• fan total libro - A. V. Geiger

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  • Fan total (Ficción) Tapa blanda – 4 julio 2017 - Libros - Amazon

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    Fan total (Ficción) : Geiger, A.V., Mussarra Roca, Joan Josep: Amazon.es: Libros.

  • Fan total - A.V. Geiger | PlanetadeLibros

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    4 jul 2017 — ¡Suscríbete y sé el primero en enterarte del libro juvenil de moda! Cargando... Por qué leer Fan total. 1.

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  • FAN TOTAL - A. V. GEIGER - 9788408173397 - Agapea

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  • Fan total - A.V. Geiger - Babelio

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    Críticas (5), citas extractos de Fan total de A.V. Geiger. Este libro me ha gustado más de lo que esperaba, por el título pensaba...

  • Heroes de cobre de Iguazel Seron , Marta Alvarez

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    Cuando el rey de Galvania muere, se convoca una competicion de aspirantes al trono. ?El objetivo? Encontrar una serie de objetos magicos antes de que concluya el tiempo. ?Las principales normas?

  • Amor en V.O. (HQN), Carla Crespo de Carla Crespo

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  • ?Como que a que huelen las nube? de Nina Pena Pitarch

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    Me pregunto, si a los tios les dolieran los testiculos una vez al mes tal como a mi me duelen los ovarios, tendrian ese aspecto siempre tan inmaculado y fuerte y esa actitud tan espontanea . Es mi teoria de la patada en los huevos. Una vez al …mes, cada veintiocho dias mas o menos, un pie invisible pero divino, les da una patada a los tios en sus partes, de tal forma que esten un par de dias con dolorcillo de testiculos. Serian ellos los que nos dirian por la noche en la cama “ahora no, que me duelen los testiculos”, serian ellos los que preguntarian si alguien lleva espidifen y se disculparian con la frase de “es que me ha bajado la patada en los huevos”, o se sentirian tristes, super hormonados, hinchados, poco atractivos y nos sorprenderian con un “es que me tiene que bajar la patada y estoy mas depre .
    Me pregunto si existirian las guerras si ellos tuvieran que cambiarse las compresas en las trincheras.

  • Elantris, Brandon Sanderson de Brandon Sanderson

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  • Tres dias y una vida de Nuria Rivera

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    Un amor de verano a orillas del mediterraneo.

  • Besos con Sal de Chris Razo

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    Una decision que cambiara sus vidas para siempre.
    Dos almas destinadas a encontrarse en un mismo lugar.
    Una isla llena de oportunidades.
    Un chef que enciende algo mas que los fogones.
    Una chica de pelo rosa dispuesta a cumplir suenos.
    Desencuentros, secretos guardados bajo llave en el corazon, amor, atraccion, caricias
    prohibidas, la sal y la canela.
    ?Te vienes a Ibiza? Nos vemos en Besos con sal.

  • Humanos de Tom Phillips

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    Los humanos contemporaneos han recorrido un largo camino en sus setenta mil anos de paso por la tierra. Arte, ciencia, cultura, comercio: en la cadena evolutiva somos verdaderos ganadores. Pero lo cierto es que no siempre ha sido un viaje facil y, a veces, muy puntualmente, hemos llegado a pifiarla de verdad.

  • Un amor a la fuerza de Helen Blue

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    "Un, dos, tres: Juguemos en el mar..." Elizabeth ahogo un grito al tiempo que se incorporaba rapidamente en la comoda cama. Temblaba. Y ademas su cuerpo estaba repleto de un sudor frio. Respiro hondo, intentando calmar su agitada respiracion. Finalmente se levanto de la cama. Sus pies descalzos recorrieron la habitacion hasta situarse frente a la ventana. Aparto la raida cortina blanca que cubria el exterior y observo el mar a lo lejos. Las olas chocaban con fuerza contra las rocas de la costa en aquella tetrica noche. Elizabeth recordo de nuevo aquel sueno que en los ultimos dias se habia repetido con constancia: Una nina de apenas ocho anos y largos cabellos negros paseaba por la cubierta de un grandioso barco sujetando entre sus manos un viejo oso de peluche mientras cantaba alegremente: "Un, dos, tres, juguemos en el mar..." Elizabeth ahogo un gemido al escuchar de nuevo aquella tierna voz. Poco despues, cuando su pulso de nuevo se tranquilizo, volvio a acostarse entre las blancas sabanas de su mullida cama. Estaba cansada; pero no queria sonar, queria dormir. ***** --!Marco! --grito un atractivo muchacho que se encontraba ante un timon de gruesa madera de roble --. !Alza las velas inferiores! --Pero... capitan... --!Hazme caso! --ordeno el otro--. La tormenta apenas durara unos minutos mas. Las nubes se dirigen hacia el Oeste. El joven muchacho llamado Marco alzo las velas inferiores, obedeciendo a su capitan. Finalmente, este no se habia equivocado. Durante unos instantes toda la tripulacion dudo de sus conocimientos meteorologicos, pero, pasados unos minutos, la tormenta ceso y los truenos se perdieron a lo lejos, entre la oscuridad de la noche. --Estoy empapado --murmuro el capitan con un gesto hosco, mientras miraba sus holgados ropajes--. ?Quedan mantas abajo? --Por supuesto, mi capitan --contesto uno de los tripulantes. --Esta bien. --Suspiro--. Dormire un poco. Eddi, te dejo a cargo del timon. Y sin decir nada mas, Jack, capitan de aquel majestuoso barco, bajo al piso interior de este dirigiendose hacia su habitacion. Habia sido una noche dura, navegar cuando habia tormenta siempre era mas complicado de lo normal, sobre todo si media parte de la tripulacion era completamente inutil y ademas la oscuridad les impedia utilizar el sofisticado sentido de la vista. Jack suspiro mientras se desvestia para cobijarse bajo una calida manta. Encendio un polvoriento candelabro, acto seguido cogio algunas paginas mal escritas de un viejo libro y comenzo a leer, intentando descifrar lo que la borrosa tinta expresaba. Finalmente, dandose por vencido se quedo profundamente dormido. Alguien ataco sus suenos de nuevo: "un, dos, tres: Juguemos en el mar..." Capitulo 1 Jack se desperto sobresaltado: Otra vez aquel maldito sueno. Respiro profundamente y poco despues comenzo a vestirse. Cuando subio a la cubierta del barco les indico a algunos de los tripulantes, que habian pasado alli toda la noche, que fuesen a descansar. Finalmente, con aire sombrio se hizo cargo del timon, dirigiendolo hacia la costa: tenian que buscar algunos marinos mas; ademas, la alimentacion comenzaba a escasear. Por ello, se acercaban rapidamente hacia una prestigiosa isla del lugar, llena de civilizacion. Justo lo que Jack tanto odiaba. Nunca le habia gustado la tierra. El habia crecido en el mar, por ello las aguas eran su unico y mas preciado amor. Tenia una personalidad bastante particular: nadie lo conocia verdaderamente. Y aunque muchos podian hacerse a la idea de como era... jamas estarian completamente seguros, pues dentro de el habia tantas contradicciones que a veces el mismo Jack dudaba de que su cerebro funcionase con normalidad. Sin embargo, aquel dia tendria que hacer una excepcion y encallar el barco en la costa. Beberian ron y pasarian la noche en algun bar repleto de malhechores; mas luego, a la manana siguiente, volverian a partir. --Capitan --dijo uno de los tripulantes que a el mejor le caian--. El viento sopla en contra. --!No importa, Patrick! --Grito este, desde la cubierta, indiferente. --Pero... capitan... tardaremos... un... --He dicho que no importa --puntualizo Jack. Cuando le repetian dos veces las cosas solia ponerse de muy mal humor. Patrick se encogio de hombros. --Traeme una botella de ron --pidio Jack. --Si se acaba de levantar mi capit... Jack le dirigio una malevola mirada que lo decia todo. Sin anadir nada mas, Patrick bajo a la bodega, abrio una botella de ron y se la tendio a su capitan, que bebio como si aquel fuese el desayuno. --Se vuelve a repetir ese maldito sueno --le dijo Jack, cuando supo que estaban a solas y el timon iba en la direccion correcta. Se sento en una tabla de madera, observando el tranquilo mar. --?El sueno de Eveline? --pregunto Patrick. --El mismo. --Deberia hacer algo --sugirio el tripulante--. Puede que ese sueno esconda mas de lo que sabemos hasta el momento. Fue una historia tragica... Pero no se por que, tengo el presentimiento de que aun no ha terminado. --Eso mismo pienso yo --admitio Jack, mientras suspiraba y observaba sus rotos ropajes--. Pero nada puedo hacer hasta que no adivinemos algo mas. Lo que sabemos hasta el ahora no me interesa. Solo es una estupida historia de amor. Algo efimero. Patrick asintio. Aquel sueno de la nina, de largos cabellos negros, se le habia repetido con constancia durante los ultimos nueve anos. Y Jack dudaba que aquello fuese algo casual. La frase: "Un, dos, tres, juguemos en el mar..." se habia incrustado en su mente con un torbellino de misterio a su alrededor. Debia esconder algun significado. Y el estaba seguro de ello. Por suerte no tardaron demasiado en llegar a la Isla Mawerther; donde debian desembarcar. El viento en contra no habia hecho mas que ralentizar su viaje. Jack suspiro, orgulloso. Saco una tabla de madera, junto con los demas, posandola en el canal del puerto. Los tripulantes comenzaron a bajar llevando con ellos los barriles que ya estaban vacios. Un hombre bien vestido, con uniforme de la corte, interrumpio el paso del capitan que avanzaba en primer lugar. --Perdone. --Tosio mientras sujetaba un papel en sus temblorosos dedos, acompanado por una fina pluma--. Encallar el barco en este puerto cuesta tres monedas. Jack pestaneo. Lo miro y rio a carcajadas. El hombrecillo dio un paso atras cuando observo lo que eran aquellos marinos.

  • San Quintin de Jose Javier Esparza

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    Mi nombre es Julian Romero de Ibarrola y soy maestre de campo de los tercios del rey nuestro senor. Sirvo hoy con don Felipe II como ayer servi con su augusto padre, el cesar Carlos. Quereis que os cuente mi historia y yo os dire que mi unico merito es haber salvado la piel donde otros dieron la vida.

  • Diez dias de sabor de Clara Estival

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    --Ese hombre es un desalmado, Paula. !Si diez dias no dan para nada! Valentina tenia razon, era un plazo cortisimo. Solo diez dias hasta el 1 de julio en que, o pagaba el alquiler, o el dueno del local me cerraba el restaurante y me echaba directamente a la calle. --Ay, este sitio esta muy lindo, mija --me dijo Maya, con todo su acento cubano--. La cosa no puede quedarse asi... ?Quien nos va a hacer ahora las empanadas? Mire a mi alrededor y era verdad que el Amigos del Naranco estaba precioso incluso teniendo en cuenta los tres meses que llevaba cerrado. El pequeno restaurante de mi familia era luminoso y abierto, pintado en blancos y verdes llenos de alegria, y en verano poniamos hasta una terracita. Tenia unas diez mesas normalmente, pero podiamos meter hasta quince con la terraza y a veces tambien habia gente comiendo en la barra. Conociamos muy bien a nuestros clientes, sus preocupaciones y sus vidas, porque el nuestro era el unico asturiano en mitad de Houston, en pleno Texas, y casi todos eran espanoles desplazados que echaban de menos su casa. Asi que eramos amigos, casi como familia. Y en aquellos tres meses nuestro lugar especial, ese pequeno trocito de casa en un pais extranjero... simplemente habia desaparecido. Hasta entonces el dueno del local habia tenido paciencia, por lo de mi padre, porque eran amigos pero... despues de tres meses ya se le habia acabado toda. Me tocaba reabrir el negocio o bien cerrarlo definitivamente. Asi que ahora estabamos las tres alli sentadas, Valentina, Maya y yo, en mitad del restaurante por el que mi padre tanto habia luchado, durante mas de diez anos, y que yo estaba a punto de perder en diez dias. --Mija, no pongas esa cara --dijo Maya--. Te sacaste la rifa del guanajo, ok, pero ya... dale... hay que ponerse a trabajar. No vas a dejar que esto te pase por arriba, ?no? !Quien va a hacer los frisuelos, si no! --!Pues no lo se! !Pero a mi no me mires! !Es verdad que ahora soy la duena, pero yo no he cocinado en mi vida! El que sabia cocinar era papa... --Buscaremos a alguien --dijo Valentina--. No te agobies que esto es un problema y los problemas tienen solucion matematica. Entraremos en los portales de empleo, haremos entrevistas... esas cosas. --!Esto no es una formula, Val! ?Quien va a saber de cocina asturiana aqui, en Houston? Ademas, no me vale con lo que ponga en un papel. Tengo que ver como cocina y poder probar las cosas. --Muchacha, si nos quitan el Naranco tenemos que volver a la cantina junto al Johnson y eso si que no --dijo Maya--. Mi madreeee, todos los dias comiendo esos fritos... --Y ese pollo chicloso. --!Ay, mi madre! --Y ese tomate de lata. --!No sigas, nina! !Tu quieres que se me de la vuelta el estomago! --Tan malo no sera... --dije. --?Has visto la comida de los astronautas en los videos de Youtube? Las salsas saliendo de los tubitos y las fresas secas !y ese helado solido que parece una piedra pomez de limarse los callos! Bueno, pues eso es comida gourmet comparado con lo que hay en esa cantina. Sonrei. Valentina llevaba mucho tiempo preparandose para ser astronauta. Estaba segura de que la iban a llamar de un momento a otro. Maya trabajaba en la agencia de noticias y me habia dicho, en secreto, que tenia muchas papeletas de salir durante el proximo mes. !Me iba a reir mucho cuando la viera en la Estacion Espacial, comiendose su helado solido! --En serio, tenemos que salvar tu restaurante. ?Donde vamos a ver Eurovision? ?Y el pactometro de las elecciones? Y... !y la Feria de abril y el Carnaval de Tenerife! --Pero si nunca hemos visto ninguna de esas cosas, Val... --Bueno, pues ahora habra que verlas. El restaurante se queda. No hay mas que hablar. --Hablare con Julio --dijo Maya. Era su novio cubano, que estaba en una escuela de cocina--. Y le pedire que busque a alguien. !Esto se va arreglar si o si! --?Tu crees que en diez dias vamos a encontrar cocinero? --No te preocupes, Paula --dijo Valentina--. Que el Amigos del Naranco se va salvar. Vamos a ir a por todas. Valentina y yo asentimos, decididas, pero Maya parecia no tenerlas todas consigo. --?Y seguro que esto es lo que quieres, mija? Porque llevar un restauran no es nada facil y a tu papa le llevaba la vida entera esto de los fogones... ?Que pasa con tus estudios? --En cuanto tenga a alguien. Yo estaba terminando estudios de empresa, contabilidad y gestion. Los necesitaba para el restaurante, claro, pero tambien podia emprender otros caminos. Ahora lo mas urgente era atender el dia a dia. Hacer lo necesario para salvar el restaurante. Es lo unico que se. Cruzo los dedos. A ver a quien me envia Julio. Sea quien sea tendra que ponerse ya. 2 Dos manos mas Al dia siguiente me esforce por dejar el restaurante impecable. Despues de tres meses cerrado habia que ponerlo a punto. Me recogi el pelo en una coleta y me puse un panuelo en el pelo, una bandana, como en las peliculas. Saque una tonelada de polvo a base de escoba y plumero y refregue bien todas las esquinas y las mamparas. Necesitaba que los candidatos se sintieran comodos y pudieran cocinar tranquilos. Ahora faltaba el hueco que habia dejado mi padre, el alma de la cocina, la parte mas importante y sin la que nada podia funcionar. Le habia dado un infarto cerebral que le habia dejado hecho polvo y llevabamos tres meses horribles de hospitales. Al final se habia tenido que volver a Espana, con mi madre. Suerte que yo seguia en Houston y podia encargarme de todo. Quizas hasta se recuperase y, algun dia, pudiera volver. Yo le habia echado una mano hasta ahora, pero solo de pensar en que en diez dias iba a tener que cerrar... La verdad es que el local estaba precioso. Repase con el trapo cada parte: las barricas gemelas de la sidra en la pared, altas y planas. Las habia traido mi padre directamente de Asturias, en avion, y las habiamos pintado de blanco decapado y adornado con flores. Las sillas tambien eran artesanales, de "madera buena", hechas en Oviedo... Barriendo y fregando se me habian hecho ya las once de la manana, se me estaba revolviendo el estomago del hambre y no habia aparecido nadie. !Si me habia dicho Julio que hasta cinco companeras de su escuela se habian apuntado! Pensaba que seria una buena oportunidad de encontrar trabajo incluso antes de acabar los estudios... pero ni una sola entrevista. Yo seguia sentada con el libro de recetas sobre las piernas, mirando hacia la puerta, entreteniendome con el brillo de las encimeras, las mesas y el aluminio de los hornos despues de frotarlos yo misma de arriba abajo. !Hasta habia puesto flores en los jarroncitos de las mesas para dar buena impresion! Tenia hambre, vaya que si, a mi la gusa me entra justo a las once de la manana. A primera hora tengo el estomago cerrado, no me cabe nada recien levantada, pero luego voy haciendo el hambre y a las once lo que me apetece ya es un pincho o una barrita de pan tumaca. Pero acababa de reabrir el local y no tenia en el restaurante ni para hacer un bocadillo. No sabeis lo extrano de esperar en un sitio que sirve comidas y que no haya nada que echarse a la boca. Paso otra hora de reloj y se hicieron las doce en mi movil. Ya estaba bien. Llevaba una hora perdida y me fui a echar la persiana. Estaba claro que, por una cosa o por otra, nadie iba a aparecer. Al fin y al cabo eran todavia estudiantes, lo mas seguro es que no pudieran compaginarlo. Ademas, ninguna de las amigas de Julio seria espanola y tendrian miedo de meter la pata. Tampoco esperaba demasiada seriedad por parte de unas chavalas, pero... !por lo menos podrian haberme avisado por telefono! Yo ya sabia que no iba a ser facil encontrar a mi cocinera o cocinero espanol. ?Donde? ?Como? ?Y en diez dias?

  • Tokio Blues de Haruki Murakami

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    Mientras aterriza en un aeropuerto europeo, Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 anos, escucha una vieja cancion de los Beatles que le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de los anos sesenta. Con una mezcla de melancolia y desasosiego, Toru recuerda entonces a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor y unico amigo de la adolescencia, Kizuki.

  • Si tan solo me dejaran de Francisco Oro

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    Desde nino quise que cambiar al mundo, que todos fueran unidos que nadie tuviera hambre, y sobre todo todos puedan disfrutar la luz y sus beneficios; sabia que no seria un camino para nada facil ,de todas maneras nunca me rendi, pero cuando al fin logre cumplir mis metas, las coas no son tan faciles, la gente te aplastara hasta que estes en el fondo.

  • Con el cielo en la mirada de Monica Lopez Aunon

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    Cuando tu vida esta llena de sombras, aprendes a no fiarte de la luz.

  • Primavera con una esquina rota de Mario Benedetti

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    Esta noche estoy solo. Mi companero (algun dia sabras el nombre) esta en la enfermeria. Es buena gente, pero de vez en cuando no viene mal estar solo. Puedo reflexionar mejor. No necesito armar un biombo para pensar en vos. Diras que cuatro anos, cinco meses y catorce dias son demasiado tiempo para reflexionar. Y es cierto. Pero no son demasiado tiempo para pensar en vos. Aprovecho para escribirte porque hay luna. Y la luna siempre me tranquiliza, es como un balsamo. Ademas ilumina, asi sea precariamente, el papel, y esto tiene su importancia porque a esta hora no tenemos luz electrica. En los dos primeros anos ni siquiera tenia luna, asi que no me quejo. Siempre hay alguien que esta peor, como concluia Esopo. Y hasta peorisimo, como concluyo yo. Es curioso. Cuando uno esta afuera e imagina que, por una razon o por otra, puede pasar varios anos entre cuatro paredes, piensa que no aguantaria, que eso seria sencillamente insoportable. No obstante, es soportable, ya se ve. Al menos yo lo he soportado. No niego haber pasado momentos de desesperacion, ademas de aquellos en que la desesperacion incluye sufrimiento fisico. Pero ahora me refiero a la desesperacion pura, cuando uno empieza a calcular, y el resultado es esta jornada de clausura, multiplicada por miles de dias. No obstante, el cuerpo es mas adaptable que el animo. El cuerpo es el primero que se acostumbra a los nuevos horarios, a sus nuevas posturas, al nuevo ritmo de sus necesidades, a sus nuevos cansancios, a sus nuevos descansos, a su nuevo hacer y a su nuevo no hacer. Si tenes un companero, lo podes medir al principio como a un intruso. Pero de a poco se va convirtiendo en interlocutor. El de ahora es el octavo. Creo que con todos me he llevado bastante bien. Lo bravo es cuando las desesperaciones no coinciden, y el otro te contagia la suya, o vos le contagias la tuya. O tambien puede ocurrir que uno de los dos se oponga resueltamente al contagio y esa resistencia origine un choque verbal, un enfrentamiento, y en esos casos justamente la condicion de clausura ayuda poco, mas bien exacerba los animos, le hace a uno (y al otro) pronunciar agravios, y, algunas veces, hasta decir cosas irreparables que enseguida agudizan su significado por el mero hecho de que la presencia del otro es obligatoria y por tanto inevitable. Y si la situacion se pone tan dura que los dos ocupantes del lugarcito no se dirijan la palabra, entonces tal compania, embarazosa y tensa, lo deteriora a uno mucho mas, y mas rapidamente, que una soledad total. Por suerte, en este ya largo historial, tuve un solo capitulo de este estilo, y duro poco. Estabamos tan podridos de ese silencio a dos voces, que una tarde nos miramos y casi simultaneamente empezamos a hablar. Despues fue facil. Hace aproximadamente dos meses que no tengo noticias tuyas. No te pregunto que pasa porque se lo que pasa. Y lo que no. Dicen que dentro de una semana todo se regularizara otra vez. Ojala. No sabes lo importante que es una carta para cualquiera de nosotros. Cuando hay recreo y salimos, de inmediato se sabe quienes recibieron cartas y quienes no. Hay una extrana iluminacion en los rostros de los primeros, aunque muchas veces traten de ocultar su alegria para no entristecer mas a los que no tuvieron esa suerte. En estas ultimas semanas, por razones obvias, todos estabamos con caras largas, y eso tampoco es bueno. De modo que no tengo respuesta a ninguna pregunta tuya, sencillamente porque carezco de tus preguntas. Pero yo si tengo preguntas. No las que vos ya sabes sin necesidad de que te las haga, y que, dicho sea de paso, no me gusta hacerte para no tentarte a que alguna vez (en broma, o lo que seria muchisimo mas grave, en serio) me digas: <>. Simplemente queria preguntarte por el Viejo. Hace mucho que no me escribe. Y en este caso tengo la impresion de que no hay ninguna otra causa para la no recepcion de cartas. Solo que hace mucho que no me escribe. Y no se por que. Repaso a veces (solo mentalmente, claro) lo que recuerdo haberle escrito en algunos de mis breves mensajes, pero no creo que haya habido en ellos nada que lo hiriera. ?Lo ves a menudo? Otra pregunta: ?como le va a Beatriz en la escuela? En su ultima cartita me parecio notar cierta ambiguedad en sus datos. ?Te das cuenta de que te extrano? Pese a mi capacidad de adaptacion, que no es poca, esta es una de las faltas a las que ni mi animo ni mi cuerpo se han acostumbrado. Al menos, hasta hoy. ?Llegare a habituarme? No lo creo. ?Vos te habituaste? Heridos y contusos (Hechos politicos) --Graciela --dijo la nina, con un vaso en la mano--. ?Queres limonada? Vestia una blusa blanca, pantalones vaqueros, sandalias. Los cabellos negros, largos aunque no demasiado, sujetos en la nuca con una cinta amarilla. La piel muy blanca. Nueve anos; diez, quiza. --Ya te he dicho que no me llames Graciela. --?Por que? ?No es tu nombre? --Claro que es mi nombre. Pero prefiero que me digas mama. --Esta bien, pero no entiendo. Vos no me decis hija, sino Beatriz. --Es otra cosa. --Bueno, ?queres limonada? --Si, gracias. Graciela aparenta treinta y dos o treinta y cinco anos, y tal vez los tenga. Lleva una pollera gris y una camisa roja. Pelo castano, ojos grandes y expresivos. Labios calidos, casi sin pintura. Mientras hablaba con su hija, se habia quitado los anteojos, pero ahora se los coloca de nuevo para seguir leyendo. Beatriz deja el vaso con limonada en una mesita que tiene dos ceniceros, y sale de la habitacion. Pero al cabo de cinco minutos vuelve a entrar. --Ayer en la clase me pelee con Lucila. --Ah. --?No te interesa? --Siempre te peleas con Lucila. Debe ser una forma que ustedes dos tienen de quererse. Porque son amigas, ?no? --Somos. --?Y entonces? --Otras veces nos peleamos casi como un juego, pero ayer fue en serio. --Ah si. --Hablo de papa. Graciela se quita otra vez los anteojos. Ahora muestra interes. Bebe de una sola vez la limonada. --Dijo que si papa esta preso debe ser un delincuente. --?Y vos que respondiste? --Yo le dije que no. Que era un preso politico. Pero despues pense que no sabia bien que era eso. Siempre lo oigo, pero no se bien que es. --?Y por eso te peleaste? --Por eso, y ademas porque me dijo que en su casa el padre dice que los exiliados politicos vienen a quitarle trabajo a la gente del pais. --?Y vos que respondiste? --Ahi no supe que decirle, y entonces le di un golpe. --Asi el papa podra decir ahora que los hijos de los exiliados castigan a su nena. --En realidad no fue un golpe, sino un golpecito. Pero ella reacciono como si la hubiera lastimado. Graciela se agacha para arreglarse una media, y quiza tambien para tomarse una tregua o reflexionar. --Esta mal que la hayas golpeado. --Me imagino que si. Pero ?que iba a hacer? --Tambien es cierto que su padre no deberia decir esas cosas. El sobre todo tendria que comprendernos mejor. --?Por que el sobre todo? --Porque es un hombre con cultura politica. --?Vos sos una mujer con cultura politica? Graciela rie, se afloja un poco, y le acaricia el pelo. --Un poco si. Pero me falta mucho. --?Te falta para que? --Para ser como tu padre, por ejemplo. --?El esta preso por culpa de su cultura politica? --No exactamente por eso. Mas bien por hechos politicos. --?Queres decir que mato a alguien? --No, Beatriz, no mato a nadie. Hay otros hechos politicos. Beatriz se contiene. Parece a punto de llorar, y sin embargo esta sonriendo. --Anda, traeme mas limonada. --Si, Graciela.

  • Constantinopla de Baptiste Touverey

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  • No destruyas al Devorador de Lighling Tucker

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    ?Se puede recomponer un corazon roto?
    Chase no esperaba que, al reencontrarse con Aimee cinco anos despues, no reconociera a la mujer que tenia ante el.
    Aimee esta destruida, esa es la mejor definicion de la mujer que es ahora. Consumida por los excesos a los que recurre para olvidar, la linea entre la vida y la muerte comienza a desdibujarse.
    ?Se puede seguir amando a pesar de la distancia?
    El nunca dejo de buscarla, habria descendido al mismisimo Infierno para traerla de vuelta. Y eso Aimee lo sabe. Chase esta dispuesto a romper todas las barreras que ella este dispuesta a poner entre ambos.
    ?Por que huir?

  • Un mensaje al corazon de Emma Morgado

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    Marta piensa que no puede pedirle mas a la vida, pero la traicion de Joel, su pareja, hace que el mundo se le caiga encima.
    Solida y sin ganas de seguir, conoce a Angel, un chico de preciosa sonrisa que la ayudara a entender que el verdadero amor era algo desconocido para ella.
    El futuro de los dos estara en manos de Marta, ?se arriesgara o podran sus miedos mas que sus sentimientos?

  • Hazte la cama de William H. Mcraven

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    Tomar la iniciativa, aceptar que la vida no es justa, respetar a todo el mundo, nunca jamas darse por vencido. El comandante William H. McRaven nos descubre en este libro las profundas lecciones de vida que aprendio durante su entrenamiento en los SEAL, una de las unidades militares mas altamente cualificadas del planeta, y su larga vida militar, aprendizajes que le han ayudado a superar terribles desafios.
    Contado con gran humildad y optimismo, este libro intemporal ofrece una sabiduria esencial, consejos practicos y palabras de aliento que inspiraran a los lectores a ganar determinacion, compasion, honor y coraje para lograr mas y llegar mas lejos, incluso en los momentos mas oscuros de la vida.
    Lo que comienza aqui cambia el mundo, porque las metas mas importantes estan hechas de pequenos pasos.

  • Espana en el corazon de Adam Hochschild

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    ?Que motiva a alguien para luchar por un pais que no es el suyo? Desde los primeros compases de la Guerra Civil espanola, esta se convirtio en una cuestion internacional. Hitler y Mussolini enviaron aviones y tropas a los generales golpistas. Millones de personas en todo el mundo sintieron que el fascismo que asolaba Europa debia ser detenido en Espana. Mas de 35.000 voluntarios de decenas de paises ayudaron a defender la republica espanola. Hochschild, el aclamado autor de “El fantasma del rey Leopoldo”, evoca este periodo tumultuoso a traves de las vidas de los estadounidenses involucrados en la guerra, entre los que se encontraban intelectuales de la talla de Hemingway.

  • Con carino, Maddie de Maria Moreno

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    Cuando Maddie y su novio Andrew se mudaron a un apartamento en el barrio londinense de Bayswater, no tenian ni idea de lo que afectaria a sus vidas conocer a sus nuevos vecinos, Al, un ilustrador que vive con Sasha, un youtuber de cierto exito aficionado a gastar bromas para tener material para su canal. ?Quien hubiera dicho que una de sus bromas podria tener tantas consecuencias?

  • Los ingravidos de Valeria Luiselli

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    ?Cuantas vidas y cuantas muertes son posibles en la existencia de una misma persona? Los ingravidos es una novela sobre existencias fantasmales; una evocacion, a la vez melancolica y llena de humor, sobre la imposibilidad del encuentro amoroso y el caracter irrevocable de la perdida. Dos voces componen esta novela. La narradora, una mujer del Mexico contemporaneo, relata sus anos de juventud como editora en Nueva York, en los que el fantasma del poeta Gilberto Owen la perseguia por el metro. Ambos narradores se buscan en el espacio insondable de los trenes subterraneos, donde viajaban en sus respectivos pasados.

  • Tu tiempo (Con j de 1) de Lucia Blanco

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    <>.
    Julia, insegura y traumatizada por diversas causas. La reina de los <>.
    Joseph, empresario brasileno de exito, seguro de si mismo; nada mas lejos de la realidad.
    ?Podran dos personas con unos pasados tan cargados de dolor y de incognitas tener un futuro juntos?
    A todas luces parece complicado… y lo sera. Mucho mas de lo que ellos podrian imaginar.
    Una historia que, desde la primera palabra, hara que te introduzcas en sus mundos y los multiples misterios que les rodean, y cuyo final te dejara con el corazon en un puno.

  • Usher (Soul Circus series) de Kelly Dreams

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    Si le dijesen que iba a caerle un meteorito encima, Gwenevere Loft habria preguntado el dia y la hora exacta para apuntarlo en su agenda. Tras lo ocurrido esos ultimos tres meses, creia posible cualquier cosa, pero encontrarse jugando a las cartas para saldar una deuda que ni siquiera era suya, era mas de lo que podia soportar. Sobre todo porque el croupier resulto ser alguien salido del mismisimo infierno, empenado en demostrarle que el cielo tambien podia existir en la tierra.
    Usher supo que su nueva deudora seria un problema en cuanto la vio llevando zapatillas deportivas en el Soul Circus Casino. De espaldas a el, con la larga melena cayendole por la espalda y vestida de blanco, tal y como la habia visto en su vision, Gwen prometia ser un bonito y divertido desafio. El problema era que jugar con ella lo llevaria a tentar al destino, pues esa dulce y tierna mujer estaba destinada a compartir algo mas que un juego de cartas con el, estaba destinada a compartir su futuro.

  • Khalil, El Hijo Del Desierto de Andrea Adrich

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    Los suenos hay que perseguirlos. Hay que correr tras ellos hasta atraparlos; sin descanso, sin respiro, sin desfallecer... Por muy utopicos que sean. Por muy descabellados que nos parezcan. Eso es lo que pensaba Nadya y, como buena arqueologa, poseia una tenacidad envidiable para conseguir lo que deseaba, por muy dificil que fuera el camino que tuviera que recorrer. Nadya doblo la camiseta de manga corta y la metio en la maleta que descansaba abierta encima de la cama. --?Estas segura de que quieres ir? --le pregunto Emma, su mejor amiga. Nadya giro el rostro lleno de incredulidad hacia ella. --?Lo estas diciendo en serio? --dijo. --Es peligroso. --No seas alarmista, Emma. --No soy alarmista, Nadya. El desierto Blanco de Egipto no es un lugar tranquilo en estos momentos --le advirtio su amiga--. He leido que hay muchos conflictos entre los pueblos que habitan en el. Nadya nego con la cabeza. Emma era exagerada y demasiado pesimista. Por Dios, estaban en el siglo XXI, no en la Edad Media. La gente era civilizada. --No me va a pasar nada --aseguro en un intento por tranquilizarla. --No se como puedes ir... Estas como una cabra. --No estoy como una cabra, lo que estoy es ilusionadisima. Voy a cumplir mi sueno. --Nadya abrio los brazos para enfatizar sus palabras--. Por fin he acabado mi Master de Arqueologia, por fin soy arqueologa, y por fin puedo ir a Egipto a desenterrar su pasado --respondio en tono de ensonacion--. Sabes que llevo meses de un lado para otro haciendo papeles y pidiendo permisos para poder empezar las excavaciones. Emma lanzo al aire un suspiro de resignacion. Nadya era muy testaruda. Nadie le sacaria de la cabeza la idea de ir a Egipto. Ni el anuncio del fin del mundo lo haria. --Has crecido en Inglaterra, pero es indiscutible que corre sangre egipcia por tus venas --apunto. Nadya sintio algo calido en su interior al escuchar aquellas palabras. --Mi madre lo era, y aunque vino a Londres muy joven, yo he heredado de ella el inmenso amor por su tierra --explico Nadya. --Lo tuyo por Egipto no es amor, es obsesion --comento Emma, parafraseando una conocida cancion. Las comisuras de Nadya se elevaron formando una sonrisa en los labios. --Reconozco que la Tierra de los Faraones me apasiona. Para mi Egipto es magia, misterio, encanto... --enumero. Se dejo caer sobre la cama--. Es hechizante --concluyo. Para Nadya, Egipto era un enigma. Nunca dejaba de desconcertarla: su pasado, su historia, la leyenda que la envolvia provocaba en ella una extrana nostalgia. --Prometeme que te vas a cuidar --le pidio Emma, dandose por vencida. --Te lo prometo --dijo Nadya. --Y que no vas a hacer ninguna locura, que te conozco. --Te lo prometo. Emma estiro los brazos y la rodeo con ellos, estrechandola contra su cuerpo. --Te voy a echar mucho de menos, Nadya --susurro con un nudo en la garganta. --No te preocupes, en un par de meses estare de vuelta -- dijo Nadya. --Van a ser dos meses muy largos --apunto Emma, deshaciendo el abrazo. --Podrias ir a verme... --sugirio Nadya. Emma se encogio de hombros y sopeso la sugerencia unos segundos. --Quiza vaya... La idea parecio entusiasmarle de pronto. Dos meses lejos de su mejor amiga, a la que consideraba casi una hermana, se le iban a hacer muy largos. Habian planeado un verano juntas. Irian a Ibiza y se lo pasarian en grande; seria un verano memorable. Se lo merecian despues de todo lo que habian estudiado. Pero Nadya finalmente habia conseguido que le aprobaran las licencias pertinentes y la financiacion necesaria para comenzar sus excavaciones en el desierto Blanco de Egipto, el sueno por el que habia luchado desde que tenia uso de razon. Eran muchas las noches que habian pasado charlando sobre ruinas, historia y descubrimientos arqueologicos... La pasion de Nadya. Emma, mejor que nadie, era la unica que comprendia plenamente su decision de ir a Egipto y dejar atras durante un tiempo su vida convencional. --Iremos a El Cairo, es una ciudad preciosa --la animo Nadya--. Esta a unos 550 kilometros aproximadamente del lugar donde vamos a instalar el campamento. --?Habra chicos guapos? --bromeo Emma. Nadya le paso el brazo por los hombros y la atrajo hacia si. --Estoy convencida de ello. Los egipcios son hombres de rasgos raciales y exoticos, y esa piel acaramelada... Nada que ver con la palidez de los ingleses. Seguro que alguno te gustara... --dijo, guinandole un ojo con complicidad. --Ay, esa piel acaramelada... No me importaria pasarle la lengua a uno de ellos. --!Emma! --?Que? Es para ver si saben a caramelo. Nadya rompio a reir con una carcajada. Emma no iba a cambiar nunca. --?Y tu? --Yo, ?que? --?Cuando vas a echarte novio? --?Novio? --repitio Nadya, como si la palabra le produjera alergia. Se levanto de la cama y siguio metiendo prendas en la maleta--. Llevo toda mi vida estudiando en un internado, lo que menos me apetece ahora es tener novio, atarme a alguien. Lo que quiero es vivir, salir, entrar, y hacer lo que mas me gusta... --!La arqueologia! --le corto Emma, poniendo los ojos en blanco. --Si, la arqueologia --afirmo Nadya. --Querer ir al desierto Blanco en verano solo demuestra tu amor por ella --apostillo Emma. CAPITULO 1 Nadya abrio los ojos de par en par. El asombro asomo a ellos cuando bajo de la camioneta que le habia acercado hasta el campamento donde iba a tener lugar la excavacion. El equipo que iba a acompanarla en aquella aventura llevaba alli dos dias montando las tiendas. El desierto Blanco, conocido como Sahara el Beyda, se desplegaba ante ella como un gigantesco mar de dunas blancas. El paisaje era sobrecogedor, iluminado por una luz vibrante y misteriosa, que jugaba con la arena, creando diferentes colores. Pero no solo el paisaje era sobrecogedor, tambien el sutil aroma a especias que parecia flotar en el aire --o tal vez eran imaginaciones suyas--, y el silencio que lo anegaba todo, que era casi tangible. Nadya respiro hondo. Por primera vez fue consciente de su magnificencia. Era enorme, y no supo por que, pero tenia la sensacion de que tambien era peligroso. No sabia que hora era, pero el crepusculo se cernia sobre su cabeza con una puesta de sol que tenia el cielo de un rosa vibrante. Habia sonado tantas veces con estar alli, que ahora le parecia mentira tener bajo sus pies aquellas arenas que escondian y salvaguardaban misterios de miles de anos de antiguedad. De pronto la invadio una sensacion de irrealidad. Un escalofrio le recorrio de la cabeza a los pies, pese al calor que aun calentaba el aire. En silencio se pregunto que le depararia aquel desierto de increible belleza. Habia ido alli siguiendo el rastro de Akhenaton, el llamado faraon <>, y de su <>, cuya leyenda afirmaba que habia construido con mano de obra infantil. Pero Nadya no solo habia ido a Egipto tras la pista del faraon <>, sino buscando su propio pasado, del que apenas tenia nociones. Solo sabia que su madre era egipcia, de una region cercana al desierto Blanco, y que, por alguna razon que desconocia, se habia ido de alli. Nadya intuia que bajo aquel abandono habia mas, mucho mas... --?Que le parece, senorita Rice? La voz del ayudante de la excavacion, Randolph Crowe, desvanecio la magia del momento y la devolvio a la Tierra. Pestaneo un par de veces para salir del estado de ensonacion en el que se habia sumergido y giro el rostro hacia el. El hombre, pelirrojo y con la cara llena de pecas, la miraba con expectacion. --Es maravilloso --respondio Nadya. --Las puestas de sol que se pueden ver en el desierto son de las mas bonitas del mundo --comento el hombre. A Randolph no le faltaba razon. El asombroso color rosa del crepusculo se reflejaba en el blanco casi puro de las dunas, concediendo al sugestivo paisaje un aire de fantasia. --Venga a ver la tienda que le hemos preparado, senorita Rice --dijo el hombre. Nadya asintio. Berenice alargo la mano de dedos elegantes e introdujo una jugosa uva en la boca de Khalil con un gesto cargado de sensualidad. --?Le gusta, mi senor? --pregunto la concubina sonriente, acercando los labios a su oido. --Me gustas mas tu --coqueteo Khalil, al tiempo que saboreaba la uva. Berenice, una joven de aspecto risueno, con una larga melena de color azabache y profundos ojos negros, se acerco a el melosamente y lo beso. Khalil habia metido ya la lengua en la boca de su concubina cuando unos nudillos golpearon la puerta, interrumpiendo la escena. --Adelante --dijo. La enorme puerta de madera labrada se abrio con un ruido pesado. Un hombre alto, de complexion atletica y pelo negro, vestido con un pantalon oscuro y un caftan gris que le llegaba a la mitad del muslo, entro con semblante serio. --Khalil, los ingleses han vuelto --anuncio, despues de hacer una ligera reverencia a su jeque. El rostro de Khalil se tenso, acentuando aun mas sus rasgos marcados. Enderezo la espalda y se echo hacia adelante. --Berenice, dejanos a solas --ordeno a la concubina en tono autoritario. --Pero, mi senor... La joven acaricio suavemente la mejilla de Khalil en un intento por permanecer en la habitacion. --Ahora, Berenice. --El tono de Khalil no admitia replica alguna. --Si, senor --contesto ella con una reverencia. Berenice se levanto de la cama formada por decenas de brillantes cojines y almohadas y, aunque salio de la enorme habitacion con la mirada baja y una expresion servicial, como correspondia, por dentro la sangre le hervia a borbotones en las venas. Llevaba muchos dias sin poder estar a solas con Khalil; el habia reclamado a otras concubinas del haren, y ahora que por fin la habia elegido a ella para pasar la noche juntos, Salih, amigo y jefe del ejercito de Khalil, les habia interrumpido muy inoportunamente para anunciar que los ingleses estaban de nuevo en sus tierras. Berenice bufo antes de salir de la habitacion. ?Como podia tener tan mala suerte? --Maldito Salih y malditos ingleses --farfullo entre dientes.

  • Tierra de bisontes (Cienfuegos 7) de Alberto Vazquez-figueroa

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    Una nueva aventura del guanche Cienfuegos, el cabrero de La Gomera que se embarco por error en una de las naves en las que Cristobal Colon se dirigia al Nuevo Mundo.

  • Latidos en el sotano de Marcos Nieto Pallares , Marta Martin Giron

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    El detective Josh Lauper, en el tramo final de su carrera, se encuentra ante uno de los peores casos de su intachable trayectoria. Junto a su companera, Margaret Casidi, presencia el escenario de un crimen espeluznante: tirado en una orilla del rio Kansas, yacen los restos de un muchacho con los genitales abrasados y evidentes signos de violencia.
    Los primeros indicios apuntan a un ajuste de cuentas.
    La realidad les condujo a un escenario mucho mas aterrador e inquietante.

  • Coleccionista de recuerdos de Eva Guerrero

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  • Todo por sus ojos de Conti Constanzo

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    Tras cuatro anos de dejar su vida atras, Josefina vuelve a la casa de su padre para celebrar su cumpleanos numero sesenta. Nunca imagino que el volver traeria su pasado a su presente, y que un contrato le obligaria a quedarse durante un ano, atada al hombre que mas amo y que tambien la traiciono. Pero Jose ya no es la misma, debe proteger su mas grande y preciado secreto de todo y de todos. Durante 365 dias debera ser capaz de soportar las mentiras, el remordimiento, la sed de venganza, y sobre todo el amor de dos hombres que intentaran penetrar su duro corazon llenandola de dudas y confusion.
    Todo por sus ojos es una historia diferente, donde el egoismo, el engano y las apariencias, muchas veces pesan mas que la verdad. Josefina tendra que luchar, no solo contra sus sentimientos, sino contra lo que cree que es lo correcto. y lo correcto esta oculto en unos dulces ojos color miel.

  • El ano del Oraculo de Charles Soule

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    La vida es impredecible pero…

  • Inapropiadamente hermosa (Confesiones en la noche 1) de Marion Marquez

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    Incapaz de regirse a las normas de la sociedad de Londres de 1835, Lady Emmeline Laughton estaba lejos de ser la dama apacible y docil que todos esperaban, pero con su caracter dulce y atrevido era capaz de entrar hasta en el corazon mas duro. Con su constante ceno fruncido y sus modales perfectos, Joseph Whitemore, Marques de Thornehill, era el hombre mas enigmatico que ella hubiese conocido. Emmeline se ve inmediatamente tentada a averiguar quien es el hombre que se esconde detras de todo el misterio, sin saber que en el proceso, podria terminar develando el secreto de su propio pasado.

  • Un corazon para dos de Jessi Kirby

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    Cuando las sirenas me despertaron justo antes del amanecer, no se como supe que iban a por el. No recuerdo haber saltado de la cama ni haberme atado los zapatos; tampoco recuerdo como llegue al camino de la entrada, ese sinuoso sendero que hay entre nuestras casas. No recuerdo mis pies golpeando el suelo, mis pulmones aspirando aire ni mi cuerpo corriendo para atrapar lo que mi corazon me decia que era cierto. Pero recuerdo cada detalle despues de eso. Puedo ver las luces azules y rojas que brillan en el claro cielo del amanecer. Puedo escuchar las voces entrecortadas de los medicos. Las palabras <> que se repiten entre el ruido de sus radios en el fondo. Recuerdo los profundos y ahogados sollozos de una mujer desconocida, y que sigo sin conocer. Tambien el extrano angulo de la camioneta blanca de la chica, con el toldo oculto bajo los tallos destrozados, y las flores de los girasoles que crecian a lo largo del camino. La reja, astillada y rota. Recuerdo los cristales, que parecian grava, esparcidos por el asfalto. Sangre. Demasiada. Y su zapatilla tirada a un lado, en medio de todo aquello. El corazon que, con un rotulador negro, yo habia dibujado en la suela. Aun puedo percibir el vacio de su zapatilla cuando la recogi y como su liviandad me hizo caer de rodillas. Puedo sentir las manos enguantadas que me levantaron y que luego me sujetaron cuando trate de correr hacia el. No dejaron que me acercara. No querian que lo viera. Y, por eso, lo que mas recuerdo de esa manana es que me quede de pie a un lado del camino, sola, mientras la oscuridad se cernia a mi alrededor y el dia cambiaba mi vida. La luz de la manana sobre los petalos, dorados y vibrantes, esparcidos por donde el yacia, agonizando. 1 La comunicacion con los receptores del trasplante puede ayudar a los familiares de los donantes tras su perdida… En general, las familias de los donantes, los receptores, y sus parientes y amigos se pueden sentir reconfortados al hablar sobre sus experiencias con la donacion… El regalo de la vida… Pueden pasar meses o anos antes de que alguno de ellos este listo para enviar o recibir correspondencia, o tal vez nunca llegue a haber ninguna relacion. Programa de Servicios a las Familias de los Donantes Alianza de Vida Cuatrocientos dias. Repito el numero en mi cabeza. Dejo que se apodere del sentimiento de vacio mientras aprieto el volante. No puedo permitir que se vaya como cualquier otro dia. Cuatrocientos merece algun reconocimiento. Como trescientos sesenta y cinco, cuando le lleve flores a su madre y no a su tumba, porque sabia que el habria querido que las tuviera ella. O como en su cumpleanos. Eso fue cuatro meses, tres semanas y un dia despues: el dia ciento cuarenta y dos. Lo pase sola. Ese dia no tuve animo para ver a sus padres y, en realidad, una parte pequena y secreta de mi creia que, si yo estaba sola, quiza el podria regresar, cumplir dieciocho anos y seguir donde nos habiamos quedado. Estudiar el ultimo ano conmigo, enviar solicitudes a las mismas universidades, regresar por ultima vez a casa o ir al baile de graduacion, lanzar los birretes al aire y besarnos hasta que llegaran al suelo. Cuando el no regreso, cogi una sudadera que aun conservaba su olor, o eso pensaba yo. La aprete contra mi cuerpo y pedi un deseo. Desee, con todas las fuerzas, que no tuviera que hacer ninguna de estas cosas sin el. Y mi sueno se hizo realidad. El ultimo ano se transformo en una niebla. No envie por correo las solicitudes a la universidad. No sali a comprar el vestido para el baile de graduacion. Olvide que habia un cielo para besarnos debajo de este. Los dias pasaron, uno tras otro, sin fin; parecian infinitos, pero se fueron en un parpadeo, como las olas que se rompen en la orilla, o las estaciones que pasan. O el latido de un corazon. Trent tenia un corazon de atleta: fuerte, estable, diez latidos mas lento que el mio. Antes, nos acostabamos pecho contra pecho, y yo respiraba mas lento para seguir su ritmo. Trataba de enganar a mi pulso para que hiciera lo mismo; pero nunca funciono. Tres anos despues, mi pulso se aceleraba con solo estar cerca de el. Pero encontrabamos nuestra propia sincronia, con su corazon latiendo a un ritmo lento y estable y el mio llenando los espacios intermedios. Cuatrocientos dias y demasiados latidos por contar. Cuatrocientos dias, demasiados lugares y momentos donde Trent ya no existe. Y aun sin respuesta de uno de los pocos sitios donde si existe. Un claxon suena detras de mi, y me saca bruscamente de mis cavilaciones. Por el espejo retrovisor puedo ver al conductor que sigue maldiciendo mientras maniobra para adelantar a mi coche. Se lo ve furioso y esta gritando a traves de su parabrisas: <>. Me pregunte lo mismo al entrar en el coche. No estoy segura de lo que estoy haciendo, solo se que tengo que hacerlo porque debo verlo con mis propios ojos. Por lo que senti cuando vi a los otros receptores. Norah Walker fue la primera receptora en contactar con la familia de Trent, aunque su nombre lo supieron despues. Los receptores y las familias de sus donantes pueden ponerse en contacto en cualquier momento a traves del coordinador de trasplantes, pero recibir aquella carta fue una sorpresa para todos nosotros. La madre de Trent me llamo el dia despues de recibirla y me pidio que fuera a su casa. Nos sentamos juntas, en una sala bien iluminada, en ese hogar que guardaba tantos recuerdos, como aquel dia en que pase corriendo frente a la puerta, hasta cinco veces, deseando que el notara mi presencia. Oi sus pasos que trataban de alcanzarme y empece a correr mas despacio, solo lo suficiente para que llegara junto a mi. Se las arreglo para hablar, con la respiracion entrecortada. --!Eh! --Respiracion--. !Espera! --Respiracion. Teniamos catorce anos. Eramos unos desconocidos hasta ese momento. Hasta esas dos palabras. Cuando fui a casa de Trent a hablar con su madre, me sente en el sillon donde el y yo soliamos ver peliculas y comer palomitas del mismo bol. Fueron sus palabras y la gratitud que habia en ellas las que me sacaron del lugar oscuro y solitario en el que yo habia habitado durante mucho tiempo. La carta, escrita con letra temblorosa y en un papel bonito, desperto algo en mi. Era sencilla. El receptor estaba profundamente apenado por la muerte de Trent. Profundamente agradecido por la vida que le habia dado. Esa noche regrese a casa y le escribi una respuesta: le queria agradecer la vitalidad que me habia otorgado con sus palabras. Y, la noche siguiente, escribi a otro receptor, y mas tarde a otro: cinco en total. Cartas anonimas para personas anonimas a las que queria conocer. Y, cuando se las envie al coordinador de trasplantes para que las hiciera llegar a los receptores, fue con la leve esperanza de que esas personas me escribieran una respuesta. Que pudieran darse cuenta de mi presencia, como el lo hizo. Me vuelvo y veo que el esta alli, sonriendo, apretando un girasol que es mas alto que yo. Su tallo se arrastra detras de el. --Soy Trent --dice--. Me acabo de mudar aqui, en esta misma calle. Debes de vivir cerca, ?verdad? Esta semana te he visto pasar todas las mananas. Eres rapida. Me muerdo el labio inferior mientras caminamos. Sonrio por dentro. Trato de no confesar que todos esos dias he reservado la velocidad para el tramo de camino frente a su casa. Desde que el camion de la mudanza se detuvo en el camino de la entrada, y el bajo de un salto. --Soy Quinn, digo. --Respiracion. Escribir las cartas me hizo sentir como si pudiera respirar de nuevo. Escribi sobre Trent y sobre todo lo que me dio cuando estaba vivo. La sensacion de que podia hacerlo todo. Felicidad, amor. Las cartas eran una manera de honrarlo y una esperanza de algo mas. Una mano anonima que se estiraba hacia el vacio, buscando una conexion. Una respuesta. Me rio porque el aun no ha recuperado el aliento, y porque no parece recordar que lleva un enorme girasol en la mano. --Oh --dice, siguiendome la mirada--, se suponia que este era para ti. Yo… --Se pasa una mano por el pelo, parece nervioso--. Yo lo he arrancado por alli, cerca de la reja. Lo extiende hacia mi y se rie. Es una risa que quiero seguir escuchando. --Gracias --respondo. Y estiro la mano para cogerlo. Lo primero que me regalo. Despues de doscientos ochenta y dos dias, y de enviar y recibir muchas cartas, de rellenar formularios de aceptacion y de recibir asesoria previa a la reunion, su madre y yo fuimos a la oficina de Servicios a las Familias de los Donantes, nos sentamos juntas y esperamos a que llegaran; queriamos conocerlos en persona. Norah fue la primera que hablo con nosotras y que nos tendio la mano. A pesar de todas las veces que me habia imaginado el encuentro, no estaba preparada para lo que senti cuando nos cogimos de la mano, la mire a los ojos y supe que tambien habia en ella una parte de Trent. Una parte que le habia salvado la vida a la chica y le habia dado la oportunidad de ser madre de una pequena nina, de pelo rizado, que miraba desde detras de las piernas de Norah, y esposa del hombre que estaba de pie junto a ella, llorando. Cuando la mujer respiro hondo, con los pulmones de Trent, y acerco mi mano a su pecho, para que sintiera como se llenaban y se expandian, mi corazon tambien se lleno. Paso lo mismo con los demas receptores que conoci: Luke Palmer, siete anos mayor que yo, nos toco una cancion con su guitarra, y podia hacerlo gracias a que Trent le habia dado un rinon. Estaba John Williamson, un hombre callado pero calido, mayor de cincuenta anos. Escribio varias cartas poeticas acerca de la manera en que su vida habia cambiado desde que recibio el trasplante de higado. Aquel dia lucho para encontrar las palabras correctas con las que poder expresarse en esa pequena recepcion. Y luego estaba Ingrid Stone, una mujer con los ojos de un tono azul claro, tan diferentes de los ojos de color cafe de Trent, pero que podia ver el mundo de nuevo, y pintarlo con colores vivos, gracias a ellos. Dicen que el tiempo sana todas las heridas, pero conocer a esa gente, una improvisada familia de extranos que estaban unidos por una sola persona, sano mas en mi que todo el tiempo que habia pasado en los dias anteriores. Por eso, cuando no tuve respuesta del ultimo de los receptores empece a buscarlo. Realice busquedas en internet, compare fechas con noticias y hospitales, hasta que lo encontre con tanta facilidad que casi no me lo creia. Ante los demas, he fingido que comprendo la razon por la que no ha respondido. Que, como nos dijo la mujer de los Servicios a las Familias de los Donantes, algunas personas nunca responden y se debe respetar su decision.

  • Sasha. la rosa negra de Patricia P. Guerola

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    ?Donde te esconderias si tu padre, antes de ser asesinado, te advirtiera que corres peligro? ?En quien confiarias cuando todos a tu alrededor suponen una amenaza para ti?
    Sasha es una joven que lo tenia todo. Una persona a la que, en cuestion de segundos, toda su vida cambia y se vuelve oscuridad, tocandole ser una sombra de lo que un dia fue y convirtiendola en una mujer capaz de pelear contra quien haga falta.

  • Queridos enemigos de Patricia Thayer

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    Por culpa de una vieja enemistad entre familias, Shane Hunter sabia que el padre de Mariah jamas dejaria que su bella hija se acercase a un Hunter. especialmente si se trataba del muchacho rebelde que habia huido de alli hacia anos. ?Que hacia entonces la hermosa Mariah en su trabajo, provocando mas problemas de los que podia resolver?

  • Salvaje oeste de Juan Tallon

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  • Desde ese momento de Julia Nieman

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    Confianza, amor y honestidad. ?sera suficiente para esta pareja?

  • Los Caballeros de la Ciencia: El secreto mejor guardado de la Iglesia, Juan Soto Miranda de Juan Soto Miranda

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    La aparicion de tres cadaveres reproduciendo la escena de la crucifixion de Cristo, con referencias a versiculos de la Biblia perfectamente talladas en la madera, da comienzo a un caso sin precedentes. El protagonista de la escena es Jesus Lopez, un famoso misionero benedictino criado al amparo de una todopoderosa familia, con el cardenal Gabriel Harrington a la cabeza, sin ninguna relacion aparente con los otros dos crucificados.
    La investigacion llevara a la sargento Maria Ballesteros al misterioso diario del misionero, cuyas extranas anotaciones constituyen un nuevo enigma que pondra en el punto de mira a Los Caballeros de la Ciencia, un desconocido grupo al que el manuscrito hace referencia, y al cardenal Gabriel Harrington, que esta siendo amenazado en relacion a un antiguo y controvertido proyecto empresarial, y cuyas condicionadas respuestas no dejaran satisfecho a nadie.
    El padre Daniel, mentor del misionero, y el hermano Federico, su mejor amigo, colaboraran con las autoridades en una trepidante historia en la que la conjuncion de religion y ciencia, intereses economicos y espiritualidad, asesinatos, misterio… les llevara en un viaje hasta los mas altos estamentos eclesiasticos en el Vaticano, donde se desarrollara la partida final que revelara los motivos de una renuncia papal y el secreto mejor guardado de la Iglesia.

  • Mi tirano favorito de Olga Hermon

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    Llega una nueva historia de amor de Olga Hermon.

  • Con el corazon al sur de Gabriela Exilart

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    La novela retoma algunos personajes de Pinceladas de azabache, entre ellos Naiquen, quien escapa de un marido agresivo -y, sin saberlo, de un despiadado militar que llega de su pasado- y trata de iniciar una nueva vida en Francia. Alli encuentra un amor sincero y verdadero que cura sus heridas y le da fortaleza para afrontar a su perseguidor.

  • Huida desesperada de Sabina Rogado

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    Zoe esta acostumbrada a llevar las riendas de su vida y decide rechazar a todos los hombres que acuden al rancho familiar con una peticion de compromiso.
    El convencimiento de no contraer matrimonio si no alberga sentimientos hacia la otra persona es inquebrantable… Al menos hasta que sus padres fallecen. Entonces, los hermanos Evanson se ven obligados a tomar una decision. Doblegarse ante los deseos de un ser mezquino y cruel, o huir en busca de la unica persona que puede ayudarles. ?Que hacer?
    La vida de los hermanos cambia drasticamente y emprenden un viaje repleto de peligros.
    Una posada en mitad de la nada.
    Unos desalmados dispuestos a mancillar el honor de una mujer indefensa.
    La aparicion de un hombre mitad indio, mitad noble.
    Y una historia que conseguira robarte el corazon.

  • Crimenes Imperfectos de Francisco Merchan

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    Dame tu corazon

    Tirada una oscuras en el patio trasero de su casa, Ellen Cistar agoniza en medio de un gran charco de sangre mientras observa, con impotencia, como su asesino se pierde entre la lluviosa noche. Guarda un horrible secreto que unas horas despues consigue contar al anestesista del Hospital General del Condado que intenta salvarle la vida. El doctor Peter Tenway, junto al inspector de Policia de Augusta, Anderson Harper, se veran inmersos en una lucha contrarreloj por desentranar el pasado turbio que atormento a Ellen hasta su ultimo aliento.

  • Contra La Pared de Ruth M. Lerga

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    Era una vista a puerta cerrada, solo la jueza, un par de abogados y el responsable de Jefatura de la operacion a tratar se hallaban en la Sala del Juzgado de Instruccion de lo Penal numero Dos. Tras la exposicion y la presentacion de las pruebas la magistrada hizo muchas preguntas, despues pidio aclaraciones e inquirio documentacion. Y siguieron mas preguntas. El inspector Llagaria, de la Udyco, no era tonto y sabia que se iban a cepillar su orden de registro --una cagada del nuevo se habia cargado la prueba--, asi que trataba de mantener el aspecto sereno, a pesar de que por dentro estuviera hirviendo de rabia, mientras anticipaba en su cabeza lo que iba a escuchar; aunque no imagino tanta educacion, le concedio el punto a la magistrada: el unico punto que pensaba darle dado que iba a joderle a base de bien. --Me temo, letrado, que voy a tener que resolver la desestimacion de la solicitud de... --telita con el nombrecito, se dijo Laura, como cada vez que le caia en la mesa una de sus peticiones-- del Grupo IV de Estupefacientes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Brigada de la Policia Judicial de Valencia. Previendo ella cuanto iba a importunar su fallo, toco la campanilla para cerrar el juicio y comenzo a quitarse la toga a toda prisa, deseosa como nunca de largarse de la estancia. A veces, vigilar el estricto cumplimiento la ley era una mierda, y si ademas a quien cabreabas era a Martin Llagaria, entonces era una putada. Pensaba esconderse en el bano --si, huiria cual rata por tirante-- hasta estar segura de que se habia marchado del juzgado. Una lastima; solia buscar algun motivo de indole legal para tener una charla a solas con el en cuanto se presentaba la ocasion. Siempre se cenian a lo profesional, aquel hombre parecia tener menos sentido del humor que Risto Mejide, pero a ella le gustaba mirarle. A ella y, al parecer, a la mitad de las mujeres de la Ciudad de la Justicia de Valencia, porque cada vez que corria el rumor de que habia una causa de su unidad aparecian por el pasillo desde chicas del equipo de limpieza hasta companeras de magistratura, haciendose las encontradizas, muy cucas ellas. Un tio bueno era un tio bueno y eso no entendia de edad, condicion o estado civil, que a fin de cuentas a nadie le amarga un buen dulce. Sobre sus tacones de aguja de diez centimetros y medio enfilo el pasillo sintiendo como los abogados le taladraban la nuca y salio directa a los banos de caballeros, que estaban casi al lado, metiendose en el aseo de minusvalidos. Ya dentro se sento sobre la taza, cerrada, se quito los stiletto dejandolos caer con placer y estirando los dedos de los pies para relajarlos, y saco del bolso el Kindle. <>. No contaba con que su huida solo aumentaria la mala leche del policia, que la siguio dispuesto a decirle un par de cositas sobre su sentencia. Se sorprendio al verla entrar en los lavabos equivocados. Aunque pensandolo bien, tanto mejor para el: la intrusa seria ella. Abrio la puerta menos de medio minuto despues, se aseguro mirando por debajo de las puertas de que no hubiera nadie mas -- reconocio sus zapatos en el ultimo cubiculo, el mas grande, y no encontro mas pies en los otros banos--, y coloco el cono con el aviso de <> fuera de los aseos, en el pasillo, cerrando tras el. Laura oyo que alguien entraba pero le dio igual, estaba acostumbrada a que otros usaran el vater mientras ella estaba alli, en uno de los poquisimos lugares sin cobertura telefonica en todos los juzgados. Asi que los escuchaba orinar y se entretenia contando cuantos se lavaban las manos despues. Estaba molesta con toda la situacion de aquel proceso: que un error de novato la obligara a rechazar un registro de sota, caballo y rey y tener que denegarselo, para colmo, precisamente a Llagaria. De todas las veces que habian coincidido en los tribunales, aquella era la primera oportunidad que habria tenido de verlo en la calle. Se corrigio al punto: de que la mirara fuera de su trabajo. De haber aceptado, habria podido ir con su unidad hasta el domicilio del presunto delincuente y asi la habria visto por primera vez sin la horripilante bata negra, bajo la que podia esconderse un cuerpo espigado como el suyo o uno enorme como el del juez Rosales, tan ancha era la maldita toga. --?Senoria? !?Pero que mierdas...?!, interrumpio sus pensamientos aquella voz que creyo reconocer como la del inspector. <>, se mofo. --Senoria --repitio la voz de nuevo, y si, para su histeria y sus ganas si que era el--, no se esconda, se que esta en el aseo de minusvalidos, veo la suela roja de sus zapatos, ?puede salir? O como diria usted: me temo que tengo que resolver pedirle que salga --acabo con retintin. Vaya, al parecer podia ser gracioso cuando queria, el colega. --Haz lo que tengas que hacer y dejame --le respondio con voz autoritaria. Era la primera vez que la descubrian alli y se sintio algo avergonzada, pero tambien invadida, aquel era, despues de todo, su refugio. Martin sintio que le estaba vacilando: le tuteaba cuando el la habia tratado segun la formalidad establecida, le hablaba como si la enfadada fuera ella y, para colmo, le echaba del bano de hombres. Iba lista si pensaba que se marcharia. --Lo que voy a hacer es empezar a cagarme en todo. Laura torcio el gesto, divertida por su expresion, y le respondio desde la proteccion que la puerta le ofrecia. --Si lo que desea es defecar ha venido al lugar adecuado, enhorabuena. Por favor, tenga la bondad de hacer uso de mi envio cuando acabe. Y dio una patadita al bote de ambientador que tenia escondido detras del inodoro, que la habia salvado de morir por gases toxicos en mas de una ocasion. El frasco rodo por el suelo hasta el. No le hizo ninguna gracia la bromita. --Lo que quiero es hablar contigo --!a la mierda los formalismos! --, asi que sal de ahi. --Largate --insistio, rebelde. No tenia ganas de enfrentamientos estando enfadada. --No me ire hasta que no salgas --le insistio, con el tono de quien habla con una cria cabezota. Martin incluso se cruzo de brazos, como si ella pudiera verlo, y apoyo un hombro contra la pared. ?Hablaria en serio?, se pregunto Laura. ?Seria capaz de esperarla? Habia huido cual rata y la habia atrapado en su propia ratonera. Claro, como estaba como un queso, el tio... --Puedo denunciarte por acoso --probo de ahuyentarlo. --Y yo hacer saber a todo el edificio que te acosaba en el vater de tios. ?Sales? Una tenia que saber cuando habia perdido y aquello era una derrota en toda regla. --Voy --le confirmo, asegurandose de que su voz se oyera de lo mas digna. Se calzo de nuevo con calma, se aliso la falda, estiro los punos de su camisa y tiro de la manija. Nada. Repitio la maniobra un par de veces, extranada. Nada de nada. Martin escuchaba desde fuera los ruidos de la cerradura bloqueada. --Quita el pestillo --le pidio, exasperado. --El pestillo salta solo cuando abres, listillo. Oyeron los dos como le daba otra vez al manubrio, sin exito. --?Es un truco para no encararme? --Porque era lo que le faltaba para acabar de calentarse del todo. --No digas chorradas e intentalo tu. --A pesar de no estar asustada, su voz salio algo mas aguda. Aquello no le estaba haciendo ni pizca de gracia. El policia se separo de la pared y trato de abrir la puerta, pero no pudo. --Creo, senoria, que te has quedado encerrada. --!Pues haz algo, joder! Levanto las cejas al escuchar la palabrota: la magistrada era siempre muy correcta, jamas la habia escuchado jurar en arameo. --?Tienes algun problema con los espacios cerrados? --se preocupo por ella. --?Tienes tu algun problema en abrirme? --lo reto a cambio, con voz seca. Solto una carcajada sin poder evitarlo: asi que aquella mujer tenia genio e ingenio, despues de todo. Las veces que habian hablado le habia parecido muy seria, distante incluso. Le resultaba imposible mantener una conversacion personal con ella y saber algo de su vida, !y eso que su trabajo consistia en averiguar cosas sin que se notara que interrogaba! Desde el otro lado de la puerta a Laura le sorprendio el sonido: nunca le habia escuchado reir. Asi que despues de todo el inspector no era tan formalito, se animo. Lo veia siempre tan serio y correcto, con su uniforme y su semblante grave. --Pues dadas las circunstancias, creo que podriamos aprovechar para tener una pequena conversacion. Justo de lo que ella habia tratado de escaquearse, metiendose alli. --Esto es un vater, no un confesorio. Abre la puerta y no me agobies. --?Estas segura de que no tienes claustrofobia? --!Que abras la puta puerta, te digo! --perdio las formas, nerviosa. Ya no sabia si era el encierro lo que la estaba poniendo medio histerica o era que el pareciera estar divirtiendose a su costa. Y no es que fuera orgullosa, el humor era su via de escape y se mofaba de todo, de ella misma la primera, pero Martin Llagaria la ponia tensa, estaba demasiado bueno. Sus hombros anchisimos, la enorme espalda, los ojos negros, el pelo ondulado del mismo color --no lo llevaba tan corto como otros companeros suyos-- y su voz. Era grave, sexi. Fijo que podria haber trabajado en una linea caliente. La ponia muy tensa y le ponia un poco, dicho fuera de paso. Ante la exigencia, gritada de malos modos, se puso en accion. Saco del bolsillo unos ganchos y se arrodillo delante de la puerta. --Dame un minuto, llevo un juego de ganzuas, voy a ver que puedo hacer... --Que bien preparado vas, ?no? --se burlo ella, volviendo a descalzarse, sentandose otra vez--. Ni MacGyver. --?Conoces a MacGyer? --lo escucho casi interrogarla con diversion--. Te hacia mas joven, ?cuantos anos tienes? --!Vete a la mierda! Tengo un hermano mayor, eso es todo. -- Pasaba de su interrogatorio. De nuevo Laura lo escucho reir. Deberia sentirse halagada porque la viera tan joven como para no conocer la serie del agente que con un chicle y un petardo te hacia una bomba atomica; y total, tenia solo treinta y tres anos. --Confiesa tu edad o dejare de hurgar en la cerradura. Y como para hacerle saber que iba en serio, dejaron de escucharse los ruiditos del gancho removiendose. La amenaza funciono. --La dichosa edad de Cristo. --Eso explica que seas un martirio. --!Oye! --se quejo, mas seria esta vez. --Olvidalo. Nada --se rindio--, que el maldito pomo no salta. --Sigue intentandolo. --No tiene caso. Por cierto, ya podrias usar el <> alguna vez --le reprocho al tiempo que seguia probando a ver si podia hacer saltar el pestillo, poco esperanzado. --Por favor, puerta, abrete --dijo burlona, evitando pedirselo a el. --?Quien te crees que eres, Ali Baba? Deberias probar entonces con <>, ?o no te contaron bien el cuento? --!Tu si que tienes cuento! A ti esto te divierte, ?no? La idea de llamar a los bomberos y que todo el mundo se entere de que suelo encerrarme aqui. Que perra tenian las mujeres con los bomberos, de verdad. Si la gente respetara la mitad al Cuerpo Nacional de Policia otro gallo les cantaria. Pero no, todo para el equipo rojo, nada para el equipo azul. --Entiendo por tus palabras que el hecho de que hoy estes aqui no es algo excepcional, por tanto. --Abre. La. Puerta. --No. Puedo. --!Pues dale una patada y adentro, joder! --acabo por exasperarse. Martin estaba cachas, debia hacer ejercicio muy a menudo, pesas si tenia que apostar. Podia tumbar la puerta si queria, como en las peliculas. --La puerta se abre hacia afuera y la ley Corcuera --que permitia abrir una puerta sin permiso del juez si se sabia que se estaba delinquiendo detras de esta-- fue declarada inconstitucional en 1993, deberias saberlo. --Si siguiera vigente no habrias venido esta manana al juzgado a pedirme un imposible, como si yo fuera el genio de la lampara. Se maldijo por sacar el tema de su sentencia. --Hablando de eso... --?De mi genio? --se esperanzo. --Sabes que no. --?De mi fallo, entonces? --se resigno. --Me alegro de que reconozcas que ha sido un fallo garrafal, me has ahorrado medio discurso. --Dejate de gilipolleces y sigue con la ganzua... --le espeto. No queria hablar del juicio, de verdad que no queria.

  • Suculento Peligro (Suculentas pasiones 1) de Mina Vera

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    Las vidas de una exitosa chef y un inspector de policia se cruzan para ponerlos en constante peligro y para que el amor pueda darles una oportunidad.

  • !Tu te lo buscaste! 1, Emma Green de Emma M. Green

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  • Nacida para Servir de Aina Castillo

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    Magenta Barker puede ladrar lo que quiera.
    . sigue siendo solo una oveja en mi rebano.
    Yo soy Noah. Soy el alfa y el omega.
    Soy todo. Y todo lo que ves me pertenece.

  • Por ultimo, el corazon de Margaret Atwood

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    Duena de una de las mentes mas lucidas del panorama literario actual, Margaret Atwood no es solo una institucion de las letras canadienses, sino tambien una figura relevante que se ha volcado por igual en la promocion de la literatura y la proteccion del medioambiente. Esta novela, su ultima obra publicada, se inscribe en el ambito de la ficcion especulativa, genero en el que Atwood ha cosechado algunos de los mayores exitos de su formidable bibliografia.
    Victimas de la debacle economica, Stan y Charmaine se instalan en el coche tras perder su casa. Malviven gracias a los escasos ingresos que ella consigue en un bar de poca monta. Es entonces cuando llama su atencion un anuncio acerca del Proyecto Positron, un experimento social en el que los habitantes de la idilica ciudad de Consiliencia se dividen en dos grupos que alternan su modus vivendi cada treinta dias: mientras el cincuenta por ciento se recluye en la Penitenciaria Positron para mantener el sistema, la otra mitad disfruta de plena libertad y lleva un estilo de vida propio de la clase media. Al cabo de un mes, intercambian sus roles: los libres ingresan en prision y los encarcelados se instalan en las viviendas que ocupaban los nuevos reclusos, haciendo uso comun de todos los objetos, enseres y aparatos. Agotado el entusiasmo inicial, Stan y Charmaine no tardan en percatarse de que Consiliencia no es el paraiso que habian imaginado y pronto se ven envueltos en una serie de aventuras disparatadas, atrapados en un torbellino de lujuria que les hara cuestionarse sus valores y sentimientos mas profundos.

  • La herida de Jorge Fernandez Diaz

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    Una monja desaparece, dejando un enigmatico mensaje, y un colaborador del papa Francisco les encarga a dos agentes de Inteligencia buscarla por cielo y tierra. En paralelo, una operadora politica despedida por la Casa Rosada es contratada por el gobernador de un feudo patagonico para mejorar su imagen y evitarle una catastrofe electoral. Con la ayuda de Remil [?]un perturbador agente que trabaja desde las sombras[?], ella se vale de todo: espionaje politico, compra y amenaza de jueces, soborno de dirigentes y manipulacion de la historia. Hasta que juntos se topan con un crimen de Estado y una organizacion siniestra.
    La herida es un thriller politico dentro de una gran novela policial cruzada por cuatro misteriosas historias de amor, que empieza en el Vaticano y deriva en la Patagonia, que se devora con suspenso y que retrata el lado oscuro del poder real. Una combinacion que solo la pericia de Jorge Fernandez Diaz, uno de los escritores y periodistas mas importantes y reconocidos de la lengua espanola, es capaz de llevar adelante con el pulso y el rigor de una investigacion y demoledor ritmo cinematografico.

  • Paraiso a lo cubano de Jocy Medina

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    Cruda y emotiva, una novela de olores y obsesiones. Dalia es una bellisima cubana, cuyo unico deseo es ser invisible ante el mundo. Pero Waldo, un vecino psicopata y chivaton, la acosa sin descanso. Cuando un apuesto brasileno promete convertirse en la solucion de sus problemas, Waldo la reporta como jinetera. De su oscuro hueco existencial la salvan, un amigo que la adora, una abuela que predice las tormentas a traves de la religion yoruba y un amor sincero que ella encuentra donde menos lo imagina.

  • La cocinera irlandesa de Mary Beth Keane

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    Mary la Tifoidea: ?un monstruo egoista o una inocente perseguida?

  • Un dueto oscuro de Victoria Schwab

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    El mundo cae a pedazos. Y ellos tambien. Kate Harker no teme a los monstruos. Los caza. Y lo hace muy bien. August Flynn alguna vez tuvo el anhelo de ser humano. Pero ya no. Tiene un papel que cumplir. Y va a cumplirlo, cueste lo que cueste. EMPEZO LA GUERRA. LOS MONSTRUOS ESTAN GANANDO. Kate tendra que regresar a Verity. August tendra que dejarla entrar otra vez. Y un nuevo monstruo espera… un monstruo que se alimenta del caos y que hace aflorar los demonios internos de sus victimas. ?Cuales seran mas dificiles vencer: los monstruos contra los que pelean, o sus monstruos internos?

  • El sermon de fuego de Francesca Haig

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    Cuatrocientos anos despues de un apocalipsis nuclear, los humanos viven en un mundo sin tecnologia donde los recien nacidos son siempre gemelos: uno de ellos es fisicamente perfecto, el alfa; el otro sufre algun tipo de deformidad, el omega. Este mundo es de los alfas y los omegas viven marginados en asentamientos aislados. Sin embargo, cuando un gemelo muere, tambien lo hace el otro.

  • El fantasma de Anil de Michael Ondaatje

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    Una novela tan desgarradora como hermosa, un canto a la dignidad del ser humano. Por el autor de El paciente ingles.

  • Un hombre cae de Jordi Baste

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