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    [¿No puedo Descargar el Libro? Visita nuestra guia de descargas!] ... Anteriormente publicado como «Entrégame tu corazón» bajo el seudónimo «Maribel Martín».

  • Andar es salud de Jose Antonio Sanchez

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    Jose Antonio Sanchez Verona, instructor de Nordic Walking en la escuela de Guadarrama y creador de la web Global Nordic Walking, uno de los portales mas activos de la popular marcha nordica, nos relata en su libro todos los beneficios que nos aporta andar y nos ensena a disfrutar de uno de los deportes mas faciles
    y al alcance de todos. Ademas de la importancia que tiene andar para la salud, este libro nos ensena a disfrutarlo.

  • Mas perversa de Sheila Maldonado

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    Frederick Valverde, famoso escritor, lleva una doble vida.Casado con la aristocratica Marlene, y amante de la mejor amiga de esta, Claudia, con la que mantiene desenfrenadas sesiones de sexo duro. La madre de Marlene, Joana, interviene para delatar al infiel marido de su hija, pues ha sorprendido a Frederick en una de sus visitas a un club nocturno muy selecto para exquisitos de experiencias eroticas de diversa indole en el mismo Napoles.
    Frederick descubre quien es realmente Joana, su suegra, en esa escapada a Italia con Claudia,sorprendiendola en ciertas actividades poco recomendables para una senora de su condicion social y sufre una encerrona en las mazmorras de un viejo castillo por parte de esta al ser descubierta. Pronto saldra a relucir el pasado de Joanna, algo oscuro se esconde en la vida de jovencita que tuvo en Napoles, su ciudad natal y por fin se desvelara la verdadera historia de como conocio a Alfred Montalvan,el supuesto estudiante madrileno con el que se caso.

  • Springfield Confidencial de Mike Reiss

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    Se cumplen treinta anos de Los Simpson, esta es la guia definitiva para los fieles seguidores del show animado mas popular del mundo entero.

  • Cian de Margotte Channing

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    Killian Gallagher termino de leer la carta y la dejo sobre la mesa. Su mirada preocupada recorrio, sin ver, las lomas llenas de altos y espigados cipreses que habia frente a la terraza en la que estaba desayunando. Bajo el, serpenteaba un arroyo que atravesaba el valle y del que saltaban, de vez en cuando, algunos peces plateados que parecian reirse de su presencia. Los rayos de sol calentaban, aunque no demasiado, el aire de la manana, prometiendo otro magnifico dia. Un amigo le habia recomendado aquel castillo del siglo XV como el mas idilico para una luna de miel, y tenia razon. Se sirvio otra taza del cargado cafe italiano al que ya se habia acostumbrado y bebio un largo sorbo, mientras pensaba en como le diria a su mujer que tenian que volver despues de pasar solo una semana de vacaciones. No habia esperado tener que preocuparse por lo que estaba ocurriendo en Dublin, habiendo dejado a Fenton a cargo de todo, pero las noticias eran las peores imaginables; y lo peor era que su intuicion, que nunca le fallaba, le decia que aquello solo era el principio. Estaba tan distraido con sus pensamientos que se sorprendio cuando entro Gabrielle, a la que en esta ocasion no habia presentido. --Buenos dias, carino. --Sonrio levantandose para saludarla como era debido. La acogio entre sus brazos y le dio un beso profundo y lleno de promesas. Ella respondio con la misma emocion que el, acariciando su cuello y, cuando el beso termino, se miraron durante unos segundos con una sonrisa en los labios, mientras recordaban la noche anterior. El reacciono primero, sintiendo su hambre. --Sientate, querida. Te traere un cafe. A pesar de que el alquiler del castillo incluia el servicio completo, ellos habian avisado a los sirvientes de que no los necesitarian ningun dia durante el desayuno. Preferian servirse ellos mismos. Gabrielle, que estaba especialmente favorecida esa manana con un vestido de color marfil con diminutas flores en tonos verdes y rosas, le dio las gracias con un murmullo y, cuando el estaba cogiendo una taza, se fijo en el sobre que habia sobre la mesa. --?Te ha escrito Fenton? --Killian maldijo internamente por haber dejado la carta a la vista. Aunque sabia que tenia que decirselo, le hubiera gustado que disfrutara mas de la luna de miel que tanto habia tardado en proporcionarle por culpa de su trabajo. --Si. --Le llevo el cafe con leche que tomaba todas las mananas y se sento ante ella. Gabrielle hizo un mohin como si el fuera un chico revoltoso. --Gracias, mi amor --su tono era travieso--. ?Voy a tener que interrogarte para que me lo cuentes? --El sonrio, aunque sus ojos seguian serios. --No --suspiro, decepcionado porque la realidad los hubiera alcanzado tan pronto--. Han asesinado a un ministro del Gobierno llamado Wilson Cox y a su familia, mientras estaban en Dublin. Tengo que volver. --Gabrielle se horrorizo. --?A su familia? --Si, a su mujer y a su hija --suspiro, afligido--. Una nina de doce anos. --Gabrielle lo miro, suspicaz. --?Y por que os han avisado a vosotros? ?No deberia encargarse la policia? --Porque estan seguros de que los asesinos no son humanos. --!Dios mio! --Killian afirmo con la cabeza observandola con detenimiento. Habia llegado el momento de decirle la verdad. --Si, hay algo que no sabes sobre el asesinato de los padres de Amelie. --Gabrielle lo escuchaba atentamente--. No se produjo cuando unos ladrones entraron a robar en su casa, como se dijo oficialmente. Su padre fue un gran intelectual que estuvo toda su vida luchando por la union entre humanos y vampiros. Por ese motivo, una sociedad secreta llamada La Hermandad intento intimidarlo durante anos, hasta que cumplieron sus amenazas. --Gabrielle puso su mano encima de la de el, intentando consolarlo, y Killian le dedico una pequena sonrisa antes de continuar: --Cuando vimos lo que esos monstruos habian hecho con ellos, Kirby y yo, que por entonces trabajabamos juntos, juramos no parar hasta darles caza; y creimos que lo habiamos conseguido --se encogio de hombros--, pero, por los detalles de la carta de Fenton, parece que han vuelto. --Pero ?que es lo que quieren? --Killian la miro, dudando. Su fuerte instinto de proteccion lo empujaba a no contarle nada mas, pero Gabrielle habia cambiado. Ahora era una velisha, una vampira fuerte y era muy importante, por su seguridad, que supiera la verdad. --Gobernar el pais. Para ello creen que deben extinguir a la mayoria de los humanos, al menos a los que se opongan a su autoridad. El resto pretenden convertirlos en sus esclavos. --Pero... --Se habia quedado palida y titubeo sin saber que decir. Era el primer gesto de inseguridad que la habia visto hacer desde hacia meses. Se inclino hacia ella y susurro, confiado: --Querida, jamas permitire que algo asi ocurra --ella asintio con un suspiro. --Lo siento, no se por que me he asustado tanto. ?Conoces a los integrantes de esa... sociedad? --No, pero come algo, ?quieres que...? --Iba a levantarse para servirle algo de comer, pero ella se anticipo y se dirigio a la mesa que habia junto a la pared, repleta con las fuentes del desayuno. --Ya me sirvo yo, sigue contandomelo, por favor. --Killian se paso la mano por el pelo y se reclino en la silla. --No se mucho mas. Si es la misma sociedad, el lider tiene que ser un vampiro muy antiguo --ella ya habia aprendido que eso queria decir que era muy poderoso-- y sus seguidores son asesinos entrenados, feroces y crueles. --?Como has dicho que se llama la sociedad? --La Hermandad. El problema actual es que esta empezando a extenderse entre la comunidad vampirica la idea de que somos superiores fisica y moralmente a los humanos, y que eso nos convierte en los legitimos duenos de la Tierra. Me averguenza reconocer que una parte de mi especie, aunque pequena, considera a los humanos solo un poco mas evolucionados que los gorilas. --!Por Dios! !Nunca me lo habias dicho! --Estaba horrorizada. Hasta ese momento el le habia ocultado ese tipo de cosas. --No queria que te preocuparas innecesariamente, pero ahora es distinto; cuanto mas sepas, mejor --hizo una mueca--, por supuesto, esta vez la version oficial sobre los asesinatos vuelve a indicar que se trata de un robo, para que no cunda el panico entre la poblacion. --?Cuando quieres que nos marchemos? El sentido de la responsabilidad de Killian lo empujaba a volver enseguida a Dublin, pero su corazon enamorado deseaba quedarse en aquel paraje idilico el mes que habian planeado hacerlo, aunque sabia que tal cosa, despues de la carta, era imposible. Su mujer, tan sabia como una Atenea moderna, le ahorro tener que hacer tan dificil eleccion. Se levanto despues de dar un ultimo sorbo al cafe y le dijo, con una gran sonrisa: --Voy a decirle a la doncella que prepare nuestros baules y, como hoy ya es muy tarde para que nos vayamos, aprovecharemos la manana para visitar todo lo que podamos de los alrededores. Asi tendremos un dia mas de vacaciones. --Se levanto, interrumpiendo su marcha, para retenerla un momento y darle un beso en la frente. --Gracias, te lo compensare --murmuro en el nacimiento de su pelo. Ella lo miro significativamente y se marcho con un revuelo de su vestido. Killian, entonces, se sento y comenzo a planificar los siguientes pasos que daria en cuanto volvieran a Dublin. Dos dias antes Strongbow Abbey Condado de Galway, Irlanda Gale cerro la puerta de su despacho y observo a los cuatro vampiros sentados alrededor de la mesa redonda que Brianna solia utilizar para abrir su correspondencia. Los cinco, en ocasiones acompanados por algun amigo mas, llevaban decadas reuniendose con un fin muy concreto: buscar la paz y la prosperidad para hombres y vampiros en Irlanda. Tomo asiento y paseo la mirada entre los cuatro rostros que conocia tan bien como el suyo, recordando por que la presencia de todos ellos era imprescindible: Burke Kavannagh: presidia numerosas companias de distinta naturaleza que habia creado de la nada, aunque la mas importante era la naviera Wild Ocean, propietaria de varios trasatlanticos especializados en transportar pasajeros al continente americano. Era hermano de Jake Kavannagh, que trabajaba a las ordenes de Killian Gallagher en La Brigada, y al igual que su hermano era un pelirrojo con poco aguante y mucho caracter. Debido al color de su pelo se rumoreaba que, cuando era joven, el peor insulto que se le podia dedicar era llamarle zanahoria y que eso era suficiente para que se peleara con cualquiera; con la edad, parecia haberse tranquilizado un poco y solia limitarse a contemplar con sus acerados ojos verdes a su contrincante prometiendole, silenciosamente, una venganza de otro tipo, quizas mas cruel que usar los punos. Mientras esperaba, estaba desenvolviendo un habano que habia sacado de una caja que le habia traido uno de sus capitanes, despues de ofrecerselos a cada uno de los presentes. James Mackenna: a Mackenna solo le importaba su periodico, no ambicionaba nada mas. Se decia que ni siquiera aspiraba a casarse para que ninguna mujer lo estorbara en su trabajo, aunque solia versele muy bien acompanado, pero siempre por vampiras porque consideraba que le darian menos problemas cuando cortara la relacion, que si saliera con una humana. Niall Collins: actual conde de Sheffield, noble de nacimiento y empresario por obligacion. Habia heredado de su padre una hacienda empobrecida e hipotecada que se habia esforzado en sacar adelante, hasta que habia conseguido convertirla en unas de las tierras mas fertiles de toda Gales. Su aspecto era el mas llamativo de todos los presentes y uno de los motivos de que no frecuentara la vida social. Era albino, tenia el pelo casi blanco y los ojos con un tono que variaba entre un bronce rojizo cuando estaba tranquilo y un rojo ardiente cuando se irritaba. Su color de ojos bastaba para poner nervioso a cualquiera que no lo conociera. Stuart <> Byrne: no se sabia como habia llegado a ser merecedor de semejante mote y tampoco nadie se habia atrevido a preguntarselo. Fue militar durante decadas y llego al rango de coronel, que era el nombre por el que solian llamarle sus amigos, incluyendo a Niall Collins al que habia conocido cuando coincidieron en el mismo internado. Los cuatro miraban al anfitrion con distintos grados de preocupacion cuando se sento presidiendo la mesa, pero el unico que se animo a decir algo fue Burke Kavannagh. El pelirrojo ya habia encendido su puro y lo observaba fijamente a traves del humo. --Gale, en circunstancias normales estaria encantado de disfrutar de tu hospitalidad, pero he dejado a los miembros de la junta de la naviera plantados por algo que, segun tu, era sumamente urgente. Al menos, me gustaria conocer el motivo por el que he sido tan maleducado. A pesar de que muchas veces parecia un prepotente y un bocazas, Burke solia ser el mas comprometido con la causa que los unia, por eso no hizo caso de su tono desafiante. --Hace dos dias ocurrio algo en Dublin acerca de lo que tenemos que hablar. --Rememoro la carta que le habia enviado Fenton y decidio que, por muchas vueltas que diera, el suceso seria igual de horripilante sin importar las palabras que utilizara--. Como sabeis, mi hermano Fenton se ha quedado a cargo de La Brigada mientras Killian esta de luna de miel --todos aseguraron que ya lo sabian-- y me ha escrito para decirme que, anteayer, el comisario de policia de Dublin le comunico que habian asesinado a Wilson Cox en su casa. --Burke se aparto el puro de la boca y se quedo mirandolo, repentinamente serio, pero Gale continuo para que conocieran todos los hechos--: No solo a el, tambien a su mujer y a su hija, una nina de doce anos. --En la expresion de furia de Gale se advertia con claridad lo que le gustaria hacer a los responsables. --Es horrible y estoy seguro de que todos deseariamos que no hubiera ocurrido, pero no entiendo que tiene que ver eso con nosotros. --Niall, los asesinos son de los nuestros. Se hizo un silencio repentino en el despacho, roto solo por el sonido de un pajaro que trinaba en el jardin, y por la conversacion de dos jardineros que estaban discutiendo acerca del tipo de estiercol que seria mejor para las rosas. Gale se levanto para cerrar el ventanal que habia junto a la mesa y luego se dirigio a una mesita redonda que estaba detras de ellos, en un rincon de la habitacion, donde siempre tenia un botellon de whisky y algunos vasos. Ya que era su principal negocio, en su casa nunca faltaba el licor que el fabricaba. --?Quereis algo para beber? Yo necesito una copa. --A mi tambien me vendria bien un trago --las palabras de Dagger Byrne, que solia ser el mas tranquilo, sorprendieron a todos--. Yo conocia a la familia, ?estan seguros de que los asesinos eran vampiros? --Gale contesto con voz deliberadamente monotona: --Los cuerpos estaban secos --era la dura expresion que utilizaban entre ellos para no tener que explicar que les habian chupado toda la sangre. --?El de la nina tambien?

  • Cautivo de tu mirada (Los Cherry 1) de Marian Arpa

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    Comienza la apasionante bilogia <<Los Cherry>>.
    Una historia de amor entre el Londres de la regencia y las altas tierras escocesas.

  • El Crimen del Ganador (Trilogia del ganador), Marie Rutkoski de Marie Rutkoski

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    Seguir a tu corazon puede ser un crimen. La boda de un miembro de la realeza es el sueno de muchas chicas. Implica una celebracion tras otra: bailes, fuegos artificiales y diversion hasta el amanecer. Pero para Kestrel significa vivir en una jaula en la que ella misma se ha metido. Kestrel esta convirtiendose en una maestra del engano. Ha empezado a hacer de espia en la corte. Si la descubren, su pais la considerara una traidora. Sin embargo, debe encontrar el modo de cambiar su despiadado mundo. y, en el proceso, esta a punto de descubrir un espeluznante secreto.

  • La grandeza de las cosas sin nombre de Enrique Arce

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    Las cosas importantes de la vida no tienen nombre,

  • El sermon del fuego de Jamie Quatro

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  • Nieve en Agosto de Silvia Rivera Polanco

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    Elevo su mano, tocando a los petalos de cerezo que caian. Aun en contra de su voluntad y de su orgullo, una vez mas estaba ahi, como cada ano, como cada ultimo dia de agosto que aguardaba por ella. Por aquella pequena nina sumergida entre tinieblas. Despues de todo, al igual que esos extranos y rosados copos de nieve que tanto habia adorado, ella regresaria. Siempre, siempre regresaria.

  • Sinfonia del destino de Graci Suarez

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  • En el nombre del hijo de Donna Leon

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    Venecia: ciudad de riqueza. y de codicia. Gonzalo Rodriguez de Tejeda, originario de Espana, ha hecho una fortuna como comerciante de arte. Ya retirado, goza de una vida tranquila en Venecia en compania de su joven amante, al que ha decidido nombrar su heredero. Pero su familia conservadora, que nunca aprobo su estilo de vida permisivo, y sus amigos mas cercanos creen que esta cometiendo un error. ?Quien es su heredero elegido? El suegro del comisario Brunetti tiene un fuerte presentimiento y le pide
    ayuda, lo que llevara al comisario a investigar en lo mas profundo del corazon humano.

  • Esa sencilla palabra de Cath Crowley

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    Rachel y Henry son amigos desde siempre. Juntos han compartido lecturas y confidencias durante horas en la libreria de la familia de el, la maravillosa Howling Books, en cuyas estanterias habitan las mas hermosas historias. Pero Rachel quiere ser algo mas, y no sabe como decirlo… Para colmo, Henry esta enamorado hasta los huesos de alguien que no le conviene.

  • Para siempre contigo de Maria Ferrer Payeras

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    Un intenso y apasionado amor de verano en Mallorca no acabara como Amanda espera… pero la vuelta a la rutina le traera nuevas sorpresas.

  • El Jinete de Wyoming de Luna Davers

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    ‘Chica de ciudad conoce a robusto y atractivo vaquero…’

  • Quemame dentro de Sebastian Holik

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    Fue cuestion de suerte, mi mente lo recuerda entre las palabras que mi hermano dijo antes de que saliera de casa. Tal vez esta en lo cierto, no cualquiera llega a conseguir un empleo en plena crisis, menos en esta epoca del ano, sin embargo yo lo he logrado. Como todas las mananas compre el periodico en busca de algo que cubra los gastos que con mi madre no alcanzamos a pagar, y por fortuna lo acabe encontrando. No es precisamente un trabajo del que me este muriendo de ganas de hacer, pero en fin, se que voy a contar con el dinero justo que necesitamos. Llego a la parada despues de haber estado rogando no tener que estar sola, pero asi es, solo me acompana el sol que amenaza con quedarse detras de las nubes el resto del dia. Observo hacia mis costados, siempre es bueno hacerlo, al menos cada tanto, por las dudas de que ocurra algo malo. La delincuencia no tiene horarios, y en mi vecindario menos. Asomo mi vista hacia la calle en busca del bus que me llevara al trabajo. Sigo sin poder creer que alli voy. Despues de tantos dias de busqueda logre conseguir el empleo, y lo hice sin tener que pedirle ayuda a nadie. Viajo como era de esperarse: de pie, aferrada a un asiento para sostenerme, un tanto incomoda por la gran cantidad de gente que me rodea, pero nada importa demasiado con el optimismo que hoy llevo dentro. Bajo chocandome con el frio viento de julio. La tienda esta cerca. Camino hasta que llego a la enorme puerta de cristal rodeada de ladrillos a la vista y de un cartel encima con letras negras. Paso diciendo buenos dias. Mi jefe me responde con una sonrisa detras del mostrador y me indica que me acerque para estrecharle la mano. No puedo evitar sonreirle tambien, el anciano transmite alegria de solo verlo. Ojala la actitud que veo hoy en el se mantenga asi siempre, a veces noto que le cuesta un poco ser amable con la gente. --?Como te encuentras, Emma? Ese era tu nombre, ?cierto? --dice Raffaello. --Si --Asiento con la cabeza. No puedo culparlo todavia de que olvide mi nombre. --?Por donde empezare esta vez? --vuelvo a hablar. --Necesito que repongas la estanteria de la vajilla de la tercera fila. Me encargue de dejarte las cajas a un costado, asi que no tendras tanto que hacer. --Gracias --respondo alegre por haberme facilitado un poco el trabajo, no cualquier jefe haria lo mismo. Despego la cinta de la caja para abrirla. Saco plato por plato para ir ubicandolo en la estanteria. No es un trabajo dificil, pero requiere paciencia, algo que en ocasiones me cuesta tener. Si bien esta no es la primera vez que trabajo estoy nerviosa de echarlo todo a perder. Debo de tener cuidado con todo. Solo asi, en un futuro si todo marcha bien, quizas mi jefe me recompense con un aumento de sueldo. No es que el dinero que me pague no me alcance, de hecho si lo haria si no tuviese que compartirlo con Daniel, con quien salgo. El pobre se ha quedado sin trabajo hace un par de meses y todavia no consigue nada. Ademas, por sobre todas las cosas, tengo que colaborar con los gastos de la casa que mi madre a mas no poder se sacrifica en llevar. Ella estuvo presente cuando mi hermano y yo mas la necesitamos. A sus treinta anos enviudo en plena miseria y supo hacerle frente a ello sin quejarse ni una vez. Nos alimento, nos cuido, nos educo como pudo, pero lo hizo, y yo le respondere de igual forma. De espaldas siento una mano sobre mi hombro. Si se tratara de Raffaello creo que me hubiese llamado a lo lejos como siempre y directamente por mi nombre. Tal vez es algun cliente que no logre percibir. Que tonta me siento, a lo mejor el sujeto me estuvo llamando y yo aqui; sumergida en mis pensamientos sin hacerle caso. Me pongo de pie dispuesta a ayudarlo en lo que sea posible. Doy la vuelta corriendo un mechon de mi cabello castano que se interpuso en mi frente. Al mirar suspiro aliviada, para mi sorpresa es Daniel. --?Que haces aqui? --le pregunto asombrada. No recuerdo haberle dado la direccion exacta de donde trabajo. --Lo siento, no quiero causarte problemas --dice apenado--. Solo pasaba a preguntarte si no querias que salieramos luego. ?Salir?, ?me pregunta? El sujeto no tiene un solo centavo, desde luego yo menos, y de todas maneras me esta proponiendo que salgamos. --Espera --intento no sonar demasiado fuerte; no quiero que el dueno se moleste si llega a enterarse de que Daniel vino para algo poco importante--. No tengo dinero y creo que tu tampoco, ?o si?--No --me confirma tomandome de las manos--. Pero a ti si te queda algo, ?cierto? --Si, de hecho si. No supe que decirle. Tendria que haberle mentido, pero no soy buena mintiendo, mi cara jamas fue complice de mis palabras cuando trate sanamente de enganar a alguien. --Vamos, ?que dices? Quiere que salgamos, hoy mismo. No creo que sea buena idea, debo de abstenerme de ciertas cosas si quiero lograr vivir mejor. Pero el no tiene dinero, por ahora, y ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que salimos juntos. --Bien --digo aceptando su proposicion--, pero no gastaremos mucho, ahora vete antes de que me reprendan. El rostro de Daniel se ilumina por completo, sonrie alegre y me da un fuerte abrazo prometiendome que la pasaremos estupendo esta noche. Al desprenderse de mi noto que alguien tosiendo se oculta detras: Raffaello. Espero no tener que dar demasiadas explicaciones, aunque seria lo justo, despues de todo el es mi jefe. --?Todo en orden? --pregunta molesto el anciano. --Si, senor, lo siento --me disculpo nerviosa. --Excelente. Si ya has acabado quiero que sigas con la proxima fila. --De acuerdo --digo mirando a mi novio que aun sigue de pie sin moverse. Con la mirada intento decirle a Daniel que es hora de que se marche, pero al parecer no lo entiende hasta que lo despido diciendole que pase a buscarme por mi casa a las nueve. No puedo evitar reirme al verlo salir apresurado del local. La incomodidad de la situacion, que de seguro comenzo a notar tras lo que le indique, provoco que estuviese a punto de llevarse una pila de cajas por delante. A veces no entiendo por que salgo con el, es decir, es apuesto, fuerte y en ocasiones logra hacerme reir, sin embargo siento que no son motivos suficientes para estar a su lado. Quizas hay alguien mas esperando por mi, alguien con otras cualidades que tal vez me hagan sentir diferente. Por supuesto, son suposiciones. Que haya un hombre capaz de hacerme perder por completo la cabeza no creo que sea algo que vaya a suceder, no conmigo. --?Sabes una cosa? --me detiene el anciano antes de que siga con el trabajo--. Te contrate porque pareces una buena muchacha, y creo saber que si tanto necesitas el empleo como me lo contaste en la entrevista… sabras valorarlo, ?o me equivoco? Me esta reganando. Al parecer no fue suficiente con haberle pedido disculpas cuando me sorprendio abrazando a Daniel. ?Que espera?, ?que lo haga de nuevo? --Lo siento --Suspiro conteniendo mi enfado. --No quiero volver a ver a ese joven molestando por aqui --advierte con su dedo. --No, senor. --Bien, sigue con tu trabajo. Por un momento cuando por primera vez hable con Raffaello me convenci de que seria un jefe diferente de los que tuve, no sumiso porque para eso es el dueno de la tienda y debe tratarme como la empleada que soy. Lo que quiero decir es que no pretendo que me ayude con las tareas como ya lo hizo, simplemente que sea un poco mas comprensivo. Yo no invite a Daniel, ni siquiera sabia que conocia el local. Pero eso de seguro no lo entenderia, esta enojado y cualquier cosa lo respaldaria frente a los cinco minutos de conversacion que tuve. Estoy en mi habitacion buscando uno de los vestidos que mas me gusta usar cuando suelo salir. Tal vez ya no este muy de moda, pero a mi me sigue gustando de todas maneras. Tiene una textura gris que se ajusta perfecta a mi silueta, botones dorados en los hombros y en la cintura que hacen que con la chaqueta negra arrojada sobre la cama sea la combinacion perfecta. Son las ocho y cuarto, en poco tiempo Daniel vendra por mi. Ya me di una ducha de agua bien caliente. Falta que se me seque el cabello, me maquille y estare lista, claro, si logro encontrar el atuendo que quiero llevar puesto. Me siento en el borde de la cama cubriendome todavia con mi toalla, pensando en donde pude haberlo dejado cuando la puerta suena dos veces. --Emma, ?podria pasar? Encontre el vestido --dice mi madre desde el otro lado. --Claro, pasa. ?Donde lo encontraste? Se la nota algo consternada, como si tuviese miedo de decirme algo que pudiera llegar a hacerme enojar. Esta nerviosa, puedo darme cuenta por sus manos cuando me entrega la prenda y luego retrocede unos pasos para mirarme sin decir nada. --?Que sucede? --pregunto. A ella le hara bien contarme lo que piensa y a mi me lo hara escucharla. --Nada importante, dejare que te cambies --Gira, pero la detengo. --No me dijiste donde lo encontraste. El rostro de mi madre queda enmudecido. Vaya, de eso se trata. ?Que puede ser tan malo como para que no me diga nada? --Tuve que lavar el vestido, estaba un poco sucio. Tu hermano se lo regalo a Neena la semana pasada cuando vino a cenar. Ambos durmieron ayer aqui y pude quitarselo porque lo trajo puesto. Estaba tirado en el suelo junto a la puerta. --?Y es que no les dijiste nada? --Trato de calmarme.

  • Nunca crei ser tan feliz de Sophie Saint Rose

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    Jessica Foeller guarda un secreto desde hace anos, que si fuera revelado terminaria con la excelente reputacion de los Halleran. Pero una promesa la ata de pies y manos, asi que tiene que reprimir su odio por la familia mas rica del pueblo. Cuando Everett Halleran pone sus ojos en ella no se lo puede creer, porque apenas se habian dirigido la palabra en su vida. Pero lo que mas le preocupa, es que no sabe si podra resistirse mucho tiempo porque cada vez que la aborda es mas dificil negarse a sus deseos. ?Podria llegar a olvidar el dano que habian provocado a su familia? ?Podrian llegar a amarse?

  • Y si tu me perdonas (Alana 3) de Iris Romero Bermejo

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  • La imborrable huella del amor de Mari Cruz Gonzalez

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    Yo era la chica mas feliz que pisaba este planeta. Tenia un trabajo con un buen sueldo que me permitia llegar desahogadamente a final de mes, una familia bastante unida y un novio que me queria con locura. Aaron era perfecto. Llevabamos diez anos como pareja y justo el dia en el que los cumpliamos, hinco rodilla delante de casi cincuenta personas en el restaurante en el que cenabamos esa noche. Todavia recuerdo las exclamaciones de asombro, un camarero grabandonos y una cocinera rechoncha llorando como una magdalena, sorbiendose los mocos mientras todos los alli presentes aplaudian. Fue la noche mas bonita, romantica y magica que recuerdo. Teniamos una relacion de envidia o eso me decian mis amigas. La verdad era que nos llevabamos muy bien, apenas discutiamos y no teniamos problemas de confianza, sinceridad o fidelidad. Viviamos juntos desde hacia seis anos y la convivencia era bastante buena: cocinaba, me ayudaba con las tareas domesticas, era ordenado, limpio y un manitas arreglando cosas. Era increible. No tenia mas palabras para describirlo. Era mi principe azul, por el que hubiera dado todo. Estabamos tan emocionados con casarnos que hasta planeamos un viaje. Yo fui la que propuso la idea. Nos ibamos a Andorra en nuestro propio coche. Queriamos una pre-luna de miel: esquiar, estar en contacto con la naturaleza rodeados de montanas y respirando aire puro. Lo organizamos todo en nuestros respectivos trabajos para poder ir en febrero. Pero antes de irnos, mi madre, mi futura suegra y yo nos fuimos a comprar el vestido de novia mas espectacular que habia. Lo encontre despues de recorrer varias tiendas: un palabra de honor con una cola larga. Las dos mujeres que me acompanaban se emocionaron al verme de blanco. Lo guarde muy bien en casa de mis padres, Aaron no podia verlo. La noche anterior al viaje la dedicamos a hacernos el amor tan apasionadamente que parecia que aquella era la ultima vez que iba a tenerlo en mis brazos. Me abrace a su cuerpo, escuchando a su corazon latir a mil despues del orgasmo, y senti unas irrefrenables ganas de hacerle saber cuanto lo amaba. Se lo dije unas veinte veces o mas mientras me comia su cara a besos para despues volver a abrazarme a el en nuestro ultimo abrazo antes de quedarme dormida. Salimos despues de comer. Decidimos hacerlo asi para que yo pudiera conducir un tramo pues me daba respeto conducir de noche. Paramos en una gasolinera a estirar las piernas, llenar el deposito de combustible y hacer el cambio. El conduciria hasta Andorra y ya empezaba a oscurecer. Nos dirigiamos a Zaragoza a una velocidad normal, puesto que apenas habia coches en la carretera. La musica sonaba de fondo y yo le daba conversacion sobre lo que ibamos a hacer alli. Estabamos muy ilusionados por conocer un pais nuevo aunque fuese pequeno. Pero, en un abrir y cerrar de ojos, nuestros planes se truncaron para siempre. Solo recuerdo una luz cegadora y nuestros gritos. Aaron sobre el airbag. Dolor. Sangre. Luz. Silencio. Paz. -- Judith, Judith... Me gire reaccionando a mi nombre. Era Aaron. Estaba lejos en aquella inmensidad totalmente blanca. No podia correr, ni lanzarme a sus brazos. Al llegar a el, me cogio de las manos y me sonrio. -- Te quiero-- yo le respondi lo mismo--. Pero ha llegado el momento... tenemos que separarnos aqui. Lo mire aterrada. ?De que estaba hablando? -- ?Por que? Quiero irme contigo. No quiero estar en un sitio donde no estes tu-- fue lo unico que pude decir. -- No puedes-- dijo mientras negaba con la cabeza y apretaba mis manos--. No es tu hora. No es demasiado tarde para ti, pero si para mi. No entendia nada, todo esto sonaba a despedida. -- Tengo que irme pero ten por seguro que no te voy a dejar ni un solo segundo sola. Te deseo lo mejor. Te amo muchisimo. Nunca lo olvides, por favor. Me beso en los labios y me abrazo. No podia llorar. Comenzo a alejarse. Comenzo a desvanecerse en el aire. -- !Espera, Aaron!-- intente correr--. !Te amo, te amo! Llegue hasta el pero ya era tarde. Cai de rodillas sin comprender todavia. Un profundo dolor me recorria el cuerpo. Y luego, luz. Luz blanca y pura. Tranquilidad absoluta. Abri los ojos poco a poco. La luz de los fluorescentes me hacia dano. Un pitido intermitente retumbaba por toda la habitacion, haciendose el dueno del silencio junto a un ruido ensordecedor y monotono. Parpadee repetidas veces, lo veia todo muy borroso. Estaba tumbada en una cama con un monton de maquinas a mi alrededor. Tenia puesta una mascarilla de oxigeno. Bajo ella, un pequeno tubo se apoyaba encima de mi oreja y, pegado a mi mejilla por alguna especie de cinta adhesiva, se introducia en mi fosa nasal izquierda. Algo rigido me rodeaba el cuello hasta la clavicula. Sentia ganas de vomitar y me dolia la cabeza. Levante los brazos para observar que tenia cables en ellos, en mis dedos y hasta en el pecho me los pude palpar. Tambien conte al menos una aguja atravesandome la piel. Movi un poco mis piernas, la izquierda la tenia en alto rodeada de escayola y me dolia a rabiar. Hice un guino y solte un grunido de dolor. Me sentia cansada, agotada, como si un camion me hubiera pasado por encima. Oi una exclamacion de susto a mi derecha. -- !Doctor, doctor!-- salio apresuradamente una enfermera de la habitacion. No la habia visto, mi campo visual era muy limitado. Me dolia demasiado el cuello y lo tenia inmovilizado. Al poco rato entro un hombre. -- Judith, al fin-- suspiro con alivio. Me sonaba su voz--. ?Como estas? Me encogi de hombros. !Dios! Me dolia todo. Los ojos se me cerraban. -- ?Puedes hablar?-- espero un instante y luego insistio--. Habla, por favor. -- Me duele todo. ?Donde estoy? ?Que ha pasado?-- mi voz sono muy debil y ronca. -- Tranquila, Judith. ?Te acuerdas de mi?-- se acerco mas a la cama y busco mi mirada perdida. Lo mire a la cara detenidamente, haciendo un enorme esfuerzo para que no se me cerraran los parpados. Me sonaba tambien. -- ?German?-- asintio y sonrio ampliamente. Se sento sobre la cama. -- Aun te acuerdas de mi-- confirmo sin dejar de sonreir. -- Me alegro de verte-- tosi por culpa del vapor de la mascarilla y el temblor de mi cuerpo al hacerlo fue peor que haberme ahogado con el. Frunci el ceno con resignacion. -- Yo tambien, pero no asi-- me miro de arriba hacia abajo haciendo enfasis en 'asi'. -- ?Que ha pasado, German?-- musite sin apenas fuerza en la voz. -- Tuviste un accidente de coche. Un borracho conducia en direccion prohibida en plena autovia y chocasteis de frente. Has estado casi un mes en coma, no habia muchas posibilidades de que salieras de el. Estas viva de milagro. Me quede paralizada un momento. Recorde una luz cegadora. Tosi. -- ?Puedes quitarme esto, por favor? Si no me he muerto, esto me va a matar. Ademas, parezco Darth Vader-- hice el intento de quitarmelo pero el me bajo la mano hacia el colchon mientras sonreia. -- No, no puedes quitartelo, al menos aun no. Tienes que descansar-- me apreto la mano derecha. Mire nuestras manos juntas. Un anillo precioso brillaba en mi dedo anular. Gritos. Dolor. Sangre. -- !Aaron!-- grite, reuniendo las pocas fuerzas que tenia--. ?Y Aaron? German se puso serio y trago saliva con cierta dificultad. Se levanto, rehuyendo mi mirada. -- Tranquila, Judith, tienes que descansar-- repitio, nervioso. -- ?Donde esta Aaron?-- espere contestacion pero no la recibi--. Dimelo, German. Se miro las manos mientras retrocedia hacia la puerta. El monitor cardiaco pitaba cada vez mas rapido. -- !Maldita sea, dimelo!-- insisti, incorporandome dolorosamente. Empece a quitarme la mascarilla, la aguja y los cables de mi pecho, brazos y manos como pude. Me sorprendio aquella repentina fuerza que me invadio estando en tales circunstancias. Las maquinas que me rodeaban comenzaron a volverse locas emitiendo pitidos. -- !Para! !Enfermera!-- grito mientras me retenia de las munecas contra la cama--. !Enfermera! -- !Solo dime como esta Aaron! !Necesito saberlo, por favor!-- forcejee con el en vano mientras las lagrimas me caian a raudales a ambos lados de mi cara y se estampaban contra el collarin y la sonda. Una enfermera entro a toda prisa y me cogio de un brazo. Senti un pinchazo y en seguida deje de tener voluntad. -- Tranquila, Judith-- oi la voz de Aaron y me di la vuelta. Ahi estaba el de nuevo. Ahora, en el parque donde nos conocimos o, mejor dicho, donde nos presentaron.

  • Infancia e inversion (Novelas 1) de Carmen Boullosa

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    “Es dificil encontrar en la literatura mexicana contemporanea una personalidad tan brillante y compleja como la de Carmen Boullosa… “

  • Papa se ha ido de caza de Penelope Mortimer

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    En la urbanizacion donde vive Ruth Whiting, las esposas se ajustan a un codigo de vestimenta, dirigen sus casas en la misma linea aburrida y prosaica, crian a sus hijos de la misma forma; todas prefieren el cafe al te, todas conducen coches, juegan al bridge, poseen al menos una pieza de joyeria valiosa y son moderadamente atractivas. Sin embargo, Ruth se esta volviendo loca. O, para decirlo de un modo politicamente correcto, acaba de sufrir <>. Pero la realidad es mucho menos dulce. Ruth se esta volviendo loca porque su vida la esta matando y su locura se ve agravada por la indiferencia de todos los que la rodean. Y entonces ocurre lo inesperado: su hija universitaria se queda embarazada de un companero que es estupido, y Ruth se ve enfrentada a sus peores miedos.

  • La maestra de Marilo Montero

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    La maestra es la historia de Maria de Maeztu y su sueno de abrir la mente, el estudio y la universidad a las mujeres de su epoca.

  • Amores contra el tiempo de Dolores Conquero

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    Oposicion familiar, criticas --a veces implacables-- del entorno, conflictos laborales.
    Son muchos los problemas a los que estas mujeres tuvieron que hacer frente, en diversos momentos historicos, por saltarse uno de los prejuicios mas firmemente instalados en la sociedad: que una mujer no puede (o no debe) enamorarse de un hombre mas joven que ella. Con un estilo ameno y riguroso, lleno de ritmo, la autora intenta ir mas alla de los lugares comunes y a la vez ser escrupulosamente fiel a sus heroinas para contarnos sus historias de deseo, aventuras, amor, lagrimas, inevitables catastrofes y finales felices.

  • FEAST. El Juego de Rafael Alcolea

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    La especie humana ha sido doblegada a la esclavitud por otra especie superior que habia aguardado durante siglos en las sobras: los vampiros. Hartos de ver como el ser humano destruia el planeta, decidieron conquistarlo, y antes de que los hombres pudiesen reaccionar, los supervivientes se convirtieron en esclavos, con suerte, y los demas… en comida.
    Solo existe una forma de escapar de Isla Muerte, el lugar donde confinan a todos los humanos supervivientes:
    Ganar un juego diabolico durante una noche, en la que una treintena de humanos deben sobrevivir a las pruebas de los vampiros hasta el amanecer, aquellos que lo consiguen, obtienen su libertad.
    Mara, hija de dos ganadores del juego, ha crecido en libertad y es una adolescente feliz, hasta que al senor de los vampiros se le ocurre arrebatarle la libertad y hacerla que participe en el juego cuando alcance los 18 anos.
    La joven se muestra decidida a ganar ese juego mortal para reunirse con sus padres y volver a ser libre. Para ello tendra que escapar de los segadores, vampiros cazadores, entre los que se encuentra Caleb. Solo una cosa escapara al control de Mara y Caleb: la atraccion que sienten al verse.
    Victima y verdugo caen en las redes de un juego amoroso que se mezclara con las reglas de otro juego aun mas importante:
    la supervivencia.
    ?Que es mas valioso el amor o tu libertad?

  • Los angeles no tienen helices de Mercedes Alonso

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    ?Recuerdas ese momento en el que tu vida dio un giro de ciento ochenta grados? Olivia jamas podra olvidarlo pues, en su caso, como en el de otras muchas personas de carne y hueso, no fue una de esas etapas facilonas en las que solo falta la musica de unos magistrales violines para endulzar el gran momento.

  • Estados Unidos de Japon de Peter Tieryas

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    La deslumbrante novela que el Financial Times recomendo como una de sus lecturas de verano de 2016.

  • El dedo de Dios de Mario Escobar

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    Veracruz, Mexico. Hercules Guzman Fox, uno de los investigadores mas importantes del mundo, tiene que resolver la extrana muerte de un senador norteamericano en el barco en el que viajan hacia los Estados Unidos. Durante la travesia descubrira que los culpables son un extrano grupo que se creia desaparecido hacia siglos. Las pistas de una antigua reliquia lo llevaran, junto a George Lincoln y Alicia Mantorella, sus inseparables amigos, a Washington, donde se encuentra la clave de un asombroso misterio, asociado a uno de los objetos mas poderosos de la historia. El escritor Jack London y un joven Franklin D. Roosevelt los ayudaran a descubrir el enigma que se oculta en las entranas de la ciudad y que se remonta al descubrimiento de America. Un grupo masonico lo intentara impedir.

  • Intimo sendero de magia (Serie Rohard 2), Rita Morrigan de Rita Morrigan

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  • Mariposas en tu estomago (Quinta entrega) de Natalie Convers

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    No hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.

  • Damon de Gloria Vilarino

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    En este baile de mascaras, manipulacion y amor, todos los participes danzan como marionetas en un teatrillo unidos por el hilo del destino que los entrelaza, donde los actos que cada uno de ellos ejecuta tienen consecuencias imprevisibles en la vida de los demas, pues a veces, nuestros errores crean demonios; demonios capaces de perseguirnos incluso mas alla de la muerte.
    Descubrir ese yo que reside en lo mas profundo de cada uno de nosotros, donde sin ataduras sociales o morales sabemos quien y que somos, sin esa careta que esconde nuestro verdadero ser es lo verdaderamente complejo, y es que la maldad usa muchas mascaras y la mas peligrosa es, sin duda, con la que se viste el demonio.

  • El gen viajero, Silvia Carrandi de Silvia Carrandi

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  • Ser Rojo de Javier Arguello

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    Todos los libros tienen una historia. No la que cuentan sus paginas, sino la del propio libro. El dia en que fue comprado, el sitio en que lo leimos, la epoca de la vida en que eso ocurrio. A veces un libro se relaciona con un viaje y recordamos los paisajes y las personas con las que compartimos el tiempo que duro su lectura. Si llega a ser uno de los importantes, a lo mejor pasa a decorar el frente de nuestras estanterias. Ve pasar los anos, las mudanzas, el crecimiento de nuestros hijos. Si se lo preguntaran, un libro podria contar la vida de una persona. O al menos una parte de ella. Segun el contenido de sus paginas puede haber dejado en nuestra memoria el dibujo de unos personajes que se mezclan con las personas que hemos conocido, o ideas o puntos de vista que cambiaron nuestra forma de ver el mundo. Por esa razon un libro puede ser algo peligroso, un objeto con el que no queremos que se nos relacione por lo que implica haberse visto expuesto a su contenido. Por el solo hecho de poseerlo uno puede estar bajo sospecha. En segun que epocas y en segun que lugares, la gente tuvo que deshacerse de sus libros como quien se deshace de una prueba que lo relaciona con un crimen. En segun que epocas y en segun que lugares, este libro que tiene usted en sus manos podria convertirse en su sentencia de muerte. Esta historia empieza con un hombre y con un libro. Sentado en la vereda de una calle cualquiera, el hombre ojea el libro que se acaba de encontrar y no piensa en su contenido, sino en sus propietarios. ?A quien habra pertenecido? Por el tema del que trata bien pudo haber sido de un sociologo, como el. O de un estudiante de sociologia. Uno de esos estudiantes a los que el mismo daba clase hasta hacia apenas tres dias, y que habia llegado a Santiago de Chile a hacer un posgrado en sociologia politica y a participar del momento que se estaba viviendo. Por primera vez en la historia un gobierno marxista habia alcanzado el poder mediante elecciones libres, y desde todo el continente habian llegado jovenes de izquierda para participar, para colaborar. Y habian empezado las reformas. En el campo y en la ciudad. El presidente electo pensaba que habia que ir poco a poco, pero sus aliados no querian dejar pasar la oportunidad. Creian que un avance tibio podia debilitar el objetivo y terminar frenando las transformaciones profundas a las que habian sido llamados. El momento habia llegado y habia que ser valiente, con todos los riesgos que eso supusiera. Finalmente se impuso una unica realidad. El presidente fue muerto durante el golpe militar comandado por el ejercito. <>, decia uno de los comunicados que la radio transmitia una y otra vez. Y el hombre es extranjero. Y en algun momento milito en las filas del partido comunista. Claro que eso fue en su pais y hace mucho tiempo. ?Tendrian manera de saberlo? Tampoco importa demasiado. La institucion en la que trabaja fue tildada de <> por el gobierno de facto. Con eso basta. Afortunadamente, al tratarse de un organismo internacional, le dieron una patente para su coche que asi lo atestigua. En realidad no tiene ninguna oficialidad, pero a los ojos de la policia y de los soldados se confunde con las del cuerpo diplomatico. Por eso el puede circular por las calles en horas en las que todos estan encerrados en sus casas. Por eso paso los ultimos tres dias llevando gente a las embajadas para que, desde alli, intentaran abandonar el pais. Las fronteras estan cerradas, los aeropuertos vacios y las carceles llenas. Tan llenas que habilitaron estadios de futbol como centros de detencion. Cientos de detenidos, la mayoria de los cuales ya no saldra de ahi. Pero eso el hombre a esa altura no lo sabe. Si sabe que tiene que sacar a los que pueda. Amigos, companeros y muchos desconocidos que de algun modo lo han contactado. Al principio tiene miedo. No se niega, pero tiene miedo. Despues de los primeros viajes el miedo se va adormeciendo y lleva a todos los que puede. No los puede dejar en la puerta porque las embajadas estan vigiladas. Debe dejarlos a media cuadra para que lleguen caminando, como quien no quiere la cosa, y que en una distraccion o un descuido se metan para adentro. El hombre los deja a media cuadra y celebra cuando los ve entrar. Algunas embajadas estan tan llenas que solo hay sitio para estar de pie. Nadie se puede sentar, mucho menos recostarse. El hombre celebra cuando los ve entrar, pero no todos tienen tanta suerte. A veces los interceptan por el camino. El hombre traga saliva y va a buscar a los siguientes. Ya han pasado las primeras horas y la actividad empieza a decaer. Los que han podido salir, salieron. Los que no lo consiguieron ya han sido detenidos. Y la gran mayoria espera en sus casas. ?A que? Nadie sabe. Nadie sabe lo que va a venir. Como medida preventiva algunos se han deshecho de sus libros. Se han deshecho de sus libros sacandolos a la calle. En las esquinas, en las veredas, solitarias pilas de libros esperan a nadie. Al camion de la basura. A la lluvia que lave sus paginas. El hombre esta cansado -lleva tres noches en vela- pero sabe que no va a dormir. Con su patente de organismo internacional recorre las calles y se detiene frente a esas pilas de libros. Se baja, se sienta en el cordon y se pone a revisar. No tiene ninguna prisa. Separa algunos, deja otros. Luego sigue a la calle siguiente. ?Una conjura? ?Una terapia? Lo cierto es que las cosas no siempre tienen un sentido claro. Desde aqui podemos vernos tentados a asignarle significados poeticos o macabros. El hombre simplemente sabe que no va a dormir, y antes de irse a su casa a llorar junto a su mujer y sus hijos, a esperar con un miedo acido a que llamen a su puerta, decide dedicarse a mirar libros en una ciudad desierta en la que cada tanto se escucha la sirena de una patrulla y en la que ni los perros se atreven a ladrar. Es septiembre en Santiago de Chile y las calles estan vacias. El ano es 1973 y el hombre es mi papa.

  • Cuentos de buenas noches para ninas rebeldes de Elena Favilli , Francesca Cavallo

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    Habia una vez una princesa… ?una princesa? !?Que?! Habia una vez nina que queria llegar hasta Marte. Erase una vez una mujer que se convirtio en una de las mejores tenistas del mundo y otra que descubrio como se da la metamorfosis de las mariposas.

  • La habitacion en llamas, Michael Connelly de Michael Connelly

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    No hay muchas victimas que mueran una decada despues de que se cometa el crimen. Asi pues, cuando un hombre fallece por las complicaciones derivadas de un balazo recibido diez anos antes, a Harry Bosch le corresponde un caso en el que el cuerpo todavia esta fresco pero apenas hay ninguna otra pista. Incluso para un policia veterano seria un caso complicado. Y la nueva companera de Bosch en el Departamento de Policia de Los Angeles, la detective Lucia Soto, no tiene ninguna experiencia en homicidios. A Bosch y a Soto se les encarga resolver un caso que resulta tener alta tension e implicaciones politicas. Empezando por la bala que ha permanecido alojada durante anos en la columna vertebral de la victima, los detectives deben conseguir nuevas pistas a partir de pruebas reunidas anos atras, y estas pronto revelan que el disparo no tuvo nada de aleatorio. Cuando la investigacion gana velocidad, conduce a otro caso sin resolver en el que todavia hay mas en juego: las muertes de varios ninos en un incendio ocurrido veinte anos atras. Pero cuando su trabajo empieza a amenazar carreras y vidas, Bosch y Soto deben decidir si vale la pena arriesgarlo todo para encontrar la verdad o si es mas seguro dejar que algunos secretos permanezcan enterrados.

  • Rojo Carmin de Alan D. D

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    Se mueren por vivir de nuevo.

  • Suenos de trenes de Denis Johnson

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    En el verano de 1917 Robert Grainier participo en el intento de matar a un jornalero chino al que habian pillado robando, o al menos lo acusaban de haber robado, en los almacenes de la compania ferroviaria Spokane International, en el corredor septentrional de Idaho. Tres empleados del ferrocarril sujetaron bien fuerte al ladron y lo arrastraron por el largo terraplen que llevaba al puente que se estaba construyendo dieciseis metros por encima del rio Moyea. El chino emitia voluminosas rafagas de una rapida cantinela. Se bamboleaba y se retorcia como una comadreja metida en un saco, golpeando hacia atras con el puno que le quedaba libre al hombre que lo iba arrastrando por el cuello. Cuando el grupo paso frente a el, Grainier, viendolos en apuros, fue a prestarles su ayuda y se encontro a si mismo agarrando al culpable por un pie descalzo. El hombre que caminaba por delante de el, el senor Sears de la direccion de la Spokane International, llevaba agarrado casi inutilmente al prisionero por el sobaco y era el unico de todos, ademas del ininteligible chino, que iba hablando mientras todos se las veian y se las deseaban. --!Muchachos, no tengo ni punetera idea de como vamos a hacer esto! ?Acaso lo tenemos que llevar hasta alli?, tuvo ganas de preguntar Grainier, pero le parecio mejor guardarse el aliento para el forcejeo. A Sears se le escapo la risa, con la cara palida de fatiga y horror. Todos se desplomaron en el polvo, se levantaron y volvieron a caer, con el chino hablando en jerigonza y aterrandolos a los cuatro hasta el punto de que ya daba igual lo que hubieran tenido en mente inicialmente, ahora si que era hombre muerto. Ya no les quedaba mas opcion que tirarlo desde el puente de caballete. Alcanzaron al resto, una cuadrilla de una docena de hombres que estaban descansando al sol, apoyados en sus herramientas, secandose el sudor y contemplando el espectaculo. Grainier aferraba convulsamente el pie calloso del chino, asombrandose de si mismo, cuando el hombre que llevaba el otro pie lo solto, se sento jadeando en el suelo de tierra y recibio una patada en el ojo antes de que Grainier pudiera sujetar la pierna que ahora pataleaba libre. --Ha sido una broma. Una broma --dijo el hombre sentado en la tierra, y al aliado que tenia alli le dijo--: Venga ya, Jel Toomis, dejemoslo correr. --No lo puedo soltar --dijo aquel tal senor Toomis--. !Soy el que lo tiene agarrado del cuello! Y se rio mientras una rafaga de confusion le cruzaba el rostro. --!Yo lo tengo bien cogido! --dijo Grainier, agarrando con mas fuerza en sus brazos los dos pies del pequeno demonio--. !Lo tengo yo, al cabron, y yo me encargo! El grupo de verdugos llego a la mitad del ultimo tramo de puente completado, veinte metros por encima de los rapidos, y se puso al limite de sus fuerzas para tirar al chino al vacio. Pero el pudo con ellos, se dedico a aferrarse a sus brazos y piernas y a lloriquear en su jerigonza hasta que de pronto se solto y se agarro con un brazo a la viga que tenia debajo. Se quito de encima con facilidad a sus captores, que de todas maneras ya se estaban intentando deshacer de el, y salto al otro costado, suspendido sobre el abismo y descolgandose con una mano detras de la otra por la silueta esqueletica del tramo siguiente, pasando por encima del rio. El companero del senor Toomis corrio hasta alli, haciendo equilibrios sobre una viga y pisoteandole los dedos al tipo. El chino se fue descolgando de una viga a la siguiente, como si fuera un artista de circo, descendiendo por la estructura de barras entrecruzadas. Un par de trabajadores de la cuadrilla vitorearon su fuga, mientras que otros, aunque no tenian ni idea de por que lo estaban persiguiendo, gritaron que habia que detener al villano. El senor Sears se saco de la funda que llevaba al cinto un viejo y enorme revolver de polvora negra de cuatro balas y disparo las cuatro, sin resultado. Para entonces el chino ya se habia esfumado. En el camino de regreso a casa despues de aquel incidente, Grainier se desvio tres kilometros hasta la tienda que habia en el poblado ferroviario de Meadow Creek para comprarle una botella de zarzaparrilla Hood's a su mujer, Gladys, y a su hija pequena, Kate. La subida por la colina y a traves del bosque en direccion a su cabana lo dejo acalorado, y antes de recorrer el ultimo kilometro se detuvo a banarse en el rio, el Moyea, en una poza honda que habia rio arriba del poblado. Era sabado por la noche, y a modo de preparacion para la velada un grupo de trabajadores ferroviarios de Meadow Creek se habian congregado en la poza para banarse con la ropa puesta y secarse sentados en las rocas antes de que cayera la oscuridad en el canon. Los hombres dejaban a un lado los zapatos y las botas y se sumergian lentamente hasta los hombros, ahogando exclamaciones y salpicandose. Muchos de ellos ya daban sorbos de whisky de sus petacas mientras permanecian sentados temblando despues de sus abluciones. Aqui y alli asomaba de la superficie algun brazo que agarraba con la mano un sombrero maltrecho, senal de que alguien se estaba mojando la cabeza. Grainier no reconocio a nadie y se quedo solo a un lado, vigilando de cerca sus botas y su botella de zarzaparrilla. Mientras caminaba de regreso a casa bajo la oscuridad creciente, Grainier tuvo la sensacion de que se iba topando con el chino por todas partes. El chino en el camino. El chino en el bosque. El chino caminando con pasos suaves, con las manos colgandole de unos brazos que parecian sogas. El chino saliendo con movimientos danzarines del arroyo, como si fuera una arana. Le dio la Hood's a Gladys. Ella se incorporo hasta sentarse en la cama situada junto a la estufa donde estaba convaleciente de eczema y dando de mamar al bebe. Podria haber hecho acopio de fuerzas y haberse ocupado de la colada y de cortar las patatas y la trucha para la cena, pero siempre que a su mujer le dolia la cabeza o se le taponaba la nariz tenian la costumbre de dejarla que se tumbara con una botella o dos del dulce tonico de Hood's y se tomara un descanso de aquellas tareas. A la bebe de Grainier tambien se la veia afectada por el eczema. Tenia los ojos pegajosos de leganas y le colgaban burbujas de mucosidad de los orificios nasales mientras mamaba y roncaba pegada al pecho de su madre. Kate tenia cuatro meses y seguia siendo completamente calva. No parecia reconocer a su padre. Su ligera enfermedad no le doleria, siempre y cuando no le derivara en tos. Grainier se quedo de pie junto a la mesa de la unica habitacion de la cabana, preocupado. Estaba seguro de que el chino les habia lanzado una poderosa maldicion mientras ellos lo arrastraban, y que eso podia tener toda clase de consecuencias negativas. Aunque asombrado ahora por el frenesi de la tarde, y perplejo por su violencia y por como esta lo habia arrastrado como una semilla al viento, el joven Grainier seguia deseando no haberse refrenado y haber matado al chino antes de que este los maldijera. Se sento en el borde de la cama. --Gracias, Bob --le dijo su mujer. --?Te gusta tu zarzaparrilla? --Si, ya lo creo, Bob. --?Tu crees que la pequena Kate puede notar el sabor en tu teta? --Pues claro que si. Muchas noches oian el tren de la Spokane International que subia al norte, a su paso por Meadow Creek, tres kilometros valle abajo. Esta noche su silbido lejano desperto a Grainier, que se encontro solo en el camastro de paja. Gladys estaba levantada con Kate, sentada en el banco que habia junto a la estufa, desprendiendo restos frios de avena de los costados del cazo y dejando que el bebe chupara aquellas gachas de la punta de su dedo. --?Cuanto crees que sabe la nina, Gladys? ?Tanto como un cachorro, tu crees? --Los cachorros pueden vivir solos despues de que la perra los destete --dijo Gladys. Grainier espero a que ella le explicara que queria decir. Le pasaba a menudo que su mujer pensaba mas deprisa que el. --Una cria de hombre no puede hacer eso --le dijo ella--, irse a vivir por su cuenta cuando lo destetan. El cachorro sabe mas que el bebe hasta que el bebe aprende las palabras. Y me refiero a mas que unas cuantas. Un perro criado en casa tambien conoce unas cuantas palabras, tantas como un bebe. --?Cuantas palabras, Gladys? --Pues bueno --dijo ella--, sabe como se dicen las cosas que sabe hacer y las que tu le mandas que haga. --Dime algunas de esas palabras, Glad. Estaba oscuro y el queria seguir oyendo la voz de ella. --Pues <> y <> y <> y <> y <>. El perro sabe como se dice todo lo que el sabe hacer. En la oscuridad sintio que la mirada de su hija se volvia hacia el como la de una bestia arrinconada. No era mas que un engano de su imaginacion, pero le derramo algo frio en el espinazo. Se estremecio y se tapo con la colcha hasta el cuello. Robert Grainier ya no olvidaria aquel momento exacto de aquella noche durante el resto de su vida.

  • Los diamantes no brillan como tu de Chus Nevado

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    Maia se colo con sigilo por la puerta entreabierta y la cerro despacio, evitando cualquier ruido que revelara su incursion nocturna al resto de ocupantes de la casa. Despues mantuvo su mano varios segundos sobre el picaporte, como si quisiera aplazar el momento de la verdad lo maximo posible. En realidad, hasta esa noche habia acariciado la secreta esperanza de que todo fuera solo un mal sueno, pero para su pesar descubrio que los deseos, por mucho que se anhelaran, no siempre llegaban a cumplirse. Aunque las visitas a ese cuarto se habian sucedido con frecuencia durante los ultimos meses, era la primera vez que entraba alli con la desazon oprimiendole el pecho. Y quizas tambien la ultima. Aquello supondria un antes y un despues, porque estaba convencida de que a partir de entonces ya nada seria igual. Reticente, solto el pomo, y al tiempo que el brazo caia con desidia en el aire, un quedo suspiro de resignacion broto de sus labios. <>, penso, insuflandose unos inexistentes animos para afrontar lo inevitable. Dejo la puerta atras y avanzo hacia el fondo de la estancia mientras desataba el nudo de su bata con dedos temblorosos. La prenda se deslizo lentamente sobre los hombros, rasgando el silencio con el sutil roce de la tela al caer olvidada a sus pies. La nivea piel de su gloriosa desnudez refulgio en la penumbra de la habitacion, iluminada tan solo por los destellos velados de la luz de las farolas que se filtraban a traves las cortinas. Sintio que el vello se le erizaba, pero no fue por frio sino de anticipacion. Antes de llegar a los pies de la cama, unas fuertes manos se aferraron a su cintura y la obligaron a detenerse. Expectante, contuvo el aliento. Uno de sus mechones rubios se mecio sobre su mejilla con la calida brisa de una respiracion profunda, muy proxima a su oido. Los ardientes labios se posaron en su sien y, tras un beso fugaz, recorrieron con enervante calma la linea del cuero cabelludo hasta llegar a la parte posterior del cuello, haciendola vibrar de deseo. --?Por que has tardado tanto? Me estaba volviendo loco pensando que al final no vendrias. --?Como no iba a venir? Solo estaba esperando a que todos se durmieran. --Aquello era mentira; en realidad, habia estado llorando durante largo rato en la soledad de su habitacion hasta que no le quedaron mas lagrimas que derramar, pero no queria que el lo supiera--. Pero ya estoy aqui... Intento volverse, pero el la afianzo a su torso con los antebrazos cruzados a la altura del vientre. El cuerpo masculino mostraba ya claros signos de excitacion, evidentes contra la zona inferior de su espalda, asi que echo la cabeza hacia atras para apoyarse en el y se dejo llevar. Al notar su absoluta rendicion, las manos que la apresaban se relajaron e iniciaron un lento ascenso que culmino en el nacimiento de los senos. Las palmas sopesaron su tamano y maleabilidad con un movimiento circular, mientras las yemas tanteaban el delicado contorno de las areolas. La reaccion fue casi instantanea: la tersa piel se fruncio y los pezones se convirtieron en dos duros botones, revelando asi su satisfaccion por la atencion a la que estaban siendo sometidos. Maia alzo los brazos hasta alcanzar la espesa cabellera castana y enrosco los rizos entre sus dedos, aplicando el mismo ritmo que el transmitia a los suyos para darle placer. --Como te voy a echar de menos --musito el, acercando la boca al hueco de su clavicula para aspirar su aroma--. Me va a costar tanto decirte ad... --No lo digas, por favor. No lo digas --le corto, colocando el indice sobre sus labios para hacerle callar--. Esto me esta matando, saber que en pocas horas tendremos que despedirnos me supera, asi que al menos deja que me lleve un buen recuerdo de esta noche. Hazme olvidar por un rato lo que esta a punto de suceder, porque a partir de manana no podre pensar en nada mas. A pesar de su juventud, Maia ya sabia lo que era el amor y los sufrimientos que conllevaba. Su primer amor, aunque tambien el definitivo. Lo queria tanto... Ambos se habian enamorado como locos sin poder evitarlo, y juntos habian aprendido todo lo que desconocian de ese gran sentimiento, descubriendo poco a poco las delicias del sexo. Estaban hechos el uno para el otro... y ahora el destino los separaba, aunque fuera tan solo por una temporada. No sabia como podria soportarlo, aquel ano se le iba a hacer eterno. Se intercambiaron infinitas caricias hasta que la pasion los arrollo. Sobre la confortable moqueta, aquella que habia sido testigo mudo de la mayoria de sus encuentros furtivos, hicieron el amor con toda la fogosidad, el ansia y la desesperacion que implicaba ese ultimo encuentro. La ternura con la que el se interno en ella se mezclo con la codicia que Maia demostro al acogerlo, y unidos por un unico sentimiento, exteriorizaron en ese acto carnal lo que sus corazones clamaban al unisono. Cuando Maia llego al climax, a aquel punto sin retorno en el cual todos sus pensamientos se diluyeron en uno solo, el unico momento en el que consiguio olvidar por un instante la incertidumbre que la atenazaba, tuvo que clavarse las unas entre las palmas e invadir la boca de su amante para contener la exclamacion de extasis que broto de su garganta. Mientras se convulsionaba, el la abrazo con fuerza y abrio las compuertas a su propia liberacion. Una ironia, ya que esa ultima liberacion significaba tambien el principio de su tortura. Permanecieron asi durante horas, despiertos pero evitando moverse para no romper el fragil hilo que los mantenia unidos. Con la llegada del alba ese hilo se rompio, y la tristeza embargo a Maia al darle un ultimo beso de despedida. --Prometeme que mantendremos el contacto hasta que regreses --le imploro entre sollozos. --Te lo prometo. --El le retiro las lagrimas que cubrian sus mejillas con la yema de los pulgares y la acuno en su pecho--. Dentro de un ano volvere y ya no nos separaremos nunca mas. Capitulo 1 Siete anos despues Maia avanzaba a buen paso por los caminos serpenteantes de las inmediaciones del lago. A pesar de que el complejo verde disponia de una pista de atletismo en el lado noroeste, ella preferia recorrer las zonas mas reconditas, aquellas en las que podia entrar en contacto directo con la naturaleza. El parque Battersea contaba con una gran variedad de especies arboreas, que abarcaban tanto la flora autoctona como ejemplares exoticos traidos a lo largo de decadas desde diferentes partes del mundo. Correr a traves de los senderos rodeada de vegetacion y disfrutar de las vistas que proporcionaba el paseo circundante al estanque se habia convertido en su ritual diario, ritual al que jamas renunciaba ya hiciese viento, nevara o lloviese a cantaros; pero en un dia como aquel, una soleada manana primaveral de finales de mayo donde los colores brillaban por doquier, la experiencia resultaba sencillamente idilica. Tras unos minutos mas de carrera continua, aminoro el ritmo hasta alcanzar una marcha ligera y giro la cabeza hacia su companero de fatigas. --Vamos, Dante. No me digas que estas cansado. --Torcio el gesto al verlo con la lengua fuera y la respiracion entrecortada--. Voy a tener que ponerte a dieta, carino.

  • Los crimenes del Artico de Mads Peder Nordbo

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    En Groenlandia, una serie de asesinatos conmociona a la pequena comunidad de Nuuk, la capital de la gelida isla. Matthew Cave, un joven periodista del periodico local, es enviado a cubrir el descubrimiento de lo que parece ser un fosil de la epoca vikinga. Pero el caos se desata cuando la momia desaparece y el policia encargado de protegerla durante la noche es brutalmente asesinado.

  • La nueva formula del trabajo de Laszlo Bock

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    El vicepresidente senior de gestion de personas de Google revela por primera vez una formula de trabajo que se ha convertido en leyenda global.

  • El granizo, Mariel Ruggieri de Mariel Ruggieri

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    El cancer le quito muchas cosas a Victoria, pero tambien le dio tanto. Le brindo la oportunidad de descubrir su femineidad dormida y una intensa pasion, que derribo sus tabues y sus miedos mas arraigados.
    En Punta del Diablo, un pequeno pueblo de pescadores en la costa atlantica uruguaya, su inesperado retiro espiritual le pone en el camino a Renzo, un hombre diez anos menor que tambien esta experimentando su propio drama existencial.
    La chispa que se produce ni bien se conocen los lleva directo a la cama. Victoria no esta preparada para aceptar que ese parentesis en su vida signifique algo mas, por lo que que huye de El Granizo sin mirar atras.
    Pero el destino tiene otros planes y cuando se reencuentran tiempo despues trabajando en Buenos Aires, no pueden evitar sucumbir nuevamente al deseo. ?Lograra Victoria vencer los obstaculos que la separan de Renzo? ?Podra obtener el equilibrio necesario para conciliar su pasado, con un futuro junto a el?
    Una historia de amor diferente, donde la perfeccion de lo imperfecto toma protagonismo, y abre el camino de la felicidad.

  • Snap de Belinda Bauer

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    <>, dijo su madre antes de desaparecer carretera arriba en busca de ayuda. <>. Jack, de once anos, y sus dos hermanas pequenas se quedan dentro de un coche averiado y asfixiante, peleandose, lloriqueando y jugando a ‘Veo veo’ mientras esperan a su madre. Pero, aunque salen a buscarla, esta no vuelve. Y despues de ese dia de verano largo y caluroso, ya nada sera igual.
    Tres anos despues, al otro lado de la ciudad, una mujer llamada Catherine While se despierta y encuentra una navaja junto a su cama con una nota que dice: <>. Aunque la policia esta buscando a un misterioso ladron al que llaman Ricitos de Oro por su costumbre de dormir en las camas de las casas en las que roba, Catherine no le ve sentido a avisarla o a preocupar a su marido.
    Mientras tanto, a sus quince anos, Jack sigue a cargo de sus hermanas. Su padre ha desaparecido, y el se ocupa de alimentarlas y de que nadie sepa que estan solos en casa. Y, cuando accidentalmente descubre la misteriosa navaja, es posible que este a punto de averiguar quien mato a su madre.
    Pero la verdad puede ser peligrosa…

  • Segundas oportunidades (VICTORIA 3) de Mia Ferrer

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    SEGUNDAS OPORTUNIDADES es un libro en que los sentimientos, la pasion y la lujuria, le daran mas de una oportunidad a sus personajes para sentir todas aquellas intensas emociones necesarias para volver a creer en el amor.
    ?Se puede volver a amar despues de fuertes decepciones?

  • Te vi y te ame por el simple hecho de ser de Mina C. Hubeck

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    – Pero si eran felices.
    – Eran.
    – ?Que paso?
    – La felicidad es tortura cuando el amor es de tres.

  • Rendida a mi guardaespaldas de Olivia Triss

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    Extendi suavemente la mano izquierda sobre el borde de la mesa, estaba agotada. Mi cabeza daba vueltas y no habia podido concentrarme en todo el dia. El dolor de cabeza habia sido insoportable desde que desperte de esa asquerosa pesadilla, la misma que tenia desde hacia dos anos. Suspire en cuanto pude recobrar por completo la cordura. Y mas aun cuando Lu me abrazo por el cuello. Le mire por el hombro y le sonrei. -- ?Dime que no estaras todo lo que resta del descanso aqui? --Pregunto sentandose a un lado -- Se supone que es hora de tomar un descanso, no de estar sufriendo. Quiza tenia razon, es decir, el dia estaba increible, el jardin que estaba en medio de la cafeteria y el aparcamiento de la escuela era amado por todos, nos facilitaba llegar a todos lados sin caminar demasiado. Asi que Lucia tenia razon. --Lo se, pero estaba pensando en los examenes finales. --menti. Lu hizo la cabeza a un lado y con una sonrisa lastimera masajeo mi hombro y reprimi un suspiro. --Dime que es lo que paso ?Quien te apago la sonrisa, Jesica? Sus ojos verdes me miraron intensamente y ya no pude contener el aire en la garganta y suspire lentamente, mire hacia el suelo antes de volver a ella , tratando de relajarme. --Todo esta en orden. Solo que estoy cansada. Ella asintio en respuesta lo cual me habia tomado desprevenida, lo normal seria que comenzara a armar su propia hipotesis pero ni siquiera se quejo. Daba gracias que la hora de la salida estuviera cerca, era mi parte favorita. Habia llegado a clases esa manana por obligacion y no por gusto, asi que la salida era buena para mi. Teniamos la fortuna de que el descanso se cambiara para la hora de salida. Asi que todos ibamos a casa llenos de comida y no habia la necesidad que mi padre me obligara a comer. --Sabes, deberiamos de salir, debes distraerte --Dijo Lucia mientras caminabamos al aparcamiento. -- Yo se que tu padre esta un poco asustado por lo que paso y no quiere que te expongas, pero quiero que te diviertas. Pero tampoco quiero convencerte porque se que si el se entera, podria ponerte seguridad las veinticuatro horas. --Arrugue la nariz y suspire rendida ante sus propias palabras. Lo habia olvidado. No pense que James lo dijera enserio. Mordi mi mejilla, sabia que Lucia le tenia miedo a mi padre, como la mayoria de la escuela ,asi que nunca se habia atrevido a pedirle permiso. Sonrei para mis adentros al recordar lo que dijo Lucia: ”Quiero que te diviertas”… si ella supiera que me escapaba todos los dias a partir de las ocho y no regresaba hasta las doce. Supongo que se le caeria la boca al suelo. Mis pasos por sorpresa, fueron lo suficientemente rapidos para llevarle a Lu un poco de ventaja, miraba mi telefono con atencion, mientras ella comenzaba a enviarme un archivo para la tarea de este lunes. No se que tanto pude haberme adelantado por que la voz de Lucia se penetro con el entorpecedor sonido de un claxon, suspire de golpe y mire al frente. Mi cabeza se enfrio en cuanto vi el coche de mi padre a centimetros de mi cuerpo. Puse mis manos en defensa y me quede paralizada tratando de recobrar la cordura cuando la puerta del coche se abrio lentamente. --Senorita Bracco. -- escuche decir a una voz gruesa. Mi corazon se quedo estancado en mi pecho, como si hubiera recibido una punalada en el estomago. El era demasiado guapo para estar aqui. Sus labios eran tan carnosos, tan bien definidos tanto superior como inferior. Su piel de un tono canela palido irresistible que dejaba resaltarse. Su cabello negro como el carbon y sus ojos, joder sus ojos eran tan preciosos y con unas pestanas de magnitud imposible. Era mas que obvio que no era de aqui. Suspire recobrando la cordura. -- ?Quien es usted?--susurre. El me miro atentamente con el rostro apacible. Segundos despues bajo la mirada al suelo en reverencia. --?No va a decirme nada?--suspire lentamente encontrando las palabras y el valor, que por sorpresa comenzaba a crecer. --?Soy tan fea para que no me mires?. La comisura de su labio inferior se elevo lentamente a lo que parecia ser una sonrisa. Suspiro y levanto la mirada. Mi corazon se detuvo con un pequeno toquecito electrico, otra vez. --El senor Bracco me pidio que la llevara a casa, soy su guardaespaldas personal. Volvio a hablar de manera educada, cortante y precisa, volviendo a apartar su mirada de la mia. Mire de reojo a Lucia que lo miraba de pies a cabeza como corderito en primavera. --Solo ve al coche, ahora voy. --logre decir avergonzada. Agradecia tanto que el aparcamiento no estuviera lleno porque si las pocas miradas me intimidaban no podia ni imaginar que toda la escuela hubiera visto esta escena. El suspiro. --La espero, yo llevare la mochila. --se inclino hacia delante y quito mi mochila de mi hombro. Extendio su mano derecha al frente indicando el camino. Nunca pense que James fuera capaz de hacer eso. Ni siquiera me dio tiempo de asimilar que ese momento llegaria. Me di la vuelta un poco para sonreir a Lucia con dificultad y agite la mano en forma de despida. Ella asintio y sonrio de oreja a oreja formando con su mano un telefono. Trate de guardar el telefono mientras caminaba detras de el, mordi mi labio esperando que esto pasara desapercibido para Lucia el Lunes, pero sabiendo como era mi amiga no podria evitarlo. *** Habia estado en silencio desde que el puso el coche en marcha, no habia pronunciado ninguna palabra. Y ni siquiera habia tenido el valor de mirarme. Empece a juguetear con mis dedos sin apartar la vista de mis pies. Comenzaba a pensar que mi cara era el problema. --Lamento haberla incomodado, pero es mi trabajo y perdon por casi arrollarla. Suspire escuchando su profunda voz tambalear en mis oidos. Me habia tomado desprevenida, aprete mis labios en una ligera linea y le mire en el espejo retrovisor. --No te quiero conmigo. No se que paso cuando te contrataron pero no estes confiado de tu trabajo. Hare que te despidan, no te acostumbres. El asintio en respuesta otra vez aun con su vista al frente. Por un segundo me senti culpable por ser tan grosera, pero por otro lado sentir la presencia de alguien mas a mi lado complicaria las cosas, no seria libre. Tenia que asegurarme que el desapareciera de mi vida. Pasaron los veinte minutos de silencio mas incomodos desde nuestro encuentro. Y solo habia alzado la voz para avisar de nuestra llegada a casa. La puerta trasera de la casa se abrio lentamente para que el coche entrara, suspire al darme cuenta que la casa tenia el mismo semblante blanco y triste. Una casa de campo bonita pero triste. Ahora que lo pienso desde que mi madre murio, nadie habia re decorado. Seguia tal y como estaba; el jardin aun le daba un poco de color, la parte trasera era mejor que la principal ya que aqui no habia nadie de seguridad asi que podia salir desapercibida. El coche se detuvo al igual que mis pensamientos. --Llegamos-- Escuche como saco el aire por la nariz. Me miro de nuevo por el espejo retrovisor y salio del coche. Lo segui con la mirada hasta que abrio la puerta trasera. Sali como tonta del coche y le mire de nuevo. --No se por que mi papa te contrato, pero no te necesito. Deberias buscarte algo mas emocionante porque cuidar a una chica tan patetica es aburrido. El volvio a suspirar y me miro. --Voy a cuidarla, usted es valiosa para su padre y lo es ahora para mi. --Aprete mis labios en una ligera linea, mi corazon se apreto con fuerza en cuanto su mirada sacudio mi cabeza. Tenia que evitar mirarlo a los ojos porque estaba segura que me perderia y no deseaba hacerlo. Di un paso hacia atras bajando la mirada y me di la vuelta para pasar a un lado suyo sin prestarle atencion. Si lo miraba de nuevo estaba segura que el corazon se me saldria del pecho. *** Tomas Carletti Cuatro meses antes --Esto esta yendo demasiado lejos, Tomas. Le seguia viendo por el rabillo del ojo mientras mi mirada se mantenia en el suelo. El no tenia ni idea de lo que estaba diciendo. --Ellos comenzaron--gruni. Logan suspiro de golpe y cruzo sus brazos bajo su pecho. --Escucha Tomas, yo no confio en el, porque el trabajo sucio no lo hacen sus empleados, nosotros somos su familia. Tu siempre debes hacerlo todo. --Porque eres cobarde y huyes. Es por eso que yo sigo haciendo tu trabajo bastardo. --Le conteste con calma y le mire-- Debes tener calma, nuestra familia es una mierda asi que no esperes compasion. La puerta de la entrada se escucho con un chirrido brusco. Segundos despues el “Senor” Carletti camino lentamente por el vestibulo sin apartar su vista de nosotros hasta sentarse en uno de los sofas de la sala. --Me da gusto que sean puntuales. --Su voz era ronca, insoportable y asquerosa. Daba gracias que no fuera la primera vez que la escuchaba porque no seria facil acostumbrarme. --Tio, no crees que es tarde para esto, Tomas acaba de matar a dos personas hoy. Escuche a Logan que intentaba bromear, algo que no le quedaba bien. No era gracioso. --Escuchen con atencion-- dijo mi tio, ignorando a Logan. Me miro y suspiro profundamente. -- Hemos esperado esto por mucho tiempo, toda la familia Carletti lo ha esperado. Asi que esto es la batalla final, no pueden decepcionarme.

  • Indivisa manent (Versos, canciones y trocitos de carne) de Cesar Perez Gellida

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  • Benjamin en Capri de Lorenzo Silva

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    En el decimo volumen de la serie Vidas.zip, Lorenzo Silva vuelve a presentar su particular vision de la actualidad en forma de cuentos cortos, a menudo narrados desde el punto de vista de los protagonistas de las noticias o de los ciudadanos anonimos que sufren su impacto. Benjamin en Capri. Vidas.zip. Ano X es una recopilacion de las mas de cincuenta historias que Silva escribio por decimo ano consecutivo para la edicion digital del diario El Mundo, en los meses que van desde la primavera del ano 2018 hasta la del 2019.

  • Atrapada (seducida 2) de Kris Buendia

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    Estaba segura que una vez entrara en su oficina, estaba pisando tierra peligrosa. Solamente basto sentirse protegida, deseada y amada para dejarse atrapar por Angel Ivanovic y empezar a convertirse en su mas preciado imperio. Pero a pesar de que Hannah ahora es mas feliz de lo que alguna vez lo fue, hay algo que no encaja...
    La seduccion continua.

  • El mejor de los pecados de Mario Benedetti

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  • Historia negra de la medicina de Jose-alberto Palma

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    Durante siglos, acudir al medico supuso mas riesgos que beneficios. Se ignoraba casi todo sobre la anatomia y la fisiologia humanas y todo sobre la microbiologia; los diagnosticos carecian de rigor; y las soluciones terapeuticas se debian mas a la supersticion, la costumbre atavica o la veneracion e imitacion de supuestos maestros que a una eficacia empirica. Sangrias, enemas, trepanaciones y un sinfin de procedimientos terrorificos son la prueba de un desconocimiento que llega hasta bien entrado el siglo XIX y que la buena voluntad y la experiencia de los facultativos apenas podian paliar. Quienes hemos nacido despues podemos sentirnos afortunados. El despegue de la Medicina cientifica ha convertido la consulta y el hospital en lugares razonablemente seguros donde, en la medida de lo posible, los dolores se alivian y los males se curan. Esta Historia negra de la Medicina da cuenta, a traves de una infinidad de casos con nombre y apellidos, de que no siempre fue asi. Terapias hoy inconcebibles o farmacos sin sentido causaron un sufrimiento que solo la pluma del doctor Jose-Alberto Palma, rica y amena en la narracion, nos permite evocar con una sonrisa. Jose-Alberto Palma, nacido en Jaen, hijo, nieto y biznieto de medicos, es licenciado en Medicina, especialista en Neurologia y doctor en Neurociencias por la Universidad de Navarra. Publica sus investigaciones, entre otras, en las revistas New England Journal of Medicine y Neurology y ha recibido los premios Lopez Sanchez de la Real Academia Nacional de Medicina y el Don Summer’s Award de investigacion en atrofia multisistemica. En su faceta divulgativa es autor de El medico esceptico (2010) y Como tomamos las decisiones (2012), muy bien recibidas por su rigor cientifico y amenidad. De su aficion por la historia de la Medicina, heredada de su padre, es fruto este libro. Vive en Nueva York, donde es profesor de Neurologia en la New York University.

  • Otra vida, contigo de Sophie Saint Rose

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    Roslyn desea una vida nueva y Nueva York le da esa oportunidad, pudiendo trabajar en el despacho de abogados mas prestigioso de la ciudad. ?Pero era eso lo que necesitaba o debia volver a Minnesota olvidando el vacio que sentia en su alma?

  • ENTRE VINEDOS (Blue Heron 1), Kristan Higgins de Kristan Higgins

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  • La Senal de Maxime Chattam

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    El nuevo joven prodigio frances con siete millones de lectores en Francia, traducido a veinte idiomas.

  • La espada y la semilla de Jordi Nogues

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    A partir de unos personajes historicos que cobran vida de nuevo con fuerza y determinacion, La espada y la semilla reconstruye un momento clave de la historia catalana cuando -despues de la victoria de Ramon Berenguer IV contra Al-Muzaffar en Lleida en el ano 1149- se empiezan a repoblar las tierras entre el Ebro y el Llobregat que se conoceran con el nombre de Cataluna Nueva.