• en los ojos de youki descargar gratis - Ana E. Guevara

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    Ferguson vivia en una granja rehabilitada a las afueras de Edimburgo, nunca sintio el mismo aprecio que William por la capital de Escocia, el preferia la tranquilidad del campo. Le hubiera gustado vivir aun mas al norte, cerca de las Highlands, pero por su trabajo tenia que ir a Edimburgo a menudo y no queria sacrificar calidad de vida metiendose trayectos innecesarios en el coche. Cuando llego a la ciudad esta apenas se estaba despertando, las calles adoquinadas y los edificios de piedra recubrian todo el centro historico, pintando las calles del mismo gris que lucia el cielo. Aparco su todoterreno y se dirigio a paso vivo al piso que William tenia en una calle paralela a la Royal Mile. Desde fuera aparentaba ser otro de esos edificios historicos que salpicaban la capital cada pocos metros, pero el interior habia sido renovado unos anos antes por uno de los mejores despachos de arquitectos de toda Escocia. Saludo al portero del edificio con una inclinacion de cabeza, estaba acostumbrado a verlo, y este le devolvio el saludo de forma cortes. Subio los peldanos hasta el piso de su amigo de dos en dos utilizando la escalera en vez del ascensor y llego hasta la puerta con vigor redomado. Llamo al timbre y cuando se abrio la puerta, William lo estrecho entre sus brazos. Eso no era una buena senal. Eso era todo menos una buena senal. Siguio a Will al interior del apartamento, un loft con amplios ventanales que daban a la calle y que comenzaban a mostrar los tipicos patrones de las gotas de lluvia resbalando por el cristal. Iba a ser uno de esos clasicos dias escoceses en los que el tiempo podia cambiar varias veces en el transcurso de veinticuatro horas. William se sento en el sofa de cuero y Ferguson pudo observarlo con tranquilidad. Su metro noventa de estatura parecia haber empequenecido y su pelo rojizo lucia ahora mas apagado. Profundas ojeras circundaban sus ojos y una barba descuidada ornaba su mandibula. Solo sus ojos verdes guardaban un apice de la fuerza que el estaba acostumbrado a ver. --?Que ha pasado? Iba a hablar, pero el timbre de la puerta sono sobresaltando a Ferguson. Edward aparecio detras de William y estaba tan sorprendido de ver a Ferguson como este de verlo a el. Edward era el hermano pequeno de William, y, aunque tenia los mismos ojos verdes que su hermano, su pelo rubio trigueno hacia que fuera facil distinguirlos. A pesar de que eran apenas las ocho de la manana de un sabado, ya iba vestido como si fuera a asistir a algun evento: pantalon verde musgo y chaqueta con un bordado de flores, muy del estilo de las que Juan Avellaneda suele disenar. --Ferguson --dijo en tono seco a modo de saludo. --Edward --respondio el aludido. William se sento en una esquina del sofa dejando el butacon libre para que su hermano lo ocupara. Se quedaron en silencio y viendo que Will tenia problemas para romperlo, fue Edward quien decidio tomar las riendas de la conversacion. --Hermano, a pesar de que no me disgusta tu compania, supongo que nos has hecho venir por algo mas que por el placer de reencontrarnos los tres juntos. ?Me equivoco? --No, no te equivocas. !Mierda! --dijo de repente poniendose en pie de un salto. --No os he ofrecido nada de beber, mama me mataria por tal afrenta al protocolo. ?Quereis algo? Edward y Ferguson intercambiaron una rapida mirada. Actuar de forma erratica no era propio de William que, por lo general, tenia siempre todo bajo control. --Yo tomare un cafe --dijo Ferguson. --Yo otro, con sacarina y unas gotas de leche de almendra. --Pues yo me voy a servir un whisky doble --les dijo William desde la cocina. Su piso era como un loft neoyorkino afincado en medio de Edimburgo. Una mesa de billar, una enorme cocina abierta al salon y una pared cubierta del suelo al techo con estanterias en las que obras literarias de todos los generos y todas las epocas compartian hogar. Ferguson se levanto y franqueo los pocos pasos que separaban los dos ambientes hasta llegar a la cocina de estilo industrial en la que su mejor amigo se estaba peleando con la cafetera con manos temblorosas. Cuando sintio la presencia de Ferguson, dejo de intentar cargar de cafe la maquina y se echo en brazos de su amigo para ponerse a llorar como un bebe. --Menos mal que has sido tu el primero en llegar a el, me hubiera muerto aqui mismo si decide mostrarme tanto afecto de una sola vez --musito Edward, lo que le valio una avinagrada mirada por parte del moreno. --Esta bien, deja que yo me ocupe de la cafetera, olvidate de tomarte un whisky ahora que no son ni las ocho de la manana y ve a sentarte en el sofa. Seguro que Edward te puede consolar durante dos minutos. Este hizo un mohin, pero supuso que no tenia mas opcion que obedecer, a fin de cuentas, era su hermano el que estaba en ese estado catastrofico. Se sento al lado de Will en el sofa y en un arranque de ternura fraternal muy impropio de el, le puso una manta sobre las rodillas y le paso un brazo por los hombros. William dejo reposar su cabeza en el hombro de su hermano, apenas unos segundos, antes de que fuera demasiado incomodo para ambos, pero fue suficiente. Su relacion nunca habia sido ejemplar, se basaba fundamentalmente en una tolerancia mutua a la mayoria de las acciones del otro. Durante anos Edward habia sido el favorito de su madre, hasta que decidio salir del armario ante el estupor de toda su familia en una cena de Navidad. Su madre, una mujer afincada en las tradiciones y para quien el protocolo era una forma de vida y no una mera recopilacion de reglas de buenos modales, lo vivio como una afrenta personal alejandose de su hijo predilecto. Eso hizo que los hermanos se acercaran, aunque nunca tuvieron una relacion fraternal marcada por muestras de carino o momentos de complicidad. Por esa razon, ese brazo sobre los hombros de William significaba tanto para ambos. Ferguson llego unos minutos despues llevando tres tazas de cafe en una bandeja, azucar, sacarina y leche. Ademas de unas galletas que encontro en un armario y las puso en un plato. --?No habia leche de almendras? --No, no habia --corto Ferguson la protesta que ya comenzaba a formarse en los labios del rubio. --Y ahora, ?nos vas a contar que esta pasando? --La he perdido --dijo con tono ausente--. La he perdido para siempre, ya... Ya no hay vuelta atras. --Supongo que hablas de Emma, pero ?que ha pasado exactamente? --Fiona. --!Uf! Fiona era una amiga de infancia de la familia, una mujer bellisima, rubisima y de piernas interminables. Una mujer de buena familia que la madre de William aprobaba y con la que llevaba anos tratando de emparejarlo. Ella habia mostrado su interes por el pelirrojo en varias ocasiones y en su determinacion por conseguir lo que queria, era capaz de llevarse por delante a cualquiera que osara cruzarse en su camino. Y fue la pobre Emma la que se cruzo. Y de la forma mas disparatada posible. Unos meses antes habian ido los tres a Espana a cerrar unos negocios y decidieron festejar la buena marcha de las negociaciones pasando el fin de semana cazando en la sierra. Hasta ahi todo normal, si no fuera porque Ferguson se cayo dislocandose el hombro y la traumatologa encargada de recolocarselo era Emma. Entre ella y William fue amor a primera vista, una historia de esas que solo se leen en los libros de Isabel Jenner o Sandra Bree, que discurria de forma impecable hasta que Fiona entro en accion. Por una serie de catastroficas coincidencias Emma acabo pensando que Will estaba con ella para ganar una apuesta con sus antiguos companeros del colegio y huyo despavorida de vuelta a Espana cuando estaban en medio de un fin de semana en las Highlands para festejar el cumpleanos de la madre de Edward y William. El, dispuesto a luchar por su amor, habia ido a Espana con la unica intencion de recuperarla, pero por lo visto, algo no habia salido bien. --?Puedes ser mas explicito? Un nombre propio no es suficiente para que nos hagamos una idea de lo que pudo pasar --dijo Edward. --Quede con Emma en los jardines del Palacio Real, queria darle una sorpresa, pues fue ahi nuestro primer beso. Pero entonces aparecio Fiona, me dijo que habia llevado la broma demasiado lejos, que ya no tenia gracia y que debia parar. No entendi lo que queria decir, por lo visto ella pensaba que mis sentimientos por Emma eran alguna especie de estupida apuesta o algo de ese tipo. Asi que tuve que explicarle que no, que estaba enamorado, que no habia otra mujer en mi vida y que pensaba reconquistar a Emma, aunque me fuera la vida en ello. Tomo aire al tiempo que reunia fuerzas para continuar con la historia. Dio un sorbo a su taza de cafe y Ferguson apenas podia contener la impaciencia por conocer el resto de la historia. --Entonces me beso. Y eso no seria tan malo en si si no fuera porque Emma lo vio. --!Ay! --exclamo Ferguson. --No te va a perdonar en la vida --anadio Edward llevandose otra mirada avinagrada por parte de Ferguson. --Tienes razon, hermano. Ahora si que la he perdido. He tratado de llamarla, de contactar con sus amigas, de acercarme a ella de alguna manera y lo unico que he conseguido es que Diana me amenace con denunciarme a la policia por acoso. --Chica lista --anadio Ed granjeandose otra mirada nada cordial--. ?Que? Es lo que yo hubiera hecho, por lo que he oido es la mas capaz de todas las amigas de Emma. --La he perdido... William estaba casi al borde las lagrimas, y a Ferguson le dolia el corazon de ver a su amigo asi. Habian pasado por mucho desde los tiempos del colegio y nunca lo habia visto tan abatido por nada. Esa mujer de verdad le importaba. --Veamos, creo que solo hay dos cosas que puedas hacer ahora, hermano --propuso Edward haciendose cargo de la situacion--. ?Estas seguro al cien por cien de que no quieres intentarlo con Fiona? La mirada de odio que se llevo por parte de su hermano fue respuesta suficiente para que esa posibilidad no volviera a plantearse nunca mas. --Esta bien, pues dado que hemos descartado la opcion mas simple, tendremos que ir a por la mas complicada: recuperar a la chica. Ferguson y William se giraron al unisono, como las gemelas de El resplandor. --?No me has escuchado? La he perdido. La cague en casa de nuestros padres por marcharme de caceria y dejarla sola con esas hienas que tiene mama por amigas, pero es que cuando trate de recuperarla, la cague aun mas. Jamas me perdonara. Edward se habia echado hacia adelante y apoyando los codos en las rodillas junto las manos como si estuviera tratando algo muy importante en una reunion de accionistas. --Veamos, ahora mismo las cosas estan calientes y lo mejor es dejar algo de tiempo para que se enfrien, pero despues podremos volver a presentar nuestra oferta. --?Por que tu plan para recuperar a Emma suena como si prepararas la adquisicion de una empresa?

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  • Un noruego valiente para una bailaora ardiente (Adonis tours 3) de Ana E. Guevara

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    Me llamo Erik Jakobsen y soy oriundo de Hjelset, una ciudad noruega que no llega a los mil habitantes, anclada en la provincia de Molde. Creci entre fiordos, montanas, islas y cascadas, y creo que parte de esa naturaleza salvaje la llevo dentro de mi. De pequeno me acompanaron las historias de trols, de espiritus de la montana y de hadas del bosque. Hasta que, en mi adolescencia, descubri la biblioteca del pueblo y devore uno tras otro todos los libros que se pusieron a mi alcance. Ernest Hemingway es mi autor favorito, y desde que lei Por quien doblan las campanas supe que algun dia visitaria el pais que, de forma tan desgarradora, describia en sus paginas. Aprendi espanol, y aunque mi acento es bastante marcado, mi gramatica es impecable. Me hice un amante de toda la cultura espanola: en verano servia gazpacho a mis amigos, sabia bailar La Macarena, y en cada festival de Eurovision le daba los twelve points a Espana. El problema es que mis suenos ibericos chocaban con los de mis padres y mis amigos. Para ellos estaba claro que yo heredaria la serreria de mi padre y que me acabaria casando con alguna de las muchachas del pueblo de mas o menos mi edad --os recuerdo que no somos ni mil en Hjelset, con lo que mis posibilidades no son gran cosa--, con la que tendria tres o cuatro robustos hijos. Decidi estudiar Filologia Hispanica en la universidad a distancia, lo hacia por las noches, en secreto, como si fuera algo de lo que sentirse avergonzado. Un hombreton como yo escondido siempre entre libros era una aberracion para mi familia. Entre libros del Siglo de Oro, coplas de Manolo Caracol y videos de Massiel pasaba mis ratos libres acercandome un poco mas a esa cultura que me habia entusiasmado. Por eso, cuando vi el anuncio de una empresa espanola que buscaba extranjeros para guiar tours turisticos, no me lo pense. Cumplia con las exigencias que pedian: medir mas de un metro ochenta y hablar castellano fluido. Ademas, gracias a mi casi obsesiva lectura de los clasicos espanoles me sabia muchisimas expresiones tipicas del pais como pardiez, tunante o vuecencia. Ese trabajo iba a ser mi gran oportunidad. Meti mis exiguas pertenencias en una mochila de acampada y me fui dejando una nota para mis padres: <>. Ya sabia que no iba a ser torero, pero queria dar un toque dramatico a mi despedida, ademas de que supondria que en el pueblo los rumores serian mucho mas suculentos asi. Me sentia como Hemingway, a punto de lanzarme a una aventura en Espana de la que no sabia si saldria vivo. Tengo cierta tendencia natural al dramatismo, por si no os habiais dado cuenta. Desembarque en Madrid, una ciudad que cuenta ella sola con mas de la mitad de los habitantes de toda Noruega, y con un invierno mas calido que el mejor de los veranos que yo habia conocido nunca. Pero yo me sentia feliz, liberado y preparado para cualquier tipo de aventura. Capitulo 1 Adonis Tours, asi se llamaba la empresa para la que iba a trabajar en el mejor lugar sobre la tierra, o asi me lo parecia a mi. Nos ofrecian alojamiento, venir a buscarnos al aeropuerto, y todo eso <>, como rezaba el e-mail de confirmacion que habia recibido una vez que aceptaron mi candidatura. Asi que meti mis pantalones de pana, mis camisetas termicas, mi plumifero, todos mis gorros de lana y unas cuantas camisas de franela en una maleta y me embarque en un vuelo rumbo a Madrid. Os dire una cosa por si no lo sabeis: en Madrid hace mucho calor. Mucho mucho calor. O eso me parecio a mi cuando aterrice en abril y el termometro marcaba veintidos grados. Cuando yo me subi al avion en Noruega habia cuatro grados, asi que la diferencia de temperatura fue lo primero que me llamo la atencion. Empece a sudar como un pollo y tuve que quitarme capas de ropa en medio del aeropuerto. Lo segundo que me sorprendio fue el ruido. Estoy acostumbrado a vivir en plena naturaleza y la jungla de asfalto de Madrid fue toda una sorpresa para mi. El aeropuerto en el que aterrice seguramente contenia mas personas que todas las que habia en mi provincia, y la mayoria hablando muy alto. Eso hizo que mi primera interaccion con una espanola fuera un desastre tirando a catastrofica. Nada mas bajar del avion, vi a una chica hablando a voces con un joven, yo supuse que se estaban peleando y fui a defender el honor de la muchacha, como haria en mi pueblo. --!Dejala en paz, tunante! --le dije al que yo pensaba que era el presunto agresor, usando una de mis palabras favoritas desde que la lei en un libro de Francisco de Quevedo. --?Este de que va? --le pregunto el a la chica mientras la cogia del brazo. En Noruega no somos especialmente tocones, nos gusta mantener las distancias y ni con la familia nos mostramos abiertos a tocarnos el brazo o dar muestras de carino en publico. Por eso, ese simple gesto, tan comun para los espanoles, a mi me parecio una agresion y, cogiendo al chaval por las solapas de la camisa, lo levante dos palmos del suelo. --Dejala, bellaco. --Esta la saque de El capitan Alatriste. --Pero ?que le haces a mi novio? --pregunto la muchacha con gesto de terror. Lo que vino a continuacion paso muy deprisa: la chica se puso a gritar, vino gente a rodearnos, oi que alguien hablaba de llamar a seguridad, y algo de <>. Deje al joven en el suelo tras pedirle disculpas y sali de ahi por patas para reunirme con mis companeros, que esperaba hubieran tenido una llegada al pais mas tranquila que la mia. Una vez que estuvimos todos, algo que se demoro una barbaridad porque el escoces al que esperabamos estaba en otro sitio tocando la gaita, nos pusimos rumbo al lujoso alojamiento prometido en la publicidad. Ahi ibamos en la furgoneta un maori mas grande que un armario, un italiano de ademanes refinados, un etiope que debia ser hijo de un principe africano por el traje que llevaba, el escoces de la gaita y yo. Parecian majos, me dije mientras veia como nos alejabamos del aeropuerto para acercarnos al centro de la ciudad. Yo iba con la nariz pegada al cristal como un perro al que sacaban de paseo en coche. Ni la nube de contaminacion que flotaba sobre la capital pudo empanar el buen humor que yo traia por cumplir al fin mi sueno. *** Yo sonaba con llegar a nuestra nueva casa, echarme un rato en la mullida cama y luego tomarme una fabada acompanada de un Ribera del Duero. No sabia lo que eran ninguna de esas dos cosas pero, por lo que habia leido, tenian pinta de ser trocitos de cielo. Llevaba sonando con degustar los platos tipicos espanoles desde que sali de Oslo en una especie de lata con alas. El alojamiento no era exactamente como nos lo habian pintado, la chica de recepcion no era nada amable, el solarium con piscina en verdad era una piscina de plastico puesta en la terraza y se me salian los pies de la cama, pues era de uno noventa y yo mido uno noventa y tres, asi que empezabamos mal. La recepcionista nos recordo una docena de veces que ella acababa su turno a las seis y que se estaba quedando mas tiempo del necesario por nosotros. No parecia muy amistosa, ni ardiente, como supuse que serian todas las mujeres espanolas. Tambien me sorprendio no verla vestida con el traje de volantes rojo con puntos blancos, pero supuse que solo se lo pondrian para ocasiones especiales como bodas o entierros. Lo bueno de haberme criado en los fiordos es que estoy acostumbrado a sobrevivir con poco, me gustaba la acampada, pescar o cazar mi propia comida y no me importaba dormir al raso. Asi que no lo lleve tan mal como alguno de mis companeros. Parecia que Stefano y Dase se iban a desmayar en cualquier momento mientras este ultimo pasaba un dedo por las superficies para comprobar el estado de limpieza del sitio. Al unico que no parecio importarle la situacion fue a Tane, que estaba encantado con todo lo que veia. Nuestro maori particular habia viajado mucho a lo largo de su vida y se adaptaba facilmente a cualquier circunstancia. No le importaba dormir en el suelo o llevar la ropa algo desgastada, al contrario que Dase, que parecia a punto de darle una apoplejia. Esa primera noche salimos a cenar fuera, a festejar que habiamos llegado por fin al pais donde todos nuestros suenos se iban a hacer realidad. Aunque no de la forma en la que teniamos previsto. Capitulo 2 Desde aquel lejano momento en el que los cinco nos encontramos en el aeropuerto habian pasado ya varios meses y, poco a poco, habiamos encontrado nuestro ritmo. No siempre estabamos los cinco juntos, pues Stefano y Dase hacian tours guiados por sus respectivos paises. Tane ensenaba surf a los clientes en el complejo Ola y Adios, mientras que Sean les ensenaba cultura escocesa y nos martirizaba cada manana con su gaita. Yo, por mi parte, preparaba talleres de supervivencia, primero de forma teorica en Madrid y luego llevandome a los clientes varios dias a la sierra de Guadarrama. Ya llevaba suficiente tiempo en el pais como para entender que las mujeres no se ponian casi nunca el traje de volantes, que no todos los hombres son toreros y que si dices <> la gente te mira raro. A veces me sentia un poco como Alonso de Entrerrios de El Ministerio del Tiempo, serie de television a la que me aficione nada mas llegar. Tambien habia visto Fortunata y Jacinta, El Quijote y Curro Jimenez, que estaban disponibles en internet de forma gratuita. !No me iba a la cama sin verme algun capitulo! El problema es que a mis amigos les gustaban mas cosas como La casa de papel o Aqui no hay quien viva, y muy a menudo teniamos disputas por el control del mando de la tele. Aunque se solucionaron cuando decidimos imponer un horario que debia ser respetado por todos. El verano fue para mi como pasar una temporada en el mismisimo infierno, llegamos a temperaturas de cuarenta y cinco grados y yo pasaba todo el tiempo que podia a remojo en la piscina del edificio. Stefano, Dase y Tane parecian llevar el calor mejor que Sean y yo, que no sabiamos donde meternos para ocultarnos de tan infernal fuente de calor. Me compre dos ventiladores y me los puse en el cuarto, lo sentia por Antonio, nuestro jefe, porque la factura de la luz se iba a disparar en esos meses infernales. Por eso, cuando llego septiembre y comenzo a refrescar un poco por las tardes, recupere algo de la vitalidad que habia perdido durante el torrido estio. La resistencia de los espanoles al calor era algo que envidiaba, cuando los veia me recordaban a los camellos que cruzan el desierto del Sahara y parece que son inmunes al calor. Decidi que septiembre era el momento perfecto para aprender alguna habilidad nueva, estuve dudando entre varias opciones pero, al final, la respuesta aparecio ante mi clara como la luz de esa bola ardiente que aqui en Espana brillaba mas que en Noruega: me apuntaria a clases de flamenco. Ademas, estaba de suerte, habia una academia no muy lejos de nuestro piso, en el barrio de La Latina, y en cuanto abrieron las inscripciones fui para alla sin dudarlo. Era una oportunidad unica que no podia dejar escapar. *** Rocio llego a la academia de baile de la que era profesora quince minutos antes de que se abrieran las puertas. Le gustaba estar alli y disfrutar del silencio de la sala de baile. Vio su esbelta silueta reflejada en los espejos que cubrian toda una pared y se recoloco un mechon de pelo detras de la oreja. Daba igual lo que hiciera, sus rizos acababan siempre escapandose. Tenia una larga melena morena, una nariz respingona y unos bonitos ojos verdes. Su madre, de pequena, le decia que se parecia a Esmeralda, la de El Jorobado de Notre Dame, y ella se ponia a menear las caderas como hacia la gitana en la famosa pelicula de Disney. No se habia leido la obra de Victor Hugo, y todo su referente en cuanto al personaje era por la pelicula de la factoria de Mickey Mouse. Le encantaba como se movia al compas de la pandereta mientras las simpaticas gargolas cantaban con ella. Porque esa era su pasion: el baile. En su Sevilla natal habia empezado desde pequena en la escuela de baile del barrio, para pasar despues a la escuela municipal y terminar en la Academia de Flamenco Manuel Betanzos, donde solo los mejores hacian carrera. Su sueno se habia hecho realidad, pero no duro demasiado tiempo. Un accidente esquiando en Sierra Nevada trunco sus aspiraciones de ser bailarina profesional. Varias semanas de escayola y casi un ano de rehabilitacion de la pierna que se habia roto hicieron que no fuera capaz de recuperar el nivel que tenia antes del accidente. Sabia que, quedandose en Sevilla, le costaria encontrar trabajo bailando, pues solo seria una mas entre todas las grandes artistas que proporcionaba cada ano la ciudad, y decidio partir a Madrid donde supuso que habria menos competencia y mas oportunidades. Tenia un curriculo impecable, y su nivel seguia siendo excelente, aunque no lo suficiente como para integrar una compania de baile. Por eso se dedico a la ensenanza, a transmitir la pasion que por este arte sentia a sus alumnos, que eran grupos de lo mas variopintos. Tenia varios grupos infantiles, con ninas, sobre todo, que querian aprender a bailar. Gracias a Rosalia la pasion de las mas jovenes por el flamenco se habia disparado y tenia ahora mas trabajo que antes. Pero tambien daba clases a adultos. Estos grupos se componian, sobre todo, de divorciados que pensaban encontrar pareja bailando y para los que este tipo de actividades eran como una version analogica de Tinder; de gente que dio alguna clase de ninos y queria retomarlas; o de personas a las que siempre les habia gustado el flamenco, pero que no tuvieron la oportunidad cuando eran mas jovenes. El estudio habia sufrido una reforma importante durante el verano y estaba ahora casi irreconocible. Habian cambiado los espejos, pintado las paredes y puesto un parque de mejor calidad en todas las salas. Los vestuarios tambien habian sido renovados y hasta la recepcion lucia ahora un aspecto impecable. La reforma costo un dineral, pero habia merecido la pena. Suspiro y se dirigio a la puerta, hoy tenian una clase de prueba gratis, la mitad de los que venian no solian repetir, pero eso significaba que la otra mitad seguiria y su amor por el baile podria pasar a ellos.

  • El Tutor (The Crossroad Company 2) de Nisha Scail

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    Cuando Charlotte perdio inesperadamente a su marido, el mundo de le vino abajo. El habia sido su mejor amigo, su amante y el unico que la habia comprendido. Por ello, cuando un ano despues recibe una carta suya recordandole su juego privado, sabe que solo tiene dos opciones, participar de sus planes o perderse a si misma por completo.
    Nolan prometio a su hermanastro encargarse de su mujer y lo hizo a sabiendas de lo que eso significaria para el. Ahora, tras el primer aniversario de su muerte, el fantasma de Chase vuelve a irrumpir en su vida para recordarle su promesa y darle la oportunidad de conquistar a la mujer que siempre ha deseado.
    Un juego de misterio y anhelos ocultos que desvelara las mas oscuras pasiones del alma y del corazon.

  • Retratos Turbios de Carlos Eduardo Zavaleta

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    Retratos turbios adviene como el mayor esfuerzo “totalizador” efectuado por Zavaleta hasta el momento. Su integrador diseno congrega multiples connotaciones sociales, politicas, geograficas, psicologicas, etc., por medio del contrapunto de los personajes. En el caso de los protagonistas, los primos hermanos Tono e Ismael, el juego de oposiciones se erige como la verdadera trama de la novela. Una rivalidad de polos complementarios que pugna entre si, sin arribar a una sintesis autentica, solo a nexos falsos, impuestos, turbios. Sumese a este duelo central (Zavaleta admira El duelo de Joseph Conrad), la contrastante red que hilvanan Monica, Martha, Maruja y Melisa -todas con la inicial M-, tendiendo una luz poliedrica sobre el personaje vertebrador Tono. Sobre su comportamiento turbio con su mayor destinatario, el verdugo-victima Ismael, resultaria arduo detallar todas las connotaciones movilizadas por Retratos Turbios, en la medida que desfilan el civil y el militar, la costa y la sierra, la pobreza y el arribismo, la migracion dentro y fuera del pais, la autenticidad y la hipocresia, la sensatez y la pasion, el desprecio y la envidia, la inteligencia y la fuerza bruta, la rebeldia y el sometimiento, la necesidad de cambio y la defensa del orden existente, etc.

  • Un jefe muy Satisfayer de Dylan Martins

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    Sara esta decidida a quedarse con una buena porcion de la suculenta tarta que supone la venta de las bodegas de su abuelo, un hombre de negocios que siente autentica devocion por ella. Asi las cosas, obliga al comprador a firmar un contrato blindado con su nieta, que le asegura una posicion economica desahogada de por vida.

  • A Quemarropa de Richard Stark

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    Parker era un profesional. Cada uno de sus trabajos era garantia de exito. No importaba cuan dificil o peligroso pudiera ser: si conseguia reunir un buen equipo y los beneficios eran razonablemente elevados, no habia banco o caja fuerte que se le resistiera. Incluso bajo las condiciones mas desfavorables, su sangre fria y su falta de escrupulos pasaban por encima de cualquier obstaculo que se interpusiera en su camino. Por ello, cuando su mujer y sus socios creyeron que seria una buena idea traicionarle y huir con su ultimo botin, cometieron sin saberlo el mayor error de sus vidas. Peor aun: cuando le dispararon a quemarropa para acabar con su vida, deberian haberse cerciorado de que, efectivamente, Parker jamas seria capaz de levantarse de nuevo para cumplir la mas sangrienta y cruel de las venganzas. A quemarropa, publicada por primera vez en 1962, no solo es una de las obras cumbre de Richard Stark (seudonimo de Donald E. Westlake), sino que ha acabado convirtiendose en un titulo imprescindible de la literatura criminal norteamericana.

  • El dia antes de la revolucion de Ursula. K Le Guin

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    Publicado originalmente en 1974 en la revista Galaxy Science Fiction,, este relato, ganador de los premios Nebula en 1974 y Locus en 1975, tiene como protagonista a Odo, la lider de la revolucion que dio lugar al odonianismo, sociedad anarquista imaginaria. Ursula K. Le Leguin identifica esta sociedad con el anarquismo, que para ella “es la mas idealista, y la mas interesante de todas las teorias politicas”. Pero lo que realmente le interesa a la autora es contar la hisotria de una mujer; no solo como ideologa de la revollucion, sino como persona, y asi la manifiesta en su presentacion: “Agradeci sumamente cuando Odo aparecio de entre las sombras y atraveso el abismo de lo probable pidiendo un relato, no sobre el mundo que contruyo, sino sobre si misma”.

  • Donaji de Keila Ochoa Harris

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    ?Como puede un hombre enfrentar la historia y cambiar su destino?
    Cuandose topan en Oaxaca un pintor criollo frustrado y una industriosa mujerde ascendencia indigena, su encuentro desencadena una relacion queencierra mas de quinientos anos de historia. La politica inestable ylas corrientes de mitologia indigena y religion contemporaneaentrelazan el trasfondo desde el cual los protagonistas tienen quedecidir si ceder o forjar su propio destino.

  • 100 noches en Andromeda de Norma Estrella

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    De nino, Edu sonaba con inventar su propio monopatin volante con el que poder viajar hasta la Luna. De nina, Eva jugaba con su hermana y sonaba con tener una maquina expendedora de donetes en su habitacion.
    Ambos trabajan ahora para una empresa tecnologica llamada Andromeda, desarrollando proyectos de Inteligencia Artificial. Sus prototipos de asistente virtual --Lalo y Lala-- rivalizan para ser los elegidos por un excentrico empresario de Palo Alto, que busca inundar el mercado con los perfectos novios virtuales en San Valentin.
    Durante cien dias y sus noches, algo muy grande se cuece entre los ordenadores de Andromeda.

  • Dedicado a ti, mi amor de Chris De Witt

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    El no se dara por vencido hasta que consiga lo que quiere de ella.
    Ella no se dejara cautivar tan facilmente…

  • Enamorar a un lord ingles de Laura A. Lopez

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    Londres, otono de 1815 Angus escondia su cara tras sus cartas, sus ojos verdes observaban con detenimiento el rostro de sus dos adversarios en el juego. Podia distinguir el sudor de uno de ellos deslizandose por su sien para pronto bajar por su mejilla. El tenia la carta que podia dar la vuelta a aquel juego a su favor. El otro hombre miraba de reojo a su amigo, y despues regresaba su vista a las cartas, deseando no perder el juego. --Caballeros… --Angus hizo una pausa antes de continuar--: Todo lo que esta en la mesa, me pertenece. Ha sido un placer… Mostro sus cartas a los demas, quienes hicieron gestos de frustracion y mascullaron maldiciones. --?No apostaran en las peleas de gallos? --indago Angus a los senores cuyos rostros hablaban por ellos. --Por el momento, con usted ha sido suficiente, milord. Ha tenido una suerte endemoniada esta noche --siseo el hombre con cara de pocos amigos. --?Pero que culpa tengo yo? Buscare nuevos socios entonces -- anuncio Angus, tibio. --Haga lo que desee. Hemos perdido mucho hoy --manifesto el otro acompanante de aquella mesa de tres. Los dos caballeros se levantaron de sus asientos y se retiraron raudamente de Watier’s club. Angus cogio su excelente ganancia, se sirvio una copa de vino y medito sobre su buena fortuna esa noche. Todo se debia a que unos meses atras, su amigo Blake Basingstoke, duque de Pemberton, cayo en el terrible enredo del matrimonio, y lo dejo solo para continuar su vida. Aquel se dedicaba a su esposa y muy poco de su tiempo se lo ofrecia a la amistad que habian cultivado por anos. La soledad se acrecentaba con el pasar de los dias. Cuando supo que Blake se casaria, tuvo sentimientos encontrados, pues suponia que su madre, pondria de ejemplo al duque, !un duque casado! y el, ni siquiera estaba pensando en esa obligada opcion. Lord Angus Craven, conde de Craven, se encontraba en edad de casarse, segun sus padres, porque lo habian decidido. Aunque el tenia muchos reparos al respecto. Sus intereses distaban de ser las mujeres y el libertinaje. Tenia predileccion por las apuestas y las carreras de caballos antes que por la calida compania de una femina, y mas especificamente, una esposa que le impidiera hacer su santa voluntad. Se consideraba feliz estando en soledad. No ardia en deseos de que una dama le alborotara la vida tal como le ocurria a Blake. Atractivo no le faltaba, era alto, de complexion atletica, pero no era robusto, sino delgado porque no practicaba deportes. Su cabello lacio y castano le quedaba justo sobre los hombros y sus ojos verdes se asemejaban al color del cesped de una pradera. Todo aquello bueno que tenia, lo arrojaba al fuego por sus vicios, que se iniciaron con la irreparable perdida de su amado padre hacia mas de un ano atras. El golpe fue tan dificil de soportar que busco un escape de la realidad. Entre sus amistades y los vicios que mantenian su mente ocupada, continuaba con su vida, extraviando por completo el camino que se esperaba para un conde. Sabia que no podria escapar de su cruel destino. De cualquier forma debia casarse en algun momento, aunque el pensaba alargar su solteria lo mas que le fuera posible. ?Que haria todos los dias encerrado con una extrana en su residencia? !Dios lo librara de tener que soportar las argucias de una dama y perderse la diversion que le daban las apuestas! Bebio mas copas y engullo la exquisita cena que tenian en Watier’s. En lugar de irse a su residencia, se habia quedado dormido en el club durante unas horas hasta que lo despertaron porque debian cerrar. Estaba ebrio y cedio al sueno en aquel sitio, pero debia regresar a su mansion. Con esfuerzo llego hasta su caballo. Un ojo se le cerraba y el otro se abria mientras iba lento para no caer al suelo y terminar malherido. Cuando piso su propiedad, uno de los mozos cogio las riendas de su caballo para guardarlo en las cuadras. El camino apoyandose en la pared para no quedar como un tapiz del suelo de su residencia. Al cruzar la puerta, todo estaba oscuro en el recibidor. No habia para el siquiera una lampara encendida. Dio unos pasos mas hasta tropezar con una otomana que estaba en la entrada. Cayo de manera estrepitosa al suelo. En esa parte no habia alfombra que suavizara su caida. --!Auch! --logro mascullar antes de quedarse dormido en aquel sitio. Por la manana, desperto con el puntapie de Elizabeth, lady Craven, la cual estaba en camison con el rostro poco amable. --!Oh, me averguenzas, Angus! --exclamo lady Craven, molesta por casi confundir a su hijo con un nuevo adorno de la mansion. Los criados le informaron que otra vez se habia quedado dormido en la sala, ebrio. --Me levanto… --dijo aunque sentia un peso en su espalda que se lo impedia. El gato de su madre, lo estaba usando como cojin--. !Largate! --exigio al felino. --!No maltrates a Corin, inocente pequeno mio! --expreso Elizabeth, colocando al gato en sus brazos para que Angus pudiera abandonar el suelo--. Deberias avergonzarte. Si me hicieras caso, tendrias a una mujer aqui, distrayendote. --No quiero escuchar ningun reclamo, me duele la cabeza -- gruno antes de sentarse en la otomana con la que tropezo. --Si no deseas oir mis sabias palabras, entonces casate. Una esposa resolvera tu vida. No dejara que dilapides tu fortuna en juegos con cuanto miserable este en un club. Angus, recuerda que hubo perdidas en la cosecha de las propiedades. Hay que ser precavidos. ?Deseas ser un noble miserable que debe casarse con una heredera que lo escoja, en lugar de tener tu el honor de tomar a la muchacha que te agrade? Si sigues el sendero de la perdicion, solo nos espera ser refugiados del duque de Pemberton o apelar a la generosidad de Augusta, duquesa viuda de Pemberton. !No quiero siquiera pensar en tener que pedir favores! --Exagera, madre. Vi la contabilidad, no ha sido tan grave -- objeto. Se tapo los ojos con el antebrazo y se recosto. --Ni exagerando la situacion eres capaz de tomar en serio el asunto del matrimonio. El duque de Pemberton se ha casado… !Se ha casado! Y tu sigues aqui, vicioso, soltero, sucio y ebrio. Que pena mas grande siento porque el duque no es mi hijo --anadio, intentando que su hijo al menos sintiera celos o algo que lo impulsara a ir por el camino de los redimidos. --No me va a convencer con sus patranas. Las he oido miles de veces desde que Blake se caso. ?No existe la vocacion de soltero irremediable? Madre, ?para que deseo yo una cacatua insoportable como usted, que me diga lo que tengo que hacer? No quiero dos iguales diciendome lo que puedo o no comprar con mi dinero --se quejo--. Si me llego a casar con una mujer como usted, espero morir pronto para no oirla. Es un suplicio, ahora, dejeme dormir. --No dejes saliva en la otomana --espeto su madre, retirandose con el gato en brazos. El solo emitio un grunido, y se coloco en posicion fetal para descansar lo que quedaba de la madrugada. Angus desperto por el aroma del almuerzo que inundaba sus fosas nasales. El hambre era su unica razon para abandonar la incomoda otomana que lo albergaba. --Buen dia, madre --saludo a la condesa, que lo ignoro. El se quedo callado por unos minutos esperando una respuesta mientras se sentaba para el almuerzo--. ?Que le molesta, ahora? --?Que me molesta? Tu sola presencia injuria mi buena educacion y tu respiracion me hace sentir como una lena arrojada al fuego y que empieza a arder. Me preguntas eso sabiendo lo que hiciste esta manana... --?Si me caso, usted estaria mas tranquila y llevaria una viudez feliz? --indago Angus. Coloco la servilleta en sus muslos, pareciendo arrepentido por sus malos actos. --Si. Tu padre y yo concluimos en su momento que estabas a tiempo de casarte. Es una pena que no consiguiera vivir para verte casado. --Y es probable que usted tampoco lo haga. ?Que varon respetable contrae matrimonio porque a su madre le parece? !Es a mi a quien debe alegrarme la idea! Pero… --Eres un cobarde. --!Lo soy! No puedo concebir a una extrana que aletea sus pestanas con rapidez como un arma para atraerme, durmiendo en la habitacion contigua, y que me obligue a sentarme con ella para almorzar. Con usted esa incomodidad es suficiente. No era que Angus odiase a su madre, le tenia estima, pero la mujer era demasiado testaruda y a ningun hombre le agradaba tener a su progenitora metiendo las narices en su vida constantemente. --Dramatizas mucho, querido. ?No piensas que cuando me muera, ni siquiera tendras esa silla para dormir? Nadie se ocupara de un ebrio que dilapida su fortuna y que pronto vivira de la caridad del duque de Pemberton --le recordo la mujer. Ella tampoco odiaba a su hijo, solo queria verlo convertido en el hombre que sabia que podria llegar a ser. Su relacion no siempre fue compleja, no obstante desde que su esposo murio todo cambio. Elizabeth deseaba ver a su unico hijo bien establecido y felizmente casado, de ahi que hablase con el de una forma que parecia ser efectiva: a base de imposiciones y reproches. --Si eso llegara a ocurrir, me convertiria en el ayuda de camara de Blake. Sera un honor que el conde de Craven le sobe la espalda --musito para molestar a su madre. --Esta bien, Angus. No insistire en que busques una esposa. Te la escogere yo o quiza prefieras que te la elija la pobreza. ?Que opinas de lady Katherine Basingstoke como candidata? Es hermana de tu amigo, por lo que siempre mantendran su amistad y ademas, tiene una dote envidiable. --?Kate? No, no, no. Si me casara con ella, seria como hacerlo con mi hermana, es inconcebible. Le pido que piense bien en lo que desea. Blake me mataria, me conoce mejor que nadie y sabe que soy un pesimo candidato para Kate, al igual que cualquier otro caballero. Ella ha sido inteligente para no casarse, tiene mi apoyo por completo. --Es casi una solterona para su pena. No comprendo como la duquesa viuda de Pemberton aun lo permite siendo una casamentera por excelencia. Hoy debe estar rebosando de felicidad, pensando en la cantidad de bisnietos que continuaran con su apellido, mientras yo, con un solo hijo, me hundo en la miseria mas absoluta --lamento. No perdia la esperanza de apelar a lo que su hijo tenia en el pecho. --Siento pena por su miseria. Como le dije, adorada madre, soy el que tendra que lidiar con una extrana hasta que la muerte nos separe. ?No le parece que hasta la muerte es demasiado tiempo? Suena hasta doloroso, ingrato y por sobre todo, insensato. Soy un hombre practico y egoista, me gusta vivir para mi. --No desistire hasta que comprendas que necesitas de una esposa que te lo ordene todo. --!Eso sono amenazador! --exclamo fingiendo que temblaba de miedo.

  • Una manana cualquiera de Esteban Moneo

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    --!Esteban! !Senor! ?Me oye? !Esteban! !Esteban! --Una senora bajita y regordeta, enfundada en un chaleco naranja fosforescente y rodeada de media docena de personas del servicio de asistencia y de la policia municipal, vociferaba con cara de pocos amigos. La condenada chillaba como las pescaderas en esos antiguos mercados de abastos de los puertos: <>. Jureles no, pedazo de atun inmovil, que no reaccionaba ante semejante griterio. Y Marta, su mujer, con un ataque de panico al verlo convertido en un guinapo. Todos en torno a la cama, contemplando un tesoro, algo divino, digno de contar por la noche en sus casas. Nada que ver. Un cuarenton, con los pelos revueltos despues de una noche de sudor y fiebre, no despertaba. Quizas, tantos decibelios por parte de la dichosa senora provocaron el chispazo. El cable rojo y el cable azul se rozaron, encendiendo una bombilla dentro de el. La alarma del despertador le hizo incorporarse y miro la habitacion. Su pequeno espacio privado invadido por gente con uniforme que vociferaba y escudrinaba. ?Que sucedia?, ?que...? <>. No, perdon, jureles no; eso es lo que a el le resonaba en la cabeza, a punto de explotar por ese grito ininteligible: --!Senor! ?Me oye? !Estebaaaan! Del mismo modo que desperto, atonito ante las voces de la medica a medio metro de su rostro, se desplomo sin decir palabra. No pudo. Sus fuerzas se consumieron en una simple mirada desencajada. Esos ojos de atun y su cuerpo, un saco de patatas recien descargado, cayeron hacia atras, sumergidos de nuevo en otra dimension. Senal suficiente para que la senora del chaleco determinara la gravedad de su estado y cambiara los chillidos por ordenes a sus companeros: --!Protocolo ictus! !UVI movil! !Vamos, senores, traslado urgente al hospital! Mientras, su mujer solo pensaba en disimular para que sus hijos no se asustaran por la situacion. Tarea complicada a la hora del desayuno en una casa con cuatro ninos, ante tal despliegue de personal uniformado que efectuaba su trabajo sin miramientos: entraban y salian, subian y bajaban escaleras. Y habia dos ambulancias y un coche de policia en la puerta. Una vecina, muy amiga de la familia, corria en camison en busca de la llave de la salida de emergencias de la urbanizacion. Al marido, mas para alla que para aca, dos fornidos facultativos del Samur lo bajaron en una silla de ruedas por las escaleras. Un espectaculo. Varios vecinitos, en vez de seguir rumbo al colegio, se detenian en la puerta del domicilio para verlo. Lo de pasar de largo, pura quimera. Otro chispazo. Otra mirada fugaz. El traqueteo del descenso conecto de nuevo los dos cables mal pelados de su cerebro y volvio a enchufarse a la realidad. Lo metieron en una ambulancia. No pronuncio palabra, ni balbuceo. Se iba rodeado de luces y personal sanitario, ante la cara de susto de su mujer y el nino cotilla de turno, que se habia quedado paralizado en la puerta. De milagro, en esa breve conexion fue consciente de que no era el, ni su cuerpo. Diez segundos dentro de un saco, mirando con los ojos de un extrano. Con el mismo impulso que vino, se fue, como aquellas bombillas de filamento de toda la vida, no estas modernas repletas de puntitos, que se agitaban a contraluz para comprobar si estaban fundidas o dando sus ultimos coletazos. Se apagaron su mirada, sus recuerdos y su escasa, por no decir nula, capacidad de reaccion. El personal sanitario lo aseguro con bridas a la silla. El viaje hasta el hospital de la zona, uno de los mas modernos de la ciudad, era corto. Cuantas veces habian hablado de lo conveniente que era tener semejante mole cerca de casa, por si algun dia ocurria aquello que piensas que nunca te va a pasar a ti. Ni en el peor de sus suenos ni en sus quejas continuas sobre su estado de salud, habia imaginado que su primera visita al complejo hospitalario seria por la puerta grande, como los primeros espadas de la tauromaquia, pero al reves: ellos triunfan y salen, no entran. Los cuatro ninos apuraban sus desayunos, ajenos a lo sucedido y al trago dificil por el que pasaba su madre. Calma absoluta. Su padre estaba con gripe en la cama, los medicos habian venido a verlo. Nimiedades, una enfermedad comun no impedia que continuaran con la misma rutina de cada manana: risas, colacaos, cereales, y zumbando a clase. Sin saber que le ocurria a su marido, inconsciente de camino al hospital, aderezaba su incertidumbre con la idea de que el vecinito cotilla, que iba a clase con uno de sus hijos y habia contemplado la funcion matutina desde primera fila, le contara, con la habitual inocencia infantil, que su padre se estaba muriendo. Estas preguntas, muchas mas y toda la tension contenida salieron disparadas, como si se abriera la espita de una olla expres, cuando los ninos brincaron del coche, rumbo al patio. Con el cierre de las puertas, la madre rompio a llorar. La noche anterior, se habia planteado si una simple gripe era motivo suficiente para hacer que el medico se desplazara a su casa. Los telediarios ya habian avisado de que las urgencias estaban colapsadas por los casos de gripe. ?Que les iba a decir? <>. Vamos, igual que el resto de los contagiados por el virus en ese frio mes de enero. Ellos mismos lo habian comentado en mas de una ocasion: --Si estas enfermo, caldito, y a la cama. Sin exageraciones, que el sistema sanitario bastante tiene con lo suyo. Pero esa manana, al despertar, fue consciente de que algo anormal sucedia. Ni gripe ni catarro. Temio que fuese a mayores. Si otras veces procuraba hacer el minimo ruido posible para dejarlo descansar, ese dia no. Por fortuna, su sexto sentido femenino le advirtio que no debia salir sin mas. --Esteban, Esteban, ?estas bien? ?Como te encuentras? No obtuvo respuesta. Su marido no despertaba. No estaba. --Esteban, Esteban, ?que te pasa? --insistia Marta--, ?sabes quien soy? Igual que sucederia una hora mas tarde con los gritos de la sanitaria, los ojos de su marido dieron un repaso al cuarto traspasando el cuerpo de ella; esa forma de mirar de quien no esta viendo. Y no pronuncio palabra. Eso activo las alarmas de Marta. Las llamadas de sus vecinas la hicieron volver al crudo presente. Los ninos estarian en el colegio hasta media tarde; llegados a ese punto, ya veria como se las arreglaba para contarles lo sucedido. Lo primero era lo primero: ir al hospital para informarse del estado de Esteban. Solo sabia que a esa persona con la que llevaba mas de media vida la habian metido en la ambulancia como un fardo, inconsciente. Pero habia visto su mirada dura, distante; la misma que un familiar suyo anos atras, ese que no tuvo un final feliz. La llegada al hospital fue un nuevo mazazo. A diferencia de esas series hospitalarias que tanto gustaban a los televidentes, donde cirujanos, interinos, enfermeras y celadores vivian aventuras dignas de un culebron a la par que la sangre surgia a borbotones (eso si, sus batas blancas se mantenian impolutas), la realidad que se encontro Marta fue una sala de gran tamano a rebosar de ancianos en camillas agolpadas en las esquinas y pasillos, a la espera de su turno o a mitad del tratamiento que calmase sus sintomas gripales. Sofocada y con el susto en el cuerpo, la llevaron hasta los boxes de urgencias. Las paredes de cristal, con un enorme punto rojo en el centro para que las personas no se dieran de bruces, y las cortinas a medio descorrer apenas preservaban la intimidad de los enfermos: un abuelito, que pocas horas mas tarde pasaria a mejor vida, y un par de accidentados. La enfermera le senalo con amabilidad la esquina, justo donde empezaba el pasillo: ese era el de su marido.

  • Los escarabajos vuelan al atardecer de Maria Gripe

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    Cuando tres muchachos se hacen cargo de una casa deshabitada no se imaginan el gran misterio que les aguarda en el desvan, lo que dara comienzo a una serie de intrigantes aventuras. Una trepidante novela que transporta a un mundo de amores tragicos y descubrimientos sorprendentes.

  • Intriga en el Car Wash de Salvador Flejan

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    Usa Salvador Flejan elementos de la idiosincrasia venezolana como punto de inicio para los seis cuentos que componen Intriga en el car wash. El beisbol, los concursos de belleza, lo salseros o las carreras de caballos, buscan atrapar al lector en una atmosfera de complicidad mientras presenta una vision holistica sobre que es ser venezolano. Valiendose de un lenguaje narrativo simple y eficiente, y recreando con gran detalle las historias, los personajes, los dialogos y las descripciones de cada escenas, el autor ofrece la posibilidad de una lectura amena y divertida, mientras se descubre el mensaje que este libro atesora en sus entranas.

  • El Cardenal Napellus de Gustav Meyrink

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    A diferencia de su contemporaneo, el joven Wells, que busco en la ciencia la posibilidad de lo fantastico, Gustav Meyrink la busco en la magia y en la superacion de todo artificio mecanico. "Nada podemos hacer que no sea magico", nos dice en "El cardenal Napellus"; sentencia que hubiera aprobado Novalis. (...) Albert Soergel ha conjeturado que Meyrink empezo por sentir que el mundo es absurdo y que por consiguiente irreal. Estos conceptos se manifestaron primeramente en libros satiricos; luego, en libros fantasticos y atroces. Los tres relatos reunidos aqui prefiguran su obra capital, El Golem... Jorge Luis Borges

  • !Devuelveme mis besos! de Priscila S.

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    No podia explicar con palabras como me sentia, pues me era imposible. El haber terminado con Martin me estaba matando, pero no podia evitar las ganas que tenia de patearle el culo por "cabron". Enganada, si. Cornuda, tambien, pero gilipollas, eso nunca. Me encontraba metida en un autobus, uno que me llevaba de vuelta a donde no queria volver, pero eran tan pocas las ganas de no ver jamas a Martin, que he preferido agachar la cabeza y volver con el rabo entre las piernas. Yo, provenia de una familia un poco estirada, por no decir pijos, pero yo no era asi y me fui de casa con dieciocho anos. Los motivos eran claros, querian planear mi vida, querian que me casara con el hijo de uno de los socios de mi padre. Por eso, siempre crei las palabras de Ruben, porque sabia exactamente lo que el estaba sintiendo. El ser manipulado por tus padres, no era plato de buen gusto para nadie. Y ahora me tocaba volver. El movil no habia parado de sonar. Llamadas, mensajes y todos de la misma persona, el. El hombre que amo, y que amare por el resto de mi vida, pero tambien el que me engano y humillo a su antojo como si yo fuera su muneca. Gracias a ese engano, la boda se fue al traste y con ello todo mi corazon, pues estaba segura de que iba a ser feliz siendo la senora Molina, pero no, eso tampoco era asi. El camino no era tan largo, demasiado corto para mi gusto, pues estaba a punto de llegar a mi perdicion. Lo unico que pense al ver esas fotos, esas malditas fotos que tanto deteste. Era ?Como? No me salia otra cosa. Martin y yo llevabamos juntos bastante tiempo, anos de novios y por eso no podia creer que me enganara asi, con Yolanda. !Joder!, me hubiera encantado ir a cogerla de los pelos y ensenarle que no se buscan los hombres que estas comprometidos, pero hasta para eso era tarde. Ya era tarde para todo, ya lo nuestro termino y no habia marcha atras. Llegue a la estacion de Barcelona, mi ciudad natal, donde naci, creci y fui infeliz. Por eso llegar aqui, no era de las mejores decisiones que habia tomado, pero era la unica y no me quedaba otra que aceptar de una vez que mi vida habia cambiado y que no seria la misma nunca mas. Cogi un taxi, pero en vez de darle la direccion de casa de mis papis, le di la de mi hermano Jorge, el cual, llevaba sin ver nueve anos. Sabia que vivia en esa direccion porque mas de una vez me invito a su casa, junto con Martin para conocerle, pero jamas vinimos y ahora me presentaba compuesta y sin novio. Baje del taxi y entre en el edificio, por consiguiente, en el ascensor. Al llegar a la planta quince, me acerque a la puerta. Me sudaban las manos, no sabia si mi visita, iba a molestar a mi hermano, pues nunca hablabamos por telefono. Suspire como unas cinco veces y di unos toques a la puerta con mis nudillos. Minutos despues, escuche unos pasos acercandose, hasta que la puerta se abrio y aparecio ante mi, mi hermano Jorge. -- !Sorpresa! Mi hermano no se lo podia creer. Al verme tenia la mirada perdida, como si fuera un espejismo, tuve que entrar y darle una bofetada para que despertara. Al pasar a su apartamento, me di cuenta que habia fotos de el, con una mujer muy guapa y en otra de ellas, una nina rubia de ojos verdes que me cautivo. Cogi la foto temblorosa y me puse delante de el. -- ?Tengo, una sobrina? --pregunte confundida y mi hermano asintio con lagrimas en los ojos. ?Que le pasaba? No entendia esa reaccion, pues deberia ser un hombre feliz y no lo era. Me acerque a el, y lo abrace como hacia anos que no lo hacia. Mi hermano lloro en mi hombro, lo acune como si fuera un bebe perdido, ?que habia pasado en mi familia? ?Por que mi hermano no era feliz? Muchas preguntas a la cuales, debia encontrarle las respuestas.

  • Secretos de placer de Elena Montagud

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    Melissa y Hector han decidido contraer matrimonio, pero a veces la vida depara algunas sorpresas... y no todas son bonitos regalos de boda. Hector ama a Melissa con todas sus fuerzas y, precisamente por eso, sabe que hay cosas de su pasado que no puede contarle. Melissa sabe que hay sombras en la vida de Hector que nunca se han disipado del todo. Ahora esta decidida a hacer lo que sea para protegerlo de ellas. Incluso traicionarlo.

  • La doble sorpresa del italiano (Las hermanas Hart 2), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • El Jardin de la Memoria (El adepto de la Reina 3) de Rodolfo Martinez

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    El adepto descubre los misterios del enigmatico Oriente

  • El verano de tu vida, Lucy Morton de Lucy Morton

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    Una historia basada en hechos reales que necesitas experimentar.

  • Mazado de Juan Martinez

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    La ciudad de Los Angeles, era conocida mundialmente por el glamour que la rodea, y por la gente que queria ser cada vez mas hermosa, a costa de cualquier cosa, asi que, una de las mejores y mas rentables profesiones era la de cirujano plastico, y eso fue lo que penso Marcos Di Stefano cuando iba a entrar a la universidad. El chico sabia que serian por lo menos diez anos de esfuerzo y dinero, pero la recompensa bien valia la pena. Era hijo de madre soltera, Luciana, mujer trabajadora y entregada totalmente a su hijo. El no habia conocido a su padre, cuando le preguntaba a su madre al respecto, le decia que lo unico que debia saber es que tenia sus ojos, que era muy guapo e inteligente, y que si se hubiese enterado de su existencia lo hubiese querido mucho. Asi que el siempre penso que su padre habia muerto, pero nunca le hizo falta una figura paterna, pues en su abuelo Giacomo, siempre la encontro. La familia Di Stefano era propietaria de una pasteleria, Luciana, Malena y Carlo, habian trabajado muy duro para mantener a flote el negocio familiar, convirtiendola en la mejor de Santa Monica, no eran millonarios, pero vivian de manera bastante comoda, pues su clientela era muy grande, en ella estaban incluidos muchos actores y actrices famosos. Marcos tuvo una infancia y adolescencia un tanto dificil, porque era lo que coloquialmente se conoce como "nerd". Tenia una inteligencia privilegiada, tanto que pudo avanzar a grados muy rapido, y entro a la universidad antes que cualquier otro chico, su coeficiente intelectual superaba los 125, lo que lo definia como inteligencia brillante segun la Escala de Wechsler. Asi que, si la adolescencia ya es dificil para cualquier chico, para el fue aun peor, era blanco de muchos insultos, agresiones, tanto, que cuando estaba en el ultimo ano de la preparatoria fue victima de una agresion grupal. Unos seis chicos lo esperaron cuando iba de camino a casa, lo metieron a un callejon y lo golpearon brutalmente. Su madre insistio en que presentaria una denuncia, pero el la convencio de que no lo hiciera, pues convertirse en un soplon complicaria mas las cosas, Giacomo estuvo de acuerdo con su nieto, no debia convertirse en un soplon. Pero le dijo que la proxima vez, tendria que defenderse o eso nunca pararia. Marcos era alto, flaco y desgarbado, no tenia ni un musculo en el cuerpo, asi que, decidio entrar a un pequeno gimnasio cerca de su casa y alli descubrio su mayor hobbie. Le gustaba mucho dedicarse a hacer ejercicios y mas cuando se dio cuenta de los grandes beneficios que le dejaba a su cuerpo. Asi que, en poco mas de un ano, los cambios en el fueron notables, se convirtio en un chico fuerte, sus uno noventa de estatura jugaban a su favor se veia grande y fuerte. Tambien comenzo a hacer artes marciales mixtas, pues no dejaria que nadie mas lo agrediera. Un dia, venia de regreso de la universidad y se topo con parte del grupo de chicos que lo habian golpeado, quisieron hacer lo mismo, pero se encontraron con los punos de Marcos, el odiaba la violencia, pero no se dejaria amedrentar, se defendio y dejo a un par muy golpeados, los otros dos salieron corriendo al ver que el chico no se amilanaba. Desde ese dia lo dejaron en paz. Su vida de alli en adelante fue mucho mas facil. En la universidad todo le fue muy bien, en la parte academica y tambien en la social, tenia un par de amigos, un chico y una chica, eran un par de anos mayor que el, pues al haber avanzado grados habia entrado antes a la universidad. Edward y Linda, eran buenos chicos y los tres eran inseparables. Aunque dedicaba el noventa por ciento de su tiempo a sus estudios, tambien dejaba tiempo para las chicas, Marcos era un chico muy guapo, tenia el cabello castano con unos mechones rubios gracias al tiempo que se lo pasaba en la playa, los ojos de un color miel preciosos, y unos rasgos cincelados casi perfectos, todo eso en combinacion con el cuerpo que habia conseguido con los ejercicios, lo hacian un especimen masculino muy hermoso y muy cotizado. Atras habia quedado la epoca en que le huian como apestado, de hecho, cuando se encontraba con sus companeras del colegio se quedaban con la boca abierta sin poder creerselo, el cambio que habia dado el chico era radical. Los anos pasaron y Marcos comenzo sus anos de residencia en el Ronald Reagan UCLA Medical Center, un hospital localizado en el campus de la Universidad de California en Los Angeles, solo los mejores podian hacer alli sus practicas. El hospital era uno de los mas utilizados por los famosos. En esos anos de practicas, conocio a James Sullivan un afamado cirujano plastico que se convirtio en su mentor, tanto, que cuando culmino con sus anos de aprendizaje, el doctor Sullivan lo contrato en su clinica privada. Y despues de cinco anos, el chico "nerd", desgarbado y victima de acoso y violencia por parte de sus companeros, se habia convertido en uno de los mas prometedores Cirujanos Plasticos de la ciudad de Los Angeles y de todo el pais. Su amigo y mentor le habia dado participacion accionaria en la clinica, ganaba mucho dinero, tanto, que estaba a punto de terminar la construccion de una enorme casa en Paradise Cove, conducia un costoso coche, y vestia con ropa hecha a medida, entre otros lujos. Por supuesto, continuaba con su aficion al gimnasio, asistia por lo menos dos horas al dia, pues su horario en la clinica se lo permitia, era fijo, a menos que se presentara alguna emergencia. En ocasiones iba dos veces al dia, le encantaba mantenerse en forma, su cuerpo era perfecto, con los musculos definidos. A veces se preguntaba si estaba obsesionado, pero el mismo se contestaba que no, solamente amaba su cuerpo. En su consulta habia visto muchos de los horrores que cometia la gente por ser perezosos, querian tener cuerpos hermosos con un minimo esfuerzo, y en ese afan se ponian en manos de medicos inescrupulosos, y veia liposucciones mal hechas, implantes de abdominales, gluteos y otras partes del cuerpo torcidos, incluso pacientes con infecciones tan agresivas que les costaba la vida. Le molestaban las personas que querian todo facil, el habia logrado los cambios que queria en su cuerpo a base de ejercicios y buena alimentacion. Aunque con esos pacientes era que ganaba la mayor cantidad de dinero, el se encargaba de arreglar todos esos desastres y por eso se habia convertido en uno de los mas cotizados en la ciudad. Los resultados obtenidos, luego de ponerse en sus manos, eran espectaculares. Pero no todo era frivolidad en su vida, Marcos habia comenzado la carrera, no como dicen todos los medicos, "por vocacion", pues el lo hizo con el interes de ganar dinero, pero mientras estudiaba se involucro con una ONG que ayudaba a personas de escasos recursos en paises del tercer mundo, y donaba un par de semanas de su tiempo al ano para colaborar. A nivel sentimental, no le iban muy bien las cosas, aunque el decia que se sentia bien como estaba, era muy inestable, no salia mas de dos meses con la misma chica, por supuesto, siempre hermosas, siempre perfectas por lo menos en apariencia. Habia tenido solo una novia, Melanie Sullivan, era hija del Doctor Sullivan, era modelo, le ofrecieron un contrato muy jugoso en Milan, ella se marcho sin pensarlo mucho y terminaron. Cada vez que visitaba la ciudad llamaba a Marcos para una buena sesion de sexo. Los Sullivan tenian la esperanza de que la relacion continuara, pues para ellos el chico era perfecto para su hija. Luciana, su madre, siempre se preocupaba, pues queria que su hijo sentara cabeza, pero para ella Melanie no era la indicada. La chica era bastante superficial, y nunca se llevaron bien, pero, por su hijo, siempre hizo el esfuerzo de tratarla bien. Queria que su hijo se enamorara, para ella eso era primordial en la vida, era una romantica y decia que todos tenian que tener un amor verdadero alguna vez, sin importar si terminaban tus dias con esa persona, pero debian probar el dulce nectar del amor. Ella le decia que ese habia sido su caso, se enamoro del padre de Marcos, lo engendraron y no lo volvio a ver, pero le habia dejado el recuerdo y ese hermoso regalo que era su hijo.

  • Hoy aun estamos vivos de Emmanuelle Pirotte

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    Una historia intensa y hermosa, ambientada en la Belgica ocupada de la Segunda Guerra Mundial, que nos muestra que incluso en los momentos mas duros existe un espacio para la esperanza.

  • Tierra americana de Jeanine Cummins

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    Lydia Quijano Perez vive en Acapulco, Mexico, donde regenta una libreria. Tiene un hijo de ocho anos, Luca, el amor de su vida, y un maravilloso esposo que es periodista. Y aunque la situacion en Acapulco comienza a agrietarse debido a los carteles de la droga, Lydia lleva una vida confortable.

  • El porque del color rojo de Francisco Bescos

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    Comienza la vendimia en La Rioja Baja. Los tractores invaden las carreteras y las cuadrillas de temporeros, llegadas de todas partes, se afanan en la recoleccion de la uva. Al amanecer, una llamada anonima avisa al cuartel de la Guardia Civil de Calahorra: el cadaver de un joven ha aparecido abandonado en un vinedo cercano a Aldeanueva de Ebro. Todo hace pensar que se trata de un temporero ilegal procedente de Europa del Este, forzado a trabajar por una mafia. La teniente Lucia Utrera, alias la Grande, comienza investigando el caso como un asunto de poco calado con la unica ayuda de un equipo de guardias inexpertos y un sacerdote con problemas para controlar su ira.

  • No puedo evitar amarte (Hermanos McGregor 2) de Josephine Lys

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  • En la tormenta de Flynn Berry

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    Como si Elena Ferrante hubiera escrito Broadchurch Cuando Nora se baja del tren para visitar a su hermana Rachel, lo ultimo que espera es descubrir el cadaver de esta en el salon de su casa familiar, victima de un brutal asesinato. Muy pronto, en medio de la investigacion policiaca que rodea al crimen, Nora se sumira en una espiral de angustia y temor, como si los secretos del pasado hubieran despertado. El miedo de Nora se transforma en una obsesion implacable: encontrar al asesino de su hermana, aunque eso suponga poner en riesgo su propia vida y no distinguir la verdad de la mentira. Flynn Berry nos regala una narracion de tono perfecto, un thriller literario de suspense psicologico y un personaje inolvidable, Nora, que transita entre heroina y victima e inocente y culpable. Ganadora del premio Edgar Award a la mejor novela debut.

  • Sin llegar nunca a la cumbre de Paolo Cognetti

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    El nuevo libro del autor de Las ocho montanas.

  • Cuando el cielo se queme de Jordi Sierra I Fabra

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  • Lecciones del amor de Sophie Saint Rose

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    Desty entro en la habitacion lentamente, sintiendo un nudo en la garganta y sonrio a su madre que estaba muy palida tumbada en la cama. La enfermera se aparto despues de inyectarle algo en el gotero. --Ven aqui, mi amor. Quiero hablar contigo. Se acerco a su madre muy nerviosa y se sento en la cama a su lado para besarla en la mejilla. --?Como estas hoy, mama? Tienes mejor aspecto. Su madre la miro con amor a pesar de los dolores que debia sentir. -- Me encuentro mejor. --Ya veras como enseguida estaras en casa --dijo intentando retener las lagrimas, porque ambas sabian que eso era mentira. Avril Fallon sonrio con tristeza. --Eso no va a poder ser, mi vida. Pero te juro que estare siempre contigo. --Mama, no digas eso. --Cogio su mano deseando no separarse de ella jamas. --Te pondras bien y volveras a echarme la bronca porque he llegado tarde o no he recogido mi habitacion. --Nada me gustaria mas, te lo aseguro. --Rieron entre lagrimas y Avril acaricio su mejilla. Eres la luz que me guia... --Y que alegra mi corazon --termino por ella. --Para siempre. Prometeme que cuidaras de tu padre. --No tienes que pedirme eso. Sabes que lo hare. --Va a estar muy triste, pero se que tu estaras a su lado. Eres la fuerte de la familia. Has salido a la abuela Fallon y se que te ira bien. --Me ha criado la mejor madre del mundo. --Verte crecer ha sido lo mejor de mi vida. --Tomo aire con esfuerzo. --Como me gustaria ver que te conviertes en una mujer. Casarte y tener hijos... pero los vere desde ahi arriba. No dudes que siempre estare a tu lado. Nunca flaquees por muy dura que sea la experiencia y cuida de todos los que tienes alrededor, aunque te hayan hecho dano. A veces la vida puede ser muy dura y la gente es imprevisible, pero quiero pensar que todo el mundo tiene buen corazon y que solo se dejan llevar por las circunstancias. Tu eres fuerte y tu corazon es enorme. Cuida de tu comunidad, ellos te devolveran ese aprecio con creces. No te aisles nunca, intentando curar tu corazon si te han hecho dano, mi vida, porque otras personas pueden curarlo sin que te des cuenta. Y si tienes la oportunidad, ten muchos hijos, porque tu me has dado tantas satisfacciones que no quiero que te pierdas esa experiencia. --Su madre tiro de su mano y se la beso cerrando los ojos mientras Desty intentaba retener el llanto. --Intenta que tu padre no se quede solo. Lleva muy mal la soledad. Se quedo huerfano demasiado joven y me echara mucho de menos. Procura que no se vuelva un grunon ermitano, ?me lo prometes? Y si encuentra una mujer que le haga feliz, animale a que se case de nuevo. --Mama... --Se que puede ser duro ahora que aun estoy aqui, pero es lo mejor. Ya te daras cuenta mas adelante. --Sonrio mirandola con sus mismos ojos azules, rojos de intentar no llorar. --Busca un buen hombre que te quiera por encima de todo. Te mereces un hombre asi, mi vida. Nunca te conformes con menos. --Se echo a reir. --Aunque tendra que tener caracter para retenerte. Vaya que si lo tendra que tener, pero seguro que hay alguno por ahi que haga que tu corazon vuele cuando veas sus ojos, y ese sera el elegido. --Mama, te quiero. --La abrazo con fuerza muerta de miedo porque la dejara. --Lo se, mi amor. --Su madre acaricio sus rizos rubios como cuando era pequena. --Y yo te quiero mas que a nada en este mundo. Porque yo ya no este aqui no significa que ese amor desaparezca. Solo que estare lejos, pero piensa que me he ido a un viaje muy largo y que volveremos a encontrarnos. Espero que sea dentro de muchos anos felices, pero volveremos a encontrarnos. --La beso en la frente y se quedaron abrazadas mucho tiempo hasta que su padre entro en la habitacion del hospital y sonrio al verlas abrazadas mientras Avril acariciaba la espalda de su hija. --Cielo, es hora de irse. Se incorporo para mirar a su madre, que sonrio con tristeza. --Ahora dame un beso que recuerde para siempre, mi princesa. --Pero quiero quedarme. Avril nego con la cabeza. --No, cielo. Quiero hablar con tu padre a solas. Tu vete a casa. --Pero... --Las lagrimas corrian por sus mejillas y miro a su padre buscando ayuda, pero este disimulando el dolor, nego con la cabeza. Abrazo a su madre de nuevo y susurro en su oido --Te quiero y te prometo que hare todo lo que me has pedido. --Se que lo haras… --dijo su madre con la voz congestionada de dolor. Desty la beso en la mejilla cerrando los ojos para aspirar su olor, intentando grabarlo en su memoria--. Se feliz, mi amor. Y no olvides que te quiero. --No lo olvidare. Se levanto apretando su mano y ese momento fue el mas doloroso de su vida, porque no queria soltarla. Fue su madre la que separo su mano mirandola a los ojos, antes de que Avril con esfuerzo apartara la mirada para ver a su marido y sonrio alargando su mano hacia el. --Mi Curtis... Desty vio como su padre, angustiado de dolor, cogia su mano aferrandose a ella y sin poder soportarlo, salio de la habitacion a toda prisa. Corrio por el pasillo hasta llegar al aparcamiento y cuando se detuvo ante su camioneta, grito de rabia una y otra vez golpeando la rueda con la bota, intentando paliar el dolor que sentia en el pecho, pero sabia que ese dolor no se iria nunca. --?Que te ha hecho la rueda, nina? Sorprendida se dio la vuelta para ver ante ella a la mismisima duquesa, impecablemente vestida con un traje de chaqueta rosa y su cabello cano recogido en un mono alto sin que se le escapara un cabello. Iba apoyada en su baston de empunadura de plata, que la acompanaba desde que Desty tenia uso de razon. Miro sus ojos verdes y la anciana apreto los labios al ver sus lagrimas. --Ha llegado el momento, ?verdad? Lo siento muchisimo. Desty no sabia que decirle. Nunca habian hablado. La duquesa, como la llamaba todo el mundo, aunque no tenia titulo, era la mandamas del ganado del estado de Texas, mientras que su familia eran simples granjeros que sobrevivian a duras penas. Pero vivian en el mismo pueblo y alli todo el mundo se conocia, aunque no tenian trato. --Tu madre es una mujer fantastica y siento lo que le ha ocurrido. El cancer se lleva a mucha gente buena, como mi Harry. Lo siento de veras. --Gracias. --Incomoda se aparto la melena del hombro y se volvio hacia su camioneta. --Te llamas Desty, ?verdad? --Si. --Me han dicho que eres una apasionada de los caballos y que montas muy bien. Se encogio de hombros abriendo la puerta del conductor. --Si algun dia quieres ir a montar un purasangre al rancho Gilford, estas invitada. --Tengo mucho trabajo --dijo queriendo largarse de alli cuanto antes. --Cuando te encuentres mejor la invitacion seguira en pie. --La duquesa sonrio apenas antes de volverse y caminar hacia el hospital. Tenia un problema de cadera y aunque la habian operado, no habia quedado bien, asi que desde hacia anos llevaba ese baston. La gente decia que le habia ocurrido por pasarse media vida a caballo, ayudando a su marido a sacar el rancho de la nada para convertirlo en el mejor del pais. Desty se pregunto a que iria al hospital y al mirar a su alrededor no vio a su hermana, que siempre la acompanaba a esas cosas. Era extrano, Marcia siempre iba con ella a todos los lados desde que se habia mudado a la casa familiar despues de enviudar. Bueno, tenia otras cosas en que pensar. Y los Gilford no eran una de ellas. Su madre fallecio dos horas despues y ella incapaz de irse del hospital, recibio la noticia sentada en su ranchera cuando su padre la llamo al movil. Cuando le dijo que aun estaba alli y que queria verla, su padre se lo prohibio porque no queria que la recordara asi. Fueron dos dias realmente desgarradores, porque intentaba hacerse la fuerte ante su padre que tambien estaba destrozado. El dia del entierro vestida de negro, miraba sin ver la caja que descendia lentamente, para lo que el padre Hedrick decia que era su ultimo descanso, mientras las lagrimas salian incontrolables. Pero lo que fue superior a sus fuerzas, fue que todo el pueblo fuera hasta su casa para acompanarlos. Sentada en el sofa mirando el suelo de madera, ni se daba cuenta de que sus amigas intentaban animarla. Escucho que los murmullos cesaban y que alguien entraba en el salon. Distraida levanto la vista, para ver a la duquesa entrando al salon con su hermana y ambas se acercaron a su padre, que al lado de la chimenea hablaba con el sheriff. La duquesa le dio el pesame y su hermana tambien. Hablaron unos minutos y la anciana se acerco a ella, que se levanto por respeto haciendola sonreir. --Por favor, sientese. --No, hija. Sientate tu. --Miro a su amiga Mary, que todavia estaba sentada, y levanto una ceja haciendo que Mary saliera disparada del sofa. Se sentaron juntas y la mujer dejo el baston a un lado. --?Como te encuentras? Seguro que te lo pregunta todo el mundo, pero yo quiero la verdad. Sus ojos azules se llenaron de lagrimas de nuevo y miro a la anciana. --?Que voy a hacer sin ella?

  • Noche de Fin de Ano de Nina Klein

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    Laura esta dispuesta a terminar el ano acampada delante de la television, en pijama, tragandose pateticos especiales de Nochevieja. Sus companeros de piso, Mike y Sharon, no son capaces de convencerla para que les acompane a la fiesta de ano nuevo a la que iban a ir juntos y terminan yendose sin ella.
    Hasta que le llega una notificacion de Instagram, la abre y ve una foto de su exnovio con su nuevo amor.
    En la misma fiesta a la que ella iba a ir aquella noche.
    Asi que decide vestirse a toda prisa para presentarse en la fiesta de improviso, justo antes de que den las doce, teniendo solo una cosa en mente: venganza.
    Sin embargo, la noche no terminara exactamente como esperaba.

  • El Libro Negro del Emprendedor de Fernando Trias De Bes

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    Ser emprendedor constituye una postura vital, una forma de enfrentarse al mundo que implica disfrutar con la incertidumbre y la inseguridad de que sucedera manana. No existen ideas brillantes que, por si solas, den lugar a negocios redondos: lo esencial es como un concepto se pone en practica. Sin embargo el 90% de las iniciativas fracasan antes de cuatro anos y solo el 3% de los manuales de empresa se dedican a explicar por que. De ahi la relevancia de este libro. Fernando Trias de Bes, coautor de La buena suerte, analiza los factores clave del fracaso y define los rasgos que debe reunir un verdadero emprendedor: motivacion y talento para ver algo especial en una idea que puede que otros ya conozcan. Pero, por encima de todo, es necesario disponer de un espiritu luchador: no fracasan las ideas, sino son las ilusiones las que se dejan vencer por falta de cintura, imaginacion y flexibilidad para afrontar imprevistos.

  • El camino del perdon de David Baldacci

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    <> La agente especial del FBI Atlee Pine alzo la mirada para contemplar la lugubre fachada del complejo penitenciario que albergaba a algunos de los depredadores humanos mas peligrosos del planeta. Habia venido hasta alli esa noche para visitar a uno de ellos. La carcel de Florence estaba a unos ciento sesenta kilometros al sur de Denver y era la unica prision de maxima seguridad reforzada del sistema federal. El modulo de maxima seguridad era uno de los cuatro edificios independientes que formaban este complejo correccional federal. Habia un total de novecientos internos encarcelados en este polvoriento lugar. Desde el cielo, con las luces de la prision encendidas, Florence podia parecer un punado de diamantes sobre fieltro negro. Los hombres que se encontraban alli, tanto los guardias como los internos, eran tan duros como esa piedra preciosa. No era un lugar para los debiles de espiritu o para quienes se dejaban intimidar con facilidad; sin embargo, los muy perturbados eran bienvenidos. En ese momento, en esta prision de maxima seguridad cumplian condena, entre otros, el Unabomber, el terrorista de la maraton de Boston, varios terroristas del 11-S, algunos asesinos en serie, uno de los complices del atentado de Oklahoma City, diversos espias, lideres supremacistas blancos y un variado repertorio de jefes de los carteles de la droga y de la mafia. Buena parte de los internos moririan en esa prision federal, mientras cumplian multiples cadenas perpetuas. La carcel estaba en mitad de la nada. Nadie habia logrado jamas escapar, pero si alguien lo hiciera algun dia, no tenia donde esconderse. La topografia alrededor de la prision era llana y de campo abierto. En el entorno del complejo no crecia ni una brizna de hierba, ni un solo arbol o arbusto. Todo el perimetro estaba rodeado por muros de tres metros y medio de alto coronados con alambre de espino, con detectores de movimiento intercalados. A su alrededor circulaban patrullas armadas con perros de ataque las veinticuatro horas de los siete dias de la semana. Cualquier preso que llegase hasta alli acabaria falleciendo casi con toda seguridad victima de los colmillos o las balas. Y a muy poca gente le importaria que un asesino en serie, un terrorista o un espia terminara muerto con la cara contra la tierra de Colorado. En el interior del recinto, las ventanas de las celdas, incrustadas en los gruesos muros de cemento, eran de diez centimetros de ancho por un metro de largo, y desde ellas solo se podia ver el cielo y los tejados del complejo. La prision de Florence estaba disenada para que ningun recluso pudiera saber en que parte del edificio estaba encerrado. Las celdas eran de 2 x 3,5 metros y en ellas practicamente todo, excepto los reclusos, era de cemento. El agua de las duchas se cortaba de forma automatica, las puertas de los lavabos no se podian cerrar con pestillo, las paredes estaban insonorizadas para que los reclusos no pudieran comunicarse entre si, las puertas dobles de acero se abrian y cerraban mediante un mecanismo hidraulico y la comida se introducia en las celdas a traves de una pequena abertura en el metal. La comunicacion con el exterior estaba prohibida salvo en la sala de visitas. Para los presos mas indisciplinados, o en caso de una crisis, habia un modulo de castigo conocido como <>. Las celdas de esa zona permanecian siempre a oscuras y las camas de cemento tenian correas de sujecion. De hecho, aqui el confinamiento solitario no era algo excepcional, sino mas bien la norma. La prision de maxima seguridad reforzada no estaba pensada para que los reos hicieran nuevas amistades. Para permitirle acceder al complejo, los guardias habian parado y revisado el todoterreno ligero de Atlee Pine y habian comprobado su nombre y su documento de identidad en el listado de visitantes. Superados estos tramites, la escoltaron hasta la entrada principal, donde tuvo que ensenar a los guardias que custodiaban la puerta sus credenciales de agente especial del FBI. Tenia treinta y cinco anos y los ultimos doce los habia pasado con una reluciente placa en el bolsillo. El escudo dorado estaba coronado por un aguila con las alas desplegadas, bajo la cual aparecia la Justicia sosteniendo una balanza y una espada. Pine consideraba muy apropiado que en la insignia del organismo de seguridad mas relevante del mundo apareciera una figura femenina. Tuvo que entregar la Glock 23 a los guardias. Habia dejado en el coche la Beretta Nano que solia llevar en una pistolera en el tobillo. Era la primera ocasion en que recordaba haber entregado de forma voluntaria el arma. Pero la unica prision de maxima seguridad reforzada de Estados Unidos tenia sus propias reglas, a las que debia amoldarse si queria entrar alli, y lo cierto es que deseaba esto ultimo con todas sus fuerzas. Era alta: descalza media casi un metro ochenta. La altura le venia de su madre, que pasaba del metro ochenta. Pese a su estatura, Pine no era ni agil ni esbelta. Jamas habria podido trabajar como modelo de pasarela ni aparecer en la portada de una revista. Era corpulenta y musculosa, debido a que levantaba pesas a diario. Sus muslos, pantorrillas y gluteos eran roca pura, tenia los hombros y los deltoides esculpidos, los brazos fibrosos y con la musculatura marcada, y sus abdominales eran de hierro. Habia participado en competiciones de artes marciales mixtas y de kickboxing, y conocia practicamente todas las tecnicas mediante las cuales una persona de menor tamano podia dominar y bloquear a otra mas fornida. Todas estas habilidades las habia aprendido y pulido con una unica motivacion en la cabeza: la supervivencia en un mundo mayoritariamente masculino. La fuerza fisica, la dureza y la confianza que le aportaban eran una necesidad. Tenia un rostro anguloso que resultaba muy atractivo, casi hechizante. Llevaba el cabello negro hasta la altura de los hombros y los ojos de un azul turbio transmitian una impresion de gran profundidad. Era la primera vez que accedia a la prision de Florence y mientras dos corpulentos guardias que no se habian dignado a dirigirle la palabra la escoltaban por el pasillo, lo primero que le llamo la atencion fueron el silencio y la tranquilidad casi inquietantes que reinaban en el lugar. Como agente federal, habia visitado muchas carceles a lo largo de su vida. Lo habitual era que fuesen una cacofonia de ruidos, gritos, silbidos, maldiciones, obscenidades, insultos y amenazas, con manos agarradas a los barrotes y miradas amenazantes emergiendo de la oscuridad de las celdas. Si no eras un animal al entrar en una prision de maxima seguridad, te habrias convertido en uno al salir. De lo contrario, eras hombre muerto. Era El senor de las moscas . Con puertas de acero y lavabos. Y, sin embargo, aqui parecia que estuviera en una biblioteca. Pine estaba impresionada. Era toda una proeza para unas instalaciones que albergaban a un grupo de hombres que, en su conjunto, habian asesinado a miles de sus semejantes mediante bombas, pistolas, cuchillos, venenos o sus punos desnudos. O, en el caso de los espias, a traves de sus actos de traicion. <> Pine habia venido en coche desde St. George, Utah, donde habia vivido y trabajado hacia anos. Esto le habia supuesto atravesar todo el estado de Utah y la mitad del de Colorado. Su GPS le indico que le llevaria algo mas de once horas recorrer los mil kilometros. Lo habia hecho en menos de diez gracias a su determinacion como conductora, al potente motor de su todoterreno y al detector de radares para esquivar los controles de velocidad. Habia hecho una unica parada para ir al lavabo y comprar comida para el resto del trayecto. Por lo demas, no habia levantado el pie del acelerador. Podria haber tomado un avion hasta Denver y haber hecho el resto del camino por carretera, pero disponia de tiempo y queria pensarse bien que iba a hacer al llegar a su destino. Y un largo viaje en coche por las vastas y desiertas planicies de America era el escenario idoneo para eso. Pine habia nacido en el Este, pero se habia pasado la mayor parte de su vida profesional en las llanuras infinitas del Suroeste americano. Y confiaba en poder seguir alli el resto de su existencia, porque adoraba la vida al aire libre y los espacios abiertos. Despues de unos cuantos anos en el FBI, habia podido elegir destino. Y ello se habia debido a un unico motivo: queria ir a donde ningun otro agente deseaba poner los pies. La mayoria de sus colegas ansiaban un destino en una de las cincuenta y seis sedes del FBI. A algunos les gustaba el calor, de modo que aspiraban a las de Miami, Houston o Phoenix. Otros querian trasladarse a las mas relevantes dentro de la administracion del FBI, de modo que luchaban por conseguir un puesto en Nueva York o Washington. La de Los Angeles era popular por un monton de motivos, lo mismo que la de Boston. Sin embargo, a Pine no le interesaba ninguno de esos sitios. Le gustaba el relativo aislamiento de una delegacion en mitad de la nada. Y mientras obtuviera resultados y mostrase compromiso con su trabajo, nadie la iba a molestar alli. A menudo, en esas llanuras inmensas, ella era la unica agente federal en cientos de kilometros a la redonda. Y eso tambien le gustaba. Algunos podrian llamarla solitaria, obsesiva o antisocial, pero no era ninguna de esas cosas. De hecho, se llevaba bien con la gente. Y es que no se podia ser un buen agente del FBI sin poseer unas notables habilidades sociales. Pero si le gustaba preservar su intimidad.

  • Casi Ausente de Blake Pierce

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    Cuando Cassandra Vale, de 23 anos, acepta su primer trabajo como ninera, la asignan a una familia adinerada en una finca rural en las afueras de Paris, y todo parece demasiado bueno para ser verdad. Pero pronto descubre que detras los portones dorados hay una familia disfuncional, un matrimonio perverso, ninos conflictivos y secretos demasiado oscuros para ventilar.

  • El codigo del dinero de Raimon Samso

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    Se que para conseguir algo distinto es preciso antes ser una persona distinta y hacer cosas diferentes. Cualquier ambito de nuestra vida mejora cuando nosotros mejoramos, pero no antes. Siempre en este mismo orden. El dinero no es ajeno a esa regla. De modo que para que nuestra economia cambie, antes tendremos que <> nosotros. Este libro trata sobre ese cambio personal y sobre hacer cosas diferentes. En mi trabajo diario con personas, he comprobado que estas muy a menudo desean que sus circunstancias mejoren sin mejorar antes su mentalidad. La ley del orden nos ensena que <>. Y que no se pueden forzar las circunstancias externas para convertirlas en lo que uno no es. La pregunta que cualquiera debera formularse tarde o temprano es: ?concuerdan mis creencias con mis deseos? Es paradojico pero las personas que mas necesitan cambiar precisamente son las mas reacias al cambio, las mas inflexibles. Tal vez piensan que cambiar sus opiniones sea un sintoma de debilidad. A la vez, se sienten incomodas cuando escuchan que es su propia inflexibilidad lo que les separa de lo que desean. Este libro propone cambios en las creencias sobre el dinero. Sin esa apertura, todas las respuestas que contiene pasaran inadvertidas. <> proporciona una informacion que adquiere significado desde cierto tipo de mentalidad, la que este libro propone desarrollar en el lector que se halla listo para abrazarla. <> proporciona las respuestas a las preguntas que todos nos hemos formulado sobre la libertad financiera; sin embargo, se de antemano que no todas se recibiran con agrado. En realidad, no creo que existan problemas, sino soluciones que no gustan. Nuestros problemas, desde luego, no estan en el mundo sino en las percepciones de la mente que lo contempla. Y las soluciones definitivas a los problemas de dinero requieren desaprender todo aquello que ha demostrado no funcionar hasta la fecha. Este libro propone un cambio de los paradigmas estereotipados sobre el dinero. Esta dicho que cada vida es un reflejo de las decisiones, habitos, elecciones, creencias, emociones y comportamientos que han conducido justo hasta el momento presente. Y mientras quede alguien que crea que sus problemas de dinero no tienen nada que ver con su mentalidad y comportamiento, habra sufrimiento por asuntos de dinero. He comprobado que los problemas economicos no estan causados por el dinero sino por los patrones mentales sobre el. La economia personal, en condiciones normales, es el reflejo de patrones mentales, de decisiones y conductas. He concluido que el dinero, en realidad, se hace en la mente. Casi todo lo que una persona promedio sabe sobre el dinero se basa en opiniones condicionadas que ha ido acumulando a lo largo de su vida. El exito economico es una clase de programacion mental (cifras con muchos ceros) y el fracaso economico es otra clase de programacion (cifras con pocos ceros). En ambos casos, todo se reduce a la clase de software o programacion instalada en el cerebro: un programa perdedor o uno ganador en el juego del dinero. La lectura de este libro ayudara a las personas a reprogramarse para conseguir prosperidad. La diferencia entre las personas que manifiestan prosperidad y las que no, radica en que las primeras aplican formulas utiles y las segundas formulas inutiles. Este libro te ensenara a distinguir unas de otras. Te propongo que lo estudies, llevalo a todas partes, como un buen companero, hasta que domines su contenido. Es un libro para leer, releer, subrayar y anotar. Quisiera que fuese tu libro de cabecera como emprendedor de tu negocio personal. Y quisiera que me considerases tu coach financiero. Puedo ayudarte a mejorar tu relacion con el dinero. Lo que sigue es una lista de las mayores mentiras sobre el dinero que he escuchado. Son mitos sin fundamento, supersticiones y prejuicios. He comprobado que hay mas problemas ocasionados por <> que por lo que no sabe. He aqui algunas (no todas) de esas creencias irracionales sobre el dinero: no me interesa el dinero, no puedes ser rico y espiritual, para hacerse rico hay que trabajar mucho, pobre pero honrado, es mas noble y espiritual ser pobre, los ricos son gente mala, no puedes divertirte y ganar dinero, no soy buena con el dinero, si yo gano es que alguien pierde, no hay suficiente dinero para todos, mas vale malo conocido que bueno por conocer el dinero no es importante, el dinero corrompe, cuanto mas ganas mas impuestos pagas el dinero no da la felicidad, el dinero es sucio... Solo el hecho de mencionarlo y escribirlo, me agota. ?Entiendes ahora por que hay tantos problemas economicos? Si te has reconocido en alguna de estas creencias, no te incomodes, no te culpabilices; en realidad lo importante no es lo que has creido hasta este dia, sino lo que elijas creer de ahora en adelante. Seamos claros en esto, yo creo que es perfectamente compatible el que te vayan bien las cosas y hacer un gran bien a los demas. Las personas, por lo general, no relacionan sus creencias con el dinero porque les parecen !cosas desvinculadas! En este libro explico por que si tienen relacion. Mis anos en la banca me han ensenado que la prosperidad es un <>. Todas las personas que han entrado en contacto con las ideas expuestas en este libro, y que desarrollo en mis cursos, han cambiado de algun modo su economia. Mi deseo es contribuir a la formacion financiera de las personas para aliviar el sufrimiento por motivos economicos. Este libro tambien trata sobre el cambio que el mundo esta experimentando y que nos pide una nueva mentalidad porque se que cuando cambian las reglas del juego es preciso reajustar el modo de jugarlo. ?Conoces las reglas de la nueva economia? Te contare lo que se sobre esto. Ahora mismo, existen millones de personas en todo el mundo --que tienen un sueldo pero no tienen una vida-- suspirando por conquistar la libertad financiera, deseando deshacerse de su ocupacion y crear un nuevo estilo de vida con significado. Creo que todos necesitamos, ya lo manifeste en su dia, una sacudida, un shock para despertar del sueno que mantiene a tanta gente atada a un empleo que no aman, que no les hace ni libres ni ricos. Pero no esta en mi voluntad ofender a nadie que lea este libro, ni imponer mis opiniones a las suyas. Por favor, pido que nadie se tome lo que esta apunto de leer como un asunto personal. Por mi parte, me comprometo a escribir sobre el dinero a las claras y sin rodeos. Cuando me refiera al sistema educativo, por favor, que ningun profesional de la ensenanza se sienta aludido. Para mi los docentes, a todos los niveles, son heroes y heroinas que hacen mucho con poco. Mi hermana es profesora en un instituto, trabaja con adolescentes, y se de primera mano que su dia a dia es mas duro de lo que cualquiera de nosotros pueda imaginar. Mi aprecio y respeto para todos esos profesionales.

  • Fuera de angulo de Beatriz Ros Nieto

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    Probablemente, fueran muchos los que quisieran haber acabado con la vida de Osvaldo cruseido, pero ?como se consigue asesinar a uno de los mejores jugadores de futbolista de la historia sin dejar el mas minimo rastro? La investigacion de esta muerte supondra un profundo cambio en la vida de una recien llegada a la comisaria, la inspectora Ana Ferrer. Con su ayudante Alex, intentara unir todas las piezas del rompecabezas que supone este caso, asi como su propia vida.Los policias deberan trabajar contra reloj en un caso seguido con lupa por los medios. Intriga, amor, misterio y excelentes toques de humor se unen en esta fascinante historia que atrapar al lector.

  • El viaje (no) sonado de Christian Martins

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    Su vida profesional va viento en popa, pero su relacion comienza a asfixiarla.
    Ruth tiene que decidir si quiere casarse o no con su novio, Roger, pero para poder tomar la decision correcta decide hacer un viaje que despeje sus ideas.
    Esperaba un lujoso hotel, pero en lugar de ello se encuentra una antigua residencia de ancianos. Ademas, el propietario es un insolente y engreido australiano.
    ?Conseguira aclarar sus ideas en ese lugar?

  • Rebelde, Pobre, Rey (De Coronas y Gloria 4) de Morgan Rice

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    Thanos sentia un dolor en el estomago mientras su barco se balanceaba a traves del mar y la corriente lo alejaba cada vez mas de su hogar. Hacia dias que no divisaban tierra. Estaba en la proa de la barca, observando el agua, aguardando el momento en el que finalmente divisaran algo. Solo se contenia de ordenar al capitan que diera media vuelta al barco al pensar en lo que podria haber mas adelante, en quien podria haber mas adelante. Ceres. Estaba alli, en algun lugar, y el la encontraria. "?Esta seguro de eso?" pregunto el capitan, acercandose a su lado. "No conozco a nadie que quiera ir de viaje a la Isla de los Prisioneros". ?Que podia decir Thanos al respecto? ?Que no lo sabia? ?Que se sentia un poco como la barca, empujada hacia delante por los remos aunque el viento intentaba empujarla hacia atras? Pero la necesidad de encontrar a Ceres superaba todo lo demas. Dirigia a Thanos, llenandolo de emocion ante la posibilidad de encontrarla. Habia estado seguro de que habia desaparecido, de que nunca la volveria a ver. Cuando escucho que podria estar viva, el alivio lo abrumo, le hizo sentir que podia desplomarse. Pero no podia negar que los pensamientos sobre Estefania tambien estaban alli y lo hacian mirar hacia atras e incluso, por un instante fugaz, pensar en volver. Al fin y al cabo, era su esposa y el la habia abandonado. Estaba embarazada de su hijo y el se habia marchado. La habia dejado alli en el muelle. ?Que clase de hombre hacia eso? "Intento matarme", recordo Thanos. "?Como?" pregunto el capitan, y Thanos se dio cuenta de que lo habia dicho en voz alta. "Nada", dijo Thanos. Suspiro. "La verdad es que no lo se. Estoy buscando a alguien, y la Isla de los Prisioneros es el unico lugar al que podria haber ido". Sabia que el barco de Ceres se habia hundido de camino a la isla. Si habia sobrevivido, entonces tenia sentido que hubiera ido hasta alli, ?verdad? Aquello tambien explicaba por que Thanos no la habia visto desde entonces. Si hubiera podido volver hacia el, Thanos pensaba que lo habria hecho. "Parece un peligro excesivamente grande que correr para no saberlo", dijo el capitan. "Ella lo merece", le aseguro Thanos. "Debe ser algo especial para ser mejor que Lady Estefania", dijo el contrabandista con una mirada maliciosa, que hizo que Thanos deseara darle un punetazo. "Esta hablando de mi esposa", dijo Thanos, e incluso el reconocio el evidente problema que habia con ello. No podia defenderla cuando el habia sido el que la habia dejado atras, y cuando ella habia sido la que habia ordenado su muerte. Probablemente merecia todo lo que cualquiera dijera sobre ella. Ahora, deseaba convencerse de ello. Si sus pensamientos sobre Ceres no continuaran siendo interrumpidos por pensamientos sobre Estefania, como habia estado con el en los festines del castillo, como habia sido en los momentos de tranquilidad, el aspecto que tenia la manana despues de la noche de bodas... "?Esta seguro de que puede llevarme a la Isla de los Prisioneros de manera segura?" pregunto Thanos. Nunca habia estado alli, pero se suponia que la isla entera era como una fortaleza bien protegida, inexorable para aquellos a los que llevaban alli. "Oh, es muy facil", afirmo el capitan. "Pasamos por alli a veces. Los guardias venden algunos de los prisioneros que han explotado como esclavos. Los atan con cuerdas a palos en la orilla para que los veamos al acercarnos". Thanos habia decidido hacia tiempo que odiaba a aquel hombre. Pero lo escondia, pues el contrabandista era en aquel momento la unica oportunidad que tenia de llegar a la isla y encontrar a Ceres. "Encontrarme con los guardias no es exactamente lo que quiero", puntualizo. El otro hombre encogio los hombros. "Es muy sencillo. Nos acercamos, lo dejamos alli con una barca pequena y sigue como si fuera una visita normal. Entonces nosotros lo esperaremos cerca de la costa. No mucho tiempo, recuerde. Si esperamos demasiado, podrian pensar que estamos haciendo algo sospechoso". Thanos no tenia ninguna duda de que el contrabandista lo abandonaria si presentara alguna amenaza para su barco. Solo lo habia llevado hasta alli la perspectiva de ganar dinero. Un hombre como aquel no comprenderia el amor. Para el, probablemente era algo que alquilabas en los muelles por horas. Pero habia llevado a Thanos hasta alli. Aquello era lo que importaba. "Piense que aunque encuentre a aquella mujer en la Isla de los Prisioneros", dijo el capitan, "puede que no sea como usted la recuerda". "Ceres siempre sera Ceres", insistio Thanos. Escucho como el otro hombre resoplaba. "Es muy facil decirlo, pero usted no sabe las cosas que hacen alli. Algunos de los que nos venden como esclavos, apenas son capaces de hacer algo por ellos mismos a no ser que se lo digamos". "Y estoy seguro de que eso le encanta" respondio bruscamente Thanos. "No le gusto mucho, ?verdad?" pregunto el capitan. Thanos ignoro la pregunta, mirando fijamente al mar. Ambos conocian la respuesta y, en aquel momento, tenia cosas mejores en las que pensar. Tenia que encontrar un modo de encontrar a Ceres, costara lo que... "?Aquello es tierra?" pregunto, senalando con el dedo. Al principio, no era mas que un punto en el horizonte, pero incluso asi, parecia desalentador, rodeado de nubes y con olas agitadas. Al acercarse mas, Thanos tenia la sensacion de que un terror amenazante crecia en su interior. La isla se levantaba como una serie de picos de granito gris como los dientes de una gran bestia. En el punto mas alto de la isla estaba situado un bastion, por encima de el, ardia constantemente un faro, como si quisiera advertir a todos los que pudieran venir alli. Thanos veia arboles a un lado de la isla, pero en su mayoria parecia estar vacia. Al acercarse todavia mas, vio unas ventanas que parecian estar talladas directamente en la piedra de la isla, como si hubieran ahuecado toda la isla para hacer la prision mas grande. Tambien vio playas de pizarra, con unos huesos blancos destenidos sobresaliendo de ellas. Thanos escucho chillidos, y se quedo palido al ver que no podia distinguir si eran aves marinas o personas. Thanos deslizo su pequena barca por la pizarra de la playa, e hizo un gesto de repulsion al ver esposas dispuestas alli bajo la linea de la marea. Su imaginacion inmediatamente le dijo para que eran: torturar y ejecutar a los prisioneros usando las olas que llegaban. Unos cuantos huesos abandonados en la orilla hablaban por si solos. El capitan del barco de contrabando se giro hacia el y sonrio. "Bienvenido a la Isla de los Prisioneros". CAPITULO DOS Para Estefania, el mundo parecia inhospito sin Thanos alli. Parecia frio, a pesar del calor del sol. Vacio, a pesar del bullicio de gente que habia alrededor del castillo. Miraba fijamente a la ciudad, y tranquilamente podria haberle prendido fuego, pues no significaba nada. Lo unico que podia hacer era sentarse al lado de las ventanas de sus aposentos, sintiendose como si alguien le hubiera arrancado el corazon. Quizas alguien lo haria. A fin de cuentas, lo habia arriesgado todo por Thanos. ?Cual era el castigo exacto por ayudar a un traidor? Estefania conocia la respuesta a aquello, porque era la misma que a todo lo demas en el Imperio: lo que el rey decidiera. No dudaba mucho de que querria su muerte por ello. Una de sus doncellas le ofrecio un reconfortante balsamo de hierbas. Estefania lo ignoro, incluso cuando la chica lo dejo sobre una pequena mesa de piedra que habia a su lado. "Mi senora", dijo la chica. "Algunas de las demas... se preguntan. ?no deberiamos prepararnos para abandonar la ciudad?" "Abandonar la ciudad", dijo Estefania. Escucho lo plana y estupida que sono su propia voz. "Es que... ?no estamos en peligro? Con todo lo que ha sucedido... y todo lo que nos hizo hacer... para ayudar a Thanos". "!Thanos!" El nombre la saco de golpe de su estupor por un instante, para seguirle la ira a continuacion. Estefania cogio el brebaje de hierbas. "!No te atrevas a mencionar su nombre, estupida! Fuera de aqui. !Fuera de aqui!" Estefania lanzo la taza con su infusion humeante. Su doncella la esquivo, lo que ya fue irritante de por si, pero el ruido de la taza al hacerse anicos lo supero con creces. El liquido marron se derramo por la pared. Estefania lo ignoro. "!Que nadie me moleste!" exclamo a la chica. "O hare que te arranquen la piel por ello". Estefania necesitaba estar a solas con sus pensamientos, aunque fueran unos pensamientos tan oscuros que una parte de ella deseara tirarse desde el balcon de sus aposentos solo para acabar con todo aquello. Thanos se habia ido. Con todo lo que ella habia hecho, por todo lo que ella habia trabajado y Thanos se habia ido. Antes de el, ella nunca habia creido en el amor; estaba convencida de que era una flaqueza que solo te abria las puertas al dolor, pero con el parecia valer la pena arriesgarse. Ahora, resultaba que ella estaba en lo cierto. El amor solo facilitaba las cosas al mundo para que te hiciera dano. Estefania escucho el ruido de la puerta al abrirse y se giro de nuevo, buscando algo mas para lanzar. "!Dije que no me molestaran!" grito antes de ver quien era. "Esto no es ser muy agradecida", dijo Lucio al entrar, "despues de que mande que te escoltaran hasta aqui con cuidado para asegurarme de que estarias a salvo". Lucio iba vestido como un principe de cuento, con terciopelo blanco trabajado con motivos de oro y piedras preciosas. Llevaba su punal en el cinturon, pero se habia quitado la armadura dorada y la espada. Incluso su pelo parecia recien lavado, sin ninguna impureza de la ciudad. Para Estefania, tenia mas el aspecto de un hombre preparado para cantar canciones bajo la ventana que para organizar la defensa de la ciudad. "Escoltarme", dijo Estefania con una sonrisa tensa. "Es una buena palabra para eso". "Me asegure de que viajaras a salvo por las calles de nuestra ciudad rotas por la guerra", dijo Lucio, "mis hombres se ocuparon de que no cayeras presa de los rebeldes, o de que no te secuestrara el asesino de tu marido. ?Sabias que escapo?" Estefania fruncio el ceno. ?A que estaba jugando Lucio? "Por supuesto que lo se", contesto bruscamente Estefania. Se puso de pie, pues no le gustaba que Lucio estuviera por encima de ella. "Yo estaba alli".

  • 29 balas y una nota de amor de Alfonso Egea

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    En 29 balas y una nota de amor, Alfonso Egea relata el crimen que ocurrio en el seno de la Guardia Urbana y que acabo con el encarcelamiento de Rosa Peral y Albert Lopez, detenidos como sospechosos del homicidio de Pedro Rodriguez, miembro tambien del cuerpo y pareja de Rosa Peral. Egea, periodista especializado en investigacion y sucesos de Espejo Publico, realiza en este libro una reconstruccion pormenorizada de la investigacion basada en todo tipo de fuentes y documentos, que aportaron las diferentes partes del caso.

  • El ajedrecista de Esteban Navarro

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    Una nueva novela de uno de los autores espanoles mas leidos en todo el mundo. Esteban Navarro Soriano fue policia durante 24 anos y en la actualidad se dedica a tiempo completo a escribir, su gran pasion. Ha sido premio Saramago y finalista en el Premio Nadal, ademas de una treintena de diversos premios de novela y relato. Amazon lo ha reconocido como el fundador de la denominada ‘Generacion Kindle’ y Random House lo considero en su momento como uno de los grandes nombres de la novela negra. Es superventas internacional con obras como El apagon, La casa de enfrente, Los crimenes del abecedario, El consul infiltrado, Los fresones rojos, El buen padre o la controvertida Una historia de policias.

  • Teoria de la gravedad de Leila Guerriero

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    En esta seccion de columnas, publicadas a lo largo de mas de cinco anos en la contraportada de El Pais, Leila Guerriero, una de las grandes firmas del periodismo narrativo latinoamericano, se coloca a si misma en su afilado punto de mira. Con una prosa feroz y precisa, la autora bucea en lo sutil para, desde el asombro con el que es capaz de iluminar la realidad cotidiana, alumbrar lo que permanece oculto en nosotros.

  • Cuando llegue el invierno de Scarlett Butler

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    Daniela perdio a sus padres una fria noche de invierno y desde entonces odia esa estacion del ano. Pero su vida no dara un cambio hasta que no decida mudarse a Madrid y comience a trabajar en una agencia de viajes, donde conocera a Emma y Victoria, dos chicas que se convertiran en su gran apoyo.
    Leo vive por y para su trabajo. Le encanta ayudar a la gente y desvivirse por ella, pero siente que le falta algo. Cuando conoce a Dani, no entiende por que ella odia el mes de diciembre si es el mes de la ilusion y la magia.
    Esta es la historia de un flechazo, de esa quimica inesperada que surge entre dos personas que se acaban de conocer pero sienten que se conocen de toda una vida. Es la historia de un diciembre que lo cambia todo, llenandolo de intensidad y recuerdos que atesorar.

  • Lo que el cielo une de Graciela Nicolas

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    Siglo XIX, Lucero de Olazabal y Valiente Vallejos se sienten atraidos uno por el otro apenas se conocen en el Paseo de la Alameda.

  • Una reconciliacion temporal de Dani Collins

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    Era solo un acuerdo conveniente... hasta que el se dio cuenta de que la queria para siempre.

  • Lo que esconde un penique de Maria Jeunet

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    Todo aquel que haya pisado la tierra sobre la falla de San Andres sabra que se trata de un lugar en donde flotan particulas que le ponen a uno los pelos de punta. Y en donde a veces, desaparecen personas para siempre.

  • Textrovert de Lindsey Summers

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    ?Podrias enamorarte de alguien a quien nunca has conocido?

  • Cuentaselo a otra de Isabel Keats

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    <>, se dijo Ines clavando sus pupilas en las pupilas invertidas, pero con un grado de dilatacion identico, que el reflejo del inmenso espejo del cuarto de bano le devolvia. Mojo las manos bajo el chorro de agua fria, se lavo la cara y volvio a mirarse en el espejo, como si esperase que algo hubiera cambiado entretanto. --Es una locura, no puedo hacerlo... --le comento en voz alta a ese clon, algo palido y de ojos verdosos y asustados, que la miraba fijamente--. No, no puedo hacerlo... !Pero lo hare! Una vez tomada la decision, se seco bien el rostro con la esponjosa toalla de rizo americano y regreso al elegante dormitorio, decorado por uno de los interioristas mas conocidos de Madrid. Cogio su iPhone de la mesilla de noche y, con determinacion, marco el numero de Silvia. Un mes mas tarde, Ines sacaba la ultima caja de carton de la vieja furgoneta del hermano de Fran, el amigo hippie de Silvia, mientras rogaba a Dios que ninguno de los vecinos del inmueble se fijara en el espantoso rotulo que anunciaba la pescaderia <>. El dia en que su amiga le anuncio que un conocido suyo se ocuparia de la pequena mudanza, a Ines le parecio perfecto; bastantes cosas tenia ya en la cabeza como para tener que ocuparse tambien de esos tediosos detalles, pero cuando vio la furgoneta de marras casi se cae de espaldas. Al percatarse de su expresion horrorizada, Fran le explico con amabilidad: --Mi hermano siempre ha estado un poco salido. --La espantosa sirena que decoraba todo el lateral de la pequena Renault Kangoo le devolvio a Ines una mirada desafiante; incluso los enormes pechos desnudos que asomaban entre los ensortijados cabellos de color verde bilis parecian examinarla, amenazadores. El amigo de Silvia continuo con su explicacion, al tiempo que empezaba a meter bultos en el maletero, que olia, mas que ligeramente, a pescado--. En cuanto me percate de que era bizca de pezones, me dije a mi mismo: <>. Entonces recorde mis ultimas vacaciones en Torremolinos y cai en la cuenta de que eran las de la fresca de mi cunada. Creedme, son inconfundibles. --?De verdad tenemos que entrar ahi? --le pregunto a Silvia en un susurro desanimado; si ese vehiculo demencial era un presagio de lo que el futuro le deparaba, desde luego su porvenir no parecia muy prometedor. --Venga, Ines, no seas tiquismiquis. --Su amiga hizo un gesto de impaciencia--. A caballo regalado... Ademas, no tardaremos mucho en hacer la mudanza, lo has dejado casi todo en el guardamuebles. Asi que, resignada, Ines se metio en la furgoneta y partieron rumbo a ese destino incierto que le aguardaba. Con un grunido, dejo caer la ultima caja en el minusculo recibidor de la vivienda del portero y se derrumbo sobre el horrible sillon de brazos de madera tapizado con inmensas flores naranjas y marrones, donde ya la esperaban repanchingados Silvia y su amigo. --Nisiquiera despues de fumarme cuatro petas seguidos he conseguido ver imagenes mas psicodelicas que el estampado de este sofa. --Fran saco de una cajita un papel de liar cigarrillos y empezo a quemar una china. --!Eh, tio, ni hablar! --Ines apago la llama del mechero de un poderoso soplido --. ?Estas loco o que? ?Pretendes que huela toda la porteria a porro y que me echen antes siquiera de empezar? --Joder, Inesita, como te pones --protesto el amigo de Silvia, haciendo elsigno de la paz con dos dedos. --Para, Fran, Ines tiene razon. Si quieres fumar vete afuera, pero antes danos unas de esas cervezas que has traido, porfa. Fran sacudio sus largas rastas, resignado. Entonces se levanto, se subio la cinturilla elastica de los pantalones de estilo moruno que dejaban al aire unos espantosos calzoncillos de color gris brillante y, arrastrando los pies, fue a la cocina y saco de la vieja nevera General Electric que parecia sacada del plato de <> dos Mahou, ligeramente congeladas aun. --Tomad. --Le tendio una a cada una y, de paso, les dio tambien una bolsa de quicos gigantes--. Para que no os emborracheis, que luego vas a conducir tu, Silvie. --! Don't worry, tronco! !Gracias! En cuanto su amigo salio por la puerta, Silvia se volvio hacia Ines, quien en ese momento daba un largo trago a la cerveza helada. --?Estas segura de esto? --Hizo un expresivo gesto con la mano, abarcando todo lo que habia a su alrededor. En verdad, el piso era diminuto y oscuro. Por los pequenos tragaluces situados en lo alto de las paredes se colaba una debil claridad, pero no se podia ver la calle, y los escasos muebles eran horrendas reliquias de los anos sesenta que no aceptarian en Caritas ni regalados. --?No te gusta la decoracion vintage? --Ines alzo una ceja, inquisitiva--. Pues, hija mia, esta a la ultima. No queria admitirlo, pero quiza si que habia cometido una terrible equivocacion. Despues de todo, cualquier parecido de ese hediondo cuchitril --en el aire todavia quedaban rastros de los miles de guisotes elaborados en aquella cocina liliputiense-- con el atico duplex de La Finca que acababa de vender era pura coincidencia. De repente, cualquier deseo de bromear se evaporo por completo y, sin poder evitarlo, sus labios empezaron a temblar y esbozo un patetico puchero. Al verlo, su amiga se apresuro a decir: --Ay, Ine, no quiero ser la tipica repelente y empezar con el <> desde el minuto uno, pero ?no habria sido mucho mas sencillo pedir en tu banco el traslado a la sede de Estados Unidos o Canada? Todavia estas a tiempo; puedes olvidarte de esta locura y decirselo a tu exjefe. Eres buena en tu trabajo; a pesar de la crisis, eres la unica persona que conozco a la que no le habian bajado elsueldo, sino todo lo contrario... Habian discutido el tema mil veces y Silvia habia empleado argumentos parecidos, pero, al ver su mirada de compasion, Ines irguio la espalda, encajo las escapulas y la interrumpio con firmeza: --No, ahora no me voy a rajar. Ha sido un momento de debilidad, pero ya ha pasado, te lo prometo. Mis planes siguen adelante. He encontrado el refugio ideal para lamerme las heridas durante el ano sabatico que me he dado a mi misma y no voy a renunciar a el. Quiero ser Renee, la portera de La elegancia del erizo; ya te conte que ese libro me impacto. --Bueno, a mi tambien me impacto Laura Ingalls en <> y no voy por ahi con dos trencitas y dientes de conejo... --comento su interlocutora sin dejar de masticar el punado de quicos gigantes que acababa de meterse en la boca. --Reconoce que es el lugar ideal para desaparecer durante una temporada. ?Tu crees que a alguien se le va a ocurrir venir a buscarme a una porteria del barrio de Salamanca? Asi podre dedicarme en serio a escribir, sabes que llevo anos intentando acabar mi manuscrito. --Ines se levanto del sofa y empezo a caminar de lado a lado del pequeno salon sin parar de gesticular con las manos--. Si me hubiera ido a Estados Unidos estariamos en las mismas: trabajo diario de ocho de la manana a diez de la noche y los fines de semana ocupados paseando a mi madre, a mi hermana y a todas aquellas amigas suyas que decidieran cruzar el charco para ir de compras. Asi es imposible concentrarse.

  • Nunca fuimos heroes de Fernando Benzo

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    Gabo es un comisario de policia retirado que ha dedicado toda su carrera a la lucha contra el terrorismo. Harri es un terrorista que ha pasado los ultimos veinte anos en Colombia tras conseguir escapar de numerosos intentos de captura.
    Cuando los servicios de inteligencia espanoles descubren que Harri ha vuelto a Madrid, el comisario general de Informacion le pide a su antiguo amigo y subordinado, Gabo, que averigue extraoficialmente el motivo de su regreso. Aunque se habia prometido mantenerse alejado de su antigua vida, la vieja fijacion por detener a Harri y saldar cuentas pendientes arrastra a Gabo a iniciar una investigacion en la que se cruzara con las redes internacionales de narcotrafico, el crimen organizado, el yihadismo y el oscuro mundo de los confidentes.

  • Coleccion Romance Contemporaneo 1 de Amaya Evans

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    El hechizo de una mujer.
    Sin Ataduras.
    No me Niegues Tu Amor.
    Sueno Contigo.
    Cuatro historias de romance contemporaneo, llenas de mucha pasion.

  • La naturaleza del escorpion de G. G. Velasco

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    TODA DUDA ES UNA VERDAD A MEDIAS…

    Mientras la ciudad Estado de Aldacia se enfrenta a una insolita ola de calor y a los disturbios derivados de su primera huelga feminista, la vida de Dante Riesco, divulgador experto en psicologia positiva, confluye por accidente con la de Nora Sarafyan, una joven aquejada por un trastorno de empatia con quien pronto emprende algo similar a una relacion amorosa.

  • Matare por ti de Rafael Salcedo Ramirez

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    Peter Bobinski, aparte de leguleyo y estar casado con la hija de un magistrado del Supremo norteamericano, es lo que se dice un WASP en toda regla; o sea blanco, anglosajon y, por supuesto, protestante, quien da sensacion de emanar ese tufillo de integridad etica y moral a prueba de tentaciones mundanas, alguien a quien admirar y hasta seguir en sus decisiones prenadas de sentido comun y orientadas a preservar el bien de cuantos le rodean.

  • El elegido de Jorge Moreno

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    Pablo es joven y esta sobradamente preparado para ejercer la carrera que ha estudiado, pero esta en el paro. El reencuentro con un amigo del instituto le lleva a incorporarse a una organizacion que tiene por objeto cambiar el orden establecido y en la que esta llamado a tener un papel crucial. El lider del movimiento le reserva una mision muy importante, aunque Pablo no sabe de que se trata.
    Pero su decision absurda de abrir la puerta al sonar el timbre pondra patas arriba su existencia.

  • Reo (Trece tronos 2) de Jessica Galera Andreu

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    Una vez rota la Ley Comun, el Muro de Caronte ha quedado sellado. Los noctis ya no son bienvenidos en Luzaria y tampoco los luzaros lo son al Imperio de la Noche, pero algo sigue gestandose a uno y otro lado de la silenciosa mole de piedra, donde los secretos se destapan.

  • La terquedad de las estrellas de Lara Beli

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    Anne es timida, sonadora y un poco torpe. Trabaja de barista en un casino (o de barwoman, como le gusta decir a ella porque suena a superheroina) y espera pacientemente un amor que no llega.

  • El camino de los Dioses de Antonio Cabanas

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    La magistral escritura de Antonio Cabanas nos acerca a un momento historico unico: cuando el Antiguo Egipto sucumbe ante el empuje de un nuevo orden dispuesto a devorar a sus dioses milenarios.