invierno en paris imogen robertson
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invierno en paris imogen robertson - Imogen Robertson
https://gigalibros.com/invierno-en-paris-imogen-robertson.htmlParis, en el duro invierno de 1910. Maud Heighton suena con ser pintora. Estudia en la selecta Academia Lafond, pero mientras que los que la rodean disfrutan de los placeres de la Belle Epoque, Maud ve como su situacion economica se deteriora, el patrimonio heredado no le llega para pagar las clases y poder sobrevivir. Consigue un trabajo bien remunerado: acompanar e iniciar en la pintura a Sylvie Morel una inglesa de situacion acomodada que vive con su hermano Christian. Aunque descubre algunos de sus secretos inconfesables, la vida parece que empieza a sonreirle a Maud: mientras se va adentrando en el selecto y deslumbrante mundo de los Morel, el dinero que le pagan le permite vivir y seguir con sus clases de pintura. Todo se va a desmoronar cuando los Morel son acusados de impostores y ladrones, y la propia Maud es imputada en el robo de unas joyas. Solo podra escapar recurriendo a todas las artimanas que se le ocurren entre gentes para los que la vida no vale nada. ” Invierno en Paris ” es una novela historica, de aventuras, de intriga, negra…, rocambolesca. Una novela de mentiras y traiciones, enigmatica y elegantemente evocadora, que recrea de manera sin igual aquel Paris de fin de epoca, con sus luces y sombras, en el que el arte y la bohemia convivian entre la decadente aristocracia de media Europa y ambiciosos sin escrupulos, maestros de la apariencia, que no dudaban en recurrir a las mayores vilezas para mantener su estatus.
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INVIERNO EN PARIS | IMOGEN ROBERTSON | Casa del Libro
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INVIERNO EN PARÍS | IMOGEN ROBERTSON | Casa del Libro
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Invierno en París (Alianza Literaria) Tapa blanda - Libros
https://www.amazon.es/Invierno-Par%C3%ADs-Alianza-Literaria-Al/dp/8420690686Invierno en París (Alianza Literaria) : Robertson, Imogen, Tejada, Paloma: Amazon.es: Libros.
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Invierno en París - Anika Entre Libros
http://www.anikaentrelibros.com/invierno-en-parisFicha realizada por: Elena Martínez Blanco. Invierno en París. Título: Invierno en París Título Original: (The Paris Winter, 2013) Autor: Imogen Robertson
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INVIERNO EN PARÍS - ROBERTSON IMOGEN
http://quelibroleo.com/invierno-en-parisParís, en el duro invierno de 1910. Maud Heighton sueña con ser pintora. Estudia en la selecta Academia Lafond, pero mientras que los que la rodean ...
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Invierno en París - Imogen Robertson -5% en libros | FNAC
https://www.fnac.es/a1165105/Imogen-Robertson-Invierno-en-ParisInvierno en París, libro de Imogen Robertson. Editorial: Alianza. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde 19€.
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"Invierno en París" - Imogen Robertson - Libros que hay que leer
http://librosquehayqueleer-laky.blogspot.com/2015/01/invierno-en-paris-imogen-robertson.html16 ene 2015 — París, en el duro invierno de 1910. Maud Heighton sueña con ser pintora. Estudia en la selecta Academia Lafond, pero mientras que los que la ...
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Invierno en París de Imogen Robertson - El Placer de la Lectura
https://elplacerdelalectura.com/2014/11/invierno-en-paris-de-imogen-robertson.html4 nov 2014 — Imogen Robertson consigue mantener la tensión narrativa y la intriga durante todo el transcurso de 'Invierno en París' (Alianza), ...
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INVIERNO EN PARIS - IMOGEN ROBERTSON - Agapea
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INVIERNO EN PARÍS. (HISTORIA DE INTRIGAS, ENGAÑOS ...
https://www.popularlibros.com/libro/invierno-en-paris_704120INVIERNO EN PARÍS (Libro en papel). (HISTORIA DE INTRIGAS, ENGAÑOS, TRAICIONES Y VENGANZAS EN EL PARI. de ROBERTSON, IMOGEN.
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El silencio de las ruinas de Daniel Jerez Torns
https://gigalibros.com/el-silencio-de-las-ruinas.htmlAgosto de 2010, las obras del AVE, el tren de alta velocidad, provocan la caida de la Sagrada Familia.
El caos se aduena de la ciudad y Barcelona dejara de ser lo que era.
25 anos despues, a las puertas del aniversario del Derrumbe, un grupo terrorista intenta sumergir de nuevo a la ciudad en la oscuridad. Barcelona ha sufrido muchos cambios desde entonces.
Salva intentara evitar el exito de la accion terrorista y defender la principal fuente de ingresos de la ciudad: el turismo.
Una trama de misterio en una Barcelona de 2035 que pone en tela de juicio el modelo turistico de las ciudades y el impacto que tiene en la sociedad. -
Dame un respiro de Aurelie Valognes
https://gigalibros.com/dame-un-respiro.htmlRose es una madre soltera de 36 anos que vive en Paris con Baptiste, su hijo de 18, de quien se quedo embarazada siendo muy joven. Desde entonces se dedica a cuidar ninos y ancianos, un trabajo que le deja muy poco tiempo libre. A pesar de los buenos propositos de ano nuevo, no lo empieza con buen pie: Baptiste le anuncia que se ira a vivir con su novia inglesa, su hermana se muda a Marsella y la familia para la que trabaja como ninera se va a vivir al extranjero. En medio de tanta incertidumbre, Rose acepta ser la asistenta de Colette, una senora mayor bastante excentrica. ?Y si este encuentro inesperado estuviera a punto de cambiarle la vida?
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La pareja imperfecta de Becca Devereux
https://gigalibros.com/la-pareja-imperfecta.htmlUna apuesta…
Un trato tentador…
… Y un mes para fingir que son la pareja perfecta.
Javi es excentrico y odia las ataduras. Andrea es policia, independiente y testaruda.
A ambos les gusta estar solteros. Y les gusta todavia mas cuando se conocen. Porque son muy diferentes. Porque no se soportan. Y porque consiguen sacar al otro de sus casillas.
Pero ahora van a fingir que son la pareja perfecta delante de todo el mundo. Y el roce hace el carino. Y del odio al amor hay un paso… O quiza unos cuantos. Y, quien sabe, puede que despues de todo sean la pareja imperfecta mas perfecta que existe. -
Intercambios. No volveras a ser la de ayer de Lorena A. Falcon
https://gigalibros.com/intercambios-no-volveras-a-ser-la-de-ayer.htmlUna madre, una hija, una perdida.
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Caza al criminal de Carolina Suarez
https://gigalibros.com/caza-al-criminal.htmlUna infancia traumatica es lo que lleva a Melanie a dar caza a todos esos seres que no deberian llamarse “hombres”. Los criminales, los asesinos y los violadores seran su blanco.
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Un amor contra el viento de Susanna Kearsley
https://gigalibros.com/un-amor-contra-el-viento.htmlUna historia de amor plagada de aventuras entre una viajera en el tiempo y un contrabandista del siglo XVIII.
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La esclava de Manila de Jesus Maeso De La Torre
https://gigalibros.com/la-esclava-de-manila.htmlAl amanecer, los expedicionarios del Galeon de Manila se concentraron en el malecon de Cavite. Una brisa humeda les cortaba el resuello. Las chozas y los baluartes emergian de las sombras y una luz amarillenta difuminaba las siluetas del mastodontico barco. Dos jovenes, ama y esclava, olieron el mar y oyeron el silbido del viento zumbando entre las arboladuras gigantescas de la embarcacion. Temblaban con el estruendo de la partida y se cogian del brazo de un criado. La esclava filipina se ocultaba de las miradas indiscretas bajo una capa de lana parda, y se pegaba a su tambien asustada duena. Desde el primer instante, la sobrecogio el desafiante perfil de la colosal nave: la Santa Rosa de Lima, con su soberbio mascaron de proa que representaba un leon policromado de singular belleza. Imelda del Rosario era esclava del armador don Natalio Zornoza y dama de compania de su hija Aurora, una joven de su misma edad, diecinueve anos, rubia, fragil y asustadiza. Ella era en cambio una mujer esplendorosa a la que todos miraban por su exotismo. No necesitaba afeites ni polvos, pues su semblante brillaba con luz propia. Ya desde el mismo momento de embarcar, la tripulacion cayo de inmediato en el embrujo de su natural seduccion, y corrio el rumor de que era hija del emperador de China. Don Natalio, cansado de vivir en Manila, deseaba presentar en sociedad a su hija, demasiado influenciada para su gusto por su confesor, y acaparada por los oficios religiosos. El armador era un hombre que vivia con desahogo, pues poseia, ademas de sus naves, una plantacion cerca de Manila de te de Wulong, el llamado <
>, el mas puro de Fujian, de la misma China, que vendia en exclusiva a mercaderes ingleses en su casa comercio de la calle de la Carne de Cadiz. Cuando el navio se hizo a la mar entre el griterio de la gente y se cargaron en el baluarte de Santiago las arcas y las cajas de seguridad llenas de doblones, perlas de Ceilan y las joyas hindues de oro-- la carga mas valiosa, que esperaban los oficiales del rey en Cadiz--, siete canonazos, numero de la suerte en Filipinas, despidieron a la Nao de la Seda y, de paso, a su sangrante corazon que se alejaba de los suyos. El criado Maximiliano, un mulato libre que trabajaba en la casa desde nino y al que las muchachas querian como un padre, se arrodillo en la cubierta y rezo al milagroso Nino Jesus de Manila, para que los preservara de todo peligro, mientras las jovencitas se exponian en la proa a las brisas del oceano del Sur. Imelda tuvo el palpito de que ya nunca regresaria a su amada tierra natal. La esclava, --cuyo nombre natal era Xiao--, temia la larga travesia desde Manila a Acapulco en el Galeon de Manila --el < > lo designaban los nativos--, y luego desde Veracruz a Cadiz. Pero tras dos meses de tormentosa navegacion avistaron Acapulco, y, tras trasladarse por tierra y descansar en Veracruz, cruzaron el Atlantico, protegidas por la segura Flota de Indias, y finalmente arribaron a Cadiz sin novedad. La ciudad vivia un siglo magico, donde las riquezas se multiplicaban en manos de los comerciantes y los cargadores de Indias. Gentes de todo el orbe merodeaban por su puerto, y cerca de cien mil almas se afanaban por sus calles. Era tal la claridad del aire de Cadiz que la luz reverberaba en las torres miradores que oteaban sin desmayo el oceano, y en las azoteas y los balcones sembrados de geranios que miraban al mar. Imelda del Rosario, o la Filipina, como dieron en llamarla en los mentideros gaditanos, seguia siendo un misterio para los vecinos, no asi Maximiliano, que ya habia estado con el patron otras veces en Cadiz. Solo salia de la casa en las grandes celebraciones de la Iglesia, de la era fervorosa creyente, luciendo su belleza junto a Aurora, aunque caminando, eso si, un paso atras de su ama, junto al mulato, al tiempo que despertaba la envidia de las jovenes casaderas y damitas atildadas del puerto gaditano. A la filipina le seducia el embrujo de la bulliciosa ciudad andaluza, donde nadie se sentia extrano y el rumor del oceano armonizaba sus aires como una orquesta. Pero lo realmente hermoso de Cadiz apenas si se veia. Se hallaba oculto en el interior de las casas y en sus estancias guarecidas tras las puertas, rodeadas de patios y zaguanes donde crecian los nardos y los jazmines blancos. Cadiz hacia las veces de centro neuralgico del comercio nacional, y en sus salones, donde se hablaba en todos los idiomas, se servia cafe y chocolate. Y entre las acaloradas partidas de billar, una copa de brandy y el humo de un habano, los armadores de buques, entre ellos don Natalio, arreglaban tratos, ordenaban fletes, enrolaban tripulaciones, disponian los precios del palo de Campeche, de las salazones, del cacao, o de las sedas de Manila, o tasaban el valor del real de plata con el doblon mexicano. Las casas de Cadiz maravillaban a la filipina, que no habia visto nunca tal lujo. Olian a especias y vainilla, y los comerciantes destinaban los bajos para tiendas y almacenes donde se mostraban al publico los escaparates y mostradores de venta. El reloj de la fortuna habia sacado a Imelda de la indigencia en la que vivia en Manila. Apenas si se acordaba de su familia, que habia escapado de la pobreza con los dos mil pesos que habia recibido por su compra, siendo una nina de cuatro o cinco anos. Y daba gracias al cielo por su buena ventura. Si, el reloj de su vida y de su fortuna marchaba acompasado y, aunque debia soportar el celo indisimulado del padre de su ama, don Natalio, entre platonico y enfermizo, se hallaba satisfecha por el trato que recibia de sus senores, y en especial de Aurora, su confidente, amiga y casi hermana. Imelda poseia dotes curativas, inventaba y elaboraba balsamos, pomadas y esencias y conocia las virtudes saludables de las plantas. En sus ratos libres, y a la tremula luz de los flameros del sotano, creaba balsamos y cremas reparadoras y maceraba hojas con las que preparaba afeites y lociones para las damas gaditanas. Destilaba luego en su alambique aguas olorosas, que luego su amo vendia en la tienda de la calle San Francisco de monsieur Fatou, que las suministraba a precios prohibitivos. Una vez a la semana, el laborioso Maximiliano llevaba al frances tres cajas atiborradas de tarros de perfumes y redomas de fragantes unguentos para las damas burguesas de los puertos. A veces, el aroma intenso de las resinas adormecia mansamente los sentidos y Aurora e Imelda se quedaban dormidas en el obrador, con Aurora acurrucada en su pecho, como si anorara la madre a la que apenas recordaba, pues murio siendo ella muy nina. El derroche odorifico de las mas sofisticadas esencias orientales las transportaba a suenos deliciosos. Penetradas por una irresistible sutilidad de olores y, con el vaho de la amalgama de fragancias, permanecian horas con las manos entrelazadas y sus cuerpos jovenes apretados, en un afecto que duraba horas a la luz titubeante de las lamparas de aceite. Despertaban con el rayo tibio del sol del postmeridiano que entraba por el tragaluz, henchidas de emociones que debian guardar en sus memorias. Como suele ocurrir cuando la bonanza bendice a una familia, la paz y el sosiego se quebraron en la mansion de don Natalio, que perdio una de sus dos naves en un tifon que asolo las Antillas. Hallaron los restos en las costas de Barbados y lo que quedo fue expoliado por las gentes de las islas. Estaba casi arruinado. Pidio un prestamo a la Banca Aramburu de veinte mil reales para cambiar su negocio, y dedicarse con la que le quedaba a la importacion de cochinilla de Mexico y del azogue de Brasil, donde, por otra parte, existia gran competencia. En la Natividad del segundo ano de estancia en Cadiz, tuvieron que prescindir de la mitad del servicio, excepto del bueno de Maximiliano, que puso dinero suyo, ahorrado durante anos, para contribuir a la subsistencia de la familia. Natalio vendio a un consorcio holandes la nave que le quedaba, la mas marinera y querida: la Atrevida. Se distancio de las muchachas, pero ellas, en cambio, ante la adversidad, unieron aun mas sus corazones. Despues de la Epifania, Aurora, cada dia mas melancolica, comenzo a visitar el dormitorio de la asiatica y a quedarse con ella a dormir, costumbre hasta entonces inexplorada por ellas. Y entre platicas y complicidades aminoraban sus penas. El vino dulce y la difusa atmosfera alimentaban sus intimidades y exploraban su piel y sus partes mas ocultas. La exotica camara de Imelda, repleta de redomas de aromas y cremas, se convirtio para Aurora en un lugar de sortilegios y sexo fuera del tiempo. Y la desgracia de su padre le parecio menor y sin importancia. --Me has devuelto el deseo de vivir y recompuesto mi alma rota. No me separare nunca de ti, Xiao --llego a confesarle la pasional Aurora, cuando un amanecer abandonaba la estancia con las luces de la alborada. Aurora seguia recibiendo el cristiano consuelo del prior del convento de San Agustin, el vitalista fray Sebastian Gomez, asi como su asistencia en los sacramentos, y acudia a el acompanada por Maximiliano, su inseparable y protectora sombra. Pero un dia nefasto, en el que la bruma se dispersaba desdibujando el perfil de una luna rotunda, las mas terribles dudas afloraron en la mente de Aurora, testigo casual de una conversacion que penetro en su alma como un estilete turco. Aurora, tan asustadiza como un pajarillo, escucho la platica de su padre en el despacho con un adinerado tratante genoves, micer Jose Jacome, un hombre de barba rizada y larga cabellera anudada con un lazo negro en la nuca, que mostraba un inusitado interes por su adorada Imelda, la Filipina, la llamaba una y otra vez, su refugio y abrigo de amistad imperecedera. Aguzo los oidos. Hablaban de la asiatica como si de un barril de polvora se tratara, y eso la exaspero sobremanera. --Yo me hago cargo de vuestra deuda, y vos me traspasais a la filipina. Para cuando regrese de Gibraltar, en unas tres semanas, firmaremos el contrato y esa esclava pasara a ser de mi propiedad --le ofrecio tentador. --Asi sera, don Jose --reconocio don Natalio--. Teneis mi palabra. --Espero sacar buenos dineros con su saber en los emplastes, esencias y pocimas curativas, que vendere en mi almacen --hablo el negociante con voz ronca, y sus palabras entraron como un trueno en el cerebro de Aurora. -
Sal con alguien que no lea de Charles Warnke
https://gigalibros.com/sal-con-alguien-que-no-lea.htmlPara todos los amantes de la lectura… y del amor.
Si dudas, regalale este libro. -
La dontante – Isela reyes de Isela Reyes
https://gigalibros.com/la-dontante-8211-isela-reyes.htmlUn mundo futurista, una sociedad formada por dos grupos de criaturas: humanos y vampiros.
Una chica dispuesta a todo por proteger a su familia.
Un misterioso vampiro y una conexion que rompera los prejuicios y los llevara a enfrentarse a los de su misma especie. ?Casualidad o destino? -
El amor no es una ciencia exacta, Monica Maier de Monica Maier
https://gigalibros.com/el-amor-no-es-una-ciencia-exacta-monica-maier.html -
Entra en el universo de Luz y sombras de Alice Raine
https://gigalibros.com/entra-en-el-universo-de-luz-y-sombras.htmlDescubre el sensual mundo de <
>, la serie de romance erotico mas ardiente y atrevida de la temporada. -
Sin final (Sin compasion 4) de W. Winters
https://gigalibros.com/sin-final-sin-compasion-4.htmlARIA unca he visto a Tyler, solo se como es por fotos. Pero incluso antes de eso, cuando tuve el sueno por primera vez, supe que el chico era alguien relacionado con Carter. Todos los hermanos Cross se parecen. El me miro en el sueno, sus ojos oscuros me atravesaron incluso desde el otro lado del jardin sembrado de azul y blanco. Deberia haberme asustado porque sabia que no pertenecia a esta tierra ficticia evocada por mi sueno, pero una suave sonrisa permanecio en sus labios. Acogedor y entranable. El fue muy amable conmigo. Un alma buena entre las flores, aunque sus palabras fueron todo lo contrario. --Ella te mintio --dijo casualmente. Palabras que grabaron confusion en mi rostro, pero enviaron una punzada de miedo que me helo la sangre. Entonces escuche a mi madre. En un instante reconoci su voz, sonamos tan parecidas. Un susurro vino de algun lugar a mi derecha mientras caminaba por el hermoso jardin. Su nombre suplicaba salir de mis labios, raspando desde lo profundo de mi garganta, pero mi voz estaba en silencio. Mi cuerpo anhelaba moverse a su lado, mas cerca de donde ella estaba mientras se alejaba lentamente de mi. Pero mis extremidades nunca se movieron. Quede atrapada en el lugar mientras se acercaban el uno al otro, pero seguian hablandome, mirandome. Como si supieran que yo estaba alli a pesar de que estaba prisionera de lo que me mantenia inmovil y en silencio. Las lagrimas se filtraron por las comisuras de mis ojos y calentaron mi piel mientras rodaban por mis mejillas. Mi padre siempre hablaba de la belleza de mi madre y yo sabia que era verdad, pero ella era mayor en los suenos de lo que yo recordaba. Sin embargo, habia envejecido bien. Trate de llamarla de nuevo, ignorando al chico, el hermano Cross que habia fallecido hacia mucho tiempo. --Nunca menti --me dijo mi madre, todo lo que pude sentir fue la forma en que sus palabras calmaron mi alma. Habia pasado tanto tiempo desde que escuche su voz. Demasiado tiempo. Mis dedos ansiaban moverse, extender la mano hacia ella y sentir su abrazo una vez mas. Yo necesitaba tanto que me abrazaran y mi respiracion se detuvo, imaginando que ella vendria a mi ya que yo no podia ir a ella, pero ella no lo hizo. Sus ojos color avellana estaban empapados de dolor mientras susurraba--: Nunca le menti. -- El viento cortante llevo su voz por el campo. Como si sus palabras fueran una senal, el cielo se oscurecio y un rayo seco lo partio en dos. --?La amabas acaso? --pregunto el chico, mirandola--. En todo esto... ?siquiera la amabas? El insistia en preguntarle a mi madre y la ira que senti fue inmediata, empujando las palabras hasta mi garganta, aunque todavia colgaban silenciosas en el aire. Por supuesto que ella me amaba. Una madre siempre ama a sus hijos. A pesar de que las palabras habian pasado desapercibidas, ambos me escucharon y me miraron, juzgando mi comentario silencioso, pero ninguno me respondio. Lo que les digo en silencio cambia cada vez que vuelve el sueno, pero la falta de respuesta nunca lo hace. --Por supuesto que si, la sigo queriendo hasta el dia de hoy --ella dijo y la voz de mi madre se arrastro con pesar--. Mori por ella. Sus palabras eran claras, aunque el dolor acribillo sus palabras y la expresion de Tyler solo mostro mas agonia cuando nego con la cabeza. Con la cabeza gacha, mi madre se aparto el pelo de la cara y se enjugo delicadamente las lagrimas de debajo de los ojos. El brillo de sus lagrimas hizo que sus ojos fueran mas vividos y me llamaron para que aliviara su dolor. Grite llena de desdicha una y otra vez, rezando para que pudiera entender mis palabras diciendole lo mucho que la amo. Que la extrano. Pero eso no hizo nada por cambiar lo que sucedio a continuacion. Con el cielo gris oscuro abriendose y el granizo cayendo sobre nosotros sin piedad, fragmentos de la vision caen como una pintura empapada en agua. Los colores se vuelven manchas borrosas y corren juntos antes de desvanecerse hasta convertirse en un lienzo en blanco, y me quedo sin nada. Nada mas que el sonido de ellos discutiendo sobre su odio contra su amor y lo que realmente importaba la noche en que ella murio. Y otra noche... la noche en que cambio el curso del destino. Ella grita que murio por mi. Su confesion esta llena de una nota de ira que me duele hasta el tuetano. Pero lo ultimo que siempre escucho antes de despertarme gritando es su murmullo--: Hacemos cosas estupidas por los que amamos. No importa cuantos anos pasen, la pesadilla nunca me abandona. La primera vez que sucedio, estaba en la celda. Hace todos esos anos cuando Carter, mi amor, me tomo por primera vez. Pero las visiones me han perseguido a lo largo de los anos, me han manchado el alma. --N C A P I T U L O 1 ARIA o grites. Con el aliento atascado en mi garganta, mi cuerpo paralizado por la oleada de miedo forzada en cada centimetro de mi cuerpo, escucho la voz, pero no obedezco. Mi grito es amortiguado por su gran mano y me abraza con mas fuerza, acercandome a su duro pecho, sus fuertes dedos clavandose en mi piel. El sonido de su voz silenciandome mientras pateo, golpeando mi cabeza inutilmente contra la pared de musculo contra la que estoy apoyada, ese sonido es lo que me calma. Lo he escuchado antes. Daniel. Mi cuerpo se relaja lentamente, apenas sostenida por mis piernas debiles. La adrenalina todavia corre por mis venas, pero soy consciente de que es el. El hombre que me agarro y me abrazo con fuerza, es Daniel. --No grites --repite, sus labios cerca de la curva de mi oreja. Tan cerca que su calido aliento me hace cosquillas en el cuello y me pone la piel de gallina en el hombro. Demasiado cerca. No solo me asusto; casi me mata de un infarto. Tardo en quitar mis dedos de su antebrazo, uno por uno, sabiendo que mis afiladas unas se clavan en sus brazos. La sangre esta por todas partes y tantas punzadas de dolor recorren mi cuerpo, prefiero estar entumecida. Entumecida despues de todo lo que acaba de pasar. Solo entonces el afloja su agarre y se mueve lentamente frente a mi, una mano aun agarrando mi muneca. --?Que estas haciendo? --Las palabras salen de mi en un suspiro, pero Daniel no responde. Mientras mi corazon late con mas fuerza, el solo me observa de cerca, evaluando mi expresion. El aire de la noche se siente mas frio, y que esta mucho mas oscuro ahora que el esta aqui que hace un momento. El mira detras de mi antes de encontrar mi mirada y preguntarme--: ?Ibas a huir? De todo lo que podria haberme preguntado en este momento, esta pregunta me produce mas culpa de la que jamas admitiria. Con Eli muerto en el suelo detras de nosotros, Addison arriba en alguna parte, escondiendose de todo lo que acaba de suceder, el hecho de que incluso haya pensado en huir me revuelve el estomago. Yo podria haberlo hecho. Podria haber huido y dejar todo esto atras como una horrible pesadilla. Y tambien lo considere seriamente. --No --susurro la palabra, sin saber si es verdad o mentira. El aire de la tarde lame a lo largo de mi piel expuesta mientras me paro en la puerta abierta de la casa de seguridad. La noche es oscura e implacable, muy parecida a la mirada de Daniel. No puedo aguantar, sabiendo que las emociones que siento estan escritas en mi rostro. Dando medio paso hacia atras, siento el dolor de un pequeno corte en mi talon dispararse hacia mi pierna, pero no es nada. Nada comparado con el dolor de saber lo que paso. Todos los pequenos rasgunos que obtuve de la ventana rota, destrozada por las balas, no significan nada. La guerra esta aqui. Los sonidos ensordecedores de disparos han ido y venido. Pero la muerte acaba de empezar. --?Que paso? Expreso la pregunta con dolor crudo presente en cada palabra. --?Carter? --le pregunto y abro los ojos para encontrarme con los suyos mientras se suavizan, luego agrego--: ?Mi padre? --Tu padre no vino. Nikolai tampoco. --Su respuesta es clara y no tiene ninguna pretension de lo que son sus pensamientos mientras sus ojos vagan por mi rostro. Antes de que pueda pronunciar el nombre de Carter de nuevo, sintiendo el familiar dolor de la perdida que ya adormece mi corazon, dice--: Carter esta bien. Los hombres de Talvery recibieron un golpe al venir aqui. Deberian haberlo sabido mejor. Hombres de Talvery. Hombres, a los que se supone que debo ser leal y aliada con ellos. Ya no se que sentir o quien es el verdadero enemigo. Solo quiero que todo se detenga. El aliento que no sabia que estaba conteniendo finalmente se escapa, deslizandose a traves de mis labios entreabiertos mientras me apoyo en la puerta, dejando que el aire frio se deslice por mi cara acalorada. Pero mi garganta esta apretada, las palabras y las emociones se entrelazan y tratan de escapar de mi al mismo tiempo. --?Cuantos...? --Empiezo a preguntar, pero no puedo terminar mi pregunta con el nudo en la garganta. ?Cuantos murieron esta noche? --Muchos --me responde Daniel y mis ojos se dirigen a los suyos, exigiendo mas--. Docenas, Aria. Agarro la parte superior de la blusa de mi pijama, juntando la tela justo en mi pecho, retorciendola y deseando poder borrar el dolor, pero permanece, creciendo con cada latido de mi corazon.
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Vibrating love de Carol Branca Pombo
https://gigalibros.com/vibrating-love.htmlSofia esta poco receptiva al amor, sobre todo desde que descubrio que su ex estaba casado mientras aun eran pareja. Quiza lo ultimo que necesita ahora es que un chico, de esos demasiado guapos para ser buenos, se le cruce en su camino y le proponga cosas como “libertad”, “intercambio” y “poliamor”. ?O quiza es justo lo que necesita?
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Un corazon que prevalece de A. R. Cid
https://gigalibros.com/un-corazon-que-prevalece.htmlUnas cartas antiguas y un amor que tratara de atravesar el tiempo…
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Si amaestras una cabra, llevas mucho adelantado de Jose Luis Cuerda
https://gigalibros.com/si-amaestras-una-cabra-llevas-mucho-adelantado.html<
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El deber de Nyktos (Kepler 1) de B. E. Raya
https://gigalibros.com/el-deber-de-nyktos-kepler-1.htmlConnor ha vivido toda su vida tratando de disfrutar su libertad, tenia todo lo que pudiera desear, aventuras, diversion y su dosis de hombres sexys, trabajaba ejerciendo su profesion de medicina a bordo de una Nave Espacial, hasta ahora habia conseguido viajar por las galaxias y visitar todos los lugares que siempre imagino, nunca deseo nada mas hasta que conocio a Nyktos Blavatsky.
Cuando Connor acepta acompanar a su mejor amiga a su planeta natal, el jamas imagino toparse con el hombre que le haria desear mas de lo que ya tenia, por primera vez Connor estaba dispuesto a establecerse, dejaria todo por formar una familia con el sexy hombre, incluso llego a rogarle que lo escogiera a el, y Connor jamas habria imaginado llegar a ese grado, ?Como pudo llegar a pensar que El Rey del planeta de los Keplertianos abandonaria a su prometida, su reino, su titulo y su heterosexualidad por el? -
La liberacion del senor Garret de Patricia Rivas
https://gigalibros.com/la-liberacion-del-senor-garret.htmlIan Garret es un importante hombre de negocios adicto a las mujeres. Solteras, casadas o separadas, le da igual. Cada dia una distinta pasa por su cama. Un dia seduce a su secretaria Emma Connor que vive una vida monotona con su novio al que conoce desde el instituto. La culpabilidad por los encuentros clandestinos con su jefe hara que Emma le confiese a su pareja la infidelidad haciendo que salga a la luz como es su novio en realidad. Ian se involucrara ayudandola mientra sigue en su circulo de sexo descontrolado ?Cambiara por ella?? Soportara Emma estar cerca de el sabiendo que no es la unica?
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El mundo de Sarah Coliner de T. Rubio
https://gigalibros.com/el-mundo-de-sarah-coliner.htmlEl mundo de Sarah Coliner, esta siempre regido por su madre, Prudence. Sarah, vive en el condado de Vagoneth, de donde es la futura heredera. La pasion de Sarah por los caballos hara que se encuentre con su destino. La lucha de Sarah por el amor, lo pondra todo patas arriba, donde estara en juego hasta su propia vida.Una llamada a la libertad, una historia que te atrapara.
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Una manana en el Tamesis de Diaz De Tuesta
https://gigalibros.com/una-manana-en-el-tamesis.htmlUna manana en el Tamesis
Libro 1o de la serie UN DIA EN EL TAMESIS
James Keeling, duque de Gysforth, ha hecho una apuesta con sus amigos, en Brooks’s: dara un paseo matinal en barca por el Tamesis con una dama totalmente desconocida, alguien a quien no haya visto jamas, y con la que no haya hablado nunca. Algo que parece imposible de cumplir hasta que, durante una partida de cartas, coincide con un muchacho consumido por el ansia del juego, el nuevo y flamante conde de Saxonshare.
Lady Bethany Howland, hija del antiguo conde de Saxonshare, sabe que esta abocada a la ruina mas completa. Su primo y tutor esta dilapidando la fortuna familiar con su enfermiza aficion al juego y la mala vida, y ella no tiene modo de impedirlo. Atrapada por los convencionalismos de la sociedad en la que vive, su unica ilusion es el romantico enamoramiento que siente por el duque de Gysforth, al que solo ha visto de lejos.
El hombre que, una manana en el Tamesis, le rompera el corazon.
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Autopsia blanca de Luis Miguel Cajal
https://gigalibros.com/autopsia-blanca.htmlAquel pueblecito perdido en la Espana mas profunda habia amanecido un poco frio, con un todavia timido sol que luciria con fuerza a lo largo del dia y con una muy ligera brisa. Era jueves. Jose estaba desayunando con unos amigos en el bar de toda la vida. Mientras la television estaba a todo volumen para que los clientes en la barra pudieran escucharla con atencion, algo que pasaba raras veces, el preferia charlar con el companero jornalero que tuviera al lado o enfrascarse en la lectura del periodico si no tenia nada que decir. Le incomodaba profundamente ver el telediario porque en algunas ocasiones, mientras estaba comiendo, aparecian en la pantalla imagenes muy desagradables. Y con sonido. El agricultor preferia por ese motivo leer el periodico tranquilamente y pasar las paginas que no le interesaban. Jose no era desconocedor de que los periodicos tenian un <
>, y tampoco podia fiarse mucho de lo que en ellos estaba escrito. En mas de una ocasion comparaba, si podia hacerlo, dos periodicos distintos para contrastar mas las noticias. No le gustaba ser enganado. A Jose no le interesaba mucho la politica. El era un hombre de campo, desde pequeno. Su interes por la mundanal actualidad no era excesivo, le interesaba mucho mas el estado de sus tierras. Lo que hubiera pasado en cualquier otra parte del pais o del mundo no era algo que le quitara el sueno. Simplemente leia el periodico cuando la conversacion con los otros companeros no le resultaba interesante. Cerro el diario, pago su consumicion y despidiendose de sus colegas del campo salio del establecimiento. Se monto en su Cuatro latas y se dirigio a las afueras del pueblo. Conduciendo el viejo Renault, primero por las calles de Mestre y luego por una carretera secundaria que comunicaba dicho pueblo con la partida de Cuerno, llego a su finca; un terreno situado a diez minutos de cualquier atisbo de poblacion. Aminoro la marcha del vehiculo para tomar un camino de tierra con algun que otro bache totalmente salvable para los resistentes amortiguadores del coche. Ese dia penso en podar algunos de los arboles que tenia en su pequena parcela. Posiblemente empezaria con los almendros. Habia escuchado como algunos de los otros jornaleros recomendaban la poda de aquellos arboles a principios de otono o a finales de invierno. Pero Jose preferia guiarse por su intuicion y por el aprendizaje que le daba dia a dia el campo; ademas, aquello no era una ciencia exacta, las estaciones no siempre eran iguales de un ano a otro. Las temperaturas muy frias no venian bien a aquellos arboles, asi que decidio que enero seria una buena fecha para empezar las podas. Echo un vistazo a los cultivos. Era una zona preciosa. El sol ya empezaba a brillar poco a poco y la tierra banada por la luz mostraba unos colores verdosos, amarillentos y cobrizos impresionantes. A pocos metros de donde habia aparcado el coche habia una vieja casa en la que Jose guardaba sus aperos de labranza. Antiguamente esa casa habia estado habitada por un maestro de escuela. Posteriormente, sus padres y el vivieron en ella. Fue entonces cuando su padre se hizo con algunas de las parcelas de alrededor. La casa quedo deshabitada con el fallecimiento de sus progenitores y solo la utilizaba como almacen para sus herramientas, puesto que al casarse decidio vivir en una zona mejor comunicada para que su mujer pudiera hacer la compra de manera mas comoda y no tener que limpiar una casa tan grande, porque por dentro era mas amplia de lo que parecia. Se metio la mano en el bolsillo para buscar las llaves que abririan el candado de la puerta principal. Miro el manojo de llaves que habia en su palma y eligio la indicada. A pocos metros de la entrada fue cuando se percato de ello. El candado no estaba. Jose fruncio el ceno. La puerta estaba entreabierta. --Me cago en todo… --musito Jose. Habia vuelto a pasar. No era la primera vez que forzaban la pequena puerta principal y terminaban destrozandola. Aquella era la tercera ocasion en la que alguien se colaba en el interior de la casucha. La otra puerta que tenia la vivienda, de mayor tamano y de hierro y madera, era, al parecer, impenetrable. Todos los ladrones preferian reventar un candado de acero en lugar de forzar los goznes de la pesada puerta. En una ocasion incluso intentaron abrir un boquete en la vieja estructura, sin conseguirlo. --La pena negra… !Otra vez! --se lamentaba el agricultor. Como todo hombre de campo, llevaba encima una navaja. La abrio para tener algo con lo que protegerse si acaso en el interior se encontraban todavia los ladrones y tenia que defenderse. Jose abrio la puerta y echo un vistazo al interior. La casa tenia una estancia principal con una chimenea, usada como salon hacia muchos anos, una cocina con un amplio fregadero, un bano y tres habitaciones con espacio para dos camas. Jose habia pensado en mas de una ocasion en volver a vivir alli, pero su mujer le habia convencido de no hacerlo: si se mudaban a esa zona dependian del coche para todo, puesto que el pueblo mas cercano estaba a unos nueve o diez kilometros de distancia. El agricultor se asomo a la cocina. Vacia. Avanzo hasta la estancia principal y noto el desorden que alli habia. Sin duda alguien habia entrado en la casa. Habian estado revolviendo todos los pocos enseres que habia dentro y habian tirado al suelo botellas y tazas de porcelana. Algun que otro plato de cristal se habia hecho anicos y habian volcado algunas sillas. --?Que cono andarian buscando? --se pregunto Jose. Decidio mirar en las habitaciones. Quizas habian entrado para robar los colchones y los somieres, ya que otros objetos de valor no habia. En la primera habitacion, a la derecha del salon, la puerta estaba entreabierta. No le hizo falta acercarse mucho para ver, por la estrecha abertura, el extremo de una de las camas. Con alguien tumbado en ella. Tal y como estaba la puerta solo alcanzaba a ver los pies de la persona. Parecia alguien joven por las zapatillas deportivas que llevaba. Jose respiro hondo, agarro con fuerza la navaja y abrio de un empujon la puerta. --!Tu! --grito con enfado--. !Arriba, cojones! Sobre el viejo colchon de la cama se encontraba tumbada una chica. Parecia una adolescente. Jose suspiro aliviado al ver que era una joven y no, por ejemplo, el tipico vagabundo de aspecto amenazante. --!Eh, tu! !Despierta! --dijo Jose dando una patada a la cama--. ?Que haces aqui? La chica seguia tumbada, sin moverse. Ni siquiera abrio los ojos. Jose se acerco mas y meneo con su mano uno de los pies de la intrusa. --!Oye! --dijo Jose acercandose mas a la chica--. ?Estas dormida? En ese momento fue cuando se dio cuenta de que la chica no reaccionaba. Pudo ver con claridad como la cara de la adolescente presentaba un color extrano. Estaba muerta. Jose salio corriendo de la casa. Se monto de nuevo en el Renault 4 y condujo a toda velocidad hacia el cuartel de la Guardia Civil. -
Los ultimos espanoles de Mauthausen de Carlos Hernandez De Miguel
https://gigalibros.com/los-ultimos-espanoles-de-mauthausen.htmlEn este libro se habla de victimas y de verdugos. Los ultimos espanoles supervivientes de los campos de exterminio nazis nos recuerdan su sufrimiento y la forma en que perdieron a miles de companeros a manos de los siniestros miembros de las SS. Sus palabras nos llevan a un mundo de torturas inimaginables, pero tambien de dignidad, solidaridad y resistencia. Esta es la historia de esos hombres y mujeres que sobrevivieron o murieron entre las alambradas de Mauthausen, Buchenwald, Ravensbruck o Dachau. Y es tambien la cronica periodistica que denuncia a los politicos, militares, empresarios y naciones que hicieron posible que mas de nueve mil espanoles fueran deportados a los campos de la muerte.
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La piel de Mica de Paloma Bravo
https://gigalibros.com/la-piel-de-mica.htmlEsta es la historia de Micaela, veinte anos de su vida, de intentar trabajar y querer en un mundo que a veces no la quiere. Sus amores, sus jefes y, sobre todo, su ex. Una vida en la que se mezcla el amor y el trabajo, y en la que a veces todo falla al mismo tiempo.
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Sasha. la rosa negra de Patricia P. Guerola
https://gigalibros.com/sasha-la-rosa-negra.html?Donde te esconderias si tu padre, antes de ser asesinado, te advirtiera que corres peligro? ?En quien confiarias cuando todos a tu alrededor suponen una amenaza para ti?
Sasha es una joven que lo tenia todo. Una persona a la que, en cuestion de segundos, toda su vida cambia y se vuelve oscuridad, tocandole ser una sombra de lo que un dia fue y convirtiendola en una mujer capaz de pelear contra quien haga falta. -
Las manos van al pan de Meg Ferrero
https://gigalibros.com/las-manos-van-al-pan.html--!Perdon! --se disculpo la camarera por el leve empujon propinado sin intencion y paso de largo con prisas, sin esperar a ver si su justificacion era aceptada. !Joder! Menuda educacion. Vale que el estuviera acostumbrado a otro tipo de lugares para comer, pero esto era el colmo. La chica, que habia pasado a su lado dejando un aroma intenso a curcuma, a canela y pudiera ser que tambien a curry, le habia lanzado, de manera literal, el plato a la mesa. Lo curioso habia sido el modo de hacerlo. Habia girado de tal manera la muneca que un plato asi lanzado, sin ese giro, hubiese acabado encima del comensal, pero ella lo habia dejado con maestria justo en su sitio, aunque con un estrepitoso repiqueteo, mientras el plato terminaba de asentarse en la mesa. Quiza fue ese gesto el que lo dejo tan descolocado que ni siquiera fue capaz de decirle a la camarera lo que pensaba de su escasa educacion. Y, encima, el empujon en el hombro. Aunque tenia que aceptar que eso no le habia molestado tanto como le gustaria reconocer. !Menuda cadera! Se giro de forma casi imperceptible para no ser descubierto en su curiosa inspeccion visual. Si, aquella mujer que contoneaba su generoso trasero de forma casi infantil era justo el tipo de muchacha por el que el, en cualquier otro momento de su vida, se hubiese sentido atraido. !Mentira! Se sentia profundamente atraido. Tanto, que su miembro viril comenzo a cobrar vida propia. !Habia que joderse! ?Cuanto tiempo llevaba sin estar con una mujer? Tampoco tanto como para ponerse asi. !Mierda! En otro momento no hubiese dudado en lanzarse al ataque, insinuarse con un despliegue indecente de todos sus encantos, que eran muchos, y conseguir su numero y una cita. Una cita que, estaba seguro, ambos tardarian en olvidar. Y eso con solo ver su silueta de espaldas. Su larga melena rubia ondulada, brillante y sedosa que, hubiese jurado, llevaba recien lavada con un algun champu de rosas, otro olor que lo seducia, llamaba de manera poderosa su atencion. Su ancha y fuerte silueta lo cautivo como hacia tiempo no le sucedia. Siguio mirando un instante mas, tan solo un segundo en el que se permitio volver a ser el mismo de siempre, el hombre que el creia ser, pero desistio al momento ya que la camarera no parecia que se fuese a volver para que el pudiese apreciar su rostro. No queria parecer un imbecil embelesado por una mujer delante del resto de los comensales, que no tardarian en seguir la direccion de su pose y su curiosa mirada. Ataco sin demasiado interes el rapido bocadillo que habia pedido y... sin previo aviso, el cumulo de sensaciones del sabor de aquel mordisco lo dejo sin respiracion. Paro incluso de masticar, con todo el bocado aprisionado en el interior de la boca, para no perderse ni uno solo de los diferentes sabores y aromas que llegaban a sus fosas nasales a traves de su cavidad bucal. !No podia ser! Pero si el habia ido a un bar "de mala muerte" en busca de alimento, mas que comida, en una rapida escapada desde el hospital. ?Quien se iba a imaginar que en un restaurante de menu del dia iba a encontrarse con semejante delicatessen? !Y encima en un bocadillo! Comenzo a masticar, ahora mas relajado, con todos sus sentidos puestos en el interior de su boca. Hasta se permitio el lujo de cerrar los ojos y dejarse atrapar por el instante. !Estaba exquisito! Tenia que apuntar todos los sabores, olores y sensaciones que el bocadillo le estaba haciendo experimentar. Saco de su pequena mochila, con rapidez, una ajada libreta de cuero sujeta por una goma y con innumerables papeles con notas dentro. Incluso se excito con el sonido del "click" de su boligrafo favorito, que era el que siempre daba el escopetazo de salida para alguna de sus creaciones, para algo que el adoraba hacer, para escribir. Y eso mismo fue lo que se dedico a hacer: escribir. Mordia, masticaba con cara de placer, tragaba y escribia. !Echaba de menos su trabajo! En cuanto volviera, esa seria su primera critica. La revista gastronomica para la que trabajaba le habia dado un largo permiso, pero el echaba en falta escribir y conquistar a la gente con sus palabras y piniones. Si, el era un critico gastronomico relativamente famoso. Trabajaba en la revista Tapas, nam,nam magazine, una revista mensual del grupo editorial de revistas como Esquire, Forbes o L'Of iciel. La definian como una revista de estilo de vida y gastronomia dirigida principalmente a foodies y urbanitas adictos a la cocina, de unos treinta y cinco anos y de clase media-alta o alta. !Adoraba su trabajo! Dejo un instante el boli sobre la mesa para atacar los ultimos bocados de su comida y giro la muneca para comprobar la hora. !Joder! Tenia que irse. Se limpio de manera descuidada y recogio todas sus cosas. La sonrisa en la cara, al salir del establecimiento, le recordo por un instante que estaba vivo y le devolvio las fuerzas que necesitaba para continuar. Volvio a girarse para buscar con la mirada a la camarera que le habia dejado, o practicamente arrojado, el plato con aquel bocadillo sobre la mesa. Tan solo pudo apreciar en la distancia su perfil, estaba claro que era lo mas que iba a conseguir evaluar de ella. Tenia que irse, pero ahora sabia donde habia una camarera con rostro desconocido que lo habia embaucado con sus curvas y su olor, y donde podia comerse un bocadillo de cinco estrellas de manera rapida y por unos pocos euros. ?Recordaba la felicidad? Si, ahora si, aunque fuese efimera y en forma de una desconocida con un bocadillo. No era un hombre muy exigente, ?no? Capitulo 2 El hospital estaba casi en frente del restaurante, asi que no tardo mucho tiempo en llegar. Lo dificil era encontrar la habitacion de su hermano. Los hospitales de la capital eran inmensos y, cuando comenzabas a recorrer los pasillos, era como ir de compras a Ikea: entrabas, pero no sabias por donde ibas ni cuando llegarias al lugar deseado. Se ponia malo con todo el trafico de gente de esos lugares, que parecian ponerse de acuerdo en ir en el sentido contrario a su marcha e impedirle llegar a su destino. --!Ya he vuelto! --dijo Carlos entrando a la vieja habitacion donde, por suerte, solo habia otro paciente con un familiar. --!Buenas! --saludo al resto de la gente. --Buenas tardes --contestaron, educados, los demas. --?Por que comes tan rapido? --comento molesto su hermano--. Ya sabemos que me voy a morir, pero no va a ser precisamente ahora, no tienes que ir con prisas a los sitios y volver como si te fuera la vida en ello. Carlos se quedo sin respiracion. ?Por que tenia que morirse? La vida no podia ser una puta mierda tan grande. Su padre acababa de morir de cancer y hacia un ano que lo habian hecho su madre y sus otros hermanos por el mismo problema. ?Seria algo genetico? !Joder! No se podia creer que su hermano lo banalizase de aquella manera. Ademas, todavia no estaba diagnosticado. Aunque todo apuntase a ello, lo habian ingresado para hacerle pruebas y descartar un tumor cerebral. Carlos era el hermano menor de una familia de cuatro hermanos. Habia nacido cuando su madre tenia cuarenta y seis anos, y en aquella epoca a eso se le llamaba "hijo de madre aneja", vamos, que fue el "goma rota" de turno, el error, un fallo de calculo por asi decirlo, ya que sus hermanos ya tenian mas de veinte anos cuando el nacio. Su infancia habia sido muy feliz, de eso no tenia ninguna queja. No habia tenido hermanos, eso si, habia tenido cinco padres. Un poco malcriado si que habia salido, si. Lo unico malo de toda esa infancia llena de dicha, en la que el habia sido el "juguetito" de la familia, era que todos habian sido muy mayores para el y la desgracia se cernio sobre sus vidas cuando el cancer los envolvio como un manto gris del que no se puede salir. No podia quejarse de sus padres, habian vivido muy bien y muchos anos hasta que murieron, pero no podia decir lo mismo de sus hermanos, y menos de Alfredo, el que ahora estaba tumbado en aquella triste cama de hospital. Apenas pasaba los sesenta y no parecia tener muchas esperanzas de un buen pronostico. Habia sufrido demasiado las demas perdidas de su familia y ese era su ultimo familiar cercano vivo. Bueno, estaban sus sobrinos y sus cunadas, pero las muertes de sus hermanos tambien los habian distanciado, amen de la diferencia de edad. --!Quiero estar aqui! ?Vale? --contraataco molesto--. ?Ha pasado el medico? --Pero si hoy no nos va a decir nada definitivo --amonesto con rapidez Alfredo. --Eso no lo sabemos. !Mierda! Esta espera me esta matando... --!No, chaval, me esta matando a mi! --se carcajeo su hermano. --No tiene ni puta gracia --protesto enfadado Carlos. --Si que la tiene, al menos reconocemelo. Alfredo siempre habia sido el mas simpatico de sus hermanos. No es que los demas hubiesen sido malhumorados, pero este era con el que mas afinidad habia tenido, quiza porque era el menor de los tres y el de una edad mas cercana a la suya. Era muy amable y campechano, afectuoso y muy sociable, risueno y siempre bromeaba, aun en las peores circunstancias. Los dos habian sufrido juntos las muertes de sus familiares y Alfredo era el que siempre habia tirado de el. La enfermera que entro en la habitacion interrumpio su conversacion. Hora de las constantes. Era una vieja estirada con la que Carlos no podia, le superaba que "una sota" como ella estuviese en una planta como la de oncologia. ?Se podia ser mas antipatica y desagradable? Lo malo, o lo bueno, segun se viese, de haber pasado tanto tiempo en esa planta era que ya se conocia a todo el mundo. --?Pueden salir los familiares? Ni un triste "por favor" o "?les importaria?". No. Esta entraba y pontificaba. Carlos no la podia ver ni en pintura. Salio de bastante mal humor de la habitacion y se planto en la entrada a esperar. Cuando "su majestad, la reina de Saba", salio de la habitacion sin decir ni una sola palabra, Carlos volvio a entrar y se sento en el incomodo ?sofa?, ?sillon?, ?silla? !?Como demonios se le podia llamar a aquello?! Desde luego, era de todo, menos comodo. Dejo que su hermano durmiera un rato la siesta mientras el aprovechaba para escribir sobre "su bocadillo". Aunque, junto con todo el despliegue de sabores y olores que el bocata le rememoro, se mezclo el deseo por la empleada de generosas caderas. !Joder! Otra vez su miembro viril lo importunaba con sus demandas cuando estaban fuera de lugar. Llego la noche y con ella el cambio de turno. Por fin se iba a ir la petarda de la enfermera de la tarde. La suerte que habian tenido era que tanto su hermano como su companero de habitacion estaban solamente para hacerse pruebas y lo cierto es que las enfermeras no tenian que entrar mucho, ya que los pacientes no precisaban medicacion. Comprobaban constantes y poco mas. El problema real que se le presento a Carlos fue su sorpresa cuando la enfermera del turno de noche entro para preguntar a los pacientes como estaban. Y esta, ?de donde cono habia salido? !Pero si el se conocia a todos los trabajadores de ese hospital! Que tia mas buenorra. !Vaya por Dios, esta no tenia que estar entrando y saliendo! --?Todo bien? --pregunto con voz dulce, mientras se sentaba y acomodaba de manera informal sobre la cama de su hermano y procedia a tomarle la tension de forma manual. !Pero si todas usaban el tensiometro automatico! Vale, no importaba, se supone que de esta manera era una tension mucho mas fiable y exacta, y el podria mientras devorarla con la mirada a sus anchas. Si, tambien se consideraba un experto erudito en el arte de la enfermeria y la medicina debido a todo el tiempo vivido en los hospitales. --Perfecto --contesto Alfredo ante su espectacular sonrisa. Carlos no pudo ni contestar, aunque la pregunta, entendia, no iba dirigida a el. Rubia, con el pelo mas que estirado en una altisima coleta y fuertota, como a el mas le gustaban. Esas mujeres con curvas en las que te puedes perder explorando... !Joder, que tetas! Queria hundir la cara ahi hasta perderse por completo. Y esas caderas anchas, esos muslos fuertes, pero prietos. !Dios! ?Estaria mal si le pedia el telefono? No era una nina, tampoco es que se fuera a asustar, ?no? Calculaba unos treinta y pocos, no veia anillo por sus dedos, aunque eso, en una enfermera, no era indicio de nada. Las buenas enfermeras no llevaban anillos ni las unas pintadas porque era antihigienico y porque se tenian que lavar las manos de forma continua. Si, Carlos sabia mucho de enfermeras, y en el mas amplio sentido de la palabra, ya que habia terminado liandose con alguna que otra. Y esta era una de las buenas. Sus perfectas unas limpias y bien recortadas junto con su accion de tomar la tension manual se lo decia a gritos. !Joder! ?Como iba a saber si estaba casada? Bueno, !a las trincheras! --!Hombre, enfermera nueva! --comento con un enorme despliegue de encanto. !Cono! Menuda mirada de reproche recibio a cambio. Fue entonces cuando se dio cuenta de que, si hablaba, no le dejaria oir la tension. Sus mejillas enrojecieron. ?Alguna vez le habia pasado? !Joder! No recordaba nunca antes un bochorno igual. La enfermera termino y le dirigio una mirada algo sorprendida. --Nueva... en esta planta. --Y volvio a dirigirle la mirada a Alfredo. -- Me llamo Lucia, he visto que estareis por aqui esta semana mientras te hacen pruebas --afirmo con una dulce sonrisa, que hizo que Carlos se removiera incomodo en esa mierda de silla-sillon-sofa--. No te preocupes, ya veras como no es nada y en una semanita estas de nuevo en tu casa. Tomate estos dias como un descanso merecido del trabajo, te relajas, lo disfrutas y ya veras que feliz. --Feliz, lo que se dice feliz... --contesto Alfredo embobado--, no lo se. Y dime tu como se descansa en una cama con estas sabanas que parecen esparto y con esta maravillosa comida que ofreceis. La carcajada de la enfermera dejo pasmados y boquiabiertos a los dos hermanos. ?Se podia ser mas preciosa y espontanea? --!Es cuestion de actitud! --afirmo guinando un ojo, como si le acabase de revelar el misterio del Santo Grial. Y se fue. Se fue sin que ninguno pudiese articular ni una palabra mas. Alfredo miro a su hermano automaticamente y comenzo a descojonarse. --Esta es de las que a ti te gustan, ?eh? Imaginate que de esta mierda conseguimos que por fin sientes la cabeza... Carlos lo miro molesto. --?Pero que sentar ni que sentar la cabeza? A mi dejame de tonterias. --Y bajando la voz, para que no lo oyesen los del al lado le dijo--: !Pero no jodas que no tiene el polvo del siglo! --Vaya que si lo tiene --contesto su hermano entre risas, mientras el otro paciente, espectador de la situacion, se quedaba con dos palmos de narices y sin la tension tomada.
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La promesa de una dama de Trixie George
https://gigalibros.com/la-promesa-de-una-dama.htmlLa piedra era alta y lisa y proyectaba su sombra sobre la hierba, convirtiendo aquel rincon apacible en un lugar sombrio donde ni siquiera se oia el canto de los pajaros. Aquel era el punto mas alejado del jardin, casi en el limite del bosque, y ni siquiera el jardinero se aventuraba por alli tal y como demostraban las malas hierbas que crecian en libertad. Era el lugar ideal para evitar miradas y preguntas indiscretas. Jocelyn se sento sobre la hierba sin prestar atencion a la humedad que brotaba del suelo y empapaba sus faldas hasta llegar a su piel. Sus ojos recorrieron la piedra con avidez, a pesar de que con el paso de los meses habia llegado a saberse de memoria cada irregularidad en la roca, cada diminuta mancha. No habia ningun tipo de inscripcion. Ella lo preferia asi y, de todos modos, las palabras de duelo estaban grabadas a fuego en su corazon, tan hondas como hechas con un cuchillo afilado. Sintio que los ojos le escocian y se los froto con rabia, dejando un rastro de lagrimas sobre sus mejillas. Era tan injusto. Sus dedos no tendrian que estar acariciando aquella fria piedra sino a el, sus manos deberian estar recorriendo su mandibula cuadrada y su ancha espalda. Y deberia estar escuchando su voz, esa voz profunda y refinada que la habia encandilado, en lugar de estar hablando a solas ante una lapida bajo la cual no habia nada mas que tierra, pues su cuerpo yacia en algun lugar en el fondo del oceano, irrecuperable para siempre. Daniel. Daniel Redfern. Su primer y unico amor. El hombre que habia amado con todas sus fuerzas y al que le habia hecho una promesa: que le esperaria pasase lo que pasase. Una promesa que no habia sido capaz de cumplir. Penso con tristeza en los acontecimientos de los ultimos meses. El dia que habia despedido a Daniel antes de su viaje habia sido el ultimo dia feliz de su vida. Despues, los dias y las noches se habian vuelto grises, llenos de anoranza, hasta que la peor de las noticias habia llegado para agitar la placida vida de los nobles londinenses: el Marie Therese, el barco de la Corona Britanica en el que viajaba Daniel, habia sido atacado por piratas frente a las costas de Tortuga. Toda la tripulacion habia sido pasada a cuchillo. Nadie habia sobrevivido. Esa noticia habia supuesto para Jocelyn el fin de su alegria. Durante las semanas siguientes habia vivido en una especie de neblina en la que el llanto y la tristeza habian sido los protagonistas. Puesto que habia mantenido en secreto su relacion con Daniel casi en secreto, no podia desahogarse con nadie y su palidez, su desanimo y las enormes ojeras que lucio durante semanas fueron achacados por todos a un virus estomacal. Lo cierto es que Jocelyn se sentia fisicamente enferma, con nauseas y cansancio, y si bien al principio ella misma atribuyo estos sintomas a su infinita tristeza, pronto la verdad se impuso: una nueva vida habia comenzado a formarse en su interior: su hijo, el hijo de Daniel. Un hijo que ya jamas podria conocer a su padre. Un bebe que, en cuanto naciese, condenaria a Jocelyn al desarraigo social, puesto que los miembros de la aristocracia londinense jamas aceptarian un hijo fuera del matrimonio y se apresurarian a condenarla al ostracismo. A partir de ahi, todo habia ido de mal en peor. Desesperada, habia tomado una de las peores decisiones de su vida: aceptar la proposicion de matrimonio de Edward Balfour, un hombre vil que le prometio que se haria pasar por el padre de la criatura a cambio de adquirir el control sobre su dote. Los pocos meses que duro su matrimonio con Balfour habian sido un infierno para Jocelyn. El era un hombre cruel y sin escrupulos que no dudaba en humillarla y despreciarla a cada instante, recordandole el vergonzoso secreto que llevaba en sus entranas. Cuando Jocelyn desperto una manana en una cama empapada de sangre comprendio que todo habia terminado: la naturaleza habia seguido su curso y el hijo de Daniel Redfern jamas llegaria a nacer. Durante meses, se arrastro por los pasillos de su mansion como un alma en pena, sintiendose anclada a una vida sin sentido. Su esposo murio poco despues en una pelea y aunque su muerte la libero de sus insultos y maltratos, Jocelyn ni siquiera sintio alivio. Regreso a la casa de sus padres convertida en una viuda joven y triste que ya solo deseaba vivir el resto de sus dias a solas y en paz. El silencio del jardin se vio alterado de repente por un lejano tanido de campanas. Jocelyn se estremecio. Era un sonido hondo, triste y no anunciaba una boda o un bautizo sino algo mucho mas tenebroso: una ejecucion. No era un dia cualquiera: Jack el Rojo, el pirata cuya tripulacion habia atacado el Marie Therese, habia sido apresado al fin frente a las costas de Francia e iba a ser ajusticiado publicamente junto con todos sus hombres. Ese era el motivo por el que Jocelyn habia acudido tan temprano a ese rincon del jardin: deseaba hallarse en ese lugar exacto cuando la horca se cinese por fin en torno al cuello de aquel que le habia robado la alegria. La ejecucion de esos criminales era para ella un recordatorio de que no habia vuelta atras, de que el destino de Daniel hacia tiempo que habia sido sellado. Jocelyn saco de entre los pliegues de su falda una cajita de nacar que contenia un diminuto jubon hecho a mano, con una hilera de minusculos botones de perlas. Lo habia tejido ella misma cuando se entero de su embarazo y era la primera y unica ropita que jamas tendria aquel bebe que nunca llego a nacer. Tragandose las lagrimas, coloco la caja al pie de la lapida, tapandola con varios punados de musgo para que nadie la encontrase. Alli estaban, para siempre juntos, los dos recuerdos de los dos amores que habia tenido y perdido y la habian dejado hueca y vacia. Ahogando un gemido, se puso en pie y comenzo a caminar hacia la casa con la cabeza gacha. CAPITULO 1 Londres, un ano antes Gregory Redfern, cuarto vizconde de Dunnam, miro a su hijo Daniel con los ojos entornados y exhalo un suspiro de frustracion. Llevaban horas discutiendo y ambos estaban agotados y se habian quedado sin voz ni argumentos. --?Estas decidido a hacerlo? --Lo estoy. No pienso cambiar de idea. El viejo vizconde sirvio un vaso de brandy para cada uno y meneo la cabeza con pesar. Daniel era terco y obstinado, por sus venas corria la ferrea determinacion de los Redfern. Eso era algo que los dos tenian en comun. --?Acaso no tienes aqui en Londres todo cuanto puedas desear? Muchos matarian por estar en tu posicion. Tienes un titulo, fortuna, buenos amigos. Las puertas de los mejores clubs de la ciudad se abren de par en par para ti. ?Por que ese empeno en viajar de un lado a otro como un vagabundo? Si tu hermano estuviera aqui... --Pero el ya no esta aqui --interrumpio Daniel con expresion de dolor--. John jamas volvera y los dos lo sabemos. Padre e hijo volvieron a sumirse en un silencio triste, contemplando las llamas que crepitaban en la chimenea. Daniel sintio que el corazon se le hacia pesado en el pecho ante el recuerdo de John, su hermano mayor, que habia muerto el ano anterior victima de unas fiebres. John era el heredero, habia nacido para ostentar el titulo de vizconde y se movia con desenvoltura entre las cadenas de favores e intrigas politicas de la vida cortesana. Daniel era muy diferente. Odiaba el concepto de superioridad innata de la nobleza y los anejos titulos que pasaban de familia en familia, cargados de pompa y obligaciones, le repelian. La muerte de John, ademas de sumirlo en una honda tristeza, lo habia situado a el como nuevo heredero y lo habia condenado a una vida de apariencias y tedio. El no queria ser vizconde. Odiaba Londres, la politica de salon le abrumaba y los bailes y partidas de caza le resultaban asfixiantes. El sonaba con espacios abiertos, con un mar infinito extendiendose ante el y con tierras exoticas e inexploradas. Envidiaba a hombres como Thomas Cook o Daniel Solander, cartografos y exploradores de la Corona que tenian libertad para viajar a las Indias Orientales o al Nuevo Mundo, lugares lejanos y vibrantes, tan diferentes de la gris Inglaterra. En lugar de asistir a los clubs privados de caballeros, el preferia frecuentar las conferencias y reuniones que los exploradores y naturalistas celebraban para los curiosos en la Royal Society. Sentando entre el publico, bebia sus palabras como un sediento hartandose del agua mas pura. Hubiera dado la mitad de su fortuna por estar en su lugar. Durante una de esas reuniones habia conocido a Adam Montgomery, un empleado de la Compania Britanica de las Islas Orientales que habia hecho fortuna llevando a Inglaterra cargamentos de canela de Ceilan, nuez moscada y todo tipo de especias exoticas. Sentados los dos ante una botella de brandy, con el humo de los cigarros humeando entre ellos y la lluvia inglesa arreciando tras las ventanas, Daniel habia escuchado con atencion sus historias sobre los atiborrados mercados de Calcuta y Goa y los barcos que surcaban los mares desde la India llevando cargamentos de corteza de casia. Era una vida dura, plagada de libertad; una vida que Daniel hubiera querido vivir el mismo. Tras sus aventuras en las Islas Orientales, Montgomery estaba ahora decidido a explorar nuevas rutas de comercio. El Caribe se habia convertido en un emplazamiento prospero para la Corona Britanica y las plantaciones de azucar o tabaco en islas como Tortuga, Nueva Providencia o Barbados eran fuente de grandes riquezas para los hombres que sabian aprovechar su potencial. --Los ingenios azucareros son el futuro --decia Montgomery con gran excitacion--. Asi les llaman a esas grandes extensiones de tierra que son ideales para extraer melaza. Las destilerias de ron pagan muy bien por ella. !Cualquier hombre puede hacerse rico si sabe como! Contagiado por su entusiasmo, Daniel habia aprovechado sus contactos como hijo de un vizconde para ayudarle a obtener la concesion real necesaria y Montgomery, en agradecimiento, le habia ofrecido una participacion en las acciones de la plantacion, ademas de un pasaje en el Marie Therese, uno de los barcos de su compania naviera. Sin consultarlo con nadie, Daniel tomo una decision: partiria en ese viaje. Seria como el canto del cisne; su ultimo coqueteo con la libertad y la aventura antes de asentarse en Londres y hacerse cargo de las obligaciones de su titulo. Y ahi estaba ahora, enfrentandose al mal trago de comunicarle sus intenciones a su padre. El viejo vizconde era un hombre discreto que durante toda su vida habia tenido que callar mucho y sonreir todavia mas para hacerse un hueco en la corte del rey Jorge [1], llena de alimanas y mentiras. La muerte de su primogenito lo habia sumido en la melancolia y su unica esperanza era que Daniel hiciese honor a su apellido y caminase por la senda que John no habia podido recorrer. --Se que no aprueba mi decision, padre --repitio Daniel--. Se que lo considera una locura. El anciano lo miro entornando los ojos. --!Cualquiera con un minimo de seso convendria conmigo en que te has vuelto loco! Ademas, ?que hay de esa muchacha, la hija de Berkeley? Se que te has fijado en ella. ?Le has dicho ya que te marchas? Daniel dio un respingo tan violento que los hielos de su vaso tintinearon. Le asombraba la astucia de su padre. El vizconde habia tocado deliberadamente su fibra mas sensible, ya que dejar atras a Jocelyn, la joven que le habia robado el corazon y poblaba todos sus suenos, era la unica mancha negra en su decision. Si existian unas manos capaces de atarlo a tierra firme, esas eran las de Jocelyn Berkeley. --Ella lo comprendera --dijo rechinando los dientes. --?Estas seguro? Las mujeres tienen su corazon puesto en un unico objetivo: casarse y tener hijos. La muchacha estara deseando que pidas su mano formalmente y en lugar de eso pretendes anunciarle tu partida. ?Y si no te espera? ?Y si en tu ausencia se compromete con otro? Daniel apreto tanto los punos que estuvo a punto de hacer estallar el vaso. Imaginarse a Jocelyn en brazos de otro hombre le hacia hervir la sangre. Ella era suya, tan suya como la piel que recubria sus huesos. Amaba a Jocelyn Berkeley con todas sus fuerzas, a pesar de que antes de conocerla estaba convencido de que las mujeres, en especial las insulsas debutantes educadas por y para el matrimonio, eran molestos estorbos que uno debia evitar a toda costa si queria conservar su libertad. Ella le habia hecho cambiar de opinion. La imagen de su rostro palido y cremoso inundo su mente y experimento una mezcla extrana de frio y calor, de alegria y miedo. Su padre tenia razon. ?Como reaccionaria Jocelyn al enterarse? --Tengo que irme. --dijo poniendose en pie bruscamente--. Padre, intente comprender que mis suenos no son peores que los suyos, aunque sean distintos. Y si no puede comprenderme, al menos intente perdonarme. El anciano no contesto. Se giro hacia la chimenea encendida con la cabeza gacha, evitando la mirada de su hijo. Intentando no fijarse en la curva derrotada de sus hombros, Daniel llamo a un criado y le ordeno que preparase un carruaje. --A la mansion de los Berkeley. Deprisa --ordeno en cuanto el cochero estuvo instalado en el pescante.
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Arturo Losada, entre tu ausencia y la mia (Mundo Elisa 3) de Beatriz Velasco
https://gigalibros.com/arturo-losada-entre-tu-ausencia-y-la-mia-mundo-elisa-3.htmlArturo Losada, profesor de reputacion intachable en la Universidad de Valladolid, se ve envuelto en una inesperada historia de amor que tambalea los cimientos de toda su vida.
En este tercer volumen de la trilogia "Mundo Elisa": Arturo Losada entre tu ausencia y la mia, sera Arturo quien nos desvele como vivio en primera persona aquella relacion.
Intriga, imprevistos, nuevos personajes, nuevas perspectivas de la palpitante historia de la vida de Elisa. -
El submayordomo Minor de Patrick Dewitt
https://gigalibros.com/el-submayordomo-minor.htmlLucy Minor, un joven que esta dejando atras la adolescencia y adentrandose en el mundo adulto, se marcha del pueblo entre montanas del que no ha salido jamas. Lo hace despues de sufrir un desengano amoroso y constatar que en ese lugar en el que abundan los rudos gigantones sera siempre un marginado. Lleva en el bolsillo una carta con una oferta de trabajo: un puesto de ayudante de mayordomo en el castillo Von Aux.
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Ensename esta noche (Fantasias 1) de Nina Klein
https://gigalibros.com/ensename-esta-noche-fantasias-1.htmlE PROLOGO CHLOE l club Poison se veia de forma totalmente diferente a la luz del dia, cuando estaba cerrado. No habia nada del misterio, la seduccion, el calor, el deseo que lo empapaba todo durante la noche. Para empezar, las luces del techo estaban encendidas, creando la sensacion de que uno estaba en una especie de teatro vacio. En el ambiente flotaba un ligero olor a desinfectante, el rastro que quedaba despues de que el equipo de limpieza se hubiese pasado aquella manana. Salia una pasta hacer ese tipo de limpieza y desinfeccion profunda todos los dias, pero por una parte era necesario, y por la otra, dinero no era lo que les faltaba en el club, con las cuotas que cobraban a los socios y el numero de socios que tenian. Ese era un de los problemas: el numero de socios habia llegado a su tope. Los duenos nunca habian querido que aquello se masificara y el numero maximo de socios era un numero manejable, que hacia que en los dias de mas aforo --los viernes y los sabados-- se pudiese estar tranquilamente en el club, sin agobios. Asi que la lista de espera era kilometrica, y solo se abria una vacante cuando un miembro abandonaba el club, que no era tampoco muy a menudo. Mi idea venia un poco a mitigar ese problema. A "liberar" un poco el club, para que quizas pudieran admitir un grupo mas de socios. A diversificar, tambien. Y a hacerlo mas interesante. Respire hondo y me alise la americana que llevaba. Me habia vestido como cualquier dia en la oficina: unos pantalones negros de tela, rectos, mis "zapatos de oficina" --negros, de piel, no mucho tacon, comodos-- y una americana gris de pata de gallo. Llevaba uno de mis bolsos mas grandes al hombro, de donde sobresalia la carpeta de cartulina marron con la propuesta que estaba a punto de hacer a los duenos del club Poison. Respire hondo de nuevo, y mi amiga Caroline se dio la vuelta y se paro en medio de lo que era la pista de baile, el suelo negro brillante reflejando la luces del techo. --?No me digas que estas nerviosa? Era ella quien me habia abierto la puerta del club, y quien me acompanaba en el camino hacia las oficinas. Eran las tres de la tarde, y todavia faltaban horas para que abriese el club. --Un poco --reconoci. --Pero si solo son Mark, Paul y Derek. No le faltaba razon: al fin y al cabo les conocia desde hacia mas de un ano. Pero una cosa era ser amigos, tomarnos una copa de vez en cuando y hablar de nuestras vidas, y otra hacer negocios juntos. No queria que pareciese que me estaba aprovechando de la amistad. --No es lo mismo --dije, por fin--. Esto son negocios. Ademas, no estoy muy segura... igual es una idea ridicula. Caroline me sonrio. --Estoy segura de que es una idea genial. De todas formas, no estes nerviosa: si les gusta la idea bien, y si no, tambien. Yo tambien sonrei, mas para darme valor que otra cosa. --Okey. Seguimos avanzando por el club, los tacones de Caroline resonando en el suelo de marmol. Habiamos recorrido un largo camino, desde que eramos companeras de trabajo en una oficina horrenda, con cubiculos enanos y grises y luces fluorescentes en el techo. Hacia ya dos anos de aquello: un dia, Caroline estaba quejandose de las horribles citas por las que habia pasado gracias a --o por culpa de-- una app de citas que tenia instalada en el telefono. La decepcion, la incertidumbre... fue entonces cuando le di la tarjeta del club. No estaba segura de que fuese a ir --ella tampoco--, pero no solo habia acudido, sino que ademas habia acabado con uno de los duenos del club, Mark. Ahora estaban prometidos. Aparte de eso, Caroline trabajaba en las oficinas del club, llevandoles la contabilidad. La de vueltas que daba la vida. Yo habia acabado cambiando de trabajo. La oficina era todavia mas gris e insoportable cuando no tenia a Caroline para hablar en los descansos del cafe. Pero aunque el nuevo trabajo era menos gris y menos insoportable, seguia siendo bastante aburrido, la verdad. Quizas la culpa no era de los puestos de trabajo, sino de la profesion en si: ser contable no era lo mas apasionante del mundo. A no ser que fueras la contable de la mafia, en ese caso estoy segura de que el trabajo era una montana rusa de diversion. Sacudi la cabeza a uno y otro lado. Cuando estoy nerviosa se me ocurren todo tipo de tonterias. Tenia razon Caroline, de todas formas: era absurdo estar nerviosa. Simplemente habia tenido una idea, y necesitaba a los duenos del club para llevarla a cabo. Si les gustaba bien, y si no, tampoco pasaba nada. No tenia nada que perder. No tengo nada que perder, me repeti mientras seguia a Caroline por las escaleras de hierro que conducian a las oficinas. Y al final funciono: volvi a respirar hondo, y se me quito el nerviosismo de golpe. * ESTABAN todos en la sala de reuniones, conversando animadamente: Mark, Paul, Derek y Monique. Paul estaba haciendo cafe en la cafetera de capsulas que habia en una mesa junto a la pared. Derek y Monique estaban sentados juntos, como siempre, unidos por la cadera. Era curioso, porque cuando Derek llego al club, a Monique --que en aquel entonces trabajaba de guardarropa -- le cayo mal al instante. La antipatia no habia durando mucho, de todas formas. Ahora Monique trabajaba de manager, era quien se preocupaba de que todo saliese bien y funcionase como la seda cuando el club estaba abierto. El trabajo le iba como un guante, era la mejor relaciones publicas que habrian podido encontrar, y ademas el club daba un monton de trabajo. Cuanta mas gente se ocupase de el, mejor. La unica ausencia era Amanda, que aunque tambien estaba unida a la cadera con Paul, estaba estudiando para uno de sus examenes de derecho. Seguia trabajando de camarera en el club, porque le dejaba casi todo el dia libre para ir a clase y estudiar, y porque ademas le gustaba trabajar con Paul. No era como si necesitara vigilarle, ni nada de eso: los dias en los que Paul se tiraba a todo lo que se movia habian terminado. --!Chloe!--. Paul me saludo como si hiciese anos que no me veia, cuando le habia visto la noche anterior--. ?Que quieres? Le pedi un cafe solo, y me sente. Paul sirvio los cafes, Caroline se sento al lado de Mark, y cinco pares de ojos se volvieron a la vez hacia mi, expectantes. --Somos todo oidos --dijo Mark. Volvi a respirar hondo, sonrei y empece a hablar. LA IDEA ERA MUY SIMPLE, realmente. Habia empezado a darle vueltas unos meses atras, justo despues de cierto episodio que habia tenido en el club. No me importaba decirlo: habia sido una noche maravillosa donde conoci a un grupo de hombres tambien maravillosos. Antes de eso, estaba aburrida, pensando en darme de baja del club. Aquel dia habia conseguido realizar mi fantasia mas antigua, si, pero tambien me di cuenta de que habia sido por casualidad. Conoci a cuatro hombres perfectos que tenian la misma fantasia que yo. Un golpe de suerte, vaya. Poison era lo que era, un club de sexo: un lugar donde pasar la noche, donde ir a desfogarse en un ambiente seguro. Si, uno podia cumplir sus fantasias, si no eran muy complicadas, si tenia suerte y era una de las cosas que se ofrecian aquella noche. Trios, orgias, vouyerismo... no habia ningun problema. Pero repito: tenia que surgir la oportunidad, y ademas una tenia que tener... cierta tendencia al exhibicionismo, por llamarlo de alguna manera. No habia mucha intimidad. Es cierto que habia habitaciones privadas, pero el contacto tenia que iniciarse de alguna manera. Mi idea era ir un poco mas alla: ofrecer un servicio especificamente orientado a satisfacer las fantasias de los clientes. Tenia que ser un servicio extra que se ofreciese a los miembros mas antiguos del club, a los que fueran mas de fiar. Tenia que haber mas barreras, tambien, para asegurarnos de que fuese un entorno seguro. Y los encuentros no tenian por que producirse en el club: de hecho, la idea es que fueran en un hotel, o un apartamento alquilado, dependiendo de la fantasia y de los participantes. Cuanto mas hablaba, mas me emocionaba: podiamos conectar a diferentes personas que buscasen la misma fantasia, personas con perfiles parecidos, etc. Una especie de agencia matrimonial, conectando a gente con los mismos intereses, pero con fantasias sexuales en vez de matrimonio. Yo me ofrecia para gestionar el servicio, claro esta: ellos ya tenian suficiente con el dia a dia del club.
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Con mis propias manos de Maurizio De Giovanni
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El amor mas grande de Olga Watkins
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Nuestro secreto mas oscuro de Joan Llensa
https://gigalibros.com/nuestro-secreto-mas-oscuro.htmlViernes, 7 de junio de 2019. Anochecer. En las afueras de Aurora. Ella esta de pie frente al chico. Tiene una leve sonrisa en el rostro, palido y bonito, que le acentua la mirada cristalina. Posee el cabello deslumbrante. Unos reflejos del crepusculo le dan un vivido latido, mas parecido a una forma de vida de otro mundo o a una cascada de fantasia violeta intenso. El chico le habla con dulzura, casi como si quisiera camelarsela. Ligando quiza. Su nariz puntiaguda destaca en un rostro huesudo y estrecho. Y su cabello desgarbado le da un aspecto de dejadez. Como su ropa; desgajada y sucia. Son dos polos opuestos. Ella agarra la mochila, que habia dejado a los pies, se la cuelga en el hombro y ladea la cabeza. Es entonces cuando la sonrisa se le tuerce y se le ensombrece el rostro. Ha percibido un movimiento detras del chico, que esta por girarse. La chica le aferra los brazos con fuerza y su atencion regresa a ella. Da un paso al frente y el la agarra de la cintura, malinterpretando las senales. La sombra a su espalda esta cada vez mas cerca. La muchacha susurra unas palabras que hacen reir al chico. Carcajea con la cabeza inclinada hacia atras y los ojos cerrados. A ella, sin embargo, se le transforma el rostro en puro terror. El miedo agranda sus ojos y los anega. Sus labios son ahora una mueca, igual que un mal trazo hecho por un nino pequeno; desgajado y deforme. No puede gritar. No puede moverse. La sombra se ha convertido en una enorme barra metalica que desciende a toda velocidad sobre el craneo del chico. El sonido le desgarra un trozo de alma. Como el trozo de algo que le ha salpicado el rostro. Quiere llorar. Quiere chillar. No lo hace. El peso del chico de rostro huesudo se deja caer inerte encima de ella en un instante que se alarga en el tiempo. No podra aguantarlo. Se abatira encima, y ella, a su vez, caera en el barro imposibilitandole asi la huida. La sombra agarra al chico en un abrazo que le envuelve el pecho. La chica ha caido y se ha golpeado la cabeza con una piedra. Su vision se torna borrosa y tambaleante. Sabe que se desmayara, perdera el conocimiento. Quiza sea lo mejor. El chico huesudo vuelve en si. Debe tratarse de un intento inconsciente del cuerpo por afanarse a la vida. Lucha en el aire, con brazos y piernas, golpeando a un enemigo que no puede ver. Un enemigo que lo abraza tan fuerte que le roba el aliento. Luego, cuando la lucha se vuelve mas una derrota que una defensa, el agresor afloja la tension y el cuerpo del chico cae al suelo embarrado junto a la chica. Ella se siente mareada. Todo le da vueltas. Lucecitas de colores. Borrones difusos que la envuelven. Es incapaz de moverse. ?Sera la siguiente? La sombra gigante no se da por vencida ni satisfecha. La puede distinguir como si se tratara de un titere que alguien dirige. Intuye como se arrodilla encima del chico y levanta los brazos en alto y las manos hechas punos. Pero, en un parpadeo ella ya no ve lo que ocurre a continuacion. Su mundo se ha vuelto negro. Y, con toda probabilidad, es lo mejor que podia sucederle. 2 OLIVIA Viernes, 7 de junio. Noche. Barrio residencial Los Alamos, Aurora. Estoy sentada en el viejo sillon del salon, frente a la ventana, cuando me sobresalta el timbre. Mis manos envuelven la humeante taza de cafe descafeinado con leche. Veo como las gotas de lluvia salpican el cesped del jardin. Se crea una burbuja que explota un segundo despues. Es tarde y la luz anaranjada de las luces del jardin ilumina con un aura fantasmal. El timbre suena de nuevo. Me intranquilizo. Miro el reloj. Las 22:13. ?Quien sera a estas horas? No es que sea muy tarde, pero una no espera visitas. Y menos un viernes. Se supone que es dia de sofa y tele. Al menos para nosotros. Me levanto sin ganas. Una presion en el pecho se apodera del aire de mis pulmones. Es algo irracional. Lo se. No tiene por que ser nada malo. Quiza Justin se ha olvidado de las llaves y solo sea eso. Despues de cenar acostumbramos a dar un paseo por el barrio. Nada mas lejos que poner en marcha la circulacion y mantener el cuerpo activo. Hoy se ha marchado solo. No me apetecia salir bajo el paraguas. Y me arrepiento enseguida. Siento una punzada de alerta que me dice que no es normal. Dejo la taza en la mesilla y me dirijo a la puerta sin dejar de darle vueltas a las posibilidades que se puedan presentar. Son apenas unos metros de distancia. Se me antojan eternos. Cuando llego me detengo un instante con la mano en el pomo y tomo aire, aspiro un breve sorbo de valentia. Abro justo en el momento que el timbre suena por tercera vez y entonces tengo la confirmacion de que ha ocurrido algo. Algo malo. La silueta ensombrecida de un hombre me esta mirando fijamente. Esta sorprendido como un nino al que descubres comiendose un caramelo a escondidas. Aparta el dedo del boton y el DONG retumba fuera de lugar. --Mama --susurra con la voz arrastrada y pesada. Es Justin, mi hijo. Esta llorando. A mi se me hunde el suelo bajo mis pies y me traga las piernas. Un temblor helado me recorre la piel. <>, me pregunto. Estoy a punto de echarle un sermon por presentarse de este modo. Pero se que no servira de nada. Esta aterrado. Mas incluso que yo misma. Se lo puedo ver en los ojos. Chispeantes. Llorosos. Temblorosos. En lugar de reprocharle nada, hago lo que haria cualquier madre. --?Que ocurre, carino? --Doy un paso hacia el con los brazos abiertos--. ?Por que estas llorando? ?Te has hecho dano? Justin me resquebraja el corazon con esos ojos miel y cae de rodillas al suelo. Rodea mi cintura con sus enormes brazos y me aprieta contra el. Esta empapado. ?Donde tiene el chubasquero? Su pelo negro le cae sobre el rostro. Parecen serpientes. O sanguijuelas. Hace unos meses que no quiere que se lo corte. Dice que quiere llevarlo como aquel cantante que le gusta tanto. ?Como se llama? No lo recuerdo. --Yo no queria hacerle dano, mama --murmulla. ?Hacerle dano? ?A quien ha hecho dano? No. Justin es un buen chico. Es incapaz de hacerle mal a nadie. <
>, pienso. --Te lo prometo, mama. Lo prometo. Lo prometo. Me lo creo. Se lo digo. Me agacho en el suelo y le cojo la cara con mis manos. Le doy besos. Su rostro esta ardiendo. Quiza tenga fiebre. No se que ha hecho --o que cree que ha hecho--, pero el necesita que lo calmen, que lo cuiden. Y eso hago. Soy su madre. Su protectora. --No te preocupes por nada, carino --lo consuelo. Aprieto mis brazos en su robusto y ancho cuerpo. Abro los ojos. Una sensacion de vulnerabilidad se aduena de mi. <>, me pregunto. Y rapidamente mis ojos recorren la calle, los matorrales, las ventanas iluminadas de los vecinos. Por suerte para nosotros es dia de lluvia y estamos a salvo. No estoy segura, pero me anima pensarlo. Lo empujo hacia arriba para que se levante del suelo y el se deja llevar. < >, pienso. Si tuviera que levantarlo me seria imposible. Justin mide casi metro noventa, es ancho de hombros y pesa demasiado. No, no esta gordo. Es macizo. Una masa de musculos. Ya de bebe tenia un tamano poco habitual. El parto fue dificil, largo y muy doloroso. Senti cada contraccion como una muerte anunciada. Y la eternidad de cada empujon que acompanaba un desgarro mas a mi fragil cuerpo. Fue algo tan horroroso que me prometi a mi misma no volver a tener ningun otro hijo. Y lo cumpli. Tras el dolor, en cuanto esos ojitos color miel, casi ambarinos, se posaron en mi todo lo demas desaparecio. Dos lucecitas que pense que me reconocian y una ligera mueca parecida a una sonrisa. La mujer que le habia hablado y acariciado a traves de la piel durante nueve largos meses, le habia cantado canciones y, claro que si, me miraba por primera vez pensando en lo afortunado que era de tenerme como madre. --He hecho una cosa mala, mama. Mala de verdad. <>. En lugar de eso le digo: --Nada que no se pueda arreglar con un tazon de chocolate, carino. La frase estrella. Si. El chocolate calentito lo arreglaba practicamente todo cuando tenia ocho anos; las caidas en bicicleta, las rodillas ensangrentadas, los juguetes rotos o un simple dia triste. Una solucion que siempre traia la luz a los momentos oscuros. Me siento tan pequena mientras lo acompano a la cocina sin dejar de mantenerlo apretado a mi.--Sientate --le digo. El obedece. Me apresuro en abrir el armario y rebuscar la lata de chocolate instantaneo. Pongo el agua a calentar y se que debo comprender lo que ha sucedido para ayudarle. Le digo: --Justin, cielo. ?Que es lo que te hace estar tan nervioso? Aguanto la respiracion. El hace chocar sus unas con un ruido que me martillea los oidos. Le cuesta articular las palabras. Las tiene atascadas en la garganta. Decido animarlo, darle un poco de seguridad. Le doy un beso en la frente, tomo una bocanada de aire y digo: --Nada que no podamos solucionar. Vuelvo al agua, que ya hierve, y la vierto en la taza grande. La que tiene un dibujo de aquella serie que le gusta tanto. Le echo tres cucharadas de cacao y remuevo esperando oir su voz. --Es muy extrano, mama. --Ha funcionado. < >, pienso--. Yo no queria, pero... le iban a hacer dano. Un trueno lejano retumba en el cielo. Dejo de respirar. Quiero girarme y preguntarle mirando a sus ojos, pero no puedo hacerlo. Me da miedo lo que pueda contarme. Ahora lo se. De verdad hay algo de lo que preocuparme. Mi corazon lo sabia. Pero todavia no se nada en realidad. Ademas, soy su madre. Dios, ?que debo hacer? ?A quien le iban a hacer dano? ?Que ha hecho? --Cuentame, hijo --le digo y me giro ocultando el temblor que me invade. El tintineo de la cuchara contra la taza me delata. El no se da cuenta. La dejo encima de la mesa. Le abrazo otra vez y, por primera vez, me doy cuenta de que lleva la camisa manchada de barro. No. No es barro. Parece... Es sangre--. ?Estas herido, carino? Dejame ver. Miro su cuello, sus manos. Le levanto la camiseta y reviso su espalda, su torso. --No, mama. --Detiene la revision cogiendome de las manos--. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. El eco esta en mi cabeza reverberando. Entonces, ?sabe que es sangre? Yo no he dicho nada en voz alta. No puedo. Solo lo he pensado. Aun a sabiendas que estoy obligada a pronunciarme. Para eso soy la madre. Para eso soy la adulta. Sus ojos me suplican anegados. Finjo que mi corazon se cubre con un manto de hielo. Lo justo para que no se rompa en mil pedazos. --?Sangre? --pregunto haciendo como que no tiene importancia--. ?Algun amigo tuyo se ha hecho dano? Por favor, que sea eso. Te lo suplico, Dios. --Ya te he dicho que yo no queria, pero le iba a hacer dano. No entiendo nada. Hago acopio de toda la fuerza de la que poseo y me dispongo a preguntar. Debo saberlo todo y a la vez no quiero. --No podia dejar que le hicieran dano. Porque ella es mia. Cada vez estoy mas preocupada y desconcertada por lo que pueda haber hecho. --Justin, carino. ?De quien estas hablando, hijo? --De Judith, mama. ?Judith? ?La vecina? No entiendo que tiene que ver ella en todo esto. Ha dicho que era suya. Y la sangre de su camiseta, ?tambien sera de ella? --?Le ha ocurrido algo malo a Judith? Justin me mira muy serio. Sus ojos chisporrotean y sus labios se curvan hacia arriba. --La he salvado, mama. La he salvado. --Carino, debes contarme todo lo que ha ocurrido desde el principio. Justin asiente con la cabeza. Se lleva la taza de chocolate a los labios y da un buche. Entonces, se relame los restos que tiene alrededor de la boca. Y empieza a hablar. 3 SANTIAGO Sabado, 8 de junio. Manana. Los Desamparados, Aurora. El dia se ha levantado con aquella sensacion sofocante que te impide respirar bien. O por lo menos a mi. Odio el verano. Su pegajosa humedad, que no te quitas de encima en todo el dia y que, por las noches, incluso es peor. Y vamos de camino a eso. Primeros de junio y ya me siento fatal. --?Que tenemos esta vez? --me pregunta Alicia Bravo, mi companera. --Por lo que se, se trata de un yonqui de la ciudad al que le deben haber salido mal las cosas. El sargento Mendoza solo ha dicho que lo habian encontrado literalmente aplastado. Es el unico punto interesante del caso. Se lo digo a Alicia y le cuento mis pensamientos y suposiciones sobre los hechos. Que no tengo el menor interes y que solo se trata de uno mas en la larga lista de delincuentes de poca monta que salpican la comarca. Ella va asintiendo en silencio. Es una chica aplicada. A pesar de que acaba de salir de la academia de policia, tiene ese impetu por querer aprenderlo todo, por querer arreglarlo todo. Una energia y optimismo que me sobrepasa y que yo ya perdi hace anos. --?Crees que daremos con su asesino? Me rio. --?Y a quien le importa? Un drogadicto victima de un ajuste de cuentas. Con un poco de suerte se mataran entre ellos y no causaran problemas. A nadie le importa esta gentuza. A menos, claro, que se vean envueltos personajes publicos o atracos a establecimientos o viviendas. Entonces, se aprovecha para una buena campana en contra de nuestro trabajo. Las botas de Alicia ya tienen una capa de barro que se le pega al suelo. Es guapa. Lleva el pelo castano recogido en una cola alta, justo por debajo de la gorra. Tiene el cuerpo delgado y debo reconocer que esta muy sexi de uniforme. Nos acercamos al descampado donde ya estan los de la cientifica recogiendo pruebas. La escena es como un paraje extraterrestre y ellos como astronautas a quienes cuesta moverse por la falta de gravedad. Estan tan graciosos. Blanco y marron. Limpieza y suciedad. --?Tenemos algo? --pregunto. --Lo que imaginabamos. Todo apunta a un ajuste de cuentas entre bandas rivales. Es bien conocido que Olot, la capital de la comarca, esta en guerra por el control de sus calles. Es un enclave primordial entre la Costa Brava y Francia que los narcos quieren usar a su antojo. Que ya usan, mejor dicho. Algunos comercios de la zona ya estan siendo extorsionados desde hace meses y sueltan una buena cantidad de euros para obtener cierta proteccion. --Entonces, nada --lo corto. Quiero acabar cuanto antes. Estos altercados me aburren sobremanera--. Comencemos con el papeleo y cerramos el caso. --De eso nada, Tiago. Juan me sonrie. Que hijo de la gran puta. Sabe que me esta jodiendo y lo disfruta. --A mi no me retienes, aunque lo haya matado el ministro de Cultura. Lo pienso por un segundo y hasta me parece gracioso. Me produciria cierto placer ver al ministro envuelto en un caso, con el como sospechoso, aunque de asesinato... no lo veo. --Me temo que esta vez no te libras tan facil. Me da unos guantes de latex y unos patucos de plastico. Repite el proceso con Alicia. Me los pongo, observando a la inspectora Bravo. Me pregunto si mi entusiasmo al salir de la academia era la mitad del de ella. Ya ni me acuerdo. Han pasado siglos. Cuando terminamos de ponernos el equipo, seguimos a Juan --yo de mala gana-- por el descampado. El plastico se adhiere al suelo, que parece succionarme hacia abajo. Como si supiera que no debo avanzar, que no debo ver lo que hay alli. Y que mi final esta tan cerca que la tierra me reclama. Han cubierto la zona con una carpa de color amarillo chillon. ?A quien se le ocurre? No quieren que nadie lo vea, que no llame la atencion de curiosos y lo senalan asi. Una gran diana amarilla en medio del fango oscuro. Cuantas incongruencias. De momento no hay mirones salvo un viejo con un perro y una pareja de jovenes con los moviles en alto. --?Quien lo hallo? --pregunto fijandome en el viejo de pelo canoso. Me suena de algo, pero no logro situarlo. --Sandra Barcino --responde Juan. Saca la libreta de espiral de un bolsillo imposible en el traje cientifico y hojea. Luego sigue--: Vive en el barrio residencial de alli al lado. --Senala con el brazo--. Salio a correr por el bosquejo como todos los dias y casi se tropieza y cae encima del cadaver. Uno de los agentes, con un bigote tan ridiculo que me recuerda a Hitler, nos levanta la cinta del cordon policial. Nos agachamos y, tras un crujir en mi espalda, entramos en el cerco y me sorprendo enseguida. Mi cabeza se habia hecho una fotografia mental. Nada que ver con lo que mis ojos me muestran. Incluso veo a Alicia Bravo que reprime un grito. ?O una arcada? --Pero ?esto que...? --no logro terminar. Juan me ayuda. --Te dije que no podrias dejarlo. Tiene razon. Jamas habia visto algo asi. Siento un repentino interes morboso. Creo que he dejado de parpadear y mis ojos absorben los detalles que tengo delante. --Le golpearon la cabeza con aquella barra metalica. Mas tarde se la aplastaron con multitud de golpes --relata Juan--. Creemos que con esa gran roca de alli. --Senala con el boligrafo--. Tiene muestras de sangre y masa cerebral incrustadas. Asi como otros fluidos. Jamas he visto nada igual. El ensanamiento con el cuerpo parece apuntar a algo muy personal, muy pasional. Demasiado para un yonqui. < >, pienso. --Lo mas extrano es la zona pectoral. Hundida casi en su totalidad. Las costillas estan tan destrozadas que tengo la certeza de que en el laboratorio podre certificar que estan hechas pedazos. --?Con la piedra? Niega con la cabeza. --No lo creo. Es pronto y no te puedo dar una respuesta hasta que lo examine a fondo. Pero estoy convencido casi al cien por cien de que se lo han hecho con los punos. ?Con los punos? Juan debe ver mi sorpresa en los ojos porque responde sin que yo pronuncie palabra. --Los moratones que presenta en la dermis y la manera en que se han formado me hace pensar que lo han golpeado hasta aplastarlo. No se si habras visto algun documental de gorilas de los que hacen en National Geographic, pero asi es como creo que ha muerto. La inspectora Bravo se disculpa y se aleja de la carpa. Sin duda esta afectada por lo que ve. Ninguna academia te prepara para esto. Una cosa es hablar de un cadaver, y la otra es verlo y olerlo. La realidad es dura de cojones. --?Lo ha matado a golpes un gorila? --Sin ninguna duda ha sido alguien con una fuerza extraordinaria. Y si, se que te lo preguntas, estaba vivo en el momento en que lo han golpeado. Animal o persona aun no lo se, pero no podre darte mas detalles hasta que le realice un examen mas a fondo. --Ya estas tardando --le digo y dejo que siga con su trabajo. En cuanto salgo, me quito los guantes de latex y saco el telefono movil de mi bolsillo. Llamo a la jueza Pelayo, y le pido que se apresure con el levantamiento del cadaver. Necesito algo mas para poder investigar. Tengo esa extrana sensacion que acompana al peligro. Algo en mis entranas que me dice que hay algo mas que se nos escapa. Nunca hay tanto ensanamiento en los ajustes de cuentas entre traficantes. Se pegan cuatro tiros o siete cuchilladas y listo. No esto. Me seco el sudor de la frente y me acerco a Alicia Bravo. --?Estas bien? --He estado mejor, pero se me pasara, senor. --No es como en las peliculas, ?verdad? --digo para calmarla un poco. No funciona. Me falta tacto--. Y deja de llamarme < >. O Tiago o te buscas un nuevo companero. No soy tan viejo. Me regala una sonrisa. Se que mas por quedar bien conmigo que por la ayuda que le presto. --!Tiago! --La voz de Juan me hace girar de nuevo hacia el montaje de otro mundo--. Me olvidaba de otra cosa importante. --Sigue --le digo, viendo que le cuesta trabajo mantener el aliento y el equilibrio. --En la linde del bosque hemos encontrado una mochila. --Me senala el lugar donde veo a otros dos policias de la cientifica atareados recogiendo muestras. -
Protegida; Romance, Accion y Pasion con el Militar de Alena Garcia
https://gigalibros.com/protegida-romance-accion-y-pasion-con-el-militar.htmlLa gala de la ONU para periodistas, miembros de seguridad y agencias colaboradoras se celebraba en un hotel de Ginebra, en Suiza. Era invierno y la nieve caia en grandes copos que descendian a la tierra con lentitud. Susana salio a la terraza, pese a llevar un vestido de gala con los hombros desnudos. Necesitaba respirar aire puro. Ademas, le encantaba ver nevar. Gaditana de nacimiento, no vio la nieve hasta bien entrados los quince anos, cuando fue a Sierra Nevada con los companeros en un viaje de fin de curso. Adoraba sentir los copos cayendole sobre la piel. El silencio que envuelve una nevada copiosa no es comparable a nada. Cuando estaba empezando a temblar de frio, aparecio un hombre a su lado. --Senorita, se va a congelar --dijo en un ingles bueno, pero con acento que Susana no pudo identificar. --Si, es verdad. Me gusta tanto la nieve… Pero no llevo la ropa adecuada para estar aqui. --Ademas, es peligroso estar fuera. Tengo ordenes de no dejar salir a nadie a las terrazas --dijo Victor. --Ah, ?usted trabaja aqui? --pregunto ella. --Hoy colaboro, aunque de incognito, con la seguridad del hotel. No es seguro permanecer aqui, se lo digo en serio -- dijo el con frialdad profesional. --De acuerdo --se le escapo a ella en espanol --, ya entro. --Es usted espanola --dijo Victor ensordeciendo la "d" y convirtiendola, por ello, en "t" y con una "l" similar a la catalana. --Si, soy andaluza. --Encantado de conocerla. Me gusta mucho Espana. En realidad, vivo alli gran parte del ano, por eso se espanol. Me llamo Victor. --Yo soy Susana, mucho gusto. Ambos pasaron dentro y Victor cerro la puerta corredera de la terraza. --Espere aqui un segundo, ahora vuelvo --dijo el. El hombre regreso con una toalla caliente para los hombros y el cuello de Susana, que estaban llenos de copos de nieve en pleno proceso de derretimiento sobre la piel helada. --Oh, que caballero tan amable. Hombres como usted estan en riesgo de extincion, no se si lo sabe. Muchas gracias --dijo ella mientras se pasaba la toalla por los hombros y la clavicula. --Es lo esperable ante una dama -- replico Victor. Victor Serguieyevich Smirnov era un ex militar del Ejercito Sovietico. Tenia cincuenta y ocho anos, pero casi nadie le echaba mas de treinta y muchos o cuarenta y pocos. Rubio, con el pelo cortado a cepillo, y unos profundos ojos grises, su mirada podia tornarse metalica o calida segun el interlocutor. El salio a la terraza para echar un vistazo rutinario. Debajo del hotel habia un pequeno bosque de pinos. A unos cien metros de distancia, le parecio ver una sombra oscura que se movia sobre la nieve de manera sospechosa. Sin pensarselo dos veces, salto al suelo. La distancia era de unos cuatro metros, pero la capa de nieve amortiguo la caida. Habia formado parte, en su juventud, del prestigioso cuerpo militar ruso VDV (Vozdushno --Desantnye Voiska), los paracaidistas, miembros de uno de los cuerpos especiales mas respetados y valorados por los rusos.
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Cuando comiences a brillar de Keren Verna
https://gigalibros.com/cuando-comiences-a-brillar.html?Que existe arriba si solo hay abajo? ?Que vive mas alla de la ultima puerta si solo hay un adentro? ?Puedo comprender lo que nunca he visto? ?Como sabre su nombre?
Anos despues de la Ultima Guerra, las dudas empujan a un joven nacido en una de las colonias especializadas, Colonia Neon, convertidas en refugio de la humanidad, a los territorios prohibidos luego de hallar un objeto extrano. Con la ayuda de un hombre, que nunca se muestra en publico, marcado como un afectado por el encierro, intentara descubrir de que se trata para comprender.
?Puede algo tan pequeno como una semilla destruir un mundo? -
Todo tuyo de Judith Galan
https://gigalibros.com/todo-tuyo.htmlLAURA. En pocos dias, tres hombres irrumpen en la planificada y tranquila vida de Laura: un atractivo aleman, un vagabundo de mirada intensa y un joven informatico.
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El baile del reloj de Anne Tyler
https://gigalibros.com/el-baile-del-reloj.htmlVida de una mujer como tu.
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En la sombra de la sospecha de Norah Carter
https://gigalibros.com/en-la-sombra-de-la-sospecha.htmlCuando la desesperacion por la desaparicion de Hannah Madison se aduena de un pueblo de Suiza, la inspectora Kendall es llamada para encargarse del caso, donde la falta de pruebas e informacion hace que la policia local no encuentre respuesta a esta inexplicable ausencia.
A medida que Melissa Kendall se adentre en los secretos que guardan los habitantes del lugar, se ira sembrando la sombra de la sospecha.
Todos pueden ser sospechosos. ?Quien sera el culpable?
Por otro lado, Josh Heller, dueno de la taberna del pueblo, quedara prendado de la recien llegada inspectora. Los sentimientos los abordaran a ambos sucumbiendo a la inevitable pasion. Amor y trabajo son compatibles, o quizas no…
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Nunca digas de este Vodka !no bebere! de L. White
https://gigalibros.com/nunca-digas-de-este-vodka-no-bebere.htmlTodos tenemos lunes malos, pero ninguno tan horrible como el primero tras las vacaciones de verano. Si a eso, se le sumaba que a Mia no le gustaba el trabajo que ejercia en el bufete…
?podia haber lunes peor?
Si. Podia.
Su socio le pide que, para variar, lleve uno de esos casos que te pueden cambiar la vida, y encima se entera de que el abogado de la parte contraria es un antiguo companero de la universidad: Kevin Morales. Timido, friki e introvertido…
!Deberia ser pan comido!
Pero las cosas no son siempre como una las imagina, y Kevin se ha vuelto un hombre seguro, arrogante y descarado.
?Un tipo malo?
Nunca le llamaron la atencion… pero ya se sabe. Nunca digas de este agua… no bebere. -
Anatomia de una entrega de Kat De Moor
https://gigalibros.com/anatomia-de-una-entrega.htmlValentina y Vicente se conocen en 1998 pero su relacion se mantiene a nivel platonico. Tras una larga separacion se vuelven a
encontrar para darse cuenta de que los sentimientos aun estan presentes, y que la atraccion es mas fuerte que nunca. Mientras, ya no viven en la misma ciudad, sino a diez mil kilometros uno del otro.
?Estaran listos para aceptar el desafio y dar una segunda oportunidad a su amor? -
El Cuaderno de Rosa de Alina Reyes
https://gigalibros.com/el-cuaderno-de-rosa.htmlImpudico pero a veces candido, sin retoricas ni ambages, este Cuaderno intimo desvela la verdad desnuda de los gustos (y usos) eroticos de una mujer: sus encuentros sexuales y sus amores, los fugaces y los duraderos, los apasionados e incluso los platonicos. A lo largo de 69 breves capitulos --un numero, por supuesto, no azaroso-- que pueden leerse de manera independiente, la protagonista ofrece a sus lectores algunas de las <
> que han convertido su vida en un continuo disfrute sexual. Mientras celebra el goce femenino y el masculino, no solo revela confidencias, pensamientos y episodios personales, sino tambien obsesiones y peculiares practicas, en un tono unas veces poetico, otras veces descarnado y realista. La pasion por < >, por el hombre que suscita el deseo en ella, y por conocer los mecanismos del sexo, se entrevera en esta obra con la rebeldia frente a lo socialmente bien visto, lo politicamente correcto. Esa rebeldia trasciende los episodios que narra para alcanzar al propio lenguaje; la protagonista, que se llama Rosa, llamara < > a la parte de si misma que mas placeres le procura, y empleara un lenguaje que pertenece a su imaginario erotico. Todo ello hace de este libro una verdadera osadia. -
La historia sonada – Silvia Ibanez Cambra de Silvia Ibanez Cambra
https://gigalibros.com/la-historia-sonada-8211-silvia-ibanez-cambra.htmlParis, 1940. Esteban lleva un ano viviendo con su tio Eduardo, la persona que lo rescato de una Espana desolada tras la guerra. Alli, sin poder olvidar su pasado, le relata a Eric, amigo de su tio y escritor, sus vivencias, la muerte de sus acaudalados padres y las miserias que paso posteriormente, pidiendo limosna por las calles y siendo acogido en su casa por un inspector. Una acogida que no fue desinteresada ya que lo que el inspector queria de el era informacion sobre los Campillo, amigos de sus padres. La muerte de la mujer del inspector, Rosa, habia ocurrido en presencia de uno de los Campillo y se habia culpado del asesinato al hijo de uno de los empleados de la casa. Esteban era muy pequeno cuando todo ocurrio y apenas habia conocido a los Campillo, asi que, no pudo contarle nada.
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La casa de los veinte mil libros de Sasha Abramsky
https://gigalibros.com/la-casa-de-los-veinte-mil-libros.htmlDurante decadas, Chimen Abramsky y su esposa, Miriam, organizaron encuentros epicos en su fascinante casa llena de libros, y reunieron a muchos de los grandes intelectuales de la epoca, de Eric Hobsbawm a Isaiah Berlin. Hijo ateo de uno de los rabinos mas importantes del siglo, Chimen nacio en 1916 cerca de Minsk y paso sus primeros anos de adolescencia en Moscu; luego emigro a Londres, donde descubrio los escritos de Karl Marx. Asistio brevemente a la Universidad Hebrea de Jerusalen, hasta que la Segunda Guerra Mundial interrumpio sus estudios. De regreso en Inglaterra, se caso, y durante muchos anos el y Miriam se ocuparon de una respetada libreria judia en el East End de Londres.
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El poder la mafia (La mafia 2) de Anny Peterson
https://gigalibros.com/el-poder-la-mafia-la-mafia-2.html -
Solo las bestias de Colin Niel
https://gigalibros.com/solo-las-bestias.htmlEvelyne Ducat, una mujer rica y caprichosa, ha desaparecido. Encuentran su coche en la carretera a un pueblo rural, donde malvive una comunidad de campesinos, tan solos y olvidados como las montanas nevadas que los rodean. Alice y Michel sobreviven a la rutina. Cuando ella entabla una relacion amorosa con Joseph, otro de los ganaderos de la region, nadie sospecha que la muerte de Evelyne este relacionada con eso. Pero los hilos que unen a los habitantes del Causse son como los frios vientos de las cumbres: implacables y destructores.
Premio Polar del Quais du Polar 2017
Premio Polar Landerneau 2017
Premio Cabri d’Or 2017
Premio Goutte de Sang d’Encre 2017 -
La leyenda de los centinelas de Manuel Criba
https://gigalibros.com/la-leyenda-de-los-centinelas.htmlDaven el Cuervo es un guerrero vikingo que, al morir, transgredio la mas importante de las viejas reglas: enamorarse de la valkiria que debia trasladarlo al Valhalla. Fue condenado por los dioses a vagar por el mundo por los siglos de los siglos.
Cuando el abad de un monasterio pirenaico le pide que desentierre un tesoro maldito para liberarlos de una vieja leyenda, Daven se niega. Sabe que hay cosas que es mejor no remover.
Sin embargo, alguien no parece pensar lo mismo. Irene, una joven que acaba de quedar huerfana junto a sus dos hermanos, desentierra el tesoro para abandonar una vida de pobreza y desesperacion. Cuando los espectros que custodian el oro la persiguen para recuperarlo, tendra que decidir si renuncia a sus esperanzas o sigue adelante arriesgando su vida y la de los suyos. -
Una cancion bajo las estrellas, Laura Morales de Laura Morales
https://gigalibros.com/una-cancion-bajo-las-estrellas-laura-morales.html -
La Vendedora de Deseos de Andrew Hesber
https://gigalibros.com/la-vendedora-de-deseos.htmlExiste un lugar distante, uno en donde las estrellas son solo el brillo de enormes faros coronando islas. Las ciudades terrenos flotantes como barcos a la deriva. Y el cielo, un mar multicolor e infinito. Alli, en medio de ese sin fin, viven nuestras dos protagonistas: Isbel y Arlette.Isbel siempre ha sonado con dejar atras su vida en los suburbios de La Ciudadela y comenzar una nueva en el nivel superior, donde la contaminacion jamas podria alcanzarla. Cuando un misterioso noble se cruce en su camino y le ofrezca su fortuna a cambio de participar en un peligroso plan, se embarcara en un viaje lleno de peligros y traiciones que podria cambiarlo todo para siempre. Arlette, sin embargo, es la peligrosa Dama Sanguinaria, una temida Pirata del Firmamento, que esta segura de que la leyenda de la Vendedora de Deseos es real. Empujada por sus demonios internos y rota por el recuerdo de un amor perdido, surcara el Cielo Infinito y se enfrentara al propio destino con tal de ver cumplido su unico deseo: revivir al amor de su vida.
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Un Vaquero Leal (Rancho Atkins 1), Tess Curtis de Tess Curtis
https://gigalibros.com/un-vaquero-leal-rancho-atkins-1-tess-curtis.html -
Sera esta vez de Aili Evans
https://gigalibros.com/sera-esta-vez.htmlLondres, en la actualidad Me llamo Margaret Jones. Mi padre es dueno de unas de las empresas de textil mas importantes de Londres. Callum Jones, magnate de la empresa que antes habia pertenecido a mi abuelo, siempre quiso tener un varon a quien dejarle al frente del negocio. Por eso se puso a la labor de crear hijos, pero tras tres embarazos y tres abortos, mi madre dijo basta, asi que somos tres mujeres. Como yo soy la mayor, no me quedo mas remedio que resignarme y aceptar que seria la heredera. Por eso estudie Empresariales. A mi me hubiera encantado estudiar Arqueologia, pero no pude. Mis hermanas si tuvieron suerte. Isla era pediatra, siempre le encantaron los ninos y llevaba dos anos ejerciendo. Y mi hermana pequena, Madison, estudiaba Derecho en la Universidad de Oxford, vivia en la residencia y era muy dejada. Apenas le veiamos el pelo, solo en acontecimientos familiares. --Margaret, tu padre te espera en la sala de juntas, tiene algo que comunicarte. --Gracias, Florence, enseguida voy. ?Por que mi padre estaba tan raro? Hacia dias que le notaba como ausente. Esa manana se habia metido en su oficina y se habia reunido con Florence para hablar de algo. No me habian querido decir nada, y yo ya llevaba un rato mosqueada. --Papa, a ver, ?me vas a decir que demonios pasa? --Margaret, hija, llevo un tiempo bastante preocupado, y no he querido decirte nada hasta no estar seguro. --Adelante, cuentame. --Se trata de Thomas. Hace unas semanas se fue a Irlanda para firmar el contrato con la otra empresa a la que nos asociamos, y no se nada de el. --?Pero le has llamado?, ?has mandado a alguien a Irlanda? --Si, hija. Le he llamado a su telefono personal, al del trabajo, y me sale que ese numero no existe. Y los correos no se si los habra visto, pero no me digas que no es para preocuparse. Ademas, Margaret, hoy nos han contactado los abogados de Evans&ns y me han dicho que, o les pagamos lo que les debemos, o nos llevan a juicio y nuestra empresa quedaria en la quiebra. Entonces hemos visto las cuentas... !Thomas nos ha estado robando durante anos! --Dios mio, papa, ?que vamos a hacer?. Tenemos que buscar a Thomas hasta debajo de las piedras. --En la Scotland Yard ya estan metidos de lleno en el asunto, no voy a parar hasta que nos devuelva hasta la ultima libra. Me volvi a mi despacho, no podia entender lo que estaba ocurriendo. ?Por que Thomas haria algo asi? --Florence, ven a mi despacho, por favor. --Dime, ?en que puedo ayudarte, Margaret? --Estoy muy preocupada por mi padre. Necesito que me pases los telefonos de la empresa Evans&ns de Irlanda. Necesito urgentemente hablar con el dueno, tengo que aclararle las cosas. --Enseguida te los paso, pero hemos intentado por todos los medios hablar con el y nos ha sido imposible. Hemos hablado con su secretaria, con sus abogados..., hasta con su hermana, pero con el, nada de nada. Segun tengo entendido, el senor William Evans es muy duro, muy estricto, y esta siempre muy ocupado como para atender llamadas. --Pues como si tengo que ir a Irlanda y presentarme en su casa, pero voy a hablar con el; si es estricto, mas lo soy yo. --Enseguida te los paso. --Gracias, Florence, que hariamos sin ti. --Gracias a ti, Margaret. Eres mi mejor amiga, no me tienes que agradecer nada. ?Salimos luego a tomarnos unas copas? --No puedo, hoy llega Charles de Escocia. Hace una semana que no le veo, y le extrano. --?Como os va? ?Ya llevais dos anos juntos, no? --Si, es un amor, la verdad, le adoro. --Tienes suerte al tener un hombre como el. Es guapo, bueno, trabajador, y te adora. --Si, Charles es un amor. --?Como le va en su trabajo? --Genial, abrio su empresa de arquitectura y le va de maravilla. Va creciendo poco a poco, y quiere que dentro de un ano nos casemos. --!Eso es maravilloso! --Manana si quieres nos tomamos esas copas. --Perfecto. --Ahora te paso por correo los contactos de ese tal William Evans. !Hasta luego! --Hasta manana, Florence. --Me voy corriendo a buscar a Charles al aeropuerto. El no lo sabe, mando a un chofer a recogerle, pero le he dicho al chofer que quiero sorprenderlo... Pero como llegue tarde, si que se va a sorprender. Una hora despues llegue al aeropuerto. El vuelo de Charles se habia retrasado, menos mal que tuve tiempo. El aeropuerto estaba a reventar de gente. Habia muchas fans esperando por un equipo de futbol que jugaba ese fin de semana en Londres. Cuando empezo a salir gente, tuve que pegar saltos para tratar de ver a Charles entre la multitud (no es que yo sea superalta). Asi estuve un buen rato hasta que me canse y, al darme la vuelta, Charles estaba detras de mi mirandome y riendose. --Mi amor, ?que haces aqui? --me dijo riendose. --Queria darte una sorpresa, pero me ha salido mal, jo. --Puse carita de nina triste. --Amor mio, nunca paras de sorprenderme. Dame un beso, ?no? Llevo una semana extranandote. --Claro que te doy un beso... Me lance sobre el y me lo comi a besos, pero la gente nos miraba, y a Charles, que esas cosas jamas le han gustado, se aparto. --Carino, un besito, no hace falta que me comas... --Perdona, es que te extrane mucho, y tu tampoco te has quedado corto. --No te enfades, pero ya sabes que nunca me ha gustado dar el cante. --A mi tampoco, pero que te bese y te demuestre que te quiero no es dar el cante... En fin, ya se... Asi eres y no vas a cambiar. Me fui caminando hacia adelante algo enfadada. No me gustaba cuando se ponia asi. En la intimidad era tan tierno y romantico… --Ven, anda, dame la mano. --No, que nos ven y te molesta. --Carino, en serio, no seas nina. Charles era muy guapo. Rubio, con unos ojos azules muy bonitos y esa cara de nino inocente, pero era muy inexpresivo, frio y controlaba de una forma exagerada sus sentimientos. 2. -- Margaret -- Llegamos a nuestra casa. Si, viviamos juntos desde hacia unos cuatro meses. No es que me entusiasmara la idea de irnos a vivir juntos, porque yo siempre he sido bastante independiente, y con Charles, no es que no tuviera independencia, pero otra de sus manias es que era demasiado meticuloso. No soportaba el desorden. Si un libro estaba fuera de su sitio en la estanteria se ponia intenso. Le gustaba colocarlos por orden alfabetico y por colores. Yo no era desordenada, mas bien al contrario, pero no llegaba a esos extremos. Abrimos una botella de vino. --?Quieres una copa? --me ofrecio Charles. --Si, por favor. --En serio, ?todavia sigues enfadada? --No, bueno, si. Fui a buscarte con toda la ilusion y me pegas ese corte delante de todos. Me ha molestado, la verdad... --Lo siento, pero no me gustan esas cosas. --Ni a mi esas reacciones. Me levante para ir al bano, pero entonces me agarro por la cintura y me beso en el cuello. --?Puedo hacer algo para que me perdones? --Y me siguio besando por el cuello. --Vas por buen camino... Me dio la vuelta hacia el y me beso en los labios. Sus manos fueron directas a mi falda, que fue desabrochando poco a poco. Yo le quite la camiseta y le acaricie. Charles me bajo la falda y, a horcajadas, me llevo hasta la cama. Otra cosa de el es que siempre queria hacer el amor en la cama. A las dos de la manana no podia dormirme y me levante. Fui directa a mi ordenador, me meti en mi correo y vi los mensajes con el contacto de la empresa de los Evans. Mande un correo electronico directamente a William Evans. Adoraba a Florence, no habia nada que no consiguiera. Muy buenos dias. Mi nombre es Margaret Jones. Soy una de las propietarias de la empresa RetJones. Necesito urgentemente hablar con usted. Lo que ha pasado entre su empresa y la mia ha sido un error y estamos solucionandolo. Esperamos que proximamente podamos volver a hacer negocios. Por favor, me gustaria que me respondiera y pudieramos hablar. Un saludo. Margaret Jones Despues de enviarle el email me fui a dormir, necesitaba descansar. A las ocho de la manana estaba en mi oficina tomandome un cafe. Me preocupaba mucho la situacion de la empresa. Siempre habiamos sido serios y respetables y no queria que ahora, por un incompetente, nos ganaramos mala fama. --Senorita Margaret, su padre la espera a las 9:00 en la sala de juntas --anuncio Olive asomandose a mi despacho. --Gracias, Olive, ahi estare. Revise mi correo y ahi estaba la respuesta de William Evans. Buenos dias. Creo que mis abogados fueron bastante claros cuando les dijeron que si no nos devuelven el dinero los llevaremos a juicio. Si no cumplen con ello, su empresa estara perdida. No pierda el tiempo en mandarme emails, mejor ocupese de su empresa; va a necesitar ayuda cuando acabemos con ella. Buen dia. William Evans <
>, pense. < >. --Olive, contactame con este numero de telefono. Me urge hablar con William Evans ahora. Y no pares hasta que te lo pasen, como si tienes que llamar y llamar durante todo el dia. A las 9:00 estabamos en la sala de juntas. --Callum, Margaret, les reunimos porque tenemos algo que comunicarles. Hemos dado con Thomas. --Menos mal --dijo mi padre--, seguro que ha sido un error. --No tan rapido, Callum. Florence abrio la puerta y pasaron dos hombres. Eran los detectives que papa habia contratado. --Senor Jones, fuimos hasta Irlanda para dar con Thomas, no tenemos buenas noticias. Veran, el senor Thomas realmente no se llamaba asi. Se llamaba Alfred. Y no era de Londres, sino de Irlanda. Era un famoso estafador que estaba metido en negocios turbios desde hace anos. --?Pero como es posible? --pregunto papa--. Deben estar confundidos. Conozco al senor Thomas Jonhson desde que Margaret era una nina. --Si, senor. El siempre llevo una doble vida. Era un jugador y estaba metido en negocios de blanqueo de dinero, por eso tenia otro nombre y vivia aqui. --?Y donde esta? Quiero que me explique por que me ha robado, porque era un amigo y siempre le ayude. --El senor Thomas, o Alfred, como quiera llamarle, esta muerto. Aparecio muerto en su casa hace dos dias. --?Que? No, no puede ser. --Asi es, senor. --?Y nuestro dinero? --pregunte yo. --Senorita, su dinero se lo quedaron los socios que le mataron. --Pero tenemos que recuperar ese dinero, nuestra empresa esta al borde de la quiebra. --No podemos hacer nada. --?Y ahora que va ser de nosotros? Esta manana recibi un correo del famoso William Evans. Me amenazo: o le pagamos lo que le debemos o nos arruina... Olive, ?has llamado a la empresa de los Evans? --Si, me han dicho que, de parte de William Evans, o se le paga o a juicio, y que no le llamemos mas. --Olive, sacame un billete para ya, me voy a Irlanda. Este tipo me va a oir. --Hija, ?que vas a hacer? --Hablar con ese pedante de William Evans. Esto no se va a quedar asi. -
La luz de las velas (Fuego y Hielo 1. 6) de Mike Lightwood
https://gigalibros.com/la-luz-de-las-velas-fuego-y-hielo-1-6.htmlLa puerta se abre de repente, despertandome con un sobresalto. Durante un momento me temo que sea el, que haya venido a (matarme) darme una paliza, a terminar lo que no pudo hacer la ultima vez. Pero entonces distingo las dos siluetas que se recortan contra el umbral de la puerta y suspiro aliviado al darme cuenta de quienes son en realidad. Un segundo despues, encienden la luz y comienzan a cantar. --Cumpleaaanooos feeeliiiz... Con una enorme sonrisa, observo a mi madre y a mi hermana mientras entran en mi habitacion, esta nueva habitacion en casa de Maria y tan lejos de mi padre. En el colchon del suelo, Fer se estira y se apresura a sumarse al canturreo, el muy traidor. Lo fulmino con la mirada, pero el me ignora mientras siguen cantando los tres al unisono. --Te deseaaamooos, Oscaaar... Cumpleaaanos feeeliiiz... Y, como si yo estuviera cumpliendo siete anos en lugar de diecisiete, comienzan a aplaudir cuando terminan. Y, como si tuviera siete anos, soy completamente incapaz de dejar de sonreir. Y me encanta. Se acercan a mi cama con la tarta, esquivando el colchon de Fer, y la acercan a unos pocos centimetros de mi cara para que sople las velas. --!Venga, pide un deseo! --dice Maria, tan entusiasmada como si fuera ella la que esta cumpliendo anos. --Maria... --!Tienes que pedir algo! --insiste ella, tal como hacia cuando yo era pequeno--. ?Es que no se te ocurre nada o que? Suelto un prolongado bostezo mientras me froto los ojos, todavia con leganas. --?En serio? ?Te crees que tengo cabeza para pensar un deseo, estando recien levantado? --Pues sea como sea, soplalas ya --interviene Fer, mirando la tarta con ojos codiciosos--, porque un trozo de eso para desayunar entraba ahora mismo de maravilla... Lo cierto es que hace un ano habia tenido muy claro que era lo que queria pedir al soplar las velas. Sin embargo, ahora tengo el cerebro completamente en blanco, y la presion y el hecho de estar recien levantado no ayuda mucho precisamente a pensar ningun deseo que merezca la pena. Pero hay una razon por la que no se me ocurre ninguno: en realidad, ya tengo en mi vida todo lo que deseo. Por fin estoy lejos de mi padre. Lejos del pueblo, aunque tenga que volver al instituto para terminar el curso antes de irme a otro mas cerca de mi nueva casa donde poder terminar el bachillerato. Ahora he recuperado a mi hermana y vivimos con mi madre, y estamos aprendiendo a ser una familia de nuevo. Y, ademas, tengo a Sergio. Hace tan solo cuatro o cinco meses no habria creido que nada de esto fuera posible, pero mi vida se ha transformado por completo hasta el punto de que todavia me cuesta creer que realmente esto me este pasando a mi. Sinceramente, ?que mas podria desear? Feliz por todo lo que tengo ahora en mi vida y por todas las cosas buenas que todavia estan por llega, cierro los ojos y soplo las velas, sin pedir ningun deseo por primera vez desde que tengo memoria. --Este ano no va a haber regalo --se disculpa mi madre, claramente avergonzada mientras baja la mirada--. Con todos estos cambios... --!Pero te hemos hecho la tarta nosotras! --interviene Maria. --Es de chocolate y galletas --anade mi madre, mirandome con una sonrisa timida--. Tu favorita. Se me parte un poco el corazon al oir las palabras de mi madre, al sentir la verguenza evidente en su voz. Yo ya sabia que no iba a tener dinero para un regalo, claro. Y tampoco es que lo esperara. Ahora que vivimos lejos de mi padre, no podemos derrochar el dinero que casi ni tenemos. Y no hace falta que lo hagan, esta tarta ya es regalo mas que suficiente. Se me humedecen los ojos al darme cuenta de que tienen que haberse levantado muy temprano para hacermela, y necesito toda mi fuerza de voluntad para no echarme a llorar donde estoy. --Es perfecta, mama --le aseguro con la sonrisa mas enorme de la que soy capaz, tratando de quitarle importancia al asunto para que no se sienta mal--. ?Vamos a desayunar? Tiene una pinta increible. --Venga, cambiaos de ropa y nosotras vamos preparando la mesa, ?vale? Me doy cuenta de que ella tambien tiene los ojos humedos mientras se marcha, pero tambien esta tratando de disimularlo. Tal vez sea mejor asi. --Fer, ya me cantaste el cumpleanos feliz a las doce de la noche --le reprendo para tratar de aligerar el ambiente ahora que se han marchado--. ?En serio tenias que unirte hoy tambien al numerito? --?Y perderme tu cara? Ni de cona. No puedo evitar echarme a reir mientras le tiro la almohada a la cara. El contraataca tirandome la suya, con tanta fuerza que caigo de espaldas sobre el colchon. Y asi, todavia riendo, nos quitamos el pijama para ponernos ropa de estar por casa. Despues, salimos de mi habitacion y vamos hacia la cocina para desayunar, tal como ya hemos hecho juntos en incontables ocasiones. Y, aunque solo estamos nosotros cuatro, no podria ser mas perfecto. La tarta esta deliciosa, tal como esperaba, y nos pasamos el desayuno riendo y hablando de nimiedades, sin preocupaciones de ningun tipo, con todos los problemas lo suficientemente lejos de aqui como para poder olvidarlos durante un rato. No se cuando fue la ultima vez que tuve un cumpleanos tan feliz, un cumpleanos feliz de verdad sin nada que lo estropeara. ?Hace cinco anos? ?Hace ocho, diez? ?O tal vez mas? Ni siquiera me acuerdo. Ha habido momentos felices en todos estos cumpleanos, claro. El ano pasado, sin ir mas lejos, Fer y Dario me hicieron una fiesta sorpresa. No es que fuera una gran fiesta porque tan solo estabamos nosotros tres, pero con eso era mas que suficiente. Ademas, en esa epoca, Dario todavia era el chico del que me habia enamorado, asi que es uno de los recuerdos bonitos que guardo de el antes de que cambiara. El problema es que en esa epoca todo estaba empanado por el hecho de tener que ocultar lo que habia en mi interior, todo lo que sentia; por el fantasma de mi padre en casa que siempre acechaba incluso cuando estaba lejos de el. Aun asi, y a pesar de lo malo, sonrio al pensar en todo lo bueno que paso ese dia. Los padres de Fer estaban fuera ese fin de semana, y en teoria me habia invitado a su casa para jugar a Pokemon y que asi pudiera estar lejos de la mia durante ese dia, aunque eso implicara tambien estar lejos de mi madre. Sin embargo, cuando llegue no solo me encontre con el, sino tambien con Dario, el salon lleno de globos, una tarta con velas encima de la mesa... y alcohol. No tenia ni idea de como lo habria conseguido, pero habia varias botellas sobre la mesa, junto a la patatas, las palomitas y los refrescos. --?Y esto? --le habia preguntado con recelo. --Tienes que estrenar los dieciseis a lo grande, ?no? Y eso fue lo que hicimos. Nos pasamos la tarde entera jugando a la consola, viendo peliculas y comiendo tarta hasta atiborrarnos. Y si, puede que solo estuvieramos nosotros tres, pero aquello era todo lo que necesitaba para que fuera el mejor cumpleanos de toda mi vida. Ya por la noche, pedimos pizza para cenar, y fue entonces cuando probe el alcohol por primera vez en toda mi vida. No puedo decir que me entusiasmara al principio, la verdad. Sin embargo, tampoco queria quedar como un cobarde delante de ellos, asi que continue bebiendo hasta que al final le acabe cogiendo el gustillo. Para entonces, sentia la cabeza extranamente ligera y una calidez liquida en el estomago. --Este se ha quedado frito --dijo Dario ya de madrugada, senalando a Fer con la cabeza mientras acababa la cuarta pelicula del maraton de Harry Potter que habiamos estado haciendo. El reto era verlas todas sin pegar ojo, pero estaba claro que ibamos a tener que dejarlo a medias--. ?Recogemos esto? Como vengan sus padres manana y se lo encuentren todo asi, se lo van a cargar. Levantarme del sofa era lo ultimo que me apetecia en el mundo, pero asenti con la cabeza de todos modos. En realidad, nunca habia sabido decirle que no a Dario. Fer estaba durmiendo en el sofa y, si su sueno ya era pesado de por si, no queria ni imaginar lo que nos costaria hacer que se despertara despues de haber estado bebiendo. Dario, en cambio, apenas habia bebido, asi que estaba como si nada. Me tendio la mano para ayudarme a levantarme, y yo la acepte feliz de tener una excusa para poder tocarlo. Cuando estuve en pie, no separe la mano, y el tampoco lo hizo. Lo mire a los ojos y el me devolvio la mirada, y entonces me parecio sentir que algo pasaba entre nosotros. Pero, antes de que pudieramos hacer nada mas, Fer solto un ruidoso ronquido, sobresaltandonos. No se quien de los dos retiro la mano primero, pero ninguno de los dos lo menciono mientras recogiamos las cajas de pizza y las botellas vacias. Yendo hacia la cocina, me di cuenta de que me sentia un tanto mareado. --?Estas bien? --me pregunto en la cocina mientras lo metiamos todo en una bolsa de basura para poder tirarla al contenedor antes de que llegaran los padres de Fer.
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Correr el tupido velo de Pilar Donoso
https://gigalibros.com/correr-el-tupido-velo.htmlUna extraordinaria, brutal y honesta investigacion
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El comienzo fue una mirada de Erina Alcala
https://gigalibros.com/el-comienzo-fue-una-mirada.html-Senorita Nuria, senorita Nuria... -Dime cielo,- le dijo Nuria a la nina pelirroja de siete anos, con una coleta, en el patio del recreo mientras se comia un bocadillo. -?No comes Sensa? -Si. Senorita. Sensa Archie, la pequena que estaba en segundo de primaria, no se separaba de su senorita Nuria. Era una nina encantadora e inteligente y el dia en que les pregunto a sus alumnos en que trabajaban sus padres, ella dijo que no tenia padres, solo un tio, que sus padres estaban en el cielo y Nuria no le quiso preguntar mas nada. Solo tenia a su tio Evan. Pero llevaban dos meses de clase y aun no lo habia conocido. -Senorita Nuria. -Dime Sensa. -Es tan guapa...- y Nuria se reia. -Gracias tu, si que eres guapa con esa cola rizada y pelirroja, eres un bicho. -?Tienes novio? -No, soy muy joven aun. -Mi tio Evan puede ser tu novio. -Si no lo conozco, cielo. -Tiene 29 anos, y es muy guapo, les gusta a todas las mujeres, eso dice mi nani Vika. -?La que viene a recogerte todos los dias? -Si, me ayuda a hacer los deberes y a banarme, ahora mi tio esta en Glas... -Glasgow. -Eso. Tiene mucho trabajo, pero manana va a venir a por mi. Ya se viene aqui, por tres meses. Hasta despues de Navidad no se va. No quiero que se vaya. -Pero si tiene trabajo, pequena... -Pero mi nani, se va a Irlanda. -!Que pena! Tendras que buscarte otra, anda termina el bocadillo. Y cuando termino se fue a jugar con las demas ninas. Era una muneca preciosa. Y encantadora. Y era feliz a pesar de no tener padres ni otro tipo de familia, que supiera. No habia visto a tios o a abuelos que viniesen a verla, ni que llamasen preguntando por ella. Era una pena quedarse huerfana tan joven, ?Que les habria pasado a sus padres? ?Un accidente? Bueno, ya se enteraria. Nuria tenia 22 anos y era el primer ano que daba clases en un colegio privado de Edimburgo, Escocia. Llego alli por casualidad, el primer ano de carrera. De profesora de primaria. Era sevillana y solicito una beca Erasmus a Edimburgo. Alli estuvo un ano con la posibilidad de quedarse a estudiar. Solicito beca y su padre que era ingeniero de diseno y su madre enfermera, le ayudaron a quedarse en esa ciudad que le encanto. Era maravillosamente antigua y no quiso irse. Su hermano Javier, dos anos mayor que ella, terminaba ingenieria como su padre, y le dijo que no entendia como podia aguantar el clima, y ella le dijo que mejor que el calor de Sevilla. A pesar de que tenian sus diferencias, se querian mucho. Vivian en un buen piso en Los Remedios, al lado de Triana, y eran una familia feliz de clase media alta. Si que su madre Carmen y su padre Javier, le pagaron los estudios alli, porque con la beca no tenia suficiente, aunque se quedo en la universidad. Cuando acabo, hizo un curso especial para dar clases y tuvo la suerte de entrar en ese colegio privado del centro de Edimburgo, El Falet College y estaba feliz. Fue en verano a ver a sus padres y en agosto estaba de vuelta con muchas mas maletas de cosas y todo lo que tenia en casa e iba a hacerle falta. Alquilo una casita casi en el centro, en un barrio, mas bien una calle de casas con colores diversos, le encantaba la fachada de colores y alli, en un portal encontro al lado de las tiendas un piso. La puerta tenia escaleras que llevaban al piso de arriba. Abajo no habia nada, a los lados, comercios antiguos y era un piso para ella sola, con sus dos habitaciones, y dos ventanas a la calle. Era precioso, lo pinto y limpio bien los muebles hasta poder ir comprando nuevos, porque le costaba unas setecientas libras y su sueldo como profesora eran 3,000, asi que despues de Navidades compraria algunas cosas. De momento limpieza y algunas toallas, sabanas y algo de cocina. Y asi llevaba ya dando clase dos meses. Era Noviembre. Su clase era preciosa, asi como el colegio. Iba andando casi media hora, no le importaba. Si nevaba podia coger mas adelante el autobus, pero asi, andaba. Tenia 20 ninos en la clase y estaba feliz. Eran ninos de 7 u 8 anos, y eran muy educados. Le daba todas las asignaturas, incluso espanol, como lengua extranjera. Y sus alumnos la querian mucho. La vida era maravillosa, habia pubs, donde iba a tomar cafe o alguna cerveza, y salia por las tiendas y el centro, donde vivian y donde a diez minutos estaba el centro financiero de empresas y una plaza preciosa, con monumentos que le encantaba. La ciudad, era tranquila y vivia feliz, se asomaba a sus ventanas y veia las calles de gente. Llamaba a casa todos los domingos y hablaba con sus padres y a veces con sus hermanos. No se habia arrepentido de haberse quedado alli. Dar clases era mas facil que en Espana, aunque la vida fuese algo mas cara, ahorraria. Y era su pasion, los pequenos y dar clases. Evan Mclean, era un tipo espectacular, en todo, en cuerpo y en inteligencia. Era trabajador y tambien le gustaban las mujeres, aunque ahora con su sobrina tenia que cortarse un poco y tenia un problema. Habia pasado dos meses en Glasgow dando un curso. Era ingeniero de Caminos Canales y Puertos. Tenia una empresa en el centro financiero con 5 ingenieros, dos arquitectos y cuatro aparejadores, ademas de las secretarias y auxiliares. La empresa la montaron su cunado, el marido de su hermana y el cuando terminaron la carrera y ahora hacia un ano que su hermana y su cunado habian muerto en un accidente de coche en el que afortunadamente no iba Sensa, su sobrina. Fue un gran palo para el, y para su sobrina, ya que el y su hermana habian salido de un orfanato. No habia mas familia y Thomas, el marido de su hermana era de nueva Zelanda y no tenia contacto con su familia. Asi que llevaba haciendose cargo de su sobrina Sensa, ese tiempo en su gran piso. Y metio a una nani para que la llevara al colegio y se ocupara de ella, pero ahora , la chica se iba a Irlanda y tenia que buscar una buena, no una cualquiera, era exigente. Queria lo mejor para su sobrina. La queria con devocion. Su hermana era mayor que el y nunca la dejaria sola despues de lo que ellos pasaron. Ademas, la empresa era la mitad de su sobrina y tenia mucho trabajo Cuando llego esa noche, la nani estaba a punto de acostarla. -Vete Vika, ya me hago cargo yo de mi nina. -Gracias senor Evan, ya sabe que a primeros de diciembre me voy. -Lo se, no te preocupes, ya buscaremos algo. -!Hola, mi amor! -Tio Evan, -y se abrazo a el que la subio en alto. -A ver mi nina pequena... Has crecido estos meses. -Tio no soy tan pequena, voy a segundo ya. -Ag !que mayor me hago!- y la pequena se reia. -!Eres joven tio! -?Y el cole? -Tengo una senorita muy guapa, joven, es espanol. -?Espanola? -Eso. -Se llama Nuria, ?te gustaria ser su novio? Y Evan se reia. -Es que es tan guapa y buena, me quiere mucho y me dice que soy inteligente. -Y lo eres, pero eso no quiere decir que yo le guste o me guste a mi. -Te va a gustar, es preciosa. Y muy joven, tiene 22 anos. -?22 anos solo?, pero mi nina, si tengo 29, le llevo siete anos. -No se nota. -Bueno, cuentame mas cosas. -Quiero que me cuide ella hasta que vengas del trabajo. -?Quien? -La senorita Nuria. -Pero quiza no pueda, ella tendra novio, cosas que hacer y quiza no la dejen en el colegio. -Si la dejan, se lo he preguntado a la directora. -Eres un bicho, ?sabes? -Si, y no tiene novio ?como va a ser tu novia, si tuviera novio tonto? -!Que bien razonas! -Me gusta. -Pues a la cama, tu tio necesita una ducha y cenar, vengo muerto y manana tengo que ir temprano a la oficina. -?Me arropas y me lees un cuento? -Por supuesto, vamos. -?Vienes manana a recogerme y ves a mi senorita? – Deberia, sobre todo hablar con ella, no he ido a ninguna reunion desde que empezaste. -Salimos a las tres. -Alli estare, aunque es viernes, quiza tu senorita tenga prisa. Bueno intentare hablar con ella de todas formas. -Bien... Al dia siguiente, Sensa se tiro todo el recreo con que iba a ir a recogerla su tio Evans, que iba a conocerlo. Que era el mejor tio del mundo, y que era muy guapo. -Senorita Nuria, ?por que no tiene novio? es muy guapa -Porque he estudiado mucho. Acabe la carrera el ano pasado, sois mis primeros alumnos, no he tenido tiempo, soy muy joven cielo. -Pues yo quiero tener novio pronto, si no se me va a pasar el arroz.-Y Nuria se reia. -?Donde has oido esa frase? -De mi nani Vika por telefono con su amiga. -Eres terrible, come el bocadillo, que no te va a dar tiempo de jugar con sus amiguitas. A la hora de la salida, todos los alumnos se fueron excepto Sensa. -Vamos a esperar a tu tio. -Si, senorita, quiere hablar con usted. -Bueno, esperemos un poco mas. Nuria ya estaba desesperada, eran las tres y cuarto y aun no habia aparecido, tenia hambre, estaba cansada y le dolia un poco la cabeza. Lidiar con los pequenos, la dejaba el viernes con dolor de cabeza. Llamaron a la puerta de clase. -Pase, -y entro el tio de Sensa. -Tio llegas tarde -y se fue a abrazarlo. -Si perdona carino, el trafico estaba infernal. Y cuando se levanto de abrazar a su sobrina, ella se acero a saludarlo y tuvo que mirar para arriba, porque llevaba botas bajas. -!Hola soy Nuria!, la profesora de su sobrina. -Encantado, soy Evan, el tio, perdone haberla hecho esperar. - y se dieron la mano. Pero para ella la espera habia merecido la pena, ese tio alto y guapo con ese cuerpo de infarto, la barba recortada, el pelo un poco largo por detras, y sus vetas pelirrojas con esos ojos verdes, la barba cuidada y un traje hecho a medida, estaba para comerselo. Y ella estaria llena de churretes, de lapices de colores, sin maquillaje ya ni nada. -Bueno, me gustaria hablar con usted de mi sobrina, si tiene tiempo. He estado dos meses fuera por trabajo y no he podido venir antes. -Si, lo se, ya no tengo nada que hacer, si quiere... -?Ha comido? -Pues no y estoy muerta de hambre, -y el le sonrio con una sonrisa que derretia a todas las mujeres. -Eso tiene solucion, ya que la he hecho esperar la invito y asi hablamos, tampoco he comido. -Acepto la invitacion. -He dejado el coche aparcado, pero cerca hay un restaurante. Podemos ir andando. -Esta bien, -se quito la bata y el la miro. Tenia un cuerpo bonito, un pelo precioso y brillante, largo y negro y una cara de pestanas largas y ojos castanos somnolientos. Era una muneca, era guapa si, no como con las mujeres con las que el salia, era demasiado joven. Pero su cuerpo era perfecto. Iba con una falda por encima de la rodilla y un jersey pegado. Le puso el abrigo a Sensa y ella se puso el suyo. -Vamos. Y la nina le dio la mano a ella y la otra a Evan. Se sentaron en el restaurante-y Evan le dio la carta. -Ve pidiendo, -ahora hablamos. -Esto es caro, -le dijo acercando su cara a el, -cualquier cosa me hubiese servido. -Vamos mujer, pide lo que quieras, esta invitada, -y ella lo miro de frente y Evan la reto con la mirada... -!Esta bien! si le cuesta mucho...- Y Evan sonrio. -Desde luego esta todo delicioso. La nina pidio una hamburguesa. -Bueno, ante todo, perdona no haber venido antes, he estado en Glasgow, casi dos meses. Teniamos una obra alli y no he podido estar en casa. Pero Senda esta bien cuidada, con su nani y una senora que tengo para la casa, lo malo es que ahora se va la nani a Irlanda. -Yo quiero que mi nani sea la senorita Nuria. Y el la miro. -Si, me lo ha dicho, pero trabajo por las mananas. -?Y no puede ocuparse de ella hasta las seis? Le pagaria. Bien, y tendria la noche y solo son tres horas. Yo la dejo en el colegio, y tu la recoges, la llevas a casa y cuando yo vaya se puede ir. -Si lo hago no va a ser asi. -?Ah no? -?Entonces? -Me la llevo a mi casa, tengo cosas que hacer. Tu vienes a por ella. -Como quieras. Bueno, eso me parece bien
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El sindrome de Wendy, Lucy Morton de Lucy Morton
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