• el reflejo de la injusticia - Hector Bueno Martin

    https://gigalibros.com/el-reflejo-de-la-injusticia.html

    “En un ambiente sociopolitico en constante enfrentamiento, un misterioso personaje, con una mascara de espejo, decide impartir la justicia que parece haber dejado de funcionar. Los medios le llaman "El Reflejo de la Injusticia", pero Marel Marno prefiere no imponerse ningun titulo; al fin y al cabo, ella solo es una joven que sigue buscando a los culpables de la desaparicion de su mejor amiga”. En esta ocasion, Hector Bueno, el autor de "Proyecto Tempus", nos recrea un thriller con esencia de novela negra actual, que transcurre por las calles de varias ciudades y pueblos aragoneses, como Calatayud, Zaragoza o Bijuesca. La trama alrededor de los personajes se va mezclando y enlazando hasta sumergirnos en una historia de crimenes, venganza y justicia.

  • El Reflejo de la Injusticia (SAGA DEL REFLEJO nº 1) eBook

    https://www.amazon.es/Reflejo-Injusticia-H%C3%A9ctor-Bueno-Mart%C3%ADn-ebook/dp/B077Z6F39J

    El Reflejo de la Injusticia (SAGA DEL REFLEJO nº 1) eBook : Bueno Martín, Héctor: Amazon.es: Libros.

  • El Reflejo de la Injusticia (SAGA DEL REFLEJO nº 1) (Spanish ...

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    Mira este libro por dentro. El Reflejo de la Injusticia (SAGA DEL REFLEJO nº 1) (Spanish Edition). Seguir al ...

  • El reflejo de la injusticia - Héctor Bueno Martín - Libros4

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    30 sept 2018 — Descargar libro El reflejo de la injusticia - Héctor Bueno Martín epub, para kinddle, PC, Android, Iphone. Descarga libros gratis.

  • Descargar PDF El Reflejo de la Injusticia (nº1) - Sombras ...

    https://birchnisufde.tk/el-reflejo-de-la-injusticia-n1.php

    Y también puede descargar o leer en línea todos los archivos PDF de libros relacionados con el libro El Reflejo de la Injusticia (nº1).

  • Comprar Homeless de JL Ruffo en LibrosCC

    https://libros.cc/homeless.htm

    Leyendas de la injusticia social ... "Homeless " es su primer libro y gracias a él, sigue pensando que, a pesar de todo, "2014 fue un año maravilloso".

  • El triunfo de la injusticia | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/business/38925-libro-el-triunfo-de-la-injusticia-9788430623662

    La desigualdad desbocada que padecemos tiene un claro motor: un sistema fiscal injusto. Por primera vez en más de un siglo, a los multimillonarios ...

  • El valle de los arcángeles - Rafael Tarradas Bultó - Planeta de ...

    https://www.planetadelibros.com/libro-el-valle-de-los-arcangeles/336079

    12 ene 2022 — Una historia que, con el telón de fondo de la profunda injusticia del ... su nueva novela con los libreros de Casa del Libro en Madrid.

  • Entrevista a Abraham Stern, autor de «No temeré mal alguno

    https://www.tregolam.com/articulo/entrevista-a-abraham-stern-autor-de-no-temere-mal-alguno/

    Me interesan las historias que se fundamentan en las injusticias y en el sufrimiento humano. Mi primer libro fue una historia de infidelidad, No temeré mal ...

  • Reflejos de justicia (El reflejo de la injusticia 2) de Hector Bueno Martin

    https://gigalibros.com/reflejos-de-justicia-el-reflejo-de-la-injusticia-2.html

    LA ESPERADA SECUELA DE "EL REFLEJO DE LA INJUSTICIA" Tras la aparicion de un secreto familiar oculto, J.C. tratara de buscar justicia por la muerte de sus padres a manos de la organizacion "5 Senadores", un grupo que trabaja a la sombra del gobierno por su propio beneficio. Sin embargo, sus actos solo encenderan la mecha de una ira mas temible: la venganza de Lucio Tanjamino. Marel Marno volvera a enfundarse la mascara de nuevo para reflejar la injusticia que oscurecera sus vidas. El bilbilitano Hector Bueno continua la saga iniciada con "El Reflejo de la Injusticia", una historia de la busqueda utopica de un mundo justo en una sociedad injusta. Su otra novela, "Proyecto Tempus", sigue liderando los primeros puestos de ciencia ficcion en Amazon.

  • Todos los dias que tuvimos juntos de Anne Zoer

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    Jude Summers es una mujer fuerte, capaz y vulnerable en algunas ocasiones.Ben Randall es un hombre que no solo oculta un secreto, sino que su propio pais trato de matar en cuanto se presento la ocasion.Luego de un aparatoso incidente Jude queda con la duda acerca de quien le salvo la vida y por cuestion del destino su encuentro se vuelve un poco “vergonzoso”

  • Mil veces hasta siempre de John Green

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    Una nueva novela de John Green, el autor del bestseller internacional Bajo la misma estrella, con mas de 15 millones vendidos en todo el mundo

  • Devuelveme la luna de Elena Moreno Scheredre

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    No importa si alguien oso prometerte la luna y le creiste, lo importante es descubrir que nadie puede darte aquello que no posee.Al destino se le puede esquivar, pero el corazon siempre te encuentra.

  • La ciencia en el alma de Richard Dawkins

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    La ciencia en el alma reune cuarenta y dos ensayos, debates y homenajes que abarcan tres decadas, y llega en un momento oportuno y necesario. En una epoca de fake news y de cuestionamiento de creencias universales, en este apasionado alegato Dawkins insiste en que la razon sea la protagonista de nuestra vida, dejando de lado comportamientos execrables como la xenofobia o la misoginia, que deberian quedar fuera de todo relato. Asimismo recalca la importancia de las pruebas empiricas y critica la mala praxis cientifica, la presencia de la religion en las escuelas y a los negacionistas del cambio climatico. Precisamente ahora, cuando tanta gente cuestiona la realidad de la evolucion, Dawkins se pregunta que pensaria Darwin de su propio legado, y reconoce que la ciencia es poseedora de muchas de las virtudes de la religion -<>- sin la pesada carga que aquella conlleva: la supersticion y el prejuicio.

  • Empezar otra vez de Helena Sivianes

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    ?Es posible que dos almas rotas se puedan unir para empezar otra vez?
    Maggie, despues de pasar por una adolescencia que la marcara de por vida, intenta empezar de cero su vida lejos de todo lo que conoce, pero no todo es tan facil como parece. Cuando la vida parece que empieza a sonreirle, aparece Trent, un chico misterioso que le hace sentir miedo de los sentimientos que despierta en ella.
    Trent, un chico con un pasado misterioso, que no acepta el amor como parte de su vida, empieza a ver como esta se derrumba cuando conoce a Maggie.
    Una historia donde dos almas rotas lucharan contra sus temores para poder empezar otra vez.

  • Celeste de Carolina Gattini

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    Celeste ha encontrado la forma de librarse de Jorge, un companero de trabajo al que no soporta, encontrando un trabajo nuevo. Cuando cree que todo saldra bien, que su vida tiene un nuevo comienzo y que todo sera maravilloso, nada resulta ser como habia previsto y por si fuera poco vuelve a encontrarse con Jorge, ya que por alguna casualidad del destino…, o tal vez no, a ambos les encargan desde distintas agencias la venta de una propiedad en un pueblo perdido de Galicia. Lo que no sabe Celeste es que Jorge no es lo que parece, y de que tiene unas dotes ocultas que no habria podido imaginar ni en sus mejores suenos eroticos. Una historia de humor y amor donde la paranoica Celeste no dejara de hablar hasta que la dejen sin palabras…

  • Persiguiendo la verdad de B.j. Daniels

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    Aquella mujer entro en la ciudad a lomos de una moto demasiado potente incluso para muchos hombres, con diez dolares en el bolsillo y una herida de bala en el hombro. Maggie Randolf estaba buscando a alguien y huyendo de alguien. Y no habia previsto encontrarse con un hombre en el que podia confiar… el ayudante del sheriff de Timber Falls. Jesse Tanner iba a tener que convencer a la valiente belleza de que podia protegerla. Pero tendria que atraparla antes de que fuera demasiado tarde.

  • Sin vuelta atras de Jordi Sierra I Fabra

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    Jacinto Quesada, un chico de catorce anos, aparece muerto en el fondo de un acantilado. Todo el pueblo se pregunta la causa de su muerte, pero solo Cecilia y Miguel Angel, sus dos mejores amigos, saben que ha sido una decision voluntaria. El trasfondo del fallecimiento del chico se situa en su instituto, donde era acosado sin piedad por cuatro matones. Una novela en la que se pone de manifiesto la culpabilidad de todo el entorno en la situaciones de acoso escolar.

  • Oli busca el mar de Edurne Cadelo

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    Oli es joven y algo timida, nunca ha tenido una vida facil y siempre intenta complacer a los demas.
    Ella odia lamerse las heridas y siempre prefiere mirar hacia adelante.
    Hace tiempo que la encontro el amor.
    Alberto es un guapo actor que odia la fama, pero que disfruta de su trabajo.
    El ha tenido una infancia dificil y sigue arrastrando sus propios fantasmas, siempre prefiere regodearse en el pasado en vez de mirar al futuro.
    Hace tiempo que dejo de creer en el amor.
    Unas vacaciones, un encuentro, una conexion, la playa y el mar.
    Dos almas oscuras dispuestas a encontrar la luz.
    Si la busqueda de los mares es la metafora de la busqueda de la felicidad, ?seran capaces Oli y Alberto de encontrar su mar?.

  • Morder la manzana: La revolucion sera feminista o no sera de Leticia Dolera

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    Es este uno de esos libros esenciales que nacen de la necesidad y de la urgencia. Porque Leticia Dolera necesita contar por que es feminista y por que todas deberiamos serlo. Un camino vital en el que se ha encontrado con personas inspiradoras, lecturas reveladoras, anecdotas --de las buenas, de las malas y de las peores-- vividas muy de cerca o en primera persona.
    Este libro es tambien la historia de mujeres valientes que marcaron el camino y cuyo ejemplo nos ayuda a despertar nuestras conciencias y tambien a ensenar a las mas jovenes.
    Empezando por Eva, la primera que mordio la manzana, esta es una historia sobre todas las mujeres. Porque Leticia Dolera nos invita a abrazar una causa, que es la de todas las personas que sonamos con una sociedad justa.
    Por mucho que nos hayan repetido que Eva peco al morder la manzana, nosotras sabemos que aquello fue precisamente lo que la hizo sabia. Entonces ?que?, ?te apetece una? Una obra de empoderamiento feminista para todas las edades.

  • Sorpresa, esto es amor de Rebeca B

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    Ser enviada "al" evento en Silicon Valley me haria dar el salto de mi vida, yo estaba decidida a triunfar en la vida, no iba a permitir ser una mas en la familia con los suenos rotos y conformista, yo queria mi independencia, el hombre de mis suenos, romance, dinero y libertad para disfrutar. A mis 23 anos, quien contra mi y mis ideales. Estar cara a cara con el multimillonario dueno de la empresa mas importante que yo admiraba en el rubro de los juguetes era mi posibilidad para hacerme notar en mi empleo y despegar. Que fuera exquisitamente hermoso era solo un bono mas. Yo estaba preparada para todo, menos para ser confundida por la chica de compania de este hombre. Bien, mi culpa, no aclare la confusion y terminamos encerrados en un armario. No te confundas, no, yo no soy de ese tipo, y dije la verdad... lo que luego ocurrio, esto todo una historia digna de contar...
    Disfruta conmigo de esta linda novela romantica donde todo lo improbable puede suceder, si hasta yo no me lo imaginaba...

  • El Muro de las Tormentas de Ken Liu

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    Kuni Garu, ahora emperador Ragin tras su victoria en la Guerra del Crisantemo y el Diente de Leon, se enfrenta a la tarea de hacer realidad sus ideales de justicia y conservar el poder en una corte en la que las rivalidades son cada vez mas abiertas. Distintas fuerzas y grupos pugnan por imponerse y se preparan para una lucha a largo plazo. Entre tanto, una nueva amenaza existencial se cierne sobre Dara desde el exterior. En la esperada continuacion de ” La gracia de los reyes ” Ken Liu da un nuevo giro a la fantasia con una poderosa novela en la que tienen cabida batallas epicas y controversias filosoficas, intrigas politicas y criaturas sobrenaturales, invenciones tecnologicas y luchas entre los dioses. y el examen mas extraordinario que se haya narrado nunca.

  • ?Estas dormida? de Kathleen Barber

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    Una novela de suspense psicologico con un gran gancho narrativo, ?Estas dormida? cautivara a los fans de The making of a murder y atraera a los lectores que buscan protagonistas femeninas fuertes.

  • Su Amante Cautiva ( Los Hermanos Thorpe 1), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • Una hora menos: Relatos desde las afortunadas, Jossy Loes de Jossy Loes

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  • Tierra, tragame, y escupeme en el Caribe, Ivanka Taylor de Ivanka Taylor

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  • No busco marido de Sophie Saint Rose

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    … Contenido ….

  • Princesa de luna nueva 2 de Tamara Kruger

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    Despues de huir de su reino, Eleonor debera continuar el misterioso recorrido que el destino desde su nacimiento ha trazado. Su llegada al Bosque Blanco en busca de la respuesta para el fin acabar con el encantamiento que vincula a hombres y lobos, finalmente sera despejado, pero irremediablemente la verdad traera nuevos conflictos y cuestionamientos que la llevaran a tomar decisiones trascendentales.
    La guerra comenzo hace mucho, pero la batalla esta vez la alcanzara y junto a sus companeros deberan confrontar sus miedos, su pasado y el encarcelamiento al cual han sometido sus sentimientos.
    La aparicion de un inesperado adversario pondra en riesgo a sus seres amados y en peligro la liberacion de su pueblo, enfrentandola a un descubrimiento aun mas oscuro, que cambiara todo lo que hasta ese momento creia, guiandola al lugar mas sombrio de su corazon.

  • Refugios del corazon de Maria Moreno

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    El aeropuerto estaba tan abarrotado como siempre. Era imposible caminar sin tropezar con una maleta o con un viajero. Fuera el calor era insoportable, humedo y cargado como solo una ciudad costera podia padecer. Creia que al entrar se sentiria aliviada por el aire acondicionado, pero no fue asi, hubiera preferido el calor a esa multitud. Sudaba como nunca lo habia hecho antes, las gotas bajaban por su frente, por su pecho, por el labio superior. Le hubiera encantado poder darse una ducha, pero si no corria no cogeria el vuelo que habia estado esperando durante todo el verano. Empezo a zigzaguear entre la multitud, un pie aqui y otro alla, menos mal que llevaba poco equipaje, de lo contrario ya hubiera tenido algun problema mas serio. Saco el pasaje de su bolso y lo enseno en el mostrador. Facturo su pequena maleta. Unos pasos mas. Paso el bolso por el control de seguridad, lo volvio a coger y avanzo rapidamente hacia el avion. Habia llegado justo a tiempo, no habia cola para embarcar, lo que no sabia es que si hubiera tardado un minuto mas, habrian retirado las escaleras para subir. Era la ultima pasajera. Una vez dentro una azafata la acompano hasta su asiento. Se acomodo como pudo en el sillon, se abrocho el cinturon y miro por la ventanilla. !Que estampa mas triste! No habia tenido tiempo de mirar atras desde que se habia subido en el taxi que la llevo al aeropuerto. !Maldito despertador! Debia haber tirado ese trasto la primera vez que lo llevo a reparar, pero le tenia carino, siempre acababa encarinandose con todas sus cosas. La vista que tenia ahora enfrente no le provocaba ningun sentimiento. Aviones, escaleras, gente caminando hacia la terminal, gente saliendo de la terminal... La azafata interrumpio sus pensamientos al pasar por el pasillo observando que todos los pasajeros llevaran puestos sus cinturones. Volvio sobre sus pasos y desaparecio en la cabina. Lo siguiente que recordaba del viaje era la voz del piloto saludando a los pasajeros. Se echo hacia un lado, suspiro y se quedo dormida. Ocho horas de vuelo son muchas horas para una persona con claustrofobia, y ella lo sabia, asi que en cuanto se levanto por la manana se tomo un relajante que le permitiria soportar tanto rato en el avion. Se quedo dormida abrazada a su bolso, ocho horas de sueno que la llevarian a otra ciudad, a otra vida, sin planes, sin nada que perder, lejos como siempre habia sonado. Tan lejos que el dolor no pareciera real, que acudiera a su alma como un mal sueno, una de esas pesadillas de las que te despiertas y te sientes inmensamente aliviado de que haya sido un sueno. Su vida no lo habia sido, pero quizas pudiera irse lo bastante lejos de su casa, de sus raices, de su lengua, como para creer que si, que lo que le habia sucedido le habia pasado a otra persona, o que solo habia sido un mal sueno. Si por la manana te despiertas y no reconoces nada de lo que ves, si la gente con la que hablas no habla tu idioma, si no tienes nada mas que un triste bolso con tu documentacion y algo de dinero, nada te recordara tu vida anterior, nadie ni nada te arrebatara tu vida actual, porque simplemente no la tienes. Es curioso como se puede caminar, hablar, comer y hasta dormir con ese terrible vacio en el alma que te recuerda que estas muerta, que funcionas porque en su dia no te dejaron decidir que se acabo, que no soportabas el dolor ni un segundo mas, que te ahogabas y querias descansar, no sentir, no pensar, dejar de sentir ese vacio en el estomago que solo el dolor del corazon puede provocar, esa punzada que se asienta en lo mas hondo del alma y que te impide respirar. Deberia haber sido mas cuidadosa aquel dia, no haber dejado la puerta del bano sin pestillo. Le hubiera dado tiempo a morir antes de que alguien hubiera podido abrirla. Abrio los ojos sobresaltada por el zarandeo al que la estaba sometiendo la azafata: --Senora, hemos llegado, hora de desembarcar. La miro fijamente, no recordaba donde estaba. Miro un segundo a su alrededor y por fin se ubico. El avion, estaba en el avion. Tras sonreir a la azafata educadamente, se levanto para colocarse en la cola que se trasladaba lentamente hacia la puerta del avion. Bajo aun adormilada y se dirigio hacia el autobus que la llevaria a la zona de llegada del aeropuerto. Este aeropuerto era mucho mas grande que el de la ciudad de la que no se habia despedido y al bajar del autobus y no escuchar ni una palabra en su idioma se sintio aliviada. Por fin. Caminaba lentamente, con los ojos fijos en la multitud que esperaba para recibir a los pasajeros. Brazos que se abren, besos, saludos. Ningun sitio como un aeropuerto para comprobar cuanto nos echamos de menos unos a otros. Madres a sus hijos, hermanos a sus hermanas, maridos, mujeres, amigos... Atraveso el primer bullicio y se dirigio a recoger su pequena maleta. Despues de casi media hora esperando junto a la cinta transportadora, finalmente la maleta aparecio. Se escabullo como pudo y se coloco detras de toda esa gente. Miro a su alrededor. Quien quiera que viniera a buscarla ya deberia haber llegado. En el mail que le habia enviado no habian especificado si era un hombre o una mujer, solo que alguien acudiria al aeropuerto a recogerla. De repente se encontro ante sus narices una cartulina con su apellido: Miss Santa Cruz. Era un hombre alto, trajeado, de complexion fuerte, aunque ya cerca de los sesenta a juzgar por las arrugas de su rostro. Ella se detuvo y le miro. En su perfecto ingles, le saludo: --Buenas tardes, yo soy Miriam Santa Cruz -le tendio la mano que su interlocutor apreto al saludar y sonrio. --Yo soy Paul, de la agencia. Encantado, senorita Santa Cruz. Veo que era cierto lo de su perfecto ingles. Perdone que lo haya dudado pero nos encontramos con cada cosa cada vez que recogemos a alguien que dice hablar ingles y luego no sabe ni saludar. Miriam sonrio. El hombre le parecia educado y amable. Le cogio la maleta y le indico que le siguiera: --Tengo el coche cerca, no habra que caminar mucho. ?Que tal el vuelo? --Estupendo -?que otra cosa podia decir si habia pasado todo el trayecto durmiendo?- Estoy un poco cansada, pero nada mas. --Bueno, pues la llevare a casa del senor Grant y podra instalarse hoy mismo. Aunque creo que la recibira su esposa, Charlotte, el no esta en el pais en este momento. "?No esta en el pais?", penso Miriam. Claro, si habian acudido a una agencia como aquella para contratar a una asistenta, seguramente se dedicarian a algo que les proporcionara mucho dinero. Solo conseguir entregar el curriculum fue toda una odisea. Si no hubiera sido por Antonio, aquel companero suyo de la universidad, que trabajaba en la empresa y le habia ayudado a "colar" su curriculum en medio de los que si iban a revisar, jamas lo habria conseguido. Siempre le parecio buen chico ese Antonio, hacia muchos anos que no le veia y sin embargo, cuando se presento en la agencia para pedirle ayuda, no lo dudo ni un instante. La asesoro sobre el tipo de persona que buscaban, como debia vestirse para la entrevista si la llamaban y hasta que foto debia poner en la solicitud para que inspirase confianza. "Not only" era una agencia de empleo muy exigente ya que quienes acudian a ellos, gente de todas partes del mundo, tambien lo eran. Paso la entrevista y consiguio el puesto en NY. Paul la saco de su ensimismamiento al preguntarle: --?Habia visitado antes esta ciudad? --No, y no por falta de ganas -respondio. --Le va a fascinar. ?Puedo hacerle una pregunta? ?Por que ha traido tan poco equipaje? Normalmente la gente viene con dos o tres maletas, y no estoy exagerando. --No se cuanto tiempo voy a estar, primero debo pasar el periodo de prueba. Ademas, en esa maleta esta todo lo que tengo. Miriam le miro con un deje de tristeza que encogio el corazon de Paul. No la conocia, pero desde el momento en que empezo a hablar con ella le habia caido bien. Una mujer joven, espanola, guapa, preparada, que solo tiene una pequena maleta, que no tiene planes, ni miedo de no tenerlos, no es lo que solia recoger. Normalmente eran chicos y chicas mas jovenes, estudiantes que buscaban sacar algun dinero para pagarse los estudios o que querian aprender ingles. Otros tenian pretensiones mas altas. Esta ciudad es el lugar perfecto para sonar, para creer que uno va a llegar y va a conseguir el sueno americano, trabajar en publicidad, cine, television, hacerse millonario... Lamentablemente estos volvian con algo de dinero y la tremenda carga de la decepcion. En esta ciudad gigantesca nadie es nadie. Algunas de las personas que contrataban se quedaban para siempre porque habian encajado en el trabajo y habian sido lo bastante realistas como para conservarlo. Habria que ver en que lugar se colocaba ella. Durante todo el trayecto desde el aeropuerto JFK hasta la zona de Central Park, donde se encontraba la casa donde iba a trabajar, las unicas vistas que les habian acompanado eran carriles de autovia, algun que otro tunel, casas viejas y campo. Ahora que por fin entraban en la avenida y se empezaban a divisar los edificios mas propios de una ciudad como Nueva York, Miriam no pudo por menos que exclamar: --!Dios mio! Es tal como sale en las peliculas.

  • D de deuda de Sue Grafton

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    La ayuda que, en esta ocasion, le pide un tal Alvin Limardo a la investigadora privada Kinsey Millhone es mas bien rutinaria: localizar a un joven que le ha hecho un favor y a quien adeuda un talon de U.S.$ 25.000. Demasiado tarde se enterara Kinsey Millone de que su verdadero nombre es John Dagget y de que, ademas de mentiroso, alcoholico y ex convicto, es tambien un fiambre mas en la morgue del distrito. Los polis dicen que murio ahogado, pero Millhone se niega a creerlo. Metida en la basura que es la vida de ese muerto, pronto descubre que tenia muchos enemigos con buenas razones todos para acabar con el: la hija y la esposa, marcadas por la convivencia con un borracho, una mujer que creia ser su esposa legitima y, para colmo, detras de los U.S.$ 25.000, una banda de narcotraficantes. Pero, ante todo, estan las familias de las cinco personas que John Dagget atropello un dia salvajemente en pleno estado etilico.

  • El aroma del miedo de Armando Rodera

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    Meses despues de su ultimo gran operativo, el inspector Bermejo debera enfrentarse a una doble mision en Valencia: descubrir al causante de los misteriosos asesinatos de mujeres ocurridos en la region y acabar con una trama de corrupcion en la que se ven involucrados algunos miembros de la Policia.

  • Cuando te vea sonreir de Nona Carca

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    Un chico que esta en coma y que nadie sabe quien es se convertira en lo mas importante de la vida de Sonia, la doctora que intentara salvarlo.
    Pero el no responde al tratamiento, sigue sumido en un sueno profundo y la desesperanza se hace eco de ella.
    No sabe quien es, no puede localizar a su familia… Como si de la suya propia se tratara, se encarga de cuidarlo en sus horas de trabajo.
    Se convierte en mucho mas que un paciente y cuando por fin abre los ojos…
    ?Como podra ella decirle que, sin conocerlo, se ha enamorado de el?

  • Amor. para septiembre de Bruno Ribero Liern

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    El ser humano es asi: envidioso y ruin. Materialista. Avaricioso... Creo que es algo innato en el, como si estuviese escrito en su codigo genetico y no se pudiese hacer nada por evitarlo. Quizas esteis pensando que exagero, que no se de lo que hablo, e incluso puede que os pregunteis quien narices soy yo para afirmar algo asi de un modo tan contundente. Muy sencillo. Mi nombre es Annie Richmon, y soy la que cada fin de mes se averguenza de las actitudes horrendas de su familia y pierde un poco mas la esperanza en la humanidad. Y hoy es fin de mes: el dia que mas detesto, con diferencia. Las estrictas normas familiares han pasado de un Richmon a otro generacion tras generacion y, a pesar de que los anos han diluido algunas de ellas, mi padre se empena en conservar las que considera de vital importancia para nuestro crecimiento personal. Termino de arreglar mi pelo frente al tocador que tengo junto al inmenso ventanal que da al jardin, y me veo ridicula, como cada maldito fin de mes. Por ese motivo suelo ser de las ultimas en bajar, total, la bronca de la abuela y sus miradas de odio infinito me alcanzaran por cualquier otro motivo, asi que lo mismo me da. --No se lo tengas en cuenta --me repite papa una y otra vez desde anos inmemoriales. Pero me resulta imposible. Son tantas sus manias que a veces me planteo si ha sido poseida por un ente tocapelotas que lo unico que quiere es divertirse a nuestra costa. La campana suena desde abajo, y el rebano empieza a acudir al gran evento. Escucho a mi hermana, Violet, bajar la escalinata de madera de antiguo roble, y la reconozco por el sonido que producen los tacones cortos que utiliza para la ocasion. Logro convencer a la abuela de que eso no son tacones, y de que le permitiera usarlos. No se como lo hace, pero Violet siempre logra todo lo que se propone. En ese sentido me da mucha envidia. Ama nuestro estilo de vida a niveles que no soy capaz de explicar. No tiene aspiraciones en la vida mas que la de ser la comidilla de todos y todas. Se mueve como huron en madriguera, y no alcanzo a entender como ha logrado vivir de las rentas de papa sin dar un palo al agua. Imagino que usar ese tonito de voz que tanto detesto --infantil y pijo a partes iguales-- la ha hecho vulnerable a ojos de mi padre. Fragil y delicada, asi es como debe verla, sin duda. Pero nada mas lejos de la realidad. Mi hermana puede ser una vibora si se lo propone. La campana vuelve a sonar, recordandome por que odio tanto los ultimos de mes. Me siento asfixiada, quizas mas que de costumbre, pero aun asi me levanto. Me miro en el espejo de pie que hay tras el paraban decorado con la portentosa imagen del Taj Mahal, y me veo horripilante. Si estuvieran grabando una serie de television en mi jardin sobre una familia Amish, podria colarme por el fondo y pasaria desapercibida. Esto que llevo puesto se parece mas a un saco de patatas que a cualquier otra cosa, aunque tras el ultimo London Fashion Week, bien podria ser una prenda de alto standing. En fin. Me resigno --como siempre--, y me decido a acudir al <>. Abro la puerta y escucho a mis sobrinos en el piso de abajo. Eso significa que Gregor ha llegado, y me alegro mucho. Gregor es mi hermano mayor, y probablemente, quien mas y mejor me escucha y comprende. A veces pienso en la edad que nos separa y me abrumo: podria ser mi padre. Pero esa diferencia de edad no es obstaculo para nosotros. Tenemos un gran feeling, y por eso siempre quiero sentarme a su lado en la mesa. El lo sabe, y procura guardarme el sitio. Soy su amiga y confidente, a la que recurre para contarle las cosas que a nadie mas se atreveria a contar, como por ejemplo, que siempre quiso tener una nina. Por eso tiene seis monstruitos a los que adoctrinar, porque buscando, buscando... la cosa se le fue de las manos. Mi cunada ha metamorfoseado su cuerpo tras tanto embarazo, y ahora su fisico es un mal chiste comparado con lo que fue. De ahi que me atreva a decir que soy su ojito derecho, porque despues de tantos anos al fin se ha resignado, y soy lo mas parecido a la hija que nunca tendra. Bajo las escaleras algo mas motivada y, al verlo en la cocina, me relajo. --Hola, enana --saluda como siempre. Voy hasta el y le propino un fuerte abrazo. Este mes ha viajado mas de lo habitual y no lo he visto casi nada. --?Que tal? ?Como estas? --tantea, al ver mi cara de desagrado. --Pfff... yo que se... --Vamos... --dice con carino--, es solo una cena al mes. Podria ser peor --dice bajito--, imagina esto todas las semanas. La asistenta nos escucha, pero no dice nada. Cada dia tengo mas claro que es una santa. Puede que sea la unica que conoce todos los trapicheos de cada uno de nosotros. A veces imagino que es una enviada de arriba cuya mision secreta es la de combatir las fuerzas del mal, representadas --como no-- en la figura de mi abuela. Gregor me sonrie, pero no estoy animada para seguirle. --Ve con los Gremlins, anda, yo le echo una mano a Gabriela en la cocina. --No es necesario, Gregor, muchas gracias --dice la mujer con una sonrisa de oreja a oreja. --Es la misma conversacion de siempre, Gabri --insiste mi hermano, mostrando sin ningun pudor el carino que siente por ella--. Sabes que no me voy a ir, ?verdad? La mujer deja de remover el guiso que humea en la olla y que, por cierto, huele superbien, para mirar a mi hermano con ojos brillantes. Ojos que muestran una gratitud inconmensurable. Podria decirse que Gabriela fue la encargada de criarnos, y estoy convencida de que este tipo de gestos que suele tener Gregor con ella, hacen que la mujer sienta que el esfuerzo merecio la pena. --Eres un sol. Gracias... Gregor me guina un ojo y es la senal para que vaya con los enanos. Entro en el salon y no me sorprende que ya esten todos en la mesa. Los peques, cuyas edades van desde el anito hasta los diez, sentados unos frente a otros; mi hermana Violet junto a mi padre --para hacerle la pelota, como siempre--, y mis padres, uno a cada lado de la abuela, que preside la mesa con la campanita de marras en la mano. La mujer me fusila con la mirada nada mas atravesar la puerta doble del gran salon --el de los actos oficiales--, y casi me agacho de forma involuntaria por si me alcanza un proyectil. Le devuelvo la mirada de odio, y la mujer alza la campana de nuevo y la hace sonar una sola vez, como diciendo: <>. --!Hola, pequenajos! --saludo, tratando de ignorar a la abuela. --!Hola, tia! --contestan todos con la educacion que los caracteriza. --!Brandon me esta dando golpes con los pies! --dice uno de ellos. --!A mi tambien! --suelta el pequeno, el mono repetidor. --!A ti no te he dado, mentiroso! --!Pues si! --!Pues no! --Chicooos... --dice mi padre con voz suave, tratando de calmarlos, lograndolo al momento. --Hola, papa. Hola, mama. Hola, abuela. --Estas muy guapa, vida mia --dice mi madre. --Mama... no hace falta mentir... --suelta la estupida de Violet. Claro, como ella esta increible con lo que se ponga... --Violeeet... --Es broma, papi... ya lo sabes --dice arrimandose a su hombro y sonriendole como una idiota--. Estas <>, hermanita --suelta con esa sonrisita cinica en la cara. No llego a entender en que momento empezo a tenerme esa mania que siempre trata de demostrarme de modos tan sutiles como este. Pero ya no le hago ni caso. Saludo a la mujer de mi hermano, que trata de controlar a los peques a pesar de que se comportan mejor que muchos adultos, y Jack entra en el salon. Al verlo, maldigo el haber nacido mujer. A ellos les permiten acudir a la cena con camisa y vaqueros, zapatos y, eso si, corbata. !Ah! Y recien afeitados, que no se me olvide. Le miro a el, despues me doy un vistazo a mi misma, comparo, y la diferencia es arrolladora. Ademas, Jack es atractivo. Siempre ha tenido exito entre las mujeres y nunca ha sido de una sola. Le gusta picotear, como el lo llama. Y por todo eso le envidio, ademas de porque papa le da manga ancha. Creo que, de entre todos, es su preferido. Puede que por su aficion a los deportes, no lo se. --Rubia... --Jack es un chulin. Tiene la costumbre de cambiarme el mote constantemente, y rara vez repite. Tiene gracia, lo admito, y ademas, es agil y sagaz. Gregor y Gabriela entran en el salon portando cada uno una fuente bastante grande. En una hay un caldo de pescado y marisco variado, y en la otra, un asado de carne. Y lo se porque cada fin de mes se repite el menu, por orden, claro esta, de la madre superiora. --Abuela --dice Gregor, adelantandose a ella--, lo hago porque considero que debo hacerlo, y si no le gusta, lo siento. Gregor siempre le ha hablado de usted a la abuela, y gracias a Dios, esa costumbre es una de las pocas que ha ido diluyendose a lo largo de los anos hasta extinguirse. Cosa que la abuela no se cansa de recordar, y motivo por el cual, a Gregor le permite ciertas licencias que a otros nos estarian vetadas por completo. --Se le paga para que haga su trabajo --recrimina la anciana delante de Gabriela, importandole bien poco que este presente. --Claro --contesta Gregor--, y lo hace de maravilla. ?No lo huele, abuela? La Sargento mira con impasibilidad a su primer nieto, pero no anade nada mas, solo un leve grunido. Gregor acude a mi lado, da la espalda a la abuela con disimulo y me sonrie sin ser detectado. La campana suena de nuevo, y esta vez con impetu: Liam ha agotado su corta paciencia, como siempre. Es el ultimo en bajar, y el mas raro de todos los presentes. Pasa casi la totalidad de su tiempo encerrado en su habitacion, frente al monitor de su ordenador. Es un experto en informatica y, en los ultimos anos, en la bolsa, donde parece que se gana la vida con bastante soltura. Tiene ojo para los negocios, y sabe donde invertir y cuando vender. Los test de inteligencia a los que nos sometian de pequenos revelaron que, de todos nosotros, el es el mas inteligente, pero nunca ha querido estudiar. En cuanto a la sociabilidad... bueno, eso es otra historia. No tiene amigos en la vida real, y solo se comunica con el exterior a traves de su computadora. Un friki, vaya. Cuando Liam entra en el salon, se cruza con Gabriela que regresa a la cocina a por el vino blanco. La saluda con la cabeza un poco gacha, y entra directo a su asiento, el unico que queda libre. <>, pienso. <>. --Llegas tarde --senala la abuela. Liam asiente, pero no dice nada. --Liam... Papa tiene un don para lograr imposibles usando solo una palabra al hablar, alargandola hasta la extenuacion y empleando una tonalidad que nos advierte de un comportamiento incorrecto. --Lo siento --se disculpa Liam al fin, levantando la cabeza. --Bien, estamos todos --dice mi padre--. Empecemos. Gregor, tu el primero, como siempre. ?Como ha ido? --Bien --contesta--. Hemos ampliado el mercado europeo, tal y como teniamos previsto. Llegaremos a diez nuevas ciudades durante los proximos doce meses, entre las que se incluyen Valencia o Niza. Esto supondra un gasto inicial de unos dos millones de dolares, que recuperaremos en un tiempo estimado de dos anos. Gabriela aparece con la botella de vino, y la desconcha junto a mi padre. Es una experta haciendolo. Las leyendas cuentan que mi abuela estuvo a punto de despedirla el dia que empezo a trabajar con nosotros por no saber hacerlo del modo correcto. Ahora podria ir a un concurso y proclamarse vencedora sin derramar una sola gota de sudor. --Suena bien, Gregor --le motiva mi padre--. ?Algun problema con el que pueda ayudarte? Gregor niega con la cabeza. --En principio, no. --Perfecto, como siempre. Mantenme informado de los avances. --Claro. Gabriela comienza a servir el vino en las copas, y mi abuela la observa con detenimiento. La pobre ha forjado a su alrededor una coraza que, en su mente, la vuelve invisible, porque de lo contrario se hubiera vuelto loca. --Violet, ?que hay de ti? --He quedado esta tarde con Julia, iremos de shopping. --No hablo de tu vida personal, sino profesional. --!Ay, papi, no me agobies, en serio! Tengo tiempo de sobra por delante. Dejame vivir. Papa carraspea y se contiene. --Tienes que centrarte, ya lo sabes. --Si, papi, ya lo se --contesta, empleando un tono infantil bastante ridiculo--. Estoy pensando en el mundo de la moda. Mi padre enarca una ceja. --?La moda? --Claro. No hay nada en el universo que me guste mas y se me de mejor. ?No te parece? --?Y que has pensado en concreto? --pregunta Gregor, mientras Gabriela comienza a servir sopa en los platos. --Pues... ya sabes... disenar vestidos... confeccionarlos... todo eso. --Si, ya, hasta ahi llego. Pero para eso hacen falta muchas cosas. Lo sabes, ?verdad? --!Pues claro! ?!Te crees que soy boba!? --exclama Violet muy ofendida. --Yo no he dicho eso, pero montar un negocio como ese, al nivel que tu deseas... no es facil. Solo queria que lo supieras. --Necesitare un disenador digital, un taller de costura con varios expertos en el tema, difusion por redes sociales... --Bien --dice papa--, ?y cuando piensas empezar con el proyecto? --Buf... no lo se. Ultimamente he ido muy liada. --De fiesta en fiesta --suelta Jack sin previo aviso. Violet le mira a los ojos sin titubear, y le contesta alzando la voz: --!El que no ha salido de fiesta este ultimo mes! La campana suena, y todos vuelven a sus posiciones iniciales. Saben que la abuela manda, y que hay que respetarla. Gregor siempre hace de mediador, y esta vez no iba a ser menos. --?Y tu, Jack? ?Ya estas matriculado? --Si. Pero he dejado un par de asignaturas para el curso que viene. --?Y eso? --pregunta papa. --Por aquello de lo que hablamos, el negocio que estoy montando con mi companero. ?Recuerdas? Me esta quitando demasiado tiempo para otras cosas. --?Al final va para adelante? --pregunto sin saber. Hace mucho que no se menciona nada del tema, y pensaba que habria caido en saco roto. --Si, eso parece. Estamos bastante emocionados, creemos que puede funcionar. --?Hablas de la cerveceria? --pregunta Gregor, interesado. --No sera una cerveceria --contesta Jack un poco ofendido--. Sera un lugar creado por y para los jovenes. Frente al mar. Con un pequeno escenario para ofrecer musica en directo. Iluminacion tenue, musica de ambiente... --Suena bien --digo sin pensar demasiado. --Gracias. El lugar es idoneo. --?Donde? --indaga papa. --Cerca del puerto maritimo, en una zona bastante exclusiva. Queremos ir a lo grande. --Cuanto mas subas, mas grande sera la caida --le aconseja Gregor, a lo que Jack responde volteando los ojos y dejandolos en blanco. --Conozco vuestras monsergas. Las he escuchado un millon de veces en estas cenas, tranquilos. No soy un pardillo. --Discrepo --suelta papa, tajante--. Es lo que eres, y no te creas ninguna otra cosa. Los negocios son muy serios, y hay que tener la cabeza muy despejada para saber separar la ilusion de la realidad. Y si fueras tan listo como te crees --anade a modo de estocada final--, hubieras hecho un estudio de la estructura antes de comprar. De ese modo, ahora no serias dueno de un local danado, y no necesitarias mas dinero mio para solucionarlo. --?Estas diciendo que no nos vas a ayudar economicamente? Mi padre, que esta a punto de llevarse a la boca una cucharada de sopa, frena a medio camino para mirar a mi hermano Jack a los ojos de un modo bastante duro. --No. Lo que digo es que quiero conocer a ese amigo tuyo. Hablar con el en privado. Si voy a darle mi dinero a un desconocido, lo minimo es que se presente ante mi, y me explique su proyecto y sus objetivos. --Es nuestro proyecto --le espeta Jack. --Si, y mi dinero, y mis normas. Las tomas o las dejas. Jack asiente, pero no se atreve a replicar ni una palabra mas. Y me percato de que mi abuela ya tiene la campana preparada de nuevo. El silencio se hace presente, generando una sensacion desagradable y rara en el ambiente. --Esta deliciosa, ?verdad carino? --Mi padre le habla a mi madre en un tono de voz que nada tiene que ver con el de hace un instante, como si no hubiera sucedido nada. Ella todavia no ha dicho ni una palabra. A decir verdad, no suele hacerlo. Los negocios de la familia nunca le han interesado demasiado. Prefiere mantenerse al margen y dejar hacer a mi padre. Al fin y al cabo, siempre se le han dado de maravilla. Dicen que el dinero llama al dinero, pero como no tengas buen ojo, el dinero se esfuma de un plumazo por mucho que tengas. --Si, muy rica --contesta sonriendo. El mas pequeno de mis sobrinos se tira la sopa por encima en un descuido, manchando parte del mantel, la tapiceria de la silla en la que esta sentada mi cunada, y la alfombra persa que tenemos bajo los pies. --!Esta familia es un desastre! --protesta la abuela. --Abuela... --le increpa con carino Gregor--, es un nino... ha sido un accidente... --!Si la asistenta le diera de comer estas cosas no pasarian! --Abuela... --insiste Gregor--, queremos que el pequeno coma con nosotros. Si ensucia, pues lo limpiamos. No pasa nada. Gabriela entra en la estancia nada mas escuchar el barullo. --No se preocupen, yo me encargo de todo --dice la mujer un poco angustiada, recogiendo la sopa que hay volcada sobre la mesa a toda prisa, tratando de evitar que caiga mas de ella sobre la alfombra. --!Tardas demasiado! --le grita la abuela. --Mamaaa... --Mi padre hace uso de su don, y surte efecto de nuevo. Es increible. Cuando el desastre se ha solucionado, la cena continua y le llega el turno a Liam. Siempre sucede de la misma manera: uno a uno, y por orden de llegada al mundo, nos preguntan/interrogan por nuestros avances en el mundo en general. Como si de un mes a otro nuestras vidas fuesen a cambiar de forma radical. --?Que hay de ti, Liam? ?Algun cambio? --Alguno... --contesta Liam sin demasiado entusiasmo. Todos aguardamos, pero no dice nada mas. --?Y bien? --insiste mi padre. A Liam hay que sacarle las palabras, y nunca lograre entenderlo. Mira que he conocido a gente rara en esta vida, pero lo de mi hermano es de otro nivel. Como si viviera en un mundo paralelo al nuestro y se dejara caer por aqui solo para alimentarse e ir al bano. --He ganado mi primer millon. Todos los que en ese momento estabamos sorbiendo sopa, la echamos por la nariz. Sin excepcion. --?!COMO!? ?!HAS DICHO UN MILLON!? A mi padre no le sorprende que alguien pueda ganar un millon de dolares. De hecho, el supero esa cifra hace mucho. Lo que le sorprende es que uno de sus hijos, sin su ayuda, lo haya logrado. --Si, un millon. --?!Como lo has hecho!? --pregunta mi padre. --Invirtiendo aqui y alla. En una de esas, !bingo! Sono la flauta. --?Cuando fue eso? --pregunta Gregor. --Hara unos quince dias --contesta Liam. --?!Y cuando pensabas contarlo!? --preguntamos Gregor y yo al mismo tiempo. A veces nos ocurre, estamos casi conectados. Liam se encoge de hombros. --No pensaba. Pero si preguntais... --Quiero saber cuando ingresaste ese dinero, y a que cuenta. Tengo que llamar a Michael, debo informarle de... --Papa... Liam interrumpe a mi padre, en cuya cabeza solo hay cabida en estos momentos para la evasion de impuestos. Mi padre mira a Liam, y este habla cuando tiene su atencion:

  • Furia, Jonathan Kellerman de Jonathan Kellerman

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  • La cinta de M. C. Andrews

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    Daniel Bond lo tiene todo bajo control. A pesar de su tormentoso pasado, o quiza gracias a el, se ha convertido en uno de los abogados mas reputados de toda Inglaterra. Su vida, planeada al milimetro, esta dominada por unas estrictas normas que rigen todas sus relaciones. Jamas se ha planteado transgredirlas con ninguna mujer... hasta que conoce a Amelia Clark. Amelia hace que se lo cuestione todo; lo reta con cada mirada, con cada caricia. Si solo fuese una cuestion de sexo, Daniel sabria a que atenerse, pero el problema es que cada vez que estan juntos siente la tentacion de explorar placeres que hasta entonces consideraba prohibido. La cinta es un relato corto que complementa la novela Noventa dias. De la mano de Daniel Bond, narrador y protagonista, descubriremos que cada historia de amor es unica e irrepetible.

  • El asunto Danvers de Elsa Tablac

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    Mientras contemplaba el tibio anochecer sobre la City de Londres desde el piso veintiseis de la Torre NatWest, Julian Danvers noto una presencia a su espalda. No le hizo falta contemplar el reflejo en la ventana para saber que se trataba de Susan Laymon, su eficaz secretaria. Parpadeo antes de dar la espalda a la ventana, regresando bruscamente a la realidad. ?Cuantos minutos llevaba ensimismado, contemplando el ajetreo de la ciudad desde el pasillo acristalado? --Julian, son casi las nueve de la noche. Creo que me marcho ya…Si no necesitas nada mas, quiero decir --dijo Susan, con la voz algo entrecortada, fruto de un reciente catarro. Contemplo su maquillaje y su cabello rubio ceniza recogido en lo alto de la coronilla, impecables desde las nueve de la manana. --Por supuesto, Susan. Siento mucho que el dia se haya alargado. ?Sabes si ya esta aqui mi cena? La secretaria lo observo atonita. Hacia un buen rato que habia llegado la comida, encargada a traves de una app a Solomon's, uno de los restaurantes favoritos de Julian. Echo un vistazo a su mesa. Ni siquiera se habia molestado en sacarla de la bolsa de papel. O tal vez no la habia oido cuando le aviso de que la cena ya estaba sobre la mesa de su despacho. Julian contemplo el minimo gesto de decepcion en su boca y el sutil juego de miradas. Entendio a la velocidad de la luz todo lo que estaba pasando por la mente de su secretaria. No le gustaba nada que se quedase en las oficinas de Danvers Holdings hasta tan tarde, pero llevaba un par de dias consumido por todo aquel asunto del problematico informe para McKinney. Y, en un plano mas personal, por la imperiosa necesidad de deshacer de una vez por todas su compromiso con Athena Richardson, su prometida. No podia alargarlo ni un dia mas. La fecha de aquella boda que nunca tendria lugar se acercaba peligrosamente. La secretaria, ya con el bolso sobre el hombro y el abrigo en la mano, se encamino de nuevo hacia su mesa, dispuesta a organizar su cena, pero Julian se adelanto rapidamente. --No, no te preocupes, Susan. Marchate ya a casa. Yo mismo me ocupo de calentarlo todo en el microondas, faltaria mas. Ya te he entretenido demasiado por hoy --le dijo, acompanando la orden con una de las sonrisas a las que recurria para salirse siempre con la suya. Ella torcio el gesto en senal de agradecimiento, pero el cansancio era mas que obvio en cada uno de sus movimientos. En su meteorico ascenso como consultor economico siempre habia sentido debilidad por las secretarias mayores y experimentadas. Sonrio mientras la veia abandonar la oficina, apagando las luces a su paso y dejandolo en una incierta penumbra. Hacia unos anos que Susan habia pasado la cincuentena. Tecnicamente podria ser su madre --el estaba a punto de cumplir treinta y tres-- y sin embargo, despues de tres anos a su lado, seguia encontrandola atractiva. Pero nunca cruzaria ese limite con ella, a pesar de que a veces su intuicion le decia que ella lo miraba de una forma demasiado intensa. Julian metio los recipientes de carton de Solomon's en el microondas y espero a que su cena estuviese de nuevo caliente. Se rio de su ocurrencia con respecto a Susan. Jamas se le habria pasado por la cabeza tener un lio con una de sus maternales secretarias. Para regocijo de su prometida, Athena, siempre habia preferido trabajar con mujeres mucho mayores que el. Su primera asistente, Rachel, apenas se habia quedado a su lado seis o siete meses. En cambio con Susan, o con su antecesora, la nordica Kristiane --ya jubilada-- no tendria esos problemas. No sentian ese hambre por escalar profesionalmente, esa voracidad profesional que las obligaba a saltar de un empleo a otro. En su caso, necesitaba a alguien a quien pudiese confiar practicamente todas sus intimidades. Athena. Suspiro, y de repente el dolor de cabeza que habia estado atenazandolo durante toda la tarde se manifesto en forma de severo pinchazo en su sien derecha. Supuestamente todo estaba casi a punto para la boda, pero las cosas habian ido demasiado de prisa entre ellos y ahora sentia la imperiosa necesidad de echar el freno. Se sentia un cerdo por ello, y a cada dia que pasaba esa sensacion iba en aumento. No solo por el hecho de abandonarla casi a las puertas del altar, sino porque era del todo consciente de que estaba retrasandolo. La decision estaba practicamente tomada desde hacia un mes, y aun no habia reunido el valor necesario para decirselo. Para decirle que lo suyo no tenia futuro. Que no estaba preparado para el matrimonio. Aun no. Que sentia que se habian apresurado demasiado, porque apenas hacia dos anos que se conocian, y uno que habian empezado a salir formalmente. Que lo de casarse habia salido de su boca en un euforico momento durante sus ultimas vacaciones en Ibiza, bajo los efectos del alcohol. Cualquier excusa serviria. O todas a la vez. Cualquier excusa, excepto la real: que no estaba enamorado de ella. Que no la queria como ella a el. Y que en los ultimos meses habia algo de su comportamiento que no le encajaba. Obviamente, eso era lo unico que era incapaz de confesar. El "ding" del microondas lo expulso de su ensonacion. Saco los dos recipientes de carton del microondas y se dirigio de nuevo a su mesa. Realmente no sabia por que no se habia marchado a su recien estrenado apartamento en Newington, o incluso a cenar en Solomon's, en lugar de dar cuenta de aquella triste cena en una oficina gelida y fantasmal. Pero, en el fondo, sabia muy bien el motivo: era miercoles, y los miercoles Athena acudia a su apartamento para pasar la noche con el. En realidad, seria el momento perfecto para enviar la cena directamente a casa, sentarse a tener esa conversacion serena y romper con ella, pero se autoconvencio con una burda excusa: habia tenido un dia duro en la oficina. Necesitaba una copa antes de regresar a casa. O mas bien, tenia que trabajar un rato mas en el informe McKinney antes de permitirse el lujo de dormir. Noto como se le cerraba el estomago. Alli estaba Julian Danvers, inmovil, en su enorme mesa de cristal sin saber muy bien que hacer. Finalmente, agito el raton y activo la pantalla de su gigantesco ordenador Mac. Busco la aplicacion de Facetime y llamo a Athena. Su novia contesto enseguida, como siempre. Alli estaba, esperandolo en su apartamento, cada vez mas integrada en su papel de ama de casa del siglo veintiuno. Se aseguro de que la camara del ordenador recogiera sin posibilidad de duda el lugar en el que se encontraba, su oficina en la torre NatWest. Ella arrugo la nariz al verlo rodeado de comida y de papeles. --Ya... ya se lo que me vas a decir... --Lo siento mucho, carino. Aun me queda un buen rato en la oficina. McKinney me matara si no tiene sus previsiones para el proximo ano al final de esta semana. --?No te espero despierta, entonces? --Es mejor que descanses... Intentare no hacer ruido cuando llegue. Athena esbozo una triste sonrisa. --Mas bien me gustaria todo lo contrario. Que me despertases cuando llegues. Sabia muy bien por que Athena lo decia. Ya eran tres miercoles seguidos los que habia llegado tarde a casa por "quedarse trabajando hasta bien entrada la noche". Y se habia dormido en el enorme sofa del salon, con la excusa de no despertarla. Pero Athena no era idiota. A veces, si veia que podia salir beneficiada, se hacia la tonta, pero no lo era en absoluto. Sabia que algun tipo de conversacion seria se cernia sobre ellos. De hecho, hacia dias que no le consultaba nada respecto a los preparativos de la boda. Ella tambien esquivaba el tema, intentando ganar tiempo. Julian suspiro. La cena, o lo que quedaba de ella, se estaba enfriando de nuevo. La cuestion era que ya no tenia hambre. Insistio, y con ello zanjo la conversacion: --Intentare no despertarte cuando llegue a casa. Buenas noches, Athena. No espero a que ella contestara. Cerro la aplicacion y su despacho quedo de nuevo en la penumbra, tan solo iluminado por la carisima lampara de Tom Dixon que tenia junto al ordenador, la unica pieza de diseno que albergaba la majestuosa oficina acristalada con vistas al Tamesis. No podia dejar pasar ni un dia mas. Manana desayunaria con su prometida y le diria lo que probablemente ya sospechaba: que la boda quedaba cancelada. Julian revolvio con cierta desgana los deliciosos tallarines Parsley de Solomon's, uno de sus platos favoritos. El mismo que aquella noche era incapaz de terminarse. Lo del informe para McKinney era totalmente cierto, y a pesar de que durante el fin de semana pasado habia avanzado bastante, sabia muy bien que "Kinney", como ya se permitia llamar a uno de sus mejores clientes, ni siquiera recordaba la fecha que habian fijado. Si lo llamaba el lunes siguiente para decirle que tenia los datos listos para sus proximas inversiones le contestaria balbuceante que OK; que todo bien, que se lo enviase con un mensajero y que ya le echaria un vistazo. Kinney tenia un problema evidente con el alcohol, y eso, por increible que parezca, tiene sus ventajas a la hora de estirar las fechas de entrega.

  • Sonar una bestia de Cesar Guemes

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    Un combate a muerte contra un monstruo.

  • AMURAO (El purgatorio de los ninos perdidos) de Fran Barrero

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    En un inusualmente seco mes de Noviembre, el cadaver de un nino de cuatro anos aparece en un embalse a las afueras de Riotinto, un pueblo minero de la sierra de Huelva. ?Accidente? ?Homicidio? El inspector Marcos Navarro, recien trasladado desde Sevilla, se hace cargo de la investigacion a pesar de no sentirse recuperado de las pesadillas que lo persiguen cada noche. La reportera Laura Moreno, obstinada y perspicaz, se encuentra con la noticia y decide usarla para lograr el ascenso a presentadora que tanto ansia.

  • Cartas olor a lavanda de Carmen Calero

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    ecuerdo como si fuera ayer la primera vez que vi a Antoine. Era un mediodia caluroso, un mediodia de un julio en Andalucia cuando ni el piar de un pajaro ni el zumbido de un insecto, ni tan siquiera el ruido de coche alguno pasando a lo lejos rompia el bochorno de esa hora de la tarde. Como cada mediodia yo estaba ayudando en el negocio de mi madre, y tres chicos castano claro y espigados llegaron y se sentaron a esperar su turno detras de mi, a mi espaldas, de frente a la cara de mi hermana pequena que estaba sentada conmigo, esperando que yo terminara de mi trabajo y nos fuesemos juntas a casa a comer. Tal vez percibio mi mirada, o yo senti la suya en mi nuca, porque de pronto, cuando mire hacia atras, justo los dos cruzamos la mirada, y nos sonreimos, y enrojecida, aparte la vista rapidamente. La floristeria de mi madre, negocio familiar que ella heredo de su tia, un local pequeno, pero reformado con mucho gusto, con una parte amplia para atender a los clientes, y donde exponer todas las flores que con muy buen saber hacer y delicadeza, mi madre decoraba, solia estar en cualquier epoca del ano con mucho bullicio de gente, comprando mantillo, algun jovenzuelo comprando un ramito de claveles para su madre o su novia, o alguna vecina comprando macetas nuevas para renovar el patio de la comunidad. Aunque julio y agosto eran meses bastante tranquilos en que la tienda a esas horas solia estar bastante silenciosa. Ellos dudaban entre un ramo bonito pero sencillo o una maceta de peonias, que era la flor favorita de la madre de uno de ellos, para regalar a la casera del hostal donde estaban parando, que habia sido muy carinosa con ellos, explicaron a mi madre. Aquella misma tarde marchaban para Sevilla y querian dejarle ese detalle. Estaban parando en un hostal cerca del rio, donde por la noche les llegaba un gran olor a azahar por los naranjos que rodeaban la Ribera. --La peonia es muy exigente en sus cuidados. Es de China --les dijo mi madre--. Requiere un clima templado y hay que plantarla entre sol y sombra, y regarla frecuentemente. Le cuesta mucho florecer, pero cuando lo hace, sus flores son impresionantes y preciosas, y con un aroma muy fino. Las hay en blanco, varios tonos de rosa y en rojo. La que a vosotros mas os guste u os llame la atencion. Siempre fui una chica idealista. Timida y me gustaba sumergirme en mi propio mundo, aunque tenia muy buena relacion con mi hermana y mis padres. Creia en los cuentos, en las hadas, los duendes y las princesas. Y a toda mi vida ponia o intentaba poner algo de magia. Me gustaban las historias bonitas. Por las noches intentaba siempre fantasear antes de sonar, y de pequena siempre imaginaba mi vida paso a paso hasta llegar a lo idilico que caracteriza a los suenos, aunque sabia de la realidad de las encrucijadas, los problemas y tristezas que nos iban viniendo sin buscar. Siempre fui una chica despierta y vivaz. Mientras yo estaba acabando el centro de mesa siguiendo las instrucciones de mi madre, de espaldas a ellos, y mientras mi madre hacia el ramo por el que aquellos chicos rubios se decidieron, oia sus murmullos y sonrisas en lo que me parecio que era frances, y nuevamente aquellos ojos claros cruzandose con los mios. Mi madre termino y les entrego el ramo, ellos pagaron y marcharon. Yo me quede con un poco de tristeza, o mas bien decepcion o de curiosidad porque me hubiera gustado saber algo mas de aquel chico rubio y espigado que parecia debia ser el unico que hablaba espanol porque habia sido el que habia hablado con mi madre en todo momento. La puerta se abrio y el movil colgado tras ella sono avisando de un nuevo cliente. Era el. Se acerco a mi al rincon apartado donde yo seguia con lo mio, me pregunto mi nombre y si por favor podia darle mi direccion porque le gustaria escribirme. --Mi nombre es Antoine. Me gustaria conocerte. Le anote mi nombre y la direccion de la floristeria en una nota de papel de regalo que mi madre utilizaba para envolver los encargos. Se la di, y dandome un beso en mi mejilla de adolescente de 15 anos salio por la puerta, dejandome en un estado de ilusion y asombro que siempre senti cada vez que recorde aquellos magicos instantes. Los veranos en mi ciudad siempre pasaban mas o menos de la misma forma, condicionandonos un poco, la intensa temperatura, para salir o entrar o divertirnos o descansar. Se aprovechaban mucho las mananas y luego las tardes cuando el sol empezaba a esconderse, y las calles se habian enfriado. Yo pasaba los dias ayudando a mi madre por la manana y ocupandome un poco de mi hermana pequena. Comer, descansar en la siesta y cuando el fresco ya se hacia presente salir con mis amigas a pasear, o al cine de verano, y algunos dias a la piscina. Quedaba una semana para salir de vacaciones, al norte como cada ano, alejandonos del calor que tanto a mi madre como a mi, tan poco nos gustaba y ademas, segun como, alguna vez sobretodo a ella, nos sentaba mal. Adoraba el norte, con sus profundos y verdes valles, sus rios de aguas bucolicas y cristalinas, playas de arena dorada y fina que contrastan con los suntuosos acantilados que emergen en sus pies. Tierra de valientes navegantes, de barquitos de madera, de grandes y plateadas olas, de infimos sonadores y hombres fuertes de metal. El mar es el verdadero dueno de estos lugares, los magnifica y los sella con su diseno, agota nuestra fantasia y nuestra voluntad. Tierra de pescadores y barquichuelas. Cada verano desde que yo tenia unos 10 anos pasabamos en el norte nuestras vacaciones, en las que me reencontraba con mis amigos de verano, y en donde redescubriamos juntos la ciudad y asi cargaba mi mente de recuerdos y planes de proyectos para realizar el verano del ano siguiente. En el norte todo era diferente. Sentia volar, me elevaba sobre las casas de pescadores hasta llegar al mar, testigo de la historia, de amores de verano, de familias enteras banandose al morir las tardes de agosto. El sol escribia en mi espalda mientras estaba tumbada en la playa con mis amigos, percutida por la arena que impactaba en mi piel, atizada por el viento. Alli en esas tierras tan verdes y frescas y tan diferentes a la mia, toda la familia cogiamos la energia y el descanso necesario para volver y seguir un ano mas. Nos encantaba visitar cada pueblecito de la zona, donde parece que la vida trascurre con tanta lentitud y sosiego. Montes verdes, de intenso y variado verde incluso en el fuerte verano, salpicado de montanas, con robles, castanos y abetos, y las maravillosas casas con sus tejas negras y verdes. Y ese mar Cantabrico, esas playas, que mueren en unos acantilados enormes altos y escarpados. Y tambien nos encantaba pasear por el puerto, viendo como los pescadores salian y entraban con sus barcos, algunos sin capturar nada, lamentandose de su mala suerte. Otros muy contentos con su marco lleno de arenques y alguna que otra buena pieza. Y relajada y con el alma renovada y limpia, y la mente llena de recuerdos e ilusiones, volviamos a casa. Tocaba con los dedos la realidad de lo cotidiano, y volvia al dia a dia del verano de Andalucia con mis amigas. Habia pasado casi un mes desde aquel encuentro con aquellos chicos en la floristeria y yo andaba ya absorta preparando las cosas para la vuelta a clase, casi olvidada de ese encuentro casual, pero tan bonito, inocente y espontaneo, cuando un medio dia mi madre me llamo. --Maria, tienes una carta. La ilusion y la emocion que me recorrio el cuerpo al comprobar que la carta venia desde Paris es indescriptible. La incognita del contenido, la alegria al recordar los ojos de aquel chico. Mis manos juguetearon un poco nerviosas con el sobre. La gran emocion hacia que el gesto de abrirla, que hubiera sido rutinario por la costumbre de recibir otras muchas cartas de muchos amigos que tenia fuera de mi ciudad, abrir aquella de aquel desconocido y ver que me decia, en aquel momento fue algo sublime.

  • Offline (Hanne Wilhelmsen 9) de Anne Holt

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    Tras ocho anos de silencio, Anne Holt vuelve a su serie mas famosa, protagonizada por la tenaz detective Hanne Wilhelmsen.

  • Sebastian en la laguna de Jose Luis Serrano

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    Aquel verano vi mi primer muerto, morado, hinchado, guapo aun, con los rizos revueltos. Ahogado en la laguna, aunque quiza estaba ya muerto cuando se puso de pie. Muerto antes que ahogado, eso decian los del pueblo. Tampoco es que haya visto muchos mas despues: tan solo a Alfredo Kraus y a mi padre. Hermoso, porque el era hermoso incluso morado y muerto, con el pelo revuelto, ensangrentado y lleno de algas, tardaron horas en encontrar el cadaver, enredado entre los juncos, con la cara fria y el torso desnudo, ese bellisimo torso que tantas veces habia visto henchirse con su respiracion. Resultaba extrano verlo ahora tan quieto, en la arena, junto a la verja azul. Era de noche y se habia levantado una ligera brisa, como casi todas las noches de verano junto a la orilla de la laguna, tan oscura. Estaba tumbado boca arriba, rodeado por los vecinos de los apartamentos. Mama bajaba corriendo por las escaleras, un poco desencajada, supongo que para impedir que mis hermanas y yo lo vieramos. Pero yo ya lo habia visto (no asi ellas: el padre del muerto se habia llevado a todos los ninos pequenos a la parte de atras, a pesar de su dolor, quiza para preservar la intimidad del cadaver, tan desnudo). Yo lo sigo viendo muchas noches, hermoso, amoratado y frio. Fosforescente. Por las algas, supongo. Con el pelo apelmazado por los coagulos de sangre ya medio seca. Tumbado boca arriba con los brazos extendidos. La boca semiabierta y los ojos cerrados. Rigido como los alamos en invierno. Se escurrio en la barca y se golpeo en la cabeza con el motor, luego se intento incorporar y, cuando estaba de pie, se desequilibro y cayo al agua, pero estaba ya muerto, no murio ahogado, quiza estaba ya muerto cuando se puso de pie, eso decian. 2 Pero yo no se si voy a poder contar algo porque no se puede contar nada nunca, porque el presente se va y cuando se va ya todo es mentira, o es incompleto, y lo que recordamos y lo que inventamos se mezcla, y pasan mas presentes, uno cada segundo, uno cada fraccion de segundo, y cuantos mas pasan mas nos alejamos y la verdad se nos antoja cada vez mas inaprensible. Ni siquiera yo mismo se si vi o imagine y mas aun al cabo de los anos, treinta ya, o casi, o quiza sean mas, porque todo se mezcla y cuando uno se cuenta una historia o alguien nos cuenta una historia dejamos de saber si lo que de verdad paso fue realmente lo que paso o lo que nos contaron fue mas real, porque es imposible contar una historia sin mentir, que me lo digan a mi, aunque yo intente hacerlo y no sea consciente de las mentiras, solo hay presente y es imposible captarlo todo en cada instante, asi que se escapa y entonces ya no es posible contarlo sin mentir porque solo dura un segundo, una centesima de segundo y entonces intentamos contar lo que acaba de pasar, una estrella fugaz, un orgasmo, un latido que se ha hecho esperar mas de lo debido, pero ya mentimos sobre la trayectoria de la estrella, sobre la intensidad del orgasmo (que ya es imposible reproducir porque no deja huella, como el dolor no deja huella, algo que me ha sido muy util para enfrentarme a algun dolor de muelas: vencerlo en cada instante puesto que no es acumulativo, aunque no dirian lo mismo los que de verdad sufren dolores terribles, quiza les valga lo que digo, ojala lo hiciera), sobre la duracion del latido que no llega. Lo habia intentado hacia unos anos con alguna redaccion para el colegio, pero no me habia salido bien, o yo no habia quedado especialmente contento con el resultado. No con el resultado literario sino con lo que paso despues: no me gusta del todo, eso dijo mama, has inventado cosas, no ocurrio exactamente asi, lo has idealizado, entonces papa le dijo que era una envidiosa, eso dijo papa, y una enredadora y se monto una buena. Esto fue lo que escribi: Habia una vez un colegio de una ciudad pequena de provincias. El edificio estaba en el borde de la ciudad antigua y tenia dos puertas: una que comunicaba con el centro de la ciudad, por la que cada manana entraban los hijos de los abogados, los medicos y los maestros, y otra trasera que daba a los barrios de los obreros. Sus hijos tenian que cruzar cada dia una calle de cuatro carriles con un trafico espantoso por un paso de cebra sin semaforos. Algunos acabaron alli sus cortas vidas. En esa puerta trasera habia un terreno triangular lleno de cardos y escombros que pertenecia al Ayuntamiento. Uno de los maestros, que habitualmente cuidaba el comedor, decidio dedicar ese tiempo que les quedaba libre a los ninos que no iban a comer a casa, entre las clases de la manana y la tarde, para ensenarles a cultivar un jardin. Recogieron los escombros, arrancaron los hierbajos, cavaron la tierra, la regaron y, finalmente, empezaron a plantar. Dedicaron una parte, la mas externa, a poner plantas con flores: rosales, geranios, margaritas. Y en el interior, junto a la valla, los chavales aprendieron el milagro de la vida con las lentejas, las judias o los garbanzos que traian de casa y que rapido empezaban a germinar con sus altos tallos verdosos. Asi, los ninos que cruzaban del otro lado empezaron a presumir de jardin e incluso algunos padres del centro rodeaban el patio del colegio para ver aquellas lozanas margaritas y sentir la fragancia de las rosas. Un dia, el Ayuntamiento comunico a la direccion del colegio que ese terreno era suyo y que tenia previsto acondicionarlo para poner un jardin. La direccion, sorprendida, le hizo saber que ya habia un jardin, y que los ninos estaban encantados. Pero el Ayuntamiento penso que era peligroso, que estaba junto a la carretera, y que los ninos no debian salir del recinto vallado del colegio. A los dos meses, el jardin era de nuevo un estercolero lleno de hierbajos y, poco despues, fue asfaltado. Una senora que miraba cada dia desde su ventana a los muchachos trabajando con tanta ilusion, escribio varias cartas a los periodicos, y el Ayuntamiento, algo avergonzado, concedio el titulo de ciudadano ejemplar al maestro. Pero el jardin ya era solo un trozo mas de asfalto gris en una ciudad llena de asfalto gris. Recuerdo la tarde de mayo en la que el maestro hizo cerrar las persianas de la clase: <>. Desde la calle llegaba el sonido de la excavadora que arrancaba las rosas y las plantas de tomates. Pero el maestro abrio un libro y comenzo a leerlo. Se llamaba <>. Ese dia supe que mi padre era un hombre especial y que el mundo era, en general, una mierda. Asi que me enfade mucho y deje de escribir porque si todo era siempre mentira o no era nunca del todo verdad no me apetecia seguir enganando. Hasta hoy, que he dibujado circulos en la arena de la playa recordando a Olivier, el subnormal, que parecia un pajarillo, esperando, casi ansiando, que me lleve con el, con los felices, sin preocuparme por verdades o mentiras y sin saber si voy a ser capaz de contar una historia sin hacer dano a nadie. 3 Hacia ya varios anos que pasabamos una parte de las vacaciones de mi padre en la laguna. Unas veces en julio, otras en agosto. Alquilabamos un apartamento muy agradable, de tres habitaciones (una para mis padres, otra para mi y la tercera para mis dos hermanas pequenas, las mellizas), con un salon enorme que daba a una terraza soleada frente a la laguna. El apartamento formaba parte de un bloque horizontal de dos pisos de ladrillo visto, el unico que habia en la orilla y que seguramente incumplia todo tipo de normativas. Eran otros tiempos. Ahora habria sido construido en el mismo sitio, pero cumpliendo todo tipo de normativas y algun politico de medio pelo se habria hecho rico. La fila de apartamentos salvaba el desnivel entre el pie de la montana y la laguna. Los apartamentos superiores, seis en total, a los que se accedia desde la carretera, como el nuestro, eran todos de alquiler, pero casi siempre las mismas familias los ocupabamos ano tras ano. A los apartamentos inferiores se entraba por una rampa de asfalto que desembocaba en la zona en la que tomabamos el sol, una especie de playita artificial con arena un poco gruesa separada de la laguna por una verja de hierro azul y una hilera de alamos blancos, que dejaban paso a unos cuantos sauces llorones en los extremos. En la verja habia tres puertas que daban a unas escaleras desde las que nos lanzabamos al agua siempre helada, y que servian para que la gente mayor bajara a refrescarse, agarrados siempre a la escalera porque la laguna era muy profunda. Esos pisos inferiores estaban ocupados por las familias duenas de todo el bloque, todos emparentados entre si y que habian hecho fortuna con una fabrica textil en la epoca en la que los pantalones vaqueros se pusieron de moda. Ahora eran ya mayores y sus hijos rondaban los veinte o treinta anos, y cada vez aparecian menos por la laguna. La alegria llegaba de los apartamentos de alquiler (<>, eso decian <>): montones de crios pequenos y ruidosos que correteaban o gateaban por la arena, o montaban en bici o se pasaban las horas muertas en la piscina con forma de rinon (tan sombria siempre, tan helada, con el suelo lleno de hojas resbaladizas y podridas, pese a que el agua se cambiaba a diario, llenandola desde la laguna por la manana y vaciandola en ella cada noche), con los labios morados y temblando de frio. Porque en la laguna casi nunca hacia demasiado calor, al menos no hacia ese calor de julio o agosto de la ciudad. Salvo a las tres de la tarde, la hora en la que Sebastian salia de su casa, en la esquina de la izquierda. Tambien era la hora de Olivier, pobrecico, el subnormal. 4 Sebastian era de <>. Tenia unos veinte anos y los ojos azules, y un bigotillo rubio que a mi me hacia mucha gracia. El pelo rizado y alborotado siempre, sin peinar, como un emperador romano, eso decia papa, este chico parece un emperador romano. Su madre era noruega, pero llevaba ya montones de anos en Espana y hablaba un castellano divertidisimo, muy de pueblo, pero con un acento complicado cuya procedencia nadie era capaz de adivinar. Su otro hijo, Tadeo, vivia en Nueva York y yo solo lo habia visto un par de veces en mi vida, moreno, muy moreno y con una barba larga y descuidada, habia salido al padre, al empresario textil con fabrica en uno de los poblachones grandes cercanos a la laguna. Tadeo tenia una moto pequenita y negra en la que nos daba paseos a los ninos las veces que aparecia por los apartamentos, pero yo ya llevaba dos o tres anos sin verle. No era tan guapo como Sebastian, eso desde luego. Pero bastante mas sociable. Salvo ese ultimo ano, que no pudo ni salir de su habitacion

  • El ladron de tatuajes de Alison Belsham

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    El thriller mas impactante y adictivo de la temporada.

  • La sonrisa de las mujeres de Nicolas Barreau

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    En Paris, de vez en cuando, llueve a cantaros y sopla el viento del norte tan fuerte que parece no haber resquicio donde refugiarse. Como cuando las borrascas llegan al corazon y no sabemos como ni donde esperar a que escampe.

  • La criminologa (Los casos de Jennifer Palmer 1) Arthur R. Coleman de Arthur R. Coleman

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    Un trepidante thriller policiaco, una novela de intriga y sensualidad desde una optica nueva y fresca, un personaje diferente, pleno de originalidad y fuerza: Jennifer Palmer. El nuevo y mas sorprendente personaje de la novela criminal y erotica.Un novedoso enfoque de la literatura de asesinos en serie. Un autentico psicopata del crimen busca un adversario de su talla y reta a la criminologa Jennifer Palmer a traves de sus asesinatos: Los desafios del hombre. Es el kraken

  • BLANCA (Hermanas Egea 2) de Marilo Lafuente

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    Aunque empieza la carrera de Administracion y Direccion de Empresas, Blanca pronto se da cuenta de que su verdadera vocacion es la cocina.
    Dulce, carinosa, romantica y poco amante de las peleas, conoce a Pablo, un hombre totalmente opuesto a ella con una sola cosa en comun; su amor por la cocina.
    Pero como la ciencia demuestra, los polos opuestos se atraen, y de que manera.
    Pablo es egocentrico y desconfiado, con un caracter dificil para mantener una relacion. Esta naturaleza recelosa, en ocasiones, le hara comportarse, mas que duro, cruel con ella.
    Claro que todo tiene sus consecuencias y esa falta de confianza producira en Blanca un efecto desconocido, hasta ese momento, por todos los que la rodean.
    Ella, hasta ahora dulce como su reposteria, se convierte en una gata arisca…, escarmentada y con una herida dificil de curar.
    ?Podra Pablo conquistarla de nuevo?
    ?Sera Blanca capaz de sacar lo mejor de el?

  • El Beneficio de la Duda de Flor M. Urdaneta

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    Laurel Moore es una abogada exitosa, decidida y tenaz. La vida le ha ensenado a no confiar en nadie, mucho menos en los hombres.

  • Quinto culpable de Mercedes Pinto Maldonado

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    Todas las vacaciones que recuerdo hasta que cumpli diecinueve anos comenzaron en Salomar al dia siguiente de recibir mis calificaciones de fin de curso. Regresar a nuestro querido pueblo costero era para mi familia el sueno de todo el ano. Mis padres y yo viviamos en pleno centro de Madrid y para ellos su residencia habitual suponia trabajo, prisas y estres. Todo lo opuesto a Salomar, donde cada verano nos esperaba la tranquilidad, el esparcimiento y la diversion, a elegir segun el estado emocional, con toda la libertad de quien es dueno de las veinticuatro horas del dia. Manuela y yo llegabamos antes que mis padres, casi siempre la ultima semana de junio. Mis padres, a causa de su trabajo, comenzaban sus vacaciones el uno de agosto. Pero en el verano de 2012 ni mis padres ni yo teniamos prisa por regresar al chale de la playa. Las vacaciones del ano anterior habian supuesto para los Del Bosque una quiebra familiar de la que dificilmente nos recuperariamos. No obstante, y a pesar de que mi madre y yo le insistimos en que ese ano era un grave error regresar a Salomar, mi padre resolvio que la mejor forma de superar la situacion era retomar nuestras costumbres. Lo cierto es que el era el menos afectado; en gran parte, por su caracter desenfadado y resolutivo y por su natural manera de distanciarse de los problemas para afrontarlos con perspectiva. **** El Audi A6 recorria los ultimos kilometros de la autovia que desembocaba en la costa andaluza. A traves de las ventanillas, mi madre y yo atisbabamos en la lejania la cala que albergaba los mejores momentos de nuestras vidas, pero tambien el mas amargo para mi. Note como se me aceleraba el corazon a medida que nos aproximabamos y la playa se abria ante mis ojos. No podia pensar, mi mente estaba colapsada a causa de una fuerte sensacion de panico. Comence a sudar y senti una imperiosa necesidad de bajar la ventanilla para respirar aire fresco, pero no la brisa salobre de Salomar. Ese verano, lo que antes percibia como un agradable y penetrante perfume marino, me parecia que iba a colapsar mis pulmones. Pero mi padre era ajeno a mi estado de conmocion y pulso el boton que bajaba los cuatro cristales; aunque yo sabia que lo habia hecho a proposito, como terapia de choque para todos, como hacia el las cosas. --Guauuu… Ya no recordaba esta agradable sensacion humeda en la piel. Y este aroma… Tiembla, Salomar, los Del Bosque han regresado --dijo mi padre con un entusiasmo que no parecia fingido. --Creo que voy a vomitar --susurre convencida de no poder retener en mi estomago los dos trozos de ternera que habia ingerido en todo el dia. --?Puedes aguantar un poco? Segun este chisme, estaremos en la puerta de casa en cinco minutos. Asoma un poco la cara por la ventanilla como hacias de pequena cuando te mareabas, siempre te dio resultado. Solo un poco, creo que ahora esta prohibido. Lo hice y, tras dos arcadas, arroje sobre el exterior de la puerta mi exiguo almuerzo. --Eso seguro de que esta prohibido --fue lo unico que dijo mi madre. --Voy a parar --decidio mi padre. --Ya no es necesario, puedo aguantar los minutos que faltan. --Bien. ?Estas mejor? --Si, algo mejor. Pero no, no estaba mejor. Cada vez me sentia mas debil e incapaz de pisar de nuevo las arenas de Salomar. --Toma, bebe un poco de agua --dijo mi madre mientras me daba una botella de agua mineral. **** Despues de que mi padre pulsara el boton del mando, las dos hojas del porton comenzaron a abrirse lentamente. Siempre nos habia parecido un ritual maravilloso que nuestra residencia de veraneo nos diera la bienvenida de manera tan majestuosa y acogedora, como si extendiera dos grandes alas para abrazarnos. Sin embargo, ese 1 de agosto de 2012 me parecio que la casa abria su boca de una forma siniestra. Tuve la sensacion de que ese verano pretendia engullirme. Entonces volvi la cabeza hacia mi izquierda y el placido sueno del pequeno Daniel me rescato de un desmayo. --Hemos llegado, familia --anuncio mi padre mientras los aromas del jardin inundaban el interior del coche. Nadie le contesto. Ni mi madre ni yo nos sentiamos con animos de hacer ningun comentario. La tension se palpaba en el vehiculo. --Mientras descargais, voy a darle el biberon a Daniel y un buen bano. Pobrecillo, esta agotado --fue lo unico que dijo mi madre mientras abria la puerta del copiloto. Entonces aparecio Manuela en la entrada principal, nuestra querida Manuela. --No puedo creerme que esteis por fin aqui. Que alegria. A ver ese pequenin --dijo mientras se aproximaba al coche--. !Pero si esta criado! Que lindo esta. --Tu si que nos has dado una alegria. ?Que haces aqui? --le pregunto mi madre mientras la besaba con carino. --Llenaros el frigorifico y cocinaros algo para la cena. Ademas, estaba loca por ver al pequeno Daniel. Que bonito esta. Es igual que tu, Mariano. Mi madre y yo nos miramos con perplejidad; el parecido entre mi padre y Daniel era inexistente. --Me miras con muy buenos ojos, Manuela, pero creo que mi hijo es mucho mas guapo que yo, gracias a Dios. Manuela habia comenzado a trabajar como interna en nuestra casa de Madrid cuando acababa de cumplir los dieciocho anos. Yo solo tenia unos meses. En realidad, segun su carne de identidad habia nacido varon y se llamaba Manuel, pero ella siempre se habia sentido una mujer y, desde luego, lo parecia. Mi padre me conto que, despues de que un conocido le comentara que en casa necesitaban ayuda domestica, llamo a nuestra puerta y pidio el trabajo. Decia que lo habia conquistado su honestidad, que no habia omitido ningun detalle de su vida personal; estaba viviendo en casa de una amiga despues de que su madre la echara de casa cuando le confeso su homosexualidad. Fue contratada por dos semanas de prueba, pero ese mismo dia mis padres supieron que se quedaria en casa hasta que ella decidiera marcharse. Tambien pasaba los veranos con nosotros en Salomar, y fue alli donde conocio a uno de los pocos pescadores solteros que quedaban en el lugar, se enamoraron y se casaron a los pocos meses. Fue un escandalo en el pueblo, su union dio lugar a habladurias durante semanas. A Paco el Boquetes --llamado asi porque se le daba muy mal coser los agujeros de su red y solia sacarla medio vacia de la barca--, no se le habia conocido relacion alguna en sus cincuenta anos y la mayoria de sus colegas de pesca le hacian el vacio, convencidos de que era homosexual y temiendo las malas lenguas. Que Manuela se enamorara y se casara tambien fue una sorpresa para nosotros que cambio, en buena parte, nuestra rutina familiar. Una semana antes de la boda, Manuela se fue a vivir a Salomar. Hacia ya unos meses que se encargaba de vigilar y cuidar nuestro chale, y desde entonces una fria empresa se hacia cargo de la limpieza del hogar de Madrid. Desde que Manuela conocio a Paco el Boquetes no se le borraba la sonrisa del rostro; era realmente feliz. En un acto casi reflejo, sali del coche y me eche en sus brazos, conteniendo las lagrimas. Fue como si de repente encontrara algo reconfortante entre el dolor lancinante que me aguardaba en aquel lugar desde hacia un ano. --!Ay, mi nina! !Como te he echado de menos! --exclamo mientras me estrechaba contra su sujetador relleno de trapos. --Y yo a ti, ni te lo imaginas. --?Estas mas alta o me lo parece a mi? --No he crecido desde los catorce anos, Manuela. --Pues entonces estas mas delgada, y mas mujer. ?Y ese brillo en los ojos? --me pregunto sosteniendome la mirada. --Nada, que me emociona verte de nuevo. --Bueno, vamos adentro que hay trabajo antes de la cena --nos interrumpio mi padre, temiendo que mis sentimientos se desbordaran. Manuela era unica y fantastica. En una hora todo estaba en su lugar, Daniel dormia comido y banado, y la cena estaba servida. --Yo ya os dejo, que mi Paco tambien querra cenar --nos dijo antes de marcharse mientras se quitaba el delantal--. Si os viene bien, puedo venir este mes de lunes a viernes; mi Paco tiene a su madre muy malita en el hospital de Granada y la pobre mujer solo lo tiene a el para cuidar de ella. Se va los lunes muy temprano y vuelve los sabados. Que vida esta... --Nos viene de maravilla contar contigo estos dias, ahora tenemos mas trabajo que nunca. Gracias, Manuela --le contesto mi madre. --?Que nos va a parecer, Manuela? Pues que estamos encantados y agradecidos --dijo mi padre. --Ea, pues manana temprano estoy aqui con mis cosas. Cenamos en silencio, ni siquiera mi padre fue capaz de articular mas de dos frases. Todos teniamos en mente el ultimo verano y ninguno estaba dispuesto a compartir sus pensamientos. Aunque mis padres ignoraban los episodios mas sordidos que habian acaecido durante aquellos dias de sol y playa. Y que la tragedia interior que suponia para mi regresar superaba con creces el miedo que ellos sentian ante la posibilidad de que volviera a ver a Raul. **** Para la gente, nuestra relacion era un amor de verano sin transcendencia, no solo porque nuestro romance habia nacido a la orilla del mar de un pueblo acostumbrado a ver como sus veraneantes adolescentes vivian relaciones pasajeras; tambien porque nuestros mundos eran incompatibles. Raul era oriundo de Salomar, habia crecido entre campesinos y pescadores, gente sencilla que vivia a mas de cien kilometros de cualquier capital. La inmensa mayoria de los ninos nacidos en el pueblecito pesquero terminaban sus estudios cuando salian de la escuela, igual que el, que desde los catorce anos trabajaba en un taller de reparaciones de vehiculos del municipio vecino. Aunque su caso era algo distinto: le encantaba leer en sus ratos libres, habia conseguido compaginar su trabajo con los estudios y estaba a punto de presentarse a la selectividad confiando en obtener una beca. Aun asi, su formacion pudiera parecer escasa y su personalidad, la propia de sus circunstancias y su medio de vida. Tanto los lugarenos como los veraneantes veian a un muchacho apuesto que, al fin y al cabo, llegaba todas las tardes con las unas negras de grasa a causa de su trabajo en el taller y que limpiaba los fines de semana con la sal del mar haciendo windsurf y pescando cangrejos y pulpos. En cambio, yo era lo que vulgarmente podria decirse una nina bien. Hija de una popular fiscal del Estado y del dueno y fundador de un famoso gabinete de investigadores de Madrid. Nunca me habia faltado absolutamente nada. Desde pequena estudie en los mejores colegios privados y estaba a punto de entrar en la universidad. Como decia mi amiga Sonia: << Lo vuestro es un imposible, hija, pero disfrutalo mientras puedas. Que cono >>. Ella tambien era natural de Salomar. Era bastante ordinaria, aunque muy buena chica y la mejor amiga que he tenido. El amor es asi, te propina su estacazo sin valorar si hay alguna posibilidad de exito. En mi caso, lo que rompio la relacion no fue la diferencia social ni los quinientos kilometros que nos separarian la mayor parte del ano, sino la mas vil violacion, que a mi no me cabia la menor duda de que el habia orquestado junto a sus amigos de la pandilla con premeditacion, alevosia, nocturnidad.

  • Bajo la verde fronda de Thomas Hardy

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    <>: asi tambien son los persona-jes de esta novela, que forman una comunidad pero tienen cada uno su propia historia. La comunidad es, al final, la union de historias particulares y distintas, porque ninguna se repite de la misma manera ni con la misma voz. Los musicos de la parroquia de Mellstock, orgullosos de su arte, ven peligrar su continuidad cuando el nuevo parroco compra un organo para la iglesia que supone reemplazarlos. Las razones del parroco para esta novedad no son solamente musicales: la oportunidad de tener cerca a la que sera la joven organista, Fancy Day, ha pesado en su decision. Pero a la senorita Day la rondan otros dos pretendientes, el hacendado Shiner y el joven Dick Dewy, hijo del buhonero, que se asombra <>.

  • Tiempo de amar de Elena Garquin

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    Erase una vez un guerrero que intentaba matar fantasmas con su espada. Y una hermosa muchacha cuya valentia logro salvarlo.
    Erase una vez una guerra que derramo sangre, destruyo esperanzas y quebro espiritus. Un largo cautiverio que marco voluntades. Un matrimonio forzado que rompio juramentos sagrados.
    Una historia de amor truncada por la maldad mas oscura.
    Y una magica lluvia de estrellas destinada a protegerlos a traves del tiempo y del espacio.
    Emprendieron una lucha sin cuartel contra el odio y la sed de venganza. Comprendieron que debian mantenerse unidos en un mundo extrano para ellos, pero...
    ?Seran capaces de aceptar que, despues de un tiempo para las promesas y otro para las traiciones, llegara el tiempo de amar?

  • Tocamela otra vez, Ethan de Anne K. Austen

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  • Por un beso de Danperjaz L. J

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    Para Miranda Foster el amor era algo asi como un boleto de loteria premiado, que solo muy pocos podian ganar. La vida la llevo a enamorarse del hombre que no debia, y Rogelio Sambrano, enamorado de su mejor amiga, era el hombre equivocado. No estaba dispuesta a perder la cabeza por un hombre, pero tambien sabia que Rogelio era su boleto de loteria y debia jugar hasta ganar. O irremediablemente perder en el intento.

  • Seduciendo a Emma de Dylan Martins

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    Era un hombre de exito. Tenia todo lo que queria y mas. Y eso, en Manhattan, no era nada facil. Pero yo lo logre.
    Tenia todo… Menos a ella.
    Desde el dia en que la vi, supe que tenia que ser mia. No me lo puso facil, pero yo iba a desplegar todas mis armas de seduccion.
    El problema es que lo que en un principio solo vi como sexo, se convirtio en algo mas.
    El juego de la seduccion habia comenzado y yo estaba dispuesto a ganar

  • La piel desnuda de Pati Blasco

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    Esta es la historia de Angel Alamo, un escritor que esta atravesando un momento de crisis. Mientras conduce hacia su casa, atropella a Sofia y se da a la fuga. Acuciado por la culpa, decide volver al lugar del homicidio y comprobar si la victima ha fallecido.

  • Las Arcas del agua de Antonio Morillas Jimenez

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    Las Arcas del agua ayer fueron trigales y hoy son escenario sobre el que se representa la vida. En apenas doscientos metros se concentran los bares en los que coincidimos a diario mayores y jovenes y desde donde vemos caminar, mochila al hombro, a punto de ser derrumbados, a ninos y ninas que vestiran el paisaje del futuro.
    Desde esta atalaya ambulante anoto en el bloc de la vida el deambular por la existencia de unos y otros, el deseo, la anoranza. Pasado y futuro de hombres y mujeres, de ninos, adolescentes y jovenes que suenan, viven, recuerdan y anoran sobre una tierra de aluvion forjada con el verbo resistir que ha alumbrado este presente.

  • Un caso desesperado de Laia Sinclair

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    Sam es un hombre formal, serio y distante. Esta centrado en su trabajo como jefe de una agencia de detectives y en su hija
    Lily, cuya crianza tras la muerte de su esposa se le hace cada vez mas dificil. Con el corazon cerrado a nuevos amores y aferrado al recuerdo de su esposa, Sam no quiere ni oir hablar de citas cuando su hija le tiende una trampa y le concierta una en el restaurante de citas a ciegas mas famoso de Nueva Orleans.

  • El juego de la horca de Gina Peral

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    Me llamo Di; soy era una chica de lo mas normal, una friki del cine con una vida monotona y aburrida. Mi curiosidad por saber si una antigua leyenda sobre una princesa persa era cierta me llevo a aceptar la aventura que mi hermana Bianca me regalo por mi cumpleanos, pero nunca imagine que la expedicion arqueologica pudiera salir tan mal.Acusada de asesinato, mi unica compania es una libreta en la que he volcado todo lo sucedido durante los ultimos dias, en los que encontrar a Bianca fue todo mi mundo. Mientras la buscaba tuve que huir, esconderme, robar, defenderme y disparar. Encontre el amor, pero acabe encerrada, esperando ir a la horca mientras relato mi historia con la esperanza de que, entre sus paginas, tu puedas descubrir que paso. <El juego de la horca. ?Te animas a jugar?>>. .

  • La promesa del conde (Romance en Londres 3) de Emily Jo Cooper

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    Una mujer conocida como “Dama negra” vive sus dias al margen de la nobleza, de la cual huyo para embarcarse en una peligrosa busqueda. Un caballero atado a una promesa del pasado, debe usar sus dotes de espia y rastreador para traer de regreso a una dama que no solo es un trabajo, sino tambien quien rompio su corazon y lo traiciono cinco anos atras.

  • La leyenda del Highlander (Medieval 1) de Anne Marie Warren

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    En una Escocia medieval donde todo es posible y el amor es eterno, dos amantes tendran que enfrentarse al poder de una profecia que pretende separarles.
    Kennan MacKenzie jamas hubiera imaginado que una extrana mujer cautivara su solitario corazon, pero su amor le fuera prohibido al ser la prometida de un hombre misterioso.
    Una novela de fantasia, romance y aventura, donde dos amantes son obligados a permanecer unidos pero sin poder amarse, y donde lo irracional es su unica esperanza.

  • Una temporada salvaje de Joe R. Lansdale

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    <>. Natalia Marcos, El Pais Hap Collins es un tipo blanco, mujeriego y exconvicto por negarse a combatir en Vietnam. Leonard Pine es veterano de esa misma guerra, negro y gay. Hap y Leonard son los mejores amigos del mundo en el Texas de los anos ochenta. Y tambien los mas desastrosos. Trabajan mucho, ganan muy poco y practican artes marciales en su tiempo libre. Pero de pronto Trudy y su melena rubia regresan a la vida de Hap. Se avecinan problemas, piensa Leonard. Y tiene razon, esa mujer siempre lo complicaba todo. Pero ahora tiene una propuesta: un monton de dinero facil enterrado cerca del rio Sabine. Hay que reconocer que las cosas se ponen interesantes; Una temporada salvaje, la novela con la que Hap y Leonard irrumpieron en la escena del thriller, es violencia, accion y humor acido, es camaraderia, desmadre y villanos sanguinarios, es un coctel explosivo de noir sureno y del pulp mas gamberro. Caos total al estilo texano.

  • El fin del fin de la tierra de Jonathan Franzen

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    Autor de relevantes novelas como Las correcciones, Libertad y Pureza, Jonathan Franzen esta considerado uno de los mas destacados narradores de habla inglesa de hoy. Espiritu independiente, sin ataduras con las corrientes de pensamiento en boga, Franzen rara vez se ha inhibido a la hora de divulgar sus ideas sobre los problemas y conflictos del mundo actual, exponiendo periodicamente sus reflexiones y su vision del futuro que nos aguarda.

  • Piso para dos de Beth O'leary

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    Tiffy y Leon comparten piso.
    Tiffy y Leon comparten cama.
    Tiffy y Leon no se conocen.

  • Pedacitos de ti (Los hermanos Montgomery II) de Moruena Estringana

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    Emma acaba de vivir el peor momento de su vida; no solo porque sus padres hayan acabado en la carcel acusados de narcotrafico, sino porque su prometido la ha abandonado nada mas conocer la noticia.