• el recuerdo de tu voz que me decia - Sandra Gabriel

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    L Prologo os Angeles. Marzo de 2000. --!Dejalo, Ryan! !Lo vas a matar! --exclamo la nina. --Eso no sera nada comparado con lo que se merece --replico el sin dejar de dar patadas al nino, que estaba hecho un ovillo en el suelo en un intento de protegerse de los golpes. --Si dejas de pegarle para que pueda hablar, seguro que me pide perdon --sugirio ella en tono razonable. Eso hizo que se detuviera. Se aparto del nino, que yacia en el suelo, y le interrogo con rabia: --?Es eso cierto, Scott? ?Le vas a pedir perdon? Este asintio mientras sollozaba. Se levanto a duras penas y les miro asustado. --Perdoname, Katy --gimio con voz lastimera--. No volvere a decir nada sobre tus tet... --se interrumpio al ver la mirada asesina que le lanzaba Ryan--... pechos. No volvere a decir nada sobre tus pechos. Una vez ofrecidas las disculpas, echo a correr antes de que Ryan cambiase de opinion y siguiese con su paliza. Katy se cruzo de brazos avergonzada mientras le veia alejarse. Solo tenia diez anos, pero su cuerpo ya se habia desarrollado como el de una mujer y eso hacia que en ocasiones tuviese que aguantar ciertas bromas de mal gusto por parte de algunos ninos. --No te volvera a molestar --afirmo su amigo al ver que Scott huia con el rabo entre las piernas. Se sentia muy orgulloso de si mismo. Detestaba a aquel mocoso y habia disfrutado dandole una paliza. Con catorce anos era solo un par de anos mayor que Scott; sin embargo, por su aspecto fisico aparentaba mas edad. Ya alcanzaba casi el metro ochenta de estatura. Eso, unido al hecho de ser el hijo de Stefano Spositto, uno de los hombres mas peligrosos de la ciudad, hacia que tuviera muy pocos amigos; por eso valoraba tanto su amistad con Katy y la protegia. Era la unica amiga de verdad que tenia. Pese a que su padre y el de Scott eran socios de negocios, disfrutaban enfrentandolos. Eso habia hecho que ambos se odiaran profundamente. Cuando le contara a su padre lo que habia hecho, estaba seguro de que le felicitaria. Katy, a su vez, le miro molesta por sus acciones. Agradecia que la defendiese; lo que no le gustaba eran los metodos que utilizaba para ello. Trato de tranquilizarse y hacerle comprender que esa no era la manera correcta de actuar. Sabia que para el era dificil darse cuenta de que la violencia no era la solucion a todos los problemas, ya que su padre le habia inculcado que asi era como se resolvia todo. Ser una nina no le impedia ser consciente de la realidad que la rodeaba. Todo el mundo sabia que entre Stefano Spositto, el padre de Ryan, y Luca Maltesse, el padre de Scott, controlaban el trafico de drogas, la prostitucion y los juegos de azar de toda la ciudad. Su propio padre era participe al ser el contable del padre de Ryan, asi que, a pesar de que trataba de mantenerla lo mas alejada posible de todo ello, el hecho de vivir en la misma casa que Ryan hacia que fuese imposible que no supiera lo que ocurria a su alrededor. Sabia que lo que acababa de suceder iba a ocasionarle problemas a su amigo. No solo por haber atacado al hijo de Luca Maltesse, sino por defenderla a ella. Stefano Spositto era un sociopata que disfrutaba maltratando y torturando a su propio hijo. A Katy le dolia el corazon cada vez que tenia que ser testigo de ello, cosa que sucedia bastante a menudo. --No puedes darle una paliza a cada nino que me diga algo que me moleste --le dijo en un intento de que comprendiese que esa no era la manera correcta de actuar. --?Como que no? --replico el con altaneria--. Tienen que aprender que no pueden molestarte. --No puedes resolverlo todo a traves de la violencia --trato de razonar ella. --Si que puedo. --Estaba molesto porque no le agradeciera lo que habia hecho por ella. Se paso las manos con los punos despellejados por su pelo negro desalinado y la miro desafiante al clavar sus oscuros ojos en ella. --No dejare que nadie se meta contigo. Eres mi mejor amiga. Katy sintio como su corazon se calentaba ante sus palabras. No se podia creer que en verdad fueran amigos. El no lo sabia, ya que ella jamas se atreveria a confesarselo, pero en los ultimos meses comenzaba a tener sentimientos, deseos… cosas que la confundian, la hacian sentir extrana y le generaban mariposas en el estomago cada vez que estaba con el. --Ryan... --Por un segundo penso en preguntarle si a el le pasaba lo mismo. No sabia si era normal tener esos pensamientos y solo podia recurrir a el para preguntar. Ninguno de los dos tenia madre, ya que ambas habian muerto hacia ya muchos anos. Esa era una de las primeras cosas que les habia unido cuando se habian conocido, cruzando la barrera de la diferencia de edad. --A veces… --no se atrevio a formular en voz alta sus pensamientos. Se moriria de verguenza si el se reia de ella. Eran amigos, si bien el hecho de que fuera cuatro anos mayor que ella hacia que se diera cuenta de que para el era una nina. Cuando estaban juntos y la miraba con ese orgullo, como si hubiese realizado una gran hazana, o cuando se presentaba frente a ella con ese aspecto desalinado, hacia que no se sintiera como una nina, sino… diferente. En momentos asi le gustaria besarlo y que el la besase a ella. --?Que pasa? --la interrogo el al ver que le miraba de una forma extrana--. Estos dias estas muy rara. --Na...na... nada. --tartamudeo avergonzada de que pudiera leer sus pensamientos mas intimos--. Vamonos a casa. El miro la mano que ella le tendia y se la cogio con una sonrisa. Durante unos instantes habia temido que se enfadara por haberle dado una paliza al gilipollas de Scott. ?Como se atrevia ese imbecil a poner su sucia mirada en los pechos de Katy? !Era una nina! Menudo cerdo. Habia disfrutado al golpearle. Cuando se lo contara a su padre tendria que mentirle sobre el motivo de la disputa, ya que si descubria que habia sido por Katy no creia que le gustara. Hasta el ano pasado habia tolerado y permitido su amistad; vivian en la misma casa y, teniendo en cuenta que no se le permitia tener amigos entre sus iguales, era logico que Katy y el se hubieran hecho cercanos; no obstante, de un tiempo a esta parte su padre habia empezado a insinuarle que se alejara de ella. Decia que le ablandaba. Aun le escocia la espalda por la ultima leccion que le habia dado al respecto. Miro a su amiga y su pequena mano entrelazada con la suya. Por mas que le hiciera o le dijera su padre, no pensaba renunciar a ella. Contemplo los rubios cabellos de Katy, que descendian en cascada por su cintura y, por un momento, deseo acariciarlos, que girase su rostro hacia el y le mirase con esa dulzura con la que siempre lo hacia. Le hacia sentirse mejor persona, casi como si fuera bueno, a pesar de que sabia que era mentira. Nunca seria bueno y nunca se la mereceria. L 1 os Angeles. Veinte anos despues. Ryan miro su reloj con impaciencia. Eran las diez y cinco y se suponia que su novia Brooke tendria que estar en la casa para cenar con el. Habia llamado varias veces tanto a ella como a Drew, el hombre que habia contratado para protegerla y ninguno le habia cogido el telefono, lo que le molestaba y le parecia una falta de respeto. Sus hombres sabian que debian atenderle siempre las llamadas. Para eso les pagaba tan bien; para que estuviesen disponibles las veinticuatro horas del dia. En cuanto a su novia, sabia que detestaba que le hicieran esperar. --Me habias dicho que sirviera la cena a las diez y ya han pasado. ?Esperamos mas por tu invitada o cenaras sin ella? --quiso saber Mary, el ama de llaves, que esperaba instrucciones en la puerta del comedor. Se giro para hablar con ella y sintio que su mal humor se atemperaba un poco. Mary era una de las pocas personas que apreciaba en esta vida. Rondaba la cincuentena, de figura algo rechoncha y abundantes canas que salpicaban sus negros cabellos, era como la madre que nunca habia tenido. Habia temido que tras la muerte de su padre, dos anos atras, hubiera decidido irse, pero no lo habia hecho y se lo agradecia. Dirigia la casa desde hacia tantos anos que no se imaginaba vivir alli sin ella al frente. Habia entrado en su vida siendo nino y el poco calor humano y bondad que habia recibido habia provenido de ella. Tanto Katy como el la habian amado como si se tratase de su propia madre. El recuerdo de Katy le produjo, como siempre, un dolor sordo en el corazon. Se froto el pecho de forma distraida para aliviarlo, a pesar de saber que de nada serviria. --Ya deberiamos estar cenando --replico enfadado, en un intento de distraer sus pensamientos. Mas valia que Drew tuviera una buena excusa para explicar por que cojones no estaba alli con Brooke. Habia planificado una velada tranquila que incluia cenar, echar un polvo y luego permitir que ella se quedara a pasar la noche. En el preciso instante en el que cogia el movil para llamar de nuevo a su hombre, este comenzo a vibrar, pero el nombre que aparecio en la pantalla no fue el del guardaespaldas de Brooke, sino el de Steven, su segundo al mando. --Steven --exigio en el momento que descolgo el telefono--. Averigua donde cojones se ha metido Brooke y por que ni ella ni Drew me cogen el puto telefono. --Jefe... Tenemos un problema... Oir como su hombre dudaba al hablarle hizo que sintiera cierta inquietud. Tuvo el presentimiento de que en ese instante averiguaria el motivo por el que no habian aparecido. --?Que ocurre? --demando saber con frialdad. --Sera mejor que venga. Tenemos un problema muy gordo.

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  • RECUERDOS DE TU VOZ - Nada Especial - LETRAS.COM

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  • El recuerdo de tu voz - Sandra Gabriel - Babelio

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    Me encanta cómo escribe Sandra y siempre me sorprende en todos sus libros, este en particular al ser de mafia, dónde Ryan tiene que sobrepasar varias cosas ...

  • Buscar canciones por su letra - Linwind

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    hola yo estoy buscando una cancion en ingles y no me recuerdo bien de que ano ... cómo se llama una canción de un panameño de los 80s que la letra decía «en ...

  • Almudena Grandes: La voz de mi madre | EL PAÍS Semanal

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    24 nov 2018 — No me gustan las listas. Nunca participo en las encuestas que pretenden definir los 10 mejores libros del siglo XX, las mejores canciones de mi ...

  • Duena de mi corazon de Sandra Gabriel

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    Katri - Capital de Salima. ashid observaba con tristeza como Kalim y Zulima se abrazaban. Hacia tiempo que sospechaba que se amaban, aunque hasta ese dia no habia sido consciente de cuanto. --Te juro que no te olvidare --afirmaba en ese momento Kalim mientras miraba a Zulima. Zulima queria morirse. Tan solo pensar en no volver a verle hacia que se le rompiese el corazon. Aun no comprendia muy bien lo que habia pasado. Lo unico que sabia con seguridad era que algo muy serio habia ocurrido entre Brahim, el primo de Kalim, y Sulaima, su propia hermana. Algo lo bastante grave como para provocar la furia de los padres de Brahim, los reyes de Salima, y que habia ocasionado que su propio padre, uno de los consejeros mas fieles del rey, fuera expulsado del pais junto con toda su familia. --?Tu hermana te ha contado algo? --pregunto Kalim con desesperacion. Si por lo menos supiera cual era el problema, podria intentar arreglarlo e impedir que se llevaran a Zulima lejos de el. --No. Sulaima no quiere hablar conmigo --nego Zulima, que sentia como se le rompia el corazon--. Permanece encerrada en su habitacion y mi padre tampoco quiere contarme nada. Zulima estaba segura de que jamas volveria a ver a Kalim. Lo percibia en cada uno de los poros de su piel. Ni siquiera les habian permitido despedirse. Habian tenido que escabullirse hasta la casa de Rashid para poder verse por ultima vez. --Te escribire --murmuro Kalim mientras la abrazaba--. Te llamare. Aunque te vayas del pais, removere cielo y tierra para encontrarte. Jamas te olvidare. En cuanto pueda, ire a buscarte. !Jurame que me esperaras! --le rogo con desesperacion--. Te amo, duena de mi corazon. Zulima le miro mientras las lagrimas corrian por su rostro. No era la primera vez que la llamaba asi, pero sintio como si fuera la ultima. El tambien era el dueno de su corazon. Le miro con intensidad para grabarse su imagen en la retina. Estaba segura de que esta seria la ultima vez. No porque no creyera en el ni en sus promesas. Estaba segura de que intentaria mantenerlas, pero tambien sabia que sus tios, los reyes de Salima, harian lo que fuera necesario para impedirselo. Brahim era el heredero al trono y si lo sucedido entre el y Sulaima era tan grave como para expulsarlos del pais, estaba segura de que jamas se les permitiria regresar. --Zulima. Debemos irnos --le recordo Rashid apesadumbrado. La habia ayudado a escabullirse de su casa para que pudiera despedirse de Kalim. Desde que Rashid habia llegado al pais se habian hecho amigos. Aunque se habia criado en Inglaterra con su madre, tras la muerte de esta habia descubierto que su padre, del que no sabia nada, vivia en Mulak, el pais vecino. No hacia mucho que convivia con el aunque, por complacerle, habia abrazado gustoso sus tradiciones. Por ello, con tan solo dieciseis anos, su padre le habia enviado a Salima a realizar la instruccion militar, tal y como habian hecho todos los miembros de su familia durante generaciones. Su padre temia que le considerasen debil por haberse criado en Inglaterra. Con la experiencia vivida por sus padres, Rashid no creia en el amor; sin embargo, al ver a sus amigos abrazados y jurandose amor eterno, se sintio conmovido. Era singular la imagen que ofrecian. Con tan solo dieciseis anos, Kalim ya tenia el cuerpo y los musculos de un gran guerrero. Media casi un metro noventa, de pelo negro y largo y con unos ojos verdes del mismo color del musgo que tanto le recordaba a Rashid a Inglaterra, la tierra que le habia visto nacer. Sabia que su amigo podia tener a la jovencita que quisiera y, sin embargo, desde nino parecia que solo tenia ojos para Zulima. Kalim la sostenia entre sus brazos. Con su metro cincuenta parecia tan pequena a su lado… Una muneca de larga melena del color del ebano que desde que se habia hecho mujer cubria con el hiyab, y unos pequenos brazos que en ese momento le abrazaban con desesperacion. Apenas era una nina de quince anos, pero para Kalim era la mujer de su vida. La amaba tanto que a veces le dolia. Mientras permanecia abrazada a Kalim, Zulima miro a Rashid con el corazon en un puno y sus ojos color chocolate empanados por las lagrimas. No creia que volviese a ver nunca mas a ninguno de los dos. Estados Unidos estaba demasiado lejos de Salima o de Mulak. Se aparto de Kalim con renuencia y se acerco a Rashid, quien la abrazo con tristeza. Debia acompanarla de regreso antes de que nadie notase su ausencia. --Cuidale --le pidio mientras miraba a Kalim en la que estaba segura de que seria la ultima vez que lo viera. --Lo hare --le prometio Rashid con voz queda. --Adios, Kalim --susurro por ultima vez antes de irse acompanada de Rashid. --Adios, duena de mi corazon --murmuro Kalim mientras la veia alejarse de su vida--. Esperame porque ire a buscarte. K I Dos anos despues. Anvard - Salima. alim entro en el pueblo en el mismo momento que Rashid lo abandonaba. Iba a caballo secundado por sus hombres. A pesar de ser un ejercito numeroso, cabalgaban en completo silencio solo interrumpido por el sonido de los cascos de los caballos. Cuando llego hasta el se dio cuenta de que estaba totalmente cubierto de sangre. Unos vendajes cubrian su rostro, pero lo que mas le asusto fue su mirada. --?La has encontrado? --pregunto Kalim aunque temia la respuesta. --Esta muerta --afirmo Rashid con frialdad al tiempo que senalaba una especie de carromato que transportaba un cuerpo. Kalim le miro con tristeza. Llevaban meses recorriendo el pais en busqueda de Evangeline. Nunca habian perdido la esperanza de encontrarla. Cuando estaba a punto de preguntarle de nuevo, Kalim oyo el llanto de un nino y vio el bulto que Rashid sostenia entre los brazos y en el que no se habia fijado hasta entonces. --Es su hija --afirmo Rashid al tiempo que apretaba la mandibula. --?Como...? --pregunto Kalim. --La estaban violando cuando llegue --escupio Rashid con repugnancia--. Habia perdido mucha sangre a consecuencia del parto. Ni el hecho de que tuviera una hemorragia les importo a esos cerdos. --?Que has hecho, Rashid? --pregunto mientras contemplaba a los hombres que le secundaban y adivinaba el temor en sus ojos. Temor hacia Rashid. Le miraban como si fuera capaz de cualquier cosa. --Les he ensenado que hay que respetar a las mujeres --anuncio con una sonrisa cruel--. Les he dejado sin lo que ellos creen que los hace hombres. Les he cortado la polla a todos -- anadio con frialdad--. A cada uno de ellos. Kalim palidecio por la crueldad que se desprendia de sus palabras. Trago saliva con dificultad. --?Estan muertos? --No --afirmo Rashid sin borrar la frialdad de su sonrisa--. Me he asegurado de que todos vivan para que no lo olviden. La historia de lo sucedido en Anvard corrio como la polvora por todo el pais, cruzo la frontera y llego hasta Mulak, hogar de Rashid y pronto paso a ser conocido como el Carnicero de Anvard. El rey de Salima, tio de Kalim, se mostraba muy satisfecho con su actuacion, ya que habia descabezado al ultimo bastion de la resistencia. Kalim y Rashid llevaban meses recorriendo el pais con el ejercito en busca de los rebeldes. Lo que el tio de Kalim no sabia era que, en realidad, Rashid solo lo hacia para localizar a Evangeline, a la que su propio padre queria como una hija, y que habia sido entregada a los rebeldes. Aunque la habia encontrado demasiado tarde. A pesar de que no estar unidos por lazos de sangre, la queria como una hermana. Como si la muerte de Evangeline no hubiese supuesto un duro golpe para Rashid, al volver a Mulak descubrio que su padre habia fallecido mientras el trataba de rescatar a la joven. Al final, habia perdido a ambos. *** Un mes despues. Bakara - Mulak. --?Ya has decidido que vas a hacer con la nina? --pregunto Kalim mientras acompanaba a Rashid para recorrer sus tierras a caballo. Estaban en Bakara. Tras los sucesos de Anvard, Kalim habia acompanado a su amigo Rashid hasta Mulak y desde entonces permanecia en su casa. Este no le habia pedido que se quedase, pero tampoco le habia sugerido que se fuera. Kalim sabia que lo ocurrido en Anvard le habia cambiado. Ya no era el joven alegre que una vez habia conocido, sino que se habia transformado en una persona taciturna. Sabia que a pesar de no estar interesado en mantener una relacion estable, antes de lo de Anvard, muchas mujeres se le habian insinuado; las mismas que ahora le rehuian. La cicatriz que recorria su rostro desde la sien hasta el cuello le daba un aspecto feroz. Eso, unido al pelo negro como el ala de un cuervo y a una mirada penetrante que parecia capaz de desentranar hasta el ultimo de tus secretos, hacia que la gente le tuviese pavor. --?Que vas a hacer con la nina? --le pregunto de nuevo Kalim al tiempo que detenia su caballo, ya que Rashid estaba tan sumido en sus pensamientos que ni le habia escuchado. Rashid tiro de las riendas mientras se detenia a la altura de Kalim y miro en silencio a la lejania. Notaba como le palpitaba la cicatriz. Un cruel recordatorio de que no habia sido capaz de salvar a Evangeline. ?Que iba a hacer con la nina? En realidad… no lo sabia. Solo tenia la certeza que no podia dejarla abandonada.

  • Librame de todo mal de S. A. Kirchen

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    La primera vez que el morbo se tradujo en humedad, la adolescencia afeaba un poco mi rostro con granos y espinillas, y me sorprendio paseando distraida hacia mi casa desde el instituto. Por expreso deseo materno, nunca cruzaba el atajo del cementerio viejo con tal de acortar el trayecto. Ella aseguraba, a propios y ajenos, que el sendero lo plagaban las animas atormentadas vagando sin reposo. Explicaba apasionada, un sinnumero de historias fantasticas sobre aparecidos y entes andrajosos visionarios de infortunios, que sugestionaban a los parroquianos hasta el punto de abandonar a sus muertos el Dia de Todos los Santos. Yo creci en ese ambiente religioso opresor, siempre temerosa al castigo divino, donde no era admisible pecar ni de pensamiento. ?Que me empujo a quebrantar la norma? Yo era carne de beata, siempre recatada y pudorosa. Mi uniforme escolar daba fe de ello; los calcetines bien altos y el dobladillo de la falda por debajo de la rodilla no dejaban un centimetro de piel al aire. Entonces, ?como sucedio? Hoy tras anos de mantener relegado aquel recuerdo al cajon desastre de mi memoria, comienzo a darle credito a las fabulas de mi madre; algo hubo de arrastrarme inconscientemente por aquella trocha estrecha y poco transitada, colmada de piedras caidas de los muros resecos y de la tierra, que, convertida en polvo, se fijaba a los mocasines lustrados en la manana. Cada rama que pisaba, mi mente la convertia en el crujido de un hueso al quebrarse. Cada hoja que me rozaba, eran jirones del atavio para amortajar de alguna novia suicida. Temblaba con cada soplo de viento que movia mi cabello, y me aferraba a la carpeta escolar como si fueran misales con la propiedad de ahuyentar a los espiritus molestos por mi intrusion. Sufri alucinaciones de todo tipo, hasta el punto de sudar en frio y respirar atropelladamente aquejada por el panico a lo desconocido o a lo imaginario. Me apresure a salir de la hijuela --se me antojo una peregrinacion-- con pasos acuciosos. Sin embargo, en mi fuga, el pie se enmarano en un raigon y al abrir los brazos para no perder los dientes en el batacazo, solte la carpeta y el contenido se desperdigo fuera de la senda. Ni sacudi la suciedad de la ropa, de un brinco me alce. Con miedo atroz, trizaba zarzales a manotazos sin acusar el escozor por los rasgunos de sus espinas. Asi, fui penetrando en el margen de la vereda y los vi. En el pueblo todos nos conociamos, y todos tambien teniamos un apelativo, por lo general otorgado en honor a alguna aptitud, labor, defecto o tara heredada de un antepasado. En mi casa eramos los Coratos, en recuerdo al caracter montaraz de una abuela. Los que estaban desnudos en el claro, rodeados de espesura silvestre y yerma, tampoco se libraban. Ella era Palmira, La Dona, nunca supe a que venia el apodo, era la esposa del alcalde, un hombre regordete y bigotudo, con los brazos desproporcionados en comparacion a su corta estatura, siempre apestando a puro, vino barato y refrito de bar. Yo les llamaba La extrana pareja. Las carencias fisicas del marido, eran superadas con nota por la belleza delicada de la mujer y, sobre todo, por su elegancia. Su acompanante no era el alcalde, si no el capellan, un hombre bien parecido y admirado por todas las devotas que proclamaban bondades de su persona. Alarmada, podria narrar como el pavor a ser sorprendida atenazaba mis musculos, podria, pero no; la imagen me subyugaba a seguir camuflada tras los matojos. Desde mi posicion podia sentir el sonido de sus besos arrebatados. El, le sujetaba con ambas manos la cara, sosteniendola con la maravilla que se admira un milagro; ella desabotonaba su camisa de abajo a arriba, dejando a la intemperie un torso definido y masculino, bien formado. Que extravagante es la vida, nunca habia contemplado a un hombre desnudo y el padre Samuel iba a mostrarme todas sus inocencias. Centimetro a centimetro, La Dona, fue retirando las prendas que entorpecian el acceso a la zona mas casta a mantener por un ministro del Senor, y cuando aparecio ante mis pupilas perplejas aquel pecado erguido, ahogue un grito de estupor. La mujer no tuvo remilgos en abandonar la boca hipocrita que, en la manana, habia impuesto penitencias a las confesiones de sus feligresas, para trazar con sus labios un rastro ardoroso derecho a calmar los latidos del miembro que acariciaba. Mi cuerpo tambien se agito expectante y acalorado, ardian mis mejillas y mis pulmones demandaban henchirse mas veces y mas profundamente. La mujer se postro ante el, aun vestida, mostrando los hombros, lo unico que le habia dado tiempo a descubrirle. Alzo la mirada desde su posicion, implorando ante aquel altar, relamiendose ansiosa de mimar sus exvotos expiatorios, y seguido, repaso con su lengua la envergadura exhibida sin reparos. Ahi, mis pulmones se vaciaron. A la par, en mis entranas principiaba un cosquilleo viciosamente agradable. Cuando ella le proporcionaba una caricia falica intensa, un millar de sensaciones se originaban alrededor, equivalentes a una sinfonia tosca de jadeos, paladeos, chasquidos y palabras sensuales, que me llegaban amortiguadas, pero con la energia estimulante precisa para avivar mis hormonas donceles. De repente, el, con voz ronca y excitada, rogo que se detuviera apartandole la cabeza de su intimidad, obligandola a levantarse. La observaba fervido, igual a un imaginero su obra sagrada, y fue desarropandola sin prisas, boton a boton, sosteniendole la mirada. Ambos desnudos se tumbaron en la yerba poco mullida. Los besos eran furiosos, suculentos, delirantes... Mordia el cuello de La Dona, que se contorsionaba bajo la figura del pecado. Tomo sus senos cual lactante hambriento y, cuando creyo haber catado suficiente, siguio buscando otro oasis en donde saciar su sed. No tardo demasiado en emplazarlo. Situando su boca en los labios intimos de la mujer, conseguia que gimiera retorciendose sin control implorandole un receso. No cedia a sus suplicas, al contrario, su lengua repasaba los pliegues del deseo, hurgaba en su cavidad intima y se centraba en saborear los jugos de la excitacion femenina, inmovilizando sus piernas, exponiendola de par en par ante el, absorbiendo sin reten la ambrosia ofrecida. Mi inquietud se habia convertido en agitacion y el calor, en llamas. La ropa interior empezaba a impregnarse de fluidos desconocidos hasta aquel entonces, mi libido intentaba orientarme torpemente sobre los pasos a seguir, hasta que la pareja cambio los juegos orales por los carnales. Ella, aun entre espasmos y convulsiones, recibia el primer envite. Se arqueo, el se mantuvo alli unos segundos y salio lentamente, para entrar de nuevo y repetir la operacion, una y otra vez, torturandola por como imploraba y se aferraba a la escasa hierba. Mi mano tomo la iniciativa al reptar por debajo de la falda. Estaba mojada, mi intimidad habia cambiado al tacto, era mas suave y mas esponjosa. Las censuras me asustaban y palpaba con aprension. Subitamente todos mis escrupulos se evaporaron junto con mis bragas, permitiendo a los dedos acariciar mi sexo, experimentando a darme placer sin mas prudencias. Con la falda por encima de las rodillas y con las bragas a la altura de los tobillos, escudrinaba la manera idonea de avezarme en enfasis a aquella fogosidad, ya no observaba a la pareja, verme a mi era asaz. Inesperadamente, una contraccion mas grata a las anteriores se manifesto imparable. Manipule mi vertice de goce, ignoto hasta el momento, y aprendi a presionarlo con el vigor adecuado para obtener una sacudida en respuesta. Algo restallaba dentro licuando mi candidez puber, tornando mi inocencia en un flujo viscoso y tibio que resbalaba entre mis nalgas. Lleve los dedos empapados a la boca, curiosa en conocer mi sabor y aroma, sin dejar de dedicarle fricciones intensas al punto erogeno profanado, succionando mi indice instruida por la vision de La Dona hacia unos minutos, y sin darme tregua a mi misma alcance el extasis. Contuve los gemidos mordiendome los labios por respeto a los adulteros de fe y promesas, que, tras consumar, se regalaban arrumacos de amantes fieles. Fui recomponiendome sin causarles molestia alguna y, tan silenciosa como apareci, me marche. Mi cuerpo aun sensible acusaba los roces de la ropa, tambien el corazon bombeaba la sangre con prisa y note mis pechos pesados y turgentes, entendi la necesidad apremiante de los imberbes companeros de clase, siempre animando a alguna de las chicas populares a complacer sus instintos basicos. Sin embargo, no solo disfrutaba de ese hallazgo, la angustia tambien ocupaba su parcela en mi, conjugando ambas emociones en diferente proporcion, y, con cada paso que me aproximaba a casa, la aprension ganaba al gozo. Mi madre estaria alli, entre sus miles de quehaceres, esperando mi regreso, pendiente del reloj. Con el tiempo habia conseguido diez minutos de cortesia y vadear el viejo osario me regalaba alguno mas, pero el rato de lubricidad superaba al computo total. Desee con ahinco que ella estuviera aquejada por alguna jaqueca, hecho probable, era una mujer victima de sus propias decisiones irreflexivas, producto de su lengua perennemente dispuesta a senalar los defectos ajenos e incapaz de distinguir los propios. Para mi descanso, nadie me esperaba, respire con alivio, habia temido delatarme al mal fingir no conocer sucesos resenables, cuando mis ropas sucias y mis zapatos polvorientos arguian lo contrario. La casa estaba vacia, podia mudarme ajena a miradas recelosas o preguntas incomodas a las que contestaria mintiendo. Evitando que una inspeccion ocular hiciera saltar todas las alarmas, saque brillo al calzado y lo guarde bajo la cama. Con sigilo, cruce de puntillas de mi habitacion al aseo y pase el cerrojo. Al desabotonar la blusa del uniforme y contemplar la imagen del espejo, me vi distinta, concretamente no se que habria cambiado, pero mi cuerpo me gustaba mas que en la manana o en la noche anterior. Repase con suavidad la rosada aureola que al contacto recuperaba tersura y mis senos tomaron forma sugerente, apetecible. Acariciaba las protuberancias semejantes a fresas y las pellizque, primero con tiento, luego con mas crudeza. Un jubilo chocante, entre gusto y desagrado, conecto mi sexo. Desabroche la falda y hasta el sonido al caer fue provocador. Mis braguitas de algodon con blonda infantil, estaban sucias, con briznas de paja y restos de arena; aun humedas, las baje, lanzandolas de un puntapie a un rincon del bano y de nuevo examine mi reflejo escandaloso, recobrando la exploracion en donde la habia dejado antes de descubrirme a mi misma. Entre mas maltrataba mis indefensos pezones, mas necesitaba escarbar en mi libidine e introduje el dedo corazon para notar el pulso en mi intimidad. Nuestro Senor fue habil al dotarnos de tantos dedos en cada mano, logre jugar con mis claves del hedonismo a la vez, aprendi a satisfacerme en menos tiempo del que emplee en la invocacion al Espiritu Santo. Cuando mi familia regreso de sus quehaceres, yo habia preparado la cena, puesto la mesa y esperaba acabando mis tareas escolares. Presentia que, si me observaban con detenimiento adivinarian mi intrusion en esos horizontes intemperantes. Asi que opte por intentar pasar inadvertida. En principio no deberia de ser una empresa dificil, en casa solo notaban mi presencia en caso de retrasarme. La noche estuvo llena de suenos variopintos, situaciones inconcebibles y tentaciones insolitas, en donde un fraile, poseia mi cuerpo haciendolo retorcer bajo sus habitos de saco, desgarrando su pureza con mi total entrega.

  • La nueva vida de Jimena de Ariadna Baker

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    Y te levantas un buen dia y te das cuenta de que nada tiene sentido, que no puedes vivir encerrada llorando las penas por mucho tiempo y que a mis veintiseis anos era joven, necesitaba vivir, queria volver a ser feliz... Me estoy refiriendo a que una no esta poseida por el espiritu de David Bisbal, y por tanto, lo de "llorare las penas..." debia quedar en el baul de los recuerdos. Lo habia pasado muy mal cuando mi novio me dejo por otra, de la noche a la manana, despues de diez anos de relacion. Comenzamos cuando yo solo contaba con quince y me dejo con veinticinco, sin esperarlo, cuando acabamos la carrera. Asi de premio, un premio que no me supo a gloria sino mas bien a cuerno quemado, me explico... Lo peor de todo es que lo hizo una noche por mensaje y a la manana siguiente ya lo habian etiquetado en una foto, una chica abrazada a el diciendo que era su principe azul de esos que no destinen y por supuesto que el le contesto que ella era el amor de su vida. Cero tacto, cero empatia, cero respeto... Me quede en shock y debi maldecir en arameo y en otras lenguas hasta entonces desconocidas para mi. No era para menos, pues ademas de ser lo mas humillante que me habia pasado en la vida, nuestros amigos en comun, todos lo tenian de contacto en la red y lo vieron al igual que yo, asi que imaginad, todo el mundo preguntandome por algo que ni yo sabia, que me habia cogido tan de sorpresa como a ellos, esos que luego me dieron de lado. Asi que de la noche a la manana me quede mas sola que la una, esa era la realidad; compuesta y sin novio y con los que hasta entonces consideraba mis amigos riendoles las gracias a la parejita de moda. Una autentica delicia de esas que o te matan o te hacen mas fuerte, porque otro camino no ves. Esa manana comenzaba a trabajar, era mi primer dia, habia culminado con exito la carrera de Periodismo en junio y ahora a finales de octubre tenia por fin el puesto que tanto deseaba y por el que habia luchado y encima en mi revista favorita. Dicen que "la suerte es loca y a cualquiera le toca" y debia ser que la providencia quiso recompensarme con algo mas que con un par de cuernos de esos bien puestos. Menos da una piedra, que se le iba a hacer... Mi vida no habia sido facil, mis padres murieron dos anos atras, yo no tenia hermanos, estaba sola, primero Dios se llevo a mi padre en un accidente laboral y luego a mi madre a los seis meses de esa maldita enfermedad que no quiero ni nombrar. Bueno digo Dios como podria decir lo que quiera que haya alli arriba o el mismo universo, porque cuando pasan esas cosas una no sabe ya que creer ni a que agarrarse, esa es la unica verdad, verdadera. Tuve que armarme de valor y no puedo negar que emocionalmente Pablo, mi ex, me ayudo mucho. Lo cortes no quita lo valiente y el hecho de que luego se convirtiera en un gusano miserable no es obice para que reconozca que en ese momento lo hizo como si fuera un hombre, cosa que mas tarde el solito se encargo de poner en tela de juicio. Yo me quede en mi casa, de todas maneras, pues la habia recibido en herencia, al igual que los ahorros de mis padres y aquella indemnizacion por el accidente laboral, asi que sali adelante con el alma rota de dolor, pero prometiendo acabar esa carrera que tanta ilusion le hacia a mis progenitores y a mi, que para eso la habia escogido. Si hubiera querido ser astronauta, estoy segura de que mi padre y mi madre me hubieran llevado de la manita a la misma NASA, pues menudos eran ellos en lo tocante a mi futuro. Para ambos no habia una hija mejor en el mundo y hubieran hecho el pino puente con tal de que yo me hubiera convertido en aquello que deseara. Y lo que yo deseaba por encima de todas las cosas era ser una periodista de pro. Y luego vino lo de Pablo, asi que imaginad que los dos ultimos anos de mi vida habian sido los mas tristes y penosos desde que naci, pero hoy queria volver a renacer, sacudirme los hombros y comenzar una nueva etapa en la que comenzaria a cambiar todo. Es mas, pasaria de ser "la depresiva oficial del reino" a ver todo con ilusion y solo necesitaba actitud, asi que lo iba a intentar por todos los medios. La tarea que tenia por delante no era moco de pavo y yo lo sabia, para lo que habia echado mano de un arsenal de libros de esos de inteligencia emocional que prometian hacer de mi una personita mas feliz que una perdiz en un periodo no demasiado dilatado de tiempo. Y en ello estaba. Me tome un vaso de agua en ayunas como cada manana y despues mi vaso de leche, ese que era el pan nuestro de cada dia, mi madre siempre me decia que me habia quedado en la epoca del biberon y tenia razon. No me gustaba el cafe, ni el Cola Cao, ni nada tipico con lo que la mayoria del planeta desayunaba, eso si, los tes me encantaban de todas clases y sabores. Ay, mi madre... No habia dia que no la echara de menos hasta decir basta. Como me costaba que el dia echara a rodar sin ella; sin sus consejos, sin sus recomendaciones, sin su ayuda y sin esa sempiterna sonrisa que jamas de los jamases se borraba del rostro de la que yo consideraba la mujer mas buena que habia conocido. Me cuidaba muchisimo, pero yo tenia curvas y cuando digo curvas, es que las tenia, un buen pecho, cintura plana, pero caderas anchas, nada de ser una nina fina, delgada de esas que no tenian ni que cuidarse, yo si me pasaba me ponia mas redonda. Eso si, no me desagradaba y fea no era, a pesar de no ser el estereotipo de mujer que hoy en dia nos quieren inculcar. En eso si tenia suerte, las cosas como son, porque yo no soy de esas que se mueren por subirse al carro de la moda y, si lo que se lleva es la delgadez, me mato a lechuga hasta conseguir que la bascula marque lo que la sociedad diga que debe marcar. Yo siempre me he negado a ese tipo de sandeces y he lucido mis curvas con arte y salero. Me mire al espejo, por un lado, por el otro, de frente, de culo y todo para ver que ese pantalon vaquero ajustado me quedaba bien y si, me hacia bien mujerona; una camisa suave arriba de color marfil a juego con los tacones y un panuelo en el cuello con un nudo hacia un lado, maquillada y lista para mi primer dia de trabajo. Me veia francamente bien, esa era la realidad, y el mejor complemento que podia lucir era un halo de seguridad que indicaba que estaba dispuesta a comerme el mundo, porque en lo tocante a dejar que fuera ese mismo mundo el que me comiera a mi, no estaba dispuesta. En el ascensor me coloque a la perfeccion la chaqueta roja, me quedaba muy bien a juego con el color de mis labios y es que me veia guapa, hacia mucho que no me arreglaba y me quitaba ese roete que me habia acompanado los ultimos seis meses, ahora no, mi melena lucia lisa y perfectamente planchada. Se acabaron el look marujona y las ojeras esas que ya parecia que formaban parte de mi rostro. Hasta ahi habia llegado la broma y era hora de coger el toro por los cuernos, no en sentido literal, que tanto valor como para meterme a torero no habia acumulado, pero si en el ficticio. Me dirigi a buscar el coche que lo tenia aparcado dos calles mas atras, era el problema de mi zona que habia poco aparcamiento y siempre terminaba dejandolo a bastante distancia, por un lado, me venia bien para andar un poco, bueno realmente deberia de andar bastante cada dia, pero yo para eso era muy floja. Si, si, lo reconozco, para algunas cosillas era mas floja que un muelle guita y yo andar no es que anduviera demasiado y en lo tocante a correr... eso era cosa de cobardes, menos todavia. Llegue al poligono donde estaban las oficinas de la revista, aparque el coche y me dirigi a la entrada donde pase la tarjeta que me habian asignado por la puerta y el acceso se abrio. No puedo describir la sensacion de alegria que percibia al hacerlo. ?He dicho alegria? Bueno quizas fuera satisfaccion, una satisfaccion no exenta de nervios, eso si, pero satisfaccion, al fin y al cabo. El jefe de equipo me esperaba en su despacho a las ocho para ponerme al dia, yo ni lo conocia, solo sabia que se llamaba Carlos y que era un estupido, el grado no tenia ni idea, pero tocaba averiguarlo. Y seguro que a no tardar mucho. Recorde aquella frase tan tipica de mi madre de "mal trago, pasarlo pronto" y me puse manos a la obra. Me puse bien el panuelo y toque a la puerta, un "adelante" me hizo abrirla sonriente. --Buenos dias, soy Jimena, la nueva. --Buenos dias --su rostro reflejaba una seriedad que daba respeto, me senalo a la silla para que me sentara--. En tu despacho tienes los articulos que hay que preparar para la columna, cada uno de ellos te da las directrices de palabras orientativas que debes de hacer y el grado de formalidad que le debes dar a cada uno. --Entendido. --Cada dia tiene que estar todo el trabajo listo antes de irte. --Claro. --Y por supuesto, tienes que revisarlo mucho ya que no puede ir con ningun error ortografico. --No se preocupe por eso, creo que no he tenido faltas de ortografia ni de pequenita. --Claro que me preocupo, soy el responsable de que esta revista funcione como lo lleva haciendo desde que me asignaron este puesto. --Lo entiendo. --Bueno, pues que tengas un buen dia. --Igualmente. Me levante y me fui conteniendo el aire, todo lo que tenia de guapo lo tenia de imbecil y no tenia ni idea de como se trataba a una persona, quizas por eso estaba en la revista pues mandaba al punto de la informacion para sacar los mejores titulares y sin importarle a quien se llevara por delante. Carlos era justo la tipica persona que yo consideraba que estaba en el mundo porque tenia que haber de todo, pero que le iba a hacer, tampoco podia pretender que todos los que estuvieran en la redaccion fueran de mi gusto. Ademas, yo estaba alli para trabajar y no para crear una "chupipandi", asi que era mejor que pensara en ponerme a trabajar codo con codo con cada uno de mis companeros, con independencia de que unos me cayeran mejor y otros como el culo. Me dirigi a mi despacho y salude a dos companeras que levantaron su mano, pero siguieron hablando, por lo visto todos iban a pasar de mi, que buen recibimiento en mi primer dia de trabajo. A ver si los que me iban a caer como el culo iban a ser la mayoria, jolines vaya un comienzo. Justo antes de entrar observe como otras dos companeras me miraban de arriba abajo y hablaban entre ellas ?No les gustaba mi cuerpo o que diantres pasaba? Madre mia que era mi primer dia y ya me daban ganas de irme por donde habia venido, pero no, ya no iba a permitir mas sufrir por los demas; ya estaba bien, estaba asqueada de una sociedad donde no amaban de verdad, donde un fisico delgado prevalecia ante todo y donde cualquier jefe se pensaba que te podia tratar por encima del hombro. Me estaban poniendo a caer de un burro y todavia no me conocian, menuda panda de desgraciados, pero yo a lo mio; no podia dejar que aquello condicionara lo que yo habia ido a hacer alli y que no era otra cosa que trabajar. Me sente en mi despacho despues de colgar el bolso y la chaqueta, me coloque el pelo detras de la oreja y comence a leer todas las directrices de los articulos que tenia que hacer. No eran pocas y aquello requeria grandes dosis de concentracion, pero de eso tenia yo para dar y regalar. A mi no me iban a amilanar asi como asi, eso lo tenia mas claro que el agua. Escribi uno por uno y los revise mil veces, ni la media hora del desayuno utilice, la pase ahi disfrutando de relatar unos buenos articulos que no dieran malos comentarios sino todo lo contrario, que causaran una muy buena impresion. Se iban a enterar todos esos de lo que valia un peine, o mejor dicho, de lo que valia Jimena. A ultima hora se lo envie al jefe de equipo, al senor simpatico, esperaba que me contestara algo en contra de ellos, pero ni para bien ni para mal dijo nada. Mejor asi, los americanos siempre han dicho que la falta de noticias, son buenas noticias, de modo que lo interpretaria de ese modo y santas pascuas. Sali de las oficinas con la sensacion de que todas hablaban a mi espalda, los chicos se veian mas simpaticos y me saludaban amablemente, pero las mujeres... Que pena que seamos entre nosotras mismas las que nos hagamos esas cosas. Mis amigos eran los amigos de mi ex, los teniamos en comun y cuando el me dejo al final terminaron dejandome de lado, quedaban con el y su nueva pareja, realmente todos tenian parejas y saliamos asi por lo que imagino que fue mas facil estar a su lado que al mio que estaba sola, pero bueno, ya me habia acostumbrado a sentir la soledad como unica compania. Estaba comenzando a llover y el dia se vestia de gris, para colmo era viernes, mi primer dia de trabajo y ya me iba de fin de semana, la verdad que mejor, tenia que canalizar esas sensaciones tan feas que habia tenido ese dia y es que me habia sentido el patito feo de la oficina. Compre el pan y me fui para mi casa, aquel lugar en el que me sentia segura ya que era como mi burbuja ante la vida. Encendi la calefaccion, me puse el pijama y calente el puchero que deje preparado y coci un poco de arroz. Comi llorando, asi de tonta era, se me saltaban las lagrimas, tenia pena, me parecio muy feo que nadie me hubiera dedicado una sonrisa de mis companeras y que me miraran como un bicho raro y encima el jefe, ese chulesco que no tuvo ni una leve sonrisa para recibirme. Tras comer con esa tristeza, recogi la cocina y me tumbe en el sofa a ver la tele con una mantita, esa era mi vida, manta, sofa y soledad, pura diversion. Asi me pase toda la tarde con esa pena que me ahogaba, pero me repetia a mi misma que yo era mas fuerte que todo eso y que me tenia que levantar y reconducir mi vida, tenia que salir la chica alegre que fui un dia, la que era feliz con cualquier cosa y disfrutaba de lo que tenia sin necesidad de necesitar mucho mas.

  • Unas vacaciones en invierno de Bernard Maclaverty

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    Libro del ano 2017 segun The Guardian, The Sunday Times, The Irish Times, The Herald Scotland y Mail on Sunday

  • El bosque de Laurel, Alexandra Risley de Alexandra Risley

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  • Cuando sepas de mi de Valentin Alvarez Tremino

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    Alex y Cristina son dos almas unidas por el hilo rojo del destino, no importa cuanto esten separados, tras mas de 20 anos sin saber el uno del otro volveran a encontrarse en el momento que mas se necesitan, el esta atormentado por su pasado, se ha vuelto un chico sin ganas de vivir, sin nada que le haga tener una ilusion, se ha ido apartando del resto del mundo. Ella intentara sacarlo esa oscuridad en que esta metido, al mismo tiempo que ira recordando el porque de ese amor hacia el, que estaba perdido en el tiempo.

  • Amor irresistible (Love Me 3) de Elle Kennedy

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    Esta fiesta es un rollo. Deberia haberme quedado en casa, pero estos dias mi casa parece el set de un programa de las Kardashian. Gracias a mis tres companeras de piso, esta saturada de estrogenos. Por supuesto, tambien hay un monton de estrogenos aqui, en la residencia de las Zeta Beta Ni, pero son de esos a los que me puedo sentir atraido. Todas mis companeras tienen pareja, asi que no se me permite tocarlas. <>. Cierto. A causa mi autoimpuesta abstinencia, no tengo permitido tocar a nadie, y punto. Eso me hace plantearme la siguiente pregunta: si un arbol cae en el bosque y no te puedes acostar con nadie en una fiesta celebrada en la residencia de una sororidad, ?todavia se considera una fiesta? Rodeo con los dedos el vaso de plastico rojo que mi amigo y companero de equipo, Matt Anderson, me acaba de plantar en la mano. --Gracias --musito. Doy un trago y hago una mueca. Esta cerveza esta aguada, aunque puede que sea algo positivo. Un buen incentivo para no consumir mas de un vaso. El entrenamiento de manana no empieza hasta las diez, pero habia planeado llegar un par de horas antes a la pista de hielo para trabajar mis canonazos. Tras el desastroso final de la temporada pasada, prometi que haria del hockey mi maxima prioridad. El nuevo semestre empieza el lunes, nuestro primer partido es la semana que viene, y estoy motivado. Briar no llego al campeonato nacional el ano pasado, y fue por mi culpa. Esta temporada sera diferente. --?Que te parece esa chica? --Matt senala discretamente con la cabeza a una chica mona que lleva unos shorts y una camisola rosa palido. No lleva sujetador y se le marca el contorno de los pezones a traves de la tela sedosa. Se me hace la boca agua. ?He mencionado que es una fiesta de pijamas? Yip yip, hace casi cinco meses que no tengo sexo y estoy inaugurando mi tercer ano de carrera en una fiesta donde todas las mujeres apenas llevan ropa. Nunca me he jactado de ser muy listo. --Esta muy buena --le digo a Matt--. Venga, ve a ligartela. --Lo haria, pero... --Suelta un grunido de protesta--. Te esta mirando a ti. --Bueno, estoy fuera del mercado --contesto, y me encojo de hombros--. Eres libre de acercarte y decirselo. --Le doy un toquecito amistoso en el brazo--. Estoy seguro de que te considerara un premio de consolacion adecuado. --!Ja! Que te den. No soy el segundo plato de nadie. Si no se muere de ganas por enrollarse conmigo, prefiero encontrar a alguien que si. No tengo necesidad de competir por la atencion de una mujer. Este es uno de los motivos por los que Matt me cae bien: es competitivo sobre el hielo, pero fuera de la pista es bastante decente. Llevo jugando a hockey toda mi vida, y he tenido companeros que no se lo pensarian dos veces a la hora de robarle la chica a un amigo; o incluso peor, de enrollarse con ella a sus espaldas. He jugado con chicos que tratan a las fans del hockey como si fueran de usar y tirar, y que han compartido a chicas como si fueran caramelos. Chicos con ningun respeto y unos prejuicios terribles. Pero, en Briar, tengo la suerte de jugar con chicos decentes. Por supuesto, no hay ninguna plantilla que se libre de tener un capullo o dos, pero la mayor parte de mis companeros son buena gente. --Si, no creo que te resulte muy complicado --coincido--. La chica morena que esta a las dos en punto ya te esta haciendo de todo con la mirada. Abre mucho los ojos marrones cuando se fija en la chica con curvas que viste con un camison corto blanco. Ella se sonroja en cuanto sus miradas se cruzan, sonrie con timidez y alza el vaso en un brindis silencioso. Matt me abandona sin mirar atras, aunque no me extrana. El comedor esta lleno de chicas en lenceria y chicos en batines a lo Hugh Hefner. Yo no sabia que era un evento tematico, asi que llevo bermudas y una camiseta de tirantes, y voy bien. La mayoria de los tios que me rodean estan ridiculos con los atuendos que llevan. --?Te lo pasas bien? --La musica retumba, pero no esta lo bastante alta como para que no oiga a la chica a la que Matt miraba en un principio. --Si. Ha venido mucha gente. --Me encojo de hombros--. El DJ es bastante bueno. Se acerca, furtiva. --Soy Gina. --Hunter. --Se quien eres. --La simpatia irrumpe en su voz--. Estuve en el partido de la liga contra Harvard, cuando aquel capullo te rompio la muneca. Todavia no me creo que lo hiciera. Yo si. Me tire a su novia. Pero no se lo cuento. De todos modos, tampoco es que lo hiciera a proposito. No tenia ni idea de quien era esa chica cuando me acoste con ella. Aunque, al parecer, ella si que sabia quien era yo. Queria vengarse de su novio, pero yo no me entere hasta el momento en que este se lanzo sobre mi en medio del segundo partido mas importante de la temporada, el que determina quien va a la Frozen Four, el torneo mas importante de la temporada universitaria. La muneca rota fue el resultado de un placaje contra el hielo. El capullo de Harvard no pretendia rompermela, pero ocurrio, y de repente yo estaba fuera del partido. Igual que nuestro capitan, Nate Rhodes, al que echaron por intentar defenderme. Regreso de golpe al presente. --Fue una forma horrible de terminar la temporada --comento. Ella encuentra la manera de posar la mano en mi biceps derecho. Ultimamente, mis brazos estan mucho mas grandes, aunque este mal que yo lo diga. Cuando no practicas sexo, hacer ejercicio es imperativo para no perder la cabeza. --Lo siento --ronronea Gina. Desliza los dedos con suavidad por encima de mi piel descubierta, lo que me provoca unos pinchazos de calor por todo el brazo. Casi gimo en voz alta. Dios santo, estoy tan cachondo que, con solo una caricia en el brazo, una mujer me ha provocado una semiereccion. Se que deberia apartarle la mano, pero hace mucho tiempo que nadie me toca de forma no platonica. En casa, mis companeras de piso me toquetean a todas horas, pero ninguna de forma sexual. A Brenna le gusta darme cachetes o pellizcarme el trasero para burlarse de mi cada vez que pasa a mi lado por el pasillo, pero no me desea. Solo es una cabrona. --?Quieres que vayamos a un sitio mas tranquilo a hablar o algo? --sugiere Gina. He vivido el tiempo suficiente en este planeta como para ser capaz de descifrar el significado oculto de <> en el idioma de las chicas. 1) No vamos a hablar demasiado. 2) Vamos a pasar mucho tiempo haciendo <>. Gina no podria habermelo dejado mas claro, a menos que hubiera levantado un cartel que dijera: !ACUESTATE CONMIGO! Incluso se pasa la lengua por los labios cuando articula la pregunta. Se que deberia negarme, pero la idea de volver a casa ahora mismo y masturbarme en mi habitacion mientras mis companeras de piso se hacen una maraton de temporadas antiguas de The Hills no me atrae demasiado. Asi que anado: --Claro. Y sigo a Gina fuera de la habitacion. * * * Terminamos en un cuchitril en el que hay un sofa, un par de estanterias con libros y un escritorio contra la pared del fondo bajo una ventana. Esta sorprendentemente vacio. Los dioses de la fiesta se han apiadado de mi celibato y nos han proporcionado el tipo de privacidad peligrosa que deberia evitar a toda costa. En lugar de eso, me coloco en el sofa y dejo que Gina me bese el cuello. Su camisola de saten me roza el brazo y la sensacion de placer que me produce el mas minimo roce es casi pornografica. Todo me pone cachondo estos dias. El otro dia se me puso dura mientras veia un anuncio de Tupperware en YouTube porque la MILF que aparecia en el estaba pelando un platano. Entonces lo corto en pedacitos y puso los trozos de platano en un recipiente de plastico, y ni siquiera ese horrible simbolismo me disuadio de tocarme mientras pensaba en la Mujer del Platano. En un par de meses, empezare a penetrar las tartas de manzana que hace cada domingo mi companera Rupi. --Hueles muy bien. --Gina inhala profundamente, suelta el aire y su aliento calido me hace cosquillas en el cuello. Cierra la boca y, como una herradura ardiente, la posa en mi piel de nuevo. Me gusta tenerla sobre mi regazo. Sus muslos torneados atrapan los mios y siento su cuerpo caliente y voluptuoso cubierto por el saten. Tengo que parar esto. Me hice una promesa a mi mismo y al equipo, aunque nadie me lo haya pedido y todos piensen que estoy loco por insistir en no tener sexo. Matt declaro directamente que no creia que dejar de lado mis impulsos sexuales fuera a afectar en lo mas minimo a nuestros partidos de hockey. Pero yo creo que si, y para mi es una cuestion de principios. Los chicos me votaron para que fuera su capitan. Me tomo en serio la responsabilidad y, por experiencia personal, se que tiendo a dejar que las mujeres me enreden la cabeza. El ano pasado, ir de flor en flor me costo una muneca rota. No lo repetire. --Gina, yo... Me interrumpe cuando presiona sus labios contra los mios. De pronto, nos estamos besando y la cabeza me da vueltas. Sabe a cerveza y a chicle. Y el pelo, que le cae sobre un hombro en una cortina espesa de rizos rojos, huele a manzanas. Mmm... Me la quiero comer. Nuestras lenguas bailan y el beso se vuelve mas profundo y apasionado. La cabeza todavia me da vueltas y la lujuria y el descontento libran una batalla en mi interior. He perdido la capacidad de pensar con claridad. La tengo tan dura que me duele, y Gina solo lo empeora cada vez que se restriega contra mi entrepierna. Treinta segundos mas, me digo. Treinta segundos mas y paro esto antes de que vaya mas lejos. --Te deseo tanto... --Vuelve a posar los labios en mi cuello, y entonces, joder, desliza la mano entre los dos. Me agarra el pene por encima de los calzoncillos y casi gimo de placer. Hacia una eternidad que una mano que no fuera la mia me tocaba. El placer es vergonzosamente intenso. --Gina, no. --Gimo, y necesito hacer un gran esfuerzo para apartarle la mano. Mi pene protesta y deja caer liquido preseminal por el interior de mis boxers. Ella se sonroja y se le ponen los ojos vidriosos. --?Por que no? --Estoy... Me estoy tomando un descanso de todo eso. --?De que? --Del sexo. --?Como? --Intento vivir sin... --?Sin que? --Parece tan confusa como yo abatido. --Sin sexo --aclaro, taciturno--. Quiero decir que no tendre sexo durante un tiempo. Frunce el ceno. --Pero... ?por que no? --Es una larga historia. --Hago una pausa--. Bueno, en realidad, no lo es. Este ano quiero concentrarme en el hockey, y el sexo es una inmensa distraccion. Eso es todo. Permanece en silencio durante un largo segundo. Entonces, me toca la mejilla y me acaricia la barba incipiente sobre la mandibula con el pulgar. Se pasa la lengua por los labios, y yo casi me corro en los pantalones. --Si te preocupa que quiera tener algo mas contigo, relajate. Solo busco un rollo de una noche. Tengo muchisimo trabajo este semestre y no tengo tiempo para relaciones. --No tiene nada que ver con las relaciones --trato de explicar--. Es el sexo en general. Una vez empiezo, no quiero parar. Me distraigo y... Vuelve a interrumpirme. --Vale, sin sexo. Te la como. Casi me atraganto con mi propia lengua. --Gina... --No te preocupes, me tocare mientras lo hago. Las mamadas me ponen muy cachonda. Esto es una tortura. Pura tortura. Lo juro, si el ejercito necesita ideas para romper a alguien, dadle a un chaval universitario que tenga una ereccion, echadle a una tia buena sobre el regazo y haced que ella le diga lo mucho que quiere tener sexo sin compromiso y que le ofrezca mamadas porque la ponen <>. --Lo siento --gruno. Entonces, logro realizar una hazana todavia mas dificil: la aparto de mi regazo y me levanto--. Mi estado mental no es el mas apropiado para... nada de esto. Ella se queda sentada y echa la cabeza hacia atras para mirarme. Tiene los ojos abiertos de incredulidad y una pizca de... lo que podria ser compasion. Por el amor de Dios. Ahora se apiada de mi por mi celibato. --Lo siento --repito--. Y para que lo sepas, eres la chica mas atractiva de esta fiesta y mi decision no tiene nada que ver contigo. Me hice una promesa en abril y quiero mantenerla. Gina se muerde el labio inferior y, para mi sorpresa, veo un destello de admiracion en su rostro. --No voy a mentir --dice--, estoy un poco impresionada. No hay muchos tios capaces de mantenerse firmes a esa decision cuando se topan con mi cuerpazo. --No hay muchos hombres tan estupidos como yo. Sonriente, se levanta de un salto. --Bueno, supongo que nos veremos por ahi, Hunter. Me gustaria decirte que te esperare, pero esta chica tiene sus necesidades, y es evidente que no van acordes a las tuyas. Se rie, sale poco a poco del cuchitril y yo observo como balancea su atractivo trasero a cada paso. Me paso ambas manos por el pelo y suelto un gemido ahogado contra las palmas. No se si deberia estar orgulloso de mi mismo o patearme el culo por el ridiculo camino que he tomado. En gran medida, me ha ayudado a concentrarme en el hockey. Saco toda mi frustracion sexual sobre el hielo. Soy mas fuerte y rapido de lo que era la temporada pasada, y casi me deshago de la desesperacion en cada uno de los lanzamientos a porteria que hago. Las balas dan en el objetivo, casi a modo de homenaje a mi pene doliente. Un reconocimiento de que su sacrificio debe ser honrado. Solo es hasta el final de la temporada, me aseguro a mi mismo. Siete meses mas, que sumaran un ano entero de celibato en cuanto cruce la linea de meta. Y entonces me recompensare a mi mismo con un verano lleno de sexo. Un verano de sexo. Un verano de sexo sucio, decadente e interminable. Por favor. Estoy muy cansado de mi propia mano. Y no estoy ayudando a la causa con estupideces como abrirme a la tentacion con preciosas chicas de sororidades. Por primera vez en mucho tiempo, me muero de ganas por que empiecen las clases. Con suerte, tendre tanto trabajo este semestre que me ahogare en el. Deberes, tiempo extra sobre la pista de hielo, entrenamientos y partidos: es todo en lo que me permito concentrarme. Y, por descontado, no mas fiestas de sororidades. Evitar la tentacion es la unica manera de centrarme en el juego y mantener la polla en los pantalones.

  • Hombres elegantes y otros articulos de Milena Busquets

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    El lector que se asome a estas paginas se encontrara con textos que hablan del mejor bano del verano; los besos perfectos; una loca expedicion a la isla de Faro emprendida a los dieciocho anos con una amiga para conocer al admirado Ingmar Bergman (al que no lograron ver ni de lejos); Ana Maria Moix comprando en una carniceria; los gestos que nos indican que ha llegado el otono y los pequenos detalles que anuncian que esta a punto de asomar la primavera; la perdida de seres queridos y los hijos que se convierten en adolescentes; las pompas de jabon; los cuentos de Chejov y de Isak Dinesen; el inagotable mundo de Proust y la gente que se siente obligada a asegurar que lo ha leido cuando en realidad no lo ha hecho, como pasa tambien con el Quijote y tantos otros clasicos de relumbron; Umberto Eco, con toda su oronda humanidad, sentado en el sofa de casa de la madre de la autora; Barcelona y Cadaques como escenarios de una vida; la politica que nos irrita y algunos gestos de los politicos que nos recuerdan que tambien ellos son humanos; Ana Maria Matute y la novela con la que renacio; el aburrimiento; los perros; los amigos y las amigas; los profesores del Liceo Frances; la muerte de Leonard Cohen; las peliculas de Woody Allen; el personaje preferido de Mary Poppins, una definicion acaso poco ortodoxa de la elegancia masculina y un breve listado de hombres elegantes.

  • Comer para no morir, Michael Greger de Michael Greger

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    La gran mayoria de muertes prematuras podrian prevenirse con tan solo llevar a cabo sencillos cambios en la dieta y en el estilo de vida. En Comer para no morir, el doctor Michael Greger, experto en nutricion y medico de fama mundial, analiza las quince primeras causas de muerte (enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cancer, diabetes, enfermedad de Parkinson o hipertension arterial, entre otras) y explica como algunos cambios en la alimentacion y el estilo de vida pueden ser mas eficaces que las pastillas u otros tratamientos farmacologicos y quirurgicos, y de este modo vivir una vida mas saludable.

  • Desde aquella orilla de Juan Alberto Alfaro Saavedra

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    “Helenio, al que todos llaman Hely, da un giro a su vida dedicandose a viajar y vivir de ello. Lo que no sabe es que, en un solo dia, una historia de amor cambiara por completo su diario de viajes, ese que nunca debio cerrar. Alba, su amor, es el principio y el fin. India es el escenario de una aventura inacabada”.

  • Historia de un duelo de Carol Schaefer

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    Narracion reflexiva y de autoayuda que parte del instante en que Sophie, personaje ficticio, da un vuelco a su existencia. Renuncia a una vida aparentemente hecha. Necesita soledad para encontrar la verdad sobre si misma. Se siente incompleta, asi que emprende la busqueda de la hija que murio hace mas de dos decadas.

  • Subete a unos tacones y tu vida cambiara de Amber Lake

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    Marcia Gallardo, treintanera, licenciada en economicas, soltera y sin compromiso, necesitaba dar un cambio a su vida y este debia comenzar por transformar su aspecto. Estaba cansada de que la ningunearan en su trabajo, de que ningun hombre decente se fijara en ella y de que sus amigas la pusieran como ejemplo de lo que no se debe hacer para triunfar en la vida. Sin embargo, lo que la habia acabado de decidir era la posibilidad de perder su trabajo en las proximas semanas.
    La rivalidad con una companera, que tenia muchas posibilidades de llevarse el ascenso que ella merecia, exigia utilizar todas las armas a su alcance, incluyendo el seducir al nuevo jefe. Pero ?hasta donde estaria dispuesta a llegar?
    Cuando Andre Bassard, el hombre del que dependia su futuro, resulta ser diferente a lo que esperaba, Marcia ve peligrar sus planes. Resuelta a no dejarse vencer, piensa en variar de estrategia; algo que tambien conlleva ciertos riesgos. como enamorarse de el.

  • La luna en la puerta de Andrea Tome

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  • Todo por ti de Beatriz Manrique

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    Madeline Esterly ha abandonado una existencia de servidumbre en Londres. Ahora es propietaria de una sombrereria que prospera y de una residencia en la que se siente segura. En Madrid se ha labrado una vida comoda con la que esta satisfecha y en la que lo controla todo. Todo, excepto el trastorno que le provoca el conde de Valdetorres cada vez que se encuentran.

    Los ultimos anos de la vida de James Armendariz han estado marcados por la inestabilidad politica del pais, por la guerra carlista y por la confidencialidad de su actividad como agente alfonsino. Ha descuidado su vida personal, no le interesa el matrimonio, ni tiene intencion de buscar esposa… sin embargo es consciente de la intriga que experimenta por cierta senorita cada vez que la ve.

    ?Bajo que circunstancias podria verse amenazada la agradable, aunque distante cordialidad que comparten? James y Madeline no esperaban verse envueltos en una situacion que los obligara a reconsiderar el limite de su amistad, pero ?podran detener sus emociones cuando los acontecimientos los arrastren sin que puedan evitarlo?

  • Herramientas para la gestion de calidad de Hector Santiago

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    Una de las tareas habituales de los equipos de trabajo en el ambito de la gestion de la calidad es la resolucion de problemas y planificacion de las acciones de mejora que seran necesarias para eliminar dichos problemas y sus causas.
    Por tanto, contar con un buen numero de herramientas de gestion y planificacion es un apoyo inestimable a departamentos de diseno y fabricacion en el proceso de analizar problemas, obtener y analizar datos, identificar oportunidades de mejora y poner en marcha planes y programas eficaces y eficientes.

  • Solo nosotros (La fuerza de los elementos 1) de Silvia Sancho

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    Una noche de invierno.
    Dos desconocidos.
    Una fiesta exclusiva.
    Un incidente propiciado por el alcohol. O, tal vez, por el destino...
    Madrid, Ginebra, Nueva York.
    El comienzo de una historia que no solo los cambiara a ellos.

  • El reino de Goncalo M. Tavares

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    El reino reune las cuatro novelas cortas Un hombre: Klaus Klump, La maquina de Joseph Walser, Jerusalen y Aprender a rezar en la era de la tecnica, escritas por Tavares entre 2003 y 2007. Estamos ante una de las obras fundamentales de uno de los mejores autores europeos contemporaneos, que invita a reflexionar sobre un contexto politico de enorme actualidad: la libertad del individuo en sociedad, la violencia y el poder del Estado o las relaciones sociales. El Tavares de El reino es <>, como recuerda Vila-Matas, <>.

  • En los torbellinos del tiempo de Alberto Velez Leon

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    Alfer Weise es un destacado profesor de filosofia e investigador que por designios del destino encuentra la buscada y anhelada, Petra autem seculorum, la piedra de los siglos; creada quizas por el propio Hermes Trimegisto, que le permite viajar en tiempo y que concede el don de la poliglosia, la facultad de hablar en lenguas.
    La mafia china, tenedora original de la piedra confirmara con sangre, los poderes de esta. El anhelo por poseerla, hara que muchos grupos poderosos y maleficos pretendan aduenarse de ella, generando persecuciones, muerte e intriga a lo largo de la trama.
    Sectas hermeticas, ceremonias secretas, mundos intersecados por tiempo y espacio, haran de esta novela de aventuras y ficcion, un trepidante recorrido por las sendas de lo oculto, lo iniciatico, lo oscuro.
    Los mas grande poderes del orbe, obsesionados por la reliquia intervendran, poniendo al profesor Weise, en la aventura mas fantastica, que jamas hubiera imaginado. Junto a su fiel amigo el egipcio Abubakar Adom y su novia Samira, enfrentaran los peligros, inminentes a los que se ven abocados; pero no todos saldran indemnes y el sacrificio final pone en entredicho, el que haya valido la pena el recorrido.
    Un final alucinante e inesperado, mostrara al lector cuanto puede afectar, el modificar los sucesos, interviniendo el tiempo.
    Amor, aventuras, sangre y suspenso en un thriller, que lo tendra en suspenso de principio a fin. Libro digno de leer y recomendar.

  • Contigo llego la pasion de Emma Bailey

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    La duena de la pasteleria de al lado esta preparando su especialidad, torta de crema, y tengo toda la intension de saborearla.

    Dicen que un mecanico con un mal pasado no puede ser un buen padre.

  • Estas olvidada (Camila 2) de Alma Fernandez

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    Las piernas me temblaron hasta el punto de que apenas podian sostenerme, por lo que mis amigas me sirvieron de apoyo. --?Dices que esta Guille aqui? --me pregunto Rebeca, mientras Alba trataba de borrar las lagrimas de su rostro tras el broncazo con Sergio. --Que si, que al final me ha perdonado, que dice que no puede vivir sin mi. --La madre del cordero, pero tu ahora estas con Rene, ?no? --Yo... con Rene... no se. A ver que nos hemos acostado y eso, pero que no hemos hablado nada. --?Y entonces? --Es que Guille es mi novio, mi novio de toda la vida. Y nosotros estabamos prometidos. Vale que no ha sido una pedida de mano formal ni nada, pero que esas son cosas de las novelas romanticas, que nosotros siempre hemos sabido que terminariamos casandonos. --No, no estoy de acuerdo. Esas no son cosas de las novelas romanticas, ?por que habian de serlo, tontita? Tu te mereces un final bonito para tu historia y estoy segura de que con Rene podras tenerlo--Alba hizo un esfuerzo por animarme muy de alabar, dado el palazo que acababa de llevarse. --?Si? ?Igual que el tuyo con Sergio? ?O el de ella con el vikingo? ?Cuanto tiempo tardaria Rene en darle la patada a una chica como yo? Ahora todo esta perfecto porque soy la novedad, pero cuando se canse del mismo plato ya veremos, que el debe tener el paladar muy exquisito. De pronto lo vi claro; lo de Rene habia sido increible, ese hombre me habia dado luz en un momento en el que mi vida se volvio sombria, pero lo hizo porque me faltaba Guille, ese otro que habia estado ahi siempre. --No es justo que digas eso. Que no nos haya salido a nosotras no quiere decir que a ti vaya a sucederte lo mismo, Camila, pero vas a hacer lo que quieras. Total, tienes la cabeza como el marmolillo... --Si, si que voy a hacerlo. Y vale que me da pena por Rene, pero es que yo le falle a Guille, le falle y encima, en pleno malentendido, se lo solte riendome de el. Es que no tengo perdon de Dios. --Tu lo que tienes es un sentimiento de culpabilidad como la copa de un pino, ?o no? --Si que lo tengo, ?no lo tendriais vosotras? Le acabo de enviar nuestra ubicacion, dice que ha alquilado un --Es que Guille es mi novio, mi novio de toda la vida. Y nosotros estabamos prometidos. Vale que no ha sido una mereces un final bonito para tu historia y estoy segura de que con Rene podras tenerlo--Alba hizo un esfuerzo por --No es justo que digas eso. Que no nos haya salido a nosotras no quiere decir que a ti vaya a sucederte lo mismo, coche. --Pero tu decias que andaba liado con las oposiciones y que no tenia donde caerse muerto, ?no? --Si, lo que no quita para que les haya pedido dinero a sus padres o a alguien y hecho un esfuerzo para venir a verme, ?no entendeis que tiene todavia mas merito? --Chica, yo no se lo que decirte, ademas Guille es mas nino que Rene, que ese si que es un hombre. --Ya, pero ese nino ha estado siempre en mi corazon--sentencie. Apenas tardo en llegar y lo hizo con una cara de ilusionado que no podia con ella. Nunca habia visto a Guille asi, porque el no era especialmente efusivo e incluso lloro cuando me abrazo. --!Por fin estoy aqui contigo, Camila! No sabes lo muchisimo que te he echado de menos--Las lagrimas resbalaban por su rostro. --?Eso quiere decir que me has perdonado? Guille, yo no quise hacerte dano, lo que ocurrio fue un desliz que a punto estuve de confesarte esa noche, pero no me dio tiempo... Solo fue un beso, te lo prometo, pero un beso que te espete de mala manera cuando crei que estabas con Cleopatra. --?Como iba a estar yo con Cleopatra teniendo una novia como tu? --Pues estando, que se yo. --Ni lo menciones, sabes que solo fui a encargarle el colgante y luego insistio en que tomaramos algo. Y claro, como se pasa el dia publicando su vida en las redes, pues ahi estuvo el problema. --Ya paso, mi amor, ?podras perdonarme? --?No te has enterado de que ya lo he hecho? Imaginate, si he venido hasta aqui solo para darte el colgante y pasar contigo tu cumple. --?Me has traido el colgante? --Lo mire con emocion. --No, se lo he dado a una chica que venia en el avion--Se burlo de mi. --No me chinches, porfi, que estoy deseando verlo. --Pues mira que he estado mas de una vez por echarlo al water y tirar de la cisterna, pero luego entendi que no podia hacerlo, que por mucho que quisiera me era totalmente imposible. --Gracias al cielo que no, con la ilusion que me hace que me lo pongas. Senti que estaba renaciendo, porque mi historia con Guille tuvo un final tan feo que en cierto modo pense que quizas esa herida no dejara nunca de sangrar, por mucho que nuevas ilusiones llamaran a mi puerta. Me pusiera como me pusiera, yo era una chica sencilla y sentia que con alguien como el era con quien encajaba. --?Te hace ilusion? --Lo saco de su bolsillo y yo abri la cuca cajita. Cleopatra seria una lagarta, pero buen gusto tenia para parar el tren y se lo habia preparado que era una monada. El colgante en cuestion, del que pendia un corazon, tambien lo era. --Es precioso, muchas gracias--Le di un besazo. --Es lo minimo, sabes que me chirrio mucho que te vinieras a Lanzarote y he de reconocer que yo tambien tuve mi parte de culpa en lo que paso, por no estar mas ahi. Las otras dos se miraron con una sonrisilla socarrona, pues para ellas que el no habia estado a la altura ni en ese momento ni en ningun otro. Fue entonces cuando me di cuenta de que no se las habia presentado. --Por cierto, ya sabeis que el es Guille y ellas son Rebeca y Alba. El las miro tambien con algo de recelo, porque en cierto modo siempre las considero culpables de mi marcha, pero yo tenia la absoluta seguridad de que pronto todo eso pasaria. Despues de que se saludaran, el se me quedo mirando fijamente. --?Y se puedes saber donde vas tan guapa? Nunca te habia visto asi, estas radiante. --Gracias, voy, es decir, vamos a mi fiesta de cumpleanos. La celebraremos aqui cerca, en el bar en el que trabaja una amiga. --?Si? Pues no perdamos mas tiempo, estoy deseando conocer a la gente que ya forma parte de tu vida. --Pues vamos entonces--le dije mientras me cogia de la cintura y yo sentia un doloroso pellizco en el estomago al pensar que Rene se quedaria de piedra cuando nos viera aparecer juntos. Cleopatra seria una lagarta, pero buen gusto tenia para parar el tren y se lo habia preparado que era una monada. El colgante en cuestion, del que pendia un corazon, tambien lo era. --Es precioso, muchas gracias--Le di un besazo. --Es lo minimo, sabes que me chirrio mucho que te vinieras a Lanzarote y he de reconocer que yo tambien tuve mi parte de culpa en lo que paso, por no estar mas ahi. Las otras dos se miraron con una sonrisilla socarrona, pues para ellas que el no habia estado a la altura ni en ese momento ni en ningun otro. Fue entonces cuando me di cuenta de que no se las habia presentado. --Por cierto, ya sabeis que el es Guille y ellas son Rebeca y Alba. El las miro tambien con algo de recelo, porque en cierto modo siempre las considero culpables de mi marcha, pero yo tenia la absoluta seguridad de que pronto todo eso pasaria. Despues de que se saludaran, el se me quedo mirando fijamente. --?Y se puedes saber donde vas tan guapa? Nunca te habia visto asi, estas radiante. --Gracias, voy, es decir, vamos a mi fiesta de cumpleanos. La celebraremos aqui cerca, en el bar en el que trabaja una amiga. --?Si? Pues no perdamos mas tiempo, estoy deseando conocer a la gente que ya forma parte de tu vida. --Pues vamos entonces--le dije mientras me cogia de la cintura y yo sentia un doloroso pellizco en el estomago al pensar que Rene se quedaria de piedra cuando nos viera aparecer juntos. Capitulo 2 --Ya esta aqui la cumpleanera--le anuncio al resto una desinflada Yurena, que no podia entender nada cuando me vio aparecer con el. --Despues te lo explico, ?vale? Es Guille, mi novio del que te hable--le comente al oido. --Querras decir tu exnovio, porque me hablaste de un ex--me dijo tambien ella en el oido mientras me espetaba dos besos. El resto de la mesa la componian algunos otros companeros de trabajo con los que habiamos hecho buenas amigas y que vinieron enseguida a felicitarme. A quien no vi fue a Rene y eso me hizo suspirar aliviada. Por un instante, pense que todo aquello podria tener una explicacion, quizas Rene se echo para atras en el ultimo momento. Si, podia ser que fuera uno de esos personajes que prometian y prometian hasta que la metian. Y como ya la habia metido... Yo estaba en una nube, si bien tampoco paso por mi cabeza confesarle a Guille lo que habia tenido con el. No, me sentia fatal, pero no veia viable que supiera que, despues de aquel primer beso, habiamos terminado acostandonos en su barco. Yo no era asi, pero quizas lo que necesitaba no era solo un cambio de imagen, sino un cambio de chip. El que Rene no estuviera me alivio cantidad, ?y si Guille habia llegado en el momento adecuado, justo cuando el otro me fuera a dar la patada? A veces las cosas tienen un porque. --?Puedes venir un momento, preciosa? No se que velas te gustan mas--me llamo Yurena. Me acerque a ella, que estaba detras de la barra, y mucho me temi que se avecinaba conversacion. --Tia, me has dejado helada, esto no se hace, ?como te presentas aqui de nuevo con Guille? --Se que es un impacto, pero no lo he sabido hasta hace un rato, palabra de honor. --Chica, es que no se lo que le vamos a decir ahora a Rene, yo creia que te estabas ilusionando con el. --Y yo tambien lo creia, pero es que de pronto ha aparecido Guille y que quieres que te diga, el siempre ha estado en mi vida, pero siempre, siempre... --Y tu eres de las que piensa que mas vale pajaro en mano que ciento volando, ?no? El resto de la mesa la componian algunos otros companeros de trabajo con los que habiamos hecho buenas amigas Yo estaba en una nube, si bien tampoco paso por mi cabeza confesarle a Guille lo que habia tenido con el. No, me sentia fatal, pero no veia viable que supiera que, despues de aquel primer beso, habiamos terminado acostandonos --Y yo tambien lo creia, pero es que de pronto ha aparecido Guille y que quieres que te diga, el siempre ha estado --Mujer, tampoco creo que sea eso, que yo siempre he estado por Guille, esa es la realidad. --Ya, ya, mucha realidad y mucho ocho cuartos. --Tampoco veo a Rene aqui, no se ha dado patadas en el culo por venir, perdona. --No, solo se las ha dado para ir a recoger tu tarta a la pasteleria, que han tenido un problemilla y se han retrasado. --?Rene me ha encargado una tarta? --Pues va a ser que si, bonita. Una tarta que me parece que se nos va a indigestar a todos a este paso. Me lo estaba diciendo cuando llego el, con un elegante embalaje de la mejor pasteleria de la isla. --Ey, preciosa, un millon de felicidades--Vino directo a besarme y yo le hice una cobra de esas que no se olvidan. --Hola, Rene, tengo que presentarte a alguien... La voz me temblo tanto como lo hicieron mis piernas en el momento en el que llame a mi novio. --?Que quieres, amor? --me dijo al salir. --Te presento a Rene, el director del hotel. Y el es Guille, mi novio. La mala cara de Rene supero a la de un muerto. Yo me la estaba jugando, porque bien podia haber montado en colera alli mismo y enterado a Guille de todo, pero no se por que confie en que no seria asi. --Encantado, Guille. Yo solo habia venido a traeros la tarta, pero no me puedo quedar--disimulo con toda la elegancia. --?Como va a ser? Ya que estas aqui deberias tomarte una copa con nosotros, ?no piensas igual, Camila? --le propuso Guille. --Claro, claro que si--anadi haciendo de tripas corazon. --Lo que sucede es que a Rene le ha salido una gestion de ultima hora, pero ha querido tener el detalle de acercarnos la tarta--Yurena le echo un capote. --Es eso justamente, espero que lo paseis muy bien--anadio el antes de despedirse. --Que detallazo ha tenido el tio, ?no? Vaya un jefe apanado que tienes--me comento Guille cuando ya se hubo ido. El no es que empatizara especialmente con las personas, por suerte, y no detecto que Rene se fue por su propio pie, pero que en realidad se lo habian llevado los demonios. --Si, si que lo es--le comente mientras Yurena se encargaba de preparar la tarta. Una vez en la mesa, pase el siguiente mal trago, al ver que estaba personalizada y que en ella habia varios guinos a Paris, entre ellos una Torre Eiffel de chocolate que era una preciosidad. Con ello, sin duda, habia querido recordarme que me fuera con el a esa ciudad, a la que se conoce como la del amor...

  • La pintora de hielo de Kristin Marja Baldursdottir

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    Una maravillosa epopeya sobre el talento, el amor y la busqueda de la libertad de una mujer en la Islandia de principios del siglo XX.

  • Saber perder de David Trueba

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    Sylvia cumple dieciseis anos el dia en que comienza esta novela. Para celebrarlo organiza una falsa fiesta que solo tiene un invitado. Horas despues sufrira un accidente que significara su entrada en la vida adulta. Su padre, Lorenzo, es un hombre separado que trata de tapar los agujeros que el fracaso laboral han causado en su rutina. Ariel Burano es un joven jugador de futbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo espanol. La caja de los triunfos no parece dificil de abrir para su superdotada pierna izquierda y sera cuestion de tiempo que el estadio coree su nombre. El anciano Leandro, en cambio, es precisamente tiempo lo que no tiene. Estos son los cuatro personajes principales de Saber perder. Con las relaciones entre ellos se trenza un apasionante relato de supervivientes. Una mirada inteligente, llena de humor y emocion, pero que reivindica, por encima de todo, la maravillosa aventura de vivir. <> (Ricardo Senabre). El mejor libro del ano segun El Cultural de El Mundo. Premio de la Critica 2009.

  • Tierra de bisontes (Cienfuegos 7) de Alberto Vazquez-figueroa

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    Una nueva aventura del guanche Cienfuegos, el cabrero de La Gomera que se embarco por error en una de las naves en las que Cristobal Colon se dirigia al Nuevo Mundo.

  • El juguete del detective privado de Beverly Moore

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    Veo en sus ojos una mezcla de rabia y miedo, pero despues de un momento de vacilacion, lanza unos cuantos billetes a la barra y rapidamente se retira. Luego agarro la muneca de una chica y la saco del bar y la llevo al vestibulo del hotel.
    Como ya me habia dado cuenta antes, no muestra ningun miedo, sino mas bien excitacion, tratando de ocultar su sonrisa.

  • Suenos de Invierno de Kelly Dreams

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    Las inclemencias meteorologicas fueron las culpables de que Nakia se viese obligada a buscar cobijo en una de las cabanas del complejo turistico en el que trabajaba. Pasar la noche a solas en medio de la montana no era la mas interesante de las opciones, pero, ?que otra opcion le quedaba?
    Alexei llego a las montanas de Domjab buscando un momento de libertad, una ultima bocanada de aire fresco antes de hacer frente a su irremediable destino, con lo que no contaba era que las nevadas montanas traerian consigo la presencia de una mujer que pondria a prueba su paciencia y se grabaria a fuego en su piel.
    Una aventura de una noche, un encuentro sin normas, sin preguntas, solo placer y que haria peligrar cada una de sus prioridades.

  • Catarsis 1 de Anabel Garcia

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    Noa tiene una vida normal y corriente, como la de cualquier chica moderna rozando la treintena. Pero de repente, un buen dia, ocurre algo increible que transforma su monotonia en una trepidante aventura sin precedentes. Tanto es asi que incluso cree que esta inmersa en algun extrano sueno o broma pesada. Y para que os hagais una ligera idea de lo que estoy hablando, digamos que se ve rodeada de elfos, dragones, serafines, unicornios y un sinfin de criaturas extraordinarias.
    Mientras intenta desesperadamente escapar de ese mundo llamado Catarsis, o al menos sobrevivir a el, ya que sus inesperados dotes como hechicera son nefastos y sus enemigos no se andan con jueguecitos, descubre que alli todos consideran que es La Elegida, aunque la cuestion es ?elegida por quien y para que?
    Ademas, y para colmo de males, si pretende cumplir con su paradojico destino como salvadora del mundo, debe acatar las descabelladas ordenes del ser mas odioso que jamas haya existido, nada mas y nada menos que el mismisimo Senor del Mal, que no tardara en descubrir atonito lo que conlleva el caracter de una gaditana enojada.
    !Adentrate en Catarsis y demuestrame que el miedo no existe!

  • Despedida (Medianoche 3) de Claudia Gray

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    Ni siquiera el amor puede cambiar tu destino…

  • Si te quedas a mi lado de Adara Bach

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    Si te quedas a mi lado

  • Dos novelitas poco edificantes de Eloy Urroz , Jorge Volpi

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    “Dos “libros espejo” que parodian la literatura sentimental y pornografica”

  • Lejos del corazon de Lorenzo Silva

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    Un joven de veinticinco anos, con antecedentes por delitos informaticos, desaparece en la zona del Campo de Gibraltar. Hay testigos que aseguran haber visto como un grupo de hombres lo abordaban en plena calle y lo metian a la fuerza en un coche. Poco despues de su desaparicion, se reclama por el un abultado rescate en efectivo, que los suyos abonan sin rechistar. Desde entonces, no se vuelve a saber de el, lo que hace pensar que han acabado con su vida.

  • Lo que el cielo une de Graciela Nicolas

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    Siglo XIX, Lucero de Olazabal y Valiente Vallejos se sienten atraidos uno por el otro apenas se conocen en el Paseo de la Alameda.

  • A tu lado puedo ser feliz de Sophie Saint Rose

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    Un portazo en la planta baja indicaba que su hija habia llegado a casa. - ?Selina? -!Estoy aqui, mama! -respondio subiendo las escaleras. Agotada aparto su melena rubio platino de su hombro para sujetar la correa de su bolso y evitar que se le cayera.- ?Ocurre algo? Porque he quedado con Stayce para ir a una fiesta y todavia tengo que cambiarme- dijo yendo hacia su habitacion. Su madre la intercepto al salir de la habitacion de sus padres. La miro con sus ojos marrones como si quisiera matarla y por el vestido negro de lentejuelas que llevaba se dio cuenta de que querria que se quedara en casa. -Me dijiste que hoy te quedarias con Rebeca. Bufo enfadada al oirla - ?Por que tengo que quedarme cuidandola cada vez que salis? !Contratar una ninera, como todo el mundo! Paso ante su madre que parecia a punto de estrangularla - !Sera porque no haces nada en todo el dia, salvo ir de compras! Miro asombrada a su madre - ?Que no hago otra cosa? !Solo gasto mi asignacion! -!Que es muy generosa para mi gusto!- grito de los nervios- Ni estudias, ni trabajas. Solo te pedimos que cuides de tu hermana cuando no estoy en casa !Tampoco es para tanto! Entro en su habitacion furiosa - !Estoy harta! !Aqui no tengo intimidad, por no decir que siempre te tengo detras para decirme lo que tengo que hacer! !Tengo veinticinco anos, por el amor de Dios! -!Pues consigue un trabajo y vete de casa! Eso si que no se lo esperaba. Habian sido ellos los que le habian dicho que no se fuera cuando termino la universidad. Que ahora se lo echaran en cara, era el colmo. Habia sido ella, la que dijo que la echaria de menos y su padre, el que le dio la asignacion para que se sintiera independiente.- ?Que consiga un trabajo? Su madre desvio la mirada y Selina vio el pasador de diamantes de su abuela en su recogido.-Mama - dio un paso hacia ella asombrada- ?Ese es mi pasador? Su madre se sonrojo llevando la mano hasta su pelo tenido de rubio- ?No te importa, verdad? Me quedaba bien con este vestido. Selina entrecerro los ojos. No le hacia mucha gracia que su madre lo hubiera sacado del banco pues era muy valioso, pero ese no era el tema que estaban discutiendo.- Da igual- dijo poniendo los brazos en jarras ensenando el vestido de seda rosa que llevaba- Ese no es el tema. Me dijisteis... Su madre hizo un gesto con la mano sin darle importancia- ?Te quedas con tu hermana? Se miraron a los ojos. Los verdes de Selina refulgieron de furia- !No! Su madre, Regina Corrington la miro furiosa- !Muy bien, llamare a la ninera!- salio de la habitacion dando un portazo y durante un segundo se sintio culpable. Durante un segundo - Que contraten una ninera. -dijo entre dientes recogiendo sus bolsas. Al dia siguiente estaba recostada en la tumbona de la piscina leyendo una revista cuando aparecio su madre. Todavia estaba enfadada y Rebeca le dijo en voz bajaAhi viene... Miro a su hermana de siete anos que era un reflejo de ella misma y sonrio guinandole un ojo. Su hermana con su bikini rosa salio corriendo hacia su piscina infantil pegada a la de adultos- !Selina!- los tacones de su madre resonaron en el terrazo de la piscina. -?Si, mama?- pregunto sin levantar la vista. -?Te dije que dentro de una semana me voy a Paris y que te tienes que hacer cargo de tu hermana? No se lo habia dicho y lo sabia de sobra. Se lo decia ahora porque despues de lo del dia anterior esperaba que se sintiera culpable.-No, no me lo habias dicho- la miro sonriendo- ?Por que no te la llevas? Esta de vacaciones de verano. Su madre entrecerro los ojos- Tu padre estara muy ocupado... -Pero tu no- se levanto de la tumbona poniendose a su altura -Puedes ensenarle Paris mientras os vais de compras. -Tu no tienes que hacer nada y cuando vayamos a las cenas de negocios no tendremos que dejarla sola en el hotel. Se miraron evaluandose durante unos segundos - Muy bien, entonces me voy con vosotros a Paris. -!Ni hablar! Te quedaras aqui con tu hermana. Punto- dijo furiosa.- !Se te va a acabar toda esta tonteria! -No me importa quedarme con ella -dijo senalandola- !Pero no voy a dejar que me utiliceis a vuestro antojo! -!Haras lo que yo diga mientras vivas aqui! !Se te acabo esta vida de lujo sin hacer nada! -?Que ocurre aqui?- la voz de su padre resono en toda la piscina. Alto y moreno, todavia se conservaba bien para los cincuenta y dos anos que tenia. Las miro con sus ojos verdes a las dos - ?A que vienen esos gritos? -Tu hija no quiere hacer nada que no sea tomar el sol e ir de compras a Rodeo Drive- dijo su madre con desprecio dejandola atonita. -!Te recuerdo que fuiste tu la que me dijiste que no buscara trabajo cuando termine la universidad! -!No tienes necesidad de trabajar pero no significa que hagas el vago todo el dia! -!No, tengo que hacerte de ninera! -!Silencio!- su padre las miraba como sino las conociera- Regina- le dijo a su madre- ?le dijimos a Selina que no se buscara trabajo y ahora se lo echas en cara?- Selina sonrio ironica mirando a su madre con los brazos cruzados. Su hermana paso tras ella y le dio un azote en el trasero con su manita mojada. Su padre la miro a ella- y tu... !porque ayudes en el cuidado de tu hermana no creo que te vayas a agotar! Se sonrojo ligeramente -No es eso, papa. No me importa cuidarla pero siempre me avisa en el ultimo momento. Ayer me lo dijo cuando iba a salir y pretendia que anulara mi cita. -Pues del viaje a Paris te aviso con tiempo -dijo sonriendo ligeramente- Asi que ya sabes... No soportaba que la trataran como a una nina y la fastidiaba que le echaran en cara que no trabajaba- Esta bien. Me quedo con Rebeca. Su madre asintio satisfecha y se giro para mirar triunfante a su marido que todavia seguia muy serio. – Selina... -?Si, papa?- pregunto entre dientes. -Quiero que revises unos disenos que tengo que llevar a Paris.-dijo indicandole con la cabeza que lo acompanara. Se puso el caftan sobre su bikini azul electrico y le siguio por el camino que llevaba a la casa. No hablaron hasta llegar al despacho -Pasa -dijo dejandola pasar al enorme despacho donde trabajaba por las tardes. Cerro la puerta tras ella y suspiro- No te enfades. -No me enfado. -Tu madre no nacio en esta vida y todavia le sorprenden ciertas cosas.- dijo llegando a su escritorio

  • Lo extraordinario de Fran Zabaleta

    https://gigalibros.com/lo-extraordinario.html

    Un hombre que quiere desaparecer. Un paraiso envuelto en leyendas. Una busqueda milenaria a punto de terminar.

  • Diario de una adolescente de Phoebe Gloeckner

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  • No madres de Maria Fernandez-miranda

    https://gigalibros.com/no-madres.html

    Ser o no ser madre, esa es la cuestion para tantas y tantas mujeres…

  • La fuerza de una mirada de Luz Guillen

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    A pesar de su juventud, Diana esta sumida en un pozo de degradacion por culpa de la droga. Cuando mas desesperada esta, una mirada infantil, inocente y llena de esperanza, le da la fuerza necesaria para redimirse.

  • La inefable senorita Olivia (Damas inadecuadas 3) de Kathia Iblis

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    Arabia, Golfo Persico Bahrain 1860 --Cuando sea grande quiero casarme con un caballero como papa --declaro la pequena Olivia Wentworth con todos sus diez anos de inocencia, mientras danzaba alrededor de la habitacion infantil. No era la primera vez que hacia declaracion de esa clase y, aunque en un comienzo su hermana la habia imitado, ahora la jovencita en cuestion estaba sentada sobre la cama. --Pero mama y papa no estan casados... --Emma, de doce anos, le comento a su hermana menor, dejando mas que en claro con grandes dosis de escepticismo sus dudas en lo que concernia la relacion de sus padres. --!Si lo estan! --No. No lo estan. --!Que si! --Entonces ?por que no vive con nosotras? ?Por que solo lo vemos cuando viene de visita? Apenas si lo vemos mientras vive con los barbaros --practicamente le grito mientras se levantaba de su lugar y encaraba a su hermana. --!Papa no es un barbaro! --la pequena Oli ya estaba al borde del llanto cuando grito esas palabras. --Quizas... igual no creo que nos quiera tanto como dice. Si no, estaria siempre con nosotras --declaro con dureza la jovencita--. Pero mama tan solo era su... amante. --!Emma! --La nodriza, Marianne, especialmente contratada por su padre, observo consternada y horrorizada por partes iguales a la mayor de las ninas. Y aunque eso de inmediato las silencio a ambas fue la tristeza en el rostro de su madre, que segundos despues aparecio en la entrada de la habitacion, lo que logro inmovilizarlas por completo. --Thadi... --Thadi... Ambas ninas corrieron y se aferraron al vestido de su madre mientras lloraban calladamente. Fatima sabia lo que la ausencia de su padre les costaba a sus hijas, pero era la primera vez que las escuchaba abiertamente quejarse al respecto. Y eso hacia sufrir su corazon de madre. En momentos como aquel, anhelaba que Kenneth pudiera estar mas presente en sus vidas, pero sabia que eso no era posible. --Ninas... su padre nos ama mas que a nada en el mundo.... --Pero el no vive con nosotras como otros papas --declaro Emma de nuevo con terquedad. La mujer cerro los ojos por unos instantes, parecia estar sopesando que tanto revelar sobre las razones de ello a sus hijas. --El tiene muchas responsabilidades en Inglaterra y eso le dificulta el estar con nosotras como el desearia, pero una vez que su hermano se haga cargo van a ver como todo va a cambiar. --Un hermano que no nos quiere... --declaro Emma aun dolida con toda la situacion. Fatima sabia que no era asi. Si habia alguien que amaba a sus medias hermanas ese era el joven Andrew Kane Wentworth. Pero como unico heredero al ducado de Devonshire sus responsabilidades eran muchas. Fatima sintio como las decisiones del pasado volvian a pesarle con dolor en el alma. En momentos como aquel se arrepentia de su propia debilidad. De haberse doblegado a las demandas de su padre, pero tambien sabia que de no haberlo hecho el habria asesinado a Kenneth y a las ninas. Sin embargo, tambien sabia que volveria a hacerlo todo de nuevo. Inconscientemente se llevo una mano al vientre, un recuerdo en particular hacia aun llorar su corazon de madre, pero viendo ahora los rostros de sus ninas y las segundas oportunidades que los dioses le habian ofrecido... las estrecho con fuerza contra si. Un dia, les revelaria toda la verdad a sus hijas, pero mientras el tiempo se lo permitiera preferia que siguieran en la bendita ignorancia del precio que su abuelo le exigio para poder tener su propia vivienda lejos del hogar familiar y el ser la mujer de un barbaro. Pronto, su Kenneth vendria a visitarlas, y juntos decidirian que tanto revelarle a sus hijas y la mejor manera de hacerlo. Asi fue como, pese a la distancia, su amor seguia tan vivo como desde el primer momento en que sus miradas se cruzaron en el bazar hacia tantos anos atras. Ella tan solo podia orar y pedir que en el futuro les fuera finalmente posible el estar juntos por siempre. Capitulo 1 Chatsworth House Campina inglesa Marzo 1871 Olivia espero a que la persona se marchara antes de abandonar la seguridad de su refugio. Agradecio que el cielo estuviese nublado, lo cual ocultaba la luna llena y le daba a todo un aura irreal, cubierto como estaba por la nieve que habia caido a lo largo del dia. Una inesperada sorpresa para todos, pero mas que bienvenida por ella. No se debia a que los invitados de su padre no supieran de su arribo a Londres, sino porque la indumentaria que vestia en aquellos momentos, de ser vista, bien podria causarle un serio dano a su reputacion. Como si ser una de las dos hijas desconocidas del duque de Devonshire no hubiese ya causado un escandalo mayor. Sin olvidar que el hecho de que su padre la hubiese reconocido y dado su apellido habia hecho que las malas lenguas adoptaran una actitud despiadada y, aun asi, no dejaban de invitarla a todo evento habido y por haber. Porque ya sea que les gustase o no, Lord Kenneth Humphrey Wentworth era un hombre poderoso y de temer si uno se ganaba su enemistad. Pero en algun punto, y luego de llevar dos semanas en la ciudad, se alegraba de que el medico de su padre le hubiese ordenado que se retirase al campo a descansar. Oli se sentia mas que algo agobiada por las constante presion de tener que comportarse como la perfecta flor inglesa cuando ella distaba bastante de serlo. De hecho, estaba segura que no habia nadie mas inadecuada que ella... a excepcion quizas de su hermana mayor, Emma. Lo cual no implicaba que si ella se llegase a descubrir lo que Oli estaba por hacer no fuese a querer asesinarla. Ambas habian acordado que se mudarian a vivir con su padre y cuidarian de el mientras su hermano mayor estaba ausente. E incluso, una vez este regresara, si ellas asi lo deseaban, se quedarian de manera indefinida. Lo que implicaba dejar atras y bien silenciados ciertos detalles de la vida que llevaban en Bahrain junto a su madre. Por ende, ser <>, la misteriosa y popular odalisca conocida y admirada por un amplio publico, estaba complemente fuera de toda discusion. Renuncio a ello cuando abandono Arabia y se comprometio a honrar a su padre. Pero lo extranaba.... Extranaba el perderse en el ritmo de la danza y olvidarse por completo de lo que se esperaba de ella. Extranaba el anonimato que ese rol le conferia. Y sabia que esa fue la razon de conservar su traje rojo y traerlo consigo a Inglaterra. Iba mas alla del obvio afecto que le tenia por haber sido disenado y bordado a mano por su madre. Oli cerro brevemente los ojos, los abrio e inhalo hondo el fresco aire de la noche mientras avanzaba hasta detenerse en el centro de la antigua estructura sin techo. Asumio la postura inicial de todos sus actos. La cadera ligeramente arqueada, las manos semiestiradas por sobre su cabeza, el velo rojo transparente que permitia que la audiencia pudiera observarla a placer pero al mismo tiempo dejandolos deseosos de mas. Finalmente, inhalo hondo, el recuerdo de los acordes broto de su interior y se dejo llevar. *** Las dos damas observaron a la joven comenzar a bailar y sonrieron con satisfaccion. Se las habian arreglado para hallar la unica habitacion desde la cual se veian las antiguas ruinas de lo que otrora fuese una iglesia. --Sabes que el va a enfurecer si se entera de lo ocurrido, ?no? --comento lady Clarisse Kensington con picardia. --Pero el no tiene por que enterarse... porque ni tu ni yo le diremos nada. --Lady Desdemona Hawthorne le guino el ojo claramente disfrutando de la situacion. --Ademas, Desi, lord Herbert es tan... --?Estirado? ?Tieso? ?Constipado? --!Desdemona! --Es la verdad, querida, y lo sabes. --La dama sacudio la mano restandole importancia a la fingida alarma de su querida amiga ante el vocabulario utilizado--. Precisamente por eso Oli es perfecta para el. --Quizas. Pero ella es tan diferente a la jovencita Grey y a Sophie. --Ahora se la veia preocupada a la dama--. ?O crees que nos equivocamos? ?Acaso ella es demasiado inadecuada incluso para estos tiempos que corren? --Solo aseguremonos de que cierto lord no se entere. Porque si ello llegase a ocurrir... --!Boberias! Con los rumores que han circulado sobre su familia. ?O acaso olvidas como es que su antepasado obtuvo el titulo? --La dama se referia al casamiento de este con Anne Parr, hermana de Catherine Parr, la sexta esposa de Enrique VIII. Luego de eso los Herbert asumieron el titulo de condes de Pembroke y fundaron una larga linea de poderosos senores. --Esa es su familia. No el. Ambas sabemos que es uno de los caballeros con mejor reputacion del reino. Ni un solo escandalo se ha visto asociado a su nombre --declaro con seguridad la dama --. Y eso es lo que lo hace bueno para Oli. --Pobrecita nina. Ambas damas volvieron a focalizar su atencion en la bella joven cuya exotica apariencia no podia mas que atraer la atencion de cualquiera que se cruzara en su camino. Lamentablemente tan pronto los rumores sobre ella llegaban a oidos de quien fuese su interlocutor era desdenada al instante. Lo peor era que ninguno de los rumores era cierto. Aunque aun no habian logrado precisar con exactitud el origen de los mismos, lo que en parte tambien las habia empujado a idear un plan tan drastico y descabellado a la vez. Simplemente no podian permitir que la situacion continuase de esa manera o la joven estaria arruinada para siempre y sin siquiera haber cometido falta alguna. Ellas mismas habian sido testigos de varias de las escandalosas propuestas que recibio en mas de una ocasion por caballeros que jamas tratarian de aquella manera a una dama inglesa. Eso las habia instado a intervenir en un primer momento. Oli podria ser considerada inadecuada por las malas lenguas, pero en lo que a ellas concernia era la dama perfecta para el estirado conde de Pembroke. Ahora solo era cuestion de poner en marcha su plan y sabian que todo saldria a la perfeccion. Como si alguien lo hubiese convocado por arte de magia, ambas vieron como el susodicho abandonada la seguridad de la antigua construccion y se alejaba en direccion a las ruinas, complemente ajeno a lo que el destino le tenia deparado. --Clarisse, calmate, por favor. Me estas poniendo nerviosa y ambas sabemos lo dificil que es eso --declaro Desi aferrando una de las manos de su querida amiga--. Todo va a estar bien. Hasta ahora nuestra intuicion jamas nos ha fallado, si no, tan solo mira a Gigi y a Sofi. --Son tan felices... --respondio la otra dama con obvio afecto en la voz pensando en las otras dos jovenes que habian logrado casarse con los hombres que amaban. --!Exacto! Y ahora podemos hacer lo mismo por Oli. Ademas, no te olvides que ambas nos ofrecieron su ayuda, asi como tambien Cali y el resto de las casi florero. Todo va a salir. Ten un poco de fe. Capitulo 2 Lord Wulfgar Ambrose Herbert, conde de Pembroke, observaba hechizado la vision frente a el. Sabia que lo correcto y lo que cualquier caballero haria seria dar la media vuelta y marcharse de regreso a la residencia, pero el se hallo incapaz de hacerlo. Sus intenciones al abandonar la calidez de la propiedad estaban basadas en su deseo de alejarse de las asfixiantes atenciones de las damas casaderas presentes y sus carabinas. Lo que apremio sus pasos y que buscara alejarse de la casa mientras intentaba no verse como un mal invitado. El frio de la inesperada y tardia nevada en su rostro lo impulso a continuar deambulando sin rumbo fijo, pero en todo momento atento a cualquier dama desesperada que intentase atraparlo en una situacion comprometida. Si habia algo que no necesitase su familia era verse involucrado en un escandalo. Ya bastante de ellos habian conjurado sus antepasados. Es mas, el estaba seguro de que de no ser por la cercania de su abuela con la Reina Madre hacia rato que habrian caido en desgracia durante del reinado de su majestad. Tan solo pensar en el resto de sus parientes le producia jaqueca. Sin embargo, en su busqueda de algo de paz y tranquilidad jamas espero cruzarse con esa vision en rojo. Por unos instantes, incluso, dudo respecto a su cordura. Habia pasado bastante tiempo desde que disfrutara del algo de distraccion de indole femenina. Bien podria ser que su mente le estuviese jugando algun truco. Dudo por largos instantes, pero finalmente decidio que, mas alla de lo eterea que se viera, ella era tan de carne y hueso como el. Cuando los tenues rayos del sol se abrieron paso entre las nubes y la iluminaron, esto se confirmo porque, de haber sido un fantasma, ella se habria desvanecido frente a sus ojos. Sin embargo, a medida que los pequenos copos de nieve anidaban en sus cabellos azabaches, ella continuo cautivandolo, hechizandolo con cada uno de sus sensuales movimientos, danzando al ritmo de una musica que ella sola lograba oir. Sin embargo, no lograba ver su rostro... salvo que revelase su presencia, y eso era algo que se rehusaba a hacer. El contraste entre la efimera tela roja y su piel ligeramente dorada hizo que le cosquillearan las yemas de los dedos, inundandolo de anhelo por saber si eran tan sedosas como se veian. Apenas si avanzo unos pasos, y se detuvo. Deseaba acercarse, pero al mismo tiempo no queria quebrar la conexion entre ambos. El ruido fue fuerte e inesperado, sobresaltandolos a ambos. Pero antes de poder reaccionar percibio el miedo de la joven aun desde donde se hallaba, quien dio media vuelta y huyo por una entrada lateral de la antigua catedral, bien escondida por la frondosa enredadera. Wulfgar no supo que fue lo que lo impulso a hacerlo, pero apenas el jinete, a quien el suponia responsable del sonido, se abrio paso en el claro cerca de ellos, aprovecho el abrigo de las sombras y corrio detras de ella. Le sorprendio la rapidez de sus pasos, dado que obviamente su calzado no parecia el ideal para andar por terrenos tan agrestes y pedregosos, con trozos de la abandonada catedral proliferando todo a lo largo del paisaje. No tardo en ver su delicada figura desapareciendo detras de un grupo de altos arbustos que indicaba que estaban cerca de la residencia principal. Finalmente creyo que habia logrado alcanzarla cuando el delicado panuelo traslucido con el que ella danzo le cubrio el rostro obligandolo a aminorar su paso. La dulce fragancia le asalto los sentidos y se encontro inhalando hondo mientras maldecia por no haber podido alcanzar a la cautivante y misteriosa joven. Se juro a si mismo que sus caminos volverian a cruzarse mientras se reacomodaba la chaqueta y ocultaba en su interior la prenda perdida. *** Oli se desvistio a la carrera mientras atravesaba la antesala de su alcoba con la velocidad de un rayo, en todo momento teniendo cuidado de no desgarrar el traje. Sin embargo, el instante en que la puerta que conectaba con el pasillo se abrio sintio que se le detenia el corazon. Y no fue hasta que vio aparecer a Marianne, su antigua ninera, vistiendo ropa de cama, que solto el aliento que habia estado conteniendo. --!Nina! Vamos. Rapido. Agradezcamos a los dioses que su tia Florence aun no ha llegado de la ciudad. --Oli no pudo mas que sonreir al oirla hablar de aquella manera. Con el paso de los anos, entre ella y Fatima se habia desarrollado una entranable amistad que hizo que, incluso cuando ellas ya habian sido consideradas demasiado grandes para tener una ninera, su madre insistiera en que se la ofreciera el puesto de institutriz de ambas. Kenneth, siempre dispuesto a complacer a la mujer que no se cansaba de llamar <>, se aseguro de que asi fuera y desde entonces la dama habia sido una parte constante de su vida. --Hablas como mama --le susurro divertida mientras le permitia que le trenzara los abundantes cabellos azabaches, luego de que ella se colocase el abultado camison que en su opinion tenia demasiada tela. --Que yo sepa eso jamas ha sido algo malo, pequena --le respondio, y la apuro a meterse en la cama--. Cubrete bien, que lo unico que nos falta es que te pesques un resfriado. --Al menos esa seria una buena excusa para no tener que lidiar con todos esos... estirados -- murmuro por lo bajo, pero supo que Marianne la escucho cuando desvio la mirada de su tarea y la focalizo en su rostro. --Oh, carino, ?otra vez? --A pesar de haber pasado una buena cantidad de anos en Inglaterra, luego de vivir anos alejada, la dama habia albergado la esperanza de que las cosas hubiesen cambiado, en especial con las nuevas aperturas comerciales que implicaban nuevos tratos con otras culturas, pero por lo visto las cosas seguian exactamente iguales que antes. Y ella odiaba eso. Al no haber tenido una familia propia, las ninas y Fatima habian pasado a ocupar ese lugar en su corazon. No habia nada que no hiciera por ellas, y esa habia sido parte de la razon de contactar a dos viejas conocidas de su madre. Creyo que ellas podrian ayudar a Oli, y al mismo tiempo tambien ofrecerle algo de proteccion al albergarla bajo sus alas, pero parecia que la aristocracia londinense estaba decidida a no darle cabida a la adorable joven. --Vas a ver que cuando llegue tu tia y nos marchemos a la ciudad todo va a mejorar --le dijo finalmente en un intento por levantarle el animo. --?En serio lo cree? --Por supuesto que si, carino. Vas a ver. Londres es bellisima. Una ciudad como jamas has visto. Llena de vida y actividades para hacer en todo momento --le aseguro mientras la cubria bien con el acolchado. Luego de darle un beso en la frente se alejo en direccion a la puerta de la habitacion. --?Y la tia? Emma me dijo que es una bruja. --Oli, tienes que entender algo... Tu tia era una bellisima debutante, pretendida por muchos de los solteros mas codiciados de aquel entonces. Cuando tu padre se enamoro de Fatima, eso causo un gran revuelo aqui --le respondio con cierto pesar en la voz--. Imaginate cuando se supo del nacimiento de ustedes dos... --?Nosotras arruinamos su vida? --?Que? !No! No. Jamas piense eso, amor --se apresuro a responderle--. Pero eso creo una brecha entre tu padre y ella. Kenneth jamas iba a permitir que alguien despreciara a su esposa ni a sus hijas. Menos aun una criatura caprichosa y consentida como lo era su hermana... Oli fruncio el ceno, preocupada. --Ella no va a hacer nada que pueda perjudicarte, pequena. Asi que quedate tranquila en ese sentido --le aseguro mientras entreabria la puerta para salir--. Tu padre puede estar algo delicado de salud, pero su espiritu esta intacto. Te aseguro que el aclaro todo con su hermana antes de permitir que se te acerque. --?Y por que no puedes tu seguir siendo mi carabina? --Aunque habian ido a una pocas y pequenas reuniones, Oli no habia podido conocer nada de Londres porque a las pocas semanas habian partido hacia el campo por orden del medico de su padre--. Contigo me siento cuidada. --Porque mi pedigri no es el adecuado para los eventos a los que asistiras a partir de ahora, Oli. Pero sabes que siempre voy a estar aqui para ti --logro susurrarle a traves del nudo que se le habia hecho en la garganta--. Ahora, duerme, pequena, que la dama es conocida por madrugar. Y estoy segura que cuando llegue va a querer hablar contigo. --!?Que?! --Su padre no le habia mencionado nada al respecto de eso. --Es solo para que se conozcan, Oli. Tranquila. Ten confianza. --Le ofrecio una sonrisa que esperaba fuera reconfortante--. Ahora, a dormir, pequena. --Hasta manana --susurro en respuesta, y la puerta se cerro dejandola sola con sus pensamientos y preocupaciones.

  • Todo lo que deje atras (Las Tres Marias 3) de Scarlett Butler

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    Olivia Rivera siempre ha sonreido, ha llevado la vida que queria y ha conocido la felicidad completa. Sin embargo, un duro golpe pone su vida del reves, su mundo se tambalea y se hunde en la mas absoluta oscuridad.Una oportunidad laboral en otro pais hara que vuelva a encontrar el equilibrio.Jason Sterling es un famoso tatuador aficionado a la musica que vive en la tranquilidad de su apartamento de Londres, pero una noche Livi se cruza en su camino tambaleando su realidad.Problemas del pasado, miedos, fantasmas. volveran a sus vidas haciendoles dudar hasta de lo mas basico.

  • Si hubiese un manana de Kristel Ralston

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    La vida de Paige Valois parecia ir en picada. Su reputacion de problematica princesa del pop habia hecho mella al punto de amenazar su ya precario futuro economico. Sin salida, ella acepta el salvavidas que le lanza su agente a modo de ultimatum si quiere salir a flote de nuevo. Debe cumplir con todas las exigencias de un reconocido sello discografico o puede olvidarse de la industria del entretenimiento musical para siempre. ?Como negarse cuando no solo su vida profesional pende de un hilo, sino tambien la seguridad de su manipuladora familia?

  • La debil mental de Ariana Harwicz

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    NO VENGO DE NINGUN LADO. El mundo es una cueva, un corazon de piedra que aplasta, un vertigo plano. El mundo es una luna cortada a latigazos negros, a flechazos y escopetazos. Cuanto hay que cavar para dar con el desprecio, para hacer que mis dias ardan. Yo podria haber nacido con ojos blancos como este bosque de pinos lisos y, sin embargo, me despiertan las cenizas de un volcan sobre los treboles del jardin. Y sin embargo, mama se arranca mechones y los tira al fuego. El dia comienza, soy un bebe y mama esta sentada de espaldas en su sillon y llora. Me despierto nina, afuera las lavandas, adentro mama y sus cabellos negros entre las brasas. Hay extractos de nubes en todas partes, bajas y blancas, altas y pasajeras, oscuras e intermedias. Me invento una vida en las nubes sentada en mi clitoris. Vibro, me agito, me trato con morfina en los dedos y durante ese lapso, todo esta bien. Mi mano adentro es mil veces su cara dentro de mi, cuanto se puede poseer una cara, cuanto se puede meter una cara en el sexo. Durante ese tiempo la hierba es hierba y puedo correr entre pastizales. De las mil maneras de existir que hay, me toco esta, no reconozco a nadie y cuando me ataca la gran desesperacion, vivo en cualquier parte. Mama dejo de llorar, ya camino sola, ya hablo, ya compartimos la ropa. Quiero que el regrese contra todo pronostico, contra todo duelo, quiero que sus ojos me destierren y ver la punta de los arboles. Mi cabeza toma un giro. Mi cabeza en picada se incrusta. De pronto, tengo el tono de una muerta. La cara hinchada de una adicta en la banera. El cuerpo epico de la que va a saltar al vacio rocoso. De pronto, noto que es mediodia y los ojos azules de las liebres brillan frios y salgo a comer, pero es pasado. Me pongo a orar o es que estoy enamorada. Le pido que me escupa, que me rompa la cara de una bofetada. Me lo quedo mirando. No estoy tocada, solo poseida, siempre es la misma respuesta. Me aburro, mama. Mi cerebro son polillas en un jarro y se ahorcan. MAMA Y EL TIPO SE AGARRAN DEL CUELLO y se frotan contra el piso de cemento resbaloso. El tipo acaba en mama mirando las alturas y todo empieza. Pongamos un microscopio en mi cuerpo amorfo esta tarde de moscas lentas. Podrian colgarlo como cuadros abstractos en el salon. A esta hora aparecen arboles calientes, hojas resbaladizas, me escondo de ella. La oigo gritar. Estoy pateando en el monte, hacia donde. Por el momento hay solamente el ruido del viento sobre la cima y algunos cantos. Por el momento el misticismo dura y son hormigas en mi brazo. Si te gusta vivir en un sueno, quedate ahi, protesta, y se encierra y todo es humo sin ella. Tengo siempre este recuerdo de fiebre de la infancia en un auto calcinado. La mirada de mama de frente, mama en la nuca como un insecto de caparazon duro. La mirada de mama fumando en el sillon de cuerina roto del tren. Yo despierta en el auto cerrado, sin poder hablar, los vecinos llamando a la policia. Me muevo mansa, donde esta ahora. Me agacho a besar la tierra. Como es posible este deseo repetitivo, molesto, el primo idiota de la familia que viene a interrumpir los desayunos al sol con medialunas con membrillo y termina tirandose por el balcon. El primo profundamente retardado que se toca la nariz, diciendo, nariz. Este deseo epileptico, este deseo deforme, un discapacitado deseante y baboso al que hay que levantar entre dos y cargar como una carreta para poder coger sobre el colchon blando. Y sin embargo, no tiene otra cosa que hacer que cogerme, que desearme desde su silla. Y sin embargo, la aureola densa y transparente en el colchon, prueba que vivo. Preparo el dedo, pero pienso tanto que despues me desvanezco. La idea del deseo sobre el deseo me deja chiflada, parasita con ojeras hasta el cuello. Mama, donde te metiste, estoy fastidiada, trabaje nueve horas parada, los empleados necesitan reposo. Mama, tibio tibio, caliente se quemo. Si me viera le daria miedo, descargo un odio impresionante. Si queres quedarte en suenos, alla vos, me insulta desde su ratonera. ?POR QUE SOMOS TAN BOBAS delante de las gondolas sin saber que comer? ?Por que compramos albahaca y perejil industrial si tenemos en la huerta?, y nos reimos. Morir es una buena opcion cuando se le caen todos los frasquitos de condimentos que levantamos uno a uno como particulas de esqueletos y nos queda ajo entre los dedos. Acostarme sobre la arena, sobre la hierba corta, sobre la tierra seca. Dejar de luchar con los brazos de mama. Trato de concentrarme en el gusto de los zapalli-tos. Estan frescos, digo. Apenas los reboce, dice, sin casi nada de aceite de oliva. Mira el pasto, mira como crece por partes, que raro, hay pedazos secos, como si el sol solo hubiera dado ahi, hay partes hundidas, como pantanos. Misterio, hija, para que preguntar mas. Buen provecho. Parece que las gallinas tienen hambre, no paran de chillar. Comemos, ida y vuelta de la mano a la boca. Donde esta mi telefono mama. No esta. Dijimos que ibamos a hacerlo, lo estamos haciendo muy bien las dos, echale algo de sal. Yo tampoco pregunto por los vasos de culo gordo. Mama. El pudo haber llamado. Concentrate. Mira un punto en el espacio y sigamos cenando. Hicimos bien en comprar esta mesa rectangular, ?no? Con las sillas no fue cara, nos faltaria una sombrilla y tal vez una reposera reclinable. ?Amarillas o a rayas? Asi damos algo de color. Dicen que el color da vida. Que payasada. ?O a lunares? Miro un punto en el espacio, ?y? Nada existe. La sensacion de que se aleja es una punalada seca en el estomago. Te llenas de imagenes que son una porqueria para tu salud, ?por que mejor no te concentras en la nina alegre y tontilla que eras antes de conocerlo armando hospitales para hormigas agonizantes? No arruines esta cena, que desagradecida te vuelve, que tipa aspera. No era alegre. Cocino en vez de recalentar y ni un gracias. LEVANTAMOS LOS PLATOS entre grillos. Que suerte tengo de que no haya un hijo, un plato menos, nada de restos pegados, ninguna voz cortando la mia. Nada que me suceda cuando me arranque la cabeza de un tiron. Crece algo blanco, una niebla que nos come, alla atras, que nos envuelve, que nos arrasa en la estepa. Mi mama se acuerda riendose de cuando se le resbalo mi cuerpito todavia con el cordon violeta en sus manos, todo remite a eso, a cuchillitos bajo el agua, a anguilas. Las dos lavando los platos con detergente barato y guantes, las dos guardando los cubiertos en sus cajones con compartimentos, tenedor con tenedor nos decimos cantando, cuchara con cuchara y hacemos el pasito de baile como una tarantela. Las dos yendo a tomar una botella de pastis afuera, nada pasa. Algo minusculo basta para ser infeliz, nos pica un abejon en el codo, se rompe un vaso con el viento, o las ventanas y puertas permanecen quietas. Una hamacandose, la otra espera su turno en el banco. Las dos calientes, desde el cuero cabelludo, las dos puercas abandonadas. Dos lindas zorritas de hocico naranja. Dos alergicas. En realidad, sonando que entran dos individuos de sombrero de ala ancha por la tranquera, piden permiso y pasan a violarnos contra las sillas, contra el subibaja de madera, en la pergola, a una por atras, a la hija por delante. Contra el lavabo le meten algo a mama, un palo de beisbol del rubio, y no le gusta tanto pero se esfuerza para que vea que goza. Nada importa mientras nos miramos poseer los ojos enfrentados y negros. Nos agarran de las axilas, nos dan vuelta y nuestros pelos largos caen en cortinados tenebrosos contra el forraje. ?Queda whisky en la despensa, hija? Que bueno que haya pasado tu infancia, que alegria que todo quede tan lejos que casi no haya sido, que ya no este en esta vida ese olor a eucaliptus mojado de cuando te agarraste el dedo con la puerta automatica. Ese olor a lona caliente, a goma, a local de alquiler de bicicletas. Ese olor a garrapinada, a manzana, a azucar rosa. Desde que naciste espere este momento. ?Fuimos o no a los medanos cuando cumpliste seis? ?Haciamos equilibrio en la escollera? ?Nos tirabamos como milanesas hasta el borde aguas vivas? ?Es cierto aquel dia que escuchaste ese disparo desde la habitacion del hotel y creiste que habia sido yo? ?Dormimos todo un verano clandestinas en las carpas de los turistas, tus montoncitos de caca apilados como murallas? Esos dias dorados conteniendo el aliento agrio y llevandote a patinar, dias enteros ayudandote a hacer la vertical en la orilla, haciendote saltar en la cama elastica, lavandote la bombachita con los nudillos. Escondiendome al atardecer playero en la arena fria a vomitar tu ninez. WHISKY CON MAMA desde el azul electrico hasta la madrugada y ahora, lejos de la casa, tengo las manos cubiertas de excremento. No conocia mi olor, la capa de olor que se forma en el cuerpo con el correr de las horas sin agua. Mi lengua se distrae comiendo pasto. Chupar las tetas duras de un animal, chupar su pelaje, los dientes vestidos, o imaginar la muerte de los padres, es igual. A partir del momento en que el entro en mi cabeza, el infierno salado. Fanatico martilleo sobre mis venas. El problema del cerebro es que no consigo retenerlo, siempre avanzando entre asperezas, siempre adelante como topadora. Donde me meti, no reconozco estas mansiones y nunca pase esta curva pronunciada. Deseo degenerado. Deseo nocivo. Deseo lunatico. Ya no encuentro como volver y mama debe estar inconsciente pendiente abajo. Espero que sin los pies tallados. Y a estas altas horas las nubes son troncos y la resaca no afloja y me tiro en cualquier posicion a masturbarme, mi pelo electrizado, la piel caliente, los parpados rigidos. Mi mano dandome para despues quedar quieta como un bicho, y que nada alcance. El y yo en un descapotable. El y yo en una carretera sucia. Las tetas no deberian estar en el cuerpo despues de cierta edad. Voy a extirparlas, pensando en mi pecho, cuando sean carne gruesa. Tampoco deberia abrirse el sexo. Busco una palabra que reemplace la palabra. Busco una palabra que indique mi devocion. Esa palabra que sea el punto, la distancia, el centro exacto de mi delirio. Deberiamos ser como pequenas serpientes hasta el final y ser enterradas asi, en huecos alargados como cunetas. Ahi me levanto nerviosa, la cabeza en sangre espesa. Camino por la casa y le abro las ventanas. El viento barre los cuerpos de los insectos atrapados en el mosquitero. Alla atras guarda recipientes de agua oxidada y fosiles de todas las especies. Se lo ve como si no hubiera dormido nunca, siempre necesitando un bano, un nuevo corte de pelo, un pantalon sin orina. Y que es al fin de cuentas ese escaso placer que tomamos en la juventud de los dedos. Que es ese escaso liquido dorado cayendo, diluyendose, si despues, mas tarde, cuando por fin la encuentro con el vaso de culo gordo batiendo el hielito y pidiendole al mozo una ronda mas, estamos con mama sentadas en la mesa del jardin con una fuente de caldo y dos cucharas. Que es ese deseo restante, hundido, mientras bebemos la sopa y el vapor nos da en la cara, y ya no queda nada, pero nada.

  • Sentirme enamorado de Julieta Bono

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    Hasta el momento, que Lilly tuviera un mal dia en el trabajo era el peor de sus males. Para colmo el dueno del Club donde estaba trabajando, habia ido sin previo aviso. Las cosas no estaban para buenas impresiones. Pero eso resulto no ser nada comparado con presenciar un asesinato.
    De un momento a otro se encuentra sin poder pedir ayuda y teniendo que emprender una travesia que, entre otras cosas, la lleva a conocer a un multimillonario y misterioso hombre. En el encuentra la proteccion que anhelaba y algo mas.
    Lo que ninguno de los dos sabe, es que para que las cosas salgan bien, tendran que enfrentar sus pasados, sus presentes y a un enemigo muy poderoso que podria poner en peligro sus vidas. Ambos pondran a prueba su suerte en esta historia donde la corrupcion, la traicion, la fe y el amor, se entrelazan en cada capitulo. Al final ambos tendran que luchar para intentar salvar no solo sus vidas sino tambien el amor que ha crecido dentro de ellos.

  • Rey de los Diamantes de Aidee Jaimes

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    Nadie me domina. No las supermodelos con las que me he acostado, ni las mujeres ricas cuyos cuellos he vestido con diamantes.

  • El viajero sin corazon de Miguel Angel Fece Allue

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    Mischoll, un joven frances de principios del siglo XIX, descubre que su primer amor le ha robado el corazon y por tanto es incapaz de amar de nuevo. Con una enorme cicatriz en el pecho recorrera el mundo buscando la solucion entre medicos, sabios, personajes surgidos de las novelas y mujeres a las que no tiene nada que entregar.Una novela sobre amor y desamor, viajes, busqueda de uno mismo y encuentros imposibles.

  • No te atrevas a dejarme de Kris O'coneill

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    Exigente, alocada y sumamente sensual, asi es Blanca. Una Sexologa con un pasado que ha hecho de ella lo que es, una mujer fuerte, que sabe lo que quiere y cuando lo quiere, principalmente en el ambito sexual.
    Una fotografia marco un antes y un despues entre ella y el guapo dueno de un Sex Shop, pero tambien hay algo mucho mas fuerte que siempre los ha unido, ?o no?
    Blanca no cree en el amor y por eso no esta dispuesta a decirle a nadie “No te atrevas a dejarme” porque ahora la que deja, exige y domina es ella y nadie mas.
    Adictiva, ardiente y divertida como ella misma, asi es esta historia

  • Hasta que te rindas de Victoria Vilchez

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    Una fiesta y un bar es todo lo que creen necesitar las amigas de Elizabeth para empujarla a superar su reciente ruptura amorosa. Solo que la cosa va a irseles un poco de las manos... Y cuando se de cuenta de en donde se ha metido es probable que ya sea demasiado tarde. Una intensa, divertida y romantica historia que te atrapara.

  • Mariposa de piedra de Concha Alvarez

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    Serie Mariposas negras, libro 1o
    El dia que la madre de Sara muere en un accidente de trafico, la joven descubrira que su mundo ha dejado de ser perfecto. Cuando su obsesion por dibujar tumbas se convierte en algo mucho peor, Sara comprendera que vive una pesadilla. Su mente jugara con ella hasta hacerla creer que sus suenos pueden transformarse en realidad. Una realidad tan enloquecedora como enamorarse de un angel de piedra; la escultura mas antigua del cementerio de Pravia.

  • La cuarta pregunta de Elmer Mendoza

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    Hay preguntas clave que nunca llegan a pronunciarse, otras que habria sido mejor omitir, algunas mas que no sabemos como responder y por supuesto hay respuestas que prefeririamos no escuchar.

  • Cuando el alma tiene dos caras de Doli Pereira

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    Elena es una joven que solo tiene un proposito: dejar el tipo de vida que tiene.
    Cuando Javier, un importante hombre de negocios, se cruza en su camino, ve en el la oportunidad de conseguir lo que siempre ha sonado, aunque ello implique comenzar una nueva vida en un nuevo pais. Sin saber que la persona con la que se casa esconde un gran secreto, que provocara que aflore una personalidad totalmente opuesta a la que conoce y que la vida que ha construido al lado de Javier se resquebraje por completo.
    ?Hasta que punto merecio la pena dejarlo todo atras? ?El poder da la felicidad?

  • Goodbye Days. Un mensaje. Tres despedidas de Jeff Zentner

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  • Las chicas que sonaban con el mar de Katia Bernardi

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  • Shades & Lights de Daniela Alessandra

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    Nicholas es un atractivo empresario que durante una decada ha trabajado duro para obtener la fortuna que hoy posee. Acostumbrado a tener todo lo que desea, no invierte en cenas romanticas, flores o chocolates porque lo unico que realmente busca en una mujer es sexo.
    Sin embargo, su ordenado y vacio mundo se pondra de cabeza al conocer a Elizabeth, una joven fotografa, enemiga de los zapatos de tacon y la vida social, que con su alegria, dulzura y determinacion luchara para que Nicholas acepte el sentimiento que ha nacido entre ellos, sin imaginar que, al hacerlo, el tendra que enfrentar a los fantasmas de un pasado que marco su vida y lo convirtio en el hombre desconfiado que es hoy.

  • Inocencia salvaje de Cathryn De Bourgh

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    Alyn Stuart penso que era su dia de suerte, acababan de ascenderla y mas que eso: ahora trabajaria con ese hombre que hacia tiempo que le robaba el sueno, para ese guapo macho latino llamado Raymond Estevez. Es que no podia creer que fuera su jefe, era casi como sacarse la loteria para ella. Estaria cerca de el y tal vez tuviera la suerte de poder cumplir la fantasia de ser su amante. Ese machote alto, macho alfa por supuesto, de cabello muy oscuro y ojos cafes era la tipica mezcla de razas: de hombre latino con gringo, tal vez hijo de un machote mexicano y una gringa rubia que se moria por el o quiza fuera a la inversa. Pero tenia cara de latino, era un tipo duro y varonil, de voz fuerte y manazas enormes. Pero lo que mas la encandilaba eran sus ojos, su mirada de hombre viril era tan intensa, tan especial, era profunda y ver esos ojos... Rayos, no podia dormir pensando en ese hombre. Realmente le quitaba el sueno preguntarse como seria poder sentir en su boca el calido sabor de sus besos y algo mas... Lo malo era que el seguia ignorandola. Esa era la triste realidad. Todas sus fantasias calientes quedaban en eso: en fantasias, en historias que su mente tejia y luego a solas en su habitacion imaginaba que lo hacia con el... ?Acaso estaba enamorandose? ?Por que sufria tanto al saberse ignorada? Debia entender que tal vez ella no fuera su tipo y listo. Si se pusiera a dieta, tal vez... perderia un poco de figura rolliza. No a todos les gustaban las mujeres como ella, algunos las preferian muy delgadas, tipo palo... Pero Alyn sabia que sus curvas siempre atraian miradas y que si adelgazaba perderia sus encantos, su buena pechuga y ese trasero inflado que el buen Dios le habia dado. Entro en la oficina temblando. Su jefe podia ser un macho latino muy lindo y dotado pero tenia mal caracter, siempre estaba rabiando por algo. Y a pesar de su mal caracter ella veia su lado mas lindo... Entro y como siempre, paso desapercibida, el ni siquiera levanto los ojos para mirarla. Hasta que lo oyo retrucar: --Senorita Stuart. Esta distraida. ?Puede decirme en que piensa? Lo ha hecho de nuevo. Si, usted...--dijo. Una reprimenda. Pero a ella las reprimendas de su jefe no la asustaban. La excitaban. Eran mejor que ser ignorada, francamente... --Lo siento senor Estevez, ?que he hecho mal?--le pregunto mirandole con cara de inocente. Entonces el vio sus ojos verdes de gata atrevida y tal vez vio algo mas porque se quedo alli mirandola un buen rato. Luego, como si despertara del embobamiento sacudio levemente la cabeza, aparto la mirada y continuo en tono mas suave: --Pues confundio los nombres, senorita Alyn, anoto mal mis citas. ?Lo ve? Y no es la primera vez que lo hace. Ella vio a donde le senalaba su jefe y se disculpo. --Oh lo siento mucho, es que esos nombres se parecen... disculpe, no volvere a hacerlo, lo prometo--dijo. Al estar cerca pudo sentir su perfume caro tan delicioso y tambien pudo verle, sentir su proximidad y humedecerse con el contacto. Un simple acercamiento la tensaba, la ponia como loca. El la miro con fijeza. Vaya, ya no parecia enojado, ahora directamente miraba su escote y sonreia levemente. Vaya, al fin se daba cuenta de que existia y de que era una mujer bonita y tal vez apetecible para tener sexo. Pero no seria tan tonta de caer en la primera. Ahora tenia que ser el quien mordiera el anzuelo. Y eso podia llevar unos dias mas... quien sabe. No era prudente demostrar mucho interes ahora. No queria que pensara que era una zorra de oficina que lo hacia con todos, eso no era mas que una fantasia para ella, una fantasia que la consumia. Pero era una zorra teorica, le faltaba la practica y sin eso... en el mundo de las zorras no era nadie. Asi no mas. ********** Sin embargo el dejo de ser tan rezongon con ella. Empezo a tratarla mejor, como si fuera una empleada valiosa o algo asi. Una bella flor que el queria acaricias con sus manazas cuadradas de macho latino...oh si, esas manos... Aparto esos pensamientos cuando el le hizo una pregunta extrana. --Asi que estudias en tus tiempos libres... ?que estudias, carino? ?Carino? ?La llamo carino? Trago saliva excitada y respondio: --Estudio periodismo en la universidad, senor Estevez. --?Periodismo? Vaya, que interesante. ?Quiere ser periodista? ?En que rubro? --Bueno, todavia no lo se, pero me encantaria viajar por el mundo realizando reportajes o cubriendo eventos insolitos. El dejo escapar una risita. --Con lo bonita que es terminaria prisionera de algun musulman pervertido senorita Stuart. Seria tomada de rehen y luego convertida en la novena esposa de uno de esos jeques o vendida al mejor postor. Ella no supo como responder a eso. Debia molestarle ese comentario machista de que la verian como una mercancia solo por ser mujer y bonita pero no dijo nada. --Espero no meterme en problemas, realmente quisiera trabajar tranquila-- respondio algo tajante. --OH si, disculpe, no quise ofenderla... era solo una broma. Es usted una mujercita lista pero muy llamativa y si esta frente a una camara todos la miraran a usted y dudo que presten atencion a sus notas. --Pero yo no quiero ser presentadora senor Estevez, quisiera cubrir eventos, realizar entrevistas a lideres mundiales. --Vaya, que interesante. Lastima que no estudia algo afin a esta empresa automotriz senorita, si lo hiciera podria progresar, podria ascenderla. --Bueno, yo no busco ascender aqui, solo es un trabajo de medio tiempo para cubrir mis gastos, no quiero vivir a expensas de mis padres. --?Y que edad tiene, senorita? --Diecinueve, pero pronto cumplire veinte. El rio cuando le dijo su edad. --Por Dios, la crei mayor. Es una adolescente casi. Que dijera eso le molesto por supuesto. --No soy una adolescente, soy adulta senor Estevez. El la miro con fijeza. --Es muy joven para mi, senorita, no hace mucho que estaba en la escuela. Ella enrojecio porque de repente se sintio despreciada y lo vio retraerse, alejarse de ella, el y sus manazas... casi las escondio, como si sintiera deseos de tocarla. Sintio ganas de llorar. --?Y usted que edad tiene, senor Estevez? --Veintinueve senorita, algunos mas que usted... soy casi tu hermano mayor, ?verdad?--dijo con una sonrisa burlona. --Pero yo no tengo hermanos, senor Estevez, soy hija unica. La conversacion languidecio lentamente y ambos volvieron a sus quehaceres. Durante dias la ignoro, no volvio a hacerle preguntas personales pero si la miraba a hurtadillas. Ella trataba de mostrar sus encantos por supuesto, tenia un cuerpito llamativo y bien formado, le faltaba algo de altura para ser una modelo voluptuosa pero eso si que no tenia arreglo, excepto llevar tacones pero habia dejado de llevar zapatos tan altos porque terminaba con los pies muy doloridos y odiaba eso. Sabia que el seguia sus pasos y no la perdia de vista. Alyn supo que a su jefe le picaba la curiosidad, ella le picaba tambien, le gustaba pero el tema de la edad sin saber por que parecio hacerle dudar. Realmente la indigno pensar que el la creyera una adolescente. Eso no era verdad. Era una mujer y todos decian que era muy madura para su edad, y en la universidad habia muchos chicos que querian invitarla a salir pero ella no los alentaba porque le gustaban mas grandes. Hombres como el senor Estevez... maduros, hombres en todo el sentido de la letra. Y un latin lover. Habia oido que era dotado y que ninguna chica podia coger esa inmensidad sin sentir dolor excepto una de ellas, una tal Lizzy que le habia dado una felacion extrema. O eso dijeron. No tenia idea que seria eso pero podia interpretar el mensaje: ese macho latino la tenia gruesa y muy grande y por eso todas querian cogerselo aunque fuera una puta vez en su vida. Lo raro era que el las ignorara. Si, al parecer una chica le dijo que su jefe no era de enredarse con faldas del trabajo, esas fueron sus palabras. Vaya, asi que las mujeres de su empresa eran "faldas", que bien...

  • La serpiente de Essex de Sarah Perry

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    Senalada como libro del ano por la cadena de librerias Waterstones y numero uno en la lista de libros mas vendidos del Sunday Times, La serpiente de Essex tambien fue finalista del Costa Award 2016 y seleccionada para los premios Wellcome Book y el Baileys 2017.