• javier gurb wikipedia - Javier Gurb

    https://gigalibros.com/un-puto-runner.html

    Ketamina, hachis, extasis, LSD… Los ositos de gominola del doctor Van der Zwaanswijk -un pseudocurandero senil con aires de cientifico- contienen mas droga que azucar por cada cien gramos de producto.
    Empujado por el odio y la incontrolable sed de venganza que alberga en su interior, Frank comete una serie de errores que marcaran inexorablemente su destino: el primero es dejarse engatusar por aquel estrafalario doctor con pinta de chaman trastornado; el segundo, tragarse hasta diez ositos magicos del tiron, y el tercero, cruzarse en el camino de los hermanos Contreras, una saga de sicarios profesionales -y lo que es peor, vocacionales- que no descansaran hasta darle caza, en una dramatica, surrealista y sangrienta carrera hacia el abismo.

  • Sin noticias de Gurb - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Sin_noticias_de_Gurb

    Argumento[editar]. El autor en 2008. El libro relata la búsqueda de un extraterrestre (Gurb) que ha ...

  • Eduard Mendoza i Garriga - Viquipèdia, l'enciclopèdia lliure

    https://ca.wikipedia.org/wiki/Eduard_Mendoza_i_Garriga

    1998: Premi al Millor Llibre Estranger (França) per Una comedia ligera; 2002: Premi al Mejor Libro del Año, atorgat pel Gremio de Libreros de Madrid, ...

  • Sin noticias de Gurb - Viquipèdia, l'enciclopèdia lliure

    https://ca.wikipedia.org/wiki/Sin_noticias_de_Gurb

    Segons la nota de l'autor que precedeix la reedició de la novel·la el 1999, "Sin noticias de Gurb es quizás el libro mío que más se ha vendido".

  • Anexo:Obras de ciencia ficción con extraterrestre - Wikipedia

    https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Obras_de_ciencia_ficci%C3%B3n_con_extraterrestre

    1 Libros; 2 Películas; 3 Series de televisión; 4 Videojuegos ... Sin noticias de Gurb (Eduardo Mendoza, 1991); Informe sobre la Tierra: fundamentalmente ...

  • Un puto runner by Javier Gurb - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/42843497-un-puto-runner

    'Una historia diferente y superdivertida para runners y no-runners. Muy recomendable' - Anabel Vela (Libros Adorables) 'Una divertidísima novela para reír ...

  • Un puto runner Tapa blanda – 4 noviembre 2018 - Libros

    https://www.amazon.es/puto-runner-Javier-Gurb/dp/1730879756

    de Javier Gurb (Autor) ... Muy recomendable' - Anabel Vela (Libros Adorables) ... Si quieres pasar un buen rato y unas buenas carcajadas, es tu libro.

  • Ojo Netflix, HBO, Movistar: Qué libro español tiene una gran ...

    https://www.xataka.com/especiales/ojo-netflix-hbo-movistar-que-libro-espanol-tiene-gran-serie-potencia-que-todavia-no-se-ha-hecho

    3 ene 2019 — Manuel Jabois recomienda 'Sin noticias de Gurb', de Eduardo Mendoza ... El editor senior de Xataka y podcaster, Javier Jiménez Dronte echa ...

  • Eduardo Mendoza - Wikipedia, la enciclopedia libre - Classici ...

    https://www.classicistranieri.com/es/articles/e/d/u/Eduardo_Mendoza_9e72.html

    1998: Una comedia ligera fue la ganadora del Premio al Mejor Libro Extranjero (Francia). 2007: Mauricio o las elecciones primarias fue ganadora del Premio ...

  • Genero literario de sin noticias de gurb - Mejor Ensayo

    https://mejorensayo.es/genero-literario/genero-literario-de-sin-noticias-de-gurb/

    No contéis con que escriba un tocho sobre un libro de Javier Marías, ... he cogido dos libros locos, Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza y Viaje de ida ...

  • Los recuerdos del olvido de Silvia Ibanez Cambra

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    La anodina vida de un escritor atrapado entre el cuidado de su hermana pequena y una relacion que no tiene futuro dara un giro total cuando, en el intento de ayudar a uno de sus alumnos de la escuela de escritores en la que imparte clases, comience una investigacion sobre un antiguo crimen y ponga en peligro la vida de los que le rodean y la suya propia.

  • A merced de un dios salvaje de Andres Pascual

    https://gigalibros.com/a-merced-de-un-dios-salvaje.html

    <>.

  • El agente oscuro de Anonimo

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    La tecnologia, el pinchazo de los telefonos, el hackeo de los ordenadores no lo es todo. El espionaje sigue necesitando el trabajo silencioso de los agentes de campo para recabar informacion que no transita por internet. El autor de este libro, que ha pedido permanecer en el anonimato, ha sido durante largos anos y hasta hace poco tiempo uno de esos imprescindibles hombres de terreno. Fue reclutado y formado por el Centro Superior de Informacion de la Defensa (CESID), antecesor del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el gran servicio secreto espanol, para infiltrarse primero, en los anos ochenta, en circulos de extrema izquierda y mas tarde en comunidades islamicas.

  • En la cama Equivocada de Kelly Dreams

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    Iona solia pensar que en los Estados Unidos estaria lo bastante lejos de las insensateces de su adorable y chalada madre pero se equivoco. El tener que dejar su trabajo para viajar inmediatamente a Escocia y asi evitar un absurdo compromiso matrimonial era la prueba.
    Poco podia imaginarse entonces que ese rocambolesco asunto la conduciria al unico pub del pueblo y a una intima conversacion con una botella de whisky. Y a ella la bebida le sentaba tan bien.
    Connor solo tenia en mente beber hasta perder el sentido cuando traspaso las puertas del pub, pero en lugar de eso, termino compartiendo una botella de whisky y una alocada y sensual noche con la mujer mas rara y exasperante que se encontro jamas. Acostarse con una chica y no recordad ni su nombre a la manana siguiente era algo a lo que estaba acostumbrado, hacerlo y descubrir que ella se habia convertido en su esposa. era una pesadilla totalmente distinta.
    Whisky, sexo y diversion, los ingredientes perfectos para despertarse en la cama equivocada.

  • Juegos de Seduccion de Ana Rodriguez

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    Ano 2003. Laura y Luis se conocen en una sala de chat. Ella siente que encontro al amor de su vida. ?Sera asi?
    ?Se esta enamorando de una persona o de un personaje? ?Que intenciones motivan el encuentro? Romance e intriga. ?Que vemos cuando nos enamoramos?
    Una historia de amor. ?O desamor?

  • Una figura en las sombras (Los casos de Lewis Barnavelt 2) de John Bellairs

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    La segunda parte del clasico del suspense juvenil La casa del reloj en la pared, !la pelicula familiar del ano!

  • Los Duenos Del Viento de Patxi Irurzun

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  • El libro de la felicidad de Nina Berberova

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    Paris, 1923. Sam, un joven violinista miembro de la alta burguesia judia de San Petersburgo, se suicida de un disparo en la cabeza. Esta noticia produce en Vera, su amiga de la infancia, una fuerte conmocion que agita los cimientos de su adormecida memoria. A partir de este suceso, tragico y doloroso, y alternando imagenes del pasado que confluyen en las circunstancias del presente, Nina Berberova narra la vida, las adversidades y los sobresaltos de la joven Vera, desde su infancia hasta el dia en que, finalmente, logra encontrar la felicidad que estaba dispuesta a conseguir a cualquier precio.

  • Imperfect love de

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  • Algo mas que un verano de Noni Garcia

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    Antonio miraba el mar de la playa de Matalascanas con pesar mientras los rayos del sol banaban su cuerpo. Desde que dos anos atras, en aquel mismo lugar, una noche de luna llena, aquel malnacido hubiera apunalado a David provocandole una muerte instantanea, no habia sido capaz de volver. Siempre habia sido la preferida de ellos, donde se conocieron hacia algo mas de un lustro, donde dio comienzo una historia de amor tan maravillosa que dudaba mucho que nunca volviera a repetirse. No se habia cerrado al amor, habia tenido algun que otro encuentro en esos dos anos, pero todos eran comparados con David y no le duraban mas de unas semanas. Ivan, el joven socorrista de Proteccion Civil, que apenas llevaba trabajando un par de semanas alli, ayudaba a un anciano a salir del agua cuando un chico de unos treinta anos, con un cuerpo digno de un dios del Olimpo, llamo su atencion. El hombre giro la cara y sus miradas se encontraron. Ivan sintio que el mundo se paraba, que nada existia entorno a ellos, y supo que cupido habia lanzado una flecha directa a su corazon. O asi lo definirian las novelas romanticas que le gustaba leer, el pensaba que se trataba de un deslumbramiento. Volvio a su puesto y paso horas observandolo en silencio, hasta que su turno termino y decidio que era un buen momento para darse un bano. El calor asfixiante de aquel infernal mes de julio invitaba a hacerlo, y el pensaba aceptar la invitacion. Antonio salia del agua cuando vio que entraba el joven socorrista que vio ayudando al anciano. Miro su cuerpo de arriba abajo. Era alto, de constitucion ancha, no estaba gordo, pero era grande, no era un hombre musculado, aunque si se le veia bastante fuerte. Le gusto lo que estaba viendo y decidio volver a entrar en el agua. No habia ningun signo evidente de que fuera gay, mas su radar le decia que si lo era. Nado durante unos minutos antes de acercarse a el, tenia que buscar algun pretexto con el que entablar conversacion, y lo encontro al posar su mirada en el chiringuito de la playa. Lo conocia de sobra, su tio era el dueno, pero el joven no lo sabia y eso jugaria a su favor. --Perdona, ?tienes un momento? --le pregunto cuando llego a su altura. --Si, dime... --Ivan no podia creer que el hombre que le habia robado el aliento se estuviera dirigiendo a el. --He visto antes que trabajas aqui y queria preguntarte: ?sabes que tal se come en el chiringuito? --Muy bien. Yo suelo comer ahi cuando no tengo ganas de cocinar. --Genial. Entonces me acercare cuando salga. --Haces bien. Seguro que te encantara. No eres de aqui, ?verdad? --Si, soy de aqui, pero hace mucho tiempo que pisaba esta playa. --Ya sabia yo que no te habia visto antes. Mi nombre es Ivan. --Encantado, Ivan. Yo soy Antonio. Unieron sus manos y sintieron la conexion que habia entre ellos. Ivan penso que esa era una despedida, Antonio quiso que no se fuera. --?Y hoy tienes ganas de cocinar? --Casi nunca tengo ganas de hacerlo. --Los dos rieron, aun con las manos unidas. --?Puedo invitarte a comer? --Solo si puedo invitarte esta noche a tomar una copa --contesto Ivan, guinandole un ojo y sacando su sonrisa mas picara. --Acepto. Salieron del agua, se secaron un poco, cogieron sus cosas de la arena y fueron al chiringuito. Compartieron una comida entre risas y anecdotas, y Antonio agradecio que su tio no estuviera por alli, era el unico que podia descubrirle la mentira que habia contado a Ivan. Se despidieron tras el cafe, intercambiaron numeros de telefono y quedaron en verse a las diez, para cenar y salir a tomar unas copas. Antonio lo vio marchar. Si bien le sacaba unos buenos ocho anos, no era algo que le importara mucho. Sabia que podian pasar un buen rato de cama y le habia gustado su frescura y alegria. 2 La noche llego, la cena paso, las copas los acompanaban en el local de moda y ninguno de los dos queria seguir con aquel tonteo que tanto los estaba calentando. Antonio dio el paso. Con una mano tomo la cintura de Ivan, con la otra su cuello, se acerco a el y lo beso con cautela, como pidiendo permiso, hasta que el respondio invadiendo su boca con una lengua ardiente que lo volvio loco. --?Nos vamos? --pregunto Antonio, separandose de Ivan. --Si. --?A tu casa o a la mia? --A la tuya, comparto piso con dos chicas. Salieron del local de la mano, caminaron entre besos y caricias hasta llegar al coche, donde se dedicaron nuevas caricias. Antonio se aparto de el, debia mantener la calma o darian un buen espectaculo en mitad de aquella concurrida calle. Cuando llegaron a su casa, fueron directos a la habitacion, no habia tiempo de ensenarle cada estancia, la excitacion estaba consumiendolos, la lujuria exudaba de cada de sus cuerpos. Con un ansia desmedida, se deshicieron de la ropa, tirandola en cualquier lugar, eso era lo que menos importaba en ese momento. Lo unico que querian era perderse el uno en el cuerpo del otro, disfrutar de un orgasmo que los dejara exhaustos... O dos... O tres... Ambos se deleitaron mirando, degustando con los ojos, a la persona que tenia delante. Unieron sus labios, sus cuerpos, rozaron sus erectas pollas y suspiraron al sentir el contacto. --Soy activo --dijo Antonio entre besos. --Estamos de suerte. Soy pasivo --respondio Ivan a su pregunta velada. Antonio lo tumbo en la cama, se subio sobre ella, devoro su boca, su lengua paseo por su pecho desnudo, y rozo el bello que cubria su torso con la nariz. Le encantaba el cosquilleo que provocaba, le gustaban los hombres con pelo, ese que escaseaba en el. Beso su falo y lo lamio hasta casi llegar al glande. --?Estas sano? --pregunto casi susurrando debido a la excitacion. --Si, ?por que? Antonio no respondio, simplemente engullo su verga hasta que toco su garganta, provocandole una arcada y haciendo que un gemido ronco brotara de la garganta de Ivan. La succiono una y otra vez, hizo que entrara y saliera de su boca a un ritmo demencial, para despues abandonarla y buscar en la mesita de noche un condon y un bote de lubricante. Ivan se dejo hacer, se dejo llevar. Volvio a sentir los labios de Antonio rodeando su miembro, la humedad de su lengua degustando su placer, esa pequena gota de fluido preseminal que acababa de disparar. Noto el dedo banado de lubricante acariciando la rosada entrada de su ano, pujando por entrar en el, y se relajo para que el acceso fuera mas facil. Instantes despues un segundo lo acompano. Jugo dentro de el, entrando y saliendo, rotando, abriendo y cerrando, dando de si el lugar para que la penetracion pudiera llevarlo a tocar las estrellas. Ivan tiro del pelo de Antonio, haciendo que abandonara su polla. Su mirada, llena de lujuria, lo enloquecio y lo deseo aun mas dentro de el. --No me tortures mas. !Follame ya! Antonio se incorporo, rozo su ereccion la de el, mordio su labio inferior, se separo de el, rasgo el envoltorio del preservativo y se lo coloco ante su atenta mirada. Coloco un cojin debajo de sus caderas, abrio bien sus piernas y lo penetro poco a poco hasta estar completamente dentro de el. Espero unos segundos, era consciente del grosor de su verga, y sabia que tenia que habituarse a ella. Le dedico unos suaves besos en los labios para que se relajara aun mas, sus lenguas se enredaron en un cadencioso baile que casi les hizo olvidar lo que estaban haciendo. Ivan aparto su rostro, acunandolo con sus manos, y asintio con la cabeza dandole a entender que estaba listo. Fue lo unico que necesito Antonio para empezar a embestirlo con suavidad, hasta que la lujuria lo cego, haciendo que un ritmo infernal los hiciera disfrutar de un baile de placer a los dos. Ivan recibia con gusto los golpes certeros en su prostata con cada envite. Retorcio las sabanas con los punos cuando el placer empezo a dominarlo, y se corrio haciendo que su placer chorreara por el vientre de los dos. Poco despues, Antonio se quedo inmovil y pudo sentir los espasmos que su orgasmo estaban provocando en su falo. Salio de el, se tumbo a su lado y con el dorso de su mano limpio el sudor que perlaba su frente. Miro a Ivan, tenia los ojos cerrados y aun tenia la respiracion agitada. Era guapo, mas de lo que se habia fijado en un primer momento y su poblada barba le daba un toque de hombre tosco, justo como siempre le habian gustado los hombres. Rudos y fuertes, pero rendidos en la cama. --?Lo has pasado bien? --quiso saber Antonio. --La duda ofende --contesto Ivan tomando con un dedo unas gotas de semen. --?Puedo confesarte algo? --Si. --El dueno del chiringuito es mi tio. Lo de esta manana fue una excusa para acercarme a ti. --Lo se --confeso Ivan, dejandolo perplejo. --?Lo sabias? --pregunto sorprendido. --Esta manana no, pero, cuando nos despedimos tras la comida, mi hermana nos vio y me lo dijo.

  • Invierno en Las Vegas de Andrea Izquierdo

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    <>. Y por eso no es sorprendente que MEREDITH vaya a ir, aunque si que lo es su propuesta. AVA no puede dejar de pensar que ahi hay algo extrano, por mas que CONNOR intente tranquilizarla y que LILY no desconfie porque lo unico que quiere es no pensar en TOM ni FINN ni XIMENA ni JASMINE, puesto que lo que ha pasado es horrible, atroz, y ?por que OLIVER no puede limitarse a desaparecer de su vida, como parecen haberlo hecho MARTHA y REX? NATE, sin embargo, diria que las personas desaparecen demasiado rapido en comparacion con la huella que dejan.

  • Real Money de Lynda Rees

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    El agente de bienes raices, el novio de Chloe Roberts, el alguacil adjunto Leo Sanders, sospecha que su madre, Ava, mato al rico amante de Ava. El mafioso reformado, su abuelo Tony, se ha recuperado recientemente de la muerte y es otro sospechoso. La vida amorosa de Chloe esta al borde de la distincion, y no puede esconder la nariz de la investigacion. Mientras tanto, el asesino tiene hambre de sangre nueva.

  • Recuerda… El mal nunca te olvida de Jess Dharma

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  • Caminos separados (Bombers & Devils 1) de Mimi G. Moliner

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    Mc/Dark Romance. #Hillstrandt1#.

  • Deja de torturarme de C. J. Benito

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    Una proposicion indecente
    Un amor imposible
    Una herencia robada
    Un hombre con secretos

  • Amar es para siempre (Los Collinwood 2) de Victoria Magno

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    Alissa es una hermosa joven que al parecer lo tiene todo: pertenece a la nobleza britanica, su padre es rico y la adora, tiene muchos pretendientes y el hombre al que ama desea casarse con ella. Sin embargo, su vida cambiara inesperadamente.

  • Joaquin (Attitude 2) de Marion Olharan

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    Joaquin es bailarin principal en el Ballet de Nueva York desde hace diez anos; un artista reconocido, exigente y tambien un orgulloso donjuan. La cara amable y encantadora del seductor esconde, sin embargo, a un hombre distante que nadie conoce bien. Su vida profesional lo acerca a Alice, una joven singular y acomplejada que se oculta tras unas enormes gafas vintage y un gran sentido del humor. Ella acaba de salir de una larga relacion y necesita ganar confianza; el solo piensa en una nueva aventura. Pero a veces las cosas mas impensables ocurren, y solo al lado de Alice Joaquin parece mas sensible, mas vulnerable, incluso el mismo. ?Se convertira por fin una de sus historias de cama en historia de amor?

  • Ultima llamada. Destino Irlanda de Victoria Valencia Duran

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    Cuando Sara, una joven de veintidos anos recien titulada en Psicologia pero inexperta en temas del amor, conoce por casualidad a Andrew, un irlandes de unos cuarenta anos muy atractivo y con una buena posicion social y economica, sentira por primera vez en su vida lo que es el verdadero amor. Y a pesar de la gran diferencia de edad, ambos se enamoraran. Pero pronto la vida de Sara dara un giro inesperado cuando descubra que Andrew, el amor de su vida, oculta un gran secreto que pondra en riesgo su relacion. Ultima llamada: Destino Irlanda es una novela que te cautivara desde el primer momento. Aprenderas a conocer el amor de una manera muy profunda a traves los ojos de Sara y Andrew, quienes representan el mas claro ejemplo de que ni el tiempo ni la distancia pueden con el destino.

  • Reb de Dani Vera

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    Rebeca es una Capitan del ejercito americano que, despues de una mision en Yemen, y un ascenso en su carrera a Comandante, decide elegir como destino algo que la haga no estar viajando por medio mundo con su escuadron. Siempre ha sido independiente, fuerte, disfruta practicando deportes de riesgos. Es bruta y malhablada. Antes de llegar a su nuevo destino en West Point, viaja para practicar surf y escalada con Eme, su amigo y miembro del escuadron. En su viaje, conocera a Edward, un hombre aparentemente despreocupado, sexi y con unos ojos y un pelo que pronto llamaran la atencion de Rebeca.

  • Sombras en el bosque de Phoebe Locke

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    Un asesinato sin sentido. Una leyenda terrorifica. Una familia poseida.

  • Sospechas de Herman Koch

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    Celebrado internacionalmente por obras como La cena, que en los Paises Bajos gano el Premio del Publico y fue decla-rada Libro del Ano en 2009, cautivo a mas de un millon de lectores en todo el mundo y logro situarse entre los diez primeros puestos en la lista de The New York Times, Herman Koch vuelve a abordar sin tapujos el doble rasero moral, la hipocresia y la violencia estructural de la sociedad contemporanea.

  • La Espana del Seiscientos de Montserrat Huguet

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    Escrito por una historiadora, este no es sin embargo un libro de historia sobre la Espana de los sesenta. Tampoco una autobiografia ni una suerte de memoria personal de aquellos anos, tras los negros cuarenta y los grises cincuenta, de transito incierto hacia la modernidad y el bienestar. Pero si un retazo de memoria compartida de aquella Espana de “ni fu ni fa” que “sin haber razones de quererla por sus meritos, tampoco las daba para abominar de ella”. Una memoria dictada y evocada desde los recuerdos de infancia de una baby boomer, aunque capaz de interpelar a aquellos que no formaron parte de esa generacion, “la primera con dos cabezas: la propia y la del televisor”, y que tambien pudo tomar distancia de la vida de padres y abuelos, “absorbiendo mas el colorante que la sustancia” del nacionalismo espanol. Un relato que describe, a traves de elocuentes imagenes y escenas cotidianas, algunas entranables y edificantes, otras mas asperas y desabridas, como era la vida y la mentalidad de aquel entonces. “La gente, modesta y no mal intencionada en su conjunto, hacia lo que podia: de la necesidad virtud. Y sacaba pecho encarando el dia a dia con diez de pipas”.

  • Todo lo que tengo lo llevo conmigo de Herta Muller

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    Rumania, finales de la II Guerra Mundial. Basandose en la historia profundamente individual de un hombre joven, consigue narrar un capitulo todavia casi desconocido de la historia europea y visualizarlo en imagenes inolvidables. Logra plasmar la persecucion sufrida por los alemanes rumanos en tiempos de Stalin.

  • La cara norte del corazon de Dolores Redondo

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    “Cuando Amaia Salazar tenia doce anos estuvo perdida en el bosque durante dieciseis horas. Era de madrugada cuando la encontraron a treinta kilometros al norte del lugar donde se habia despistado de la senda. Desvanecida bajo la intensa lluvia, la ropa ennegrecida y chamuscada como la de una bruja medieval rescatada de una hoguera, y, en contraste, la piel blanca, limpia y helada como si acabase de surgir del hielo.”

  • Erase una vez en diciembre de Claudia Cardozo

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    ELIZA El ano de Eliza Summers no habia hecho mas que empeorar desde el momento en que empezo. Primero fue lo de su madre, que eligio esperar a la manana despues de que celebraran la llegada del nuevo ano para anunciar que habia decidido mudarse a Canada con su nuevo novio. A Canada. Con un hombre al que apenas conocia. El hecho de que aquel hombre le agradara y que le pareciera el mejor tipo con el que su madre se habia involucrado desde que podia recordarlo no fue un gran consuelo. Hasta entonces solo habian sido ella y su madre y de pronto se vio diciendole adios sin saber cuando volveria a verla. Bueno, en realidad no era cierto aquello de que solo habian sido ella y su madre. Tambien estaba su hermana Linda, pero ella tambien se fue; lo hizo mucho antes, cuando se caso y formo su propia familia, asi que a Eliza no le habia quedado otra alternativa que hacerse a la idea de que ella y su madre eran una especie de equipo de dos, companeras. Pero claro, la senora Summers no habia estado de acuerdo. A la marcha de su madre habia seguido el cierre de la empresa de diseno grafico en la que habia trabajado durante tres anos. Su jefe la mando a llamar a mediados de mayo para decirle que habia decidido vender porque las cuentas no daban para mas. Era una empresa pequena y apenas habia conseguido sostenerse en el ultimo ano; era dificil mantener una cartera de clientes que les permitiera sufragar los gastos cuando las nuevas tecnologias habian dado un bandazo en el mercado. Muchas personas que habian recurrido a ellos hacia unos anos ahora se volcaban a realizar sus propios disenos en linea a un costo mucho menor del que ellos podian permitirse cobrar. Su jefe fue muy amable, incluso le dio una pequena gratificacion que no le correspondia y le deseo la mejor de las suertes; segun el, seguro que con su talento para el dibujo podria encontrar algo mejor muy pronto. Unos meses despues, en tanto Eliza se afanaba por cambiar el pienso de la jaula de un huron particularmente malhumorado, tuvo que reconocer que las predicciones del bueno de Owen estaban lejos de haberse concretado. No solo no consiguio un buen trabajo sino que no pudo dar con uno relacionado con su especialidad antes de que sus ahorros empezaran a descender de forma alarmante. Asi que no le quedo mas alternativa que buscar algo mas. Cualquier cosa que le sirviera para pagar las cuentas. Lo bueno fue que no le tomo mucho esfuerzo encontrarlo; no solo eso: la paga era decente y le quedaba cerca de casa. Lo malo... bien, lo malo era que no era precisamente la clase de empleo que habria tomado de haber podido elegir. --?Como le va a Cosmo? ?Esta comodo? Eliza ahogo un suspiro y sonrio al oir los pasos de la senora Fitzwilliam tras ella. La mujer era un encanto, se recordo cuando la vio introducir un dedo por entre los barrotes de la jaula para acariciar los morros del animal que, como por obra de gracia, habia decidido enroscarse y parecer muy pacifico, nada que ver con las poses de demonio de Tasmania que asumia siempre cuando ella se le acercaba. --Ya me gustaria a mi sentirme tan a gusto --respondio ella dirigiendole una mirada recelosa --. Estaba a punto de terminar con el y luego me pondre con Buster. La senora, que era una de las mujeres mas altas que habia visto, mantenia una postura encorvada y reia entre dientes mientras hacia algunas carantonas al animal. --Bien. He visto que parece estar mejor pero hay que mantenerse muy atentas con el. Solo por si acaso. Buster, el pequeno erizo, era el residente mas viejo de la tienda de mascotas y el consentido de la senora Fitzwilliam. La duena de la tienda hacia los ruiditos mas graciosos para llamar su atencion cada vez que pasaba junto a su jaula y nada parecia alegrarle mas que cuando el erizo elevaba la cabecita con suavidad para fijar sus ojos oscuros en ella. A Eliza no terminaba de convencerle esa comunicacion que la senora parecia entablar con todos los residentes que tenian en la tienda, como ella les llamaba, pero tampoco se esforzaba por encontrarle sentido. Le gustaban los animales como al que mas, pero estaba lejos de ser un doctor Dolittle. --Nunca hubiera pensado que un erizo requeria tantos cuidados. La senora Fitzwilliam asintio al oir su comentario en tanto la veia asegurar la jaula del huron, que parecio muy satisfecho de que lo dejaran en paz. --Son muy fragiles, pero valen la pena; son los animalitos mas afectuosos que puedas imaginar. A Eliza no se le ocurrio contradecirla aunque la verdad era que le parecia que eran mas bien indiferentes, como la mayoria de los que se encontraban en la tienda. El negocio de la senora Fitzwilliam se encontraba cerca del edificio de apartamentos en que habia vivido siempre, algo apartado del centro de Boston. Era una zona muy poblada y tan lejos de las mas renombradas de la ciudad que los alquileres eran accesibles y, segun le conto la senora cuando llevaba un par de semanas trabajando alli, fue eso lo que le permitio reunir el dinero para rentar el espacio y cumplir su sueno de tener una tienda de ese tipo. El lugar en si no era muy grande pero el senor Fitzwilliam era contratista y habia logrado dotar al espacio de una apariencia muy agradable. Aprovecho los techos altos para acomodar una hilera de estantes multicolores en los que apilaban los juguetes para mascotas que eran el orgullo de la senora Fitzwilliam y las enormes bolsas de comida estaban dispuestas en un semicirculo en un extremo del lugar. Habia una trastienda que fungia de almacen y un pequeno espacio en el que Eliza acostumbraba comer cuando no le daba el tiempo para ir al cafe que tenian al otro lado de la calle y que ofrecia unos almuerzos bastantes economicos. Habian sido unos cinco meses muy raros, se dijo ella en tanto seguia a la senora al mostrador. Jamas hubiese imaginado que terminaria trabajando en un lugar como aquel, pero aunque no hubiera sido sincera de no reconocer que echaba de menos su viejo empleo, donde podia hacer lo que en verdad le gustaba, alli tampoco le iba tan mal. --Voy a necesitar que manana te quedes una hora mas despues del cierre. Traere algo de casa para que ambas podamos cenar ?que dices? El senor Fitzwilliam dijo que hoy prepararia lasana y pense en guardar un par de trozos para nosotras... Eliza fruncio el ceno; no tanto por el pedido en si, que no era poco habitual; no era raro que se quedara un rato mas al menos una vez por semana para hacer un inventario o pasar las ordenes de algunos pedidos de ultima hora. Lo que le llamo la atencion fue la expresion ilusionada en el rostro de la senora; no parecia como si resintiera tener que quedarse tambien y sacrificar el poco tiempo que podia pasar en compania de su marido y sus tres bulliciosos hijos. --Claro. No hay problema. Su jefa parecio encantada con su respuesta; tanto, que Eliza la vio dar palmaditas y no pudo menos que arquear una ceja. --Procura traer ropa comoda --sugirio la senora al vuelo. --De acuerdo... --Nada inflamable. --?Que? La senora se inclino para tomar una pecera enorme y la sostuvo como si no pesara nada en tanto le dirigia una mirada sonriente en la que Eliza creyo distinguir un leve tinte de verguenza. --Es posible que me haya pasado un poco el ano pasado y tuvimos un pequeno incidente. Nada serio --se apresuro a aclarar ella ante su expresion intrigada--. Unas cuantas llamas. Ni siquiera hizo falta llamar a los bomberos; lo solucione de inmediato con el extintor. --Ya. ?Que es exactamente lo que vamos a hacer? --Pregunto Eliza empezando a sentirse un poco preocupada. --Pondremos las decoraciones navidenas, por supuesto. --Pero... todavia estamos en noviembre. --Fines de noviembre --corrigio la senora luego de dejar su carga sobre un aparador--. Vamos con mucho retraso, en realidad. Siempre me ha gustado empezar en octubre, pero estas semanas hemos tenido demasiado trabajo... --Octubre --susurro Eliza, consternada-- ?Decora la tienda para Navidad en octubre? La senora rio e hizo un gesto distraido. --!No seas tonta! Sacamos las cosas del almacen en octubre, pero no empezamos a decorar hasta inicios de noviembre --aclaro ella. --Aun asi. Es demasiado pronto... --No lo creo. El tiempo pasa muy rapido, y ademas, la Navidad es una epoca tan bonita que me gusta alargarla tanto como puedo. ?Cuando acostumbran ustedes poner el arbol y esas cosas? Eliza estuvo a punto de decir que ya no habia un <> en lo que a ella se referia. Sin la presencia de Linda y ahora, tras la partida de su madre, su pequena familia se habia reducido a un solo miembro: ella. Y si de por si, cuando estaban las tres, nunca se habian afanado mucho por celebrar la Navidad mas alla de los correteos para decorar la casa al descuido un par de dias antes de la vispera y las acostumbradas carreras para comprar los regalos y preparar una cena sencilla, ese ano no tenia planeado hacer nada en especial. Aun mas, en lo que a ella se referia, pensaba hacer como si fuera un dia cualquiera. Pero no quiso sonar rara ni tener que dar demasiadas explicaciones respecto a por que le emocionaba tan poco la temporada, de modo que se encogio de hombros para dar a entender a la senora que no era algo acerca de lo que le apeteciera hablar. Por suerte, ella parecio entenderlo porque enrumbo su artilleria a un tema menos peliagudo que no fuera el escaso entusiasmo de su ayudante. --Bueno, de cualquier forma tenemos que poner manos a la obra. El ano pasado ganamos el concurso y no podemos ser menos este --comento ella. --?Que concurso? --El de decoracion navidena --explico ella--. Se organiza todos los anos entre los negocios de la zona. --?En serio? --Si, claro. Y tuvimos tambien una mencion especial como el mejor iluminado. Eliza contuvo un grunido. --Por eso lo de la ropa inflamable --aclaro la senora luego de tenderle una ruma de revistas de psicologia animal--. El senor Fitzwilliam dijo que debio de tratarse de un cortocircuito por una sobrecarga... demasiadas luces. Tendre mas cuidado, pero solo por si acaso... y sujetate bien el cabello. El ano pasado estuve a punto de desaparecerme el flequillo. Eliza se llevo una mano a su cabello castano que llevaba suelto sobre los hombros y lo echo hacia atras por instinto. --Esta bien --acepto ella a reganadientes. --Estupendo. Sera divertido; el ano pasado no tenia a nadie que me ayudara y tuve que hacerlo todo sola --comento la senora con un suspiro de agrado antes de observarla con expresion ansiosa-- ?Tienes algun pedido en especial? --?Pedido? --Musical --explico ella--. A mi me gustan los clasicos. Un poco de Sinatra, algo de Armstrong, pero tengo todo tipo de discos; podemos poner lo que gustes. --?Se refiere a villancicos? --Si, claro. ?Te gusta Buble? Mi hija lo adora. Eliza hizo un gesto vago. --?Acostumbra oir villancicos mientras decora? --!Por supuesto! ?Tu no? Iba a ser una hora muy larga, se dijo Eliza forzandose a contener una mueca y esbozar lo mas parecido a una sonrisa que pudo fingir. --?Sabe que? Usted escoja --ofrecio ella--. Lo que prefiera estara bien. --Como quieras. Eliza abandono la tienda unas horas despues con el torso embutido en su chaqueta favorita, que era lo bastante mullida para protegerla del aire frio que habia empezado a azotar los arboles de la calle. Le parecia increible que estuvieran ya a puertas del invierno y, por ende, de la Navidad. De no ser por la senora Fitzwilliam, era posible que no hubiera reparado en ello hasta unos dias antes; tan poco le importaba ese ano. En realidad, habria preferido que su jefa no mencionara nada porque asi hubiera sido mas facil ignorarlo. Ahora, aunque pensaba mantener a raya toda esa tonteria en su apartamento, iba a verse obligada a fingir un entusiasmo que estaba lejos de sentir solo para no decepcionar a la senora. Nunca entenderia por que la gente le daba tanta importancia a esa celebracion, se dijo al dar una patada a una piedra con la que estuvo a punto de tropezar. Era una excusa para gastar de mas, beber mucho y comer hasta reventar; ademas de medir el afecto que uno pudiera sentir por alguien gracias a los regalos que la mayoria se afanaba en comprar. Todo el mundo finge ser mejor de lo que en verdad es en Navidad, musito entre dientes al arrebujarse mejor en su abrigo y dar una mirada alrededor para estudiar los comercios de la cuadra que, descubrio con horror, habian empezado a decorar sus escaparates. Incluso creyo reconocer la espantosa figura de un enorme muneco de nieve inflable asomando del techo de una zapateria. Tira de chiflados despilfarradores. Eso era lo que eran, se repitio una y otra vez tras fruncir el ceno y desviar la mirada hacia una esquina poco iluminada, donde hasta el mes pasado funcionaba una heladeria que siempre le parecio demasiado elegante para la zona. No fue raro que el negocio cerrara al poco de abrir y tampoco que un anuncio de <> permaneciera colgado durante semanas antes de notar que lo habian retirado hacia algunos dias. Desde entonces, cada vez que pasaba por alli al dirigirse al trabajo y volver horas despues, habia advertido un ruido proveniente del interior que indicaba que estaban haciendo algunos trabajos para adaptarlo a lo que fuera que pensara abrir el nuevo inquilino. Eliza sentia curiosidad, lo mismo que el resto de la cuadra, e incluso habia comentado el tema con la senora Fitzwilliam, que parecio un poco preocupada ante la posibilidad de que pudiera tratarse de algun tipo de competencia, pero Eliza intento tranquilizarla entonces al decir que a su parecer debia de tratarse de un establecimiento de comida, que eran los mas populares en la zona. En ese momento, se detuvo unos minutos ante la cristalera tapiada y aguzo el oido por si le llegaba algun sonido ademas del golpeteo que le sirviera de pista, pero no hubo nada que pudiera considerar un indicativo del giro que pensaban dar al negocio, asi que, tras dar una ultima mirada, se encogio de hombros y se dirigio a la parada del autobus. Mientras apoyaba la frente sobre el cristal una vez que ocupo un asiento en la ultima unidad que pasaba por alli a esa hora, y se ajustaba los auriculares, se dijo que en lugar de husmear donde no le incumbia, deberia preocuparse por lo que le esperaba al dia siguiente. Una hora junto a la senora Fitzwilliam decorando la tienda con villancicos como acompanamiento musical. Seria un milagro si salia de una pieza de algo como eso, se dijo refundiendose en el asiento con los ojos entornados por el fastidio. De una pieza y con su cabello intacto.

  • La carcoma de Daniel Fopiani

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    Un escritor en horas bajas es incapaz de escribir nada decente. El exito comercial de su ultima novela parece haberle arrastrado hasta un bucle de inseguridad que lo mantiene bloqueado ante la pagina en blanco. Se obliga a tomar unas vacaciones y aislarse durante un tiempo en la Sierra de Cadiz, un retiro espiritual donde olvidarse de la presion de la editorial, de las facturas sin pagar y de las llamadas telefonicas constantes. Con el paso de los dias descubre que, en la cabana donde se aloja, aparece un nuevo numero pintado en la pared cada manana. Una cuenta atras sin explicacion aparente que termina sumiendolo en la mayor de las obsesiones. Es probable que su vida corra peligro y el tiempo apremia. Los numeros no perdonan. Una crisis creativa, un cambio de escena, sucesos misteriosos, muerte, amor y reconciliacion con uno mismo. Todo ello con un sabor profundamente rural y gaditano, contado con una narrativa fresca, agil y sin tapujos. Estos son rasgos distintivos de Fopiani que lo hacen destacar dentro del genero con toques ligeramente underground. La Carcoma es un pueblo, pero tambien una metafora.

  • El fin del imperio de John Scalzi

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  • El Pueblo. Auge y declive de la clase obrera britanica de Selina Todd

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    ?Como fue realmente la vida a lo largo del siglo XX? En 1910, tres cuartas partes de la poblacion britanica pertenecian a la clase trabajadora, pero sus historias han pasado inadvertidas hasta ahora.

  • Dulce espera de Aridia Pelta

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    Lea Farrow tenia una vida comoda con su novio Calen Avner. Ella era publicista, el se estaba convirtiendo en un famoso y respetable abogado, todo antes de cumplir los treinta, cuando una sospecha, una pequena prueba de embarazo comprada en la farmacia, les cambio la vida para siempre, aventurandolos en el asombroso, complicado y emocionante mundo de la paternidad.
    Porque un pequeno fallo, algo completamente inesperado, puede hacer que pases una dulce espera de nueve mes.

  • Un mapa en la cabeza de Ken Jennings

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    ?Por que nos fascinan tanto los mapas? Un libro unico y sorprendente sobre las curiosidades,
    historias y anecdotas presentes en los mapas y en la capacidad que ha tenido la cartografia para
    transformar el mundo.

  • Mision Riesgosa de Raul Garbantes

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  • Cuba Libre de Cheryl Ness

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    Esa es la oracion clave que envuelve esta historia de amor real desarrollada en las calles de la Habana, Cuba, y que, de alguna manera, refleja como la vida de los cubanos cambio despues de la implementacion de la Ley de Democracia Cubana por el Congreso de los Estados Unidos de Norteamerica.

  • Y llenarte el muro de flores de Laura Nuno

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    ?Puede triunfar un amor de Facebook? Segun Nacho, que no tiene ni idea del tema, si. Pero Noelia ha perdido toda su fe en el amor. Despues de una serie de relaciones infructuosas, algunas incluso destructivas, no deberia hacerse muchas ilusiones de exito respecto a su cita con Nacho, un chico al que ha conocido a traves de Facebook. Pero ya es demasiado tarde para echarse atras, y Nacho resulta ser maravilloso. Sin embargo, le va a ser muy dificil ganarse su total confianza y mantenerlo al margen de un pasado que no le permite forjarse un nuevo futuro.
    Noelia tendra que aprender a guiarse por el corazon y aceptar que las casualidades, en realidad, son regalos del destino.

  • Clamor de Sangre de Silvana G. Sanchez

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  • El caso Telak (Un caso del fiscal Szacki 1) de Zygmunt Miloszewski

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    <> (Paris Match). Una novela adictiva, ganadora del Premio Nagroda Wielkiego Kalibru (Mejor Novela Negra del Ano).

  • Las brujas de San Petersburgo de Imogen Edwards Jones

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    Un retrato oscuro e inquietante sobre la corte de los Romanov y dos mujeres que no se conformaron con el destino que les tenia reservado la Historia.

  • Mario, despierta de

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  • Diccionario de la politica espanola de Anacleto Panceto , Protestona

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  • Corazon indomable (Trilogia Corazon 2), Elena Montagud de Elena Montagud

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    Esta historia tierna y pasional puede provocarte los suenos mas eroticos.

  • En el ultimo trago nos vamos de Edgardo Cozarinsky

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    Siempre hay un trago despues del ultimo en las obras de Edgardo Cozarinsky, y aunque la cancion lo anuncie nadie se va del todo. Los insomnes errantes encuentran un bar abierto donde los esperan historias inauditas. En Buenos Aires los muertos sobreviven en una precaria segunda vida; en la selva guarani o en las ruinas de Angkor palpitan, invictos, los sacrificados. Y en un rincon de Brooklyn atiende una vidente que puede transformarse en la madre del incauto que se anima a consultarla. Como un caleidoscopio de todos sus registros narrativos, Cozarinsky explora las muchas dimensiones de lo imaginario, de la memoria afectiva y sus imprevistas confluencias, de distintos rostros del deseo. El resultado es un libro inquietante, donde la superficie de lo narrado se quiebra constantemente para revelar una realidad insospechada.

  • Tocado y hundido (Tessa Leoni 3) de Lisa Gardner

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    Tessa Leoni vuelve con un nuevo caso.

  • La Cara Oculta De La Luna de Claudia Cardozo

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    Surrey, Inglaterra. 1880 Eleanor nunca podria olvidar la ultima vez que tuvo frente a si a James Haversham. Ella tenia doce anos y hasta entonces jamas habia visto a un hombre llorar. No que el pobre caballero se encontrara sollozando a lagrima viva; ni siquiera hubiera podido decir que pareciera hundido por el dolor. En realidad, y la idea en si le parecio tan triste como perturbadora, el discreto llanto del senor Haversham parecia mas bien nacido de la ira y el despecho. Pero en esa epoca Eleanor era solo una nina y su sensibilidad, aunque pronunciada, no era capaz aun de captar esa clase de matices y comprenderlos a cabalidad. Lo unico que tenia claro era que el senor Haversham, ese caballero a quien conocia desde hacia solo unas semanas y que le resultaba tan agradable, se encontraba en ese momento sumido por la pena. Hubiera deseado consolarlo de alguna forma, decirle cualquier cosa que le hiciera sentir mejor. El problema era que ella ni siquiera deberia encontrarse alli y haberlo visto en semejante situacion. Desde luego, todo ese enredo tenia un claro culpable. Una culpable en realidad. Cecily. Siempre era culpa de Cecily. Si su prima aprendiera a comportarse como la joven bien criada que supuestamente era, habrian podido evitar todo ese enredo. Cuando Eleanor la vio salir apresurada de la casa supo que debia de estar planeando algo. Lo mas sensato por su parte hubiera sido hacer como si no la hubiera visto, la experiencia le habia ensenado que era lo mas inteligente para evitar involucrarse en sus problemas; pero ella solo era una nina curiosa en aquella epoca, su tia decia con frecuencia que estaba lejos de ser sensata y le basto con advertir que el senor Haversham tomaba el mismo camino que Cecily para que sus pies empezaran a moverse como si tuvieran vida propia. Mientras recorria el breve trecho entre las cocinas y el establo, donde adivino de inmediato que debian de haberse citado, recordo esas charlas oidas a hurtadillas entre la cocinera y el ama de llaves cuando pensaban que nadie les prestaba atencion. Segun ellas, la senorita Cecily parecia haber caido hechizada por el encanto del nuevo amigo de su hermano y era posible que el senor Haversham consiguiera arrancarle una promesa antes de volver a Oxford. A Eleanor eso le parecia una lastima porque consideraba a aquel joven demasiado agradable para su prima, pero se cuido de decirlo, y no solo porque de hacerlo habria sido descubierta escuchando, sino porque tambien estaba acostumbrada a cuidarse de decir lo que pensaba acerca del comportamiento de Cecily. De cualquier forma, su prima apenas acababa de cumplir dieciseis anos y el senor Haversham no podia haber llegado a los veinte, asi que supuso que un compromiso no era del todo inminente. A lo sumo, quiza, el joven lograra que ella consintiera en mantener correspondencia y que fuera recibido en una proxima visita. Eso si que le parecia una buena noticia, se dijo Eleanor segun daba un rodeo al establo antes de entrar: el senor Haversham era bastante simpatico y, excepto por su primo Gabriel, la unica persona a quien conocia que la trataba con sincera estima. Le gustaria volver a verlo y si para ello era necesario que contrajera algun tipo de relacion con Cecily, bueno, suponia que no seria algo tan terrible siempre y cuando fuera fugaz. El establo era uno de sus lugares favoritos de la propiedad de sus tios. No solo porque amaba a los caballos y pocas cosas le divertian mas que escabullirse alli para admirarlos, sino tambien porque lo consideraba una suerte de refugio en el que podia dar rienda suelta a su imaginacion. El ritmo de la vida parecia perder velocidad cuando conseguia dejar la casa atras y se internaba en su interior. Su cuaderno de notas, un rincon silencioso y el viento que se colaba entre las rendijas de madera: eso era todo lo que necesitaba para sentirse feliz. Eleanor sabia bien por donde debia entrar si no deseaba ser vista; estaba acostumbrada a ello, asi como a subir una escalerilla que llevaba a un altillo que los caballerizos usaban para almacenar el heno y para tomar algunas siestas durante el dia. Ella lo usaba tambien, aunque no para dormir, sino para disfrutar de algo de privacidad cuando trabajaba en sus historias. En ese momento, ademas, comprendio en tanto andaba de puntillas y subia los peldanos con los ojos entrecerrados y rogando por no hacer demasiado ruido, que le daria tambien una posicion estupenda para saber en que nuevo enredo se habia metido Cecily. No sintio demasiados escrupulos en tanto se acomodaba boca abajo sobre el suelo de madera cubierto por paja o mientras agachaba la cabeza hasta que su menton rozo el borde del altillo; sentia demasiada curiosidad para ello. No tuvo que esperar demasiado; cuando llego, su prima ya estaba alli, pero se cuido mucho de que no advirtiera su presencia mientras se movia a sus espaldas. La joven, ademas, lucia muy inquieta, consciente de lo riesgoso de su accionar; se habia quedado de pie bajo el dintel de la entrada con todo el cuerpo oculto en las sombras del interior atisbando a las afueras; Eleanor pudo moverse a su antojo sin llamar su atencion. Su tia Margaret decia con frecuencia que la pequena Ellie, como la llamaban en casa, se movia con la suavidad de un gato de puerto al que era imposible seguir la pista, lo que, si bien dudaba de que fuera dicho como un halago, a ella le complacia mucho. En los escasos minutos en que espero a la llegada del otro convidado a la cita secreta, se permitio admirar el perfil de su prima, algo que hacia con cierta regularidad, aunque odiara reconocerlo. <>, se dijo con un suspiro de enojo. Tal vez Cecily fuera egoista y un tanto odiosa, pero era tambien muy bella. Con su cutis impoluto, su sedoso cabello rubio y los que todos en la familia llamaban unos rasgos perfectos, era imposible que no llamara la atencion. Y ella lo sabia porque habia sido criada para obtener el mejor partido a esos atributos. Eso explicaba la fascinacion que desperto en el senor Haversham tan pronto como la conocio, lo mismo que habia ocurrido con otros antes que el. La diferencia, cavilo Eleanor replegandose en su escondite al oir unos pasos acercandose, era que por primera vez Cecily parecia interesada en alguien que no fuera ella misma. Desde luego, considerando de quien se trataba el hombre que despertaba ese interes, Eleanor no podia culparla. El senor Haversham arribo al establo moviendose con el mismo cuidado que habia mostrado Cecily antes que el, pero no fue de inmediato hacia ella, sino que se mantuvo un momento en la entrada sin dar visos de la impaciencia que Eleanor no dudaba que debia de sentir. Tal y como habia hecho con su prima, aprovecho ese momento de inmovilidad para inspeccionarlo y no pudo evitar esbozar una sonrisa al reparar una vez mas en su rostro atractivo, el cabello oscuro que peinaba sobre la frente y el aire gallardo que a sus ojos sobresalia incluso en la semioscuridad. El seria un estupendo heroe romantico, considero no por primera vez, lamentandose de no poseer aun la habilidad para plasmarlo en el papel. Pero algun dia, se prometio, cuando se sintiera lista para ello, escribiria una historia inspirada en aquel joven. --?Por que ha tardado tanto? ?Nadie lo ha visto? Las preguntas de Cecily, hechas en un tono ansioso que no altero en absoluto su voz musical, la obligaron a dejar sus ensonaciones y a mirar con mayor atencion por encima de la buhardilla. Finalmente habia sido ella quien se acerco al senor Haversham y Eleanor advirtio que posaba una mano sobre su brazo en un movimiento delicado. Eleanor habia perdido la cuenta de las veces en que habia escuchado a la tia Margaret adiestrando a su hija respecto a la forma mas apropiada de acercarse a un caballero e incluso tocarlo si las circunstancias lo permitian, todo ello con exquisito cuidado de mantener el aire ingenuo y angelical que, en su opinion, era su mayor atributo. No pudo oir la respuesta del senor Haversham porque el tomo una de las manos de Cecily entre las suyas y se inclino hacia ella para susurrar algo a su oido. Lo que hubiera dicho, sin embargo, consiguio que ella se ruborizara y Eleanor fruncio el ceno, intrigada. La verdad era que hacian una hermosa pareja, sin duda; el tan alto, con hombros anchos y las facciones afiladas, al lado de ella, espigada como un junco con formas delicadas y el rostro tan lozano como una rosa. Algunas personas decian que Eleanor era una version mas joven y un tanto oscura de su prima, que con el tiempo sus rasgos infantiles ganarian en belleza, pero ella sabia que eso no era del todo cierto ni queria que lo fuera; la apariencia de Cecily, aunque impresionante, le parecia un tanto simplona y ordinaria, pero no le extranaba que resultara tan fascinante para quienes no conocian su interior. Detuvo sus pensamientos respecto a lo que podria esperar de su futuro y que tanto se pareceria a su prima segun creciera al advertir que el senor Haversham acercaba el rostro al de Cecily, buscando sus labios, y estuvo a punto de girar el cuello para evitar ver lo que ocurria, pero una extrana fascinacion parecio hacerla presa de los movimientos de esas dos personas que permanecian ignorantes de su presencia. Espero que su prima se retirara, que hiciera algun gesto para apartarlo porque supuso que eso era lo que una jovencita debia hacer en una situacion como aquella, pero ahogo un jadeo al advertir que ella entreabria los labios y se ponia de puntillas para posar una mano sobre la linea de piel entre el cabello y el cuello de la chaqueta de caza del joven. El beso no pudo durar mas de unos cuantos segundos, pero a Eleanor le parecio como si hubieran pasado horas hasta que el senor Haversham se aparto para luego acariciar su rostro en un gesto cargado de algo que no supo definir, pero que le inspiro un irreprimible deseo de llorar. Cecily, en tanto, respiraba como si acabara de correr y lo veia con los ojos brillantes; Eleanor no podia recordar haberla visto antes mirar a alguien con el mismo anhelo como no fuera a su propio reflejo. --?Tiene que irse? Han sido solo dos semanas; seguro que puede quedarse un poco mas... Eleanor afilo el oido, ladeando el rostro para oir la respuesta al ruego hecho por su prima y esta vez si que alcanzo a escuchar la respuesta del senor Haversham: --Es imposible --explico el, oyendose tan decepcionado como la joven --. No puedo dilatar mi regreso; es mas importante que nunca que cumpla con mis responsabilidades. Usted debe entenderlo mejor que nadie. Eleanor hizo un mohin al comprender lo que deseaba implicar, pero advirtio que a Cecily le tomo un poco mas de tiempo hacerlo; lo supo por su ceno fruncido que revelaba su confusion y que no se relajo hasta que cayo en la cuenta de todo lo que esa frase significaba para el. --No deberia... Fue dificil, pero Eleanor consiguio contener el impulso de emitir un bufido burlon al ver la forma en que su prima batia las pestanas y desviaba la mirada para simular una timidez que sin duda no sentia. El senor Haversham, sin embargo, no parecio advertirlo, porque tomo su mano con mayor impetu y la llevo a su pecho. --Debo. Desde luego que debo decirlo porque es importante que usted lo sepa --dijo el con una voz apasionada que a Eleanor le provoco un extrano cosquilleo en la nuca--. Estoy seguro de que no es una sorpresa para usted. Despues de todo el tiempo que hemos pasado juntos... Hasta donde Eleanor sabia, el tiempo que el mencionaba no habia sido tanto, en absoluto lo suficiente para que el joven pudiera hacerse una idea clara del caracter y las motivaciones de Cecily, pero era obvio que eso a el no le importaba del todo. La cocinera lo habia llamado <>, pero ella no estaba segura de entender a que se referia ni podia preguntarlo porque en primer lugar ni siquiera deberia haberlo oido. Ahora, no obstante, observo a Haversham prestando mayor atencion a la forma en que veia a su prima y comprendio que su mirada parecia limitada a esa figura preciosa que tenia ante el y por completo incapaz de ver lo que estaba mas alla de ese bonito exterior. Segun Gabriel, su amigo era uno de los hombres mas listos que habia conocido y Eleanor podia dar fe de ello tan solo tras haberlo tratado un par de semanas, pero estaba claro que ese <> podia enceguecer a cualquiera. --Cecily, necesito que prometa que esperara por mi --continuo el ante el silencio de la joven. Eleanor fruncio el ceno ante el ardoroso pedido y noto que Cecily hacia otro tanto, mostrandose indecisa por primera vez desde su llegada. --?Esperar? --repitio ella, y Eleanor capto la duda en su voz--. ?Esperar a que? El senor Haversham no debio de advertir esa vacilacion de inmediato porque esbozo una sonrisa y mantuvo sus manos firmemente unidas. --Ya se lo he dicho. Por mi. Por ambos --aclaro el--. No sera sencillo, y tal vez tome tiempo, pero le prometo que valdra la pena. Tan pronto como termine en Oxford iniciare mi viaje y una vez que haya asegurado mi futuro volvere a Inglaterra. Eleanor aprovecho el silencio de su prima para rebuscar en su memoria lo que Gabriel le habia contado de su amigo. Aunque el senor Haversham habia sido encantador con ella, la verdad era que no conto mucho acerca de si mismo en las ocasiones en que compartieron un poco de tiempo, lo que no dejaba de tener logica, claro. ?Por que confiaria sus mas intimos deseos a una nina que solo inspiraba en el ternura y una buena cuota de compasion? Pero Gabriel nunca fue tan discreto y le habia contado que Haversham era el segundo hijo de un vizconde de origen irlandes y que su familia, aunque antigua y con unos blasones irreprochables, distaba de ser rica. Meramente acomodados, fue el termino que uso recordandole un poco a su madre, para su disgusto. Segun el, James, como lo llamaba, era tan inteligente y ambicioso que dudaba de que fuera a conformarse con las circunstancias en las que lo habia puesto la vida. Tenia familiares en America y su mayor anhelo era culminar sus estudios en Oxford para viajar alli y forjarse su propio futuro; uno mucho mas acorde con sus deseos. Todo ello paso por la mente de la chiquilla en unos cuantos segundos y comprendio que era eso lo que el senor Haversham pedia a su prima; que tuviera paciencia y confiara en el lo suficiente para esperar a su regreso. El no tenia como saber, sin embargo, que Cecily ni era paciente ni entregaria jamas su confianza a alguien basada tan solo en una promesa, por mucho que se sintiera atraida por ese alguien. Pero Eleanor si lo sabia y por eso no le extrano comprobar que de pronto ella se veia algo menos entusiasmada de lo que se habia mostrado hasta entonces y que daba un paso hacia atras para poner cierta distancia entre ambos. Ese gesto si que parecio ser lo bastante significativo para que Haversham lo advirtiera porque fruncio el ceno y la observo con extraneza. --?Cecily? La joven sacudio la cabeza de un lado para otro y sujeto una mano contra la otra con la mirada puesta en un punto sobre su hombro como si se supiera incapaz de verlo a los ojos. --Soy muy joven para adquirir un compromiso como el que me pide, mi madre jamas lo consentiria --musito ella simulando una pena que, Eleanor supo, no era del todo fingida; en verdad lo lamentaba--. Ademas, sere presentada en la corte la proxima temporada y no se lo que ocurrira entonces. Tal vez... --Tal vez conozca a alguien mas --culmino el por ella en un tono grave y carente del ardor que habia mostrado hasta entonces--. Alguien mas conveniente. Eleanor hubiera deseado cubrirse los ojos con las manos para no ver la profunda decepcion en cada uno de sus gestos, pero fue incapaz de hacerlo. El deseo de no perderse ni un instante de lo que ocurria parecio ser mas fuerte que ella y se sintio un poco avergonzada por ello. --Espero que no me juzgue. Han sido unos dias deliciosos y confio en que podamos vernos nuevamente... --?Para que? --Haversham interrumpio las palabras de Cecily una vez mas, ahora con mayor aplomo y evidente indignacion--. ?Con que objeto podria desear verme una vez mas, Cecily? ?Por que querria verla de nuevo luego de conocer sus verdaderos sentimientos? La joven exhalo un suspiro que revelaba su enojo y frustracion y levanto el rostro para verlo con ojos brillantes. Eleanor supo sin asomo de duda que eran lagrimas de rabia por lo que hubiera deseado y que sabia que no podia poseer. --?Sentimientos? --repitio ella--. ?Que tienen que ver los sentimientos con esto? --?Que que tienen...? !Todo! --Haversham no parecia poder creer lo que oia--. Le he abierto mi corazon con la esperanza de ser correspondido, pero ahora veo que era un deseo ridiculo. Es evidente que usted no siente lo mismo por mi; de hacerlo, no habria vacilado en asegurar que esperaria a mi regreso. Cecily emitio una risa seca y carente de gracia, y Eleanor sintio que se le erizaban los vellos del brazo; la conocia lo suficiente para saber que su propia frustracion estaba a punto de orillarla a decir algo hiriente y hubiera deseado tener el valor para descubrirse y bajar corriendo para evitar que dijera cualquier cosa que pudiera lastimar mas al hombre que se encontraba frente a ella y que parecia aun demasiado inocente para entender a lo que se enfrentaba. Una vez mas, sin embargo, se vio imposibilitada de mover un solo musculo; tenia demasiado miedo de lo que diria su tia si se enteraba de esa travesura. --Es usted un iluso. Mezcla sentimientos y esperanza con la realidad -- espeto la joven y su hermoso rostro se vio deformado por el desprecio--. ?Cree que arriesgaria todo lo que puedo obtener por unos cuantos besos y una promesa? Usted podria morir, no regresar nunca, y entonces yo habre perdido la oportunidad de ser feliz. Haversham se llevo una mano a la nuca y una mueca de desagrado reemplazo el sufrimiento que habia mostrado hasta entonces. A Eleanor le parecio que finalmente parecia consciente de lo que ocurria y supuso que ese gesto era al fin y al cabo una muestra de lo que pensaba de Cecily y sus principios. --Bueno, tal vez no muera. Tal vez si regrese, pero es posible que lo haga siendo tan pobre como lo soy ahora --comento el con una voz que restallo en el espacio como un latigo--. Esa, supongo, seria una desgracia aun mas penosa para usted que mi muerte, ?verdad? Es eso lo que la atormenta: la ausencia de dinero y poder. Puedo verlo ahora.

  • EL ULTIMO CARNAVAL de Menchu Garceran

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    -?Crees en fantasmas?
    -No.
    -Yo tampoco.
    -No se que hacer.
    -Pues esta claro, hacer lo que te ha pedido.
    -?Hacer caso a un fantasma en el que no creemos?
    Y de esta manera tan ilogica, Gabriela decide viajar a Venecia para descubrir que paso a su antepasada durante el carnaval de 1796
    Alli se encontrara con Mario, un conde tan atractivo como irritante que, para colmo, es el descendiente de Angelo, el novio de su antecesora. A pesar del choque de caracteres, trabajaran juntos para descubrir el misterio que los rodea.
    Una historia con misterio, fantasmas, amor y mucha magia.
    RESENA DE ROMANTICAS AL HORIZONTE (Extracto)
    <> me ha parecido una novela de sobra interesante. Con una buena mezcla de intriga y romance. Un verdadero coctel a lo Bond, James Bond, que siempre pide el Martini con Vodka (un Vesper) mezclado y no agitado. Dicen quienes lo han probado que es una combinacion de lo mas especial. Y asi es como he visto yo la novela de Menchu. Mezclada y no agitada, con todos sus ingredientes en la justa medida para que ningun sabor se imponga a los demas. Un resultado que estalla en tu paladar como la famosa bebida del agente 007.

  • Eulalia de Arlette Geneve

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    En el interior de la cripta cerrada, Eulalia se despojo de las prendas que vestia, y se dispuso a colocarse el vestido que habia guardado toda su vida. Era su mayor tesoro, porque para ella era como la carta escrita con letras de plata y oro que nunca recibio del amor de su vida. Toco la tela, y contuvo un sollozo. El vestido de encaje color perla habia sido disenado para ser muy voluminoso, pero Eulalia habia dejado en su alcoba de Redtower las diversas capas de enaguas que lo acompanaban. Con el vestido en las manos, se permitio recordar el pasado cuando era una muchacha de dieciseis anos completamente enamorada del hombre mas maravilloso del mundo. Habia conocido a Alonso Miguel en una feria de ganado en Sevilla. Su familia gitana vendia caballos de tiro y aperos de labranza. Despues se volvieron a encontrar en el cafe Tarantos, y ese fue el detonante de la relacion que comenzaron ambos. Alonso Miguel la miro la primera vez, y el cuerpo de Eulalia se estremecio de la cabeza a los pies. Todo dejo de existir para ella salvo el hombre misterioso y atractivo que no dejaba de mirarla. Se fijo en su esbelta figura, en su caminar decidido. Era un hombre de reales porque las ropas que vestian era de la mejor calidad que ella habia visto nunca. Eulalia se escabullo hasta el lugar donde se encontraba el, y cuando le susurro si era un angel o una hechicera, Eulalia solo pudo ocultar la mirada y bajar los ojos. Ese fue el comienzo de algo muy especial entre ambos, y que siguieron alimentando en cada ocasion que podian, ya fuese en la feria, en el puerto, o en el Cafe Tarantos. De las conversaciones pasaron a los besos, de los besos a las caricias superfluas, y poco despues a los encuentros intimos que tan feliz la hicieron. Vivio junto a Alonso Miguel momentos unicos e inolvidables, donde no existia la separacion de clases ni de pensamientos. Eran dos personas que se amaban con toda su alma, pero que no podian estar juntas porque la sociedad no lo permitia, ni su etnia tampoco. Para estar mas cerca de el, Eulalia habia convencido a sus padres de que la dejaran visitar a su familia materna de Lora del Rio, y alli, en una vivienda que el duque de Alcazar habia rentado, dieron rienda suelta al amor que se profesaban. Pero todo termino descubriendose. Alonso era un hombre demasiado importante para pasar desapercibido, y, hasta que las murmuraciones y las complicaciones no los alcanzaron, ella ignoraba que estaba enamorada de un duque. Conocer esa verdad no vario ni un apice los sentimientos que seguian naciendo y fructificando en su interior, pero ambos pertenecian a dos mundos muy opuestos: el, a la nobleza, ella, a los gitanos. Despues del amor, vino el desastre pues la familia de Eulalia busco la venganza a la deshonra que ella habia consumado. La apartaron sin contemplaciones del lado de el, y la encerraron en un cortijo en Malaga. Durante semanas, el llanto era lo unico a lo que Eulalia podia recurrir para dar desahogo a su desesperacion, y entonces descubrio que estaba encinta, y cuando hizo calculos, se llevo la mano a la boca porque estaba embarazada de casi cuatro meses. La ilusion y la angustia convergieron en su interior porque conocer esa noticia tan maravillosa podria cambiar su existencia, pero Eulalia se equivoco pues su familia no se atuvo a razones, e hicieron planes para mandarla a la ciudad portuaria de Cartagena. Supo que el duque la buscaba, y que habia hablado con su familia. Llego a saberlo por una de sus primas que se habia compadecido de ella al constatar su embarazo. Tambien fue la que le informo de los planes que tenia su familia para ella, pero Eulalia no pensaba conformarse e hizo todo lo posible por escapar, y lo consiguio. Eulalia trato en vano de ponerse en contacto con el, pero en Silencios le dijeron que se encontraba de viaje. Regreso varias veces, pero el duque estaba ausente, y a ella no le quedo mas remedio que esconderse lejos de Sevilla, y lo hizo en la serrania de Malaga, pero poco le duro la libertad porque su padre y su tio Raimundo la encontraron meses despues. Cuando su padre vio su vientre pronunciado, la miro con tal odio, que Eulalia supo que su vida corria peligro. Trato de escapar de nuevo, y entonces fue cuando la golpearon hasta casi provocarle la muerte. Su padre la maldijo, y la dejo tirada en una zanja en el campo. Alli la encontro su nina Ines, y sin nada mas que el vestido raido que llevaba puesto y empapado en sangre. Eulalia, cuando se recupero de sus heridas bajo los cuidados amorosos de los Velasco, regreso tiempo despues a la zanja donde la habian tirado como a un perro, y rescato el saco que contenia todas sus ilusiones. El hermoso vestido no habia sufrido dano alguno, y ella lo guardo con celo en el interior de un arcon que siempre la acompanaba alli donde iba. Habia pasado mucho tiempo desde entonces. Anos de ilusiones perdidas, porque jamas podria verse frente a un altar acompanada del el amor de su vida. Saco el velo que tenia algunos jirones, tambien la corona de perlas que lo sujetaba. A Eulalia le habian sobrado razones para guardarlo todo porque en el fondo de su corazon siempre habia tenido la esperanza de regresar junto a el, y ser la esposa que perfecta que Alonso Miguel se merecia. Habia secado las flores del unico ramo que Alonso Miguel le habia regalado en uno de sus encuentros intimos. Eulalia habia pretendido engarzarlas junto al que seria su ramo de novia, pero no pudo ser. Se llevo las secas flores a la nariz, e inhalo el poco olor que todavia desprendian. El olor de las flores era seco, como el conjunto de sus ilusiones. Decidio no perder mas tiempo. Se paso el vestido por la cabeza, y se lo ajusto al busto y a las caderas. No pudo abotonarse los ultimos botones de la espalda porque no llegaba, pero no le importo. Se quito la peineta de bronce que sujetaba su cabello, la redecilla, y deshizo el mono prieto. Dejo la pequena peineta sobre el sepulcro de piedra al mismo tiempo que se masajeaba el cuero cabelludo. Que Eulalia guardara una de las llaves de la cripta familiar de los Penword, habia sido toda una ventaja, pues era consciente de que la buscarian en el momento que notaran su ausencia en Redtower, pero en el interior de la cripta, y frente al sepulcro del anterior duque de Arun, nadie la buscaria. Confiaba que Elina O'Brien cumpliera sus deseos y repartiera las cartas que le habia confiado, sobre todo la de el: el hijo de sus entranas que la habia despreciado. Eulalia habia llorado durante horas hasta quedarse sin una gota de liquido en el interior de su cuerpo, pero las lagrimas no habian limpiado su alma ni habian detenido los inmensos dolores que la habian azotado hasta el ultimo de sus cabellos. Dolia tanto conocer la verdad. Dolia tanto el engano infame al que la habian sometido, y precisamente por las personas a las que amaba, a las que consideraba su familia. Eulalia contuvo un nuevo sollozo. Ella habia hecho lo propio, y como gitana que era, habia vengado el agravio vertido sobre su persona. La mujer que habia sido la instigadora de todos su infortunio, estaba maldita, aunque tenia que entregar algo muy valioso para que la maldicion fuera eterna, y para que nada ni nadie pudiera deshacerla. Eulalia guardo las prendas que se habia quitado en un saco de arpillera. No se olvido de la peineta, dejarla sobre el marmol de la tumba del duque era toda una intencion. Aurora la veria, cuando el primer dia de cada mes y como era costumbre, llegara a la cripta familiar para cambiar las flores marchitas por frescas. Se coloco el velo de novia sobre el cabello para ocultar el rostro. Fuera del cementerio tomaria un carruaje de alquiler para que la llevara al lugar que seria su ultimo destino. Sin titubear un momento, Eulalia sujeto el saco bajo su brazo, se despidio del difunto duque, y salio de la cripta en silencio bajo el anonimato del velo. Su intencion era la de parecer una viuda, y penso que lo habia logrado. Fuera del cementerio tomo un carruaje, y le dio la direccion al cochero cuando la ayudo a introducirse en el interior. Llegar hasta el lugar escogido le llevaria unas horas, pero Eulalia tenia todo el tiempo del mundo. No durmio durante el trayecto, y tampoco se permitio el lujo de llorar de nuevo. Todas las lagrimas habian sido ya derramadas, y ahora tenia que cumplir su ultima mision. El cochero la dejo muy cerca de Richmond Bridge. Como era tarde, todo estaba desierto. No habia ni un alma por las calles, ni ella las esperaba. Eulalia habia escogido ese lugar porque lo habia visitado en una ocasion con la Familia Beresford: era un lugar tranquilo y alejado de todo. Lo mas importante, nadie lo recordaria, por ese motivo se habia decidido por ese sitio. Vestida de novia, y con el velo cubriendole el rostro, Eulalia camino decidida. Una vez que alcanzo la mitad del puente, se subio a la barandilla de piedra. Observo durante un momento las aguas que discurrian bajo sus pies. Parecian mansas, pero ella intuia que no lo eran. Inspiro profundo varias veces, pero no por miedo, sino por una cierta vacilacion de ultimo momento. Eulalia habia tomado una decision: iba a saltar sobre las aguas y se dejaria llevar por ellas. Como no sabia nadar, su muerte estaba garantizada. --Yo te maldigo, Maria --susurro entre dientes--. Maldito seas tambien, hijo de mi carne. Que nunca encontreis la paz como no la he podido encontrar yo, y por eso, malditos ambos. Eulalia termino de decir las palabras, y salto...

  • Suenos de Bunker Hill de John Fante

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    Arturo Bandini, huyendo de la nieve y el hastio de Colorado, se instala en Bunker Hill, la colina que domina el centro de Los Angeles, donde empieza a trabajar como camarero y escribe relatos. En esta novela, considerada como una de las mejores de John Fante, este nos cuenta los inicios de Bandini como guionista y sus amores y lios sucesivos, y como consigue finalmente no hacer carrera en Hollywood, donde un productor lo tiene todo el dia sentado sin dejarle escribir una linea, un empleo tan bien pagado como frustrante y que termina abruptamente. Tras otros episodios en los que nos cruzamos con otros escritores empleados en los estudios, como Ben Hecht, Dalton Trumbo o Nathanael West, o con el mismisimo Sinclair Lewis, el idolo de Bandini, o un intento fracasado de colaboracion con una reputada y terrible guionista, Bandini se toma un breve respiro en Colorado, antes de regresar de nuevo al campo de batalla. En el corazon del libro nos encontramos con una imposible historia de amor, como es habitual en Fante, esta vez con una casera, que podria ser su madre. En Suenos de Bunker Hill, una novela dictada por Fante, ciego y en sus anos finales, a su esposa, se nos muestra la otra cara de Hollywood, una vision inmisericorde y sardonica. <> (Michele Grazier, Telerama).

  • Por cada pecado hay un pecador (Pecado 2) de Katy Evans

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    Jugue con su fuego... y me quemo para siempre Para mi, Malcolm era un encargo mas. Debia desvelar su verdadera identidad, sus secretos mas oscuros, pero el corazon se impuso a la razon y, pronto, cai en el pecado. Malcolm es como una droga para mi, y yo soy adicta a el. Ahora que la verdad ha salido a la luz, ?volvera el hombre mas codiciado de Chicago a confiar en mi? Descubre el desenlace de la apasionada historia de amor de Malcolm y Rachel

  • Memoria del comunismo de Federico Jimenez Losantos

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    Cien anos y cien millones de muertos despues, ?por que el comunismo sigue siendo una ideologia respetada? Buceando en las fuentes originales -de Marx, Bakunin y Lenin al Che o Pablo Iglesias- este libro explica la naturaleza real del comunismo, sus raices filosoficas y politicas, los errores habituales sobre su historia y el hecho mas terrible: que, cien anos y cien millones de muertos despues, siga siendo una ideologia respetada entre politicos, profesores y periodistas. En dos paises europeos, Rusia y Espana, se intento crear en el siglo xx un regimen comunista. En Rusia, tras cinco anos de feroz guerra civil de Lenin contra su pueblo, el comunismo triunfo. En Espana, tras una atroz guerra civil de tres anos, perdio. Pero se discute el papel de Stalin en la guerra -de Paracuellos y la muerte de Nin al oro del Banco de Espana- y se oculta la actuacion de los dos comunismos espanoles: el marxista del PCE, el PSOE bolchevizado o el POUM; y el bakuninista de la CNT-FAI, que impuso el terror rojo en Cataluna con la ayuda entusiasta de Companys. Ni la Rusia bajo la Cheka ni la Espana bajo las checas se recuerdan hoy. Solo eso y el exito de la propaganda sovietica desde 1917 explican la irrupcion y el exito de Podemos. ?Por que se creian los bolcheviques con derecho a imponer a todos su idea de sociedad y a asesinar a los que la rechazaban e incluso a los que no llegaban a hacerlo? Esta es la gran cuestion del siglo que el mundo lleva a cuestas desde que Lenin tomo el poder: ?por que los comunistas se creen legitimados para robar y matar en nombre de una utopia que apenas esconde su afan de poder ilimitado? Lo peor del sistema de Lenin no es que se crea con derecho a imponer su dictadura y a matar a sus opositores, sino que las sociedades democraticas acepten ese derecho a robar y matar de los comunistas. Esta Memoria del comunismo recuerda por que sucede. Y como, conociendo su historia y la de Espana, cabe evitarlo.

  • El Pozo de Sandra Kyuumei

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    Se lo preguntaba por las noches cuando las dudas sobre mi futuro me embargaban. Nunca nadie creyo mi como lo habia hecho ella y por eso le estaba eternamente agradecido. Ella era la unica que veia algo en mi y por eso me negaba a separarme de su lado. Por primera vez podia vislumbrar una vida duradera con alguien mas.

  • Lo que arriesgue por ti de Marisa Sicilia

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    ?Cuanto arriesgarias por algo que no es mas que sexo? ?Y si fuese amor? ?Tu seguridad? ?Tu trabajo? ?Tu futuro? ?Tu vida?

Dmitry ha dejado atras Paris. Ha perdido su negocio, a sus amigos, a la mujer a la que amaba. Los integristas han puesto precio a su cabeza y solo la proteccion de los servicios de inteligencia ha impedido que cumpla condena en prision. Pero no a cambio de nada. Si quiere recuperar su libertad, tendra que encargarse del trabajo sucio, la clase de misiones solo aptas para hombres sin escrupulos, hombres de los que prescindir cuando dejan de ser utiles. Por eso no es buena idea enfrentarse a Antje, su supervisora en Berlin y la mujer que con una sola palabra puede hacer que sea expulsado del programa o que su vida carezca de valor. No, no deberian mezclar sexo y trabajo ni llevar su relacion al limite. No pueden confiar el uno en el otro, ella esta acostumbrada a ejercer el control, se aferra a los protocolos y las normas, ha llegado alto y se ha vuelto dura por el camino. Ademas, la prioridad es la amenaza terrorista que se cierne sobre toda Europa y pone en jaque a Berlin.
No, no encajan, ya salio mal otras veces, pertenecen a mundos muy distintos, no pueden permitirse que las emociones pongan en peligro todo lo demas, pero ?y si se arriesgan?

  • Ikigai esencial de Ken Mogi

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  • Hilvanes y contrabando de Elena Bargues

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    1876. Santander.
    Mariela y su hermano Ernesto abandonan Cuba y recorren el mundo. Pero, cuando se instalan en casa de sus tios en Santander, a Mariela le disgusta la inclinacion por los naipes de su hermano y decide independizarse y emprender un negocio por su cuenta: un atelier de alta costura.
    Pablo Torres, primogenito y heredero de una naviera santanderina, sera contratado por el gobierno espanol como agente, bajo el seudonimo de Pedro Saro, tras el asesinato de un capitan en los muelles ingleses y la compra y desaparicion de las armas empleadas en las guerras carlistas. Sus sospechas pronto recaen sobre los dos hermanos quienes, a causa de la vida disipada de Ernesto y del taller de Mariela, se han convertido en el epicentro de las intrigas de los contrabandistas.
    Mariela y Pedro no tienen nada en comun, pero se veran obligados a unir sus esfuerzos si desean defender aquello que aman.
    Elena Bargues nos sumerge nuevamente en una historia bien hilvanada, llena de malentendidos, recelos, asesinatos, corrupcion y robos. Una aventura trepidante por las calles y muelles de un Santander que se perdio en el incendio de 1941.

  • El triunfo de las tinieblas de Eric Giacometti

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    Los nazis recorren el mundo en busca de cuatro reliquias que convertiran el Tercer Reich en un poder milenario.