• juego de conquistar a chicos - Silvia Garcia Ruiz

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    El campamento gitano, con sus coloridos carromatos agrupados en torno a una enorme fogata y sus gentes llenas de vida, que cantaban y bailaban por doquier, era un estallido de luces y fiesta que cobraban vida en mitad de la noche. Para cualquier extrano, se revelaba como un mundo magico; para un joven de apenas catorce anos, representaba toda una nueva aventura. Ese dia habia sido su cumpleanos y William se hallaba extasiado ensenando a sus amigos su mas preciado presente: una moneda que su querido abuelo le habia regalado y por la que, sin duda, habia pagado una pequena fortuna, ya que se trataba de una autentica moneda romana de oro, un aureus, que portaba un grabado del rostro solemne de Cesar en el anverso y, en el reverso, la famosa frase latina que el mismo pronuncio ensalzandose por su rapidez en la victoria de la batalla de Zela: <>. Era, definitivamente, el dia mas dichoso para William, un joven adinerado colmado de regalos, con un futuro prometedor y que, como colofon, habia hallado en un terreno cercano un pequeno campamento gitano. Aunque sus mayores le habian advertido una y otra vez acerca de lo taimados que eran estos personajes, el siempre habia querido aventurarse en su mundo para ver bailar a las bonitas y salvajes mujeres alrededor del fuego. A sus jovenes oidos habian llegado los rumores de lo apasionadas que podian llegar a ser. ?Como le sonreiria la fortuna ese dia? Quiza pudiera tener a su primera mujer esa noche y que esta fuera una bella y fogosa cingara. Cuando William y sus companeros llegaron junto a la hoguera, un nino harapiento atendio sus monturas y el jefe del clan salio a recibirlos o a echarlos del lugar, cualquiera sabia lo que podia pasar entre gitanos y nobles si no habia dinero de por medio, asi que William saco pecho y revelo su titulo nobiliario lo primero, pero no para parecer importante, sino para demostrar que sus bolsillos no carecian de parne. --Buenas noches, jovenes, ?que les trae a mi humilde campamento? -- pregunto un hombre de mediana edad vestido con ropas mas elegantes que los demas y con un pendiente de oro en la oreja izquierda. --Soy lord William Turner, futuro conde de Wilmore. Pasabamos cerca de aqui cuando vimos vuestras luces y oimos vuestra musica. Como nosotros tambien estamos de celebracion, hemos decidido unirnos a vuestra fiesta, si nos lo permitis --respondio William con firmeza, sin dejarse intimidar por la presencia de los gitanos. --?Y puedo preguntaros, excelencia, que estais celebrando en este dia tan senalado para nosotros? --quiso saber el patriarca del clan con un ligero tono de burla ante la bravura de un joven tan arrogante. --Mi cumpleanos, senor --contesto William, muy formal. --Llamame Giorgio --repuso el jefe gitano--, a mi lo de senor me sobra. Lamento decirte que nosotros tambien estamos celebrando un cumpleanos: el de mi ahijada Jack. Hoy cumple nueve, y para ella tambien es un dia muy importante. No creo que quiera que ningun joven le haga sombra en su fiesta, asi que, antes de que te de mi aprobacion, tendras que hablar con ella y pedirle su permiso para unirte a nosotros. --Bien, ?y donde se encuentra ella para que pueda solicitarle su conformidad?--inquirio William, algo molesto por tener que pedir autorizacion a una nina pequena. --Alli, bailando junto al fuego -- contesto Giorgio con una picara sonrisa mientras senalaba una pequena figura que se movia alrededor de la fogata. William se pregunto durante unos instantes por que sonreia Giorgio ante la idea de que viera bailar a una cria de tan solo nueve anos. Cuando comenzo el baile, lo comprendio. Era como si ella formara parte de las llamas; danzaba con una pasion unica, y no parecia una nina, aunque tampoco era una mujer, sino que se asemejaba a un ser fantastico, magico, cautivador, que hechizaba con su baile y comunicaba con el su alegria o su dolor. La musica empezo bulliciosa y sus movimientos transmitieron alegria y deleite. Incluso el, que no sabia como moverse, quiso danzar junto a ella. Pero cuando la guitarra expreso su llanto y los movimientos de ella se tornaron tristes y melancolicos como si con ese baile expresara todo el dolor de su alma, William se encontro a punto de llorar por la joven, quien finalmente acabo su danza derrumbandose en el suelo como si el mundo la hubiera abatido.

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    12 Pasos para Enamorarle por Siempre - Cómo, atraer, enamorar y conquistar a un hombre: Y mantenerle por siempre enamorado. de Alicia Matas | 2 marzo 2017.

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  • ▷ 47 LIBROS de SEDUCCIÓN para Hombres y Mujeres

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  • Jugando con una serpiente de Silvia Garcia Ruiz

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    Suburbios de Londres, 1803 --!No puedo creer que ese mocoso aun este vivo! --gritaba Hal, uno de los rufianes de los barrios bajos de Londres para quien los ninos de la calle solo eran una herramienta para enriquecerse. --Por lo menos, su hermano es rapido y aprende a matar con facilidad, pero ?para que nos sirve el y su cara bonita? --pregunto Hugh, otro de los andrajosos tipos que miraban al mugriento nino, que, cansado, hambriento y lleno de golpes de su ultima aventura, se habia derrumbado en el suelo del viejo almacen que esos tipos usaban como escondite en sus distintos trapicheos. --Si no sabe robar y no puede matar, tal vez con ese bonito rostro nos sirva para otra cosa... --declaro maliciosamente Hal, alzando el rostro del nino de bonitos cabellos rubios, consiguiendo con ello que unos airados ojos azules se clavaran en el y que el chiquillo, al que todos creian rendido, sacara unas ultimas fuerzas de su cansado cuerpo para morder la mano que se atrevia a tocarlo--. !Mierda de mocoso! !Me ha mordido! --exclamo Hal con indignacion mientras apartaba de una sonora bofetada al rapaz que habia reclamado su sangre con un mordisco. --Ya sabes que no puedes hacerle dano, o de lo contrario el jefe tendra problemas a la hora de controlar al Cuchillas. --Su hermano si nos sirve: ha aprendido a matar como todo un asesino, pero este bribonzuelo es un completo inutil. No veo por que motivo nuestro jefe no se deshace de el. --Yo tampoco lo se. Parece como si estuviera esperando algo de este mocoso. Ni siquiera se ha dignado darle un nombre como a los demas chiquillos que estan a su cargo. --Si, pero a los demas ya nos ha quedado claro como se llama este crio, ?verdad, Inutil? -- declaro Hal entre carcajadas, recibiendo a cambio una fria mirada llena de furia que el nino, a pesar de su precaria situacion, todavia se permitia exhibir--. !No me gusta como me miras, mocoso! --grito Hal sin saber por que lo incomodaba tanto esa molesta mirada, al tiempo que levantaba al andrajoso nino del suelo, agarrandolo por el cuello de la camisa. El pequeno no hablo ni emitio queja alguna. Simplemente se limito a seguir mirando desafiante a ese sujeto, quitandole el poder que este ejercia sobre el gracias a sus amenazas al mirarlo sin miedo o al no retroceder frente a el. Cuando el chiquillo sonrio con ironia a su inutil intento de intimidacion, Hal sintio un inexplicable acceso de miedo ante esa sonrisa e intento ocultar rapidamente su debilidad con los punos. --!Insolente mocoso! --grito levantando la mano para borrar del rostro de ese nino esa sonrisa que tanto lo molestaba. Hasta que su mano fue detenida por una serena y dulce voz que todos temian mas que ninguna otra cosa, ya que sabian como se las gastaba el frio hombre que gobernaba los suburbios de Londres. --?Que te he dicho acerca de maltratar mi mercancia? ?Es que acaso quieres perder esa mano, Hal? --pregunto un individuo vestido con unas elegantes ropas negras al que todos llamaban <>, y a cuyos despiadados ojos no pasaba desapercibida ninguna de las malas acciones de ese lugar, tanto las que el mandaba llevar a cabo como las que otros hacian sin su permiso. Hal temblo de puro miedo y se apresuro a soltar al muchacho y a ocultar esa mano que no sabia si perderia ese dia, porque las acciones del Cuervo siempre eran impredecibles para los que desobedecian su mandato: en un momento te estaba sonriendo y al siguiente habia atravesado tu corazon con su cuchillo. Por fortuna para Hal, la mirada retadora que ese mocoso aun mantenia hacia ellos, observandolos como si fueran basura, molesto tanto al Cuervo como lo habia hecho con ellos. Y, dejando a un lado su castigo, el rey de los suburbios dirigio sus pasos hacia el insultante nino que, sin poder alguno, aun osaba desafiarlo. --?Donde esta mi dinero? --exigio el Cuervo al mugriento crio de apenas diez anos. Y este, por toda respuesta, le dirigio una sonrisa ironica mientras se alzaba de hombros y le mostraba sus manos vacias--. Si no eres de utilidad para el trabajo de las calles, en donde lo unico que tienes que hacer es arrebatarles la bolsa a los incautos, tendre que utilizarte de otra manera... --advirtio senalandolo con su baston negro, en cuya empunadura siempre llevaba la amenazante cabeza de un cuervo, recordandole asi a todo el mundo cual era su nombre y el poder que tenia en ese lugar, en donde el los manejaba a todos bajo sus firmes alas. --Asi pues, dime, pequeno infeliz, ?en que tipo de trabajo podria utilizarte? ?Tal vez en alguna fabrica mugrienta donde los ninos mueren a decenas cada semana? ?O quiza podria reservarte para el disfrute de algun vicioso noble al que puedas entretener con tu bonito rostro...? --intento amenazar el Cuervo. Pero el mocoso, ante sus palabras y al contrario que sus hombres, no retrocedio--. !Contestame! !Se que puedes hablar: te he oido murmurar junto a tu hermano en mas de una ocasion! --lo increpo airadamente el Cuervo, perdiendo la poca paciencia que tenia para luego volver a serenarse, intentando ocultar el monstruo que era detras de una encantadora mascara que podia enganar a quienes no lo conocieran, pues siempre habria algun incauto en esas calles que se dejaria enganar por su siempre impecable presencia y amistoso rostro. >>Se que no eres idiota, pero lo pareces cada vez que me provocas a mi o a mis hombres. No se por que te niegas a hablar desde que os recogi a tu hermano y a ti, sacandoos de las frias calles y dandoos un hogar --continuo el Cuervo, fingiendo ser el alma caritativa que nunca seria, consiguiendo que el nino tan solo sonriera ironicamente ante esas palabras en las que ahora ya no creia, pero en las que una vez confio. --!Ahi esta otra vez esa sonrisa impertinente que tanto me molesta y esa mirada audaz con la que te atreves a desafiarme! Esos rebeldes actos tuyos son los que me motivan a permitir que mis hombres te aleccionen. Y si sobrevives a sus lecciones en esta ocasion, tal vez te ganes un nombre. Si no..., bueno, simplemente moriras a causa de un desgraciado accidente que excusaremos ante tu hermano. Despues de todo, quiero seguir utilizando los fabulosos talentos para la muerte que tiene el Cuchillas, de los que un nino bonito como tu carece... Hal, Hugh... Es todo vuestro --sentencio el Cuervo, despreocupandose de la airada mirada que lo perseguia reclamando su sangre y sin inquietarse demasiado por ella, ya que, despues de ese dia, no volveria a ver mas a ese impertinente nino. O eso era lo que el creia... * El Cuervo habia ordenado a sus secuaces que le dieran una leccion a ese mocoso lejos de la ciudad, en un lugar desde donde los rumores no pudieran llegarle a su hermano. Y, asi, esos dos vengativos sujetos habian llevado al nino sin nombre hasta las afueras, en donde habian oido que se encontraba instalado un viejo campamento gitano. Con sus coloridos carromatos agrupados en torno a una enorme fogata, este mostraba una bulliciosa multitud llena de vida y alegria que cantaba y bailaba con jubilo, pero pronto la presencia de los compinches del Cuervo acabo con sus risas y apago sus canciones. Ese generoso pueblo nomada viajaba por todo el mundo aceptando entre ellos a cualquiera que quisiera acompanarlos, consiguiendo unos espectaculos muy entretenidos y exoticos con los que se ganaban unas monedas, entre los que destacaban una voluptuosa mujer de rasgos orientales que danzaba con cuchillos o un extrano hombre procedente de la lejana India que hacia bailar a una peligrosa serpiente al son de una humilde flauta. A los gitanos nunca les habian gustado los escandalosos tipos de la ciudad que, cuando iban a visitarlos, llamaban demasiado la atencion sobre su campamento y en ocasiones provocaban que los nobles los miraran con reprobacion y pensaran dos veces si permitirles acampar en sus tierras. Pero como dejaban buenas propinas, y como conocian la temible reputacion de los hombres del Cuervo, todos en el campamento guardaron silencio e intentaron no atraer la atencion sobre sus mujeres o sobre los mas debiles del clan, que podian verse avasallados por esos granujas. Cuando los secuaces del Cuervo acudian a su campamento, las bocas de ese pacifico pueblo siempre se mantenian en silencio, dejandoles hacer lo que les diera la gana, pero en esa ocasion no pudieron evitar protestar al ver como dos hombres intimidaban a un nino de apenas diez anos que, a pesar de su maltrecho aspecto, permanecia con la cabeza bien alta ante sus maltratadores. --Pero ?que le estais haciendo? !Si tan solo es un nino! --gritaron con indignacion algunas de las mujeres, siendo retenidas por los hombres para evitar que corrieran en auxilio de ese pequeno, pues esa bondadosa accion unicamente atraeria la ira del Cuervo hacia ellos. --!Mejor meteos en vuestros asuntos si no quereis ocupar su lugar! !El Cuervo nos ha dado permiso para aleccionar a este mocoso, y eso estamos haciendo! --grito Hal, arrancando la botella de vino de las manos de uno de los hombres del campamento, que ante esos conocidos matones de los suburbios de Londres no pudo hacer otra cosa mas que agachar la cabeza mientras apretaba con furia los punos. --Veamos si despues de esto sigue negandose a hablar... --apunto Hugh burlonamente, arrojandolo a un pozo. Los gritos aterrados de las mujeres silenciaron el del nino, que en esta ocasion no pudo guardar silencio. --No os preocupeis, no es profundo y hace anos que esta seco. Lo mas que le ha podido pasar a ese mocoso es un dolor de trasero. Eso si: no podra salir de ahi salvo que use una cuerda. Ahora comprobaremos si la oscuridad y el miedo doblegan el rebelde caracter y la fiera mirada de ese mierdecilla. Y si no aprende la leccion, nos desharemos de el. Los hombres del campamento, sintiendose impotentes, intentaron apartar del pobre nino la atencion de esos despreciables sujetos que lo habian convertido en el blanco de su crueldad para que, mientras esos canallas bebian junto a la hoguera y charlaban animadamente con ellos, las mujeres pudieran deslizar con disimulo algunos restos de la cena hacia el fondo del pozo. Los leves tirones de impaciencia que el nino daba a la cuerda en sus intentos por alcanzar su comida eran toda la prueba que tenian de que continuaba con vida, pues no se veia nada en la negrura del pozo. * Un rato mas tarde, en mitad de la noche, la bebida y el entretenimiento ya no eran diversion suficiente para esos tipos, y al no oir ningun grito procedente del pozo, los dos rufianes se percataron de que no habian logrado doblegar el espiritu del chiquillo. --Me pregunto si ese mocoso chillara si le arrojamos algo aterrador... --musito cruelmente Hal mientras fijaba los ojos en uno de los espectaculos del campamento gitano, en el que un extrano hombre con un punto rojo sobre la frente y un turbante en la cabeza tocaba una rara flauta para hacer bailar a una aterradora serpiente. --!Cuidado! Este animal es extremadamente peligroso: una sola mordedura puede llevarte a la muerte --previno el hombre, deteniendo la melodiosa musica de su flauta, con lo que la serpiente por poco no mordio la osada mano del insolente que se atrevia a acercarse a ella. Luego, para calmarla, prosiguio con su cancion hasta que volvio a meterse en su cesta, no sin antes dedicar una desdenosa mirada al hombre, que no le gustaba, y hacerle una ultima advertencia al ensenarle los afilados colmillos que tenia en sus fauces, repletos de un mortifero veneno. Tras cerrar la cesta, el hindu se apresuro a alejarse con su peligrosa amiga hacia un lugar lo suficientemente apartado de esos sujetos y de su crueldad, pero sus viejas manos no fueron lo bastante rapidas y uno de ellos le arrebato la canasta para arrojarla de inmediato al pozo. Sabiendo lo peligroso que era ese animal, todos los miembros del campamento lloraron en silencio por el terrible destino de ese pequeno al que no habian podido ayudar por miedo. Las mujeres dejaron que sus lagrimas se derramaran abiertamente por sus rostros a la vez que rezaban por el alma de ese nino, mientras que los hombres apretaban sus punos, furiosos consigo mismos por no hacer nada y con esos dos malnacidos que habian sido tan crueles con un simple nino unicamente porque su mirada los molestaba. --Hasta los condenados tenian derecho a defenderse cuando los arrojaban ante las bestias -- proclamo el hindu Ranjit en voz alta mientras negaba con la cabeza, apenado por la vida que se habia desperdiciado. --!Oh! ?Es que no estais contentos con nuestro castigo? Esta bien, que no se diga que no somos misericordiosos: arrojemosle algo a ese mocoso con lo que pueda defenderse... --se burlo Hal. Y, arrebatandole la flauta a Ranjit de sus viejas manos, la lanzo a la oscuridad del pozo. --!Ahi tienes tu arma para defenderte de la bestia, mocoso! --grito Hugh, uniendose a las burlas de su amigo. Ranjit no era especialmente valiente, pero aun asi, ante las despiadadas burlas de esos dos despreciables sujetos, no pudo evitar emitir su opinion en voz alta para borrar sus complacidas sonrisas. --Y a pesar de su cruel castigo, no he oido ni un solo grito ni una sola palabra salir de la boca de ese chiquillo. El silencio se hizo en medio del campamento, y cuando los furiosos ojos de los secuaces del Cuervo posaron sus miradas en el viejo Ranjit para convertirlo en el nuevo blanco de su ira, como si ese nino hubiera estado esperando el momento oportuno para llamar la atencion de sus torturadores, la musica de una melodiosa flauta comenzo a sonar burlandose de ellos con su insolencia, haciendoles saber que el todavia estaba en pie y usaba las armas que le habian entregado en son de broma para devolverles la burla a esos despiadados tipos que unicamente querian su muerte. --Muy bien. Veamos cuanto dura esa melodia... --repuso Hal burlon, alejandose del pozo junto a su amigo, creyendo que el joven tan solo habia pospuesto ligeramente el momento de su muerte, que no tardaria en llegar. * --!?Tres dias?! !?Me estais diciendo que ese mocoso lleva tres dias en ese pozo, tocando una punetera flauta, y que no os atreveis a bajar porque lo habeis encerrado con una maldita serpiente venenosa?! --grito el Cuervo, muy descontento, a sus secuaces. --En el campamento nos han dicho que ese bicho es extremadamente peligroso, y cada vez que le arrojamos la cuerda al nino para subirlo, el tira de ella con todas sus fuerzas... Tememos caer junto a el y ese mal bicho. --Os encargo una tarea muy simple: darle una leccion a un nino..., !?y me venis con esto?! Es mas que evidente que si ese chiquillo ha sobrevivido, esa serpiente no es tan venenosa como todos dicen. Por esta vez voy a ir con vosotros para sacar al maldito crio del pozo..., aunque aun no tengo claro si no deberia arrojaros a vosotros a el --manifesto el Cuervo ofuscado, apresurandose a seguir a sus hombres hasta el campamento gitano para no retrasar por mas tiempo la leccion que debia recibir ese chiquillo. Cuando el Cuervo llego junto al pozo, los gitanos, que siempre habian temido su presencia, huyeron nuevamente de el. Pero en esta ocasion al Cuervo no le pasaron desapercibidos los gestos que varios de esos hombres intentaban ocultar frente a el: unas complacidas sonrisas asomaban a sus rostros, apreciando en secreto el valeroso desafio que un simple nino estaba planteandole al senor de los barrios bajos de Londres. --!Tu, baja a por el! --grito el Cuervo con furia, senalando a Hugh para que se atara una cuerda en torno a la cintura, y, tras asegurarla enrollandola alrededor de un arbol cercano, el rufian descendio por el resbaladizo pozo con dificultad. Cuando oyeron que Hugh llegaba hasta el fondo, la musica de la flauta ceso. Y al contrario que el silencioso chiquillo, el hombre grito, lleno de dolor y agonia, dejando claro a los presentes que la vibora que habia favorecido al pequeno habia reclamado la vida del maleante. --!Escuchame bien, mocoso! !Si no sales de ese pozo voy a matar a todas las personas del campamento! !Y si pese a ello todavia sigues empecinado en continuar ocultandote en ese agujero, recuerda que tengo la vida de tu hermano en mis manos! Unos momentos despues, por toda respuesta, la cuerda se tenso y el nino comenzo a escalar el pozo hacia su libertad. Una vez que llego arriba, Hal cogio airadamente la mano del nino con la que se agarraba al borde del pozo. Su impaciencia por vengarse de ese chiquillo lo llevo a olvidar la peligrosa presencia que el pequeno mantenia junto a el: para asombro de todos, el nino no mantenia a la serpiente encerrada en su cesta, sino que la llevaba enrollada en un brazo, y el reptil, sin consentir que nadie se acercara a su pequeno protegido, mordio la mano del furioso individuo, lo que le provoco la muerte. Tras la caida de Hal, el nino salio por su propio pie del pozo con la serpiente aun enrollada en torno a su brazo. Ranjit, tras ver la imperturbable presencia de ese chiquillo y sus frios ojos azules, tan desafiantes como los de una serpiente, solo fue capaz de realizar una profunda reverencia al tiempo que murmuraba algo en un extrano idioma. Posteriormente, Ranjit repitio sus palabras en el idioma comun para que todos lo entendieran: --Naga... El dios serpiente... Ranjit creia que ese nino era uno de los nagas, dioses serpiente hindues que adoptaban forma humana y que su pueblo veneraba. Y entonces el pequeno, sonriendo maliciosamente a su enemigo, hablo por primera vez para declarar ante todos: --Me llamo Snake.

  • La peregrina de Aton de Luis Melgar

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    Salve, oh Aton, tu que apareces resplandeciente en el cielo! !Salve, tu que has creado toda la vida! Al alzarte sobre el Oriente llenas los paises con tu perfeccion. Cuando ocultas tu faz, el universo se sumerge en las tinieblas y la muerte. Los hombres duermen en sus moradas con la cabeza tapada y ninguno puede ver a su hermano. El mundo yace en silencio, pero tu vives en el Pais de Occidente. Aton, tu y solo tu gobiernas sobre el Amenti. Yo, Mutnodjemet, esclava, sacerdotisa, prostituta y reina, te conozco y conozco tu nombre. Aunque durante anos haya practicado tu fe en secreto y mis creencias hayan permanecido ocultas para los hombres, nunca deje de adorarte. Hoy me postro ante ti para pedir clemencia, pues se que mi muerte esta proxima y temo tu veredicto sobre las acciones que he emprendido a lo largo de mi vida. No cometi iniquidad contra los hombres. No perpetre pecados en tu morada. No hice pasar hambre, salvo persiguiendo un bien superior. No hice dano a nadie y, si lo hice, la intencion de mi corazon era pura. No hice llorar. A proposito, nunca hice llorar a nadie. No, no mate. Bien sabes que tuve el motivo y la oportunidad, pero elegi no matarlo. Te suplico, oh Aton, que me permitas entrar en el Reino de Occidente, que me reciban con gritos de alborozo los espiritus bienaventurados y que a su lado me concedan un puesto. Aton, tu que eres al tiempo padre y madre, apiadate de mi y aceptame en la Duat, el pais de los muertos, a semejanza de los habitantes de la luz, y permiteme tambien salir a la luz del dia para pasear entre los vivos sobre la tierra, y hacer todo lo que pueda desear. Te pido que, en tu reino, me concedas reunirme con mi hermana. La que debe ser olvidada. La traidora, la hereje, la usurpadora. La que siempre me protegio y a la que yo no supe salvar de la muerte. Nefertiti. Mi hermana y yo hemos tenido tantos nombres que no se por cual de todos se nos reconocera en el mas alla. Mucho antes de que en Egipto la bautizaran como Nefertiti, mi hermana se llamaba Henti. Toda mi familia contaba que nacio siendo un bebe precioso, ni siquiera se vio amoratada y desfigurada por el parto como tantos recien nacidos. Conservo esa extraordinaria hermosura durante toda su existencia. En cuanto a mi, al nacer, mis padres me impusieron un nombre de varon debido al miembro que pendia entre mis piernas, aunque desde muy nina di senales de mi autentica naturaleza. Para empezar, tenia una obsesion absoluta con mi hermana Henti. La admiraba y la adoraba casi como si fuera una diosa. Ella representaba todo lo que yo queria ser: era guapa, elegante, delicada, femenina. Frente a mi pelo negro y fosco, su cabello castano tenia reflejos cobrizos y, aunque era mas bien liso, terminaban en unos bucles que enmarcaban su rostro como la mas perfecta obra de arte. Tenia los labios carnosos, la piel dorada y sonrosada y los ojos grandes y separados. Su nariz era recta y fina. Recuerdo, siendo una nina, que a menudo rezaba a los dioses y les pedia que me convirtieran en ella. Habia mas indicios. Tenia la costumbre de ponerme en cuclillas para orinar en vez de hacerlo de pie como los otros ninos. Odiaba estar desnuda y, cuando por fuerza tenia que quitarme la ropa para lavarme o para ponerme una muda limpia, juntaba mucho las piernas y escondia mi miembro tras ellas para no tener que verlo. Esa parte de mi cuerpo siempre me ha causado profundo desagrado. Cuando saliamos a la calle para jugar yo nunca me unia al grupo de los ninos ni disfrutaba dandole patadas a la pelota de madera con que jugaban, sino que me quedaba con Henti y con sus amigas. Nuestro entretenimiento favorito en aquella epoca era un juego que llamabamos <>. Henti, por supuesto, representaba siempre el papel de gran reina y las demas teniamos que hacer de damas y sirvientas y atenderla en todo lo que nos pedia. Recuerdo que, una tarde, cuando yo tenia cuatro anos y Henti seis, una de las ninas mayores de nuestro grupo protesto por el hecho de que yo estuviera con ellas. --!Tu hermano no deberia estar con nosotras! Es un nino y tendria que jugar con los otros ninos. Si se queda aqui y escucha nuestros secretos, se los contara a los otros muchachos y todos se reiran de nosotras. --No es mi hermano, tonta. Es mi hermana. ?No ves que es una nina? --!Henti esta mintiendo, Henti esta mintiendo! --Dinos, ?eres un nino o una nina? --!Eso, que lo diga! Tuve un momento de confusion. Nunca habia pensado en esos terminos. Hasta entonces me habia limitado a actuar con la naturalidad de la infancia sin reflexionar en lo que ello significaba. Pero al cabo de unos instantes, alce la cabeza y respondi con orgullo. --!Soy una nina! --?Ah, si? ?Y como te llamas? Porque las ninas tienen nombre de nina. --Me llamo Iltani --respondi. Iltani era el nombre de una prima lejana de mi madre, una mujer a la que apenas conocia y que no me inspiraba particular admiracion, pero el nombre me vino a mi cabeza como si fuera algo evidente, casi natural. --Iltani, creo que es hora de que nos vayamos ya a casa --me dijo Henti--. Vamos, hermana. Desde entonces, el nombre de Iltani me despierta una sensacion calida en el vientre. Me inspira serenidad, me hace sonreir. Mutnodjemet, en cambio, es un nombre severo, altivo, propio de una dama de la corte. Igual que el de Nefertiti. Todo era mas sencillo cuando eramos tan solo Henti e Iltani, hermanas inseparables, gemelas del corazon. Aquella misma tarde, al llegar a casa, aprovechamos que nuestros padres no estaban para deslizarnos en su dormitorio y jugar a ponernos los vestidos de nuestra madre, a calzarnos sus sandalias y a agrandarnos los ojos con kohl. Ambas estabamos tan excitadas con nuestro descubrimiento que necesitabamos escenificarlo de algun modo, hacerlo realidad, demostrarnos a nosotras mismas que estabamos en lo cierto. Lo que comenzo como un juego termino por convertirse en una costumbre. Despues del incidente con la nina que me acuso de ser un varon, los demas no dejaron de meterse conmigo. Ninos y ninas por igual me senalaban con el dedo y me llamaban abominacion, monstruo y cosas peores. Henti siempre me defendia y, al final, acababamos por jugar las dos solas a nuestro juego de la emperatriz, en el cual yo siempre hacia de dama. Cuando regresabamos a casa por la tarde, nos encerrabamos en la habitacion para ponernos los vestidos de nuestra madre y maquillarnos con sus pinturas. En una ocasion, cuando llevabamos ya varias lunas con el mismo ritual, mi madre volvio antes de tiempo y nos descubrio en el preciso instante en que Henti me probaba su traje de novia que, aunque me quedaba grande, me habia cautivado por la suavidad de la tela y lo fino de los bordados. Se nos quedo mirando sin hablar durante varios instantes antes de lanzar un hondo suspiro y acercarse a nosotras. --Henti, por favor, no juegues a disfrazar a tu hermano porque se nos va a amanerar y los otros ninos se reiran de el. --Mama, pero yo no estoy disfrazada... --comence yo a protestar, pero Henti me tapo la boca y termino por mi. --Lo siento, no volvera a ocurrir. --Eso espero. Con estas cosas no se juega. Mi madre me quito el vestido, me lavo la cara para quitarme los restos de kohl y continuo con las tareas del dia. Cuando nos quedamos un instante a solas, Henti me susurro al oido: --Iltani, creo que sera mejor que guardemos tu verdadero nombre en secreto. Madre y padre no lo entenderian. Cuando estes conmigo puedes ser como eres, pero cuando estes frente a ellos, actua como si fueras un nino, ?de acuerdo? La idea de poder vestirme y comportarme a mi gusto solo cuando estuviera a solas con ella no me causaba especial ansiedad, mas bien el contrario, hacia que todo aquello fuese aun mas especial, de modo que acepte. A partir de ese momento tuvimos mas cuidado para que nuestros padres no nos descubrieran. Conforme mi hermana se fue haciendo un poco mayor, ya no fue necesario recurrir a las pinturas ni a los vestidos de mi madre, ya que Henti tenia los suyos propios y era feliz de compartirlos conmigo. Asi pasaron los anos, entre emperatrices imaginarias, vestidos demasiado grandes y sandalias que se me salian de los pies, hasta el dia en que todo cambio para siempre. Me pregunto que hubiera ocurrido si los dioses no hubieran tenido previsto un destino tan diferente para nosotras. Cual habria sido mi historia si el rey Suppiluliuma de Hatti no le hubiera declarado la guerra a nuestro soberano, Tushratta de Mitanni. Quiza hubiera terminado por contarle a mi madre quien era yo en realidad. Quiza ella hubiese hablado con mi padre y ambos me hubieran aceptado y amado. O quiza no, quiza me hubiesen expulsado de la casa y mi vida hubiera acabado siendo exactamente la misma porque, en definitiva, el destino de hombres y mujeres esta previsto por Aton y escrito en las estrellas desde mucho antes de nuestro nacimiento. El dia en que todo cambio yo tenia ya ocho anos y Henti, diez. Nuestro padre no estaba en casa. El era artesano, del tipo que hacen esculturas y grabados y hasta frescos en las paredes. Habia salido por trabajo y nuestra madre estaba en casa afanada con la cocina. No nos adornabamos con pulseras de oro ni poseiamos esclavos que nos sirvieran, pero tampoco pasabamos hambre ni penalidad alguna. Teniamos el privilegio de vivir en la capital del reino y nuestra casa contaba con un pequeno patio y un dormitorio separado para Henti y para mi. Mi hermana y yo jugabamos en nuestra habitacion. Sabiamos que mi madre no entraria, asi que, como tantas otras veces, yo me habia puesto una de sus tunicas, que aun me quedaba un poco grande, y ambas jugabamos a imitar una danza que habiamos visto representar en la plaza unos dias atras. Primero fue el ruido, como si la casa se desplomara sobre nuestras cabezas. Henti y yo dejamos de reir y detuvimos nuestros juegos. A lo largo de los anos he revivido muchas veces este momento en mi memoria, y creo estar segura de que el estruendo lo provocaron los soldados hititas cuando derribaron la puerta y entraron en la casa como langostas, arramplando con todo lo que encontraban. En aquel momento no supe que ocurria, pero fui lo bastante consciente como para sentir miedo y, al mismo tiempo, obligarme a no llorar. Tampoco podia toser. Ni siquiera me atrevia a respirar. Enseguida empece a escuchar los gritos. Aullidos de guerra de los hititas, por descontado, pero tambien algo mucho mas desgarrador para mi. Eran los alaridos de dolor de mi madre. Corri a esconderme entre los jergones de nuestras camas. Henti vino hacia mi, me abrazo y comenzo a susurrar unas palabras apenas inteligibles: --Shaushka de Ninive, protegenos, no permitas que a mi hermana y a mi nos suceda nada malo. A pesar del panico que sentia, en aquel momento sonrei, hasta me olvide de lo que estaba sucediendo. Solo pense que Henti se habia referido a mi como su hermana. El instante de felicidad paso enseguida, cuando volvimos a escuchar a nuestra madre llorar y pedir clemencia. Pense que ibamos a morir. Los soldados grunian como animales, jadeaban y gemian mientras los quejidos de mi madre iban perdiendo fuerza hasta que, al fin, se apagaron. Despues se hizo el silencio. Un silencio opresivo, angustioso. Los gritos habian terminado, pero yo aun podia escucharlos como un eco dentro de mi cabeza. Sin moverme de mi escondite, me atrevi a entreabrir los ojos. Aunque era pleno dia y el sol brillaba alto en el cielo, por las ventanas entraba un brillo anaranjado. Olia a humo y a madera quemada. La boca me sabia a ceniza, a polvo y a sangre. Creo que me habia mordido sin darme cuenta. Mire a mi hermana y ella me hizo un gesto para que esperaramos. Aguce el oido, tratando de averiguar si quedaba alguien en la casa... o quiza esperando que alguien viniera a decirnos que estabamos a salvo, que los invasores se habian ido y ya era seguro salir de nuestro escondite. Esperaba que alguien nos rescatara, pero ese alguien no llegaba. Estabamos solas. Senti como las lagrimas caian en silencio por mis mejillas. Tome una bocanada de aire, pero el humo me provoco un acceso de tos. Henti me sujeto los hombros hasta que logre contenerme, despues me limpio los ojos y me ayudo a ponerme en pie. --Vamos --me dijo--. No estamos seguras aqui. Nos dimos la mano y salimos de la habitacion de puntillas, mirando a un lado y a otro como el gato que esquiva al perro guardian. El pequeno patio central, donde teniamos el aljibe para recoger el agua de la lluvia y donde mi padre habia plantado dos palmeras y un sicomoro, estaba lleno de muebles destrozados, telas rasgadas, frascos de perfume y peines rotos. Tuve que taparme la boca para no gritar cuando reconoci entre aquel desastre el cuerpo sin vida de mi madre. En aquel momento me negue a admitir que se tratara de ella. Mi madre era alta y hermosa, con el porte distinguido y una apariencia siempre impecable. Supongo que Henti ha heredado de ella su belleza. Sin embargo, la mujer que tenia frente a mi era un amasijo de carne sanguinolenta. Su rostro destrozado me ha perseguido en mis pesadillas desde entonces. En mi sueno puedo ver lo que le hacen los hititas. Veo como le arrancan la ropa a jirones para poder gozar de ella uno tras otro. Mientras un soldado abusa de ella otro la golpea, una y otra vez, uno tras otro, hasta que la dejan inconsciente, con el cuerpo mancillado y los rasgos desfigurados. Planean dejarla morir asi, pero uno de ellos, mas misericordioso que sus companeros, pone fin a su vida con un tajo de su espada en el cuello. Incluso ahora que soy vieja, en ocasiones me despierto humeda de sudor, en medio de la noche, con ese sueno fresco en la memoria. Empezo a temblarme la mandibula. Todo me daba vueltas y la boca se me lleno de saliva. Estaba a punto de vomitar. Solte a mi hermana e hice amago de sentarme en el suelo, pero ella tiro de mi y me zarandeo. --!Iltani! No podemos quedarnos aqui. Cuando los soldados acaben de saquear la ciudad, regresaran para llevarse a los supervivientes como esclavos. --?Mama...? --gimotee.

  • Un misterio de altos vuelos de Kerry Greenwood

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    La nueva aventura de la detective mas sofisticada de los anos veinte que ha conquistado a los lectores de medio mundo. Sin perder ni un apice de su inimitable estilo, la siempre intrepida y sugerente Phryne Fisher vuela aun mas alto en esta segunda entrega. Encantada con su nuevo papel de investigadora privada, Phryne hara lo imposible por desbaratar los planes de unos siniestros secuestradores o por evitar las consecuencias de un tenso enfrentamiento familiar, todo mientras planifica su intensa vida amorosa o invita a cenar a una amiga en el lujoso hotel Windsor, por supuesto. Ya sea conduciendo a toda velocidad su Hispano-Suiza rojo, refutando los cargos por homicidio que pesan sobre uno de sus clientes, pilotando un biplano Tiger Moth o simplemente decidiendo que ponerse para salir, las encantadoras excentricidades de la mas clasica y moderna de las heroinas cautivaran de nuevo a su legion de incondicionales admiradores. Como sacada de una novela de Agatha Christie y con un vestuario que haria palidecer a la mismisima Coco Chanel, Phryne Fisher es exactamente lo que cabria esperar de ella: la detective mas inolvidable de los felices anos veinte. <>. Cosmopolitan Australia

  • Autorretrato sin mi de Fernando Aramburu

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    El nuevo libro de Fernando Aramburu, tras Patria, no es una novela y tampoco un ensayo: es tal vez el texto mas personal y el mas comprometido del autor, tal vez el mas arriesgado. De lo que no cabe ninguna duda es de que es el mas bello. En Autorretrato sin mi el lector sospecha que Aramburu habla de si mismo, pero enseguida sentira que habla de todos nosotros.
    Sin brizna alguna de exhibicionismo, tan omnipresente en muchas obras, estas prosas conforman el relato de la vida de un hombre en el que todos podemos reconocer al autor y reconocernos.
    Sus paginas plasman en escenas inolvidables las relaciones familiares, el padre, la madre, el amor, los hijos, los gozos y las angustias con que esta hecha la biografia de todos nosotros. Por eso es un libro que debe leerse a sorbos lentos, por eso es un libro que dificilmente va a olvidarse.

  • El sueno de amarte de Dina Reed

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    Cuando Kate Morgan acepta el puesto de camarera en uno de los locales de copas mas famosos de Nueva York, no se imagina la que se le viene encima.
    Y es que a pesar de todas las advertencias que le hacen sobre el dueno, ella decide hacer caso omiso de las habladurias y comprobar de primera mano que Henry Zank es mucho peor.

  • El heredero oculto del jeque de Sharon Kendrick

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    Habian guardado su relacion en secreto... !hasta que Zuhal descubrio que tenia un heredero!

  • Deseos ocultos del conde de Lorraine Heath

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  • Donde enterre a Fabiana Orquera de Cristian Perfumo

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    Verano de 1983:
    En una casa de campo en la Patagonia, a quince kilometros del vecino mas proximo, un prestigioso politico despierta en el suelo. No tiene un solo rasguno, pero su pecho esta empapado en sangre y junto a el hay un cuchillo. Lo ultimo que recuerda es que viajo hasta alli para pasar un fin de semana con Fabiana Orquera, su amante. No se imagina que ya nadie volvera a verla. Ni viva, ni muerta.
    Treinta anos despues:
    Nahuel, un periodista sin pelos en la lengua, ha pasado casi todos los veranos de su vida en esa misma casa. Cuando encuentra alli una vieja carta que plantea una serie de enigmas para llegar a la verdad sobre la desaparicion de Fabiana Orquera, Nahuel sabe que tiene en sus manos la historia del ano. Sin embargo, al descifrar el primer acertijo recibira un golpe muy bajo que solo da lugar a una interpretacion posible. Hay alguien dispuesto a impedirle a toda costa que responda la pregunta que lleva treinta anos flotando en el aire frio de aquella inhospita parte del mundo.
    ?Que paso con Fabiana Orquera?

  • Muerte en Las Dunas (Isla de Lornea 1) de Gregg Dunnett

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    Veo el cuerpo desde la ventana de mi habitacion. Yace en mitad de la playa, probablemente lo arrastro la marea durante la noche. Es lo unico que interrumpe la plateada arena de la orilla y no tengo duda alguna de lo que es, incluso desde aqui lo tengo claro. Es curioso, siempre he sabido que, viviendo donde vivo, algun dia veria algo asi. Lo ponen a menudo en las noticias de la television: <>. Y por fin hoy he encontrado el mio. Agarro los prismaticos. Son grandes, capaces de aumentar la imagen hasta 10 veces y pesan tanto que me resulta dificil mantenerlos firmes. Por eso, aunque los aprieto con fuerza contra el cristal de la ventana, lo unico que logro ver son fragmentos desiguales de piel, una fantasmagorica mancha blanca en el vientre y un color rojo intenso donde una herida le corta el dorso. Es una joven. Eso si alcanzo a verlo. Tendida en un charco de sangre y agua salada. Yace muerta en medio de la playa, de mi playa. De repente soy consciente de mi respiracion por las pequenas nubes de vaho que se forman cada vez que expulso aire por la boca. ?Podria ser mi imaginacion? Tal vez estoy dormido y esto no es mas que un sueno. Pero el resto de la habitacion parece real. El armario esta abierto y veo mi uniforme escolar colgado dentro. Los posteres de mi habitacion son los correctos: la tabla periodica y mi lista de <> con todos los nombres en latin. Me fijo en este ultimo, no estarian escritos correctamente si estuviera sonando porque no me los se todos de memoria. Escojo uno al azar: Lubina estriada <>. Definitivamente, no estoy sonando. Miro de nuevo por los prismaticos. Esta vez noto las gaviotas. Algunas revolotean sobre el cuerpo; otras se posan con tranquilidad, como si fuera una roca nueva que broto durante la noche. Entonces noto que no solo estan de pie, sino que se inclinan, picoteando. Desgarrando trozos de carne. Veo a una moviendo el pico directamente en el ojo. Suelto los prismaticos y pienso. Deberia decirselo a papa. Se que deberia hacerlo. Pero algo me hace dudar. Ultimamente esta de un humor bastante raro. Se enfada por tonterias. La playa va a estar llena de policias y de periodistas, y papa odia a esa gente. Si se lo cuento igual le da por insistir que no nos metamos en esto. Incluso igual dice que pasemos la manana en casa y entonces no podre examinarla. ?Y con que frecuencia tengo una oportunidad asi? Para alguien como yo esta es una ocasion increible. Quiero decir, tambien es triste, por supuesto, pero no sirve de nada ponerse sentimental con estas cosas. Por encima de todo, es una oportunidad que no se debe desperdiciar. Asi que, aunque me siento un poco culpable, concluyo que no se lo voy a contar a papa. Me llamo Billy, por cierto. Tengo once anos, pero soy un poco mas interesante que la mayoria de los chicos de once anos. Bueno, eso juzgando por los que van a mi instituto. Estoy seguro de que estarias de acuerdo si los conocieras. Afortunadamente, hoy es sabado y no hay clases. Tenemos una rutina bastante establecida para los fines de semana. Lo primero, papa va a hacer surf por la manana temprano ya que luego se llena y no le gusta mezclarse con la gente. Yo voy con el pero nunca hago surf. Eso requeriria meterse en el agua y yo no me meto al agua. No obstante, no me quedo en el coche esperandolo. Eso seria bastante aburrido. Siempre tengo muchos proyectos en marcha. Como mi proyecto de la cabana, por ejemplo. La construi el ano pasado, con materiales que a papa le habian sobrado del trabajo. Esta en el bosque detras de las dunas pero estoy seguro de que no la encontraras porque pinte las paredes de camuflaje. Tarde un siglo en terminarla. Resulta que no se puede comprar pintura de camuflaje; en realidad tiene sentido cuando lo piensas, ya que los colores se mezclarian en la lata. Bueno, de todos modos, ese fue mi proyecto del ano pasado. Ahora tengo otros que son aun mejores. Pero, obviamente, hoy no estoy pensando en mis proyectos. Hoy hay un cadaver en la playa. Decido que tengo que despertar a papa y salir de casa lo mas rapido posible. Asi puedo ser el primero en llegar. Tal vez sea yo quien la descubra. Papa suele levantarse despues que yo. Baja y se hace un cafe. Si no llueve o hace demasiado viento, se lo toma afuera. Se coloca en nuestro pequeno jardin en la cima del acantilado y mira hacia la playa para decidir donde hacer surf. Si hay un buen oleaje vamos a nuestro extremo de la playa, cerca del acantilado, porque las olas aqui son mas pequenas y menos potentes. Pero si no hay mucho oleaje vamos a Silverlea, el pueblo que esta en medio de la bahia. Alli, la playa esta mas expuesta al oceano. Y claro, si no hay nada de olas o si el viento sopla demasiado fuerte, entonces no vamos a hacer surf. Y eso si que es un rollo porque significa que papa se pasara todo el dia de mal humor. En casa vivimos solos papa y yo. No tengo hermanos ni hermanas. Ni madre o, al menos, ya no. Y, despues de lo que paso con los pollitos de gaviota, papa no me deja tener mascotas. Asi que estamos solos los dos. Y hemos vivido aqui, en nuestra casa en lo alto de un acantilado desde que tengo uso de razon. Decido que esta manana hare yo el cafe. Y lo hago de una manera realmente ruidosa para despertar a papa, cerrando los armarios con portazos y revolviendo los cubiertos para coger la cuchara. Necesito que se de prisa si quiero ser yo quien descubra el cuerpo. Tenemos una de esas cafeteras plateadas donde pones el cafe en el medio y con dos partes que se enroscan. No estoy seguro de cuanto cafe poner pero se que a papa le gusta fuerte, asi que lo lleno hasta arriba. Al poco tiempo, la cafetera empieza a silbar y a echar espuma y la cocina empieza a oler a cafe. Cojo una taza para papa y cierro la puerta del armario con otro portazo. Oigo a papa arriba en el cuarto de bano, echando un chorro largo como todas las mananas. Cuando finalmente termina, grito hacia arriba. --!Papa, cafe! Luego salgo al jardin para echar otro vistazo. Todavia esta alli, nadie la ha descubierto. Pero me doy cuenta de que hay otro problema, las olas. Hoy son pequenas. Eso significa que papa querra ir a Silverlea donde las olas seran mas grandes. Normalmente no me molestaria porque mis proyectos estan bien distribuidos por toda la zona por lo que no me importa ir a donde quiera papa. Pero el cuerpo esta aqui, en nuestra playa. Si vamos a Silverlea, tendre que caminar todo el camino de regreso y corro el riesgo de que alguien la descubra mientras voy de camino. No quiero que eso suceda. Quiero ser yo el que la descubra. Asi que cuando papa sale a reunirse conmigo, cafe en mano, ya estoy pensando en una forma de resolver el problema. Lo miro con cautela. Anoche llego tarde y creo que debio beber bastante porque tiene cara de resacoso. --?Por que has hecho tanto ruido esta manana, Billy? --papa se frota los ojos--. Pense que te estaban matando en la cocina o algo asi. --Se rie y toma un sorbo de cafe--. !Dios! Esto es gasolina pura --exclama. Frunzo el ceno porque no estoy seguro de si eso es bueno o malo. Papa pone la taza en la tapia del jardin. Luego bosteza y estira los brazos. Lleva unos vaqueros viejos y una camiseta que se le levanta un poco, lo suficiente para que se le vean los musculos de la tripa. Todavia se le nota el moreno del verano incluso ahora al final de la temporada. A pesar de que la hierba esta mojada por el rocio, va descalzo. El no nota el frio. Nos quedamos en silencio un rato observando las vistas. Justo delante de nuestra tapia esta el viejo camino del acantilado. Lo cerraron hace un tiempo porque se volvio demasiado peligroso, pero yo todavia se de un camino hacia abajo. Pasado el viejo camino hay un gran acantilado sobre la playa, que tiene siete millas de largo y se extiende mas alla de la ciudad de Silverlea, hasta Northend. Hacia la derecha se ve el bosque. A la izquierda es solo oceano. La verdad es que tenemos una vista increible desde nuestro jardin. --Tiene buena pinta, ?no? --dice papa, cogiendo su cafe de nuevo. Quiere decir que las olas parecen buenas. Desde aqui arriba puedes verlo todo pero papa solo se fija en las olas. Por eso creo que mi plan funcionara. Espero unos instantes antes de hablar; le dejo que estudie lo que pasa bajo nosotros. Observa como las olas entran en la playa. Las olas que ves cuando vas a la playa no son siempre del mismo tamano. Vienen en grupos o conjuntos. Por eso en un momento determinado puede parecer que las olas son realmente grandes pero luego, al rato, parecen ser mucho mas pequenas. En este preciso momento, mientras dejo que papa mire, son bastante grandes. De hecho tengo suerte, es probable que sea la ola mas grande que he visto en toda la manana. Perfecto para mi plan. --Son grandes --digo con la mayor naturalidad posible--. Parecen pequenas ahora, pero justo antes de que salieras eran bastante grandes. Yo voto por que vayamos a Littlelea. Si papa lo hubiera observado tanto tiempo como yo le habria sido obvio que estoy mintiendo. Esta claro que el surf sera mejor en Silverlea, donde la playa esta menos protegida. Littlelea es donde esta el cuerpo, asi que necesito que decida ir alli. Y para eso tengo que convencerle de que las olas son mas grandes de lo que realmente son. Papa no responde de inmediato. Estamos de pie, juntos, mirando hacia el oceano. El cuerpo es lo suficientemente visible para cualquiera que lo estuviera buscando, pero el no esta mirando hacia la playa. Sus ojos escanean el horizonte, observando como los pequenos bultos que asoman por el horizonte se transforman en olas segun se acercan. Espera, sorbiendo su cafe. Y es paciente. A medida que pasan los minutos las olas que habian entrado desaparecen y el mar vuelve a estar llano. Hago lo posible por parecer sorprendido. --Me parecen pequenas --dice papa finalmente con una nota graciosa en su voz--. ?Te encuentras bien, Billy? --Se vuelve hacia mi y, por un momento, me preocupa que se vaya a poner de uno de sus extranos estados de animo. Pero esta sonriendo--. Venga, nos vamos a la ciudad. Y ya de paso desayunamos despues. La ciudad es lo que llamamos Silverlea. Asi que vamos a tener que conducir mas de dos kilometros hacia el norte, mas alla del cuerpo y luego tendre que caminar todo el camino de vuelta hasta Littlelea para regresar hacia el. Obviamente estoy decepcionado. Aunque por lo menos, ir a desayunar despues sera un consuelo. Y no voy a hacer que cambie de opinion ahora, asi que mejor asumirlo. Papa se termina el cafe, hace una mueca y me mira. --Salimos en cinco minutos --dice mientras entra en casa para terminar de vestirse. Le sigo y una vez en la cocina me apresuro a apagar el ordenador portatil. Cojo los prismaticos, un cuaderno de notas por estrenar, mi camara de fotos y lo meto todo en la mochila. Papa pasa junto a mi mientras me estoy poniendo las botas de caminar y me mete prisa. Mientras salgo, papa echa su traje de neopreno en la parte trasera de la camioneta. Aterriza con un golpe en la base metalica. Su tabla ya esta alli; practicamente permanece ahi todo el tiempo. Entonces dudo. Cuando esta de buen humor me deja viajar en la parte de atras a pesar de que sea tecnicamente ilegal. Pero cuando esta de mal humor tengo que ir delante con el, con el cinturon de seguridad abrochado y todo. Me arriesgo y subo por la parte de atras sin mirarle a los ojos. Al principio no dice nada, simplemente abre la puerta de la cabina. Antes de entrar me dice: --Si nos cruzamos con la policia te agachas de inmediato. Papa entra en la camioneta, al instante oigo el rugir del motor y la camioneta empieza a renquear. El olor a gasolina llena el aire. Bajamos por nuestro camino hacia la carretera principal y entonces papa comienza a bajar la colina, conduciendo rapido, invadiendo el carril contrario para suavizar las curvas. La playa casi no se ve desde la carretera, solo se vislumbra entre los arboles. Luego, una vez que se cruza el rio esta bastante baja y las dunas la bloquean. Pero solo tardamos diez minutos en llegar y no nos cruzamos con nadie durante el camino. Me parece buena senal. Llegamos a la ciudad por la parte de atras y nos detenemos en la parte delantera del aparcamiento de la playa. La cafeteria Sunrise esta aqui al lado, alli es donde vamos a desayunar, pero todavia no ha abierto. Aun asi, no somos los primeros en llegar. Hay otros cuatro coches. Reconozco dos de ellos, son amigos de papa que tambien van a hacer surf. Supongo que los otros dos seran probablemente gente que ha ido a pasear a los perros. Espero que hayan caminado hacia el norte, hacia Northend y no hacia el sur hasta Littlelea donde esta el cuerpo. Probablemente no se pueda ver el cuerpo desde aqui asi que tengo esperanzas, pero no lo sabre hasta que baje a la playa. --A las diez de vuelta --dice papa. Antes intentaba que fuera a hacer surf con el pero ahora ya ha desistido. Por fin ha entendido que yo no me meto en el agua. --Vale --le contesto--. Hasta luego. --Me pongo en camino mientras se sienta en la plataforma de la camioneta para ponerse el traje de neopreno. No se molesta en taparse con una toalla ya que no hay nadie alrededor. Camino rapidamente por el pequeno sendero hacia la playa. Al principio es facil porque hay un paseo de madera pero luego se acaba y se me hunden los pies en la suave arena. Finalmente llego a las piedras. Hay una barra de rocas planas y grandes como platos. Cuando llego alli, me detengo y saco los prismaticos de la mochila. Incluso antes de enfocarlos del todo veo que algo va mal. Hay gente en la playa. Justo al lado de donde esta el cuerpo. Desde donde estoy no llego a ver quienes son o que estan haciendo, pero es obvio que estan alli parados. Siento como la desilusion me invade. Es gente sacando a los perros. ?Por que no podian haber caminado hacia el otro lado? Fui yo el primero en ver el cuerpo hace mas de una hora y queria ser yo el primero en llegar. Ahora ni siquiera se si voy a poder verlo. Espero que la Guardia Costera llegue pronto para acordonar la zona. O la policia. Estos dias hay un monton de policia por toda la ciudad. Me quedo alli un rato, esperando a que se me pase el disgusto; en realidad no me dura mucho. Despues de todo, quien sea que este alli no va a poder mover el cuerpo, es un poco grande para eso. Supongo que podrian tratar de acordonarlo, pero tampoco hay senales de eso, al menos de momento. Si me doy prisa igual todavia pueda examinarlo. Solo necesito darme prisa en llegar. Me pongo de nuevo en marcha, caminando justo al lado de la marca de la marea alta. Es el mejor lugar para andar porque la arena esta dura y plana. Ademas, a veces, encuentras cosas que ha traido la marea, lo cual es una ventaja. Pero hoy no estoy mirando hacia abajo. Mantengo los ojos enfocados hacia adelante, tratando de distinguir los detalles a medida que me voy acercando. Al rato, cuando ya estoy a mitad de camino, veo un coche de policia conduciendo lentamente por la playa hacia donde yace el cuerpo. Resoplo y suspiro. Se lo que estaras pensando, no es normal que un nino de once anos quiera examinar un cadaver en la playa. Pero como ya dije, no soy como la mayoria de los ninos de once anos. Quiero decir, probablemente, algunos de los chicos del instituto querrian hacerse un selfi o alguna estupidez parecida. Pero yo no quiero hacer nada de eso. Estoy interesado porque quiero estudiarlo, como buen cientifico que soy. Si sabes algo acerca de Silverlea, si has estado de vacaciones aqui o algo asi, puede que tambien te sorprenda que un coche de policia llegue tan rapido y tan temprano por la manana. Pero asi estan las cosas ahora. Este otono estan por todas partes. Se debe a la chica. La que sale en las noticias. Y si tienes en cuenta que no se trata solo de las noticias locales de la isla, sino de las noticias nacionales, junto con las historias sobre el presidente y los terremotos y demas, ya te puedes imaginar como lo estamos viviendo aqui. Esta toda la isla obsesionada con el tema. ?Como puede ser que una adolescente desaparezca asi sin mas? No parece posible. Yo conoci a la chica que desaparecio: Olivia Curran. Mira, igual te lo cuento ahora y todo, ya que incluso a paso ligero me llevara un tiempo llegar hasta alli. Estaba alojada en uno de los chales de los que se encarga papa. Habia venido de vacaciones con su familia: su madre, su padre y su hermano. Estaban en uno de los chales de Seafield. Son los mas caros, a pie de playa y con vistas al mar desde todas las habitaciones. De hecho, estan justo al lado del aparcamiento donde dejamos el coche esta manana. En realidad no tenia que haberla conocido. Yo estaba en el chale de al lado cuando llegaron. Estaba arreglando la wifi porque los huespedes de la semana anterior se habian quejado de que se caia mucho. Esa es otra cosa que hago, configuro la wifi para todas las casas de vacaciones que administra papa. El Sr. Matthews, el jefe de papa, sabe que se me dan bien los ordenadores y por eso me deja. Total, que acababa de terminar de arreglar el problema cuando llegaron. Tenian un todoterreno, o un cuatro por cuatro o algo asi, con bicicletas en la parte trasera y varias maletas en la baca. No hable con ellos, por supuesto. Todos los chales de Seafield son independientes y cuando llegan los invitados obtienen la llave de una caja de metal atornillada a la pared y con una cerradura de combinacion. Asi que simplemente les ignore como de costumbre. Al rato decidi coger un aperitivo del almacen. Hay una pequena caseta de piedra en el patio de los chales donde guardamos la ropa de cama de repuesto, los recambios de toallas y tambien hay pequenos paquetes de galletas para las bandejas de bienvenida que ponemos. Total, que ahi iba yo con mi portatil, de camino al almacen para coger galletas. Y ahi fue cuando me debio haber visto. Porque segun salia del almacen, todavia con el portatil abierto, la chica venia caminando hacia mi desde su chale. --Perdona --me dijo, sonaba un poco insegura--. ?Te alojas aqui al lado o algo asi? Acabamos de llegar y no conseguimos que funcione la wifi. No le conteste. No podia, tenia una galleta en la boca. --Es que te he visto con el portatil. Me preguntaba si tal vez habias conseguido que funcionara. --Tenia el pelo rubio recogido en una cola de caballo, pero algunos mechones se habian escapado y movio la mano para apartarlos de sus ojos. --Bueno, no te molestes, olvida que te he preguntado --dijo y comenzo a darse la vuelta. Aproveche para sacarme la galleta de la boca. --Vivo aqui. No necesito alojarme aqui. Configuro la wifi para los chales del Sr. Matthews. La chica se volvio y me miro de arriba abajo un poco dudosa. --Ah, genial. Pues me vas a venir bien, creo. Ya que no parece funcionar. --Se detuvo y sonrio. Tenia una sonrisa bonita. --Si que funciona. Lo acabo de arreglar --le dije. --Pues … bueno, acabo de intentarlo y a mi no me funciona. --?Has puesto la contrasena? --le pregunte. Los turistas son bastante inutiles, por lo que ponemos instrucciones para todo en las carpetas de bienvenida, incluso cosas tan sencillas como como encender la cocina electrica--. Esta en la carpeta de bienvenida que encontraras en ... --Si, ya la he encontrado. Se conecta bien, pero enseguida se cae. Aquello me molesto porque acababa de tener el mismo problema en el otro chale y pensaba que lo habia solucionado. --?Has cambiado las configuraciones? --pregunte, un poco esperanzado. -- No. Por supuesto que no. --Me echo una mirada graciosa--. Acabamos de llegar. Frunci el ceno. Si no hubiera ido a buscar una galleta no me habria atrapado. Pense en ir al chale numero dos e intentar conectarme desde alli, pero probablemente trataria de venir conmigo. Y seria mas rapido si pudiera conectarme directamente a su ruter. --Tengo que entrar y conectarme al ruter. ?Te parece bien? --Una parte de mi esperaba que dijera que no, pero no lo hizo. La chica, en aquel momento aun no sabia que se llamaba Olivia, movio el brazo de una manera muy elaborada, como si estuviera haciendo teatro o algo asi. --Estas en tu casa. De verdad que tenia una sonrisa preciosa. El ruter en el chale numero uno esta en el aparador junto a la mesa de la cocina. Vi de inmediato que la luz parpadeaba en naranja cuando deberia haber estado brillando en verde. Los chales de Seafield tienen el salon y la cocina juntos y el padre de la chica estaba alli, guardando comida en la nevera. --!Hola! --me dijo segun entraba, pero no tuve que decir nada porque la chica respondio por mi. --No pasa nada, solo esta aqui para arreglar la wifi. Puse mi portatil sobre la mesa y busque en la mochila el cable de red. El padre siguio guardando mas cosas en la nevera pero note que queria decir algo. Finalmente lo hizo. --Eres un poco joven para arreglar ordenadores --solto. Tenia esa voz que los mayores utilizan cuando quieren ser condescendientes hacia los ninos. Me gire un poco para darle la espalda y no le conteste. --Sabes, no importa si no consigues que funcione --continuo--. De todos modos, vamos a estar en la playa todo el dia, ?verdad, Olivia? --?Como? Si, si que importa --interrumpio la chica--. Puede que para ti no sea importante pero este lugar se anuncio como que tenia wifi. ?Que pasaria si en el anuncio hubiera puesto que tenia banera y llegas aqui y no hay banera? Te molestaria, ?verdad? --Vale --le dije. No queria oirlos discutir--. Esto pasa a veces, pero si reinicio desde el panel de control se resuelve el problema. --Creo que sonaba mas seguro de lo que en realidad me sentia ya que no entendia por que seguia fallando asi.

  • La rama que no existe de Gustavo Martin Garzo

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    El narrador de esta historia es un profesor de ciencias en un instituto de secundaria. Lleva una vida de lo mas anodina: sin alicientes artisticos, ni casi vitales, aunque con grandes dotes para la observacion.
    Todo cambia cuando conoce a Claudia, la enigmatica nueva profesora de literatura que ha llegado a su instituto, de quien se enamorara perdidamente, y poco a poco ira conociendo lo que se esconde detras
    de tanto misterio.
    A esta amistad se sumara la figura de Blanchard, un pintor especializado en el dolor fisico pero incapaz de pintar. Entre los tres formaran un triangulo imperfecto en el que uno cuida de otro, manteniendo asi un dificil equilibrio vital.
    Una novela que con su realismo psicologico se sale un poco de la linea mas magica a la que nos tiene acostumbrado su autor. Aqui se trata de retratar el sufrimiento contemporaneo con un estilo que por momentos parece casi clinico y por momentos se desliza hacia su lado mas poetico

  • Cuando es real de Erin Watt

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    Fiestas, riqueza, fama y una historia de amor digna de Hollywood

  • SOLTERONA. La construccion de una vida propia de Kate Bolick

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    Kate Bolick crecio pensando que acabaria casandose. Incluso tenia una fecha limite para hacerlo: los treinta anos. Se concedio hasta entonces para estudiar, experimentar y decidir que hacer con su vida profesional. Sin embargo, cuando llego a la treintena ese deseo de casarse se habia evaporado. Una nueva decada cargada de ambiciones se abria ante ella.

  • Prisionera (En los brazos del Highlander 2) de Iris Vermeil

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    Iona MacKinnon espera con ansia que regrese con vida su estimado Gared Sutherland de la fria batalla. El guerrero, guarda un huracan de sentimientos contradictorios en su corazon pero en el fondo de su alma, ama a la doncella en silencio. Ella siente morir al saber que el va a desposarse con otra mujer para sellar un pacto entre los clanes enemistados. Entre idas y venidas, los amantes apuestan por su amor y deciden tomar una decision muy importante juntos para evitar ese casamiento. ?Podran vivir libremente su romance sin que nadie se entrometa en su relacion? ?Triunfara el amor entre ellos despues de un largo sufrimiento?
    Sientete prisionera como Iona de un amor apasionado, real y puro. Descubre la segunda entrega de la serie En los Brazos del Highlander.

  • Donde habita el miedo de Maite R. Ochotorena

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    Para los amantes del terror y el suspense, <> ha sido una sorpresa, original, impactante, dura.

  • La reina y los peones (Ronda Mortal 1) de Lina Perozo Altamar

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    Deborah Wallis lleva una vida rodeada de lujos y comodidades en Nueva Orleans. Es inteligente, elegante y tiene el hombre que desee a sus pies. Quienes la rodean, la consideran una mujer egoista, caprichosa y arrogante. Lo que no saben, es que esa es la manera en que Deborah alza sus murallas, para evitar que conozcan sus debilidades y puedan llegar a lastimarla.
    Ella disfruta del sexo desenfrenado, valiendose de mentiras y juegos de seduccion, para llenar el vacio en su corazon, que le provoca el no tener el amor y el carino del unico hombre de quien siempre lo ha anhelado, y de quien solo ha recibido odio y desprecio. Con su rechazo y sus constantes humillaciones, el la llevara al extremo de tomar una decision, que cambiara el destino de muchos, dando asi inicio a un complicado juego de ajedrez.
    Deborah se convertira en la reina que tendra a varios peones dispuestos a sacrificarse y no dudara en usarlos para conseguir sus planes. Entra a esta Ronda Mortal y dejate arrastrar por el deseo, la pasion, la ambicion, el odio y las intrigas, que llevaran a estos personajes a romper sus propios limites.

  • Batea mi corazon, Rose B. Loren de Rose B. Loren

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    Ryan es un exitoso jugador de beisbol cuya vida no ha sido un camino de rosas; viudo y con una hija de siete anos, tendra que enfrentarse a una gran lesion que puede acabar con su carrera deportiva. Frustrado y totalmente perdido despues de una operacion, conocera a Cristal, una fisioterapeuta que no le pondra las cosas faciles.

  • Tormenta (Jeremy Logan 1) de Lincoln Child

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    Una trepidante novela techno-thriller en la que la ciencia puntera se confunde con las pesadillas mas siniestras… y quizas no totalmente imposibles. Un caso que solo podra resolver el profesor de Historia Medieval de la Universidad de Yale y enigmatologo Jeremy Logan.

  • LA DAMA DE HAWTHORNE (Hawthorne House 2) de Kristi Ann Hunter

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    ?Ganara el amor o lo haran la riqueza y la posicion?
    Lady Georgina Hawthorne se ha esforzado mucho para ser la mas admirada en la temporada social tras su debut. En el primer baile al que asiste en Londres, espera despertar el interes de algun noble.
    Colin McCrae tiene dinero y buenos contactos en el mundo de los negocios, pero ningun titulo. Lo invitan a todas las estas, pero de hecho nadie le acepta en sociedad. La primera vez que ve a la bella lady Georgina, le irrita sentirse atraido por una mujer a la que solo le importan el estatus y las apariencias.
    Lo que Colin no sabe es que las desesperadas aspiraciones sociales de Georgina se deben al vergonzoso secreto que guarda.
    En los planes de Georgina no esta casarse con Colin y, sin embargo, como sus caminos no dejan de cruzarse… ?Que hara? ?Apostara por el amor o se sacrificara por sus suenos de riqueza y posicion? ?Y el?

  • Intenta dejarla (La droga + dura 2) de Anny Peterson

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    La vida continua despues de aquel lunes maldito, en el que todo parecio hacerse anicos.
    Primera fase de un adicto: EL MONO: ?es posible desengancharse del amor?
    Naia pronto vera cumplido su mayor sueno dentro de su peor pesadilla.
    Axel no esta listo para hacer por las malas, algo que deseaba hacer por las buenas.
    Leo se ha ido. Sin embargo su cuerpo sigue viviendo su vida automaticamente.
    Zoe esta a punto de descubrir que a veces, no queda otra opcion que ser valiente.
    Cesar ha desaparecido, esta concentrado en su nueva meta y no contesta a las llamadas.
    Jorge espera un clavo ardiendo al que sujetarse para no caer de nuevo al vacio.

  • El honor de la familia de Hannah Howe

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    Cuando el mayor mafioso del pais te hace una oferta que no puedes rechazar, ?que deberias hacer? En mi caso, decidi aceptar la oferta que me hizo el Sr. Vincent Vanzetti. Vanzetti me contrato para encontrar a su hija desaparecida, Vittoria, enfrentandome a la amenaza de represalias si fracasaba en mi tarea. Mientras buscaba a Vittoria, tuve que tratar con otros miembros del clan Vanzetti: Sherri, la segunda mujer de Vanzetti, de la misma edad que Vittoria, Sherri era una <>, una estrella del porno cuya ambicion era aparecer en un reality de television; Catrin, la exmujer de Vanzetti, dura como el granito, el poder detras de su imperio criminal; y V. J. Parks, el novio de Vittoria, boxeador, un joven en plenitud entrenandose para intentar conseguir un titulo mundial.

  • Encargo de Berta Marse

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    a) Elegir escenario y b) situar al protagonista o protagonistas en medio de una escena cotidiana, y, sin mas, c) abrir el telon. He tenido que leerlo varias veces para entenderlo. Vale que no estoy en mi mejor momento, que la medicacion me tiene algo atontada y hace demasiado que no pongo mi cerebro a prueba, que no leo, que no hago crucigramas, que no pienso. Y vale que me he apuntado al taller de escritura creativa solo porque es lo que se espera que haga. Pero el enunciado del ejercicio tampoco esta muy inspirado que digamos. Parece un sencillo ejercicio de orientacion hacia el cuando y el por donde empezar; si no lo he entendido mal, y puesto que en algun lugar y en algun momento hay que empezar. Pues venga, vamos alla. Sin mas. Mi escenario seria una habitacion ordenada y pulcra. En las paredes se exhibirian posters, postales, fotografias, dibujos y demas senas de identidad propias de un temperamento joven, romantico, femenino. Habria una unica estanteria, de pared a pared, algo combada por el peso de los libros. Del techo colgaria un ventilador de aspas de madera y lamparita en forma de tulipan, estropeado desde hace tiempo. Un armario de luna, un perchero, una alfombra, un pequeno escritorio en el que una de las protagonistas estaria estudiando con los codos hincados. Veinteanera. Ni gorda ni delgada. Con gafas. A su izquierda una estrecha ventana abierta que daria a un patio interior. Se oiria el arrullo de las palomas y la tele de los vecinos. A la derecha, la cama. Sobre ella un punado de peluches raidos. De pronto, sin que mediase una orden u otra indicacion aparente, uno de ellos (uno con forma de chucho sin raza, tamano mediano, pelo duro y apelmazado, color pardo) abriria mecanicamente los ojos, se incorporaria con sumo cuidado, se bajaria de la cama y se enroscaria de nuevo sobre la alfombra. A todo esto la chica seguiria estudiando sin levantar siquiera la vista del papel, concentrada en sus apuntes y sus libros. Minutos despues se oiria el girar de una llave en la cerradura de entrada, y luego el chirriar de un carrito de la compra por el pasillo. Nada fuera de lo habitual. Hasta aqui, una escena cotidiana que vendria representandose alrededor de una decada; que es de lo que se trataba, si no lo he entendido mal. Sin embargo, aquel dia… 1 Aquel dia (9 de junio de 2013, sabado) el carrito de la compra no se detuvo a la altura de la cocina sino que avanzo chirriando, pasillo adelante, hasta que alguien abrio sin llamar la puerta de mi habitacion. -?Que pasa? -le pregunte a mi madre, al ver su cara de susto. -Ha vuelto. -?Quien? Mi madre miro a uno y a otro lado, como si hubiese microfonos cerca. -Yesi -dijo bajando la voz-. Yesica Lugano. La hija mayor de Isabel. Te acuerdas de Yesi, ?no? La garganta se me encogio de repente, y el corazon empezo a bombear alli con tanta fuerza que temi por mis timpanos… ?Que si me acordaba de Yesi Lugano? Como podria no acordarme, hubiese sido la pregunta correcta, aunque igualmente aterradora… -Me acabo de enterar en el mercado. Se ve que anoche llamaron al interfono de los Lugano y era ella. Asi, sin mas. ?Te lo puedes creer? !Es como un milagro! Un milagro para mi madre. Para mi, uno de esos inmensos agujeros negros que engulle todo lo que se acerca a su campo gravitatorio. Me aferre a la mesa con las dos manos. Con la cabeza gacha, Chimo agitaba la cola esperando que mi madre, que lanzaba miraditas nerviosas a su alrededor, mordiendose los labios, no reparase en su rastro sobre la colcha. Su preocupacion le delataba. -Al parecer esta bien, al menos fisicamente, pero… -tambien mi madre parecia impactada por la noticia, agarrada al pomo de la puerta con una mano y con la otra al carro de la compra, del que asomaba un apio-, pero fijate, Desi, ya hace no se cuantas horas que ha vuelto y todavia no saben nada, aun no les ha contado nada a sus padres, ni a la policia, ni a los medicos que han tenido que ir de madrugada para reconocerla… Se ve que podria estar tan traumatizada que les han aconsejado a Isa y a Piero que no la presionen, que ya hablara cuando se sienta mas segura, que procuren estar tranquilos y actuar con naturalidad… !Como si fuese tan facil -resoplaba, entre el estupor y la angustia- estar tranquilos con toda esa gente entrando y saliendo! Y actuar con naturalidad, si, claro, pero si tienes mas de cinco anos y no has pasado por una academia de arte dramatico, ya me diras tu como… Pero yo no iba a decir nada, seguia muda, sin aliento; como cada vez que me topaba con una fotografia de Yesi a la vuelta de una esquina, en una farola, en un semaforo, en un escaparate; como cada vez que su recuerdo me perseguia por el barrio y me hacia llegar a casa con el corazon en la boca; como cada vez que, de noche, en la cama con el perro, me acordaba de ella. -Pobre Isa, que horror… Quiero decir, es un milagro pero… no se, no se como podra soportar otra vez tanta presion… ?A ti te parece que deberia llamarla?… o tambien crees que no es el mejor momento… !Por Dios, di algo! 2 Nacer en el mismo ano, bajo el mismo signo zodiacal, vivir en el mismo barrio y estudiar en el mismo colegio, frecuentar el mismo parque, las mismas plazas, los mismos comercios no tiene por que suponer una estrecha amistad. Si acaso una amistad circunscrita al espacio y al tiempo, ineludible, como una especie de tara genetica. Pero no una amistad verdadera. Yesica Lugano y yo nunca fuimos amigas de verdad, nunca intimamos ni nos hicimos confidencias. Ni siquiera en los anos de parvulario y colegio que compartimos -hasta que su padre se decidio a matricularla en una prestigiosa escuela italiana-, y por mucho empeno que pusieran nuestras madres; o quiza, en buena parte, a causa de ello. Porque todo lo que yo sabia de Yesi -y entonces creia que lo sabia practicamente todo-, lo sabia por mi madre. Mi madre tenia (tiene) una tienda en el barrio de Sant Antoni de la que la madre de Yesi, Isabel, era (ya no es) clienta fija. En el distrito izquierdo del Eixample aun se recuerda la fiesta de inauguracion, en Navidad de 1995. Yo tenia tres anos. Una traca interminable y alguien exclamando que mi madre habia tirado la casa por la ventana son mis unicos recuerdos; y la razon de que no haya una sola fotografia, un solo fotograma de video casero, donde no aparezca con la boca abierta como un cazo, congestionada y tensa, totalmente aterrorizada. A Yesi, en cambio, se la ve la mar de tranquila en brazos de su madre, toda ojos, con su gorrito blanco de perle anudado bajo el menton con hoyuelo. Acababan de escolarizarnos. Mi madre siempre habia querido montar una tienda de labores de costura, donde ofrecer asesoramiento practico y tal vez hasta impartir cursillos y talleres, una tienda que hiciese las veces de centro de reunion para las mujeres del barrio. Pero habia aparcado la idea durante anos; los que le llevaron encajar y asumir que no podia tener hijos, y hasta mi adopcion. Mi padre habia aprovechado el auge de su profesion (el diseno grafico), durante los felices noventa, para asociarse y montar un estudio puntero, y le alquilo a mi madre un pequeno local a dos manzanas de casa. En aquel momento se lo podian permitir. Los bancos y las cajas de ahorro animaban a emprender con lemas infalibles. Lo veo. Lo quiero. Lo tengo. Los suenos de futuro parecian al alcance de la mano. Nadie sospechaba la que se estaba fraguando y hasta que punto se deteriorarian todos, desde los mas modernos y ambiciosos hasta los humildes negocios de barrio. Todos menos la tienda de mi madre. Pero asi fue. Las mujeres acudian en tropel y pasaban tanto tiempo en la tienda que acabaron arrastrando con ellas a las abuelas y a los mas pequenos. Cochecitos de bebe, andadores, bastones, paraguas, patinetes, mochilas, carros de la compra se amontonaban en la entrada, dando cuenta del exito, y mi padre protestaba cuando tenia que dejarme en medio de aquel caos, antes de volver a su trabajo, porque a mi madre no le habia dado tiempo a recogerme. Pero esto que es…, se preguntaba en voz alta, con retintin, ?un negocio o un mercadillo? Nadie le hacia demasiado caso. Y de todas formas dejaria de preguntarselo (por lo menos en voz alta) al ano de la inauguracion, cuando mi madre alquilo el local de al lado para ampliar lo que ya era, a todas luces, un prospero negocio. Sustituyo el modesto rotulo en el que se anunciaba como Merceria por grandes letras de metacrilato que se iluminaban por dentro, disenadas en el estudio de mi padre. RIBO & CARALPS. Como a una hija mas, le puso mis apellidos a la tienda; y de paso le guino un ojo a Ribes & Casals, emblematico establecimiento de venta de tejidos al por mayor y al detalle, al otro lado del Eixample. No daba puntada sin hilo. Tambien contrato personal para atender a su cada vez mas numerosa clientela, un servicio de catering resolutivo y sencillo -caldo casero, cafe y te y todo tipo de pastas saladas y dulces- y a un valenciano con peluquin, el senor Ramon, que nos recogia en la puerta del cole con su minibus escolar de catorce plazas y un cuarto de hora despues nos dejaba en la tienda. Ribo & Caralps, centro de reunion, informacion, produccion e intercambio. El eje alrededor del cual todo giro de forma ordenada y rentable durante anos. Ganchillo, bordado, punto de cruz, patchwork, tricot, petit point… En la tienda de mi madre se hacian labores de todo tipo y a destajo. Una muy considerable cantidad de primorosas y delicadas labores a las que nadie prestaba demasiada atencion y acababan arrinconadas o regaladas a asociaciones beneficas. A mi me daba muchisima rabia. No podia entender que tanta velocidad y perfeccion no tuviesen importancia alguna ni asombrasen a nadie. Me preguntaba cual seria entonces el sentido, el proposito de toda aquella frenetica productividad; aparte de reunirse y hablar por los codos, claro. Porque en la tienda de mi madre se hablaba por los codos. Se hablaba de todas las cosas que sucedian en el mundo, un lugar remoto y amenazador para nosotros los ninos. El escandalo Lewinsky. El fin del milenio. El genoma humano. El cambio climatico. Windows 2000. Cuanto menos entendiamos los titulares, mas excitantes y peligrosos nos parecian. Tambien se hablaba de las cosas que sucedian de puertas hacia dentro, en cada uno de los mundos; no por mas reconditos menos excitantes, ni menos peligrosos. De ese modo me entere de muchas de las intrigas e intimidades que circulaban por el subsuelo del barrio. Que la senora Valles, capaz de tejer una virgueria de patucos en menos de dos horas, estaba en guerra fria con su suegra… Que la senora Garcia se habia inyectado no se que en los labios… Que los cinco hijos de los Reguant se meaban en la cama porque le tenian miedo al padre… Que Piero, el padre de Yesi, asediaba a su mujer por un hijo varon… Que el mio encajaba con indiferencia el exito profesional de la suya… Se hace dificil rastrear, en el inicio algo apocaliptico del tercer milenio, el momento preciso a partir del cual ciertas palabras se cambiaron por otras y segun que temas se omitieron una vez descargada la furgoneta del senor Ramon en la puerta de la tienda. ?Como pudo suceder asi, de la noche a la manana? Yo que se. Supongo que a los que empezabamos a comprender de que hablaban exactamente se nos debio de notar en la cara. Tal vez fue una mirada demasiado atenta, demasiado sagaz. Puede que una pregunta demasiado capciosa. El caso es que, en cuanto tomaron conciencia de que estabamos alli, ya nada volvio a ser lo mismo. Habia que encontrar otras formas de entretenerse. Los mayores empezamos a salir a la calle, con los bolsillos llenos de pastas, para alimentar a un chucho que merodeaba abandonado por el barrio (sin raza, tamano mediano, pelo duro y apelmazado, color pardo), y que ya no se moveria mas de la puerta de la tienda. Pegados a los cristales habia adhesivos del No a la Guerra. Dentro, aun se hablaba acaloradamente de las Torres Gemelas y del desastre del Prestige. El euro ya estaba en vigor y algunas clientas veian con nostalgia la vuelta a los centimos, pero la mayoria aun se hacia un lio con los cambios y a nosotros nos hacia muchisima gracia. Fue la epoca en que Yesi y yo estuvimos mas unidas -por los cuidados de Chimo y la campana organizada para su adopcion-, y sin embargo en la que mas la odie. La epoca en la que a mi me pusieron gafas y ella empezo a perfilarse como la perfeccion hecha hija. Notas brillantes, oido musical, inquietudes intelectuales, habilidades deportivas. Y, por si el dechado de talentos y virtudes fuera poco, se le afino la cara y el hoyuelo en el menton empezo a brillar con luz propia. El mismo hoyuelo que hasta entonces la habia hecho parecer rolliza se convirtio, segun sus padres, en la marca de los angeles, puesto que de repente le quedaba que ni pintado y no era herencia ni de la una ni del otro. Yesi Lugano prometia mucho. Al menos asi lo entendio mi madre, que a partir de entonces empezaria a imponermela de ejemplo y modelo a seguir, sistematicamente, deliberadamente, y no desaprovecharia ninguna oportunidad para hacerlo hasta aquel fatidico 5 de junio de 2008, cuando todo se desgracio. 3 Yesi ayuda a su madre en las faenas de la casa. Yesi cuida a sus hermanas pequenas. Yesi ha sacado todo notables y sobresalientes. Yesi se ha leido El codigo Da Vinci. Yesi ha ganado otra vez los Juegos Florales de su instituto. Yesi es la protagonista de la obra de fin de curso. Yesi toca el chelo maravillosamente. Yesi es medalla de plata en los campeonatos de natacion. Yesi ha sido elegida en un casting para un anuncio de leche rica en calcio y le va a dar a su madre todo el dinero… En realidad, no habia demasiadas razones para creer que empezar la ESO en institutos separados supondria un respiro para mi, una tregua que me permitiria recuperar fuerzas y, quiza, algo del terreno invadido. Si me hice algunas ilusiones al respecto, estas no me duraron ni un trimestre; lo que tardo Yesi en adaptarse a su nuevo instituto y consolidarse entre las top ten de la clase. Sus excelencias y sus logros fueron un mantra a lo largo de mi preadolescencia. Y todo gracias a mi madre, que por entonces habia intimado mucho con la suya. Isa se arrastraba hasta la tienda, empujando un cochecito y de nuevo embarazada, en busca del consuelo y el apoyo que necesitaba en aquellos momentos. Lo que no necesitaba era tener mas hijos, le diria a mi madre, en confidencia. Con su Yesi le bastaba, y ademas queria retomar algun dia los estudios de nutricion y dietetica. Pero habia cedido para complacer a Piero, cuya insistencia calificaba de taladrante; sobre todo tras su ascenso en la empresa de venta y mantenimiento de electrodomesticos en la que trabajaba, que le libraba de tanto viaje y le permitia pasar mas tiempo en casa. Y tuvieron dos ninas mas, una detras de la otra; las dos poco antes del cheque bebe, ninguna con hoyuelo en el menton. Mi madre solo destacaba este tipo de detalles cuando le traicionaba el subconsciente, la envidia por la fertilidad que a ella le habia sido negada. Por lo demas, todo era solidaridad, aliento y elogios, cuando nos las cruzabamos a las cuatro por el barrio o en la tienda. A mi tambien me daba un poco de envidia, pero yo apretaba los dientes y me limitaba a saludar a Yesi con un golpe de barbilla y a no mostrar (nunca jamas) interes por nada de lo que ella pudiese hacer o decir. Siempre que Yesi queria comunicarme algo, yo ya lo sabia, porque mi madre me lo habia dicho antes.

  • Lo que nos dijo la tormenta de Helen Rytkonen

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    Una ciudad magica. Una poderosa tormenta. Un hotel como escenario . Y dos personas atrapadas bajo el mismo techo. Ahora, despues de diez anos, podran decirse todo aquello que callaron. O no. Podran ser valientes, o no. Podran dejarse llevar, o seguir su vida. Pero no podran dejar de escuchar lo que les dice la tormenta.
    Una historia intima que te llegara al corazon.

  • Cuando gritan los muertos de Paco Gomez Escribano

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    El Cuqui, el Tente y unos amigos dieron un atraco por encargo hace mucho tiempo, pero algo salio mal. Al Tente le amputaron una pierna y el Cuqui recibio una bala en la cabeza que le mantuvo en coma durante anos. Los demas murieron y ellos pagaron sus deudas con la sociedad en la carcel. Ahora, el Cuqui ha cumplido su pena y vuelve al barrio para encontrarse con su pasado, con su presente, y con su viejo amigo el Tente. Psicopata de manual, sin nada que hacer, sin familia, con un buen monton de problemas y con amnesia, volvera a cometer pequenos delitos para sobrevivir en compania del Elena y el Mochuelo, dos personajes marginales propios de un barrio de las afueras de Madrid y antiguos conocidos. A pesar de estas desgraciadas eventualidades, consigue iniciar una vida mas o menos rutinaria.

  • Sonata de Amor de Isabel Acuna

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    Desde que David Foster, estudiante de ultimo ano de medicina, escucho tocar el piano a la bella y talentosa Catherine Watson, ha estado prendado de ella. Tras el concierto, decide invitarla a salir junto a su mejor amigo Mark Spencer. Todo parecia ir muy bien, hasta que un terrible malentendido se cruza entre los dos, rompiendo la magia de la incipiente atraccion y llevandolos por rumbos distintos.

  • En la casa vacia de Manuel Barea

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    “Tu cuerpo no es nada frente a un muro de hormigon.”

    ?En que momento exacto se torcio todo? ?En que punto tu cuerpo se convirtio en un estorbo, en un cruel recordatorio de un pasado al que no tienes mas remedio que volver? Posiblemente estas sean algunas de las preguntas que se hace Eva, la protagonista de esta novela, a quien el peso de las miradas, las palabras y los deseos ajenos resulta cada vez mas insoportable. Presa de un dolor fisico constante y de una rutina que tampoco parece tener fin, se ha visto obligada durante los ultimos diez anos a malvivir encadenando trabajos como chapuzas a domicilio y camarera, realizando dia tras dia el mismo trayecto sin escalas, ese que va desde la apatia a la resistencia y viceversa. Sin embargo, cuando finalmente el dinero se acabe y su casera le ordene abandonar su hogar, Eva tambien se vera obligada a regresar al unico lugar que en el fondo ha conocido, la casa de sus padres, la de su infancia, aquella que una noche abandono sin mirar atras. Ahora, de vuelta en el pueblo donde se crio, el Infierno primigenio, debera elegir entre vivir para siempre en el pasado o recorrer un camino distinto a aquel que los demas ya han elegido por ella.

  • El planeta vacio de Darrell Bricker

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    Bienvenidos a la caida de la poblacion mundial.

  • Los que duermen de Juan Gomez Barcena

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    Los que duermen, libro fundacional que ahora recuperamos de la obra ya imprescindible de Gomez Barcena, lo revela como un autor de un genio narrativo preciso y asombroso. Una recondita cienaga de Germania, donde los cuerpos de cientos de prisioneros sacrificados a los dioses emergen a la superficie siglos mas tarde, devolviendo al presente el enigma de su existencia. Un simulacro de campo de concentracion construido por Hitler para burlar las inspecciones de la Cruz Roja Internacional. Una comunidad de robots abandonada que sigue anhelando el regreso de sus creadores. Quince relatos que forman una constelacion sorprendente, en las orillas del tiempo: profecias y destinos subvertidos, ficciones tan fabuladas que igualan en valor a la verdad, paradojas de la historia. Una extraordinaria coleccion de relatos que nos transportan a mundos exactos y distantes y que sin embargo conectan entre si, oscilando entre el presente, el pasado y el futuro.

  • Daniela y su decision (No mas mentiras 3) de Ariadna Baker

    https://gigalibros.com/daniela-y-su-decision-no-mas-mentiras-3.html

    Se te desgarra el alma y la vida por completo… Y no tienes las fuerzas para gritar con rabia todo eso que sientes dentro de ti, aquello que duele, quema, te apaga. Veinticuatro horas habian pasado desde que lei aquella carta, las peores de mi vida, cada vez me iba superando mas en conseguir que todo aquello que me pasaba, fuera a peor… ?Hasta donde podia aguantar un corazon? ?Que mayor horror que saber que lo que mas amaba se esfumaba y no sabias hacia donde? Su familia habia recibido un mensaje de despedida y cuando lo llamaron, ya el telefono estaba apagado, imagino que fue en el mismo momento que dejo la carta sobre la mesa. Pense de todo: un secuestro, unas amenazas, que se habia ido con otra mujer y no tenia las agallas de decirlo a la cara, o habia cometido un delito y no queria que lo pillaran, incluso que le hubiesen detectado una enfermedad terminal y no queria que pasaramos ese sufrimiento. No, no me iba a quedar de brazos cruzados, esto no se podia quedar asi, ademas, le prometi que no volveria a desconfiar de el hasta escucharlo, pues ahora me tenia que dar las respuestas y lo iba a encontrar, aunque fuera debajo de las piedras. Veinticuatro horas sin dormir, llorando, con la compania de Marisa, que se habia quedado conmigo, mis ninos estaban en su casa con Manu. --Si esta enfermo, ire a estar con el sus ultimos dias, si esta secuestrado, alguien pudo ver algo, si esta en algun pais, alguien lo debe de ver, este donde este --le di al boton de publicar --, lo voy a encontrar. Marisa me miro afirmando entre lagrimas, otra que llevaba veinticuatro horas a lagrimas tendidas, pero a mi lado, como siempre, sin soltarme de la mano. Lo publique en todas mis redes y, por supuesto, etiquetandolo a el, ese actor tan afamado en el mundo que cuando sus fieles seguidores leyeran el post con foto de el incluida, no iban a tardar en compartidlo y hacerlo llegar a todos los lugares del planeta. "Es el padre de mis hijos, es la persona que mas amamos. Esta desaparecida y puede ser en cualquier circunstancia. Ayudenme a encontrarlo, por favor" Eso fue lo que acompane con su foto. Sabia que no habia mejor forma de conseguir algo que, con una legion detras de gente compartiendo. Ni cinco minutos habia pasado y ya estaba compartido mas de cien mil veces, y tres horas despues, ya tenia dos agentes de policia en la puerta. Si hubiera ido yo, no me habrian hecho caso porque el, era mayor de edad y habia pasado muy poco tiempo, pero las redes mueven al mundo. --Soy el inspector Hugo, pertenezco a la zona de Cadiz, pero viendo la relevancia de este caso y de la persona de la que se trata, he pedido coger el caso --extendio su mano. --Gracias. --El, es el agente David --me estrecho la mano. --Hugo, se que ademas eres uno de los autores de La Tribu --sonrei. --Perdon, no queria entrarte en plan de… tenemos amigos en comun, porque queda un poco feo --sonrio --. Fueron los chicos, Manu, Aitor y Marcos, quienes me pidieron que cogiera este caso --se me saltaron las lagrimas. Les conte todo lo que fui notando los ultimos dias y con las personas que me dijo que estaba, ademas les entregue la carta que me habia escrito, pero antes le tire una foto. Queria tenerla. El inspector Hugo era conocido mediaticamente, por haber contribuido a la liberacion de una chica llamada "Laia" que estuvo en Marruecos bajo la doctrina de su marido siendo maltratada en muchos sentidos. Ademas, la autora Ariadna Baker, una de las escritoras de La Tribu, hizo la trilogia "Cautiva", la historia de esa mujer. Una emotiva trilogia donde los sentimientos no hacen mas que estar a flor de piel. Y no solo eso, despues se vio envuelto en la desaparicion de la personita que el mas queria en el mundo. Asi que, entre la presion mediatica y el historial de Hugo, esperaba muy pronto tener respuestas a tantas preguntas. Ahora me tenia que ayudar a mi y no se por que confiaba mucho en el. Hugo se iba a quedar en Malaga durante unos dias, esos que son los principales para cualquier investigacion. Les ofreci quedarse en mi casa y el, acepto de inmediato. Su companero regreso a Cadiz y desde alli estaria al tanto de todo, al igual que su equipo, que desde alli estarian trabajando en todo lo que el pidiera. Se quedo en el rincon del salon donde escribia Ethan, comenzo a pedir informes de todo, ademas, habia hablado hasta con el juez para poder acceder a cuentas y registros telefonicos. Asi como pedir a las companias aereas que comprobara si habia viajado en uno de sus vuelos. Y eso hizo, pedir informacion de sus cuentas, yo no las tenia, asi que no lo podia facilitar. Me puse en un rincon del sofa con Marisa y mire el movil, se habia hecho viral lo de Ethan y los medios de comunicacion ya hablaban sobre ello en todo el planeta, es mas, habia una avalancha de periodistas en la puerta de mi casa esperando a que saliera. Para salir estaba yo… Prepare unos sandwiches para cenar, yo no tenia ni ganas, pero ellos debian comer, sobre todo, Hugo, ese hombre que daba paz a la casa pese a no parar de trabajar. Tenia algo que tranquilizaba, aunque fuera solo un poquito en medio de este Caos. Esa noche se hizo viral una fotografia de Ethan en un vuelo, por la ropa era actual, decian que lo habian visto en un vuelo, Malaga-Roma. Y si, porque esa compania aerea lo confirmo, lo que quedo claro es que, si habia hecho escala, no fue con la misma. Asi que teniamos que seguir esperando, o pensar que estaba en Roma ?Y que se la habia perdido alli? Llorar es lo unico que me nacia, llorar y saber que algo muy grave estaba pasando para que el, se estuviera alejando por su propia voluntad y mas, despues de comprobar en la foto que de un secuestro no se trataba. Capitulo 2 Era la segunda noche que habia pasado sin Ethan y sin saber nada, excepto que cogio un vuelo a Roma. Prepare el desayuno para Hugo y un cafe para mi. Marisa se habia ido a echar un vistazo a los ninos, por si necesitaba algo Manu. Lo vi raro y me dijo algo que me dejo sin aliento. --Han detenido a Irene para un interrogatorio… --?Irene? --Senti una presion en el pecho. --Si, la ex de Ethan. --Ya, ya ?Y que puede hacer alguien como ella? --No lo se, pero con peores cosas he lidiado… --?Que esta pasando Hugo? --No lo se, pero lo voy a averiguar como sea. --?Crees que ella puede tener alguna conexion con algo? --No lo se, de verdad, pero si la tiene, lo voy a saber. --Tengo mucho miedo, Hugo --se me volvieron a saltar las lagrimas. --Lo se, una vez pase por esto --me toco el hombro como muestra de carino. --?Crees que lo volvere a ver? --No lo se, no te voy a mentir, pero encontrarlo, lo encontraremos. --Me da la sensacion de que estas barajando la hipotesis de un asesinato -- dije con miedo. --No, a la vista que se fue en principio a Roma y no se le veia en una situacion delicada… Pero algo me dice que aqui hay un trasfondo muy fuerte y lo averiguare. --Dejate la vida, Hugo. Te lo compensare. --Mi recompensa sera traertelo de vuelta --me acaricio la barbilla y se marcho. Me sente en el sofa llorando, sentia un desconsuelo de esos que parecen que te van a llevar a desfallecer y no volver en conocimiento ?Que te estaba pasando, Ethan? Marisa llego a media manana, me dijo que los ninos estaban de lo mas entretenidos con Manu, que no me preocupara por ellos. La verdad es que ese hombre era todo corazon y ponia su alma en ayudar a los demas. --Me voy a volver loca, no dejo de vomitar de los nervios. --No estaras prenada, ?verdad? --No, no, creo que no, por Dios, lo que me faltaba --negue con las manos en la cara y llorando de tristeza. --Bueno, carino, seguro que pronto aparecera. --No lo se, pero me da mucha tristeza no saber que le esta pasando y no poderlo ayudar. Hugo llego a la hora de la comida diciendo que lo unico que tenia Irene, era un pavo encima que no podia con el. Descartada de la investigacion. Pava desde luego que era… Fue a las cinco de la tarde cuando un nuevo giro se dio en el caso, salto en todas las noticias y se hizo viral.

  • Fabrica de prodigios de Pablo Andres Escapa

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    Un pajaro exotico, inmovil ano tras ano en la jaula de una barberia, parece extender un hechizo a su alrededor que acabara decidiendo el destino de un viajante de comercio.

  • A tres pasos de la luna, Beatriz Caceres de Beatriz Caceres

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  • Entre Trazos de David Sando

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    Hefestia se encuentra al borde de una guerra. La joven Alia esta en paradero desconocido, nadie ha visto al mago Suricata desde hace semanas, y Partia Bonaserra ha abandonado la Brigada Demoniaca. Pero la vida sigue en Atroreth y mas alla de sus fronteras, y en esta antologia de relatos visitaremos a algunos de nuestros personajes favoritos para descubrir que ha ocurrido con ellos.
    En “Reflejos” el Rey de las Ratas se enfrenta a un futuro incierto.

  • La sombra de una venganza de Delfina Farias

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    Atras quedaron los enganos, amarguras y tristezas del pasado. Manuel, Davy y Sofi viven felices junto a su numerosa familia. Cuando sus negocios se lo permiten, viajan por el mundo perdiendose en paises increibles y disfrutan su gran amor. Una duda atormenta al gallego Manuel Ocampo Falcao todos los dias de su vida, sera aun mas fuerte con la llegada de Lucio el ingeniero, porque sacara a la luz una gran mentira que hara temblar hasta su cordura. Un enemigo se agazapa en las sombras tratando de destruir su felicidad y quebrar la paz familiar. !Los Falcao estan mas vivos que nunca y juntos enfrentaran a un nuevo enemigo! ?Lograran a pesar de todos los problemas encontrar la paz y tranquilidad que consiguieron a traves de los anos? ?Sera el mas temible o el mas siniestro? Mil preguntas y solo una respuesta… Descubre que se oculta en La sombra de una venganza

  • Lo que el aleman ha conseguido, que no lo joda la Zorrupia (Mafia de tres 2) de Angy Skay

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    La inexpresiva y monotona vida de Angelines Folla Doblado… ?Que? ?Pensabais que estabais leyendo Lo que el anis ha unido, que no lo separe el poli? Pues no. Estais en el libro correcto, en el de la amiga loca por los vehiculos, la misma que, gracias a un golpe de suerte, se gasta casi toda su fortuna en comprarse el coche mas caro de la historia. Uno como el de el.

  • Los dos viajes de Evita de Angeles Blanco

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    La increible existencia de Eva Peron, una mujer inolvidable que desato pasiones alla por donde fue Cuando Eva Peron llego a Espana por primera vez en 1947, en plena gloria y siempre rodeada de enormes multitudes convocadas por el regimen de Franco, no podia ni imaginar que su regreso a Madrid se daria muchos anos despues en unas circunstancias completamente distintas y penosas. Porque Evita volvio a nuestro pais en un segundo viaje, pero esta vez dentro de un ataud. Angeles Blanco novela las extraordinarias aventuras vitales y mortales de esta mujer unica cuyo carisma levanto amores y odios a partes iguales a lo largo de toda su existencia.

  • No huyas del Alpha de Lighling Tucker

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    Olivia siente que ha cambiado un cautiverio por otro. Ya no esta siendo golpeada, pero no puede salir de esas cuatro paredes que dicen ser su proteccion. El recuerdo de la muerte del amor de su vida la esta desgastando.
    Ademas, el cambio a loba esta siendo dificil y mas tratando directamente con su protector. El tiene un caracter muy especial, se cree divertido cuando lo que ella siente es que es un bufon de la corte. Pero, ?a quien puede enganar?
    Sin proponerselo, el se acaba convirtiendo en alguien indispensable en su vida y eso cambia las reglas del juego. Olivia siempre ha dicho que, una vez finalizase el ano, se marcharia con su hermana y viviria una nueva vida.
    ?Es eso posible con la presencia de Lachlan en su vida?
    Lachlan no supo lo que hacia cuando acogio a Olivia en su casa. La ha protegido durante meses y ha establecido un vinculo tan fuerte que le duele pensar el dia en el que la vea marcharse.
    Ha descubierto en ella miles de facetas que no creia que existieran. Olivia tiene picardia, fuerza y siente que debe ayudarla; que no debe dejarla caer en el pozo oscuro de la pena.
    No obstante, se ha marcado una meta: no tocarla durante el ano que ha prometido cuidarla.
    ?Podra resistirse? ?Luchar contra si mismo? ?Entre honor y placer?
    Amor, pasion y accion en un libro plagado de seres que te robaran el aliento. Sin olvidarnos de la presencia de los Devoradores.
    ?Te atreves a entrar en su mundo?

  • El tercer rey de Pedro Miguel Lamet

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    1517. En medio de una espesa niebla un extrano cortejo, compuesto por lo mas granado de la corte y la nobleza, avanza por las estepas castellanas para dar la bienvenida al nuevo rey, Carlos I, que acaba de desembarcar procedente de Flandes. En parihuelas, el cardenal regente Francisco Jimenez de Cisneros, casi moribundo, suena con que se produzca este encuentro para transmitir al joven monarca sus consejos y experiencias de gobernante. Pero, alertado por su corte flamenca, el recien llegado evita mantener dicha entrevista con quien habia servido fielmente a sus abuelos, los Reyes Catolicos, y habia preservado para el los reinos.

  • Heredero (La Segunda Revolucion 1) de Costa Alcala

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  • El callejon escondido de Sela Garcia Pedrera

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    Olivia es la elegida para restablecer la energia que nutre la dimension intemporal en la que ahora habita; pero sera su hija Celia, una joven de hoy, quien llevara a cabo esta mision en la Tierra enfrentandose a las sombras malignas que luchan por conseguir ese poder custodiado en la libreria de un callejon escondido. En la intrigante busqueda del libro que contiene el secreto para conseguirlo, Celia descubrira sus poderes, el valor de la familia y la amistad, y conocera el deseo y el amor autenticos.
    Una lucha entre dos amores, entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte, entre el miedo y la determinacion. Una alegoria de la lucha vital, en la que los suenos, a veces, pueden hacerse realidad.

  • El vals de la bruja de Belen Martinez

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    Cuando los encontre en la habitacion, me miraron como si nada hubiese ocurrido. Hasta sus uniformes se encontraban impecables. Ni una sola arruga en la camisa, ni el nudo de la corbata torcido. Dos imagenes perfectas y bellas que podrian ser retratadas con oleo. Sus Centinelas no estaban. Tampoco el mio, al que habia dejado atras. Esto era algo demasiado intimo en lo que solo debiamos estar los tres. Marcus se incorporo con una calma fria. Incluso perdio el tiempo en apartarse un grueso mechon de cabello azabache de la frente. Sybil, por otro lado, permanecio sentada en la cama hecha, con las manos pulcramente unidas sobre su amplia falda oscura. Siempre a su sombra. Sin pronunciarse, pero respaldandolo. La oscuridad lo tiznaba todo de negro. Solo el candelabro encendido de la comoda de caoba regalaba algo de luz. Pero esta no ayudaba. Solo conseguia que las sombras fueran mas profundas. --Aleister --comenzo Marcus. --?Como habeis podido hacerlo? --pregunte. La voz que brotaba de mi garganta no era mia. Estaba rota, herida, y sangraba mas de lo que podia soportar. --?Como has podido hacerlo tu? --replico el--. Nos abandonaste. Los labios me temblaron. Sabia a lo que se referia, por supuesto que lo sabia. Pero ?como era capaz de responderme con una pregunta asi? Siempre me habia gustado lo desalmado que parecia a veces Marcus Kyteler, incluso me habia fascinado. Ahora solo sentia asco. Y rabia. --No sabes lo decepcionados que nos sentimos --anadio Sybil. La unica muestra de descontrol en todo su cuerpo eran sus mejillas blancas--. Jamas lo hubiesemos esperado de ti. Di un giro. Solte el aire de golpe. Me pase las manos por mi pelo empapado de sudor y humedad. Despues, volvi a clavar mis ojos en ellos. --Os matare --sisee. Y esas dos palabras liberaron de tal forma mis pulmones que fui capaz de respirar con normalidad despues de horas--. Os matare a los dos. Marcus permanecio inmutable. Ni siquiera me dedico un parpadeo. Sybil, sin embargo, miro en mi direccion. Pero no a mi. Adivine lo que ocurria antes de que una decena de cuerpos se materializaran a mi alrededor. Y, aunque separe los labios para soltar la primera maldicion que paso por mi cabeza, de ellos solo escaparon una exclamacion ahogada cuando hechizos y encantamientos me golpearon y me dejaron inmovilizado. Eramos demasiados en el dormitorio, a pesar de que era uno de los mas grandes de la Academia Covenant. Habia profesores y Centinelas y guardias del Aquelarre. Casi senti satisfaccion de que hubiesen enviado a tanta gente para un solo Sangre Negra. --Aleister Vale, le informo que esta detenido por el asesinato de... Gire la cabeza, habia tantas voces que no sabia de donde provenia esta. Aunque tampoco me importaba, la verdad. Volvi a centrar mis ojos en mis dos antiguos amigos y se me escapo una risa larga, incontrolable, cuando atisbe en sus regios rostros algo que parecia agrado. --Creeis que no lo habiais conseguido, pero si lo habeis hecho -- grite, entre carcajadas. Mi risa se volvio aun mas histerica cuando vi como palidecian--. Oh, ?como no ibais a lograrlo? Sois Marcus Kyteler y Sybil Saint Germain. Deje de ver sus expresiones cuando me alejaron de la habitacion y me arrastraron por la galeria. Rei todavia mas cuando las puertas se abrieron a mi paso y mis companeros se asomaron, y las carcajadas me destrozaron el pecho cuando a lo lejos comprobe que tambien habian atrapado a mi Centinela. Reia tanto, que comence a llorar. Primera parte Hija de leyendas septiembre. ano 1895. Academia Covenant Septiembre, hace veintisiete anos Baje del carruaje de un salto y mis botas se hundieron en los guijarros. Eran nuevas, pero la tunica que me cubria no, y el uniforme tampoco, aunque el ano anterior habia tenido mucho cuidado en no estropearlo demasiado. Por desgracia, habia crecido varios centimetros ese verano y los pantalones negros me quedaban algo cortos. Y aunque eso habia hecho grunir a mi padre entre dientes (como si mi crecimiento fuera algo que yo controlase), a mi no me molestaba. Al menos, no ese dia. Una masa de alumnos atravesaba las inmensas puertas de madera de la Academia Covenant; sobre sus cabezas, flotando, otra fila interminable, esta vez de baules, se internaba en el interior del gigantesco edificio de tejado negro. Sus ventanas eran cuchilladas oscuras y vidriosas entre las piedras blancas. A un lado, pero sin seguir la corriente, estaban las tres personas del mundo que mas deseaba ver. Mi Centinela solto un largo maullido y se adelanto para encontrarse con los otros dos que esperaban junto a mi pequeno grupo de amigos. Yo segui su camino con los ojos brillantes y una sonrisa ladeada. --Estas preciosa, Sybil. Como siempre --anadi, mientras ella ponia los ojos en blanco y se abanicaba con sus manos enguantadas. El otono estaba a la vuelta de la esquina, pero todavia hacia calor. --Guardate esas palabras para Hester. Ordeno a la criada que le hiciera un nuevo peinado que supuestamente lleva la reina Victoria. --Sus labios se curvaron en una sonrisa ladina--. La pobre esta desesperada por captar su atencion. -- Ladeo la cabeza hacia el joven que se encontraba a su izquierda--. No soporta el hecho de que se vaya a graduar antes que el. Me ha dicho que lo echara terriblemente de menos. Leo, a su derecha, apoyado en la fachada con los brazos cruzados, inclino la cabeza hacia atras y se echo a reir. --Se supone que son las hermanas mayores las que se comportan con crueldad. Y tu eres la menor --dijo, antes de lanzarme una mirada divertida. Yo le correspondi con otra, pero antes de que mis mejillas se calentaran, me volvi hacia el joven que todavia no habia pronunciado ni una palabra. Su pelo negro y liso bajo el sol despedia destellos azulados. Sus ojos eran mas verdes que los prados de la academia. Un par de alumnas lo observaron de soslayo cuando pasaron por su lado. --Te veo bien, Vale --dijo, como si no hubiera pasado la mitad del verano en su mansion de campo, donde su familia vivia durante los meses mas calurosos. --Yo a ti tambien, Kyteler --respondi. Y entonces, los dos nos echamos a reir. Y todos nos miraron. Porque siempre nos miraban. 1 Las animas de Seven Sisters Despertar a los muertos no era una buena idea. Daba igual cual fuera el proposito. Nunca servia de nada. Lo unico que se conseguia era aterrorizar a muchos Sangre Roja, volver dementes a los mas sensibles y provocar dolores de cabeza. Aunque esa era mi idea cuando coloque mi mano fria sobre la boca de Kate y la arrastre fuera de la cama. --Ya hay muchos fantasmas en la Academia --dijo, alzando la voz para que el sonido del viento y de las olas al romper contra los acantilados no la ahogara. --Son viejos y estan aburridos. Ni siquiera asustan a los de primer curso --replique--. Sabes muy bien que los que son arrancados de la muerte no se comportan igual. Yo misma lo habia visto cuando era una nina y espiaba a traves de las inmensas puertas de Shadow Hill, la mansion de campo de la tia Hester. Me apretujaba junto a Liroy y a Kate, mis primos, y nos turnabamos para observar a traves de las cerraduras. Todavia ninguno de los tres era capaz de encantar las puertas para que se volvieran transparentes o de preparar alguna pocion alquimica que acentuara nuestros sentidos, asi que esa era la unica manera de ver las reuniones que se llevaban a cabo en el salon de te. Solian ser reducidas, casi nadie hablaba, pero eran mucho mas interesantes que los grandes bailes que celebraban mis tios durante la Temporada, en los meses de marzo a julio o agosto, cuando se celebraban los mayores eventos sociales en Londres. En esas reuniones intimas la mayoria de los que acudian eran Sangre Roja. Nuestras leyes nos permitian relacionarnos con ellos, tener amistades, incluso intimas (Kate habia visto una vez a la senora Holford muy entretenida con un vizconde sin una sola gota de magia corriendo por sus venas), pero nos impedian casarnos con ellos, tener descendencia y mostrar nuestros poderes. Las sesiones de espiritismo que se llevaban a cabo en el pequeno salon de te de mi tia Hester tanteaban un terreno peligroso, pero nunca llegaban a sobrepasar la linea de lo prohibido. Al fin y al cabo, los invitados nunca sabian que era mi tia la que convocaba a los muertos, creian que la culpable era la medium estafadora que habian contratado esa vez y que siempre terminaba tanto o mas asustada que el resto de los Sangre Roja.

  • La chica a la que no supiste amar de Marta Robles

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    El detective Tony Roures, cinico y sentimental, recibe de madrugada la visita de un viejo amigo, Alberto Llorens, un fotografo al que creia felizmente casado con una rica empresaria de Castellon. La triste realidad, segun le cuenta, es que tiene problemas conyugales y se ha convertido en un asiduo del club de alterne mas famoso de todo el Levante espanol.

  • Nuestros dias en Bravelands de Paula Gallego

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    La gente que llega a Bravelands suele hacerlo por dos motivos: porque huye de algo o porque lo busca. En el tiempo que llevo aqui, he aprendido que asi es mas o menos con todos. Puedes distinguir a la gente que ha nacido a orillas de este lago de los forasteros con una sola mirada. Cuando ves sus ojos, te das cuenta de que algo falta en ellos. De todas formas, nadie suele quedarse mucho por aqui: unas semanas, unos meses, quiza un par de estaciones... y regresan a sus vidas. Asi se suponia que iba a ser conmigo, pero hace ya tres anos que encontre este sitio por casualidad, me enamore de sus misterios y leyendas y sigo aqui. Eso si, para todos continuo siendo una forastera. Ni siquiera yo se si escapaba o buscaba algo; quiza fue un poco de ambas cosas. Tampoco recuerdo bien como decidi venir a este lugar. Creo que acabar aqui es el resultado de un cumulo de casualidades, pero a una parte sonadora de mi le gusta creer que, quiza, el destino tuvo algo que ver. Se supone que, a estas alturas, tendria que estar en mi tercer ano de Derecho, a unos quinientos kilometros de aqui, y no en Bravelands, trabajando en esta posada a media jornada y completamente fascinada por los secretos del Lago Aureo. Pero la vida es caprichosa y ahora soy la mejor empleada que tienen Olle y Martha; la mejor, y la unica, todo hay que decirlo, aunque me gusta pensar que la entranable pareja me aprecia bastante. Tambien soy la unica ayudante que tienen en la fundacion que estudia el lago, localizada a solo doscientos metros del Refugio. Tanto la posada como la fundacion son unicas en Bravelands, que no tiene mas de mil habitantes y en sus mejores meses los turistas hacen ascender un poco esa cifra. Es un pueblo antiguo, construido a orillas del Lago Aureo: un gran lago custodiado por altos picos cuyas cumbres siempre estan nevadas. No hay casas que tengan mas de tres pisos y todas comparten una extrana armonia de colores ocres y pardos. La posada esta casi a un kilometro del pueblo; es una de las construcciones mas cercanas al lago, igual que la fundacion. Antes debia de haber mas casas pegadas a sus orillas, pero las nuevas normas de construccion han hecho que el nucleo del pueblo crezca algo lejos de aqui, donde las carreteras son mas regulares y el terreno, menos farragoso. Hace un par de semanas que entramos en otono y los veraneantes habituales que quedan por aqui se marchan junto con los ultimos rescoldos de calor. Los buzos cientificos, los biologos e incluso los aficionados que aprovechan los meses mas calidos del ano para realizar sus incursiones en el lago tambien han abandonado estas tierras, y ahora solo la fundacion custodia las aguas doradas bajo las montanas. Los otonos son frios en Bravelands, muy frios. Sin embargo, eso no impide que sigan llegando algunos turistas atraidos por la naturaleza salvaje que rodea el pueblo: las calles irregulares, las casitas pintorescas, los arboles altos y esbeltos... y, ahora, los calidos colores terrosos de la estacion. Sin embargo, la atraccion principal es el lago, toda la imaginaria que rodea este lugar, las leyendas, los mitos y las historias que se han contado de generacion en generacion haciendo que el turismo prospere. A pesar del frio de las mananas, tengo la sensacion de que durante los anos que llevo aqui algo en mi interior ha cambiado, reorganizando los horarios de sueno de mi reloj interno y haciendo que despierte siempre al amanecer. Hoy el cielo sigue teniendo un bonito color azafranado cuando me levanto. Mi habitacion da al este, justo al otro lado del lago. Las primeras semanas, Martha se dedico a ensenarme otros cuartos, pero a mi tambien me gusta el bosque. Desde aqui, veo el largo camino empedrado que se pierde entre los arboles de ramas bajas y cobrizas, los helechos oscuros y la fina niebla que se posa sobre la hojarasca cada manana. El lago prefiero contemplarlo sin cristales de por medio, frente a frente, mientras mis pies cuelgan del embarcadero de la fundacion y veo mi reflejo y el de las montanas recortados contra sus aguas doradas. En cuanto me incorporo y abro la ventana, dejo que el aire otonal me reciba, revolviendome el cabello cobrizo. Pucca, mi preciosa rottweiler de tres patas, salta sobre la repisa de la ventana y se agazapa, escudrinando las sombras del bosque. En realidad, no es mia. Es de Martha y Olle, pero Pucca llego poco despues de mi y la he visto crecer desde que apenas era una bolita de pelo, muerta de miedo, cuando la pareja de abuelitos la encontro abandonada en un contenedor por su condicion y la trajo a casa. Este lugar no es solo un refugio para las personas; tenemos varios perros, unos cuantos patos, un caballo con cataratas, una burrita patizamba, cabras medio locas y un numero ingente de gatos. De verdad, puede que haya un millon de gatos. Sigo la direccion de la mirada de Pucca y busco aquello a lo que mira con tanta atencion mientras mueve la cola. Quiza haya visto alguna ardilla o, tal vez, haya encontrado algun zorro o corzo pequeno. Durante la noche los animales suelen bajar al lago desde las montanas a beber agua, y no seria la primera vez que nos encontramos cara a cara con uno. Sin embargo, no es eso a lo que Pucca mira con semejante interes. Descubro que alguien se acerca por el camino cubierto de hojas perennes, en direccion a la posada, con andar rapido y sigiloso. Desde aqui no lo veo bien, pero parece un hombre. Lleva una gran mochila echada al hombro y ni siquiera repara en el paisaje mientras se acerca. De pronto, Pucca comienza a ladrar y yo doy un respingo, sobresaltada. El intruso tambien la escucha. Maldita sea. La han escuchado en quince kilometros a la redonda. --Pucca, calla --la regano, acariciando su hocico y tirando de ella para que se aparte de la ventana. Cuando vuelvo a asomarme, descubro que el recien llegado se ha quedado mirandonos en medio del camino. Esbozo una sonrisa de disculpa, aunque no creo que pueda verla, y alzo la mano para saludarlo. El ladea la cabeza, curioso, y me contempla unos instantes mas antes de seguir caminando, con la vista fija en el suelo. Pucca salta, aterrizando sobre sus tres patas, entusiasmada, y da un par de vueltas sobre si misma antes de marearse y detenerse mientras me mira, expectante. La acaricio entre sus orejas y me preparo con rapidez; vaqueros cenidos, jersey holgado y botas negras. Estoy despeinada y, probablemente, tenga pelos de loca, pero si el visitante quiere que alguien lo reciba, tendra que soportar mis rizos rebeldes. Para cuando bajo las escaleras, procurando no hacer ruido, y Pucca me sigue con el cuidado de un elefante dentro de una cacharreria, el ya esta frente al mostrador. La perrita me adelanta y pasa junto a mi como una exhalacion. Me pongo un poco nerviosa y espero que el cliente no sea demasiado asustadizo, porque he de reconocer que, si un ejemplar como Pucca viniese hacia mi con ese tamano y esa velocidad, me pensaria dos veces si viene a jugar; aunque en realidad es mas mansa que un corderito. Escucho como Pucca patina sobre el suelo de madera, extasiada, y decido bajar mas rapido por si acaso. No queremos que nadie se ponga a gritar desde tan temprano. Cuando llego al primer piso, descubro que todo esta bajo control y me relajo. El recien llegado ha dejado su equipaje junto al mostrador y ahora esta agachado atendiendo a la perrita, que reclama su atencion mientras da vueltas sobre el suelo y exige caricias. Se me escapa una risa cuando la veo y, entonces, el alza sus ojos hacia mi. Son del color de una tempestad y de una calidez insolita e inesperada. Dos cejas largas y gruesas enmarcan una mirada poderosa y salvaje, y unas tupidas pestanas hacen que resulte un poco mas dulce. Lo que mas me llama la atencion de sus ojos, sin embargo, es el gran moraton cardeno que cubre su ojo izquierdo: es oscuro e irregular y un abanico de colores rojizos y violaceos lo adornan. El joven se pone en pie despacio. Es alto, ancho de hombros y esbelto de cintura. Bajo el cuello de su jersey gris se adivinan las lineas de un tatuaje y lleva el pelo oscuro, ondulado, cubierto por un gorro negro. Cuando clava sus ojos en mi, no puedo evitar pensar que hay cierto halo emocionante e inhospito que lo rodea. Los tatuajes, los mechones oscuros que caen sobre su frente, el ojo amoratado y el labio inferior partido..., todo le da un aire problematico muy logrado. Y es bastante imponente. Ladea un poco la cabeza, sin dejar de mirarme y, de pronto, caigo en la cuenta de algo. Lo conozco. Conozco a este hombre. Hace anos que no lo veo, justo desde que me marche. Ha llovido mucho desde entonces; ahora el deberia tener unos... ?veintitres? Esta mas alto, sus rasgos se han endurecido y tengo la impresion de que no habia tatuajes asomando por el cuello de su camiseta la ultima vez que lo vi. Pero se que es el. Ese aspecto es dificil de olvidar. He debido de quedarme mirando mas de la cuenta porque, antes de que lo salude como es debido, es el quien habla con voz grave pero melodica. --?Os quedan habitaciones?

  • En el horizonte de Robyn Carr

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    La neurocirujana Maggie Sullivan siempre habia trabajado en unas condiciones de extrema presion y sabia que debia bajar el ritmo antes de quemarse por completo. El mejor lugar, sin duda, para lograrlo era Sullivan’s Crossing.
    El nombre se lo debia al bisabuelo de Maggie, y la tierra y la encantadora tienda de ultramarinos en el cruce de caminos entre Colorado y Continental Divide pertenecia en esos momentos al excentrico padre de Maggie, Sully. Ella se moria de ganas de poder permitirse una vida como la suya.
    Pero el mundo de Maggie se tambaleo de repente y tuvo que hacerse cargo de Crossing. Cuando un senderista, callado y de aspecto serio, Cal Jones, se ofrecio a echarle una mano, ella sospecho enseguida de sus motivos, hasta que averiguo la verdadera razon de su aislamiento deliberado.
    Aunque tanto Cal como Maggie estaban inmersos en una lucha por superar la perdida y la soledad, el tiempo compartido habia despertado en Maggie la esperanza de hallar algo mejor en el horizonte. siempre que ambos lograran aprender a encontrar la paz y la curacion, y quizas el amor, juntos.

  • Companeros y amantes de Tara Taylor Quinn

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    Desde que su madre los habia dejado, Kelsey Shepherd vivia con su padre, Mark, que ademas era el director de su colegio. Kelsey queria a su padre y echaba mucho de menos a su madre, pero no le gustaba el secreto que su madre le habia pedido que guardara.

  • El poquer del mentiroso de Michael Lewis

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    Yo fui un vendedor de bonos en Wall Street y en Londres. Trabajar con los operadores financieros de Salomon Brothers me situo, creo yo, en el epicentro de uno de esos acontecimientos que contribuyen a definir una epoca. Esos operadores son los maestros de las muertes subitas, y muchas de las muertes acaecidas en los ultimos diez anos han sido fulminantes. Y Salomon Brothers era indiscutiblemente el rey del mercado de bonos. Lo que he tratado de hacer aqui, como si no hubiera dejado mi puesto en la sala de negociaciones de Salomon, lo que en realidad ha sido el caso, es descubrir y explicar los sucesos y las actitudes que caracterizaron la epoca; la historia se aleja de mi de vez en cuando, aunque, sin lugar a dudas, es mi propia historia de principio a fin. Soy muy consciente del dinero que no llegue a ganar y de las mentiras que no llegue a decir debido a mi posicion en ese mundo. Y esa posicion era muy proxima al meollo mismo de la actual fiebre del oro. Hasta entonces, jamas tantos jovenes ejecutivos inexpertos habian ganado tanto dinero y en tan poco tiempo como nosotros en aquella decada en Nueva York y Londres. Anteriormente jamas habia existido tan fantastica excepcion a la regla del mercado que dice que no se puede ganar mas de lo que se ha invertido. No es que yo ponga reparos al dinero. En general, prefiero tener mas que menos. Pero no vivo conteniendo la respiracion a la espera de otro golpe de suerte llovido del cielo. Lo que entonces sucedio fue un hecho extrano y asombroso en la moderadamente predecible historia del ganar y el perder. De acuerdo con los criterios con los que solemos valorarnos a nosotros mismos, se puede decir que yo triunfe. Gane un monton de dinero. Los maximos responsables de la compania me decian que un dia me reuniria con ellos en la cumbre. Pero prefiero no alardear antes de tiempo. El lector debe saber que no he tenido razon alguna para albergar amargura o rencor hacia mi antiguo patron. Me propuse escribir este libro tan solo porque pense que seria mejor explicar la historia que continuar viviendola. Capitulo 1 El poquer del mentiroso <>. Esto es muy acertado, aunque incompleto. No menciona que tambien hay un parvulario en medio. FREDERICK SCHWED, JR., Where Are the Customers'Yatchs? Era un dia cualquiera a principios de 1986, el primer ano del declive de mi empresa, Salomon Brothers. Nuestro presidente, John Gutfreund, abandono su mesa en la parte principal de la sala de negociaciones y salio a dar una vuelta por el lugar. Alli los vendedores de bonos arriesgaban miles de millones de dolares en cualquier momento. Gutfreund comprobaba el ritmo de las operaciones simplemente dando una vuelta y haciendo algunas preguntas a los operadores. Un misterioso sexto sentido le guiaba hacia cualquier punto donde pudiera revelarse una crisis. Gutfreund parecia capaz de oler las perdidas de dinero. El era la ultima persona que deseaba ver un operador con los nervios destrozados. A Gutfreund (pronunciese: Good friend) le encantaba asomarse furtivamente por encima de la espalda de la gente y sorprenderla, lo cual resultaba divertido para el, pero no para los demas. Mientras uno hablaba por dos telefonos a la vez, tratando de evitar algun desastre, no tenia tiempo de darse la vuelta para mirar. Tampoco habia ninguna necesidad. Se lo podia presentir. El espacio que te rodeaba empezaba a convulsionarse como un epileptico. Todo el mundo fingia trabajar con frenesi y al mismo tiempo observaba con fijeza y atencion un punto justo encima de tu cabeza. Se sentia un escalofrio que recorria el cuerpo, lo cual supongo pertenece a la misma clase de inteligencia que la contraccion nerviosa de una pequena alimana ante la proximidad silenciosa de un oso pardo. Una alarma se te disparaba en el interior de la cabeza: !Gutfreund! !Gutfreund! !Gutfreund! Con menor frecuencia, el presidente se limitaba a rondar en silencio durante un rato y luego se retiraba. Incluso se podia llegar a no verle. El unico rastro de su paso que halle en dos de estas ocasiones fue un montoncito de ceniza en el suelo junto a mi silla, que supongo dejo como tarjeta de visita. Las huellas del cigarro de Gutfreund eran mas grandes y estaban mejor formadas que las del directivo medio de Salomon. Yo siempre pense que fumaba una marca mas cara que los demas, adquirida con una pequena parte de los 40 millones de dolares que le habian correspondido en la venta de Salomon Brothers en 1981 (o con unos pocos de los 3,1 millones de dolares que se pago a si mismo en 1986, una cantidad superior a la percibida por cualquier otro presidente de Wall Street). De cualquier forma, aquel dia de 1986, Gutfreund hizo algo extrano. En lugar de aterrorizarnos a todos, se dirigio directamente a la mesa de John Meriwether, miembro del consejo de Salomon Inc., y tambien uno de los mejores colocadores de obligaciones de la firma, y le susurro unas palabras. Los operadores que se hallaban proximos trataron de escuchar con la mayor indiscrecion. Lo que dijo Gutfreund se convirtio en una leyenda en Salomon Brothers y en una parte visceral de su identidad colectiva. Dijo: <>. Una partida, un millon de dolares, sin lagrimas. Meriwether capto su significado al instante. El Rey de Wall Street, como el Business Week habia apodado a Gutfreund, deseaba jugar una sola partida de un juego llamado poquer del mentiroso por un millon de dolares. Jugaba a ese juego casi todas las tardes con Meriwether y seis jovenes arbitrajistas de bonos que trabajaban para Meriwether, quienes normalmente le desplumaban vivo. Algunos operadores decian que se le ganaba con gran facilidad. Otros, que no podian imaginar sino a un John Gutfreund omnipotente -- y estos eran muchos--, decian que perdia porque se dejaba ganar, aunque constituia un misterio cual podia ser exactamente su proposito. Lo mas curioso del reto de Gutfreund en esta ocasion era la magnitud de la apuesta. Normalmente, las cantidades en lidia no excedian unos pocos cientos de dolares. Un millon era algo de lo que jamas se habia oido hablar. Las dos ultimas palabras de su desafio, <>, significaban que era obvio que el perdedor sufriria un dano grave, pero que no tenia derecho a lloriquear, protestar o lamentarse. Solo podia agachar la cabeza y aguantar el sufrimiento. Pero ?por que? Uno podria haberselo preguntado a alguien que no fuera el Rey de Wall Street. En primer lugar, ?por que hacerlo? ?Por que desafiar concretamente a Meriwether en lugar de a cualquier otro directivo de menor importancia? Parecia un acto de locura extrema. Meriwether era el Rey del Juego, el campeon del poquer del mentiroso de la sala de negociaciones de Salomon Brothers. Por otra parte, una de las cosas que se aprenden en una sala de negociaciones es que los triunfadores como Gutfreund siempre tienen alguna razon para hacer lo que hacen; puede que no sea la mejor de las razones, pero al menos se puede estar seguro de que tienen una idea en la cabeza. Yo no estaba al corriente de los pensamientos mas intimos de Gutfreund, pero sabia que todos en la sala de negociaciones jugaban y que el deseaba ardientemente participar. Creo que la idea de Gutfreund en aquella ocasion fue un deseo de demostrar su valor, como el nino que salta del trampolin mas alto. Y ?quien mejor que Meriwether para su proposito? Ademas, con toda probabilidad, Meriwether era el unico operador que contaba con el dinero y los nervios necesarios para la partida. Esta absurda situacion necesita enmarcarse en un contexto. En el curso de su carrera, John Meriwether habia ganado cientos de millones de dolares para Salomon Brothers. Poseia un talento raro en el comun de las gentes y altamente apreciado por los operadores: sabia ocultar su estado de animo. La mayoria de los operadores revelan con su modo de hablar o de moverse si estan ganando o perdiendo dinero. Se muestran demasiado relajados, o demasiado crispados. Con Meriwether uno jamas sabia a que atenerse. Ganara o perdiese, su rostro siempre parecia entre tenso e inexpresivo. Creo que poseia una fantastica capacidad para controlar las dos emociones que normalmente pierden a los operadores --el temor y la codicia-- y eso le convertia en un ser tan noble como lo puede ser quien persigue denodadamente su propio interes. En Salomon muchos le consideraban el mejor vendedor de obligaciones de Wall Street. Cuando se hablaba de el en la compania no se empleaba otro tono que el admirativo. La gente decia: <>, <>, o <>.

  • Primavera con una esquina rota de Mario Benedetti

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    Esta noche estoy solo. Mi companero (algun dia sabras el nombre) esta en la enfermeria. Es buena gente, pero de vez en cuando no viene mal estar solo. Puedo reflexionar mejor. No necesito armar un biombo para pensar en vos. Diras que cuatro anos, cinco meses y catorce dias son demasiado tiempo para reflexionar. Y es cierto. Pero no son demasiado tiempo para pensar en vos. Aprovecho para escribirte porque hay luna. Y la luna siempre me tranquiliza, es como un balsamo. Ademas ilumina, asi sea precariamente, el papel, y esto tiene su importancia porque a esta hora no tenemos luz electrica. En los dos primeros anos ni siquiera tenia luna, asi que no me quejo. Siempre hay alguien que esta peor, como concluia Esopo. Y hasta peorisimo, como concluyo yo. Es curioso. Cuando uno esta afuera e imagina que, por una razon o por otra, puede pasar varios anos entre cuatro paredes, piensa que no aguantaria, que eso seria sencillamente insoportable. No obstante, es soportable, ya se ve. Al menos yo lo he soportado. No niego haber pasado momentos de desesperacion, ademas de aquellos en que la desesperacion incluye sufrimiento fisico. Pero ahora me refiero a la desesperacion pura, cuando uno empieza a calcular, y el resultado es esta jornada de clausura, multiplicada por miles de dias. No obstante, el cuerpo es mas adaptable que el animo. El cuerpo es el primero que se acostumbra a los nuevos horarios, a sus nuevas posturas, al nuevo ritmo de sus necesidades, a sus nuevos cansancios, a sus nuevos descansos, a su nuevo hacer y a su nuevo no hacer. Si tenes un companero, lo podes medir al principio como a un intruso. Pero de a poco se va convirtiendo en interlocutor. El de ahora es el octavo. Creo que con todos me he llevado bastante bien. Lo bravo es cuando las desesperaciones no coinciden, y el otro te contagia la suya, o vos le contagias la tuya. O tambien puede ocurrir que uno de los dos se oponga resueltamente al contagio y esa resistencia origine un choque verbal, un enfrentamiento, y en esos casos justamente la condicion de clausura ayuda poco, mas bien exacerba los animos, le hace a uno (y al otro) pronunciar agravios, y, algunas veces, hasta decir cosas irreparables que enseguida agudizan su significado por el mero hecho de que la presencia del otro es obligatoria y por tanto inevitable. Y si la situacion se pone tan dura que los dos ocupantes del lugarcito no se dirijan la palabra, entonces tal compania, embarazosa y tensa, lo deteriora a uno mucho mas, y mas rapidamente, que una soledad total. Por suerte, en este ya largo historial, tuve un solo capitulo de este estilo, y duro poco. Estabamos tan podridos de ese silencio a dos voces, que una tarde nos miramos y casi simultaneamente empezamos a hablar. Despues fue facil. Hace aproximadamente dos meses que no tengo noticias tuyas. No te pregunto que pasa porque se lo que pasa. Y lo que no. Dicen que dentro de una semana todo se regularizara otra vez. Ojala. No sabes lo importante que es una carta para cualquiera de nosotros. Cuando hay recreo y salimos, de inmediato se sabe quienes recibieron cartas y quienes no. Hay una extrana iluminacion en los rostros de los primeros, aunque muchas veces traten de ocultar su alegria para no entristecer mas a los que no tuvieron esa suerte. En estas ultimas semanas, por razones obvias, todos estabamos con caras largas, y eso tampoco es bueno. De modo que no tengo respuesta a ninguna pregunta tuya, sencillamente porque carezco de tus preguntas. Pero yo si tengo preguntas. No las que vos ya sabes sin necesidad de que te las haga, y que, dicho sea de paso, no me gusta hacerte para no tentarte a que alguna vez (en broma, o lo que seria muchisimo mas grave, en serio) me digas: <>. Simplemente queria preguntarte por el Viejo. Hace mucho que no me escribe. Y en este caso tengo la impresion de que no hay ninguna otra causa para la no recepcion de cartas. Solo que hace mucho que no me escribe. Y no se por que. Repaso a veces (solo mentalmente, claro) lo que recuerdo haberle escrito en algunos de mis breves mensajes, pero no creo que haya habido en ellos nada que lo hiriera. ?Lo ves a menudo? Otra pregunta: ?como le va a Beatriz en la escuela? En su ultima cartita me parecio notar cierta ambiguedad en sus datos. ?Te das cuenta de que te extrano? Pese a mi capacidad de adaptacion, que no es poca, esta es una de las faltas a las que ni mi animo ni mi cuerpo se han acostumbrado. Al menos, hasta hoy. ?Llegare a habituarme? No lo creo. ?Vos te habituaste? Heridos y contusos (Hechos politicos) --Graciela --dijo la nina, con un vaso en la mano--. ?Queres limonada? Vestia una blusa blanca, pantalones vaqueros, sandalias. Los cabellos negros, largos aunque no demasiado, sujetos en la nuca con una cinta amarilla. La piel muy blanca. Nueve anos; diez, quiza. --Ya te he dicho que no me llames Graciela. --?Por que? ?No es tu nombre? --Claro que es mi nombre. Pero prefiero que me digas mama. --Esta bien, pero no entiendo. Vos no me decis hija, sino Beatriz. --Es otra cosa. --Bueno, ?queres limonada? --Si, gracias. Graciela aparenta treinta y dos o treinta y cinco anos, y tal vez los tenga. Lleva una pollera gris y una camisa roja. Pelo castano, ojos grandes y expresivos. Labios calidos, casi sin pintura. Mientras hablaba con su hija, se habia quitado los anteojos, pero ahora se los coloca de nuevo para seguir leyendo. Beatriz deja el vaso con limonada en una mesita que tiene dos ceniceros, y sale de la habitacion. Pero al cabo de cinco minutos vuelve a entrar. --Ayer en la clase me pelee con Lucila. --Ah. --?No te interesa? --Siempre te peleas con Lucila. Debe ser una forma que ustedes dos tienen de quererse. Porque son amigas, ?no? --Somos. --?Y entonces? --Otras veces nos peleamos casi como un juego, pero ayer fue en serio. --Ah si. --Hablo de papa. Graciela se quita otra vez los anteojos. Ahora muestra interes. Bebe de una sola vez la limonada. --Dijo que si papa esta preso debe ser un delincuente. --?Y vos que respondiste? --Yo le dije que no. Que era un preso politico. Pero despues pense que no sabia bien que era eso. Siempre lo oigo, pero no se bien que es. --?Y por eso te peleaste? --Por eso, y ademas porque me dijo que en su casa el padre dice que los exiliados politicos vienen a quitarle trabajo a la gente del pais. --?Y vos que respondiste? --Ahi no supe que decirle, y entonces le di un golpe. --Asi el papa podra decir ahora que los hijos de los exiliados castigan a su nena. --En realidad no fue un golpe, sino un golpecito. Pero ella reacciono como si la hubiera lastimado. Graciela se agacha para arreglarse una media, y quiza tambien para tomarse una tregua o reflexionar. --Esta mal que la hayas golpeado. --Me imagino que si. Pero ?que iba a hacer? --Tambien es cierto que su padre no deberia decir esas cosas. El sobre todo tendria que comprendernos mejor. --?Por que el sobre todo? --Porque es un hombre con cultura politica. --?Vos sos una mujer con cultura politica? Graciela rie, se afloja un poco, y le acaricia el pelo. --Un poco si. Pero me falta mucho. --?Te falta para que? --Para ser como tu padre, por ejemplo. --?El esta preso por culpa de su cultura politica? --No exactamente por eso. Mas bien por hechos politicos. --?Queres decir que mato a alguien? --No, Beatriz, no mato a nadie. Hay otros hechos politicos. Beatriz se contiene. Parece a punto de llorar, y sin embargo esta sonriendo. --Anda, traeme mas limonada. --Si, Graciela.

  • El secreto de Diego de Valentina Libertad

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    Diego y Amalia, dos jovenes con una historia de soledad y ausencia bajo su piel, con cicatrices tan profundas, que los han convertido en individuos incapaces de abrir su corazon y amar con libertad.
    Los secretos que Diego esconde han moldeado una personalidad dificil, a menudo inalcanzable. Arrastrado hasta lo mas bajo de nuestra sociedad, sin poder salir por si solo, recibe la compania de Amalia.
    Con temor esperan ser salvados, y comienzan a entender las circunstancias del otro.
    Una historia de injusticias que se repite en cientos de jovenes, un mundo duro y cruel, en el que Diego, parece estar hasta el fondo.

  • Anochecer de Isaac Asimov

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    El planeta Kalgash esta al borde del caos, pero solo unas pocas personas se han dado cuenta de ello. Kalgash conoce unicamente la luz diurna perpetua, pues durante mas de dos milenios la combinacion de sus seis soles ha iluminado el cielo. Sin embargo, ahora empieza a reinar la oscuridad. Pronto se pondran todos los soles, y el terrible esplendor del anochecer desencadenara una locura que marcara el final de la civilizacion.

  • Los destinos invisibles de Eshkol Nevo

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    ?ES POSIBLE EMPEZAR DE NUEVO?
    Cuando Mani desaparece en algun lugar de America Latina, su hijo Dori, un joven padre de familia en plena crisis, parte en su busqueda. Alli se encuentra con Inbar, una periodista que ha escapado de su vida en Berlin y de un hombre al que ya no ama. Juntos buscan a Mani al tiempo que sus vidas y destinos se entrelazan.
    En esta extraordinaria y apasionante novela, Eshkol Nevo traza una bella historia de amor a traves de dos generaciones que buscan nuevas oportunidades, un lugar de deseos y palabras nuevas, con la esperanza de empezar otra vez. O, acaso, busquen la posibilidad de contemplar el rumbo de sus vidas con una mirada diferente.

  • La vida secreta de Mac de Melinda Metz

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    MacGyver se siente muy satisfecho de si mismo. Su humana, Jamie Snyder, ha encontrado a su media naranja... y ha sido gracias a el, que empezo a robarle cosas a su atractivo vecino, David. Ahora que Jamie y David se han casado y estan de luna de miel, se ha ganado un merecido descanso. Sin embargo, le va a durar poco, porque resulta que Jamie deja a su prima Briony para que lo cuide mientras ella no esta. Y Mac descubre que Briony es otra de esas humanas que, como la mayoria, es un desastre en lo relativo al amor: esta, planto a su novio al pie del altar. Esto si que es un reto para un gato como Mac... Y claro, !no podra resistirse!

  • Busca la felicidad de Sophie Saint Rose

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    La vida de Beverly era un autentico desastre. No tenia ilusion por nada y solo se le alteraba el corazon cuando veia a su jefe. Asi que Julia, su angel de la guarda, le da un empujoncito para que se espabile. ?Pero no habra cambiado su vida demasiado rapidamente?

  • Las noches de Gael de Sandra Bree

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    Una historia de amor y aventura ambientada en la fascinante epoca de la regencia.

  • La mejor venganza (La Primera Ley 1) de Joe Abercrombie

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    La guerra puede ser un infierno, pero para Monza Murcatto, la Serpiente de Talins, a sueldo del duque Orso, tambien es una forma excelente de hacer dinero. Sus victorias la han hecho muy popular ?quiza demasiado para el gusto de Orso. Traicionada y dada por muerta, la recompensa de Murcatto es un cuerpo desfigurado y una sed de venganza que no se detendra ante nada. Sus aliados son el borracho menos fiable de Styria, el envenenador mas traicionero de Styria, un asesino en serie obsesionado con los numeros y un barbaro que quiere enderezar su vida? Entre sus enemigos estan los mas poderosos del pais, y eso antes de que el Orso envie al hombre mas peligroso para acabar con ella? La mejor venganza es una novela independiente que tiene todas las caracteristicas que hicieron un exito de la trilogia La primera Ley . ?Entre sus personajes hay tiranos y torturadores, un par de envenenadores, un asesino en serie, un borracho traidor, un oscuro barbaro y un sangriento mercenario. Y estos son los buenos? Las batallas son vividas y viscerales, la accion brutal, el ritmo imparable y Abercrombie amontona las traiciones y los giros de la trama de forma que no dejamos de preguntarnos como acabara todo. Este es su mejor libro hasta el momento.? George RR Martin Elegido entre los diez mejores libros de 2009 por los lectores de SF Site. Seleccionado por Amazon como una de las mejores publicaciones del genero en 2009. Libro favorito de SFFWorld en 2009. Finalista del British Fantasy Award 2010. Finalista del David Gemmel Legend Award 2010.

  • La traicion de las sirenas de Fernando Benzo Sainz

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    Cuando Emilio, un abogado en la treintena sumido en una crisis de identidad, recibe la noticia de la muerte de Paula, su amor de juventud, decide regresar al reencuentro del lugar donde paso su adolescencia y de su grupo de amigos de entonces.