• el eslabon del tiempo - Chus Nevado

    https://gigalibros.com/el-eslabon-del-tiempo.html

    La vida de Chloe era perfecta hasta que un accidente de trafico trunco esa felicidad. Seis meses despues, atormentada por los recuerdos y todavia incapaz de superar la muerte de su novio, se vera sorprendida por una fuerte tormenta junto al lugar donde una vez se juraron amor eterno. Desorientada, se acerca peligrosamente a un acantilado y cae al vacio.

  • El eslabón del tiempo Tapa blanda - Nevado, Chus - Amazon.es

    https://www.amazon.es/eslab%C3%B3n-del-tiempo-Chus-Nevado/dp/8461796845

    El eslabón del tiempo : Nevado, Chus: Amazon.es: Libros. ... Un libro bien escrito, prosa fluida, personajes increíbles con carácter e intensidad de ...

  • El eslabón del tiempo Versión Kindle - Nevado, Chus - Amazon

    https://www.amazon.es/eslab%C3%B3n-del-tiempo-Chus-Nevado-ebook/dp/B07DR3NF3F

    Mirar en el interior de este libro. El eslabón del tiempo ... "El eslabón del tiempo" es su primera novela, la cual vio la luz en 2013 en formato digital.

  • El eslabón del tiempo - Libro de Chus Nevado - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/78913/el-eslabon-del-tiempo

    Resumen y sinópsis de El eslabón del tiempo de Chus Nevado. Tras la muerte de su novio, Chloe ha perdido la ilusión de vivir y los recuerdos no dejan de ...

  • Crítica: Chus Nevado - El eslabón del tiempo - El Rincón de la ...

    https://www.rnovelaromantica.com/criticas/item/chus-nevado-el-eslabon-del-tiempo

    Crítica de la novela de Chus Nevado, El eslabón del tiempo. Un libro con una ambientación maravillosa, con unos diálogos frescos y originales, ...

  • El eslabón del tiempo - Libros De Mario

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    Leer Libro Completo: El eslabón del tiempo de Chus Nevado | NOVELA ONLINE GRATIS.

  • El eslabon del tiempo - Chus Nevado - Debeleer.com

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    En este libro hay un poco de todas vosotras, mis amigas. Gracias de corazón. 7 A lo largo de los tiempos, el odio y la envidia han sido siempre dos de los ...

  • El eslabón del tiempo - QuieroLibros

    https://www.quierolibros.com/libro/literature/35248/El-eslabon-del-tiempo

    El eslabón del tiempo. ISBN del libro. ISBN: 9788461796847. Autor del libro. Autor: Chus Nevado. Tapa del libro. Tapa: Tapa blanda. Estado del libro.

  • El eslabón del tiempo, de Chus Nevado | Libros en mi biblioteca

    https://millibrosenmibiblioteca.blogspot.com/2017/07/el-eslabon-del-tiempo-de-chus-nevado.html

    8 jul 2017 — El eslabón del tiempo ha sido una novela que de primeras me ha sorprendido, ... Os puedo decir que hay un segundo libro pero sólo toma como ...

  • El eslabon del tiempo - Chus Nevado - pdf Docer.com.ar

    https://docer.com.ar/doc/85c8nx

    6 may 2020 — El eslabon del tiempo - Chus Nevado - documento [*.pdf] CHUS NEVADO El eslabón del tiempo Planeta Sinopsis Tras la muerte de su novio, ...

  • El eslabón del tiempo by Chus Nevado - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/17609518-el-eslab-n-del-tiempo

    Por un momento me sentí leyendo a Johanna Lindsey, eso es bueno. La historia es entretenida y no es solo amor, en la mitad del libro ya estás muy enganchada, en ...

  • El lobo con piel de cordero de Francisco Jesus Lopez Campos

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    <>, penso Tiburcio.
    Habia intentado, una y mil veces, controlarlas, pero siempre le superaba la tendencia natural de depredador que le desgastaba por dentro. No podia evitarlo, sus manos siempre se acababan apoderando de su alma y lo conducian a los abismos del averno. Unos le llamaban “chofer diabolico”, y otros opinaban que descendia del mismo Satan.

  • Los que cambiaron y los que murieron de Barbara Comyns

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    Los patos atravesaron nadando las ventanas del salon. El peso del agua las habia abierto a la fuerza, de modo que los animales entraron en el interior. Circunnavegaron la estancia entre graznidos de aprobacion, despues partieron otra vez hacia al exterior para explorar el maravilloso nuevo mundo que habia llegado durante la noche. En los escalones del porche, el viejo Ives los llamaba aporreando su cubo rojo con un palo, pero aquel dia los anades desoyeron sus instrucciones y se alejaron remando, blancos y resplandecientes, hacia la cancha de tenis. Alli estaban los cisnes, sondeando el agua parduzca y turbia con sus largos cuellos. Por todas partes se oia el chasquido sibilante del agua al penetrar en lugares insolitos, resonaba un bramido lejano y por encima el griterio de los hombres que trataban de rescatar al ganado de los pastos cercanos al nivel del rio. Un cerdo paso chillando, sus patitas chapoteaban freneticamente y se agarraban al pescuezo, rojo y ensangrentado, y una barcaza de casco plano con varios hombres a bordo le iba a la zaga. La embarcacion daba vueltas y vueltas sobre los fieros remolinos de la corriente; con todo, al final salvaron al cerdo, que grito aun mas fuerte. Los ninos, Hattie y Dennis, contemplaban el rescate desde la ventana de un dormitorio, y de pronto salio el sol radiante y cegador y lo bano todo de plata. Desde abajo, el viejo Ives dijo: --Mala cosa que brille el sol con una riada, se lleva la humedad de vuelta al cielo. La abuela salio a su encuentro, e intercambiaron unas palabras en el porche. Olia intensamente a barro y era el primer dia de junio. En las cocinas, las criadas se habian arremangado las faldas prendiendolas con alfileres e intentaban preparar el desayuno entre chapoteos. Sus piernas desnudas estaban muy enrojecidas. En los fogones ardia una lumbre esplendorosa, y las llamas se reflejaban en el agua, pero el ambiente estaba impregnado de un olor a humedad y a bodega. Las muchachas --dos hermanas llamadas Norah y Eunice-- reian mientras perseguian una cesta flotante llena de huevos. Sus risas se transformaron en aullidos cuando una enorme sombra vocinglera paso volando por la ventana; pero no era mas que el ultimo de los pavos reales que aleteaba de un arbol al tejadillo de la carbonera. Los otros tres se habian ahogado durante la noche, y sus cuerpos flotaban tristemente por el jardin, aunque nadie estaba aun al corriente, como tampoco lo estaban de lo que les habia ocurrido a las gallinas. A lo largo del dia, encerradas en su corral penumbroso, sucumbieron a la depresion y al hambre y se precipitaron de una en una desde sus perchas para suicidarse en el agua gelida, dejando unicamente a los gallos con vida. Sus afligidas comadres cluecas, todas empollando, se hallaban en otro corral oscuro y pestilente y corrieron la misma suerte. Se colocaron sobre sus huevos en una especie de sueno negro y melancolico hasta que el agua las cubrio por entero. Cacarearon un poco; pero eso fue todo. Durante unos instantes tan solo sobresalieron del agua sus crestas rojas, y despues desaparecieron. Ebin Willoweed estaba dando un paseo en barca con sus hijas por el jardin sumergido. Remaba con brazadas suaves y poco efectivas, pues era un hombre perezoso, aunque gracias a una marcada vena curiosa, no era del todo indolente. Remaba bajo un sol ardiente; la luz refulgia con fuerza y el agua brillaba. De vez en cuando el bote se daba un golpe o un rasponazo cuando pasaba sobre una silla de jardin, un tronco o un objeto ligeramente cubierto por el agua. Desfilaban extranos objetos flotantes de aspecto deplorable: el cuerpo hinchado de una oveja ahogada, la lana mustia en el agua, una colmena blanca con las abejas, perplejas, revoloteando a su alrededor; un lechon recien nacido, rosado, y muerto; y los restos atroces de los pavos reales. Que sorprendente resultaba ver aquellas imagenes tan desoladoras bajo un sol radiante y un cielo azul; una llovizna brumosa habria sido mucho mas adecuada. Ahora pasaba un gato atigrado con la panza abotargada, las pequenas garras en la superficie y la cabecita hundida en el agua. Ebin Willoweed lo miro con interes con sus redondos ojos azules y le dio un toque suave con el remo. Pese a la profunda tristeza de sus hijas y sus ruegos por regresar a casa, puso rumbo al rio. Entonces la corriente se embravecio y el impacto de los remolinos contra arboles y postes se hizo audible, asi que no le quedo mas remedio que ceder un remo a una de las ninas para reconducir la barca hacia la seguridad del jardin. Despues de semejante esfuerzo se mostro ya mas dispuesto a volver. Cuando entraron en la casa, la abuela bajo apresurada de su dormitorio para recibirlos. Chapoteaba por el vestibulo inundado, y con su voz grave, mas bien nasal, grito: --Contadmelo todo acerca de la riada. ?Ha destrozado el puente? ?La presa ha aguantado? ?Sabeis si se ha ahogado alguien? Los bombardeaba a preguntas. Con una mano se arremangaba el largo faldon negro; con la otra sostenia la trompetilla larga y curvada. Emma, la nieta mayor, se acerco a la corneta y grito por ella unos instantes. El artilugio se cubrio de vaho, Emma se lo devolvio a su abuela y se limpio los labios con la falda de algodon. La abuela ordeno a voz en grito: --Pero no os marcheis todavia, contadme mas. ?Que ha sido de mis parterres de rosales? El hijo agarro la trompetilla que su madre sacudia freneticamente sobre la cabeza y voceo hacia sus negras profundidades: --Hay animales muertos flotando por todas partes. Tus rosales estan completamente cubiertos, tendras suerte si se salva un ramillete. --?Mollete? ?Que mollete? ?Ya esta la comida? La anciana se abrio paso por el agua hacia el comedor, donde Dennis se entretenia con una flota de barquitos de juguete. --!Hallo, marinero de agua dulce! --saludo su padre. El muchacho no respondio y se acuclillo para deslizar el barco que tenia en las manos. Los colores se le subieron a las orejas--. ?Te gustaria salir conmigo a rescatar alguna oveja? --le pregunto con fingido entusiasmo. --No, gracias, papa. Creo que hoy no me encuentro demasiado bien. Su padre lo miro con una mezcla de fastidio e impaciencia. --!Por Dios! Pero ?es que nunca te apetece hacer nada, blandengue? Bueno, subire a mi habitacion; es el unico sitio donde se puede estar hoy. No habra prensa, supongo. Se marcho del comedor sin dejar de refunfunar y subio las escaleras hacia su guarida en lo mas alto de la casa. --Cualquiera podria encontrarse mal --se dijo el muchacho para sus adentros, y siguio jugando con sus barquitos. Los habia construido el mismo y eran su mayor orgullo. --No le hagas caso a papa --lo animo Hattie--. ?Te has dado cuenta de que esta riada mantendra nuestras lecciones alejadas de su mente durante varios dias, o puede incluso que una semana? Rompio a reir de felicidad y empezo a chapotear por el agua con sus oscuros pies descalzos. La abuela reparo en que no habia indicios de los molletes y en que la estaban salpicando innecesariamente, asi que le propino un capon a Hattie en la lanosa cabeza y espeto: --Para ya, nina. Ve a la cocina a ver que andan tramando ese par de fulanas perezosas. Y Hattie se alejo berreando por el pasillo. En la planta superior, Emma estaba sentada en el alfeizar de la ventana de su dormitorio, que estaba abierta de par en par y se deleitaba al sol mientras se peinaba la melena cobriza como la mermelada de naranja. Cerro los ojos y olvido las aciagas escenas sumergidas de la manana. Un profundo sentimiento de satisfaccion se apodero de ella al sentir el calor del sol y al cepillarse el pelo, sonadora. Despues abrio los ojos, se examino las manos y se pellizco la punta de las unas, esperando que algun dia fueran largas y puntiagudas. <> Mas arriba en su guarida, arrellanado en su desvencijado sillon de cuero, su padre se preguntaba si habria sido demasiado duro con Dennis. <> Encendio la pipa. <> Volvio a encenderla. <>

  • Juegos prohibidos 4, Emma M. Green de Emma M. Green

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  • Mi dama de compania de Natalia Giron Ferrer

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    Un suceso hace que Nivill Darcy, la hija mayor de una familia muy importante de la sociedad britanica, y Edward Wingfield se separen, con la intencion de que sea para siempre.
    Siete anos no son suficientes para olvidar el pasado, mas cuando el dolor y el rencor han alimentado a Edward, el actual duque de Richmond, todo ese tiempo. Para su desgracia, conoce a Jane Fairfax, la dama de compania de la baronesa Delacroix, y su parecido con cierta mujer que le hirio en lo mas profundo es asombroso.
    Desde ese momento, solo pensara en destruirla, aunque el camino le lleve directo al infierno.
    ?Conseguira Edward olvidar el pasado sin arruinar sus vidas? ?Podra el amor ganar el poder a la venganza?

  • Desconocidos de David Lozano

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    Dos vidas que se cruzan de madrugada a traves de las redes. Pronto daran el siguiente paso: una cita a ciegas. Sin embargo, encontrarse con un desconocido siempre entrana riesgos. Porque todos ocultamos secretos. Un cadaver. El cuerpo de un muchacho, desfigurado por la violencia de la caida. Una vida joven arruinada para siempre, una muerte que suscita mas preguntas que respuestas.

  • Vilox (Recopilatorio) de Sophie Saint Rose

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    VILOX I

  • No todo se vende de Patricia Gomez Martin

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    Tras fugarse de su boda, ser secuestrada por el que iba a ser su marido y ser liberada por la policia, la vida de Vera cambiara por completo.
    Son solo cinco dias, de domingo a jueves, en las que las pesadillas seran las reinas de su noche. Y, durante el dia, por mucho que se esconda, siempre encontrara cajas rojas con un contenido diferente cada vez, acompanadas de rosas negras.
    Estas seran las responsables de que sus prioridades sean diferentes.
    So objetivo diario sera seguir con vida.

  • Las intrigas de la fama 2 de Mercedes Franco

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    Carolina comienza su nueva carrera con exito, ya que ha logrado captar la atencion de todos los medios y tambien de Armando Lugo.

  • Cuando menos te lo esperas (Coeur de sucre 1. 5) de Lana Fry

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    --Habia una vez un hermoso lugar, en lo mas profundo de los mares... Dos pares de ojos azules me miraron fijamente, cada uno con una expresion diferente. La pequena Evelyn, con los rizos rubios escondidos en la capucha con orejitas de su pijama, me miraba como si fuera el mismisimo rey Triton; me hizo sentir tan orgulloso que hasta saque pecho mientras seguia con el cuento de La sirenita. Se habia acurrucado en mis brazos despues de cenar, y su cabeza apoyada en mi pecho era un peso suave y liviano. Apoye la mejilla en su coronilla y cerre un momento los ojos al oler la colonia fresca de bebe. --...la pequena sirenita siempre estaba cantando... --?Y como cantaba? Se me atragantaron las ultimas palabras del cuento, y mire a Evelyn con el terror plasmado en la cara. Al otro lado estaba Lea, partiendose la caja; aunque en su defensa dire que acallaba sus carcajadas en la almohada. Mientras tanto, la nina me miraba como si de repente hubiera adquirido dotes de tenor y fuera a cantarle Bajo del mar con el acento ?mexicano? del cangrejo. Nunca habia conseguido ubicarlo. --Pues... Esto... Cantaba. Con canciones y esas cosas --trate de sonar animado y seguir con el cuento, pero mi intento de evasion no funciono porque la nina me tiro de la manga--. ?Que pasa? --?Y que canciones cantaba? --Si no fuera porque tenia la carita de un angel y me miraba con tanta inocencia, pensaria que un demonio se la habia comido entera--. Porfa, cantame una, tio Ash. Alarmado, busque ayuda en Lea, pero, por su cara roja, quiza quien la necesitaba era ella. <>, pense, al ver que se lo estaba pasando la mar de bien viendome pasar uno de los momentos mas terrorificos y angustiosos de mi vida. --Eso, tio Ash, cantanos una cancion --me animo, la muy... Habia cruzado las piernas encima del sofa, y mis ojos se perdieron, absortos y embelesados, en los largos mechones rojizos que ella intentaba recoger en una alta coleta. Me comeria esa sonrisa picara de un bocado y se que no tendria suficiente, asi de loco me tenia. ?Quien iba a decirlo, eh?--. Tu crees que en otros lados, las algas mas verdes son... Empezo a cantar, suave y bajito, empujandome a seguirla. Cerre los ojos, sobre todo porque Evelyn se habia entusiasmado hasta el punto de que se habia arrodillado encima de mi y empezaba a dar palmas, siguiendo el ritmo alegre de mi novia. --Bajo del mar, bajo del mar, vives contento, siendo sirena... --Me estremeci al escuchar el susurro de Lea en mi oido. Gire la cabeza y quien se perdio en el mar azul de sus ojos fui yo--. No decepciones a tu publico. Mi voluntad caia en picado con estas dos, incapaz de negarles nada. Lo peor de todo era que ellas lo sabian y se aprovechaban sin compasion de mi pobre persona. ?Quien iba a decirme a mi que acabaria en una situacion como esta? ?Donde habian quedado David Garret y su violin? Ahora, todo lo que se escuchaba en el coche eran canciones de Disney. No veas lo mal que lo pase ayer cuando lleve a Evelyn al colegio y estuvo en bucle la nueva cancion de Frozen. Cuando se fue el ultimo cliente de la tarde estuve a punto de cantarle Let it go. --Bajo del mar, bajo del mar, hay bailarinas, son las sardinas... --empece a cantar, y mi voz, grave y ronca, puso la nota discordante a los chillidos de mi ahijada y mi novia, quienes habian bajado ya del sofa y bailaban en medio del salon, cantando siempre que la risa las dejaba. Sonrei al ver a Lea comportarse como una nina, sin avergonzarse. No era de extranar que Evelyn estuviera como loca con ella, y la mirara con tanta devocion que hasta a mi me puso un nudo en la garganta. Iba en pijama, con la coleta mas mal hecha que habia visto nunca, danzando sobre la alfombra con los calcetines encima de la pernera del pantalon y, aunque podia parecer la cosa menos sexy del mundo, era tan ella, lo que la hacia tan unica, que la amaria aunque llevara uno de esos horrorosos pijamas de una pieza. Me sentia el hombre mas jodidamente afortunado del mundo; cuando por fin acabo la cancion y ambas volvieron a mi lado, suspire sabiendo que no necesitaba nada mas en el mundo. Bueno, habia algo, pero... Sacudi la cabeza, sacudiendo tambien ese pensamiento. --Has fruncido el ceno. ?Tus recien descubiertas facetas musicales estan haciendo que te replantees tu futuro? --Lea habia apoyado la barbilla en mi hombro y, aunque la picaresca y la diversion no desaparecieron de sus labios, en sus ojos se camuflaba una pequena sombra de preocupacion--. ?Estas bien? --?Por que no iba a estarlo? --respondi, acercando mi cara a la suya para darle un coqueto beso en la punta de la nariz--. Tengo a mis dos chicas preferidas aqui. Evelyn habia perdido la batalla contra el sueno y estaba a nada de caer en seco. Sus grandes e inocentes ojos azules luchaban por mantenerse abiertos; Lea y yo nos quedamos callados, mirandola hasta que acabo por dormirse. Despues, la cogi en brazos y subi despacio con ella las escaleras hacia nuestra habitacion. Evans y su mujer se habian tomado unos dias de vacaciones, coincidiendo con su aniversario de bodas, y habian dejado a la nina y su cuna con nosotros. La acoste ahi con todo el cuidado del mundo. En un gesto instintivo alargue el brazo y Lea se apretujo a mi lado, permitiendome abrazarla. No se que rondaba por su cabeza, pero por la mia pasaban tal cantidad de imagenes inexistentes que me dejaron con un anhelo tan grande en el pecho que necesite suspirar con fuerza, buscando calmarme. Inclinado sobre la cuna no veia a mi ahijada, sino a otra pequena con los rizos rojizos de su madre, con la manita reposando sobre una mejilla tan sonrojada que daban ganas de comersela a besos. --Otra vez te has puesto serio. Me conocia demasiado bien; acostumbrado como estaba a que nadie supiera por donde cogerme, ella tenia una facilidad asombrosa para calarme. --Estaba pensando... --!Uy, peligro! --sonrio, siguiendome hasta la cama, donde nos sentamos a los pies. --No hemos hablado de tener hijos --solte. Lea se quedo muda y, si no fuera porque no habia casi luz en la habitacion, solo la de la mesilla de noche, habria jurado que toda su cara se habia quedado blanca--. Bueno, no estoy diciendo que tenga que ser ahora, claro. Pero, no se... Se me trababan las palabras, y que Lea estuviera sumida en un poco acostumbrado silencio, no ayudaba. --Olvidalo. Es una tonteria --sonrei, antes de darle un beso en la frente y levantarme para ir al bano. Me maldije por haber sido tan bocazas; me habia acostumbrado tanto a no callarme nada con ella que me salia solo confesarle que pasaba por mi cabeza. No me pare a pensar en que este podia no ser el momento de sacar el tema, en que ambos estabamos intentando estabilizarnos en nuestro trabajo. A Lea le iba genial con el recien abierto canal de Youtube; no sabia como se las ingeniaba para sacar tiempo y ganas para seguir trabajando con Audrey en la pasteleria, ademas de grabar sus videos para despues editarlos. Estaba haciendo cursos, y yo acababa de chafarle todas las ilusiones de un plumazo. Cuando me estaba lavando los dientes y alce la mirada, vi su expresion seria a traves del espejo. Parecia cansada, incluso algo abrumada por todo. --?No eres feliz? --Su pregunta me pillo tan fuera de juego que no atine a decir nada; la mire sin parpadear, incapaz de girarme. No hacia falta, pues su reflejo lo decia todo. Era demasiado expresiva--. Ash... --!Joder! --exclame, y enseguida baje el tono para no despertar a la nina. Me gire de sopeton, plantandome delante de ella en una sola y larga zancada para despues abarcarle la cara con las manos--. Soy el cabron con mas suerte del mundo y nada, escuchame bien, nada podria hacer que fuera mas feliz que ahora. --Pero has dicho... Pese a ser alguien muy familiar, nunca me habia creido preparado para formar la mia propia. Veia a Evans con Evelyn y solo sentia carino, pero Lea habia llegado a mi vida, se habia asentado en ella para quedarse, y ese carino se habia convertido en un anhelo que no sabia que podia llegar a sentir. No tenia ni idea de cuidar y criar ninos, mi experiencia se basaba en las veces que hacia de canguro de Evelyn cuando sus padres me la dejaban. Ahora, cada vez que cerraba los ojos y trataba de imaginarme mi futuro, no encontraba solo a Lea en el. ?Como podia decirle eso a ella sin que sintiera que la estaba presionando? Sabia lo mal que lo habia pasado meses atras, cuando se encontraba perdida, sin saber que hacer con su vida o en que direccion llevarla; y yo, precisamente por lo mucho que la queria, no podia hacer que esa estabilidad que tanto le habia costado conseguir se tambaleara por mi deseo de tener ninos. --Olvida lo que he dicho. Me perdi en sus labios, que se movieron dubitativos bajo los mios. Sin separar mi boca de la suya, avance poco a poco hasta que la tuve apoyada en la pared del bano. Era pequena en mis brazos, casi podia abarcarle la cintura con las manos, aun asi su cuerpo encajaba tan bien con el mio que sentia sus curvas danzar al ritmo de mis caricias, al igual que mis musculos se expandian y contraian bajo sus manos. --No se si estoy preparada para ser madre --solto Lea en un quedo jadeo, aprovechando que habia abandonado su boca para enterrar la cara en la curva de su cuello, buscando aspirar su olor --. Soy un desastre de persona. --No pienses en eso ahora --respondi, estrechandola en un abrazo con el que pretendia consolarla y, a la vez, cerrar el tema--. Solo era un pensamiento al aire. Nos acostamos muy pegados el uno al otro, con su cabeza recostada en mi pecho y yo enredando los dedos entre los mechones rojizos de su pelo. Llevaba tanto tiempo sin cortarselo que le llegaba ya hasta casi la mitad de la espalda, y a mi me enloquecia verlo desparramado sobre la almohada. Su respiracion tardo en volverse profunda y pausada, en todo el tiempo no detuve mis caricias. Habia intentado pintarla, de hecho, habia empezado muchos retratos suyos --bien escondidos, porque me daba algo de verguenza que los viera--, y me sabia tan de memoria su nariz respingona, la curva maliciosa y traviesa de su sonrisa o la forma en la que sus cejas se arqueaban cuando no le veia la gracia a mis chistes malos, que podria dibujarla hasta con los ojos cerrados. Pero cuando llegaba el momento de ponerle color... Ninguno le hacia justicia. Ningun azul captaba el brillo de sus ojos, el amor que desprendian; tampoco ningun rosado podria igualarse al de sus mejillas. ?Y sus labios? ?Y el abanico infinito de rojizos, cobrizos y rubios de su melena? Imposible. Todo lo que intentara emular no seria mas que eso, una copia barata de una persona tan unica y especial que nada podria compararsela. Aprete su cuerpo hacia el mio, con cierta posesividad, y bese su frente, con el pecho expandiendose de pura felicidad solo por tener la oportunidad de estar asi con ella. Tarde en conciliar el sueno; cuando sono el despertador, lo apague con rapidez antes de que Lea o mi ahijada se despertaran. Disfrute un rato mas en la cama, haciendome el remolon. Pero, si no queria llegar tarde al trabajo, tenia que levantarme ya, aunque me costase la vida misma salir de debajo de la calidez de las mantas, reacio a separarme de ese delicado cuerpo que, desde que paso la primera noche aqui, se habia apoderado de toda la cama y dormia siempre invadiendo mi lado, pegado a mi. Que conste que no era una queja, todo lo contrario.

  • Salvando el Para Siempre 3 de Lexy Timms

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    Charity Thompson esta encontrando su camino en la vida. El Dr. Elijah Bennet esta demostrando ser la tentacion consumidora que ella no quiere perder. Charity todavia esta tratando de demostrarle a su obstinado padre que tiene exito, que no tenia derecho a estar decepcionado de ella por haber abandonado la facultad de medicina.

  • Con el corazon al sur de Gabriela Exilart

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    La novela retoma algunos personajes de Pinceladas de azabache, entre ellos Naiquen, quien escapa de un marido agresivo -y, sin saberlo, de un despiadado militar que llega de su pasado- y trata de iniciar una nueva vida en Francia. Alli encuentra un amor sincero y verdadero que cura sus heridas y le da fortaleza para afrontar a su perseguidor.

  • Mediocracia de Alain Deneault

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  • Phillipa (Las feas tambien los enamoran 5) de Elizabeth Urian

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    Una nueva y esperada entrega de la serie <>.

  • Libre de Patrick Ness

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  • Odisea de Javier Negrete

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    Cuando sus dedos empunaron el arco, Odiseo cerro los ojos un instante y respiro hondo. Tal vez, si el y sus companeros triunfaban, futuros poetas cantarian una cancion sobre los heroes que se enfrentaron a los dioses. Probablemente esos versos mezclarian mentiras y verdades, como las mezclaban los relatos que el mismo les habia contado a la bella Nausicaa y a su padre sobre la cueva del ciclope, la isla de la maga Circe o el descenso a los infiernos.
    Pues el combate que los siete estaban a punto de librar no era solo cuestion de venganza, sino, por encima de todo, de supervivencia.
    Y no unicamente la suya, sino la de toda la raza humana.
    El unico consuelo era que, si fallaba, no quedaria nadie sobre la faz de la ancha Gea para cantar el fracaso de Odiseo.

  • El umbral de la eternidad de Ken Follett

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  • A tu lado 4 de Helena Sivianes

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    Haley afronta el ultimo ano de instituto con grandes expectativas e ilusion, y la llegada del nuevo curso no la defraudara, pues vendra acompanada de una espiral de emociones, vivencias y aventuras.

  • Diluvia en Madrid de R. Freire

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    Una sola realidad. tres formas distintas de verla y sentirla.
    Entre tres, las posibilidades se multiplican, lo sencillo se complica y lo inimaginable puede suceder. Marta, Jara y Candela tendran que aprender que la vida no es el cuento de hadas que les contaron de ninas, que el principe azul no existe y que, a veces, la bruja termina convirtiendose en un personaje dulce y vulnerable capaz de hacer que se tambaleen nuestras mas firmes convicciones.
    “Mis insultos entre forcejeo y forcejeo no hacen sino avivar el deseo que nos sacude a ambas. Mis manos encuentran sus pechos, que me parecen tan duros y majestuosos como imaginaba. Si Newton levantara la cabeza, tendria que reformular su Ley de la Gravedad, que tal vez funcione con estupidas manazas, pero desde luego no sirve para explicar la firmeza de los senos de Jara”.
    “Si ninguna de ellas impide que la bola se haga mas grande. ?debo ser yo la que vele por la estabilidad de su matrimonio?”
    “De repente, las dos nos estamos mirando, y por un segundo tengo la lacerante seguridad de que ambas pensamos lo mismo: si ni siquiera podemos ponernos de acuerdo sobre como pasar un fin de semana juntas, puede que nuestra relacion este mucho mas deteriorada de lo que nos gustaria asumir.”
    “?Quien decide lo que esta bien y lo que esta mal? ?Como puede la sociedad establecer el modo en que las personas tienen que ser felices? ?Que es lo normal? ?Copiar lo que hace todo el mundo, aunque no te guste? ?Lo normal es ser heterosexual? ?Por que creemos que lo que hace la mayoria es siempre lo mas acertado?”

  • Preso de sus palabras (Directo a ti 1) de E. R. Dark

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    Izar Galvez paseaba de un lado a otro del despacho que ella y su amiga Elena habian montado hacia ya siete anos en el piso de esta ultima en pleno barrio de la Barceloneta. Se detuvo varias veces para mirar por los ventanales. Tenian unas vistas inmejorables del paseo maritimo y siempre que ella miraba hacia el mar la relajaba e inspiraba a partes iguales. Izar era una escritora de literatura romantica de exito, mientras que Elena era la que se encargaba de la publicidad, relaciones publicas, maquetacion, redes sociales... En resumen, de todo lo que hacia perder la paciencia a Izar, que apenas soportaba las redes sociales. En ese aspecto, Izar era mucho mas reservada con su vida privada. Empezaron aquella aventura juntas casi por casualidad, cuando hacia mas de siete anos Izar habia acabado el manuscrito de su primera novela, una historia de amor medieval, pero que tras un ano de viajar por las manos de una lista interminable de editores, habia vuelto a sus manos rechazada por todos. Ella estaba dispuesta a publicarla igualmente, ese y los libros que vinieran detras, pues en ese ano de espera, habia escrito dos libros mas pero que no habia mandado a nadie. Lo que no sabia era como hacerlo. Mirando por la red, investigando, habia encontrado un blog que le habia llamado la atencion. Elena resulto ser la persona tras el blog sobre como darse a conocer por las redes sociales y crear tu propio blog, pero Izar, tras desesperarse con tanto tutorial que no coincidia nunca con lo que a ella le aparecia en la pantalla, se vio incapaz de hacer todo aquello, asi que despues de varias conversaciones por privado, quedaron a tomar un cafe en The Beach House, ya que, por suerte, la chica tambien vivia en la Barceloneta, y por una de aquellas extranas coincidencias, no demasiado lejos de ella. No era raro no conocer a tus vecinos en una ciudad tan grande y con semejante ritmo de vida, por lo que no le extrano que la cara de la muchacha no le resultara ni ligeramente familiar. Se cayeron bien desde el primer segundo, y cuando se dieron cuenta, aquel cafe a primera hora de la tarde, acabo en una cena y en una cita para el dia siguiente en casa de Elena para poner en marcha todas aquellas ideas. Dos meses despues, su historia de amor medieval estaba en las principales plataformas de libros digitales y cosecho un sinfin de premios, fans y buenas criticas, aunque tambien las hubo malas, pero las supo encajar y aprender de ellas. Desde entonces, trabajaban juntas. Elena la ayudaba con el texto como su primera lectora cero, ademas de que despues creaba una portada preciosa, lo maquetaba y mimaba para que luciera perfecto en las manos de las lectoras, y algun que otro lector tambien. Gracias al trabajo de las dos, para el momento en que iban a publicar el tercer libro que Izar habia escrito, recibieron la llamada de una editorial interesada en tenerla entre sus autores. Aquella noche lo celebraron por todo lo alto, y desde entonces, no habian parado de trabajar y disfrutar de sus exitos. Eran un equipo muy unido y, sin embargo, Izar estaba nerviosa, ya que lo que le propondria a Elena, era algo bastante atrevido, incluso para ella. Era algo mas propio de su alocada amiga Laura. Esta vez se habia superado hasta a si misma. Finalmente, cogio aire, se aparto de la ventana desviando la vista del mar en calma y se paro junto a la mesa donde estaba sentada Elena, mirandola interrogante. Hizo girar con maestria su boligrafo entre los dedos, pasandolo de uno a otro, antes de lanzarse a hablar. --Elena, tengo una idea. --?Solo una? --bufo, soplandose el flequillo que le caia sobre los ojos--. Llevas semanas apuntando en esa libreta tuya. --Lo se, pero esta vez he superado con creces mis ideas mas descabelladas. Tengo una corazonada. --Esta bien, escupe. Normalmente aciertas. --Apoyo la cabeza sobre la mano mirandola expectante. Izar sonrio sin parar de jugar con el boligrafo entre sus dedos, una costumbre que tenia desde el instituto. --Sujetate bien a la silla porque vas alucinar. --Alzo ambas cejas con una media sonrisa en el rostro, ni ella misma se creia lo que se le habia ocurrido--.Voy a ir al club Eros. --!Joder! --dijo dando un respingo en la silla --Pero ?tu sabes lo que se hace alli? Porque yo, desde luego, no… --Algo he leido. Es un club de intercambio de parejas. Quiero escribir sobre ello, Elena, darle un giro a mis historias, y para eso necesito informacion de primera mano. Ademas, ya que estare dentro quizas surja algo que me alegre el cuerpo, aunque lo dudo. No creo que encuentre al hombre de mis suenos en un lugar como ese. --Estas como una cabra --dijo riendose, pero sabia que Izar tenia instinto para aquello. No era de las que creia que la documentacion se hacia solo usando Google, ya que si podia, lo veia todo de primera mano. Como cuando habia escrito su cuarto libro. La trama transcurria en una escapada de fin de semana en Londres, y a Izar no se le habia ocurrido otra cosa que coger un avion y plantarse las dos alli. Habian ido a todas partes, y sacado miles de fotos, probado la comida, escuchando la musica y empapandose del ambiente. El libro habia quedado perfecto, y todas aquellas fotos las habia aprovechado tanto para la portada del libro como para la promocion en las redes sociales. Si, Izar podia ser puntillosa, pero el resultado solia ser realmente bueno. --Eso es lo que mas te gusta de mi. --Le guino un ojo-- Te mantendre informada de todo lo que suceda alli --insinuo divertida. --Eso espero, o tu proximo libro solo lo leeran en Laponia. --Capulla. --Golpeo su hombro riendo--. Voy a arreglarme, que esta noche tengo una cita conmigo misma. --Diviertete, jefa. --Se intentara... Aunque no lo tenia muy claro, hacia ya varios anos que fracasaba estrepitosamente en sus relaciones y todavia estaba intentando descubrir que fallaba en ella. A sus treinta y ocho anos habia tenido varias relaciones serias, al menos por su parte. La primera de ellas fue en la universidad con Valen, un italiano que estudiaba periodismo en su misma facultad. Todo fue bien hasta que el termino su carrera y volvio a su pais. Le dijo, con buenas palabras, que la distancia era un serio problema. Tenia que reconocer que le dolio, aunque se lo esperaba. Nunca habia viajado con ella para presentarle a su familia mientras que el si conocia a la suya. Su escusa siempre era que cuando ellos podian viajar a Italia, su familia estaba de vacaciones. Ella, como tonta, se lo habia creido todo. Asi que, tras asumir que solo habia sido la chica para pasar la universidad y su estancia en Espana acompanado, paso pagina tambien, como habia hecho el. Despues llego Raul, un arquitecto rubio de ojos verdes que la enamoro de tal manera que penso que no podria haber nunca otro hombre en su vida que no fuera el, y fue el que mas dano le hizo cuando la rechazo. Siempre recordaria sus duras palabras cuando lo encontro en la terraza de un restaurante de lujo junto a una elegante mujer de forma acaramelada. El, al verla, se acerco para evitar un escandalo en el restaurante. Fue al pedirle explicaciones cuando la hundio en la miseria con sus duras palabras: "?De verdad creias que ibamos en serio? Nunca podria casarme con una mujer como tu, mi esposa tiene que pertenecer a mi misma clase social." Ese fue el peor San Valentin de su vida. Sabia que la familia de el era rica, que su fortuna era herencia de varias generaciones, y que ella era solo la hija de un matrimonio trabajador que habia pagado una hipoteca por anos y que le costo un gran esfuerzo costearle la universidad, pero, inocentemente, habia pensado que eso a el no le importaba, que solo eran dos personas que se querian. Le costo un ano cicatrizar aquella herida y varios mas volver a tener otra relacion. Para entonces, aparecio Jordi, un bombero de Barcelona, que la enamoro con su sonrisa de pirata y sus bromas. Cayo en sus redes para ser rechazada y sustituida unos meses despues por una morena exotica. Le dolio, logicamente, pero ya no tanto como con Raul. No entendia que habia de malo en ella que los alejaba; era fiel, carinosa y aventurera en las relaciones. No les decia "te quiero" tras la primera noche de sexo, ni los llevaba en menos de un mes a conocer a sus padres, o los acosaba con mensajitos de carinines, ni los llamaba a todas horas. Les daba libertad, como tambien la queria ella. No entendia que buscaban los hombres. Asi que se prometio a si misma no volverse a enamorar y de momento lo llevaba bastante bien. Hacia dos anos que solo salia con hombres esporadicamente. No se involucraba emocionalmente y asi debia ser, por el bien de su cordura y su corazon. No obstante, anhelaba un hombre que la abrazara por las noches y le diera los buenos dias. Ansiaba escuchar, de los labios de un hombre, que era lo mas importante de su vida, que la amaba mas alla de lo comprensible. Estaba cansada de sus noches solitarias y despertar con el lado izquierdo vacio de una cama fria ?Pero ese hombre la anhelaria a ella de la misma forma? ~Ytm Las horas pasaban volando y demasiado pronto se encontro frente al espejo de su habitacion, vestida con un corto y escotado vestido negro, que se adaptaba a la perfeccion de sus curvas, y zapatos de salon con un tacon de infarto. Su melena ondulada y rubia caia suelta en cascada hasta media espalda. Se sentia sexy y guapa, y esperaba no desentonar en el Eros. Iba a observar, no a participar en lo que fuera que pasara alli, asi que destacar de manera negativa no era una opcion. Respirando hondo, salio hacia el club conduciendo su propio coche. Habia sopesado la idea de ir en un taxi, pero si salia de alli corriendo muerta de verguenza o miedo, preferia no tener que estar media hora en la puerta esperando que la recogieran. Con los nervios a flor de piel, y mil ideas a cada cual mas descabellada y absurda, condujo hasta el centro de Barcelona. No le resulto dificil encontrar el club. Habia mirado la direccion por Google, y habia respirado aliviada al comprobar que habia un parquin publico a la vuelta de la esquina. Sabia que iba a pagar un dineral dejando alli el coche, pero no queria quedarse sin via de escape. Tras aparcar, camino los metros que la separaban de su destino, y pronto llego a la fachada del local, que no distaba mucho de la de cualquier discoteca o pub que podias encontrar en Barcelona. Al llegar a la puerta habia estado tentada de dar media vuelta. Las dudas y el miedo a que encontraria ahi dentro, de nuevo estaban haciendo mella en ella. Sin embargo, su cabezoneria y curiosidad podian mas. La puerta era de cristal rojo con la palabra Eros escrita en letras grandes y negras ocupando en diagonal casi toda la puerta. Inspiro para volver a darse animos, asi que, apretando el bolso donde llevaba la libreta, llamo al timbre que habia junto a la puerta sin tiradores. Su corazon iba a mil por hora, pero ya no podia dar marcha atras. Una chica morena, vestida con un escueto top rojo, y una minifalda, que mas bien parecia una bufanda negra, y que dejaba ver perfectamente las medias de liga negra que lucia, la recibio con una sonrisa amable.

  • Los caminos de la luz de Coia Valls

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    Revisar las lecciones del dia antes de bajar a la sala del piano; sobre todo meditar detenidamente como explicar en mis clases de musica la ejecucion del martele, ese movimiento que a los estudiantes les resulta tan dificil en cuanto perciben la proximidad del teclado. Tambien podria examinar a fondo la maquina de escribir de Thurber, por si ha logrado superar la que construyo Foucault hace unos anos, cosa que dudo. Despues, idear la manera de ayudar al nuevo alumno que ha llegado al Instituto Nacional de Jovenes Ciegos, que se pasa el dia haciendo preguntas y que tanto me recuerda a… No, nada de esto me sera posible. No estoy en Paris, donde ha transcurrido gran parte de mi vida. Es otro quien se ocupa de impartir las clases y, en el fondo, de poco me sirve confiar en el. La maquina que ha patentado Charles Thurber, siguiendo mi metodo, se quedo en la estancia donde acumulo recuerdos que solo yo entiendo. El nuevo alumno, !ay!, quiza tendra que proseguir su aprendizaje sin mi intervencion, al igual que sus companeros. En realidad, cuando llevaba a cabo este repaso previo de las tareas matinales, solo sonaba. Sueno mucho desde que la enfermedad casi me ha confinado a un retiro forzoso en la ciudad de Vichy. Sueno a todas horas, incluso cuando me quedo inmovil de cara al techo, con mis pensamientos como unico juguete. Segun dicen, en el aposento que me han asignado hay pinturas que representan ninfas y faunos, motivos de otros tiempos, en un mundo que esta cambiando. A pesar de que mis ojos tienen una expresion vacia, de lejos podria parecer que presto una atencion que no es tal. En realidad no se detienen en sitio alguno ni siguen los gestos de mis interlocutores; son incapaces de descubrir formas o colores. !Hace ya tanto tiempo que las senales de vida solo golpean mis otros sentidos! Y, por otro lado, ?acaso no es en el alma donde cobran forma los pensamientos? Mi camino ha estado repleto de evidencias interiores y, postrado en esta cama con dosel que otros pagaran por mi, tan solo existirian los recuerdos, de no ser porque ella me acompana. No pasa ni un dia sin que me averguence de lo que queda de mi, es todo lo que puedo ofrecerle, aunque, por otra parte, ya atenuadas las urgencias de la juventud, espero que su amor se conforme con mis carencias. En su presencia he encontrado la armonia que proporciona un espiritu capaz de equilibrar la balanza. Y ella constituye una parte importante del peso que impide que por fin se incline de forma definitiva. No ha sido facil. Antes de que volviera a mi lado, todo parecia desmoronarse. En febrero los estudiantes se sublevaron en Paris y, al igual que ha venido ocurriendo en los ultimos anos, los obreros se sumaron a las protestas. Las multitudes se lanzaron a la calle; unos en defensa del rey Luis Felipe, otros para repudiarlo, pero yo estaba demasiado cansado para seguir los hechos con detalle. En medio de aquel caos, el unico motivo de alegria fue enterarme de que, finalmente, mi estimado Alphonse de Lamartine habia pasado a formar parte del nuevo gobierno de la Republica. No he olvidado la visita que en 1838 hizo al Instituto Nacional de Jovenes Ciegos, ni como denuncio ante la Asamblea Nacional las insalubres condiciones de nuestro dia a dia. Siempre he perseguido una brizna de ingenio que nos permitiera, a mi, a los mios, a los que son como yo, acceder al saber. A veces lo he conseguido, otras no tanto, pero me queda la certeza de que he hecho cuanto estaba en mi mano. Ahora quizas ha llegado el momento de aprender a permanecer en un segundo plano, pero !tengo todavia tanto que hacer! A pesar del descanso forzoso, en cuanto cierro los ojos me veo de nuevo en la institucion. Como si rechazara este cuerpo mio tan limitado y me sintiera todavia lleno de fuerza, repaso mentalmente cuentas y proyectos, mantengo conversaciones imaginarias con los profesores mas jovenes y les explico mi metodo para que puedan transmitir la esperanza que yo senti un dia. La esperanza de que nosotros, los ciegos, tambien podremos abarcar el mundo; que hay caminos de luz que nos aguardan en la oscuridad. Es curioso. A pesar de que hoy no vendra, no puedo evitar fijarme en la puerta de entrada. Se a ciencia cierta que se ha marchado para ocuparse de los negocios de su familia, que contribuyen a sufragar los gastos de mi estancia en Vichy. Asi pues, no me quejare de este ardor que me devora las entranas y aprovechare todas las oportunidades que se me presenten. Todavia querria profundizar en algunos aspectos de mi metodo, corregir dudas, ampliar sus posibilidades, pero, a pesar de que las horas se hacen largas en esta cama tan diferente a mi jergon de la institucion, a veces me encuentro demasiado comodo y me resulta imposible mantenerme despierto; luego, por la noche, me visita el insomnio y me invade la inquietante sensacion de que la vida se me escapa sin remedio, la poca que todavia me queda. Quiza por este motivo, y por la necesidad que siempre he sentido de ordenar el mundo, he decidido escribir sobre algunos momentos que conservo en la memoria. Tambien porque, despues de leer las pocas paginas que ya he redactado, albergo la sensacion de que la vida es demasiado compleja para soltarse sin acotar el discurso. Tengo muy presentes las palabras de Joubert, cuando dice que <>. No escribire, pues, mi biografia, que seria insulsa y aburrida, sino que hablare de los instantes en que me he sentido mas vivo, de los tiempos en que todo era posible. Y, para ello, he de remontarme a mi ninez, aunque me resulte dificil y ello me lleve a recordar a personas a las que quise con locura y que, sin duda, me esperan en un lugar mejor. Se lo comente hace poco a Gauthier, antes de salir hacia Vichy, y se mostro reticente. Dijo que volver atras seria otra prueba de mi talante melancolico, que lo haria mas evidente todavia. Pero ya lo he decidido. Pienso combatir sus reservas, y las mias, escribiendo como si se tratara de una vida ajena, como si fueran capitulos sobrantes de alguna novela de Balzac, Dumas o Sue. Durante las horas que pasamos juntos, despues de hablar de todos los que nos han acompanado, ella me va leyendo una pagina tras otra de esos folletines que compra cada dia y que, si se olvidara de uno, supondria una tragedia. Su voz no ha cambiado, todavia me sorprendo cuando la escucho. Usa el mismo tono de confidencia, casi un murmullo, que me transporta a los anos dorados, y tambien terribles, de nuestra juventud. Asi combatimos el tedio que a veces amenaza con apoderarse de nosotros. La cantinela de estas lecturas se me adhiere a la piel. Como neofito en el oficio de escritor, estoy convencido de que formara parte de mi historia. Y si vuelvo atras, si me propongo hablar de los momentos mas importantes que me ha tocado vivir, hay uno que destaca por encima de todos, el que marco a fuego el resto de mi existencia…

  • Flores para Julia de Andrea Longarela , Neira

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    Oliver cree que su vida es perfecta. Se ha esforzado demasiado por conseguirlo.
    Sin embargo, recien cumplidos los treinta y cuatro, siente que su mundo se tambalea y no sabe como recobrar el equilibrio.
    Las cosas en el trabajo no van bien, su matrimonio hace aguas y, por mucho que busque cuando abre los ojos por las mananas, no encuentra ningun motivo de peso para levantarse de la cama.
    Por eso sus amigos piensan que se merece unas vacaciones. Y su familia. Y, lo que es peor, su jefe. Sin saber como, acaba bajo el techo de un lugar muy especial escondido entre montanas, rodeado por un jardin de cuento y compartiendo espacio y silencios con Julia.
    Julia, que es tan distinta a el que no entiende por que no puede dejar de mirarla.
    Pero lo hace, la observa, y todo cobra un sentido diferente.
    Porque Oliver aun no lo sabe pero, en ocasiones, todo lo que necesitamos es perdernos para encontrarnos.

  • Desatame 2 de Christina Ross

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    De Christina Ross, autora de Aniquilame, llegan tres nuevos libros en la serie con mas de dos millones de libros vendidos en todo el mundo.

  • Si Cece lo dice de Valeriam Emar

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    Cece amor es una famosa consejera sentimental, conocida por su don de emparejar a las personas que estan destinadas a estar juntas. Pero su mundo rosa empezara a desmoronarse con la aparicion del Camarada del deporte, un bloguero que intenta destruir su reputacion acusandola de fraude.
    Jerry Smith se propone encontrar a la famosa consejera sentimental que hizo que su prometida lo dejara plantado a pocas semanas de casarse y se ocuparia de que ella pagara bien caro lo que le hizo.
    A veces el enemigo esta mas cerca de lo que uno se imagina, y del odio al amor se puede pasar a un solo beso.

  • Tiempo de amar de Elena Garquin

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    Erase una vez un guerrero que intentaba matar fantasmas con su espada. Y una hermosa muchacha cuya valentia logro salvarlo.
    Erase una vez una guerra que derramo sangre, destruyo esperanzas y quebro espiritus. Un largo cautiverio que marco voluntades. Un matrimonio forzado que rompio juramentos sagrados.
    Una historia de amor truncada por la maldad mas oscura.
    Y una magica lluvia de estrellas destinada a protegerlos a traves del tiempo y del espacio.
    Emprendieron una lucha sin cuartel contra el odio y la sed de venganza. Comprendieron que debian mantenerse unidos en un mundo extrano para ellos, pero...
    ?Seran capaces de aceptar que, despues de un tiempo para las promesas y otro para las traiciones, llegara el tiempo de amar?

  • Calor asfixiante (Serie Castle 6) de Richard Castle

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  • ?Nunca? Jamas de Sophie Saint Rose

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    Sharon Morris estaba dispuesta a realizar su nuevo trabajo eficientemente, pero el caracter de su jefe dejaba bastante que desear. Pero cuando Evan Weixler le salvo la vida y tuvo que depender de el, acabo perdiendo su corazon y se dio cuenta que tendria que amoldarse a sus deseos si queria que funcionara su relacion. No sabia si seria capaz de hacerlo.

  • El dios de las pequenas cosas de Arundhati Roy

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    Esta es la historia de tres generaciones de una familia de la region de Kerala, en el sur de la India, que se desperdiga por el mundo y se reencuentra en su tierra natal. Una historia que es muchas historias. La de la nina inglesa Sophie Moll que se ahogo en un rio y cuya muerte accidental marco para siempre las vidas de quienes se vieron implicados. La de dos gemelos Estha y Rahel que vivieron veintitres anos separados. La de Ammu, la madre de los gemelos, y sus furtivos amores adulteros. La del hermano de Ammu, marxista educado en Oxford y divorciado de una mujer inglesa. La de los abuelos, que en su juventud cultivaron la entomologia y las pasiones prohibidas. Esta es la historia de una familia que vive en unos tiempos convulsos en los que todo puede cambiar en un dia y en un pais cuyas esencias parecen eternas. Esta apasionante saga familiar es un gozoso festin literario en el que se entremezclan el amor y la muerte, las pasiones que rompen tabues y los deseos inalcanzables, la lucha por la justicia y el dolor causado por la perdida de la inocencia, el peso del pasado y las aristas del presente. Arundhati Roy ha sido comparada por esta novela prodigiosa con Gabriel Garcia Marquez y con Salman Rushdie por sus destellos de realismo magico y su exquisito pulso narrativo.

  • Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar de Ame Soler

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    El manifiesto feminista autobiografico de Tres Voltes Rebel, una de las jovenes promesas la ilustracion en nuestro pais, que nos empodera y recuerda que nada podra con nosotras.

  • Enganada (Trilogia Criminal 3), Kris Buendia de Kris Buendia

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    Para Emily Thompson no existen las despedidas cuando alguien es parte de su alma. Ahora su alma esta perdida por lo que acaba de descubrir, ha sido enganada de la peor manera. Ha vuelto a leer una y otra vez las cartas que Harry dejo para ella y ahora todo encaja.

  • ?Hay alguien ahi fuera? – Marian Keyes de Marian Keyes

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    Anna Walsh protagoniza esta cuarta novela de la saga de la peculiar y entranable <>.

  • Navidad. menudo desmadre (Locura 1) de Sarah Rusell

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    ?Que pueden tener en comun siete personas aparentemente diferentes? Un fin de semana en un hotel rural en los Pirineos de Huesca donde disfrutar de la nieve, esquiar, descubrir senderos y pasear por ellos... Pero, a veces, y solo a veces, el destino puede tener otros planes. Empecemos por el principio, y conozcamos a estos siete aventureros. El trio "MAS", tres amigos que decidieron ir a pasar dos agradables dias en aquel rincon de estampa preciosa y nevada, para que dos de ellos limaran asperezas. Marta, una joven descarada de diecinueve anos, bastante borde por lo que dicen quienes mejor la conocen, que, como se suele decir, no tiene ni oficio ni beneficio. En definitiva, que ni estudia, ni trabaja, ni intenciones tiene de ello porque en sus propias palabras "Se vive muy bien en casa de mis padres, que me lo dan todo". Abel, un reconocido influencer de treinta y dos anos, el mejor amigo de Marta y quien mas la soporta porque, en ocasiones, es el unico capaz de callar a esa "localcono" como el la llama. Abel es gay, muy enamoradizo, y busca ese principe de brillante montura. Si, montura, porque el no quiere un hombre que llegue en un precioso corcel blanco, sino en una moto de gran cilindrada, a ser posible negra porque, como el dice: "El negro va con todo". Terminamos este trio tan dispar con Samira, estudiante de enfermeria, veinte anos y prima de Marta. Eso de "se parecen en el blanco de los ojos", desde luego que va con ellas, porque no tiene nada que ver la una con la otra. A pesar de que sus padres son tan pudientes como los de su prima, Samira decidio estudiar, encontrar un trabajo y vivir de ella misma, no de los demas. Entre Marta y Samira no hay feeling, es por este motivo que sus padres decidieron regalarles un fin de semana en ese hotel para que, con la ayuda de Abel, hubiese un acercamiento entre ambas primas. ?Lo conseguira nuestro querido influencer? Seguimos con los huespedes de este particular hotel. Le toca el turno a dos amigos que buscaban desconectar un fin de semana de sus trabajos y pensaron que ningun lugar mejor que aquel donde disfrutar de la nieve. Aitor, un simpatico policia de treinta y cinco anos que, en su circulo de amistades, es quien siempre intenta poner paz en aquellas pequenas disputas que puedan provocarse. Asier, medico por vocacion, cuarenta anos y un hombre de lo mas tranquilo. Procura no meterse demasiado en las discusiones entre sus amigos. Y acabamos con estos siete magnificos huespedes con una pareja que no es tal, al menos de momento, claro esta. Rebeca tiene veintisiete anos, es reponedora en un supermercado y un poco cotilla... Bueno, bastante cotilla. Conocio por Internet a Alan, un escoces de treinta anos que no habla ni papa de espanol, pero con el que congenio a las mil maravillas y decidieron conocerse. Nuestro escoces decidio viajar a Espana para conocerla y pasar juntos un fin de semana como tantas veces imaginaron, riendo, charlando cara a cara y compartiendo esas horas en compania del otro, como tantas y tantas tardes y noches lo hicieron frente a la pantalla del ordenador. Afortunadamente para el, el resto de companeros en su estancia en el hotel hablaban ingles, salvo Marta, que ni siquiera habia intentado aprenderlo. En el hotel se encontraran con Manuel, un hombre bonachon de sonrisa afable que, a sus sesenta anos, lleva toda la vida en ese lugar, pues heredo el negocio de sus propios padres. Le acompanan Pepa, su mujer que deleita a los huespedes con los mejores platos que preparara entre fogones, y su hijo Miguel, un joven de treinta anos que, como hiciera el propio Manuel, seguira los pasos de este, llevando el hotel cuando su padre le pase el testigo. A ese rincon en el que pasar dos dias de ensueno, o eso creen y esperan nuestros huespedes, llegaron aquel viernes de diciembre con ganas de descansar, ademas de desconectar, del ir y venir estresante y agobiante de la ciudad. Entre risas y caidas mientras esquiaban, intentando mantener el equilibrio en el caso de los mas torpes, respirando el aire que les ofrecia la zona de arboles que rodeaba el hotel, tomando cafe y chocolate caliente en el salon junto a la chimenea. Inmortalizando aquel fin de semana con fotos y videos que mirar una y otra vez, solo para recordar el instante en que un pequeno conejo blanco camuflado en la nieve asusto a Samira al salir corriendo, o cuando Abel poso para un video que subir a su red social y un mal traspie hizo que ese momento se convirtiera en el mas visto tras acabar en una caida donde el influencer quedo cubierto por completo de nieve. Y todo ante la atenta mirada de Marta, que no perdia oportunidad para soltar alguna de las suyas. El descanso necesario para un policia un poco estresado y para un medico que, en los ultimos meses, habia tenido demasiadas personas en su mesa de operaciones, salvando vidas y perdiendo alguna otra que se fue demasiado pronto. Dos dias de confesiones entre una pareja que ya se habian contado de todo durante meses, pero que seguian recordando cosas que les habian pasado a lo largo de los anos y compartian con el otro. El domingo tocaba despedirse de aquel rincon, volver a la rutina, al trabajo, a los estudios, regresar al otro lado del mundo donde, a pesar de la distancia, ese agradable escoces seguiria al otro lado de la pantalla de Rebeca. Pero, como el destino a veces tiene otros planes para cada persona, a estas siete les deparaba algo con lo que no contaban. Todos estaban listos para montar en sus coches, los duenos los despedian en la puerta de su hogar, esperando que volvieran a visitarles pronto, hasta que la montana hablo y quiso ser protagonista indiscutible. Una avalancha de nieve empezo a caer ladera abajo, cubriendo por completo la carretera, la unica carretera que los podia sacar de alli y llevarlos de regreso a sus casas, a sus ciudades, a sus vidas y rutinas diarias. Por si la mala suerte que acababan de sufrir fuera poca, la nieve tambien quiso tener su momento estelar, como esa actriz secundaria que en la pelicula hace que la trama de un giro completamente inesperado. Y nevo, por supuesto que nevo. Al calor de la chimenea y con un cafe, mientras veian las noticias de ese fuerte temporal que comenzaba a azotar la zona, Manuel les dijo que las autoridades se habian puesto en contando con el, para saber si tenia localizados a todos sus huespedes, el les indico que si, que seguian todos en el hotel, asi que le informaron que debia hacerse cargo de ellos durante unos dias, que no salieran del hotel, ni siquiera a la zona mas cercana que les rodeaba, ya que debido a las fuertes nevadas y borrascas les seria imposible sacarlos de alli, al menos por el momento. El panico se hizo un poco mas presente, la desesperacion llego a algunos de los huespedes al ser conscientes de que, como decian en las noticias, debido a ese inesperado temporal, no podian enviar helicopteros de rescate a algunos puntos de la zona, como era el caso del suyo. Encerrados, aislados, conviviendo con personas a las que apenas conocian, asi se encontraban desde ese momento. Lo que iban a ser dos dias de relax y tranquilidad se habian convertido en varios dias mas de incertidumbre. Lejos de sus familias y confinados a dos dias de Nochebuena.

  • Hopeless. Tocando el cielo de Colleen Hoover

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    En ocasiones, conocer la verdad resulta mas doloroso que creer las mentiras.

  • La decision de Julie (Bilogia Julie 2) de Carlota Manzano

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    Tras pasar cinco meses de lo acontecido con Brian y Frank, los dos hombres que habian ocupado su corazon, Julie decide que ya es hora de volver a tomar las riendas de su vida. Para ello se instala de nuevo en su duplex y marca distancia con ambos.
    No obstante, una serie de acontecimientos hara que descubra que lo que ella cree real, no lo es en absoluto. En ese momento, el desconcierto se apodera de la protagonista.
    ?Se volvera loca al descubrir que una vez mas ha caido en las redes de la mentira?

  • No soy una princesa de Tamara Marin

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    Olivia es una doctora que no ha tenido una vida facil. Lo ha pasado muy mal en el amor y tiene el corazon blindado.Ella no es ninguna princesa y no necesita que nadie la salve.Puede con todo.

  • Los huespedes de pago de Sarah Waters

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    Londres, 1922. La sociedad esta en pleno proceso de cambio y las consecuencias de la Primera Guerra Mundial siguen muy presentes. A Frances Wray la contienda le arrebato a sus dos hermanos, y ahora vive con su madre viuda en una mansion de una zona residencial a las afueras de Londres. Madre e hija, de clase alta, pasan apuros economicos, y, para aliviarlos, deciden alquilar parte de su residencia a unos huespedes de pago.

  • El rio baja sucio de David Trueba

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    Las vacaciones de Semana Santa de Tom y Martin suelen ser bastante predecibles. En la sierra, con sus familias, los amigos, las bicis, el rio, la naturaleza… Nada demasiado memorable salvo el reencuentro, que les permite disfrutar de la amistad que los une desde que eran pequenos.

  • Vamos Juntos de Mia Ford

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    Era jueves, gracias a Dios, y la semana estaba a punto de terminar. Desde que empece con este negocio tecnologico despues de la universidad, no habia hecho mas que avanzar, avanzar y avanzar. Sabia lo que habia que hacer para que un negocio tuviera exito, y siempre me decia a mi mismo que cuando llegara al club de los multimillonarios bajaria el ritmo, pero alli estaba, trabajando como un esclavo en mi escritorio despues de que todo el mundo se hubiera ido a casa, intentando sacar adelante un poco mas de trabajo. Era casi una obsesion, en realidad. Mi padre me enseno desde muy joven que para tener exito habia que hacer sacrificios, asi que eso fue exactamente lo que hice. El telefono sono, interrumpiendo mi concentracion, y suspire, asumiendo que era un cliente tardio con mas trabajo. --Blaine Butler, Butler Technologies --dije, contestando al telefono. --Eh, gilipollas, ?que haces todavia ahi? Me rei. --Hola, Caleb. Caleb y yo nos habiamos conocido en la universidad, y ambos nos mudamos a Filadelfia despues para perseguir nuestros suenos. El era un gran abogado fiscal y acababa de convertirse en socio de su empresa a principios de ano. Era mi hombre de referencia, el tipo con el que podia hablar de cualquier cosa, sin importar que. --Todavia vas a venir a la boda de mi hermana el sabado, ?verdad? --pregunto. --Tio, tengo mucho trabajo que hacer --conteste--. Creo que voy a tener que faltar. --No --dijo con severidad--. Lo prometiste. No puedes dejarme solo con todos los viejos. --Esperaba terminar un gran proyecto este fin de semana --dije--. Para estar a la vanguardia. --Vamos, hombre --dijo Caleb--. El trabajo seguira ahi el lunes. Pasa el rato este fin de semana. Pon un poco de diversion en tu vida. Hazlo por mi. Me rei. --Uf, bien. Pero solo porque me has hecho sentir culpable. Espero que te sientas bien con eso. --Espectacular --dijo riendo--. No llegues tarde o te mato. --Si, si --dije, colgando el telefono. Mire el reloj y decidi que habia terminado por hoy. Lo deje todo de lado y sali de la oficina, decidiendo que me convenia tomar una copa despues de haber trabajado tanto. Baje a un bar no muy lejos de mi oficina y entre, me quite la chaqueta del traje y me sente en la barra. Pedi un whisky con hielo y mire la television que habia sobre la barra, leyendo los subtitulos de la resena deportiva. Los comentaristas hablaban de un monton de partidos que yo no veia por culpa del trabajo. A veces me parecia que me perdia muchas cosas de la vida por tener la cabeza metida en la pantalla del ordenador. Suspire y mire mi bebida. Una mujer se sento a unos cuantos asientos de mi, llamando mi atencion. Observe las curvas de sus caderas y sus sensuales labios y supe inmediatamente que estaba alli por una sola razon: encontrar un hombre. Se echo hacia atras y cruzo sus largas piernas desnudas. Su corta falda se deslizaba por sus suaves muslos. Llevaba la blusa desabrochada y pude ver el encaje negro de su sujetador envolviendo sus grandes tetas. Me miro y sonrio, con un brillo en sus ojos mientras miraba mi traje y se metia la cereza de su bebida entre los labios. Esto iba a ser pan comido. --Oye --dije, poniendome de pie y acercandome a ella--. ?Te importa si me siento? --En absoluto --dijo ella, todavia jugando con la cereza--. Soy Missy. --Encantado de conocerte, Missy, soy Blaine Butler --respondi, mostrando una sonrisa. --Blaine Butler --dijo ella con una mirada tensa de pensamiento pasando por sus ojos--. ?Como Butler Technologies? --Si. --Me rei, mirando su telefono--. Veo que te gusta el movil Slicer. Era uno de mis favoritos cuando se fabrico. Tuve cuatro de ellos. --Vaya. --Ella solto una risita, acercandose y tocando mi pierna--. Es bastante impresionante. --?A que te dedicas? --Soy cosmetologa, --dijo--. Trabajo para MAC en el centro de la ciudad. Tambien soy masajista certificada, pero aun no he encontrado un spa donde conseguir trabajo. --Que bien, me encanta el sitio de la Octava --dije, sonriendo--. Voy al menos dos veces al mes. --Son fantasticos --dijo emocionada--. Sabes, si no quieres salir de tu casa, siempre puedes llamarme y puedo ser tu masajista personal. --?Ah, si? --Me rei y la mire a los ojos--. No estoy seguro de poder soportar que me toques de esa manera sin cruzar el limite entre paciente y masajista. --No creo que me importe ni un poco --dijo, inclinandose y sonriendo. --Oye --dije, inclinandome tambien--. Se que esto puede ser presuntuoso, pero ?quieres que nos vayamos de aqui? Mi casa esta a unas pocas manzanas. --Claro que si --dijo ella, dando un trago a su bebida y poniendose de pie para ponerse el abrigo sobre los hombros. Salimos inmediatamente, cogimos uno de los primeros taxis y nos dirigimos a mi atico. Cuando entramos, ella se quedo boquiabierta ante la loca tecnologia con la que habia equipado el lugar. Todo se activaba con la voz, y cuando entre por la puerta principal ya estaba sonando musica. Se acerco a los grandes ventanales de la sala de estar y miro el horizonte de Filadelfia, moviendo la cabeza. --Una vista increible --dijo. --Estoy de acuerdo --respondi, poniendome detras de ella y mirando su firme y redondo trasero--. ?Te apetece una copa? --Me encantaria --dijo, mirando la decoracion--. Este es un lugar increible, aunque no se que esperaba del genio dueno de Butler Technologies. --Me gusta trastear --dije, dirigiendome a la cocina abierta contigua. Servi dos copas de champan--. Este sistema fue mi creacion. No lo vendemos. --Deberiais hacerlo --dijo ella--. A la gente le encantaria. Volvi a acercarme a ella y le di una copa. Ella tomo un trago y siguio mirando todo el arte, pero yo mantuve mis ojos pegados a ella. Hacia bastante tiempo que no tenia sexo con nadie, y me sentia extremadamente reprimido. No tenia tiempo para complicaciones, asi que me mantuve alejado de las relaciones. Habia tenido varias relaciones de una noche en el ultimo ano, pero habia estado tan ocupado que la mayoria de las veces estaba demasiado agotado al final del dia para salir. Missy era exactamente lo que buscaba y me abalance sobre ella como un cazador que atrapa a su presa. Avance hacia delante y le quite el vaso de la mano, dejando los dos sobre la mesa de centro. Con un suave movimiento, me levante y la agarre por la nuca, presionando mi boca profundamente contra la suya. Ella solto una risita cuando mi lengua se movio por sus labios y yo hundi mi lengua en su boca, haciendola callar muy rapido. Al instante, el fuego me recorrio y baje la mano, deslizandola por su muslo y subiendo su falda hasta la cintura. Se aparto de mi y me miro fijamente, haciendome pensar que no estaba contenta con lo que estaba haciendo. Aparte mis manos de ella, pero entonces vi como una timida sonrisa se dibujaba en sus labios. Se arrodillo lentamente, juntando sus labios rojos y brillantes, y me desabrocho los pantalones, bajando la cremallera y dejandolos caer a mis pies. Froto su mano por mi dura polla que tiraba de mis calzoncillos negros. Los musculos de mi vientre se tensaron cuando me toco los huevos, haciendolos girar en su mano. Se levanto, agarro la cintura y tiro de mis calzoncillos hasta los tobillos, agarrando mi polla dura y rebotante con su mano y mirandome con una sonrisa. Sus labios rojo rubi se adelantaron y pude sentir el calor de su aliento en la punta de mi polla. Incline la cabeza hacia atras y cerre los ojos. El humedo movimiento de su lengua me provoco, y sonrei ligeramente antes de gemir cuando sus labios se movieron sobre la punta y su boca se abrio, acogiendome profundamente. Cuando su boca se abrio y se cerro en torno a mi pene y comenzo la succion, me di cuenta de que era una buena idea. Levanto la mano y me agarro por las caderas, atrayendome hacia ella mientras empezaba a mover la cabeza hacia delante y hacia atras con un movimiento mas rapido y mas fuerte. Baje la mano y la enrede en su pelo rubio y empuje y me movi con su ritmo. Si no creyera que es una groseria recibir una mamada y mandarla a paseo, habria dejado que me hiciera acabar asi. Sin embargo, siendo el caballero que soy, vigile de cerca el calor que se cocia a fuego lento en mi estomago. Ella gimio con fuerza cuando mi polla se acerco al borde de sus labios y luego volvio a bajar. El ruido vibraba arriba y abajo de mi ereccion. Gruni con fuerza, haciendole saber lo mucho que me gustaba y vi como me miraba, con los ojos llorosos y una pequena sonrisa en los bordes de su boca. La agarre por la cara y le saque la polla de la boca, no queria esperar ni un segundo mas y arriesgarme a explotar en ese momento. La levante y la lleve al sofa, orientandola hacia el respaldo y empujandola sobre sus rodillas. Separe sus piernas y apoye mis rodillas en el borde, agarrando mi polla por la base y llevandola hacia ella. Le empuje la falda hasta la cintura y le aparte el tanga rojo, frotando la cabeza de mi polla entre sus jugos. Empuje hacia delante y ella solto un profundo gemido, agarrandose al respaldo del sofa e inclinandose hacia delante con el culo asomando. Le pase la mano por la mejilla del culo y la abofetee ligeramente, escuchando sus risitas y gemidos de dolor y placer. Estaba muy mojada y tarde un segundo en darme cuenta de que tenia que coger un condon. Me agache y saque uno de la cartera de mis pantalones y le arranque la parte superior, sacando la polla solo lo suficiente para deslizar la goma por encima y hacia abajo. Volvi a empujar dentro de ella, dejando que su humedad me guiara. Rodee sus caderas con las manos y empuje y tire, introduciendome con fuerza en su interior. El sonido de su voz resonando en el apartamento era erotico, y esperaba que se corriera pronto porque yo estaba muy cerca. --Frotate el cono --gemi. Ella se metio la mano entre las piernas y gimio con fuerza mientras sus dedos bailaban sobre su clitoris. Se ponia cada vez mas tensa a medida que mi polla se hundia y sus dedos seguian el ritmo de mis caderas. A medida que su voz aumentaba, yo me movia mas rapido, sintiendo como su cuerpo se retorcia entre mis manos. --Dios --grito--. Me voy a correr. --Si, nena, correte en mi polla --gruni. Con dos empujones mas, ella estallo en un orgasmo, y su cono se apreto contra mi eje. Con solo tres empujones mas, finalmente me deje llevar, empujando tan profundo como pude y gimiendo fuertemente mientras mi semilla llenaba el condon y sus calidos jugos goteaban sobre mis pelotas. Mi cuerpo se tenso y flexiono mientras el placer fluia a traves de mi, hasta que finalmente mis hombros se relajaron y deje salir el aire de mis pulmones. Lentamente, me retraje, tirando de mi polla hacia atras y dirigiendome al bano para limpiarme. Era justo lo que necesitaba para quitarme el estres de la semana. En el bano, tire del condon y me lave las manos y la polla, nunca me ha gustado la sensacion despues de tener sexo con una total desconocida. Me mire el pelo en el espejo y tense el pecho, impresionado por la constitucion que habia mantenido los ultimos meses. Podia oir a Missy vistiendose en el salon, y esperaba que no insistiera en quedarse. Cogi los pantalones del pijama que colgaban de la parte trasera de la puerta del bano y me los puse antes de volver a salir de la habitacion. --Espero que no te importe --dijo ella, recogiendo sus cosas y poniendose la ropa--. Realmente tengo que irme. Tengo que trabajar temprano por la manana. --Que pena --dije, tratando de sonar convincente. --Tal vez podamos vernos pronto --dijo, acercandose y besando mis labios antes de dirigirse a la puerta. --Si --dije, siguiendola y entregandole mi tarjeta--. Aqui esta mi tarjeta. Llamame. --Genial --dijo, abriendo la puerta y volviendose--. Tal vez pueda traer a mi perro, y podemos ir al parque o algo asi. Hice una mueca al oir la palabra <>, y todo mi cuerpo se puso inmediatamente en tension. Los perros y yo no nos llevamos bien despues de haber sido atacado por uno cuando era nino. El simple hecho de escuchar esas palabras eran un sincero freno al trato. --Bueno, probablemente no --dije, negando con la cabeza--. Ni por ti ni por tu perro. Pero fue divertido. Cerre la puerta antes de que pudiera procesar lo que habia dicho. No iba a permitir el asunto del perro en absoluto, sin importar quien fuera la mujer. Era la tipica mujer de siempre. Capitulo 2 Reese Abri la puerta trasera de mi oficina y entre sonriendo, cuando un pequeno cachorro corrio hacia adelante para saludarme. Me agache, riendo cuando tropezo con una de sus grandes orejas y choco con mi pie. Me acerque y le acaricie la cabeza, lo rodee con la mano y lo cogi en brazos. --?De donde has salido, pequeno? Yo tenia un centro de cuidado de animales que se centraba principalmente en el alojamiento, la limpieza, el aseo y los cuidados menores que no requerian la atencion de un veterinario. Organizabamos clinicas de esterilizacion y castracion una vez al mes, acogiamos a los perros callejeros para los que la perrera no tenia sitio y, lo mas importante, podiamos pasar el rato con todos los amigos peludos y emplumados que venian a visitarnos. Me acerque al corral que albergaba a los nuevos cachorros que habiamos acogido y deje al cachorro con los demas, cerrando la puerta. Deje mis bolsas en la mesa de aseo y entre en la zona de alojamiento, donde me recibio un coro de ladridos. Cada uno de esos perros estaba a mi cargo de una forma u otra, ya fuera porque su familia estaba de viaje, porque necesitaban un nuevo hogar o porque habian envejecido y necesitaban que alguien los cuidara. Los perros mas viejos eran los mas dificiles para mi. No por su cuidado, sino porque me enamoraba de todos los perros que pasaban por alli, y estos solian estar alli por poco tiempo, ya que sus vidas habian llegado a los ultimos anos. En cualquier caso, siempre trate a cada uno de ellos como si fuera de la familia. --Bueno, buenos dias, amigos mios --dije, pasando la mano por las jaulas--. Por fin es viernes. Espero que ya hayais hecho planes. Pase y salude a cada perro. Luego, pase a la habitacion de al lado e hice lo mismo con los gatos. No teniamos ningun otro animal en ese momento, asi que me salte por completo la sala de los conejos, cobayas y reptiles. Cuando volvi al puesto de acicalamiento, Lenna entraba por la puerta con un aspecto mas cansado que de costumbre. Era mi mejor amiga, y habiamos empezado este negocio juntas justo despues del instituto, sabiendo ambas que no teniamos ambiciones universitarias en ese momento. Tuve que admitir que era bastante impresionante trabajar con mi mejor amiga. Ella y yo nunca nos habiamos peleado por nada, y no podia imaginar una socia mas perfecta. Ambas amabamos a los animales, trabajabamos muy duro para mantener el local en marcha y nos complementabamos. Donde yo era debil, ella era fuerte, y viceversa. Ademas, ella era la tecnica veterinaria y podia poner inyecciones y cosas asi cuando era necesario. --El Senor Floppy volvio a salir --dije riendo--. Me ha saludado en la puerta, asi que ten cuidado donde pisas. Todavia no he buscado bombas de caca. --Oh, alegria --dijo Leena con un bostezo--. Es demasiado pronto para esto. --?Empezaste el fin de semana temprano? --Claro que si --dijo con una sonrisa somnolienta--. Y he conocido a un tio que esta muy bueno, con el que tengo una cita de nuevo el sabado por la noche. --Mirate, siempre en movimiento. --Me rei. --?Que hiciste anoche? --Me bane, vi una pelicula y me quede dormida. --Sonrei. --Vaya --dijo con voz monotona--. Emocionante. ?Que tal este fin de semana? ?Tienes algun plan increible? --?Lo tengo alguna vez? --No, pero seguire preguntando cada semana con la esperanza de que un dia me sorprendas con algo escandaloso, como, oh, no se, una cita o algo asi --dijo, mirandome a la cadera mientras pasaba. Yo me conformaba con seguir trabajando en el negocio, centrarme en crecer y aprender y, al mismo tiempo, mantener los ojos abiertos para cuando apareciera ese chico. Ese chico que hace que todo encaje, el que toda chica suena con conocer algun dia. Sin embargo, Leena piensa que estoy loca por pensar en ese cuento de hadas y esta mas que dispuesta a sacarme, a llevarme a que eche un polvo y a llevarme por otro camino. No era virgen porque estuviera esperando al Senor Perfecto. Simplemente no habia encontrado ningun Senor Perfecto en este momento que realmente pudiera encajar. De hecho, no habia habido ningun Senor Nada durante bastante tiempo, y yo estaba bien con eso, incluso aunque pareciera molestar a todos los demas a mi alrededor. --Si, tengo esa boda este proximo fin de semana --dije, sacando mis materiales y alineandolos sobre la mesa. --Oh, si --dijo ella--. ?Quien se casa esta vez? --Caroline Haynes --dije--. Era una chica con la que salia cuando eramos ninas. --Oh, si, en el club al que pertenecia tu padre --respondio--. Sigo pensando que es muy raro que vengas de una familia con dinero. --?Por que? --Es que pareces tan normal. --Ella se rio. --Supongo que si, si consideras normal a una virgen de veintitres anos que ha abandonado la universidad --dije, poniendo los ojos en blanco. --Recuerdas que tienes un negocio realmente exitoso que construiste desde cero, ?verdad? --Si, y estoy orgullosa de ello, pero mi padre es otra historia --dije con un suspiro--. No se hizo a la idea de este negocio hasta que compramos el edificio. --Bueno, es bueno que tu dirijas tu vida, no tu padre --dijo, dandome una palmadita en el hombro--. Ademas, a tu madre le encanta este lugar. Estoy bastante segura de que ya ha pasado la hora a la que suele venir a visitar a todos los perritos. --Es el final de los eventos de verano en el club --le recorde--. Le quedan como tres dias para marujear con las otras mujeres antes de que el clima se enfrie y todos los ricos se escondan en las zonas residenciales. --?Van a ir a la boda? --No, gracias a Dios --dije con una risa nerviosa--. Van a estar fuera el fin de semana visitando a mi hermano en Nueva York. --Bueno, ahi tienes --dijo, volviendose hacia mi--. Entonces puedes contar totalmente con la boda como planes de fin de semana. Pensaba que tus padres te iban a llevar a rastras y te iban a exhibir como una munequita, como tanto les gusta hacer. --No. --Me rei--. ?Y sabes que? Eso significa que tengo planes para este fin de semana. Voy a beber champan, bailar y mirar fijamente a la hermosa y feliz pareja, preguntandome a cuantas bodas ire antes de tener la mia. --Asi que, podrias llevar una cita a esa fiesta, ?verdad? --Si conociera a alguien que pudiera ser una cita, si --dije--. Pero sabes tan bien como yo que no he conocido a ningun hombre ultimamente. Diablos, no he conocido a nadie sin pelo y cuatro patas en mucho tiempo. --Vaya, ?a que clase de bares vas? --Muy gracioso --respondi, riendo.

  • El arte de la fuga de Vicente Valero

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    En verdad ninguno de los frailes apinados en aquella celdilla fria y oscura consiguio ver que el alma saliera de su boca, solo puntos amarillos de saliva expulsados de la lengua llagada, cuando el estertor se transformo en un suspiro ultimo, negro como el crujido de un alamo en la noche de invierno. Asi pues, pensaron todos entonces, el alma de los santos enamorados tambien era invisible; es decir, que se escurria como cualquier otra entre los labios resecos, casi azules, sin ser vista ni oida, para buscar inmediatamente despues, ansiosa, la frente ungida con los oleos y poder de esta manera tomar impulso hacia lo mas alto, deslizarse por fin hacia una paz definitiva. Hubieran dado todo cuanto poseian --aunque esto es, por supuesto, solo un decir, pues nada poseian aquellos pobres rezadores-- por contemplar el cuerpo moreno y entregado de la Amada, incluso sospechando que aquel deseo pudiera ser impuro, como tantos otros deseos del hombre, si bien las sagradas escrituras nada decian sobre aquel asunto. Pero Juan acababa de morir, se trataba ya de un hecho indiscutible, y en aquella covacha desnuda ni los descalzos de Ubeda ni aquellos otros llegados de Baeza y La Penuela habian conseguido vislumbrar el vuelo ultimo del alma, aunque Dios ya andaba por todas partes en aquella hora nocturna, nadie podia dudarlo, Dios era un olor bendito que emanaba de la carne podrida y de sus vapores todavia calidos, una luz humeda, casi irrespirable. Hacinados e inquietos, aquellos hombres flacos y devotos de la Virgen del Carmen se habian asomado a la boca del moribundo con la esperanza de ver. Alli buscaron, con los ojos bien abiertos, emocionados, unidos en el mirar, un ultimo rescoldo, una sombra palpitante, la mariposa de la fe. El poeta, el santo, el mistico, aquel fraile distraido y un poco loco --?cual de todos ellos era entonces o a cual se le esperaba mas alla de la vida y la muerte?-- se habia consumido entre estertores, despues de haber escuchado una vez mas las preciosas margaritas de Salomon, el canto perfecto del amor perfecto, y sus ojos empezaban a divisar una oscuridad nueva, todas las llagas de su cuerpo ardian como antorchas en la noche --?a que esperaba entonces el Amado?--, mientras los frailes besaban sus manos y sus pies, esperaban la salida fulgurante de la esposa. Dejaremos dicho aqui para empezar que durante aquel largo otono andaluz del ano 1591 hubo sol y hubo tormentas, despues de los ultimos sudores empezaron a caer las hojas de los arboles, llego por fin un dia la nieve a las cimas serranas, el cielo se lleno de nubes grises. Nadie sabe como seran sus ultimos dias, si hara frio o calor, si llovera y los rios inundaran calles y sembrados, si habra sequia y enfermaran los animales, o si la luz del sol, como una mano de madre imperecedera, acariciara una a una todas las palabras de la despedida. Puede que Juan supiera, sin embargo, cuando escogio Ubeda y no quiso ir a Baeza ni a Linares, como le suplicaron los frailes campesinos de La Penuela --aquel lugar silvestre donde comenzaron sus heridas--, que en su morir habria cielos de otono cada vez mas frios y solitarios, como los que su alma deseaba, pero el abrazo tambien de los hermanos descalzos y la fe no menos calida de los vecinos que nada sabian de el, que nunca habian oido hablar de sus canciones, y que su cuerpo imploraba tal vez como el de un nino desamparado. Durante aquellos casi ochenta dias ultimos que paso Juan en el convento ubetense, las noches fueron haciendose cada vez mas largas y oscuras, como el dolor de la carne y la soledad del sacrificio, pero no por ello la dulzura del otono estuvo ausente en aquella celdilla con su plenitud de estacion profunda y generosa. Asi, durante aquellos dias, hubo pajaros tambien en la ciudad, estorninos y petirrojos, grullas de paso, zorzales y codornices. Hubo un repetido runrun de aguas sobre las piedras de las murallas y de las iglesias, que Juan podia oir tendido en su camastro, tal vez con cierto placer, o al menos con el alivio que la lluvia concede siempre a los sedientos, y un viento que soplaba y batia las ramas de chopos y naranjos. Pudo beber el zumo rojo de la granada, morder la carne amarga del membrillo. Y por el estrecho ventanuco es posible que entraran alguna vez tambien el aroma de los limoneros y la rafaga candente del relampago. Que al padre Crisostomo, prior del convento, no le viniera nadie con monsergas de milagros ni de versos, el era un hombre de pulpito y de tratados gruesos. No habia visto nunca a un santo, pero si a muchos extraviados que se decian poetas, incluso a algunos herejes alumbrados que habian merecido el castigo riguroso pero justo de Roma. Lo mejor era hablar poco con el enfermo y, a ser posible, que nadie supiera que estaba alli con ellos. No era este prior, a decir verdad, un hombre envidioso, pero si un fraile asustadizo, cumplidor y obediente, que maldecia la hora en la que a Juan se le habia ocurrido ir a morirse a su convento. Cuando lo vio llegar, aquel anochecer caluroso de septiembre, a lomos de un burro fatigado, ya se temio lo peor. Y lo peor era entonces solamente que aquel hombre a quien su propia orden habia perseguido, encarcelado y ahora tambien desterrado, cuyas cartas habian sembrado las clausuras de palabras dudosas y de sofocos misticos, llegara ahora a Ubeda para repartir rimas y milagros. Se prometio entonces a si mismo, mientras Juan se bajaba con dificultad del pollino, que no se lo permitiria y, sobre todo, que no se dejaria enganar por el, por su habito raido y sucio, por su ya celebre jerigonza de nadas y desiertos, y menos aun por sus jaculatorias contra incendios y tormentas. Que habia venido a buscar exactamente el perseguido, sin embargo, lo sabria el prior muy pronto, cuando Juan cayo desmayado en la puerta del convento, con sus llagas y sus calenturas, porque aquella debilidad tan cierta --con aquel rostro suplicante y famelico, con aquel temblor de piernas-- le dio a entender que el enfermo lo habia elegido precisamente a el para que guiara su alma por el sendero ultimo de la noche y se compadeciera de su cuerpo en los dolores terribles, y con ello tal vez para ser seducido tambien, oh Virgen piadosa, por aquellas metricas italianas del demonio. Para los hermanos aquellas heridas inmensas y aquel morir en la celda mas oscura del convento pronto se transformaron en pura alegria, una gracia especial del Amado, la musica presentida y tantas veces solicitada. Se lloraba por los pasillos y, a hurtadillas del prior, cantaban las canciones de Juan, se abrazaban y se besaban; la felicidad era entonces aquello, un ir y venir entre lagrimas incontenibles, traer las vendas limpias y dar a lavar las sucias, lamer las sucias por el camino, llevarse a la boca el pus, la sangre negra, la saliva del poeta, agradecerle a Dios aquellos liquidos, aquel enfermo unico. Una y otra vez por los pasillos se oian las canciones del alma y el esposo, que tan bien se sabian todos, aprendidas en otros conventos lugubres --tan oscuros y frios como aquella mazmorra toledana donde habian sido compuestas casi quince anos atras--, dichas y repetidas muchas veces, calladas tambien otras muchas, segun soplara el viento de la regla o del prior, favorable u hostil a la musica amatoria y al cantor de Avila, pero siempre luminosas en el corazon secreto de los humildes. Ah, el coro de descalzos, voces olvidadas por el mundo, rezadores de la vieja ciudad de Ubeda: Bartolome de San Basilio, dulce y generoso, antiguo discipulo de Juan; Alonso de la Madre de Dios, inteligente y agradecido, lector de salmos y profecias; Bernardo de la Virgen, hermano lego, de dia y de noche a los pies del moribundo, siempre el perro mas fiel; Diego Pablo de Jesus, modesto y pequeno como un jilguero de la vega, bondadoso; Pedro de San Jose, mundano y alegre como un vino nuevo de aldea. Coro insospechado de servidores, adoradores de llagas putrefactas, moscas benditas. Todo empezo en aquel solitario retiro de La Penuela, lleno de olivos y de vinas, entre ermitanos labradores, adonde Juan habia llegado a principios de agosto, en plena canicula, para cumplir nuevo destierro, sin oficio, solo como un descalzo mas. La brisa de Sierra Morena invadia todas las mananas aquellas celdillas blancas con su olor a tomillo y a encinar humedo, con su musica de currucas tempraneras. Una docena de hermanos barbudos y penitentes regaban las coles en silencio, sembraban el ajo y la cebolla, o recogian la aceituna. Habia en aquel lugar tan puro una alegria de uva andaluza y de amor a la Virgen, unos cielos azules sobre los roquedales altos, una fe felicisima. Por fin el poeta que amaba las soledades y la luz podia tambien gozar de ellas, despues de tantos anos de disputas capitulares y de vicarias nomadas, despues de interminables andaduras. Por fin el fraile que amaba la obediencia podia tambien gozar de ella como un imberbe novicio castellano. Se dijo despues que, en aquellos dias soleados, iba a rezar todas las tardes junto a una vieja fuente de montana, rodeada de laureles y lentiscos, por donde saltaban las liebres, susurraban las tortolas y vigilaban los cernicalos. De rodillas y con las manos unidas en el pecho, como era habitual en el, aspirando siempre a lo mas alto, a veces levitaba, esto tambien se dijo despues. De su boca brotaba entonces la palabra como el agua de la fuente, fresca y natural, transparente y solitaria. Era Juan en La Penuela, a solas con la esposa que llevaba dentro, en coloquio verdadero, con ella y con su Dios enamorado. No habia amargura en su corazon ni recuerdo alguno de sus perseguidores que, sin embargo, no cejaban y aun dilataban sus discursos difamatorios por las extensas comarcas del carmelo. O tal vez si, puede que hubiera cierta amargura todavia, esto lo decimos nosotros ahora, algun resentimiento, pues fue aqui mismo tambien donde escribio que mejor se estaba en compania de piedras y garbanzos que de apostoles locuaces, de criaturas mudas que de hombres envidiosos. Comia entonces pan de habas con hierbas cocidas y era feliz. Ya de noche, dormia sobre unos manojos de romero tejidos y de sarmientos a modo de zarzo y era feliz. Encendia la llama de amor viva, una y otra vez, reescribiendo pasajes inconclusos, penetrando en honduras incandescentes, dejandose iluminar por ella. Hasta que un dia de aquellos de verano llegaron tambien las fiebres, y con ellas el cansancio y el sueno, la mirada vidriosa, aquella sed.

  • Conspiracion de Delores Fossen

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    Despues de sufrir un secuestro y una inseminacion artificial contra su voluntad, Jessie Barrett sabia que su vida corria peligro y que el unico que podria darle respuestas era Jake McClendon, el padre biologico del hijo que estaba esperando. En medio de aquella investigacion clandestina para averiguar las razones de su secuestro, Jessie comenzo a sentirse irremediablemente atraida por aquel hombre.

  • Taragh (Saga Anam Celtic 2), Angy Skay de Angy Skay

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    Poder.
    Cuando los padres de Taragh fallecen tragicamente en un accidente, ella se queda sola en un mundo dificil, hasta que una noche en el Grand Hotel de Malahide, todo cambia gracias a un trato.
    Considerada una mujer fria y sin sentimientos decide enlazar su vida bajo un majestuoso trato con Cathal O’Kennedy, el mismo hombre del que planea poco tiempo despues su asesinato. El, un temible tirano capaz de hacer temblar hasta al mas temible guerrero, ansia poseer todos y cada uno de los tesoros mas valiosos de Irlanda.
    Mientras, Maureen, debera involucrarse en la lucha, con mentiras hacia el que sera su futuro marido, lo cual acarreara un final nada deseado.
    Llega la continuacion de la saga Anam Celtic, una historia donde el romanticismo, la pasion, la magia y las aventuras son las protagonistas.

  • Mas alla de los 50 de Lola Masmola

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    Una novela de ficcion contemporanea que te atrapara entre sus paginas.
    Cumplir 50 anos, dejarlo todo atras (familia, casa, amigos…) y comenzar una nueva vida, es el sueno de algunas mujeres. El de Maria tambien. Acompanala en este apasionante viaje lleno de amor, amistad y pasion por la vida.
    Una novela repleta de personajes entranables de los que te costara despedirte. Un canto a la vida, a la ilusion por vivir.

  • Encadenada a mi destino (Guardianes Universales 1) de Kelly Dreams

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    Ella, el alma de un dios hecha carne por una mala jugada del Destino, renacida para hospedar al Libre Albedrio en su interior. Dryah veia como el mundo que habia conocido se habia venido abajo con su despertar, todo su pasado habia quedado anulado y el futuro la condenaba como un ser capaz de destruir el Universo tal y como era conocido, pues ella se habia convertido en la portadora del Libre Albedrio. El, habia sido elegido como Juez Universal, el unico hombre con suficiente poder como para poner de rodillas a los dioses y llevar a cabo los deseos del Universo. Cuando a Shayler le dieron la noticia de que su nueva tarea era llevar a cabo el Antiquerum, el Juicio Supremo, para resolver la inocencia o culpabilidad de la portadora del Libre Albedrio, habia pensado en que seria algo rapido. Llegaria, la veria, la condenaria y podria seguir con su tranquila vida. Pero el no contaba con que su custodio resultara ser la unica mujer que convertia sus suenos en realidad, la unica que estaba destinada a el desde el principio de los tiempos, una mujer cuya unica aspiracion era liberarse de su Juicio y su presencia con la mayor brevedad posible. Sumidos en una carrera contra el tiempo y el Universo, deberan enfrentarse a la mas dificil de las pruebas y evitar que sus corazones se rompan en el proceso.

  • Reo (Trece tronos 2) de Jessica Galera Andreu

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    Una vez rota la Ley Comun, el Muro de Caronte ha quedado sellado. Los noctis ya no son bienvenidos en Luzaria y tampoco los luzaros lo son al Imperio de la Noche, pero algo sigue gestandose a uno y otro lado de la silenciosa mole de piedra, donde los secretos se destapan.

  • Querido plan B de Becca Devereux

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    Una alocada comedia romantica sobre dos personas que estaban destinadas a encontrarse. ?Y si el principe azul no fuera como te lo han contado?

  • Su cancion de Rose B. Loren

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    Anabel es una joven sonadora espanola afincada en Canada. Tras terminar sus estudios financieros acepta el trabajo de ninera que le ofrece un reconocido compositor de fama mundial, que abandono su carrera tras la muerte de su esposa y que actualmente dirige la empresa familiar.

  • Con C de Cretino de Liah S. Queipo

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    ?Quereis que os de un consejo? Id siempre con la verdad por delante; aunque duela, decidla. Yo siempre lo hago y, por ahora, me va bien. Normalmente no me creen, pero ese ya es su jodido problema. Las mujeres, y si, voy a generalizar, tan solo escuchan lo que quieren oir. Les dices que solo quieres un polvo y ellas, aceptan gustosas mientras que su pequena y retorcida mente imagina que no has querido decir eso realmente y que, en realidad, quieres casarte con ellas. No, queridas. Solo os quiero para un rato. ?Tan dificil os resulta aceptarlo? No te esfuerces, no intentes ser la mejor novia del mundo; solo me interesa pasar un buen rato. Uno en el que los dos gocemos y se acabo. Despues, dejaras de interesarme. No es por ti. No es que seas mala, ni fea, ni nada por el estilo; directamente, ya no tengo interes en repetir. Podemos disfrutar de dos polvos en una noche pero manana no esperes que te llame, porque no lo hare. Si quieres que duerma contigo en plan "cucharita", o esperas que te prepare el desayuno, lo llevas mal; mal no, fatal. Yo no duermo con nadie, es mas, me molesta hacerlo. No te voy a regalar bombones, ni pienso arrastrarme en busca de tu carino. Si me quieres, tomame, pero tengo fecha de caducidad, como todo lo bueno en esta vida. Si seguis mi consejo os ira bien. Quizas os insulten, tal vez os odien; pero sereis felices. El problema aparece cuando te mientes a ti mismo, cuando llega un punto en el que no sabes como ni por que, pero lo que empezo como un juego se convierte en una obsesion. Cuando tienes ganas de dormir con esa persona, cuando no te corresponde, cuando esta prohibida, para eso... Para eso no tengo putos consejos.

  • Cancion de las Tierras Altas de Tanya Anne Crosby

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    Gavin Mac Brodie teme convertirse en el hombre que era su padre. El chico se atiene al voto de castidad y jura no casarse jamas, llevado por la soledad y las visiones de lo que nunca sera y nunca podra tener. Sin embargo, el soltero de oro de los Brodie esta a punto de encontrarse con un poco de magia de las Tierras Altas…

  • En los ojos de Gabrielle de Mariant Herrera

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    Tras un accidente que casi le cuesta la vida, Marina recibe de regalo de su inminente boda, una chaise-longue, para que pueda realizar en ella su hobby favorito, restaurar antiguedades. Pero algo ocurre con ese mueble, cuando lo toca, Marina comienza a ver imagenes. Se ve en distintas escenas, algunas de sexo con tres miembros de una familia. Poco a poco y a traves de la informacion de las imagenes averigua que lo que esta viendo es a traves de los ojos de la que fuera 2a esposa de una poderosa familia, los Pinel, fabricantes de joyas; Gabrielle que supuestamente huyo veintiun anos atras con el chofer.

  • Felices para siempre (Encontrar la felicidad 1) de Eva Alexander

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    Ella es hermosa e inteligente. Y enamorada de el.
    El es guapo y rico. Y esperando el momento adecuado para hacer su movimiento.
    Su viaje hacia el feliz para siempre es duro. Ella tiene secretos (en realidad solo uno), el comete error tras error (muchos errores). ?Seran capaces de conquistar todo?

  • Tierra sobre la memoria de Estela Melero Bermejo

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    En la posguerra espanola, en la humildad mas absoluta, surge el amor entre dos personas que no deben estar juntas por sus circunstancias personales. Son Irene y Arturo. Un hecho inesperado hace que se separen. Mientras sufren los abusos mas descabellados, trataran de volver a encontrarse. La fuerza de Irene, que se resiste a ser una mujer manipulada por los dictamenes de la sociedad, la hara salir adelante. Sus vidas y las de los personajes que les rodean, estaran marcadas por la ideologia politica que presentan ahora o que demostraron durante la guerra civil.

  • Culpa mia (Culpa Mia 1), Mercedes Ron de Mercedes Ron

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    (La opinion de los lectores)

  • Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio de Alice Munro

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    En los nueve relatos recogidos en este libro, la literatura se vuelve itinerante como la memoria misma, y crea personajes tan contradictorios como cualquier persona de carne y hueso.