• en los oscuros lugares del saber peter kingsley - Peter Kingsley

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  • En los oscuros lugares del saber - Ediciones Atalanta

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    Autor: Peter Kingsley ... En los oscuros lugares del saber ... «Este hermoso libro nos transmite vida y saber, sustentado en una investigación rigurosa que ...

  • EN LOS OSCUROS LUGARES DEL SABER - Casa del Libro

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  • En los oscuros lugares del saber [Spanish] | Peter Kingsley

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    «La historia de la filosofía occidental es una falsificación y una ocultación llevada a cabo desde Platón a nuestros días […]. Ésta es la tesis de este libro, ...

  • En los oscuros lugares del saber - Wikipedia

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    El poema de Parménides del siglo V a. C. es un texto enigmático que ha desafiado a todos sus intérpretes durante más de dos mil quinientos años. Peter Kingsley ...

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    Además de numerosos artículos y conferencias, Peter Kingsley ha publicado Filosofía antigua, misterios y magia. Empédocles y la tradición pitagórica (Atalanta, ...

  • En los oscuros lugares del saber. 2ª edición - Peter Kingsley

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  • peter kingsley - oscuros lugares saber - Iberlibro

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  • Vista de En los oscuros lugares del saber, de Peter Kingsley

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    por FM Zahonero · 2017 — Carmen Francí, Atalanta, Gerona, 2017.Reseña de Fernando Mora ZahoneroSon ya cinco las ediciones efectuadas por la editorial Atalanta del libro titulado En los ...

  • En Los Oscuros Lugares Del Saber. 2ª Edición - Agapea

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  • La Torre Tesla de Ruben Azorin Anton

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    Siga a ese coche>>. Largo siempre mi frase romantica contra la pegadiza melodia de saludo cuando subo a un City Cab. Soy un clasico y la he usado en cientos de ocasiones en los casi ocho anos que las calles de Clifton me ven defenderme como detective privado. No se si esa copla fue pensada expresamente para el cine, pero desde que en las grandes ciudades no se pueden poseer, ni mucho menos usar, vehiculos particulares, no le queda razon de ser. De hecho, en la persecucion que acabo de iniciar casi muere antes de brotar de mis labios, obligados a invocar con siglas absurdas una APP que ajusta automaticamente mi ruta a la deriva del vehiculo que he senalado como target. ?Que seria de Frank Bullitt si no pudiese romper las reglas? Si en su persecucion no se pudiese saltar una sola senal de trafico ni exceder el limite de velocidad, si no pudiese derrapar... Ahora los flujos de circulacion de vehiculos autonomos estan regulados. No hay, no queda, ninguna emocion humana en ninguna carrera. Prefiero no hablarle. Solo mi dispositivo movil, magia sin alma, dicta el camino a una maquina carente de pasion. Si. Soy un amante del cine negro. Del antiguo y verdadero cine negro. Quiza por eso me hice detective privado cuando me expulsaron del cuerpo de policia y me uni a los ciudadanos de ninguna parte. El cine mantiene mi vana frase con vida al rescatarla de la realidad. Se vendio bien la campana de reciclaje de vehiculos propios previa a su rapida prohibicion, ?verdad? Las tasaciones personalizadas que nos ofrecio el Gobierno para retirarlos junto a la campana de concienciacion y multas, consiguieron que una gran mayoria de la poblacion las aceptasemos. El resto sencillamente los perdio. Ya no serian necesarios los garajes, los vados ni las plazas de aparcamiento. Los nuevos motores electricos no contaminarian. La conduccion con piloto se limitaria, y solo en determinados casos, a policia, bomberos o ambulancias. Asi se evitaria el cansancio frente al volante y los errores humanos. Esto reduciria drasticamente los accidentes. Cualquier ciudadano identificado podria disponer de una Cab en menos de cinco minutos, a cualquier hora, en cualquier lugar. Todo eran ventajas. Y lo fueron, no podemos negarlo. Pero ?que opinais de la nueva <>? Con la Trans Tax nos la colaron. Debemos tener el carnet de tripulante para ser usuarios de taxis, aunque no los lleguemos a utilizar. Y no es facil obtenerlo, casi mas complicado que el antiguo examen del carnet de conducir y con la exigencia de un certificado de procedencia virtuosa y convicciones moderadas. Un simple plastico sin fotografia y sin codigos que muestra el nombre del propietario cuando confirma su huella. En el mio se rotula Philippe Hawk con tinta electronica. Preferiria la traduccion de mi apellido al espanol, como me llaman los que me conocen, Halcon. Os dire tambien que al principio las carreras eran tan economicas como el transporte publico, pero hoy los costes se asemejan a los de un taxi de antano. Otro handicap, en cuanto a nuestra profesion se refiere, es no poder hacer las rondas de vigilancia desde el coche. Ha supuesto el punto final a la estrategia del cazador que acecha desde el fondo de su asiento los ciclos rituales de su presa. Ya no hay interminables cinturones de vehiculos aparcados en las calles, ni dobles filas entorpeciendo el trafico. Ya no hay hamburguesa en bolsa de papel. Para evitar un mal uso de los City Cabs autonomos, como por ejemplo dormir o resguardarte en ellos, si superas los quince minutos estacionado, el propio vehiculo te alerta de que envia una senal a la policia. Si ignoras el aviso, en pocos minutos eres desalojado. Asi que, aunque se pudiese conducir, un vehiculo con pasajero parado mas de diez minutos levantaria sospechas. Tampoco se puede llevar arma sin licencia o el coche la detectaria y tambien avisaria de inmediato a la policia. Con este sencillo sistema de seguridad detuvimos a cientos de incautos en mis anos en el Departamento como agente. Pobres diablos que nunca sabian como los habiamos descubierto. No eran tan inocentes, claro esta, los delincuentes profesionales, con los que aprendiamos ciertos trucos. De forma que he tenido que alquilar un cuartucho de hotel en la ciudad a la que me ha llevado mi nuevo caso. La misma ciudad, por cierto, en la que habia trabajado de policia y a la que habia prometido no regresar. No creo que mi vuelta le sorprenda a nadie. Mi palabra nunca ha tenido mucho valor, ni siquiera para mi. Ademas, esta vez no se trata de una esposa celosa y no iba a dejar escapar un encargo por un precipitado calenton que tuve hace varios anos. Volviendo a mi nuevo caso, ando tras mi objetivo. Varon de mediana edad. Raza caucasica. Estatura, 1,80 metros, y pelo oscuro. No se si sospecha que le sigo, pero aunque asi sea, tampoco podra hacer demasiado, esta igual de atrapado que yo. La persecucion es sencilla. El cambio de la circulacion caotica de hace solo unos anos por la ordenada y silenciosa actual ha sido sorprendente y tiene mas pros que contras. A mi me sigue gustando recalcar mis contras; es una cruzada personal. Nos estamos alejando del casco urbano y aqui no hay casi trafico. Solo circulamos tres vehiculos por la carretera y pronto sere descubierto. Hago una foto al identificador que persigo y una llamada. --Hola, Margaret. --?Halcon? --El mismo. Pasaba por la ciudad y he pensado que estaria bien que nos vieramos. --?Que quieres, Halcon? Tengo trabajo. --Solo un pequeno favor, por los viejos tiempos. Te acabo de enviar el identificador de un vehiculo. ?Podrias enviarme un split de seguimiento al movil? --Ni lo suenes, Halcon. --Me rompes el corazon, companera. Pero ha sido un placer escucharte despues de tanto tiempo. --Lo mismo digo. Adios, Halcon. Maldicion. Si no quiero perderlo he de continuar tras el. Amplio la distancia. El otro vehiculo toma una carretera interminable que conecta Nueva York con Nueva Jersey. Dejamos los edificios y entramos en amplias extensiones de terreno cada vez mas despoblado a ambos lados de la carretera. No me gusta, nos estamos alejando demasiado. Mis temores se ven confirmados por un aviso del altavoz interno. --Este vehiculo no tiene autorizacion para circular fuera del casco urbano. Por favor, elija otro destino. Caso omiso a la advertencia y, como estaba escrito, pocos metros despues el vehiculo se detiene e insiste en que elija otro destino. Vuelvo a recurrir al telefono movil. --Margaret... --Dime... Tendre que desplegar todo mi encanto personal para persuadirla. Necesito su ayuda si no quiero tirar por la borda estos dias de trabajo. Sin embargo, la situacion cambia radicalmente cuando mi perseguido se detiene a unos cien metros delante de mi. Nadie se apea. No creo que sea de corto recorrido, como en el que yo viajo. Y, aun asi, alli esta. Parado. Obviamente me ha descubierto. No puede ser nada bueno. --?Sigues ahi, Halcon? --pregunta mi antigua companera, de la que ya me habia olvidado. --Claro, muneca. Solo queria pedirte perdon por haberte puesto en un compromiso. Sabes que no soy asi. Cuelgo antes de escuchar su respuesta sarcastica o irritada. Ahora me preocupa mas la situacion en la que me encuentro. ?Alguien me ha tendido una trampa? Indico fin de trayecto para acallar la molesta voz del coche repitiendose. Alli estamos los dos City Cabs. Solos. Sin nadie en kilometros. Monto mi arma camuflada y espero a que mi presa mueva ficha. --Por favor, abandone el vehiculo. Este nuevo aviso juega a mi favor. Esperare hasta que venga la policia a comprobar el porque de un taxi parado y con un pasajero armado. Prefiero ese incomodo encuentro que cometer un error frente a gente dispuesta a asesinar. Ahora no se quien vigila a quien. Todavia es de dia, pero creo adivinar atravesando su luna trasera un destello dirigido hacia mi. --Por favor, abran el vehicu... El mensaje se repite cada treinta segundos. Pero ahora esta enrarecido con interferencias. La voz suena entrecortada, las luces interiores de mi Cab han parpadeado y parece que no llegan a apagarse. Piensa, Halcon, piensa. Por fortuna, acude la caballeria. Desde luego han mejorado los tiempos de respuesta desde mi marcha del cuerpo. ?Sera alguno de los viejos conocidos? --Por favor, salga del vehiculo con las manos en alto. Ahora escucho a la policia por el altavoz interior. Veo que el otro coche empieza a alejarse. Lo voy a perder, pero ha pasado el peligro... ?O quiza no? No salgo. No me atrevo a tocar la puerta. --Salga del vehiculo con las manos en alto. El coche de policia ha estacionado a pocos metros. Baja uno de los agentes y se me aproxima con la mano acariciando la culata del arma. --!No se acerque al coche! No parece escuchar mi advertencia. Muevo las manos para que se aleje, pero en vez de hacerme caso, mis gestos le ponen en alerta y saca el arma. Se aproxima apuntandome mientras su companero insiste a traves del comunicador para que baje del vehiculo. Con las dos manos sujetando la Smith & Wesson y presto a disparar, golpea suavemente el cristal de la ventanilla para indicarme que salga. Las luces interiores vuelven a oscilar. No le conozco. Es joven, debe ser una incorporacion reciente. Levanto las manos y vuelvo a prevenirle: --Por favor, no toque el coche. Otra frase inutil. Cuando acerca la mano a la manilla exterior se escucha un chasquido seco y el abnegado policia se desploma como si fuese de carton piedra. Jamas he visto algo asi. Su companero, todavia en el coche patrulla, me creera responsable. Puedo darme por muerto. Solo tengo segundos. Busco y abro la puerta con las manos metidas en los plasticos de la documentacion del coche. Salgo aun a riesgo de correr la misma suerte que el agente caido. No me ocurre nada. Me dejo caer al suelo de rodillas con las manos en la nuca para que el otro agente me vea entregado antes de reaccionar y acabar conmigo. El cadaver yace a mi lado en una postura antinatural y grotesca, como si aun estuviese de pie. Me recuerda a las fotos de aquellos cuerpos petrificados por la erupcion del Vesubio. El rictus desprende un fuerte olor a chamuscado. El ambiente a chamusquina. 2 COMISARIA Mi vieja comisaria. Vuelvo a los ocho anos. Ha cambiado poco. El ambiente tenso al verme entrar no es muy distinto al que se creaba la mayoria de veces, cuando lo hacia sin esposar. Las caras nuevas me sentencian con la mirada. Ya deben estar al tanto del asesinato de un companero. Espero que, aunque me vean arrestado como principal sospechoso, ninguno de los viejos colegas a los que saludo con la mirada piense que puedo haber sido yo. La incredulidad y la sorpresa que recibo no me lo confirman. Como siempre, nadie habla a mi paso. Ni siquiera mi antigua companera Marga. A ella le sonrio. Randle me espera en la puerta de su despacho, al menos tiene el miramiento de no despacharme a una celda o a una sala de interrogatorio. Debe ser el unico que conoce los detalles de mi implicacion en este asunto. El agente que me conduce me sienta bruscamente y me clava en el cuello dedos como garras. Quiere venganza. Pero Marvin le ordena que salga sin darle opcion a relatar lo ocurrido. No le gusta, pero obedece y mis cervicales vuelven a su orden. El capitan Marvin Randle, mi antiguo jefe, baja los estores para apartar una docena de miradas de reojo y pasea por su despacho frotandose las manos y la nuca. --Cuando te expulsaron del cuerpo y prometiste no volver nunca mas a esta ciudad pense que me habia tocado la loteria. ?Podrias explicarme por que se ha acabado mi buena suerte? Nunca me deja responder. --?Que ha sucedido? ?Por que tengo a uno de mis hombres carbonizado? Espera, no me lo digas. --Levanta las palmas de las manos--. Ha sido un accidente. Pasabas por alli y casualmente hubo algun fallo tecnico en el vehiculo y... --Veo que no ha perdido su astucia. --Muy gracioso, Halcon. Muy gracioso. Tira un expediente sobre la mesa y se me encara a voces. --Apareces hace un par de dias como por casualidad haciendo preguntas en la escena de un crimen perpetrado en mi ciudad. Enseguida supe que eras tu... --Abre el dosier y saca algunas fotos del cadaver--. !Muerte por electrocucion! Un dia despues, te encuentras donde un policia de mi Departamento es victima de otro asesinato. ?Y como?... !Por supuesto! !Tambien electrocutado! Supongo que es solo una coincidencia y que no hay ninguna relacion entre ellos. Da un violento golpe sobre la mesa. --!Estoy esperando una explicacion! --Lo siento, jefe. --?Lo siento, jefe? ?Cuantas veces he escuchado lo mismo? Yo ya no soy tu jefe y por dios que me alegro de ello. Al igual que se alegran tus companeros de no tenerte ya como tal. Senala hacia la ventana con la cara roja. Siempre le ocurre cuando se enfada y en mi presencia alcanza el bermellon. --Me gustaria poder ayudarle... --Eras tu el objetivo, ?verdad? ?En que estas metido? Esto te queda grande, Halcon. Este ultimo comentario me pone sobre aviso. Sin duda el tiene mas informacion que yo sobre lo que esta sucediendo. Tomo una de las fotografias de la primera victima y simulo ojearla con desinteres antes de volver a lanzarla sobre la mesa. --Quiza podria ser de mas ayuda si no me hubiesen echado a patadas de la escena del crimen. ?Como me queda de grande? Me vuelve a atravesar con la mirada

  • Los Piratas de los Asteroides de Isaac Asimov

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    El sistema solar ha sido colonizado por la Tierra, unificada bajo el gobierno del Consejo de Ciencias. En el enjambre de asteroides que orbitan entre Marte y Jupiter,

  • Las Perlas de las Reinas de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Somos realmente duenos de nuestras decisiones?
    Alix Mesniel, conservadora de Patrimonio Nacional, vive entregada a su trabajo y no se plantea mantener una relacion estable con ningun hombre. Esta preparando el traslado de varias obras de arte al nuevo Museo de las Colecciones Reales de Madrid cuando, de forma sorpresiva, aparece enterrado en una finca de Medina Sidonia (Cadiz) un cofre del siglo XVIII con la primera prueba creible del paradero de una joya legendaria de la Corona Espanola que desaparecio sin dejar rastro: Las Perlas de las Reinas. Durante la investigacion, Alix conoce a Beltran Gonzalez. El es experto en Historia, aventurero por naturaleza y el hombre que hara anicos su soledad. ?Existe logica ante lo inexplicable? Inician una relacion a pesar de sus diferencias y esclareceran turbios asuntos de la realeza mientras se acercan al destino final de la joya, pero un suceso inesperado dara un vuelco a la investigacion y provocara una debacle en sus emociones.

  • El arte del fuego de Daniel Hume

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  • Ciudad total de Suketu Mehta

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    Un retrato de Bombay feroz, detallista, visceral e inteligente. Una lectura que es como embarcarse en un viaje en el que se conoce a fondo la ciudad de la India, sus habitantes y su historia.

  • Betty (SERIE NEGRA BIBAUT) de Arnaldur Indridason

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    Todavia no he llegado a entender del todo lo que ocurrio, pero por fin se cual fue mi funcion en esta historia. Llevo tiempo tratando de ensamblar las piezas, pero no es sencillo. Por ejemplo, no se cuando comenzo todo. Se en que momento entre en juego, recuerdo cuando la vi por primera vez, pero quiza mi papel en aquella extrana maquinacion estaba adjudicado desde hacia mucho tiempo. Mucho antes de que ella se acercara a hablar conmigo. ?Podria haberlo visto venir? ?Podria haberme percatado de lo que pasaba y haber escapado? ?Haberle puesto fin y desaparecer? Ahora, tras haberse esclarecido lo que realmente sucedio, me doy cuenta de que podria haber adivinado hacia donde se encaminaba todo. Deberia haber detectado las senales de peligro. Deberia haber entendido mucho antes lo que pasaba. Deberia… deberia… deberia… Que facil es cometer errores cuando se vive en la ignorancia. Ni siquiera son errores hasta que no nos damos cuenta, mucho tiempo despues, de lo que ha ocurrido; hasta que no echamos la vista atras y vemos como se han producido los acontecimientos y por que. Cometi un error. Cai en una trampa tras otra. En ocasiones queriendolo. En mi fuero interno sabia que era peligroso, pero habia cosas que no sabia. A veces pienso que seguramente volveria a caer otra vez en algunas de ellas, si tan solo tuviera la ocasion de hacerlo. Aqui todo el mundo me trata bien. No recibo ningun periodico, ni tengo radio ni television, asi que no me llegan noticias. Tampoco recibo ninguna visita. Mi abogado viene a verme de vez en cuando, mas que nada para comunicarme que no parece haber esperanza. No lo conozco muy bien. A pesar de su amplia experiencia en casos criminales, admite que este podria irle demasiado grande. Ha hablado con todas las mujeres que localice y que pense que quiza me podrian ayudar, pero, segun el, sera dificil que lo puedan hacer. Practicamente nada de lo que ellas puedan declarar guarda relacion directa con el caso. He pedido un boligrafo y unas hojas de papel. Lo peor de este lugar es la calma. Aqui impera un silencio que me envuelve como una gruesa manta. Todo funciona como un reloj. Me traen la comida a horas fijas. Me ducho todos los dias. Luego vienen los interrogatorios. De noche apagan las luces. Es entonces cuando me siento peor. En plena oscuridad, a solas con todos esos pensamientos. Me torturo sin cesar por haberme dejado utilizar. Deberia haberlo visto venir. Deberia haberlo visto venir. Y de noche, en la oscuridad, me invade ese profundo deseo por ella. Ojala pudiera verla una vez mas. Ojala pudiera estar con ella una vez mas. A pesar de todo. Ya no recuerdo sobre que trataba el congreso que se celebraba en el cine de la universidad. Ni siquiera recuerdo el titulo de mi charla. Al fin y al cabo, ya no importa. Era algo acerca de negociaciones del sector pesquero islandes en Bruselas, algo relacionado con la Union Europea y nuestras pesquerias. Proyecte unos graficos. Lo se, yo tambien me habria dormido. Ella estaba alli. Llego tarde y me fije en ella inmediatamente porque era… maravillosa. Maravillosa desde el momento en que la vi entrar en la penumbra de la sala. La luz del pasillo a sus espaldas la iluminaba como a una estrella de cine. No tenia miedo de ser femenina, a diferencia de tantas otras mujeres; por ejemplo, en la sala habia una con anorak que apoyaba las piernas sobre el respaldo de la butaca de delante. En cambio, la mujer que acababa de entrar llevaba un vestido ajustado de tirantes finos que dejaban a la vista sus preciosos omoplatos; su abundante cabello moreno le caia hasta los hombros y en sus ojos hundidos y marrones relucia un ligero destello blanco. Y cuando sonreia… Me fije en los detalles cuando se acerco hasta el estrado para hablar conmigo nada mas terminar la charla. Trate de mostrar indiferencia o, mejor dicho, evite quedarme mirandola fijamente. Sus pechos eran pequenos y sus pezones se apretaban contra el vestido. Era delgada, de muslos robustos y tobillos finos, casi fragiles, como los pies de una copa de champan. En uno de ellos llevaba una cadenilla de oro. Mi madre habria encontrado una palabra para describir su caminar. <>, habria dicho. Me presente y nos dimos la mano. --Si, conozco tu nombre --dijo--. Me llamo Betty --anadio--. He oido hablar bien de ti. Cerre mi maletin y la mire. ?Como es que habia oido hablar de mi? Tan solo hacia un ano que habia regresado del extranjero y que habia abierto mi bufete. Pocos de mis clientes, me parece que solo dos, guardaban relacion con mi especialidad: la industria pesquera. El resto del trabajo era realmente tedioso: disputas en bloques de pisos, conflictos entre aseguradoras tras accidentes automovilisticos, herencias. No me iba particularmente bien. Hasta que la conoci. Dijo que habia oido hablar bien de mi. Tal vez fuera mentira. Habia cuidado hasta el ultimo detalle antes de hacer su entrada estelar en la sala. Un vestido en el que asomaban sus pequenos senos. El bonito surco entre ellos. El oro en su tobillo de copa de champan. Quiza la escena estuviera planificada para mi. Una funcion privada. El baile privado de Betty. El llegaria despues. --Has oido hablar bien de mi --dije--. No se me ocurre por que… --Por tu especialidad --me interrumpio. --?Como es que conoces mi trayectoria academica? --pregunte. Trate de sonreir fingiendo que me hacia gracia en vez de parecerme extrano o fuera de lo normal. --Mi marido esta buscando a alguien que le asesore legalmente --dijo--. Hemos estado buscando… --titubeo antes de concluir la frase-- … a la persona adecuada. Tenia marido. Un conocido armador del norte del pais. Recorde de pronto haberlos visto a los dos en una revista de cotilleos. --?Como te fue estudiando en Estados Unidos? --pregunto. Las pocas personas que habian ido a escuchar mi charla salian de la sala mientras hablabamos. Un hombre se detuvo frente al estrado y nos miro fijamente, como esperando a que Betty terminara, pero, al ver que nuestra conversacion se alargaba, decidio marcharse. --?De donde has sacado toda esa informacion? --pregunte dejando de sonreir. --Me lei tu trabajo final de carrera. Me parecio muy interesante. Ademas, algo habia salido en las noticias, si no recuerdo mal. No recordaba mal. Todo lo que hacia estaba bien. Cai en la cuenta de que probablemente me conociera porque el tema mi tesis habia suscitado cierto debate. Su publicacion habia despertado interes porque ponia de manifiesto la influencia del sistema de cuotas en el desarrollo economico de las poblaciones islandesas y argumentaba por que la industria pesquera debia pagar un impuesto especial. Habia olvidado lo pequena que era Islandia. Los medios publicaban a diario noticias sobre las conclusiones de mi investigacion mientras las partes interesadas del sector pesquero se tiraban los trastos a la cabeza. Durante un tiempo breve fue una de las cuestiones mas candentes. Hasta que a alguien se le ocurrio subir el precio de los pepinos. --?Te lo leiste? --dije. --Si --respondio Betty. --No es que pueda considerarse una joya literaria precisamente. --?Y a quien le gusta la literatura? Nos echamos a reir. Mire disimuladamente sus pezones y ella se dio cuenta. 2 Lo peor es el silencio. La soledad y el silencio y todo este tiempo sin fin en el que no ocurre nada. No tengo ni idea de cuanto llevo en prision preventiva. Se lo pregunte a mi abogado cuando vino hace dos dias --o lo que a mi me parece que han sido dos dias-- y me dijo que ibamos por la segunda semana. Como si estuvieramos detenidos los dos. Yo habria preferido defenderme sin su ayuda, pero no se practicamente nada de asuntos criminales. Solo de este. El tiempo, que transcurre en ese profundo silencio, lo paso agudizando el oido en busca de algun sonido. De alguien que recorra el pasillo. En busca de los pasos de algun carcelero. Cada uno de ellos tiene su forma de caminar. El gordo lo hace con un andar mas pesado y a veces se le oye resollar cuando llega a la puerta. Nunca dice nada. Abre, me da la bandeja de la comida y vuelve a cerrar. No se ni como se llama. Se que hay uno que se llama Finnur. Practicamente no deja de hablar mientras me conduce a los interrogatorios. Luego esta Gudlaug. Nunca habia pensado que podia haber carceleras. Al fin y al cabo, ?quien piensa en los carceleros? Me ha hablado de sus dos hijos. Una vez tambien me explico que los carceleros tienen prohibido hablar conmigo o con cualquiera que este en prision preventiva. No es que Gudlaug se atenga mucho a esa norma. Cuando se acerca a la puerta resuenan sus zapatos, clic-clac, clic-clac. Cuento los clic-clac. Desde el momento en que comienzan a escucharse hasta que desaparecen oigo sesenta y ocho pasos. Un dia, Gudlaug me hablo de un hombre que habia estado en prision preventiva sin ninguna razon. Lo tuvieron retenido siete semanas. Cuando lo soltaron era capaz de separar sus manos un metro exacto. Ni un milimetro mas ni un milimetro menos. Podia estar callado sesenta segundos justos. No fallaba ni por una fraccion de segundo. Yo pensaba que la prision preventiva se cumplia en Reikiavik, pero se cumple fuera, en la carcel de Litla Hraun. Estoy en Litla Hraun. ?Acaso hay algo mas desolador? Pienso en los mios. En lo que mi madre piensa de mi. En todos los quebraderos de cabeza que le he causado. No solo ya por este caso. Sino por todo. Y en la reaccion de mi hermano. No nos llevamos bien. ?Habra vuelto de Gran Bretana? Segun mi abogado, mi hermano tenia la intencion de coger un avion a Islandia, pero, si realmente la hubiera tenido, ya habria venido. ?Que habria dicho mi padre? Tambien pienso en lo que estaran diciendo los medios, aunque tampoco tiene mucha importancia. Hacia tiempo que no se encontraban con algo asi. Hacia tiempo que no tenian entre manos una noticia semejante. Dicen que se trata de un caso sin precedentes. Con toda esa premeditacion. Casi nunca ha ocurrido algo asi en Islandia. No se. Como ya he dicho, no se nada de asuntos criminales.

  • Solenoide de Mircea Cartarescu

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    Considerada unanimemente por la critica la obra cumbre de Mircea Cartarescu hasta el momento, <> es una novela monumental en la que resuenan ecos de Pynchon, Borges, Swift y Kafka. Estamos ante el largo diario de un escritor frustrado que desgrana su infancia y su adolescencia en los arrabales de una ciudad comunista, devastada, gris y fria --una Bucarest alucinada, dotada de una melancolia abrumadora--. Profesor de Rumano en un instituto de barrio, con una carrera literaria fracasada y una profesion que no le interesa, compra una casa antigua con forma de barco, construida por el inventor de un solenoide, que alberga una extrana maquinaria: un sillon de dentista dotado de un tablero de mandos. Pronto intima con una profesora que ha sido captada por una secta mistica, la de los piquetistas, que organizan manifestaciones nocturnas por los cementerios de la ciudad y por la Morgue. Mientras tanto, el narrador se enfrenta a alucinaciones que le revelan la verdad de su existencia. Solenoide es la piedra de toque en torno a la que gravitan el resto de las ficciones de Cartarescu. Una obra que atrae todas las pistas, los temas, las obsesiones literarias de un autor genial que se ha ido convirtiendo, poco a poco, en un escritor de culto. Genialidad, locura y grandeza. La ultima y mas madura novela del rumano Mircea Cartarescu, uno de los mas poderosos escritores europeos actuales, en una obra que le ha llevado a ser comparado con Pynchon, Kafka y Kundera.

  • Amor, sexo y otras movidas de Raquel Antunez

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    Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. ?Que? Perdona, empecemos de nuevo. Tres cosas hay en la vida: amor, sexo y otras movidas y te explico por que:
    ?Que pasa cuando esas pequenas y condenadas mariposas al ver a ese chico que te gusta aparecen? Seguro, seguro, que te sacan una sonrisa de lela.
    ?Y cuando has culminado esa noche de pasion en diferentes posturas, posiciones y lugares? -Si, justamente me refiero a eso: arriba, abajo, de lado, de pie. !Vale! !Vale! Ya paro, que nos ponemos todas. contentillas-. Pues lo que sucede es que tambien te quedas con cara de mema -y que quieres repetir, obvio-.
    ?Y a que me refiero con otras movidas? Pues a todas esas que trae el amor, el sexo y las relaciones personales, porque. ?crees que es oro todo lo que reluce?
    Amor, amistad, familia, locuras, risas, muchas risas y sexo de ese que tanto nos gusta, ?te atreves? Luego me cuentas con que cara te quedas.

  • Mi error fue ser solo tu mejor amiga. Parte 1 de Moruena Estringana

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  • El Tiempo. Todo. Locura de Monica Carrillo

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    ?Que paso conmigo, tiempo? ?No lo curabas todo? El futuro no es tuyo ni mio No es de nadie todavia A tu ida y a mi vuelta Al llegarte y descubrir Cuando el futuro era incierto Y el porvenir, por venir Siempre supe que eras tu Siempre me supo a poco Nunca sabre como sabria el futuro Juntos Sabio amor desabrido que nos alejo Ni rapido, ni despacio Solo lento Ni respiro, ni suspiro Solo aliento Ni remo, ni mar Solo viento Ni manana, ni noche Solo tiempo Te extrano Recuerdos tibios, a ratos tan fuertes, a veces Que extrano Todo queda ya lejos Y, a veces, Te echo de menos, septiembre Aquello duro mucho Demasiado Hasta que me canse de fingir los sarcasmos Te eche de menos cada dia de mas Aquellas noches en las que no entendia que me pasaba Pasaba la vida por encima de un cuerpo que sin ti ya era pasado No fue facil encontrar Nada sencillo sentirlo Corresponderse, un milagro, privilegio vivido Y ahora, si miro atras, solo sigilo ?Te acuerdas de cuando hablabamos de nuestro futuro? Ya ha pasado Ya es pasado Tanto tiempo de espera Tanto dia en la sombra Ya no hay batalla, no hay guerra Abro los ojos Vuelvo a ser otra La misma que era Hace tiempo que soy rio Que me dejo llevar y fluir Hace tiempo que sonrio Desde que consegui huir De ti Nunca cerre aquel parentesis por si volvias a entrar Despues de tu adios Olas de mar revuelto Resaca sin freno Horas de mas Dias de menos Yo tambien quise rehacer mi vida pero no pude viajar atras en el tiempo --?Que paso? --La vida. Sin ti Que tiempos aquellos cuando tenia ganas de estar en otros dias, otras horas, otras vidas La tuya Toda la vida contigo aprendiendo a ganarle un segundo al tiempo perdido El olvido siempre aparece A modo de recuerdos Tu tan de vez en cuando, yo tan de cuando en siempre Mi recuerdo favorito juntos es de aquel viaje a aquel lugar donde nunca fuimos aquel ano que nunca existio Y, al final, la espera fue el fin Ahora que Ahora ya Ahora sin Ahora en vez Ahora si Ahora al fin Ahora yo Ahoga el tu Ahora, si Ahora, tu Ahora, quien Ahora, yo Ahora, bien Y llego la temporada de tormentas Y mi tormento Tu Recuerdame cuando me veas que me fui Recuerdame cuando te vea que lo prometi Recuerdame cuando sea Recuerdame, tu a mi

  • Rage (Redemption 1) de Melanie Rogers

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    UN PASADO DE ABUSOS. UN PRESENTE DE VIOLENCIA.

  • La ultima neandertal de Claire Cameron

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    Hace 40.000 anos, cuando la era de los neandertales esta llegando a su fin, un ultimo grupo familiar lucha por sobrevivir despues de un duro invierno. Chica, la hija mayor, esta en edad de reproducirse para asegurar la continuidad del clan, pero la familia acabara separandose y ella tendra que sacrificarse por la supervivencia de los suyos.

  • Tuya Cuando Quieras 2 de April Russel

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    Tras sentirse enganada, Megan decide irse a Roma con su madre para sanar las heridas del pasado. Retoma la musica y cuando cree que comienza a olvidar a Mikhail, este aparece en Italia para convencerla de su carino su orgullo y dolor no le permiten ver mas alla del rencor. Estara en Mikhail convencerla de su carino y sobrepasar otro obstaculo que se interpondra entre ellos, Megan tendra que elegir ?La musica o el amor? ambas no encajaran en su vida. Cientos de retos se le presentaran y el amor sera puesto a prueba retando los limites de ambos sin imaginarse lo doloroso que pueda llegar a ser. Una historia que continua llena de erotismo, juegos y amor.

  • Los exiliados de David Barbaree

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    Un thriller historico tan apasionante como Juego de Tronos, tan despiadado como House of Cards.
    Segundo volumen de la serie que se inicio con El emperador destronado.

  • Las horas robadas de Maria Solar

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    Una novela coral que nos lleva a traves de la vida de tres generaciones para demostrar que no hay edad para el amor, y que cuando las cosas no cambian por nuestra voluntad, algo insospechado puede hacerlas cambiar. Para siempre.

  • Somos polvo de estrellas de Anissa B. Damom

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    ?Alguna vez has deseado retroceder en el tiempo?
    Ojala fuese tan sencillo como cerrar los ojos con fuerza, desearlo con ganas y despertar tiempo atras, cuando te creias seguro de todas las cosas malas, pero sabemos que el tiempo es inalterable. No podemos evitar que ocurran desgracias, ni impedir que estas nos transformen en versiones de nosotros mismos a quienes no reconocemos.
    Olivia, a sus dieciseis anos, acaba de descubrir que el mundo es un lugar en el que no estas a salvo, que el Destino te puede arrebatar la felicidad en un instante y que querer, incluso a uno mismo, implica tomar decisiones para las que no siempre estamos preparados.
    <> habla sobre la perdida, la amistad, la familia y la lucha por los suenos apostando por la obligacion de volver a sonreir como unica forma de sobrevivir al dolor.

  • El envio de Sebastian Fitzek

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    Un nuevo magnifico thriller del autor de Terapia, El pasajero 23 y El proyecto Joshua.

  • Suculento Peligro (Suculentas pasiones 1) de Mina Vera

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    Las vidas de una exitosa chef y un inspector de policia se cruzan para ponerlos en constante peligro y para que el amor pueda darles una oportunidad.

  • Las doradas manzanas del sol de Ray Bradbury

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    Veintidos relatos, todos encantadores. Desde historias de pequenas ciudades, naves espaciales, e incluso serpientes marinas, Bradbury conjura poderosas imagenes para asombrarnos, algunos con giros asombrosos, otros no, pero todos y cada uno poseen cierto encanto. Desde el primer relato el lector es transportado al universo ilimitado de Bradbury; no en una realidad mundana, sino en fantasticos viajes a traves del tiempo y del espacio.

  • Navidad por Siempre (Una Dama Abandonada 4) de Christina Mcknight

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    Una dama que busca el perdon por su pasado …

  • Buscando a Caleb de Anne Tyler

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    La busqueda de Caleb, el hermano de su abuelo que un buen dia desaparecio hace 60 anos, se convierte para Justine en la busqueda de su propia vida.

  • La senora Dalloway de Virginia Woolf

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    La senora Dalloway relata un dia corriente en la vida de Clarissa Dalloway, una dama casada con un diputado conservador y madre de una adolescente. La historia comienza una soleada manana de junio de 1923, con un paseo de Clarissa por el centro de Londres, gran escenario de la novela, y termina esa misma noche, cuando comienzan a retirarse de casa de los Dalloway los invitados a su fiesta. Aunque en el curso del dia sucede un hecho tragico: el suicidio de un joven que vuelve de la guerra, lo notable de la historia no es ese episodio, ni los pequenos sucesos y recuerdos que la componen, sino que toda ella este narrada desde la conciencia de los personajes y del analisis de todo lo que pasa por sus mentes antes de actuar.

  • Hierro y poder (El trono del cesar 1) de Harry Sidebottom

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    PRIMAVERA 235 d. C.

  • Las lanzas rotas de Leon Arsenal

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  • La catedral del Anticristo de Fabio Delizzos

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    Bienvenidos al mas alla del bien y del mal. Rezar no os va a servir de nada

  • Un cuento perfecto de Elisabet Benavent

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    ?Que sucede cuando descubres que el final de tu cuento no es como sonabas?

  • El angel de Dryfield Hall de Claudia Cardozo

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    El angel de Dryfield Hall, una novela que cautivara al lector hasta la ultima pagina.

  • El sustituto de Blanca Miosi

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    Muchas veces sonamos con convertirnos en genios, o en hacer realidad nuestros suenos. Fedor Mogliani lo consiguio con esfuerzo, dedicacion y una mente privilegiada. Sin embargo, no contaba con encontrar en su camino a Mark Carter, un joven deforme confinado a una silla de ruedas porque sus musculos se estaban convirtiendo en hueso. Pese a ser todavia un estudiante de Ingenieria Biologica, contra todo pronostico, logro revertir la fibrodisplasia osificante progresiva que sufria Mark.
    Una historia apasionante en la que se mezclan sentimientos, ciencia, ambicion e intriga, que te hara preguntarte si vale la pena todo aquello por lo cual luchamos.
    A lo largo de sus 400 paginas Blanca Miosi, autora de La busqueda, El legado, la trilogia El manuscrito, El rastreador y La lista, deleitara a sus lectores con una historia apasionante.

  • Los Revolucionarios de R.g. Grimaldi

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    Novela romantica y erotica, basada en el historico y fugaz romance en el Mexico posrevolucionario de Tina Modotti, una de las fotografas mas relevantes de la historia, con Julio Antonio Mella, un joven revolucionario cubano al cual la historia se ha encargado de eliminar, por lo peligrosos que aun son sus ideales para el statu quo. Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Jose Clemente Orozco, Jose Vasconcelos, Edward Stieglitz, Georgia O’Keeffe, Edward Weston, Frida Kahlo y las mas grandes figuras intelectuales de los inicios de los 1900 en America se tergiversan en este apasionante relato revolucionario.

  • Amores altamente peligrosos de Walter Riso

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    ?Por que fallamos tanto en el amor? ?Por que tanta gente elige a la persona equivocada o se enfrasca en relaciones tan peligrosas como irracionales? ?Por que nos resignamos a relaciones dolorosas? Creemos que el amor es infalible y olvidamos algo elemental para la supervivencia amorosa: no todas las propuestas afectivas son convenientes para nuestro bienestar.

  • La vida en cuatro letras de Carlos Lopez Otin

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    Partiendo de un momento extraordinariamente dificil de la vida del autor, este libro empieza con una pregunta fascinante: ?llevamos la felicidad escrita en nuestros genes?

  • Por fin. el amor (eLit 2) de Jill Shalvis

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    Un hombre desnudo lo habria cambiado todo, pero no se veia a ninguno. Por eso, como siempre, Nicole Mann se levanto al oir el despertador y, tambien como siempre, se ducho, se vistio y desayuno en menos de ocho minutos. Por ultimo, tambien como siempre, salio de su apartamento a toda velocidad para llegar pronto al hospital. Si, efectivamente, la vida de Nicole estaba completamente regida por su trabajo. ?Y que? Ser medico era un sueno hecho realidad para ella y, si tenia que trabajar para ese sueno casi todos y cada uno de los momentos del dia, dejando a un lado todo lo demas, incluidos los hombres desnudos, lo haria. Ser medico era lo que habia querido desde que se habia graduado en el instituto, hacia quince anos, a la extraordinaria edad de doce anos. --Psst. Para ser una mujer que se enorgullecia de tener nervios de acero, Nicole estuvo a punto de dar un salto al oir el inesperado susurro que provenia del oscuro vestibulo de su edificio de apartamentos. Sin embargo, no habia nada por lo que preocuparse. Solo era la duena del edificio y tambien amiga, Taylor Wellington, que se estaba asomando por la puerta de su apartamento. Taylor era una mujer agradable y hermosa, razones suficientes para odiarla, pero tambien parecia estar en posesion de una increible habilidad que era capaz de derrumbar las defensas de Nicole. A esta la asombraba que, a pesar de ser polos opuestos, se hubieran hecho tan buenas amigas. --!Psst! --Ya te veo --dijo Nicole--. ?Te he despertado? --anadio, sabiendo que casi no habia amanecido. --Oh, no. A mi no me podrian despertar ni los muertos vivientes --le aseguro Taylor, tan perfecta como siempre--. Habia puesto el despertador para poder hablar contigo --explico, mirando a Nicole de arriba abajo--. Cielo, creia que habiamos hablado ya sobre la ropa de camuflaje. Nicole se miro. Llevaba unos pantalones de camuflaje y una camiseta de tirantes de color verde, que se cenia a su esbelto cuerpo. Su guardarropa se habia formado en los dias en los que asistia a la facultad de Medicina, cuando los cuantiosos gastos de su educacion la habian obligado a comprarse la ropa en tiendas muy economicas. No obstante, le gustaban aquellas prendas tan comodas. Le sorprendia mucho que Taylor se preocupara por lo que llevaba puesto. Nicole solo llevaba unas pocas semanas viviendo en aquel edificio del South Village, tras haberse mudado de otro edificio en el que nadie se preocupaba ni de mirarle la cara a los demas. Solo se habia mudado porque aquel otro edificio habia sido vendido y los duenos tenian nuevos planes para el mismo. Ademas, el nuevo apartamento estaba en un edificio mucho mas pequeno, lo que suponia menos personas con las que tratarse. No le importaba nada que el inmueble estuviera a punto de derrumbarse ni el aspecto que tuviera mientras su cama estuviera en el. --?Por que querias hablar conmigo? --Sabia que, si no lo hacia, te olvidarias. Esta noche vamos a planear la fiesta del compromiso de Suzanne. Suzanne Carter vivia en el apartamento que habia al lado del de Taylor. Las tres eran las unicas habitantes del edificio y habian compartido muchos momentos de diversion y muchos helados, pero a Nicole no le apetecia planear una fiesta para la que tendria que vestirse elegantemente, sonreir y ser agradable. Odiaba ser agradable. --Te habias olvidado --dijo Taylor. --No, yo... Efectivamente se habia olvidado. No podia evitar ser algo olvidadiza porque siempre lo habia sido. Solo aquel ano, se habia olvidado de la fiesta de graduacion de su hermana, de la que su madre solia celebrar todos los anos en abril y hasta de su propio cumpleanos. Sin embargo, su familia comprendia algo que Taylor no parecia entender. Nicole era una solitaria. --Lo siento... tal vez llegue tarde. --No me lo digas. Tienes que... hacerte un nuevo piercing. Nicole hizo un gesto de desesperacion con los ojos. Taylor no hacia mas que gastarle bromas sobre los aros de plata que le alineaban una de las orejas, pero ella no sabia que cada uno de ellos era como un trofeo, un emblema de honor que Nicole llevaba con orgullo. --No, no se trata de otro piercing. Mostrando la paciencia de un santo, Taylor se limito a levantar una ceja mientras que Nicole se devanaba los sesos para encontrar una excusa. --Bueno, es que andamos algo escasos de personal en el hospital y... --Ahorratelo, cerebrito. Dejemonos de excusas, ?te parece? Las bodas, y todo lo que conllevan nos dan alergia, pero esta es por Suzanne. Suzanne habia sido la unica persona, aparte de Taylor, que la habia aceptado genuina e instantaneamente, a pesar de lo seca y distante que era. Las tres se habian conocido poco despues de que Taylor heredara aquel edificio, sin dinero alguno para efectuar las reparaciones que tanto necesitaba. Primero, habia alquilado un apartamento a Suzanne y a continuacion habia llegado Nicole. En realidad, las tres mujeres tenian muy poco en comun. Suzanne era chef y solia alimentar a sus dos amigas con comida, aparte de su postre favorito, el helado. Taylor, con su ingenio, las divertia a todas y, aunque mataria a Nicole si la oia decirlo, les servia de madre. Nicole no tenia ni idea de lo que ella anadia a la mezcla, por lo que le sorprendia mucho que las otras dos se preocuparan tanto por ella. No obstante, todas ellas tenian un rasgo en comun: su voto de solteria. Todas habian hablado al respecto e incluso habian brindado por ello... hasta que Suzanne habia hecho lo impensable y se habia enamorado. --Tratare de asistir --dijo Nicole con un suspiro. --No te preocupes, dicen que no se puede caer presa de la fiebre marital de esta manera. --!Eh, no te preocupes por mi! Mi trabajo es mi vida. Estoy demasiado metida en ello y soy demasiado egoista para unir mi vida a alguien. --Muy bien. Nuestro voto de solteria sigue intacto. --Y firme. Sin embargo, las dos se miraron fijamente, algo nerviosas. El hecho de que Suzanne, que tanto habia presumido de su solteria, fuera a casarse lanzaba sombras sobre su voto de solteria, aunque estaban seguras de que ninguna de las dos cometeria la torpeza de enamorarse. Seria imposible, cuando tenian los ojos bien abiertos y los corazones firmemente cerrados. Asi era. De ese modo, estarian a salvo. Total y completamente a salvo. Veinticuatro agotadoras horas mas tarde, de nuevo justo antes del alba, Nicole arrastraba su dolorido y lamentable cuerpo por los tres tramos de escalera que llevaban a su apartamento. Habia trabajado sin descanso. Una inesperada niebla habia provocado un choque en cadena en una de las autopistas del sur. Como resultado de la colision de cuarenta y dos coches, Nicole habia estado en urgencias casi todo el dia, sin poder tomarse un respiro ni siquiera para estornudar. Se le habia pedido que se quedara otro turno, por lo que, tras una rapida siesta durante la que habia sonado que la perseguian un vestido de novia y un pastel de bodas, habia aceptado con ganas lo que le deparo el resto del dia, que habia sido mucho. En aquellos momentos, mientras subia la escalera, lo unico que queria era comer algo, darse una ducha y meterse en la cama, aunque no necesariamente en aquel orden. Llevaba una bolsa de comida en la mano y la boca se le estaba haciendo agua al pensar en los cuatro tacos medianos y en el refresco que contenia. No era un desayuno muy corriente, pero era comida. Ademas, llevaba sonando con algo picante desde la segunda vez que habia entrado en el quirofano. Despues, en cuanto comiera... la inconsciencia, al menos hasta que tuviera que regresar al hospital, lo que seria aquella misma tarde para una reunion de personal. Despues, tendria que sustituir a un companero en el turno de noche. Ya tenia cuatro operaciones preparadas. Esperaba haberse acordado de la salsa picante. No tenia nada de comida en la cocina, a excepcion de algo que se habia puesto verde hacia una semana y que... --!Maldita seas, trozo de mier...! --exclamo una voz, mientras se escuchaba el ruido de metal que golpeaba otro metal. Aquellas palabras habian sido pronunciadas con un profundo acento irlandes --. Voy a... Maldita seas otra vez... La ultima vez lo hiciste bien, asi que maldita seas si no funcionas ahora... Aquellas palabras sonaron tan tranquilas, tan seguras, que Nicole tardo un momento en descifrar que aquel hombre estaba haciendo algun tipo de amenaza. Bien. A Nicole no le importaba darle una buena patada a alguien mientras que sus tacos no sufrieran dano alguno. Tener un coeficiente intelectual mas alto que su propio peso tenia algunos beneficios. Durante la facultad de Medicina habia decidido empezar a hacer karate, para desahogarse un poco. Como en todo lo que empezaba, habia sobresalido. Dispuesta a todo, tomo una postura de defensa, aunque la dejo momentaneamente para dejar la comida sobre un escalon. No habia necesidad alguna de poner en peligro el desayuno. Fue avanzando poco a poco. En aquel piso no habia nada mas que su apartamento. Nada mas que el estrecho pasillo en el que, en aquellos momentos, habia un hombre tumbado. Tenia los brazos extendidos y, entre las manos, tenia lo que parecia una herramienta de medir, que movia sobre las maderas del suelo mientras lanzaba juramentos por la boca. Nicole se habria echado a reir si hubiera podido apartar la vista de aquel largo, firme y masculino cuerpo, que estaba completamente estirado sobre la tarima de madera. Tenia unas piernas larguisimas, enfundadas en unos vaqueros que acentuaban los musculos de muslos y pantorrillas. Ademas, estaba el trasero, cubierto tambien por la gastada tela vaquera. La camiseta se le habia subido un poco, mostrando una generosa vision de piel bronceada y humeda, tensa sobre los musculos de la espalda. A pesar del susto que aquel hombre le habia dado, Nicole sonrio. --Hmm... Perdone. Con los brazos estirados por encima de la cabeza, el hombre no dejo caer el extrano utensilio que tenia entre las manos y que estaba emitiendo una luz roja. De hecho, no hizo nada mas que suspirar. --?Seria tan amable de entregarme mis notas? --dijo, con voz profunda y sensual, aunque completamente privada del acento irlandes. Nicole, que seguia en su postura de defensa, bajo la mirada y vio un pequeno bloc de notas en el suelo. Aparentemente, dudo mas de lo esperado, porque el se incorporo y giro la cabeza. Tenia el cabello negro muy corto, tanto que quedaba de punta y los ojos azules mas cristalinos que Nicole hubiera visto jamas. Al ver que ella todavia tenia los punos levantados y las piernas ligeramente dobladas, el lanzo un suspiro y se froto la mandibula. --?Es que nos vamos a pelear por un cuaderno? Nicole bajo inmediatamente los punos. Entonces, sin dejar de mirar al hombre mas guapo que habia visto nunca, se inclino para recoger la bolsa de tacos que habia dejado en el suelo. --?Quien es usted y por que esta blasfemando en mi pasillo? --Me ha oido, ?eh? --comento el con una sonrisa--. ?Me haria el favor de no decirselo a la duena? Ella me dijo especificamente que no lanzara maldiciones en su edificio. Hmm. A Nicole le sorprendia que Taylor no se hubiera metido a aquel hombre en su dormitorio bajo siete llaves, dado lo mucho que le gustaba la gimnasia horizontal y el hecho de que aquel desconocido rezumara sexualidad por todos los poros. Con un suave movimiento, se puso de pie. Nicole era bastante menuda, pero aquel hombre debia sobrepasar en varios centimetros el metro ochenta, lo que significaba que, por mucho que ella se estirara, no le llegaria mas alla del hombro. De repente, por la diferencia de altura que habia entre ellos y la inmediata y sorprendente atraccion que sintio por el, se puso a la defensiva. Dio un paso atras y se preparo de nuevo para lo que pudiera surgir. --No habria utilizado ese lenguaje si la hubiera oido venir --dijo el, rascandose suavemente la mandibula, oscurecida por la barba de varios dias--. La he sobresaltado. Nicole entorno los ojos. Una vez mas, el acento habia desaparecido por completo, pero habia algo artificial sobre el modo en que le hablaba en aquellos momentos, como si estuviera ocultando algo. Ella sabia muy bien lo que era guardar secretos, pero no le gustaba que los demas hicieran lo mismo. --Responda a mi pregunta, por favor --replico Nicole mientras levantaba un dedo. --No hace falta disparar --comento el, levantando las manos a modo de rendicion--. Soy solo el arquitecto. Ty Patrick O'Grady a su servicio. --?Que usted es el arquitecto? --Para este edificio. Va a ser renovado --afirmo. Entonces, se apoyo contra la pared con un hombro y le dedico una devastadora sonrisa--. Antes de nada, se necesita un arquitecto, ?sabe? Resulta que este edificio es un monumento historico y que necesita desesperadamente unas importantes reparaciones en su estructura. Nicole decidio que aquello podria ser cierto, especialmente dado que aquel edificio era la verguenza de la manzana. Taylor llevaba semanas consultado a los expertos para realizar la renovacion. --?Esta usted realizando un presupuesto para Suzanne? -- pregunto, observandolo cuidadosamente para ver si caia en la trampa del nombre. El hombre lanzo una nueva sonrisa, lenta y segura. --No, no. No se llama Suzanne sino Taylor, pero ha sido un buen intento. Haria falta mucho mas que eso para ponerme a mi a prueba --replico--. ?Quiere ver mi identificacion o se va a limitar a golpearme con esa bolsa, que huele tan bien? --?Que le ha pasado a su acento? --?Que acento? --Tenia acento irlandes. ?Es usted un emigrante? --Si, acabo de bajarme de un barco procedente de Australia, amiga --comento aquella vez con acento australiano--. O tal vez... !Huy! Creo que me he equivocado de continente --anadio con acento austriaco. Aquel hombre era un listo. --Es muy tarde para estar trabajando en un presupuesto, ?no le parece? --Querra decir muy temprano. --Lo que sea. ?Por que ha venido a estas horas? --Soy lo que se llamaria un hombre muy ocupado. Bueno, cielo, no se con quien estoy hablando.

  • Parecia una buena idea de Kylie Scott

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  • Mi Amante (El ceo 2) de Lisa Blanc

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    El “Todo lo que necesitas es amor” de los Beatles se escucho a traves de los altavoces estereo en el estudio de Tobias, como si la radio supiera de su situacion amorosa actual . Habian pasado cuatro meses y 11 dias y, para sorpresa de casi todos, todavia iba todo bien . Habia leido por ahi lo que decian sobre como Tobias me estaba usando para ser mas agradable o como yo lo estaba usando por dinero. Por supuesto, las historias no habian terminado alli, pero habia aprendido a no prestar atencion a las palabras de personas que ni siquiera nos conocian. Mire a Tobias que se estaba enfocando en su pantalla, trabajando en algo importante. Era increiblemente bueno en su trabajo, un hecho por el que muchos no le daban suficiente credito. Lejos de aprovecharse del trabajo de su padre, habia trabajado duro y continuaba trabajando duro. Era una de las razones por las que lo amaba. Su dedicacion era admirable. Volvi a mirar mi libro y lei algunas lineas mas antes de que las palabras comenzaran a empanarse. Doble la esquina de la pagina y cerre el libro antes de mirar mi movil . Era casi medianoche. “Me voy a la cama. Tengo trabajo en la manana "murmure poniendome de pie. “Y tengo un tirano de jefe, realmente me molesta”. Reprimi una carcajada. Tobias dejo de escribir y se volvio para mirarme. Sus ojos azules brillaban con intensa diversion mientras sus labios se curvaban en una sonrisa juguetona. “Eres una mujer diabolica “. Respondio. “?Como rayos voy a poner concentrarme ahora?” “No es tu culpa .” Sonrei. “Es parte de mi malvado, malvado plan para seducirte”. Tobias fruncio el ceno y extendio sus manos, meti las mias dentro y el las apreto suavemente. “Tengo que terminar esto antes de la reunion de manana”. Gimio el . Sonrei. “Y dijiste que nunca seriamos aburridos”. Bromee Tobias fruncio el ceno y casi pude ver que la culpa lo invadia. Me acerque y presione mis labios contra los suyos. "Estaba bromeando. Se lo importante que es este acuerdo para Clarke Industries ". "Aun asi, te pedi que te quedaras sabiendo que tenia que concentrarme en esto. Supongo que queria tener mi bizcochito cerca y comerlo tambien “. “No te compliques “. Me rei. “Tobias, relajate, prefiero sentarme aqui en tu compania mientras trabajas que en mi piso sola de todos modos”. Tobias se lamio los labios y se mordio el labio inferior antes de dejar escapar un suspiro estrangulado. Algo lo estaba molestando, pero no pude averiguar que. Senti mi sonrisa caer, sus ojos se abrieron y sacudio la cabeza. “Estoy bien.” murmuro el. “Estaba pensando … que preferirias estar aqui, y preferiria que estuvieras aqui”. Hizo una pausa y sonrio ampliamente. “Tiene sentido que te mudes aqui”. Por un momento el mundo dejo de girar, el tiempo se detuvo y la oferta de Tobias silencio cualquier otro pensamiento en mi mente. A pesar de nuestro amor, a pesar del hecho de que nuestra relacion estaban funcionando mejor que nunca … Me sorprendio. “?Quieres que me mude contigo?” Susurre. “Si.” El exhalo. “Ruby . Quiero que te mudes conmigo. No podia hablar, mi voz estaba atrapada en mi garganta y por mucho que intente vocalizar mis sentimientos simplemente no pude. Mis ojos comenzaron a llorar y asenti como una idiota. Tobias sonrio, soltando mis manos para abrazarme. Tobias acaricio mi cuello y sus manos comenzaron a vagar. Me aparte y sacudi la cabeza, moviendo el dedo indice. “Uh uh” dije frunciendo el ceno. “Tienes trabajo que hacer”. Tobias suspiro y volvio a mirar la pantalla de su ordenador portatil. La propuesta a medio terminar debia completarse por la manana. Paso los dedos sobre el teclado y escribio Lo que sea que quieras para ser mi cliente, te lo dare. Fin . “Listo. Hecho. ” Respondio el , extendiendome la mano otra vez. “Tobias”. Yo frunci el ceno. “Necesitas terminar eso … correctamente”. “Ahora mira quien es el aburrido”. Comento Tobias con una sonrisa ironica antes de soltarme. “Si ser aburrida te consigue este trato, creo que puedo vivir con eso”. Respondi. “Dios, te amo Ruby”. “Y yo te amo tambien, Tobias”. Le respondi de pie. ** ** Me desnude, agarrando una de las camisas de Tobias de sus cajones antes de caminar hacia un lado de la cama que habia reclamado como mio . Tenia mi propio cajon con mi propia ropa, pero dormir con sus camisetas se habia convertido en algo habitual para mi. Retire las mantas y me meti en la cama, agarrando el ipad del cajon de la mesilla de noche. Una vez que Tobias y yo hicimos publica nuestra relacion, aprendi muy rapidamente a no buscar en Google. De hecho, evite los tabloides por completo. Excepto esta noche. Recibi un correo electronico de un remitente anonimo. Debe consultar la seccion de entretenimiento de la revista en linea Masque. Gran noticia sobre ti. Que lo disfrutes. Deberia haberlo borrado al instante . Mi instinto ya me decia que no podia venir nada bueno de esse remitente anonimo. Quien estaba detras estaba revolviendo una olla, esperando un bocado … y se lo di. Abri una nueva pestana y escribi el nombre de la revista y mi nombre. Una foto mia, fuertemente retocada hasta el punto en que me veia con un atuendo de mujer fatal que nunca habia visto y mucho menos habia usado El encabezado gritaba en brillante fuente de color rojo. De dulce nina de pueblo pequeno o Hiedra Venenosa: la verdad detras de la chica que atrapo lo inalcanzable . Lei un poco el articulo , ya que decia detalles bastante correctos sobre mis primeros anos de vida. Pero tan pronto como la esperanza de que esto no fuera horrible comenzaba a invadirme, el temor me sobrecogio. Dado que sus padres murieron casi tan juntos, la pregunta tienen que hacerse es ?Ruby tuvo algo que ver con eso? Atrapada bajo el control de sus estrictos padres mayores a lo mejor para ella no era suficiente . ?Se enfurecio asesinando a su padre, solo para descubrir que nada habia cambiado porque su madre la seguia controlando ? Las nauseas me agarraron. Suponian que habia matado a mis padres. Cuyos certificados de defuncion indicaban claramente las enfermedades que les habian quitado la vida. A quienes amaba y extranaba todos los dias de mi vida, cuyos recuerdos nunca estuvieron lejos de mi mente. Trague saliva y me desplace por la pagina. Un ex novio, Benjamin Riley, que estudiaba en el Ivy league college cayo bajo el hechizo de Ruby solo para que ella rompiera su corazon y huyera. Despues de mudarse a Worthington para declararle su amor, Ruby lo hizo arrestar por asalto a pesar de que las fuentes dicen que ni siquiera sucedio nada.

  • Una pareja escandalosa de Marcia Cotlan

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    Una novela muy entretenida, que arrancara mas de un suspiro y muchas sonrisas. Aimee Du Maurier es la beldad del condado. Tiene diecisiete anos y pertenece a una de las familias mas antiguas de Carolina del Sur. Obligada a casarse con el mujeriego Edward Robilard, el odio que sienten el uno hacia el otro acabara por transformarse. Marcia Cotlan (Asturias, 1975) ha estudidado Filologia y en la actualidad trabaja como profesora de Literatura. Lectora voraz, la escritura ha sido su camino logico.

  • La Amante Encubierta del Coyote de T. S. Ryder

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    ?Que se supone que debe hacer una detective cuando el atractivo sospechoso que esta investigando comienza a besarla. y mas?

  • La princesa del East End (Secretos de alcoba 3) de Christine Cross

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    El carruaje que traqueteaba por las calles londinenses a esas horas de la noche olia a dinero por los cuatro costados, lo mismo que el hombre que se sentaba a su lado. Rose se reclino contra el lujoso asiento acolchado, tapizado en seda adamascada, y permitio que sus labios se estiraran en una sonrisa satisfecha. Habia hecho bien en no hablar sobre el caballero con ninguna de las chicas del burdel o alguna de ellas se lo habria arrebatado. Solo Bertha, la pequena criada que limpiaba las habitaciones, conocia su existencia, aunque se habia encargado de dejarle claro lo que sucederia si se iba de la lengua. No tenia nada en contra de la pobre chica, ademas, era demasiado asustadiza y timida como para ir a contarle sobre sus asuntos a la madame; a la muchacha le convenia estar en buenos terminos con todas las chicas, pues su sueldo dependia de ellas. Habia sido mala suerte que la nina saliera a tirar la basura al callejon trasero del edificio justo cuando ella le ofrecia sus servicios al caballero, aunque le habia bastado una mirada de advertencia para que la criadita desapareciese a la carrera por la puerta de la cocina. Para una vez que tenia fortuna en la vida, no iba a desperdiciarla. El prostibulo que regentaba madame Beth en Haymarket era uno de los mas cotizados entre los nobles de la aristocracia, pero tambien uno de los mas estrictos en cuanto a sus reglas de gobierno. No se permitian las relaciones fuera del local, quiza por miedo a que alguna de las chicas emulara el ejemplo de Laura Bell, la joven cortesana irlandesa que habia conseguido casarse con el capitan August Frederick Thistlethwayte, de Grosvenor Square. La que habia sido conocida como <> era en esos momentos la orgullosa senora de una finca en Ross-shire, Escocia. Rose echo un vistazo al semblante de su acompanante. Su perfil, elegante y masculino, oscilaba entre las luces y sombras que atravesaban la ventanilla del coche. Si jugaba bien sus cartas, ella, Rose O'Flaggerty, tambien obtendria lo mismo que su compatriota. El hombre era atractivo, de constitucion fuerte y movimientos mesurados. Sus ojos tenian un perpetuo halo de tristeza que le provocaba la acuciante necesidad de envolverlo en sus brazos, como si fuese un nino necesitado de consuelo, aunque lo cierto era que el le doblaba la edad. --?Se arrepiente, senorita O'Flaggerty? La voz calida y suave le produjo un estremecimiento. Le encantaba que la tratase con el respeto debido a una dama, hacia que se sintiese valorada como mujer. --En absoluto, milord. ?Como podria arrepentirme? --Su tono reflejo cierta incredulidad. No comprendia que el pudiera pensar que le costara dejar atras la vida que llevaba. Habia llegado a Londres desde Irlanda con dieciseis anos y habia comenzado trabajando como sirvienta por unos pocos chelines. A los diecisiete, el hambre y las circunstancias --una madre viuda y tres hermanos menores-- la habian obligado a prostituirse en las calles. Odiaba aquel negocio, se sentia como una mercancia usada, pero habia aprovechado bien su belleza juvenil para evitar que sus hermanas menores tuviesen tambien que prostituirse. Entrar en el negocio de madame Beth habia sido lo mejor que habia podido sucederle, tenia su habitacion propia y ganaba casi tres veces mas de lo que conseguia en la calle; poseia vestidos elegantes y podia comer un plato caliente cada dia. No, desde luego, no se arrepentia. En esos momentos tenia veinticinco anos y, aunque seguia siendo una mujer hermosa, los caballeros preferian a las muchachas mas jovenes, con lo que cada vez mermaban mas sus posibilidades de conseguir un buen sustento para el futuro. --Conocerlo ha sido lo mejor que me ha pasado --agrego Rose al ver que el no decia nada. --Me alegro mucho. --Tomo su mano con suavidad y se la apreto con delicadeza. Sintio la reconfortante calidez que emanaba del cuerpo masculino cuando se inclino hacia ella, y las notas especiadas de su aroma--. Es mi deseo hacerla feliz y que pueda vivir en paz. Rose parpadeo, un tanto sorprendida, ante aquella forma de expresarse. Con toda certeza, <> no era una palabra que habria incluido en su vocabulario y en su vida. Se removio inquieta sobre el asiento, con una sensacion extrana atenazandole las entranas; sin embargo, se esfumo apenas vio el estuche de terciopelo que el caballero puso ante sus ojos. --!Oh, es precioso! Paso los dedos con delicadeza sobre las piedras de rubi, talladas con una gran perfeccion, que descansaban sobre engarces de oro. Tenia un aire antiguo que atraia la atencion de un modo casi hipnotico. --Pertenecio a una reina. --La voz profunda no logro arrancar su mirada del brillo de los rubies--. Toda mujer deberia poder lucir una joya asi al menos una vez en la vida. Saco el collar del estuche y le hizo darse la vuelta para colocarselo. Rose se estremecio, aunque no supo si fue por el roce de las manos masculinas sobre la piel de su nuca o por el peso de la gargantilla. Noto un calorcillo en el pecho y la recorrio una pequena agitacion. --Milord, no se que decir. --Se giro de nuevo hacia el y esbozo una sonrisa seductora--. Muchas gracias por este precioso regalo. Yo… Se quedo en silencio cuando el coloco un dedo sobre sus labios para acallarla. Noto como lo deslizaba despacio por el carnoso labio inferior y deseo que la besara. No lo habia hecho despues del dia en que se conocieron en aquel oscuro callejon, al que ella salio para refrescarse del opresivo ambiente del burdel. En esa ocasion, la habia besado con fuerza, casi con desesperacion; pero, tras aquel dia, se habia comportado como un perfecto caballero, como si de verdad la cortejara. Y aunque le encantaba sentir aquella especie de veneracion con que el la trataba, en algunos momentos le hubiera gustado que pareciese un poco mas terrenal. --?Por que no brindamos por la nueva vida que le espera? --le dijo, sacando del bolsillo interior de su chaqueta una petaca de plata y ofreciendosela--. Sera una mucho mas feliz, sin carencias, sin dolor. ?Me cree, senorita O'Flaggerty? Rose asintio. --Le creo, milord. --Entonces, brindemos a nuestra salud. Acepto la petaca y dio un largo sorbo. El liquido le quemo la garganta y le calento las entranas. Aunque era algo mas fuerte de aquello a lo que estaba habituada, no se quejo. No pensaba morder la mano que le iba a dar de comer. A ella y a su familia. Aun no le habia hablado de sus hermanos ni le habia contado que les habia entregado a ellos el dinero que el le habia ofrecido con tanta generosidad. Maud habia crecido en los ultimos meses y necesitaba vestidos nuevos; a Sheila se le habia acabado el material para fabricar los bonitos sombreros que luego vendia a un elegante negocio de la calle Bond; y Michael habia requerido zapatos nuevos. Si el caballero cumplia su palabra, no les faltaria de nada a partir de aquel momento. --?Falta mucho para llegar? --pregunto. Sentia la lengua rasposa y dio otro pequeno trago, o tal vez lo hacia solo para animarse a hablar. Sabia que tenia que ser sincera con el y contarle de su familia, y aquel era un buen momento para hacerlo. --No demasiado --respondio, al tiempo que le quitaba la petaca de la mano temblorosa y volvia a guardarsela en el bolsillo--. En un par de minutos habremos llegado a nuestro destino. --Aun no me ha dicho adonde nos dirigimos. --?Eso importa? Mientras encuentre el camino, todo estara bien. Rose sacudio la cabeza en un intento por despejarse. Aquellas palabras le habian resultado incomprensibles, quiza porque habian llegado a ella distorsionadas. De hecho, la figura del hombre parecio desvanecerse por momentos, y extendio las manos hacia delante para aferrarse a ella mientras una sensacion extrana se apoderaba de su mente y de su cuerpo, una liviandad que la asusto. --?Que… camino? Yo… me siento… Cerro los ojos casi al mismo tiempo que notaba las manos de el acercandola a su cuerpo. Su calor y su esencia la envolvieron, y se dejo llevar por la niebla que inundaba sus sentidos. --Duerma, senorita O'Flaggerty. Pronto terminara todo y usted podra descansar en paz, como deseaba. El dolor le martilleaba en las sienes y detras de los parpados. Ademas, tenia frio; la superficie sobre la que se hallaba tumbada desprendia un helor que le calaba los huesos a traves de las capas de su vestido. Voces indistintas alcanzaron sus oidos, pero se encontraba demasiado aturdida para comprender los ricos tonos masculinos. Se pregunto si se habria quedado dormida en algun salon del burdel. Intento abrir los ojos y una luz brillante, como del sol, la deslumbro. ?Ya era de dia? Pero ella recordaba haber viajado de noche con el caballero. Parpadeo varias veces y trato de enfocar la mirada. No era el sol. La luz que la cegaba era el fuego ardiente de unas antorchas que iluminaban el recinto en el que se encontraba. Sombras oscuras danzaban sobre las paredes. Componian extranas figuras que provocaron que su corazon comenzase a latir apresurado. Una se cernio sobre ella y quiso gritar, pero tenia la garganta seca y cerrada. La respiracion acelerada provoco que le dolieran los pulmones y se acrecentase el mareo. --No tendria que haber despertado. --Reconocio la voz y casi sollozo por el alivio. Aunque no podia ver bien su rostro, sabia que se trataba del caballero--. Ahora todo sera peor. Rose no comprendio sus palabras por completo. Todavia sentia el cuerpo descompuesto y temblaba de frio. --Agua --le pidio, arrancando un quejido a su garganta. --Es mejor que no tome nada. Todo se acabara pronto, se lo prometo --le aseguro el. Su voz sonaba cargada de melancolia y tristeza, y la caricia suave que retrato su mejilla sabia a dolorosa despedida. Un estremecimiento involuntario la recorrio por entero. Intento incorporarse, a pesar del mareo, pero un fuerte tiron en las munecas se lo impidio. El panico comenzo a atenazarla, un terror irracional que se acrecento cuando el caballero se alejo y la luz de las antorchas le permitio ver las cadenas que sujetaban sus manos. Rose comenzo a gritar mientras tiraba con fuerza de sus ataduras en un vano intento por deshacerse del tintineante metal. --!Dejeme ir, milord, yo no he hecho nada! --La garganta le ardia, pero los ecos de su voz se perdian en la resonante boveda de piedra. Las lagrimas que arrasaban sus ojos le quemaban la piel--. !Soy una buena chica! Cerro los parpados, angustiada. ?Que iba a ser de su familia: de su madre, del pequeno Michael, de Maud y Sheila? ?Como podrian vivir sin su sustento? Una sombra la cubrio y abrio los ojos, sobresaltada. En ese momento, la luz se habia tornado mas intensa y pudo ver con claridad los de el. El caballero la miraba con una tristeza mas profunda de lo que nunca le habia visto. Pero, en esta ocasion, no sintio compasion, solo terror cuando un coro de voces masculinas entono un cantico en una lengua desconocida y extrana. Unos hombres vestidos con tunicas negras rodearon la piedra sobre la que se encontraba tumbada. --?Podra perdonarme, senorita O'Flaggerty? --La voz del caballero era un susurro dulce--. Ella es todo lo que amo y la necesito de vuelta conmigo. Usted tiene que morir para que ella viva, ?lo comprende? --!No! !No, no, por favor! --suplico entre sollozos--. No quiero… Enmudecio y sus ojos se dilataron por el terror cuando vio ondear sobre su cuerpo una daga de plata, empunada por el hombre que le habia prometido que la haria feliz. El grito agudo y horrorizado golpeo las paredes de piedra, pero sus oidos permanecieron sordos al eco de su propia voz y al borboteo de su sangre caliente al derramarse en el interior del caliz de plata. El caballero contemplo el bello rostro de la mujer, exangue y palido, y durante unos instantes experimento lastima por ella. <>. El pensamiento vago por su mente y lo ayudo a tranquilizarse. --Lo has hecho muy bien. --La felicitacion del Gran Maestro de la Orden lo saco de sus cavilaciones--. El primero es siempre el mas dificil, pero tu no has dudado. Estoy seguro de que conseguiras lo que te propones. El asintio. Volver a ver a su preciosa Alice, a su unico amor. Nunca habria nadie como ella; nunca podria amar a nadie mas. Si, lo conseguiria. El numero siete era el numero de la perfeccion, el que unia el numero tres del espiritu con el numero cuatro de la materia y devolvia la vida. Solo necesitaba seis victimas mas para realizar el ritual completo y poder traer a su esposa desde el abismo de la muerte

  • Como hacer que un conde se arrodille (La comitiva del cortejo 2) de Eleanor Rigby

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    Esperada segunda entrega de la serie <>, iniciada con Como poner a un duque a tus pies.

  • Desatame 2 de Christina Ross

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    De Christina Ross, autora de Aniquilame, llegan tres nuevos libros en la serie con mas de dos millones de libros vendidos en todo el mundo.

  • Valiente Vera, pequena Sara de Andrea Longarela , Neira

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    Vera, Sara y Alexander eran inseparables. Siendo adolescentes, habian establecido un vinculo especial, una amistad inquebrantable; habian trenzado sus vidas con nudos en apariencia irrompibles.
    ?Por que entonces, en la actualidad, Sara se siente sola? ?Por que hace anos que no esta cara a cara con ninguno de los dos? ?Por que los veranos en el lago ya no son tan magicos como en algun momento fueron? ?Por que resulta tan facil romper las promesas?
    Dos hermanas, un chico y el lago como unico testigo de una historia que marco la vida de cada uno de ellos.

  • El silencio bajo el agua (Los Elementos 3) de Brittainy C. Cherry

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    “Siempre estare ahi para escuchar tu silencio.”

  • Donde termina el arco iris de Cecelia Ahern

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    Una conmovedora novela en la que se nos presenta una seleccion de los divertidos y frescos dialogos que Rosie y Alex, amigos desde la infancia, intercambian.

  • Cicatrices. Abiertas (Serie Cicatrices 1.2) de Susana Bielsa

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    ?Cuando me vas a pedir que venga a vivir contigo? Aparto la vista de la television y miro a Emily. Esta seria. Lo confieso, me ha pillado fuera de juego. Se que es una excusa barata, pero estan emitiendo imagenes de "El transito de Venus"; por lo visto, el planeta ha decidido pasar hoy por delante del sol y parece una peca que adorna un rostro redondo y hermoso. La belleza del momento me ha dejado sin palabras y no se que contestar a la mujer que permanece sentada a mi lado. --?Perdona? --Dejalo, ya veo que para ti no es importante. Cierro los ojos y suspiro. Ya empezamos. --Emily, carino, estaba viendo... --!He dicho que lo dejes! Ya hablaremos de ello cuando no estes viendo la television. Agarro el mando, cabreado, y apago la puta pantalla. --Ya no estoy viendo nada. Vamos a ver, ?que me decias? Se cruza de brazos, como si la hubiera ofendido. --Llevamos casi un ano y todavia sigo viniendo a tu casa a escondidas. Entreabro los labios. Bueno, estamos liados desde hace unos diez meses, pero cuando hablamos de salir mas en serio fue hace tres. Aparto ese pensamiento y me centro en algo que ya hemos discutido. --Emily... sabes que la prensa no me gusta, y desde que grabe para los americanos no hacen mas que perseguirme. Pero eso no significa que no hayamos salido a cenar por ahi, o a pasarlo bien, ?verdad? --Yo quiero mas. Intento acariciarle una mejilla, pero me esquiva el gesto, dandome la espalda. Parece mentira, con la de cremas que se que se da para aparentar tener menos de sus treinta y dos y, por dentro, sigue siendo una cria. Suspiro, cansado de sus absurdas ralladas. Me levanto, voy hacia mi chaqueta y me saco un cigarro. Lo voy a necesitar. --Vamos a ver, ?que te molesta exactamente? --!No te implicas, Matt! --?!Que no que!? --Respiro hondo, enciendo el pitillo y miro a Emily desde el hueco que da a la cocina, apoyado en la pared, decidiendo como encarar la situacion--. ?Quieres venir a pasar unos dias y ver si estamos bien juntos? --?!Ves!? !A eso me refiero! Das por sentado que existe la posibilidad de que no estemos bien. Me dan ganas de darme de cabezazos contra la pared. --Emily... --?Podrias dejar de tratarme como a una estupida? Endurezco el gesto. --Deja de imaginar cosas y cuentame que quieres exactamente. Ya te he preguntado si querias quedarte, ?que mas quieres? ?Me pongo de rodillas? --No, lo unico que quiero es que no lo digas como si me fueras a echar a los dos dias. --Emily, de verdad, yo no lo he dicho en ese sentido, pero tienes que tener en cuenta que estar un rato con una persona no significa que, a la hora de convivir, todo vaya de maravilla. Creeme, lo se. --?!Podrias dejar de meter a tu ex en todas nuestras conversaciones!? Emily se pone de pie, se lleva una mano a sus casi inexistentes caderas y la otra a la cabeza. Se le empanan los ojos de repente y me da un vuelco el corazon. Apago el cigarrillo en el cenicero y la abrazo. --Perdoname, no pretendia... Yo solo... --No lo pretendes, pero lo haces. --Lo siento... Nos quedamos en silencio hasta que, por fin, cede y me devuelve el abrazo. Me da por suspirar; esbozo un amago de sonrisa que, en vez de alegrarme, duele. --Tengo muchas ideas, ?sabes? --?Ideas? --Si, tonto, ideas. Para empezar, hacer una pequena obra en el bano principal. ?Crees que podriamos poner un jacuzzi? Parpadeo. ?Jacuzzi? --La verdad es que yo no... --!Y tambien podriamos hacer un pequeno gimnasio en casa! Me echo a reir; me esta tomando el pelo, vuelve a ser la Emily que me presentaron Jonathan y Emma y que me hacia sentir cierto numero de mariposas en el estomago (mariposas que, tengo que admitir, se multiplicaron la primera vez que terminamos en la cama). Quiero seguir con la broma y con el buen rollo, asi que le beso el pelo y la achucho un poco mas. --A ver, ?donde pondrias ese gimnasio? --En cualquiera de las dos habitaciones que tienes libres. Me mira con atencion y una sonrisa sincera, esperando mi aprobacion, y me doy cuenta de la trampa en la que me he metido. No va de cona. --Emily, esas dos habitaciones no estan libres, son para mis hijos. Se desprende de mi abrazo con un mal gesto y vuelve a darme la espalda. --Tus hijos, !tus hijos! !!Tus hijos ni siquiera han venido a visitarte!! Estan perfectamente con su madre, y tu tienes la oportunidad de empezar una nueva vida. !Incluso de tener otros! Un escalofrio me recorre toda la espalda. ?Esta loca o que? --No vuelvas a decir algo asi jamas. Se gira, observandome con expresion furibunda. --!!Pero si es verdad!! Tu eres el unico que no quieres verlo. --Emily, ya basta. No estoy discutiendo contigo, estoy intentando hablar, y no haces mas qu... --!Encima tendre la culpa yo! --me corta--. Muy bien, !lo estas arreglando, Matt! La saliva que trago me sabe a hiel. Once anos soportando a una histerica y cuando por fin me decido a empezar algo, !me topo con otra! ?Como te lo montas, Jensen? Cierro los ojos y tomo una decision que, aunque me duele, se que es la correcta. --?Sabes que? Vete a casa. --?Me estas echando? Se acerca a mi, pero me aparto de ella. No quiero verla. No quiero que vuelva mas a mi casa. A la casa que comparto con mis hijos, aunque no hayan podido venir por culpa de Grethe. --Si. Fuera de aqui. Un hielo me atraviesa la garganta y se desplaza hacia mi pecho. El frio que se me instala en el corazon duele, pero no tanto como el portazo que da Emily al salir del piso. Mierda. Mierda. !!Mierda!! Me dejo caer contra la pared que separa el salon de la cocina comedor, mirando al infinito. Se ha terminado. Basta de intentar relaciones con mujeres que se parecen a Grethe. Nunca me gusto ella ni por dentro ni por fuera, ?por que ahora la busco en cada mirada? ?Por que no puedo dejar de ser un gilipollas? Bien, de acuerdo, me siento solo, terriblemente solo. Estoy aqui, en un exilio frustrante en el que invierto doce horas al dia en el estudio. Llego a casa y esta tan vacia, tan oscura, tan fria. Sin vida. Sin mis pequenos Hugo y Till, con los que jugaria al futbol en el parque que hay cerca del piso... dejandome ganar, por supuesto. Hasta he fichado la zona en la que pondria nuestras chaquetas para delimitar la porteria. Tambien tengo que pasar sin el gran sol de mi vida, mi pequena Pauline, que no se de donde ha sacado la voz que tiene, pero que cada vez que me canta por telefono me hace llorar. Sin ellos, sin mi hermana, sin mi madre, la casa se me cae encima. Venga, Jensen, reponte. Eres un machote, no es cuestion de hundirse otra vez. Me levanto del suelo, cojo otro cigarro y voy hasta el telefono. Busco a Luca en la agenda y marco su numero. --Luca al aparato. --Soy yo. --!Senor Jensen! ?Pasa algo? Me llevo la mano a la frente. --?Ya no te acuerdas del trato que tenemos? La oigo reir al otro lado de la linea. --En el trabajo, de usted; el resto del dia, de tu; al terminar el turno de los viernes, una cerveza antes de volver a casa. !Vale! ?Que quieres, pesado? ?Emily no puede quedar? Hago una mueca y me dejo caer en el sofa. --Acabamos de romper. --!Mierda! !Lo siento! ?Quieres que vaya? Yo llevo las birras. --?Ese matarratas japones al que llamas cerveza? No, pelirrosa, si vienes sera para beber de las mias. Sin verla se que se esta tocando el pelo. Lo lleva largo; hasta ahora, decolorado en rubio, pero hace un par de dias decidio hacer una locura rosa chicle que le queda fenomenal. --En una hora estoy alli. --Esa esta muy buena, ?eh? Le pego un buen trago a mi Schwarzbier. --No esta mal. --Voy a creer que hablas desde el rencor y el despecho, Matt. O eso o tienes un gusto pesimo. Nos echamos a reir, brindando con los botellines. --Que le voy a hacer, me chiflan las morenas. Las rubias me han dado demasiados problemas. --La rubia que mas problemas te va a dar todavia es muy joven, jefe. --Vete a la mierda. --Tengo razon y lo sabes. Volvemos a carcajearnos, tumbados en una cama que ya no parece tan grande. Luca esta ensenandome fotos de las mujeres con las que comparte sexo, diferenciando quienes estan dispuestas a participar en nuestro pequeno jueguecito y con cuales simplemente pasa muy buenos ratos. Desde que conoci a Emily no he tenido otro trio con Luca, pero me parece buena idea retomar el habito: una mujer, una desconocida para mi, recibiendo con gusto el placer que Luca y yo le damos. En la practica es como si dos hombres se follaran a una femina que permanece con los ojos vendados, aumentando el morbo de la situacion y preservando mi anonimato sexual. Dos hombres besando, chupando, lamiendo y penetrando un cuerpo, pero que ni siquiera intercambian un roce, un beso o un jadeo. --Si algun dia quieres perder la virginidad... dimelo, Luca. Al menos sabre que te han tratado lo mejor posible. --Pero, ?de que siglo te has escapado? La virginidad es un estado mental, !yo me he tirado a mas tias que tu! Ademas, los hombres no me atraeis lo mas minimo. --Se acerca al lobulo de mi oreja y me pega un mordisco que no me pone, solo me hace reir--. Prefiero meterla con el arnes, sentir como una mujer se corre estando yo entre sus piernas. Esa imagen es la unica que me pone cachonda. --Ya somos dos. Volvemos a brindar y Luca pasa a la siguiente foto. El corazon me da un vuelco: es una muchacha sonriente, llena de pecas, con el pelo castano y lleno de bucles. Parece pequenita, pero no fragil; eso me encanta.

  • El crimen de Fiona Clark de Franciso Marin

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    Mi nombre es Paco Marin, soy escritor de novelas de ficcion policiaca y trabajo como funcionario de la Administracion de Justicia. Actualmente estoy destinado en la Oficina de Asistencia a las Victimas del Delito de los Juzgados de Ibiza. Quiza por ello, cuando en septiembre de 2019 una circunstancia fortuita y ajena a mi actividad laboral me situo tras la pista de un criminal y de la posible resolucion de un asesinato ocurrido en esta isla dieciseis anos atras, considere que mi labor de investigacion era ineludible. No afronte la tarea de forma incauta, ya que a mis cincuenta y un anos sabia distinguir la ficcion de la realidad y, aunque todo comenzo como un pequeno juego en el que buscaba documentacion para una futura novela, pronto fui consciente de que las pesquisas que me disponia a emprender resultarian mas complicadas y peligrosas que el tranquilo trabajo de un escritor frente al ordenador. Y en esta ocasion el desenlace tambien se mostraba incierto, pues no solo dependia de mi voluntad y de mi imaginacion. De los veintidos anos que llevo al servicio de la Administracion de Justicia, casi la mitad estuve de excedencia. Como muchos sabeis, fui agraciado con un premio millonario de la Loteria Primitiva, lo que me permitio vivir con lujo y sin privarme de ningun capricho durante bastantes anos. Pero, como a tantos otros les ha ocurrido, la fortuna que llega de la noche a la manana tambien puede evaporarse con rapidez. Y eso es lo que me ocurrio, aunque no voy a entrar en detalles, ya que no es el objeto de la historia que os voy a contar. Basta decir que nunca fui amigo de la ostentacion ni del despilfarro y que mi ruina se debio a malas decisiones que se sumaron a contingencias impredecibles. Por suerte, no habia renunciado a mi condicion de gestor procesal y pedi el reingreso en el servicio activo. Me tuve que mudar de mi lujosa casa de campo en Jesus a un pequeno piso en el centro de Ibiza. Por lo demas, mantenia mis amistades de siempre y redondeaba mi sueldo de funcionario con los ingresos que me proporcionaba la venta de mis novelas, por lo que mi situacion economica podia calificarse como desahogada. La historia que os voy a contar, por increible que parezca, es real y tan solo he variado pequenos detalles y algunos nombres de las personas implicadas. En Ibiza mucha gente ha oido hablar de este crimen. Aunque se siguieron varias lineas de investigacion y surgieron tres sospechosos principales, nunca se logro incriminar a ninguno de ellos y las diligencias judiciales y policiales fueron archivadas. Una informacion que me llego sin buscarla, por medio de una amiga que conocio a de uno de estos hombres a los que la Guardia Civil tuvo en el punto de mira, avivo mi imaginacion y me lanzo a investigar los sucesos. En principio, inicie las pesquisas sin acabar de creer que mi corazonada fuera cierta. Pero el detalle que revelo mi amiga no solo desperto mis sospechas, sino las de todo aquel a quien se lo conte. Intentare exponer los hechos de forma ordenada para que quienes no hayan oido hablar del caso de Fiona Clark, uno de tantos crimenes sin resolver, puedan seguir el desarrollo de los acontecimientos. El asesinato de Fiona Clark, una joven nacida en Ibiza, de nacionalidad y padres britanicos, sucedio en 2003. Hace dieciseis anos. El cadaver fue encontrado por un excursionista cerca de Cala D'Hort, a unos treinta metros de un camino frecuentado por paseantes que acuden a contemplar la magnifica vista del islote de Es Vedra y sus impresionantes puestas de sol. El cuerpo no podia verse desde la senda principal. El hombre salio de esta en busca de su pastor aleman, que se habia adentrado en el bosque y ladraba con insistencia. Descubrio el cadaver de la joven en lo que se podia calificar de postura recatada, con los brazos cruzados sobre el pecho formando una X y una pierna sobre la otra. Su cabello rubio tirando a pelirrojo estaba dispuesto sobre los hombros. Casi se podria decir que se hallaba en una posicion de descanso en la que solo desentonaba un profundo tajo en el cuello que evidenciaba una muerte violenta. El hombre enseguida relaciono el cadaver con la joven desaparecida un par de semanas antes y cuyas incognitas sobre su paradero y las consecuentes labores de busqueda habian ocupado las portadas de los dos periodicos locales. El cuerpo presentaba un avanzado estado de descomposicion. Fiona Clark, de diecisiete anos, estudiaba 2.o de Bachillerato en el Instituto Quarto de Portmany, en la localidad de San Antonio. Entre sus familiares y conocidos gozaba de fama de estudiosa, sociable y formal, la chica ideal para unos padres. No frecuentaba los locales nocturnos de la isla y era ajena al consumo de alcohol y de otras drogas. Cuando la manana del domingo 20 de abril de 2003, la madre de Fiona descubrio su habitacion ordenada de identica forma que la tarde anterior y que en la ropa de cama no se dibujaba ni una arruga, dedujo que su hija no habia dormido alli y, movida por tragicos temores, aviso a su marido y acto seguido telefoneo al puesto de la Guardia Civil de San Antonio, dando cuenta de la desaparicion.

  • Las chicas de la bahia de Susan Mallery

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    Nicole Lord queria ser una buena esposa, pero habia una gran diferencia entre apoyar a su marido y mantenerlo. El habia dejado el trabajo para escribir un guion de cine que ella no habia visto nunca. Ni siquiera ayudaba a cuidar de su hijo y era ella quien tenia que ocuparse de la casa y trabajar a jornada completa.

  • Un futuro inesperado (Role Playing 3) de Minerva Hall

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    Roderick Hudson era uno de los Amos del club erotico mas exclusivo de la ciudad, hasta que empezo a morir gente a su alrededor. Entonces, toda su vida empezo a derrumbarse lentamente y los viejos miedos recobraron la fuerza que el tiempo y su companero de fatigas, Gabriel Grier, llevaban anos acallando. Sin embargo, sus demonios estan mas dispuestos que nunca a resurgir de sus cenizas y reclamar toda su atencion, especialmente cuando una noche la llegada inesperada de una mujer malherida, trastoca todos y cada uno de sus planes.
    No soporta a la timida y asustadiza Samantha Jefferson, que ha ocupado el antiguo apartamento de Kat y lo mira como si fuera el mismisimo diablo en persona, a la vez que lo tienta con su cuerpo, su ingenuidad y buen corazon. No le permitira tocarla y no podra evitar sentirse indigno una vez mas.
    Aun asi, cuando su exnovio vuelve para acabar el trabajo que empezo, buscara refugio en sus brazos, condenandolo a una pena mucho mayor de lo que jamas habria esperado.
    <>.

  • La venganza de las palabras bonitas de Victor Mengual

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    A veces los corazones
    se incendian
    y las palabras no encuentran
    una salida de emergencia.

  • Con el cielo en la mirada de Monica Lopez Aunon

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    Cuando tu vida esta llena de sombras, aprendes a no fiarte de la luz.

  • Dame un respiro de Aurelie Valognes

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    Rose es una madre soltera de 36 anos que vive en Paris con Baptiste, su hijo de 18, de quien se quedo embarazada siendo muy joven. Desde entonces se dedica a cuidar ninos y ancianos, un trabajo que le deja muy poco tiempo libre. A pesar de los buenos propositos de ano nuevo, no lo empieza con buen pie: Baptiste le anuncia que se ira a vivir con su novia inglesa, su hermana se muda a Marsella y la familia para la que trabaja como ninera se va a vivir al extranjero. En medio de tanta incertidumbre, Rose acepta ser la asistenta de Colette, una senora mayor bastante excentrica. ?Y si este encuentro inesperado estuviera a punto de cambiarle la vida?

  • Hasta el Fin de la Soledad. Pandemia de Angel Palacios

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    En medio de un mundo desolado por una pandemia, Adhara se enfrente a la incognita de saber a donde ha ido su unico companero. Las dudas le inundan al igual que los recuerdos de su vida con el. Y cuando Adhara intenta continuar su vida lo mas normal posible, en medio de una profunda soledad, cuando empieza a escuchar que alguien le persigue.

  • Realidad de Raquel Attard

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    El miedo me seguia a todas partes, como ese lobo que acecha a la gacela en la oscuridad. Ella no lo ve, pero sabe que esta ahi. Siempre habia alguien observando, preparado para dar el punto y final a la aventura. --?Que quieres de mi? --Le pregunte. --No lo pienses --me dijo--. Solo salta. Y salte. ?Que otra cosa podia hacer? Todo parecia diferente y, de repente, me di cuenta. Como salida de la nada estaba la niebla con forma de sombras en la noche. Lo percibia, lo sentia en la piel, todo iba a ser distinto. Era el principio del fin de mi vida tal y como la conocia. Alex tambien seguia alli. Me tocaba como si empezara a conocerme y me miraba como si me estuviera viendo con otros ojos. Unos que nunca me habian observado antes. Los ojos de la muerte. No era yo, no era la misma. Y pensar que todo esto habia empezado hacia solo dos semanas… Capitulo 1. El comienzo del fin BLAKE Estaba atascada estudiando para los examenes finales. Aqui era donde se decidia mi futuro. Si sacaba la carrera o tenia que repetir otro ano con alguna asignatura que me hubiera quedado pendiente. “No puedo fallar, no puedo fallar”, me repetia esa frase como un mantra, a ver si me entraba en la cabeza y, por arte de magia, no fallaba. Mi familia contaba conmigo y tenia que ser mejor por ellos. Por eso estudiaba derecho y gestion de empresas. Sabian que tenia intuicion para el negocio y que podia llevarlo al siguiente nivel. Mire mi telefono. John me habia llamado pero yo no se lo habia cogido. Hacia tiempo que queria romper con el porque estaba aburrida. Le tenia carino, nuestras familias eran amigas desde antes de que nacieramos y ambos estabamos destinados a dirigirlas cuando nuestros padres dejaran el negocio. Era tan natural que resultaba poco emocionante y yo necesitaba mas. De donde viniera ese mas, ahora mismo ni me lo planteaba, pero debia dejarlo si queria avanzar. Me iba a centrar en mi trabajo despues de los estudios. Si todo salia bien, acabaria con unas notas que me permitirian acceder a la especialidad que yo queria, por delante de otros alumnos. Me habia esforzado mucho para ello. Era capitana del grupo de debate, pues queria aprender todo lo necesario sobre negociacion, y hacia practicas con la profesora Johnson para iniciar mi tesis y poder doctorarme en derecho empresarial. Para preparar los examenes, habia contado con la ayuda de Fiorella Gulio, que era una de mis mejores amigas, junto a Lucrezia Lorenzzo, a la que todos llamabamos Zia. --No le gustaba que la llamaran por su nombre completo, aunque a mi siempre me habia parecido muy bonito--. Las tres estudiabamos la misma carrera, que esperabamos terminar con los examenes de manana. El caso es que John ya no encajaba en mi vida. Hacia tiempo que lo veia con otros ojos, como si ya no me conquistara cada vez que sonreia o se dirigia a mi. Cuando eramos pequenos, me bastaba, era lo que se esperaba de nosotros, pero ahora no. A veces me parecia que seguiamos juntos por costumbre o por comodidad y eso se tenia que acabar. De una forma u otra. Llegue a la Facultad y me fije en que habia varios estudiantes de primero ayudando a preparar la gala de graduacion, colgando pancartas y haciendo carteles para indicar a los invitados donde debian sentarse. Esa tarde teniamos un ensayo general con todos los estudiantes de la promocion. El acto de graduacion seria el viernes e iba a venir toda mi familia. Mis padres, Lena y Roberto. Mis abuelos, Annetta y Domenico. Mis tios, Bianca y Agostino, y mis primos, Giordano y Cosomo, que eran como hermanos para mi. Sabia que teniamos mas familia en Italia, pero desde que los padres de mi padre emigraron a America, no habiamos vuelto. De hecho, yo nunca habia estado alli. Arriba, abajo, recoge el diploma, pasa el birrete de un extremo al otro… Una vez terminado diligentemente el ensayo, fui al despacho de la profesora Johnson, que me felicito por haber concluido mi trabajo en su departamento y me prometio hablar con el profesor Williams para que me aceptara como alumna y poder empezar el doctorado en septiembre. Luego me encamine hacia el vestibulo, buscando un momento para hablar a solas con Zia y contarle mi inquietud. La encontre con su novio, Matteo Inchenza. Llevaban tres anos juntos, se conocieron en la universidad y desde entonces eran inseparables. Los cuatro, junto con Fiorella y su novio Carrick, formabamos uno de los grupos mas populares de la facultad. Siempre que los chicos venian a vernos, nuestros companeros se quedaban mirandonos, queriendo formar parte de lo que sea que estuvieramos organizando, aunque nadie sabia en realidad de que hablabamos cuando estabamos juntos. La familia de Zia, la de John, la de Fiorella, la de Matteo y la mia, eran las cinco familias mas poderosas de Nueva York. Nuestros negocios estaban hermanados y se podia decir que trabajabamos juntos y que nos apoyabamos siempre. El unico que no pertenecia a nuestro “submundo” era Carrick, pero cuando su relacion con Fiorella se hizo seria, decidimos contarselo todo. Eso si, el sabia que su vida dependia de que nos guardara el secreto y que no era ninguna broma. --Zia, te necesito. --Le dije arrancandola de los brazos de Matteo--. !Ahora te la devuelvo! --Le saque la lengua y me la lleve a un aparte. --?Que te pasa? --Me dijo divertida. A mi amiga no le preocupaba absolutamente nada. Aunque por su apariencia nadie lo diria, era una de las personas mas frias que conocia cuando debia serlo. --Voy a hacerlo. Voy a dejarle. --Le dije decidida. --?Otra vez con el tema de John? --Me pregunto desesperada, pero sabia que era solo una pose. Me conocia mejor que nadie y sabia lo mal que lo estaba pasando con este asunto. --Tengo que hacerlo. No puedo retrasarlo mas. Levanto las cejas y suspiro. --Lo entiendo, pero antes de la graduacion me parece cruel. Yo suspire tambien. Estaba cansada. --Si no lo hago ahora, no lo hare nunca. Ya sabes que nuestras familias tienen planes para nosotros despues de la graduacion. Asi era. Nuestras familias querian que nos casaramos para dejarnos como cabezas del negocio. “Por separado somos fuertes, pero juntos somos invencibles”, nos decian siempre. Mi padre era un lider nato y me habia ensenado a ser como el. Sabia que yo podria seguir sus pasos sin problemas y que no necesitaba a ningun hombre a mi lado para hacerlo, pero los Marconni habian hecho un pacto con los Ricco, la familia de John, para ampliar el negocio y se sellaba con el matrimonio. De todas formas, hablaria con el y buscariamos la forma de continuar con el pacto sin pasar por el altar. Estaba segura. El nunca me obligaria a hacer algo que no quisiera. No en el terreno personal. En los negocios, si, desde luego. Mi primera pistola la dispare con diez anos. Me dijo que tenia que saber defenderme. Me apunto a clases de karate y me hizo seguirlas hasta que fui cinturon negro. Lo acompanaba a todas las negociaciones desde los doce y me dejaba participar activamente en ellas desde los dieciseis. Siempre fui muy espabilada y el contribuyo a ello. Cuando cumpli los dieciocho, puso a un grupo de cuatro hombres a mis ordenes y no habia perdido a ninguno. Nuestro negocio estrella era la cadena de hoteles De Lucchi, apellido de soltera de mi madre, que estaba administrada por una junta directiva de la que mis padres eran accionistas mayoritarios. Yo me encargaba de dirigir el resto de empresas legales, que sobre todo se dedicaban a la intermediacion. Si un negocio tenia una necesidad, yo se la cubria. Pero tambien controlaba todo lo que habia que saber sobre extorsion, blanqueo, enganos, chantajes, contrabando, falsificaciones… Lo llevaba en la sangre. --Bueno, pues hazlo. Miralo, por ahi viene. --Senalo hacia la puerta de la entrada de la facultad y yo fui a su encuentro. Cuando llegue hasta donde estaba John, me cogio en volandas y me beso. Le devolvi el beso. Iba a ser el ultimo. --Hola preciosa. --Me dijo con una sonrisa encantadora. John era rubio, musculoso, un poco mas alto que yo, atletico. Era la clase de chico que hacia que te volvieras para mirarlo y yo iba a dejarlo. --Hola cielo, tenemos que hablar. --Yo nunca decia apelativos carinosos, pero a John si. Con el siempre habia tenido esa complicidad. Le cogi de la mano y tire de el hasta un banco--. A ver, esto no es facil, John. --No sigas. --Me corto antes de que pudiera siquiera comenzar--. Ya se lo que vas a decir. Lo he estado esperando durante anos. ?Lo sabia? ?Tan obvio era? ?Y por que nunca me habia dicho nada? --?Lo sabes? --Le pregunte timida. --Se que hace mucho tiempo que no eres feliz conmigo. He intentado remediarlo, he hecho de todo, pero nada parece nunca suficiente. --Se paso una mano por el pelo. No me miraba. Estaba dolido. --Lo siento, John. No queria hacerte dano. --Le puse una mano en la mejilla y le obligue a mirarme a los ojos--. Sabes que te quiero, pero mas como amigo que como pareja. Hemos pasado por muchas cosas juntos y siempre estare a tu lado para lo que necesites. --Le asegure. --Y yo al tuyo, Blake. --Me dijo levantandose--. Pero me llevara un tiempo. --Se quedo parado un segundo y me hablo sin mirarme--. Cuando rechazas a alguien, aunque quieras arreglarlo y decir algo que le de otro sentido, el dano ya esta hecho y no lo puedes reparar con palabras. Me quede sentada en el banco mientras veia como se alejaba. Al fin y al cabo, era lo que yo queria, dejarle. No podia ir tras el y no habia nada que pudiera decir para mejorar la situacion. Ademas, estaba segura de que retomariamos la conversacion en algun momento. Despues de haber estado toda la vida juntos, habia resultado sorprendentemente facil. John fue mi primer beso, mi primera vez, mi mejor amigo. Habiamos pasado por muchas cosas juntos, nos complementabamos. Es muy dificil encontrar a alguien asi y mucho mas dificil dejarlo escapar.

  • Mi Bella Hechicera (La magia de de Pena, Ale

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    Han pasado tres anos desde que conoci a Elena. Esa noche me dije que solo seria diversion, pero al dia siguiente, le prepare el desayuno. En aquel entonces me parecio patetico, sin embargo, hoy en dia se ha convertido en una costumbre que adoro hacer. Despues le pedi su numero de telefono. Me dije que era solo para quedar bien, que no volveria a buscarla. No obstante, a los dos dias de no verla, empece a extranarla. Veia su cara en todos lados, obviamente no era ella, me dije que solo tenia que verla una vez mas y lograria sacarla de mi sistema. Evidentemente, no fue asi. Cada vez que la veia necesitaba mas de ella. No se suponia que esta relacion se convirtiera en algo serio, pero tampoco se suponia que me enamorara y lo hice. Con ella a mi lado todo es mas facil. Despertarse los lunes para ir a trabajar no requiere ningun sacrificio, y los fines de semana se disfrutan mas, conocerla esa noche fue lo mejor que pudo pasarme. He llegado a pensar que, la noche en la que la conoci, me hechizo con sus grandes y oscuros ojos. El momento mas critico fue cuando le presente a mis padres. Crei que en el momento que conociera a mi madre saldria corriendo. En cambio, me equivoque y hasta podria decir que la adora. Con mi primo me he mantenido algo alejado de el, ya que Sharon insiste en que deberia salir con su amiga, asi que opte por poner distancia. David no sabe de mi relacion con Elena, tal vez manana le diga, porque hoy le voy a pedir que se case conmigo. ?Como se que ella va a aceptar? Porque ya hablamos del tema y los dos queremos dar el siguiente paso, por eso es que hoy la invite. En estos momentos estoy en la casa de mis padres que salieron de viaje a un crucero por el caribe, para ser mas exactos, estoy en el comedor. Es cierto que, tomando en cuenta mis planes con Elena, no deberia vivir ya con ellos, aunque ese detalle ya lo estoy solucionando, en unos dias me entregan la casa donde planeo vivir con ella, solo espero que le guste a mi hechicera, y si no, supongo que la tendre que vender y comprar otra a su gusto. Prepare una cena romantica para dos, prepare es un decir, porque realmente compre la comida ya hecha. No nos vamos a exponer a que nos de una indigestion con mis nulas dotes culinarias, al contrario de la decoracion que, si fue idea mia. Puse velas y margaritas rosas, blancas y rojas. Cuando he decidido que esta todo perfecto, subo a mi habitacion a banarme y despues cambiarme, dejo la puerta abierta, para que, en cuanto llegue Elena entre, y le aviso al portero que la deje pasar. <>. Despues de quitarme la ropa, me dirijo al bano, es ahi cuando escucho la puerta de mi habitacion abrirse, <> pienso antes de voltearme y encontrarme a Cindy frente a mi. --?Que haces aqui? --inquiero molesto por su presencia. --Necesitaba verte --contesta antes de quitarse la gabardina que trae puesta y quedar desnuda ante mi. --!Largate! --le ordeno. Se que Elena no tarda en llegar y no quiero que la vea aqui. --Solo una noche, es lo unico que te pido --insiste acercandose a mi para despues colocar su mano en mi hombro. --?Es tan dificil entender que no me gustas? --refunfuno. Ella empieza a deslizar su una por mi torso desnudo, le tomo de la muneca para detener su camino. --Puedo hacer que te guste --ronronea antes de besarme. El beso me toma por sorpresa. De tal manera me sorprende, que me veo respondiendole, sin pensar en lo que estoy haciendo realmente. Unos minutos despues la empujo para terminar con el beso. Cuando nos separamos lo que veo hace que se detenga mi corazon, Elena se encuentra en el quicio de la puerta. --Bruno --murmura mientras una lagrima resbala por su mejilla. Mi hechicera se da la media vuelta para encontrarse con Sharon quien la toma del brazo. <> --Te estabamos esperando --le dice la bruja-- ?No es asi, Bruno? --Sueltala, Sharon --refunfuno. --Contesta, Bruno, ?No la estabas esperando? --cuestiona con una sonrisa cinica y la diversion brillando en su cara, haciendo que algo en mi se altere. --Por favor, dejame ir, me estas lastimando --solloza Elena. Sharon la jala hasta la orilla de las escaleras, haciendo que mi alerta crezca, se que deberia hacer algo para que la bruja la suelte, pero no se que. --?Quieres que te suelte? --pregunta mientras coloca su mano en la nuca obligandola a que vea hacia abajo. --!No lo hagas! --suplica-- !Estoy embarazada! --solloza Elena. !Mierda! De la nada Sharon se pone roja de la furia, camino hasta donde estan ellas para hacer todo lo posible y que la suelte, sin embargo, no soy lo suficientemente rapido, porque Sharon deja caer a Elena. --!Elena! --grito bajando de inmediato hasta donde esta ella. Cuando llego a su lado retiro el cabello que esta cubriendo la mitad de su cara. --!Te amo, Elena! --digo mientras pongo dos dedos en su aorta para verificar el pulso, siento un ligero movimiento. --Eres patetico --espeta Sharon desde la parte de arriba. --!Ya hicieron el dano que querian, ahora larguense! --grito mientras acaricio la mejilla de mi bella hechicera. Cuando por fin bajan por las escaleras, Cindy tiene una cara de sorpresa, mientras que en la cara de Sharon esta dibujada una sonrisa cinica. No entiendo como la desgracia ajena puede causar felicidad en otras personas y mas cuando ellas mismas la causaron, antes de que se vayan Sharon suelta mas veneno si eso es posible: --Ojala nunca te reproduzcas --anade antes de salir azotando la puerta. Hoy, despues de tres semanas internada, dan de alta a Elena. Desde que llego al hospital he tratado de estar todo el tiempo con ella, solo la he dejado para ir a casa de mis padres a cambiarme. Ellos todavia no regresan de sus vacaciones. Cuando Elena desperto le pregunte si le avisaba a sus padres, ella simplemente dijo no. Yo no lo hice antes por miedo, porque soy un maldito cobarde. Se que, si Joaquin se enteraba, probablemente me mataria y en todo caso no lo culpo, estoy seguro de que en su lugar yo haria lo mismo. Estoy a punto de entrar a la habitacion de Elena cuando mi celular empieza a vibrar en el bolsillo de mi pantalon. --Bueno --contesto sin ver el numero, aunque estoy seguro de que es mi tio. --?Cuando piensas presentarte a trabajar? --me recrimina sin preambulos Victor Sanders. --El lunes de la proxima semana --contesto mientras tenso la mandibula. --No porque seas mi sobrino puedes tomarte vacaciones cuando te de la gana para hacer de las tuyas --me regana. Exactamente hablo el director general de la empresa y no mi tio. --No estoy haciendo de las mias --espeto defendiendome--. Sabes muy bien que siempre he sido muy entregado con el trabajo y que deje de ir por tres semanas es atipico --anado furioso. --?Tienes problemas? --inquiere y puedo notar que paso de estar molesto a preocupado. --Algo asi --replico evasivo. --Si necesitas dinero solo tienes que decirlo --ofrece. --Si todo se solucionara con dinero creeme que ya te lo habria pedido --ironizo. --Bruno, somos tu familia estamos para apoyarte ?Que esta pasando? --Me tengo que ir --digo a modo de despedida antes de cortar la llamada. ?Que se supone que debo decir? <>