• el amor es una catastrofe natural - Betina Gonzalez

    https://gigalibros.com/el-amor-es-una-catastrofe-natural.html

    ?El odio es mas duradero que el amor? ?Hay alguna relacion familiar que no sea un malentendido? ?Cruzar fronteras requiere perder la inocencia? De un cuento a otro, hay guinos, un cristal facetado que entreteje mundos en estado de precario equilibrio. La chica que abandona su empleo en un pais en plena crisis, la busqueda de un nino que fue abandonado en el bosque, el joven que se comunica con los animales, el hombre que acude a un llamado de emergencia en plena madrugada, la mujer que se gana la vida contando como fue criada por lobos, son protagonistas de relatos extranos, que exploran las infinitas formas del amor, siempre desde los bordes, en territorios ambiguos acechados por el desvario y la supervivencia. Con un lenguaje propio y una mirada aguda e implacable, Betina Gonzalez construye un libro de cuentos excepcional, que roza lo maravilloso para acercarnos mejor a lo real.

  • El amor es una catástrofe natural - Betina González - Planeta ...

    https://www.planetadelibros.com/libro-el-amor-es-una-catastrofe-natural/297334

    23 abr 2019 — Betina González construye un libro de cuentos excepcional, que roza lo maravilloso para acercarnos mejor a lo real. ¿El odio es más duradero que ...

  • el amor es una catástrofe natural - gonzález betina - Casa del ...

    https://www.casadellibro.com/ebook-el-amor-es-una-catastrofe-natural-ebook/9789875809925/9608020

    El eBook EL AMOR ES UNA CATÁSTROFE NATURAL EBOOK del autor GONZÁLEZ BETINA en PDF al MEJOR PRECIO en Casa del Libro.

  • El amor es una catástrofe natural (Bordes) Versión Kindle

    https://www.amazon.es/El-amor-una-cat%C3%A1strofe-natural-ebook/dp/B07R87ZS6Q

    El amor es una catástrofe natural (Bordes) eBook : González, Betina: Amazon.es: Tienda ... Betina González construye un libro de cuentos excepcional, ...

  • 9789876705301: AMOR ES UNA CATASTROFE NATURAL, EL

    https://www.iberlibro.com/9789876705301/Amor-Cat%C3%A1strofe-Natural-Betina-Gonz%C3%A1lez-987670530X/plp

    AMOR ES UNA CATASTROFE NATURAL, EL de GONZALEZ, BETIN en Iberlibro.com - ISBN 10: 987670530X ... Betina González construye un libro de cuentos excepcional, ...

  • El Amor Es Una Catástrofe Natural (ebook) - Agapea

    https://www.agapea.com/Betina-Gonzalez/El-amor-es-una-catastrofe-natural-Ebook--EB9789875809925-i.htm

    Comprar el libro El amor es una catástrofe natural (Ebook) de Betina González, (EB9789875809925) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería online ...

  • el amor es una catastrofe natural - Casa Tomada

    https://www.libreriacasatomada.com/libro/el-amor-es-una-catastrofe-natural_48757

    Con un lenguaje propio y una mirada aguda e implacable, Betina González construye un libro de cuentos excepcional, que roza lo maravilloso para acercarnos mejor ...

  • amor es una catastrofe natural, el - El Sótano

    https://www.elsotano.com/libro/amor-es-una-catastrofe-natural-el_10546886

    AMOR ES UNA CATASTROFE NATURAL, EL, GONZALEZ BETINA, $69.00. ¿El odio es más duradero que el amor? ¿Hay alguna relación familiar que no sea un malentendido?

  • Cuento en Infobae: “El amor es una catástrofe natural”, de ...

    https://www.infobae.com/cultura/2021/01/26/cuento-en-infobae-el-amor-es-una-catastrofe-natural-de-betina-gonzalez/

    26 ene 2021 — Infobae Cultura publica un relato del libro homónimo de la escritora argentina, publicado por la editorial Tusquets.

  • el amor es una catastrofe natural - Tornamesa

    https://www.tornamesa.co/libro/el-amor-es-una-catastrofe-natural_80216

    EL AMOR ES UNA CATASTROFE NATURAL, GONZALEZ, BETINA, $22000.00. ... Betina González construye un libro de cuentos excepcional, que roza lo maravilloso para ...

  • Tu eres mi mejor medicina de Paris Yolanda

    https://gigalibros.com/tu-eres-mi-mejor-medicina.html

    Lucas y Yolanda viajan a Espana con la idea de reencontrarse con sus amigos y revivir juntos un sinfin de buenos momentos. Nada mas lejos de la realidad, puesto que en cuanto pisan territorio espanol, se dan cuenta de que las cosas han cambiado bastante y que ya nadie es lo que era.

  • El verano antes de la guerra de Helen Simonson

    https://gigalibros.com/el-verano-antes-de-la-guerra.html

    La luminosa historia de una familia, una ciudad y un mundo en sus ultimos momentos de inocencia.

  • Recuerdos congelados de Jose M. Julia

    https://gigalibros.com/recuerdos-congelados.html

    La mujer sin nombre desperto en mitad de la nieve, sin memoria, desorientada. Fue rescatada por un hombre timido y carinoso, y toda su familia la acogio como una mas; pero pronto la mujer sintio despertar dentro de ella unos deseos que creia olvidados, y junto con su nuevo amigo, descubrio que podia usar el sexo para encontrarse con sus recuerdos.
    La mujer sin memoria emprendio asi una busqueda para encontrar su identidad y para entender el origen de aquella pasion que, si bien en algunas ocasiones la llevaba a las estrellas, en otras le devolvia visiones de un inquietante pasado y de un misterioso centro de investigacion…

  • Cinco veranos hasta encontrarte de Elsa Tablac

    https://gigalibros.com/cinco-veranos-hasta-encontrarte.html

    ?Puede un amor interrumpido durante cinco anos volver a ser el que era?

  • Tu y yo. Nivel principiante de S. J. Hooks

    https://gigalibros.com/tu-y-yo-nivel-principiante.html

    Al mirar la hora, di un leve suspiro de alivio. Mi clase estaba a punto de comenzar y, por suerte, ella no habia hecho acto de presencia. Por lo general, desaprobaba que mis alumnos faltaran a clase, pero por lo visto la cosa habia cambiado mucho desde el inicio del semestre de primavera, cuando ella entraba con aire despreocupado en el aula, irritandome cada dos por tres. Volvi a mirar mi reloj. Hora de empezar. Entonces la puerta se abrio bruscamente y mi buen humor se desvanecio. Como iba a faltar a clase. Seria la primera vez. Entro a la sala con su habitual aire danzarin, con unos cascos absolutamente descomunales, meneando la cabeza al ritmo de la musica. ?Acaso era minimamente consciente de las miradas que despertaba? ?Le importaba? Probablemente no, dado el atuendo--por llamarlo de alguna manera-- que elegia. Las botas militares que calzaba estaban gastadas y sin lustre, llevaba unos pantis negros llenos de agujeros, una falda diminuta y, por si fuera poco, le habia recortado el escote a la blusa de manga larga, de modo que el hombro le quedaba al descubierto. Mis ojos se posaron ahi, notando la ausencia de un tirante de sujetador. Los cachas del fondo tambien se fijaron, y la siguieron con la mirada en su recorrido, mientras sus movimientos hacian patente que definitivamente no llevaba nada debajo de la cenida blusa. Al levantar la vista hacia ella, nos cruzamos la mirada fugazmente. Me dedico una amplia sonrisa con un guino. De repente, senti que la pajarita me apretaba el cuello y tuve que reprimir el impulso de quitarmela de un tiron. Cuando paso como si tal cosa por delante de mi mesa, fingi que miraba la hora. Imponia demasiado a tan corta distancia... Esos labios rojos y todo ese potingue negro que llevaba embadurnado en los ojos. Era como mirar a un mimo en version distorsionada. Yo no entendia por que decidia presentarse con esa facha cuando, por lo demas, era bastante mona. Tenia buen tipo, los ojos azules y grandes, y una larga y brillante melena castano cobrizo. Pero nunca se dejaba el pelo suelto. Ese dia parecia que se habia enrollado espesos mechones con una batidora antes de sujetarselos en la coronilla con un prendedor. Su aspecto no era lo unico que me fastidiaba. La chica no parecia tener ninguna consideracion por el hecho de que yo fuera su profesor, ni por el decoro con el que se suponia que debia comportarse en mi presencia. A menudo me llamaba <>, a pesar de que la corregia cada vez que ocurria. Yo no era <> cuando daba clase y esperaba que mis alumnos se dirigieran a mi con el tratamiento de <> o bien <>. Ni que decir tiene que mis expectativas se veian truncadas en lo que se referia a esa irritante joven. Ese dia habia sido practicamente la primera vez que me habia guinado el ojo y yo no habia tenido la menor idea de como reaccionar en esa coyuntura. Ella era totalmente impredecible, lo cual me ponia nervioso. Nunca dudaba en interrumpirme en clase si discrepaba en algo. ?Y cuando no discrepa en algo? Jamas en mi vida habia conocido a una chica tan dogmatica y testaruda hasta la exasperacion. Tenia ganas de que acabase el semestre para poder perderla de vista de una vez por todas. Era lista --eso era innegable-- y yo estaba convencido de que aprobaria la asignatura con nota alta. Se sento en primera fila, como siempre, y la observe mientras dejaba el bolso en el suelo. El movimiento hizo que el escote de su blusa, de por si holgado, se deslizara por debajo del hombro, dejando aun mas al descubierto su palida piel. Eso me molesto mas si cabe que sus continuas interrupciones y su reprobable conducta. ?Por que no vestia como Dios manda? Seria una jovencita encantadora si se pusiese una falda con un largo decente y, tal vez, una blusa de seda. Pero, por lo visto, se empenaba en ir como una pordiosera, echando a perder sin remedio mi buen humor. A mi me gustaban el orden y la previsibilidad, y con ella en mi clase no podia disfrutar de ninguna de las dos cosas. Se apellidaba, como no, <>[1]. La senorita Wilde se habia convertido en un constante motivo de fastidio en mi horario docente de martes y viernes, por lo demas agradable, y no veia la hora de librarme de ella. Carraspee para avisar a mis alumnos de que la clase daba comienzo, y por una vez se serenaron rapidamente. Yo conocia de sobra el motivo de su inusitado comportamiento: ese dia ibamos a tratar la novela Lolita de Vladimir Nabokov. La trama subida de tono de un hombre maduro que se enamora y mantiene relaciones sexuales con una nina de doce anos la convirtio en un clasico de todos los tiempos en las aulas. Aun estaba prohibida en muchos lugares, y nada hacia sentir a mis alumnos de literatura mas adultos que leer libros <>. Cuando comenzo la clase, me sorprendio ver que, por una vez, la senorita Wilde no participaba; tomaba apuntes en silencio con un esbozo de sonrisa en el rostro. En el transcurso del debate, un estudiante sentado al fondo comento que el personaje principal, Humbert, era un enfermo mental que no controlaba sus actos, por lo que se merecia un poco de indulgencia. --Pero no puedes defenderlo --replico una chica cuyo nombre yo no recordaba--. !Es un pervertido consumado y corrompe a la nina! --En realidad, pienso que ocurre al contrario --tercio la senorita Wilde, sin levantar la vista de sus apuntes. --?Como? --se sorprendio la chica--. ?Lo dices en serio? --Como que me apellido Wilde --respondio ella--. Estoy casi segura de que Lolita es la que corrompe a Humbert. Lo seduce y el cae rendido a sus pies. ?Que tio no lo haria? --!Pero si no es mas que una cria! --insistio la otra chica. --Efectivamente, pero sabe de sobra lo que se hace cuando lo seduce. No es su primera experiencia sexual; luego el practicamente come de la palma de su mano. No digo que el actuara bien, pero tienes que recordar que la ve como una chica joven, y por su parte su madurez emocional no supera la de un nino de doce anos. La chica se quedo sin argumentos y bajo la vista. --Esa es una buena observacion --admiti. Aunque las intervenciones a destiempo de la senorita Wilde me fastidiaban, siempre realizaba excelentes aportaciones a los debates. Por lo general, me agradaba tener a alumnos tan participativos en mi clase para animar los debates. Solo que en su caso habia algo que me crispaba. Por alguna razon, sacaba lo peor de mi. --Bien, ?por que creen que el autor decidio escribir sobre un tema tan controvertido? --pregunte a la clase. Algunos levantaron la mano, pero desistieron en cuanto la senorita Wilde intervino sin permiso. Otra vez. Aprete los dientes. No cabia duda de que la chica era inteligente, pero ?por que no respetaba las reglas como el resto? Por Dios, es de lo mas exasperante. --!Senorita Wilde! Se callo y me miro. Por desgracia, no parecia intimidada en absoluto y se limito a lanzarme una mirada de extraneza. --?Si, Stephen? --pregunto amablemente. --Profesor Worthington --corregi. Menos mal que el semestre acabara pronto. Ella se limito a sonreirme. --Si no espera su turno para hablar, puede abandonar el aula --dije, retandola para mis adentros a continuar su perorata. Hizo una sena para que yo continuara y se reclino en el asiento con gesto divertido. Pedi a los demas estudiantes que opinaran y recibi unas cuantas respuestas nada inspiradas sobre los tabues. Una de las chicas llego incluso a argumentar que el verdadero pervertido era el autor. Suspire y de mala gana di la palabra a la senorita Wilde, que sonrio maliciosamente y se inclino hacia delante. --Creo que Nabokov utiliza a los protagonistas a modo de simbolos. Yo me hacia una idea bastante aproximada de adonde pretendia ir a parar con eso pues, como siempre, habia dado en el clavo. Habria sido mucho mas facil si simplemente hubiese podido echarla de clase tanto por su ridicula pinta como por sus estupideces, pero no era el caso. Era lista y no tuve mas remedio que seguir concediendole la palabra. --?En que sentido? --pregunte, y asenti. --Humbert es un hombre mayor y de mundo, pero atrofiado a nivel emocional. Le gusta la literatura seria y la musica clasica. Representa a Europa. Lolita es joven, marchosa e ingenua. Le gusta la Coca-Cola, la musica rock y las revistas de moda. Esta claro que encarna la interpretacion del autor de Estados Unidos, la cual no es precisamente halagadora. --Titubeo y sonrio satisfecha--. Pero igual me equivoco. A lo mejor las motivaciones de Nabokov no iban tan alla. A lo mejor le vino la inspiracion una noche en un sueno. --Alzo la vista hacia mi con su sonrisa torcida, y anadio--: Al fin y al cabo, ?que hombre maduro no suena con acostarse con una chica mas joven? Volvio a guinar el ojo. Puede que yo fuese inexperto en lo concerniente al sexo opuesto, pero no hacia falta ser un genio para entender que la senorita Wilde estaba burlandose de mi. La punta de la lengua asomo entre sus labios. --Se acabo la clase --dije, y aprete la mandibula. Me sente a mi mesa y me puse a recoger los libros. --Hasta el viernes, Stephen --oi decir a la senorita Wilde al pasar por delante de mi hacia la salida con los demas alumnos. Alce la vista y la observe caminando tan campante con su ridicula indumentaria. Mis ojos captaron fugazmente algo que asomaba por el borde superior de su blusa justo por debajo de la nuca: un tatuaje. Mi mirada fue descendiendo hasta su trasero y sus estilizadas piernas, cubiertas por los espantosos pantis. Ella miro por encima del hombro y me dedico una sonrisa antes de cruzar la puerta. Como no iba a llevar un tatuaje. Salta a la vista que le trae sin cuidado su aspecto o que la tomen en serio. Ojala usara ropa mas favorecedora. Estaria bastante guapa si le pusiera un poco de empeno. Eche las cosas a mi bolsa y me dirigi a toda prisa al coche. La clase me habia dejado frustrado y contrariado, de modo que decidi ir al gimnasio de camino a casa. Al llegar al coche, vi que tenia una llamada perdida de Matt. Marque su numero y respondio despues de sonar varias veces. --!Stevie! --dijo en tono cantarin--. ?Que pasa? --No lo se. Me has llamado tu. --Ah, vale. ?Por que nunca lo coges? --Tenia clase. Habia dejado el telefono en el coche. --Sabes que puedes llevarlo encima, ?verdad? No se trata de un telefono para el coche, aunque entenderia que pensases eso. --?De que estas hablando? --Necesitas un telefono nuevo. El que tienes es un ladrillo. ?Sirve para mandar mensajes? --Lo sabes de sobra --respondi--. ?Por que me has llamado? --Quiero que salgas conmigo esta noche. --Es martes. --?Y? --Pues eso, ?no trabajas manana? --Si, ?y? Suspire. --Dejalo. No, no puedo salir. --?Por que no, tio? No tienes clase por la manana. --Tengo que corregir unos trabajos y terminar un articulo. Ademas, tenia ganas de pasar una noche tranquilamente en casa. --Pasas todas las noches tranquilamente en casa --repuso Matt y practicamente pude oir como ponia los ojos en blanco. --Bueno, es lo que me gusta. --Te juro por Dios que no me explico como es posible que estemos emparentados. Eres el tio de treinta y tres anos mas carca del mundo. Opte por no puntualizar el hecho de que Matt y yo solamente estabamos emparentados por el matrimonio de nuestros padres. --Lo digo en serio --continuo--. Estas soltero y tienes a tiro pibones jovenes, pero ?cuanto hace que no echas un polvo? ?Quien se acuerda a estas alturas? --No las tengo <>, como tu dices. Esta prohibido salir con alumnas y lo sabes. --No estoy hablando de salir --replico Matt--. Estoy hablando de que alguien ponga en tu polla una mano que no sea la tuya. ?No suena fantastico? --Tengo que irme --dije--. Voy al gimnasio. --Genial, nos vemos alli en diez minutos --contesto Matt y colgo sin darme tiempo a protestar. Fantastico. Justo lo que necesitaba despues del dia que llevo.

  • Romance entre jefes (Los jefes 6) de Victoria Quinn

    https://gigalibros.com/romance-entre-jefes-los-jefes-6.html

    Se como es no tener padre.

  • El hilo del amor de Francesca Kaos

    https://gigalibros.com/el-hilo-del-amor.html

    Patricia una prometedora y joven psiquiatra, que vive enamorada del que fue su primer amor, Antonio, se derrumba cuando su hermana, que ha sufrido un grave accidente, entre sollozos le confiesa que esta locamente enamorada de Antonio. En esos delicados momentos, y para complacer a su hermana, Patricia le jura que no volvera a verlo, pero Leticia, fallece a causa de las multiples heridas y la situacion para Patricia da un gran giro. Dispuesta a no perder de nuevo a su gran amor, decide ir en su busca, pero es en vano. Antonio se ha ido.
    Con el correr del tiempo, el destino los vuelve a reencontrar haciendo que vuelva a renacer la ilusion en el corazon de Patricia. Pero la joven descubre que esta casado y aun rompiendosele el alma, decide apartarlo de su vida. Poco a poco, y despues de tanto sufrimiento, ella empieza a salir y en sus paseos por el parque conoce a David, un hombre que se convertira en su alma gemela y donde descubriran que entre ellos hay un hilo invisible que en aquel parque los ato para siempre. Embarcate con nuestros protagonistas en una historia que os hara disfrutar y enamoraros...

  • Amanece en el fuerte Patterson de Alexandra Martin Fynn

    https://gigalibros.com/amanece-en-el-fuerte-patterson.html

    Estados Unidos de America, 1803.

  • Laberinto griego de Philip Kerr

    https://gigalibros.com/laberinto-griego.html

    1957. El destino ha llevado a Bernie Gunther a trabajar en una compania de seguros de Munich, donde hace lo que mejor sabe: investigar. Desde alli, le destinan a Atenas para comprobar una reclamacion por un barco hundido, propiedad de un ciudadano aleman. Cuando descubre que la embarcacion pertenecio a un judio que fue deportado a Auschwitz, a Gunther ya no le cabe duda de que el naufragio no fue un accidente.

  • Especie (inspectora Camino Vargas 2) de Susana Martin Gijon

    https://gigalibros.com/especie-inspectora-camino-vargas-2.html

    Hace un calor del demonio. Son las diez de la noche pero el termometro no baja de los treinta y cinco grados. A pesar de los manguerazos del camarero, el asfalto sigue hirviendo y contribuye a mantener un ambiente torrido y asfixiante. Camino lleva una camisa verde oliva y una falda blanca de lino que realza sus piernas bronceadas. La estira cuanto puede para evitar el contacto con la butaca de plastico que se le pega al culo. Se ha recogido el largo cabello rubio en una coleta y se ha puesto unos pendientes verdes a juego con la blusa. Hace menos de media hora que ha salido de casa recien duchada, pero ya ha roto a sudar de nuevo. Se mira bajo las axilas y comprueba disgustada que se le han formado los cercos oscuros que tanto detesta. Saca el abanico del bolso y trata de airearlos, pero se detiene con disimulo cuando divisa a Paco en la distancia. A el no parece pasarle factura el calor. Va lidiando con sus dos muletas con destreza. Lleva una camisa floreada al mas puro estilo hawaiano y un pantalon corto con bolsillos a los lados. No esta acostumbrada a un estilo tan informal, aunque reconoce que le sienta bien. Como siempre que le ve, se le hace un nudo en el estomago y se vuelve terriblemente torpe. Para aparentar normalidad, agarra el botellin y lo vacia de un trago. Despues juega con el, pasandoselo de una mano a la otra mientras Paco acaba de llegar. Tras salir del coma, los doctores fueron muy cautos sobre la posibilidad de una recuperacion total. Uno incluso llego a decir que no volveria a andar; se equivocaba. Al inspector Arenas no le gana nadie a testarudo y el estaba decidido a reponerse. Asi que eso es justo lo que esta haciendo. Ella sonrie al ver como se esfuerza en los ultimos pasos. Ahora se da cuenta de que el tambien esta sudando a mares, pero no aparenta importarle lo mas minimo. Le parece increible el cambio operado en solo un par de meses. --Estas mas gordo --le suelta por todo saludo cuando alcanza la terraza del bar. --Falta me hacia --Paco sonrie. Eso en boca de Camino es un halago. Ni sabe ni quiere hacerlo mejor--. El hospital me dejo en los huesos, parecia un puto esqueleto. --Tampoco es que hayas sido nunca un luchador de sumo. --Pues tu en cambio estas muy bien. Camino se sonroja. Segun los canones de belleza actuales, le sobran diez o quince kilos. A ella esos estandares sociales le importan un pimiento. Ya hay bastantes reglas que obedecer en la vida de adulta como para autoimponerse alguna mas. Ademas, le gusta su cuerpo de curvas generosas compatible con una buena forma fisica. Pero aun no se acostumbra a los nuevos modos del inspector. Antes jamas le hubiera lanzado ni medio piropo. Tambien con respecto a ella se ha obrado un cambio desde que salio del coma. Y eso es algo que le da mucho vertigo, aunque se acerca al borde del precipicio cada vez que puede y mira de frente a sus propios miedos. Esta dispuesta a vencerlos. --?Que tal el fin de semana? --Paco lanza la pregunta al aire, como si fuera poco mas que una formula de cortesia, pero esta lejos de serlo y Camino lo sabe. Lo ve en el fondo de sus ojos. Curiosidad, intriga, y algo mas que atisba y no acierta a descifrar. ?Celos? --Normal, lo de siempre --dice ella con una mueca de quitarle importancia. --?Saliste a bailar? --Habia campeonato de salsa en el Azucar. Quedamos los terceros. --No esta mal. ?Que se cuenta Victor? Victor es el companero de baile de Camino. Hacen una pareja desigual. El, con diez anos menos, espigado y finolis; ella, tosca y regordeta, muy distinta a las jovenes esbeltas que frecuentan la academia. Pero cuando se juntan los dos, se compenetran como nadie y a menudo acaban cediendoles el centro de la pista. --Ha roto con su novio. Tuve que emborracharme con el despues de los bailes. --Que coraje, lo que hay que hacer por los amigos. --Lo que haga falta --Camino hace una sena al camarero para que traiga otros dos botellines. --Pues se ve que os pillasteis una buena cogorza, todavia se te notan las ojeras. --?Cuando vuelves al tajo? --ella cambia de asunto. Lo cierto es que se ha despertado esta manana en la cama del speaker que animo la competicion, un cubano mestizo de pelo afro que la hipnotizo con su forma de moverse y con los mojitos que aparecian en sus manos como por arte de magia. Desde que Paco salio del coma habia dejado a un lado su parte mas promiscua, y ahora se siente rara. Se ha despertado con un remordimiento absurdo y ha salido pitando del piso del cubano, que estaba preparando un desayuno al estilo de la isla y se ha quedado con un palmo de narices y el mandil puesto sobre los slips de superheroe. --Dame un respiro, anda. No hace ni dos meses que me mandaron a casa. --Ni hablar. Vuelve ya, estoy harta de ser la jefa. --Pues yo creo que se te da bien. --No digas tonterias. --De hecho, creo que deberias seguir asi. --?Asi, como? --Como hasta ahora. Coordinando el Grupo de Homicidios. Camino entorna los ojos. Deja pasar unos segundos, el tiempo de calibrar las palabras del inspector. --?Y tu? --dice, temiendose la respuesta. --Yo ya estoy viejo. Es hora de pasarme a la fila de atras. --Pero bueno, ?es que esa bala que tienes ahi metida te esta friendo el cerebro? --La bala esta quietecita. Y que siga asi. Camino se muerde el labio. A veces se pasa de bruta. --Perdona. Pero, ?puedo saber a que viene eso? --Solo estoy pensandolo. --Pues no lo pienses mas. Te necesitamos. Paco da un trago a su cerveza y coge la carta. Estudia el listado de raciones como si acaso no se las supiera ya de memoria. --?Unas puntillitas? --Adobo --ella le mira desafiante. --Las dos cosas. --Tu mismo. Ya veras que pecha nos vamos a pegar --Paco sabe tan bien como ella que las raciones son enormes. Pero no sera Camino quien se acochine. Si quiere pedir, que pida. Y que se ponga gordo. --Estupendo --dice el mientras llama al camarero por su nombre de pila y sonrie satisfecho. Ha logrado su objetivo: aparcar el tema. Camino se percata demasiado tarde. Intuye que no tiene que apretarle mas, pero no le ha gustado lo que ha oido. Ella cuenta los dias para que Paco Arenas regrese a la Brigada y tome los mandos del Grupo de Homicidios. No es solo que a ella no se le de bien dirigir un equipo, es que le echa muchisimo de menos. Y asi, al menos tendra la excusa de verle a diario. --Ya se ha jubilado Teresa --deja caer como quien no quiere la cosa. --?Ya? --Cumplio los sesenta y cinco la semana pasada. --Vaya, como pasa el tiempo. Estaria feliz. --Como unas castanuelas. Dice que va a dedicarse a ser abuela a tiempo completo. --Pues tiene para entretenerse. --Ya lo creo. Ocho polluelos. Por cierto, esta organizando una barbacoa en su casa. Vendras, ?no? --No lo se. --Vamos, tienes que ir. Todos estan deseando verte asi de recuperado. Paco frunce el ceno. La verdad es que le apetece reunirse con su equipo. Y despedir por todo lo alto a la mujer policia mas veterana de Sevilla. Pero teme que traten de convencerle igual que Camino. Y, aunque a ella aun no se lo reconozca, lo tiene decidido. Ya ha pasado demasiados anos de su vida entregado a la profesion. Le falto poco para no contarlo, y no quiere ponerse en riesgo de nuevo. Quiere vivir, y quiere tomar las decisiones que siempre fue relegando. --Me lo pensare. ?Quien vendra en sustitucion de Teresa? --Ya ha venido, empezo el martes pasado. Eva Gallego. Evita, quiere que la llamen. Como si tuviera seis anos. --?Y que tal? --Un poco desaboria. Y habla como una senorita, toda fina ella. Ademas, esta muy verde. --Habra que ensenarla. --He pensado en poner a Fito de pareja con ella --en los ultimos tiempos, Camino se ha acostumbrado a contarle las decisiones a Paco y dejar que le de su opinion. Es lo que tanto necesito cuando el entro en coma y a ella le asignaron de forma provisional la Jefatura del Grupo de Homicidios. Se sintio terriblemente sola, sin su amigo y su mentor. Asi que ahora que puede, se aprovecha. --?A Fito? ?Por que a el? --Por ser subinspector. Es el unico que no es de la escala basica. --Si ese es tu criterio, Fito no es el unico. --?Yo? --ella ve por donde va--. Lo que me faltaba. Adiestrar a una pipiola. --Es lo que hice yo contigo. --Yo no estaba tan verde. --Que te lo crees tu. Camino suelta un bufido que hace reir al inspector. --Viene de Seguridad Ciudadana, pero parece que viene de Dora la exploradora. --No seas mala. --Que no, que cada vez entran mas perdidos, de verdad. --Eso mismo decia yo. La carcajada de Paco se oye en toda la terraza. --Menos guasa, tu. Ya sabes que no tengo paciencia para esas cosas. Y con el hablar redicho que se gasta, me saca de quicio. No la aguantaria ni media jornada. ?Ves como tienes que volver? Tu ensenas a la pipiola y yo sigo a lo mio. --Claro, claro. Anda, cuentame con que estais ahora. A eso el veterano no se puede resistir. Dieciocho anos en Homicidios son muchos anos. --Nada importante. Algunos casos antiguos sin resolver, alguna que otra desaparicion. En ese momento ve a Rafa, el hijo de Paco, acercarse con el perro. Ella achina los ojos. Siempre aparece. Esta segura de que le manda Flor, a quien nunca le ha gustado Camino y de la que no se fia nada. Y hace bien.

  • Todos tus huesos apuntan al cielo de Ricardo Miguel Costa

    https://gigalibros.com/todos-tus-huesos-apuntan-al-cielo.html

    Todos tus huesos apuntan al cielo, del escritor argentino Ricardo Costa, es una obra donde el pasado es un doloroso abismo donde es necesario entrar. Secuela de Fauna terca (El Suri Porfiado, 2011), esta novela sigue los pasos de Neno Corvalan, "la amante mas perversa del coronel Diaz Galvan", cuya historia es reconstruida por su hijo Mauro a traves de los relatos de diversos personajes que contradicen, denigran o reivindican la figura de una mujer, quien sera testigo de los diversos golpes de Estado y la dictadura militar que asolo Argentina durante la segunda mitad del siglo XX.
    Ganadora del Premio Internacional Ink de Novela Digital "Rene Aviles Fabila" 2019, ha sido considerada por el jurado como "una obra con firme pulso narrativo y con una estructura fragmentada funcional que vuelve interesantes y entranables a los personajes"; ademas de que "ofrece una reflexion sobre el pasado reciente de Argentina, donde se mezcla lo intimo de una tragica historia familiar con los conflictos sociales".
    Con esta obra, Ricardo Costa no solo aborda el dificil tema de las relacion madre-hijo en el contexto de la represion militar: tambien apela a la memoria como recurso para resarcir las heridas del pasado y como arma social para poder decir, con todo el peso historico que contiene: "Nunca mas".

  • Dulce camino espinoso (Serie Rohard 1), Rita Morrigan de Rita Morrigan

    https://gigalibros.com/dulce-camino-espinoso-serie-rohard-1-rita-morrigan.html

  • Maria quiere ser tu amiga de Laura Marshall

    https://gigalibros.com/maria-quiere-ser-tu-amiga.html

    Cuando Louise Williams recibe un mensaje procedente de alguien de su pasado muy lejano, le da un vuelco el corazon.
    <>
    El problema es que Maria Weston desaparecio hace mas de veinticinco anos, tras la fiesta de fin de curso del instituto. Todo el mundo cree que esta muerta, especialmente Louise, que ha vivido durante este tiempo custodiando un terrible secreto.
    Sin embargo, los mensajes de Maria continuan, y cada vez son mas escalofriantes. ?Quien los envia?
    Al reconectar con los viejos companeros y tratar de averiguar que sucedio realmente aquella noche, Louise descubre que hay muchas cosas que desconocia.

  • Un verano diferente de Manuel Navarro Seva

    https://gigalibros.com/un-verano-diferente.html

    Vika, una nina rusa de diez anos, viaja de vacaciones a la costa alicantina con sus padres, su amiga Yelena y su hermano Dima. Es el quinto ano consecutivo que van a pasarlas en Espana. Esta muy contenta de volver una vez mas. Sin embargo, este verano sera muy diferente a los anteriores. Ocurrira un hecho extraordinario que cambiara sus vidas.
    Una nueva y apasionante historia de suspense de Manuel Navarro Seva, situada en el marco incomparable de la ciudad de San Petersburgo y en las playas del levante espanol.

  • Oscuro y perverso de Tania Sexton

    https://gigalibros.com/oscuro-y-perverso.html

    Jennifer jamas imagino como podia cambiar su vida con una simple carta. Su hermana habia fallecido junto a su marido, dejando a un bebe de meses a su cuidado. No estaba dispuesta a que la familia de su adinerado cunado se lo arrebatara, por lo que opto por suplantar la identidad de su hermana, sin sospechar como una mentira cambiaria su vida.

  • Mi jardin secreto de Nancy Friday

    https://gigalibros.com/mi-jardin-secreto.html

    Todas las fantasias sexuales de las mujeres contadas por ellas
    mismas sin inhibiciones.
    Nancy Friday presenta en este libro los testimonios de mas de 150
    mujeres seleccionadas entre otras muchas con las que se entrevisto o
    mantuvo correspondencia.
    Confesiones en las que esas mujeres exponen de forma
    absolutamente desinhibida sus fantasias sexuales mas secretas.
    Partiendo de esa base documental, la polemica autora
    norteamericana intenta profundizar en una faceta del mundo
    femenino que a menudo se ha mantenido oculta por pudor, por miedo
    o por la imposicion social de adoptar actitudes hipocritas ante el
    sexo.
    Con Mi jardin secreto, Nancy Friday abre la posibilidad de liberar toda
    la energia sexual de la imaginacion no solo a las mujeres cuyas
    fantasias se ven plasmadas en el libro, sino tambien a quien aborda
    su lectura.

  • A veinte anos, Luz de Elsa Osorio

    https://gigalibros.com/a-veinte-anos-luz.html

    Luz sospecha que no es hija de Mariana, esa mujer desamorada, que hace comentarios despectivos sobre ella y que solo respeta a su padre, el teniente coronel Alfonso Dufau. Pero no se trata de una fantasia adolescente. En la Argentina de los anos noventa, muchos jovenes se vieron abrumados por la duda de haber nacido en cautiverio durante la ultima dictadura militar y de estar viviendo con sus apropiadores. Madres y abuelas se han organizado en su busqueda. ?Hasta donde se atrevera a llegar Luz para develar el secreto de su origen? Fortalecida por su propia experiencia de madre, remontara los veinte anos que la separan de su nacimiento. En un laberinto de voces, Luz habra de construir su identidad.

  • Si te enamoraras de mi de Lorraine Murray

    https://gigalibros.com/si-te-enamoraras-de-mi.html

    No habia podido pegar ojo desde el instante en que terminaron de tener sexo. No se trataba de que el la hubiera dejado a medias. Ni que hubiera sido un error o algo horrible. No. Nada de eso. Su companero de cama habia sido bastante generoso, apasionado, picaro y divertido. Claro que tal vez a ello habia contribuido haber pasado la noche tomando alguna que otra copa de vino, de mas. Eso y la chispa que habia surgido desde que coincidieron en el pub. Y pese a que ella era consciente de que no debia flirtear con desconocidos porque sabia cual seria el resultado final, en aquella ocasion habia dejado salir su lado mas travieso y atrevido. Permanecia con la mirada fija en el techo de la habitacion, escuchando la respiracion relajada de el durmiendo a su lado. Tenia que irse. Lo sabia. Tenia que hacerlo ya. Nada de desayunos como si fueran una pareja. No podia dar pie a malos entendidos, que sabia que se terminarian de un plumazo en cuanto el indagara en su vida. Pero ?por que lo habia hecho si conocia las consecuencias de sus actos? Solo esperaba que el no tratara de localizarla a traves de las redes sociales. Claro que habia una manera de hacerlo que esperaba que el no tuviera por costumbre. Resoplo y aparto la sabana para abandonar la cama. Una debil luz se filtraba por la persiana de la ventana de la habitacion; suficiente para recoger su ropa interior y ponersela. Por suerte el no se movia y eso la animo a seguir adelante. Se marcharia sin hacer ruido, sin dejar una nota o evidencia de que habia estado alli. Era lo mejor para los dos. Deslizo el vestido por su cabeza, cogio las sandalias en una mano, el bolsito en la otra y abandono la habitacion con sumo cuidado de no hacer ruido para despertarlo. Contuvo la respiracion cuando abrio la puerta de la calle y salio al descansillo cerrandola detras de ella. Permanecio de pie, descalza y con los ojos cerrados durante unos segundos tratando de ralentizar los latidos de su corazon. Inspiro hondo y se calzo antes de llamar al ascensor. Salio a la calle y paro un taxi, que justo pasaba por alli. Le dio la direccion a la que debia llevarla y se recosto en el asiento. Cerro los ojos y solto el aire acumulado. --Una noche larga, ?eh? La voz de taxista parecio sacarla de sus pensamientos por unos segundos. --?Como dice? --Digo que es hora de recogerse despues de una noche de fiesta. --Si. Es hora. --Espero que manana no tenga que madrugar para ir a trabajar. --No, manana no tengo que ir a trabajar. Tengo dias libres. Ella volvio la mirada hacia la ventanilla del taxi. Las calles aparecian casi desiertas salvo por aquellas personas que, como ella, parecian irse a sus casas. No estaba segura de poder dormir despues de lo que habia sucedido con el. Con Logan. ?Por que narices recordaba su nombre? Se dijo sacudiendo la cabeza con el ceno fruncido; como si quisiera alejarlo de sus pensamientos. Pensar en el le daba la impresion de que se verian otra vez. Pero ese no iba a ser el caso. --Hemos llegado. Cuatro libras justas. --Tenga --le dijo entregandole el primer billete que encontro en su bolso, sin pararse a comprobar de que cantidad era. Abrio la puerta y se apeo del taxi para caminar unos metros hasta la puerta de su casa. Ni si quiera escucho la voz del taxista a traves de la ventanilla bajada. --Espera. Te dejas el cambio... El taxista se quedo atonito contemplandola abrir la puerta de su casa. Le habia entregado un billete de veinte libras y no se habia esperado al cambio. Debia de ganar bastante para andar por ahi dejando esas propinas. El hombre sonrio guardandose el billete y se largo de alli. Ella no se volvio a escuchar lo que le decia el taxista. Estaba mas preocupada por abrir la puerta y entrar en casa. Dejo las llaves en la mesita del hall y se dirigio al cuarto de bano. Se desprendio de la ropa dejandola caer por el pasillo como migas de pan. Necesitaba una ducha que aclarara su mente. Que la despejara. O bien que la ayudara a conciliar el sueno. Lo cierto era que tampoco entendia por que narices se preocupaba tanto. Seguramente el ni si quiera se molestaria en intentar localizarla. Se habria quedado satisfecho con haber tenido un ligue en su cama esa noche. Nada mas. El sonido de su movil capto su atencion. Tenia varios wasaps sin leer. Todos de sus amigas queriendo saber detalles de lo ocurrido. No les dio importancia, abrio las puertas de la ducha y entro dejando que el agua caliente la acogiera. *** Se dio la vuelta en la cama para encontrar la otra mitad vacia y fria. Emitio un ligero grunido al darse cuenta de ello. ?Ella se habia levantado? Su estado se asemejaba al momento en el que el amanecer se abre paso entre los ultimos vestigios de la noche. Inspiro hondo y se incorporo para comprobar si ella estaba en la habitacion. Pero no habia ni rastro. Ni de su movil en la mesilla, ni de su ropa por el suelo. Lo que indicaba que se habia largado antes si quiera de desayunar. Ella le habia parecido una tia bastante enrollada desde el mismo momento en que se conocieron. Entre copas de vino, risas, algun que otro baile, ambos habian terminado en la misma cama. Y tras un encuentro mas que placentero, para ambos como estaria dispuesto a jurar, el se habia quedado dormido y ella se habia marchado. Permanecio pensativo unos segundos hasta que decidio levantarse. Tal vez habia dejado algun mensaje o un numero de movil al que poderla localizar, se dijo rebuscando por la habitacion y posteriormente por el resto de la casa sin encontrar nada. Ni una nota si quiera de despedida. Resoplo abatido. ?Se habia largado sin despedirse? ?Sin dejar un numero al que localizarla? Con ese pensamiento en la cabeza se vistio y se preparo un cafe. --Tal vez despues de todo sea mejor que se haya ido sin despedirse. No le dio tiempo a pensarlo mas porque su movil comenzo a sonar de manera insistente. Y sabia que su companera de cama no era porque ni si quiera habian intercambiado sus numeros. La noche pasada estaban mas preocupados de arrancarse la ropa y devorarse que de cualquier otra cosa.--?Si? --?Como va eso? ?Molesto? --No, nada de eso. Estoy tomando un cafe para despejarme. --?Y al pibon de anoche donde lo tienes? Durmiendo en la cama... en la ducha... o esta a tu lado.--No has dado ni una. --?Que quieres decir? --Que se ha ido hace rato. --?Se ha marchado? Logan, tio, no puedes estar hablando en serio. El tono de incredulidad o mas bien sorpresa de su amigo casi lo dejo sordo. Decidio poner el altavoz para ir charlando mientras desayunaba. --Bruce, acabo de decirtelo. Se ha marchado de madrugada. --Extrano en una mujer. No se... salvo que tenga pareja o no quiera ningun tipo de compromiso. ?Te ha dejado alguna nota? Logan respondio con un grunido en un principio porque estaba tomando un trago de cafe. --Nada de nada --le aseguro a continuacion. --Vamos que no quiere que volvais a veros. Asi de claro. --Eso parece. --Pero, ?tenias intencion de volver a quedar con ella o solo fue una oportunidad que se presento anoche? Lo cierto es que congeniasteis desde el primer momento. Vamos que cualquiera de los que estabamos en el local podriamos asegurar que os conociais de toda la vida.--Vale. Lo que tu digas. --?Y tu? ?Tenias intencion de volver a quedar con ella? Logan fruncio los labios en un gesto pensativo. --Hombre, ella no esta nada mal, ya me entiendes. --Si, te entiendo. Tiene algun que otro revolcon. --Pues eso. De todas maneras, en ningun momento me he planteado ir mas alla de lo sucedido esta pasada noche. --Entonces te ha hecho un favor con largarse a hurtadillas de tu apartamento. --En cierto modo. Logan entrecerro los ojos dejando su atencion suspendida en el vacio. ?En serio? ?Ni si quiera se habia planteado conocerla en plan amigos? Claro que despues de haberse acostado, no sabria especificar el grado de amistad que podrian tener. Ella le habia parecido una mujer divertida, simpatica, interesante... Tierna y carinosa al mismo tiempo. Y algo sonadora. Una mujer a la que le gustaria haber conocido. Pero que temia que iba a quedarse con las ganas. --Te dejo que tengo que ir al curro. Ya hablamos de tu misteriosa companera de cama. --No hay mucho mas que anadir salvo que yo tambien me marcho a la publicacion. Logan corto la llamada y recogio los restos del desayuno sin poder dejar de darle vueltas a la situacion. Y mas en concreto a algunos de los comentarios de Bruce, que le habian hecho dudar. ?No queria que siguieran viendose porque ella ya tenia una pareja? ?O tan solo le apetecia pasar la noche con el? Se decantaba por esta segunda opcion. Solo era consciente de que habia sido la primera vez que le sucedia algo asi. Por lo general solia ser el quien se marchaba de madrugada sin dar explicaciones; sin dejar una nota. Eso mismo le acababa de suceder se dijo sonriendo. No obstante, ella le habia gustado. Y su comportamiento le habia tocado su orgullo. ?La buscaria para pedirle una explicacion? Se dirigio a la ventana del salon para ver que tiempo hacia. Permanecio pensativo con el rostro de ella en su mente. Jayden. El timbre de la puerta sono en repetidas ocasiones poniendola mas nerviosa. Por una fraccion de segundo su subconsciente la traiciono y penso que el habia dado con ella. Sin embargo, se dijo que era imposible porque lo habia dejado durmiendo en su cama, luego no la habia podido seguir. Ademas, en ningun momento de la noche ella le habia dicho donde vivia. De manera que se tranquilizo cuando lo penso. Se dirigio hacia la puerta no sin antes tener que dejar pasar a Romeo y Julieta, sus dos gatos. Echo un vistazo por la mirilla para tranquilizarse del todo y respiro aliviada. Abrio la puerta y se encontro con la mirada inquisidora de su amiga, lo que le provoco las carcajadas. --?Que cono haces aqui tan temprano? --?Pronto? Son casi las nueve. --?Ya? Pasa y cierra la puerta. Ponte comoda, estas en tu casa. Voy a terminar de ponerme algo de ropa. Vigila a esos dos. --?Acabas de levantarte? --pregunto elevando la voz para que la escuchara sin recibir respuesta--. ?Que pasa bonitos? Los gatos se acercaron a olerla y a rozarse contra ella cuando Cherry se agacho para acariciarlos. --Llegue tarde como puedes imaginar. --?Hasta que hora estuviste con el? Criss, Marjorie y yo hicimos calculos acerca de que no pasariais juntos muchas horas --comento al ver a su amiga regresar al salon vestida con una sudadera y unos leggins. El pelo recogido en una coleta alta, la cara lavada y un aspecto mas bien relajado y descansado. --A eso de las cuatro. --?Estuvisteis por ahi hasta esa hora? Cherry entorno la mirada hacia ella sin terminar de creerlo. --Si. ?Que sucede? ?Es muy tarde? ?Significa que has ganado tu la apuesta o Criss o Marjorie? --Eso es lo de menos. Pero... dime la verdad. ?Te has liado con el? Hicimos varias apuestas al respecto. Porque si te soy sincera no esta nada mal, y creo que a el le habria gustado que sucediera. Al menos es la impresion que nos causo al conocerlo. Jayden desvio la mirada primero, luego se levanto del sofa y camino a la cocina resoplando seguida de los gatos. --?Quieres un cafe? Aquella reaccion disparo las alarmas en Cherry. --Oye, sere directa contigo porque sabes que no me gusta andarme por las ramas, asi que... --Me he acostado con el --le interrumpio Jayden mirando a su amiga con total naturalidad mientras echaba un vistazo a la comida de sus companeros de piso--. Era eso lo que me iba a preguntar ?no? --Te lo has... --?Quieres tomar algo o prefieres seguir hablando sin mas? Cherry asintio. --Un cafe cargado que me despierte. --?Hoy no trabajas? --Tengo turno de tarde en la clinica. En serio, ?te has acostado con el? --Si. Me invito a su apartamento y surgio... Jayden se encogio de hombros sin darle la menor importancia a este hecho. --Vaya... Si que eres directa. Claro que a ti lo de quitarte la ropa y ponerte al lio no te cuesta --le solto de buenas a primeras sin pensar en la cara que puso Jayden al escucharla--. Disculpa. Ha sido una manera de decirlo, pero bien mirado... --No pasa nada. Estoy acostumbrada a comentarios como el tuyo cuando digo a que me dedico. --Lo supongo, ?y despues? --Pues nos quedamos tranquilos, sin hablar mucho y eso. Sabes que no me van esos rollos. --No te van por lo que las dos sabemos. --Oh, vamos. No me vengas con ese sermon otra vez --le pidio mientras vertia cafe en las dos tazas. Levanto la mirada hacia su amiga y sacudio la cabeza--. Mi trabajo no tiene nada que ver con eso. --Esa es tu justificacion siempre que sale el tema. Tu trabajo tiene que ver y mucho. No quieres una relacion. Ni abrazos, ni miradas largas porque sabes que es muy dificil que lo encuentres mientras no cambies de profesion. Es la verdad. --?Y si no lo quisiera? ?Y si prefiriera seguir como estoy? Tengo treinta y dos anos, gozo de independencia economica y tengo un horario flexible, la verdad. --Lo que tu digas. Pero imagina por un momento que ese tio de anoche se enterara de a que te dedicas. Es posible que se hubiera ido a la cama contigo por el morbo que despertarias en el; la fantasia de hacerselo con una actriz porno. Con una de las mas renombradas. Todo sea dicho. Y luego adios porque eres consciente de que no se quedaria a tu lado. Jayden bajo la mirada y resoplo. --Lo se. Soy consciente de que no tengo una pareja estable para ir al cine, pasear por los jardines de Princes Street, o simplemente quedarnos en el sofa con una manta y un te viendo una comedia romantica junto a Romeo y Julieta --le resumio lanzando una mirada a estos a ver si comian. --?Y a que esperas para tenerla? --Tal vez a que aparezca ese tio tan genial del que hablais todas vosotras y que no le importe a que me dedico --le aseguro sonriendo en complicidad con ella. --A lo mejor es este y no lo sabes --Cherry movio sus cejas con celeridad--. ?Que tal es? Jayden se atraganto con su sorbito de cafe cuando escucho la pregunta de su amiga. --?No te estaras refiriendo a como es en la cama? Porque esos detalles los dejo para mi -- arqueo las cejas con gesto de incomprension. --Bueno, teniendo en cuenta que tu conoces a muchos... --Eso no tiene nada que ver y lo sabes. Es trabajo. No hay nada mas. --Vale, pues ?que tal anoche con...? --Cherry movio las manos tratando de recordar el nombre. --Logan. --?Que tal con el? Jayden sonrio con picardia cuando recordo lo ocurrido. Hacia tiempo que no se habia sentido de esa manera tan... diferente. Claro que como le decia Cherry era dificil para alguien que se dedicaba al cine para adultos donde todo era fingido. --Oye, por la cara que has puesto yo diria que estuvo bien. --Es complicado definirlo porque tuve multitud de sensaciones. Nos reimos, nos divertimos. Hubo quimica. --Supongo que no pensarias que estabas en set de rodaje --la miro con cara de pocos amigos al pensar en esa posibilidad--. Cuando te metiste en faena... --No, claro que no. Mi personaje acaba cuando terminamos de rodar. Ya lo sabes. --Entonces, me estas diciendo que te gusto. Jayden fruncio los labios en un mohin divertido y picaro asintiendo. --Me gusto su compania. --?Su compania? ?A que te refieres con eso? Yo me estaba refiriendo a... --Se a lo que te estas refiriendo, pero acabo de decirte que ese momento me lo guardo. --Hace un momento asegurabas que no querias saber nada de relaciones... Y me saltas con que tu gusto estar con el. Jayden sonrio al ver a Cherry en aquel estado tan neurotico. --Que me guste Logan no significa que vaya a empezar a tener una relacion. Que te quede claro. Me diverti con el. --?No fingiste el orgasmo? Cherry arqueo su ceja con suspicacia. Queria poner a su amiga en un aprieto y hacerle ver que ella misma se cerraba todas las puertas a una relacion. --?Por que deberia hacerlo? No estaba actuando --le dejo claro encogiendo sus hombros sin entender aquella pregunta. --Entonces, la cosa fue bien. Pero no lo piensas volver a ver ?no? --No. No quiero implicarlo en mi vida. Entre el cine y la taberna de mi padre tengo suficiente. No puedo dedicarle tiempo. --Por cierto ?que vais a hacer con cuando el se jubile? --Supongo que me quedare trabajando en esta. --Pero atenderla requiere muchas horas... ?Lo has pensado bien? Si sigues rodando escenas... --Lo se. Pero es algo que decidire cuando llegue el momento. El sonido del movil dejo la conversacion en suspenso por un momento. Jayden contesto mientras Cherry se bebia el cafe y escuchaba a su amiga hablar de un reportaje para una revista masculina. Una semana. Que el editor era amigo suyo. Que si le debia un favor. Escucho a su amiga despedirse de su representante y dejar el movil sobre la mesa baja del salon. --Era Marjorie, como habras deducido. --Si, cuando has empezado a hablar de trabajo he pensado en nuestra amiga en comun. ?Que queria acerca de un reportaje? --Al parecer le debe un favor a un amigo y le ha pedido que hagamos un reportaje sobre pasar una semana, o algo asi. --?Sietes dias en la vida de la actriz porno Jayden Sinner? --pregunto Cherry con ironia y diversion. --Al parecer no con la actriz sino conmigo. Me ha dicho que ya hablariamos cuando todo este cerrado con la revista. --?Contigo? En ese caso los periodistas no van a ir al set de rodaje. --Pues segun me ha comentado de pasada Marjorie, tiene mas que ver con mi persona que con mi otro <> --Ah, ya te entiendo. Te refieres a que no van a centrarse en tu personaje sino en la Jayden que yo conozco. La que en estos momentos se esta tomando un cafe conmigo vestida como si fuera a salir a correr por el barrio. Aquella definicion provoco las carcajadas en ella. --Si, supongo que sera eso lo que quieren. A ver, soy una persona normal. Voy a la compra, al medico, al gimnasio, a tomarme un cafe, a comprar ropa, lenceria... --Que luego te quitas sin ningun pudor. --Si, que luego me quito o me quitan. Lo que digo es que soy una mujer normal y corriente. --Ya lo se. Solo te vacilaba. Bueno, creo que me voy a ir para que tu limpies un poco. --Eso es algo que tambien he de hacer. Luego ire al gimnasio y mas tarde a la taberna a echar una mano a mi padre. --?No tienes pendiente ninguna escena mas esta semana? --Por ahora no. --Bueno, anoche rodaste una especial, me atreveria a decir --le guino un ojo en complicidad y palmeo su pierna antes de levantarse del sofa. Jayden prefirio no decir nada al respecto para que su amiga no sacara conclusiones erroneas. --Como te decia antes, tengo turno de tarde en la clinica asi que no podre verte. --Tranquila. Voy a estar liada en la taberna. --Si vuelves a saber de Logan... Jayden poso las manos en los hombros de su amiga y la volvio en direccion a la puerta para que se marchara. --Vale, vale. Me doy por aludida. Pero si por una minima casualidad... --Se lo que tengo que hacer. --?Estas segura? --Cherry permanecio unos segundos con la mirada entornada y noto a su amiga taciturna. Como si en el fondo no supiera que hacer llegado el caso--. Cuidate. --Si. Ya hablamos. Jayden regreso al salon con una expresion de incredulidad en su rostro. No iba a volver a ver a Logan. Y si por casualidad eso sucedia sabia lo que <> debia hacer. Volver a acostarse con el. Bajo ningun concepto.

  • Simplemente Sara (Sara Summers 4) de Susanna Herrero

    https://gigalibros.com/simplemente-sara-sara-summers-4.html

    Sara ya tiene veinticuatro anos. Y tanto sus saltos, como sus caidas y sus decisiones la han llevado a ser lo que es: simplemente Sara.

  • El encuadernador de Bridget Collins

    https://gigalibros.com/el-encuadernador.html

    Un relato de deseos enterrados y traiciones indescriptibles.

  • Un escandalo Tentador entre Dos de Olivia Saint

    https://gigalibros.com/un-escandalo-tentador-entre-dos.html

    Dos hombres apuestos, una mujer comun, una inocencia por corromper y un corazon para compartir
    Emma es una chica comun, estudiante de Economia en la Universidad, toda su vida compartio a su lado de David, su primer amor. Anos mas tarde a punto de casarse con su David otro chico que le producia sensaciones prohibidas vuelve a aparecer en su vida, este multimillonario hara lo que sea para que ella sea suya, pero ?que sucedera con David? ?cual de los dos la hara mas feliz? embarcate en esta historia, donde dos hombres desean a la misma mujer y haran lo que sea por estar con ella, el desenlace te sorprendera, nunca sabes lo que sucedera, hasta que tomas el riesgo y arriesgas por un amor

  • Como perder un pais de Ece Temelkuran

    https://gigalibros.com/como-perder-un-pais.html

    Este libro arranca con aviones de combate sobrevolando Estambul, con bombas y disparos. Es el 15 de julio de 2016, y la autora contempla a traves de la ventana el desarrollo del chapucero golpe de Estado que Erdogan sofocara en pocas horas, y que le proporcionara la excusa para activar un engranaje de detenciones y purgas. ?Como llego Turquia, que aspiraba a ser europea y moderna, a semejante situacion?
    Es tan claro como terrible: el populismo y el nacionalismo corroyeron el sistema y derivaron en tentacion autoritaria. Pero eso no es exclusivo de Turquia. Lo vemos en Venezuela, y en Hungria, y hay senales de alarma en los Estados Unidos de Trump, en la Gran Bretana del Brexit y en la Europa de la ultraderecha, que tambien ha llegado a Espana.

  • El susurro de los condenados (Tu me ves 3) de Gemma Herrero Virto

    https://gigalibros.com/el-susurro-de-los-condenados-tu-me-ves-3.html

    Posesiones, extranas ejecuciones, suenos profeticos, inquietantes presencias, un asesino sanguinario venido del mas alla… y todo ello en los oscuros corredores y pabellones de Sing Sing, una de las prisiones mas tenebrosas y peligrosas de Estados Unidos.

  • Un demonio disfrazado de angel, Sasha Miles de Sasha Miles

    https://gigalibros.com/un-demonio-disfrazado-de-angel-sasha-miles.html

  • Las diez puertas de Elvio Gandolfo

    https://gigalibros.com/las-diez-puertas.html

    En Las diez puertas Elvio E. Gandolfo visita generos y temas, que van desde el fantastico a la carta intima, desde el cuento erotico a la ciencia ficcion, en una paleta de intereses que parece inagotable, que es inagotable.

  • La muerte siempre encuentra el tiempo de Renato Mendoza

    https://gigalibros.com/la-muerte-siempre-encuentra-el-tiempo.html

    La ambicion de un grupo de investigadores conduce a la raza humana hacia una catastrofe global sin precedentes. Una a una, las ciudades del planeta van manifestando sintomas de lo que podria ser una extincion prematura. Sin embargo, pequenos grupos de personas logran sobrevivir en algunos pequenos poblados. Acorralados por la muerte, un grupo disfuncional de supervivientes logra prolongar su existencia mas alla de lo esperado. La busqueda de respuestas parece ser tan esquiva como la busqueda de la salvacion.

  • Culpa tuya (Culpa mia 2) de Mercedes Ron

    https://gigalibros.com/culpa-tuya-culpa-mia-2.html

    Mas romance, traicion y misterio en Culpa tuya, segunda parte de <>, la saga romantica protagonizada por un chico malo con un gran corazon y una chica buena con muchas agallas.

  • El sabor del ultimo verano de Emma J. Care

    https://gigalibros.com/el-sabor-del-ultimo-verano.html

    La emocionante precuela de la novela El fino hilo de la mentira.

  • Luna ascendente (Luna 3) de Ian Mcdonald

    https://gigalibros.com/luna-ascendente-luna-3.html

    Luna ascendente, la esperada continuacion de Luna, por uno de los mejores autores de ciencia ficcion del mundo.

  • Siete dias de locura (Cala Espinada 2) de Tessa Dare

    https://gigalibros.com/siete-dias-de-locura-cala-espinada-2.html

    Cuando un picaro sinverguenza y una sabelotodo engreida intentan ponerse de acuerdo…, no siempre sale como ellos imaginan.

  • Uno de los nuestros (Tracy Crosswhite 5) de Robert Dugoni

    https://gigalibros.com/uno-de-los-nuestros-tracy-crosswhite-5.html

    ubre con sorpresa que el sospechoso presta servicio en la base naval de la localidad. Poco despues, una decisiva prueba incriminatoria desaparece y el tribunal militar encargado del juicio acaba absolviendo al acusado.

  • La Revolucion rusa contada para escepticos, Juan Eslava Galan de Juan Eslava Galan

    https://gigalibros.com/la-revolucion-rusa-contada-para-escepticos-juan-eslava-galan.html

    El triunfo de la Revolucion rusa transformo el mundo y fue trascendental para la historia de la politica contemporanea. Este libro, riguroso y ameno, nos ayudara a entender los motivos que provocaron el derrocamiento de los Romanov y el triunfo de la Revolucion.

  • Romance de la luna llena de Juanjo Lamelas

    https://gigalibros.com/romance-de-la-luna-llena.html

    Esta es la fiel historia del caballero Martin y de Candela, su dama, contada por un trovador que les semeja en estampa. Intrigas, celos, mentiras. Angustias y penitencias. Guerras, sangres y venganzas. Regresos, huidas y olvido. Agravios que se reparan. Luna llena fue testigo de cuantas cosas pasaban. Una novela caballeresca llena de aventuras y desventuras en la epoca de Alfonso X, el Sabio, en el imaginario Condado de Valmayor del Reino de Sevilla.

  • Manderley en venta y otros cuentos de Patricia Esteban Erles

    https://gigalibros.com/manderley-en-venta-y-otros-cuentos.html

    Patricia Esteban Erles es la primera dama de una obra tan oscura como apasionante, construida a lo largo de los anos y los titulos. Su mirada unica y su voz magistral le han convertido en referente del universo fantastico en espanol. Los cuentos de Manderley en venta abren la puerta a obsesiones con el espacio domestico, el extranamiento de la rutina, el juego gotico, fantasmal y negro de lo insolito, la inquietud de la normalidad.

  • Aquella playa desierta de Rosa Alcantara Menendez

    https://gigalibros.com/aquella-playa-desierta.html

    ?Puede el encuentro de dos personas ser como un destello de luz?

  • Arenas movedizas, Malin Persson Giolito de Malin Persson Giolito

    https://gigalibros.com/arenas-movedizas-malin-persson-giolito.html

  • Agathe de Anne Cathrine Bomann

    https://gigalibros.com/agathe.html

    Me hallaba sentado en el salon mirando por la ventana cuando ocurrio. Sobre la alfombra, el sol de primavera formaba cuatro cuadrados escalonados y se desplazaba lenta pero decididamente por encima de mis pies. Junto a mi descansaba una primera edicion sin abrir de La nausee que desde hacia anos intentaba empezar. Las piernas de ella eran flacas y palidas, y me sorprendio que la hubiesen dejado salir con tan solo un vestido en epoca tan temprana del ano. Habia dibujado en la calle las ventanas de una rayuela y saltaba muy concentrada, primero sobre una pierna, despues sobre ambas, para cambiar de nuevo. Llevaba el pelo recogido en dos coletas, tendria unos siete anos y vivia mas arriba de la calle, en el numero cuatro, con su madre y una hermana mayor. En este punto podria pensarse que yo era una especie de ejemplar unico que filosofaba sentado a la ventana todo el dia, contemplando cosas de mayor enjundia que el tejo de la rayuela y el recorrido del sol por el suelo. Pues no. La verdad era que yo me sentaba ahi porque no tenia nada mejor que hacer, y tambien a causa de esa especie de vitalidad afirmativa de aquellas exclamaciones triunfantes que en ciertas ocasiones penetraban en mi cuando la nina habia ejecutado una combinacion de saltos especialmente dificil. En un momento dado me levante para prepararme una taza de te y al volver a mi puesto vi que ella no estaba. Seguro que se le habria ocurrido otro juego mas divertido, pense; ambas, piedra y tiza, habian quedado en medio de la calle. Y entonces ocurrio. Acababa de colocar la taza en el alfeizar de la ventana para que se enfriara y extender la mantita sobre mis rodillas cuando vi caer algo en los margenes de mi campo de vision. Al mismo tiempo que un grito estridente me alcanzaba, logre poner de nuevo en pie mi cuerpo rigido y me aproxime a la ventana todo lo que pude. Ella yacia a la derecha, un poco mas abajo de la calle, al pie de un arbol donde comienza el sendero que conduce al lago. Sentado arriba, sobre una de las ramas, atisbe un gato que hacia oscilar la cola. Debajo, la nina se habia incorporado hasta sentarse con la espalda apoyada en el tronco mientras se agarraba un tobillo gimiendo entre hipidos. Retire mi cabeza. ?Debia ir con ella? Yo no habia hablado con un nino desde que era uno de ellos, y eso no cuenta. Pero ?no le causaria mayor disgusto que de pronto apareciese un hombre a quien no conocia para intentar consolarla? Eche otro vistazo furtivo afuera; seguia sentada en la hierba con el rostro lloroso alzado y la mirada puesta calle arriba mas alla de mi casa. Mejor seria que nadie me viese. ?Acaso no es doctor?, comentarian entre si, ?y que hace entonces ahi parado mirando? De manera que me lleve la taza de te para ir a sentarme frente a la mesa de la cocina. Pero aunque me repetia a mi mismo que dentro de un momento la nina se levantaria e iria cojeando hasta su casa sin mayor problema, permaneci sentado igual que un profugo en mi propia cocina mientras pasaban las horas. El te se enfrio y enturbio, y la oscuridad cayo antes de que por fin me escabullese de vuelta al salon y medio oculto tras la cortina escrutase la calle abajo. Por supuesto ella ya no estaba. RASTRO Desde que la contrate, Madame Surrugue me recibia cada manana de la misma manera. Dia tras dia aparecia sentada tras el gran escritorio de caoba como una reina en su trono y cuando yo entraba por la puerta descendia de el para tomar mi baston y mi abrigo mientras yo dejaba el sombrero en el estante por encima de la hilera de perchas. Entretanto, ella me ponia al corriente de la agenda del dia y al final me entregaba una pila de historiales, que el resto del tiempo permanecian pulcramente archivados en una enorme estanteria modular detras del escritorio. Intercambiabamos algunas palabras mas y despues no volviamos a vernos por lo general antes de la una menos cuarto, momento en el que me ausentaba del despacho para comer en un restaurante mediocre de los alrededores. Al regresar la encontraba siempre sentada exactamente igual que la habia dejado, y a veces me daba por pensar si ella comeria. Yo no detectaba olor a comida y jamas vi nada parecido a una miga debajo de su escritorio. ?Realmente Madame Surrugue no necesitaria alimentarse para vivir? Aquella manana me conto que una mujer alemana habia telefoneado con el fin de pasar mas tarde a pedir cita. <> <>, dije categorico, <> <> Madame Surrugue me dirigio una mirada interrogativa, pero yo sacudi la cabeza. <> Cuando llegue el dia de mi retiro habre ejercido cerca de medio siglo, tiempo mas que suficiente. Lo ultimo que necesitaba era una nueva paciente. Madame Surrugue continuo mirandome todavia un momento, aunque luego prosiguio su repaso de la jornada sin insistir en el tema. <>, dije, y tome de ella la pila de historiales para dirigirme despues a mi despacho. Se hallaba al fondo, en el extremo opuesto de la amplia antesala donde reinaba Madame Surrugue y los pacientes se sentaban a esperar su turno. De ese modo no me distraian durante mi trabajo ni el repiqueteo de la maquina de mi secretaria ni las posibles conversaciones entre los pacientes y ella. Mi primera paciente, una mujer adusta de nombre Madame Gainsbourg, precisamente acababa de llegar y sentada hojeaba una de las revistas que Madame Surrugue traia de vez en cuando. Exhale un profundo suspiro y me recorde a mi mismo que despues de ella solo me quedarian setecientas cincuenta y tres conversaciones mas. La jornada transcurrio sin puntos de inflexion hasta que regrese al despacho despues del almuerzo. Entonces estuve a punto de chocar con una mujer morena, de palidez mortal, parada justo detras de la puerta de entrada, y me disculpe por la torpeza. La mujer era llamativamente delgada y tenia unos ojos enormes en su rostro afilado. <>, dijo, y se adentro en la sala. <> Hablaba con un inconfundible acento y comprendi que debia de tratarse de la mujer alemana. Apretaba contra su pecho una carpeta con el logotipo de Saint Stephane. <>, respondi, sin embargo la mujer dio de inmediato un paso hacia delante y me dijo con encarecimiento: <> De manera instintiva retrocedi. Sus ojos pardos brillaban como si tuviese fiebre y la mirada era tan intensa que me sentia como si me hubiera agarrado un brazo. Sin duda alguna habria que batallar para librarse de ella otra vez, y yo no disponia de tiempo ni fuerzas en ese momento. Hice un gesto en direccion a Madame Surrugue intentando esbozar una sonrisa amable. <>, dije, y bordee a la mujer de soslayo, <> Madame Surrugue tenia la culpa de que a la mujer se le hubiese ocurrido aparecer por alli, asi que ahora lo propio era que ella misma la rechazara de nuevo. Me escabulli pasando junto a la mujer, que por fortuna me acompano hasta el escritorio, y alli la deje delante de Madame Surrugue con una mirada elocuente. Mi secretaria alzo la ceja izquierda unos milimetros. <>, le solicite, movi la cabeza rigido en senal de despedida y me apresure al refugio de mi despacho. Sin embargo, la imagen de la mujer palida permanecio en mi, y el resto de la jornada senti como si el rastro de su perfume hubiese quedado flotando en el aire y formara remolinos igual que el polvo cada vez que yo abria mi puerta. RUIDO El tiempo corria a traves de mi igual que agua por un filtro oxidado que a nadie le apeteciera cambiar. Era una tarde lluviosa de color plomizo. Habia hablado ya con siete pacientes sin involucrarme lo mas minimo y solo me faltaba una antes de que pudiese irme a casa. Antes de acompanar a Madame Almeida al interior del despacho, eche un vistazo a mi secretaria. Estaba sentada en completa quietud frente al ordenado escritorio mirando fijamente la mesa. El flexo arrojaba su sombra fosilizada sobre la pared detras de ella, y parecia tan abatida que por un instante considere si debia decirle algo. Pero ?que? En lugar de ello cerre la puerta tras de mi y me volvi hacia la paciente. Madame Almeida, que me sacaba casi una cabeza, circunstancia por la que siempre causaba bastante impresion, se desembarazo del paraguas y el chubasquero con freneticos movimientos y se sento en el divan. Aliso su falda color vomito y me lanzo una mirada de reproche a traves de las gafitas que guardaban el equilibrio al borde de su nariz ganchuda. <>, declaro, y se recosto en el divan. <> Madame Almeida siempre se enervaba, en ningun momento de su existencia tenia un periodo bueno. No parecia que la terapia le sirviera de nada en absoluto, y sin embargo acudia fielmente con paso firme dos veces por semana y me reganaba. Hasta la idea de que su vida pudiese mejorar parecia alterarla, y hablando con sinceridad no era facil entender por que ella seguia viniendo. Normalmente dejaba que hablase, aunque de vez en cuando intercalaba un comentario o probaba a hacer una interpretacion, que ella ignoraba por completo. <<… y entonces ella dijo que yo le debia tres francos de la semana pasada, !habrase visto semejante descaro! Eso me llego al alma y estuve a punto de marearme justo ahi en mitad de la tienda, pero entonces le dije a mi vez…>> Muchos anos de entrenamiento me permitian emitir un murmullo en los momentos adecuados sin necesidad de escuchar verdaderamente, y con algo de suerte no llegaba a enterarme de una palabra antes de que se fuera. Mire hacia abajo y vi que habia atravesado el papel con la punta del lapiz de pura frustracion. Entonces comence una de mis caricaturas de aves. <>, dijo casi a voz en grito Madame Almeida. Fuera llovia con tal violencia en ese instante que no era posible ver a traves de las ventanas nada mas que contornos imprecisos y, por desgracia, los golpes de las gotas contra los cristales no hacian sino animar a mi paciente a hablar a un volumen todavia mayor de lo habitual. Por lo visto estaba destinado a soportar trivialidades, pense resignado mientras me fijaba en una zona de su coronilla que aparecia sospechosamente rala. Me regocijo el hecho de que pudiera estar quedandose calva y que en tal caso yo lo hubiese sabido mucho antes que ella. De inmediato anadi aquel detalle a mi dibujo. Me imaginaba el dia en que viese un destello de si misma desde atras capturado entre un espejo y un cristal, como sus gruesos dedos palparian febriles el lugar, apartando el pelo para dejar al descubierto el cuero cabelludo mientras gritaba: <> Y asi, de un modo u otro, transcurrio otra hora de mi vida. Madame Almeida me agradecio la sesion y sujete la puerta para que pasase mientras daba la vuelta al bloc cuidadosamente para que no viera el avestruz calvo. Faltaban seiscientas ochenta y ocho conversaciones. En ese preciso instante, seiscientas ochenta y ocho me parecian una barbaridad.

  • La mujer del inquisidor de Catherine Roberts

    https://gigalibros.com/la-mujer-del-inquisidor.html

    Cuando Maria llega desde el reino vecino para casarse por compromiso con el atractivo y frio inquisidor, es consciente de que a partir de ahora compartira su vida con un monstruo. Se siente capaz de sobrellevarlo, se ha preparado como ha podido para ello. Lo que no imagina son los malvados planes que Diana, la sirvienta del religioso, tiene reservados para ella, pues no piensa permitir que nadie la arrincone ni le quite el puesto que ocupa en la casa y en la cama de ese poderoso hombre.
    Solo que… nada saldra como habian pensado ninguno de los tres.

  • Filofobia (Atrevete a amar 1) de Lorena Fuentes

    https://gigalibros.com/filofobia-atrevete-a-amar-1.html

    En algun momento de mi vida me llamaban Paulina Ferguson, pero ahora solo quiero que me llamen Ina, como mi hermano mayor me llamaba cuando eramos ninos.
    Lo que muchas personas suenan es mi pesadilla, llevar sangre azul unicamente ha traido desgracias a mi vida. Me han arrebatado a las personas que eran mi mundo, obligandome a escapar de la ciudad que me vio nacer, pero ahora regreso a Londres decidida a encontrar aquello que me pertenece.
    La cocina es mi pasion, es lo unico que me mantiene centrada, eso y el sexo. Su efecto placebo fue lo que me llevo aquella noche a conocerlo, Connor Bellamy, y por el todo cambio.
    Tengo miedo a enamorarme, mis demonios no me permiten avanzar y es que cuando intento ser feliz, ellos salen para atormentarme.

  • El Club de la Elite de Esteban Navarro

    https://gigalibros.com/el-club-de-la-elite.html

    Pau no podia apartar los ojos de la pantalla de su movil. Y mientras que con la mano izquierda sostenia el volante del Nissan Micra, con la derecha aguantaba el telefono con pericia. En una rampa del barrio de Salamanca, en la calle Jorge Juan, tuvo que cambiar de velocidad con gran dificultad, sin soltar el movil de la mano. Con el vaiven se le cayo el telefono en el asiento del copiloto y, al agacharse para recogerlo, sus ojos se clavaron en el letrero que indicaba el nombre de la calle. --Calle de Claudio Coello --leyo en voz alta. En ese momento le parecio un mal presagio pasar por alli, por esa calle. Aunque era lo suficientemente joven, tan solo tenia dieciocho anos, como para no haber vivido epocas oscuras de Espana, si que conocia que en esa calle asesinaron al entonces vicepresidente del Gobierno de Franco: el almirante Carrero Blanco. Al llegar a la calle Principe de Vergara, viro situandose bien pegado al carril de la izquierda. En cuanto le fuera posible detendria el coche para poder llamar a Luis Miguel. O Luismi, como lo conocian todos sus amigos. Tenia que contactar con el. Habia de contactar con el. Era una necesidad imperante que su amigo descolgara. Luismi le habia estado enviando numerosos mensajes de WhatsApp durante toda esa manana y el no le habia respondido porque estuvo ocupado instalando el sistema operativo en el ordenador de un conocido. Eso es lo que tenia ser estudiante de Ingenieria en Computacion e Informatica: que todas tus amistades quieren que les repares los fallos de su ordenador. <>, le habia escrito. No habia duda de que esos mensajes los habia anotado Luismi, de forma atribulada, seguramente mientras conducia. Pau detuvo el Nissan en un hueco que hallo en una zona de carga y descarga frente a un supermercado. Soporto con estoicismo el bocinazo del taxista que llevaba pegado detras. Esos dias los taxistas andaban a la grena con los de Uber y se palpaba en el ambiente el malestar que habia entre los dos colectivos. Agarro con fuerza el telefono movil con la mano izquierda y con un dedo de la mano derecha busco a Luismi en la agenda. No disponia de tiempo para dejar que <> se encargara de hacerlo por el. En la pantalla vio la fotografia de su amigo. Sonriente, como siempre lo conocio. Le caia el pelo lacio alrededor de las orejas. Su tez agitanada, que recordaba a un Joaquin Cortes en sus anos mozos, ensombrecia la pantalla del movil y Pau penso en que le preocuparia a su amigo para que le hubiera enviado tantos mensajes. El logotipo de un telefono de color verde se encendia y se apagaba, indicando que la llamada estaba en curso. --Vamos, vamos --chillo--. Coge el telefono de una puta vez. Un mendigo se acerco hasta la ventanilla del Nissan. Era el orgulloso poseedor de un enorme bigote que se esparcio por el cristal como si fuese una medusa dentro de una pecera. El hombre mostro un paquete de panuelos de papel, mientras que sus ojos desvariaron por los tatuajes de los brazos de Pau. --La voluntad --dijo. Pau cogio un punado de monedas de la bandeja que tenia al lado del freno de mano y, sin contarlas, se las entrego al mendigo por el minusculo hueco que quedo al bajar la ventanilla. Una bofetada del calor de julio paso al interior del Micra, como si en ese instante se hubiese abierto la tapa del infierno. El hombre, de ropajes sucios y harapientos, pero de tez lampina y mirada limpia, cogio las monedas con una mano enguantada. --Gracias, senor --dijo con un acento indeterminado, que tanto podia ser rumano como ruso. La llamada realizada a Luismi se corto cuando paso el suficiente tiempo sin que su interlocutor descolgara. Pau no creyo necesario llamar de nuevo. Cuando Luismi viera la llamada la devolveria, sin duda. Siguio conduciendo por la calle Principe de Vergara hasta que hallo un hueco al lado de unos contenedores de basura. Orillo el coche. Alli podia pensar sin que nadie lo molestara, se dijo. Todo comenzo cuando Luismi le conto que estaba trabajando en la investigacion de un club de lectura muy elitista. Luis Miguel Artapalo, al igual que Sonia, era un detective privado que trabajaba sin oficina. Fue policia local del ayuntamiento de Madrid durante diez anos, pero hacia dos que lo habian echado, nunca supo por que. Tampoco se lo pregunto, pero sabia que hay que hacerla muy gorda para que te echen de la policia. Desde entonces se habia dedicado a la investigacion con desigual exito. El abanico de posibilidades de los detectives era muy reducido y el margen de ganancia nulo. Era complicado, por no decir imposible, que un detective que trabajara por su cuenta pudiera hacerse rico. A Luismi lo habia contratado la mujer de un escritor para que investigara a un extrano club de lectura. Eran un grupo de notables que se reunian en un chale de la urbanizacion Caraquiz, en Uceda, un pequeno municipio de la provincia de Guadalajara. Luismi le habia dicho que, una vez al mes, se juntaban en la casa de un conocido alcalde de Matasena varias personalidades de la region. <>, le habia preguntado Pau. Su amigo lo nego de forma tajante. Aquellas reuniones no tenian nada que ver con el club Bilderberg. Los congregados eran: un alcalde, un presidente de una Diputacion, un fiscal, un juez, un comisario de la Policia Nacional y un mando de la Guardia Civil. --?Y para que se reunen? --se intereso Pau. --Dicen que para hablar de literatura --respondio su amigo--. Ellos dicen que es un club de lectura de novela negra --explico con voz cavernosa. Pau siempre quiso saber, desde que lo conocio, la cantidad de cigarrillos negros que habria fumado para tener semejante voz--. Escogen una novela y se reunen en una tertulia privada donde comentan que les ha parecido. Pau basculo la barbilla sin percibir nada extrano en ese club. Luismi, que mientras hablaba removia en el aire sus enormes manos, insistio en lo extrano que era que un grupo de notables se reuniera cada mes con el pretexto de comentar una novela. --?Extrano? ?Que hay de extrano? --habia preguntado Pau. --Esos hombres se reunen cada mes en el chale de Caraquiz --explico su amigo--. Al finalizar la reunion deciden el titulo y el autor de la novela que han de leer para el siguiente encuentro. Pero hace un mes, en la primera reunion literaria desde que se sepa, la del 31 de mayo, ocurrio algo por lo que me han contratado. --Pau contuvo la respiracion esperando a que Luismi se explicara--. El autor de la novela que comentaron en aquella reunion fallecio en un accidente de trafico una semana despues de que se reunieran los notables, cuando conducia su Chrysler 300. --?Casual? --consulto Pau. --Es posible. El autor era vecino de un pueblo que hay entre Pinto y Valdemoro. Se llamaba Cesario Pidal y su novela tenia un titulo tan poco sugerente como repelente: Todos los idiotas. --Pero si entre Pinto y Valdemoro no hay nada --objeto el joven agente. --!?Como que no hay nada?! --protesto colerico Luismi--. Esta Matasena. --Matasena es un municipio de apenas cuatrocientos habitantes, enclavado entre las poblaciones de Pinto y Valdemoro--. Pero la coincidencia es que el alcalde de ese municipio es uno de los notables del club de lectura, ademas de propietario del chale de Caraquiz donde se reunen. En esa conversacion fue cuando Pau se entero de que la esposa del escritor fallecido habia contratado a Luismi, que ademas era amigo personal de Pau y habia tenido una relacion intensa con Sonia Ruiz, su companera de aventuras y pesquisas. La senora Pidal lo contrato para que investigara la muerte de su marido, porque no se creia que hubiera fallecido en un accidente. La guardia civil, que son los que habian llevado la investigacion, determino que su esposo habia muerto en un accidente de trafico en el tramo entre Pinto y Valdemoro, pero ella no se lo crecia. Asi que no le quedo mas remedio que contratar los servicios de un detective privado para que indagara. Luismi y Pau habian quedado unos dias despues de que iniciara la investigacion, para tomar una cerveza en una terraza del Retiro. Pau temio que le solicitara ayuda. Los detectives privados necesitaban de la estrecha colaboracion de la policia para avanzar en sus investigaciones. Un detective privado sin contactos dentro de la policia o del CNI es como una pistola sin municion: no sirve para nada. Luismi le manifesto su preocupacion a hurgar en ese club.

  • El extrano caso de Nellie Bly de Mario Escobar

    https://gigalibros.com/el-extrano-caso-de-nellie-bly.html

    Nunca tanta belleza inspiro tanta locura.
    Un thriller perfecto que consagra a Mario Escobar como el maestro del suspense en Amazon.
    Una joven intenta arrojar a las vias del metro en Manhattan a una chica y los servicios de salud de la ciudad la encierran en el Centro Mental Blackwell’s Island. Despues de varias decadas cerrado, el afamado psiquiatra John Hulton III, lo a reabierto con la esperanza de encontrar un tratamiento efectivo para la mayoria de las enfermedades mentales. La joven Nellie Bly, una huerfana desconocida que intentaba convertirse en escritora en Nueva York, ha sido ingresada tras un ataque psicotico e intento de asesinato hasta que salga el juicio. Nellie niega que este loca y defiende que ha sido victima de una trampa. El ayudante de John Hulton III, Robert Pappe debe evaluarla, para dictaminar si se puede presentar ante un juez. Unos dias mas tarde, una joven del centro aparece asesinada y todos sospechan que la culpable es Nellie. El unico que parece creer en su inocencia es Robert.

  • Un episodio nacional de Carlos Mayoral

    https://gigalibros.com/un-episodio-nacional.html

    El conocido periodista cultural Carlos Mayoral, especialista en la literatura decimononica espanola, recupera en su primera novela un episodio poco conocido de nuestro pasado literario: los amores secretos entre dos de las principales figuras de nuestra narrativa, Benito Perez Galdos y Emilia Pardo Bazan.

  • Sin enamorarnos (Bolonia 1) de Laimie Scott

    https://gigalibros.com/sin-enamorarnos-bolonia-1.html

  • Lo que me haces sentir de Eli Jane Foster

    https://gigalibros.com/lo-que-me-haces-sentir.html

    Marlena llevaba una vida muy ordenada y habia llegado a lo mas alto en su carrera. Era el momento de comprar su primera casa y un loft en el Soho era lo que mas la convencia. Nada de paredes y mucho espacio. Pero igual deberia haberselo pensado mejor al ver a su vecino de enfrente a traves del ventanal, porque su mirada la ponia realmente nerviosa y ella jamas perdia lo nervios.

  • Mi negro pasado (Como agua para chocolate 3) de Laura Esquivel

    https://gigalibros.com/mi-negro-pasado-como-agua-para-chocolate-3.html

  • Para siempre Lara Jean de Jenny Han

    https://gigalibros.com/para-siempre-lara-jean.html

    Lara Jean esta disfrutando del su mejor ano. Va a graduarse. Esta completamente enamorada de su novio, Peter. Su padre esta a punto de volver a casarse. Y Margot regresara a casa en verano justo a tiempo para asistir a la boda.
    Pero en el horizonte se acercan cambios. Y mientras Lara Jean se divierte ayudando en los preparativos de la boda, no puede dejar de pensar que tendra que tomar decisiones muy pronto. Ha de escoger una universidad, y eso puede dar un vuelco en su relacion con Peter.

  • Nunca seras agua de Patricia A. Miller

    https://gigalibros.com/nunca-seras-agua.html

    La familia, el trabajo y el beisbol son los tres pilares de la vida de Megan Gallagher, la unica bombera de la 52 de Chicago. Es valiente y perseverante; pero una decision erronea puede convertir una vida de esfuerzo y pasion en pesadilla. Una grave lesion llevara a Megan lejos de su felicidad, pero cerca de el, Nicholas Slater.

  • Seis anos que cambiaron el mundo de Helene Carrere D Encausse

    https://gigalibros.com/seis-anos-que-cambiaron-el-mundo.html

    La primera gran obra de corte historico sobre la caida de la Union Sovietica, una cronica tejida de guerras, catastrofes nucleares, luchas de poder e intereses economicos.

  • La luz de tu mirada de Amber Lake

    https://gigalibros.com/la-luz-de-tu-mirada.html

    ?Es suficiente la dulzura para llegar a un corazon?

  • La isla del poeta de Jordi Sierra I Fabra

    https://gigalibros.com/la-isla-del-poeta.html

    Isa tiene diecinueve anos y un deseo: conocer al poeta cuyos libros salvaron su vida en la adolescencia, ver al hombre cuyos versos la animaron a luchar cuando estuvo frente a la muerte. Pero ese poeta, Isaac Estruch, lleva veinte anos retirado en una pequena isla de las caribenas aguas de Cartagena de Indias, en Colombia. Encerrado alli, sin querer ver a nadie, Isaac es un ermitano con fama de irascible. Pese a todo, Isa cruza el Atlantico y se planta frente a su cabana.

  • Un soplo de nieve de Francisca Herraiz

    https://gigalibros.com/un-soplo-de-nieve.html

    Su vida era perfecta y no necesitaba mas. Aqui podria terminar la historia, pero no, todo tenia que complicarse. Si, todo era perfecto, menos su nombre, Peonia. Sus padres, conservadores, le pusieron el nombre de su abuela. No lo tenia mejor su hermana, Jacinta, aunque, visto lo visto, lo preferia al suyo. De todos modos, el nombre, por feo que le pareciera, no le impidio triunfar en la vida y conseguir todos sus propositos. Todos. Incluso el de estar soltera y sin hijos. Nunca quiso casarse, lo veia innecesario y eso de tener hijos, menudo fastidio, ninos correteando, llorando, molestando e impidiendo hacer su trabajo, subir puestos, ascender hasta llegar a directiva. Vaya, eso no lo cambiaba por nada. Lo habia visto en su hermana que se caso a la tierna edad de veinte anos, con su novio del instituto, tan tipico que le hacia reir. El amor de su vida, le decia. Pasados unos anos, se quedo embarazada, tuvo cuatro ninos, todos varones, y ahora estaba embarazada del quinto, en busca de la nina. Por lo visto la ecografia les dio la buena noticia y al final tendrian la nina tan deseada y Peonia solo esperaba que dejara de tener mas criaturas. Su casa era un caos, todo por medio, olia mal, todos gritando, era un bullicio constante. Para colmo de males tambien tenian perro. Y tantos ninos hicieron que su hermana se quedara en casa para cuidarles, mientras su marido trabajaba trayendo a casa un misero sueldo que no les llegaba para nada. Vacaciones, cero. Cenas romanticas, ninguna. Tomar algo en el bar, para nada. El dinero se lo llevaba la hipoteca, la comida, mucha comida y las facturas. No entendia como podia ser feliz con esa vida. No la envidiaba para nada. Es mas, odiaba tanto la vida de su hermana, que solo la visito una vez. Nunca volvio a ese pequeno piso caotico. En navidades les enviaba buenos regalos, era una buena hermana y una buena tia. Les llamaba para felicitarles las fiestas y poco mas. Jacinta si la llamaba de vez en cuando para ver como estaba, para hablar, pero Peonia siempre estaba tan ocupada que le colgaba en seguida con la promesa de hablar otro dia, aunque ese dia no llegara nunca y tuviera que ser Jacinta quien la volviera a llamar. Tampoco entendia esa dependencia. Ya eran mayores, sus padres murieron hacia unos anos y cada una tenia su vida, distinta, distante. Cada una eligio su camino, ?no podia su hermana dejarla tranquila? No le apetecia nada que la llamara para contarle algo sobre su marido, o sobre alguno de sus sobrinos. Eran temas aburridos que no le interesaban en absoluto. Luego estaba su casa. Tan distinta a la de su hermana. Dado su abultado sueldo, pudo permitirse la casa sonada, dos plantas, garaje, piscina, jardin, terraza, jacuzzi, gimnasio, cocinera, limpiadoras, chofer. Y varios coches. Uno para ir al trabajo, mas formal, oscuro. Otro para los finas de semana, mas rapido y pequeno, funcional. Otro para ir de vacaciones, un todoterreno. Otro para fardar, descapotable. Tambien tenia su casa de vacaciones, por supuesto, en Canarias. Tambien con piscina, jardin, dos plantas, en fin, no se privaba de nada. Cuando ella estaba en Canarias dejaba a su hermana pasar unos dias en su casa de Girona. Total, tenia sirvientas que lo dejaban todo limpio cuando se marchaban, para ella no era un problema y le hacia sentirse buena persona. Sus sobrinos disfrutaban de la piscina y ella podia disfrutar de unas vacaciones lejos de todo, incluso de su familia. Le gustaba ir de compras los sabados, por eso tenia grandes roperos en ambas casas, todos abarrotados de trajes, vestidos, chaquetas, abrigos y, zapatos, muchos zapatos. Asi como complementos, fulares, anillos, gargantillas, pendientes. Le encantaban las joyas. Tambien las fiestas, que solia realizar una vez al mes, amen de las que asistia por invitacion. Su vida social era amplia, aunque no podia presumir de grandes amistades. Conocia a mucha gente, pero todos por un mismo fin, el dinero. Mas clientes, mas acuerdos, mas sonrisas para firmar un contrato y llenar aun mas sus bolsillos. Le iba bien. No queria atarse a nadie, intimar con nadie. Las relaciones que mantenia con sus conocidos eran las perfectas, las justas, hablaban casi por obligacion, normalmente de trabajo y poco mas, despues cada uno a su casa, a sus obligaciones y a no meterse en la vida del otro. Eso es lo que ella hacia, suponia que no todas las mujeres actuaban igual, habia mas de una chismosa, eso era inevitable. Aunque ella nunca hacia caso de las habladurias, ni siquiera estaba al tanto de los ultimos chismorreos, estaba demasiado ocupada y centrada en el trabajo para prestar atencion a esas chiquilladas. El chofer, como cada manana, la dejo en el trabajo. Se bajo, vestida con un traje chaqueta color azul oscuro, falda hasta las rodillas, zapatos de tacon ancho, eran algo mas comodos que los de tacon de aguja. Gafas de sol de marca, un panuelo de seda al cuello, el maletin de piel en su mano derecha. Todo adornado bajo un grueso chaqueton de piel. Camino segura, con la cabeza alzada, hasta la entrada del recinto. El guardia de seguridad le abrio la puerta y le dio los buenos dias. Ella le sonrio levemente sin decir nada y fue directa al ascensor. Otro esplendido dia de trabajo. Le encantaba ir a la oficina, centrarse en el papeleo, en las ventas y nada mas. Oh, y se acercaba navidad, la mejor fecha para vender. Al acercarse a su despacho, su secretaria, como de costumbre, le cogio el abrigo y le entrego un cafe descafeinado, con leche desnatada y sin azucar. Bebio un trago y fue hacia su sillon reclinable, de color negro, que presidia una gran mesa de oficina, de roble. Habia unas cuantas plantas adornando la estancia, asi como varias estanterias y un gran ventanal detras. Una gruesa alfombra frente a la mesa. En una de las paredes habia un sofa y dos sillones, frente a ellos una mesita de cristal. A veces le gustaba tener reuniones en su despacho de forma algo mas informal. Encendio el ordenador y comenzo su rutina. Media hora mas tarde sono el telefono, era su secretaria que, antes de pasarle ninguna llamada, la informaba. --Su hermana al telefono. Peonia alzo los ojos al cielo, no se cansaba nunca de importunarla. Le tenia dicho que no la llamara en horas de trabajo. --Dice que es urgente. --Pasamela. --dijo a reganadientes. El telefono sono y pulso el boton para escuchar la voz de su hermana en manos libres. --?Que pasa? --le dijo sin despegar los ojos de la pantalla. --Raul esta en el hospital, un energumeno se ha saltado un semaforo y le ha atropellado cuando iba al instituto. --Su voz sonaba angustiada. Peonia miro el telefono intentando recordar quien era Raul, tenia tantos sobrinos que nunca conseguia saber quien era cada cual. --?Esta bien? --dijo algo fria. --Un golpe en la cabeza y magulladuras. Los medicos quieren que se quede para vigilar el golpe en la cabeza. ?Puedes ir a recoger al resto de mis hijos cuando salgan del colegio? Como si ella tuviera tiempo. --?No puede ir tu marido? Yo estoy bastante ocupada. --El ha salido del trabajo en cuanto le he llamado y viene hacia aqui, esta preocupado, como yo. Solo necesito que cuides de mis ninos unas horas, luego ira su padre a buscarlos, por favor. Como le gustaba dramatizar. Se paso la mano por la cara mientras negaba con la cabeza, ?como podia pedirle algo asi? ?Es que no sabia apanarselas sola? Era increible. Al final dijo: --No te preocupes, yo me encargo y dile a Raul que se mejore. No espero a que le dijera nada, colgo y pulso el boton que le pasaba con la secretaria. --Sonia, llama a mi chofer y dile que pase por el colegio de mis sobrinos para recogerlos y llevarlos a casa. A mi casa no, a la suya, por favor, ni se le ocurra confundirse, ?de acuerdo? --Entendido. A la hora de comer su secretaria le trajo comida preparada, normalmente una ensalada, un yogur desnatado y una fruta. Comio en el despacho, a solas. A la tarde, a eso de las seis, se fue a casa. Su secretaria le entrego el abrigo y su chofer estaba en la puerta esperandola. O no. ?Donde estaba? Miro arriba y abajo de la calle, no se veia el coche, en su lugar vio a un mendigo pidiendo limosna. Se le veia tan sucio y su mal olor llegaba hasta alli. ?Donde estaba la policia cuando se les necesitaba? Aquel era un buen barrio, ?como dejaban a gente como aquella pasear por ahi? Le esquivo, no queria oler mal, o coger cualquier enfermedad. Deberian prohibirles pasear por las calles, ?por que no tenerles en un centro, alejados de la gente normal? Una vez perdio de vista al mendigo, cogio el movil para llamar a su chofer y saber por que no habia ido a recogerla. --Senorita, sus sobrinos estan en su casa... --dijo con voz temblorosa. --?Perdona? Creo haber sido muy clara al respecto. --No tienen las llaves de su casa y hasta que no llegue su padre se han quedado aqui. Las sirvientas ya se han ido y el mayordomo tenia hoy el dia libre, asi que no me ha quedado mas remedio que acompanarlos, no queria dejarlos solos. --Esta bien, esta bien, supongo que has hecho bien, yo, no se, ire en taxi. Le colgo. Menudo contratiempo, esperaba que el padre de esos pequenos demonios no tardara en llegar. No queria a esos mocosos rondando en su santuario. Miro la carretera, no veia ningun taxi. Su casa tampoco estaba tan lejos, podia ir dando un paseo. Hacia buen dia y asi daba tiempo a su cunado a recoger a sus sobrinos. Escucho una campana sonar varias veces. --Ho ho ho, feliz Navidad. ?Una limosna para los sin techo? Lo que le faltaba, un Papa Noel con su traje, su barba postiza, su campana amarilla sonando una y otra vez y el vaso de plastico para pedir dinero. Si tuviera que dar dinero a todo el que pedia se arruinaria en un dia. Paso de largo. --Senorita... No podia ser, ?le estaba siguiendo? Apreto el paso. --Senorita... Se giro para ver al Papa Noel pisandole los talones, habia dejado la campana para coger su panuelo de seda. Se toco el cuello, por lo visto debio caersele. Se detuvo para recogerlo. --Espero pase unas bonitas navidades junto a su familia. Le dijo el Papa Noel. Ella cogio el panuelo, pero el lo retuvo un momento. --?Tiene familia? --?Y a usted que le importa? --le espeto sin mas, menudo insolente metomentodo. --Es triste la Navidad cuando uno esta solo, yo lo veo todos los anos. Hay mucha gente sin hogar, sin familia. Usted esta sola, muy sola y no lo sabe. --Devuelvame mi panuelo. --le dijo mirandole con desprecio. --Que tenga una bonita Navidad --dicho lo cual le soplo en la cara y su aliento estaba helado. Cerro los ojos y se paso la mano por la cara congelada. ?Pero que hacia ese tio? Al abrir los ojos, el Papa Noel no estaba y ella tenia su panuelo en la mano. Suspiro aliviada, menos mal que se habia ido, ya pensaba en llamar a la policia. Estupido farsante, le vestian de Papa Noel y ya se creia capaz de juzgar a las personas. ?Quien se creia que era, Santa Claus de verdad? Esos tipos estaban todos locos. Le gustaba la navidad por las compras, a ella le encantaba comprar y vender, pero odiaba los sentimentalismos, los arboles, los adornos, las reuniones familiares. Ella hacia anos que celebraba la navidad sola, o en alguna isla tropical, escapando del frio y las tonterias. Por fortuna, un taxi aparecio. Se subio en el y le pidio que le llevara a casa. Al llegar, todo estaba tranquilo. Su chofer la recibio en la entrada, su cunado estaba con todos los crios revoloteando a su alrededor, parecia que se preparaban para marcharse, gracias al cielo. --Pense que ya os habriais ido --dijo a modo de saludo. Dejo el abrigo, el bolso y el maletin en la entrada

  • Inocente Obsesion de Agnes Diaz

    https://gigalibros.com/inocente-obsesion.html

    La piscina tenia este color azul cristal brillante burlandose de mi desde la distancia. Parecia atractivo, pero no habia manera de que arruinara mi nuevo peinado. Fue vanidoso haber invertido en mi apariencia. Solo tenia que estar en la primera fila de la moda para que otros hicieran lo mismo. La finca era inmensa y el personal atendia todos mis caprichos sin dudar ni un segundo. Las cosas mas finas estaban justo dentro de mis manos bien cuidadas y encontrar consuelo en el fondo de una copa de champan se habia convertido en una segunda naturaleza. Levante una copa helada al tacto y brinde por mi madre en el aniversario de su muerte. Perder a mi madre en un accidente de transito donde el conductor se dio a la fuga cambio todo en un abrir y cerrar de ojos. Eso fue hace cinco anos y mi padre se niega a siquiera mencionarlo. Estaba sola con mi fuerte dolor sabiendo que ella no iba a estar alli durante mis anos de formacion. "Sabes que ella estaria orgullosa de ti. Estar en la lista para ir a Harvard es un gran logro. Estoy segura de que tu padre tenia algunas palabras para decirle a la junta directiva. Quien dijo que el nepotismo estaba mal no entendia lo importante que es tener personas en altos cargos”. Whitney era una bomba rubia y practicamente podia tener a cualquier hombre con un chasquido de dedos. El bikini blanco moldeado a su figura de reloj de arena y esos meses esculpiendo su cuerpo en el gimnasio habian resultado en una transformacion sorprendente. No era ajena a quemar esas calorias innecesarias, pero tenia 19 y sentia la urgencia de sucumbir a mis inclinaciones naturales. Odiaba despertarme y sentir el espacio frio y vacio en el otro lado de la cama. "Todavia no estoy completamente convencida de que ir a Harvard sea mi futuro. Preferiria seguir los pasos de mi madre e irme de mochilera por Europa durante un ano. Tengo la sensacion de que mi padre va a impedir que eso suceda". Estaba mirando el mundo a traves de mis gafas de sol Gucci sin saber mucho fuera de mi pequena burbuja de existencia. Whitney era mi mejor amiga, pero nunca supe si su lealtad fue comprada. Me enorgullecia ser el tipo de persona que seguia el ritmo de mi propio tambor. No me interesaba dejar que mi padre colgara la zanahoria de mi herencia frente a mis ojos. Dos anos mas y tendria acceso total a esos fondos para hacer lo que quisiera con ellos. El verano fue una buena oportunidad para reinventarme. Cortarme el pelo corto sorprendio a mi padre. Me converti en la viva imagen de mi madre cuando tenia mi edad solo para meterse debajo de su piel. El color se iba a poner de moda. El rubio platino era una tendencia creciente y la estaba trayendo de vuelta. Yo era lo que se consideraba una pionera de la moda y odiaba admitir cuanto placer me daba hacer titeres con las personas, incluidos hombres jovenes con una edad impresionante. Note que el jardinero me miraba y no prestaba atencion a su trabajo. Parecia mas interesado en lo que estaba haciendo mi padre. Nunca pense sobre eso. El era relativamente nuevo y no muy bueno en su trabajo. Ahora que lo pienso, habia muchas caras nuevas en el personal. Tendria que preguntarle a mi padre sobre eso. Dudo que obtenga una respuesta directa. El hombre podria ser un politico diciendome lo que queria escuchar y con una sonrisa plasmada en su rostro. "No me voy a sentar aqui y decirte que hacer cuando obviamente ya te has decidido. Lo que sea que hayas decidido, estare alli contigo en cada paso del camino". Yo queria creer en ella, pero tenia la sensacion de que mi padre estaba susurrando a su oido. "La unica persona con la que siempre puedo contar es contigo. Otros pueden pretender ser mis amigos para acercarse a la fortuna familiar, pero tu eres diferente”. Le eche una mirada y la vi moverse nerviosamente en el divan con la lengua rodeando el borde de su boca. No era estupida y tener dinero traia consigo las trampas de tener amigos que buscan beneficiarse economicamente. Ser generosa hasta el extremo tambien era mi defecto y senti que la mayoria de mis amigos de cierta edad no me darian la hora sin tener efectivo en mis bolsillos. Olvida el efectivo. Fue la tarjeta de credito negra platino la que hizo que todos vieran signos de dolar. "No necesito nada de esto para ser tu amiga. Espero que nunca olvides que siempre hemos estado alli la una para la otra en las buenas y en las malas. Los chicos van y vienen, pero nosotras tenemos este vinculo inquebrantable de hermandad", declaro Whitney y se zambullo en el agua con esta transicion perfecta desde el divan a la persuasion azul cristalina. Apenas hubo una onda y pude ver su forma estirandose al alcance de la piscina olimpica. La vida en Miami era la mejor con un grupo selecto que incluia artistas hambrientos que buscaban dejar su huella. Whitney no se moria por atencion y hablaba bastante sobre sus experiencias sexuales haciendo que muriera por la oportunidad de estar asi de cerca de intimar con un hombre. Habia muchos hombres compitiendo por mi afecto, mirandome como un medio para un fin. Era casi ridiculo lo facil que era manipularlos para que pensaran que iban a conseguir algo. Los hice comer de la palma de mi mano. Ninos pequenos que jugaban a ser hombres hacia que parecieran juveniles con una sola cosa en mente. No los culpaba por zumbar alrededor de su abeja y era bastante transparente cuando se trataba de hacer alarde de lo que mi mama me dio. "Hay una fiesta este fin de semana en casa de Peter mientras sus padres reavivan su romance yendo a una segunda luna de miel. El se ocupara de todo". Grito desde el otro lado de la piscina. Peter era un bebe de fondo fiduciario y no tuvo problemas para comprar las amistades de otros. "Podria pasar para hacer una aparicion, pero dudo que vaya a quedarme mucho tiempo. Encuentro sus intentos de acostarse conmigo agotadores. Puedo leer entre lineas y su lenguaje corporal dice mucho". Dije mientras bajaba mis gafas de sol para observar la delicada forma en que la se movia con la gracia de un tigre de Bengala. Nadie era inmune y ella se sentia empoderada para dejarlos con ganas de mas. Yo podia coquetear descaradamente, bailar provocativamente y batir mis pestanas muy bien. Lo unico que era aburrido era la charla ociosa. No era una cabeza hueca y mi intelecto estaba al nivel del de un genio. Estuve a la altura del estereotipo para aprender sobre la motivacion de un hombre. Colgarse de cada una de sus palabras los hacia sentir importantes y era necesario mostrar un poco de piel para llamar su atencion. Los vestidos de corte bajo muestran mis mejores activos, rivalizando con algunas de las que tuvieron que pasar por el cuchillo para obtener lo que yo tenia natural. Ser una doble amenaza tenia a la mayoria de los hombres reacios a acercarse. Los unicos valientes eran bastante predecibles. Mi actitud podria ser irritante y me llamaron calientapollas demasiadas veces para contarlo. No era lo que considerarias intimidante con apenas 5’5 y 125 libras, pero sabia como usar lo que tenia como mi mejor ventaja. Escandalosa y bastante osada era la eleccion de mi ropa para el disgusto de mi padre. No siempre estuvo cerca para vigilar mis acciones. "No queria decir esto, pero quizas necesites escucharlo. Se que estas esperando al hombre perfecto, pero no existe. Quitate la bandita y hazlo rapido. Confia en mi, me lo agradeceras y realmente no tienes idea de lo que te estas perdiendo. Acaba de una vez con eso". Imploro y me senti un poco emboscada, aunque sabia que su corazon estaba en el lugar correcto. Estaba goteando despues de dar vueltas alrededor de la piscina y me cansaba solo de mirarla. Esta mujer tenia un fisico atletico donde yo estaba mas tonificada en todos los lugares correctos. Lo unico que no queria era ser esclava de mi cuerpo, a diferencia de otras personas. Ella se esforzo por la aceptacion y yo estaba justo alli para pavimentar el camino abriendo las puertas correctas y presentando a las personas correctas. Mire hacia atras para ver a mi padre parado con su telefono cerca de la oreja haciendo negocios como siempre. Iba vestido impecablemente con un traje oscuro y una corbata roja. Whitney habia expresado un interes sexual e incluso habia bromeado acerca de ser mi madrastra, lo que resulto en un acalorado debate. Prometio mantener la distancia, y mi padre no estaba siendo muy sutil acerca de sus intenciones. Nunca actuaria de acuerdo con esas tendencias. Mi bikini negro de dos piezas dejaba poco a la imaginacion. Yo, en broma, salude con la mano en su direccion cuando me di cuenta que no estaba solo. Alguien estaba con el y el estaba bastante lejos de querer estar por encima de mi padre. Fue realmente refrescante ver a un hombre fuerte y silencioso que no queria ser el centro de atencion. “Usted tiene un argumento convincente”. Lo mire con la mano cubriendome la cara del resplandor del sol para ver su buen aspecto cincelado y lo que ese cuerpo podia hacerme debajo de las sabanas. Lo que pude distinguir fueron sus ojos azul oscuro y el tipo de cuerpo que no sacaria de la cama por nada. Suspire profundamente con mi pecho arqueado, obviamente excitada por como mis pezones se asomaban obscenamente a traves de la tela de mi bikini negro. Lo sensato era ignorar la chispa, pero queria desesperadamente encenderla en llamas. Desde mi punto de vista, era facil discernir que el hombre tenia clase y sofisticacion. Estaba molesto y me di cuenta de que mi padre lo estaba irritando al recibir llamadas telefonicas cuando su negocio deberia haber sido lo primero. Se sabia que mi padre tenia en mente el todopoderoso dolar y, a veces, olvidaba a aquellos que querian beneficiarse de su vasto conocimiento sobre inversiones. Whitney se habia quedado dormida boca abajo con la cabeza hacia un lado y las tiras del bikini sueltas, lo que resulto en un bronceado uniforme. Yo estaba agradecida por las tiras apenas mucho mas que un segundo pensamiento metido entre sus duras nalgas. Casualmente di unos pasos hacia el balcon con dos copas de champan. Levante una de las copas y se la ofreci al desconocido con la oscura y ardiente apariencia de un fantasma al acecho. Estaba delicioso y podria haber pasado un fin de semana conociendo su cuerpo desde la parte superior de su cabeza hasta sus delicados dedos de los pies haciendo paradas en el medio. El rechazo mi oferta con un ademan despectivo sin darse cuenta de cuan poderosamente motivador era ser rechazada inmediatamente. No habia forma de que pudiera dejarlo tener el poder. Probablemente estaba preocupado por mi padre. Su miedo era sutil, pero bastante evidente por la forma en que tiraba del cuello de su camisa blanca almidonada sin corbata. Hice mi mision personal conocerlo. Su nombre sonaria como terciopelo saliendo de la punta de mi lengua cuando estuviera gritando a todo pulmon. Me lami los labios. Lo hice lentamente antes de chupar la punta de mi dedo menique con esta inocencia para flexionar cierta parte de su anatomia en respuesta dentro de esos ajustados pantalones negros. Estaba a 20 pies de altura y pude verlo moverse nerviosamente con sus ojos enfocados en mis senos amenazando con reventar el paquete. Me senalo con un movimiento de castigo, agitando su dedo de un lado a otro. Ese era el llamado de la naturaleza y el me habia desafiado a cruzar la linea en la arena. Saco su telefono y me di vuelta con una ligera curva para dejarle ver que su imaginacion sacaba lo mejor de el. Hubo un jadeo y me gire a tiempo para verlo perder el control sobre su telefono. Lo ataje en el aire antes de que pudiera convertirse en un millon de pedazos. Lo agite como una especie de trofeo y tuve el rompehielos perfecto para presentarme. M Capitulo dos i padre estaba en negociaciones silenciosas y no se daba cuenta de que yo estaba jugando el juego peligroso de mantener alejado a su nuevo socio comercial. El intentaba en vano recuperar su telefono de mi posesion. Cada vez que se movia de cierta manera, me aseguraba de que sus dedos rozaran mi carne nubil con esta hambre expresada en sus ojos. De hecho, me rei en voz baja mientras me perseguia por la casa. El personal estaba preocupado y no habia nadie cerca. "No se que tipo de juego estas jugando, pero no estoy interesado. Eres lo suficientemente joven como para ser mi hija. Solo devuelveme el maldito telefono. No estoy jugando”. Su tono serio me hizo detenerme en seco por su autoridad. Avanzo y se cernio sobre mi con 6 pies de dominio y mas de 200 libras de musculos divinos. El hombre estaba haciendo todo lo posible para hacer lo correcto. Un vistazo fugaz de su virilidad confirmo mi sospecha. El podria haber estado protestando y haciendo un buen trabajo, pero debajo habia una tormenta furiosa que suplicaba salir. Me encanto como estaba jugando duro y yo estaba dispuesta a trabajar para hacerle ver que podia ser una conquista potencial. "No tienes que estar nervioso a mi alrededor. Dame una oportunidad y te sorprenderas gratamente". Vi una tarjeta de visita con su nombre impreso en la superficie en cursiva y en relieve. Byron August era un nombre lleno de seduccion. En mi mente, estaba esperando asegurar su lugar a los pies de mi cama mirando mi cuerpo desnudo listo para sucumbir. Al morder mi labio inferior lo hacia respirar un poco mas profundo. Trazar mi escote con el cubo de hielo de mi copa de champan lo hizo parpadear sin cesar. Las gotas de agua empaparon la tela de mi bikini. "Monica, tengo la sensacion de que tu padre no aprobaria que coquetees conmigo. Olvidemos que esto sucedio alguna vez. Estoy seguro de que te estas divirtiendo a mi costa. No esta bien jugar con mis emociones asi", Byron se atraganto con las palabras. Corria el riesgo de caer en mis brazos, pero se abstuvo de una lealtad equivocada hacia mi padre. "Eres un hombre grande y fuerte y puedes tomar tus propias decisiones. Creo que seriamos geniales juntos. ?En serio puedes pararte alli y decirme que no quieres nada de esto?" Pregunte mientras pasaba mis manos sobre mi cuerpo, prestando especial atencion a la hinchazon de mis senos. "Ni siquiera nos conocemos. Dire que tu padre esta muy orgulloso de tus logros y habla de ti a menudo con cualquiera que este dispuesto a escuchar. Esta es la primera vez que nos aventuramos juntos en una inversion comercial. No quiero hacer nada para arruinar lo que podria ser potencialmente lucrativo". Aconsejo y retrocedio unos pasos para evitar acercarse demasiado al fuego a riesgo de quemarse. La nueva criada, creo que se llamaba Maria, salia de la oficina de mi padre. No era solo que ella no deberia estar alli, era la forma en la que estaba actuando. Creo que la sorprendi y me dio una sonrisa timida antes de dejar sus huellas por el pasillo. Parece que esto es tan raro para ella como para que este actuando de manera extrana. Volvi mi atencion a Byron y pense que iba a actuar. Lo pille por sorpresa al saltar a sus brazos en un momento de espontaneidad. Parecia completamente aturdido con sus brazos llenos de lujuria adolescente en su mejor momento. Perdio el equilibrio sobre la alfombra persa y cayo hasta que le di un ejemplo de un baile de regazo con las manos alrededor de su cuello. Frotarme contra el hizo que fuera mas facil evaluar lo que tenia en su poder. Fue desalentador y alimento mi libido con esta ansiosa necesidad de verlo. Lo inteligente era dejarlo aferrarse a una pizca de su dignidad. Mis pezones lo estaban empujando contra el pecho y su bandera masculina se habia desplegado dentro de sus pantalones. Moverme hacia adelante y hacia atras deslizaba los labios de mi sexo a lo largo de la cremallera de sus pantalones y del bulto que me daba hambre de consumir cada centimetro. "Tienes razon en una cosa. No nos conocemos, pero creo que podemos rectificar esta injusticia. Solo llevame arriba y haz lo que sea natural. No puedo prometer estar callada, puedo ser bastante vocal cuando estoy encendida”. Solo apretar contra el estaba enviando esas sensaciones de calidez y placer al fuego que ardia sin control entre mis piernas. Era un poco mortificante para el estar jugando duro para no sucumbir. Encontre un desafio para mi sexualidad y no me iba a rendir hasta que nos retorcieramos en las sabanas en un momento destinado a dejarnos sin aliento. Trate de besarlo, pero giro la cabeza en el ultimo segundo posible para que el intercambio fuera mas platonico que intimo. Me levanto de su regazo y me bajo suavemente al lujoso cuero negro. El hombre se rascaba el cuello y, pendiendo de un hilo, tomaria el riesgo ante la mas minima provocacion. Algunos dias apenas podia respirar cuando encontraba placer con la estimulacion manual, pero tenia esta graciosa sospecha de que todo lo que habia experimentado iba a palidecer en comparacion. Lo cierto era pelear conmigo, apenas habia comenzado una campana de seduccion. "Tu padre depende de mi y no puedo permitirme distracciones cuando hay millones de dolares en juego. Ser traviesa no te llevara a ninguna parte conmigo. Ni siquiera intentes poner mala cara. Mi hija me enseno todo lo que necesito saber sobre que esperar de una mujer de tu delicada edad. Aprender a decirle que no a ella no fue facil y parece que tienes el mismo don de persuasion en una forma diferente. Ella solia salirse con la suya, pero ahora comprende el valor de ganar su propio dinero". Informo y se paro frente a mi con los ojos entrecerrados en su entrepierna. Podia extender la mano y desabrocharle los pantalones. “Las ofertas van y vienen, pero esta es una oportunidad unica en la vida”. Basicamente le estaba diciendo que era virgen, pero tenia miedo de ser sincera y decirlo para asustarlo. Era sorprendente cuantos hombres ignoraban el significado subyacente de las palabras de una mujer. Queria que no hubiera dudas sobre mis intenciones. Agarre su entrepierna y mi boca se abrio levemente ante las implicaciones de lo que estaba luciendo dentro de esos pantalones. Tenia que tener 9 pulgadas entre grosor y longitud listos para acabar con cualquier idea erronea cuando se trataba de sexo. "No se que te hace tan especial. Unos minutos de placer en tus brazos no superan como tu padre nunca volveria a confiar en mi. Somos como hermanos, pero nunca se lo que esta pensando. Necesitamos mostrarle un poco mas de respeto”. Estaba tratando de hacer una salida discreta, pero no estaba haciendo nada para evitar que masajeara la carpa de su excitacion. Sus parpados se agitaron y hubo un jadeo gutural bajo que hacia mas facil convertirlo en un charco de carne gastada. Me atrevi a acercarme demasiado al sol al ir mas cerca de su cremallera, pero aun conservaba la apariencia de su cordura intacta. Estaba perdiendo la batalla, pero estaba convencido de que podia ganar la guerra. Su fuerte mano de desafio lo hizo abandonar la habitacion.