• el sendero del silencio - Oscar Quiroga

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    Hector de la Vega desarrolla su vida laboral como ejecutivo en una multinacional farmaceutica cuya sede en Madrid lidera desde hace algun tiempo. Los buenos resultados de la compania en Espana ponen en el disparadero positivo a Hector. Vive en la capital de Espana con Inna, su mujer y amor de toda la vida.
    La farmaceutica celebra una convencion anual y el lugar elegido en esta ocasion es Paris, en uno de los hoteles mas lujosos de la capital francesa situado muy cerca de la torre Eiffel. Hector se prepara para marcharse y mientras termina de hacer su maleta nota como la tension con Inna va a en aumento. En el trayecto a la terminal, recibe una llamada de Ana, su companera de trabajo, donde parece advertirle sobre algo que ocurre, pero no termina de saber de que se trata.
    Loana Lanusse, vive en Lausana (Suiza). Se dedica a la representacion y agencia de escritores. Esta especializada en nuevos talentos emergentes y para ello les brinda las herramientas necesarias para convertirse en autores de renombre. A cambio, les pide que se impliquen al ciento por ciento con ella. Esta casada con Remy Dasseville, artista polifacetico con cierto cartel a nivel europeo donde expone sus obras en las mas prestigiosas galerias de arte de las capitales del viejo continente. Loana, casualidad de la vida, tambien viaja a Paris a entrevistarse con unos autores que parecen emerger con fuerza.
    Cada uno por su lado, Hector y Loana se alojan en el mismo hotel. El, alcanza uno de los momentos mas importantes de su carrera profesional al realizar una ponencia economica que, a ojos de Werner Huber-Meier, el presidente de la compania y de su companero Humberto, le da el pistoletazo de salida a un futuro cercano en el tiempo. Ella, tras sus encuentros con los escritores y conseguir ser su agente y representante, puede alcanzar ese estatus que anda buscando desde hace tiempo para dar un salto de calidad en su vida profesional y personal.
    Los dos, se encuentran de forma fortuita en el lounge bar del hotel y comienzan a hablar. Da la sensacion que se conocen de toda la vida aunque es la primera vez que se miran a los ojos.
    Todo ello modela EL SENDERO DEL SILENCIO

  • El sendero: del silencio Versión Kindle - Quiroga, Óscar

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  • El Sendero Del Silencio Tapa blanda - Quiroga, Óscar

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  • EL SENDERO DEL SILENCIO - ÓSCAR QUIROGA | Alibrate

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  • el sendero del silencio. - Librería Proteo

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    EL SENDERO DEL SILENCIO., QUIROGA MORENTE, ÓSCAR, ISBN: 9788409136605 Librerías Proteo y Prometeo. Desde 1969 entre Libros. La mayor librería especializada ...

  • El Sendero Del Silencio - Todos tus libros

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    15 ago 2019 — El Sendero Del Silencio. Quiroga Morente, Óscar. Editorial: Oscar Quiroga Morente; ISBN: 978-84-09-13660-5. Más información.

  • El Sendero Del Silencio - Óscar Quiroga - Babelio

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    El Sendero Del Silencio par Quiroga Añadir a mis libros · Óscar Quiroga. ISBN : 8409136600. Editorial: Agencia ISBN (09/09/2019).

  • El Sendero Del Silencio - Oscar Quiroga - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/el-sendero-del-silencio-oscar-quiroga/

    Palabras en silencio, gritos mudos entre lectura de libros o bailes silentes bajo el hechizo de unos auriculares adosados a los oídos de la juventud, ...

  • El sendero del silencio. Parte final de Óscar Quiroga - leer ...

    http://www.librosrecomendadoss.com/el-sendero-del-silencio-parte-final-de-oscar-quiroga/

    11 feb 2021 — Por Libros Recomendados ... El sendero del silencio Parte final de Óscar Quiroga pdf ... En unos instantes podrás disfrutar de tu libro ...

  • EL SENDERO DE PERFECCION: LA VOZ DEL SILENCIO

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    El libro EL SENDERO DE PERFECCION: LA VOZ DEL SILENCIO de H.P. BLAVATSKY en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • El Sendero de Perfeccion: La voz del Silencio - Buscalibre ...

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    Libro El Sendero de Perfeccion: La voz del Silencio, H.P. Blavatsky, ISBN 9788460796152. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios.

  • La chica de guantes negros (Saga completa) de Juan De Haro

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    Teddy Benson, un chico solitario de dieciseis anos, conoce a su nueva vecina cuya enfermedad le obliga a usar guantes. Mientras nace entre ellos una oscura amistad capaz de producir cambios en el comportamiento del muchacho, un cadaver tras otro son encontrados en Silverston con extranas manchas rosas. Ken Parker, ayudante de jefe de policia y reacio a los problemas, comienza a investigar los hechos y descubre que las manchas rosas estan relacionadas con el caso que le obligo a abandonar Chicago anos antes y que regresa para torturarle. ?Podra cerrar el caso que marco su vida de una vez por todas? ?Que relacion existe entre el pasado de Parker y los seis cadaveres?

  • Amor en Venecia, muerte en Benares de Geoff Dyer

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    Amor en Venecia, muerte en Benares es la historia de la busqueda de la felicidad de un hombre.

  • Unas Vacaciones de Ensueno de Nina Klein

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    ?Q U NO ue es el paraiso? Buena pregunta. Me alegraba decir, ademas, que en ese momento podia contestarla. El paraiso es estar tirada en una tumbona, al sol, en bikini, al borde de una piscina, con un mojito helado en la mano. Todo eso en un resort de cuarenta estrellas, super exclusivo y lujoso, en Hawai. Me lo merecia de sobra, despues de los ultimos dos anos horribles que habia pasado: trabajando sin parar, diez o doce horas al dia (a veces incluso mas), y sin vacaciones. Lo peor era eso. No me acordaba de la ultima vez que me habia ido de vacaciones. Lo que si era seguro es que habian sido unas vacaciones infinitamente mas cutres que las que estaba disfrutando en ese momento. Lo bueno --por decir algo bueno-- de trabajar diez o doce horas al dia es que no tienes tiempo para hacer vida social, luego no gastas dinero. Lo mismo podia decir de las vacaciones: lo bueno de llevar dos anos sin cogermelas era que habia podido ahorrar todo ese dinero, mas el dinero que no habia gastando saliendo a ningun sitio, para tener esas vacaciones. Todo aquel trabajo me habia servido para ascender y habia acabado ganando una pasta, asi que pude ahorrar todavia mas. Lo malo era que trabajar todas las horas del dia, fines de semana incluidos durante dos anos, habia acabado quemandome, y llego un momento en que tuve dos opciones: o desconectar de todo y pasar dos semanas sin hacer nada en un sitio como aquel, donde no tenia ni que pensar ni mover un musculo si no queria, o la alternativa: tener una crisis nerviosa y no poder trabajar el resto de mi vida en nada que no fuese cultivar un huerto de vegetales. Habia elegido las vacaciones. La pasta que habia acumulado aquellos dos anos me habia permitido elegir ese sitio. Eh, me habia quedado sin vida social, amorosa y de cualquier tipo: sin vida, en definitiva --bienvenidos al trabajo en una startup--, pero ahora mismo estaba en un sitio que de otra manera nunca me habria podido permitir. ?Merecia la pena? Probablemente no. Pero los dos anos ya los habia perdido --invertido, pense con una mueca--, y ahora estaba alli, calentandome al sol y pensando en nada, la mente completamente en blanco, en el paraiso. Tenia que vivir el momento y descansar, el cerebro y el cuerpo. Ya tendria tiempo de hacer balance cuando volviese a casa. La sola idea de volver a casa, a la rutina que acababa de abandonar, casi hizo que me diera un ataque de panico, asi que respire hondo y deje que el sol me calentara la piel. Estaba, de verdad, en el paraiso: las mejores vacaciones que el dinero podia comprar. El resort era maravilloso, con gusto, super exclusivo, dedicado a profesionales y ejecutivos: nada de familias con ninos, nada de ruido, ni turistas en bermudas floreadas y chanclas. Solo relax y no preocuparse por nada. Masajes, spas, restaurantes, bebidas... todo de lo mejor, y todo incluido en el precio desorbitado que habia pagado para estar alli dos semanas, que podia servir para dar la entrada de un apartamento pequeno en una ciudad no muy cara. No tenia que preocuparme de nada: si queria agua, fruta, comida, que me preparasen una bebida, solo tenia que levantar la mano y llamar a un camarero. Incluso habia un app del resort que me habia instalado nada mas llegar, con mi numero de cliente, para cosas como reservar en el restaurante o pedir que me dejaran comida en la habitacion para cuando subiese de la piscina. O que me lavaran la ropa, o cualquier cosa. Solo tenia que preocuparme de existir. Podia dejar a mi cerebro sin actividad perfectamente. Y eso era lo que estaba haciendo: moverme lo menos posible, no pensar. Descansar. Llevaba alli solo un par de dias y ya empezaba a recuperar mi color habitual, un poco de aspecto saludable. Me habia pasado dos anos practicamente sin ver la luz del sol, encerrada en una oficina sin ventanas, estaba blanca y ojerosa como un vampiro. Abri los ojos detras de las gafas de sol y observe la piscina: de agua salada, una piscina infinita, de esas que no tienen borde y parece que te vas a caer por un precipicio. Solo habia media docena de personas, la mayoria flotando en la superficie, haciendo lo mismo que yo pero en el agua. El resort tenia cinco piscinas en total, y ninguna llegaba a estar llena, nunca. Estaba contemplando si era mucho esfuerzo mover los musculos para refrescarme en la piscina, cuando una sombra cayo sobre mi. --Hola --dijo una voz masculina. No... no no no. Estaba pensando en si podria hacerme la dormida, teniendo en cuenta que tenia las gafas de sol puestas, pero habia movido la cabeza cuando habia oido el hola. No tenia escapatoria. Era la tercera vez que el tipo se me acercaba, y solo llevaba alli dos dias. DOS DIAS. Dos de mis catorce dias de ensueno. Era el tipico ejecutivo, como los dos millones que vomitaba la parada de metro de Wall Street todas las mananas. Estaba super arreglado --sobre todo para estar en una piscina--, con un bronceado que podia ser verdadero o falso, un corte de pelo de doscientos dolares --?cuanto tiempo le costaria hacerse esa especie de tupe todas las mananas?-- y unas gafas de sol de trescientos, sonrisa de dientes blancos --un poco demasiado blancos para ser naturales--, cuerpo cuidadosamente tonificado en gimnasio, banador negro un poco demasiado revelador pero no lo bastante para resultar de mal gusto. Era curioso: puedes sacar al tipo del traje, pero no puedes sacar al traje del tipo. Estaba en banador, delante de mi, sonriendome, y la sensacion era la misma que si llevase traje puesto. No me preguntes por que. Quizas el Rolex en la muneca tenia algo que ver. Un Rolex en una piscina. Me reservaba mi opinion. Digo todo esto porque el tipo era atractivo, de eso no habia duda: en otro momento, otra situacion u otra vida, probablemente no me habria importado que se acercase a decir hola. O que aquella manana hubiese intentando iniciar una conversacion a la hora del desayuno, cuando yo entraba en el restaurante y el salia. O el dia que llegue, esperando al ascensor, despues de coger mi llave en recepcion. En otra situacion, repito, quizas no me habria molestado; pero no en mis vacaciones merecidas por las que habia pagado una pasta, no en mi descanso, no en mi recargar las pilas, no en ese momento de mi vida, no en esa semana. Simplemente, no. Se sento en la tumbona al lado de la mia --menos mal que no estaban demasiado juntas, estaban separadas por una mesita y la sombrilla--, y dijo: --?Descansando? ?No te apetece un bano? No habia respondido a su hola, no porque fuese una maleducada, sino porque no me habia dado tiempo, y tenia miedo de que al responder se lo tomara como una invitacion a hacer exactamente lo que acababa de hacer: sentarse y darme la puta chapa. Conocia a aquella clase de tipos: le daba igual que respondiese o que no. El habia ido a lo que habia ido, y mis sentimientos al respecto, mi opinion, le importaban bien poco, eso estaba claro. Suspire. --No --respondi, con tono de voz helado, y cogi el libro que tenia apoyado en la mesita, al lado de la bebida. Si me apeteciera un bano estaria dentro del agua, porque se andar y meterme en la piscina sola, pense, pero al final no lo dije porque no queria iniciar ningun tipo de conversacion, ni siquiera hostil. Abri el libro por una pagina aleatoria y me puse a leer. A hacer como que leia, mas bien. Era una suerte que me hubiese llevado el libro. No se por que lo habia metido en la bolsa porque no pensaba leerlo, no pensaba hacer nada que requiriese hacer un esfuerzo mental, por pequeno que fuese, poner en marcha mis neuronas, pero en ese momento me servia para ponermelo en la cara e ignorar al tipo. --Bradley. Me llamo Bradley. Aunque puedes llamarme Brad --dijo, con una voz totalmente llena de confianza en si mismo, como si realmente le fuese a llamar Brad, Bradley o de ninguna manera. Hice un sonido de asentimiento, como un mmm mmm, pero ni solte el libro ni me lo quite de la cara.--?Esta bien este sitio, verdad? Me lo recomendo mi broker y tenia buenas reviews online, asi me que decidi a... Deje de escuchar en broker. El tipo segui hablando, demostrando que el hecho de que yo le escuchase o no era irrelevante. A ver. En principio no me importa ser chunga con la gente si es necesario, pero ?por que tengo que hacerlo? Tenia derecho a estar alli descansando. Habia sido todo lo sutil que habia podido ser --esa vez y las dos veces anteriores-- y el tipo no se daba por aludido. No queria tener que decir "por favor, prefiero estar sola". Eso solo iba a llevar a una confrontacion directa, y mas problemas. Pero tampoco queria que me dieran conversacion. Queria descansar y relajarme, joder, y no hablar con nadie. Por eso habia ido de vacaciones sola. No-quie-ro-ha-blar-con-nadie. Igual tenia que tatuarmelo en la frente. No habia ido sola de vacaciones para ligar. Habia ido sola para vegetar, que nadie me molestase, comer lo que quisiera cuando quisiera y la hora que quisiera, moverme si queria y si no queria, no. Descanso total. Rejalacion total. No queria una confrontacion porque al fin y al cabo estabamos en el mismo hotel, era un hotel super exclusivo y no tenia muchas plazas, y me iba a volver a encontrar al tipo seguro. No queria tener que andar evitandole, escondiendome, tener que aguantar que me mirase mal, o encontrarmelo con cara de perro cada vez que fuese a desayunar. ?Tan dificil era de entender? --?...con alguien? Le mire sin tener ni la mas minima idea de que estaba diciendo, o de que me habia preguntado. Habia desconectado hacia ya un rato. Como no me quedaba otro remedio, abri la boca para decir que no queria compania, cuando de repente una voz masculina --otra-- dijo: --Carino, menos mal que te he encontrado. No sabia a cual de las piscinas habias ido. V D OS olvi la vista hacia el recien llegado. Tenia musculos pero no parecia que los hubiese conseguido en un gimnasio, sino cargando con sacos de cemento o cortando arboles, o jugando al rugby. A diferencia del pelma, tenia el pelo despeinado y desordenado, como si no se hubiese peinado al salir de la cama, no se habia depilado el pecho --no era que lo tuviese peludo, lo normal, pero no parecia de plastico-- y no, no llevaba un Rolex en la muneca. De hecho no llevaba reloj, solo una mochila pequena en la mano y una toalla. Tampoco se habia afeitado ese dia, probablemente tampoco los dos dias anteriores. Tambien estaba de buen ver, pero en plan mas relajado, no como si hubiese estado preparandose una hora antes de salir de la habitacion. De todas formas tampoco me fije mucho. Estaba a lo que estaba. El pelma de la tumbona, en vez de levantarse e irse, siguio mirando al recien llegado de arriba a abajo. --?Que has hecho con el anillo? --dijo el tipo nuevo, mirandome la mano izquierda con el ceno fruncido. Tenia las neuronas en modo descanso, pero de repente me di cuenta de lo que estaba haciendo el hombre que acababa de llegar. Me estaba haciendo un favor. --Lo he dejado en la habitacion, corazon --le dije, con la voz mas melosa y absurda que se me ocurrio poner--. No queria que se me perdiera en la piscina... Le lance una sonrisa de oreja a oreja, me la devolvio, y a continuacion ambos miramos a puedes-llamarme-Brad. El tipo todavia se hizo el remolon unos segundos, pero acabo levantandose, murmuro un "nos vemos", o algo igualmente patetico, y se escurrio fuera de nuestra vista. Con suerte, a alguna de las otras cuatro piscinas. Plasta. --Una pensaria --dije, mientras miraba al tipo irse-- que por la pasta que se paga por venir aqui, no iba a encontrarme a babosos de discoteca. --Es un poco dificil --dijo el desconocido, y me volvi a mirarle-- porque, ?como los filtras? ?En el formulario de reserva del hotel? ?Puede por favor marcar esta casilla si es usted un gilipollas? Ademas, tambien hay gilipollas con pasta. De hecho, diria que incluso son mas numerosos entre la gente de pasta. Ya sabes, esa sensacion de que pueden tener lo que quieran cuando quieran... Le mire sonriendo y moviendo la cabeza.

  • Volver a creer de Elizabeth Bermudez

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    Cuando el dueno de la cadena de television privada mas importante del pais, Sebastian Quiroga, descubre que su nieta no murio al nacer, tiene casi veinticinco anos y esta en peligro, de inmediato traza un plan para salvarle la vida.
    Elena ignora quien es realmente y lo que ocurre a su alrededor. Vive alejada en un pequeno pueblo en la sierra de Huelva, Aracena, con las personas que cree que son sus verdaderos padres.
    Martin Quiroga le debe todo lo que es a la persona que lo adopto cuando tenia doce anos, Sebastian, el abuelo de Elena. Por ello, cuando su padre le pide algo que nadie mas puede hacer por el cedera sin remedio.
    Volverse a casar no entra en los planes de Martin, y menos con una mujer que no conoce ni su rostro. Sin embargo, es necesario para que la vida de Elena no este en riesgo. Se negara a enamorarla y a tener un matrimonio normal con ella. Ambos seran conscientes del trato, que es una union necesaria y de cara a los demas.
    Martin es un importante hombre de negocios, acostumbrado a vivir solo en la gran ciudad sin que nadie guie sus pasos. Compartir su espacio con Elena, una mujer mas joven que el y de costumbres muy diferentes a las suyas, le va a poner todo su mundo del reves.
    Elena derrocha simpatia, vitalidad e inocencia, ha tenido una vida tranquila hasta que Martin Quiroga se convierte en su marido y descubre que en cualquier momento se puede volver a nacer.

  • Nada mas que una noche, Anabella Franco de Anabella Franco

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    Nicolas Hagen es un ingeniero atractivo y exitoso que ama la vida nocturna. Su relacion con las mujeres se resume a pasar solo una noche con ellas y
    abandonarlas dejandoles algo a cambio. Para el todas son iguales: interesadas, insensibles y manipuladoras.
    Lavinia es una mujer de belleza envidiable, simple y pura en su alma. Una modista de clase baja que lucha por salir adelante en un entorno hostil. Su pasado la puso en un lugar donde entregarse a un hombre se torna casi imposible. Su presente esta regido por la resignacion, la aceptacion y la constancia.
    Alguna diosa obrara entre esos dos mundos, entrelazando ambas vidas. Lavinia sera una presa mas de Nick, quien no podra resistir sus impulsos de seducirla y pasar nada mas que una noche con ella. Una noche en la que la verdad y la inocencia transformaran sus almas para siempre.
    Sin embargo, el destino jugara de nuevo sus cartas: el pasado para Nick tiene forma de heridas, y figura de mujer. El rojo sera su esencia. El sexo y la perversidad, su trampa.

  • Sexo y Dinero de Blanca Moral

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    Idolo Sexual: Sexo y Romance con la Estrella de Rock y la Fan Virgen
    No soy una chica facil. No soy chica de polvos de una noche.
    De hecho, soy virgen. A mis 19 anos.
    Pero es dificil resistirse a mi idolo de la adolescencia.
    Al mejor cantante de Rock del pais.
    El final del concierto termino en su cama.
    El ultimo sitio en el que esperaba encontrarme.
    El sueno de toda fan hecha realidad.
    La mejor noche de mi vida.
    Sin embargo, ?que podia hacer al despertarme?
    Vi sus abdominales de acero, su sonrisa traviesa durmiendo.
    Abrumada por tener al hombre de mis suenos al lado. corri.
    Recogi mi ropa, incluyendo las bragas en la lampara del techo, y corri.
    Sin embargo, Angel King no iba a rendirse tan facilmente.
    Yo habia sido el mejor polvo de su carrera.
    Virgen, joven, entregada, servicial. Enamorada.
    Intente resistirme, pero el era todo lo que queria.
    Rompio todos mis esquemas. Me demostro quien era de verdad.
    Y me enamore perdidamente, sin vuelta atras.

  • Conexion de Julian Gough

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  • El Proceso de la Presencia de Michael Brown

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    En esta extraordinaria obra, el fluido y lucido texto nos conduce hacia una experiencia transformadora y nos conecta con el vivo resplandor de la Conciencia del Instante Presente, donde nos esperan la liberacion, la salud y nuestra innata sabiduria. La simple lectura de este libro, sus percepciones, nos purificara y hara que recobremos la salud vital. Lo que en otro tiempo fue dificil de explicar ha quedado ahora plasmado lucidamente en este libro. Aquello que se consideraba antes un territorio de paz accesible tan solo a los <> esta ahora al alcance de todo el mundo.

  • A Sexy Berling Christmas (Sexy Berling 1) de Maya Blair

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    Hay nombres que preceden a las personas y el de Gabriel Berling es uno de ellos. Cuando mi socio y yo recibimos el encargo de organizar la fiesta de navidad del hombre del momento, pensamos que nos habia tocado la loteria. Lo que no es para menos, ya que Berling es el fundador, socio mayoritario y presidente de una multinacional muy, muy lucrativa --un verdadero imperio empresarial, en realidad--, aparte de un sujeto amado y odiado a partes iguales que siempre esta en boca de todo el mundo. No me refiero solo a uno de los habituales de la lista de millonarios de Forbes, sino a un icono de nuestra era. Alguien que acapara dia si y dia tambien la atencion mediatica y cuyo nombre se encuentra continuamente en la palestra; ya sea en programas de television, radio o en los continuos rios de tinta que hace correr en las paginas de economia, sociedad... Por no hablar de los jugosos y escandalosos chismes de prensa amarilla que, en la mayoria de los casos, tienen mas de pesimo guion de telenovela que de realidad. Pero la cuestion radica en que rara es la manana en que no desayunas con el nombre de Gabriel Berling junto con tu cafe y tus tostadas, lo que en estos momentos lo convierte en una mina de publicidad para Candilejas, nuestra ambiciosa empresa de organizacion de eventos. El caso es que es bien sabido por todo el que tiene oidos en esta ciudad que la alta sociedad se lo rifa, avida de la cobertura de medios que un personaje de estas caracteristicas arrastra siempre tras de si. La clase de atencion que la jet set cree que se merecen ellos, sus familias y sus celebraciones varias. Y el, con su presencia, les proporciona lo que tanto anhelan. Lo que me lleva a suponer que deben de lloverle invitaciones de lo mas variopintas a cada momento del dia, uff. De hecho, compadezco a su secretaria o asistente. Eso de arriesgarse a morir sepultada por una montana de pomposas tarjetitas escritas provenientes de gente snob con hambre de popularidad no debe de ser muy agradable. ?De que hablaba antes de desviarme con el tema de las invitaciones? !Ah, si! Berling, Berling, Berling. De un tiempo a esta parte, empiezo a pensar que el tipo es una especie de nuevo Dios del siglo veintiuno en una sociedad necesitada de idolos ante los cuales postrarse y a los cuales amar, envidiar u odiar por su exito. Cuando no imitarlos en una burda copia barata, como esos bolsos Louis Vuitton que vienen de tapadillo desde China. Los mismos que de pasada dan el pego, si, pero que en cuanto te acercas un poquito y los miras con detenimiento te das cuenta de que apestan a mala calidad por todas las costuras. Resumiendo; si quieres ser alguien en esta maldita ciudad, invita al <> a tu fiesta --aunque con cuarenta anos que tiene bien podrian cambiarle el apelativo-- y ten por seguro que sera un exito rotundo. Prensa, radio y television cubriran su comparecencia hasta el ultimisimo detalle, seras la envidia de tu circulo de amistades y conocidos, obtendras una avalancha de llamadas furibundas de todo aquel que oso rechazar la invitacion porque cometiste el tremendo error de no avisarles que iria Berling... Y, lo mas importante, si consigues que pose contigo, veras tu rostro estampado junto al suyo en las paginas centrales de los periodicos y revistas de mayor tirada de una costa a la otra. Por cierto, si eres una de esas ninitas monas de moral relajada, poco amor propio y gran apetencia por la popularidad, siempre puedes follartelo. !Para que andarse con rodeos! A tu papaito le saldra mas barato que el coste de una fiesta de ese calibre.

  • Afterburn de Sylvia Day

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    Darme cuenta de que seguia colada por Jax fue un mal trago. Solo habia formado parte de mi vida cinco semanas, hacia dos anos. Pero ahora habia vuelto. Se habia entrometido en un acuerdo de negocios que me habia costado mucho conseguir. Y, Dios mio, estaba guapisimo. Sus ojos eran de un marron tan oscuro que parecian casi negros. Rodeados por densas pestanas, eran de una intensidad implacable. ?De veras me habian parecido alguna vez dulces y tiernos? Jackson Rutledge no tenia nada de tierno. Era un hombre experimentado y cruel, hecho de una pasta muy dura. En ese momento comprendi cuanto deseaba desvelar el misterio de Jax. Tanto que no me importaba lo que fuera a costarme.

  • Las gafas de Alejandra de Martina Bouza

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    Estaba desayunando en la terraza del hotel Bliss Spa Resort de Ubud, con vistas panoramicas a los campos de arroz, cuando sono mi telefono. Mi guia, Wayan, llegaria a buscarme en quince minutos. Ese verano me moria de ganas de viajar a Bali y, como no encontraba a nadie que quisiera venirse a la isla, decidi irme sola. No era la primera ni la ultima vez que lo haria. Busque un guia por internet en la pagina web de TripAdvisor. Contacte con el y, gracias a mi <> y al traductor Google, encontramos la forma de comunicarnos, me iba a ensenar Ubud. Llego y me explico el itinerario de ese dia: primero, iriamos a Batulan Temple a ver la danza del Barong; despues, a Pura Tirta Empul Temple; luego, a los arrozales de Tegalalang; a continuacion, a Coffe Luwak, y terminariamos en Pura Tanah Lot (Templo de la Tierra en el Mar). Este ultimo templo lo habiamos dejado para el final porque es un lugar espectacular, especialmente al atardecer, cuando la luz del sol se torna dorada y desciende por el horizonte convirtiendo el templo en una oscura silueta. Cuando llego la hora de comer, mi guia Wayan me dejo en un restaurante y me dijo que me recogeria en una hora y media. El sitio se llamaba TebaSari Resto, bar y lounge Jalan Raya, Tegallalang. Estaba situado enfrente del cafe Luwak, que era la siguiente parada que ibamos a hacer despues de comer. El restaurante era un sitio precioso con unas vistas impresionantes y estaba ambientado con canas de bambu, ademas, su comida asiatica era exquisita. Yo estaba disfrutando de mi tercer coctel cuando vi a un hombre muy atractivo en la mesa de enfrente y observe, por la conversacion que mantuvo al telefono, que era espanol, que tambien estaba solo y que no llevaba anillo de casado. Era un hombre fisicamente atletico. Mediria un metro ochenta mas o menos. Su rostro expresaba mucha tranquilidad. Su piel estaba morena. Tenia mucha cantidad de pelo negro, que lo llevaba por debajo de las orejas y muy alborotado. Sus ojos eran serenos y marrones. Sus labios no eran muy gruesos, mas bien diria que finos y estaban rodeados por una poblada barba negra. Me encantaba su estilo, era muy tropical, perfecto para el lugar. En la parte de arriba llevaba una camisa de lino blanca desabotonada por arriba que dejaba ver el vello de su pecho con las mangas remangadas y sacada por fuera del pantalon. En la parte de abajo vestia con unas bermudas azules tambien de lino y unas alpargatas de esparto del mismo color que su pantalon. Para empezar a hablar con el, usaria una de las tecnicas de seduccion infalible. Le pediria que me hiciera una foto. En ese momento, me puse las gafas de corazones, me pinte los labios de color rojo, saque el movil de mi bolso, recogi mis cosas y me fui hacia su mesa. --Perdona que te moleste. ?Hablas espanol? --Si. --?Te importaria hacerme una foto? Es tan exotico el restaurante que me gustaria tener un recuerdo. --Si, por supuesto. ?Donde la quieres? --Aqui, para que sea vean las canas de bambu que estan en el centro. Toma el movil. --!Que originales son tus gafas! Son muy vintage. Solte una carcajada. --Gracias. Me gusta llevar unas gafas diferentes para que la gente me pueda ver con claridad entre la multitud. --Muy buena respuesta. Esa me la apunto. Me hizo la foto y me devolvio el movil. --?Podria ver como ha salido? --Si, por supuesto. Mira, !ha quedado perfecta! --Perdona, si no es indiscrecion, ?viajas sola o acompanada? --Viajo sola (como me gusta decirle a completos desconocidos que viajo sola, sigo viva de milagro). No me dejaban traer en el avion a los siete gatos con los que vivo. Siguio riendose a carcajadas. --Disculpa, que no me he presentado. Me llamo Jorge. ?Como te llamas? --Me llamo Alejandra. Encantada. --Le di dos besos en las mejillas. --Y bien... Alejandra, ?estas viajando por ocio o por trabajo? --Estoy de vacaciones. ?Tu? --No soy tan afortunado. Estoy por trabajo. Importo ropa y accesorios balineses para llevarlos a Espana donde tengo un negocio. En ese momento me sono el movil. Era Wayan. --Jorge, encantada de conocerte. Me da mucha pena tener que marcharme. Me has caido genial, pero me acaba de llamar mi guia para que sigamos con la ruta. --Una cosa antes de que te vayas... Se me esta ocurriendo... ?Que te parece si nos damos el telefono y continuamos esta conversacion por la noche? Conozco un sitio donde hacen los mejores mojitos de la ciudad. --Suena divertido. Nos dimos los telefonos. --?Sobre que hora regresaras al hotel? --Mi guia me ha dicho que a las siete. --!Perfecto! Mas tarde te escribo para concretar donde te paso a buscar a las ocho. --Genial. --Si te veo a las ocho, comenzare a ser feliz desde las siete. --!Jorge! !Eso es del Principito! Para ligar conmigo tienes que ser un poco mas original, que ya me las se todas --le dije con un gesto divertido. --Eres tremenda --dijo sonriendo. --Adios, Jorge. Te veo esta noche. !Toma ya! El plan habia salido mejor de lo que esperaba. Una vez mas, mis gafas me habian traido buena suerte. --Te escribo en un rato. !Disfruta de la ruta! --dijo mientras me guinaba un ojo. Cuando llegue al hotel, tuve mis dudas de si ir o no ir a la cita, pero pense que estaba en Bali de vacaciones, soltera, y Jorge era terriblemente sexy. ?Que dudas podia tener? Ninguna. A las ocho, sali a la calle y ahi estaba, esperandome. Iba impecable. Volvia a vestir con lino y seguia llevando el pelo despeinado a proposito. Fuimos a cenar a Arang Sate Bar, que estaba en la calle Jalan Raya, al lado del palacio de Ubud, en pleno centro. Era un restaurante con ambiente agradable y moderno sin perder el estilo balines, con musica en directo. El personal era muy simpatico y servicial (como en el resto de Ubud). Primero pedimos algunos small plates para compartir y probar un poco de todo y, a continuacion, brochetas (sate) de gambas, higado de pollo y ternera especiadas con curcuma, jengibre y otras especias que le daban un gusto no picante y delicioso, que acompanamos con una jarra de caipiroska. Todo estaba exquisito y terminamos la cena disfrutando de sus famosos cocktails. --Me ha encantado el sitio, Jorge. Tenias razon, el mojito esta delicioso y la comida estaba buenisima. Ademas, es un lujo poder disfrutar de musica en directo. --Me alegra mucho que te guste, Alejandra. Siempre que vengo a Bali termino comiendo aqui, pero es la primera vez que lo hago teniendo en frente a una mujer preciosa. Me lo dijo mientras me acariciaba las manos. Estaba muy roja y notaba que la cara me ardia. No se si por lo que me acababa de decir, por el alcohol, por el calor que hacia en la isla o por una mezcla de todo. --Gracias, Jorge. Has conseguido que me sonroje y creeme cuando te digo que eso en mi es dificil de conseguir. La verdad que tu tambien me pareces un hombre muy guapo y atractivo --le dije mientras le tocaba los brazos y le miraba con ojos lascivos. --?Te apetece que vayamos a mi hotel? Aqui hay demasiado ruido y me gustaria estar contigo en un sitio mas tranquilo. --Me parece que acabas de tener una muy buena idea Jorge. !Vamos! Llegamos a su hotel. Era una villa privada con una habitacion. Nada mas entrar, te encontrabas una impresionante terraza con piscina privada, solarium, una mesa con sillas y una cocina cubierta. Enfrente, se abria la puerta que llevaba a la habitacion con una cama de matrimonio enorme y un bano Llamo al servicio de habitaciones para que trajeran una botella de vino. Encendio velas y selecciono en su movil la musica relajante Beyond the Missouri Sky, por Charlie Haden y Pat Metheny, para que sonara por los altavoces. Jorge era muy mistico, poseia un lado espiritual muy desarrollado, mas que el promedio de las personas. Demostraba esa espiritualidad o esa conexion con lo que esta mas alla de la vida terrenal en su forma de comunicarse y en su actitud mas bien pacifica, relajada y tranquila, que tenia que ver, sin duda, con esa intima relacion con lo que no podemos comprender racionalmente. --?Nos tomamos unas copas en la piscina? --me ofrecio. Comenzo a tocarme suavemente el cuello, los hombros y la espalda. --Vaya. Creo que tu karma se encuentra algo desalineado. ?Quieres que te ayude a centrarlo de nuevo? Me han ensenado a hacerlo estos dias aqui en Bali. Asenti. --Vale. Pues lo primero que tienes que hacer es relajarte y sentirte comoda Asi, muy bien... Cierra los ojos y respira hondo. No, asi no. Tienes que llevar el aire a la zona que hay a unos cuatro dedos por debajo de tu ombligo. Asi. Perfecto. Trata de retener aire y cuenta hasta quince. Eso es... Despues, expulsalo muuuuy lentamenteeee...

  • El club de los caballeros de Priscilla Stuart

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    “Alojamos a casi mil prisioneros aqui en la prision del Castillo del Trueno”, explico el capitan Hamilton. “La mayoria de ellos vive en condiciones que solo pueden describirse como deplorables. Sus vidas son una miseria. Pero algunos de nuestros prisioneros viven muy bien. Son miembros de lo que yo llamo el club de los caballeros “.

  • Frio de Jordi Sierra I Fabra

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    En su mundo aseptico de asesino a sueldo no habia sitio para los sentimientos, aunque el destino le deparaba una sorpresa dulce, sensual y amarga a la vez.

  • El otro proceso de Elias Canetti

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    El otro proceso. Las cartas de Kafka a Felice es uno de los ensayos mas lucidos de Elias Canetti. Nadie mejor que Canetti, premio Nobel de Literatura, para comentar las Cartas a Felice de Franz Kafka. Canetti, quien, como Kafka, ha descrito magistralmente las funciones del poder, nos ofrece en este lucido ensayo un detallado analisis del sufrimiento del escritor durante los cinco anos de su correspondencia con Felice Bauer.

  • La isla de las mujeres del mar de Lisa See

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    Una inmersion fascinante en una cultura en vias de desaparicion.

  • 8 de Francisco Palacios

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  • Rosario Tijeras de Jorge Franco

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    Una de las novelas mas importantes de los ultimos tiempos en Colombia.

  • Feliz Navidad de Anna Casanovas

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    -Bueno -dijo en voz alta-. No estamos juntos. Tiro la colilla al suelo y apreto los punos con fuerza para no coger otro pitillo. Tenia que reservarlos, aun faltaban muchos dias para el ano nuevo, y tenia la sensacion de que iban a hacersele eternos. Sono el movil y Jack, agradecido por la distraccion, contesto sin mirar. -?Si? -Hola, Jack, ?te pillo en un mal momento? -pregunto David. -No, estoy tratando de llegar a mi casa. Hay tanta gente comprando que tengo la sensacion de estar participando en una carrera de obstaculos -se quejo Jack. -No sera para tanto. -Para ti es muy facil decirlo, viviendo como vives en las afueras - insistio. -De eso precisamente queria hablarte. Amanda y yo habiamos pensado en organizar la cena de Navidad en casa. Sus padres estan de viaje y los mios estan dispuestos a <> -dijo David en broma-. Estan tan contentos con lo de la boda que todo les parece bien. <>, penso Jack, y luego se reprendio a si mismo por sus malos pensamientos. Amanda y David se merecian ser felices; no todos los hombres eran tan idiotas como el y permitian que la mujer de su vida se les escapara de entre los dedos. -?Has oido lo que te he dicho? -pregunto David. -Por supuesto. -No tenia ni idea de lo que habia sucedido durante el ultimo medio minuto. -Entonces, ?vendras? -Claro. -?Estaban hablando de la cena para la que aun faltaban dos semanas? -Perfecto, pues te esperamos a las diez -anadio contento su interlocutor. -?A las diez? David -suspiro y confeso-, no se de que me estas hablando. -Ja, lo sabia. No te preocupes, Amanda ya me ha contado que estas pasando unos dias dificiles. -Hizo una pausa para ver si Jack le decia algo mas, pero al no hacerlo continuo-: Te he preguntado si manana te apeteceria ir a pasear con nosotros. Tenemos pensado ir al mercado de Borough, y tal vez luego podriamos ir a comer. -No se, tengo trabajo acumulado -le dijo, y era verdad-. Creo que me quedare en casa y me pondre al dia. (c) 2008 2 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. FELIZ NAVIDAD Anna Casanovas -De acuerdo. -David tuvo el acierto de no insistir-. Pero llamame si cambias de opinion. -Esta bien. Tengo que dejarte, me estoy acercando a un paso de peatones y necesito estar concentrado para cruzarlo. Su amigo se rio y colgo sin mas. A pesar de los malos presagios, Jack consiguio cruzar ese paso cebra y tres mas sin salir herido. Pero a medida que se iba acercando a su casa, una sensacion extrana iba invadiendole. Era un ligero cosquilleo, como si la piel del final de la espalda hubiera entrado en contacto con un pedazo de hielo y el frio le estuviera entrando poco a poco por las venas. No le gustaba nada. En su profesion habia aprendido a hacer caso de sus instintos y en ese preciso instante le estaban diciendo que saliera de ahi corriendo. Que huyera. ?De que? Ese diciembre estaba resultando en verdad horrible, no solo no dejaba de pensar en Kat, sino que ahora tambien iba a volverse loco. Furioso consigo mismo entro en una tienda que habia a pocos metros de su portal. Tal vez habia dejado de fumar, pero beber era otra cuestion y esa noche iba a emborracharse. Muy poca gente lo sabia, pero Jack era licenciado en Historia. Habia estudiado la carrera por vocacion: las leyendas de los faraones, de los emperadores romanos, de los caballeros de la edad media siempre le habian fascinado, y creyo que estudiando historia lograria entenderlos y podria proteger su legado. Le basto un dia en la facultad para perder todas esas ilusiones y darse cuenta de que aquella concepcion tan romantica que lo habia impulsado a emprender esos estudios era un espejismo, un sueno. De todos modos, Jack se licencio con honores, y a esa licenciatura tenia que agradecerle dos cosas: su aficion a la fotografia y haber conocido a Kathryn. A lo largo de los anos la fotografia se habia convertido en algo mas que una aficion; habia pasado a ser su profesion. Y Kat... podria decirse que ella tambien se convirtio en algo mas. Al terminar la carrera, Jack trabajo en un museo durante unos meses, pero no tardo en darse cuenta de que eso no era lo que queria hacer durante el resto de su vida. Asi que decidio arriesgarse y buscar trabajo en otros sectores. Por suerte, el destino se apiado de el y una manana conocio a Sam Abbot, su actual jefe y director de The Whiteboard, quien le ofrecio ir a Egipto para hacer un reportaje grafico sobre el estado actual de las piramides. Jack casi lo besa alli mismo. Ahora sabia que Sam era famoso por tomar decisiones arriesgadas, pero jamas podria agradecerle que le hubiese dado una oportunidad como aquella. Jack fue a Egipto, (c) 2008 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 3 FELIZ NAVIDAD Anna Casanovas hizo su reportaje, y se convirtio en uno de los fotografos documentales mas importantes del pais. Todo el mundo, bueno, casi todo el mundo, alababa sus fotografias, y decian que contenian una extrana mezcla entre anoranza del pasado y vision de futuro. Fuera lo que fuese lo que querian decir con eso. Y mientras el hacia realidad su sueno de perpetuar la historia, Kat siguio a su lado... hasta que un dia, cansada de estar sola, se fue. El golpe seco que dio la botella al golpear el suelo lo saco de su ensimismamiento. Acababa de romper una botella de un gran whisky. Mierda. Cogio otra y pago antes de que esa futura borrachera le saliera por un ojo de la cara. Abrio el portal de la calle y se cruzo con una vecina, la mujer del tercero cuarta, que lo miro de un modo muy raro. Subio por las escaleras, su piso estaba en la cuarta planta, pero no le apetecia coger el ascensor. Cuanto mas ejercicio hiciera ahora, menos culpable se sentiria por pasarse el fin de semana tumbado en el sofa regodeandose en su miseria. En el ultimo tramo de peldanos la misma sensacion de antes volvio a recorrerle la espalda. Sacudio la cabeza para despejarse y cuando alcanzo el rellano supo a que se debian esos escalofrios. Al llegar alli entendio perfectamente las suplicas de sus instintos. Sentada en el portal estaba ella, Kat, y sin dudarlo si quiera, cogio un cigarrillo. (c) 2008 4 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. FELIZ NAVIDAD Anna Casanovas 2 -No deberias fumar. -Fueron las primeras palabras que pronuncio tras cinco anos de silencio. -Lo se -respondio el laconico. -Ademas, aqui no se puede. -Eso tambien lo se. Se quedaron mirandose el uno al otro unos segundos. Jack incluso parpadeo, como si creyera que se trataba de una alucinacion, pero no, cuando volvio a abrirlos ella seguia alli. No habia cambiado nada, excepto en los ojos, que parecian mas tristes, mas serios, apagados. Aunque Kat siempre habia tenido los ojos tristes, de hecho, la cancion Sad Eyes de Bruce Springsteen siempre le hacia pensar en ella, antes solian resplandecer desde el interior. Ahora ya no, aunque seguian siendo de un azul precioso, como el mar en invierno. Mucha gente creia que Kat tenia los ojos negros, pero Jack sabia perfectamente que no, que eran de un azul profundo, igual que el cielo antes de una tormenta. Llevaba el pelo recogido, y el no pudo evitar preguntarse cuando habia decidido dejarselo largo. Cuando estaban juntos solia llevar su negra melena corta, justo por debajo de la oreja, como si fuera una bailarina de charleston. Iba vestida como siempre, sin importarle los dictados de la moda, fiel a sus vaqueros y a sus zapatillas deportivas. A Kat, con su metro setenta y cinco, nunca le habian hecho falta los tacones, pero estaba guapisima cuando se los ponia. Y como Jack era tambien muy alto, ella seguia pareciendo pequena y delicada a su lado. -?Que haces aqui? -?Puedo entrar? Preguntaron ambos al mismo tiempo, pero fue el quien, olvidandose de sus modales, continuo: -?No tienes llave? -?No cambiaste el cerrojo? -pregunto ella sin ocultar su sorpresa. Entonces Jack se dio cuenta de su error y, como ni loco iba a confesarle que no lo habia hecho por si ella queria volver, respondio con una evasiva. -No he tenido tiempo. -Ella tuvo el detalle de no mencionar que habian pasado cinco anos-. ?Que haces aqui? -repitio. -?Puedo entrar o no? -Kat siempre habia sido muy terca, y al parecer en eso tampoco habia cambiado. (c) 2008 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 5 FELIZ NAVIDAD Anna Casanovas Jack no respondio, pero hundio la mano en el bolsillo del pantalon para buscar las llaves. Abrio sin ningun miramiento y fue directamente a la cocina para servirse una copa. -?Quieres una? -le ofrecio mientras abria el armario de los vasos. -Supongo que me hara falta. Sin decir mas, sirvio dos copas mas que generosas y encendio las luces del salon. Se bebio la suya de golpe y, como se habia llevado la botella con el, se sirvio otra. Se sento en un sofa, estiro las piernas, volvio a doblarlas, y con los codos apoyados en sus rodillas la miro a los ojos. -?Vas a decirme a que has venido o no? -Mi padre se esta muriendo -respondio ella, sentandose en otro sofa. Y con esa frase Kat empezo a llorar y a Jack se le rompio el corazon. Su Kat nunca lloraba, nunca, ni siquiera cuando el la traiciono del peor modo posible. El llanto de Kat era desgarrador por su silencio, si alguien la hubiera visto creeria que solo tenia los ojos cerrados. Apenas hacia ruido, y mantenia las manos apretadas en su regazo. Jack no supo ni como ni cuando se habia levantado, pero segundos mas tarde estaba junto a ella, y le acariciaba la espalda para tratar de tranquilizarla. La habria abrazado, pero no sabia si ella habria aceptado el abrazo, ni si el estaba preparado para darselo. Poco a poco, las lagrimas dejaron de resbalarle por las mejillas y sin decir nada se levanto y fue al bano. Jack se bebio la segunda copa, la necesitaba. -No deberias beber con el estomago vacio, y me juego lo que quieras a que aun no has cenado -dijo ella en voz baja al acercarse. -Deje de fumar -se defendio el, y al ver que Kat enarcaba las cejas se lo explico-. Hace cinco anos, pero en diciembre hago una excepcion. - No hacia falta que le contara por que. -Creia que no te gustaba el whisky. -Y no me gusta, pero tenia la sensacion de que esta noche iba a hacerme falta. Y ya ves, resulta que tenia razon. Ella lo miro extranada pero no dijo nada, y volvio a sentarse donde estaba.

  • Lealtad y sangre de Raul Garbantes

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    LO UNICO QUE Linda Amatista escuchaba, despues del ruido del agua fria estrellandose contra su cuerpo y el suelo, era el sonido del viento corriendo entre los arboles. Por un instante, eso era todo lo que existia, como un hechizo. Se aferro lo mas que pudo a ese sonido que era un oasis en el infierno que estaba viviendo, por un tiempo que empezaba a parecerle inconmensurable. Solamente entendia que ahora la unica realidad era el dolor. A medida que volvia en si, cada parte de su cuerpo daba fe de vida a traves del suplicio que le hacia padecer. Ya el mundo de afuera se habia vuelto borroso, sonidos, formas y colores vagos; pero su mundo interno era un enjambre de senales de dolor vertiginoso que hacia parecer su cuerpo mas extenso de lo que en realidad era. Mas que un cuerpo humano, un continente de sufrimiento. --Ya es hora --escucho decir. Sintio el resplandor de una luz a traves de los parpados hinchados. Trato de taparse la cara un poco con uno de sus brazos. Ambos se alzaban sobre su cabeza inclinada, pendiendo de las munecas esposadas, estas, a su vez, entrelazadas con una cadena que se elevaba hasta un liston de madera en el techo. Las rodillas tocaban el suelo, pero ya casi no sostenian todo el peso de su cuerpo, los tobillos atados tambien. Trato de abrir los ojos. Era como si su rostro hubiera mutado a una mascara tallada por los golpes. Ahora podia escuchar hasta el zumbido de la unica bombilla de aquel pequeno lugar, una que colgaba desnuda de un cable; tambien escucho el rechinar de la madera con los pasos del torturador. Apenas podia ver su vaga silueta del otro lado del cobertizo, tomando algo entre las manos, quiza una soga. --Todo va a terminar pronto --dijo el hombre. <>, penso ella, desconcertada; como si no la hubiera abusado ya lo suficiente, como si de esa forma no la hubiera despojado ya de cada parte de su persona: treinta y tres anos, Linda Amatista, oficial de Policia condecorada del distrito de Olivares. El orgullo de su madre y de sus amigas. El hombre se acerco y libero las esposas de la cadena. Ella dejo caer todo su cuerpo al suelo, sintiendo la madera rugosa y el frio de la noche que erizaba su piel, el viento ahora golpeaba con mas fuerza que antes, produciendo un silbido cuando chocaba con el cobertizo. Por fin podia respirar hondo, por fin sus musculos se distendian, y aquel alivio mitigo un poco el calvario que atravesaba. Vio la silueta del hombre acercarse, sus contornos difusos por la luz de la bombilla, pero, sobre todo, por la mezcla de sangre y sudor que se acumulaban entre los parpados de ella. Sintio una sombra cubrirla por completo y luego un ardor cuando el retiro la cinta adhesiva de su boca, removiendo luego el panuelo del interior de esta. El frio, el miedo y el dolor le sacaban sonidos involuntarios que no lograba reprimir por mas esfuerzo que pusiera. Lo escucho reir para si y sintio ira, quiso hacer sufrir a cada hombre que conocio alguna vez, quiso hacerlos suplicar por la muerte que ella ahora deseaba para si. Sintio toda la saliva y sangre acumuladas en su boca y trato de decir algo. Su garganta estaba tan seca que apenas dejaba salir aire. --?Que? --pregunto el hombre, acercando el rostro. Enseguida se cubrio de una sustancia rojiza y viscosa al recibir un escupitajo de su victima. En el silencio que siguio, ella supo percibir la rabia acumulandose en su abusador. Esta era la unica victoria que podia permitirse, asi que sonrio como pudo, esperando que el regocijo la acompane hasta el ultimo momento. --Eres una guerrera --escucho decir al hombre--. Para nada como las otras. <>, penso Linda. Mientras, ella se obligo con todo su ser a no darle esa satisfaccion, la de verla quebrarse mentalmente. Entonces recordo las palabras de su mejor amiga, Aneth Castillo, cuando estaban en la academia de Policia. Cuanto le hubiera gustado verla una ultima vez. Quiso permanecer un poco mas en aquel recuerdo, pero su captor habia comenzado a golpearla de nuevo. Tomo algo de tiempo para que el hombre se percatara del propio frenesi en el que habia caido. Se sorprendio a si mismo con el rostro desencajado por una mueca que mezclaba rabia y placer. Estaba jadeando cuando se detuvo y la vio ante si, casi inconsciente otra vez. Bajo los brazos y subio el rostro, cerrando los ojos, como si alguna sustancia invisible lo estuviera banando. Su respiracion se volvio a calmar. Trato de penetrar lo mas profundo que podia en aquella calma, instalarse alli, en la satisfaccion y el alivio que no era capaz de experimentar de otra forma y que solo era superado por lo que pensaba hacer despues. Volvio a esposar a la mujer con los brazos atras. La vio moverse cuando ajusto el nudo de la soga en su cuello. Tomo un extremo y lo avento por encima del liston. Dio unas vueltas a la soga por su antebrazo para lograr un mejor agarre, tomandola luego con ambas manos. Despues de una respiracion profunda, comenzo a tirar de la soga. Lo hacia de forma lenta para observar a su victima contorsionarse mientras agonizaba. Y, con cada tiron de la soga, se sumergia de a pocos en un extasis unico. Para cuando la mujer ya habia dejado de moverse, ahorcada, estaba consumido por una euforia total que se concentraba en su entrepierna. Mantuvo la escena congelada un momento. Cuando sintio que ya la habia absorbido lo suficiente, solto la soga. El sonido grave del cuerpo golpeando contra la madera le disgusto. Quiza le parecio que rompia con la solemnidad que estaba experimentando. No se dejo consumir por el hecho, pues el mal humor lo sacaria por completo de la atmosfera que habia creado para si. Entonces volteo el cuerpo para que mirara hacia el techo y se comenzo a desvestir. 1 UN CASO PELIGROSO PARA LOS QUE aun no me conocen soy Goya. La primera vez que fume un cigarrillo ya estaba separado de mi mujer y mi hija me odiaba. Recuerdo que salia de un bar en la madrugada, con el aliento a licor. Estaba en camino a convertirme en un alcoholico; mejor dicho, en un adicto. El cerebro de un adicto es muy particular, saben. Es una persona compulsiva. Si logra superar una adiccion, siempre existe el riesgo de que alguna otra cosa pase a llenar ese vacio. Trato de no pensar mucho en esto. Pero la realidad no siempre colabora con los propositos de nuestra voluntad. Por el contrario, pareciera colocarle obstaculos. Esta ha sido una manana inusual en mas de un sentido. El mas evidente: el sol radiante brillando en medio de un cielo despejado. Cosa que detesto. No por aborrecer de lo que el comun de la gente disfruta, sino por el calor que produce un sol radiante por la manana en Sancare. En la comisaria todo parece brillar exageradamente, iluminado casi sin dejar sombra alguna. Siento la pelicula de sudor con la que me cubre el calor y la humedad de la ciudad, casi como una segunda piel. Siento las gotas cayendo por mi nuca, mi camisa adhiriendose a mi cuerpo incomodo y ansioso. Sobre mi escritorio hay pilas de papeles esperando por mi. Cierro los ojos y escucho el bullicio de la comisaria, manotazos sobre mesas, golpes metalicos, voces, ordenes, carcajadas, correteos por los pasillos. Cada elemento, hasta el mas insignificante, exaspera mi paciencia. Este es el dia en que se supone debemos traer a alguien de la familia para compartir un rato y que vean lo que hacemos. Una idea ridicula donde las haya. Pero mas ridiculo es que yo haya imaginado siquiera que mi hija Laura contestaria mis llamadas para invitarla. --Goya --escucho decir a Valeria desde un escritorio cercano. Tras ella esta su madre, Aneth Castillo, mi companera que sonrie e intercambia palabras con Hilario Cota, otro miembro del equipo de Homicidios. Quiza se burlan de mi porque saben cuanto detesto este lugar ahora mismo. Sin embargo, le sonrio a la nina. Me recuerda a Laura cuando tenia su edad. La alegria que veo en mi companera tambien me recuerda a mis propios animos cuando comence a trabajar con la Policia. Esta idea me refresca un poco el pesimo humor que tengo y, mientras, trato de no pensar en ciertas cosas. Escucho la puerta del comandante Sotomayor abrirse con la premura usual, que poco tiene que ver con la urgencia de lo que va a comunicar. Lo miro. Me hace un gesto con la mano. Por la cara que tiene, no debe de ser nada grave. Entro a la oficina y veo al comandante de pie, alargandome el telefono, como quien se lava las manos de una tarea fastidiosa. --?Inspector Goya? --escucho preguntar del otro lado del receptor, es la agradable voz de una mujer quiza entrando en la cuarentena. --El habla. --Es un gusto hablar con usted --dice--. Soy la fiscal Vera Simmons, del distrito de Villablanca. --?En que la puedo ayudar fiscal? --Vera, estoy manejando un caso delicado y he dado con uno de los sospechosos principales, al cual pienso interrogar en las proximas horas. Creo saber a donde se dirige la conversacion. Y no me disgusta el pronostico. --Su don de gentes --continua--, si me permite la expresion, es famoso entre algunos de nosotros, y su ayuda me pareceria invaluable. --?Quiere que interrogue a su sospechoso? --No --dice con cierta risa--. Eso lo haria yo. Pero me encantaria su asesoria, saber sus impresiones sobre el sujeto durante el interrogatorio. Solo quiero saber si deberia seguir cavando este hoyo. Le digo que con mucho gusto podria ayudarla con eso. Nada mas oportuna que una excusa para dejar la comisaria en este momento. --Goya --dijo el comandante Sotomayor, reteniendome, cuando ya cruzaba la puerta--. Recuerda que hoy es la cena del alcalde con las nuevas autoridades. Te espero alli. Un embotellamiento inesperado me mantiene en el centro de la ciudad, entre humo, bocinas de autobuses y vendedores ambulantes. Ha empezado a correr el viento, arrastrando nubes con lentitud, volviendo benevolo el calor. La luz de esta manana da a los colores y a las texturas de los edificios una nitidez particular. Un hombre mayor de piel tostada pasa por la ventana de mi auto vendiendo diarios. Le pregunto si sabe que ocasiona el trafico. --Es una manifestacion de obreros --me dice con una voz ronca--. Pero ya se estan retirando. Le compro una copia y le agradezco. Reviso por encima los titulares. <>. <>. <>. El ajetreo de siempre. Por fin los autos comienzan a avanzar. Veo un grupo de hombres con cascos de proteccion dispersarse. Al rato ya he dejado el caos del Centro y las vias se tornan mas acomodadas, los edificios mas modernos, cobran mas presencia las areas verdes con caminerias y personas haciendo ejercicios o paseando a sus mascotas: todo ocurre como si se tratara de otro mundo, uno desentendido de las noticias en la prensa y de las intenciones mezquinas de quienes abusan del poder. Asi, como en una ciudad paralela, entro al distrito de Villablanca. Sigo la direccion que me proporciono la fiscal Simmons. No demoro en llegar y, despues de anunciarme en la recepcion, la chica que me atiende me informa que la misma fiscal bajara a recibirme. No pasa mucho hasta que veo salir de un ascensor a una mujer muy atractiva y elegante. Viste un pantalon de punto grueso y corte cenido de color gris con rayas delgadas y claras, una chaqueta que hace juego con el pantalon y una blusa de tonalidad crema. Lleva tacones bajos, pero de punta fina. Tiene el pelo suelto, largo, oscuro y abundante. Ya cerca, la veo sonreir levemente, una sonrisa muy expresiva sin ser exagerada. Diria que esta entusiasmada de verme, aunque no nos conocemos. Despues de haber destruido mi matrimonio con Silvia, al punto de no dirigirme la palabra hasta el sol de hoy, nunca me vi realmente cautivado por otra mujer. Pero la fiscal Simmons ha logrado causar una impresion en mi, aunque me cueste reconocerlo. --Inspector Goya, que gusto --me dice, su voz es todavia mas agradable de escuchar en persona. Le extiendo la mano sin saber en verdad que decir o hacer, excepto un sonido vago. --Debo decir que esperaba con anticipacion nuestro encuentro --afirma mientras caminamos al ascensor. --Dejame adivinar --replico algo incomodo--, algun profesor trasnochado te hizo estudiar uno de mis casos viejos. --Espero que excuse mi cursileria. Pero es famoso, entre los de mi generacion al menos. Segui su carrera hasta que, bueno... --Hasta que lo mande todo al demonio --la interrumpo. --Exacto. A medida que subimos, el paisaje de Villablanca cobra perspectiva a traves de los cristales, sus cuadriculas perfectamente planeadas, sus espacios publicos, otros en construccion. Salimos a un piso limpio y aclimatado, de techo alto, con varios pasillos, varias oficinas y salas.

  • Luna para dos de Ferb Irene

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    Un momento tan bochornoso como incomodo sera el detonante que hara estallar su estructurada vida en pedacitos.
    Para bien o para mal todo cambiara y tendra que tomar decisiones, arriesgarse y salir sin paraguas a lo que el tiempo le tenga preparado o cargar con el asfixiante y aburrido chubasquero a todas horas.
    Luna para dos no es una cena romantica, ni un idilico paseo a la luz de la luna. Luna para dos cuenta en primera persona una etapa clave en la existencia de una mujer cualquiera. Una novela que destila sorpresas, intriga, drama, pasion y tambien comedia, porque asi es la vida, plural y repentina.
    Pocos son quienes dicen ser y a eso tendra que enfrentarse ella, la protagonista de esta historia, una mujer llamada Luna.

  • Dimensiones de Alice Munro

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    En Dimensiones, la premio Nobel de Literatura hace gala de su maestria a la hora de describir la vida interior de sus personajes y nos sumerge de lleno en una historia psicologica que va mas alla de la anecdota.

  • El ascenso de las dos serpiente de Max Gladstone

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    Una plaga de demonios han saboteado las reservas de agua de Dresediel Lex. Para averiguar quien esta detras y reparar el dano, el Rey de Rojo envia a Caleb Altemoc, hijo de Temoc, el ultimo de los sacerdotes de los antiguos dioses y protagonista de La primera y ultima nieve, un joven especializado en gestion de danos, que tambien se saca algo de dinero apostando. Una vez alli, Caleb se encuentra con Mal, una saltadora de tejados de la que queda inmediatamente prendado. Desde el principio, Caleb y Mal estan unidos por el deseo, la magia y el azar, atrapados en un juego peligroso donde dioses y humanos son meros peones. Ambos yacen en el agua y bailan sobre el fuego, mientras las dos serpientes que duermen bajo la tierra empiezan a despertarse. y estan hambrientas.

  • Amenaza de Tormenta de Nora Roberts

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    La posada The Pine View estaba confortablemente situada en las montanas Blue Ridge. Despues de dejar la carretera principal, el serpenteante camino cruzaba un estrecho vado del rio con la anchura suficiente como para que pasara un coche. La posada estaba a muy a poca distancia del vado. Era un edificio con mucho encanto, lleno de personalidad, de lineas tan limpias que disimulaban su ruinosa estructura. Tenia una altura de tres plantas y estaba construido en un ladrillo rojo que el tiempo habia deslucido hasta un rosa claro. En la fachada habia ventanas estrechas con contraventanas de color blanco. El tejado, de cuatro aguas, habia ido perdiendo color hasta adquirir un tono verde claro. En el se erguian tres chimeneas. El edificio estaba rodeado por un porche de madera de color blanco y habia puertas para acceder a el en todos los laterales de la casa. El prado que la rodeaba estaba perfectamente cuidado. A menos de cincuenta metros de la posada, los arboles y los afloramientos de roca reivindicaban su presencia en el prado. Era como si la naturaleza hubiera decidido que la casa podia ocupar ese espacio y ni un milimetro mas. El efecto era impresionante. La casa y las montanas permanecian en pacifica convivencia sin que ninguna le restara a la otra un apice de belleza. Mientras dejaba el coche en la zona destinada al aparcamiento, Autumn conto cinco coches, el viejo Chevy de su tia incluido. Aunque todavia estaban en temporada baja, al parecer ya habia algunos huespedes. Soplaba un ligero viento frio de abril. Los narcisos todavia tenian que abrirse y la flor del azafran estaba comenzando a marchitarse. Algunos capullos de azalea mostraban ya algun punto de color. El campo parecia estar esperando la llegada de la primavera. Las montanas mas altas todavia vestian sus abrigos de invierno, pero comenzaban a salpicarlas algunos toques grisaceos. No continuarian vestidas de marron y de gris durante mucho tiempo. Autumn se colgo la camara a un hombro y el bolso al otro, el bolso siempre ocupaba el segundo lugar en importancia. Del maletero del coche todavia habia que sacar dos enormes maletas. Tras un pequeno esfuerzo, consiguio colocar el equipaje de tal manera que pudo llevarselo en un solo viaje. Despues, subio los escalones de la entrada. Como siempre, la puerta estaba abierta. No habia nadie en el interior de la posada. El descabalado cuarto de estar que hacia las veces de salon estaba vacio, aunque el fuego crepitaba en la chimenea. Autumn dejo las maletas en el suelo y entro en la habitacion. No habia cambiado nada. Viejas alfombras salpicando el suelo y mantas de ganchillo en sendos sofas. En las ventanas, cortinas estampadas de flores. La coleccion de figuritas Hummel continuaba sobre la repisa de la chimenea. La habitacion estaba limpia, pero distaba mucho de estar ordenada, algo que siempre la habia caracterizado. Habia revistas por todas partes y un cesto de costura a punto de rebosar. Los cojines apilados en el asiento de la ventana mas que decorativos eran simplemente comodos. El ambiente era acogedor, con un encanto ligeramente descuidado. Autumn penso sonriente que aquella habitacion encajaba perfectamente con la personalidad de su tia. Sintio un extrano placer. Siempre era reconfortante descubrir que algo que uno amaba no habia cambiado. Echo un ultimo vistazo a la habitacion y se paso la mano por el pelo. Le llegaba mas alla de la cintura y lo llevaba revuelto por haber conducido con las ventanillas abiertas. Se le paso por la cabeza la idea de que debia cepillarselo, pero lo olvido en cuanto oyo pasos en la entrada. -!Autumn, estas aqui! Tipico de ella, su tia la saludo como si acabara de volver despues de haber estado una hora en el supermercado, y no tras haber pasado un ano en Nueva York. -Me alegro de que hayas llegado antes de cenar. Estamos haciendo carne guisada, tu plato favorito. Autumn sonrio, no tuvo valor para decirle a su tia que ese era el plato preferido de Paul, uno de sus hermanos. -!Tia Tabby, me alegro mucho de verte! -camino rapidamente hasta ella y le dio un beso en la mejilla. El familiar olor a lavanda de su tia la envolvio. Su tia Tabby no se parecia en nada al gato en el que su nombre hacia pensar. Los gatos eran animales arrogantes hasta resultar esnobs, desdenosamente tolerantes con el resto del mundo. Eran conocidos por su rapidez, su agilidad y su astucia. Su tia Tabby era conocida por sus absurdas divagaciones, sus conversaciones inconexas y sus pensamientos confusos. No tenia ninguna astucia. Y Autumn la adoraba. Se separo de su tia y la observo con atencion. -Estas magnifica. Era una verdad inmutable. Su pelo continuaba siendo tan castano como el de su sobrina, aunque con numerosas hebras grises. Tambien el pelo encajaba con su personalidad. Lo llevaba corto y anarquicamente rizado alrededor de su cara redonda. Sus facciones parecian hechas a pequena escala: la nariz, la boca, las orejas, incluso las manos y los pies. Los ojos eran de un neblinoso azul claro. Aunque tenia mas de cincuenta anos, su piel se negaba a arrugarse. Tenia un cutis tan suave como el de una nina. Era unos quince centimetros mas baja que Autumn y tenia unas formas agradablemente redondeadas. Autumn se sentia desgarbada y flaca como un palillo a su lado. La volvio a abrazar y le dio un beso en la mejilla. -Estas absolutamente maravillosa. Tabby alzo la mirada hacia ella y le sonrio. -Que guapa eres. Siempre supe que serias guapisima, !pero eres tan delgada! -exclamo palmeandole la mejilla. Mientras abrazaba a su tia, Autumn penso en los cuatro quilos que habia engordado al dejar de fumar. Habia vuelto a perderlos muy rapidamente. -Nelson siempre fue muy delgado -anadio Tabby, pensando en su hermano, el padre de Autumn. -Sigue siendolo-contesto Autumn. Dejo la camara en la mesa y le sonrio a su tia-. Mama siempre le esta amenazando con ponerle una demanda de divorcio. -!Vaya! -Tabby chasqueo la lengua y la miro pensativa-. No creo que sea muy sensato despues de llevar tantos anos casados. Comprendiendo que no habia entendido la broma, Autumn se limito a asentir mostrando su acuerdo.

  • La Rosa y la esvastica de Francisco Javier Aspas

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    Eva Braun, amante de Hitler, fue una figura misteriosa e inquietante. Esta biografia novelada arroja luz sobre un personaje a medio camino entre la realidad y la leyenda. En La rosa y la esvastica, Francisco Javier Aspas desentrana la vida de una mujer misteriosa que no encajaba en el estandar femenino nacionalsocialista: bebedora y fumadora (vicios que Hitler detestaba), amante del jazz y del foxtrot, caprichosa, embaucadora, celosa. Acabada la guerra, Werner Muntz, <> de Eva Braun, declara como prisionero nazi en manos de los sovieticos. Asi, Muntz se convierte en el narrador que desvela los aspectos mas intimos del circulo personal de Hitler: los anos de esplendor en la atmosfera viciada del Berghof y la degradacion posterior, personal y colectiva, hasta el derrumbe total en el bunker berlines donde Hitler y Eva Braun se suicidaron.

  • Las mujeres de la casa de las lilas de Martha Hall Kelly

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  • Los senores del tiempo (La ciudad blanca 3) de Eva Garcia Saenz , Eva Garcia Saenz De Urturi

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    Vitoria, 2019. Los senores del tiempo, una epica novela historica ambientada en el medievo, se publica con gran exito bajo un misterioso pseudonimo: Diego Veilaz.

  • Sally y el principe canalla de Alexandra Risley

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    Viena, Imperio Austrohungaro, 1885
    Sarah Elizabeth Withfield es la hija de un magnate ingles del ferrocarril. Desde la adolescencia, Sally se ha visto rodeada de privilegios inimaginables, y tambien ha padecido el menosprecio de una aristocracia que desdena a la burguesia. Un entorno de envidia, rechazo y pretendientes codiciosos ha forjado su caracter hasta convertirla en una muchacha desconfiada que protege sus sentimientos tras una mascara de orgullo.

  • Un cafe a la seis de Pilar Munoz Alamo

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    Yo no quiero ir, pero temo la reaccion de Lourdes si se lo digo. Con la cabeza embotada y la mente en standby espero paciente a que los restos de Orfidal abandonen mi cuerpo para poder pensar con un minimo de claridad. Aunque mucho me temo que este grado de apatia y desasosiego que siento no sea culpa del farmaco, sino de esta maldita lluvia que no ha dejado de golpear los cristales durante horas, llenandome de sombras. Juanma todavia duerme, acostado sobre las sabanas, semidesnudo, luciendo ese cuerpo de Adonis que aun conserva a pesar de haber traspasado el umbral de los cuarenta. Envidio que no haya aparentemente nada en su vida capaz de perturbar su sueno, que haya enterrado lo que para mi sigue latente y pueda sonreirle al mundo y a si mismo tan feliz. Yo, sin embargo, no me veo capaz de conseguirlo; tal vez porque tengo otros fantasmas de los que ocuparme. Tal vez porque uno de ellos se ha cansado de susurros y esta haciendo sonar sus cadenas con fuerza desde hace dias, mandando al traste mi aparente tranquilidad. --Levantate manana con el pie derecho, a ver si la vamos a joder, Raquel, que te conozco --me dijo Lourdes por telefono ayer, aventurando el estado en el que me encontraria hoy. Ella me conoce, ya lo creo que me conoce. Y tambien me quiere, razon por la que se atribuye el derecho a echarme un rapapolvo cada vez que le viene en gana si considera que es por mi bien. Pero hoy no estoy para aguantar broncas, ni siquiera amigables, por eso me da miedo decirle que la iniciativa la lleva el pie izquierdo desde que me baje de la cama hace horas, que tengo perdido el control. --No voy a joder nada, no se si ire --le conteste entonces, pensativa. --Escuchame bien, guapa, te espero en tu puerta a la una del mediodia, en un taxi. !Ni se te ocurra rajarte, que voy y te arrastro! ?Te queda claro? Sus ultimas palabras, pronunciadas con inquina, me arrancan ahora una sonrisa. No dudo en absoluto de que seria capaz. Me cogeria de los pelos para llevarme hasta el fin del mundo si hiciera falta, y mas en una ocasion como esta. Segun ella, lo merece. Lourdes es una nostalgica redomada y todas las nostalgicas se resisten a olvidar tiempos pasados, los almacenan en la memoria con un hilo del que tirar de cuando en cuando para revivirlos y emocionarse con ellos. Viven aferradas a esa cuarta dimension de tal manera que el pasado lo convierten en presente, y el presente lo inmortalizan para enredarlo con el futuro en un coctel de tiempos que cohabitan a la vez. De ahi la cita. Tan solo a alguien como ella se le podria haber ocurrido reunirnos a todos para vivir un reencuentro despues de veinticinco anos con la idea, entre otras cosas, de ser testigos de como el destino se las ha gastado con nosotros, de las bondades o fechorias que ha hecho en cada una de nuestras vidas a lo largo de este tiempo. La tache de loca al saber que se habia propuesto encontrar a mas de cien companeros del C.O.U. repartidos por doquier. No cai en la cuenta de que no estaba sola, de que habia algunas otras poco cuerdas, ilusionadas y aburridas en su circulo de amigas dispuestas a alcanzar ese objetivo y organizar con exito un evento en toda regla. Y asi ha sido. Con Lourdes a la cabeza lo han conseguido y ahora su entusiasmo es evidente. Pero yo no quiero ir. He pasado mala noche, malos dias, una mala semana. Y lo ultimo que necesito y quiero es tener que hacerle un quiebro a mi timidez para romper hielo tras hielo y charlar con distension hasta ponernos al dia de nuestras vidas; esconder lo que no quiero mostrar y demostrar interes ante lo que no me interesa conocer. Pero hay ratos en que escucho dentro de mi una campanilla parecida a las que anuncian un cambio de asalto, de clase, de acto como en el teatro. Hay ratos en que la siento vibrar en la mismisima boca del estomago y me asaltan las dudas, esas fieles companeras que amenazan con unirse y compactarse para terminar transformando mi vida en una incognita unica. El telefono interrumpe mis pensamientos antes de que entre en la cocina para prepararme un cafe doble y cargado. Es Pedro. No me apetece nada hablar con el en este momento, ademas de que es sabado y me merezco un descanso. Pero esta claro que la asertividad y yo no hacemos buena pareja, no nos llevamos demasiado bien, asi es que descuelgo despues de escuchar cuatro o cinco tonos. Mi companero salta como un resorte sin esperar mi saludo. --?Has podido averiguar algo, Raquel? Estoy que no vivo. --Buenos dias, Pedro. No, no se nada mas, el lunes seguire indagando. Me resisto a posponer el cafe, tengo la cabeza como una jaula de grillos y necesito despejarla con urgencia, asi es que aprisiono el telefono entre el hombro y la oreja para manipular la cafetera. --?Y si me echan del colegio? --me pregunta, alarmado. Al ser concertado, podrian rescindirle el contrato con relativa facilidad, aunque no se lo digo, obviamente. --Todo se arreglara, tranquilizate. --Pero los padres han dicho que pondran una denuncia, ?tu sabes lo que eso significa? Yo no le rompi el diente al nino, Raquel, fue algo fortuito, pero ese monstruito lo esta usando contra mi, sabe que lleva las de ganar. A la vez que a Pedro, escucho a mi hijo vociferar desde la cama: --?Quien es el pringao que llama un sabado a estas horas para despertar a todo Dios? Hago caso omiso a su comentario, prefiero no contestar; he aprendido a no entrar al trapo cada vez que lo saca, si no, la guerra seria continua. Enciendo la cafetera y con el telefono adosado a la oreja para no interrumpir la conversacion, echo una ojeada al salon para ver como quedo anoche. --Pedro, como sigas llamando monstruo al nino la vas a liar mas. --Esto queda entre tu y yo. !Pero no me digas que no es un monstruo! Sabe que tiene a los padres de su parte y a medio colegio tambien, a los companeros, hasta al A.M.P.A. Mientras escucho, deambulo y devuelvo a su sitio todo lo que esta fuera de el. Como una automata. Hay libros de texto por la mesa, cojines en el suelo, vasos con restos de Coca-Cola que huele a alcohol, palomitas quemadas en un bol... Recojo esto ultimo para abandonarlo en el fregadero mientras la cafetera deja de echar liquido en la taza. --?Te importa que lo hablemos el lunes con mas tranquilidad? --le pregunto, con tacto, tratando de empatizar con el. Se que dos dias es mucho tiempo cuando te comen los nervios, pero estoy atada de pies y manos, no puedo hacer nada por el momento. --!Mamaaaaaaa! ?Me preparas el desayuno? Es mi hijo mayor, el del bocinazo con el que se quejaba de haber sido despertado por el timbre del telefono. Cierro los ojos mientras suspiro. --Pero, ?tu crees que la directora me defendera o...? Pedro sigue a lo suyo. La directora. Tendria que ser ella quien se ocupara de este embolado, una posible denuncia, ante la policia, de los padres de un alumno contra Pedro, profesor del nino, al que acusan de haberle propinado un tortazo y de echarle un diente abajo (aunque el jura y perjura que solo fue un leve pescozon porque lo tenia hasta los mismisimos --segun sus propias palabras--, con el infortunio de que una leve perdida de equilibrio lo llevo a darse de bruces contra el canto de la puerta). Pero la buena senora decidio apuntarse a ultima hora a la excursion de fin de curso de sexto de primaria, y eso ha desembocado en que yo, como jefa de estudios, este ahora comiendome el marron. Otro mas. --?Por que piensas que no te va a defender? --pregunto a Pedro--. !Ven a hacertelo tu, que ya eres mayorcito! --le grito a mi hijo, tapando el auricular del telefono para evitar la rotura del timpano de mi companero. --Porque este colegio practica la misma politica que unos grandes almacenes, el cliente siempre tiene la razon y a los empleados que los jodan. Tu ya sabes, no quieren mala fama que pueda poner al centro en entredicho y espantarle la clientela --me contesta Pedro, con crispacion en la voz. --!Pero si estas en la cocina, ?que trabajo te cuesta hacermelo tu?! --Mi hijo, que sigue rezongando desde la cama. Vuelvo a suspirar. --!Ya no estoy en la cocina, estoy en el lavadero --grito--, metiendo tu ropa de deporte en la lavadora para que puedas jugar manana tu partido de baloncesto, asi es que haz el favor de levantar el culo de la cama y venir tu a ponerte tu desayuno. --Enfatizo al maximo los posesivos, cabreada. --Raquel, ?me estas escuchando? --me pregunta Pedro. --Pues no desayuno, paso --replica mi hijo. !!?Y si doy un alarido de histerica hasta quedarme ronca?!! Bajo el telefono hasta la altura de mis piernas y miro al cielo con los ojos vueltos. <> Suavizo la voz. --Pedro, entiendo que estes preocupado, de verdad, pero ahora no puedo hacer nada, llevo una manana de perros. Te prometo que el lunes hago todo lo posible por hablar con los padres y aclarar lo que paso, ?de acuerdo? Seguro que la cosa se habra enfriado y se avendran a razones. Lo escucho graznar de fondo, apelando a la quiebra del sistema educativo, al exceso de poder que se les concede a los ninos convirtiendolos en despotas, a los efectos contraproducentes de la actitud de los padres, con los que ya no puede contarse para ejecutar planes conjuntos en la educacion y aprendizaje de nuestros hijos, a que estamos criando vandalos y delincuentes en potencia, materialistas y sin valores, etcetera, etcetera, etcetera. Dejo el telefono sobre la encimera mientras se desahoga y miro a Juanma, mi marido, que acaba de entrar en la cocina descalzo y semidesnudo, peinandose sus oscuros rizos con los dedos. Trae los ojos achinados, como si le molestara la luz, y un bostezo en su boca perfecta que le impide saludarme. --Dile a tu hijo que se levante y que venga a hacerse el desayuno, me esta poniendo atacada --le digo, senalando en direccion a la habitacion. Mi marido me mira con un cuajo que me exaspera. --?Y por que no se lo dices tu? --Porque como vaya yo lo guanteo --contesto, saboreando bilis, con un cabreo de nivel quince. Pedro sigue hablando solo en la encimera--. Ademas, no quiero ni ver su cuarto, a saber como estara. Agarro de nuevo el movil, parece haberse silenciado y temo que mi companero haya colgado sin poder despedirme. A mi estado matinal y personal solo le faltaba anadirle la mala educacion. Capturo al vuelo sus ultimas palabras. --...ya veremos. Que pases un buen fin de semana, Raquel. --Lo mismo te deseo, Pedro, intenta desconectar. --Esbozo una sonrisa compasiva, aunque el no me vea--. Un beso. Cuelgo. Mi hijo pequeno pasa por detras de mi y comienza a rebuscar por los muebles de la cocina, en silencio. Yo sigo en el intento de acabar con los preparativos de mi desayuno. --Mama, ?te has acordado de que yo me voy hoy de excursion? Me vuelvo y lo miro, aunando la informacion que guardo dispersa por mi cabeza. --Si…, me lo dijiste hace unos dias. Pero te traia de vuelta el padre de uno de tus amigos, ?no? --Si, si, no es por eso. Son los bocadillos. No hay pan. Ahora miro a Juanma, enfrascado en la tarea de exprimir naranjas para hacerse su zumo de rigor. --?No compraste ayer el pan que te encargue? --le digo, temiendo su respuesta. --!Oh, mierda! --exclama, llevandose una mano a la frente--. Ni me acorde. Sali del supermercado y me vine directo a casa, olvide pasarme por la panaderia. Con las manos apoyadas en la cintura y la cabeza agachada, doy unos cuantos paseos por el centro de la cocina, respirando. Todavia puedo aguantar un poco mas sin pegar un alarido que termine por despertar a media urbanizacion.

  • Los peligros de fumar en la cama de Mariana Enriquez

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    A mi abuela no le gustaba la lluvia y antes de que cayeran las primeras gotas, cuando el cielo se oscurecia, salia al patio del fondo con botellas y las enterraba hasta la mitad, todo el pico bajo tierra. Yo la seguia y le preguntaba abuela por que no te gusta la lluvia por que no te gusta. Pero ella, nada, evasiva, con la palita en la mano, frunciendo la nariz para oler la humedad en el aire. Si finalmente llovia, fuera garua o tormenta, cerraba puertas y ventanas y subia el volumen del televisor hasta tapar el ruido de las gotas y el viento -- el techo de su casa era de chapa--; y si el aguacero coincidia con su serie favorita, Combate, no habia quien pudiera sacarle una palabra porque estaba perdidamente enamorada de Vic Morrow. Yo adoraba la lluvia porque ablandaba la tierra seca y permitia que se desatara mi mania excavatoria. !Que de pozos! Usaba la misma pala que la abuela, una muy chica, del tamano que usaria un nino para jugar en la playa, pero de metal y madera, no de plastico. La tierra del fondo albergaba pedacitos de botellas de vidrio color verde, con los bordes tan lisos que ya no cortaban; piedras suaves que parecian cantos rodados o pequenas rocas de playa, ?por que estarian en el fondo de mi casa? Alguien debia haberlas sepultado. Una vez encontre una piedra ovalada, del tamano y color de una cucaracha pero sin patas ni antenas. De un lado era lisa, del otro unas muescas formaban los claros rasgos de una cara sonriente. Se la mostre a mi papa, enloquecida porque creia encontrarme ante una reliquia, y me dijo que las marcas formaban un rostro de casualidad. Mi papa nunca se entusiasmaba. Tambien encontre dados negros, con los puntos blancos ya casi invisibles. Encontre restos de vidrios esmerilados verde manzana y turquesa. Mi abuela se acordo de que habian sido parte de una puerta vieja. Tambien jugaba con lombrices y las cortaba en pedacitos bien chiquitos. No me divertia ver el cuerpo dividido retorciendose un poco para al final seguir adelante. Me parecia que si picaba bien la lombriz, como una cebolla, sin dejar contacto alguno entre los anillos, no iba a poder reconstruirse. Nunca me gustaron los bichos. Encontre los huesos despues de una tormenta que convirtio el cuadrado de tierra del fondo en un charco de barro. Los guarde en el balde que usaba para llevar los tesoros hasta la pileta del patio, donde los lavaba. Se los mostre a papa. Dijo que eran huesos de pollo, o a lo mejor de bifes de lomo, o de alguna mascota muerta que debian haber enterrado hacia mucho. Perros o gatos. Insistia con lo de los pollos porque antes, en el fondo, cuando el era chico, mi abuela tenia un gallinero. Parecia una explicacion posible hasta que mi abuela se entero de los huesitos y empezo a arrancarse los pelos y a gritar <>. Pero el escandalo no duro mucho bajo la mirada de papa: el admitia las <> (asi las llamaba) de la abuela siempre y cuando no se desbordara. Ella le conocia el gesto de desaprobacion y se tranquilizo a la fuerza. Me pidio los huesitos y se los di. Despues me pidio que me fuera a la habitacion a dormir. Yo me enoje un poco porque no entendia la causa de la penitencia. Pero mas tarde, esa misma noche, me llamo y me conto todo. Era la hermana numero diez u once, mi abuela no estaba demasiado segura, en aquel entonces no se les prestaba tanta atencion a los chicos. Se habia muerto a los pocos meses de nacida, entre fiebres y diarrea. Como era angelita, la sentaron sobre una mesa adornada con flores, envuelta en un trapo rosa, apoyada en un almohadon. Le hicieron alitas de carton para que subiera al cielo mas rapido, y no le llenaron la boca de petalos de flores rojas porque a la mama, mi bisabuela, le impresionaba, le parecia sangre. Hubo baile y canto toda la noche, y hasta hubo que echar a un tio borracho y reanimar a mi bisabuela, que se desmayo por el llanto y el calor. Una rezadora india canto trisagios, y lo unico que les cobro fueron unas empanadas. --?Eso fue aca, abuela? --No, en Salavino, en Santiago. !Hacia un calor! --Entonces no son los huesos de la nena, si se murio alla. --Si que son. Yo me los traje cuando vinimos para aca. No la quise dejar porque lloraba todas las noches, pobrecita. Si lloraba con nosotros cerquita, en la casa, !lo que iba a llorar sola, abandonada! Asi que me la traje. Ya era huesitos nomas, la puse en una bolsa y la enterre aca en los fondos. Ni tu abuelo sabia. Ni tu bisabuela, nadie. Es que nomas yo la escuchaba llorar. Tu bisabuelo tambien, pero se hacia el tonto. --?Y aca llora la nena? --Cuando llueve nomas. Despues le pregunte a mi papa si la historia de la nena angelita era cierta, y el dijo que la abuela ya estaba muy grande y desvariaba. Muy convencido no parecia, o a lo mejor le resultaba incomoda la conversacion. Despues la abuela se murio, la casa se vendio, yo me fui a vivir sola sin marido ni hijos, mi papa se quedo con un departamento de Balvanera, y me olvide de la angelita. Hasta que aparecio al lado de la cama, en mi departamento, diez anos despues, llorando, una noche de tormenta. La angelita no parece un fantasma. Ni flota ni esta palida ni lleva vestido blanco. Esta a medio pudrir y no habla. La primera vez que aparecio crei que sonaba y trate de despertarme de la pesadilla; cuando no pude y empece a entender que era real grite y llore y me tape con las sabanas, los ojos cerrados fuerte y las manos tapando los oidos para no escucharla, porque en ese momento no sabia que era muda. Pero cuando sali de ahi abajo, unas cuantas horas despues, la angelita seguia ahi con los restos de una manta vieja puesta sobre los hombros como un poncho. Senalaba con el dedo hacia fuera, hacia la ventana y la calle, y asi me di cuenta de que era de dia. Es raro ver un muerto de dia. Le pregunte que queria pero como respuesta siguio senalando como en una pelicula de terror. Me levante y sali corriendo hacia la cocina, a buscar los guantes que usaba para lavar los platos. La angelita me siguio. Apenas una primera muestra de su personalidad demandante. No me amedrento. Con los guantes puestos la agarre del cogotito y aprete. No es muy coherente intentar ahorcar a un muerto, pero no se puede estar desesperado y ser razonable al mismo tiempo. No le provoque ni una tos, nada mas yo quede con restos de carne en descomposicion entre los dedos enguantados y a ella le quedo la traquea a la vista.

  • Por una cama de princesa de Hadha Clain

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    Eva vive en funcion a unos principios de honestidad y esfuerzo destinados a compensar sus faltas pasadas. Tras resurgir de los oscuros pozos de la adiccion retoma su vida y establece una serie de objetivos a los que dirigir sus esfuerzos: comprar el atico que siempre ha deseado y tener una cama con dossel digna de una princesa de cuento. Pero sus estructurados planes se tuercen cuando una de las amantes del Jefe le dispara tras una de sus maratones sexuales.

  • Botones y odio de Penelope Sky

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    Me estoy dejando la piel para conseguir botones.

  • El nombre de Edrielle de Mita Marco

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    Unos golpes en la puerta de su oficina lo hicieron erguirse. Llevaba mas de una hora sin apartar los ojos del ordenador, y necesitaba un respiro. --Adelante --dijo desde la silla, mientras bebia un trago de agua. En el despacho aparecio Tory, la chica de recepcion, algo muy raro en ella, porque jamas le permitian moverse de su puesto. Por su cara, algo malo habia ocurrido. --Ben, tienes que irte --le anuncio asustada--. Han llamado del hospital, es Andy. Al escuchar ese nombre, casi volco la silla. Salio del despacho corriendo, sin coger ni siquiera la chaqueta, a pesar de que, fuera de la oficina, el termometro apenas rozaba un grado sobre cero. Monto al coche, con el corazon en la boca y los ojos llenos de lagrimas. Tenia que llegar a tiempo, no podia perder ni un segundo. La barrera del aparcamiento no subia. --!Vamos, vamos, joder! El guardia de seguridad, al verlo tan alterado se acerco. --Senor Smith, ?ocurre algo? --!La barrera, no sube! El hombre asintio. --Lo se, se rompio esta manana, los operarios de la compania estan arreglando el mecanismo, han tenido que... --!Pero tengo que irme! !No puedo esperar a que la arreglen! El hombre fruncio el ceno y lo miro, preocupado. Al ver la cara desencajada de Ben, el guardia se altero. --Jesus bendito, ?no sera Andy otra vez? --Si. Al escuchar aquel asentimiento, la levanto en peso para que Ben pudiese pasar. Traspaso la barrera y acelero el coche todo lo que aquel permitia. Poco le importaban las multas, que le retirasen el carnet o ser acusado de ser un peligro publico. La persona mas importante de su vida lo esperaba en el hospital. Y no pensaba fallarle. Dejo el coche mal aparcado. !Que se lo llevase la grua si molestaba! Corrio hasta la recepcion, sintiendo que le faltaba la respiracion. Alli no habia nadie. --!Por favor! !Necesito ayuda! --grito, sin importar las miradas reprobadoras del resto de la gente--. !Por favor! Una enfermera que pasaba por alli se acerco a su lado. Era una mujer joven, rondaria la treintena. Con el cabello rubio y una sonrisa amable. --?Ocurre algo, senor? Ben suspiro al ser atendido. --Necesito saber donde se encuentra Andy Smith. Acaban de avisarme a la oficina de que lo habian trasladado al hospital. La chica asintio y corrio a buscar el nombre en el ordenador que habia en la recepcion. A los pocos segundos asintio. --Andy Smith, aqui esta. Acaban de subirlo a planta. A la habitacion ciento ocho. Ben salio corriendo sin agradecer a la chica que lo hubiese ayudado. No pensaba en nada mas que no fuese ver a Andy. Si algo malo le hubiese sucedido por no estar a su lado, jamas se lo perdonaria. Al llegar a la puerta de la habitacion, se encontro con el medico que salia de ella. --Doctor, soy Benjamin Smith, ?como esta? El hombre lo miro, reconociendo su cara de otras ocasiones anteriores y abrio el informe. --Senor Smith, Andy ha sufrido otra insuficiencia cardiaca mientras desayunaba. Ha tenido suerte de que su abuela estuviese con el. Si llegan a traerlo quince minutos mas tarde, las noticias no serian tan buenas. Ben se llevo una mano a la frente, sin poder quedarse tranquilo. --?Como esta? --Ahora esta estable, pero ya sabe que con los problemas del corazon nunca se puede estar seguro. Andy necesita un trasplante con urgencia. El miro al medico, agobiado, y asintio, con la cara desencajada. --?Todavia no hay ningun posible donante? --Hay donantes, de hecho, ayer murio un senor que dono todos sus organos. El problema es que no es compatible con el de Andy. --Dios. --Ben se apoyo contra la pared y cerro los ojos con fuerza. Estaba agotado. Esa situacion podia con el, aunque se empenase en aparentar ser el hombre mas fuerte del mundo. --Tenga fe, Benjamin --lo animo el medico poniendo una mano en su hombro--. No todo esta perdido, todavia les queda algo de tiempo. El asintio e intento sonreirle, aunque lo unico que consiguio fue hacer una mueca. --?Puedo entrar a verlo? --Claro. Hace cinco minutos pregunto por usted. Observo al doctor caminar por el pasillo. Cuando lo perdio de vista, agarro el pomo de la puerta y se adentro en la habitacion. Nada mas poner un pie en ella, vio a su madre mirando por la ventana. La mujer sonrio al verlo y lo beso en la mejilla. --Te estabamos esperando. --He venido todo lo rapido que he podido --comento, con el rostro cansado. --!Papa! Aquella vocecita proveniente de la cama, lo hizo sonreir. Ben miro a su hijo, que lo esperaba con los brazos abiertos, y corrio a abrazarlo. --?Como estas, campeon? --Beso su cabello rubio, bastante corto, y lo revolvio. --Estoy bien. !Ya le he dicho a la abuela que nos vayamos a casa! !En el colegio van a ver una pelicula y me la voy a perder! --exclamo con enfado. Ben rio al escuchar a su hijo. Lo miro con amor y lo volvio a abrazar. Aquel nino, demasiado delgado y blanquecino, era la alegria de su vida. Desde que nacio, siete anos atras, Ben comprendio lo que era el amor verdadero. Su hijo era la razon para seguir luchando, el motivo para querer convertirse en mejor persona. Y ahora la vida queria arrebatarselo. --Hoy creo que tendremos que quedarnos aqui. El doctor quiere asegurarse de que estas bien antes de dejar que vuelvas a casa. Andy hizo una mueca con los labios. --!Pero yo quiero ir al colegio, papa! --Los ojos se le humedecieron. Verlo llorar le partia el corazon. Acerco la boca a su oido y le susurro, para que su abuela no los escuchase. --Te prometo que, cuando salgas de aqui, te voy a llevar al cine. --?Que? ?En serio? --Su carita se ilumino. --En serio. Comeremos comida basura, tomaremos bebidas con gas... --Y, despues, ?podremos jugar a futbol los dos? --La cara del nino se ilumino. Ben apreto los labios y suspiro. --Todavia no. Hasta que no tengas un corazon nuevo, y te pongas completamente bien, para ti se acabo el correr. La tristeza regreso al rostro del nino. Su padre lo abrazo, dandole calor y lo beso en la frente. --Pero pronto podremos, Andy --le aseguro--. Estoy seguro de que tu corazon nuevo esta en camino. El nino se quedo mirando hacia la ventana de la habitacion, lugar donde su abuela se hallaba sentada en un incomodo sofa. --Papa, ?por que estoy enfermo? Ben cerro los ojos con fuerza, ante la pregunta de su hijo. Esa era la misma pregunta que se hacia el una y otra vez. ?Por que tenia que padecer aquello su nino cuando habia tanta gente mala en el mundo? La respuesta siempre era la misma. --No lo se, Andy. La vida, a veces, no es justa. Dejaron que se marchasen del hospital dos dias despues. El doctor habia aumentado la medicacion del nino, para intentar evitar aquellos ataques, pero bien sabian que no seria suficiente mucho tiempo. Ben, su madre y Andy, entraron a su domicilio. Nada mas llegar, el nino echo una carrera hacia su habitacion. --!Andy, no corras! --le regano su abuela. La mujer ya contaba con una avanzada edad, y su nieto, a pesar de su enfermedad, la dejaba sin fuerzas. Se acerco a su hijo, que metia la ropa del nino en la lavadora, y se apoyo en ella, contemplandolo. --?Que vas a hacer? Ben se incorporo y miro a su madre, cansado. --Todavia no lo se. Habia pensado en buscar a algun auxiliar medico para que se quede a su cargo mientras yo trabajo. Pero no creo que pudiese pagarlo con mi sueldo. Ella asintio y se llevo una mano a la frente. --Sabes que si pudiera seguiria quedandome con el. Pero yo no estoy capacitada para esto. La enfermedad de Andy ha ido a peor. No se lo que hacer frente a sus ataques. --Lo se --asintio--. No te preocupes, mama, me apanare. Solo necesito unos dias para encontrar a una persona que se ocupe de el mientras estoy en el trabajo. Comenzaron a caminar hacia la habitacion del nino. Abrieron la puerta y lo encontraron con la nariz pegada al cristal de la ventana. Miraba a traves de ella con ojos sonadores, mientras que empanaba el cristal con su aliento y dibujaba en el. Su abuela nego con la cabeza y sonrio. --Andy, no manches el cristal. --No lo estoy manchando, abuela --rio con picardia--, es arte. Ben se carcajeo ante su ocurrencia y cruzo los brazos sobre el pecho. --Ponte el pijama, artista, que voy a prepararte la cena. Dos horas despues, Andy ya dormia en su cama. Ben se dio una ducha, intentando quitarse algo de estres de encima, pero le fue imposible. Ya no recordaba como era levantarse un dia de la cama sin tener que preocuparse por darle la medicacion, o trabajar con todos los sentidos puestos en el ordenador, y no sufrir por si su corazon fallaba estando en clase. No recordaba como era reir con su hijo, sin que le rondase por la cabeza que, quizas, era la ultima vez que lo hacian juntos. Salio de la ducha, envuelto en un albornoz y se sento en un taburete que habia frente al espejo que ocupaba toda la pared frontal de la estancia. Se miro en el. Detras de esas ojeras y esas arrugas de preocupacion, se escondia un hombre de treinta y cinco anos. Guapo y agradable, segun decia la gente. Pero, Ben, solo veia a un saco de huesos, triste y sin ganas de socializar con nadie. Se llevo las manos a la cabeza y las lagrimas resbalaron por sus mejillas. Echaba de menos a Kate. Su mujer. Con ella todo hubiese sido diferente. Kate era una persona alegre, optimista, carinosa... Estaba seguro que ella hubiese llevado mejor todo aquello de la enfermedad de Andy. Pero la vida se empeno en quitarsela tambien en un accidente de coche. Lo habia dejado solo, con un nino enfermo y con el dinero justo en el banco para poder pagar los medicamentos

  • Amanecer a la luz de la luna (Moonlight 1) de Jude Deveraux

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    Primera entrega de la serie <>. Una nueva trilogia ambientada en Edilean.

  • Mi casa en llamas de Sofia Ros

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    Jugabamos al “yo nunca” con mi grupo de amigos.
    -Yo nunca me he enrollado con una persona de mi mismo sexo.
    Bebimos Emma, su novia, Laura y yo.
    -Yo nunca he hecho un trio.
    Mi novio Adam bebio.
    Asi empezo todo.

  • Hasta el fin de tus dias de Mark Edwards

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    Iba a ser el viaje de sus vidas, una aventura en tren por el corazon de Europa antes de sentar la cabeza y formar una familia. Sin embargo, el viaje de Daniel y Laura termina precipitadamente cuando los echan de un tren nocturno y acaban en mitad de un tenebroso bosque, el preludio de una noche de terror interminable.

  • Flores al cielo (Los dias robados 1) de Luna Duenas

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    Romance, misterio e intriga se unen y dan lugar a esta maravillosa nueva novela de Luna Duenas.

  • El ultimo de mi estirpe de Sonia Lopez Souto

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    Ano 1156, 6 de Enero, batalla de la Epifania, Islay Desde la muerte de Olaf en el ano 1153 a manos de sus sobrinos, su hijo y heredero, Godred Olafsson, se habia dedicado a gobernar las islas con mano dura, algo que a sus jefes parecia no gustar demasiado. Y tal vez por ello, la idea de que Somerled, casado con la hermana de Godred, se ocupase de sacarlo de su trono, les pareciese un buen arreglo. Fue Thorfinn Ottarsson quien se encargo de hablarle del cambio a Somerled que, siempre avido de poder, se presento en Islay la noche del 6 de Enero con 80 de sus mejores birlinns para hacer frente al ejercito de Godred y usurpar su lugar como Rey de las Islas. --Pronto --Somerled hablo en susurros pues estaban ya cerca de la costa-- todo esto sera tuyo, hijo. Eres joven, pero tambien fuerte y decidido. Yo estare a tu lado siempre, pero se que lo haras bien. A pesar de que Dougal no era su primogenito, era el primer hijo que habia concebido con la hija de Olaf y por ese motivo, seria el quien se alzase como Rey de las Islas. Aquella habia sido la unica condicion que le habia impuesto Thornfinn a cambio de su ayuda para derrocar a Godred. Querian a alguien que llevase la sangre de Olaf Godredsson para evitar habladurias. --No os decepcionare, padre. Dougal solo contaba con 16 primaveras y aquella era su primera batalla real, pero estaba muy dispuesto a demostrarle a su padre que seria un digno sucesor. Desde su nacimiento, habia tenido que competir con su medio hermano Gilliecallum y con sus hermanos menores por las alabanzas de su padre. Somerled siempre alentaba aquellas pequenas disputas entre ellos, incluso cuando con el paso de los anos, dejaron de ser tan inofensivas. Sobre todo las que sucedian entre el y su medio hermano, al que su padre habia llevado esa noche a la batalla tambien. --Se que no lo haras. Yo me encargare de ello. Dougal sonreia a su lado, lleno de orgullo, hasta que escucho sus ultimas palabras y vio como Gillie lanzo por encima del hombro, su prepotente sonrisa, como tantas otras veces habia hecho, solo para fastidiarlo. Los ocho anos que le aventajaba en edad, siempre habian jugado en su contra a la hora de enfrentarlo y ambos lo sabian. Aun asi, Dougal jamas se rendia. --Mira y aprende, hermanito --le dijo Gillie, cuando su padre dio la orden de replegar las velas y de ocupar puestos en los remos. No era su primera batalla y se lo estaba restregando por la cara. Pero ahora que la batalla estaba proxima, Dougal no presto atencion a las provocaciones de Gillie, sino que se concentro en sus propias emociones. En su interior bailaba una mezcla de temor y expectacion. Habia escuchado cientos de veces las historias que los hombres de su padre contaban durante las largas noches de invierno y sabia que debia esperar de todo esto, pero era su primer enfrentamiento y solo podia pensar en no fallar. No queria ser un cobarde a ojos de su padre, pero sobre todo, no queria cometer un error ante su medio hermano, pues no soportaria sus burlas. Tampoco queria que descubriese el miedo en su mirada, que crecia con cada remada, pues sabia que lo usaria para avergonzarlo ante su padre. Si vencian aquella noche, se convertiria en Rey de las Islas, algo a lo que Gillie jamas podria optar y decidio que ese seria su aliciente para ser valeroso durante la batalla. Y lo seria. Les demostraria a todos que era un guerrero y que seria un digno regidor de las Islas, sin necesidad de que su padre supervisase cada una de sus acciones. Desde que le habia dicho que seria el rey, las ideas sobre como queria gobernar, habian bullido en su mente sin descanso. Seria un buen rey. --Navios aproximandose --grito el vigia de repente. A pesar de ser plena noche, la luna llena iluminaba su camino y Dougal no tardo en ver las naves del rey Godred. La lucha estaba a punto de comenzar y, con ella, el momento de demostrar su valia. A pesar del miedo, estaba preparado. Llevo su mano a la espada para asegurarse de que seguia y respiro hondo, para insuflar valor en su cuerpo. --Dejad los remos --escucho gritar a su padre con voz autoritaria y profunda--. Preparaos para el abordaje. Dieron alcance a los primeros barcos y muchos de los hombres de su padre iniciaron el asalto, entre gritos de guerra y golpes de espada. Dougal los observo a todos durante unos minutos, paralizado por el ruido infernal que producian. --?Tienes miedo, hermanito? --la pregunta, hecha con pura malicia, lo saco de su ensonacion. --Mas quisieras, Gillie --grito, a pesar de que su medio hermano ya se alejaba. El agua salpicaba la cubierta del barco convirtiendola en una plataforma resbaladiza y traicionera, pero el joven Dougal logro recorrerla sin caer. Salto al barco enemigo y se dio de bruces contra un hombre que le doblaba en tamano. Apenas logro detener su fuerte estocada y retrocedio como pudo hasta ponerse en pie y atacarlo a su vez, con mayor ventaja. Lucharon incansables, hasta que Dougal lo vio caer muerto, a sus pies. Fue su primera muerte, pero le falto tiempo para pensar en ello porque los enemigos lo asaltaban por doquier. Cuantos mas mataba, mas llegaban. Su espada, sus brazos, su ropa y su rostro, todo, se tenia con el rojo de la sangre derramada. Y por que no, con alguna propia, aunque con el calor de la batalla apenas sentia sus heridas. --Cuidado. Alguien grito tras el, pero cuando se giro en busca del peligro, fue demasiado tarde. Un hombre casi tan alto como su padre y mas corpulento, lo sujeto por el cuello y lo lanzo por el aire como si no pesase nada para el. El golpe contra el suelo lo dejo sin aliento, mas no tuvo tiempo para recuperarse, pues el mismo hombre corria hacia el dispuesto a partirlo en dos. Se levanto, apenas un segundo antes de que el hombre lo lanzase de nuevo por los aires, haciendolo chocar contra la baranda de popa. Sintio como se esparcia por su pecho y espalda un dolor agudo que lo obligo a toser, hasta que la sangre salio por su boca. --Muere escoria --dijo el guerrero, alzando su espada para asestarle el golpe final. Dougal reacciono de la unica forma que pudo en ese momento; se lanzo por la borda y cayo pesadamente al agua. Emergio al poco tiempo, escupiendo agua y sangre. Por suerte para el, su padre habia obligado a todos sus hijos a aprender a nadar cuando no eran mas que unos crios que apenas se tambaleaban al caminar. Y obligar era la palabra correcta, pues los habia lanzado al rio sin miramientos, esperando que regresasen a la orilla por su propio pie o se ahogasen en el intento. Habia sido duro pero efectivo. Comenzo a nadar hacia la orilla, a sabiendas de que la accion habia terminado para el si no encontraba un modo regresar a los barcos y se lamento por su mala suerte. Le hubiese gustado poder matar a mas islenos, para demostrarle a su padre que era un hijo digno, pero ahora solo podia esperar que alguien lo hubiese visto todo, para que su medio hermano no pudiese inventarse cualquier mentira para dejarlo en evidencia ante su padre. --Como que me he tirado a proposito para huir de la batalla --refunfuno, mientras sus brazadas eran mas rapidas por la ira. De repente, un chapoteo no muy lejos de el, llamo su atencion. Alguien parecia estar teniendo problemas para seguir a flote en el agua y sin pensarlo, Dougal cambio su rumbo para ir en pos del hombre que ya agonizaba. --Tranquilo, amigo --le dijo, sujetandolo por la espalda para que no lo arrastrase al fondo con el en su ansia por salvarse--. Te acercare a la orilla, pero deja de bracear. No parecia mucho mayor que el, pero pesaba tanto, que sacar su cuerpo del agua se llevo el resto de sus reservas de fuerza. Se dejo caer en la hierba, boca arriba, y trato de controlar su agitada respiracion. El hombre a su lado no parecia estar mucho mejor que el, aun asi fue el primero en hablar. --Me habeis salvado la vida --dijo entre toses. --No ha sido nada --logro decir, sofocado. Todavia le costaba respirar con normalidad. --Ha sido mucho mas --se incorporo y Dougal lo imito para mirarlo --. Ahora tengo una deuda con vos. --No me debeis nada. Simplemente tenemos que --se puso en pie, mirando hacia los barcos-- encontrar el modo de regresar a la batalla. --Godred no tardara en hacerlos bajar a tierra --le dijo con calma--. En el agua, los hombres de Somerled les aventajan. --?Luchais por Godred? --busco a tientas su espada al hablar, solo para descubrir que no la tenia. Se habia quedado olvidada en la cubierta del barco la primera vez que lo lanzaron por los aires. --Y vos no --continuo sentado, manteniendo la misma calma que habia mostrado antes--, al parecer. --Somos enemigos --lo miro con desconfianza ahora--, deberiamos estar luchando el uno contra el otro, no hablando. --Ya he dicho que tengo una deuda de vida con vos --se levanto al fin, evidenciando que era mucho mas alto que el--. No voy a haceros dano. --?Se supone que debo fiarme de vos? --sus palabras no le servian como garantia y estudio su actitud ante aquella situacion, mientras decidia que hacer. El azul de sus pupilas era intenso, tanto, que parecia atravesarlo sin contemplaciones. Habia en ellos algo peligroso que lo instaba a mantenerse en guardia; y sin embargo, su relajada postura logro serenarlo lo suficiente para comprender que aquel hombre no le haria dano. Al parecer, la deuda de vida de la que le habia hablado era importante para el. --De donde yo provengo --le explico, entonces, dando a entender que no se habia equivocado --, una deuda de vida es algo serio. Vos me habeis salvado y ahora debo dedicar esta vida que he ganado, a protegeros. No importa en que bando estaba antes, pues ahora os seguire alla donde vayais para saldar mi deuda. --?Y cuando la habreis saldado? --Cuando muera. --No me parece muy justo --se cruzo de brazos--. Yo os salve la vida una vez y vos decis que me protegereis mientras vivais.

  • La magia no existe… ?O si de T. Camacho

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    Barcelona, Enero de 2015 Rosario, la abuela de Marc, una anciana de 82 anos y andaluza de nacimiento es una de los tantos que emigraron a Cataluna en la postguerra. Y por mucho que se esfuerza en hablar correctamente, no deja de soltar alguna que otra "perla" en su vocabulario. -Marc, te he cogido hora en la peluqueria para que te arregles esos pelos, que te pareces al leon ese de la peli, ?como era? "Mustafa"... eso. -Mufasa abuela… Esta bien, tu ganas. Ire a cortarmelo. La verdad es que empieza a molestarme. -Si tienes que ver a esos clientes tan importantes, tu imagen es la mejor tarjeta de presentacion hijo. ?Por que no te pones las bambas esas que te he comprado que llevan beicon? -!?Beicon abuela?! -Si hombre, !eso que se pega! -!Velcro! Abuela, velcro. – Pues eso hijo, beicon. -Confirmo Rosario alzando el brazo con la palma hacia arriba. Y encogiendose de hombros.- Marc poniendo los ojos en blanco y negando con la cabeza - !No tienes remedio abuela! ?A que hora me has cogido cita? -A las 11h. Asi que venga no te entretengas, que llegaras tarde, y me han hecho un favor porque tenian la agenda muy "apreta". -Esta bien... ya me voy. Nos vemos despues a la hora de comer abuela. Por cierto ?Me vas a preparar esas lentejas tan ricas que tu haces? !Ah! Y esta tarde he quedado con Lucas, para tomar algo y llegare tarde. Te lo digo por si luego lo olvido, para que no te preocupes. ?Vale? -Anda si... zalamero, claro que te preparo esas lentejas. Tira y vete ya. Llego a la peluqueria y una senora que hay en recepcion, que debe ser la jefa, me hace pasar a la zona de espera. Hay otra senora esperando, que ojea una revista. Al verme, levanta la cabeza y me escanea de arriba abajo. "No te cortes mujer, que mirar es gratis", pienso para mi. Cojo una revista y empiezo a ojearla. Bueno ojearla es por decir algo, mas bien paso paginas por hacer algo. Oigo una voz cantarina que pronuncia mi nombre y levanto la cabeza. Hacia mi va acercandose un angel...Bueno eso es lo que a mi me parece. Tiene una cuerpo proporcionado, no es muy alta, pero esa cara...Esa cara risuena que me sonrie...tiene un no se que, que me engancha. -Buenos dias, ?Marc?… -!Si! Si ese soy yo. – le digo, saliendo de mi embobamiento. Tengo que tener cara de idiota ahora mismo.- – Hola, soy Sandra, ?me acompanas por aqui, por favor? -Claro.-Le digo.- Me hace seguirla hasta un tocador. Lleva un pantalon negro y una bata con un escote bastante cenido, el pantalon marca sus caderas. El movimiento de estas junto con el de su melena de un rubio oscuro se balancea en una coleta alta y al mismo son, eso hace que me quede embelesado sin escuchar lo que me dice. -Sientate, y dime ?Como quieres que te corte el pelo?…. ?! Marc!? -Perdon, no te he escuchado. -?Que como quieres que te corte el pelo?, repite ella con una sonrisa. -Ah, bueno, solo queria arreglar un poco el corte. Suelo llevarlo un poco largo, no me gusta demasiado corto. -De acuerdo, pues veamos que podemos hacer. Tienes un pelo muy bonito. Sandra lo mira a traves del espejo discretamente, (es guapisimo, vaya con el nieto de la senora Rosario), piensa. Intentando que no note que lo observa, le pregunta mientras empieza a cortar. -Me ha dicho tu abuela, que estaras una temporada por aqui. ?Trabajo? -Bueno principalmente si, pero aprovecho para pasar unos dias con ella. No la veo muy a menudo, ya que vivo en Londres. Pero tengo un proyecto para restaurar un palacete cerca de aqui. Soy arquitecto. -Si, tu abuela me ha puesto al corriente, porque habla bastante de ti, Te quiere mucho y le apena no poder disfrutar de tu compania lo que a ella le gustaria. ?Sabes?… En el fondo es como si ya te conociera. – !Uy!, disculpa un momento, voy a avisar a la senora Manuela, se ha quedado dormida en el secador, tiene media cabeza fuera de el y no se le va a secar el pelo. Enseguida vuelvo. Se gira y va hacia un secador que parece un casco espacial, donde hay una senora mayor que dormia. Con mucho sigilo para no asustarla, la llama con cuidado… !Manuela! De golpe, la senora se gira y veo volar un objeto que pasa rozando la cara de Sandra. -!Manuela, que me muerdes!, grita Sandra muerta de risa. No me lo puedo creer, el objeto no era otra cosa que la dentadura de la senora que al girar bruscamente habia salido despedida. La pobre senora azorada le dice: – Perdona hija es que me molesta y me la he soltado, pero no me he dado cuenta y me dormi. Tras el pequeno incidente que produjo mas risas que otra cosa, Sandra volvio conmigo con la cara roja de reirse. Tiene unas facciones muy dulces y salpicadas de pecas que contrastan con unos ojos azules como el mar en un dia de sol. -Esto no pasa todos los dias…. aunque tengo que decirte que a veces se producen situaciones un tanto anecdoticas. Es lo que tiene trabajar con el publico. Bueno Marc, ?que tal por Barcelona?, y ese palacete que dices que tienes que restaurar, ?es de por aqui cerca? Habla muy deprisa y Marc se queda embelesado con el movimiento de su boca. -Si, esta en la zona de Pedralbes. -Le contesta saliendo del trance- Pertenecia a un antiguo conde. Y por cierto me han contado una antigua leyenda que habla de la ultima esposa del conde. Aunque no deja de ser una leyenda, es muy surrealista. Aunque si te gustan las historias de misterio, te la puedo contar. – Cuenta, cuenta…. Sandra iba trabajando, sin dejar de mirarlo de reojo a traves del espejo. -Se dice que en 1903, el Conde Ferran de Montblanc contrajo nupcias con una doncella llamada Felicia, hija de un orfebre de la villa. Como regalo de bodas entrego a su hija un espejo con el marco labrado en broce y con una inscripcion que, segun cuentan, era un conjuro hecho por una hechicera. La ultima vez que vieron a la esposa del Conde, fue al dia siguiente del nacimiento de su hija. Quedo tan abatido que no supero la pena. Pensaron que se habia vuelto loco por que decia que los dias de Luna llena veia a su esposa a traves del espejo llamandolo. Sus familiares temiendo por su salud hicieron desaparecer el espejo. A su hija, llamada Sara por su abuela paterna, la criaron sus abuelos maternos. El Conde no podia verla porque le recordaba a su dulce Felicia. Nunca mas se ha sabido del espejo. Aunque todos los que posteriormente visitaron el palacete dicen que se oia una dulce voz que llora con desconsuelo. -!Vaya!… que emocionante. -Ella se quedo con el peine y las tijeras suspendidas y lo miraba atentamente- -?Y nadie volvio a ver ese espejo? -No. Segun dicen lo escondieron, pero nadie sabe donde fue a parar. -Bueno pues ya me contaras si llegas a averiguarlo. Ahora me has dejado sin el final del cuento, jajaja. -Ya he terminado Marc, ?Que tal te ves? -Bien, me gusta mucho, has acertado con lo que queria. Marc quiere volver a verla, y sin pensarlo le propone salir a tomar algo. -Cambiando de tema Sandra, estoy pensando, que esta tarde he quedado con un amigo y unas amigas de este, a las que aun no conozco, ?te apetece unirte al grupo para tomar unas cervezas? Marc espero que Sandra aceptara, le apetecia mucho seguir conversando con ella. Sintio una necesidad imperiosa de continuar a su lado. Y sobre todo de tenerla muy, muy cerca. -Dejame tu movil, y luego te llamo, le preguntare a Angi, es mi companera de piso, habiamos quedado tambien para salir un rato. El saco su movil del bolsillo y le pidio su numero. Lo marco hasta que hizo senal de llamada, para que ella lo guardara en el suyo. Y asi, de paso memorizo el de Sandra. "Numero conseguido", penso triunfal. -Vale pues espero esa llamada. Hasta luego…, si os decidis. Espero verte, creo que lo pasaremos bien. Y salio de camino a la caja, pago y se marcho, no sin antes mirar por encima de su hombro para verla por ultima vez. CAPITULO 2 Sandra. Llego a casa, y me voy quitando los zapatos de camino a mi habitacion, que por cierto, algun dia tendre que ordenar. !No encuentro nada! Esto no es un armario, parece mas bien el bolsillo magico de Doraemon. Sale de todo. !Anda mira las pelotas de tenis que pensaba que habia perdido! ?Que me pongo? (nota mental: renovar el vestuario de invierno). Me meto en la ducha. En ese momento oigo la puerta de la calle cerrarse, lo que me indica que ha llegado Angi, -!!Hola Angi!! -Le grito desde la ducha- ?Te apetece quedar esta tarde con un chico que he conocido esta manana?, es el nieto de una buena clienta, y estara aqui unos dias. No conoce a mucha gente y nos ha invitado para salir con el, un amigo y unas amigas de este. -Hola a ti tambien Sandra, me dice asomando la cabeza por la puerta del cuarto de bano. -Por mi bien me apetece salir y conocer gente nueva. La pobre desde que lo dejo con su ex, Pablo, no levanta cabeza. El muy capullo se la pego con su secretaria. Aunque el muy borde todavia dice que la quiere, que fue un error. Si va a ser verdad eso de que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. -Muy bien, estupendo pues lo llamare y quedare con el. Es muy simpatico, y ademas !esta buenisimo! - Tiene unos ojazos verdes que cuando te miran te hipnotizan. Unos labios bien formados, que dicen !besame! -Esto ultimo lo dijo canturreando- -Uy Sandra, que me da que este mozo te ha entrado muy fuerte ?NO? -No se Angi, hay algo en el que hace que me sienta bien, me gusta su conversacion…entre otras cosas…-Le digo moviendo las cejas arriba y abajo- Mientras salgo de la ducha, cojo una toalla y me envuelvo en ella. -Anda y vistete que vas a pillar un resfriado. Voy a cambiarme. Hemos quedado a las ocho en un bar al que solemos ir a tapear, esta cerca de casa, asi que vamos andando. Llegamos cinco minutos antes de la hora, y Marc ya esta en la puerta esperandonos apoyado en la pared con los pies cruzados y las manos en los bolsillos de la chaqueta. Y no veas que planta tiene el muchacho.... -Angi, te presento a Marc, Marc esta es Angi mi companera de piso de la que te hable. -Hola Marc, encantada de conocerte, ya me ha contado Sandra que estaras por aqui una temporada. -Si, supongo que por lo menos unos meses, depende de como vaya el trabajo por el que he venido. Le contesta el. -Bueno ?entramos y esperamos a tus amigos con una cervecita?, aqui fuera hace un poco de frio, ?no os parece?, dice Angi frotandose las manos para entrar en calor. -Si, por supuesto. Asi vamos cogiendo mesa. El local esta bastante lleno. -Contesta Marc.- Ya dentro, nos colocamos en una de las mesas del fondo. El bar esta lleno a esas horas, y ademas hay partido de futbol, con lo que el bullicio esta servido. Nos acaban de servir nuestras bebidas, cuando entran tres chicas y un chico, Marc se levanta al ver a su amigo Lucas y estos se dirigen hacia nosotros. Marc nos presenta a su amigo y este a sus tres amigas, Carmen, Montse y Rosa. Son muy simpaticos y enseguida entablamos una agradable conversacion. Nos explican que Lucas es pareja de Carmen, que es hermana de Rosa y Montse es amiga de ambas. Montse y Rosa, de seguida hacen buenas migas con Angi, ya que resulta que habian ido al mismo colegio de pequenas. El mundo es un panuelo. Con lo que se lo pasan pipa recordando a los profesores y companeros de aquella epoca. Yo me giro hacia Marc, y le pregunto. -Marc, ?has ido a ver a los clientes del palacete?, se intereso Sandra. -Si, precisamente he estado con la propietaria, ya que su marido estaba de viaje. Y hemos quedado en ir manana a verlo para definir que es lo que quieren hacer y empezar a trabajar lo antes posible. A Marc se le pasa por la cabeza que quiza podria invitar a Sandra a que lo acompanara a ver el palacete, es una oportunidad para volver a verla. Por lo que no se lo piensa y le pregunta. -?Que te pareceria venir conmigo y lo ves por dentro? Aunque lleva deshabitado muchos anos. No esperes gran cosa aparte de polvo y telaranas. Pero a lo mejor si investigamos, encontramos ese espejo oculto. -Le dice moviendo las cejas- Y desentranamos el misterio. Marc sonrie entusiasmado y hace palmas. -!Me encantaria!, !Tiene que ser emocionante! ?Y si esa leyenda es verdad y realmente pulula por sus estancias el fantasma de la bella Felicia, esperando reencontrarse con su amado en otro mundo paralelo? -Le dice con aire de misterio, entrecerrando los ojos.- -Creo que has leido muchas novelas de ciencia ficcion Sandra. Dijo Marc riendose. -No te digo que no, pero ?quien sabe?, las leyendas pueden tener algo de reales, ?no crees? ?Y que fue de su hija Sara? -No lo se, no se me ocurrio preguntar. -Comento riendose- Que mal investigador seria ?No? -Los nuevos propietarios son un matrimonio que viene de Alemania y siempre habian querido trasladarse aqui. El es un adinerado hombre de negocios y su esposa una mujer a la que le gusta coleccionar antiguedades. Por eso buscaban algo asi. Ella fue la que me explico la leyenda del palacete, por lo visto este tipo de historias le encantan. Creo que hariais buenas migas. -Entonces manana, ?a que hora quedamos? -He quedado con ellos a las cinco, o sea que te recojo a las cuatro y media. ?De acuerdo? -Genial, nos vemos entonces. El resto de la tarde paso entre risas. Nos despedimos a eso de las diez y media. Cuando llegamos a casa, Angi estaba muy contenta porque habia reencontrado a antiguas companeras y prometieron volver a quedar y salir de copas algun dia. CAPITULO 3 Estoy super nerviosa. El solo hecho de volver a ver a Marc, hace que mi estomago parezca un tablao flamenco con todo un cuadro de bailarines zapateando en el. Son las tres, he llegado del trabajo hace media hora y aun tengo que comer algo y pensar que me pongo. Creo que paso de comer. Me tomare un zumo y algo para picar y andando. Me pongo mis tejanos, una camiseta blanca con topitos azules y mis Convers azules. A las cuatro y veinticinco Marc me llama al telefonillo, !que puntual! Cojo mi abrigo y bajo las escaleras de dos en dos. -!Hola Marc! Me da un ligero beso en la mejilla y al instante se queda observando mi cara de, ?"que ha sido eso"? El, un poco azorado dice: perdona ha sido instintivo, lo siento si me he tomado demasiadas libertades. -No… Pasa nada, es solo… que no me lo esperaba. Bueno, ?dispuesto a ver ese palacio encantado? Nos metemos en su coche, un BMW 520 negro con asientos de piel. -?Te molesta si pongo algo de musica?, pregunta Marc, -No, al contrario, le contesto. Al ponerla en marcha suena una cancion de Dire Straits que me gusta mucho. "Romeo y Julieta". No puedo evitar cerrar los ojos y sin darme cuenta empiezo a tararear la cancion. Cuando termina, me giro hacia el un poco avergonzada, veo una sonrisa en su cara y noto que me pongo como un tomate. -Perdona por el concierto, no puedo evitarlo, esta cancion me encanta, me transporta a mi infancia. Mis padres la ponian a menudo, es uno de sus grupos favoritos y a mi acabo gustandome tanto como a ellos. -A mi tambien me gustan mucho, dijo riendose, como casi toda la musica de esa epoca. Por eso la tengo. Y no te preocupes…, no lo haces tan mal. Al cabo de veinte minutos estamos aparcando. Conforme vamos acercandonos a pie al palacete noto un cosquilleo en el estomago que, achaco a la imponente figura de la construccion que tenia delante. -?Que te parece por fuera? ?No crees que es impresionante? -me pregunta entusiasmado por lo que ve. Ha sacado su vena de arquitecto, se le nota a la legua que le encanta su trabajo.- -!Impresionante! Tu lo has dicho. -Yo tambien estoy embelesada con lo que veo.- Es un edificio de tres plantas rectangular, con 4 ventanales en las dos plantas superiores y uno a cada lado de la gran puerta de entrada. Es un porton doble de casi tres metros de alto con la parte superior con forma de medio arco. En el centro de cada puerta cuelga una aldaba de hierro con forma de cabeza de leon, de su boca sale una argolla circular. Llamamos con tres golpes secos y esperamos. Al cabo de unos minutos las puertas se abren con un chirrido digno de una pelicula de terror y esperamos que aparezca la Sra. Morticia Addams. Pero no, la que aparece ante nosotros es la Sra. Erika Bender, propietaria del palacete. Toda una dama de unos 45 anos, alta, media melena rubia y ojos azules, que nos saluda muy educadamente. En contra de su apariencia de mujer fria, nos sorprende su forma de actuar dulce y familiar: -Hola Marc, eres muy puntual. Veo que has traido compania, y esta bonita chica ?es?… -Hola Sra. Bender. -Llamame Erika, por favor. -Bien Erika, pues esta es Sandra, una amiga. Espero que no le importe que me haya acompanado, le hace mucha ilusion poder ver el palacete por dentro. Mas, despues de haberle contado la leyenda que me relataste. -Encantada Sandra, es un placer conocerte y comprobar que aprecias las antiguedades, y los misterios...-Dijo ella elevando las manos y moviendolas como si fuese un fantasma a la vez que entrecerraba los ojos.- Yo soy una apasionada en ese campo, de hecho, es mi profesion. Entramos en un patio enorme rodeado por una balconada en cada planta, por donde se accede a unas escaleras centrales que se bifurcan en dos. En el centro hay una fuente con la figura de una mujer en forma de hada, con sus dos alas abiertas y los pies juntos de puntillas como a punto de levantar el vuelo. De sus manos cae languidamente un pergamino medio desplegado, tallado en la misma piedra que la escultura. En el, reza la inscripcion: " Luna viam illustrat", a malas penas legible por el paso del tiempo. Segun nos explica Erika, esta escrito en latin, y quiere decir "La Luna ilumina el camino". Nos adentramos en la planta baja, que consta de una antesala a modo de recibidor, en la que hay un escritorio de estilo Barroco y un sillon de madera tallada. En las paredes hay apliques de forja con tres brazos y sus correspondientes velas medio consumidas. Desde aqui accedemos a una sala con un gran fuego a tierra en la pared principal y encima de este hay un marco enorme con el retrato de una preciosa dama en una actitud sonadora y unos preciosos ojos azules que dan la sensacion de estar sumida en sus pensamientos sin atender lo que le rodea. Los suelos son de madera, que se mantienen en muy buenas condiciones a pesar del polvo que los cubre. Alrededor hay diferentes sillones tapizados en un tono verde pastel a juego con los grandes cortinajes que aun cuelgan de los ventanales. Todo el conjunto da la sensacion de haber sido en su dia un gran salon de baile, donde se habrian celebrado mas de una fiesta con gente de la alta sociedad de la epoca. Erika nos conduce hasta las plantas superiores. En la primera hay unas ocho habitaciones, la mayoria ellas poseen una gran cama con dosel, armario, tocador y una chimenea, que en su conjunto y en su dia debian de ser acogedoras. Entramos en una, y me quedo con la boca abierta, esta, alberga una gran biblioteca. Todas sus paredes del suelo al techo estan repletas de estanterias cubiertas de libros. Por lo visto, el conde poseia una de las mayores colecciones de libros de la epoca. La segunda planta es la que quieren adaptar como vivienda, y el resto dejarlo para visitas turisticas, ademas de adecuar las salas de la planta baja para albergar algun evento o fiestas particulares. Incluso alguna exposicion artistica eventual. Paseando por el palacete, te da la sensacion de haber hecho un viaje a traves del tiempo ya que aun conserva ese aire de grandeza, que antano debio de poseer. Yo voy mirando todo a mi alrededor como una nina pequena a la que llevan al circo la primera vez. No lo puedo remediar, mi cara es muy expresiva. Solo me falta babear...Por Dios, ?Es que no puedo controlarme?

  • ?Que quieres de mi?, Mary Orvay de Mary Orvay

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  • Lo que quiero de ti (Suspense romantico 3) de Lorraine Coco

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    Emma es una mujer metodica, decidida, que adora el orden y que cada cosa tenga un sitio y funcion. Se ha vuelto indispensable para su familia y amigos y no concibe otra forma de sentirse realizada, salvo la de solucionar los problemas de los demas. Pero en su fuero interno anhela algo distinto, tal vez parecido a las aventuras que escribe en sus cuadernos secretos.
    Su vida anodina y perfectamente organizada, cambia una noche en la que se ve envuelta en el atraco a una joyeria y es tomada como rehen por una banda de traficantes de diamantes. A partir de ese momento nada volvera a ajustarse a sus planes. Obligada a llevar una vida que no concuerda en absoluto con sus canones, y custodiada por un hombre al que considera un cavernicola, grosero y desconsiderado, se enfrentara a los peligros mas insospechados, incluidos los que ponen en riesgo su corazon.

  • El autodidacta de Hernan Rivera Letelier

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    El autodidacta es una entranable novela autobiografica sobre los inicios de Hernan Rivera Letelier en la escritura, sobre el poder de la literatura, sobre el primer amor. Experiencias de esos anos de intensa juventud que el autor vivio en el desierto chileno.

  • Mas que un verano de Victoria Vilchez

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    La manana siguiente de la llegada a Lostlake siempre resultaba para Aria una especie de tregua al caos del dia anterior: los preparativos, las carreras cargando el equipaje, la partida, el viaje y la emocion de ese instante en el que vislumbraba por fin el caseron entre los arboles del camino. La familia Donaldson llevaba muchos anos disfrutando del verano en aquel idilico y aislado paraje. Como su nombre indicaba, era un pequeno pueblo perdido en mitad de la nada. Sin embargo, a Aria le encantaba los meses que pasaba alli. Ese ano seria especial para ella. Acababa de terminar el instituto y al concluir el verano se marcharia a la universidad. No se trataba de que los anteriores cursos escolares hubieran resultado una tortura, tal vez si los ultimos meses, pero nunca habia logrado encajar del todo. No era una marginada pero tampoco pertenecia al selecto grupo de los populares. No era nadie, en realidad, una mas de la masa de estudiantes que pasaban por aquellas aulas. Si bien habia tenido su pequena dosis de gloria al formar parte del equipo de natacion y ser una de las mejores atletas con las que contaba, nunca aprovecho dicha circunstancia. Pero los meses anteriores todo habia cambiado y ni siquiera era ella la que lo habia provocado. De repente, se encontro en medio de una guerra de burlas, cotilleos y miradas acusadoras que nada tenian que ver con su persona. No obstante, aquello ya no tenia importancia. El aroma a cafe recien hecho inundo la cocina y se mezclo con el olor tan caracteristico que impregnaba las paredes del caseron, una combinacion de madera, bosque y la humedad propia debida a la cercania del lago. Aria echo un vistazo por la ventana mientras disfrutaba del silencio que reinaba en la casa y del sabor de la bebida contra su paladar. Tanto sus padres como sus dos hermanos seguian en la cama aun. A pocos pasos, entre los arboles, podia ver una edificacion casi identica a la que en ella se encontraba: la residencia de sus tios. Por la ausencia de luces y de movimiento tras los cristales, supuso que tampoco ellos se habian despertado todavia. Aclaro la taza en el fregadero y salio por la puerta trasera. Iba descalza y no llevaba puesto mas que el banador. Su melena rubia, que normalmente ondulaba sobre su espalda, se hallaba recogida en una apretada coleta para evitar que el pelo le molestara mientras nadaba. Para ella resultaba casi una tradicion lanzarse al agua antes incluso de que el sol hubiera asomado por el este, al menos ese primer dia de vacaciones; ya tendria tiempo de remolonear en la cama hasta tarde durante las siguientes semanas. Tomo el sendero cubierto de tablones de madera que llevaba hasta el lago, el mismo que su padre habia construido con sus propias manos, y no tardo en adentrarse en el agua. Durante varios minutos, dejo que esta la meciera, limitandose a flotar boca arriba. Era su momento favorito. La inminente salida del sol tenia el cielo de los mas variados tonos: naranjas, rosas, amarillos... Era el comienzo de un nuevo dia, un nuevo verano, aquel que la convertiria, a su fin, en universitaria. En cuanto el sol se despego del todo del horizonte, Aria empezo a bracear, alejandose de la orilla por una ruta mil veces trazada. Nado sin descanso, exigiendose tanto como si se tratase de una competicion. A mitad de camino levanto la cabeza y vislumbro su destino: una pequena ensenada de arena en la parte derecha del lago. Continuo nadando, controlando su respiracion mientras se esforzaba por aumentar la velocidad. Puede que fuera debido a su autoexigencia o al cansancio acumulado durante el viaje del dia anterior, o tal vez solo una casualidad, puro azar. La cuestion fue que percibio el instante preciso en el que su gemelo derecho se tenso y un doloroso calambre se fue extendiendo por su pierna. El contratiempo no consiguio desatar su panico. Llevaba demasiados anos nadando y se sentia casi mejor en el agua que fuera de ella. Enfilo hacia una zona rocosa que quedaba mas proxima que la cala a la que inicialmente se dirigia, maldiciendo cada vez que los musculos de sus piernas se contraian y el dolor se agudizaba. No obstante, aguanto y consiguio llegar hasta alli. Tanteo la roca con las manos y se agarro a ella para luego apoyar los pies sobre su superficie, sin otra idea que descansar durante un rato y volver al agua en cuanto consiguiera que su gemelo se relajase. Se veia capaz de soportar las molestias que le provocaria. Al incorporarse, resbalo sobre la roca y trastabillo hacia delante, obligandose a mover los pies sin siquiera ser consciente de donde los colocaba. El movimiento le valio un buen corte en la planta del pie. --!Joder! --exclamo en voz alta. Se ayudo nuevamente de las manos para sentarse y comprobar la herida. Le dolia horrores y sangraba de forma copiosa. Levanto la vista para observar, a lo lejos, la silueta difusa de su casa. Miro la herida una vez mas y se le escapo un suspiro acompanado de otra maldicion. El sendero que bordeaba el lago en esa zona era el resultado de muchos anos de transito de los habitantes del pueblo. La mayoria de las casas estaban en la orilla contraria a la de la residencia de los Donaldson, pero habia innumerables lugares entremedias que eran muy atractivos para el bano y los lugarenos usaban con frecuencia. Ademas existia tambien una pista de tierra habilitada para los vehiculos. Desde el borde de dicha carretera, Aria miro en ambas direcciones. Era demasiado temprano para que hubiera nadie por los alrededores, pero tenia la esperanza de que no fuera ella la unica en madrugar en todo Lostlake. El tiron de su pierna no terminaba de desaparecer y el feo corte que se habia hecho no cesaba de sangrar. Su unica opcion consistia en empezar a andar, o a cojear mas bien, de vuelta a casa. Con suerte, alguien pasaria en coche y podria acercarla. Sus expectativas no tardaron en verse cumplidas, solo que en modo alguno pensaba subirse a la jodida ranchera del mismisimo Max Evans. --Pierdete, Max --le solto, en el momento en que el vehiculo se detuvo a su altura. Apenas lo miro el tiempo suficiente para ver la expresion de fastidio en su rostro. En el instituto todos le conocian por Evans, su apellido, pero Aria habia empleado su nombre a sabiendas de que le molestaria. No era una gran victoria ni suponia demasiado consuelo. No obstante, habia sido incapaz de resistirse. Max Evans era el prototipo de chico americano, un topico con patas. Rubio, alto, de espaldas anchas y sonrisa encantadora, ademas de ojos de un azul cristalino que llamaban la atencion de toda la poblacion femenina del instituto. Como no, tambien era el quarterback estrella del equipo de futbol y, no menos importante, un autentico gilipollas. Aquello ni siquiera le hubiera importado a Aria, nunca se habia preocupado en exceso por esa division de clases inherente a la etapa del instituto. Lo que no soportaba era que aquel chico en concreto fuera el exnovio de su prima, ese que habia hundido a Lea en la miseria social, arrastrandola a ella en el camino solo por ofrecerle su apoyo. El vehiculo avanzo hasta alcanzarla.

  • Hasta mi ultimo aliento de Sophie Saint Rose

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    Vivianne Barms es una joven alegre a la que una enfermedad cardiaca le altera la vida, provocando que practicamente no se relacione con nadie. Enamorada de Scott y harta de su situacion, arriesga su vida en una operacion con pocas posibilidades de exito con un unico objetivo. Scott.

  • El secreto de Amanda de Sarah Rusell

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    El dia amanecio gris y lluvioso pero, con independencia del tiempo que hiciera, mis mananas se habian tenido de color, desde hacia unas semanas. --Cristina, carino, un dia te dejas la cabeza se ve venir, !toma la mochila! --le dije, mientras corria tras ella. --Mama, yo lo llevo todo, no te preocupes --dijo el pequeno Pablo. --No tengo ninguna duda de eso, amor. Un beso y suerte con el examen --dije. --Hoy no vengo a comer, Amanda, recuerda que tengo reunion con los de la nueva campana. La cercania de las Navidades es la misma locura de todos los anos --me dijo Javier, mi marido, dandome un beso y saliendo por la puerta de modo precipitado. Por fin estaba sola y en 30 minutos llegaria el momento mas esperado del dia. Esa era el tiempo prudencial que Mario y yo habiamos establecido despues de que saliera Javier de casa, por si acaso algun olvido le hacia volver alguna de las mananas. Media hora despues de salir, ya estaria en el trabajo y era improbable que pudiese volver. Asi que, todas las mananas, justo a las 9:00, iniciaba mi sesion de Skype y Mario estaba esperandome al otro lado de la pantalla. Eso si, solo chat escrito... --Buenos dias, preciosa. ?Como has dormido hoy? --Mucho mejor pero te vuelvo a preguntar lo de todos los dias, ?por que crees que soy preciosa? --Lo intuyo, preciosa, lo intuyo. ?Sabes? Me gusta cerrar los ojos y ponerte cara. --Pero esa es la cara que tu me pones, no la real... --Pues algo me dice que debes ser todavia mas guapa... --Creo que me subestimas, yo no me veo... --Tu tienes la moral baja carino, no estas pasando por tu mejor momento, pero pronto vas a sacar la mejor version de ti misma...Una renovada que supere a la anterior, si es que eso es posible... --Vuelves a subestimarme, yo no creo merecer... --Tu eres una mujer de bandera y yo me voy a dejar la piel en que tomes conciencia de ello... --Eres muy bueno pero Mario...No te he contestado antes. Ya descanso mucho mejor y, desde que has aparecido en mi vida, los suenos se han normalizado, no he vuelto a tener pesadillas... Aquellas pesadillas a las que me referia eran el motivo de que, por primera vez en la vida, viera salir a mi familia por la manana, rumbo a cumplir con sus obligaciones, mientras yo me quedaba en casa. Soy policia nacional y, un incidente fortuito hizo que mi companero perdiera la vida justo a mi lado, hacia unos meses. Medite y llegue a la conclusion de que necesitaba un tiempo para mi por lo que, despues de consultarlo con la almohada y con Javier, decidi pedir una baja medica. Las primeras semanas no fueron faciles porque pronto me di cuenta de no estaba acostumbrada a la rutina del hogar, pero en el fondo sabia que debia darme un respiro y que era mejor asi. Y ahora, Mario habia aparecido en mi vida, via pantalla de Skype. Una invitacion inesperada, que resulto ser para alguien que se llamaba igual que yo y, una conversacion que se inicio de esa improvisada manera y que ninguno de los dos queriamos dar por finalizada. Desde entonces no habiamos dejado de hablar de lunes a viernes. Los fines de semana no nos era posible y esa era la razon de que hubiera comenzado a odiarlos. --Todavia alucino y lo sabes. No se como he podido contarte tantas cosas en tan poco tiempo y sin conocerte de absolutamente nada... --Porque estamos hechos el uno para el otro y tu tambien lo sabes... --Pero me siento culpable Mario... Javier no lo merece. Siempre ha sido muy bueno conmigo y todo se le hace poco para nosotros... Trabaja mucho, es solo... --Es solo que te ha descuidado, Amanda. Si no lo hubiera hecho, yo no tendria cabida en tu vida. Si me estas haciendo hueco en tu corazon es porque ya lo tenias medio vacio... --Lo hemos hablado antes, la rutina no es buena companera Mario... Y yo tampoco le puse las cosas faciles. Trabajaba mucho y me costaba desconectar. Y el lo mismo. Cuando llegaron los ninos pillabamos turnos contrarios para poder cuidarlos. Nos veiamos muy poco y siempre estabamos cansados... --?Y el sexo? --El sexo fue decayendo. Se fue esfumando por las grietas de la monotonia y, cuando quisimos darnos cuenta... --Entiendo, amor. No tienes que darme mas explicaciones. Y dime, ?en que momento sexual te encuentras ahora mismo? --Activando el modo "on" … Esta noche he sonado que lo haciamos y reconozco que me he despertado muy humeda y alterada... Es la primera vez en mucho tiempo que tengo unas ganas tremendas de... --?De que, Amanda? --de tener un asalto sexual de lo mas intenso, Mario. --?Y tengo yo algo que ver con eso? --Algo no, tienes todo bandido... Nunca hubiera imaginado un giro tan inesperado y emocionante para mi vida en tan pocos dias... Es mas, por fin vuelvo a sentirme fuerte y creo que no tardare mucho en volver a incorporarme al trabajo. --Eso me alegra y me pone a partes iguales, carino. --?Te pone? La parte de que te alegre la entiendo pero que te ponga... --?Tu que crees? Solo de imaginarte vestida de poli, con las esposas a la cintura dispara mis instintos mas salvajes... --Si no fueras tan estricto con las normas del juego, podrias verme ahora mismo. --Es una oferta muy tentadora pero hemos hecho un pacto y lo vamos a cumplir hasta el final. Si soy capaz de enamorarte hasta decidir comenzar una nueva vida juntos, tendremos un encuentro cara a cara. Si por alguna razon esto queda en agua de borrajas, preferire no haberte visto nunca en persona, mi nina. --Pero Mario, yo soy partidaria de que una no se puede enamorar sin haber visto a la otra persona. Creo que solo puedes enamorarte del conjunto, del interior, del exterior, de como huele y de como se mueve, asi como de todas y cada una de sus imperfecciones... --?Tu confias en mi, Amanda? --Sabes que si, Mario. --Pues entonces, date por enamorada... --?Y tu, piensas en mi por las noches? --?Tu que crees? Cuento las horas para hablar contigo... --Este rato de por la manana se nos va a hacer muy corto, se nos hace ya muy corto, mejor dicho... --Es complicado. Sabes que es lo unico que puedo sacar durante mi jornada laboral. Es el que paso solo en mi despacho antes de empezar la primera clase y luego, por la tarde, coincido con Elsa en casa, no es facil... --?Tu no te sientes culpable por ella, Mario? --Yo prefiero no pensar... --Cuentame alguna anecdota divertida como esa de ayer, por favor... --?De esas de cuando era un pieza de joven? Me quedan ya muy lejos, ?eh? Con el tiempo me reforme, cuando ya tuve novia y tal... Espero que no te asuste por nada de aquello, que tu eres la autoridad y pareces muy formalita... --Oye, que yo tampoco he sido la madre Teresa de Calcuta, !Tambien he hecho alguna que otra! ?Que te crees? --Una tuya por otra mia, venga... --?Cual es la trastada mas grande que has hecho en tu vida? --Me da corte contarlo, yo tambien tengo mis limitaciones... --Venga porfi, que sabes que me parto de risa con tus cosas... --Pues yo creo que la mas gorda que hice fue liarme con la madre de un amigo cuando tenia dieciocho anos. --?En serio? --Y tan en serio...A ver, que no fue premeditado pero que estaba de muy buen ver... no vayas a creer que me lie con un carcamal... --Cuenta mas, venga, !quiero detalles! --Seras morbosilla, !solo si luego me respondes a lo que te pregunte! --Trato hecho... --Pues nada, fue una tarde que mi amigo no estaba en su casa, !claro, faltaria mas! Llegue por equivocacion, teniamos que hacer un trabajo y el habia salido. Por lo visto tenia partido de futbol. Total que una cosa llevo a la otra y, en vez de hacer un trabajo, !pues nada que hice otro! --Tu eres un caso... --Era, era, !que ya estoy reformado! --?Cuanto de reformado? --Pues lo suficiente para solo tenerte en mi mente a ti. Me ha dado muy fuerte y no puedo ni quiero evitarlo. Deseo que todo fluya... --Yo no puedo prometerte nada Mario, esto me excita y me asusta a partes iguales. Reconozco que me esta viniendo fenomenal porque, en el peor de los casos, me estas ayudando mucho y, en el mejor, puedo ganar al hombre de mi vida pero, ?y tu? --?Cuantas veces tengo que decirte que no te preocupes por mi, Amanda? Conozco el riesgo. Esto es un juego fascinante, pero que no deja de ser peligroso. En cualquier caso, si me quemo, es cosa mia... --No digas eso, Mario. Me afecta. --?Te afecta? Me gusta escucharlo... --Si y es mas... --?Es mas...? --Te diria que me duele, pensar que pueda hacerte dano es una idea que no soporto... --Supongo que he de tomarlo como un cumplido y no imaginas lo que me ilusiona pero no sufras, amor... --?Te he dicho ya lo que me gusta escuchar ese "amor"? --No, no me lo has dicho, pero estas a tiempo, soy todo oidos. Y, por cierto, aprovecho para decirte que tambien me encantan los mimos. --Lo se. Me cuesta mas. Lo siento. No quiero que me tomes por una mujer fria. Es solo que la situacion me descoloca. Eso si, ?me crees si te digo que no hay hora en el dia en la que no piense en ti?--?Me crees si te digo que no hay palabras que puedan entusiasmarme mas que esas? Y por cierto, bonita sonrisa. --?Como? --Un escalofrio me recorrio el cuerpo. Mario, ?me has visto? --Ya quisiera yo, Amanda. No te he visto, pero me lo acabas de confirmar. Es lo que buscaba. Creo firmemente en eso de que "quien bien te quiere, te hara reir" ... --Entonces debes quererme mucho porque contigo me parto... --Por cierto, todavia no me has contado lo que llevas puesto hoy... --?Y quien te dice que llevo puesto algo? --guauuuuu...solo de pensarlo, !ardo! ?En serio? Haz los honores, please... --Digamos que llevo puesto uno de esos minusculos tangas negros de los que me dijiste que te pierden y, !un complemento mas! !A ver si lo aciertas! --?Un balconette a juego? --No... --?Un corse? --Va a ser que tampoco... --?Un liguero?… --Frio, frio... --Unas medias de esas de red que... --Mas frio, todavia... --Ok, ok... --Vuelvo a subir, pues... --!Cielos! Uno de esas gargantillas tan seductoras... --Caliente, caliente... --No sabes cuanto...Sueltalo ya, anda...Me estoy poniendo a tope... --Llevo una pequena corbata finita, de esas negras femeninas… Con el nudo ligeramente desabrochado y el resto cayendo sobre mis senos desnudos... --Ponte en el filo de la silla, por favor... --Ummm, chico travieso... --Acercate a la pantalla...Puedo sentirte Amanda, es como si percibiera tu olor, notara tu presencia... ?Que sonaste? Cuentame al detalle... --Pues sone que estaba tendida boca arriba en una cama con sabanas de saten blanco, totalmente desnuda, con un antifaz negro en los ojos. Tu llegabas y comenzabas a desvestirte lentamente. Cuando le toco el turno a tu cinturon, escuche la forma en la que se deslizaba por tus presillas y... --Creo que tengo un caballo al galope en el pecho, cielo. ?Sabes eso de que hace mucho tiempo que tienes dormidas ciertas sensaciones y de repente...? --Se, se... --Sigue, por favor, no nos queda mucho tiempo... --Pues que note que pasabas la correa entre mis munecas y, me atabas a los barrotes del cabecero... --?Te gusto? --Me erizo de arriba abajo, Mario... --?Y? --Tan pronto te acercaste y comenzaste a besarme, senti que me derretia... Mientras lo hacias bajaste tu mano y notaste mi extrema humedad...Tus dedos se deslizaban hacia el interior y ahogaste mis gemidos con mas besos. Llevaste mis manos hacia tu miembro y, lo erecto que estaba me encendio todavia mas... --Sigue por favor... --Al contacto con el y mientras seguias tocandome, note un intensisimo orgasmo y....me desperte con la certeza de que, pese a ser un sueno, el orgasmo habia sido real...Ademas, creeme que tuve que disimular. Tengo la sospecha de que mis gemidos nocturnos han sido tan reales como el orgasmo, !y se han escuchado! --Jaja, no puedo creerlo. No hago mas que meterte en lios... --No digas eso y, de ser asi, !vivan los lios! No soy la misma desde que has aparecido... --Amor, mucho me temo que tengo que comenzar a trabajar. --Ok, Mario. Manana mas y mejor. Te deseo un buen dia. --Y yo a ti otro, tan precioso como tu... Mi sensacion al dar por finalizada la llamada era la misma todas las mananas. Me sentia vacia. Aun no llegaba a entender como, alguien que habia aparecido hacia tan poco tiempo, podia llenarme tanto. !Menos mal que tenia trabajo para dar y regalar en casa y eso me mantendria distraida! Habia proyectado que ese dia terminaria de sacar toda la ropa de invierno de los armarios de los ninos, seleccionaria, veria a que prendas tenia que "darle el pasaporte" y haria un listado con lo que necesitaba cada uno de ellos para ir de compras. Cristina era la mayor, tenia diez anos y era un autentico torbellino, con una personalidad arrolladora. El pequenin Pablo, de siete, era mucho mas formal y tranquilo y en aquellos momentos exhibia una divertidisima mella. En cuanto a mi, habia cumplido los treinta y cinco y sentia que tenia todavia mucho camino por recorrer. Otra cosa es, de la mano de quien lo hiciera... La labor de los armarios empezo a agotarme. Eran las doce de la manana. Faltaban veintiuna horas para volver a hablar con Mario. Sonrei pensando en las casualidades de la vida. Aquel nombre me habia gustado de siempre, tanto que llegue a dudar en si llamar asi a mi hijo, aunque finalmente peso el gusto de Javier por Pablo, en honor a su escritor favorito, Pablo Coelho. Alli, con la ropa de los ninos en la mano, volvi a tomar conciencia de que el tiempo pasaba demasiado deprisa. ?Seria capaz de abandonar todo lo que hasta ahora habia sido mi mundo y salir de eso que llaman "la zona de confort"? Evidentemente tal decision no implicaba dejar a los ninos pero sabia que Javier lucharia por una custodia compartida. Los adoraba. El temor empezo a apoderarse de mi. Necesitaba un cafe. Y una llamada de telefono. --!Hola, Paty! ?Puedes hablar? Paty era mi mejor amiga desde que nos conocimos, con seis anos y estudiamos juntas hasta que yo ingrese en la Academia de Policia y ella en la Escuela de Enfermeria. Me conocia a la perfeccion, igual que yo a ella y, si de algo podiamos presumir, es de que entre nosotras no habia secretos. --Puedo, puedo. Te dije que estaria saliente de guardia pero ya sabes que soy incapaz de descansar cuando llego a casa. Ya me echare despues del almuerzo. Contesta, ?ha aparecido ya Don Juan? Aunque a juzgar por lo animado de tu voz no tengo ninguna duda... --Si, si, claro. Estuvimos hablando a la hora acordada, como cada dia... --?Y?… --Y cada vez mas enganchada. No tiene nada que ver con los primeros dias, que mas que una cita virtual, parecia una terapia. Ahora es... !saltan chispas! --No hace falta que lo jures. Puedo percibirlo en tu voz Mandy (asi es como me llamaba carinosamente), ?sabes que te estas metiendo en la boca del lobo, verdad? Que yo soy quien para decir nada, !menudo referente! Pero tu estas hecha de otra pasta... --?De que pasta, Paty? --Bueno, digamos (y sin ofender) que en tu vida personal lo mas emocionante que has hecho ha sido ganar una partida de parchis... --!Yo tambien te quiero, jodida! Me vas a deprimir... --No es eso, pero piensa que tu vida es muy convencional. En el fondo siempre te he admirado por eso. La has ido disenando, como si se tratara de encajar las piezas de un puzle y, ahora que... --Sigue por favor. Me conoces mejor que yo misma, jaja... --Pues que ahora que las tienes todas encajadas, estas cogiendo carrerilla para darle una patada. Y me asombra, eso seria mas propio de mi... --?Y si te dijera que en ese perfecto puzle la pieza que me falto por incluir fue el oxigeno? Me estoy ahogando Paty, necesito aire fresco y Mario...Bueno el no es como una bocanada de aire frio, es mas bien como todo un vendaval y, de hecho, si termino apostando por el, arrasara con todo lo que ha sido mi vida hasta ahora... --?Y estas preparada para eso? --?En serio me lo preguntas? Sabes que no tengo ni idea. Solo se que... --?Que sabes, Mandy? --Que me hace sentir viva y hacia mucho, mucho tiempo que no me sentia asi. --?Y entonces? Bueno, entonces esta Javier, al que quiero mucho, pero a quien miro ya con otros ojos y luego estan los ninos que... --Y luego esta que tienes miedo y te estas escondiendo detras de todos los que te rodean, Mandy. Por el amor de Dios, mirate, eres una policia condecorada, te has visto en jaranas en las que los demas nos hubieramos ido por la patilla y ahora... --Pero esto es distinto, Paty. Sabes que la cuestion de los sentimientos no es mi fuerte y con Javier lo tuve siempre todo muy facil. Lo estudio para que, cuando quisiera darme cuenta ya estuvieramos saliendo, me pidio casarnos como quien no quiere la cosa... Eramos un equipo... Realmente no se lo que paso. El caso es que ya lo veo como historia... --Pues te digo yo lo que paso, Mandy. Es muy sencillo: que cuando la rutina entro por la puerta, el amor salto por la ventana. Te lo adverti, a los treinta pareciais una pareja de cincuenta, !Solo os falto un viajecito del INSERSO! Y ahora Mario ha venido a recordarte que estas viva y tu, quieres recuperar el tiempo perdido... Nos despedimos con la promesa de pasarle "el parte del dia" a la manana siguiente. Volvi a mis cosas mientras puse a Dani Martin de fondo con su "Que bonita la vida" y, a la par que canturreaba, solo pensaba en una cosa: cada minuto que pasaba quedaba menos para volver a hablar con mi misterioso Mario.

  • Con el corazon al sur de Gabriela Exilart

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    La novela retoma algunos personajes de Pinceladas de azabache, entre ellos Naiquen, quien escapa de un marido agresivo -y, sin saberlo, de un despiadado militar que llega de su pasado- y trata de iniciar una nueva vida en Francia. Alli encuentra un amor sincero y verdadero que cura sus heridas y le da fortaleza para afrontar a su perseguidor.

  • Operacion Munich de Rosa Tellez

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    Cuando Elena se reencuentra con Nando tras siete anos sin saber nada el uno del otro, la pasion que desbordaban cuando se conocieron resurge cual Ave Fenix de sus cenizas.
    Su historia comienza cuando Nando salva la vida a Elena tras un atentando de los insurgentes en la base de PRT en Afganistan, donde se encontraban realizando labores de reconstruccion del pais por encargo del Ministerio de Defensa de Espana.
    Tras aquel acontecimiento, nada sera igual. Elena y Nando emprenderan un camino juntos que cambiara sus vidas para siempre y que les adentrara en situaciones extraordinarias, teniendo que llevar a cabo acciones extremas de las que dependeran sus vidas.
    Nada, ni nadie, es lo que parece.
    Pasion desenfrenada, intrigas, mentiras. todo para conseguir un objetivo incierto.
    Adentrate en esta aventura que no te dejara indiferente.

  • Terapia de Sebastian Fitzek

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    Ni testigos ni pistas ni cadaver. Josy, la hija de doce anos del conocido psiquiatra Viktor Larenz, desaparece en misteriosas circunstancias de la consulta del medico que la trata de una extrana enfermedad. Cuatro anos despues, Viktor, sumido en una profunda tristeza, se ha retirado a una remota casa en una isla del Mar del Norte. Alli lo localiza una hermosa desconocida que padece alucinaciones: ve constantemente a una nina pequena, una nina que padece una extrana enfermedad y que desaparece de la consulta del medico sin dejar rastro. Viktor inicia entonces un tratamiento con la desconocida, pero la terapia se convierte paulatinamente en un dramatico interrogatorio.

  • Actos de guerra de Alfredo De Braganza

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    En algunas zonas de Espana, sobre todo en Cataluna, Valencia y Madrid, ademas de Ceuta, Melilla y las Islas Canarias, estaba formandose de facto un Estado dentro del Estado que iba creciendo, cuya enorme entidad pasaba inadvertida para la mayoria de la sociedad, pero no para los politicos que promovian la inmigracion ilegal descontrolada. Segun los informes de los servicios de inteligencia, esta situacion superaba ampliamente los limites constitucionales. Los medios de comunicacion espanoles habian recibido con absoluta consternacion el ultimo comunicado del grupo yihadista autodenominado "Estado Islamico". No solo amenazaba de nuevo a Espana, sino que aseguraba que continuarian con los atentados en todo el mundo. <>. La siempre diversa y compleja sociedad musulmana habia encontrado en Cataluna un caldo de cultivo para movimientos de raiz islamica radical. De este modo, la organizacion islamica Al Adl Wa Al Ihsan, de origen marroqui, que promovia la sharia, y la Liga Islamica para el Dialogo y la Convivencia, se habian establecido en Barcelona a traves del Centro Cultural Islamico Catalan, donde divulgaban la ideologia de grupos terroristas como Al Qaeda o Hamas; asi como la organizacion islamica radical Hizb utTahrir, denominada tambien Partido de la Liberacion; la Tabligh al-Dawa, llamada tambien de diferentes formas, y la Dawat-e-Islami, de orientacion salafista. Estas organizaciones, y otras tantas mas, representaban la mayoria del colectivo musulman en Cataluna formado por inmigrantes marroquies y espanoles nacionalizados, pero tambien por muchos musulmanes procedentes de Pakistan, India, Gambia, Argelia o Senegal. Una sentencia de la Audiencia Nacional habia denegado, hacia escasos dias, la nacionalidad espanola a un hombre residente en Barcelona, de ideologia tabligh. Ejercia de iman en una concurrida mezquita y, en numerosas ocasiones, habia demostrado publicamente su falta de integracion en la sociedad espanola y su absoluto desinteres en ella. Predicaba el islam ortodoxo con mensajes radicales e incitaba a los jovenes a tomar la violencia en las calles <>. Aquella tarde, se celebraba en Barcelona el Dia Internacional del Orgullo Gay, y en el Cervantes, organizacion clandestina antiterrorista, se habia dado luz verde a una operacion contra una celula islamista que pretendia atentar contra la multitud concentrada. Miles de personas estaban en las calles para reivindicar <>. El ruido en la zona era ensordecedor. En un ambiente festivo, se habia organizado una concentracion en la plaza de la universidad, donde varios activistas del movimiento en favor de la liberacion sexual iban a leer un manifiesto en el que denunciarian, entre otras cosas, la falta de libertad de expresion en la sociedad, y propondrian la regularizacion inmediata de todas las personas migradas, la derogacion de la ley de extranjeria y el derecho de asilo para la comunidad LGTB. Con una peluca de pelo rizado negro, y vestido con un pantalon corto ajustado, tambien de color negro, y unos tirantes sobre su abultada barriga desnuda, Varun Grover habia terminado de colocar en la calle cuatro dispositivos del tamano del capuchon de un boligrafo en lo alto de varios sitios estrategicos. Llevaba a cuestas una escalera y, con la excusa de fijar coloridas pegatinas con esloganes LGTB en las farolas, habia colocado la ultima camara de lector facial. --?Como vas, Varun? --le dijo una voz masculina a traves de su pinganillo. Varun plegaba la fina y portable escalera mientras un tumulto de gente pintoresca pasaba a su alrededor saltando, bailando, cantando, besandose... --He terminado --contesto. --Ve con Laura --escucho--. Ha desconectado y no sabemos nada de ella. Entro en el edificio numero 8, al lado del estanco. Apartamento 3 B. --Voy. En medio de la plaza, se habia levantado un escenario, donde los organizadores enarbolaban banderas del arcoiris de todos los tamanos. Mientras, otros terminaban de colgar una enorme pancarta en la que se podia leer: <>. Otros miembros de la organizacion movian cables y aparatos electronicos sobre los andamios y sus alrededores. La plaza estaba a rebosar de gente de todas nacionalidades y etnias. La cancion <>, cantada por Alaska, tronaba desde unos enormes altavoces colocados sobre tarimas a cada lado del escenario. Varun se coloco en los oidos unos auriculares, y al ritmo de la cancion <>, interpretada por Heaven 17, comenzo a moverse con gracia entre la muchedumbre. Tras llegar al portal del edificio numero 8, dejo la escalera en un rincon del portal mientras canturreaba la cancion inglesa al tiempo que movia brazos y piernas al mejor estilo de genero pop. Subio por las escaleras moviendo su orondo cuerpo al son de los compases cuando una sombra aparecio en la parte de arriba. Levanto la vista: un hombre bajaba despavorido hacia el. De repente, vio como su cabeza estallaba y la pared se llenaba de sangre. El cuerpo cayo de golpe sobre los escalones, como si hubiera sido aplastado por una fuerza inmensa. Una figura femenina surgio en el descansillo del tercer piso. Por un instante, Varun Grover penso que era una de las participantes en la manifestacion. Pero no era asi. Laura Garcia, vestida con un ajustado top y un pantalon corto de cuero negro, aparecio frente a el. <>, leyo en sus labios mientras la musica seguia sonando en sus oidos. Sin embargo, se habia quedado tan impactado por la escena que habia sucedido a escasos metros de distancia que permanecia quieto como un palo sobre el escalon, sin moverse. <>, volvio a leer en los labios de Laura, que descendia por las escaleras. Pero el seguia sin poder oir sus gritos. La musica del grupo Heaven 17 sonaba en sus oidos. Laura se aproximo bajando de dos en dos los escalones y le dio un bofeton que le hizo regresar a la realidad. Varun se quito los cascos. --!Que te largues de aqui! --Volvio a gritar Laura. Cuando Varun se fue corriendo como si la vida se le fuera en ello, Laura levanto el cuerpo y lo arrastro escaleras arriba. Lo llevo hasta el interior del apartamento 3 B, lo dejo tirado junto a una pared y entro en el salon con la pistola en la mano. En una silla, estaba maniatado otro hombre de aspecto arabe. En un rincon, habia varios bidones de dicromato potasico y carbonato amonico, ademas de latas de aceite para lubricar y limpiar armas. --Ahora quiero que me digas en que lugar de la plaza habeis pensado accionar el explosivo. --Se aproximo con la pistola en la mano, la levanto y, antes de dispararle en la rodilla derecha, le advirtio--: El tiempo corre y mi paciencia tiene un limite. El grito desesperado de dolor fue ahogado por el sonido musical a todo volumen de la c a n c i o n << A q u i e n l e i m p o r t a >> q u e s o n a b a p o r l o s e s t r u e n d o s o s a l t a v o c e s e n e l e x t e r i o r.

  • Tres son multitud de Tricia Ross

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  • Presunto inocente de Scott Turow

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  • El chico de la ultima fila (Cabana 2) de Susanna Herrero

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    ?Quien es Dylan Carbonell?
    ?Ese chico indescifrable, de sonrisas invisibles y miradas impactantes, que copa las revistas y los medios de comunicacion?
    ?Un genio de la musica?
    ?La nueva promesa del rock and roll espanol?

  • Amame sin mas (Contemporanea) de Loles Lopez

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    Paro el coche cerca de la revuelta; desde el interior se veia a una veintena de jovenes manifestandose delante del Ministerio de Educacion. Pablo miro con resignacion a su amigo e inseparable companero; aquello no era de su competencia, pero los altos cargos no querian llamar a los de antidisturbios, para no crear mas animadversion hacia los politicos. Aunque el, y seguro que tambien su companero, estaba de acuerdo con lo que aquellos chicos reclamaban a gritos, no podia hacer nada al respecto. Ellos acataban ordenes y esta era muy explicita: debian disolver aquella marcha lo antes posible y sin incidentes. No estaban solos, tres coches mas de la Guardia Civil aparcaron a su lado. --!No nos moveran! !No a los recortes en educacion! --vociferaron al unisono los jovenes. Los transeuntes se arremolinaban ante los gritos de aquellos universitarios. Varias chicas alli reunidas no dudaron en despojarse de sus camisetas y ensenar sus atributos a la gente; querian que les hicieran caso y esa era otra manera de llamar la atencion. Los sargentos Medina y Rovira vieron aquella exhibicion y, con sonrisas contenidas, fueron al maletero a coger varias mantas para taparlas. --!La educacion es el poder, no nos despojeis de el! --seguian cantando llenos de frustracion ante los recortes que iba a realizar el gobierno. --Ya esta bien, chavales. Debeis marcharos --anuncio el sargento Rovira, mientras sus companeros hacian lo mismo, al tiempo que se acercaban por distintos puntos para rodearlos. --Venga, chicas, se acabo. Os teneis que ir de aqui, no teneis permiso para hacer esta manifestacion --explico el sargento Pablo Medina aproximandose a una de ellas; era rubia, con un bonito cuerpo. --!Quieto! --exclamo Elisabeth fuera de si, al ver que se acercaba a ella con la manta. --Vamos, rubita, ya se han enterado los del ministerio. Ya saben lo que quereis; ahora tapate, que tenemos que dar un paseo hasta el cuartel -- susurro en tono tranquilo. No era la primera vez que disolvia manifestaciones y sabia que debia mantener la calma. --!No me voy a mover de aqui! --grito Elisabeth, mirando de reojo como a una de sus amigas se la llevaba un uniformado y maldiciendo interiormente; esto se les habia escapado de las manos. --Yo acato ordenes y nos han dicho que os teneis que marchar. Tu eliges: ?por las buenas o por las malas? --comento en tono serio mientras abria la manta para intentar tapar el torso desnudo de aquella muchacha. Pablo Medina la observo, era una preciosidad: tenia los ojos claros, a esa distancia parecian grises; su piel era muy blanca, parecia albina, y sus pechos eran perfectos, ni muy grandes ni muy pequenos, como a el le gustaban. Desecho esos pensamientos de un plumazo y se centro en su tarea, que era sacar a aquellas chicas del centro de las miradas de los transeuntes. --!Tendras que llevarme a rastras! --amenazo ella con rabia sin achantarse--. Yo de aqui no me muevo --exclamo intentando huir de aquel hombre. --Luego no me digas que no te di a elegir... --suspiro lleno de frustracion. Rapidamente el sargento Medina corrio en busca de la joven y la agarro; Elisabeth intento zafarse, pero el era mucho mas fuerte y no pudo evitar que le colocara la manta alrededor del cuerpo, atrapando tambien sus brazos; no podia moverse. Comenzo a gritar que la soltara y, con una seguridad aplastante, Pablo Medina la apoyo en su hombro aferrandola por las piernas; la cabeza de ella colgaba por la espalda del sargento, que sonreia satisfecho de su buen hacer; entre insultos y patadas de ella, se la llevo al interior del coche, para conducirla ante su superior. El camino se le hizo eterno; sentada junto a su amiga Yolanda, en la parte de atras del vehiculo verde y blanco, no dejaba de pensar en las consecuencias de aquel acto. No hablaron en todo el trayecto, no queria que sus palabras pudiesen ser usadas para incriminarlas mas. Al llegar al cuartel de la Guardia Civil, los hicieron pasar a todos juntos a una sala de espera vigilada por varios de los uniformados que los habian llevado alli. Poco a poco los iban llamando para que entrasen en el despacho del teniente, quien les hacia varias preguntas rutinarias y los fichaba. --Elisa, estoy muerta de miedo... Como se entere mi padre, me mata --sollozo Yolanda. Seguian tapadas con las mantas; las camisetas habian desaparecido misteriosamente. --No te preocupes, ya veras como no se entera... --susurro Elisabeth mirando de reojo a los sargentos. --Yo no queria que pasara esto --murmuro su amiga con lagrimas en los ojos. --Yoli, no te angusties ahora. Seguro que todo sale bien --musito ella esperando que asi fuera. --La cara de esa chica me suena mucho, pero no la ubico --susurro Rovira a su buen amigo Medina, que se encontraba apoyado en una pared. --?Cual de ellas? --pregunto mirandolas una a una; habia siete en la sala. --La rubita. El sargento Pablo Medina la volvio a mirar; desde que habian entrado en el cuartel, sus ojos, instintivamente, se dirigian a esa muchacha tan peculiar. Le gustaba la frialdad de su mirada y el aspecto de dura que tenia; le encanto su osadia al enfrentarse a el, como peleaba por no ser arrestada. Nunca antes una chica tan joven se habia rebelado contra su cargo y contra el. Era decidida y fuerte. Lo habia impresionado. --Que pase el siguiente --se oyo desde dentro del despacho, mientras salia un chico con una sonrisa dirigida a sus companeros, que aun aguardaban a ser llamados. Poco a poco fueron pasando todos, uno a uno; al acabar, se iban hacia sus casas. La sala, gradualmente, se fue vaciando; en ella quedaron solo las dos chicas: Elisabeth y Yolanda. --Que pase el siguiente --se oyo de nuevo desde dentro. Yolanda se levanto y, timidamente, entro. Elisabeth observo aquella sala fria de colores tristes, y se topo con la mirada del guardia civil que la habia cogido. Era alto, moreno y con los ojos oscuros, muy atractivo; enseguida desvio la vista. No comprendia por que estaban alli, no habian hecho nada malo, unicamente reivindicar sus derechos. Al poco salio del habitaculo una llorosa Yolanda. Elisabeth se levanto corriendo para abrazar a su amiga.