• juan tazon trilogia - Juan Tazon

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    Sabed que mi nombre se perdio nos sumerge en una apasionante trama de intrigas y secretos al tiempo que se remonta a la decada de 1580 para desvelar los tragicos acontecimientos que forjaron en el pasado el caracter de Alonso Cobos.

  • JUAN TAZON | Casa del Libro

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    LAS MANOS DE LA GUERRA (TRILOGIA DE LAS SOMBRAS III) · Juan Tazon. El pasado retorna en forma de mensaje encriptado para dar al traste con la pacífica vida ...

  • los caballeros de las sombras (trilogia de las sombras i)

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  • Juan Tazón: Libros - Amazon.es

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    Los caballeros de las sombras: Vida y hechos de armas del capitán Alonso Cano (Ficción) · Sabed que mi nombre se perdió: Trilogía de las Sombras II: 6 (NOVELERIA).

  • Las manos de la guerra: Trilogía de las Sombras III - Amazon.es

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    Las manos de la guerra: Trilogía de las Sombras III: 4 (NOVELARIA) : Tazón, Juan: Amazon.es: Libros.

  • LAS MANOS DE LA GUERRA. TRILOGÍA DE LAS SOMBRAS ...

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    LAS MANOS DE LA GUERRA. TRILOGÍA DE LAS SOMBRAS III, TAZÓN SALCES, JUAN EMILIO, ISBN: 9788418168512 Librerías Proteo y Prometeo. Desde 1969 entre Libros.

  • Las manos de la guerra. Trilogía de las Sombras III - Editorial ...

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    14 jul 2021 — Trilogía de las Sombras III ... Juan Tazón (Torrelavega, 1958), profesor de Literatura Inglesa en la ... LIBRO III - MANIOBRAS EN LA SOMBRA.

  • Caballeros de las sombras - Juan Emilio Tazón Salces - Fnac

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    Juan Emilio Tazón Salces Trilogía de las Sombras I Publicado el 15 noviembre 2021 Normal (Libro) en español. Sé el primero en dar tu opinión.

  • caballeros de las sombras - Librería Diógenes.

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    TRILOGÍA DE LAS SOMBRAS I. TAZÓN SALCES, JUAN EMILIO. 21,99 €. IVA incluido. Disponible en tienda. Editorial: EDITORIAL SAPERE AUDE; Año de edición: 2021 ...

  • Libros de Juan E. Tazón en Librería Cervantes

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    Juan Tazón (Torrelavega, 1958), profesor de Literatura Inglesa en la ... Como escritor de ficción destacan Siete Maneras de Morir y la Trilogía de las ...

  • Ha querido nacer de Brenda Oviedo

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    Miriam era una especie de solterona de 22 anos, universitaria, trabajaba para mantener una vida, independiente, al parecer su unico vicio era estar despierta hasta muy tarde viendo series, peliculas, comiendo comida chatarra, siempre sola en su apartamento de alquiler como reafirmando un celibato impuesto por quienes nunca se atrevieron a amarla, habia perdido la fe y ya no creia en mitos, ni en cuentos de hadas, un dia de fin de semana salio a una hora indebida y se encontro con un ser de oscuridad que le robo su unico bien preciado su virginidad, ademas de su cordura, ofreciendole el mundo bajo sus pies, solo por aceptar que la oscuridad naciera en ella.El era perfecto, hermoso, poderoso, pero irremediablemente malvado, para quienes lo veian asi, ella simplemente cayo rendida a sus pies, era como si sus mas profundos y ocultos deseos, se hubieran hecho reales en el.Este es el relato en primera persona de lo que le sucedio por permitirse amar a quien no debia, siempre en discordia con su familia, amigos, sociedad e incluso consigo misma.

  • Bajo el sol protector de Rowan Fox

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    Brina Bonato es feliz siendo cortesana en la Venecia de finales del siglo diecisiete. Se sabe afortunada, ama su vida y la ciudad que la vio nacer, pero pronto la suerte dejara de acompanarla, obligandola a emprender un viaje hasta llegar al palacio de Versalles, aun en ciernes de lo que sera una monumental obra de arquitectura.
    Las aventuras y desventuras la obligaran a buscar un nuevo estatus en el que sentirse a salvo, haciendo grandes amigos en el camino, pero soportando grandes pesares tambien.
    Sumergete en esta historia y descubre si la veneciana sera capaz de dejar atras su pasado como meretriz para revelarse como una perfecta cortesana en la corte del Rey Sol.

  • El lobo de Escocia de Emma G. Fraser

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    Gael Sinclair es uno de los guerreros mas temidos del norte de Escocia. Su fama de despiadado es conocida en las Tierras Altas. Uno de sus enemigos es Calem Sutherland, pero el mayor de ellos lo tiene entre sus muros: Leslie Sinclair. Despues de que Gael la rechazara como esposa, decide vengarse y robar el bien mas preciado de Gael: un colgante de su difunta madre. Para evitar que fuera encontrado, lanza un hechizo sobre el, pero algo sale mal y desaparece. Sin embargo, es encontrado por Sophie Blanc que, en busca de nuevas experiencias en su vida, decide gastar sus ahorros en comprar un castillo en Escocia.

  • Kentukis de Samanta Schweblin

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    Una nueva novela de la prestigiosa autora argentina Samanta Schweblin que desvela el lado mas inquietante de las nuevas tecnologias.

  • La otra lepra, Chufo Llorens de Chufo Llorens

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    La otra lepra es la historia de dos familias en la segunda mitad del siglo XX, un fresco historico lleno de claroscuros, una indagacion en los rincones del corazon humano, en los limites del odio y el sufrimiento.

  • Hasta que te vuelva a ver de Lizzy Kashougui

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    POR EL LANZAMIENTO DE SU DESENLACE, TAN CERCA DE MI TAN LEJOS DE TI.
    ?El amor es algo que se busca o se encuentra? Eso es algo que Valeria tendra que aprender. El amor llega justo en el momento en que lo necesitas o quiza cuando alguien de arriba lo envia.
    En la vida cruzamos por diferentes experiencias que nos hacen ser las personas que somos.
    "Yo soy la conjuncion de lo que otras personas han dejado en mi y lo que muchas se han llevado…"
    Valeria una joven valiente ante lo que la vida le presenta, que se enamora una y otra vez, que se equivoca, que sufre del dolor, de la tragedia, de la perdida y el engano, pero el destino le pone a quien tiene que estar ahi, coincidiendo en ese espacio para aprender las lecciones de vida y el poder del amor.
    Adentrate y disfruta con ella el hermoso y complicado camino de vivir.
    Una historia cargada de sentimientos, de amor, amistad, intriga, pasion, erotismo pero sobre todo de fe.

  • La guerra de Caliban (The Expanse 2) de James S. A. Corey

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    La continuacion de El despertar del Leviatan, la saga superventas del New York Times en que se basa la exitosa serie de TV The Expanse, producida por Syfy y emitida por Netflix.

  • En la oscuridad. Diez meses secuestrado por Al Qaeda en Siria de Antonio Pampliega

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    A mediados de julio de 2015 tres periodistas espanoles cruzan la frontera de Turquia en direccion a Siria. Es el duodecimo viaje a la zona de Antonio Pampliega, que tiene la sensacion de que esta vez algo no va como siempre. De improviso, una furgoneta les corta el paso. Del interior salen seis hombres armados que les sacan a gritos del coche en el que viajan. Su contacto en la zona, pronto resulta evidente, les ha traicionado.

  • Los Retos de Sophie de Rachel Amat

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    Sophie Madden, futura periodista en la Universidad de San Juan, Espana. Tras la muerte de su padre, decide romper con todo lo establecido y se lanza a vivir su sueno mas preciado, un intercambio en la gran ciudad de Nueva York.
    Cuando llega se encuentra con grandes retos que haran que su experiencia sea inolvidable. Un hombre que la descolocara, mentiras ocultas, obstaculos cotidianos y no tan cotidianos. Una experiencia que hara de la vida de Sophie, todo menos cotidiana y rutinaria.
    Momentos increibles en Central Park, grandes eventos, relaciones de amistad para toda la vida, incidentes aislados y una nueva forma de comprender el amor en un mundo al que no esta acostumbrado.
    Si eres amante de las experiencias, del suspense, de las grandes historias de amor con tintes contemporaneos, esta es tu novela.

  • Vuelo directo al amor (Unicornios 1) de Noni Garcia

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    S 1 ergio pelaba los cables de dos milimetros y medio que necesitaba para los mecanismos del bano en el que estaba trabajando. Esperaba dejar terminados tres mas ese dia o su jefe le daria un buen tiron de orejas. Pensaba en la suerte que habian tenido por haber cogido la instalacion electrica de aquel hotel junto al aeropuerto; si no hubiera sido asi, en ese momento estaria engrosando la lista del paro. Introdujo el cobre liado en el orificio y giro el pequeno tornillo, asi una y otra vez. Su trabajo era monotono, siempre igual, pero era lo que le daba de comer en aquel momento. De nada servian todos sus estudios de robotica si no podia ejercerlos alli. Y partir a otro lugar, por el momento, era imposible. Se miro en el espejo al pasar delante de el y sonrio. Su vida habia cambiado mucho en los ultimos tiempos y, a pesar de la frustracion que le provocaba no poder desarrollar su profesion, se veia mejor que nunca. El gimnasio le habia sentado genial, eso era indiscutible, pero salir del armario a sus treinta y dos anos habia obrado el milagro de darle luminosidad a su rostro. Habia pasado de ocultarlo por miedo al que diran, incluso estando su familia al tanto, a no importarle proclamarlo a los cuatro vientos. Recogio las herramientas y salio de la habitacion. Aunque los fontaneros todavia iban algunas estancias por detras, no podia permitir que lo alcanzaran. Si lo hacian, se verian obligados a parar su ritmo de trabajo y podia costarle su puesto de trabajo. Entro en un nuevo bano de la quinta planta y siguio con su rutina. Lo unico que le consolaba era saber que era viernes, que su hermana esa noche se quedaria con su padre y que podria salir a dar una vuelta con Paty, su mejor amiga y companera en la obra. El telefono del trabajo comenzo a sonar en el bolsillo del pantalon. Solo esperaba y deseaba que su jefe no le hiciera trabajar horas extras, y si lo hacia, que al menos se las pagara o le diera un dia libre, que casi lo preferia. Las noches de hospital estaban acabando con su espalda y necesitaba dias de descanso como el comer. --Dime, Fabian. --?Como lo llevas? --Me quedan tres habitaciones de la quinta. --?Por donde van los fontaneros? --Por la cuarta, aunque el lunes creo que ya subiran a esta. --Perfecto. Necesito que Paty y tu me hagais un favor. --Sergio sintio que el mundo se le caia encima. Eso solo podia significar que sus temores eran ciertos: tendria que trabajar horas extras. --?Que necesitas? --Que vayais a la direccion que os voy a mandar. Es la vivienda del dueno de la empresa de fontaneria que esta trabajando ahi. Al parecer, se le ha fundido el fusible y no tiene luz en toda la casa. Necesito que paseis por aqui, cojais material y os personeis alli lo antes posible. --Si, claro. Recogemos herramientas y vamos. --Sergio, se que no necesito decirtelo, pero es muy importante que hagais un buen trabajo. Ese hombre puede conseguirnos mas obras. --Tranquilo. Puedes tener claro que esa casa no habra recibido unos electricistas mejores que nosotros. Se dirigio a las escaleras para subir a la sexta planta, donde Paty estaba poniendo los mecanismos de las habitaciones. Cruzo la puerta que daba acceso a ellas y choco con alguien, haciendo que todas sus herramientas se desparramaran por el suelo. Maldijo para sus adentros, siempre habia sido una persona muy cauta, y se contuvo para no soltar mas de un improperio. Entre otras cosas porque asumia su parte de culpa, habia abierto la puerta sin tener en cuenta que era muy probable que hubiera algun obrero tras ella. Se agacho sin decir nada, iba demasiado apurado para entablar una conversacion con nadie, y la persona con la que habia tenido el encontronazo lo hizo con el. Un ramalazo de culpabilidad lo sacudio. --Lo siento, voy con un poco de prisa --espeto mientras sus ojos se clavaban en las preciosas y suaves manos que estaban tocando algunas de sus herramientas --No te preocupes, yo tambien iba pendiente al movil y no te vi venir -- consiguio decir el dueno de las manos, que se habia quedado embobado mirando los marcados biceps del electricista. --No pasa nada. --?Ya esta lista la quinta planta para que podamos entrar? En ese momento, Sergio se fijo como debia en la persona que tenia delante. El logotipo de la camiseta le dijo que pertenecia a la cuadrilla de fontaneros. --Me quedan tres habitaciones, pero tengo que ir a otro sitio. Aun asi, todavia no me alcanzais, podeis trabajar tranquilos --sugirio, apartando la vista del muchacho que tenia delante, ya que cierto nerviosismo se estaba apoderando de el. --Gracias. Hoy solo subiremos las herramientas, ya mismo es hora de terminar la jornada. --!Que suerte! --Mi nombre es Alejandro. --Yo soy Sergio. Estrecharon sus manos y Sergio se quedo mirando al hombre que tenia delante. Si bien era cierto que tenia rasgos latinos y su nombre asi lo indicaba, su acento era mas andaluz que el suyo, y eso le sorprendio. Se despidieron y cada uno continuo su camino. Sergio subio las escaleras, sin ser consciente de que, desde el rellano, Alejandro lo estaba escaneando de arriba abajo. Entro en la planta y suspiro hondo. El golpe, el mal genio de Sergio, su olor a masculinidad y seguridad, sus delicadas manos, sus ojos entre marron y verdes y su voz hicieron que su polla reaccionara y no pudiera evitar escanearlo de arriba abajo. Tenia el cuerpo bien definido, se habia dado cuenta con solo observar sus biceps, con una musculatura conseguida a base de horas de gimnasio y un culo divino en el que perderse. <>, penso mientras inspeccionaba las habitaciones que ya estaban listas y decidia cual cerrarian con llave para guardar las herramientas. Lo unico que le consolaba y que podia conseguir que no le tirara los tejos al electricista era que el lunes no tenia que trabajar porque tenia que hacer unas gestiones con su madre. Asi, el martes, cuando volviera a la obra, el ya les habria tomado ventaja. Sergio y Paty salieron de la obra y, tras dirigirse a la nave donde tenia la sede la empresa y recoger el material que pensaban que iban a necesitar, se dirigieron a la ubicacion que su jefe le habia enviado por WhatsApp. Aparcaron en la puerta y se quedaron alucinados al ver la impresionante vivienda que se levantaba delante de ellos. Ilusos ellos, llamaron al timbre, pero no sono nada dentro, asi que tuvieron que golpear la puerta hasta que sintieron unos pasos acercandose a ella. Tanto Sergio como Paty tenian claro lo que ocurria. Lo mas probable era que los fusibles generales de la vivienda se habian quemado por alguna sobrecarga. Por suerte, llevaban varios en la furgoneta, aunque no sabrian si el diagnostico era correcto hasta que pudieran entrar y comprobarlo. Una senora de unos cincuenta anos les abrio la puerta con una cara de preocupacion considerable. Ambos imaginaron que se trataba de la duena de la casa, ya que su forma de vestir delataba que no debia pertenecer al servicio de esta. --!Gracias a Dios que ya estais aqui! Pasad. --Buenas tardes, senora. ?Que es lo que ha pasado? --Ni pudieron terminar de hacer la comida. Yo estaba en la piscina, dandome un bano porque hace mucho calor, y se quedo toda la casa a oscuras. No hubo forma de arreglarlo. !Ya valio madres! Paty reconocio el acento mexicano de la senora a leguas, muchas eran las telenovelas que veia por las tardes, y el suyo, aunque sonaba bastante castellanizado, no la enganaba. Antes de entrar en la casa, se dirigieron a la caja donde los fusibles debian estar. Al abrirla, un olor a quemado inundo las fosas nasales de los dos. Estaban de suerte, ahi tenian el porque de que no hubiera luz en la casa. La senora se quedo observandolos desde la puerta, mientras ellos fueron al coche y cogieron todo lo que necesitaban. Con un poco de suerte, no tardarian mas de media hora en solucionar la averia y podrian volver a sus casas dentro del horario que les correspondia. Trabajaron mano a mano con celeridad, como siempre hacian. Cuando todo estuvo en orden, entraron en la casa y comprobaron el cuadro electrico. Aquella instalacion no era la mejor para la monumental casa en la que se encontraban y asi se lo hizo saber Sergio a la senora, que volvio diez minutos despues, tras comprobar que todo funcionaba correctamente. Los dos sonrieron al ver que les traia una jarra de agua con hielo y limon cortado a medias rodajas. Era algo que les sentaria de maravilla, teniendo en cuenta el calor que hacia en pleno mes de mayo. Estaban disfrutando de la bebida cuando lo unico que les faltaba por comprobar comenzo a funcionar. La puerta de garaje se abrio dando acceso a un BMW X5 azul. Sergio imagino que seria el coche del dueno de la empresa de fontaneria, pero casi se le cayo el vaso al suelo al ver a Alejandro, el chico con el que habia chocado un rato antes, bajarse de el. --!Ay, mi bebe ya esta aqui! <>, repitio Sergio para si mismo. Aquel chico, si bien era joven, de bebe tenia bien poco. Mas bien lucia un cuerpo muy definido, unas facciones muy marcadas y esa perilla le daba cierto aire de virilidad que lo dejo sin aliento. No habia tenido tiempo de fijarse bien en el cuando se cruzaron en el rellano de las escaleras, pero estaba lo suficientemente bueno para someterlo en su cama. Sacudio la cabeza para apartar esos pensamientos de su mente mientras veia caminar a la senora hasta el chico. Lo abrazo y lo beso como solo hace una madre y Paty le dio un codazo a Sergio con una sonrisa picara en los labios. No entendia como esa loca del demonio era capaz en todo momento de leer sus pensamientos. --Yo tambien me lo follaria, pero parece ser que su mirada esta mas puesta en ti que en mi. --Es el chico con el que me choque cuando subia a buscarte en la obra. --Entonces ya has catado su cuerpo, bribon... --Ya te vale, Mocosa --espeto, ganandose una mirada asesina por parte de Paty. La senora --de la que seguian sin saber el nombre-- y Alejandro se acercaron hasta ellos. Momento que pensaba aprovechar Sergio para despedirse y salir corriendo para casa, necesitaba una ducha como el comer. Alejandro les miro un tanto confuso. No podia creer que el electricista impertinente que habia conseguido que se le calentara la sangre en la obra estuviera delante de el, en su casa. Y era mucho mas guapo de lo que recordaba, probablemente porque la luz del dia le permitia tener una vision de el que no podia en el rellano casi oscuro de aquella escalera. --Bueno, pues nosotros ya hemos terminado. Le comentare a mi jefe lo que le he dicho del cuadro electrico e imagino que se pondra en contacto con su marido para que vengan mis companeros a solucionarlo... --!Ah, no! Yo quiero que vengais vosotros dos. Se ve que hacen un buen equipo. --Veo complicado que nos manden, estamos en... --Estan en la misma obra que estoy yo, mama. --A mi me da igual donde esten, yo quiero que ellos sean los que trabajen aqui y sabes demasiado bien que lo conseguire --dijo, dirigiendose a su hijo. Sergio penso que no estaria mal desaparecer unos dias de la obra, asi no tendria que cruzarse con Alejandro, que cuanto mas lo miraba, mas le atraia. Alejandro no le hizo la ola a su madre porque habia gente delante. Pensar que estaria alejado de ese hombre hecho para el pecado durante algunos dias le hizo sentir aliviado. Habia conseguido mantener su ereccion a raya en la obra, pero verlo en la puerta de su casa, a plena luz del dia y bebiendo un vaso de agua fria, habia conseguido que necesitara una ducha de agua helada con bastante urgencia. L 2 a musica sonaba en el local donde estaba tomando una copa con Paty. Despues de un par de meses sin salir de marcha, se sentia casi perdido en lo de sociabilizar durante la noche, por lo que habia pedido a su amiga que fueran a un sitio tranquilo. Y no tuvo otro sitio donde llevarlo que a un karaoke. Daba un sorbo a la copa mientras pensaba que no podia dejar que ella volviera a elegir el sitio donde disfrutar de un rato agradable, ya que los chillidos que se oian de vez en cuando por los altavoces estaban a punto de reventarle el timpano. Sergio se disculpo con Paty porque necesitaba orinar urgentemente. Despues de tanto vino en la cena, y las dos copas y media que llevaba tomadas, corria riesgo de mearse en los pantalones, y eso seria otro espectaculo bastante bochornoso, mas que el de los supuestos cantantes que pasaban por el escenario. Por suerte, no habia cola y entro sin tener que esperar. Estaba lavandose las manos cuando, por primera vez en toda la noche, escucho cantar a un chico que lo hacia muy bien, tanto que estaba consiguiendo que se le erizara la piel. Salio rapidamente, busco a su amiga y dirigio su mirada al escenario. Nada lo tenia preparado para lo que alli iba a encontrar. El cantante no era otro que Alejandro, el hijo de la duena de la casa en la que estuvo unas horas antes, el que se habia topado con el en las escaleras haciendo que sus herramientas cayeran al suelo y el que estaba consiguiendo de nuevo que su polla reaccionara dando brincos de alegria. Su noche habia empezado bien con la cena, se habia torcido un poco con el karaoke y se habia vuelto una pesadilla con la voz de Alejandro. Siempre habia seguido a rajatabla la premisa que su madre le habia ensenado desde pequeno: <>. Y mucho temia que si el chico se le ponia a tiro, la acabaria incumpliendo. Sus miradas se cruzaron y una segunda cancion comenzo a sonar. Las primeras notas de la cancion Pegate de Ricky Martin comenzaron a sonar y se desato la locura en el antro. Alejandro quito del escenario el taburete en el que habia estado sentado durante la cancion anterior y tambien el pie de micro, dejandolo en su mano. Canto y se movio al ritmo de la musica, haciendo que un calor asfixiante se apoderara de Sergio. Todos bailaban, todos reian, todos lo pasaban bien y el solo pensaba en como debian moverse esas caderas cuando follaba. Alejandro tenia los ojos clavados en el, su sonrisa lo hipnotizaba y el brillo de su mirada lo encendia mas y mas. Solo pensaba en acercarse al escenario y pegar sus caderas, como bien decia la cancion, que sintiera lo que conseguia provocarle.

  • Nunca fui Primera Dama de Wendy Guerra

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    Celia Sanchez, Albis Torres y Nadia Guerra, los tres personajes femeninos en que se centra la novela, no solo pertenecen a esa estirpe de protagonistas que se instalan para siempre en la memoria del lector, sino que, ademas, trenzan con sus peripecias existenciales la historia, con minuscula, de la vida cubana desde el triunfo de la Revolucion hasta hoy.

  • 40 libros que adoro de Flavia Pittella

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    Entre los miles de libros que se publican anualmente y nos convocan desde las mesas de las librerias, Flavia Pittella ha seleccionado cuarenta -y alguno mas-, escritos por autores que han marcado tendencia y han sido premiados, que han capturado a lectores y a criticos: Atwood, Baricco, Calvino, Coetzee, Irving, Kawabata, Le Guin, Lemebel, Newman, Puenzo, Saramago, Schweblin, Yourcenar, entre muchos otros. Por supuesto, es imposible que esten todos aquellos sobre los que la autora hubiera querido escribir, pero hay muchos -todos fundamentales- y todos provienen de diferentes lugares y culturas, de diversas tendencias narrativas del presente. Son libros que no podes dejar de leer, representativos de lo que se produce hoy dentro y fuera de la Argentina.

  • Luz perfecta de Marcello Fois

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  • Eres mi refugio (Amor infinito 1) de Laura Bellido

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    Primer libro de la saga “Amor Infinito” [?]

  • Intimidad improvisada de Maximo Huerta

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    A lo largo de los ultimos anos Maximo Huerta ha ido escribiendo casi a diario articulos, greguerias, fogonazos que abordan desde su particular optica nuestro mundo, lo mas palpable de nuestros dias. Y lo hace aplicando sus dotes de observador para hablar acerca de nuestras costumbres y manias, nuestros suenos y frustraciones, tambien de nuestras formas de soportar (o rechazar) las esclavitudes de la vida moderna: el movil, el gimnasio, las redes, la TV, el control de calorias, los tatuajes..., acercandonos su parecer sobre los grandes temas y los pequenos, que a todos nos (pre)ocupan, nos divierten y nos fastidian.

  • Mas alla del orgullo de Sarah M. Anderson

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    Era su obligacion proteger a la honorable jueza, pero ?como iba a proteger su corazon?

  • Aislados (Extranos 2) de Kimberly Mccreight

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    Aislados es la segunda novela de <>, una serie trepidante de intrigas, traiciones y secretos con el ritmo de La chica del tren y la accion de la <>.

  • San Valentin en Alaska (Alaska 2) de N. Q. Palm

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    <>, o eso afirmaban las historias que Susan habia oido siendo pequena. Los hombres que alli vivian no eran unos simples mortales, y habia uno en especial, que llamaba poderosamente su atencion. Storm era alto, musculoso y muy atractivo. Mas o menos como el hombre que la habia atacado dos meses atras, y al que no reconocio. Asi que no iba a haber un acercamiento por su parte. Ella desconfiaba de esos tipos.
    Storm miraba con deseo a la mujer que se cruzaba de vez en cuando en la ciudad, pero el ya habia cubierto el cupo. En su linaje habia unas normas, y el no estaba exento de ellas. Seguiria admirando su curvilineo cuerpo y sonando con poseerla. Nada mas que eso. Pero esos ojos azules no hacian mas que aparecer en su mente, una y otra vez.
    Cuando un suceso precipita las cosas, tanto Storm como Susan tendran que superar los obstaculos que una cultura y otra impone sobre ellos.

  • Las mentiras que nos unen de Kwame Anthony Appiah

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    Genero, religion, raza, nacionalidad, clase y cultura. Estos conceptos nos definen y moldean nuestro mundo polarizado. Sin embargo, las identidades colectivas que generan estan plagadas de contradicciones y falsedades. Al explorar su naturaleza y su historia -desde las enganosas ideas sobre la raza del XIX hasta los debates contemporaneos sobre <>- Kwame Anthony Appiah se deshace de los mitos mas venenosos y desmonta con lucidez nuestras ideas preconcebidas sobre como funcionan estas identidades.

  • Deliah, el corazon de una rebelde de Dana Velvet

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    Londres, 1815.
    Una noche, una pareja poco comun…
    Con su capacidad de meterse en problemas y su tendencia a escandalizar a los demas, Lady Lilah Bellamy es ese tipo de mujeres a las que los hombres rehuyen y las matronas critican. Pero a ella no le importa que su comportamiento sea poco femenino porque disfruta de su forma de ver la vida y con esa actitud consigue atraer a los demas.
    En la vida de Julian, duque de Kent, solo tienen cabida el trabajo y el cuidado de su familia. Se pasa las horas encerrado en su despacho y en ningun momento siente verdadero interes por algo hasta esa noche. Ella irrumpe en su mundo, volviendolo del reves y robandole el corazon.
    ?Seran capaces de dejarse llevar por sus sentimientos?

  • Solo tuyo para siempre y contigo (La fuerza de amar 3) de Barbara Crespo

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    Cuando Sindy desaparecio, Ian quedo devastado, nunca habria imaginado que tras haberla elegido, ella le abandonaria. Durante mucho tiempo, se ha dedicado a buscarla, pero como si la tierra se la hubiera tragado… no consigue encontrarla.

  • El bosque de la memoria de Sam Lloyd

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    Un thriller atmosferico e inquietante sobre la parte mas oscura del alma humana.

  • La hija del duque de Dama Beltran

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    Tras la muerte de su tio, George Laxton viaja a Londres para tomar posesion de su titulo, pero las condiciones establecidas en el testamento son tan crueles como los castigos que le infligio en vida. Obligado por una promesa, busca entre la alta sociedad a una mujer que lo ayude a conseguir su herencia y que, a su vez, pueda aceptar la oscuridad que arrastra.

  • Rebeca debe morir (Las doce puertas 6) de Vicente Raga

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    Dos historias narradas en paralelo. La primera trascurre en los principios del tribunal de la inquisicion de Valencia, donde es protagonista destacado el humanista Luis Vives, la inquisicion y sus secretos. Todos los personajes existieron en su epoca y todos los hechos narrados se corresponden con la realidad historica. La segunda historia es protagonizada por un grupo de amigos en la actualidad, que descubren que el misterio que creian resuelto, en realidad no ha hecho mas que comenzar.
    El lector va cambiando de historia cada 4 o 5 paginas. Personajes diferentes y relatos diferentes separados por quinientos anos. Parecen dos novelas en una. El lector se pregunta, ?y esto a que viene? ?Por que estoy leyendo dos narraciones sin aparente conexion?

  • TRES ONLINE de Mariel Ruggieri

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    Clara Ines Mesi es argentina. Tiene treinta y cuatro anos, un jefe despota y un novio aburrido. Tambien tiene un pasado triste, un mono en panales y una serie de manias en torno al orden, que la ayudan a organizar su caos interior. No sonaba con encontrarse con algo que hara que su estructurada vida cambie para siempre.
    A los cuarenta y dos anos, la mexicana Vivian Alvarado se siente vacia. Una tia agonizante la lleva a Barcelona pero cuando esta fallece, le oculta el hecho a su familia para quedarse un poco mas. La oportunidad de torcer el rumbo llega de la mano de quien menos lo esperaba. ?la tomara?
    El es guapo, despreocupado y temerario. Con solo veinticuatro anos, Jayr ha encontrado su lugar en el mundo en la capital catalana. Seguir un impulso lo conduce a una aventura sin retorno. Si hubiese sabido lo que pasaria despues, tal vez hubiese intentado contenerse. O tal vez no.
    Tres amigos que se conocen a traves de las redes sociales.
    Tres personas que los impulsan a hacer lo que no se atreven.
    Tres vidas que cambiaran para siempre.

  • Ensename que es el amor de Silvia Garcia Ruiz

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    Mientras Nathan Lowell intenta convencer a su hermana Tori de que enamorarse es lo peor que te puede pasar en la vida, una mujer se cruza en su camino decidida a que le ensene que es el amor, aunque el no sepa nada del mismo.

  • La parte inventada de Rodrigo Fresan

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    ?Como funciona la mente de un escritor?

  • Oculta tras su mirada de

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    La vida de Paola transcurria con normalidad hasta que, sin motivo aparente, es retenida y conducida hasta un fastuoso palacete arabe situado en un recondito lugar de Costa de Marfil. En su afan de descubrir las oscuras intenciones de sus captores, conoce a un enigmatico arabe por el que siente una irresistible atraccion. Dispuestos a localizar a Paola, sus amigos se veran envueltos en un torbellino de intriga y peligro del que tendran que salir con la unica ayuda del inspector Damien Allard. ?Que esconde la desaparicion de Paola? ?Dinero, amor, sexo, venganza? O tal vez… La respuesta la da esta absorbente novela de suspense romantico ambientada en Africa cuya lectura no da tregua.

  • La ultima bala de plata de Arwen Grey

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    En Fort Worth solo hay dos tipos de personas: los Kavanagh y los que osan enfrentarse a ellos.
    A Gereon Meier le robaron su vida, su rancho y su futuro, ahora volvera para descubrir lo que ocurrio hace cinco anos y vengarse de los que se lo arrebataron todo.
    Arabella DuPont solo quiere una nueva vida, sin importarle quien se interponga en su camino.
    Cuando las barreras entre enemigos y amigos son tan difusas como la niebla, solo puedes fiarte de tu instinto.
    La libertad y la verdad solo estan a cinco balas de plata de distancia.

  • La busqueda de Charlotte Link

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    Varias adolescentes desaparecidas, un cadaver en los pantanos y ninguna pista…

  • La dama y el misterio de Stephanie Laurens

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    Montague ha dedicado su vida a gestionar el capital de la elite londinense, pero pagando un precio muy alto por ello: no poder disfrutar de una familia propia. Hasta que aparece en su vida la encantadora Violet Matchman, buscando su ayuda. Ante el enigma que le presenta, Montague encuentra un intrigante desafio tanto profesional como personal.

  • Las 15 Leyes Indispensables Del Crecimiento de John C. Maxwell

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    Potencial es una de las palabras mas maravillosas de cualquier idioma. Mira hacia delante con optimismo, esta llena de esperanza, promete exito, implica plenitud, nos indica grandeza. Potencial es una palabra basada en las posibilidades. Piense en su potencial como ser humano y se animara, o al menos asi lo espero. Que pensamiento tan positivo. Creo en su potencial tanto como creo en el mio. ?Tiene usted potencial? Por supuesto. ?Y que ocurre con el potencial sin desarrollar? Esta frase es tan negativa como lo positiva que es la palabra potencial. Mi amiga Florence Littauer, oradora y escritora, escribio una historia en su libro Silver Boxes [Cajas de plata] acerca de su padre, quien siempre quiso ser cantante pero que nunca llego a serlo. Ella dice que murio con la musica aun dentro de el. Esa es una buena descripcion del potencial sin desarrollar. No alcanzar su potencial es como morir con la musica aun dentro de usted. Como esta leyendo estas lineas, imagino que tiene el deseo de alcanzar su potencial, asi que la pregunta seria esta: ?como lo hace? No me cabe duda de que la respuesta es crecimiento. Para alcanzar su potencial tiene que crecer, y para crecer tiene que ser muy intencional al respecto. Este libro es mi esfuerzo por ayudarle a aprender a crecer y desarrollarse a usted mismo para que tenga las mejores posibilidades de convertirse en la persona que Dios quiso que fuera. Mi deseo es ayudarle a desarrollar la actitud correcta, aprender mas acerca de sus fortalezas, sintonizar con su pasion, estar mas en contacto con su proposito y desarrollar sus habilidades para que pueda ser todo lo que puede llegar a ser. Quiza ya sepa que este es el tercer libro de Leyes que he escrito. El primero se hizo para ayudar a los lideres a entender como funciona el liderazgo a fin de que pudieran llegar a ser mejores lideres. El segundo fue para ayudar a la gente a entender el trabajo en equipo y desarrollar equipos mas solidos. Este libro tiene la intencion de ayudarle a entender como funciona el crecimiento personal y de ayudarle a convertirse en una persona mas eficaz y satisfecha. Aunque es cierto que puede que incluya unas cuantas ideas de liderazgo durante el proceso, no tiene que ser usted un lider para que este libro le ayude. No tiene que ser parte de un equipo para crecer (aunque es cierto que eso ayuda). Tan solo necesita ser una persona que quiere crecer y ser mejor de lo que es hoy. ?A que me refiero cuando escribo acerca del crecimiento? Eso sera tan particular como lo es usted. Para descubrir su proposito, tiene que crecer en su conciencia de si mismo. Para ser un mejor ser humano, tiene que crecer en caracter. Para avanzar en su profesion, tiene que crecer en sus habilidades. Para ser un mejor conyuge o padre, tiene que crecer en las relaciones. Para alcanzar sus objetivos financieros, tiene que crecer en su conocimiento de como funciona el dinero. Para enriquecer su alma, tiene que crecer espiritualmente. Las especificidades del crecimiento cambian segun la persona, pero los principios son los mismos para todos. Este libro ofrece leyes que le ensenaran como abordar el digno objetivo del crecimiento. Es una llave que abre la puerta. Tendra que ponerse a trabajar si quiere crecer. Le recomiendo que lea un capitulo de este libro cada semana. Discutalo con algunos amigos, y haga los ejercicios de aplicacion que encontrara al final de cada capitulo. Escriba un diario de crecimiento, e incorpore lo que ha aprendido a su vida diaria. No podra cambiar su vida hasta que no cambie algo que haga todos los dias. Al aprender las leyes y despues vivirlas, estara usted en el camino hacia alcanzar su potencial. Si sigue aprendiendo y creciendo cada dia durante muchos anos, se sorprendera de lo lejos que puede llegar. 1 La Ley de la Intencionalidad El crecimiento no ocurre por si solo La vida ha comenzado. ?Esta usted presente? "?Tiene un plan para su crecimiento personal?". Curt Kampmeier, el hombre que me hizo esta pregunta, esperaba pacientemente mi respuesta. Fue una pregunta que cambiaria mi vida. Yo trataba de encontrar respuestas. Enumere mis logros de los ultimos tres anos. Le hable de lo mucho que trabajaba, le expuse mis objetivos y le explique las cosas que estaba haciendo para alcanzar a mas gente. Todas mis respuestas estaban basadas en la actividad, no en mejorar. Finalmente tuve que admitirlo: no tenia ningun plan para mejorar. Era algo que no habia pensado nunca, y saco a la luz una gran falla en mi manera de abordar el trabajo y el exito. Cuando comence mi carrera, todo lo hacia con intencionalidad: trabajar, conseguir mis metas y tener exito. Tenia una estrategia: trabajar duro. Esperaba que eso me llevaria donde yo queria ir; pero trabajar duro no garantizaba el exito. Y la esperanza no es una estrategia. ?Como puede ser usted mejor en lo que hace? ?Como mejora sus relaciones? ?Como obtiene mas profundidad y sabiduria como persona? ?Como consigue perspicacia? ?Como vence los obstaculos? ?Trabaja mas duro? ?Trabaja mas horas? ?Espera a que las cosas mejoren? Esa conversacion ocurrio durante el almuerzo en un restaurante Holiday Inn en 1972. En esa epoca me acababan de dar la oportunidad de avanzar en mi carrera. Me habian ofrecido la mejor iglesia de mi denominacion. Piense que alguien le ofrece el mejor puesto de liderazgo en el lugar principal de su empresa. Eso ocurrio en mi caso. El problema era que tenia veinticuatro anos, no tenia mucha experiencia, y sabia que si no estaba a la altura de las circunstancias, fracasaria estrepitosamente. Curt era un vendedor que vendia un paquete de crecimiento, un plan para todo un ano con materiales disenados para ayudar a crecer a una persona. Me acerco el folleto deslizandolo sobre la mesa. Costaba 799 dolares, lo cual era casi el sueldo de todo un mes para mi en ese entonces. Mi mente iba a mucha velocidad mientras me dirigia a casa. Creia que el exito le llegaria a cualquiera que se volcara del todo en su carrera. Curt me ayudo a darme cuenta de que la clave era el crecimiento personal. Pense que si uno se enfoca en las metas, quiza las logre, pero eso no garantiza el crecimiento. Si uno se centra en el crecimiento, crecera y siempre lograra metas. Mientras conducia, me vino a la mente una cita de As a Man Thinketh [Segun el hombre piensa], de James Allen. Lei ese libro por primera vez cuando estaba en septimo grado, y posteriormente lo habia leido mas de doce veces. Allen escribio: "Las personas estan ansiosas por mejorar sus circunstancias pero no estan dispuestas a desarrollarse a si mismas; por tanto, permanecen atadas". Yo no podia permitirme lo que me ofrecia Curt, pero en mi corazon sabia que me habia destapado la clave para la habilidad para vivir mi siguiente desafio de liderazgo e ir a niveles mas altos en mi carrera. Pude ver la brecha entre el lugar donde yo estaba y donde queria estar, !donde tenia que estar! Era una brecha de crecimiento, y tenia que averiguar como solventarla.

  • El Inicio de Dahiana J. Vasquez S

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    Era inmortal, pero a que precio. Su vida era solitaria. Estaba cansado y se sentia infeliz. Sabia que podia saciar su sed en el bosque, con animales, pero luchar a diario contra su naturaleza lo atormentaba. Por eso estaba ahi, frente esa cabana abandonada. La puerta se abrio sin tocar, sabia que lo esperaba. El hechicero lo recibio con una sonrisa y tomo en sus manos una botella de color azul.--?Estas seguro de que quieres hacerlo? --pregunto, mirandolo dudoso. La mirada que le devolvio lo dijo todo. Los dhampir eran criados para cazar vampiros, pero el habia fallado. Luego de ingerir la sustancia que sabia a jarabe para la tos, salio sin rumbo fijo hasta llegar a un edificio. Se sentia alterado y tenso, su cabello oscuro se erizo y su rostro poco a poco se transformo. Al escuchar los gritos los vecinos empezaron a salir de sus apartamentos. Cuando quisieron ocultarse, ya era muy tarde. El aparecido paso sobre ellos, sin dejar rastros hasta llegar a la ultima puerta del pasillo. Escucho el sonido de tres corazones acelerados. Eran jovenes estudiantes. El aparecido escucho sus sollozos detras de la puerta. Se encontraban agachadas, abrazadas unas a otras. No pudieron evitar que la puerta se estrellara contra el piso. Se acerco a paso lento, una de ellas intento salir corriendo, pero el la halo por sus trenzas rubias y la empujo. Las demas no pudieron mas que quedarse estaticas observando como la levanto para luego tirar el cuerpo sin vida. Fue entonces cuando la mas baja, de cabello castano y corto, tomo una lampara y se la lanzo con toda su fuerza. Las dos muchachas aprovecharon su distraccion para correr a la puerta, pero el tobillo de una quedo atrapado entre las manos del dhampir. La que quedo, salio del apartamento saltando por la puerta pero ya era muy tarde. El estaba detras. Se volteo, cerrando los punos y lo miro a los ojos. El la observo. Era una joven de mediana estatura, de cabellos negros que sobresalian de los hombros y piel clara. Pero sus ojos, su mirada lo hizo paralizarse. No fue hasta que escucho su voz que reacciono. --?Por que hace esto? --dijo sin gritar, sin alterarse. El no contesto--. Si me va a matar, !hagalo! --dijo resignada a lo peor--. ?Que espera? La tomo del cuello, dispuesto a hacerla sufrir. Sin embargo, se detuvo al notar que una lagrima salia de aquellos ojos tan profundos. ?Que le pasaba? ?Por que se conmovia ante una lagrima? --!Vamos! !Termina con esto! --dijo desafiante. Pero el no hizo mas que observarla con una expresion contrariada en su rostro. No dijo nada, le solto el cuello y dio un paso hacia atras. Ella cayo al suelo tocandose la garganta. Cuando pudo recobrar el aire, volvio a mirarlo, mientras el seguia paralizado, tratando de entender lo que estaba sucediendo. Ella lloro, pero aun asi no dejo de mirarlo. El se arrodillo y con su mano la tomo de la barbilla, ella reacciono moviendose hacia atras, chocando con la pared. Por un momento estuvo tentado a mostrar su forma humana, pero la mirada de terror que la joven le expresaba lo hizo desistir de esa idea. Le acaricio el rostro y la beso sin malicia en la comisura de los labios. Desde ese momento su vida seria diferente. Con ese beso se alejo de ella y, escuchando las sirenas de las patrullas policiacas, se retiro llevando en su memoria los ojos de aquella joven. Capitulo Dos La historia del Angel 452 dias habia pasado desde los sucesos de San Luis --como lo nombraron los periodicos--, Fey regreso a su rutina. Por un ano se trato con psiquiatras a causa del trauma. Cambio de escuela y de carrera, se mudo con su hermano y empezo a cultivar cierta aficion por las leyendas y los mitos. Muchos dirian que mas que un interes curioso, estaba obsesionada con lo sobrenatural. Al escuchar las sirenas, salio del edificio aturdido. Camino sin rumbo por varias horas, hasta que la luz del dia empezo a asomarse por el horizonte. Despues de tanto caminar, se recosto bajo un arbol, no sintio la presencia del hechicero hasta que estuvo frente a el. Lo ayudo a ponerse de pie y se dirigieron a su cabana. Una vez en su interior, le paso una toalla humeda para que se limpiara el cuerpo, mientras el hojeaba unos libros de las estanterias. --No lo entiendo. Debio haber funcionado --dijo. Estaba confundido. --Si. Bueno, algo hiciste mal porque no funciono. Al menos no del todo --comento. --?Puedes decirme lo que paso otra vez? ?Como fue eso de que ibas a morder a esta chica y entonces...? --Y entonces no pude --dijo, cortandole los ojos con mirada inquisidora. --!Lo tengo! --exclamo el hechicero, saco un libro del estante emocionado. Lo coloco encima de la mesa y lo abrio. El se acerco. Al fin se detuvo en una de las paginas la cual poseia una imagen de un dhampir con el titulo de <>. De inmediato supo que se trataba de su biografia. El hechicero empezo a leer en voz alta: <>. --?Quien escribe estas cosas? --le pregunto al hechicero cuando termino de leer. --?No hay otra pagina? Esto es algo que ya sabia --exclamo sorprendido. --Bien, hemos aprendido que no todo esta en los libros --dijo en tono ironico. --Tiene que haber algo aqui --senalo mientras ubicaba el libro frente a la luz. --Bueno, ahi no dice como el senor Kafka me encontro y me obligo a matar a esas personas -- dijo al tiempo en que volvia a sentarse en la silla. --Cierto... espera, !eso es! !Eres un dhampir! !Estas destinado a ser un cazador, no un asesino! --exclamo una vez mas el hechicero mientras cerraba el libro y sacaba otro del mismo lugar. --Pero no soy un cazador, y eso no explica mis deseos de…ya sabes…--dijo sin entender a donde queria llegar el anciano. --Tienes que entrenarte para serlo, y la pocion esta supuesta a actuar a favor de tu naturaleza, no en contra. Y tu naturaleza no es matar humanos, sino vampiros. --?Y que tiene que ver la joven con eso? --Tengo la ligera sensacion de que no es una humana normal --respondio con una ligera sonrisa en el rostro. --?Y como lo vamos a averiguar? --respondio adivinando sus intenciones. --Facil, acercate a ella y conocela. Quiero ver que otro efecto tiene en ti --respondio acercandose a el. --?Y como esperas que haga eso? --dijo pensando que su amigo estaba loco. --Se me ocurren una o dos ideas... Al siguiente dia, la muchacha, como era su costumbre, estaba sentada en una de las mesas de la biblioteca publica, con la cabeza hundida en libros. Solia acaparar toda una mesa para si sola y dejar encima varios tomos abiertos. Se encontraba tan concentrada que apenas se dio cuenta cuando su telefono celular empezo a vibrar. --?Donde estas? --oyo una voz aguda del otro lado del auricular. --En la biblioteca --contesto como si la pregunta estuviera de mas. --?Otra vez? !Fey! !Ya olvidalo! !Eso sucedio hace mucho tiempo! --452 dias --le corto. --!Mas de un ano! --respondio--. ?Por que no dejas eso y vienes a casa, comemos algo, vemos una pelicula... te distraes --dijo casi rogando. --No, gracias, prefiero terminar esto antes de que sea mas tarde --respondio cansada. --Cinco minutos para cerrar --anuncio la bibliotecaria apagando las luces de los pasillos. --Te hablo luego --dijo mientras recogia sus cosas. --Esperare por ti para cenar, mas te vale que llegues si no quieres que muera de hambre --la amenazo risuena. Capitulo Tres El ataque en el parqueo Roxan no entendia por que su mejor amiga seguia obsesionada con los recuerdos de esa noche. Se conocian de toda la vida, habian crecido juntas y Roxan fue testigo de los cambios de Fey. Fey crecio con su abuela y su hermano mayor, Ted. Ellos eran su unica familia tras la muerte de sus padres. Apenas tenia seis anos cuando fueron asaltados en medio de la carretera y los ladrones les dispararon sin querer. La noticia se publico en los diarios, por lo que la mirada condescendiente de todos a su alrededor era parte de su dia a dia. Su abuela le habia ensenado que todo ocurria por una razon. Incluso, aquellas cosas horribles sin explicacion. A la larga, sus padres estaban en un mejor lugar desde donde podian protegerla y velar por ella. Siempre le decia que era especial, que de sus manos siempre emanaba luz, aunque ella no lo entendia. Esta idea le permitio crecer tranquila y en paz, al lado de sus seres queridos, aunque no podia negar que sentia cierto rencor hacia cualquier delincuente o ladron. A pesar de ese sentir, todos decian que era alguien especial: agradable, servicial, atenta... Pero, tras el incidente se habia encerrado en si misma, casi no hablaba y evitaba que cualquiera le dirigiera la palabra. Envuelta en esos pensamientos, no se habia dado cuenta de la hora hasta que la empleada anuncio el cierre de la biblioteca. Tras cerrar el telefono, camino distraida a la parada de autobuses pensando en el ultimo texto que habia leido sobre los demonios terrestres. De pronto, escucho un grito que la paralizo. Apenas empezaba a respirar de nuevo, cuando volvio a escucharlo. Dejo caer sus libros y miro a su alrededor. Alguien estaba siendo atacado cerca del estacionamiento. Ella debia de hacer algo. Pero, ?que? Una vez mas se escucho el grito desesperado. Salio corriendo en direccion a los gritos que parecian ahogarse poco a poco, cuando llego al lugar de los hechos. Se quedo paralizada al ver como una muchacha no mayor que ella parecia haber sido atacada por algun animal. Y lo vio. Era una especie de perro de gran tamano, de un color negro azabache. De su labio inferior brotaba la sangre de la joven que acababa de atacar, de su hocico salia espuma como si estuviera sufriendo algun ataque de rabia. Fey estaba petrificada, no tenia como defenderse y mucho menos con que hacerlo, respiro hondo y se armo de valor para hablar. --?Es... estas bien? --Duele...duele... --dijo con la voz apagada. --Tran...tranquila. No te muevas --dijo mirando a aquel perro que empezaba a verla --. Dios, ?que hago? Si esta chica no va a un hospital se va a desangrar y si este perro ataca, seremos dos las muertas --penso mientras ideaba alguna manera de salir de ese aprieto. La muchacha volvio a gemir. Ella tenia que hacer algo. Para llamar la atencion uso los sonidos de su celular. Busco en su carpeta de musica y coloco una pieza que al escucharla, el animal se le acerco. De pronto, la bateria del celular empezo a fallarle y el aparato se apago, la bestia empezo a salir de su trance. Movio la cabeza de un lado a otro, tomo impulso y se abalanzo hacia ella,

  • Licor y Lujuria de Tina Isabel Leung

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    "Licor y lujuria" es una historia corta ambientada en la epoca de la ley seca. Narra el romance prohibido entre un banquero introvertido y un escurridizo ganster de alcohol.

  • Berta Isla de Javier Marias

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    Muy jovenes se conocieron Berta Isla y Tomas Nevinson en Madrid, y muy pronta fue su determinacion de pasar la vida juntos, sin sospechar que los aguardaba una convivencia intermitente y despues una desaparicion. Tomas, medio espanol y medio ingles, es un superdotado para las lenguas y los acentos, y eso hace que, durante sus estudios en Oxford, la Corona ponga sus ojos en el. Un dia cualquiera, <> que se podria haber ahorrado, condicionara el resto de su existencia, asi como la de su mujer.

  • El sueno de Carolina y otros relatos de Anthony Velarde

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    Para Carolina la vida en un pequeno pueblo es aburrida, ella esta planeando vivir lejos de casa y convertirse en un ejemplo para todos. Ser exitosa y lograr ganar mucho dinero en la capital es su mas anhelado sueno. Este relato empieza tras la desaparicion de Carolina, narra la preocupacion de sus padres por encontrarla, llegando a descubrir sus secretos: ella estaba reuniendo dinero para irse a la capital y habia estado ocultando los problemas recientes con su novio -quien es hijo del alcalde. Descubre como en un pueblo tan pequeno y alejado que parece olvidado por la justicia logran encontrarla.
    Junto a “el sueno de carolina” se narran otros relatos en los que prima el misterio como en “bifurcado” y “la isla mineas” y tambien de terror y suspenso como en “amigos inseparables”.

  • El tatuador de Auschwitz de Heather Morris

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    Basada en la gran historia real de Lale y Gita Sokolov, dos judios eslovacos que consiguieron, contra todo pronostico, sobrevivir al Holocausto.
    Para Lale, los dias transcurren entre el horror y su trabajo como tatuador de prisioneros. Entre estos prisioneros se encuentra Gita, una joven de la que queda enamorado. En ese momento, la vida de Lale cobrara un nuevo sentido y hara todon lo posible para que Gita y el resto de prisioneros sobrevivan.
    Despues de la guerra, deciden mudarse a Australia para poder comenzar de nuevo. Tras la muerte de Gita, Lale siente el peso de su pasado y la irremediable necesidad de contarlo.
    Esta es su historia.

  • Hijas del Norte de Sarah Hall

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    Me llamo Hermana. Ese es el nombre que me pusieron hace tres anos. Es como me llamaban las demas. Es como me llamo a mi misma. Antes de eso mi nombre no tenia importancia. No recuerdo que se usara. Ya no respondere a ese nombre ni me oire decirlo en voz alta. No dare muestras de reconocerlo. No existe. Me llamareis Hermana. Fui la ultima mujer que salio en busca de Carhullan. Fue un mes de octubre de lluvias torrenciales cuando me puse en camino. En la ciudad, las hojas habian empezado a caer de los arboles y el suelo estaba cubierto de su pulpa amarilla. Los ultimos frentes tormentosos atravesaban la region del norte descargando aguaceros. El verano se retiraba. Daba la sensacion de que la atmosfera habia estallado por fin, y las mananas y las noches empezaban a ser mas frescas. Era un alivio no despertarme empapada en sudor en nuestra habitacion del barrio de adosados, salir de una pesadilla con esa humedad lechosa en el pecho. Siempre he dormido mejor en invierno, como si la frecuencia del pulso disminuyera. El frescor parecia limpiar tambien la ciudad. El olor a bacterias de la refineria y las plantas de fuel se dispersaba por la noche cuando las nubes se disipaban y aflojaba el calor. Los ultimos anos, desde la Reorganizacion Civil, el bochorno habia durado mas de lo normal; los meses frios se concentraban en una franja mas estrecha del calendario, y viviamos envueltos continuamente en una nube toxica de colza y arenas bituminosas, hacinados como peces en un ahumadero. El cambio de la temperatura trajo consigo una sensacion de euforia, un estado de alerta que iba mas alla de los nervios o la creciente conciencia de los peligros que sabia que estaba afrontando. Era reparador. El frescor me recordaba los tiempos de mi infancia. Las estaciones estaban entonces mas definidas, mas separadas. La gente mayor de la fabrica en la que trabajaba decia que de todas las tradiciones inglesas que estaban amenazadas el tiempo era la mas triste. Como si hubieramos tenido la posibilidad de elegir en referendum aquel clima semitropical. Todavia recuerdo las cosquillas frescas del granizo en la cara en el mes de marzo, cuando esperaba el autobus para ir al colegio. Y el rugido del viento que en otono lo zarandeaba todo, las cosas grandes y las pequenas. El frio en las venas en enero; las manos y los pies entumecidos a pesar de la lana y el vellon. Cuando eres joven no tienes miedo de las posibilidades. No crees que el mundo pueda destruirse o que vaya a ocurrirte una desgracia a lo largo de la vida. Incluso la lluvia es diferente ahora: imprevisible, violenta, no como la constante llovizna gris de las postales antiguas, de los chistes y las cronicas televisivas. Es una lluvia que parece herida. Rara vez se ve nieve en los montes, aunque la gente de la ciudad sigue buscandola por pura costumbre. Me dirigia a una zona alta y remota, y tenia la esperanza de volver a ver esas ventiscas blancas, si es que podia quedarme alli algun tiempo. Sali al amanecer, con la idea de alejarme de Rith sin que nadie me viera. Prepare una mochila ligera para resistir el largo camino hasta las montanas. Llevaba pocas cosas: ropa, botas, unas cuantas latas de comida, galletas, una cantimplora con agua y un botiquin, para el caso de que pudiera quitarme el dispositivo, aunque no sabia si era posible. Y llevaba un fusil de la Segunda Guerra Mundial, entre las sudaderas y los impermeables. La punta roma del canon rozaba la solapa de la mochila. Con el me proponia negociar en Carhullan. La noche anterior escondi la mochila en un callejon, detras de nuestro edificio, para salir sin peso, sin chocar contra las paredes y aranarlas al bajar las escaleras. Lo deje en un hueco oscuro y seco, detras de la camara principal del deposito de lluvia. Lo puse alli mientras las familias de las otras casas estaban cenando y antes de que mi marido volviera del trabajo, tanteando primero en el vacio con un palo para asegurarme de que no habia nidos de ratas. De madrugada sali de la cama sin despertar a Andrew y me vesti sigilosamente en el cuarto de bano comun. Me habia guardado una bolsa de plastico en un bolsillo de los pantalones para meter las cosas que necesitaba. En un estante habia una pastilla de jabon nueva, de la familia con la que compartiamos la casa, y decidi llevarmela. La eche a la bolsa con la pasta de dientes, el desodorante y una cuchilla de afeitar con varias hojas de repuesto. Dude un momento antes de abrir el botiquin de los vecinos. Encontre aspirinas, un paquete de compresas y una bolsita de polvos para la cistitis, caducados. Lo cogi todo. Despues cruce el pasillo y baje las escaleras. En la puerta principal espere unos minutos para asegurarme de que Andrew no me habia oido salir y procure tranquilizarme. El corazon me bombeaba la sangre a chorros. Notaba la corriente de ida y vuelta en las puntas de los dedos. Me dije que todo saldria bien. Llevaba meses entrenandome, levantandome temprano, y habia ensayado la huida. Siempre lograba salir en silencio y sin peligro y recorrer la ciudad a oscuras, evitando las zonas por las que merodeaban los perros asilvestrados, antes de volver a casa. Pero esta vez no era un simulacro. Respire hondo, solte el aire y espere. Lo ultimo que queria era que Andrew me siguiera, que me dijera que estaba loca, que armara un escandalo y despertara a todo el mundo. Jamas me dejaria marcharme con una mochila, salir de las zonas oficiales, a pesar de que estabamos enfrentados, nos odiabamos y no nos dirigiamos la palabra. Yo estaba atada a aquella casa. Los dos lo sabiamos. No teniamos ninguna otra alternativa. Si me hubiera descubierto, me habria llevado a rastras escaleras arriba, o me habria inmovilizado en la calle, a pesar de mis forcejeos, hasta que apareciese un supervisor de la Autoridad, y entonces habria puesto alguna excusa para explicar mi comportamiento, como que estaba colocada o habia tenido una pesadilla. Me habria dicho que esperara un poco, que por muy mal que estuvieran las cosas en ese momento conseguiriamos salir adelante, y despues nos separariamos, cuando el ambiente estuviera menos tenso, cuando fuera menos peligroso. Me apoye en la fachada, atenta al ruido de sus pasos por ultima vez. Lo unico que se oia en el piso de arriba era el zumbido del contador electrico en modo de espera, como una avispa. Levante la mirada. El cielo tenia el color oscuro del asfalto, como el esquisto que trituraban en los tanques de la refineria donde trabajaba Andrew. La mancha blanca de la luna asomaba como una ulcera hinchada y opaca por detras del forro de las nubes. Aun no se habian encendido las luces en Rith y nadie saldria a la calle hasta que se reanudara el suministro electrico, a las seis de la manana, para que la gente pudiera calentar el agua, cocinar y ver el primer parte informativo de alguno de los frentes meteorologicos o el sorteo de la loteria. Para entonces esperaba estar muy lejos. Por fin me acerque al callejon a recoger mi mochila. Sabia que tenia que darme prisa y no pensar mas de lo necesario. Normalmente la ciudad estaba muerta a esa hora, pero siempre era posible encontrarse con una patrulla de la Autoridad. Me ponia mala solo de pensarlo. No tendria ninguna posibilidad de explicarme. Y no queria enfrentarme a lo que estaba haciendo, y flaquear, aunque estaba segura de que no me pasaria. Despues de las ultimas semanas no podia pasarme. Cruce la ciudad, alejandome de las viviendas compartidas, y pase por delante del antiguo centro comercial, con las ventanas cubiertas con tablones, y por delante del almacen de las turbinas, donde las carcasas de metal esperaban apiladas desde hacia anos el momento del reparto. Las calles estaban desiertas y tranquilas. Unicamente los ladrillos rojos, la pizarra y el asfalto reflejaban cierto resplandor, presentando una version de la ciudad que parecia antigua y fantasmagorica. Costaba imaginar que hubiera tanta gente detras de las fachadas, durmiendo dos o tres en la misma habitacion, o despierta, hablando en voz baja para no molestar a las otras familias. Algunos estarian llorando y alguien quiza los consolaria, o nadie les haria caso. A otros les traeria sin cuidado que pudieran oirlos a traves de las paredes, arrastrando el cuerpo dolorido cuando el efecto del chute de efedrina barata empezara a esfumarse. Cada vez que me habia atrevido a ensayar la fuga, el ambiente de las madrugadas me parecia disminuido, como si en lugar de concentrar a la gente hubieran practicado un sacrificio selectivo. Al final de cada hilera de adosados se veian las siluetas de los contadores, como quistes pequenos y ruidosos disenados para leer el flujo de la energia de las tejas fotovoltaicas. Ahora los empleaban para regular el consumo de la antigua red de suministro domestico. Habia habido muy pocas mejoras despues de la Reorganizacion. El plan de recuperacion de diez anos empezaba a convertirse en un mito imposible. Me costaba no volver la cabeza para ver si alguien me seguia o me veia pasar. Me obligue a no mirar. Me dije que la mejor manera de seguir andando era poner la vista en un solo punto: adelante. Se oyo un leve chasquido en el cielo, y un trueno retumbo al oeste. Sabia que pronto empezaria a llover, que tendria que parar a ponerme el impermeable. Pero no podia permitirme el lujo de detenerme mientras siguiera dentro del perimetro. Quiza mas tarde, cuando estuviera lejos de alli y hubiera entrado en calor con el ejercicio, podria desnudarme. Me secaria antes que la ropa. Llevaba anos sin salir de Rith. Ningun civil habia salido de la ciudad, salvo para que lo trasladaran a un centro de detencion. No se permitia el transito de una zona a otra. La gente quedo atrapada en el sector en el que se encontraba cuando se hizo el primer censo despues del colapso. Solamente la Autoridad y los agentes del gobierno tenian necesidad de viajar o medios de transporte, y en esos casos solian ir en tren. Yo habia nacido en Rith y conocia bien el entorno: las calles empinadas y el maremagnum de los tejados, el cerro de Beacon y el castillo enfrente, en la cima de dos penas gemelas. Continue por el antiguo paso elevado de la carretera. Abajo habia montones de basura y escombros, y se oian susurros animales. Mas alla de las fronteras de la ciudad, en las llanuras, las carreteras se habian deteriorado. Estaban mucho peor de lo que me esperaba, hundidas y agrietadas tras anos de desuso. Las riadas se habian llevado tramos enteros. Al plantar el pie tenia la sensacion de estar atravesando un pedregal. En algunas partes habia crateres llenos de agua de lluvia. Metia las botas sin verlos y me empapaba los pantalones hasta las rodillas. Comprendi que era verdad lo que la gente decia en la fabrica y en las reuniones del distrito. Que solo estaban reparando las principales arterias, las que utilizaba la Autoridad. Al principio fui corriendo siempre que podia, muy atenta para no resbalar o torcerme un tobillo, y luego afloje el paso para afrontar el largo dia que tenia por delante. En media hora habia llegado al promontorio donde se encontraba la caseta blanca del puesto de peaje. No tenia ventanas, y una parte del tejado se habia hundido. Recordaba que en una clase de historia local nos contaron que tuvieron que reconstruirla en dos ocasiones, despues de que los escoceses le prendieran fuego. Ahora volvia a estar casi en ruinas. Los duenos debian de haberse marchado a Rith hacia mucho tiempo, con los demas vecinos de la periferia. A los pies del monte, un poco mas adelante, el antiguo puente de Yanwath seguia intacto. Lo habia cruzado muchas veces en coche antes de que se prohibiera el trafico. El semaforo que regulaba la circulacion estaba muerto, con los focos negros de mugre y el poste inclinado en los cimientos de hormigon. En la hondonada de la carretera, antes del punto en que empezaba a subir hacia los contrafuertes del puente, se habia formado un charco de agua arremolinada. Habia residuos flotando, casi imposibles de identificar; tal vez trastos superfluos de las casas de la parte alta del rio. Vadee el charco, llegue hasta el centro del arco y me asome a mirar por el parapeto. El rio Eden corria a mis pies, encrespado y turbio, a una velocidad aterradora. Vi en la penumbra el brillo del agua en movimiento en las orillas, la estela de los remolinos y las crestas blancas. Las lluvias habian reventado la ribera, y el caudal anegaba las acequias y los huertos a ambos lados. Se oian crujidos en las ramas mas bajas ahora que los arboles de la orilla habian perdido sus hojas. Las casas de campo mas cercanas al puente estaban sumergidas en el agua hasta las ventanas. Notaba un olor fuerte, a cemento, a tela mojada y a cieno: el olor familiar de las viviendas inundadas. La corriente se deslizaba por las paredes de las casas, pudriendo alfombras y cortinas. Diez anos antes me habia despertado con el mismo olor, cuando al bajar las escaleras me encontre la casa inundada por las aguas residuales. Sabia que, al otro lado del puente, la carretera pasaba por un pueblo desierto y se adentraba mas adelante en los abandonados parajes del antiguo parque nacional: en la zona que la generacion de mi padre conocia como el Distrito de los Lagos. Era mediodia cuando vi aparecer el coche, y estaba lloviendo a cantaros. Al principio pense que era el ruido del agua que arrastraba el viento o corria por los acuiferos por debajo del asfalto. Despues oi el cambio de marcha. Me aparte de un salto a la cuneta y di media vuelta, casi esperando ver la forma azul oscura de un coche patrulla y dispuesta a esconderme detras de una cerca de piedra. Una furgoneta civil, de color blanco, se acercaba despacio por la carretera destrozada. Parecia que tenia la suspension en mal estado y eso amplificaba el ruido, como si la carroceria se levantara del chasis, y vi que se zarandeaba al pasar por encima de un monticulo o un bache. Llevaba las ventanillas cubiertas de residuos, de vainas y de hojas arrancadas de los arboles por el ultimo diluvio. Desprendia un olor a grasa quemada y negra. Paso a mi lado y freno despues. Me acerque a la puerta del conductor y la ventanilla chirrio al bajarse. --?Adonde vas, chica? --Era un hombre con la cara roja como un trozo de cristal sacado de un horno. Me miro de arriba abajo con sus ojos claros. Estaba hecha una pena. Tenia el pelo chorreando y el chubasquero viejo y blanco empapado y pegado a la piel. Doble los hombros hacia delante y me cubri el pecho con los brazos. Se echo a reir. Tenia los dientes picados en los bordes, deslucidos y cubiertos por una capa amarillenta, y en la linea de las encias se veia una reveladora sutura de plata--. Bueno, parece un buen sitio para ir de excursion. ?Eres de los ultimos de los Wainwright? O a lo mejor quieres ser la primera que vuelve a subir a las cumbres y plantar tu bandera. Eso significa que las cosas han mejorado en la ciudad. Vamos. Sera mejor que subas al coche. Dude. No queria hablar con nadie en el camino y sabia que si me hacia preguntas podia tener problemas, pero me dolian los hombros y los pies y no tarde en decidirme. Di la vuelta por detras de la furgoneta hasta la puerta del pasajero. Me quite el chubasquero empapado y lo escurri. El conductor se inclino para abrirme la puerta, como hacia mi padre cuando me llevaba al colegio. Puso un trapo sucio encima del asiento, para que no lo mojara al sentarme. Deje la mochila a los pies del asiento y subi al coche. --Bueno --dijo--. Que encuentro tan oportuno, ?verdad? Metio la marcha y arranco. Tuve una sensacion extrana. Hacia anos que no subia a un coche. Me obligaron a entregar las llaves y la documentacion, como a todo el mundo, y se me habia olvidado lo que era llevar el control de un vehiculo, estar encerrada en el y al mismo tiempo libre de ir adonde una quiera. Ver como pisaba el embrague o movia la palanca del limpiaparabrisas me parecio un sueno o un recuerdo perdido. Habia un olor muy fuerte en la cabina, acido, como a ropa vieja o a vinagre mezclado con orina, o quiza fuera el olor corporal del conductor, que no se lavaba. Pero no me queje ni hice ademan de bajar la ventanilla. Me alegraba de librarme de la lluvia. Empezaban a dolerme las plantas de los pies, y eso que me habia puesto dos pares de calcetines gruesos. Empezaba a notar como si me clavaran alfileres y agujas en las puntas de los dedos y me puse a encogerlos y a estirarlos. No esperaba volver a viajar en coche. Llevaba meses entrenandome para la caminata en mi tiempo libre, al principio sin rumbo, solamente por pasar el rato, luego con un objetivo, rodeando la periferia de Rith, subiendo hasta la cima del Beacon y bajando otra vez. Andar no era un delito, aunque a Andrew le parecia absurdo que me arriesgara a ser atacada por los perros que buscaban comida en la ciudad y removian la basura en los vertederos. Decia que estaban sucios y desquiciados, y que andar por alli era como pedir a gritos que me mordieran. Atacaban a la gente de vez en cuando, aunque nunca con consecuencias fatales. En esas excursiones no podia llevar la mochila, para no levantar sospechas, y me sorprendio que pesara tanto. Me habia asegurado de comer bien la ultima semana: dos raciones de arroz en vez de una y sardinas para desayunar; incluso pense que estaba acabando con las provisiones y que Andrew lo pasaria mal el resto del mes. Estaba todo lo en forma y bien alimentada que podia. Pero rodear la ciudadela de madrugada y comer una lata de sardinas de mas era muy distinto de atravesar el parque nacional abandonado, con mis bartulos a cuestas. Habia recorrido unos veinte kilometros y estaba reventada. Tenia la espalda agarrotada por el peso de la mochila. Llevaba horas soportando chaparrones intermitentes y me rozaba el dobladillo de la ropa mojada. Cada paso me alejaba de la ciudad y me acercaba a mis propios limites. Que pudiera aparecer un vehiculo era improbable, casi milagroso, y di las gracias.

  • Nunca te dejare de Judy Christenberry

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    Jed sabia mucho de caballos y un poco de mujeres, pero quizas por haber sido un hijo ilegitimo que habia tenido que pasar mucho tiempo solo, lo que jamas conseguiria entender seria el concepto de familia.

  • Dia de San Valentin de. 3 de Lisa Aidan

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    Ya los conoces, son ellos, los protagonistas de Loco por Becca, de Corazon de Repuesto y de Y ahora, ?que? la novela corta que esta incluida en el libro: Glups! Es Navidad
    Adentrate en las vidas de Becca, Allie, Alex y demas personajes. Conoce que sucedio despues de su historia, viviendo con ellos su primer dia de los enamorados en Dia de San Valentin de. 3
    ?Fueron felices despues de la novela?

  • Sonrisas y lagrimas (Suaves petalos de amor 1) de Encarna Magin

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  • Duelo de voluntades de Olga Salar

    https://gigalibros.com/duelo-de-voluntades.html

    Cuando el sentido del honor de un caballero se interpone al amor, cada batalla librada es decisiva.

  • Promesas y secretos de Julia James

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    Eloise Dean se habia dejado conquistar por el carismatico magnate italiano Vito Viscari desde el primer dia. Y, desde ese dia, en su cama, habia disfrutado de un placer inimaginable. Ella creia haber encontrado al hombre de su vida, pero no sabia que Vito nunca podria ser suyo.

  • El asesinato del hombre perfecto de Elizabeth Gill

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    Una obra de teatro excepcional, su singular autor y el productor, melodramatico y desmesurado. Una joven encantadora y su prometido: el intelectual lord Charles Kulligrew. Un millonario siniestro, un profesor despistado, su intransigente hermana y… el Tigre.

  • Obsesionado con tus curvas de Natalia Diaz Colon

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    Una joven latina que busca progresar en la vida; es por eso que se muda a la Florida, en busca de conseguir un buen empleo, pero la vida ha sido injusta con ella. Por su sobrepeso ha tenido que lidiar con el rechazo de la sociedad y entre ellos, con el de su madre. Todos la juzgan por su apariencia y no toman el tiempo de conocerla. Un dia recibe una llamada para una entrevista en la empresa Collman Enterprise, presentia que seria otro fracaso mas, pero no fue asi. La vida de Jasmin esta a punto de cambiar y no sera precisamente por el trabajo.

  • Cuando acabe el invierno, Angela Drei de Angela Drei

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  • Papel de Armenia de Antonio Sanz Oliva

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    Una historia de aventuras e intriga donde una decision puede cambiarlo todo.

  • Mil noches sin ti 1 de Federico Moccia

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    Tras un parentesis en Rusia, para Sofia ha llegado el momento de poner orden a su vida sentimental. Ya no puede seguir huyendo de su pasado, de la soledad de su matrimonio, ni de la historia pasional y rota con Tancredi, y decide regresar a Roma. En un viaje a Sicilia para visitar a sus padres, descubrira un secreto familiar que le afectara profundamente. Mientras tanto, Tancredi sigue todos sus pasos; es un hombre enamorado que nunca se ha rendido a la primera. Pero Sofia no confia en el. ?Acabaran reencontrandose?

  • Algun dia nos lo contaremos todo de Daniela Krien

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    Es verano, un verano caluroso, esplendido. La finca consta de tres edificaciones. En el centro, una casa alargada e independiente, de dos plantas y un gran desvan. A la izquierda, el granero anejo; se entra por un porton de madera en el frente y se sale por otro en la parte posterior. Detras, a unos metros de distancia, una construccion ancha y plana, de madera: el aserradero. Campos y prados se extienden hasta el rio. Un trecho rio arriba, poco antes de llegar a una vieja presa, hay un cobertizo medio en ruinas. En la otra orilla se yergue una pronunciada colina poblada de arboles. La construccion de la derecha da cobijo a las vacas y las gallinas. Detras, en una casita de madera elevada del terreno y con suelo cubierto de viruta y paja, se alojan los gansos. En un anejo que amplia en diez metros los mas de treinta que mide el establo estan los vehiculos. Tambien aqui, igual que en el granero y el establo, se accede por un porton y se sale por otro igual en la pared posterior. Mirando a la izquierda, desde alli se divisa el redil, junto al huerto; al frente se ven campos cercados y el terraplen de la via ferrea y, tras los railes, a cierta distancia pero claramente reconocible, la finca de Henner. La granja de los Brendel y la de Henner son las mayores del lugar. Dicen que en esta ultima todo sigue como antes de la guerra: los muebles, las estufas, los suelos, los ventanucos que no cierran bien. En invierno probablemente hace frio. En este aspecto los Brendel son mas modernos, cuentan incluso con calefaccion central. Al entrar en la casa se accede a un pequeno recibidor. A izquierda y derecha se abren puertas que dan a la cocina y las habitaciones; todo recto, una escalera conduce arriba; tras la escalera estan la puerta por la que se sale al huerto y la entrada al sotano. Los cuartos de abajo los ocupan Siegfried, Marianne y Lukas; los de arriba, Frieda y Alfred; la buhardilla es nuestra, de Johannes y mia. En la cocina, que es la estancia mas grande, se conserva la vieja cocina economica, que aun puede usarse, pero la abuela Frieda se acostumbro hace tiempo a la electrica. Los asientos tienen mas anos que ella, al igual que la gran mesa de comedor y la solida alacena. Solo los armarios colgados de la pared y una encimera datan de los tiempos de la RDA. Todo esta limpio y ordenado, aunque siempre a oscuras. Ahora, en verano, las ventanas suelen permanecer abiertas. Son ventanas antiguas, con manija giratoria; de los marcos se desprende pintura blanca cuarteada. El techo, bajo, resulta opresivo y protector a la vez. Siegfried, el padre, esta sentado a la mesa. Dada la imponente sombra que desde fuera proyecta el castano, por las ventanas solo entran pequenos jirones de luz vespertina. Nadie habla; los rostros de la familia estan tan poco iluminados que apenas los distingo. Poco a poco van sentandose los otros. Marianne, la madre; Frieda, la abuela; el viejo Alfred, al que antes habrian llamado mozo; Johannes y Lukas, los hermanos. Siegfried corta una gruesa rebanada de consistente pan y la unta con mantequilla. Encima pone unos trozos de pimiento rojo que su mujer ha partido. Come despacio, sin decir palabra. --Me alegro de que ahora podamos comprar pimientos, son muy sanos, ?lo sabiais? -- comenta luego, sonriendo. Y mira hacia arriba sin levantar la cabeza. Los hijos no responden. --Pronto habra muchas mas cosas --afirma su mujer asintiendo. Siegfried coge el plato del pimiento y se lo ofrece a Frieda: --Toma, madre --dice, animandola. Yo miro alrededor, intento entender las normas que rigen en esta casa; no llevo mucho tiempo aqui. Un domingo por la manana, en mayo, Johannes me dijo: <> Y me quede, ya no me fui. Ahora estamos en junio. Comemos en silencio. Escucho los ruidos de los demas al masticar. Al que mas se oye es a Alfred, que farfulla sin mirar a Siegfried: – Liese parira esta noche. Tiene toda la pinta. Siegfried asiente y mira por la ventana hacia el establo. Johannes se levanta pesadamente con la mirada baja. --Me voy. He quedado con unos amigos en la ciudad. --?En moto? --pregunta Marianne, que tambien se pone de pie. --Sentaos. La voz del padre tiene ahora ese deje bajo, amenazador, que me gusta e infunde cierto miedo. A los demas no los asusta. --?No me llevas contigo, Johannes? --le pregunto, clavando la mirada en su cabeza gacha. Sin embargo, el no me mira. Ni responde. Continua de pie y luego sale de la habitacion. En silencio. Una carretera pasa por delante de las dos granjas y dos estrechos caminos conducen hasta las casas. Al otro lado de la carretera, a unos trescientos metros de las fincas, se encuentra el pueblo. La carretera del pueblo esta flanqueada de tilos, que ahora, en junio, exhalan una intensa fragancia. Cerca del puente que cruza el rio se halla el bar, el Linden. Detras se alinean las casas y granjas de menor tamano, correos, el economato y la iglesia dispuestos en circulo alrededor del pequeno lago. Angostas callejuelas serpentean entre las casas y llevan hasta otras casas y granjas. Uno de esos caminos que arrancan del centro del pueblo en forma de haz conduce directamente hasta dos construcciones de cemento alargadas que parecen estar en el campo por error: las oficinas de la cooperativa de produccion agricola local. Y detras, orgullosa, la gran porqueriza comunitaria. Es un pueblo especial. Ni la guerra ni la RDA pudieron con el, como le gusta decir a Frieda. Aparte de algunas casas y la cooperativa no hay muchas cosas nuevas. Algo asi ya no se encuentra a menudo, y los fines de semana viene gente de la ciudad a dar una vuelta. Las gallinas corretean por fuera. Marianne se ha olvidado de encerrarlas en el establo. Frieda se asoma a una de las ventanas de arriba y grita: --!Marianne, vendra el zorro por las gallinas! Despues de veinte anos sigues sin enterarte. Cuando oscurece, hay que meterlas en el establo. El viejo castano proyecta sombras sobre la casa entera pero, segun ha anunciado Siegfried, pronto lo talaran. Quiere plantar uno nuevo; este ha crecido demasiado. Marianne se acerca al final del granero y sigue con la mirada a su hijo, que se marcha estrepitosamente en su MZ negra. Le he cogido una panoleta del armario y me la he echado por los hombros. La observo desde la puerta de casa. --Te queda bien --dice ella cuando vuelve, y anade--: No le pasara nada. Yo no me preocupo. Es ella quien no pegara ojo hasta que su hijo haya regresado. Ultimamente ha habido varios accidentes mortales en la carretera. En uno de ellos murio un amigo de Johannes. Yo estoy tranquila, fumando y echando el humo al aire fresco del campo; despues la ayudo a encerrar las gallinas. Casi es medianoche cuando oigo el petardeo de la moto y luego el motor que se apaga. Las habitaciones de la buhardilla acumulan el calor diurno; me he quitado el vestido de verano y llevo un camison blanco que encontre en uno de los numerosos arcones que hay aqui arriba. Seguro que antes lo usaba Frieda. Si miro por la ventana trasera, ante mis ojos se extienden el paisaje ondulado y el susurrante rio; veo los bosques y el ganado en los pastos. Por la parte delantera diviso la granja y la fronda del castano, que se llena de pajaros; y por el tragaluz, los campos, el redil y la via ferrea hasta la finca de Henner. Hasta que vine aqui no sabia lo bonito que es este paraje. Por el momento, no puedo imaginar un lugar mejor. Sin embargo, ahora es de noche, asi que solo veo a Johannes, que mete la moto en el cobertizo, sale, enciende un cigarrillo y mira hacia arriba. No puede verme. He apagado la luz para no tener que aguantar las aranas que se descuelgan del techo por hilos transparentes. Me dan asco, pero se que a el le parece ridiculo ese miedo infantil mio. Ha estado en la ciudad, con los artistas. Cuando entra en la habitacion, finjo dormir. Se desviste y tira la ropa al suelo de cualquier manera, se cepilla los dientes lo justo, como siempre. Es tarde y manana tendriamos que salir temprano. Volvere a mentir, dire que no tengo clase hasta tercera hora, y asi me quedare en la cama hasta que el vuelva. Johannes esta en ultimo curso; vamos al mismo instituto, el a duodecimo y yo a decimo. Cuando aun vivia con mi madre y mis abuelos, tenia que bajar a diario del monte a la pequena ciudad --tres cuartos de hora de caminata-- y despues coger el autobus para llegar a la capital del distrito. En total tardaba alrededor de una hora y cuarto. La vuelta no era tan rapida, pues era monte arriba.

  • Offline (Hanne Wilhelmsen 9) de Anne Holt

    https://gigalibros.com/offline-hanne-wilhelmsen-9.html

    Tras ocho anos de silencio, Anne Holt vuelve a su serie mas famosa, protagonizada por la tenaz detective Hanne Wilhelmsen.

  • Silencios inconfesables (Bergman 4) de Michael Hjorth

    https://gigalibros.com/silencios-inconfesables-bergman-4.html

    Una familia es hallada asesinada en su propia casa. La Brigada Criminal de Torkel Holgrund se hace cargo del caso, una investigacion que se complica aun mas al descubrir el cadaver del que era el principal sospechoso del crimen.

  • El jardin de las delicias de E.m. Cubas

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    El Jardin de las Delicias es un club para el pecado, para realizar las fantasias prohibidas y desinhibirse de los tabues y la Dama lo regenta con mano firme…, hasta que un joven abogado atraviesa sus puertas pidiendole que sea su maestra.