• el legado de los cohen - M. Gema Marin

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  • El Legado de los Cohen: Intriga, misterio y suspense en ...

    https://www.amazon.es/El-Legado-los-Cohen-CORREGIDA-ebook/dp/B07B5SZKT3

    'El legado de los Cohen' es un libro de intriga, un libro en el que nos embarcaremos en una aventura para conocer el pasado de Cáceres, para descubrir qué ...

  • El Legado de los Cohen: Suspense, intriga y misterio en el ...

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    'El legado de los Cohen' es un libro de intriga, un libro en el que nos embarcaremos en una aventura para conocer el pasado de Cáceres, para descubrir qué hay ...

  • El Legado de los Cohen, Cáceres, opiniones y reseñas

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    «El legado de los Cohen» es una apasionante historia que muestra esta ciudad tan bella y tan misteriosa en la que sus habitantes, siglos después de la ...

  • 'El legado de los Cohen', el libro que convierte a Cáceres en ...

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    30 abr 2018 — Ayer pasó por la caseta de autores de la Feria del Libro Gema Marín Perozo, autora de 'El legado de los Cohen', una historia que tiene la ...

  • Reseña de El Legado de los Cohen - Jardines de papel

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    12 may 2018 — El legado de los Cohen es un libro que os recomiendo si os gustan las novelas que hablen de historias y leyendas donde el poder y los ...

  • El Legado de los Cohen: Intriga, misterio y suspense en la ...

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    El Legado de los Cohen book. Read 11 reviews from the world's largest community for readers. En el siglo XII, los salvajes y bárbaros musulmanes que está...

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    El Legado de los Cohen: Intriga, misterio y suspense en Cáceres, ciudad de leyenda. ... Grupo: Compra de libro digital. Edición: 2. Páginas: 352.

  • El legado de los Cohen de M. Gema Marín - Alquiblaweb

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    19 abr 2018 — Estoy segura que cada vez que hayas entrado en un libro te habrás identificado con alguno de sus personajes. El primer personaje que nos ...

  • EL LEGADO DE LOS COHEN – M.GEMA MARÍN - ForoLibro

    https://forolibro.com/2018/04/22/el-legado-de-los-cohen-m-gema-marin-autopublicacion-2018/

    22 abr 2018 — Cáceres y quienes la conocen se merecen entrar a portagoyola en las páginas de este libro. El Legado de los Cohen es, en definitiva, ...

  • El Legado de los Cohen - M.Gema Marin - Debeleer.com

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    PDF • Descargar Libros Gratis ... El Legado de los Cohen – M.Gema Marin ... —El legado de nuestra orden debe conservarse por el resto de los tiempos, ...

  • Solo quedo nuestra historia [LGBT] de Adam Silvera

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    Cuando Theo, el primer amor y exnovio de Griffin, muere ahogado en un accidente, su universo estalla. A pesar de que Theo se habia mudado a California para asistir a la universidad y habia comenzado a salir con Jackson, Griffin nunca dudo de que Theo regresaria con el cuando fuera el momento indicado. Pero ahora, el futuro, todo lo que tenia pensando para su vida, se esta derrumbando.
    Para empeorar las cosas, la unica persona que de verdad comprende el dolor de su perdida es Jackson. Pero sin importar cuanto se sinceren el uno con el otro, Griffin continua hundiendose en su dolor. Comienza a perderse en sus obsesiones y elecciones destructivas, mientras todos esos secretos que tiene tan bien guardados podrian destruir su vida para siempre.
    Si Griffin quiere reconstruir su futuro, primero debera enfrentarse a su pasado, a cada pieza desgarradora del rompecabezas de su vida.

  • Mi pequena de Luis Barrena Ugaz

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    Jean es un joven universitario, comun como cualquier otro. Trata de disfrutar cosas tan sutiles del mundo como un amanecer o un anochecer solitario, pero todo se ve perturbado cuando conoce a Sofia, una chica menor que el. En el trayecto de la historia el va aprendiendo que el amor es una eleccion que el decide vivir y experimentar; tambien aprende las diferencias del sexo con un cuerpo que amas y uno que solo sirve para saciar las ganas.

  • Te deseo de Katee Robert

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    Roman Bassani haria cualquier cosa por cerrar un trato. Incluso perseguir a Allie Landers al Caribe para hacerle una oferta por su empresa. Se esperaba un reto, no una atraccion inmediata e irresistible. Despues de una aventura de una noche, acordaron dejar al margen los negocios… por el momento. La isla los incitaba a que fuesen unas torridas vacaciones sexuales, pero ?que pasaria con los intereses de cada uno cuando volvieran del paraiso?

  • Relatos ‘Segundas Oportunidades, Becca Berger de Becca Berger

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    Una segunda oportunidad para amar… para volver a sentirte completa. Superar cada obstaculo vale la pena si al final, puedes compartir tu vida con tu otra mitad.

  • La trayectoria de los aviones en el aire de Constanza Ternicier

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    El principio de incertidumbre envuelve el colaps fisico de la estudiante chilena Amaya Tripe, becada por su gobierno en Barcelona y de fin de semana en Londres. “A pesar de que estabas en una ciudad mas bien grisacea, la luz del sol estaba enceguecedoramente brillante. Entreabriste los ojos y, pese a la dificultad, te diste vuelta hacia el otro lado. Ahi estaban las ultimas personas con quienes creias que te ibas a encotrar: padre y madre.” La cama del hospital es el origen de un viaje que se dispara en amores, la trayectoria de los aviones al otro lado de la ventana y, sobre todo, las causas del colapso. Los ojos azules de los medicos londinenses le provocan un ardor irrefrenable, y ese ardor, cada vez que lo siente, es una sacudida en la memoria y a sus esperanzas de libertad adulta.

  • Camila. Creando Ilusiones. Bilogia Completa. de Sara M. James

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    Me ganaba la vida como podia, vendiendo telas en un mercado y nunca habia ansiado otra vida, hasta que Rodrigo aparecio y todo mi mundo cambio.
    Yo, al contrario de lo que el pensaba, no era la mujer adinerada que creia conocer. Y cuando mi mundo se desmorono por completo, el amor parecia no ser suficiente.
    Cuando el corazon manda, las locuras toman las riendas de la razon. Pero las verdades siempre acaban saliendo a la luz y tenemos que pagar las consecuencias. No obstante, siempre hay que luchar. Hasta el final. Tal vez, entonces, puede que lo que comenzo como una locura, se convierta en realidad.

  • Susurros en la bruma de Lizzy Bronte

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    Ava Monroe tiene un don, el de ayudar almas atrapadas. Su vida nomade y excentrica le brinda todo lo que necesita, libertad y ausencia de lazos afectivos. No desea echar raices, conoce mejor que nadie el dolor de la perdida.
    Una voz susurrante, un pedido de auxilio en medio de la noche la llevan a las tierras de Durstfall.
    Entre las sombras de la olvidada mansion habitan Luke Skyller y su sobrina Rose. Ambos viven una existencia de exilio; en el caso de la nina, por sus sentidos perdidos, en el caso del conde, por su afan de no volver a sentir. Sortear esos muros emocionales sera un desafio para Ava Monroe, uno que pondra en peligro su tan bien resguardado corazon.
    ?Podra Ava sacarlos de su encierro, o sera ella la que caiga en la trampa de los brazos de Luke?

  • Maria en las Highlands (Julia y amigas 4) de Kate Dawson

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    Que harias si alguien te dijese que vas a viajar al pasado? ?Que no hay nada que puedas hacer para impedirlo?

  • Faster de Eduardo Berti

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    Buenos Aires, finales de los setenta. Dos adolescentes apasionados por los Beatles viajan a las afueras de la ciudad, rumbo a un concesionario de la Mercedes. Buscan, al gran mito de la Formula 1: Juan Manuel Fangio. Ese dia cambiara por siempre sus vidas. Desenfadada cronica personal, autobiografia fragmentaria, <> es un compendio de breves episodios en los que Fangio y los Beatles actuan como detonadores y el <> se coloca en el centro de la diana. Siguiendo la estela de Perec, Berti se entrega a un minucioso ejercicio de memoria que lo lleva a hablar sobre la velocidad de las carreras y de la vida, sobre la amistad y la idolatria, desplegando una red de recuerdos, falsamente desordenados, para forjar un relato lleno de frescura sobre el paso de la ninez a la vida adulta.

  • Cuando no esperaba tu amor de Anna S. Segura

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    !Tienes un flechazo! ?Lo aceptas?Todo empezo como un reto en aquella web de contactos, como un juego que podia resultar divertido, pero pronto Aaron descubrio que el destino habia puesto a Noelia en su camino por algo.Ella parecia una chica diferente, especial. Lo intuyo en esa mirada que lo cautivo desde el primer momento.Pero Aaron no estaba preparado para el amor. Su corazon aun guardaba las cicatrices y el dolor del desengano.Cuando Noelia lo invita a pasar unos dias en Estocolmo le suena a locura, pero Aaron se lanza a la mayor aventura de su vida.Sin mucho que perder y poco por ganar se adentrara en un pais desconocido para encontrarse con la supuesta mujer de su vida.?Sera tan real como dice? ?Escondera algo Noelia?El amor esta mas cerca de ellos de lo que imaginan, pero tambien las mentiras y la desconfianza.El tiempo jugara en su contra. Tan solo tienen que abrir los ojos y dejarse llevar por sus sentimientos.?Aceptaran ese reto?Amor, pasion, y locura en una romantica historia que te conquistara el corazon.

  • Cuando la sociedad es el tirano de Javier Marias

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    Cuando la sociedad es el tirano reune los noventa y seis articulos publicados por Javier Marias en el suplemento dominical El Pais Semanal entre el 5 de febrero de 2017 y el 27 de enero de 2019.

  • Cuentos de hadas de Angela Carter de Angela Carter

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    Hubo un tiempo no muy lejano en que los cuentos de hadas no estaban destinados a los ninos. Los relatos incluidos en este mitico volumen, recogidos por Angela Carter para la editorial Virago, donde durante anos han sido uno de sus longsellers, tampoco son para ninos. En ellos encontramos sangre, humor, sexo y muerte. No hay princesas nonas ni hadas maravillosas, sino jovenes astutas, ancianas taimadas, chicas malas, hechiceras, parteras vengativas, mozas ladronas, novias rastreras, madres, hijas y hermanas raras. Solo una escritora tan radical como Angela Carter podria haber sido capaz de recopilar esta antologia de relatos, todos protagonizados por mujeres, una celebracion del universo femenino a traves de los tiempos, ilustrado con los grabados originales de la edicion inglesa. Por fin en castellano la mitica coleccion de cuentos maravillosos que Angela Carter recopilo para Virago Press y que se convirtio en un autentico longseller.

  • La venganza de un hombre paciente de Alfonso Tello

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    En un pequeno pueblo andaluz, que sobrevive a los anos de carestia y miedo de la posguerra, aparece un cadaver en mitad de la plaza. La investigacion apunta a asuntos de contrabando, pero nada esta claro en un lugar donde todo el mundo guarda secretos

  • Fierro de Francisco Narla

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    Lo llamaban Fierro. Y era mentira. La verdad era su pasado y el pasado, una condena que preferia olvidar. No tenia nada, ni siquiera futuro. Por eso vivia en la frontera, un pedazo incierto de tierra olvidado por todos, un lugar maldito donde moros y cristianos sembraban muerte a su antojo. Su unico consuelo eran las colmenas. A ella, perdida en aquel amargo pasado, siempre le gusto la miel.

  • La herida del tiempo de Agustin Garcia Simon

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    <>.El trazo que marca la vida de Heliodoro Garcia Vallejo, en el territorio de la memoria de Hontanalta, es una linea de sombra en el natural contraste de su luz esplendida y la cruda realidad de la Castilla del siglo XX, desde sus primeros compases hasta el desarrollismo de los anos sesenta, y el definitivo periclitar de la sociedad rural en los setenta. Detras del trampantojo secular de una vida rustica, estancada en las miasmas de la decadencia, surgen las pasiones descarnadas de unos seres ahormados por la inercia y la necesidad. Solo el tajo de la guerra sacudira con su impacto rotundo las ondas de esta balsa cenagosa, en que sus moradores, lejos de encontrar nuevos caminos, mimetizaran su existencia, adaptandola penosamente a un tiempo oscuro e interminable. No solo por su retrato psicologico y la ajustada descripcion de su contexto, sino por la belleza de su narracion y la riqueza excepcional de la lengua castellana, que aqui alcanza un nuevo esplendor, La herida del tiempo es una novela extraordinaria en el panorama reciente de la literatura en espanol.

  • Diez rupias de Saadat Hasan Manto

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    Diez rupias. Historias de la India recoge dieciocho relatos del mas importante escritor de la India moderna, como reconoce Salman Rushdie. Manto, que fue capaz de observar con imparcialidad el mundo convulso y violento que le rodeaba, y que se mantuvo al margen de corrientes y juicios morales, continua invitandonos a desenmascarar la hipocresia y a contemplar la vida en su totalidad y cara a cara, sin mascaras ni adornos. En estos relatos nos encontramos temas diversos: muchos de ellos son de denuncia social, en otros la politica, la independencia de Reino Unido o los conflictos religiosos son el tema centra. Los relatos de Saadat Hasan Manto, ademas de excelentes piezas literarias, son una cronica de los sucesos mas dolorosos de la historia india de la primera mitad del siglo xx.

  • Teoria y practica de Francisco Bitar

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    La pareja de Elisa y Reno tiene los dias contados: mientras se esfuerzan por seguir juntos, crece la fuerza que los conduce a la separacion. Dos adolescentes suenan con hacer un viaje en auto, pero al terminar el colegio todo lo solido se desvanece. Un hombre recorre la casa que habito veinte anos atras y se lo relata en vivo a su exmujer. Tomas acaba de ser padre, Erica esta divorciada, y la atraccion que sienten entre ellos parece salvarlos del fin del mundo.
    Escritos con un estilo propio y despojado, los relatos de Francisco Bitar son directos y emocionales y tienen el poder de transitar por lugares profundos, a veces desoladores. Sus personajes, treintaneros a los que les cuesta madurar, pierden el equilibrio de sus vidas y lo restablecen con lo que encuentran a mano.
    En Teoria y practica, Bitar expresa con tono poetico conflictos que erosionan la individualidad, el amor, la amistad y la vida cotidiana. Los derroteros de una generacion pero tambien el tiempo erratico de la autonomia estan narrados desde el corazon de los hechos.

  • El hielo de mis venas de Mike Lightwood

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    Vivir con culpa no es tarea facil, y eso es algo que Dario sabe muy bien. Despues de todo, el que solia ser su mejor amigo vive un autentico infierno tras confesarle lo que sentia por el, y lo peor es que Dario no puede hacer nada para arreglar la situacion. Atormentado por unas oscuras pesadillas, Dario se enfrenta cada dia a su peor enemigo: el mismo. El problema es que es demasiado dificil aceptar lo que siente, sobre todo cuando hacerlo significaria que tal vez no sea la persona que siempre ha creido ser. El hielo de sus venas se extiende cada vez mas, y dependera solo de el conseguir que se derrita o dejar que se extienda hasta congelarlo por completo.

  • El banquete celestial de Donald Ray Pollock

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    La nueva novela del norteamericano Donald Ray Pollock es un western que se mueve en el territorio de McCarthy, Faulkner y O’Connor, y que mezcla la satira con saludables dosis de violencia cinematografica al mas puro estilo de Peckinpah, Tarantino o los Coen.

  • La pieza que no encaja, Sara Flamenco de Sara Flamenco

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  • Menuda tropa de Joaquin Luna

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    Joaquin Luna ha estado en la guerra de Irak y Kuwait, pero tambien en el cortejo funebre de Paquirri en Sevilla. Ha cubierto cuatro Juegos Olimpicos y tres Mundiales de futbol, asi como el debut copero de Messi en el Barca en el campo de la Gramenet. Informo de la matanza de Tiananmen en 1989 y de los atentados del 11-S en Nueva York, de tres elecciones presidenciales estadounidenses y de dos francesas, y fue protagonista de noches memorables en Paris, Hong Kong y Washington, cuando lo de ser corresponsal era otra cosa.

  • 23 de octubre de R. Freire

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    Laura es feliz: es joven y hermosa, esta a punto de firmar su primer contrato para una importante campana publicitaria y la vida le sonrie. Sin embargo, todo cambia en unos segundos. Un inesperado y absurdo accidente la aleja de todo aquello por lo que habia luchado y hace que descubra recodos dentro de si misma que jamas habia sospechado que existieran. Ahora tendra que empezar de cero, porque el mundo ha resultado ser un lugar mucho mas complicado de lo que ella pensaba.
    "Me siento como si tuviera que hacer borron y cuenta nueva, como si todo lo conseguido durante mis primeros veintidos anos de vida no sirviera para nada y tuviera que aprender a vivir de nuevo."
    "No puedo pasar por alto el hecho innegable de que, desde que llegue aqui, Javier ha desaparecido por completo de mis pensamientos y, en su lugar, se ha instalado una chica ni muy guapa ni muy fea que tiene un gusto horrible para vestir y que lleva unas enormes gafas de pasta."
    "Tengo que llegar al fondo porque no soporto ser un segundo plato, y no lo soporto porque quiza, solo quiza, una parte de mi empieza a preguntarse si esta aventura podria llegar a ser algo mas profundo de lo que me gustaria admitir."
    "Nuestro primer beso es suave y furtivo, apenas ha durado dos segundos. Separandose, mi amiga me mira atentamente. Nuestros ojos se cruzan, dan permiso, invitan a investigar mas este dulce caramelo que apenas hemos saboreado."
    "Es como si Sandra tuviera la llave, la clave secreta que da acceso directo a mi interior. Sin que pueda comprender lo que sucede, de pronto la noto en todas partes a la vez, en mi boca, en mi sexo... en mi mente."
    "Aqui, en este apartado lugar del mundo, no existen mis cicatrices ni el 23 de octubre. Aqui no puede pasarnos nada malo."

  • El Muro (Todo Saldra Bien 6) de Pintina Cuneo

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    Silvana intentaba conciliar un sueno que tardaba en aparecer, uno imposible desde hacia dias. Unicamente pretendia dar una cabezada, una siesta, aunque fuese corta, seria de gran ayuda, ya que llevaba varias noches durmiendo mal, noches eternas en las que no dejaba de dar vueltas en la cama. Horas interminables de pensar. De pensar en mil cosas de manera continua. La primera semana de cuarentena habia pasado ya, y lo habia hecho con la sensacion de no acabar de creer lo que estaba sucediendo. Pero debia enfrentarse a los proximos siete dias de aislamiento y los pronosticos no eran nada halaguenos. Cada vez que escuchaba que las semanas podian alargarse la noticia le provocaba una terrible desazon anadida a su ya alterado estado de nervios. Y su vecino de patio no estaba ayudando demasiado. Agotada de escuchar aquel golpeteo infernal, se deshizo de la manta del sofa con un gesto brusco y se levanto de un salto. Aquel hombre del bajo de al lado llevaba dando pelotazos contra el muro divisorio casi una hora, estaba desquiciada ya. Su paciencia habia llegado al limite. Con gran estrepito, abrio la puerta corredera que comunicaba la cocina con el patio y proyectando la voz hacia la tapia se encaro con aquel extrano con el que le habia tocado convivir. --!Eh! !!El de la pelota!! Sabia que era un hombre a quien se estaba dirigiendo, esa presencia incomoda que compartia casa con otros dos chicos mas, al menos asi lo creia, porque en ocasiones, demasiadas para su gusto, las voces en la casa de al lado se multiplicaban hasta el infinito. Si, tenia unos vecinos muy sociables, unos escandalosos chicos que hacian mas vida en el patio que en el interior de su vivienda. No podia ponerle cara a ninguno de ellos, puesto que rara vez coincidia con alguno de los inquilinos de su edificio. Por horario de trabajo, porque no era muy dada a entablar conversaciones superficiales con la gente o porque la mayoria de veces que salia de casa, si escuchaba que alguien utilizaba el ascensor, esperaba unos segundos tras su puerta hasta que le llegaba el sonido del portal al cerrarse, evitando asi un encuentro con cualquier vecino. En otras ocasiones, y al regresar a casa, habia detenido sus pasos antes de llegar al edificio. No entraba en este hasta que el portal se quedaba completamente vacio. No, Silvana no era muy sociable y tampoco creia que fuese algo imprescindible, no al menos con los vecinos. Por lo que desconocia por completo la cara del rey del tenis al que le estaba dando alaridos en ese instante. El incansable pom, pom, pom, siguio retumbando en su cerebro. Silvana, separandose de la puerta de la cocina, se acerco mas y grito de nuevo, con el mismo exito que la primera vez. Entonces se alejo unos pasos del muro y haciendo bocina con ambas manos grito con todas sus fuerzas: --!Para! !!!Para con la pelota, por Dios!!! Silencio. Los ojos de Silvana se abrieron de manera sorpresiva. No podia creer que el ruido hubiese cesado. Entonces respiro aliviada, aunque, a decir verdad, que no se escuchase nada tan solo sirvio para que fuese mas perceptible el dolor pulsante en sus sienes y sabia que este se debia unicamente al incordio al que el vecino la estaba sometiendo. --Creo que el partido hace tiempo que lo perdiste, ?por que no dejas ya de dar pelotazos y te vas a leer un rato? --Perdona, ?me estas hablando a mi? --pregunto una voz desde el otro lado. --?Acaso hay alguien mas en todo el edificio reventando pelotas contra mi muro? --Tambien es mi muro, ademas, son las cinco de la tarde, no la una de la madrugada --se defendio el. --?Quieres que te recuerde lo que haceis tus amigos y tu a la una, a las dos, a las tres y a las seis de la madrugada? --Silvana, con los brazos en jarras le hablaba a aquella pared como si pudiera tener ante ella a la persona a la que estaba recriminando. --?A las cuatro y a las cinco no sabes lo que hacemos? Silvana fruncio el ceno extranada, no entendia la pregunta. --?Que dices? --Como no has nombrado esas horas y de las tres de la madrugada te has pasado a las seis, pues no se, por eso te pregunto. --!Vaya! Eres gracioso, ?eh? Molesto y gracioso, lastima que esten los teatros cerrados y no puedas acudir a hacer tu monologo semanal. Espero la replica, sabia que no tardaria en llegar. --Tu eres <>, ?no? --?Que me has llamado? --Pues eso, la tacones, la que se pasa el dia como si desfilase por las pasarelas de Roma, Milan y Paris en sesion continua. ?Se te ha ocurrido alguna vez quitarte los zapatos cuando vuelves a casa? --No vives en el piso de abajo, no se por que te molesta, en cambio no sabes lo irritante que es escuchar vuestras risotadas cada vez que montais un botellon aqui afuera, como si fueseis monicacos de quince anos. Sin hablar, claro esta, de esas ninatas salidas a las que invitais de vez en cuando para que vosotros parezcais mas burros de lo que habitualmente ya sois. Escucho murmurar, pero sin llegar a entender nada. De repente sono un gran pelotazo. --Uno: tengo tus tacones clavados en el cerebro, no sabes como retumban, como me taladra el cerebro ese tac, tac, tac. ?De que crees que estan hechas las paredes? ?De hormigon y acero? Otro pelotazo se escucho con mas intensidad. --Dos: mis companeros y yo nunca hemos molestado entre semana y hasta donde yo se ningun vecino se ha quejado. Ya iba a replicarle a eso cuando un tercer pelotazo sono como si quisiera reventar el muro. --Tres: !!vecina cotilla!! Si tanto te gusta escuchar conversaciones, no lo hagas tras la tapia, ven un dia y asi compruebas lo burro que me puedo llegar a poner. --!?Cotilla?! Pero si vuestras tontadas se escuchan hasta en Saturno y sin necesidad de satelite. Ya daba por zanjada la discusion cuando un nuevo pelotazo se estrello dandole un susto tremendo. --Cuatro: me aburro, !no sabes cuanto! --La pelota volvia a golpear en el muro--. Cinco: hay que hacer deporte, aunque estemos de cuarentena. --Nuevo pelotazo--. Seis: soy el mismisimo Nadal en la final de Roland Garros... Silvana no se quedo a escuchar el predecible <>, entro a la carrera en la cocina y agarrando la jarra del agua que descansaba sobre la encimera, la lleno a rebosar hasta arriba del todo y salio de nuevo. Aquel hombre continuaba dando pelotazos y contando, y con cada numero soltaba una sandez igual o peor que la anterior. Entrecerro los ojos, queria adivinar por el sonido de su voz a cuanta distancia estaria de la separacion; pasados unos segundos de duda lanzo con todas sus fuerzas el agua por encima de su cabeza. El sonido ceso al instante para escucharse una retahila de improperios. --Once --anuncio Silvana--, tras un largo partido es conveniente darse una ducha. --Me has calado las zapatillas al completo, ?lo sabes? --Vaya, ?solo las zapatillas? Pues que lastima. Los improperios continuaron sonando unos minutos mas, pero ella prefirio ignorarlos. Se encamino hasta el salon y busco con el mando algo que ver en television. Al cabo de un intenso repaso, del canal uno hasta el ciento y pico, el sonido del timbre la sobresalto. El corazon se acelero en su pecho. Cuando los timbrazos dieron paso a los golpes, Silvana apago el televisor, repitiendose, convencida, que no pensaba abrir, puesto que intuia quien estaba tras la puerta. --!!Abre, tacones!! --No se habia equivocado, el era su intuicion. Entonces se asusto, quiza habia ido demasiado lejos en lo de vengarse del tipo aquel. Agobiada, busco sus cascos, escucharia musica en su telefono, <>, penso, acomodandose en el sofa. Silvana, frente a la puerta del frigorifico, repasaba sus provisiones. No eran muy abundantes, la compra quincenal que habia hecho antes del inicio de la cuarentena estaba llegando a las ultimas. A medida que pasaban los dias se sentia mas nerviosa. Unicamente habia salido a la calle para tirar la basura al contenedor situado frente a su edificio, pero aventurarse hasta la tienda le generaba estres y ansiedad solamente de pensarlo. En varias ocasiones se habia arreglado, colgandose el bolso al hombro para permanecer inmovil durante unos eternos minutos con la mano posada en el picaporte sin atreverse a salir. Le entraban sudores de saberse rodeada de gente, de estar frente a la cajera, guardando su compra en bolsas, una compra que la dependienta debia tocar irremediablemente. Se imaginaba que encontraria clientes en los pasillos a los que deberia evitar, que tocaria los productos que otros ya habian tocado antes y que habian devuelto a las estanterias, tendria que coger cesta, una cesta que tocaban todos. El verbo 'tocar' tenia una dimension tan gigantesca que era en lo unico que pensaba si barajaba la opcion de pisar la calle, bloqueandose por completo. Ser asmatica y no disponer de mascarilla no facilitaba las cosas. Quiza deberia recurrir a alguien y pedir ayuda, un vecino tal vez. Entonces, una figura sin rostro vino hasta ella; si, el tenista del muro, raqueta en mano, probablemente estaria mas que dispuesto a hacerle la compra para despues lanzarsela hasta su patio como si de proyectiles se tratase. Agito la cabeza frustrada, harta con aquel encierro que sabia necesario pero que la estaba sobrepasando. Ni siquiera sabia si tenia el humor suficiente para enfrentar la tercera semana de confinamiento. El teletrabajo de las mananas era un gran alivio para no pensar en todo lo que el mundo estaba viviendo. Dias atras habia tomado la resolucion de dejar de ver las noticias, las cifras eran tan desoladoras que acababa llorando. Luego se renia. Las personas que queria estaban bien, tenia un trabajo, uno que iba a conservar cuando todo pasase, un empleo que no habia perdido como por desgracia le estaba ocurriendo a tanta gente. No podia evitarlo y se sentia tremendamente egoista, unicamente tenia que estar en casa, pero habia dias que se le hacia muy cuesta arriba. En los dias de bajon no hacia nada fuera del trabajo: no leia, sus ejercicios de yoga directamente los eliminaba de su rutina, comia cualquier cosa y se le hacia de noche sin quitarse el pijama y hecha un completo desastre. Otros, en cambio, era invadida por el espiritu de la limpieza y entonces ordenaba, clasificaba y quitaba el polvo hasta de lugares donde nunca se habia preocupado en mover los muebles.

  • Honoria y la Obligacion Familiar de Alicia Cameron

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    ?Que sucede cuando se mezcla a dos bellas hermanas y tres posibles enamorados, y se anade una pequena confusion sobre cual hermana es cual? El resultado es esta brillante historia de amor.
    Honoria normalmente es la hermana timida. ?Como pudo terminar en un embrollo tipico de algo que haria la audaz Serena?
    El Sr. Allison, uno de los solteros mas codiciados de la sociedad, llega a la Mansion Fenton para pedirle matrimonio a Honoria, pero ella tiene un pequeno dilema. No se recuerda de la apariencia de su futuro prometido. Agobiada por la timidez, ella casi no pudo verle la cara cuando se conocieron durante su primera temporada en Londres. Pero el hablo con su papa, dispuesto a proponerle matrimonio. Sus hermanos, Serena y Benedict piensan que es muy divertido, pero despues de escuchar una conversacion entre sus padres sobre la situacion financiera de la familia, Honoria se da cuenta que debe casarse con el Sr. Allison. Este entendimiento la deja infeliz y sin poder compartir sus sentimientos.
    Cuando el Sr. Allison llega a la Mansion Fenton, hay otro problema, y este involucra a la hermana de Honoria, Serena. El Sr. Allison no cumple su cometido y deja la casa inesperadamente, pero invita a la familia para que lo vayan a visitar a su casa, Bassington Hall. Su gentileza con toda la familia no le da una excusa legitima a Honoria para rechazar la futura propuesta de matrimonio. El Sr. Scribster, el amigo feo, grosero y sin sentimientos del Sr. Allison ve mas alla de la mascara que Honoria se ha puesto para enfrentar la situacion, y le ofrece una manera de poder expresar su frustracion y disgusto.
    Al mismo tiempo, Benedict tiene su propia aventura, con la ayuda de su tio Wilbert, para salvar a su amiga de la infancia y vecina Genoveva Horton, quien ahora es la triste Lady Sumner. Al desarrollar unas habilidades algo escandalosas, Benedict tiene la esperanza de darle ciertas opciones a la persona que tiene el papel mas limitado de toda la alta sociedad, la esposa infeliz.
    Cuando la vida de Benedict se encuentra en peligro, las vidas de los personajes principales se mezclan y cambian para siempre, hasta el momento en que la marana de mentiras de omision y verdades a medias al fin se resuelve.

  • Sera mejor que no lo cuentes de Paula Benas

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    Los informativos de todos los paises del mundo abrieron con la misma noticia. Una mujer, desconocida para el publico en general, mostrando dos fotografias a la camara, habia realizado el siguiente llamamiento:

  • Soy sospechosa de Monica Benitez

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    Alba, aproximadamente seis semanas antes. --Aprovecha Alba, que esta semana te quedas sin follar--solto Lola sin compasion en cuanto cruzo la puerta. Arquee las cejas y la segui con la mirada mientras se acercaba al balcon. --?Que significa eso de que me quedo sin follar? --pregunte extranada y algo preocupada, por no decir: muy preocupada. --?Recuerdas la semana de vacaciones que me queda? Nuestro querido jefe me obliga a cogermelas ahora, asi que Sergio y yo hemos decido marcharnos unos dias. Eran las siete de la tarde, me acababa de despertar despues de haberme quedado dormida en el sofa mientras leia y todavia estaba algo aturdida. No consegui contestar a mi amiga, todavia estaba procesando lo que acababa de decirme cuando vino hacia mi y me empujo, cai de nuevo al sofa del que acababa de levantarme tras la insistencia de su llamada al timbre. --Te follaria en el balcon, pero hace mucho frio--aseguro en un susurro, mientras su mano se colaba por debajo de mis bragas. Tras unos cuantos orgasmos, Lola y yo nos despedimos con un abrazo y me quede sin mi mejor amiga durante una semana. Capitulo 2, las preguntas. Llevo siete anos trabajando en esta empresa y sin duda lo que me sucedio aquella manana fue lo mas extrano que me habia pasado nunca. Lola y yo siempre nos quejamos de lo aburrido y monotono que es nuestro trabajo, por cierto, Lola es mi mejor amiga, pero tambien mi companera de trabajo, mi vecina y la mujer con la que en varias ocasiones me acuesto. Cuando Lola vuelva de su semana de vacaciones obligatorias porque a la empresa le viene bien, seguro que se queda alucinada con lo que me ha pasado. Trabajamos en un almacen de distribucion logistica, es decir, los choferes recogen cargas en varios destinos, las traen aqui y nosotros nos encargamos de agrupar las mercancias segun su destino para despues cargarla en el camion que las transportara a su destino final. Lola y otros doce trabajadores son los encargados de hacer esas agrupaciones dentro del que nosotros llamamos almacen uno, y yo soy la que lleva la carretilla elevadora y se encarga de descargar y cargar camiones en el almacen dos. Mi amiga siempre dice que prefiere su puesto antes que el mio, que en invierno esta calentita, ya que en mi almacen solo hay sitio para las mercancias, asi que los camiones los cargo en plena calle, que en verano esta fresca, y que ademas puede socializar con el resto de los companeros. Tiene mucha razon, sobre todo en lo del clima, pero por lo demas, yo prefiero el mio. Tanto su almacen como el mio estan juntos, separados tan solo por una pared enorme de hormigon y unidos por una puerta que utilizamos para entrar o sacar las cargas. Conozco a todos mis companeros porque ellos son los que me traen las mercancias una vez estan listas para cargar y porque, ademas, la hora del desayuno es la misma para todos. A mi me parece una ventaja estar en mi puesto porque no tengo que aguantar a nadie, los veo a todos un rato cada dia, pero no lo suficiente como para que se me hagan pesados o llevarme mal con alguien, que seamos sinceros, eso es lo que acaba pasando cuando te pasas ocho horas junto a otras personas, con unas estableces amistad, otras te resultan indiferentes y con otras te llevas mal. No es mi caso, me llevo bien con todo el mundo y ademas cada dia me distraigo con las tonterias de los choferes, que puedo garantizar que son muchas. Creo que es justo decir que no me acaba de disgustar del todo mi trabajo. Como digo, mi amiga y yo siempre hablamos de lo monotono que es trabajar alli, tanto en su puesto como en el mio porque, aunque sean diferentes siempre pasan las mismas cosas; la cagada de uno, el cotilleo de la otra, la carga que se me cae, el jefe que grita por gritar, el chofer que se enfada porque tiene que esperar o los companeros que se acaban liando. En fin, en contextos diferentes siempre es mas de lo mismo, menos hoy, al menos para mi. Empezaba a hacerse de dia y estaba cargando un camion con mi chaqueta reflectante, una braga que me tapaba la boca, la nariz y las orejas, y los guantes de forro polar, aun asi, estaba muerta de frio. --Tan tapada estas irreconocible Alba--se carcajeo el chofer al que iba a cargarle. La verdad es que para ser finales de noviembre estaba haciendo mas frio que otros anos. Entre en el almacen a coger una caja y cuando sali para cargarla en el camion, vi como un coche aparcaba justo al lado de la puerta por la que yo salia, la verdad es que me da mucha rabia que la gente haga eso, se ponen justo ahi porque creen que mientras no obstaculicen la puerta no pasa nada, pero nunca se plantean la posibilidad de que a veces las cargas no son estables y pueden volcar mientras voy en marcha, y si eso pasa al lado de la puerta y hay un coche aparcado, al dueno no creo que le haga gracia que le caiga encima. En fin, observe el coche mientras cargaba el camion, lo cierto es que no me sonaba de nada, asi que pense que seria algun comercial nuevo que venia a venderle algo a mi jefe. Me resulto extrano que dentro hubiera dos ocupantes, eso no era habitual, siempre venia uno solo. De pronto se abrio la puerta del conductor y se bajo una mujer con un aire de superioridad tan elevado como su atractivo y una expresion tan gelida como el frio que sentia en los pies. Tenia el pelo negro y largo recogido en una cola alta perfecta. Iba vestida con unos vaqueros ajustados y una chaqueta tipo plumon del mismo color de su pelo. Nos miramos durante unos instantes, o mas bien nos escaneamos, fue un momento muy extrano porque senti como si aquella mujer me estuviera analizando y en cierto modo yo la analizaba a ella, como si ambas valoraramos el nivel de amenaza que suponia la otra, esta claro que yo no calibre nada bien. Salimos de aquella especie de paralisis visual a la vez y justo cuando iba a decirle que hiciera el favor de quitar el coche de alli, ella me hizo un gesto con la mano pidiendome que me acercara. Fue tan sexy y autoritario a la vez, que obedeci de inmediato y durante los dos segundos que tarde en ponerme cerca de ella con la carretilla, empece a pensar que tal vez era alguien que buscaba alguna empresa, no era la primera vez que la gente se paraba alli para preguntarme donde estaban otras empresas del poligono, pero me equivoque. Me detuve a unos tres metros de ella, como hacia con todo el mundo. Era una distancia suficiente para que pudiera decirme lo que fuera que queria, pero en lugar de eso empezo a caminar en mi direccion con paso rapido, firme y seguro, por un momento pense que iba a subirse a la carretilla conmigo y me senti algo incomoda ante la seguridad que mostraba aquella mujer, entonces se detuvo justo a mi lado izquierdo, y sin apartar sus ojos de un increible color miel de mi, se metio la mano en el bolsillo, saco una especie de cartera y la abrio unos instantes para dejarme ver su placa. Mientras lo hacia me dijo algo, supongo que se identifico como policia o algo asi, pero aquello me pillo tan de sorpresa que no entendi una palabra de lo que me dijo. Ni siquiera sabia si la placa era de verdad o falsa porque casi no me dejo verla, pero mi instinto en aquel momento me decia que tenia ante mi a una agente de la policia vestida de paisano con su companero esperando en el coche, asi que no pensaba pedirle que me la ensenara de nuevo. --Buenos dias, ?puedo hacerle unas preguntas? Sera un momento--aseguro sin retirarse ni un centimetro. Se me hizo muy raro que me tratase de usted, a mis treinta y dos anos ya me habia encontrado con algun crio que me habia hablado asi, pero ella parecia de mi edad o tal vez un poco mas grande, y aunque sabia que eran gajes de su oficio, no dejaba de ser chocante. Deduje que se habia pegado tanto a mi para que los choferes que habia por alli esperando su turno no vieran su placa, ante todo discrecion, ?no? --Buenos dias, no, claro que no. --?Le importa apagar el motor? Por la expresion ferrea de su rostro deduje que mas que una pregunta era una orden. --Perdon--dije tras apagarlo de inmediato. --?Puede bajarse eso? --me pidio senalando la braga que cubria mi cara. ?Pensaba pedirme algo mas? Lo hice de inmediato, pero no me gusto nada su gesto, se comporto como si fuera superior a mi y fuera una obligacion hacerlo, una especie de exigencia para hablar con ella y su inteligencia superior. --?Siempre trabaja aqui fuera, con los camiones? --pregunto mientras observaba a nuestro alrededor. --Si. --Entonces estara habituada a ver los mismos vehiculos aparcados y mas o menos las mismas caras siempre, ?no? --Supongo que si--conteste con indiferencia. --?Ha visto algo diferente en los ultimos dias? ?Algun vehiculo nuevo? ?Alguien que no le resulte familiar? --Pues no sabria decirle, creo que no, aparte de usted--sentencie, ella alzo una ceja y algo que no supe identificar me vibro por dentro. --?Nada ha llamado su atencion? --insistio. --No. --?Sabe si hay alguna nave vacia en este poligono? --Me parece que estan todas ocupadas, pero tampoco sabria decirle con seguridad, al otro lado de ese puente hay dos o tres naves mas, creo, tal vez alguna de esas. --Ya hemos estado alli, no encaja con lo que andamos buscando. ?Y alguna empresa nueva? --Ni idea--conteste con algo de impaciencia. Tal vez el unico encanto de aquella mujer fuese su atractivo, porque se comportaba como un autentico robot, era fria y soberbia, no dejaba de mirarme y tenia la sensacion de que cada vez que le respondia intentaba descubrir si le mentia o no. Era de esas personas que hacen que te sientas tonta a su lado y eso me molestaba mucho, pero joder, era muy guapa y tenia un tono de voz seco, pero a la vez muy calido. Tengo que reconocer que me molestaba su actitud, pero a la vez me intrigaba. --?Cuanto tiempo lleva usted trabajando aqui? --quiso saber. --Unos siete anos. --?Conoce bien a sus companeros? --pregunto soplandose un mechon de flequillo. --Bueno, tanto como bien no--conteste algo aturdida por el efecto que me provocaban ese tipo de gestos--yo estoy aqui fuera siempre, pero mas o menos tengo trato con todos. --?Ha visto algo extrano dentro de su empresa? ?Alguna situacion que le haya parecido diferente a lo habitual? --No que yo sepa. --?Y algun comentario de algun companero? Joder, que pesada, menos mal que era un momento. Me estaba empezando a sentir incomoda, solo me faltaba que llegase mi jefe y al verme hablar con ella se pensase que me estaba escaqueando con una amiga que habia venido a verme. --Oiga, no se muy bien de que habla ni lo que busca, en todas las empresas hay comentarios entre los companeros, pero si quiere saberlos tal vez deberia preguntarle a alguien de dentro, como le digo, yo siempre estoy aqui fuera. Me sorprendio lo tranquila que estaba dada la situacion, supongo que porque sabia que yo no habia hecho nada malo y que fuera lo que fuera lo que estaban buscando no iba conmigo. --No es necesario, ?siempre hace usted el mismo horario? --siguio ignorando mi impaciencia. --Si, de seis a dos. --?No hay actividad en la empresa por la tarde? --Si, se preparan pedidos, pero lo que son las cargas se hacen casi todas por la manana. --Pero tambien se hacen por la tarde--afirmo. --Menos, pero si. --?Conoce a sus companeros de la tarde? Y dale, que reconozco que habia algo en ella ademas de su atractivo evidente que me atrapaba, y que en cualquier otro lugar me hubiese encantado mantener una conversacion con ella, preferiblemente de otra cosa, pero estaba trabajando joder. --A algunos--conteste con desgana. --Muy bien, gracias por su colaboracion, no le robo mas tiempo, que tenga un buen dia. --Igualmente. --Por cierto, el cinturon esta ahi para que usted se lo abroche, no es una decoracion-- dijo senalandolo con un dedo indice fino y largo. Rodeo la carretilla sin mirarme, se subio en el coche y se marcho como si fuera un fantasma. Menuda gilipollas. Me quede un rato mirando la calle por la que se habia marchado y pensando en todas las preguntas que esa mujer me habia hecho y en el poco sentido que tenian para mi. --?En que lio te has metido Alba? --grito burlon el chofer al que habia dejado a medias para atender a la poli. --?Lio? --pregunte sorprendida mientras ponia la carretilla en marcha de nuevo. --Policia secreta, fiiu--silbo otro mientras los demas se reian. --?Habeis visto la placa? --pregunte sorprendida, yo apenas la vi de refilon. --Desde luego todo lo que tienes de guapa lo tienes de ingenua Alba, no hace falta ver la placa, se veia a una legua que esos dos eran de la secreta. ?Que te ha preguntado? --Nada, queria saber si habia visto a un tio muy feo por aqui, yo le he dicho que vosotros me pareceis todos igual de feos y la pobre se ha marchado asustada--bromee encogiendome de hombros. Pase el resto de la manana distraida con los camiones, los choferes y sus gilipolleces, no tuve mucho tiempo de darle vueltas a todo aquello, pero cuando termine mi turno y me sente en el coche para irme a casa, empece a pensar en todas las preguntas de aquella mujer. Primero pense en acudir al despacho de mi jefe al dia siguiente para contarselo, para que tuviera en cuenta que la policia buscaba algo por alli y que me habian hecho muchas preguntas sobre la empresa. La verdad es que el desconocimiento en algunos temas a veces es inquietante, porque de pronto empece a pensar que a lo mejor mi jefe se enfadaba conmigo y me decia que no tenia por que haber contestado a todas esas preguntas, que eso era ilegal o algo asi, pero luego recordaba que aquella policia me habia preguntado si podia responder unas preguntas y yo le habia dicho que si, en fin, estaba hecha un puto lio. Me seguia debatiendo entre contarselo o no a mi jefe, cuando senti una incomoda sensacion al caer en la cuenta de que una manana si que habia visto algo sospechoso en mi empresa, o como poco raro, pero tampoco le habia dado importancia.

  • La biblia de los Caidos. Tomo 1 del Testamento de Sombra de Fernando Trujillo Sanz

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    Sueltaesecrucifijo,anormal--gruno Julio, lanzando un zarpazo alas manos desu companero. Oscar retrocedio para esquivar el golpe mientras aferraba con mas fuerza la cruz de plata que habia robado en una iglesia poco antes de acudiralli. Era grande, pesada y estabarecargadacon profusion de detalles ornamentales. --Nunca he visto a un vampiro --dijo con un levetembloren la voz--. Tener un crucifijo me daconfianza. Julio carraspeo. El sonido reboto entre las paredes curvadas del anden. Eran las tres de la madrugada y la estacion de metro de San Bernardo estaba desierta. --No eres creyente --se burlo--. No te servira de nada. Pero no temas, los vampiros no beben sangre de idiotas. Tengo entendido que les produce diarrea. Secagan patasabajo. Oscar no se dejo provocar ni desvio la atencion de las manos de su companero. Sabia que esperaba una oportunidad para arrebatarle la cruz. Julio podia ser muy molesto cuando se aburria. En el ultimo trabajo que les encargaron, les toco escoltar a una de las chicas del jefe. Tuvieron que esperar en elcoche cerca de cuatro horas mientras la mujer se probaba toda la ropa de un centro comercial. Julio no paro de incordiarlecon cualquier pretexto. Yahora,en aquelsolitario anden, no habia mucho que hacer. Ademas, elsi tenia miedo. No podiaadmitirlo abiertamente porqueeso no ofrecia una buenaimagen en alguien desu profesion. Sesupone que nada puedeasustara unmaton asueldo, y normalmenteeseeraelcaso, pero no esta vez, no cuando setrataba de un... --!Cerrad el pico de una vez! !Los dos! --Gruno Emilio,eljefe. Los dos guardaespaldas obedecieron. Irguieron sus musculosos cuerpos y aguardaron. En eso invertian la mayor parte del tiempo, en esperar. Emilio era un jefe razonable, quizas demasiado para ser el cabecilla de una red de trafico de drogas que introducia toda clase de sustancias ilegales en Madrid. Hablaba mucho. En opinion de Oscar, Emilio sobreestimaba el poder de la palabra y la conversacion, lo cual dejaba poco lugar para la accion intimidatoria, que era la especialidad de los dos guardaespaldas. Como consecuencia, tenian bastante tiempo libre, que Oscar invertia en el gimnasio. Curiosamente, ahora que daba menos palizas a los morosos, estaba mas fuerte que nunca. Que desperdicio. En cambio, con su anterior jefe, lascosaseranmuy diferentes.Allicuando alguien se pasaba delaraya, Oscar seencargaba desenalarleal insensato su error, de unmodo doloroso, por supuesto, porquesi no, secorriaelriesgo de queel pobreinfeliz no aprendieralaleccion. --No creo que venga --dijo Julio--. En cualquiercaso, sea o no un vampiro,es un impuntual. Emilio consulto elreloj. --Esperaremos --dijo eljefe--. Su reputacion es intachable. Eselmejor, nuncafalla, y siemprecumplesu palabra. Sise hacomprometido a venir, vendra. Oscar se pregunto como el jefe sabia tanto del vampiro. No es que figurara en las paginas amarillas, precisamente, aunque en realidad, ningun asesino asueldo lo hacia. Julio se habia ofrecido para hacerel trabajo elmismo, asegurando queentreel yOscar podrian liquidaral objetivo sin problemas. Oscar se puso bastante nervioso cuando se entero delatrevimiento de su estupido companero, que por supuesto no habia contado con su opinion antes deabrir la bocaza. Por fortuna, Emilio era un hombresensato y desestimo la oferta, lesaseguro que yateniaal hombreindicado paraeltrabajo. Oscar suspiro aliviado. Una cosa era proteger al jefe por la calle, intimidar a algun camello que se pasara de la raya, y dar alguna que otra paliza a quien se retrasara en un pago, pero matar a una persona, asesinarla a sangre fria, era algo muy diferente. Hacen falta algo mas que musculos para lograrlo;es necesario talento, inteligencia, y otrascualidades que seguro que Julio no tenia. Tal vezel bocazas de su companero podria liquidar a un delincuente vulgar, en la calle, a solas y sin un plan complejo. Pero se trataba de matar a un juez y de eso solo puede ocuparse un profesional. Oscarconsiguio mantener la compostura cuando Emilio les dijo que iba a contratara un vampiro. No sonrio nifruncio elceno, ni pregunto si habia oido bien. Porelcontrario, se mantuvo serio y espero a queeljefeexplicara que habiasido una broma. Pero no lo era. Oscar habia oido rumores en las calles sobre vampiros, demonios y otras criaturas. Estupideces. La gente dice cualquier cosa cuando esta drogada o para asustar a los demas. Tambien se hablaba de fantasmas, angeles y toda clase de figuras sobrenaturales muy poco originales. Incluso oyo una vez una leyenda sobre un hombre que no tenia alma. Menuda basura. Oscar se estaba cansando de lidiarcon tanta chusma en su trabajo, a veces incluso a pesar del dinero que ganaba. Estaba ahorrando y calculaba que en un par de anos, o tal veztres, podria salir de aquelasqueroso mundo. Sin embargo, su jefesicreiaen esas historias,almenos,en los vampiros. Cuando lesexplico queteniaa un asesino infalible y quesetrataba delreputado Sombra, Oscar no pudo evitar sorprenderse. Aquel nombrelesonaba, estabaseguro de quelo habia oido antes y enmas de una ocasion. Laincertidumbre de no recordar mas datos lellevo arobarelcrucifijo, por siacaso. Julio le dio una patada a una lata abollada, que fue rodando con un molesto chirrido hasta caer en las vias del metro. Dos ratas salieron corriendo entrelos railes. --?No puedesestarte quieto? --lereprendio eljefe. Julio seencogio de hombros. --Alo mejorelruido asustaalos vampiros. Un periodico que descansaba sobre un banco se elevo en elaire y oscilo en un baile lento y pausado. El panelelectronico que mostraba el nombre delaestacion parpadeo. Dela oscura boca deltunelsurgio humo, tal vez niebla. Elairesusurro. --La verdad es que el ruido no nos asusta. --Se giraron. Habia un hombre justo detras de Julio, con una sonrisa turbia en la cara--. Lo cierto es quelos queasustamos somos nosotros. Julio dio un paso atras, sobresaltado. El recien llegado era un hombre bien parecido, de cabello castano, un poco mas largo de lo que dictabala moda, pero queleconferiacierto airerebelde y atractivo. Calzaba unas llamativas deportivas decolor rojo, vaqueros gastados y una camisa de cuadros por fuera del pantalon, formando un conjunto muy informal. Media metro ochenta, mas o menos, y aunque no estaba ni la mitad defuerte quelos fornidos guardaespaldas de Emilio, seadivinabacierto tono muscular y bien proporcionado. --Tu debes deser Sombra --dijo Emilio. --Elmismo --confirmo elasesino--. Mis disculpas porelretraso. Otro asunto reclamaba miatencion. Se movia con aire despreocupado, despacio, pero sin dejar de pasear. AOscar le llamo la atencion que tuviera la piel bronceada, le habia imaginado tan palido como una hoja de papel. A pesar de que fuera un vampiro y un asesino implacable, su aspecto no le impresiono. No aparentaba mas de treinta anos, pocos para un autentico profesional, a menos, claro, que de verdad fuera inmortal. Lo cierto era que contemplarleestaba disipando sus miedos,empezabaacreer que no setrataba de un vampiro. --Tengo un trabajo parati. --Eljefechasqueo los dedos. Oscar saco un sobrecon documentacion y selo tendio a Sombra, pero laatencion del vampiro se habia dirigido a otra parte. --Bonita cruz --dijo. Alargo la mano y acaricio los bordes plateados con el dedo indice--. Es una cruz presbiteriana. Su diseno esta basado en las cruces celtas medievales de Irlanda y Gran Bretana. Representa una doctrina protestante del siglo XVI , una opcion religiosa interesante. --Yo no... --Oscar se quedo momentaneamentesin palabras--.?No te desagrada? --?Ami? --seextrano el vampiro--. Yo tengo tres, de oro. --?Podemoscentrarnosen los negocios? --dijo Emilio. --Desdeluego. --Sombratomo elsobre y extrajo la documentacion. Larepaso conmucharapidez, un par desegundos por pagina--. Un juez... No es una peticion habitual. --?Ya has leido todo elinforme? --pregunto Oscar un tanto asombrado. --Leo muy deprisa --aseguro Sombra. Oscar no le creyo. Estaba claro que era un fanfarron. Sintio el impulso de preguntarle algun dato concreto para desenmascararle, pero supuso que al jefe no le gustaria la idea. El vampiro retomo sus andares tranquilos, deslizandose entre ellos, silencioso, echando algun vistazo esporadico alas paginas delinforme. --?Algun problema? --quiso sabereljefe. --En absoluto --contesto Sombra--. Entiendo queestecaballero hainterferido en tus negocios y quieres librarte deel. --Tu tareaes matar y los motivos no teinteresan--dijo Emilio--. O almenoseso es lo que dicen deti. Eso y que nuncafallas. El vampiro se detuvo. Quedo deespaldasaellos, mirando las vias delmetro. --Puedesestar seguro de que yo no fallo jamas. La preguntaera por simplecuriosidad profesional. Emilio suspiro. --Es un juez muy testarudo. No quiere aceptar un soborno y eso que le he ofrecido una cantidad mas que razonable... Es una de esas personas conmoral, no las soporto. Ha encarcelado a varios miembros de mi organizacion y se ha convertido en una amenaza para mi red de trafico de drogas. Lo quiero muerto. Sieres tan bueno como se dice, puedes fijarel precio queteconvenga. --Ya veo. Es una gran oferta, sin duda --dijo Sombra aunmirando a la oscuridad del tunel--. Claro que asesinar a un juez no sera facil. Provocara unainvestigacion... --?Yeso que mas te da? --leinterrumpio Oscar--. ?No eres un vampiro? --Lo soy--dijo Sombrasin volverse. --Entonces no tendras problemasenmatarle --siguio Oscar--.Ano ser quete hayas inventado esachorrada paracobrar mas pasta y dar miedo alos demas. Sombrase volvio, le miro directamentealos ojos. --?Te doymiedo? Oscar dejo lacruzen elsuelo y saco su pistola. --No. Yno creo queseas un vampiro --dijo mientras leapuntaba directamenteal pecho--. Mas bien eres un fantoche. --?Queestas haciendo? --pregunto Julio. Su forzudo companero retrocedio un paso. --Guardaelarma --le ordeno eljefe. Oscar no obedecio. --?Por que? Sies un vampiro de verdad, la bala no le hara nada.?No esasi? Sombraempezo aandar haciael,con unasonrisaencogidaen los labios. Seacercaba despacio,zigzagueando. --Cierto, una bala no puede detenerme. --?Te has vuelto loco? --pregunto Julio. --No lo hagas --insistio eljefe. El vampiro seacerco mas, siempre mirando directamentea Oscar. --Quieres apretar el gatillo, ?verdad? Lo veo en tus ojos. --Sombra comenzo a caminar en circulos alrededor de Oscar, que mantenia el canon apuntandole en todo momento--. Tienes dudas, deseas dispararme y averiguar si de verdad soy o no un vampiro. Suponias que el crucifijo te protegeria de mi, pero hascomprobado que no y eso te ha puesto nervioso. Sombraacelero un poco el paso, estrechando un poco elcirculo con cada vuelta. Julio y Emilio le pedian a Oscar que bajaraelarma, pero el guardaespaldas no les haciacaso. --!Retrocede! --grito Oscar. Una gota de sudor resbalo por la mejilla. La pistola empezo a temblar en sus manos--. Disparare, te lo advierto. Elasesino aumento la velocidad. --Veo queeres un hombre muy fuerte ymusculoso. Si no soy un vampiro, no deberias necesitaresa pistola parareducirme. Como puedes ver, estoy desarmado. --Sombra sacudio su camisa de cuadros para hacer patente que no ocultaba nada. Siguio girando. Pasaba delante de Julio yEmilio cada vezmas rapido, siempre bajo laamenaza delcanon de Oscar--. Pero no guardas la pistola. Elmiedo te domina. Oscarestiro un poco el brazo. Ahorala pistolaestabaa menos de un palmo del pecho de Sombra. La mano letemblaba. --!Te he dicho queretrocedas! --?Por queibaa hacerlo? La bala no puedeconmigo. Vamos, dispara y compruebalo. No me pasara nada. --!Bajaelarma, imbecil! --grito Julio. --!Dejad de dar vueltas! --ordeno Emilio. Sin detener su movimiento alrededor de Oscar, Sombra separo los brazos y coloco su pecho a un centimetro escaso del canon de la pistola. --Asi, justo en elcorazon --dijo. El guardaespaldas, que continuaba girando al ritmo de Sombra para mantenerle encanonado, empezo a sentirseconfuso ymareado--. Manten el pulso, no tiembles tanto. Mucho mejorasi... Ahora dispara,acabemoscon esto. --!Tu telo has buscado! --Hazlo --dijo Sombra,con suavidad,casien un susurro--. No seascobarde, vencetumiedo. !Dispara! Sombrasonrio ymostro loscolmillos. Seinclino un poco hacia delante. Oscarapreto el gatillo. Un disparo atronador resono en elanden y quedo ahogado por la punzada de un gemido. Elcorazon de Oscar latia descontrolado. Cuando sumano temblorosaseabrio, la pistola humeantereboto contraelsuelo. --?Que has hecho? --grito Emilio. Oscar aun no lo entendia. Hacia un i

  • Un habito sangriento de Eleanor Bourg Nicholson

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    Londres, primeros meses del siglo XX. Cuando John Kemp, un joven y esceptico abogado, conoce en un tren a un fraile dominico de aspecto apacible, no puede imaginar que bajo el habito blanco y negro se esconde un implacable cazador de vampiros. Pronto necesitara de su ayuda: una serie de sanguinarios asesinatos sacude el Londres victoriano y obliga a la improbable pareja a combatir juntos la amenaza de los no muertos.
    Aderezada con una dosis generosa de reflexion teologica y de humor, esta novela de terror se aproxima al abismo del mal sin mojigaterias y con una vision netamente catolica. La trama, en un curioso juego literario, dialoga con el Dracula de Bram Stoker y, siempre desde la admiracion, se atreve a corregir algunos de sus planteamientos..

  • Sucedio en Larkswood de Valerie Mendes

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    Una saga familiar adictiva e inolvidable que desentierra los secretos mas profundos de una mansion inglesa.

  • La pasion de Jeanette Winterson

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  • La posada Jamaica de Daphne Du Maurier

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    Daphne du Maurier explicaba en una nota preliminar a La posada Jamaica (1936) que la posada a la que alude el titulo aun seguia en pie y que la novela era el producto de sus fantasias sobre como habria sido ciento veinte anos antes. Un carruaje que atraviesa los paramos de Cornualles es zarandeado por la tormenta y en el una joven huerfana, Mary Yellan, se dirige al encuentro del unico familiar que le queda, su tia Patience, que junto con su marido regenta una lobrega posada de mala fama… a la cual el cochero apenas se atreve a acercarse. Las tormentas, los paramos desolados, los bandidos y dos mujeres atrapadas en un universo sin ley, saturado de violencia, componen la atmosfera de esta excelente novela, un autentico clasico moderno que mezcla la fascinacion por la oscuridad con una critica vehemente de la brutalidad domestica. Fue llevada al cine por Alfred Hitchcock en 1939.

  • El hombre de Stalingrado de Robert Blake

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    Un vibrante thriller de suspense y misterio que te atrapara desde la primera pagina.
    Durante unas vacaciones en Italia, Sam Carter, un fotografo de Nueva York, se vera envuelto en una serie de inexplicables acontecimientos que lo abocaran a un trepidante thriller repleto de accion, aventuras, espionaje, intriga, romance, suspense y misterio.
    Dejate seducir por este viaje a lo mas profundo del corazon de Europa tras la caida del muro de Berlin donde la pasion y la venganza conviven con un oscuro secreto del pasado.

  • La chica del cumpleanos de Haruki Murakami

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    Una joven camarera cumple veinte anos. Pero no pasa ese dia rodeada de amigos o celebrando su cumpleanos en familia: ella tiene que trabajar. Su jefe, el gerente del restaurante, le pide, ademas, que lleve la cena al dueno del local. Es algo nuevo. Y nunca ha visto al propietario.
    Con ese misterioso encargo se inicia este delicioso relato que transcurre como en un sueno.
    Soberbiamente ilustrado por la artista alemana Kat Menschik, el volumen se cierra con un posfacio de Haruki Murakami, titulado <>, en el que repasa los hitos de su generacion, la que crecio con el rock’and roll y la rebeldia del 68, y explica que significa para el cumplir anos.

  • Espana embrujada de Nekane Flisflisher

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    Maldiciones, misterios, lugares hechizados y leyendas ocultas de nuestro pais.
    Un recorrido por los secretos mas oscuros y mejor guardados de la geografia espanola.

  • Un hogar a tu lado (Creek Canyon 2) de Catherine Bybee

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    Erin siguio con suma atencion la trayectoria del blanco de arcilla, desde el momento en que salio disparado del lanzador y se desplazo surcando el aire, hasta que se rompio en pedazos cuando Parker apreto el gatillo de la escopeta. --Le has dado todas las veces. ?Como lo haces? --Erin estaba impresionada. Ella solo habia conseguido acertar un plato de cada diez, mientras que Parker se habia ganado su apodo, el de <>, a pulso. --Es cuestion de practica. Tu acabas de empezar, date tiempo. Estaban en un rincon escondido del bosque del Angeles National Forest, en un campo de tiro, un lugar dominado por la testosterona en el que de vez en cuando se veia a alguna que otra esposa o novia. Erin y Parker eran las unicas mujeres que no iban acompanadas de un hombre. --Seguimos con el tiro al plato unas cuantas veces mas y luego pasamos a la galeria de tiro con pistola, ?de acuerdo? Los blancos moviles son mas dificiles, pero es que quiero que te acostumbres al retroceso de la escopeta para que puedas controlarla. --Parker le estaba dando lecciones sin avasallarla con la bateria de preguntas que le haria cualquier otra persona. A finales del verano anterior, Erin se habia ido a vivir a la propiedad de Parker, quien estaba desesperada por alquilar la casa de invitados del rancho familiar tras haber sobrevivido a un incendio que por poco destruye todas las posesiones de su familia. Erin estaba igual de ansiosa por instalarse alli y empezar una nueva vida lejos de las carreteras principales y los barrios de cualquier gran ciudad, donde todo el mundo se conocia. En una localidad del tamano de Santa Clarita, en cambio, no llamaria la atencion ni estaria rodeada de los turistas y los empresarios que invadian las grandes ciudades del sur de California. Erin esperaba encontrar soledad y, en vez de eso, lo que encontro fue una amiga fabulosa, una amiga que se dio cuenta de que Erin estaba escondiendose de su ex, pero que no la presiono ni una sola vez para que le contara los detalles de la historia. No, Parker no hurgo en su vida, sino que simplemente le dijo que, cuando estuviera lista para hablar, alli estaria ella para escucharla. Incluso ahora, mientras disparaba a los blancos --errando casi siempre el tiro, en el caso de Erin, que tenia una punteria terrible--, habria tenido toda su logica que Parker le hubiese preguntado por que tenia tantas ganas de aprender a disparar. Sin embargo, no lo habia hecho. Ni una sola vez. Parker le dio el arma a Erin con el canon abierto, preparado para que llenara el cargador. Eso ya sabia como hacerlo. Ahora bien, darle al blanco con ella... eso ya no era tan facil. Aunque, a cualquiera que le hubiese preguntado, le habria dicho que el mero hecho de cargar el arma ya le infundia un valor que ni siquiera sabia que tenia en su interior. Con las gafas de seguridad y los oidos tapados con tapones de color naranja --<>, como los llamaba Parker--, Erin apoyo la culata del arma en el hombro. --?No te olvidas de algo? --le pregunto Parker. Erin se detuvo un segundo, con aire confuso. Luego sonrio y amartillo el arma. El sonido le resulto inquietantemente satisfactorio. Era como decir <> con dos solidos chasquidos. Parker sonrio. --Esta vez quiero que te inclines hacia el arma y que mires fijamente por el canon hasta que sientas que es una extension de tu brazo. Sabes que el plato va a salir disparado hacia la izquierda, asi que no apuntes a la derecha en ningun momento. --Se situo detras de la maquina lanzaplatos--. Cuando tu me digas. Erin respiro profundamente y puso el dedo en el gatillo. --Ya. Parker solto el resorte. Un plato de color naranja salio disparado hacia el cielo. Erin lo vio volar y supo que iba a fallar antes de apretar el gatillo. El estruendo del arma le resono en el oido y le sacudio el hombro, empujandolo hacia atras con un solo movimiento. El plato de arcilla volo intacto hasta alcanzar la parte posterior de la colina y reunirse con todos sus companeros. Solo entonces se hizo pedazos. Parker se acerco a ella por detras. --Traslada el peso de tu cuerpo al pie izquierdo. --Puso una mano en el hombro de Erin y la empujo levemente hacia el arma--. Apoyate en ella. De nuevo en posicion, respiro hondo varias veces mas. <>, se dijo. --!Plato! Fallo el tiro. --!Plato! Fallo el tiro. --!Plato! Le dio... Joder, !le habia dado! Erin se sintio como si acabara de ganar la loteria, y una enorme sonrisa afloro a sus labios. Bajo el arma y choco los cinco con Parker. --?Quieres dejarlo ahora que vas ganando? --pregunto Parker--. ?O quieres seguir disparando un poco mas? Erin bajo la escopeta. --Probemos con algo mas pequeno. Una hora mas tarde iban conduciendo por la larga carretera del canon, orgullosas de su punteria. Parker tenia razon: disparar con pistola era mucho mas facil que hacerlo con la escopeta. Cada tintineo de los blancos metalicos habia sido como un signo de exclamacion. Erin no podia dejar de sonreir. --Ha sido mucho mas divertido de lo que pensaba. Parker mantuvo ambas manos en el volante mientras doblaba las curvas del canon. --Mi padre me llevaba al campo de tiro cada dos por tres. Siempre decia que, como teniamos armas en casa, era imprescindible que aprendiera a disparar. --?Y Mallory y Austin? Mallory y Austin eran, respectivamente, la hermana y el hermano pequeno de Parker, de quienes esta se habia hecho cargo tras el fallecimiento de sus padres, tres anos antes. --Mallory fue un par de veces, pero no le gusto. Aun asi, se defiende bastante bien con las armas. Austin disparaba la pistola del calibre .22 de mi padre cuando era pequeno. Ahora intentamos venir aqui un par de veces al ano para practicar. --?Saliais a cazar alguna vez? Parker nego con la cabeza. --No. Una cosa es pegarle un tiro a una serpiente de cascabel y otra muy distinta dispararle a Bambi. Supongo que si tuviera mucha hambre si podria hacerlo. Mi padre iba de caza con su hermano cuando eran jovenes. Erin lanzo un suspiro. --Yo creo que seria incapaz de dispararle a nada. --Pero informarse sobre el manejo de un arma y saber utilizarla no es algo malo en si: la informacion es poder y todo eso. Para mi, tener algo mas que un bate de beisbol en casa tras la muerte de mis padres fue un consuelo. A veces el mundo es una selva. No hay mas que ver las noticias para darse cuenta de eso. Erin se froto el lado de la mandibula donde todos los dias de su vida utilizaba maquillaje para ocultar una cicatriz. Ella sabia muy bien hasta que punto el mundo estaba lleno de seres salvajes. --?Crees que eso te convierte en una persona paranoica? --?El que me convierte en una persona paranoica? --Tener un arma en casa. --Cargada y lista para dar la bienvenida a cualquiera que se plante en tu casa mientras duermes, armado con su propia arma, para llevarte de vuelta a una vida de malos tratos y sufrimiento... Erin ahuyento la imagen de su cabeza. --Echo siempre el cerrojo de las puertas por si alguien intenta entrar; tengo un extintor por si hay un incendio; tengo un seguro por si se hunde el mundo... ?Significa eso que estoy paranoica? --Eso es un poco distinto. --?De verdad? Estoy hablando de tomar precauciones y tener un seguro. De momento no ha entrado nunca ningun ladron a robar en casa. El extintor no habria servido de nada en un incendio forestal, y el seguro ha sido mi salvacion. Tener un arma de fuego para proteger a mi familia es solo una precaucion. --Parker hizo una pausa--. Y para protegerte a ti tambien, si no me equivoco. Por eso hemos venido hoy aqui. --La observacion de Parker habia dado justo en el clavo. La persona de la que debia protegerse tenia un rostro y un nombre que Erin estaba tratando desesperadamente de enterrar en su pasado. --Y ahora es cuando cambio de tema. Parker se rio. --No esperaba menos. Media hora mas tarde, entraron en la propiedad vallada y pasaron por delante de un equipo de fontaneros que estaba cavando una larga zanja a traves del terreno. Una de las numerosas inundaciones relampago que habian sufrido en el invierno posterior al incendio se habia llevado por delante la tuberia principal de la entrada de agua a la casa. Ahora que el tiempo primaveral por fin estaba dando paso al sol abrasador tipico del sur de California, Parker habia contratado al equipo de operarios para que arreglara las tuberias de forma permanente. Una larga manguera de bomberos que conectaba el suministro de agua de la ciudad con la casa les habia ahorrado tener que trasladarse a vivir a otro sitio mientras esperaban que el tiempo cooperara. Para Erin, los inconvenientes eran minimos; solo habian estado unos pocos dias sin agua corriente. Teniendo en cuenta la magnitud de los danos que habia sufrido la finca, podia darse con un canto en los dientes. Colin, el novio de Parker, las saludo mientras pasaban por delante de los operarios y se dirigian cuesta arriba a la casa principal. Parker sonrio. --?Cuando te va a hacer la gran pregunta? --dijo Erin. --Nos vamos a Cabo San Lucas dentro de dos semanas. Supongo que podria volver de alli con un pedrusco en el dedo... Eso mismo pensaba Erin. Parker y Colin llevaban planeando su viaje a Mexico desde Navidad. Aguas cristalinas, playas de arena blanca... Sonaba paradisiaco. Parker aparco el coche y abrio la puerta. --Voy a guardar mis cosas y luego te ayudo a limpiar las armas, ?vale? --le propuso Erin. --No te preocupes. Pensaba hacerlo esta noche. Quiero estar un rato con los operarios y asegurarme de que no estropean las canerias nuevas. Erin meneo la cabeza con admiracion: Parker era la propietaria mas involucrada personalmente en las reparaciones domesticas que habia conocido en su vida. Colin subio andando la empinada cuesta del camino de entrada y saludo a Parker con un beso. --?Como ha ido? --Le he dado a dos platos con la escopeta. --Erin levanto el puno en el aire. --Pues ya se te da mucho mejor a que a mi --comento Colin. Parker se apoyo en el. --Lo que no te ha dicho Erin es que ha dejado secos a todos los blancos metalicos con la Glock. Erin sonrio al oir los elogios de su amiga. --Yo no diria tanto, pero no me ha ido mal, no. --Es muy modesta --dijo Parker. --Yo no soy la experta, pero tu si. ?Tu la has visto en accion? --le pregunto Erin a Colin. --No con una pistola --bromeo. Las mejillas de Parker se tineron de rojo. Erin nego con la cabeza. --Bueno, y despues de eso, yo creo que me voy corriendo a comprar y a la oficina de correos. ?Necesitais algo del supermercado? --No, gracias. --Parker abrio el maletero del coche y saco la funda de su escopeta. Como Erin no tenia que ayudar a descargar el coche, cruzo el camino de entrada hasta el sendero que llevaba a la casa de invitados. Aunque la propiedad estaba vallada y estaba prohibido el acceso, no cerrar la puerta con llave no era una opcion. Ademas, la semana siguiente iban a instalar el sistema de alarma. Una precaucion mas que Erin iba a anadir a su arsenal de proteccion. La casita de un solo dormitorio era perfecta para ella. El salon y la cocina formaban un solo espacio muy amplio que venia amueblado, algo ideal para Erin, teniendo en cuenta que habia abandonado su vida anterior practicamente con lo puesto: dos maletas de ropa y la tarjeta SD de fotos de un movil. Habia dejado atras todo lo demas. Todo y a todos. Entro en el bano y se lavo la suciedad de la cara y la polvora de las manos. La idea de que sus manos no pasaran el control de seguridad de un aeropuerto la hizo sonreir. Se miro en el espejo y se dio un prolongado repaso en el. --Pasito a pasito --dijo, hablandole al aire. Se quito la goma con que se habia sujetado su espesa melena en una cola y se peino el pelo antes de recogerselo en un mono en lo alto de la cabeza. El rojo se estaba desvaneciendo rapidamente y el rubio natural amenazaba con asomar debajo. Casi no se reconocia a si misma. Pero de eso se trataba, ?no? Un nuevo aspecto, un nombre distinto, un nuevo hogar... Todo nuevo. Se habia cambiado legalmente el nombre, el numero de la seguridad social... Nada era como antes. Oyo sonar el timbre del telefono en la cocina, donde habia dejado su bolso. El sonido la sorprendio. Muy poca gente tenia su numero y hasta el momento los teleoperadores no la habian descubierto todavia. El identificador de llamadas senalaba un numero oculto, asi que, en lugar de contestar, dejo que saltara el buzon de voz. Al cabo de un minuto, pulso el boton de reproduccion para oir el mensaje. Una voz femenina y familiar le puso la piel de gallina. --Soy yo. Tengo noticias. De repente, se le erizo todo el vello del cuerpo y empezo a hiperventilar. Erin se dirigio a la pequena mesa de comedor, retiro una silla y se sento antes de que el mareo la hiciera caer redonda al suelo. Renee contesto al primer timbre. --Hola, Renee. --No sabes cuanto me alegro de oirte. ?Como estas? ?Has probado ya el agua de coco? --Renee, su defensora, su abogada y su salvadora, le formulo su pregunta en clave. --Estoy bien, y si. El agua de coco estaba deliciosa. No habia ninguna agua de coco. Ni zumo de remolacha, ni cualquier otro alimento ecologico que a Renee se le ocurriera mencionar. Daba lo mismo, la respuesta era siempre afirmativa si Erin se sentia lo bastante comoda y segura para hablar sin miedo a que alguien la escuchara. Hasta ahora, no habia necesitado responder con un no. Con un poco de suerte, nunca seria necesario hacerlo. --Por la voz, pareces estar bien. --Estoy un poco mejor cada dia. --?Estas comiendo bien? Erin penso en su dieta y opto por conservar el tono positivo de la conversacion. --Creo que ya me sobran un par de kilos. Renee lanzo un resoplido. --Menuda mentirosa estas hecha... Ambas se echaron a reir. --Estoy bien, de verdad. --Queria decirle que la luz del sol de California estaba obrando maravillas con ella, pero eso no podia decirselo. Renee no sabia donde estaba Erin, ni siquiera sabia el nombre que estaba utilizando en vez del suyo--. Dime cuales son las noticias. Renee suspiro. --No te van a gustar nada. Erin trago saliva. --?Mi hermana y su familia estan bien? --Si, estan bien. Si no lo estuvieran, seria lo primero que te habria dicho. Erin apreto los ojos y sintio la opresion en el pecho, que tan bien conocia, el dolor de los recuerdos de todas las personas a las que habia dejado atras. --Sueltalo. --Todavia no te han concedido el divorcio --le dijo--. Y el cabron ha pedido una nueva vista judicial para impugnar la orden de alejamiento. Erin apoyo la cabeza en la mano. --Esto no va a acabar nunca. Capitulo 2 Matt metio dos lechugas romanas en una bolsa mientras Jessie escogia los tomates. --Tio, metelos en una bolsa y vamonos. --Pero querras que tengan algo de sabor, ?no? --A Jessie le gustaba hacer las cosas bien, mientras que a Matt le gustaba hacer las cosas rapido. --Quiero acabar de hacer la compra antes de que nos llamen y tengamos que salir corriendo --dijo Matt. Los miembros de su unidad se habian separado al entrar en el supermercado. Vestidos con sus uniformes azules, los cuatro llamaban la atencion alla donde iban. En la seccion de alimentacion del super, a ultima hora de la manana, eran el objetivo de un monton de amas de casa sonrientes y de mujeres con ganas de ligar... A veces eran solteras, pero muchas otras veces no. No hay nada que atraiga mas a las mujeres que un hombre vestido de uniforme haciendo la compra. Como los companeros de la brigada de Matt trabajaban en turnos de veinticuatro horas, les tocaba pensar en lo que iban a comer y, por lo tanto, tenian que ir a comprar provisiones. En el parque de bomberos siempre habia algo para preparar el desayuno y el almuerzo, comidas comunitarias a las que contribuian todos y cuyos ingredientes compraban entre todos, pero las cenas dependian de cada unidad de guardia en concreto. Esa noche iban a preparar costillas de cerdo, patatas al horno, ensalada y cualquier otra cosa que se les ocurriera y que pudieran asar a la parrilla. Matt se acerco a las patatas y cogio una bolsa entera, en lugar de seleccionarlas una a una. Miro a Jessie, que era el novato del equipo, y dio unos golpecitos en su reloj. Jessie acelero sus movimientos y deposito los productos en el carro. Al doblar la esquina, vieron que el capitan Arwin --se llamaba Anton, pero nadie se dirigia a el por su nombre de pila-- y Tom, el ingeniero de su unidad, iban cargados de costillas. Iban a hacer muchas y a rezar para que les diera tiempo de comerselas antes de que se enfriasen. El capitan dejo la carne en el carro y Tom anadio un bote grande de salsa barbacoa. --Todavia tenemos sazonador para carne en la estacion, ?verdad? --pregunto. --Si, lo he comprobado antes de salir --le contesto Matt. Cogieron una barra de pan de ajo precocido que podian meter en el horno en el ultimo momento y anadieron leche y galletas antes de dirigirse a la caja registradora. A Matt no se le escapo la sonrisa de una morena de unos veintipocos anos que empujaba un carrito en la fila de al lado. Le devolvio la sonrisa con el piloto automatico antes de apartar la mirada. --No se te puede llevar a ninguna parte, Romeo --se burlo Tom. Matt era el unico soltero de su unidad. Incluso Jessie, que solo tenia veintitres anos, estaba casado y con un hijo en camino. --Creo que Julieta era rubia. Tom se rio y ayudo a colocar la comida en la cinta. --?Como estais hoy, chicos? --La cajera debia de tener mas de sesenta anos, pero incluso ella esbozaba una sonrisa que expresaba algo mas de lo que decia su boca. El capitan sonrio a la dependienta y siguio dandole conversacion mientras apilaban la compra. Cuando Matt le dijo a su familia que queria ser bombero, le dieron mucha cana. Bueno, una cana simpatica, pero cana al fin y al cabo. <>, le habia dicho Grace, la pequena de la familia, para chincharle. <>. <>, habia abundado su padre. Como policia retirado, Emmitt sabia muy bien de lo que hablaba. Y luego estaba Colin, el hermano mayor: <>. Su hermano era mas alto, pero Matt era el que se machacaba en el gimnasio. La verdad es que los dos eran muy atractivos. Sus padres les habian transmitido unos buenos genes, capaces de darles cierta ventaja en la vida. Salieron del supermercado con un suspiro de alivio. Habian conseguido comprar lo que necesitaban sin haber recibido ninguna llamada de emergencia, y el parque de bomberos estaba a solo ocho kilometros de distancia. En la calle, el camion ocupaba el espacio de la zona senalizada de color rojo, un sitio especificamente reservado para ellos alla donde tuvieran que desplazarse. Tom se dirigio al lado del conductor mientras Matt y Jessie metian las bolsas dentro del camion. --?Hola? Matt se volvio y vio a la sonriente morena de la tienda dirigiendose hacia el. --?Si? --Se te ha caido esto ahi atras. --Extendio la mano, deshaciendose en sonrisas, y le entrego un papel del tamano de una tarjeta de visita. --Me parece que no... La chica le aplasto la tarjeta en la mano. --He visto como se te caia del bolsillo trasero de los pantalones cuando te sacabas la cartera. Matt no habia pagado la compra. Miro la tarjeta y vio un nombre y un numero de telefono con el dibujo de una carita sonriente. Jessie dijo algo en voz baja con una risita y se subio al camion de un salto. --Ah, vale... gracias. Ella llego incluso a echarse la melena por encima del hombro con un ademan exagerado. Matt no habia visto a una chica hacer semejante movimiento desde el instituto. --Tened cuidado ahi fuera.

  • Segunda oportunidad (Destinos 2) de Kira Freitas

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    Segunda oportunidad

  • Una ventana frente al mar de Vanessa Freiria

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    En su perfectamente estructurada vida como abogada de exito, Alicia no cuenta con el cambio que sufrira al conocer “accidentalmente” a Marco. El pondra su mundo patas arriba y la hara dudar de que lo que ella consideraba perfecto, como su matrimonio, tal vez no lo sea.
    Una novela de agil lectura y ritmo trepidante que no te dejara indiferente.

  • El jardin de los ciervos de Patricio Sturlese

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    Una novela de aventuras e intrigas por el autor de la superventas El inquisidor.

  • Lady Smartphone (Tecleame te quiero 3) de Isabel Jenner

    https://gigalibros.com/lady-smartphone-tecleame-te-quiero-3.html

    Llega la tercera entrega de la serie <>.

  • La casa veneciana, Mary Nickson de Mary Nickson

    https://gigalibros.com/la-casa-veneciana-mary-nickson.html

  • Vendida como Mercancia de Brenna Day

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    Esperaba a su principe azul
    Pero su padre la vendio como una vil mercancia...
    al hombre mas sexy y peligroso de todos

  • Tu y yo nunca fuimos nosotros de Selam Wearing

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    Selam Wearing se revela con su primer poemario como uno de los grandes talentos literarios de su generacion. Su poetica esta llena de ternura, sensualidad, humor, imagenes muy certeras y comunicativas que rozan la anecdota y que hacen evidente la influencia de la poesia de la experiencia, el realismo sucio o el neorrealismo en su imaginario.

  • Chicas De Tormentas Y De Sombra de Natasha Ngan

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    En lo profundo del corazon oscuro del palacio real, el rey se ocultaba. Habia estado alli durante semanas, negandose a recibir a todos los visitantes excepto a los hechiceros que trataban sus heridas y sus dos confidentes mas cercanos, que cuidaban de los danos de su cuerpo y su ego. Por supuesto, nunca admitiria que eso era lo que hacia. Y si alguien se atreviera siquiera a sugerir que estaba pasando por un momento dificil, los ejecutaria de inmediato. Nada de eso era doloroso. Nada era demasiado para manejar para el gran Rey Demonio de Ikhara. Sin embargo, al igual que la mayoria de las mentiras que las personas se dicen a si mismas, se derrumbo entre la sombra y la quietud de la noche. El rey, por mucho que expresara lo contrario, estaba perturbado. Sus heridas habian penetrado mas profundo que su carne y hueso. Habian atravesado, maliciosamente, cada vena, celula y poro, hasta que sintio el eco del miedo en cada latido de su corazon. Y ese miedo tomo forma. Y nombre. Lei-zhi. Se negaba a pronunciarlo en voz alta, pero su cuerpo lo traiciono. Susurraba su nombre al ritmo de su pulso. Le mostraba el rostro de la chica cuando el dormia: piel de porcelana con salpicaduras de sangre; labios levantados; ojos salvajes, aquellos brillantes ojos dorados llenos de tanta furia atravesaban su alma, los lugares exactos en su interior que el creia que habia arrancado de raiz hacia tiempo. Cuando fue demasiado, cuando el rostro y el nombre de la chica se burlaba de el hasta que no podia respirar y los muros de su cuarto se cerraban sobre el, el rey llamaba a una chica. Ninguna de esas chicas, claro. Aun tenian que ocuparse adecuadamente de esas chicas. Aunque lo haria. Sino que llamaba a otra chica. Tal vez una bonita de la casta de acero con aspecto de lince de las Casas de Noche, o una joven esclava de papel recien traida de un asedio. No le importaba. Le entregarian una chica y el la destrozaria, solo para demostrar que podia hacerlo. Para sentir de nuevo que era todopoderoso. Una chica humana no lo venceria: incluso el ardor y el dolor constante de sus heridas le recordaban lo cerca que habia estado la chica de lograrlo. Cada dia, los hechiceros reales iban a curar las heridas en la garganta y el rostro del rey. Naja habia hecho un buen trabajo. Los hechiceros habian llegado justo a tiempo despues del ataque de la chica para salvar la mayor parte de sus cuerdas vocales, aunque le dolia hablar y su voz era mas ronca que antes: un grunido aspero y gutural. Sin embargo, su ojo derecho fue imposible de salvar. La cuenca estaba arruinada, tenia varios nervios danados y carne pulposa, estaba demasiado danada para permitir siquiera la colocacion de un ojo de cristal. En las semanas que habian pasado desde el ataque, la herida del ojo se habia vuelto un poco menos aterradora gracias a la magia de los hechiceros. Si bien pasarian muchos meses mas hasta que el resto de su rostro volviera a la normalidad, ni siquiera los hechiceros podian traer a la vida a los muertos, y su ojo derecho perdido seria un recordatorio eterno de aquella noche. El rey recordo las palabras de uno de sus generales, tambien con forma de toro, que una vez habia ido a verlo para pedirle usar la magia de los hechiceros reales para quitar un corte horrible que atravesaba la mitad de su rostro. <>, le habia dicho al soldado. <>. Lleva tus cicatrices con orgullo. Que gran tonteria. El siempre lo habia sabido, claro, pero una parte de el habia creido en aquel sentimiento alguna vez. Ya no. El rey ahora sabia exactamente que eran las cicatrices: recordatorios de tus propios fracasos. Al igual que de aquellos que las habian infligido. La chica aun estaba alli afuera. Pero el rey tenia fe. Naja aun no le habia fallado. Ella la encontraria, como habia prometido, junto a la hija del traidor Ketai Hanno, y las llevaria a ambas al palacio ante el. Porque el rey tambien habia aprendido otra cosa sobre las cicatrices: eran una caldera ardiente de odio. Y si una furia como esa podia darle a una debil chica humana el poder de atacarlo a el... bueno. Ya verian lo que podria hacerle a un Rey Demonio con un hambre voraz de venganza. 1 Desde la noche en que escapamos del palacio, lo que al principio era una suave llovizna de copos se ha convertido en una tormenta de nieve. En menos de veinticuatro horas la primera capa se asienta. En solo un dia se convierte en una manta gruesa y blanca resplandeciente. En un dia mas la nieve lo ha cubierto todo, una alfombra de polvo amortiguado que arde en los ojos a la luz del dia y proyecta formas extranas de noche entre las sombras. Despues de dos semanas, es como si hubieramos vivido en ese mundo congelado desde siempre. Camino con dificultad a traves de los monticulos profundos mas alla del templo, mis botas rompen la nieve con crujidos pesados. El frio ha entumecido todo mi cuerpo. Flexiono la punta rigida de mis dedos bajo los guantes. Las gotas de hielo se derriten y ruedan sobre mis botas de cuero prestadas sin importar cuanto las apriete. Pero al menos mis manos y mis pies tienen alguna clase de proteccion contra el clima. Mi rostro lucha directamente contra los elementos... es una guerra y la esta perdiendo. El viento arde sobre mis mejillas descubiertas mientras miro entre los copos de nieve danzarines, intentando ver donde han ido los demonios leopardo. Ya llevamos rastreando las montanas casi una hora. Las empinadas colinas boscosas estan tapadas de nieve, cada arbol sin hojas esta cubierto de hielo. La tarde es espeluznantemente silenciosa: solo se oyen los cristales de nieve, las pisadas de las botas y mi propia respiracion acelerada. --?Como va todo ahi atras, princesita? Suspiro. Ni por asomo es tan silencioso. --Mi nombre --grito a modo de respuesta--, como te he dicho millones de veces, Bo, es Lei. En cuanto las palabras salen de mi boca, el viento me las arrebata. Los copos de nieve bailan sobre mi nariz y depositan besos frios y humedos en mis mejillas expuestas. --?Princesa? Escucho de nuevo la voz de Bo, esta vez con mayor claridad. Los hermanos deben de estar a pocos metros de distancia delante de mi. Mi respiracion dibuja nubes a mi alrededor mientras apresuro el paso para alcanzarlos. Sus siluetas altas se materializan a traves del viento lleno de nieve, con extremidades largas y desgarbadas como los troncos de los arboles que los rodean y practicamente de apariencia humana. Cuando me acerco mas, sus detalles demoniacos aparecen: orejas puntiagudas de leopardo, patas atleticas, colas largas que se mueven de lado a lado, cubiertas de la misma piel beige con manchas negras que recubre el resto de sus cuerpos. Unos ojos verdes resplandecen debajo de los parpados con borde negro. Sus rostros redondos son tan similares que es dificil diferenciarlos a primera vista. Uno de los dos pares de ojos es suave y amable. Nitta. El otro par, los ojos de Bo, baila entretenido. Nitta corre hacia mi con un grito de alivio y aparta los mechones humedos de cabello negro de mi sien. --!Gracias a Samsi! Por un momento, temiamos haberte perdido. Lo siento, Lei, avanzamos demasiado rapido. Intentamos ir mas lento, pero... --Si fueramos mas lento, estariamos viajando en el tiempo hacia el pasado --protesta Bo --. Papeles --anade con un cloqueo impaciente, rascandose el lateral del menton mientras me mira por encima de su nariz chata y felina. Nitta frunce el ceno y lo mira. --Bo. --?Que? Solo digo que cualquiera que no haya nacido con proteccion contra el clima se pierde la diversion. --Tal vez deberiamos regresar. --Los copos de nieve cubren la piel manchada de Nitta y ella desliza una mano sobre su sien sin pensar; parece preocupada--. Aun no hemos encontrado nada y Lei parece a punto de morir congelada. Merrin tenia razon. Esto ha sido una mala idea. Bo coloca una mano sobre su cadera huesuda. --?Ahora vas a confiar en Plumas? Vamos, hermana, ?que sabe ese cerebro de pajaro? --Tu desafiarias las ordenes de Merrin solo para molestarlo --replica Nitta. --?Por que otro motivo crees que accedi a permitir que Lei nos acompanara en nuestro viajecito de caza? --El chico leopardo sonrie--. Sin ofender, pequenita --me dice--, pero no has venido aqui precisamente por tu habilidad innata para el rastreo. --Como si tu habilidad para el rastreo nos sirviera de algo --respondo--. ?Acaso has encontrado algo aun? ?Mmm? Mientras Bo inclina la cabeza a un lado, entretenido, yo estiro la espalda, enderezando los hombros. Aun a pesar de que tengo la mitad de la altura de los hermanos leopardo, de todos modos mi postura me hace sentir mas fuerte. --Os pedi que me permitierais venir hoy porque estoy harta de esconderme en ese templo. Ya han pasado mas de dos semanas. Si tengo que pasar un dia mas escuchando los cantos eternos de Hiro y al resto de vosotros entrenando o debatiendo tacticas de guerra mientras me prohiben hacer cualquier cosa, mi cerebro estallara. --Me coloco bien la bufanda y aprieto mis punos enguantados--. Ahora, ?podemos por favor atrapar algo bueno para comer? Estoy cansada del taro asado en todas las comidas. Nitta vacila, pero Bo alza las manos en el aire. --?Sabes que? La princesa tiene razon. Si tengo que comer un trozo mas de taro, me convertire en un taro. --Con un bufido teatral, se desploma de espaldas. Los copos de nieve llueven sobre el--. Mirad --grune con horror fingido, parpadeando mientras nos mira desde el agujero con forma de Bo en la nieve--. Ya ha empezado a pasar. Soy uno con el taro. Y es... insoportaroble. --Se pone de pie de un salto, con su abrigo cubierto de hielo, y dibuja una sonrisa amplia de dientes filosos--. ?Lo pillais? ?Insoportaroble? --Ay, hermanito --suspira Nitta--. Tus chistes son tan espantarosos. Los tres nos reimos, el sonido quiebra la quietud espeluznante del bosque cubierto de nieve, hasta que un crujido fuerte a nuestra izquierda nos interrumpe. Nos giramos con rapidez, mi corazon se aloja en la garganta, solo para ver un monticulo de nieve, que habia estado haciendo equilibrio sobre las ramas torcidas de un arbol, caer al suelo con un gran ruido. Nitta y Bo enderezan la espalda de las posturas defensivas que habian adoptado por instinto. Bo resopla y deja el cuchillo en su cinturon. --?Te asusta la nieve, hermana mayor? ?Temes que moje y arruine tu bonito cabello? Nitta mueve los ojos en direccion a su hermano. --No creas que no he visto tu reaccion. --Pero hay cierta cautela cuando se gira y alza la nariz para olfatear el aire. Mueve las orejas, escuchando. Luego, avanza--. Vamos --dice --. Sin duda hay algo ahi afuera. Y, Lei, esta vez quedate cerca. Continuamos caminando por el remolino blanco. Es lo unico que puedo hacer para seguirles el ritmo a los hermanos, sus cuerpos agiles de la casta de la Luna avanzan con facilidad entre las columnas de arboles congelados. Mientras Nitta y Bo apartan las capas de nieve con destreza con cada movimiento elegante de sus atleticas patas de leopardo, yo me arrastro con torpeza a traves de los monticulos gruesos. El colchon de nieve me llega hasta las rodillas. Las raices ocultas de los arboles se enredan con mis botas. Cada rafaga de aire frigido me corta la garganta, pero a pesar del frio, aparecen gotas de sudor dentro de mi abrigo y debajo de la bufanda de piel que rodea mi cuello y mi barbilla. Los demonios no reducen el paso. Nos detenemos solo para beber un poco de agua de la cantimplora que Nitta lleva atada a la cintura o para buscar rastros del animal que ella y Bo rastrean; los hermanos juntan las cabezas para debatir las huellas de su presa en voz baja. Despues de una hora de rastreo sin distracciones, Bo rompe el silencio. --Nos estamos acercando --anuncia, semioculto por la nevisca blanca que hay donde esta caminando a pocos pasos delante de nosotras. Nitta levanta mas la nariz. --Tienes razon. Yo tambien capto algo. Intenso, a almizcle... ?Que crees que es? --?Tu delicioso aroma natural? --sugiere su hermano. Nitta pone los ojos en blanco. --?Ves eso? --pregunta ella, senalando un arbol cercano. Bo y yo nos acercamos mas. Hay dos muescas profundas grabadas en la corteza, debajo de la altura de mi cabeza. Parecen recientes: solo las cubre una capa delgada de nieve. Bo desliza los dedos sobre las marcas. --Puede ser una cabra de montana grande. --Espera --digo, mientras retrocedo para inspeccionar las ramas bajas y retorcidas del arbol--. Es un arbol de mango. Un arbol de mango --repito, sorprendida--. ?Suele nevar aqui? No podemos estar tan alto en las montanas si hay higueras y arboles frutales. Ninguno de los dos comparte mi sorpresa. --La Enfermedad ha causado toda clase de cambios climaticos extranos --dice Nitta encogiendose de hombros; luego se gira hacia su hermano, frunciendo el ceno--. Seria una cabra demasiado grande. Creo que es mas bien algo similar a un buey. --Puaj, espero que no. La carne de buey es asquerosa. --?Quieres cenar taro otra vez? --Es mejor que culo de buey. Nitta mira hacia adelante en medio de las rafagas brillantes, sus orejas redondeadas se sacuden. Al igual que su hermano, tiene las orejas cubiertas de joyas y aros en una variedad de plata descolorida y oro y la luz invernal resplandece en ellos cuando la chica mira de izquierda a derecha. --Por aqui --dice ella, ya en movimiento. Bo me guina un ojo. --?Lista para cumplir con tu rol en la caceria, princesa? --?Que rol es ese? --La carnada --responde con una sonrisa burlona. Lo fulmino con la mirada mientras se aleja. Tardo unos instantes en pensar una respuesta. Avanzo furiosa por la nieve, lista para decirsela... cuando un movimiento captura mi atencion. Me paralizo. Mi corazon late con fuerza en el silencio del bosque cubierto de hielo. El bosque quieto y vacio. Bajo mi bufanda, mi piel se eriza. --?Estais... estais seguros de que solo hay un animal cerca? --pregunto. Nitta y Bo se giran y me silencian con la misma mirada fulminante de ojos verdes. --Tenemos que estar callados... --comienza a decir Nitta. Oimos el crujir de la nieve mas adelante. Ella se gira con rapidez e inclina el cuerpo para adoptar una postura defensiva. Bo senala hacia las rafagas de nieve. Con agilidad, toma su cuchillo mientras Nitta prepara el arco que carga sobre el hombro. Lo alza frente a ella con su mano izquierda, y con la derecha toma una flecha del carcaj amarrado a su espalda. Con un movimiento habil, coloca la flecha con cola de pluma en su lugar y hace retroceder su brazo derecho para extender el arco mientras apoya la punta de la flecha sobre sus nudillos izquierdos. Flexiona los musculos definidos debajo de su camisa de algodon mientras apunta hacia el aire gelido, pero Nitta no dispara la flecha. Aun no. Con las orejas en alerta y el rostro concentrado, se desliza entre los arboles. Bo se agazapa levemente mientras avanza detras de ella, con los dedos cerrados sobre su cuchillo, listo para lanzarlo. Busco con manos enguantadas y torpes mi propia daga en mi cintura. Es un cuchillo de hoja corta y simple: uno que les sobraba a los demas. Lo sujeto con fuerza y sigo a los hermanos, haciendo un gran esfuerzo por seguir el sendero que han creado con sus pasos precisos. Mi piel cosquillea de incomodidad. Algunas veces creo ver movimiento: no delante donde Nitta y Bo avanzan en medio del paisaje invernal, sino en la periferia de mi vision. La silueta sombria de algo grande y... no humano. Pero cuando miro, no hay nada. Solo rafagas grandes de copos de nieve brillantes. Viento frio, nubes de aliento y silencio profundo, ahogado por la tormenta de nieve. Nitta y Bo ahora avanzan mas rapido. Aunque me esfuerzo al maximo por seguirlos, la distancia entre nosotros comienza a crecer. Por delante, Nitta se gira abruptamente y nos guia sobre una colina escarpada; veo el resplandor de una cascada congelada a nuestra derecha. Mi aliento dibuja nubes gruesas mientras intento seguirlos... y luego mis pies se topan con un saliente rocoso debajo de las rafagas de nieve. Con un grito, caigo de cara a la nieve. Acumulaciones de hielo me muerden la piel, las gotas derretidas caen por los laterales de mi bufanda. Con una mueca de dolor, me pongo de rodillas y comienzo a quitarme la nieve del rostro y el pelo cuando percibo movimiento detras de mi. Una voz, liviana como una pluma, pero tan profunda como los huesos de los dioses y los terremotos, aparece en el viento. Te he encontrado. Algo frio que nada tiene que ver con la nieve rueda sobre mi columna. En un instante, su rostro aparece en mi mente. Cuernos marcados, decorados con oro, puntas afiladas como cuchillos. Un rostro delgado y apuesto, facciones bovinas mezcladas inmaculadamente con la forma humana. Una sonrisa arrogante y satisfecha. Y esos ojos... sus iris de ese azul artico limpio y transparente que recuerdo sentir como me atravesaban incluso ahora. Mas de dos semanas desde aquella noche, desde el instante en que hundi una daga en lo profundo de su garganta y le quite la vida. El Rey Demonio. Te he encontrado. Agazapada en la nieve, me giro con mi cuchillo en alto entre mis dedos temblorosos, mi corazon late con fuerza contra mis costillas. Pero el bosque esta vacio. Los arboles se yerguen altos, como centinelas silenciosos en medio de la escarcha. La sangre me sube a los oidos. Miro de nuevo en todas direcciones, los escalofrios aun recorren mis brazos y mi nuca a causa de esa voz. Habia parecido tan real. Tan cercana. Cuando me pongo de pie para continuar siguiendo a Nitta y a Bo, no hay rastro de ellos. Estoy sola. Luego, contengo el aliento. Porque, tal vez, no lo estoy. Aunque es imposible que haya oido las palabras del rey, el movimiento que he percibido y la sensacion de que alguien nos observa pueden deberse a que nos estan siguiendo. No es el fantasma del rey muerto, sino uno de sus soldados o guardias de elite. Por ese motivo Wren y los otros me han prohibido salir del templo todo este tiempo. Sabemos que es solo cuestion de tiempo hasta que nos encuentren, si es que aun no lo han hecho. Han pasado mas de dos semanas desde el ataque en el palacio la noche del Baile de la Luna. Mas que tiempo suficiente para que ellos nos hayan rastreado, incluso hasta nuestra ubicacion remota aqui, en las montanas del norte. Mas que tiempo suficiente para esperar fuera del templo, donde nos hemos escondido con magia protectora. Para esperar hasta que partamos a nuestro proximo destino, o hasta que yo me vuelva estupida y lo bastante imprudente para desobedecer la orden de permanecer oculta. Exactamente lo que he hecho hoy. Una alarma cobra vida en mi cabeza y en el mismo momento mas movimiento (real esta vez, junto a jadeos y el crujir de la nieve rota) aparece delante, en lo alto de la colina. --!Lei! --El grito de Nitta atraviesa la tormenta de nieve, agudo por el panico--. !Corre! Justo en el momento en el que una silueta descomunal salta en mi camino y emite un rugido que me hiela la sangre.

  • Traiganme la cabeza de Quentin de Julian Herbert

    https://gigalibros.com/traiganme-la-cabeza-de-quentin.html

    Por estas paginas desfilan: un vengativo coach de recuerdos personales; un burocrata mexicano que vomita sobre la madre Teresa de Calcuta en el aeropuerto Charles de Gaulle de Paris; un reportero adicto al crack convertido en payaso de rodeo literario; el fantasma de Juan Rulfo; un psicoanalista lacaniano y canibal; un videoartista cuya obra consiste en filmar pornografia gonzo con mujeres enfermas de sida; Dios revelado como nini; un narcotraficante identico a Quentin Tarantino obsesionado con encontrar y asesinar a Quentin Tarantino.

  • El cuidador de elefantes de Christopher Nicholson

    https://gigalibros.com/el-cuidador-de-elefantes.html

    Inglaterra, 1766: despues de un largo viaje desde las Indias Orientales, un barco atraca en Bristol, Inglaterra. Lleva un cargamento de animales exoticos y, ademas, dos elefantes en pesimas condiciones. John Harrington, un comerciante de azucar, los compra y los confia al hijo de su jefe, Tom Page, de doce anos. El vinculo que se establece entre el nino y los elefantes es inmediato. Asi comienza El cuidador de elefantes, una hermosa y cautivadora historia sobre la lealtad, la violencia, la libertad y el cautiverio entre un elefante y un ser humano.

  • El castillo, Luis Zueco de Luis Zueco

    https://gigalibros.com/el-castillo-luis-zueco.html

  • Hasta la eternidad (Samsari 3) de Mia Martin

    https://gigalibros.com/hasta-la-eternidad-samsari-3.html

    Ultima y apasionante entrega de la trilogia <> de Mia Martin.

  • Las constelaciones oscuras de Pola Oloixarac

    https://gigalibros.com/las-constelaciones-oscuras.html

    Despues de sacudir la escena literaria argentina con Las teorias salvajes, Pola Oloixarac arremete con una nueva, brillante, audaz y polemica novela: Las constelaciones oscuras. Oloixarac es una de las voces mas singulares que han surgido de la literatura latinoamericana, fue traducida a varios idiomas y reconocida por la academia y la critica como la autora mas innovadora de los ultimos tiempos.

  • Jerusalen, la ciudad imposible de Meir Margalit

    https://gigalibros.com/jerusalen-la-ciudad-imposible.html

    Frente a la proclamacion unilateral de una Jerusalen “unica e indivisible” por parte del Estado de Israel o de “capital eterna del pueblo judio”, como reconocio Donald Trump en sus polemicas declaraciones, tres realidades incompatibles separan Jerusalen, donde lo “eterno” religioso y lo “temporal” laico se contradicen: la devota “ciudad santa” a la que aspiran los judios religiosos, la “ciudad mundana” impulsada por los judios laicos y la “medina islamica” en la que reza la poblacion arabe. Dividida por barreras etnicas, religiosas, nacionales, socioeconomicas, culturales y linguisticas, sin un minimo denominador comun entre sus partes, Jerusalen es, mas que una “ciudad”, una “no-ciudad”, y, lejos de ser un ejemplo de multiculturalidad, se ha convertido en “un laboratorio de segregacion urbana”. Este libro se centra en la incompatibilidad entre la parte israeli y palestina de la ciudad, y trata de esclarecer las condiciones en que hoy, mas de medio siglo despues, se perpetua la ocupacion de Israel en Jerusalen Oriental. Es facil reconocer su cara visible en los episodios de violencia mas cruda: en los muertos y heridos, las demoliciones de casas o los brutales controles policiales. Sin embargo, la ocupacion tambien ha ido adquiriendo un caracter oculto y subliminal, en la medida en que las formas de coercion, discriminacion y exclusion se han ido normalizando e integrando en la vida cotidiana tanto de los ocupados “los palestinos son el 40 por ciento de la poblacion jerosolimitana” como de los ocupantes, y se ha ido instalando en las formas de gobierno y de gestion urbana, a traves de procedimientos supuestamente legales y democraticos. Desde su amplia experiencia como politico, funcionario y activista israeli en Jerusalen, Meir Margalit ofrece en este ensayo un minucioso analisis de este fenomeno al que denomina “jerupacion”, tratando tambien de plantear las vias para desmantelarla.

  • El corazon de Aldabia de Pat Casala

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    Aladi Hustrasga era el segundo en la linea de sucesion al trono de Aldabia, juerguista empedernido, chulo, despreocupado e irresponsable que pasaba los dias de fiesta en fiesta sin escatimar con el alcohol, drogas o sexo. Hasta el asesinato de su hermano en palacio. De la noche a la manana se convierte en el heredero legitimo al trono y se ve obligado a abandonar su vida disoluta para adoptar su nuevo papel en la linea sucesora monarquica. Intenta eludir esa realidad, pero nada evita su destino.

  • Beso feroz de Roberto Saviano

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    Con esta novela basada en la muy cruenta realidad napolitana, Roberto Saviano continua explorando las entranas de la Camorra. En Beso feroz retoma a los adolescentes mafiosos de La banda de los ninos alli donde los dejo. Si ese libro se cerraba con una madre clamando venganza por la muerte de su hijo, este arranca con el intento de llevar a cabo esa venganza de la forma mas terrible posible: asesinando a un bebe en la sala de recien nacidos de un hospital.

  • Ferox. Seras leyenda de Olivia Sterling

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    Un viaje lleno de aventuras y descubrimientos, en el que la joven salvaje que apenas sabia nada del mundo se convirtio en leyenda.