• francisca herraiz - Francisca Herraiz

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    Iba de compras con su madre, necesitaba ropa de invierno nueva para comenzar las clases en septiembre. A diferencia de otros chicos, a el le gustaba ir de compras con su madre, le gustaba pasar tiempo con ella y le gustaba probarse cosas nuevas. La unica pega era que su madre siempre decidia por el, nunca podia elegir su propia ropa y ella siempre compraba la misma ropa aburrida, de cuellos altos, tonos grises o marrones y pantalones azul oscuro. A el le gustaba el color, sobre todo el violeta, o el rosa, pero sabia que no eran colores apropiados para un chico, asi que no decia nada. Pero, aun asi, disfrutaba yendo de tiendas. Por aquel entonces tenia unos once anos y su vida no era complicada, solo debia obedecer a sus padres, estudiar y jugar, no tenia preocupaciones. Su madre se detuvo un momento en la iglesia, a ella le gustaba entrar y encender alguna vela por sus padres, que habian fallecido hacia poco. El les echaba de menos, fueron unos buenos abuelos. No tenia muchos recuerdos de ellos, pero los que tenia eran felices. Recordaba ir los domingos a comer a su pequeno piso de alquiler, donde se reunia toda la familia. Recordaba como su abuela siempre le daba una propina antes de irse y que siempre tenia chocolate en la nevera para sus nietos. A su abuelo le gustaba pasear y siempre le llevaba con el para que jugara en el parque. Al volver le compraba alguna golosina. Su madre se enfadaba, pero sus abuelos siempre le decian: <>. Y asunto zanjado. A el le gustaba recordarles, pero no entendia por que debia hacerlo en una iglesia, podia hacerlo en cualquier momento. A el no le gustaban las iglesias, eran frias y aburridas, aun asi, tenia que asistir cada domingo a misa. Estaba obligado a ir, pero no a entrar para poner velas a sus abuelos, asi que la espero fuera. Mientras esperaba se acerco a la libreria jugueteria que habia justo en frente de la iglesia. Le gustaba pararse a mirar el escaparate, siempre tenia un monton de munecas expuestas. Habia una en especial que le gustaba mucho, era preciosa. Sus cabellos eran largos y rubios, tenia una diadema rosa con una flor en el lateral, un vestido largo, de falta ancha, tambien de color rosa y unos delicados zapatos de tacon. Era muy bonita. Le encantaria poder tener una, pero no se lo podia decir a su madre, ella no lo veria bien. Sus padres siempre le compraban camiones, o coches para navidad y en su cumpleanos, soldados o libros de aventuras. Al menos los libros estaban bien, el resto lo guardaba en el armario, le aburria jugar siempre con coches y soldados. Su madre salio con una sonrisa, le encantaba la iglesia, decia que siempre se sentia mejor despues de asistir a misa o simplemente entrar y mirar la cruz. Segun ella era un lugar sagrado, donde sentia cerca a Dios. El no podia entenderlo, solo veia un bonito edificio con unas campanas escandalosas. Su madre se puso a su lado y continuaron el camino. No tenia hermanos, pero si una prima con la que se llevaba muy bien. Solian venir a visitarlos cada semana, comer juntos los domingos y, mientras los mayores tomaban cafe, fumaban y jugaban a las cartas, ellos dos se iban a jugar al cuarto. Le encantaban los domingos, cuando terminaba la misa de la manana. Despues eran divertido y pasar tiempo con su prima era de lo mejor, porque sentia que ella le entendia. En casa era como si fuera invisible, nadie le escuchaba y solo podia hablar de deberes y de tareas en casa. Con su prima era diferente, nunca le juzgaba, hablaban de cualquier cosa, se reian, lo pasaban bien juntos. Y le encantaba cuando hablaba de cosas de chicas, vestidos, amigas, chicos guapos, era entretenido. Aquel dia, Andrea, su prima, trajo sus munecas Barbie. Cuando el las vio le parecieron una preciosidad. Cogio una y la miro como si fuera el primer juguete que le hubiesen regalado nunca. Por fin tenia una en las manos, era tan delicada, tan bonita y ese vestido... --?A que son bonitas? --le dijo su prima. El asintio. --Vamos a jugar, venga, tu puedes ser esa misma que tienes en la mano, eres la amiga de esta que tengo yo, se llama Julia y la tuya es Sonia. Han quedado para ir a comprar ropa y alli se encontraran con Kevin, que es este chico tan guapo de aqui que, en realidad, es un principe. Su prima continuo hablando, Felipe asentia y se sentia de lo mas feliz. Ir de compras, encontrarse a un apuesto joven, todo le parecia ideal. Entonces su prima se detuvo y le miro. --Ahora que lo pienso, tu deberias ser el principe, sera lo mas normal, ?no crees? Le acerco al muneco. --No, me gusta Sonia, quiero ser Sonia. Andrea se encogio de hombros y continuo. --Esta bien, es normal, porque esa muneca es la mas bonita que tengo. El sonrio, le encantaba poder ser tan natural con ella y que no le mirara raro o se cuestionara nada. Los padres de Andrea la llamaron para volver a casa. --Oh, que fastidio --dijo ella-- ?te parece si continuamos la historia el domingo que viene? El asintio mientras le decia: --?Me dejas tu muneca esta semana? El domingo te la devuelvo, yo no tengo juguetes asi. --Claro, quedatela, igual le digo a mi madre que me compre otra, te puedes quedar a Sonia. Ademas, eres un chico, no creo que tus padres te compren una muneca. --No, ni pensarlo. --Bueno, nos vemos el domingo. Cuida bien a Sonia. Se dieron un abrazo y Andrea salio del cuarto. De forma instintiva, Felipe guardo la muneca bajo la almohada, no queria que la vieran sus padres. Salio a despedirse y despues volvio a su cuarto. Corrio hacia la cama y cogio la muneca, le acaricio el pelo y sonrio. Le gustaria poder tener otra para jugar con ellas, se quedo pensativo. No habia otra, sacaria los soldados y jugaria con ellos, podian rescatar a Sonia que, como diria su prima, era, en realidad, una princesa. Cogio los munecos y se sento en el suelo. Nunca le habia apetecido tanto jugar. Se invento una preciosa historia donde un soldado debia rescatar a la princesa, que se habia escapado de palacio porque no era feliz. Buscaba su amor verdadero, su padre, el rey, queria que se casara con alguien que ella no amaba... --?Se puede saber que haces? Felipe miro hacia la puerta, estaba tan concentrado en el juego que no le escucho entrar. ?Cuanto tiempo llevaria en la puerta? ?Le habria escuchado poner voz de chica? Su corazon latio deprisa y se quedo sin habla, no sabia que decir. Sintio que sus mejillas se ruborizaban, avergonzado. Se sintio culpable, ?de que? No estaba seguro, solo estaba jugando, pasandolo bien, sin molestar a nadie. Su padre se acerco a el y le quito la muneca de las manos. Se le veia enfadado. Al poco aparecio su madre. --?Que son esos gritos? --pregunto desde la puerta. Felipe seguia sentado en el suelo, sin moverse por miedo a la reaccion de su padre. --?Que hacias con esta muneca? --pregunto su padre con seriedad, zarandeando la muneca delante de el. --Es de Andrea, se la ha dejado. --?Y por eso tienes que jugar con ella? --Se giro para mirar a su madre--. Te dije que no era bueno que jugara tanto con Andrea, es una mala influencia, necesita jugar con otros chicos. Manana mismo te apunto al equipo de futbol del colegio. --Miro a su hijo, mostrandole la muneca--. ?Y esto? Si te vuelvo a ver con una muneca, de la paliza que te doy no te levantas en una semana, ?me oyes? --grito. --Solo estaba jugando. --Intento defenderle su madre. --?Con una muneca? Sabes tan bien como yo que eso no conduce a nada bueno, cuanto antes le queden las cosas claras, mejor. --Le volvio a mirar--. Eres un chico y juegas con juguetes de chicos, esto es una mariconada y no quiero volver a verte con una de estas, ?queda claro? Felipe asintio. Su padre salio del cuarto, entregandole la muneca a su madre. Ella le miro entristecida. --No te preocupes, ya sabes como es, guardare la muneca y se la devolvere a Andrea el domingo. Tu sigue jugando con tus soldados, eso estara bien, ?si? El asintio, seguia sin saber que decir. --Tranquilo, veras como jugar al futbol te gusta. Te llamo cuando este la cena. La vio cerrar la puerta con cuidado y llevarse la muneca con ella. Felipe siguio en el suelo, miro los aburridos soldados, la historia ya no tenia sentido. ?Jugar al futbol? Era un deporte absurdo, lo odiaba. Su padre siempre veia los partidos y el no entendia como podia gustarle. Ver a un monton de hombres corriendo detras de un balon. ?Y eso era muy masculino? No entendia a su padre, no se parecian en nada y tampoco queria parecerse. Era un hombre frio, hurano, siempre de mal humor, se enfadaba por cualquier cosa, nunca hacia reir a su madre y siempre la veia triste, sola. Y el ni se daba cuenta ni le importaba. Despues del trabajo solia irse a tomar alguna cerveza con sus companeros. Los sabados se iba al bar a jugar al domino y a seguir bebiendo. A veces venia algo borracho, lo que acentuaba su mal humor. Nunca le veia ir a pasear con su madre, nunca le traia ningun detalle, solia olvidarse de los cumpleanos y, sobre todo, del aniversario. Y su madre callaba, consentia y se refugiaba en la Biblia, que siempre llevaba encima. A veces la escuchaba llorar, pero ella siempre se escondia o fingia si Felipe la descubria diciendole que recordaba a sus padres. Felipe sabia que no era feliz en su matrimonio, pero el solo era un crio y ella no queria preocuparle. Si, era un crio, pero se enteraba de las cosas y sabia cuando su madre estaba triste o decepcionada, o enfadada, o se daba cuenta que sus padres no eran como los padres de Andrea. Sus tios se cogian de la mano, se besaban alguna vez, reian y parecian llevarse bien. Nunca vio a sus padres mirandose como lo hacian sus tios. Nunca los veia cogerse de la mano o besarse en la mejilla. Su madre se pasaba los dias en casa, sola, limpiando, cocinando y cuidando de ellos. Segun ella era lo que debia hacer una buena esposa y madre, cuidar de los suyos. Pero ella tambien era algo mas, era una mujer y deberia dedicarse tiempo a si misma. Por eso a Felipe le gustaba tanto pasar tiempo con ella los dias de compra, al menos la veia mas alegre. Ella se merecia algo mas, pero nunca le escucharia, era su hijo y era un nino, no tenia ninguna autoridad, solo debia obedecer y callar. Cogio los soldados y volvio a guardarlos en el armario. Ya no tenia ganas de jugar. Se tumbo en la cama y se puso a leer, al menos en los libros podia ser quien quisiera, sin miedo.

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  • Un soplo de nieve de Francisca Herraiz

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    Su vida era perfecta y no necesitaba mas. Aqui podria terminar la historia, pero no, todo tenia que complicarse. Si, todo era perfecto, menos su nombre, Peonia. Sus padres, conservadores, le pusieron el nombre de su abuela. No lo tenia mejor su hermana, Jacinta, aunque, visto lo visto, lo preferia al suyo. De todos modos, el nombre, por feo que le pareciera, no le impidio triunfar en la vida y conseguir todos sus propositos. Todos. Incluso el de estar soltera y sin hijos. Nunca quiso casarse, lo veia innecesario y eso de tener hijos, menudo fastidio, ninos correteando, llorando, molestando e impidiendo hacer su trabajo, subir puestos, ascender hasta llegar a directiva. Vaya, eso no lo cambiaba por nada. Lo habia visto en su hermana que se caso a la tierna edad de veinte anos, con su novio del instituto, tan tipico que le hacia reir. El amor de su vida, le decia. Pasados unos anos, se quedo embarazada, tuvo cuatro ninos, todos varones, y ahora estaba embarazada del quinto, en busca de la nina. Por lo visto la ecografia les dio la buena noticia y al final tendrian la nina tan deseada y Peonia solo esperaba que dejara de tener mas criaturas. Su casa era un caos, todo por medio, olia mal, todos gritando, era un bullicio constante. Para colmo de males tambien tenian perro. Y tantos ninos hicieron que su hermana se quedara en casa para cuidarles, mientras su marido trabajaba trayendo a casa un misero sueldo que no les llegaba para nada. Vacaciones, cero. Cenas romanticas, ninguna. Tomar algo en el bar, para nada. El dinero se lo llevaba la hipoteca, la comida, mucha comida y las facturas. No entendia como podia ser feliz con esa vida. No la envidiaba para nada. Es mas, odiaba tanto la vida de su hermana, que solo la visito una vez. Nunca volvio a ese pequeno piso caotico. En navidades les enviaba buenos regalos, era una buena hermana y una buena tia. Les llamaba para felicitarles las fiestas y poco mas. Jacinta si la llamaba de vez en cuando para ver como estaba, para hablar, pero Peonia siempre estaba tan ocupada que le colgaba en seguida con la promesa de hablar otro dia, aunque ese dia no llegara nunca y tuviera que ser Jacinta quien la volviera a llamar. Tampoco entendia esa dependencia. Ya eran mayores, sus padres murieron hacia unos anos y cada una tenia su vida, distinta, distante. Cada una eligio su camino, ?no podia su hermana dejarla tranquila? No le apetecia nada que la llamara para contarle algo sobre su marido, o sobre alguno de sus sobrinos. Eran temas aburridos que no le interesaban en absoluto. Luego estaba su casa. Tan distinta a la de su hermana. Dado su abultado sueldo, pudo permitirse la casa sonada, dos plantas, garaje, piscina, jardin, terraza, jacuzzi, gimnasio, cocinera, limpiadoras, chofer. Y varios coches. Uno para ir al trabajo, mas formal, oscuro. Otro para los finas de semana, mas rapido y pequeno, funcional. Otro para ir de vacaciones, un todoterreno. Otro para fardar, descapotable. Tambien tenia su casa de vacaciones, por supuesto, en Canarias. Tambien con piscina, jardin, dos plantas, en fin, no se privaba de nada. Cuando ella estaba en Canarias dejaba a su hermana pasar unos dias en su casa de Girona. Total, tenia sirvientas que lo dejaban todo limpio cuando se marchaban, para ella no era un problema y le hacia sentirse buena persona. Sus sobrinos disfrutaban de la piscina y ella podia disfrutar de unas vacaciones lejos de todo, incluso de su familia. Le gustaba ir de compras los sabados, por eso tenia grandes roperos en ambas casas, todos abarrotados de trajes, vestidos, chaquetas, abrigos y, zapatos, muchos zapatos. Asi como complementos, fulares, anillos, gargantillas, pendientes. Le encantaban las joyas. Tambien las fiestas, que solia realizar una vez al mes, amen de las que asistia por invitacion. Su vida social era amplia, aunque no podia presumir de grandes amistades. Conocia a mucha gente, pero todos por un mismo fin, el dinero. Mas clientes, mas acuerdos, mas sonrisas para firmar un contrato y llenar aun mas sus bolsillos. Le iba bien. No queria atarse a nadie, intimar con nadie. Las relaciones que mantenia con sus conocidos eran las perfectas, las justas, hablaban casi por obligacion, normalmente de trabajo y poco mas, despues cada uno a su casa, a sus obligaciones y a no meterse en la vida del otro. Eso es lo que ella hacia, suponia que no todas las mujeres actuaban igual, habia mas de una chismosa, eso era inevitable. Aunque ella nunca hacia caso de las habladurias, ni siquiera estaba al tanto de los ultimos chismorreos, estaba demasiado ocupada y centrada en el trabajo para prestar atencion a esas chiquilladas. El chofer, como cada manana, la dejo en el trabajo. Se bajo, vestida con un traje chaqueta color azul oscuro, falda hasta las rodillas, zapatos de tacon ancho, eran algo mas comodos que los de tacon de aguja. Gafas de sol de marca, un panuelo de seda al cuello, el maletin de piel en su mano derecha. Todo adornado bajo un grueso chaqueton de piel. Camino segura, con la cabeza alzada, hasta la entrada del recinto. El guardia de seguridad le abrio la puerta y le dio los buenos dias. Ella le sonrio levemente sin decir nada y fue directa al ascensor. Otro esplendido dia de trabajo. Le encantaba ir a la oficina, centrarse en el papeleo, en las ventas y nada mas. Oh, y se acercaba navidad, la mejor fecha para vender. Al acercarse a su despacho, su secretaria, como de costumbre, le cogio el abrigo y le entrego un cafe descafeinado, con leche desnatada y sin azucar. Bebio un trago y fue hacia su sillon reclinable, de color negro, que presidia una gran mesa de oficina, de roble. Habia unas cuantas plantas adornando la estancia, asi como varias estanterias y un gran ventanal detras. Una gruesa alfombra frente a la mesa. En una de las paredes habia un sofa y dos sillones, frente a ellos una mesita de cristal. A veces le gustaba tener reuniones en su despacho de forma algo mas informal. Encendio el ordenador y comenzo su rutina. Media hora mas tarde sono el telefono, era su secretaria que, antes de pasarle ninguna llamada, la informaba. --Su hermana al telefono. Peonia alzo los ojos al cielo, no se cansaba nunca de importunarla. Le tenia dicho que no la llamara en horas de trabajo. --Dice que es urgente. --Pasamela. --dijo a reganadientes. El telefono sono y pulso el boton para escuchar la voz de su hermana en manos libres. --?Que pasa? --le dijo sin despegar los ojos de la pantalla. --Raul esta en el hospital, un energumeno se ha saltado un semaforo y le ha atropellado cuando iba al instituto. --Su voz sonaba angustiada. Peonia miro el telefono intentando recordar quien era Raul, tenia tantos sobrinos que nunca conseguia saber quien era cada cual. --?Esta bien? --dijo algo fria. --Un golpe en la cabeza y magulladuras. Los medicos quieren que se quede para vigilar el golpe en la cabeza. ?Puedes ir a recoger al resto de mis hijos cuando salgan del colegio? Como si ella tuviera tiempo. --?No puede ir tu marido? Yo estoy bastante ocupada. --El ha salido del trabajo en cuanto le he llamado y viene hacia aqui, esta preocupado, como yo. Solo necesito que cuides de mis ninos unas horas, luego ira su padre a buscarlos, por favor. Como le gustaba dramatizar. Se paso la mano por la cara mientras negaba con la cabeza, ?como podia pedirle algo asi? ?Es que no sabia apanarselas sola? Era increible. Al final dijo: --No te preocupes, yo me encargo y dile a Raul que se mejore. No espero a que le dijera nada, colgo y pulso el boton que le pasaba con la secretaria. --Sonia, llama a mi chofer y dile que pase por el colegio de mis sobrinos para recogerlos y llevarlos a casa. A mi casa no, a la suya, por favor, ni se le ocurra confundirse, ?de acuerdo? --Entendido. A la hora de comer su secretaria le trajo comida preparada, normalmente una ensalada, un yogur desnatado y una fruta. Comio en el despacho, a solas. A la tarde, a eso de las seis, se fue a casa. Su secretaria le entrego el abrigo y su chofer estaba en la puerta esperandola. O no. ?Donde estaba? Miro arriba y abajo de la calle, no se veia el coche, en su lugar vio a un mendigo pidiendo limosna. Se le veia tan sucio y su mal olor llegaba hasta alli. ?Donde estaba la policia cuando se les necesitaba? Aquel era un buen barrio, ?como dejaban a gente como aquella pasear por ahi? Le esquivo, no queria oler mal, o coger cualquier enfermedad. Deberian prohibirles pasear por las calles, ?por que no tenerles en un centro, alejados de la gente normal? Una vez perdio de vista al mendigo, cogio el movil para llamar a su chofer y saber por que no habia ido a recogerla. --Senorita, sus sobrinos estan en su casa... --dijo con voz temblorosa. --?Perdona? Creo haber sido muy clara al respecto. --No tienen las llaves de su casa y hasta que no llegue su padre se han quedado aqui. Las sirvientas ya se han ido y el mayordomo tenia hoy el dia libre, asi que no me ha quedado mas remedio que acompanarlos, no queria dejarlos solos. --Esta bien, esta bien, supongo que has hecho bien, yo, no se, ire en taxi. Le colgo. Menudo contratiempo, esperaba que el padre de esos pequenos demonios no tardara en llegar. No queria a esos mocosos rondando en su santuario. Miro la carretera, no veia ningun taxi. Su casa tampoco estaba tan lejos, podia ir dando un paseo. Hacia buen dia y asi daba tiempo a su cunado a recoger a sus sobrinos. Escucho una campana sonar varias veces. --Ho ho ho, feliz Navidad. ?Una limosna para los sin techo? Lo que le faltaba, un Papa Noel con su traje, su barba postiza, su campana amarilla sonando una y otra vez y el vaso de plastico para pedir dinero. Si tuviera que dar dinero a todo el que pedia se arruinaria en un dia. Paso de largo. --Senorita... No podia ser, ?le estaba siguiendo? Apreto el paso. --Senorita... Se giro para ver al Papa Noel pisandole los talones, habia dejado la campana para coger su panuelo de seda. Se toco el cuello, por lo visto debio caersele. Se detuvo para recogerlo. --Espero pase unas bonitas navidades junto a su familia. Le dijo el Papa Noel. Ella cogio el panuelo, pero el lo retuvo un momento. --?Tiene familia? --?Y a usted que le importa? --le espeto sin mas, menudo insolente metomentodo. --Es triste la Navidad cuando uno esta solo, yo lo veo todos los anos. Hay mucha gente sin hogar, sin familia. Usted esta sola, muy sola y no lo sabe. --Devuelvame mi panuelo. --le dijo mirandole con desprecio. --Que tenga una bonita Navidad --dicho lo cual le soplo en la cara y su aliento estaba helado. Cerro los ojos y se paso la mano por la cara congelada. ?Pero que hacia ese tio? Al abrir los ojos, el Papa Noel no estaba y ella tenia su panuelo en la mano. Suspiro aliviada, menos mal que se habia ido, ya pensaba en llamar a la policia. Estupido farsante, le vestian de Papa Noel y ya se creia capaz de juzgar a las personas. ?Quien se creia que era, Santa Claus de verdad? Esos tipos estaban todos locos. Le gustaba la navidad por las compras, a ella le encantaba comprar y vender, pero odiaba los sentimentalismos, los arboles, los adornos, las reuniones familiares. Ella hacia anos que celebraba la navidad sola, o en alguna isla tropical, escapando del frio y las tonterias. Por fortuna, un taxi aparecio. Se subio en el y le pidio que le llevara a casa. Al llegar, todo estaba tranquilo. Su chofer la recibio en la entrada, su cunado estaba con todos los crios revoloteando a su alrededor, parecia que se preparaban para marcharse, gracias al cielo. --Pense que ya os habriais ido --dijo a modo de saludo. Dejo el abrigo, el bolso y el maletin en la entrada

  • El secreto de Marrowbone de Sergio G. Sanchez

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  • Por nuestro bien de Sophie Saint Rose

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    Karen acaba de perder a su abuela y empaquetando sus cosas se lleva la sorpresa de su vida, porque descubre que durante anos oculto un secreto familiar que era para dejarla de piedra. Su curiosidad la lleva a Inglaterra y conocer a Colton fue otra sorpresa mas. No solo porque era el hombre que mas le habia alterado el corazon en su vida sino porque se sintio unida a el. Aunque sospechaba que se hacia el tonto y que sabia mucho mas de lo que le decia, esa atraccion la volvia loca. ?Tanto como para olvidar la razon por la que ha ido hasta alli?

  • Bajo el cielo purpura de Roma. Traicion de Alessandra Neymar

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  • Un amor problematico de Rosemit G

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    Una novela romantica con toques de comedia que te arrancaran suspiros y sonrisas.

  • A primer latido (Corazones desahuciados 1) de Ascen Nunez

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    ?Que fuerte vinculo la une y la conduce irremediablemente a los brazos de Alberto?

  • El marido de mi madrastra de Aurora Venturini

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    Como escribir un prologo cuando el libro colma todo lo que debe existir y nada mas se necesita? Me viene a la mente la sentencia filosofica de algunos prisioneros de guerra: no mas palabras, no mas palabras. Como los cantantes celebres con banda soporte, la gente los escucha solo con el deseo de que terminen cuanto antes. O las parejas miticas, Beauvoir y Sartre, donde un hijo estorbaria. Un prologo entonces tiene que ser como los cementerios de Estambul, con sillas de hierro al lado de las tumbas mientras cae la nieve; una conversacion entre los visitantes y los muertos. ?Que pasaria si Aurora Venturini viajara en tren con madame de Sevigne, que pasaria si Aurora Venturini charlara toda una velada con Edith Wharton? Escuche el nombre de Aurora Venturini por primera vez en 2007, en el largo trayecto hacia Francia. El mismo ano y el mismo mes, ella levantaba el tubo en su casa de La Plata y oia lo que habia deseado toda su vida: el reconocimiento. Yo me estaba yendo a buscar la escritura en otra lengua, a una Paris que solo existe en el arte, ahi donde Aurora se autoexilio y vivio en frances junto a Violette Leduc, Camus y la pareja mitica. Cuando lei a Aurora fue un verdadero descubrimiento, eso que describe Pascal en Memorial. Leer, leer de veras, es el sindrome de Stendhal, un bombardeo, Aurora Venturini lo es. Este libro de cuentos se divide en dos, como esos juegos de terror de los parques de atracciones. La puerta numero uno lleva por un pasadizo secreto a la puerta numero dos, el segundo libro dentro del libro. Puerta perversa que invierte-pervierte lo horroroso y abyecto. Pero ?que no es horroroso y abyecto? <>, dice Venturini. <>, escribe ella. Venturini es capaz de escribir sobre la familia con la tecnica de heliografia de 1826 o las fotografias post mortem de ninos con las madres tras un cortinado sujetando el cuerpo inerte del bebe. Este libro es una de esas casas burguesas donde no se sabe quien esta muerto y quien no, los cadaveres con largos vestidos blancos en movimiento o simulando dormir. El marido de mi madrastra es esa luz espectral y escalofriante. En El marido de mi madrastra no encontraran, oh, lectores, esposas felizmente casadas, sino mujeres que fajan a las hijas. Encontraran criptas, fosos, sotanos, ninos-monstruo, viejos-travesti, viejas-joven, familia-gitana, hombre-momia, fantasmas, salones con muertos en las vitrinas. Como las mujeres shakesperianas, las muertas vivas, las jovenes viejas, las castas libidinosas. El marido de mi madrastra es una escritura de caida de los prototipos. Una caida politica, como descolgar el cuadro de un genocida o una horda derribando la estatua de un tirano. Venturini no es Puig porque vuelve otra cosa el habla popular. Venturini nos senala, como Osvaldo Lamborghini, como Correas, que todo es una mierda pero que es fascinante. Y que no hay mensaje para la juventud. Arreglenselas solos, che. Aurora escribe contra el lenguaje, contra las convenciones de lo escrito, como en Las primas, como en Las amigas; hay una oralidad precaria en el sentido de una filosofia donde lo que se precariza es la lengua que es hablada, la lengua del control automatico. Con su voz disidente y a destiempo, Aurora supo ponerse en la boca de todos. Tan a destiempo que se estan reeditando sus libros cuando ya murio, una paradoja que bien podria sucederle a la Chona, una de las protagonistas del cuento <>: <>. Hermanada con sus personajes, Venturini no esta muerta del todo. El marido de mi madrastra es liminal, no tanto un No Man's Land, sino un lugar descentrado, ahi donde la verdad de la literatura no se puede legislar. En estos relatos Aurora no elige entre literatura alta y literatura baja, sino que se posiciona en una enunciacion periferica, en la unica posicion de enunciacion posible para una escritora como ella. Escuchen la musica de <>, que comienza asi: <>. Como los dos personajes de Kafka, Karl Rossman en la novela America al salir del circulo familiar para ir a dar en territorio lejano e ignoto y el artista del relato Un artista del hambre, muerto de hambre en una jaula, los personajes de Venturini responden a la premisa kafkiana: <>. ARIANA HARWICZ EL MARIDO DE MI MADRASTRA Carbuncula Carbuncula Tartaruga sale al anochecer apoyada en sus gruesos bastones de madera durisima, acaso sea roble. De otra manera, esos soportes se hubieran doblado y hasta se hubieran quebrado, tal la enormidad seudohumana de la usuaria, porque Carbuncula es inmensa. Carbuncula es torpe en su caminar lentisimo. Tan lento... Avanza con tal lentitud que se dijera se desliza como los caracoles y las babosas. Deja tras ella un lampo blanquecino y fofo. Viene con su resbaloso modo susurrando algo ininteligible. Asegura que reza. No aclara a quien dirige su oracion. Carbuncula nunca aclara nada a nadie; es sombra redonda, robusta, olorosa, inquietante de si misma. Resulta horrenda, pero se acepta, ella lo hace con aparente goce y satisfaccion. <>, comienza sus chacharas feas. Digo feas porque son en contra de alguien. Ella, segun ella, es perfecta y no habra juez que se atreva a juzgarla, <>; y ahi se saldan la teoria, la tesis y la conclusion. Lleva grabadores en todos los bolsillos de sus chaquetas y en su casa los hay hasta en los arboles del parque. <>, repite al oido temeroso de aquellas mujeres a las que ella supone amigas. Alguna, remisa, intento zafarla: <>. Siempre procede de tal suerte. Se viste con la ropa de hombre que heredo de su papa, un ser tan raro como ella. Aseguran que Carbuncula mato a su mama. En mis momentos de gran melancolia, pienso que tuvo una buena razon para aniquilar a su vieja: el hecho de traerla al mundo. Vive sola en la mansion de habitaciones barrocas, muebles barrocos, cuadros y estatuas. Tiene la casa un altillo al cual se sube por una escalerilla caracol de hierro ya muy herrumbrado. Suele alquilarlo, pero los inquilinos duran poco. En su cocina mugrienta, cocina potajes y sopas. A veces compra las vituallas y entonces se sirve a si misma en el comedor barroco, tan que en cada uno de los motivos florales o rostros hay tierra apelmazada por anares. Cuando la mugre invade, ella acude a una sirvienta a la que le paga unos pesos por hora. En mis momentos de gran melancolia, me he interrogado a mi misma acerca de por que las sirvientas que lo fueron de Carbuncula jamas han contado aquello que les borro las ganas de ofrecerse para trabajar afuera o con cama adentro. Y yo inquiri a mas de una. Y mas de una exclamo: <>. Ninguna quiso contar. Las paredes de la mansion Tartaruga estan tapizadas de libros. Posee infinidad de libros, uno al lado del otro, inmoviles, con esa inmovilidad confesa de los objetos que aseguran que no han sido tocados nunca. Se ve que no lee. Mira los cuadros con las caras y el cuerpo hasta la cintura, al oleo, de sus antepasados, y resuella. Ella supone suspirar, pero no. Las piezas, seguiditas, forman como una via de ferrocarril interminable. No es posible contarlas. En la mansion, la monstruosidad elude cualquier logistica. Hay un bano; en el hay una banera no instalada. Adentro de la banera hay trastos inservibles: ropa, palanganas y escupideras desfondadas, zapatos antiquisimos, sombreros, etcetera. Junto al inodoro, un balde

  • Camille (Un caso del comandante Camille Verhoeven 4) de Pierre Lemaitre

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    El final de la tetralogia protagonizada por el comandante Camille Verhoeven, la serie mas apasionante de los ultimos anos, ganadora del prestigioso Dagger Award de novela negra.

  • Dos semanas y una noche de Whitney G

    https://gigalibros.com/dos-semanas-y-una-noche.html

    A quien corresponda:
    Sirvan estas lineas para anunciar formalmente mi renuncia en Parker International (y a su arrogante y condescendiente director), efectiva a partir de hoy en dos semanas.
    Ha sido una decision MUY FACIL de tomar, dado que los dos ultimos anos han sido un horror total. Espero que su nueva asistente ejecutiva tenga toda la suerte del mundo (la necesitara), y si mi jefe me necesita para cualquier cosa en estas dos semanas, que alguien le diga que puede apanarselas solo.
    Un saludo (no tan) cordial.
    Tara Lauren.

  • Las manos de Vera (Rados 1) de Alicia Ordiz

    https://gigalibros.com/las-manos-de-vera-rados-1.html

    “Mi nombre es Vera, y naci en la granja de humanos de Silopos. Soy hija de Nala y Sater, criadores clase uno y padres de trece hijos, seis varones y siete hembras. Yo ocupo el puesto numero trece y, siguiendo las normas del gobierno de Rados, comparto calificativo con mis hermanas, pero soy la ultima version de las mismas. Oficialmente me llamo Vera7, y esta es mi historia.”

  • Estelar de Brandon Sanderson

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  • Cuentame como sucedio 2 de Erika Jennel

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    Relatos independientes 2.
    Historias de amor independientes con algo en comun: lucha por lo que quieres conseguir. Disfrutad con esta recopilacion de historias que os haran suspirar.

  • Como Explicarte El Mundo, Cris de Andres Aberasturi

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    Explicar el mundo a su hijo Cris, que nacio con paralisis cerebral hace mas de treinta anos, es para Andres Aberasturi una tarea dura y dolorida. Pero el autor de estas paginas honestas y sin adornos, que solo pretende dejar testimonio de una parte de su verdad, la considera esencial para combatir el desasosiego. <>, como bien explica Javier Sadaba en el prologo.

  • Body Art de Don Delillo

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    El tiempo parece transcurrir. El mundo sucede, se desdobla en instantes sucesivos, y uno se detiene a contemplar a una arana aplastada contra su tela. Se advierte una inmediatez en la luz y un sentido de cosas delimitadas con precision y de fugaces destellos que relucen en la bahia. Sabemos mejor quienes somos en esos dias brillantes y poderosos en que, tras la tormenta, hasta las mas pequenas hojas secas caen imbuidas de identidad propia. El viento susurra entre los pinos y el mundo nace, irreversible, y la arana cabalga sobre su tela oscilante bajo la brisa. Ocurrio esta ultima manana. Coincidieron en la cocina, esquivandose el uno al otro mientras sacaban cosas de las alacenas y los cajones y luego esperandose mutuamente junto a la pila o el refrigerador, aun algo humedos de sueno derretido. Ella dejo correr el agua del grifo sobre los arandanos que portaba en el hueco de la mano y cerro los ojos para disfrutar del aroma que ascendia. El, sentado frente al periodico, removia el cafe. Se trataba de su cafe, de su taza. Compartian el periodico, pero el periodico, en realidad, le pertenecia tacitamente a ella. --Quiero decir algo, pero que. Ella dejo correr el agua del grifo y parecio notarlo. Era la primera vez que lo hacia ante algo asi. --Es sobre la casa. Eso es lo que es --dijo el--. Algo que queria contarte. Ella observo como el agua del grifo se tornaba opaca en cuestion de segundos. Brotaba transparente y cristalina y luego, en cuestion de segundos, se tornaba opaca. Que curioso le parecia que durante todos aquellos meses, y al cabo de tantas veces como habia abierto el grifo de la cocina, nunca hubiera reparado en como el agua brotaba transparente al principio para luego volverse quiza no exactamente lobrega sino mas bien opaca, o es que tal vez no habia sucedido antes, o acaso lo habia advertido para luego olvidarlo. Se dirigio a la alacena con los arandanos aun humedos en una mano, alargo la otra para coger el paquete de cereales y llevo la caja hasta la encimera, la caja de tonos mayoritariamente marrones y blancos, y entonces el cacharro de tostar salto y ella volvio a conectarlo porque tenias que esperar a que saltara dos veces para que el pan se dorara, y el asintio distraidamente porque eran sus tostadas y su mantequilla, y a continuacion conecto la radio y sintonizo la prevision meteorologica. Los gorriones se apelotonaban en el comedero, aleteando y luchando por un espacio en sus perchas curvadas. Ella abrio la alacena mas proxima para coger un cuenco, sacudio un punado de cereales en su interior y, finalmente, esparcio los arandanos por encima. Se seco la mano en los vaqueros, experimentando en alguna parte la incierta sensacion de un color azul desvaido y acuoso. Como se dice, la palanca. Oprimio la palanca para que se terminaran de hacer sus tostadas. Las tostadas eran de el; el boletin meteorologico, de ella. Escuchaba los boletines, llamaba con frecuencia al numero de informacion del tiempo y a veces se asomaba a la puerta principal y escrutaba el firmamento costero, saboreando la brisa en busca de implicaciones latentes. --Si, exacto. Ya se lo que es --dijo el. Ella se dirigio a la nevera, abrio la puerta y se detuvo, intentando recordar algo. Dijo ella: --?Que? --queriendo decir que has dicho, no que era lo que querias decirme. Recordo las semillas de soja. Cruzo la cocina en direccion a la alacena y cogio la caja y luego atrapo la puerta del refrigerador antes de que se cerrara. Alargo la mano para coger la leche, y al hacerlo recordo las palabras que no le habia oido pronunciar a el ocho segundos atras. Cada vez que tenia que inclinarse para rebuscar en las remotas zonas inferiores de la nevera dejaba escapar un gemido --aunque tampoco siempre-- que era mas parecido a un lamento vital. Era demasiado elegante y flexible como para acusar el esfuerzo, y no hacia con ello sino remedar a Rey inequivocamente, gimiendo su gemido, pero de un modo tan ininterrumpido, tan profundo, que tambien expresaba su propio malestar. El, ahora que ya habia recordado lo que tenia que decirle, parecio perder interes. No le hizo falta ver su rostro para saberlo. Se percibia en el aire. Se percibia en la pausa que arrastraba su observacion de ocho, diez, doce segundos atras. Algo insignificante. Algo tan trivial que si se refiriera a ello el lo consideraria como una especie de autodesprecio. Se aproximo a la encimera y vertio soja sobre los cereales y las frutas. La palanca salto o resalto y el se levanto y se llevo la tostada a la mesa y luego fue en busca de la mantequilla y ella, sin soltar el carton de leche que sostenia en el aire, tuvo que apartarse ligeramente de la encimera cuando le vio acercarse para que el pudiera abrir el cajon y coger un cuchillo para la mantequilla. La radio emitia voces como en hindi, o asi sonaban. Ella vertio leche en el cuenco y el se sento y se levanto. Se dirigio a la nevera y cogio el zumo de naranja y se detuvo en medio de la estancia agitando el envase para reflotar la pulpa y espesar el zumo. Nunca se acordaba del zumo hasta que las tostadas estaban listas. Agito el envase, y luego escancio el zumo y observo la burbujeante cinta de espuma que se depositaba a lo largo del borde del vaso. Ella se quito un pelo que llevaba pegado a los labios y se detuvo junto a la encimera, contemplandolo, un pequeno cabello de tono palido que ni era suyo ni era de el. El seguia agitando el envase. Lo agitaba mas de lo necesario porque no estaba prestandole atencion, penso ella, y porque en cierto modo absurdo e inofensivo le resultaba gratificante, por lo infantil del acto, por la sacudida y el chapoteo y aroma a naranja acartonada. Dijo el: --?Quieres un poco de esto? Ella seguia examinando el cabello. --Dimelo porque no estoy seguro. ?Bebes zumo, tu? --dijo el sin dejar de agitar el condenado trasto, pinzando el pico con dos dedos. Ella se raspo la lengua con los dientes superiores para liberar a su organismo del complicado recuerdo sensorial de aquel cabello ajeno. Dijo: --?Que? Nunca bebo de eso. Lo sabes. ?Cuanto tiempo llevamos viviendo juntos? --No mucho --dijo el. Cogio un vaso, vertio el zumo y observo la presencia de la espuma. A continuacion, se acomodo algo dolorosamente en su asiento. --No lo bastante como para reparar en esos detalles --dijo. --Siempre pienso que estas cosas no deberian pasar aqui. En cualquier sitio menos aqui, pienso. Dijo el: --?Que? --Un pelo en la boca. De la cabeza de otra persona. El se unto la tostada de mantequilla. --?Acaso piensas que solo pasa en grandes ciudades con gran diversidad de poblacion? --En cualquier sitio menos aqui. --Sostuvo el cabello entre el indice y el pulgar, contemplandolo con fingida repugnancia, o con autentica repugnancia forzada hasta limites artisticos, con los labios torcidos, paralizados--. Eso pienso. --Igual llevas con el desde que eras nina. --Regreso a su periodico--. ?Tenias perro? --Eh. ?Ahora te despiertas? --dijo. El periodico era de ella. El telefono era de el, excepto cuando ella llamaba para enterarse del tiempo. El ordenador lo utilizaban los dos, pero espiritualmente era de ella. Siguio alli, junto a la encimera, observando el cabello hasta que, por fin, lo dejo caer al suelo. Se volvio hacia la pila, se lavo la mano con agua caliente y a continuacion llevo el cuenco de cereales hasta la mesa. Su paso junto a la ventana hizo desperdigarse a los pajaros. --Te he visto beber litros de zumo, algo tremendo, no se como decirte --dijo el. Ella aun conservaba el rictus resultante de la experiencia de haber compartido la existencia desconocida de algun manipulador de alimentos o de haberse enfrentado a una realidad mucho mas desusada y serpenteante, el intimo transito del cabello de persona a persona y, de algun modo, de boca a boca a traves de anos y de ciudades y de enfermedades y alimentos contaminados y numerosos fluidos corporales de indole perniciosa. --?Como? Lo dudo mucho --dijo ella. De acuerdo, deposito el cuenco sobre la mesa. Se encamino al fogon, recogio la tetera y la lleno de agua del grifo. El cambio la emisora de la radio y dijo algo que no alcanzo a entender. Devolvio la tetera al fuego porque asi es como uno vive la vida incluso si no lo sabe y a continuacion volvio a rasparse la lengua con los dientes, insistiendo, mientras observaba el azulado chorro de la llama que brotaba del quemador. Casi tuvo que dar un brinco para separarse de la encimera cuando el se acerco en busca del cuchillo de la mantequilla. Se desplazo en direccion a la mesa y los pajaros huyeron una vez mas del comedero. Dejaron atras la sombra de los aleros y volaron hacia el sol y el silencio, en una accion que ella diviso tan solo en parte, elusiva y mudamente hermosa, las aves tan refulgentes bajo la luz que se veian consumidas por ella, incorporeas, transformadas en algo puro y fugaz y dispersamente brillante. Se sento y hojeo diversas secciones del periodico y advirtio que no tenia cuchara. No tenia cuchara. Le miro y vio que llevaba una tirita a un lado de la mandibula. Habia optado por la vieja tetera abollada en lugar de la nueva que acababa de comprar porque… ignoraba por que. Vivian en una vieja casa de madera con numerosas habitaciones y chimeneas utilizables y animales en las paredes y moho por todas partes, un lugar que habian alquilado sin verlo antes, una reliquia de los anos gloriosos de las madereras y las navieras, exageradamente grande, y tenia tarimas que crujian y diversos utensilios deformados desde Dios sabe cuando. Se dejo medio caer de la silla en un gesto de autodesprecio y se dirigio a la encimera en busca de una cuchara. Aprovecho para devolver tambien a la mesa las semillas de soja. La soja poseia un olor que no parecia corresponderse con la arenosa sustancia contenida en la caja. Era un leve tufo a trigo mezclado con pies. Lo olia cada vez que utilizaba la soja. Lo olisqueo dos o tres veces.--Te has cortado otra vez. --?Que? --Se llevo la mano a la mandibula, hundida aun la cabeza en el diario--. Solo es un rasguno. Ella comenzo a leer un articulo de la parte que tenia del periodico. Era un periodico viejo, del domingo, comprado en el centro porque hasta alli no llegaban las entregas a domicilio. --Te pasa ultimamente, no se, quiza no deberias afeitarte enseguida. Espera a despertarte. ?Y para que afeitarte? Vuelve a dejarte el bigote. Dejate barba. --?Para que afeitarme? Debe de existir un motivo --dijo el--. Quiero que Dios pueda verme la cara. Alzo la mirada del periodico y dejo escapar una de esas carcajadas vacuas que tanto le disgustaban a ella, se llevo a la boca una cucharada de cereales y comenzo a leer otro articulo. Ultimamente tendia a situarse, a insertarse en ciertos relatos de los periodicos. Era como una especie de ensonacion divagadora. Lo hacia y luego advertia que estaba haciendolo y a veces volvia a hacerlo pocos minutos despues con esa misma historia u otra diferente y luego volvia a darse cuenta. Alargo la mano hacia el paquete de soja sin alzar la mirada del papel y escancio unas cuantas semillas en el cuenco mientras en la radio se oian el trafico y las tertulias. Al parecer, la idea era que tendria que agotar la capacidad de uso de la vieja tetera, usarla y volver a usarla hasta que le salieran burbujas de oxido, y entonces y solo entonces podria sustituirla tranquilamente por la que acababa de comprar. --?Tienes necesariamente que escuchar la radio? --No --dijo ella, y siguio leyendo el periodico--. ?Que? --Que mierda tan increible. Su modo de acentuar la m de mierda, dignificando la palabra. --Yo no encendi la radio. Tu encendiste la radio --dijo ella. El se encamino a la nevera y luego regreso con un higo oscuro y enorme y apago la radio. --Dame un poco de eso --dijo ella, leyendo el periodico. --No estaba echando culpas. Quien la encendio, quien la apago. Andamos un poco susceptibles esta manana. Que digo, yo soy el que deberia estar a la defensiva. No la jovencita que se dedica a comer y a dormir y a vivir sin hacer otra cosa. --?Como? Anda, Rey, callate. El arranco el tallo de un mordisco y lo arrojo en direccion a la pila. Luego, abrio el higo con las unas y le arrebato la cuchara de entre los dedos y la lamio para limpiarla y la utilizo para extraer una porcion de pulpa rosada del pellejo abierto del fruto. La deposito sobre su tostada -- la masa, la papilla, la pulpa-- y a continuacion la extendio con el dorso de la cuchara, formando untuosos remolinos sanguinolentos rebosantes de semillas. --Yo soy el que tiene que estar susceptible por las mananas. El que tiene que quejarse. El terror de otro dia cualquiera… --dijo maliciosamente--. Tu aun no sabes lo que es eso. --Dejanos en paz un ratito --le dijo ella. Se inclino, y el le alargo el pan. En los arboles proximos a la casa, los cuervos entonaban su estridente reclamo. Ella asesto un nuevo bocado y cerro los ojos para poder pensar en el sabor. El le devolvio la cuchara. Luego, encendio la radio y recordo que acababa de apagarla y volvio a apagarla de nuevo. Ella vertio unas semillas en el cuenco. El olor de la soja era algo a caballo entre el olor corporal, si, de las extremidades inferiores y cierta vida germinativa y real de la tierra, una vida sembrada y profunda. Pero eso no lograba describirlo. Leyo en el periodico un articulo sobre un nino que habian abandonado quien sabe donde. Nada lo describia. Era olor en estado puro. Era lo que es el olor, independientemente de sus fuentes. Era como, y a punto estuvo de decir algo en este sentido, porque a el tal vez le habria divertido, pero lo dejo pasar, era como si un, tal vez un escolastico medieval hubiera intentado clasificar todos los olores conocidos y hubiera descubierto algo que no encajaba con su sistema y lo hubiera llamado soja, lo que facilmente podia formar parte de algun sublime termino latino, pero no, era imposible, y siguio alli, pensando en algo, no estaba segura de en que, con la cuchara a unos centimetros de la boca. Dijo el:

  • Lo mejor de ir es volver de Albert Espinosa

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    Hay un dia en la vida en que debes decidir si deseas tener la razon o la tranquilidad.

  • No lo llames sexo… ?O si? de Noelia Amarillo

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    Me gusta el sexo. Mucho. Pero no por el extasis que conlleva, o al menos no solo por eso, sino porque cuando estoy perdido entre el placer, el deseo y la necesidad es el unico momento en que puedo dejar de
    pensar en lo que hice. En el dano que provoque. En el precio que me tocara pagar cuando me atrapen.

  • Check in al amor de Noni Garcia

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    M 001 – Un bano accidentado e encanta bajar a la playa en esta epoca. En septiembre ya no hay tanta masificacion de turistas, aunque no faltan en todo el ano. Tenemos una playa denominada Playa de los Alemanes, y no creo que haga falta que os jure de donde vienen la mayoria de los turistas que se dejan caer por aqui. Trabajar en la recepcion de un hotel a pie de playa es la octava maravilla del mundo. No hay nada como salir de trabajar y darte un buen chapuzon para liberar el estres de la jornada laboral. Me encanta mi trabajo, pero hay dias en que saldria huyendo para que nadie me encontrara. Hace un par de anos comence a trabajar como camarera de pisos en el hotel donde sigo trabajando, a pesar de ser licenciada en Filologia Alemana. En aquel momento, era el unico puesto vacante y yo necesitaba el trabajo con bastante urgencia. Tras dos meses bajo las ordenes de Carmela, la gobernanta, ya era ayudante de Recepcion. Los clientes, en su mayoria alemanes, y el bajo nivel de dicho idioma entre lo recepcionistas jugaron a mi favor. El dia que el jefe de Recepcion me escucho hablando aleman en uno de los pasillos con un cliente, no lo dudo ni por un instante y me recluto para Recepcion del hotel. Siempre que recuerdo a Pepe lo hago con muchisimo carino, porque gracias a el, hoy estoy donde estoy. El fue el que obligo a los altos cargos a ponerme bajo su mandato y, despues de aquello, todo fue rodado. En seis meses pase de ayudante de Recepcion a recepcionista, y el dia que cumpli un ano en la empresa y crei que me darian la patada en el culo, me hicieron un contrato indefinido y me ascendieron a segundo jefe de Recepcion. Hace seis meses que Pepe se jubilo y, aunque fueron momentos de transicion porque el hotel estaba cambiando de duenos, me promovieron a jefa de Recepcion. Manana es un dia que promete ser largo y duro en el hotel porque llega el nuevo director, y tiemblo cada vez que lo recuerdo. He investigado un poco por Internet, ya que son duenos de varios complejos hoteleros en otros paises, y tengo la impresion de que a la mayoria de los que trabajamos aqui nos van a dar una patada que vamos a llegar a Madrid. Todos los empleados son guapos, rubios, con ojos claros, altos, las chicas de talla 38 y ellos con cuerpos de anuncio. La primera patada me la voy a llevar yo, pero no voy a llegar a Madrid, sino a Marte. Talla 44, pelo negro como el tizon, ojos oscuros, piel morena --y no precisamente por la playa--, con mas curvas que el circuito de Jerez y no llego al metro setenta. Lo suficiente para haber estado acomplejada toda la vida y estar esperando esa patada. Son las seis de la tarde, y deberia darme un chapuzon porque no me gusta conducir con la ropa mojada y necesito nadar un rato. Tambien porque he quedado con unos companeros para tomar unas cervezas y no puedo llegar tarde si no quiero ser la que invite. A ver si asi conseguimos dejar de pensar un rato en el dia que nos espera manana. El agua esta perfecta: fria pero no helada; y muy limpia, hasta el punto de verme los pies en ella. Me lanzo a nadar cuando me llega el agua a la altura de la cintura y recuerdo las palabras que siempre me decia el abuelo cuando era una nina: <>. Y eso hago mientras pienso en el, en ese hombre que me crio cuando mi madre murio y mi padre me abandono a mi suerte. !Joder! Pero !que cono...! !Que golpe me he dado en la cabeza! No se contra que o quien he chocado, pero, sea lo que sea, ha crujido, y me va a escuchar... !Esto es un hombre guapo y lo demas son tonterias! Me acabo de quedar sin palabras. Rubio, con el pelo corto pero no demasiado, alto, fuerte... Y esos brazos... Un empotrador en toda regla. !Para, petarda! A lo que ibas, que te despistas. --Pero ?usted no mira por donde va? Menudo golpe me ha dado en la cabeza. --?Perdona? Tu has dado a mi. !Conio, como duele la nariz! --?Conio? --Intento no reir, pero no me puedo resistir--. ?Aleman? --Asiente; aun asi, sigo mi discurso en espanol--: Es que os pensais que la playa es vuestra. Ni siendo finales de septiembre me puedo banar tranquila. Hace un gesto de dolor con la cara y me corta la frase: --?Casi me rompes la nariz y la culpa es mia? --!Madre del amor hermoso, dame paciencia! Vamos al botiquin para que te miren la nariz. No la tienes rota porque no sangra, pero deberian echarte un vistazo. --?Contigo? No, serias capaz de matarme... --!Seras capullo! Ademas, estamos discutiendo, pero ya estamos en la orilla. --Me estoy empezando a marear. --Voy yo solo. No tienes que preocupar por mi. --Esta bien, haz lo que... --Me apoyo sobre las rodillas, agachando la cabeza. --Pues claro que... ?Que te pasa? Se acerca a mi y observo que tiene unos pies bastante grandes pero muy bonitos. --Vete y dejame tranquila. --Me voy a caer. --Pero ?como te voy a dejar?, si estas blanca como pared y... Lo interrumpo porque me esta sacando de mis casillas: --Pues dejandome. Estoy perfectamente y puedo ir sola hasta el botiquin. --No estas bien, casi no puedes estar en pie. Dejame ayudarte. --Ademas, ni tan siquiera se como te llamas ni me interesa, asi que coge tu camino, que yo cojo el mio. --Me llamo... --Te he dicho que no me interesa. --Tengo ganas de matar a este aleman imbecil. --!Que cabezona! Y yo pense que gente aqui ser amable. Ahi te quedas, loca. --?Me has llamado loca? Por momentos, mas enfurezco, pero estoy tan terriblemente mareada que no puedo seguir hablando. --Si, loca... No veo nada. Todo se nubla a mi alrededor y siento que dos fuertes brazos no me dejan caer a la arena.

  • La decision de Jacob (Security Ward 5) de N. Q. Palm

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    La vida de Jacob Hawk es un verdadero misterio para sus companeros, a duras penas conocen a su familia y el es tan reservado que es un milagro que se hayan enterado de que Sasha, su mujer, le acaba de pedir el divorcio. Algo que lo destroza.
    Aprovechando un descanso en el trabajo decide ir a visitar a sus hijos a Paris, aunque eso signifique volver a tratar con ella. Pero un encuentro fortuito y una mision, en la que no debia estar, le llevan a descubrir que las cosas no son lo que parecen, y que ciertas personas aparentan ser lo que no son.
    Doc se siente abrumado por sentimientos contradictorios, tiene que recuperar a su familia, pero su corazon esta dividido.
    La decision de Jacob; seguramente el final que no esperas. ?Te atreves a descubrirlo?

  • Los tiempos de Patricia de B. Menendez Vico

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    A Patricia Elizondo un fallido amor juvenil y un divorcio tormentoso, le trajeron la inseguridad y la falsa idea de que ya no habria otra oportunidad para ella. No fue asi, porque cuando creyo verse condenada a la soledad, Patricia encontro al hombre que con solo mirarla la hizo renacer.
    Con la llegada del amor el corazon de Patricia latio al ritmo de otro tiempo, se fugo de la opresion, del desaliento y amo sin pedir nada. Al final, fue amada y feliz. Patricia entonces comprendio que sus fracasos la condujeron hasta el amor unico y verdadero, ese que se alcanza aunque el camino este lleno de tropiezos.
    Ultima novela romantica de la escritora, despues de Encuentro, Nadia, Un guardian para Sonia, El maestro de musica y Un angel vino a verme.

  • La Princesa (Hermanas MacBride) de Kira Freitas

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    Libro 03 de la Trilogia de las Hermanas MacBride

  • Un don un tanto molesto (+qav 2) de M. N. Mera

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    Segunda parte de la saga familiar "Mas q. un amor de verano (+qav)"
    Maria
    De una manera u otra, y aunque no lo hubiera buscado, siempre habia estado unida a la muerte, por ello desde hacia un par de anos trabajaba en una funeraria. Mis companeros de trabajo enseguida se habian dado cuenta de los beneficios de tener una licenciada en bellas artes trabajando con ellos; yo era capaz de llevar a cabo cosas que ellos no sabian hacer y que ni siquiera les gustaban, por eso siempre me reservaban los casos mas complejos. Como el que tenia en ese momento entre manos. Aunque... ?Que estaba sucediendo? ?Seria otra sorpresa de mi don?

  • AZUL TORMENTA, LLUVIA ANIL, A. V. San Martin de A. V. San Martin

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  • 49 penurias de Troy, C.J. Benito de C. J. Benito

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  • Inundacion y sequia de Zahra Owens

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    Un libro de la saga Nubes y lluvia

  • Un inesperado segundo amor de Ivonne Vivier

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    Maite, una divorciada de cuarenta y un anos, organizada, pulcra, exigente y valiente, arrastra un pasado con perdidas irreparables incluyendo al amor de su vida.
    Luca es un empresario viudo de cuarenta y siete anos, quien no comprende el porque la vida lo expuso a el y a sus dos hijos a semejante dolor. Todavia no es capaz de dejar ir a la mujer que le enseno a amar, aquella a la que vio sufrir demasiado y por la que aun no se anima a continuar con su vida.
    Maite se deslumbro con la elegancia de Luca y toda su inmejorable apariencia cuando se tomo cinco minutos para admirarlo. Luca, comenzo a replantarse sus pensamientos en el mismo instante en que vio a Maite pasearse frente a el.
    Ambos se dejaran llevar por sus emociones dejando atras el pasado. Asustados y desconcertados se daran el permiso de conocerse y enamorarse, a pesar de que Piero, el hijo de el, no acepte la relacion.
    Lo que comienza como un bonito romance, se ira complicando cada vez mas.
    Maite y Luca tendran que descubrir si ese inesperado segundo amor es tan profundo como parece y si es posible salvarlo de una realidad que no se puede evitar o, por el contrario, deben dejarlo pasar y seguir cada uno con su vida.

  • MARIPOSA CAPOEIRISTA 2 de Lily Perozo

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    Tras un tragico evento, que amenaza la seguridad de la familia Garnett, deberan poner punto final a sus sonadas vacaciones y regresar a Nueva York. Sin embargo, Elizabeth dejo en Brasil muchos pendientes, ademas de un poderoso sentimiento que apenas descubria, el cual se volvera mas intenso a pesar de la distancia.
    Mientras tanto, en Rio de Janeiro, Alexandre debera enfrentar una situacion de vida o muerte, que lo alejara de la mujer que durante anos creyo una fantasia, pero que llego a su vida en el momento menos esperado, convirtiendose en la mas increible realidad; por la que luchara hasta vencer sus miedos y tenerla de regreso.
    Un inesperado suceso que sacudira a Brasil tambien trastocara la vida de Alexandre y Elizabeth, abriendo una puerta al tan esperado reencuentro, pero nuevos secretos seran revelados, poniendo en la cuerda floja su prematura relacion. Elizabeth debera decidir entre seguir su corazon y confiar en Alexandre o ser sensata y continuar con su vida al lado de Luck.
    Cualquier decision que tome terminara lastimando inevitablemente a alguno de los dos hombres que mas ama en su vida, algo que debera afrontar, si desea su felicidad.
    Lee el segundo libro de Mariposa Capoeirista y descubre que le depara el destino a Elizabeth Garnett.

  • En un lugar del Caribe de Irene Mckinstry Oria

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    Mientras el Imperio espanol y el Reino de la Gran Bretana se enfrentan en elCaribe en la Guerra del Asiento, la hija de un almirante ingles se enamora de unmarino vasco, prisionero de la Real Armada britanica. Anne Stewart e Inigo deIturriaga deciden romper las rigidas normas de una sociedad que habia previstodos destinos muy diferentes para ellos y, a partir de ese momento, se enfrentan alas consecuencias de su arriesgada decision.

  • Esclava Encadenada de Aina Castillo

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    Las cadenas abrazaban a Elena.
    Sus munecas. Sus tobillos. Su cuello.
    Iba a ser vendida. Como un objeto.
    Voluntariamente. Para siempre.
    Pero el sacrificio valia la pena.
    Su padre tenia deudas. Su madre cancer.
    Aquello solucionaria la vida de ambos.

  • Departamento 240 de Felipe Zurita

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    Novela que cuenta la historia de Gerardo Bustamante, un joven adulto que comenzo a sufrir extranos sucesos nocturnos al cambiar de hogar.
    Durante el trayecto de su historia se cuestiona si esta viviendo alucinaciones, terrores nocturnos, esquizofrenia o si se encuentra en medio de una situacion paranormal. Obligado a escribir su historia por personas que no son mencionadas nos entrega un ano de su vida y un inesperado final.

  • Callejones de Brooklyn de Wil Medearis

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    Reddick es un joven pintor frustrado que vive en Brooklyn. A la espera de abrirse camino en el feroz mundo artistico neoyorquino, trabaja para una empresa que se dedica a montar exposiciones en las viviendas de la gente mas acaudalada de Manhattan. Una gelida noche, en un callejon al lado de su casa, se encuentra a una desconocida con la que charla un rato antes de que ella desaparezca bruscamente. El descubrimiento de que se trata de la novia del heredero de un emporio inmobiliario dara un vuelco a su vida.
    Decidido a saber que ha sido de ella ante la indiferencia general, Reddick se convertira en un detective accidental, recorriendo sin descanso las calles de Nueva York para encontrarla y despejar un sinfin de inquietantes incognitas.

  • Volvere a buscarte de Pilar Cernuda

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    En los anos cincuenta, Antonio Padin abandona Galicia rumbo a Argentina en busca de una vida mejor para su familia. Treinta anos antes ya lo hizo su abuelo Antonio que nunca volvio, pero el le hace una promesa a Maruxa: <>. Lo que no sabe es que esa aventura le descubrira, entre otras cosas, la verdadera historia de su abuelo, un mundo de salones elegantes y un amor apasionado que hara resquebrajarse su promesa y le obligara a elegir entre el deber o la pasion. Los Padin siguen la tradicion de su valle gallego y emigran a America a buscar fortuna. Son tiempos de pobreza y para muchos es la unica opcion para abrirse camino. Antonio recibe <> y se embarca lleno de miedos rumbo a Argentina. Alli, encontrara no solo futuro sino la historia de su familia que no conocia. Pilar Cernuda debuta en la novela con esta gran historia que nos habla del amor y el olvido, de la distancia y el compromiso. De mujeres fuertes que saben que su familia depende de ellas, de sentimientos y de esperanza. Volvere a buscarte tiene la melancolia de las tierras gallegas y el refinado glamour del Buenos Aires de los anos cincuenta.

  • Nimbo (El arco de la Guadana 2) de Neal Shusterman

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    No ha pasado mas que un ano desde que los caminos de Citra y Rowan se separaron, pero en este tiempo los rumores sobre un justiciero que persigue a los segadores corruptos se han multiplicado. Por todo el continente se oyen susurros de que los culpables acaban siempre devorados por las llamas.
    La segadora Anastasia criba con compasion y desafia abiertamente las ideas del nuevo orden. No obstante, cuando su vida se ve amenazada y sus metodos se cuestionan, queda claro que no todos los miembros de la Guadana desean el cambio y que la podredumbre crece hasta en los cimientos mas solidos.
    La muerte debe existir para que la vida tenga sentido. Pero ?cual es el precio que cada segador esta dispuesto a pagar?

  • El agua de la vida de Sara Gruen

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    Fin de ano, 1944. Para Maddie y Ellis Hyde, un joven matrimonio de clase alta de Filadelfia, la guerra y la privacion son conceptos lejanos. A Ellis solo le interesa divertirse gracias al dinero que recibe de su padre. Pero cuando el viejo general Hyde les corta su asignacion, Ellis decide recuperar el favor de su padre retomando el proyecto en el que este fracaso anos atras: encontrar al famoso monstruo del lago Ness.
    A pesar de las quejas de Maddie, y acompanados por su inseparable amigo Hank, los tres parten hacia Escocia y se instalan en un pequeno hotel rural, sin ninguno de los lujos que tan bien conocen. Ajenos a todo, cada dia los dos hombres salen a buscar al mitico monstruo, mientras otro monstruo, Hitler, esta arrasando Europa. Maddie, sola la mayor parte del tiempo en un pais extranjero, rodeada de desconocidos, debe comenzar a preguntarse quien es y que quiere en realidad.
    Apasionante y conmovedora, El agua de la vida narra una intensa historia de amor, pero tambien el despertar de una joven privilegiada que, a medida que va experimentando lo que sucede a su alrededor,
    aprende a entregarse a los demas como nunca antes lo habia hecho.
    Una tierra de misterio y leyendas. Un amor capaz de cambiarlo todo.

  • La trayectoria de los aviones en el aire de Constanza Ternicier

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    El principio de incertidumbre envuelve el colaps fisico de la estudiante chilena Amaya Tripe, becada por su gobierno en Barcelona y de fin de semana en Londres. “A pesar de que estabas en una ciudad mas bien grisacea, la luz del sol estaba enceguecedoramente brillante. Entreabriste los ojos y, pese a la dificultad, te diste vuelta hacia el otro lado. Ahi estaban las ultimas personas con quienes creias que te ibas a encotrar: padre y madre.” La cama del hospital es el origen de un viaje que se dispara en amores, la trayectoria de los aviones al otro lado de la ventana y, sobre todo, las causas del colapso. Los ojos azules de los medicos londinenses le provocan un ardor irrefrenable, y ese ardor, cada vez que lo siente, es una sacudida en la memoria y a sus esperanzas de libertad adulta.

  • Los crimenes de Shamersville de David Zafra Ruiz

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    !Necesitaba matarlas!
    Algo espeluznante se cierne sobre Shamersville en el
    fatidico invierno de 1899. El cadaver de una joven
    hallado en el sanatorio psiquiatrico pone en alerta
    a toda la comarca. El detective Alfred Tilman y su
    ayudante, el capitan Edward Stone, comienzan a
    profundizar en los hechos, cuando es anunciada la
    segunda victima. Tras las muertes se esconde un asesino
    sin escrupulos que desmiembra a sus victimas.
    El mutismo y miedo de los habitantes hara que el
    trabajo del detective y su ayudante sea mas complejo
    de lo inicialmente esperado.
    Nadie era consciente del sufrimiento que estaba
    aun por llegar...

  • Toda una Lolita (Yo soy tu candidato 4) de Miranda Wess

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    Catalina es una joven chispeante y divertida que no se deja vencer por las circunstancias. Entre la universidad, sus amigos y los romances efimeros se pasa la vida.
    Bruno es un empresario exitoso, ecuanime y un ejemplo de rectitud para su familia. Pero pronto descubrira Catalina que en la intimidad es un hombre sexy y ardiente acostumbrado hacer las cosas de la unica forma que conoce.
    La suya.
    ?Sera Bruno aquel destinado a amarla a pesar de las diferencias o simplemente sucumbira a la pasion pasajera que le despierta esta Lolita?

  • Algo mas que un sueno de Rocio Perez

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    ?Cambiarias de pais asi sin mas? ?Que harias si tuvieras la oportunidad de tener algo mas?
    Eso le paso a Lidia, una joven que lucha dia a dia por sacar a su hija adelante, sola desde hace unos anos. Por un momento, su mundo cambia. Poniendo frente a ella a un hombre que lo uno que quiere es hacerla sonar y delirar.
    ?Que pasara cuando sus ojos se abran y vea que ese hombre le robo algo mas que un sueno?

  • Amar sera suficiente (Ley OSDE 2) de Jennifer Palau

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    En medio de otra rebelion en la que la Organizacion combate el Anexo de la Ley OSDE, que nuevamente siembra el caos en la sociedad, Nina lucha contra su lado oscuro. Al mismo tiempo, Izan debe tomar una decision para protegerla, pues han cometido el error de olvidar que enamorarse podia conllevar ser impulsivos, sobre todo ante el peligroso Hans Blake, dispuesto a mantener su mandato, incluso llevando a cabo unos planes que jamas nadie podia imaginar.
    Para ella, el es un enemigo.
    Para el, ella es un recuerdo.

  • INFIDELIDAD de Nath Lor

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    Alexandra creia que tenia todo lo que deseaba en la vida. Hasta que un dia lo conocio a el…
    Vivira intensamente desde aquel dia debatiendose entre la culpa y sus miedos. Sumergiendose en el pasado y en los recuerdos.
    ?Podras juzgarla por sus acciones?
    ?O tambien caeras a los pies de ese apuesto germano rudo y sensual?

  • El Convidado de las Ultimas Fiestas de Auguste Villiers De L'isle-adam

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    Villiers en Paris queria jugar con el concepto de la crueldad, de igual manera que Baudelaire jugaba con el mal y con el pecado. Ahora, desventuradamente, nos conocemos demasiado para jugar con ellos. Contes cruels es ahora un titulo ingenuo; no lo fue cuando Villiers de l'IsleAdam, entre grandilocuente y conmovido, lo propuso a los cenaculos de Paris. Este casi indigente gran senor, que se sentia el protagonista enlutado de imaginarios duelos y de imaginarias ficciones, ha impuesto su imagen en la historia de la literatura de Francia. Jorge Luis Borges

  • La Boveda de Edward Martin

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    Despues de perder a su esposa y a su hija en La Calamidad, la vida de Christian Vega se volvio oscura. La unica familia que le queda es su cunada Mabelle, su cunado Efrain y el astuto de su sobrino Dale.

  • Pecados Del Alma de May Dior

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    Nada mas estar lista agarro las llaves del coche y me dirijo a la direccion que Scott me habia enviado parando unos segundo ante el amplio espejo que adornaba la enorme entrada de mi querido apartamento, uno en el que no paso ni la mitad del tiempo que en realidad deseo. Me atuse el cabello ya que no me apetecia recogermelo como tantas otras veces. Una vez mas me habian llamado a mi. No me creo que no haya mas detectives en la comisaria aparte de mi. He visto las ojeras que adornan mis ojos por no descansar las horas necesarias y mi mente vuela a ese sueno en el que me encontraba cuando mi dichoso movil comenzo a sonar. Lo unico que conseguia recordar del sueno eran esas fastidiosas palabras <>. Nunca puedo reconocerlos al principio, es algo a lo que ya estoy acostumbrada, demasiados anos viviendo con ello, pero nada mas despertar se que tengo un nuevo caso y estoy segura de que la victima sera una mujer. Siempre sucede igual, un sueno inquietante y en menos de dos horas ya hay un caso que ocupa todo mi tiempo. Aparco el coche al llegar a la escena del crimen, no me ha costado nada llegar, unos minutos, las calles a esas horas son como mis suenos. Escenarios vacios de cualquier sentimiento o emocion, al igual que mis fantasmas. La zona ya estaba acordonada, y en un primer vistazo puedo ver a Suarez con unos muchachos, lo mas seguro es que sean los pobres idiotas que se han encontrado con la victima. Desde donde estoy se les notaba bastante afectados, posiblemente la victima en si es el escenario mas dantesco con el que se habran encontrado en su corta vida. No deben de tener mas de unos diecisiete o dieciocho anos, no van muy arreglados y uno de ellos, el mas alto, esta agarrando un monopatin en la mano derecha. Es rubio con rastras, el otro es un poco mas bajo y lleva el pelo corto. La imagen tipica de los chicos de su edad, vamos, sin nada a destacar. Camisetas grandes, pantalones caidos ensenando la ropa interior y deportivas demasiado llamativas. Al pasar por su lado, nada mas mirarlos me doy cuenta de que van fumados hasta decir basta. <>, pienso. Mis ojos recorren el escenario, lleno de policias uniformados perdidos sin saber bien lo que tienen que hacer, en definitiva, una panda de inutiles. Noto un escalofrio en mi nuca y busco algun otro indicio que me senale su presencia. La niebla se aposenta en el suelo frio y humedo y alli junto a uno de esos policias esta mi victima, el fantasma que me esta rondando. Es un joven e imberbe muchacho que no lleva mas de un mes en el cuerpo, puedo vislumbrar una sombra difusa y confundida sin ser consciente de lo que le estaba sucediendo. Ella no tiene la culpa de lo que le ha sucedido, simplemente estaba en el sitio equivocado en el momento menos oportuno y ello la llevo a perder la vida a manos de un monstruo. No esos a los que todos tememos cuando somos unos ninos inocentes que creen tanto en las cosas buenas como en las malas. No, mas bien un monstruo de carne y hueso, un desequilibrado mental que esa misma manana se habia levantado con el convencimiento de que ese era su momento, el dia en el que sabria lo que es acabar con una vida inocente, viendo como sus ojos exhalan su ultimo brillo. Me acerco a ellos esperando poder ver el rostro de la muchacha. --Buenas dias, Scott. ?Estos son los que han encontrado a la victima? --Una pregunta un poco estupida, pero que le puedo hacer, nunca he tenido mucho de que hablar con este muchacho. --Buenos dias, detective Young --Ya esta. Se puso colorado como un tomate. Siempre igual, nada mas mirarme, boom--. Si, estos son los chicos. Segun ellos, pasaban por aqui para atajar de camino a casa, cosa que no suelen hacer a menudo, y nada mas verla nos han llamado. Afirman que no han tocado nada. La verdad es que se han llevado un buen susto. --Vale, sigue con lo que estabas. Esto, ?sabes si ya ha llegado el forense? --Pues la verdad, no estoy seguro. Comienza a ponerse nervioso, como si no estuviera seguro de hacer las cosas bien, y se queda callado esperando a que le diga como ha de proceder, si no espabila no le veo mucho futuro en el cuerpo. --Tranquilo, ahora me enterare --Alzo la mano para despedirme --. Sigue con lo tuyo, Scott, ya me las apano--. Intenta que no se te olvide nada por preguntar, y coge sus telefonos y direcciones por si los volvemos a necesitar. --Sin problema, detective Young. Me dirijo directamente hacia las bandas de proteccion del escenario del crimen y alli esta Ari, agachada delante del cadaver. En el momento en que mi mirada se dirige al cuerpo un escalofrio me recorre la espina dorsal. Tengo una mala sensacion, estoy completamente convencida de que tiene que ver con mi sueno, lo que no me extrana para nada ya que de esa manera he llegado a mi puesto. Todo en esta escena me parece grotesco. En medio del callejon hay una mesa dispuesta con un mantel a cuadros, de esos que salen en las peliculas italianas para una cena. La victima esta reclinada sobre algo. Al acercarme me doy cuenta de que es un plato, la mesa esta preparada. Cena para dos. Han cuidado hasta el minimo detalle. Esta perfectamente preparada para una velada romantica. El entorno del cadaver parece estar bastante despejado y limpio, hecho a proposito, ya que esta en medio de un callejon. Quitando lo macabro de la preparacion, la victima no va vestida para una cita, lleva una tunica de un morado palido que parece de seda, y debajo no lleva nada mas. No hay nada en el suelo de la calle, como si se hubiera barrido. A unos metros hay unas tablas apoyadas en la pared, da la sensacion de que se han colocado con premeditacion. Las paredes del callejon parecen muy limpias, el escenario ha sido preparado a conciencia, de eso ya no me cabe ninguna duda. Me vuelvo para dirigir mi vista nuevamente al cadaver. No me puedo creer que alguien pueda hacer algo asi. Por mucho tiempo que pase, las nauseas y el asco nunca se acaban cuando te encuentras frente a casos como este. En la academia dicen que con los anos te endureces, que con el paso del tiempo no te afectara tanto. Pues yo debo de ser un bicho raro, pues a mi me sigue afectando tanto o mas que el primer cadaver. Noto que alguien pone su mano sobre mi hombro. Es una mano femenina, asi que me relajo enseguida, pues se que es Ari. --Ella, ya llegaste. Has tardado lo tuyo, ?te pillo el caso un poco liada? Me giro a mirarla con una media sonrisa en el rostro. Ya se por que camino me quiere llevar. Me levanto y sonrio. --No Ari, aqui la unica pervertida ninfomana eres tu. --Que bien me conoces --Se rie--. Y si, me han estropeado uno de los mejores polvos de mi vida, chica. Como siempre que esta delante de la escena de un crimen, lleva el pelo en un recogido alto, pantalones vaqueros negros y una blusa blanca con un escote que no deja nada a la imaginacion, algo muy tipico en ella, junto con sus inseparables botas de tacon, lo cual es una sena identificativa de Ari. Siempre le ha encantado ser mas alta que un hombre, cosa que nunca he entendido. Su rostro, como siempre fresco y juvenil, lo lleva maquillado, pero no en exceso, ya que sus ojos no necesitan nada de eso. Su madre era coreana y, aunque yo no la llegue a conocer, ella saco sus ojos y su fisico. Cuando eramos pequenas me enseno fotos de su madre y, la verdad, siempre han sido como dos gotas de agua. Perdio a su madre siendo muy pequena, por lo que ella y su padre se mudaron al bloque de edificios donde yo vivia con mi familia. Siempre ha sido una persona muy feliz y madura para su edad. Su padre trabajaba mucho, y ella pasaba mucho tiempo con nosotras. Tuvimos mucha suerte, pues, aunque viviamos en un buen barrio, no faltaron las bandas que venian reclutando chicos y chicas. Aun asi, a nosotras nunca nos falto de nada y pudimos evitar meternos en lios. Cuando mi madre me falto ella fue mi mayor apoyo junto con mi tia y mi abuela. Ellas son mi familia, ella es mi hermana. --Todos los tios que te tiras siempre son el mejor polvo de tu vida. --Le guino un ojo, riendome complice. --Ya no te puedo sorprender, detective, no tengo secretos para ti --Ari me guina el ojo, correspondiendo a mi guino y rompe a reir. Por el rabillo del ojo veo una sombra acercarseme y me giro lentamente hacia mi derecha. --Bueno, bueno, ya llego la super detective Young. ?Quien te ha llamado? Este caso es mio. --Me ha llamado Scott. --Maldito novato, ?quien cojones se cree este que es? Le va a caer una buena. --Me parece que el agente Scott se ha dado cuenta de que este caso podria quedarte grande, Johnny. --Para ti sargento Parker, bonita. --Ay, perdon sargento Parker, me parecio que seria mas apropiado llamarlo Johnny, ya que tengo entendido que es como le gusta que le llamen. En ese momento la cara de Parker empieza a hincharse y a cambiar de colores hasta acabar con un tono morado. Aguantarme las ganas de explotar de la risa se me hace bastante dificil, ya que noto como Ari no se puede aguantar y arranca a reir a carcajadas. --!Tu! tetona, deja ya de reirte --Este empieza a elevar el tono de voz, y en ese momento la mirada de Ariadna empieza a expedir fuego. --Ya quisieras tu poder tocar a estas dos --Ari se agarra los pechos para reafirmar lo que acaba de decir ante la atonita mirada del sargento, a mi ya no me sorprende con sus salidas fuera de tono --. ?Que pasa, que esas a las que les pagas para tener algo de carino en tu vida no las tienen asi? Lo primero que tendrias que hacer es ducharte y vestirte con un poco mas de gusto y elegancia para poder presumir de tener a un pedazo de tia como yo a tu lado. En ese momento me levanto interponiendome entre estos dos. Yo lo he iniciado y me corresponde pararlo ya que no seria justo que Ari se lleve una amonestacion por culpa del incompetente de Parker. --A ver, chicos, vamos a calmarnos --Miro a Ari, pidiendole paciencia con los ojos--. Sargento, ve a ver si Scott necesita ayuda con las declaraciones de los chicos, controla que no se le olvide nada. Y mas vale que no le menciones al chico nada de lo sucedido aqui, sabes que me enterare. Y si intentas tomar represalias contra el muchacho, yo puedo tomarlas contra ti, ya que, como es evidente, este caso es de los mios. Tu, Ari, cuentame todo lo que sepas sobre la victima. --Ya te he dicho, Young, que este caso es mio. Yo llegue antes. --No, sargento, este caso es mio. Si tienes algun problema, ya sabes lo que tienes que hacer. Llama al capitan, he estado hablando con el antes de llegar asi que no lo despertaras. Esta en la comisaria desde hace un buen rato. Este caso es claramente un asesinato ritualista, basandonos en la apariencia que da a primera vista, y no creo equivocarme al decirte que no tiene nada que ver con bandas callejeras ni con narcos, que son tu especialidad. Asi que, sin lugar a duda, el caso es mio. --No me dejas otra que ponerte una queja, Young. Cada vez esta mas cabreado e hinchado, parece que el boton de la chaqueta de vestir le va a explotar. --Otra mas para la coleccion --Mi risa no tiene ni pizca de diversion en ella, es mas bien puro sarcasmo--. Venga, ponla, a ver si hago pleno esta semana. Ya solo me quedan dos para llegar a las siete. Intento imprimir un tono de burla a mi voz y me sale bastante bien. Aun asi, se nota que me esta cabreando a base de bien y que va a acabar con la mandibula rota. No va a servir de nada ese maldito curso al que me veo obligada a ir, y encima el capitan me la va a liar. Cuento hasta diez y me giro en direccion a Ari que, al mirarme, se da cuenta de que como me diga una sola cosa mas, la mas minima, este tio va a acabar muy mal esta noche. --?Que me puedes decir de la victima? --Le pregunto cambiando asi de tema, ignorandolo sin importarme lo mas minimo su presencia !a lo mejor si que funciona eso de contar hasta diez! Unas semanas atras le habria partido la mandibula de un solo golpe. --Lo primero y principal, es que aun no sabemos quien es. No han aparecido ni bolso ni ningun tipo de efecto personal que pueda identificarla. Ya hemos recogido las huellas, y antes de que llegues a la comisaria estaran alli para ti. No la han matado aqui, es evidente, tal y como se aprecia no hay sangre ni evidencia alguna de lo contrario. Esta muy palida y aun asi no estoy segura ya que podria ser por muchas causas, pero creo que la han desangrado, aunque hay algo mas. ?Ves estas abrasiones alrededor de la boca? --Me senala con un boligrafo el entorno de los labios. --Si ?Crees que la obligaron a ingerir algo que la mato? --No tengo ni idea de que decirte por ahora. La verdad, se me hace extrano que este todo asi, preparado. El escenario esta muy logrado, no veo evidencias de que se defendiera. No estoy muy segura, aunque si, sospecho que ha muerto por ingestion de alguna o algunas sustancias raras, aunque eso te lo verifico cuando le abra el estomago --La veo levantar la cabeza de la victima del plato. No puedo evitar la cara de asco, aunque en este no haya nada--. ?Ves este simbolo del infinito grabado en la frente? --Si. ?Sabes que significan esas palabras que hay dentro del simbolo del infinito? --La verdad, no, pero el alfabeto parece hebreo o de alguna lengua muerta --Cada vez se hace mas evidente. --?Ya han hecho las fotos al escenario? --Si, y ya les dije que las manden a tu mesa --En ese momento empieza a sonar mi movil--. Aun asi, cuando movamos el cadaver podrian aparecer nuevas pistas. Seguiremos haciendo fotos de este, y tambien del escenario. --Gracias, Ari. Dime mas en cuanto tengas algo. Mandame un mensaje. --Si, claro. ?Ya te vas a ir a casa? --No, me ire a la comisaria, a ver si averiguo algo mas de la victima. --Vuelve a sonar el movil, y esta vez lo cojo a la vez que le hago un gesto con la mano a Ari de despedida y de disculpa. --?Si? --Young, vente para la comisaria de inmediato, tenemos que hablar. --Capitan Walker, ahora me dirija hacia alli. ?Ha pasado algo? ?Mi familia esta bien? --No me ha gustado el tono del capitan, y la verdad es que hacia mas de tres dias que no llamaba a casa. Despues del mal presentimiento de hace un rato me temia lo peor. --Tu familia esta bien. Por cierto, tu tia me ha invitado a cenar el miercoles por la noche. ?Vas a ir? --Mi tia todavia no me ha llamado, pero por lo visto no tardara. Mi tia, desde que mi madre falto, se hizo cargo de todo, sobre todo de mi. Siempre ha contado con la ayuda y el consejo del capitan. --Entonces esta claro, no me puedes fallar el miercoles. No se te ocurra dejarme solo con ellas, ya sabes que solo les falta cogerme de los mofletes, sobre todo a tu abuela. Por cierto, ?como llevas la terapia de control de la ira? --Esta semana me toca ir el jueves, capitan, pero no hace falta que me controle todas las semanas. Le prometi que no faltaria a ninguna de las citas para la terapia y no lo hare. Y tranquilo, que el miercoles no lo dejare solo ante el peligro. Nada mas colgar el movil mis pensamientos se van con mi familia. Noto que ya empieza a funcionar la dichosa terapia, aunque como dijo la psicologa, no va a ser facil ni lo lograremos en poco tiempo, aunque tengo a gente que me apoya y me ayuda, entre ellos mi familia y el capitan. No puedo evitar reirme, mi familia es un caso perdido y, al parecer, mi abuela se ha propuesto casar a mi tia con el capitan con la excusa de que ella no estara mucho mas tiempo con nosotras. Una vez me he asegurado de que todo esta controlado en la escena del crimen y de que Ari se queda hasta el levantamiento del cadaver para que todo salga bien y no se contamine ninguna posible prueba, me dirijo hasta mi coche y me pongo en camino hacia la comisaria. Durante todo el trayecto no puedo dejar de preguntarme que habra pasado para que el capitan pareciera tan preocupado. Me quede mucho mas tranquila al saber que a mi familia no le habia pasado nada, aunque el dichoso presentimiento no hay manera de que desaparezca. No se si tiene que ver con el maldito sueno que no logro recordar. Si junto el sueno con el presentimiento y la preocupacion del capitan, estoy segura de que todo esta ligado, que en algun momento algo ante mis ojos me mostrara lo que se me escapa y podre poner fin a este malestar o por el contrario todo se desatara para empeorar. Algo me dice que no voy muy desencaminada y que este caso me va a dar mas de un dolor de cabeza. ?A que viene el simbolo del infinito en la frente de ella? ?Y las letras que hay dentro de este? ?Por que esa puesta en escena del cadaver? Todavia no he empezado y este caso ya me esta descuadrando entero. Al llegar a la comisaria aparco, salgo del coche y encamino mis pasos hacia mi despacho para dejar mis cosas con la mente llena de preguntas. No se adonde llevara todo esto, pero lo voy a averiguar. Mi conciencia y lo que soy no me permiten dejar que la pobre muchacha que en este momento debe de estar de camino a la morgue vague por el plano consciente sin la oportunidad de su merecido descanso y eso es algo que no sucedera hasta que atrape a ese maldito cabron. Al llegar a mi despacho, un pequeno cubiculo apartado del resto, noto que el frio me envuelve y aunque no se muestre ante mi soy consciente de que el alma de la victima ha abandonado la compania de Scott para venirse conmigo. Un intenso dolor de cabeza se abre camino consecuencia de mi inesperada acompanante, la cual no es consciente de que me lo esta provocando. Mis recuerdos vuelan a esa primera vez en la que fui consciente de que yo no era como el resto de los ninos. Aquella manana me levante de la cama muerta de sueno y con ese intenso dolor martilleando mi cabeza. Tan solo contaba con siete anitos y frente a mi se encontraba una de mis companeras de clase. Estaba triste y me miraba con los ojos llenos de unas lagrimas que no se derramaban porque ya no era posible. Su precioso vestido, el que el dia anterior trajo muy contenta a clase porque su madre se lo habia regalado por su cumpleanos, estaba rasgado por sus pequenos hombros y en la falda lucia una enorme mancha de un color escarlata intenso. Intente preguntarle que habia pasado, que era lo que la trajo a mi casa tan temprano ya que era sabado y no habia clases, pero ella no me contestaba y yo me asuste, un nudo se instalo en mi estomago y en ese momento mi madre abrio la puerta, su rostro me decia que estaba triste y que algo malo habia sucedido. Me sento en la cama explicandome lo que pasaba y las lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas. La madre de Elena habia llamado explicando que algo habia sucedido pero mi madre no encontraba las palabras adecuadas ?como le explicas a una nina que una de sus amiguitas de la escuela ha sido asesinada? --Eso no puede ser mama --le dije sin poder retener las lagrimas, algo me decia que mi madre no me mentia-- no ves que esta ahi, justo frente a nosotras. Mi madre me miro comprendiendo lo que sucedia, nunca supe porque se asusto ya que ella tambien podia verla y eso solo constataba que no podia ser verdad lo que ella me estaba contando, pero poco rato despues fue mi abuela quien entro en la habitacion explicandome lo que me sucedia y que era algo que nadie mas que nosotras podiamos saber ya que si se sabia no podriamos vivir tranquilas nunca mas.

  • Como si fuera real de Megan Marsell

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    Sin comerlo ni beberlo Edgar Cabot aparece en la revista People como uno de los solteros mas codiciados del pais, convirtiendose asi en objeto de deseo de miles de mujeres.
    Para acabar con esa fama y dejar al fin de ser perseguido insistentemente le hace una sorprendente proposicion a Carol Walter, su fiel secretaria: que se haga pasar por su prometida hasta que el ambiente se calme. Sin embargo, Edgar, el hombre mas cinico y desconfiado del mundo hacia el sexo opuesto, se sorprendera a si mismo al querer convertir esa farsa… en algo real.

  • Turno de dia (Midnight, Texas 2) de Charlaine Harris

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    Turno de dia regresa a la ciudad de un unico semaforo, esa que solo se ve cuando se va de camino a otra parte…

  • La Tierra errante de Cixin Liu

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    Primera antologia de relatos del autor chino que ha deslumbrado a cinco millones de lectores con El problema de los tres cuerpos.

  • Rebeldes, ni putas ni sumisas de Gemma Lienas

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  • Ecos del pasado (Forastera 7) de Diana Gabaldon

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    La saga narra las aventuras de Claire y Jaime en el siglo XVIII, y es una obra maestra de la novela historica, escrita por una de las autoras mas queridas de nuestros tiempos. El ex jacobita Jamie Fraser esta plenamente inmerso enla Revolucion americana, que defiende a capa y espada, hasta que se le presenta un conflicto interior que puede dar al traste con sus ideas, con su felicidad y hasta con su vida: en el bando del ejercito ingles que debe sofocarla rebelion se encuentra su hijo ilegitimo, un joven teniente del ejercito britanico, y el encuentro es inminente. Para resolver la cuestion esta la esposa de Jamie, Claire, una mujer que ha viajado en el tiempo desde los anos cuarenta del siglo XX -donde cuenta con otra familia- hasta el siglo XVIII y que, claro esta, juega con ventaja. Graciasa las peculiares caracteristicas de Claire, mucha sangre no llegara al rio; al menos sangre familiar.

  • Un soplo de nieve de Francisca Herraiz

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    Su vida era perfecta y no necesitaba mas. Aqui podria terminar la historia, pero no, todo tenia que complicarse. Si, todo era perfecto, menos su nombre, Peonia. Sus padres, conservadores, le pusieron el nombre de su abuela. No lo tenia mejor su hermana, Jacinta, aunque, visto lo visto, lo preferia al suyo. De todos modos, el nombre, por feo que le pareciera, no le impidio triunfar en la vida y conseguir todos sus propositos. Todos. Incluso el de estar soltera y sin hijos. Nunca quiso casarse, lo veia innecesario y eso de tener hijos, menudo fastidio, ninos correteando, llorando, molestando e impidiendo hacer su trabajo, subir puestos, ascender hasta llegar a directiva. Vaya, eso no lo cambiaba por nada. Lo habia visto en su hermana que se caso a la tierna edad de veinte anos, con su novio del instituto, tan tipico que le hacia reir. El amor de su vida, le decia. Pasados unos anos, se quedo embarazada, tuvo cuatro ninos, todos varones, y ahora estaba embarazada del quinto, en busca de la nina. Por lo visto la ecografia les dio la buena noticia y al final tendrian la nina tan deseada y Peonia solo esperaba que dejara de tener mas criaturas. Su casa era un caos, todo por medio, olia mal, todos gritando, era un bullicio constante. Para colmo de males tambien tenian perro. Y tantos ninos hicieron que su hermana se quedara en casa para cuidarles, mientras su marido trabajaba trayendo a casa un misero sueldo que no les llegaba para nada. Vacaciones, cero. Cenas romanticas, ninguna. Tomar algo en el bar, para nada. El dinero se lo llevaba la hipoteca, la comida, mucha comida y las facturas. No entendia como podia ser feliz con esa vida. No la envidiaba para nada. Es mas, odiaba tanto la vida de su hermana, que solo la visito una vez. Nunca volvio a ese pequeno piso caotico. En navidades les enviaba buenos regalos, era una buena hermana y una buena tia. Les llamaba para felicitarles las fiestas y poco mas. Jacinta si la llamaba de vez en cuando para ver como estaba, para hablar, pero Peonia siempre estaba tan ocupada que le colgaba en seguida con la promesa de hablar otro dia, aunque ese dia no llegara nunca y tuviera que ser Jacinta quien la volviera a llamar. Tampoco entendia esa dependencia. Ya eran mayores, sus padres murieron hacia unos anos y cada una tenia su vida, distinta, distante. Cada una eligio su camino, ?no podia su hermana dejarla tranquila? No le apetecia nada que la llamara para contarle algo sobre su marido, o sobre alguno de sus sobrinos. Eran temas aburridos que no le interesaban en absoluto. Luego estaba su casa. Tan distinta a la de su hermana. Dado su abultado sueldo, pudo permitirse la casa sonada, dos plantas, garaje, piscina, jardin, terraza, jacuzzi, gimnasio, cocinera, limpiadoras, chofer. Y varios coches. Uno para ir al trabajo, mas formal, oscuro. Otro para los finas de semana, mas rapido y pequeno, funcional. Otro para ir de vacaciones, un todoterreno. Otro para fardar, descapotable. Tambien tenia su casa de vacaciones, por supuesto, en Canarias. Tambien con piscina, jardin, dos plantas, en fin, no se privaba de nada. Cuando ella estaba en Canarias dejaba a su hermana pasar unos dias en su casa de Girona. Total, tenia sirvientas que lo dejaban todo limpio cuando se marchaban, para ella no era un problema y le hacia sentirse buena persona. Sus sobrinos disfrutaban de la piscina y ella podia disfrutar de unas vacaciones lejos de todo, incluso de su familia. Le gustaba ir de compras los sabados, por eso tenia grandes roperos en ambas casas, todos abarrotados de trajes, vestidos, chaquetas, abrigos y, zapatos, muchos zapatos. Asi como complementos, fulares, anillos, gargantillas, pendientes. Le encantaban las joyas. Tambien las fiestas, que solia realizar una vez al mes, amen de las que asistia por invitacion. Su vida social era amplia, aunque no podia presumir de grandes amistades. Conocia a mucha gente, pero todos por un mismo fin, el dinero. Mas clientes, mas acuerdos, mas sonrisas para firmar un contrato y llenar aun mas sus bolsillos. Le iba bien. No queria atarse a nadie, intimar con nadie. Las relaciones que mantenia con sus conocidos eran las perfectas, las justas, hablaban casi por obligacion, normalmente de trabajo y poco mas, despues cada uno a su casa, a sus obligaciones y a no meterse en la vida del otro. Eso es lo que ella hacia, suponia que no todas las mujeres actuaban igual, habia mas de una chismosa, eso era inevitable. Aunque ella nunca hacia caso de las habladurias, ni siquiera estaba al tanto de los ultimos chismorreos, estaba demasiado ocupada y centrada en el trabajo para prestar atencion a esas chiquilladas. El chofer, como cada manana, la dejo en el trabajo. Se bajo, vestida con un traje chaqueta color azul oscuro, falda hasta las rodillas, zapatos de tacon ancho, eran algo mas comodos que los de tacon de aguja. Gafas de sol de marca, un panuelo de seda al cuello, el maletin de piel en su mano derecha. Todo adornado bajo un grueso chaqueton de piel. Camino segura, con la cabeza alzada, hasta la entrada del recinto. El guardia de seguridad le abrio la puerta y le dio los buenos dias. Ella le sonrio levemente sin decir nada y fue directa al ascensor. Otro esplendido dia de trabajo. Le encantaba ir a la oficina, centrarse en el papeleo, en las ventas y nada mas. Oh, y se acercaba navidad, la mejor fecha para vender. Al acercarse a su despacho, su secretaria, como de costumbre, le cogio el abrigo y le entrego un cafe descafeinado, con leche desnatada y sin azucar. Bebio un trago y fue hacia su sillon reclinable, de color negro, que presidia una gran mesa de oficina, de roble. Habia unas cuantas plantas adornando la estancia, asi como varias estanterias y un gran ventanal detras. Una gruesa alfombra frente a la mesa. En una de las paredes habia un sofa y dos sillones, frente a ellos una mesita de cristal. A veces le gustaba tener reuniones en su despacho de forma algo mas informal. Encendio el ordenador y comenzo su rutina. Media hora mas tarde sono el telefono, era su secretaria que, antes de pasarle ninguna llamada, la informaba. --Su hermana al telefono. Peonia alzo los ojos al cielo, no se cansaba nunca de importunarla. Le tenia dicho que no la llamara en horas de trabajo. --Dice que es urgente. --Pasamela. --dijo a reganadientes. El telefono sono y pulso el boton para escuchar la voz de su hermana en manos libres. --?Que pasa? --le dijo sin despegar los ojos de la pantalla. --Raul esta en el hospital, un energumeno se ha saltado un semaforo y le ha atropellado cuando iba al instituto. --Su voz sonaba angustiada. Peonia miro el telefono intentando recordar quien era Raul, tenia tantos sobrinos que nunca conseguia saber quien era cada cual. --?Esta bien? --dijo algo fria. --Un golpe en la cabeza y magulladuras. Los medicos quieren que se quede para vigilar el golpe en la cabeza. ?Puedes ir a recoger al resto de mis hijos cuando salgan del colegio? Como si ella tuviera tiempo. --?No puede ir tu marido? Yo estoy bastante ocupada. --El ha salido del trabajo en cuanto le he llamado y viene hacia aqui, esta preocupado, como yo. Solo necesito que cuides de mis ninos unas horas, luego ira su padre a buscarlos, por favor. Como le gustaba dramatizar. Se paso la mano por la cara mientras negaba con la cabeza, ?como podia pedirle algo asi? ?Es que no sabia apanarselas sola? Era increible. Al final dijo: --No te preocupes, yo me encargo y dile a Raul que se mejore. No espero a que le dijera nada, colgo y pulso el boton que le pasaba con la secretaria. --Sonia, llama a mi chofer y dile que pase por el colegio de mis sobrinos para recogerlos y llevarlos a casa. A mi casa no, a la suya, por favor, ni se le ocurra confundirse, ?de acuerdo? --Entendido. A la hora de comer su secretaria le trajo comida preparada, normalmente una ensalada, un yogur desnatado y una fruta. Comio en el despacho, a solas. A la tarde, a eso de las seis, se fue a casa. Su secretaria le entrego el abrigo y su chofer estaba en la puerta esperandola. O no. ?Donde estaba? Miro arriba y abajo de la calle, no se veia el coche, en su lugar vio a un mendigo pidiendo limosna. Se le veia tan sucio y su mal olor llegaba hasta alli. ?Donde estaba la policia cuando se les necesitaba? Aquel era un buen barrio, ?como dejaban a gente como aquella pasear por ahi? Le esquivo, no queria oler mal, o coger cualquier enfermedad. Deberian prohibirles pasear por las calles, ?por que no tenerles en un centro, alejados de la gente normal? Una vez perdio de vista al mendigo, cogio el movil para llamar a su chofer y saber por que no habia ido a recogerla. --Senorita, sus sobrinos estan en su casa... --dijo con voz temblorosa. --?Perdona? Creo haber sido muy clara al respecto. --No tienen las llaves de su casa y hasta que no llegue su padre se han quedado aqui. Las sirvientas ya se han ido y el mayordomo tenia hoy el dia libre, asi que no me ha quedado mas remedio que acompanarlos, no queria dejarlos solos. --Esta bien, esta bien, supongo que has hecho bien, yo, no se, ire en taxi. Le colgo. Menudo contratiempo, esperaba que el padre de esos pequenos demonios no tardara en llegar. No queria a esos mocosos rondando en su santuario. Miro la carretera, no veia ningun taxi. Su casa tampoco estaba tan lejos, podia ir dando un paseo. Hacia buen dia y asi daba tiempo a su cunado a recoger a sus sobrinos. Escucho una campana sonar varias veces. --Ho ho ho, feliz Navidad. ?Una limosna para los sin techo? Lo que le faltaba, un Papa Noel con su traje, su barba postiza, su campana amarilla sonando una y otra vez y el vaso de plastico para pedir dinero. Si tuviera que dar dinero a todo el que pedia se arruinaria en un dia. Paso de largo. --Senorita... No podia ser, ?le estaba siguiendo? Apreto el paso. --Senorita... Se giro para ver al Papa Noel pisandole los talones, habia dejado la campana para coger su panuelo de seda. Se toco el cuello, por lo visto debio caersele. Se detuvo para recogerlo. --Espero pase unas bonitas navidades junto a su familia. Le dijo el Papa Noel. Ella cogio el panuelo, pero el lo retuvo un momento. --?Tiene familia? --?Y a usted que le importa? --le espeto sin mas, menudo insolente metomentodo. --Es triste la Navidad cuando uno esta solo, yo lo veo todos los anos. Hay mucha gente sin hogar, sin familia. Usted esta sola, muy sola y no lo sabe. --Devuelvame mi panuelo. --le dijo mirandole con desprecio. --Que tenga una bonita Navidad --dicho lo cual le soplo en la cara y su aliento estaba helado. Cerro los ojos y se paso la mano por la cara congelada. ?Pero que hacia ese tio? Al abrir los ojos, el Papa Noel no estaba y ella tenia su panuelo en la mano. Suspiro aliviada, menos mal que se habia ido, ya pensaba en llamar a la policia. Estupido farsante, le vestian de Papa Noel y ya se creia capaz de juzgar a las personas. ?Quien se creia que era, Santa Claus de verdad? Esos tipos estaban todos locos. Le gustaba la navidad por las compras, a ella le encantaba comprar y vender, pero odiaba los sentimentalismos, los arboles, los adornos, las reuniones familiares. Ella hacia anos que celebraba la navidad sola, o en alguna isla tropical, escapando del frio y las tonterias. Por fortuna, un taxi aparecio. Se subio en el y le pidio que le llevara a casa. Al llegar, todo estaba tranquilo. Su chofer la recibio en la entrada, su cunado estaba con todos los crios revoloteando a su alrededor, parecia que se preparaban para marcharse, gracias al cielo. --Pense que ya os habriais ido --dijo a modo de saludo. Dejo el abrigo, el bolso y el maletin en la entrada

  • La caja de palisandro de Ana E. Guevara

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    Un amor que se termina y un misterio que comienza en forma de caja de palisandro…

  • La promesa del conde (Romance en Londres 3) de Emily Jo Cooper

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    Una mujer conocida como “Dama negra” vive sus dias al margen de la nobleza, de la cual huyo para embarcarse en una peligrosa busqueda. Un caballero atado a una promesa del pasado, debe usar sus dotes de espia y rastreador para traer de regreso a una dama que no solo es un trabajo, sino tambien quien rompio su corazon y lo traiciono cinco anos atras.

  • Rosas al corazon de Amanda Seibiel

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    Mi hermana me tenia la cabeza hecha un bombo de tanto hablar. No hacia mas que quejarse del idiota de su exmarido. Yo estaba tan aburrida y tan agotada que me deje caer en la cama del hotel como una muneca de trapo. Acababa de aterrizar a Nueva York y solo pensaba en regresar a Valencia. Llevaba quince anos yendo y viniendo a esta ciudad y cada vez me gustaba menos. Solo habia sacado dos cosas en claro de todo esto: hablar un ingles perfecto y saber que es lo que no queria en la vida: un marido. --Patricia, ?puedes callarte un momento? --dije--. Ya se que James es un capullo en toda regla, pero dejame descansar un poco. Acabo de llegar y estoy molida. Mi hermana puso cara de ofendida y se echo a llorar. Mi cunado se la habia liado bien gorda con los ninos y ese era el motivo de mi repentina presencia en Nueva York. Patricia se habia casado con James quince anos atras. Se conocieron un verano en Valencia y el yanqui se trajo a mi hermana para los Estados Unidos, donde se casaron y tuvieron dos ninos: James Junior y Dakota. Todo iba genial hasta que el se canso de mi hermana y la vida juntos se hizo insoportable. James utilizaba a los ninos como moneda de cambio, hasta que a ella se le inflaron los ovarios. Su ultima ocurrencia fue durante las vacaciones de verano: se presento en la casa de mi hermana diciendo que iba a pasarlas alli, que no tenia donde quedarse y que los ninos debian estar en el hogar conyugal. Mi hermana me llamo histerica a Espana, con una voz totalmente desesperada: --Ese cabron quiere amargarme la existencia. Si pretende que comparta el mismo techo que el va listo. Antes me lo cargo. --Relajate --respondi--. Lo que pretende es sacarte de tus casillas y, por lo que veo, lo esta consiguiendo. --?Como voy a relajarme, Carla? No se que hacer. Mis ninos son lo primero, pero no soporto a James. Intenta desquiciarme. Ya me ha hecho mucho dano, tu lo sabes. James la habia enganado y luego se lo nego vilmente. Era un cabron de mucho cuidado. Me jodia escuchar a mi hermana en ese estado y mas estando sola en un pais desconocido.

  • La belleza del mal de Annie Ward

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    El thriller psicologico mas explosivo y vertiginoso desde La mujer de la ventana.

  • Su nombre es mia de Frederick Saul G. Sanchez

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    Estefan siempre ha sido un hombre exitoso, es uno de los mejores publicistas de la ciudad de Nueva York, trabaja para la mejor compania de publicidad de la gran manzana; siempre ha luchado por ser el mejor, mantiene una relacion de amigos con beneficios nada mas ni nada menos que con Cassandra Egos quien es una alta ejecutiva de su empresa; asi como tambien lleva una vida de placeres con cualquier mujer que se le cruza en el camino, ya que es un mujeriego empedernido.
    La vida de Estefan un dia da un giro muy grande cuando un gran problema de trabajo se le presenta y para rematar mas su mal dia al regresar a casa se encuentra con una bella joven quien sera el detonante de que toda su vida cambie radicalmente, ya que una promesa del pasado lo unira de una manera totalmente diferente a lo que esta acostumbrado a la hermosa Micaela, quien le ensenara a Estefan a darse una oportunidad y gracias a ella conocera el verdadero amor.
    La ciudad de Nueva York junto a la hermosa ciudad de Sevilla pasando por Minnesota seran los escenarios para que esta historia de amor se desarrolle; Micaela y Estefan estan destinados a estar juntos aunque el mismo Estefan no lo crea asi; os invito a que conozcan el romance de estos dos y disfruten con sus ironicas asi como comicas ocurrencias.
    Aqui os presento a Micaela Olsen y Estefan Andrews en esta historia de amor cuyo titulo es: “SU NOMBRE ES MIA”.