre ruedas como que de repente, en un segundo, te cambia todo. Cuando menos lo esperas, te despiden del trabajo, te quedas embarazada o se muere de golpe un familiar o amigo que estaba sano como una pera, debido a un infarto o un accidente. Eso por poner algun ejemplo de tantos, logicamente, porque son muchas las circunstancias que pueden hacer que la rutina de un giro de ciento ochenta grados. Para mal o para bien. En mi caso, no es que fuera un asunto muy gordo, ya que lo que me habia ocurrido era que me habia llevado un desengano sentimental. Uno, no, dos. Y yo ya tenia algun que otro planecillo a corto plazo. Aunque fuesen poca cosa, esos planes tambien desaparecieron en un pis pas como por embrujo con la huida de Mario, aquel hombre que supo engatusarme con mucha zalameria al principio con sus halagos constantes, como que yo era la mujer mas especial que habia conocido en su vida. Tonta de mi que me lo creia todo...Trate de impedir que su recuerdo se montase conmigo y con Eva en aquel avion, pues se trataba basicamente de poner tierra de por medio para olvidarme de que Mario existia siquiera. Fue un viaje totalmente improvisado, como quien dice. Estaba dispuesta a pasarme en aquella glamurosa ciudad una semana por todo lo alto con mi super amiga... y que saliese el sol por Antequera. Lo de ese individuo me habia afectado bastante psicologicamente y necesitaba resetear mi mente a costa de lo que fuese. ?Que mejor que con ella, que estaba como una cabra y era la alegria de la huerta? La infancia y la adolescencia de mi amiga no habian sido faciles junto a una madre un poco tocada del ala y que practicamente la habia abandonado a ella y al hermano despues de enviudar para irse con otro fulano que tambien dejaba bastante que desear. No obstante, mi Eva habia nacido ya con un caracter alegre y positivo que nada ni nada habia conseguido variar en lo mas minimo. Tuvo su epoca chunga como quien mas y quien menos, pero saco fuerzas para echarselo todo siempre a las espaldas. Era un encanto de mujer. Siempre que me veia languida por lo que fuese, tiraba de mi para animarme y me hacia ver el lado bueno del asunto que me trajese de cabeza. En un momento dado, cuando faltaba medio telediario para comenzar el aterrizaje, me vio cabizbaja. --?Que te pasa, Carola? --me pregunto. --Nada, tranquila --le conteste, a sabiendas de que no se lo iba a tragar de ninguna forma. --?Nada? Nada bueno, diras. Mira que te conozco como si te hubiera parido, guapa... --Tranquila, estoy bien, mosqui. Ese era el apodo que le habia puesto hacia ya anos. Suena raro, lo se, pero aquello venia por lo de la mosca cojonera. Y no es que Evita fuese una petarda para mi, todo lo contrario. El llamarla asi en plan carinoso venia porque eramos una y carne. Como dos almas gemelas inseparables. Siempre estaba pendiente de mi tanto en las duras como en las maduras. Yo representaba lo mismo para ella. Nos habiamos conocido diez anos atras, cuando las dos teniamos dieciocho y ella ya se encontraba embarazada de tres meses de Nerea, su unica hija. La futura mami estaba aterrorizada por todo lo que aquello conllevaba. Por un lado, el padre de la criatura era un capullo integral que no parecia tener mucho interes en el asunto, o sea, no es que se quitase de en medio al dejarla en estado, pero se veia venir desde lejos que eso seria lo que terminaria ocurriendo. Y al final los peores presagios se cumplieron y la dejo tirada como una colilla. Al saber que la nina venia en camino, Eloy se puso muy bien puesto con mi amiga y le propuso que se fuesen a vivir juntos. Ella estaba enamoradisima de el y le falto el tiempo para correr a buscar piso de alquiler en el barrio madrileno en que las dos viviamos. El embarazo no comenzo a notarsele hasta los siete meses, algo poco normal, pero Eva siempre ha sido una chica muy delgadita y daba la sensacion de que iba a dar a luz un folio en lugar de un bebe. De hecho, a los cuatro dias de nacer Nerea, la orgullosa mama salio del hospital de la Paz con la criatura envuelta en una toquilla y luciendo un vientre tan plano bajo los vaqueros que ya hubiera querido yo para mi alguna vez en mi vida. Increible el tema. El caso es que compartieron aquel apartamento durante el primer ano de la nina, pero a partir de que esta comenzara a dar sus primeros pasitos, la relacion comenzo a cambiar entre ellos. Eloy tan solo tenia veintidos anos y el asunto de la paternidad empezo a venirle grande. Entre otras cosas, echaba de menos las juergas con sus amigos, pero claro... Eva eso no lo veia ni medio bien. A mi tampoco me hubiera hecho gracia que el padre de mi hija me planteara el coger la noche por punta con los colegas mientras yo me quedaba dandole biberones a la pequena y cambiandole los dodotis. Bueno, ni a mi ni a nadie, me imagino. Aquel listillo se agarro un dia a que se casaba un coleguita y que le habia invitado a la despedida de soltero. Esa noche, mi amiga claudico y, aunque se quedo de morros, no armo ningun numerito. Los numeritos fueron apareciendo a medida que el encontraba excusas para escaquearse sin ella cada dos por tres. Llego un dia en que Eva no pudo mas y revento. Antes de dar ningun paso, me pidio mi opinion. --No se que hacer, Carola --me dijo con ojos llorosos mientras tomabamos un cafe--. Tu sabes que le quiero, pero estoy empezando a pensar que el ni me quiere a mi ni a su hija tampoco. --Te entiendo, carino. Y te digo una cosa, yo pensaria igual que tu en esa situacion. !Ya es hora de que madure, joder! --Tu lo has dicho, pero al reves, este va para atras. El problema es... --Lo se, hija, que ahora dependes absolutamente de el. Di en el centro de la diana y ahi fue cuando mi mosqui rompio a llorar como la Magdalena. Lo tenia crudo. A su corta edad, mi amiga era ya una experta esteticista. Hasta quedarse embarazada de la cria, se habia estado ganando la vida en un salon de belleza de postin, situado en uno de los centros comerciales mas lujosos de Madrid. Habia entrado en el mucho tiempo atras como aprendiza y alli se habia perfeccionado. Al parecer, la jefa era una persona muy considerada y ademas la miraba bien por su valia, de modo que, cuando se entero de lo que habia, le dijo que no pasaba nada, que siguiese trabajando hasta que la barriga se lo permitiera. Que cuando se encontrase ya muy cansada, harian cuentas y para casita. Asi fue. Eva estuvo al pie del canon como una jabata hasta casi los ocho meses, momento en que dijo que ya era hora de dejar su puesto. Arreglaron aquello como que era su jefa quien habia decidido prescindir de sus servicios por equis motivos, para que Eva pudiese acogerse a la ayuda del paro. Lo malo es que el paro tambien se le acabo poco antes de que empezaran a aparecer los problemas entre ella y su pareja. Con las cosas asi, el le dijo que se estuviese tranquila y que se dedicara exclusivamente a los cuidados de la nina, ya que con su sueldo de encargado en un concesionario de la Peugeot saldrian sin estrecheces para adelante. Hasta ahi todo bien, pero el hecho de que se separasen cambiaba todo por completo. Las guarderias costaban un buen pico y solo le cubririan parcialmente los horarios de un nuevo trabajo, el alquiler tambien tenia lo suyo... En resumen, que las cuentas no le salian, aunque el le pasase lo que fuera para la manutencion. Eva lo tendria bastante complicado para criar a Nerea sola, puesto que la poca familia que le quedaba no le iba a servir de mucho. Pero algo tenia que hacer, y al final, contra su voluntad, aterrizo con aquella renacuajilla bajo el brazo en casa de su tia Mercedes, una mujer ya de cierta de edad, solterona y bastante amargada. Para colmo, la cabeza ya empezaba a fallarle. Alli, bajo su mismo techo, tuvo que apanarse una temporada como pudo. No tenia posibilidad alguna de volver a su antiguo puesto laboral porque su jefa ya contaba para entonces con otra chica bastante competente de la que no quiso desprenderse.
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Poder contarlo de Ferran Torrent
https://gigalibros.com/poder-contarlo.htmlValencia, ano 1982. Messie y Llargo regentan varios negocios sospechosos, como una sala de juegos clandestina y combates de boxeo irregulares. Esta relativa calma se ve truncada cuando Messie convence a Llargo para rememorar los viejos tiempos y unirse a un antiguo socio y a dos jovenes de extrema
izquierda que planean robar el importante banco Intrans. -
Coleccion completa Max Cornell de Adrian Aragon
https://gigalibros.com/coleccion-completa-max-cornell.htmlLibro 1: EMBOSCADA ~ (Max Cornell thriller de accion no 1)
La vida del mercenario Maximilan Cornell da un giro radical cuando un desconocido deja un extrano mensaje en su puerta. Katty, la hija de quien habia sido su querido mentor, desaparece misteriosamente en la ciudad de Hong Kong. Max no tendra mas opcion que volver a la accion y trabajar duramente para sacar a la luz todo lo oculto detras de este hecho. -
Se me pasa el arroz pero no el conejo de Sandra Broa
https://gigalibros.com/se-me-pasa-el-arroz-pero-no-el-conejo.htmlCuando Sandra volvio a la solteria, pensaba que afrontaria esta nueva etapa con madurez y tranquilidad, pero no tardo mucho en darse cuenta de que, en cuestion de amores, se siguen haciendo las mismas tonterias con treinta anos que con quince. A pesar de que todo el mundo diga que los hombres son muy simples, Sandra y sus amigas tienen la sensacion de que se van encontrando a los chicos mas complicados y mas raros del mundo, tanto en el terreno sentimental como en el sexual. Porque, aunque en las novelas y en el cine, todo es bonito y poetico cuando los protagonistas tienen sexo, en la vida real muchas veces te lo pasas mejor contandoles a tus amigas el desastre de polvo que has echado el dia antes, que el rato que has estado a ello… y, en ocasiones, incluso tardas bastante mas en hacerlo.
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Sangre y corazon de Alexandra Roma
https://gigalibros.com/sangre-y-corazon.htmlJuliana Stiel representa la perfeccion de la Alemania nazi. Delicada, obediente y bonita. Ishmael es el judio roto en mil pedazos abandonados en recuerdos impregnados de violencia, dolor y perdida.
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Despues de tantos anos (En el ultimo rincon del mundo 2) de Sandra Heys
https://gigalibros.com/despues-de-tantos-anos-en-el-ultimo-rincon-del-mundo-2.htmlSegunda entrega de la serie de romance contemporaneo <
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Los ratones de dios de Luis Rendueles
https://gigalibros.com/los-ratones-de-dios.htmlEn julio del 2011, los canonigos de la catedral de Santiago de Compostela se dieron cuenta de que faltaba el Codice Calixtino, el manuscrito iluminado del siglo XII considerado como la primera guia de viajes del mundo y referente para millones de peregrinos cuando realizan el Camino de Santiago. El robo del Codice Calixtino, una obra rodeada de misterio, leyendas y controversia desde sus origenes hasta nuestros dias --y de valor incalculable--, conmociono a toda la sociedad espanola e internacional. Para recuperar la famosa reliquia, se puso en marcha un operativo liderado por la Brigada de Patrimonio Historico. Para su investigacion, los policias tuvieron que viajar a Santiago --y tambien en el tiempo--, al entrar en un mundo gobernado por las leyes de Dios, ejecutadas por el dean, jefe del templo, y sus colaboradores, los canonigos. Inevitablemente, las pesquisas que el inspector jefe Tenorio y el juez Vazquez Tain hicieron abarcaron todos los rincones mas oscuros de la catedral y desvelaron chantajes sentimentales, guerras entre canonigos, acusaciones de homosexualidad y drogas, y permitieron averiguar, ademas, que habia ratones que robaban dinero de los peregrinos desde hacia muchos anos ante la <
> de los sacerdotes, segun dictamino el tribunal que juzgo el caso. El caso tambien desvelo que la razon para robar el Codice Calixtino no era ni mucho menos la que los investigadores se esperaban. -
No dudare, Carla (Siempre es amor 1) de Giselle Amoros
https://gigalibros.com/no-dudare-carla-siempre-es-amor-1.htmlCarla es una joven casi entrada en la treintena que tras una relacion fallida ha decidido priorizar su independencia al amor. El problema es, que cuando por fin encuentra el trabajo perfecto, cupido hace de las suyas. Un amor que de un plumazo la puede devolver a la casilla de salida, algo que ella no esta dispuesta a consentir.
Por otro lado, Arcadi, es un empresario de exito pero muy inseguro en su vida personal y lo que menos le apetece es enamorarse de ella. Intenta alejarse todo lo posible pero, obviamente, necesita tener una relacion laboral con Carla.
?Conseguiran estar separados? Averigualo en: No dudare, Carla.
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De regreso a mi de Maria Raquel Garcia Lopez
https://gigalibros.com/de-regreso-a-mi.htmlLa vida la ha ido guiando hasta que se reencontro consigo misma, se dio cuenta que su vida, vista ahora en retrospectiva, habia sido un camino de regreso a ella, en este libro te cuenta todo lo que ella ha aprendido hasta su reconciliacion con ella misma, hasta llegar a ser su propia mejor amiga, hasta hacer las paces con ella misma. Poder estar consigo misma en tranquilidad. Su vida ha sido una reconexion con ella misma, el Universo, la Energia, la Fuente, Dios…como tu lo quieras llamar, a cada instante le estaba mandando sincronicidades (quizas tu lo llames casualidades) para que se reencontrara con ella misma.
HAS VENIDO A SER TU, a quitar todas esas capas de miedo que impiden ser lo que ya eres, has venido a quitarte todas las capas de barro que impide que veas el buda que hay en tu interior de oro. -
Un sombrero en el corazon de Beatriz Manrique
https://gigalibros.com/un-sombrero-en-el-corazon.html -
El anticuario de Teheran de Jorge Dezcallar
https://gigalibros.com/el-anticuario-de-teheran.htmlUn collar de oro, coral y aguamarinas que un anticuario irani suplica a Jorge Dezcallar que le haga llegar a su hija abre este libro, en el que el diplomatico espanol pasa revista a sus anos como embajador -lo fue en Marruecos, Washington y Roma- y recuerda a algunas de las personalidades -ministros, reyes, actores, presidentes- con las que ha compartido negociaciones diplomaticas y tambien, en ocasiones, veladas inolvidables.
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Vuelve el listo que todo lo sabe de Alfred Lopez
https://gigalibros.com/vuelve-el-listo-que-todo-lo-sabe.htmlAlfred Lopez esta reconocido como uno de los blogueros de mayor exito en Espana. "Vuelve el listo que todo lo sabe" es la continuacion de su primer exitoso libro "Ya esta el listo que todo lo sabe" homonimo del premiado blog de curiosidades y anecdotas historicas (galardonado en la XII edicion de los Premios Bitacoras 2016 como Mejor Blog de Arte y Cultura). Se relanza este segundo libro con una tercera edicion revisada y ampliada en enero de 2018 en la que se han incorporado nuevos datos, actualizando de este modo un buen numero de entradas. ?Por que te aburres como una ostra (y no como un calamar o como un mejillon)? ?Realmente utilizamos solo un 10% de nuestro cerebro? ?Por que si dejas un paquete de galletas abierto se ablandan y si son magdalenas se ponen duras? ?Que tuvo que ver Star Trek en la invencion del telefono movil? ?Por que se invento la claqueta de cine? ?Que autor fue el primero en presentar a su editor un libro escrito en maquina de escribir?… Todas estas y muchas mas preguntas encuentran respuesta gracias al siempre didactico y ameno Alfred Lopez en esta recopilacion de las mejores entradas de su blog, para que puedas disfrutar de 366 curiosidades, anecdotas e historias sorprendentes para ser cada dia un poco mas listo.
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Nosotros dos (Volumen independiente), Xavier Bosch de Xavier Bosch
https://gigalibros.com/nosotros-dos-volumen-independiente-xavier-bosch.html -
Oblivion, Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout
https://gigalibros.com/oblivion-jennifer-l-armentrout.htmlEn el preciso momento en que Katy Swartz se instalo en la casa de al lado, supe que iba a traerme problemas. Muchos problemas. Y problemas es lo ultimo que necesito, sobre todo teniendo en cuenta que no soy exactamente de por aqui. Mi gente llego a la Tierra desde Lux, un planeta a trece billones de anos luz. Si algo he aprendido en este tiempo, es que no se puede confiar en los humanos. Los asustamos. Podemos hacer cosas que ellos ni siquiera pueden sonar, y la verdad es que a nuestro lado parecen muy debiles. Y lo son. Pero Kat esta acercandose a mi de una manera que nadie lo ha hecho antes, y no puedo evitar querer estar cerca de ella y usar mis poderes para protegerla. Ella me vuelve debil, y no puedo permitirmelo. Mi obligacion es ser fuerte y defender a los mios. Una simple chica... puede significar el fin para nosotros. Porque los Luxen tenemos otro gran enemigo, los Arum, y debo estar muy atento. Enamorarme de Katy, una humana, no solo la pone a ella en peligro. Pone en riesgo la vida de todos a los que quiero, y eso es algo que no puedo dejar que ocurra... Empieza a leer la saga Lux desde el punto de vista de Daemon Black.
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Y una mierda me quisiste de Mayte Aranda
https://gigalibros.com/y-una-mierda-me-quisiste.htmlMina se quedo dormida, hace doce dias, siete horas y veinte minutos, cuando un camion cambio de carril antes de mirar, empujando su vida hasta la cama de un hospital. Y alli descansa sin descanso, mientras su cuerpo decide si piensa quedarse o si prefiere marcharse para siempre al lugar de donde nunca se vuelve. Las reminiscencias de sus recuerdos flotan junto a su aletargado cuerpo, mientras Sam aguarda impotente su muerte o su improbable despertar. El tiempo pasa lento, como una enorme y pesada garra, aranando piel, alma y voluntad, para llevarse consigo cualquier resto de esperanza. Tanto amor no puede morir. Tantos besos guardados, tantos abrazos no dados, tantos recuerdos de tantas cosas no se van sin mas. No pueden. o si. “Y una mierda me quisiste” solo es una bonita historia de amor que un dia alguien dibujo a partir de un bonito recuerdo. Nada mas. Vivela, disfrutala y sobre todo. sientela.
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Libre de Promesas (Maestros del Blackish 3) de Kelly Dreams
https://gigalibros.com/libre-de-promesas-maestros-del-blackish-3.html--Buenas noches, ?en que puedo ayudarte? Sophie sostuvo la mirada del hombre que se movia detras del mostrador de la recepcion del exclusivo y discreto club de BDSM de Chelsea, se lamio los labios y se inclino hacia delante. --Estoy buscando a Alexander Brooks --le informo--. ?Podrias decirme donde puedo encontrarle? El recepcionista fruncio el ceno y la miro entre intrigado y suspicaz al escuchar el nombre real del propietario del Blackish. No era alguien que pasase precisamente desapercibido con ese pelo blanco peinado de punta, unos profundos ojos azules e inquietantes y unos biceps que parecian un par de troncos. Tenia los dedos largos, como los de un pianista y no pudo evitar preguntarse si seria capaz de tocar el cuerpo de una mujer con la misma destreza. Todo el exudaba masculinidad y una seguridad que solo poseian los dominantes. El hecho de que vistiese una camiseta negra con el logotipo del club no hacia mas que afianzar su suposicion. --El Amo Horus ya esta dentro. --Hizo hincapie en la palabra <
> sin quitarle la mirada de encima. Horus era el primer nombre de Alexander, si bien nunca habia dejado que lo llamase por el--. Llegas por los pelos, estamos a punto de cerrar las puertas. ?Cual es tu nombre? Observo al tipo que se inclino sobre el ordenador. --Sophie Joyce. Parecio introducir el nombre en el programa y, al no encontrarlo, levanto la mirada con suspicacia. --?Tienes membresia en el club? No. De hecho, ese era el principal motivo por el que estaba alli, mirandole, y no habia atravesado las puertas que habia detras para buscarle por si misma. Sin embargo, esa no seria una respuesta adecuada, no frente a ese Dom. --No, senor --respondio con suave educacion. El enarco una ceja, sin duda curioso ante su presencia y su abierta asuncion de su lugar como sumisa. --Este es un club privado, princesa --le informo con tono firme aunque igual de amable que habia utilizado hasta el momento--. No puedo dejarte entrar sino estas en la lista. Dejo que sus labios se curvaran en una lenta sonrisa que sabia llamaria su atencion. --No le he pedido que me dejase entrar, senor --le recordo dulcemente--. Mi unica intencion es tener unas palabras con Alexander. Su respuesta le arranco una inesperada carcajada. Sus ojos brillaron de diversion y sus labios se estiraron. --Tienes una manera unica de insultar a un dominante con esa dulce y educada voz -- aseguro risueno--. Deberias tener cuidado de a quien diriges tus respuestas. Bajo los ojos lentamente. --Lo siento, senor --replico sumisa--. Me he limitado a constatar un hecho. El sacudio la cabeza, la miro de soslayo y se froto la barbilla. --De acuerdo, Sophie, has despertado mi curiosidad --le dijo dando un golpecito al mostrador--. Quedate aqui. Ire a ver si Horus esta libre para tener unas palabras contigo. Asintio y contuvo la excitacion que acelero su corazon. --Gracias... --pregunto sutilmente su nombre. --Amo Lucien, carino --le guino un ojo. --Gracias, Amo Lucien. El inclino la cabeza, se giro y se acerco a la puerta, la abrio y asomo la cabeza unos momentos. --Oye. Rick. Necesito que te quedes en la recepcion un par de minutos. Tengo que localizar al jefe. Una voz juvenil respondio al momento. --Si, senor. Al momento un joven de aproximadamente su edad atraveso la puerta vistiendo unos pantalones de cuero rotos, y una camiseta de red bajo la que podian verse los piercings que tenia en ambos pezones. Su pelo negro estaba peinado de punta y llevaba los labios negros, al igual que la sombra de ojos. Le dedico una mirada entre curiosa y apreciativa y ocupo su lugar tras el mostrador. --Hola --la saludo. --Hola --respondio a su vez. --No te habia visto antes por aqui --continuo echandole un buen vistazo de arriba abajo. --Estoy segura de ello --asintio manteniendo sus respuestas cortas por temor a que su voz vacilase. Estaba muy nerviosa y sabia que eso la llevaria a tartamudear. La respuesta parecio sorprenderle pero acabo por reirse. --De acuerdo, se cuando hablo de mas --acepto risueno, se echo hacia atras y se sento en el taburete sin insistir en la conversacion. Suspiro interiormente. Sabia que le habia dado la impresion de borde, pero necesitaba de todas sus fuerzas para seguir adelante con esa visita. No has pasado por todo esto para rendirte ahora, Sophie. Coraje. Se lamio los labios con nerviosismo y se entretuvo mirando a su alrededor, sus ojos cayeron sobre un tablon de anuncios y se aproximo a leer el contenido. Apenas habia tomado nota de algunas cosas cuando la puerta volvio a abrirse y escucho una conocida voz junto a la del Amo Lucien. --...rizos de color negro, ojos verde esmeralda y unos labios de lo mas besables. --Escucho el resumen del recepcionista--. Llego preguntando por ti. Se giro de inmediato hacia la puerta para ver a ambos hombres, aunque sus ojos se detuvieron sobre el mas alto. --Sophie. --La sorpresa bailo unos instantes en los ojos azul oscuro antes de desaparecer y adquirir un brillo de especulacion--. ?Que haces aqui? Las palabras se hundieron en su estomago como si fuesen de plomo. ?Eso era todo lo que tenia que decirle despues de cuatro anos sin verse? Alzo la barbilla y se obligo a respirar profundamente para lograr que las siguientes palabras no temblasen en sus labios. --Vengo a pedirte algo --respondio encontrando su mirada y sosteniendola, algo que siempre le habia resultado dificil. Esos ojos parecian poder ver a traves de ella. El enarco una ceja, abandono el umbral y camino hacia ella. --?De que se trata? Se lamio los labios una ultima vez y respondio directa. --Quiero que me acojas bajo tu tutela en el Blackish. CAPITULO 1 --No puedes decirme que no, asi, sin mas. Una frase demasiado contundente para una mujer tan menuda, penso Horus recorriendola con la mirada. Sentada frente a su escritorio parecia una pequena hada vestida de forma escandalosa, lo suficiente escandalosa para que encajase con el ambiente de esa noche en el club. Pero ella no iba a entrar, no habia luchado consigo mismo tanto tiempo para echarlo ahora todo a perder. Contemplo disimuladamente su curvilinea figura, el negro pelo rizado cayendole sobre los hombros y esos bonitos ojos verdes brillando de irritacion. Tenia las mejillas sonrojadas, sus labios se movian con ritmico erotismo provocandole unas irrefrenables ganas de mordisquearlos. ?Habia tenido que pasar cuatro anos sin verla para encontrarla jodidamente deseable? Estaba enfermo. Debia haber recibido mas golpes en el ring de los que pensaba y alguno de ellos habia impactado directamente en su cabeza. --Acabo de hacerlo, querida --replico a su vez, cruzando las manos con gesto aburrido sobre el estomago--. No voy a tutelarte en el Blackish y tampoco voy a darte una membresia. La manera en que apreto los labios formando un pequeno mohin irritado lo conocia demasiado bien. Conocia cada una de sus tretas, cada una de las expresiones de esa pequena y discola hembra; la misma con la que habia compartido seis anos de su vida. Una actuacion demasiado larga, una promesa hecha a su mejor amigo y que trajo consigo un tiempo mas alla de la simple complicacion. Sophie Joyce habia sido su esposa. Casarse con ella fue su forma de mantenerla a salvo, de cumplir con la promesa hecha a Robert, su hermano, y alejarla de las garras del hijo de puta que se tiraba a su madre. < >. La justicia era una autentica hija de puta, habia dejado de confiar en ella cuando tenia trece anos y fue internado en un reformatorio a peticion de sus propios padres. < >. Si, tanto su vida como la de Sophie no habian sido precisamente un camino de rosas, sus respectivos progenitores eran los unicos culpables de que sus destinos se hubiesen cruzado y ella hubiese terminado a su cuidado. --No puedes hacerlo --insistio ella modulando cada palabra, concentrandose en no tartamudear--. No puedes decidir por mi. Hace tiempo que perdiste ese derecho. Enarco una ceja y suspiro. --Empiezo a preguntarme si lo tuve alguna vez --replico con palpable sarcasmo--. Lo que si puedo asegurarte es que mi respuesta a tu pregunta sigue siendo la misma: No. No la queria alli. Bajo ningun concepto iba a dejar que esa mujer se pasease con menos ropa de la que llevaba puesta por las entranas del club. Los ojos verdes brillaron con una punzada de dolor ante sus palabras, pero pronto ocupo sus pupilas la irritacion que emanaba de cada poro de su cuerpo. --Ya no te-tengo dieciseis anos. --La leve vacilacion en su voz le indico que estaba empezando a perder el temple y el tartamudeo que tanto odiaba volveria a entrar en escena. Sabia lo que eso significaba para ella, lo vulnerable que se sentia en esos momentos y, en circunstancias normales, habria hecho lo que fuese para tranquilizarla, pero ahora solo deseaba sacarla de su oficina y que no volviese a poner un pie alli. --Gracias a Dios --admitio con una mordaz carcajada--. Con sufrir una vez tu adolescencia, fue mas que suficiente. Preferiria que me moliesen a golpes antes que tener que lidiar de nuevo con una mocosa hormonal. Cruzo los brazos sobre unos encantadores y llenos pechos. Si, ya no quedaba nada de la adolescente que habia estado a su cuidado, a la que habia querido, quien despertaba el deseo en sus venas y a la que se habia prohibido tocar. --?Sigues siendo virgen? --Dejo caer la pregunta con gesto aburrido. Estaba decidido a herirla con sus palabras si con eso conseguia su objetivo; disuadirla--. Si estas buscando la manera de ponerle remedio... estas en el lugar equivocado. Su rostro enrojecio todavia mas, esos ojos esmeraldas se entrecerraron hasta formar dos pequenas rendijas. --No-o, des-desde que nos separamos me he ti-ti-tirado a todo tio que encontre por el camino, algo que ha siii-sido de lo mas sa-saaa-satisfactorio --tartamudeo visiblemente afectada por sus palabras--. Tu no me qui-quisiste. Por su-suerte el mundo esta lleno de hombres menos... seee-selectivos que tu. Se obligo a morderse una replica. No tienes la menor idea de nada, Kitty. Si, se habia casado con ella pero no la habia tocado en los seis anos que habian estado juntos. Su unica intencion al contraer matrimonio era evitar que quedase desprotegida. Robert se habia encargado de obtener la custodia de su hermana pequena despues de que su madre dejase claro que no estaba preparada para cuidar de una cria. Y habia sido con su bendicion y permiso que la entonces menor, habia terminado bajo su tutela por medio del matrimonio. <>. Se estremecio interiormente al recordar aquellas duras palabras, el sentimiento de ira que habia despertado en su fuero interno ante la indefension de una nina y lo que podia pasarle si Robert no estuviese alli para protegerla. Deberia haber sido una conversacion condicional, un < > totalmente lejano, pero Robert Joyce habia hablado con conocimiento de causa, sabiendo lo que ocurria en su cabeza y que si seguia luchando, su vida estaria en peligro. Se habian conocido en las calles, Rob habia evitado que terminase con la garganta abierta solo para llevarle a conocer al Reverendo John. El padre era un hombre de color robusto que creia que incluso los mas idiotas se merecian una segunda oportunidad. Su necesidad de ayudar al projimo lo habia llevado a crear un lugar en el que los jovenes con problemas de ira, actitud o que vivian en la calle podian aprender a controlarse y al mismo tiempo hacer deporte. El peculiar reverendo fue el unico capaz de llegar a el despues de que lo internasen en ese lugar. El hombre le escucho sin juzgar y le dio la oportunidad de descargar su ira contra el mundo ofreciendole un deporte que le aporto la disciplina y el control que a menudo le faltaba. El fue tambien el unico que tuvo el valor de decirle que no estaba preparado para tomar sobre sus hombros una responsabilidad tan grande como Sophie, pero fiel a su rebeldia y a la palabra dada, no le escucho. ?Como hacerlo cuando le debia a Robert su propia vida? Se sacudio los recuerdos y miro de nuevo a la mujer que tenia frente a el, la misma con la que se habia casado a los veintisiete --teniendo ella solo dieciseis--, para separarse seis anos despues sin haberle tocado ni un pelo. ?Acostarse con ella? Habia sido impensable hacerlo, no con una nina y, cuando dejo de serlo, el ya se habia internado en un mundo que no deseaba para ella. --No vas a obtener una membresia en este club, Sophie --le informo de manera tajante--. No voy a tutelarte, no voy a permitir que entres en mi club, no pienso secundar lo que sea que tengas en mente. Mi respuesta es no. Ella se tenso, se incorporo hasta permanecer con la espalda muy recta y recatadamente sentada en la silla frente a el y lo miro sin parpadear siquiera. --Tengo entendido que el club lo llevan do-dos socios --replico con una ligera vacilacion, senal inequivoca del volcan de emociones que transmitia su cuerpo--. Veamos que tiene el que de-decir al respecto. Chasqueo la lengua, descruzo las manos y se apoyo en los brazos de la silla para levantarse. --El Amo Fire te dira lo mismo que te estoy diciendo yo ahora --declaro abandonando su asiento y rodeando la mesa hasta detenerse a su lado--. Este es un club privado, solo se puede acceder a el por recomendacion de alguno de los miembros existentes o en las convocatorias de acceso que se dan una vez al ano. Y tu no estas en posicion de obtener ninguna de las dos.