• huida simon wood - Simon Wood

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    Un fin de semana, Zoe y Holli deciden aparcar sus estudios de doctorado y hacer una escapada a Las Vegas para desconectar y divertirse un poco. Sin embargo, en el viaje de vuelta a casa con el coche son victimas de un terrible suceso, y cuando Zoe la ve por ultima vez, Holli se halla en las garras de un sadico asesino. Zoe logra escapar, pero su vida cambia para siempre.

  • Huida eBook : Wood, Simon, Alcaina, Ana - Libros - Amazon.es

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    Nacido en Inglaterra, Simon Wood ha escogido California como su segundo hogar. Es un antiguo piloto de carreras, piloto de aviación, ciclista de pruebas de ...

  • Huida Tapa blanda – 26 enero 2016 - Libros - Amazon.es

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  • Huida - Simon Wood - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Wood-Huida/100360

    Críticas, citas extractos de Huida de Simon Wood. Un thriller que te atrapa desde el principio ... Añadir crítica. Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • Huida, de Simon Wood - En Mil Batallas

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    15 feb 2019 — Huida, de Simone Woods, es una novela de intriga aunque quizá no tan apasionante como para mantener al lector en vilo de principio a fin.

  • Huida de Simon Wood libro gratis pdf y epub - Hola Ebook

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  • Leer Huida de Simon Wood libro completo ... - Libros De Mario

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  • Leer Huida de Simon Wood libro completo ... - Libros De Mario

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    Autore(a)s: Simon Wood. Libro Huida. Leer Huida online. Ads. hacia el almacén. De repente sintió que un nuevo mareo volvía a adueñarse de su cuerpo y, ...

  • RESEÑA: HUIDA ( SIMON WOOD ) - estoy entre páginas

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    21 ago 2016 — Hola, que tal estáis,? Seguro que con mucho calor, yo estoy de nuevo aquí, con un libro de la editorial Amazoncrossing. que como tantos otros ...

  • Huida - Simon Wood

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    Simon Wood's Web Hideout » Huida. Huida. The Spanish translation of The One That Got Away. Un fin de semana, Zoë y Holli deciden ... Get this Book from.

  • La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafon

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    El Cementerio de los Libros Olvidados, el cuarteto de novelas que arranca con La Sombra del Viento y sigue con El Juego del Angel, se ha convertido en la gran saga novelistica en curso de nuestro tiempo. La leyenda comenzaba en el ano 2000, cuando Ruiz Zafon culminaba su primera novela para adultos y estaba a punto de dar a conocer un libro magico que cambiaria el panorama literario, y que hoy sigue ganando el corazon de miles de lectores en todo el mundo. Un amanecer de 1945, un muchacho es conducido por su padre a un misterioso lugar oculto en el corazon de la ciudad vieja: El Cementerio de los Libros Olvidados. Alli, Daniel Sempere encuentra un libro maldito que cambia el rumbo de su vida y le arrastra a un laberinto de intrigas y secretos enterrados en el alma oscura de la ciudad. La Sombra del Viento es un misterio literario ambientado en la Barcelona de la primera mitad del siglo xx, desde los ultimos esplendores del Modernismo hasta las tinieblas de la posguerra. Aunando las tecnicas del relato de intriga y suspense, la novela historica y la comedia de costumbres, La Sombra del Viento es sobre todo una tragica historia de amor cuyo eco se proyecta a traves del tiempo. Con gran fuerza narrativa, el autor entrelaza tramas y enigmas a modo de munecas rusas en un inolvidable relato sobre los secretos del corazon y el embrujo de los libros cuya intriga se mantiene hasta la ultima pagina.

  • Los solitarios de Alvaro Arbina

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    Un thriller deslumbrante que rompe todo los limites del suspense.

  • Todos mis demonios (Todos mis demonios 1), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Los demonios quieren algo que Eliza tiene.
    Cuando Eliza conoce a Vicente no logra imaginar que detras de su fachada de perfeccion, se esconde una fuerza que esta dispuesta a todo con tal de apoderarse de su alma.
    ?Entregara ella su alma al Infierno o el precio a pagar por Vicente sera algo que el no pueda entregar?
    ?Que sucede cuando nuestros anhelos, fantasias y temores se ponen de manifiesto sin que intentemos reprimirlos?
    “Todos mis demonios” es la primera parte de una pentalogia que llevara a Eliza y a Vicente a situaciones extremas en las que se veran obligados a hacer sacrificios y a tomar decisiones que muchas personas no aprobarian. Los sucesos que atravesaran, los arrastraran a lo mas primigenio del naturaleza del hombre y a la eterna lucha de las fuerzas que para casi todas las creencias, se juegan dia a dia el futuro de la humanidad: el bien y el mal.
    Sobre la verdad de nuestras almas, sobre aquello que llevamos dentro. Sobre todos nuestros demonios.
    ?Es el amor mas poderoso que el Infierno?

  • Limpia con amor de Caroline Mickelson

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    ?Esta segura de que no recuerda nada? --Zoe Watson miraba intensamente a su clienta, buscando alguna senal que indicase si su intento de borrar un recuerdo doloroso de la mujer habia sido un exito. La senora Hendrickson parpadeo un par de veces y miro a Zoe. Su confusion era evidente en la forma en que fruncia el ceno. --?Que es lo que debo recordar? Zoe se reclino en los cojines del sofa, bastante satisfecha por un trabajo bien hecho. La expresion confusa de su clienta casi le bastaba para confirmar que habia ayudado a borrar un recuerdo doloroso. Pero, aun asi, lo tenia que confirmar. --Me estaba hablando de su marido y de como habia tenido que salir de la ciudad por negocios durante varias semanas inmediatamente despues de que habian nacido los gemelos. Me decia que el deberia haber sabido que usted lo necesitaba aqui. Una dulce sonrisa se dibujo en los labios de la reciente madre. --Bueno, seguramente estaba haciendo una montana de un grano de arena. Se que se tenia que ir. Lo mas importante es que nos quiere, ?verdad? Zoe asintio. --Exactamente. --?Y no fue un gesto maravilloso que contratase a su empresa para que viniera a limpiar? --Paseo la mirada por el salon--. Todo esta espectacular. Me siento mucho mas feliz que cuando llego. Zoe se levanto. --La felicidad es nuestro objetivo. --Me gustaria que pudiera mandar uno de sus equipos de limpiadores de forma regular --expreso por encima de su hombro mientras acompanaba a Zoe a la puerta principal--. ?Seria posible? --Me temo que no. Limpia con Amor se especializa en una sola limpieza en profundidad. --"Bueno, en eso y en la eliminacion de recuerdos problematicos que se interponen entre personas que se aman", penso. Saco una tarjeta de visita del bolso y se la dio a la mujer--. Recomiendo mucho esta empresa de limpieza que si puede venir de forma regular. Son de los mejores. --Gracias por todo, Zoe. Ahora me siento mucho mas tranquila. La sonrisa de Zoe era calida. Esa era la mejor parte de su trabajo y le encantaba. --Dele las gracias a su marido cuando llegue a casa esta noche. El es quien se puso en contacto con nosotros. --Creame, se lo agradecere como no le han agradecido nada hasta ahora. La sonrisa de Zoe seguia ahi un buen rato despues de haberse despedido y dirigido a la oficina. Iba a encender la radio del coche cuando su Bluetooth senalo una llamada entrante; conecto el manos libres. --Limpia con Amor, habla Zoe. --Hola, Zoe, te habla tu infrarremunerada e infravalorada secretaria ejecutiva. --Hola, madre. --Zoe miro por el retrovisor y cambio de carril--. Si me llamas para pedir un aumento de sueldo, la respuesta es no porque no necesitas el dinero. Pero, si me llamas para que te alabe, desde luego que te lo mereces. Eres la mejor organizadora que una hija podria desear. --Me conformare con eso --dijo su madre--. Dime, ?como fue el trabajo de los Hendrickson? --Me alegra decir que muy bien. Ademas de que su casa esta como una patena, creo que pude eliminar totalmente cualquier residuo de resentimiento que hubiera en la senora Hendrickson. Mision cumplida. --Estoy muy orgullosa de ti, Zoe. Has aprendido a usar tu don para hacer el bien. --Gracias. --Zoe venia de una larga estirpe de mujeres nacidas cada una con un don unico. El suyo, segun habia descubierto antes de haber llegado a la escuela secundaria, era ayudar a la gente a olvidar momentos dolorosos o tristes de su vida. Comparado con el de sus familiares, su don le habia parecido insulso, poca cosa. Pero, con la ayuda y apoyo de su madre, habia aprendido a aceptar su habilidad. Juntas habian creado el concepto de Limpia con Amor, un servicio de limpieza que, ademas de eliminar polvo y desorden, incluia una visita de Zoe, cuyo resultado era la deteccion y borrado de un recuerdo triste o doloroso. Su tia describio una vez la actividad de Zoe como "la eliminacion de espinas emocionales"--. Tu eres una parte importante del exito. Estoy en deuda contigo. Su madre aprovecho el momento. --Me encanta que digas eso.

  • Hazme una escena de amor, C.M.A de

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    Anabela Bregan es una reconocida autora de novela romantica que se enfrenta a un momento decisivo en su carrera, debe re-formularse o extinguirse. Tiene dos opciones: se echa de cabeza de una vez por todas a la moda erotica, o muere a los pies de sus colegas que saben explotar el genero. La derrota es inminente, su falta de creatividad sexual encuentra la base en la inexperiencia personal. Joaquin es el amante perfecto, un autentico maestro del sexo, y algo mas que la casualidad lo llevara a golpear a su puerta con un proposito en particular, ser el trabajo de campo que Anabela necesita. La desesperacion llevara a Ana a tomar una decision no propia de ella, arrojarse en los brazos de ese hombre con la unica intencion de encender su cuerpo y que este haga lo mismo con su imaginacion. ?Que sucede cuando juntas a una especialista del amor con un especialista del sexo? Mmmm…mejor no te lo digo. Descubrelo. !Vamos, ven…hazme una escena de amor!

  • Una Virgen Para El Jeque de Kate Simmons

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    El dia de calor sofocante acabo en tormenta, una tormenta de polvo sulfuroso que oculto el sol y rugio toda la noche hasta el amanecer, dejando una estela de naranjos y datileros devastados. Las persianas de la casa de la plantacion se habian roto, las lamparas y floreros se habian estrellado al caer y el agua de la torre de irrigacion habia inundado el suelo. Agnes se detuvo en la galeria y sintio un desamparo mas alla de las lagrimas. Estas le habrian servido de consuelo al comprobar como el agua anegaba tambien el pasillo y al oir el intermitente ulular del viento rompiendo la quietud que habia seguido a la frenetica noche del siroco. Los dias precedentes habian sido de calor bajo un cielo plomizo, que habia trocado el desierto en un paisaje siniestro. Todavia en aquel momento el bochornoso calor parecia resecar las paredes de la maltrecha vivienda y Agnes podia sentir el sudor bajando por su espalda. Con su valor casi tan abatido como la casa se apoyo en la barandilla con la boca seca, los ojos chispeantes, y su espiritu destrozado. Una persiana suelta seguia golpeando; era como si algo extrano tratara de llegar a ella, atacando sus nervios. Se encontraba sin energias para acercarse a sujetar la persiana. Tensa como un gato, sin ningun sitio donde esconderse, trato en vano de no pensar en la silenciosa figura que yacia en la cama del dormitorio principal. Agnes se estremecio, a pesar del calor; el azul sorprendente de sus ojos estaba velado por los sucesos de la noche. Se trataba de un azul semejante al de las vidrieras de una capilla. Recordo la capilla anexa al colegio del convento donde ella habia pasado su ninez. Alla, los instintos de Agnes Lacroix se habian rebelado frecuentemente en contra de la disciplina; de los dormitorios, donde la intimidad era un factor desconocido; de la comida, que era sencilla y sin sabor. Las buenas hermanas habian decretado que la carne debia someterse al espiritu. Apenas cumplidos los diecisiete anos la llamaron al despacho de la Madre Superiora y le dijeron que tenia que irse a vivir con su abuelo. Hasta aquel momento, Agnes Lacroix habia ignorado su existencia, pero desde el dia en que Agnes llego a El Oasis, se sintio como si hubiera entrado en el hogar que siempre habia deseado. Un fascinante hogar en la umbria de una posesion de arboles frutales, donde el continuo rumor del agua en las acequias hacia que incluso el dia mas torrido pareciera fresco. Resulto cautivada por el desierto y salir a montar al amanecer o cuando las estrellas brillaban en el cielo, fue un placer del que nunca antes habia disfrutado ni sonado. En aquel instante estaba sola y temerosa, detenida en la amplia galeria de madera que dominaba el pasillo. Sola, porque el dia anterior los criados habian huido asustados, tanto por la tormenta de arena como por el anciano que yacia muerto dentro de la casa del Viejo Leon. Sadik habia sido el ultimo en marcharse, conmovido por la presencia de Agnes al lado de la cama del gigante sin vida; del hombre al que la joven habia llegado a amar en los dos anos que vivio en El Oasis. Se habia acostumbrado a su aspera arrogancia y habia aprendido a aceptar su implacable actitud hacia su madre, a quien nunca llego a perdonarle haberse casado con un ingles. De repente, en el dormitorio con altas puertas de palo de rosa, algo se estrello contra el suelo y el poco control que aun tenia sobre si misma desaparecio. Hubiera querido correr a los establos y saltar a los lomos de Firefly, pero parecia cruel huir cabalgando y dejar a su abuelo solo en la casa destruida por la tormenta. La habia cuidado, a su manera tratandola mas como a un muchacho que como a una mujer. Sus labios se movieron y se encontro murmurando una de las oraciones que las hermanas habian hecho que sus alumnas rezaran manana y tarde. Pero la oracion no borraba de su mente la convulsa cara de su abuelo ni la forma en que el se habia arrastrado hasta su aposento, gritando algo, pero no se habia recobrado del ataque y finalmente, le cubrio el distorsionado rostro con la sabana. Con frialdad, Agnes clavo la mirada en el pasillo. Su cabello denso rubio claro, se aparto de su pomulo cuando se inclino sobre la barandilla tratando de identificar un sonido ajeno al viento. El golpeteo de cascos sobre la piedra, la hizo preguntarse si algun criado habia regresado. Aun cuando era lo que esperaba, un instintivo temor la hizo retirarse de la escalera. Una figura alta, encapuchada, se movio abajo, poniendose deliberadamente ante su vista. El manto la cubria desde los hombros hasta los pies. Agnes clavo sus ojos en los del visitante, en tanto que este ponia su bota en el primer peldano de la escalera. --?Que quiere? ?Como se atreve a venir aqui? --sus palabras surgieron con prisa y, en su agitacion, hablo en ingles--. No tiene derecho a entrar en esta casa. --Se sorprenderia si conociera todos mis derechos --su voz era profunda, la pronunciacion de las vocales en ingles sonaba extrana en sus oidos. Y entonces lo reconocio… Aquel hombre habia estado alli una noche. Acababa de regresar de montar y estaba a punto de entrar en el estudio de su abuelo, cuando sorprendio voces iracundas que hicieron que se retirara por el pasillo, desde donde le vio salir a grandes zancadas, con visible rabia en sus facciones. Despues, durante la cena, Guillaume Lacroix le habia dicho que no hiciera preguntas. Sus asuntos con Razul al Kebir Bey no tenian nada que ver con ella. --No regresara aqui otra vez --aseguro--. Es muy orgulloso y le indigna que mi plantacion este en su territorio, como el lo llama. Tengo permiso por escrito del viejo cadi. El todopoderoso Razul Bey es solo un sobrino que se apodero del poder cuando surgio la ocasion. --Se dice en Bar Soudi que su abuelo ha muerto. La imperiosa voz resono en los ya destrozados nervios de Agnes y cuando el individuo empezo a subir la escalera, ella retrocedio hacia el dormitorio donde yacia Guillaume Lacroix. Lo unico en que podia pensar era en la enemistad existente entre ambos hombres y en que habia una pistola en la alcoba del anciano. Con rapidez, abrio de un tiron las puertas y cruzo la habitacion a la carrera; sus sentidos estaban puestos en la sombra con manto rojizo que la perseguia. Por alguna razon irrefrenable, tenia la idea de que aquel manto le seria arrojado sobre la cabeza por lo que, con manos temblorosas, abrio un cajon y empuno firmemente la pistola. Se volvio y vio a Razul Bey en la puerta. --Deje ese arma --habia rudeza y un dejo de mofa en su voz--. He venido a El Oasis a ayudarla. --?Ayudarme? --desdenosamente, siguio apuntandole--. Se como eran las relaciones entre usted y mi abuelo. Soy una Lacroix y estoy enterada de que cuando uno de ustedes odia a alguien, incluye a todos los miembros de la familia. --La justicia del bey --al pronunciar tales palabras, Razul dio un paso hacia ella--. Puede estar segura que tengo mis razones para estar aqui. --?Para regocijarse con la muerte de Lion? -- Agnes le miro fijamente--. Ya me hablo de lo mucho que lo odiaba porque El Oasis esta en tierras que usted afirma que son de su propiedad. !Si ha venido para arrojarme de la finca de mi abuelo, puede pensar en otra cosa! Los ojos de Agnes se tornaron azul oscuro, mientras se quitaba de la cara el alborotado cabello. Si tenia que disparar, queria hacerlo con tino, de la forma en que Lion le habia ensenado. Nunca antes habia sentido aquella tension animal; su cuerpo se estremecio al enfrentarse a Razul Bey, un extrano para ella, casi un barbaro en su apariencia y actitud. En los dos anos transcurridos en El Oasis, habia aprendido algo sobre la gente. Sabia que los odios familiares pasaban de generacion en generacion. --No voy a discutir los detalles de propiedad de la tierra con una muchacha --su misma postura parecia significar un reto, en tanto la miraba de arriba abajo--. Le advierto que, si no deja el arma, me vere obligado a quitarsela. Su imperiosa mirada y el tono amenazante la enfurecieron de tal modo, que Agnes olvido su vulnerabilidad. --Salga de esta casa --espero que algo del aspero orgullo de Lion se notara en su voz--. !Vayase, fuera! --?Puedo hablarle sobre su abuelo, ese hombre que usted veneraba y cuyo cuerpo ha velado durante toda la tormenta? --?Que hay que decir? --Tal vez lo suficiente para que lo odie. --Nunca podria hacer tal cosa --el solo pensamiento la hizo estremecerse y la pistola se movio en su mano. Lion estaba muerto y ya no existia nadie que pudiera cuidar de ella. --!No oire sus mentiras! --No acostumbro a mentir --refuto--. Si Guillaume Lacroix la hizo creer que la trajo a El Oasis por amor e interes hacia usted, el si era el mentiroso. --Me queria --reto al hombre--. ?Como puede usted decir lo contrario? --Porque lo se. Agnes no podia separar los ojos de su impenetrable interlocutor. --Y creo que usted deberia saberlo --dijo el deliberadamente--. Lacroix estaba tan determinado a permanecer en El Oasis que, cuando el arrendamiento vencio hace dos anos, me ofrecio a su virginal nieta a cambio. <>. Intocada, pura como la nieve de las montanas del Atlas, la clase de joven que valdria una buena bolsa de oro en los mercados en los que aun existen subastas de mujeres. Lugares prohibidos del corazon del desierto, donde su reverenciado Lion la hubiera puesto en exhibicion para no ser despojado de la unica cosa en la vida que significaba algo para el: esta casa y cuanto la rodea, y que el viento ha convertido en ruinas. Hizo una pausa, para dejar que las palabras penetraran en el cerebro de la joven, quien sostuvo su penetrante mirada que parecia querer grabar tan increibles palabras. --!Que increiblemente malvado es usted! ?Como puede decir tales falsedades? --La maldad no es mia, senorita --Razul Bey hablo curvando sus labios. Inesperadamente, tan peligrosamente agil como cualquier felino, le agarro la muneca forzandola a soltar la pistola. Resono contra el piso y el le dio una patada, alejandola de su alcance. Un grito involuntario escapo de los labios de Agnes, cuando se encontro entre sus garras. --!Maldito bruto! --peleo con furia, pero no era contrincante para un hombre tan fuerte como aquel--. !Mentiroso! !Quiteme sus sucias manos de encima! El la arrastro fuera del aposento de Lion hasta la galeria. --Deje de resistirse o le dare unos azotes. Necesita botas y una capa. ?Cual es su habitacion? --!Dejeme en paz! Agnes nunca se habia encontrado en tal situacion, sin nadie que pudiera ayudarla. Aunque gritara hasta tirar la casa abajo, no habria quien la oyera. Aun asi, un grito se le escapo de su garganta, mientras el trataba de reducirla. --Las mujeres histericas colman mi paciencia. Recupere la razon o me vere obligado a infundirle algo de cordura. El Oasis ha sido devastado por la cola de la tormenta, pero esta aun no ha terminado. Se revolvera y entonces regresara. ?No ha sido suficiente esta prueba para usted? ?Acaso desea mas de lo mismo, sola en esta casa, con el cadaver de su abuelo? --Dira y hara cualquier cosa para sacarme de aqui. Le lanzo una mirada venenosa y odio el temor que se anidaba dentro de ella, cuando encontro sus ojos. Ojos de color ambar bajo un par de cejas intensamente negras. --?Cual es su habitacion? --insistio. Reacia y con resentimiento, le indico una puerta mas alla en la misma galeria en que se hallaban. Fueron hasta el lugar y Razul Bey la observo mientras se calzaba sus botas de montar y se ajustaba la capa que utilizaba por el desierto. --?Me lleva a Bar-Soudi? --?Es donde quiere ir? Agnes asintio y lo vio reaccionar con un leve encogimiento de hombros. Ella se volvio hacia la mesa donde la lampara de petroleo aun lanzaba sus llamas. Mientras recogia el latigo, recordo el pasaje de un libro que habia leido sobre un funeral pagano que dos jovenes soldados habian preparado para su hermano muerto en la batalla. Agito el latigo y la lampara fue barrida de la mesa, derramando su contenido por el suelo de madera, que se inflamo inmediatamente. Las llamas saltaron al instante, tratando de alcanzarla, pero un brazo la rodeo por la cintura y tiro de ella hacia la galeria. --!Lo ha hecho a proposito! --los ojos la miraban tan ardientemente como el fuego que se habia apoderado de la habitacion. --Si, Lion apreciara este funeral pagano y el hecho de que todo lo que obtenga de El Oasis sea un monton de cenizas. Solo falta una cosa y es un perro a sus pies. !Deberia ser usted! Durante un buen rato, en tanto que las llamas se avivaban y consumian las cortinas de muselina alrededor de la cama, Razul Bey tenia una vaga mirada en los ojos. No habia senales de ira; sin embargo, Agnes estaba segura de que su comentario lo habia herido. --!Venga! --la llevo apresuradamente por la escalera, ya que pronto el fuego se extenderia. La casa de la plantacion era de madera y no tardaria mucho tiempo en desaparecer bajo el voraz incendio. La joven no sentia el menor remordimiento por lo que habia hecho. Lo que contaba era que habia asestado un golpe a las crueles y despiadadas mentiras que aquel hombre habia manifestado. A la incierta luz del dia, el viento azotaba las palmeras frente a la casa, doblandolas hacia atras y hacia adelante como si fuera a arrancarlas. Agnes se puso la capucha de su manto sobre la cabeza, doblando el cuerpo para vencer la fuerza del viento cargado de arena, mientras seguia a Razul Bey, el cual se dirigia a un grupo de hombres que estaban resguardados tras las protectoras jorobas de sus camellos. Cuando comprendio que se esperaba que cabalgara uno de aquellos animales, que durante una tormenta de arena podian cerrar los orificios de la nariz para evitar la entrada del polvo, grito que queria montar a caballo para ir a Bar-Soudi. Se dirigia hacia los establos cuando una mano cayo sobre su hombro. --Sus caballos se desbocaron anoche. --?Se ha escapado Firefly? --lagrimas ardientes rodaron por sus mejillas, pues a duras penas podia soportar aquella nueva perdida. Acalorada, se enfrento al bey--. ?Me esta diciendo mas mentiras? ?Ha dejado sueltos los caballos en su desierto abandonado de Dios? !Oh, eso si que no se lo tolero! --En su miedo a la tormenta, rompieron las puertas y salieron de los establos --replico--. No correran sueltos mucho tiempo, pronto encontraran un amo. De alguna manera aquellas palabras la hicieron vacilar. <>, penso. <>. Una repentina llamarada, surgida de una de las ventanas del piso superior de la casa, hizo que Razul Bey, con una corta palabra de mando, ordenara a su sequito que se pusiera en pie. Agnes fue conducida a uno de los camellos rojizos, aun arrodillado para que pudiera subir a la silla; cada centimetro de su cuerpo temblo contra el arzon, cuando el bey monto detras de ella. Una vez el animal se puso en pie y echo a andar, los demas lo siguieron con largas zancadas, a traves de las puertas de El Oasis, hacia el desierto. --Ahora vamos rapidos --la voz de Razul Bey resono a traves del gemido del viento. Hablo en ingles, pero cuando volvio la cabeza para dar una nueva orden a sus hombres, hablo en su propio idioma. Era una lengua que Agnes no habia podido dominar durante su estancia en la casa de su abuelo. El no habia alentado el uso de aquellas palabras de sonidos barbaros, sino que se habia aplicado a corregirle su frances hasta que fue casi tan correcto como el suyo. Entonces le dijo: <>. Con el tiempo, la joven la habia perdonado el desprecio hacia su padre. Como Razul Bey, Lion habia sido duro y tirano, creyendo en su propia invulnerabilidad, y mostrandose egoista en lo que respecta a los demas. Tales hombres rara vez desean piedad para ellos o se la conceden a sus semejantes. Con la cabeza protegida por la capucha, observo la casa en llamas, que pronto seria la pira de su abuelo. Queria llorar, pero estaba demasiado pendiente de la proximidad del hombre. El vaiven del camello hacia que sus cuerpos entraran en contacto y cuando esto sucedia ella se encogia pensando en las cosas horribles que el habia dicho y ansiando que el viaje hubiera terminado ya. <>, se dijo, <>. No dudaba de que la dejaria en el Hotel Ramis. No tenia dinero, pero sabia que la cuenta del viejo Lacroix estaba en el banco local. Esperaba tener acceso a ella, como la unica beneficiaria de Lion. Aquel pensamiento la esperanzo e inyecto nuevos animos. Aquellos individuos eran tan enigmaticos como el desierto mismo y apenas podia tolerar la insufrible cercania del que iba junto a ella, pero nada podia hacer para evitarlo, tendria que soportarlo hasta que llegara a Bar-Soudi. Capitulo 2 Agnes desperto de repente; medio ofuscada aun, se dio cuenta de que el vaiven del animal la habia adormecido en la silla. No sabia durante cuanto tiempo. ?Tal vez solo un momento, o habian transcurrido horas? La fila de camellos avanzaba a lo largo de un camino empedrado que gradualmente ascendia por una colina hasta desembocar en unas altas murallas frente a una puerta almenada, que fue abierta por hombres uniformados. Agnes espio a traves de la niebla causada por el polvo, que aun giraba en el aire y se pregunto si serian guardias. Pero, que ella recordase, no habia guardias en Bar-Soudi. Entonces, ?en donde se encontraba? Su ahogado grito debio de transmitirse al hombre, cuyos brazos, mientras conducian el camello, se mantenian alrededor de su cuerpo como un lazo. --Es El Karah --explico--. Estamos entrando en el patio de mi palacio. --?Su… que? --exclamo. Estaba aun un poco adormilada y se sentia inclinada a imaginarse que todo aquello era un mal sueno--. ?No puede dejar de bromear? --Le aseguro que tiene siempre mejor aspecto a la luz del dia --la voz, sobre su cabeza, era impersonal, como si se tratara de un guia y ella una turista--. Su arquitectura es algo confusa en este momento, pero, en mi opinion, se trata de uno de los mejores ejemplos de artesania de la region. Fue construido por uno de mis antepasados, sobre las ruinas donde varios ejercitos lucharon y murieron, cada uno de ellos tan convencido como los otros de que su bandera y su fe eran las verdaderas. Existen camaras aun intactas debajo, donde los prisioneros eran… alentados a cambiar su forma de pensar. --No me importa lo que haya dentro, alrededor o debajo de su palacio --dijo Agnes furiosa; su cuerpo se retorcio en la silla para poder lanzarle las palabras a la cara--. Usted me hizo creer que ibamos a Bar-Soudi. !Es infame que me haya traido aqui! Este es el ultimo lugar de la tierra donde deseo estar. ?Me oye? --Con claridad, mon enfant. --Yo no soy su pequena --estallo--. !No soy nada de usted, ni nunca he querido serlo! !Exijo que me lleven al Hotel Ramis! --?Exige? --una sonrisa entreabrio sus labios, pero no precisamente una sonrisa divertida--. Es usted, sin duda, una costilla del viejo Lacroix. El tambien era un saco lleno de exigencias. --Callese y dele la vuelta al camello --replico furiosa. El entrecerro los parpados ante el tono de voz de la joven, pero esta capto un extrano brillo en aquellos ojos color ambar y sintio la fuerza del hombre que gobernaba El Karah. Un hombre para quien una mujer podia significar menos que un semental entrenado para todos sus caprichos. La autoridad de su alta posicion estaba estampada en sus facciones y Agnes se percato de los grandes peligros que podian acecharla, unos peligros sobre los cuales apenas habia pensado ni siquiera cuando cabalgaba sola por el desierto. --Hay otra cosa historica notable en El Karah --manifesto arrastrando suavemente las palabras--. El viejo mercado de esclavos, con una plataforma de piedra asperamente labrada sobre la cual se realizaba la venta. Acudian de todos los puntos cardinales para contemplar la mercancia y quienes alcanzaban los mas altos precios eran los jovenes vigorosos y las muchachas virgenes. Los camellos se habian detenido y los hombres de la tribu del bey esperaban su orden para desmontar. La joven sintio el latir de su corazon cuando Razul se inclino, acercandose a ella, y descubrio su aturdimiento. Ella habia oido decir que el tiempo se detenia en el desierto, y que, en cierta forma, su gente y sus costumbres permanecian iguales a como habian sido durante incontables anos. Pudo creerlo cuando miro al bey de Karah. Intuyo, con un enorme sobresalto, que, si se hubiera acogido a su oferta original de ayuda, podria ahora estar a salvo en el hotel en Bar-Soudi. Su cultura occidental lo habia mantenido controlado hasta que ella, impetuosamente, habia prendido fuego a la casa de la plantacion. Ahora, el lado barbaro de su naturaleza se habia apoderado de el, por lo que Agnes se dijo que era preciso hallar una formula razonablemente aceptable para convencerle. Las palabras suplicantes la mortificarian no podia rogarle que la llevara a Bar-Soudi y como era mucho mas rico que ella, resultaria absurdo ofrecerle dinero, en especial cuando este dinero deberia salir del legado de Guillaume Lacroix. --La gente de Bar-Soudi se preguntara que me ha pasado --comento--. Las autoridades le acusaran de secuestro, si me retiene contra mi voluntad. --Las autoridades probablemente pensaran que perecio usted en el incendio, junto con el viejo. Usted encendio la llama, pero supondran que la lampara se cayo de la mesa a causa de una rafaga de viento. --Sus hombres saben que me ha traido aqui --Agnes se esforzo por ocultar su panico. --Mis hombres estan atados por una lealtad tal que no puede imaginarla --ahora sus ojos se mostraban burlones--. Ellos nacieron en el desierto; usted no es mas que un terron de azucar en la boca del Kismet. Cuando Razul Bey ordeno a su camello que se arrodillara, la joven contuvo el aliento, abrumada por un sentimiento de angustia, y en el momento en que, una vez en el suelo, intento agarrarla, ella se sujeto fuertemente al arzon, sin lograr otra cosa que la risa de su antagonista a la que hizo coro la de sus hombres. Sintio sus mejillas enrojecer. Un terron de azucar, habia dicho el, como si en El Karah pudiera esconderla, tratarla como se le antojara y pisotear sus derechos. --Es… esto ha ido demasiado lejos --dijo--. Ya esta bien de bromas. Ya se ha desquitado de lo que hice… --?De verdad cree que se trata de una broma? --la arranco energicamente de la silla--. Nadie, senorita, me llama perro, sin pagar por el insulto. Ninguna mujer me llama mentiroso sin aprender algunas dolorosas verdades. Nadie en la ciudad de El Karah movera un dedo si traigo una mujer a mi serrallo, aunque su pelo sea de oro fino. Agnes lo miro fijamente a traves del polvo que el viento habia esparcido por el cielo. Existia algo fatal y como prohibido en el aire, algo que parecia inclinar una parte de su ser a pensar que lo que estaba sucediendo se hallaba escrito en las ardientes arenas. !Pero no! !Aquello solo eran supersticiones tontas! Lo arranco de su mente y se echo atras la capucha.

  • Tierra de sombras de Elizabeth Kostova

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    *De la aclamada autora de “La historiadora” llega una novela que une de manera magistral pasado y presente.
    *Llena de suspense y bellamente escrita, “Tierra de sombras” es una novela sentimental e historica, donde la musica y el arte se mezclan con los horrores de los campos de trabajo de la era comunista en la Europa del Este.
    *Una historia fascinante que abarca varias generaciones y ahonda en la turbulenta historia de Bulgaria.

  • Nada que perder de Isabella Marin

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    Alexia odia las citas a ciegas y el hecho de que su padre se haya empenado en organizarle una. Quiere vivir la vida a su manera, irse lejos de su ciudad natal y empezar de cero. Pero no tardara en averiguar que las cosas no siempre salen segun las has imaginado.

  • Te regalo mi corazon de Alma Fernandez

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    Ya lo estas mirando otra vez, Debora, despues dices que no, pero es que se te cae la babita con el forastero. --Vaya tela, Pili, lo dices como si fuera un indio sioux, que el muchacho solo es de Texas. --Ea, y lo dices asi, "solo" como si en realidad fuera de Triana. Pues tu misma, pero que te digo yo que se te esta notando y, como Mateo diga eso de "que te veo", no vas a tener hospital para correr, te vas a encontrar con la boda anulada. --Anda y callate ya, Pili, que eres mas exagerada que el cine. ?No tienes otra cosa que hacer que estar a mi lado dandome la vara? --Yo siempre estoy a tu vera, a la verita tuya, como dice la cancion, guapa, ?o es que alguna vez has tenido una mejor amiga que yo? --Tendria que pensarlo, ahora mismo no caigo. --Me la gane y ella no tardo en darme con el portafolios que tenia entre sus brazos en plena cocorota. El buen rollo que imperaba entre nosotras era conocido en todo el hospital. Pili y yo estabamos alli desde que aprobamos el MIR y obtuvimos plaza en nuestra especialidad; la traumatologia. Dicho asi parece una cosa de lo mas normalita, pero nuestro dia a dia transcurria entre miembros partidos y hasta cabezas abiertas, como si de una nuez se tratase. En ese entorno, habia que echarle humor y eso se nos daba de fabula. La tierra en la que viviamos, Jaen, tambien ayudaba lo suyo porque no hay un solo rincon de Andalucia que no este regado de alegria a borbotones, y las tierras jiennenses no constituian una excepcion, ni mucho menos. El hospital en el que trabajabamos era para nosotras nuestra segunda casa, dadas las muchas horas que pasabamos alli, entre turnos y guardias que, a nuestros veintiocho anitos, estabamos como quien dice "empezando a vivir" y todo el dinerito extra que caia en nuestras manos nos parecia poco. En el habia conocido tambien a Mateo, un pediatra cuatro anos mayor que yo con el que iba a contraer matrimonio el siguiente verano, por lo que estabamos a seis meses del gran dia. Mateo era el prototipo de hombre que siempre me habia gustado, uno de esos que tienen las ideas claras y que, cuando quieren a una mujer, no dudan en ir directos a por ella. Esa fue su tactica para conquistarme y no puede decirse que le fuera mal, ya que en unos meses nos hicimos inseparables y un tiempo despues ya teniamos un pie casi en el altar. Mi amor hacia el no era obice para que una, que tambien tiene ojitos en la cara, le echara un vistacito de vez en cuando al bombon aquel que nos habian enviado sin caja ni nada por el estilo, desde Texas, semanas atras. John, que asi se llamaba el vaquero en cuestion, no solo era una moneria, con aquel pelo dorado y sus ojazos azules enmarcados en un rostro siempre risueno, sino que ademas tenia un piquito de oro con el que se habia metido en el bolsillo a todo el personal femenino. E incluso a parte del masculino, como Ivan, un enfermero gay que se quedaba hipnotizado ante el. Cuando nos lo trajeron, dudamos un poco de si tendria algun hueso entero, tras el brutal accidente de trafico que acababa de sufrir y que habia dejado su coche como un acordeon. Vale que he exagerado un poquito, pero si que tenia fracturas para parar un tren. Ahora ya estaba a punto de obtener el alta, por lo que en breve perderiamos de vista al que constituia la principal atraccion del hospital, dado que la mayoria de sus fracturas habian sanado y ya parecia tenerlo todo en su sitio. Si graciosa resultaba su cara peluseando con unas enfermeras y con otras, mas divertido era escucharle hablar en su perfecto castellano, eso si, con un acento americano que tiraba para atras. Por lo que nos habia contado, su madre era espanola y desde su mas tierna infancia el aprendio ambos idiomas, pero claro, su acento era el que era y eso le hacia todavia mas interesante. Vi avanzar hacia a el a Melisa, la auxiliar de clinica mas pamplinosa del mundo mundial, que se las daba de artista, y senti una cierta rabia. Un poquillo si que me estaba pasando yo de la raya, puesto que no era ella la que tenia novio, sino yo. Otra cosa era que yo no pudiera ni verla. Lo mismo no es que tuviera nada que ver con John, sino solamente que me daba coraje su afan de protagonismo. O lo mismo si que lo tenia y, aunque yo quisiera negarlo, en mi fuero interno el vaquero me hacia un poco de tilin. ?Podia ser eso? Esperaba que no, porque yo estaba enamorada de Mateo y punto pelota. Claro esta que con el no me reia como lo hacia con John, pero sin duda era el hombre de mi vida y la persona que se partia la cara porque yo estuviera siempre happy, pero happy de verdad... --?Donde esta la enfermera mas sexy del globo? --me pregunto Mateo al llegar a mi altura y yo aparte todo tipo de pensamiento ajeno a nosotros, sobre todo aquellos que me pudieran dar algo de remordimientos. --Aqui, exhausta y cansada, pero ?a que no lo parece? --Claro que no lo parece, yo te veo preciosisima como siempre, mi nina. --?Que haces por este ala? Lo tuyo es estar con los mocosos, ?o me equivoco? --Yo no lo hubiera dicho mejor, pero estaba deseando verte y decirte que te invito a comer a la salida, ?lo ves bien? --Lo veo estupendo, pichoncito mio. Eso si, hoy toca comida basura y no me repliques, que estoy de tus verduras hasta donde yo te dije. Mateo y yo viviamos juntos desde hacia unos meses y, aunque nos llevabamos fenomenal, la dieta estricta que el seguia me iba a encanijar a marchas forzadas. En la vida habia conocido yo a nadie que se cuidara mas, lo que incluia que no perdonara unas maratonianas sesiones de gimnasio que hacian que luciera un cuerpazo de esos de quitar el hipo, que tampoco pasaba desapercibido entre el personal femenino que nos rodeaba. Pili a menudo solia bromear al respecto. --Pues no se que le ves ni al uno ni al otro, porque a mi es que no me entran por el ojo ninguno de los dos. --Y si te entraran seria la bomba, que para eso eres lesbiana, bonita. Siempre la misma cantinela que nos hacia reir. Pili mantenia una relacion con Camila, una enfermera mejicana de armas tomar por la que ella bebia los vientos. Claro esta que mi amiga tampoco era una hermanita de la caridad, de modo que de vez en cuando formaban entre las dos unos fandangos que duraban dias... Eso si, luego se les pasaba y tan campantes, aunque por medio se hubieran puesto la una a la otra las maletas en la calle y discutido sobre cual de las dos era la que tenia que irse a tomar vientos de alli. Despedi a Mateo y me acerque a la cama de John, aprovechando que ya Melisa se habia esfumado. --Dicen que te vas manana, ?no es asi? --?Como que dicen? Pero si eres tu la que tienes que darme en alta, ?no? --En alta no, se dice darte el alta, pero si, eso parece, de modo que igual me lo pienso. --Yo tampoco estoy seguro de querer irme, la verdad, aqui me habeis atendido como en ninguna parte y esto parece un repertorio de modelos, ?donde mejor que en este lugar? No era broma, nos iba a dar pena que se fuera. John habia sido un paciente muy especial porque, ademas de la gravedad del estado en el que ingreso, sufrio amnesia durante unas cuantas semanas, de modo que supimos de su vida poco mas que lo que indicaban sus documentos de identidad. Poco a poco fue recordando, para lo que tambien fue providencial la llegada de su hermana Sara, quien le ayudo con fotografias y un millar de relatos a recomponer su olvidadiza cabecita. Cuando Sara volvio a partir rumbo a su tierra, el ya tenia bien claro quien era y cual habia sido su vida, aunque no logramos sacarle ni media palabra de cual era el motivo de su viaje a Espana. Pili y yo suponiamos que, dado que nos conto que era aventurero hasta la saciedad, probablemente habria sido su deseo de conocer nuestro pais (que vio nacer a su madre) el que le habria traido hasta aqui, donde alquilo un coche con el que se pego la gran papa de su vida una lluviosa noche. --Tu diras lo que quieras, pero los vaqueros le dan mucho al drinking y a mi no me extrana que el muchachito estuviera pasado y mas que pasado de copas la noche que ingreso, y seguro que fue por el mero placer de empinar el codo--especulaba mi amiga a menudo. --Pues yo no se que decirte, es verdad que la tasa de alcoholemia a punto estuvo de reventarla, pero yo no creo que uno se ponga a beber asi sin mas hasta tener alcohol en vez de sangre en las venas. --Eso lo dices tu porque no conoces a mi tio Valentin, ese desayuna todos los dias con un vaso entero de aguardiente, que lo sepas, listilla... --No jodas, ?pero un vaso lleno? -- Lleno y de esos de tubo. Mira que de nina yo pensaba que era agua, de modo que una manana le eche mano al vaso en un despiste suyo y, cuando me quise dar cuenta, el gaznate me ardia como si me hubieran prendido fuego. Y a renglon seguido me cai y pensaban que estaba muerta, hasta que alguien me abrio la boca y se percato de que borrachuza era poco... --Ay, que me parto, Pili, asi que tu has sido viciosilla desde la cuna... --Muy graciosa, dejate de cachondeo, que no probe una cerveza hasta los veinte anos, del asquito que le cogi al asunto. --Ah, eso lo explica todo, y ahora tienes que recuperar el tiempo perdido... Yo no tenia mas guasa porque no entrenaba. Mi amiga no es que bebiera tanto ni mucho menos, solo en ocasiones en las que podia pillarse una buena melopea como cualquiera. En realidad, la rarita del grupo era yo, que no bebia nada, pero es que a mi el alcohol no me llamaba. Mateo tampoco es que fuera especialmente bebedor ni trasnochador, por lo que ibamos al compas. --Si, pues cuando seas tu la que tengas que recuperarlo vas a tener el acumulado como en los premios de la loteria, que te vas a haber perdido medio siglo, que sosita eres, hija de mi vida... Volviendo al tema de John, que me he dispersado mucho, le di la razon en que en ningun lado le iban a mimar como lo habiamos hecho nosotras. Incluso Melisa le habia dejado alli una caricatura, como si fuera el tipico modelo de una marca de cigarrillos, en cuyo pie indicaba que era el nino bonito de la clinica. --?Y que piensas hacer ahora? ?Te vuelves a tu tierra o te quedas para venir a visitarnos una temporadita? --Me quedo, me quedo, llevaba solo un dia en Jaen cuando me di la torta en el coche, no me ha dado tiempo a ver nada. --Pues, si te apetece, podrias llamarme una tarde y nos tomamos un cafe. No es por nada, pero soy una buena cicerone. Lo dije sin pensar demasiado y despues eche un poco el freno, ya que no sabia si aquello le iba a hacer demasiada gracia a Mateo y yo no queria gresca. Poniendo las cosas en su sitio; mi novio no es que fuera un neandertal ni mucho venos, pero una chispilla celoso si que se manifestaba a veces. Eso no queria decir que yo no tuviera mis amigos, que hasta ahi podria llegar la broma, pero que quedara de buenas a primeras con alguien que habia sido un paciente lo mismo le hacia ya menos gracia. Y sobre todo con uno que sabia que era blanco de una impresionante cantidad de miradas. --Claro que te llamare y, ademas, te contare un secreto; todas os habeis portado fenomenal conmigo, pero tu eres mi favorita. --?Yo soy tu favorita? ?Y eso a santo de que? --No te entiendo muy bien, ya sabes que algunas hechas frases como que no las pillo. --Ah, ya, algunas frases hechas, quieres decir. Bueno, que te preguntaba que por que. --Porque tu tienes un duende de esos, como dice Pili. --Un duende, no, se refiere a "duende", pero ?tu sabes lo que es eso? --Si, un duende muy bonito dentro, eso es lo que tu tienes. Por Dios que sus palabras me encendieron como a una bombilla. Resultaba que el de Texas era un cobista de cuidado y yo iba a tener que poner un poco pie en pared si no queria que aquello se me fuera de las manos. Pensandolo bien, tampoco seria tan complicado, con decirle que me habia pillado mas liada que la pata de un romano cuando me llamara, asunto concluido.

  • El tercer rey de Pedro Miguel Lamet

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    1517. En medio de una espesa niebla un extrano cortejo, compuesto por lo mas granado de la corte y la nobleza, avanza por las estepas castellanas para dar la bienvenida al nuevo rey, Carlos I, que acaba de desembarcar procedente de Flandes. En parihuelas, el cardenal regente Francisco Jimenez de Cisneros, casi moribundo, suena con que se produzca este encuentro para transmitir al joven monarca sus consejos y experiencias de gobernante. Pero, alertado por su corte flamenca, el recien llegado evita mantener dicha entrevista con quien habia servido fielmente a sus abuelos, los Reyes Catolicos, y habia preservado para el los reinos.

  • No te muevas de Encarna Bernat

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    ?Puede olvidarse un amor de juventud? Clara pensaba que se habia perdido en una relacion equivocada, nunca olvido aquel amor de verano. Finalmente el destino los unio en otro pais. Los celos entre hermanas pueden originar una tragedia en sus vidas. ?Y si el matrimonio en algunos casos fuera un error? Algo que paraliza tus suenos y tus planes para siempre. Enamorarse despues de muchas vidas y comprender que es la persona que buscabas, perdida entre un mar de gente. La nostalgia de un tiempo pasado, la amistad verdadera. ?Pueden un hombre y una mujer ser solamente amigos? Anos mas tarde la protagonista recuerda, el olor a tinta de los libros y los colores de la vida que hace tiempo dejo atras.

  • En lo mas oscuro de mi de O. M. Courtly

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    Despertar y encontrar que tu mundo ha cambiado; la vida que conocias ha dejado de existir.
    ?Que serias capaz de hacer para reponer la realidad? Por lograr lo que tanto suenas y no herir a nadie en el trayecto.
    Deberas sacar lo mas oscuro de ti.
    Un misterio por resolver, un secreto por revelar, una mision que cumplir.

  • Cronica jonda de Silvia Cruz Lapena

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    Cronica jonda es una road movie flamenca, un viaje por Espana y por el tiempo, con desvios que llevan a festivales de musica en Amsterdam y a hospitales al borde del colapso.

  • Celos y Mentiras (El Amor de Sophie 2) de M. T. Greenlay

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    Luego de que Rob se fue manejando, me encontre con mis padres en la sala. Ya tenian una botella de vino abierta y una copa esperandome. Tome un gran sorbo antes de dejarme caer en una silla al lado de la chimenea. Todavia era temprano en la noche, pero luego de estar atrapada por horas en la mina para luego venir a casa y encontrarme a mi expareja sentado en la entrada, sentia que ese trago era bien merecido. --?Que estaba haciendo Rob aqui? ?Que queria? --Pregunto papa en cuanto me sente. --Dice que me quiere de vuelta --le dije sonrojandome. --?Y por que querrias estar con el cuando el te engana? --Pregunto mama. --Rob afirma que no volvera a pasar --Explique volteando los ojos. --?Y cuantas veces has escuchado eso? --Papa se burlo. --Lo se papa. Esta bien, no estoy interesada en volver a tener una relacion con el. Solo que no tuve la oportunidad de decirle eso antes de que se fuera manejando --les asegure. --!Gracias a Dios por eso! Ese hombre te ha roto el corazon demasiadas veces durante todos estos anos. Te mereces algo mejor que eso, mi amor --Dijo mama con una sonrisa de alivio. --Gracias, mama. Me termine mi trago, les di a un beso en la mejilla a cada uno de mis padres y me fui a mi habitacion. Deje correr la regadera mientras me quitaba mi ropa sucia. Todavia me sentia polvorienta por haber estado en la mina y recibi de buena manera la oportunidad de enjabonar mi cuerpo debajo del tibio rocio. Agradecida por poder lavar la mugre de mi largo cabello castano. Vestida con un pijama rosado de satin y una bata que combinaba, eventualmente volvia a unirme a mis padres, aceptando con felicidad una segunda copa de vino. --?Entonces desde hace cuanto has estado viendo a escondidas a Gavin Carter? --Papa espeto repentinamente. --Por un tiempo ya. Siento haberles mentido a ambos, pero era la unica opcion que teniamos. La mirada de decepcion que cruzo entre mis padres me llego hasta el corazon. Usualmente, podria hablar sobre cualquier cosa con mama y papa. Siempre tomando en consideracion los consejos que me daban, pero esta vez habia sido diferente. Que hubieran sabido la verdad desde el comienzo hubiera causado solamente discusiones y descontento. Asi que habia hecho todo lo posible para conservar mi relacion con Gavin como un secreto para evitarles eso. Ahora que todo se sabia, significaba que estaban conscientes de mis mentiras de las ultimas semanas. Mis padres siempre habian sido firmes defensores de la honestidad, asi que defraudarlos me llenaba de culpa. --Nuestra hija menor esta a salvo, John. Eso es lo unico que me importa --Senalo mama. --Y a mi; sin embargo, sabes como me siento respecto a las mentiras. Pero al menos ahora que lo sabemos, ustedes dos no necesitan volverse a encontrar en minas abandonadas. Mama y yo no pudimos evitar reirnos de su ocurrente comentario. Solo para callarnos cuando alguien toco a la puerta principal de forma histerica. Me levante para abrir mientras mi madre reflexionaba... --Me pregunto quien podra ser. --Es simplemente Claire --respondi mientras la dejaba entrar en la casa. Mi amiga puso sus brazos alrededor de mi cuello inmediatamente, abrazandome firmemente. Pude ver que sus ojos estaban llenos de lagrimas mientras ella trataba de calmarse. --!Geoff Carter me acaba de detener en la calle y me dijo lo que les paso a ti y a Gavin! ?Estas bien?--Si, tuvimos suerte. Pedimos permiso y tome una botella de vino de la nevera junto con un par de copas. Guie a Claire hasta mi habitacion. Saltamos sobre la cama como habiamos hecho muchas veces mientras creciamos. Claire se aferro a una de las almohadas desparramadas desordenadamente sobre las sabanas como siempre lo habia hecho. --Entonces. Cuentame todo --dijo efusivamente. La puse al tanto rapidamente, viendo su expresion cambiante mientras lo hacia. Abriendo los ojos tanto como yo cuando el conte que Gavin declaro su amor. Moviendose entre la mezcla de horror y furia cuando descubrio que Rob tambien habia estado aqui esta noche. --Por favor no vuelvas a escuchar sus mentiras de nuevo, Sophie --me pidio. --No lo hare, no te preocupes --Le respondi con sinceridad. A pesar de las palabras de aliento de Claire, estuve toda la noche dando vueltas y retorciendome sobre las sabanas. Y luego simplemente me quede ahi acostada viendo a traves de las cortinas abiertas. Los distantes faroles arrojando su brillo en mi habitacion junto con los brillantes rayos nocturnos de la luna. Varias estrellas titilaban en la oscuridad, a veces desapareciendo detras de las nubes ocasionales que flotaban sobre ellas. A pesar de que sabia donde se encontraba mi corazon ahora, tambien sabia que seria dificil decirle la verdad a Rob manana. Verlo esta noche me hizo darme cuenta lo mucho que me seguia importando. Pero tambien me habia recordado lo mucho que me habia herido a traves de los anos con su infidelidad. Y eso era lo que necesitaba mantener en mi mente la proxima vez que lo viera. Con eso en mente, a la manana siguiente conduje hasta el motel con determinacion. Me aparque en el estacionamiento y di zancadas a traves del asfalto a proposito. Pero en cuanto Rob abrio la puerta de su habitacion, senti mi confianza tambaleandose. A pesar de que solamente estaba usando un par de pantalones deportivos y una camiseta destenida, aun asi, lo encontraba atractivo. El brillo del que me habia enamorado todavia seguia brillante en sus ojos azul cristal mientras me invitaba a pasar. --Sophie, estoy feliz de que pudieras venir. Estuve toda la noche preguntandome si lo harias o no --sonrio calidamente. --Bueno, creo que deberiamos hablar --respondi, tratando de esconder mis repentinos nervios. --Por favor, toma asiento. Aunque mirando alrededor de la habitacion, me pregunte donde sentarme. El motel estaba pasado de moda, como el papel tapiz desgastado que colgaba de las paredes. Su diseno floral estaba rasgado en algunos lugares, pero tambien estaban tratando de ocultar algunos parches de humedad que se escondian debajo de el. La alfombra era color chocolate oscuro con areas que ahora estaban raidas. Aunque no pude esconder mi mueca cuando vi las sabanas grises que cubrian la cama. Todo parecia estar cubierto por una capa de suciedad o de polvo, mientras me encaramaba en el borde de una silla que estaba al lado de la ventana sucia. --Me disculpo por la decoracion. Pero esto fue todo lo que pude conseguir con tan poca antelacion y necesitaba verte --Rob se disculpo. --?Por que? --pregunte abruptamente. Rob vacilo por un breve segundo y pude notar que estaba pensando en como responder. Habia estado aqui dos veces antes y hasta ahora habia creido sus excusas. Esta vez no estaba preparada para ser tan misericordiosa y el claramente podia sentir eso mientras me observaba cautelosamente. --Querida, te he extranado tanto. Se que Molly fue un error --empezo a decir Rob--. Lo que mas deseo es que vuelvas a ser parte de mi vida de nuevo. --?Y que hay con Katrina y Lisa? --Ellas no significan nada para mi. Y eso fue hace anos, Sophie. No puedo vivir sin ti. --?Como es posible que te crea? --discuti. --Sophie, tienes que hacerlo. Te prometo que ya termine con todo eso !No hay una mujer que se compare contigo! Por favor, ?solo dame otra oportunidad de probarte mi amor por ti? --Suplico Rob. Los ojos de Rob se encontraron con los mios y luche para apartar la mirada. De nuevo me habia quedado atrapada en su profundidad como lo habia hecho muchas veces. Me pregunte como seria tener sus brazos alrededor de mi una vez mas. Pero resisti la urgencia de preguntar. Cualquier recuerdo feliz que haya guardado de Rob ahora eran eclipsados por el dolor que el me habia causado. El rostro sonriente de Gavin paso ante mis ojos, dandome la fortaleza interna que necesitaba. Cuadrando mis hombros, tome una postura, feliz de ver a Rob retroceder cautelosamente. --Lo siento, Rob, pero hemos terminado. No hay forma de que te pueda perdonar lo que has hecho esta vez --dije con firmeza. Hecho trizas, Rob continuo suplicandome que lo reconsiderara, pero el no podia retroceder en el tiempo. Ya habia aceptado sus excusas antes y no podia obligarme a creermelas de nuevo. Sin embargo, sin importar lo que dijera, era como si mis palabras cayeran en oidos sordos. --Escucha, Rob, no tiene sentido seguir hablando de esto. Sera mejor que vuelvas a la ciudad. --Oh, no te vas a deshacer de mi tan facilmente. Me tome un extenso permiso, asi que me estaras viendo por el pueblo por un tiempo --Me dijo Rob con una sonrisita desafiante. --Haz lo que quieras. Me voy a casa. No hay forma de hablar contigo cuando estas de este humor --perdi las esperanzas. --!No me ire a ninguna parte hasta que te recupere, Sophie! --Dijo Rob detras de mi mientras me subia a mi auto y me iba conduciendo. Capitulo Dos Para esa noche, habia entrado en frenesi. Durante todo el dia, habia estado pensando sobre mi conversacion con Rob. Preocupada por el hecho de que el no parecio escuchar y seguia firme de que volveriamos a ser una pareja. Pero tenia planes de ver a Gavin para la cena y no estaba segura de como le iba a explicar mi ultimo predicamento. Habia hablado por mucho tiempo con mis padres y pase horas en el telefono con Claire para reconfirmar lo que ya sabia. Necesitaba ser honesta con Gavin y decirle que Rob estaba en el pueblo. Era justo. Sin embargo, eso no detuvo mis nervios mientras el taxi se detenia afuera del restaurante. The Three Sails era el lugar mas prestigioso para comer en la localidad. Su reputacion llegaba a todas partes por su menu a la carta. Solamente habiendo comido aqui en una ocasion familiar, me senti como la realeza mientras que el maitre me recibia con un calido abrazo, dandome un beso en cada mejilla. --Senorita Sophie, es un placer volverla a ver. --Y a ti, Marco --sonrei. --Ahora, ?creo que esta aqui para ver al Sr. Carter? --pregunto Marco con una curiosidad evidente--. El ya esta aqui y la espera en el bar. Encontre a Gavin segundos despues con una copa de vino blanco en su mano. Me deslice en el taburete al lado de el, ajustando el dobladillo de mi vestido. A pesar de que senti el suave beso de sus labios en mi mejilla, deseaba abrazarlo. Ya habia una copa vacia esperandome y Gavin me sirvio rapidamente un trago de la botella de vino que estaba en una cubeta de hielo al lado de el. Tome un ligero sorbo, sintiendo un revoloteo en mi corazon mientras el se acercaba mas. --?Estas lista para ser el tema de conversacion? Estamos destinados a ser el apogeo del chisme local --Gavin se hecho a reir. --Creo que puedo manejar eso --me rei en respuesta. Un mar de rostros familiares nos dio la bienvenida cuando Marco nos llevo a traves del comedor. Todos estos mirandonos sorprendidos y atonitos. Determinados a ignorar las expresiones embobadas, Gavin y yo nos sentamos en una pequena mesa al lado de la ventana. Vimos a las personas acercandose mas entre si, charlando calladamente para especular porque estabamos ahi juntos. Carla se presento como nuestra mesera mientras nos pasaba el menu, dejandonos revisar la lista de deliciosos platillos. Opte por el salmon ahumado para empezar, seguido por el cordero como platillo principal. Mientras que Gavin escogio la sopa del dia y un filete termino medio. Mi estomago cada vez tenia mas hambre mientras probaba el vino que el sommelier, Wayne, habia recomendado para complementar la comida que habiamos pedido. Sin embargo, mientras empezaba a ponerle mantequilla a una rebanada de pan caliente que nos habian colocado en la mesa, me di cuenta de que el animo actual iba a cambiar pronto. Sabiendo que necesitaba decirle sobre mi reunion con Rob y lo que se habia dicho. Pero sin querer arruinar la noche, decidi no decir nada por el mayor tiempo posible, tratando de conservar una sonrisa en mi rostro mientras Gavin me contaba sobre su dia. Para el momento en que nos sirvieron nuestros platos principales, me habia relajado un poco, por fin empezando a disfrutar la noche. Aunque cuando estaba cortando mi cordero, algo afuera llamo mi atencion. Mi tenedor se quedo en medio del aire cuando visualice a Rob en la ventana. Solo viendolo brevemente antes de que el volviera a las sombras. --Sophie, ?que sucede? --pregunto Gavin, siguiendo mi mirada para ver solamente el cielo nocturno oscurecerse.

  • Recuerdame, por favor (Un Gin de Estrella Correa

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    ?Estas preparada para conocer la historia de EL? ?Quieres saber que ha sido de su vida? ?De la de todos?
    Alexa tiene una cafeteria, dos amigos que la vuelven loca y un hamster llamado Sopla.
    Alexa ama el arte, pero le da miedo que vean sus obras.
    Alexa rie, ama y llora.

  • Las Palabras y los Mitos de Isaac Asimov

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    Las informaciones y comentarios de este ameno e instructivo ensayo conducen al lector por los vericuetos de la creacion mitologica griega como si se tratase de una novela de aventuras, comentando la poderosa influencia que los mitos han ejercido en la genesis y evolucion del pensamiento humano, con particular enfasis en la formacion de las principales lenguas que se hablan en el mundo.

  • Arrancame el Alma (Arrancame el Corazon 2) – Kris buendia de Kris Buendia

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    Para el capitan Luke Warren, haber encontrado el amor fue una de las mejores cosas que pudieron ocurrirle en su vida. La famosa actriz Jessica Sparkle no habia sido mas feliz en su vida hasta ahora al lado de su capitan. Su carrera a tope, una familia solida y un marido esperandola en casa es algo que fortalece su corazon dia a dia. ?El amor lo puede todo? Aunque Luke Warren sea ahora feliz y ya no el hombre mal humorado de antes, hay algo que no ha cambiado, y es el odio que siente sobre la fama. Ahora se encuentra felizmente casado con una de las mujeres mas famosas del mundo, algo con lo que tiene que lidiar todos los dias. ?Que pasara si un dia se dan cuenta que su matrimonio pende de un hilo? ?Jessica estaria dispuesta a renunciar a su carrera y dedicarse a su matrimonio para ser madre y esposa a tiempo completo? Si antes, que se arrancaran el corazon por amor habia sido un maravilloso milagro en sus vidas, ahora, arrancarse el alma, sera un doloroso castigo.

  • A Sexy Berling Christmas (Sexy Berling 1) de Maya Blair

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    Hay nombres que preceden a las personas y el de Gabriel Berling es uno de ellos. Cuando mi socio y yo recibimos el encargo de organizar la fiesta de navidad del hombre del momento, pensamos que nos habia tocado la loteria. Lo que no es para menos, ya que Berling es el fundador, socio mayoritario y presidente de una multinacional muy, muy lucrativa --un verdadero imperio empresarial, en realidad--, aparte de un sujeto amado y odiado a partes iguales que siempre esta en boca de todo el mundo. No me refiero solo a uno de los habituales de la lista de millonarios de Forbes, sino a un icono de nuestra era. Alguien que acapara dia si y dia tambien la atencion mediatica y cuyo nombre se encuentra continuamente en la palestra; ya sea en programas de television, radio o en los continuos rios de tinta que hace correr en las paginas de economia, sociedad... Por no hablar de los jugosos y escandalosos chismes de prensa amarilla que, en la mayoria de los casos, tienen mas de pesimo guion de telenovela que de realidad. Pero la cuestion radica en que rara es la manana en que no desayunas con el nombre de Gabriel Berling junto con tu cafe y tus tostadas, lo que en estos momentos lo convierte en una mina de publicidad para Candilejas, nuestra ambiciosa empresa de organizacion de eventos. El caso es que es bien sabido por todo el que tiene oidos en esta ciudad que la alta sociedad se lo rifa, avida de la cobertura de medios que un personaje de estas caracteristicas arrastra siempre tras de si. La clase de atencion que la jet set cree que se merecen ellos, sus familias y sus celebraciones varias. Y el, con su presencia, les proporciona lo que tanto anhelan. Lo que me lleva a suponer que deben de lloverle invitaciones de lo mas variopintas a cada momento del dia, uff. De hecho, compadezco a su secretaria o asistente. Eso de arriesgarse a morir sepultada por una montana de pomposas tarjetitas escritas provenientes de gente snob con hambre de popularidad no debe de ser muy agradable. ?De que hablaba antes de desviarme con el tema de las invitaciones? !Ah, si! Berling, Berling, Berling. De un tiempo a esta parte, empiezo a pensar que el tipo es una especie de nuevo Dios del siglo veintiuno en una sociedad necesitada de idolos ante los cuales postrarse y a los cuales amar, envidiar u odiar por su exito. Cuando no imitarlos en una burda copia barata, como esos bolsos Louis Vuitton que vienen de tapadillo desde China. Los mismos que de pasada dan el pego, si, pero que en cuanto te acercas un poquito y los miras con detenimiento te das cuenta de que apestan a mala calidad por todas las costuras. Resumiendo; si quieres ser alguien en esta maldita ciudad, invita al <> a tu fiesta --aunque con cuarenta anos que tiene bien podrian cambiarle el apelativo-- y ten por seguro que sera un exito rotundo. Prensa, radio y television cubriran su comparecencia hasta el ultimisimo detalle, seras la envidia de tu circulo de amistades y conocidos, obtendras una avalancha de llamadas furibundas de todo aquel que oso rechazar la invitacion porque cometiste el tremendo error de no avisarles que iria Berling... Y, lo mas importante, si consigues que pose contigo, veras tu rostro estampado junto al suyo en las paginas centrales de los periodicos y revistas de mayor tirada de una costa a la otra. Por cierto, si eres una de esas ninitas monas de moral relajada, poco amor propio y gran apetencia por la popularidad, siempre puedes follartelo. !Para que andarse con rodeos! A tu papaito le saldra mas barato que el coste de una fiesta de ese calibre.

  • Alborada, Cristina Duran de Cristina Duran

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    Camila se caso enamorada e ilusionada. Pero los anos y la rutina han enfriado la relacion. Entonces buscando la adrenalina que no tiene en su matrimonio decide empezar a trabajar en un club de striptease.

  • El holocausto espanol de Paul Preston

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    La represion durante la guerra y en la inmediata posguerra contada por el mas prestigioso hispanista de la actualidad.

  • El Ajedrecista de Hitler de Persus Nibaes

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    La novela “El Ajedrecista de Hitler”, tiene por finalidad dar a conocer una historia ficcionada, basadaen la historia de vida del ajedrecista chileno-aleman Klaus Junge (Karl Dunken). Es una novela que no pretende ser una biografia documental, sino mas bien una historia ficcion, a su vez de contar la historia de vida del joven genio del ajedrez; Karl Dunken, quien participo en la guerra como teniente de la Wehrmacht.

  • Sonreir jugando al poker de R. Freire

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    Las dos tenian claro que su encuentro estaba destinado a ser un romance fugaz y sin importancia: vivian en ciudades distintas, tenian edades diferentes y ataduras sentimentales imposibles de olvidar. Si se trataba solo de sexo sin compromiso, ?que las llevaba a mantener el contacto desde la distancia, a concertar siempre una ultima cita donde ninguna se atrevia jamas a decir adios? ?Puede el miedo a confesar la verdad arruinar nuestra vida para siempre?

  • Como ser un estoico de Massimo Pigliucci

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    Pese a lo que se suele pensar, el estoicismo no consiste en suprimir u ocultar nuestras emociones, sino en reconocerlas, reflexionar sobre lo que las causa y reconducirlas para nuestro propio bien. Lo que lo convierte claramente en una filosofia practica.

  • Extranos al calor de la noche de Kylie Brant

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    No sabia como se llamaba, no sabia de donde era. Rianna Kingsley solo sabia que sus conocimientos de artes marciales y tecnicas asesinas estaban muy por encima de lo que sabia una persona normal.

  • Amor fou de Marta Sanz

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  • El huesped de Valeriam Emar

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    Molly Darrow habia aprendido de la forma mas cruda que no debia confiar en los hombres. Ella habia tenido que regresar a su pueblo natal en Georgia para hacerse cargo de la cabana familiar: Space Mountand. Debia abrirla para un arrogante huesped que venia de Nueva york con la intencion de hacer negocios y traer el progreso al pueblo. Pero ella no dejaria que el atractivo y misterioso Noah Axelrod la enganara y descubriria lo que el trataba de esconder detras de dichas inversiones. Aunque vigilarlo se convirtiera en su pasatiempo.

  • Un Lord Con Wifi (Tecleame te quiero 4) de Isabel Jenner

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    Vuelve la serie <>, de Isabel Jenner, con esta cuarta y esperada entrega.

  • Jellyfish de Carlos Godoy

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    Yaki tiene diecinueve anos, es hija unica, estudia en la universidad y vive con su madre, una reconocida dramaturga. Su vida, centrada en los estudios, la noche y su relacion con Tomas, trece anos mayor que ella, se ve sacudida por la confirmacion de un embarazo. Sin especial afecto por su pareja y muy alejada de la posibilidad de ser madre, decide interrumpirlo con Misoprostol.

  • Un hipster en la Espana vacia de Daniel Gascon

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    Que bonito es despertar aqui. Un poco antes de las seis se oye el canto del gallo. No mucho mas tarde llegan los primeros sonidos del pueblo que amanece: Tomas con la mula mecanica, Javier con la mula mecanica, Rogelio con el tractor, Paco con la mula mecanica. Me quedo unos minutos leyendo La Espana vacia en la cama. Luego, cuando suenan las campanas de la iglesia, salgo preparado, con una energia que no tenia en mucho tiempo. La sensacion de estar haciendo algo importante de verdad, de encontrarme en armonia con la naturaleza, pero tambien conmigo mismo. ?Sera la sensacion de proposito? ?Saber que estoy aqui, lejos de la frivolidad y la velocidad vacua de la vida moderna, implicado en un proyecto realmente transformador, una iniciativa generosa y transversal? Le pedi a mi tia que tomaramos leche de oveja. Ella dice que no, parece que la toma en tetra brik porque hace unos anos tuvo brucelosis. Pero a primera hora va al corral, ordena a la oveja y cuando bajo a la cocina tengo la leche hervida (tres veces). Es maravillosa la gente sencilla. Yanis salta, esta contento, espera en el patio cuando salimos. Me encanta ver lo feliz que esta aqui. 19 de febrero Dia de inspeccion en el pueblo. Es agradable ir a la tienda. Saludas, pasas ahi un rato por la manana, las mujeres van contando sus cosas. La gente sabe mucho del tiempo. Hay dos tiendas. A una la llaman el estanco, aunque no es un estanco propiamente. La otra tiene puesto el nombre de Dardo en la puerta, pero todo el mundo la llama la de Lucia, aunque la que lo lleva no se llama Lucia (creo que era su madre). He estado un tiempo buscando la seccion de productos organicos, pero no la he encontrado. Tampoco he visto Hola Coffee. Preguntare manana. La dependienta estaba hablando con una senora, parecia una conversacion importante. He hablado con la secretaria (alguacila, la llaman) del Ayuntamiento para ver si puedo ver al alcalde y explicarle el proyecto. Parece que esta muy ocupado en la serreria. Las noticias llegan por la megafonia del Ayuntamiento. La secretaria lee los pregones. Siempre vienen anunciados por una jota. Hay dos bares, el de la carretera y el de Lorenzo. El de Lorenzo se llama Tropezon pero todo el mundo lo llama el de Lorenzo. Casi todos los hombres del pueblo estan jubilados o no trabajan. Por las tardes, unos van primero al de la carretera y luego al de Lorenzo, y otros van primero al de Lorenzo y luego al de la carretera. Todavia no tengo claro en que grupo integrarme. ?Me pasara como en el circulo, donde defendi una tercera via, y acabe quedandome en tierra de nadie? Por la tarde bajo a dar un paseo. Los ancianos (varones) juegan a la petanca en una explanada que unos llaman Banco de los Abuelos y otros Cruz de los Caidos. Es increible como la polarizacion y el clima hostil de las redes sociales llegan a un sitio tan alejado y apacible. El atardecer desde alli es precioso. He intentado hacer una foto con Yanis para subirla a Instagram pero no habia cobertura. Manana volvere a intentarlo. Mentiria si dijera que no echo de menos los tejados de Madrid que veia cuando miraba por la ventana de la buhardilla de Lina. Pero el aire es puro, fresco y por la noche se ven todas las estrellas. 20 de febrero En el bar. Camaraderia. Humor rudo, entranable. Uno de los trabajadores de la serreria extiende la palma de la mano (solo tiene dos dedos) y dice: <>. Todos nos reimos, aunque me suena que hizo el mismo chiste ayer y antes de ayer. El alcalde, dueno de la serreria, estaba. He intentado hablar con el pero me ha dicho que no era el momento. Los exmineros jubilados son agradables. Se pasan la tarde bebiendo botellin tras botellin. Dos, Javier y Ramiro, me han contado anecdotas de caza y de sus perros, sobre todo de uno que lo llaman Santi, y que tiene muy mal genio. Cazan perdices, codornices, zorros. Lo que mas les gusta es el jabali. Yo les he dicho que no era partidario de la caza, que me parecia que debiamos respetar a los animales y su condicion de seres sintientes, aunque entendia que podia ser necesario regular las poblaciones puesto que la intervencion humana habia alterado el equilibrio de los ecosistemas. Javier ha preguntado si soy un poco maricon. Lourdes, la camarera, le ha dicho: <>, y todo se ha resuelto amablemente. He intentado publicar la foto en Instagram pero no he podido. 21 de febrero En la granja con mi tio Rafael. Una pequena explotacion. Me ha pedido que le eche una mano y asi de paso me familiarizo. Yanis ha disfrutado, correteaba. Le asustaba un poco el perro de mi tio, pero se han acabado llevando bien. Hemos estado trabajando un rato en el huerto. Luego, le he ayudado con los animales. Me sorprende la estructura heteropatriarcal del gallinero. Es realmente barbaro como ha trastocado nuestra cultura la vida de los animales. (He pensado en Walter Benjamin.) No se si Rafael me ha entendido bien cuando se lo he dicho. Pero en todo caso esto sera algo que tendremos que cambiar cuando pongamos en marcha nuestro proyecto. Le he dicho a Rafael que preferia volver solo. La verdad es que creo que en La Canada usan demasiado el coche. No me parece que sea respetuoso con el medio ambiente. Le he dicho que preferia volver caminando. Luego se ha hecho de noche y me he perdido. No ha sido grave. En poco mas de tres horas he encontrado la carretera y al cabo de un rato he visto que venia un coche. Ha parado y era Lourdes, la camarera del bar de la carretera. Me ha dicho que cerca del repetidor, en las eras, hay un sitio con buena cobertura. Tambien me ha dado una crema para curarme las manos, estaban llenas de callos por la azada. <>, ha dicho. Mi tio Rafael se ha reido de mi cuando he llegado. 22 de febrero No hay la nube de contaminacion de Madrid pero muchas tardes, cuando sopla viento del este, llega un olor fuerte. <>, dice mi tia. Es el olor de las granjas de cerdos. 23 de febrero Por fin me ha recibido el alcalde. Ha ido bien. Le he explicado nuestro proyecto, las lineas generales. La idea de hacer lo que, en lenguaje neoliberal, podria ser una start-up, pero cuya funcion seria potenciar la conexion organica y una relacion profunda entre los seres vivientes y su entorno, basada en el respeto comun entre los generos y las especies, el desarrollo sostenible en una plataforma de horizontalidad colaborativa que permitiese la interrelacion dinamica entre lo ancestral y lo moderno lejos de las pulsiones esclavizantes del capitalismo tardio, cuyos mecanismos de actuacion resultan destructivos para el planeta y las personas. --?Y para que tanto? --ha preguntado. Le he explicado un poco mas, el miraba con escepticismo. --Algo de perras querreis, seguro. Cuando le he dicho que no necesitabamos nada de eso, solo el beneplacito del Ayuntamiento, se ha quedado mas tranquilo. Al final cuando me marchaba he oido que decia a la secretaria. --Este quiere algo. Me ha parecido una senal de que cree en el proyecto. 24 de febrero He sonado que veia Dersu Uzala en la Filmoteca. 25 de febrero En el bar. Ramiro dice que los politicos son todos iguales y que solo quieren robar. Yo he intentado matizar, le he dicho que quiza estaba sacando conclusiones precipitadas, que era necesaria una vision mas compleja. Me ha preguntado si lo tomaba por imbecil. Le he dicho que en absoluto, que le rogaba que no fuera tan susceptible. <>, le ha preguntado a Javier, su hermano. Lourdes ha calmado un poco las cosas. Ramiro se ha empenado en pagar. No encuentro quinoa en la tienda de Lucia. Tampoco Hola Coffee. No esta donde los otros cafes. A ver si consigo hablar con ella manana. Estaba hablando con la misma senora del otro dia, la conversacion tambien parecia importante. Pascual, en la plaza, me ha dicho: <>. Habra que comprar una correa.

  • Los Santos Inocentes de Miguel Delibes

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    En la Extremadura profunda de los anos sesenta, la humilde familia de Paco, <>, sirve en un cortijo sometida a un regimen de explotacion casi feudal que parece haberse detenido en el tiempo pero sobre el que soplan ya, timidamente, algunos aires nuevos. Es epoca de caza y Paco se ha tronzado el perone. Las presiones del senorito Ivan para que lo acompane en las batidas a pesar de su estado sirven para retratar la crueldad, los abusos y la ceguera moral de una clase instalada en unos privilegios ancestrales que considera inalienables y que los protagonistas soportan con una dignidad ejemplar.

  • El veneno de tu amor de Fernanda Suarez

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    Llega la ultima entrega de la serie <> iniciada con Perfectamente imperfecta.

  • Los cuatro habitos de la gente delgada de Luis Navarro Sanz

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    Con este revolucionario metodo aprenderas a gestionar tu ansiedad y tus emociones y a aplicar, poco a poco, los 4 habitos cotidianos que te ayudaran a perder peso progresivamente y sin esfuerzo. Es decir, adelgazaras de una forma natural y saludable. Es, ademas, una aventura en la que descubriras la inteligencia de tu estomago, aceptaras tu cuerpo y te liberaras de la mentalidad de dieta, que es la causante de la ansiedad, la culpabilidad y el sobrepeso.

  • Persuasion (Placeres prohibidos 2) de Adrian Blake

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    Pidio veinticuatro horas… pero ahora Derek necesita mas.
    Gabrielle intenta olvidarle, pero volveran a encontrarse.
    Ella quiere experimentar. El esta dispuesto a intentarlo
    ?Sera Derek capaz de superar las duras pruebas que debera superar para estar con ella?

  • Mariposas en tu estomago (Sexta entrega) de Natalie Convers

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    No hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.

  • Sin consuelo: ?Como vivir con una culpa que te invita a morir? de Max Almiron

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    Todo comienza cuando otra muerte azota la vida de Kurt. Las pruebas le apuntan, el pasado y el presente se combinan formando una mezcla explosiva, que acaba con todo su mundo tal como lo conocia.
    Una historia de terror y misterio que te introducira a un mundo al que no te gustara pertenecer, pero que hasta cierto punto existe.

  • Riquete el del Copete de Amelie Nothomb

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    Deodat es el bebe mas feo del mundo, pero a medida que crece demostrara poseer una mente privilegiada. Sin embargo, tendra serias dificultades para comprender los misterios del amor y lo que quieren las chicas. Tremiere, por el contrario, es una nina de una belleza arrebatadora, pero se muestra pasiva, solo habla cuando es imprescindible y parece no reaccionar ante las provocaciones. Y, como los extremos se atraen, los inadaptados Deodat y Tremiere parecen destinados a encontrarse…
    Retomando la formula que ya utilizo hace unos anos en Barba Azul, Nothomb vuelve a reinventar un cuento de Perrault, trasladandolo al mundo actual a modo de fabula moderna nada inocente. Con su clarividencia, elegancia y fluidez narrativa marca de la casa, la autora explora las incertidumbres de la infancia y la adolescencia, aborda la diferencia y las dificultades para adaptarse al mundo de quienes son singulares y reflexiona sobre la verdadera naturaleza del amor y la belleza.
    El libro, el numero veinticinco de la ya vasta produccion de la escritora belga, es una nueva muestra de su inagotable talento, un delicioso cuento de hadas contemporaneo que propone una vuelta de tuerca ingeniosa, poetica y critica a uno de esos clasicos del <>. Y es que, en palabras de la autora, <>.

  • Terriblemente enamorado de Never Girl Pan

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  • Sonka de Ignacy Karpowicz

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    Hace mucho, mucho tiempo... Asi comenzaba Sonka ciertas frases en las que no aparecian ni vacas, ni gallinas, ni cerdos; ni fiestas, ni pan, ni impuestos; ni siegas de heno, ni recolecciones de patatas, ni granizadas. Asi comenzaba frases que se le atascaban en la garganta o se detenian en sus lisas encias, desdentadas, para deslizarse de nuevo hacia el interior de su cuerpo, hasta los pulmones, el corazon y el polvo arremolinado entre sus viejos y desgastados organos. Sin embargo, despues de ese <>, a veces las palabras superaban los obstaculos, atravesaban el tejido de la carne y del tiempo, resonaba hasta la ultima de sus silabas y solo entonces volvian a penetrar en el cuerpo: viajaban a traves de los oidos hasta el cerebro, donde se hacian un hueco y esperaban a que el sueno destensara los sucesos aciagos, a que disipara los problemas. Entonces, como en tantas otras ocasiones, las palabras aparecian en los suenos en forma de historias, unas buenas, otras malas, dependiendo de por donde se mirara, cuando se despertara y adonde se hubiera o no llegado. Habian pasado diez, treinta o cincuenta anos, aunque para Sonka veinte, cuarenta o sesenta anos significaban <>, una invariable lejania. Y despues de ese <>, despues de ese <>, siempre surgia, de un modo identico, la epoca en que Sonka, siendo aun muy joven, habia vivido y experimentado con tal plenitud que luego ya no tuvo ni vida ni sentimientos. !Bah!, decia moviendo un racimo de dedos, saltaron los plomos, los fusibles, !paf! Porque las personas, como solia decir, no estan hechas de materiales duraderos, se componen de lo que comen: leche, carne y harina; frutas, setas, prosfora y sal. Pues si, sobre todo sal. Es la que le confiere al conjunto su sabor y su forma, hace que la persona no se estropee, no se pudra, sino que se reseque hasta que comienza a parecerse a un hueso que ha pasado mucho tiempo expuesto a la lluvia y al sol. Porque cuando una persona, y desde luego una mujer de pueblo, siente demasiadas cosas y vive demasiado deprisa, algo le chisporrotea por dentro, chisporrotea y chisporrotea, hasta que la instalacion entera queda inservible. Dios Padre, nuestro Hospadzi,[1] no acepta reclamaciones, a pesar de lo cual a veces se le olvida enviar al capataz ataviado con su tunica negra y su calavera y que con su guadana siega piernas, tendones y ligamentos para que reine una cierta pulcritud y un cierto orden efimeros, hasta que llegue la pulcritud de las cupulas radiantes y el orden definitivo, reflejado en los ojos abismales de los santos retratados en tablas doradas, en la fuente misma de la nada. Sonka extrajo el clavo de la cadena a cuyo extremo aguardaba, placidamente, una vaca manchada. La res rumiaba hierba y daba leche, paria cada dos anos, proporcionaba carne y piel; producia dinero, que, si bien no era mucho, no se podia desdenar. Producia ese dinero como si se tratara de la casa de la moneda, incluso cuando dormia o cuando por debajo de su inquieta cola excretaba una plasta que se esparcia como una imagen del test de Rorschach. El prado alimentaba a la vaca, y la vaca, al alimentar a los de la ciudad, alimentaba tambien a Sonka. El mundo esta organizado de tal manera que para que unos puedan comer es preciso que otros coman. Porque si todos dejan de comer, decia Sonka, el mundo enflaquecera, y si el mundo enflaquece hasta quedar en los huesos, entonces ni la grasa de castor ni los curanderos podran hacer nada. Despues de extraer el clavo Sonka aguardo un instante a que su respiracion dejara de golpearle las costillas con tanto dolor, se apoyo en la cayada nudosa, pesadamente, tal y como en tiempos se apoyaba en una horca, e incluso mas pesadamente, porque ahora se sentia pesada, terriblemente pesada, como si fuera un saco de carne. Se arreglo el panuelo, lanzo unos chasquidos y le dijo a la res: --Nu, Mucka, pashla.[2] La central lechera manchada, automotriz y con las ubres colmadas, miro a Sonka con el marron mas marron de sus ojos, en cuyo fondo crecia la hierba, revoloteaban los tabanos y en el abrevadero nadaban unos minusculos pececillos espinosos, kaluchki,[3] de los cuales se saca un provecho tan pequeno como ellos mismos, aunque lo que es pequeno o inservible en epoca de bonanza se convierte en grande e indispensable en tiempos de hambre y guerra. Sonka se puso a caminar muy despacio, ni siquiera miro hacia atras por encima del hombro, el izquierdo para el mal de ojo, el derecho para deshacer los hechizos, porque sabia que la res conocia el camino: un sendero abierto a fuerza de pasar por alli, y que descendia con suavidad hasta la orilla del rio, llena de pisadas de pezunas. Una vez alli, la vaca beberia unos dos cubos de agua y la viejecita sacaria del bolsillo un caramelo de menta de los baratos. Despues tendria que regresar, cuesta arriba, deteniendose al menos tres veces para que la respiracion la alcanzara, porque, como decia Sonka, la respiracion no caminaba al mismo ritmo que la persona, y si alguien va demasiado deprisa es capaz de perder su propio aliento, y cuando alguien pierde su aliento, ni san Nicolas el Milagrero ni san Menas pueden encontrarlo. Pero en cuanto la vereda arenosa sale de detras de los matorrales, entonces ya se puede dejar que las piernas te lleven a casa sin ninguna inquietud. De tanto en tanto, un coche con matricula de Bialystok o incluso de Varsovia pasa junto a ese camino arenoso. Cruza en un visto y no visto, levantando tanto polvo que parece una cortina de humo. Y en ese momento --como sucede en los cuentos, cuando el principe aparece a caballo y ve a una campesina en la que descubre su destino, la felicidad, sus vastagos y la maldicion del matrimonio morganatico-- aparecio por la carretera una limusina de quinientos caballos. Aparecio y, finalmente, se detuvo. Aquella mole ovoide, un Mercedes clase S, permanecio inmovil, lanzando destellos grisaceos como si se tratara de un escarabajo agigantado. La vaca estornudo, rumio la hierba almacenada en uno de sus multiples estomagos, hasta un total de cuatro, movio las pezunas y parecio interesarse unicamente por los tabanos que intentaban posarse en su nariz. En cambio, Sonka se puso una mano como visera. La mano --ahora endurecida, con astillitas clavadas, con callos, con la historia de muchas decadas encima-- le permitia ver mejor. Tfu, penso Sonka, prystanuli i buduc stsac.[4] Sin embargo, nadie evacuo la vejiga en plena naturaleza. Sonka se habia equivocado en la eleccion de las palabras, aunque no habia cometido ningun error en la apreciacion de lo que iba a suceder, pues no pretendia decir nada en concreto. Al igual que tras el invierno llega siempre la primavera, tambien cuando se para un coche con matricula de Varsovia se tiene la seguridad de que va a ocurrir algo inoportuno. El Mercedes se quedo parado, el polvo se poso; los altavoces tronaban --la puerta delantera, del lado del conductor, se habia abierto-- y del coche surgio el principe de la ciudad. Pero en lugar de decir <>, <>, <>, en lugar de eso la puerta se cerro y la musica dejo de oirse, sin mas. El polvo se poso, el V8 del coche enmudecio, la vaca continuo caminando por el arcen; tras la vaca, Sonka --dificil saber quien llevaba a quien--, y tras ella no parecia haber nada: todo lo que poseia, se lo habia ofrecido a otros hacia mucho tiempo, y lo que no tenia, no podia darlo ni robarlo. De su mismo lado, en ese mismo arcen, se quedo el principe de la ciudad, con una mochilita en vez de un cetro y una sonrisa en lugar de un reino. El tipo llevaba un pantalon corto de camuflaje militar con unos bolsillos inservibles, una camiseta de manga corta color naranja como los incisivos de una nutria y unas sandalias de ante con un aspecto aun mas suave que el abrigo de piel de oveja karakul de Wiera, la del Ayuntamiento de Grodek, la mas elegantona de la comarca, que una vez a la semana iba a Bialystok en su coche, un Golf, que asi se llamaba, made in Germany, igual que la pesadilla que vivio Sonka; y si la calidad del coche igualaba, aunque solo fuera en parte, a la que tenia aquella guerra, entonces no quedaba otra que envidiar a Wiera: su Golf le prestaria servicio durante anos, sin averias, y jamas se le iria de la cabeza ni de sus pensamientos. !Hay que ver!, penso Sonka, intrigada y algo nerviosa, es tan mono este principito que podria colocarlo en el salon, limpiarle el polvo una vez a la semana y, en Navidad, adornarlo con colgantes dorados, farolillos y pajaritos, encender una vela, sacar del calcetin el ultimo anillo que me dejo mi madre y mirarlo y mirarlo hasta la saciedad, y despues, a dormir. El jovenzuelo de la ciudad tendria nombre, cosa que Sonka imaginaba, tendria una posicion, aunque Sonka no lo podia imaginar, y era evidente que estaba de mal humor, lo cual provoca que salgan innecesariamente arrugas que ni Lancome ni la doctora Irena Eris pueden remediar. Durante un buen rato se palpo los bolsillos y rebusco en la mochila, como si hubiera perdido un papel con consejos y respuestas a todas las preguntas del mundo: ?que hacer y como vivir?, ?de que huir y con quien huir?, ?adonde huir y por cuanto dinero?; y, sobre todo: ?donde cono esta el numero del puto seguro? Pero no saco ningun papelito, sino un paquete dorado de cigarrillos --comprado en un duty-free, como saben quienes fuman y vuelan mucho por el mundo--. Encendio uno, le dio una calada y tuvo un ataque de tos. Zdyjlina,[5] le susurro Sonka a la vaca, que habia detenido su marcha junto a unos matorrales y meditaba acerca de la naturaleza de los tabanos. El principe saco un movil a la ultima, tan bonito y reluciente que parecia ideal para colocarlo sobre la Puerta Real del iconostasio y, en caso de maxima urgencia --una inundacion, una guerra, un Gobierno de derechas--, llamar al Jefe y quejarse a gusto, abrirle el corazon y aprovecharse de una tarifa plana: Spasi, Hospadzi, spasi.[6] Pero ese movil, aunque fuera muy bonito y brillara mucho bajo el sol de agosto, no puso en contacto a su dueno con el dueno de un aparato similar al otro lado de la linea, en algun lugar de un mundo real, con cines, centros comerciales y pizzas por telefono, marcando el 0800, llamada gratuita, el envio tambien gratuito para los pedidos superiores a treinta zlotys. Sonka sabia que el urbanita se habia detenido en el culo del mundo elevado a la decima potencia porque ningun operador de telefonia movil cubria aquel pedazo de tierra, ningun sociologo reflejaba a sus habitantes en las estadisticas, ni siquiera el pope se acercaba por alli en su Daewoo Espero y cuando lo hacia era para consagrar a toda prisa, bendecir mecanicamente, meterse el sobre en el bolsillo y a otra cosa; se dejaba ver entre tres y cinco veces al ano, dependiendo del numero de decesos, puesto que el numero de fiestas no cambiaba. Alli, en el fin del mundo, en Krolowe Stojlo, al lado de la metropoli Sluczanka, habia solo cuatro casas. En la mas pequena vivia Sonka. En otras dos se divertian los ratones, pues sus duenos se acomodaron en ataudes y ahora venian sus herederos desde las ciudades, algunos fines de semana, no todos, mas bien pocos, y era una lastima que lo hicieran con tan poca frecuencia, porque rompian la rutina, introducian algo de ruido en el silencio, algo de vida en el vacio. En cambio, la cuarta casa era otra cosa: nueva, construida con bloques de hormigon durante el segundo mandato del presidente Kwasniewski, embellecida con ventanas de plastico, con hermosos y resplandecientes mosaicos en las paredes hechos con trocitos de botellas rotas, en forma de flores, olas y otras chorradas. En el huerto habia filas de orondos enanitos como si estuvieran en un campo de concentracion, entre caballones de repollos y cebollas, colocados asi pensando en la maxima de que lo hermoso ha de observar una disciplina. En el balcon, una balaustrada de yeso. Ademas, columnas, un porche, una cornisa, al mas puro estilo barroco rusosluczankiano.

  • Su rostro verdadero (Las bodas del diablo 2) de Agatha Allen

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  • Patio de luces (Mundo de mentirosos 1) de Ana Victoria Valladares Rubi

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    Incapaz de recordar nada tras un intento de suicidio, Deborah aparece en el diminuto y extrano reino de Miurgel. Sin nada mas que perder, rehara su vida entre los pacificos habitantes del reino, descubrira que no es la unica que ha aparecido fuera de su tiempo, y se vera implicada en una trama politica para luchar por la supervivencia de todos.
    Patio de luces es una obra llena de ingenuidad, donde acompanaras a la protagonista en su propio auto descubrimiento, el cual tendra consecuencias imprevistas.

  • Miradas que matan de Agustin Sanchez Gonzalez

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    Ellas matan mejor, ese era un titulo de un libro espanol que encontre casualmente en una de las librerias de la Cuesta de Moyano, en Madrid. Por aquel tiempo, aun no existia la moda televisiva que recogio diversas historias de mujeres asesinas. Esas historias de mujeres espanolas me conmovieron y me invitaron a recoger las historias de las damas connacionales que vivieron el drama del crimen, la tragedia por vivir en una sociedad que las aplasta. Poco a poco fui leyendo y releyendo historias que habia sub- rayado en diversos libros, en periodicos del siglo XIX o en las hojas volantes impresas por Antonio Vanegas Arroyo, que fueron ilustradas por Jose Guadalupe Posada. Asi me centre, en principio, en los primeros anos del Mexico Independiente con una historia que habria de repetirse una y otra vez: una mujer que asesina a su marido, en 1836, un diputado de aquella epoca. Ahi arranca este libro. Despues llegaron otras historias, hasta terminar en el siglo XX, cuando los Jurados Populares absolvieron Maria Teresa Landa, la primera Miss Mexico, una historia que ha cautivado durante decadas a quienes la conocen. Este libro, recoge cronicas que son un fiel retrato de una ciudad y un pais que se niega a cambiar sus patrones de conducta; mu- chas de ellas fueron transcritas tal cual, otras han sido reelaboradas, pero todas, confirmado, existieron, son parte de la tragedia y de la tragicomedia nacional. Por ello, este libro tiene una deuda con autores como Enrique Flores, que prologo Unipersonal del arcabuceado, que se constituyo en una fuente fundamental para recoger algunos de los primeros relatos. Varias lecturas mas, contribuyeron a la realizacion de este libro, como la marquesa Calderon de la Barca, quien no sale del azoro al descubrir muchas caras bonitas entre las mujeres matadoras de hombres. Otros grandes escritores como Federico Gamboa y Angel de Campo; el primero, famoso autor de Santa, fue un amigo de la Malaguena, una celebre prostituta, quien fue asesinada por la Chi- quita, otra hetaira que genero uno de los casos mas revisados de esa epoca y cuya referencia la escribio en Mi diario. De Angel de Campo, el gran escritor costumbrista que firmaba como "Micros" o como "Tick Tack", transcribimos un fragmento de una de las novelas fundamentales de nuestra historia: La Rumba. Importantes fuentes de consulta fueron los escritos de Carlos Roumagnac, sobre todo Los criminales en Mexico, de donde recogimos un par de casos; el estudio de Julio Guerrero, La genesis del crimen en Mexico: estudios de psiquiatria social; el texto El jurado absuelve, del abogado Federico Sodi, quien fue protagonista de una epoca en que, como dijimos antes, los Jurados Populares llegaron a tener tanto poder que absolvieron a muchas mujeres (y hombres) tan solo por simpatia, lo que a la postre condujo a su desaparicion. Fue esencial revisar una coleccion que escribimos hace varios lustros: La nota roja, en la cual participo una decena de autores, coordinados por Eugenio Aguirre, y entre los que se encontraban Victor Ronquillo, Victoria Brocca, Ana Luna, Gerardo de la Torre, Myriam Laurini, Rolo Diez y otros mas, ademas del que esto escribe. Finalmente, este libro tambien es un homenaje al genial Jose Guadalupe Posada, personaje fundamental en nuestra cultura, que ilustro un sinfin de historias de nota roja en hojas volantes que salian de la Imprenta de Antonio Vanegas Arroyo, redactadas por diversos escritores hoy olvidados, cuyas palabras quedaron como un fiel testimonio de la epoca y que rescatamos ahora. Algunos de estos geniales maestros de la pluma, creadores de excepcionales cabezas que permitian a los ninos gritones, vendedores de periodicos, solazarse con ellas, y que escribieron muchas de esas cronicas fueron Constancio S. Suarez, Rafael Garcia, Rafael A. Romero, Ramon N. Franco, Manuel Romero, Manuel Flores del Campo, Francisco Zacar, El Choforo Vico, Ramon N. Franco, Pablo Calderon de Becerra, Armando Molina, Gabriel Corchado y Abundio Garcia. El libro culmina con la historia de como la primera Miss Mexico asesino a su marido, un militar que la habia enganado y que pago con la vida su burla a la mujer que habia representado la belleza mexicana moderna. Uno de los crimenes mas frecuentes cometido por mujeres fue contra los charlatanes que las enganaban, lo que genero en la decada de los anos treinta, inclusive, un escuadron de mujeres matadoras de hombres en la carcel. Las historias de mujeres asesinas del pasado no tienen mayor pretension que mostrar, a traves de las notas de prensa de la epoca, que el crimen y la miseria existencial, lamentablemente, siempre han estado presentes en nuestro mundo.

  • Tras el grito, Johann Hari de Johann Hari

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    El periodista Johann Hari se embarco en un viaje epico de tres anos de duracion y cerca de 50.000 kilometros con el fi n de desvelar los secretos de la guerra contra las drogas; y de esa manera pudo constatar que existe una disparidad asombrosa entre lo que nos han transmitido y lo que en realidad sucede.

  • Una moneda por tu corazon de Sophie Saint Rose

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    June estaba lavando en el rio su otro vestido, despues de que el nino del herrero le hubiera tirado un punado de estiercol. Se mordio el labio inferior de la impotencia y reprimio las lagrimas cerrando sus preciosos ojos azules, mientras apretaba con fuerza la desgastada tela de su vestido. No sirve de nada llorar, dijo para si abriendo los ojos y tomando aire. Habia aprendido cuando murio su padre, que nunca recibiria la ayuda de nadie en ese pueblo. A la temprana edad de diez anos habia visto como ningun vecino se acercaba a su ruinosa casita a las afueras para darle el pesame y como el reverendo tuvo que exigir ayuda para llevar el cadaver de su amado padre hasta el cementerio. Fue despues de sepultar a su padre tras un breve sermon, que el reverendo Mathews la llevo de regreso a su casa y fue muy claro con ella. Todavia le recordaba sentado ante ella en la mesa de madera que usaban para comer y le decia-- Nina, deberias irte del pueblo. ?Tienes mas familia? --No, reverendo. Creo que no. -- susurro asustada apretandose sus manitas. El reverendo apreto los labios-- Pues aqui no puedes quedarte. Las gentes de esta aldea te odian y solo te toleraban porque temian a tu padre. Era un hombre fornido y no se atrevian con el, pero a ti... --?Por que nos odian? No hemos hecho nada. El reverendo suspiro y miro hacia la ventanita por donde se veia que estaba oscureciendo-- Tu madre hizo algo que no pueden tolerar y tu eres el fruto de esa traicion. Ella no entendia lo que queria decir --?Me esta diciendo que no soy hija de mi padre? --En su lecho de muerte despues de darte a luz, dijo unas palabras que aun me ponen los pelos de punta, nina. No puedo revelarlas por ser secreto de confesion, pero lo que todo el mundo sabe es que no eres hija de tu padre. El hizo la vista gorda porque adoraba a tu madre, pero en el pueblo no lo olvidan y te odian. Ahora entendia que los otros ninos la llamaran bastarda. Cuando se lo habian dicho la primera vez, ella habia ido llorando hasta su padre que trabajaba en el huerto y se lo habia contado entre lagrimas. El habia sonreido y se habia agachado a su lado tocandole la punta de su nariz sonrojada-- Son unos envidiosos porque nadie en el pueblo se quiere como nosotros. Por supuesto que eres mi ninita bonita. La mas hermosa del contorno. No hagas caso a las habladurias, ?me oyes? Nunca les hagas caso. Recordando esas palabras miro al reverendo y levanto la barbilla--Mi padre era Steven Miller y usted es un mentiroso. El reverendo la miro asombrado y vio como iba hasta la puerta de su casita y la abria indicandole que no era bien recibido-- !Nina! !No seas grosera! -- le habia gritado el reverendo-- !Eres hija de Lord Craig Pemberton y eso lo sabe todo el mundo! --!Miente! -- grito June furiosa y desgarrada de dolor-- !Mi padre es Steven Miller! --Oh, eres imposible. -- el reverendo se levanto tocandose su enorme barriga-- ?Quieres saber por que te odian? !Porque es el peor arrendador de la historia de Inglaterra y se mueren de hambre! !Por eso te odian! --!Siga mintiendo reverendo e ira al infierno! --!Tu madre me lo dijo en su lecho de muerte! -- grito rojo de furia. June dio un paso atras impresionada-- !La violo en sus establos un dia que fue a la casa grande! !La deshonro y tu padre hizo la vista gorda! !Pero todo el mundo sabe la verdad, porque lo vieron los lacayos del establo! !Lo hizo ante ellos para demostrar su poder! La ninita palida miro los ojos del reverendo y susurro-- Soy hija de Steven Miller. El reverendo se calmo al ver su dolor y apreto los labios arrepintiendose de sus palabras. -- ?Quieres que hable con el Conde para que te mantenga? Eres su descendiente y debe hacerse cargo de ti. Asustada porque tenia un miedo atroz a ese hombre, nego con la cabeza-- No, por favor. --Entonces hablare con la Condesa. Le dire que hay una nina huerfana que necesita manutencion. Siempre ha sido muy generosa con los huerfanos. --No quiero nada de ellos. --?Y como te vas a mantener, nina? --Tengo mi huerto. El reverendo la miro de arriba abajo y al ver su viejo vestido y sus pies descalzos se sintio impotente. --Al menos tendras para comer. June forzo una sonrisa-- Si. No se preocupe mas por mi. --Ven a hablar conmigo si necesitas algo. --Gracias, reverendo. Pero nunca habia ido a hablar con el. Por muy mal que lo hubiera pasado, nunca habia pedido nada a nadie. Y eso que despues de fallecer su padre lo habia pasado realmente mal. Aunque tenia para comer, era una nina y ver que nadie queria hablar con ella, habia sido muy duro. El primer ano lloro mucho. Muchisimo. En su pequena casita ante la chimenea habia estado desesperada por que alguien le mostrara un poco de carino. Acostumbrada a la compania de su padre, estar completamente sola habia sido un shock. Pero el segundo ano fue algo mejor y el tercero mejor aun. Ahora no necesitaba a nadie, pero no podia evitar que a veces la sorprendieran con la guardia baja. Como esa manana con el hijo del herrero, que apenas tenia cuatro anos. Cuando pasaba delante de la herreria la habia llamado escoria ante su padre, tirandole el estiercol al vestido. El hombre ni la miro dos veces antes de seguir con su trabajo y ella como siempre que ocurria algo asi, agacho la cabeza y salio corriendo hacia su casa. Nunca respondia a los ataques, porque una vez que lo habia hecho, unos ninos del pueblo le habian pegado una paliza que la habia tumbado en la cama una semana. Y ahora que tenia diecisiete anos era aun peor, porque la trataban como a una zorra, insultandola a su paso. Los mozos le decian cosas lascivas cada vez que la veian y solo fue por la intervencion del reverendo que la cosa no fue a mas. Una manana pasaba ante la Iglesia y uno de los mozos la llamo zorra y le pregunto si queria abrirse de piernas para el y sus amigos. El reverendo, que salia en ese momento y vio la escena, palidecio gritando a los cuatro vientos que como se atrevieran a tocarle un solo cabello de su melena, les excomulgaria a todos. El rumor corrio por el pueblo y los insultos seguian, pero no se atrevian a tocarla por miedo al reverendo, que era muy respetado en el contorno. Eso fue un verdadero alivio para June y para agradecerselo, le dejo en la puerta de su casa una caja con todo tipo de hortalizas que ella misma habia cultivado. Las mejores del contorno segun el. La habia detenido otro dia para darle las gracias diciendo que sus tomates eran un autentico majar. Eso era lo que le daba para vivir, pues se las vendia a la casa grande para las finas comidas de los lores que les visitaban. Les odiaba, pero su dinero le venia muy bien para sus pequenos gastos, asi que no podia rechazarlo. Sospechaba que el reverendo habia hablado con la cocinera para que se las comprara a ella, pero no podia asegurarlo porque la senora Reynolds nunca habia abierto la boca al respecto. La trataba correctamente pero tampoco le daba confianza. Recordando todas esas cosas siguio frotando el vestido y al levantarlo del agua vio que la mancha habia desaparecido. El olor a jabon llego a su nariz y sonrio antes de sumergirlo de nuevo cuando vio a varios ninos del pueblo correr por el puente en direccion a los pastos de lord Pemberton. Entrecerro los ojos y aparto un mechon rubio de su frente al ver como varios vecinos tambien corrian hacia alli riendo encantados. ?Que ocurriria? Con curiosidad se levanto retorciendo el vestido y cruzo el rio saltando sobre las piedras para llegar al otro lado. Alejada de sus vecinos, camino entre los arboles tomando la misma direccion y cuando escucho la excitacion de los ninos, miro hacia la enorme pradera donde vio gran cantidad de carretas que tenian grandes carteles pintados con brillantes colores. No sabia lo que ponia en esos carteles, pero eran muy bonitos. Fascinada se subio a un arbol para ver mejor y lo que vieron sus ojos la dejo maravillada. Un hombre estaba subido a un animal que nunca habia visto. Era enorme. Tenia patas gordas como troncos y una nariz que le llegaba hasta el suelo. Los ninos no lo veian porque estaba detras de las carretas, que haciendo un circulo protegian lo que se hacia en el interior. La sorprendio ver una tela enorme extendida en el suelo en forma de circulo y a varios hombres colocando troncos de manera vertical a su alrededor. Varias mujeres, vestidas con maravillosos vestidos de colores, reian hablando con los vecinos que parecian entusiasmados y un nino grito la palabra circo. A June se le corto el aliento. Era un circo. Habia oido a su padre hablar de ellos. Hacian espectaculos por las ferias y los pueblos. El habia ido a uno una vez y le habia entusiasmado. Sonrio sin perder detalle y vio los hermosos caballos blancos, que una muchacha morena dirigia con una fusta, montada en el que iba delante. Estaban tan bien entrenados, que siguieron al que iba a la cabeza, hasta donde la chica queria. Habia varias jaulas al otro lado del circulo. Un grunido le puso los pelos de punta y se pregunto que seria. Entonces se abrio la puerta de atras de una de las carretas y salto al exterior un chico de unos diecisiete anos, que llevaba puesto un fino traje de color violeta. Sonrio porque estaba muy guapo y con soltura fue hasta las mujeres gritando a los parroquianos que debian irse para dejarles trabajar. Los vecinos le miraron sorprendidos antes de echarse a reir, aunque el chico parecia que hablaba en serio. No supo lo que les dijo despues, pero tenia una sonrisa maliciosa que le hizo gracia y al parecer a los vecinos tambien, porque se echaron a reir de nuevo empezando a dispersarse. Una de las mujeres le dijo algo al oido y el chico asintio antes de ir hacia una carreta mas grande y llamar a la puerta. Se pregunto de quien seria esa carreta, porque era mucho mas grande que las demas y no llevaba cartel.

  • El cuidador de elefantes de Christopher Nicholson

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    Inglaterra, 1766: despues de un largo viaje desde las Indias Orientales, un barco atraca en Bristol, Inglaterra. Lleva un cargamento de animales exoticos y, ademas, dos elefantes en pesimas condiciones. John Harrington, un comerciante de azucar, los compra y los confia al hijo de su jefe, Tom Page, de doce anos. El vinculo que se establece entre el nino y los elefantes es inmediato. Asi comienza El cuidador de elefantes, una hermosa y cautivadora historia sobre la lealtad, la violencia, la libertad y el cautiverio entre un elefante y un ser humano.

  • Esclava domestica de Julio Poder

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    Mia.
    Solo un maletero, cuerda y cloroformo.
    Hasta que la muerte nos separe.
    Los barrotes de mi mansion no lo haran.

  • Duma Key de Stephen King

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  • Voragine 1 de Estefania Blanco Reyes

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    ?Estarias dispuesto a abandonar tu propia humanidad por salvar al resto del mundo?

  • Despojos de Rachel Cusk

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    Mi marido y yo nos separamos recientemente y, en cuestion de unas semanas, la vida que habiamos construido juntos se desarmo, como un puzle convertido en un monton de piezas con los bordes recortados. A veces, la matriz de un puzle no se detecta una vez montado --hay creadores de puzles magistrales que presumen de estas cosas--, pero, en general, se nota. La luz incide en las hendiduras de la superficie y unicamente vista de lejos la imagen parece completa. A mi hija pequena le gusta hacer puzles. A la mayor no: construye casas de carton, recintos en los que todo el mundo tiene que estar callado y quieto. En ambas actividades veo un intento de ejercer el control por distintas vias, pero tambien intuyo que demuestran que hay mas de un modo de ser paciente y que la intolerancia puede adoptar formas muy diversas. Mis hijas se toman quiza demasiado en serio estas diferencias de temperamento. A las dos les fastidia la tendencia contraria de la otra: de hecho, casi diria que dedicarse a actividades diferentes es para ellas una forma de discutir. Al fin y al cabo, discutir no es mas que la necesidad imperiosa de definirse a uno mismo. Y alguna vez me he preguntado si una de las dificultades de la vida familiar moderna, con su alegria continua, su optimismo totalmente infundado, su dependencia no de Dios o de la economia, sino del principio del amor, no reside quiza en la incapacidad de reconocer --y tomar precauciones para protegerse-- la necesidad humana de entrar en guerra. <> era una expresion que oia a todas horas esas primeras semanas: la gente la empleaba para describir mi situacion, como si en cierto modo representara un avance. Pero la verdad es que era una regresion: la vida habia metido la marcha atras. De repente no avanzabamos, sino que retrocediamos, volviamos al caos, a la historia y la prehistoria, a los comienzos de las cosas y al tiempo anterior a que esas cosas comenzaran. Un plato se cae al suelo: la nueva realidad es que esta roto. Tenia que acostumbrarme a la nueva realidad. Mis dos hijas tenian que acostumbrarse a la nueva realidad. Sin embargo, la nueva realidad, hasta donde yo era capaz de ver, sencillamente estaba rota. El plato habia existido y cumplido su funcion durante anos, pero hecho anicos --a menos que fuera posible pegarlo-- no servia de nada en absoluto. Mi marido creia que yo lo habia tratado monstruosamente. No habia quien le quitara esa idea de la cabeza: su mundo entero dependia de ella. Ese era su relato, y de un tiempo a esta parte he llegado a odiar los relatos. Si alguien me preguntara que desgracia me habia ocurrido, es posible que yo preguntara a mi vez si queria conocer el relato o la verdad. Diria, a modo de explicacion, que un importante voto de obediencia se habia roto. Explicaria que, cuando escribo mal una novela, termina colapsando, se viene abajo, se detiene y no se deja seguir escribiendo, y tengo que retroceder y buscar los defectos de su estructura. El problema reside normalmente en la relacion entre el relato y la verdad. El relato tiene que obedecer a la verdad para representarla, lo mismo que la ropa representa el cuerpo. Cuanto mejor sea al corte, mas agradable sera el resultado. Desnuda, la verdad puede ser vulnerable, desgarbada, horrorosa. Demasiado arreglada se Mi marido y yo nos separamos recientemente y, en cuestion de unas semanas, la vida que habiamos construido juntos se desarmo, como un puzle convertido en un monton de piezas con los A veces, la matriz de un puzle no se detecta una vez montado --hay creadores de puzles magistrales que presumen de estas cosas--, pero, en general, se nota. La luz incide en las hendiduras de la superficie y unicamente vista de lejos la imagen parece completa. A mi hija pequena le gusta hacer puzles. A la mayor no: construye casas de carton, recintos en los que todo el mundo tiene que estar callado y quieto. En ambas actividades veo un intento de ejercer el control por distintas vias, pero tambien intuyo que demuestran que hay mas de un modo de ser paciente y que la intolerancia puede adoptar formas muy diversas. Mis hijas se toman quiza demasiado en serio estas diferencias de temperamento. A las dos les fastidia la tendencia contraria de la otra: de hecho, casi diria que dedicarse a actividades diferentes es para ellas una forma de discutir. Al fin y al cabo, discutir no es mas que la necesidad imperiosa de definirse a uno mismo. Y alguna vez me he preguntado si una de las dificultades de la vida familiar moderna, con su alegria continua, su optimismo totalmente infundado, su dependencia no de Dios o de la economia, sino del principio del amor, no reside quiza en la incapacidad de reconocer --y tomar <> era una expresion que oia a todas horas esas primeras semanas: la gente la empleaba para describir mi situacion, como si en cierto modo representara un avance. Pero la verdad es que era una regresion: la vida habia metido la marcha atras. De repente no avanzabamos, sino que retrocediamos, volviamos al caos, a la historia y la prehistoria, a los comienzos de las cosas y al tiempo anterior a que esas cosas comenzaran. Un plato se cae al suelo: la nueva realidad es que esta roto. Tenia que acostumbrarme a la nueva realidad. Mis dos hijas tenian que acostumbrarse a la nueva realidad. Sin embargo, la nueva realidad, hasta donde yo era capaz de ver, sencillamente estaba rota. El plato habia existido y cumplido su funcion durante anos, pero hecho anicos --a menos que fuera posible pegarlo-- no servia de nada en Mi marido creia que yo lo habia tratado monstruosamente. No habia quien le quitara esa idea de la cabeza: su mundo entero dependia de ella. Ese era su relato, y de un tiempo a esta parte he llegado a odiar los relatos. Si alguien me preguntara que desgracia me habia ocurrido, es posible que yo preguntara a mi vez si queria conocer el relato o la verdad. Diria, a modo de explicacion, que un importante voto de obediencia se habia roto. Explicaria que, cuando escribo mal una novela, termina colapsando, se viene abajo, se detiene y no se deja seguir escribiendo, y tengo que retroceder y buscar los defectos de su estructura. El problema reside normalmente en la relacion entre el relato y la verdad. El relato tiene que obedecer a la verdad para representarla, lo mismo que la ropa representa el cuerpo. Cuanto mejor sea al corte, mas agradable sera el resultado. Desnuda, la verdad puede ser vulnerable, desgarbada, horrorosa. Demasiado arreglada se convierte en una mentira. Para mi, la dificultad de la vida ha consistido generalmente en el intento de reconciliar estas dos cosas, como los hijos de una pareja divorciada intentan reconciliar a sus padres. Mis hijas hacen eso: obligan a mi marido a que me coja de la mano cuando estamos juntos. Intentan que el relato vuelva a ser verdad, o que la verdad sea mentira. Yo no tengo ningun inconveniente en darle la mano, pero a el no le gusta. No son formas, y la forma es importante en los relatos. Todo lo que en nuestra vida comun era amorfo ahora me pertenece. Por eso no me altera, no me molesta darle la mano. Al cabo de un tiempo la vida dejo de ir hacia atras. Aun asi, habiamos retrocedido un buen trecho. En esas pocas semanas deshicimos todo lo que habia conducido al momento de la separacion; deshicimos el propio relato. Ya no quedaba nada por desmantelar, aparte de las ninas, y eso requeriria la intervencion de la ciencia. Pero estabamos en un tiempo anterior a la ciencia: habiamos vuelto mas o menos a la Gran Bretana del siglo vii, antes de que se hubiera constituido la nacion. Inglaterra era en aquella epoca un pais de compartimentos: recuerdo que, en el colegio, cuando miraba un mapa de la Heptarquia en la Alta Edad Media, me desconcertaba su falta de claridad y de poder centralizado, de un rey, una capital y una institucion. En vez de eso, solamente habia regiones --Mercia, Wessex--con nombres de resonancias femeninas, sumidas en incesantes batallas que se saldaban con pequenas y arduas perdidas y ganancias desprovistas de una fuerza motriz unificadora que, si me hubiera parado a pensarlo, podria haber identificado como masculina. Nuestra profesora de historia, la senora Lewis, era una mujer de envergadura y gracia, una especie de elefante-bailarina en quien los principios del volumen y la feminidad libraban una guerra sin cuartel. La Alta Edad Media era su especialidad: habia estudiado en Oxford y ahora daba clases en un mediocre colegio catolico para ninas, embutida en trajes de color beige hechos a medida --con zapatos de tacon a juego-- de los que daba la sensacion de que su imponente forma rosa podia surgir cualquier dia por sorpresa, como emerge una estatua de una sabana polvorienta. La otra cosa que sabiamos de ella, por su apellido, es que estaba casada. Pero no teniamos la menor idea de como relacionar estos dos aspectos diferentes de la senora Lewis. Daba mucha importancia a Offa de Mercia, en cuya vision de una Inglaterra unificada se detectaba la primera ofensiva de ambicion masculina, y cuya obra de ingenieria monumental, la muralla de Offa, nos sigue recordando que la division tambien es un aspecto de la unificacion, que un modo de definir lo que somos consiste en definir lo que no somos. Y lo cierto es que los historiadores nunca se han puesto de acuerdo en si la muralla se construyo para defenderse de los galeses o solo para delimitar la frontera. La senora Lewis tenia una actitud ambivalente sobre el poder de Offa: ese era el camino de la civilizacion, sin duda, pero a costa de una perdida de diversidad, del florecimiento sosegado que sigue su curso cuando las cosas no se construyen artificialmente y los objetivos no se fuerzan. A la senora Lewis le entusiasmaba el mundo primitivo de los sajones, donde los conceptos del poder aun no se habian reformulado; y, en cierto modo, la Edad Oscura era una version de <>, eran los trozos rotos del plato mas grande de todos los tiempos: el Imperio Romano. Unos lo llamaban oscuridad, los despojos de esa unidad megalomana dispuesta a conquistarlo todo, pero la senora Lewis, no. A ella le gustaba, le gustaban las ruinas abandonadas, le gustaban los monasterios donde se cultiva en silencio la creatividad, le gustaban los misticos y los visionarios, los primeros textos religiosos, le gustaban las mujeres que iban ganando importancia a lo largo de esos siglos amorfos y embrionarios, le convierte en una mentira. Para mi, la dificultad de la vida ha consistido generalmente en el intento de reconciliar estas dos cosas, como los hijos de una pareja divorciada intentan reconciliar a sus padres. Mis hijas hacen eso: obligan a mi marido a que me coja de la mano cuando estamos juntos. Intentan que el relato vuelva a ser verdad, o que la verdad sea mentira. Yo no tengo ningun inconveniente en darle la mano, pero a el no le gusta. No son formas, y la forma es importante en los relatos. Todo lo que en nuestra vida comun era amorfo ahora me pertenece. Por eso no me Al cabo de un tiempo la vida dejo de ir hacia atras. Aun asi, habiamos retrocedido un buen trecho. En esas pocas semanas deshicimos todo lo que habia conducido al momento de la separacion; deshicimos el propio relato. Ya no quedaba nada por desmantelar, aparte de las ninas, y eso requeriria la intervencion de la ciencia. Pero estabamos en un tiempo anterior a la ciencia: habiamos vuelto mas o menos a la Gran Bretana del siglo vii, antes de que se hubiera constituido la nacion. Inglaterra era en aquella epoca un pais de compartimentos: recuerdo que, en el colegio, cuando miraba un mapa de la Heptarquia en la Alta Edad Media, me desconcertaba su falta de claridad y de poder centralizado, de un rey, una capital y una institucion. En vez de eso, solamente habia regiones --Mercia, Wessex--con nombres de resonancias femeninas, sumidas en incesantes batallas que se saldaban con pequenas y arduas perdidas y ganancias desprovistas de una fuerza motriz unificadora que, si me hubiera parado a pensarlo, podria haber identificado como Nuestra profesora de historia, la senora Lewis, era una mujer de envergadura y gracia, una especie de elefante-bailarina en quien los principios del volumen y la feminidad libraban una guerra sin cuartel. La Alta Edad Media era su especialidad: habia estudiado en Oxford y ahora daba clases en un mediocre colegio catolico para ninas, embutida en trajes de color beige hechos a medida --con zapatos de tacon a juego-- de los que daba la sensacion de que su imponente forma rosa podia surgir cualquier dia por sorpresa, como emerge una estatua de una sabana polvorienta. La otra cosa que sabiamos de ella, por su apellido, es que estaba casada. Pero no teniamos la menor idea de como relacionar estos dos aspectos diferentes de la senora Lewis. Daba mucha importancia a Offa de Mercia, en cuya vision de una Inglaterra unificada se detectaba la primera ofensiva de ambicion masculina, y cuya obra de ingenieria monumental, la muralla de Offa, nos sigue recordando que la division tambien es un aspecto de la unificacion, que un modo de definir lo que somos consiste en definir lo que no somos. Y lo cierto es que los historiadores nunca se han puesto de acuerdo en si la muralla se construyo para defenderse de los galeses o solo para delimitar la frontera. La senora Lewis tenia una actitud ambivalente sobre el poder de Offa: ese era el camino de la civilizacion, sin duda, pero a costa de una perdida de diversidad, del florecimiento sosegado que sigue su curso cuando las cosas no se construyen artificialmente y los objetivos no se fuerzan. A la senora Lewis le entusiasmaba el mundo primitivo de los sajones, donde los conceptos del poder aun no se habian reformulado; y, en cierto modo, la Edad Oscura era una version de <>, eran los trozos rotos del plato mas grande de todos los tiempos: el Imperio Romano. Unos lo llamaban oscuridad, los despojos de esa unidad megalomana dispuesta a conquistarlo todo, pero la senora Lewis, no. A ella le gustaba, le gustaban las ruinas abandonadas, le gustaban los monasterios donde se cultiva en silencio la creatividad, le gustaban los misticos y los visionarios, los primeros textos religiosos, le gustaban las mujeres que iban ganando importancia a lo largo de esos siglos amorfos y embrionarios, le gustaban los cimientos --lo personal-- sobre los que ahora teniamos que dirimir las cuestiones de justicia y de creencias, a falta de esa gran civilizacion administradora. La cuestion era que esa oscuridad --llamenla como quieran--, esa oscuridad y esa desorganizacion no eran simple negacion o ausencia. Eran al mismo tiempo rastrojo y preludio. Los rastrojos son los tallos de la mies que quedan en la tierra despues de la siega, despojos sobre los que se siembra la nueva cosecha despues de la recoleccion. La civilizacion, el orden, el significado, las creencias no eran cumbres soleadas que pudieran conquistarse con una escalada constante. Se construian y caian, se reconstruian y volvian a caer, o se destruian. La oscuridad y la desorganizacion posteriores tenian su propia existencia, su propia integridad; estaban indisolublemente ligadas a la civilizacion, como lo esta el sueno a la actividad. En la vida compartimentada reside la posibilidad de unidad, lo mismo que la unidad lleva implicita la posibilidad de atomizacion. En opinion de la senora Lewis, mejor vivir una vida compartimentada y desorganizada, mejor sentir la oscura agitacion de la creatividad, que instalarse en una unidad civilizada y atormentada por el impulso de destruccion. Por la manana llevo a mis hijas al colegio y por la tarde vuelvo a recogerlas. Ordeno sus habitaciones, lavo la ropa y cocino. Pasamos la tarde casi siempre solas: las ayudo a hacer los deberes, les doy la cena y las acuesto. Cada pocos dias se van con su padre, y entonces la casa se queda vacia. Al principio me costaba sobrellevar esos intervalos. Ahora me parece ver en ellos cierta neutralidad, algo firme aunque vacio, algo ligeramente acusador a pesar de la vacuidad. Es como si estas horas solitarias, en las que por primera vez en muchos anos no se espera ni se necesita nada de mi, fueran mi botin de guerra, lo que he recibido a cambio de todo este conflicto. Las vivo una a una. Me las trago como la comida de los hospitales. Asi es como subsisto. Y tu te llamas feminista, me decia mi marido, con rabia, en las semanas de amargura brutal que siguieron a nuestra separacion. Creia que era el quien habia desempenado el papel de la mujer en nuestro matrimonio, y al parecer esperaba que yo lo defendiera de mi misma, del macho opresor. Creia que hacer la compra, cocinar y recoger a las ninas en el colegio eran tareas femeninas. Yo, en cambio, cuando mas asexuada me sentia era cuando hacia esas cosas. A mi mi madre no me parecia un modelo por su forma de cumplir con sus obligaciones maternales: al contrario, me parecia que esas tareas amenazaban su feminidad en lugar de subrayarla. Por aquel entonces viviamos en un pueblo de las llanuras de Suffolk; mi madre pasaba mucho tiempo hablando por telefono. Me hipnotizaba su tono de voz, como si hablara consigo misma. Sus frases me sonaban preparadas, su risa, ligeramente artificial. Sospechaba que impostaba la voz, como una actriz. ?Quien era la mujer que hablaba por telefono? Mi madre era alguien a quien yo solo conocia de puertas adentro; compartia su punto de vista, me parecia vivir envuelta en su aburrimiento, su placer o su irritacion. Vivia dentro de su personaje, perdida. ?Como podia saber quien era mi madre? ?Como podia verla? Su atencion era como la mirada de un ojo interior que nunca se fijaba en mi directamente, que extraia su conocimiento de mi intimo conocimiento de mi misma. Solo cuando la veia relacionandose con otras personas era capaz de mirarla objetivamente. A veces, mi madre invitaba a una amiga a comer y entonces, de pronto, ahi estaba la cara mi madre. De repente podia verla, podia compararla con su amiga y encontrarla mejor o peor, podia ver si la gustaban los cimientos --lo personal-- sobre los que ahora teniamos que dirimir las cuestiones de La cuestion era que esa oscuridad --llamenla como quieran--, esa oscuridad y esa desorganizacion no eran simple negacion o ausencia. Eran al mismo tiempo rastrojo y preludio. Los rastrojos son los tallos de la mies que quedan en la tierra despues de la siega, despojos sobre los que se siembra la nueva cosecha despues de la recoleccion. La civilizacion, el orden, el significado, las creencias no eran cumbres soleadas que pudieran conquistarse con una escalada constante. Se construian y caian, se reconstruian y volvian a caer, o se destruian. La oscuridad y la desorganizacion posteriores tenian su propia existencia, su propia integridad; estaban indisolublemente ligadas a la civilizacion, como lo esta el sueno a la actividad. En la vida compartimentada reside la posibilidad de unidad, lo mismo que la unidad lleva implicita la posibilidad de atomizacion. En opinion de la senora Lewis, mejor vivir una vida compartimentada y desorganizada, mejor sentir la oscura agitacion de la creatividad, que instalarse en una unidad Por la manana llevo a mis hijas al colegio y por la tarde vuelvo a recogerlas. Ordeno sus habitaciones, lavo la ropa y cocino. Pasamos la tarde casi siempre solas: las ayudo a hacer los deberes, les doy la cena y las acuesto. Cada pocos dias se van con su padre, y entonces la casa se queda vacia. Al principio me costaba sobrellevar esos intervalos. Ahora me parece ver en ellos cierta neutralidad, algo firme aunque vacio, algo ligeramente acusador a pesar de la vacuidad. Es como si estas horas solitarias, en las que por primera vez en muchos anos no se espera ni se necesita nada de mi, fueran mi botin de guerra, lo que he recibido a cambio de todo este conflicto. Y tu te llamas feminista, me decia mi marido, con rabia, en las semanas de amargura brutal que siguieron a nuestra separacion. Creia que era el quien habia desempenado el papel de la mujer en nuestro matrimonio, y al parecer esperaba que yo lo defendiera de mi misma, del macho opresor. Creia que hacer la compra, cocinar y recoger a las ninas en el colegio eran tareas femeninas. Yo, en cambio, cuando mas asexuada me sentia era cuando hacia esas cosas. A mi mi madre no me parecia un modelo por su forma de cumplir con sus obligaciones maternales: al contrario, me parecia que esas tareas amenazaban su feminidad en lugar de subrayarla. Por aquel entonces viviamos en un pueblo de las llanuras de Suffolk; mi madre pasaba mucho tiempo hablando por telefono. Me hipnotizaba su tono de voz, como si hablara consigo misma. Sus frases me sonaban preparadas, su risa, ligeramente artificial. Sospechaba que impostaba la voz, como una actriz. ?Quien era la mujer que hablaba por telefono? Mi madre era alguien a quien yo solo conocia de puertas adentro; compartia su punto de vista, me parecia vivir envuelta en su aburrimiento, su placer o su irritacion. Vivia dentro de su personaje, perdida. ?Como podia saber quien era mi madre? ?Como podia verla? Su atencion era como la mirada de un ojo interior que nunca se fijaba en mi directamente, que extraia su conocimiento de mi intimo conocimiento de mi Solo cuando la veia relacionandose con otras personas era capaz de mirarla objetivamente. A veces, mi madre invitaba a una amiga a comer y entonces, de pronto, ahi estaba la cara mi madre. De repente podia verla, podia compararla con su amiga y encontrarla mejor o peor, podia ver si la aceptaban, la envidiaban o la provocaban, saber cuales eran sus costumbres personales y su humor, distintos de los de su amiga. En esos momentos, su personaje, mi morada, me resultaba inaccesible; estaba oscuro, como una casa vacia. Si llamaba a esa puerta, me despachaban secamente, a veces de malos modos. Parecia como si alguien hubiera empaquetado y se hubiera llevado ese cuerpo, normalmente tan amplio, tan naturalmente ubicuo. Y, entonces, mi madre tambien se quedaba fuera, aislada, liberada temporalmente de la obligacion de ser quien era. En vez de eso, actuaba; era pura ficcion, bien o mal contada. Sus amigas, en general, tambien eran madres, mujeres con una geografia reconocible para mi: la sensacion de enigma oculto debajo de las mascaras del maquillaje y la conversacion, como el campo abierto que se extiende alrededor de una ciudad. Era imposible entrar en esos campos, aunque sabias que estaban ahi. Mi madre tenia una amiga, Sally, que no era como las demas. Entonces yo no entendia por que, pero ahora lo entiendo: Sally no tenia hijos. Era una mujer grande e ingeniosa, aunque tenia una cara triste. Se podia pasear por la tristeza de esa boca y esos ojos: estaba abierta a todo el mundo. Sally vino un dia que mi madre habia hecho un bizcocho de chocolate y quiso darle la receta. Sally dijo: <>. Yo no sabia que una mujer pudiera comerse un bizcocho entero. Me parecia una proeza, como el levantamiento de peso. Pero vi que a mi madre no le habia gustado la respuesta. Por alguna razon incomprensible, Sally habia estropeado el juego. Sin darse cuenta, habia abierto una grieta en la muralla de la feminidad y me habia dejado ver lo que habia al otro lado. De determinados acontecimientos de la vida no es posible tener un conocimiento previo: de la guerra, por ejemplo. El soldado que va a la guerra por primera vez no sabe como va a responder al enfrentarse con un enemigo armado. No conoce esa parte de si mismo. ?Es un asesino o un cobarde? Cuando llegue la hora respondera, pero no sabe de antemano cual sera su respuesta. Mi marido dijo que queria la mitad de todo, incluidas las ninas. Dije que no. ?Que quieres decir con eso?, pregunto. Esto fue por telefono. Yo estaba mirando el jardin por la ventana, un rectangulo entre otros rectangulos urbanos, con gatos merodeando por los limites. Nuestro jardin estaba abandonado ultimamente. Las malas hierbas ahogaban los arriates. El cesped habia crecido mucho, como el pelo. Pero, por mas que creciera el desorden, la cuadricula nunca se alteraria: los demas rectangulos conservarian su forma de todos modos. No puedes dividir a las personas por la mitad, dije. Tienen que pasar la mitad del tiempo conmigo, contesto. Son mis hijas, insisti. Son mias.

  • Por nuestro amor de Maria Isabel Salsench Olle

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    Es al separarse cuando uno comprende la fuerza con que se ama.

  • Winston Churchill de Richard Toye

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    ?Como abarcar en una biografia una personalidad y una actividad politica tan complejas como las de Winston Churchill? Richard Toye, profesor de la Universidad de Exeter, ha tenido la idea de coordinar para ello a un equipo de especialistas que han investigado diversos aspectos de su vida, entre los cuales figuran historiadores de tanto relieve como Jeremy Black, Richard Overy o Chris Wrigley, para que cada uno se ocupe del periodo de la vida de Churchill, o del aspecto de su actividad politica, que mejor conozca. Tenemos asi una sucesion de capitulos que, comenzando con sus primeros pasos en la politica y con su discutida gestion al frente del Almirantazgo en la primera guerra mundial, van siguiendo su trayectoria hasta los anos de la <>; luego, otros capitulos estan dedicados a temas especificos como su relacion con el mundo islamico, con el imperio britanico, con las armas nucleares o, en un plano muy distinto, con las mujeres que marcaron su vida.

  • La vacuna de Alberto Vazquez-figueroa

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    Los meses que siguieron fueron tranquilos, como si el mero hecho de deponer las armas negandose a continuar defendiendo la granja a tiros hubiera propiciado que el virus decidiera tomarse un descanso, o tal vez --y eso era lo mas probable--, que estuviera aprovechando el alto al fuego para mutar hacia una nueva estructura aun mas danina. Retirado momentaneamente a sus cuarteles de invierno, el infernal ejercito invisible recuperaba fuerzas, decidido a lanzar un definitivo asalto destinado a liberar para siempre al planeta de su mas enconado enemigo. Ya habia conseguido que incontables fabricas cerraran, miriadas de vehiculos se detuvieran, bandadas de rugientes aviones se posaran definitivamente e incluso que algunas centrales nucleares dejasen de proporcionar energia porque los que sabian manejarlas estaban muertos o faltaba el material de mantenimiento apropiado. Los seres humanos habian construido un mundo exclusivo para seres humanos, a imagen y semejanza de los seres humanos y dirigido por seres humanos, por lo que cuando esos seres humanos fallaban todo se desmoronaba. El golpe habia sido tan duro que ni siquiera el corto periodo de supuesto armisticio les habia servido para tomar aliento y disponerse a reanudar la lucha o buscar nuevas armas. Se limitaban a rezar y confiar en que todo hubiera acabado. A veces rezar es bueno. Y confiar tambien. Pero solo a veces. Una tibia manana, cuando en la atribulada familia nadie estaba aun muy seguro de que podria ocurrir de alli en adelante, un muchacho que casi parecia un cadaver viviente hizo su aparicion por el sendero. Se le advertia agotado, con aire ausente, como drogado, borracho o inmerso en un universo propio. No prestaba atencion a las flores, ni a los arboles, ni a los pajaros, y apenas reacciono en el momento de cruzar un charco que le empapo los zapatos. Corrieron hacia el. --?Que te ocurre? ?Estas enfermo? --Solo agotado. --?Tienes hambre? --Mucha. Le ayudaron a entrar en la casa. --?Que te apetece? --Cualquier cosa. --?Patatas con chorizo o perdiz escabechada? Tambien podemos prepararte un conejo a la brasa, pero tardara un poco mas. Hay que matarlo. Les observo como si le costara un inaudito esfuerzo aceptar tan absurda pregunta. --?Hablan en serio? --Totalmente. Se decanto por la perdiz acompanada de pan fresco y un vaso de leche, y al terminar observo a las tres mujeres y a los dos hombres que le observaban a su vez. Una de las mujeres, la que le daba el pecho a un nino, inquirio: --?Como te llamas? --Victor. --?Y a donde vas? --Aun no lo se. Mis padres murieron el mes pasado y todavia no lo he decidido. --Puedes quedarte el tiempo que quieras. --No tengo dinero. --Ni admitimos dinero, ni son estos tiempos de cobrar a quienes mas lo necesitan --intervino Samuel. --Pero la comida... --Comida sobra. Las cosechas estan siendo increibles, los rios se han llenado de peces y los campos de conejos, ciervos y perdices. --?Y eso por que? --Suponemos que puede deberse a que al disminuir la contaminacion, la naturaleza ha reaccionado, pero no estamos seguros. Costaba trabajo aceptarlo, pero asi era. El virus que mataba a millones de personas no se mostraba inhumano, sino mas bien <> y parecia dispuesto a conceder el control del planeta a unos animales que hasta esos momentos se habian limitado a ser victimas de los hombres. Ningun gobierno habia querido --o se habia atrevido-- a dar una cifra exacta del numero de fallecidos, pero cabia suponer que la poblacion mundial estaba siendo diezmada a marchas forzadas. Y a medida que los habitantes supuestamente mas inteligentes del planeta tendian a desaparecer, ese planeta se fortalecia y cedia el testigo de la supremacia a quienes nunca habian deseado ser supremacistas. --!De acuerdo! --admitio el muchacho, que aun se mostraba confundido--. Les sobran alimentos. ?pero que ocurre con la enfermedad? ?No les asusta? --Naturalmente que nos asusta --admitio Saul--. Durante un tiempo convertimos la granja en una fortaleza pero llego un momento en que nos dimos cuenta de que vivir en un eterno estado de terror es peor que no vivir. --Algo se de eso. Pase un mes en una unidad de cuidados intensivos con temblores en todo el cuerpo. Crei que nunca mas podria volver a trabajar. --?A que te dedicas? --Soy dibujante. --?Pintor...? --Pintor es decir demasiado. Quizas algun dia lo sea, pero de momento me limito a los comics. --?Que clase de comics? --se intereso Laura, a la que como siempre le interesaba todo. --De aventuras, pero ahora quiero empezar una serie sobre la epidemia; un reflejo del tiempo que nos ha tocado vivir, con ciudades vacias, violencia, miedo y familias rotas. --Pues aqui no vas a encontrar ciudades vacias ni familias rotas, pero podras trabajar tranquilo --le hizo notar Saul--. Si quieres puedes instalarte en una de las cabanas del bosque. --?Y como les voy a pagar? --!Que pesadez! Echaras una mano en la granja. --No me parece suficiente. --?Y que te parece un porcentaje sobre tus futuras ganancias? Probablemente alguien estara escribiendo un libro sobre la epidemia, pero en estos momentos nadie puede hacer una pelicula y el testimonio de un comic seria muy interesante. --A condicion de que fuera bueno... --puntualizo Anabel--. ?Eres bueno? El recien llegado pidio una hoja de papel y un lapiz y apenas necesito un par de minutos para demostrar que era muy bueno plasmando con todo lujo de detalles la desolacion de una gran ciudad de enormes rascacielos por cuya avenida principal tan solo se distinguia una jirafa. --Eres bueno... --aceptaron de comun acuerdo--. ?Pero, por que una jirafa? --Porque en ese entorno resulta insolita, y cuanto estamos viviendo se me antoja insolito. --De pequena me encantaba pintar jirafas... --senalo Aurelia. --Pero tenian cabeza de jirafa y patas de cocodrilo --le recordo su tio--. Eran horribles. --Odio a los cocodrilos... --reconocio Victor. --Todo el mundo odia a los cocodrilos. --Los egipcios no. Sobek era el dios de la abundancia y la fertilidad, creador del Nilo. --Es que los egipcios eran muy raros. Siempre andaban de costado y con la mano extendida, como pidiendo una comision o una limosna. Como no era cuestion de pasarse la tarde diciendo sandeces, las mujeres decidieron acompanar al nuevo miembro de la comunidad a la mayor de las cabanas del bosquecillo, y en cuanto hubieron desaparecido, Samuel, al que Anabel habia dejado al cuidado del nino, comento, mientras comenzaba a cambiar los panales: --Esto me huele mal. --?Que esperabas? --senalo su hermano--. Siempre ha sido un cagon. --No me refiero al nino; me refiero a que ese chico nos puede traer problemas. --?Anabel...? --aventuro Saul. --Y Aurelia. Tu eres su padre y la sigues viendo como a una nina, pero ya no es ninguna nina y ese es el primer muchacho que ha visto en mucho tiempo. --Ya lo se. --Y es muy agradable. --Ya me habia dado cuenta. --?Y que podemos hacer? --?Hacer? --le replico su hermano como si acabara de decir una herejia--. No puedo hacer nada. Durante la mayor parte de mi vida me considere dueno y responsable de mis actos, pero ya no soy su dueno, y por lo tanto tampoco soy responsable. Es el punetero virus el que marca la pauta. --No en este caso. Se trata de tu familia. --Se trata de <>, y si tienes alguna idea de como encarar este problema te agradeceria que la expresaras porque mas vale equivocarse juntos que por separado. --Pedirle que siga su camino. --?Por que razon? ?Porque no confiamos en nuestra hermana o porque tu no confias en tu sobrina ni yo en mi hija? --!Visto asi...! --Visto como lo has expuesto. Los dos sabemos que Anabel siempre hace lo que le da la gana, incluido tocar el acordeon, pero ya no es la misma y espero que a estas alturas tenga un cierto sentido de la responsabilidad. Samuel tambien hubiera deseado que lo tuviese pero no podia olvidar que su hermana menor habia sido siempre una de las criaturas mas liberales disparatadas y desinhibidas del planeta.

  • Amores con fecha de caducidad – Mau Vazquez de Mau Vazquez

    https://gigalibros.com/amores-con-fecha-de-caducidad-8211-mau-vazquez.html

    Hablar de amores es facil, pero vivirlos de manera consciente es un asunto aparte. Cuando comenzamos una relacion, tratamos de ser la mejor version de nosotros mismos hasta que la necesidad nos priva de experimentar lo mas grandioso que hay en este mundo: amar sin expectativas y sin condiciones.