• ensename el camino a casa - A. L. Jackson

    https://gigalibros.com/ensename-el-camino.html

    Rynna Dayne huyo de su pueblo natal, Gingham Lakes, Alabama, cuando tenia diecisiete anos con el firme proposito de no regresar jamas., hasta que su abuela le deja en herencia el restaurante familiar que Rynna adora desde la infancia y no le queda mas remedio que volver.

  • ENSÉÑAME EL CAMINO | A. L. JACKSON | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-ensename-el-camino/9788417683146/9627317

    20 may 2019 — Sinopsis de ENSÉÑAME EL CAMINO. Rynna Dayne huyó de su pueblo natal, Gingham Lakes, Alabama, cuando tenía diecisiete años con el firme propósito ...

  • Enséñame el camino (PHOEBE) Tapa blanda – 20 mayo 2019

    https://www.amazon.es/Ens%C3%A9%C3%B1ame-el-camino-Phoebe-Jackson/dp/8417683143

    Enséñame el camino (PHOEBE) : A.l. Jackson, A.l. Jackson: Amazon.es: Libros. ... si es mejor esconderse entre las cuatro paredes de su casa y vivir en paz ...

  • Enséñame el camino Versión Kindle - Jackson, AL - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Ens%C3%A9%C3%B1ame-el-camino-L-Jackson-ebook/dp/B07RMJQW9V

    Enséñame el camino eBook : Jackson, A. L.: Amazon.es: Tienda Kindle. ... Mirar en el interior de este libro. Enséñame el camino de [A. L. Jackson] ...

  • Enséñame el camino - A. L. Jackson - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/A-L-Jackson-Ensename-el-camino/91717

    Críticas (7), citas (6) extractos de Enséñame el camino de A. L. Jackson. Enséñame el camino ha sido una ... Bookshop ORG · Casa del libro · Amazon ES ...

  • Enséñame el Camino a Casa (2021). Documental en Netflix

    https://martincid.com/2021/11/30/ensename-el-camino-a-casa-2021-documental-en-netflix/

    30 nov 2021 — Enséñame el Camino a Casa (Lead Me Home) es un documental de media hora dirigido por Pedro Kos y Jon Shenk. La fotografía viene firmada por Jon ...

  • Reseña: "Enséñame el camino" (#1 Pelea por mí) de AL ...

    https://leerllenaelalma.blogspot.com/2019/07/resena-ensename-el-camino-1-pelea-por.html

    10 jul 2019 — Ahora Rex tendrá que elegir si es mejor esconderse entre las cuatro paredes de su casa o salir y arriesgarse… *En colaboración con Phoebe ...

  • [Reseña] Enséñame el camino de AL Jackson

    https://www.lanarradora.com/2019/05/resena-ensename-el-camino-de-al-jackson.html

    22 may 2019 — Ahora Rex tendrá que elegir si es mejor esconderse entre las cuatro paredes de su casa y vivir en paz o salir y volver a arriesgarse a que le ...

  • Enséñame el camino - Libro electrónico - A.L. Jackson - Storytel

    https://www.storytel.com/mx/es/books/ens%C3%A9%C3%B1ame-el-camino-1283916

    Ahora Rex tendrá que elegir si es mejor esconderse entre las cuatro paredes de su casa y vivir en paz o salir y volver a arriesgarse a que le rompan el ...

  • Fuiste tu de Fabiana Peralta

    https://gigalibros.com/fuiste-tu.html

    Spencer Vanderbilt tenia una vida que a simple vista parecia genial. Un semental de ojazos azules verdosos al que la palabra guapo no le hacia realmente justicia.

  • Rimel de Miel (Reporteros 1) de Marilo Lafuente

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    Nada les hacia presagiar a Julia y Diego lo que el destino les tenia preparado cuando se separan durante un ano. A Diego le conceden una beca para hacer una especialidad en Neurologia nada menos que en el prestigioso Presbyterian Hospital de Nueva York, algo que no puede rechazar.

  • Dr. Engel, Elena Garcia de Elena Garcia

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    Cuando Mario agrede nuevamente a Natalia la trasladan un hospital de Madrid con serias heridas. Alli conoce al Doctor Engel, un apuesto y atractivo aleman de madre espanola dispuesto a ayudarla. Cuando el doctor descubre que se trata de un caso de malos tratos y que la vida de la chica corre serio peligro, la convence para que abandone a su agresor. Cuando Mario se entera empiezan las amenazas de muerte.

  • Las tres heridas de Paloma Sanchez-garnica

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    Ernesto, un escritor siempre a la busqueda de su gran obra, encuentra una antigua caja de laton que contiene la fotografia de una joven pareja, Mercedes y Andres, junto con unas cartas de amor. Comenzara a indagar en la historia de la pareja a traves de los datos que obtiene de las cartas. La intrigante imagen, tomada el dia que empezaba la guerra civil, y el posible destino de sus dos protagonistas le ayudaran a escribir su gran novela mientras se convierte en testigo de las heridas del amor, de la muerte y de la vida.

  • Dios te salve Georgina de Noelia Garcia-munoz

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    Georgina esta dispuesta a pasar un fin de semana con sus amigas, ellas pertenecen a un clan de brujas. Georgina fue echada del clan al no querer colaborar en sus dichosas acciones. Despues de unos anos se reencuentran en la cabana de Martina, la clan superior. La inocencia de Georgina no asume el peligro que conllevaria ir con ellas a esa cabana. Pero deja a un lado sus miedos y lo afronta con seguridad.

  • Caballeros andantes espanoles de Martin De Riquer

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    Un libro, como indica su titulo, sobre los caballeros andantes espanoles, un prototipo social de la Espana del siglo xv, tal como atestiguan las cronicas de la epoca. Si existieron los caballeros andantes fue, en parte, gracias a Lancelote, Curial o Amadis, pero estos reflejan, no siempre tan exageradamente como se ha dicho, la realidad en la que fueron imaginados. Asi, de la mano de quien tambien nos hizo llegar la musica de los trovadores a traves de sus textos, presentamos algunos de aquellos personajes en los que se inspiro la novela de caballerias, el genero que hizo enloquecer al mas inmortal de los hidalgos.

  • Lo supe en cuanto le vi de Sophie Saint Rose

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    Si, mama. Todo es perfecto. --Rosaura contemplo la impresionante vista desde el hotel. Sus preciosos ojos verdes brillaron de la alegria. El sol se estaba poniendo y su reflejo en el mar lo hacia idilico. Las casitas blancas relucian a su alrededor y al estar al borde de un acantilado, daba la sensacion de poder tocar el mar con la palma de la mano. --?Entonces estas disfrutando de tus vacaciones? --Si. --Se echo a reir y se volvio para ver a sus amigas que discutian en la habitacion que tenian que compartir. Algo a lo que ninguna de las tres estaba acostumbrada, pero sus padres se habian negado en redondo a que las tuvieran independientes, por su seguridad. Su padre no se habia quedado muy contento con eso de que se fueran de viaje las tres solas y habia sido un triunfo que diera su consentimiento. Sobre todo despues de ver la pelicula esa donde secuestraban a una chica cuando estaba en Paris. Sus amigas estaban a punto de pegarse cuatro gritos tirando las dos de un vestido que tenia pinta de ser carisimo. --Se van a matar en cualquier momento. Ir al bano y vestirse es una odisea. Su madre se rio con ella. --Seguro que Liza lo acapara y Margaret la saca a rastras por los pelos. --Mas o menos. --Aparto un mechon negro de su frente. --Mama, esto es tan hermoso... ?Ya te he dado las gracias? --?Con las notas con las que has terminado la universidad? No tienes que darlas, cielo. Has sido la hija mas facil de criar. --Se echo a reir. --Y tengo siete para comparar. --?Como estan? Los echo de menos. --Ocupados. Tati es la que mas te echa en falta. Su hermana menor compartia casi todo con ella y era normal que la echara de menos porque llevaba casi dos meses fuera de casa. --En una semana ya estare ahi. --De momento disfruta de Santorini. Ya tendras tiempo de regresar. Mirando un velero precioso que estaba en alta mar se dijo que tenia razon. --Dale un beso a papa de mi parte. --Sentira no haber estado aqui para darte un repaso. Riendo dijo --Lo se. ?Quieres que llame mas tarde? --No, hija. Sabemos que estas bien y es lo que importa. Ya te interrogaremos cuando llegues. --Muy bien. Estare preparada --dijo divertida. --Te quiero. --Y yo a ti, mama. --Colgo el telefono y suspiro. Como les echaba de menos. Puede que fueran las vacaciones de sus suenos y que llevaran un ano preparandolas con mucha ilusion, pero despues de tanto tiempo recorriendo Europa estaba algo cansada e impaciente por regresar a lo que seria su nueva vida. Se habian acabado los libros y era hora de poner en practica todo lo que habia aprendido. Pero su madre tenia razon. Esa vida la esperaria. Tenia que disfrutar el momento. Miro el barco de nuevo. Era un velero impresionante. --?Te han dado un repaso? Se volvio hacia Liza que recogia sus rizos pelirrojos en lo alto de la cabeza con una goma. --No, solo estaba mama. --?El jefe no estaba? Te has librado. --Suspiro ilusionada. --!Estamos en Grecia! --?Por que cada vez que llegamos a un sitio nos recuerdas donde estamos? --Por si aun estais borrachas de la noche anterior y no os enterais. Jadeo divertida. --Perdona, pero aqui la unica que se ha pasado durante el viaje has sido tu. --?Quereis prepararos para la cena, pesadas? --pregunto Margaret desde la habitacion--. Vamos a llegar tarde. --Estamos de vacaciones, sargento. No hay horarios. --Liza sonrio maliciosa. --Te encanta sacarla de quicio, reconocelo. --Bah, un poquito. --Paso el brazo por sus hombros y miraron el mar. Margaret se puso a su lado. --Esto es el paraiso. --Nuestra ultima semana --dijo Margaret con pena--. Me quedaria aqui para siempre. Los padres de su amiga estaban pasando por un divorcio especialmente dificil y ese viaje habia sido una via de escape. Paso el brazo por sus hombros y la acerco a ella. --Estamos aqui. Sabia que no se referia solo al viaje y Margaret sonrio con tristeza. --Lo se. --Venga, hagamos caso a Margaret y a cambiarse. !Quiero ver la marcha que tiene esta isla! Margaret y Rosaura levantaron sus cejas morenas viendo como su amiga corria hacia el bano y se encerraba. --La mato. Reprimio la risa. --Piensa que cuando vuelvas tendras todo el bano para ti. --Es lo unico que me atrae de volver a America, te lo aseguro. --Sus ojos castanos se ensombrecieron y agacho la barbilla. --Eh... Seguro que cuando llegues todo habra cambiado. Se encogio de hombros. --Me da igual. Yo me mudo en cuanto llegue. Si quieren seguir discutiendo cada cinco minutos por quien se queda la casa, yo no estare para verlo. Apreto los labios entendiendo perfectamente lo que queria decir porque lo habia presenciado. La madre de Margaret habia pillado a su marido con los pantalones bajados mientras su asistente personal le hacia un favor en su despacho. Pero el abogado de el le habia recomendado que no se fuera de casa hasta que el juez dijera que tenia que hacerlo. La casa habia sido de su padre y a Margaret le quedaban dos semanas para terminar la universidad. No le dijeron que se divorciaban hasta que se graduo y al llegar a casa vio el panorama. Una autentica guerra entre sus padres en la que ella estaba en medio. Y lo mas duro era que ninguno de los dos se daba cuenta de lo que le estaban haciendo a su hija. --Tienes razon. Es su vida y con ella pueden hacer lo que les venga en gana. --!Pero que no te jodan a ti, que me voy a cabrear! --grito su amiga desde el bano antes de abrir la puerta y sacar la cabeza--. ?Y si nos cogemos un piso juntas? --Sonrio de oreja a oreja. --Seria divertido. Ambas se echaron a reir. --Ni hablar. --Rosaura nego con la cabeza. --Quiero seguir siendo vuestra amiga muchos anos, gracias. Ademas, yo ya tengo piso. --Nina rica malcriada. Se echaron a reir porque ella estaba para hablar y los ojos de Rosaura brillaron. --Pero al lado del mio hay uno de dos habitaciones que papa todavia no ha vendido, por si lo queriais. Las chicas chillaron de la alegria abrazandola. --!Nunca vas a librarte de nosotras! Las abrazo con carino. --Eso espero.

  • La hija del relojero de Kate Morton

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  • La voluntad del rey de Eleanor Rigby

    https://gigalibros.com/la-voluntad-del-rey.html

    La exitosa novelista erotica Kathleen Priest lleva tres anos perdida en el
    mapa… y nadie sabe por que. Lo que antes era un derroche de inspiracion,
    se ha convertido en las cenizas de una fama ahora desconocida; todo a raiz
    de un incidente que le impidio volver a teclear una sola palabra, asi como
    renegar de las relaciones y el amor. Su objetivo de pasar desapercibida
    trabajando como camarera en un club exclusivo habria sido cosa hecha si
    el prepotente, ambicioso y rico King Sawyer no hubiera puesto sus ojos en
    ella.
    El es ese desagradable toque de atencion que necesitaba para despertar
    del letargo, y lo peor es que lo sabe y pretende convertirse en el
    protagonista de sus fantasias. Pero Kathleen no va a ceder tan facilmente a
    los caprichos de la clase de hombre del que huye. Asi comienza un
    delirante tira y afloja en el que todo juego sucio estara permitido… Incluido
    el prohibido, el mas peligroso de todos: aquel que podria convertir hasta a
    un rey en el esclavo de sus deseos.

  • No te alejes nunca de Helena Sivianes

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    Luna ha conseguido lo que con tanto esfuerzo le ha costado: acabar la Selectividad con una gran nota para poder acceder a la misma universidad que su amigo de la infancia, Daniel.
    Tras dos anos separados, y con una relacion de amistad que se ha enfriado por la distancia, ansia poder recuperar esa relacion que tantas buenas cosas le ha dado durante su vida. Lo que no espera es encontrarse a un nuevo Dan, con una nueva vida en la que ella no encaja y a la vez darse cuenta de que tal vez los sentimientos ya no son lo que eran.

  • El nacimiento de un Imperio de Esteban Suarez Miceli

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    EL NACIMIENTO DE UN IMPERIOA punto de estallar la guerra que cambiara el curso de la historia, una guerrera y un centurion luchan por sobrevivir en un mundo lleno de violencia e intrigas.

  • El secreto sumergido de Cristian Perfumo

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    Marcelo, un joven buzo aficionado, busca en las aguas heladas de la Patagonia el lugar exacto del hundimiento de la Swift, una corbeta britanica del siglo XVIII. Cuando la persona que mas sabe del naufragio en todo el pais aparece asesinada con un mensaje extrano en el regazo, Marcelo descubre que su inocente pasatiempo constituye una amenaza enorme para cierta gente. No sabe a quien se enfrenta, pero si que compite con ellos por reflotar un secreto que, despues de dos siglos bajo el mar, podria cambiar la historia de aquella parte remota del planeta. Encontrarlo sera dificil. Seguir con vida, aun mas.

  • Hoy te quiero mas que ayer, ya manana se vera de Benito Troya

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    Comedia romantica que nos muestra la vision masculina del amor y las primeras citas.

  • Respirando fuego de David Meseguer

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    La heroica resistencia kurda a los embates de Estado Islamico en Kobani puso a los kurdos de nuevo bajo el foco mediatico en 2014. Que un pueblo en su mayoria suni, como los yihadistas, se convirtiera en el dique que frenaba la expansion del califato --y ademas con un ejercito en el que las mujeres formaban una parte muy activa-- se vivio con asombro en Occidente, donde muchos descubrieron por aquel entonces la existencia en Oriente Medio de un pueblo con un proyecto politico y social sin precedentes en la region.

  • Las huellas de lo invisible de Jesus Toral Fernandez

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    UN THRILLER SOBRENATURAL

  • Jezabel de Eduardo Sanchez Rugeles

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    Jezabel hace memoria de un crimen atroz. El cadaver de la joven Eliana Bloom fue hallado en su apartamento de Caracas con indicios de maltrato fisico y violencia sexual. La novela cuenta la reconstruccion que, muchos anos despues, Alain Barral (uno de los mejores amigos de la victima), hace de los acontecimientos que precedieron al asesinato. El remordimiento, justificado por la condena a un falso culpable, es el motor de una busqueda cuyos hallazgos seran inesperados y dolorosos. El crimen muestra, ademas, el deterioro creciente de un pais, el hundimiento de una sociedad envilecida por el militarismo y la pobreza del conflicto politico. En medio del desastre, Alain, Eliana y sus amigas construyen un mundo aparte modelado por los excesos, la sexualidad indiferente, la transgresion banal y la plena conciencia de que forman parte de una generacion vencida, condenada a padecer el hastio y la indiferencia.

  • Que las matematicas te acompanen de Clara Grima

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    Mira a tu alrededor y preguntate quien controla el mundo. Efectivamente, el imperio usa las matematicas para conocer tus gustos, saber que necesitas y ofrecertelo en unas condiciones muy favorables., para ellos. El mundo actual esta controlado por las personas que saben trabajar con numeros. Como decia el matematico Edward Frenkel, <>.

  • El Precio de una venganza (Bdb), Victoria Magno de Victoria Magno

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  • La testigo de Emma K. Johnson

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    Carino, este tipo tendra que limpiarse las babas cuando te vea --dijo Claudia al verme hacer mi mejor esfuerzo por no picarme los ojos con el delineador. --Ay si, seguramente --conteste, dejando la cochinada esa en mi mesita-- !Me rindo! !Mirame! Me veo... !Ridicula! --Sexy --me interrumpio--. Te ves sexy, muchacha --dijo Claudia al poner sus manos en mis hombros--. John me dijo que le encantaban tus ojos verdes, y asi con ese color resaltan todavia mas. Mi buena amiga. No se que hubiera hecho sin su apoyo. --?Te vas a poner eso? --pregunto frunciendo el ceno al ver la ropa que habia puesto en la cama. Me encogi de hombros y deslice mis manos encima de mis piernas. Siempre me relaja pasar mis dedos encima de la franela de mi pantalonera. Gire y vi el pantalon de mezclilla y la camisa que Claudia estaba viendo desde el pie de la cama. Creo que esa camisa era lo unico que me habia comprado cuando estuve casada con Pedro y que aun guardaba. --?Que tiene de malo? --pregunte, echando mis grenas rebeldes detras de mis hombros. --?Te llevara a un concierto de rock o a un bar de motociclistas? --dijo, levantando la camisa de la cama y mirandola como si quisiera usarla como trapo de limpieza. --No... No lo creo. --!Entonces tiene mucho de malo! --exclamo antes de irse a mi closet-- Fernanda, ?te gusta John? --Esta... guapo --dije. Nunca habia sido una chica que saliera mucho con chicos. En la prepa siempre fui una nina bien portada. Pedro fue mi unico novio y termine casandome con el. Pero no estaba hecha de piedra. Claro que veia a otros chavos y pensaba "esta lindo", pero asi como me sentia cuando sabia que Pedro iba a hacerme el amor o que me volteara a ver con deseo... No, ningun otro hombre mas que mi ex. !Y como queria que eso cambiara! --?Guapo? --grito Claudia desde las profundidades de mi closet-- Carino, John esta mucho mas ardiente que Pedro alguna vez lo fue. Okey, tenia buen cuerpo el tipo, pero ?esa nariz en forma de pelota de golf? !Yack! !No se que le viste! --Le vi algo --dije mirando el suelo del cuarto--. Dure cinco anos casada con el, despues de todo. --!Y que bueno que lo mandaste al carajo! --Sabes, no todo fue malo con el --dije, sacudiendo la cabeza y sobandome las manos--. Nunca me golpeo ni me maltrato ni nada. --!Uy! Que consuelo --dijo Claudia, asomandose y girando sus ojos hacia arriba--. Hay muchas maneras de maltratar, carino. ?Cuando te dejo salir conmigo? Negue con la cabeza. --?Cuando te dejo salir con tus companeras y companeros de trabajo? Volvi a negar. --?Cuando te dejo siquiera tener cuenta de redes sociales? Resople. El unico celular que tuve durante mi matrimonio fue de esos que solo servian para llamar y recibir llamadas. --Y ni empecemos con la ropa que te dejaba usar --dijo estremeciendose antes de entrar de nuevo a mi closet. Claudia tenia razon. No me apetecia regresar a una relacion que solo me habia hecho dano. --!Necesitamos ir de compras! --exclamo Claudia saliendo de mi closet. Me tomo de la mano y me llevo a jalones a su cuarto. Ahi abrio su armario y saco un vestido azul cielo de cuello circular. --!Vamos a ver! --dijo Claudia poniendolo frente a mi-- Oh si, esto servira. --!No me voy a poner esto! --?Por que no? Somos de la misma talla. Me levante y tome el vestido. --No lo se... --Midetelo. --!Estas loca! Vamos a ir a tomar un cafe, no a bailar. --?Y tu como sabes? Quiza despues del cafecito John quiera llevarte a otro lado... Y no necesariamente a bailar --dijo alzando las cejas y con una mueca burlona. Lleve el vestido de vuelta al armario. --Es mi primera cita en mucho tiempo, Clau. Dudo que lleguemos tan lejos. --!Ay, Fer! --exclamo-- ?Tienes idea de lo deprimente que es verte encuevada aqui todos los dias despues de trabajar? Claudia suspiro y se quedo paseando su vista por todo su armario. Me sente en la orilla de la cama. !Como admiraba a Claudia! Me habia cansado de todas las veces que me preguntaban en el trabajo por "la negrita guapa" que me iba a recoger. ?Y como no iban a querer con ella? Tenia un cuerpazo digno de concursos de belleza, igual de alta que yo, una mirada de esas que pueden hablar por si mismas, y el alma de cualquier fiesta a la que asistia. Para mi era un milagro que siguieramos siendo amigas antes, durante, y despues de mi divorcio. Pedro nunca la quiso. Siempre penso que era una mala influencia para mi con su vida fiestera y sus "ideas feministas", segun el les decia. Claro que Claudia tampoco quiso a Pedro. --!Ponte esto! --grito, lanzandome unos jeans. --Espera --me quite mi pantalonera y puse el pantalon. Claudia se asomo. --!Demonios! Chica, tienes mejor culo que yo. Me ataque de la risa al mirarme al espejo con el comentario de mi amiga. Estaba algo justo pero no estaba mal. No, no estaba nada mal. --Ahora ponte esto --dijo Claudia, dandome una blusa negra de tirantes. Me quedaba holgada de la panza y cintura, pero mis pechos quedaban justos y parecian que cualquier brinquito los haria saltar de mi escote. --!Andale! --dijo Claudia, abrazandome por atras y mirandome a los ojos en el espejo-- Te voy a decir una cosa: Si John puede seguirte viendo a los ojos durante su cita o es maricon o es un caballero. Me quede mirandome al espejo. No se veia de mal gusto mi escote, pero no me sentia comoda revelando tanto de mi. --Con Pedro jamas me hubiera podido vestir asi. --Fernanda, ?que dijimos? --dijo Claudia al darme la vuelta y mirarme a los ojos. --Que ya no hablariamos de ese imbecil. --?Que quieres que haga? Me miro como estoy vestida y escucho su voz en mi cabeza. --Dejame adivinar --dijo Claudia con el ceno fruncido--: ?Por que chingados te arreglaste? ?Quieres que se te queden viendo en la calle? ?Para que quieres que otros gueyes te vean las tetas y el culo? --dijo con voz grave y exagerada. Sonrei y mire mi perfil en el espejo. --Tambien me diria que me quitara esta mugre de la cara -- pase mi mano abierta frente a mi rostro--, que parezco payaso --el imaginarme a mi ex esposo diciendome esas cosas, y muchas otras peores, hizo que se humedecieran mis ojos--. Mas bien me diria que parezco puta. --!No no! --exclamo Claudia, acercandose y dandome un abrazo-- !Que lo metieran a la carcel es lo mejor que pudo haberte pasado! !Ya estas di-vor-cia-da! !Ya no le respondes al baboso ese! --No puedo hacer esto, Clau --me escape de su abrazo y fui hacia la ventana abrazandome de los brazos--. Todavia... todavia lo veo en los rostros de otros hombres. --Amiga, no todos son asi. --?Pero y si John es como Pedro? --Ay, amiga, ?por que crees que te lo presente? !Porque es todo lo opuesto a tu ex! --No estoy lista, Clau... Hablale y dile que... --No, ni madres --Claudia tomo mi celular y me lo estampo en la mano--. Si vas a cancelarle, hazlo tu. Solo me tomo unos segundos teclear un mensaje y enviarlo. --Listo --dije. Claudia gruno. -- ?Como esperas conocer a alguien si nunca sales de la casa? --No lo se... Pero... No, todavia no... Baje la cabeza y regrese a mi habitacion. Me sente en el escritorio y mire mis libros. "?Que estabas pensando, Fer?" pense, abriendo el libro. "Ahorita con mi certificacion no tengo tiempo de andar saliendo con nadie." Sono la campanita de mensajes de mi cel. Lo abri y vi el mensaje de John: --Al menos dejame llevarte esta flor que te compre. Que tierno. Debi contestarle, pero cuando trate de imaginarlo en mi puerta regalandome una rosa me asalto el recuerdo de la mirada imponente de Pedro sobre mi. Deje el cel en la mesa y de reojo vi que mi bote de basura ya estaba lleno de papeles. Tome mi cesto y recorri toda la casa para juntar las basuras de todos los botes. Un viejo habito de cuando estaba casada. Siempre que estaba a punto de explotar por algo juntaba toda la basura de la casa y la llevaba afuera. Y esa noche no era distinto. Ansiaba continuar con mi vida. Habia sido toda una odisea divorciarme con Pedro en la carcel. Y luego de escucharlo decirme todas las cosas que me dijo la unica vez que se me ocurrio irlo a visitar pense que me sentiria libre cuando ya terminara todo. Suspire cuando llegue al tambo y levante la tapa. Recorde cuando Pedro y yo eramos novios. Me regalaba rosas siempre que nos veiamos, hubiera jurado que conocimos todos los parques de la ciudad, y todo el tiempo me decia lo hermosa que era. Cerre el tambo luego de echar la basura, y me abrace los brazos. El aire estaba fresco, y parpadee mas rapido para no llorar. Talle mis ojos y sobe mis parpados mientras lo hacia. Me prometi que ya no lloraria por mi matrimonio fracasado. --Estas mejor que antes, estas mejor que antes --me repeti una y otra vez teniendo los ojos cerrados hasta tranquilizarme. Volvi a la casa y Claudia estaba encerrada en su habitacion hablando con algun muchacho. No sabia lo que estaba diciendo, pero identifique el tono que estaba usando. Habia visto a mas de un hombre doblarse a la voluntad de mi amiga cuando les hablaba asi. La envidie en ese momento. Fui a la cocina y me servi un vaso con agua mientras miraba fuera de mi ventana en completa oscuridad. Estaba viendo el vaso en mi mano cuando escuche un motor apagarse seguido de una puerta de coche azotarse. Levante la mirada y vi un auto negro con los vidrios polarizados estacionado a uno metros debajo el farol de una de las casas frente a las nuestra... Creo que el unico farol que funcionaba en toda mi calle. El que estaba junto a la mia llevaba meses fundido. El tipo que bajo del coche se quedo parado junto al vehiculo. Levanto la mirada y un escalofrio paso por mi espalda al verle. Claudia no vivia en el vecindario mas seguro, pero aquel tipo daba miedo. Tenia la cabeza rasurada y una barba de candado bastante gruesa. No se miraba muy alto, pero si muy corpulento. Traia una camisa negra ajustada, y sus manos se veian tambien negras. Debia estar usando guantes o algo, lo que se me hizo raro pues no estaba tan frio como para usar guantes.

  • Matadero de David Trivino

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  • Descalzos en la Nada, Mariel Ruggieri de Mariel Ruggieri

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    Corre el ano 2002, y la crisis financiera amenaza con destruir las fragiles economias de varios paises.
    La diputada Barbara Larrique, joven promesa del partido de gobierno uruguayo, se encuentra al frente de una delicada negociacion con el sindicato de obreros de la construccion.
    Eso la enfrenta a Ivan Kessler, un periodista espanol que debido a ingratas circunstancias, se ve obligado a quedarse en Montevideo, y termina trabajando como peon de obra para poder subsistir.
    Muchas cosas los separan pero hay algo que los une: un pasado lleno de misterios que Barbara ni siquiera sospecha, e Ivan quiere revelar.
    El flechazo es tan fulminante como inevitable, pero pronto todo cambia y ella tiene que optar entre su promisoria carrera o la impactante verdad. Su decision tiene implicancias de mayor alcance, pues con la misma pondra en juego tambien su felicidad junto a Ivan.
    Unas fotos Polaroid en manos de alguien con perversos fines, y el pedido desesperado de una dominatriz antes de morir, ponen en marcha esta novela desbordante de intrigas, grandes peligros y ese erotismo tan jugado que caracteriza a la autora, quien una vez mas nos sorprende con una trama compleja, emotiva y atrapante.

  • La peregrina de Isabel San Sebastian

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    La apasionante aventura que dio origen al Camino de Santiago.

  • El resurgir de los lobos (Canada 1) de Mariah Evans

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    “-Se lo que eres… cazador.
    Adrien la miro confundido.
    -?Como puedes saberlo? Nuestras identidades son secretas.
    -Ayudame por favor o manana morire -suplico.”

  • Locura imperial de Laura Martinez-belli

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    A mediados del siglo XIX, Carlota, esposa de Maximiliano, archiduque de Austria, era una de las estrellas mas rutilantes de la realeza europea. Emparentada en primer grado con las dinastias reinantes (hija del rey de los belgas, prima de la reina Victoria, cunada del emperador Francisco Jose de Austria), la joven princesa, tan ambiciosa como enamorada de su esposo, no se conformaba con un destino de segundona.

  • Cuando la vida te da un martillo de Kate Tempest

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    Cuando la vida te da un martillo es una primera novela de gran alcance, que ilumina a una generacion de jovenes adultos para quienes pareciera que la vida en sociedad cada vez ofrece menor cabida. Con una escritura de un lirismo suave, preciso, las vidas de los protagonistas de esta novela transcurren entre anhelos frustrados y ambiciones no realizadas, como si Londres fuera un gran teatro -por momentos tan terrible como hermoso- que cobra vida gracias a la mirada aguda de Kate Tempest, para fungir como escenario donde se desarrolla la tragicomedia humana, siempre renovada por las vertiginosas transformaciones, y tambien siempre igual a las primeras historias sobre su discurrir.

  • Ajuste de cuentas de John Grisham

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    Hay crimenes que hacen historia.

  • Un amor en el aire de Alexandra Danell

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    Llevaba toda la tarde atacada de los nervios, mi madre me preparo una tila. ?Conseguiria eso calmar la ansiedad que tenia? No lo se, pero si que me la hizo con todo el amor y el carino del mundo, como lo hace solo una madre. -- Veras que en poco tiempo ya estas mas tranquila. -- No creo, mama, es una oportunidad unica y si no lo consigo, me vendre abajo. -- No, hija mia, si no lo consigues, aqui estare yo para ayudarte a seguir intentando conseguir un futuro, despues de lo que has estudiado seguro que tarde o temprano lo consigues. -- Pero yo quiero este, es de lo mejor, todo el mundo suena con trabajar en esa aerolinea. -- Bueno, carino, tu relajate y comete el mundo en esa entrevista. -- Espero comerme una... -- !No seas mal hablada! -- me dio una de sus collejas. -- Como salga mal, le lloro y todo al que me entreviste. -- Eso nunca, si no saben ver tu talento, ya otros lo veran. -- !Que facil lo ves! Quiero estar en esa compania, son las que mejores condiciones tiene y el prestigio es de lo mas brillante. -- Bueno, tomate la tila y veras que iras mas relajada. No paraba de mirar el reloj que estaba en la pared de la cocina, los minutos no pasaban y eso me desesperaba aun mas. Un rato despues, la tila comenzo a hacer efecto, no me relajo del todo, pero algo consiguio rebajarlo, asi que cuando faltaba una hora, me despedi de mi madre dandole un abrazo y me fui en mi coche para las oficinas de AirTak, donde tenia la cita. Aparque el coche y me fui andando hasta recepcion, me pasaron rapidamente a la entrevista, donde un senor de unos cincuenta anos me recibio amablemente, no sin antes haberme mirada descaradamente de arriba abajo. Me hizo un interrogatorio que parecia que estaba siendo investigada por algun caso rocambolesco, horas de descanso, habitos de comida, situacion personal, solo le falto preguntarme si habia sido alguna vez infiel. -- Muy bien, senorita, en muy pocos dias recibira una respuesta por nuestra parte. Me levante y me despedi dandole la mano. Resople nada mas salir de aquel despacho, no me habia visto muy mal pero si que ese hombre era de esos que no mostraban nada, era incapaz de acertar si le habia impresionado o no. Fui hacia la tienda de ropa de mi amiga Alba, tenia ganas de verla, no me apetecia meterme en casa. -- Hola, Amanda.!Que sorpresa! -- me dio un abrazo de esos que me llevaba dando desde que eramos unas ninas, ahora ya teniamos las dos 27 anos-- ?Que tal la entrevista? -- Pues la vi bien, pero el hombre que me la hizo era un Playmobil, ni gesticulaba, solo preguntaba continuamente y escuchaba mis respuestas mientras las apuntaba, me dijo que ya recibiria respuesta por su parte. -- Bueno, vamos a tomar un helado, olvidate ya de eso hasta que se comuniquen contigo, disfrutemos de un poco deazucar para calmar las penas -- dijo dandome una palmada en el culo. Era mi amiga del alma, esa que siempre sacaba tiempo para escucharme, arroparme y darme apoyo, tenia una preciosa tienda de una cadena importante, contaba con seis empleadas y habia triunfado pese a su corta edad. Nos compramos un helado en una famosa heladeria que era toda una exquisitez, yo me lo pedi de pistacho y turron, era mi favorito, aunque solia cuidarme mucho, de vez en cuando me daba un capricho, luego lo quemaba en el gimnasio, a ese que acudia desde hacia tres anos religiosamente, me hacia sentirme mejor conmigo misma, era una parte importante para entrenar mi cuerpo y mi mente. -- Anoche estuve otra vez con Denis... -- ?En serio? -- me quede muerta, era el amor de su vida, segun ella, pero estaba casado -- ?Os habeis vuelto a ver? -- Ajam... -- !NO me lo puedo creer! -- Me puso un mensaje por la manana invitandome a cenar, termine pasando la noche con el, su mujer estaba afuera por motivos de trabajo. -- ?Y que tal? -- Aun estoy temblando --solto una carcajada que los de la mesa de al lado se quedaron mirando. -- !Que bruta eres! -- ?Yo? Para nada, bruto el, es un fuera de serie --puso cara de estar en las nubes. -- Pero el no tiene pensamiento de dejar a su mujer. ?A que juega? -- No lo se, pero yo mientras no me venga mi principe azul, me quedo con mi diablo las veces que pueda, ya quisiera quedarmelo para siempre, pero tengo los pies puesto en el suelo, se que disfrutamos juntos pero que el nunca dejara a su mujer. -- No entiendo a los hombres asi --me queje negando con la cabeza. -- No te preocupes, ya me encargo de entenderlo yo -- bromeo sacandome la lengua. -- Necesito ese trabajo -- no paraba de dar vueltas a la cabeza -. Seria un gran paso para empezar una carrera laboral importante. -- Como lo consigas, me voy a alegrar mucho, aunque como te toque vuelos intercontinentales, te echare mucho de menos. -- Nada, Alba, sabes que siempre estare en mis ratos libres dandote la brasa --me acerque a darle un beso en la mejilla. --Lo se, estoy deseando verte vestida de azafata, vas a romper muchos corazones. --!Exagerada! --Eres preciosa y lo sabes... --Ya, sera que tengo muy asumido que son los ojos con los que me miras. El telefono sono en ese momento, un numero raro y largo, me encogi de brazos ensenandoselo a Alba, que me hizo un gesto de que lo cogiese. --Hola. ?Digame? --Hola, le llamamos de Recursos de AirTak, nos pasan el informe positivo de su entrevista, nos preguntabamos si es posible que comiences el curso de tres dias que empieza manana, una vez realizado, puedes firmar contrato con nuestra empresa. Casi me da algo, no podia creer que fuese tan rapida la respuesta, me empezo a temblar todo y los ojos se me abrieron como nunca antes lo hicieron. Alba me miraba, esperando impaciente para saber de que se trataba, ya que mi cara era el espejo del alma. --Si, claro, por supuesto. --Pues le esperamos en nuestro edificio manana de nueve de la manana a dos de la tarde, en la entrada le informaran de todo. --Perfecto, muchas gracias. Que tenga un buen dia. --Igualmente. Felicidades. --Gracias --colgue y comence a chillar-- !!!Manana hago el curso para la compania!!!! --?En serio? --Alba se levanto y nos fundimos en un abrazo y comenzamos a llorar emocionadas. --No me lo creo. ?Como es posible tan rapido todo? Desde que puse el curriculum han pasado cuatro meses, y ahora todo tan seguido... !Me muero! --No te mueras, ahora no. !Ahora al aire! Pase la tarde con mi amiga, cenamos fuera, antes llame a mi madre para comunicarle la alegria, lloraba como una enana, ella que tanto habia luchado por hacerme una mujer hecha y derecha, ella que lo habia dado todo por mi, ahora la habia hecho completamente feliz. Mi madre se habia acabado de prejubilar, tenia 59 anos, pero en su trabajo de profesora le dieron esa opcion y ella la acepto. Me habia sacado sola hacia delante, mi padre fallecio cuando ella estaba embarazada, llevaban casados dos anos, fue un duro golpe para ella, pero me saco a delante. Gracias a Dios tenia un trabajo fijo y le habia quedado la pension de mi padre, asi que en el tema economico vivimos desahogadas. Desde hacia unos anos, ella me ponia en la cuenta todos los meses la mitad de la paga de viudedad de mi padre. Percibia mil novecientos euros y a mi me metia en la cuenta ochocientos, eso me daba bastante independencia. Me sobraba bastante ya que no era derrochona, siempre me daba algun capricho con ropas y usaba en salir, pero no se me iba la mano, habia aprendido de mi madre en ese aspecto. Con la muerte de mi padre se le quedo la casa pagada, asi que ella siempre ahorro bastante, a pesar de que nunca me falto un detalle. Cuando cumpli los 23 anos, me compro un coche nuevo, un coqueto mini de BMW, en color blanco. Ese dia, cuando lo vi en la puerta de mi casa, llore como una nina pequena, siempre dije que me gustaba ese coche, pero nunca pense que fuera capaz de regalarmelo, a pesar de que sabia que se desvivia por mi. Cuando llegue a casa por la noche, me encontre un ramo de margaritas en la entrada, con una nota y un regalito envuelto. "Felicidades, mi vida, estoy muy orgullosa de ti". Abri el envoltorio y adentro habia una cajita de joyeria, me salio una sonrisa de oreja a oreja, ella tan detallista siempre, habia una pulsera de plata rigida, en la parte superior un avion en forma plana, era preciosa. Fui al salon y ya estaba dormida en el sofa, esperandome, me acerque a ella y le di un beso en la frente. --Hola, hija --sus manos agarraron mi cara para besarme en los labios, nunca dejo de hacerlo. Mama. !Gracias! Es preciosa --le ensene mi muneca con la pulsera ya puesta. Fui a buscar un colgante de avion, pero no lo habia y me ensenaron la pulsera y sabia que te gustaria. Me ha encantado --no paraba de mirarla en la mano. Debes acostarte ya, manana tienes que estar descansada --dijo levantandose para irse ella tambien a la cama. Claro --le di un beso y me dirigi al cuarto. Di un beso a la foto que tenia en la pared de mi padre, debia darle las gracias tambien, sabia que desde donde estuviera, nos estaba protegiendo y contento por lo de mi trabajo. Revise las redes sociales, como siempre la que se quejaba por todo, la que no dejaba de subir selfies de todas las posturas, la que siempre presumia de amor... me hacia mucha gracia la diversidad de posts que ofrecian cada uno. Yo solia publicar poco, mi amiga Alba si que me etiquetaba en muchas cosas, pero yo era mas recelosa de mi intimidad. Con los nervios, me costo una eternidad coger el sueno, pero por fin lo consegui, cosa que no se a que hora fue. A las ocho estaba desayunando con mi madre, ella siempre se levantaba al oirme, me preparaba el desayuno, le gustaba hacerlo, estaba muy feliz, no paraba de decirme lo guapa que estaba, me habia estirado la melena como una azafata. Un cuarto de hora antes, ya estaba entrando por el edificio de AirTak, me dirigi a la recepcion y rapido me dijeron a que planta y departamento ir, asi que subi y al llegar me pasaron a una sala donde estaban tres chicas mas y una que llego unos minutos despues. El instructor se presento y comenzo a darnos las pautas a seguir en cada vuelo, nos ponia mil ejemplos, era muy gracioso, ademas que su encanto hacia que todo fuera muy monotono y divertido

  • El sindrome de Wendy, Lucy Morton de Lucy Morton

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  • 7 things de Natalia Olmedo

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    Ariadna se siente enjaulada bajo la obsesion de su madre por las apariencias y el protocolo.
    Rodrigo tiene un sueno: conquistar a Ariadna.
    Los destinos de ambos se cruzan para ponerlos a prueba.
    ?Sera el amor tan fuerte como para superar todo tipo de adversidades?
    Adentrate en esta intensa historia de amor donde nada es como te esperas y la musica tiene un papel protagonista en la vida de Ariadna y Rodrigo.
    ?Te atreves?

  • Las hijas de la villa de las telas de Anne Jacobs

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  • El orgullo de Mr. Darcy de Laura Barcali

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    Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesion de una gran fortuna necesita una esposa. Y eso es lo que penso Fitzwilliam Darcy, con profundo desagrado, cuando su amigo Charles Bingley le informo de que estaba interesado en la finca Netherfield Park, cerca de Meryton, tras haber acudido el pasado lunes a visitarla. --?Cuando tienes pensado instalarte? --pregunto Darcy. --Para San Miguel. Mandare algunos criados para que preparen la propiedad --dijo con el enorme entusiasmo que le caracterizaba--. Es un condado encantador para pasar esta epoca del ano. Te encantara, estoy seguro --anadio. --?Te encantara? No pretenderas que te acompane. Tengo mucho que hacer en Pemberley -- contesto con la mala cara habitual ante algo que no entraba en sus planes. --Darcy, amigo, piensa en los bailes... --Yo no bailo y bien lo sabes --lo corto. --En las encantadoras damas del lugar, los largos paseos a caballo, !y la caza! --Querido amigo, si hay damas casaderas, que las habra, mucho me temo que las presas de caza seremos nosotros. --Darcy, siempre mal pensando de todo el mundo. !Seguro que son todos muy amables! En cuanto a bailar, iremos a las fiestas o incluso podria hacer una en Netherfield. Conseguire que bailes. Darcy no pudo rechazar la invitacion de su amigo, pero no pensaba bailar con las damas del condado. No necesitaba una esposa. II Aquella manana, tan solo dos dias despues de haberse instalado Bingley en Netherfield, un vecino del lugar, el senor Bennet, le presento sus respetos. Le parecio al joven un hombre interesante, culto y con muy buen sentido del humor. --Senor Bingley, mi esposa, la senora Bennet, y yo esperamos que este a gusto en Netherfield y sus alrededores --dijo. --Estoy encantado, senor Bennet. Y, digame, ?tiene usted familia en la zona? --!Oh, ya lo creo! Cinco hijas, la mayoria cabezas de chorlito. Casaderas. Al joven le parecio que el senor Bennet era muy divertido. --Es de suponer, senor Bingley, que nos veremos en bailes y reuniones. --!Desde luego! Me encanta bailar. Ya he sido informado por sir William del proximo baile. --Esperamos poder disfrutar de su presencia mucho antes. --Sera un honor y un placer hacerles una visita a ustedes y a sus hijas. --Deseo de corazon recibir su visita en nuestra humilde casa y que no salga corriendo al ver a mi progenie. Bingley rio de buena gana ante las ocurrencias de tan peculiar hombre. --Le he traido este libro de mi Biblioteca personal, espero que lo disfrute. --!Gracias, senor Bennet! Tendre que devolverselo en breve. --Asi lo espero. Un placer tenerlo aqui. --Gracias --contesto Bingley con solemnidad. Tras la marcha del hombre, el joven Bingley se dispuso a escribir una carta a su amigo Darcy. Querido amigo, En solo dos dias que llevo aqui ya he conocido gente maravillosa. Todos han sido muy amables conmigo. En quince dias se celebra el primer baile. Te espero para el acontecimiento. Tambien hay jovenes casaderas con las que podras bailar, y por lo visto muy hermosas. Sinceramente tuyo, Charles Bingley Cuando Darcy recibio la misiva no penso tan bien de la amabilidad de los lugarenos. Cuando tu renta es de cinco mil libras anuales todos se vuelven muy amables, las hijas extremadamente casaderas y predispuestas a bailar hasta desfallecer. Iria a Netherfield, tal como le prometio, pero para cuidar y proteger a su amigo. III A los pocos dias, el senor Bingley devolvio la visita al senor Bennet, pasando diez minutos con el en la biblioteca. La ilusion de ver a las que decian que eran las mas hermosas senoritas del lugar se desvanecio. Sin embargo, esa misma noche, recibio una invitacion a cenar, junto con otra que requeria su presencia en Londres, por lo que tendria que posponer la cena en casa de los Bennet. Ya en la capital, la carta de su hermana Caroline cobro mas sentido. --Pasaremos contigo la temporada en Netherfield Louisa, el Sr. Hurst y yo. --Os encantara. Solo he recibido amabilidad y muchas invitaciones. Son una gente maravillosa. --No me fio de esos pueblerinos y sus hijas casaderas. --!Caroline! --la reprendio Bingley. --Yo tambien os acompanare --confirmo Darcy, muy a su pesar. Pero salvar a su amigo de un mal matrimonio era prioridad para el. Y asi termino toda discusion. Dias despues, ya en el salon de baile de Meryton, la presencia de distinguidos personajes de la capital llamo la atencion de los presentes. El grupo lo componian cinco personas: Bingley, sus dos hermanas, el marido de una de ellas y un distinguido caballero: Darcy. Todos le admiraron al enterarse de que disponia de una renta de nada mas y nada menos que diez mil libras anuales y diversas tierras. Pero ser sabedor de todo esto le incomodo y fue mas grosero de lo habitual en publico. Sus modales eran indignantes, siendo considerado un antipatico y un desagradable. Se nego a bailar, a excepcion de un baile con cada una de las hermanas de Bingley, y a conversar con los presentes mas de un minuto. Bingley lo reprendio rapidamente; --Podrias ser mas simpatico. Esta gente es muy amable. !Y haz el favor de bailar con alguna dama del lugar! --Ya he bailado con tus hermanas, he cumplido y no necesito mas. --Eso no cuenta --contesto Bingley--. Vamos, Darcy, tengo que conseguir que bailes. No soporto verte ahi solo y aburrido. --Lo prefiero. --Seria mejor que te unieras a los demas. --No pienso hacerlo, detesto bailar, y en una reunion como esta me resultaria insoportable. No hay ninguna mujer en toda la sala con la que consideraria bailar. --Me horrorizaria ser tan quisquilloso como tu --exclamo Bingley--. Hay muchachas encantadoras, algunas extraordinariamente hermosas. --Me temo que tu ya estas bailando con la unica joven agraciada de esta... reunion. --Y miro a la mayor de los Bennet. --!Oh, si! Es la mujer mas bella que he visto en mi vida. Pero mira, justo detras de ti esta sentada su hermana. Es bonita, !y seguro que simpatica! --exclamo con su habitual entusiasmo --. Le pedire a mi pareja de baile que te la presente. --?A quien te refieres? --Darcy se dio la vuelta y miro a Elizabeth Bennet, la segunda hija de los Bennet, que le miraba a su vez, asi que tuvo que apartar rapidamente la mirada, con toda la frialdad que le caracterizaba. --Digamos que es pasable, pero no lo suficientemente hermosa como para tentarme. Y ya ves que esta ahi sola, desdenada por el resto de caballeros. Vuelve con tu pareja y disfruta de la velada, no pierdas mas el tiempo conmigo. --Esta bien. --Y se alejo, deseando volver con Jane. Darcy miro de reojo a Elizabeth y vio en esta una sonrisa desdenosa, entre divertida y burlona, pues habia escuchado toda la conversacion de los dos caballeros. A Darcy le sento bastante mal y le puso de peor humor si cabia. Bingley, ajeno a los sentimientos de su amigo, bailo de nuevo con la hermosa Jane, obnubilado ante su presencia dulce y amable. Tambien lo hizo con Elizabeth bajo la mirada fria de Darcy, que seguia de pie como un palo, mientras se daba cuenta de que ella cuchicheaba con otras personas, probablemente sobre el y su desprecio anterior a bailar con ella. Tal vez se habia ido de la lengua demasiado rapido y, queriendo desdenar, habia sido desdenado con mayor rapidez aun. IV Cuando Darcy y Bingley volvieron a Netherfield y se quedaron a solas, el segundo le comento al primero lo mucho que adoraba a Jane. --Es justo como debe ser una joven: sensata, afable, dulce... !y es realmente hermosa! --En eso tienes razon, es una joven muy hermosa. Lastima de su familia --comento con desagrado. --?Por que dices eso? Son todos encantadores. Y Elizabeth no es como piensas. --No pienso nada de ella. Tienes una gran tendencia a que te guste la gente, y lo sabes --lo reprendio Darcy--. Nunca ves defectos en nadie. Para ti todo el mundo es bueno y un dia te llevaras una sorpresa. --Oh, vamos, Darcy. Somos amigos, por supuesto que veo todo lo bueno de las personas, aunque estos crean que tengo amigos maleducados. Podrias haber sido mucho mas amable. Al final siempre tengo que defenderte. --Y que esperabas. Solo buscan nuestro dinero. --Darcy, tienes demasiados prejuicios. --Y tu eres demasiado displicente. Entre Darcy y Bingley existia una fuerte amistad, pese a la disparidad de caracteres. Eran como hermanos. Para Bingley, que hacia poco habia alcanzado la mayoria de edad*, y tras la muerte de su padre, encontro en Darcy el apoyo masculino que necesitaba. Confiaba en el y su buen juicio ante las cosas de la vida y los negocios. Darcy era brillante e inteligente, pero altanero, reservado y exigente. Bingley, sin ser menos inteligente, era todo lo contrario: caia bien siempre. Darcy, en cambio, se las arreglaba para hacer todo tipo de desaires. --En cualquier caso, Darcy, no puedes negar que Jane en particular es una muchacha adorable. --No lo niego --contesto. --Mis hermanas no ven inconveniente en que trate mas con ella. --Cierto. --Asi que eso hare --concluyo con una gran sonrisa en la boca.

  • Sigo siendo yo (Antes de ti 3) de Jojo Moyes

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  • La flor mas oscura de P.m. Freestone

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    EN EL IMPERIO DE ARAMTESH EL PERFUME ES PODEROSO.
    Un mundo en el que el perfume es magico y los secretos son mortales.
    Una novela embriagadora que despertara todos tus sentidos.

  • La vida sumergida de Pilar Adon

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    Se habian habituado al licor de ajenjo y lo bebian de pie, por las mananas, junto al fregadero de piedra o apoyadas en la escalera que movian de un lado a otro por la biblioteca para llegar a los estantes mas altos. Sin ceremonias previas ni finales. Sin ir a cambiarse de ropa. Sin adornarse el cuello ni las munecas. Calladas y un tanto desgarbadas, con la dejadez propia de la lentitud y la indiferencia, en un abandono que solo podian permitirse las depositarias de una elegancia congenita. Las beneficiarias de una delicadeza en la longitud de las formas, en la calidad de las telas que vestian a diario, conscientes de que existian dos tipos de personas, las que tenian clase y las que, por mucho que lo intentaran con bordados, pedreria y aromas sutiles, no la tenian ni la tendrian nunca. Al cabo de un tiempo indeterminado, que podia ser de unos minutos o que podia ser de unas horas transcurridas entre tragos cortos, entre libaciones del licor servido con decision en sus vasos pequenos, procuraban ir a sentarse en las butacas de la cocina, siempre en silencio. Y entonces tal vez si tuvieran que esforzarse por hacerlo con cierta dignidad. En ese momento tal vez resultara complicado moverse, dar mas de dos pasos en la misma linea de equilibrio, y quiza debieran poner mas atencion en la distancia que recorrian ya que ambas podian haberse deshecho de la estabilidad y ambas podian haberse internado en la enormidad, el exceso. Sus avances por un suelo de madera que no era de hacia dos anos ni de hacia cinco ni cincuenta tendrian que ser cautelosos. Comian a la una y media, sin decirse nada, incomodas en su proximidad mutua. La confusion del ajenjo daba paso a un primer jubilo fisico y mental que, invariablemente, desembocaba en un cansancio un tanto dramatico. Y era solo mas tarde, ya durante los postres, cuando Brigida podia empezar a hablar para decirle que debia recoger la ropa de la azotea y que debia hacerlo antes de las cuatro. Con la voz arrogante de quien da una orden. Argumentandole que ella no iba a esforzarse por ir a la azotea (tenia que centrarse en sus mil tareas) y que debia ser Hilda quien se propulsara por el pasamanos de las escaleras hacia arriba sin excusas ni dilaciones. Antes de que empezara a soplar el viento y le resultara imposible (a ella y a cualquiera) asomarse al exterior. Tenia que subir a la planta superior, cerrar las ventanas de cada dormitorio y de cada sala, asegurar las contraventanas, bloquear la puerta de hierro que se deslizaba sobre una barra adherida al suelo a modo de carril hasta que la cancela chocaba contra la pared del gran balcon, siempre con un golpe seco, echar la llave de abajo con dos vueltas, echar la llave de arriba con dos vueltas, correr a la escalera, subir mas aun y, una vez en la azotea, recogerlo todo antes de que empezaran los crujidos en cada muro de la casa. Los vaivenes de las cortinas que se elevarian por encima de las sillas a causa de las corrientes de aire que se colaban irremediablemente a traves de las grietas abiertas entre los marcos de los miradores y las tablillas del entarimado, en una oscilacion serpentina que haria presagiar la aparicion de un ser biologico tras ellas (un lobo, una rana, un muchacho) o la aparicion de un ser no biologico (una piedra de color ambar). Era cierto que las copas de los pinos habian empezado a agitarse bajo los cristales de los ventanales de la cocina, y Hilda recordo alli, contemplando el prodigioso estremecimiento de la red de huesos y tendones en que iba a desembocar cada uno de los troncos moviles de cada uno de los arboles, el momento en que le pidio a Brigida que se muriera. Ese dia soplaba el viento igualmente, con aquella violencia nada excepcional dada la epoca y dada la zona. Habian cerrado las ventanas, las puertas. Habian asegurado los pestillos y habian corrido los visillos. Y fue en esa circunstancia cuando penso que si Brigida moria, si Brigida desaparecia, toda la casa seria suya, entera para ella, y entonces no tendria que obedecer mas ordenes. No tendria que ajustarse a los horarios ni a los propositos de Brigida. Dejaria de estar sometida, juzgada, calificada a cada instante, y llevaria a la practica sus proyectos. Todas sus fantasias. Sin tener que comer cuando Brigida quisiera, sin tener que dormir cuando Brigida quisiera. Podria ponerse sus vestidos mas alegres. Banarse en el embalse. Practicar sus lecciones de piano cuando deseara hacerlo y bailar cuando deseara hacerlo. Raspar la tierra y descubrir que habia debajo de cada planta, de cada pedazo de hierba seca, de cada monton de agujas de pino reunidas por el viento, como queria hacer desde que a la edad de seis anos aprendiera que una pezuna era una una fuerte y desarrollada, y que algunos animales las tenian largas y afiladas a modo de apendices cortantes, como zarpas, para atrapar a su presa, para aferrarse a ella, para cerciorarse de que no podria escapar y para excavar, escondiendo bajo la parte de suelo visible cualquier objeto valioso, su alimento. Lo aprendio de nina y desde entonces quiso comportarse como un perro que se esforzara por desenterrar de la base del monte el hueso escondido anos atras por el o por un antepasado. Extraer del barro la explicacion a su existencia. Desentranar el significado de cada estimulo para quedarse tranquila y poder regresar a sus actividades cotidianas. Sus otras actividades cotidianas. Creyendo que semejantes explicaciones se encontrarian en la base de los montes, bajo las pilas de materia fusionada al azar. Creyendo que podrian desenterrarse con solo escarbar. Revolviendo bajo el abono de los cultivos. Bajo las semillas alojadas en las hileras de los huertos. Bajo los circulos de ceniza abandonados por los pastores. Bajo las formaciones de piedras grandes o bajo las formaciones de piedras pequenas que se ocultaban bajo las piedras grandes. Si Brigida desaparecia y toda la casa pasaba a ser suya, se entregaria al aprendizaje de un idioma vivo o de un idioma en extincion. A la investigacion de los requisitos necesarios para que los miembros de un grupo llevaran una convivencia civilizada. A la resolucion de la incognita de si para que dicha convivencia civilizada pudiera ser real debia optarse siempre por el sometimiento y siempre por la rendicion de unos ante otros. A desentranar el autentico significado de las palabras de negacion que se apropiaban de las palabras primigenias para contradecirlas y desposeerlas de su sentido primordial. Desapego. Desarraigo. Desafeccion. Desaparicion. Frente al apego, el arraigo, la afeccion, la aparicion. Centrada en su lista de libros, los que debia leer antes de convertirse en una anciana como lo era Brigida. Middlemarch y Al faro. Grandes esperanzas. Un mundo feliz. La abadia de Northanger. Edipo rey. Crimen y castigo. La comedia humana. Ariel. El rey Lear y el Libro de la vida. La montana magica. Matar a un ruisenor. Los miserables. Rojo y Negro. ?Acaso los leeria con Brigida a su lado, formando parte de la casa, envuelta en sus chales en invierno y en sus tules en verano, haciendose notar por su aliento, con esa respiracion de mujer que dejo de ser joven hacia anos? Lo dudaba. Asi que le pidio a Brigida que se muriera. La unica manera de conseguir una identidad personal. Y dias despues, Brigida estaba muerta. Nunca pudo negarle nada. Nunca pudo oponerse a sus caprichos. De modo que se murio. --?Es que me odias? --le pregunto. Y Hilda respondio que no. Que por supuesto que no. ?Como iba a odiarla? Habia sido su protectora. Su maestra. La encargada de orientar sus gustos hacia sus primeras lecturas. Su consejera llegado el momento de enfrentarse a un texto de Seneca y descubrir que la experiencia podia asemejarse a la de leer un angustioso libro de superacion personal. Frases como <> o <>. Claro que no la odiaba. Brigida le habia explicado que era un minueto, que una gavota. Le habia dado la definicion de musica como el arte de bien combinar los sonidos y el silencio en el tiempo. No la odiaba. Simplemente deseaba que se deshiciera. Que se volviera transparente. Que se transformara en una esencia de luz sin estructura ni carne ni presencia. ?Que mas tenia que hacer alli? Nada. De alguna manera, su epoca habia pasado. Su mision habia concluido. ?Que podia aportarle a ella con su muerte voluntaria? Todo. La independencia. El desarrollo como ser autonomo y perfecto. Como unidad sin condicionamientos. En aquella casa situada en la ladera de un monte. Rodeada de pinos, de aves y de insectos, y del brillo rojo del sol del amanecer y del sol del atardecer. En libertad. Con la posibilidad de actuar y no actuar. Ir y no ir. Querer y no querer. El privilegio supremo de la eleccion. Crecer hacia arriba o tumbarse extendida. Meter los dedos en el saco del azucar o meter los dedos en el saco de la sal.

  • Amor en Paris (Amor 3) de Esther Llull

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    A 1 qui en Paris tambien soy la duena de la tranquilidad y el orden, la heredera de altivas tradiciones. Las luces comienzan a proyectar amarillas rayas en la plaza de Notre-Dame. Me encuentro de nuevo en ella, pues me encanta. La niebla nacida en el rio llena estos antiguos espacios. Suavemente se pega a la blanquecina piedra. Le he mandado a Christian un mensaje, espero que pueda leerlo a tiempo. Entre nosotros la comunicacion nunca se corto. El se mostro tan concernido con lo mio, que a veces pienso que si es real. Sin embargo, siempre ha estado la distancia que lo cambia todo, que nos distancia mas. Pronto en Paris nos perderemos los dos en el frio y en la noche. Si, porque estamos destinados a ser como dos seres de hielo, para que esta amistad no se deshiele a destiempo. Me consta que ahora hace buen tiempo en esta renacida primavera en Paris. El suscito en mi el deseo de progresar en la vida. Sin rumbo, avance por la Promenade plantee (paseo plantado) de Paris. Me quede con curiosidad observando los rostros, los rostros de los recien nacidos empujados en sus carritos por sus madres, esos rostros un poco desvividos, incluso repelentes o llorosos. Y este altivo latir -tic-tac, tic-tac- del pulso de la mente adquirio mas mayestatico ritmo. El cuerpo es mas fuerte de lo que yo creia. Y estoy mas aturdida de lo que suponia. Ya nada me importa. Nada claro necesito. Nada que surja ya hecho, con todos sus pies, para aposentarse en el suelo. Ahora soy una de esas resonancias y amables ecos que resuenan y suenan de nervio en nervio, dentro de nuestro pecho, formando una musica de pecho coral, y pienso en la musica de opera. Me quedo extasiada pensando en que estoy cerca de la opera de la Bastilla. Una lluvia fina parece estremecer esta noche, una fina radiacion que no acusa y que resiste defendida por una serie de resistencias que se crean en mi cuerpo animado. Desposeido, no busca poseer. Y viene a tomar espacio sin posesion, sin lugar propio. La cabeza se me va hacia atras como movida por una imperceptible brisa, y ese momento es como coger la ruta convenida. Y esta luz inconfundible es la luz de sus ojos, los ojos de Christian que me han hipnotizado, con la luz de la pura razon. No desmiente el agua o la fina lluvia que cae, sino que en la oscuridad el alma bebe de las divinas tinieblas. Pues que el agua tambien es agua viviente, sangre, luz derretida. L 2 os relampagueantes arboles y las blancas barandas del exterior se alzaron en densa lluvia. El mundo parecia que se resquebrajaba, hubo un brusco impulso en mi interior y un zumbido en mis oidos, y se me hizo pesada la respiracion. El sueno me vencio. Eche una ojeada al reloj. Una vez mas las inquisiciones nocturnas han robado a mi descanso mas de dos horas sobrecargadas de recuerdos. Ciertos hechos pasados se niegan a desaparecer de mi memoria. Avaros quieren abarcar un presente con la ferocidad de un animal rabioso. Son terriblemente codiciosos. No claudican. No admiten "ser olvidados". Nada se parece tanto al olvido como a la dispersion de las ideas. Sin saber por que de repente todo es un caos, todo se convierte en incertidumbres vertiginosas y desvios mentales. Nada esta en su sitio. Ahora los hechos se desnudan, cambian de color y recatan la verdad que la conveniencia humana. Ahora en Paris, en este sitio idilico como un valle de expurgaciones, solo caben las confirmaciones y las certezas, limpias de enganos o fabulas amoldables y transigentes. Ahora ya no voy disfrazando con imposiciones acomodaticias las cosas. Y me es imposible modificar los matices y borrar evidencias. En este lugar todo aumenta de tamano, las evocaciones son como insectos gigantes. Hechos que carecian de importancia ahora me quitan el sueno. Las evocaciones nos acosan, nos clavan aguijones y nos martirizan constantemente. El amor jamas se apoya en sensaciones para destruir algo. Ni se apoya en conceptos que admiten hipocresia. A veces recapacitamos pero ya es tarde. B 3 asta un detalle cualquiera para recuperar infinidad de pequeneces que durante el dia consideramos perdidas. No obstante y sin saber por que las pequeneces surgen vigorosas y exigentes en los desvelos. Son como taladros para mantenernos despiertos y obligarnos a pensar. Y el insomnio volcando recuerdos que la memoria se empena en acumular. Parecia que se deslizaba un sutil velo sobre la arena blanca de la improvisada playa que se habia creado artificialmente en la orilla del Sena, en la isla de la Cite. La improvisada y artificial ola se detenia, y despues volvia a retirarse arrastrandose como en un suspiro. O como el durmiente cuyo aliento va y viene en la inconsciencia. El dia cae copioso y esplendente. Ahora me ato, sin cenirla demasiado, la cinta del vestido suelto que llevo, y me tiendo sobre esta arena de playa, sobre una tumbona, cubriendome con la delgada sabana de luz que flota en la sutil playa que es como una leve capa de agua lanzada por una ola. A su traves, lejos, muy lejos, debilmente, oigo el comienzo de una musica coral, ruedas de coches, perros, hombres que gritan, campanas de la iglesia, el comienzo del coro, y ruedas de un carruaje a caballo. El sol se alzo mas. Quedo una sutil linea negra en la arena. Las piedras del muro, antes suaves y neblinosas, se endurecieron y quedaron marcadas por rojas grietas. Me gusta este vestido tan sutil, entreverado de hebras rojas y negras que brillan a la luz del fuego. El vestido parece que revolotea en mi cuerpo y que flota con la forma de una flor. Debo abrir ahora este ordenador portatil para que salgan estas frases encadenadas con las que logro unir cuanto ocurre, de manera que, en vez de incoherencia, se perciba un hilo de vagabunda linea que auna sutilmente una cosa con otra. Ahora te contare la historia de mi futuro, no la del pasado. Me sumerjo y chapoteo en las destellantes aguas de la infancia, pero solo para traspasar las puertas del futuro. Algo prende y arde. Ahora la viajera, que soy yo, esta despierta, pero le gustaria sonar. No creo en la separacion, no somos individuales. Pero siento deseos de incrementar mis observaciones como si me separaran de la naturaleza humana y de la vida. Ahora vendra Christian. Lo espero de un momento a otro. II. Paris, primavera J 1 ean Louis lo que el siempre quiso es que yo fuese hacia el, que yo volviese a repetir el papel de la chica que lo da todo, lo entrega todo. Ahora dice que va a venir pero no me lo creo, porque el se fue a vivir afuera tambien. En ese momento de debilidad que el tuvo conmigo, tal vez si yo hubiera ido hasta el lo hubiera retenido, lo tendria conmigo ahora, pero hubiera tenido que renunciar a mi misma, estoy segura, no hubiera podido hacer nada para mi. Con Christian hemos sustituido el fuego por una sutil llama inextinguible, algo que es admiracion y, al mismo tiempo, nos permite crecer el uno con el otro. Y eso siempre ha sido muy dificil para mi. Esa felicidad adictiva de hoy dia no es felicidad. Lo que da es un placer corto y repetitivo que nos hace mas infelices todavia, por sus notas adictivas. Si hablo de las emociones positivas, no hablo de la felicidad, sino de los diversos sentimientos positivos que experimentamos en torno a este sentimiento: la alegria, la exuberancia, el humor y la risa, el optimismo… incluso la curiosidad, que fomenta la supervivencia en un ambiente extrano, y es necesaria y positiva para sobrevivir. Regular las emociones y filtrar las emociones negativas --odio, envidia, ira…-- hasta hacerlas casi desaparecer, concentrandose en las emociones positivas, esto deberia ser considerado un arte. Un verdadero arte alquimico. Transformar en oro el carbon. "No tienes por que agobiarte con mi presencia, no voy a ser un incordio para ti o para las personas que esten contigo, solo quiero verte, quiero hablar contigo unos momentos y eso es todo. Tendre unos dias libres y quiero aprovecharlos. No tengas miedo, tu amigo esta a salvo conmigo". La indiferencia al sufrimiento es lo que convierte al humano en inhumano. La indiferencia, despues de todo, es mas peligrosa que la ira o el odio. Las emociones nos afectan positiva o negativamente, no hay emociones neutras, y con ellas conformamos el ambiente que respiramos. Cae una hoja y cae de alegria. Amo la vida, estoy enamorada de la vida. Miro como el sauce lanza en el aire sus chorros sutiles. Miro como a traves de ellos se desliza una barca, que pasa junto al Sena, en un vivir de inconsciencia. Veo el fondo, el corazon, las profundidades. Veo como los amores temblando se convierten en fuego. Y los celos disparan verdes rayos aqui y alla. Se la intrincada manera en que el amor se entrecruza con el amor; el amor forma nudos; el amor los rompe brutalmente. He sido anudada. He sido rota. Habia un arbol de haya y las doradas luces de la noche destellando entre los arboles. Las palomas abrieron las hojas. Las cambiantes luces moviles me recorrieron. Y huyeron.

  • La redencion de R. Cherry

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    Tras la desaparicion de Lyss, el clan de los Lett se ve desamparado y sin guia que los lleve a la lucha contra el Ragnarok. Mientras, en un recondito lugar del Midgard, Ottar, tras secuestrar a la Valkiria de su vida, a su reina, intentara por todos los medios que esta recuerde lo que el pasado oculta. Su pasado. Aunque ello conlleve someterla a la peor de las torturas. Una guerra, un amor arrebatado y miles de secretos se esconden tras la segunda parte de Una valkiria perdida en el Midgard, La redencion. ?Sera capaz Lyss de descubrir por que los dioses a los que veneraba la han traicionado? ?Es posible que una Valkiria conviva en el mundo de los humanos, en busca de sus origenes?

  • El latido de la tierra de Luz Gabas

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    Vuelve Luz Gabas con su novela mas sentida.

  • Todas las noches contigo de Iria Blake

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    Alvaro y Maria no creen en el amor, solo quieren pasar una noche divertida juntos. Pero cuando despues de esa torrida cita se reencuentran en el mismo lugar de trabajo, descubren que su chispa fue una explosion.
    El quiere repetir, ella no.
    Una mentira, el pasado y su propia cabezoneria seran las barreras que se pondran a si mismos para poder estar juntos.
    < Quiero pasar todas las noches contigo>>
    ?Se amaran lo suficiente como para superar los obstaculos que se les presenten?

  • Bombay ultima venganza de Alfredo De Braganza

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    Dentro de unos minutos comenzaria el desfile por la calle principal de la esperada cabalgata de Reyes. En una calle lateral dos musulmanes terminaron de rezar en el interior de una furgoneta. Ansiaban convertirse en martires de la lucha contra los enemigos del islam. Eran jovenes y habian sido facilmente influenciables. Jamil Ahmed volvio al asiento frente al volante y Zaidan Al-Nasser al de copiloto. Se tomaron unas pastillas para paliar el nerviosismo. Un grupo de jovenes pasaron alegremente por la acera hablando muy alto. Uno de ellos empujo a otro entre risas, golpeando la espalda contra la carroceria de la furgoneta y asustando a los dos pasajeros de su interior. Se marcharon jovialmente sosteniendo anchos vasos de plastico con cerveza. En aquel suburbio de Madrid el ambiente en la calle no podia ser mas alegre y entusiasta. Zaidan recibio una llamada al movil. Un hombre con voz profunda, hablo en arabe: --Os repito de nuevo las instrucciones. No os mostreis nerviosos cuando salgais a la calle. Tomaos vuestro tiempo. Jamas corrais cruzando una calle, porque llamareis la atencion. Que Ala os acompane. El agente de policia Garcia caminaba observando todo a su alrededor. Saludo a un par de conocidos y se felicitaron las fiestas. El ser alto lo consideraba una ventaja. Cuando se enfundaba sus botas aumentaba unos centimetros a su metro noventa y cinco. Sus companeros se lo tomaban con sorna, ya que decian que podian ver su cabeza destacada sobre un tumulto de gente. Su altura era una ventaja ya que servia de punto focal a cualquier companero perdido entre una multitud. Alertados sobre la posibilidad de un ataque terrorista, se habian implantado medidas especiales. El comisario les advirtio antes de salir de patrulla: --Pretenden hacer cuanto mas dano posible de la forma mas espectacular posible. Por ello quieren atentar contra las costumbres culturales de nuestro pais. Mas que nunca teneis que estar ojo avizor. Pueden ser terroristas suicidas a pie de calle, me parece lo mas probable. Pero tambien pueden hacer uso de vehiculos, una moto, un coche, una furgoneta o un camion. Se quedo quieto estudiando todo a su alrededor. Un grupo de turistas embobados se mezclaba con publico local indiferente a la algarabia de la calle. El ayuntamiento habia permitido a reganadientes la instalacion de camaras de video temporales en la calle. Argumentaban que era una forma de controlar a la ciudadania y que iba en contra el derecho a la privacidad. Pero la policia las veia necesarias, ya que cubrian los puntos ciegos que dejaban al girar y de ese modo nadie podria colarse. El sonido era ensordecedor, el publico habia aumentado considerablemente. Al cruzar un paso de peatones, se fijo en una furgoneta gris aparcada extranamente al lado de un contenedor de basura. El grupo de turistas le abordo; uno de ellos sujetaba un plano urbano. En el interior de la furgoneta, Jamil Ahmed y Zaidan Al-Nasser se abrazaron. --Que Ala te acompane --entono Jamil. Su companero musito la misma bendicion. En el interior de la comisaria un joven policia recien graduado llamo la atencion a su superior. --Acabamos de recibir una llamada anonima. Dice que va a producirse un atentado en la cabalgata. --Dejame escucharla. Desde un ordenador reprodujeron la grabacion. --Escuchenme, porque no lo repetire mas, Dentro de unos minutos estallara una bomba en la cabalgata. Concretamente, en la calle Poveda a la altura de la sucursal del BBVA. Tienen que prevenirlo deteniendo a dos jovenes de origen marroqui. A pesar de la urgencia de las ordenes que circularon por radio, el denso trafico de peatones hacia casi imposible el movimiento de una calle a otra en un corto periodo de tiempo. El agente Garcia se encontraba hablando en un ingles macarronico con el grupo de turistas americanos, que prestaban con sonrisas su jovial uso del idioma, cuando Jamil se percato a traves del parabrisas de su presencia, y se quedo absolutamente petrificado. Solo le basto al policia alzar la cabeza para chocar su mirada con la de los pasajeros del interior del vehiculo sospechoso. En aquellos momentos el desfile estaba llegando a la altura de la sucursal bancaria. --Tenemos que actuar, ya --dijo Jamil. --Todavia no es el momento. El agente Garcia alerto a traves de su walki-talkie. Aparto con su enorme brazo al americano que sostenia el plano urbano, generando comentarios en ingles por sus sorprendidos companeros ante aquella reaccion tan inesperada. Con la mano sobre la pistola enfundada comenzo a caminar deprisa, avanzando hacia el vehiculo. --Arranca --ordeno Zaidan--. Ahora es el momento. No podian esperar mas. Jamil giro la llave del encendido y la furgoneta cobro vida. Viendo que el vehiculo comenzaba a moverse, el agente Garcia salio de la acera hacia el asfalto gritando con aspavientos a todos los transeuntes para que se alejaran. No habia duda: dos jovenes de aspecto sospechoso en un vehiculo dispuestos a usarlo como herramienta para cometer un atentado. El reguero de gente no se tomada en serio sus indicaciones, no se movian con apremio. Saco el arma y efectuo dos tiros al aire. La gente corrio en todas direcciones. Jamil piso el acelerador revolucionando el motor al maximo. Giro con violencia el volante y se dirigio directamente hacia el policia situado en medio de la calzada. El agente Garcia se coloco en posicion de tiro. Disparo, una bala en direccion al conductor, luego puso la rodilla en el suelo y efectuo otro tiro hacia la rueda derecha. El primer disparo habia perforado el cristal alcanzando en el cuello a Jamil. Estaban a punto de golpearle cuando el segundo disparo hizo estallar una rueda delantera. Ambos jovenes sintieron que el panico se apoderaba de ellos. Vieron al policia levantarse y disparar por tercera y cuarta vez contra el parabrisas. Una bala alcanzo la cabeza de Zaidan y otra se alojo en el pecho de Jamil. Jamil perdio el control del volante e instintivamente su peso corporal presiono el freno. Entre chirrido de neumaticos la furgoneta giro a la izquierda. Trazando una curva, golpeo con violencia el bordillo, choco contra un bolardo y salio disparada por el aire, hasta caer volcada sobre el lado derecho con un golpe sordo en la calle principal. Un grupo de policias corrieron y comenzaron a gritar para dispersar al publico y urgiendo a la gente para que se apartasen de los balcones y las ventanas. Se empezaron a oir los sonidos de las sirenas. Cuando la noticia se propago como la polvora, la primera respuesta inmediata fue de alivio al saber que no habian muerto personas inocentes. Se alabo al agente Garcia, al comisario y a todo el cuerpo de policia de la comisaria. Se concedieron diferentes medallas y premios, bien merecidas. Hubo entrevistas en radio, prensa y television. En su circulo de colegas el agente Garcia argumento que la premonicion habia jugado un papel fundamental en todo aquello, asi como la suerte. Sin embargo, la reaccion en la sombra de los cuerpos de seguridad del Estado y en los medios de inteligencia fue muy distinta. En la furgoneta no habia explosivos. No sabian si alegrarse por haber evitado una matanza o afligirse porque casi habian permitido que ocurriera. ?Negligencia? La asuncion de responsabilidades no tardo en llegar. Del suspiro se paso luego a un ambiente de ansiedad, donde periodistas y jefes de la oposicion buscaban culpables. Exigian responsabilidades. ?Por que no habian detectado a esa celula terrorista? ?Y si hubieran llevado explosivos? ?Y si en vez de usar la furgoneta se hubieran inmolado a pie en la cabalgata? La impresion de lo que hubiera podido suceder era espeluznante. Hubo miedo. Durante los siguientes dias fueron ya pocos los medios periodisticos que aplaudieron a los servicios de seguridad, relegando al ostracismo al agente Garcia, a quien se le achaco el haber matado a sangre fria a dos jovenes inmigrantes inocentes. Las pruebas que aducian era que no llevaban armas ni explosivos. Argumentaron que la presencia intimidatoria del agente Garcia los asusto tanto que tan solo pretendian huir del lugar. Incluso diferentes organizaciones pro derechos humanos y de ayuda al refugiado criticaron al ministro del Interior. Se organizo una concentracion frente al ayuntamiento de la localidad, en la que participo un numeroso grupo de miembros de la comunidad musulmana de Madrid. Llamaron fascista y asesina a la policia, se leyeron discursos y poemas de protesta y se enarbolaron banderas y pancartas de distintas procedencias y de todo tipo. Pero el suceso tuvo una vida corta. Tras la festividad navidena se reanudo la liga espanola de futbol. Un tren descarrilo cerca de Londres y cuatro estudiantes espanoles resultaron heridos. Un grupo pop de Corea del Sur ofrecio un concierto en Madrid y otro en Barcelona durante una gira. Y de ese modo, el valor de lo sucedido pocos dias atras fue menguando entre la opinion publica. La impotencia e indefension en la inteligencia espanola y en los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado era abrumadora. Se quedaron mortalmente preocupados sobre cuando y donde podria prepararse un nuevo golpe. Los terroristas habian demostrado a las autoridades espanolas que tenian el control sobre la vida o la muerte de personas inocentes. I

  • El pasado no quiere morir de Guido Natale

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    Las bocanadas de humo se reflejaban en la lampara del techo. Era octubre y el calor se hacia sentir, sobre todo porque no abrian las ventanas. Noche de viernes. Noche de poker y amigos. Ahi estaban los cuatro sosteniendo las cartas sobre el pano verde de la mesa de Andrada, un veterano hombre del Ejercito a punto de jubilarse. A su izquierda, Escorpion, misma edad, misma condicion, un rango menor. Del otro lado, Manteca Ramirez, un ex policia instructor de la Vucetich, y el cuarto en juego, Manuel Ponzi, un ex Teniente Coronel auto excluido de la fuerza en 1976. Hombres de tradiciones y pocas palabras se reunian desde el ano 66 cuando se hicieron amigos trabajando en las oficinas del edificio Libertador. Jugaban desde las nueve de la noche hasta que uno se quedaba con todo, que no era mucho, unos cien pesos, pero para la Argentina de 2003, significaba bastante. Andrada ganaba bien, sin embargo le preocupaba el futuro. Desde que habia asumido el kirchnerismo el presupuesto de los militares no era una prioridad, les habian expropiado algunos terrenos y a la ESMA pensaban desmantelarla y convertirla en museo. "Se vino el zurdaje", solia bromear Escorpion, emulando a una conductora de television, y agregaba para distraer a sus contrincantes: "Pensar que luchamos tanto y ahora se vienen a quedar con el poder". Le pedian que no jodiera con eso, ya estaban grandes, los setenta habian quedado en el galpon de los recuerdos. "La sacamos barata si todo queda como esta", decia Ramirez, que durante la epoca de Lopez Rega tuvo una importante participacion en el grupo de la triple A. Luego de despedir en la puerta del semipiso de Recoleta a Ramirez y Escorpion, Ponzi y Andrada se quedaron charlando cafe irlandes de por medio, sobre aquellos anos en el Ejercito, que justamente coincidieron con el casamiento de Ponzi. Andrada le recordo que a Susana la conquisto gracias a el, en referencia al velero que consiguio palpandose el revolver frente al dueno de una guarderia nautica del Tigre. Lo habia pasado a buscar vestido de Marino en un Falcon y se hicieron atender en la oficina al final del galpon donde descansaban las embarcaciones. Andrada invento un operativo de seguridad a realizarse en una isla del Delta, destaco que necesitaban la ayuda de buenos civiles para que estos grupos "de zurdos" no desquiciaran la patria. Eran tiempos de Ongania y los militares tenian que ordenar el pais de una buena vez. El hombre les dijo que era un orgullo colaborar con la causa y les puso a disposicion un barco de doce metros de eslora, que se podia usar tanto a vela como a motor. Antes de irse, Andrada le paso el brazo por el hombro, y le prometio que figuraria en el libro de la lucha contra la subversion. Ponzi le pidio cambiar de tema, la nostalgia era un mal subvaluado que lo afectaba mas de la cuenta. Se pusieron a bromear sobre la futura jubilacion de Andrada. Le quedaba una sola cosa por hacer, le dijo, y luego lo acompanaria a darle de comer a las palomas en la plaza. Rieron. Ya era tarde. Ponzi se habia quedado sin un peso. Andrada le ofrecio plata pero le dijo que volveria caminando para tomar un poco de aire, aunque su departamento quedara en el barrio de Caballito. A pesar de la trasnochada, se levanto como todos los dias a las siete treinta de la manana, una costumbre que conservaba desde su etapa como Teniente Coronel, y que no habia podido cambiar con el correr de los anos. Con tantas noches de soledad tuvo que aprender a cocinarse pequenas raciones de comida: para el desayuno tostadas de pan integral y una taza de cafe, al mediodia pastas sin salsa y por las noches verduras salteadas con pollo. El menu tenia alguna que otra variante, pero en general era siempre el mismo. Mas tarde sintonizaba FM clasica en el radio despertador y antes de acostarse acomodaba prolijamente las pantuflas debajo de la cama. Asi era su vida, una sucesion de hechos cotidianos sin sobresaltos. Una de las cosas que mas le molestaba de vivir al limite de la pobreza, era agacharse para limpiar el inodoro, el fondo de la heladera y las alacenas de la cocina. Tambien la falta de una buena cobertura social y sobre todo tener que conformarse con las peliculas gratuitas que pasaba el centro de estudiantes de la facultad de Filosofia y Letras, la mayoria de un contenido politico que le revolvia el estomago. A la tarde engancho "Rambo" en Telefe y se emociono por enesima vez, al igual que cuando veia "El barco", una pelicula sobre el devenir de un submarino Aleman durante la segunda Guerra Mundial. Hacia anos que no la podia ver porque le habian cortado el cable. Como era habitual, a la noche no tenia ningun plan, por eso cerca de las diez ya estaba en la cama dispuesto a leer "La Argentina Contemporanea" de Felipe Pigna, cuando sono el telefono. Miro el aparato con sorpresa y estiro el brazo. --Hola. --Estoy herido, veni rapido, Manuel. --!?Que?! ?Quien habla? --Alberto. Alberto era Andrada, su amigo de tantos anos. --No te muevas, ya voy, llamo a una ambulancia. --!No!, no llames a nadie, veni solo, apurate. Corto y salto de la cama en busca del pantalon, el unico par de mocasines que tenia y una chomba de Macowens. Evito el ascensor, bajo los dos pisos salteando escalones, y paro un taxi sin pensar en la plata que llevaba. Cuando estuvo a diez cuadras, le dio todos los billetes que tenia e hizo el ultimo tramo dando empujones a los turistas ante la impavida mirada de los mozos y chicos vendedores de flores. Llego a la calle Azcuenaga y toco timbre preguntandose si Andrada iba a poder abrirle. Retrocedio. Un objeto cayo desde el cielo. Era un juego de llaves que por poco le pega en la cabeza a una pareja que pasaba caminando. Subio al tercer piso, encontro la lampara del recibidor en el piso. Un reguero de gotas rojas lo llevo hasta el cuerpo de Andrada que yacia entre el living y el balcon. La sangre se habia apoderado de su camisa. Con las piernas temblando como un papel, se agacho, y lo dio vuelta. En un primer momento penso que estaba muerto, pero abrio los ojos e intento decir unas palabras que no terminaban de salirle de los labios resecos. Le puso un almohadon debajo de la cabeza, le dio de tomar un poco de agua. --Tengo que llamar a una ambulancia, Alberto. --No, escuchame --le pidio Andrada con un hilo de voz. Le hizo un gesto, queria algo para anotar. Ponzi agarro una birome de la repisa del living, y se la paso junto a un cuadernito que llevaba en el bolsillo. "Fiscal Failache" escribio Andrada con letras apenas legibles. Despues dejo caer las manos sobre la alfombra como si la fuerza de gravedad lo venciera. Al borde de las lagrimas, Ponzi le pregunto que habia pasado. Andrada le senalo la pared opuesta del living. Junto al zocalo habia un portafolio de cuero marron. Ponzi volvio a mirarlo; Andrada dijo sus ultimas palabras. --Daselo a el --y se le cerraron los ojos. El ex Teniente llamo a la policia y se esfumo con el portafolio en la mano. Volvio caminando, un rato trotaba y cuando se cansaba volvia a caminar. Al llegar se puso a mirar los noticieros, mientras dormitaba con la cabeza apoyada contra el respaldo de la cama. Por la manana, la seccion de policiales del diario hablaba de una confusa muerte de un Coronel del Ejercito argentino a punto de jubilarse. Otros medios afirmaron que habia sido abatido de un balazo, pero no habia pistas certeras sobre el asunto. A pesar de recibir llamadas de sus amigos, no los atendio. Tenia miedo de arruinar el ultimo deseo de Andrada. No queria defraudarlo. El lunes siguio recibiendo llamadas de Escorpion y de Ramirez, mientras leia Clarin. Despues salio a despejar la mente al bar de la esquina. El martes volvio a sonar el telefono y esta vez atendio. Era Escorpion. La autopsia confirmaba que la causa de la muerte de Andrada fue una bala que le atraveso el corazon. Esa tarde lo enterraban en el cementerio de la Chacarita. Se puso el unico traje que tenia, (sin contar el de militar guardado en el fondo del placard), y tomo el colectivo en direccion a la estacion Lacroze. Cruzo Corrientes, camino entre los nichos hasta una sordida capilla donde un cura oraba por su amigo delante de familiares y allegados. Se quedo a un costado, detras de un tipo alto que lo ayudo a pasar desapercibido. Junto al feretro estaban el hijo y la ex mujer. Al pibe lo habia visto por ultima vez cuando cumplio los dieciocho; a la ex era mejor perderla de vista, el alcohol la habia dejado fuera de sistema. Cuando llego el momento de trasladar el cajon, Escorpion le senalo una manija, y el, a traves de los lentes negros, fue saludando a los mas cercanos con un leve movimiento de cabeza. Habia militares vestidos de estricta fajina, periodistas, algunos politicos. Reconocio al ministro del Interior y a un diplomatico, pero se mantuvo al margen, ni siquiera se acerco cuando una nina le ofrecio una rosa para arrojar al ataud. Camino a la salida, Escorpion y Ramirez lo alcanzaron. --?Que se sabe? --les pregunto luego de unos largos segundos. --Eso te queriamos preguntar a vos, ?donde andabas? --Queria hacer el duelo... a mi manera. --O sea solo --dijo Escorpion y de reojo lo miro al Manteca--. Mira, le dieron en la puerta del cementerio de la Recoleta, y como pasaba gente, pudo escapar. No aguanto mucho. Alguien aviso a la policia, pero cuando llegaron no habia nadie. Ponzi lo escuchaba serio. --?Y que mas se sabe? --pregunto. --Nada --aclaro Escorpion--, misterio absoluto; si andaba en algo se lo llevo a la tumba. Uno cree conocer a sus amigos, y al final... --Quizas fue un intento de robo... --dijo Manteca desajustandose la corbata. Siguieron caminando en silencio hasta la explanada del cementerio, con las manos cruzadas por detras del saco, cabizbajos, como si fueran detectives intentando resolver el caso. Ponzi le sugirio a Escorpion que investigara en el Ejercito, para el no se trataba de un simple intento de robo. Despues le pidio prestados doscientos pesos, y le hizo la venia militar desde el estribo del colectivo. Paso la tarde buscando informacion. Tres dias despues los medios habian reducido el espacio dedicado al caso porque las lluvias en el litoral estaban inundando los campos y poniendo en peligro las cosechas. La clave, sin embargo, decia una linea de investigacion, estaba en la ultima epoca de Andrada en el Ejercito. Se decia que algunos militares pensaban romper el pacto de silencio, que la fuerza estaba resquebrajada, se especulaba con que pudieran aparecer arrepentidos. Ponzi abrio grande los ojos y se sirvio un vaso de Whisky que Andrada le habia regalado para su cumpleanos. Despues del tercer trago, el cansancio lo vencio, se durmio entre las hojas de los diarios con la tele encendida. Desperto a las siete con un fuerte dolor de cabeza. En la ducha trato de aclarar la mente. Dudaba entre llevarle el portafolio al fiscal, contarle a Escorpion y a Ramirez, o entregarlo en el Ejercito. Ninguna de las tres opciones lo terminaba de convencer. Despues de almorzar camino hasta el palacio de Tribunales. ?Como averiguar donde trabajaba Failache? Cruzo la plaza Lavalle, subio las escalinatas, miro de costado la estatua de la justicia, sin dejar de avanzar dio con el patio y sus columnas clasicas. Mientras leia en una placa de marmol a los proceres que sancionaron la Constitucion Nacional de 1853, vio en un banco del pasillo una revista de actualidad que no parecia tener dueno. Esquivo a un par de personas y se sento a ojearla para pasar el tiempo hasta que un titulo le llamo la atencion: "Los crimenes de lesa humanidad no prescriben", y debajo un largo articulo firmado por Carlos Antonio Failache. Cerro la revista de golpe, como si hubiera recibido un cachetazo que lo dejara con la mente en blanco. Preguntandose que hacia Andrada relacionado con ese tipo, miro hacia ambos lados, y la guardo en un bolsillo del chaleco de pesca. Abandono Tribunales, cabizbajo; ya no tuvo ganas de disfrutar de la belleza arquitectonica del edificio. Paro un taxi. Al llegar al departamento leyo la nota de un tiron. El fiscal actuaba en Villaguay, provincia de Entre Rios, y estaba decidido a investigar el pasado. De alguna manera Ponzi se sentia protagonista de aquellos anos de "botas largas", por mas que se haya retirado pronto. Lo mejor seria quemar el portafolio dentro del horno, cocinarlo a cien grados y pulverizar cualquier evidencia que pudiera revivir causas comprometedoras. ?Pero por que Andrada se queria retirar del Ejercito dandole el portafolio a ese fiscal? ?Acaso se habia vuelto loco? Paso la noche en vela, las pantuflas torcidas por las tantas veces que se levanto para ir al bano. El portafolio al costado de la cama y la radio que, mas que musica, emitia un ruido perturbador. Antes del amanecer, tomo una decision, temblando, con un frio seco en el esternon.

  • Empujones del destino de Lucia Herrero

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    Durante unas vacaciones en un hotel de Mallorca, Nadia y su amiga Ruth conocen a dos chicos que ocupan la habitacion contigua: Samuel y Daniel. Para sorpresa de las chicas, uno de ellos, Samuel, resulta ser un vecino y amigo de la infancia de Nadia. Pero las cosas se complican y al finalizar esas vacaciones, el la ha herido y decepcionado de tal manera que cree que nunca podra perdonarlo.

  • Lo imperdonable de Norma Lazo

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    Eddie no era su nombre, Michael la llamaba asi. Tenian poco tiempo de conocerse y los unia una amistad profunda aunque prudente. Eran mayores y habian aprendido que los mejores amigos buscan la distancia adecuada. Al igual que puercoespines, ni tan lejos que de frio, ni tan cerca que espine. Al principio Eddie no hablaba de su vida o de su pasado. Habia callado sus dias salvajes sin destino, las playas banadas de abulia y desasosiego y las horas mirando nubes para adivinar formas de animales mitologicos. Tampoco le habia contado del malestar nacido por la incertidumbre que le provocaba su futuro. Malestar a veces alejado con algun libro robado y, en otras, provocando pleitos en la escuela. Eddie no se habia atrevido a hablar de ello hasta la noche en la que volvio su pasado. Entonces decidio contarle todo a Michael, aunque no supiera como. El destino de Eddie se sello treinta anos atras, mientras esperaba sentada en la barda del colegio a su mejor amigo, Ian, leyendo Mas que humano de Theodore Sturgeon, una novela de ciencia ficcion que tomo prestada de casa de Camilo Garcia Moreno, otro de sus amigos. Pero aquello era un eufemismo, Eddie solo regresaba los libros si alguien le reclamaba. Miro su reloj Swatch de caratula azul. Ian solia ser puntual y ahora llevaba retrasado veinte minutos. Eddie brinco desde la barda del colegio y se asomo por la calle en busca de su amigo. Entre los coches apelotados por el trafico avisto el Mustang color cobre y de llantas achaparradas rebasando impacientemente a los demas automovilistas. Eddie echo la novela de Sturgeon en la mochila y se preparo, como cada dia, para subir al auto. --?Aburrida? --le pregunto Ian desde la ventanilla mientras quitaba el seguro de la puerta del copiloto. Eddie afirmo con la cabeza y avento la mochila en la parte de atras. Reclino el respaldo hasta topar con el asiento trasero. --Nos esperan en la playa --le dijo Ian. Eddie tomo la cajetilla de Camel de la camisa de su amigo y encendio uno. El Mustang rozaba el suelo en cada vuelta. Ian era adicto a la velocidad, a los brincos sorpresivos provocados por los topes y a las miradas reprobatorias de los parroquianos quienes, al verlo venir a lo lejos, se replegaban contra la pared de las aceras. En la playa, recostados sobre el automovil de Ian, el grupo de amigos observaba a las gaviotas clavar sus picos en las crestas del oceano en busca de alimento. Las mas habiles pescaban a su presa en la primera zambullida, en tanto que las torpes levantaban el vuelo para intentarlo nuevamente hasta conseguirlo. Cuando Eddie se iba de pinta con sus amigos solian reunirse en las dunas El Infiernillo. Tomaban cerveza envueltos por las bocanadas de aliento salado y caluroso del verano mientras el mar marcaba su frontera de espuma con la que jugaban a salpicarse. Pudo ser un dia cualquiera, inutil y perezoso como el anterior, de no haber sido por la llegada abrupta de Alma Grande. --El menor de los Garcia Moreno se mato --dicho esto, Alma Grande desplomo su enorme cuerpo de ciento veinte kilos y metro noventa de estatura sobre la arena, cayo doblado sobre sus rodillas como los musulmanes en oracion. El menor de los Garcia Moreno se llamaba Mauro y tenia once anos; su hermano, Camilo, era parte del grupo de amigos. Mauro era un nino gordo y rubio, de rostro palido, marcado por las manchas de sol. No hablaba mucho y, taciturno y melancolico, pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su recamara escuchando discos. Fantaseaba con ser invisible y pasar inadvertido en el colegio para no dar explicaciones de su aislamiento. En la familia nadie entendia a ese ser silencioso que parecia vivir en otra dimension, distante, perdido en lo mas profundo de los caracoles, alli donde suena el mar pero no atropella con su vaiven violento. El unico que conseguia sacarlo del mutismo era Camilo. Si sus padres salian y el grupo de amigos se aduenaba de la casa, Mauro hacia lo imposible por pegarseles, aunque su hermano no lo permitia, pues todos bebian e incluso algunos ya fumaban marihuana. Penso que alejandolo lo mantendria a salvo. Eddie aun recordaba vividamente al giganton Alma Grande --quiza sea el recuerdo mas nitido de aquellos dias--, sumido en el llanto como un nino que acaba de descubrir la muerte. Alma Grande conto entre sollozos, recriminandose porque solian tratar al nino con indiferencia, que Mauro, a escondidas de su padre, el famoso abogado Raymundo Garcia Moreno, habia tomado la pistola de la biblioteca. A la familia le extrano la chamarra gruesa que llevaba Mauro en ese dia tan soleado, pero nadie le pregunto si no sentia calor. Tambien llevo a la escuela una caja con algunas de sus pertenencias mas preciadas: la coleccion de comics de Linterna verde, los munecos de accion de la Guerra de la Galaxias y sus discos de los Beatles. Les parecio raro su comportamiento, pero nadie imagino lo que vendria. En el colegio, Mauro las regalo todas a los companeros que nunca lo molestaron; la mayoria acostumbraba ponerle sobrenombres relacionados con su gordura, burlarse de su silencio, de la forma en que reprobaba cualquier materia y el estado de abulia perenne. En el salon de clases Mauro se planto al frente, al lado del profesor, y le pidio permiso para dirigirse al grupo. Sin decir palabra, extrajo la pistola oculta bajo su chamarra y se dio un balazo. Cuando Alma Grande termino su relato, el cielo azul se torno gris y brumoso, un temporal imprevisto se avecinaba. Asi era el clima en el puerto, impredecible y fiero como la vida. La ventisca proveniente del norte levanto las toallas de la arena, volaron los vasos de plastico y el liston morado con el que Gabriela habia amarrado su largo cabello negro mientras construia torres de arena. Las olas del mar empezaron a picarse y las pequenas crestas que las gaviotas penetraban se alzaron en violentos muros de agua. En medio de gritos, aturdidos por el tragico relato y el cambio repentino del clima, levantaron sus cosas para entrar al coche. Gabriela grito llamando la atencion de todos, luego senalo hacia la orilla de la playa donde descubrieron a lan desprendiendose del uniforme del colegio para caminar en traje de bano mar adentro, sin voltear, decidido y tambaleante por la fuerza de la corriente. Gabriela miro a los demas esperando respuesta y ante el desconcierto de todos se desprendio del uniforme y corrio tras de Ian. Alma Grande, los hermanos Caiman y Eddie hicieron lo propio, corriendo en traje de bano hacia el ir y venir de las olas que elevaban y descendian los cuerpos indefensos flotando de muertito a la deriva. Relampagos colericos enraizados ferreamente a las nubes parpadeaban semejando raigones viejos. Las olas empujaban al grupo de amigos con furia. Ian les grito que no nadaran y permitieran que estas los llevaran adonde quisieran. Fueron arrojados por remolinos de agua a las piedras y lanzados por el oleaje, salieron del mar con raspones y algunas espinas de erizo enterradas en los pies. Antes de subir al coche alcanzaron a ver una gran ola arrasando las torres de arena construidas por Gabriela. Era la ola mas grande que habian visto en meses. La masa de agua golpeo las torres y las deshizo en moronas de lodo y espuma, para luego retroceder con indiferencia de la misma forma en que la vida lo haria con ellos. 2. LA AMISTAD ENTRA POR LA LENGUA LA HISTORIA DE EDDIE Y MICHAEL PARKER Se conocieron la manana en la que Michael entrevistaba a aspirantes al puesto de traductor. La vio llegar desde el barandal de hierro forjado de su departamento. A juzgar por su apariencia, estaba nerviosa. Su cuerpo empequenecido, fragil, doblado por la pesadumbre de los secretos, se habia enjutado aun mas. Tenia el rostro limpio, sin maquillaje --nunca usaba maquillaje-, ni siquiera algun brillo tenue en los labios. Su ropa era insignificante, casi siempre arrugada y con ese olor a viejo que revelaba su paso por las tiendas de segunda mano. Eddie era una mujer de cuarenta y seis anos, sin pareja --jamas tuvo interes en tener una--, tampoco hijos. Delgada, de pomulos salidos y ojos profundos como pozos sin agua, ocultos detras de sus anteojos de poco aumento, y su cabello negro siempre revuelto, bucles crispados con los cuales luchaba para aparentar que se habia peinado. Desde el instante en el que se conocieron, a Michael le llamo la atencion ese rostro marcado por las ausencias que, si bien no matan, debilitan al cuerpo. Eddie, parada ahi con las palabras atrapadas en la garganta y la timidez exponiendola al cuchicheo de los vecinos, le causo pena. Entonces se adelanto para conducirla al interior de su departamento. Con manos temblorosas ella abrio su portafolios negro y maltratado por anos de uso y le entrego algunas de sus traducciones. Sin levantar la mirada de los papeles le dijo tener excelente redaccion y un ingles tan perfecto como el del mejor parlante no nativo. Eddie no miraba a Michael de frente pero lo escrutaba por el rabillo del ojo. Michael Parker era oriundo de Nueva York y tres anos mayor que Eddie, no obstante, parecia mas joven. Su rostro de nino contrastaba con su vestimenta de otra epoca: camisa blanca y sobria tipo mormon, pajarita azul cielo, chaleco tejido de rombos, pantalones sencillos, oscuros y lisos, sin ningun detalle memorable. Sus lentes de aumento tambien vintage, de pasta gruesa y moteada --simulando ser de carey- montada sobre el armazon dorado expuesto en la parte inferior. Michael odiaba lo moderno, con renuencia compro el celular que usaba como camara fotografica y una computadora para enviar sus textos a The Wall Street Journal y a algunos periodicos locales y del extranjero. El trabajo de su traductor seria transcribir todos sus manuscritos a la computadora y traducir algunos al espanol para despues enviarlos por correo electronico. Michael meso su cabello ralo y rojizo e inicio una conversacion en ingles. Despues de hablar de libros y peliculas con Eddie, quedo satisfecho con su soltura del idioma. --Se nota que viviste mucho tiempo en el extranjero --comento Michael, halagando su acento. --Jamas he salido del pais --respondio Eddie presurosamente. A Michael no le creo suspicacia que Eddie, con tan buena pronunciacion, jamas hubiera vivido en un pais anglosajon. Estaba convencido de los frutos de la tenacidad. --?Que es lo que mas te gusta hacer? --le pregunto. Ella respondio que le gustaban los trabajos solitarios como leer y arreglar cosas. Le seducian los escritores con vidas intensas y conmovedoras. Michael, hablantin y sociable por naturaleza, quiso saber mas de Eddie, por lo que le confeso que le apasionaba su trabajo y, al igual que ella, preferia a ese tipo de autores. La mayoria de sus traductoras fueron eficientes, pero carecian de ese rasgo en comun, aunque tampoco era requisito para ocupar la vacante. De hecho Michael no queria intimarlas mas de lo debido. Pensaba que, si contrataba a alguien con sus mismas aficiones terminaria escuchando una pila de opiniones en las que no estaba interesado. Aunque nunca lo menciono en los avisos de periodico, elegia a mujeres con gustos distintos a los suyos. Debido a su oficio, pasaba la mayor parte del tiempo asido a su asistente, que mejor si se trataba de alguien con poco que decir. Pese a ello, la inexplicable atraccion hacia Eddie lo obligo a pasar por alto sus propias reglas, accediendo incluso apagarle sin comprobantes fiscales. --Perdi mis documentos en la estacion de autobuses -le explico a Michael --, te prometo hacer pronto los tramites para tenerlos en orden. Nunca lo hizo. Eddie y Michael se hicieron amigos recatadamente sin confianzas vulgares o intrusiones incomodas. Ella no permitia gran acercamiento, rehusaba cualquier conversacion intima o ajena a sus obligaciones laborales. Eso lo intrigaba aun mas e inventaba pretextos para romper el hielo, asi que tras varios intentos consiguio que comieran juntos. Eddie accedio despues de pensarlo por unos segundos, como si se tratara de una decision trascendente, y el se avergonzo por haberla intimidado. Para evitar confusiones prefirio confesarle su orientacion sexual, no le atraian las mujeres. --Me asusta mi irresistible seduccion hacia el sexo opuesto --respondio Eddie. Ambos parecieron reirse de su aspecto descuidado y poco atractivo. Eddie comia despacio, dando bocados pequenos masticados por minutos. No habia perdido el aire provinciano. Parecia un personaje de Carson McCullers, de esos sofocados en lo profundo del sur americano. Aqui tambien hay otro sur, no menos brutal, ni menos desolador. --Desde nina quise irme del puerto --le confeso a Michael cubriendose la boca, todavia masticaba un pedazo de strudel de manzana, su postre favorito-, siempre hubo algo ominoso bajo la luz del sol. Lo unico que Eddie echaba de menos de su lugar de origen era el mar. Nadar sorteando las olas fue su pasatiempo favorito hasta que ella y sus amigos iniciaron el juego <>. Se pautaba con el parte meteorologico, cuando el mal tiempo se avecinaba. Los siete adolescentes se cubrian de heridas causadas por piedras y corales, heridas que eran medallas de guerra; condecoraciones que alardeaban mas tarde chocando las botellas de cerveza. Superficialmente todo seguia normal entre ellos, sin embargo, algo iba cambiando. A Eddie le costaba verbalizarlo. Se trataba mas que de una sensacion, acaso de un mal presagio. La sospecha de no ser los mismos y de que, despues del suicidio de Mauro y la partida de los Garcia Moreno al extranjero, jamas volverian a serlo. El juego era cada vez mas salvaje. Durante una tormenta, con rafagas de viento de hasta ciento veinte kilometros por hora, Alma Grande se estrello contra los costales de cemento en la escollera. Sufrio una contusion. Entre todos lo sacaron del mar. Fue tan arduo como rescatar a una tonina varada en la playa. Entonces se dieron cuenta de que sus vidas pendian de la necesidad de ser afirmadas con fiereza.

  • Azul De Medianoche, Simone van der Vlugt de Simone Van Der Vlugt

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  • Un secreto en el Ampurdan de Imma Tubella

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    Agosto de 1935. Carretera de Albons a Viladamat. Un Rolls-Royce, conducido a velocidad de vertigo, se estrella. En el viajan el principe Mdivani y su amante, la baronesa Thyssen.

  • Botones y odio de Penelope Sky

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    Me estoy dejando la piel para conseguir botones.

  • El escritor y la tecla del erotismo de Ana Vacarasu

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    Un famoso escritor viaja al campo para documentarse. Por caprichos del destino, su camino se cruza con el de una mujer que guarda un secreto que le cambiara la vida.
    Un secreto escondido en una letra. La de la tecla del erotismo.

  • Konets de Cesar Perez Gellida

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  • La senora Fletcher de Tom Perrotta

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    Eve Fletcher es una mujer divorciada de poco mas de cuarenta anos que vive en una tranquila ciudad de Nueva Jersey. Ahora que su hijo se acaba de ir de casa para empezar la universidad piensa que ha llegado el momento de dedicarse un poco mas a si misma, de aprovechar todo el tiempo que tiene a su disposicion. Eve se apuntara a un curso universitario sobre <>, donde conocera a gente de lo mas variopinta, se obligara a cultivar nuevas amistades, descubrira la pornografia en internet y las aplicaciones de citas, y hara cosas que meses atras le hubieran parecido inconcebibles. Mientras, Brendan, su hijo, se dara cuenta de que su idea de lo que seria la peripecia universitaria estaba completamente obsoleta y de que la vida en el campus esta muy lejos de los estereotipos que habia imaginado. En esta novela, Tom Perrotta -uno de los escritores norteamericanos con mas talento para captar la placida existencia suburbana- construye una divertidisima satira sobre la vida actual, un certero e ingenioso fresco sobre el sexo, el amor y la identidad en el siglo XXI.

  • Chantaje Emocional de Susan Forward

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    Esta obra parte del principio de que todos manipulamos hasta cierto nivel, pero el chantaje emocional es un nivel aun mayor. Quien chantajea se aprovecha de los miedos de la otra persona para hacerla sentir culpable u obligada a cumplir con sus exigencias. El libro se divide en dos partes principales: en la primera, se explica con claridad y multiples ejemplos que es el chantaje emocional y por que las personas lo usan, y la segunda se enfoca en ofrecer soluciones a los lectores para enfrentar el chantaje y mejorar sus relaciones o abandonarlas, en caso de que sea lo mas conveniente.

  • Confia en mi, estoy mintiendo de Ryan Holiday

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    -Hoy en dia: un rumor malicioso por Internet puede costarle millones a una empresa.

  • El desamor segun Alba de Mira Lau

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    Alba es muy fan de “La Casa de Papel”, el sushi y las olas del mar.
    A sus 29 anos lo tiene todo: amigos estupendos, un buen trabajo y un novio genial.
    Eso, hasta que Marc le pide un “tiempo para pensar”.
    Ahora Alba tendra que decidir como afronta ese tiempo para sufrir lo menos posible.
    Y si Marc no regresa…?Podra Dave, su joven y sexy companero de trabajo, ayudarla a recuperar la ilusion?
    Una novela breve, que nacio pensada como guion de TV y que esta siendo ya traducida al ingles.

  • Hechos el uno para el otro de Davinia Palacios Garcia

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    En algun punto cercano a la frontera entre Estados Unidos y Mexico, Madison sabe bien lo que es vivir en una de las peores ciudades y tener que luchar por la supervivencia. Ser mujer y madre soltera no facilita las cosas. Aunque eso no le impide ayudar a los mas necesitados.Ezekiel, propietario de un taller de motos y que a simple vista parece el cabecilla de una banda de moteros delincuentes, esconde otra ocupacion, oscura, nocturna y peligrosa.