• florencia 1348 - Raquel Caride Gonzalez

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    1348, Giulia tiene 16 anos y se acaba de casar cuando una nueva y letal enfermedad asola la Toscana, es entonces cuando decide tomar las riendas de su vida sin entrever que oscuros planes el destino le depara.
    Una road novel adictiva que no podras parar de leer.

  • Florencia 1348 : Caride González, Raquel, Ferreira Alves, Sofía

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    Florencia 1348 Tapa blanda – 27 septiembre 2019 ; Ofertas especiales y promociones. Con la compra de este libro, recibe un código de descuento de 7€ para canjear ...

  • Florencia 1348 Versión Kindle - Libros - Amazon.es

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    Mirar en el interior de este libro. Florencia 1348 de [Raquel Caride, Sofía Ferreira Alves]. Sigue al autor.

  • Florencia 1348 - Raquel Caride Gonzalez - Debeleer.com

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    PDF • Descargar Libros Gratis ... Florencia 1348 – Raquel Caride Gonzalez ... Capítulo I En aquellos días de 1348, la ciudad rugía, rugía como el estómago ...

  • Florencia 1348 : Raquel Caride Gonzalez : 9781695873308

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    27 sept 2019 — Florencia 1348 por Raquel Caride Gonzalez, 9781695873308, disponible en Book Depository con envío gratis.

  • Florencia 1348 by Raquel Caride Gonzalez - Goodreads

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    27 sept 2019 — Florencia 1348 book. Read reviews from world's largest community for readers. 1348, Giulia tiene 16 a os y se acaba de casar cuando una ...

  • Florencia 1348 : Raquel Caride Gonzalez | Envío gratis

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    Descripción. Medidas: 152 x 229 x 18mm. Peso: 449gr. Cubierta: Tapa blanda. Términos y condiciones de compra: • Nuestro catalogo de libros en importado.

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  • Por una mentira de Sophie Saint Rose

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    Tabitha colocaba el expositor y cuando vio llegar a la senora Morley gimio dejando el pollo que tenia en la mano, para incorporarse y mirarla por encima con una sonrisa en los labios que no llegaba a sus ojos violeta. -- Buenos dias, senora Morley. --Buenos dias, nina. -- respondio mirando la mercancia con su ceno fruncido. La senora Morley era una de sus clientas habituales, pero para venderle una pechuga de pollo se pasaba en la carniceria una hora y queria que le mostrara todo el genero. A sus casi noventa anos decia que no podia meterse cualquier cosa en el cuerpo, asi que la torturaba todo el tiempo que le daba la gana. Tabitha suponia que no tenia mucho mas que hacer que darle el conazo. -- ?Que le pongo hoy? -- dijo mirando su vestido de flores de cuello blanco, acompanado por su collar de perlas. Tambien se fijo que esa manana se habia decidido por sus zapatos planos de cordones marrones -- Tengo la ternera de oferta. -- ?La ternera? No creo. Mi pension no llega para tanto. --la miro con sus ojitos azules detras de sus gafas de pasta y entrecerro los ojos-- ?Llevas la redecilla? No la veo. ?La llevas? No voy a consentir encontrarme un pelo pelirrojo en mi comida. --Si, senora Morley. --se acerco a ella por encima del expositor senalando su horrible redecilla blanca -- ?La ve? Es obligatorio llevarla. --Por eso te lo digo, nina. --dijo con los ojos entrecerrados intentando centrar la vista. Molesta porque no veia tres en un burro, miro el expositor de nuevo-- Vamos a ver, ?eso que es? ?Pavo? --No, senora Morley. Es la ternera que le decia. --Va, no tiene buen color. Tabitha se mordio la lengua forzando una sonrisa y miro a traves del escaparate de la tienda al exterior esperando que llegara su jefa y se pudiera librar de atender a la mujer-- ?Que le parece pollo? -- respondio importandole un pito lo que se llevara la buena mujer. -- ?Pollo? !Me lleve pollo ayer! --No, senora Morley. Se lo llevo el lunes y estamos a viernes. -- al fin era viernes y descansaria todo el fin de semana. Las ganas que tenia de perder de vista a las clientas solo las sabia ella-- ?Y conejo? -- !Conejo! !La cantidad de conejo que me comi en los cuarenta! Madre mia, ya la habia liado. La mujer se puso a relatarle toda su infancia y la adolescencia. A describir lo dura que era la vida entonces y no como ahora, que los jovenes solo se quejaban de vicio -- !Y mi marido! !Oh, lo que trabajaba el pobre! -- entrecerro sus ojitos-- ?Y tu? -- ahi venia-- ?Ya te has casado? -- la pregunta de todas las semanas. --No, senora Morley. Desde hace siete dias, que me lo pregunto la ultima vez, no me he casado. -- respondio cogiendo el cuchillo clavandolo en la tabla de madera pensado por que cono tenia que explicarle su vida a todo el mundo. -- !Pero nina! ?Cuantos anos tienes? !Joder! ?Por que no se compraba la pechuga de pollo de una vez y la dejaba en paz? -- Veintisiete, senora. La senora Morley la miro con horror como todas las semanas. Un dia iba a sacarle una foto y a colgarla en Internet -- Pues casate nina o… -- ?Y que le parece cerdo? Unas buenas chuletitas de cerdo. La mujer chasqueo la lengua y en ese momento entro su jefa que llegaba de ir al banco a realizar los ingresos-- Buenos dias, senora Morley. -- dijo pasando ante ellas a toda prisa y metiendose en la trastienda a la velocidad de la luz despues de mirarla con cara de panico. Tabitha dejo caer los hombros y agarro el mango del cuchillo-- Cobarde. -- susurro desclavando el cuchillo. Miro el reloj que tenia colgado y vio que la mujer llevaba en la tienda exactamente cuarenta y siete minutos. La mujer seguia hablando sobre que no le apetecian chuletas de cerdo y cuando tomo aire, Tabitha metio baza-- ?Y de cordero? -- !Oh, el cordero me sienta mal, nina! ?Que te pasa? Estas muy distraida. --Tiene toda mi atencion, senora Morley. --cuando vio entrar en la carniceria a su amiga Kat sonrio de oreja a oreja-- ?Las tienes? -- !Ja! -- saco dos invitaciones a la inauguracion de la nueva discoteca en Manhattan para esa noche-- Creias que no podia, ?verdad? -- dijo apartando con chuleria su pelo moreno. -- ?Que eso, nina? ?Os vais al cine? Kat miro a la mujer con una sonrisa en la boca y Tabitha nego con la cabeza indicandole que no contestara-- No, son las entradas a una discoteca. La senora Morley las miro con horror como si fueran dos perdidas y jadeo-- ?Una discoteca? --Si. -- respondio Kat confundida. Miro a Tabitha como si la hubiera decepcionado-- ?Vas a esos antros de perdicion, drogas y alcohol? -- dijo levantando la voz-- !Deberias ir a la Iglesia, nina! !Ahora entiendo que no te hayas casado! --la senalo con el dedo-- !Los hombres decentes van a la Iglesia! !Ahi conocia a mi Martin y estuve casada sesenta y tres anos! Tabitha miro hacia la puerta de la trastienda que se abrio en ese momento saliendo su jefa vestida para ponerse a trabajar. La miro como si hubiera metido la pata y ella miro a Kat como si quisiera matarla. Su amiga susurro-- Bueno, yo me voy. La anciana seguia soltando por la boca que los jovenes en la actualidad habian dejado de ir a la Iglesia, porque estaban tan cansados despues de drogarse toda la noche, que no querian oir la palabra de Dios para no tener remordimientos. Su jefa asintio --Que razon tiene, senora Morley. ?Le pongo unos filetitos de pollo? Kat hizo una mueca yendo hacia la puerta, haciendole un gesto como que la llamaba luego--Gracias por tu visita, Kat. --dijo ironica con ganas de pegarle cuatro tiros. --Lo siento. -- vocalizo antes de salir practicamente corriendo. Como una buena chica tuvo que escuchar como debia reformarse de su disipada vida. ?Disipada vida? !No echaba un polvo desde que su novio la habia dejado por la pastelera del final de la calle! Y eso habia sido hacia dos anos. En ese tiempo a ellos les habia dado tiempo a casarse y tener gemelos. Con una mueca en la boca que se suponia que era una sonrisa, vio como llegaba otra vecina y opinaba sobre su vida como si tuviera todo el derecho del mundo, aliandose contra ella. Miro a su jefa que la observaba cruzada de brazos-- Ya le he dicho que mi hijo estaria encantado de salir con ella. -- dijo su jefa dando la puntilla --Gabriel esta medio enamorado de Tabitha y lleva esperandola desde que la conoce. Cuatro anos hace que lo tiene esperando al pobre chico. ?Pobre chico? !Era un cromanon que solo hablaba de futbol, soltaba eructos, que pesaba cien kilos y estaba calvo! No estaba tan desesperada. Pero eso no se lo podia decir a su jefa, por supuesto. Asi que sonrio dulcemente diciendo-- Nuestros caracteres son muy distintos. -- !Dejate de tonterias, nina! -- dijo la senora Morley levantando la barbilla-- !Que caracteres, ni caracteres! !En casa mandas tu! !Punto! !Todo lo demas son tonterias! -- !Eso le digo yo! Si cuando le sonrie, el pobre se pone a babear. Pero ella nada. !Ni siquiera quiere salir con el una vez! --Tabitha, debes ser mas flexible. -- dijo la senora Rubin acercandose al expositor--Ponme carne para picar. Voy a hacer hamburguesas. Tabitha se puso a servir a la mujer pensando que deseaba que dieran las dos, que era la hora en la que salia ese dia. Metio la carne en la picadora despues de pesarla, rumiando que necesitaba una noche loca. Si, se cogeria un buen pedo. De los que hacen epoca. No sabia como despues de trabajar alli cuatro anos, no se habia dado al alcohol. Escuchandolas ponerla verde por ser muy exquisita, termino de picar la carne y le tendio el paquete a la mujer cobrandole-- Aqui tiene, senora Rubin. La vuelta. -- ?Que te parece si sales con mi Steve? Acaba de dejar a su mujer y siempre le has gustado. !Ja! !Ni loca! Pero sonrio radiante porque ahora el tema se desviaria. -- ?Tu hijo ha dejado a su esposa? -- pregunto escandalizada la senora Morley sonrojando a la vecina. Cuando llego a su casa arrastrando los pies, vio a su madre en el pequeno jardin tirando de los hierbajos-- Uy, uy, hoy ha sido un dia malo. --Pesimo. Estoy mas harta... -- ?Por que no buscas algo en Manhattan? --dijo quitandose los guantes para acercarse y quitarle la redecilla de su pelo pelirrojo-- Hija, no puedes seguir asi. Miro con horror a su madre-- ?Me he paseado por todo Brooklyn con eso puesto? La risa de su madre la altero todavia mas-- No tiene gracia. --Claro que la tiene. Tenias tanta prisa por salir que ni siquiera te has dado cuenta. Gruno subiendo las escaleras-- !Que harta estoy! --Si hubieras terminado... Se volvio fulminandola con la mirada-- ?Me lo vas a recordar otra vez? Si hubieras terminado la carrera, ahora serias un medico de prestigio y vivirias en Manhattan. -- !Es que es la verdad! -- !Mama! !Me echaron! Su madre miro a su alrededor jadeando-- !Que no te oigan las vecinas! --Soy una negada para estudiar medicina. ?Sabes todos los nombres que hay que aprender? !El instituto estaba tirado! -- !Pero sacabas muy buenas notas! Por eso te dieron la beca. !Lo que pasa es que te desviaste! Eso era cierto. La vida en el campus era tan distinta a la que habia llevado, que se despisto un poco. No un poco, muchisimo. No se encontro en todo el semestre y cuando lo suspendio todo, ya era tarde. La echaron a patadas. --Mira, no quiero hablar de lo que ya no puedo arreglar. -- entro en casa de sus padres frustrada. -- !Podrias volver a estudiar! -- !Todos los dias tenemos que tener esta conversacion! Mama, aceptalo. No voy a ser medico. -- ?Y enfermeria? Puso los ojos en blanco dejando el bolso en el perchero y yendo hacia la cocina -- Puedes estudiar por las tardes. Tomo aire sacando una cola de la nevera. Su madre estaba preocupada por ella. Lo sabia. Tenia veintisiete anos y se habia dejado llevar. Cuando la echaron de la universidad para disgusto de todos, volvio a casa y trabajo en un supermercado. Alli habia acabado de carnicera y de alli a la carniceria del barrio. Siempre habia ganado dinero, pero no era la vida que siempre habia sonado. --Tienes dinero ahorrado. Lo bastante como para ponerte a estudiar de nuevo si no quieres trabajar. --su madre se acerco y le acaricio la mejilla --Yo quiero que seas feliz y no lo eres. En Manhattan tendrias mas oportunidades y… --Pensare en algo, ?vale? Te lo prometo. Su madre tenia razon. Lo sabia. Lo que no sabia era lo que le pasaba. Era como si desde que habia ido a la universidad le diera miedo lanzarse a la vida para no pegarse otra leche. Asi que alli estaba, viviendo en casa de sus padres, aunque ellos estaban encantados. Trabajando en el barrio y sin pareja. Todo un panorama. Su madre sonrio y Tabitha alargo la mano para quitarle una hierba de su pelo negro-- No te preocupes por mi. --Estoy encantada de tenerte aqui y lo sabes. -- Tabitha asintio-- Pero quiero que empieces a vivir tu vida. Siempre estas pendiente de nosotros, sobre todo de tu padre. Desde que tenias dieciseis anos echabas una mano en el taller y cuando sales de trabajar te pasas muchas veces para ayudar. No puedes seguir asi. !No eres feliz! -- se alejo y abrio un cajon de la cocina-- Mira, he hablado con tu tutora del instituto. -- Tabitha abrio los ojos como platos. -- !Mama! --Escuchame, ?vale? Puedes ir a clases nocturnas y en dos anos tendras tu titulo de auxiliar de enfermeria. --le enseno un folleto y Tabitha suspiro. Cogio el folleto de sus manos y la miro asombrada. !El folleto tenia tres anos! -- ?Por que me lo das ahora? --Porque estas al borde de un ataque de nervios y es el momento apropiado. Antes pensabas que estabas bien. Ganabas dinero y tenias novio. Incluso pensasteis en casaros y te entro el panico. Ahora estas preparada para cambiar tu vida. -- ?Por que he tocado fondo? -- dijo divertida. --Exacto. --la beso en la mejilla-- Piensatelo, ?vale? --Si, mama. -- la agarro por la cintura antes de que se apartara-- ?Sabes cuanto te quiero? Su madre se echo a reir mirandola con sus mismos ojos color violeta-- Seras zalamera. --Si, lo soy. -- la beso en la mejilla y se aparto dispuesta a comer algo. Volvio a abrir la nevera sacando algo de jamon para hacerse un sandwich. --Carino, ?no esperas a la cena?

  • Vikingo de Daniel Santos

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    Los Vikingos eran barbaros.
    O eso me decia mi padre.
    Entonces llegaron.
    Y lo tomaron todo.

  • Un marido para Suzanna de Christine Rimmer

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    Ni en sus peores pesadillas Suzanna habria imaginado que la dejarian plantada en el altar. Tampoco habria esperado que pasaria su noche de bodas con un atractivo e irresistible desconocido.
    Pero lo que sin duda habria jurado que nunca sucederia era que iba a quedarse embarazada. y no le iba a quedar otro remedio que aceptar la proposicion de matrimonio de aquel arrogante vaquero.

  • Cambiando mi mundo de Karen Darren

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    Tras estudiar en otra parte del mundo, Jule, la joven alemana, deja Costa Rica para volver y pasar el verano en su ciudad natal.

  • Amor y tiempo de B. E. Raya

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    Forks, Washington, martes 30 de noviembre de 2010 Hector Clark entro en el parque sin siquiera ser consciente de que lo hacia, sus pies se movian por inercia, le daba igual hacia donde caminara, no le importaba absolutamente nada en ese momento, ni siquiera tenia fuerzas para quejarse por el frio o la humedad como lo habia venido haciendo durante las ultimas semanas, podia escuchar ninos corriendo a su alrededor, escuchaba los murmullos de los padres conversando o los gritos llamandoles la atencion a sus hijos para que tuvieran cuidado, lo tipico que se podia encontrar en un parque publico a esa hora. Forks era asi, al parecer al unico que seguia afectandole tanto el frio era a el. Hector camino sin rumbo, hasta que encontro el arbol, ese lugar en particular tenia la capacidad de perturbar mas aun sus sentimientos, deberia de dar la vuelta y correr... pero si su subconsciente lo habia llevado ahi... <<Hector, el subconsciente es una excusa del ser humano para justificar sus estupideces>> Hector no le costo trabajo alguno imaginar a Trevor diciendole esa frase. Tomando una respiracion profunda, recorrio los ultimos tres pasos que lo separaban del arbol, sin importarle que el cesped estuviera humedo, Hector se sento recargando su espalda contra el tronco. Se estremecio al oir las campanas de la iglesia local anunciando las seis de la tarde. El no era creyente, ni sus padres lo eran, Hector consideraba que entre mas grande y desarrollada era la ciudad, menos fe existia entre las personas, pero, aun asi, ya fuera grande o pequena, en cada ciudad o pueblo habia una iglesia, y distintas religiones, aunque los creyentes disminuian mas ano con ano. La fe de algunos prevalecia. Hace dos semanas habia visto una pelicula religiosa en la television, fue una pelicula en blanco y negro, al principio no tuvo la menor idea de que trataba, pero gracias a Trevor se habia vuelto fan de las peliculas clasicas, la pelicula resulto no ser una comedia romantica sino un pasaje biblico, la habia terminado de ver, simplemente porque no tenia nada mas que hacer, estaba en sus cinco minutos de depresion y molesto con el mundo, no quiso ver a nadie, ni hablar con nadie, ni siquiera salir con nadie. Habia deseado estar una noche solo y sin hacer nada. La dichosa pelicula trataba sobre la vida Job [1] y las calamidades que habia sufrido. El no sabia explicar porque razon la historia de ese hombre le habia llamado la atencion, era la primera vez que prestaba realmente atencion a algun tema religioso. La historia le habia parecido sumamente tragica, dramatica y un tanto fantasiosa. Hector suspiro pesadamente y se recargo contra el tronco del arbol, hizo que su rostro se girara hacia el cielo, estaba atardeciendo, nuevamente, Job regreso a su cabeza, recordo que segun la historia en el transcurso de un dia Job habia recibido varios mensajes, cada uno con la noticia de que su ganado y sus hijos habian muerto, Job habia perdido todo, Hector pensaba que a cualquier persona, eso lo hubiera destruido por completo, pero no a Job, ese hombre soporto como los grandes, siguio siendo un fiel devoto, el siguio alabando a Dios, Job persevero. ?Como podria ser posible? Hector rio amargamente tan solo de pensar en eso. Segun la historia la fe de Job fue puesta a prueba, y Job vencio, su fe fue mas fuerte que su odio y su dolor. Y por su fe dios recompenso a Job con el doble de lo que tenia antes. Hector cerro los ojos tratando de contener las lagrimas, ?fe? ?Que era la fe? Hector habia buscado en Google esa palabra semanas atras, y el senor Wikipedia le habia contestado que la fe era la seguridad o confianza en una persona, cosa, deidad, opinion, doctrinas o ensenanzas de una religion, y, como tal, se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad. Conceptos, conceptos y conceptos, !Nadie tenia una respuesta a nada! Solo eran terminos generales, opiniones que no aportaban nada para comprender realmente lo que era, nada era cierto, justo y certero, ?existia tan siquiera un Dios? --!Maldita sea! --grito frustrado, sintiendo un dolor profundo en el pecho, su estomago estaba revuelto y tenia ganas de vomitar. Abrio los ojos y volvio a mirar al cielo, dirigiendole su mas dura y furiosa mirada a quien estuviera ahi y lo estuviera observando. --?Por que? --pregunto, su voz era ahogada por el nudo que sentia en la garganta. --!Dime por que! --volvio a exigir, pero nuevamente no consiguio nada, a excepcion tal vez de las miradas incomodas de las personas a su alrededor. Hector aparto su mirada del cielo, se inclino para colocar sus codos sobre sus rodillas y recargo su rostro entre las palmas de sus manos, tratando de ahogar sus lagrimas. Jesus dijo en la cruz antes de morir, !Dios mio! !Dios mio! ?Por que me has abandonado? [2] Segun esa pelicula, Job se hizo la misma pregunta, pero aun asi Job conservo su fe. Lo cual deberia de dejar una significativa leccion. Pero Hector se preguntaba ?que consiguio Job a cambio de su fe? Pues... Job fue recompensado con hijos de remplazo, tension, estres, dolor, pena, recupero todo, claro, pero... ?valio la pena haber sido un buen sirviente? ?O habria sido mejor haber maldecido el nombre de dios desde el principio? Hector se pregunto por millonesima vez ?Donde estaba dios durante todo el sufrimiento y dolor de Job? La respuesta a eso tambien era muy sencilla, Dios le ganaba una apuesta a Satanas y Job habia sido el conejillo de indias. Esto hacia a Hector preguntarse donde estaba Dios entre tanta injusticia, desigualdad y crueldad en el mundo. ?Donde estaba el ahora? Capitulo 1 Forks, Washington, 5 de septiembre de 2010 Hector hizo una mueca al contemplar el legendario letrero "The city of Fork, Welcomes you" "La ciudad de Fork, te da la bienvenida" y como era de esperarse, un par de turistas se habian detenido para tomarse una fotografia. --Bienvenidos al infierno --susurro. --Hector --dijo su madre con algo de exasperacion, Hector la ignoro. Ni siquiera la miro, desde que habian salido de Seattle no habian vuelto a mirarse o a hablar, no era necesario, dias antes Hector ya habia dicho todo lo que tenia que decir al respecto, pero sus padres jamas lo escucharon. Sus protestas no importaron, habian abandonado la ciudad mas espectacular de todos los tiempos y ahora estaba siendo arrastrado a un pueblo de mierda, le importaba un pepino que tan famoso se habia vuelto en los ultimos anos. El fanatismo por la saga de libros Crepusculo, de la escritora Stephenie Meyer y sus respectivas peliculas que relatan la historia de una joven mortal, que se enamoraba de un vampiro, habia puesto en la escena turistica a este pequeno pueblo del norte de Estados Unidos. El primer libro de la saga salio al mercado en el 2005, fue todo un hit [3] inmediatamente la saga fue llevada a la pantalla grande en el 2008. Forks, un pequeno pueblo de Washington, en aquel entonces con 3.120 habitantes y solo dos semaforos, ubicado en el extremo occidental de la Peninsula Olimpica de Estados Unidos, fue el lugar que Meyer [4] utilizo como escenario de sus libros, y que desde entonces se ha transformado un lugar de peregrinacion para los miles de fanaticos de la saga. Los residentes de esta lluviosa ciudad, cuyas principales industrias fueron la tala de arboles y dos centros penitenciarios, no desaprovecharon la oportunidad de emprender nuevos negocios al ver como su pequeno pueblo era invadido por turistas, por lo tanto, desde entonces a la fecha, la ciudad habia crecido considerablemente, se esperaba el lanzamiento de la tercera pelicula para noviembre de ese ano. Y segun habia leido en internet, cada que se acercaba un estreno, el numero de turistas arrasaba por mucho los niveles de capacidad de los hoteles y hostales del lugar. Visitar Forks se habia convertido en el destino que por lo menos tenias que visitar una vez en tu vida si es que te enamoraste del vampiro Edward Cullen. Hector jamas leyo los libros o vio las peliculas, ese genero de peliculas romanticas nunca le gustaron, para el una buena historia de vampiros consistia en dientes, sangre, terror... pero en esta novela los vampiros eran vegetarianos y buenas personas, era la historia de cenicienta en version vampiro, asi que consideraba a esa saga como "historia para chicas" pero cuando sus padres le informaron que se mudarian a este lugar, Hector busco por internet y fue ahi como descubrio el porque Forks era tan famoso ahora, todos los dias personas acudian a Forks en busca de los objetos iconicos de la historia. Se toman fotos con la vieja camioneta roja de la protagonista, visitan la cafeteria del Forks High School, donde la pareja principal se miro por primera vez, iban al ayuntamiento y a la oficina de policia donde supuestamente trabajaba el papa de la humana, o buscan el tronco cubierto de musgo de la playa en La Push donde el personaje de Jacob, miembro de la tribu Quileute local, le cuenta por primera vez a Bella que Edward y su familia son "bebedores de sangre." Este pueblo fue puesto en el mapa gracias a la autora del libro y su famosa saga, era fascinante, de verdad, Hector pensaba que gracias a eso la economia de este pequeno lugar pudo crecer, pero no tanto como a el le gustaria. Por mucho turismo que tuviera, no era Seattle. Mientras su madre continuaba manejando por las pequenas calles del pueblo, Hector contemplaba con desinteres las pequenas casas rusticas de madera, todas en fila y con jardines enfrente de sus casas, nada comparado con los enormes edificios de su ciudad de origen. Si alguna vez alguien le hubiera dicho que terminaria mudandose a un lugar como ese lo habria golpeado. --Hector --llamo su madre--. Tu padre nos esta esperando en la casa, por favor, muestra algo de entusiasmo --Hector resoplo y giro el rostro hacia su madre, le mostro los dientes. --Tengo una hermosa sonrisa, ?no crees? --Se que estas molesto, pero por favor, tienes que comprender que esto es importante para tu padre --Hector rodo los ojos. --?Importante? --Arrugo la nariz--. Creo que esto es mas un problema de crisis de edad, no se porque papa este empecinado en dirigir ese restaurante, debio de haberlo vendido --dijo molesto. Regreso su vista a la ventana. Cinco meses atras le llego una notificacion a su padre, informandole que un tio abuelo habido muerto, Hector jamas lo conocio y al parecer su padre tampoco. Por lo que Hector sabia, su abuelo habia estado peleado con su hermano durante anos, por esa razon nunca convivieron, su abuelo habia muerto dos anos atras, y su hermano acaba de morir hace pocos meses, el hombre nunca tuvo hijos y no tenia otros parientes, asi que el padre de Hector habia sido el heredero del hombre, en su testamento le habia dejado una casa en este pueblo, un restaurante pequeno y algo de dinero en el banco. A consideracion de Hector su padre debio de haber vendido todo y guardar las ganancias hasta que encontrara algo productivo en que invertir, pero no, su padre habia venido a Forks a encargarse del funeral de su tio y poco despues llamo a casa para anunciarles que tenian que mudarse a Forks --Tu sabes que tu padre desde tiempo atras queria cambiar de empleo, es muy estresante vivir en la ciudad --En Seattle hay futuro, aqui no--. Senalo con desden las casas que dejaban a su paso--. Si queria dejar su trabajo y comenzar un negocio, lo hubiera hecho en Seattle --su madre nego con la cabeza con algo de frustracion. --No tienes idea de cuanto dinero se necesita para emprender un negocio en la ciudad, el dinero de la venta de la casa ni siquiera hubiera sido suficiente para comprar un buen local --Entonces por lo menos me hubieran dejado con Ivan, yo jamas me adaptare aqui --Tu hermano acaba de casarse, se merece tener el espacio y el tiempo para hacer que su matrimonio funcione, lidiar con un joven de diecinueve anos no es su obligacion... --Hector apreto los labios con furia, y se coloco los audifonos y subio el volumen a la musica, no queria escuchar el resto del discurso, siempre que tenian esta conversacion sobre la decision de su padre de venir aqui, siempre terminaban en el mismo punto al final. Y no queria escuchar de nuevo a su madre decir que era culpa de el mudarse a Forks con ellos por no haber aspirado para entrar en la universidad. Sus padres pensaban que era una estupidez tomarse un ano sabatico [5] para poder averiguar en realidad que era lo que deseaba hacer con su vida. La generacion de sus padres pensaba que para ser exitosos en la vida se necesita ir a la universidad, trabajar como locos toda la vida, casarse, tener hijos, comprarse una casa, un auto, tener un perro y a los sesenta y cinco jubilarse con una buena pension. Sus padres seguian viviendo en el siglo pasado.

  • El caso del castillo de Comper (Comisario Dupin 7) de Jean-luc Bannalec

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    ?Quien esta asesinando a los mayores expertos en la leyenda del Rey Arturo?

  • GOSBY de C. A. Ortega

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    Caterina tiene un sueno: formar el primer equipo de salvamento acuatico con perro de Cantabria. Para conseguirlo, abandona su Santander natal junto a su perro Gosby y pone rumbo a la primera escuela inaugurada en la isla de Menorca. Tiene por delante tres meses de duro trabajo si quiere volver a casa con la ansiada acreditacion.
    Sin embargo, en el hotel donde se hospeda, conoce a Marc, un camarero que no tiene mas objetivo en la vida que sobrevivir con trabajos precarios, hacer pesca submarina y colocarse de vez en cuando. La vida no ha sido facil para el y encima tiene a cargo a su hermana Mariona; una veinteanera inmersa en un mundo del que su hermano intenta alejarla sin exito.
    Un suceso tragico y la intervencion de Gosby hara que Marc y Cat crucen sus caminos. Sin embargo, las diferencias entre ellos no tardan en aflorar: Cat tiene claro su futuro y Marc no tiene planes mas alla de sobrevivir otro dia.
    Una historia de amor en la que un perro tendra que trabajar duro para que todo acabe con un final feliz, ?lo conseguira?

  • Vuelve de Samuel Benchetrit

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    Adicto a los cigarrillos y al alcohol, con alergia a las responsabilidades y en busqueda constante de una inspiracion que no llega. Asi es el antiheroe encantador y tierno de Vuelve, al que solo le queda agarrarse
    desesperadamente al unico proyecto viable que tiene en el horizonte: la adaptacion de uno de sus libros a serie de television. El problema es que el libro ya no esta disponible y el productor en cuestion todavia
    tiene que leerlo.

  • Lagrimas de hielo de Barbara Bouzas

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    La vida de la joven agente del CNI dara un giro de ciento ochenta grados cuando le comuniquen su proxima mision. Dabria debera viajar a San Petersburgo, convirtiendose en Babette, una joven universitaria, con el unico proposito de enamorar al heredero de las Tres K.

  • El Polvo de su Vida de Elena Romero

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    Estoy de vuelta. En la ciudad. En su mundo.

  • El espejismo de Dios de Richard Dawkins

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    Desde su posicion de declarado ateismo, Dawkins disecciona en este libro la irracionalidad de la creencia en Dios y el dano que la religion, desde sus numerosas perspectivas, ha causado en la sociedad a traves de los siglos. Mediante un exhaustivo analisis de todos los argumentos que sustentan la religion, demuestra la improbabilidad de la existencia de un ser supremo y ofrece las multiples ventajas que, segun su criterio, ofrece el ateismo para el individuo y la sociedad.

  • Todo por sus ojos de Conti Constanzo

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    Tras cuatro anos de dejar su vida atras, Josefina vuelve a la casa de su padre para celebrar su cumpleanos numero sesenta. Nunca imagino que el volver traeria su pasado a su presente, y que un contrato le obligaria a quedarse durante un ano, atada al hombre que mas amo y que tambien la traiciono. Pero Jose ya no es la misma, debe proteger su mas grande y preciado secreto de todo y de todos. Durante 365 dias debera ser capaz de soportar las mentiras, el remordimiento, la sed de venganza, y sobre todo el amor de dos hombres que intentaran penetrar su duro corazon llenandola de dudas y confusion.
    Todo por sus ojos es una historia diferente, donde el egoismo, el engano y las apariencias, muchas veces pesan mas que la verdad. Josefina tendra que luchar, no solo contra sus sentimientos, sino contra lo que cree que es lo correcto. y lo correcto esta oculto en unos dulces ojos color miel.

  • El Informe Krinar de Anna Zaires

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    Dos anos desde la invasion. No me podia creer que ya hubieran pasado dos anos desde la invasion, y que todavia no supieramos casi nada sobre los alienigenas que habian tomado el control de la Tierra. Frustrada, me quite las gafas y me frote los ojos, al notar el cansancio de haber estado mirando la pantalla del ordenador todo el dia. Durante las ultimas dos semanas, desde que decidi ponerme a mi misma a prueba escribiendo un articulo de investigacion sobre los invasores, habia escudrinado hasta la ultima linea de informacion disponible en internet, y lo unico que tenia eran rumores, una serie de relatos poco fiables de testigos oculares, algunos videos pixelados de YouTube y las mismas preguntas sin respuesta que al principio. Dos anos despues del Dia K, los K, o los krinar, como ellos preferian hacerse llamar, suponian un enigma casi tan grande como cuando llegaron. Mi ordenador hizo un ruidito que me saco de mi ensimismamiento. Al mirar la pantalla vi que era un e-mail de mi editor. Richard Gable queria saber cuando tendria el articulo sobre los cachorros siameses que le debia. Al menos no era otro de esos correos electronicos tipo <> de mi madre. Suspire y me frote los ojos de nuevo, intentando evitar distraerme pensando en los chiflados de mis padres. Ya era bastante malo que mi carrera todavia no hubiese despegado. No tenia ni idea de por que todos los reportajes de pacotilla acababan siempre en mi mesa. Habia sido asi desde que empece en el periodico, tres anos atras, y ya estaba mas que harta de ello. A los veinticuatro, tenia casi tanta experiencia en escribir sobre noticias reales como un estudiante en practicas. !A la mierda!, habia decidido el mes anterior. Si Gable no queria asignarme trabajo de verdad, yo misma encontraria una historia. ?Y que otra cosa habia que fuese mas interesante o controvertido que los misteriosos seres que habian invadido la Tierra y convivian ahora con los humanos? Si podia descubrir algo, cualquier cosa, que fuese cierta sobre los K, eso me ayudaria a avanzar mucho en demostrar que era capaz de manejar historias de mas relevancia. Me puse las gafas de nuevo y escribi un correo rapido a Gable, solicitandole un par de dias mas para terminar el articulo de los cachorros. Mi excusa fue que queria entrevistar al veterinario y me estaba costando ponerme en contacto con el. Por supuesto, era mentira. Habia entrevistado al veterinario y al dueno en cuanto me pasaron el encargo… pero queria evitar que me mandaran otro articulo de segunda durante unos dias. Asi tendria tiempo para explorar un tema interesante que me habia encontrado en mi investigacion de ese dia: los llamados clubs-X. --Hola, pequena, ?tienes planes para esta noche? Al oir aquella voz conocida, levante la vista y sonrei a Jay, mi companero de trabajo y mi mejor amigo, quien acababa de entrar en mi minuscula oficina. --No --dije alegremente--. Voy a ponerme un poco al dia con el trabajo y luego vagueare apoltronada en el sofa. El exhalo un suspiro dramatico y me lanzo una mirada de fingido reproche. --Amy, Amy, Amy… ?Que vamos a hacer contigo? Es viernes por la noche, ?y tu vas a quedarte en casa? --Todavia me estoy recuperando del fin de semana pasado -- dije con una sonrisa cada vez mas amplia--. Asi que no creas que puedes volver a arrastrarme a salir tan pronto. Una noche de fiesta al mes al estilo de Jay es suficiente para mi. La fiesta al estilo de Jay era una experiencia unica que consistia en multiples chupitos de vodka al principio de la noche, seguidos de varias horas de ir de club en club, rematadas con una cena/desayuno en un restaurante coreano de los que abren las veinticuatro horas. No le mentia al decirle que todavia me estaba recuperando… la combinacion de vodka y comida coreana me habia causado tal resaca que mas bien se habia parecido a un mal caso de intoxicacion alimentaria. Apenas fui capaz de salir arrastrandome de la cama el lunes para ir a trabajar. --Oh, vamos --intento engatusarme, con una mirada igual que la de un cachorro en sus ojos castanos. Sus tupidas pestanas, su cabello rizado y sus finos rasgos hacian de Jay alguien casi demasiado lindo para ser un tio. De no ser por su constitucion musculosa, habria parecido afeminado. Sin embargo, la cuestion era que asi el atraia a mujeres y hombres por igual… y disfrutaba de ambos sexos con identico entusiasmo. --Lo siento, Jay. Otra semana sera. --Lo que de verdad necesitaba ahora era concentrarme en mi articulo sobre los K… y en los clubs secretos que supuestamente frecuentaban. Jay dejo escapar otro suspiro. --Muy bien, como quieras. ?En que estas trabajando ahora mismo? ?En el articulo de los cachorros? Titubee. Todavia no le habia hablado a Jay acerca de mi proyecto, sobre todo porque no queria quedar como una estupida si no podia encontrar una buena historia. A Jay tampoco le encargaban muchos articulos jugosos, pero a el no le importaba tanto como a mi. Su objetivo en la vida era divertirse, y todo lo demas, incluida su carrera periodistica, iba en segundo lugar. Opinaba que la ambicion era algo que solo era util con moderacion y no se esforzaba mas de lo estrictamente necesario. --Es solo que no quiero ser un vago total… por mis padres, ya sabes --me habia explicado una vez, y esa afirmacion resumia perfectamente su actitud frente al trabajo. Yo, por otro lado, queria algo mas que simplemente no ser una vaga. Me molestaba que el editor hubiera echado un vistazo a mi cabello rubio cobrizo y a mis rasgos de muneca, y me hubiera encasillado de forma permanente en la seccion de noticias triviales. Habria creido que Gable era un sexista, de no ser porque habia hecho lo mismo con Jay. Nuestro editor no discriminaba a las mujeres; solo hacia suposiciones sobre las capacidades de las personas basadas en su apariencia. Al final decidi confiar en mi amigo y le dije: --No, no es el articulo de los cachorros. En realidad, he estado investigando para un proyecto propio. Las cejas perfectamente delineadas de Jay se elevaron. --?Si? --?Has oido hablar alguna vez de los clubs-X? --pregunte, echando un vistazo rapido a nuestro alrededor para asegurarnos de que nadie nos oiria. Por suerte, las oficinas que rodeaban la mia estaban vacias en su mayor parte, con solo un becario trabajando a la otra punta de la planta. Eran casi las cuatro de la tarde de un viernes, y la mayoria de la gente habia encontrado una excusa para salir pronto aquella tarde de verano. Jay abrio mucho los ojos. --?Clubs-X? O sea: ?los clubs para xenos? --Si. --Mi corazon latio mas deprisa--. ?Has oido hablar de ellos? --?No seran esos sitios a los que van a ligar con los K los que estan locos por los aliens? --Aparentemente. --Le sonrei--. Acabo de enterarme hoy mismo de que existen. ?Conoces a alguien que haya estado en uno? Jay fruncio el ceno, una expresion que parecia fuera de lugar en su rostro normalmente alegre. --No, en realidad no. Es decir, siempre hay eso del <>, pero nadie que yo conozca en persona. Asenti. --Vale. Y tu conoces a medio Manhattan, asi que esos clubs, si existen, son un secreto celosamente guardado. ?Te imaginas el reportaje? --En mi mejor voz de locutora, enuncie dramaticamente --: ?Clubs nocturnos alienigenas en el corazon de la ciudad de Nueva York? !El New York Herald les cuenta las ultimas noticias sobre los K! --?Estas segura de que es buena idea? --Mi amigo parecia esceptico--. He oido que esos clubs estan cerca de los Centros K. ?Estas diciendo que hay alguno en la ciudad de Nueva York? --Creo que si. Hay ciertos rumores online sobre un club en Manhattan. Quiero encontrarlo y ver de que va todo eso. --Amy... no se si es una gran idea. --Para mi sorpresa, Jay parecia mas inquieto que emocionado, y su ceno tan poco caracteristico se hizo aun mas pronunciado--. No querras meterte con los K. --Nadie quiere meterse con ellos, y por eso todavia no tenemos mucha informacion suya. --Mi anterior frustracion volvio. Me molestaba que todos se mostraran tan intimidados aun por los invasores--. Lo unico que pretendo es escribir un articulo objetivo con datos sobre ellos. Especificamente, sobre sitios que presuntamente frecuentan. Seguro que eso esta permitido. En este pais todavia existe la libertad de prensa, ?verdad? --Tal vez --dijo Jay--. O tal vez no. Personalmente, creo que hacen desaparecer cualquier informacion que no quieren que se haga publica. Antes lo normal era que lo que se subia a internet se quedara alli para siempre, pero ahora ya no es asi. --?Crees que podrian eliminar mi articulo de alguna manera? -- pregunte preocupada, y Jay se encogio de hombros. --No tengo ni idea, pero si yo fuera tu, me concentraria en el articulo de los cachorros y me olvidaria de los K. E las ocho de la tarde cuando me tope con ello: una mencion sobre la ubicacion de uno de los clubs-X en un foro de sexo poco conocido. Estaba enterrada en medio de la larga, y bastante improbable, narracion de la experiencia sexual de un tipo con un grupo de K. El sentimiento de extasis que aquel hombre describia me sonaba sospechosamente parecido a un subidon causado por las drogas, aunque habia historias similares esparcidas por toda la red, dando lugar a todo tipo de rumores sobre los invasores… incluido el del vampirismo. Yo no me los tragaba, aunque claro, gracias a la obsesion de mi madre por las teorias de la conspiracion mas descabelladas, yo desconfiaba de los rumores por naturaleza. Me gustaban los hechos: por eso mismo habia estudiado periodismo en vez de dedicarme a escribir ficcion. Segun el relato de ese hombre, habia ido al club justo despues de cenar en el Meatpacking District. Nombraba el restaurante donde habia cenado, y luego escribia que el club estaba justo al otro lado de la calle. Y asi, sin mas, habia conseguido una pista. Me levante de un salto, agarre el bolso y sali corriendo de la oficina, saludando con la cabeza al conserje al pasar. Parecia que mi noche de viernes estaba a punto de ponerse mucho mas interesante.

  • Las hijas del agua de Sandra Barneda

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    Una hermandad secreta de mujeres, una joven elegida para proteger un legado escrito en el agua.

  • Vestida de Otono de Kate Dawson

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    Catherine Dowse, famosa disenadora de moda, tiene una vida intensa y ajetreada dirigiendo la empresa que fundo su madre. Cuando se cruza en la vida de un buscado criminal todo su mundo sufre un cataclismo. Vivir en la piel de otra persona no es algo para lo que su madre la hubiese preparado y tener que dejar atras todo lo que le es familiar no es facil. Pero su vida corre peligro y tiene que huir. Una huida que se convierte en un viaje hacia su verdadera identidad y que la ayudara a descubrir quien es realmente.

  • Otin de Esteban Navarro

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    Isidro Mezquita, un escritor sesenton, cansado de su vida aburrida y falto de ideas para escribir su nuevo libro, decide refugiarse en Otin, una poblacion abandonada de la provincia de Huesca. Alli alquila una destartalada y arrendatario le ofrece los servicios de su sobrina, Adela, una chica de caracter introspectivo que se emplea en la casa del escritor como asistenta encargada de la limpieza y de la cocina.

  • Una ultima vez de Corinne Michaels

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    Una emotiva historia sobre como seguir amandote a ti misma a pesar de los cambios, contra viento y marea.

  • La apariencia de las cosas de Elizabeth Brundage

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    En un anochecer frio, el profesor de universidad George Clare llama a la puerta de su vecino con una noticia terrible: acaba de regresar del trabajo y ha encontrado en la cama de matrimonio a su mujer, Catherine, muerta. Alguien la ha asesinado mientras Franny, la hija de tres anos que tienen en comun, jugaba sola en su habitacion al otro lado del pasillo. No hace mucho que se han trasladado a aquella casa situada en una pequena comunidad. Una casa que, segun los habitantes del lugar, esta encantada y que en el pasado fue el escenario de una siniestra vivencia.

  • En mitad del invierno de Rachel Ripley

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    Tawny miro el papel que acababa de aparecer por debajo de la puerta; al ver el membrete de correos y leer la palabra juzgado, estrangulo un sollozo. No podia mas. Se dejo caer sobre una silla, el unico mueble que habia en la pequena habitacion, ademas del catre. Lucho contra el nudo que se le habia formado en la garganta. Habia llorado demasiado y no estaba dispuesta a derramar ni una lagrima mas. Tenia que encontrar el modo de seguir adelante, pero se sentia demasiado perdida, sin la mas minima idea de como encontrarlo. Agacho la cabeza y suspiro de nuevo, preguntandose donde se habia estropeado todo, en que momento su vida se habia ido a la mierda. Seis meses atras, tenia un trabajo, un marido, una hermosa casa, un coche caro. Ahora solo tenia diez cajas semivacias y un monton de papeles como el que acababa de aparecer bajo la puerta. A quien queria enganar. Sabia cuando empezo todo a desmoronarse: el veinte de julio, dia de su quinto aniversario de matrimonio. Alex y ella habian decidido tomarselo libre tras meses de interminables jornadas de trabajo en las que apenas habian podido verse. De ese modo, podrian relajarse y descansar un poco, antes de ir a cenar y al teatro. No sabia ni a que restaurante irian ni que obra verian; el lo habia mantenido en secreto, a pesar de sus intentos por averiguarlo. Tampoco hizo muchos. El perdia rapidamente la paciencia, y ella habia aprendido a detectar en su tono de voz cuando habia llegado el momento de dejar de preguntar. No queria que aquel dia se estropeara por nada. Pero el telefono sono temprano; reclamaban a Alex para una reunion de ultima hora. Estuvo a punto de pedirle que, ya que era el CEO, intentara cambiarla a otro dia, pero se abstuvo. En el fondo, se sintio aliviada ante la idea de tener un dia para ella sola, descansar y estar tranquila. Protesto un poco, por obligacion, y le pidio que no volviera muy tarde, para que pudieran llegar con tiempo. El le aseguro que haria lo que pudiera, y se marcho. Cuando le vio meterse en el coche, decidio que era el momento perfecto para prepararse un bano y probar una de aquellas bombas de espuma que habia comprado a escondidas. Entro en el dormitorio contiguo al bano y encendio la radio; otro de sus pequenos placeres cuando estaba sola. Tarareando la cancion que sonaba en aquel momento, abrio los grifos, y se hizo un mono con la larga melena. Cuando la banera estuvo llena, metio la bomba en el agua, mirando, fascinada como giraba sobre si misma, siseando y disolviendose mientras ella aspiraba con deleite el suave olor a lavanda y fresa que desprendia. Se quito el albornoz, dispuesta a meterse en el agua, cuando en la radio ceso la musica y comenzo el informativo, que se abrio con la noticia de un hombre que acababa de ser puesto en libertad tras pasar veinte anos en prision por intento de asesinato. Fue al dormitorio y apago el transistor. No queria que nada estropeara aquella calma, aquel momento sin tension, el primero del que disfrutaba en mucho tiempo. Cuando iba a meter un pie en el agua, sono el timbre. Suspiro, poniendo los ojos en blanco, dudando si abrir la puerta o ignorarlo, pero volvio a sonar. Chasqueo la lengua con fastidio, se puso el albornoz, y bajo las escaleras del duplex hacia la puerta. Al otro lado aparecio una mujer delgada, alta y morena que, nerviosa, le pregunto si estaba Alex. Supuso que era una colaboradora freelance de la empresa con algun problema, por lo que le pregunto si queria que le diera algun mensaje. Ella asintio. --?Puede decirle a Alex que su mujer lo esta buscando? Es urgente que hable con el. Se quedo helada. ?Su mujer? No, no. No podia ser. Le pregunto si era algun tipo de broma, porque ella era la esposa de Alex. De hecho, era su quinto aniversario de boda, recalco. Ella palidecio y Tawny temio por un momento que fuera a desmayarse. Balbucio algo ininteligible, se dio media vuelta y salio corriendo calle abajo. A partir de ese momento, todo fue muy rapido, mucho mas de lo que pudo procesar. Cuando su marido llego a casa, le pregunto por la mujer que decia ser su esposa. El, sorprendido, le aseguro que seria alguna antigua empleada que intentaba vengarse de el. No era del todo descabellado. Desde su pedestal, su marido solia humillar ante el resto de la plantilla a los empleados que consideraba poco productivos o validos, para despues despedirlos sin contemplaciones, lo cual le habia granjeado bastantes enemigos. Eso era: la venganza de una mujer despechada; una treta para crear tension en la pareja. Decidio creerle y olvidarse del asunto, mas que nada porque Alex se nego en redondo a volver a hablar de ello y dio el tema por zanjado. Asi quedo hasta que, dos dias despues, encontro en su correo electronico un mensaje con el asunto <>. El corazon le dio un vuelco al descargar y leer el documento adjunto; <>, se dijo, aunque decidio comprobarlo en el Registro Civil. Queria, necesitaba terminar de una vez con todo aquello. Se le cayo el alma a los pies cuando le informaron de que era valido. Alex y aquella mujer, Tania Davidson, estaban casados. Hacia ocho anos. No daba credito. !Ocho anos! !Alex estaba ya casado cuando se caso con ella! ?Como era posible que ni siquiera lo hubiera mencionado? ?Y las consecuencias legales? Uno no se olvida de la noche a la manana de un matrimonio anterior; el, ademas, sabia que ella lo habria comprendido y habria esperado el tiempo necesario para poder casarse tras el divorcio. Claro, que tonta. ?Como no se le habia ocurrido antes? Seguro que su marido tenia los papeles del divorcio en algun lado. Pero cuando le enseno el certificado, el, deshecho en lagrimas, confeso. Estaba casado con Tania, pero no era feliz en su matrimonio, nunca lo fue. Era una mujer mezquina y vengativa que le maltrataba, le anulaba y le hacia sufrir; por ello no tuvo el valor para enfrentarse a ella y pedirle el divorcio. Anos despues, cuando conocio a Tawny, y se enamoro perdidamente de ella, tuvo miedo de que le abandonase al enterarse de que no se habia divorciado. No le quedaba mas remedio que actuar como si Tania no existiera. Ella le miro, incredula y herida. El le aseguro que pediria el divorcio, que lo arreglaria todo. Habia cometido un error, era cierto, pero ella era la unica mujer a la que amaba, la unica que le habia hecho plenamente feliz. Hacia anos que no la veia, que no tenia contacto con ella. Para el, ella era lo mas importante, su gran amor, le repitio mil veces, al tiempo que le rogaba que no le dejara, que no podia vivir sin ella, que no sabia lo que haria si ella le abandonaba. Habia sido un error, grave, si, pero provocado por el amor que sentia por ella; solo parecio calmarse cuando ella le aseguro que le daria una nueva oportunidad si pedia el divorcio. Intento ser fiel a su palabra, dejar aquello atras y actuar como si nada hubiera ocurrido, pero no podia dejar de darle vueltas. ?Por que no se lo habia contado?, ?por que no habia confiado en ella? Cuando se lo pregunto, el se enfado, gritandole que no dejaba de hurgar en la herida, que no le importaba hacerle sufrir. Volvieron los gritos y las peleas, las lagrimas, las noches en vela. Fue en una de aquellas noches cuando recordo que, en el correo electronico que Tania le habia enviado, la firma automatica incluia el link a su cuenta de Facebook. Se removio en la cama. No, no era una buena idea. Si Alex se enteraba…; pero tenia que hacerlo. Cogio el portatil, bajo al salon de la planta baja, se sento de rodillas en el sofa, busco el mail y pincho el enlace. Al leer su estado civil, casada, algo se retorcio en su interior. Trago saliva y pincho en los albumes de fotos. Se le llenaron los ojos de lagrimas. El mas antiguo era de hace ocho anos, de su boda con Alex. Pero el mas reciente, de hacia tres meses y medio, contenia las fotos de un viaje a los fiordos noruegos. En todas ellas, aparecian Alex y ella besandose, abrazandose, sonriendo, riendo, haciendo el ganso… Una maldita pareja feliz. Tres meses y medio. Contuvo una arcada. La misma semana en que Alex le conto que tenia que acudir a un seminario de team-building que se impartia fuera de la ciudad. La misma semana que ella no pudo acompanarle porque estaba hasta el cuello de trabajo. Como sonambula, se levanto a coger su agenda, y cotejo las fechas con las de las demas fotos en las que ambos aparecian juntos. Cerro los ojos, negando con la cabeza, lagrimas de dolor y rabia corriendo por sus mejillas. Todos los viajes de negocios que Alex habia hecho coincidian con las fechas de los albumes de fotos, viajes paradisiacos a lugares donde Tawny muchas veces le pidio que fueran juntos y el se limito a grunir que el sitio estaba muy lejos o era demasiado caro.

  • La vieja tierra (Exitos literarios) – Dorte Hansen de Dorte Hansen

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    Una historia sobre vidas paralelas y sobre los grandes contrastes entre el pasado y la vida que llevamos en el presente.

  • Ensename que es el amor de Silvia Garcia Ruiz

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    Mientras Nathan Lowell intenta convencer a su hermana Tori de que enamorarse es lo peor que te puede pasar en la vida, una mujer se cruza en su camino decidida a que le ensene que es el amor, aunque el no sepa nada del mismo.

  • Cita con Rama de Arthur C. Clarke

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    La llegada al Sistema Solar, hacia el ano 2130, del monstruoso Rama, esa masa de cuarenta kilometros de longitud, plantea a los cientificos de la Tierra una serie de enigmas a estudiar y resolver. ?Se trata de un astro con luz propia?

  • Azul. Un Despertar a la realidad 1 de Mercedes Franco

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    Preparate para esta nueva historia adictiva que no querras parar de leer, llena de romance, intrigas y eventos inesperados que te provocaran una montana rusa de emociones.

  • #Malos. ?De que lado estas?, Luis Avila de Luis Avila

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  • La vida de Dani de Christian Martins

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    La vida de Dani es perfecta.
    Se va a casar con Guillermo (alto, guapo, rico) y esta organizando la boda de sus suenos. Todo va sobre ruedas hasta que. Hasta que Alvaro, un amor de su juventud, reaparece en su vida.
    Una noche loca en una piscina marcara un antes y un despues.
    ?Sera capaz de ocultarle a su futuro esposo una infidelidad?
    Y si Alvaro no significa nada para ella. ?Por que diablos tiene tanta ansiedad? ?Por que no consigue sacarlo de sus pensamientos?

  • Perverso Seductor Mentiroso de Christina Lauren

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  • Que fue de los Mulvaney de Joyce Carol Oates

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    Una de las mayores novelas de la gran escritora americana, <> (Elena Hevia, El Periodico de Catalunya).

  • Un asunto del diablo de Paolo Maurensig

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    La literatura es un asunto muy serio en el pueblo suizo en el que transcurre esta novela: todos sus habitantes, desde el cura anciano que lleva anos redactando sus memorias hasta la muchacha ingenua que fabula cuentos infantiles infantiles, escriben y ambicionan, sin exito, ser publicados. Pero todo cambia cuando el diablo entra en escena disfrazado de editor. ?Quien no estara dispuesto a hacer un pacto con el con tal de ver publicado su libro? Solo el rubio padre Cornelius, enviado por la diocesis en ayuda del parroco local, advertira del peligro de la situacion.

  • Cada corazon, un umbral de Seanan Mcguire

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    Deslizandose entre las sombras bajo la cama, o a traves de un armario, o por madrigueras de conejos… los ninos siempre han sabido acceder a mundos magicos. Pero ?que ocurre cuando regresan y no consiguen adaptarse y no son aceptados por sus familias? Eleanor West tiene un internado que acoge a estos ninos que quieren volver a su mundo de fantasia. Pero con la llegada de Nancy algo cambia en el internado y pronto tendran que enfrentarse a una tragedia por si mismos.

  • Malditas lagrimas de sangre de Lourdes Delgado

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    Durante cientos de anos el mal ha permanecido latente, encerrado entre las montanas. Dormido y esperando su oportunidad para volver a surgir. El antiguo santuario es su depositario, un templo maldito impregnado por la sangre de los inocentes que fueron ajusticiados en nombre de la palabra de Dios. Ahora los milagros se suceden. Una pequena aldea del norte entra en ebullicion y se pone en el centro de atencion de todo el mundo. La Virgen llora lagrimas de sangre, el milagro atraera a una multitud de fanaticos, a los medios informativos, incluso empieza a ser observado por los mas altos estamentos de la Iglesia. ?Quien estara a salvo ahora de esa maldad antigua? Solo los que viven en el pueblo la conocen, son pervertidos por ella y terribles crimenes se suceden…

  • Amando a Zoe de Maria Las Heras

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    Un encuentro casual, como cualquier otro llevo a Lucia; quien creia conocerse, quien creia tener definida su forma de amar, a descubrir los limites de la pasion de la mano de quien le llevaria a conocer, mas alla de las fronteras del bien y el mal, mucho mas alla de los limites, el verdadero amor, el que no conoce barreras y que permanece etereo en el aire que respiran los amantes ?Que serias capaz de hacer por amor? ?Cual es el limite? Una situacion al borde del abismo, un plan desesperado, un final inesperado y sorprendente y un amor lleno de pasion eterna... Todos tenemos, hemos tenido, tendremos o deseariamos tener una Zoe en nuestra existencia

  • El cuerpo nunca miente de Alice Miller

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    El cuarto mandamiento -<>, heredado de la moral tradicional- nos exige que honremos y queramos a nuestros padres, pero oculta una amenaza. El que quiera seguirlo pese a haber sido despreciado o maltratado por sus padres solo podra hacerlo reprimiendo sus verdaderas emociones. Sin embargo, el cuerpo a menudo se rebela, con graves enfermedades, contra esta negacion y esta falta de reconocimiento de los traumas infantiles no superados. Alice Miller nos permite comprender estos mensajes que nos envia el alma y asi liberarnos de los sintomas e, incluso, de los traumas.

  • Verdades enterradas de Michael Hjorth

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    ?Cuanto tiempo hacia que se habia ido de alli? Anos. Varios anos. Pero ?cuantos? Menos de diez, seguramente. Era irrelevante. Bien podrian ser muchos mas, y deberian serlos, y mas largos, penso al ver la silueta familiar de la ciudad que se extendia al otro lado del cristal del autocar. ?Que estaba haciendo aqui? ?Por que habia vuelto? Sinceramente. Habian pasado diez anos, asi que… ?para que? ?Por que le importaba? En verdad, le daba igual. No tenia el menor interes en saber que le habia pasado a ninguna de las veintinueve personas con las que se habia visto obligada a compartir tres anos de su vida. Que hacian ahora, si tenian familia o no, en que trabajaban, donde vivian. Eso le importaba una mierda. Todas ellas le importaban una mierda. Y tambien dudaba mucho que ella fuera a importarle nada a ninguna de ellas. Nunca habia significado nada para nadie. ?Acaso se acordaban de ella? Quiza algunos si. Deberian hacerlo. ?O acaso la gente se olvidaba de las personas de las que habia abusado? ?Solo existian mientras se las podia atormentar, y desaparecian en cuanto dejaban de ser vulnerables? A lo mejor, las nuevas victimas sustituian a las viejas, en todos los aspectos. ?Que estaba haciendo aqui? ?Por que habia vuelto? No es que volviera con un sentimiento de triunfo. No era una revancha exitosa. No albergaba ninguna esperanza de que fueran a juntarse a su alrededor ni verla con mejores ojos porque se hubiese vuelto famosa o le hubieran ido bien las cosas. No estaba en posicion de ensenarles nada. El patito feo no se habia convertido en ningun cisne. El patito feo solo se habia hecho mayor, se habia curtido. Asi que ?que estaba haciendo aqui? ?Por que habia vuelto? Quiza queria mostrar que seguia viva, que se atrevia, que no habian logrado destrozarla. Pero ?era asi? Quien sabia si su vida habria sido distinta si aquellos anos hubiesen sido diferentes… Mejores. Soportables. Sin los Tres, que decidian que ella no era siquiera digna de despertarles irritacion. Que la trataban como si fuera aire. Como si no fuera nada. Sin el sequito silencioso, tan inseguros todos, tan temerosos de acabar en el lugar que ocupaba ella, los que lo hacian posible. Sin Macke y Philip. No, alli no iria. Ahora no. Todavia no. Se los quito de la cabeza: los pensamientos, los nombres, aquella noche. Pero iban a estar alli, se dijo a si misma. Se encontraria con ellos. Esta noche. En la fiesta, o como se le pudiera llamar a aquello. Reencuentro no, desde luego. Para poderte reencontrar hace falta sentir algun tipo de pertenencia. Ellos iban a estar alli. A lo mejor esa era la razon por la que iba alli, el autentico motivo por el que volvia. El sueno. Recurrente. La primera vez lo tuvo la noche siguiente de recibir la invitacion. Luego, despues de haber dicho que si, se repetia mas a menudo. El sueno en el que se hacia justicia. En el que se plantaba. Por fin. En el que les daba su merecido. A veces tan real, tan vivido, que se despertaba con una sensacion de triunfo, la cual se esfumaba en cuanto se levantaba y volvia a la realidad, como no podia ser de otra manera. El autocar paso junto a los carteles que senalaban que se estaban adentrando en Karlshamn, que habia vuelto a la ciudad que habia dejado atras. Que habia abandonado. De la que habia huido. El nudo en el estomago que ella habia creido que era arrepentimiento y angustia debia de ser otra cosa, se dijo. Determinacion. Expectacion. Un odio lentamente resucitado que llevaba mucho tiempo reprimiendo, pero al que ahora pensaba darle permiso para crecer. Por eso habia vuelto. Eso era lo que pensaba hacer. Devolversela. Calle Kungsgatan. Angelica Carlsson ni siquiera trato de reprimir la sonrisa de satisfaccion al girar para adentrarse en ella. En Karlshamn habia casas mas grandes y mas lujosas, pisos mas bonitos, direcciones con mas renombre. Pero en apenas cuatro meses practicamente se habia mudado a un piso amplio de dos habitaciones en la calle Kungsgatan. No estaba nada mal, a pesar de todo. Ciento doce dias despues de conocer a Nils. Ciento trece desde que se habia puesto en contacto con el en una de las numerosas aplicaciones de citas en las que estaba registrada y que visitaba con regularidad. Diecisiete anos mayor que el. Parecia buena persona, divorciado, una hija que ya se habia ido de casa, su perfil era perfecto, justo el tipo de hombre que ella estaba buscando, aunque tampoco podia estar segura del todo. No fue hasta la quinta cita, o quiza la sexta, cuando entendio que habia dado en la diana. Con la mirada caida, habia puesto una mano encima de la de el con cierta timidez y le habia preguntado si no le apeteceria que se vieran mas a menudo, que a ella le gustaria mucho que… fueran algo mas, o sea, algo estable. El se habia reido un poco cortado, y seguro que habria abierto los brazos si no fuera porque ella le estaba reteniendo una mano. --?Para que quieres a alguien como yo? Ella no dejo que la burbujeante alegria se le reflejara en ningun momento en la cara, sino que se limito a mirarlo seriamente, le dijo que no fuera tonto, que por que se infravaloraba, si se veia a la legua que era un hombre fantastico. Por eso queria pasar mas tiempo con el. Aquella noche habian paseado cogidos de la mano hasta su casa. La primera vez que ella puso un pie en el piso de la calle Kungsgatan. Unas semanas mas tarde dejo caer el nombre de Dick. Su exnovio, un idiota sin remedio. Habia quedado con Nils en su casa despues del trabajo, y ella se habia presentado un tanto desanimada y distraida. El se percato de que algo no iba bien, desde luego, pero ella no queria hablar del tema, no queria que se viera involucrado. Mantuvo su postura hasta que presintio que en breve el ya no le preguntaria nada mas, que haria lo que ella le estaba pidiendo y se olvidaria del tema. Entonces se lo conto todo, como a reganadientes. Para cuando hubo terminado ya se habia hecho de noche. Fue asi como Nils supo todo lo que habia que saber sobre como ella y Dick se habian conocido, en una epoca en la que ella era muy joven y tonta, cuando le habia parecido emocionante participar de los planes ambiciosos e irreales de Dick, sus alocadas travesuras, su estilo de vida despreocupado. Pero debajo de esa apariencia desenfadada y carismatica se escondia una faceta oscura y controladora. Con lagrimas corriendole por las mejillas, ella le habia contado que al cabo de unos anos se habia quedado embarazada, que Dick no queria tener hijos bajo ningun concepto, que la habia obligado a elegir entre el y el bebe, y que apenas unos meses despues de abortar la habia abandonado de todos modos. Nils la habia abrazado en el sofa mientras la escuchaba, ella se habia enjugado las lagrimas, se habia dejado consolar. Le habia dado unas vueltas a como continuar a partir de ahi, pero el se lo habia facilitado a base de preguntarle por que estaba pensando en Dick justo ese dia, en ese momento. ?Habia pasado algo? ?Se habia puesto en contacto con ella? Si, algo habia pasado. Si, se habia puesto en contacto. Hacia unos anos que el habia vuelto a aparecer en su vida, le explico Angelica. Dick habia empezado a cortejarla otra vez. Le habia dicho que la echaba de menos, que lamentaba la manera en que la habia tratado, que se habia dado cuenta de lo mal que se habia comportado. Habia madurado y se preguntaba si podian volver a estar juntos. Le habia insistido y suplicado. Y ella habia cedido. Se habia creido que el realmente habia cambiado. Que le brindaria la seguridad que ella buscaba. La cosa habia empezado bien, a los seis meses habian decidido irse a vivir juntos, se habian comprado un piso en Gotemburgo. Pero al cabo de unos meses volvio a asomar la cara celosa y controladora de Dick. Esta vez se habia vuelto violento. Ella habia logrado sacar fuerzas de alguna parte para liberarse. Despues de aquello era materialmente imposible que el fuera a recuperarla, dijera lo que le dijera, le prometiera lo que le prometiera. Habia terminado con Dick. Pero el no habia terminado con ella, ni muchisimo menos. A intervalos regulares la llamaba, le exigia, la amenazaba, la presionaba, hacia cuanto podia para ponerle las cosas dificiles y fastidiarla. Ahora era por algo del piso de Gotemburgo y la hipoteca, no lo tenia del todo claro, le habia colgado el telefono en cuanto el se habia puesto a dar berridos. Ella lo habia bloqueado, pero Dick ya habia conseguido colarse bajo su piel. Por eso se habia presentado en casa de Nils tan alicaida, pese a tener motivos de sobra para sentirse feliz. Con su vida. Con el. Aquella noche se acostaron por primera vez. Despues, ella estuvo llorando entre sus brazos. Le dijo lo contenta y agradecida que se sentia de haberlo conocido. El conseguia que se sintiera tan segura, tan cuidada… --Me gusta cuidar de ti --le susurro el, y le acaricio el pelo con delicadeza. Ella lo abrazo en silencio, era justo lo que habia esperado oir. Las semanas siguientes se podria decir que se fue a vivir con el. Iba mas a menudo, se quedaba mas tiempo, se llevo una muda o dos, el le cedio un estante, un cajon, sitio en el armario. A la exmujer no la habia visto ni oido, la hija sabia de la existencia de Angelica, pero no parecia tener ningun problema con que su padre hubiese conocido a otra mujer. No es que tuvieran un contacto muy estrecho, precisamente. Nils y su hija se llamaban cada quince dias, en el mejor de los casos. Durante el tiempo que Angelica habia estado en el piso, la hija no les habia hecho ninguna visita, pese a vivir en la ciudad de Helsingborg, a menos de dos horas de alli. Angelica dio los ultimos pasos hasta el portal. Ahora no le quedaba mas remedio que borrar la sonrisa de satisfaccion. Debia sustituirla por la preocupacion y la angustia. Habia llegado el momento de dar el siguiente paso. Hoy Dick habia logrado comunicarse otra vez con ella. La habia amenazado con ir a la policia y llamar a la Agencia Tributaria y no sabia que mas. No habia logrado entender todo lo que el le habia dicho, pero Dick pensaba vender el piso de Gotemburgo y le reclamaba dinero. Tenia que subir al piso alterada, desgarrada, entre lagrimas, necesitada del consuelo que solo Nils podia darle. Y que le iba a dar. Pero no podria hallar la paz. Esta noche no. Dick le pedia doscientas treinta y cinco mil coronas. Eso era mucho mucho mucho dinero. ?De donde iba a sacarlo? Hasta ahi podia planear, luego tendria que improvisar sobre la marcha. En el mejor de los casos, Nils se ofreceria al instante y por voluntad propia a prestarle el dinero, sin cuestionar nada ni hacer ninguna comprobacion. Lo mas probable era que le propusiera ayuda juridica, quiza incluso poner una denuncia. Si era el caso, ella tendria que escurrir el bulto, actuar sin prisa pero sin pausa y, con cuidado, sembrar la idea de que Nils podria ayudarla a ser libre de una vez por todas. Su paladin del corcel blanco. Un prestamo. Una suma que para el era perfectamente asumible, mientras que para ella era decisiva. Al menos hasta que surgiera el siguiente problema y necesitara mas. Metio la llave en el portal y cerro los ojos, noto las lagrimas brotando en sus ojos. Joder, que buena era. La practica hace al maestro. Cuando volvio a abrir los ojos, le quedaban ocho decimas de segundo de vida. Solamente. La bala viajo a una velocidad de casi ochocientos metros por segundo al abandonar la boca del canon del rifle. Mas del doble de rapido que el sonido, por lo que Angelica no tuvo ni tiempo de oir el petardazo sordo antes de recibir un disparo en la sien y caer muerta en su querida calle Kungsgatan. Kerstin Neuman Bernt Andersson Angelica Carlsson Philip Bergstrom Aakif Haddad Lars Johansson Ivan Botkin Annie Linderberg Peter Zetterberg Milena Kovacs El tercer cuerpo, el tercer asesinato. Vanja echo un vistazo a la ambulancia, que cruzo sin prisa alguna el cordon policial de la calle Kyrkogatan, donde un grupo de curiosos se habia agolpado junto a la cinta blanquiazul. El vehiculo amarillo lima fue grabado por varios moviles mientras, sin sirena ni luces encendidas, ponia rumbo al hospital mas cercano que tuviera morgue. Vanja no sabia donde quedaba, no habia tenido tiempo de familiarizarse lo suficiente con la ciudad. Ursula si lo sabia, habia estado alli para sacar sus propias conclusiones de las heridas que presentaban las dos victimas anteriores. Por lo demas, lo unico que sabian de estas era lo que habian podido leer en comisaria despues de que la policia local les hubo cedido oficialmente el caso. La primera, una mujer de sesenta y ocho anos, Kerstin Neuman, asesinada por arma de fuego mientras recogia el correo en el buzon, ubicado en el cruce del camino principal. Ahi no habian encontrado gran cosa a la que aferrarse, la senora vivia en una casita aislada que quedaba a unos diez kilometros del nucleo urbano. Un aislamiento que Kerstin Neuman habia buscado a proposito, dedujo Vanja al leer el informe del caso. No habia ninguna amenaza directa contra ella, pero todo el mundo --o al menos mucha gente-- en Karlshamn sabia quien era Kerstin Neuman. Lo que habia hecho. O, mejor dicho, en lo que habia participado, puesto que nunca se la declaro oficialmente responsable. En el accidente de autobus. La segunda victima se llamaba Bernt Andersson, cincuenta y tres anos, pero aparentaba diez anos mas, al menos en la foto que colgaba del tablon de la oficina provisional que habian montado en la comisaria, a unas pocas calles de alli. Era el resultado de una vida dura. Se habia pasado un buen punado de anos consumiendo todo lo que se podia consumir. En sus ultimos dias, segun las personas que de vez en cuando se cruzaban con el cuando deambulaba por Asarum, donde vivia, se habia centrado en la bebida, principalmente. Era un rostro conocido para la policia local, habia pasado la borrachera infinidad de noches en el calabozo, lo habian detenido por alteracion del orden publico, lo habian acusado de todo tipo de delitos por estupefacientes, pero siempre habia logrado librarse con una simple multa. Algunas de las mujeres con las que ocasionalmente habia conseguido instalarse durante un tiempo lo habian denunciado por robo y malos tratos. Pero no habia ninguna sentencia condenatoria. Lo habian encontrado tirado sobre una de las maquinas de un gimnasio al aire libre junto a una arboleda tres dias despues de que dispararan a Kerstin Neuman. Un tiro en la sien, muerte fulminante. Por lo visto, el mismo rifle en ambos casos. Fue entonces cuando Krista Kyllonen, la jefa de area de la policia local, habia logrado convencer a su superior de Region Sur de Malmo para que solicitara el apoyo de la Unidad de Homicidios. Era poco habitual que lo hicieran para casos que apenas llevaban una semana abiertos, pero no dejaba de tratarse de un francotirador en ambos casos y no habia testigos ni evidencias tecnicas, aparte de las balas, no habia casquillos en las escenas del crimen, ni huellas de neumatico ni nada sospechoso en las cuatro camaras de vigilancia que habia repartidas por la ciudad. No tenian ningun hilo del que tirar y necesitaban ayuda. Decir que habian llegado a una ciudad que vivia presa del panico habria sido exagerar, pero no cabia duda de que un tercer asesinato en el transcurso de ocho dias espolearia el miedo y la preocupacion, y entonces la rabia nunca estaba muy lejos. Vanja solto un suspiro. Aquello podria convertirse facilmente en una pesadilla. Pero no podia permitir que eso sucediera. Le tenian puesto un ojo encima. Era su primer caso importante desde que habia asumido el mando de la Unidad de Homicidios en diciembre. Desde que sustituyo a Torkel. Volvio a mirar calle arriba, al cordon policial del siguiente cruce, el de la calle Sodra Fogdelyckegatan. Vanja no sabia que significaba ese nombre ni si era siquiera una palabra de verdad. Sonaba inventada. Alli tambien se habia acumulado gente curiosa, pero no tanta, y habian sacado menos telefonos moviles. Quedaba mas lejos del escenario del crimen, desde alli las fotos no debian de mostrar mas que una calle normal y corriente de una ciudad de provincias. Como mucho, cogerian a Ursula, que estaba agachada sacando fotos del sitio donde habia estado la victima, que segun el carnet de conducir hallado en el bolsillo de su abrigo se llamaba Angelica Carlsson y tenia treinta y nueve anos. --Vanja.

  • 115 de la calle del olvido de Lola Kabuki

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    Era un dia cualquiera de Septiembre. No hacia demasiado calor, pero la humedad era insoportable. Caminar por la ciudad bajo el sol se hacia cada vez mas insoportable. Me pare frente al portal 115, aqui era. La puerta de hierro forjado en color negro parecia realmente pesada, como si no quisiera ser abierta, y apoye la espalda en ella mientras llamaba al portero automatico. Tras identificarme, me abrieron la puerta sin decir una palabra y me adentre en la oscuridad del portal. Un portal viejo, oscuro y enorme. De techos altos y espacios infinitos, con las paredes de un color indefinido, entre gris y marron. Al fondo a la derecha se veia un ascensor viejo, con una reja que hacia juego con la puerta del portal, y a su derecha las escaleras, acompanadas de una barandilla metalica tambien. Al acercarme lei una nota sujeta con dos celos, uno arriba y otro abajo, que decia con un rotulador rojo, que el ascensor estaba averiado. Averiado. Que disculparamos las molestias. Tome aire y agarre con fuerza el maletin con una mano mientras apoyaba la otra sobre el pasamanos. Me iba a tocar subir quince pisos a pie. Respire hondo. Por lo menos dentro del portal hacia fresco, aunque por alguna razon, me seguia costando respirar y me sentia incomoda con la ropa que llevaba. Los dos primeros pisos los subi relativamente rapido, martilleando el marmol del suelo con mis tacones, elegante y con la cabeza erguida, pero en el tercero me parecio que de repente los escalones eran cada vez mas altos y que me costaba mas levantar las piernas cada vez mas, asi que me pare un rato en el descansillo del cuarto piso para coger aire. Habia muchas plantas en jardineras rectangulares de loza, eran plantas trepadoras que se habian apoderado de gran parte de la reja metalica que cubria el viejo ascensor a pesar de estar secas. Secas, como si nadie se hubiera ocupado de ellas en los ultimos meses. Con la respiracion agitada y gotas de sudor helado en mi espalda me agarre a la verja metalica y mire hacia abajo por el hueco del ascensor. Solo se veia oscuridad. Me acorde de la nota: que disculparamos las molestias. Me salio una carcajada sarcastica, que de forma inesperada se vio interrumpida por un fuerte ruido de hierros que parecia provenir del ascensor. Desde la planta baja. Me asuste y en un acto reflejo, solte el maletin para agarrarme mejor a la verja, haciendome un pequeno corte en la mano. Al parecer las plantas trepadoras tenian espinas, o la verja alguna arista de metal suelta. Busque en mi bolso algun panuelo de papel, pero no encontre nada y tuve que lamer suavemente la sangre para no manchar mi ropa. El sabor de la sangre me recordo al sabor del metal, y me pregunte si la verja metalica sabria igual. Recogi el maletin del suelo y segui subiendo las escaleras, lentamente. Con la cabeza erguida y presionando la herida con la otra mano. El corte era pequeno pero parecia profundo. Me sobresalte al escuchar ladridos de un perro desde detras de una puerta en el sexto piso. Se escuchaban tan cerca… !y tan alto! El perro, que debia ser de un tamano considerable a juzgar por el tipo de ladrido, aranaba la puerta para salir, la golpeaba, grunia, y respiraba de forma agitada. Se me cayo el maletin al suelo por segunda vez, al no tenerlo bien agarrado, y esta vez se abrio, desparramando todo su contenido. Cientos de hojas con informacion sobre seguros de vida se deslizaron en forma de abanico por las escaleras, quedando a menos de un metro de la puerta que ladraba. Resignada me agache y comence a bajar escaleras mientras recogia hojas. Cuanto mas me acercaba mas nervioso y violento parecia ponerse el perro. La ultima hoja de papel estaba muy cerca de la puerta. La recogi sin vacilar y el perro dejo de ladrar, pero seguia escuchando su respiracion. Agitada e irregular. Cerre el maletin y me aleje con rapidez, lami de nuevo mi mano y comence a subir y subir escaleras. Dos descansillos despues pare a respirar un poco en el rellano, mi cita de las cinco me estaba esperando. En el piso quince, tras la puerta C, y yo estaba tardando demasiado. No era culpa mia que el ascensor no funcionara. Levante la vista malhumorada hacia el ascensor y me fije en que no habia numero en esa escalera. No sabia en que piso estaba exactamente. Al subir al siguiente piso, vi que tampoco habia numero en el descansillo y escuche con horror, unos gritos de dolor que venian del interior de una vivienda. La B. Alguien gritaba al otro lado de la puerta como si le estuvieran torturando o algo parecido. Me quede mirando la puerta y decidi seguir subiendo escaleras sin saber muy bien que hacer. Saque mi telefono movil, por si necesitaba o debia llamar a alguien, pero no habia cobertura. En el siguiente rellano me pare y deje el maletin en el suelo. Todavia se escuchaban los gritos infernales del piso de abajo, cada vez mas terribles y una voz que suplicaba ayuda. No sabia que hacer, me tape los oidos con las palmas de las manos, manchandome la cara sin querer con la sangre de la herida. Mi falda y una de mis piernas tambien tenian gotas de sangre. Genial. Volvi a mirar el movil nerviosa sin saber muy bien que hacer, cuando un fuerte sonido como de hierros pesados y oxidados me hizo dar un respingo. El ascensor subia. El ascensor estaba estropeado, pero hacia un sonido como si estuviera en funcionamiento. Como si estuviera moviendose y subiendo hacia mi. Como si se estuviera quejando. Me volvi hacia la verja de hierro que lo cubria y mire hacia abajo. No se veia nada, estaba todo demasiado oscuro. Lo que si vi al levantar la vista, me dejo casi sin respiracion: en ese rellano tampoco habia ningun numero. El ascensor subia y yo no sabia en que piso estaba. Sin pararme a pensar, recogi el maletin con mi mano herida y con los gritos de horror del piso de bajo golpeandome en la conciencia, y subi rapidamente las escaleras. Tampoco habia numero en el siguiente piso, pero ya no me sorprendio y apoye la espalda en la pared para descansar un poco, cuando me di cuenta de que una de las puertas del rellano estaba entreabierta. Durante medio segundo me dio por pensar que a lo mejor era mi cita de las cinco. Aunque no podia ser… No sabia en que piso estaba pero no podia estar ya en el piso quince, no podia haber subido tan rapido, ?o si? El ascensor dejo de hacer ruido y se paro en el piso de abajo, o eso me parecio. Me aferre al maletin con mi mano ensangrentada, como si este fuera un escudo, mientras la puerta hasta ahora entreabierta, se abria poco a poco. En su interior, oscuridad y un largo pasillo del que no se veia el final. No se veia nada, pero me parecio escuchar unos debiles golpecitos en la pared, que se repetian, como secuencias de codigo morse. A lo mejor alguien trataba de establecer comunicacion de esa manera. Por golpes. Recorde los gritos y golpes tras la puerta de pisos mas abajo y se me acelero el pulso. Note mi respiracion agitada y sudor frio sobre mi espalda. Me sente en las escaleras a sopesar mentalmente mi inesperada situacion, y me angustie un poco mas, al pensar que ese dia tenia que haber sido un dia de trabajo como otro cualquiera. Un dia en el que tenia una cita concertada a las cinco, para contratar un seguro de vida…y punto. Estaba envuelta en una situacion que yo no habia buscado, y no sabia como salir de ella. Ensangrentada y sentada en las escaleras de quien sabe que piso, de un portal donde un ascensor que no funcionaba se movia, y donde los vecinos eran un poco… ?siniestros?, y de repente todo era muy… extrano. Y encima no tenia cobertura. Subi al siguiente piso en un intento por alejarme de todo. Piso 22. Deje caer mi maletin al suelo y esta vez ya no me moleste en recogerlo. Era imposible. En este edificio solo habia diecisiete pisos. No estaba totalmente segura al 100%, pero casi. Los numeros de la escalera debian estar equivocados. O tal vez se trataba de una broma. Decidi que tenia que salir de alli. Como fuera, porque la situacion me estaba superando poco a poco. Escuche ruidos de pasos en algun piso inferior y toses secas, y sin pensarlo subi un piso mas, sabiendo que cuanto mas subia, mas me alejaba de la salida. Me acelere y sin saber muy bien como, se me enredaron los pies y tuve que poner las manos para no caerme, dejando una huella perfecta de una mano abierta en color rojo en el suelo.

  • Pais de paso (Bilogia Viajame 1) – Laura Giron de Laura Giron

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    Ella, Helena con hache, no es una persona enamoradiza y lo de pasar pagina no es su fuerte, las tipicas frases post-rupturas como: un clavo saca otro clavo, hay mas peces en el rio, etc., no funcionan con ella, por ello, lo de volver a enamorarse es un riesgo que no esta dispuesta a correr.
    El, Alejandro, es una de esas personas que entran en tu cabeza como una apisonadora. Estar cerca de el es como moverse alrededor de una mina anti-persona, cuando te acercas demasiado, mas alla del limite de seguridad establecido, todo salta por los aires, y no puedes hacer nada por evitarlo.
    Y llego el uno de agosto, y antes incluso de saber su nombre, ella ya sabia que se marchaba, aun asi acabo enamorandose de el.
    Sumergete en un viaje apasionante por las emociones y sentimientos de Helena, y gracias a Alejandro podras visitar los lugares mas maravillosos del mundo.
    !Nos vemos en la siguiente parada en Pais de Destino!

  • Quien sabe si manana seguiremos aqui de Kim Young-ha

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    Hace veinticinco anos que no mata a nadie. Hace tiempo que lo cambio todo por llevar una vida normal. Pero Unji, su hija, lleva dias sin pasar por casa y los numeros del telefono se desdibujan cuando intenta llamarla. ?Como funcionaba esto exactamente? ?Cual era el numero? De hecho. ?a quien queria llamar?

  • La Sombra. Wendy Darling 3 de Colleen Oakes

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    Wendy Darling descansara una vez mas en los brazos del encantador Peter Pan, el dios-nino que desea poder sobre todas las cosas.
    Esta vez, sin embargo, Wendy no arde con pasion, sino con un secreto: con Hook como su aliado, ella esta ahi
    para vencer el mal que yace dentro de Peter,el mal que sostiene a todos los de nunca jamas rehenes: La Sombra.
    Wendy debera vencer sigilosamente a Peter desde el interior de su corazon; al mismo tiempo, convencer a Campanita de traicionar el amor retorcido que los une.
    Todos en Nunca Jamas se preparan para la guerra. Wendy hara todo lo posible para romper la conexion
    de Peter con La Sombra. Cuando llegue el momento, los piratas, las sirenas, los ninos perdidos y la familia
    Darling se levantaran en armas, pero si Wendy no puede invocar a La Sombra, todos seran destruidos por el alma oscura de Peter. La guerra ha llegado al paraiso, y Nunca Jamas ya no sera el mismo.

  • Corazon roto (Reedicion Autor), Linda Howard de Linda Howard

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    Corazon roto

  • Entregame tu corazon de Maribel Martin

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    William era el hombre perfecto, al menos lo era para su amiga y Kristine estaba convencida a hacer cualquier cosa con tal de que empiecen a salir pero ?que ocurriria si ella comienza a enamorarse de el?

  • No me mires asi de Chris M. Navarro

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    Andrea Palacios es una joven musico, hija de famosos, que esta acostumbrada a tenerlo todo en la vida. Aburrida y sola, vive la vida sin limites, hasta el punto que a veces ni se da cuenta ni sabe donde poner el freno. Guapa y perfecta, tambien acostumbra a tener a cualquier hombre que desee.
    Una noche de fiesta extrema se acuesta con un companero de la banda de musica y, colocada y borracha, a la manana siguiente apenas puede recordar. El problema es que su amigo ha sido asesinado de forma cruel y sanguinolenta y el cadaver esta en su cama.
    El inspector Sandoval se da cuenta enseguida de como es Andrea, y si a eso le sumas que odia a todo aquel que consume drogas, crea una animadversion hacia la chica que la transtorna desde el primer momento, acostumbrada a que ningun hombre se le resista.
    Cuando las huellas de Andrea aparezcan en el arma homicida sus encantos no podran hacer nada para salvarse de una posible condena. ?Quien ha podido hacer algo asi? ?Quien quiere incriminarla?
    Una lucha por declarar su inocencia a la vez que una terrible atraccion hacia un policia que apenas la mira seran el detonante de esta novela romantica, erotica y con un entramado policial que te hara mantenerte en tension desde la primera pagina.
    ?Lograra Andrea demostrar su inocencia? ?Conseguira que su policia favorito sucumbe a sus encantos? Desde el momento en el que el inspector Ruben Sandoval pronuncie las palabras “No hay hombre que no te considere hermosa”, ella sabra que tarde o temprano caera en sus redes pero, ?cuando?

  • Sonrie, mi amor, en la Toscana de Silvia Garcia Ruiz

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    Dominic Norton es un famoso fotografo que acaba retirandose por las criticas de Luca Rossi, un modelo italiano. Evie, que siempre ha querido ser fotografa como su padre, jura vengarse del modelo y lo contrata para una serie de campanas con el fin de ridiculizarlo. Pero lo que no sabe es que el hombre al que esta perjudicando no es Luca sino su hermano gemelo Angelo, que ha accedido a ayudarlo como tantas otras veces.

  • Circulos, Manuel Rios San Martin de Manuel Rios San Martin

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  • Un amor real, Marion Marquez de Marion Marquez

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  • Natalie no perdona de Erina Alcala

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    -!Eres una nina tonta! Nadie quiere jugar contigo. -No soy una nina tonta... -Si que lo eres, tonta y gorda -Y Natalie Parker se iba llorando a la casa grande. -Llorona, llorona - le decia haciendole burla Daniel, de doce anos, el hijo de los capataces. Y se reia cuando la pequena nina, se iba llorando con su vestidito y sus trenzas rubias como el trigo en verano. Daniel Cooper, era un nino larguirucho de doce anos. Era hijo de los capataces de los vinedos de los padres de Natalie, Luke y Madison Parker. El matrimonio, se encargaba de las grandes hectareas de terreno de vinedos que tenian los Parker en Dallas, Texas, desde que recien casados se mudaron a los vinedos para trabajar como capataz, el padre de Daniel, Mason y Lucy. La madre, se ocupaba de la casa grande. Llevaban casi toda una vida alli y eran felices. Alli nacio su hijo Daniel y vieron nacer a la hija de Luke y Madison Parker. Luke y Madison Parker, eran un matrimonio adinerado que, ademas, habian heredado de los abuelos unas hectareas de terreno de vinedos en Dallas, Texas, y con la ayuda de Mason Cooper, como buen capataz, habian ampliado el negocio y ahora, eran propietarios de unas de las plantaciones mas grandes y prosperas de la region, tras ir comprando mas vinedos. Los padres de Daniel y el mismo, vivian en una casita de dos dormitorios, separada de la casa grande unos quinientos metros. Era pequena, pero disponian de todo lo necesario. Para Luke Parker, su capataz, Mason, era mas un amigo que un trabajador. Tenian edades similares, ademas de ser el mejor trabajador que tenia. Los capataces, tenian un hijo de doce anos, Daniel y los duenos, Luke y Madison Parker, tenian una hija, que era su princesa mimada y consentida de ocho anos: Natalie. Natalie, siempre estaba incordiando a Daniel, claro que la chica no tenia con quien jugar. Cuando salia del colegio privado en el que la tenian sus padres, se aburria soberanamente en la propiedad. Ambos eran hijos unicos y se llevaban cuatro anos de diferencia. Daniel por otro lado, asistia a un colegio publico y ya con esa edad, ayudaba a sus padres en algunas labores en el vinedo por las tardes, despues de hacer los deberes, pues su padre, se lo llevaba un rato para que aprendiera las labores del campo, porque siempre habia pensado que seria un buen capataz cuando el se retirara. Pero desde pequeno, ya Daniel, tenia sus propias ideas de que queria hacer en la vida. Era un buen hijo, educado y atento, muy inteligente, pero no soportaba a esa nina insufrible con sus vestiditos pomposos por la rodilla y sus dos trenzas rubias, con esos lazos que le ponia su madre en las trenzas, que parecia una muneca pepona y rechoncha. Era una nina guapa, de trenzas rubias y ojos verdes, gordita. Daniel, por el contrario, era moreno de ojos azules muy claros, como su padre, delgado y muy alto para su edad. Asi que cuando Natalie, aparecia por la casa de los capataces, buscando jugar con Daniel, la echaba a patadas, porque se sentia molesto e incordiado. Le decia gorda y rechoncha y fea, que nadie queria jugar con ella. Todo para que se fuese y lo dejase tranquilo. A el le gustaba leer cuando tenia tiempo todo tipo de libros de aviones, y jugar con su avion. Uno que su padre le regalo por Navidad y que habia descuartizado y recompuesto miles de veces. Se sabia las piezas de memoria. Su madre le decia, cuando venia casi de noche de la casa grande: -?Para que rompes el avion y luego lo compones, hijo? -Mama quiero saber que tiene dentro. Sere ingeniero de aviones cuando sea mayor. Su madre, lo miraba con tristeza, porque les resultaria imposible pagarle a su hijo una carrera de ese tipo con los sueldos que tenian. Aunque solo tuviesen ese hijo. Pero durante muchos anos, pidio como regalo de Navidad un avion. Y recibia un avion distinto cada ano. Cuando a los catorce anos, aparecio Daniel una tarde del colegio con una solicitud de una beca para estudiar en un instituto interno, venia contentisimo. Y sus padres, no podian por menos que solicitarle la beca. Era un gran ahorro y al menos era tambien lo que el queria. Como sacaba buenas notas, le dieron una beca para hacer los estudios del instituto en Austin, la capital del estado. Era un buen Instituto interno y alli iban los que sacaban muy buenas notas. El director, cuando fue a inscribir a Daniel se lo dijo a sus padres. Y alli permaneceria hasta los dieciocho anos. Iria a casa en vacaciones y en Navidad. Y Daniel no podia estar mas contento ni ser mas feliz. Era feliz sin la nina incordio de trenzas rubias y gorda y se adapto muy bien al instituto cuando le concedieron la beca. Podia respirar. Alli hizo dos buenos amigos y se hicieron los tres inseparables: Lucas Harper de Randolph y Nick Adams de Austin. Los tres eran altos y larguiruchos y a los tres, les gustaban los aviones, sobre todo a Lucas, que tenia una base aerea en su ciudad. Y les contaba historias a los otros dos y estos lo escuchaban embobados. Lucas era el mas parlanchin y extrovertido. Tenia el pelo castano claro y unos ojos verdes muy grandes. Nick, sin embargo, era moreno como Daniel y de ojos grises preciosos. Nick, era el mas introvertido de los tres, pero era ironico. Tan inseparables se hicieron que a veces, se iban en vacaciones unos a casa de los otros en esos cuatro anos que permanecieron alli en el instituto. Eran muy estudiosos, eso si, y se graduaron con honores. Hasta el dia de la graduacion, los padres de ellos, tuvieron que ir a comer todos juntos, como una gran familia. Se dejaron los telefonos y se hicieron amigos hasta los padres, ya que los tres formaban una pina, como si fuesen hermanos. Tenian dieciocho anos, cuando se graduaron y ya habian solicitado los tres, la misma beca, para estudiar ingenieria aeronautica, en la universidad de Austin. No querian separarse. Ese verano, mientras esperaba la beca con ansiedad, Daniel, ayudaba a su padre en los vinedos. -Si te dan la beca, no podre estar mas orgulloso de ti, hijo. Siempre pense que serias el siguiente capataz, pero parece que no me voy a salir con la mia. Te prefiero ingeniero. No sabes lo contenta que esta tu madre. -Espero que me concedan la beca, papa, si no, tendre que quedarme aqui. -Bueno, ya veremos, ya veremos, has sacado muy buenas notas. -!Jo! !Ahora viene la gordita! Le dijo a su padre cuando de lejos vio a Natalie que venia hacia ellos. -Daniel. Tienes dieciocho anos. Ten paciencia. Es la hija del jefe. Y ya no esta tan gordita. Por favor, se bueno y educado como te hemos ensenado. Es una buena chica, agradable, educada y solitaria. No ha tenido a nadie con quien jugar aqui. -Vale, papa, pero es que me pone de los nervios. Natalie, venia andando por el camino, vestida con un top y unos vaqueros y el pelo rubio largo. Ya no llevaba trenzas. Debia tener catorce anos- penso Daniel- habia cambiado, si. Ya no era la nina gordita, sino una jovencita de incipientes pechos, amaneciendo a la adolescencia. Pero seguro seria el mismo incordio. -!Hola Daniel! -!Hola Natalie! ?Que tal estas? -sentandose ella, en una de las grandes piedras que separaba la casa de los capataces del vinedo, mientras el permanecia de pie. -Bien, me voy al instituto el ano que viene. ?Tu entras en la Universidad? -Si me dan beca, si. Si no, tendre que quedarme aqui a trabajar. -Espero que te la den. ?Que vas a estudiar? -Ingenieria aeronautica. -Siempre te han gustado los aviones. -?Como lo sabes? -pregunto desconfiando de ella. -Tenias uno y lo rompias y lo componias mil veces. Te veia. -!Vaya memoria que tienes! Y tu, ?Que vas estudiar cuando termines el instituto? -Me gustaria ser ginecologa. -Nunca lo hubiese adivinado, ?Que hacias, rompias las munecas, y le metias trapos dentro? -Algo asi -contesto ella con una cierta tristeza. -Perdona. Ha sido una groseria. -No importa, la verdad es que recuerdo ser un incordio de pequena para ti. Todo el dia detras, pero no tenia a nadie mas con quien jugar. -!Estas muy guapa! Y has crecido. -Gracias, tu tambien. Durante ese verano, ellos tuvieron algunas conversaciones, sobre todo del pasado, de la vida en el instituto que a ella tanto le interesaba, de sus amigos Lucas y Nick. Lo cierto, es que la nina se habia convertido en una mujercita que sabia escuchar. Era mas tranquila y serena, pero era pequena. Sabia que ella lo miraba con la misma adoracion de siempre, pero el era un chico de dieciocho anos y le gustaban las chicas mayores y ella no pasaba de los catorce. Y llego el dia en que le vino la carta de la Universidad y la abrio todo excitado y nervioso. Habia logrado su objetivo. Tenia una beca en la Universidad de Austin para estudiar aeronautica. La vida le sonreia. Llamo inmediatamente a sus amigos y a ellos, tambien se la habian concedido. No podia desear nada en el mundo mas que pasara rapido el verano y estar con sus amigos en la Universidad y estudiar lo que siempre habia sonado. Su vida iba por fases. Cuando terminara, solicitaria entrar en el ejercito y ser Formador y aprender todo de los aviones militares y de guerra y dar clases. Pero de momento, estaba la Universidad. Sus padres estaban muy orgullosos de su hijo. La noche antes de irse a la Universidad y Natalie al Instituto, ella, fue a despedirlo y cuando nadie la vio, beso en los labios a Daniel. Fue un beso ingenuo y adolescente. A este lo pillo desprevenido y ella salio corriendo hacia la casa grande. Daniel no habia besado nunca a ninguna chica, ni siquiera en la fiesta de graduacion que, salvo Lucas, su amigo Nick y el no habian invitado al baile ninguna chica, y los labios de Natalie, se quedaron en los suyos con un sabor dulce. Y sonrio. No volvio a ver a Natalie hasta cuatro anos despues. El verano en que el termino la Universidad y ella termino el Instituto. El tenia veintidos anos y ella dieciocho. Cada verano que habia vuelto a casa, a ella, la habian mandado al extranjero a aprender idiomas, a Francia, a Espana, a Italia y a Alemania. Dijeron que, para completar su educacion, con lo cual, ella hablaba perfectamente cinco idiomas. La primera vez que Daniel la vio, se quedo pasmado. Era una belleza de un metro setenta, de pelo rubio y largo y grandes ojos verdes. Estaba delgada. Ya no era la nina rechoncha, ni la adolescente timida. Tenia dieciocho anos y era toda una mujer. El habia tenido unas cuantas relaciones sexuales en la universidad. No habia tenido novia como alguno de sus amigos, pero nada especial. Se habia convertido en un chico formado y con algun musculo debido al ejercicio y media uno ochenta y siete. A ella cuando lo vio, le parecio altisimo y guapo como siempre le habia parecido desde nina. Su pelo moreno y esos ojos azules y transparentes. Habia estado enamorada de el desde siempre, desde nina y ahora era una chica y aun le afectaba verlo. Mas, desde que hace cuatro anos lo beso en los labios de forma impulsiva. Ese verano pasaron muchos ratos juntos, incluso salieron por Dallas a tomar algo y ver alguna pelicula. La relacion que habian tenido desde pequenos habia cambiado con el tiempo, para mejor. A el, le gustaba ella, pero era la hija del jefe de su padre. Las cosas habian cambiado. Ya no le parecia mas joven que el. -?Que vas hacer ahora que has terminado la Universidad? -He solicitado entrar en el mando de Formacion y Educacion Aerea (AETC) del cuartel general de la base aerea de Randolph. -Eso es el ejercito. -Si, mis amigos y yo queremos ir al ejercito de las fuerzas aereas. Quiero aprender todo y formar y educar. Me gusta la formacion. -?Y tienen que admitirte? -Estoy esperando la respuesta. Si me la dan, me voy. -?En cuanto tiempo puedes ser instructor?

  • Parte de una historia de Ignacio Aldecoa

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    imborrable en la narrativa espanola del siglo XX. El planteamiento es sencillo: a una aldea de pescadores de una isla del Atlantico #La Graciosa, en Canarias# llegan unos hombres extranos que alteraran, por poco tiempo pero dramaticamente, la vida cotidiana de los islenos. Fluye bajo la historia uno de los grandes temas contemporaneos: el enfrentamiento entre la sociedad tradicional y la sociedad moderna urbanizada. Por su precision narrativa, por la perfeccion de sus dialogos y por la belleza austera de sus descripciones, Parte de una historia es uno de esos libros que los criticos llaman una obra maestra y los lectores leen con el mas profundo gozo literario.

  • La Puerta de atras de A. J. Raven

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    Thomas Fooreman se estaba volviendo loco. Sentado ante el escritorio de una habitacion, en una cabana, en algun lugar perdido; su mente enloquecia a un ritmo desorbitado. Antes de que aquella locura le hiciera perder por completo el juicio, aunque a decir verdad; nunca lo habia tenido, decidio escribir una confesion acerca de una vida en la organizacion mas misteriosa y macabra creada por el hombre. Una organizacion de la que todo el mundo ha oido hablar pero a la que, por otro lado, tal vez pocos conocen en realidad; o puede que todo el mundo haya oido hablar de ella pero nadie se atreve a mencionarla. Quien sabe. Era mas tarde de la media noche en aquel lugar alejado del mundanal ruido. Unas hojas de papel en blanco, la vieja pluma Montblanc de su padre con el cartucho de tinta por la mitad, y esa botella de licor barato de gasolinera en la que no quedaba mas de un cuarto, era lo unico que tenia encima de la mesa; eso y aquellos imborrables recuerdos de una vida pasada. Aquella vida --si se podia llamar asi-- tuvo tanta demencia que la mayoria de las veces, se mezclaron la realidad con la ficcion, la verdad y la mentira. Su conviccion de que aquella mujer vestida de negro a quien el llamaba con carino <> estaba cerca, acechandolo en cada esquina, en cada lugar al que el fuese, se hizo cada vez mas notable. Por la mente indecisa de Thomas volaron las dos unicas opciones que el considero que podrian ocurrir: acabar suicidado victima de la demencia, o asesinado por los miembros de la organizacion. Sin duda esta ultima fue, la que mas aterro a Thomas Fooreman. El reloj colgante de la pared de aquella fria cabana, semejante a las casetas que posee la guardia forestal repartida por el bosque (aunque de dos plantas y con lujo) marcaba la una menos cuarto, momento en el cual, aquellas hojas de papel empezaron a reflejar un par de simples frases . <> El alto grado que ejercio Thomas Fooreman dentro de la orden , lo habia hecho perpetrar las acciones mas brutales, sadicas y despiadadas que nadie pudiera imaginar. Provenia de una familia de descendencia judia. Su arbol genealogico estaba lleno de inmigrantes que se habian instalado en Norteamerica alrededor de 1600 o 1700 --no habia una fecha exacta en los archivos del censo--, siendo los Fooreman, una de las primeras familias en ejercer de prestamistas. Abrieron una tienda de monedas en el gueto judio en Nueva York en donde, timando a la gente, amasaron una poderosa fortuna para mas tarde fundar uno de los primeros bancos que se conocerian. Sus padres, al igual que sus abuelos y tatarabuelos, dedicaron toda su vida a ser la mano derecha de una de las familias mas importantes e influyentes del planeta. La luna se hallaba en esa posicion en la cual, solo dejaba ver una porcion insignificante de su belleza. Lo acompanaba un cielo iluminado por unas estrellas tan relucientes que irradiaban mas luz que la propia luna, permitiendo distinguir las constelaciones. Los aullidos de los lobos se escuchaban con debilidad tras los gruesos cristales de las ventanas. En el horizonte, en las montanas, todavia se podian divisar rayos de una pequena tormenta cayendo sin cesar. Hacia mas de media hora que la lluvia habia caido en el inmundo tejado del lugar en el que se hallaba Thomas. Cerro los ojos y escucho el agua corretear por los canalones del tejado y bajar por la tuberia, hasta desembocar en un riachuelo de agua estancada en la parte trasera. Lo habia dejado todo empantanado, semejante a una cienaga. A causa de aquella lluvia, se formo una gotera en el techo que descendia desde la pared del piso de arriba hasta el comedor, agrietando mas la deformada madera. El viento habia descargado con tanto nervio que llego a partir varias ramas de los arboles. Algunas llegaron a impactar contra la puerta sin causar dano alguno, pero con un golpe estruendoso que lo hizo estremecer. Aquel frio intenso proveniente de las montanas, habia calado en sus huesos. Ni la media botella ingerida (o engullida) en menos de dos minutos, lo hizo entrar en calor. Penso en encender la vieja chimenea de carbon sin embargo, prefirio cubrirse con una sucia manta impregnada con meados y mierda de rata, cuya pestilencia le recordaba los rituales en los subterraneos donde fue participe. Estiro el exhausto brazo derecho y con aquellos ligeros dedos, comparables a los de un concertista de piano, apago la bombilla que caia del techo sujetada por un cable a medio pelar. Encendio una vela y permanecio escribiendo bajo la calida llama. <>. Hizo un paron para levantarse, estirar la espalda, las piernas, descansar una mano temblorosa y una vista que comenzaba a estar fatigada. Sin zapatos, arrastrando los pies desnudos y encallecidos por la gelida madera, se acerco hasta la ventana. A causa del alcohol barato, intentaba mantener el equilibrio; se ladeaba, volvia a mantenerse recto, volvia a ladearse...Unido tambien a sus pocas fuerzas a causa de no haber probado bocado en dias, nadie sabe como aguanto tanto tiempo. Emitiendo unos grunidos, apoyo la mano en el cristal y aprecio la oscuridad del frondoso bosque mientras recordaba la programacion a la cual fue sometido de nino. La frente, el cuello y las manos comenzaron a emanar un sudor nervioso. Deslizo la ma no hacia abajo dejando un surco mientras sollozaba. **** La infancia de Thomas Fooreman, segun lo poco que recordaria el, fue feliz. Su familia fue duena de innumerables empresas repartidas por medio mundo. Amasaron bastante riqueza, tesoros con los que se podria acabar con el hambre en el mundo, pero eso en palabras de Robert Fooreman, no interesaba. Solian alardear entre las altas esferas, entre la creme de la creme de la aristocracia, ser una de las familias mas ricas que haya pisado la Tierra y razon no les faltaba, aun sabiendo que toda esa riqueza, se debia a la muerte de otros. Sus recuerdos, era estar siempre rodeado de toda clase de lujo. Al ser hijo unico, sus padres le dieron todo cuanto quiso; --cualquier capricho que al nino se le antojase, era concedido por su progenitor--. Los Fooreman se codeaban con las familias mas importantes de Norteamerica; siempre vistieron la ropa mas cara y disfrutaron de las mejores casas. Sin embargo, todo fue una mera fachada . Una noche, todo cambio. 1 25 de octubre de 1952. Antes del anochecer y despues de que el senor Harold Murray terminara el noticiario con la frase: <<Recuerden, Harold estara manana en sus hogares>>, en la residencia Fooreman, un pequeno Thomas de diez anos, regordete, grandes mejillas, nariz puntiaguda, pelo rubio y una mirada dulce e inocente de ojos marrones, caminaba agarrado de la delicada y calida mano de su madre, Martha Fooreman. Martha, cuyo apellido de soltera era Quinn, tenia cuarenta anos. La naturaleza la habia obsequiado con una belleza descomunal. Su pelo caia como una hermosa cascada dorada mas alla de sus hombros (en aquel momento recogido en una coleta). La cara reflejaba unos ojos verdes, una nariz chata y unos labios carnosos. Venia de una familia bastante acomodada. Era hija de Lauren Quinn, un exgeneral que lucho en la guerra de secesion y que mas tarde, se convertiria en empresario y socio de uno de los bancos mas importantes de Norteamerica; la J.P Morgan & Co. Martha se fijo en Robert en una conferencia en Portland, Maine, otorgada por un insider conocido como: el senor X, sobrenombre dado porque nadie habia visto nunca su verdadero rostro. Las charlas las daba enmascarado, portando una peluca falsa a menudo morena, un bigote postizo y unas gafas de pasta negras que le agraciaba con un aire a lo Buddy Holly. Al contrario que a su marido, Robert Fooreman, la naturaleza no fue tan generosa con el. Era un senor que sacaba diez anos mas a su mujer. De mediana estatura, su cara evidenciaba unos ojos caidos de color marron, severas marcas de acne brotado en su juventud (antes de entrar a la secundaria, su cara parecia la de un leproso) que le dejo unas marcas como el crater de un volcan. Una nariz picuda y un menton que parecia un caballo. Portaba la llamada <> debido a su grata aficion por grandes jarras de cerveza fria, tibia o caliente; la comida y el sedentarismo. En la cabeza manifestaba unas entradas y el empobrecido pelo que quedaba, era como nieve en una montana. Los conducia por el pasillo del ala este de la mansion de estilo colonial, ubicada a las afueras de Richmond, Virginia. Por un largo corredor iluminado por lamparas de pared antiguas, el pequeno observo cuadros con caras familiares; --algun dia, tu estaras en la pared--espeto su padre. Sus ojos comenzaron a humedecerse, a cristalizarse como un vidrio ardiendo a maxima temperatura. Aquella expresion de felicidad que reposaba en su angelical rostro, se convirtio en profunda tristeza. Aunque no entendio nada de lo que sucedia, ni lo que estaba por suceder, el horror de contemplar a esas personas montando a caballo, portando una capa de reyes y sujetando una lanza afilada en cuya punta atravesaba una cabeza de nino, lo hizo pensar que el, podia llegar a ser uno de aquellos ninos. Continuaron hasta llegar al final del corredor, giraron a la izquierda y bajaron tres peldanos, en donde se hallaba una instancia con un letrero que rezaba en latin: Ne intraveris (no entrar). Robert agarro el pomo con los dedos anular, indice y pulgar, dejando el pequeno levantado para no rozar su anillo de oro y diamantes de gran maestre , --queria mas al anillo que a nada en el mundo--. Segun sus propias palabras: <>. Un anillo que destellaba como los rayos de sol y que mas adelante, acabo en los dedos de otro. Dos bustos de los abuelos de Thomas decoraban la solitaria y algida sala. Desprovista de ninguna ventana y con un olor intenso a lacrado que, para el pequeno, no fue nada agradable. Entre aquellos dos bustos, una puerta que lo llevo a su primer descenso hacia el abismo. Robert presiono el interruptor que se hallaba detras del busto de su padre, Charles Fooreman II. El mecanismo rudimentario hizo girar unos engranajes. Un chirrido igual al producido por rozar un cuchillo contra una botella, resono en la desolada sala. La puerta de madera se deslizo hacia la derecha. Un humo denso, grisaceo, asfixiante; un olor a mierda y algo mas, surgieron del subterraneo. Ese algo mas, era el olor de los cadaveres putrefactos de las personas asesinadas que flotaban por un riachuelo de agua fecal, engendrando en Thomas una sensacion de condenacion eterna con tan solo diez anos. Robert con voz aguda pero vigorosa, dio la orden de bajar las escaleras de piedra. Encendio una antorcha con un viejo zippo que saco del bolsillo derecho del pantalon; la brea que impregnaba la antorcha se hallaba humeda y pegajosa, significado de que los rituales en la mansion de los Fooreman, nunca cesan. Entre ratas y gusanos, descendieron los treinta peldanos que encaminaron a su castigo la noche del 25 de octubre del 52. A mitad del descenso, un asustadizo Thomas escucho unas voces familiares profiriendo un cantico inusual, un cantico que jamas habia escuchado, un cantico que erizo la fina capa de vello que se estaba formando en sus brazos. In nomine dei nostri Baal excelsi … Segun iban descendiendo, aquellas voces se fueron haciendo cada vez mas intensas y escalofriantes, poniendo la piel como la de una gallina con tan solo escuchar la entonacion de la melodia. Thomas no quiso adentrase, ni dar un paso mas en ese odioso lugar. Preferiria estar con alguno de sus amigos jugando a la pelota en el Olaf Palm, un parque situado a medio kilometro al norte de su casa, al lado de la taberna del viejo Biff, o leyendo tumbado en el borde de su cama, con los pies colgando, un comic de su heroe favorito; el senor orejas puntiagudas, como el lo llamaba. Sintio como una de aquellas sucias y peludas ratas de las cientos o tal vez miles que merodeaban por las cloacas, intentaba meterse por debajo de su pantalon, royendo con sus dientes puntiagudos mientras lo miraba con aquellos ojos diminutos de un color rojo fuego. --No te asustes, solo es una rata, tienes que ser un hombre, vendran cosas peores-- pronuncio su madre con una sonrisa. --?Que ocurre? --interrumpio Robert enfadado. --Se asusta de las ratas. --No hay problema, lo soluciono ahora mismo --anadio--. Estupido crio, siempre haces que pierda mi tiempo.

  • Atraccion en nueva york de Sarah Morgan

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    Os presento a Molly: la consultora sentimental mas famosa de Nueva York. Se considera una experta en relaciones. siempre que se trate de las relaciones de los demas. Aun afligida por su ultima ruptura, Molly no tiene prisa por encontrar el amor; el unico amor de su vida es su dalmata, Valentin.

  • Se trata de ti de Daniel Diaz

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    Una existencial historia de amor. “Si sabes algo, dilo… porque lo mas dificil es no saber”. El protagonista Jo sufre un incidente digno de una hospitalizacion y Marcela, es la mujer en cuestion.

  • Donde los hombres llevaban sombrero de Inaki Martinez

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  • Chloe (Divas 1) de Emma Madden

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    Chloe Miller es una conocida estrella de Hollywood que a los veintiocho anos, recien divorciada y con una larga y prestigiosa carrera, tiene que cambiar sus habitos y contratar un equipo de escoltas de primer nivel para cuidar de su seguridad.
    Una experiencia incomoda al principio, que acabara por transformar su existencia y que le regalara la historia de amor mas importante, inesperada y trascendental de su vida, con el unico hombre del que no se podia enamorar.
    Chloe Miller y Kenan Yaman se conocen, se rechazan y mantienen las distancias, hasta que el amor y la pasion se abren paso en toda su plenitud, sin que ninguno de los dos pueda controlarlo.
    “CHLOE” es el primer libro de la Serie Divas, de la escritora Emma Madden, dedicada a esas mujeres fuertes, famosas y con un exito esplendoroso, que viven el amor a su manera y con una tremenda pasion.

  • A lo lejos de Hernan Diaz

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  • Estado de miedo de Michael Crichton

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    blaba en ingles, tenia un acento exotico. A decir verdad, todo en ella era exotico, penso Jonathan. De piel oscura, pomulos prominentes y cabello negro, podria haber sido modelo. Y se contoneaba como una modelo, con su falda corta y sus zapatos de tacon de aguja. Era medio vietnamita y se llamaba Marisa. Mirando alrededor, anadio- : Pero ?no hay nadie aqui? – No, no -respondio el-. Es domingo. Hoy no viene nadie. Jonathan Marshall, de veinticuatro anos, era un londinense licenciado en fisica que, como parte de sus estudios de posgrado, trabajaba durante el verano en el ultramoderno Laboratoire Ondulatoire -Laboratorio de Mecanica Ondulatoria- del Instituto de la Marina frances en Vissy, al norte de Paris. Pero en el barrio residian sobre todo familias jovenes, y para Marshall habia sido un verano solitario. Por eso no podia dar credito a la buena suerte que habia tenido al conocer a aquella chica. Una chica muy guapa y sexy. – Explicame que hace esta maquina -dijo Marisa con una mirada radiante-, y que haces tu. – Con mucho gusto -contesto Marshall. Se acerco al gran panel de control y empezo a conectar las bombas y los sensores. Al otro extremo del deposito, los treinta paneles del generador de olas se activaron uno tras otro. Marshall miro a la chica, y ella le sonrio. – Es complicadisimo -comento Marisa. Se coloco junto a el frente al panel de control-. ?Hay camaras para grabar vuestra investigacion? – Si, en el techo y a los lados del deposito. Crean un registro visual de las olas generadas. En el deposito tambien hay sensores que recogen los parametros de presion de la ola al pasar. – ?Estan conectadas ahora esas camaras? – No, no -dijo el-. No las necesitamos; no estamos haciendo ningun experimento. – Quiza si -respondio ella, y apoyo la mano en el hombro de Marshall. Tenia unos dedos largos y delicados, unos dedos preciosos. Miro alrededor por un momento-. En esta sala todo es carisimo. Debe de haber grandes medidas de seguridad, ?no? – En realidad no. Simplemente hay que usar una tarjeta para entrar. Y solo hay una camara de seguridad. -Senalo por encima del hombro-. En aquel rincon. Marisa se volvio. – ?y esa esta encendida? – Si, claro -contesto el-, esa siempre. Marisa le acaricio suavemente el cuello. – ?Asi que ahora hay alguien vigilandonos? – Eso me temo. – Entonces debemos portarnos bien. – Probablemente. Por cierto, ?y tu novio? – Ese. -Dejo escapar un resoplido de desden-. Ya me he hartado de el. Unas horas antes aquel mismo dia Marshall habia salido de su pequeno apartamento para ir a la cafeteria de la rue Montaigne, que visitaba cada manana, llevandose como de costumbre un articulo especializado para leer. Al rato, aquella chica se sento en la mesa contigua con su novio. En breve la pareja empezo a discutir. A decir verdad, Marshall tuvo la impresion de que Marisa y el novio no estaban hechos el uno para el otro. El era un americano rubicundo y fornido, corpulento como un jugador de futbol, con el cabello largo y gafas de montura metalica poco acordes con sus toscas facciones. Tenia todo el aspecto de un cerdo que pretendia pasar por intelectual. Se llamaba Jim y estaba enfadado con Marisa porque esta, al parecer, no habia pasado la noche con el. – No se por que no me dices donde estuviste -repetia el una y otra vez. – Porque no es asunto tuyo, por eso. – Pero yo pensaba que ibamos a cenar juntos. – Jimmy, ya te dije que no. – No, me dijiste que si. Y yo te espere en el hotel. Toda la noche. – ?Y que? Nadie te obligo. Podias marcharte y pasartelo bien. – Pero te esperaba. – Jimmy, no eres mi dueno. -Exasperada, suspiraba, levantaba las manos o se daba palmadas en las rodillas desnudas. Tenia las piernas cruzadas y se le habia subido mucho la falda-. Yo hago lo que me da la gana. – Eso esta claro. – Si -dijo ella, y en ese momento se volvio hacia Marshall-. ?Que es eso que lees? Parece muy complicado. En un primer momento Marshall se alarmo. Saltaba a la vista que le habia dirigido la palabra para provocar al novio. No queria dejarse arrastrar a la pelea de la pareja. – Es fisica -contesto laconicamente, y se volvio un poco, procurando pasar por alto la belleza de la chica. – ?Que clase de fisica? -insistio ella. – Mecanica ondulatoria. Olas marinas. – ?Eres estudiante, pues? – Estudiante de posgrado. – Ah. E inteligente, por lo que se ve. ?Eres ingles? ?Que haces en Francia? Y casi sin darse cuenta Marshall entablo conversacion con la chica, y ella le presento al novio, que le dirigio a Marshall una sonrisa de suficiencia y le dio un desidioso apreton de manos. La situacion seguia siendo embarazosa, pero ella se comportaba como si no lo fuese. – ?Asi que trabajas por aqui? ?En que? ?Un deposito con una maquina? La verdad, no consigo imaginarmelo. ?Me lo ensenas? y alli estaban, en el Laboratorio de Mecanica Ondu1atoria. Jimmy, el novio, se habia quedado fuera, en el aparcamiento, malhumorado, fumando un pitillo. – ?Que hacemos con Jimmy? -pregunto Marisa, de pie junto a Marshall mientras el trabajaba en el panel de control. – Aqui dentro no puede fumar. – Yo me encargare de que no fume. Pero no quiero que se enfade mas. ?Crees que puedo dejarte entrar? A Marshall lo invadio un sentimiento de decepcion. – Claro. Supongo. Ella le apreto el hombro. – No te preocupes. Despues estara ocupado con otros asuntos suyos. Se alejo y abrio la puerta del fondo del laboratorio. Jimmy entro. Marshall echo un vistazo y vio que se quedaba rezagado, con las manos el1los bolsillos. Marisa regreso junto a el, que seguia frente al panel de control. – Jimmy ya se ha calmado -dijo-. Ahora ensenamelo. Los motores electricos del extremo opuesto del deposito ronronearon y las palas generaron la primera ola. Era pequena, y recorrio suavemente el deposito en toda su longitud hasta chocar, con un ligero chapoteo, en un panel inclinado en el lado donde ellos se hallaban. – ?Y esto es un maremoto? -pregunto Marisa. – Es la simulacion de un tsunami, si -contesto Marshall mientras pulsaba el teclado. En el panel de control, los monitores mostraron la temperatura y la presion, asi como imagenes en color falso de la ola. – Una simulacion -repitio ella-. ?Yeso que quiere decir? – En este deposito podemos crear olas de hasta un metro de altura -explico Marshall-. Pero los verdaderos tsunamis alcanzan cuatro, ocho o diez metros. A veces incluso mas. – ?Una ola de diez metros en el mar? -Marisa abrio los ojos desorbitadamente-. ?En serio? – Miro al techo intentando imaginarla. Marshall movio la cabeza en un gesto de asentimiento. Esa altura equivalia a un edificio de tres plantas. Y alcanzaba una velocidad de ochocientos kilometros por hora, avanzando atronadoramente hacia la costa. – ?y cuando llega a la costa? -pregunto ella- ?Eso representa el panel inclinado de este extremo? Tiene una textura de guijarros, parece. ?Eso es la costa? – Exactamente -contesto Marshall-. La distancia que recorre la ola tierra adentro depende del angulo de la pendiente. Podemos ajustar esa pendiente a cualquier angulo. El novio se acerco al deposito, pero siguio apartado de ellos, sin pronunciar una sola palabra. Marisa estaba entusiasmada. – ?Podeis ajustada? ?Como? – Esta motorizada. – ?A cualquier angulo? -Se rio-. Pon1a a vingt-sept grados. Veintisiete. – Alla va. -Marshall tecleo. Con un ligero chirrido, la pendiente de la costa aumento de angulo. El novio americano, atraido por la actividad, se aproximo mas al deposito para echar un vistazo. Era fascinante, penso Marshall. Cualquiera sentiria interes. Sin embargo aquel tipo continuo en silencio. Alli de pie, se limito a observar como crecia la inclinacion de la superficie enguijarrada. Esta no tardo en detenerse. – ?Esa es la pendiente, pues? -pregunto Marisa. – Si -dijo Marshall-. Aunque de hecho veintisiete grados es una inclinacion excesiva, por encima del promedio de las costas del mundo real. Quiza deberia ponerla... Marisa cerro su mano morena sobre la de el. – No, no -dijo. Tenia la piel suave-o Dejala asi. Ensename una ola. Quiero ver una ola. Cada treinta segundos se generaban pequenas olas que recorrian el deposito con un leve zumbido. _ – Bueno, primero tengo que conocer la forma de la costa. En este momento es una playa llana, pero si hubiese un entrante... – ?Cambiaria si hubiese un entrante? – Claro. – ?De verdad? Ensenamelo. – ?Que clase de entrante quieres? Un puerto, un rio, una bahia... – Ah -dijo ella, y se encogio de hombros-, que sea una bahia. Marshall sonrio. – Bien. ?De que tamano? Con un ronroneo de motores electricos, la costa empezo a curvarse y se formo una hendidura