• el ministro del silencio - Hector Pena Manterola

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    No sabia exactamente si se encontraba a tres o a cinco minutos de la medianoche, pero eso no le impedia dormir, sabiendo que la ficcion que podia encontrar en sus suenos no gozaria de mas fantasia que aquella que lo atormentaba desde hace casi seis meses. Existia la posibilidad, es cierto, de que todo fuera cierto, pero su instinto le hacia sospechar lo contrario. Su instinto, y la poca informacion que habia podido obtener de una fuente tan fiable, dicho con ironia, como era internet. Los ultimos dias habia perdido casi todo apice de la esperanza que le quedaba, aquella que le habia impulsado a creer, alimentada, eso si, por una entramada red de lo que ahora creia mentiras, pero que de no serlo, solo mostraria lo infestada de gusanos que se encontraba aquella corrupta manzana llamada sociedad. Y aquello no le impedia morder. Eran tiempos dificiles, es cierto, especialmente para los jovenes. La precariedad de los contratos laborales y la dificultad para encontrar un trabajo decente, con vistas al futuro, hacian brillar a cualquier oportunidad que asegurara satisfacer esas necesidades. No es que tuviera un mal perfil. Habia cursado estudios universitarios, y varios cursos sobre diversos temas que le podian resultar de interes a alguien, incluso a el mismo. Queria prepararse unas oposiciones para beber la leche de la teta de mama Estado, pero adelantar unos anos lo que acabaria resultando evidente, era una idea demasiado atractiva incluso para alguien que en ocasiones demostraba albergar algo similar al pensamiento racional, aunque fuera al mas basico. Lo mejor seria intentar relajarse, como cuando tienen que sacarte sangre, pero aquella situacion tambien le aterraba. Muchos dirian que <>, pero nadie se extrana cuando alguien tiene fobia a las aranas, y ellas tambien son pequenas. Quiza podria volver a llamar a su informante, aquel que le habia puesto en contacto con el hombre misterioso. Siempre lo vio como una persona de confianza, y nunca habia dado problemas en su comunidad, que el supiera. Ya jubilado... ?que podria sacar de ello? El beneficio propio siempre se busca, sin importar la edad o la condicion, pero no parecia ese tipo de hombre. Aunque, pensandolo en frio, tampoco sabia que le podia decir que no supiera ya. Hacia ya tiempo que parecia que lo evitaba, lo cual era bastante sospechoso, y cuando forzosamente se encontraban no tenia nada nuevo que decirle, como si aquel primer contacto con los limites de la legalidad pareciera haberlo hecho abandonar el tablero. Menuda locura, si sus propios familiares estaban implicados. Su hijo, seguro, y una o dos de sus sobrinas tambien. ?Quien podria enganar incluso a su familia? Aunque podia ser un farol. Debia de dejar tranquilo a aquel senor. Tenia el contacto de la fuente, asi que podia llamarla directamente y zanjar el asunto, pero ahora parecia estar tan cerca del final que la curiosidad le pedia que esperara un poco, aguardando darse por satisfecha gracias a las acciones del extrano hombrecillo. Ademas... ?que le iba a decir? Quiza confirmar lo que ya sabia, la fecha en la que supuestamente se iban a reunir para terminar con todo, o mejor dicho, para empezar de una vez por todas con aquello que se les habia asegurado; pero de poco servian ahora las palabras: podian decirle que si, y en ultima instancia, anularlo de nuevo, como ya llevaba pasando durante meses. Habia sido un necio, uno no debe fiarse de los desconocidos, pero al fin y al cabo... ?y si resultaba ser cierto? ?Seria el unico tonto que se iba a quedar sin su trozo del pastel? Sabia que no podria perdonarselo. Pero en su interior, siempre habia desconfiado. Y con dinero de por medio, se complicaba todo. Lo mas raro era la promesa de que le seria devuelto, ya que en aquellos casos, nunca volvia a verse, se repartia entre los implicados y tu ganabas tu plaza, no se utilizaba para falsificar las tasas de la administracion. Pero que sabia el, que nunca habia robado mas que una lata de Coca-Cola haciendo uso de toda la picaresca propia de un chaval de doce anos; lo cual tampoco es que recordara muy bien. Ahora estaban hablando de jugarsela al sistema. Siempre se rumorea sobre lo amanados que estan todos los procesos, muchas veces como justificacion a los rechazos o suspensos, para mantener la autoestima frente a ciertas situaciones adversas, pero ahora lo tenia delante de el.

  • El Ministro Del Silencio Tapa blanda – 19 agosto 2020

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    Ante todo agradecer al autor por el ejemplar, y ahora voy hablar del libro. Me ha gustado mucho es un libro corto y fácil de leer, reconozco que el ...

  • El Ministro Del Silencio eBook - Libros - Amazon.es

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    Mirar en el interior de este libro. El Ministro Del Silencio de [Héctor Peña Manterola, Editorial Veintinueve, Marianna Cardenio] ...

  • El Ministro Del Silencio - Héctor Peña Manterola - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Pena-Manterola-El-Ministro-Del-Silencio/119372

    Críticas, citas extractos de El Ministro Del Silencio de Héctor Peña Manterola. Primer libro que leo de Héctor y apesar de que se me dificultó un poco...

  • El Ministro del Silencio - Escritores.org

    https://www.escritores.org/libros/index.php/item/el-ministro-del-silencio

    Novedades editoriales, libros, Escritores, editorial, escritor, escribir, libro. ... El Ministro del Silencio. Autor: Héctor Peña Manterola ...

  • El ministro del silencio by Héctor Peña Manterola - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/57370637-el-ministro-del-silencio

    El ministro del silencio book. Read 4 reviews from the world's largest community for readers. Noviembre de 2019. Carlos es un joven recién graduado que a...

  • El ministro del silencio - Hector Peña Manterola - Debeleer.com

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    Y aquello no le impedía morder. Eran tiempos difíciles, es cierto, especialmente para los jóvenes. La precariedad de los contratos laborales y la dificultad ...

  • Foro de Hislibris :: Ver tema - El Ministro del Silencio

    http://www.hislibris.com/foro-new/viewtopic.php?t=19227&sid=12729d48d6cff1bd4cc71d6c76a4080d

    24 jul 2020 — El Ministro del Silencio es una novela breve (de aproximadamente 150 páginas, sin contar dedicatorias y cortesía, a falta de la corrección y ...

  • Héctor Peña Manterola - Libros.com

    https://libros.com/u/hepenamanterola/

    Tengo 26 años y he publicado la novela El Ministro del Silencio en agosto de 2020 y Magdalena en diciembre de 2021. De forma paralela, escribo relatos, ...

  • Bono admite que trató con el CNI los pagos a Bárbara Rey ...

    https://www.epe.es/es/politica/20211202/bono-admite-trato-cni-pagos-12929895

    2 dic 2021 — José Bono ha admitido que durante su etapa como ministro de Defensa ... José Bono durante la presentación de su libro 'Diario de un ...

  • Dile si al amor… de Vanessa Lorrenz

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    N Capitulo 1 uevamente estaba sentada en el colorido consultorio de su psicologa, era algo ilogico, ella la abogada mas temida en los tribunales de justicia, tenia que recurrir a un especialista para que la ayudara a resolver sus problemas. Se sobresalto cuando escucho que se abria la puerta del consultorio, despues de todo lo que habia pasado, no era raro que estuviera alerta por cualquier situacion. --Hola Zoe, veo que has llegado pronto. ?Como te encuentras? Observo detenidamente a su psicologa Yuli, era una joven de unos treinta anos, con el cabello cortado a la altura de los hombros en color castano, liso como una plancha, ese dia llevaba un vestido casual color azul, con una chaquetilla a juego en color perla. Zoe por un momento vio como iba vestida y se sintio incomoda, algo que nunca le pasaba. Hubo un tiempo que ella a pesar de ser muy menuda, habia despertado envidias por lo fantastico que lucia sus trajes para asistir a la corte, pero ahora vestida con un chandal amplio y unos vaqueros desgastados casi no se reconocia. --Esta semana ha sido especialmente dificil--se quedo en silencio rememorando, lo que habia pasado, se perdio en sus pensamientos, recordando y recordando sin que Yuli la interrumpiera. No sabia cuanto tiempo habia transcurrido, solo reacciono hasta que sintio que una lagrima resbalaba por su mejilla. --Hay algo que quieras compartir Zoe, recuerda que es bueno hablar de lo que te preocupa, de tus miedos, deja salir todo lo que tienes guardado. --Decirlo es mas facil que hacerlo. --sabia que habia sonado muy cortante, pero era lo que sentia. --Llevas tomando terapia conmigo desde hace un mes, y aun no te has atrevido a contarme nada de lo sucedido ?recuerdas como sucedio todo? Esa era la gran incognita, como habia sucedido todo, ?desde donde empezaria a contar? Poco a poco fue relajandose, y recordando cual habia sido el detonante de todas sus desgracias. Cerro los ojos recordando aquel dia de abril, por primera vez en la vida, el despertador no funciono, tal vez la culpa la tenia la tormenta que habia caido por la noche, aun asi por instinto se desperto justo a tiempo para llegar al bufete juridico donde trabajaba, se ducho a prisa para salir lo antes posible, busco un traje formal en color azul a juego con su blusa verde agua, ese dia tenia varias entrevistas con posibles clientes, tenia que estar lo mas presentable posible. De camino al bufete tenia que pasar a comprar un cafe bien cargado, si no lo tomaba andaria de mal humor todo el dia. Estaba a punto de entrar el imponente edificio donde trabajaba cuando casi choca con su jefe, por suerte logro no derramarle encima el contenido de su cafe. Derek, su jefe era un hombre impresionante, en todos los sentidos de la palabra. Era un guapo como el mismo demonio, con el cabello rubio rizado, ojos color azul, un cuerpo de infarto que le quitaba el aliento, ese dia llevaba un traje color gris con una camisa negra y una corbata plateada, el muy cretino sabia que ese traje la derretia por completo, solo hacia dos meses que habian empezado a tener relaciones sexuales, sin ningun compromiso de por medio, ambos establecieron eso, no querian sentirse atados a ninguna pareja, asi que de algun modo a ella le convenia ese trato, nadie sufria, nadie se enamoraba y todos felices como siempre. Derek siempre tenia una sonrisa encantadora, que la dejaba deslumbrada, como si fuera una colegiala tonta con las hormonas alborotadas, y eso no le pasaba ni siquiera cuando estaba en el instituto, siempre fue la alumna mas centrada y aplicada, por lo tanto nunca tuvo tiempo de andar viendo a los chicos, claro todo eso despues su primer fracaso amoroso. -- ?Ha tenido una mala manana abogada?--por toda respuesta Zoe le gruno, al tiempo que bebia de su cafe, caminando apresurada para llegar cuanto antes al ascensor. Sintio su presencia detras de ella, y para su sorpresa el muy idiota estaba conteniendo la risa. -- ?Que es lo gracioso abogado?--cuando sintio que le dio una nalgada en el trasero, casi grita de la impresion, habian acordado ser lo mas discretos posible y obviamente eso no era para nada discreto. --Derek te has vuelto loco que parte de ser discretos no entendiste. --Dijo entre dientes fulminandolo con la mirada. -- ?Acaso quieres estar en boca de todos? --Con estar en la tuya me conformo--escucho una risilla nerviosa detras de ellos y se dio cuenta de que su amiga Marian estaba detras mirandolos picaramente. --Marian ?pero que haces aqui?--su amiga avanzo para saludarla conteniendo la risa. --Solo queria comprobar que estabas bien, nos has tenido un poco abandonadas, pero ahora ya me di cuenta del motivo--y para colmo de males su amiga ni corta, ni perezosa, le hizo un escaneo al musculoso cuerpo de su jefe, provocando que se sonrojara hasta la raiz del pelo. --aunque por lo que veo, esta justificada tu falta a nuestra reunion, la verdad es que yo tampoco saldria de la cama, si fuera con un galan como este, ?no tienes ningun hermano perdido por ahi guapo? Zoe no sabia donde meterse, su amiga nunca era imprudente, pero ultimamente no la reconocia. Aun no se quitaba de la mente aquella borrachera en la que fue y se beso a un hombre en la barra de un bar, pero es que no solo lo beso, sino que lo devoro. --Marian sera mejor que dejes de molestar a mi jefe, vamos a mi despacho. --Esta bien grunona, adios guapo--dijo dirigiendose a su jefe--mi amiga y yo nos iremos por las escaleras, le hara bien ejercitar esas piernas que tiene. Su jefe estaba a punto de partirse de la risa, comenzo a caminar en direccion a las escaleras cuando sintio que Marian le daba una palmada en el trasero. --Marian que demonios te sucede, es que te has vuelto loca. --Oh perdona pero crei que todo el que iba detras de ti tenia derecho a pegarte en el trasero. --ahora si las carcajadas de Derek las acompanaron hasta que subieron al primer piso. Ya se las pagaria el muy cretino, ahora tenia algo mas importante que hacer, como exprimirle el pescuezo a su amiga hasta que se pusiera morada.

  • La duena de la santa de Mariana Guarinoni

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    Basada en la historia real de Ana de Matos y Encinas, una mujer fuera de lo comun, que para redimirse de sus pecados compro una estatuilla famosa por realizar milagros. Hoy es la santa patrona de la Argentina, la Virgen de Lujan.

  • Es como el mal de Beppe Quintini

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    La noche es capaz de despertar a los fantasmas del pasado.Algo de eso sabe el policia Mathias Novari, obligado a combatir con las pesadillas que le persiguen desde el dia en que vio morir entre sus brazos a un nino, en una operacion no autorizada. Jose Luis Martino es vidente de profesion, y colabora con la Policia Nacional Espanola. Vive escoltado, recluido en un apartamento blindado. El lo llama maldicion, pero sus visiones han permitido a las fuerzas del orden resolver los ultimos casos de homicidio. Revive en directo el crimen, como si fuera contemporaneamente la victima y el verdugo. Sufre y habla como ellos. Y conoce el nombre del asesino. Esta vez tambien.Pero en Malaga, ciudad del sol y de la cultura, no todo es facil como parece. Un viejo pasado de hace treinta anos, desconocido y absurdo, ha hecho crecer la semilla de la locura y del mal, y ahora esta preparado para manifestarse a lo grande. A veces la rutina y la tranquilidad solo son una ilusion.Las presas ya estan en la trampa. Han ido ellas solas.

  • Mientras llueva de Teresa Viejo

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    <>: esa es la frase que retumba desde la cabeza al corazon de Alma Gamboa Monteserin, una mujer en fuga a la que nadie persigue. Es el invierno de 1946 y Alma viaja a la casa de sus antepasados donde, en vez de la paz que tanto necesita, le espera, ineludible, una revelacion trascendental.

  • Yo, La Peor de Monica Lavin

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    La novela definitiva sobre sor Juana Ines de la Cruz. Una mujer fuera de epoca, una escritora flagrante, apasionada y sensual que entregada a la razon y consagrada en su fe, tomo los retos mas grandes para lograr que su alma se dejara conducir por los seductores caminos del conocimiento.

  • La democracia intrascendente de Jose Maria Ridao

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    Democracia intrascendente no quiere decir democracia sin valor, sino democracia que no busca refugio en las verdades trascendentes establecidas por la filosofia, la teologia o la ciencia experimental. En definitiva, democracia que entronca con una tradicion de pensamiento que rechaza recurrir a cualquier instancia no humana para justificar una conducta o reclamar un veredicto. Los argumentos de esta otra tradicion nada tienen que ver con el irracionalismo o el relativismo de los que ha sido acusada, y son analizados en La democracia intrascendente bajo una perspectiva que recorre sus diversas manifestaciones a lo largo de la historia y aproxima teologos como Nicolas de Cusa a filosofos como Dewey y cientificos como Heisenberg, comprometidos en el esfuerzo de desmentir cualquier determinismo. Es intrascendente porque rechaza un genero de verdad que acaba sojuzgando al individuo y que, en la lucha escatologica por prevalecer y fundar un orden, le obliga a despreciar tanto el dano que inflige como el sacrificio que reclama.

  • Que la vida te de todo lo que merezcas de Leire Milanesi

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    Toda la escena parece sacada de una mala pelicula americana. David cuelga de su propia corbata atada a la lampara y las zapatillas se le han caido al suelo dejando al descubierto sus pies desnudos. El Gran Hombre se fija en sus dedos que miran hacia arriba. Por ellos gotea la orina del joven muerto que forma un charquito amarillo en el suelo. <>. Aunque le cueste admitirlo, al Gran Hombre le ha sorprendido la profesionalidad de Harry, que ahora esta apostado a su lado, como si fueran dos camaradas. Desde el momento en que lo conocio, penso de el que era un animal, un ser violento que solo servia para intimidar, amenazar o dar palos. Sin embargo, ha eliminado las pocas pruebas que han dejado de una forma tan metodica que el Gran Hombre no ha podido evitar admirarlo. Y ahora Harry, a su lado, mira el resultado de su trabajo con orgullo. Incluso hace un gesto de asentimiento con la cabeza. --Creo que da el pego --dice--. Fijo que esto pasa por un suicidio. El Gran Hombre prefiere no contestar. Ha intentado por cualquier medio posible que David no lo fastidiase todo como lo ha hecho, que las cosas no llegaran hasta donde han llegado. Pero no ha sido posible y ahora la sensacion de fracaso esta tan presente como si cargara una loza sobre sus hombros. --Vamos, hermano, no te hagas mala sangre. El se lo ha buscado. A Harry le gusta llamarlo hermano, pero el Gran Hombre se alegra de que no sea su hermano. Ni siquiera podria ser su amigo, es demasiado imprevisible. Por eso no puede dejar que del siguiente paso se encargue el. --Deja que me ocupe yo de la mujer --dice--. Esto no se puede repetir. --?Que quieres que te diga, hermano? Si me hubiera encargado yo desde el principio, nada de esto habria sucedido. --No te acerques a ella. Lo estropearas todo. Harry se rie, pero no esta contento. Le molesta ese aire de superioridad que emplea siempre con el. --Ya veremos --contesta y se aleja. Cuando se marcha deja tras de si su aliento a tabaco y su olor a perfume barato que se aplica despues de afeitarse. El Gran Hombre lo ve dirigirse hacia la puerta del piso. Los atisbos de admiracion que ha sentido por el se han desvanecido. Ahora vuelve a despreciarlo. Harry representa todo lo que el detesta. El instinto contra la razon, la doctrina contra las ideas... Por eso se arrepiente de lo que ha sucedido esta noche, de haber cedido a sus impulsos, de haberse puesto en sus manos. Al dedicarle la ultima mirada al cadaver de David, antes de irse, siente la necesidad inevitable de disculparse, de pedirle perdon. Pero sabe que ya todo es inutil. CAPITULO I Seis, seis, dos. Son las cartas que estan sobre la mesa. No se puede tener mas suerte. Vuelvo a mirar las mias --un seis de picas y un as de corazones--. He ligado un trio que me puede hacer recuperar en una sola mano los ochocientos euros que llevo perdidos. Un buen jugador de poquer pensara que puedo llevar cualquier cosa, porque ese es precisamente mi problema. Soy una jugadora compulsiva que juega todas las manos. De hecho, la unica razon por la que juego en una de estas timbas ilegales es porque yo misma me he registrado como adicta al juego en todos los casinos de Tenerife y, cuando tengo una crisis, estos son los unicos sitios en los que puedo entrar. Por desgracia, en tugurios como este les importan bastante poco mis problemas. Me toca apostar y empiezo flojo. No quiero asustar a mis rivales. Si se huelen que llevo algo, se retiraran y sacare poco dinero, asi que pongo una ficha negra de cien en el bote. Todos me cubren la apuesta y yo empiezo a frotarme las manos. Todos menos unos que arrastra el solito la totalidad de sus fichas hacia el centro de la mesa. Unos mil y pico euros. Lo miro fijamente y me pregunto que llevara para hacer una apuesta como esa. Los demas jugadores se retiran y solo quedo yo. Esta claro que tengo la mejor mano, asi que no me da miedo. Sacristan es un gorrilla enclenque que se saca una pasta en el aparcamiento del Hospital Universitario. Por la noche, acude a timbas de poquer como esta a jugarse las propinas de los coches que vigila y casi siempre acaba perdiendolo todo. En el argot se le considera un pescado o un fish. Como a mi. Unos pringados que nos dejamos los cuartos para que los buenos jugadores se vayan satisfechos a casa. Tambien se ven por estos antros a algunos profesionales que viven de desplumar pescadillas, pero no muchos. Casi todos son peninsulares que vienen de vacaciones y que aprovechan para ver si los pescados se las pagamos. Casi siempre lo consiguen. --?Cuanto hay? --le pregunto al crupier para saber lo que tengo que apostar. Es un chico joven al que es la primera vez que veo por aqui. Muy profesional y serio se pone a contar las fichas. --Mil cincuenta --dice. Yo tengo unos mil trescientos. Es una pena, porque el imbecil de Sacristan ha espantado a los demas y ahora no sacare tanto como pensaba. --Vale, all in --digo. --Espera --me detiene el gorrilla--. ?Cuanto tienes? --Mil trescientos --respondo. Sacristan se vuelve hacia el tipo que esta sentado en un sofa en un extremo de la habitacion y que no pierde detalle. Todos alli sabemos quien es. Su apellido es Martel y le llaman por el. Nadie tiene ni idea de cual es su nombre de pila. Es el que organiza la timba y el usurero que presta dinero a ludopatas como Sacristan y yo. --?Me cubres, Martel? --pregunta el gorrilla. Martel mira las cartas y luego me mira a mi. --Claro --dice--. Dale mil mas --le ordena al crupier. Este le obedece y le entrega un nuevo monton de fichas. --Vale, veo tus mil tres cientos. --?All in? --me pregunta el crupier por si quiero pedir prestado yo tambien. Me lo pienso. Miro sus cartas, que estan bocabajo. Debe de tener el otro seis. Ha ligado un trio y se cree que me va a desplumar. Con as seis le gano seguro --Yo te cubro, Karo --dice una voz con acento peninsular desde el otro extremo de la sala. Todos los jugadores giramos nuestras cabezas hacia el. Es un tipo con barba y pelo cano peinado a modo de cresta, en plan moderno. Y va vestido con traje azul marino y corbata roja, como si acabase de salir de la oficina hace un momento. Esta sentado en la pequena barra donde se sirven las bebidas y sostiene un whiskey con hielo en la mano. No lo he visto en mi vida. --?Nos conocemos? --le pregunto. --No, pero seguro que tienes la mejor mano. Es un buen negocio. --Bueno --le digo al crupier--, vamos a ver el turn. El chico aparta una carta y pone sobre el tapete la siguiente. Es un as. Las cartas comunitarias son seis, seis, dos, as. Tengo un full house. Mi noche se acaba de volver tan luminosa como si acabara de salir el sol, pero debo disimular para que no se me note. Solo hay una cosa que la puede mejorar y esta a punto de ocurrir. Sacristan toma aire y arrastra el resto de los mil que le ha prestado Martel hasta el centro de la mesa. Tiene un trio de seis, estoy segura. Se va a jugar todo lo que pueda porque cree que le ha tocado la loteria, cuando en realidad el decimo bueno lo tengo yo. Me vuelvo entonces hacia mi prestamista misterioso y le pregunto con la cabeza. El saca una tarjeta de credito de color negro y la pone sobre la mesa. --Adelante --dice. --Los veo --le digo al crupier y este anade las fichas. --?All in? --vuelve a preguntarnos el crupier viendo que cada uno tenemos nuestra propia financiacion. --Cuidado, Karo, este lleva algo --dice otro jugador. Se llama Anselmo, tiene unos sesenta anos y me conoce desde hace tiempo. Casi siempre se muestra condescendiente conmigo porque soy una mujer y se cree en el deber de protegerme. No me molesta demasiado, es de otra generacion. El crupier levanta la ultima carta. Un cinco de corazones. Ya esta todo hecho, solo necesito saber cuanto le voy a sacar al pringado del gorrilla y llevarme mi dinero. --?Ocho mil? --le pregunta Sacristan a Martel. Este asiente y el crupier coloca las fichas --Cuidado, Karo --me advierte Anselmo, pero yo voy lanzada. He ligado un full de seis y ases y ahora pienso en cuanto tengo que subir la apuesta para que el gorrilla no se eche atras. O al menos para que no lo haga Martel, que es el que va a decidir. --?Once mil? --le pregunto al mio, que asiente con el whiskey en la mano--. Once mil, entonces. Sacristan se acaricia el menton con el pulgar intentando ver a traves de mis cartas que es lo que llevo. A mi tambien me gustaria saber con que ha apostado tan fuerte. ?Doble pareja o el trio de seis? En cualquier caso, gano yo. --Subo a quince --dice satisfecho. --No te emociones --responde Martel--, que como sea un farol vas a tener que ampliar ese descampado en el que te aparcan los coches para pagarme. --Venga, Martel, que lo tengo ganado. Cubreme. ?Lo tiene ganado? Muy seguro lo veo. Solo hay una mano que me gane. Solo una entre las decenas que puede tener. --No, esto se acaba aqui --Martel se dirige de nuevo al crupier--. Cubrele la apuesta y que levanten las cartas. El crupier coloca las fichas que faltan hasta los once mil euros y luego me mira para que ensene mi mano. Yo levanto mi as seis. Confirmo mi full y sonrio feliz. Una felicidad que se nubla al instante cuando veo que la boca de hiena de Sacristan suelta una carcajada. Se me eriza el vello de la nuca, como si el mismo silencio que se ha hecho a mi alrededor fuera el de mi funeral. El gorrilla levanta sus cartas y veo dos malditos ases como si fueran dos lapidas con mi nombre. --!Joder! --dice uno de los jugadores. --!Full de ases y seis! --exclama Anselmo--. Mira que te lo dije, Karo, que tuvieras cuidado. Yo lo oigo todo como si fuera la television sonando de fondo. Tengo delante de mis ojos la unica mano que podia ganarme. ?Cuantas veces se pierde con un full house? No tengo ni idea, pero muy pocas. Tan pocas que a todos se les han quitado las ganas de seguir jugando. Empiezan a levantarse y se dirigen a la barra a cambiar sus fichas. --Si es que... Mira que ponerte a jugar con profesionales --me dice el gorrilla con sorna. Su cuerpo enclenque parece haberse inflado y ahora hasta se asemeja a un hombre de verdad. Se cree un tiburon el muy idiota. Me dan ganas de pegarle una hostia. Cuando la sala se ha quedado practicamente vacia, me levanto de la mesa como si estuviera sonambula. Aun me resisto a apartarme de las cartas. Mi as y mi seis siguen frente a mi. Me pregunto que es lo que he hecho mal. Revivo una y otra vez las fases del juego, como si esta vez pudiera ganar la partida. --Tranquila, Karo, estas cosas pasan --dice Martel. --Y tanto que pasan. Sobre todo, a mi. --Tomate un whiskey, estas invitada. No tengo animos ni para darle las gracias, aunque el whiskey lo voy a pagar yo con la comision que le he hecho ganar. Me acerco a la barra y le pido un ron a Juanito, el whiskey me sentaria mal. --Lo siento, Karo --me dice el camarero cuando me pone la copa. Mi prestamista esta a mi lado, mirandome. --Supongo que el trato es el de siempre. Diez por ciento al mes --le digo. Estaba tan confiada en que iba a ganar que he aceptado el dinero sin establecer las condiciones. Vaya una lumbrera. --No te preocupes por la deuda, ya lo resolveremos. Estoy de tu parte. --El prestamista comprensivo --respondo con la vista hundida en mi vaso. El tipo se levanta, recoge su tarjeta y siento su mano sobre mi hombro antes de verlo irse. --Espera --lo detengo. --?Si? --No soy una puta. No voy a prestarme a nada raro para reducir la deuda. No, no soy una puta. Solo una profesora interina de Historia que no sabe que cono hace en un sitio como este. --Es bueno saberlo --responde mientras sale por la puerta. Es vasco, estoy segura. Por su acento. No es muy pronunciado, pero me ha parecido identificarlo. Hace tres dias estaba en una terapia de grupo y todos me felicitaban por llevar dos meses sin jugar y ahora me encuentro arruinada y viendo mi vida pasar ante mis ojos. La sala se ha vaciado sin que me haya dado cuenta y yo solo tengo energias para encender de nuevo mi movil y mirar las llamadas perdidas de David. Dos llamadas la anterior madrugada que tenia que haber contestado. Tal vez asi las cosas habrian sido diferentes. El estaria vivo y yo no me habria jugado mis pocos ahorros mas otros doce mil euros en una partida de cartas. Desde luego no habria recibido el mensaje de mi excunada, hace tres horas y cincuenta y dos minutos. <>. Las manos me tiemblan tanto que me cuesta introducir la llave en el contacto y arrancar. No estoy segura de si es por el frio humedo y nocturno de La Laguna, porque mis problemas economicos se han multiplicado en una sola noche o por la impresion de saber que David esta muerto. Comprendo que Agatha, mi excunada, me haga responsable de lo ocurrido, yo misma me siento como si hubiese apuntado una pistola a su pecho y disparado con ella. Una imagen se me viene a la mente con una claridad que casi parece que la este viviendo en este momento. David esta sentado en el sofa del piso que compartiamos en La Salle. Tiene la mano apoyada en la frente, con la vista fija en el suelo, y mueve la cabeza diciendo que no como si la sola idea de que lo deje le resulte imposible. Yo he metido mis cosas mas urgentes en una bolsa de viaje que ahora esta aparcada junto a la mesa del comedor y me encuentro sentada frente a el sin saber muy bien como actuar.

  • Tension Mecanica de Jorge Borges

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    El taller mecanico de Dani era el mejor de Santa Fe, sin dudas los mas experimentados profesionales se encontraban ahi y por supuesto todos lo tenian como primera opcion a la hora de llevar su coche a una revision. Pero, las cosas iban mas alla de eso. En el ultimo ano las filas de coches llegaban hasta la esquina y eso era a diario, algo que le gustaba mucho a Dani, pero, que habia causado molestia en el resto de la competencia, puesto que algunos clientes cambiaron de taller al que ahora era el mas exitoso. Claro, que a nivel de marketing y ventas se veia asi, pero, cuando se veia la situacion mas de cerca se podia notar con exactitud lo que estaba sucediendo ahi. El publico era en su mayoria chicas que realmente no iban por una falla muy grande o por algo importante, de hecho a veces iban a solo revisar la presion de las llantas o a ver una pequena falla que no era urgente, el punto es que necesitaban ver al mecanico mas apuesto y sexy de toda la ciudad y su alrededores. Esa era la razon principal. Lo cierto es que gracias a ese fenomeno pasaban dos cosas interesante. Lo primero era que cuando el negocio se veia tan lleno atraia a mas clientes y lo segundo es que los ingresos cada vez eran mas grandes, Santa fe era una zona donde vivia gente muy acaudalada y a esas chicas no les importaba lo que tuvieran que pagar por ver a ese hombre y quiza, si corrian con suerte, podrian concretar una cita o algo mas. Para el resto de los mecanicos tambien era algo agradable, que aunque no fuese con ellos, mirar a esas hermosas mujeres que siempre iban muy bien arregladas y dispuestas a todo. Dani por su parte no veia mas que el exito del taller y entonces dejo a su mecanico estrella para atender a las chicas durante el dia, era un trabajo bastante facil y ademas del pago semanal, que por cierto era el mejor de todos los talleres de la ciudad, obtenia algunas propinas y por su puesto una chica cada fin de semana, era algo realmente bueno, algo que ni en su mejores suenos habia podido concretar. Jorge es el nombre de ese mecanico y Dios de las chicas que llegan a reparar su coche. Era un hombre alto, musculoso y ademas muy atento. El se habia convertido en un sueno para las chicas de la ciudad sin importar su edad ni su situacion sentimental, el era lo que todas querian, el era ese bombon que necesitaban en su cama. Siempre estaba con su uniforme bastante sucio, pero, eso era un atractivo para ellas, era la manera de demostrar parte de su rudeza y la verdad es que lo hacia ver muy sexy. La combinacion de sudor y quiza algo de grasa en sus brazos, manos y rostro lo hacia ver como un galan de la peliculas para adultos. La uniforme cubria la mayor parte de su cuerpo, pero, eso no evitaba que ellas imaginaran mucho mas de lo que podian ver. Las cosas empezaban con su mirada penetrante y muy sensual que las atrapaba desde el primer momento. Eso iba acompanado de un rostro que parecia moldeado por algun artista con las manos de un angel, mas alla, la ropa ajustada hacia un gran bulto en su entrepierna. Todas sabian que detras de toda esa suciedad habia algo muy interesante. Era el hombre mas masculino y atractivo de Santa Fe y los rumores de el se fueron corriendo muy rapido cosa que trajo como consecuencia el exito rotundo del taller de Dani en donde encontraron grande profesionales que trataban los coches como verdaderas joyas. Todo se iba bastante bien y ninguno se quejaba de lo que estaba pasando. Jorge tenia solo un ano en Santa Fe y desde su llegada habia causado sensacion, pero, en un principio no con las chicas. Dani, el dueno del taller, lo contrato un dia cuando llego al negocio y a modo de prueba lo dejo un dia con un coche con el cual todos el resto de su equipo de trabajo habia tenido problemas sin encontrar la falla exacta, pero, para el nuevo parecia algo completamente sencillo. En menos de dos horas Jorge habia resuelto el asunto sin problema, logro hacer lo que ninguno, incluso Dani, habia podido hacer. La verdad es que la manera en que abarco la falla y la forma en que lo resolvio impresiono a todos ahi y sin dudarlo le dieron el empleo, estaria trabajando con ellos desde ese mismo dia. Eso resulto en una gran noticia para Jorge que estaba llegando a Santa Fe en busca de una nueva vida, en busqueda de algo mejor para el. Inmediatamente, con lo que habia ahorrado en sus trabajos anteriores, busco un departamento para rentar y sin buscar mucho consiguio el que seria perfecto para el, la verdad es que sin importar donde escogieras en esa hermosa ciudad, se encontraria con mejores viviendas que las que habia de donde venia. El departamento no tenia muebles ni nada y por supuesto el habia llegado solo con algunos billetes y un poco mas en su cuenta bancaria. Pero, por lo momentos no le importaba si tenia que dormir en el suelo, poco a poco podria comprar las cosas con el sueldo que tenia en su nuevo trabajo. La primera noche ordeno una pizza enorme para el solo y se quedo pensando en muchas de las tantas cosas que tenia por delante, ahora si podia comenzar a hilar un mejor futuro, el que siempre habia querido. No seria facil sacarse de la mente y del corazon todas las cosas por las que paso en su antiguo pueblo, pero, era joven aun y con el tiempo las cosas serian mejores para el. El hombre venia de un pueblito muy pobre a unas cuatro horas de Santa Fe, la verdad es que cada dia trabajaba y rezaba para salir de ahi y estar lejos tanta delincuencia y malas personas, necesitaba dejar de preocuparse porque una bala perdida entrara a su casa despues de un enfrentamiento entre bandas, necesitaba alejarse lo mas posible de todas esas cosas que lo maltrataban psicologicamente y no lo dejaban vivir realmente. Jorge era un hombre fuerte a nivel mental y fisico, pero, hasta el mas rudo necesitaba algo de paz en algun momento. Las cosas en ese lugar eran insoportables, desde siempre fueron asi. El se formo en la escuela principal y logro graduarse, pero, despues cuando intento ir a la universidad, no pudo hacerlo, puesto que en uno de esos enfrentamientos entre bandas perdio a sus dos padres que venian de trabajar juntos aquel fatidico dia cuando las balas los alcanzaron y entonces les sego la vida. Entonces Jorge se quedo completamente solo con su hermanito de 4 anos y tuvo que comenzar a trabajar desde ese mismo dia para que pudieran subsistir y desde ese momento su sueno de estudiar arquitectura se desvanecia completamente. La situacion para el fue bastante dificil, pero, todo lo hacia para su hermano lo tuviera todo, no importaba nada mas. Nunca estuvo preparado para algo asi y menos con solo 18 anos. Pero, la vida y las situaciones lo llevaron a eso, y no tenia otra opcion, aprendio muchas cosas en el camino que lo ayudaron a trazar un plan de vida a largo plazo. Ademas lo estaban preparando para uno de los momentos mas dificiles que le pudiera tocar, algo en lo que nunca penso. Una de las cosas mas importantes para el fue cuando comenzo a trabajar en un pequeno y pobre taller mecanico en el centro del pueblo donde vivia. En un principio no sabia nada sobre coches o motores, pero, poco a poco las cosas fueron cambiando para el, pues no solo se hacia un experto en la materia sino que ademas se enamoraba de todo lo que significaba la mecanica automotriz. Definitivamente Jorge habia nacido para eso y cada dia se sentia mas identificado con lo que hacia, solo su hermanito era mas importante para el, y lo mejor es que le pagaban por hacer lo que le gustaba, de hecho nunca lo vio como un trabajo sino como una pasion. Conforme pasaba el tiempo, el se iba acostumbrando a su nueva vida, a ser mas responsable y se sentia un poco mas desahogado ya que tenia un empleo con un sueldo fijo que lo ayudaba con todas las cuentas. Pudo conseguir a una senora que cuidara a su hermano mientras el trabajaba, la ventaja es que vivia muy cerca de la casa y se quedaba hasta la hora que llegara, no importaba cual, la senora era muy servicial y ademas necesitaba el dinero que Jorge le pagaba por sus servicios. Su vida era una total rutina, pero, la verdad es que li disfrutaba al maximo, tanto como podia. Su unica distraccion era el momento en que hacia ejercicios en un gimnasio improvisado en la calle que estaba justo frente al taller. Cada tarde, al salir del trabajo, se dedicaba una o dos horas a un entrenamiento fuerte y decidido que le fue dando un cuerpo muy musculoso con el paso del tiempo. Los anos pasaron y Jorge seguia en el mismo trabajo y ahora con un hermano mas grande que ya iba solo a colegio y se mantenia en casa sin dar muchos problemas. Una tarde viajo con su jefe a Santa Fe a entregar un coche al que se le estaba haciendo un trabajo bastante importante, era de un cliente muy adinerado y solo necesito de unos minutos para enamorarse de aquella ciudad, era algo completamente nuevo para el que por primera vez salia de su pueblo, no se imaginaba como eran las cosas afuera mas que por lo que veia en las peliculas, pero, estar en una ciudad tan bonita y limpia le abrio los ojos. Desde ese momento no quiso otra cosa mas que ir a vivir alla, donde todos su suenos se podrian hacer realidad, se iria con su hermano y le daria una nueva vision del mundo. Pero, para lograr todo eso tendria que trabajar mucho mas, tendria que dar todo de si y ahorrar mucho dinero. Jorge estaba dispuesto a todo, pero, las cosas no se le dieron muy bien en un principio cuando comenzo a salir con mujer y descubrio que se le hacia muy facil tener a la que quisiera, las chicas se convirtieron en una especie de droga para el y entonces lo retraso en su necesidad de irse de ahi. Ahora las cosas eran diferentes porque a pesar de que sonaba con irse a la gran ciudad, no podia despegarse de la chicas que lo rodeaban, era imposible para el dejar todo lo que estaba cultivando en su propia tierra, seria una locura dejar a todas esas chicas que se morian por el. Cada noche tenia a una diferente si asi lo deseaba, las buscaba en cualquier lugar y el resultado era el mismo, se sentia como el hombre mas afortunado del mundo y siguio sacandole provecho a todo eso, pero, por otro lado seguia manteniendose en ese lugar tan peligroso y lleno de cosas malas, seguia estando en la misma casa en la que no queria estar realmente. Una noche salio y volvio a casa temprano con una nueva presa. Era una jovencita maravillosa y muy hermosa y ademas tenia un cuerpo extraordinario. Algo que el nunca habia visto por la zona. Ella habia quedado completamente enamorada de Jorge desde el primer momento en que lo conocio y estaba decidida a dar el todo por el todo para poder quedartelo para siempre, la chica no queria sol una noche, lo necesitaba para siempre. Las cosas se dieron de maravilla esa noche. Jorge la follo con mucha pasion y dejandola con ganas de mas, la chica pedia a gritos que la complaciera sin para y por supuesto el no se quedaba atras, la efusividad y la manera de hacer las cosas por parte de esa nueva conquista, lo llevaba a los extremos del deseo. Cuando amanecio ella estaba en una cama solitaria y no veia a Jorge por ningun lado, entonces se levanto y se enrollo una sabana alrededor para salir a buscar a su nuevo novio, al que ella queria para toda la vida. El hombre estaba en la cocina y hacia algo que parecia ser el desayuno. La chica lo miro y quedo completamente anonadada con su musculosa espalda que cada vez que la veia parecia mas ancha y atractiva. Ella se acerco con cuidado y lo abrazo sorpresivamente, pero, el no reacciono de la manera en que lo esperaba. Fue un tanto esquivo. -- Buen dia. Pense que despertaria a tu lado. -- Debo irme al trabajo. Salio algo urgente. -- Entiendo. ?Puedo esperarte aqui mientras llegas? La pregunta parecio mas que nada ofensiva para Jorge quien volteo de inmediato y la miro fijamente a los ojos. -- ?Esperarme aqui? No. Debes irte a tu casa. -- Pero, anoche... Yo pense... -- Disculpa... Jorge olvido el nombre de la chica, pero, de igual manera siguio. --... pero, a pesar de que todo estuvo muy genial anoche, es algo que ya quedo en el pasado. No estoy buscando una relacion Ella lo miro asombrada. La chica se habia armado una historia en su mente que iba completamente alejada de la realidad. -- Acepte a estar contigo solo porque pense que esto seria algo serio. -- !Por Dios, te conoci anoche! ?Como pensaste algo asi? -- !Eres un idiota! -- Vamos a ver... Primero que nada, calmate. El intento tomarla por un hombro y llevarla a una silla, pero, ella se movio con fuerza y evito que el la alcanzara. -- !No, Jorge! !Tu me prometiste que...! -- !Oye, no me grites! !Yo no te prometi nada! Anda a vestirte y dejame en paz. -- !Eres un imbecil! La chica se movio con rapidez y lanzo la puerta de la habitacion despues de entrar muy molesta. Jorge solo se limito a mirarla y entonces siguio con lo que estaba haciendo. La verdad es que el no era un mal hombre, pero, tampoco permitiria que nadie le hablara asi y menos en su propia casa. El trato de calmarse un poco y miro por la ventana. Su hermanito venia caminando con las cosas que el le habia mandado a comprar a la tienda de la esquina. Cada vez se veia mas grande, estaba muy orgulloso de el, era la unica familia que tenia. En ese momento la chica salio de la habitacion de la misma manera en la que entro y entonces ni siquiera miro a Jorge al salir. Solo se limito a gritarle: -- !Pudrete, infeliz! Pero, entonces, ella abrio la puerta principal y salio disparada encontrandose de frente con el pequeno hermano de Jorge. La chica lo tropezo tan fuerte el nino perdio el equilibrio y entonces la vida de todos cambio para siempre.

  • Al corriente de Christophe Van Gerrewey

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    Un hombre joven se despierta en una casa perteneciente a unos amigos que se han ido de vacaciones. Acompanado de un gato, Ratoncito, unico ser vivo del que consigue aun encarinarse, se acuerda del verano anterior, cuando todavia le amaba una mujer. Decide escribir una carta para tenerla al corriente de los ultimos acontecimientos de su vida. Recuerda las casas donde pernoctaron, las palabras que se dijeron, los secretos que compartieron.
    Pero los roles se invierten, y la amada ausente comienza a responderle, hasta que su voz desplaza a la del protagonista y expone todas sus faltas. Al corriente es el sutil e ingenioso balance de una relacion pasada que continua reverberando en el presente, un intento tragicomico de vislumbrar las dificultades practicas y los deseos en conflicto del amor moderno. ?Como conseguir comprender el amor si no nos comprendemos ni siquiera a nosotros mismos?

  • Una impostora en Minstrel Valley (Minstrel Valley 3) de Mariam Orazal

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    Adentrate en la nueva y rompedora serie de <>, creada por catorce autoras de Selecta. Ambientada en la Inglaterra de la Regencia en un pequeno pueblo de Hertfordshire, descubriras una historia llena de amor, aventuras y pasion.

  • Soy sospechosa de Monica Benitez

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    Alba, aproximadamente seis semanas antes. --Aprovecha Alba, que esta semana te quedas sin follar--solto Lola sin compasion en cuanto cruzo la puerta. Arquee las cejas y la segui con la mirada mientras se acercaba al balcon. --?Que significa eso de que me quedo sin follar? --pregunte extranada y algo preocupada, por no decir: muy preocupada. --?Recuerdas la semana de vacaciones que me queda? Nuestro querido jefe me obliga a cogermelas ahora, asi que Sergio y yo hemos decido marcharnos unos dias. Eran las siete de la tarde, me acababa de despertar despues de haberme quedado dormida en el sofa mientras leia y todavia estaba algo aturdida. No consegui contestar a mi amiga, todavia estaba procesando lo que acababa de decirme cuando vino hacia mi y me empujo, cai de nuevo al sofa del que acababa de levantarme tras la insistencia de su llamada al timbre. --Te follaria en el balcon, pero hace mucho frio--aseguro en un susurro, mientras su mano se colaba por debajo de mis bragas. Tras unos cuantos orgasmos, Lola y yo nos despedimos con un abrazo y me quede sin mi mejor amiga durante una semana. Capitulo 2, las preguntas. Llevo siete anos trabajando en esta empresa y sin duda lo que me sucedio aquella manana fue lo mas extrano que me habia pasado nunca. Lola y yo siempre nos quejamos de lo aburrido y monotono que es nuestro trabajo, por cierto, Lola es mi mejor amiga, pero tambien mi companera de trabajo, mi vecina y la mujer con la que en varias ocasiones me acuesto. Cuando Lola vuelva de su semana de vacaciones obligatorias porque a la empresa le viene bien, seguro que se queda alucinada con lo que me ha pasado. Trabajamos en un almacen de distribucion logistica, es decir, los choferes recogen cargas en varios destinos, las traen aqui y nosotros nos encargamos de agrupar las mercancias segun su destino para despues cargarla en el camion que las transportara a su destino final. Lola y otros doce trabajadores son los encargados de hacer esas agrupaciones dentro del que nosotros llamamos almacen uno, y yo soy la que lleva la carretilla elevadora y se encarga de descargar y cargar camiones en el almacen dos. Mi amiga siempre dice que prefiere su puesto antes que el mio, que en invierno esta calentita, ya que en mi almacen solo hay sitio para las mercancias, asi que los camiones los cargo en plena calle, que en verano esta fresca, y que ademas puede socializar con el resto de los companeros. Tiene mucha razon, sobre todo en lo del clima, pero por lo demas, yo prefiero el mio. Tanto su almacen como el mio estan juntos, separados tan solo por una pared enorme de hormigon y unidos por una puerta que utilizamos para entrar o sacar las cargas. Conozco a todos mis companeros porque ellos son los que me traen las mercancias una vez estan listas para cargar y porque, ademas, la hora del desayuno es la misma para todos. A mi me parece una ventaja estar en mi puesto porque no tengo que aguantar a nadie, los veo a todos un rato cada dia, pero no lo suficiente como para que se me hagan pesados o llevarme mal con alguien, que seamos sinceros, eso es lo que acaba pasando cuando te pasas ocho horas junto a otras personas, con unas estableces amistad, otras te resultan indiferentes y con otras te llevas mal. No es mi caso, me llevo bien con todo el mundo y ademas cada dia me distraigo con las tonterias de los choferes, que puedo garantizar que son muchas. Creo que es justo decir que no me acaba de disgustar del todo mi trabajo. Como digo, mi amiga y yo siempre hablamos de lo monotono que es trabajar alli, tanto en su puesto como en el mio porque, aunque sean diferentes siempre pasan las mismas cosas; la cagada de uno, el cotilleo de la otra, la carga que se me cae, el jefe que grita por gritar, el chofer que se enfada porque tiene que esperar o los companeros que se acaban liando. En fin, en contextos diferentes siempre es mas de lo mismo, menos hoy, al menos para mi. Empezaba a hacerse de dia y estaba cargando un camion con mi chaqueta reflectante, una braga que me tapaba la boca, la nariz y las orejas, y los guantes de forro polar, aun asi, estaba muerta de frio. --Tan tapada estas irreconocible Alba--se carcajeo el chofer al que iba a cargarle. La verdad es que para ser finales de noviembre estaba haciendo mas frio que otros anos. Entre en el almacen a coger una caja y cuando sali para cargarla en el camion, vi como un coche aparcaba justo al lado de la puerta por la que yo salia, la verdad es que me da mucha rabia que la gente haga eso, se ponen justo ahi porque creen que mientras no obstaculicen la puerta no pasa nada, pero nunca se plantean la posibilidad de que a veces las cargas no son estables y pueden volcar mientras voy en marcha, y si eso pasa al lado de la puerta y hay un coche aparcado, al dueno no creo que le haga gracia que le caiga encima. En fin, observe el coche mientras cargaba el camion, lo cierto es que no me sonaba de nada, asi que pense que seria algun comercial nuevo que venia a venderle algo a mi jefe. Me resulto extrano que dentro hubiera dos ocupantes, eso no era habitual, siempre venia uno solo. De pronto se abrio la puerta del conductor y se bajo una mujer con un aire de superioridad tan elevado como su atractivo y una expresion tan gelida como el frio que sentia en los pies. Tenia el pelo negro y largo recogido en una cola alta perfecta. Iba vestida con unos vaqueros ajustados y una chaqueta tipo plumon del mismo color de su pelo. Nos miramos durante unos instantes, o mas bien nos escaneamos, fue un momento muy extrano porque senti como si aquella mujer me estuviera analizando y en cierto modo yo la analizaba a ella, como si ambas valoraramos el nivel de amenaza que suponia la otra, esta claro que yo no calibre nada bien. Salimos de aquella especie de paralisis visual a la vez y justo cuando iba a decirle que hiciera el favor de quitar el coche de alli, ella me hizo un gesto con la mano pidiendome que me acercara. Fue tan sexy y autoritario a la vez, que obedeci de inmediato y durante los dos segundos que tarde en ponerme cerca de ella con la carretilla, empece a pensar que tal vez era alguien que buscaba alguna empresa, no era la primera vez que la gente se paraba alli para preguntarme donde estaban otras empresas del poligono, pero me equivoque. Me detuve a unos tres metros de ella, como hacia con todo el mundo. Era una distancia suficiente para que pudiera decirme lo que fuera que queria, pero en lugar de eso empezo a caminar en mi direccion con paso rapido, firme y seguro, por un momento pense que iba a subirse a la carretilla conmigo y me senti algo incomoda ante la seguridad que mostraba aquella mujer, entonces se detuvo justo a mi lado izquierdo, y sin apartar sus ojos de un increible color miel de mi, se metio la mano en el bolsillo, saco una especie de cartera y la abrio unos instantes para dejarme ver su placa. Mientras lo hacia me dijo algo, supongo que se identifico como policia o algo asi, pero aquello me pillo tan de sorpresa que no entendi una palabra de lo que me dijo. Ni siquiera sabia si la placa era de verdad o falsa porque casi no me dejo verla, pero mi instinto en aquel momento me decia que tenia ante mi a una agente de la policia vestida de paisano con su companero esperando en el coche, asi que no pensaba pedirle que me la ensenara de nuevo. --Buenos dias, ?puedo hacerle unas preguntas? Sera un momento--aseguro sin retirarse ni un centimetro. Se me hizo muy raro que me tratase de usted, a mis treinta y dos anos ya me habia encontrado con algun crio que me habia hablado asi, pero ella parecia de mi edad o tal vez un poco mas grande, y aunque sabia que eran gajes de su oficio, no dejaba de ser chocante. Deduje que se habia pegado tanto a mi para que los choferes que habia por alli esperando su turno no vieran su placa, ante todo discrecion, ?no? --Buenos dias, no, claro que no. --?Le importa apagar el motor? Por la expresion ferrea de su rostro deduje que mas que una pregunta era una orden. --Perdon--dije tras apagarlo de inmediato. --?Puede bajarse eso? --me pidio senalando la braga que cubria mi cara. ?Pensaba pedirme algo mas? Lo hice de inmediato, pero no me gusto nada su gesto, se comporto como si fuera superior a mi y fuera una obligacion hacerlo, una especie de exigencia para hablar con ella y su inteligencia superior. --?Siempre trabaja aqui fuera, con los camiones? --pregunto mientras observaba a nuestro alrededor. --Si. --Entonces estara habituada a ver los mismos vehiculos aparcados y mas o menos las mismas caras siempre, ?no? --Supongo que si--conteste con indiferencia. --?Ha visto algo diferente en los ultimos dias? ?Algun vehiculo nuevo? ?Alguien que no le resulte familiar? --Pues no sabria decirle, creo que no, aparte de usted--sentencie, ella alzo una ceja y algo que no supe identificar me vibro por dentro. --?Nada ha llamado su atencion? --insistio. --No. --?Sabe si hay alguna nave vacia en este poligono? --Me parece que estan todas ocupadas, pero tampoco sabria decirle con seguridad, al otro lado de ese puente hay dos o tres naves mas, creo, tal vez alguna de esas. --Ya hemos estado alli, no encaja con lo que andamos buscando. ?Y alguna empresa nueva? --Ni idea--conteste con algo de impaciencia. Tal vez el unico encanto de aquella mujer fuese su atractivo, porque se comportaba como un autentico robot, era fria y soberbia, no dejaba de mirarme y tenia la sensacion de que cada vez que le respondia intentaba descubrir si le mentia o no. Era de esas personas que hacen que te sientas tonta a su lado y eso me molestaba mucho, pero joder, era muy guapa y tenia un tono de voz seco, pero a la vez muy calido. Tengo que reconocer que me molestaba su actitud, pero a la vez me intrigaba. --?Cuanto tiempo lleva usted trabajando aqui? --quiso saber. --Unos siete anos. --?Conoce bien a sus companeros? --pregunto soplandose un mechon de flequillo. --Bueno, tanto como bien no--conteste algo aturdida por el efecto que me provocaban ese tipo de gestos--yo estoy aqui fuera siempre, pero mas o menos tengo trato con todos. --?Ha visto algo extrano dentro de su empresa? ?Alguna situacion que le haya parecido diferente a lo habitual? --No que yo sepa. --?Y algun comentario de algun companero? Joder, que pesada, menos mal que era un momento. Me estaba empezando a sentir incomoda, solo me faltaba que llegase mi jefe y al verme hablar con ella se pensase que me estaba escaqueando con una amiga que habia venido a verme. --Oiga, no se muy bien de que habla ni lo que busca, en todas las empresas hay comentarios entre los companeros, pero si quiere saberlos tal vez deberia preguntarle a alguien de dentro, como le digo, yo siempre estoy aqui fuera. Me sorprendio lo tranquila que estaba dada la situacion, supongo que porque sabia que yo no habia hecho nada malo y que fuera lo que fuera lo que estaban buscando no iba conmigo. --No es necesario, ?siempre hace usted el mismo horario? --siguio ignorando mi impaciencia. --Si, de seis a dos. --?No hay actividad en la empresa por la tarde? --Si, se preparan pedidos, pero lo que son las cargas se hacen casi todas por la manana. --Pero tambien se hacen por la tarde--afirmo. --Menos, pero si. --?Conoce a sus companeros de la tarde? Y dale, que reconozco que habia algo en ella ademas de su atractivo evidente que me atrapaba, y que en cualquier otro lugar me hubiese encantado mantener una conversacion con ella, preferiblemente de otra cosa, pero estaba trabajando joder. --A algunos--conteste con desgana. --Muy bien, gracias por su colaboracion, no le robo mas tiempo, que tenga un buen dia. --Igualmente. --Por cierto, el cinturon esta ahi para que usted se lo abroche, no es una decoracion-- dijo senalandolo con un dedo indice fino y largo. Rodeo la carretilla sin mirarme, se subio en el coche y se marcho como si fuera un fantasma. Menuda gilipollas. Me quede un rato mirando la calle por la que se habia marchado y pensando en todas las preguntas que esa mujer me habia hecho y en el poco sentido que tenian para mi. --?En que lio te has metido Alba? --grito burlon el chofer al que habia dejado a medias para atender a la poli. --?Lio? --pregunte sorprendida mientras ponia la carretilla en marcha de nuevo. --Policia secreta, fiiu--silbo otro mientras los demas se reian. --?Habeis visto la placa? --pregunte sorprendida, yo apenas la vi de refilon. --Desde luego todo lo que tienes de guapa lo tienes de ingenua Alba, no hace falta ver la placa, se veia a una legua que esos dos eran de la secreta. ?Que te ha preguntado? --Nada, queria saber si habia visto a un tio muy feo por aqui, yo le he dicho que vosotros me pareceis todos igual de feos y la pobre se ha marchado asustada--bromee encogiendome de hombros. Pase el resto de la manana distraida con los camiones, los choferes y sus gilipolleces, no tuve mucho tiempo de darle vueltas a todo aquello, pero cuando termine mi turno y me sente en el coche para irme a casa, empece a pensar en todas las preguntas de aquella mujer. Primero pense en acudir al despacho de mi jefe al dia siguiente para contarselo, para que tuviera en cuenta que la policia buscaba algo por alli y que me habian hecho muchas preguntas sobre la empresa. La verdad es que el desconocimiento en algunos temas a veces es inquietante, porque de pronto empece a pensar que a lo mejor mi jefe se enfadaba conmigo y me decia que no tenia por que haber contestado a todas esas preguntas, que eso era ilegal o algo asi, pero luego recordaba que aquella policia me habia preguntado si podia responder unas preguntas y yo le habia dicho que si, en fin, estaba hecha un puto lio. Me seguia debatiendo entre contarselo o no a mi jefe, cuando senti una incomoda sensacion al caer en la cuenta de que una manana si que habia visto algo sospechoso en mi empresa, o como poco raro, pero tampoco le habia dado importancia.

  • Amor de zafiro de Cherie Noir

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    Alex y Marie se conocieron al entrar en la Universidad. Los dos son muy parecidos, sobre todo en gustos. Alex es un mujeriego empedernido y, por su parte, Marie tambien lo es.Dos sinverguenzas con una curiosa amistad que los une, pero… ?Que pasaria si el amor surgiera entre ellos? ?Seria posible?La sexualidad de uno puede ser un impedimento; un impedimento en que la curiosidad o la suerte pueden jugar un papel crucial.

  • Los tuneles de huesos de Victoria Schwab

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    Los problemas parecen no abandonar a Cassidy Blake.
    Ahora, Cass junto a Jacob (su mejor amigo, que es un fantasma) estan en Paris, donde los padres de
    Cassidy se encuentran filmando un nuevo episodio de su programa sobre las ciudades mas embrujadas del mundo. Comer croissants y visitar la Torre Eiffel es muy divertido, pero hay peligros verdaderamente escalofriantes al acecho debajo de Paris. en las famosas Catacumbas.
    Cuando Cass, por accidente, despierta a un espiritu muy poderoso, se ve obligada a confiar en sus habilidades como cazafantasmas que aun esta aprendiendo a dominar. Ahora, debera confiar en viejos y nuevos amigos para develar el misterio que se esconde en la ciudad de las luces. Pero el tiempo corre y el espiritu que Cassidy desperto se esta volviendo cada vez mas fuerte.
    Si no lo logra, la fuerza que libero podria atormentar Paris por siempre.

  • El amante polaco L1 de Elena Poniatowska

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    Es 1743 y mientras escucha atento las historicas hazanas de su familia, el pequeno Stanislaw recorre en compania de su madre un deslumbrante paisaje invernal. Lejos esta su pasion por Catalina la Grande y la convulsa llegada de los Poniatowski al trono de Polonia. Dos siglos mas tarde y con tan solo 10 anos, Elena mira por ultima vez caer la nieve sobre Paris. La espera un largo viaje a Mexico, el pais de Paula Amor, su madre, en el que encuentran refugio muchos perseguidos por la guerra que asola Europa.

  • Sangre entre la hierba de Maribel Medina

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    Thomas Connors y Laura Terraux vuelven con un nuevo caso relacionado con el mundo de la trata de mujeres.

  • Stealing Snow de Danielle Paige

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  • Un amor de cinco estrellas (A city of love 3) de Mabel Diaz

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    Aleksandar es el maitre del hotel de super lujo Ragusa Princess Palace, en Dubrovnik. Es un hombre tranquilo y con buen humor hasta que llega Erika para poner a prueba su paciencia.
    Erika esta en la Perla del Adriatico con una mision que debe llevar a cabo en tan solo seis dias. Sin embargo, no espera encontrarse con Alek y que todo lo planeado corra el riesgo de fracasar.
    A todo esto hay que sumar una vaca del chocolate dispuesta a ponerle las cosas dificiles a los dos.
    ?Quien se saldra con la suya y conseguira sus objetivos?

  • Tu, yo y algunos mas de Raquel Sevilla Saborido

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    Raquel Ramirez no es la misma mujer de hace unos meses.

  • Me guardas el secreto de Larru

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    Cuando el unico miedo que sintio de verdad fue el vacio, el silencio, la invisible soledad, a lo que se aferro fue a su hogar y alli regreso. Como un fantasma para la eternidad. Durante mucho tiempo, Don Gonzalo Gomez de Butron, maldijo su muerte que le habia convertido en un espectro errante entre las paredes de las que antano, habia sido dueno y senor. Sin embargo, su orgullo le impedia abandonar aquel sitio, su hogar, porque el era el legitimo propietario, habia pertenecido a su familia siempre. Ademas, un alma guerrera y violenta como el, estaba condenada para la eternidad, por toda la sangre derramada que habia perpetrado, su muerte y derrota suponia el dictamen de Dios. Sucedieron anos, lustros, decadas, siglos y todo a su alrededor cambiaba, excepto el. El lugar fue remodelado, obra de la que quedo gratamente impresionado. y que, aunque no hubiera sido asi, se hubiera resignado como al resto de las cosas. Ya nada estaba en sus manos, bajo su poder, su existencia se habia transformado insignificante y carente de sentido. Hasta la noche que aparecio aquel hombre por el castillo de Butron. Llevaba aquellas vestimentas negras como habia visto en otros con anterioridad sin embargo, irradiaba mas luz que cualquiera de las otras personas y ese influjo provoco que se fijara en el. Caminaba con aplomo y mostraba el semblante de quien poseia linaje, empezo a seguirle con cautela y tratando de averiguar mas detalles de el. No en vano, el era el Senor de Butron y debia conocer a quien entrara en su territorio. Un dia confirmo sus suposiciones cuando le vio quitarse el ropaje oscuro y descubrir que llevaba dibujado un lobo a la altura del corazon. Como los que mostraba el escudo de armas de los Butron. Trato de llamar su atencion, gritandole con voz tosca y grave un “eh” que murio como eco en el vacio. En otra ocasion, intento hacerle caer en una especie de zancadilla y le traspaso en su invisibilidad. Pero hubo una vez, que aquel hombre por fin le descubrio y ocurrio cuando vio el reflejo de su espectro en un espejo. Sabia que le habia visto, por como sus ojos le escrutaron y la sorpresa que mostro su rostro al girarse y no encontrar a nadie detras de el. CAPITULO 1 El monumental Castillo de Butron, ahora lugar de visita turistica, a esas horas tan tempranas estaba desierto o casi, la unica persona que deambulaba por sus antiguos corredores era Urtzi Garai, uno de los vigilantes del sitio, que terminaba en poco menos de media hora su turno de la noche. Tras cruzar la ultima puerta antes de llegar al puesto de mando, se asomo por una de las ventanas y vio que su companera estaba aparcando. La contemplo mientras salia de su viejo Renault Megane y atravesaba el patio direccion a la puerta de entrada. Debia reconocer que era guapa, le recordaba a Angelina Jolie, pero era antipatica o timida, no sabria definirla. Desde el primer dia que empezaron a trabajar alli, Maialen llegaba a su turno, intercambiaban un saludo de cortesia, Urtzi le comentaba si habia ocurrido algun incidente y nada mas. Luego el se marchaba y hasta el dia siguiente. Urtzi continuo hasta el despacho para hacer el informe nocturno y esperar que llegara ella. Una vez hecho el trabajo rutinario, penso en lo a gusto que iba a ser meterse al fin en la cama, ultimamente no dormia muchas horas y estaba muy cansado. Cerro los ojos por unos instantes hasta que un golpe en el hombro le hizo abrirlos de golpe. Maialen le miraba con cara de burla, frente a frente. --?Asi es como trabajas tu? Asi que luego tenemos una fama… --le espeto Maialen. --Perdona --dijo y anadio mirando su reloj--. Pero mi turno ha acabado hace un par de minutos. Ella se limito a mirarlo de arriba abajo, le dio la espalda e inicio sesion en el ordenador. Urtzi gruno y la observo por detras. Tenia unas curvas muy bien delineadas, si no fuera tan borde… Esta vez el le toco un hombro: --Para la proxima vez, despiertame con un poquitin mas de suavidad. Maialen se quedo perpleja. Sus ojos negros le miraron con inquisicion y ella se percato de que su companero moreno y de pelo corto era realmente atractivo. Urtzi tambien la escruto con la mirada. Estaban casi a la misma altura, los ojos de ella centelleaban, los tenia tan abiertos que parecian querer salir de sus orbitas. --?Crees que podras? --insistio con sonrisa burlona. --?A que te refieres? --se callo unos segundos y anadio--. ?Tal vez con un beso en los labios cual princesa de cuento? Urtzi se sonrio, despues de todo la chica tenia chispa. --No creo que te atrevieras. Maialen se rio y con un movimiento rapido, le cogio por los brazos y le planto sus labios en los de el. Tardo unos instantes en separarse. --Bueno, ahora ya sabes que si, princesa --advirtio ella. Urtzi se habia quedado sin habla y ella sonreia ampliamente. --En todo caso, principe, ?no? La chica asintio. El se acerco a ella con lentitud notando como a ella se le aceleraba la respiracion. Ella estaba desconcertada, eso le gusto. y se acerco aun mas, como si fuera a besarla el esta vez. --Hasta manana, princesa, aqui te quedas en el castillo encantado. --?Tiene fantasmas? Urtzi se aparto de ella un poco y tardo unos segundos en contestar: --Nunca se sabe… Maialen se separo del todo de el y se sento delante del ordenador. Urtzi comprobo que ella estaba roja y se marcho contento al vestuario. Su companera no era tan arisca como aparentaba.

  • Una Navidad en Edimburgo de Iris Vermeil

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    Ada Ibanez, es una jovial madrilena que esta a punto de cumplir el sueno de su vida; visitar Edimburgo en Navidad. De forma inesperada se topa con Declan Mackintosh, un atractivo y tradicional escoces de pura cepa al que su compania le endulza los dias. Juntos visitaran cada rincon de la ciudad conociendo la cultura y monumentos que la rodea, los paisajes, sus costumbres y las leyendas mas antiguas. Un dia de excursion al castillo de Edimburgo lo cambia todo y descubre que Declan no es quien parece ser. ?Creera en las palabras del escoces o se alejara de el para siempre? ?Confiara Declan en Ada como para revelarle su secreto mejor guardado?
    Si crees en el destino y en la fuerza de los amores a primera vista, no te puedes perder Una Navidad en Edimburgo. Un relato corto lleno de magia y romanticismo para sonar despierto.

  • El error de Clara Ulman de Cristina Higueras

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    Cristina Higueras construye en esta novela un turbador thriller en el que su protagonista transgrede todas las normas para adaptar el mundo a sus principios.

  • Con y sin miedos, te amo de Connie Daniels

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    Quedar embarazada de gemelos fue una gran noticia y luego estaba el hecho de que mi pareja era un hombre lleno de miedos y una vida llena de luces. No era lo que deseaba pero las cosas terminan y aun que el dinero no falto, me quede con el corazon destrozado. El abandono era algo a lo que estaba acostumbrandome y no iba a dejar que mis hijos sintieran ese dolor. Me aferraba a mi familia pero no podia confiar del todo en los demas.
    Intentamos recuperar nuestra relacion, pero habia mucho que sanar, mucho que superar... la vida de alguna forma se encargaria de ensenarnos a perdonar, a avanzar y a lograr ser mejores personas. Luchar por amor y lograr triunfar.

  • Las sombras de la catedral de Emma Maldonado

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    Cambiar de aires nunca fue facil. Sobre todo cuando llegas a una ciudad nueva y descubres que estas en el sitio equivocado en el momento equivocado.

  • Castigos justificados (Bergman 5) de Hans Rosenfeldt , Michael Hjorth

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    Una estrella de television es hallada muerta de un tiro a la cabeza en una escuela abandonada. Su cuerpo se encuentra de cara a la pared y, atadas a una silla del aula, unas hojas de examen. A juzgar por el numero de respuestas incorrectas, la victima suspendio el examen mas importante de su vida.
    Este horrible asesinato es el primero de una serie de muertes que tendran como victimas a personajes famosos. La Brigada Criminal de Torkel Holgrund se encargara del caso y solo gracias a la pericia de Sebastian Bergman lograran, siguiendo las pistas halladas en chats de internet y en cartas anonimas publicadas en los periodicos, resolver el misterio.

  • Un viaje sin brujula de Maria Gallego

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    ?Que harias si tuvieras que cruzar los limites de tu moralidad?

  • Nadie como ellos (Nadie 3) de Martina D’antiochia

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    Sentimientos encontrados se peleaban dentro de mi. Era como una lucha interna entre no solo dos, sino un millon de Zoes, y cada una pensaba una cosa distinta. O peor: cada una sentia una cosa distinta. Pero me era imposible distinguirlas, era como si mi cuerpo no me dejara sentir una unica emocion solamente. Estaba hecha un lio. Era tan dificil para mi asimilar todo lo que habia pasado tan de repente… Era tanto todo lo que me desgastaba por dentro… Los pensamientos melancolicos se apoderaban de mis silenciosas noches y me carcomian la cabeza, se colaban en mis suenos hasta terminar rompiendo en lagrimas. Eran lagrimas de tristeza, pero tambien de impotencia por no ser capaz de volver al pasado, o al menos arreglarlo en el presente. En realidad, daba igual. Daba igual si pensaba en el pasado o en el presente, porque en los dos lugares siempre sufria por el mismo…, por el, por Cody. Era el dueno de mis sentimientos y sabia que al enamorarme de el le entregaria la llave de mi fragil corazon. ?Como se le llama a una persona que se deja llevar por el corazon sin tener en cuenta las posibles consecuencias que conlleva? Estupida, supongo. Soy una estupida y no precisamente por haberlo hecho sin proteccion. Eso fue estupido, por supuesto, pero eso fue culpa de ambos. Fui estupida por creer que Cody seria capaz de entenderme y, sobre todo, apoyarme, de implicarse conmigo en el problema, ya que era de los dos. Fui estupida por pensar que si me queria seria capaz de tirarse al vacio conmigo en esto. Las personas que te quieren no se largan cuando un problema se presenta, eso me han ensenado a mi siempre. Pero quizas soy demasiado ingenua por pensarlo. ?Pero no deberia ser asi? ?Acaso no deberiamos estar al lado de aquellos que queremos cuando estan en problemas? Y mas si el problema es de los dos. Las personas que te quieren sufren contigo hasta arreglar las dificultades que se interponen entre vosotros, en vez de largarse porque necesitan <>. Quiero decir que entiendo que es mucho, entiendo que te sobrepase, pero… ?y que pasa conmigo, que tambien soy la que tiene el problema? Yo tambien quiero largarme una temporada para olvidar, pero, por desgracia, no puedo. Cada vez que pienso en ello, cada dia que pasa y veo que no me llega la regla, soy yo la que vive el martirio. Aunque quisiera, no podria hacer lo mismo, ya que estoy atrapada en este bucle de ansiedad y sin nadie que me rescate de el. Ya han pasado dos semanas y me siento como si hubieran pasado tres meses arrastrando el secreto. Ando ocultandolo dia y noche, necesitando con urgencia gritar a los cuatro vientos y que todos lo oigan y al menos ya estara dicho. Pero todavia no lo se. El problema es que me da demasiado miedo saberlo, no puedo dar el paso. Intento pensar que en realidad puede que todo este en mi cabeza. ?Y si no estoy realmente embarazada y simplemente mi regla es irregular? Pero luego me doy cuenta de que es poco habitual en mi la irregularidad… y vuelvo a tener miedo de hacerme la prueba y que se confirmen mis miedos. Ojala pudiera evadirme de este agujero negro que me consume desde que me despierto por la manana. Ojala pudiera traspasarle los susurros masoquistas que escucho en mi cabeza a alguien ajeno y poder respirar tranquilamente como si el mundo no se acabara manana. ZOE --Bueno, ?que? ?Piensas quedarte aqui todo el dia? ?Para eso has convencido tanto a tu padre de que te trajera de vuelta a casa? --pregunto Margaret irrumpiendo en mi habitacion. Estaba apoyada en el marco de la puerta con una mano en la cintura, como esperando alguna reaccion por mi parte. Yo estaba todavia tumbada en la cama y la observaba con impasibilidad. Llevaba el pelo repeinado en un mono alto y un chandal de deporte. O se iba a ir al gimnasio o fingia que iba. No se me escapaba que no tenia que cabrear a Margaret. No habia sido facil estar de nuevo en esta cama de la que ahora no tenia ningunas ganas de moverme. Habia sido complicado, una negociacion dura, poder volver a estar en casa. Despues de convencer dia y noche a mi padre para dejarme volver, no se como, pero, milagrosamente, me dio otra oportunidad. Y ahora no podia decepcionarle. De eso nada, pensaba aprovecharla para demostrarle que no me meteria en mas lios y seria responsable. --Vaya, pareces mi canguro. ?Vienes a vigilarme desde que me despierto? --me queje mientras me levantaba con parsimonia. --No vengo a vigilarte desde que te despiertas porque ya llevas un rato despierta, Zoe --me solto. Por lo visto, analizaba cada movimiento que hacia, juzgandome con la mirada. Solte un pequeno bufido, lo cierto era que le tenia tanto asco que ya ni intentaba disimularlo. --Entonces es verdad que me llevas vigilando un buen rato. ?Soy la unica a la que espias o tambien entras en el cuarto de Max para ver si ya se ha vestido para el cole? --proteste con sarcasmo y repulsion. Pero mis sarcasmos no parecian impactarle. No dijo nada, se dio media vuelta y se largo, no sin antes mirarme de arriba abajo con aires de superioridad. Me vesti rapido con lo primero que pille y baje a desayunar antes de que pudiera ponerme como un trapo con mi padre. --No te veo muy contenta de estar de vuelta, hermanita --me dijo Max mientras se preparaba un bol con cereales y se sentaba frente a mi. <>, pense para mis adentros. Como estaba tardando en responder, me di cuenta de que mi padre estaba empezando a prestar atencion a nuestra conversacion, metiendo la oreja sin querer que se notara. Se estaba preparando su cafe y tomando sus vitaminas de la manana, disimulando que seguia sus rituales matutinos, pero yo notaba como me miraba de reojo, extranado, para ver si me pasaba algo. Asi que decidi adelantarme a sus sospechas y responder con un simple: --Estoy bien. --Y segui mirando para abajo a mis tostadas con huevo. --Max, es lunes, ?que esperas? --se rio Margaret falsamente. Me sorprendio que estuviera defendiendome frente a mi padre y mi hermano, pero luego recorde que era su costumbre. Solo lo hacia estrategicamente para causar buena impresion, para que pareciera que nos llevabamos bien. Por mucho que odiara que hiciera eso, tengo que admitir que, cuando habla por mi, evito tener que fingir y eso me relaja, porque, a diferencia de ella, yo odio tener que fingir las emociones, me causan dolor de cabeza por no saber que responder. Es como meter un monton de ropa a presion en el armario, al final no cierra y se te cae todo encima. Despues de eso, nos pasamos un rato desayunando en un silencio tenso. Yo apenas toque el plato, tenia tantos nervios acumulados en la boca del estomago que no habia espacio para el apetito. Ya de por si la idea de volver a clase me daba ganas de vomitar. --?Has terminado? --me pregunto Max retirandome el plato sin dejarme responder. --No --respondi seria, a pesar de que la idea de meterme un bocado mas en la boca me daba fatiga. Max siempre estaba de mi lado, era mi aliado, pero incluso su voz me daba grima ahora. No queria estar para nadie. Simplemente queria quedarme comoda en mi casa enterrandome bajo las sabanas sin que nadie lo supiera. No sabia que iba a decir ni hacer cuando me encontrara de nuevo con las chicas… y sobre todo con Cody. --No me hagas esperarte --dijo medio en broma medio en serio, cogiendo su chaqueta negra de cuero del perchero y sin apenas mirarme. Nos montamos en el coche, y el mismo trayecto de todos los dias hoy lo senti como si llevaramos una hora conduciendo. --Venga, baja, que tengo que irme a clase. --Me quede mirando la entrada abarrotada de gente e inmediatamente me hice esclava de aquel antiguo panico que volvio a aparecer dentro de mi para amargarme la existencia, pero tambien para advertirme de que nada bueno podria pasar --. ?Se puede saber que te pasa hoy? --me pregunto al verme tan seria. --?Y a ti? ?Por que me hablas asi? --No se me ocurrio otra cosa que decir, estaba tan nerviosa que no le estaba prestando la atencion que le prestaria normalmente. --Muy bien, como quieras. --Piso el acelerador de camino a su instituto. Mierda, habia cabreado a Max y el seguramente solo se estaba interesando por mi y por saber que me pasaba. Realmente estaba siendo una idiota, estaba secuestrada por mis emociones y, si seguia asi, terminaria alejando a las pocas personas que podian ayudarme. Max lo decia en serio, estaba dispuesto a seguir hasta su instituto y dejarme alli, ya me las apanaria para volver. Poco a poco vi como la imagen de toda la gente agolpada en la entrada se iba alejando. --Espera, para, para, por favor. --Me ignoraba mientras miraba fijamente al frente--. !Max! Por favor --le rogue. Y en ese momento note como, a pesar de mis esfuerzos por disociarme, e incluso a pesar de mis esfuerzos por estar cabreada, se me quebro la voz. Estaba empezando a llorar sin poder controlar mis lagrimas. Sabia que, si lloraba, menos caso me iba a hacer. Odiaba a la gente llorona, algo ironico, ya que tenia a una maestra del llanto en la familia. --!!!Max!!! --grite con fuerza al ver que iba a atropellar a una chica en el paso de peatones. Al final freno tan de golpe que si no llego a tener el cinturon de seguridad salgo volando atravesando el cristal. Aproveche el momento y no perdi ni un segundo al bajarme del coche. Cuando vi a la chica del paso de peatones me di cuenta de que era Marina. No me apetecia ponerme a hablar con ella nada mas llegar y en esta situacion, asi que me di la vuelta antes de que pudiera verme y empece a caminar con paso firme hacia delante, queria ser invisible. Si me esforzaba lo suficiente, estaba segura de que lo conseguiria. --?Zoe? Cuando escuche mi nombre acelere el paso intentando como fuera evitarla. Al final me alcanzo y poso su mano en mi hombro para frenarme. --!?Zoe?! --exclamo sorprendida de verme. --?Como me has podido reconocer desde alli? --dije reservada, a pesar de que llevaba mucho tiempo sin verla y me imaginaba este momento mucho mas emotivo. --Mmm… No se --dijo sarcastica tocandome el pelo. Maldito pelo, siempre me delataba, deberia alisarmelo y tenirme de morena. --No sabia que habias vuelto. ?Que te pasa? ?Es que echas de menos el internado? --Que va, lo que yo mas deseaba era largarme de alli. --Entonces ?que te pasa? --Estoy nerviosa --dije mirandola a la cara por primera vez desde que me la encontre. --Tranquila, te trataremos todos bien --se rio sabiendo de sobra de que iba mi preocupacion. Me sentia atrapada en el bucle de una historia sin fin. De nuevo volveria a entrar por primera vez desde hacia mucho y Marina volveria a integrarme, volverian a mirarme mal y volveria a sentir la necesidad de querer encajar. La misma historia se repite una y otra vez y no logro ver el final. Siento que en todo este tiempo no me han echado de menos y algunos ni se han percatado de que no estoy, soy esa pieza indiferente que carece de importancia en la vida de los demas. Solo me prestan atencion cuando estoy para jugar conmigo como si fuera su juguete. Llegamos al patio y, como siempre, estaban todas sentadas en las gradas. --Espera. --Esta vez fui yo la que frene a Marina antes de ir para alla. --?Que? ?Es por la falda? --pregunto sarcastica recordando viejos momentos. --No, es que… se que algo va a pasar. --Zoe, ?a que te refieres? Claro que va a pasar algo, en la vida pasan cosas constantemente. --No finjas que no me entiendes. --Marina me empujo hacia delante sin dejarme rechistar, y poco a poco empezaba a notar ese familiar sentimiento de inferioridad, el corazon empezaba a latirme tan fuerte que en cualquier momento explotaria. --!Pero mira a quien tenemos aqui! --exclamo burlona y sorprendida Jacqueline, llamando la atencion del resto, que dejaron su interesante conversacion para mirarme a mi. --?Zoe? --preguntaron Jessica y Maddie a la vez. Mi cabeza iba a mil por hora, pero no se me ocurria nada que decir. --Hola --dije sin mas. --Parece ser que hoy es el dia de las llegadas sorpresa, primero vino Jessica, ahora Zoe, me pregunto quien sera el siguiente --interrumpio Jacqueline el silencio--. ?Por que has vuelto, Zoe? ?No te gustaba el internado? --pregunto Jacqueline con un tono dificil de identificar, no sabia si iba a malas o realmente le interesaba saber. --En realidad… --Abri la boca por primera vez desde que llegue, pero me interrumpieron… Maddie, como no. --Lo que no le gustaba era sentirse alejada de mi novio --me ataco Maddie, orgullosa de haberlo hecho. Lo que ella no sabia era que yo ya no solia callarme las cosas como antes, ya las conocia y no me importaba en absoluto formar una pelea, sobre todo desde que empezo a meterse con mi familia. --Espera un segundo, pensaba que tu novio era mi hermano --le respondi ironica con un tono falso de confusion--. ?O es que has vuelto a cambiar de novio? Perdon, es que se hace dificil llevar la cuenta cuando te echas uno cada semana --espete lo mas controlada posible, estaba furiosa y a la vez satisfecha por haber hablado. A partir de ahora no me iba a callar nada mas. --?Que querias que hiciera? No me quedaba otra opcion que darte de tu propia medicina, fastidia, ?verdad? No haberme robado a Cody, asquerosa --solto con malicia la ultima palabra. --!Ya esta bien! --interrumpio Marina, y Jacqueline puso cara de queja por haber frenado la discusion--. Hablais de Cody como si fuera una posesion. El es dueno de sus acciones y decide con quien se va y de quien se aleja. --?Como es tu relacion con el? ?Es ese cuento de hadas que todas deseamos tener? Por cierto, ultimamente no sabemos nada de el, ?donde te has dejado a tu principe? --siguio atacandome, ignorando por completo la respuesta de Marina. <>, pense para mi, y ojala me hubiera podido leer el pensamiento.

  • Hacer el amor contigo de Lena Dalgliesh de

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    Estoy encerrado en el bano con la espalda apoyada en la puerta, completamente desnudo. Tu estas al otro lado, en el dormitorio, sentada en un pequeno taburete con la espalda tambien contra la puerta, vestida unicamente con unas bragas sencillas de algodon blanco, feas e incomodas. Siento el peso de tu cuerpo desnudo apoyado contra la puerta, noto el roce de tu piel cada vez que te mueves. Puedo imaginarte sentada en el pequeno taburete, abierta de piernas, con tu vagina perfectamente marcada en las bragas. Me conoces y sabes cuanto me excita oirte jadear, algo que haces cada pocos segundos acompanando cada exhalacion con un breve movimiento de tus caderas; movimiento que se traslada a la puerta cerrada y de alli a mi espalda. Hace calor aqui dentro y a pesar de estar desnudo comienzo a sudar. Mi polla, enhiesta y dura, palpita entre mis dedos. Te conozco y se cuanto te excita escuchar el ritmo humedo de mi mano cuando me masturbo. Lamo mis dedos lentamente, regandolos con generosidad de saliva. Recubro la cabeza de mi polla con una patina de babas, admirando la forma de seta de mi glande hinchado. Escupo suavemente encima de el, procurando que la saliva impacte justo en el orificio. La saliva resbala por el tronco, siguiendo el recorrido de las venas, hinchadas y muy marcadas, hasta llegar a la base depilada de mi vientre. En seguida la agarro entre mis dedos y empiezo a masturbarme lentamente, procurando que la saliva chapotee lo maximo posible para que puedas escucharlo. Cada vez que mis dedos rozan la corona del glande dejo escapar un breve jadeo. A traves de la madera puedo oir tu respuesta a mi provocacion: unos golpecitos sordos, unas breves palmadas que conozco a la perfeccion: has ahuecado la palma de tu mano y te estas dando palmaditas encima de las bragas, justo sobre el bulto de tu vulva. Me conoces perfectamente y sabes cuanto me excita que hagas eso. Jadeo con mas fuerza y aprieto mi polla, dejando que la sangre se agolpe en la cabeza para que esta se hinche con rabia. Escupo un salivazo contra mis dedos y me masturbo con mas ganas. A veces mi codo golpea en la puerta. Tu respiracion se acelera, jadeas mas fuerte. Oigo el roce de tus pies desnudos contra el suelo al abrirte aun mas de piernas; tu espalda se arquea contra la puerta y oigo el suave rumor de tu cabello rozando la madera. A estas alturas se que ya te has metido una mano bajo las bragas para frotarte la capucha de piel que envuelve tu clitoris. Tambien se que estarias mas comoda sin las bragas, pero las llevas puestas porque yo te lo he pedido expresamente, y eso, cumplir mi deseo, agradarme y satisfacerme en ese pequeno detalle en contra de tus propios deseos, te excita aun mas. Deseas liberarte de la tela, arrancarla y despojarte de las bragas para restregarte la vulva a placer, meterte los dedos bien adentro sin que te estorbe el incomodo elastico que aprieta tus caderas, pero sabes que estoy al otro lado, excitado al maximo, gozando al saber que estas cumpliendo mi pequeno deseo. Conoces la anatomia de mi pene mejor que yo mismo. Lo has succionado, frotado, masturbado y mordisqueado. Has jugado con el de mil formas distintas. Lo has mirado desde todos los angulos posibles y has probado elsabor de sus jugos en incontables ocasiones. Te has acostumbrado a su forma y a sus curvas, has recorrido con tu lengua cada pliegue y cada vena de su tronco y has disfrutado de su grosor dentro de tu cuerpo. Lo deseas. Escuchas como me lo estoy frotando. Oyes perfectamente como la saliva se escurre entre mis dedos mientras me la machaco. Deseas ser tu quien este pajeandome. Quieres que mis dedos sean los tuyos. Quieres volver a sentir el fuego que desprende mi polla en tu mano, en tu boca, en tu cono. Jadeas mas fuerte. Tus labios menores exudan jugos que empapan tus dedos y los recoges bajo tus bragas para embadurnar la piel que rodea el clitoris. Tu cono arde y palpita entre tus piernas mientras intentas acompasar el ritmo de tus dedos al chapoteo que te llega a traves de la puerta. A veces se te escapa un breve grito. Lo escucho y mi corazon se acelera. Te conozco. Te he visto masturbarte muchas veces delante de mi y te he pajeado tantas veces que se en que estado te encuentras. Se que cuando estas tan cachonda que el jugo de tu vulva desprende diminutas pompitas. Que la entrada a tu vagina se dilata, que la vulva se hincha y se enrojece. Deseas que te folle. Quieres sentir mi polla, mis manos, mi cuerpo. Quieres el contacto directo de nuestra piel, humeda y ardiente. Agarro mi pene por la base y me golpeo con fuerza el vientre con ella para que escuches el sonido que hace contra mi cuerpo, palmeandola muy rapido. En seguida siento tu respuesta en forma de breves golpes contra la puerta. Tu espalda se arquea al ritmo de tu mano, tus caderas se agitan y tus muslos se abren y cierran. Quieres mas. No te quitas las bragas, pero tiras de ellas a tope a punto de rasgarlas para dejar al descubierto toda tu hendidura. Te escupes en la mano y mezclas las babas que segrega tu vulva con las de tu boca. Te metes dos dedos en el interior de tu vagina, dejando que la palma de la mano te roce la capucha del clitoris en cada embestida. Lo haces muy fuerte, para que el sonido humedo de la palmada me llegue a traves de la puerta.

  • Las balas perdidas de Alicia San Miguel

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    Ni siquiera sabia la posicion en la que debia ponerse ese folio para seguir las instrucciones de montaje. En esos momentos, no le importaba; era mas importante estar inmerso en la adrenalina del momento que en pensar que pasaria si montaba mal esa bomba. <>, se dijo para si. Ekain, estaba serio, entornaba los ojos y apretaba los labios. Ojos rasgados color caramelo, labios finos, boca pequena y nariz aguilena. No era guapo, tampoco feo, menos aun corpulento. Un tipo del monton. En una mesa, el folio con varios dibujos. Cada dibujo iba acompanado de un numero. En otra mesa, cada pieza necesaria para ensamblar ese puzzle de mierda con el que se estrenaba. Tiros si, bombas no. Hoy era el dia. Unio cada pieza con precision, paso a paso, sin prisa; ni siquiera le importo la curiosidad de sus dos companeros, que, expectantes, le observaban como envidiando el momento. --!Hostia, Ekain! !La vas a liar muy gorda, tio! --le dijo el tipo que, nervioso, fumaba sin parar. Ella, la que estaba a su lado tambien mirando, le golpeo en el hombro, acompanando el gesto con una picara sonrisa de satisfaccion--. !Me caguen la hostia! --Si no nos explota esta mierda en las manos, seguro que si --le contesto Ekain sin levantar la mirada de las piezas que seguia ensamblando--. !A ver como cojones lo bajamos al coche sin que nos vean y sospechen! --exclamo. --Eso es facil --dijo ella--. Esta noche, de madrugada, acercamos el coche a la campa de ahi detras, y como si nos estuviesemos tomando unas birras y fumando unos cigarros la vamos acabando de montar. --!Esta Olga es la rehostia! --volvio a exclamar el tipo con excitacion y simpleza. Ella sonrio satisfecha--. Y el coche, ?que? ?Cuando lo plantamos alli? --!Relajate, Zuri, joder! --le llamo la atencion Ekain--. Estas de los nervios y eso no nos conviene a ninguno, ?vale, tio? Zuri se mantuvo callado ante las palabras de su amigo. Ekain dejo lo que estaba haciendo y se acerco a sus companeros. Olga se habia levantado y volvia con unas cervezas; Zuri, aun sin decir nada, le ofrecio un cigarro; el lo cogio, tranquilo, sin dejar de mirar el folio de la mesa. --Esta noche la dejamos montada y manana por la manana, cuando el barrio este lleno de gente, dejaremos el coche aparcado donde hemos pensado --les indico Ekain tras dar un buen sorbo a la cerveza. Callo unos segundos y, tras mirarlos varias veces y apretar los labios, prosiguio--: Zuri, tu iras en la moto por si algo se complica. Aun asi, solo para controlar que nadie me para, porque yo volvere en bus --Trago saliva y espero a que Zuri asintiese--. No es buena idea que nos vean juntos. Olga, tu encargate de los billetes de autobus. En tres dias maximo salimos de aqui. Manana, a las veintiuna y treinta, nos vemos en el bar de siempre, como si nada hubiese pasado, como cada dia de los que estamos aqui. Ekain Alzaga, de diecinueve anos, Zuri Garmendia, de dieciocho, y Olga Larralde, de veintiuno, brindaban con sus botellines de cerveza, esperando que cayese la noche para acabar de fabricar un caballo metalico mas danino que el mismisimo caballo de Troya. --Yo tengo hambre --comento Zuri mas tranquilo. --Vamos a comer algo entonces --contesto Ekain dandole un golpe en la espalda y apagando el cigarro en el cenicero lleno de colillas. Olga seguia sonriendoles satisfecha. I 19 de febrero de 1992 Estaba agobiado de tanto autobus. Por la manana, habia dejado el coche en el lugar previsto, con la complicacion de que el pensaba que su peso hacia que fuese muy dificil de conducir, pero no era cierto, el coche aguantaba ese peso sin dificultad. Cada semaforo era una pesadilla, pensando que, si el coche se paraba, al arrancarlo podia volar por los aires, algo imposible con ese tipo de explosivo. <>, se repetia. <>. Tras dejar el coche en una isleta sin urbanizar y utilizada como parking temporal, esquivo a la gente, ignorantes de lo que estaba ocurriendo y de lo que estaba por ocurrir, y volvio al piso. Tenia hambre, se hizo un bocadillo de chorizo y se bebio una cerveza. Lo comio tranquilo, esperando que sus companeros volviesen y ver que todo estaba organizado. Olga fue la primera en llegar. Era una mujer atractiva. Su pelo negro, tez canela, ojos marrones y facciones marcadas le otorgaban una imagen de mujer dura y distante que no se alejaba de la realidad. Tras echar un buen polvo, Ekain y Olga se ducharon tranquilos y sin mucha conversacion. Zuri no tardo; estaba nervioso, excitado y sus pocas neuronas no le ayudaban en disimular con naturalidad. Ekain lo sabia e intentaba calmarle dandole tareas faciles y que le mantuviesen ocupado. Zuri no habia tenido una vida facil. Su padre habia estado entrando y saliendo de prision desde que el era un nino. Era un chico enclenque sin ningun tipo de atractivo y totalmente manipulable. Se pasaba el dia mordiendose las unas y era imposible mantenerle sentado durante mucho rato. Su mirada parecia siempre estar perdida y su rostro paliducho, asustado. Era carne de canon para la banda. Habia llegado la hora y Ekain estaba de nuevo en ese autobus. Se bajo en la parada cercana al cruce. Frente a el, la calle por donde pasaria el furgon policial para dirigirse a la sede de la Jefatura Superior de Policia. Tenia buena visibilidad y no habia mucho margen de error. La calle paralela no le importaba demasiado y la que se situaba a su derecha tampoco, ya que la manera de huir de alli seria exactamente por donde habia venido. Respiro profundo y se encendio un cigarrillo. Eran las diecinueve horas y cincuenta minutos... Decidio entrar rapido a por un botellin de agua en el bar de al lado. Estaba casi lleno, pero todos estaban pendientes del partido que se jugaba y que el bar tenia sintonizado en su televisor. El volumen estaba alto, solo dos o tres hombres se voltearon para mirarle. En un barrio pequeno todos se conocen, y Ekain, estaba claro, no era de por alli. Nunca se molestaria en saber si gano el partido Espana o la Comunidad de Estados Independientes, por todos conocida como Rusia. Pago el botellin y volvio a su posicion. Veia el coche a la perfeccion; el furgon policial se veria obligado a hacer el stop que estaba unos metros antes. Esos segundos le darian el suficiente tiempo para presionar el boton del mando, en la posicion correcta y en el momento perfecto. Todo apuntaba a ser un exito. Eran las veinte horas y cinco minutos... Se sentia tranquilo y sabia que era cuestion de minutos que apareciese la puta furgoneta. !A ver como sacaba el el mando sin que nadie le viese! El furgon policial bajaba despacio, en direccion al stop del cruce. Los dos policias charlaban tranquilos, deseando hacer el cambio y acabar el turno. En la radio, de fondo, se escuchaba el numero uno de esa semana, Un pedazo de cielo, de Luz Casal. A ellos no les gustaba mucho el futbol y no tenian el canal deportivo sintonizado. Dos hombres normales, con una vida normal e ilusiones. Uno recien llegado al cuerpo de policia, otro acercandose a la puerta de la jubilacion. Ekain giro la cabeza a su derecha, el furgon hizo el stop y dejo pasar a un par de coches. Retomo lentamente la marcha. Ekain, metio la mano en la parte interna de la cazadora. Hacia frio, pero el no lo sentia. Estiro la antena sin pensar que alguien pudiese verle. Los segundos se hacian largos. El furgon seguia avanzando. El furgon llego a la altura del coche aparcado y Ekain pulso el detonador. <> II El estruendo fue brutal. Veinticinco kilos de amonal, treinta y cinco kilos de metralla y una onda expansiva que arraso con todo lo que habia a su paso. Ekain no espero para ver los resultados de su obra. Entre la gente, los gritos, la confusion y la oscuridad, se alejo en direccion contraria. En casa averiguaria si esos dos policias habian muerto por una causa que, en ocasiones, ni siquiera el entendia. Su causa, sus ideas, sus convicciones... Tiros si, bombas no. Hoy habia sido el dia. Los noticieros no tardaron en hacerse eco de lo sucedido: <> Muchos edificios se habian visto afectados, las casas de al lado, de enfrente, del otro lado; pequenas casas de trabajadores que no habian aguantado una onda expansiva inesperada. A menos de cincuenta metros, un colegio y un instituto, vibraron y respiraron tranquilos al encontrarse vacios cuando recibieron el impacto cercano. A la hora del suceso, se encontraban fuera del horario escolar. Calles anegadas de miedo y sumidas en la oscuridad de la incertidumbre. El barrio de la Albericia tenia su historia. En su dia, el barrio albergo el primer aeropuerto de la region cantabra, inaugurado en mil novecientos diez y que tuvo su mayor auge durante la guerra civil espanola !Incluso tuvo una fabrica de aviones! Sus hangares, su torre de control, sus festivales aereos, el recuerdo mohino de albergar a la legion condor alemana o la recuperacion del trafico aereo civil, habian sido olvidados y sustituidos por el espanto y la destruccion. Pero tenia su historia... !mucha historia! El primer partido de futbol de Cantabria se jugo alli; su hipodromo, dio luz y diversion a la aristocracia nacional del siglo XIX; la pista de aterrizaje, anos mas tarde, se convertiria en una avenida, la del Deporte, ya que los terrenos se habian sustituido por un gran complejo deportivo. Tambien se ubicaba a escasos metros, la jefatura superior de policia de Cantabria... punto clave para borrar en unos minutos la historia de un barrio, y sustituirla por un recuerdo lacerante. !Tenia mucha historia! En la zona del suceso, asimismo se encontraba la sede de uno de los periodicos locales. Parte de sus instalaciones tambien se habian danado. Uno de los periodistas acudio raudo al lugar de la explosion. Alli, entre el amasijo de hierros, el polvo en el aire y el olor a muerte informo como pudo de lo sucedido.

  • Tres sillas de Anea de Maribel Alvarez

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    Nada mas acabar la Guerra Civil espanola, cuatro mujeres solteras alrededor de la veintena adoptan a una sobrina de cinco anos que ha quedado huerfana despues de la contienda. La nina actuara como testigo presencial de las conversaciones de las adultas: mujeres guapas de cierto nivel social con el unico objetivo de encontrar un buen partido para casarse en un tiempo en que los hombres escasean.
    Tres sillas de Anea nos situa en el Oviedo de posguerra, una ciudad asolada por la destruccion y donde se cierne la mas envenenada de las mojigaterias.

  • La nina de la banquisa de Adelaide Bon

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    ?Se seco la boca con el dorso de la mano, se paso la lengua por los dientes, se recompuso un poco el peinado? ?Fue ella o fue el quien le subio las bragas, quien le recompuso el pichi rojo, quien le aliso la blusa blanca? Ella lo mira y asiente con la cabeza, como los perritos que menean la cabeza colocados sobre la bandeja del maletero. Soy buena, soy mona, me gusta esto, eres mi amigo, te gustan mis nalgas grandes, te portas bien conmigo, soy golosa, no dire nada, es nuestro secreto, te lo prometo, no dire nada. Esas son las palabras que el le dijo y que ella no recuerda, como tampoco recuerda lo que el le hizo. Recoge la bolsita de papel blanco con los palotes y el bote de copos especial para peces rojos que habia dejado en la esquina desnuda de un escalon. Algo ha dado un vuelco, no sabe si es el suelo o si es ella, se concentra para subir la escalera. En el rellano, se gira cuando el la llama, vuelve a prometerselo asintiendo con la cabeza. Esta tumbada en su cama, intenta atrapar una lagrima con la punta de la lengua. Las tablas del pasillo chirrian, coge su libro. Sin familia, Hector Malot. -?El libro que estas leyendo te hace llorar? -pregunta su padre, alarmado quiza porque ella se ha deslizado como una sombra desde la entrada del piso hasta su habitacion, sin el ritual atronador del Hola mi querida familia a la que amo y adoro, sin cerrar de golpe la puerta de entrada, sin correr a contarles cualquier cosa. Su cabeza se mueve. Izquierda. Derecha. Derecha. Izquierda. -?Ha ocurrido algo? Su cabeza se mueve. Arriba. Abajo. Abajo. Arriba. Esta sentada entre su padre y su madre en el sofa color burdeos del salon, su hermano y sus hermanas han desaparecido. Mira las paredes tapizadas, no las reconoce, como tampoco reconoce a sus propios padres. De repente todo esta cambiado sin que ella pueda ver que. Le hablan, a ella le cuesta oirles, comprenderles. Flota. Esta sentada en el asiento trasero del coche de policia, junto a su padre. Los policias ponen las luces giratorias para hacerla sonreir. Ella sonrie. Es buena. Ya no esta ahi. Esta muerta. Parece que nadie se da cuenta. En la comisaria, una policia le hace preguntas, ella tiene que contestar con un si o un no, asiente o sacude la cabeza, dependiendo. No siente nada. La policia toma nota, Me toco el culete: por delante y por detras. Me cogio la mano izquierda y la coloco sobre su sexo. Le dicen que pone una denuncia por tocamiento se xual y que el senor de la escalera es un pedofilo. Ella asiente con la cabeza. No siente las medusas que se meten en ella aquel dia, no siente los tentaculos largos y transparentes que la penetran, no sabe que sus filamentos van a arrastrarla poco a poco a una historia que no es la suya, que no le concierne. No sabe que van a desviarla de su ruta, atraerla hacia profundidades desiertas e inhospitas, entorpecer hasta el mas minimo de sus pasos, hacerla dudar de sus punos, estrechar ano tras ano el mundo que la rodea reduciendolo a una bolsita de aire sin salida. No sabe que a partir de ahora esta en guerra y que el ejercito enemigo habita en ella. Nadie la previene, nadie se lo explica, el mundo ha enmudecido. Pasaran los anos. Olvidaran ese domingo soleado del mes de mayo o, mejor dicho, no hablaran de el. Ella tampoco pensara mas en ello. Por supuesto, tu ya habias vivido peleas, penas, enfados, derrotas y entierros. Ya habias aprendido que amar con fuerza a alguien no impide que muera, pero que podemos seguir hablandole despues, como hablabas con el abuelo, bajo el ciruelo. Sabias que existen enfermedades de las que nadie sana y preguntas a las que nada responde. Y respuestas, sin embargo, en las telas de arana resplandecientes de rocio que ninguna palabra seria capaz de contener. Dios habitaba en el rincon mas calido de tu corazon y en el zumbido de los insectos en primavera. Te encaramabas a la cima de los arboles para sentir como te inclinabas con ellos bajo la brisa. Tenias un enamorado que hacia esgrima y para el cual dibujaste un dia los doce hijos que tendriais juntos. Te pillabas unas rabietas teluricas que hacian que te sentaras en la acera y te negaras a levantarte. Coleccionabas palabras bonitas y palabras locas en libretas. Querias ser bombera, salvadora del mundo, gran escritora. Te traian sin cuidado los espejos y las apariencias. Tenias nueve anos.

  • Una noche con su ex de Katherine Garbera

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    El reencuentro inolvidable de dos amantes.

  • Un dia en la vida de una mujer sonriente de Margaret Drabble

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    Esposas sin maridos, madres y hermanas, mujeres que se debaten entre el arte y la familia. Amor, vanidad y soledad. Una madre trabajadora que puede con todo y acaba sus enloquecidos dias con una sempiterna sonrisa, un prestigioso cientifico que acaba de recibir el Nobel por el descubrimiento de <> o una mujer que suspira aliviada cuando se entera de la muerte de su esposo son parte de un exquisito elenco de personajes que protagonizan unas historias que son un trasunto de la vida cotidiana de nuestra epoca. Sumamente atractivos, los relatos destilan los temas que han marcado la narrativa de Drabble: mujeres y relaciones, Inglaterra y el extranjero, melancolia y exaltacion, trabajo y familia, clase y modales, feminismo, sensualidad y claustrofobia.

  • En mil pequenas piezas de Lorena R. Jeffers

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    Ser humillado, herido y roto, hasta el extremo de llegar a dudar de su propia existencia. Shiroyama Mitsue sabe como es eso. El ha luchado cada dia, durante anos, contra los recuerdos que de aquel amargo suceso y las pesadillas que vuelven durante las noches lluviosas, para echarle en cara lo debil que es; lo patetica de su existencia.

  • La catadora de Hitler de V.s. Alexander

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    ?Hitler se suicido o fue asesinado por uno de sus mas cercanos colaboradores? Basandose en la estremecedora historia de Margot Wolk, V. S. Alexander ha escrito un absorbente thriller que pone en duda lo que sabemos sobre la muerte del Fuhrer. Cuando los bombardeos de los Aliados comienzan a caer sobre Berlin, los padres de Magda deciden enviarla con sus tios a las montanas, donde le consiguen un trabajo en el Berghof, el lugar de descanso de Hitler. Tras una serie de rigurosos examenes fisicos y mentales, es asignada a la cocina. ?Su labor? Formara parte del grupo de mujeres dedicadas a catar los alimentos del Fuhrerpara asegurarse de que no esten envenenados. En medio de la belleza de los Alpes bavaros, poco a poco Magda se olvida de los horrores de la guerra y del peligro que arrastra su nuevo trabajo. Sin embargo esta aparente calma se esfumara cuando conozca al capitan de las SS Karl Weber, un conspirador que intenta convencerla de que el Fuhrer debe morir y ella es la pieza mas importante de un complot que pondra a prueba su inteligencia y lealtad. La novela inspirada en la vida de Margot Wolk, catadora del Fuhrer.

  • Baba Yaga puso un huevo de Dubravka Ugresic

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    Al principio no las ves. Y luego, de repente, como un raton extraviado, se desliza en tu campo visual un detalle fortuito: un bolso de senora anticuado, una media caida que se ha quedado atascada en el tobillo hinchado, unos guantes de ganchillo en las manos, un sombrerito pasado de moda, el cabello ralo y canoso que centellea con variaciones de tonos violeta. La duena de estos tonos violaceos mueve la cabeza como un perrito de los que adornan la bandeja del coche y esboza una sonrisa desganada... Si, al principio son invisibles. Pasan a tu lado como sombras, picotean el aire, caminan con trote corto, arrastran los pies por el asfalto, se mueven con pasitos de raton, empujan carritos, se apoyan en andadores metalicos rodeados de una multitud de absurdas bolsas de plastico y bolsitos, cual desertores que aun llevaran sus pertrechos de guerra. Las hay que todavia <>; lucen un vestido veraniego con escote y una coqueta boa de plumas alrededor del cuello, un viejisimo chaqueton de astracan medio apolillado, con el maquillaje corrido. (?Quien es, por lo demas, capaz de maquillarse correctamente con las gafas sobre la nariz?) Ruedan a tu lado como montones de manzanas resecas. Murmuran algo entre dientes, hablando con sus interlocutores invisibles, como chamanes. Circulan en los autobuses, tranvias y metros como si fueran maletas olvidadas: dormitan con la barbilla apoyada en el pecho o lanzan miradas asustadas a su alrededor, preguntandose en que parada deberian bajar, e incluso si tienen que bajar. A veces te detienes un instante (!solo un instante!) delante de una residencia de ancianos y las observas a traves de los ventanales: estan sentadas a las mesas, pasan los dedos por las migas de pan como si fueran letras de braille y envian a alguien sus mensajes incomprensibles. Senoras mayores, pequenas, dulces. Al principio no las ves. Pero luego, de repente, estan ahi en el tranvia, en la oficina de correos, en la tienda, en la consulta del medico, en la calle, alli esta una, alli otra y alla enfrente la cuarta, la quinta, la sexta, !oh, mira, cuantas hay de pronto! Repasas los detalles con la vista: los pies hinchados como bunuelos en zapatos demasiado estrechos; la carne flacida que cuelga de la parte interior del brazo, las unas hipertroficas, los vasos capilares que surcan la piel. Observas con atencion el cutis: cuidado-descuidado. Te fijas en la falda gris y la blusita blanca de cuello bordado (!no muy limpio!). La tela de la blusa esta desgastada y amarillenta por los muchos lavados. Se la ha abrochado mal, intenta desabrocharla, pero no lo consigue, tiene los dedos agarrotados, los huesos han envejecido, se han vuelto ligeros y huecos, como los de las aves. Otras dos la ayudan y, por fin, uniendo fuerzas, logran abotonar el cuello. Asi abrochada hasta la barbilla parece una nina. Las otras dos acarician con los dedos el pequeno bordado de la tela, exclamaciones de admiracion, cuantos anos tiene este bordado, era de mi madre, oh, que bien y con cuanto esmero se hacia todo antes. Una de ellas es rechoncha, con un bulto firme en la nuca, parece un bulldog envejecido. La otra es mas elegante, pero la piel del cuello le cuelga como el moco de un pavo. Se mueven en formacion, tres gallinitas... Al principio son invisibles. Y de repente empiezas a fijarte en ellas. Se arrastran por el mundo como un ejercito de angeles envejecidos. Una se pone frente a ti. Te observa con los ojos abiertos de par en par, con una mirada azul palido, y formula su ruego en un tono a la vez orgulloso y zalamero. Te pide ayuda, tiene que cruzar la calle, y no se atreve a hacerlo sola, o subir al tranvia, y las rodillas ya no la sujetan, busca una calle y el numero de una casa, y ha olvidado sus gafas... Sientes una compasion repentina por este ser senil y, conmovido, realizas una buena obra y el papel de protector te llena de satisfaccion. Precisamente aqui, en este instante, hay que pararse, resistir al canto de la sirena; con una gran dosis de voluntad, rebajar la temperatura del propio corazon. Recuerda, las lagrimas de estas senoras no significan lo mismo que las tuyas. Porque, si cedes, si aceptas, si intercambias una palabra de mas, caeras bajo su poder. Te deslizaras en un mundo en el que no tenias previsto entrar, porque cada cosa a su tiempo, porque, por Dios, todavia no ha llegado tu hora. Primera Parte VETE DONDE NO TE DIGO, TRAETE LO QUE NO TE PIDO Pajaros en las copas de los arboles que crecen debajo de la ventana de mi madre El aire veraniego en el barrio de Novi Zagreb, donde vive mi madre, huele a excrementos de pajaro. Entre las hojas de los arboles delante de su edificio rumorean miles y miles de aves. La gente dice que son estorninos. Los pajaros son particularmente ruidosos en las tardes bochornosas, antes de que empiece a llover. A veces un vecino enloquecido coge la escopeta de aire comprimido y los ahuyenta con una serie de disparos. Los pajaros escapan sobresaltados, se elevan hacia el cielo apinados en bandadas, se mueven a la izquierda, a la derecha, arriba y abajo, como si barrieran el firmamento, para acabar abalanzandose con un gorjeo histerico, semejante a una granizada de verano, sobre las hojas gruesas. Hacen tanto ruido que aquello parece la selva. Esta cortina sonora permanece descorrida durante todo el dia, dando la impresion de que la lluvia tamborilea sin cesar. Arrastradas por las corrientes de aire, plumas livianas entran en el piso por la ventana. Mama blande la escoba, recoge grunendo las plumas y las lleva al cubo de la basura... --Ya no estan mis tortolas... --suspira--. ?Te acuerdas de mis tortolas? --Me acuerdo... --digo yo. Recuerdo borrosamente que habia tomado carino a dos tortolas que solian acudir a su ventana. Odiaba a las palomas. Sus sordidos arrullos matutinos la volvian loca. --!Asquerosos, asquerosos pajarracos! --dice--. ?Te has da-do cuenta de que ya no estan? --?Quienes? --!Las palomas, mujer! Yo no me habia dado cuenta, pero, en efecto, parecia que tambien las palomas se habian marchado. Los estorninos la fastidiaban, sobre todo por el hedor en verano, aunque todo indicaba que se habia resignado con su presencia. Porque, a diferencia de otros, su balcon por lo menos estaba limpio. Me muestra una pequena franja de suciedad casi al final de la barandilla del balcon. --En lo que respecta a mi casa, solo ensucian este trocito. !Tendrias que ver el balcon de la senora Ljubic! --?Por que? --!Esta lleno de cagarrutas! --dice y se rie como una nina. Coprolalia infantil, obviamente le divierte la palabra cagarruta. Tambien a su nieto de diez anos le hace gracia esta palabra. --Como en la selva... --digo. --Justo como en la selva --conviene ella. --Aunque hoy en dia la selva esta en todas partes... --digo yo. Y, en verdad, parece que las aves estan fuera de control, han ocupado nuestras ciudades, invadido los parques, las calles, los arbustos, los bancos, las terrazas de los restaurantes, las estaciones de metro y de tren. Y parece que nadie se ha fijado en esta invasion. Las urracas rusas, segun cuentan, se han apoderado de las ciudades europeas, las ramas de los arboles en los parques municipales se doblan bajo su peso. Las palomas, las gaviotas, las urracas surcan el cielo, y las pesadas cornejas negras con los picos abiertos como pinzas se pavonean por los espacios verdes publicos. En los parques de Amsterdam se han multiplicado las cotorras, huidas de las jaulas de sus duenos: volando bajo en bandadas, cruzan el cielo como cometas verdes. Grandes gansos blancos se han apoderado de los canales de Amsterdam; volaban desde Egipto, se detuvieron un rato para reposar y alli se quedaron. Los agresivos gorriones locales se han vuelto tan insolentes que te arrebatan el bocadillo de las manos y se pasean desdenosamente por las mesas de los bares al aire libre. Las ventanas de mi piso provisional en Dahlem, uno de los barrios mas bellos y verdes de Berlin, eran la superficie preferida de los pajaros locales para depositar sus excrementos. Y no habia nada que hacer, salvo bajar las persianas y correr las cortinas, o dedicarse todos los dias a la ardua tarea de fregar las ventanas que ensuciaban.

  • Dance therapy (Los Irwin 1) de Noa Pascual

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    ?Podrias compartir mesa y mantel con: Un marchante de arte, un cocinero galardonado con una estrella Michelin, un monitor de deportes de alto riesgo, un abogado, un profesor, un cirujano y dos mecanicos?
    !Pues Beca, si!
    Era la envidia de muchas feminas, primer rival a vencer y adversaria fantastica para compartir.
    Se sabia la lider de todos, fiel a ellos y a sus principios; pero honesta y consecuente con sus decisiones.
    Eran un equipo en toda regla “uno para todos y todos para uno”, con Beca cerca los problemas se minimizaban y sin ella se ahogaban.
    ?Dejara Beca a un lado su felicidad y sus suenos, para estar cerca de ellos?

  • La venganza de Ramsay de Mia Sheridan

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    Brogan Ramsay ha vuelto a la vida de Lydia De Havilland, y ya no es aquel muchacho sensible y tranquilo que ella recuerda; se ha convertido en un hombre poderoso., un hombre que busca venganza: Brogan no olvida que Lydia es la chica que lo engano de la forma mas cruel, dejando su corazon destrozado y a su familia en la calle., pero tampoco olvida que es la unica mujer capaz de quitarle el aliento, la unica que sigue firmemente afincada en su alma. La unica a la que puede amar. Lydia De Havilland ya no es la princesita que por un capricho adolescente sedujo a Brogan Ramsay cuando este era uno de los peones del rancho de los De Havilland., aunque ella nunca olvido el escalofrio que experimentaba cuando el estaba cerca. Ahora Lydia tiene que enfrentarse al reencuentro con Ramsay y no se imagina que podra sentir en su presencia. La venganza de Ramsay es una historia de traicion e ira que nos habla de lo delgado que es el velo que separa el odio del amor, de la fuerza que puede llegar a tener el arrepentimiento y de lo poderoso que es el perdon. Porque cuando intentamos infligir dolor a los demas, invariablemente, es nuestro corazon el que sale mas herido.

  • Soy la novia de papa de Elsa Prieto Espiga

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    Querida lectora, Bienvenida a mi manual para madrastras novatas. Si has decidido leer este manual es porque te has enamorado. ?Si?, pues... !Enhorabuena!. Estar enamorada te da un brillo especial. A mi me encanta sentirme enamorada... Las primeras miradas de complicidad, la primera vez que nos cogemos de la mano, hasta los primeros desacuerdos. Convivir en pareja es todo un reto, para algunas mujeres incluso enamorarse ya representa un desafio. Pero querida lectora, nada es comparable a la experiencia de enamorarse de un hombre con hijos. Y esto no es cualquier enamoramiento. Ademas de las miradas de complicidad y los idilicos paseos a la luz de la luna, estan sus hijos y el hecho de que te conviertas, de forma repentina, en una madrastra novata. Que no es lo mismo que enamorarse de un hombre...no se...trapecista de circo, viviendo en una caravana o un entrenador de loros. Te has enamorado, te has enamorado de un hombre con hijos. Si, !ENHORABUENA!. Eres una "madrastra novata". Y debes ser una persona valiente en busca de ayuda para poder progresar. Entender los retos a los que nos enfrentamos las madrastras novatas, asumir las dificultades y buscar la ayuda necesaria pueden ser claves para que, ademas, seamos una madrastra novata "feliz". Y si lo que te ha gustado es la portada del libro, espera a leer lo que hay escrito dentro. No importa en que punto de tu relacion te encuentres en estos momentos. A lo mejor acabas de conocer a tu amado y aun no has conocido a sus hijos, o quiza tu relacion esta mas avanzada y ya vivis juntos o puede que seas toda una Madrastra Experimentada -entonces, seguramente, te veas identificada en muchas de las situaciones que comparto en este manual, incluso puede que se te escape alguna que otra sonrisa al recordar tus propias aventuras-. Por razones obvias he escrito este manual dirigiendome a mujeres. Pero mi historia y mis consejos personales son aptos para todos los generos: hombres o mujeres que se han embarcado en la gran aventura de ser madrastras o padrastros novatos. O sois vosotros, los novios de esa "madrastra". En cualquier caso, ?eres un hombre? Entonces, no sueltes el libro, !ni se te ocurra!. Avanza lentamente hacia la caja sin mirar atras y depositalo en la bolsa. Muy bien, asi. A tu novia, la que conoce a tus hijos, le va a encantar. Sois todos bienvenidos. Este manual tiene unas instrucciones de uso muy complicadas e imposibles de entender: 1. LEER 2. DISFRUTAR 3. RECOMENDAR -Y si eres "chocoadicta" como yo, entonces los complicados pasos referidos mas arriba pueden aderezarse con chocolate en cualquiera de sus formas-. Las paginas que vas a leer contienen mi historia de madrastra novata, consejos personales basados en mi experiencia y algunos consejos mas, de otra naturaleza, para los que me he asesorado. He protegido la identidad de los personajes reales y siempre que hable de ellos en este manual utilizare nombres ficticios. Sus nombres seran los siguientes: --Mi ex pareja: El Capitan K. --Su hijo mayor, de 11 anos: Goku --Su hijo menor, de 9 anos: Vegeta Advertencia de uso de este manual: Yo no soy la Dra. Elsa Prieto Espiga especialista en nada. No pretendo que este manual sea una de esos tostones en clave de autoayuda. Tan solo quiero compartir contigo lo que yo aprendi. Con el tiempo, he descubierto que es mejor que encuentres tu modo personal de hacer las cosas, ese que a ti te sirve y con el que te sientes bien. Yo habia experimentado varias relaciones de pareja -unas cuantas muescas en mi cinturon, como decia mi madre-. Siempre he sido una idealista en el amor y ademas enamoradiza, una combinacion altamente explosiva. Imaginate a mi, enamorada esta vez de un hombre con dos hijos. No uno, !dos! Porque con uno ya es telita...- como me decia mi querida amiga Carmen- , pero con dos...ya es una movida. Y vaya si lo es. Cuando te embarcas en una relacion de pareja con hijos, nada te prepara para lo que se te viene encima. Por ponerte un ejemplo, sin comerlo ni beberlo, te encuentras lidiando con que tu pareja, que ademas es padre de dos hijos, tiene una ex, la familia del padre, los suegros, los cunados y sus novias y, por supuesto, tu propia familia... Esto exige muchos juegos malabares... Y ahi estaba yo, con mi experiencia previa en relaciones de pareja menos multitudinarias, – ya sabes a lo que me refiero, chica se enamora de chico y chico de chica-. Y sin absolutamente ninguna idea sobre como manejar este asunto. Sin ningun conocido a quien acudir, sola ante el peligro. Estaba acostumbrada a la ecuacion vital: dudas+lectura = aprendizaje. En los libros esta casi todo -o eso pensaba yo-. A punto de conocer a los hijos de mi pareja, queria saber que podia hacer para que ese encuentro fuese una experiencia positiva para mi y para esos ninos. "Buscare lectura al respecto", pense, "e intentare aprender como llevar esto de la mejor forma posible". Encendi el portatil tan contenta e hice una busqueda con la palabra: MADRASTRA. Menuda gracia. Todos los links que aparecieron eran porno, porno duro. Me tope con un gran dique seco. "?Sere yo la primera madrastra novata en este pais?, no puede ser", me dije. Entonces busque la misma palabra pero en ingles: Stepmother. !Ahh, menos mal!, aqui si que habia lectura interesante: un vergel de informacion a todos los niveles. Recuerdo que me sentia muy sola, como flotando en un mar abierto lleno de olas en medio de una tormenta, sin salvavidas. Asi que me salvaron las lecturas en ingles. Aprendi mucho leyendo. Consegui no ahogarme y llegue a una playa de arenas blancas, donde fui muy feliz. No todos los finales son felices, eso ya lo sabes. Y mi final no fue el de los cuentos, pero fuimos felices y comimos perdices durante algun tiempo... Enamorada de un hombre con dos hijos, menuda aventura... Fui madrastra novata y me enfrente a numerosos retos y de todos ellos aprendi. Desde el primer encuentro con los hijos de mi pareja hasta el modo como sobrevivir a "la ex" o como vivir nuestra propia relacion de pareja. Mis anteriores relaciones, me habian ensenado que la comunicacionon es esencial, y eso fue lo que hizo que mi historia no tuviera un final feliz: mi pareja y yo no nos comunicabamos bien, asi que todos los esfuerzos por ser una madrastra feliz carecieron de importancia al final de la relacion. Por mucho que todo lo demas fluya, si mi pareja y yo no funcionamos, todo lo demas cae cual castillo de naipes. Pero yo no me rindo, !nunca!. Lo cierto es que podria decir que mi vida gira en torno al amor. Yo no le veo el sentido sin estar enamorada. Soy asi enamoradiza. Ya sea enamorada de lo que hago, de lo que veo, de lo que siento, de lo que tengo, de lo que creo cada dia... Y enamorada, he creado este manual de supervivencia para madrastras novatas. Un salvavidas para que las personas como tu, que se encuentran en la misma situacion que yo vivi, tengais lo que yo no tuve en su dia: un manual que os de pautas para que la experiencia sea lo mas rica posible. Da la casualidad de que ademas de haber sido una madrastra novata, soy enfermera hasta la medula, por lo tanto, estate tranquila que esto no te va a doler... Ya sabes que te miento porque esta aventura y este manual no te dejaran indiferente. Por eso quiero acompanarte, cuidar de ti un poco, ensenarte lo que yo vivi y aprendi. Como tantas y tantas veces he tomado de la mano a pacientes y les he acompanado en momentos dificiles, cuando sentian dolor, cuando se sentian solos... Me emociona pensar que vas a pasar la pagina y vas a descubrir mi historia y muchas nuevas ideas acerca de todo lo que conlleva una relacion de pareja con un hombre que tiene hijos. No tengas miedo, sigue leyendo... !Lanzate al agua!. Esta templada y transparente... Si sientes que todo esto es demasiado para ti en este momento, te recomiendo que al menos leas el final del manual donde encontraras mi decalogo para la madrastra novata feliz, fundamental para la aventura que estas empezando o que vas a empezar. Y cuando te sientas preparada puedes leer el resto. !Que lo disfrutes! Elsa Capitulo 1. Asi empezo todo: mi historia. De: Capitan K. A: Elsa ASUNTO: "Hola, eres Piscis como yo, jijiji" ...y asi empezo todo... Ahora ya sabes que soy enfermera. Cuando era pequena y me preguntaban "?tu que quieres ser de mayor?", solia contestar: "yo quiero ser enfermera para ver culos". Nunca pense que iba a ver tantos... -disculpen la crudeza de mi afirmacion-. Soy una enfermera que ha trabajado en muchos hospitales, y tambien decidi, un dia, marcharme a Manchester para poder estudiar y trabajar en el quirofano - una de mis pasiones-. En Espana no se podia hacer la especializacion de instrumentacion quirurgica asi que di el salto a U.K. , como muchos otros enfermeros en Espana. El Reino Unido y su meteorologia... Manchester... !Puede llover hasta un mes completo!. !Sin parar!. Hablar ingles me abrio una de las primeras puertas de las muchas que en mi vida se han abierto gracias a ello: volvi a Espana con un trabajo increible y, a partir de aqui, mi vida de enfermera quirurgica cambio por completo y me transforme, como dice mi madre, en una "ejecutiva agresiva". Durante 7 preciosos anos de mi vida experimente la vida corporativa con sus viajes y dietas pagadas, movil, portatil, coche de empresa, hoteles chulos, reuniones globales en Miami, cursos en Dubai, charlas en Sao Paulo...!Ahhhh!, !que glamuroso!. Mis amigas empezaron a llamarme Penelope Glamour -y lo siguen haciendo-. Amplie mi vocabulario medico de bisturi, facoemulsificador, gasa, pinza con dientes, con terminos del mundo de la empresa como budget, revenue, gross margin, conference call, bonus, target earnings... Como la vida de Penelope Glamour me exigia viajar mucho, lo de tener una pareja -o un gato-, se hacia complicado en ocasiones. Es cierto que en materia de relaciones me acompanaron en mi camino unos cuantos varones, !incluidos dos ingleses! -por cierto, dos manchas negras en mi expediente academico amoroso, sin despreciar a los gentleman anglosajones, por supuesto, simplemente la cosa, a mi, no me funciono...-. Soltera, en mi pisito de soltera madrilena, con muchos ceros en la cuenta..., pase muchos anos conociendo mundo y "perreando" por los bares y discotecas de Madrid con mis amigas. Ahhhh....La noche de Madrid... conocida como "Mordor" en mi circulo de amistades. La noche es atractiva, oscura, perversa, divertida, y a mi me llego el momento de decir BASTA: habia tenido suficientes noches y suficientes relaciones fugaces. No se muy bien como, posiblemente a traves de los anuncios de la television, un dia decidi investigar sobre las webs de citas. Dias mas tarde estaba registrada en una de ellas. El auge y el exito actual de las webs para conocer a ese alguien especial es evidente. Estas webs te invitan a encontrar pareja contestando a su Test de Afinidad. Se anuncian como promotores de relaciones duraderas - atractivo, ?eh?-: el sistema selecciona para ti personas que son compatibles contigo, basandose en datos de tu personalidad, expectativas o estilo de vida. Aquellos anos viviendo la noche, hicieron que este modo de conocer posibles parejas me llamara la atencion. Para mi fue muy facil registrarme e incluso fue divertido. Ya no hay un rango de edad determinado para formar pareja, tanto si tienes 20 como 80 y buscas una amistad o relacion afectiva, en estas webs eres bienvenida. Yo soy fan numero uno de esta forma, una mas, de conocer gente. La sinceridad al registrarte es fundamental y tambien creo que es importante que te animes a incluir tu foto. Seguramente habras oido o habras sido usuaria -o usuario- de una de estas webs. Hay unas cuantas. Yo elegi una en la que se paga por la inscripcion. Mi experiencia fue que, pagando, los candidatos tienen una vision mas seria del proceso y eso se noto en las citas que tuve. Ya habia probado otras aplicaciones de citas gratuitas y la experiencia, aunque grata, no me parecio cumplir con mis expectativas y tampoco cuadraban con mi forma de ser. La inscripcion a la web resulto un buen auto-regalo de cumpleanos. Mi vision personal de estas webs de citas se resume asi: se parece a estar en un bar charlando con chicos, la ventaja es que no te gritan al oido y no tienes que sufrir los distintos alientos de dragon nocturno. Podria escribir rios de tinta sobre este tema. Daria para otro manual... Lo pensare. De momento te contare que, pudiendo elegir el perfil de la pareja que buscas, en mi caso, rechace a los hombres que tenian hijos, aunque tampoco los habia descartado a todos - mi "yo aventurero" - y el Capitan K. fue uno de los perfiles que conserve. En aquel momento, mi cerebro me lanzaba avisos: NO TE METAS nivel I, incluso nivel II. Pero yo, ni caso. Tenia una foto de perfil muy simpatica y aunque yo no inicie un primer contacto con el, el si lo hizo escribiendome el primer mensaje: "Hola, eres Piscis como yo" Yo habia tenido un par de citas antes de conocer al Capitan K., algunas muy curiosas. Por ponerte algun ejemplo, estaba el que mintio en su perfil y era mucho mas bajito de lo que decia, el que no tenia trabajo pero no se atrevio a ponerlo en su perfil, el que quiso besarme en la primera cita y se llevo una cobra como nunca la habia hecho antes y varias sorpresas a la luz del dia, en materia de fisico, de esas parecidas a: "?pero este es el de la foto?". Despues de aquel primer mensaje con el Capitan K., intercambiamos algunos mensajes mas a traves de la misma web de citas, luego pasamos a intercambiar WhatsApp y, finalmente, quedamos. Lo recuerdo muy bien: tardamos casi un mes en vernos. Quedamos para ver una pelicula de esas de apocalipsis zombi con el guapo de Brad Pitt, pero el, unos dias antes y pasando por alto su cita conmigo, la habia visto con unos amigos. Asi que acabamos viendo "Jack el caza gigantes". El caso es que fue una cita muy agradable y divertida. El Capitan K. y yo conversamos alegremente y yo me senti muy bien. Cuando nos despedimos, el tenia unos bombones guardados en el coche, me los dio y me dijo que le encantaria que nos viesemos de nuevo. En nuestra segunda cita fuimos a tomar algo a un pueblo del extrarradio de Madrid. Todo estupendo. Despues me acompano a casa, y metidos en el coche, tuvo lugar el MOMENTO. Nos habiamos conocido, nos gustabamos y habia que tomar la decision de o "nos plantamos" o "seguimos adelante". En realidad yo tenia que tomar la decision. Mi idea era la de dejar de vernos por el simple hecho de que el tenia dos hijos y me parecia que "eso" no era lo que yo buscaba. Y asi se lo comunique. Hablamos durante horas - literalmente -, todavia metidos en el coche. Agradezco la delicadeza que el Capitan K. demostro ya que, simplemente, me invito a continuar. Me tranquilizo explicandome que sus hijos eran su responsabilidad, que el no buscaba una madre para ellos porque ya tenian una, que el buscaba una pareja. Despues de una larga lucha conmigo misma, unos cuantos sudores nerviosos, unos cuantos "venga si", otros tantos "uuff, quita, no" y la enesima senal de alarma de NO TE METAS -ahora a nivel alarma nuclear-, tome mi decision. Pense: "!que rayos! !conocer a este hombre merece la pena!". Y asi comenzo la aventura. Decia Francois de la Rochefoucauld -escritor de maximas-: "Hay ocasiones en la vida en las que para salir airosamente hace falta estar un poco loco", y asi fue como pase de ser una enfermera a ser una "enfermera madrastra novata". Es justo decir que mi vida profesional tambien habia cambiado antes de conocer al Capitan K. Deje de un lado los viajes y la vida de Penelope Glamour, por una vida mas sencilla y asentada en la ciudad. Por entonces ya contaba con un trabajo de 9 a 6 con fines de semana libres, lo que me permitio dedicarme a ser madrastra novata sin andar de aca para alla con la maleta. !Menos mal!. Con el Capitan K. , y por un buen tiempo, fuimos, juntos, un producto exitoso de una web de citas. Disfrute de la experiencia que comparti con el Capitan K., sus hijos, y el universo en el que, con ellos, me instale. No me arrepiento de haber utilizado esta forma de conocer gente y de ello pueden dar buena cuenta mis amigos y conocidos, la plasta que habre dado con este tema a muchos solteros y solteras para que lo utilizaran...espero que no me odien y les haya sido tan util y divertida como a mi. Querida lectora, ahora mismo me encantaria poder tomarme un batido de chocolate contigo, para que me contaras como llegaste a donde estas, como es tu propio Capitan K., como os conocisteis, como decidiste dar el paso y como te sientes siendo una madrastra novata. No puede ser, pero espero que estas lineas te ayuden a volver a situarte en tu propia historia y revivir esos momentos, cuando conoces a ese alguien que merece la pena. Capitulo 2. Las familias reconstituidas modernas: entender las nuevas formas de convivencia. Los vecinos de arriba hacen ruidos muy raros a veces. Encienden el aspirador a horas muy raras... ?de verdad tienen que limpiar la casa a las ocho y media de la noche y a las diez de la manana de nuevo? Mi olfato de enfermera me llevo a investigar por que ocurria esto y observe estas rutinas durante unos cuantos fines de semana. Todo cuadraba, pareja de mediana edad, viven en un apartamento de una habitacion, el tiene dos hijos pequenos, ella no tiene hijos, parece... Esos ruidos solo ocurren en fin de semana, a la hora de dormir. "!Eureka!", le dije un dia a mi amiga Susana, con quien ya habia compartido mis pesquisas. Ella me miro sorprendida al desvelarle mi veredicto. Le explique: ?Conoces los famosos colchones que se hinchan con un motor electrico?... Lo inflan y desinflan por las noches, solo cuando los hijos de el pasan el fin de semana en casa con ellos. !Eso es! !Son una familia reconstituida!". Senti una alegria increible solo por el hecho de estar viviendo debajo de una familia que estaba viviendo lo mismo que yo vivia. Aun estando en estos momentos lejos de mi historia con el Capitan K, tanto en espacio como en tiempo, la huella que dejo en mi es tan significativa, que solo por ello me encuentro hoy aqui, en esta manana de sabado, aporreando las teclas de mi ordenador. Ya te habia dicho que esta aventura no te dejara indiferente. La montana rusa vital que supuso convertirme en madrastra novata, me marco para siempre, y ya no miro con los mismos ojos el mundo, a las parejas con hijos, a los ninos, a los ex y las ex e incluso a mi misma. Algo en mi cambio para siempre y estoy muy agradecida por ello. Estaras de acuerdo conmigo en que cada vez hay mas hombres y mujeres "con mochila", entendiendo por mochila los hijos de su anterior pareja. Seguramente si lo piensas y no eres tu misma quien convive con ella, conoces a alguien en esa situacion. Recuerdo que el Capitan K. bromeaba sarcasticamente con su mochila y solia decir que la suya estaba llena de piedras. Cuando le conoci vivia en casa de su madre y los fines de semana se unian a ellos sus dos hijos. Con un trabajo de salario medio/bajo y una pension imposible que pagar mensualmente, no me extrano que lo viviera todo como un peso: las mismisimas montanas rocosas estaban en su mochila. Y, agarrate, que vienen curvas.

  • Matar a un ruisenor de Harper Lee

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    Cuando tenia casi trece anos, mi hermano Jem sufrio una grave fractura en el brazo a la altura del codo. Cuando sano y por fin se disiparon sus temores de que nunca podria volver a jugar al futbol americano, en raras ocasiones volvia a acordarse de aquella lesion. El brazo izquierdo le quedo algo mas corto que el derecho; cuando estaba de pie o andaba, el dorso de la mano formaba casi un angulo recto con su cuerpo, y el pulgar estaba paralelo a sus muslos. A el no podria haberle importado menos, con tal de poder pasar y chutar. Cuando transcurrieron anos suficientes para poder verlos en retrospectiva, a veces hablabamos de los acontecimientos que condujeron a su accidente. Yo sostengo que los Ewell fueron quienes lo comenzaron todo, pero Jem, que era cuatro anos mayor que yo, decia que eso habia empezado mucho antes. Dijo que comenzo el verano en que Dill vino a vernos, cuando nos hizo concebir por primera vez la idea de hacer salir a Boo Radley. Yo decia que si el queria tener una amplia perspectiva de lo sucedido, en realidad comenzo con Andrew Jackson. Si el general Jackson no hubiera perseguido a los indios creek arroyo arriba, Simon Finch nunca habria llegado hasta Alabama, y ?donde estariamos nosotros si no lo hubiera hecho? Eramos demasiado mayores como para zanjar la discusion con una pelea, de modo que consultamos a Atticus. Nuestro padre dijo que los dos teniamos razon. Al ser del Sur, era un motivo de verguenza para algunos miembros de la familia que no tuvieramos constancia de que alguno de nuestros antepasados hubiera peleado en la batalla de Hastings. Tan solo teniamos a Simon Finch, un boticario de Cornualles cuya piedad solo se veia superada por su tacaneria. En Inglaterra, a Simon le irritaba la persecucion de aquellos que se autodenominaban metodistas a manos de sus hermanos mas liberales, y ya que Simon se consideraba metodista, cruzo el Atlantico hasta Filadelfia, de ahi a Jamaica, y desde alli a Mobile subiendo hasta Saint Stephens. Teniendo en cuenta las estrictas normas de John Wesley sobre no enriquecerse en los negocios aprovechandose de los demas, Simon se dedico a la practica de la medicina logrando un gran exito; pero en esta empresa era infeliz, pues habia sido tentado a hacer lo que el sabia que no era para la gloria de Dios, como llevar oro y ropas costosas. De modo que Simon, habiendo olvidado lo que su maestro habia dicho sobre la posesion de bienes humanos, compro tres esclavos y con su ayuda establecio una hacienda a las orillas del rio Alabama, a unos sesenta y cinco kilometros mas arriba de Saint Stephens. Regreso a Saint Stephens solamente una vez, para encontrar esposa, y con ella establecio una descendencia con muchas hijas. Simon vivio hasta una edad impresionante y murio rico. Era costumbre de los hombres de la familia quedarse en la hacienda de Simon, Finch's Landing, y ganarse la vida con el algodon. El lugar se sostenia a si mismo. Modesto en comparacion con los imperios que lo rodeaban, Landing producia sin embargo todo lo necesario para la vida excepto hielo, harina de trigo y prendas de vestir, que proporcionaban las embarcaciones fluviales de Mobile. Simon habria considerado con impotente rabia los problemas entre el Norte y el Sur, ya que arrebataron a sus descendientes todo a excepcion de su tierra; sin embargo, la tradicion de vivir en esa hacienda siguio inalterable hasta bien entrado el siglo XX, cuando mi padre, Atticus Finch, fue a Montgomery para aprender Derecho, y su hermano menor fue a Boston para estudiar Medicina. Su hermana Alexandra fue la Finch que se quedo en Landing: se caso con un hombre taciturno que pasaba la mayor parte de su tiempo tumbado en una hamaca al lado del rio preguntandose si sus redes de pesca estarian llenas. Cuando mi padre fue admitido en la abogacia, regreso a Maycomb y comenzo a ejercer. Maycomb, a unos treinta kilometros al este de Finch's Landing, era la capital del condado de Maycomb. La oficina de Atticus en el edificio del juzgado contenia poco mas que una percha para sombreros, una escupidera, un tablero de damas y un impecable Codigo de Alabama. Sus dos primeros clientes fueron las dos ultimas personas a las que ahorcaron en la carcel del condado de Maycomb. Atticus los habia instado a que aceptaran la generosidad del Estado, que les permitiria declararse culpables de homicidio en segundo grado y asi evitar la pena capital, pero ellos eran Haverford, un apellido que en el condado de Maycomb es sinonimo de burro testarudo. Los Haverford habian liquidado al principal herrero de Maycomb por un malentendido que surgio por la supuesta <> de una yegua, fueron lo bastante imprudentes para hacerlo en presencia de tres testigos e insistieron en que <> era una defensa lo bastante buena para cualquiera. Persistieron en declararse no culpables de homicidio en primer grado, de modo que no hubo mucho que Atticus pudiera hacer por sus clientes, a excepcion de estar presente en su partida, una ocasion que fue probablemente el comienzo de la profunda antipatia de mi padre hacia la practica del Derecho Penal. Durante sus cinco primeros anos en Maycomb, Atticus practico mas que cualquier otra cosa la Economia; y durante varios anos desde entonces invirtio sus ganancias en la educacion de su hermano. John Hale Finch era diez anos menor que mi padre, y decidio estudiar Medicina en un momento en que no valia la pena cultivar algodon; pero despues de tener a Jack encauzado, Atticus comenzo a obtener ingresos razonables practicando la abogacia. Le gustaba Maycomb, habia nacido y se habia criado alli; conocia a su gente, ellos le conocian, y debido a los negocios de Simon Finch, Atticus estaba emparentado por sangre o matrimonio con casi todas las familias de la ciudad. Maycomb era una vieja poblacion, pero ademas era una vieja poblacion cansada cuando yo la conoci. En el tiempo lluvioso las calles se convertian en un barrizal rojizo; crecia hierba en las aceras, y el edificio del juzgado parecia combarse sobre la plaza. En cierto modo, hacia mas calor entonces: un perro negro sufria los dias de verano; las flacas mulas enganchadas a los carros espantaban moscas bajo la sofocante sombra de las encinas que habia en la plaza. A las nueve de la manana, los cuellos rigidos de los hombres se veian languidos. Las damas se banaban antes de la tarde, despues de su siesta de las tres, y al atardecer estaban como blandos pastelitos cubiertos de sudor y dulce talco. La gente se movia despacio entonces. Cruzaban la plaza a paso lento, entrando y saliendo de las tiendas que la rodeaban, y se tomaban su tiempo para todo. Un dia tenia veinticuatro horas, pero parecia mas largo. No habia ninguna prisa, ya que no habia ningun lugar adonde ir, nada que comprar y nada de dinero con el cual comprar, nada que ver fuera de los limites del condado de Maycomb. Pero era una epoca de vago optimismo para algunas personas: al condado de Maycomb se le habia dicho recientemente que no tenia nada que temer, solamente a si mismo. Viviamos en la principal calle residencial de la ciudad: Atticus, Jem y yo, ademas de Calpurnia, nuestra cocinera. Jem y yo estabamos contentos con nuestro padre: jugaba con nosotros, nos leia y nos trataba con cortesia. Calpurnia era otra cosa. Toda angulos y huesos, era miope, tambien bizca, y sus manos eran tan anchas como un travesano de cama, y dos veces mas duras. Siempre me estaba ordenando que saliera de la cocina, preguntandome por que no podia comportarme tan bien como Jem aunque sabia que el era mayor, y me llamaba para volver a casa cuando yo no estaba lista para regresar. Nuestras batallas eran epicas y con un final sin variacion. Calpurnia ganaba siempre, principalmente porque Atticus siempre se ponia de su lado. Ella habia estado con nosotros desde que nacio Jem, y yo habia sentido la tirania de su presencia desde que podia recordar. Nuestra madre murio cuando yo tenia dos anos, de modo que nunca senti su ausencia. Ella era una Graham de Montgomery; Atticus la conocio cuando fue elegido por primera vez para la legislatura estatal. Para entonces, el era de mediana edad y ella quince anos mas joven. Jem fue el resultado de su primer ano de matrimonio. Cuatro anos despues naci yo, y dos anos despues nuestra madre murio de un ataque repentino al corazon. Decian que era cosa de familia. Yo no la extranaba, pero creo que Jem si. El la recordaba claramente, y algunas veces en mitad de un juego daba un largo suspiro, y despues se marchaba y jugaba el solo detras de la cochera. Cuando se ponia asi, yo sabia que era mejor no molestarle. Cuando yo tenia casi seis anos y Jem se acercaba a los diez, nuestras fronteras en el verano (al alcance de la voz de Calpurnia) eran la casa de la senora Henry Lafayette Dubose, dos puertas al norte de la nuestra, y la Mansion Radley, a tres puertas al sur. Nunca sentimos la tentacion de traspasarlas. La Mansion Radley estaba habitada por una entidad desconocida, cuya mera descripcion era suficiente para hacer que nos portaramos bien durante dias. La senora Dubose era el mismo demonio. Ese fue el verano en que vino Dill. Una manana temprano, cuando estabamos comenzando nuestros juegos en el patio trasero, Jem y yo oimos algo en la puerta contigua, en el parterre de coles de la senorita Rachel Haverford. Fuimos hasta la malla de alambre para ver si habia un perrito, pues la perra terrier de la senorita Rachel estaba prenada, pero en cambio encontramos a alguien sentado que nos miraba. Sentado, no era mucho mas alto que las coles. Nos quedamos mirando fijamente hasta que el hablo: --Hola. --Hola, tu --contesto Jem amablemente. --Soy Charles Baker Harris --dijo el--. Se leer. --?Y que? --pregunte yo. --Solo pense que os gustaria saber que se leer. Si teneis algo que necesiteis leer, yo puedo hacerlo... --?Cuantos anos tienes? --pregunto Jem--. ?Cuatro y medio? --Voy para siete. --Entonces no es nada --dijo Jem, senalandome con el pulgar --. Aqui Scout lee desde que nacio, y ni siquiera ha comenzado aun la escuela. Pareces muy canijo para tener casi siete anos. --Soy pequeno pero mayor --afirmo el. Jem se aparto el cabello para mirarlo mejor. --?Por que no vienes aqui, Charles Baker Harris? --dijo--. Senor, vaya nombre. --No es mas curioso que el tuyo. Tia Rachel dice que te llamas Jeremy Atticus Finch. Jem fruncio la frente. --Soy lo bastante alto para estar en consonancia con mi nombre --dijo--. Tu nombre no es mas largo que tu. Apuesto a que es un palmo mas largo. --La gente me llama Dill --dijo Dill, intentando pasar por debajo de la valla. --Te ira mejor si pasas por encima en lugar de por debajo -- observe yo--. ?De donde vienes? Dill era de Meridian, Mississippi, e iba a pasar el verano con su tia, la senorita Rachel, y desde entonces pasaria todos los veranos en Maycomb. Su familia era del condado de Maycomb originariamente. Su madre trabajaba para un fotografo en Meridian, habia presentado una fotografia de el a un concurso de ninos guapos, y gano cinco dolares. Le dio el dinero a Dill, quien lo empleo en ir veinte veces al cine. --Aqui no hay exposiciones de fotografia, excepto a veces las de Jesus en el juzgado --dijo Jem--. ?Viste alguna pelicula buena? Dill habia visto Dracula, una revelacion que movio a Jem a mirarle con cierto respeto. --Cuentanosla --le pidio. Dill era un chico muy curioso. Llevaba pantalones cortos azules de lino que se abotonaban a la camisa, su cabello era blanco como la nieve y lo llevaba pegado a la cabeza como si fuera un plumon de pato; era un ano mayor que yo, pero yo le sobrepasaba en altura. Mientras nos relataba la vieja historia, sus ojos azules se iluminaban y se oscurecian; su risa era repentina y feliz, y solia tirarse de un mechon de cabello que caia sobre su frente. Cuando Dill hubo reducido al polvo a Dracula, y Jem dijo que la pelicula parecia mejor que el libro, le pregunte a Dill donde estaba su padre. --No has dicho nada de el. --No tengo ningun padre. --?Esta muerto? --No... --Entonces, si no esta muerto, si lo tienes, ?verdad? Dill se sonrojo y Jem me dijo que me callase, una senal segura de que Dill habia sido estudiado y hallado aceptable. A partir de entonces el verano paso con una diversion constante. La diversion constante era: hacer mejoras a nuestra casa del arbol que descansaba entre dos cinamomos gigantes en el patio trasero, alborotar, recorrer nuestra lista de obras de teatro basadas en las de Oliver Optic, Victor Appleton y Edgar Rice Burroughs. En este asunto teniamos la fortuna de tener a Dill. El representaba los papeles que anteriormente me daban a mi. El mono en Tarzan, el senor Crabtree en The Rover Boys, el senor Damon en Tom Swift. De ese modo llegamos a conocer a Dill como un merlin de bolsillo, cuya cabeza estaba llena de planes excentricos, anhelos extranos y fantasias raras. Pero a finales de agosto nuestro repertorio era aburrido, por haberlo representado incontables veces, y fue entonces cuando Dill nos dio la idea de hacer salir a Boo Radley. La Mansion Radley fascinaba a Dill. A pesar de nuestras advertencias y explicaciones, le atraia como la luna atrae al agua, aunque no mas cerca de la farola de la esquina, a una distancia segura de la puerta de los Radley. Ahi se quedaba, rodeando el grueso poste con un brazo, mirando fijamente y haciendose preguntas. La Mansion Radley hacia una curva cerrada mas alla de nuestra casa. Andando hacia el sur, se pasaba por delante de su porche; la acera daba un giro y estaba en paralelo con la finca. La casa era baja, en otra epoca era blanca y con un ancho porche y persianas verdes, pero hacia mucho tiempo que se habia oscurecido hasta llegar al tono de pizarra gris que la rodeaba. Unas tablas descompuestas por la lluvia caian sobre los aleros del barandal; unos robles mantenian alejados los rayos de sol. Los restos de una cerca guardaban el patio frontal, un patio <> que nunca se barria, donde crecian en abundancia hierbajos y flores silvestres. Dentro de la casa vivia un fantasma maligno. La gente decia que existia, pero Jem y yo nunca lo habiamos visto. La gente decia que salia de noche, cuando se ponia la luna, y miraba por las ventanas. Cuando las azaleas de la gente se helaban en una noche fria, era porque el habia soplado sobre ellas. Cualquier pequeno delito cometido en Maycomb era obra del fantasma. En una ocasion, la ciudad estaba aterrorizada por una serie de macabros acontecimientos nocturnos: encontraban mutilados pollos y animales domesticos; aunque el culpable era Addie el Loco, quien finalmente termino ahogandose en el remolino de aguas de Barker, todos seguian mirando la Mansion Radley, sin estar dispuestos a descartar sus sospechas iniciales. Un negro no pasaria al lado de la Mansion Radley de noche; cruzaria a la acera contraria e iria silbando mientras caminaba. Los terrenos escolares de Maycomb lindaban con la parte trasera del terreno de los Radley; desde el gallinero de los Radley, altos arboles de pacanas dejaban caer su fruto al patio de la escuela, pero los ninos no tocaban ninguna de aquellas nueces: las pacanas de los Radley mataban. Una bola de beisbol que cayera en el patio de los Radley era una bola perdida, y no se hacian preguntas. La desgracia de aquella casa comenzo muchos anos antes de que Jem y yo nacieramos. Los Radley, bien recibidos en cualquier parte de la ciudad, se encerraban en su casa, una predileccion imperdonable en Maycomb. Ellos no iban a la iglesia, que era el entretenimiento principal de Maycomb, sino que rendian culto en su casa; la senora Radley en raras ocasiones llegaba a cruzar la calle para tomar un cafe a media manana con sus vecinas, y sin duda nunca se unio a ningun circulo misionero. La senora Radley caminaba hasta la ciudad a las once y media cada manana y regresaba prontamente a las doce, a veces llevando una bolsa de papel marron que los vecinos suponian que contenia las provisiones de la familia. Yo nunca supe como el viejo senor Radley se ganaba la vida, Jem decia que <>, un termino educado para decir que no hacia nada, pero el senor Radley y su esposa habian vivido alli con sus dos hijos durante tanto tiempo como cualquiera podia recordar. Las persianas y las puertas de la casa de los Radley estaban cerradas los domingos, otra cosa ajena a las costumbres de Maycomb: puertas cerradas significaba solamente enfermedad y tiempo frio. De entre todos los dias, el domingo era dia para las visitas formales por la tarde: las senoras llevaban corse, los hombres llevaban abrigos, los ninos llevaban zapatos. Pero subir los peldanos de la Mansion Radley y decir <> una tarde de domingo era algo que sus vecinos no hacian nunca. La casa de los Radley no tenia puertas de tela metalica. Una vez le pregunte a Atticus si alguna vez tuvo alguna; Atticus dijo que si, pero antes de que yo naciera. Segun la leyenda del barrio, cuando el joven Radley estaba en la adolescencia hizo amistad con algunos de los Cunningham, de Old Sarum, una tribu enorme y confusa que estaba domiciliada en la parte norte del condado, y formaron lo mas parecido a una pandilla que se viera jamas en Maycomb. Hacian muy poca cosa, pero lo bastante para que hablaran de ello por la ciudad y los amonestaran publicamente desde tres pulpitos: merodeaban por la barberia; subian en el autobus hasta Abbottsville los domingos e iban al cine: asistian a bailes en los lugares de juego en el condado al lado del rio: la posada Dew-Drop y Campamento Pesquero: probaban el whisky de contrabando. Nadie en Maycomb tenia las agallas para decirle al senor Radley que su muchacho andaba con malas companias.

  • Ardiente deseo (Pecado 2) de J. Kenner

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    Olvida tus prejuicios y no te pierdas la segunda entrega de la trilogia <>, la obra mas explosiva de J. Kenner , autora best seller del The New York Times.

  • Con esto y un bizcocho de Amara Castro Cid

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    Con esto y un bizcocho es una novela positiva, actual, y que te atrapa desde las primeras paginas. Mariana regresa a su Vigo natal para recuperarse de las secuelas de un accidente. Su familia, su psicologo, su fisioterapeuta y sus amigas intentan ayudarla a reconciliarse consigo misma pero una llamada inesperada lo complicara todo. Los personajes secundarios, tambien con sus propios miedos e inseguridades, acompanaran a Mariana en este viaje de superacion. Sus historias se van narrando en paralelo y vienen a reforzar la idea central de la novela: no podemos cambiar el pasado pero si que podemos intentar verlo desde una perspectiva diferente. Superacion, amor, amistad y una pizca de intriga hacen que quieras saberlo todo sobre los Nogueira porque, poco a poco, te vas sintiendo como uno mas de la familia.

  • El doctor (Seleccion RNR) de Bel Diciembre

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    La casa era imponente. En medio de la campina inglesa, sus muros grises se alzaban majestuosos. Con una altura de tres pisos, mas de mil metros cuadrados por planta y una extension de casi tres mil hectareas, no cabia duda de que la mansion del Conde de Gloucester era una muestra del poderio de aquel noble ingles. Martin caminaba despacio intentando seguir el ritmo que su padre, con la pierna lesionada, no tenia mas remedio que tener. Pero eso le permitia apreciar con mayor capacidad toda la inmensidad del lugar en el que se encontraba. Sin embargo, su padre no paraba de grunir y resoplar. --No te preocupes. Vamos con tiempo suficiente. --Martin intento tranquilizarle sabiendo que el sufria siempre por mantener lo que consideraba las minimas formas, y entre las que se encontraba el guardar una correcta puntualidad. --Lo se, hijo, pero me siento un inutil viendo como debes contener tu paso. La edad no perdona y esto solo es una muestra de lo que puede pasarme en un futuro muy cercano. --No digas tonterias. No hay ningun futuro cercano que anuncie calamidades y, cuando llegue el futuro lejano al que te refieres, tendras tu propia casa y el jardin en la misma puerta para poder regarlo si quieres desde la misma ventana, sentado en tu butaca. De eso me encargo yo, te lo aseguro. El senor Golsmith miro a su hijo con orgullo. Tenia ya veintisiete anos y habia heredado la hermosura de su madre, pero con una masculinidad propia. El color de su pelo era rubio mientras que sus ojos se acercaban al gris profundo abandonando el azul. Sin embargo, estaban siempre brillantes, muestra de una fuerte personalidad, curiosa y avida de conocimientos, que disfrutaba con lo nuevo y lo antiguo sin distincion. El cuerpo atletico era el de alguien que siempre ejercia algun que otro ejercicio fisico y todos los esfuerzos realizados por su educacion se dejaban ver en sus gestos y maneras, propias de cualquier miembro de la aristocracia. El senor Golsmith nunca habia ahorrado una sola libra en esa formacion pero, ademas, habia tenido la inmensa suerte de que el marques de Standford, con quien estuvo trabajando durante mas de veinte anos, le dejo en herencia una cantidad que para John Golsmith fue toda una fortuna. Aquel dinero se dedico en su integridad a su unico hijo a quien, con catorce anos, envio al mejor college de Inglaterra. Conocia los riesgos de esa decision. Relacionarse con la aristocracia cuando tus origenes eran tan humildes como los que correspondian a un simple jardinero no iba a ser facil para su hijo. Pero tambien era cierto que los tiempos estaban cambiando y que ya no era imprescindible poseer un titulo nobiliario para acceder a las mejores posiciones e, incluso, ser miembro del Parlamento. Martin demostro ser un muchacho con una tremenda personalidad. Nunca se acomplejo ni se amilano ante sus companeros de altisima clase social. Muy al contrario, su caracter bondadoso, su liderazgo natural y su privilegiada capacidad intelectual le granjearon, en muy poco tiempo, grandes amigos entre los que se contaban el vizconde de Ressy y el conde de Charmington. Junto con ellos, estudio aquellos primeros anos y nunca perdieron la amistad pese a que cada uno escogio caminos diversos para completar su formacion, desde el mundo de las finanzas para el conde de Charmington hasta la formacion en naviera militar preferida por el vizconde de Ressy, pasando por los estudios de medicina que habian sido la pasion de su hijo desde que, a los ocho anos, se habia quedado sin madre por una enfermedad que fue tan devastadora como cruel y repentina. El orgullo de ir conociendo como su hijo iba progresando personalmente fue un sentimiento mucho mas poderoso que la anoranza de no verlo mas que muy de vez en cuando. Durante todos aquellos anos se habian escrito cartas casi con frecuencia semanal y en todas ellas su hijo siempre le informaba de los mas nimios detalles, al tiempo que nunca olvidada transmitirle un carino que parecia ser incombustible a la distancia sin que nunca mediara un solo reproche. Era una prueba mas del caracter bondadoso de aquel muchacho, que habia sido siempre una constante en su personalidad. Sin embargo, lo cierto era que cada vez que lo miraba, John Golsmith veia a un hijo fisicamente muy diferente y a veces temia no poder reconocerlo en la siguiente ocasion. No era de extranar, la visitas que siempre suponian el traslado del padre donde estuviera su hijo, solo se producian una o dos veces como mucho al ano, y por muy breve tiempo. Para John Golsmith no era facil viajar porque suponia abandonar su trabajo y tenia un coste importante. Traer a Martin a su lado tampoco era simple. Los jardineros siempre vivian en casas muy humildes y pequenas ubicadas en las propiedades que cuidaban. Pero, por encima de todo, Mr. Golsmith queria evitar que su hijo tuviera que conciliar de una manera excesiva sus posibilidades y entorno con lo que significaba su propia familia

  • La invasion del Tearling (La Reina del Tearling 2), Erika Johansen de Erika Johansen

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    Mas aventuras, intriga y emocion en la fascinante secuela de La Reina del Tearling. La segunda entrega de una adictiva trilogia que ha seducido a los productores y a la protagonista de las peliculas de Harry Potter, asi como a legiones de lectores en todo el mundo.

  • Latidos, Franck Thilliez de Franck Thilliez

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    Camille Thibault es una joven policia que sufre de horribles pesadillas desde que recibio un trasplante de corazon anos atras. En ellas aparece siempre la misma joven pidiendole ayuda de forma desesperada. Cuando su nuevo corazon empieza a dar signos de rechazo, Camille tendra una unica obsesion: encontrar a su donante y descubrir su pasado.

  • Cuentos de Ciclismo de Aa. Vv.

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    Cuentos de ciclismo es una antologia de veinte narraciones y un prologo que, de la mano de consagrados novelistas y habiles fabuladores, nos trasladan desde las penurias del esfuerzo a las cimas de la gloria. Una obra variada y amena para que el lector disfrute en cada pedalada. Cualquiera que haya ayudado, desde su casa, a Indurain a subir el Mortirolo sabe un poco de esta epica del ciclismo, que nos tiene en vilo todos los veranos y, nada menos que en los Campos Eliseos, nos hace sonar con la meta ilusoria. Lo dificil, como dice Arreola, es hacer valer luego la misma ventaja. Mientras todo se mueva en terreno resbaladizo, en tanto aparezcan esos vertiginosos precipicios a ambos lados de la calzada, con tal de mantener minimamente el equilibrio para seguir leyendo, podemos darnos por satisfechos. Que la Grand boucle nos proteja, y que sigan girando nuestros bujes mientras perseguimos denodadamente la vraie vie, sorteando las simas donde acechan las viboras. Loado en las alturas El Aguila de Toledo. Bendito el que viene en nombre de Indurain. LUIS MARTINEZ DE MINGO

  • Un dia mas sin ti, Pat Casala de Pat Casala

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    Julia y Zack estaban destinados a estar juntos aunque lo suyo fuera un amor lleno de obstaculos. Les separan once anos, ella es la hija menor de edad del General de la base donde viven y el un Capitan de la Fuerza Aerea incapaz de saltarse las reglas por mucho que su corazon sufra con sus decisiones. Pero a veces amar es suficiente y ella lucho con todas sus fuerzas por demostrarlo.
    Hasta esa manana.
    Zack esta roto, no se puede creer ese final ni esta dispuesto a aceptarlo. Entra en su casa con la firme determinacion de vengarse, no descansara hasta encontrarle porque sin Julia su vida esta acabada. Su historia no puede acabar asi despues de todos los obstaculos a los que se han enfrentado para estar juntos.
    Escucha un sonido en la cocina. Esta tan desesperado por verla acurrucada en su sofa con su enorme sonrisa… ?Acaso su mente le traiciona?

  • Tu piel en mi piel de Karina Reisberger

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    Nadie queda libre del poder del subconsciente… incluso cuando el objeto de tus fantasias es tu jefe.

  • Mama no me deja contarlo de Cathy Glass

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    Cuando Reece, un nino de siete anos, llega a casa de Cathy en regimen de acogida, ya ha pasado por otras cuatro familias. Ha sido expulsado de varios colegios por su comportamiento agresivo y alborotador.

  • Dibujos en la pared de Mayte Aranda

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    La rutina de Elena se ve interrumpida cuando aparece en su vida un misterioso desconocido que parece seguirla a todas partes, justo cuando creia haber dejado atras su siniestro y tormentoso pasado.
    Un cambio repentino en el comportamiento de su pequena hija, un enigmatico libro en blanco capaz de decidir por si mismo y el descubrimiento de un primer amor, convertiran su vida en un laberinto de emociones, temores y sentimientos hasta ahora totalmente desconocidos para ella.
    ?Que clase de libro es aquel que siempre regresa junto a su legitima duena?
    ?Por que solo la nina puede abrirlo?
    ?Quien es ese extrano que la observa desde la distancia?
    ?Por que aquel misterioso surrealismo envolviendo su sombria y certera realidad?
    La insolita e inexplicable historia de Elena te envolvera desde el principio por su sencillez y proximidad, sorprendiendote hasta el final con pinceladas de suspense y magia.

  • No mientas, Gregg Hurwitz de Gregg Andrew Hurwitz

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    Daniel Brasher siempre ha supuesto una cierta desilusion para su madre, una adinerada y aristocratica dama de San Francisco. Daniel renuncio a su empleo de administrador de fondos para casarse con su mujer, organizadora comunitaria, y realizar una tarea que le agrada: dirigir sesiones de terapia de grupo con ex convictos. Ahora esta preparado para dar un paso mas y abrir su propia consulta.

  • El despertar de las gargolas de Lorena A. Falcon

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    Una fantasia oscura sobre el poder y la rebelion de una mujer.

    ?Acaso el poder no es para usarlo?

    Tura siempre quiso una vida mejor y ahora lo tiene todo al alcance de la mano: magia, poder y su independencia. El reino la necesita para sobrevivir, ella ya no necesita a nadie, ?o si? ?Acaso tiene la fuerza para luchar contra los hombres que quieren controlarla, los enemigos que acechan tras los muros y su propio deseo? Pronto se encuentra a punto de perderlo todo y con el enemigo atravesando las murallas.

  • Juegos prohibidos 3, Emma M. Green de Emma M. Green

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