• el lamento de los abedules - Enara de la Pena

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    Un amor no correspondido. Un amor imposible. Un amor que nunca deberia haber existido. El lamento de los abedules se adentra en las vidas de unos personajes, victimas de su tiempo, cuyos caminos estan predestinados a cruzarse.

  • El lamento de los abedules - Enara de la Peña - Babelio

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    Críticas (9), citas (4) extractos de El lamento de los abedules de Enara de la Peña. La historia trata sobre ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • el lamento de los abedules - Casa del Libro

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    El libro EL LAMENTO DE LOS ABEDULES de ENARA DE LA PEÑA en Casa del Libro: ¡descubre envíos rápidos y gratis!

  • RESEÑA El Lamento de los Abedules - Tiempo Libro

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    18 jun 2018 — El lamento de los abedules se adentra en las vidas de unos personajes, víctimas de su tiempo, cuyos caminos están predestinados a cruzarse.

  • El lamento de los abedules - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/39913833-el-lamento-de-los-abedules

    El lamento de los abedules se adentra en las vidas de unos personajes, víctimas de su ... así que podéis imaginar la ilusión con la que he leído este libro.

  • El lamento de los abedules - Todos Tus Libros

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    2 abr 2018 — El lamento de los abedules. de la Peña, Enara. Editorial: Escarlata Ediciones; ISBN: 978-84-16618-33-0. Más información.

  • El lamento de los abedules - Escarlata Ediciones

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    El lamento de los abedules se adentra en las vidas de unos personajes, víctimas de su tiempo, cuyos caminos están predestinados a cruzarse.

  • El lamento de los abedules - Enara de la Peña - Debeleer.com

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    Nadia Khilkova sabía usar un arma, aunque detestaba la caza. Era una afición poco apropiada para una dama de alta cuna como ella. No se recomendaba incitar ...

  • Reseña: El lamento de los abedules - Enara de la Peña.

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    19 jun 2018 — Buen día, Olimpo. Hoy me toca una vez más reseña y les diré, a las autoras y los autores que nos comparten sus libros, que dejen de escribir ...

  • El lamento de los Abedules - BOOKSTUFF

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    19 jun 2018 — Buenas! Vengo de nuevo con una reseña. Gracias a la lectura conjunta que organizó Alhana del blog En mi tiempo libro y el envío por parte de la ...

  • Tu ley es mi oscuridad de Alexandra Granados

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    Dispare a bocajarro al mejor amigo del hombre que amo. Atente contra su familia. Le menti y abuse de su confianza. Y ahora estoy sola, inmersa en la oscuridad luchando contra mis demonios. Ya no tengo nada por lo que luchar. ?Y que hace un animal cuando se siente herido y acorralado? !Ataca! Me llaman la psicopata de Carson City, ?no? Pues ahora veran cuan acertado es ese apodo”.

  • Tuya Sin Limites 3 de April Russel

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    Mikhail ha decidido dar ese paso que tanto le costo dar por miedo a su pasado, proponerle matrimonio a Megan. Para ella todo parece estar perfecto. Aunque aun no conoce por completo al que en unos meses sera su esposo. Megan se ha puesto como meta descubrir sus limites sexuales en esas diez salas, donde lo unico que sabe es que una vez entre, no podra arrepentirse de hacer lo que haya dentro. Pero ni el sexo, ni la fama y mucho menos un anillo de compromiso en su anular le hace feliz por completo. Quiere conocer eso que tanto atormenta a Mikhail. Un secreto que al ser revelado, puede fortalecer su relacion, como destruirla por completo. El peor temor de ese hombre frio y gelido que lo unico que ha conocido en la vida es dolor, y sufrimiento.

  • Tu, mi salvacion de Aeryn Anders

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    El dia desperto encapotado, ni un resquicio de sol se oteaba en el horizonte. Sofia miro por la ventana y suspiro. Lo que menos deseaba era asistir a la reunion que cada ano por aquellas fechas se celebraba. Su unica ambicion del dia era sentarse frente al ordenador e intentar avanzar en la novela que estaba sumergida mas de siete meses, y todavia no conseguia la conexion deseada. Las idas y venidas del hospital consiguieron que perdiese el hilo de ella, y meses despues, ahi seguia, con la mente en blanco. Miro el reloj y despues volvio a avistar el cielo, seguia igual de gris que su estado de animo. Llevaba encerrada en casa mucho tiempo, no era problema para ella, se habia acostumbrado a su soledad y en cierto modo, le encantaba pasar las horas sentada en el sofa leyendo mientras la musa no hacia acto de presencia. El pitido del movil hizo que dejase de mirar el torrente de agua que la avisaba de que tenia que buscar una excusa para quedarse en casa, llevaba meses sin ver a sus amigas, pero la desazon que sentia tampoco la animaban a dar el paso de meterse en la ducha para prepararse. Leyo el WhatsApp de Carol: [?] Hoy no salgo de casa con la que esta cayendo. Pasarlo bien. Suspiro al verlo. Tenia la razon que andaba buscando casi una hora para dar un nuevo planton al grupo. Pero, sin saber bien el porque, algo en ella se activo. Por primera vez, aquella manana algo la insto a que debia pasar por la ducha, ponerse su ropa favorita e ir a la comida que hacia mas de un mes estaba prevista. Con determinacion marco el numero de Carol. Se llevo el telefono a la oreja canturreando la cancion que sonaba por los altavoces. Tuvo que insistir, Carol era impredecible, podria tener el telefono en las manos y no contestar. Al final, su amiga descolgo. --?Has visto como llueve? --Ni buenos dias ni un hola precedieron la frase. Entre ellas no hacia falta. Sofia se acerco a una de las ventanas de su despacho, se estremecio al ver que era imposible ver mas alla de un metro, la cortina de agua lo opacaba todo a su alrededor. --Si, no hace dia para salir de casa, y mucho menos para comer en una terraza. --?De quien fue la idea? Sonrio al recordarlo--. Mia. --Tu y tus manias. Se miro la cicatriz, desde aquella manana de verano todo en ella habia cambiado, incluso su forma de ser. --Ya sabes que paso mas tiempo entre cuatro paredes que al aire libre, para una vez que me decido a salir no quiero encerrarme en otro sitio --aclaro, aunque era algo que todas ellas sabian--. Anda, animate. Llevamos planeandolo mas de un mes. --A ver si te aclaras, nena. Has sido la primera en preguntar si quedariamos al final. --Se lo que he dicho, pero quizas sea el dia perfecto para vernos. Piensa que no habra mucha gente por el centro ya que la mayoria no estaran tan locos como nosotras para salir con estas lluvias. --El restaurante que teniamos contratado nos ha cancelado la reserva, dice que no puede montar las carpas con la lluvia. Inspiro profundo, algo dentro de ella le gritaba que era el dia perfecto para salir, debia dejarse llevar como ocurria antano. --Buscamos otro. Venga, lo pasaremos bien. ?Cuanto tiempo hace que no nos pegamos una fiesta juntas? --Es que hay que echar instancia para verte --dijo riendo alto--. Joder, nena, que a los americanos les costo mucho menos encontrar a Bin Laden que intentar dar con tu paradero. Sofia sabia que llevaba razon, desde lo sucedido se habia recluido en casa, en ocasiones, hasta pensaba que se estaba volviendo mas ermitana de lo que de por si ya era. Aquello marco un antes y un despues en su vida, fue como un salto en el tiempo que deseaba con todas sus fuerzas olvidar, aunque el dia a dia se empenaba en recodarselo a cada segundo que transcurria. --No seas exagerada, estoy donde siempre. --Si, aislada en tu cueva. --Bueno que, nos vemos a las dos en Las Salinas. Carol sopeso la idea, Sofia la conocia tan bien que sabia que solo necesitaba un empujoncito para cometer la mayor locura del ano. Dio un pequeno salto al escuchar el estruendo del trueno, no quiso mirar por la ventana, sabia que no iba a gustarle lo que veria y seria un nuevo impedimento para terminar de convencerla. --Esta remitiendo. --Oyo decir a su amiga. Cerro la boca para no decir que en su zona, proxima a la del restaurante, estaba apretando de nuevo y las calles parecian rios del agua que transportaban. --Si, parece que quiere terminar de llover. --Mintio, necesitaba salirse con la suya. --Estas como una cabra. --Solto de repente--. Estamos como cabras, estaremos solas en el centro. --Deja de quejarte y vete a la ducha. Ah, ponlo en el grupo. --Sofia recordo algo importante y maldijo--. Puede que me retrase unos minutos. Dejo el telefono sobre el escritorio, realmente no estaban muy cuerdas, pero ya se habia decidido a no quedarse, otro dia mas, encerrada entre sus cuatro paredes, aquellas que le conferian su seguridad, donde nada se salia de lo comun y no habia imprevistos. Fue directa al bano, necesitaba comprobar si sus sospechas eran o no acertadas. Abrio el grifo del agua caliente, cinco minutos despues injurio por lo bajo, su casa no era de esa epoca, se habia quedado anclada en la Edad Medieval. Preparo la mochila con lo necesario. No lo penso mucho, se hizo con sus vaqueros favoritos, aquellos que no aceptaban un roto mas. La camisa blanca y negra que tambien combinaba con el intenso azul del tejano. La chaqueta, tenia mas que claro la que se pondria, mitad vaquera mitad piel. Jugueteo con las decenas de collares que pendian de los ganchos y encontro el que andaba buscando, lo miro con recelo, seria la primera vez que lo utilizaria, solo lo compro por los recuerdos que le ocasionaban. Sin pensarlo lo introdujo en la mochila. Salio a la cocina topandose con sus padres, habia regresado hacia justo un ano, los motivos fueron varios y en aquel momento no quiso parar a pensar en su futuro y en todo lo que se vio obligada a renunciar, solo tenia una cosa en mente; pasar el mejor sabado de su vida o, por lo menos, el mejor del ultimo ano. --No perdonas ni la lluvia. Escucho el quejido de su padre. Lo ignoro, por fin, se encontraba de buen humor, los dias grises se estaban disipando, aunque no alcanzaba a lograr cual era el motivo para sentirse tan viva, tan llena de vitalidad que la estaban obligando a salir un dia tan feo. --Me marcho a ducharme, otra vez estamos en la prehistoria. Si viene Claudia antes que yo, que me espere. Claudia era otro miembro del grupo de amigas. Entre las dos se habia instalado cierto distanciamiento, Sofia era consciente de que ella tenia gran parte de culpa, pero tambien era verdad que el sentimiento seguia tan latente como siempre, las amistades no se pierden por un simple bache en el camino, no las de verdad.

  • Un corazon para dos de Jessi Kirby

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    Cuando las sirenas me despertaron justo antes del amanecer, no se como supe que iban a por el. No recuerdo haber saltado de la cama ni haberme atado los zapatos; tampoco recuerdo como llegue al camino de la entrada, ese sinuoso sendero que hay entre nuestras casas. No recuerdo mis pies golpeando el suelo, mis pulmones aspirando aire ni mi cuerpo corriendo para atrapar lo que mi corazon me decia que era cierto. Pero recuerdo cada detalle despues de eso. Puedo ver las luces azules y rojas que brillan en el claro cielo del amanecer. Puedo escuchar las voces entrecortadas de los medicos. Las palabras <> que se repiten entre el ruido de sus radios en el fondo. Recuerdo los profundos y ahogados sollozos de una mujer desconocida, y que sigo sin conocer. Tambien el extrano angulo de la camioneta blanca de la chica, con el toldo oculto bajo los tallos destrozados, y las flores de los girasoles que crecian a lo largo del camino. La reja, astillada y rota. Recuerdo los cristales, que parecian grava, esparcidos por el asfalto. Sangre. Demasiada. Y su zapatilla tirada a un lado, en medio de todo aquello. El corazon que, con un rotulador negro, yo habia dibujado en la suela. Aun puedo percibir el vacio de su zapatilla cuando la recogi y como su liviandad me hizo caer de rodillas. Puedo sentir las manos enguantadas que me levantaron y que luego me sujetaron cuando trate de correr hacia el. No dejaron que me acercara. No querian que lo viera. Y, por eso, lo que mas recuerdo de esa manana es que me quede de pie a un lado del camino, sola, mientras la oscuridad se cernia a mi alrededor y el dia cambiaba mi vida. La luz de la manana sobre los petalos, dorados y vibrantes, esparcidos por donde el yacia, agonizando. 1 La comunicacion con los receptores del trasplante puede ayudar a los familiares de los donantes tras su perdida… En general, las familias de los donantes, los receptores, y sus parientes y amigos se pueden sentir reconfortados al hablar sobre sus experiencias con la donacion… El regalo de la vida… Pueden pasar meses o anos antes de que alguno de ellos este listo para enviar o recibir correspondencia, o tal vez nunca llegue a haber ninguna relacion. Programa de Servicios a las Familias de los Donantes Alianza de Vida Cuatrocientos dias. Repito el numero en mi cabeza. Dejo que se apodere del sentimiento de vacio mientras aprieto el volante. No puedo permitir que se vaya como cualquier otro dia. Cuatrocientos merece algun reconocimiento. Como trescientos sesenta y cinco, cuando le lleve flores a su madre y no a su tumba, porque sabia que el habria querido que las tuviera ella. O como en su cumpleanos. Eso fue cuatro meses, tres semanas y un dia despues: el dia ciento cuarenta y dos. Lo pase sola. Ese dia no tuve animo para ver a sus padres y, en realidad, una parte pequena y secreta de mi creia que, si yo estaba sola, quiza el podria regresar, cumplir dieciocho anos y seguir donde nos habiamos quedado. Estudiar el ultimo ano conmigo, enviar solicitudes a las mismas universidades, regresar por ultima vez a casa o ir al baile de graduacion, lanzar los birretes al aire y besarnos hasta que llegaran al suelo. Cuando el no regreso, cogi una sudadera que aun conservaba su olor, o eso pensaba yo. La aprete contra mi cuerpo y pedi un deseo. Desee, con todas las fuerzas, que no tuviera que hacer ninguna de estas cosas sin el. Y mi sueno se hizo realidad. El ultimo ano se transformo en una niebla. No envie por correo las solicitudes a la universidad. No sali a comprar el vestido para el baile de graduacion. Olvide que habia un cielo para besarnos debajo de este. Los dias pasaron, uno tras otro, sin fin; parecian infinitos, pero se fueron en un parpadeo, como las olas que se rompen en la orilla, o las estaciones que pasan. O el latido de un corazon. Trent tenia un corazon de atleta: fuerte, estable, diez latidos mas lento que el mio. Antes, nos acostabamos pecho contra pecho, y yo respiraba mas lento para seguir su ritmo. Trataba de enganar a mi pulso para que hiciera lo mismo; pero nunca funciono. Tres anos despues, mi pulso se aceleraba con solo estar cerca de el. Pero encontrabamos nuestra propia sincronia, con su corazon latiendo a un ritmo lento y estable y el mio llenando los espacios intermedios. Cuatrocientos dias y demasiados latidos por contar. Cuatrocientos dias, demasiados lugares y momentos donde Trent ya no existe. Y aun sin respuesta de uno de los pocos sitios donde si existe. Un claxon suena detras de mi, y me saca bruscamente de mis cavilaciones. Por el espejo retrovisor puedo ver al conductor que sigue maldiciendo mientras maniobra para adelantar a mi coche. Se lo ve furioso y esta gritando a traves de su parabrisas: <>. Me pregunte lo mismo al entrar en el coche. No estoy segura de lo que estoy haciendo, solo se que tengo que hacerlo porque debo verlo con mis propios ojos. Por lo que senti cuando vi a los otros receptores. Norah Walker fue la primera receptora en contactar con la familia de Trent, aunque su nombre lo supieron despues. Los receptores y las familias de sus donantes pueden ponerse en contacto en cualquier momento a traves del coordinador de trasplantes, pero recibir aquella carta fue una sorpresa para todos nosotros. La madre de Trent me llamo el dia despues de recibirla y me pidio que fuera a su casa. Nos sentamos juntas, en una sala bien iluminada, en ese hogar que guardaba tantos recuerdos, como aquel dia en que pase corriendo frente a la puerta, hasta cinco veces, deseando que el notara mi presencia. Oi sus pasos que trataban de alcanzarme y empece a correr mas despacio, solo lo suficiente para que llegara junto a mi. Se las arreglo para hablar, con la respiracion entrecortada. --!Eh! --Respiracion--. !Espera! --Respiracion. Teniamos catorce anos. Eramos unos desconocidos hasta ese momento. Hasta esas dos palabras. Cuando fui a casa de Trent a hablar con su madre, me sente en el sillon donde el y yo soliamos ver peliculas y comer palomitas del mismo bol. Fueron sus palabras y la gratitud que habia en ellas las que me sacaron del lugar oscuro y solitario en el que yo habia habitado durante mucho tiempo. La carta, escrita con letra temblorosa y en un papel bonito, desperto algo en mi. Era sencilla. El receptor estaba profundamente apenado por la muerte de Trent. Profundamente agradecido por la vida que le habia dado. Esa noche regrese a casa y le escribi una respuesta: le queria agradecer la vitalidad que me habia otorgado con sus palabras. Y, la noche siguiente, escribi a otro receptor, y mas tarde a otro: cinco en total. Cartas anonimas para personas anonimas a las que queria conocer. Y, cuando se las envie al coordinador de trasplantes para que las hiciera llegar a los receptores, fue con la leve esperanza de que esas personas me escribieran una respuesta. Que pudieran darse cuenta de mi presencia, como el lo hizo. Me vuelvo y veo que el esta alli, sonriendo, apretando un girasol que es mas alto que yo. Su tallo se arrastra detras de el. --Soy Trent --dice--. Me acabo de mudar aqui, en esta misma calle. Debes de vivir cerca, ?verdad? Esta semana te he visto pasar todas las mananas. Eres rapida. Me muerdo el labio inferior mientras caminamos. Sonrio por dentro. Trato de no confesar que todos esos dias he reservado la velocidad para el tramo de camino frente a su casa. Desde que el camion de la mudanza se detuvo en el camino de la entrada, y el bajo de un salto. --Soy Quinn, digo. --Respiracion. Escribir las cartas me hizo sentir como si pudiera respirar de nuevo. Escribi sobre Trent y sobre todo lo que me dio cuando estaba vivo. La sensacion de que podia hacerlo todo. Felicidad, amor. Las cartas eran una manera de honrarlo y una esperanza de algo mas. Una mano anonima que se estiraba hacia el vacio, buscando una conexion. Una respuesta. Me rio porque el aun no ha recuperado el aliento, y porque no parece recordar que lleva un enorme girasol en la mano. --Oh --dice, siguiendome la mirada--, se suponia que este era para ti. Yo… --Se pasa una mano por el pelo, parece nervioso--. Yo lo he arrancado por alli, cerca de la reja. Lo extiende hacia mi y se rie. Es una risa que quiero seguir escuchando. --Gracias --respondo. Y estiro la mano para cogerlo. Lo primero que me regalo. Despues de doscientos ochenta y dos dias, y de enviar y recibir muchas cartas, de rellenar formularios de aceptacion y de recibir asesoria previa a la reunion, su madre y yo fuimos a la oficina de Servicios a las Familias de los Donantes, nos sentamos juntas y esperamos a que llegaran; queriamos conocerlos en persona. Norah fue la primera que hablo con nosotras y que nos tendio la mano. A pesar de todas las veces que me habia imaginado el encuentro, no estaba preparada para lo que senti cuando nos cogimos de la mano, la mire a los ojos y supe que tambien habia en ella una parte de Trent. Una parte que le habia salvado la vida a la chica y le habia dado la oportunidad de ser madre de una pequena nina, de pelo rizado, que miraba desde detras de las piernas de Norah, y esposa del hombre que estaba de pie junto a ella, llorando. Cuando la mujer respiro hondo, con los pulmones de Trent, y acerco mi mano a su pecho, para que sintiera como se llenaban y se expandian, mi corazon tambien se lleno. Paso lo mismo con los demas receptores que conoci: Luke Palmer, siete anos mayor que yo, nos toco una cancion con su guitarra, y podia hacerlo gracias a que Trent le habia dado un rinon. Estaba John Williamson, un hombre callado pero calido, mayor de cincuenta anos. Escribio varias cartas poeticas acerca de la manera en que su vida habia cambiado desde que recibio el trasplante de higado. Aquel dia lucho para encontrar las palabras correctas con las que poder expresarse en esa pequena recepcion. Y luego estaba Ingrid Stone, una mujer con los ojos de un tono azul claro, tan diferentes de los ojos de color cafe de Trent, pero que podia ver el mundo de nuevo, y pintarlo con colores vivos, gracias a ellos. Dicen que el tiempo sana todas las heridas, pero conocer a esa gente, una improvisada familia de extranos que estaban unidos por una sola persona, sano mas en mi que todo el tiempo que habia pasado en los dias anteriores. Por eso, cuando no tuve respuesta del ultimo de los receptores empece a buscarlo. Realice busquedas en internet, compare fechas con noticias y hospitales, hasta que lo encontre con tanta facilidad que casi no me lo creia. Ante los demas, he fingido que comprendo la razon por la que no ha respondido. Que, como nos dijo la mujer de los Servicios a las Familias de los Donantes, algunas personas nunca responden y se debe respetar su decision.

  • La isla de lo eterno de

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    ?Que se supone que debo hacer ahora en un mundo que no es el mio, en un lugar que no necesita mi ayuda, donde nadie me recuerda, ni me conoce, ni me echa de menos? Decidme, ?que sentido tiene mi vida ahora que estoy muerto?>> Ano 1719. El Capitan Carlos Vasquez, un oficial de infanteria de marina del ejercito espanol, se ofrece voluntario para viajar a Escocia y participar junto a sus hombres y algunos clanes de highlanders en la rebelion jacobita. Lleva la intencion de dejar atras no solo su pais sino los recuerdos de un corazon roto, el suyo, y comenzar una nueva vida... pero la perder sin llegar a conseguirlo. Ano 2017. Ariadna Alvarez, una joven periodista espanola absorbida por su trabajo, recibe la noticia del fallecimiento en Edimburgo de su hermana menor, Iveth. En un intento de ahorrarle dolor a su madre, enviudada recientemente, decide ocultarle la noticia y hacerse cargo de todo por su cuenta. Tras viajar a la capital escocesa encuentra el diario de su hermana, en el que tenia recogidos los planes de una escapada por las Highlands que solo queria realizar con ella. Sintiendose culpable por no haber podido cumplir sus suenos, decide embarcarse en el viaje junto a Beathan, el novio de Iveth. El punto algido del recorrido sera el castillo de Eilean Donan, donde se encontrara con el espiritu de Carlos, al que solo ella puede ver. Con la ayuda de Ariadna, el soldado intentara averiguar que le ata al castillo y a este mundo, impidiendole cruzar al Mas Alla, mientras ambos lidian con sus respectivos problemas personales y en el proceso descubren sentimientos que nunca pensaron podrian volver a experimentar. ?Crees en las almas gemelas? Si existe una sola persona adecuada para cada uno, ?que ocurre cuando esta muere sin encontrar a su pareja?

  • Deirdre (Las feas tambien los enamoran 2) de Elizabeth Urian

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    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca Victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • Vivir con abundancia de Sergio Fernandez

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    Por que algunas personas consiguen lo que se proponen y otras no. Algunas personas materializan todo aquello que desean sin esfuerzo; otras parecen condenadas a una vida de resignacion y sufrimiento.
    Vivir con abundancia no es un libro: es una revolucion que te permitira pasar a formar parte -y para siempre- del primer grupo. La vida es un juego que tiene sus propias reglas. Comprenderlas e interiorizarlas te permitira manifestar la abundancia de manera natural. En esta obra practica y optimista, Sergio Fernandez te ofrece las diez leyes para cristalizar tus suenos, asi como las treinta claves practicas para incorporarlas.

  • Grace y el duque (Los Bastardos Bareknuckle 3) de Sarah Maclean

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    Burghsey House, sede del ducado de Marwick, en el pasado. No existia nada en el mundo como la risa de el. No importaba que ella no estuviera cualificada para hablar del vasto mundo, porque nunca se habia alejado de aquella enorme casa solariega situada en la tranquila campina de Essex, a dos dias en carruaje desde Londres, donde las onduladas y verdes colinas se convertian en trigo a medida que el otono ganaba terreno. No importaba que no conociera los sonidos de la ciudad o el olor del mar. Ni que nunca hubiera oido hablar en otra lengua que no fuera el ingles, ni hubiera visto una obra de teatro, ni hubiera escuchado una orquesta. No importaba que su mundo se limitara a los tres mil acres de tierra fertil cubiertos de mullidas ovejas blancas y enormes fardos de heno, y a una comunidad de personas con las que no tenia permitido hablar, para las que era practicamente invisible; porque ella era un secreto que debia guardarse a toda costa. Era la nina que habian bautizado como el heredero del ducado de Marwick. La que habian envuelto en el arrullo de encaje reservado para una larga estirpe de duques, la que habian ungido con aceites esenciales destinados exclusivamente para los residentes de Burghsey House mas privilegiados. A la que habian otorgado nombre y titulo de varon ante Dios. El duque --un hombre que no era su padre-- habia pagado a sirvientes y a sacerdotes para que guardaran silencio, habia falsificado documentos y habia trazado planes para sustituir a la hija bastarda de su esposa por uno de sus propios hijos bastardos --nacido el mismo dia que ella, de mujeres que no eran la duquesa--; de esa manera, ofrecia a uno de sus hijos el unico camino hacia el legado ducal..., un legado robado. Con esta estratagema estaba abocando a esa nina inutil, el bebe que lloraba en los brazos de la enfermera, a una vida a medias, llena de una dolorosa soledad que emanaba de un mundo tan grande y, al mismo tiempo, tan pequeno. Y entonces habia llegado el, hacia ya un ano. Tenia doce anos y estaba lleno de fuego, poseia toda la fuerza del mundo que habia ahi afuera. Era alto y delgado, y tan inteligente como astuto. Le parecia el ser mas hermoso que jamas hubiera visto, con un flequillo rubio tan largo que caia sobre unos brillantes ojos de color ambar, unos ojos que guardaban mil secretos. Tenia una risa queda, apenas un susurro, tan poco frecuente que, cuando aparecia, era como un regalo. No, no habia nada en el vasto mundo como la risa de el. Ella lo sabia, aunque el vasto mundo estuviera tan lejos de su alcance que ni siquiera fuera capaz de imaginar donde empezaba. El si. Y le encantaba contarle cosas sobre ese mundo. Eso fue lo que hizo aquella tarde, en uno de los preciosos momentos robados a las maquinaciones y manipulaciones del duque, justo el dia antes de la noche en la que el hombre que manejaba su futuro regreso para deleitarse atormentando a sus tres hijos varones. Pero, en esos momentos, en aquella tranquila tarde, mientras el duque estaba fuera, en Londres, haciendo lo que fuera que hicieran los duques, los cuatro ninos aprovechaban la felicidad alla donde podian encontrarla: al aire libre, en el salvaje y serpenteante terreno de la finca. El lugar favorito de ella estaba en el limite occidental del terreno, lo suficientemente alejado de la casa solariega como para perderla de vista. Alli habia un magnifico bosquecillo de arboles que se elevaba hacia el cielo, bordeado por un pequeno y burbujeante riachuelo, o mas bien un arroyo, para ser precisos, pero que le habia proporcionado horas, dias y semanas de parlanchina compania cuando era mas nina y la conversacion con el agua era lo unico que cabia esperar. Pero alli, en aquel momento, no estaba sola. Reposo entre los arboles, donde los rayos de sol moteados inundaban el suelo en el que yacia de espaldas, exhausta despues de haber recorrido los campos, y aspirando grandes bocanadas de aire cargado del aroma del tomillo silvestre. --?Por que siempre venimos aqui? --El se sento a su lado, cadera con cadera, mientras su propio pecho subia y bajaba por la respiracion agitada mientras la miraba a la cara, con sus piernas, cada vez mas largas, estiradas mas alla de la cabeza de la chica. --Me gusta estar aqui --dijo ella con sencillez, y volvio la cara hacia la luz del sol, y el son de los latidos de su corazon se calmo al mirar a traves del dosel de ramas que jugaban al escondite en el cielo--. Y a ti tambien te gustaria si no estuvieras siempre tan serio. El aire tranquilo del lugar se transformo, se volvio mas pesado ante la certeza de que no eran ninos de trece anos corrientes y sin preocupaciones. Protegerse formaba parte de su supervivencia. La seriedad formaba parte de su supervivencia. Ella preferia no pensar en ello mientras las ultimas mariposas del verano danzaban bajo los rayos de luz, por encima de sus cabezas, llenando aquel lugar con una magia que mantenia a raya lo peor. Asi pues, cambio de tema. --Cuentame cosas del mundo. --?Otra vez? --Pero en realidad, el no estaba pidiendole explicaciones. No las necesitaba. Se giro, y ella movio las faldas para que el se tumbara a su lado, como habia hecho docenas de veces antes. Cientos. En cuanto se acomodo de espaldas, con las manos apoyadas en la nuca, el empezo a hablar al cielo--. Nunca hay tranquilidad. --Por el golpeteo de las ruedas de los carros contra los adoquines. --Las ruedas de madera hacen ruido, pero es mas que eso. --Ella asintio--. Son los gritos de las tabernas y de los vendedores ambulantes de la plaza del mercado. Los ladridos de los perros de los almacenes. Las peleas de las calles. Yo solia subir al tejado del lugar donde vivia y apostaba en las peleas. --Por eso eres tan buen luchador. --Siempre pense que seria la mejor manera de ayudar a mi madre. Hasta que... --Se encogio levemente de hombros. Interrumpio sus palabras, pero ella sabia el resto. <>. Se volvio para mirarlo; tenia una expresion tensa, la vista clavada en el cielo, los dientes apretados. --Hablame de los improperios --lo incito. --Hay mucho lenguaje soez. Eso te gusta, ?eh? --El solto una risilla de sorpresa. --Ni siquiera sabia que existian las palabrotas antes de conoceros a vosotros tres. --Los chicos que habian llegado a su vida eran puro alboroto: rudos, malhablados y maravillosos. --Antes de conocer a Diablo, querras decir. --Diablo, bautizado como Devon, era uno de sus otros dos hermanastros; habia sido criado en un orfanato para ninos abandonados, y para demostrarlo se expresaba con un lenguaje malsonante--. El te ha transmitido sus amplios conocimientos. Si. Los improperios. En especial los de los muelles. Nadie maldice como un marinero. --Dime cual es el mejor improperio que has oido. --No. --El le lanzo una mirada socarrona. --Hablame de la lluvia. --Le preguntaria a Diablo mas tarde. --Es Londres. Nunca para de llover. --Cuentame algo bueno. --Le dio un codazo en el hombro. --La lluvia hace que las piedras de la calle esten resbaladizas y brillantes. --Sonrio, y ella hizo lo mismo. Adoraba la forma en que le seguia la corriente. --Y, por la noche, las luces de las tabernas las vuelven doradas --termino ella. --No solo las de las tabernas, tambien las de los teatros de Drury Lane. Y las lamparas que cuelgan delante de las casas de alterne. --Las casas de mala muerte donde su madre habia aterrizado despues de que el duque se negara a mantenerla cuando eligio tener a su hijo. Donde habia nacido aquel hijo. --Para mantener la oscuridad a raya --susurro ella. --La oscuridad no es tan mala --adujo el--. Lo que ocurre es que la gente que vive en ella no tiene mas remedio que luchar por lo que necesita. --?Y consiguen lo que necesitan? --No. No tienen lo que necesitan, y tampoco lo que merecen. --Hizo una pausa y luego susurro al dosel de ramas, como si realmente fuera magico--. Pero vamos a cambiar todo eso. No le paso desapercibido que habia usado el plural. No solo ellos dos, sino todos. Aquel cuarteto que hizo un pacto para iniciar aquella loca competicion: quien ganara protegeria al resto. Y luego escaparian de aquel lugar en el que los habian forzado a luchar en una batalla de ingenio y armas que le daria a su padre lo que queria: un heredero digno de un ducado. --En cuanto seas duque... --empezo ella, en voz baja. --En cuanto uno de nosotros sea duque. --Se volvio para mirarla. Ella nego con la cabeza y busco su brillante mirada ambarina, tan parecida a la de sus hermanos. Tan parecida a la de su padre. --Vas a ganar tu. --?Como lo sabes? --dijo el, despues de observarla durante un buen rato. --Lo se, y punto. --Apreto los labios. Las maquinaciones del viejo duque se volvian mas desafiantes cada dia. Diablo era como su nombre, demasiado fuego y furia. Y Whit era demasiado pequeno y demasiado amable. --?Y si no quiero? --Por supuesto que quieres. --Cualquier otra cosa era una idea absurda. --El ducado deberia ser tuyo. --Las chicas no pueden ser duques. --Ella no pudo reprimir una risita exagerada. --Y, sin embargo, aqui estas: eres la heredera. Pero no lo era. No de verdad. Ella era el producto de una aventura extramatrimonial de su madre, una apuesta ideada para darle un heredero bastardo a un marido monstruoso, y manchar asi para siempre su preciado linaje, que era lo unico que realmente le importaba al duque. Pero, en lugar de un nino, la duquesa habia dado a luz a una nina, por lo que no podia heredar. Era la sustituta. Una simple nota al pie en el ancestral ejemplar del Libro de la nobleza de Gran Bretana e Irlanda. Y los cuatro lo sabian. --No importa --aseguro, ignorando sus palabras. Y no importaba. Ewan ganaria. Se convertiria en duque. Y lo cambiaria todo. El la observo en silencio durante un rato. --Cuando sea duque... --fantaseo en un susurro, como si las palabras fueran a convertirse en realidad al pronunciarlas en voz alta--. Cuando sea duque, yo cuidare de todos. De nosotros y de todo el Garden. Manejare su dinero. Su poder. Su nombre. Y me alejare de aqui y nunca mirare atras. --Las palabras volaron alrededor de ellos, reverberando en los troncos de los arboles antes de que el se corrigiera--. Su nombre no --susurro--. El tuyo. Robert Matthew Carrick, conde de Sumner, heredero del ducado de Marwick. Ignoro el ramalazo de emocion que la recorrio y suavizo el tono. --Te quedara bien ese nombre. Es nuevo. Yo nunca lo he usado. --Habia sido bautizada como el heredero, pero no podia hacer uso de su nombre. A lo largo de los anos, siempre se habian dirigido a ella como <>, <> o <>. Un dia, cuando tenia ocho anos, hubo una criada que la llamo <>, y eso le gusto mucho. Pero la criada se habia marchado al cabo de unos meses, y ella habia vuelto a ser invisible. Hasta que mas tarde llegaron tres chicos que si la veian, y el que estaba con ella no solo parecia verla, sino tambien entenderla. Y la llamaron de mil maneras: <>, por la forma en que atravesaba los campos a la carrera, <>, por las llamas de su cabello pelirrojo y <>, por la manera en que se enfadaba con su padre. Y ella respondia a todos aquellos apodos, sabiendo que ninguno era su nombre, sin importarle demasiado, porque ellos estaban alli. Porque tal vez estar con ellos fuera suficiente. Porque para ellos era alguien importante. --Lo siento --susurro el. Y lo decia en serio. Para el, ella si era alguien importante. Permanecieron asi durante unos instantes, con las miradas entrelazadas mientras la verdad pesaba a su alrededor, hasta que el carraspeo y aparto los ojos, rompiendo asi aquella conexion. Lo observo cuando giro su tronco para volver a prestar atencion a las copas de los arboles. --De todos modos, mi madre decia que le encantaba la lluvia, porque era el unico momento en que veia joyas en el barrio de Covent Garden. --Prometeme que me llevaras contigo cuando te vayas --susurro ella para romper el silencio. Los labios de Ewan se convirtieron en una linea firme, la promesa quedo escrita en las arrugas de su cara, mas vieja de lo que deberia ser. Mas joven de lo que iba a necesitar que fuera. --Y tendras muchas joyas. --Asintio con seguridad. Ella se giro, y sus faldas se desplegaron sobre la hierba. --Por supuesto --bromeo ella--. Y vestidos confeccionados con hilo de oro. --Viviras entre bobinas de hilo oro. --Si, por favor --dijo ella--, y una doncella que sepa hacerme preciosos peinados. --Para ser una chica de campo, eres muy exigente --se burlo. --He tenido toda la vida para elaborar una lista con mis necesidades. --Le dirigio una sonrisa. --?Crees que estas preparada para Londres, chica de campo? --Creo que se me dara bien, chico de ciudad. --La sonrisa se transformo en un ceno fruncido. El se rio, y el preciado (por infrecuente) sonido de su risa lleno el espacio que los rodeaba, reconfortandola. En ese momento, sucedio algo. Algo extrano e inquietante, maravilloso e inaudito. Ese sonido, que no se parecia a ningun otro del vasto mundo, la libero. De repente, lo sintio. No solo el calor de el a su lado, donde se tocaban de hombro a cadera. No solo el lugar donde su codo descansaba junto a su oreja. No solo el contacto de sus manos en los rizos cuando el extrajo una hoja de ellos. Sino en todas partes. En el ascenso y descenso uniforme de su respiracion. En su segura quietud. Y esa risa..., en su risa. --Pase lo que pase, prometeme que no me olvidaras --le pidio en voz baja. --No podre. Estaremos juntos. --La gente se va. --Yo no. No me ire. --Fruncio el ceno y nego con fuerza. --A veces no se elige. A veces, la gente, simplemente... --Asintio--. Pero aun asi... Su mirada se suavizo al comprender que se referia a su madre. Rodo hacia ella y quedaron frente a frente, con las mejillas apoyadas en las palmas de las manos, lo suficientemente cerca como para contarse mil secretos. --Ella se habria quedado de haber podido --dijo el con firmeza. --No lo sabes --susurro, y cuanto detesto el picor que le provocaban aquellas palabras en los ojos--. Naci y ella murio, y me dejo con un hombre que no era mi padre, que me dio un nombre que no es el mio, y nunca sabre que habria pasado si ella hubiera vivido. Nunca sabre si... --El espero. Siempre paciente, como si fuera a aguardar toda la vida--. Nunca sabre si me habria querido. --Claro que si. --La respuesta fue inmediata. --Ni siquiera me puso un nombre. --Sacudio la cabeza y cerro los ojos. Queria creerle. --Lo habria hecho. Te habria puesto un nombre, y habria sido precioso. La certeza de sus palabras hizo que ella buscara su mirada, segura e inflexible. --Entonces, ?no me llamo Robert? --Ella te habria puesto un nombre digno de ti. El nombre que te mereces. Te habria dado el titulo. --No sonrio. No se rio. La comprendia y, luego, anadio--: Como voy a hacer yo. Todo se detuvo: el susurro de las hojas en el dosel de ramas; los gritos de sus hermanos en el arroyo, un poco mas alla; el lento transcurrir de la tarde; y ella supo, en ese momento, que el estaba a punto de hacerle un regalo que nunca habia imaginado recibir. --Dime... --Le sonrio, con el corazon palpitando en el pecho. Queria ese regalo en los labios y en la voz de el, en los oidos de ella. Queria que se lo diera y sabia que le resultaria imposible olvidarlo, incluso despues de que se marchara y la dejara atras. Y el se lo dio. --Grace --la llamo.

  • Una vez en Paris de Diana Palmer

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    Aunque Pierce estaba fuera de su alcance, Brianne no podia imaginarse entregandose a ningun otro hombre y, menos aun, al socio corrupto de su padrastro. Obsesionado con Brianne desde su primer encuentro, Philippe Sabon no se detendria ante nada con tal de conseguirla. Cuando pidio su mano a su padrastro con la excusa de unir la riqueza de las dos familias, solo la intervencion de Pierce podria salvarla de un destino peor que la muerte…

  • Nomeolvides (Coraje 1) de Kris L. Jordan

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    Dos hombres diferentes e inmersos en mundos distintos se enfrentaran a sus miedos.
    Martin es un policia de Manhattan obsesionado con resolver un caso de asesinatos en serie. Aterrado con el parecido que tiene su hermana con las victimas, intenta sobreprotegerla. Pero no podra hacer nada frente a la pasion que ella sentira por una persona inadecuada.
    Las pistas que ha dejado el asesino son escasas, el tiempo corre y Martin sabe que habra otra victima. ?Conseguira atraparle a tiempo?
    A su vida estresada, se une la aparicion de un fantasma que parece necesitarle e intenta comunicarse con el de manera desesperada.
    Ivan ha luchado por vivir, por salir adelante en un mundo corrupto. Abandonado en un Hospicio, aprendio a ocuparse de si mismo sin importarle los demas. Anos despues le persigue el sueno visionario de sor Mari, que le previene de una mujer que de manera casual aparecera en su vida. Pero no podra resistirse a su pasion, porque su corazon sera quien tome las riendas.
    ?Que tienen en comun un policia y el dueno del mejor club de striptease y prostitucion de Manhattan?

  • Tatuada en mi alma (Cuidarte el alma 2), Mariel Ruggieri de Mariel Ruggieri

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    “-?Sabias que. uno de los siete pecados capitales. es la lujuria? -pregunta Paulina jadeando sobre mi boca.
    -?Y vos sabias que. otro pecado. es la gula? -replico mientras la recuesto en la cama y mi lengua se pierde entre sus piernas.
    Ella las abre mas y me ofrece sin reservas ese manjar.
    -Eso esta muy mal…
    -Hay algo peor, cosa hermosa.
    -?Que puede ser peor?
    -Incesto -respondo con una sonrisa, mientras pienso que el cielo que tengo en mi boca, bien vale arder en el infierno…”

  • Pacto entre hermanas de Ivette Chardis

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    Dos mujeres independientes y un baron dispuesto a conquistar a una de ellas.

  • Memorias de un arbol de Guido Mina Di Sospiro

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    La historia del mundo a traves de la mirada de un arbol. Una bella novela que te hara crecer y fortalecera tus raices emocionales.

  • Relatos de amor para jueves con lluvia de Alfonso Reyes

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    El amor duele. A veces tanto, que abre puertas a la locura, a la muerte, incluso… al crimen.
    De amor, y solo de amor, tratan estos 13 relatos.

  • La ultima sefarad de Toledo de Miguel Angel Rico

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    La ultima Sefarad de Toledo
    Miguel Angel Rico
    Meses antes del descubrimiento de America y de la Expulsion de los judios de "Espana 1492", dos jovenes mercaderes pertenecientes a una de las familias con mas linaje del barrio judio de Toledo emprenden un largo viaje en busca de nuevas tierras donde establecerse con sus familias. Esta larga empresa estara llena de peligros y aventuras por los caminos de la Espana de principios del siglo XV. Mientras, en el transcurso de la novela, parte real y parte ficcion, apareceran grandes personajes reales de la historia: Abraham Zacuto, Cristobal Colon, Gonzalo de Cordoba, los Reyes Catolicos...y la belleza de la Judia de Toledo que deslumbrara con su hermosura a un joven principe nordico en su cruzada por la expulsion de los morisco de Espana.
    282 paginas con ilustraciones en blanco y negro

  • Un Vaquero de Ojos Verdes (Rancho Atkins 2), Tess Curtis de Tess Curtis

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  • TUS CUATRO DESEOS de Davinia Palacios Garcia

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    Mi nombre es Valerie Davis.Durante tres anos he sido la novia perfecta para el hombre perfecto. Pero el me ha revelado algo que hace imposible seguir con nuestro compromiso.Harta del control incesante por parte de mi madre en cada aspecto de mi existencia, he decidido volver a la ciudad en la cual me crie y empezar una nueva vida.Sin ser la mujer florero de nadie. Ganandome la vida sin tener una carrera universitaria. Siendo autosuficiente por mi misma.

  • Amor Complice, Cova Galena de Cova Galena

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  • El asedio de Troya de Theodor Kallifatides

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    En este recuento perspicaz de La Iliada, una joven maestra griega recurre al poder duradero del mito para ayudar a sus estudiantes a sobrellevar los terrores de la ocupacion nazi. Las bombas caen sobre un pueblo griego durante la Segunda Guerra Mundial, y una maestra lleva a sus alumnos a una cueva para refugiarse. Alli les cuenta sobre otra guerra, cuando los griegos sitiaron a Troya. Dia tras dia, cuenta como los griegos sufren de sed, calor y nostalgia, y como se enfrentan los oponentes: ejercito contra ejercito, hombre contra hombre. Los cascos se cortan, las cabezas vuelan, la sangre fluye. Ahora son otros los que invaden Grecia, el ejercito de la Alemania nazi. Pero los horrores son los mismos miles de anos despues. Theodor Kallifatides proporciona una notable vision psicologica en su version moderna de La Iliada, minimizando el papel de los dioses y profundizando en la mentalidad de sus heroes mortales. La epopeya de Homero cobra vida con una urgencia renovada que nos permite experimentar los eventos como si fueran de primera mano, y revela verdades eternas sobre la insensatez de la guerra y lo que significa ser humano.

  • Riquete el del Copete de Amelie Nothomb

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    Deodat es el bebe mas feo del mundo, pero a medida que crece demostrara poseer una mente privilegiada. Sin embargo, tendra serias dificultades para comprender los misterios del amor y lo que quieren las chicas. Tremiere, por el contrario, es una nina de una belleza arrebatadora, pero se muestra pasiva, solo habla cuando es imprescindible y parece no reaccionar ante las provocaciones. Y, como los extremos se atraen, los inadaptados Deodat y Tremiere parecen destinados a encontrarse…
    Retomando la formula que ya utilizo hace unos anos en Barba Azul, Nothomb vuelve a reinventar un cuento de Perrault, trasladandolo al mundo actual a modo de fabula moderna nada inocente. Con su clarividencia, elegancia y fluidez narrativa marca de la casa, la autora explora las incertidumbres de la infancia y la adolescencia, aborda la diferencia y las dificultades para adaptarse al mundo de quienes son singulares y reflexiona sobre la verdadera naturaleza del amor y la belleza.
    El libro, el numero veinticinco de la ya vasta produccion de la escritora belga, es una nueva muestra de su inagotable talento, un delicioso cuento de hadas contemporaneo que propone una vuelta de tuerca ingeniosa, poetica y critica a uno de esos clasicos del <>. Y es que, en palabras de la autora, <>.

  • Volver a encontrarnos de Judit Da Silva

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    Lisa Freeman se ve obligada a dejar su hogar en Bishopstoke, Hampshire, y trasladarse con su familia al bullicioso Londres. Alli, junto a su hermana Clea, tendran que aprender a moverse en sociedad. Pero no todo son rostros nuevos, alli se reencontrara con su querido amigo de la infancia Adrien Bells. Lo que ella no espera es que la ciudad le haya cambiado tanto. ?Que se ha hecho del encantador Adrien que ella conocia?
    Adrien Bells, dejo anos atras Bishopstoke para emprender una nueva vida en Londres. Convertido en un hombre de negocios parece haber dejado de lado al joven amable y atento que fue antano. Ahora es un hombre frio y practico, que siente un profundo disgustado por ver a Lisa convertida en una mujer de fuerte caracter. A pesar de ello, no puede dejar de sentirse atraido por ella. ?Sera capaz de dejar de lado sus prejuicios y escuchar a su corazon?
    Dos protagonistas opuestos, condenados a entenderse por el bien de sus familias. Atrevete a descubrir esta maravillosa novela que nos llega de la mano de Judit Da Silva.

  • Ardiente venganza de Dana Curt

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    "No puedo quitarme la sonrisa de la cara. El… en realidad quiere que me quede. Quiere que me quede, incluso despues de que hayamos terminado de hacerlo. Escuche un poco de ruido en su cocina, y regreso unos momentos despues con un pote de helado en la mano. Tiene un par de cucharas con el, y me lanza una.

  • Siete Llaves de Noel Romero

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    EL hombre del traje oscuro, marco un numero, mientras caminaba de un lado para otro, en el salon de aquel apartamento. --Dime que lo encontraste, -dijo la voz del otro lado. --Negativo, -respondio-. He registrado en todos lados y no he encontrado nada. ?Estas seguro de que es el? --!Absolutamente!, -chillo la voz-. ?Crees que soy tonto? Tiene que ser. Quedate por ahi cerca y cuando aparezca lo coges y ya sabes lo que tienes que hacer con el. Acto seguido, se oyo el caracteristico bip, bip, bip, indicando que, el que hablaba por el otro extremo, habia colgado. El tipo se arreglo el nudo de su corbata, salio al parqueo y se sento a esperar, pacientemente, el regreso de su victima. Al rato, lo vio entrar al edificio. Era un hombre de unos 50 anos, con el pelo bastante canoso, lo cual coincidia con la descripcion que le habian proporcionado. Espero un poco mas, dando tiempo a que subiera y llegara a su apartamento. Alli lo agarraria facilmente y sin llamar la atencion. Comenzo a subir por las escaleras, cuando, de pronto, la estridencia de la alarma de incendios, estremecio todo el edificio. Al llegar al pasillo, habia gente por todas partes. Se dio cuenta, inmediatamente, que el hombre habia sospechado al encontrar su casa desordenada y habia activado la alarma contra incendios para poder escapar aprovechando la confusion. <>, -penso-. Al final del pasillo habia una ventana y su instinto lo impulso a asomarse por ella alcanzando a ver al hombre, que usando la escalera de emergencia, habia llegado abajo y se alejaba corriendo por el callejon. Uno de sus compinches, se dio cuenta y se lanzo tras de el en una feroz caceria. El perseguido entro en otro callejon, se escondio unos instantes en una cabina telefonica. Vio pasar de largo a su perseguidor y penso que podia tener alguna posibilidad. Salio de su estrecho escondite y echo a correr desesperadamente por el callejon. Vio un auto que venia hacia el a toda velocidad. Se volteo hacia el lugar por donde habia entrado y otro auto venia por ahi. Estaba atrapado. No habia escapatoria posible. El hombre del traje oscuro, salio de uno de los autos y fue hacia el. Otro venia por detras. Un golpe en la nuca y sobrevino la oscuridad. Cuando recobro el conocimiento, estaba atado a una silla en medio de una habitacion mal alumbrada, sin ventanas y sin pintar. Frente a el en el otro extremo de la estancia solo una puerta de la cual colgaba, al parecer para dar suerte, una herradura. Miro a su interrogador, pero su cara no le era conocida. No habia una parte del cuerpo que no le doliera. Le habian propinado una paliza tal que sangraba por varios lugares y tenia un ojo y el labio inferior, hinchados. Entonces recordo los golpes, las preguntas. Tambien recordaba haberse despertado en una furgoneta y luego ese olor a cloroformo en la cara. Al parecer habia perdido el conocimiento y vuelto en si, varias veces. Su torturador se desesperaba porque no estaba obteniendo el resultado esperado. Las instrucciones que tenia el hombre del traje oscuro, eran precisas: conseguir las respuestas, al precio que fuera necesario. Asi que busco una pinza y con mucha sangre fria y sin remordimiento alguno, le saco la una del dedo menique de la mano izquierda. El trapo que amordazaba la boca del torturado, sirvio de amortiguador de los gritos de dolor, que sus pulmones lanzaban desesperados. Aun, asi, no hubo respuesta. Una macabra caja con dos cables terminados en pinzas de cocodrilo hizo su aparicion. Era, segun su inventor, el "extractor de la verdad". Le pregunto a su victima por ultima vez, siendo ignorado, una vez mas. Entonces, aprisiono las tetillas del desdichado con las pinzas, conecto la caja a un tomacorriente y le dio al interruptor. Con calma diabolica, dejo pasar varios largos segundos. En medio de terribles convulsiones, aquel pobre hombre atado a la silla, emitio varios gritos ahogados y entro en un estado semiconsciente. La segunda sesion estaba por comenzar, cuando se oyo una voz fuerte. --!Alto! Ya es suficiente, -dijo el recien llegado, en un tono que denotaba un indiscutible liderazgo. --Pero..., tu mismo me dijiste que... --Shhh, -dijo el jefe llevandose el dedo indice a los labios--. Echo un poco de agua en un jarro y se la tiro a la cara al cautivo, provocando que este despertara y lo mirara. --Nunca pensaste que este momento llegaria, ?verdad?, --le dijo, mientras sostenia la mandibula de su prisionero para que sus ojos quedaran frente a frente. --!Tu!, -apenas pudo pronunciar el torturado. Su mirada demostraba asombro. --Pero... ?como? !Entonces fuiste tu, quien mato a...! -No pudo continuar, pues le sobrevino un ataque de tos, que expelia saliva y sangre por todos lados. --No tienes idea de como di contigo, ?eh? Pues, te lo voy a contar, -dijo el recien llegado y acerco una pequena banqueta, en la que se sento quedando frente al hombre secuestrado-, para que veas que las casualidades no estan escritas y que el amor es la tonteria mas grande que se ha inventado. --Todo comenzo antenoche, -comenzo su narracion el captor-, durante una velada intima, en casa, con unos amigos. Una amiga de mi esposa, que se llama Sofia, relato una historia de amor, como esas tontas, que suceden en las novelas y que conmovio a todos los invitados, pero para mi, fue como una bocanada de aire fresco, al salir de un lugar cerrado y falto de oxigeno. --Resulta que esa tal Sofia, -prosiguio-, visita la tumba de su madre con frecuencia y cerca de alli esta enterrada una senora que ella conocio. Entonces, noto que, desde hace poco, un hombre misterioso, le llevaba flores todos los dias, estaba un rato con ella, llorando desconsoladamente y luego se iba. Y asi todos los dias. Una manana, Sofia y el amante anonimo, tropezaron, accidentalmente, en el cementerio y cuando este se agacho para ayudarla a recoger las cosas que se le habian caido, ella noto un tatuaje que el tenia en el brazo con el nombre de la difunta, pero con una pequena falta de ortografia. El se puso nervioso, se bajo, enseguida, las mangas de su chaqueta y se alejo rapidamente, mientras ella le agradecia. La mujer sintio no haber tenido tiempo para preguntarle acerca de su relacion con la senora enterrada alli. --Al enterarme de lo que decia el tatuaje, -siguio el desalmado-, supe, al instante, que te habia encontrado. Con un poco de mana, logre que mi esposa me dijera el lugar donde estaba enterrada la madre de su amiga. Ayer por la manana fui a esa tumba, pretendiendo ser un doliente, para espiar desde una distancia prudencial y no habian pasado ni 15 minutos, cuando apareciste. Yo no podia dar credito a mis ojos, pero alli estabas, "desolado", junto a la tumba de "tu amor", con un ramo de rosas rojas, llorando como un estupido adolescente enamorado. --Sabes, la vida recompensa a los que saben esperar. Solo tuve que seguirte y averiguar donde vivias. Por cierto que eso de que "todo el mundo tiene su precio", es mucha verdad. Lo que pasa es que el tipo de tu edificio, que nos dio el codigo de acceso y el numero de tu apartamento, puso su precio muy alto y ahora no va a poder disfrutarlo. El resto ya lo sabes, – concluyo. El jefe se volvio hacia el hombre del traje oscuro. --No creo que este vaya a hablar. Por lo pronto, vamos a poner vigilancia sobre el apartamento, porque es posible que alguien aparezca por alli. Pero, esta vez, -advirtio-, a quien quiera que entre alli, vamos a dejarlo hacer. Este error no podemos cometerlo mas. No podemos espantar al objetivo, ?entiendes?, asi que vamos a dejar actuar al proximo y asi nos llevara hasta su madriguera. --Es mas, -agrego-, en la medida de nuestras posibilidades, le vamos a facilitar las cosas. Recuerda que no queremos resultados intermedios, nuestro objetivo es el final y hacia alli debemos enfocar todos nuestros esfuerzos. No lo echemos a perder, ?si? --?Que hacemos con esta cosa, -pregunto el hombre del traje oscuro, senalando para el prisionero-. ?Lo liquidamos? --No, no, -contesto el jefe esbozando una macabra sonrisa-, creo que se me acaba de ocurrir una genial idea. Este se va a morir, el solito, no habra necesidad de matarlo. Me va a resultar mas util muerto que vivo, asi que, su mejor manera de ayudarnos, sera... "morir". Al otro lado de la ciudad, en el Asilo La Esperanza, la enfermera Susana Esquivel habia salido de la enfermeria y caminaba por el pasillo recto que llevaba, directamente, hacia el parqueo de las ambulancias. A su derecha se abria un estrecho corredor que daba acceso a otras dependencias de la Institucion como la sala de Rayos X, de Estomatologia y otras. Se disponia a entrar por alli, cuando la conocida sirena de una ambulancia que llegaba, la hizo detenerse. Los paramedicos pasaron de prisa por su lado en direccion a la enfermeria y la chica, por instinto, los siguio. Se acerco a la camilla y vio a un hombre todo magullado. En realidad se veia bastante mal. Entonces ocurrio algo imprevisto. El hombre se aferro al bolsillo de su bata de enfermera, mientras la miraba con unos ojos negros muy intensos y llenos de desesperacion que la pusieron incomoda. Con un poco de trabajo, logro soltar la mano del hombre de su bolsillo y trato de calmarlo, diciendole que todo iba a estar bien. Susana se dispuso a ayudar, pero Lidia, la Jefa de Enfermeras, le dijo que no hacia falta y que podia continuar con sus labores. Susana salio de alli con una extrana sensacion. No sabia por que, pero aquel hombre le transmitia algo familiar. Era como si tuviera que ayudarlo o algo asi. Cuando llego a su casa ese dia, por la tarde, se sintio en el paraiso. Habia sido un dia largo y agitado y se sentia muerta de cansancio. Se quito la bata, entro al comedor y la tiro sobre el espaldar de una silla. Se dirigio al refrigerador y se sirvio un gran vaso de leche fria. Fue a la sala y casi se tiro sobre el sofa. Conecto el televisor mientras se quitaba los zapatos y estiraba los pies adoloridos por estar de aqui para alla todo el dia. Se sonrio, porque los programas de la television parecian los mismos del dia anterior, igual que las noticias. Era viernes y penso que era bueno que le hubieran dado el fin de semana completo para descansar. No estaba segura de querer ir a ver a sus padres, pues ellos nunca habian aprobado su decision de ser enfermera y entonces, simplemente, decidio emanciparse y venir para la ciudad, donde alquilaba este apartamento. Se tomo la leche y llevo el vaso al fregadero. Recogio la bata para llevarla al cesto de la ropa sucia y la reviso. No seria la primera vez que lavaba ropa con cosas en los bolsillos. Entre varias recetas que saco de alli, encontro algo raro. Era una nota arrugada que no sabia de donde habia salido. La extrana nota decia que habia que ir a la terminal de trenes, buscar la taquilla No7 y abrirla con el codigo que incluia. Mas abajo, con una letra atropellada y escrita, al parecer, sobre algo blando y agregada a ultima hora, habia una direccion, un numero y una frase: toca el timbre. Al final se leia: para Alex. Susana reflexiono un instante, tratando de adivinar quien pudo ponerle aquella nota en su bata y entonces recordo aquellos ojos negros intensos y la mano del hombre aferrada a al bolsillo de su bata. <> -penso-. Entonces, volvio aquella sensacion de conexion con esa persona y como no tenia nada que hacer, porque no era muy de salir por ahi y menos sola, decidio ir al dia siguiente al Asilo, a ver como seguia el hombre y de paso, si estaba en condiciones de hablar, preguntarle por la nota. Por la manana, Susana llego a su trabajo como a las nueve y fue, directamente, a la enfermeria. Cuando pregunto, recibio una respuesta que la dejo en shock: el hombre habia muerto. Lidia le dijo que habia salido un momento y cuando regreso lo encontro inmovil, sin signos vitales, asi que llamo al doctor Montes de Oca, quien era la maxima autoridad para estas cosas, y el determino que ese senor habia muerto y se encargo de su traslado a la morgue, para la autopsia. Como el occiso no tenia identificacion, ni nadie lo habia reclamado, pues, se procedio a incinerarlo. A Susana le parecio muy extrano que se hubiera cremado a una persona, sin saber su identidad o por lo menos tratar de averiguarla o esperar a que apareciera un familiar. Salio del Asilo muy afligida y con ganas de llorar. ?Quien era aquel hombre y por que le habia dejado aquella nota? ?Por que, precisamente, a ella? Quizas no tuvo a quien mas darsela. Todas esas interrogantes, se agolpaban en la mente de la chica. Fue a la terminal de trenes y con la combinacion de la nota, abrio la taquilla 7. Alli habia una caja pequena, sellada con cinta adhesiva. Por fuera de la caja habia una direccion y de nuevo: para Alex. 2 Capitulo EL pequeno taller de mecanica de Alexander Martell, en el patio de la casa donde vivia, estaba tan sucio como siempre. Segun los viejos mecanicos, eso era una buena senal. Un cliente entrado en anos, que regularmente hacia aqui los cambios de aceite, siempre decia: "yo vengo a este lugar, porque no confio en los mecanicos bien vestidos y con las manos limpias." Con este taller, Alex, se ganaba la vida, desde que lo abrio a principios de enero. Era un joven atletico, bien parecido, le gustaba el deporte y montar su moto. Se habia graduado de mecanico a mediados del 2013. Justo un mes antes de graduarse, habia perdido a su madre, quien habia sucumbido en una batalla contra el cancer. Sabia que no se iba a hacer rico con este taller, pero lo llenaba profesionalmente y ademas, le alcanzaba para pagar las facturas y mantener en optimas condiciones a la nina de sus ojos: una moto roja y blanca. Le apasionaba la Geologia y tenia en su casa algunas muestras de minerales y rocas recogidos en el campo, durante varias excursiones. Esa manana, estaba trabajando debajo de una camioneta, cuando el sonajero del porton, le aviso de un posible cliente. Una chica de unos 22 anos, bellisima, mas bien delgada, esbelta, de pelo castano, largas piernas y una gracia natural para caer bien, entro preguntando por el. --Aqui abajo, -dijo el chico, asomando la cabeza y agitando una mano negra de grasa. Susana llego hasta la camioneta. Unos ojos vivarachos la miraban desde el suelo. --?Eres Alex?, -le pregunto, teniendo que levantar la voz para poder ser escuchada por encima de la musica altisima que "amenizaba" el taller. --El mismo que viste y calza, -respondio el joven, tambien gritando-. Sus ojos escanearon sin ningun pudor, como buen mecanico, a su interlocutora y llego a la conclusion de que hoy iba a ser su dia de suerte. --Alguien ha dejado esta cajita para ti, -grito la muchacha mientras caminaba hasta el equipo de audio que emitia la estridente cancion y lo ponia en pausa. --?Pudieras colocarla encima de esa mesa?, le pidio Alex, mostrandole sus manos llenas de grasa-. Ella puso la caja sobre una mesa de trabajo, en la que no cabia ni un alfiler y tuvo que hacer espacio para colocarla. --Menos mal que no se demoro tanto esta vez, -dijo el, pero la mirada de la chica le dio a entender que no sabia de lo que estaba hablando-. Entonces, el chico, senalando para la cajita le pregunto: --Esa es la pieza que encargue, ?verdad? Un encogimiento de hombros fue la respuesta.

  • El fatal destino de Roma de Kyle Harper

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    Kyle Harper nos ofrece una nueva vision de la decadencia y caida del Imperio romano, que nos descubre el papel determinante que el cambio climatico y las enfermedades infecciosas tuvieron en su ruina. Partiendo de la epoca feliz de Marco Aurelio, el autor nos conduce hasta el momento en que un imperio asediado no pudo resistir el embate conjunto de una <> y de la peste bubonica. Kyle Harper, que combina la erudicion historica con el metodo cientifico, nos conduce a una reflexion que enlaza una nueva forma de ver la historia con los problemas del presente. La recepcion del libro por parte de los especialistas ha sido entusiasta: desde Peter Brown, que lo califica de <>, hasta Walter Scheidel, que lo valora como <>.

  • Un vinedo para Allison de Olivia Kiss

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    Cuando eran jovenes, Alexandre y Allison se reunian todos los veranos en El Vinedo Morriset y su amistad pronto dio paso a algo mas, un sentimiento profundo. Sin embargo, antes de la amarga despedida, el le prometio que le escribiria, pero nunca lo hizo.
    Diez anos mas tarde, el vinedo esta en venta. El senor Morriset quiere que termine en manos de alguien que realmente entienda lo que significa aquel lugar, asi que Alexandre y Allison acaban siendo los unicos aspirantes y deberan pasar unas semanas juntos en ese sitio en el que se enamoraron, aunque ahora el odio, el dolor y el sabor de la traicion parezca interponerse irremediablemente entre los dos. ?Pueden los muros de aquella casa derribar los que ellos mismos han construido? ?Realmente ya no sienten nada el uno por el otro?

  • Mil tequieros de Isabel Keats

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    Esto no puede estar pasandole a ella. Al menos eso es lo que se repite Achu, una y otra vez, cuando su ordenada vida --una meteorica carrera en un conocido bufete de San Diego, un novio atractivo y con una buena posicion economica-- salta por los aires y, de pronto, se encuentra en una cabana perdida, en mitad de una tormenta de nieve y sin otra compania que un desconocido de ascendencia nativo americana, de pocas palabras y con los ojos azules mas bonitos del mundo.
    Las cosas ya no pueden ir a peor, o… ?quiza si?
    Cuando el destino te pone a prueba, tienes dos opciones: hundirte y llorar, o salir a flote y aprender a vivir de verdad.

  • Tocame, vuelveme loca de Carmen Alemany

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    Cuando Susan decide investigar un caso no tiene ni idea de lo mucho que va a cambiar su vida. La unica pista sobre las extranas muertes de dos individuos la lleva a las puertas de The Temple, una lujosa discoteca que no es lo que parece. Tras los muros se esconden secretos que Susan intentara descubrir a riesgo de su propia vida.

  • El retorno de Alexia de Lucy Solen

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    Cambio todo, no solo la vida de el, sino la vida de Alexia, volviendo su vida del reves, cuestionando todo aquello que creian conocer hasta entonces. El bien y el mal, sus actos y su persona se transformaron cuando los labios de el rozaron los suyos, cuando se nego a si misma la realidad, alejandose de el para despues rogarle su presencia en su cuerpo. Sin darse cuenta, ambos cayeron presos del amor, de sus caricias, de sus besos y de todas las veces que sus cuerpos formaron se quemaron en ese fuego.
    Su juego, su numero, tan solo eran una mera excusa para tapar verdaderamente los sentimientos que les unian desde el primer dia, en aquella habitacion de hotel en Sofia.
    Les esperan nuevas aventuras, donde el nivel de seduccion sube al rojo vivo, nada ha cambiado. Dos locos de la vida que se encontraron. Ahora ambos, se unen enfrentandose a algo que los dos no esperaban. Eduardo y Alexia y un destino…Sofia.

  • Creer en el amor (Jazmin Secretos Y Mentiras) de Day Leclaire

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    La oportunidad de su vida.

  • Secretos Familiares. Secretamente en el apartamento de Rainer Segen

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    Pasa por su apartamento…

  • La edad del desconsuelo de Jane Smiley

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    Cuando Dave escucha a su esposa Dana musitar <>, quiza sin haberse dado cuenta siquiera de que lo decia en voz alta, siente que ambos estan a punto de perder todo aquello que una vez desearon: sus anos de apacible matrimonio, tres hijas, la prospera clinica dental que comparten. Ahora Dave esta convencido de que Dana se ha enamorado de otro hombre y, de manera inesperada, decide que la mejor manera de salvar su relacion es evitar que su esposa descubra que el lo sabe.

  • Te buscare, siempre de N. Q. Palm

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    Nick Rusell es un hombre solitario y bastante reservado. Nunca da nada por sentado y la vida le ha mostrado que no siempre es facil salir adelante. Atractivo y poco dado a tener relaciones estables, ve como un dia todo esto cambia.
    Vive en un barrio conflictivo de Los Angeles, donde nacio y se crio, y a el no le supone ningun problema en su dia a dia, que discurre entre motores de coches y motos.
    Sus amigos mas cercanos pertenecen a un club motero y han tratado de convencerlo varias veces para que se una a ellos, pero a el le gusta ser libre, sin el yugo de un presidente despota que se salta la ley para conseguir dinero sucio.
    Las circunstancias deciden que ese club este mas cerca de lo que le gustaria. En el hay una persona reservada, que nunca mira a los ojos de nadie y parece malditamente infeliz dentro de ese antro. Ella representa todo lo que odia. Entonces, ?por que su mente no deja de mostrarle su bello rostro?
    Aunque Nick sabe que entrar en las filas de esos tarados es condenarse de por vida, toma una decision que cambiara su existencia para siempre, empujandolo hacia un destino inesperado y cruel.

  • Principe oscuro de Angelique Mut

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    Algunos principe son tan oscuro que cuesta creer que tiene un alma llena de luz…

  • Secretos del corazon (Corazones prohibidos 1) de Norah Jones

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    La manana avanzaba demasiado deprisa para Heather Hamilton, pues la joven no tenia el menor interes en volver a su casa. Preferia estar como en ese momento: tranquila. Duena de sus actos, de sus decisiones y sin tener que estar luchando consigo misma, para no oir las discursiones diarias de sus padres. Cierto, que tenia el apoyo de Grace, pero ultimamente estaba distante, y cada vez que le preguntaba el motivo, respondia con evasivas sin sentido. --?Sabes una cosa, Regina? --pregunto tras un largo silencio, unicamente roto por el sonido de los caballos que a esa hora llenaban Hyde Park. --Vas a aceptar. ?A que si? --pregunto Regina Harper, una buena amiga de Heather casada hacia dos anos y que, desde hacia seis mesees, ella misma se consideraba viuda, pues su esposo tomo un y nada mas se supo. --Pues si, voy a aceptar --sentencio con una leve sonrisa de satisfaccion--. No sere la unica soltera, Grace puede acompanarme y tu tambien iras ?verdad? --Claro que ire, no me perderia una tarde, y menos un fin de semana, en un lugar como ese ni loca --sentencion con una carcajada de orgullo--. Ademas, estoy segura de que lo pasaras muy bien, como tu misma has dicho, no seras la unica soltera, y si tus padres intentan fastidiar, ya me encargare yo. Confia en mi. --Confio en ti, por eso voy --dijo sonriente. Ambas amigas continuaron un rato mas cabalgando por el parque londinense. A ninguna se le pasaba que muchas miradas quedaban clavadas en ellas, miradas, algunas, que lamentaban la situacion de lady Harper, ignorando que ella estaba viviendo los mejores meses desde que se vio obligaba a comprometerse con lord Harper, un vividor y juerguista cuyos ojos nunca estuvieron puestos en su esposa. Heather conocia muy bien lo pasado por su amiga, ambas fueron confidentes una de la otra desde el dia que fueron presentadas en sociedad, teniendo una 16 anos y la otra, 18. Aquella noche, todos los ojos fueron puestos en Heather Hamilton. Su belleza quedo en un segundo plano, pues lo mas llamativo de ella fue su ternura, su silencio y su simpatia. El comportamiento de su madre dejo mucho que desear, de hecho, interrumpio dos bailes y la joven acabo llorando a escondidas, pero nadie lo tuvo en cuenta, no tardaron en llegar las primeras invitaciones a bailes y eventos sociales, asi como las primeras notas de interes por parte de las primeras amistades, entre ellas: Regina. Lady Harper, vio en Heather la oportunidad perfecta de tener una amistad con quien hablar, con quien ser ella misma y, sabia, eso tambien le convendria a la joven, sobre todo, despues de conocer a la madre, quien a todo lo que se referia a su hija, decia lo mismo: no. Heather recibio una educacion esmerada, digna de una princesa. Sabia tocar el piano, cantar, bailar, hablar frances y espanol, dibujar, coser, montar a caballo, escribir y, pese a la negativa de su madre, tambien le fue ensenado algo de cocina, pues la institutriz no lo vio con malos ojos y la cocinera, no podia negarse a una peticion tan inocente si llegaba de parte de alguien como ella. Pero todo eso estaba destinado para algo tan sencillo como el matrimonio, aunque aun no habia aparecido el hombre adecuado. Por suerte. Heather Hamilton unicamente deseaba vivir, disfrutar un poco, pero con tantas negativas le resultaba muy dificil. Sin embargo, los consejos de su amiga y de Grace, la instituriz, que se quedo por motivos desconocidos, hicieron de ella una chica mucho mas valiente, que, si bien respetaba a sus padres, tomaba sus propias decisiones, como lo era acudir a pasar el fin de semana en la mansion de los Jefferson, quienes lo celebrarian en su casa de campo, en Silverley. Un lugar desconocido por ella, quien quedo ensimismada observando una mariposa posarse con delicadeza en las crines de su caballo blanco. --Tierra llamando a Heather --dijo Regina con una amplia sonrisa-- ?Has oido lo que te he dicho? --Perdona, estaba observando la mariposa --respondio mientras seguia con la mirada el vuelo del pequeno insecto cuales colores parecian imposibles--. ?Que decias? --Decia que si quieres venir a mi casa, puedes decir en la tuya que te vienes para hacerme compania, de seguro que no te lo niegan, y con tu institutriz para vigilarte… --dijo con segundas intenciones pero sin maldad alguna. --Me parece una idea fantastica. ?Puedo serte sincera? --pregunto Heather con seriedad. --Claro, ?que pasa? --pregunto Regina intrigada, pues si su amiga se ponia asi, significaba que el tema a tratar o era muy delicado o era un asunto muy privado. --?Recuerdas cuando al desaparecer Nicholas fuiste a mi casa? --pregunto con el caballo detenido cerca de la entrada de Hyde Park. --Si, lo recuerdo. Tu madre me dio un sermon sobre como debia tratar a mi marido y que hacer para recuperarlo. No he vuelto a tu casa y no pienso volver a hacerlo, un sermon asi no me lo dio ni mi madre y eso que lo de casarme con Nicholas fue cosa suya --explico Regina sin enteder muy bien hacia donde iba Heather. --Aquel dia casi te pregunte si querias que me fuera a tu casa a hacerte compania --dijo Heather, sin saber si debia o no contarlo. --?Y por que no lo hiciste? --pregunto Regina extranada--. Crei que eramos amigas y que no habia secretos entre nosotras. --Temi que me dijeras que no --confeso ella avergonzada. Lady Regina Harper no pudo evitar reir a carcajadas por aquella confesion. Para su amiga no resultaba gracioso, pero sabia, cuando pasara el tiempo lo comprenderia, y tambien reiria. --Pues ahora soy yo quien te lo pregunta, o mejor, te invito. Nada mejor que pasar al temporada juntas ?te animas? --pregunto con una sonrisa. --Claro que si --respondio Heather con una grata sonrisa, ilusionada, pues le daba la impresion de que cumplir los 18 anos habia sido lo mejor que le podia pasar, aunque no hubiera sido posible sin aquella noche de presentacion que tan desastrosa le resulto, pero tantas, alegrias le dio luego. --Pues vamos a tu casa, recoges tus cosas y te vienes conmigo. Y tambien se viene Grace, me cae muy bien, seguro hace buena amistad con mi criada --dijo con la esperanza de poder ayudar a ambas, pues por alguna razon, Grace le caia muy bien, tanto como lo hacia Jane. Las dos amigas se dirigieron a la casa de lady Heather Hamilton, la cual nada mas llegar, solicito la presencia de su institutriz, quien no tardo en responder a la llamada. --Por favor, recoge mis cosas y las tuyas, vamos a pasar una temporada en casa de Regina --dijo con una sonrisa. --Por supuesto, sera un placer senorita --respondio

  • El pequeno libro de Bob de James Bowen

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  • El Valle del Dragon de Scarlett Thomas

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    El Valle del Dragon es la primera entrega de EL GRAN TEMBLOR, la nueva serie juvenil que cautiva por su ritmo trepidante y su capacidad para crear un mundo imaginario coherente y asombroso. Un emotivo homenaje a la lectura y los libros, con guinos sugerentes a autores considerados clasicos del genero, como J. K. Rowling o Roald Dahl.
    Un cataclismo de proporciones colosales, ocurrido hace cinco anos y recordado como el Gran Temblor, ha acabado con los avances tecnologicos que la humanidad habia desarrollado a lo largo de las ultimas tres decadas. El planeta ha vuelto al pasado, internet es un recuerdo lejano y nadie sabe ya el significado de palabras como <> o <>.
    En esta nueva realidad se desenvuelve Effie Truelove, una nina de once anos muy especial que estudia en el Colegio Tusitala para Dotados, Problematicos y Raros. A Effie le gusta la escuela, pero cuando su adorado abuelo Griffin sufre un ataque violento, no duda un instante en saltarse las clases para acudir a su lado.
    El anciano, agonizante, encarga a su nieta que proteja su biblioteca de la codicia de un tal Leonard Levar, un turbio coleccionista de volumenes antiguos. Pero cuando este se hace con ella, Effie se siente obligada a embarcarse en una aventura repleta de peligros: ha de viajar al Altermundo, descifrar el significado de un libro llamado El Valle del Dragon y enfrentarse a los terribles diberi, un grupo secreto cuyos planes maleficos amenazan con destruir el universo.

  • Tras la pista que me llevo a ti de Caridad Bernal

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    El cree que todo esta perdido. Ella, que siempre hay esperanza.

  • Contigo siempre de David Roca

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    A veces, el tiempo mezcla la amistad con el amor.Enrique y Queta se conocen desde los diez anos, cuando los padres de ella se fueron a vivir al lado de los de el. Fueron a colegios separados pero cursaron el bachillerato en el mismo instituto y se hicieron amigos. Mientras Enrique se ha ido a Nueva York a estudiar violin, Queta se ha quedado en Barcelona. Enrique ha empezado a salir con una famosisima bloguera y mantiene la amistad con Queta a traves de skype. Sin embargo, este vinculo que los une desde siempre esta a punto de ponerse en peligro.

  • Casarse con el misterioso CEO de Sheila Gates

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    “Jane, esta es mi tarjeta bancaria, la contrasena es 131224. Lo que necesitas anadir en casa, lo miras. ” Han pasado unas horas, y la oreja de Jane siempre recuerda a lo que dijo su nuevo marido cuando le entrego una tarjeta bancaria antes de salir por la manana. Para ser honesto, ella sabe muy poco sobre este hombre como su marido. Ella no sabia nada de el, excepto que el le habia dicho su apellido, Qin, que ella no estaba segura, y que ella no estaba segura de quien era el en su familia. Jane no sabia de donde venia del coraje y un hombre que solo se habia reunido dos veces para casarse. Hace diez dias, con la entusiasta ayuda de Yu Meiling Feiling, Jane primero puso un pie en el camino de las citas, conocio a un hombre llamado Qin Yue. Ella no tenia ninguna esperanza, despues de todo, despues de ser incriminada hace tres anos, no estaba calificada para ser exigente, solo otros para recogerla. Debido a que ya no podia seguir con otros, llego quince minutos antes el dia de la cita. En sus propias condiciones no pueden aprovechar, solo puede ser mejor en otros aspectos, con la esperanza de dejar una buena impresion en el otro lado. Si puedes conocer al hombre adecuado para casarte, pero tambien puedes dejar que los padres se sientan a gusto. El hombre con el que salia llego temprano, no demasiado tarde. El traje de hombre es muy formal, deja que la gente sienta que le da gran importancia a esta fecha, a la primera sensacion mas intuitiva de Jane es muy buena. Su forma de” decir hola tambien se comparte: “Hola, senorita Jane! Soy Qin Yue. ” Palabras prevalentes, solo porque su voz es muy magnetica para que Jane se sienta inusualmente bien, la impresion de este hombre anadio un punto. Despues de la comunicacion regular y directa de los hombres, educadamente dejaron sus numeros de telefono y se fueron. El numero de citas mas, Jane no se tomo esta cita en serio. Penso que esta fecha seria la misma que antes, pero dos dias despues recibio una llamada de Qin Yue. Su voz sigue siendo educada: “Senorita Jane, ?esta libre por la noche? ” Esa noche, Qin Yue le pidio que comiera en un restaurante de Sichuan. Jane no le gusto una ocasion tan incomoda, las palabras de la mesa son muy pocas, una comida un poco mas reservada tambien no comio mucho. Inicialmente queria encontrar una razon para salir primero, en el medio, Qin Yue tomo la iniciativa para hablar: “Miss Jane, estoy libre el proximo miercoles, ?que tal si vamos a la licencia de matrimonio? ” “?Que certificado obtienes?” Jane se sorprendio por el comentario de Qin Yue. “Certificado de matrimonio. “Repitio, en un tono solemne, no como una broma en absoluto. ” ?Licencia de matrimonio? ” Jane todavia no esta muy segura de lo que oyo, puso su mano en el muslo, y pellizco duro, para asegurarse de que no esta sonando. Qin Yue tiene un par de cejas de espada muy gruesas, ojos brillantes, la cara es tan guapa como una pintura. Es el tipo de persona perdida en la multitud que se puede encontrar de un vistazo. Su mirada era seria, no parecia una persona impulsiva, y esta fue la segunda vez que se conocieron, y dijo que se iba a casar con ella? Entonces la voz magnetica baja del hombre volvio a alcanzar sus oidos: “Pense que la senorita Jane, como yo, queria formar una familia, casarse y tener hijos, y vivir una vida que otros pensaban que era ‘normal’. ” “Si, creo que si, pero despues de todo, nos conocimos por segunda vez, ?no crees que es demasiado pronto? “Jane dijo lo que pensaba, queria tener una familia propia, pero no queria ser tan apresurada. ” Es un poco rapido. “El aspecto de Qin Yue era aburrido y plano”, “Regrese a dos dias despues de la primera reunion. Jane me dio una excelente primera sensacion, personalmente siento que los dos no entramos en conflicto con el personaje, asi que quiero intentarlo. ” Jane fruncio el ceno y era un poco infeliz: “El matrimonio no es un juego de ninos en mi mente. ?Probarlo? Si no lo intentas bien, ?quieres …” Antes de terminar, Qin Yue interrumpio sus palabras: “Senorita Jane, todos somos adultos, naturalmente no esperequen que no haya amor, ambos tenemos muy claro lo que nuestros corazones quieren”. Jane no respondio a las palabras, fija a la cara de Qin Yue. Desde la superficie del hombre, tranquilo y discreto, parece ser un objeto apropiado de matrimonio. Pero, ?realmente puede poner el resto de su vida en manos de un hombre que solo se ha conocido dos veces? ?Esta realmente bien? Veala vacilantes, Qin Yue dijo: “Tal vez estoy demasiado ansioso, no tuve en cuenta sus sentimientos.” Jane cree que estoy bien, vuelve y piensalo, y esperare tu llamada. ” Cuando llego a casa ese dia, Jane estaba pensando en ello toda la noche. Admite que hay puntos especificos que ella y Qin Yue comparten, como el amor que simplemente no existe. Despues de estar tan profundamente herida, ya no creia que habia el llamado amor en el mundo. Sin dormir toda la noche, a la manana siguiente llamo brevemente el telefono de Qin Yue, prometio su “propuesta”. Esa manana, Jane tomo la tarjeta de identificacion.con Qin Yue, juntos al registro matrimonial. Cuando ella y Qin Yue, junto con un certificado de matrimonio de la Oficina de Asuntos Civiles, hay un sentimiento en su corazon no puede decir. Todo lo que dice que el matrimonio es la segunda vida de una mujer, ahora parece ser tan simple, nueve piezas de certificado de nueve collares en su vida talladapertenecen a la huella exclusiva de Qin Yue. Ayer fue el dia en que Jane se mudo al apartamento de Qin Yue. Anoche Qin Yue tambien actuo muy caballeroso, tomando la iniciativa de dejar el dormitorio principal a ella sola para descansar. Estaba en otro dormitorio. Jane no penso que el primer dia que se mudo a la casa, Qin Yue le dara la tarjeta bancaria. Ella y el no se conocen, ?como puede estar seguro de que toda la propiedad de la familia en sus manos? “Jane, los reporteros de los principales medios de comunicacion, estan esperando alli. La gente de la junta y el nuevo presidente vendran pronto. “La voz severa del gerente de relaciones publicas Xu Ai interrumpio la gira de Dios de Jane, rapidamente se retracto de sus pensamientos, actitud correcta: “Xu gerente, lo siento, voy a prestar atencion.” Xu, tono duro: “Jane, aunque eres el personal del departamento de negocios, tu gerente te envio a ayudar a nuestro departamento de relaciones publicas, me das un espiritu, no me des un lastre”. Jane sonrio y asino con la nalga: “Administrador Xu, no volvera a suceder.” Xu Friendly volvio a mirar los ojos de Jane antes de mover los ojos, llamando a varios de los mismos empleados del departamento responsables de la recepcion. “Todos jugaron cien mil puntos de espiritu por venir, la conferencia de prensa de hoy debemos hacer lo mejor, absolutamente no podemos cometer un pequeno error. Xu discurso amable al mismo tiempo, ojos serios barridos a traves de las manos de cada miembro del personal. Capitulo 2 Jefe Misterioso “Si. El departamento de relaciones publicas encargado del trabajo de recepcion se hizo eco de los colegas que habian sido enviados temporalmente para apoyarlos. Los ojos de Xu finalmente cayeron sobre Jane: “Jane, escuche que eres el mejor empleado de tu vendedor”. Despues de un tiempo, estaras con el nuevo presidente, a cargo del nuevo presidente, y no tienes que preocuparte por otras cosas. ” Jane asino con la nalina, todavia no ha respondido. El personal de relaciones publicas Ma Dana mostro una mirada feliz: “Jane ah, si nuestro nuevo presidente sigue soltero, usted tendra la oportunidad de acercarse al nuevo presidente” Xu mirando a Ma Dana: “Hoy puede estar relacionado con todos nosotros en el futuro, todos ustedes me dan un punto severo.” Jane en silencio tomo un respiro y trato de llegar a lo mejor del trabajo habitual. Justo cuando la multitud pensaba que todo en la compania estaba tranquilo, la junta de repente dio la noticia de que el presidente tomaria el relevo como una nueva persona. Sin embargo, el jefe entrante es misterioso, los jefes de varios departamentos a traves de varios canales de investigacion, pero no oyo nada sobre el. Jane no es generalmente una persona feliz, en este momento no se puede estirar el cuello mirar la entrada quiere ver este gran BOSS es precisamente lo que es sagrado? “Aqui vamos, los directores y el nuevo presidente estan aqui. La voz de la recepcionista se transmitia desde el walkie-talkie a los oidos de todo el personal. Los colegas no pueden evitar manejar su ropa y permanecer respetuosamente en sus puestos. Jane siguio el traspaso cercano de Xu para cumplir con el tan esperado “misterio gran BOSS.” A pocos pasos, vi a un hombre alto con un traje gris plateado, rodeado de varios hombres con trajes negros, marchando a un ritmo exquisito hacia la sala de lanzamiento. El hombre alto que camino frente a la multitud con un traje gris plateado era claramente su nuevo marido, Qin Yue! “Imposible! Jane penso que era una ilusion,e inmediatamente cerro los ojos ysacudio la cabeza para despertarse rapidamente. Pero cuando abri los ojos y mire de nuevo, la apariencia del hombre se mantuvo sin cambios. Si fuera otra persona, podria admitirlo, pero este es su nuevo marido, no puede admitirlo. Como una cara perfecta como un cuchillo, la altura completa de un metro ocho y una buena figura, asi como caminar inadvertidamente revelo la noble elegancia. El hombre mostro que cualquiera de ellos coincidia perfectamente con su nuevo marido. “Qin, Qin Yue? ” Jane miro al hombre. Parece oir su voz, los ojos del hombre ligeramente, atrapados en su cuerpo. En sus ojos, Jane estaba tan nerviosa que estaba a punto de olvidar su aliento. ?Como no haber pensado que su nuevo marido “ordinario” se convertiria en el nuevo presidente de su propia empresa? Ella lo miro, con la cabeza zumbando como una flor abierta. Los ojos del hombre en su cuerpo por un momento se alejaron inmediatamente, frio como si no la conociera tal persona. Indiferencia hacia ella, el corazon puro se hundio rapidamente. Es claramente Qin Yue, es su nuevo marido, ?por que usar una mirada tan fria a ella? Pero por un momento, el corazon de Jane habia brillado todo tipo de ideas. Lo mas parecido a la realidad es que ella piensa que este momento es un sueno, un objetivo irreal. Qin Yue esa persona es siempre suave y elegante charla ingerida y hacer las cosas son muy educados, nunca la veo todavia pretender no saber. Rapidamente se pellizco dos veces con la mano, y saco las comisuras de su boca con dolor, solo para descubrir que no era un sueno, sino lo que estaba experimentando ahora.

  • No te atreveras de Ana Maria Gonzalez Lopez

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    Tras la repentina muerte de su prometido, Sofia decide mudarse a Madrid con una antigua amiga del colegio. Buscando trabajo como profesora, se encuentra con Leonardo. Este es un futbolista de elite el cual tiene un problema con su hijo de ocho anos. Inicialmente, su relacion profesional y personal sera un verdadero desastre, debido a que ella se instalara en su casa como profesora interina, y hara estragos en la vida de pareja que tiene Leonardo con la famosa modelo Isabella. Leonardo poco a poco vera en Sofia aspectos de su difunta mujer, mientras que Sofia tendra que lidiar con los abusos sexuales que se produjeron en su ninez. Entre los dos nace algo mas que atraccion. ?Podran lidiar con sus nuevos sentimientos?

  • Cual menguando de Chantal Maillard

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    Este nuevo libro de Chantal Maillard, a caballo entre los generos, funde poesia, prosa y teatro, insertandose en la mejor tradicion de Samuel Beckett y sus piezas antologicas, su teatro o sus peliculas.
    Despojado como los personajes de Beckett, adelgazado como los seres filiformes de Francis Ponge o los de Henri Michaux, Cual es, en esa estela, un personaje que la acompana, que la contradice y se convierte en el reverso de quienes fuesen protagonistas de los poemas tragicos o las indagaciones metafisicas. Este libro inaugura un nuevo tono, una nueva conquista de Chantal Maillard.

  • La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres – Siri Hustvedt de Siri Hustvedt

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    <<La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres>>. Asi define Siri Hustvedt esta ambiciosa reunion de sus mejores ensayos, escritos entre 2011 y 2015. Su vasto conocimiento en un amplio abanico de disciplinas como el arte, la literatura, la neurociencia o el psicoanalisis ilumina una teoria central en su obra ensayistica, la de que la percepcion esta influenciada por nuestros prejuicios cognitivos implicitos, aquellos que no provienen del entorno, sino que se han interiorizado como una realidad psicofisiologica.

  • Seduciendo al principe de Amanda J. Queiroz

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    Ella solo busca que la quieran en su forma, y no en las millones que existen. Quiere que la quieran unica y no cualquiera. Vive la vida despeinada, fumandose un peta en cada esquina, llorando en la barra del mismo bar que lleva su nombre, yendo de taxi en taxi detras del amor de su vida que olvido decirle cuando iba a ser la proxima cita. Tiene la mirada clavada donde todos, pero mira como nadie. Es una chica sin filtros, sin pelos en la lengua, sin ataduras en el corazon. Dice lo que tiene que decir y siente lo que no quiere sentir. Es la gata que camina por los tejados a medianoche en busca de una caricia y huye al primer roce. Es tan unica que ni siquiera la encuentras en un libro, ni en una fragancia ni en un paisaje. Lo de sus ojeras ya nos lo cuentan las canciones, lo de su sonrisa ya nos lo cuentan las interminables veces en las que tuvo que partirse para ser la chica valiente que ahora es, porque eso si: un dia tuvo tanto miedo, que no tuvo otra opcion que secarse las lagrimas y tomar al toro por los cuernos que dicho sea de paso: ya los llevaba clavados en el pecho. Ella es el sol de The Beatles, la paciencia de Guns N' Roses, la satisfaccion de los Rolling Stones; la voz rota de Kurt, la sonrisa fugaz de Amy, la mirada perdida de Jim, el espiritu rebelde de Janis. Jamas se ha rendido por nada, aunque muchas veces lo ha hecho por alguien. Lo ha dejado todo por un abrazo y ha hecho estallar esa presion del pecho contra otro pecho. Dos corazones que laten al compas es musica para cualquier sentimiento. No la catalogues como una chica rota, porque no lo es, lo que si es: una chica que lleva mil guerras perdidas en la mirada y mil cicatrices bajo la sonrisa." Benjamin Griss Esa manana cuando me desperte, lo ultimo que me esperaba era tener una resaca de mil demonios, y un dolor de cabeza infernal. ?Por que tendria que beber? Eso me pasa por hacer caso a Serena. ?Por que siempre hago caso a esa loca? Mi cabeza palpitaba fuerte y tenia la boca seca, me costaba incluso abrir los ojos o tragar. Aun asi muy despacito abri los ojos, me encontraba en la cama de un hotel que no era el mio. De hecho era como un palacio en comparacion con la choza que Serena y yo habiamos pagado para pasar el fin de semana por mi cumpleanos. Ay, mi cabeza. Me lleve las manos a la cabeza y suspire con pesar. Cuando viera a mi mejor amiga la pensaba matar. Aquel maldito dolor de cabeza se debia a los veintitres chupitos de Vodka que me hizo tomar anoche, uno por cada ano de mi vida. ?En que estaria pensando? Nunca bebi en mi vida, y ahora me pasaba esto. A mis veintitres anos tenia que estar muy gilipollas para hacer caso a Serena. Era una mala influencia y lo sabia, mis padres me lo habian repetido mil veces. Pero no… Tenia que seguirle el rollo a la condenada esa. Tenia pequenos fragmentos de anoche pero todo sonaba tan confuso en mi mente. Creo que vomite sobre alguien… ?O fue Serena? Puede que tambien me cayera sobre algo duro… de ahi que me duela tanto el culo. Arg. Frote los ojos pero algo aspero que me raspaba la cara me freno. Abri los ojos y mire con estupor mi mano izquierda en la que descansaba un anillo de plata sencillo sobre mi dedo anular. ?Pero que…? Me incorpore tan rapido que senti vertigo y ganas de vomitar. Cerre los ojos con fuerza intentando luchar contra el mareo y la resaca. Unos minutos despues, cuando se me paso por fin la sensacion de malestar, abri los ojos y estudie la habitacion. Era una suite francesa, las paredes tenian un color crema suave, y las molduras del techo estaban pintadas de un oro brillante. Todos los muebles eran de color caoba y en el suelo habia varias alfombras egipcias adornandolo. Todo era tan precioso que me quede anonadada. En mi ciudad no se solia ver nada tan bonito, lo unico que se podia apreciar en la granja de mis padres era el paisaje rustico, las vacas, los caballos… Poco mas. No podia creer que todo aquello fuera real, con que tuve que pellizcarme para tener la certeza de que no se tratara de un sueno mas. --Buenos dias princesa.-- una voz ronca y profunda inundo la habitacion captando toda mi atencion. Gire la cara y de una de las puertas de la suite aparecio un hombre desnudo. Si, completamente desnudo. Senti como el calor se subia a mis mejillas dejandolas coloradas al instante. El me sonrio y siguio su camino hacia otra puerta de la suite, yo me limite a seguirle con la mirada. Que culo, Jesus. Solte una risilla nerviosa y me tape los ojos. Si mi madre me hubiera visto en aquel momento… Lo mas seguro era que dijera que iria al infierno por ver a un hombre desnudo. Me destape la cara y volvi a mirar al anillo de mi dedo. Y lo quede mirando y mirando hasta que mi cerebro hizo un pequeno clic y abri los ojos de par en par otra vez. --Oh… No, no, no…-- empece a decir estupefacta y retire la sabana de encima. Estaba desnuda. Desnuda, en una habitacion que no era la mia, con un sexy hombre que ni siquiera conocia. Oh Dios, mi madre me va a matar. Mis padres eran muy religiosos, como se enteraran de esto… Me mataban. ?Como habia podido pasar? ?Me habia acostado con un completo desconocido? Definitivamente estaba muerta, y quiza desheredada a los ojos de mis padres. Eran demasiado religiosos para aceptar lo que acababa de hacer. Me iba explotar la cabeza, la tenia como un bombo, me levante tapandome con la sabana y empece a caminar de un lado al otro en busqueda de mi ropa pero no estaba por ninguna parte. -- ?Buscas tu ropa? Me gire hacia la voz masculina y le vi otra vez. Ahora iba vestido, con un pantalon de mezclilla claro, una camisa azul cielo y mocasines. Bastante apuesto, la verdad. Sus ojos azules se veian de lejos como un maravilloso cielo de primavera. Perfecto. -- Si. -- mi voz sono baja y quebradiza. Tenia tanta verguenza que casi no podia mirarle a los ojos. Aquella situacion era demasiado violenta para mi. Mis padres no me habian educado para hacer algo asi, ir acostandome con cualquier hombre por la vida. --Anoche la vomitaste por completo. --Sonrio y fue hacia una mesita que estaba al lado de la cama. Cogio un reloj que parecia bastante caro a simple vista y se lo abrocho en la muneca izquierda. Donde de hecho llevaba el mismo anillo que yo. Se me hizo un nudo en el estomago y senti fuertes ganas de vomitar. --He pedido que te compraran algo de ropa, esta en el bano, supongo que querras ducharte antes de que bajar a desayunar. --Yo… Gracias. --De nada princesa… Te espero abajo. -- me sonrio ampliamente y se fue de la habitacion como si nada.

  • Besadas por el fuego de Montse Godrid

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    Cuando Aspasia de Mileto mando tallar unos pendientes-amuletos para protegerse de la envidia que generaba su historia de amor, no imagino que conectarian la Antigua Grecia con Galilea al llegar estos hasta Maria Magdalena. Posteriormente, la reina Blanca de Anjou los recupero al sur de la Corona de Aragon. Y desembocan de manera inexorable en la provincia de Alicante en la actualidad, donde ayudan a desentranar un gran misterio. Sus duenas son a la vez transmisoras de valiosos conocimientos y de un potente elixir magico.

  • El dia que amanecio sin colores de Jean-gabriel Causse

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    Una novela luminosa que dara color a tu vida.

  • Romance en otono (Cuatro Estaciones 1) de Lola Cooper

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    Claudia ha planeado hasta el ultimo detalle del fin de semana: un hotel romantico en un pequeno pueblo del Pirineo, largos paseos por el bosque otonal, gloriosas sesiones de amor frente a la chimenea… va a ser una escapada inolvidable. O eso piensa hasta que descubre que su novio tiene otros planes muy distintos !y ella no esta incluida en ellos!
    Cuando llega al hotel es una mujer hundida, pero pronto las montanas se convertiran en su casa, los hombres y mujeres de ese lugar en su familia y el dueno del hotel. ?en algo mas que su jefe?

  • Sacrificio de M.a. Andrade

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    En un mundo en el que la Guerra Biologica y Nuclear ha hecho mella, Theather y su nueva familia se ven confinados en su hogar por ordenes del Gobierno. Deben protegerse de aquellos que amenazan por matarlos, pero ?seran realmente una amenaza?

  • Los amos del mundo estan al acecho de Cristina Martin Jimenez

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    En las reuniones secretas de Bilderberg se decide el destino del mundo. Si no tienes el honor de ser invitado, simplemente no existes, no eres nadie. El objetivo del Club es acabar con nuestras libertades personales y manipularnos mediante un unico gobierno mundial establecido en la ONU. ?Como es posible que Google, Nokia, Coca-Cola o el FMI puedan cambiar nuestras vidas? En este libro politicamente incorrecto, Cristina Martin Jimenez desvela las ultimas mentiras fabricadas por los <> para mantener a la poblacion atemorizada y, como consecuencia, controlada.

  • Seres queridos de Vera Giaconi

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    Una chica que trabaja como camarera en Los Angeles conoce a un concursante de un reality televisivo e inicia con el una relacion que su hermana vigila por Skype desde la distancia; un abuelo se preocupa por su nieta en los tumultuosos anos setenta, en los que la gente se marcha o desaparece; un hijo observa a su madre ya mayor, que ronca frente al televisor, y piensa en el futuro; un nino que ha perdido dos dedos por el ataque de unas piranas se pelea con su hermana; dos hermanas afrontan la muerte de la tercera; una paciente establece una peculiar relacion con su medico en la que los papeles acaban invirtiendose; dos ninos juegan con la sirvienta en la oscuridad; la relacion de una criada con su senora cambia despues de que esta ultima se intente suicidar; un padre viudo mantiene una complicada convivencia con su hija; una mujer se reencuentra con una pareja amiga que llevaba anos buscando sin exito tener hijos y descubre que por fin lo han conseguido, aunque de un modo muy peculiar.

  • Lazos de hielo 2 de Maria C. Garcia

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    ?Podras controlar la pasion?
    Nadia es una joven estudiante que acaba de terminar su carrera y busca su primera oportunidad laboral, pero todo su mundo cambiara cuando sea contratada en una de las empresas mas exitosas de la ciudad.
    Marco es un abogado de exito que esconde algunos secretos, lo que le ha llevado convertirse en un hombre solitario. Sin embargo, en cuanto conoce a Nadia, su vida repleta de misterios empezara a conducirse por el deseo, algo muy peligroso en su mundo, sobre todo cuando una amenaza inesperada surja de entre las sombras sin que el sea consciente de ello…

  • Una nina en camino de Raduan Nassar

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    Al salir de su casa, la nina camina sin prisa, anda descalza en medio de la calle; a veces se desvia agil para espantar a las gallinas que picotean la hierba que crece entre las piedras de la cuneta. El vestido casero, cosido probablemente con dos retales, cubre su cuerpo delgado como un tubo; la falda es de un pano grueso y descolorido; la blusa es de raso, de fondo negro y brillante, con un enorme estampado chillon de vivos colores, tan grande que sobre el pecho liso de la nina solo se ve un trozo de hoja tropical. Debe de dormir y despertar, dia tras dia, con las mismas trenzas, unos restos aplastados. Una de ellas, deshilachada, se sostiene con dos horquillas que casi naufragan, ya casi deshecha; los mechones de la otra estan mal sujetos en lo alto por un lazo sucio que cae como una flor marchita sobre su frente. Mientras se relame al andar las fibras de mango pegadas al circulo amarillo y pegajoso alrededor de su boca, la nina olvida por un momento las otras distracciones de la calle hasta que se acerca a una pequeno tumulto frente a la maquina de trillar arroz; tres chiquillos salen por la puerta grande del almacen arrastrando cada uno un saco de paja. <>, refunfuna uno de los chicos. <>, dice el segundo. <>. La nina se queda pasmada siguiendo clandestinamente aquella disputa, nota un entusiasmo gozoso escondido tras la discusion. <>, recomienda el tercer chiquillo. Descalzos, sin camisa, con el cuerpo encorvado por la carga, los chicos arrastran los sacos, que estiran por uno de los extremos, como si les tirasen de la oreja. Y la paja, con ese movimiento que a veces se atasca, va hinchando cada vez mas la abultada barriga de los sacos. Al pasar por el suelo de tierra, uno de los chicos ve a la nina en cuclillas, observandolos por debajo de la panza curva de un caballo cuyas riendas estan amarradas a una de las argollas de plomo. Los tres chicos se paran. <>, grita uno de ellos agachandose para toparse con los ojos de la nina bajo la barriga del caballo. La nina vislumbra el fondo oscuro de un patio, un gran circulo acolchado de paja de arroz, velas encendidas sobre las estacas, los trabajadores del circo, los ninos trapecistas, y sus ojos brillan de emocion. <>, dice Dinho agachandose tambien. Zuza, el mozalbete que pasa por la acera de enfrente con una pelota de cuero bajo el brazo, afloja el paso y se dirige al centro de la calle: <>, pregunta. <>, dice Dinho. <>. <>. <>, interviene uno de los chicos. <>. <>, pregunta Zuza maliciosamente. <>. Zuza hincha el pecho, lleno de si, mientras el chico le advierte con miedo: <>. <>. El chiquillo se calla y clava los ojos en el suelo. Zuza hace una mueca: <>, dice despechado y, soltando de repente la pelota de cuero, hace una parada con el pecho y la pisa con el pie derecho. Con los brazos libres compone en un instante el gesto: <>, dice moviendo el brazo lentamente arriba y abajo, tieso por el corte de mangas que hace con los ojos llenos de descaro. <>. La nina abre los ojos como platos y sigue con aprension la amenaza del chaval. Los tres chiquillos ni se mueven y, a sus pies, uno tras otro, caen los tres sacos, vomitando paja por la boca abierta, como si les hubieran dado un golpe violento en la barriga. <>. Zuza deja ipso facto de hacer el corte de mangas. Coge disimuladamente la pelota y mira. <>. Apoyada sobre un almohadon de saten azul, en el alfeizar de una ventana alta, dona Ismenia, rolliza, muy pintada, disfruta de la primera sombra que ya roza su casa y agita la mano llamando a Zuza. El chico baja de la acera mientras los tres chiquillos, sin mas dilacion, recogen los sacos por un extremo y se largan rapidamente de alli, dejando en el suelo tres marcas circulares de paja amarilla, como si fuesen tres yemas enormes cociendose al sol. Zuza sube a la otra acera desmanado y alza los ojos hacia la ventana. <>, dice dona Ismenia con los ojos juguetones, la cara coloreada como el trasero de un mandril. Zuza sigue mirando hacia arriba, la pelota de cuero en el arco del codo. <>. <>, responde azorado. <>. <>. <>. <>. <>. <>. <>. Otra mujer, medio escondida detras de la cortina, recogida hacia uno de los lados, pellizca el muslo grueso de dona Ismenia, que sofoca un chillido volviendo la cara y ampliando la sonrisa. Se apoya de nuevo en el almohadon. Sus senos blancos como la leche, explosivos, que casi se escapan por el canalillo del escote, turban aun mas al muchacho. <>. El bulto tras la cortina ya no mantiene el decoro, estalla, sin dar la cara, en una carcajada, mientras dona Ismenia, muerta de risa, se agita tanto en la ventana que parece que va a vomitar una mazorca. Zuza tambien se rie, sin saber por que, las mejillas le arden, pero la algazara incomprensible de las dos mujeres se extingue poco a poco. <>. <>. <>, pregunta dona Ismenia, acentuando la malicia, al tiempo que se atraganta con un nuevo ataque de risa. <>, dice la voz tras la cortina <>, anade dona Ismenia, alimentando la hoguera de risa. Se menea de nuevo en la ventana, haciendo temblar los senos de gelatina, llora de tanto reir, despues suelta un gritito por el pellizco que recibe otra vez en el muslo. Termina extenuada: <>. <>, dice la voz tras la cortina. Zuza arde de sonrojo, las orejas como una hoguera. <>, remata dona Ismenia entre suspiros. Zuza sigue mirando hacia arriba. <>, dice apartandose, desviando la mirada y canturreando bajito: <>. Se dirige de nuevo al muchacho: <>. <>. <>. <>, repite dona Ismenia viendo que Zuza no se va. Detras de la cortina, una risita, como un maullido, aparece y desaparece. <>, dice finalmente el muchacho. <>. Zuza se va, andando cada vez mas rapido, atento tal vez a su curiosidad, que crece a cada paso, mientras en la ventana de dona Ismenia vuelven las risas con fuerza renovada. Agachada todavia junto al caballo, la nina desvia los ojos de la ventana y ve, ya lejos, a los tres chiquillos que arrastran los sacos de paja por el suelo de tierra, como si fuesen tres pequenos arados, uno junto al otro, que dejasen a su paso surcos estrechos a lo largo de la calle. Cuando el caballo aparta las patas traseras la nina ve, escondido en lo alto entre las extremidades, su sexo voluminoso de alquitran. Ella cambia rapidamente de postura, se echa hacia atras, con los bracitos estirados, las palmas de las manos plantadas en la tierra. Incluso asi recibe las salpicaduras de la fuerte rociada, del chorro de orina que deja un charco en el suelo. El temor de sus ojos aumenta con la carcajada de los mozos de cuerda, dos criollos musculosos y un blanco rechoncho, que duermen la siesta en la acera, tendidos a la sombra de un arbol. <>, bromea uno de ellos, moviendo el sombrero como si fuera una calabaza de mate, en un gesto obsceno que provoca las carcajadas de los otros dos. <>. Asustada, la nina busca con la mirada la ventana de dona Ismenia, pero solo encuentra el almohadon abandonado en el alfeizar, percibe apenas un bulto agitado cuya risa se enreda en el encaje de la cortina. Se levanta de un salto, tropieza con la carreta parada casi enfrente de la maquina de trillar arroz y sale disparada. Respirando con la boca abierta, ya en la esquina de la calle principal, sigue desde alli con la mirada al camion viejo, que se acerca, levantando una polvareda amarilla, con la carroceria bamboleante, haciendo un ruido del demonio en esa hora de la siesta cuando todo esta tranquilo. El camion pasa, pero la nina sigue alli, con el dedo en la nariz, mirando indecisa aqui y alla. <>

  • Suenos de trenes de Denis Johnson

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    En el verano de 1917 Robert Grainier participo en el intento de matar a un jornalero chino al que habian pillado robando, o al menos lo acusaban de haber robado, en los almacenes de la compania ferroviaria Spokane International, en el corredor septentrional de Idaho. Tres empleados del ferrocarril sujetaron bien fuerte al ladron y lo arrastraron por el largo terraplen que llevaba al puente que se estaba construyendo dieciseis metros por encima del rio Moyea. El chino emitia voluminosas rafagas de una rapida cantinela. Se bamboleaba y se retorcia como una comadreja metida en un saco, golpeando hacia atras con el puno que le quedaba libre al hombre que lo iba arrastrando por el cuello. Cuando el grupo paso frente a el, Grainier, viendolos en apuros, fue a prestarles su ayuda y se encontro a si mismo agarrando al culpable por un pie descalzo. El hombre que caminaba por delante de el, el senor Sears de la direccion de la Spokane International, llevaba agarrado casi inutilmente al prisionero por el sobaco y era el unico de todos, ademas del ininteligible chino, que iba hablando mientras todos se las veian y se las deseaban. --!Muchachos, no tengo ni punetera idea de como vamos a hacer esto! ?Acaso lo tenemos que llevar hasta alli?, tuvo ganas de preguntar Grainier, pero le parecio mejor guardarse el aliento para el forcejeo. A Sears se le escapo la risa, con la cara palida de fatiga y horror. Todos se desplomaron en el polvo, se levantaron y volvieron a caer, con el chino hablando en jerigonza y aterrandolos a los cuatro hasta el punto de que ya daba igual lo que hubieran tenido en mente inicialmente, ahora si que era hombre muerto. Ya no les quedaba mas opcion que tirarlo desde el puente de caballete. Alcanzaron al resto, una cuadrilla de una docena de hombres que estaban descansando al sol, apoyados en sus herramientas, secandose el sudor y contemplando el espectaculo. Grainier aferraba convulsamente el pie calloso del chino, asombrandose de si mismo, cuando el hombre que llevaba el otro pie lo solto, se sento jadeando en el suelo de tierra y recibio una patada en el ojo antes de que Grainier pudiera sujetar la pierna que ahora pataleaba libre. --Ha sido una broma. Una broma --dijo el hombre sentado en la tierra, y al aliado que tenia alli le dijo--: Venga ya, Jel Toomis, dejemoslo correr. --No lo puedo soltar --dijo aquel tal senor Toomis--. !Soy el que lo tiene agarrado del cuello! Y se rio mientras una rafaga de confusion le cruzaba el rostro. --!Yo lo tengo bien cogido! --dijo Grainier, agarrando con mas fuerza en sus brazos los dos pies del pequeno demonio--. !Lo tengo yo, al cabron, y yo me encargo! El grupo de verdugos llego a la mitad del ultimo tramo de puente completado, veinte metros por encima de los rapidos, y se puso al limite de sus fuerzas para tirar al chino al vacio. Pero el pudo con ellos, se dedico a aferrarse a sus brazos y piernas y a lloriquear en su jerigonza hasta que de pronto se solto y se agarro con un brazo a la viga que tenia debajo. Se quito de encima con facilidad a sus captores, que de todas maneras ya se estaban intentando deshacer de el, y salto al otro costado, suspendido sobre el abismo y descolgandose con una mano detras de la otra por la silueta esqueletica del tramo siguiente, pasando por encima del rio. El companero del senor Toomis corrio hasta alli, haciendo equilibrios sobre una viga y pisoteandole los dedos al tipo. El chino se fue descolgando de una viga a la siguiente, como si fuera un artista de circo, descendiendo por la estructura de barras entrecruzadas. Un par de trabajadores de la cuadrilla vitorearon su fuga, mientras que otros, aunque no tenian ni idea de por que lo estaban persiguiendo, gritaron que habia que detener al villano. El senor Sears se saco de la funda que llevaba al cinto un viejo y enorme revolver de polvora negra de cuatro balas y disparo las cuatro, sin resultado. Para entonces el chino ya se habia esfumado. En el camino de regreso a casa despues de aquel incidente, Grainier se desvio tres kilometros hasta la tienda que habia en el poblado ferroviario de Meadow Creek para comprarle una botella de zarzaparrilla Hood's a su mujer, Gladys, y a su hija pequena, Kate. La subida por la colina y a traves del bosque en direccion a su cabana lo dejo acalorado, y antes de recorrer el ultimo kilometro se detuvo a banarse en el rio, el Moyea, en una poza honda que habia rio arriba del poblado. Era sabado por la noche, y a modo de preparacion para la velada un grupo de trabajadores ferroviarios de Meadow Creek se habian congregado en la poza para banarse con la ropa puesta y secarse sentados en las rocas antes de que cayera la oscuridad en el canon. Los hombres dejaban a un lado los zapatos y las botas y se sumergian lentamente hasta los hombros, ahogando exclamaciones y salpicandose. Muchos de ellos ya daban sorbos de whisky de sus petacas mientras permanecian sentados temblando despues de sus abluciones. Aqui y alli asomaba de la superficie algun brazo que agarraba con la mano un sombrero maltrecho, senal de que alguien se estaba mojando la cabeza. Grainier no reconocio a nadie y se quedo solo a un lado, vigilando de cerca sus botas y su botella de zarzaparrilla. Mientras caminaba de regreso a casa bajo la oscuridad creciente, Grainier tuvo la sensacion de que se iba topando con el chino por todas partes. El chino en el camino. El chino en el bosque. El chino caminando con pasos suaves, con las manos colgandole de unos brazos que parecian sogas. El chino saliendo con movimientos danzarines del arroyo, como si fuera una arana. Le dio la Hood's a Gladys. Ella se incorporo hasta sentarse en la cama situada junto a la estufa donde estaba convaleciente de eczema y dando de mamar al bebe. Podria haber hecho acopio de fuerzas y haberse ocupado de la colada y de cortar las patatas y la trucha para la cena, pero siempre que a su mujer le dolia la cabeza o se le taponaba la nariz tenian la costumbre de dejarla que se tumbara con una botella o dos del dulce tonico de Hood's y se tomara un descanso de aquellas tareas. A la bebe de Grainier tambien se la veia afectada por el eczema. Tenia los ojos pegajosos de leganas y le colgaban burbujas de mucosidad de los orificios nasales mientras mamaba y roncaba pegada al pecho de su madre. Kate tenia cuatro meses y seguia siendo completamente calva. No parecia reconocer a su padre. Su ligera enfermedad no le doleria, siempre y cuando no le derivara en tos. Grainier se quedo de pie junto a la mesa de la unica habitacion de la cabana, preocupado. Estaba seguro de que el chino les habia lanzado una poderosa maldicion mientras ellos lo arrastraban, y que eso podia tener toda clase de consecuencias negativas. Aunque asombrado ahora por el frenesi de la tarde, y perplejo por su violencia y por como esta lo habia arrastrado como una semilla al viento, el joven Grainier seguia deseando no haberse refrenado y haber matado al chino antes de que este los maldijera. Se sento en el borde de la cama. --Gracias, Bob --le dijo su mujer. --?Te gusta tu zarzaparrilla? --Si, ya lo creo, Bob. --?Tu crees que la pequena Kate puede notar el sabor en tu teta? --Pues claro que si. Muchas noches oian el tren de la Spokane International que subia al norte, a su paso por Meadow Creek, tres kilometros valle abajo. Esta noche su silbido lejano desperto a Grainier, que se encontro solo en el camastro de paja. Gladys estaba levantada con Kate, sentada en el banco que habia junto a la estufa, desprendiendo restos frios de avena de los costados del cazo y dejando que el bebe chupara aquellas gachas de la punta de su dedo. --?Cuanto crees que sabe la nina, Gladys? ?Tanto como un cachorro, tu crees? --Los cachorros pueden vivir solos despues de que la perra los destete --dijo Gladys. Grainier espero a que ella le explicara que queria decir. Le pasaba a menudo que su mujer pensaba mas deprisa que el. --Una cria de hombre no puede hacer eso --le dijo ella--, irse a vivir por su cuenta cuando lo destetan. El cachorro sabe mas que el bebe hasta que el bebe aprende las palabras. Y me refiero a mas que unas cuantas. Un perro criado en casa tambien conoce unas cuantas palabras, tantas como un bebe. --?Cuantas palabras, Gladys? --Pues bueno --dijo ella--, sabe como se dicen las cosas que sabe hacer y las que tu le mandas que haga. --Dime algunas de esas palabras, Glad. Estaba oscuro y el queria seguir oyendo la voz de ella. --Pues <> y <> y <> y <> y <>. El perro sabe como se dice todo lo que el sabe hacer. En la oscuridad sintio que la mirada de su hija se volvia hacia el como la de una bestia arrinconada. No era mas que un engano de su imaginacion, pero le derramo algo frio en el espinazo. Se estremecio y se tapo con la colcha hasta el cuello. Robert Grainier ya no olvidaria aquel momento exacto de aquella noche durante el resto de su vida.