• j de la rosa libros - J. de La Rosa

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    Ines lleva diez anos viviendo en Noruega, donde ha erigido una nueva vida: el trabajo de sus suenos, un apartamento decente y Bjorn, el hombre con el que intenta construir un futuro. Una noche recibe una llamada inesperada. Su padre acaba de fallecer y debe regresar a Sevilla para el funeral. Aquel era el hombre con el que ella habia medido a todos los demas, el caballero perfecto, y es entonces cuando descubre una vieja carta escrita por el, en la que declara su amor a una mujer que no es su madre. Confundida, incredula, Ines recurre al unico que puede ayudarla, un viejo amigo que es ahora inspector de policia. Reticente, Pedro se ofrece a resolver el misterio, pero la razon por la que Ines huyo de Espana quiza tenga mucho que ver con el, y los fantasmas del pasado pueden resurgir con el color asombroso de los ojos de este antiguo amor.

  • J. DE LA ROSA | Casa del Libro

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    Otros libros de este autor:La leyenda de Tierra Firme ySiete razones para odiarte.Elisa debe presentar un articulo novedoso para el numero de MARZO de la ...

  • J. De La Rosa: Libros - Amazon.es

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  • Todos los libros del autor De La Rosa J

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  • Búsqueda de LIBROS DEL AUTOR: j de la rosa

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  • J. de la Rosa - El Rincón de la Novela Romántica

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    28 jun 2021 — Escritor. Premio Vergara de Novela 2019 (Pinguin Random House), Premio Titania de Novela 2014 (Editorial Urano) y Finalista del Premio Literario ...

  • José de la Rosa - Libros de Romántica | Blog de Literatura ...

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    José de la Rosa(Sevilla 1970). Aunque estudié audiovisuales me he dedicado al mundo de libro, diseñando y dirigiendo la línea editorial de novela romántica ...

  • LIBROS - IES Santa Rosa de Lima

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    Alumnado, ComunicA, Entrevistas, LIBROS, Proyectos · Día internacional del libro 2020 · abril 23, 2020 — 0 comentarios · COMUNICA, ComunicA, Departamento de ...

  • Tiempo y poder de Christopher Clark

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    Este libro pionero plantea nuevos puntos de vista acerca de como las distintas nociones del tiempo condicionan el ejercicio del poder. El aclamado historiador Christopher Clark se sirve de cuatro figuras clave de la historia de Alemania -Federico Guillermo de Brandemburgo-Prusia, Federico el Grande, Otto von Bismarck y Adolf Hitler- para observar la historia a traves de una lupa temporal y preguntarse si los actores historicos y sus regimenes encarnan conceptos singulares del tiempo.

  • La amante encanta a su Marques de Christina Mcknight

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    EL CORTEJO NUNCA FUE TAN ESCANDALOSO

  • Con tal de verte volar, Miguel Gane de Miguel Gane

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    Con tal de verte volar es un homenaje a las alas que dirigen tu vuelo hasta donde solo se escucha el grito de la libertad, de la mujer libre.

  • No solo el destino de Anna Olsson

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    Todos aman y admiran a la hermosa Susana, es una mujer triunfadora, disfruta su vida plenamente, hace lo que quiere cuando quiere y como quiere. Por cosas del destino aparece un ex novio; un multimillonario que ella penso que nunca mas veria, al verla no dudo en hablarle comenzando una nueva aventura que nunca pensaron tener. En su vida moderna y liberal aparece un atractivo y musculoso moreno que la tratara de manera distinta a como lo hace el resto de los hombres. Entre nuestra libre y atractiva protagonista y el hermoso multimillonario ex novio hay un asunto pendiente que no es su antigua relacion, si no que otro asunto que puede ser aun mas importante que su noviazgo del pasado.

  • El angelical rostro del mal de Eva Zamora

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    Yago Junquera Miller es un hombre atractivo, seductor y muy carismatico; el politico de moda. Lo tiene todo, o casi todo. Solo le falta una guapa y elegante esposa que lo convierta en un marido ejemplar y le ayude a alcanzar su objetivo: ser el presidente del pais.

  • !O no hay trato! de Carolina Gattini

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    El destino y la mala suerte llevan a Miriam a la desesperacion. No es capaz de pagar sola el alquiler al que se habia comprometido con su reciente ex, las deudas la ahogan y finalmente decide vivir en un lugar con todas las comodidades, "comodos" sofas, bano y ducha, salas de reuniones…, es decir, la oficina donde trabaja.
    Miguel Garmendia esta a punto de perder lo unico que tiene, la empresa que levanto desde joven porque precisamente dedico su vida a trabajar, en lugar de disfrutar de ella como hicieron sus amigos y hermanos. Confiar en la persona equivocada, su contable, le ha llevado practicamente a la quiebra. Sin embargo hay una esperanza, conseguir la herencia de su madre, bajo la condicion de casarse. Claro que, no es tan facil encontrar a una mujer que quiera casarse con un hombre como el y renunciar a una vida normal, aunque sea por unos meses. O tal vez si… El unico problema es que esa mujer es adicta al sexo y la abstinencia de ese matrimonio no es compatible con ella… Asi las cosas… Miriam tendra que establecer sus propias condiciones… !O no habra trato!

  • El amante silencioso de Clara Sanchez

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    Isabel, una mujer que trabaja en la Asociacion de Victimas Dependientes, recibe una propuesta peculiar que va mas alla de sus competencias: debe ir a una region de Kenia, Mombasa, para localizar y rescatar a un joven llamado Ezequiel que ha sido abducido por la Orden Humanitaria, una secta que esconde algo turbio.
    Isabel acepta la mision dispuesta a redimir la culpa que le atosiga desde que su hermano, victima de otra secta, se suicido sin que ella pudiera ayudarle.

  • Paris es Azul de Muriel Villanueva

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    Despues de media vida, dos divorcios y la perdida de un embarazo, Azul regresa a Paris, la ciudad en que a sus diecisiete, durante el curso preuniversitario, anduvo navegando a tientas, buscandose entre dos fuertes amores y un buen colchon de amistades. Hoy, a sus cuarenta, regresa a la capital del amor para intentar aunar los pedazos de la Azul adolescente y los de la mujer en crisis. Alli descubrira y reencontrara nuevas y antiguas pasiones que la conminaran a mirar hacia adelante.

  • Y me lo queria perder, Rosario Vila de Rosario Vila

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  • La mascara del alquimista de Jose Callado

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    ?Que podria esconder la alquimia para tener la capacidad de poner en peligro la misma historia de la humanidad?
    Cuando Luigi di Martino vio a su padre morir frente a sus ojos, no pudo imaginar que la maquinaria del Destino se habia puesto en funcionamiento para que su vida cambiara de forma traumatica.
    Cumplir la ultima voluntad de Paolo, su padre, de entregar su querida mascara de cinabrio a Santiago Velez, alguien desconocido para Luigi, supone el punto de partida de un viaje que le llevara a recorrer parte de Europa en busca de los responsables de que la desgracia haya caido sobre su familia. Un viaje que unira el destino de cuatro personas que se veran obligadas a luchar para impedir que fuerzas oscuras, que se creian muertas, puedan convertir en realidad el antiguo sueno ario.
    El seguimiento de la vida de Luca Adamo, alquimista del siglo XV, y de su prodigiosa creacion, desembocara en una persecucion para impedir los planes de aquella que desea romper el fragil hilo donde descansa nuestra realidad.
    En este viaje, Santiago Velez, ademas de ayudar a Luigi a darle sentido a la muerte de su padre, sera clave en la lucha por conservar el presente tal y como se conoce. Ademas, por fin encontrara el significado de esos suenos que le atosigan desde su lejana ninez. Por fin sabra cual es su papel en la historia.
    La mascara del alquimista nos recordara que el lado mas oscuro de la humanidad sigue vivo, esperando la mas minima oportunidad para convertir en realidad ese mundo, el cual creen perfecto.
    Tan perfecto como el propio infierno.

  • El misterio de Ardlamont de Daniel Smith

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  • Yo caminare de tu mano de Towanda Richardson

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    Lena Bouvier es una nina prodigio de la informatica. Con solo veinticinco anos, dirige el departamento de programacion de una importante empresa de diseno de aplicaciones para moviles. Es feliz con su trabajo, con su puesto de entrenadora de un equipo de baloncesto adaptado, con sus amigos. Hace mucho tiempo que dejo de llorar por el desgraciado golpe del destino que la dejo postrada en una silla de ruedas cuando solo era una adolescente.

  • La alegria 0 de Frederic Lenoir

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    Existe una experiencia mas deseable que la alegria? Todos aspiramos a ella obstinadamente, por haberla vivido ya, siquiera de manera fugaz. El enamorado en presencia del ser amado, el jugador en el momento de la victoria, el artista ante su creacion, el investigador en el momento del descubrimiento sienten una emocion mas profunda que el placer, mas concreta que la felicidad, una emocion que arrastra a todo el ser y que llega a ser, a traves de mil facetas, el deseo supremo. La alegria lleva en si un poder que nos empuja, nos invade, nos hace saborear con plenitud. La alegria es una afirmacion de la vida. Manifestacion de nuestro poder vital, es el medio que tenemos para alcanzar esta fuerza de existir, de saborearla. Nada nos hace estar mas vivos que la experiencia de la alegria. Pero ?podemos hacerla emerger? ?Dominarla? ?Cultivarla? ?Podemos hoy formular una sabiduria basada en el poder de la alegria? Para lanzarme a semejante investigacion, me he apoyado, por supuesto, en la sabiduria de Oriente y de Occidente. En efecto, la alegria es esencial en el pensamiento taoista chino, asi como irriga profundamente el mensaje de los Evangelios. En cambio, ha interesado muy poco a los filosofos. Sin duda, han considerado que su caracter imprevisible, emocional, a veces incluso excesivo, la hace poco propicia para una reflexion distanciada. No obstante, ciertos pensadores, y no menores, como Spinoza, Nietzsche y Bergson, si han situado la alegria en el centro mismo de su pensamiento. Comenzaremos nuestro camino siguiendo sus pasos, distinguiendo placer, felicidad y alegria, e intentando comprender la experiencia de la alegria desde un punto de vista filosofico. Pero ?como continuar esta investigacion sin hacer referencia a las propias experiencias que hayamos podido tener de ella? Asi pues, me apoyare tambien en mi propia historia, mis vivencias y mis convicciones personales. Intentare mostrar, de manera muy concreta, que hay tres grandes vias de acceso a la alegria. En primer lugar, un camino que favorece su emergencia a traves de actitudes como la atencion y la presencia, la confianza y la apertura del corazon, la gratuidad, la buena voluntad, la gratitud, la perseverancia en el esfuerzo, la renuncia al control o tambien el disfrute del cuerpo. A continuacion, otras dos vias nos llevan a experimentar una alegria mas duradera: un proceso de desligamiento, es decir, de liberacion interior, que nos permite llegar a ser cada vez mas nosotros mismos, e, inversamente, un camino de religamiento, de amor, que nos permite ponernos de acuerdo con el mundo y con los otros de manera plena y justa. Descubriremos entonces que la alegria perfecta, la que se promete al final de los dos caminos de realizacion de uno mismo y de comunion con el mundo, no es otra cosa que una expresion profunda, activa y consciente de algo que se nos ofrece a todos, ya en los primeros momentos de nuestra existencia y que muy a menudo perdemos con las dificultades que van surgiendo al crecer: hablo de la alegria de vivir. Esta obra, que he querido hacer accesible para el gran publico, ha nacido de una ensenanza que, al principio, he transmitido de manera oral. Luego he vuelto a trabajar en profundidad sobre el texto, aunque procurando conservar el caracter vivaz y espontaneo de la oralidad. Mi mas profundo agradecimiento a Djenane Kareh Tager y a mi editora, Sophie de Closets, por la valiosa ayuda que me han prestado en este trabajo. 1. El placer, la felicidad, la alegria La naturaleza nos avisa mediante un signo preciso de que hemos alcanzado nuestro destino. Ese signo es la alegria.2 BERGSON La experiencia de satisfaccion mas extendida y mas inmediata es la del placer. Es una experiencia que vivimos cuando saciamos una necesidad o un deseo cotidiano. Tengo sed, bebo, siento placer. Tengo hambre, como, siento placer, mucho mas placer, de hecho, si los platos son sabrosos. Estoy cansado, por fin puedo reposar, siento placer. Tomar cafe o te por la manana es un momento de placer. Los placeres de los sentidos son los mas comunes. Hay otros, mas profundos, que tienen que ver con el corazon y la mente. Cuando me encuentro con un amigo, contemplo un bello paisaje, me sumerjo en un libro que me gusta, escucho una musica que me emociona o realizo una tarea que me interesa tambien experimento placer, es decir, satisfaccion. No se puede vivir sin placer, o nuestra vida se reduciria a una interminable servidumbre. El problema del placer, y los filosofos lo discuten desde la Antiguedad, es que no dura. Como, bebo, pero, horas mas tarde, vuelvo a tener hambre y sed. El amigo con el que me he cruzado se va, la musica se interrumpe, el libro se acaba: ya no tengo placer. El placer esta ligado a una estimulacion exterior que hay que renovar sin cesar. Por otra parte, a menudo se ve contrariado: todos conocemos muchos deseos y necesidades insatisfechos y a veces basta muy poco para arrebatarnos todo placer: el agua tibia, un alimento insipido, un amigo de mal humor o la belleza de un paisaje afeada por una mala compania. En realidad, es muy dificil conocer un estado de satisfaccion permanente si solo se basa en la busqueda del placer. El segundo problema, que todos hemos experimentado, es que ciertos placeres son buenos en lo inmediato, pero malos a mas largo plazo. Alimentos demasiado grasos o demasiado azucarados, algunos deliciosos, tendran repercusiones en nuestra salud si los tomamos en gran cantidad; la chica mona o el joven guapo, que nos proporcionara un placer sexual inmediato, puede poner en peligro nuestra vida en pareja; las copas de alcohol, con las que se ha brindado en una fiesta en casa de los amigos, se traduciran en resaca a la manana siguiente. A medio o largo plazo, incluso desde una perspectiva mas global de la existencia, la satisfaccion de los placeres inmediatos se revela a veces como un mal calculo. Estos dos escollos plantean una cuestion por la que se han interesado 3 los sabios de Oriente y Occidente: ?hay una satisfaccion duradera que vaya mas alla del caracter efimero y ambivalente del placer? ?Una satisfaccion que no este limitada en su duracion, que no dependa de circunstancias exteriores y que no se convierta en una mala compania? ?Un placer mas global y mas duradero? Para definir ese estado, se ha inventado un concepto: la felicidad. Asi empezo, hacia la mitad del primer milenio antes de nuestra era, tanto en la India como en China o en la cuenca mediterranea, una investigacion filosofica a la que sabios y pensadores dieron diferentes respuestas, siempre intentando superar las debilidades o los limites del placer. Aun siendo muy diversas, la mayoria de las respuestas convergen en tres puntos esenciales: no hay felicidad sin placer, pero, para ser felices, debemos aprender a discernir y moderar los placeres. <>, 4 dice Epicuro, a quien se conoce como el filosofo del disfrute. En realidad, Epicuro es el gran filosofo de la moderacion. No prohibe los placeres, no preconiza la ascesis, pero cree que demasiado placer mata el placer. Que disfrutamos mas intensamente de una cosa cuando sabemos limitar la cantidad y dar mas importancia a la calidad. Que somos mucho mas felices entre unos pocos buenos amigos reunidos alrededor de una mesa sencilla pero buena que en un banquete en el que la abundancia de platos y de convidados impide saborear la calidad de unos y disfrutar de la compania de otros. De algun modo, es el precursor de una tendencia que vemos desarrollarse hoy en nuestras sociedades saturadas de bienes materiales y de placeres, el <> --que podriamos traducir por <>, o mejor, por la expresion de <> tan querida por el filosofo campesino Pierre Rabhi, que evoca asimismo <>. <> 5 La palabra <>, phronesis en griego, no tiene, para los filosofos de la Antiguedad, el significado que abarca en nuestros dias. Para ellos, la prudencia es una virtud de la inteligencia, que nos permite discernir, juzgar y elegir con justicia. Aristoteles, que vivio unas decadas antes que Epicuro, insiste, al igual que este, en la importancia de esta cualidad intelectual dentro de su funcion de discernimiento: saber lo que es bueno y lo que es malo para nosotros. Y, segun el, gracias principalmente a este ejercicio de discernimiento podemos llegar a ser virtuosos y acceder a una vida feliz. Aristoteles hace de la virtud una via ineludible de acceso a la felicidad. En su Etica a Nicomaco, la define como el equilibrio entre dos extremos, lo que lleva a la felicidad por el placer y el bien: <>. 6 Por ejemplo, el valor es el justo medio entre el miedo y la temeridad, extremos que, cada uno a su manera, pueden arrastrarnos a situaciones, como minimo, desagradables. Del mismo modo, la templanza, otra cualidad que valora, es el justo medio entre la ascesis (renuncia a los placeres) y la depravacion, dos vias antinomicas respecto a la posibilidad de la felicidad. Dos siglos antes de Aristoteles, en la India, Buda habia experimentado los extremos antes de constatar su vacuidad. Antes de llegar a ser un gran sabio, Siddharta, este es su nombre, era un principe que se embriagaba de placeres, sin ser feliz por ello. Despues de abandonar a su familia, su titulo y sus bienes, se unio, en los bosques del norte de la India, a un grupo de ascetas que vivian en la mortificacion. Pero, despues de diez anos con ellos, constato que no era feliz. Estas dos experiencias lo llevaron hacia la <>, la de la templanza y el equilibrio, que es tambien la fuente de felicidad. La tradicion china da a esta via el nombre de <>, un estado de equilibrio que permite la circulacion fluida de la energia, presente en la naturaleza, y que intenta reproducir en todas las actividades humanas.

  • Una sombra en la oscuridad de Robert Bryndza

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  • Amor se escribe con H y otras maneras de decirte que te quiero de Andrea Longarela

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    Eva suena con conocer a un caballero que la venga a buscar en un corcel blanco y la bese siempre con los ojos cerrados, como ha visto infinidad de veces en las peliculas. El problema es que la realidad nunca es como la ficcion, y tiene que conformarse con sexo una vez por semana y deshojar margaritas. Pero no solo de Eva va esta novela. Tambien estan Carla, su hermana, que ni siquiera se atreve a mirarse en el espejo, y mucho menos a reconocer que siente algo por un mejor amigo; Gina, que busca llenar sus vacios bajo un cuerpo. o dos, y Maria, que desearia ir a un concierto de rock y liarse con el bateria, pero no se atreve. Si crees que el amor tiene muchas caras, que existen muchas maneras de manifestarlo, de disfrutarlo y de vivirlo, esta historia es para ti.

  • Mision Jaqueca. 2018 de Jesus Maria Saez

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    La novela es una comedia de aventuras y espionaje situada en la decada de los 2000, con amplias dosis de humor extravagante e irracional. En ella se narran las peripecias de Enrique Spasmos, un atolondrado treintanero que vive su vida con absoluta monotonia hasta que atropella de manera casual a Sisi Panthis, una enigmatica mujer de la que queda prendado. Ambos viviran una descabellada andanza que les trasladara desde el Pais Vasco hasta Sevilla y de alli a Londres y Bruselas en busca de una temible arma bacteriologica: las ART (Aspirinas Radioactivas Termonucleares). Mision Jaqueca es ante todo un divertido relato de aventuras y viajes, repleto de situaciones insospechadas e inspirado de alguna manera en los comics de Francisco Ibanez Talavera y sus legendarios agentes de la TIA Mortadelo y Filemon; ademas de beber del absurdo genial de la obra de Enrique Jardiel Poncela.

  • Los ratones de dios de Luis Rendueles

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    En julio del 2011, los canonigos de la catedral de Santiago de Compostela se dieron cuenta de que faltaba el Codice Calixtino, el manuscrito iluminado del siglo XII considerado como la primera guia de viajes del mundo y referente para millones de peregrinos cuando realizan el Camino de Santiago. El robo del Codice Calixtino, una obra rodeada de misterio, leyendas y controversia desde sus origenes hasta nuestros dias --y de valor incalculable--, conmociono a toda la sociedad espanola e internacional. Para recuperar la famosa reliquia, se puso en marcha un operativo liderado por la Brigada de Patrimonio Historico. Para su investigacion, los policias tuvieron que viajar a Santiago --y tambien en el tiempo--, al entrar en un mundo gobernado por las leyes de Dios, ejecutadas por el dean, jefe del templo, y sus colaboradores, los canonigos. Inevitablemente, las pesquisas que el inspector jefe Tenorio y el juez Vazquez Tain hicieron abarcaron todos los rincones mas oscuros de la catedral y desvelaron chantajes sentimentales, guerras entre canonigos, acusaciones de homosexualidad y drogas, y permitieron averiguar, ademas, que habia ratones que robaban dinero de los peregrinos desde hacia muchos anos ante la <> de los sacerdotes, segun dictamino el tribunal que juzgo el caso. El caso tambien desvelo que la razon para robar el Codice Calixtino no era ni mucho menos la que los investigadores se esperaban.

  • Cactus de Rodrigo Munoz Avia

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    Viaje a Estados Unidos durante el verano de 2009, huyendo de todo aquello que pudiera recordarme a mi mismo, a mi pasado y tambien, incluso, a mi futuro, un futuro que me aburria ya antes de haberlo vivido. Fue Lidia, mi prima, tan tenaz, siempre velando por mi estabilidad, la que casi me obligo a hacerlo. --?Cactus? --le pregunte. --Cactus y suculentas. Les he dicho que eres un gran experto y que hacer ese curso es el sueno de tu vida. Lidia es de esas personas que piensan que no pasa nada por mentir un poco si las cosas se hacen de corazon. Para ella, decir que yo era un gran experto en cactus era solo mentir un poco. Me habia sacado de la cama, en un sabado que ya debia de ser de abril. Estaba muy exaltada al otro lado del telefono. --Lidia, falta mucho para el verano, estaba durmiendo --le dije. En realidad era incapaz de asimilar nada de lo que me habia dicho hasta ese momento. --He conseguido que te dejen una casita en Escondido Village, donde ibamos nosotros. El curso es barato, te gustara, no sabes como es Stanford para estas cosas. Jenny me ha insistido en que si no haces un curso, no puedes alojarte en el campus. Te va a encantar aquello. Me das mucha envidia, se me saltan las lagrimas solo de recordarlo. --A mi se me saltan las lagrimas de pensar lo a gusto que estaba en la cama, Lidia. Mi prima no dijo nada. Creo que realmente estaba llorando. Tiene una gran facilidad. A Lidia no le hacen llorar ni los alumnos ni ninguno de los especialistas en provocar el llanto ajeno que tanto abundan en nuestro colegio. A Lidia solo le hacen llorar los momentos de felicidad, ya sea suya o de las personas a las que quiere. En cuanto esta muy contenta llora, es increible. Es una persona bastante intensa. Esta convencida de que el mundo esta lleno de felicidad, y tiene un radar especial para detectarla. La Universidad de Stanford esta en California, en la bahia de San Francisco, al lado de Palo Alto. Palo Alto ofrece la mayor densidad de millonarios menores de treinta anos de todo el mundo. Todos se metieron en algun garaje mientras estudiaban la carrera y se inventaron alguna chorrada de internet que los hizo ricos. Lidia siempre me hablaba de todo esto. Ella habia pasado muchos veranos alli con su marido y sus hijos. Su marido es un cientifico reputado, pero el no se metio en ningun garaje para hacerse rico. En realidad es rico de familia, gracias a la conservera de anchoas de sus padres. A mi personalmente las anchoas me parecen una manera mucho mas digna de hacerse rico. Mi trayectoria personal en aquel ano hizo que Lidia pusiera todo su empeno en mandarme a Stanford. Solo conociendo a Lidia puede uno hacerse idea de lo que esto quiere decir. Que me gustaran o no los cactus, que estuviera en condiciones economicas de afrontar un verano asi, o que no hubiera manifestado en ningun momento interes alguno por una propuesta que consideraba tan ajena a mi eran, desde el punto de vista de Lidia, obstaculos menores. --No quiero ir, Lidia, no se me ha perdido nada alli. --Por eso mismo. En lugar de quedarte aqui lamentandote por todo lo que has perdido te propongo ir a un lugar donde no has perdido nada. Ya lo veras, alli nadie ha perdido nada, es impresionante. Solo miran hacia delante. --?Cuando me he lamentado yo de algo? Aqui o en Pernambuco seguire siendo el mismo, digo yo. Me parecio oir un ruido. --?Mama? --dije--. Mama, cuelga ahora mismo, por favor. Te he oido. Mi madre tenia casi ochenta anos. Estaba sorda como una tapia. Era imposible mantener una conversacion telefonica con ella y, sin embargo, le encantaba escuchar las conversaciones ajenas. Sorprendentemente, se enteraba de bastantes cosas. Lidia intervino y le dijo que se iba a acercar un dia por casa para llevarle un par de frascos de anchoas, pero a mi madre no era eso lo que le interesaba. Tuve que asegurarle dos veces que no tenia ningun proyecto de viaje a Pernambuco, y que ignoraba por completo donde se encontraba tal sitio. Luego, cuando mi madre colgo el telefono, le dije a Lidia que ya hablariamos de los cactus y de Estados Unidos, pero que dificilmente se podrian aunar dos conceptos que me interesaran menos. Habia sido un curso malo, tenia que reconocerlo. Las cosas empezaron a torcerse el dia en que insulte a cuatro alumnos en una sola clase y el director me llamo a capitulo en su despacho. Eso fue en enero. Luego llegaron la gripe y las otitis que se me iban pasando alternativamente de un oido a otro. Mi cabeza retumbaba como una sandia hueca y el timpano me crepitaba. No soportaba que mis alumnos hablaran a la vez. A uno le dije que si no se callaba en ese mismo momento haria huevo hilado con sus testiculos. Quiza fue excesivo. Mas tarde, al comienzo de la primavera, el director me llamo de nuevo a su despacho y me dijo que al ano siguiente no continuaria de profesor de Literatura en su colegio. Entre otras cosas estaba molesto porque en Navidades habia puesto notable a un alumno que llevaba dos meses sin aparecer por el centro y porque unos padres me habian visto fumando con sus hijos cerca del aparcamiento. Sali del despacho del director y me fui a comer con el profesor de Religion de los pequenos. Comiamos juntos con frecuencia. Hicimos nuestro particular ranking de alumnos indeseables y luego hablamos de temas mas elevados que el conocia mejor que yo: el panteismo, la vida despues de la muerte o la espiritualidad de los animales. En el computo total nos bebimos dos botellas de vino tinto. El, media, yo, el resto. Despues cogi el coche y de camino a casa me trague una furgoneta en un semaforo en rojo que por algun misterio yo no habia visto de ese color. Fue un desastre. Tras la multa me quede sin coche, sin carnet y practicamente sin dinero. Llegue a casa bastante tarde (no se si fue ese dia, pero da lo mismo) y no encontre a Eva. Me extrano. Baje a preguntarles a mis padres, que vivian en el piso inferior de mi duplex. Mejor dicho, era yo el que vivia con Eva en el piso superior del duplex de mis padres. Eva habia sido mi companera en los ultimos seis anos. Habia estudiado Bellas Artes y por entonces preparaba la tesis doctoral sobre un artista conceptual y aragones cuyo nombre, la verdad, no viene al caso. Se suponia que lo que le gustaba era pintar, pero lo unico que hacia era estudiar. Mi madre me dijo que se habia cruzado con Eva en el portal. Que se iba el fin de semana a Zaragoza, a ver a sus padres. Pero no volvio. La llame por telefono. Aunque era ella la que me abandonaba, adopto completamente el papel de victima. Dijo que yo ya no era la misma persona. Que era imposible intercambiar dos frases en serio conmigo. Que no le hacia caso. Que cada dia me comprometia menos con las cosas y bebia mas. Que no hacia mas que rehuirla y en el fondo rehuirme a mi mismo. Que me estaba convirtiendo en un ser pasivo y conformista. Que no le plantaba cara a la vida y no asumia que yo tambien era responsable de las cosas que me pasaban. Que estaba harta de vivir en casa de mis padres y compartir la asistenta, la vajilla y la tortilla de patatas. Que para eso se iba a vivir con los suyos. Fue muy convincente. Los primeros dias llegue a creerme que a la pobre chica no le habia quedado mas opcion que irse. Luego ya no se muy bien lo que pense. Creo que me entregue a un victimismo bastante lastimero. Unas dos semanas mas tarde decidi llamarla para que entre los dos reconsideraramos la situacion y hablaramos despacio. Pero Eva ya no estaba en casa de sus padres, sino en casa del artista conceptual y aragones. Aquello escocia bastante. Me habia dejado solo, en el centro de la cama, con las sabanas y las mantas cada dia mas embarulladas. Fue entonces cuando Lidia aparecio en escena. Lidia, ademas de mi prima, era profesora de Ingles en mi colegio. Fue ella la que, cinco anos atras, me recomendo al director. Primero fue capaz de convencerme a mi de que ser profesor de Literatura era una de las cosas que mas me pegaban en el mundo. A mi favor tenia mis estudios de Filologia y mi aficion a la lectura, era cierto. Lidia pensaba que mis experiencias como dependiente de libros en la Fnac, como guia turistico por Madrid y como redactor en una revista de fotografia tambien me ayudarian en mi labor frente a los alumnos. <>. Sin embargo, yo solo encontraba elementos en contra: mi caracter, mi poca empatia con el mundo adolescente y mi desconocimiento total de la materia (hacia mas de quince anos que habia terminado la carrera). En realidad, de los grandes autores sabia el precio con IVA de sus libros, pero poco mas. <>, y algo asi fue lo que debio de pensar el director del colegio. Creo que albergaba tanta confianza en Lidia que no necesitaba mas razones para darme el puesto. Le bastaba con una: era primo de la mas convincente y entusiasta de sus empleadas. Ahora, tras los reveses de las ultimas semanas, Lidia se sentia obligada a impulsar de nuevo mi vida. Ella no se creia responsable de lo que habia sucedido, pero si se creia responsable, siempre lo creia, de lo que podia llegar a suceder. De modo que si me habia hecho pasar por experto en literatura en un colegio, pensaba ella, ?por que no me iba a hacer pasar ahora por experto en cactus en California? Para Lidia no habia duda de que aquel momento de mi existencia era el idoneo para dar el salto americano, abrir mi mente y olvidar mis pesares entre estudiantes del mundo entero. La cuestion es: ?por que le hice caso? Realmente, no lo se. Creo que fue una mezcla de cosas y ninguna en particular. En cierto modo fue algo ciego, es lo que tiendo a pensar. Tambien creo que hubo una especie de sabiduria interior de mi cuerpo, una certeza no enunciada de que un cambio le vendria bien. Y aunque la idea de que Lidia ejerciese de tour operator podia ser cansina por momentos, a decir verdad resultaba muy comoda. Ademas estaba el hecho de que mi madre me animara por todos los medios a quedarme en Espana. Me sugirio que, dado que ese ano no tenia la compania de Eva, a lo mejor podia ir con mi padre y con ella a Galicia en el verano, ya que la tia Celsa tenia muchas ganas de verme y queria reeditar la foto de familia con todos los primos, esa que llevabamos tantos anos sin hacer. --?Por que no cenas en casa, hijo? --me dijo un dia--. Ya no tiene sentido que te empenes en cenar solo todas las noches… Te basta con bajar las escaleras. Fue el detonante. La tercera vez que me dijo esto, sali de casa y me acerque a la libreria del barrio. Habia varios libros sobre el tema que buscaba, pero supe perfectamente cual era el que mejor se adaptaba a mis necesidades. Su titulo era Manual del experto en cactus. Por la noche llame a Lidia. --Lidia, estaba pensando una cosa: ?las casas de Stanford tienen lavadora? Se quedo en silencio. Supe que unas lagrimas grandes le nublaban los ojos al otro lado del telefono.

  • El precio de estar a tu lado de Leire F. Cascon

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    Ubicada en la Inglaterra victoriana, “El precio de estar a tu lado” es la historia de Ann Lake, una nina nacida dentro del seno de una familia adinerada y de gran posicion que aprendera que dinero y posicion social no son suficientes para alcanzar la felicidad. La vida de Ann cambia drasticamente tras la repentina muerte de su madre, lo cual provocara en ella una crisis vital que da lugar a un encerramiento que agrieta su vida marcandola en un antes y un despues.

  • Su secreto de Aina Castillo

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    Mar era una chica normal.
    Un poco solitaria y triste.
    Vivia con sus padres.
    Iba a la universidad.

  • Curar con la fuerza de la naturaleza de Andreas Michalsen

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    La medicina sera integrativa o no sera. Despues de decadas de hegemonia de la medicina convencional y de la industria farmaceutica, llega por fin una medicina que no renuncia a la tecnologia, pero que abraza por igual la tradicion occidental y la oriental. En una sociedad postcrisis en la que triunfan fenomenos que beben del budismo como Marie Kondo, en la que practicas como el pilates, el yoga, la meditacion y la alimentacion consciente estan incorporadas en nuestra cotidianidad, empieza a despuntar una nueva vision de la medicina. Cansados de los estragos que ha causado el abuso de antibioticos, de consultas medicas deshumanizadas y de problemas de salud del primer mundo que se vuelven cronicos, son muchos los que buscan alternativas.
    El doctor Andreas Michalsen, que auna lo mejor de las dos tradiciones medicas, nos propone la naturopatia, tecnica que contempla al paciente como un todo y que, a traves de la hidroterapia, la terapia nutricional, el ejercicio fisico, la fitoterapia y el trabajo espiritual nos hara reencontrar nuestro equilibrio fisico y animico.

  • Arte y Placer (Arte y placer 1) de Kris Buendia

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    Miller Preston es un artista que heredo una compania peligrosa y enemigos. Paga una noche con la mujer mas bella del catalogo de su enemigo.
    Eva Kerr ya conocio a Miller en el pasado pero ella no lo recuerda y
    Miller hara todo lo posible para que su memoria siga asi.
    Eva quiere ser la mejor artista de oleo y tomara clases en la escuela de artes donde Miller Preston sera mas que su tutor.
    Eva se siente atraida como nada ni nadie lo ha hecho nunca, sin mencionar que, aquella noche que pago por ella Eva salio huyendo.
    Hay un oscuro y elegante placer de posesion sobre ellos. Pero no cuenta que detras de un artista, hay un oscuro pasado y no es lo unico que amenazara su futuro juntos. Cuando el enemigo de Miller la reclama como suya, estara dispuesto a todo para quedarse con ella.
    <>

  • El Principe Cautivo 1 de C. S. Pacat

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    Damen es un heroico guerrero y el legitimo heredero del trono de Akielos. Pero cuando su medio hermano se hace con el poder, Damen es capturado y vendido como esclavo de placer al principe de una nacion enemiga. Su nuevo amo, Laurent, es atractivo, manipulador y mortifero: es decir, encarna lo peor de Vere, su pais. Pero en la telarana letal de la politica de la corte, nada es lo que parece, y Damen se vera obligado a trabajar con su enemigo para sobrevivir y salvar a su pais, y descubrira que al hombre que mas necesita para conseguir su libertad es al que nunca debera revelar su identidad. por mucho que lo desee.

  • Cada segundo de Patricia Geller

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    Violeta Meyer es una joven que necesita liberarse de las imposiciones familiares y ha tomado la decision de romper con su pasado, ofreciendose como chica de compania. Ella no imagina que, adentrandose en un mundo tan superficial, sentira un placer diferente, conocera a hombres que estaran dispuestos a todo por tenerla y descubrira emociones insospechadas.

  • No es tiempo para amar de Carlota Manzano

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    No sabia que hacia en ese lugar, ni siquiera que me habia llevado alli, mas que ese arrebato de querer demostrar algo que ni yo misma creia. No me sentia militar, me sentia asalariada y con un trabajo fijo, que me permitia poner mantenerme a flote. Me habia separado de mi batallon. De repente estaba sola en medio de la nada, en esas tierras dominadas por el ansia de captura y si caia prisionera era mujer muerta. Miraba hacia fuera a traves de las ventanas huecas de esa casa destruida para ver si hallaba el modo de llegar al campamento, pero el panorama era desolador cuando mi mirada se encontro con un sargento de mi ejercito. Me miro y me hizo un gesto indicativo de para donde nos ibamos a ir, aunque no representara mi salvacion, me hacia sentir un alivio tremendo no estar sola en tierra hostil y poder aferrarme a ese companero que tambien se habia separado del grupo. Me iba a cubrir, sus dedos avisaban que a la de una, a la de dos y a la de tres... Corri agachada hasta donde me indico, una zona de arbustos y arboles, que logre alcanzar y esconderme. Lo volvi a mirar y me hizo un gesto de que lo cubriera, mire a todos lados y le saque el dedo pulgar para que avanzara hacia mi. --Sargento Chester --le hice el saludo--. Gracias a Dios que no estoy sola --mi voz sonaba agitada--. Soy la soldado Gilca. --Tenemos un problema, la base esta al otro lado de aquel pueblo --senalo hacia atras. --Tendremos que rodear por uno de los dos lados. --Los guerrilleros estan avanzando por el interior de las poblaciones, estan desde alli colocados estrategicamente. --Tambien los tienen rodeados, debemos alejarnos por las montanas lo suficiente para que no nos vean. Soldado Gilca tenemos que irnos ya, ponte a cubierto, yo voy delante de ti, y vamos a avanzar hasta alli, no pierdas la zona de atras. El pulso me temblaba, recordaba aquellas palabras de mis padres de que no iba a ser nada en la vida. Eso si, cabezona como era, me presente a las pruebas del ejercito sin saber que las pasaria y alli estaba en mi primera mision, jugandome la vida por el simple hecho de demostrar al mundo que podia ser alguien. Fuimos avanzando mientras me sentia en el ojo del huracan. Para mi, que debia haber mil guerrilleros apuntandonos. Esa era mi sensacion en cada momento, pero queria demostrar fuerza y dejar esa sensacion a un lado, calibrar el peligro real y controlarlo, en la medida de lo posible. Por fin logramos llegar a ese punto donde nos sentiamos un poco mas seguros para planear el nuevo avance. ?Habria sido solo el buen hacer del sargento o Dios, el universo o lo que quisiera que fuera habian escuchado mis plegarias? Porque ya se sabe, una, creyente no es, pero cuando le ves la cara a la muerte haces un pacto con el mismisimo diablo, si es necesario. El campamento principal estaba alli, en la provincia de Kabul donde se habian levantado dos campamentos de nuestro ejercito. Nuestra mision consistia en minimizar los actos terroristas y para ello los asaltos a edificios, las operaciones nocturnas y las incursiones enemigas formaban parte de nuestro dia a dia. --Vamos a tardar por lo menos doce horas en llegar hasta alli --me miraba con seguridad y eso me hacia sentir que habia probabilidades de llegar. --?Crees que llegaremos de verdad? --No creo, estoy seguro, pero tenemos que estar atentos en todo momento y con la cabeza fria --su mirada era convincente y su media sonrisa de consuelo era lo que me llenaba de esperanzas. --Si me saca de aqui me tiene a sus ordenes para toda la vida --bromee. --No lo dudo, muerta no lo estarias --reimos en voz baja. --Tambien es verdad, mientras este viva y en el ejercito estare a su disposicion --sonrei adoptando un gesto de resignacion. --Tampoco soy tan malo, es mas creo que nunca cruzamos palabra. --Nunca --sonrei. Aunque perteneciamos a la misma base en nuestro pais, yo tenia otro destino cuyo mando no ostentaba el, asi que lo conocia de vista, pero nunca nos habiamos parado a hablar, ni siquiera en aquella mision. Eso si, sabia quien era perfectamente. --La noche va a caer y es bueno para avanzar, ahora tenemos la oportunidad de hacerlo con mas seguridad que si fuera de dia. --Lo que usted diga, me siento un conejo a punto de ser presa de los guerrilleros --mire hacia arriba. --Tranquila, no tenemos otra que llegar hasta alli, asi que pensemos en positivo y a confiar en que lo vamos a lograr, no contemplo ninguna otra opcion. --Mejor, mejor --asentia nerviosa mientras lo miraba. Comenzo a visualizar cuanto estaba al alcance de sus prismaticos y yo lo seguia sin perder la vista a todos lados, sabia que podiamos llevarnos una sorpresa en cualquier momento. Y, si algo tenia claro es que no iba a ser buena. Sentia un frio interior imposible de describir. ?En que diantres pensaba? En ese momento en el que por fin tenia un trabajo, aunque pensara que no valiera para el, voy yo y me meto en ese lio del Monte Pio. Por el amor de Dios, si hasta ya tenia mi propia casa y con ello mi ansiada independencia, esa que tanto me habia costado y que tanta ilusion me hacia, pero no, se ve que pense que en Kabul habia mejores fiestas. Paramos al comprobar que un coche todoterreno salia del pueblo en direccion a la montana, pero lejos, hacia el frente. Nosotros estabamos a un lado, a una distancia considerable. No obstante, no podiamos hacer ningun movimiento extrano. Mi corazon se aceleraba por segundos, no queria que por nada del mundo ese coche cambiara el rumbo ya que iban cinco personas que estarian deseosas de abrir fuego. --Se van, tranquila, se van --no perdia la vista de ellos. --Y que no vuelvan --murmure en voz alta. ?Habria escuchado mi aceleracion? No queria ponerlo mas nervioso, bastante tenia el con ser la cabeza pensante del asunto, pero lo mio era irremediable. Me sonrio y me hizo un gesto con la cabeza para avanzar, yo veia que nuestro destino estaba a anos luz de nosotros, que no tardariamos doce horas sino una eternidad. Me seguia temblando hasta el pelo, no veia avance alguno de aquella manera, pero obvio que lo estabamos haciendo. Sin embargo, mis miedos eran mas grandes que mi sueno de llegar a ese punto, que ya es decir. --Si llegamos a mi me tienen que arrestar --volvi a hablar en voz alta. --?Y eso? --Se giro y levanto la ceja. --Ya se, no lo entiendes, pero eso significa que, si logro mi objetivo y llego, no me muevo hasta que me lleven para Espana. Vamos, que lo tengo claro. No salgo asi me encanonen para obligarme --dije sin pensar que le estaba hablando a un suboficial. De todos modos, en la situacion que estabamos no creia que me lo tomara en cuenta. --?Piensas que despues de esta yo voy a salir del campamento de nuevo? --pregunto confirmando mi broma. --Pense que eras mas valiente --me maldije por volver a hablar en voz alta, pero ya lo habia dicho. --Todos los somos hasta que nos vemos en estas --me sorprendio su respuesta--. En cualquier caso, no es lo mismo estar en grupo que como los dos estamos ahora mismo y menos mal que nos hemos encontrado --seguia andando mientras yo iba detras de el. --La verdad es que es en estos momentos cuando una se plantea la de cosas que haria a cambio de no estar en esta situacion. --Si, es verdad --decia girando su cara para transmitirme su media sonrisa. --Hasta me casaria con un guerrillero si me atrapara y me lo pidiera, todo con tal de no morir aqui --rei nerviosa solo de imaginarlo. --Yo te vendo a cambio de mi libertad --bromeo. --Pues vaya aliciente me acabas de dar --negue incredula. Sinceramente, no lo creia. No sabia por que, pero aquel hombre me transmitia seguridad. Quizas fuera por el simple hecho de que yo iba por alli sola como pollo sin cabeza hasta que me di de bruces con el o porque realmente sabia lo que hacia y eso se notaba. Seguimos avanzando con cuidado extremo y sin hacer apenas ruido. Evitabamos hablar cuando estabamos andando ya que el iba pendiente a cuanto nos rodeaba. ?Y yo? Yo iba pendiente a su culo, a ese que me guiaba hasta la posible salvacion. Hablando de culo, nunca me habia fijado en el y no podia negar que a traves de lo mucho que llevaba de ropa, mochila y demas, se dibujaba respingon, bien curtido. Ya se me pasaba de todo por la cabeza, el miedo mas que alejarme de pensamientos lujuriosos, me acercaba a una mezcla explosiva que evadia mi mente. ?Explosiva tenia que ser el termino? Vaya si era desafortunado, rei internamente.

  • Un Capricho del Destino de Kristel Ralston

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    Brenda trabaja como guia turistica en Londres. Su pasado no ha sido benevolo y ha tenido que hacer muchos sacrificios, en especial en su vida sentimental. Una tarde, la suerte le sonrie y se convierte en la asistente personal de una de las mas temidas empresarias hoteleras de Inglaterra. Su encargo mas complicado sera lidiar con un hombre, apuesto y arrogante, que trabaja en las reformas de uno de los hoteles de la cadena Wulfton en Surrey.

  • Cuando el me amo de Susana Oro

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    Isabela Brandal es una importante ejecutiva de una reconocida empresa constructora, pero en un parpadear pierde todo lo que ha logrado y no tiene mas remedio que aceptar la invitacion que, a traves de una carta, le ha hecho llegar su desconocida tia Ernestina para que vaya a pasar una temporada a sus campos. Nunca se imagino que ella, una elegante mujer de ciudad que combina las prendas a la perfeccion, terminaria dando ordenes en el huerto de verduras de su tia; y mucho menos que tendria que lidiar con un empleado arrogante, descarado, holgazan y encima mal vestido, que no sabe nada de huertos; aunque segun tia Ernestina, que lo adora, es el mas noble de los vecinos del pueblo.

  • El largo camino de Olga de Yolanda Scheuber

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  • Mitades imperfectas de Eberth Solano

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    El anhelante cambio de Annabelle Jones y la cadena dolorosa del antiguo amor de Peter Brown se uniran al sumergirse en una adictiva aventura con claras convicciones y restricciones; sin embargo, el deseo entre las dos partes sera un incentivo que ninguno sera capaz de controlar.
    Se trata de un juego en el cual no existen los sentimientos, solo el punzante deseo y el rescate de un recuerdo perdido. Pero cuando descubran que son mitades imperfectas, que las diferencias, temores y sufrimientos del pasado pueden separarlos, creeran que lo mejor sera alejarse uno del otro.
    ?Pero sera demasiado tarde? ?Tendran el amor suficiente para superarlo?

  • Un Vaquero Leal (Rancho Atkins 1), Tess Curtis de Tess Curtis

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  • Y si tu me perdonas (Alana 3) de Iris Romero Bermejo

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  • El arte de romperlo todo de Monica Vazquez

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    El arte de romperlo todo es el estreno literario de @ElectricNana, seudonimo de Monica Vazquez, una novela descarada, caotica, atrevida y profundamente libre.

  • La tierra esconde tu secreto de Lina Bengtsdotter

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    Hace treinta anos, el cuerpo de Paul Bergman, un adolescente alumno de un prestigioso internado, fue hallado sin vida en un lago. A los pocos dias, su mejor amiga, Francesca Mild, desaparecio de su casa. La muerte del chico fue declarada un suicidio; Francesca nunca fue encontrada.
    Charlie Lager, la mejor investigadora de la policia de Estocolmo, regresa a Gullspang, su pueblo natal, para hacerse cargo del caso Francesca. Un viaje en el tiempo hacia sus propios y oscuros pasados que siguen acechandola en el presente.

  • Un Vecino Encantador de Lupita Palma

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    Las personas siempre han pensado que yo no era una ‘persona sociable’, no estoy muy segura del porque de eso. Bueno, la verdad es que yo creo que era una persona agradable con el resto de las personas. Habia muchas cosas que me gustaba de tratar con la gente. Me gustaba ver como le pasaban cosas un poco desafortunadas a quienes se lo merecian. Me gustaba incomodar a la gente con mis frases directas. Solo porque sentarme a conversar en un campo de hierba con mi mejor amigo y una canasta de picnic en la mano no era mi idea del paraiso, no me convertia en un harisco. Pero el hecho de que probablemente elegiria salvar la vida de un gato antes que la vida de una persona… Bueno, eso podria llevarme un poco mas lejos hacia el extremo psicopata del espectro, pero nadie es perfecto. Todos tenian que encontrar sus alegrias en la vida. Placeres culpables. Mis alegrias solo se referian a la desgracia de los demas. Aunque tal vez haya una forma menos perturbadora de decir que… No me gusta la mayoria de la gente, y me gusta verlos sufrir. Basicamente, asumi que todo el mundo tenia un mal karma en camino, y si yo tenia la suerte de verlo, era una bonificacion. El tipo que acaba de derramar cafe en su corbata mientras se dirigia al trabajo probablemente paso al lado de su inocente Golden Retriever, que solo queria un masaje en la barriga hace unas horas. Karma. La mujer que tenia un trozo de papel higienico en el talon despues de la hora del almuerzo probablemente le hizo pasar un mal rato a una trabajadora de servicio al cliente por su cupon que no funciono. Peor aun, la razon por la que el cupon no funciono fue probablemente porque no se molesto en leer la fecha de vencimiento en la parte de atras. Boom. El Karma ataca de nuevo. Pero hay algo que disfruto aun mas que los actos casuales del gran espectaculo de equilibrio del universo. No me emociono facilmente, y no tengo el habito de sonreir, pero disfruto especialmente esperando que el karma golpee a alguien cuando me ha cabreado. Y asi es como empezo todo. Vivia al otro lado del pasillo del Sr. Perfecto. No sabia su nombre, a pesar de que habia vivido frente a mi durante unas semanas, y tampoco pensaba saberlo. Probablemente era algun nombre tonto como “Marc”, “Ben”. Tipos como el siempre tenian nombres como ese, como si acabaran de salir de un yate usando un sueter envuelto alrededor de sus hombros, si, asi como lo imaginas. El Sr. Perfecto no se vestia asi, pero se veia muy bien. Algo sobre el pelo o la forma en que tenia ese tipo de rostros odiosos que probablemente se verian bien hasta calvos. O que al mirarlo no podia evitar pensar en la larga e ininterrumpida linea de personas absolutamente hermosas que tuvieron que dormir juntas a lo largo de los siglos para producir un hombre con una genetica tan perfecta. O tal vez era la forma estupida en que se mantenia en tan buena forma – quiero decir, vamos, ?quien necesita que su cuerpo luzca como si se estuviera tratando de salir de la ropa para mostrar cada uno de sus musculos perfectamente moldeados? Habia decidido, en un momento muy extrano, darle una oportunidad el primer dia que se mudo. Es importante notar que mi decision no tuvo casi nada que ver con lo bien que se veia o con cualquier fantasia extrana que pudiera haber tenido sobre el. No fue nada de eso. Solo pense que seria un buen vecino. En lugar de mi mirada habitual, simplemente mire hacia su lado y espere a que se presentara. Incluso le hice uno de esos sutiles asentimientos de cabeza que veo que los chicos se hacen el uno al otro. Habia visto tanto la inclinacion de la barbilla hacia arriba como la variacion de la inclinacion de la barbilla hacia abajo, asi que elegi una. No esperaba mucho a cambio. Tal vez una respuesta igual de regreso. Tal vez una sonrisa. Tal vez que me arrastrara a su habitacion porque nunca habia visto una belleza tan salvaje como yo. Pero me ignoro por completo. Ni siquiera contacto visual. Nada. Asi que, el karma estaba en marcha. ?Queria ser perfecto? Tal vez queria llevar un cartel alrededor de su cuello que dijera ‘mi vida es mejor que la tuya’. Bien. Podia hacerlo. Pero si me esfuerzo por mirarte fijamente cuando te veo, mas vale a que al menos me des una inclinacion de cabeza. Ese fue el error numero uno. Su siguiente error fue seguir pareciendo como si tuviera un alijo de la suerte del universo de Harry Potter escondido en su apartamento, como si cada dia de su vida fuera una serie interminable de coincidencias perfectamente afortunadas. Se le veia en los ojos. Pero los detalles no son lo que importa. Lo que importaba era que me irritaba. Asi que habia estado esperando agresivamente a que el universo se diera cuenta de que le debia unos treinta anos de mala suerte, todo en un solo momento. No queria que le pasara nada grave, pero me habria alegrado el dia si lo hubiera visto caer de bruces una vez. Incluso me conformaria con una lesion osea. Tal vez su inodoro podria inundar su apartamento de mierda. Lo que sea, de verdad. Me habia sentido como una sombra bajo el glorioso rayo de luz que era su vida desde el dia en que se mudo, y ya habia tenido suficiente. Era martes, lo que significaba que probablemente me encontraria con el antes de llegar a mi apartamento. Puede que haya tenido una vaga idea de la hora en que regresaba al complejo de apartamentos despues del trabajo, pero no es como si yo fuera una acosadora. El hombre seguia su vida como un reloj. Sali de mi apartamento alrededor de las cinco, no porque quisiera encontrarme con el, sino porque era cuando tenia que salir para llegar a tiempo a mi destino. Tarde unos dos minutos en llegar desde las escaleras hasta el buzon, asi que el estaba entrando justo cuando yo estaba saliendo de la escalera. No se vestia ostentosamente. Gafas de sol baratas, camiseta azul descolorida y vaqueros. Por supuesto, hacia que todo pareciera de un millon de dolares, lo que me hizo querer hacerle tropezar. Si el karma no iba a hacer el trabajo, me encantaria ayudar a que las cosas tomen su rumbo. Los buzones para los residentes se ubicaban en la pared y estaban disenados para gigantes. Yo media 1,65 metros, pero tenia que pararme de puntillas para girar la llave de mi buzon y meter la mano dentro. El buzon del Sr. Perfecto estaba justo al lado del mio. El no tenia problemas para alcanzar el suyo mientras yo trataba de mantener algo de dignidad en mis puntas de los pies y con mi cara aplastada contra la pared. Saque un paquete sorprendentemente grande de mi buzon. Ambos salimos de nuestras casillas con paquetes en las manos: el mio era una caja beige discreto, y la suya era una caja rosa muy femenina con una cinta blanca y sedosa para mantenerla cerrada. “Bonito paquete”, dije. Me sorprendio un poco oir mi propia voz. Pense que mi cerebro y mi cuerpo habian acordado una tactica pasivo-agresiva estricta, pero tampoco estaba dispuesta a disculparme por lanzar un pequeno sarcasmo en su camino. Se volvio para mirarme con una ceja levantada. Dios. El tipo era guapo. Fue casi repugnante, como si no estuviera satisfecho con el buen aspecto de estrella de cine que tenia. No, tuvo que seguir subiendo en la lista hasta ser perfecto. Ni siquiera se le podia llamar excesivamente perfecto al punto de ser aburrido, porque parte de su perfeccion era precisamente la imperfeccion en los puntos correctos, como sus cejas que eran demasiado oscuras o demasiado gruesas, pero que de alguna manera armonizaban en su cara. Luego estaba su nariz. Nunca habia pasado mucho tiempo estudiando la nariz de un hombre, pero era una nariz bonita. Dignificada. Noble, incluso. Era una nariz que me hizo preguntarme si de alguna manera me habia convertido de repente en una ‘especialista en narices’. ?Eso existe? “El tuyo es mas grande”, dijo, asintiendo hacia el paquete que tenia en mis manos. Habia una nota juguetona en su voz que me hacia luchar para suprimir una sonrisa. Normalmente no tenia que luchar para no sonreir. Todo eso de no ser muy simpatica era algo natural. Tampoco me ponia nerviosa con los chicos, asi que la sensacion extrana e incomoda en mi estomago debe haber sido lo que intensamente odiaba a este ser. “Si, bueno, el consolador que pedi era extra grande.” Le di a la caja un poco de inclinacion y lo mire con ira. Se rio. Era un sonido profundo y rico. “?Debo enviar a los paramedicos al otro lado del pasillo si no sales de tu apartamento para manana?” “No”, dije. “Envia un plomero”. Volvio a reir, y me vi a mi misma casi sonriendo mientras lo miraba a el y a sus dientes blancos y bien arreglados. “No te distraere. Grandes planes. Lo entiendo”. “Si, planes extra grandes”, murmure antes de girarme y subir las escaleras. Que imbecil. Podia fingir todo lo que quisiera ser encantador y agradable, pero nunca se habia presentado ante mi. ?Solo enciende el encanto cuando hablo de consoladores enormes? Probablemente es un pervertido…. En realidad, habia ordenado un consolador, pero era uno de tamano normal, y el no necesitaba saber nada de eso. Tampoco suscribi la idea de que poseer un respetable arsenal de juguetes sexuales tuviera implicaciones sobre tu vida sexual o la falta de ella. Podrias hacer el trabajo a mano, tener buenas herramientas, o llamar a alguien para que lo haga por ti. ?Yo? Prefiero estar preparada con un buen equipo. Una vez que volvi a mi apartamento, pase unos minutos mas maltratando el paquete porque era demasiado perezosa y terca para caminar cinco pasos hasta la cocina por las tijeras. Esperaba encontrar mi cita de pulgadas de largo y dos de ancho para esta noche. En vez de eso, solo habia un sobre. Lo tome y lo voltee. Un par de tarjetas de plastico se cayeron, pero el paquete de papeles de adentro se atasco. Si esta era una nueva tactica de correo no deseado, estaba funcionando, porque mi curiosidad estaba en su apogeo. Roosevelt, mi gato, tambien estaba interesado. Era una raza de munchkin, que era basicamente el corgi del mundo de los gatos: piernas muy cortas en un cuerpo de tamano normal. Se podria argumentar que era un poco confuso criar un gato con patas cortas y rechonchas. Si alguna vez salieran a la naturaleza, probablemente perderian las peleas callejeras con otros gatos porque no tendrian el mismo alcance, o lo que sea. Pero tambien se podria argumentar que era completamente increible. Tome una de las cartas que se habian caido y entrecerre los ojos ante la foto. Era la licencia de conducir de mi vecino. ?Ted Smith? Supongo que me equivoque en el juego de nombres, pero Ted era casi peor. Imbecil. Tire la tarjeta de vuelta a la caja y pense largo y tendido. Abrir el correo de alguien por error era bastante perdonable, pense. Asi que, hasta este punto, no me sentia demasiado culpable. Por otro lado, si me meto en los papeles del sobre, puede que tenga que empezar a sentirme mal. Gruni enojada y cerre las solapas de la caja. Cualesquiera que fueran los secretos que Ted Smith tenia, no me importaba lo suficiente como para someterme a la pequena dosis de culpa que sentiria al escarbar en su correo a proposito. Alguien golpeo fuerte en mi puerta. Le rasgune la barbilla a Roosevelt y luego fui a ver quien era. Arregle cuidadosamente mi cara antes de abrir. Reflejaba algo como ‘has interrumpido algo extremadamente importante’, pero tan pronto como vi a mi vecino en la puerta, mi expresion se quedo en blanco. Estaba sosteniendo un consolador, mi consolador purpura que tenia unas venas muy bonitas y prominentes trabajadas en el molde. Normalmente, me habria tomado un momento para apreciar y disfrutar de la artesania. Molde solido. Buen acabado en la silicona, y una gran base con capacidad de succion. Todo lo que una chica puede sonar. Profundo. Probablemente me debi sentir avergonzada, pero hace mucho tiempo aprendi que era mejor ser duena de tu verguenza que esconderse de ella. “Oh bien. Encontraste mi cita”, le dije, cogiendo el consolador de su mano. Enfatice mi punto al golpear la ventosa en la parte posterior de las bolas contra el marco de la puerta donde se atasco y luego comenzo a tambalearse amenazadoramente entre nuestros ojos. Me miro con una leve distraccion. “Tu cita encontro el camino a mi buzon. Me preguntaba si tambien recibiste mi paquete”. “Creo que sabria si tuviera tu paquete”. El no parecia pensar que mi juego de palabras era divertido. Tenia los brazos cruzados de tal manera que sus biceps y pecho se veian lamibles, aunque pense que preferiria morderlos. Tipos como el tenian suficiente placer en sus vidas, despues de todo. “?Estas segura?”, pregunto. Habia tension en su voz. Por alguna razon, su tono me hizo querer mentir sobre mi descubrimiento. Tal vez el universo finalmente habia encontrado una manera de lanzarle al Sr. Perfecto una muy merecida bola curva. A menos que tener a sus padres llamandolo “Ted Smith” fuera su unico intento de equilibrio. Tal vez vio dentro de mi oscuro y retorcido corazoncito y supo que yo era la complice perfecta. Cruce mis brazos hacia el y le hice un encogimiento de hombros digno de un premio de la Academia. “Si. Bastante segura. Acabo de comprar comida para gatos. Tal vez no tenian suficiente espacio para poner los dos paquetes en mi buzon, asi que metieron mi consolador en tu agujero”. Sus fosas nasales se abrieron un poco. Eran bonitas fosas nasales si eso era posible, y ver un poco de ira en su cara solo parecia hacerle parecer mas intocable, como un dios. Tenia el pelo oscuro y ojos gris claro. Su piel estaba un poco palida, pero eso me gusto. Significaba que al menos no se pavoneaba afuera, flexionando sus musculos, o peor aun, engrasandose y deslizandose dentro de una de esas camaras de radiacion que ellos llaman camas de bronceado. Despues de una larga y tensa pausa, suspiro. “Si aparece, ya sabes donde encontrarme”. “Claro”. Golpee el consolador, lo vi tambalearse, y luego lo arranque del marco de la puerta con un agarre a dos manos. Hizo un vulgar ruido de schlup mientras lo liberaba. “Gracias por traer a mi cita de vuelta, por cierto”. Volvio a suspirar y cerro la puerta. Mi puerta. ?Que clase de persona cierra la puerta de otra persona para terminar una conversacion? Mire al consolador con el ceno fruncido, como si tuviera las respuestas para mi. Lo lance aun mas enojada hacia el sofa, lo que desafortunadamente puso a Roosevelt en su camino directo. Solto un pequeno grito de guerra asustado mientras se apartaba del camino. Tome el grueso sobre que habia dentro de la caja una vez mas, dude, y luego volvi a meter los papeles sin mirar. Lo siento, universo. No quiero ser arrastrada a esto. CAPITULO 2 CARL Comprobe dos veces el correo electronico de mi telefono. El paquete habia sido entregado esta tarde. O la chica del otro lado del pasillo estaba mintiendo, o se habia metido en el buzon de otra persona. No habia manera de comprobarlo a menos que quisiera perder la tarde sentado en el vestibulo mientras miraba a cada persona revisar su correo. Incluso eso no tenia sentido porque no sabia de que tamano o tipo de caja era, o si habia sido retirada mas temprano en el dia. Nada de eso importaba. Sabia en mis entranas que la vecina lo tenia. No podia imaginarme cual era su problema. Desde que me mude, ella no ha hecho nada mas que quedarse mirandome fijamente. Era como si ella lo supiera, como si de alguna manera viera a traves de mi y las mentiras endebles en las que me habia envuelto en las ultimas semanas. No era inconcebible, despues de todo. La mezquindad de mi hermanastra tenia muy pocos limites, y no descartaria que sobornara a gente al azar en toda la ciudad para que estuviera atenta a alguien que coincidiera con mi descripcion. La vecina podria estar mandando un mensaje a Tanya sobre el paquete ahora mismo. Me hundi en el borde de mi cama y rastrille mis manos a traves de mi cabello. Todavia estaba esperando que alguien me dijera que los ultimos meses habian sido un mal chiste. Mi hermanastra siempre habia estado loca, pero sus recientes payasadas opacaban todo lo que habiamos vivido en el pasado. No queria pensar en ello. Nada de esto. Si sigo escondiendome y pasando inadvertido, se calmara. Defenderse o hacer un gran escandalo solo prolongaria la frustracion. Si no le daba municiones nuevas, se aburriria como siempre, y podria volver a mi vida normal. No mas de estas ridiculas distracciones o juegos a los que me habia forzado a jugar. Me sentiria libre para concentrarme en mi compania de nuevo, aunque incluso esa idea se sintiera vacia en este momento. La compania habia sido mi unica preocupacion durante anos, y tener que retirarme de ella, aunque fuera temporalmente, me estaba haciendo cuestionar por que estaba dejando de lado toda mi vida por mi trabajo. Hice todo el dinero que podia necesitar. Habia logrado los objetivos que me habia propuesto. Era muy bueno en lo que hacia, y no habia ningun imperativo para mi de seguir esforzandome por ser mejor, pero me sentia obligado a volver a la oficina, al trabajo y a la competencia. Ninguna relacion habia sido capaz de ganar contra esa compulsion, pero cada dia que pasaba escondiendome me hacia cuestionar aun mas mi dedicacion. Tal vez era hora de relajarse, de soltar el peso y liberarse un poco. Alguien llamo a mi puerta. Me apresure en ira ver de quien se trataba y cuando abri la puerta, encontre a la chica del otro lado del pasillo que estaba alli de pie, viendome con la mirada perdida por sus ojos cubiertos de lapiz de ojos. “Aqui esta tu estupido paquete. Resulta que tu nombre estaba en el. Whoops.” Como era de esperar, no parecia ni remotamente arrepentida. Su voz tenia una cualidad de inexpresiva que no coincidia con la mirada que tenia en los ojos, como un desafio constante, un reto de algun tipo, pero cualquiera que fuera el desafio, no podia ni siquiera empezar a adivinarlo. Mi corazon se hundio cuando vi que el paquete estaba abierto. No me atrevi a preguntarle si habia leido el contenido del sobre, asi que intente mirarla fijamente. La mayoria de la gente no se sentia comoda con el silencio, especialmente cuando se combinaba con el contacto visual. Era la manera mas rapida de juzgar la fuerza del caracter de alguien, en mi opinion. Asi que cuando pasaron diez segundos y luego veinte, sin que ella siquiera se apartara de mi mirada, decidi que su apariencia dura no podia haber sido una actuacion despues de todo. “Gracias”. Dijo de una manera tan seca y desinteresada despues de medio minuto. “Eso es lo que dices cuando alguien hace algo bueno por ti”. Le dio a la caja un fuerte empujon hacia mi y se dirigio hacia su puerta. “Espera. ?No miraste dentro?”, le pregunte. “Lo creas o no, no me importa saber que clase de cosas raras te envian por correo”, dijo. Saque el sobre y vi que el sello estaba roto en la solapa. “?Entonces por que abriste esto?” Esos ojos marrones profundos de ella se alejaron de los mios y luego volvieron de nuevo. Era la primera senal de debilidad que habia mostrado, y me ayudo a saber que era humana bajo el muro de desinteres que estaba mostrando. “?Por que abriste mi caja de consoladores?”, respondio ella. “Pense que era mia”, dije con los dientes apretados, aunque sabia que me estaba preparando para lo que estaba por venir. “Boom”, dijo, enfatizando la palabra con un movimiento perezoso de sus cejas. “Tambien pense que tu estupida caja era mia. ?Alguna otra pregunta cientifica?” Entrecerre los ojos. “No te creo. Y no me importa”, dije. Cruce los brazos y espere. “?Que?”, pregunto ell

  • Lecciones apasionadas de Debbi Rawlins

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    Gina Ferraro habia crecido en un internado de monjas, pero eso no le habia impedido ver Sexo en Nueva York y aprender varias cosas sobre los hombres. De modo que, cuando fue a la Gran Manzana para visitar a su familia, tenia muy claro que necesitaba a un hombre atractivo que la ayudara a profundizar en su educacion sexual.

  • Alguien tiene un secreto de Karen M. Mcmanus

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    !El nuevo libro de la autora de Alguien esta mintiendo, el thriller Young Adult best seller a nivel mundial!

  • La campana de cristal de Sylvia Plath

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    Una nueva edicion de la novela iconica de Sylvia Plath, con traduccion inedita de Eugenia Vazquez Nacarino y prologo de Aixa de la Cruz, que da una nueva lectura en pleno reflujo de la mas reciente oleada feminista.

  • Heredera de luna llena 1 de Tamara Kruger

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    Eleonor es la proxima monarca de Badru, su destino fue forjado el dia de su nacimiento en luna llena y su heredero es la esperanza de todo su reino. La noche de su matrimonio, los guerreros del valle oscuro se alzan con la intencion de someter a todos los territorios y Eleonor descubrira que los antiguos relatos no son una fantasia y que una fuerza oscura acecha a su pueblo.
    Su herencia la obligara a combatir, pero esta batalla la llevara tambien a una lucha por su propia sobrevivencia y mientras comienza una incesante busqueda para romper el encantamiento bajo el que se encuentran sus enemigos, debera decidir si lucha por su pueblo o dejara que la oscuridad gobierne, si sus sentimientos sucumben ante el amor.
    La nueva novela de Tamara Kruger nos llevara a un mundo de ficcion en donde el amor, la pasion se unen al misterio, la aventura y el suspenso. En esta nueva historia descubriremos si el compromiso impera ante lo que dicta las hebras que mueven nuestro ser o si el corazon sera capaz de torcer el destino.

  • El circulo escarlata de Cesar Mallorqui

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    E 1. Una llamada inesperada n cierta ocasion, hace ya mucho tiempo, vi un fantasma. Y luego, cuatro anos despues, vi otro. El primer fantasma era amable, incluso olia bien. A nardos. Era el espiritu de Beatriz Obregon; gracias a ella encontre las Lagrimas de Shiva, un fabuloso collar que habia estado perdido durante setenta anos. El segundo fantasma fue mucho menos amable. Daba miedo y, desde luego, no olia precisamente a nardos. Tuve un desagradable encuentro con el en la Mansion Kraken, poco despues de oir hablar por primera vez del Circulo Escarlata, una oscura y siniestra secta tan antigua como el tiempo. Eso ocurrio en el verano de 1973, cuatro anos despues de mi estancia en Villa Candelaria, el hogar de mis tios y mis primas, los Obregon. Mis primas, las cuatro flores: Rosa, Margarita, Violeta y Azucena. Cuantas cosas aprendi de ellas durante aquel verano de 1969 en Santander, cuando un ser humano piso por primera vez la Luna. Sobre todo Violeta; ella me enseno los secretos del corazon, fue mi primer amor, un romance adolescente que duro menos de lo que dura un verano, pero que dejo una huella indeleble en mi. Violeta y yo nos quisimos durante las dos ultimas semanas de agosto del 69; despues, a comienzos de septiembre, tuve que regresar a Madrid y nos separamos. Al principio, nos escribiamos cartas con frecuencia, como minimo una cada semana; tambien hablabamos por telefono, pero solo de vez en cuando, porque las conferencias eran caras. Eso fue asi durante mas o menos el primer ano de nuestra separacion. Pero, poco a poco, las cartas y las llamadas se fueron espaciando, hasta que al cabo de un tiempo cesaron por completo. Teniamos nuestras propias vidas y estabamos muy lejos el uno del otro; era imposible que una relacion asi prosperase. Ademas, la ultima vez que hablamos por telefono, discutimos. Ella se enfado conmigo y casi me colgo. De modo que perdimos el contacto, aunque yo no llegue nunca a olvidarla. Es imposible borrar de la memoria a tu primer amor. Pasaron los anos y el mundo fue cambiando lentamente, aunque en Espana seguia Franco, el viejo dictador; cada vez mas viejo y con las manos temblorosas por la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, el pais comenzaba a despertar de su larga siesta; cada vez se veian mas chicos con el pelo largo y mas chicas con minifalda, y las manifestaciones resonaban con frecuencia en las fabricas y las universidades. La gente queria libertad y democracia, y cada vez lo gritaba mas alto. Aun faltaban unos anos para obtenerlas, pero el pais ya se estaba sacudiendo el sopor. Acabe el colegio, hice <> y me matricule en la Universidad Complutense. Escogi la facultad de Fisicas; supongo que mi aficion a la ciencia ficcion influyo en que eligiera una carrera de ciencias. Ademas, mi padre era quimico, y quiza optar por la fisica habia sido una sutil forma de llevarle la contraria. Mi padre se habia restablecido por completo de su enfermedad y mi madre seguia tan activa y energica como siempre. La verdad es que mi vida no podia ser mas corriente, salvo por un pequeno detalle: en el pasado habia visto un fantasma. Eso es raro, ?verdad? No obstante, con el paso del tiempo, conforme aquella experiencia me resultaba cada vez mas lejana, empece a sospechar que todo habia sido fruto de mi imaginacion, quiza un sueno tan realista que lo confundi con la realidad. Ademas, no le habia hablado a nadie de <> fantasma; no queria que me consideraran un chiflado, de modo que fui relegandolo a un rincon de la memoria. De hecho, esa fue la causa de la discusion con Violeta; le dije que creia haber imaginado mi encuentro con el fantasma de Beatriz Obregon, y ella se enfado muchisimo. Me dijo que era un <>, se despidio con sequedad y colgo. No volvimos a hablar. Hasta que una manana de finales de junio de 1973 sono el telefono de casa. Ni remotamente podia imaginarme que quien llamaba era mi pasado. * * * No hay nada mas placentero que acabar el curso con todo aprobado y tener por delante un largo y calido verano para hacer lo que te venga en gana. Asi me sentia yo a principios de verano del 73; las ultimas notas ya habian salido y eran perfectas. Vale, solo consegui un monton de aprobados y un par de notables, pero a mi me sabian a gloria. Aquella manana de sabado me levante temprano y me di una ducha. Mientras me secaba, contemple mi imagen en el espejo del cuarto de bano. Un par de anos atras habia pegado un estiron que me llevo hasta el metro ochenta y uno de estatura; superaba en cuatro centimetros a mi hermano Alberto, lo cual me llenaba de maliciosa satisfaccion. Tenia diecinueve anos, el pelo castano (y demasiado largo, segun mi madre), los ojos de color marron verdoso --o verde amarronado, como yo preferia definirlos-- y una constitucion atletica gracias a formar parte del equipo de baloncesto de la facultad. La verdad es que no estaba nada mal, pense satisfecho de mi mismo. Por desgracia, tambien me habia salido una cada vez mas espesa barba, lo que me obligaba a afeitarme a diario. Me enjabone la cara, pase minuciosamente la cuchilla y me limpie con agua el jabon sobrante; me eche un poco de after shave en las mejillas, con el consiguiente escozor, y regrese a mi cuarto con la toalla enrollada a la cintura, me vesti y fui a la cocina. Alli estaban mis padres, desayunando. Me servi una taza de cafe con leche y me sente a la mesa, sobre la que descansaba una fuente de pan tostado, mantequilla y un bote de mermelada. --?Y Alberto? --pregunte mientras untaba mantequilla en una tostada. --Aun no se ha despertado --respondio mama. --Menudo vago… --murmure. Mama dejo escapar un suspiro. --?Algun dia os llevareis bien? --dijo. --Si, cuando se vaya de casa. --Deberiamos echaros a los dos --bromeo papa--. Sois como garrapatas que nos chupan la sangre. Me encogi de hombros. --Eso os pasa por haber tenido hijos en vez de perros --replique. Papa se volvio hacia mama y asintio con fingida solemnidad. --Mira, en eso tiene razon --dijo--. A lo mejor aun estamos a tiempo de cambiarlos por un par de chihuahuas. Mama volvio a suspirar. --Tres hombres en la misma casa --murmuro en tono compungido--. Que desgracia la mia… Ojala hubiese tenido hijas. Papa me guino un ojo mientras bebia un sorbo de cafe. Tras una larga pausa, pregunto: --?Que vas a hacer estas vacaciones, Javier? Eso era algo nuevo en mi vida. Hasta hacia poco, se daba por hecho que Alberto y yo iriamos con nuestros padres a pasar las dos primeras semanas de agosto en el apartamento que alquilaban todos los anos en Javea, un pueblecito de Levante. Pero el ano anterior, Alberto se fue de viaje con su novia, mientras que yo me iba con mis padres; y, pese a lo insoportable que era mi hermano, me aburri como una ostra. Pero ahora, por primera vez, podia elegir, asi que ese ano decidi irme de vacaciones por mi cuenta. --He quedado con Tito y Jose Mari en hacer un Interrail en agosto --respondi. Tito y Jose Mari eran mis mejores amigos del colegio. --?Que es eso de <>? --pregunto mama. --Un billete muy barato para menores de veinticinco anos --respondi--. Puedes viajar durante el verano en todos los trenes de Europa que quieras. --?Y adonde ireis? --pregunto papa. --Aun no lo hemos decidido. Quiza a Francia o a Italia. --Eso esta bien. Viajar expande la mente. --Pues a mi no me hace ninguna gracia que un crio como tu vaya solo por el mundo a sitios raros --dijo mama. --Que tengo diecinueve anos --proteste. --Pues eso, un crio. --Y ademas no voy solo, sino con Jose Mari y Tito. --Ah, entonces me tranquilizas --ironizo mama--. Como tus amigos son tan sensatos y responsables… La experiencia me habia ensenado que era inutil discutir con mi madre, asi que cerre la boca y solo la abri para seguir desayunando. Al cabo de un rato aparecio Alberto, en pijama y con cara de sueno. --Pasmao --me dijo al pasar por mi lado. --Capullo --respondi en voz baja. Mi hermano habia cambiado mucho. Estudiaba Derecho y se habia echado novia, una companera de clase llamada Silvia que le llevaba recto como una vara. Desde que salia con ella, hacia ya un par de anos, se habia vuelto el tio mas formal del mundo. No obstante, nuestra mutua rivalidad seguia en pie; ya no nos llevabamos como el perro y el gato, siempre peleando, pero si como un perro y un gato que se miran con desconfianza y de vez en cuando se grunen un poco. Alberto saludo a nuestros padres con un sonido gutural, bostezo ruidosamente y comenzo a servirse una taza de cafe. Entonces sono el telefono. La somnolencia se esfumo del rostro de mi hermano. --Debe de ser Silvia --dijo, echando a correr. Se fue tan rapido que no me dio tiempo a decirle que solo faltaba que su novia le pusiera un anillo en la nariz, como a los osos amaestrados. Sin embargo, tardo menos de un minuto en volver; no le llamaba su novia. --Es para ti, atontado --dijo. --?Por que no intentais llevaros un poco mejor? --tercio mama en el tono de quien ha perdido ya la esperanza. --?Quien es? --le pregunte a Alberto. --Una tia. --?Que tia? --Y yo que se. Sera de la Protectora de Animales, para preguntarte si te cuidamos bien. Ni siquiera me moleste en contestarle; le dedique una mirada de desprecio y me dirigi al salon. El auricular estaba descolgado; me sente en un sillon y respondi a la llamada. --Diga… --?Javier? --dijo una voz de mujer. --Si, soy yo. --Vaya, cuanto te ha cambiado la voz; no te habia reconocido. Soy Violeta, tu prima. !Violeta! Su voz tambien habia cambiado. Sonaba mas grave, mas profunda. Igual que me ocurria a mi, supongo. --Violeta, que sorpresa --dije--. Cuanto tiempo sin saber de ti. --Si, la vida, ya sabes; los estudios, la familia, todo eso. ?Como estas? --Bien, bien; ?y tu? --Estupendamente. Mi madre me ha dicho que estudias Fisicas. --Pues si. --Te va mucho. --Hizo una pausa y bromeo--: ?Ya has encontrado al marciano que andabas buscando? Sonrei. --Todavia no, pero sigo intentandolo --respondi--. ?Que estas estudiando tu? --Periodismo en Barcelona. --Tambien te va mucho. Durante unos minutos continuamos divagando; nos interesamos por nuestros familiares, comentamos los estudios, y empece a preguntarme para que me habia llamado mi prima. Finalmente, tras una pausa, Violeta dijo: --?Por que no vienes estas vacaciones a Santander? Asi, de sopeton. Me pillo de improviso. --?Que? --murmure. --Que te invitamos a pasar el verano en Villa Candelaria, como hace cuatro anos. ?No te apetece? --Si, claro, estaria bien; pero no puedo. --?Por que? --Porque voy a irme de Interrail con unos amigos. --?Cuando? --De mediados de julio a mediados de agosto. --Pues posponlo. --No puedo posponerlo; ya he quedado. Hubo un largo silencio cuajado de estatica al otro lado de la linea. --?Violeta?… --murmure, pensando que la comunicacion se habia cortado. --Necesito tu ayuda, Javier --dijo ella.

  • La red de Caronte de Gemma Herrero Virto

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    Los cadaveres brutalmente mutilados de varias adolescentes aparecen abandonados en parajes apartados de Vizcaya. No hay pistas sobre el asesino, nadie sabe nada del misterioso asaltante y lo unico que tienen en comun todas las victimas es que son jovenes solitarias.
    La investigacion lleva a la joven forense Natalia Egana y al inspector de homicidios Carlos Vega a descubrir que el asesino contacta con sus victimas a traves de Internet. Usando el sobrenombre de Caronte se acerca poco a poco a sus presas, descubre sus secretos mas intimos y las enamora hasta conseguir una cita que sera fatal para ellas.

  • Te ame sin pensar de Erina Alcala

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    Luna Aguado, siempre habia sido desde nina una chica independiente. Hija unica. Sus padres, Javier Aguado, era celador del hospital de Sevilla Virgen Macarena, y su madre Rocio Hernandez, era limpiadora en el mismo hospital. Alli se conocieron de jovenes, se enamoraron y se compraron un piso cerca del hospital en unas de las bocacalles cercanas, un piso humilde de tres dormitorios. Pero al menos tenian dos sueldos no demasiado grandes para pagarlo. Cuando Luna entro a la universidad de Sevilla, ya lo habian pagado. No les faltaba, pero tampoco les sobraba. Y lo que tenian, querian utilizarlo en los estudios de su hija. Luna quiso ser odontologa, y le llevo cinco anos terminar la carrera. Con tanta suerte, que una clinica americana, se implanto en el centro de Sevilla, justo al acabar la carrera y la contrataron, primero como ayudante, y el segundo ano paso a tener su propia sala con su ayudante para ejercer de odontologa con todas las consecuencias. Era la chica mas feliz del mundo. La clinica NY Dental & Medical Management, era un mundo. Y tenia sucursales en Nueva York, Manhattan, en Francia, Inglaterra, Canada y repartidas por Estados Unidos, era un holding, de un gran empresario americano. Pero ella era feliz. Se habia comprado un coche de segunda mano y aun vivia con sus padres, aunque pensaba que en cuanto pasara ese segundo ano, despues de vacaciones, se independizaria. Ganaba lo suficiente como para estar en un piso pequeno en el centro, cerca de la clinica o en Triana, ya que la clinica estaba en la Avenida de la Constitucion. Al volver de las vacaciones veria. Iba a cogerlas en agosto, y queria ir a los Alpes suizos. Y lo mejor era ir con un grupo, luego ella haria las excursiones que decidiera. Iban en avion hasta Berna y en tren hasta subir al hotel donde se quedaria el grupo. Cuando fue a sacar los billetes, le informaron que saldrian de Sevilla un grupo de 10 personas. Estaba deseando de que llegara agosto, ya quedaba apenas un mes. Y el calor era sofocante. Una tarde se fue a las rebajas y se compro alguna ropa de abrigo porque se lo habian aconsejado por el clima. -Hija ?tan lejos te vas? -Mama voy con un grupo de gente. -Es que eres tan joven... -Mama por favor tengo 25 anos y cuando venga voy a buscar un piso. Asi que te vas a preocupar mas aun. -!Ay, Dios mio! mira Javier, la nina quiere irse de casa. -Ya es hora, deja a la nina. -Claro, tu le das todos los caprichos... -No es un capricho, tiene que aprender a valerse por si misma, de todas formas, aqui tiene su casa. Iba en el avion con el grupo de personas que iban a los Alpes, se conocieron en el aeropuerto, la mayoria eran parejas jovenes y un matrimonio mayor, la unica soltera era ella, pero no le importaba. Iba a descansar y a ver esos paisajes suizos preciosos que habia visto en Google. Por fin, llegaron a Berna y tomaron el tren que los dejaria en la estacion de esqui y en el hotel donde habia rutas y excursiones y aquello era un hervidero de gente y era agosto. No habia mucha nieve en ese mes. Tiro de su maleta y su bolso. Y entro en el hotel. -?Como?- le dijo a la recepcionista. -Que no hay habitaciones. -Tengo mi habitacion aqui. – No figura. -Tome.- Dijo enfadada Luna que se veia en la calle. -Ya a todo el mundo lo estaba ubicando y ella estaba enojada. ?Como no encontraban su habitacion? -Senorita, lo siento, debe haber un error. -?Que error? He pagado una habitacion durante una semana entera. Tengo la factura. Y en ese momento un chico alto, se puso a su lado con un jersey de lana, rubio de ojos azules, le sonrio, pero ella estaba muy cabreada. -Senor Mars- le dijo la recepcionista. -Digame, -le contesto en ingles. Y ella se enteraba de la conversacion porque sabia ingles. Para eso trabajaba en una clinica americana, y cuando entro en ella, debia saber ingles perfectamente y ella lo hablaba con total normalidad. -Hay un error. -?Que error? -La senorita tiene la misma habitacion que usted. Y la miro de nuevo. -A ver... Y le dieron la factura. -Nunca nos habia pasado esto. -Llevo ya tres dias aqui, es imposible. -Debe ser un error informatico. -Quiero mi habitacion, he pagado por ella.-seguia Luna erre que erre. -Bueno, dijo Brayan, es una suite, tiene dos dormitorios independientes. Cuando la reserve no quedaba otra. -Si no le importa y quiere compartirla... Y ella seguia irritada. -Pero yo he pedido una sola para mi. -Pero no hay y los demas hoteles estan al completo. -No la molestare y puede salir por la otra puerta. Y cerrar la que da a la mia. Son independientes.- le ofrecio Brayan. -Si.- dijo la recepcionista para quitarsela de en medio y solucionar el problema. -Bueno, si no me queda otro remedio... -Venga, la acompano, voy a la habitacion. -Le dieron otra llave, y el le cogio la maleta y el bolso. -No hace falta que... Pero el siguio hacia adelante. Cuando entraron en el ascensor... -Te va a gustar, es el atico, digamos, bueno, tiene el tejado, pero las vistas son maravillosas, las mejores. -?Eres inglesa? -No, espanola. -!Ah bien!, Luna, encantada. -Brayan, americano encantado.- le sonrio con una sonrisa blanca y perfecta, como la suya. -?Has venido desde america? -Si, desde Manhattan. ?Has estado en Nueva York? -No, pero trabajo en Sevilla para una clinica odontologica de alli. -!En serio?, dental NY. -Si, ?como lo sabes? -Trabajo en ella, de hecho, soy el subdirector en la gran manzana. -!No me puedo creer! Yo soy odontologa en la de Sevilla. -?Que tal es la clinica en Espana? -Grande y bonita, y tenemos mucha carga de trabajo. -?Cuanto llevas alli Luna?... -Aguado, Luna Aguado. Dos anos, cuando acabe la carrera. La verdad, tuve mucha suerte. -Tienes entonces... -25 anos ?y tu? -28. -?Tan joven eres subdirector? -Es que el director es mi padre. -?Enchufado? -Exacto, pero soy bueno. -No lo dudo. -Ya llegamos, es aqui. -Mira, puedes entrar por aqui, yo por esta, tengo mis cosas en ella. -?Y los banos? -Hay dos, no te preocupes. -!Ah vale! Y entraron por la puerta de Brayan. -Esta es la mia. -!Que bonita!, !y que grande! Se asomo a la ventana y lo miro encantada. -!Que vistas! -?La mia tiene las mismas? -Las mismas. -Ven. Y pasaron con la maleta a la otra, te dejo las maletas. Aqui cierras el pestillo y ya esta. -Yo no necesito sino esta. -Espera, me llevo estas cosas mias. -Brayan gracias. -De nada, te dejo que te instales. -La comida es a las dos, voy a descansar, ?te llamo y bajamos juntos? -Bueno, te doy un toque en la puerta. -Vale, gracias. Cerro con el pestillo. !Ay, Dios! !que tio mas bueno!, y trabajaba en su empresa, por Dios !que alto!, habia sido un flechazo, estaba enamorada. !Joder...que pedazo de tio bueno! Ya podia ser espanol y ella mas guapa y alta. Tenia Brayan los ojos azules y el pelo rubio y una barbita preciosa, la nariz recta no muy grande y un entusiasmo que ya quisiera ella. Era energico y sonriente, educado. Y ella no pasaba el metro sesenta, la melena larga y castana clara, los ojos verdes y una nariz pequena y respingona. Bueno, era lo que habia, no era muy guapa ni fea tampoco. Tenia su encanto y era ironica por naturaleza. Ese tipazo seguro tenia mas mujeres que moscas en la miel. Y ella solo habia tenido dos hombres, instituto y universidad. No era un Curriculum largo. Ni la experiencia necesaria para satisfacer a un tipo como ese. Tenia que olvidarse de el, habia ido a pasarlo bien. Si habia algun chico, no pensaba perder la oportunidad, eso seguro, pero venia a ver los paisajes. Deshizo las maletas y le dio con la plancha que habia en el armario a lo que necesitaba un repaso. Luego se dio una ducha y miro por la ventana, la abrio y sintio el aire fresco. !Que maravilla! !Que belleza! A Brayan le gusto esa muneca desde que la vio cabreada en la recepcion. Le gustaban las mujeres pequenas, no sabia porque le llamaban mas la atencion. De hecho, no tenia una relacion al uso con Loren, salia a veces con ella y se acostaban, como amigos, sin compromiso ninguno. Pero Luna, era distinta. Le gusto su enfado con la habitacion y a el no le importaba compartir la suite. Al contrario, le hizo gracia, a pesar de lo pequena, su fuerza, ese pelo y los ojos grandes y verdes, esa naricilla respingona. La oyo banarse y e imagino su cuerpo bajo el agua, sus pechos, !joder! Se iba a poner duro y todo solo con pensarlo. El, que controlaba, le habia gustado mucho Luna. Era su prototipo de chica y trabajaba en su empresa, Lastima que no estuviera en Nueva York, porque de lo contrario iba a tener un problema. Un problema satisfactorio claro. La oia por la habitacion de un lado a otro y abrir la ventana. Estaba haciendo un trabajo en el ordenador, pero iba a enterarse en el almuerzo que planes tenia, para poder cambiar los suyos o los de ella, queria pasar esas vacaciones con ella, asi de simple. Cuando acabo el trabajo, la llamo a la puerta por la que se comunicaban. Luna cerro la ventana y abrio la puerta. -?Que hora es? -La del almuerzo, si no nos lo queremos perder vamos, si quieres. -Vale, cojo el bolso. -Te espero en la puerta de fuera. -Vale, cierro por alli. -Tomo el ascensor... -?Que tienes pensado hacer esta tarde? -Pues iba a montar en el teleferico y ver el pasaje desde arriba ?y tu? -Pues lo mismo, pero me llevo los esquis y me tiro, bajo esquiando, ?te atreves? -?A que? ?A matarme? Y Brayan se reia. -?Mujer no sabes esquiar? -No, no se. -Tendre que darte una clase manana. -Si te atreves... -Ya veras. -Si, parecere un pato. – M uj e r ... a n d a a l l i e s t a e l c o m e d o r, v a m o s a v e r q u e t i e n e d e b u e n o ...

  • El lenguaje oculto de las piedras de Chiara Parenti

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  • El precio de la amistad de Kjell Askildsen

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  • Los peces de la amargura de Fernando Aramburu

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    Es dificil empezar a leer las historias en principio modestas, de una enganosa sencillez de Los peces de la amargura, y no sentirse conmovido, sacudido -a veces, indignado- por la verdad humana de que estan hechas, una materia extremadamente dolorosa para tantas y tantas victimas del crimen basado en la excusa politica, pero que solo un narrador excepcional como Aramburu logra contar de manera veridica y creible. Un padre se aferra a sus rutinas y aficiones, como cuidar los peces, para sobrellevar el trastorno de una hija hospitalizada e invalida; un matrimonio, fastidiado por el hostigamiento de los fanaticos contra un vecino, esperan y desean que este se vaya de una vez; un joven recuerda a su companero de juegos, que luego lo sera de atentados; una mujer resiste cuanto puede los asedios y amenazas antes que marcharse… A manera de cronicas o reportajes, de testimonios en primera persona, de cartas o relatos contados a los hijos, Los peces de la amargura recoge fragmentos de vidas en las que sin dramatismo aparente, de manera indirecta o inesperada -es decir eficaz-, asoma la emocion y, con ella, la denuncia y el homenaje.

  • El tercer deseo de Jessica Khoury

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  • BRUJAS II (TESSA) de Sophie Saint Rose

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    Segunda parte de la historia BRUJAS, donde se continua con la historia de Tessa, la hermana gemela de la Sacerdotisa.
    Desesperada porque Bob no le hace caso, inconscientemente realiza un conjuro para apartarlo de su mente para siempre, provocando una serie de reacciones que ella no se esperaba.

  • Cuando vengas a buscarme de Antonio Reyes

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    Ismael llega al hospital en el ultimo momento para despedirse de su hermana. La estampa es desoladora, con unos padres destrozados por el inminente adios de su hija. Las palabras de Paula a su hermano parecen no tener sentido para el: “Buscame, Israel, buscame”.
    Un ano despues de su muerte cree haber descubierto lo que su hermana quiso decirle en aquella fria cama de hospital. Decidido a hallar su verdadero significado, se embarca en un viaje para encontrar a la persona que posee el legado que Paula dejo.
    En un pueblo del sur de Espana, encontrara un grupo de personas que intenta cerrar sus propios circulos personales. Una mujer con un turbio pasado conyugal y que buscar sacar adelante su pequena familia de dos junto a su hija, un viejo vasco que escapo del recuerdo de su esposa fallecida y un sacerdote con dudas de fe y acosado por los arrebatos de una joven.
    ?Hasta donde serias capaz de llegar para mantener vivo el recuerdo de un ser querido?
    Una historia de personas que buscan a personas y de otras que ni siquiera saben que desean ser encontradas.

  • La biblioteca secreta de Leonardo de Francesco Fiorett

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    Milan, 1496, Leonardo da Vinci espera ilusionado su primer encuentro con el fraile Luca Pacioli, alumno de Piero della Francesca y matematico ilustre. Al ingresar en la celda del fraile, en el monasterio que lo alberga, Leonoardo fija su atencion en una pintura que representa al erudito: un conjunto de alegorias y referencias a la geometria euclidiana que lo impresionan. Para Leonardo, que siempre habia estado interesado en todas las ramas del conocimiento, las matematicas, cuyo estudio le habia sido negado, sigue siendo la reina de las ciencias. Precisamente por este motivo habia pedido al embajador milanes en Venecia que invitara a los franciscanos a Milan.

  • Oriente de Jose Carlos Llop

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    El nuevo libro del autor considerado por la critica <> (Le Figaro).

  • La apuesta del padrino de boda de Liz Levoy

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    La Apuesta del Padrino de Boda

  • La familia Martin de David Foenkinos

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    Me costaba escribir; no avanzaba. Habia pasado anos imaginando muchas historias y nutriendome muy pocas veces de la realidad. Estaba entonces con una novela relacionada con los talleres de escritura. La trama transcurria durante un fin de semana dedicado a las palabras. Pero quien no tenia palabras era yo. No sentia interes alguno por mis personajes, me aburrian tanto que me daban mareos. Pense que cualquier relato real seria mas interesante. Cualquier existencia que no fuese ficticia. Cuando iba a firmar libros, muchos lectores acudian para decirme: <>. Seguro que era cierto. Podia bajar a la calle, parar a la primera persona que pasara, pedirle que me proporcionase algunos elementos biograficos y estaba casi seguro de que iba a motivarme mas que una nueva invencion. Asi fue como empezo todo. Me dije en serio: <>. 2 Debajo de mi casa hay una agencia de viajes; paso a diario delante de esa extrana oficina sumida en la penumbra. Una de las empleadas sale a menudo a fumar delante del local y se queda ahi quieta, mirando el movil. A veces me he preguntado en que estaria pensando; creo firmemente que los desconocidos tambien tienen una vida. Asi que sali de casa diciendome: <>. Pero la desconocida no estaba. Y yo habia estado a una voluta de humo de convertirme en su biografo. A pocos metros vi entonces a una senora mayor que cruzaba la calle tirando de un carrito morado. Me absorbio la mirada. Esa mujer no lo sabia, pero acababa de entrar en el territorio de la novela. Acababa de convertirse en el tema principal de mi nuevo libro (si aceptaba mi propuesta, claro). Yo podria haber esperado a que llegara la inspiracion u otra persona que me atrajera mas. Pero no, tenia que ser <>. No habia mas alternativa. Tenia la esperanza de que esa casualidad organizada me condujera a una historia emocionante o hacia uno de esos destinos que permiten comprender alguna de las apuestas esenciales de la vida. A decir verdad, lo esperaba todo de esa mujer. 3 Me acerque, disculpandome por molestarla. Me dirigi a ella con la cortesia melosa de los que quieren venderte algo. Aflojo el paso, sorprendida seguramente de que alguien se le acercase asi. Explique que vivia en el barrio y que era escritor. Cuando paras a alguien que va andando hay que ir al grano. Suele decirse que las personas de edad son desconfiadas, pero la mujer me dirigio en el acto una amplia sonrisa. Me senti lo bastante a gusto como para exponerle mis planes. --Pues vera: me gustaria escribir un libro sobre usted. --?Como dice? --Ya se que puede sonar un poco raro... Pero es como un reto que me he puesto a mi mismo. Vivo justo ahi --dije senalando mi edificio--. Le ahorro los detalles, pero se me ha ocurrido que me gustaria escribir sobre la primera persona con quien me cruzase. --No entiendo. --?Podriamos ir a tomarnos un cafe para que le explique la situacion? --?Ahora? --Si. --No puedo. Tengo que subir a casa a meter algunas cosas en el congelador. --Ah, si, claro, me hago cargo --conteste, preguntandome si ese primer contacto no estaba tomando un giro de lo mas patetico. Me habia animado mucho seguir mi impulso, pero resulta que ya habia llegado al extremo de escribir sobre la necesidad de no volver a congelar los productos descongelados. Pocos anos despues de haber recibido el premio Renaudot, notaba como me bajaba por la espalda el escalofrio del declive. Le propuse esperarla en el cafe que estaba al final de la calle, pero prefirio que la acompanase. Al pedirme que fuera con ella me estaba brindando, ya de entrada, su confianza. Yo en su lugar no habria permitido nunca que un escritor se me metiese en casa con tanta facilidad. Sobre todo un escritor carente de inspiracion. 4 Pocos minutos despues estaba sentado a solas en el salon de la senora, mientras ella trajinaba en la cocina. De forma totalmente inesperada, me embargo una intensa emocion. Mis dos abuelas llevaban muchos anos muertas y hacia mucho que no me encontraba asi metido en el decorado de la vejez. Habia tantas cosas en comun: el hule, el reloj ruidoso, los marcos dorados rodeando la cara de los nietos... Con el corazon oprimido, me acorde de cuando iba a visitarlas. No nos deciamos nada, pero me gustaban nuestras conversaciones. Mi protagonista volvio trayendo una bandeja con una taza y unas pastas. No se le ocurrio poner algo para ella. Para tranquilizarla, le conte mi trayectoria en pocas palabras, pero no parecia preocupada. La idea de que pudiera ser un hombre peligroso, un impostor o un manipulador no se le habia pasado por la cabeza. Mas adelante le pregunte a que se habia debido ese exceso de confianza. <>, me contesto, dejandome un tanto perplejo. A mi, la mayoria de los escritores me parecen libidinosos o depresivos. A veces, ambas cosas. Asi que, para esta mujer, tenia la cara adecuada para mi trabajo. Que ganas tenia de descubrir mi nuevo argumento de novela. ?Quien era? Lo primero era saber como se llamaba: --Tricot --me desvelo. --?Tricot, como de tricotar? --Si, eso es. --?Y el nombre? --Madeleine. Asi que me hallaba en presencia de Madeleine Tricot. Un nombre que me dejo dubitativo unos segundos. Nunca habria sido capaz de inventarlo. A veces me he pasado semanas buscando el nombre o el apellido de un personaje, completamente convencido de la influencia de la sonoridad en un destino. Era algo que me ayudaba incluso a entender algunos caracteres. Una Nathalie no podia portarse como una Sabine. Sopesaba los pros y los contras de cada denominacion. Y resulta que, sin tener que cavilar, tenia una Madeleine Tricot. Esa es la ventaja de la realidad: se ahorra tiempo. En cambio, hay un inconveniente de envergadura: la falta de alternativas. Habia escrito ya una novela sobre una abuela y la problematica de la vejez. ?Iba a tener que someterme otra vez a ese tema? La verdad era que no me entusiasmaba, pero tenia que aceptar todas las consecuencias del proyecto. ?Que interes tendria la cosa si empezaba a distorsionar la realidad? Tras pensarlo, se me ocurrio que no me habia encontrado con Madeleine por casualidad: los escritores tienen con su tema predilecto una relacion no muy distante de la cadena perpetua.[1] 5 Madeleine llevaba cuarenta y dos anos viviendo en el barrio. A lo mejor ya me habia cruzado con ella, aca o alla, pero su cara no me sonaba de nada. Dicho lo cual, yo todavia era relativamente nuevo por alli, pero me gustaba pasarme horas recorriendo las calles para pensar. Soy de esos para quienes escribir esta emparentado con una forma de anexionar un territorio. Madeleine debia de saberse la historia de muchos de los moradores del barrio. Debia de haber visto crecer ninos y morir vecinos, debia de saber detras de que comercio nuevo se ocultaba una libreria desaparecida. Seguramente pasarse la vida entera en el mismo perimetro conlleva cierto placer. Lo que yo veia como una carcel geografica era un mundo de referencias, de evidencias, de protecciones. Mi aficion inmoderada por la huida me impulsaba muchas veces a mudarme (tambien soy de esa clase de gente que nunca se quita el abrigo en el restaurante). A decir verdad, me gustaba alejarme del decorado de mis recuerdos, al contrario que Madeleine, que seguramente iba pisando a diario por las huellas de su pasado. Cuando pasaba delante de la escuela de sus hijas, quiza volvia a verlas corriendo hacia ella y echarse en sus brazos gritando: <>. Aunque aun no fueramos intimos, nuestra charla habia arrancado de forma muy fluida. Al cabo de unos minutos, a los dos se nos habia olvidado, me parece, el contexto de nuestro encuentro. Lo cual confirma algo evidente: a la gente le gusta hablar de si misma. Un ser humano es un condensado de autoficcion. Notaba que Madeleine estaba radiante al pensar que le interesaba a alguien. ?Por donde ibamos a empezar? Lo ultimo que queria yo era guiarla por la jerarquia de sus recuerdos. Acabo por preguntarme: --?Tengo que empezar por hablarle de mi infancia? --Bueno. Pero no es obligatorio. Podemos empezar por otras epocas de su vida. --?...? Parecio un poco perdida. Era preferible que la guiase por el laberinto del pasado. Pero, en el momento en que iba a empezar a entrevistarla, giro la cabeza hacia un marco pequenito. --Podriamos hablar de Rene, mi marido --dijo--. Hace mucho que murio... Asi que le gustara que hablemos primero de el. --Ah, de acuerdo --conteste, tomando nota de paso de que, ademas de a los lectores vivos, tambien iba a tener que contentar a los muertos. 6 Entonces Madeleine inspiro hondo, como si fuera a bucear a pulmon libre y los recuerdos, precisamente, estuviesen ocultos bajo el agua. Y el relato empezo. Habia conocido a Rene a finales de la decada de 1960, en el baile del 14 de julio en un cuartelillo de bomberos. A una amiga y a ella se les habia metido en la cabeza buscarse a un guaperas para bailar. Pero fue una silueta mas bien enclenque la que se le acerco. De entrada a Madeleine la conmovio ese hombre; se le notaba que no solia acercarse a hablar con desconocidas. Lo cual era cierto. Algo excepcional habria sentido, en el cuerpo o en el corazon, para tener la osadia de lanzarse asi. Rene le conto mas adelante las razones de su turbacion. Segun el, Madeleine era clavada a la actriz Michele Alfa. Igual que me ocurria a mi, Madeleine no la conocia. Hay que senalar que no hizo demasiadas peliculas despues de la guerra. Al descubrir su cara en una revista, la joven se quedo sorprendida: el parecido era remoto. En el mejor de los casos, podia decirse que se daban un aire. Pero, para Rene, Madeleine era casi la doble de esa actriz poco conocida. Esa emocion tenia origen en una dimension distinta. Aquello lo habia remitido a un episodio aterrador de su infancia, durante la guerra. Su madre pertenecia a una red de la Resistencia. Una vez que la perseguia la milicia, escondio al nino en un cine.[2] Muerto de miedo, Rene se aferro, por decirlo de alguna manera, a las caras de la pantalla. La de Michele Alfa se habia convertido en una inolvidable fuerza protectora y reconfortante. Y resulta que, algo mas de veinte anos despues, volvia a encontrar una de sus expresiones en la mirada de una mujer con la que se habia cruzado en el baile de los bomberos. Madeleine le pregunto el titulo de la pelicula. La aventura esta en la esquina, le contesto Rene. Disimule mi pasmo: era un curioso guino a mi proyecto. Madeleine tenia por entonces treinta y tres anos. Todas sus amigas estaban ya casadas y con hijos. Se planteaba si no le habria llegado el momento de <>. Aclaro que usaba esa palabra refiriendose al libro de Simone de Beauvoir Memorias de una joven formal, publicado unos anos antes. Aunque no pretendia faltarle al respeto a su marido, preferia decirme la verdad: por entonces habia hecho mas caso al cuchicheo de la razon que al de la pasion. Le gustaba mucho que la quisiera un hombre reconfortante y seguro de lo que sentia; tanto que hasta le resultaba posible olvidarse de lo que sentia de verdad. Con el tiempo, la delicadeza de Rene acabo triunfando. No quedaba ya la menor duda. Madeleine lo habia querido. Pero nunca habia notado por el los estragos de su primer amor. * Callo un instante, sin duda con reticencias ante la perspectiva de recordar esa historia que parecia dolorosa. <>, pense. Por supuesto, me intrigaba esa referencia a una pasion tragica, con toda verosimilitud. Para mi novela, me parecia una pista que habia que tomarse en serio. Las confidencias que ya me estaba haciendo Madeleine eran tan espontaneas que no queria forzarla pidiendole que desarrollase aquello que acababa de esbozar. Ya volveria a salir mas adelante. Y, aunque no puedo desvelar ahora mismo lo que iba a saber mas adelante, si que puedo anunciar que esa historia, por su naturaleza intensa, va a ocupar un lugar determinante en el relato. * Por ahora, sigamos con Rene. Despues de conocerse en el baile, se prometieron volver a verse muy pronto. A los pocos meses ya estaban casados y, a los pocos anos, eran padres. Stephanie nacio en 1974 y Valerie, en 1975. Por entonces era bastante inusual convertirse en madre casi a los cuarenta. Madeleine lo habia ido retrasando mas que nada por razones profesionales. Aunque habia disfrutado de la maternidad, le habian sentado muy mal las consecuencias que habia tenido para su carrera. Bajo su punto de vista, era una injusticia que les imponia a las mujeres una sociedad de hombres. <>, dijo entonces con lo que aun sonaba a amargura. Pero parecia bastante inutil echarselo en cara a un muerto. Seguramente, Rene no habia caido en la cuenta de lo frustrada que se sentia su mujer. Estaba orgulloso de su trayectoria en la RATP, el consorcio de transportes de Paris. De simple conductor de metro habia acabado en uno de los mayores puestos de responsabilidad del consorcio. Para el era una segunda familia, hasta tal punto que la jubilacion le cayo como una condena a muerte. Madeleine se encontro con un marido completamente desvalido. <>, repitio tres veces, cada vez mas bajo. Hacia ya veinte anos que se habia ido, pero nuestra conversacion otorgaba al pasado el brillo de una emocion muy reciente. Rene se levantaba por las mananas como un combatiente sin guerra. Su mujer lo animaba a volver a estudiar, a dedicarse a algun voluntariado, pero el rechazaba toda proposicion. A decir verdad, le habia herido profundamente la forma en que todos sus antiguos companeros se habian ido desentendiendo de el. Se dio cuenta de la absoluta vacuidad de las relaciones que habia trabado y, a partir de ahi, todo le parecio absurdo. Un cancer de colon acompano esa decadencia; una forma de poder ponerle nombre a un estado difuso. El dia del entierro, apenas un ano despues de la jubilacion, acudieron muchos directivos y empleados de la RATP. Madeleine los miro uno por uno sin decir nada. Algunos pronunciaron unas palabras durante la ceremonia, elogiaron a un hombre recto y cordial, pero el no estaba alli para oir esos tardios testimonios de una amistad indeleble. A su mujer le parecio un comportamiento francamente patetico, pero no dijo nada. Cedio mas bien al recuerdo de lo bonito que habia habido entre ellos, esa forma de apacible entendimiento. Habian llevado a cabo tantas cosas juntos, habian tenido alegrias y penas, y ahora todo se habia acabado. De que manera tan viva hablo Madeleine de Rene (casi se podia creer que iba a aparecer en el salon para unirse a nosotros). Desde mi punto de vista, era la posteridad mas hermosa; seguir existiendo en un corazon. Me pregunte como era posible sobrevivir al amor de una vida. Pasar cuarenta o cincuenta anos con una persona, tener a veces la sensacion de que es tu propio reflejo en el espejo, y luego un dia ya no queda nada. Al estirar la mano tocas el aire, notas movimientos raros en la cama o dices palabras que se convierten en conversaciones huerfanas. No vives solo, sino con una ausencia.

  • Desencadenadas de Eva Nieto

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    Padre Soltero:
    Julio:
    Podia tenerlo todo, pero podia quedarme sin nada. Todo dependia de Miranda.
    Mi padre iba a dejarme su imperio multimillonario en herencia, pero solo si me casaba y me convertia en un feliz padre de familia. ?El problema? Ya estuve casado, y ahora soy padre soltero.
    Solo podia ser peor. si consideramos que Miranda es la mejor amiga de mi ex.