en un hotel de malmo libro
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en un hotel de malmo libro - Marie Bennett
https://gigalibros.com/en-un-hotel-de-malmo.html
La lucha por la supervivencia, el amor y la traicion impregnan las paginas de esta intensa y cautivadora novela ambientada en la Suecia de 1940 que ya es considerada en Escandinavia como el Casablanca sueco. -
En un hotel de Malmö Versión Kindle - Libros - Amazon.es
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En un hotel de Malmö | Reseñas | La Linterna del Traductor
http://lalinternadeltraductor.org/n18/en-un-hotel-de-malmo.htmlCon su primera novela, Marie Bennett se desmarca de la actual marea negra que llega de Escandinavia y nos sorprende y deleita con un libro que no es fácilmente ...
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En un hotel de Malmö | Penguin Libros ES
https://www.penguinlibros.com/es/novela-romantica/18400-ebook-en-un-hotel-de-malmoLa lucha por la supervivencia, el amor y la traición impregnan las páginas de esta intensa y cautivadora novela ambientada en la Suecia de 1940 que ya es ...
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EN UN HOTEL DE MALMÖ. MARIE BENNETT. Comprar libro
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Un hotel en Malmo, de Marie Bennett - Juan Herranz
https://www.juanherranz.com/libro-un-hotel-en-malmo/En un hotel de Malmo, de Marie Bennett. Un hotel en Malmo, de Marie Bennett clic libro. Acostumbrados como estamos (probablemente malacostumbrados) a ...
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Un Hotel En Malmo por BENNETT MARIE - 9788466662857
https://www.cuspide.com/9788466662857/Un+Hotel+En+MalmoReseña del libro Un Hotel En Malmo ... En Suecia, durante el duro invierno de 1940, Georg es reclutado para defender la frontera con Finlandia contra el avance ...
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En un hotel de Malmö - Marie Bennett - Babelio
https://es.babelio.com/livres/Bennett-En-un-hotel-de-Malm/24464Críticas (2), citas extractos de En un hotel de Malmö de Marie Bennett. Si os gustan las novelas históricas ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...
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EN UN HOTEL DE MALMO - MARIE BENNETT - Agapea
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Un hotel en Malmö - Marie Bennet - Entre mis libros y yo
http://entremislibrosyo.blogspot.com/2018/06/un-hotel-en-malmo-marie-bennet.html1 jun 2018 — Un hotel en Malmö - Marie Bennet. No me canso de leer historias ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, se centren más o menos en el ...
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En la piel de Lucia de Luz Hidalgo
https://gigalibros.com/en-la-piel-de-lucia.htmlAcababa de anochecer. Por suerte, los ninos estaban arriba, cada uno en su habitacion, entretenidos en sus cosas. Yo estaba ligeramente echada en el sofa, soportando el efecto que las tres copas de vino habian producido en mi organismo. Un dia mas, por suerte, llegaba a su fin. Mario estaba a punto de venir y no queria que me encontrara en ese estado. Pero, por mas que pretendia levantarme, los musculos no podian obedecerme. El ruido de la cerradura retumbo en mis oidos como si de un martillo y un cincel se tratara. No gire la cabeza, pero sabia que era el. Cerre los ojos, implorando que no se cabreara mucho. Aunque en el fondo sabia que no lo iba a hacer; Mario poseia el caracter mas apacible que conocia. Oi sus pasos acercarse lentamente. Levante los ojos y lo mire resignada, esperando escuchar cualquier apelacion a mi embriaguez. --Carino, ?como te ha ido hoy el dia? --Por supuesto, no iba a montar una escena, no era su estilo. --Bien, uno mas --dije con desgana. --Me imagino que no has comido nada... --No, no tenia hambre. --Amor, tienes que comer, ya lo sabes. Ya te dijo el medico... No lo deje acabar, salte como una condenada posesa. No podia soportar que me tratara como a una nina. --!Ya estamos otra vez! No me agobies, Mario, te lo he dicho mil veces. !No me agobies! -- le grite, saliendo a trompicones y dando un portazo al entrar en nuestra habitacion. Mario se quedo sentado en el sofa, la cabeza gacha y los ojos cerrados, queriendo apartar la realidad en la que se estaba convirtiendo nuestra vida. Me sente en la cama intentando tranquilizarme, oi a los ninos bajar corriendo las escaleras para dar la bienvenida a su padre. Daniel, nuestro pequenin, le estaba preguntado a Mario si traia el regalito que le habia prometido. --No, carino, papa hoy ha tenido un dia muy ajetreado y no he podido ir a tu tienda preferida. Manana voy, ?vale, campeon? Me hizo sonreir oir como Daniel subia las escaleras refunfunando. Ahora le tocaba el turno a Laura. Escuche con toda la atencion que los quince escalones me permitian oir. --Papa, mama ha estado bebiendo otra vez. --Las palabras de Laura me pusieron los pelos de punta. --Carino, ten paciencia, mama esta pasando por una etapa delicada. Estate tranquila, seguro que pronto se le pasara. --Pero es que tenia que preguntarle unas cosas de los deberes de clase y ni siquiera me ha mirado a la cara. He tenido que encender tu ordenador y buscar la informacion en internet. No nos hace caso ni a mi ni a Daniel. Se emboba mirando la nada y parece que no sabe que existimos. Estoy harta, papa --lo solto todo de carrerilla. Me la imaginaba mirando a su padre con los brazos en jarras, esperando una respuesta que resolviera de un plumazo el problema. Esas palabras actuaron en mi corazon como si un puno lo hubiera estrujado, hasta dejarme sin respiracion. Las lagrimas rodaron por mi cara, silenciosas y sin permiso. Mi nina se estaba dando cuenta de todo y, lejos de decirmelo, se lo callaba dia tras dia. Se descargaba con su padre. En que mierda de madre me estaba convirtiendo para que mi hija no fuera capaz de confiar en mi como antes y confesarme sus inquietudes. Antes era yo la que la escuchaba. Esa realidad dolia, dolia mucho. Era la hora de cenar, pero no me sentia con animo de cocinar, asumir el papel de mujer perfecta y enfrentarme a las miradas de Mario y Laura. No, no podia. Daniel era muy pequenito todavia para darse cuenta de nada. Me sente en la cama, apretandome las manos sin saber que hacer. Me mortificaba pensar que no quedaba casi nada en la nevera. Esperaba que Mario se las apanara con los cuatro alimentos que quedaban. <
>, pense para hacer callar los remordimientos. Cuando oi el abrir y cerrar de armarios y nevera, supuse que Mario buscaba viveres con los que cocinar algo decente. Intente hacer memoria de lo que quedaba, pero no podia concentrarme. Al momento oi chisporrotear algo en el fuego. Suspire aliviada. Al rato, el sonido de los cubiertos chocando con los platos, mezclado con la conversacion animada de los tres, subia escaleras arriba, acentuando asi la sensacion de que sobraba en la intimidad que se habia creado entre ellos. Decidi darme una ducha. Me saque como pude el jersey por la cabeza y me baje los pantalones del pijama a la vez que las bragas; los pisotee, dejando ambas prendas en el suelo, arrugadas y de forma desordenada. Me las quede mirando y senti que era parte de ellas, a la espera de una limpieza que se llevara de una vez toda la suciedad que se estaba acumulando en mi cuerpo y en mi alma. Cuando sali del bano, Mario estaba de pie en medio de la habitacion, las manos en los bolsillos y el gesto serio. Que guapo estaba. Me llamo la atencion que a esas horas de la noche todavia llevara puesta la corbata. Aflojada, pero alli estaba. Denotaba el grado de cansancio que a esas horas arrastraba. Otra vez el sentimiento de culpa, aplastandome como una losa. --Antes de que digas nada, quiero disculparme. Se que esto esta llegando demasiado lejos. Voy a poner remedio, no te preocupes. --Vale --suspiro--. Venia dispuesto a darte una charla, pero ya veo que te has dado cuenta tu solita. Solo necesito decirte una cosa. Laura tiene doce anos, ya no es tan nina. En tu mano esta que vuelvas a ser la excelente madre que eras o, por el contrario, que pierdas a tu hija para siempre, porque eso puede pasar, necesito que seas consciente. Sabes que te quiero, hare todo lo que necesites que haga. Pideme ayuda, Lucia. Soy yo... --prosiguio, acercandose. --Ese es precisamente el problema, Mario --le dije con desprecio. El se paro en seco--. Que me quieres, que me ayudas, lo quieres controlar absolutamente todo. Deja que me caiga. Si lo hago, sere yo la responsable. Estoy ahogandome. ?No lo ves? --Mi voz sono temblorosa, a causa del nudo que se estaba formando en mi garganta. --Pero estas ahogandote... ?donde? --dijo alzando las manos con incredulidad--. !Es que no lo entiendo! !Explicamelo, por favor! !Lo tienes todo! --grito--. Vivimos en una casa espectacular con todas las comodidades, con la decoracion que tu elegiste, tienes tiempo para ir al gimnasio, para tomar algo con tus amigas, unos hijos preciosos y sanos, dinero de sobra para no preocuparnos por el futuro... ?Que cojones quieres? Si es por la decision de dejar tu trabajo, siempre estas a tiempo de volver, lo sabes. No me hagas sentir mal por eso, Lucia, fue una decision mutua. Estoy enamorado de ti desde el primer dia, es que ya no se que mas hacer... --Se masajeo la frente y las sienes, gesto que siempre hacia cuando le empezaba a doler la cabeza. Me quede mirandolo. --Yo tampoco, Mario, yo tampoco... --Me voy a la cama. --El cupo de discusion habia llegado a su tope--. Manana me espera un dia duro en la oficina. Tengo un negocio que regentar y mi cabeza ya no da para mas. Nos acostamos dandonos la espalda. < >, pensaba mientras intentaba dormirme. Al dia siguiente, Mario ya se habia ido cuando me desperte. El vacio que dejo en su lado de la cama era similar al que yo sentia en el corazon. Entre en la habitacion de Daniel y, con susurros de carino, lo desperte. El paso los bracitos alrededor de mi cuello y, con voz adormilada, me dijo que no queria ir al colegio. Estuvimos un rato jugando y riendo hasta que mi pequeno se despejo y bajamos juntos al gran salon-cocina que presidia la mayor parte de la primera planta. Laura ya estaba alli. Me dirigio un escueto < > mientras se preparaba el desayuno ella misma. La mire y quise romper el hielo, pero algo me lo impidio. Quiza el gesto serio o mi propia inseguridad. Asi que volvi a cerrar la boca y me limite a observar los movimientos seguros de mi hija mientras se desenvolvia con soltura por la cocina. Cuando fui a despedirlos al autobus escolar, lo primero de lo que me encargue fue de hacer la compra a traves de la web del super. Sentia que mi deber mas inmediato era llenar la nevera lo antes posible. Tambien me propuse limpiar y ordenar la casa de arriba abajo. Iba por la tercera lavadora cuando sono el timbre. Baje y mire por la mirilla; a esas horas no solia tener visitas. Ver la cara de mi amiga tan cerca del visor, deformandole asi un poco el rostro, me hizo sonreir. --Hola, Sandra, pasa. Que raro tu por aqui a estas horas. --Le di dos besos a modo de bienvenida. --Me he escapado un momento y he pensado hacerte una visita de diez minutos. --Hija mia, que medido tienes el tiempo. Para una vez que vienes... --Algunas trabajamos, ?sabes? --dijo en tono de burla--. Bueno, ?como esta mi preciosa amiguita? Anda, preparame un cafe, que he salido de la oficina en mi hora del desayuno. Sandra se acomodo en un taburete de la barra que hacia de separacion del salon con la cocina. Mientras yo le preparaba el cafe, los avidos ojos iban de aca para alla. --Madre mia, Lucia, la ultima reforma que habeis hecho ha dejado este espacio de revista. Que grande se ven el salon y la cocina juntos. Y que blanco todo... Me encanta. --Gracias, Sandra. La verdad es que ha quedado bien al final. --Bueno, dejemonos de banalidades y cuentame como va todo. La ultima vez que nos vimos estabas mustia. --Pues justamente anoche tuvimos una gorda Mario y yo --dije torciendo el gesto--. Bueno, mas bien el. Normalmente no sube el tono de voz, pero reconozco que la situacion esta llegando demasiado lejos. No se como me he metido en este circulo vicioso. Este caracter indeciso y bipolar mio me esta llevando a actuar de mala manera contra Mario. Ayer me dio una especie de ultimatum. No fue asi de especifico, pero casi. Me dijo que podia llegar a perder a mi hija si seguia con esta conducta. Llego a gritarme, Sandra --dije con lagrimas en los ojos. --No me lo puedo creer, con lo mesurado que es el. Yo creo que nunca lo he visto alzar la voz en mi vida --dijo abrazandome--. ?Que le has hecho a mi amigo para sacarlo de sus casillas? Confiesa. --Se aparto de mi y sonrio, intentando dar un toque de humor a la conversacion. -
Aventuras en Londres (La diversion de Martina 1) de Martina D'antiochia
https://gigalibros.com/aventuras-en-londres-la-diversion-de-martina-1.html!No te pierdas esta nueva aventura de #LaDiversionDeMartina!
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Mi hijo, mi maestro de Isabel Gemio
https://gigalibros.com/mi-hijo-mi-maestro.html -
El quinto sol de los hermanos Arias de Eber Rocha Cervantes
https://gigalibros.com/el-quinto-sol-de-los-hermanos-arias.htmlElias es un joven con una vida normal, demasiado normal para su gusto, vive con su madre y es hijo unico, todo eso cambia cuando averigua el paradero de su padre, a quien Elias nunca conocio, motivado por el cambio de rutina y dejar atras su asfixiante presente emprende un viaje en su busqueda, aunque dentro de el sabe, va tras algo mas grande, algo que desconoce hasta tenerlo de frente.
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Ahora a tu lado de Anna Crenwood
https://gigalibros.com/ahora-a-tu-lado.htmlCuando su jefe y amigo Stefan Dunant se empeno en cosechar su propio vino, Monique Caruso jamas se imagino que esa nueva aventura de Stefan le traeria a ella consecuencias y mucho menos de las del tipo que despues de nueve meses lloran toda la noche y todo el dia.
Tener hijos no estaba en sus planes, pero cuando conocio a Bruno de la Vega, no pudo reprimir el intenso deseo que se establecio entre ellos desde que se miraron por primera vez.
Ahora ahi estaba ella, esperando sola el nacimiento de su hijo, y por primera vez en mucho tiempo se sentia sumamente dichosa. -
769 KM de Violeta Hache
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Nadie vendra a rescatarnos de G. G. Velasco
https://gigalibros.com/nadie-vendra-a-rescatarnos.htmlDos trastornos. Una isla. Cero esperanza.
El doctor Oliver Eldricht, reputado excirujano y docente universitario, recibe una terrible noticia sobre su propio estado de salud que lo lleva a abandonar de improviso a su unico hijo e iniciar una huida desesperada hacia ninguna parte.
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Solo tres citas… y una mentira – Victoria Vilchez de Victoria Vilchez
https://gigalibros.com/solo-tres-citas-8230-y-una-mentira-8211-victoria-vilchez.htmlCuenta la leyenda que originalmente los humanos poseian cuatro piernas, cuatro brazos, dos rostros y una sola cabeza, y en ellos convivian el sexo femenino y masculino; pero Zeus, sintiendose amenazado por la fortaleza de estos seres, les lanzo un rayo y los dividio en dos, condenandolos a vivir sin su mitad y a vagar en busca de ella para estar completos.
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Todo arde excepto tu de Cristina Origone
https://gigalibros.com/todo-arde-excepto-tu.htmlTurin, 10 de noviembre de 1993 El periodista observa a las personas evacuadas del palacio en llamas que descansan del otro lado de la calle. Han formado pequenos grupos entre los automoviles estacionados, dos mujeres lloran y se abrazan. La mirada se desliza hacia una nina. Un hombre la tiene de la mano derecha y mira hacia lo alto. Es su primer servicio: la confusion y el sonido ensordecedor de la sirena lo hacen nervioso y agitado. --?Estamos listos? --pregunta al camarografo mientras piensa en cuan afortunado es por haber encontrado ese trabajo. La television comercial, en un Pais que ignora a los debiles, se ha vuelto un servicio publico que ofrece emociones, sonrisas y lagrimas gratuitas; si la conexion va bien, alguien derramara alguna lagrima mirando las noticias de television. Esta es la regla. Sonrie cinicamente mientras acomoda el auricular en su oido. El tecnico le responde con la senal de la mano que indica que todo esta bien; La voz chillante de la conductora le llega fuerte y clara. --Si, los bomberos todavia se encuentran en el lugar del incendio, ya han trabajado desde las diez. Una gran nube de humo se ha levantado desde hace alguna hora sobre una vivienda en la esquina de Rosselli y Cassini. Al momento se cuentan dos victimas, cuya identidad todavia no ha sido dada a conocer. Aun hay que verificarla, tambien la naturaleza del incendio: ?accidental o doloso? Habla con voz angustiada, consciente de que manana nadie recordara mas todo esto. Ni siquiera el, piensa mirando la senal del tecnico de dos dedos hacia arriba. Bravo. Estuvo bien. La conexion se cierra. PRIMERA PARTE MARTA CAPITULO I LA GRADUACION Genova, 10 de mayo 2011 El, presidente y ponente de la tesis, me proclama finalmente doctora con: --Un merecido 110--. Son estas las palabras que pronuncia apretandome la mano. Intercambio el apreton y bajo la mirada. Me sostiene la mano mas de lo debido y, cuando me la deja, la estrecho a todos y salgo del aula. Estoy perturbada. Pero no por la graduacion. Caterina me abraza antes que mis otros amigos y me susurra al oido: --?Todo bien? --Me suelto a llorar. Flores, foto, aplausos y abrazos. Estoy en la confusion total y con la mirada lo busco. Todavia no sale el aula. Algunos de mis amigos me piden una hoja de laurel de la corona que Caterina me preparo, parece que les propicia buena suerte a los que todavia estan por graduarse. Me distraigo por algun minuto y, cuando miro en direccion de las escaleras, veo que el esta descendiendo los peldanos a paso veloz. Caterina se da cuenta y murmura--: Finalmente se ha ido y … --sonrie y concluye--: No pienses mas en ello, doctora. Ella es mi mejor amiga. Mi madre tenia que haberse ocupado en este dia, en cambio es Caterina quien ha organizado la fiesta despues de la graduacion y me ha regalado un fin de semana para pasarlo juntas en un Spa. Lo unico que ha hecho mi madre fue telefonearme esta manana para desearme un frio "Buena suerte". Desde hace anos que necesito buena suerte, pero ella no lo sabe. --No la necesito-- respondi con mucho placer y termine con la conversacion. Caterina tiene los ojos pequenos y negros, y un fisico desproporcionado: hombros estrechos y caderas largas. Tiene una charla suelta, lleva los cabellos cortos y estudia Jurisprudencia, pero esta fuera de clases desde hace anos. De vez en cuando bromea y dice que por error ha caminado en el rombo blanco en el centro del claustro de la Universidad y que por ello no se graduara nunca. Para los estudiantes de la facultad de Legge de Genova aquel rombo trae fortuna, se puede pisar solo despues de haberse graduado.
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Eres mio de Lina Perozo Altamar
https://gigalibros.com/eres-mio.htmlPandora Corneille, es una mujer aparentemente normal que llega hasta una afamada galeria de arte en la ciudad de Nueva York, para ocupar el puesto de restauradora. Con el fin de recuperar lo que considera suyo, sin importar el precio que debera pagar.
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Juegos Para el Placer de Daire St. Denis
https://gigalibros.com/juegos-para-el-placer.htmlJasmine Sweet pillo a su prometido enganandola y se marcho sola a Paris de luna de miel, decidida a tener una aventura. Alli se encontro con un desconocido muy atractivo y su estancia en Francia se convirtio en una fantasia. Luca desperto en ella deseos que jamas creyo experimentar. hasta que ese flirteo tan sexy paso a ser algo mas que un juego.
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La masajista y el hotel Red Pleasure de Amanda Seibiel
https://gigalibros.com/la-masajista-y-el-hotel-red-pleasure.htmlLa vida de Olga esta a punto de dar un giro bestial. Otro mas, despues de que su novio se largara con una companera de estudios de la universidad. Su amiga Mila le cuenta que ha descubierto un lugar casi prohibido en el que, al entrar en una habitacion y pulsar un boton rojo, tus fantasias sexuales se cumplen al instante. Lo llaman Hotel Red Pleasure.
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Espana. Un relato de grandeza y odio de Jose Varela Ortega
https://gigalibros.com/espana-un-relato-de-grandeza-y-odio.htmlJose Varela Ortega realiza en esta obra una apasionada defensa de Espana y de sus multiples valores. Y lo hace desde varios campos: la filosofia, la literatura, el cine o el arte.
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Lo que no es tuyo no es tuyo de Helen Oyeyemi
https://gigalibros.com/lo-que-no-es-tuyo-no-es-tuyo.html“Lo que no es tuyo no es tuyo” es una coleccion de relatos que comparten entre si algo mas que la colorida prosa de su autora: las llaves, literales y metaforicas, que desvelan secretos y abren por igual puertas y corazones. En un cuento dan acceso a una biblioteca perdida y a un jardin oculto en Barcelona, dos lugares que seran la clave del destino de las protagonistas; en otro, abren el corazon de una alumna en una escuela de marionetas; hay llaves que protegen de los fisgones un mistico diario intimo, y otras que cierran las puertas de una inquietante “casa de las cerraduras”. Tomando los cuentos de hadas como punto de partida, Helen Oyeyemi revisita la tradicion desde perspectivas insolitas y, gracias a su poderosa y brillante imaginacion, nos transporta a lugares que, como en los suenos, nos resultan tan sorprendentes como reveladores.
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Morena del rio (Lazos de sangre 1) de Alexander Shancker
https://gigalibros.com/morena-del-rio-lazos-de-sangre-1.htmlLOS ANGELES/ California (1981) “Mi hermano era lo unico que tenia en el mundo, lo unico por lo que vivia, lo unico por lo que luchaba… y me lo quitaron”. Carmen miraba la lluvia caer frente a la ventana, se veia notablemente cansada y ojerosa. Escondio sus michelines que sobresalian a cada lado de su cintura con un saco. Termino su zumo de naranja y miro el reloj. --!David, se nos hace tarde! Su hermano de 10 anos salio al trote y tomo el emparedado de la mesa, mientras comia a grandes bocados ella se preguntaba si podria con el, a veces lo dudaba. Una chica de 23 anos con una responsabilidad de un nino de 10 anos a cuestas. Aparto ese pensamiento y se sintio avergonzada, ella era su hermana y no lo dejaria jamas. Cuando termino emprendieron el camino. Salieron corriendo por la llovizna. Iban por la avenida a la carrera, y en ese lapso, su hermano se cayo pero ella lo levanto con brusquedad, no tenian tiempo. Cuando llegaron a la estacion de tren corrieron a toda marcha al notar que estaba por cerrarse. Cuando lograron entrar, la puerta se cerro tras ellos y entonces respiraron. Ambos empezaron a reir y chocaron los cinco. El vagon estaba lleno, asi que tuvieron que hacer el trayecto de pie. Carmen miro por la ventana, noto que ahora llovia a raudales e inconscientemente miro su reflejo. Una mulata de pelo negro y crespo, de ojos claros tras unos lentes grandes, de horribles granos en la cara, y un notable y horrible sobrepeso. No, en definitiva no era una belleza, y lo sabia. Pero justo ese dia se empezaba a sentir mas incomoda de lo normal, ?sera por el aumento de peso? Miro a su pequeno hermano, y acaricio su hombro, el estaba pensativo, no se lo decia pero Carmen notaba su incomodidad, ademas de su constante depresion por la perdida de sus padres. David nunca hablaba de ello. Pensar en sacarlo adelante le daba proposito y renovaba sus fuerzas. Pero a David le avergonzaba que su hermana se hiciera cargo de el. El metro llego a su primer destino y su hermano se despidio de ella con un abrazo. --Pasa buen dia, Carmen. Y no trabajes tanto. Ella lo miro y sonrio. --Y tu pasala bien. La puerta se cerro, y ella no pudo evitar sonreir, la ninera lo recibio y echaron a caminar, no lo perdio de vista hasta que su silueta se hacia mas pequena y desaparecio. 45 minutos despues, por fin pudo bajar. Maldijo cuando se tuvo que mojar un poco, tuvo que correr 3 cuadras mas para llegar frente al enorme edificio de Eternity, cuando llego a entrar, se gano las decenas de miradas reprobatorias de los demas, en especial de algunos ejecutivos, y las decenas de modelos del dia que hacian casting. Pero Carmen no tuvo tiempo de sentirse mas humillada, asi que camino hasta el ascensor con la cabeza en alto. Pero cuando se cerro, todo el aplomo se le fue abajo, estaba a minutos de un enfrentamiento con la bestia. La puerta se abrio mostrando un amplio y elegante corredor, casi en cada esquina estaba el rostro de una hermosa rubia que sonreia con elegante sensualidad. “Siempre Flavia”, penso. Camino de inmediato a la oficina, y justo se topo con una mujer negra vestida de traje blanco. --Carmen, ?que diablos te paso? ?Donde te metiste? --Corima, la verdad es que… --!Oh, por Dios! ?Acaso te viste en el espejo? !Amanda, mira como llego! --la otra mujer detras de un escritorio asintio con desaprobacion. --Estas casi toda empapada. --Ya basta, debo entrar ahi ahora, y ustedes no hacen precisamente ayudar. --Lo bueno es que aun no ha preguntado por ti --dijo Amanda antes que abriera la puerta. Cuando Carmen entro a la oficina lo encontro escribiendo en su laptop con su cara oculta tras la pantalla. Solo podia ver su rubia cabeza. Entonces camino lentamente de puntillas al cubiculo que se encontraba a su izquierda. --Siete. Maldijo por lo bajo y se volteo lentamente, aun tenia la cabeza tras la pantalla mientras tecleaba. --Si, senor. --?Me preparaste el informe que te pedi ayer? --Si senor, me tomo tiempo… pero lo termine, arregle las citas para esta semana, contacte a los promotores y les envie el informe del proyecto nuevo… --dijo rogando para que no levantase la cabeza. --Perfecto. Entregamelo. Carmen fue a su escritorio y tomo la carpeta de la pasada noche para entregarselo. --Me tomo un par de horas extras pero… todo quedo en orden --mejor no insistir, ?que esperaba? Un ascenso? El tomo la carpeta para revisarla despacio. Entonces levanto la mirada y la miro con sus azules ojos. !Estaba perdida! --Buen trabajo. Tras esto continuo escribiendo como si ya no existiera. Carmen fue a su cubiculo y se sento en estado de shock. No sabia si sentirse euforica o decepcionada por su falta de atencion. Por su puesto que solia ignorarla, pero esto fue el colmo. Estaba medio empapada y le hizo un excelente trabajo, aun asi parecia no notarla. Se supone que Carmen debia estar aliviada, pero estaba cabreada. ?Habria algun dia en que le dijera gracias por su buen trabajo? Un aumento no vendria mal, necesitaba el dinero. ?Trabajaba duro todo el dia solo para ser tratada como un mero numero? Carmen se acordo del dia en que llego a Eternity. Habian 12 chicas muy bien arregladas esperando entrevistarse. Carmen era la unica que desentonaba con un turbante en la cabeza, falda larga y blusa de mangas largas. Cuando se levanto para irse, justo en ese momento salio junto a Corima la cual portaba una carpeta. --… y diles que me ausentare todo el dia. --Correcto, senor. Pero ?se acuerda que tenemos entrevista hoy? Hay que elegir a la numero 7. En ese momento el la vio de pie, y la miro de pies a cabeza. --Elige a la negra, tal vez haga un buen trabajo como tu. Ya tengo que irme. Luego que se fuera, las otras chicas lo maldijeron por su falta de profesionalismo al elegir a sus empleadas, tras las disculpas de Corima luego se fueron. Carmen la miro con sorpresa pero llena de emocion. --No lo puedo creer, ?en serio estoy contratada? --No cantes victoria, existe un 90% de probabilidades de que el te despida o renuncies antes de los 3 meses. Antes que tu han habido 6. El trabajo es un infierno. --?Que tanto? Carmen la miro reteniendo una risa. --La numero 4 termino presentandole una demanda. Ahora en el presente, Carmen habia conservado su puesto por casi 1 ano, pero aun no era suficiente para llamarla por su nombre. --Numero 7. --?Si, senor? --?Donde esta mi cafe? Carmen se levanto en seguida, antes de que el llegara siempre debia estar listo. En ese momento entro una alta y guapa rubia, y el lugar se lleno de su carisimo perfume, la flamante esposa. Flavia llenaba cualquier lugar con su personalidad y belleza. --Adam, mi cielo, debo contarte sobre Gretchen. El levanto la cabeza y de inmediato dejo lo que estaba haciendo. Ella se sento en sus piernas y de repente se volvio otra persona. Ahora era todo atenciones. La mujer quitaba el aliento. Carmen se dio la vuelta para preparar el cafe, la conversacion de los dos se torno inaudible entre besos. Cuando Carmen volteo con el cafe se dio cuenta que ambos la miraban de pies a cabeza. --?Lo ves? Esta algo mojada y arrugada --dijo la mujer. --Numero 7, ?que le paso a tu ropa? Carmen respiro profundo para ocultar su enojo, cuando se referia a ropas, a la rubia no se le escapaba una. --Me moje un poco en la lluvia cuando venia. --Esto no puede volver a pasar, no nos podemos dar el lujo de presentar esa imagen en mi oficina. En esta empresa hay eticas y debes respetarlas. --?Que paso con la numero 6? --pregunto Flavia. Carmen se irrito mucho mas, no era la primera vez que ella la veia en la oficina. --Era una inepta. No hacia nada de lo que se le pedia. --Ah, me estaba llegando a caer bien, no seas tan duro con esta --dijo mirandola divertida--, estoy segura que fue un accidente. ?Verdad, querida? --Si, senora. Carmen no le iba a agradecer, la rubia era una mujer muy lista. Sabia que le convenia tenerla porque era imposible que su hombre se fijara en ella. Si Carmen se quedara, las aventuras en la oficina quedarian seguramente cerradas. Adam apuro su cafe y luego ambos se levantaron para salir. --Siete, estare fuera un par de horas otra vez. Ya sabes lo que tienes que hacer. --Si senor. Claro que sabia lo que significaba, otro dia largo para ella. Cada vez que el jefe se ausentaba significaba encargarse de recibir mas llamadas, y archivos que debia ordenar a la perfeccion. Ese dia Carmen volvio a avisar a su mejor amiga Celeste para que se hiciera cargo de su hermano. Era algo que no le gustaba hacer. “Ese hijo de perra debe pudrirse con todo y su dinero. ?Por que tiene que hacerte esto? ?Acaso eres una maquina?” --dijo su amiga al telefono. Tras otro torrente de maldiciones a su jefe por dejarla hasta tan tarde, ella acepto como siempre. Cuando las horas volvian a pasar, Carmen veia el escritorio vacio de su jefe. Tras de el, la pared de cristales dejaba ver el crepusculo, el sol ya se estaba yendo y las luces de los edificios empezaban a encenderse. Carmen se levanto, para ir hasta alla, las calles y edificios estaban repletas de luces navidenas. Desde alli arriba se sentia poderosa, capaz de alcanzarlo todo en el mundo. Las calles de Los Angeles. Las puertas tras de ella volvieron a abrirse, y vio a Corima entrar. Las dos se vieron tristes. --Otro dia largo, ?verdad? No sabes como me encantaria que todo fuera diferente. Eso la trajo de nuevo a la realidad. --No te preocupes, Corima. Ya estoy acostumbrada. Ella se le acerco para mirarla a los ojos. --Todos en el edificio se han ido. Pero tu sueles quedarte por todo esto. Nadie merece ser tratado asi. La mujer de 44 anos la abraso. >>No sabes lo mucho que me hubiese gustado que tu suerte fuese distinta. Eres una gran mujer. Tu hermano te lo agradecera cuando crezca. --Gracias, eres una gran amiga. --Oh, tengo una hija de casi tu edad. La veo en ti y no me gustaria que le hicieran lo que a ti. Pero ni modo, asi es Adam Krakovish. Si te hubiese tocado su padre fuese distinto. --?Que le paso a su padre? --Murio, Adam quiso encargarse de todo cuanto antes. Apenas tiene 2 anos al mando, y a sus 31 lo hace muy bien, aunque no con la misma gentileza y corazon que el. --Solo estoy aqui porque necesito el trabajo. Mas adelante, cuando logre comprar una casa pequena para mi hermano y yo entonces me ire. --Que Dios te oiga. Manana es navidad, espero que todo salga bien y no te toquen horas extras. --Gracias, Corima. Muchas gracias. Carmen vio a la mujer salir, y se sintio la persona mas sola del mundo. Respiro hondo, y volvio a su cubiculo a terminar el trabajo. Entonces volvio a mirar el escritorio vacio. Definitivamente se habia enamorado en silencio de el, no importando lo despota que fuese con ella. El que la ignorase dolia mas. ?Como era posible que alguien no distinguiera a una persona despues de meses de conocerse? Carmen jamas tuvo una familia convencional. Nacio en Republica Dominicana, luego vivio en Puerto Rico para mas adelante vivir con su madre en Florida, su padre murio sin antes conocerla, y cuando su madre se caso con otro, ella tuvo que vivir con ellos a reganadientes. Cuando su madre se divorcio de su marido cayo en depresion y murio a los pocos anos, entonces tuvo que hacerse cargo de David al no volver a saber de aquel hombre. Estaba huerfana, pero al menos se consolaba porque tenia a David. De todas formas, no habia espacio en su vida para el amor, y se lo recordaba cada dia. Era hermana y madre soltera a la vez. Un dia Carmen se iria para siempre de aquella oficina, y seria meramente recordada como la numero 7, no pudo evitar derramar unas lagrimas mientras escribia.
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Cuando los tontos mandan de Javier Marias
https://gigalibros.com/cuando-los-tontos-mandan.htmlEste volumen reune los noventa y cinco articulos publicados por Javier Marias en el suplemento dominical El Pais Semanal entre el 8 de febrero de 2015 y el 29 de enero de 2017.
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La casa que ame de Tatiana De Rosnay
https://gigalibros.com/la-casa-que-ame.htmlQuerido: Puedo oir como suben por nuestra calle. Es un rugido extrano, amenazante; sacudidas y golpes. El suelo tiembla bajo mis pies. Tambien oigo los gritos, unas voces masculinas, altas, excitadas, el relincho de los caballos y el martilleo de sus casas. El rumor de una batalla, como aquel terrible mes de julio tan caluroso en el que nacio nuestra hija, aquella hora sangrienta en la que la ciudad se erizo de barricadas. Hay nubes de polvo sofocantes, un humo agrio, tierra y escombros. Le escribo estas letras sentada en la cocina vacia. La semana pasada embalaron los muebles y los enviaron a Tours, a casa de Violette. Dejaron la mesa, era demasiado voluminosa, tambien la cocina de esmalte, muy pesada. Tenian mucha prisa y yo no pude soportar el espectaculo. Aborreci cada minuto. La casa despojada de todos sus enseres en un brevisimo instante. Su casa, la que usted pensaba que se salvaria. !Ay, amor mio! No tema, yo no me marchare jamas. Por las mananas, el sol se cuela en la cocina, eso siempre me ha gustado. Pero hoy, esta cocina, sin Mariette apresurada, con la cara enrojecida por el calor de la estufa, y sin Germaine refunfunando mientras se recompone los rizos que se le escapan del mono prieto, es un lugar muy lugubre. Con un ligero esfuerzo, casi puedo oler las bocanadas de humo del ragu de Mariette, que tejian lentamente una apetitosa redecilla por la casa. Nuestra cocina, antano llena de alegria, esta triste y desnuda, le faltan las cazuelas y las ollas resplandecientes, las hierbas, las especias en sus tarritos de cristal, las verduras frescas del mercado y el pan caliente en la panera. Recuerdo el dia que llego la carta, el ano pasado, un viernes por la manana. Yo leia Le Petit Journal junto a la ventana del salon, mientras tomaba un te. Siempre me ha gustado ese momento apacible, antes de que comience el ajetreo diario. No era nuestro cartero habitual. A ese, no lo habia visto nunca. Un hombreton grande y huesudo, con una gorra de plato verde que le cubria el pelo de lino. Llevaba una bata de color azul con el cuello rojo que parecia demasiado ancha para el. Vi como se llevaba una mano agil a la gorra y entregaba el correo a Germaine. Luego desaparecio y lo oi silbar bajito mientras seguia su ruta por la calle. Despues de dar un sorbo al te, volvi al periodico. Aquellos ultimos meses, la Exposicion Universal estaba en boca de todos. Siete mil extranjeros invadian los bulevares todos los dias. Una voragine de invitados de prestigio: Alejandro II de Rusia, Bismarck, el vicerrey de Egipto. !Que triunfo para nuestro emperador! Distingui los pasos de Germaine en la escalera y el frufru de su vestido. Es raro que yo reciba correo. Generalmente, una carta de mi hija, cuando considera que tiene que mostrarse atenta, o de mi yerno por la misma razon. A veces, una postal de mi hermano Emile o de la baronesa de Vresse, desde Biarritz, junto al mar, donde pasa los veranos. Eso sin contar los recibos e impuestos esporadicos. Aquella manana, me fije en el sobre blanco y largo. Le di la vuelta: <
> y mi nombre en grandes letras negras. Lo abri. Las palabras se distinguian claramente, pero no pude comprenderlas. No obstante, tenia las gafas bien sujetas en la punta de la nariz. Me temblaban tanto las manos que tuve que dejar la hoja en las rodillas y respirar profundamente. Cogi de nuevo la carta y me obligue a leerla. --?Que ocurre, senora Rose? --gimio Germaine. Debia de haber visto mi expresion. Meti la carta en el sobre, me levante y me alise la falda con las palmas de las manos. Un bonito vestido de color azul oscuro, con el numero justo de volantes para una senora mayor como yo. Usted lo habria aprobado. Tambien recuerdo el calzado que llevaba puesto, unas simples zapatillas, suaves y femeninas, y recuerdo el grito que solto Germaine cuando le explique lo que decia la carta. Mas tarde, mucho mas tarde, sola en nuestra habitacion, me derrumbe encima de la cama. Por mas que supiera que aquello podia suceder en cualquier momento, la impresion fue terrible. Entonces, mientras todos los de la casa dormian, cogi una vela y el plano de la ciudad que le gustaba observar. Lo desplegue encima de la mesa del comedor y tuve cuidado de no verter cera caliente encima. Si, veia la progresion inexorable de la calle Rennes, que surgia derecha hacia nosotros desde la estacion del ferrocarril de Montparnasse, y del bulevar Saint-Germain, ese monstruo hambriento, reptando hacia el oeste desde el rio. Con dos dedos temblorosos, segui el rastro hasta donde se unen. Exactamente en nuestra calle. Si, nuestra calle. En la cocina reina un frio glacial, tengo que bajar a buscar un chal y tambien unos guantes, pero solo para la mano izquierda, porque con la derecha quiero seguir escribiendole. Hace unos quince anos, cuando nombraron al prefecto, usted se mofaba: < >. Luego supimos lo que iba a ocurrir con la casa de mi hermano Emile, pero usted seguia sin tener miedo: < >. A menudo voy a sentarme a la iglesia, tranquila y apacible, para pensar en usted. Ahora hace diez anos que murio, pero para mi es como si hubiera pasado un siglo. Contemplo los pilares y los frescos, recien restaurados, y rezo. El padre Levasque se acerca a mi y cuchicheamos en la penumbra. --!Senora Rose, hara falta mas que un prefecto o un emperador para amenazar nuestro barrio! Childeberto, rey merovingio y fundador de esta iglesia, vela por su creacion como una madre por su hijo. Al padre Levasque le gusta recordarme cuantas veces se ha saqueado, destrozado, quemado y arrasado la iglesia desde la epoca de los normandos, en el siglo IX. En tres ocasiones, creo. Amor mio, que equivocado estaba. La iglesia se salvara, pero nuestra casa no. La casa que tanto amaba usted. Capitulo 2 El dia que recibi la carta, el senor Zamaretti, el librero, y Alexandrine, la florista, que habian recibido el mismo correo de la prefectura, subieron a visitarme. No se atrevian a mirarme a los ojos. Sabian que a ellos no les resultaria tan terrible; siempre habria un hueco en la ciudad para un librero y una florista. Pero sin la renta de los locales comerciales, ?como llegaria yo a fin de mes? Soy su viuda y sigo alquilando los dos locales que me pertenecen, uno a Alexandrine y el otro al senor Zamaretti; como lo hacia usted, como lo hizo su padre antes que usted, y el padre de su padre. Un panico frenetico se apodero de nuestra callejuela, que no tardo en llenarse del bullicio de todos los vecinos, carta en mano. !Que espectaculo! Todo el mundo parecia haber salido de sus casas y todos vociferaban, hasta la calle Sainte-Marguerite: el senor Jubert, el de la imprenta, con el delantal manchado de tinta, y la senora Godfin, de pie en el umbral de su herboristeria. Tambien estaba el senor Bougrelle, el encuadernador, fumando en pipa. La picaruela senorita Vazembert, la de la merceria (usted no la conocio, alabado sea el Senor), iba y venia por la acera, como pavoneandose, con un mirinaque nuevo. Nuestra encantadora vecina, la senora Barou, me dedico una gran sonrisa cuando me vio, pero me di cuenta de lo desesperada que se sentia. El chocolatero, el senor Monthier, era un mar de lagrimas. El senor Helder, el propietario de ese restaurante que tanto le gustaba a usted, Chez Paulette, se mordia nervioso el labio, lo que le agitaba el poblado bigote. Yo llevaba puesto un sombrero, nunca salgo sin el, pero, con las prisas, muchos olvidaron el suyo. El mono de la senora Paccard amenazaba con desmoronarse cuando meneaba con furia la cabeza. El doctor Nonant, tambien con la cabeza descubierta, agitaba el dedo indice rabioso. El senor Horace, el tabernero, consiguio que se le oyera entre el tumulto. Desde que usted nos dejo, el sigue siendo el mismo. Quiza tenga el pelo rizado algo mas gris y su panza haya adquirido una pizca de volumen; sin embargo, sus maneras estridentes y la risa sonora no se han debilitado. Sus ojos, negros como el carbon, echan chispas. --Senoras y senores, ?que hacen chismorreando a voz en grito? ?De que nos servira eso? Les invito a una ronda a todos, !tambien a los que no frecuentan mi antro! Por supuesto, se referia a Alexandrine, la florista, a quien le repugna la bebida. Un dia me conto que su padre habia muerto alcoholico. -
Espiritu festivo de Robertson Davies
https://gigalibros.com/espiritu-festivo.htmlChengdu, China Central, 1919. Los tres hermanos Gao, Juexin, Juemin y Juehui, viven conforme a las tradiciones que ha seguido su familia durante siglos; cuatro generaciones de la familia conviven ahora bajo el mismo techo, lo que supone un especial motivo de orgullo para el abuelo Gao, el patriarca del clan.
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Esclavos de un motivo de Consolacion Gonzalez Rico
https://gigalibros.com/esclavos-de-un-motivo.htmlMuchas veces he intentado enfrentarme al papel y plasmar por escrito la historia de mi vida. Hace anos me empujaba el deseo de volver a vivir mis recuerdos, pero estaban tan recientes que evocarlos tan solo dolia tanto como desprender un vendaje de una herida infectada, y las primeras cuartillas acababan en el cesto de los papeles debido a un mero problema de supervivencia. Hoy, aunque todavia quedan cicatrices que duelen cuando se desatan las tormentas del alma, quiero intentarlo de nuevo, sin demasiada conviccion de que esta vez pueda llevar a termino mi proposito. Todo sucedio como estaba escrito, diria si creyera en la fuerza que para muchos explica el ir y venir de la existencia humana. Todo sucedio siguiendo un inexorable principio de causalidad, quiero mas bien admitir de acuerdo con las teorias deterministas que discutia en aquellas clases del Curso Preuniversitario en el Ramiro de Maeztu, tan diferentes a las que el Colegio de las Teresianas me tenia acostumbrada. Aun recuerdo la voz clara y rotunda de mi profesor de Filosofia. El largo tiempo transcurrido no ha borrado de mi mente el brillo de sus ojos redondos y penetrantes, que concedian a su rostro, junto con su nariz aguilena, el aspecto de un aguila majestuosa. Y con la misma pericia y elegancia que si de un aguila se tratara, nos hacia volar por los cielos del pensamiento en busca de respuestas a la trascendencia, al bien y al mal, a la libertad. Aquella tarde de primavera la discusion se centraba en la libertad de los actos humanos. --?No creen ustedes --preguntaba muy seguro de la respuesta-- que el principio de causalidad formulado por Kant es aplicable tambien a nuestros actos volitivos? ?O acaso piensan que somos libres cuando, despues de vencer las eternas dudas que agitan nuestro espiritu, creemos que hemos elegido entre esto o aquello? Su dedo indice largo y huesudo volaba en diagonal una y otra vez, hundiendose hasta enrojecer en los extremos opuestos de la pizarra donde habia escrito dos palabras: CAUSA – EFECTO. Yo, con la vehemencia y pasion de mis pocos anos, y la influencia todavia reciente de los principios religiosos que me habian inculcado las Teresianas, intentaba rebatirlo. --Si mis actos no son libres, ?donde queda mi responsabilidad? ?Donde mi libre albedrio? Si Dios nos ha abandonado en este mundo caotico, despojados de una voluntad libre para hacer esto o dejar de hacer aquello, ?como puede pedirnos cuentas al final del camino? ?Cual es la razon del premio y el castigo? Si existe un Dios justo, y este debe ser uno de sus atributos, ?como podra juzgarme por aquellos actos carentes de una absoluta y total libertad a los que me han conducido unas causas que se me escapan, que son ajenas a mi? Me habia levantado de mi asiento sin ser consciente de ello. Las mejillas me ardian, y mi voz habia ido cobrando un tono enfatico que chocaba con el silencio que se hizo en el aula. --No sea ingenua, senorita Morales; la libertad no existe. Siempre actuamos guiados por el motivo mas fuerte --asevero de forma irrefutable. Mis dudas y su seguridad quedaron suspendidas en la estancia hasta que fueron borradas por el sonido del timbre. Su respuesta sin embargo quedaria para siempre en los registros de mi cerebro, y durante unos minutos, en los golpes de mi sangre, que sentia en las sienes con furia. Quiza con miedo. Mire al cielo a traves de los cristales y su aspecto me parecio premonitorio. En lugar de un azul diafano, propio de la ya avanzada primavera, se presentaba como una boveda negrisima en la que pude contemplar, como unica respuesta a mis dudas, un sobrecogedor dibujo de luz zigzagueante que me produjo un escalofrio. --El motivo mas fuerte --susurre ocupando mi silla. Era una premonicion. Aun faltaban algunos anos para que yo descubriera, con la claridad de un relampago, cual iba a ser mi motivo mas fuerte; el que desencadenaria las tormentas de mi vida. Los hilos de la causalidad Pero los anos de universidad pasarian pronto, y alli estaba, no exenta de cierta angustia, recogiendo mi especialidad de anestesista y a punto de lograr mi primer trabajo. Todo habia resultado demasiado facil para alguien que como yo, en boca del Catedratico de Ginecologia, tenia <
>. La frase no me disgusto, sobre todo venida del temido y admirado Profesor Antunez. Del vicio estaba segura; lo habia adquirido con los anos. En lo concerniente a su opinion sobre las virtudes de mi cabeza, tengo que admitir tambien que me ayudo a conquistar parcelas de seguridad y autonomia, imprescindibles para abrirme camino en el terreno profesional, casi vedado entonces a una mujer de veinticuatro anos. Desde luego, no creo que mi pelo caoba oscuro, ni mis ojos verdes, ni mis largas extremidades, que remataban una figura un tanto delgada para los gustos de la epoca, tuvieran nada que ver con el afecto sincero que siempre mostro por mi el Catedratico de Obstetricia y Ginecologia. Aquella manana, me habia citado en la Secretaria de la Facultad para entregarme personalmente la credencial que me habilitaria para el ejercicio de mi especialidad como anestesista. Su gesto fue todo un detalle y un honor para mi. --Andrea Morales Aguilar. Habia pronunciado mi nombre y mis dos apellidos despacio, otorgando la solemnidad precisa a cada uno, como siempre tenia por costumbre hacerlo. Yo me sentia nerviosa y aturdida frente a el. A pesar de los anos transcurridos, puedo sentir todavia su mano derecha aplastandome los nudillos, a la vez que con la izquierda retenia aun mi anhelado trofeo. --Aqui tiene, doctora Morales, su flamante licencia para dormir el dolor --dijo con voz solemne y cercana--. Espero que sepa ejercer su profesion con la misma dignidad y brillantez que siempre ha mostrado en todo cuanto hace. La emocion que me producia aquel ansiado momento, y sus palabras, que conjugaban deseo y reto, hicieron que la respuesta que traia ensayada se me quedara en la garganta. Senti que el rubor me quemaba la cara, y solo pude responder con una sentida sonrisa en la que se mezclaron satisfaccion y agradecimiento. Cuando me disponia a desasirme de su mano, retuvo con fuerza la mia unos instantes y anadio en tono confidencial: --Si quiere trabajar conmigo, manana la espero en mi despacho a las diez en punto. Alli estaba yo, naturalmente, desde las nueve y media de la manana ante la puerta del despacho del profesor mas duro, temido y respetado habido nunca en la Facultad de Medicina, segun relataban las cronicas orales que se transmitian de una generacion a otra de estudiantes. Apenas habia dormido la noche anterior. Durante las largas horas de vigilia, habia imaginado, corregido, inventado y hasta sonado la escena, que con la noche adquiria tintes desmesurados. Sin duda, era la oscuridad quien agrandaba la situacion y encogia mi entereza. La lentitud perezosa del reloj me parecia una crueldad. Cuando sus agujas se aproximaban a las seis de la madrugada, decidi prepararme para el que habria de ser el dia mas decisivo de mi existencia; entonces yo no podia imaginar hasta que punto. Me levante con presteza. La sequedad de mi garganta contrastaba con la humedad viscosa de mi cuerpo provocada por el calor. Muy despacio, sin hacer ruido, introduje mis pies en las zapatillas y me dirigi al cuarto de bano, casi palpando paredes y muebles para no despertar a mi companera y amiga Charo, que entonces compartia conmigo la habitacion. Abri el grifo, puse debajo mi boca y bebi con avidez, hasta que el chorro de agua fresca restauro los estragos producidos por el insomnio. Deje caer el camison, que el suelo recogio indiferente, y concedi la libertad a mi larga y rizada cabellera roja. La agite a derecha e izquierda energicamente y busque el efecto en el espejo. El volumen que habia adquirido, y la espesa marana de mis rizos ya libres, otorgaban a mi rostro un aire felino. Alli quedaba mi cara, perdida entre la maleza. Destacaban en ella unos enormes ojos verdes, rasgados, que el espejo me devolvia esa manana con destellos de curiosidad y expectacion, ante un horizonte prometedor que nunca hubiera presentido tan cerca. Me complacia seguir observando mi cara. Mi nariz, mas bien pequena, no era uno de sus rasgos mas relevantes, mientras que mis labios se hacian notar por su detallado dibujo y amplitud y su facil sonrisa, que dejaba al descubierto unos dientes correctos y regulares. Era excesivamente palida, pero las huellas de la noche anterior acentuaban aun mas mi palidez. Deslice la mirada por la imagen que el espejo me mostraba, y mi cuerpo me recordo la albura marmorea de las estatuas griegas, mas por su color que por sus proporciones, demasiado alargadas como ya he dicho. La unica nota de color marron rojizo, se habia cuidado la naturaleza de colocarla con profusion debajo de mis brazos y entre el nacimiento de mis piernas. Estaba claro que no era una belleza en el sentido clasico de la palabra, pero me habia ido convenciendo de que tenia un atractivo especial. Quiza fuese ese aire tan peculiar, rayando en el descuido, que no me importaba mantener. Me quite las zapatillas y me coloque debajo de la ducha. Con un movimiento mecanico y habitual, mis dedos giraron con rapidez y el impacto estimulante de aquel aguacero atrevido acaricio con frescura cada poro de mi cuerpo. Cuando la toalla termino su tarea me dirigi al cuarto de estar, donde habia dejado mi indumentaria colocada sobre una silla. No habia mucho donde elegir, ni me importaba el hecho de no contar con un ropero variado. Sin maquillar, con el pelo recogido en una trenza y enfundada en unos vaqueros casi siempre gastados, que solia conjuntar con un polo o camisa a cuadros, era la viva imagen de la sencillez y la naturalidad. Ese dia no queria ofrecer un aspecto diferente: los mismos vaqueros, un Lacoste verde manzana, la misma trenza, unos zapatos castellanos y un bolso de marroquineria colgado en bandolera. Mi corazon, al igual que dijera Adamo en su cancion, entonces tambien lo llevaba en bandolera. Un portazo leve, y el paso firme hacia la boca del metro. Madrid empezaba a despertar. El minutero de mi reloj sobrepasaba en dos minutos las diez de la manana cuando golpee tres veces la puerta cuya placa no dejaba lugar a dudas: D. Fernando Antunez Catedratico de Obstetricia y Ginecologia Su voz, inconfundible, atraveso la barrera sin dificultad. --Pase, doctora Morales --ordeno como si adivinara mi presencia. Hice girar el pomo de la puerta y avance con una resolucion un tanto forzada -
El Amigo Dominante de mi Hermano de Sara Toledano
https://gigalibros.com/el-amigo-dominante-de-mi-hermano.htmlJure a mi mejor amigo que la protegeria.
Tenia la mejor intencion. Tuve cuidado.
Pero ella era demasiado. -
Para siempre, mi amor de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/para-siempre-mi-amor.htmlClarabelle se mordio el labio inferior al ver lo que habia cambiado su pueblo. La calle mayor estaba totalmente restaurada y la carretera habia sido asfaltada con bonitos maceteros de flores en los laterales que con sus intensos colores daban alegria, haciendola mucho mas moderna. Las tiendas habian pintado sus fachadas. Abrio los ojos como platos al ver que la heladeria de toda la vida donde se habia pasado cientos de horas, estaba totalmente reformada aunque sin perder su alma tradicional. El ayuntamiento tenia la bandera de Texas en el asta y la de los Estados Unidos. Fruncio el ceno pues eso solo se hacia cuando el pueblo estaba en fiestas. Gimio al darse cuenta que estaban en abril y las fiestas serian en esas fechas. Queria pasar desapercibida pero seguro que todo el pueblo estaria por alli. Busco un sitio para aparcar el cuatro por cuatro Mercedes que habia alquilado. Sabia que el coche llamaria la atencion entre tanta ranchera pero no las habia en la agencia de alquiler, asi que se decidio por un coche que resistiera los caminos de Granville a setenta kilometros de Houston. Respiro hondo mirando el ayuntamiento- Venga, Clara. Es entrar y salir de este maldito pueblo- dijo entre dientes saliendo del coche. Una mujer que pasaba ante el ayuntamiento la miro distraida mientras atendia al bebe que llevaba en su carrito y abrio lo ojos como platos cuando la vio. Era Lissi Barnet, una de las animadoras del instituto. Clara hizo que no la veia y paso de largo ante ella dejandola con la boca abierta. Sus sandalias Gucci sonaron al subir los escalones de piedra del ayuntamiento y se alegro de haberse puesto el vestido verde de seda pues ya hacia mucho calor. Con su bolsito Fendi en la mano entro resguardandose del sol apartando su melena morena y entrecerro sus maravillosos ojos verdes acostumbrandose al cambio de luz. -Buenos dias ?puedo ayudarla?- le pregunto una mujer detras de un mostrador. Era Louise Milton, la bibliotecaria que se pasaba unas horas en el ayuntamiento por la manana para organizarlo todo. Clara la miro atentamente pues no habia cambiado nada. Seguia llevando su pelo cano en un recogido en la nuca y seguia poniendose esos anticuados vestidos con cuellos de encaje blanco con su collar de perlas. Clara se acerco al mostrador - Vengo a pagar unos impuestos- dijo con una sonrisa. -!Valgame Dios!- la mujer se llevo una mano al pecho- ?Eres Clarabelle? Apreto los labios antes de responderSi, ?se acuerda de mi? -?Como no nos vamos a acordar, nina?- la mujer salio de detras del mostrador- !Desapareciste y luego te vimos en las revistas! -Se acerco y la abrazo a la fuerza. Clara estaba confusa pues esa mujer no la habia abrazado en su vida. Ni cuando murio su padre. -Bueno- dijo incomoda separandose de la mujer- Ha pasado mucho tiempo. Usted es la senora Milton ?verdad? -!Diez anos!- exclamo la mujer levantando las manos con exasperacion- ?Como no has venido antes? -Pues…- miro a su alrededor buscando una excusa pero decidio decir la verdad - Aqui no me quedaba nada. La mujer apreto los labios asintiendoPero algo debe quedarte si estas aqui. -Si- dijo con una sonrisa que no le llegaba a los ojos- Los terrenos y la casa de mi padre. Por eso estoy aqui. -?No sabias que tenias que pagar los impuestos municipales?- pregunto la mujer con pena- No te preocupes, lo arreglaremos. -Eso espero porque tengo un trabajo en Houston y... -Voy a llamar al alcalde para que lo solucione el mismo.- dijo yendo detras del mostrador. -No hace falta. Yo extiendo un cheque con el total…
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Con C de cretino, Liah S. Queipo de Liah S. Queipo
https://gigalibros.com/con-c-de-cretino-liah-s-queipo.html -
Heredera por sorpresa de Andrea Laurence
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El que erizo mi piel de Martha Godiz
https://gigalibros.com/el-que-erizo-mi-piel.htmlMiah, una mujer de 25 anos que vive constantemente en el pasado, recordando un viejo amor, el amor de Paul Ortsac. Las encrucijadas de los caminos alejan a ambos, Miah conoce a otro hombre, Julio Zurc, son sus ojos pardos lo que la cautivan, aunque no deja de recordar con frecuencia el fuerte tributo y la escandalosa y penetrante mirada de Paul.
Para Miah, no fue facil asimilar que Paul la dejara y se fuera de aquella Isla. Ella se ve incierta entre dos pasiones totalmente diferentes.
Sufre un aborto que la deja muy marcada a nivel moral, por otro lado, no se siente tranquila con la presencia de Dona Kent, la madre de Julio Zurc, por ello comienza a sospechar de ella……El oscuro pasado de Julio marca en su relacion un antes y un despues, ya que el no fue del todo sincero con ella. Mientras tanto ella intenta que Provenza, su floristeria, salga a delante. Es una mujer que vive con las esperanzas a flor de piel. Un presentimiento desalentador junto con una buena corazonada le advierte que algo cambiara.
Fue su penetrante y exquisita mirada, fue su fuerte y esbelto cuerpo, sus musculos, la forma de tocarla,las palabras que solia susurrarle cerca de su oido. Eso fue lo que la enamoro.
Mamba negra (El clan de las serpientes 1) de Steffany Kennels
https://gigalibros.com/mamba-negra-el-clan-de-las-serpientes-1.htmlLa joven y letal lugarteniente Ayshane Ivanova, heredera legitima de la Yakuza japonesa en Espana e hija de Eduard Ivanov, el capo de la organizacion criminal rusa mas peligrosa del pais, se vera obligada a pedir ayuda a aquellos de los que siempre habia rehuido.
Sola y oculta entre las sombras de un mundo que hasta los demonios mas oscuros preferian evitar, Ayshane sabia que no acabaria con la organizacion que la vio nacer. Salvo que tentara a aquellos cuyo honor era inquebrantable para dar caza a su mayor enemigo, y quien mejor que Erick Roman, Inspector Jefe de un trio de agentes de elite de la policia.
Arrastrados por Ayshane, Erick y sus agentes se veran envueltos en un infierno sin ser conscientes que no solo estan poniendo en riesgo sus vidas sino tambien, la integridad de sus corazones.
La caida de Aquilae de Claudio Hernandez
https://gigalibros.com/la-caida-de-aquilae.htmlLas huellas siempre quedan. El sol estaba radiante --como de costumbre-- en mi pueblo natal, bello y lleno de historia. Tengo el pulso debil y, fijate tu, he decidido escribir a mis ochenta anos. Pero creo que merece la pena. He indagado en la profundidad del corazon de mi ciudad y me he encontrado con tantos secretos que ni yo misma puedo ocultar. Ahora veo una montana a lo lejos, desde el cristal de mi ventana, y a veces, en la siniestra nube que parece un fuego elevandose hacia el cielo, me muestra algun que otro edificio. Los puneteros no han construido la Residencia mirando al sur, a la playa, al pico de la Aguilica. Hacia el castillo San Juan de las Aguilas, que sigue resistiendo siglos, imponente, desde lo alto de una pequena montana que se come el mar embravecido. Desde el reinado de los romanos, los piratas y los arabes. Siempre estuvo alli. Y la historia siempre ha existido. Pero las personas se van. Y yo. Yo quiero contaros la caida del Imperio romano de Aquilae y una bella historia de amor. Imposible, si. Pero cierta. Algo que supuso un punto y aparte en la Historia. Giro como una peonza y rompio muchos estatutos y normas. Pero al fin y al cabo era el amor imposible del capitan romano Inisio y la pobre esclava Sisha. Asi que voy a escribir como pueda, con estas gafas tan grandes y estos boligrafos tan pequenos. Esta es la historia. 2 Despues de todo, en el siglo III d. C. comenzo a florecer la cultura romana en Aguilas. Mientras que la legion --capitaneada por el cruel y despiadado Inisio, cual gladiador--nunca existio mas que para hacer reir a la gente de Roma, este hombre, de fortaleza descomunal y barba espesa, solo conocia la sangre en el filo de su espada: tan pesada como las posaderas de su caballo Romin. Un hombre que hacia sacar de quicio --en una burla-- al propio emperador de Roma, quien se habia acomodado en una cama de lustro, cubierta de sedas, al igual que Neron dos siglos atras, o Vitelio --cuyos nombres se habian lapidado en piedra caliza-- tras crear <
La pesadilla del palacio maldito de Kiroa Pandora Garcia
https://gigalibros.com/la-pesadilla-del-palacio-maldito.htmlLa historia nos narra las aventuras de los detectives Luka y darsa al recibir un caso de una madre diciendo que ha desaparecido su hija tras una discusion, ellos tendran que ir a un bosque y, a partir de ahi todo cambia.
Locura de amor (Locura 1) de Virginia Camacho
https://gigalibros.com/locura-de-amor-locura-1.htmlSamantha Jones y Heather Calahan no podian ser las mujeres mas opuestas entre si: la una es una afable y pobre anciana que se lamenta por haber perdido su oportunidad de amar y ser amada, y que sin embargo, todos a su alrededor casi veneran por su alma generosa; mientras que Heather es una hermosa y millonaria joven de veintitres anos, adicta a las drogas y a las fiestas que lo tiene todo, y sin embargo odia su vida, a sus padres, pero por sobre todo, a Raphael Branagan, su prometido.
El destino ha decidido enredarlo todo para que asi, al menos una de las dos encuentre al fin su camino y viva una segunda oportunidad.
La nueva edad oscura de James Bridle
https://gigalibros.com/la-nueva-edad-oscura.htmlEntre tanto dato no contrastado, posverdad y fake news, este libro nos alerta y nos empuja a vislumbrar la verdad en esta nueva edad oscura de la informacion.
Opus 77 de Alexis Ragougneau
https://gigalibros.com/opus-77.htmlPero los minutos de silencio, como bien saben ustedes, nunca duran sesenta segundos enteros, ni siquiera en el recogimiento de una basilica ginebrina un dia de funeral. La impaciencia no tarda en despuntar, por mucho que el grueso de los asistentes sean musicos de la OSR que, por definicion, respetan el tempo que les impone su director. Esta vez, Claessens no esta en el podio. Esta tumbado en el ataud, delante del altar, bajo la afanosa mirada de un cura imbuido de su mision. Ensalzar al artista. Dejar caer un par de palabras sobre una posible inspiracion divina; nunca se sabe, tampoco cuesta nada y, al difunto, un poco de proselitismo dano no le va a hacer. Y lo que es su hija, sentada al piano unos metros mas alla, seguramente no dira nada, de lo ensimismada que parece. Por encima del teclado, anidada en la piedra, hay una Virgen con el Nino. En su rostro, vuelto hacia la vidriera, se queda prendida la luz del dia. Jesus, un angelote mofletudo de pelo rizado, me mira fijamente con sus ojos de alabastro. No hay forma de saber lo que esta pensando; debajo de la Madre y el Hijo, con el vestido de seda negro demasiado escotado para la ocasion y la melena cobriza colgando sobre las teclas de marfil, debo de quedar fatal, como una autentica Maria Magdalena. He venido a tocar una pieza en el entierro de mi padre. No se me ha ocurrido nada mejor para ponerme que el primer vestido de concierto que he encontrado en el fondo de un armario. Alli, en la segunda fila, hay alguien sorbiendo por la nariz y llorando que empieza a sacarme de quicio. Me siento rarisima, casi extranjera, como si estuviera dando un concierto al otro lado del mundo, en Sidney o en Tokio, aun atontada por el desfase horario. Esta manana temprano, cuando la iglesia aun estaba vacia de espectadores, vino un afinador para poner a punto el Bosendorfer (o, al menos, eso me ha asegurado el sacerdote). Me hubiese gustado cruzar unas palabras con el, charlar de ajustes y de mecanica (me encanta hablar con los artifices de instrumentos, tecnicos, afinadores...). No pude: me estaban esperando en el tanatorio. Que arrugado estaba Claessens. Que viejo, metido en el ataud. Ya era una momia. Como si todos los esfuerzos que se habia consentido para preservar la juventud, las cremas, los implantes capilares y el bisturi se hubiesen quedado en nada por la muerte y la enfermedad. Justo antes de que cerraran el feretro, meti dentro la batuta, pensando que se quedaria mas tranquilo teniendola, para poder marcar el compas alla donde va, a dos metros bajo tierra y a ningun otro lugar. En la nave, los musicos de la orquesta se han sentado espontaneamente en formacion de concierto. <
Satori de Don Winslow
https://gigalibros.com/satori.htmlSatori (nombre), del japones: instante de conciencia subita o de iluminacion individual; el primer paso hacia el nirvana. Transcurre el otono de 1951 y la guerra de Corea esta en pleno apogeo. Nicholai Hel, de veintiseis anos, ha pasado los tres ultimos en prision incomunicada, a manos de los americanos. Hel es maestro de la hoda korosu o <
La novia gitana de Carmen Mola
https://gigalibros.com/la-novia-gitana.htmlLa novela policiaca mas revulsiva de la literatura espanola.
El novio stripper de Liah Jones
https://gigalibros.com/el-novio-stripper.htmlLas dificultades economicas son la causa de que Raul tenga que trabajar como stripper, al principio su novia esta asustada y no confia en esta profesion, que saneara sus cuentas, pero tambien se convertira en toda una aventura. Una aventura que pondra a prueba el amor entre los dos.
El deseo del millonario (Los Sinclair 7) de J. S. Scott
https://gigalibros.com/el-deseo-del-millonario-los-sinclair-7.htmlMi vida se habia convertido en una mentira y no lo soportaba. Bueno, quiza se salvaba una cosa. Liam Sullivan. Mi jefe era el unico aspecto positivo de mi traslado temporal a la Costa Este. Me gustaba Amesport, una preciosa poblacion costera, aunque sabia que mi estancia en el lugar tenia fecha limite. La gente era amable y no me importaba servir mesas y echar una mano en el resto de tareas del pequeno restaurante donde trabajaba. Pero es que odiaba las mentiras. Hacia menos de un ano que me habia mudado de California a Maine obligada por las circunstancias. Y ahora estaba preparada para dejar atras las falsedades y volver a ser yo misma. Solo habia un problema y ese engano era el que mas me dolia. Liam Sullivan. Mi jefe, dueno del Sullivan's Steak and Seafood, era un dios alto y rubio, amen del protagonista de mis suenos mas humedos desde el dia en que nos conocimos. Por desgracia, las fantasias que ocupaban mi mente rozaban el mismo nivel de lujuria desbocada que el primer dia. Lance un suspiro y me recline en la silla de Liam. Era una pena que no estuviera en el pequeno despacho del restaurante para hacerme compania. Era temprano y faltaban varias horas para abrir las puertas a los clientes. Aun seguiamos el horario de temporada baja, que manteniamos hasta la primavera, por lo que era logico que Liam Sullivan todavia no hubiera llegado al local. --Esto esta a punto de acabar --susurre entre dientes, antes de tomar un sorbo de cafe. Habia llenado la cafetera hasta arriba, pero ya estaba a punto de acabarla--. Dentro de nada volvere a California. Tenia que concentrarme en el regreso a casa. En los ultimos meses, era lo unico que me habia ayudado a mantener la cordura. Me habia visto obligada a seguir con las mentiras, incluso despues de que Liam hubiera admitido que me deseaba, varios meses antes. Y la invencion de mi identidad me corroia por dentro. ?Que otra cosa podia hacer? No podia contarle la verdad. En mi vida real no tenia novio. El chico que Liam habia visto, y que habia dado por supuesto que se trataba de mi pareja, era en realidad mi hermano Noah, que habia llegado a la Costa Este gracias al multimillonario Evan Sinclair. Evan, que tenia su residencia en Amesport, era amigo de mi hermano y habia accedido a echarme una mano para huir de California cuando tuve que irme de mi casa. Le estaba muy agradecida, pero me arrepentia de haber tenido que ocultar mi identidad. Liam conocia a una Brooke que nunca habia existido. Siempre que podia intentaba no mentirle, pero no habia podido confesarle que el hombre que habia venido a verme desde California era, en realidad, mi hermano. Liam me habia ofrecido un puesto de trabajo sin saber gran cosa de mi. Evan le habia pedido que me contratara y Liam habia aceptado al ver mis referencias. Mi hermano y Evan no tardaron en llegar a un acuerdo. Pasar desapercibida. No revelar a nadie mi identidad real. Y no convertirme en el centro de atencion. No podia romper las promesas que le habia hecho a las personas que mas me habian ayudado cuando necesitaba desesperadamente huir de California. Me habian impuesto esas reglas para mantenerme a salvo. Tome otro sorbo de cafe. Era la ultima taza, asi que mas me convenia empezar a preparar otra cafetera, porque iba a necesitarla. Bostece a pesar de la gran dosis de cafeina que habia ingerido e intente concentrarme en los numeros del restaurante. Tal vez Liam era un hombre de negocios excelente en general, pero aborrecia todo lo que oliera a contabilidad e impuestos. A mi, sin embargo, se me daban bien los numeros, por eso habia asumido esa tarea desde hacia unos meses. El hecho de que me hubiera presentado tan temprano en el restaurante no tenia nada que ver con mi carga de trabajo y si con el hecho de que debia volver a California. Aun no le habia contado a Liam que tenia pensado marcharme, algo que no me dejaba dormir de noche. Y como no habia podido conciliar el sueno, al final habia tomado la decision de ir al local a hacer numeros. Francamente, era una tarea que no corria ninguna prisa. Lo llevaba todo al dia y solo me faltaba actualizar la informacion del mes en curso. Pero tenia que hacer algo para estar ocupada y no volverme loca. <
Un soltero irresistible de Gina Wilkins
https://gigalibros.com/un-soltero-irresistible.htmlCuarta Generacion de Isaac Asimov
https://gigalibros.com/cuarta-generacion.htmlEl gusto por la paradoja, un acido humor que arranca de sus raices chestertonianas, la lucidez y un fondo critico que contrasta con el esquematismo --que no es mas que una prueba de conservadurismo intelectual--
?Y TU, QUE QUIERES? de Erina Alcala
https://gigalibros.com/y-tu-que-quieres.htmlValeria, era una cirujana traumatologa y ortopeda. Trabajaba en el centro Cot de Boston, hasta que este, hizo una reestructuracion en la plantilla y fue una de las despedidas.
Antes de volver a Espana, se dio una oportunidad de buscar un trabajo en Manhattan, pero el destino quiso, que esa misma noche, cuando llego , se tomo un cafe en una cafeteria del centro, con sus maletas a cuestas. En la misma cafeteria, entro un hombre guapo, muy alto y rubio e imponente.
Estaban solos en la cafeteria y el, se sento en su mesa y le hizo una proposicion que no pudo rechazar: casarse con ella y tener un hijo en un ano, para ser dueno de la empresa de su padre que el mismo dirigia, y no su hermanastro. Le pagaba bien, y tendria contrato de trabajo.
Aksel, era noruego, de Oslo y vino de pequeno a la gran manzana con su padre y forjaron una empresa , la mas puntera del mercado, de perfumes, maquillajes, cremas, tanto par hombres como para mujeres.
Pero Aksel, era el hombre mas serio, frio y correcto que habia conocido en su vida y ella era todo lo contrario , y tendria que luchar por su hijo, por volver a su trabajo y por ese hombre enigmatico del que se habia enamorado, cambiarlo y tener a su familia unida.
?Conseguiria Valeria su proposito?
Se busca amor de Lee Vincent
https://gigalibros.com/se-busca-amor.html?Alguna vez has encontrado el amor sin buscarlo?
Vil tentacion de Lionel Torres
https://gigalibros.com/vil-tentacion.htmlUna mujer sin limites irresistible para cualquier ser humano. Por momentos luce sensible, amiga, carinosa, decente, respetuosa, fiel, afectuosa y en otros es fria, despiadada, malevola, calculadora que esconde un secreto generando cambios en la vida de las personas que giran a su alrededor. No hay barreras a la hora de conseguir sus caprichos y en ocasiones las leyes universales juegan a su favor.
Tormentas y amor en navidad de Birgit Kluger
https://gigalibros.com/tormentas-y-amor-en-navidad.htmlBlake odia la Navidad.
A Shelley le encanta esta fiesta mas que cualquier otra.
La sabiduria de lo incierto de Joan-carles Melich
https://gigalibros.com/la-sabiduria-de-lo-incierto.htmlEste ensayo explora la permanente necesidad que los seres humanos tenemos de vivir envueltos en historias y ficciones. Segun Melich, los grandes maestros de la literatura universal lo son no porque en sus obras nos expliquen como hay que vivir, sino porque desvelan sin ambages la precariedad, la ambiguedad y la inasible fragilidad de nuestra existencia. Lejos de los manuales de autoayuda, este apasionado y apasionante ensayo defiende la capacidad transformadora -para bien o para mal- que los grandes textos literarios pueden ejercer sobre nosotros. La lectura, entendida como una actividad de riesgo.
El gran libro de la mitologia de Rosa Navarro
https://gigalibros.com/el-gran-libro-de-la-mitologia.html?Te imaginas una diosa que nace cuando cae la semilla de su padre sobre el mar? ?Y un mundo en el que la prision esta en el centro de la tierra?
Ramses el maldito. La pasion de Cleopatra de Anne Rice
https://gigalibros.com/ramses-el-maldito-la-pasion-de-cleopatra.htmlEl curioso mundo de Calpurnia Tate de Jacqueline Kelly
https://gigalibros.com/el-curioso-mundo-de-calpurnia-tate.htmlEl legado de los espias de John Le Carre
https://gigalibros.com/el-legado-de-los-espias.htmlPeter Guillam, leal colega y discipulo de George Smiley en los servicios secretos britanicos -conocidos como El Circo-, disfruta de su jubilacion en la finca familiar de la costa meridional de Bretana, cuando una carta de su antigua organizacion lo insta a regresar a Londres.
?El motivo? Su pasado en la Guerra Fria lo reclama. Unas operaciones de inteligencia que habian sido el orgullo del Londres secreto y habian implicado a personajes como Alec Leamas, Jim Prideaux, George Smiley o el propio Peter Guillam estan a punto de ser investigadas con criterios perturbadores, por una generacion sin memoria de la Guerra Fria ni paciencia para atender a sus justificaciones.
Entretejiendo pasado y presente para que ambos cuenten su tensa historia, John le Carre ha urdido una unica trama tan ingeniosa y apasionante como la de las dos predecesoras sobre las que se ha basado: El espia que surgio del frio y El topo. El pasado ha venido a cobrarse sus deudas.
El amor te encuentra (Hermanas McVee 2) de Annabeth Berkley
https://gigalibros.com/el-amor-te-encuentra-hermanas-mcvee-2.htmlTess McVee resoplo cuando llego frente al hotel rural que su hermana le habia recomendado, en un pueblo perdido de la region vinicola de Georgia. Creia que no iba a llegar nunca. Se habia perdido dos veces intentando encontrar la carretera que le llevaria a Dahlonega y sentia un enfado tan grande que no se aguantaba ni ella. Quito la llave del coche y su cuerpo se estremecio por la baja temperatura. Hacia frio y solo queria meterse bajo la ducha para entrar en calor y librarse del cansancio de tantos kilometros en el cuerpo y mas de seis horas al volante. Intento calmar su frustracion como le habian aconsejado en la terapia para aprender a gestionar sus emociones de la que acababa de salir. Esperaba ver los resultados en breve. Respiro profundamente un par de veces y trato de comprender <
El Dragon de Su Majestad ( Temerario 1), Naomi Novik de Naomi Novik
https://gigalibros.com/el-dragon-de-su-majestad-temerario-1-naomi-novik.htmlNegando la realidad (Pijas y divinas) de Noe Casado
https://gigalibros.com/negando-la-realidad-pijas-y-divinas.htmlDe una boda, en teoria, sale otra boda.
El nino que fuimos de Alma Delia Murillo
https://gigalibros.com/el-nino-que-fuimos.html“Pertenecian al grupo de personas que necesitan el poder de irse.”
El club de la lucha de Chuck Palahniuk
https://gigalibros.com/el-club-de-la-lucha.htmlCassandra la semidemonia y Lady Gedren la elfa oscura de Erika Sanders
https://gigalibros.com/cassandra-la-semidemonia-y-lady-gedren-la-elfa-oscura.htmlCassandra la semidemonia y Lady Gedren la elfa oscura es el tercer volumen de las nuevas aventuras de Conan el Barbaro y sus bellas companeras.
Conozca a las mujeres en la vida de Conan como nunca antes le habian contado.
Lo que nos Pasa por Dentro de Eduardo Punset
https://gigalibros.com/lo-que-nos-pasa-por-dentro.htmlSaber como somos es la llave maestra para entender lo que nos pasa por dentro y aprender a manejarnos por fuera. Lo que nos pasa por dentro descifra la rosa de los vientos emocional del ser humano, a la luz de lo que dice la ciencia y lo que confirman la experiencia y el testimonio de decenas de casos reales. La huella imborrable de la infancia, la turbulenta adolescencia, los problemas del aprendizaje, el amor y sus laberintos, el exito social, la medicina personalizada, el miedo a la muerte... Nueve retos de la vida de cualquier persona, ilustrados con casos tratados por el equipo de profesionales de apoyo psicologico online y acompanados de las siempre lucidas reflexiones del autor.