• el corazon del universo marvel - Ros Marval

    https://gigalibros.com/el-corazon-del-universo.html

    Despues de que su madre se enamorara de una mujer y abandonara su hogar diez anos atras, Olivia por fin ha conseguido olvidarla. Vive una vida tranquila, sin sobresaltos, rodeada de su familia y amigos en el pueblo de siempre. Sin embargo, esa tranquilidad se tambalea cuando su madre llama de nuevo inesperadamente con una propuesta que no puede rechazar, y que supondria obtener todo lo que su padre ha deseado durante los ultimos anos: ser por fin el unico dueno del restaurante familiar. Lo unico que Olivia tiene que hacer para conseguirlo es acceder a pasar el verano con ella, con su novia y con el atractivo hijo de esta, Spider; un chico que consigue desestabilizarla con solo una mirada y que amenaza con ser capaz de romper todas las barreras que Olivia ha ido creando a lo largo de su vida. Dispuesta a hacer de tripas corazon y a sacrificarse por su familia, pone rumbo hacia un lugar del cual solo puede salir con las heridas cerradas. O mas rota que nunca. Una oportunidad. Una decision. Una casualidad. Y tres meses que pueden cambiarlo todo. Para siempre.

  • El Corazón del Universo, el poder supremo del ...

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    El Corazón del Universo es un objeto de proporciones infinitas cuya posesión convierte al portador en el ser supremo del Universo Marvel.

  • Marvel Cómics | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros/comics/superheroes/marvel/411001002

    Si quieres comprender el Universo Marvel en toda su complejidad,El libro de Marvel es el único libro que necesitas. Es una exploración única del inmenso e ...

  • Universo MARVEL: Superhéroes - Villanos - Localizaciones

    https://www.amazon.es/Universo-Marvel-Superh%C3%A9roes-Localizaciones-Tecnolog%C3%ADa/dp/0241353076

    Universo MARVEL: Superhéroes - Villanos - Localizaciones - Tecnología - Vehículos : DK: Amazon.es: Libros.

  • Marvel: El Fin - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Marvel:_El_Fin

    Marvel: El Fin es una serie de seis libros de Marvel Comics, escritos por Jim ... los extraterrestres le otorgan parte del poder del Corazón del universo.

  • Las armas e instrumentos más poderosos de Marvel Comics

    https://www.hobbyconsolas.com/reportajes/cuales-son-armas-instrumentos-mas-poderosos-marvel-298527

    5 sept 2018 — Dicho de otro modo, no es un libro para todos los públicos, como 50 sombras de Grey. El Corazón del Universo. Quizá el artefacto de mayor poder ...

  • Esto es lo que ocurrió cuando Thanos ganó y destruyó el ...

    https://www.cinemascomics.com/cuando-thanos-gano-destruyo-el-universo-marvel/

    24 feb 2020 — Cuando Thanos consiguió llevar su plan hasta el final y pudo destruir el Universo Marvel entero, no era lo que realmente esperaba.

  • Marvel celebra a superhéroes y creadores latinos en un ...

    https://www.efe.com/efe/usa/cultura/marvel-celebra-a-superheroes-y-creadores-latinos-en-un-nuevo-libro-de-comics/50000109-4693612

    8 dic 2021 — Marvel, la editorial puntera en el mundo del cómic, celebra a los poderosos personajes y creadores latinos de todo su particular universo de ...

  • Ya a la venta la colección MARVEL ULTIMATE con ...

    https://www.lavozdehorus.com/ya-a-la-venta-la-coleccion-marvel-ultimate-con-volumenes-de-mas-de-300-paginas-a-todo-color/

    20 ene 2022 — Consiste en 60 libros que recopilan íntegramente cada una de las sagas del universo Marvel Ultimate junto a artículos sobre los autores y sobre ...

  • Historia del Universo Marvel 01 Edición normal - Mil Comics

    https://www.milcomics.com/comic-usa-en-castellano/93209-historia-del-universo-marvel-01-edicion-normal-977000557800200001.html

    Ya puedes comprar el comic Panini Comics Historia del Universo Marvel 01 Edición normal Cómic Panini Marvel. Edición normal de Historia del Universo Marvel ...

  • A un minuto de medianoche (Forelsket 1) de Ros Marval

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    Emily Evans siempre tuvo una meta en la vida: ser publicista y vivir en Manhattan. Su tenacidad la llevo a conseguirlo; sin embargo, pronto aprendio que el destino puede llegar a tejer otros planes a tus espaldas.
    Tras la repentina muerte de sus padres, se vio obligada a abandonar su vida sonada para volver a Taylors Falls, su pueblo de origen, y a hacerse cargo de sus dos hermanos adolescentes. Ahora sus dias transcurren entre dos trabajos, facturas y labores del hogar. Apenas tiene tiempo para ella misma y ya ni siquiera suena por las noches.

  • Huyendo del pasado de Oliver Cruz

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    Tras un tormentoso pasado, Laurence deja atras su pais para establecerse en Los Angeles. Una galeria de arte local se interesa por el ermitano pintor. Accede, sin importarle las condiciones. Pero su vida cambiara por unos sucesos que sacaran a la luz, de nuevo, esos trastornos psicologicos del pasado de los que queria huir.

  • Espiritus del pasado (Secretos del alma 2) de Victoria Magno

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    Un mundo nuevo, una familia desconocida, un amor imposible y un secreto aun mas grande que desvelar, se encierran en esta segunda parte de la serie <>.

  • El rostro de los suenos de Rafael Hernandez

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    Charly fue en su dia un estudiante de provincias con inquietudes creativas que llego al Madrid de los ochenta con el doble proposito de cursar la carrera de Derecho y abrirse camino en el complejo mundo del arte. A traves de un inesperado romance con Mer, prometedora fotografa, entro en contacto con la vanguardia cultural de la epoca hasta explorar los limites de las luces y las sombras. Obsesionado desde la ninez con un sueno repetitivo, toma por objetivo existencial descubrir la identidad de uno de sus protagonistas: un ser sin rostro ni facciones definidas que cada madrugada lo rescata de la ansiedad patologica de nuestra era.Tres decadas mas tarde, transformado por el tiempo en profesional de exito, adquiere un papel relevante en la primavera espanola de 2011.

  • El hueco del tiempo de Jeanette Winterson

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    Con ocasion del cuadrigentesimo aniversario de la muerte de William Shakespeare surge <>, un proyecto internacional que selecciona a celebres autores contemporaneos para que reinterpreten las obras del genio ingles.

  • Me quiero mas a mi de Tamara Marin

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    Maria tiene una familia que la quiere, una pareja y un buen trabajo. Es la chica perfecta, con la vida perfecta, pero algo en ella se rebela ante tanta perfeccion. Tendra que aprender que para querer a alguien primero tiene que quererse a ella misma.
    Alex es una persona paciente, que tiene muy claro lo que quiere y no duda en luchar por conseguirlo.
    ?Podra Maria deshacerse de esa sensacion de vacio?
    ?Por que los dos tienen la impresion de que les falta algo?
    ?Seran capaces de enamorarse, o tal vez nunca han dejado de estarlo?

  • Oli busca el mar de Edurne Cadelo

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    Oli es joven y algo timida, nunca ha tenido una vida facil y siempre intenta complacer a los demas.
    Ella odia lamerse las heridas y siempre prefiere mirar hacia adelante.
    Hace tiempo que la encontro el amor.
    Alberto es un guapo actor que odia la fama, pero que disfruta de su trabajo.
    El ha tenido una infancia dificil y sigue arrastrando sus propios fantasmas, siempre prefiere regodearse en el pasado en vez de mirar al futuro.
    Hace tiempo que dejo de creer en el amor.
    Unas vacaciones, un encuentro, una conexion, la playa y el mar.
    Dos almas oscuras dispuestas a encontrar la luz.
    Si la busqueda de los mares es la metafora de la busqueda de la felicidad, ?seran capaces Oli y Alberto de encontrar su mar?.

  • Una vida con angeles de Tania Karam

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    Descubre como los angeles se comunican contigo

  • Dia 21 (Los 100 2) de Kass Morgan

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    Nadie ha puesto los pies en la tierra en siglos… hasta ahora.

  • SI SUPIERAS…, Kristan Higgins de Kristan Higgins

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  • John Doe de Jorge Borges

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    John Doe era el hombre perfecto.
    Alto. Fuerte. Atractivo.
    Educado. Seguro. Firme.
    Dominante. Considerado.

  • Otra Navidad sin ti de Nq Palm

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    Jared se bajo del autobus y dio la vuelta para ir a buscar su petate entre los pasajeros que se agolpaban a los costados del vehiculo, intentando recuperar sus pertenencias. La gente parecia tener prisa, asi que espero. El no tenia demasiadas ganas de correr hacia la casa que su familia tenia al norte de Nueva York. La Navidad anterior se habia librado, su destacamento debia hacer los trabajos de vigilancia en la frontera entre Afganistan y Pakistan. Pero este ano el coronel Jones no habia querido escuchar sus pretextos para quedarse en la base, <>, habia expresado impasible. No era cierto, eran grandes amigos fuera de la vida militar. Jones era mas mayor y habia sido amigo de su padre, y tambien tenia una familia a la que este ano no veria. Jared, pensando en ellos, se habia ofrecido a quedarse para que el pudiera ver a sus nietos pequenos. Aun asi, no lo habia conseguido. Desde su altura podia ver a los hombres, mujeres y ninos que chocaban entre si para salir de manera precipitada de la estacion de autobuses. Resoplo y se agacho a coger su petate, ya habia esperado suficiente, la paciencia no era una de sus virtudes. Camino un par de manzanas hasta llegar al parking donde dejaba su Harley a buen recaudo, mientras estaba fuera del pais. Saco las llaves del bolsillo y, despues de enganchar su bolsa, arranco. El rugido del motor entre sus piernas le dio la primera alegria del dia, eran las ocho de la tarde, pero el viaje en el autobus se le habia hecho eterno y pesado. Subio la cremallera de su cazadora de cuero y se dispuso a volar sobre el asfalto. Tenia su propio apartamento en Manhattan, pero habia prometido a su madre ir directamente a verla y quedarse con ellos unos dias. Mientras conducia a velocidad moderada penso en su padre, ya hacia nueve anos que habia muerto; un maldito cancer se lo habia llevado en tan solo seis meses. Fue una epoca dura para el, con veinte anos necesitaba de los consejos de su progenitor, en lo referente al ejercito y en su cabezoneria por ingresar en los Marines. Su padre tambien lo habia sido y decidio seguir sus pasos. A su madre le habia sentado como un tiro, pero decidio aceptar viendo las malas companias que habia adquirido en su adolescencia. Maggie, su madre, se habia vuelto a casar tres anos despues con un buen hombre. John se habia divorciado de su esposa y tenia una hija adolescente preciosa de la que tanto el como su hermano se habian encaprichado, le parecio bastante gracioso ver al cabron de Tyler perder la cabeza por una mujer. El, que siempre decia que antes de atarse tenia que conocer el amor libre. En aquella epoca, Jared se retiro, ya que ella tambien parecia corresponder a esa atraccion por su hermano pequeno. Tanto su madre como John se quedaron congelados en el sitio cuando su hermano y su hermanastra anunciaron su boda. Y el no queria ni recordar lo que vivio en aquel momento, una mezcla de felicidad por Tyler y unos celos que no habia sentido jamas en su vida. Esa chica se habia instalado bajo su piel y lo supo demasiado tarde. No asistio a la boda, ni queria ni podia. Se casaron jovenes, los dos tenian la misma edad, veinticuatro anos, Jared tenia dos mas. Por suerte, solo los veia una vez al ano. El dia de Navidad era la fecha en que todos se reunian en la casa de John, a la que su madre se mudo despues de casarse con el. El problema era que cuando el la cagaba lo hacia a lo grande; un par de Navidades atras se habia acostado con Kyra. Joder, se habia enredado con la mujer de su hermano. Algo impensable y repentino, pero habia sido el mejor sexo de su vida. Tenerla entre sus brazos habia sido un sueno hecho realidad, aun recordada el toque de su piel y lo adictiva que habia resultado. Se habia enamorado de ella y por eso los evitaba siempre que podia. Tyler era un tipo con suerte y el un capullo por haberse metido entre ellos. La verja de la entrada estaba abierta y la fachada totalmente llena de esas bombillas de colores, se detuvo un momento para admirar la pomposa decoracion y algo llamo su atencion en el tejado, ?habia un puto trineo con sus renos incluidos? Joder, su madre llevaba esto de la Navidad al extremo, conseguiria que John se matara por hacerla feliz. Llevo la Harley por el camino empedrado hasta la misma puerta principal y apago el motor. Estaba estabilizando la maquina en el irregular suelo de gravilla cuando oyo la voz de John. --Jared, todo ese ruido ensordecedor solo podias hacerlo tu --dijo descendiendo los peldanos en su direccion. Era un hombre fornido con el cabello lleno de canas. --Hola, John, lo siento... --No te preocupes por eso, me alegra que este ano hayas podido venir. Tu madre es una mujer feliz desde que llamaste para darle la noticia. --Le tendio la mano y se la estrecho en cuanto bajo de la moto. --Sigues entero despues de subir el trineo... John alzo la cabeza y sonrio. --Esta vez fue a Tyler a quien le toco hacer el trabajo. Oir el nombre de su hermano lo puso en guardia, despues de dos anos sin verse, tendria que enfrentar su ira... o eso suponia. Cogio la bolsa y subio las escaleras al lado del hombre, pero se mantuvo en silencio. --Tu hermano no esta, tenia trabajo en Washington y se fue ayer. Vendra antes de Navidad, pero no ha asegurado el dia. Kyra ya esta aqui, aunque ha salido --informo John. Parecia leer en su mente la pregunta que le rondaba la cabeza. Bien, saludaria a su madre y se iria tambien, no habia necesidad de ver a Kyra hasta la manana siguiente. El destino le daba unas horas mas de tranquilidad. --!Jared! --El grito de su madre le llego desde la cocina, la mujer salio con un trapo entre las manos y cubierta con un delantal rojo con las letras <> bordadas en el. Solto el petate para coger a su madre, que se habia lanzado a sus brazos, al vuelo. --Hola, mama, ?ya te estas pringando en la cocina? Le dio un sonoro beso en la mejilla que el correspondio sonriendo. Cuando su madre se ponia con ganas, hacia comida para todo un batallon, solo se podia esperar salir con diez kilos de mas de esa casa. --Este ano, por fin, os reuno a todos. Tambien vendran vuestros tios y ya sabes que no quiero que falte de nada en la mesa. --Estoy seguro de que eso nunca ocurrira. --Me rellenas como a un pavo para luego ponerme a dieta, eso es bastante injusto, mujer --solto John frunciendo el ceno. --!Hombres! Siempre quejandose --contesto ella, dandose la vuelta--. Nosotros ya hemos cenado, no sabiamos a que hora vendrias. Enseguida te preparo algo, Jared. Ahi tenia su oportunidad. --No te molestes, voy a ver a los chicos, ya cenare algo con ellos. --?Acabas de llegar y ya te vas? --dijo frenando su avance hacia la cocina y dandose la vuelta para encararlo.

  • 7 Historias para una tarde de verano de Jossy Loes

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    Las tardes de verano dan para mucho y creo que en eso me dareis la razon, comenzando con una siesta tostandote al sol tratando de que aparezca ese moreno que te han pedido para el posado del Hola… !Vale!, me he pasado un poco. Lo que si es cierto es que en esas largas tardes disfrutamos de la compania de amigos y momentos llenos de diversion y complicidad.
    Los veranos cambian el animo a todos, reimos, nos vamos de fiesta, viajamos descubriendo parajes maravillosos y, tal vez, terminamos topandonos con esa persona que nos mueve todo nuestro mundo. Es lo que tiene la estacion mas calida del ano, en otra epoca se prestaba para que los bailes fueran el momento perfecto para aquellos que sentian a su corazon palpitar mas rapido de lo normal, pudiesen reencontrarse.
    Es el tiempo de atardeceres con ese primer amor el que mas de uno se vuelve un tanto tonto o ese anochecer tan esperado cenando con una brisa que nos cobija, adelantando lo que sucederia en las horas siguientes, descubriendo la pasion enardecida de dos cuerpos que se unen para vivir una historia inolvidable.

  • Latidos de una bala de Alexandra Roma

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    Berta viaja a Napoles con sus dos mejores amigas para practicar italiano. Esa es la excusa. El verdadero motivo es pasear en esas calles llenas de adoquines hasta no sentir los pies, comer pizza hasta que le duela el estomago y banarse en el Mediterraneo hasta que se le arruguen las yemas de los dedos.

  • Vuelve de Samuel Benchetrit

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    Adicto a los cigarrillos y al alcohol, con alergia a las responsabilidades y en busqueda constante de una inspiracion que no llega. Asi es el antiheroe encantador y tierno de Vuelve, al que solo le queda agarrarse
    desesperadamente al unico proyecto viable que tiene en el horizonte: la adaptacion de uno de sus libros a serie de television. El problema es que el libro ya no esta disponible y el productor en cuestion todavia
    tiene que leerlo.

  • Cuando el carabo cante de Soledad Palao Sires

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    Adelina es una muchacha sencilla que vive en un pequeno pueblecito, cerca del nacimiento del rio Mundo. Incansable trabajadora, ayuda a su madre en el cuidado de sus nueve hermanos, hasta que su aficion por la lectura le hace desear ampliar sus estudios y conocer otra clase de vida. Con ayuda del cura de su pueblo, llega a Madrid a servir en una vivienda de postin, sin sospechar siquiera que el destino le tiene preparado vivir en primera persona los terribles acontecimientos que se produciran en aquella casa. Sus investigaciones, y pesquisas la convierten en una colaboradora indispensable para la policia. Un pequeno carabo que solamente ella puede ver, sera el anuncio de una final totalmente inesperado para el lector, que a lo largo de la trama se ira preguntando el porque de cada una de las misteriosas desapariciones de algunos de los personajes que forman esta apasionante novela.

  • Mariposas heladas (Mistery Plus), Katarzyna Puzynska de Katarzyna Puzynska

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    El hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer en un paraje helado destapa una cadena de secretos que se inicio en la decada de 1950.

  • La peregrina de Isabel San Sebastian

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    La apasionante aventura que dio origen al Camino de Santiago.

  • Nadine de Susana Aikin

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    Cuando tu mundo se derrumba, ?puedes encontrar en tu pasado las claves de tu futuro? Dos hermanas, Nadine y Alexandra, cuyo estilo de vida diferente las ha mantenido separadas desde hace anos, se reencuentran: Nadine es una poeta reprimida que se refugia en un mundo conservador y superficial; Alexandra es una actriz pasional e impredecible que lo ha arriesgado todo por los escenarios. Pero detras de estas fachadas dispares subyace el mismo secreto familiar, un secreto inquietante que ha permanecido enterrado durante decadas en la memoria de ambas. Y ahora precisamente ha llegado el momento de descubrirlo y de hacerlo cuando la vida de las hermanas hace aguas: Nadine ha visto hundirse su matrimonio y ha perdido su trabajo y su casa; Alexandra tiene un cancer terminal y ha ido a parar al hospital donde, finalmente, la encuentra su hermana.

  • Ciudad de mujeres de Elizabeth Gilbert

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    La autora de Come, reza, ama regresa con una deliciosa novela llena de glamur, humor y pasion por la vida.

  • No todo se compra de Patricia Gomez Martin

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    No creas que he tenido una infancia mala, por fortuna, doy gracias cada dia. No he sido maltratada, violada, ni cualquier otra barbaridad parecida. No soy hija de padres separados; no he sido discriminada en el colegio ni motivo de burlas; no era una alumna de diez ni de tres. Mas bien de seis de nota media. Y asi podria considerar mi vida, con un seis de nota media. Estudiante normal, amigos normales, viviendo en un casa normal, con una familia normal. Mido un metro con sesenta centimetros. Mi peso no te lo digo porque no me quiero mosquear. No soy ni rubia ni morena, y mi pelo no es ni liso ni rizado: simplemente tiene vida propia. Por lo general, no se si ya te has dado cuenta, soy una mujer de lo mas normal del mundo. Rozando tanto lo corriente, que mi habilidad era pasar completamente desapercibida. Como por arte de magia, podia estar y no estar en el mismo sitio. Vamos que nadie se daba cuenta que yo estaba, y eso tiene una ventaja muy importante y es que, a veces, sin quererlo, y otras queriendo, he llegado a escuchar conversaciones que no deberia. Si, lo reconozco, depende de la situacion, soy un poco cotilla. Asi durante anos he oido en las clasicas fiestas de adolescentes, los amores de verano que habia entre unos y otros, las envidias de algunas tipo <> o, <>. Vamos, conversaciones sin fundamento. Pero hubo un dia, en la que por casualidades del destino estaba en el sitio equivocado, o correcto, depende de como lo mires. Cansada de la conversacion repetitiva de mi amiga (pongamosle que se llama Ana, porque como se entere que te lo cuento, me va a traer por la calle de la amargura), de que se estaba enamorando del muchacho que iba a la barra a coger una copa y, por accidente, se choca con el. Y en el momento en que lo mira para decirle: <> se queda en el <> mientras piensa con cara de bobalicona: <>. La tipica escena tonta en la que pareces una estupida adolescente de risa nerviosa cuando ya tienes una edad para tontear sin hacer el estupido, y te pasas toda la noche observando como un ave rapaz que esta esperando el momento justo para atacar. Pues eso, que como me canse y no me atrevi a decirle para que no se mosqueara <>, pues decidi ir yo misma a por una copa. Pero al ser estudiante, y que no conseguia nunca una beca, a pesar de rellenar todo el papeleo de la solicitud (!que menuda burocracia!), y sacar buenas notas, siempre iba bastante pelada de dinero. Asi que como se dice en mi tierra, "a falta de pan, buenas son tortas", tengo mis propias tecnicas de supervivencia, y decidi pasar con sigilo por la zona mas apartada de la barra, la que los camareros utilizan como almacen y servirme yo misma. Pero claro, te tienes que conformar con lo que haya en el momento, unas veces whisky, otras ron, y otras un simple refresco. A veces con hielo y otras sin el. Mi lema es: "Si es gratis, no te quejes". El plan es sencillo: te acercas a la barra como distraida, eso si, ya tienes que llevar dos vasos en la mano; si, dos vasos. Y cuando llama al camarero mi complice, que es alguna guapa escotada tan pasada de copas que acepta tontear con el barman y entretenerlo, dejandome a mi via libre, a cambio de una copa gratis, paso por debajo de la puertecilla de la barra y me meto en el hueco que hay entre las cajas y bidones de cerveza para descubrir cual sera el botin sorpresa con el que me apropiare y me tendre que conformar. Bueno, pues ese dia, cuando yo nunca habia tenido miedo a ser pillada en mitad de mi mision "salvar al borracho de turno que no lleva un duro encima", justo en ese momento, escuche unos pasos, demasiados alterados, entre cuchicheos. <>, me dije mientras el corazon me iba a mil por hora. Quizas si no me movia, como estaba en una zona oscura, lejos de cualquier foco de luz, podrian no descubrirme. Ademas, justo al lado, estaba la puerta de salida de emergencia. Asi que pense rapidamente que tenia dos alternativas. La primera quedarme quieta donde estaba y ni respirar, por si se iban sin verme, y la segunda, en caso de ser pillada, salir huyendo por la puerta de emergencia y correr como si se me fuese la vida en ello sin olvidarme de rezar para que no me cogieran y, por supuesto, en el caso de salir airosa de ahi, no volver nunca al local. Asi, que agachada y escondida como estaba, centre todas mis fuerzas en escuchar lo que decian, para tener muy claro cual era el momento ideal para mi huida. <> Ahora si, tierra tragame, daria cualquier cosa por estar en ese momento con Axel, el protagonista de la obra de Julio Verne, y su tio de viaje al centro de la tierra. Se me habian agudizado tanto los sentidos que parecia que olia hasta caucho de la empunadura de la pistola que tenian que preparar. No me habian temblado tanto las piernas, desde que vi aquella pelicula en la que una rata gigante devora a un viandante por una calle solitaria. No me quedaba otra alternativa que pensar; tendria que salir de mi escondite a la mayor brevedad posible, y huir. Desaparecer de ese sitio, que nadie me relacionase con esa conversacion, con esos dos tipos, a los que aun no les habia visto ni las caras, su voz no la habia escuchado antes, y tampoco queria saber nada de ese despacho y esa arma que estaba esperando entrar en accion. ?A quien se referirian? ?A quien habra citado a esa hora? ?Cual sera el motivo de tanto enfado y secretismo? No, no y no. Mejor no saber. De repente, se escucho un buen golpe. Un vaso estrellado contra el suelo salto en mil pedazos. Dos muchachos se estaban peleando a dos metros de distancia. Al parecer, el flirteo de uno de los jovenes con la novia de otro habia des- encadenado la disputa. En ese momento decidi salir, ya nadie deberia notar mi presencia, todos estarian mirando la discusion. Al levantarme de mi escondite vi claramente como uno de los dos golpeaba al otro con uno de los taburetes en plena cara. El joven cayo al suelo, debio de quedar inconsciente ya que no hacia ningun movimiento para intentar defenderse. En ese mismo instante una oleada de panico lleno el local, y todo el mundo empezo a salir en estampida tanto por la puerta principal como por la de emergencia que era por la que yo tenia planeado escapar, asi que de nuevo y por segunda vez, desapareci esa noche. No domino las artes escenicas y mucho menos las sobrenaturales; tengo mi lugar donde resguardame, donde tomarme un cafe a las siete de la manana despues de una noche de fiesta. Un sitio publico que para mi es secreto. Todo el mundo lo conoce, menos la gente que me rodea. Soy una persona muy reservada y necesito mi espacio en el que desintoxicarme de la vida social, donde pueda entrar y no decir buenos dias, vamos, que no me molesto en soltar un grunido a lo cromanon. Cuando entro, ahi siempre esta ella, detras de la barra, con su mejor sonrisa, a veces transparente, a veces enigmatica. Pero siempre se la ve tranquila. Es esa mujer que yo pensaba que no me conocia pero que siempre sabia como me encontraba. Cada dia me pone mi cafe con un motivo diferente en la espuma; corazones, caras alegres, treboles. Nunca he cruzado una palabra con ella, excepto los primeros dias, y solo para hacer mis pedidos. Pero esta mujer, que no se ni como se llama, aunque creo que una vez la llamaron Soledad (nombre que le va como anillo al dedo a lo que yo busco, pero no estoy muy segura), tiene un poder extrasensorial, y estoy convencida de ello. Nuestra relacion se basa en: entro por la puerta y busco su mirada mientras me siento en la mesa mas apartada de la multitud, y sin pronunciar una sola palabra entre nosotras. Ella sabe si he tenido un buen dia y me pone mi cafe con su sonrisa espumosa; si tengo un mal dia, mi cafe llevara un trebol o un corazon espumoso acompanado de un bombon de chocolate con leche relleno de galleta y chocolate blanco. Es un misterio de la historia en que se basa para servirme, pero siempre acierta con mi estado animico. Intente en varias ocasiones enganarla llegando a la cafeteria con la cara seria sin tener motivos, para conseguir mi premio consolador, pero nada. Sin embargo, eso no era el unico motivo que me embriagaba de aquel lugar. Los grandes ventanales del local permitian ver a la gente que entraba y salia, a pesar de tener un vinilo con la imagen corporativa. Al fondo, un gran mural de papel pintado con un paisaje de cualquier isla perdida, imagen tan relajante que te permite imaginarte desaparecida en esa arena, dejando tu mente en blanco, y con tanta tranquilidad que se te olvida hasta respirar. Pero no, mi estado de nervios por los acontecimientos ocurridos no me iba a permitir relajarme, como hacia cada manana sentada en los comodos sofas de grandes cojines de plumas y dejar volar mi imaginacion. No querer saber mas del asunto de la pistola y no parar de pensar en ello resultaba complicado para que mi corazon dejara de latir a marchas forzadas.

  • El milagro de una ninfa y otros relatos de Cristin Ferro

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    La vida tiene diferentes fases, pruebas que hay que pasar y dificultades que hemos de superar. En este recopilatorio de relatos, hay dolor, amor, sufrimiento y risas. Porque todo tiene su momento y lugar.Sumergete en la inocencia, la amistad y la familia, dejate llevar por los sentimientos y descubre diferentes formas de vivir en estos siete relatos llenos de sensaciones.

  • La teoria del todo de Stephen Hawking

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    Una manera clara y amena de acercarse a los misterios del universo.

  • ?Y si probamos…? de Tierra Salvaje

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    ?Y si probamos…?
    A Nico y a Mamen les gusta fantasear con terceros. Es un juego, una forma de excitarse mutuamente, hasta que se convierte en algo demasiado tentador. La aparicion de Jorge cambia sus vidas por completo.

  • La novia perfecta de Karen Hamilton

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    Una mujer enamorada. Una obsesion desenfrenada. Nada impedira que sea… LA NOVIA PERFECTA.

  • Si te quedas a mi lado de Adara Bach

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    Si te quedas a mi lado

  • Irresistible 1 de Robyn Hill

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    Aunque siempre me he sentido un privilegiado en la vida, el dia que aterrice en Las Vegas maldije mi mala suerte. Despues de dos meses en Nueva York, en un centro de desintoxicacion por consumo de cocaina, habia decidido trasladarme a la ciudad del pecado. Alli me aguardaba un productor musical con un contrato para cantar en un casino y publicar un disco. Estaba entusiasmado, deseando empezar cuanto antes. Por desgracia, todo eso se habia evaporado de repente, pero empezare por el principio. Para quienes no me conozcais, mi nombre es Eric Cassel, naci en Paris, tengo treinta anos y fui un jugador de futbol muy reconocido durante ocho anos, e incluso llegue a ser internacional en cien partidos. El futbol para mi no fue mas que un medio para lograr mi independencia economica, si, me gustaba, sin embargo, no era mi autentica pasion. Aquello que siempre me ha hecho sentir vivo es cantar. Desde pequeno me gustaba coger el mando a distancia del televisor e imaginar que cantaba como Frank Sinatra, mi idolo, frente a miles de personas. Pero casi sin darme cuenta, el futbol se cruzo en mi camino y devoro todo mi tiempo libre, aunque yo sabia dentro de mi que, tarde o temprano, acabaria cumpliendo mi destino. Cuando festejabamos en cualquier discoteca la consecucion de algun titulo con mi equipo, el Paris Saint Germain, me encantaba apoderarme del microfono y cantar <>. !Que bien lo pasaba! Magnifique! Aun asi, en aquellos tiempos cantar lo hacia solo de vez en cuando, por diversion. Una lesion me obligo a retirarme del futbol hace dos anos y, sin la necesidad de trabajar en la vida, el cine me pico la curiosidad, ya que siempre me habian ofrecido papeles para protagonizar peliculas debido a mi agraciado fisico y a mi fama. Fue una etapa muy divertida, pero cuando me llamaron de un festival de cine de Nueva York para ser jurado a ultima hora sustituyendo a un importante director frances, entendi que era una senal del destino. En cuanto pise la ciudad, me deje contagiar por la electrizante energia que desprende cada rincon y supe que habia llegado el momento de probar un nuevo desafio empezando de cero. La suerte quiso que despues de cantar, por casualidad, en un bar de moda de Manhattan, un productor se acercase para ofrecerme cantar en Las Vegas en un casino de su propiedad y, si triunfaba, publicar un disco. No me sorprendio que esto ocurriera en Estados Unidos, la tierra de las oportunidades, asi que le dije que si inmediatamente. Por desgracia, una noche loca que disfrutaba de la compania de dos amigas, me arrestaron en plena calle con dos gramos de cocaina. Despues de arduas negociaciones con la fiscalia, mis abogados lograron un excelente trato: una fuerte multa economica de cuatro ceros, dos meses en una clinica de desintoxicacion y continuar en posesion de mi visado de turista. Asi pues, en junio aterrizaba por primera vez en Las Vegas. Despues de registrarme en una suite en el MGM, alquile un Ferrari para acudir a la oficina del productor, en el centro comercial Fashion Show. Me encontraba entusiasmado, con mariposas en el estomago, imaginandome en un gran escenario ante miles de personas. En cuanto sali de las escaleras mecanicas, me quede con la boca abierta. Se habia formado un tumulto de gente, y de ahi, de repente, salieron dos policias escoltando a un hombre corpulento y calvo: el productor que habia conocido en Nueva York. Merde! Pregunte a una mujer y me comento que, al parecer, lo habian detenido por estafa. Toda mi ilusion se vino de abajo de pronto. Sintiendo una profunda decepcion, decidi pensar en mi siguiente paso mientras regresaba conduciendo por El Strip, la avenida principal de Las Vegas. Podia regresar a Paris, pero alli los medios me verian como el exfutbolista millonario que canta por capricho. Tambien podia permanecer en Las Vegas y encontrar un sitio donde cantar, si, seria divertido seguir los pasos de Frank Sinatra. Ademas, a cada paso me cruzaba con bellisimas mujeres buscando amour. Me resultaba imposible vivir tiempos prolongados sin la calidez y el aroma femenino. Conquistar a una mujer es un manantial de fuertes sensaciones, y algo a lo que nunca podria renunciar. Necesitaba el placer suculento de su piel, por eso queria estrenar cuanto antes la cama matrimonial con una noche eterna de lujuria y desenfreno. En cuanto llegue a la suite, encendi el televisor. Odio el silencio y siempre necesito bullicio a mi alrededor. Ordene que el servicio de habitaciones me trajera una botella de Dom Perignon, mi champana favorito, y la puse a enfriar en la nevera. En ese momento llamo mi madre al telefono del dormitorio. --?Cuando te vas a casar, Eric? --fue lo primero que dijo--. Quiero que me des nietos de una vez. Estoy cansada de esperar, no quiero morirme sin nietos. Suspire. Mi madre siempre con la misma cancion. Esposa, hijos, hogar... --Mama, acabo de llegar a Las Vegas. Aun no he encontrado a la mujer ideal, ya te lo he dicho --dije mientras me sentaba sobre la cama y me quitaba los zapatos. --!Ya no quiero que me presentes mas a tus novias! --dijo con enfado--. La proxima mujer que conozca sera mi futura nuera, que ya me queda poco para pasar a mejor vida. --Mama, que solo tienes sesenta anos... --dije negando con la cabeza. A mi madre le encantaba el drama. --Hijo, nunca se sabe. --Mama, te quiero muchisimo y te echo mucho de menos, pero primero he de encontrar a esa mujer que haga sonar mi corazon. Ahora tu eres la mujer mas importante de mi vida --dije con una sonrisa, sabiendo como agradarla. --Oh, callate --dijo mi madre riendo--. Siempre consigues que se pase mi enfado. --?Cuando vendras a visitarme? --En cuanto me tome unas vacaciones... --Deja el trabajo de una vez, yo te mantendre. Sabes que el dinero no es problema, mama. En ese momento llamaron a la puerta. Sin duda, seria room service con mi Dom Perignon. --Me gusta mi trabajo, Eric. En casa me aburriria, echaria de menos a mis pacientes. Ser enfermera es mi vocacion. --Esta bien, como quieras --dije sabiendo que seria imposible convencerla--. Te dejo, que llaman a la puerta. Luego hablamos. Un beso. --Un beso, hijo. Cuidate. *** Despues de almorzar en el hotel, decidi pasear por el casino del MGM. Mi plan era hablar con la gente y descubrir un bar donde pudiera cantar, aunque fuese en modo karaoke. Me era indiferente si me pagaban un salario o no, con acudir todas las noches y disponer de un publico entregado, me daba por satisfecho. Yo solo queria hacer aquello que de verdad me complacia. Muy cerca de la entrada me llamo la atencion la jaula de cristal habitada por leones reales. Los turistas se fotografiaban sin cesar; a todos les parecia divertido encontrarse animales salvajes al lado de las slot machines. Enfrente se situaba una pared con decenas de televisores y, en cada uno, se retransmitia un acontecimiento deportivo distinto. Los empleados atendian a los jugadores que formaban una fila india esperando con resignacion su turno para apostar. Rios de gente iban y venian en medio de luces y sonidos hipnoticos. Las mujeres me miraban sin disimulo, y yo les saludaba con un guino o un movimiento educado de cabeza. Oh, femmes... Estableci contacto visual con una bella camarera de ojos verdes, que se acerco cimbreando las caderas y bandeja en mano. --Hola, guapo, ?quieres algo para beber? --me pregunto con una sonrisa seductora. --Si, un kamikaze, por favor. Era mi coctel favorito para empezar las fiestas. Se trataba de una racion generosa de vodka, zumo de limon, jarabe natural y escarchado con azucar. Mmm... sensationnel. Pero no solo habia llamado a la atractiva para ordenar una bebida, si trabajaba en Las Vegas debia conocer bien la ciudad del pecado. --Me encantan tus ojos, ?como te llamas? --pregunte cogiendola de la mano y mirandola fijamente. Observe como sus pupilas se dilataban, lo que solo podia significar que le atraia. --Pamela --dijo inclinandose hacia mi. --Pamela --repeti lentamente su nombre--. Dime un bar donde pueda cantar y pasarlo bien. La camarera se quedo pensativa durante unos segundos mientras yo la desnudaba con la mirada. De su preciosa boca salio finalmente una direccion. --En Town Square hay un bar que se llama Yesterday. Una vez fui con mis amigos y pasamos una noche muy divertida con la musica de los noventa --dijo apoyando su mano sobre mi pecho. --Genial. Gracias, Pamela --dije mostrando mi mejor sonrisa. --No te vayas muy lejos, ahora te traigo tu bebida... Pamela me dio la espalda y observe de nuevo su sexy contoneo. Sus gluteos eran firmes y se movian con una gracia que embrujaba. Suspire de amor. Mi interes en Las Vegas no era precisamente el juego, pero pisar la ciudad y no apostar, era como ir a Paris y no visitar la Torre Eiffel. Me acerque a una mesa donde un grupo de gente enfervorizada jugaba a la ruleta. Pedi cambiar cien dolares en fichas, y fui dejando montoncitos sobre el tapete, algunos en la frontera entre dos numeros. Lo ideal hubiese sido entablar conversacion solo con mujeres, pero en ese momento me parecio que una pareja se lo estaba pasando de maravilla. Decidi acercarme primero a hablar con el hombre, ya que si abordaba primero a la mujer, como es logico, se hubiese creado una tension innecesaria. --?De donde sois? --pregunte al joven, cuya edad rondaria los veinticinco anos. --De California. ?Y tu? --De Paris. ?Has estado alguna vez? --No, pero a mi y a mi mujer nos encantaria --dijo y despues se giro hacia ella--. Carino, te presento a un frances. Ella me saludo con una bonita sonrisa. --Ella es Michelle, y yo soy Sam. --Yo me llamo Eric Cassel. Michelle era un bellezon con un cuerpo escultural. Me incline a Sam y le susurre: <>. Sam me tendio la mano para que chocara las palmas, lo que los americanos llaman high five. En ese momento regreso Pamela con mi coctel kamikaze. --?Donde estabas? Pense que te habia perdido --dijo poniendo una mano sobre su cadera, como si estuviera enfadada. Sin pensarmelo dos veces, le di un beso en la mejilla, lo que le causo extraneza al principio, pero despues le parecio un gesto divertido. --En Francia solemos dar un beso en la mejilla cuando acabamos de conocer a una mujer --dije para excusarme. --Me gusta el estilo frances --dijo Pamela sin dejar de mirarme mientras me deslizaba una nota en mi chaqueta. Seguramente su numero de telefono. --?Que bebida es esa? --pregunto Michelle. --Kamizake. Pamela, por favor, trae una ronda de kamikazes para mis nuevos amigos. Yo invito --dije. Sam y Michelle vitorearon mi generosidad. Ya habia empezado a granjear amistades a las pocas horas de llegar. La decepcion por el arresto del productor estaba mas que olvidaba. La vida sigue. --?Que os parece si despues nos vamos a un bar que me ha recomendado Pamela para cantar? --pregunte rodeando por los hombros al matrimonio. --!Si! !Me apetece cantar! !Sera genial! --exclamo Michelle pegando saltitos de ilusion. Al cabo de un rato, con el alcohol de los kamikazes fluyendo por nuestras venas nos apeamos del Ferrari en frente del Yesterday. Senti un cosquilleo en el estomago, como el que sufren los artistas antes de salir al escenario. Entre el primero y me quede unos segundos mirando el bar, procurando que todos reparasen en mi presencia. Era tambien otro truco del manual del seductor: hacerse notar, por eso habia decidido acudir con gente, para no entrar solo, lo cual me hubiera ocasionado la perdida de valor. El Yesterday era un bar no demasiado grande, con paredes decoradas con fotografias de los muchos clientes que lo habian visitado. La luz era calida y acogedora, y todos parecian disfrutar de un rato formidable. La barra se disponia en forma de u, y varios camareros se afanaban en preparar cocteles y servir nachos con queso. Al fondo, un pequeno y simple escenario para debutar en Las Vegas. No estaba mal. Michelle, Sam y yo nos sentamos en una mesa, y ordenamos las bebidas. Ellos, cervezas; yo, un Dirty Monkey, que consiste en vodka, licor de cafe, un poco de crema de whiskey, leche y platano. Enseguida pedi mi cancion: <>, del maestro Frank Sinatra. Michelle se decanto por <> de Natalie Imbruglia, y Sam decidio tomarselo con calma. Mientras llegaba nuestro turno les pregunte cuanto tiempo llevaban casados. --Un ano --dijo Sam mirando a su esposa. Michelle asintio con la cabeza. --Nos conocimos a traves de unos amigos. Fue un flechazo, en cuanto lo vi supe que era el hombre de mi vida. --Y yo la mujer de mi vida --dijo cogiendola de la mano. Se dieron un beso rapido y carinoso en los labios. De repente, me llamaron al escenario, me sentia pletorico de energia, como un nino el dia de Navidad. Sabia que los dejaria a todos asombrados con mi voz. Los primeros compases de la cancion empezaron a sonar mientras disfrutaba del escenario. Yo era el centro de atencion en ese momento y eso me encantaba. Ahora empezaba lo mas bonito, seducir al publico, amarlos y llevarlos a la cama... Mi voz empezo a llenar el bar a la vez que observaba la reaccion entusiasmada de todo el bar. A mitad de la cancion, salte del escenario a las mesas, me arrodille delante de un grupo de mujeres... Asi debia sentirse Frank Sinatra en sus inicios. Pero esto no fue lo mas increible, cuando termine la actuacion me despedi entre apasionados aplausos. En cuanto regrese a la mesa, un hombre bajito y rechoncho se me acerco y me dijo: --Me llamo Lou Wagner. Acabo de abrir un nuevo restaurante espectaculo, y quiero contrarte. ?Que me dices? Sonrei de oreja a oreja. Esto solo podia suceder en America.

  • Cautiva Del Capitan de Amanda Mariel

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    Boston, Massachusetts, 1818 Prudence Drake inclino la cabeza, mirando fijamente a su padre por sobre la taza de te. --No puedes irte tan pronto. Solo han pasado quince dias desde que llegaste de tu ultimo viaje. Detestaba quedarse sola mientras su padre se hacia a la mar. No habia nuevas aventuras en Boston y, aunque le gustaba su casa, no tenia cabeza para dirigirla. Simplemente tenia que convencerlo de que la llevara con el. El se acomodo en la silla de brocado y cruzo las piernas, taza de te en mano. --Es por negocios, Poppet. Volvere enseguida. Apenas notaras mi ausencia. Con veintiun anos, ya habia pasado largamente la edad de los apodos, sin embargo, todavia le gustaba cuando la llamaba asi. Una pequena sonrisa le asomo a los labios. --Llevame contigo. --Voy a Londres. El cruce puede ser peligroso. No es nada parecido a navegar por la costa de norte a sur como estas acostumbrada. --Por favor… --suplico ella, utilizando su mejor version de ojos de carnero degollado para convencerlo. No voy a dar problemas. Te lo prometo. Durante estos veintiun anos, habian sido solo ella y papa. Su madre habia muerto al dar a luz, y aunque, a veces, habia deseado tener una, siempre anhelaba estar con su papa. Algunos de sus mejores recuerdos eran de navegar con el. Tal vez su vinculo fuera mas fuerte debido al el tiempo que pasaban juntos, solo ellos dos. El hombre se paso una mano por la barbilla. --Nunca causas problemas, Poppet. Sin embargo, tu lugar esta aqui. ?Quien se ocupara de las cosas en mi ausencia, si vienes? --El senor Stratford. Sabe mucho mas sobre el negocio que yo --dijo y puso la taza de te sobre la mesa--. Has estado capacitandolo durante anos. --Cierto… pero me referia a la finca. --Oh, papa, las responsabilidades domesticas no me interesan en lo mas minimo, y tu tambien lo sabes --echo la cabeza hacia atras, desafiante--. Nuestros sirvientes se ocupan de todos los asuntos domesticos. Lo haran igual de bien en mi ausencia. Papa rio entre dientes, los ojos encendidos. --Ya temia que ese defecto te mantuviera soltera. Tenemos suerte de que el senor Stratford te haya encontrado agradable --miro la miniatura de su difunta esposa sobre el escritorio--. Tal vez deberia haberme vuelto a casar. La guia de una mujer podria haberte sido de provecho. --No mires atras, papa. No cuando el futuro es tan brillante. El senor Stratford era un hombre agradable y bastante guapo. Seria un buen esposo. No habia chispa, ni entusiasmo entre ellos, pero el tiempo podria modificar eso. La cortejaba de forma admirable y la colmaba de atenciones, y todo el mundo asumia que pronto le propondria matrimonio. Lo mas importante era que papa deseaba que se casara con el. --Brillante, en verdad. Y una razon mas para que permanezcas aqui. Ella se mordio el labio, al tiempo que una idea estaba tomando forma en su mente. Tal vez… si, podria funcionar. --Papa, si me llevas contigo… eso puede darle tiempo al senor Stratford para echarme de menos. Empujarlo… a que me haga una oferta. --Se inclino hacia el --. La distancia trae carino al corazon, dicen. El hombre lanzo un suspiro de exasperacion. --No tienes intencion de dejar el tema. --No hasta que digas que puedo ir. No me dejes aqui, papa. --Miro en sus viejos ojos verdes, como instando a que diera su consentimiento. El se inclino hacia delante, estudiandola, las manos como en rezo, unidas por la punta de los dedos. --Sera un viaje largo, a veces duro. --Me gusta estar a bordo de una nave. --Ella le dirigio lo que esperaba fuera una sonrisa tranquilizadora--. Y sabes muy bien que se como comportarme. Incluso ayudar, si es necesario. Me has visto escalar aparejos y reparar fugas. Estoy mas en casa en un barco que aqui. La idea misma de administrar la finca hizo que quisiera salir navegando en ese instante. Nunca habia sido buena para dar ordenes a los sirvientes, planificar eventos sociales, ni comprar suministros, entre otras cosas. El ama de llaves siempre hacia esas tareas. Prudence habia hecho un intento real de aprender el manejo del hogar, pero nunca habia sobresalido en la tarea. --Los camarotes son pequenos. Mucho mas pequenos que en los que has estado anteriormente --tomo un sorbo de te. --No necesito mucho espacio. Yo tambien soy pequena. --Trajo las piernas contra su pecho y envolvio los brazos alrededor de ellas para demostrarlo. Un camarote pequeno era preferible a quedarse atras, y no habia mentido. No necesitaba mas una habitacion grande, que cintas y volantes. Su padre dejo la taza de te a un lado y la estudio. --?Estas dispuesta a compartir un camarote con tu doncella? Su corazon latio con fuerza. Habia ganado este round. El brillo en los ojos de papa se lo dijo. --Louisa ha estado conmigo tanto tiempo que se ha convertido en una amiga. Sera una feliz aventura. La mirada de su padre, un tanto dura, se suavizo. --Muy bien. Puedes acompanarme. Que Louisa haga empacar tu baul y esten listas para abordar al amanecer. Prudence se puso en pie, se dirigio a su lado y lo beso en la mejilla. --Gracias. No te arrepentiras. --Rezo por eso, Poppet --le dio unas palmaditas en la mano enguantada--. Ahora, ala, nina --Buenas noches, papa. --Prudence camino hacia la puerta a paso vivo. --Dulces suenos, mi amor. --Solo los mas dulces. --Ella le sonrio por sobre el hombro--. Y manana… los viviremos. Capitulo 1 Oceano Atlantico, 1818 --!Barco a la vista! --El aviso descendio desde la cofa. Jasper Blackmore levanto el catalejo para mirar. Lo que vio, hizo que el entusiasmo le corriera por la sangre. Una balandra pirata, y a juzgar por la actividad en la cubierta, habia visto batalla recientemente. --Es la Black Dawn, y se la ve cargada. --Le paso el catalejo a su condestable, Reed Hawkins--. Echa un vistazo. Parecia que habia pasado casi una vida desde que Jasper dejara la finca ducal familiar para luchar contra Napoleon. Nunca se habria imaginado en aquel entonces que se convertiria en un pirata, destinado a surcar los mares llenos de despiadados asesinos junto a su primo, Hawkins, como su mano derecha. --Parece que encontramos un objetivo, capitan. --Hawkins bajo el catalejo y esbozo una sonrisa astuta--. Deberian de ser presa facil. El mastil parece estar danado. --Jasper miro de nuevo. -- Y parece que tambien nos estan observando. Habia tenido tratos con la Black Dawn en el pasado. Era un grupo repugnante que no se oponia a matar a inocentes. Hoy no permitiria que escaparan. No le gustaba matar a otros hombres -ciertamente no lo hacia-, pero despues de todo lo que habia visto y sufrido, no permitiria que la tripulacion de la Black Dawn presenciara otro amanecer. Su mente volvio a sus dias de corsario para la corona. Los gritos de sus hombres heridos y moribundos despues de que la tripulacion de la Black Dawn los atacara. Habian estado debiles, habian sufrido danos en una escaramuza anterior y estaban escasos de polvora para las armas. Los hombres de Jasper habian dado todo en la lucha, pero, al fin, mas de la mitad de la tripulacion se habia ido a reunir con su creador. Hawkins asintio con la cabeza. --Los superamos en poder de fuego y en numero. Comencemos la persecucion. Jasper se volvio para dar ordenes a su tripulacion. --!Tripulacion, a sus puestos! !Vamos por la Black Dawn! !Cargad los canones de estribor y poned a Styles al frente! Styles Wither era el mejor artillero que Jasper hubiera tenido el placer de comandar jamas. Con la velocidad de su barco y su tripulacion experta, todavia tenian que enfrentarse a un enemigo al que no pudieran conquistar. Hoy no seria diferente. Ganarian la batalla y se beneficiarian de ella. Cerro los dedos con firmeza sobre la empunadura de su alfanje, mientras la anticipacion de la batalla calentaba su sangre. Esto era por lo que vivia: el mar abierto, la camaraderia de sus hombres y la excitacion de la batalla. El hecho de que el camino elegido irritara a su padre solo endulzaba las cosas aun mas. En cuanto al duque, Jasper dejo de existir cuando peleo con su hermano mayor despues de que la mujer que estaba cortejando, la senorita Anna, lo abandonara por el primogenito heredero. El padre habia ordenado a Jasper que se inclinara ante su hermano, olvidara la traicion y se comportara como correspondia a un segundo hijo. Eso no sucederia. Jasper dejo su casa y nunca miro hacia atras, aunque mantuvo correspondencia con su madre y su hermana. El duque debia de estar muy enojado con su hijo, el pirata, hecho que le convenia perfectamente a Jasper.

  • Siempre ella de Mero Loor

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    A veces el amor no es lo que parece, a veces necesitamos conocer por muchos anos a una persona para saber que es la indicada, a veces basta una mirada, si, aunque suene a locura, basta una mirada, pero ?Que, cuando esa mirada crea lazos con el tiempo? ?Cuando el misterio es mas grande que el simple hecho del amor a primera vista?
    Preparate para describir un amor no solo a primera vista, un amor que trascendio y transcendera en el misterio del tiempo. Descubriras que quizas ya amabas a esa persona antes de conocerla, quizas ya la conocias, pero no lo recuerdas, sin embargo, existe ese presentimiento, ese “siento que te conozco de toda la vida” aun cuando apenas se han presentado. Descubre las posibilidades de que tu amor sea el amor de tu vida, el amor de todas tus vidas.

  • Furia y poder de D. Martin

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    Sebastian Costa llega a la ciudad paradisiaca de Los Cabos, en Mexico. A primera vista parece un hombre normal que disfruta de sus vacaciones, pero oculta un siniestro pasado. Un pasado en el que era un brillante medico que trabajaba bajo las ordenes de la Familia Di Tella, una de las mafias mas poderosas de Italia. Tras una cirugia de rutina termina ocasionando la muerte de uno de los miembros mas influyentes de la organizacion. Su complice y amante tambien se ve inmiscuida y juntos idean el plan de escape, solo que todo resulta terriblemente mal y la situacion se convierte rapidamente en una carrera contra el tiempo, en la que un misterioso amuleto podria ser la clave para salvar sus vidas…

  • ?Quien mato a Palomino Molero? de Mario Vargas Llosa

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    Un joven soldado de aviacion aparece muerto y con signos evidentes de haber sido torturado. Dos policias, un teniente y un guardia, emprenden la investigacion del crimen. A traves de sus pesquisas, los policias van descubriendo poco a poco las peculiaridades de la sociedad en la que se desenvuelven --el Peru de los anos 50--, adentrandose cada vez mas en un inexorable mecanismo de corrupcion en el que ambos son solo dos piezas que no acaban de encajar... Esta novela, que oscila entre el relato de intriga y la denuncia social, se cuenta entre las mas representativas del autor peruano.

  • El cazador de fantasmas de Arlette Geneve

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    Rachel es una medium sensitiva que ayuda a espiritus a mantener un ultimo contacto con sus familiares vivos, tambien a desenmascarar a falsos clarividentes, pero todo cambia cuando en una sesion para mostrar un fraude, un espectro peligroso contacta con ella. Rachel se encuentra ante un peligro muy real, y por eso busca la ayuda del unico que puede darsela.

  • Nefando de Monica Ojeda

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    ‘Nefando, Viaje a las entranas de una habitacion’ fue un videojuego en linea poco conocido y pronto eliminado de la red a causa de su polemico contenido sensible. Las experiencias de sus jugadores son, ahora, el centro de los debates gamers en los foros mas profundos de la deep web, pero sus usuarios no parecen ponerse de acuerdo: ?era un juego de horror para frikis, una puesta en escena inmoral o un ejercicio poetico? ?Son tan hondas y retorcidas como parecen las entranas de esa habitacion?

  • La edad del desconsuelo de Jane Smiley

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    Cuando Dave escucha a su esposa Dana musitar <>, quiza sin haberse dado cuenta siquiera de que lo decia en voz alta, siente que ambos estan a punto de perder todo aquello que una vez desearon: sus anos de apacible matrimonio, tres hijas, la prospera clinica dental que comparten. Ahora Dave esta convencido de que Dana se ha enamorado de otro hombre y, de manera inesperada, decide que la mejor manera de salvar su relacion es evitar que su esposa descubra que el lo sabe.

  • La deshonra de Sarah Ikker de Yasmina Khadra

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    El teniente Driss Ikker esta en el mejor momento de su vida. Disfruta de un feliz matrimonio con Sarah, la hija de un alto cargo de la policia marroqui; vive de forma mas que acomodada y le han dado un destino sin complicaciones en Tanger, a las ordenes de uno de los hombres de confianza de su suegro. Pero todo se le va a venir abajo cuando un dia regresa antes de tiempo a su chalet y se encuentra a Sarah en la cama, desnuda y maniatada. Cuando intenta socorrerla, recibe un fuerte golpe. Al recuperar la conciencia se va a enterar de que Sarah ha sido violada.
    La desesperacion se apodera del joven teniente. Su unica obsesion es averiguar quien cometio tal crimen. Aunque sus mandos intentan apartarle del caso, Driss Ikker va a hacer sus propias pesquisas al margen de la investigacion oficial. Sin imaginarse que el resultado de sus investigaciones puede llegar a ser peor que el dano ya cometido.
    Una nueva novela de intriga de Yasmina Khadra; un retrato de la sociedad magrebi en sus distintos niveles sociales; una reflexion sobre el honor y los prejuicios, sobre la condicion femenina en el mundo musulman.

  • El ano del Oraculo de Charles Soule

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    La vida es impredecible pero…

  • Opus 77 de Alexis Ragougneau

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    Pero los minutos de silencio, como bien saben ustedes, nunca duran sesenta segundos enteros, ni siquiera en el recogimiento de una basilica ginebrina un dia de funeral. La impaciencia no tarda en despuntar, por mucho que el grueso de los asistentes sean musicos de la OSR que, por definicion, respetan el tempo que les impone su director. Esta vez, Claessens no esta en el podio. Esta tumbado en el ataud, delante del altar, bajo la afanosa mirada de un cura imbuido de su mision. Ensalzar al artista. Dejar caer un par de palabras sobre una posible inspiracion divina; nunca se sabe, tampoco cuesta nada y, al difunto, un poco de proselitismo dano no le va a hacer. Y lo que es su hija, sentada al piano unos metros mas alla, seguramente no dira nada, de lo ensimismada que parece. Por encima del teclado, anidada en la piedra, hay una Virgen con el Nino. En su rostro, vuelto hacia la vidriera, se queda prendida la luz del dia. Jesus, un angelote mofletudo de pelo rizado, me mira fijamente con sus ojos de alabastro. No hay forma de saber lo que esta pensando; debajo de la Madre y el Hijo, con el vestido de seda negro demasiado escotado para la ocasion y la melena cobriza colgando sobre las teclas de marfil, debo de quedar fatal, como una autentica Maria Magdalena. He venido a tocar una pieza en el entierro de mi padre. No se me ha ocurrido nada mejor para ponerme que el primer vestido de concierto que he encontrado en el fondo de un armario. Alli, en la segunda fila, hay alguien sorbiendo por la nariz y llorando que empieza a sacarme de quicio. Me siento rarisima, casi extranjera, como si estuviera dando un concierto al otro lado del mundo, en Sidney o en Tokio, aun atontada por el desfase horario. Esta manana temprano, cuando la iglesia aun estaba vacia de espectadores, vino un afinador para poner a punto el Bosendorfer (o, al menos, eso me ha asegurado el sacerdote). Me hubiese gustado cruzar unas palabras con el, charlar de ajustes y de mecanica (me encanta hablar con los artifices de instrumentos, tecnicos, afinadores...). No pude: me estaban esperando en el tanatorio. Que arrugado estaba Claessens. Que viejo, metido en el ataud. Ya era una momia. Como si todos los esfuerzos que se habia consentido para preservar la juventud, las cremas, los implantes capilares y el bisturi se hubiesen quedado en nada por la muerte y la enfermedad. Justo antes de que cerraran el feretro, meti dentro la batuta, pensando que se quedaria mas tranquilo teniendola, para poder marcar el compas alla donde va, a dos metros bajo tierra y a ningun otro lugar. En la nave, los musicos de la orquesta se han sentado espontaneamente en formacion de concierto. <>, asi los llamaba Claessens: <>. No lo olvido, papa. Noche tras noche, cuando tengo que tocar un concierto de Rajmaninov, de Beethoven o de Mozart, jamas lo olvido. La cuerda en las primeras filas. Violines a la izquierda y violas en el centro; a la derecha, los de mayor cilindrada, violonchelos y contrabajos. Mas alla, la <>, clarinetes y fagots, flautas y oboes, trompas, trompetas, trombones y tubas. Y por ultimo, al fondo del todo, los que pasan inadvertidos o casi, los percusionistas, que son mi picoteo favorito para despues del concierto y los autografos, para despues de los actos mundanos, en Nueva York, Milan o Berlin, cuando llega la hora de volver al hotel. Entre los lobos que aullan siempre escojo al mas sumiso, al mas insignificante, y lo invito a tomar la ultima, para que los machos alfa se vuelvan locos, de celos y de ira. Aqui, en esta basilica, veo que varios musicos de la Orquesta de la Suisse Romande, sobre quienes reinaba mi padre, se han puesto el frac de las noches importantes. El minuto de silencio aun no ha concluido, pero ya quieren acelerar el tempo, pasar a la ceremonia religiosa propiamente dicha. Los veo desde el teclado, veo como rebullen en la silla, cruzan y descruzan la piernas; oigo como carraspean, se chascan las articulaciones y se suenan de forma mas o menos discreta (hay que decir que estamos en invierno: fria, fria y humeda Ginebra). No saben que hacer sin un instrumento entre las manos. El silencio les resulta insoportable. Pero antes, todavia les queda escucharme. Anoche me dejaron claro (quien, ya no lo se, un tio con traje oscuro de raya diplomatica, ?el administrador de la OSR, tal vez?) que estaria bien que yo interpretase una obra en la iglesia, en memoria de mi padre. Me pillo desprevenida. Yo, Ariane Claessens, no sabia que tocar. Estos ultimos dias, en el centro de cuidados paliativos, me habia convertido en la espectadora de su muerte inminente. Ni me acordaba de los conciertos. Intentaba alimentarlo con cucharilla, darle de beber, pero siempre se negaba. Me quedaba observando a las auxiliares de enfermeria cambiarle los panales y arreglarle la cama, y una en concreto, tambien pelirroja, pero de mentira, no paraba de decir: <> (cito sus palabras), y yo: <>. Solo que no me movia del rincon. Primero, me van a tener que escuchar, queridos espectadores vestidos de negro. Cuando llegue aqui, tenia pensado tocar Funerailles, de Liszt. Un programa de circunstancia. Y ademas me gusta tocar los pasajes forte, ensanandome con el teclado hasta la extenuacion. Algo para desfogarme con el instrumento en un dia y un ambiente como estos. Pero antes de la ceremonia tuve que recibir los pesames en la escalinata de la iglesia, delante de un punado de periodistas aferrados al paraguas (fuera esta lloviendo a cantaros; fria, fria y lluviosa Ginebra). Estaba predestinada, ?comprenden?, a recibir las sentidas condolencias de la profesion. Yo, la ultima superviviente, o casi; la ultima mohicana o, mas bien, la ultima Claessens. Ariane, un cuarto de siglo bien colmado. Detras del cutis de melocoton y el pelo de fuego, debo de tener por lo menos cien anos. El primer apreton de manos me lo dio un percusionista. Uno de esos tios del fondo, junto al radiador: <>. Este, por muy percusionista que sea, obviamente nunca me ha tocado. La OSR es familia. No te llevas a tu madrina de copas a las dos de la madrugada pasadas, tendria algo de incestuoso; mas tarde les contare el asunto ese del amadrinamiento. Desfilaron todos delante de mi, en la escalinata de Nuestra Senora de Ginebra, a unos cientos de metros de la estacion; todos me dieron un apreton de manos siguiendo, por asi decirlo, el orden protocolario o, mejor aun, siguiendo la formacion de una orquesta sinfonica. Hasta el violin al que mi padre degradara muchos anos antes (de primero a segundo) se acerco con todos los dientes fuera, sin que me quedara muy claro si era para sonreir o para hincarmelos en las carnes. <> Y luego hace ademan de entrar en la basilica, donde el organo se mantiene mudo porque soy yo quien, dentro de un rato, va a aporrear el Bosendorfer a modo de marcha funebre; pero, en el ultimo momento, parece que se lo piensa mejor; ahora solo quedamos fuera el y yo, mientras sigue lloviendo a mas y mejor (fria, fria y siniestra Ginebra), y el segundo violin me susurra al oido, pianissimo : <>. Entonces le digo: <>. Y el dice: <>. Yo me quede imperterrita, que es algo que se me da muy bien, mientras por dentro me inundaban la tristeza y la ira. Entonces supe que no iba a tocar las Funerailles de Liszt, sino una obra mucho mas larga, de cuatro movimientos, sin contar la cadencia del solista. Una composicion para violin y orquesta, cuya transcripcion para piano me sabia de memoria por haberla ensayado mil veces con mi hermano. El Opus 77. Ya ha pasado el minuto de silencio, mas o menos, y me llega el turno de tocar. Me desnudan con la mirada, me clavan en el ataud de madera negra que lleva el marchamo de Bosendorfer. <> Como veran, dicho sea de paso, siempre hay alguien esperandome a la vuelta de la esquina; incluso cuando levanto la tapa de un teclado en el entierro de mi padre, los criticos presentes en la sala tienen que sacar el boligrafo y la libreta. Oigo silbar desde aqui su lengua viperina. <> De todas formas, para esa gente solo soy un fenomeno de feria. Inspiro hondo antes de empezar. Es como zambullirse en las profundidades a pulmon libre. Cierro los parpados y echo la melena hacia atras para darles a todos la oportunidad de verme brevemente el hermoso rostro salpicado de pecas. Mis dedos acarician las teclas (la fa mi la, la bemol sol fa do, si mi do la, sol la fa sostenido re). Tardan cinco segundos en reconocer el opus ruso. <> Si, senoras. Si, senores. Exactamente eso. Yo solita sere una orquesta al servicio del etereo de mi hermano. Ha habido que esperar a que David se quedara en silencio para que yo volviera a tomar la palabra al fin. Les ruego que se comporten con un minimo de dignidad delante de los despojos de mi padre. Creanme si les digo que ser pacientes tiene su recompensa. Ahora, escuchen atentamente, escuchen nuestra historia; la de mi madre, la de mi hermano y la de Ariane Claessens, que toca para ustedes de memoria; esta vez, se lo garantizo, me veran desnuda como el dia en que naci. * * * Uno de mis recuerdos mas lejanos es un recuerdo que no me pertenece. Debo de tener cuatro anos y David, seis. Desde hace dos o tres meses, en cualquier caso, desde que llegamos a Ginebra, todas las mananas mi hermano toquetea el Steinway del salon, despues de comerse el cuenco de cereales y antes de irse al colegio, ante los ojos arrobados de Claessens. Mi madre, por su parte, ya ha empezado a encerrarse en su habitacion en cuanto alguien abre la tapa del instrumento.

  • Parpados de Toni Quero

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    Duna y su companero se instalan a principios de junio en un desierto y fantasmal delta del Ebro con la intencion de trabajar durante el verano en un restaurante de la zona y fortalecer su relacion. Pronto, vencidos por el aburrimiento y el hastio, deciden emprender un viaje en moto sin rumbo fijo hacia el norte de Europa, que los llevara de Paris a Copenhague. Durante el trayecto, mientras consumen kilometros y sus escasos ahorros, Duna intenta aprehender en su cuaderno de dibujo una realidad que se desvanece; su pareja, en cambio, captura la vida a traves del visor de una camara fotografica.

  • La ladrona de Rebeca Corrales

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    Cuando los dos caballeros conocen a Angela, una ladronzuela con cara de angel, no pueden creer su suerte. Bella y con una habilidad pasmosa en sus agiles dedos, parece perfecta para el trabajo. El unico inconveniente, es que tiene los modales de una verdulera, aparte de que no parece muy ansiosa por aceptar. Si consiguen pulir aquel diamante en bruto, puede que tengan una posibilidad, eso si Alonso consigue sacarsela de la cabeza, y concentrarse en la mision.

  • Siete Pecados de Nathan Burkhard

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    Reed Fletcher es un prometedor agente del FBI. Su meta es recopilar pruebas contra la familia Kapot y hacer justicia, pero su destino tiene otros planes. Cuando se cruza en su camino la joven Naval Kapot, acabara haciendo lo que una vez juro no hacer: enamorarse perdidamente de su objetivo.
    Naval Kapot, al ser la hija de un poderoso narcotraficante, acepto en su vida estas tres palabras: drogas, perdida y traicion. No obstante, en una noche de fiesta conoce a un hombre de ojos azules, decidido y con temperamento explosivo que le cambiara la forma de ver la vida.
    Cada uno de ellos se debatira entre sus ideales y sentimientos, pero sobre todo lucharan contra el destino. Todo para poder permanecer juntos. ?Pero su amor sera lo suficientemente fuerte para resistir los Siete pecados?

  • Por una mentira de Sophie Saint Rose

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    Tabitha colocaba el expositor y cuando vio llegar a la senora Morley gimio dejando el pollo que tenia en la mano, para incorporarse y mirarla por encima con una sonrisa en los labios que no llegaba a sus ojos violeta. -- Buenos dias, senora Morley. --Buenos dias, nina. -- respondio mirando la mercancia con su ceno fruncido. La senora Morley era una de sus clientas habituales, pero para venderle una pechuga de pollo se pasaba en la carniceria una hora y queria que le mostrara todo el genero. A sus casi noventa anos decia que no podia meterse cualquier cosa en el cuerpo, asi que la torturaba todo el tiempo que le daba la gana. Tabitha suponia que no tenia mucho mas que hacer que darle el conazo. -- ?Que le pongo hoy? -- dijo mirando su vestido de flores de cuello blanco, acompanado por su collar de perlas. Tambien se fijo que esa manana se habia decidido por sus zapatos planos de cordones marrones -- Tengo la ternera de oferta. -- ?La ternera? No creo. Mi pension no llega para tanto. --la miro con sus ojitos azules detras de sus gafas de pasta y entrecerro los ojos-- ?Llevas la redecilla? No la veo. ?La llevas? No voy a consentir encontrarme un pelo pelirrojo en mi comida. --Si, senora Morley. --se acerco a ella por encima del expositor senalando su horrible redecilla blanca -- ?La ve? Es obligatorio llevarla. --Por eso te lo digo, nina. --dijo con los ojos entrecerrados intentando centrar la vista. Molesta porque no veia tres en un burro, miro el expositor de nuevo-- Vamos a ver, ?eso que es? ?Pavo? --No, senora Morley. Es la ternera que le decia. --Va, no tiene buen color. Tabitha se mordio la lengua forzando una sonrisa y miro a traves del escaparate de la tienda al exterior esperando que llegara su jefa y se pudiera librar de atender a la mujer-- ?Que le parece pollo? -- respondio importandole un pito lo que se llevara la buena mujer. -- ?Pollo? !Me lleve pollo ayer! --No, senora Morley. Se lo llevo el lunes y estamos a viernes. -- al fin era viernes y descansaria todo el fin de semana. Las ganas que tenia de perder de vista a las clientas solo las sabia ella-- ?Y conejo? -- !Conejo! !La cantidad de conejo que me comi en los cuarenta! Madre mia, ya la habia liado. La mujer se puso a relatarle toda su infancia y la adolescencia. A describir lo dura que era la vida entonces y no como ahora, que los jovenes solo se quejaban de vicio -- !Y mi marido! !Oh, lo que trabajaba el pobre! -- entrecerro sus ojitos-- ?Y tu? -- ahi venia-- ?Ya te has casado? -- la pregunta de todas las semanas. --No, senora Morley. Desde hace siete dias, que me lo pregunto la ultima vez, no me he casado. -- respondio cogiendo el cuchillo clavandolo en la tabla de madera pensado por que cono tenia que explicarle su vida a todo el mundo. -- !Pero nina! ?Cuantos anos tienes? !Joder! ?Por que no se compraba la pechuga de pollo de una vez y la dejaba en paz? -- Veintisiete, senora. La senora Morley la miro con horror como todas las semanas. Un dia iba a sacarle una foto y a colgarla en Internet -- Pues casate nina o… -- ?Y que le parece cerdo? Unas buenas chuletitas de cerdo. La mujer chasqueo la lengua y en ese momento entro su jefa que llegaba de ir al banco a realizar los ingresos-- Buenos dias, senora Morley. -- dijo pasando ante ellas a toda prisa y metiendose en la trastienda a la velocidad de la luz despues de mirarla con cara de panico. Tabitha dejo caer los hombros y agarro el mango del cuchillo-- Cobarde. -- susurro desclavando el cuchillo. Miro el reloj que tenia colgado y vio que la mujer llevaba en la tienda exactamente cuarenta y siete minutos. La mujer seguia hablando sobre que no le apetecian chuletas de cerdo y cuando tomo aire, Tabitha metio baza-- ?Y de cordero? -- !Oh, el cordero me sienta mal, nina! ?Que te pasa? Estas muy distraida. --Tiene toda mi atencion, senora Morley. --cuando vio entrar en la carniceria a su amiga Kat sonrio de oreja a oreja-- ?Las tienes? -- !Ja! -- saco dos invitaciones a la inauguracion de la nueva discoteca en Manhattan para esa noche-- Creias que no podia, ?verdad? -- dijo apartando con chuleria su pelo moreno. -- ?Que eso, nina? ?Os vais al cine? Kat miro a la mujer con una sonrisa en la boca y Tabitha nego con la cabeza indicandole que no contestara-- No, son las entradas a una discoteca. La senora Morley las miro con horror como si fueran dos perdidas y jadeo-- ?Una discoteca? --Si. -- respondio Kat confundida. Miro a Tabitha como si la hubiera decepcionado-- ?Vas a esos antros de perdicion, drogas y alcohol? -- dijo levantando la voz-- !Deberias ir a la Iglesia, nina! !Ahora entiendo que no te hayas casado! --la senalo con el dedo-- !Los hombres decentes van a la Iglesia! !Ahi conocia a mi Martin y estuve casada sesenta y tres anos! Tabitha miro hacia la puerta de la trastienda que se abrio en ese momento saliendo su jefa vestida para ponerse a trabajar. La miro como si hubiera metido la pata y ella miro a Kat como si quisiera matarla. Su amiga susurro-- Bueno, yo me voy. La anciana seguia soltando por la boca que los jovenes en la actualidad habian dejado de ir a la Iglesia, porque estaban tan cansados despues de drogarse toda la noche, que no querian oir la palabra de Dios para no tener remordimientos. Su jefa asintio --Que razon tiene, senora Morley. ?Le pongo unos filetitos de pollo? Kat hizo una mueca yendo hacia la puerta, haciendole un gesto como que la llamaba luego--Gracias por tu visita, Kat. --dijo ironica con ganas de pegarle cuatro tiros. --Lo siento. -- vocalizo antes de salir practicamente corriendo. Como una buena chica tuvo que escuchar como debia reformarse de su disipada vida. ?Disipada vida? !No echaba un polvo desde que su novio la habia dejado por la pastelera del final de la calle! Y eso habia sido hacia dos anos. En ese tiempo a ellos les habia dado tiempo a casarse y tener gemelos. Con una mueca en la boca que se suponia que era una sonrisa, vio como llegaba otra vecina y opinaba sobre su vida como si tuviera todo el derecho del mundo, aliandose contra ella. Miro a su jefa que la observaba cruzada de brazos-- Ya le he dicho que mi hijo estaria encantado de salir con ella. -- dijo su jefa dando la puntilla --Gabriel esta medio enamorado de Tabitha y lleva esperandola desde que la conoce. Cuatro anos hace que lo tiene esperando al pobre chico. ?Pobre chico? !Era un cromanon que solo hablaba de futbol, soltaba eructos, que pesaba cien kilos y estaba calvo! No estaba tan desesperada. Pero eso no se lo podia decir a su jefa, por supuesto. Asi que sonrio dulcemente diciendo-- Nuestros caracteres son muy distintos. -- !Dejate de tonterias, nina! -- dijo la senora Morley levantando la barbilla-- !Que caracteres, ni caracteres! !En casa mandas tu! !Punto! !Todo lo demas son tonterias! -- !Eso le digo yo! Si cuando le sonrie, el pobre se pone a babear. Pero ella nada. !Ni siquiera quiere salir con el una vez! --Tabitha, debes ser mas flexible. -- dijo la senora Rubin acercandose al expositor--Ponme carne para picar. Voy a hacer hamburguesas. Tabitha se puso a servir a la mujer pensando que deseaba que dieran las dos, que era la hora en la que salia ese dia. Metio la carne en la picadora despues de pesarla, rumiando que necesitaba una noche loca. Si, se cogeria un buen pedo. De los que hacen epoca. No sabia como despues de trabajar alli cuatro anos, no se habia dado al alcohol. Escuchandolas ponerla verde por ser muy exquisita, termino de picar la carne y le tendio el paquete a la mujer cobrandole-- Aqui tiene, senora Rubin. La vuelta. -- ?Que te parece si sales con mi Steve? Acaba de dejar a su mujer y siempre le has gustado. !Ja! !Ni loca! Pero sonrio radiante porque ahora el tema se desviaria. -- ?Tu hijo ha dejado a su esposa? -- pregunto escandalizada la senora Morley sonrojando a la vecina. Cuando llego a su casa arrastrando los pies, vio a su madre en el pequeno jardin tirando de los hierbajos-- Uy, uy, hoy ha sido un dia malo. --Pesimo. Estoy mas harta... -- ?Por que no buscas algo en Manhattan? --dijo quitandose los guantes para acercarse y quitarle la redecilla de su pelo pelirrojo-- Hija, no puedes seguir asi. Miro con horror a su madre-- ?Me he paseado por todo Brooklyn con eso puesto? La risa de su madre la altero todavia mas-- No tiene gracia. --Claro que la tiene. Tenias tanta prisa por salir que ni siquiera te has dado cuenta. Gruno subiendo las escaleras-- !Que harta estoy! --Si hubieras terminado... Se volvio fulminandola con la mirada-- ?Me lo vas a recordar otra vez? Si hubieras terminado la carrera, ahora serias un medico de prestigio y vivirias en Manhattan. -- !Es que es la verdad! -- !Mama! !Me echaron! Su madre miro a su alrededor jadeando-- !Que no te oigan las vecinas! --Soy una negada para estudiar medicina. ?Sabes todos los nombres que hay que aprender? !El instituto estaba tirado! -- !Pero sacabas muy buenas notas! Por eso te dieron la beca. !Lo que pasa es que te desviaste! Eso era cierto. La vida en el campus era tan distinta a la que habia llevado, que se despisto un poco. No un poco, muchisimo. No se encontro en todo el semestre y cuando lo suspendio todo, ya era tarde. La echaron a patadas. --Mira, no quiero hablar de lo que ya no puedo arreglar. -- entro en casa de sus padres frustrada. -- !Podrias volver a estudiar! -- !Todos los dias tenemos que tener esta conversacion! Mama, aceptalo. No voy a ser medico. -- ?Y enfermeria? Puso los ojos en blanco dejando el bolso en el perchero y yendo hacia la cocina -- Puedes estudiar por las tardes. Tomo aire sacando una cola de la nevera. Su madre estaba preocupada por ella. Lo sabia. Tenia veintisiete anos y se habia dejado llevar. Cuando la echaron de la universidad para disgusto de todos, volvio a casa y trabajo en un supermercado. Alli habia acabado de carnicera y de alli a la carniceria del barrio. Siempre habia ganado dinero, pero no era la vida que siempre habia sonado. --Tienes dinero ahorrado. Lo bastante como para ponerte a estudiar de nuevo si no quieres trabajar. --su madre se acerco y le acaricio la mejilla --Yo quiero que seas feliz y no lo eres. En Manhattan tendrias mas oportunidades y… --Pensare en algo, ?vale? Te lo prometo. Su madre tenia razon. Lo sabia. Lo que no sabia era lo que le pasaba. Era como si desde que habia ido a la universidad le diera miedo lanzarse a la vida para no pegarse otra leche. Asi que alli estaba, viviendo en casa de sus padres, aunque ellos estaban encantados. Trabajando en el barrio y sin pareja. Todo un panorama. Su madre sonrio y Tabitha alargo la mano para quitarle una hierba de su pelo negro-- No te preocupes por mi. --Estoy encantada de tenerte aqui y lo sabes. -- Tabitha asintio-- Pero quiero que empieces a vivir tu vida. Siempre estas pendiente de nosotros, sobre todo de tu padre. Desde que tenias dieciseis anos echabas una mano en el taller y cuando sales de trabajar te pasas muchas veces para ayudar. No puedes seguir asi. !No eres feliz! -- se alejo y abrio un cajon de la cocina-- Mira, he hablado con tu tutora del instituto. -- Tabitha abrio los ojos como platos. -- !Mama! --Escuchame, ?vale? Puedes ir a clases nocturnas y en dos anos tendras tu titulo de auxiliar de enfermeria. --le enseno un folleto y Tabitha suspiro. Cogio el folleto de sus manos y la miro asombrada. !El folleto tenia tres anos! -- ?Por que me lo das ahora? --Porque estas al borde de un ataque de nervios y es el momento apropiado. Antes pensabas que estabas bien. Ganabas dinero y tenias novio. Incluso pensasteis en casaros y te entro el panico. Ahora estas preparada para cambiar tu vida. -- ?Por que he tocado fondo? -- dijo divertida. --Exacto. --la beso en la mejilla-- Piensatelo, ?vale? --Si, mama. -- la agarro por la cintura antes de que se apartara-- ?Sabes cuanto te quiero? Su madre se echo a reir mirandola con sus mismos ojos color violeta-- Seras zalamera. --Si, lo soy. -- la beso en la mejilla y se aparto dispuesta a comer algo. Volvio a abrir la nevera sacando algo de jamon para hacerse un sandwich. --Carino, ?no esperas a la cena?

  • Si no hubiera manana de Alexis Ravelo

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    Hay amores que pueden joder cualquier negocio y hay negocios que podrian joder el amor mas grande. A Eladio Monroy se le ocurrio pensar esto mientras encendia un cigarrillo para ahumar el hambre. Los cruasanes y el cafe con leche los habia metabolizado hacia rato y la cosa no tenia pinta de que pudiese almorzar temprano. Por supuesto, podria haberse metido en el Bodegon Suso, el bar que tenia casi delante del coche, o ir al Europan para comprarse algo con lo que entretener la muela. Pero no queria arriesgarse a perderle la pista al del chandal. Habria sido dificil: la plaza donde habia aparcado estaba solo a una decena de metros del portal en el que habia entrado el tipo y, aunque no hubiera sido asi, no habria podido marcharse sin que el lo viera, porque el coche permanecia enmarcado en su retrovisor izquierdo. Sin embargo, mas valia un por si acaso. Asi que ahi estaba el, al filo del mediodia, fumando y echando la ceniza por la ventanilla de Naranjito, preguntandose por que carajo seguia dejandose arrastrar por la corriente, metiendose en lios como este mismo, que lo habia conducido hasta ese aparcamiento en los bloques de viviendas de La Pantera Rosa. En medio de la manana grisacea del barrio obrero por cuya unica acera realeaba el paisanaje, miro el reloj y se pregunto cuanto tiempo tardaria el tipo en bajar para que el pudiese regresar a casa con la satisfaccion del deber cumplido. Baja ya de una puta vez, plasta de los cojones, acabo diciendole mentalmente al del chandal. Y entonces, como si lo hubiera estado escuchando, el tipo bajo. Bajo rapidamente. A toda velocidad. Tanta que a Monroy casi no le dio tiempo de verlo antes de oir el taponazo contra el pavimento a unos metros del coche. Cayo a plomo desde vaya usted a saber que piso del edificio y acabo despatarrado sobre la acera. UNA COSA DE AMORES Por supuesto, todo habia empezado antes. Todo, siempre, ha empezado antes y seguro que, en la cadena causal que conducia hasta aquel instante, uno podria haberse remontado al momento en el que el papa de Jorge Mesa deposito su semillita en los fertiles ovarios de su mama, pero para Eladio Monroy aquel lio habia comenzado como solian empezar todos sus lios, con un cortado en el bar Casablanca, con un encargo que llegaba en uno de esos momentos en los que Eladio andaba sin perras o con el suficiente aburrimiento encima como para dejarse enredar en un trifostio de ese tamano. Era viernes, se avecinaba octubre, los incendios forestales le habian dado a Gran Canaria un verano de mierda y las camaras acababan de disolverse, con lo cual se estaba quedando un otono estupendo para volver a votar por no se sabia que vez en un par de anos. En el Casablanca, Casimiro trasteaba tras la barra, Juan el del Pescao casi sesteaba sobre ella con el arrullo de la television donde una presentadora de magazin matinal y unos tertulianos de lo mismo intentaban que la inminente separacion de un matrimonio de cachanchanes resultase un asunto de interes, y Monroy se aburria. Si, se aburria. Y puede ser que eso haya sido la causa de todo o, al menos, un aspecto importante de la cuestion. Porque ese dia (igual que los inmediatamente precedentes) Monroy se aburria como un sordo en un concierto de arpa solista mientras hojeaba (o, mas bien, ojeaba) los periodicos manchados de grasa y cafe que Casimiro ponia a disposicion de su cada vez menos distinguida clientela. Monroy ya no compraba El Pais. Uno de los motivos era que Forges habia muerto. El segundo, que entre Manolo y Las Tres Desgracias lo habian ido acostumbrando a picotear la prensa en digital y hasta se habia suscrito a un par de periodicos online. Por eso, a la hora del cortadito, solo echaba un vistazo a los ejemplares de La Provincia y el Canarias 7 comprados por Casimiro en el estanco de enfrente y que, cuando el llegaba, ya se habian convertido varias veces en un monton de hojas impresas, como contaba Cortazar que ocurre con los diarios una vez leidos. Amen de la ventaja economica (los periodicos no son caros, pero leerlos gratis es todavia mas barato), eso le permitia disfrutar tanto de las vinetas de Morgan como de las de Padylla y Montecruz. Entre los tres acumulaban suficiente ingenio y mala baba como para que la ausencia del maestro Antonio Fraguas doliese un poco menos. Aunque doliese. Asi, echandose el cortadito, fue como Eladio Monroy se entero de que Garcia Medina parecia haber encontrado al fin su sitio en la politica. Tras quince anos intentandolo, primero entre la derecha insular y luego entre el neoliberalismo nacional, el muy malnacido se habia hecho un hueco a la derecha de la derecha de la derecha e iria en las nuevas elecciones de numero dos en las listas de Democracia Espanola Nacional, que no arrasaria en Canarias (donde hay poco Opus y casi ninguna aficion a los toros), aunque contara con el suficiente numero de desinformados como para aranar algun escano. Leyendo aquello, se le comenzo a calentar la sangre, como siempre que se acordaba del millonetis. Si no llego a alcanzar el punto de ebullicion fue porque una mujer entro en el Casablanca, se planto frente a el y pronuncio su nombre. Eladio Monroy alzo la vista y se quedo mirandola, preguntandose de que la conocia. --No te acuerdas de mi, ?verdad? Monroy busco en su base de datos los ojos marrones y achinados, el rostro alargado de bronceado a punto de caducar, la mandibula algo ancha para hacer sitio a unos dientes quiza demasiado grandes pero bien ordenaditos en una sonrisa amplia. Le sonaban aquellos ojos y aquella sonrisa, pero no la melena tenida de caoba ni el vestido rosa palo demasiado fresco para la epoca. Enseguida descubrio la chamarrita de falso cuero azul puesta de traves sobre el bolso que pendia de uno de sus hombros. Volvio al rostro, intentando dar con un nombre. Ella, divertida, se dejo observar y el le calculo la edad entre los treinta y muchos y los cuarenta y pocos y registro el colgante con una pequena pintadera de plata, los pendientes discretos, la cicatriz casi imperceptible en el extremo de la quijada, muy cerca de la oreja izquierda. Unicamente entonces, al percatarse de la cicatriz, vino a su memoria una casa en Escaleritas, un nino triste, el olor de un caldo de pescado, la amable hospitalidad de unos ancianos. --?Sonsoles? Sonsoles, la hija de Paco Nieves, el ferretero, asintio. --Muchacha, ni te conoci --dijo Eladio, sonriente. --Normal. Hace tiempo. --?Cuando fue la ultima vez? --En el funeral de mi padre. Ambos asintieron y mantuvieron una sonrisa de cortesia. Sonsoles podria haber disimulado. Habria sido facil para ella decir que lo habia visto al pasar o, incluso, que habia entrado a tomar algo y se lo habia encontrado. En lugar de eso, le pregunto si podia sentarse y eso dejo claro que venia expresamente para verlo a el. En el Casablanca nunca sabes si el tuerto Casimiro te atendera en la mesa o te hara ir a la barra. Dependera de lo atareado que este, de lo mal o bien que le caigas, de si ha dormido mejor o peor, de si le sale de los huevos. Puede que le apetezca, que levante una mano para indicarte que permanezcas en el sitio y venga a preguntarte que se te ofrece, condescendiendo incluso a mirarte con su ojo operativo. O puede que, despues de sentarte en una de las tres mesitas miserientas, lo descubras apoyado en el bastidor de la cafetera, fingiendo que has caido en el angulo muerto de su visual y aguardando a que te levantes a pedir porque el no es un esclavo y que cono te habras creido tu, que ya es bastante con que soporte tu presencia en su puto bar. Ese dia Casimiro no tenia una manana especialmente buena: a primera hora habia intentado reclamar una factura de Endesa y luego habia discutido con un proveedor. Pero su oido y su memoria funcionaban mejor que su percepcion de la profundidad espacial y, al entender que se trataba de la hija de Paco Nieves, acudio no solo a tomarle el pedido, sino hasta a preguntarle por su madre. Y, para variar, con buena intencion. Sonsoles conto, para el y para Eladio, que Sarito estaba estupenda. Se pasaba fuera todas las tardes, entre cursos de ganchillo, excursiones y clases de tango. Ahora hasta se habia apuntado a un club de lectura. --Ahi, en la Biblioteca Insular --explico, ante el asombro divertido de ambos hombres--. Yo, despues de lo de mi padre, pense que iba a tener que estar mas pendiente de ella y, mira tu, para verla tengo que coger numero. Los tres se sonrieron al pensar en Sarito yendo del tingo al tango con las amigas. Pero Monroy tambien la imagino sola entre figuritas de porcelana siempre expuestas para unas visitas inexistentes, viendo la telenovela en la soledad de la casa que habia compartido con Paco Nieves durante casi cinco decadas, y se alegro por ella. --A tu hermano si lo veo a veces, en la ferreteria --dijo Casimiro, inesperadamente locuaz. --Si, ahi sigue. El negocio aguanta, aunque con tanto Leroy Merlin y tanto centro comercial, ya sabes… --Quita pa'lla, muchacha --convino el tuerto--. A los chicos, si nos dejamos, nos quitan hasta la cerilla de los oidos. --Eso es verdad. --Bueno, ?que se te apetece, mi hija? Sonsoles pidio un cafe con leche y un vasito de agua de Firgas, si podia ser, y Casimiro, por una vez, se dio prisa en prepararlo y traerlo. Luego, para dejarlos tranquilos, regreso a sus labores y a su mala leche habitual. No obstante, si alguien se hubiese tomado la molestia de fijarse, habria podido observar que su expresion se habia ablandado hasta casi resultar amable. Quiza por la visita de la mujer a quien habia dado caramelos cuando era nina, o por lo que le habia contado acerca de su madre, a quien apreciaba, o por el recuerdo del difunto Paco Nieves, el ferretero que los habia surtido a el y a media ciudad de herramientas y materiales durante anos sin enganar nunca, aconsejando siempre y hasta fiando cuando hacia falta. Vaya usted a saber exactamente, pero lo cierto es que su gesto casi parecia simpatico. A Paco Nieves, Monroy le debia mas que un buen consejo o un fiado. Sin embargo, siempre habian sido Paco Nieves y su familia quienes se habian considerado en deuda con el. Especialmente Sonsoles. No hablaron de eso. Mientras ella endulzaba el cafe con leche, Eladio prefirio interesarse por su hijo, aquel nino triste que tenia sus motivos para serlo. --?Y el pibe? --pregunto. A Sonsoles volvio a iluminarsele el rostro, como al hablar de su madre: --?Aitor? En Granada esta. Ya en la universidad. ?Te puedes creer? Le dio por la filologia: Lenguas Modernas. --Un garbanzo negro le sale a cualquiera --se sonrio Monroy. --Dicen que no tiene mucha salida. Pero ?que carrera te da hoy en dia una seguridad, muchacho? Mira yo, que estudie veterinaria y me pase un monton de anos sin trabajar. Para como esta la cosa, por lo menos que estudie algo que lo haga feliz. --Dices bien. Por supuesto, Monroy no le pregunto por el padre del chico. Despues de su ultimo encuentro con Eladio, a Carmelo Jimenez Vega no le habrian quedado ganas de volver a molestar a Sonsoles. O, quiza, simplemente, el tiempo lo habia ido amansando. El no recordaba la fecha con exactitud, pero si el nino que habia visto como golpeaban a su madre estaba ya en la universidad, tenia que haber pasado un buen punado de anos. --?Y tu, a que te has dedicado? Sonsoles sonrio y sus ojos buscaron la respuesta mas alla de el. No volvio a mirarlo a la cara hasta que la hubo encontrado. --A madurar, supongo. --Hizo una pausa. Sin perder la sonrisa, acaricio con dos dedos el filo de la mesa, como si pensara en arreglos florales o en una cesta de mimbre con cachorritos. Luego explico--: Me centre mucho en Aitor. Al final, he conseguido que no se parezca al padre. O eso creo. Pero tambien me dedique tiempo a mi misma. Volvi a trabajar. Monte una clinica pequenita, con un par de companeros de la facultad. --?Ah, si? ?Donde? --Monroy no tenia animales, pero le parecio cortes preguntarle. Ella saco como de la nada una tarjeta y se la entrego. La clinica estaba en el extrarradio, en uno de los barrios que se distribuian en diseminados a lo largo del Guiniguada. --En realidad, no me hacia falta; mi padre siempre nos dio buen echadero. Pero ya sabes: la independencia. O, mejor dicho, la autosuficiencia. No es lo mismo vivir de las rentas que ganarte el jornal. Monroy asintio. No necesitaba mas explicaciones, pero si un cigarrillo y empezo a temerse que la cosa fuera para largo. Pero Sonsoles debia de tener el terreno casi preparado para contarle lo que hacia alli, porque tomo un sorbo de su taza, se quedo mirando la mancha de carmin que habia dejado en el borde como si pudiese borrarla con la vista y dijo: --Mi padre te apreciaba mucho. --Y yo a el. --Siempre decia que eras de fiar. Y se que te debo un favor. --?Un favor? ?Que dices, muchacha? Yo no… --A ver, Eladio --lo corto Sonsoles--, mis padres nunca entraron en detalles, pero yo se sumar dos y dos. Con lo poquito que me contaron ellos, lo que le paso a Carmelo y el cambio de actitud que tuvo luego, tuve suficiente para solucionar la ecuacion. Las ganas de fumar socavaron la cortesia de Eladio lo suficiente como para que le dijese a Sonsoles: --?A que viniste? ?A hablar de matematicas? Sonsoles se rio. Tenia una risa amable, de las que convidan. --Me estoy yendo por las ramas, ?no? --Un poquito. --De acuerdo, vamos a centrarnos. Necesito que me ayudes con una cosa. --Monroy comenzo a hacer un gesto de rechazo. No obstante, ella se apresuro a anadir--: No, no es nada violento, ni ilegal. Pero es algo que no puedo hacer yo y se me ocurre que tu, que tienes mucho mundo y eres un hombre discreto, me podrias echar una mano. --?Con que? Sonsoles volvio a reirse, pero esta vez con cierto pudor, mirando a los lados como si estuviese prohibido. --Te vas a descojonar, pero es una cosa de amores. Eladio Monroy no se descojono. Ni tan siquiera le parecio cursi la expresion elegida por Sonsoles. A estas alturas de su vida, las cosas de amores eran ya casi las unicas que le inspiraban respeto. Esa reaccion animo a Sonsoles a sacar del bolso un telefono movil, buscar una imagen en la pantalla y ponerla ante el. Era una de esas fotos que uno se saca a si mismo junto a personas a las que quiere o de cuya relacion desea presumir o ambas cosas. Mostraba a la propia Sonsoles con un hombre que era quien debia de manejar el telefono con el que habia sido hecha la retratadura. Ambos vestian de verano, sonreian, bebian vino en un restaurante con terraza, eran felices y, por el fondo y el entorno, debian de estar en las inmediaciones de una playa de alguna de las islas orientales. El tipo era mas bien apuesto, de cabellos castanos y rizados y hermosos ojos que tiraban al gris. El afeitado perfecto, la nariz y la boca hechas de encargo, la ausencia de marcas visibles y hasta el polo color violeta hicieron a Eladio sospecharle una vida mas o menos confortable, sin demasiados contratiempos fisicos o economicos, unos padres orgullosos de haber criado a aquel muchacho tan guapo y agradable. Monroy dejo de mirar la fotografia un momento antes de que el movil entrara en hibernacion. --Se llama Diego --dijo Sonsoles. --?Y que le pasa? -- E s o e s l o q u e q u i e r o s a b e r.

  • La silueta del olvido de Joaquin Camps

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    La inspectora Claudia Carreras quiere ser una buena policia, y una buena persona. Por ese orden. Pero ambos objetivos le resultan inalcanzables por culpa de la desolacion que siente tras el asesinato en Madrid de su companero y amante, Tomas.
    Para olvidarlo se traslada a Valencia, donde debe investigar el extrano secuestro de Lara Valls, la hija de una adinerada familia. Pronto descubre que nada en este caso es lo que parece, y poco a poco empatiza con Lara: ambas son adictas a la literatura, al pasado y al sufrimiento. Tres drogas que pueden llegar a ser mortales.
    Una trama intrigante, una prosa aparentemente ligera pero repleta de guinos y cargas de profundidad, junto con unos personajes que viven como si trepasen por una cascada, impediran al lector dejar de pasar las paginas de La silueta del olvido.

  • Burbujas de Gema Samaro

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    Orosia aparece una noche en la casa de Carmen con una botella de champan, para que se la entregue a su nieto Santiago convencida de que, aunque el sea raro y ella no lo soporte, las burbujas haran el resto. Carmen no solo detesta a ese tio, alias Santinfierno, un amigo de la infancia al que hace un tiempo que no ve, sino que esa misma noche descubre que Orosia es una abuela fantasma que puede complicarle demasiado la existencia. Y esta en lo cierto, pues a partir de ese momento Orosia no parara de sabotear la apacible vida de Carmen, apareciendo una y otra vez en los momentos mas inoportunos para recordarle que como su nieto no hay nadie mas. Y se pone tan pesada que a Carmen no le queda mas remedio que idear un plan para que Santinfierno sea feliz de una vez por todas, y por supuesto: sin ella. O eso cree. Porque a veces piensas que quieres una cosa, pero realmente necesitas la que menos imaginas. Y es que la vida se parece demasiado a las burbujas de champan, siempre impredecibles, que suben y que bajan, que vienen y que van...

  • Flores amarillas de Erica Vera

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    Una historia de amor y pasion, de encuentros y desencuentros, de decisiones… de flores amarillas.

  • Trilogia de Auschwitz de Primo Levi

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    <>. Asi comienza Si esto es un hombre, libro que inaugura la trilogia que Primo Levi dedico a los campos de exterminio nazis. Cronica del horror cotidiano, el libro describe en el lenguaje mesurado y sobrio del testigo la espera de la nada, la privacion cotidiana, el olvido de la condicion humana de los prisioneros.

  • No me prometas la luna de Laia Andia Adroher

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    Irene y Felipe llegaron a mi sin esperarlo y aprendi mucho con ellos. A superarse, a luchar, a reponerse y sobre todo a amar. Aprendi que la familia que se escoge puede darte mucho y que el valor de la amistad es fundamental, que hay personas que estaran ahi pase lo que pase y se preocuparan por ti porque realmente les importa.
    Me encanto vivir con ellos, pero mas me gustara compartirlos y que los conozcais porque para mi significan algo muy especial.

  • Asesinato en la planta 31. El trampolin de acero de Per Wahloo

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    .En un futuro no muy lejano, los crimenes que se cometen son diferentes. Y la policia tambien lo es. El comisario Jensen trabaja bajo una dictadura nordica disfrazada de democracia y sus metodos deben ajustarse a las circunstancias en las que vive. Su mente analitica y su caracter sobrio le han llevado a resolver todos los casos que le han encargado. hasta el momento. Ahora, los problemas a los que se enfrenta pueden ser demasiado grandes incluso para el. Quiza hasta este en juego el destino del pais.Con las dos novelas protagonizadas por el comisario Jensen, Per Wahloo creo un universo compacto, gelido y duro como el diamante. Y lo hizo con la sutilidad de los maestros.

  • La chica de un solo ojo de Cesar Garcia Munoz

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    Nota: La chica de un solo ojo es un relato de 7 capitulos.

  • Infinito mas uno de Tamara Varela

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    INFINITO: dicese de todo aquello que no tiene fin. ?Puede el amor ser infinito? Ari siempre creyo que si. Que la unica clave para ello era encontrar a la persona adecuada que lo hiciera posible. Por eso, cuando aquellos perfectos ojos verdes se perdieron en los suyos, lo supo. La infinitud del amor, podia ser real. Lo que no esperaba era que la cruda realidad acabara por demostrarle que nada en este vida es infinito por mucho que uno se empene en creer que si. Y esa certeza se ha quedado graba en su alma, de la misma forma que aquella noche se grabo en su piel. Hugo siempre penso que el tiempo lo curaria todo. Que con el paso de los anos la herida lacerante de su corazon acabaria cicatrizando y dejando atras todo el dolor del pasado. Pero el destino es caprichoso y, sin esperarlo, ha vuelto a poner en su camino aquellos ojos del color del mar en los que siempre ha sonado con volver a ahogarse. El pasado siempre vuelve, sobre todo cuando uno se empena en no dejarlo marchar. Y aunque el dolor lo empane todo, en el fondo, la luz siempre vuelve a brillar. Y es que. quizas, y solo quizas, al final el amor si que pueda ser INFINITO.

  • El regalo mas grande de Moruena Estringana

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    Dalia tuvo a su hija a la tierna edad de quince anos. Un hombre la engano aprovechandose de su inocencia, truncando asi su vida.
    Dejo de ser nina para ser solo madre y, ahora, dieciocho anos mas tarde, su hija se va a la universidad y ella no sabe ser algo que no sea la madre de Lila. Tendra que encontrarse a ella misma y tal vez sea hora de que viva la juventud robada que un dia se fue sin pedirle permiso, y mas si es al lado del atractivo Kellan.
    Lila siempre ha sabido que no deberia haber nacido cuando lo hizo. Que su nacimiento trunco la vida de su madre. Se siente culpable por esto y porque su padre fuera una mala persona que acabo en la carcel por sus delitos.
    Su familia la ha protegido tanto que ahora solo piensa en volar libre y disfrutar de la universidad.
    Lo hara por primera vez sin su mejor amigo Brenan, alguien que siempre la ha amado en silencio porque la conoce mejor que nadie y sabe leer en los ojos de su amiga que no es amor lo que reside en su mirada cuando sus iris violetas le contemplan.
    Dos vidas, dos mujeres fuertes, divertidas y con mucho que contar. Es hora de que ambas vivan su propia historia.

  • Solo nosotros (La fuerza de los elementos 1) de Silvia Sancho

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    Una noche de invierno.
    Dos desconocidos.
    Una fiesta exclusiva.
    Un incidente propiciado por el alcohol. O, tal vez, por el destino...
    Madrid, Ginebra, Nueva York.
    El comienzo de una historia que no solo los cambiara a ellos.

  • Neandertal Eterno 3, Mary Ferre de Mary Ferre

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    El repentino arrepentimiento de Nancy ha incrementado despues de los ultimos hechos acontecidos. La joven duda sobre su actuacion regresando otra vez a su punto de partida emocional y tendra que continuar afrontando nuevas metas personales sin dejar a un lado sus sentimientos por el hombre del que se enamoro.