• el sindrome de korsakoff libro - Alberto Fausto

    https://gigalibros.com/el-sindrome-de-korsakoff.html

    Cuando Vanessa de Laurentis, la madre del afamado escritor Hugo Esmerodes, fallece presumiblemente asesinada durante la presentacion de su ultimo libro, el caos se desata. ?Quien? ?Como? ?Por que? y ?Donde? Son preguntas que quedan en agua de borrajas, dada la complejidad del argumento.

  • El síndrome de Korsakoff : Fausto, A. - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/El-s%C3%ADndrome-Korsakoff-Fausto/dp/1477535772

    El síndrome de Korsakoff : Fausto, A.: Amazon.es: Libros.

  • El Síndrome de Korsakoff - Edición Especial 10 Aniversario

    https://www.amazon.es/El-S%C3%ADndrome-Korsakoff-Aniversario-psicol%C3%B3gico-ebook/dp/B08C5ML48W

    El Síndrome de Korsakoff - Edición Especial 10 Aniversario: Thriller psicológico eBook : Fausto, Alberto: Amazon.es: Libros.

  • EL SINDROME DE KORSAKOFF | A. FAUSTO | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-el-sindrome-de-korsakoff/9788492952519/1773788

    13 jul 2010 — Sinopsis de EL SINDROME DE KORSAKOFF. El libro se inicia con un prólogo sangriento en el que alguien trata de recordar dónde está, por qué está ...

  • OPINIONES EL SINDROME DE KORSAKOFF | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/opiniones-libro/el-sindrome-de-korsakoff/9788492952519/1773788

    Opiniones del libro EL SINDROME DE KORSAKOFF de nuestros lectores. Puedes ver valoración media, críticas y recomendaciones en Casa del Libro.

  • El Síndrome de Korsakoff by Alberto Fausto - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/19207576-el-s-ndrome-de-korsakoff

    Cuando Vanessa de Laurentis, la madre del afamado escritor Hugo Esmerodes, fallece presumiblemente asesinada durante la presentación de su último libro, el caos ...

  • El síndrome de Korsakoff | A. Fausto - Libros usados

    https://www.librousado.es/libros/el-sindrome-de-korsakoff/483991/

    LibroUsado.es - El síndrome de Korsakoff | A. Fausto | 9788492952519 | C13091. Atlantis - 426pp El libro se inicia con un prólogo sangriento en el que ...

  • El sindrome de Korsakoff de Alberto Fausto - Hola Ebook

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    El sindrome de Korsakoff libro para descargar gratis en formato epub, mobi y pdf. Baja todos los libros de Alberto Fausto para tu Kindle o cualquier lector ...

  • el síndrome de korsakoff - Librería Publics.

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    EL SÍNDROME DE KORSAKOFF. MORGADO LINARES, ALBERTO FAUSTO. 21,84 €. IVA incluido. Consulta disponibilidad. Editorial: ATLANTIS EDITORIAL; ISBN: ...

  • El síndrome de Korsakoff de A. Fausto - IberLibro.com

    https://www.iberlibro.com/s%C3%ADndrome-Korsakoff-A-Fausto-Ediciones-Atlantis/22619663340/bd

    Disponible ahora en Iberlibro.com - ISBN: 9788492952519 - Encuadernación de tapa blanda - Ediciones Atlantis - 2010 - Condición del libro: Bien - C12841.

  • Novela "El Síndrome de Korsakoff" - Colegio José Arnauda

    https://www.colegioarnauda.org/2011/05/novela-qel-sindrome-de-korsakoffq/

    11 may 2011 — El pasado mes 14 de abril, los alumnos de 4º de E.S.O recibimos la visita de Alberto Fausto. Alberto es el autor del libro que hemos leído ...

  • La anatomia de las rosas rojas de Alberto Fausto

    https://gigalibros.com/la-anatomia-de-las-rosas-rojas.html

    ?Que le ocurrio a Sarah Trelis?

  • Neandertal Cavernicola 2, Mary Ferre de Mary Ferre

    https://gigalibros.com/neandertal-cavernicola-2-mary-ferre.html

    Nancy decide volver a Chicago tras haberse refugiado en Crest Hill despues de haber vivido su primer desamor. La traicion del que era su novio le ha hecho caer en un pozo sin fondo en el que se ha destruido asi misma y necesita encontrar la fuerza suficiente para continuar viviendo. Va a enfrentarse a nuevos desafios una vez que se de cuenta que nunca ha dejado de ser observada por el que fue el hombre de su vida.

  • Dos en la tormenta de Johanna Lindsey

    https://gigalibros.com/dos-en-la-tormenta.html

  • El vestido azul de Michele Desbordes

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    Conocemos a Camille Claudel, sobre todo, como la amante del tambien escultor Auguste Rodin. Desde siempre, el papel de las mujeres que intentaron desarrollar su trabajo cerca de hombres de gran proyeccion ha sido secundario, ha sido una sombra. De este modo es como la autora de esta extraordinaria novela, Michele Desbordes, intenta rescatar a Camille de su fantasmal condicion. Recrea con una poetica libre de sentimentalismos la historia de la joven Camille, una sombra en la vida de todos, una extravagante, una exaltada, arrebatada por la vida, por el arte y por el amor que no consiguio nunca ser visible para quienes la conocieron. Un fantasma delicado, bellisimo, sutil, cuya potencia emocional la aparto enseguida de las convencionales sensibilidades que la rodeaban.

  • Tenia que pasar de David Yoon

    https://gigalibros.com/tenia-que-pasar.html

    !La fascinante novela debut de David Yoon!

  • Si te atrevieras a quererme de Lina Galan

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    Me llamo Paula, estoy divorciada (por suerte), no tenia un trabajo decente desde hacia anos (a pesar de mis estudios), no tengo pareja (ni ganas), ni tengo hijos (mi mayor pena).

  • La tumba de las ballenas de Elena Puchalt

    https://gigalibros.com/la-tumba-de-las-ballenas.html

    Novela ganadora del I Premio del Certamen Internacional de Novela Negra “Blue Bayou” organizado por Ediciones Rubeo

  • Atrapada entre tres mundos de Presen Lara

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    Tania es una nina que se cria en el seno de una familia humilde. Con el paso de los anos, descubre que no es una persona normal. Un profundo e increible poder esta creciendo en su interior, llenando su vida de preguntas, revelaciones, sufrimiento, poder, obligaciones… En este contexto, entran en juego dos seres totalmente opuestos. Uno de ellos, un angel llamado Angelo, pertenece a la luz. El otro pertenece a la noche: un vampiro llamado Fhilip. Los dos le declaran su amor y su intencion de protegerla. Mientras lucha por encontrar la felicidad entre los tres, descubre que Fartenn, un vampiro muy poderoso y temido, quiere acabar con ella. ?Conseguira matarla? ?Conseguira destruir la felicidad que por fin encuentra Tania junto a Angelo y Fhilip?

  • Las orillas del pasado de Ana E. Guevara

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    Intriga y amor se mezclan en esta novela de Ana E. Guevara.

  • Marcus (Genesis 3) de Maricela Gutierrez

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    Marcus es un hombre marcado por la tragedia, cuando la maldad llego a su vida arrasando con todo a su paso y llevandose con ella lo que el mas amaba, lo unico que le quedo fueron unas profundas cicatrices y una infinita sed de venganza. Durante siglos no ha sido mas que una sombra que se oculta bajo una apariencia hurana, pero ?que pasara cuando a su vida llegue alguien capaz de ver mas alla de sus heridas?

  • A la intemperie de Roberto Bolano

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  • La dama de la ciudad prohibida, Jesus Maeso de la Torre de Jesus Maeso De La Torre

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    Una intriga historica en el exotico mundo de las concubinas imperiales chinas.

  • Stoner de John Williams

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    John Williams ha construido un personaje solidamente humano, tan humano que cualquiera podria contemplarse en su reflejo. Stoner es una novela sobre la integridad y la renuncia; una historia que consigue que te impliques, que comprendas, que disculpes y admires en la misma medida el estoicismo y las debilidades de este profesor al que es muy probable que ya me sienta vinculada para siempre. Stoner es, sin duda, un ejemplo de para que sirve la literatura. Stoner se presenta como un canto a la dignidad de la vida, pese a sus miserias y a sus decepciones; como un himno a la belleza de los pequenos gestos; como una loa a los instantes de quietud y de paz. Su lectura reconforta tanto que obligara a los hombres y mujeres a retomar las paginas del libro en cuanto se les presente la menor ocasion. No lo tengan a mano cuando cojan el coche, o se eternizaran en los semaforos...Stoner de John Williams es algo mas que una gran novela, es una novela perfecta, bien contada y muy bien escrita, de manera conmovedora, que quita el aliento.

  • Cruzare la eternidad de Donna Kenci

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    Alejandria, ano 30 a. C. --Date prisa, muchacho. No hay tiempo que perder --me dijo en voz baja, tras descubrirme bajo las capas de mi atuendo. --?Es aqui? --interrogue a mi viejo amigo. --Si. --Se detuvo mirando hacia un lado y hacia el otro, para cerciorarse de que nadie me habia seguido--. ?Que ha pasado? ?Hemos caido otra vez? --inquirio. --Nos han vuelto a derrotar --le confirme. Echo un ultimo vistazo hacia la oscuridad de la noche, antes de dejarme paso. --?Cleopatra esta...? --Esta bien, hemos escapado --le asegure--. Vive, pero no por mucho tiempo. Esta decidida a quitarse la vida, antes de dejarse atrapar por ellos. No me hizo falta anadir nada mas, su silencio fue acompanado de un gesto de nerviosismo. Una vez en el interior, aparte de mi cabello la gruesa tela con la que me habia cubierto para no ser reconocido. Al instante, el viciado aire de la camara inundo mis fosas nasales. Olia a muerte y no pude evitar sentir una profunda desolacion. Otee la sala con dificultad, hasta que mis ojos se habituaron a la tenue luz que provenia de la abertura, justo al otro extremo de la entrada. --?Donde esta Neith? --pregunte al anciano, sin dejar de atisbar a mi alrededor. --En esa habitacion --me contesto, indicando el lugar con su mano. Al volver a mirarme, su rostro se mostro compungido--. Te dejare con ella a solas, pero no debemos esperar mucho mas o no funcionara. Asenti con la cabeza, incapaz de articular palabra. Mi cuerpo temblaba y un nudo en mi garganta me impedia tragar saliva, pero hube de armarme de valor para enfrentar a lo que me esperaba en aquel lugar. Avance despacio, con pasos titubeantes hasta llegar al umbral, entonces la vi. Yacia sobre una superficie de piedra, apenas cubierta por un fino tejido de lino. Estaba inmovil. Me aproxime para taparla mejor, sin ser consciente realmente de lo que ocurria. No podia ser cierto. No lo era. Me incline sobre su cuerpo con lentitud. Tenia los bellos ojos cerrados, rodeados por sus largas pestanas y coronados por sus perfectas cejas. No debi hacerlo, pero sin lograr reprimirme, la toque. Di un respingo al sentir la frialdad de su piel y me lleve la mano a la frente tratando de contener un lamento, aunque resulto inutil. Mis lagrimas comenzaron a brotar sin remedio, resbalando por mis mejillas. --?Por que lo has hecho? --le susurre con una mezcla de rabia y dolor--. Mi dulce y preciosa Neith. Grite para soltar toda la afliccion que me consumia por dentro, a la vez que estampaba mi puno contra la pared. --?Por que me has dejado? --Me enjugue el reguero salado que corria por mi cara--. Tan solo un dia mas y habriamos sido libres. --Solloce, mientras acariciaba su mano. Recorde su risa, su voz, su intensa mirada. Contemple sus hermosas facciones, esperando que abriera los ojos y me sonriera como tantas veces habia hecho al despertar entre mis brazos. Sin embargo, no ocurrio. ?Que le habia impulsado a quitarse la vida? Tras el anuncio de su padre que acababa de prometerla para contraer matrimonio con el tio de Cleopatra, Neith le confeso que aun seguiamos viendonos, le amenazo con escaparnos si no cejaba en su intento por casarla con aquel hombre. Pero no pudo impedir que su padre se saliera con la suya en contra de su voluntad, asi que Neith y yo decidimos fugarnos en cuanto regresara de la mision que se me habia encomendado. Una suave palmada en la espalda me saco de mis pensamientos. Me gire para encontrarme con la expresion preocupada del sacerdote sem. --Mi joven Sekani, comprendo tu dolor, pero sabes que no surtira efecto si nos demoramos mas. Esa era mi unica esperanza, asi que intente recobrar fuerzas para concentrarme en lo que tendria lugar a continuacion. Asenti con conviccion. --Adelante, comienza cuando quieras --le confirme. Sus arrugadas manos levantaron mi brazo derecho, palpando mi muneca, no sin antes observarme con gesto interrogante. --?Estas seguro, muchacho? --Sus ojos mostraban lastima--. No habra vuelta atras. Tienes que entender que no es posible saber cuantas veces regresaras de la muerte hasta encontrarla. A lo mejor tienes suerte y en tu primera reencarnacion hallas a Neith, pero ten en cuenta que si la fortuna no esta de tu lado, podrian transcurrir mas de mil anos sin que se cruce en tu camino. Suspire, totalmente convencido de lo que iba a hacer. No me importaba vivir una y otra vez durante cientos de anos, si con eso conseguia permanecer un solo dia mas junto a ella. La idea de perderla para siempre no era una opcion. --No puedo vivir sin ella --conteste. El sabio anciano supo que no cambiaria de opinion, que estaba decidido a llevar a cabo aquella locura, costara lo que costase. Meneo la cabeza con un gesto de desaprobacion, mientras repetia el movimiento que acababa de realizar conmigo. Sujeto el brazo de Neith para girar su palma hacia arriba; a continuacion extrajo de su tunica un objeto punzante, que no logre identificar y comenzo a grabar algo en su muneca, a la vez que susurraba una oracion ininteligible. Me mantuve en silencio, presenciando el extrano ritual que tenia lugar frente a mi, siguiendo cada movimiento con atencion, hasta que me di cuenta de que habia dibujado un ankh en la piel de Neith. --Ella no te reconocera --solto de improviso el sacerdote, sin levantar la vista--. Al estar muerta durante la ceremonia, una de las partes de su alma ya ha comenzado a olvidar, aunque aun no es demasiado tarde--. Se interrumpio para sondear mi expresion--. Tu si lo recordaras todo y tendras la mision de hacer que rememore su primera vida. Neith sentira el vinculo que os une, pero eso la confundira. Debes ser paciente para ganarte su confianza e impulsarla a recuperar sus recuerdos. --Lo hare --le dije con solemnidad. --Es importante que nunca le reveles su pasado --me advirtio--. Si lo haces, Neith no recobrara su memoria jamas. Tendra que hacerlo por ella misma. --Puedo ayudarla, pero no desvelarle nuestro secreto --resumi. --Asi es. El sacerdote sem se dirigio al otro extremo de la sala para limpiar los utensilios en un recipiente con agua. Acto seguido me hizo extender mi brazo para proceder a esculpir otro ankh en mi piel, repitiendo la misma invocacion entre murmullos. El simbolo de la vida eterna quedo marcado en la parte interna de mi muneca. Con cuidado, intente limpiar los restos de sangre, pero no me dio tiempo, senti un tiron en el brazo y vi como el anciano unia mi mano con la del cuerpo sin vida de Neith, quedando las dos palmas pegadas, frente a frente, al tiempo que pronunciaba unas palabras dirigidas a la diosa Isis. --Isis es la unica que puede hacerlo posible, aunque esto va en contra de nuestras creencias, pero ella nunca me ha fallado con este ritual. Funcionara --me explico. Cuando finalizo, avanzo unos pasos hasta detenerse frente a la pared y presiono un pequeno bloque de piedra que sobresalia. La sorpresa me invadio al descubrir como se abria un resquicio, revelando la entrada a una camara secreta. --?Eso es lo que creo? --pregunte con intriga. --Si, es la estancia donde han depositado todas sus pertenencias de valor --me confirmo, mientras se introducia en la oscuridad del habitaculo. Al momento regreso con un objeto en las manos--. Toma. Poseer objetos de su antigua existencia acelerara la recuperacion de sus recuerdos. --Extendio su brazo hasta dejar caer en mis manos un colgante--. Guardalo en un lugar donde nadie pueda acceder a el, para que puedas rescatarlo en el instante en que os reencontreis y se lo entregues. Mi corazon dio un vuelco al fijarme con atencion en la joya. Se trataba del amuleto que yo mismo le habia regalado, una preciosa piedra de lapislazuli, engarzada en un borde grueso de oro. Sin dudar, lo colgue de mi cuello y lo escondi bajo mi atuendo. --Asi sera --le prometi. Me palmeo el brazo para infundirme animo. --?Que pasara con Egipto ahora que hemos sido derrotados? --Cambio bruscamente la conversacion. --No lo se. El destino de Egipto esta en manos de Roma --le explique, abatido. Se llevo las manos a la boca, mientras su mirada se entristecia. Resoplo, pero se recompuso con rapidez, aclarando su garganta antes de hablar

  • La inesperada verdad sobre los animales de Lucy Cooke

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    Verdades sorprendentes, chocantes y a menudo muy divertidas sobre el reino animal, en un libro delicioso que combina rigor y humor.
    ?Lo sabemos todo sobre los animales? ?Nuestros conocimientos sobre ellos son realmente cientificos? ?O nos dejamos arrastrar por mitos, cliches y falsas verdades?
    Este libro nos desvela como proyectamos sobre los animales nuestras creencias, como les atribuimos actitudes y roles que son traslaciones de nuestra vision del mundo. Y asi, seducidos por las imagenes de un celebre documental sobre pinguinos, los convertimos en un dechado de virtudes familiares, fidelidad y responsabilidad. Entranable. Pero ?realmente son asi? Pues resulta que mas bien no...
    Y, como este, el libro tira por tierra otros muchos mitos falsos: ?de verdad son cobardes las hienas? ?Los murcielagos son aficionados al vampirismo? ?Son los buitres los malos de la pelicula? Y ademas nos ofrece un jugosisimo anecdotario que va de la costumbre de los perezosos de defecar cada ocho dias al uso cosmetico de los testiculos de castor, pasando por la fuga de hipopotamos del zoo de Pablo Escobar en Colombia, la aficion de los supuestamente timidos pandas a los trios, el peculiar ciclo reproductivo de las ranas o el desaforado apetito sexual de los pinguinos. Lucy Cooke ha escrito un delicioso ensayo de ciencias naturales, instructivo y muy divertido, que habla de los animales, de nosotros y de nuestros prejuicios y fantasias.

  • Despedida (Medianoche 3) de Claudia Gray

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    Ni siquiera el amor puede cambiar tu destino…

  • Un revolver y siete rosas (Elizabethtown 1) de Brenna Watson

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    Le dolian tanto los pies que apenas podia continuar avanzando. Desde que habian abandonado Cold Harbor, donde la Union habia sufrido una de sus mayores derrotas, se habian dirigido a Petersburg para unirse al asedio de la ciudad. Alli pretendian hacerse con el control de aquel punto estrategico y cortar las comunicaciones ferroviarias que abastecian al ejercito del general Lee. Gabriel Sinclair no recordaba cuantas horas llevaba caminando y, cuando al fin alcanzaron su destino y obtuvieron permiso para descansar, lo primero que hizo fue quitarse aquellas malditas botas. Contemplo, con una mueca de dolor, sus pies ensangrentados y los dedos casi agarrotados y deformes a fuerza de llevar un calzado dos numeros menor al que le correspondia. Al menos, penso, no iba descalzo. No hacia muchos dias que habia contemplado el cadaver de uno de aquellos confederados, que habia cubierto sus pies con pedazos de carton pintados de negro. A su lado se tendio su primo Russell. El y Mitchell Chapman, Mitch, parecian los unicos conformes con su indumentaria, el ultimo a causa de unas relucientes botas que le habia hecho llegar su padre desde Saint Louis, aunque al parecer seguia echando de menos sus zapatos Oxford. <>, se dijo, aunque sin atisbo de acritud. Mitch era un buen chico, y generoso ademas. Compartia con sus companeros casi todo lo que le hacian llegar desde casa, desde dulces a camisas nuevas. De hecho, le habia sugerido a Gabriel intercambiar con el las botas de vez en cuando, solo para que pudiera descansar los pies, pero se habia negado a aceptar. Ya era suficiente con que sufriera uno de los dos, aunque en ocasiones, como esa en concreto, se arrepentia de no haber accedido. David Cassane se sento cerca de ellos, apoyo la espalda contra un arbol y, como era su costumbre, abrio aquel cuaderno de tapas negras que siempre llevaba con el para ponerse a escribir. Gabriel admiraba su capacidad de concentracion. Era capaz de abstraerse hasta en las condiciones mas adversas. --?Que crees que escribira ahora? --pregunto Brett McFarlane con su habitual sonrisa. Se dejo caer junto a Russell, que protesto cuando lo empujo sin querer--. Si no hemos hecho otra cosa que caminar durante dias. --Seguro que esta escribiendo sobre ti --bufo Russell. --Entonces necesitara un cuaderno mas grande --bromeo Brett. Mitch habia encendido un pequeno fuego y colocado una cafetera encima. Por suerte, en ese momento disponian de agua en abundancia, aunque nunca se sabia cuanto iba a durar la buena fortuna. Gabriel aun recordaba la ultima vez que habia recogido el agua de lluvia con sus botas y habia tenido que beber de ellas antes de llenar su cantimplora. David finalizo su escritura antes de lo acostumbrado, guardo el cuaderno en el bolsillo superior de su chaqueta, y la pluma, con sus iniciales grabadas, en el macuto. --?Que creeis que hacemos aqui? --les pregunto a bocajarro. --Impedir que los confederados entren o salgan de Petersburg --respondio Mitch, que siempre parecia el mejor informado de todos. --Es decir, que esto puede alargarse durante dias. --Si, supongo. Cuando la cafetera comenzo a silbar, Mitch la retiro del fuego y sirvio cafe para todos. Gabriel nunca habia sido muy aficionado a aquella bebida tan amarga, pero era una de las pocas cosas que el ejercito distribuia con profusion. Mientras disfrutaban de aquellos minutos de descanso, observo a los hombres que lo rodeaban uno a uno. Se habian conocido en Pennsylvania, al poco de alistarse en el ejercito, y en los tres anos infernales que llevaban juntos se habian vuelto inseparables. Juntos tambien padecieron hambre y sed, un calor abrasador y un frio que a punto estuvo de llevarselos al otro lado. Se habian curado mutuamente las heridas y compartido las provisiones y, en las noches mas oscuras, se habian consolado compartiendo lagrimas y suenos. Eran los mejores amigos que un hombre podia tener, estaba convencido. Gabriel Sinclair aun no podia saber lo que les aguardaba, ni sospechar siquiera que muy pronto iban a perder a uno de ellos en la que seria conocida como una de las acciones mas sangrientas de toda la guerra: la batalla del Crater. Capitulo 1 Elizabethtown, Kansas. Octubre de 1870 El sol aun estaba alto cuando Eleanor Montgomery se bajo del tren en Elizabethtown. La estacion no era mas que un conjunto de tablas desbastadas y una pequena oficina, con los cristales tan cubiertos de polvo que era imposible apreciar si habia alguien en su interior. Un hombrecillo emergio del edificio para ocuparse de que su equipaje fuese colocado en el anden. Cuando el tren se puso en marcha de nuevo, le dedico una leve inclinacion de cabeza y regreso a su cubiculo. Eleanor recorrio con la mirada el modesto apeadero para cerciorarse de que su marido, James Montgomery, no habia acudido a recibirla. Tras casi una semana de viaje desde Richmond, Virginia, llegaba por fin a su destino, al Salvaje Oeste del que tanto habia oido hablar. Se pregunto una vez mas si habia tomado la decision acertada. Un ano antes, tras el fallecimiento de su madre, le sugirio a su esposo la idea de reunirse con el en el Oeste, pero James alego multitud de buenas razones para que no lo hiciera, y ella se plego a sus deseos. La guerra le habia arrebatado a Eleanor cuanto poseia, empezando por su padre y sus dos hermanos, y luego su plantacion de tabaco, que vio arder hasta los cimientos a manos de los yanquis. Su madre y ella se vieron obligadas a aceptar la generosidad de los Cathaway, viejos amigos de la familia, para poder sobrevivir. James Montgomery III habia sido amigo de su padre toda la vida, a pesar de ser algo mas joven, y habia aceptado la propuesta de desposar a su hija como un favor personal. Su fortuna habia sucumbido bajo el ejercito del general Ulysses S. Grant, al igual que la de Eleanor y su familia, y los habitantes del viejo Sur habian tratado de estrechar aun mas los lazos que los unian. Con veinticuatro anos ya cumplidos, Eleanor seguia soltera, y las posibilidades de encontrar un esposo apropiado se habian desvanecido con la guerra. Su padre, que se recuperaba de una herida por aquel entonces que acabaria con el meses despues, habia propuesto un matrimonio de conveniencia que fue aceptado por ambas partes. Eleanor recordo, no sin cierto rubor, su noche de bodas. James era veinte anos mayor que ella, un viudo bien parecido que resulto ser un hombre considerado y atento, en el lecho y fuera de el. Hacia anos que Eleanor habia abandonado sus suenos romanticos de juventud, y vio el matrimonio con James como la ultima oportunidad de no convertirse en una solterona. Solo un mes despues del matrimonio, el se habia mudado al Oeste en busca de fortuna, con la esperanza de regresar con dinero suficiente como para empezar de nuevo. Cinco anos llevaba Eleanor aguardando reunirse con ese hombre que era practicamente un desconocido, y se habia cansado de esperar y de aceptar todas las excusas con las que el habia argumentado esa separacion. Nada la ataba ya a su Virginia natal y su deber era estar junto a su esposo, para labrar juntos su incierto futuro. Habia empaquetado sus cosas y, el dia antes de partir, le habia enviado una carta anunciando su llegada, sin otorgarle tiempo suficiente para una replica en la que intentaria hacerle cambiar de idea. Algo habia fallado en su plan, porque James no se encontraba alli. Sintio que el jefe de estacion la observaba desde el otro lado del sucio cristal de su ventanilla. Se imagino que no debia de ser muy corriente ver a una mujer ataviada con un vestido de muselina sentada sobre un desvencijado banco, rodeada por media docena de baules y otros tantos bultos de distintos tamanos. Esa manana, en el tren, se habia esmerado en acicalarse para causar buena impresion a un marido al que apenas recordaba. La estrategia no surtiria efecto si no aparecia pronto; el aspecto saludable y lozano que pretendia aparentar se iria al traste. Decidio concederle otros veinte minutos, tiempo mas que suficiente para que el hubiese oido el silbato del tren desde cualquier punto del pueblo en el que se hallase y acudiese en su busca. Transcurrio ese tiempo, y algo mas. La espera comenzaba a ser insoportable. Tal vez James no estaba ese dia en Elizabethtown, quizas habia viajado hasta Abilene, a cuarenta y cinco millas de distancia, y habia olvidado dejar instrucciones para que alguien acudiese a recogerla. O, peor aun, tal vez su carta aun no habia llegado. Ese pensamiento le helo momentaneamente la sangre. Se aproximo a la ventanilla, dispuesta a remediar el estado de incertidumbre en el que se hallaba. --?Necesita ayuda? --le pregunto el hombrecillo desde el otro lado del cristal. --Si, por favor --le respondio, ofreciendole su mejor sonrisa--. ?Podria guardar mi equipaje en la estacion mientras voy en busca de mi esposo? --Por supuesto --contesto solicito--. Ahora mismo me ocupo de ello. Eleanor permanecio erguida, retorciendose las manos con nerviosismo mientras el hombre salia de detras del mostrador, cruzaba la puerta y se aproximaba a sus baules. Su aspecto le resultaba simpatico, un hombre pequeno y energico, que caminaba dando saltitos y cuyos ojos, de un azul desvaido, se movian al mismo ritmo bajo la montura de sus lentes. --?Se le ofrece algo mas? --le pregunto, al ver que ella no se movia del sitio. --Le agradeceria mucho si pudiera orientarme. Acabo de llegar y aun no conozco el pueblo. --Me he dado cuenta de ello. --Le sonrio con amabilidad--. Permitame que me presente. Soy Matt Perkins, el jefe de estacion --le dijo, e inclino ligeramente la cabeza al tiempo que sus pulgares se enganchaban de los tirantes que sostenian sus pantalones--. Este es un lugar pequeno, y aqui nos conocemos todos. ?Que necesita saber? --?Podria indicarme como llegar al negocio de James Montgomery? --Le dedico su mejor sonrisa. --Crei que habia dicho que iba en busca de su esposo --contesto el hombre mientras la miraba con cierta suspicacia. --El senor Montgomery es mi marido --aclaro ella, irguiendose ante lo que parecia una inexplicable mirada de reproche. --!Que me aspen! ?Habla usted en serio? --Perkins la observo de arriba abajo, con las cejas ligeramente alzadas y la boca formando una extrana mueca que no supo interpretar. --Desde luego que si --contesto de forma rotunda, atonita ante la falta de modales de su interlocutor--. ?Como se atreve a dudarlo? --Disculpeme, senora, no era mi intencion ofenderla --le respondio con un tono mucho mas suave--. Es solo que no sabia que tuviera esposa… --Le escribi diciendole que venia, pero, como puede ver, no ha acudido a recibirme. Tal vez mi carta no llegara a tiempo --dijo con una voz apenas audible, mientras se recriminaba el proporcionar tanta informacion a un desconocido. De repente, el hombre parecio a punto de sufrir una apoplejia. Se saco un arrugado panuelo del bolsillo y se seco la frente, sin dejar de observarla durante todo el proceso. Luego se coloco las manos sobre los rinones, como si se estuviese preparando para pronunciar un discurso. Cuando volvio a meterlas en los bolsillos y a hundir los hombros, la que estaba a punto de sufrir la apoplejia era Eleanor. --Creo que sera mejor que se siente --le dijo al fin, indicandole el mismo banco que acababa de abandonar. --!Pero si acabo de levantarme! --Lo se, lo se, pero sera lo mejor --le aseguro con un expresivo gesto de las manos en direccion al descascarillado asiento. --?Que ocurre? !Me esta usted incomodando! --Oh, creame que lo lamento, de verdad que si. ?Quiere usted tomar un vaso de agua? --?Un vaso de agua? --Eleanor no salia de su asombro. --Si, claro, que estupidez --contesto Perkins sin mirarla, como si hablara consigo mismo--. Mejor un whisky, ?no? --?Un whisky? ?Pero se puede saber que ocurre? ?Donde esta mi marido? --Las sospechas se acumulaban en el aire como un remolino de polvo--. ?Le ha sucedido algo? La pausa fue tan elocuente que Eleanor cayo desmadejada sobre el banco. --Es eso, ?verdad? --pregunto con un hilo de voz, lamentando no haber aceptado ese vaso de agua. --Me temo que si, senora --balbuceo el hombrecillo--. Creame que siento ser yo quien le comunique la noticia, pero su marido… bueno, su marido ya no esta entre nosotros. --?Mi marido ha… muerto? --Eleanor sentia como si el mundo se hubiese puesto a dar vueltas a su alrededor. --Eso es, senora, exactamente --respondio Perkins, visiblemente aliviado. --?Como? ?Cuando? --balbuceo ella al cabo de una larga pausa. --Sufrio un ataque el domingo, y el medico no pudo hacer nada por el. Dijo que le habia fallado el corazon, asi, de repente. Fue enterrado hace dos dias. Lo siento mucho. Muerto. James habia muerto. Eleanor aguardo a experimentar el aguijonazo de dolor que ya le resultaba familiar, pero, para su sorpresa, no se produjo. Un latido sordo en el interior del pecho, producto mas del asombro que de la angustia, fue la unica senal que se dejo sentir. No era una reaccion inapropiada, se dijo a si misma, teniendo en cuenta que apenas se conocian. Pero era una desgracia. Aun era un hombre joven y era su marido. ?Como habia podido suceder algo tan terrible? ?Que iba a ser de ella ahora? Mientras esos pensamientos cruzaban por su mente, no era consciente de que el jefe de estacion observaba consternado los dos lagrimones que se deslizaban por sus mejillas. --?Quiere que vaya a buscar a alguien? --le pregunto transcurridos unos minutos. Eleanor emergio de su catarsis y observo al hombre, al que le parecia ver por primera vez. Su rostro angosto y veteado de arrugas, enmarcando esos ojillos vivaces de un azul traslucido que ahora parecian ligeramente empanados, las cejas tupidas y aun oscuras, el escaso cabello que ya empezaba a clarear… Su cara ahora amable la contemplaba con cierta preocupacion, que le parecio normal dadas las circunstancias. --No, gracias. No conozco a nadie en el pueblo --contesto mientras intentaba recuperar la compostura. --Podria avisar al reverendo Spencer. O al medico. ?Necesita usted sus sales? --?Mis sales? --inquirio con cierta perplejidad. --Si, ?no las necesitara? ?Y si se desmaya? ?No es eso lo que se utiliza cuando una mujer pierde el conocimiento? --No se inquiete. Estoy practicamente segura de que no voy a desmayarme --respondio, no del todo segura de sus palabras. El cansancio de los ultimos dias parecio abatirse sobre ella. Perkins asintio, aunque no parecio muy convencido con la respuesta. La vio fruncir el ceno y morderse el labio inferior, como si anduviera perdida en profundas cavilaciones, lo que no era de extranar. --?Podria usted indicarme ahora como llegar a la casa de mi marido? --pregunto al fin, clavando en el unos ojos de color miel que de repente parecian demasiado grandes para aquel rostro tan delicado--. Creo que sera lo mas apropiado. --Oh, bueno, vera… yo creo que estara mejor donde la viuda Dupre. Tiene una casa de huespedes y seguro que la acogera con mucho gusto, hasta que se sienta con fuerzas. --Es muy amable, pero creo que sera mas conveniente que me aloje en mi propia vivienda. --Si, por supuesto, pero… en fin… no se como… --Perkins se miraba los pies mientras trataba de encontrar las palabras apropiadas, para mayor consternacion de Eleanor--. Su marido no tenia una casa propiamente dicha. --?Donde vivia entonces? --inquirio, preguntandose que mas desagradables sorpresas la aguardaban--. ?En un hotel, quizas? --Oh, no, no, senora. James Montgomery tenia una buena propiedad --aclaro. --Senor Perkins, ?donde vivia mi marido? --Encima de su local, senora, en una especie de apartamento que se hizo construir a su gusto. Eleanor asintio, aprobando la idea de James de aprovechar el negocio tambien como vivienda, un modo de ahorrar un dinero que pensaba invertir en Virginia a su regreso. --?Y sabe usted donde esta? --pregunto con suavidad. --Por supuesto que si, senora --respondio con desparpajo, como si le ofendiera la idea de no saber donde se encontraba el lugar--. En la calle principal, justo pasada la barberia de Cooper, gire a la izquierda y se dara de bruces con el. --Muchas gracias, senor Perkins. --Le sonrio con dulzura mientras se incorporaba--. ?Me guardara el equipaje hasta que pueda hacer que alguien venga a buscarlo? --No pensara ir alli ahora, ?verdad? --Me temo que no tengo otra opcion. No puedo quedarme aqui indefinidamente, ?no le parece? --No, claro. Pero ya le he dicho que la viuda Dupre estara encantada de acogerla. Es una mujer muy amable, y su cocina es estupenda. --Gracias, lo tendre en cuenta. Ha sido usted muy considerado, senor Perkins, y se lo agradezco mucho. Espero que volvamos a vernos pronto. Eleanor se sacudio el vestido, irguio la espalda y, tras despedirse con un leve y estudiado gesto, cruzo la estacion y salio por el lado que daba al pueblo, que se arracimaba a escasa distancia. Elizabethtown habia crecido alrededor de una calle principal y se habia extendido hacia ambos lados mediante una serie de calles mas estrechas, formando una cuadricula. Eleanor sabia por las cartas de James que el ganado procedente de las propiedades situadas al sur bordeaba el pueblo una vez al ano, con destino a los corrales situados al otro lado de las vias, para ser posteriormente subido a los vagones y transportado hasta las fabricas del Este. Mientras recorria la arteria principal, apenas era consciente de las miradas curiosas de las personas con las que se cruzaba. Las visitas femeninas no eran muy frecuentes en un pueblo que vivia casi exclusivamente del ganado de los ranchos vecinos y de algunas manadas que llegaban desde Texas. Y menos visitas tan elegantemente ataviadas como aquella mujer, cuyo vestido de muselina amarillo palido destacaba como una flor en un prado. La gracia con la que caminaba, sosteniendo con elegancia su sombrilla y balanceando suavemente su ridiculo, atrajo mas de una mirada. Eleanor paso frente a varios negocios y viviendas sin fijarse en nada, buscando con la mirada la columna bicolor que anunciara la barberia del pueblo. Su mente solo registro que el pueblo no parecia demasiado grande, que las construcciones eran solidas y que hacia mucho calor. Los tacones de sus botines resonaban sobre el entarimado de madera con una cadencia ritmica, mientras iba inclinando la cabeza de forma mecanica ante todo aquel que se cruzaba en su camino. Se sentia tan aturdida y cansada que temia detenerse antes de llegar a su destino y echarse a llorar en mitad de la calle, algo que una senorita no debia hacer jamas. Su educacion y sus modales eran lo unico que poseia en esos momentos, y trataba de aferrarse a ellos como a una tabla de salvacion en medio de un naufragio. Se permitiria derrumbarse y llorar solo cuando se encontrase en el interior de su nuevo hogar, sin testigos.

  • Tiempos de Swing de Zadie Smith

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    Desde su impactante y exitoso debut literario con Dientes blancos, la narrativa de Zadie Smith se ha caracterizado por afrontar de lleno y con gran calado las facetas mas relevantes que conforman las relaciones humanas. Surgidos de un mosaico de lenguas, costumbres y colores de piel, sus personajes desarrollan sus vidas entre la incierta busqueda de una identidad que les ofrezca un centro de gravedad reconocible y la fuerza vital que les otorga precisamente la heterogeneidad de su origen. En esta quinta novela --Finalista del National Book Critics Circle Award e incluida en la lista de bestsellers de The New York Times--, la escritora londinense vuelve a exhibir sus dotes para radiografiar el presente con asombrosas dosis de lucidez, humor y sensibilidad. Hijas de matrimonios mixtos, Tracey y la narradora se conocen desde la infancia, son amigas intimas y comparten el sueno de llegar a ser algun dia bailarinas. Sin embargo, su entorno familiar tiende a separarlas: el padre de Tracey esta en prision y su madre la colma de regalos y caprichos, mientras que en casa de la narradora se valoran el esfuerzo y la superacion personales, urgida por una madre estricta y solicita. Asi pues, a medida que las dos chicas emprenden sus propios caminos,las sutiles diferencias de clase y raza van minando todos los vinculos de confianza y lealtad forjados en la ninez. Con la vibrante efervescencia de una coreografia, Tiempos de swing es un retrato vivo de una amistad compleja y verdadera. La historia recorre los multiples desafios del mundo contemporaneo, a veces dramaticos y otras comicos, ilustrando el pulso permanente entre nuestras aspiraciones individuales y las normas que rigen la vida en comun.

  • Amor en juego de Liliana Diaz

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    Enrollarme en algo amoroso no era lo mio. Las cosas de una noche son siempre mas faciles para mi. Soy una mujer practica y enfocada en mi trabajo, por eso no tengo tiempo para enamorarme.
    Y cuando me presentaron el caso de este jugador de futboll que no sabia mantener sus asuntos en reserva y saltaba de cama en cama, lo entendi. Esto seria mas facil de lo pensado. Simplemente le debia ensenar como hacer las cosas.
    Que fuera un atractivo cliente no era complejo de manejar, yo me regia por una ley: Los clientes estan fuera de la liga.
    Sin embargo trabajar con el me hace ver otra faceta de su caracter, una que me intriga y me hace sentir cosas que nunca antes experimente.

  • Tras el recuerdo (eLit 2) de Julie Elizabeth Leto

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  • Vuelves loco mi corazon de Sophie Saint Rose

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    Es una broma? --Robert Callaghan Tercero miraba a su socio con sus ojos grises refulgiendo de furia. --?Desde cuando soy una ninera? --No lo veas de esa manera, Rob. Es muy simple. Queremos ese contrato y Cristian Tanner necesita un favor. ?Que hay de malo en ello? --?Me estas diciendo que para que Tanner nos conceda ese contrato, tenemos que dar trabajo a su hija en nuestra empresa? ?Desde cuando las ninas ricas trabajan de secretarias? --Le miro con desconfianza. --!Ese quiere endilgarmela! Larry se echo a reir. --Que no. Que por lo visto les ensena a sus hijos como ser independientes y autosuficientes. Como el empezo desde abajo... Y no quiere hacerlo en su empresa, porque considerarian que los favorece. --!Es que los favorece, joder! !La esta enchufando en nuestra empresa! --No la esta enchufando. Consideralo parte del contrato. Como una clausula mas. --?Y por que tiene que trabajar para mi? --Una rubia, que estaba buenisima, paso a su lado y perdio el hilo de la conversacion, girandose para mirarle el trasero, que era digno de ver con aquel vestido negro ajustado. Su amigo chasqueo los dedos ante sus ojos y divertido se giro en el taburete para mirarle. Bebio de su cerveza. --?Que? Que tu estes fuera del mercado, no significa que el resto seamos eunucos. --Centrate. Hablo en serio. Necesitamos a Tanner. Rob levanto el brazo para llamar al camarero, que recorrio la barra a toda prisa. --Dos cervezas. --Que sea la ultima. Clare me espera. Miro a su amigo, que hacia tres meses que se habia casado, y decidio no meterse con el por tener que llegar a casa a su hora como si fuera un corderito. --Vamos a ver, no pienso despedir a Terry, porque una nina rica quiera jugar a ser responsable. !Es una secretaria estupenda y tiene casi sesenta anos! --No pensaba despedir a Terry. !Y tu tambien eres un nino rico! --No es cierto. !Mi padre tiene el dinero, pero nosotros hemos levantado la empresa de la nada y sin su ayuda! --siseo furioso con ese tema. Larry se echo a reir al ver que se pasaba una mano por su cabello rubio, porque le exasperaba ese tema. --Eres muy sensible respecto a tu padre. --Sera porque me pone de los nervios. El Segundo todavia me ha llamado hoy para que fuera a una reunion de accionistas. Como si hubiera ido a alguna. --No le piensas perdonar que no te pagara la carrera. --?Me ves a mi de abogado? Cuando le dije que queria estudiar ingenieria, puso el grito en el cielo y me echo de casa. Se puede meter sus acciones por donde le quepan --dijo antes de beber media cerveza. Larry decidio cambiar de tema. --Sobre el contrato... --Trabajara para ti. Yo tengo demasiado que hacer para... --Ni hablar. Yo he llevado las conversaciones con su padre. Te toca a ti cargar con este marron. --?Durante cuanto tiempo? --Cuando compruebe los buenos que son nuestros motores, me importara un pepino que la eches a la calle. Pero mientras tanto, tienes una nueva ayudante. --?Ayudante? --Como es nueva y no tiene ni idea de que va nuestra empresa, creo que el mejor puesto para ella. Rob le miro con malicia. -- Una ayudante. Puedo ordenarle lo que me de la gana, ?verdad? Larry se echo a reir. --Lo que quieras. De eso se trata. ?A que ahora no ves tan mal tener una esclava para ti solo? --Eres un amigo. --Pero no te distraigas, que quiero que trabajes en la nueva propulsion. --Tranquilo. Eso esta casi listo. --Miro de reojo a la del vestido negro. --?Y esta buena? --Ah, no. Por ahi no vayas, que como acabemos mal con Tanner, nos dara mala fama. --!Solo he preguntado si esta buena! --!Como si es la mismisima Elizabeth Taylor! Te lo advierto, no la cagues --dijo fulminandolo con sus ojos castanos--. Hablo en serio. Esto son negocios. Rob asintio. --Tranquilo. Puteare a la princesita, pero no me la tirare.

  • Desde la otra Orilla de Patricia Alcantud Obregon

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    ?Hasta donde llegarias por amor? ?Y por desamor? ?Cual es el limite que indica que ha llegado el momento de decir adios?
    Todo eso se pregunta Irene, sin poder encontrar las respuestas. Ella, una chica joven como cualquier otra, vive sumida en una rutina que, poco a poco, esta acabando con su ilusion. A pesar de llevar anos viviendo con su pareja, no consigue sentir esa palabra que muchos llaman felicidad.
    Ella es consciente de que el refran que tantas veces ha escuchado: No hay mayor soledad que la que se siente aun teniendo compania, es cierto; por eso sabe que ha llegado el momento de dar un giro a su vida y romper con todo lo que conocia hasta entonces.
    Irene se siente sola, incompleta y perdida en este mundo que no se detiene nunca. hasta que conoce a Dani. Por destino o por casualidad, este chico moreno de ojos oscuros llega a su vida justo cuando mas lo necesita. Asi, sin esperarlo, casi sin darse cuenta, se va enamorando como nunca antes lo habia hecho. Pero. siempre hay un pero; y esta vez ese pero es que a Dani y a ella los separan muchos kilometros de distancia.
    ?Podra su amor salvar esa barrera? ?Es conveniente abandonar el pasado y lanzarse a vivir un futuro incierto? ?Sera capaz de dejar todo atras y arriesgarse a vivir el verdadero amor, por mucho que este duela?
    Eso. solo lo descubriras leyendo esta historia.

  • Matar al millonario (Cuentos largos de cafe 2) de Jorge Sacha

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    ?Que es lo que hace una recien graduada en historia del arte en su viaje de fin de curso a Florencia? Lo que haria cualquier turista: asesinar a un italiano septuagenario y millonario. Pero si le anadimos que la asesina se enamora locamente de el, y que aun asi lo mata, la cosa cambia. Libro de cuentos que tratan tematicas de rabiosa actualidad, como los idilios con los muertos, la apreciacion del arte moderno, la inhumacion de basura en el jardin y la miniaturizacion humana.

  • Cosas que escribiste sobre el fuego de Clara Cortes Martin

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    Ignasi y Maria estaban destinados a despedirse desde el principio. Cuando Maria llega al instituto, todo el mundo conoce su historia: su madre se encuentra en coma en el hospital tras recibir una brutal paliza. Pero el pasado oscuro que acompana a Maria no logra ensombrecer su paso y, en poco tiempo, se convierte en el centro de todos los circulos. Sus sonrisas y ocurrencias la hacen brillar entre la multitud. Ignasi lleva anos en el mismo instituto y si algo lo define es su capacidad para pasar desapercibido. Nadie repara en el, salvo sus dos amigos de toda la vida. El silencio es su escondite y lo conoce muy bien. Por eso enseguida se da cuenta de que, tras las risas y cumplidos de Maria, hay alguien que calla un secreto. Cuando los caminos de Maria e Ignasi se cruzan, sus vidas se complican. Y es que, si te une el silencio, el equilibrio se rompe cuando se empieza a oir la verdad…

  • La vida cotidiana en el antiguo Egipto de Jose Miguel Parra

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    Soldados, esclavos, sacerdotes, reinas, madres, estudiantes, embalsamadores, criminales? la sociedad egipcia era un mosaico complejo de hombres, mujeres y ninos. El dia a dia a orillas del rio era un ciclo en el que se relacionaban un monton de piezas que de algun modo encajaban las unas con las otras, manteniendo en pie la estructura social de aquellos que vivian bajo la atenta mirada del dios Amon Ra.

  • La estrategia del Diablo de Armando Cuevas Calderon

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    El robo de un objeto legendario, un extrano asesinato, un misterioso experto en antiguedades y una policia de homicidios atormentada por su pasado se entremezclaran en este perturbador thriller policiaco.
    Enfrentada a una investigacion repleta de mitos y secretos, la inspectora Elena Valdeon debera sumergirse en el oscuro mundo de las sectas satanicas, y seguir las pistas dejadas por un crimen atroz cometido hace casi dos mil anos, si desea resolver el caso mas inquietante y peligroso de toda su carrera.

  • Herramientas para la gestion de calidad de Hector Santiago

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    Una de las tareas habituales de los equipos de trabajo en el ambito de la gestion de la calidad es la resolucion de problemas y planificacion de las acciones de mejora que seran necesarias para eliminar dichos problemas y sus causas.
    Por tanto, contar con un buen numero de herramientas de gestion y planificacion es un apoyo inestimable a departamentos de diseno y fabricacion en el proceso de analizar problemas, obtener y analizar datos, identificar oportunidades de mejora y poner en marcha planes y programas eficaces y eficientes.

  • Nunca me dejes de amar de Kris Buendia

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    ?Quien puede empezar a amar de nuevo cuando lo ha perdido todo?
    Ellie Roth esta atrapada en un amor del pasado y una relacion abusiva en el presente, la decision no es tan dificil de tomar, mas si ese amor del pasado regresa y no precisamente a continuar algo que nunca comenzo. sino a hacerla sufrir mas de lo que ya ha sufrido.

  • Habana Requiem de Vladimir Hernandez

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    Del ganador del Premio L’H Confidencial, nos llega Habana requiem, un thriller policiaco que nos arrastra por las calles de la Habana Vieja.

  • El Diario de un Sueno de Moises Gaviria Piedrahita

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    Luego de que su borrador se publicara en librerias digitales y se convirtiera en un exito, el libro El Diario de un Sueno vuelve en su primera edicion, con una entrega completamente revisada, ofreciendo un nuevo final que se construye durante toda la nueva narracion.

  • Los muertos no saben nadar de Ana Lena Rivera

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    Estimado lector: Las dos novelas anteriores de Ana Lena Rivera, Lo que callan los muertos y Un asesino en tu sombra, tuvieron muy buena acogida, por lo que estamos muy contentos de poder presentarte Los muertos no saben nadar. En esta tercera entrega volvemos a encontrarnos con la investigadora de fraudes Gracia San Sebastian, que ahora trabaja para la policia. La novela arranca en Gijon, en la playa de San Lorenzo, cuando a mediados del mes de diciembre un nino encuentra el brazo amputado de un hombre. A partir de ese hallazgo, todo es vertiginoso: la extremidad amputada pertenece al director financiero de una empresa de inversiones que en esos momentos esta siendo investigada por Gracia San Sebastian. La entidad, sospechosa de ser la tapadera de estafas a gran escala, es originaria de Rumania y posee ramificaciones por toda Europa, sobre todo en los paises del este con un sector inmobiliario emergente, como Moldavia o Bulgaria. Ademas, tiene conexion directa con un asesor fiscal de Gijon y su familia, que llevan un tren de vida muy por encima de sus posibilidades y tienen mas de un secreto que ocultar. Te reencontraras con la protagonista, Gracia, que esta intentando dejar atras el pasado para empezar una nueva relacion de pareja. Mientras, su exmarido continua velando por sus propios intereses, y su madre, Adela, sigue haciendo de las suyas. Una mafia rumana que opera con absoluta falta de escrupulos, la ciudad de Oviedo en plena preparacion de las fiestas navidenas y el comisario Miralles con su desesperada lucha contra el sobrepeso, son los ingredientes de una novela que no defraudara a ningun lector. ?A que esperas para empezar a leerla? Estoy segura de que te encantara. La editora A los que viven la vida en presente porque no saben si habra un manana Sabado, 7 de diciembre de 2019. 10:00. Playa de San Lorenzo. Gijon --!MIRA, PAPA! MIRA lo que he encontrado. --?Que es eso, Isma? --pregunto el hombre extranado al ver a su hijo acercarse con lo que parecia la mano de un maniqui viejo y sucio. El horror que sintio cuando el pequeno le entrego su recien encontrado tesoro le persiguio durante varios dias. Los momentos siguientes se fijaron de manera caotica en su memoria: como arrojo el brazo putrefacto de una patada lejos de su hijo, los ojos llorosos de este ante la reaccion de su padre, la confusa llamada a emergencias, la carrera desenfrenada y torpe por la arena con el nino en brazos, la cara de los agentes cuando les explico que habia dejado un brazo humano en la playa, el traslado a comisaria para tomarles declaracion despues de examinar el brazo y de permitirles recoger su pelota abandonada. A Ismael, en cambio, la visita a la comisaria con todos aquellos policias alrededor le compenso con creces la perdida de su hallazgo. Los agentes se interesaban en su historia, tuvo que repetirla varias veces, hasta le dieron gominolas y un batido de chocolate. Su padre le permitio tomarselo todo y le prometio llevarle esa tarde a darle la carta a Papa Noel. Fue uno de los dias mas geniales de su vida. --Entonces --quiso confirmar el agente de policia con el pequeno Ismael--, ?no encontraste el brazo en la orilla? --No, estaba escondido en mi agujero del muro. Siempre dejo alli las conchas que cojo. --?Cuando fue la ultima vez que dejaste conchas en tu agujero del muro? --El ultimo domingo que estuve con papa. Si hace bueno bajamos a jugar al futbol a la playa. --?Y eso cuando fue exactamente? --pregunto el policia mirando al adulto. --Hace dos semanas --respondio Julio, el padre de Ismael--. Mi mujer y yo estamos divorciados, paso con Isma un fin de semana de cada dos. Si no llueve y hay marea baja nos gusta jugar al futbol en la arena. Ismael tiene la ilusion de que le fiche el Real Madrid, ?sabe usted? Esta en la escuela de futbol del Sporting. --?Donde estaba usted cuando su hijo encontro el brazo? --Le estaba esperando en la zona humeda. Si la arena esta seca no se puede jugar bien. Isma fue a revisar el agujero del muro. Le gusta recoger conchas y meterlas dentro. Siempre que bajamos, comprueba si todavia estan alli. A veces las encuentra y otras no. Despues de hacerles algunas preguntas de rutina y tomarles los datos los dejaron ir, no sin antes dar las gracias a Ismael y nombrarle miembro honorifico de la policia de Gijon en una ceremonia improvisada que hizo las delicias del nino. <>, penso Julio cuando iban para casa. Todavia sentia el estomago un poco revuelto. 1 Sabado, 7 de diciembre de 2019. 21:00 MARIO MENENDEZ TAPIA, jefe de policia del Principado, encendio un puro sentado en el sillon orejero de su salon y miro a los turistas que caminaban por la calle, en pleno casco historico de Oviedo, en busca de un restaurante para cenar. Menendez fumaba de tanto en tanto, resto de un habito que intento asumir como propio cuando los hombres muy hombres fumaban, y mas si eran tipos duros como los policias. De aquella no llego a conseguir que el tabaco le enganchara del todo. En cambio, cuando llego el momento en el que las fotos de pulmones podridos por la nicotina sustituyeron a las del vaquero de Marlboro, el habito no arraigado se nego a abandonarle. El cerebro humano, como la vida, era caprichoso. Mario era un hombre de principios, satisfecho con su trabajo, a pesar de los treinta anos que llevaba dedicado al Cuerpo de Policia, y firme creyente de que la labor policial era vital para la sociedad. Policias, medicos y profesores eran, en su opinion, los pilares basicos de la humanidad, los que conseguian que la sociedad siguiera funcionando y que el mundo fuera cada dia mejor. Con semejante vision de la vida y de su profesion, recuperaba en los integrantes del cuerpo la ilusion infantil que los habia llevado a ser policias. Sin familia directa, y sin mas aficiones que cantar en el Coro Vetusta, con el que incluso habia grabado un disco, dedicaba muchas horas al trabajo y exigia lo mismo a sus equipos.

  • La Senorita Hadeline de Lore Valdy

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    Inspirada en el futuro ano 2086 donde la hermosa senorita Hadeline, ha vivido en la isla fantasma conocida como Keltoi, alejada del mundo tecnologico y bajo las antiguas costumbres de la era victoriana, rococo, comportandose y vistiendose como toda una damisela recatada. Pronto su vida dara un cambio radical al enfrentarse a un nuevo mundo, en donde la tecnologia le hara pasar los peores momentos de su vida, descubriendo un sentimiento mas fuerte que se apoderara de su ser.

  • La luz que perdimos de Jill Santopolo

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    Una historia de amor para el siglo XXI.

  • El cojo y el loco de Jaime Bayly

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    El cojo no nacio cojo. Nacio jodido, pero eso no lo sabian sus padres ni, por supuesto, el mismo. No nacio jodido porque sus padres fuesen pobres o no lo quisieran; sus padres tenian dinero y lo esperaban con amor. Nacio jodido porque su destino era el de ser cojo, cojo desde nino, y que sus padres se avergonzaran de el y lo escondieran de sus amigos y lo trataran como a un apestado. Eso, tener una pierna mas corta que la otra y ser un indeseable en su propia familia, le jodio la vida. Pero cuando nacio todo era felicidad porque era el hijo mayor, el que llevaba el nombre de su padre, y porque era robusto, rollizo y varon, como sus padres deseaban, y porque lucia saludable y apuesto, a pesar de que sus padres no eran precisamente guapos. Su padre, don Bobby, era alto, flaco, enjuto, el gesto adusto, la mirada severa, la flema britanica, la disciplina de hierro para hacer dinero en esa ciudad sudamericana, Lima, a la que habia emigrado desde Dublin. Su madre, dona Vivian, de origen chileno, era baja y gordita, y tenia debilidad por el trago y los juegos de naipes. Se habian conocido en el casino de Valparaiso y poco despues se habian casado en una iglesia de Lima. Al cojo le llamaron Bobby porque asi se llamaba su padre irlandes y asi se habia llamado su abuelo irlandes. Le decian Bobby o Bobby the Third o Bob. Su padre le hablaba en ingles y su madre en un espanol suavizado por la dulce musicalidad del acento chileno. El cojo fue un nino querido y feliz los primeros ocho anos de su vida, es decir, los anos en que no fue cojo. Fue querido desmesuradamente por su madre, que lo colmaba de regalos y dulces y lo llevaba a los parques de diversiones y le hacia las mas esplendidas fiestas de cumpleanos, y fue querido con el rigor y la severidad que se esperaban de su padre irlandes, que entendia que el carino excesivo podia ablandar el caracter de su hijo mayor y convertirlo en un pusilanime, en un sujeto apocado y abulico, como le parecia la mayor parte de los peruanos, cuyo pais habia elegido para vivir y en el que habia prosperado rapidamente en el negocio de la venta de neumaticos y luego en el de la venta de autos. De esos primeros ocho anos felices de su vida, el cojo no solia acordarse de nada porque a menudo los recuerdos felices son los que mas facilmente se difuminan. Pero hay abundante constancia grafica del amor que sus padres prodigaron al cojo en los anos en que fue normal, en que no cojeaba. Era un nino mofletudo, moreno de tanto ir a la playa, de anchas espaldas y piernas de futbolista, con la contextura de un boxeador en miniatura. En el colegio se hacia respetar porque era bueno dando trompadas y patadas y porque le gustaba pelearse aunque la cosa no fuese con el, solo por el puro gusto de repartir punetes y escupitajos y mentarle la madre a alguien. En esto el cojo, que todavia no era cojo, parecia haber heredado el caracter agrio de su padre, que era un jefe implacable, despiadado, que llegaba a la fabrica de neumaticos a las seis de la manana y se paraba en la puerta para tomar nota de los empleados que llegasen cinco o diez minutos tarde, a los que les descontaba el sueldo por la tardanza, sin escuchar siquiera sus disculpas o explicaciones. Era un jefe temido y respetado, pero tambien odiado, y mas de uno de sus empleados penso alguna vez secuestrarlo o matarlo para vengar las humillaciones a las que los sometia ese irlandes espigado y de bigote, con cara de mala leche. El cojo era un alumno mediocre. No sacaba buenas notas. No hacia las tareas ni tenia buena memoria ni se aplicaba en las clases y por eso su padre lo renia severamente. Pero su madre lo consolaba, le regalaba chocolates y galletas importados, le decia que las notas no eran tan importantes, que lo unico importante era que fuese un chico sano y feliz. Sano y feliz fue durante ocho anos, pero luego se enfermo y ya no fue sano ni feliz el resto de su vida. Enfermo de un mal llamado osteomielitis, que no era precisamente polio pero se le parecia, y que le carcomio ocho centimetros de la pierna derecha. Sus padres lo llevaron a los mejores medicos de la ciudad, hicieron todo lo posible por curarlo, pero todos los tratamientos fueron en vano. El cojo tenia una pierna mas larga que la otra y era probable que la pierna corta se le siguiera achicando. Por eso lo subieron a un avion y lo llevaron a una clinica en Baltimore, donde lo sometieron a un tratamiento que al menos impidio que el hueso danado siguiera encogiendose. Su padre queria que lo dejaran normal, que saliera del hospital de Baltimore con las dos piernas del mismo tamano, sin ser cojo para toda la vida. Pero los medicos le explicaron que eso era imposible, que el hueso se habia empequenecido y ya no habia forma de hacerlo crecer. --Entonces cortenle la otra pierna --dijo el viejo Bobby, sin titubear--. Mochenle ocho centimetros de la pierna izquierda. Asi me lo emparejan y me lo regreso a Lima mas chato, pero como un chico normal. Los medicos se negaron a amputar parte de la pierna sana del cojo. Su madre se indigno tanto con la sugerencia de don Bobby, que le dio una bofetada y le dijo en ingles que era un borracho hijo de puta, y se lo dijo en presencia de los medicos, que se hicieron los distraidos. --Si Dios nos ha mandado a un hijo cojo, lo trataremos con amor --dijo dona Vivian, los ojos acuosos por la emocion y por los whiskys que se habia echado para mitigar la emocion. --El problema es que ademas de cojo pinta para cojudo --sentencio don Bobby, y por suerte el cojo no lo escucho, porque estaba dormido, anestesiado. Cuando regresaron a Lima, todo cambio. Don Bobby dispuso que construyeran una habitacion con bano al fondo del jardin, donde dormiria su hijo el cojo, acompanado siempre de una empleada domestica. El cojo no entendio por que no podia seguir durmiendo en su cuarto, por que lo mandaban a dormir a esa casita al fondo del jardin, lejos de todos. Ya don Bobby y dona Vivian habian tenido dos hijos mas, de cuatro y dos anos, a los que llamaron Charles y Peter. En los dos anos siguientes al descubrimiento de la enfermedad del cojo tuvieron dos hijos mas, Vivian e Ian, con una premura que solo podia entenderse por la verguenza que sentian de su hijo cojo y la necesidad de tener mas hijos que caminasen normalmente. Cuando el cojo cumplio doce anos, ya era un nino jodido, acomplejado, lleno de rencor contra sus padres. Porque no lo dejaban participar de las fiestas, de las comidas, de los cumpleanos de sus hermanos. Porque lo habian sacado del colegio y le daban clases particulares en su casita oscura al fondo del jardin, alli donde lo habian confinado como si fuera un leproso. El cojo entendio, porque era tonto pero no tanto, que sus padres querian esconderlo del mundo, que era una mancha en la familia, un error genetico, una molestia para todos. Sus hermanos menores se burlaban de su cojera y hasta las empleadas domesticas se reian, cubriendose las bocas desdentadas, cuando hacian chistes crueles sobre el cojito, al que llamaban El Rey de la Cumbia. La vida del cojo parecia condenada a la clandestinidad impuesta por sus padres y al escarnio de sus hermanos y amigos. El cojo lloraba amargamente cuando habia una fiesta y lo dejaban encerrado en la casita al fondo del jardin para que nadie supiera que existia y cojeaba notoriamente, que don Bobby, el gran empresario irlandes que habia triunfado en Lima y acababa de fundar un banco, tenia un hijo cojo y medio tonto, que no caminaba bien ni se expresaba con la propiedad y la lucidez que se esperaria de su hijo mayor. El cojo se sentia una mierda, una basura, cuando lo escondian de los demas. Yo no tengo la culpa de ser cojo, pensaba. Dios, hijo de puta, por que mierda me hiciste cojo, se lamentaba. Y un dia que era el cumpleanos de Charles, el cojo se rebelo y rompio el cautiverio en el que se hallaba y le dio un punete y una patada a la empleada que estaba obligada a vigilarlo y salio corriendo y cojeando a la vez hasta llegar al comedor donde los invitados estaban cantandole Happy birthday al nino Charles. Todos enmudecieron cuando vieron entrar al cojo cojeando con la cara encabronada y el animo de venganza. Su padre le grito: --Bobby, ?que demonios haces aca? !Vuelve inmediatamente a tu cuarto! La torta blanca estaba coronada por unas velas encendidas que Charles debia soplar cuando terminasen de cantarle Happy birthday. El cojo no le hizo caso a su padre: se subio a la mesa, pisando sanguchitos, alfajores y gelatinas, se bajo la bragueta ante la mirada atonita de las senoras y los amiguitos de Charles, y empezo a mear sobre la torta, apagando las velas. Luego lanzo una risotada feroz, malvada, que dio escalofrios a su madre y que hizo que su padre, don Bobby, sentenciara en voz baja: --Te jodiste, cojo de mierda. Ahora te mando al internado ingles. El loco no nacio loco. Nacio feo y tartamudo y eso le jodio la vida y termino por volverlo loco. No todos los feos y tartamudos se vuelven locos, pero el loco nacio con un talento natural para la locura y para hablar de una manera tan violenta y atropellada que nadie podia entenderlo, asi que estaba en su destino que nadie lo entendiera y ser por eso un loco y no un loco cualquiera sino uno del carajo, un loco memorable, el loco mas enloquecido de una ciudad llena de locos como Lima. Casi todos los padres dicen que sus hijos son lindos y encantadores, pero los padres del loco, cuando lo vieron nacer, quedaron asustados por lo feo que era y por lo espantosos que sonaban los alaridos que lanzaba. No parecia un bebe nacido para ser feliz, parecia un amasijo peligroso de rabia y fealdad, un bicharajo hediondo, peludo y pingon que movia los pies como queriendo patear a todo el que pudiera y lloraba de una manera entrecortada, anunciando su brutal tartamudez. Era el primer hijo de don Ismael y dona Catalina y habia sido concebido con amor, pero no por eso les parecio menos feo y odioso. Lo odiaron desde la primera vez que lo vieron y lo siguieron odiando cuando crecio y siguio gritando y pateando y rompiendo todo y cuando empezo a hablar en ese idioma fragmentado y frenetico que parecia haberse inventado para joder a todo el mundo y en el que nadie podia entenderlo. Podia perdonarsele que fuera tartamudo, pero ademas era feo, antipatico, chillon, peludo y peligroso como una tarantula, y sus padres se sentian avergonzados de haber procreado a una criatura que, a los ojos de cualquiera, resultaba horrenda e insoportable de mirar. Como era previsible, don Ismael y dona Catalina vengaron ese primer fracaso inesperado teniendo cinco hijos mas, cinco hijos que les salieron guapos y bien hablados, cinco hijos que borraron esa mancha oprobiosa que era el loco, y procuraron alejarlos todo lo posible del primero y mas fallido de sus hijos, al que entregaron al cuidado de las empleadas domesticas y al que, para no afearse la vida o para no recordar ese fracaso genetico, trataban de ver lo menos posible. El loco supo desde muy nino que sus padres no lo querian, que sus hermanos no lo querian, que las empleadas que lo cuidaban tampoco lo querian ni le tenian paciencia y le jalaban las orejas y le decian groserias a escondidas, sin que oyeran los patrones. El loco supo que era un estorbo, un asco, un fastidio para todos, solo que al comienzo no entendia bien por que nadie lo queria, si por tartamudo o por feo o porque le crecian pelos por todas partes y parecia una arana venenosa. El loco no iba al colegio porque era mas bruto que una pared de cemento y no entendia nada y nadie lo entendia a el. Sus padres contrataron a un profesor particular para que le ensenase a leer y escribir y sumar y multiplicar, pero el loco era una bestia redomada y no aprendia un carajo y cuando le hablaba al profesor no se sabia si lo estaba insultando o halagando o si estaba pidiendole permiso para ir a cagar. Lo raro era que el loco no se empantanaba con las palabras, no era un tartamudo normal, al loco las palabras le salian tan atropelladamente que se montaban unas sobre otras y terminaba diciendo en una palabra incomprensible lo que habia pensado decir en tres o cuatro. Era una ametralladora verbal, disparaba las palabras como balas o cartuchos y estallaban en la cara de quien hiciera el esfuerzo de escucharlo y entenderlo, un esfuerzo que siempre resultaba inutil, porque a veces ni el propio loco entendia lo que habia dicho o querido decir. No habia cumplido trece anos el cojo cuando sus padres lo llevaron al puerto del Callao y lo subieron a un barco que lo llevaria a Londres, a un colegio internado. El cojo subio las escaleras cojeando y no volteo para despedirse de sus padres. No queria verlos mas. Su madre lloraba, arrepentida, pidiendole a don Bobby que bajase al nino de ese barco y que tuviese un poco de piedad con su hijo mayor. Pero don Bobby era duro como los mas duros y por eso habia triunfado en los negocios y no dejaria que ese cojo malnacido le jodiese la vida, avergonzandolo frente a sus amigos, los grandes senores de Lima. Habia que mandar al cojo lejos de Lima y que otros se encargasen de educarlo y hacerlo un hombrecito y meterlo en vereda, carajo. No por cojo iba a ser un marinconcito engreido por su madre, no por cojo iba a ser un tontito que se pasaba el dia comiendo marshmellows, oyendo la radio y tirandose pedos estruendosos que a don Bobby lo ponian de muy mal humor. El cojo tenia que irse lejos, a un internado en Londres, donde lo someterian a severas reglas de disciplina que forjarian su caracter y lo salvarian de ser un imbecil redomado. Era lo correcto, era lo que habia que hacer por su bien, pensaba don Bobby. Solo asi el cojo no sera el grandisimo cojudo que es ahora, que seguira siendo si lo dejo apanar por Vivian y las empleadas. Por eso don Bobby permanecio de piedra, como una estatua, y el cojo no volteo a hacerles adios a sus padres y dona Vivian grito cuidate Bobby, ya te vamos a ir a visitar en el verano.

  • Macbeth de Jo Nesbo

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  • El asesinato de Aveloc de Maria Del Mar Meseguer

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    Rachel , una joven enamorada de la mitologia celta, viaja a un pueblo de Irlanda para ver sus paisajes, conocer sus historias e inspirarse con los bosques donde crecen hadas y ninfas, sin embargo, al llegar a lo que se supone es un lugar tranquilo, la muerte violenta de uno de sus habitantes desconcertara a todo el pueblo.

  • Diez corazones de Emma Colt

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    Tiernas, divertidas, emocionantes, cautivadoras. Sumergete en cinco historias de amor que no te dejaran indiferente.

  • El universo prohibido de Lynn Picknett

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    En 1543, estando en su lecho de muerte, el astronomo Nicolas Copernico publico una obra determinante que planteaba un modelo del cosmos en el que el Sol era el centro. Para la mayoria de los historiadores, significo el principio de la Revolucion Cientifica, pero este libro perfila una historia alternativa que comienza con el redescubrimiento de unos documentos egipcios perdidos durante largo tiempo.

  • Tesoro oculto de Diana Scott

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  • El verano que aprendimos a volar, Silvia Sancho de Silvia Sancho

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    Asier es un enigma. Atractivo, irreverente y descarado, es profesor de tenis durante el verano en un camping de la sierra de Madrid. El sitio perfecto donde esconderse de una realidad que le ha dado la espalda en el pasado.

  • Muerte en la nieve de Lucy Foley

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    Un trepidante thriller en el que las viejas amistades no siempre son las mejores.

  • Somos lo que hablamos de Luis Rojas Marcos

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    Descubre el inmenso poder terapeutico del habla. Un texto interesante, emotivo e imprescindible sobre la importancia y los beneficios de hablar para comunicarnos asi como de hablarnos a nosotros.

  • Zorro de Dubravka Ugresic

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    El zorro es un bastardo: un ser salvaje y ladron, una criatura que no respeta las normas ni los limites; como el escritor. Y tambien como la voz de esta historia, fragmentada y multilingue, que quiza podamos llamar <>. Solo hay una pregunta: ?como se crean los cuentos? La narradora, en su busqueda de respuesta, ira desde Estados Unidos hasta Japon pasando por Rusia, Italia y Croacia, y nos hablara de escritores con autobiografias secretas, de artistas laureados gracias a sus viudas, de romances marcados por la irrupcion de la guerra y de ninas que convocan con unas pocas palabras todo el poder de la literatura. Conferencias, clases y entrevistas. Y, sobre todo, juego, en un brillante rompecabezas que nos invita a explorar la enganosa frontera que existe entre realidad y ficcion.

  • La melodia de Holland de Scarlett Butler

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    ?Sabeis esa sensacion de aborrecerte a ti misma? ?Esa maldita sensacion de odiarte, de no ser capaz de mirarte al espejo, de no saber por que cono sigues viva y por que demonios una sobredosis aun no te ha llevado del puto infierno en el que vives? Pues ese es mi dia a dia desde hace anos. Vivir de esa manera, atormentandote a ti misma, sumiendote poco a poco en el infierno, es la peor de las torturas. Convivir con alguien a quien no quieres, al que ni siquiera soportas, es la peor de las pesadillas. Y pasa un dia y otro y nada te hace aliviar esa carga emocional que llevas a cuestas, ese peso que se cierne sobre ti, cual espada de Damocles, sin saber si hoy sera el dia en el que te atreveras a hacerlo y desapareceras de la faz de la tierra para siempre. Sentir cada noche al cerrar los ojos que muerta es como mejor estarias, sin agobiar mas a tu madre, a tus amigos, sin recibir las criticas que te marcan el alma, sin sufrir el dolor de respirar cada segundo... Desaparecer, ese era mi sueno cada vez que me metia una raya de coca en el bano de una discoteca de lujo en Manhattan, cuando dejaba que un tio que apenas conocia me follara como quisiera, cuando sorteaba los coches en pleno atasco a primera hora de la manana bastante borracha y colocada... Llega el dia que tu mundo se derrumba, no porque hagas una de estas locuras y el destino por fin te ponga en tu sitio, sino porque el detalle mas infimo detona tu vida y te estalla en toda la cara. Ese es el dia que las inseguridades que te han acompanado toda tu vida, los miedos a decepcionar mas a la gente, las criticas ponzonosas, el dolor y la tristeza acaban contigo y el mundo cede sobre tus pies. Pero, antes de todo eso, el rayo de esperanza, la creencia de pensar que puedes dejar todo eso atras, que puedes avanzar y ser de una vez por todas feliz, aunque en tu pequeno universo esa palabra tenga un significado completamente diferente al del resto de habitantes del planeta, aparece. Y, por un instante que crees eterno, piensas que puedes conseguirlo, que puedes dejar de ser esa nina insegura y llena de miedos y dolor, que puedes demostrar a los que jamas te comprendieron que eres capaz de salir de ahi y ser la chica que alguna vez sonaste ser. Ese rayo de esperanza tenia nombre propio, que lastima que la esperanza sea tan fragil y se desvanezca delante de tus ojos, siendo tu misma la que acabe destrozando no solo tu vida, sino la de el tambien. Repaso mentalmente mi vida, esa que, dicen, aparece por delante de tus ojos en un instante y, sin preocuparme demasiado acerca de que me encontrare al otro lado cuando todo esto acabe, pido perdon a mi familia, mis amigos, a la banda..., pero, sobre todo, imagino esa carta imaginaria que habria deseado escribirle. Lamento tanto haber destruido su vida, cuanto me duele saber que a partir de ahora debera seguir solo adelante, avanzar, crecer, madurar, enamorarse de nuevo, crear su propia familia, conseguir sus suenos... Mientras yo me hundo mas y mas en la oscuridad. Oigo un pitido, gritos y sollozos; y despues, por fin, la nada. 1. EL FIN Liam: Lo he intentado, a conciencia, he deseado salir, escapar, volver a ser la persona que te mereces, pero he fracasado. Se que piensas que soy una cobarde, aunque no me lo digas, que no he tenido el suficiente coraje ni el valor, ese que a ti te sobra, porque para estar con alguien como yo se necesita ser muy valiente. Pero la realidad es que estoy rota, podrida, enferma... Muchas veces te dije que saldria de esto, por ti, por mi, por nuestro futuro. Y se que lo he hecho mal, que he tratado de alejarte de mi vida, que me odiaras, me repudiaras y te dieses la oportunidad con esa mujer que anda por ahi esperandote. A ella le diria tantas cosas, pero me queda poco tiempo ya. Le explicaria como sonries cuando tocas las cuerdas de la Harley Benton, como cobijas a la gente bajo los abrazos que te encanta dar, como eres responsable y, cuando te comprometes con alguien, luchas hasta el final, incluso cuando te quedas sin fuerzas. Tantas veces he escuchado eso de <> que se me revuelven las tripas, porque no es verdad. Y no es que no fuera suficiente, es que a mi no me basto porque estoy destrozada, inservible. Quiza no entiendas esto que te digo, yo misma a veces no me comprendo. No me merezco tu perdon ni tus lagrimas, ni siquiera que me despidas. Y se que es mucho pedir, pero quisiera que me recordaras en mis momentos de lucidez, en esos dias que viajabamos en tu moto conociendo lugares nuevos, en esas locuras que cometiamos locos de felicidad al sentir al otro al lado, en esos instantes en los que tocabas el piano y yo me unia a ti, acariciando tu pelo y tu cuello, observandote, rozando las teclas contigo... Ya no me aferrare mas a ti como si tu pudieras salvarme, porque nadie puede. Ya no te arrastrare mas al infierno y te hare quedarte a ver como me desintegro sin remedio. Percibo el camino que me queda por recorrer, y a ese no puedes acompanarme. Adios, Liam, mi baston, mi amigo, mi complice, mi Lindell particular, mi sueno, mi amante, mi aliento... todo mi ser. Aunque no tenga derecho, te pido perdon. Siempre te voy a llevar dentro, llenando esos espacios rotos y vacios en la piel. Siempre estuviste ahi. Te amare con el alma toda la eternidad, Holland 2. RESACA Unos ronquidos la obligaron a abrir los ojos, y sintio el peso de un cuerpo sobre ella. Entre la neblina de la resaca consiguio vislumbrar una pierna y un brazo encima de ella. Abrio y cerro los ojos un par de veces y se los restrego, tratando de enfocar la imagen que tenia junto a ella. <>, el baboso de anoche que no la dejaba en paz en la fiesta le estaba sobando la teta izquierda. Sigilosamente, se separo y salio de la cama. Sin poder enroscarse la sabana alrededor del cuerpo, el frio de la habitacion la hizo sentirse vulnerable por primera vez desde que llego a esa sordida suite. Eso solia ocurrir cuando estaba sobria y era consciente de los tremendos errores que cometia, como el de acostarse con tipos como aquel. Rebusco por el cuarto la ropa y se la puso con avidez, saliendo de alli cuanto antes. Al cerrar con cuidado la puerta de la habitacion, salio al saloncito de la suite. Sean estaba espatarrado sobre el sofa con Will tumbado a su lado boca abajo. Botellas de vodka y whisky llenaban el ambiente de la habitacion con su olor. Cerca de la ventana, habia dos chicas en ropa interior, abrazadas. No se queria imaginar la fiesta que se tuvieron que dar esos dos anoche, aunque no creia que fuera muy diferente de la suya propia. Busco el bolso y las botas Dolce & Gabanna, y abandono la suite con ellas en la mano. En el hall encendio un cigarrillo tras la mirada reprobatoria del gerente, pero, como sabia perfectamente quien era, no le quedo mas narices que contenerse. <>, el aire de autosuficiencia se reflejaba en su cara con la sonrisa dibujada en los labios por tener ese poder. Esa autosuficiencia, siempre producto de las resacas, ya que ella era mucho mas timida que eso y le daba pavor crear un conflicto con nadie, pero ya se sabe que el alcohol da un poder especial. Se fumo el cigarro, observando a la gente llegar con las maletas: parejas agarradas de la mano que no se despegaban ni con agua caliente, familias enteras con ninos berreando desde primera hora de la manana y senoras de alto standing con el botones siguiendolas con sus maletas. --?Quieres apagar el puto cigarrillo? !Y baja los pies de esa mesa de cientos de dolares! --Los gritos de Marcus retumbaban en su cabeza y le hacian desear un par de aspirinas y un cafe bien cargado. Apago el cigarrillo en el cenicero y, antes de poder bajar los pies, lo hizo el, sentandose a su lado--. Supongo que los chicos estaran arriba, borrachos como cubas, y tendre que sacar a alguna chica de la suite. Se encogio de hombros, pues no tenia ni idea a quien se tiraron anoche ni tampoco se quedo a verles la cara. Fue a abrir la boca para decirle que quiza a quien tendria que sacar de la habitacion seria a un tio de metro ochenta bastante lapa, pero Marcus la conocia muy bien a esas alturas. --Mejor sera que me ocupe de las ninas y el tio con el que seguro te fuiste a la cama. Espera aqui sin moverte. --La amenazo con el dedo y el metro noventa y ochenta kilos de peso avanzo hacia el ascensor. Volvio a subir los pies a la mesa y se recosto en el mullido sillon. Podria quedarse dormida de un momento a otro, pero el nino que no paraba de berrear decidio que no era momento de siestas. Aun asi, cerro los ojos y se los tapo con el brazo, buscando una postura comoda. --?Que mierda se supone que es esto? ?Es que no sabes hacer nada a derechas? No se como puedes ser tan tonta. --La nina de ocho anos sostenia la pajarita de papel con manos temblorosas antes de que ella la cogiera con sus manos y la rompiera en pedazos. La ninita se mordia los labios, tratando de evitar el llanto, pero era inevitable y las lagrimas resbalaban por sus mejillas ante la risa malefica de ella... --Despierta, Hol. --Dio un salto en el sillon, despertandose de una de las pesadillas recurrentes que la perseguian cada dia. Marcus estaba frente a ella, observandola, preocupado, sabia lo que le pasaba, pero ella negaba con la cabeza. Will y Sean estaban detras de el, bostezando y estirandose. --Vamos, muneca, me muero de hambre. Te invito a un cafe mientras me cuentas que tal anoche el <>. --Sean le dio la mano y se levanto, sonriendole por sus comentarios sarcasticos. Marcus y Will les siguieron hasta la cafeteria de enfrente del hotel, donde desayunaban escuchando las marranadas que esos dos hicieron anoche con las dos chicas. Marcus no dejo de poner los ojos en blanco y reganarlos para que madurasen de una vez. <>, le dieron ganas de decirle, pero, si intervenia, tambien iria a por ella y era demasiado temprano para empezar una discursiva sobre la vida, por lo que opto por beberse el cafe en silencio. Dos horas mas tarde, estaba en casa, acariciando a Zeppelin, su gato, tumbada en el sofa con una jaqueca del quince. De vez en cuando se amodorraba y se quedaba dormida. Su vecino decidio a eso de las siete de la tarde que era suficiente cuando empezo a poner a toda pastilla los exitos de AC/DC, que no era que no le gustasen, pero, joder, que algunos no habian descansado nada en toda la jodida noche. El movil vibro en la mesa y, al acercarse a por el, Zep salto al suelo. Lo abrio y vio un mensaje de Poppy, una de sus mejores amigas. ?Como fue anoche el concierto? Se que siempre teneis fiestas y que debes estar cayendote de sueno y cansancio por las esquinas, pero el cabron de Martin se ha largado y estoy mas jodida que una yonqui. Al leer el mensaje de su amiga, le hizo gracia la eleccion de palabras: yonqui y jodida. Menos mal que por lo menos se reia, ignoro tal comparacion y la llamo al momento. --Deja de llorar, Poppy. --Oir a su mejor amiga desganitarse y sollozar entre frases inconexas no era el plan que la esperaba para una tarde de domingo con la resaca del siglo. Mejor seria quedar con ella, ya que al menos asi podria darle algun abrazo para consolarla mientras celebraba por dentro que se hubiera deshecho del incompetente de Martin. Dios, !es que no lo soportaba! Parecia ser la ultima en darse cuenta de lo gilipollas que era, siempre decidiendo por su amiga, prohibiendole ir a segun que sitios y juntarse con cierta gente, entre ellos, ella misma. Media hora mas tarde, se encontraba en casa de su amiga, esperando que Jocelyn y Mathew llegasen. No la pudo convencer para que se levantara de la cama, asi que alli estaban las dos, repanchigadas entre almohadones blancos y una colcha de flores que por poco le dio urticaria. Y es que su amiga era tan diferente a Holland, a ella le encantaban los decorados con estampaciones floreadas, animalitos y corazones. <>. El timbre de la puerta sono y salio a atenderlo porque parecia que su amiga con llorar tenia mas que de sobra. A los pocos minutos, llegaron los amigos: Jocelyn, con una botella de cava y Mathew, con otra de vino tinto. Las penas con alcohol son menos, que se solia decir, y ellos lo cumplian al pie de la letra siempre. Al llegar la medianoche, estaban los cuatro tirados en el suelo del salon, brindando entre copas de champan y vino, sin hacer ascos a nada, recordando como se conocieron, como Jocelyn y Mathew se acostaron estando borrachos en una de las fiestas de la discografica hasta que Poppy volvio a hablar de lo <> que era Martin y lo mucho que deseaba que volviese. Como siguiera asi, la que iba a querer que volviera seria ella, pero para darle la paliza de su vida por ser tan cabron. --Poppy, no te merecia y lo sabes --dijo Jocelyn, alzando su copa de champan antes de darle un trago. A su amiga nunca le gusto su actitud con el, de hecho, tuvieron mas de un encontronazo por su culpa, pero, maldita sea, no veia lo que el grupo de amigos que la adoraban. Estaba completamente cegada, enamorada y atontada. Mathew entro por suerte a la carga, apoyando la version de la morena. --Jocelyn tiene razon y mira que no me gusta darosla porque os venis muy arriba y no hay quien os soporte. -- La mencionada le tiro un cojin del sofa y Mathew lo esquivo como pudo. La cantidad de alcohol en sangre iba subiendo y eran poco conscientes de sus actos. --?Por que no mejor hablamos de otra cosa? No se, por ejemplo, de que tal fue anoche el concierto, Holland. ?A cuantos tios te llevaste a la cama y como fue? --Le saco el dedo corazon a su amigo, pero las otras dos se sumaron al interrogatorio, obligandola a musitar algunas breves respuestas. --El concierto, al parecer, estuvo sensacional. Hoy ha salido en las noticias, llenasteis el estadio --comento Poppy, olvidandose un poco de su propia pena, dandole una tregua al resto. --Como siempre que se celebra el Summer Stage --quito hierro al asunto, aunque sus amigos sabian de sobra del exito internacional del grupo. --?Y Josh? Fue su ultimo concierto, ?verdad? ?Se ha largado ya? --Fulmino con la mirada a Jocelyn al escuchar su pregunta. Eso era de lo ultimo que le apetecia hablar, pero entonces se dio cuenta por que el tio baboso acabo en su cama. Era la ultima noche que daban un concierto con Josh. Ese mismo dia se largaba de sus vidas para siempre, de la de la cantante en concreto. De repente, comenzo a recordar cuando terminaron el concierto el beso que le dio delante de miles de personas y del enfado que reflejaba su cara. Tambien se acordo de la bronca monumental que tuvieron en el backstage, acabando en el camerino, aunque esta no acabo como las otras, en sexo desenfrenado y sudoroso. Su ultimo cartucho fue ponerlo celoso con el <>. Asi fue como acabo en su cama. Por supuesto, no pensaba contarles nada de eso a ellos o empezarian a psicoanalizarla una vez mas. Bastante habia tenido ya con los psicologos a los que habia ido a lo largo de su vida como para soportar de nuevo mas charlas y chorradas. Por desgracia, no le habian servido de gran ayuda. --Si que se ha marchado. --Mathew rompio el tenso silencio en el que se sumieron mientras ella recordaba la noche anterior. Las tres lo miraron, esperando una respuesta que no tardo en llegar--. Josh es mi amigo y me escribio desde el aeropuerto para despedirse. No me mires asi, Hol, ya sabes lo que el significa para mi. Se levanto tan deprisa que se desestabilizo y creyo que se iba a caer, pero tenia tanta furia rugiendo en su interior que se sostuvo de alguna manera. ?Su amigo? !Pero ella era su novia hasta que decidio dejarla! --Vete a la mierda, Mathew. Tu sabes lo importante que es el en mi vida y ha decidido marcharse, claro, segun tu amigo, es lo mejor para mi. Es un cobarde y un ser rastrero. Jamas creo que pueda perdonarle el abandono al que me ha sometido. !Es un maldito hijo de puta! --estallo en gritos y, sin ser plenamente consciente de lo que hacia, cogio la copa de champan que se estaba tomando y la tiro contra el mueble de Poppy. No era suficiente, agarro la botella de vino e hizo lo mismo, pero, antes de poder coger alguna otra cosa, Mathew se levanto y la agarro desde atras, pegando su pecho a su espalda. --Calmate, ya esta, shhh... --Paso de la rabia al llanto en un milisegundo. Tras expulsar varios chillidos que la estaban asfixiando, Poppy y Jocelyn desaparecieron de su radio de accion y Holland se dejo caer en el sofa junto a Mathew, su mejor amigo, el que mejor la entendia y el que siempre luchaba por verla feliz. Lunes por la manana, con la cabeza embotada. Tras el episodio de histeria que protagonizo en casa de Poppy, compadecia a sus pobres amigos por soportarla. Despues de que Mathew la sujetara para que no empezase a hacer ninguna tonteria mas y Jocelyn le diera un tranquilizante, durmio en la cama de su amiga durante horas. No recordaba si la trajeron a casa despues o si habia sido esa misma manana, a veces tenia lagunas y no recordaba bien que hacia. No sabia que haria sin esos tres. Los Cuatro Mosqueteros, como les puso una noche de borrachera Poppy en la que se quitaban los babosos de encima unos a otros, peleandose con medio local. Aunque, a decir verdad, Mathew fue el unico medio sobrio que evito que las tres chicas no se metieran en mas follones. El era su mejor amigo, a pesar de convertirse en el mejor amigo de su exnovio, ese que se largo dejando colgada a la banda y, aun asi, a pesar de ser amigo de Josh, lo seguia queriendo. Siempre habia estado en sus grandes crisis, soportando lo que le dijera y aguantando estoicamente toda la mierda que salia por su boca en esos momentos. Le dio mucha pena que su noche de pasion desenfrenada, como lo explicaba Jocelyn, con su amiga no cuajara porque cada vez que ella lo miraba, se veia claramente que estaba hasta el tuetano por ese chico. Y aunque Jocelyn fuera de flor en flor, picoteando y entrando y saliendo con unos y otros, estaba convencida de que, si Mathew un dia le decia ven, ella lo dejaria todo. Sonaron unos golpes en la puerta y se arrastro, literalmente, desde la cama a abrir la puerta. Marcus estaba al otro lado con un cafe de Starbucks y una sonrisa de buena manana. Se aparto a un lado y entro en su loft. --Loca, ya puedes estar bien despierta, que en tres horas llega el nuevo guitarrista y te quiero mas que espabilada. --Dejo el cafe en la mesa mientras comenzaba a mirar la Blackberry, tecleando con velocidad pasmosa. Al instante, le sono y se movio por el salon, descolgando el aparato. Miro los papeles que tenia sobre la mesa con las referencias sobre el nuevo guitarrista mientras se bebia el cafe. El chico en cuestion no es que hubiera tocado con grandes artistas ni en ningun grupo precisamente, entonces, ?por que cono iba a tocar en su banda? Sospechaba de algun enchufe, quiza era el futuro yerno de Marcus, aunque Becky era aun una adolescente inmadura y a ella le parecia que la chica tenia otros gustos. Marcus termino de hablar por telefono y le reprocho que se hubiera bebido su cafe. --Pues no haberlo dejado en mi mesa --le contesto mientras seguia mirando los papeles que hojeo con la informacion del nuevo integrante. Su manager odiaba que le cotilleasen las cosas, pero ya la conocia bastante bien, asi que, seguramente, supo que lo iba a hacer.

  • Su Amante Misteriosa (Los Hermanos Thorpe 3), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • ?Es este mi marido? de Corin Tellado

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    Maril esta decidida y nadie va a cambiar su idea, casi obsesiva, de continuar algo que empezo cuando era una nina. Un viaje, un terreno hostil, frio, helador… son los componentes de la historia de Maril. Otro personaje irrumpe en escena con tanta fuerza como sinceridad y descaro. Maril trata de aguantar una situacion sin salida pero la vida le dara otra oportunidad, y las historias escritas no siempre tienen el final esperado…

  • Quererte. sofia de Erica Canovas

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    La vida de sofia, a menudo monotona y aburrida, cambia por completo cuando conoce a Jose, un hombre guapo, atractivo y muy insistente.
    Besos robados, citas romanticas y la labia de Jose provocara que Sofia se deje seducir a pesar de haber tomado la decision de no volver a estar con un hombre en mucho tiempo tras su ruptura con Victor. Las continuas infidelidades de su ex pareja han convertido a Sofia en una mujer desconfiada que se lo pondra dificil a Jose, que no esta dispuesto a perder a la que cree la mujer de su vida. Para conseguir su proposito, Jose no dudara en mentirla una y otra vez provocando un distanciamiento aun mayor entre ellos.
    La distancia los separara para unirlos dos anos despues… ?Conseguira Jose su objetivo de enamorar a Sofia? Y ella ?Aprendera a confiar en el?

  • Seduciendo a Emma de Dylan Martins

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    Era un hombre de exito. Tenia todo lo que queria y mas. Y eso, en Manhattan, no era nada facil. Pero yo lo logre.
    Tenia todo… Menos a ella.
    Desde el dia en que la vi, supe que tenia que ser mia. No me lo puso facil, pero yo iba a desplegar todas mis armas de seduccion.
    El problema es que lo que en un principio solo vi como sexo, se convirtio en algo mas.
    El juego de la seduccion habia comenzado y yo estaba dispuesto a ganar

  • Amor azul de Emily Maat

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    Abby ha cumplido 40 anos sin ninguna suerte en el amor y sin ninguna estabilidad material. De una extrana belleza melancolica, se ha sumergido en cuatro paredes, donde el caracter autoritario de su madre la ha vuelto dia a dia en una mujer mas fragil.

  • De pie ante el mundo de Daniel Arriondo

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    Al fin de sus dias de gloria, los ojos del Papa al que Roma nunca olvidara fueron testigos de la historia de amor mas grande y apasionante de todos los tiempos. Su hija Lucrecia, cansada de ser usada para forjar alianzas con dinastias rivales, decidio rebelarse y en una trifulca acabo asesinada por su hermano Cesar. El Principe estropeo los planes de su padre, pero cuando descubrio la existencia de una hermana gemela de Lucrecia, criada por unos campesinos, intento redimirse capturandola. Lo que el hijo predilecto de Rodrigo de Borja no imaginaba era que el corazon de la humilde muchacha ya tenia dueno, un osado estratega que, por su amor, estaba dispuesto a enfrentarse al ejercito mas poderoso del mundo.

  • El tiempo pervertido de Esteban Hernandez

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    Las sociedades occidentales estan en proceso de transformacion. A los cambios en los sistemas productivos, los desarrollos tecnologicos y el creciente peso de lo financiero se suman las tensiones sociales, la aparicion de nuevos actores politicos y el regreso de la geoestrategia. El libro traza un mapa esencial para entender las fuerzas que estan definiendo nuestra epoca y comprender las dimensiones del giro conservador emprendido.

  • Todas las noches contigo de Iria Blake

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    Alvaro y Maria no creen en el amor, solo quieren pasar una noche divertida juntos. Pero cuando despues de esa torrida cita se reencuentran en el mismo lugar de trabajo, descubren que su chispa fue una explosion.
    El quiere repetir, ella no.
    Una mentira, el pasado y su propia cabezoneria seran las barreras que se pondran a si mismos para poder estar juntos.
    < Quiero pasar todas las noches contigo>>
    ?Se amaran lo suficiente como para superar los obstaculos que se les presenten?

  • En la tercera habitacion (Zillah Roth 1) de Vecca Preetz

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    Capitulo I – Lo menos esperado Las hojas crujian debajo de las ruedas de la bicicleta. La brisa otonal barria el sendero y recordaba que el verano habia quedado atras en San Lorenzo. Una villa turistica al norte de Argentina. El paseo por la Quebrada era obligatorio para los amantes de la naturaleza. Tambien de Zillah Roth. Pedaleaba todos los domingos hasta alli acompanada por Yaco, su ovejero aleman. A Zillah le encantaba contemplar las aguas del rio desde el final del puente. Ver el agua correr entre las piedras, hipnotizaba su melancolia. La frescura que transmitian las gotas salpicando las rocas, captaban su atencion. Cada una de ellas se desprendia de aquella masa de agua incansable sufriendo el desgarro inevitable del olvido. El final de su existencia. No entendia muy bien porque los enamorados se paraban a observar el rio. <>, pensaba mientras retomaba su pedaleo tranquilo. Siempre iba durante la apacible hora de la siesta, cuando todos, en la casa, dormian. A veces la acompanaba su amigo Ivan, pero este ultimo domingo no quiso hacerlo. Era un domingo distinto en San Lorenzo. A pesar del aire fresco, las moscas se acercaban pesadas, como en los dias de mucho calor. De repente, un presentimiento extrano se apodero de sus visceras. Como una soga que conectaba su garganta y la boca del estomago. Percibia cierta tension en el aire. Parecia como si un ser extrano rondara la Quebrada, pero no caminando. Por el aire. Un ser oscuro e impredecible. Volteo su cabeza pretendiendo que alguien la seguia, pero estaba sola por el sendero. Recordo que su hermana le decia que no se dejara manejar por el miedo. El miedo se disfraza de siluetas negras que luego nos persiguen como sombras. Por todas partes. De dia y de noche. Una mosca se poso en su oreja y regreso de su pensamiento para quitarsela con una palmada que le dejo un zumbido agudo dentro de la cabeza. Podia ver que una sensacion asfixiante sobrevolaba a los insectos. De pronto Yaco comenzo a correr con una urgencia inusual, delante de ella. Siempre la seguia a su lado o detras. Raras veces se adelantaba y menos, corriendo. Ella lo siguio tan rapido como sus cortas piernas le permitian pedalear. Pero el camino se hacia cada vez mas empinado. Dejo la bicicleta a un costado de la calle y comenzo a correr detras de Yaco. No queria perderlo, pero el perro no obedecia a su llamado. En el ultimo sendero marcado, se desvio sin voltear, ingresando a la selva tupida y solitaria. La nina seguia corriendo sin dejar de mirar donde su perro iba abriendo camino. Sus piernas sufrian latigazos provocados por los arbustos que pretendian impedir su paso. Como si negaran el ingreso a ese lugar de la Quebrada. Gritaba su nombre para que no fuera demasiado lejos, pero el perro parecia no escuchar. La paz del lugar iba a caer en pedazos en un breve lapso de tiempo. De pronto, Yaco se detuvo. Inmovil mirando a un punto fijo. Como si fuera un perro de caza. La brisa timida tambien se detuvo, suspendida en la atmosfera silenciosa, augurando un mal momento. Parecia que todo el mundo habia dejado de girar en ese instante. Todos, excepto las ruedas de la bicicleta, que, recostada sobre la calle, seguian girando ruidosamente. Las bicicletas no conocen el silencio. Chillan como criaturas caprichosas. Zillah estaba a pocos metros detras del perro. --?Que encontraste, Yaco? --dijo mientras le daba palmadas en la cabeza. Siguio con los ojos la direccion de su mirada inamovible. Y se quedo sin aliento. Un pequeno grito se ahogo detras de su garganta. Los pulmones de Zillah dejaron de inhalar por unos segundos. Su mandibula quedo atascada, como si hubiera ingerido de golpe un par de piedras. El sudor se apodero de sus pequenas manos. Un escalofrio recorrio todo su cuerpo dejandole los pelos crispados. Luego respiro fuerte y entrecortado sin saber que hacer. Inesperadamente el hallazgo habia oscurecido su paseo, por no decir que habia echado sombra a toda su vida. Nadie imagina encontrar a alguien sin vida en medio de un paseo. Menos aun alguien conocido sin vida. Entre dos troncos grandes como horquetas, descansaba un palo atravesado, y en el un hombre colgaba muerto. Atado de pies y manos de espalda al suelo. La cabeza volteaba hacia un costado dejando ver una gran herida en su cuello. La sangre no caia ya, parecia que se habia vaciado y estaba derramada sobre la tierra seca, justo debajo de el. Un hombre que no era cualquier hombre. Era su padre. No grito. Le faltaba el aire. Le faltaba la voz. Dio unos pasos hacia adelante y lo toco con el dedo indice, para cerciorarse que no tenia vida. Yaco empujaba la cabeza con su hocico mientras dejaba salir un sonido extrano. Parecia un lamento. Volteo asustada buscando alguien que pudiera sacarla del espanto. Pero solo las sombras se asomaban en el camino. Estaba aterrada. Respiraba fuerte ahora. Respiraba con panico. Los latidos de su corazon aceleraron de tal modo que el bombeo de sangre la impulso a huir. Corrio hasta donde habia dejado su bicicleta, la levanto y pedaleo con la mayor rapidez que sus pequenas piernas le permitian. Yaco no la seguia. Tampoco volteaba a comprobarlo. <>, pensaba mientras sus piernas giraban cada vez mas rapido. Como en un tunel de tiempo las imagenes vividas con su padre tropezaban unas contra otras en su cabeza. Trece cuadras hasta llegar a su casa. Pero nunca el camino de regreso habia sido tan largo. A pesar de que las calles de regreso eran todas en bajada. El miedo y la culpa se mezclaban. El miedo y la culpa de haber hecho algo equivocado la ultima vez que lo vio con vida. No recordaba nada especifico. Solo tenia un amotinamiento de recuerdos confusos y sudorosos. Tiro la bicicleta de lado y entro corriendo por el jardin, volteando para cerciorarse que nadie la seguia. Su madre, que estaba recostada en una hamaca tejida, leyendo un libro, la escucho llegar agitada. Se sento y la miro acercarse con un estado de angustia inigualable. --!Zillah!, ?que paso? La pequena estaba en estado de shock. Sus ojos claros, paralizados en la mirada de su madre, ni siquiera parpadeaban. Respiraba entrecortado, con la boca cerrada, sin poder emitir ningun sonido con su voz. Comenzo a sacudir las manos, como queriendo deshacerse de algo pegajoso, de algo sucio mientras movia las piernas en un trote nervioso. --?Le ocurrio algo a Yaco? --le decia Emma apretando con sus manos los hombros de la pequena. Zillah movia la cabeza hacia ambos lados, dando pasos hacia atras, pretendiendo alejarse de su madre. --?Por que tienes esa cara? Me estas asustando, por favor, !di algo! En ese momento aparecio su hermana mayor Erika, que estaba dentro de la casa. --?Por que tienen esas caras? ?paso algo? --pregunto mirando a su madre que respondio haciendo un gesto con los hombros y llevando la mirada nuevamente a la pequena-- Zil que paso? ?alguien te hizo algo? La pequena negaba nuevamente. --Esta muy asustada. --mientras decia esto, Emma entraba a la casa. Regreso con un vaso de agua y un cuaderno con una lapicera. --Toma un poco de agua, te va a hacer bien. Intenta escribir lo que paso. Vamos linda, por favor, me estas poniendo nerviosa. La pequena tomo la lapicera con su mano izquierda. Temblaba. Sostenia la mano para poder escribir y que se entendiera lo que intentaba decir. Tras varios intentos, escribio: "papa". --?Que pasa con papa? Regresa esta noche de su viaje. --se adelanto Emma. Zillah movio la cabeza negando las palabras de su madre y siguio escribiendo: "esta... en la Quebrada" Emma fruncio el ceno. Por unos instantes, inmersa en su inseguridad imaginaria, penso que su hija habia visto a su padre con otra mujer. --Seguramente lo confundiste. --le dijo intentando tranquilizar a su hija y tomando el celular para llamarlo. Pero faltaba escribir una palabra que cambiaria todo. "roto. Todo roto". Termino de escribir Zillah. --?Que intentas decir con eso, Zil? !como que papa esta roto! --dijo Erika mientras una sensacion de frio estanco se apoderaba de la boca de su estomago-- ?Puedes hablar y dejar esa estupida lapicera? --grito nerviosa dando un manotazo a la mano de su hermana y haciendo que la tirara al suelo. --!Erika! --grito Emma-- !deja en paz a tu hermana! ?no te das cuenta que esta en shock? Mientras ambas se gritaban, como siempre, la pequena levanto la lapicera y, con sus cortos diez anos, siguio buscando dentro de su mente la palabra adecuada, hasta que por fin la encontro y escribio, al final de la hoja del cuaderno: "Muerto. Papa esta muerto" Un silencio sepulcral envolvio el momento. Las dos se quedaron pasmadas, mirando las ultimas palabras como si una fuerza imantada hubiera atrapado sus ojos sin poder quitarlos de alli. Una respiracion extrana salio de la boca de Emma y una fuerza interna empujo sus manos hacia la mesa, buscando apoyo, abriendo los dedos para sostenerse y tirando el celular al suelo. Erika manoteo la lapicera nuevamente y arrojandola directamente a la cara de su hermana, grito otra vez:--!Que estupideces son esas Zillah! Si estas jugando, no es un juego que nos guste. Zillah negaba aturdida con la cabeza. Tenia los ojos cerrados y sus manos apretando las sienes. Abria la boca como si emitiera un grito desgarrador totalmente silencioso. Era una escena sofocante. Emma dio dos pasos inestables hacia atras y se aferro a uno de los pilares de la galeria. Sus ojos parecian estar huecos, profundos. Una lluvia de sensaciones viscerales cayo sobre Erika que llevo sus manos a la boca tapando el asombro que le provocaba haber leido esa palabra. Su padre no podia estar muerto. No debia estarlo. --No puede ser. Es imposible, papa regresa hoy. --dijo Emma Se agacho y levanto las tres partes en que se habia separado el celular. Coloco la bateria y luego la tapa. Lo encendio y temerosa realizo la llamada. El celular de Blas devolvia la llamada con la voz de la grabadora: "El numero al que llama esta apagado o fuera del area de cobertura" Emma solto el movil sobre la mesa, como si le quemara. Sentia como sus entranas se retorcian dentro del estomago. Las paredes se volvian negras, opresoras. La hermosa tarde de sol se habia transformado en un cuadro gotico donde la actuacion era primordial. Entonces reacciono: --?Donde esta?, quiero verlo, !vamos, llevame con el! ?puedes llevarme al lugar donde lo viste? --pedia Emma acelerando la voz. --!Mama, no puedes ir alli, hay que llamar a la policia! --grito Erika en su logica cordura.--Si, tienes razon, primero hay que llamar a la policia. --perturbada no dejaba de mirar a Zillah y la pequena, a su vez, no quitaba la mirada de los ojos de su madre. Marco el 911. Luego de tres tonos aparecio una voz masculina.