• el rio que nos separa libro - Ngugi wa Thiong'o

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  • EL RIO QUE NOS SEPARA | NGUGI WA THIONGO - Casa del ...

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    3 oct 2017 — Un homenaje a las librerías, a los libros y a todos aquellos que los aman. Una lectura ideal para recrearse y saborear con un buen te ...

  • El río que nos separa: 33 (KF) Tapa blanda - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/El-r%C3%ADo-que-nos-separa/dp/8416523940

    El río que nos separa: 33 (KF) : Wa Thiong'o, Ngugi, Frieyro Gutiérrez, Alicia: Amazon.es: Libros.

  • El río que nos separa - Ngugi wa Thiong'o - txalaparta.eus

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    3 oct 2017 — Ngugi wa Thiong'o describe con maestría el legado perdido de los pueblos del este de África a través de Waiyaki y su tribu. Los misioneros ...

  • EL RÍO QUE NOS SEPARA - WA THIONGO NGUGI

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    EL RÍO QUE NOS SEPARAWA THIONGO, NGUGI ... causan una terrible división entre las dos comunidades kikuyu a ambos lados del río. ... Información del libro.

  • Ngũgĩ wa Thiong'o: El río que nos separa - Un libro al día

    http://unlibroaldia.blogspot.com/2018/10/ngugi-wa-thiongo-el-rio-que-nos-separa.html

    24 oct 2018 — Volvemos a la carga con “El río que nos separa”, la segunda novela de ese eterno candidato al Novel uladiano (y al sucedáneo ese que ...

  • El río que nos separa Wa Thiong'o, Ngugi - Interleo

    http://www.interleo.es/libro-el_r%C3%ADo_que_nos_separa-0460010012

    Interleo distribuidora de libros. ... Datos del libro. Opciones. Descargar ficha Enviar ficha ... El río que nos separa Wa Thiong'o, Ngugi.

  • El río que nos separa - Ngugi wa Thiong'o - Babelio

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    Este libro nos permite ver, entender y analizar los efectos que tuvo la colonización, el conflicto y contradicciones que surgieron dentro del pueblo africano y ...

  • EL RIO QUE NOS SEPARA - NGUGI WA THIONG'O - Agapea

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  • Highlander de Gema Perez

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    Ano 2019.
    Una pringada oficinista mas.
    Hasta que hice el viaje de mi vida.
    Un viaje a Escocia. Las tierras altas.

  • Un dilema llamado Claudia (Dilemas 2) de Elizabeth Urian

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    Segunda y esperada entrega de la serie de romance historico <> de Elizabeth Urian.

  • El juego de Valeria de J.r. Escudero

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    Nico es un adolescente aparentemente normal, con una existencia anodina, en la que las unicas notas de color las pone la relacion de amor odio que mantiene con Valeria. Su vida da un vuelco cuando una lesion lo aleja de las canchas de juego y cae en una profunda depresion que lo lleva a sumergirse en el lado oscuro de las redes sociales.

  • Azul De Medianoche, Simone van der Vlugt de Simone Van Der Vlugt

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  • Abelino de Daniel Urpina Arca

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    Alocada y reflexiva. Banal y profunda. Desternillante y seria.

  • Recuerdame de Kathalee Trueba

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    ?Estas despierto? -- pregunto Jason desde el otro lado de la puerta-- Eithan... Abri los ojos. -- Pasa-- dije entre quejidos. La puerta se abrio, y el entro. -- Tu movil tiene horas sonando-- dijo al aventarlo sobre la cama. Lo tome y mire. -- Es Gretel. -- dije al cubrir mi rostro-- No pienso responder. Hizo una mueca. -- ?No vas a ir a trabajar? Me lleve las manos a la cabeza. -- ?Que hora es? -- Van a dar las ocho. -- !No me jodas, es tardisimo! -- me queje -- Ademas, me mata la cabeza. --Claro que te mata la cabeza, si te tomaste mas de media botella. Lo mire. -- Prometo reponerla esta noche. Nego. -- No lo digo por eso, pero, vamos... ?Solo? Me sente. -- Cuando me di cuenta, ya llevaba media botella y estaba cantando. Me miro. -- ?Que cantabas? -- pregunto divertido. Sonrei. -- No pienso decirlo. --No tienes que hacerlo, me lo imagino. -- Como sea, no lo volvere a hacer. Nego. -- Si, Eithan. -- En serio, no vuelvo a tomar asi y menos por... desamor. Me miro fijamente. -- ?Que sucedio con Alena? -- Tuvimos sexo-- dije al ponerme de pie. -- Eso me queda claro. Me referia a que... -- La verdad, preferiria no hablar de ello-- camine hacia el bano-- las cosas siguen igual. Hizo una mueca y me siguio. -- No ire a la boda. Lo mire y me meti el cepillo de dientes a la boca. -- ?Por que no? Se alzo en hombros. -- Creo que prefiero quedarme en casa con mi mejor amigo-- sonrei -- a cantar canciones de Luis Miguel mientras nos bebemos una botella de whisky. Rei. -- Alena es tu amiga, te invito y ... -- Tu eres mi mejor amigo. Hice una mueca y suspire. -- Debo... prepararme para el trabajo, es tarde. Lo que menos queria, era hablar sobre la boda. -- Me prepare de desayunar, ?Quieres algo? -- No, gracias. -- dije al salir del bano -- No tengo estomago para nada. -- Como sea-- dijo al caminar hacia la salida-- deberias dejar la puerta abierta, apesta a borracho aqui. Rei. Jason salio de la habitacion, y el movil comenzo a sonar de nuevo. Una vez que le active el modo silencio, me meti al bano a asearme. -- ?Como te sientes? -- pregunto al verme salir de la habitacion. El corria sobre la cinta. -- Siento que mi alma abandono mi cuerpo. Sonrio. -- Hay un gatorade* en el refrigerador. -- Eres el mejor. -- dije al abrir la puerta-- Te lo compro en la noche que vaya a hacer el super. Sonrio. -- Dejare que te emborraches mas seguido tu solo, al dia siguiente eres muy amable. Rei. Mi movil nuevamente comenzo a sonar. -- ?Sigue siendo Gretel? Asenti. --Si llega a venir, no estoy. ?De acuerdo? -- De acuerdo. Suspire. -- Nos vemos en la noche. -- No comiences a tomar sin mi. Sonrei y me marche. No solo me habia arrepentido de estar con Alena, tambien de haber bebido como si no existiera un manana. La tarde en el departamento fue bastante productiva, mi caso iba lento, pero seguro. Aunque me era complicado adaptarme a gente nueva, las cosas iban bien, el hecho de que mis companeros fueron hombres ayudaba mucho, era mas facil entenderlos a ellos, que tratar de entender a un grupo de mujeres. -- ?Como va todo? -- pregunto Daphne al entrar a la sala de descanso, ya casi cuando era hora de la salida. La mire. -- Bien-- se acerco-- ?Y tu? ?Que tal? -- ?Los ojos rojos son por llorar? Sonrei. --Ayer bebi un poco. -- Resaca -- dijo al mover la cabeza de un lado a otro. Sonrei. -- ?Que decias? -- Tengo una montana de documentos-- dijo con flojera-- me llevare el trabajo a casa. Hice una mueca. -- Un masaje te vendria bien... Sonrio. -- Tal vez manana-- dijo al darme un beso en los labios--hoy debo trabajar. -- El desprecio vale por dos salidas, eh. Sonrio. -- No es desprecio, es un rechazo obligado. -- Me da igual, vale por dos salidas. -- camino hacia la entrada-- Descansa. -- Tu igual. Suspire. La verdad era que, hubiese preferido pasar parte de la noche con ella, con la mente y el cuerpo ocupado, en lugar de pensar en la boda. Mire mi reloj, eran casi las seis, para ese momento Alena estaba a un par de horas de casarse. Aquello dolia, en verdad mataba. Despues de un rato de pensar en ella, tome el movil y comence a buscar en mi agenda, no queria pasar la noche solo, asi que, decidi llamarle a Cassie, y despues de una rapida seduccion, quede de recogerla por la noche. Cuando volvi a casa, me puse a recoger la recamara y me di un bano. Aunque en realidad deseaba con toda mi alma dormir, necesitaba salir, necesitaba pensar en otra cosa. -- Ya me voy-- le dije a Jason. Estaba trabajando sobre la mesa de centro. Me miro. -- ?Ingrid? Negue. -- Cassie. Asintio. -- Asi que me he quedado en casa para acompanar a mi amigo, y el me ha cambiado por una tipa... Sonrei. -- Te has quedado por trabajo, no me culpe. -- Claro que no, yo estaba dispuesto a ponerme ebrio contigo. Sonrei. -- No me esperes despierto, carino-- dije al caminar hacia la entrada. Lo escuche reir. Cuando abri la puerta, mi movil comenzo a sonar. No reconoci el numero y dude en atender, pero al final, tome la llamada. -- Bustamante. -- Soy yo... -- ?Alena? Jason me miro. -- No me case. 2 Mire nuevamente el documento. Solo tenia que firmar sobre aquella linea para, oficialmente, convertirme en la esposa de Christopher, para pasar el resto de mi vida a su lado. Podia sentir la mirada de todos sobre mi espalda, sobre mis manos y la manera en que no dejaba de mover el boligrafo. Estaba nerviosa. -- Es su turno-- repitio el juez al mirame. En ese momento mire a Christopher. <> -- Lo siento -- dije al dejar el boligrafo sobre la mesa-- en verdad lo siento. Christopher me miro confundido. -- ?Que haces? Negue. -- Perdoname, no puedo. Con prisa, me quite el anillo y lo deje sobre la mesa, a un costado del boligrafo. Sin poder mirarle, di la vuelta y sali de ahi ante la mirada de todos y sin importar que mi madre gritara mi nombre una y otra vez. Al salir del lugar, gire hacia la derecha y segui caminando sin direccion alguna, lo unico que queria era alejarme tanto como fuera posible. No podia creer que lo que habia hecho, yo, que habia pasado por aquella humillacion, que sabia como se sentia ser el centro de atencion, el que la gente te mire con lastima. No tenia ni idea de como era que volveria a ver a mis padres a la cara, a mi hermano, sobre todo a Christopher, lo unico que sabia era que ya no sentia que algo oprimia mi pecho. Al estar parada frente al juez, mire a Christopher y no senti mas que miedo, entonces supe que era lo que debia hacer. Cuando la lluvia comenzo a caer, me refugie en una parada de autobus, hasta entonces me di cuenta que habia caminado bastante y que no llevaba ni un peso conmigo. Mire a cada una de las personas ahi. -- Disculpe…-- le dije a una mujer que miraba su movil. Me miro. -- ?Si? Trague saliva. -- No tengo dinero, ni mi movil -- la mujer hizo una mueca--?Me dejaria hacer una llamada para que vengan a recogerme? -- la mujer me miro de pies a cabeza-- Le juro que no tardare nada. Hizo una mueca de desagrado. -- Que sea rapido. Asenti. -- Gracias. Con prisa, tome el movil y marque el numero de Eithan. -- Bustamante-- dijo del otro lado de la linea. -- Soy yo. --?Alena?-- pregunto confundido. Trague saliva. -- No me case. La mujer me miro sorprendida. -- ?Estas hablando en serio? -- ?Podrias venir a recogerme? -- ?En donde estas? Mire a mi alrededor buscando el nombre de la calle. -- La parada numero seis de la linea azul-- dijo la mujer a mi costado. -- ?Escuchaste?-- le pregunte. -- No te muevas, voy para alla. Colgo. -- Gracias-- dije al entregarle el movil a la mujer. Asintio. -- No pude evitar escuchar tu conversacion. Hice una mueca. -- ?Es usted casada? -- Desde hace cinco anos. Asenti. -- ?Cuando se caso no sintio miedo? Nego. -- Tenia nervios, pero, miedo... no. -- Yo si. Me dio panico darme cuenta que pasaria el resto de mi vida con un hombre al que no amo. Me miro. -- ?Entonces por que te comprometiste? Suspire. -- Porque... pense que era una buena idea. Movio la cabeza en forma de rechazo. En ese momento, un autobus se paro frente a nosotros. -- ?Quieres que espere contigo hasta que vengan a recogerte? -- Oh, no-- sonrei-- es muy amable, pero no. Gracias. Sonrio. -- Buena suerte-- dijo al abordar el autobus. Le sonrei como agradecimiento. El agua comenzo a caer cada vez mas fuerte y el viento comenzo a sentirse mas frio. Yo no llevaba con que cubrirme, y claramente las personas me miraban de manera extrana, supuse que era por el vestido. La gente que bajaba de los autobuses se refugiaba a mi lado, fue entonces que una pequena me hizo pensar en Milenka. ?Como le explicaria lo sucedido? ?Como le diria que Christopher no viviria con nosotros? ?Que responderia cuando me preguntara la razon por la que no quise casarme? ?Que demonios habia hecho? Cuando una camioneta negra se detuvo justo frente a nosotros de golpe, todo mundo se mostro nervioso, incluso la madre de la pequena, se paro frente a ella como protegiendola. Eithan bajo de la camioneta, rodeo la misma y se quito la chamarra. -- ?Estas bien? -- me pregunto-- Ponte esto. Asenti y me cubri. Me abrio la puerta del pasajero y me ayudo a subir. La mujer con la pequena me sonrio, y una mujer de mayor edad asintio como aprobando aquella accion. --Te amo-- le dije cuando abordo el auto. Sonrio. -- Yo a ti, pequena-- dijo al poner el auto en marcha-- ?A donde quieres ir? -- A donde sea, mientras sea contigo. Sonrio. Condujo en completo silencio, sin embargo, a pesar de la lluvia jamas solto mi mano. Yo iba observando a toda la gente, algunos corrian, otros se refugiaban en donde podian, pues se trataba de una lluvia atipica. Eithan detuvo el auto justo afuera del edificio de Jason. Bajo del auto y despues de rodearlo, me abrio la puerta. -- Cuidado-- dijo al tomar mi mano y ayudarme a bajar-- esta resbaloso. Asenti. Tomados de la mano, caminamos hasta el elevador y de ahi hasta el cuarto piso. El hecho de que no hablaramos, me ponia nerviosa. Cuando Eithan abrio la puerta, Jason me miro. -- Hola-- le dije. Sonrio. -- ?Que tal la lluvia? -- pregunto. -- Fuerte -- dije sintiendome avergonzada. --?Quieres que te prepare un te? -- me pregunto Eithan. -- No, gracias. Asintio. -- Estaremos en la habitacion -- le dijo a Jason. Este asintio. Una vez que entramos y Eithan cerro la puerta, me miro. -- Yo... -- No digas nada -- dijo al quitarme la chamarra de encima. Me tomo por la cintura y me beso. Si, era el. Solo el podia hacerme sentir tanto con tan solo tocarme, podia hacerme sentir tocar cielo con sus besos. Cuando sus manos bajaron a mi cadera, yo puse las mias en su pecho y comence a desabrochar su camisa boton por boton. Despues me ayudo quitandose la camiseta que usaba debajo. -- Date vuelta -- me dijo. Cuando lo hice, desabrocho el vestido y lo hizo caer el piso. Despues, me cargo y me llevo a la cama. -- ?Ahora si me dejaras tocarte? -- le pregunte cuando se puso sobre mi. Sonrio. -- Dejare que hagas conmigo lo que quieras. La intimidad con Eithan era armoniosa, era increible que aun sin decirle nada, el sabia exactamente que hacer, en donde tocar o besarme para hacerme vibrar. Mi cuerpo se amoldaba perfectamente al suyo. Me encantaba escucharlo gemir cerca de mi oido mientras se hundia en mi. Me gustaba la sensacion de su piel desnuda sobre la mia, ese calor que emanaba de su cuerpo. No habia ninguna duda; el era el hombre a quien amaba, y yo era suya.

  • Misterio en Haven Manor de Kristi Ann Hunter

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    Una huida, un regreso y una apuesta arriesgada para salvar a quienes lo necesitan… Y salvar su amor.
    Cuando Katherine “Kit” FitzGilbert dio la espalda a la sociedad londinense hace mas de una decada, decidio no volver a poner un pie en un salon de baile. Pero cuando el negocio la lleva a Londres y se ve obligada a correr por su vida, tropieza no solo con un glamuroso salon de baile sino tambien con Graham, Lord Wharton. Lo que deberia haber sido un encuentro fortuito se convierte en mucho mas a medida que Graham se embarca en la busqueda de la hermana perdida de su amigo y esta convencido de que Kit sabe mas sobre la nina de lo que ella dice.
    Despues de conocer a Graham, Kit se encuentra deseando que las cosas pudieran haber sido diferentes por primera vez en su vida, pero lo que ella quiere no importa. Hace mucho tiempo, se dedico a ayudar a las mujeres a escapar del mismo desprecio que la alejo de Londres y a criar a los ninos inocentes atrapados en el fuego cruzado. Pero a pesar de que desea desesperadamente contarle todo a Graham, el riesgo de revelar la verdad puede ser un precio demasiado alto para aquellos que ama.

  • Mi vida es sueno de Merche Diolch

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    Eres fuerte. No sufres. No lloras. Estas. rota.
    Mimi lucha cada dia por seguir adelante tras lo vivido hace un ano. Interpreta un papel por su familia a la que adora, porque puede soportar su dolor, pero no el de la gente que quiere. Es por eso que se levanta cada manana con el proposito de conseguir que sea un poco mejor que la anterior. Por ellos. Hasta que se reencuentra con el.
    Solo eran unas vacaciones familiares, nada complicado para mantener su imagen, pero con lo que Mimi no contaba era con Dante. Su amigo de la infancia, su confidente, su antiguo amor. Al que no ve desde hace mucho tiempo y que, por casualidades del destino, pasara las vacaciones junto a ellos.
    Le habia olvidado. Le odiaba. Se mentia.

  • Rebelion electronica de andar por casa de Esther Mor

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    “El robot Roomba, en un alarde de independencia y autonomia, se habia puesto en marcha. Solo. Y se dirigia hacia mi. Amenazante. A velocidad constante. Intente salir de su radio de accion, pero, de una manera inexplicable, parecia perseguirme. Eso no era posible. Mi mente racional no daba credito. Avance por el pasillo con el condenado electrodomestico siguiendo mis pasos a corta distancia. Cuanto mas aceleraba la marcha, mas parecia hacerlo el tambien.”
    ?A que se enfrenta Maribel?
    ?Es una rebelion local, un odio visceral enfocado unicamente a nuestra protagonista o esta toda la humanidad en peligro?
    Ella esta a punto de iniciar una aventura perseguida por aquello que el ser humano ha creado para facilitar su vida cotidiana, ?quieres acompanarla?

  • Barbaros en Hispania de Daniel Gomez Aragones

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    En el ano de Nuestro Senor de 409 los barbaros cruzaron los Pirineos penetrando en el corazon de Hispania. Asi, se inaugura una nueva etapa para la historia de Espana, la cual ha sido enmarcada dentro de los mal llamados <>. Este libro descubre al lector que la luz es mas fuerte que la sombra: Suevos, vandalos y alanos mancharon con su sangre la piel de toro y dejaron una huella en nuestra historia que el autor rescata y pone en valor. La caida del Imperio romano de Occidente, la cultura guerrera alana, el gran rey vandalo Genserico, el singular reino Suevo y su destruccion por parte del reino Visigodo de Toledo, germen de la actual Espana, son algunos de los fascinantes temas que se podran descubrir con rigor y amenidad en este trabajo. Una epoca cargada de Identidad, Tradicion y Esencia que hoy en dia se hacen tan necesarias para recordar lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.

  • Guardar para Siempre de Lexy Timms

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    Esta es la Parte 5 de una serie de 8 libros

  • Dejale Crecer de Javier Urra

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    Sobreproteger NO es educar.De esta premisa han de partir los padres que quieren que su hijo crezca como un arbol fuerte y no como un bonsai. Padres que buscan prepararlo para afrontar la vida real con exito, no para encerrarlos en una campana de cristal; que le brindan las herramientas que necesita para ser una persona autonoma, con sus riesgos y decisiones, tolerante a la frustracion y, en el futuro, un adulto consistente.

  • Amor a primera vista, llama al oculista de P. Z. Reizin

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    Cuando Tom y Jen, dos corazones solitarios, se conocen gracias a un misterioso correo electronico, no saben que su Cupido particular es un robot.
    Jen se pasa el dia hablando con Aiden, una inteligencia artificial a quien esta ayudando a actuar de forma mas humana.
    Tom es un divorciado de Londres que persigue su sueno de ser escritor tras vender su agencia de publicidad. Ama su nueva vida, pero sigue buscando a la mujer de sus suenos.
    ?Puede un robot descubrir la inteligencia emocional y ayudar a Jen a encontrar el amor verdadero?

  • Frio en Velesta de Axel Beiner

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    En el ano 2002, mientras una serie de acontecimientos violentos sacuden la ciudad de Barcelona, los limites del poder se funden en la comisaria de policia Pilar Brausse, una mujer alfa, destinada a dirigir la mejor unidad de elite de la Policia espanola. En Frio en Velesta, el lector se vera inmerso en escenarios prohibidos y descubrira algunos que ni siquiera imaginaba. Observara de cerca como los personajes se desenvuelven con soltura e impunidad, amparados por la ambicion, la venganza y una extrema violencia.

  • El nombre del canalla de Adriana Hartwig

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    En medio de los susurros de un pasado que, como un fantasma, se niega a
    morir del todo, se esconde un nombre. Otro, canalla, que invoca a un
    alguien aborrecido, lo reemplaza. ?Quien es el hombre que se esconde
    detras de ese otro sin escrupulos, vacio de sentimiento, que se hace
    llamar Dante Rivera?

  • Missing de Alberto Fuguet

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    Fuguet esta parado todo el tiempo tambaleandose sobre los hombros del mejor Bolano. Es un gusto verlo bailar asi, con su verdad en brazos.

  • Si hubieras bailado para mi de Ines Apraiz Castellanos

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    Esta es una historia que habla del amor y de la amistad, y de lo dificil que resulta a veces trazar esa fina linea que supuestamente divide ambos sentimientos. Tambien es una mirada tierna al pasado, y una reflexion acerca de como determinados hechos dramaticos del presente incitan a replantearse el rumbo de cada uno, y a valorar lo distinta que habria sido la vida si por el camino se hubieran tomado otro tipo de decisiones.
    O no.
    Gorka no se lo penso dos veces a la hora de aceptar ese puesto de corresponsal en Washington D.C. que le ofrecio el periodico para el que trabaja. Y la decision fue a todas luces la acertada porque en su nuevo destino comienza a irle francamente bien, tanto profesional como personalmente. Atras queda su ciudad adoptiva, Barcelona, y con ella, los infortunios de una situacion sentimental insostenible de la que escapo huyendo, aunque nadie de su entorno sospeche siquiera de los verdaderos motivos que provocaron su precipitada marcha.

  • Una deliciosa distraccion de Tina Wainscott

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    !Dale rienda suelta!

  • Contra las estrellas, Claudia Gray de Claudia Gray

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    Una batalla intergalactica. Una alianza forzosa. Una pasion imposible.
    ?Suenan los androides con amores electronicos?

  • Narraciones extraordinarias de Edgar Allan Poe

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    Edgar Allan Poe (1809-1849) es, sin duda, uno de los maestros del relato corto, genero del que fue pionero. Celebre por sus historias de terror y misterio, Poe supo dar vida y expresion a las regiones mas oscuras y turbulentas del alma humana. Narraciones extraordinarias reune una seleccion de sus mejores cuentos y varios de sus maravillosos poemas. Las ilustraciones han sido creadas expresamente para esta edicion.

  • Orgasmos Millonarios de Blanca Moral

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    Valiente Cretino Millonario: Matrimonio de Conveniencia, Sexo y Romance
    Cristobal Castano lo tenia todo. Un conglomerado de empresas que le generaban siete ceros en su cuenta corriente. Una mansion preciosa. La esposa perfecta, a la cual ha deseado desde que iba al instituto. Buenas dosis de sexo en pareja... ?Perdon?
    Veronica Carrera no compartia la cama con el, durmiendo y viviendo en el otro lado de la mansion. Aquel frio papel firmado en la caja fuerte era lo unico que les mantenia juntos. El habia conseguido lo que queria, a la esposa de sus suenos, y ella el dinero para pagar las deudas que su aciago padre dejo a la familia.
    Pero Veronica rechazaba la mirada de su esposo. Su conducta de principe chulo y encantador, su mania de hacer pesas sin camiseta mientras ella hacia yoga, su actitud tranquila y condescendiente cuando le recordaba a Veronica que no tener sexo era "una lastima".
    Pero su conducta de chico malo no enganaba a Veronica. Sus dormitorios, enfrentados con un jardin en medio, revelaban la verdad. Se podia ver perfectamente, a traves de la ventana, como el se pegaba al cristal mientras ella se cambiaba de ropa antes de ir a dormir, anhelante.
    Si el decidia salir de la ducha desnudo, ella haria lo mismo de la piscina. Si el hacia la cena, ella se comeria los dos platos. Si ella lo ignoraba, el quitaria el pestillo de la puerta.
    El estaba dispuesto a ponerla a sus pies. A estar dentro de ella.
    Y ella a mantenerse firme, y no dejar que ninguna de sus artimanas calase.

  • El camino del soutjin. El vagabundo de B.p Gallego

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    Para los amantes de la fantasia, con las intrigas de Juego de Tronos y la aventura de El Senor de los Anillos.
    Debian asesinarlos a todos, eran las ordenes que habian recibido del Principe. Pero el capitan no lo hizo, traicionando a su amo y, contra todo pronostico, adopto al chico.
    Asi comienza el relato de Ryon y su camino para convertirse en Soutjin. El dia de su nombramiento, unos horribles acontecimientos lo llevaran a viajar y a descubrir la realidad que se esconde tras las ensenanzas de sus maestros, desafiando a todo un Imperio.

  • La bruja negra de Laurie Forest

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    Un libro de fantasia juvenil que ofrece una condena a los prejuicios y a injusticia, al tiempo que ofrece una historia de amor en un entorno escolar a la Harry Potter y con un contexto politico a la Juego de Tronos. Bienvenidos a la Universidad Verpax.

  • Una noche nada mas de Tessa Dare

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    Una batalla de sexos divertida y agil. ?Que sucede en Cala Espinada?

  • Arriesgando: Libro 2 (Para siempre), Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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  • Aviones sobrevolando un monstruo de Daniel Saldana Paris

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    Hace muchos anos lei, en un libro de ensayos del poeta Robert Creeley, una pregunta que nunca he logrado sacudirme: <> Este libro es, en parte, un intento de respuesta a esa pregunta. A los diecinueve anos, mientras estudiaba en Madrid la carrera de Filosofia, entre a trabajar como redactor a una revista literaria. Decir que entre a trabajar es, como casi todo en estas paginas, una exageracion: durante un periodo de prueba no recibi ningun sueldo, pero me permitian errar entre las fotocopiadoras y el garrafon de agua unas cuatro o cinco horas por dia. A veces me confiaban un texto para corregir o traducir, o me ponian a capturar el aburridisimo indice anual de colaboradores. Un dia, no recuerdo ya si porque lo propuse o porque me lo propusieron, escribi una resena de una exposicion de arte contemporaneo. Era un texto torpe, escolar y poco informado, pero sin venir a cuento inclui la mencion de una revista neosituacionista inexistente, que segun mi articulo se habia presentado por aquellas fechas en el madrileno barrio de Malasana. En otras resenas de aquella epoca, mas adelante, difundi nuevos rumores sobre aquel exaltado grupusculo neositu en el que, de manera difusa, estaba ya el germen de una novela que escribiria mas tarde. Esa ficcion minima, escondida en un texto que se pretendia non fiction, es lo unico que salvaba a ese primer articulo que firme. Como nadie en la revista tenia mucha idea de arte contemporaneo, y como supongo que tampoco tenian la paciencia para explicarme que mi texto era muy malo, me publicaron la resena y hasta me pagaron por ella. Asi empezo mi carrera de escritor a sueldo. Desde entonces he escrito y publicado muchos textos por encargo, a veces contra reloj, a veces con un tema asignado, a veces incluso como escritor fantasma, poniendo mi prosa pero no mi nombre. Los textos aqui reunidos son producto de una labor analoga a la de aquella primera resena. Algunos fueron escritos, en principio, para cumplir cierta comision o ganar un monto mas o menos irrisorio, pero en las multiples reescrituras y rondas de correcciones cobraron otro sentido. Y, a pesar de su origen pedestre, quiero pensar que todos son fieles a un impulso personal; que todos guardan, entre lineas, ese oscuro corazon ficticio que, no tan paradojicamente, le confiere verdad a una escritura (<>, dice Antonio Machado). La aleatoriedad del freelanceo moderno impone a veces temas medio absurdos. Se me ha llegado a pedir que escriba sobre asuntos de los que no tenia la mas palida nocion, pero una mezcla de cinismo y desempleo me ha empujado a tomar tales propuestas como retos, lanzandome a las bibliotecas publicas a investigar, en jornadas maratonicas, sobre la historia de la cetreria persa, las peregrinaciones budistas o el rosacrucianismo. Con todo, el azar objetivo me ha puesto una y otra vez ante temas que me son caros y sobre los que ya habia pensado antes. El lector o la lectora de estas paginas encontrara, por ejemplo, una reaparicion constante de la ciudad como superposicion de capas narrativas, el sonido de los aviones, el ritual, la enfermedad y el dolor, las drogas. Uno tiene sus duendes, vaya, que lo persiguen de por vida aunque les aseste patadas. De la Ciudad de Mexico a Madrid, de Cuernavaca a Montreal y de alli a La Habana, este libro dibuja, ademas, un recorrido, o un derretimiento autobiografico, por las ciudades que me han marcado. <>, escribe Baudelaire en otro poema que releo mucho, de El spleen de Paris (una ciudad, quiero creer, menos horrible que Cuernavaca). Horrible oficio, anado aqui: solitario e incierto, sembrado de obstaculos reales e ilusorios, desesperante y mal pagado. Pero tambien oficio dulce, que me sosiega y me hace olvidarme de casi todo lo que en general me angustia. Pensar sobre la ciudad desde la que escribo, o sobre el cuerpo que teclea estas palabras, es siempre, invariablemente, pensar tambien el acto mismo de escribir, sus consecuencias. Por eso se cuelan, en estas paginas, algunas reflexiones sobre el oficio, horrible y luminoso, de poner una palabra delante de otra. AVIONES SOBREVOLANDO UN MONSTRUO 1 Me acerco a la ventanilla del avion casi hasta pegar mi cara contra ella. Sobrevolamos la ciudad. Juego a identificar los edificios: el World Trade Center, antes conocido como Hotel de Mexico; la Torre Latinoamericana, a lo lejos, marcando el territorio del Centro Historico; el mall de Reforma 222, por donde pasaba todos los dias para ir a mi trabajo como editor hace unos anos, antes de emigrar a Canada. No habia estado en la Ciudad de Mexico en los ultimos doce meses y lo unico que puedo pensar es que es horrible, y que la amo. Esta contradiccion es perfectamente comun y todos los chilangos la hemos sentido alguna vez cuando atisbamos el monstruo desde lejos. Pienso en todas las veces que he visto el infinito oceano de calles, casas grises y avenidas sucias de la ciudad extenderse bajo mis pies desde un avion. Cada vez, al llegar a Mexico, he experimentado esta misma mezcla de repulsion y encanto, este movimiento de atraccion y rechazo. Ese doble impulso lo sintio tambien Efrain Huerta, que en 1944 publico su <> en el mismo libro en el que se incluia uno de los textos mas hermosos y justos sobre el DF que se hayan escrito nunca: <>. A veces leo ese poema en voz alta, exaltado, para recordar mi origen: <> Hace diez anos, exactamente, aterrice en el Aeropuerto Internacional Benito Juarez de la Ciudad de Mexico al que ahora nos acercamos. En ese entonces volvia procedente de Madrid, despues de pasar cuatro anos viviendo en Espana. Yo era un joven poeta de veintiun anos y tenia una beca del gobierno mexicano para escribir mi primer libro. Nunca habia vivido como adulto en la ciudad, pero una incombustible altaneria -caracteristica de los poetas jovenes- me hacia confiar ciegamente en el futuro. Era octubre de 2006 y me instale en un pequeno departamento de la colonia Roma, que en ese entonces no se habia gentrificado hasta los ridiculos niveles de hoy en dia. La vecindad en la que vivia, llena de plantas y de pericos enjaulados, tenia su entrada justo entre una sinagoga y un local de reparacion de pianos -el soundtrack de mi vida durante esos anos era una mezcla extrana de musica judia y experimentos atonales, como una composicion de John Zorn pero accidental y callejera-. Por una extrana peculiaridad arquitectonica, el breve pasillo que conectaba mi sala, mi cocina y mi cuarto estaba descubierto, sin techo, de modo que cuando llovia tenia que mojarme para pasar de un espacio a otro del departamento. Tenia muy pocas pertenencias: una orquidea que me lleve de casa de mi madre, un punado de libros de poesia y una cafetera italiana. Vivia a base de quesadillas, sexo y cerveza de lata. Me sentaba en una pequena silla de madera en el pasillo sin techo y escribia poemas en una vieja laptop frente a mi orquidea. No conocia a nadie, nadie me conocia. El DF -que ahora ha dejado de llamarse <>- era una aglomeracion de posibilidades. Poco despues, a traves de la beca que tenia para escribir mi primer libro, conoci a otros poetas. Baile con ellos, me pelee con ellos, los ame, me emborrache con ellos, nos insultamos. Las cosas que hacen los poetas jovenes de cualquier ciudad, y que paradojicamente los hacen sentirse unicos. Yo me sentia unico, escuchando las notas imperfectas del afinador de pianos mientras bailaba en el pasillo descubierto de mi pequeno departamento, bajo mi lluvia de interior. 2 Hace ya dos semanas que estoy en la Ciudad de Mexico, despues de aquel aterrizaje en el Aeropuerto Internacional Benito Juarez -despues de ese momento en que pense, como Efrain Huerta, que amo y odio esta ciudad-. Dos semanas de salir todos los dias, de volver en la madrugada, ebrio de luz electrica, y de intensidad y de smog y de tequila. Dos semanas de este parentesis extrano que es mi visita al lugar donde naci, despues de un ano viviendo fuera. Jorge, Benjamin y yo miramos el cielo, acostados en la azotea, mientras hablamos. La conversacion se interrumpe de vez en cuando por el ruido de los aviones. La colonia Narvarte, en donde estamos, esta en la ruta de aterrizaje del Aeropuerto Benito Juarez: cientos de vuelos comerciales, sobre todo a partir de las dos de la tarde, ejecutan una elegante curva sobre el techo de la casa de Benjamin antes de apuntar hacia alguna de las dos pistas de aterrizaje y despegue del vetusto aeropuerto. (Siempre me sorprendio que el nombre de esas pistas fuera 5L/23R y 5R/23L, como si no fueramos capaces de reconocer que es un aeropuerto de dos pistas, y que bien podrian llamarse 1 y 2, respectivamente.) Hace tres horas, Benjamin, Jorge y yo nos metimos media dosis de LSD cada quien. Ahora conversamos con cierto letargo, desde la lucidez alucinada de la droga, interrumpidos de vez en cuando por el ruido de las turbinas sobre nosotros. Es un domingo resplandeciente y lento. Deben ser las tres o las cuatro de la tarde. Cada vez que el sonido de las turbinas de un avion corta el cielo a la mitad, Benjamin, Jorge y yo nos callamos para mirar y escuchar con todo el poder de nuestra atencion. La aeronave asoma la nariz por el extremo izquierdo de nuestro campo de vision, que imagino corresponde al norte. Desde ahi se desliza suavemente hacia el extremo opuesto, como un cuchillo caliente que atraviesa un bloque de mantequilla. El ruido resuena unos segundos mas, cuando el avion ya no es visible desde donde estamos tumbados. El LSD acentua el efecto Doppler y se que los tres - Benjamin, Jorge y yo- estamos pensando en eso mismo, en la forma en que el sonido de los aviones revela, de un modo casi cientifico, la curvatura del planeta y el tamano exacto de la atmosfera sobre nosotros.

  • Beautiful Stranger. Un desconocido encantador (Beautiful 2) de Christina Lauren

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    Segunda entrega de la saga <>.

  • Breves respuestas a las grandes preguntas de Stephen Hawking

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    Stephen Hawking fue reconocido como una de las mentes mas brillantes de nuestro tiempo y una figura de inspiracion despues de desafiar su diagnostico de ELA a la edad de veintiun anos. Es conocido tanto por sus avances en fisica teorica como por su capacidad para hacer accesibles para todos conceptos complejos y destaco por su travieso sentido del humor.

  • La perfecta prometida (Senores de las Highlands 2) de Rowyn Oliver

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    Invierno 1208, Las Highlands Era el festival de invierno. Como de costumbre, la multitud se congregaba alrededor de la hoguera para escuchar las gaitas ceremoniales. Pero ese ano, Rowen no podria ver a los formidables guerreros con sus tartanes bordados con tupidos hilos, ni escuchar la magica melodia de las gaitas escocesas resonando en una noche estrellada. La nina estaba acurrucada en su camastro, contemplando el otro que yacia vacio porque su hermana Rowyn no estaba. !Ella si podia disfrutar del festival! !Que injusticia! Rowyn era dos anos mayor que ella y, por lo visto, mucho mas bonita. Hay que decir que Rowen no lo creia asi, pero lo aceptaba; no podia menos que percatarse, que la gente admiraba vivamente la belleza de su hermana mayor. Sus increibles ojos azules y los graciosos bucles del color de la brea que tan gracilmente solian colgarle a los lados de su rostro, enmarcandolo en un ovalo perfecto, le daban esa apariencia atractiva y eterea. Su tez era palida, mucho mas que la suya, y causaba admiracion. Todos, y en un majestuoso conjunto, eran encantos que dificilmente pasaban inadvertidos. Los encantos de Rowen, sin embargo, bronceada y pecosa, era una mortificacion para ella y esta aumentaba cuando sus largas caminatas le arrebolaban las mejillas enrojeciendo sus pomulos altos como si se hubiera frotado moras maduras. Un efecto que ella aborrecia. No era justo. Simplemente Dios no habia hecho justicia con ella. Cuando toda la admiracion recaia en Rowyn, Rowen tenia que conformarse con palabras amables: que nina mas graciosa. No esperaba mas, tenia el pelo lacio y tan liso como las aguas del lago Tummel. !Por Dios, ni siquiera era dorado! Era color del palido atardecer en un dia ventoso o de un terroso que daba espanto. ?Acaso Dios no podria haber elegido un solo color para su pelo? Parecia que no, sus mechones que se enredaban entre si anudandose en los dias de viento daban la impresion de haber sido tintados mechon a mechon en colores dorados y ocres. Ni siquiera sus ojos, aunque rasgados, destacaban en su rostro palido y sin gracia, eran de un pardo vulgar. Pero Rowen se consideraba bonita, no importaba que con dos anos menos que su hermana, en sus vestidos cupieran dos cuerpos de Rowyn por culpa de su voluminosa figura. --No es justo --gimoteo, abrazando la delgada almohada. Moqueaba. Se enjugo la cara y la nariz goteante con la manga y las mejillas humedas con los punos. Era muy injusto que no la quisieran tanto como a Rowyn, que en esos momentos estaria divirtiendose, mientras ella se acurrucaba en el catre llorando por las injusticias de la vida. Golpeando con su puno la almohada, la nina recordo las palabras que horas antes habia dedicado a su padre. --No he sido yo, papa, ella se cayo al rio sola --dijo Rowen cabizbaja; entretanto, su hermana lloraba desconsoladamente en brazos de su severo padre. --?Que no has sido tu…? Maldita engatusadora. Rowyn era tan buena mintiendo como Rowen trepando a los arboles y tirando piedras con honda, es decir, increiblemente buena. --Si, ha sido Raven. --Rowen apreto los punos. Asi la llamaban todos por culpa de otro ser insufrible que le hacia la vida imposible: Gabriel McDonald. Ahora no podia quitarse ese apodo de encima. No era Rowen para el mundo, sino un estupido cuervo. Pero esa era otra historia--. !Ha sido ella, papa! --!No es cierto! !Por supuesto que habia sido ella! ?A quien iba a enganar? Pero su hermana era una bruja y se lo merecia. Ademas, por una vez que Rowyn decia la verdad... !Eso si era algo nuevo! Su hermana le habia gritado a pleno pulmon lo poco agraciada que era. Ese no era un hecho aislado, solia gritarselo a menudo y lo hizo nuevamente, hasta que su cara se puso del color purpura. Simplemente... se lo merecia. --!Raven! Te quedaras en la tienda hasta que decida que castigo ponerte. !Por Dios! Como si quedarse en la tienda en plenos juegos no fuera castigo suficiente. Pero Rowen no lloro; bueno, al menos no al principio, estaba demasiado acostumbrada a todo aquello. Rowyn sonrio bajo el brazo de su padre. Quedarse sin recital era un castigo muy duro para Rowen, su hermana lo sabia bien y por eso se sentia tan satisfecha. Horas despues, acurrucada bajo el manto con los colores McDowell, Rowen volvio a moquear y a hipar levemente. Como echaba de menos a su mama, al menos ella era dulce y buena y la queria, aunque no fuera tan bonita como Rowyn. Su hermana la odiaba, o eso creia ella. Sabia que no deberia haberla tirado al rio, al menos si queria haberse librado de un buen castigo, pero Rowyn se habia puesto histerica por el mero hecho de avergonzarla ante Gabriel McDonald, a quien queria impresionar. !Y que le arrancaran los dientes si ella podia decir algo amable sobre ese demonio! Bueno... quizas puedas decir que es guapo. Habia que reconocerlo, Gabriel McDonald era, sin duda, el chico mas guapo del festival, pero eso no era merito suyo, es que su madre era preciosa y su padre el guerrero mas formidable que existia y existiria jamas en todas las Highlands. Solo la figura del laird McDonald la hizo sonreir levemente. Este era amigo de su padre y ambos clanes parecian ser amigos, aunque Raven habia oido decir que buscaban una solida alianza. --Mediante el matrimonio. --Habia escuchado decir a una de las ancianas McDonald mientras lavaban la ropa en el rio. Las hermanas escuchaban a escondidas las conversaciones de sus mayores; a veces las entendia, otras no, pero Rowyn siempre estaba atenta a la mencion de los McDonald. A Raven, por su parte, le traia sin cuidado el primogenito de dicho clan. Lo unico que queria de el, es que la dejara en paz. No le gustaba Gabriel. El futuro laird era demasiado alto, demasiado rubio, y demasiado… bueno, tirando con honda. Mas que ella, maldito fuera. Ya te vencere la proxima vez, maldito narizotas. En cambio, Ian McDonald era otra cosa. El padre del chico le gustaba de verdad. El laird vecino era un hombre grunon y que al parecer atemorizaba a todos los hombres, ya llevaran su propio tartan o no. Alto y fuerte, con un espeso pelo rubio que su hijo Gabriel habia heredado, encandilaba a Raven con sus cuentos o sus sangrientas historias de batallas ancestrales. --Y entonces meti mi mano en su pecho y le arranque el corazon. --!Ooooh! --!Que emocionante! Esas historias encandilaban a Rowen. Tambien ayudaba que Mairy, su encantadora esposa, fuera la mujer mas dulce del mundo, tan dulce como los caramelos que preparaba con miel. --Ten, se que te encantan. --Esa manana le habia dado un punado. Se los habia comido todos antes de que Rowyn se diera cuenta de que escondia. Lo malo es que ahora le dolia la tripa. Quizas esa predileccion por los senores del clan vecino derivaran de ambas cosas. Mary McDonald le habia regalado dulces nuevamente, nada mas verla sola y cabizbaja sobre el penasco en el cual descansaba, cerca del lago. Y el gran laird le habia guinado un ojo cuando nadie miraba. Lo unico que le habia desagradado de esa maravillosa pareja, era que, hacia cosa de dos anos, le presentaran a su unico hijo Gabriel. Raven sabia que pasara lo que pasara jamas olvidaria ese momento. Llevaba el tartan McDonald y una honda de fino cuero colgada a la cintura. Raven se consolo pensando que eso no era muy masculino para un chico de trece anos, llevar una honda en lugar de una espada. No es que Gabriel no fuese varonil, todo lo contrario, Raven consideraba que tenia el pecho ancho como un oso, claro que a esa edad poco agradable encontraba los musculos de los hombres. Cuando el muchacho se habia acercado y con una sonrisa resplandeciente habia inclinado levemente su cabeza hacia ella, Raven torcio el gesto con disgusto, mientras la carcajada de Ian McDonald resonaba en su cabeza ante el ceno fruncido de la pequena. --?Que pasa? --habia preguntado inocente ante las risas de Ian y Mairy. Mairy McDonald se limito a sonreirle como si hubiera esperado esa reaccion, aunque tambien era cierto que la senora de los McDonald esperaba fervientemente que ese ceno desapareciera con el tiempo y el trato entre ambos muchachos se hiciera mucho mas cordial. En la cabeza de la senora bailaba la idea de que no habria mejor esposa para Gabriel que Rowen McDowell. Ian no se habia equivocado en absoluto; al tercer ano, Rowen, a quienes ya todos llamaban Raven por culpa de su hijo, se convertia, ano tras ano, en todo lo contrario de lo que seria su hermana Rowyn.

  • Seduccion Vengativa de Trish Morey

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    Su vengativa seduccion. !los uniria para siempre!

  • Las horas muertas de Jorge Caneda

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    Samuel e Izan viven aislados en una casa al borde del acantilado. Hace anos que no ven un infectado de cerca. El anciano, testigo del mundo previo al apocalipsis climatico que estallo hace decadas, esta obsesionado con sobrevivir lejos de los zombis y del contacto humano. A diario lucha contra las inquietudes de su nieto, quien ansia saber que habra mas alla de las estacas que los protegen. La rutina diaria se rompe cuando Samuel lleva por primera vez al joven a explorar un pueblo abandonado. Alli encontraran un cuaderno con un extrano mensaje.

  • El misterio de Ondantin de Agustin Cortamanero

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    Ondantin ha sufrido una serie de crimenes de manera misteriosa, su poblacion vive con un enorme miedo de ser el proximo en ser ultrajado, Langdon. Un detective unico en su clase es quien intenta resolver el misterio en medio de este pueblo medieval rodeado de enigmas que mas de uno oculta por diversos intereses.

  • La falsificadora de arte de B.a. Shapiro

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    Claire Roth es una artista de Boston que vive en su propio estudio de alquiler, que trabaja reproduciendo obras de arte para un portal web y que imparte clases de pintura de manera voluntaria en un correccional de menores. Ella lucha por abrirse camino en el mundo del arte, donde la consideran una paria a causa de la turbulenta relacion con Isaac Cullion, tambien artista, y de un escandalo.
    Su gran oportunidad llega cuando Aiden Markel, un reconocidisimo galerista, se presenta en su estudio y, tras declararse admirador de su obra, le ofrece un trabajo de dudosa legalidad a cambio de una suma importante de dinero y de una exposicion en la galeria Markel G. para que exhiba su serie original de cuadros sobre ventanas.

  • Siempre seras tu (FBI 3) de Vega Manhattan

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    No podia quitarme esa frase de la cabeza. Llevaba dias martirizandome y haciendome sentir como lo peor del mundo. No se le podia decir eso a nadie, era lo mas cruel del mundo. Sobre todo para alguien como yo. Habia tenido pocas relaciones en mi vida. La verdad es que casi podia asegurar que ninguna. No era problema de mi fisico, no en el lado negativo al menos. Al contrario, por culpa de mi fisico es que eso ocurria. Los hombres me veian como un trofeo en su cama, pero como nada mas. No me habia importado hasta el momento, no es que yo quisiera nada con nadie, asi que vivia y disfrutaba del momento. Pero llega un punto o una edad en la que necesitas o quieres algo mas. Mis hermanos, Liam y Alice eran felices con sus parejas, habian encontrado el amor. Y yo seguia sola, parecia que eso no estaba hecho para mi. Era algo que costaba asimilar, pero que se terminaba aceptando. Otra cosa muy distinta es que el hombre por el que empezaba a sentir algo porque creia que era diferente, me dijera, claramente y sin tapujos, que solo era sexo. Un polvo muy bueno, si, pero solo un polvo. Como si con esa aclaracion estuviera arreglando las cosas... Toda mi familia habia estado en casa de mis padres y no hacia mucho que se habian marchado. Yo estaba alli, en el jardin, mirando a la nada. Aun vivia con ellos y como me iban las cosas, iba a tardar en poder independizarme. Tampoco era algo que me preocupase, con ellos no estaba cohibida en ningun sentido. --?Que haces aqui tan sola? Me sobresalte al escuchar la voz de Alan. Se sento a mi lado, en el cesped y miro al cielo. --Pense que te fuiste con los demas. --Tu madre me puso un chocolate caliente al que no me pude resistir --rio. --A mi madre le encanta cebarnos a todos --resople. --Como a la mia. --Siempre lo hizo. Una sonrisa se dibujo en mi cara cuando recorde algunos de los momentos vividos con la familia de Alan. Momentos que gracias a la union de las dos familias, volvian a repetirse. Eso me encantaba. --?En que piensas? --En todo y en nada --suspire y me deje caer en el cesped. El hizo lo mismo y los dos miramos al cielo. --Estan preocupados por ti. --Lo se --resople. Mi hermana Alice habia estado intentando sonsacarme que era lo que me ocurria, pero sin exito. No era algo de lo que quisiera hablar con nadie. Aunque sabia que necesitaba hacerlo. --Me he acostado con mi jefe --solte de sopeton. Mire a Alan de reojo, para ver como reaccionaba. Creo que ni pestaneo... --Ah... --fue toda su respuesta. --Varias veces. --No necesito detalles, Hannah, creeme. --Esta casado. --Entiendo... --apreto la mandibula. --Creia que sentia algo por mi, ?como pude ser tan ingenua? --Supongo que todos lo somos de vez en cuando. --?No vas a criticarme? --?Quieres que te juzgue? --giro la cabeza y me miro-- No lo hare nunca. Es tu vida, tu decides como la vives. --Meti la pata. Me crei cada una de sus palabras. Eres especial, voy a dejarla... Seis meses he estado asi, Alan. Seis malditos meses y cuando le he reclamado un poco mas de atencion, ?sabes que ha hecho? --Sorprendeme --dijo con ironia. --Me ha dicho que soy un simple polvo para el --lo dije con toda la rabia que sentia dentro. Resople y volvi a mirar al cielo. Estaba precioso y yo podria pasarme horas alli, solo mirandolo. --?Y que vas a hacer? --pregunto. --Olvidarlo. No quiero nada con el. Pero me siento tan idiota... --?Y el trabajo? --Tengo que quedarme. Me amenazo con una demanda si lo rompia. Tendre que aguantar los dos meses que me faltan y marcharme. --Puedes romperle las pelotas e irte. --No es tan facil. --Si pudieras demostrar lo que hubo entre vosotros y el chantaje si. --Ya... Pero no puedo --suspire. El se quedo unos segundos en silencio. --Me ire cuando termine, con el finiquito montare mi empresa. --Espero que asi sea... Nos quedamos callados, solo disfrutando de esa hermosa vista. --A veces los envidio, ?sabes? --?A quienes? --pregunto. --A Liam y a Eva. A Alice y a Noah... Es tan bonito verlos enamorados --suspire cual quinceanera. --Lo viviras. --No creo --sonrei con tristeza. --?Por que no? ?No quieres eso? --Pues hasta hace poco no --rei, negando con la cabeza, el me miro con una sonrisa--. Pero desde hace un tiempo... Es bonito imaginar que tal vez hay alguien en el mundo para mi y con los mismos deseos que yo. --Seguro que si. --?Que deseas tu, Alan? El no tuvo que pensarlo demasiado antes de responder. --Lo quiero todo. --?Que es todo? --Boda. Hijos. Casa grande. Un para siempre... --rio, avergonzado-- Como ves, por algo estoy solo. --Mereces eso y mas, seguro que lo consigues. --No lo se, Hannah --miro al cielo. --Tienes que creer en ello, ?no es asi? Si me dices que yo crea, ?por que no hacerlo tu? --Porque la persona con la que quiero mi "todo" ni siquiera se da cuenta de que existo. Lo mire con el ceno fruncido. --No pasas desapercibido para nadie, Alan. Las mujeres suspiran por ti. Y lo sabes. --Pero no la que quiero --se levanto del cesped y me ofrecio la mano--. ?Un chocolate caliente conmigo y me despido? Agarre su mano y me ayudo a ponerme en pie. --Solo si me cuentas quien es ella. --Va a ser que mejor me despido ya... --comenzo a caminar y yo a seguirlo. --Vamos, Alan --rei--. Yo te cuento mis secretos, es tu turno. --Algun dia, que no sera hoy. --?Por que no? --Ahora preocupate por estar tu bien --puso su mano alrededor de mis hombros--. Ellos se preocupan de verdad. Yo tambien. Solo queremos verte feliz. Sonrei, la verdad es que todos eran de lo mejor. --Lo hare, todo estara bien. --Lo se --sonrio--. Y nosotros estaremos contigo. Al menos los tenia a ellos. La mejor familia y amigos del mundo. Aunque mi autoestima como mujer fuera una mierda. Aunque odiara que me vieran como un simple objeto sexual y que nadie se parase a querer conocer que habia en mi interior. --Si acabamos los dos solos, siempre podemos irnos juntos de viaje cuando seamos viejos -- rei--. Con las dos parejas de tortolitos. --?Con esos cuatro? Ni muerto --exclamo haciendome reir. Igual que no se soportaban, no podian estar unos sin los otros. A la vista estaba de que Alan se pasaba ya media vida en casa de mis padres, no se le podia echar de alli ni con agua caliente. Mi vida sentimental podia ser un desastre, pero la familiar... Esa era, ademas de para no aburrirse, casi perfecta gracias a todos ellos. --?Sabes, Alan? Creo que yo tambien quiero un "todo" de los tuyos --suspire, haciendolo sonreir. Alan Estaba enamorada de su jefe. Maldita fuera mi suerte, ?por que me lo tenia que contar a mi? A veces odiaba ser su amigo porque habia cosas que preferia no saber. Que Hannah estaba rara ultimamente y que su humor estaba mas agriado de lo normal era cierto, pero ahora entendia por que. Estaba enamorada de alguien que la habia usado, de un tipo que solo la habia tratado como a un objeto. Maldito imbecil, no tenia derecho a hacer sentir mal a nadie. Llegue a mi casa y, tras una ducha, me tumbe en la cama. Sentia una pequena opresion en el pecho desde que Hannah se habia sincerado conmigo. Hubiera preferido que se lo hubiese guardado para ella. Hannah era una gran amiga para mi. Sobre todo desde que nuestras familias, con el paso de los anos, volvieron a unirse. Eramos adultos y la amistad entre nosotros se retomo rapidamente, convirtiendose en una mejor. Porque en el pasado eramos dos crios que no entendiamos lo que verdaderamente significaba el ser amigo de alguien. Pero ella me hacia sentir algo mas. No sabia que, solo que necesitaba verla bien. No echa una mierda, como parecia estar, por un gilipollas como debia de ser su jefe. Era lo que habia... Era el precio a pagar por ser amigo de una mujer. Ser invisible para ella mientras escuchaba las penas sobre los demas. Ese era mi papel y no es que yo quisiera otro, que va. Solo... Bueno, que habia cosas que preferia que se las contara a su hermana o a la mia antes que a mi. En fin... Que para que iba a negarmelo a mi mismo. Habia cosas de mi amiga, de la mujer por la que sentia algo mas que una simple amistad, que no queria saber. Porque aunque Hannah a mi no me viese de esa manera, para mi desgracia y con el paso del tiempo, yo estaba enamorandome de esa mujer. Y por eso mismo iba a hacer lo que un hombre maduro haria: iba a salir corriendo hasta que se me pasase la jodida calentura. Porque habia que estar loco para enamorarse de una mujer como Hannah. Una asi, me atraparia cada vez mas y el dolor por no ser correspondido podria llegar a hacerme mucho dano. Yo no estaba dispuesto a sufrir. Claro que tampoco estaba dispuesto a sacarla, por completo, de mi vida porque joder, era mi amiga. Asi que eligiera lo que eligiera, estaba jodido. Esa era la unica cosa que sacaba en claro con todo esto. Eso y que tenia que alejarme un poco y quizas, al volver, me diese cuenta de que estaba equivocado y exagerando las cosas. Era posible, ?no?

  • Einstein para despistados de Allan Percy

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    En Einstein para despistados, de la serie <>, el prestigioso Allan Percy recoge 85 grandes reflexiones de este genio y las traslada a situaciones practicas de la vida cotidiana.

  • Seduciendo a Liliana de Dylan Martins

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    Cuando Brian acepta la oferta de su mejor amigo para unirse a el y a su mujer a un viaje a Cuba tras su regreso de la luna de miel, no puede imaginar que esto le cambiara la vida para siempre.
    Liliana, una cubana que conoce de casualidad, pondra su vida patas arriba. Y Brian esta decidido a conseguirla.
    ?Te atreves a conocer sus armas de seduccion?
    La vida de Brian dejara de ser la misma y Enzo y Emma lo acompanaran en la aventura de su vida.

  • El chocolate no hace preguntas de Yolanda Quiralte

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    Bruno Garcia acaba de invertir todos sus ahorros en La Bookeria, una libreria con tintes neoyorquinos situada en una pequena ciudad espanola.

  • La madre de Fiona Barton

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    Un escueto parrafo en el periodico anuncia el hallazgo de unos restos antiguos de un bebe en una zona en construccion de Londres. Muy pocos lectores siquiera le echaran un vistazo.
    Para tres mujeres, sin embargo, la noticia es imposible de ignorar.
    Para la primera, es el recuerdo de lo peor que le ha pasado en la vida.
    Para la segunda, la peligrosa posibilidad de que su secreto mas oculto sea revelado.
    Para la tercera, la periodista Kate Waters, la primera pista en una carrera para descubrir la verdad.
    Secretos guardados durante anos, enterrados bajo tierra y en el fondo del corazon, saldran a la luz para cambiar tres vidas para siempre.
    Fiona Barton vuelve con su protagonista Kate Waters en un nuevo thriller imposible de olvidar.

  • 36 preguntas para enamorarte de mi de Vicky Grant

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    Paul y Hildi se conocen participando en un experimento sociologico que asegura que, respondiendo a 36 preguntas de un test, acabaran enamorandose. Sin embargo los motivos y condicionamientos de ambos son tan distintos que parece poco probable que se obre el milagro. El participa por dinero y ella, por conviccion, para demostrar que esto es una solemne tonteria. Pronto las tensiones, imprevistos y malentendidos tejen una red de consecuencias impredecibles…

  • Temas de conversacion de Miranda Popkey

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    Desde la orilla, el mar se ve en tres pedazos, como una pintura abstracta que se mueve suavemente. Junto a la arena es un liquido color verde palido de un lago fertil. Luego viene una franja aguamarina, el color que una imagina al leer la palabra: agua marina, agua del mar. Finalmente, un azul intenso, el color de un pigmento, como pintura fresca que brota de un tubo metalico. Sylvia Plath escribio en su diario el mes que conocio a Ted Hughes, ese mismo dia, no, el dia antes: <>. Pasemos por alto la nieve, los arboles negros. El mar estaba de ese color, el color de que palabra azul. Aquel verano estaba leyendo los diarios de Plath porque tenia veintiun anos y las sensaciones me tenian loca, estaba ebria de ellas. Y, para la clase de persona que va derecha de una licenciatura en Literatura Inglesa a un posgrado de esa misma materia (o sea, para mi), los Diarios de Sylvia Plath, 1950-1962, reeditados aquel ano en su version integra, cuentan como lectura placentera. Se conocieron, me refiero a Sylvia y Ted, en febrero, y se casaron en junio, el 16, el Bloomsday, el dia del Leopold Bloom de Joyce. Fue premeditado. Premeditado y los delato bastante; me refiero a que revelaba que no deberian haberlo hecho, lo de casarse. No era mas que simbolismo juvenil. O uno de ellos, al menos. Una de las cosas que te delatan en la vida. Eso pasaba en Otranto, yo estaba alli, en agosto. El mar se veia de tres tonos de lo que podria llamarse azul y yo estaba de vacaciones y no lo estaba. Los padres de Camila eran psicoanalistas argentinos y yo estaba de vacaciones en el sentido de que habian pagado mi vuelo de Nueva York a Londres y de Londres a Roma y de Roma a Brindisi y el tren de Brindisi a Otranto y tambien el complejo turistico en el que nos alojabamos, desparramado por una ladera en terrazas y bancales, con muros de ladrillo y todo incluido, de modo que en teoria yo podia pedir, desde las tumbonas de listones de madera pintadas de blanco, cuantas bebidas quisiera. Aunque en la practica no podia hacer eso porque la razon por la que me habian pagado los vuelos, el tren y la habitacion, la razon por la que estaba siquiera con Camila y sus padres, era que Camila tenia unos hermanos gemelos de siete anos y era tarea mia ocuparme de ellos. Matteo y Tomas: Tomas era mas menudo y rubio, y a Matteo, con su torso bronceado y el pelo oscuro y rizado, lo confundian todo el rato con un lugareno. Por el nombre tambien, claro; el padre de Artemisia era italiano, de ahi que lo pronunciaran asi. Vivian en el Upper West Side, y Artemisia y los ninos y el marido, Pablo, eran de <> argentino. Camila y yo eramos amigas, un punto mas en la columna de las vacaciones. Las primeras dos semanas fueron las mas duras. Los gemelos tenian una ninera en Nueva York, tambien argentina, y coincidia que agosto era su mes de vacaciones, y conmigo, al principio, se habian amotinado, como suelen hacer los ninos cuando se les somete a una nueva autoridad. No podrian haber sabido con exactitud por que era reacia a salir corriendo de su habitacion hacia la de sus padres, para comprobar una vez mas que era lo que supuestamente debian o no debian comer y ver en la tele, hasta que hora se suponia que podian quedarse levantados o no, pero sin duda captaron esa reticencia mia, la enormidad de mi aprension. Artemisia solo me habia dado unas pautas generales (que no se pasen con las golosinas, y no le quites ojo a tu vino, porque intentaran echarse un poco en su Coca-Cola), y una mujer que no fuera yo lo habria entendido como una licencia, una mujer distinta habria sabido, por como se maquillaba los ojos Artemisia, por los vestidos largos y sueltos, sin mangas, que llevaba, por las pulseras que acumulaba en su brazo delgado y bronceado, por las gafas de sol y los panuelos, por el hecho de que Pablo solo me hubiera hablado directamente en tres ocasiones y nunca sobre los ninos, que poner normas era cosa mia. Pero yo era una chica insegura, andaba corta de determinacion y autoestima, y deseaba gustarles a Artemisia y Pablo, a Artemisia en particular, porque enseguida me resulto evidente, por los vestidos sueltos y las pulseras y tambien por la forma en que Pablo inclinaba la cabeza cuando hablaba conmigo, de modo que sus ojos, porque ya era bajo de por si, no miraban exactamente mi cara, que la aprobacion de ella seria la mas dificil de conseguir. Aquellas primeras semanas las pase con el temor de que Tomas y Matteo, al que llamabamos Teo, de modo que eran Tom y Teo, con la <> de Tom cerrada para que no sonase en absoluto como una abreviatura del Thomas americano, fueran corriendo a sus padres con el cuento de que la nueva ninera era horrorosa y pidieran que la echaran. Como si estuviera en alguna imitacion de una novela de Henry James, algun remedo de adaptacion hecha por la productora Merchant Ivory. Y asi transcurrio la primera semana, en la que yo trataba de negarles una golosina por aqui o un privilegio por alla y ellos se quejaban y yo cedia de inmediato, en la que les compraba bomboloni por la manana y cornetti por la tarde y conseguia que no tuviesen apetito para la cena a las ocho y ellos pedian quedarse levantados hasta la pelicula de las once y cuarto de la noche en Retequattro, y se quejaban diciendo <>, y fue asi como Tom y Teo se quedaron dormidos viendo Instinto basico y yo pense que, bueno, seguro que la habian recortado para esa emision y que por supuesto estaba doblada y que en realidad hasta que punto entendian ellos el italiano, por mucho que tuvieran un abuelo y parientes maternos que lo hablaran fluido. Como si el problema fuera la lengua. Eso si, no le quite ojo al vino. La segunda semana fue peor porque ya estaban cansados de conseguir lo que quisieran, y el deseo, en esos casos, no consiste tan solo en conseguir lo que uno quiere sino en sentir que te has salido con la tuya al conseguir lo que querias, de modo que entonces empezaron a dar problemas de verdad, problemas del tipo <>, motivo por el cual, en la velada de la decima noche, me encontre chillando, gritandole realmente por primera vez a Teo para que dejara de usar el cuchillo dentado de la cena con el fin de sacarle las plumas a un cojin. Respondio de maravilla: dejo de hacerlo al instante y solo lloro un poquito, se comio sus frutti di mare en silencio, no pidio despues un helado ni profiteroles con chocolate. Y todo el tiempo tenia los ojos muy abiertos y una leve sonrisa en los labios rosados y humedos, con la esperanza de recibir a cambio tambien una sonrisa, un gesto de aprobacion con la cabeza. Es cierto lo que dicen algunos: los ninos ansian en realidad que les pongan limites. Con ese <> me refiero a Artemisia. El dia anterior al incidente del cuchillo dentado, a primera hora de la tarde, cuando los ninos, ebrios de sol tras la manana en la playa, dormian con los diminutos banadores Speedo llenos de arena, espatarrados, respirando profundamente y babeando, yo habia llamado a la puerta de Artemisia. Pasa, dijo, y abri la puerta y me la encontre en biquini. Pasa, repitio, porque yo todavia no habia cruzado el umbral. Entre en la habitacion y Artemisia se volvio de espaldas a mi y se inclino para desatarse los nudos de tela en la nuca y la columna vertebral que sujetaban la parte de arriba. Cierra la puerta, me dijo. Eso hice, y cuando me di la vuelta, estaba frente a mi. Tenia los pechos grandes y algo caidos, llenos de pecas, con los pezones del color de las nueces, tostados y arrugados como ellas, y que sugerian una textura similar. No digo estas cosas con animo de criticar. Sus pezones no senalaban hacia abajo sino al frente. Todo eso lo capte en un segundo, o medio, y luego mis ojos se clavaron en los suyos. Le dije que tenia dudas acerca de la disciplina, queria saber como solia ella imponer disciplina a los ninos. Los gemelos, dijo Artemisia, ansian que les pongan limites. Les pasa a todos los ninos. Los limites concretos importan menos que el hecho de que existan. Diles lo que no deben hacer, continuo Artemisia, y cuando lo hagan de todas formas --y aqui se encogio de hombros--, castigalos. Al encogerse de hombros, sus pechos se elevaron y luego volvieron a bajar. Tenia las manos en las caderas y sus dedos enmarcaban una suave plenitud, que no acababa de ser redondez sino una especie de exhalacion, la unica prueba manifiesta en su cuerpo de que habia estado embarazada y dado a luz dos veces. Tenia los pies separados a la misma distancia que los hombros, y los muslos, tambien pecosos, no llegaban a tocarse. ?Castigarlos?, pregunte. La miraba solo a la cara. Si, dijo, un <>, dejarlos sin postre, esa clase de escarmientos. Volvio a encogerse de hombros. Aunque sospecho que no tendras que llegar tan lejos si levantas la voz. Sonrio. Son unos chicos medrosos. Tienen muchas ganas de complacer. Se inclino y vi que empezaba a quitarse tambien la parte de abajo del biquini, asi que asenti deprisa con la cabeza, me di la vuelta, sali y cerre la puerta, olvidando darle las gracias por el consejo que me habia dado, olvidando incluso darme por enterada. Y asi llego la tercera semana y los ninos se habian acostumbrado a mi y yo a ellos, como ejercitos enemigos que la manana de Navidad firman un armisticio e intercambian regalos: un cono alla vaniglia a cambio de tres cuartos de hora jugando en la arena, y nada de nadar, que vuestra ninera quiere leer un poco. Los vigilaba desde mi tumbona, un par de dias despues, cuando una sombra me cruzo las piernas. Has puesto limites, ?no? La voz pertenecia a Artemisia. Les dices que pueden jugar en la orilla, pero no nadar, y hacen justo lo que tu quieres. Asenti con la cabeza. Teo estaba salpicando a Tom, y este se daba la vuelta para echar a correr. Que vuestros pies pisen la arena, les habia dicho. Quedaos donde pueda veros. Artemisia se inclino y su sombra recorrio mi cuerpo. Sylvia Plath, dijo, leyendo el lomo del libro que yo habia dejado boca abajo sobre mis rodillas. No es muy buena poeta, comento, pero si una persona interesante.

  • Te deseo de Katee Robert

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    Roman Bassani haria cualquier cosa por cerrar un trato. Incluso perseguir a Allie Landers al Caribe para hacerle una oferta por su empresa. Se esperaba un reto, no una atraccion inmediata e irresistible. Despues de una aventura de una noche, acordaron dejar al margen los negocios… por el momento. La isla los incitaba a que fuesen unas torridas vacaciones sexuales, pero ?que pasaria con los intereses de cada uno cuando volvieran del paraiso?

  • Alma de Cristal de Rocio Manana Bouzon

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    Cuando Alma sabe que necesita un cambio de aires, huye de Madrid y se aventura a probar suerte en A Coruna. Una vez alli, el impulso de un nuevo comienzo hace que conozca a Sebas, un chico que, al igual que Alma, ha sufrido y no esta dispuesto a dejar que le hagan dano una vez mas.
    Una nueva ciudad, un nuevo destino y una persona desconocida en la que confiar.
    ?Pueden dos almas rotas estar destinadas?

  • En el punto de mira de Arantxa Rufo

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    Londres. Un letal francotirador mantiene en jaque a Scotland Yard desde hace anos. Es infalible, y su habilidad para no dejar pistas le ha granjeado el apodo de el Fantasma. A su pesar, el inspector Daniel Ryman recibe el encargo de investigar su ultimo trabajo, el asesinato de un importante multimillonario en medio de la City, a plena luz del dia.
    Lo que nadie imagina es que el Fantasma es una mujer, Kathleen Addams, quien interpreta a la perfeccion el papel de exitosa empresaria al mismo tiempo que ofrece sus servicios como asesina a sueldo con la ayuda de su socio, un conocido hacker.

  • Mi Irresistible Jefa de Wendy Etherington

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    ?Como podia conseguir una chica que un hombre cayera rendido a sus pies?

  • Dejemos atras el pasado de Grace Marie March

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    Henry tenia nuevas vecinas, su desconocida hermana y una amiga, quien precisamente poco despues pide trabajo en su empresa. ?Como puede ayudar a su padre despues de descubrir la gran traicion de su madre?
    Cynthia tenia claro que no pensaba aprovecharse de su amiga para ayudar economicamente a su familia, viajaria junto a ella para conocer a su padre y a su hermano, pero no se quedaria en casa esperando que otros solucionaran sus problemas, lo que no esperaba era trabajar para Henry despues de la vergonzosa forma en que se habian conocido.

  • 100 Secretos de una Dama de Compania de Vanessa De Oliveira

    https://gigalibros.com/100-secretos-de-una-dama-de-compania.html

    Vanessa de Oliveira sabe de hombres. Su antigua ocupacion la llevo a conocer a mas de 5000, y aunque trato a la mayoria por poco tiempo, cada uno le enseno algo nuevo; no solo acerca del sexo y el oficio, sino tambien sobre el amor, el matrimonio y la vida. 100 secretos de una dama de compania reune todo lo que Vanessa aprendio durante sus cinco anos en la profesion. Por una parte manual para la vida en pareja, y otra experto tratado sobre sexo, este libro abre ademas las puertas de un mundo desconocido para muchos, pero mas parecido al nuestro de lo que creemos.

  • Lucia en la noche de Juan Manuel De Prada

    https://gigalibros.com/lucia-en-la-noche.html

    Alguien dijo que los angeles a menudo no saben si se mueven entre los vivos o los muertos. Y cuando se mueven entre los vivos a veces ocultan su rostro, huyen de nuestras caricias, se escabullen y desaparecen, dejandonos con la sensacion de que, quiza, nunca estuvieron a nuestro lado.

  • Quien se ha llevado mi queso de Spencer Johnson

    https://gigalibros.com/quien-se-ha-llevado-mi-queso.html

    Habia una vez dos ratoncitos y dos hombrecillos que vivian en un laberinto. Estos cuatro personajes dependian del queso para alimentarse y ser felices. Como habian encontrado una habitacion repleta de queso, vivieron durante un tiempo muy contentos. Pero un buen dia el queso desaparecio…

  • El sueno de Carolina y otros relatos de Anthony Velarde

    https://gigalibros.com/el-sueno-de-carolina-y-otros-relatos.html

    Para Carolina la vida en un pequeno pueblo es aburrida, ella esta planeando vivir lejos de casa y convertirse en un ejemplo para todos. Ser exitosa y lograr ganar mucho dinero en la capital es su mas anhelado sueno. Este relato empieza tras la desaparicion de Carolina, narra la preocupacion de sus padres por encontrarla, llegando a descubrir sus secretos: ella estaba reuniendo dinero para irse a la capital y habia estado ocultando los problemas recientes con su novio -quien es hijo del alcalde. Descubre como en un pueblo tan pequeno y alejado que parece olvidado por la justicia logran encontrarla.
    Junto a “el sueno de carolina” se narran otros relatos en los que prima el misterio como en “bifurcado” y “la isla mineas” y tambien de terror y suspenso como en “amigos inseparables”.

  • Florecer. Otra vez de Silvia Cruz

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    El mundo de los sentimientos puede ser un lugar oscuro y solo apto para valientes. Alice y David sufren una ruptura anunciada y Sally y Nick son victimas de sus pasados y de personas que quieren separarlos una y otra vez. Como la vida misma, Florecer otra vez nos ensena que amar incondicionalmente es tan bonito como doloroso y a veces tienes que tomar las decisiones mas dolorosas para que un amor tan aplastante no te consuma por completo.

  • El caso Lamber de Felipe Ojeda Redondo

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    INQUIETANTE HASTA LA ULTIMA PAGINA, MUCHO MAS QUE UN THRILLER.

  • Tatuada en mi alma (Cuidarte el alma 2), Mariel Ruggieri de Mariel Ruggieri

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    “-?Sabias que. uno de los siete pecados capitales. es la lujuria? -pregunta Paulina jadeando sobre mi boca.
    -?Y vos sabias que. otro pecado. es la gula? -replico mientras la recuesto en la cama y mi lengua se pierde entre sus piernas.
    Ella las abre mas y me ofrece sin reservas ese manjar.
    -Eso esta muy mal…
    -Hay algo peor, cosa hermosa.
    -?Que puede ser peor?
    -Incesto -respondo con una sonrisa, mientras pienso que el cielo que tengo en mi boca, bien vale arder en el infierno…”