• el dia antes de la revolucion - Ursula. K Le Guin

    https://gigalibros.com/el-dia-antes-de-la-revolucion.html

    Publicado originalmente en 1974 en la revista Galaxy Science Fiction,, este relato, ganador de los premios Nebula en 1974 y Locus en 1975, tiene como protagonista a Odo, la lider de la revolucion que dio lugar al odonianismo, sociedad anarquista imaginaria. Ursula K. Le Leguin identifica esta sociedad con el anarquismo, que para ella “es la mas idealista, y la mas interesante de todas las teorias politicas”. Pero lo que realmente le interesa a la autora es contar la hisotria de una mujer; no solo como ideologa de la revollucion, sino como persona, y asi la manifiesta en su presentacion: “Agradeci sumamente cuando Odo aparecio de entre las sombras y atraveso el abismo de lo probable pidiendo un relato, no sobre el mundo que contruyo, sino sobre si misma”.

  • El día antes de la Revolución - Libro - nordicalibros.com

    https://www.nordicalibros.com/product/el-dia-antes-de-la-revolucion/

    El día antes de la Revolución ... Publicado originalmente en 1974 en la revista Galaxy Science Fiction, este relato, ganador de los premios Nebula en 1974 y Locus ...

  • EL DIA ANTES DE LA REVOLUCION | URSULA K. LE GUIN

    https://www.casadellibro.com/libro-el-dia-antes-de-la-revolucion/9788416830329/4916877

    Sinopsis de EL DIA ANTES DE LA REVOLUCION ... Publicado originalmente en 1974 en la revista Galaxy Science Fiction,, este relato, ganador de los premios Nebula en ...

  • EL DIA ANTES DE LA REVOLUCION - URSULA K. LE GUIN

    https://www.alibrate.com/libro/el-dia-antes-de-la-revolucion/59872e93cba2bce50c1b84f2

    Sinopsis de EL DIA ANTES DE LA REVOLUCION ... Publicado originalmente en 1974 en la revista Galaxy Science Fiction,, este relato, ganador de los premios Nebula en ...

  • El día antes de la revolución (Ilustrados) Tapa dura - Amazon.es

    https://www.amazon.es/El-d%C3%ADa-antes-revoluci%C3%B3n-Ilustrados/dp/8416830320

    El día antes de la revolución (Ilustrados) : Ursula K. Le Guin, Ursula K. Le ... El libro seguro que es genial, pero la calidad en la que ha llegado es ...

  • El día antes de la revolución - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/El_d%C3%ADa_antes_de_la_revoluci%C3%B3n

    El día antes de la revolución es un cuento escrito por Ursula K. Le Guin y ganador del premio Nébula al mejor relato corto. Publicada originalmente en 1974 ...

  • «El día antes de la revolución» de Ursula K. Le Guin ...

    https://traficantes.net/actividad/%C2%ABel-dia-antes-de-la-revolucion%C2%BB-de-ursula-k-le-guin

    Presentación de libro ... «El día antes de la revolución, escrito aquel mismo año, es El relato antes de la novela, una pequeña historia que continúa el ...

  • EL DÍA ANTES DE LA REVOLUCIÓN - NÓRDICA - Tipos ...

    https://www.tiposinfames.com/libros/el-dia-antes-de-la-revolucion/44858/

    Medidas: 130 X 190 cm. Páginas: 72; Ilustrador: BALLESTER, ARNAL; Materias: libro ilustrado; narrativa. valoración (0 Comentarios) Comenta y ...

  • EL DIA ANTES DE LA REVOLUCION - Libreria General

    https://www.libreriageneral.es/libro/el-dia-antes-de-la-revolucion_481986

    EL DIA ANTES DE LA REVOLUCION, LE GUIN, URSULA K., 18,00€. Publicado originalmente en 1974 en la revista Galaxy Science Fiction,, este relato, ganador de ...

  • Libro El día Antes de la Revolución, Ursula K. Le ... - Buscalibre

    https://www.buscalibre.es/libro-el-dia-antes-de-la-revolucion/9788417281847/p/50647993

    Libro El día Antes de la Revolución, Ursula K. Le Guin, ISBN 9788417281847. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros ...

  • Libro: El día antes de la revolución - Marcial Pons

    https://www.marcialpons.es/libros/el-dia-antes-de-la-revolucion/9788416830329/

    El día antes de la revolución.[ Le Guin, Ursula K.; ]. Publicado originalmente en 1974 en la revista Galaxy Science Fiction, este relato, ganador de los ...

  • Lavinia de Ursula. K Le Guin

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    Lavinia crece sin conocer otra cosa que la paz y la libertad hasta la llegada de sus pretendientes. Su madre exige que contraiga matrimonio con el apuesto y ambicioso Turno. Pero los augurios y las profecias de los manantiales sagrados afirman que debera casarse con un extranjero, que provocara una guerra y que su marido no vivira demasiado tiempo. Al ver que una flota de barcos troyanos llega remontando el Tiber, la joven decide tomar las riendas de su propio destino. Y asi nos cuenta lo que Virgilio no hizo: la historia de su vida y del amor de su vida. Le Guin da voz a este personaje surgido de la Eneida de Virgilio en una novela que nos transporta al mundo semisalvaje de la Italia antigua, cuando Roma no era mas que una aldea mugrienta situada cerca de siete colinas. Lavinia es un libro sobre la pasion, la guerra y el precio de la guerra, generosa y austeramente escrito por una autora en la cuspide de su talento.

  • Secretos de cama – Yvonne Lindsay de Yvonne Lindsay

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    La princesa Mila estaba prometida con el principe Thierry, y aunque apenas se conocian pues solo se habian visto una vez anos atras, se habia resignado a casarse con el para asegurar la continuidad de la paz en su reino.

  • Mi mejor cliente de Emma K. Johnson

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    !Mujer, eres una maravilla! --Dijo el senor Quevedo al leer el contrato en sus manos-- !?Como diablos conseguiste estos terminos de compra?! Sonrei al verlo poner los papeles en la mesa a un lado de su bebida, sacar una pluma de su chaqueta y firmar sin aguantar su risa rasposa de satisfaccion. --Le prometi el mejor trato posible para comprar Wextler Avionics, senor Quevedo -- sentada al lado opuesto del senor Quevedo apoye mi espalda en el respaldo de la silla y le mire a los ojos--. Yo cumplo mis promesas. --No te mentire, querida --dijo el senor Quevedo antes de darle un sorbo a su bebida y cerrar la carpeta con el contrato--. Cuando Beatriz de Marin me dijo que asignaria la negociacion de la compra a alguien mas me senti desplazado. Como si ya no fuera un cliente importante para ella ni para su bufete, pero me aseguro --apunto con su dedo indice hacia mi-- que estaria tan satisfecho con tu representacion que aposto los honorarios de este mes de que asi seria. "Con razon estaba nerviosa cuando me asigno la negociacion," pense, recordando aquella reunion con mi jefa. --?Entonces, senor Quevedo? --Dije mientras esforzaba una sonrisa arrogante-- ?Trabaje gratis o me gane mis honorarios? El senor Quevedo rio por unos momentos antes de que su asistente le susurrara algo al oido. Dejo de reir, pero no de sonreir. --Lo siento, querida --dijo al deslizar la carpeta hacia mi--. Necesito atender un asunto urgente, pero sobra decir que te has ganado tus honorarios y quiza hasta un ascenso. Hice lo mejor posible para no saltar de mi asiento. --Estamos para servirle, senor Quevedo. Me levante y estreche su mano. Le mire mientras el y su asistente dejaban el bar. Deje que pasara una cantidad razonable de tiempo antes de levantar mis brazos por encima de mi cabeza y bambolear mis caderas celebrando con una danza ridicula que me salio del alma. Menos mal que estabamos en un bar o la gente me habria mirado como si estuviera loca. Caray, hubo varios comensales que si lo hicieron. Alguien me toco el hombro. Gire y vi a Esther dando saltos pequenos compartiendo mi emocion. --?Ese bailecito tan lindo significa lo que pienso? --pregunto con su inconfundible voz de nina pequena. Eche mi cabello hacia atras e incline mi cabeza a un lado. --Futura socia --dije. Esther dejo salir un chillido de emocion antes de cogerle el brazo al camarero que pasaba junto a nosotros tan fuerte que casi se le cae la bebida que traia en las manos del susto. --!Margaritas, por favor! --grito. Reiamos al sentarnos. Me habian dicho que no debia ser tan amigable con mi asistente, pero ?como no serlo? Esther poseia una alegria que contagiaba hasta al mas amargado, aunque a veces su energia y entusiasmo espantaba a la gente como al camarero cuando trajo nuestras bebidas. --!Por la futura socia! --grito Esther al levantar su margarita tan rapido que la derramo un poco encima de su brazo y de mi frente. --!Por Dios, Esther! --dije entre risas mientras me secaba con la servilleta en la que el camarero dejo mi bebida. --!Lo siento, jefa! !Lo siento! --dijo Esther cubriendo su boca sin duda tratando de ocultar que tambien estaba al borde de soltar una carcajada. --No ha pasado nada --dije sonriendo. Cogi mi propia margarita y la toque despacio con la de ella--. Por la futura socia. --!Si! --dijo Esther sonriendo de oreja a oreja. Tras beber la mitad de su margarita de un trago miro alrededor y asintio-- Este lugar no esta nada mal, ?por que nunca habiamos venido? Mire a mi alrededor. Hacia el otro lado del bar estaba la salida hacia el Casino Crescendo. Aunque llevaba un par de anos con las puertas abiertas todavia se veia como nuevo. Note las mesas llenas de personas mirando las pantallas colgadas cerca del techo del bar mostrando algun partido de futbol, carreras --ya sea de caballos o galgos--, pelea de artes marciales mixtas y cualquier otro evento en el que se pudiera apostar. "Deberia investigar que deporte estaba viendo el senor Quevedo mientras esperaba," pense. "Puede que yo me encargue de su cuenta de ahora en adelante." --No tengo interes alguno en los juegos de azar o los deportes --dije antes de dar un sorbo a mi bebida--, pero reconozco que hacen excelentes margaritas. --Creo que convencere a los chicos para que vengamos aqui de ahora en adelante. --No estaria mal --mire a mi asistente--. Si me ofrecen ser socia vendremos aqui a celebrarlo. --!Cuando te ofrezcan ser socia! --dijo, terminando su margarita--No seas ridicula, acabas de generarle al bufete una comision de mas de doscientos mil dolares. Tienen que ofrecerte un lugar entre los socios. --Atencion, atencion --dijeron en el altavoz--, en media hora iniciara el torneo satelite que dara como premio una entrada pagada al Abierto de Poker de Ciudad del Sol. Participantes, favor de... Muchos comensales se pusieron de pie y abandonaron el bar. A algunos se les notaba nerviosos, otros entusiasmados y muy pocos se les veia emocionados. --?Abierto de que...? --pregunto Esther, mirando algunos pasar hacia el casino. Cogi un panfleto encima de nuestra mesa. --"Primer Abierto de Poker de Ciudad del Sol" -- lei y me detuve al ver las cifras de los premios garantizados--. Joder, con razon esta gente quiere participar. Esther cogio el panfleto y casi se atraganta. --!Es una locura! --?Que es una locura? --preguntaron desde atras de mi. En cuanto vi el rostro de Esther iluminarse supe quien estaba detras de mi. Gire siguiendo a Esther correr hacia el hombre de su vida a darle un beso tan apasionado que hubiera entendido si ella se subia encima de el en ese momento. --?Estas borracha, bombon? --pregunto entre risas. Esther asintio rapido y rio. --Borracha de amor por ti, bombon. Gire mis ojos hacia arriba y negue con la cabeza. --?Nos acompanas, Eric? --le pregunte-- Tienen muy buenas margaritas. Yo invito. --Estoy muerto, Gina --dijo, abrazando a su chica--. Acabo de salir de mi turno, pero -- miro a Esther-- si quieres quedarte... Esther me miro. --Tenemos que tomar una declaracion manana --le dije--, asi que... --Mierda, tengo que llegar temprano a preparar la sala de juntas --gruno Esther. Ella y Eric se miraron a los ojos y cualquiera que los viera podria ver que estaban locos uno por el otro. --?Necesitas que te llevemos, Gina? --pregunto Eric. "?Y aguantar verlos dandose besitos y diciendose cositas dulces todo el camino?" pense. "Joder, no. Me dara diabetes solo de verlos." --No, me quedare otro rato. --?Segura? No tenemos problemas con... --Segura --le insisti a Eric--. Me termino mi margarita y tomo un taxi --apunte hacia una television--, o quiza me quede viendo el juego. --Tu eres la jefa, jefa --dijo Esther, cogiendole la mano a su chico y caminando hacia la salida-- !Nos vemos manana! Rei mientras los veia irse abrazados. Respire profundo y me puse en el lugar de Esther unos instantes antes de dejar salir una risita. Eric estaba guapo y tenia un buen fisico como cualquier buen bombero lo tendria, pero no era mi tipo. Era demasiado... No se, lindo, supongo seria la palabra para describirlo. "Pero algunos de sus amigos," pense, sonriendo para mi misma y atreviendome a imaginar. "Olvidalo, Gina, no tienes tiempo para liarte con alguien." Mi estomago se retorcio tanto que alcanzo a tirar de mi garganta, y un vacio familiar dentro de mi aparecio al mirar alrededor del bar. Habia chicos muy atractivos ahi. "No seas tonta, Gina. Recuerda la ultima vez que conociste a un chico en un bar." Me puse de pie, termine mi margarita y pase una mano entre mi cabello mientras veia a mi alrededor. --Hola, muneca --dijo un sujeto detras de mi antes de pararse a mi lado y apoyar su mano en la mesa. Lo mire de arriba abajo y sonrei de la forma mas educada posible, y esperaba que viera en mis ojos que no tenia interes alguno en el. --Ya casi te acabas tu copa --dijo--, deja te invito ot... --Tengo novio --le interrumpi y mire hacia otro lado. --No lo veo por ningun... --Viene en camino --le dije antes de apoyar mi menton en mi mano--, y es muy celoso. --Deberia serlo, teniendo una mujer tan guapa como... Suspire y gire hacia el. --Mira, amigo... --?Si, Fabiola? --Dijo un hombre al ponerse entre nosotros dandome la espalda mientras ponia su gigantesca mano en el hombro del casanova-- !Claro, Pedro se porta de maravilla! !Es un gran tio! Aun con el ruido del bar a nuestro alrededor la voz de aquel tipo alcanzaba a escucharse. Mi supuesto conquistador abrio sus ojos de par en par al mirar al tipo que tenia la mano en su hombro. --Le dire que lo estas buscando --dijo--. Adios, hermosa --el hombre guardo su movil en el bolsillo de su pantalon y le quito la mano del hombro. Imposible no notar ese trasero tan espectacular que lucia en sus jeans ajustados a la perfeccion. --No estaba haciendo nada --dijo mi conquistador mucho mas nervioso que cuando me dirigio la palabra.

  • El naturalista de Andrew Mayne

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  • Intimo sendero de magia (Serie Rohard 2), Rita Morrigan de Rita Morrigan

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  • La dama sombria de Mark Leiver

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    El verano pasado me encontre, sin saberlo, con el Elegido. Dara, Diana, Nacho y yo fuimos a la costa en busca de un grupo de Guardianes que habia desaparecido en Tierra Fantastica . Resulto que bajo el inmenso parque tematico habitaba un sekra que se alimentaba de los trabajadores. Para quien no lo sepa, un sekra es un demonio multiforme, una criatura de la sombra capaz de tomar multitud de apariencias. No obstante, todo sekra tiene una forma determinada, un caracter fijo en el que se transforma para alimentarse. Este era una cucaracha gigante. Para cazar a sus presas solia convertirse en una nina pequena. Cuando el parque cerraba, entraba en accion: adquiria la forma de una pobre chiquilla abandonada y enganaba al guarda de seguridad. El vigilante se apiadaba de ella y !ZAS! El sekra lo llevaba hasta un rincon y lo devoraba. Repugnante y aterrador. Un equipo de Guardianes fue enviado a la zona, pero fracaso. Asi que nos toco a nosotras. Lo mas dificil de acabar con un sekra es su capacidad multiforme. ?Como cazas algo que no sabes como es? La unica manera de hacerlo es que el te atrape. Asi que disfrazamos a Nacho, nuestro guerrero, de vigilante de seguridad. Hizo de cebo. Le hicimos pasear por el parque en plena noche, con la linterna, la porra y el traje azul de seguridad. Diana durmio con un conjuro a los verdaderos guardias y sello el parque con un hechizo de intimidad, para que ningun corriente pudiese entrar. Una vez preparado el terreno, las tres Guardianas seguimos a Nacho de cerca. El sekra no se hizo esperar. Antes de medianoche aparecio con forma de ninita desamparada. Llevaba una camiseta manchada que le valia grande y pantalones rasgados por las rodillas. Iba descalza y lloraba a moco tendido. Tenia los ojos grandes, claritos e inocentes. Era una monada, daban ganas de achucharla. -- ! ! ? ? Nacho le siguio el juego, intento calmarla y prometio ayudarla. El sekra lo condujo hasta su madriguera sin dejar de sollozar. Cuando llegaron, se convirtio en cucaracha gigante. Nacho dio la voz de alarma y acudimos en su ayuda. Diana le lanzo un conjuro paralizante y yo un rayo de luz, pero la criatura era rapida, poderosa y astuta. Nacho se arrojo sobre ella intentando reducirla (cosa dificil, pues era cuatro veces mas grande que el) y el demonio aprovecho la confusion para hacer una copia exacta de nuestro guerrero. Como no sabiamos quien era quien, no nos atrevimos a atacar. Eran como dos gotas de agua. -- ! Ambos muchachos pusieron la mano izquierda sobre el pecho, pero solo uno pronuncio su verdadero nombre de Guardian. --Soy Nandor --la etsixia de su mano brillo y aparecio un hermoso azor de color azul. Dara solto la flecha contra la copia falsa. El demonio se aparto mientras se convertia en murcielago y la saeta le paso tan cerca que le abrio una brecha en la cara. No pudimos matarla, aunque al menos conseguimos que se marchase del parque y dejase de zamparse a los vigilantes. Por fortuna, los Guardianes de la Luz desaparecidos no habian muerto. El sekra los mantenia bajo tierra para entregarselos al Archimago. Los encontramos tras una larga caminata por las grutas. Estaban aturdidos, cansados y deshidratados, pero no sufrian heridas de gravedad. Al dia siguiente aprovechamos la oportunidad y pasamos la jornada en el parque tematico. Alli fue donde me cruce, sin saberlo y por pura casualidad, con el Elegido. Nos montamos en docenas de atracciones, comimos un monton de porquerias y vimos varios espectaculos. Aunque me lo estaba pasando en grande, a mi me gusta ir a mi bola, asi que a media tarde me separe de mis amigas y decidi dar una vuelta sola. Despues de un par de horas de vagabundear me reencontre con Diana y Nacho. Me dijeron que Dara habia ido a buscarme, y que no habia vuelto todavia. Pregunte por ella a un chico y a una chica que estaban sentados en un barecillo a la sombra de Everestland (una montana rusa de la leche). Ella me parecio una monada, pero no me causo ninguna impresion magica. El si. Cuando nuestras miradas se cruzaron senti algo extrano. En aquel momento no le di importancia, pense que habia sido una tonteria y continue buscando a Dara, a la que encontre en la zona del Lejano Oeste, junto a la figura de madera de un jinete sin cabeza. Ojala me hubiese dado cuenta de quien era ese muchacho y de lo importante que iba a ser en la batalla contra el Archimago... ! Ah, todavia no me he presentado ! Tengo quince anos y me llamo Barbara. Soy castana con el pelo ondulado, tengo los ojos verdes y soy mas bien bajita, aunque yo creo que un metro cincuenta no es mala estatura para una mujer. Vivo en un hospicio desde hace un monton de anos. Bueno, su nombre oficial es Centro Tutelado de Menores. Por lo que se ve, mis padres no me tenian mucho carino y me dieron en adopcion. No, no creais que mi historia es tragica y aburrida, paso del rollo de dar pena y compadecerme. Al fin y al cabo no me ha ido nada mal a lo largo de estos anos. Han sido... ?Como decirlo? !Si, ya lo tengo, han sido alucinantes! Sobre todo desde que me hice Guardiana de la luz. ?Que es eso? Para empezar, dire que es una pasada. Una pasada de verdad. Las Guardianas combatimos la oscuridad que amenaza con destruir nuestro mundo. Somos humanos reclutados por los siervos del bien que viven en Umbator, el centro del universo. No voy a aburriros con explicaciones interminables sobre el funcionamiento de todo esto (para eso estan las soporiferas clases de historia de los elfos...), asi que me limitare a decir que Umbator fue el primer mundo en ser creado, y por eso es tan importante. ? Cuantos mundos hay? Ni idea. Sospecho que ni siquiera Kordther, un poderoso mago de Dhotlaren, lo sabe. Pero lo importante es que, si el Archimago conquista Umbator, podra conquistar toda la creacion. ? Quien es el Archimago? En dos palabras: El Malo. Las ninfas le dan el nombre de Irus-tanat, que significa Rey Oscuro . Se le de el nombre que se le de, el Archimago es el enemigo de todos los mundos. Por el momento sus incursiones a la Tierra han sido escasas, aunque en los ultimos meses se han intensificado considerablemente. Y ahi es donde entramos en accion las Guardianas de la Luz. Los combatientes de Umbator son debiles en nuestro mundo, apenas pueden cruzar los portales y permanecer unos minutos aqui. Por consiguiente, nos toca a nosotros defender la tierra de las fuerzas oscuras. Como no podia ser de otra manera, el Archimago tambien tiene a humanos entre sus filas. Son los siervos de la sombra. Guardianes de la Luz contra siervos de la sombra. Campo de batalla: la Tierra. Como decia, me converti en Guardiana a los trece anos. No es por presumir, pero soy la guardiana mas joven de la historia. Despues de doce meses de entrenamiento intensivo me especialice en la hechiceria. Mi maestra fue Xeye, una ninfa maravillosa con el pelo largo y verde como la hierba que, antes de aprender un solo hechizo, me tuvo semanas y semanas estudiando la condenada flora y fauna de Umbator. Soy hechicera. Al principio quise ser maga, pero resulta que para serlo se necesita mucha estabilidad mental, muy buena memoria y un ixur potente. ?Quereis que me describa? Soy alocada, despistada y mi ixur (poder magico) es el de un mosquito. En la tercera clase de artes magicas Luthental me miro y dijo <>. Tenia toda la razon, nunca seria maga. Tampoco guerrera. No. Y es que no solo no podria jugar en un equipo de baloncesto, sino que ademas mi complexion no es precisamente la de una culturista. El primer dia que me dieron una espada tuve que levantarla con las dos manos (y eso que era una espada corta de acero elfico, el mas ligero de todos). Cuando logre levantar la espada, Yulen, el maestro de lucha, me pregunto con que mano pensaba sujetar el escudo. En ese instante supe que lo mio no iba a ser el combate cuerpo a cuerpo. Vale, tambien hay guerreras delgaduchas que manejan una daga con la misma destreza que un gran guerrero blande su espadon y su escudo, pero es que ellas tienen algo llamado destreza. A mi, en cambio, si me dais una daga seguro que hago una escabechina, aunque no precisamente entre los enemigos. Por ultimo , una punteria mas que aceptable. Pero solo cuando lograba poner la flecha en el arco sin que se cayese, que era casi nunca Parece facil, pero creedme, no lo es. Es muy sencillo hacerlo con tranquilidad: echas mano al carcaj, pillas una flecha, la colocas en el arco, tensas la cuerda, apuntas a lo que quieres trinchar y disparas. La flecha sale volando veloz como un rayo y haces diana. Eso es lo ideal. Pero en combate una arquera tiene que ser rapida y realizar eso que acabo de describir en un maximo de dos segundos. Cuando estas en el campo de batalla, luchando contra una horda de enemigos, no puedes permitirte el lujo de que una sola flecha caiga al suelo. Si eso ocurre, estas muerta. Visto que en la magia era bochornosa, con la espada un peligro y con el arco un desastre, no me quedaba mas remedio que dedicarme a la hechiceria. Y encontre mi verdadera vocacion. En la hechiceria hay que dominar la energia que circula por el universo. Y lo que es mejor, no hay que tener buena cabeza para memorizar conjuros, ni hay que tener fuerza. Simplemente se ha de tener la capacidad de concentrar el ixur que te rodea en tus manos. Luego, se lanza el hechizo. Mi especialidad es la hechiceria de combate. Bolas de fuego, rayos de hielo, vientos gelidos, flechas flamigeras y un largo etcetera de temibles hechizos. Mola ?verdad? Recuerdo que Xeye se puso muy contenta cuando pase la prueba de hechizos en Dhotlaren. Actualmente formo grupo de combate con otros tres Guardianes. Juntos nos enfrentamos a todo tipo de criaturas como nigromantes, vampiros, brujas, muertos vivientes y demas seres de la sombra. Reconozco que es un trabajo peligroso, !pero super emocionante! Orion En lo alto de la montana Enamorarse es como montarse en una montana rusa. ?Sabeis lo que os digo? Seguro que si habeis estado en un parque de atracciones lo entendeis. Asusta, marea y gusta por igual. Si nada mas bajarte te preguntan <> <> las piernas, el corazon te late a cien por hora y tienes el cerebro como un trapo recien estrujado. El verano pasado estuve con Luna en un parque tematico llamado Tierra Fantastica . ?Que quien es Luna? Ah, ella es mi mejorpeor amiga. Habeis leido bien: mejorpeor . Y es que la odio tanto como la quiero. De pequenitos nos juntaron por obligacion. Nuestros padres eran amigos y a nosotros (! remedio !) << es tonto y aburrido y mentiroso... >> << >> fin, lo nuestro fue odio a primera vista. Que cosas, ahora somos inseparables. ? Por donde iba ? ! Ah, si , por lo del parque tematico ! En verano estuvimos en Tierra Fantastica . Mientras subiamos la empinadisima pendiente de una gigantesca montana rusa llamada Everestland , a Luna le dio por hablar. --Hace un monton de anos que nos conocemos --dijo. -- ! ! El trac-trac-trac del vagon no dejaba de sonar. Desde alli arriba se veia el mar. Los barcos parecian diminutos. Las gaviotas puntitos blancos. --Idiota. --Yo tambien te quiero. Sonrio. Yo tambien sonrei, pero del susto que llevaba encima. Fue una de esas sonrisillas de idiota que se te ponen cuando estas muerto de miedo. -- ? ? --Un poquitin --dije, cagado de miedo. -- ! . Volvio a sonreir. Su sonrisa me tranquilizo. Pero solo el tiempo que me costo volver a ver lo alto que estabamos y lo cerca que se encontraba la pendiente por la que, de un momento a otro, nos ibamos a despenar. --Te decia --continuo como si estuviesemos tranquilamente sentados en una hamburgueseria-- que hace un monton de anos que somos amigos. --Para ser exactos, quince anos. Trac-trac-trac... La gente se hacia mas y mas pequena. Volvi la vista al frente y de pronto vi como un cuervo pequeno y flacucho se posaba sobre el morro del vagon. Luego me miro unos instantes. Os parecera un disparate, pero su mirada era humana. --Por lo tanto --continuo Luna, sacandome de mis elucubraciones--, se puede decir que me conoces mejor que cualquier otra persona. --Me temo que si. Y mira que cosas, aun asi, sigo siendo amigo tuyo. El trac-trac-trac no cesaba. <> estabamos, mas me arrepentia de haberme montado. A Luna se le movia el pelo con el viento. El viento, a esa altura, asusta una autentica pasada. Bueno, a esa altura asusta todo. El cuervo flacucho echo a volar y se perdio de vista. Me olvide de el. --Eso es porque no puedes vivir sin mi. Luna me miro fijamente y me asuste. Vale, ya estaba muy asustado, pero ese << >> sumo al << >> --Nunca he probado a hacerlo --dije con ironia. --Ahora en serio, Ori, ?puedo preguntarte algo? Entonces dejo de sonar el trac-trac-trac. Ya no habia tiempo para pensar en nada. La pregunta de Luna, la horripilante y espantosa pregunta de mi amiga debia esperar. El vagon se inclino y empezamos a descender. Al principio despacio, despues a una velocidad vertiginosa y luego... vueltas y mas vueltas... y giros... y loopings... y sacudidas... y subidas y bajadas... ! ! Tras un par de minutos de infierno, el vagon se detuvo. Mi cerebro no, mi cerebro siguio dando vueltas. Me desabroche el cinturon y me puse de pie. -- ? ? --Genial --dije. Y justo al pronunciar la letra ele me agache y vomite. Lo eche todo. Unos minutos mas tarde mi estomago decidio que ya no quedaba nada y pude descender la rampa de la atraccion. Nos sentamos en un murete y, poco a poco, volvi a ser persona. -- ? ? Suspiro profundamente. --Estoy enamorada. ! PUM! Primer bombazo . Me quede blanco. O, si quereis, mas blanco de lo que me habia bajado de la montana rusa, << Estoy enamorada >>. ?Que podia decir? --Eso es bueno, supongo. --El problema es que me saca un par de anos. ! PUM! Segundo bombazo . Pero agarraros, porque ahora viene la traca final, la madre de todas las bombas. --Ocurre algo mas, y es que ella ni siquiera sabe que existo. ? Hiroshima ? ? Nagasaki? Nada, tonterias en comparacion con el ultimo bombazo de Luna. Ella >> << >> Abri los ojos, sorprendido. -- ? ? De acuerdo, pensareis que fue una pregunta estupida, pero es que a veces el cerebro se me queda en standby . --No --contesto enfadada, ladeando un poco la cabeza--, en realidad soy un chico que lleva disfrazado de tia quince anos. Buena respuesta. Donde las dan, las toman. --Perdona --le dije--, con tanto looping se me han batido los sesos. No contesto y bajo la mirada. La pobre estaba triste. --No pasa nada… --Dijo al rato. Pero pasaba, claro que pasaba, pasaba que mi mejorpeor amiga acababa de montarse en una atraccion de la leche y estaba como si nada. Algo mucho mas alucinante que todos los parques de atracciones del mundo se estaba cociendo en esa cabecita suya tan especial. Yo seguia mareado y flipado. Mareado por la montana rusa y flipado con lo de Luna. Lo de que le gustaran las chicas me era indiferente. Pero que estuviese enamorada se me atragantaba. Eso era imposible. A ver, Luna y un servidor eramos los miembros fundadores de la A.C.A: Asociacion Contra el Amor. Una sociedad no demasiado secreta dedicada a burlarse de todo lo relacionado con el romanticismo, criticar a las parejas nonas que se regalan cosas por su aniversario, reirse de las peliculas romanticas y el dia de San Valentin decir con voz de resabido aquello de: << Valentin es un invento de los centros comerciales para enganar a los tortolitos y sacarles el dinero a base de corazoncitos de chocolate y tarjetas de amor >>. Repito, era imposible que Luna estuviese enamorada. Pero lo estaba. !Vaya si lo estaba! Estuve a punto de decirle << amor? >>. << pillada, Ori, estoy completa e irremisiblemente pillada>>. Me senti un poco idiota por no haberme dado cuenta antes. Durante todo ese tiempo no habia notado nada extrano en ella. A veces parezco ciego, de verdad. Al cabo de un par de minutos nos levantamos y nos sentamos en un barecito. Mi amiga pidio un granizado de limon y yo pedi que el mundo dejase de dar vueltas. Me hubiese gustado beber granizado, pero tenia las tripas como si Anibal el Canibal se hubiese hecho una bufanda con ellas.

  • Raices de rebeldia de A. R. Cid

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    Henrietta lleva toda una vida reprimiendo sus deseos y acatando ordenes. Ella sabe que lo que tanto anhela esta prohibido, sin embargo, no puede evitar sentirse mas viva que nunca.
    Aquella noche empezo como tantas otras, pero termino ante un hombre sumamente apuesto y peligroso. Aquel hombre podia ser muchas cosas, pero desde luego no era un caballero.
    Al tomar su mano supo que se enfrentaria a la muerte, pero quizas escapar de su preciosa jaula dorada no fuera tan malo.

  • Las chicas de la bahia de Susan Mallery

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    Nicole Lord queria ser una buena esposa, pero habia una gran diferencia entre apoyar a su marido y mantenerlo. El habia dejado el trabajo para escribir un guion de cine que ella no habia visto nunca. Ni siquiera ayudaba a cuidar de su hijo y era ella quien tenia que ocuparse de la casa y trabajar a jornada completa.

  • Acuestala sobre los lirios de James Hadley Chase

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    Era una de esas calidas y agotadoras mananas de julio, agradables cuando estas en banador en la playa junto a tu rubia favorita pero dificiles de soportar si estas encerrado en una oficina, como era mi caso. Por la ventana abierta se colaba el murmullo de las olas, el zumbido de los aviones y el ruido del trafico del Orchid Boulevard. El sistema de aire acondicionado, escondido en las entranas de los edificios Orchid, se las apanaba perfectamente para mantener a raya las temperaturas en ascenso. Los rayos del sol, calientes y dorados, proyectaban dibujos sobre la alfombra que Paula habia comprado para impresionar a los clientes y que a mi me parecia demasiado cara para ponerle un pie encima. Me sente en mi escritorio, sobre el cual habia dejado unas cuantas cartas para que Paula creyera que estaba trabajando, si llegaba a entrar. Detras de unos espectaculares libros legales habia un vaso de whisky lo suficientemente fuerte para rajar cemento. Cada vez que me acercaba a el, el hielo tintineaba. Solo tres anos y medio antes habia fundado la compania Universal Services, una organizacion que se hacia cargo de cualquier cosa: desde pasear a un cachorrillo hasta coger por las orejas a un usurero en pleno festin con el dinero de mi cliente. Era, en esencia, un negocio para millonarios y con tarifas muy caras. Pero, en fin, en Orchid City los millonarios son tan numerosos como los granos de arena de la playa. Durante estos tres anos y medio nos habiamos divertido, habiamos jugado, habiamos ganado algo de dinero y aceptado trabajos de lo mas variados. Incluso tuvimos que hacernos cargo de un asesinato. Pero en los ultimos dias, el negocio estaba tan tranquilo como un soltero comiendo bollos en una sala de conferencias. Seguian llegando trabajos rutinarios, pero de esos se encargaba Paula Bensinger; unicamente cuando aparecian asuntos fuera de lo comun, mi companero Jack Kerman y yo nos poniamos manos a la obra. Pero no habia aparecido nada fuera de lo comun, de modo que no haciamos mas que esperar sentados, vaciando botellas de whisky y fingiendo estar muy ocupados delante de Paula. Jack Kerman estaba recostado sobre la silla de los clientes. Era un hombre largo, delgado y elegante, con mechones blancos que se destacaban entre su pelo oscuro y un bigotito a lo Clark Gable. Se paso el vaso helado de whisky por la frente para refrescarse. Llevaba un inmaculado traje color verde oliva, una corbata a rayas rojas y unos llamativos zapatos de piel de ante, blancos con motas verdes. Cada centimetro de su ser tenia el aspecto de haberse fugado de las pagina de Esquire. --!Vaya! --dijo despues de un prolongado silencio--. !Quitale los brazos y podrias confundirla con la mismisima Venus! Se acomodo sobre la silla y suspiro. --!Por cierto, me encantaria que alguien le arrancara los brazos! !Chico, que fuerte era! Y yo fui lo suficientemente tonto para creer que podria manejarla. --No empieces --le rogue, levantando mi vaso--. Lo ultimo que necesito en una manana como esta es un resumen de tu vida amorosa. Prefiero las obras completas de Krafft-Ebing. --Ese viejo no te llevara a ninguna parte --dijo Kerman con sorna--. Ademas, todas sus nonerias estan en latin. --Te sorprenderias de la cantidad de gente que estudia latin solo para descubrir que dice. Es lo que llamo matar dos pajaros de un tiro. --Lo cual nos lleva nuevamente a mi rubia --dijo Kerman, estirando las piernas--. Me la encontre en la tienda de Barney anoche. --No me interesan las rubias --le dije con firmeza--. En lugar de estar aqui hablando de tus conquistas, deberias estar en la calle tratando de conseguir nuevos clientes. A veces me pregunto para que te pago. Kerman se quedo pensativo. En su cara habia una expresion de sorpresa. --?Quieres trabajar? --pregunto de golpe--. Creia que la idea era que Paula lo hiciera todo mientras nosotros descansabamos. --Esa es la idea general, pero no estaria mal que de vez en cuando hicieras algo para ganarte la vida. Kerman se sintio aliviado. --Por supuesto, de vez en cuando. Por un momento crei que te referias a este momento. --Tomo un trago de su vaso y cerro los ojos--. Ahora, esta rubia de la que te estaba hablando es guapa como ninguna. Cuando le pedi una cita me dijo que no queria saber nada de hombres. ?Sabes lo que le dije? --?Que le dijiste? --le pregunte, porque de todos modos me lo iba a contar. Ademas, si yo no le escuchaba sus mentiras, ?quien iba a escuchar las mias? Kerman solto una risotada. --Senorita, puede que usted no vaya detras de los hombres, pero las ratoneras tampoco van detras de los ratones. ?A que estuve listo? Pues mira, se derritio. No tienes por que mirarme con esa cara de vinagre. Puede que tu ya lo hayas oido antes, pero para ella era la primera vez. Y surtio efecto. Despues la puerta se abrio sin que me diera tiempo a esconder mi vaso. Entro Paula. Era alta, morena y adorable. Tenia unos ojos castanos y atentos, y una silueta que suscitaba toda clase de ideas lascivas. A mi, no a ella. Era rapida, implacablemente eficiente e incansable. De hecho, fue ella quien me animo a comenzar con Universal Services, e incluso me presto dinero durante los dificiles seis meses posteriores a la puesta en marcha de la empresa. El exito comercial de Universal Services se debia, sin duda, a su habilidad para administrar el negocio. Si yo era el cerebro de la organizacion, Paula era la medula. Sin ella habriamos cerrado en una semana. --?No teneis nada mejor que hacer que estar ahi sentados bebiendo? --espeto, plantandose delante del escritorio y dirigiendome una mirada acusatoria. --?Es que existe algo mejor? --respondio Kerman con insolencia. Paula le dedico una mirada gelida fugaz y acto seguido volvio a clavar sus brillantes ojazos marrones sobre mi persona. --De hecho, Jack y yo discutiamos sobre la necesidad de conseguir algun nuevo cliente -- informe, echandome el pelo para atras--. Venga, Jack, vayamos a ver que podemos encontrar. --?Donde buscareis? ?En el bar de Finnegan? --pregunto Paula con sorna. --Esa es una idea absolutamente brillante --dijo Kerman--. Es probable que Finnegan tenga algo para nosotros. --Antes de iros, podriais ver esto --pidio Paula, y me acerco un sobre alargado--. Acaba de traerlo el portero; lo encontro en el bolsillo de uno de esos abrigos que tan amablemente le has regalado. --?De veras? --Cogi el sobre--. Que extrano. No he usado esos abrigos desde hace mas de un ano. --El matasellos lo confirma --dijo Paula, con ominosa calma--. La carta fue enviada hace catorce meses. Supongo que algo paso: no es posible que la guardases y luego te olvidaras de ella. No serias capaz de hacer algo asi, ?verdad? El sobre iba dirigido a mi y estaba escrito con una caligrafia apretada y femenina. No lo habian abierto. --Ni siquiera recuerdo haberlo visto antes. --No me sorprende. Te olvidas de todo lo que yo no te recuerdo --recrimino Paula con aspereza. --Uno de estos dias, querida harpia --dijo Kerman--, alguien se te plantara y te dara una bofetada. --No creo que eso la detenga --observe, rasgando el sobre--. Lo he intentado y solo consegui enfadarla mas. Meti los dedos en el sobre y saque una nota y cinco billetes de cien dolares. --!Santo Dios! --exclamo Kerman, poniendose en pie--. ?Le diste eso al portero? --No empieces tu ahora --dije, y lei la carta. Crestways Foothill Boulevard Orchid City 15 de mayo de 1948 ?Podria citarse conmigo en la direccion arriba indicada manana a las tres de la tarde? Estoy desesperada por obtener informacion sobre alguien que esta chantajeando a mi hermana. Entiendo que usted se dedica a estas cosas. Por favor, considere esta carta como confidencial y urgente. Le adjunto quinientos dolares como garantia. JANET CROSBY Siguio un largo y doloroso silencio. Ni siquiera Jack Kerman encontro algo que decir. Nuestro negocio dependia de las recomendaciones, y retener durante catorce meses un pago de quinientos dolares sin siquiera saberlo no era la mejor carta de presentacion. --Urgente y confidencial --murmuro Paula--. Despues de olvidarlo durante catorce meses, se lo da al portero para que se lo cuente a sus amiguitos. !Brillante! --!Cierra el pico! --gruni--. ?Por que nadie reclamo? Debio de creer que su carta se perdio… !Un momento! Esta muerta, ?verdad? Una de las chicas de la familia Crosby murio. ?Fue Janet? --Creo que si --dijo Paula--. Lo averiguare. --Y desentierra todo lo que tenga que ver con Crosby. Cuando salio del despacho, dije: --Estoy seguro de que ha muerto. Creo que tendremos que devolverle este dinero a su familia. --Si hacemos eso --observo Kerman, a quien no le gustaba devolver dinero--, puede que llamemos la atencion de la prensa. Una noticia asi seria una pesima publicidad, Vic. Puede que lo mejor sea no decir nada en absoluto. --No podemos hacer eso. Prefiero ser ineficiente que deshonesto. Kerman volvio a su butaca. --Es mas seguro dejar que los perros duerman. Crosby es petrolero, ?verdad? --Lo era. Esta muerto. Murio en un accidente con armas de fuego hace un par de anos. --Cogi el cortaplumas y empece a agujerear el cartapacio--. No entiendo como pude olvidar esa carta. Paula nunca me lo perdonara. Kerman, que conocia bien a Paula, sonrio comprensivamente. --Pues si --dijo Kerman--. Y me alegra no estar en tu pellejo. Segui haciendo agujeros hasta que Paula aparecio con un monton de recortes de periodico. --No me sorprende que no hayas sabido nada de ella. Murio de un ataque al corazon el 15 de mayo, el mismo dia que escribio la carta --dijo, cerrando la puerta de la oficina. --?De un ataque al corazon? ?Cuantos anos tenia? --Veinticinco. Deje el cortaplumas y busque a tientas un cigarrillo. --No parece una edad para morir de un infarto. De todos modos, sigamos adelante. ?Que mas tienes? --No mucho mas. Casi todo lo sabiamos ya --dijo Paula sentandose en el borde del escritorio --. MacDonald Crosby gano millones con el petroleo. Era un hombre duro y dificil de querer, con una mente tan amplia como el espacio entre dos dientes. Hasta 1943 vivio en San Francisco; luego se retiro del negocio y se instalo en Orchid City. Se caso dos veces y tuvo dos hijas: Janet, la mayor por cuatro anos de diferencia, era producto de su primer matrimonio, mientras que Maureen fue fruto de la relacion con su segunda mujer. Las dos eran completamente opuestas. Janet era estudiosa y se pasaba el dia pintando (varios de sus oleos estan en el Museo de Arte). Al parecer tenia mucho talento, un caracter reservado y un temperamento acido. Maureen es la guapa de la familia; lleva una vida plagada de excesos, salvaje, vaga y licenciosa. Antes de la muerte de Crosby era frecuente verla en los titulares de los periodicos, de escandalo en escandalo. --?Que clase de escandalos? --pregunte. --Hace un par de anos arrollo y mato a un muchacho en la avenida Central. Los rumores dicen que iba borracha, lo cual parece factible teniendo en cuenta que bebia como si no hubiera manana. Crosby hablo con la policia y la chica quedo en libertad tras pagar una cuantiosa multa por conduccion temeraria. En otra ocasion, recorrio Orchid Boulevard a caballo sin nada encima; alguien aposto a que no se atreveria a hacerlo, de modo que lo hizo. --Dejame comprobar si lo he pillado --dijo Kerman, excitado--. ?Quien iba sin nada encima, el caballo o la chica? --La chica, so burro. --?Y donde estaba yo? No la vi. --Solo pudo cabalgar cincuenta metros antes de que la detuvieran. --Si yo hubiera estado alli, no la habria dejado avanzar ni siquiera eso. --No seas basto. Y callate. --Parece la victima ideal de un chantaje --agregue. Paula asintio con la cabeza. --Ya sabes lo del accidente de Crosby. Estaba en su despacho limpiando un arma que se disparo y lo mato. Le dejo tres cuartos de su fortuna a Janet, sin condiciones, y un cuarto a Maureen, bajo fianza. Cuando Janet murio, Maureen se quedo con todo y, al parecer, se reformo. No ha aparecido en la prensa desde que murio su hermana.

  • El asesinato de Aveloc de Maria Del Mar Meseguer

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    Rachel , una joven enamorada de la mitologia celta, viaja a un pueblo de Irlanda para ver sus paisajes, conocer sus historias e inspirarse con los bosques donde crecen hadas y ninfas, sin embargo, al llegar a lo que se supone es un lugar tranquilo, la muerte violenta de uno de sus habitantes desconcertara a todo el pueblo.

  • Duelo de seduccion (Hermanas Arlington 1) de Olympia Russell

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    Aidan O'Sullivan, coronel del ejercito britanico y Baronet de Howth, llevaba dos semanas de juerga en Londres. Dos semanas durante las cuales el desenfreno y los excesos habian sido la norma. Y no, esa no era la forma de actuar habitual para Aidan, pero si era la forma de comportarse cuando decidia divertirse. Para Aidan la vida no tenia termino medio: o era un perfecto caballero o era un perfecto canalla. La primera parte, la de caballero, era la que ocupaba la mayor parte de su tiempo, y la reservaba para su trabajo y para su vida oficial relacionada con su estatus social. Aidan era uno de los coroneles mas respetados del ejercito britanico. Todos los mandos superiores que habian trabajado a su lado decian maravillas de el, y eran muchos los que se lo disputaban para llevar a cabo misiones en el ejercito. Y lo mismo ocurria con los hombres a su cargo. Aidan era el oficial mas respetado por sus soldados, el unico al que jamas le discutian una orden, al contrario, conseguia que sus hombres lo siguieran a misiones que otros regimientos se habrian resistido a llevar a cabo. Todo esto lo conseguia gracias a su caracter. Era respetuoso con todos pero tambien era el mas valiente, el primero que se lanzaba a la batalla y servia de modelo para sus soldados. Respecto a las ocupaciones asociadas a su estatus social, era tambien un noble muy respetado. Hijo unico del III Baronet de Howth, ya fallecido, habia heredado el titulo y dos propiedades: un apartamento de soltero en Londres y un magnifico palacio rodeado de hectareas de terreno a cincuenta kilometros de la capital. Pero Aidan era un hombre de accion y preferia su vida en el ejercito a la gestion de sus propiedades y tierras. Tampoco era muy amigo de los bailes y ceremonias asociados a su estatus social, aunque, cuando era indispensable, cumplia con sus obligaciones sin tacha. Por eso siempre se presentaba en las recepciones reales, donde solia ser admirado por su porte y saber estar. Y tambien acudia a los pocos bailes que no podia esquivar. Esta era la parte que menos le gustaba de su vida, pero aceptaba que era el peaje que tenia que pagar por tener el titulo que tenia, y lo cierto es que lo hacia con elegancia . Pero luego estaba su lado canalla. Y salvaje. Este salia solo cuando decidia divertirse. Lo hacia tan solo seis o siete veces al ano, quince dias seguidos como maximo, pero cuando llegaba el momento, que solia coincidir con los permisos del ejercito, no habia quien lo parara. Aidan se conocia todos los clubes y garitos de juego, bebida y sexo que habia repartidos por Londres, desde lo mas exclusivos, para caballeros nobles como el, hasta los mas sordidos. Habia visitado todos y en todos habia disfrutado de los placeres que se ofrecian. Respecto al juego solo tenia una norma. Durante los meses de formalidad iba reservando una cantidad de dinero para las apuestas, y cuando llegaba el momento del desenfreno se lanzaba a utilizarla hasta que no le quedaba ni una libra. Algunas veces habia dilapidado todo en un solo dia, otras, tenia suerte y acababa su temporada de desenfreno con ganancias incluso. Ganancias que apartaba para la siguiente quincena de juerga. Respecto a la bebida, el unico limite era no perder el sentido. El mismo controlaba los efectos que el alcohol producia en su cuerpo y cuando veia que empezaba a descoordinar, lo dejaba, para volver a beber de nuevo en unas horas. Y finalmente estaba el sexo. Y ahi no habia limites ni lineas rojas. Se acostaba con varias mujeres cada noche y no necesariamente de una en una. Tenia un par de amantes mas o menos oficiales entre las cortesanas mas selectas de Londres, aquellas que solo se acostaban con nobles, pero no les hacia ascos a las jovenes de los garitos mas inmundos del puerto. El sexo para el era una medicina, ademas de una necesidad fisica. Lo necesitaba como respirar. Y, aunque no dudaba en llevar a cabo las fantasias mas atrevidas y extremas, siempre lo hacia previo acuerdo con las mujeres, asi que siempre era bienvenido. Aidan ademas era un hombre muy atractivo. Alto, con la piel bronceada y los musculos muy marcados, fruto de sus ejercicios al aire libre en el ejercito, tenia una melena de color azabache que solia llevar recogida en una coleta y unos ojos negros profundos y grandes, que le hacian muy atractivo y misterioso al mismo tiempo. Asi que las mujeres se derretian a su paso. El, sin embargo, se cuidaba mucho de relacionarse con mujeres en edad casadera, solo se acostaba con cortesanas de pago o con mujeres casadas que no tenian ni una intencion de dejar a sus maridos. Aquello le habia traido algo de incomodidad en sus anos mas jovenes, cuando habia empezado a acudir a bailes de presentacion de jovencitas, que no eran mas que mercados para buscar marido. Al principio se habia sentido agobiado por los requerimientos de las jovenes y, sobre todo, de sus madres: todas le veian como el futuro marido perfecto, pero con el tiempo habia aprendido a capear esos momentos con dos tacticas: primero, acudiendo al menor numero de bailes de ese tipo posible y segundo, dejando pasar el tiempo sin comprometerse con ninguna. Ahora ya tenia treinta y cinco anos y practicamente todas las jovenes de su estatus en edad casadera habian renunciado a cazarlo. Era publico y notorio que el Baronet de Howth no queria hacerlo y las jovencitas recien presentadas y, sobre todo, sus madres, no querian perder el tiempo con el y perder de esa manera la posibilidad de cazar a otro. Pero esto no queria decir que pasara desapercibido. Al contrario, las pocas veces que Aidan acudia a los bailes, todas las miradas femeninas se centraban en el. Era tan apuesto y tenia tal halo de "imposible" que no habia mujer que no suspirara ante sus encantos y lo deseara internamente. A estas alturas de su vida, era vagamente consciente de ese efecto. Al principio, de joven, se habia sentido halagado, pero ahora estaba tan acostumbrado que casi ni se daba cuenta. En cualquier caso, consciente o no, lo que tenia claro y en lo que jamas habia flaqueado era en el tema de no casarse. Le importaba un bledo que sus propiedades y tierras no pasaran a manos de un hijo suyo, asi como el titulo de Baronet de Howth. Tenia un primo segundo en Irlanda que estaba deseoso de que eso ocurriera, ademas y, aunque el no tenia apenas relacion con el, no le hacia ascos a la idea. ?Que le importaba a el lo ocurrido despues de muerto?, solia decir a menudo, para gran escandalo de los nobles que le escuchaban, ya que para un noble no hay objetivo mas importante en la vida que ese: el asegurarse de que el titulo y las posesiones pasan de padres a hijos. Pero Aidan tenia una razon muy poderosa para no casarse y, por tanto, no conseguir un heredero legitimo. Una razon que era, de hecho, el unico nexo comun que habia entre sus dos vidas, por muy dispares y antagonicas que fueran, entre el Aidan caballero y el Aidan calavera: su total y absoluta falta de interes por las mujeres.

  • El fantasma de Marilyn de Lorena Franco

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    Pam Miller pisaba la alfombra roja de la gala de los Oscars, con la seguridad de una joven de veintiseis anos que esta a punto de ganar su primera estatuilla como actriz revelacion. Intentando disimular su asombro y su debilidad hacia ciertos actores mucho mas conocidos que ella, que brillaban con luz propia desde hacia anos, posaba sonriente e ilusionada ante las camaras. Al fin, se sentia alguien importante. Una joven bella y esbelta, luciendo uno de los vestidos mas bonitos y elegantes de la gala, tal y como dias despues revistas, diarios y programas televisivos reconocerian. Los periodistas se amontonaban haciendole mil preguntas que ella intentaba responder, con la elegancia de las actrices de otras epocas a las que siempre habia intentado imitar. Miraba a su alrededor, en ocasiones perdida, pero reubicandose cada vez que alguien del equipo de produccion le daba un toquecito en la espalda guiandola hasta su proximo destino. Sin embargo, a pesar de estar rodeada de tanta gente, le faltaba alguien… alguien a quien aun, no habia logrado ver. La autentica responsable de que Pam brillara con luz propia en el lugar con el que habia sonado estar desde que era una nina y todos intentaban quitarle esos pajaritos de la cabeza… Pajaritos… se dijo a si misma sonriendo. Saludaba al resto de actores desde el respeto y la discreta admiracion, reprimiendo sus locas ganas de hacerse una fotografia con cada uno de ellos como si fuera una fan mas. Pero Pam ya no era una fan con aspiraciones y suenos aparentemente imposibles… Pam, habia logrado llegar a lo mas alto… y lo mejor aun estaba por llegar. Cuando Pam vio su rostro en la gran pantalla junto a las otras famosas candidatas, no pudo evitar emocionarse y pensar en lo orgullosos que debian estar sus padres viendo la gala desde casa. Con los nervios a flor de piel, ensayo mentalmente el discurso que daria unos minutos mas tarde, en el caso de que Sandra Bullock dijera su nombre. Y aunque no era religiosa, tambien rezo… por si servia de algo. Todas las estrellas presentes en el teatro Kodak, se levantaron y aplaudieron emocionados al escuchar que Pam Miller era la ganadora de la estatuilla mas ansiada, como mejor actriz revelacion por su memorable papel en la pelicula "Historia de dos almas". Con mucho cuidado de no tropezar con sus altos zapatos de tacon, Pam subio al escenario y entre lagrimas despues de abrazar a Sandra Bullock, como si estuviera dentro del mejor de sus suenos, empezo su discurso intentando por todos los medios detener el temblor de su voz. "Cuando era pequena, siempre sone con estar aqui… brillar con luz propia, ser una estrella como lo sois todos vosotros. Pero no estaria aqui si no fuera por la mujer mas bella que ha pisado la faz de la tierra. Ella sera una estrella eternamente y siempre estara en mi corazon. Se lo debo todo a ella… y a todos los que habeis confiado en mi a lo largo de estos dos ultimos e increibles anos. Gracias… estar aqui es un sueno cumplido". Ella, la mujer mas bella que ha pisado la faz de la tierra, observaba entre las sombras el discurso de su querida Pam. Ella, acostumbrada a ser el centro de todas las miradas en vida, deseo con todas sus fuerzas desde la oculta dimension en la que se encontraba, que Pam tuviera una larga vida repleta de exitos, pero sobre todo… de felicidad. Felicidad por las pequenas cosas que realmente importan. Por los pequenos momentos que con el tiempo, son los mas grandes. Con una de sus bonitas y picaras sonrisas, aun recordadas a traves de innumerables fotografias… con el recuerdo de todos los momentos vividos con Pam y el brillo en su mirada que la caracterizo en vida, Marilyn le lanzo un beso desde la distancia a la nueva actriz revelacion y se fue discretamente entre las sombras… sin ser vista por nadie… sin ser observada. Desapareciendo para siempre de un mundo, que aun la recordaba y la admiraba. -2- LAS DESGRACIAS NUNCA VIENEN SOLAS (DOS ANOS ANTES…) Cientos de actores llegan a Los Angeles cada dia, con un monton de suenos en su mochila y muy pocas probabilidades de triunfar tal y como ya han comprobado los otros cientos de actores que se van. Es por eso quiza, que en el aeropuerto de Los Angeles es imposible que los pasajeros de los vuelos que llegan y los que se van, coincidan. Para que los actores frustrados no contagien su negatividad a los otros tantos, que llegan aun con buena energia y unas enormes ganas de comerse el mundo. Hace dos anos, la joven Pam Miller, fue una de esas actrices valientes que huyo de su pueblecito natal para probar suerte en Los Angeles. Aun sin demasiada formacion actoral, decidio arriesgarse, puesto que en Gettysburg (Pennsylvania), sabia que el pesimismo de sus familiares y amigos la acabarian hundiendo, viendo asi peligrar las ganas de ir tras sus suenos. Su orgullo, le impedia volver y mucho menos suplicar algo de dinero a sus padres, a los que ya de por si les costaba llegar a fin de mes. Pero lo cierto es que a lo largo de esos dos anos, solo habia conseguido un par de desastrosas audiciones para peliculas de serie B, un anuncio de compresas que le arruino la vida, cortometrajes cutres de estudiantes de cine frustrados y un trabajo como camarera seis horas al dia en la hamburgueseria Smashburger. La suerte no parecia acompanar a la buena de Pam, que unicamente era feliz cuando cogia su camara fotografica en busca de las mejores imagenes. Le fascinaba recorrer la ciudad e inmortalizar para siempre expresiones, rostros de desconocidos o simplemente cualquier paisaje que llamara su atencion… especialmente si era de noche y el cielo estaba despejado para poder ver con claridad cada una de las estrellas del firmamento. Aunque cuando llego a Los Angeles, compartio piso durante un tiempo con otros aspirantes a actores demasiado irresponsables y bohemios para su gusto, Pam tuvo la oportunidad de irse a vivir sola a un modesto y diminuto apartamento en la calle South Spring, muy lejos de las grandes y majestuosas mansiones de la ciudad. A duras penas podia pagarlo y encerrarse en casa era para ella estar en una prision solitaria y fea. Nada de su dia a dia resultaba agradable o interesante, ni siquiera habia encontrado a alguien con quien compartir su dia a dia. Hacer amigos en Los Angeles habia resultado mision imposible. Pam habia perdido la ilusion y habia pensado en numerosas ocasiones, tragarse su orgullo y volver a Gettysburg, a pesar de tener que escuchar una y mil veces la odiosa expresion "Ya te lo dijimos". Ese dia seria como cualquier otro, marcado por una deprimente rutina en busca de algo especial que cambiara su vida. Pero "ese algo especial" no aparecia nunca por mucho empeno que pusiera en que asi fuera. El guapo joven que se sentaba a su lado cada manana en el autobus no habia reparado en su presencia, el conductor seguia sin saludarla y al bajar en una parada cercana para ir a trabajar un dia mas a las nueve de la manana a Smashburger, seguia siendo la misma chica rubia de cabello extremadamente largo, desalinada, ojerosa y sin maquillar de siempre. Al entrar por la puerta de la hamburgueseria, su jefa la saludo con un simple gesto de cabeza, sus tres companeros estaban tan desanimados como ella, deseando cambiar el rumbo de sus vidas… y la clientela siempre con prisa, exigia sus hamburguesas y batidos lo mas rapidamente posible. Al salir a las tres de la tarde y bajo un sol abrasador, Pam paseo sin rumbo por la ciudad, acompanada de su inseparable camara fotografica. Los mendigos ademas del cielo estrellado, eran su predileccion. Le encantaba retratarles sin que ellos se percatasen de su discreta presencia. Y aunque ese dia no sucederia nada especial y las cosas empezaron a ponerse feas cuando una paloma dejo caer sus excrementos sobre su chaqueta color verde militar, Pam vio algo que le llamo poderosamente la atencion. En un edificio de la calle Flower habia un cartelito que animaba a los jovenes actores a inscribirse en las prestigiosas clases de interpretacion de Actor's Studio, situada en la Avenida DeLongpre, bastante lejos de donde vivia Pam. Abrio sus grandes ojos azules con curiosidad y al ver el precio de las clases, su mundo se desmorono. Tendria que estar un ano entero sin comer para ahorrar tal cantidad de dinero. Nego con la cabeza inmersa en sus preocupaciones y al recibir la llamada de su agente, diciendole que no querian verla para una audicion de otra pelicula de serie B porque la veian demasiado inexperta y sin nada destacable en su curriculo, volvio a pensar en la posibilidad de volver a Gettysburg. Trabajaria en la granja con su padre… ordenando vacas, montando a caballo, recogiendo huevos, cuidando el huerto… miro hacia el cielo sabiendo que eso, no era lo que queria. ?Pero que mas podia hacer? Al menos tenia un agente. Se llamaba Robert McMan y era lo que se puede decir… un maldito inutil encerrado en un cuartucho sin ventanas y sin el suficiente carisma para hacer que sus jovenes actores sobrevivieran en la ciudad de Los Angeles de su pasion y profesion. Actuar. Cine, television, publicidad… las posibilidades parecian amplias y sin embargo, eran pocos los destinados a ser tocados por la varita magica de la suerte. La mayoria, sobrevivian con sueldos miserables como camareros, ayudantes de cocina o tele operadores a media jornada. Pam dedico la tarde a retocar las fotografias que habia hecho, sin dejar de pensar en la posibilidad de inscribirse en Actor's Studio. Busco informacion sobre el lugar y sus ojos hicieron chiribitas al ver que algunas de las mejores estrellas de todos los tiempos habian pasado por alli. Decidida, llamo a sus padres pidiendoles con reparo la cantidad de dinero que costaban las clases, pero se negaron rotundamente a enviarselo. De nuevo, la suerte le habia dado la espalda. -Lo entiendo, papa… -respondio Pam, mirando el anochecer de Los Angeles por la minuscula ventana del comedor que hacia a su vez de cocina y estudio. El juego de colores era formidable, lo unico bonito que habia visto en ese desastroso y agobiante lunes. -No es que no queramos dartelo. -siguio excusandose el senor Miller. -Simplemente no podemos. Y seguimos pensando que pierdes el tiempo en esa ciudad. ?Cuando vas a volver? -No lo se. -Al menos vendras de vacaciones a casa ?no? -Puede ser… -dijo Pam pensando en los doce miseros dolares que le quedaban en su cuenta bancaria.

  • La Locura de Nayade ( Trilogia Locura 1), Chloe Magne de Chloe Magne

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  • El corazon de una dama de Olga Salar

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    El mayor tesoro que un caballero debe anhelar es, sin duda, el corazon de una dama.

  • Amor de segunda de Pilar Parralejo

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    Hacia apenas media hora que habia llegado del trabajo y, estaba en medio de una ducha reparadora cuando escucho los gritos de su padre mezclarse con el llanto de su madre en el salon. De repente una decena de motivos le cruzaron la mente. ?Su hermano? ?Una mala noticia por telefono? ?Habian despedido a su padre? Sin dudarlo estiro el brazo y descolgo la enorme toalla amarilla para secarse e ir a ver. Corrio descalza por el pasillo hasta el salon y se quedo helada al ver a sus progenitores de rodillas en el suelo, ante un perfecto desconocido con gafas, que iba acompanado de una joven de unos dieciocho o diecinueve anos, ambos muy elegantes y bien arreglados. --Castiganos a nosotros --suplicaba el padre con los ojos llenos de lagrimas. Liam, su hermano, no decia nada. Miraba la escena como si el no tuviera nada que ver con ninguno de ellos, aun asi parecia tenso y su rostro lucia un tanto mas palido que de costumbre. --?Que pasa? --Pregunto Katherine mirando a su hermano, a sus padres y por ultimo a los desconocidos que estaban en pie frente a ellos. --Kate, hija, ve a tu cuarto --pidio la madre completamente angustiada. El desconocido la miro como si estuviera jugando y devolvio la atencion a sus padres. --Ese es el precio. Quiero una respuesta para manana --exigio, a lo que la mujer se inclino hacia adelante y arranco a llorar escandalosamente con la cara casi pegada al suelo. Katherine se acerco a la pareja y se coloco frente al hombre, mirando hacia arriba porque era bastante mas alto. No debia ser mucho mayor que ella, si es que lo era. Sus ojos verde oscuro parecian atravesarla a traves de los cristales de sus gafas, aunque no daba la sensacion de haber sentimientos negativos en su mirada. --?Que respuesta? --inquirio ella. Su padre empezo a rogar a voz en grito, asustandola. Por un momento penso que ese hombre era un mafioso, un acreedor o algo por el estilo--. ?Que respuesta? --Repitio. Su voz no sono tan firme esta vez. --Senorita Mason, supongo que no sabes los secretitos de tu hermano. --Pero Brant, estoy bien… --interrumpio la muchacha de expresion dulce y bonita voz que acompanaba a ese hombre. --Samantha casi te mueres por culpa de ese… --se contuvo, apretando los dientes, antes de insultarlo gratuitamente--, !por dios, no digas que estas bien! --Kate, tuvo que buscar donde apoyarse al escuchar eso, y su cabeza empezo nuevamente a divagar por si sola, imaginando escenas en las que su hermano atacaba a esa nina de mil y una formas distintas--. Tu hermanito engano a mi hermana y le vendio drogas sin decirle como consumirlas. Esa noche fue a casa la policia para informarnos de que Sam estaba muy grave en el hospital. Le he estado investigando y se que es mayor de edad y que ademas, si le denuncio, ira a prision una muy buena temporada por lo que hizo. Y sabemos lo que puede pasarle si va alguien tan joven. --El matrimonio Mason lloraba desconsoladamente mientras la muchacha tiraba de la manga de la americana de su hermano--. El precio es muy facil de pagar. Te casaras conmigo a cambio de la libertad de tu hermano --Kate palidecio. Sentia una mezcla de consternacion e incredulidad. --?Se trata de una broma? --Pregunto con un hilo de voz. --Kate, ve a tu cuarto --grito el padre, alzando la voz mas que nunca. --Con ellos no se puede dialogar sin que se pongan a gritar o a llorar --dijo Brant con un tono frio y distante--. Esta es mi tarjeta por si quieres anular la cita. Sino, manana te espero a las siete en el restaurante japones Raisu. Sin anadir una sola palabra mas, la pareja de desconocidos se dio la vuelta y se marcharon, dejando a la familia Mason en el salon de su casa completamente destrozados. Sin decir nada, Kate se giro y camino por el pasillo hasta su habitacion. Ese extrano le habia contado lo ocurrido y Liam no lo habia desmentido, aun asi no entendia nada, ?por que demonios tenia que casarse ella con ese hombre por algo que habia hecho su hermano? La tarjeta que ese tipo le habia dado aun estaba entre sus dedos y la miro como si pudiera encontrar en ella alguna respuesta. --Brant Lennox --musito al leer el nombre--, abogado de L&A. Se dejo caer contra la cama antes de darse cuenta de que aun iba envuelta en la toalla. Justo cuando termino de ponerse el pijama sus padres pasaron al dormitorio, sentandose uno al lado del otro en el borde del colchon. Unos segundos despues entraba su hermano, apoyandose en el marco de la puerta. --Ese hombre es abogado… --Santo cielo… --Emerald, la madre, empezo a llorar nuevamente--. ?Que vamos a hacer? Liam ira a la carcel y si ese joven es abogado, sabra como pedir la mayor condena… Tu hermano tiene antecedentes… --No tienes que hacer esto, hermanita --hablo por primera vez el muchacho--. Ire a su casa y me disculpare. Antes de hacerlo ella iba muy borracha, ni siquiera se habria enterado de la dosis aunque se lo hubiera repetido. --?Hacerlo? --Grito el padre--. ?Hacerlo? --Repitio mas fuerte esta vez, lanzando a su hijo la toalla que Kate habia dejado a los pies de la cama--. Maldito sinverguenza. Eres un miserable nino problematico. Tuvimos que pagar una fortuna por ti hace un ano por tus drogas, y ahora esto… !Vete! Te quiero fuera de mi casa ahora mismo. Arreglatelas tu solo con tus problemas. --John, respira. Este no es momento para echarlo. Vamos a aclarar este asunto primero. Kate solo miraba la escena sin poder actuar. Temia que esa chica hubiera sido forzada por su hermano y que luego hubiera sido el quien le hubiera dado esas drogas para que no recordase nada y no pudiera acusarle. Conocia las amistades toxicas de su hermano, y sabia que, aunque el no era malo, cuando iba bebido accedia a cualquier cosa que sus amigos sugirieran, incluso hacerle eso a una chica de aspecto delicado como Samantha. Se llevo las manos a la cara mientras suspiraba. ?Como un dia tan bueno derivaba en una tarde tan espantosa? --?Que haremos? --pregunto firme, apoyando el trasero en el espejo de la puerta de su armario. --Cualquier cosa, ya encontraremos la solucion. Pero casarte con ese hombre no, eso esta claro --dijo la madre. --Si no lo hacemos asi, ese abogado… --?Sabeis? Es temprano pero necesito descansar. Asi que, ?por que no salis para que pueda dormir un poco? Pensaremos en esto manana por la manana, antes de que me vaya a la tienda. Cuando el padre paso al lado de Liam le dio un golpe en la espalda, indicandole que saliera del cuarto de su hermana, pero este entro en la habitacion y cerro la puerta para, acto seguido sentarse en el lugar en el que habian estado sus padres. La miro mordiendo el piercing de su labio inferior con nerviosismo. --Si te casas con ese tio te hara lo que yo le hice a su hermana. --?Y que le hiciste exactamente? --pregunto con tono monotono, deseando que no le dijera lo que habia estado imaginando un rato antes. --No la viole, si es lo que crees --aclaro Liam de inmediato--. Tal vez no fui lo suave que una virgen hubiera querido. Y a lo mejor le hice dano. No lo se. Pero no la viole --Katherine suspiro cubriendose los ojos con una mano--. Llevabamos tonteando toda la noche y cuando las amigas de Sam se fueron con mis amigos la invite a unas copas. Luego la convenci para que fueramos al coche del hermano de Tim. Ella iba borracha y yo tambien… Simplemente paso. Las drogas no se las vendi, ella las saco de mi bolsillo antes de ponerme los pantalones. Y antes de que pudiera decirle que no tomase mas de una se llevo a la boca unas cuantas pastillas. Cuando se desmayo me asuste, y sin saber que hacer con ella la dejamos en la puerta del hospital. --Eso es lo mas horrible que he oido nunca. Brant tiene razon con querer meterte en la carcel, maldita sea. Esa chica podria haber muerto por tu inconsciencia. --?Entonces? El padre habia estado escuchando tras la puerta e irrumpio en el dormitorio, dando manotazos a su hijo, en la cabeza, en la espalda, en los brazos… Aquello no era lo que le habian ensenado de pequeno, aquel no era un comportamiento digno de una persona normal, y esa actitud enfermiza iba a arrastrarlos a todos a un pozo negro de verguenza y falto de moralidad. Kate detuvo las manos de su padre y dio un toque con el pie a su hermano para que saliera de la habitacion. --?Que dijo exactamente ese hombre para que tuviera que casarme con el? --Que si enviaba a tu hermano a la carcel los convictos lo liquidarian en menos de una semana por lo que le hizo a su hermana y que tu eras su mejor baza para vengarse de el. --Manana me reunire con ese abogado para hablar sobre sus requisitos. --Hija no… --Ya no tengo quince anos, papa. Puedo valerme por mi misma y pararle los pies a ese tipo si quiere propasarse. Solo hablaremos, tratare de arreglar este asunto como pueda. Padre e hija se fundieron en un abrazo fraternal antes de que el hombre le diera un beso en la frente y saliese del dormitorio para dejarla a solas. DOS Paso la noche con los ojos como platos, manoseando sin para la tarjeta del abogado, debatiendose si llamarle o no hacerlo, si asistir o no a su cita con el y pensando continuamente que iba a ser de su vida si se le ocurria aceptar semejante trato. ?Casarse con el porque su hermano abusase de esa chica? Debia tratarse de una broma, una oscura y retorcida broma. Katherine estaba enamorada, y era asi desde los trece anos, cuando conocio a Devon McDeal. Habian salido durante anos antes de que le ascendieran a director de marketing de una importante empresa de cosmeticos y tuviera que irse una temporada a Londres. Entonces dejaron su relacion en standby con la promesa de retomarla cuando el regresase un par de anos despues, periodo de tiempo que aun no se habia cumplido. Ese era el principal motivo por el que no tenia deseos de aceptar el castigo en nombre de su hermano. Cuando amanecio se alegro de que fuera sabado y tener ese fin de semana libre, asi que no tenia que ir a trabajar. Le encantaba ser dependienta de una papeleria, adoraba el material escolar, y disfrutaba vendiendo boligrafos, libretas o cuadernos de caligrafia, pero esa manana no tenia animos mas que para terminar con todo ese asunto y descansar. Se estiro sobre la cama antes de levantarse y fijo la mirada en la tarjeta de Brant. Soplo, tratando de que el aire se llevase tambien su frustracion, pero parecia algo dificil de lograr. Al acercarse la hora acordada rebusco en su armario que ponerse. Era un perfecto desconocido, aun asi debia presentarse decente, con algo que pudiera pasar por desenfadado pero a su vez fuera acorde a la situacion. Nunca tuvo que vestir de traje ni con nada parecido, desde que salio de la universidad hacia un ano, habia empezado a trabajar en una de las papelerias mas grandes e importantes de la ciudad, y en su trabajo no era necesario un atuendo mas formal que el suyo habitual, asi que saco uno de sus vaqueros ajustados de siempre, una camisa blanca de algodon y unos zapatos de tacon amarillos que conjuntaria con un cinturon fino del mismo color. Peino su larga y ondulada melena de color chocolate y metio en el bolso su movil y sus llaves antes de salir. Se fue antes de que sus padres llegasen del trabajo, asi que no tuvo que escuchar nuevamente sus lamentos por lo que iba a hacer. Nunca habia estado en esa parte de la ciudad, a pesar de haber vivido alli toda su vida, asi que tampoco conocia ese restaurante, cuyas mesas bajas obligaban a los comensales a comer sentados en el suelo. Entro ignorando al hombre del atril y se adentro en busca del abogado, que estaba sentado, solo y al lado de las puertas de madera que separaban el salon de un jardin de estilo japones que habia detras. Sin siquiera saludarle, se sento frente a el, escudrinandolo con la mirada. Iba perfectamente arreglado, muy elegante, pero su rostro era serio e inescrutable. --Asi que has venido… --He venido. Pero no voy a aceptar alegremente casarme con un desconocido a menos que los motivos tengan la suficiente fuerza. --?Fuerza? --Pregunto con el ceno fruncido--. ?Te parece poco fuerte que tu hermano emborrachase a mi hermana, abusase de ella y que luego para colmo le vendiera drogas? --No se las vendio. --Asi que estas enterada. Lo que seguro que no sabes es que mi hermana, que solo tiene diecinueve anos, quedo embarazada despues de esa noche. Estando en coma, y de tres semanas, tuvieron que hacerla abortar porque ese bebe estaba absorbiendole la vida y hacia peligrar seriamente su recuperacion. --Katherine se llevo las manos a la boca completamente sobrecogida --. Mira, no me gustas, no estoy enamorado de ti, no te conozco ni quiero hacerlo, pero…

  • El apartamento de Danielle Steel

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  • El guardian de la muerte (Los guardianes de piedra 2) de Jess Dharma

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    El, ya no era un guerrero de la hermandad, habia perdido su honor, pagaria por ello cada dia de su miserable vida. Ahora cazaba y mataba a los raptores solo, viajaba alli donde oia que existian problemas, y eso haria hasta que los dioses decidieran quitarle esa vida que el no queria vivir. Esos eran los pensamientos de Marius camino de Nueva Orleans, ese era su nuevo destino. Una serie de asesinatos estaban asustando a la poblacion, hablaban sobre ello en todos los noticiarios. Decian que se trataba de un asesino en serie y pensaban que usaba algun tipo de magia vudu ya que los cuerpos estaban secos, parecia que les habian robado el alma… Pero el sabia que se trataba de raptores. Se hizo una promesa, les mataria o moriria en el intento; de las dos formas se cumpliria su deseo.

  • Inocencia salvaje de Cathryn De Bourgh

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    Alyn Stuart penso que era su dia de suerte, acababan de ascenderla y mas que eso: ahora trabajaria con ese hombre que hacia tiempo que le robaba el sueno, para ese guapo macho latino llamado Raymond Estevez. Es que no podia creer que fuera su jefe, era casi como sacarse la loteria para ella. Estaria cerca de el y tal vez tuviera la suerte de poder cumplir la fantasia de ser su amante. Ese machote alto, macho alfa por supuesto, de cabello muy oscuro y ojos cafes era la tipica mezcla de razas: de hombre latino con gringo, tal vez hijo de un machote mexicano y una gringa rubia que se moria por el o quiza fuera a la inversa. Pero tenia cara de latino, era un tipo duro y varonil, de voz fuerte y manazas enormes. Pero lo que mas la encandilaba eran sus ojos, su mirada de hombre viril era tan intensa, tan especial, era profunda y ver esos ojos... Rayos, no podia dormir pensando en ese hombre. Realmente le quitaba el sueno preguntarse como seria poder sentir en su boca el calido sabor de sus besos y algo mas... Lo malo era que el seguia ignorandola. Esa era la triste realidad. Todas sus fantasias calientes quedaban en eso: en fantasias, en historias que su mente tejia y luego a solas en su habitacion imaginaba que lo hacia con el... ?Acaso estaba enamorandose? ?Por que sufria tanto al saberse ignorada? Debia entender que tal vez ella no fuera su tipo y listo. Si se pusiera a dieta, tal vez... perderia un poco de figura rolliza. No a todos les gustaban las mujeres como ella, algunos las preferian muy delgadas, tipo palo... Pero Alyn sabia que sus curvas siempre atraian miradas y que si adelgazaba perderia sus encantos, su buena pechuga y ese trasero inflado que el buen Dios le habia dado. Entro en la oficina temblando. Su jefe podia ser un macho latino muy lindo y dotado pero tenia mal caracter, siempre estaba rabiando por algo. Y a pesar de su mal caracter ella veia su lado mas lindo... Entro y como siempre, paso desapercibida, el ni siquiera levanto los ojos para mirarla. Hasta que lo oyo retrucar: --Senorita Stuart. Esta distraida. ?Puede decirme en que piensa? Lo ha hecho de nuevo. Si, usted...--dijo. Una reprimenda. Pero a ella las reprimendas de su jefe no la asustaban. La excitaban. Eran mejor que ser ignorada, francamente... --Lo siento senor Estevez, ?que he hecho mal?--le pregunto mirandole con cara de inocente. Entonces el vio sus ojos verdes de gata atrevida y tal vez vio algo mas porque se quedo alli mirandola un buen rato. Luego, como si despertara del embobamiento sacudio levemente la cabeza, aparto la mirada y continuo en tono mas suave: --Pues confundio los nombres, senorita Alyn, anoto mal mis citas. ?Lo ve? Y no es la primera vez que lo hace. Ella vio a donde le senalaba su jefe y se disculpo. --Oh lo siento mucho, es que esos nombres se parecen... disculpe, no volvere a hacerlo, lo prometo--dijo. Al estar cerca pudo sentir su perfume caro tan delicioso y tambien pudo verle, sentir su proximidad y humedecerse con el contacto. Un simple acercamiento la tensaba, la ponia como loca. El la miro con fijeza. Vaya, ya no parecia enojado, ahora directamente miraba su escote y sonreia levemente. Vaya, al fin se daba cuenta de que existia y de que era una mujer bonita y tal vez apetecible para tener sexo. Pero no seria tan tonta de caer en la primera. Ahora tenia que ser el quien mordiera el anzuelo. Y eso podia llevar unos dias mas... quien sabe. No era prudente demostrar mucho interes ahora. No queria que pensara que era una zorra de oficina que lo hacia con todos, eso no era mas que una fantasia para ella, una fantasia que la consumia. Pero era una zorra teorica, le faltaba la practica y sin eso... en el mundo de las zorras no era nadie. Asi no mas. ********** Sin embargo el dejo de ser tan rezongon con ella. Empezo a tratarla mejor, como si fuera una empleada valiosa o algo asi. Una bella flor que el queria acaricias con sus manazas cuadradas de macho latino...oh si, esas manos... Aparto esos pensamientos cuando el le hizo una pregunta extrana. --Asi que estudias en tus tiempos libres... ?que estudias, carino? ?Carino? ?La llamo carino? Trago saliva excitada y respondio: --Estudio periodismo en la universidad, senor Estevez. --?Periodismo? Vaya, que interesante. ?Quiere ser periodista? ?En que rubro? --Bueno, todavia no lo se, pero me encantaria viajar por el mundo realizando reportajes o cubriendo eventos insolitos. El dejo escapar una risita. --Con lo bonita que es terminaria prisionera de algun musulman pervertido senorita Stuart. Seria tomada de rehen y luego convertida en la novena esposa de uno de esos jeques o vendida al mejor postor. Ella no supo como responder a eso. Debia molestarle ese comentario machista de que la verian como una mercancia solo por ser mujer y bonita pero no dijo nada. --Espero no meterme en problemas, realmente quisiera trabajar tranquila-- respondio algo tajante. --OH si, disculpe, no quise ofenderla... era solo una broma. Es usted una mujercita lista pero muy llamativa y si esta frente a una camara todos la miraran a usted y dudo que presten atencion a sus notas. --Pero yo no quiero ser presentadora senor Estevez, quisiera cubrir eventos, realizar entrevistas a lideres mundiales. --Vaya, que interesante. Lastima que no estudia algo afin a esta empresa automotriz senorita, si lo hiciera podria progresar, podria ascenderla. --Bueno, yo no busco ascender aqui, solo es un trabajo de medio tiempo para cubrir mis gastos, no quiero vivir a expensas de mis padres. --?Y que edad tiene, senorita? --Diecinueve, pero pronto cumplire veinte. El rio cuando le dijo su edad. --Por Dios, la crei mayor. Es una adolescente casi. Que dijera eso le molesto por supuesto. --No soy una adolescente, soy adulta senor Estevez. El la miro con fijeza. --Es muy joven para mi, senorita, no hace mucho que estaba en la escuela. Ella enrojecio porque de repente se sintio despreciada y lo vio retraerse, alejarse de ella, el y sus manazas... casi las escondio, como si sintiera deseos de tocarla. Sintio ganas de llorar. --?Y usted que edad tiene, senor Estevez? --Veintinueve senorita, algunos mas que usted... soy casi tu hermano mayor, ?verdad?--dijo con una sonrisa burlona. --Pero yo no tengo hermanos, senor Estevez, soy hija unica. La conversacion languidecio lentamente y ambos volvieron a sus quehaceres. Durante dias la ignoro, no volvio a hacerle preguntas personales pero si la miraba a hurtadillas. Ella trataba de mostrar sus encantos por supuesto, tenia un cuerpito llamativo y bien formado, le faltaba algo de altura para ser una modelo voluptuosa pero eso si que no tenia arreglo, excepto llevar tacones pero habia dejado de llevar zapatos tan altos porque terminaba con los pies muy doloridos y odiaba eso. Sabia que el seguia sus pasos y no la perdia de vista. Alyn supo que a su jefe le picaba la curiosidad, ella le picaba tambien, le gustaba pero el tema de la edad sin saber por que parecio hacerle dudar. Realmente la indigno pensar que el la creyera una adolescente. Eso no era verdad. Era una mujer y todos decian que era muy madura para su edad, y en la universidad habia muchos chicos que querian invitarla a salir pero ella no los alentaba porque le gustaban mas grandes. Hombres como el senor Estevez... maduros, hombres en todo el sentido de la letra. Y un latin lover. Habia oido que era dotado y que ninguna chica podia coger esa inmensidad sin sentir dolor excepto una de ellas, una tal Lizzy que le habia dado una felacion extrema. O eso dijeron. No tenia idea que seria eso pero podia interpretar el mensaje: ese macho latino la tenia gruesa y muy grande y por eso todas querian cogerselo aunque fuera una puta vez en su vida. Lo raro era que el las ignorara. Si, al parecer una chica le dijo que su jefe no era de enredarse con faldas del trabajo, esas fueron sus palabras. Vaya, asi que las mujeres de su empresa eran "faldas", que bien...

  • Piel de letra de Laura Escanes

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    Cada piel es un mundo por descubrir.

  • Divas (completa) de Emma Madden

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    DiVAS contiene en un solo volumen tres historias de tres mujeres famosas, exitosas y apasionadas. Una actriz, una modelo y una cantante, Chloe, Giselle y Paisley, que comparten no solo una fama esplendorosa y una vida llena de glamour, tambien comparten su entrega y su ilusion por el amor.
    CHLOE
    Chloe Miller es una conocida estrella de Hollywood que a los veintiocho anos, recien divorciada y con una larga y prestigiosa carrera, tiene que cambiar sus habitos y contratar un equipo de escoltas de primer nivel para cuidar de su seguridad.
    Una experiencia incomoda al principio, que acabara por transformar su existencia y que le regalara la historia de amor mas importante, inesperada y trascendental de su vida, con el unico hombre del que no se podia enamorar.
    Chloe Miller y Kenan Yaman se conocen, se rechazan y mantienen las distancias, hasta que el amor y la pasion se abren paso en toda su plenitud, sin que ninguno de los dos pueda controlarlo.
    GISELLE
    Giselle Erikson, extenista sueca, Top Model y una personalidad internacional reconocida, llega a Oregon, en los Estados Unidos, para pasar dos semanas en Green Mountain, una exclusiva clinica de reposo donde pretende curar su corazon roto, rehacerse y disfrutar de unos dias alejada del mundanal ruido, sin otra preocupacion que cuidarse y descansar. Unos planes muy precisos que se enriquecen cuando conoce Daniel, un misterioso artista, un colaborador de la clinica, con el que entabla una insolita y novedosa relacion que le cambiara la vida para siempre.
    El pasado complicado de Giselle, la familia de Daniel, los secretos y los malentendidos, la falta de comunicacion, los celos, los llevaran a vivir una historia de amor llena de altibajos que, sin embargo, lograra encontrar el camino hacia la felicidad.
    PAISLEY
    Paisley Campbell-Evans empezo su carrera musical muy joven, triunfo a los veintidos anos y a los veintisiete, en el mejor momento de su carrera, su vida personal se desmorona, llega un divorcio inexplicable, y una epoca sentimental muy dura salpicada por intromisiones ajenas, mentiras y malos entendidos que, sin embargo, no logran destrozar su animo, ni la pasion que siente por su hija, por su musica y por el gran amor de su vida, su exmarido, Michael Evans.
    Paisley, la gran estrella mundial de la musica, sobrevive, lucha y brilla en los escenarios para alegria de sus millones de fans, mientras en la intimidad intenta recuperar la estabilidad y la felicidad que le fue arrebatada de forma tan injusta.

  • La llamada de la selva (Prometheus Classics) de Jack London

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    Buck no leia los periodicos, de lo contrario habria sabido que una amenaza se cernia no solo sobre el, sino sobre cualquier otro perro de la costa, entre Puget Sound y San Diego, con fuerte musculatura y largo y abrigado pelaje. Porque a tientas, en la oscuridad del Artico, unos hombres habian encontrado un metal amarillo y, debido a que las companias navieras y de transporte propagaron el hallazgo, miles de otros hombres se lanzaban hacia el norte. Estos hombres necesitaban perros, y los querian recios, con una fuerte musculatura que los hiciera resistentes al trabajo duro y un pelo abundante que los protegiera del frio. Buck vivia en una extensa propiedad del soleado valle de Santa Clara, conocida como la finca del juez Miller. La casa estaba apartada de la carretera, semioculta entre los arboles a traves de los cuales se podia vislumbrar la ancha y fresca galeria que la rodeaba por los cuatro costados. Se llegaba a ella por senderos de grava que serpenteaban entre amplios espacios cubiertos de cesped y bajo las ramas entrelazadas de altos alamos. En la parte trasera las cosas adquirian proporciones todavia mas vastas que en la delantera. Habia espaciosas caballerizas atendidas por una docena de cuidadores y mozos de cuadra, hileras de casitas con su enredadera para el personal, una larga y ordenada fila de letrinas, extensas pergolas emparradas, verdes prados, huertos y bancales de fresas y frambuesas. Habia tambien una bomba para -el pozo artesiano y un gran estanque de hormigon donde los chicos del juez Miller se daban un chapuzon por las mananas y aliviaban el calor en las tardes de verano. Sobre aquellos amplios dominios reinaba Buck. Alli habia nacido y alli habia vivido los cuatro anos de su existencia. Es verdad que habia otros perros, pero no contaban. Iban y venian, se instalaban en las espaciosas perreras o moraban discretamente en los rincones de la casa, como Toots, la perrita japonesa, o Ysabel, la pelona mexicana, curiosas criaturas que rara vez asomaban el hocico de puertas afuera o ponian las patas en el exterior. Una veintena al menos de foxterriers ladraba ominosas promesas a Toots e Ysabel, que los miraban por las ventanas, protegidas por una legion de criadas armadas de escobas y fregonas. Pero Buck no era perro de casa ni de jauria. Suya era la totalidad de aquel ambito. Se zambullia en la alberca o salia a cazar con los hijos del juez, escoltaba a sus hijas, Mollie y Alice, en las largas caminatas que emprendian al atardecer o por la manana temprano, se tendia a los pies del juez delante del fuego que rugia en la chimenea en las noches de invierno, llevaba sobre el lomo a los nietos de Miller o los hacia rodar por la hierba, y vigilaba sus pasos en las osadas excursiones de los ninos hasta la fuente de las caballerizas e incluso mas alla, donde estaban los potreros y los bancales de bayas. Pasaba altivamente por entre los foxterriers, y a Toots e Ysabel no les hacia el menor caso, pues era el rey, un monarca que regia sobre todo ser viviente que reptase, anduviera o volase en la finca del juez Miller, humanos incluidos. Su padre, Elmo, un enorme san bernardo, habia sido companero inseparable del juez, y Buck prometia seguir los pasos de su padre. No era tan grande – pesaba solo sesenta kilos- porque su madre, Shep, habia sido una perra pastora escocesa. Pero sus sesenta kilos, anadidos a la dignidad que proporcionan la buena vida y el respeto general, le otorgaban un porte verdaderamente regio. En sus cuatro anos habia vivido la regalada existencia de un aristocrata: era orgulloso y hasta egotista, como llegan a serlo a veces los senores rurales debido a su aislamiento. Pero se habia librado de no ser mas que un consentido perro domestico. La caza y otros entretenimientos parecidos al aire libre habian impedido que engordase y le habian fortalecido los musculos; y para el, como para todas las razas adictas a la ducha fria, la aficion al agua habia sido un tonico y una forma de mantener la salud. Asi era el perro Buck en el otono de 1897, cuando multitud de individuos del mundo entero se sentian irresistiblemente atraidos hacia el norte por el descubrimiento que se habia producido en Klondike. Pero Buck no leia los periodicos ni sabia que Manuel, uno de los ayudantes del jardinero, fuera un sujeto indeseable. Manuel tenia un vicio, le apasionaba la loteria china. Y ademas jugaba confiando en un metodo, lo que lo llevo a la ruina inevitable. Porque el jugar segun un metodo requiere dinero, y el salario de un ayudante de jardinero escasamente cubre las necesidades de una esposa y una numerosa prole. La memorable noche de la traicion de Manuel, el juez se encontraba en una reunion de la Asociacion de Cultivadores de Pasas y los muchachos, atareados en la organizacion de un club deportivo. Nadie vio salir a Manuel con Buck y atravesar el huerto, y el animal supuso que era simplemente un paseo. Y nadie, aparte de un solitario individuo, les vio llegar al modesto apeadero conocido como College Park. Aquel sujeto hablo con Manuel y hubo entre los dos un intercambio de monedas. -Podrias envolver la mercancia antes de entregarla -refunfuno el desconocido, y Manuel paso una fuerte soga por el cuello de Buck, debajo del collar. -Si la retuerces lo dejaras sin aliento -dijo Manuel, y el desconocido afirmo con un grunido. Buck habia aceptado la soga con serena dignidad. Era un acto insolito, pero el habia aprendido a confiar en los hombres que conocia y a reconocerles una sabiduria superior a la suya. Pero cuando los extremos de la soga pasaron a manos del desconocido, solto un grunido amenazador. No habia hecho mas que dejar entrever su disgusto, convencido en su orgullo que una mera insinuacion equivalia a una orden. Pero para su sorpresa, la soga se le tenso en torno al cuello y le corto la respiracion. Furioso, salto hacia el hombre, quien lo intercepto a medio camino, lo aferro del cogote y, con un habil movimiento, lo arrojo al suelo. A continuacion apreto con crueldad la soga, mientras Buck luchaba freneticamente con la lengua fuera y un inutil jadeo de su gran pecho. Jamas en la vida lo habian tratado con tanta crueldad, y nunca habia experimentado un furor semejante. Pero las fuerzas le abandonaron, se le pusieron los ojos vidriosos y no se entero siquiera de que, al detenerse el tren, los dos hombres lo arrojaban al interior del furgon de carga.

  • El reloj mecanico de Philip Pullman

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  • El misterio de la ultima botella de Alejandro Rocca

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    Me levante agitado en mitad de la noche, empapado en mi sudor. Tenia la boca seca y la lengua se me pegaba al paladar. Acababa de tener la pesadilla mas espantosa de toda mi vida. Voltee a verla y de inmediato me calme un poco. Ahi estaba ella, tan hermosa como siempre. Desde el primer momento que la vi me ha tenido bajo su hechizo. No se que haria sin ella. Especialmente despues de todo lo que paso. Mire el reloj, no eran ni las tres de la madrugada. Todavia estaba alterado por el sueno. Me sente en la cama y me quede viendo a la pared un buen rato, luchando por controlar mi respiracion. Baje a la cocina por un poco de agua. Caminar resultaba una tarea dificil. Estaba completamente extenuado sin entender por que. Al entrar a la cocina decidi que me hacia falta algo un poco mas fuerte que el agua. Abri una botella de buen vino y llene una copa hasta los bordes. La vacie rapidamente y repeti el procedimiento hasta que no quedo ni una gota. Me recoste en el sillon de la sala, ya comenzando a sentir los efectos del alcohol. El miedo y la inquietud dieron paso rapidamente al sopor y la calma. El vino en mis venas sirvio de anestesia para mi torturada mente. Mis pensamientos se alejaron de toda la miseria de los ultimos meses, aunque fuera por un momento. Mis ojos se acostumbraron rapidamente a la luz nocturna y comence a observar toda la sala con detenimiento. Los sillones ya estaban viejos y desgastados, hacia falta pintura en las paredes y en el techo, el librero de cedro se veia maltratado y desordenado, la alfombra tenia manchas en todas partes. ?Que manera de vivir era aquella? Habia que hacer algo con todo ese desastre. Ahora que ya estaba mejor era momento de atacar esos problemas. "Manana mismo empiezo." me dije a mi mismo A punto estaba de levantarme para volver a la cama, cuando me fije en el cuadro que teniamos encima de la chimenea. Era el retrato de un tio abuelo de mi madre. Estaba vestido con traje militar. Segun me habia contado mi madre, habia sido un buen oficial en el ejercito hasta la dictadura de Franco, cuando tuvo la mala ocurrencia de oponerse terminantemente a la ejecucion de tres inocentes y fue fusilado junto con ellos. Nunca me habia gustado particularmente, pero lo conservaba con mucho carino como un recuerdo de mi querida madre, que habia fallecido hacia un par de anos por culpa de una pulmonia que complico su leucemia. Al darmelo como regalo, me dijo que lo pusiera en un lugar importante en mi casa y que el espiritu de ese tio desconocido me cuidaria siempre. Una extrana historia para un extrano cuadro. Mi mujer nunca estuvo de acuerdo en colgar el cuadro de un perfecto desconocido arriba de la chimenea, pero finalmente accedio cuando la convenci de que complaceria a su suegra, con la que nunca tuvo muy buena relacion. Mi madre se habia portado de manera muy entrometida en nuestra relacion desde que eramos novios y las asperezas entre ella y mi querida Hilde fueron creciendo con el paso de los anos. Yo nunca supe que hacer al respecto, pues si bien le daba la razon a mi mujer, no queria encarar a mi madre, a quien nunca supe realmente hacerle frente. Esto continuo asi hasta una noche en la que invite a mis padres a cenar. Era invierno, cerca de Navidad. – !Nico, querido, que gusto verte! ?Como te ha ido? – me saludo mi madre llenandome de besos. – !Muy bien mama! !Muy bien! !A mi tambien me da gusto verte! – dije intentando liberarme. -Hola muchacho- me saludo friamente mi padre. -Hola padre. ?Como estas? Los saludos para Hilde eran completamente al reves. -Hola Hilde- la saludo mi madre haciendo una mueca parecida a una sonrisa. -Hola senora- contesto con un ademan similar. -!Hilde, nina de mi corazon! ?Como estas hoy, pequena? ?Te trata bien este zoquete que tengo por hijo? – la saludo efusivamente mi padre. -!Hola, senor! !Todo esta bien y su hijo me trata de maravilla! Que gusto que nos puedan acompanar. Pasen por favor. La cena esta lista. A pesar de que ninguna de las dos lo admitiria nunca, mi mujer intentaba impresionar a mi madre cada vez que venian a la casa y mi madre hacia lo mismo con ella cuando nosotros ibamos a visitarlos. Era una especie de competencia silenciosa. Esa noche Hilde habia preparado codornices tiernas en salsa cremosa de vino acompanadas de esparragos asados con mantequilla y un vino blanco que le sentaba de maravilla. Nos sentamos a cenar en silencio. Al inicio siempre era un poco incomodo. La tension que existia entre mi madre y mi mujer y entre mi padre y yo se dejaba sentir. Despues, como siempre, y despues de deshacerse en elogios para Hilde con uno o dos comentarios despectivos de mi madre al margen, mi padre comenzo a hablar de su negocio, de la economia y de la situacion politica en el mundo. Esos eran los unicos momentos en los que sentia que podia entenderme con el. Podiamos hablar por horas y horas acerca de lo que dijo aquel senador, o el problema del desempleo, o la nueva propuesta de ley, o el conflicto en Medio Oriente. Mi esposa y mi madre se sumaban ocasionalmente a la conversacion, pero en general se limitaban a observarnos calladas, divertidas con la situacion. Ellas tambien se amigaban un poco en esas ocasiones, pues compartian el sentimiento de admiracion y simpatia que les provocaba vernos discutir. Entonces sucedio; Mi madre tomo un bocado un poco demasiado grande de comida y un insospechado huesito se atoro en su garganta. Inmediatamente comenzo a carraspear y a toser ruidosamente, intentando expulsar el hueso con todas sus fuerzas. Rapidamente mi padre se puso a darle palmadas en la espalda, mas no parecia hacer otra cosa que anadir color a la escena. El panico me congelo por unos momentos, hasta que de pronto se vio reemplazado por una gran determinacion. -!A un lado, padre! – le ordene Me levante de golpe, tome por los brazos a mi madre y la tumbe lo mas delicadamente que pude en el piso, inmovilizando con mis piernas. Le abri la boca y sin pararme a pensarlo ni un segundo meti mi mano en su garganta en busca del hueso. Lo tome con todo el cuidado y rapidez de que fui capaz y se lo saque. -?Estas bien? – preguntamos todos al mismo tiempo -!Nina! !cof, cof! – grito, roja como tomate y sin parar de toser – !Casi me matas, mocosa inutil! !cof, cof! ?Por que no aprendes a cocinar? !Nina tonta! -!Mama!, ?que te pasa? – intente decir calmadamente -Claramente no fue su cul… -!Callate, vieja bruja! !No tienes ningun derecho a hablarme asi! !Siempre me has tratado con la punta del pie! !Ojala te hubieras ahogado! !Estupida! -!Querida, tranquila! -!Perra malparida! !Bruja! !Largo de mi casa! -!Hilde, basta! – dije tomandola por los hombros y llevandomela de ahi. -!Fuera! ?Me oiste? !Fuera! – siguio gritando mientras la sacaba del comedor a la cocina. -!Mi amor, para! !Para ya! – la abrace con fuerza, ahogando sus gritos en mi camisa. -!No fue mi culpa! – sollozo, y comenzo a llorar sobre mi. -Tranquila, linda, yo se que no. – la abrace mas fuerte -Mi mama tambien lo sabe. No queria decir lo que dijo y estoy seguro que tu tampoco. Fue la emocion del momento. Hablare con ella. Entro mi padre a la cocina, visiblemente alterado por todo lo que acababa de pasar. -Hilde, carino, ?Estas bien? – pregunto. No hubo respuesta. -Esta bien papa. Llevate a mama a casa. Yo hablare despues con las dos. -Bueno hijo, pues, gracias por la cena. Estuvo deliciosa.

  • Recuerdame de Kathalee Trueba

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    ?Estas despierto? -- pregunto Jason desde el otro lado de la puerta-- Eithan... Abri los ojos. -- Pasa-- dije entre quejidos. La puerta se abrio, y el entro. -- Tu movil tiene horas sonando-- dijo al aventarlo sobre la cama. Lo tome y mire. -- Es Gretel. -- dije al cubrir mi rostro-- No pienso responder. Hizo una mueca. -- ?No vas a ir a trabajar? Me lleve las manos a la cabeza. -- ?Que hora es? -- Van a dar las ocho. -- !No me jodas, es tardisimo! -- me queje -- Ademas, me mata la cabeza. --Claro que te mata la cabeza, si te tomaste mas de media botella. Lo mire. -- Prometo reponerla esta noche. Nego. -- No lo digo por eso, pero, vamos... ?Solo? Me sente. -- Cuando me di cuenta, ya llevaba media botella y estaba cantando. Me miro. -- ?Que cantabas? -- pregunto divertido. Sonrei. -- No pienso decirlo. --No tienes que hacerlo, me lo imagino. -- Como sea, no lo volvere a hacer. Nego. -- Si, Eithan. -- En serio, no vuelvo a tomar asi y menos por... desamor. Me miro fijamente. -- ?Que sucedio con Alena? -- Tuvimos sexo-- dije al ponerme de pie. -- Eso me queda claro. Me referia a que... -- La verdad, preferiria no hablar de ello-- camine hacia el bano-- las cosas siguen igual. Hizo una mueca y me siguio. -- No ire a la boda. Lo mire y me meti el cepillo de dientes a la boca. -- ?Por que no? Se alzo en hombros. -- Creo que prefiero quedarme en casa con mi mejor amigo-- sonrei -- a cantar canciones de Luis Miguel mientras nos bebemos una botella de whisky. Rei. -- Alena es tu amiga, te invito y ... -- Tu eres mi mejor amigo. Hice una mueca y suspire. -- Debo... prepararme para el trabajo, es tarde. Lo que menos queria, era hablar sobre la boda. -- Me prepare de desayunar, ?Quieres algo? -- No, gracias. -- dije al salir del bano -- No tengo estomago para nada. -- Como sea-- dijo al caminar hacia la salida-- deberias dejar la puerta abierta, apesta a borracho aqui. Rei. Jason salio de la habitacion, y el movil comenzo a sonar de nuevo. Una vez que le active el modo silencio, me meti al bano a asearme. -- ?Como te sientes? -- pregunto al verme salir de la habitacion. El corria sobre la cinta. -- Siento que mi alma abandono mi cuerpo. Sonrio. -- Hay un gatorade* en el refrigerador. -- Eres el mejor. -- dije al abrir la puerta-- Te lo compro en la noche que vaya a hacer el super. Sonrio. -- Dejare que te emborraches mas seguido tu solo, al dia siguiente eres muy amable. Rei. Mi movil nuevamente comenzo a sonar. -- ?Sigue siendo Gretel? Asenti. --Si llega a venir, no estoy. ?De acuerdo? -- De acuerdo. Suspire. -- Nos vemos en la noche. -- No comiences a tomar sin mi. Sonrei y me marche. No solo me habia arrepentido de estar con Alena, tambien de haber bebido como si no existiera un manana. La tarde en el departamento fue bastante productiva, mi caso iba lento, pero seguro. Aunque me era complicado adaptarme a gente nueva, las cosas iban bien, el hecho de que mis companeros fueron hombres ayudaba mucho, era mas facil entenderlos a ellos, que tratar de entender a un grupo de mujeres. -- ?Como va todo? -- pregunto Daphne al entrar a la sala de descanso, ya casi cuando era hora de la salida. La mire. -- Bien-- se acerco-- ?Y tu? ?Que tal? -- ?Los ojos rojos son por llorar? Sonrei. --Ayer bebi un poco. -- Resaca -- dijo al mover la cabeza de un lado a otro. Sonrei. -- ?Que decias? -- Tengo una montana de documentos-- dijo con flojera-- me llevare el trabajo a casa. Hice una mueca. -- Un masaje te vendria bien... Sonrio. -- Tal vez manana-- dijo al darme un beso en los labios--hoy debo trabajar. -- El desprecio vale por dos salidas, eh. Sonrio. -- No es desprecio, es un rechazo obligado. -- Me da igual, vale por dos salidas. -- camino hacia la entrada-- Descansa. -- Tu igual. Suspire. La verdad era que, hubiese preferido pasar parte de la noche con ella, con la mente y el cuerpo ocupado, en lugar de pensar en la boda. Mire mi reloj, eran casi las seis, para ese momento Alena estaba a un par de horas de casarse. Aquello dolia, en verdad mataba. Despues de un rato de pensar en ella, tome el movil y comence a buscar en mi agenda, no queria pasar la noche solo, asi que, decidi llamarle a Cassie, y despues de una rapida seduccion, quede de recogerla por la noche. Cuando volvi a casa, me puse a recoger la recamara y me di un bano. Aunque en realidad deseaba con toda mi alma dormir, necesitaba salir, necesitaba pensar en otra cosa. -- Ya me voy-- le dije a Jason. Estaba trabajando sobre la mesa de centro. Me miro. -- ?Ingrid? Negue. -- Cassie. Asintio. -- Asi que me he quedado en casa para acompanar a mi amigo, y el me ha cambiado por una tipa... Sonrei. -- Te has quedado por trabajo, no me culpe. -- Claro que no, yo estaba dispuesto a ponerme ebrio contigo. Sonrei. -- No me esperes despierto, carino-- dije al caminar hacia la entrada. Lo escuche reir. Cuando abri la puerta, mi movil comenzo a sonar. No reconoci el numero y dude en atender, pero al final, tome la llamada. -- Bustamante. -- Soy yo... -- ?Alena? Jason me miro. -- No me case. 2 Mire nuevamente el documento. Solo tenia que firmar sobre aquella linea para, oficialmente, convertirme en la esposa de Christopher, para pasar el resto de mi vida a su lado. Podia sentir la mirada de todos sobre mi espalda, sobre mis manos y la manera en que no dejaba de mover el boligrafo. Estaba nerviosa. -- Es su turno-- repitio el juez al mirame. En ese momento mire a Christopher. <> -- Lo siento -- dije al dejar el boligrafo sobre la mesa-- en verdad lo siento. Christopher me miro confundido. -- ?Que haces? Negue. -- Perdoname, no puedo. Con prisa, me quite el anillo y lo deje sobre la mesa, a un costado del boligrafo. Sin poder mirarle, di la vuelta y sali de ahi ante la mirada de todos y sin importar que mi madre gritara mi nombre una y otra vez. Al salir del lugar, gire hacia la derecha y segui caminando sin direccion alguna, lo unico que queria era alejarme tanto como fuera posible. No podia creer que lo que habia hecho, yo, que habia pasado por aquella humillacion, que sabia como se sentia ser el centro de atencion, el que la gente te mire con lastima. No tenia ni idea de como era que volveria a ver a mis padres a la cara, a mi hermano, sobre todo a Christopher, lo unico que sabia era que ya no sentia que algo oprimia mi pecho. Al estar parada frente al juez, mire a Christopher y no senti mas que miedo, entonces supe que era lo que debia hacer. Cuando la lluvia comenzo a caer, me refugie en una parada de autobus, hasta entonces me di cuenta que habia caminado bastante y que no llevaba ni un peso conmigo. Mire a cada una de las personas ahi. -- Disculpe…-- le dije a una mujer que miraba su movil. Me miro. -- ?Si? Trague saliva. -- No tengo dinero, ni mi movil -- la mujer hizo una mueca--?Me dejaria hacer una llamada para que vengan a recogerme? -- la mujer me miro de pies a cabeza-- Le juro que no tardare nada. Hizo una mueca de desagrado. -- Que sea rapido. Asenti. -- Gracias. Con prisa, tome el movil y marque el numero de Eithan. -- Bustamante-- dijo del otro lado de la linea. -- Soy yo. --?Alena?-- pregunto confundido. Trague saliva. -- No me case. La mujer me miro sorprendida. -- ?Estas hablando en serio? -- ?Podrias venir a recogerme? -- ?En donde estas? Mire a mi alrededor buscando el nombre de la calle. -- La parada numero seis de la linea azul-- dijo la mujer a mi costado. -- ?Escuchaste?-- le pregunte. -- No te muevas, voy para alla. Colgo. -- Gracias-- dije al entregarle el movil a la mujer. Asintio. -- No pude evitar escuchar tu conversacion. Hice una mueca. -- ?Es usted casada? -- Desde hace cinco anos. Asenti. -- ?Cuando se caso no sintio miedo? Nego. -- Tenia nervios, pero, miedo... no. -- Yo si. Me dio panico darme cuenta que pasaria el resto de mi vida con un hombre al que no amo. Me miro. -- ?Entonces por que te comprometiste? Suspire. -- Porque... pense que era una buena idea. Movio la cabeza en forma de rechazo. En ese momento, un autobus se paro frente a nosotros. -- ?Quieres que espere contigo hasta que vengan a recogerte? -- Oh, no-- sonrei-- es muy amable, pero no. Gracias. Sonrio. -- Buena suerte-- dijo al abordar el autobus. Le sonrei como agradecimiento. El agua comenzo a caer cada vez mas fuerte y el viento comenzo a sentirse mas frio. Yo no llevaba con que cubrirme, y claramente las personas me miraban de manera extrana, supuse que era por el vestido. La gente que bajaba de los autobuses se refugiaba a mi lado, fue entonces que una pequena me hizo pensar en Milenka. ?Como le explicaria lo sucedido? ?Como le diria que Christopher no viviria con nosotros? ?Que responderia cuando me preguntara la razon por la que no quise casarme? ?Que demonios habia hecho? Cuando una camioneta negra se detuvo justo frente a nosotros de golpe, todo mundo se mostro nervioso, incluso la madre de la pequena, se paro frente a ella como protegiendola. Eithan bajo de la camioneta, rodeo la misma y se quito la chamarra. -- ?Estas bien? -- me pregunto-- Ponte esto. Asenti y me cubri. Me abrio la puerta del pasajero y me ayudo a subir. La mujer con la pequena me sonrio, y una mujer de mayor edad asintio como aprobando aquella accion. --Te amo-- le dije cuando abordo el auto. Sonrio. -- Yo a ti, pequena-- dijo al poner el auto en marcha-- ?A donde quieres ir? -- A donde sea, mientras sea contigo. Sonrio. Condujo en completo silencio, sin embargo, a pesar de la lluvia jamas solto mi mano. Yo iba observando a toda la gente, algunos corrian, otros se refugiaban en donde podian, pues se trataba de una lluvia atipica. Eithan detuvo el auto justo afuera del edificio de Jason. Bajo del auto y despues de rodearlo, me abrio la puerta. -- Cuidado-- dijo al tomar mi mano y ayudarme a bajar-- esta resbaloso. Asenti. Tomados de la mano, caminamos hasta el elevador y de ahi hasta el cuarto piso. El hecho de que no hablaramos, me ponia nerviosa. Cuando Eithan abrio la puerta, Jason me miro. -- Hola-- le dije. Sonrio. -- ?Que tal la lluvia? -- pregunto. -- Fuerte -- dije sintiendome avergonzada. --?Quieres que te prepare un te? -- me pregunto Eithan. -- No, gracias. Asintio. -- Estaremos en la habitacion -- le dijo a Jason. Este asintio. Una vez que entramos y Eithan cerro la puerta, me miro. -- Yo... -- No digas nada -- dijo al quitarme la chamarra de encima. Me tomo por la cintura y me beso. Si, era el. Solo el podia hacerme sentir tanto con tan solo tocarme, podia hacerme sentir tocar cielo con sus besos. Cuando sus manos bajaron a mi cadera, yo puse las mias en su pecho y comence a desabrochar su camisa boton por boton. Despues me ayudo quitandose la camiseta que usaba debajo. -- Date vuelta -- me dijo. Cuando lo hice, desabrocho el vestido y lo hizo caer el piso. Despues, me cargo y me llevo a la cama. -- ?Ahora si me dejaras tocarte? -- le pregunte cuando se puso sobre mi. Sonrio. -- Dejare que hagas conmigo lo que quieras. La intimidad con Eithan era armoniosa, era increible que aun sin decirle nada, el sabia exactamente que hacer, en donde tocar o besarme para hacerme vibrar. Mi cuerpo se amoldaba perfectamente al suyo. Me encantaba escucharlo gemir cerca de mi oido mientras se hundia en mi. Me gustaba la sensacion de su piel desnuda sobre la mia, ese calor que emanaba de su cuerpo. No habia ninguna duda; el era el hombre a quien amaba, y yo era suya.

  • Al final del camino de Poppy Garcia

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    TANTO SEXO EN UN SOLO BESO

  • La hija del pantano de Karen Dionne

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    Helena tiene por fin la vida que merece. Un devoto marido, dos hermosas hijas, un negocio que llena sus dias. Pero cuando un recluso emplea la violencia para escapar de una prision cercana, se da cuenta de que ha sido una tonta al pensar que podria dejar atras sus peores momentos.

  • Los recuerdos sumergidos de Ana I. Martin

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    Una historia de superacion de una mujer valiente y fuerte a la que la vida le dara una segunzda oportunidad para ser feliz.

  • Su nombre es mia de Frederick Saul G. Sanchez

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    Estefan siempre ha sido un hombre exitoso, es uno de los mejores publicistas de la ciudad de Nueva York, trabaja para la mejor compania de publicidad de la gran manzana; siempre ha luchado por ser el mejor, mantiene una relacion de amigos con beneficios nada mas ni nada menos que con Cassandra Egos quien es una alta ejecutiva de su empresa; asi como tambien lleva una vida de placeres con cualquier mujer que se le cruza en el camino, ya que es un mujeriego empedernido.
    La vida de Estefan un dia da un giro muy grande cuando un gran problema de trabajo se le presenta y para rematar mas su mal dia al regresar a casa se encuentra con una bella joven quien sera el detonante de que toda su vida cambie radicalmente, ya que una promesa del pasado lo unira de una manera totalmente diferente a lo que esta acostumbrado a la hermosa Micaela, quien le ensenara a Estefan a darse una oportunidad y gracias a ella conocera el verdadero amor.
    La ciudad de Nueva York junto a la hermosa ciudad de Sevilla pasando por Minnesota seran los escenarios para que esta historia de amor se desarrolle; Micaela y Estefan estan destinados a estar juntos aunque el mismo Estefan no lo crea asi; os invito a que conozcan el romance de estos dos y disfruten con sus ironicas asi como comicas ocurrencias.
    Aqui os presento a Micaela Olsen y Estefan Andrews en esta historia de amor cuyo titulo es: “SU NOMBRE ES MIA”.

  • La Indiana de Maria Teresa Alvarez

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    Maria Teresa Alvarez referente en la novela historica en Espana

    Una oscura noche de 1877, en el pueblo de Candas, Asturias, los ninos Marina y Silverio pierden a sus respectivos padres en la mar. El se pondra a faenar como pescador para mantener a su madre y sus hermanos. Ella, inteligente y despierta, continuara en la escuela y ayudara a su amigo a seguir educandose. Pero Marina tambien tendra que abandonar pronto los libros, su gran pasion, para trabajar en una fabrica de conservas.

  • Daimon de Jennifer L. Armentrout

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    Durante tres anos, Alexandria ha vivido entre mortales, intentando ser como ellos y tratando de olvidar la mision que debia cumplir por ser hija de un mortal y un semidios. Con diecisiete anos ha aceptado ya que es algo fuera de lo comun para los estandares mortales... y que nunca estara preparada para su mision. Segun su madre, es algo bueno. Pero como cada descendiente de los dioses sabe, el Destino no es algo de lo que te puedas librar. Un ataque horrible fuerza a Alex a volar a Miami para intentar encontrar la forma de volver al lugar que su madre aviso de que nunca debia volver: el Covenant. Cada paso que la acerca a la seguridad es un paso mas hacia la muerte... porque la persiguen aquellas criaturas a las que fue entrenada para matar. Los daimons la han encontrado. La precuela de <>, una puesta en situacion que te revelara el porque de la huida.

  • Las defensas, Gabi Martinez de Gabi Martinez

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    Ante un ataque de locura violenta, un competente neurologo es ingresado en un psiquiatrico. Solo el sabe que su diagnostico es erroneo. Pero aun no es capaz de imaginar que la misma enfermedad autoinmune a la que ha dedicado obsesivamente su vida lo acecha. Su increible lucha contra la enfermedad y el estres corre pareja a la de la historia de este pais desde la Transicion y a la de uno de los pilares de la democracia espanola, un sistema sanitario herido hoy por la jerarquia y por una corrupcion que castiga o expulsa a quien disiente.

  • Controladas de Tierra Salvaje

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    Para Agata no existia duda alguna de que su vida estaba destinada a ser actriz, tarde o temprano. Para ello, habia convencido a su familia para tomar clases de arte dramatico en una academia durante el verano. Su intencion era seguir con esas clases, incluso cuando empezara el curso escolar. Podria llevar ambas cosas adelante pues era buena en los estudios. Agata era una pelirroja estilizada, de piel muy blanca y cabellera abundante y larga, siempre bien cepillada. Estaba muy orgullosa de su cuerpo, rebosante de juventud. Piernas largas, cintura estrecha, vientre plano y duro, pechos erguidos y no muy grandes, perfectos, un trasero respingon y un rostro angelical y pecoso. Sin embargo, esas mismas pecas que tanto atraian las miradas de los chicos, la cohibian un tanto. En su opinion, la afeaban, por mucho que comentaran los amigos, pero, por desgracia, eran imposibles de borrar. De lo que si estaba orgullosa era de sus rasgados ojos verdes, a los cuales acompanaba con unas bien depiladas cejas rojizas. Cuando alzaba una de ellas, en un gesto interesante, una pequena arruga vertical aparecia en su ceno, confiriendole un aspecto maduro. Poseia una nariz estrecha, fina y algo respingona, que su padre denominaba de pura irlandesa, que remataba con una boca pequena, de labios finos y jugosos. Alma sabia que su amiga, a pesar de ser inteligente y voluntariosa, era algo ingenua. No habia dedicado tiempo alguno a conocer otros chicos ni a relacionarse. Solo estudios y peliculas. Ahora, abordaba un mundo nuevo y deslumbrante y podia resultar decepcionada. Era cierto que Alma envidiaba a su amiga, pero se decia, a ella misma, que era una envidia sana. Agata poseia una innata belleza que atraia todas las miradas, pero no se aprovechaba de ella. Alma hubiera querido esa belleza para ella, para disfrutar mucho mas de su vida, pero las cosas eran como eran y debia aguantarse. Sonrio de nuevo, al mirar al profesor Warren. Agata estaba pasando por lo mismo que ella habia pasado; se habia enamorado de su profesor. Agata sintio como su corazon saltaba en el pecho cuando, al final de la clase de interpretacion, Frank la llamo. Disimulo su nerviosismo recogiendo sus apuntes. -- Manana aparecera en el tablon de anuncios, pero me gusta decir las noticias personalmente --dijo el profesor acercandose a ella. -- ?De que habla, profesor Warren? --De que has conseguido el papel principal en la obra. !Enhorabuena! -- !Dios! ?De verdad? --exclamo ella, saltando impulsivamente. --Si, asi es. Eres una de las mejores alumnas de este curso y no he dudado en dartelo. --Muchas gracias, profesor Warren, yo… --Ahora, vamos a trabajar juntos durante muchas horas. No es necesario que me trates con tanto respeto. Llamame Frank. Agata ni se entero de que sus pies la habian llevado ante su casa. Durante todo el camino, su mente dejo volar la imaginacion y protagonizo multitud de suenos alocados. Nada mas subir a su habitacion, llamo a Alma y le comunico la noticia. --No, no. No es ese el tono. Muy mal. Repetiremos la escena --dijo Frank, cortando el ensayo. --Lo siento, pero no me sale de otra forma --se excuso Agata, un tanto avergonzada. Llevaban ya tres semanas de ensayos y Agata fallaba en nimiedades que deberia haber asumido ya. Llego a pensar, en ocasiones, que no estaba preparada, que el papel le venia grande. Frank agito el guion delante de su rostro y la miro fijamente, algo furioso. --Se supone que eres una mujer despechada, amargada, llena de odio. No puedes hablarle al causante de tus penas de esa forma, Agata. !No estas pidiendo un sandwich en la cafeteria! Debes mascar cada palabra; tu voz debe destilar odio y pasion a la vez. Tus ojos deben apunalarle. Eso es lo que debes sentir. --Lo siento. -- !Y no digas mas "lo siento"! !Afirma tu caracter! Agata sintio como su garganta se atenazaba; un nudo, formado por la verguenza, el desencanto y rabia, la impidio decir nada mas. Las lagrimas brotaron, incontenibles, y Agata huyo del escenario. Diez minutos mas tarde, Frank llamo a la puerta de uno de los camerinos donde ella se habia refugiado. --Agata, por favor, ?puedo hablar contigo? --dijo desde el otro lado de la puerta. Al no tener respuesta, empujo la puerta y entro. Agata se encontraba sentada delante del espejo, secandose los ojos y retocando un poco su maquillaje. --Vengo a excusarme por todo lo que te he dicho. Estaba furioso y no me he podido contener. Defecto de actor --dijo, encogiendose de hombros. La broma no funciono; ella le miro con ojos atormentados. --En serio, Agata. Se que todo esto es duro, que piensas que no lo podras conseguir, pero si puedes. Tienes madera y posibilidades; solo necesitas… concentrarte. --No es necesario que me animes. Me he dado cuenta de que no sirvo para esto. No he podido contener las lagrimas en el escenario. Vaya fracaso de actriz --sorbio ella. --No, no. Estas equivocada. Los actores deben de ser totalmente impresionables, llenos de sentimientos encontrados que les permitiran adecuarse al papel. Eso es bueno, solo que debes pulirlo. -- ?Y como lo hago? --Veras, tenemos aun tiempo, pero no puedo dedicartelo a ti solamente en el plato. Hay otros estudiantes que me necesitan. Si pudieramos vernos fuera de clases… No se, una tarde de sabado, por ejemplo. Podria ensenarte muchas cosas, trucos de la profesion, que te ayudarian a concentrarte en tu personaje. --Eso seria estupendo --dijo ella, animandose. -- ?Que tal si vienes a mi casa este sabado? --Estupendo. --Te dare la direccion. Yo mismo te acompanare a casa cuando acabemos. Agata sintio de nuevo su corazon acelerarse. Era lo mas parecido a una cita que ella pudiera imaginar. La casa de Frank era bastante curiosa. Segun el, la empezo a construir su bisabuelo y su padre la termino. Grande y con un amplio jardin trasero, el edificio contenia varios estilos arquitectonicos, debido a los diversos propietarios que colaboraron en su terminacion. El timbre resulto ser una graciosa cadenita que activaba un carillon. Frank la saludo y la hizo pasar. Hacia un poco de frio en la calle y la recibio con una taza de chocolate caliente que no se atrevio a rechazar, aunque en casa nunca lo tomaba, pues cuidaba de su silueta. Frank entro en materia rapidamente y repasaron partes del guion. A medida que pasaban las horas, Agata se sentia mucho mas comoda y llegaba a bromear constantemente. Se le paso el tiempo volando y Frank, cual solicito caballero, la acompano a casa en su coche. Agata suspiro a solas en su dormitorio; estaba viviendo algo especial, casi un cuento de hadas. Durante dos semanas, la chica acudio puntualmente casi a diario. Los dos habian llegado al acuerdo de que debian repasar diariamente. Frank hizo mucho hincapie en que no debia comentar con nadie aquellas clases particulares, porque las habia negado a muchos otros alumnos. Aquello convirtio la relacion en algo especial para Agata. Frank la ayudaba a ella, solo a ella. La hacia sentir que era parcialmente suyo.

  • Tengo una cita de Sophie Kiss

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    Laura y Dominic se conocen por internet, se conocen, comparten sus mas intimos secretos hasta que se enamoran, pero llego la hora de conocerseen persona, tarde o temprano llega ese gran momento.

  • Manson. La historia real de Tom O'neill

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    El fiscal Vincent Bugliosi creo un relato falso sobre los crimenes de la familia Manson, pero ?que sucedio realmente en Hollywood el verano del 69 en Cielo Drive?
    Entra en los secretos del FBI, de la CIA y en la era psicotropica de los anos 60. Entra en la mente de Charles Manson.

  • A tumba abierta de Alfonso Domingo

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    De como, por una venganza, robaron en secreto el cadaver de Franco

  • Baila para mi, Patricia Marin de Patricia Marin

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  • Sweet Manhattan de Lina Galan

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    Aquel fue un gran descubrimiento para Brooklyn. A sus cinco anos, la nina obedecia fielmente a Jocelyn, su nanny, que solia acostarla cada noche y le leia un cuento hasta que se quedaba dormida. Pero, en aquella ocasion, la inocente lectura no fue suficiente para que su sueno se volviera profundo. Unas voces en la planta de abajo le hicieron levantarse y caminar descalza por el pasillo, con su primoroso camison blanco de encajes. Su curiosidad infantil la llevo a la parte superior de la escalera, donde, agarrada a la baranda de madera, oteo el horizonte en busca de los acontecimientos que tenian lugar en la parte inferior de la casa. Aquellas voces y risas resultaron deberse a una de las veladas sociales que organizaban sus padres mientras ella y su hermano, Kayden, cuatro anos mayor, dormian apaciblemente en sus habitaciones. Observo a su madre, Alice, tan elegante como siempre, y a su padre, Cameron Edwards, candidato por aquel entonces a la alcaldia de Nueva York y que necesitaba de aquellas reuniones para obtener votos y popularidad. Tambien observo al hombre que ella conocia como el abogado de su padre y que aquella noche aparecio con su hijo, un chico de unos dieciocho anos, alto, moreno y con una contagiosa sonrisa. En cierto momento, el joven elevo su mirada y se topo con la de Brooklyn, cuya carita permanecia entre los barrotes de la balaustrada. El muchacho sonrio, le guino un ojo, y ella le devolvio la sonrisa, aunque despues el volviera a sus cosas de adulto, como estrechar manos y saludar. El caso es que aquella no fue la unica vez que la nina aparecio en lo alto de la escalera. A partir de entonces, cada vez que Brooklyn oia algo que le hiciese sospechar que habia visitas, se hacia la dormida tras la lectura del cuento por parte de Jocelyn y, minutos despues, andaba descalza hasta la escalera, se sentaba en el primer escalon y apoyaba su rostro entre los barrotes. En su mente infantil, sonaba que aquel joven un dia decidia subir los peldanos, la tomaba de la mano y la acompanaba a mundos lejanos, con caballos que volaban y arboles de gominola. La cria fue creciendo, y los suenos con aquel chico se transformaron en otros muy diferentes. Ya era una adolescente cuando continuo con la misma rutina nocturna. Aunque ya no necesitaba a su ninera para arroparla, ni cuentos que la hiciesen dormir, se levantaba a hurtadillas y corria hacia la escalera para buscar con la mirada a Jonathan Reed, el protagonista de sus suenos ya nada infantiles. Incluso, si alguna vez invitaba a alguna de sus amigas a dormir, todas ellas corrian hasta el descansillo en plena noche para poder comentar los vestidos de las mujeres, sus peinados o la aparicion de algun chico que pudiese suscitar algun interes, algo que no solia ocurrir muy a menudo en reuniones de politicos de la edad de sus padres como minimo. Brooklyn tenia catorce anos y calculo que Jonathan tendria sobre los veintisiete el dia que este se presento en su casa con su prometida, una rubia a la que odio de inmediato a pesar de su cara de angel. --Es muy mayor, te lo he dicho mil veces --comento Sally, una de sus amigas--. ?Como te puede gustar un tipo tan viejo? --No es viejo --gruno Brooklyn--, y es guapisimo. ?No habeis visto los bonitos hoyuelos que se le forman cuando sonrie?, ?y sus ojos verdes? Jamas en mi vida he visto unos ojos como esos. --Sin dejar de contemplarlo, suspiro ruidosamente. --A mi tambien me parece mayor --intervino Kimberly, otra de sus mejores amigas--, aunque lo salva bastante como va vestido. Me gustan los chicos con uniforme. Jonathan, por aquel entonces, ya era el teniente Reed. Despues de sus estudios en Harvard, se alisto en el cuerpo de Marines --Brooklyn no supo nunca el motivo, aunque oyo hablar a su padre sobre el disgusto de su amigo-- y lo solian enviar a misiones en el extranjero, por lo que sus visitas se habian espaciado considerablemente. Su padre, Samuel Reed, fiscal asistente del distrito, no parecia estar muy contento con el hecho de que su hijo no continuase con la tradicion familiar de dedicarse al derecho, pero parecia ser que Jonathan tenia bastante claro su futuro militar. --Vale, aceptamos que sea guapo --continuo Sally--. Pero ?que me dices del detalle de que tenga novia? !Y encima es una belleza! --No es la primera novia que presenta --se defendio Brooklyn--. Seguro que con esta tambien acaba rompiendo. --Tal vez, pero se ven muy enamorados --la pincho Sally. --Como con todas las demas --volvio a defenderse. --Y, luego, ?que? --pregunto su amiga--. ?Te casaras tu con el? --Lo veo un poco improbable --dijo Kimberly, con petulancia--. Hasta aqui llegan los destellos del enorme anillo de prometida que lleva la chica en el dedo. Brooklyn sintio unas enormes ganas de empujar a sus invitadas escaleras abajo. !Debian apoyarla! ?Para que estaban las amigas, si no? --!O puede que se muera y acabe viudo! --grito, presa de la rabia. --Oh, vamos, Brook, no te pongas dramatica. ?De verdad vas a desear que se muera la pobre chica? --Yo no he dicho eso, pero podria pasar. --Brooklyn se sentia ligeramente mal por su comentario desafortunado, pero no pensaba retractarse ante ellas--. Las personas tienen accidentes todos los dias... --!Deja de decir eso, Brook! --exclamo Kimberly--. ?Por que no admites de una vez que un hombre como ese jamas se fijaria en ti? !Eres una nina! --Muchas gracias, amiga --gruno, enfurrunada. Le sento muy mal que no le dieran ninguna esperanza, aunque fuese fingida, como haria cualquier amiga. Algo asi como <> o <>. !Las amigas estaban para lo bueno, para lo malo y para mentir si era necesario! Lo malo, en aquel asunto, fue que llevaban toda la razon. Jonathan y su prometida se casaron un ano despues. El dia de la boda, Brooklyn se paso el tiempo engullendo canapes y probando a escondidas todas las bebidas alcoholicas que ofrecieron en el banquete. Como resultado, pillo su primera borrachera y, para colmo, no llego ni a acercarse al novio, que, por cierto, con su uniforme militar estaba espectacular. La ultima vez que Brooklyn vio a Jonathan en su casa fue la noche que aparecio con su mujer embarazada. La joven ya no apoyaba su cara en los barrotes de la escalera, pero si se quedo en el piso superior, para poder contemplarlo, como siempre, desde la distancia. Los vio tan felices que sus suenos infantiles murieron aquel mismo dia, puesto que ella misma ya era una mujer adulta, que estudiaba, salia con chicos, se divertia... y en cuya vida ya no habia espacio para el joven de bonita sonrisa que siempre contemplo desde la altura de una escalera. Ese chico se habia convertido en un hombre casado y futuro padre, muy lejos de su alcance. Aunque si que volvio a saber de el: en el funeral de su esposa. El dia que Brooklyn supo la noticia, lloro amargamente, sintiendose culpable. Ella habia llegado a desear la muerte de esa mujer y dicho deseo se habia cumplido... El ya capitan Reed estaba destinado en Tunez, donde hubo un atentado en los alrededores de la embajada norteamericana. La mala suerte quiso que ese dia, el y su esposa estuviesen invitados, junto al resto de oficiales, a una recepcion con el embajador. Un coche bomba mato a varios soldados y diversos civiles, entre los que se encontraba la mujer del capitan. Tambien hubo heridos, uno de ellos Jonathan, que no pudo asistir al funeral de su difunta esposa debido a la gravedad de sus heridas... --Es bonita la cicatriz --le dice el chico. El corazon le da un vuelco y se lleva la cabeza de muneca al pecho. --?Bonita? Es una cicatriz. --Es una senal de haber sobrevivido. JULIANNA BAGGOTT, Puro Capitulo 1 Un agudo dolor de cabeza, sed y sensacion de nauseas fueron los sintomas que reconoci en el momento de despertarme: aquello era una horrible y pesada resaca. Ciertos flashes de la noche anterior asaltaron mi mente embotada, pero preferi intentar levantarme antes de que pensar demasiado terminara haciendome explotar el craneo. Nada mas abrir los ojos, parpadee por la intensa claridad que ya entraba por la ventana, lo que me hizo incorporarme de golpe en la cama, a pesar de los pinchazos en las sienes. Porque, si entraba tanta luz, se debia a que ya serian mas de las ocho... --!Mierda! !Voy a llegar tarde! !Otra vez! Fue justo al desprenderme de la sabana que descubri mi cuerpo desnudo. ?Desde cuando me acostaba yo asi si tenia una buena coleccion de pijamas? Temiendo responderme a mi misma a esa pregunta, ladee la cabeza hacia el otro lado y me encontre con lo que mas temia: un desconocido durmiendo junto a mi, en mi cama, acurrucado en mi almohada, tan en pelotas como yo. --!No, no, no! Pero !?que hice anoche?! Por mas que escarbaba en mi cerebro, no encontraba mas que unas pocas imagenes de mi misma en la fiesta de Patrick, de mis amigas, del retumbar de la musica, de un bailecito sexy encima de una mesa... Ya no habia tiempo para eso. Debia deshacerme de aquel tipo ya. --!Eh, tu, despierta! --grite mientras lo zarandeaba--. !Despierta de una vez, joder! El desconocido parpadeo, me miro y despues miro a su alrededor. --?Donde estoy? --En la Casa Blanca, capullo. !Levantate ahora mismo! --Le di un empujon y el cuerpo del hombre impacto con un golpe seco contra el suelo de madera. Hasta a mi me dolio. --!Oye, guapa! --se quejo, tras incorporarse--. !Seguro que anoche no me echaste asi de tu cama! --!?Que paso?! --le exigi saber--. ?Tu y yo...? Ya me entiendes... --!Y yo que se, no me acuerdo! --refunfuno mientras buscaba su ropa y sus zapatos--. ?Donde demonios estan mis cosas? --Ay, Dios... --murmure--. !Mira en el bano! ?Me habria metido en la ducha con ese tipo? ?Y que habiamos hecho con la ropa? !La mia tampoco estaba por ninguna parte! --Solo he encontrado los calzoncillos y los zapatos --dijo el chico antes de salir con esas pocas prendas sobre su cuerpo. Me habria reido ante semejantes pintas si hubiese sido buen momento para hacerlo. --?De verdad no puedes acordarte de si nos acostamos tu y yo? --insisti. --Lo ultimo que recuerdo es verte caer de una mesa --me explico--. Te tuve que coger al vuelo porque estabas muy borracha, te enganchaste a mi cuello y, despues de eso, nada. --Oh, genial --me lamente. !Ni siquiera podia saber si habia usado proteccion! --A ver, a ver, no entremos en panico. --Me coloque una camiseta que saque de un cajon, para taparme, y retire las sabanas hasta tirarlas al suelo--. Tu mira debajo de la cama, yo lo hare entre las sabanas. --?Y que se supone que tengo que buscar? --!Un condon usado, idiota! --Ah, vale, entiendo... Por si lo hicimos a pelo, ?no? --Oh, callate... --gemi. Con tan solo oir aquella posibilidad, me inundo el panico... porque aquello me hizo recordar que mi vida sexual era un autentico desastre. En las pocas relaciones que habia tenido, ni siquiera habia sido capaz de disfrutar del sexo, y, para una vez que parecia haberme desmelenado y decidido meter a un desconocido en mi cama, resultaba que no me acordaba de nada. ?Y si esa vez habia tenido un orgasmo colosal? !Nunca lo sabria! Mire al tipo, tirado en el suelo, buscando un condon, con solo unos zapatos y unos feos calzoncillos de color gris sobre su cuerpo. Arrugue la nariz. Dudaba mucho que hubiese sido el polvo de mi vida. Di un respingo cuando unos golpes en la puerta resonaron en toda la habitacion. --!Brooklyn, cielo, abre la puerta! !Te has quedado dormida! !Llegaras tarde al trabajo! --!Voy, Jocelyn! --grite--. !Un momento! --?Quien es Jocelyn? --murmuro el chico. --Mi nanny, tienes que largarte. --?Tu nanny? ?Como vas a tener ninera con...? --Fruncio el ceno--. ?Cuantos anos tienes? --Tengo veintiseis, y, ahora, largate de aqui. --?Y por donde quieres que salga si tienes a tu ninera aporreando la puerta? --Por donde va a ser, !por aqui! --Abri la ventana y le senale el alfeizar y la pared cubierta de enredadera por donde debia deslizarse. --!?Por la ventana?! --exclamo--. !Ni hablar! !Puedo matarme! !Y estoy casi desnudo! --Al menos llevas el culo tapado. --Sonrei ante la suerte que tuvo de haber encontrado al menos los calzoncillos--. !Agarrate a las ramas, veras que facil! --Joder... --refunfuno mientras colocaba las rodillas en el alfeizar--. Si me he acostado contigo, puede resultar el polvo mas caro de mi vida si me rompo un hueso. Y si no lo hemos hecho... demuestro ser muy estupido. --!Brooklyn, carino, abre! --insistia una y otra vez Jocelyn. --!Ya voy, espera un segundo! --Despues de contestar, volvi a dirigirme al supuesto desconocido--. !Vamos, baja! !Solo es un piso! --!No, espera...! Pero la negacion se perdio entre las hojas de enredadera cuando lo empuje y, a continuacion, cerre la ventana, puesto que los gritos y los intentos de abrir la puerta me estaban poniendo nerviosa. Crei captar un golpe sordo sobre el parterre de hortensias, pero lo ignore. Tras dar un suspiro, corri a abrir. --!Nina! --exclamo al entrar en mi cuarto--. ?Por que has tardado tanto? --Ya no soy una nina, Jocelyn. Puedes pillarme con el culo al aire. --?Quieres decir como estas ahora mismo? --La mujer elevo una ceja al senalar mi indumentaria, que no me tapaba, precisamente, ni el trasero. Poco despues, arrugo la nariz y se dirigio a la ventana--. !Y abre un poco, por el amor de Dios! !Huele a...! Me dirigi con rapidez a asomarme, en busca de un joven medio en pelotas que quiza yacia, inconsciente, sobre las hortensias... pero, al parecer, habia logrado sobrevivir, porque no encontre a nadie. Suspire, aliviada de que no le hubiese pasado nada y, no lo voy a negar, para no tener que dar explicaciones a Jocelyn, lo que en aquel momento me parecio lo mas importante. --?A que huele? --le pregunte a mi nanny con una sonrisa candorosa, intentando disimular el nerviosismo que aun me atenazaba. --A que tienes que meterte en la ducha ahora mismo --me apremio--. Pero no tardes en bajar, porque, antes de irte, tu padre tiene que hablar contigo. Ah, y Kayden tambien esta aqui. --?Mi padre quiere hablar conmigo? --solte, escamada--. ?Y que diantres hace aqui mi hermano? !No puedo atenderlos ahora! !Ya voy con media hora de retraso! --Pues sera una hora entera, no creo que a Harper le importe. !Vamos! !Espabila! --Joselyn puso los brazos en jarras al mirar a su alrededor mientras yo me metia rauda en el bano--. Menudo desastre de cuarto. !Y luego dice que ya no es una nina! Me duche a toda prisa, desenrede mi melena cobriza y me vesti con un pantalon negro y una blusa verde esmeralda. Cogi mi neceser para maquillarme en el taxi y ahorrar tiempo, y baje hasta el comedor, donde me esperaban mis padres y mi hermano en mitad de un espeso silencio. En lo primero que pense fue en que debia buscarme cuanto antes un lugar donde vivir, independizarme, pues ya no tenia edad para tener ninera ni para aguantar las broncas de mi progenitor. Aunque, con toda probabilidad, este iria a buscarme donde quisiera que viviese para imponer sus normas de politico. --!Lo siento, pero ya voy tarde! --exclame en un intento de salir corriendo e ignorarlos a todos. --Alto ahi, jovencita --me detuvo mi padre--. Creo que sabemos el motivo de tu tardanza de hoy. --Vamos, papa, no necesito un sermon a esta hora de la manana. Si, ayer sali de fiesta; si, bebi un poco; si, Harper me matara. Pero no creo que nada de eso pueda empanar tu imagen. --?Estas segura de eso? Cameron Edwards, mi padre, exalcalde de Nueva York y candidato a gobernador, tecleo en su telefono movil y lo planto delante de mi. Suplique que se me tragara la tierra cuando contemple aquel video subido a YouTube, donde podia verme a mi misma, borracha, bailando y cantando encima de una mesa, de donde cai en brazos de un tipo que me cogio al vuelo y que reconoci como mi companero de cama. Solte un jadeo al contemplar como nos besabamos en la boca, aunque quien estuviese grabando se centro en la parte inferior de mi anatomia, ya que se me subio el vestido hasta la cintura y mostre mi tanga de encaje negro a toda la concurrencia. Palideci. !Mi trasero ocupaba toda la pantalla! --!Por Dios, papa! --grite, alterada--. ?No puedes hacer que lo eliminen? --Oh, claro, ?por que no se me habra ocurrido antes? --respondio con ironia--. Pero me extrana que una milenial como tu no recuerde que existen las capturas de pantalla y toda clase de herramientas para conservar algo asi. Mi animo cayo al suelo en ese mismo instante. No era la primera vez que avergonzaba a mis padres, aunque juro que jamas lo habia hecho a conciencia. --Lo siento, papa, yo... --?Y que me dices de mi, Brook? --intervino Kayden--. ?Crees que no voy a ser el hazmerreir de la prensa britanica... otra vez? La mala suerte --al menos para mi-- quiso que, si no habia bastante con tener un padre con cargo publico, tuviera un hermano prometido a una joven y noble inglesa, Elizabeth, hija del conde de Pembroke. Se conocieron en una fiesta de amigos comunes, recibieron el impacto de Cupido y, unos meses mas tarde, se encontraron inmersos en la ceremonia de peticion de mano. A la vista estaba que Kayden se movia en circulos mas selectos que yo. --!Oh, vamos, dejad de mirarme como si creyerais que pretendo humillaros por deporte! -- estalle--. !Tengo veintiseis anos! !Tengo que divertirme!

  • Un solo dia, Alexandra Danell de Alexandra Danell

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    Crystal nunca penso que cumplir la mayoria de edad pudiera marcar toda su vida. No solo por conocer algunos de los secretos que su despegada familia guardaba, si no porque el amor le toco demasiado profundo.
    Harold, el novio de su desconocida y odiosa prima, se convertira en su primer amante, ahora solo queda saber si eso sera amor por parte de los dos.
    Una familia peculiar, una heredera rebelde y un joven britanico que llego para poner su mundo patas arriba.

  • Mas que un cuerpo de Monica Katz

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    ?Como enfrentar un paradigma de belleza y delgadez que pone en riesgo nuestra propia salud? Katz enfrenta el discurso de los medios de comunicacion, la creciente epidemia de “dietismo”, un ideal de belleza inalcanzable y un modelo cultural alcanzar nuestra propia (y unica) belleza.

  • La Creadora Hielo y Llamas de Haimi Snown

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    En un mundo gobernado por los ergys, Anahy es una insignificante coctel, una mezcla entre los seres de fuego que aborrece y los pobres nulos que han nacido sin dones. Su poca energia no basta para ser recibida en el circulo de los primeros, pero es demasiada para ser aceptada por los segundos.
    Encontrar un sitio al que pertenecer es su sueno, y espera poder cumplirlo en la fria Isla Held.
    Pero cuando la fachada de mentiras empieza a derretirse, Anahy descubre que la verdad tiene una cara horrible: la de Sasha, un cabezota y desesperante ergy. El mayor tramposo, su principal adversario, un villano nato.
    ?Podra una coctel controlar el fuego, el privilegio de los ergys?
    ?Aceptara un amor fundado sobre enganos?
    ?Encontrara la libertad en una carcel de hielo?

  • Alteravita, Estefania Yepes Sanchez de Estefania Yepes Sanchez

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  • La cuarta victima de Mari Jungstedt

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    ?Que relacion hay entre un atraco a mano armada y un crimen nunca resuelto? Descubrelo en una nueva entrega de la serie de Gotland.

  • Llegaste por sorpresa de Enrique Garcia Diaz

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    Cuando Graham recibe la oferta para trabajar con el mejor amigo de su hermano acepta enseguida. Hacer de chofer para el es pan comido, lo complicado sera cuando tenga que trabajar para la hija de Robert, Erin a la que no ve desde que era una nina.

  • In love (Almost 2) de Adriana Ls Swift

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    No todo es como parecia ser.

  • Sin compromiso (Bolonia 2) de Laimie Scott

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    No te pierdas la divertida, actual y adictiva segunda entrega de la serie romantica <> de Laimie Scott.

  • Un Golpe Inesperado de Mariana Torres

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    Cansada de la rutina, Dolly anhela algo de emocion en su vida. Colton, cansado de los giros sorpresivos de la vida, empieza a plantearse terminar de una vez por todas con su existencia. La unica testigo del intento de suicidio no puede ser mas que Dolly. ?Que sera de estos desconocidos cuando el destino los ponga en el mismo camino?

  • Sonar en puntas de Laura Benito

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    Todos corrian por los pasillos. Desde fuera se podian sentir los nervios a flor de piel que habia. Estabamos listos para esto. Ibamos a conseguirlo. Me dirigi a mi camerino. Sally ya me habia dejado todo listo. Mi traje. Mis puntas. Mis pasadores. Mi maquillaje. Pero me seguia faltando lo que yo mas necesitaba. Lo necesitaba para triunfar. Alguien toco mi puerta. -Senorita Price, primer acto en 40 minutos. Tenia 40 minutos, no se si para arreglarme o para convencerme de que podia hacerlo sin ello. Me coloque mi traje. Verdaderamente parecia un cisne. El maillot1 lleno de pedreria de diamantes, palabra de honor, unido directamente al tutu blanco nieve continuado con las preciosas piedras era impecable. El tul2 era un tono blanco roto para que quedase mas perfecto el contraste del cisne. Sally me habia colocado todo el maquillaje perfectamente ordenado, pieza por pieza. Me hice el mono trenzado y pegado en la parte baja de la cabeza, como tradicionalmente se hace. Me esparci por la cara la base liquida de polvos de talco para dar el tono de cisne. Todavia me acuerdo de aquel dia, el dia en el que vi la fotografia de mi abuela Mara situada en lo alto de su salon. * * * Tendria alrededor de siete u ocho anos. Yo estaba tranquilamente jugando y rondando por la casa de mis abuelos, cuando alce la cabeza para contemplar algo que habia visto por el rabillo del ojo. Ahi estaba, se trataba de una fotografia tomada en el ano 1972, como bien ponia en el pie de foto. Era una fotografia en blanco y negro, tomada en el momento justo en el que una bailarina realizaba una posicion intacta y hermosa. Llevaba un maquillaje de ojos muy extranos, con unos adornos en la cabeza que lo asemejaban a plumas negras. En los pies llevaba unas extranas zapatillas y se sostenia sobre ellas. Era lo mas parecido a un cisne, pero oscuro. En ese momento me quede inmovil alli de pie. Fue entonces cuando la abuela Mara entro, y al verme alli sorprendida, lanzo una sonrisa esplendida y se sento a mi lado, en el sillon donde ella solia coser. -Pequena Jackie, ?Sabes quien es esa joven bailarina? -No abuela. -Soy yo carino, en el mejor dia de mi vida, antes de tener a tu madre claro. – ?Eres tu abuela? ?Que estabas haciendo? ?Y sobre que te sostienes? Esos zapatos son un poco extranos. Mi abuela rio y juraria haber visto asomarse una lagrima, ?de felicidad? -Carino, se llaman puntas, las utilizan las bailarinas de danza clasica. – !Quiero unas! -No es tan sencillo de utilizar carino. Ese dia estaba representando al cisne negro. De la obra de El Lago De Los Cisnes. – ?Sigues bailando abuela? -Oh no, no carino, ya deje de hacerlo hace mucho, cuando tuve a tu madre. Pense que quizas ella seguiria mis pasos, pero tu mama era mas partidaria de otro estilo de baile moderno. -Abuela yo quiero ser como tu. Quiero ser una bailarina. -Mi pequena bailarina. Y se le cayo la lagrima. En ese momento lo supe. Volvi a mirar la fotografia y esta vez, la lagrima se me cayo a mi. No logre saber por que, pero lo que si sabia era que, si mi madre no lo habia hecho, seria yo quien lo haria. Yo seguiria los pasos de mi abuela. * * * Y ahora que habia llegado hasta aqui, no estaba. Lo que mas apoyo me daba, mi pilar, la razon por la que empece a bailar. La fotografia de mi abuela, no estaba. Acabe de arreglarme justo cuando escuche a Step gritar. -Cinco minutos para el primer acto pequenas cisnes. Me coloque mis puntas y cuando iba a salir, alguien volvio a llamar a mi puerta. Abri. Ahi estaba. Despues de todo, habia tenido el valor de venir. Pero, ?a que? No solo me habia destruido a mi, sino que, ?tambien queria destruir mi sueno? Fui a hablar, pero no me dejo. -No digas nada, tan solo cogelo. Con toda la rabia que habia salido de mi, no me habia fijado en lo que llevaba en la mano. Me lo entrego. -Como has… -Luego tendremos el tiempo suficiente para hablar Cisne, pero ahora, tienes un sueno que cumplir. Antes de poder responder a eso, me beso, y se marcho. Me quede ahi parada, mirando como se marchaba, vestido de traje, ?Por mi? No lo sabia, pero no era el momento. Era mi momento, e iba a salir ahi y cumplir mi sueno, por lo que he luchado y he sufrido para llegar a cumplirlo. Antes de irme mire lo que me habia entregado y le di un beso. La fotografia de mi abuela. Capitulo 1 Mi primer dia estaba cerca. Iba a ser en una semana, mi primer dia en la Universidad de bellas artes de Seattle. Era el cambio radical que necesitaba. Llevo toda mi vida viviendo en Nueva Jersey. Mis padres y mis hermanos no quieren que me marche, pero tengo que hacerlo para lograrlo. – ?Vendras a vernos cada fin de semana Jacqueline? -Ethan, sabes que no puedo. Seattle esta a 41 horas de aqui. Pero vendre siempre que pueda a veros. -Bueno… esta bien, no te olvides de mi Jackie. Deje de colocar lo que me faltaba, me gire hacia el y lo abrace con todas mis fuerzas. -Nunca me olvidaria de ti Ethan. Te quiero muchisimo, ?me has oido? -Yo tambien te quiero Jackie. En ese instante entro en la habitacion Maverick. – !Yo tambien quiero! Y se tiro encima nuestra como de costumbre. Iba a echar mucho de menos a mis hermanos. Me encanta estar con ellos, y ayudarles en sus peleas tontas. Ambos son gemelos. Tienen diez anos menos que yo, es decir, nueve. Los dos tienen una melena rubia un poco larga, pero sin llegar a los hombros ni mucho menos, y unos grandes ojos azules. Si, ellos se habian llevado la parte buena de la familia. Mi mama era rubia con ojos claros y mi papa moreno con ojos claros al igual. Y yo, era la replica exacta de mi abuela Mara. Pelo largo, liso y de un tono chocolate con mechas mas claras que me hice el verano pasado. Mis ojos eran de un tono caramelo y bastante grandes. No me quejo de nada la verdad, todo lo que he heredado de mi abuela, es una maravilla. Me dirigi abajo. Mi padre ya habia puesto en la entrada de casa todo el equipaje necesario. Las demas cosas necesarias para vivir, ya estaban en mi nuevo cuarto en la residencia de la universidad. Mis padres me dieron la opcion de alquilar a las afueras del campus un pequeno apartamento para mi sola. Pero lo cierto es que no me apetecia mucho. Tenia esa ilusion de sentirme una universitaria, y tener mi cuarto con alguna companera extrana como en todas las peliculas y libros que habia visto hasta ahora. Mi padre estaba sentado en la cocina junto a mi madre mirando fotos. Cuando me acerque pude ver que se trataban de mis primeros dias en ballet. En la academia de la senorita Hudson. Mi madre estaba llorando, la abrace por detras. -Parece que fue ayer cuando empezaste a bailar Jacqueline. -Lo se mama, a mi tambien me ocurre. -Jacqueline, ten mucho cuidado por favor. No hagas cosas de las que te puedas arrepentir, ni hagas tonterias, podrias lesionarte. -Esta bien papa. No os preocupeis por nada. Me despedi de todos. Nos dimos un gran abrazo y mi padre me llevo hasta la estacion de autobuses de Nueva jersey centro. Cuando me monte en el coche, me dio realmente pena dejar todo esto atras, todo esto con lo que yo habia comenzado, el lugar en el que di los primeros pasos de mi vida y el lugar en el que aprendi a bailar. Ahora yo, Jacqueline Price, iba a ser oficialmente una universitaria. Iba a dejar la pequena academia de la Senorita Hudson, por la gran Universidad, para conseguir mi sueno. Por mi abuela. En ese momento me acorde. -Papa, tengo que despedirme de la abuela, ve rapido. -Jacqueline no hay tiempo. -Papa, rapido, siempre hay tiempo para la abuela Mara. -Esta bien. No podia irme sin despedirme de ella. Estaba tan contenta de que su nieta siguiera sus pasos que cada vez que tenia una audicion, venia a verla, e incluso antes de acabar el acto, se levantaba y aplaudia como loca con sus lagrimas cayendo. Mi abuela era mi todo. La queria como a nada. Verdaderamente, no me iba a ir sin despedirme de ella. Porque gracias a ella, voy a donde voy. Mi padre aparco y antes incluso de parar, creo que yo ya estaba en la puerta de mi abuela. – !Carino! ?No tendrias que estar ya en la estacion? El autobus sale en 30 minutos.

  • ?Donde crece el dinero? de Laura Mascaro

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    ?Por que las huchas tienen forma de cerdito?

  • Monster Addiction, Patrick Norton de Patrick Norton

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  • El libro de los quizas de Fran Russo

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    ?A que no eres capaz de leer solamente el primer capitulo?

  • El nino filosofo de Jordi Nomen

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    La herramienta ideal para que familias y educadores desarrollen la inteligencia filosofica de los ninos
    Los ninos tienen una extraordinaria capacidad de asombro y una curiosidad practicamente ilimitada, dos cualidades que los convierten en pequenos grandes filosofos. El nino filosofo es una herramienta clave, tanto en casa como en la escuela, para potenciar esta inteligencia filosofica que les permitira desenvolverse como ciudadanos activos y comprometidos.
    El libro esta organizado en dos partes: la primera parte nos invita a considerar los beneficios que la educacion filosofica puede conllevar en el desarrollo intelectual, personal y social de los ninos. La segunda parte plantea doce grandes preguntas, legado de doce importantes pensadores de la tradicion occidental, y propone ejercicios practicos para que familias y educadores puedan abordarlas con los ninos desde la critica, el dialogo, el juego y la creatividad.

  • En la piscina vacia de Felix Sabroso

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    Llevaba ya mas de dos anos sin escribir. Casi ni siquiera fantaseaba con hacerlo. Me habia dedicado un tiempo, demasiado, a esa pequena literatura oral que nos convierte en charlatanes de fiestas, sobreactuados de red social, manipuladores de las palabras en favor de un goce no siempre de ida y vuelta. Un intenso palabritas, sobrado y elucubrador. Un pesado a evitar, soportable solo a ratos. Siempre conseguia eludir el papel. No queria bajar al sotano, aterrado ante el sonido que de alli me llegaba. No era un sonido, era un terrible olor que a duras penas conseguia disfrazar, un hedor sonoro como un grito podrido. Pensaba a menudo que era cuestion de tiempo, de rachas, periodos de observacion y reflexion, de etapas de llenado. Acumulando sin discriminar, como si todo fuese informacion, como si todo me sirviese alguna vez para algo en mi Diogenes absoluto. Amontonando vivencias apestosas, situaciones y miradas como bolsas de basura apiladas en los pasillos... Me castigaba y me toleraba al mismo tiempo. Siempre supe hacerlo, combinar indulgencia y autorreproche, mi coctel favorito. Pero en cada uno de aquellos dias habia siempre un momento para la decision y la audacia, asi me convencia de que estaba intentando remediarlo, de que arrancaria con la escritura por fin partiendo de cualquiera de las innumerables ideas que diariamente hacian en mi el camino de entrada y salida. Cualquiera de ellas, incluso la peor de todas. La satisfaccion estaba solo en pensarlo: un goce neurotico, una fantasia analgesica y paralizante. El cuerpo obedece con automatica ferocidad y busca caminos para nuestros mas titubeantes requerimientos, casi siempre en contra de nosotros mismos. El cuerpo gobierna y, atendiendo a ese deseo de volver a escribir, realizo algunos movimientos, intentando ponerle remedio de la unica manera que sabia: haciendo mas ruido aun, rompiendolo todo y poniendome en jaque. Asi, una noche en la que el olor estaba a punto de asfixiarme, mi cuerpo abrio las ventanas de par en par; y alli estaba el, husmeando, merodeando. Y yo, claro, lo deje entrar. Aun confundo el momento exacto en que entro en mi vida, pero esta intacto el retrato mental que me hice de el. Era un torpe, un ambicioso, el muchacho sordo y mudo que tenia todos los nombres y ninguno. Ese idiota innecesario al que invitaria al festin con mi desden de vampiro amateur y mi exceso de falso enamorado de la vida sin decirle que el era la unica vianda. Lo habia visto ya antes, a distancia, y sabia lo que estaba haciendo. No eran, ni por asomo, pasos inocentes los suyos, pero los mios tampoco. Comence con algunas frases tontas y el respondio con algun cuestionable halago. Luego, un gesto suyo de prematuro desinteres fue decisivo para que afilase mis colmillos y me tirase en barrena a por el a una velocidad vertiginosa y comica a un tiempo. Se llamaba Victor, como siempre humilde y pretencioso como el charol embarrado de un zapato que no esta hecho para caminar y que sin embargo lleva ya el cuentakilometros al limite. Podria completar la descripcion pero lo cierto es que el dibujo a trazo gordo del idiota interesado saltaba de el a mi como las pulgas... Y nos fundiamos, o mejor, nos confundiamos, mezclandose nuestros rasgos de origen antagonicos hasta el mimetismo absoluto, como en esos videoclips con morphing de los noventa. Asi, a veces yo era el y otras el era yo, a veces moria de pena por el y otras me lamentaba de mi mismo. En cuanto a el, tambien a veces le ocurria todo, pero casi siempre nada. Podria dedicar mas tiempo a describir con detalle todos los episodios de esta breve relacion que venia a colmar el vaso, a provocar un equilibrio a traves de un gran desastre, a cambiar las cosas quiza o a desmontarlas definitivamente para que nada se moviese. Podria contarlo, disfrazando habilmente las obviedades, porque tengo cada instante de aquellos escasos dos meses minuciosamente elaborado y, por supuesto, reinventado: cuando el idiota se hizo listo, cuando yo me volvi idiota, cuando manipule triunfante, cuando me dieron la vuelta, cuando crei amar, cuando jugue sin piedad, cuando creyo amar el, cuando me desprecio, cuando se sintio despreciado, cuando nos reimos todos de el, cuando el se rio el ultimo... Pero definitivamente esto no es una cancion de amor, hablamos del egoismo y sus excelencias, asi que el relato exige a gritos una elipsis. Se trataba de un asunto de dos tan intenso como comun, tan brillante como repetido, de tal manera que todo el que fuese ajeno a aquella borrachera emocional, es decir, todo el mundo excepto yo, lo encontraria, sin duda, eludible, inutil, soporifero y no pasaria de estas primeras paginas. Malos tiempos para cuentos de amor con el unico y endeble fin de emocionar, para historias esperanzadoras que no han sido desvirgadas por venenosos puntos de giro, para paginas y paginas de dulce retrato prenado de eficaz empatia pero sin cargas de dinamita ocultas tras cada punto y aparte. Nada de eso. Voy a ir a lo que considero sin duda el verdadero arranque de la cuestion. Dare un salto mortal para situarme directamente en el momento en que mate a Victor. Aquella imborrable noche en la que destroce a ese muchacho de tal modo que no lo reconocio ni su madre. 2 Comienzos exagerados de eyaculador precoz. Siempre me pongo el liston muy alto para asi defraudar y defraudarme, creando para mi mismo un apacible fracaso, una emocion familiar que me devuelve al mismo lugar: ese narcotico confort donde siempre me rindo, me inmovilizo y apago el ruido. Destroce a aquel muchacho de tal modo que no lo reconocio ni su madre. !Que exageracion tan resultona! Soy un gandul acomodado con infulas de roquero que confunde a la audiencia haciendole esperar algo mas audaz, incorrecto y emocionante de lo que en realidad fue: ni un crimen de pasiones del hemisferio sur, ni el de un psicopata descuartizador, ni el de un escritor asesino con complejo de Dios --creador y destructor, filosofia y metafora del mundo que se desmorona, la podredumbre de la sociedad del exito, ego y naturaleza creativa--. Nada de eso. Fue solo un torpe accidente: no conduzco bien, no conduzco nada y habia bebido tanto como una comunidad autonoma. No estaba colerico ni desesperado, no se me habia colmado el vaso, aun no estaba a punto para la revolucion que posteriormente protagonizaria. Solo fue una llamada de atencion, un trailer promocional, una actuacion histerica e innecesaria: me largaba de la fiesta de cumpleanos de Adriana, mi editora, tras discutir con ella -- desacuerdos y amenazas-- y despues de una sobredosis de impertinencias de Victor. Pero la fiesta la dejamos para luego. Ahora vamos al accidente: a la rueda que marcha adelante y atras, al neumatico chirriante, a mi mano errada titubeando con las marchas, quemando el mecanismo, a su cabeza arrastrandose por el asfalto, al chof de cucaracha aplastada, al ruido de la maquina cuando cruje al ser. Le habia pedido las llaves de su coche. Nos conociamos hacia apenas dos meses y era nuestra primera fiesta juntos, pero el ya sabia perfectamente que yo no conducia nunca y se hacia evidente que estaba muy borracho. Aun asi me las dio. La indolencia y la irresponsabilidad impidieron que Victor dudase ante mi solicitud, muy propio de una generacion en la que debieron verter sosa caustica sobre el neurotransmisor encargado de la empatia con el projimo. Sali de aquel chale --oda tantas veces repetida al siglo XX y sus excelencias decorativas-- haciendome notar, interpretando el orgullo, la altivez y la radicalidad de alguien que hubiese llegado a una suerte de conclusion iluminada: una tontuna en contra de todavia no sabia que... Como pude llegue al coche y, tampoco se como, consegui meter las llaves en el contacto. El equipo de musica se activo enseguida, saturando y aniquilando mas si cabe mi percepcion del entorno. Sonaba un CD del chico, una macarrada infumable. No lo apague. La senti de pronto como la banda sonora perfecta para dar contenido a mi terrorista interior; en ese momento yo era Victor. Y probablemente tambien Victor fuera yo, porque hizo lo que sin duda hubiese hecho yo mismo: seguirme arrepentido hasta el parking. En nuestros escasos encuentros esos habian sido los pequenos gestos que yo interpretaba como amorosos, no habia otros a los que asirse. Asi se construia nuestro endeble y enganoso asunto. Victor me siguio preocupado y a mi, subjetivo como mi oficio, estos cuasigestos me ponian hasta el culo de endorfinas. Probablemente solo penso --porque efectivamente alguna vez parecio hacerlo (mas por fria templanza que por comun proceso reflexivo)-- en como cono volveria a su barrio desde aquella urbanizacion tan irritantemente desubicada, o quiza temio que me cargara su coche, su unica y mas preciada propiedad: una chatarra patria de tercera mano. Di marcha atras. No lo vi, nunca lo veia y esta vez tampoco. No supe que era lo que se habia enganchado, primero a las ruedas y luego al chasis inferior. Lo arrastre una y otra vez. En lugar de frenar, debi de concluir que la mejor manera de deshacerme del bulto seria superarlo, pisotearlo hasta que se soltase. Tambien soy asi, cuando la cago insisto hasta la gran cagada y remato... No fue tan facil mover el vehiculo adelante y atras, pero segui hasta acabar envolviendolo todo en humo. Por fin me detuve y baje del coche. Alli estaba Victor: sus zapatos pretenciosos me enternecieron. Me di cuenta por primera vez de que los llevaba para buscar mi aprobacion, otro gesto que sobreinterprete nuevamente como mudo acto de amor. Asi, antes del horror, primero senti lastima de aquel pobre hombre que en ese momento era yo; antes del horror, me cupieron incluso las milesimas ironicas, el chiste que enciende la culpa inmediata y te obliga a recular sobre ti mismo. Una casi risa ante sus delgadas piernas saliendo por la parte trasera del vehiculo: una imagen de dibujos animados, el coyote aplastado. ?Por que no grito? ?Por que cayo inerte desde el primer instante como un saco de patatas? No somos de piedra y, aunque recorramos carreteras secundarias ante el dolor --humor, escepticismo, lastima--, al final, en estas situaciones, de un modo o de otro, siempre acaba teniendo lugar la unica posible emocion de resultante logica: el horror absoluto. Vomite, me cegue y camine por las calles oscuras de la urbanizacion hasta poner entre ambos toda la distancia posible. Pero no la suficiente. Victor se quedaria conmigo mucho tiempo. ?Como llegue hasta el centro y hasta mi casa desde aquella colonia periferica? Eso es otra elipsis. El caso es que llegue y no debi tardar tanto porque la enajenacion nerviosa no me habia abandonado aun... Asi comenzo todo: el panico, la espiral de errores, las hojas de periodico tapando las ventanas, el fantasma maltratador, la locura absoluta... Pero rebobinemos hasta Adriana, mi editora, su cumpleanos, la fiesta y un grabado de Baco

  • Amor a fuego lento, Carolina Ortigosa de Carolina Ortigosa

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