• deseo cumplido libro - Roni Green

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    Gabriela tiene un deseo, una fantasia que va a hacer realidad con un poco de ayuda. Porque no todo en esta vida es trabajo y sacrificio, a veces es necesario darse un respiro y disfrutar de lo que verdaderamente es importante. Como, quiza, descubrir el amor.

  • Deseo Cumplido: Relato Corto Versión Kindle - Amazon.es

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    Mirar en el interior de este libro. Deseo Cumplido: Relato Corto de [Roni Green] ... Descubre más libros del autor, mira autores similares, ...

  • Leer Deseos cumplidos libro en línea - ManoBook

    https://www.manobook.com/bookDetail/146375

    Deseos cumplidos: Hace cuatro años, Cassandra tuvo que casarse con un joven rico, aunque no tenía sentimientos hacia él. Del mismo modo, el hombre que ...

  • deseos cumplidos (ebook) - ally blake - Casa del Libro

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  • Vista previa en PDF de: Deseo Cumplido - TusLibros.com

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  • Deseo Cumplido, por Andy García - TusLibros.com

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    Descargar gratis "Deseo Cumplido". Encuentre comentarios y valoraciones sobre este libro electrónico. ... Libros de Novela Misterio.

  • Descargar Deseos Cumplidos (Ally Blake) | Libros Gratis

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    Libro Deseos Cumplidos - No sabía si quería casarse con ella porque la amaba... o porque quería una madre para su hija. Justo cuando Gracie se había quedado ...

  • Deseos cumplidos Leer libros online en Booknet

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    Libro Deseos cumplidos, género: Relatos cortos, autor Clau Day. Lee Deseos cumplidos en la plataforma de autopublicación Booknet.

  • DESEOS CUMPLIDOS |COMPLETA| - Cary Hope - Wattpad

    https://www.wattpad.com/story/140897639-deseos-cumplidos-completa

    4 mar 2018 — DESEOS CUMPLIDOS |COM. ... Mi nombre es Catalina Santillana y estoy viviendo un "deseo que pedí" ... solo que nunca pense que fuera de esta ...

  • UN DESEO CUMPLIDO - 9788418290022 - Agapea

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  • Chocolate para Julen de Roni Green

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    Ser el pequeno de ocho hermanos no es algo facil, sobre todo en una familia como la suya. Las expectativas son demasiado altas y cuando caes el golpe puede ser muy duro. Aun teniendo el apoyo y el carino de la familia la verdad no siempre es facil de llevar adelante.
    Julen Arraiza es un joven escritor de novela negra que ha conseguido un exito arrollador con su primer trabajo publicado. Conociendo el mundo editorial como lo hace, sabe que lo mas dificil aun esta por llegar. Su meta es publicar con la editorial mas grande y prestigiosa del pais, la editorial Arraiza, y demostrar a todos que no es un exito efimero del mundo editorial. Pero su padre, Sebastian Arraiza, tiene una serie de condiciones que debera aceptar si quiere conseguir su objetivo.
    Sergio Cano ha sido la Nemesis de Julen desde que ambos eran apenas unos adolescentes. Sus vidas han corrido paralelas a traves de los anos, sus intereses cruzandose en varias ocasiones, haciendo que las chispas saltaran entre ellos y no de buena manera. Ahora Julen debe aceptar a Sergio como su editor por imposicion expresa de su padre, si quiere publicar con la editorial Arraiza.
    El tiempo pondra a cada uno en su lugar y la relacion de Sergio y Julen ira cambiando y transformandose para dar lugar a algo que, ni uno ni otro, hubiera esperado.
    Aunque segun Sergio la esperanza es lo ultimo que se pierde.

  • Hue 1968: El punto de inflexion en la guerra del Vietnam de Mark Bowden

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    Gracias a un acceso sin precedentes a archivos de la guerra en EEUU y en Vietnam, asi como a entrevistas con participantes de ambos bandos, Bowden narra cada fase de esta crucial batalla a traves de multiples puntos de vista.

  • Tantas razones para decirte que no de Sara Tessa

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    Una historia de amor adictiva y tormentosa, autentico fenomeno editorial en Italia gracias al boca a boca.

  • Deseo (Placeres prohibidos 1) de Adrian Blake

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    Derek… un seductor mujeriego sexy como el pecado. Gabrielle…una mujer inocente con un cuerpo de escandalo. Un encuentro fortuito… veinticuatro horas de placer… ?Sera ella capaz de dejarse llevar? ?Seran suficientes veinticuatro horas para el?

  • Marlena, una amistad peligrosa de Julie Buntin

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    <>, piensa Cat a sus treinta y cuatro anos. Ahora vive en Nueva York y tiene la vida que sono, pero existe un recuerdo que la persigue: la historia de una amistad sin igual con la mujer que cambio su vida para siempre. Cuando parece estar a punto de olvidar, el hermano menor de su mejor amiga aparece en su vida para cuestionarla sobre la muerte de su hermana.

  • Vuelve el Boss de Lexy Timms

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    Jamie Connors ha decidido que tener trabajo es mas importante que tener novio. Ha conseguido un puesto extraordinario como asistente personal del multimillonario Alex Reid. Todo deberia ser profesional, pero Jamie acaba en la cama de Alex. Ella es inteligente, guapa y esta ligeramente gordita; no piensa que sea lo suficientemente atractiva para un hombre como Alex. Intenta cumplir con su trabajo y sacar todo el tiempo posible para la boda de su hermana. Asi, Jamie acaba queriendo complacer a todo el mundo. Toda al atencion de la familia esta puesta en la boda de la hermana, algo que a Jamie no le importaria si su hermana no fuera tan mandona, si su madre no la molestara tanto y si su desagradable ex no estuviera a punto de convertirse en su cunado.

  • La alegria del orden en la cocina de Roberta Schira

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    <La magia del orden haber cambiado su vida; y entre ellas estoy yo. Sin embargo, me di cuenta de que en su libro faltaba casi siempre un espacio: la cocina, la estancia en la que exprimo mi pasion por todo aquello que rodea a la comida: convivir, compartir, cuidar de nosotros a traves del cuidado a los demas.>>
    Roberta Schira

  • Veinte maneras de bajar al sotano de Roque Perez Prados

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  • La llave 104 de Paz Castello

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    Una espectacular novela de suspense, con una trama de intriga y corrupcion politica, con el sello inconfundible de Paz Castello. Nueva novela de la ganadora en narrativa del Galardon Letras del Mediterraneo 2018, que ademas recibio el premio de los lectores. La llave 104 es un lucido retrato de la crisis y una denuncia a la corrupcion situada en medio del drama de dos mujeres cuyas vidas quedan entrelazadas por el azar. Virgina Rives es una mujer joven, atractiva y con una ambicion desmedida, capaz de cualquier cosa con tal de huir de su pasado y reinventarse a si misma. Un buen dia, aparece en Beniaverd, un pueblo de la costa levantina marcado por la corrupcion, y el mundo de la politica le abre sus puertas. Virgina pronto descubre que la ambicion es un sentimiento dificil de controlar y que en politica los planes nunca salen como una espera, especialmente cuando los intereses los marcan el dinero y el poder. Las respuestas a casi todas las preguntas estan a salvo tras las cerraduras que abre la llave 104… O tal vez no.

  • Letizia. La reina impaciente de Leonardo Faccio

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    ?Que significa ser reina en el siglo XXI?

  • ?Quien Eres?, Marian Manzano de Marian Manzano

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  • La debil mental de Ariana Harwicz

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    NO VENGO DE NINGUN LADO. El mundo es una cueva, un corazon de piedra que aplasta, un vertigo plano. El mundo es una luna cortada a latigazos negros, a flechazos y escopetazos. Cuanto hay que cavar para dar con el desprecio, para hacer que mis dias ardan. Yo podria haber nacido con ojos blancos como este bosque de pinos lisos y, sin embargo, me despiertan las cenizas de un volcan sobre los treboles del jardin. Y sin embargo, mama se arranca mechones y los tira al fuego. El dia comienza, soy un bebe y mama esta sentada de espaldas en su sillon y llora. Me despierto nina, afuera las lavandas, adentro mama y sus cabellos negros entre las brasas. Hay extractos de nubes en todas partes, bajas y blancas, altas y pasajeras, oscuras e intermedias. Me invento una vida en las nubes sentada en mi clitoris. Vibro, me agito, me trato con morfina en los dedos y durante ese lapso, todo esta bien. Mi mano adentro es mil veces su cara dentro de mi, cuanto se puede poseer una cara, cuanto se puede meter una cara en el sexo. Durante ese tiempo la hierba es hierba y puedo correr entre pastizales. De las mil maneras de existir que hay, me toco esta, no reconozco a nadie y cuando me ataca la gran desesperacion, vivo en cualquier parte. Mama dejo de llorar, ya camino sola, ya hablo, ya compartimos la ropa. Quiero que el regrese contra todo pronostico, contra todo duelo, quiero que sus ojos me destierren y ver la punta de los arboles. Mi cabeza toma un giro. Mi cabeza en picada se incrusta. De pronto, tengo el tono de una muerta. La cara hinchada de una adicta en la banera. El cuerpo epico de la que va a saltar al vacio rocoso. De pronto, noto que es mediodia y los ojos azules de las liebres brillan frios y salgo a comer, pero es pasado. Me pongo a orar o es que estoy enamorada. Le pido que me escupa, que me rompa la cara de una bofetada. Me lo quedo mirando. No estoy tocada, solo poseida, siempre es la misma respuesta. Me aburro, mama. Mi cerebro son polillas en un jarro y se ahorcan. MAMA Y EL TIPO SE AGARRAN DEL CUELLO y se frotan contra el piso de cemento resbaloso. El tipo acaba en mama mirando las alturas y todo empieza. Pongamos un microscopio en mi cuerpo amorfo esta tarde de moscas lentas. Podrian colgarlo como cuadros abstractos en el salon. A esta hora aparecen arboles calientes, hojas resbaladizas, me escondo de ella. La oigo gritar. Estoy pateando en el monte, hacia donde. Por el momento hay solamente el ruido del viento sobre la cima y algunos cantos. Por el momento el misticismo dura y son hormigas en mi brazo. Si te gusta vivir en un sueno, quedate ahi, protesta, y se encierra y todo es humo sin ella. Tengo siempre este recuerdo de fiebre de la infancia en un auto calcinado. La mirada de mama de frente, mama en la nuca como un insecto de caparazon duro. La mirada de mama fumando en el sillon de cuerina roto del tren. Yo despierta en el auto cerrado, sin poder hablar, los vecinos llamando a la policia. Me muevo mansa, donde esta ahora. Me agacho a besar la tierra. Como es posible este deseo repetitivo, molesto, el primo idiota de la familia que viene a interrumpir los desayunos al sol con medialunas con membrillo y termina tirandose por el balcon. El primo profundamente retardado que se toca la nariz, diciendo, nariz. Este deseo epileptico, este deseo deforme, un discapacitado deseante y baboso al que hay que levantar entre dos y cargar como una carreta para poder coger sobre el colchon blando. Y sin embargo, no tiene otra cosa que hacer que cogerme, que desearme desde su silla. Y sin embargo, la aureola densa y transparente en el colchon, prueba que vivo. Preparo el dedo, pero pienso tanto que despues me desvanezco. La idea del deseo sobre el deseo me deja chiflada, parasita con ojeras hasta el cuello. Mama, donde te metiste, estoy fastidiada, trabaje nueve horas parada, los empleados necesitan reposo. Mama, tibio tibio, caliente se quemo. Si me viera le daria miedo, descargo un odio impresionante. Si queres quedarte en suenos, alla vos, me insulta desde su ratonera. ?POR QUE SOMOS TAN BOBAS delante de las gondolas sin saber que comer? ?Por que compramos albahaca y perejil industrial si tenemos en la huerta?, y nos reimos. Morir es una buena opcion cuando se le caen todos los frasquitos de condimentos que levantamos uno a uno como particulas de esqueletos y nos queda ajo entre los dedos. Acostarme sobre la arena, sobre la hierba corta, sobre la tierra seca. Dejar de luchar con los brazos de mama. Trato de concentrarme en el gusto de los zapalli-tos. Estan frescos, digo. Apenas los reboce, dice, sin casi nada de aceite de oliva. Mira el pasto, mira como crece por partes, que raro, hay pedazos secos, como si el sol solo hubiera dado ahi, hay partes hundidas, como pantanos. Misterio, hija, para que preguntar mas. Buen provecho. Parece que las gallinas tienen hambre, no paran de chillar. Comemos, ida y vuelta de la mano a la boca. Donde esta mi telefono mama. No esta. Dijimos que ibamos a hacerlo, lo estamos haciendo muy bien las dos, echale algo de sal. Yo tampoco pregunto por los vasos de culo gordo. Mama. El pudo haber llamado. Concentrate. Mira un punto en el espacio y sigamos cenando. Hicimos bien en comprar esta mesa rectangular, ?no? Con las sillas no fue cara, nos faltaria una sombrilla y tal vez una reposera reclinable. ?Amarillas o a rayas? Asi damos algo de color. Dicen que el color da vida. Que payasada. ?O a lunares? Miro un punto en el espacio, ?y? Nada existe. La sensacion de que se aleja es una punalada seca en el estomago. Te llenas de imagenes que son una porqueria para tu salud, ?por que mejor no te concentras en la nina alegre y tontilla que eras antes de conocerlo armando hospitales para hormigas agonizantes? No arruines esta cena, que desagradecida te vuelve, que tipa aspera. No era alegre. Cocino en vez de recalentar y ni un gracias. LEVANTAMOS LOS PLATOS entre grillos. Que suerte tengo de que no haya un hijo, un plato menos, nada de restos pegados, ninguna voz cortando la mia. Nada que me suceda cuando me arranque la cabeza de un tiron. Crece algo blanco, una niebla que nos come, alla atras, que nos envuelve, que nos arrasa en la estepa. Mi mama se acuerda riendose de cuando se le resbalo mi cuerpito todavia con el cordon violeta en sus manos, todo remite a eso, a cuchillitos bajo el agua, a anguilas. Las dos lavando los platos con detergente barato y guantes, las dos guardando los cubiertos en sus cajones con compartimentos, tenedor con tenedor nos decimos cantando, cuchara con cuchara y hacemos el pasito de baile como una tarantela. Las dos yendo a tomar una botella de pastis afuera, nada pasa. Algo minusculo basta para ser infeliz, nos pica un abejon en el codo, se rompe un vaso con el viento, o las ventanas y puertas permanecen quietas. Una hamacandose, la otra espera su turno en el banco. Las dos calientes, desde el cuero cabelludo, las dos puercas abandonadas. Dos lindas zorritas de hocico naranja. Dos alergicas. En realidad, sonando que entran dos individuos de sombrero de ala ancha por la tranquera, piden permiso y pasan a violarnos contra las sillas, contra el subibaja de madera, en la pergola, a una por atras, a la hija por delante. Contra el lavabo le meten algo a mama, un palo de beisbol del rubio, y no le gusta tanto pero se esfuerza para que vea que goza. Nada importa mientras nos miramos poseer los ojos enfrentados y negros. Nos agarran de las axilas, nos dan vuelta y nuestros pelos largos caen en cortinados tenebrosos contra el forraje. ?Queda whisky en la despensa, hija? Que bueno que haya pasado tu infancia, que alegria que todo quede tan lejos que casi no haya sido, que ya no este en esta vida ese olor a eucaliptus mojado de cuando te agarraste el dedo con la puerta automatica. Ese olor a lona caliente, a goma, a local de alquiler de bicicletas. Ese olor a garrapinada, a manzana, a azucar rosa. Desde que naciste espere este momento. ?Fuimos o no a los medanos cuando cumpliste seis? ?Haciamos equilibrio en la escollera? ?Nos tirabamos como milanesas hasta el borde aguas vivas? ?Es cierto aquel dia que escuchaste ese disparo desde la habitacion del hotel y creiste que habia sido yo? ?Dormimos todo un verano clandestinas en las carpas de los turistas, tus montoncitos de caca apilados como murallas? Esos dias dorados conteniendo el aliento agrio y llevandote a patinar, dias enteros ayudandote a hacer la vertical en la orilla, haciendote saltar en la cama elastica, lavandote la bombachita con los nudillos. Escondiendome al atardecer playero en la arena fria a vomitar tu ninez. WHISKY CON MAMA desde el azul electrico hasta la madrugada y ahora, lejos de la casa, tengo las manos cubiertas de excremento. No conocia mi olor, la capa de olor que se forma en el cuerpo con el correr de las horas sin agua. Mi lengua se distrae comiendo pasto. Chupar las tetas duras de un animal, chupar su pelaje, los dientes vestidos, o imaginar la muerte de los padres, es igual. A partir del momento en que el entro en mi cabeza, el infierno salado. Fanatico martilleo sobre mis venas. El problema del cerebro es que no consigo retenerlo, siempre avanzando entre asperezas, siempre adelante como topadora. Donde me meti, no reconozco estas mansiones y nunca pase esta curva pronunciada. Deseo degenerado. Deseo nocivo. Deseo lunatico. Ya no encuentro como volver y mama debe estar inconsciente pendiente abajo. Espero que sin los pies tallados. Y a estas altas horas las nubes son troncos y la resaca no afloja y me tiro en cualquier posicion a masturbarme, mi pelo electrizado, la piel caliente, los parpados rigidos. Mi mano dandome para despues quedar quieta como un bicho, y que nada alcance. El y yo en un descapotable. El y yo en una carretera sucia. Las tetas no deberian estar en el cuerpo despues de cierta edad. Voy a extirparlas, pensando en mi pecho, cuando sean carne gruesa. Tampoco deberia abrirse el sexo. Busco una palabra que reemplace la palabra. Busco una palabra que indique mi devocion. Esa palabra que sea el punto, la distancia, el centro exacto de mi delirio. Deberiamos ser como pequenas serpientes hasta el final y ser enterradas asi, en huecos alargados como cunetas. Ahi me levanto nerviosa, la cabeza en sangre espesa. Camino por la casa y le abro las ventanas. El viento barre los cuerpos de los insectos atrapados en el mosquitero. Alla atras guarda recipientes de agua oxidada y fosiles de todas las especies. Se lo ve como si no hubiera dormido nunca, siempre necesitando un bano, un nuevo corte de pelo, un pantalon sin orina. Y que es al fin de cuentas ese escaso placer que tomamos en la juventud de los dedos. Que es ese escaso liquido dorado cayendo, diluyendose, si despues, mas tarde, cuando por fin la encuentro con el vaso de culo gordo batiendo el hielito y pidiendole al mozo una ronda mas, estamos con mama sentadas en la mesa del jardin con una fuente de caldo y dos cucharas. Que es ese deseo restante, hundido, mientras bebemos la sopa y el vapor nos da en la cara, y ya no queda nada, pero nada.

  • La mujer del cartero de Leonor Moreira

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    Cuando un dia Clara recibe la visita de su nuevo vecino, Alex, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y, sobre todo, muy misterioso.

  • Aprende como Einstein de Steve Allen

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    Cuando era mas joven, nunca fui sobresaliente en mis clases. No sabia como estudiar o aprender. Esperaba hasta la ultima noche para meter en mi cerebro toda la informacion antes de dar un examen que habia sido programado hace meses. Era pesimo tomando notas y confiaba en mis amigos para ayudarme. En resumen, era un estudiante francamente malo. Simplemente no me importaba aprender y preferiria pasar el tiempo haciendo otra cosa. Sin embargo, algo sucedio en la universidad que cambiaria mi mundo para siempre. Quise impresionar a una chica de mi clase. Esta es una motivacion noble y poderosa que puede ser el propulsor para muchos cambios en la vida de un hombre joven. Tuve la suerte de sentarme directamente detras de ella y resulta que constantemente se volteaba y me pedia ayuda. Sin embargo, al principio mi animo se fue al piso porque me di cuenta de que no tenia idea como responder a sus preguntas. ?Y si ella empezaba a preguntar a los otros chicos? !No queria eso! Con eso en mente, comence a estudiar y aprender para que ella tuviera razones para seguir volteandose a hablar conmigo. Es increible lo que puedes hacer cuando tienes la motivacion adecuada para ello. Comence a utilizar un conjunto masivo de tecnicas de memorizacion y de aprendizaje. Finalmente aprobe el curso con una de mis mejores calificaciones en mi carrera academica, aunque nunca llegue a ninguna parte con ella. Aun asi, descubri que cuando tienes una meta o un proposito en mente, puedes lograr mucho mas de lo que crees. Sin embargo, la mayoria de las veces no tenemos este tipo de motivacion. La mayoria de las cosas que aprendemos o estudiamos son por obligacion y no es un placer aprender. Pero aqui estas otra vez, frente a un libro intentando aprender mas sobre un tema especifico. Ya sea para tu trabajo o simplemente por conocimiento en general, puede ser realmente dificil absorber y mantener nuevos conocimientos en tu cabeza cuando ya estas tratando de mantener el resto de tu vida en orden. En algun momento de la vida el aprendizaje deja de parecer algo facil. Pero no te desanimes, esto ha ocurrido porque has aprendido solo por instinto y en este libro lo solucionaremos. La clave esta en aprender a aprender. Hay un arte en esto, y cuando seas capaz de dominarlo tendras una habilidad que durara toda la vida. Mucha gente no se da cuenta de que tiene la habilidad de aprender y de ser inteligente. Piensan que es algo con lo que se nace o no, pero eso no podria estar mas lejos de la verdad, y tu tambien puedes aprender a aprender como un genio. Este libro esta disenado para ti. Contiene una coleccion de tecnicas de aprendizaje garantizadas para que retengas mas informacion y aprendas mas rapido, incluso si se trata de un tema que no te apasiona. Aprender a aprender es una de las habilidades mas valiosas que puedes desarrollar, es la raiz del exito en lo academico, en los negocios, en el liderazgo, en las relaciones personales y en todas las areas de la vida. No es una sorpresa que las personas mas exitosas del mundo lo declaren asi, pero lo que si es una sorpresa es que los metodos para pensar con claridad y aprender con eficiencia se pueden ensenar y se pueden aprender. Nuestro cerebro tiene capacidades sorprendentes, pero lamentablemente no viene con un manual de instrucciones. Mi objetivo en este libro es ensenarte a usar tu cerebro para que te conviertas en un mejor aprendiz. Lo que aprenderas esta basado en solidas investigaciones de la neurociencia moderna, de la psicologia cognitiva y tambien se basa en la experiencia de docenas de profesionales lideres en tecnicas de aprendizaje acelerado. Ya seas novato o experto, en este libro encontraras nuevas herramientas para mejorar tus habilidades y tecnicas para aprender. Te ayudare a transformar la manera como piensas sobre el proceso del aprendizaje, a reducir tu frustracion y a aumentar tu comprension y retencion de la informacion. Para leer este libro no necesitas tener conocimientos profundos sobre ningun tema en particular. Solo tienes que tomar estas tecnicas y aplicarlas inmediatamente. Bienvenido a este apasionante viaje de autodescubrimiento. !Comencemos! La mentalidad de un genio Quiero que cierres los ojos por un minuto e imagines un genio. Piensa en quien viene a tu mente y observa las cosas adicionales que aparecen en tu mente cuando piensas en esa persona. Probablemente pensaras en alguien como Albert Einstein o Steven Hawking. Echemos un vistazo un poco mas profundo. ?Que es lo que estas pensando sobre esa persona? ?Piensas en esa persona como un maestro? ?Como un cientifico? ?O tal vez te fijas en su apariencia extravagante? Pero, ?Pensaste en esa persona como un estudiante que necesita aprender? Probablemente no. Cuando pensamos en un "genio", muchos asumimos que es una persona inteligente y capaz que ya sabe lo todo lo que esta pasando en el mundo y lo que tiene que hacer. Pocos pensamos en un genio como una persona que necesita aprender, o que esta tratando de aprender algo nuevo. Necesito que elimines ese prejuicio de tu cabeza. Un genio, o la mentalidad de un genio, no necesita saber todo. De hecho, no necesitas saber nada para tener la mentalidad de un genio. Un genio no tiene nada que ver con el conocimiento, sino que su principal caracteristica es la capacidad de aprender, y eso es lo que aprenderas a desarrollar en los siguientes capitulos. Para permitir que tu mentalidad evolucione necesitas olvidar todo lo que sabes sobre aprender y debes abrazar una nueva forma de hacer las cosas. Nunca asumas que hay una unica manera de aprender, y no te aferres a los patrones de aprendizaje que has estado utilizando hasta este momento. Probablemente esos metodos te funcionaron en el pasado, pero no te estan dando los resultados que deseas en este momento. En este libro la palabra mas importante es "mentalidad", y comenzaremos hablando de un concepto llamado "mentalidad de crecimiento". La investigadora Carol Dweck ha realizado multitud de investigaciones sobre el tema, y encontro que las personas tienen una mentalidad de crecimiento o una mentalidad fija. Las personas con mentalidad fija creen que la inteligencia y la capacidad de aprendizaje son innatas, fijas y que estan determinadas por la genetica. Por otro lado, las personas con mentalidad de crecimiento creen que la inteligencia y la capacidad de aprendizaje son el resultado del esfuerzo y el trabajo duro. Esta es una extension del mito que discutiremos mas adelante sobre la nocion de que tienes un limite genetico para tus habilidades. En estudios posteriores, Dweck encontro que las personas con mentalidad fija tendian a aprender mucho peor que las personas con mentalidad de crecimiento, porque creian que si no eran inmediatamente proficientes en algo, significaba que estaban geneticamente destinadas a ser malas. Para las personas de mentalidad fija el exito es una senal de donde deben concentrar sus esfuerzos, y el fracaso es un signo de algo que deben evitar, ya que no creen que puedan mejorar. Por otro lado, las personas con mentalidad de crecimiento abordan los temas nuevos con una expectativa de lucha y desafio, y saben por sus experiencias pasadas que el trabajo duro puede ayudarles a superar lo que al principio parece imposible. La mentalidad de crecimiento genera la creencia optimista de que puedes lograr casi cualquier cosa si inviertes el suficiente trabajo y tiempo. La importancia de la piramide del aprendizaje Una de las claves para el aprendizaje es comprender la piramide del aprendizaje. Muchas personas han cuestionado la exactitud de la piramide, pero yo diria que no debe ser tomada como un numero exacto, sino como una guia que demuestra que lo que realmente importa. La piramide es la siguiente: – Retienes el 5% de la informacion cuando escuchas una conferencia. – Retienes el 10% cuando lees. – Retienes el 20% de mediante el procesamiento audiovisual. – Retienes el 30% cuando te demuestran algo. – Retienes el 50% mediante la discusion en grupo. – Retienes el 75% al hacer. – Retienes el 90% al ensenar a otros. Como puedes ver, los numeros exactos no son tan importantes y el orden puede diferir entre algunas personas, pero los extremos del espectro son absolutamente ciertos. Cuanto mas proactivamente proceses y participes en el analisis de la informacion, mejor la conservaras y aprenderas. De igual forma, cuanto mas pasivamente consumas la informacion sin un segundo procesamiento, menos conservaras y aprenderas. Veamos un ejemplo. Si deseas aprender sobre la historia de la humanidad, es cierto que puedes aprender mucho al procesar pasivamente la informacion. Podrias tomar notas o ver un documental, y serias facilmente considerado como alguien instruido en el tema. Sin embargo, imagina cuanto mas aprenderias si diseccionaras y discutieras con otras personas la historia del imperio romano, la revolucion industrial, o crearas un video para demostrar como Cristobal Colon navego a traves del oceano Atlantico. Imagina como mejoraria tu capacidad para revisar y analizar la informacion "aprendida" si permites que otras personas te hagan preguntas. Es un nivel muy diferente de aprendizaje el que se produce cuando "te enrollas las mangas" y realmente procesas un tema en comparacion a simplemente leerlo.

  • Llamada Nocturna de Lara Arbi

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    Saltillo, Coahuila. Febrero de 2020 3: 10 am El tono particular del celular de Sara, la hizo despertar de su profundo y reparador sueno. Casi lamentaba no haberlo apagado. Pero siempre existia la posibilidad de una llamada emergente de parte de alguien de su familia o de alguna amistad que requiriera de ayuda. Por eso, lo dejaba encendido. Siempre. Ella saco la mano de debajo de su gruesa y abrigadora frazada y sintio el frio apoderandose de su brazo. No era invierno, era que acostumbraba dormir con la refrigeracion al maximo, durante los meses calurosos. Definitivamente aquella era una llamada inesperada y eso de despertar de pronto, hacia que su pulso estuviera erratico y desatinado, asi que el celular termino resbalandosele de su mano. --!Auch...! --exclamo molesta, su voz se escucho ronca. Por suerte la alfombra frente al buro amortiguo el golpe y el celular sobrevivio al accidente, pero moverse para tomarlo casi le cuesta irse de cabeza al suelo. "!?A quien se le ocurre llamar a esta hora?!" rezongo en pensamientos. "!Ah! Si es otra vez el Joel, que necesita raite porque anda bien borracho, !lo va a lamentar!" Juro Sara, sin ver quien llamaba. --Diga --respondio Sara con voz aguardentosa y los ojos cerrados, pero nadie le respondio. Habian cortado. Tenia tanto sueno que no se preocupo en ver quien habia llamado, suponia que si era un conocido, le volveria a marcar, y si no lo era, le enojaria mucho enterarse de que se habia esforzado para descubrir que era un numero no identificado. Se lanzo sobre su almohada sin soltar el telefono, se arropo y cerro los ojos dejandose llevar por el sopor. En pocos segundos estuvo de nuevo sumergida en la agradable inconsciencia del sueno. Las imagenes empezaron a brotar en su mente, recreando realidades no existentes. Un encuentro con amigas en una reunion de cumpleanos. Habia muchas risas, buen ambiente, y repentinamente; todo desaparecio, de nuevo gracias a los tonos de su celular. Moverse hizo percibirlo en su mano y se agradecio a si misma por no haberlo soltado. En ese momento no recordo el detalle de que una llamada inesperada la habia despertado minutos antes, asi que respondio sin revisar quien marcaba. --Diga --balbuceo, completamente adormilada, y escucho una voz de alguien que no reconocio. --!Hola, hola! ?Como estas, amiga? Que placer escucharte. --?Que si como estoy? --respondio con cierta ironia--. !Pues estoy dormida! !Son las tres de la manana! ?Por que no esperaste a que amaneciera para llamar? --Oye; perdona la hora. Es que acabo de llegar. No te hubiera molestado de no ser porque necesitaba asegurarme de que te vere --dijo el tipo. Su voz era agradable, pero percibia un dejo de preocupacion en ella--. Si no hay inconveniente, voy alla en taxi, pero necesito que me digas tu direccion para que el taxista llegue sin problema, y la hora a la que pudieras recibirme, por favor. --?Quien habla? --pregunto sin abrir los ojos. --!Ja! ?Como que, quien? !Pues yo!, crei que me habias reconocido. Oye, luego hablamos de esos detalles, ahorita urge que me digas tu direccion. Tengo que arreglar mi estancia. Me estan esperando. Ella checo el numero entrante y se dio cuenta de que si era un numero que tenia en su agenda, y estaba a nombre de un amigo que hacia muchisimo tiempo no contactaba. --?Eres Alejandro Medina? --?Y quien mas te iba a estar hablando a estas horas, sino un viejo conocido? El suyo era un numero que se empolvaba en la agenda de Sara. Hacia tanto que ese amigo no le llamaba, que muchas veces estuvo tentada en eliminarlo de su agenda para que no le ocupara espacio. Alejandro Medina habia sido un buen companero de la preparatoria. El, se habia ido a estudiar la carrera profesional a la ciudad de Mexico, y desde entonces le habia perdido la huella. Habian pasado ya varios anos, considerando que ambos habian terminado ya su carrera profesional, y tenian al menos dos anos trabajando en lo suyo. Ella se sento en su cama, acomodando la almohada como respaldo y continuo la conversacion. --Ah. Perdona. No te reconoci la voz. Es que ya traes el tonito de "chilango". ?Ya tienes en que anotar? --le pregunto ella, pensando en aclarar condiciones. --Si, claro. Dime. Y fastidiada por estar despierta cuando debia estar durmiendo, termino diciendole su direccion con santo y sena, asi como los horarios en los que la podria encontrar, pues ella trabajaba. --Quisiera saludarte, pero si tienes que ir a trabajar, pues... lo mejor sera que nos veamos en algun restaurante, a la hora de la comida, o tu di a que hora y donde, ?no? --Bueno. Apunta: manana a la 1:30 en el restaurante "Delicias". Esta por la calle Venustiano Carranza, una cuadra despues del cruce con la Avenida Universitaria. Yendo de norte a sur. Esta muy visible. No te vas a perder. !Ey! Pero, hace tanto que no nos vemos que no te voy a reconocer. Y tampoco creo que tu lo hagas. He cambiado. ?Como te ubico? --Bueno. Veamos; llevare camisa azul lisa, y una cachucha beisbolera de color blanco. Llevo cabello un poco largo. Pero poquito. Tu, ?que llevaras puesto? --Mi uniforme de la empresa. Es color verde tierno, con blusa rosada. Lleva saquito del mismo color. Trabajo en con un licenciado. Muy estricto, por cierto. Apunta esto; yo traigo el cabello hasta el hombro, color cobrizo. Ya no soy rubia, ?recuerdas? --!Oh! Claro, como lo iba a olvidar. Bueno, te dejo dormir un poco mas y nos vemos en las "Delicias" a la hora de la comida. Hasta luego, linda. !Oye! ?No se molestara tu marido o tu novio, si sabe que saliste a comer conmigo? --Por supuesto que no. Primero porque, que yo recuerde, no estas tan lindo --bromeo ella--, y segundo, porque no me he casado todavia, ni tengo novio formal. !Nadie se enojara contigo! --Perfecto --lo dijo con tono de complacencia regularmente disimulado--. Entonces nos vemos en las "Delicias". --Hasta luego --dijo ella y en cuanto termino la comunicacion se recosto de nuevo, sin soltar su celular. Entonces recordo un detalle. "Hasta luego... !?linda?! Ay, Alejandro. Si que te has achilangado", penso sonriendo. Su voz y sus maneras eran diferentes a las que recordaba, pero era logico; habian pasado varios anos sin verse y suponia que al terminar sus estudios, el se habia quedado a vivir en la capital. Antes de quedarse dormida le vino a la mente otro detalle: "?Como que me recordaba rubia, si yo me teni el cabello hasta el segundo semestre de la profesional? El ya se habia ido a la capital", le dio vueltas al dilema por unos segundos, pero tenia sueno y termino concluyendo: "Lo dijo por no quedar mal. Despues de todo yo le estaba aclarando que llevaba el cabello tenido de rubio". No lo analizo demasiado. Tenia mucho sueno y necesito poco tiempo para volver a quedar profundamente dormida. *** Desperto al siguiente dia dando un salto, porque la sorprendio la alarma de su despertador. No recordaba el incidente de la llamada. Tenia prisa por alistarse y preparar un buen desayuno. Eso era fundamental para que, ella se sintiera bien durante la jornada de trabajo. Una hora despues, salio de su departamento, entro a su auto y hasta que cerro la puerta, recordo lo de la llamada nocturna. La curiosidad la acoso y se las arreglo para sacar su celular del bolso, mientras maniobraba el volante para enfilar rumbo a su trabajo. "Era el. Alejandro. Ademas me lo aclaro. No estoy segura de que sea el que recuerdo. Hace mucho que no lo veo. Bueno, ya lo vere a la hora de la comida" --despues de unos minutos de ir conduciendo, penso--. "?Que querra? !Ah!, me late que me quiere engatusar con algun negocio. Sucede tanto. Los embaucan a ellos, y ahi los traen, apurados consiguiendo gente que le entre a tal o cual estupido negocio de ventas" --viro a la izquierda--. "Lo que no sabe este cuate, es que no soy de las que se deja controlar. Soy de las que habla claro y directo. Lo saludare por los viejos tiempos, pero en cuanto empiece con sus cosas... !A volar, chiquitito!" Olvido el asunto en cuanto se ocupo de su trabajo, y lo recordo solamente a la hora de la salida, en el momento en que tomo su bolso y lo colgo al hombro. Estaba por ver a ese companero que hacia tiempo se habia ido a la capital. Se preguntaba, como se veia el ahora. A que se dedicaba, y sobre todo, que queria. Tenia muy en cuenta que una de las opciones de los estudiantes universitarios para apoyar el pago de sus estudios, era vender algo; sobre todo seguros. Ella consideraba a los vendedores de seguros como una plaga. Una vez mas se puso a planear los argumentos que usaria para no permitirle que la engatusara con algun plan suyo que trajera. Era verano. Al salir a la calle sintio que el calor le lastimaba la cara. Hubiera deseado irse directamente a casa a acostarse y disfrutar del descanso, viendo un programa de television o durmiendo, en medio de un ambiente refrigerado, y no tener que enfrentar una situacion que podia llegar a ser molesta. Pero no podia dejar de lado el compromiso que se habia creado con el tal Alejandro. Para desvanecer el sentimiento de molestia se concentro en los recuerdos de sus anos de bachillerato. No habian sido tan buenos. Habia pasado momentos amargos, dias pesados por el estudio, por los dichosos examenes que solian ponerles, y todas esas cosas relacionadas con, tener que aprobar para pasar el semestre. Pero Alejandro, si era un buen recuerdo. Estaba consciente de que con el tiempo la gente suele cambiar. Ella misma habia cambiado. Debia considerar que ahora Alejandro trajera, no muy buenas manas. Pero ya iba en camino a cumplir con esa cita y sucediera lo que sucediera, pronto estaria de regreso en casa. Se prometio que regresaria sintiendose tranquila, sin haberse dejado colgar obligaciones que no deseaba. "!Por nada del mundo debo dejarme embaucar con un negocio suyo, o lo que sea. Si se enoja, !pues que se enoje! Si. Es que, tratar de mantener a la gente contenta, muchas veces implica meterse uno en un berenjenal. ?Pero, y por que? No soy Hermanita de la caridad. Pero sobre todo, quiero vivir tranquila. Por Dios que si". Suspiro cuando penso esto y el semaforo se puso en rojo. Trato de no exasperarse. Recordaba que todo pasa, y pronto ese asunto estaria concluido. Normalmente no era tan hurana para relacionarse, pero la manera en que se dieron las cosas; esa llamada a las tres de la madrugada, el colgarle un compromiso que le conflictuaba un poco la existencia en un dia en el que deseaba estar tranquila, todo eso le hacia sentir cierto rechazo hacia ese encuentro. El semaforo cambio a verde y ella avanzo a la velocidad a la que iban el resto de los autos, unas cuadras mas adelante dio vuelta a la derecha. Ya estaba sobre la calle Carranza. Avanzo un poco mas y encontro la Avenida Universitaria. Sabia que a la derecha encontraria el acceso al restaurante. Afortunadamente habia lugares disponibles para estacionar su auto dejandolo bien protegido y sombreado con amplios tejados. Vio la hora en su celular y sonrio; estaba a tiempo. No encontraria a un Alejandro fingiendo que no estaba malhumorado por su tardanza. Se arreglo un poco el cabello y su maquillaje, y metio una pastilla de menta a la boca para refrescar su aliento, entonces salio del auto. Era un lugar de sobra conocido por ella. Habia estado muchas veces ahi, sola o acompanada, asi que sabia a donde dirigirse con confianza. Una vez adentro, se dedico a localizar a alguien con las caracteristicas que le describio su amigo; camisa azul corte formal, cachucha beisbolera de color blanco, cabello un poco largo. No estaba a la vista. Se sintio desconcertada por eso. Vio la hora y se dio cuenta de que habian pasado solamente diez minutos de la hora de la cita. Supuso que por haber estado fuera de su tierra tanto tiempo, podia haberse desubicado. En ese momento se acerco a ella uno de los jovenes meseros. --?En que puedo servirle, senorita? Ella se alegro de recibir ayuda. --Ah, si. Busco a un hombre que viste camisa azul y trae cachucha blanca. Tendra unos, treinta anos. ?Ha visto a alguien asi? El joven penso en ello por unos segundos y respondio: --La verdad no. No he visto a nadie vistiendo asi. Tal vez decidio quitarse la cachucha, pero aun asi no recuerdo haber visto a alguien de camisa azul, solo. Esperando a alguien --Sara se sintio incomoda por la situacion--. Pero dejeme dar una vuelta por el restaurante a ver si lo localizo. ?Cual es el nombre del senor? --Alejandro Medina. Gracias por su ayuda. Mire; me sentare por mientras, en esa mesa -- dijo, senalando una mesa situada en un rincon. --Bien, ahora vuelvo --dijo el joven amablemente. Sara se sento en la mesa desocupada y se sintio bien. Fue cuando comprendio que podia haber un monton de razones por las que Alejandro no estuviera ahi a tiempo. Si el joven mesero no lo localizaba, lo esperaria. Y hasta se previno pensando en que si no llegaba, ella no le daria otra cita. "!Que se vaya al cuerno, si no viene!" Entonces rio para si misma pensando en que se estaba defendiendo de algo que todavia no sucedia. Unos minutos despues vio que el mesero estaba de regreso. Pronto sabria si Alejandro, estaba o no estaba en ese lugar. "Pues, si esta aqui, que poco caballero. El deberia venir a mi encuentro", penso, una vez mas a la defensiva. Pero no habia llegado. --Mire, ya di la vuelta por el local y por los reservados y... no, el senor no ha llegado. ?Va a esperarlo? Tal vez no tarde. --Si, lo esperare. ?Donde puedo sentarme? --Ahi, donde esta. Si se siente comoda. --Si, estoy comoda --la razon era que no estaba muy a la vista, por eso de que no llegara Alejandro--. Estoy en buen punto para detectarlo en el momento en que entre por esa puerta -- aclaro ella. --Bien, ?desea tomar algo, mientras espera? Ella penso en una bebida suave para bajar la tension que le causaba ese trance. --Una cerveza, por favor. Cuando le sirvieron su bebida, Sara empezo a sentirse mas relajada y dispuesta a esperar a su amigo. La limitante era que solamente tenia una hora para comer y despues debia regresar a su trabajo. "Es el colmo. Le llamare a ver que pasa". --"?Alejandro?… !Oye!, ?que pasa que no llegas? !Se me esta haciendo tarde! --le dijo Sara, y no reprimio su molestia. --!Hijole! Sarita, lo siento. Es que me perdi. Pense que iba a ser facil y no. Lo siento. !Dame un minuto mas!, ?ok? --Pero un minuto nada mas. !Tengo que volver al trabajo! Sin embargo, los minutos pasaron sin que Alejandro apareciera y cuando se dio cuenta de que solo restaban veinte minutos de descanso, decidio comer algo para regresar al trabajo. Llamo al mesero y le pidio algo de carne y verduras y un refresco, aclarandole que solo podia quedarse ya menos de veinte minutos. "Como me esta haciendo pesado el dia, este amiguito. Primero, me llama a una hora inadecuada, me cita porque el quiere y por lo visto va a aparecer cuando el lo decida. !Pues, no! No se haran las cosas como el quiera, ?es que, piensa que porque viene de la capital va a obligarlo a uno a hacer lo que el quiera? !Para nada! Ya no soy tan docil como lo era en la prepa". Faltando diez minutos para su hora de entrar al trabajo, ella pago la cuenta y sintiendose indignada, salio hacia su auto. Apenas tendria tiempo de llegar a las oficinas donde trabajaba. No le perdonaria que le descontaran parte de su sueldo gracias a su irresponsabilidad. Al abrir la puerta del restaurante, sintio de inmediato el golpe del aire calido del exterior que se percibia mas al haber estado en un ambiente refrigerado. Con paso apresurado se dirigio a su auto, y justo cuando abrio la puerta escucho una voz a sus espaldas. --!Oh!, !Sara! --dijo. Cuando ella volteo a ver quien le hablaba, se encontro con un tipo que realmente no conocia, pero llevaba una cachucha blanca y camisa azul. Era Alejandro Medina. Ella se quedo estatica, pensando en que, no era asi como recordaba que era Alejandro. En todo caso, los anos lo habian transfigurado. "Pero me ha demostrado que es Alejandro. Incluso su numero de celular es el que tengo en la agenda". --?E-estas suficientemente molesta como para no darme un abrazo de bienvenida? --dijo el recien llegado, con expresion apesadumbrada. Ella no se atrevio a mostrarse violentamente enojada. Su sentido de cortesia supero a su enojo y con toda calma respondio: --Es muy tarde, Alejandro. Tengo que irme a mi trabajo. Creo que dejaremos nuestra cita para otro dia, ?de acuerdo? El se agito, mostrandose apenado y entonces le dijo: --Tienes razon. Lo siento mucho. Te he estado causando muchos trastornos desde que llegue. !No tengo derecho a perturbar tu vida! Sin embargo no quisiera irme sin que platicaramos. Mira, tengo una idea para lograrlo sin causarte mas dolores de cabeza. --?Cual es esa idea? --respondio ella, con gesto cansado. --Me ire contigo para ver donde esta tu lugar de trabajo, pero no, no te preocupes, no entrare. Me quedare en algun lugar cercano a esperar tu hora de salida. Asi, no habra mas contratiempos, por lo que sea. Tu no tienes por que batallar con mi desubicacion. !Es que ya ni me acuerdo, de las calles de mi ciudad, caray! Ella vio la hora. Le quedaban cinco minutos para llegar a su trabajo, y eso la hizo responder: --Pues, vamos. Y, estoy de acuerdo en que me esperes en algun lugar cercano. Lo siento, no te puedo pasar a las oficinas. Tengo un jefe muy intransigente. --No, no. Claro que no haria eso. Se hara como tu dices. !Vamos! Y con toda presteza, el fue a la puerta del copiloto obligando con eso a Sara a entrar para abrirle la puerta y apurar las cosas. Pero ella aceptaba el trance porque la hora le preocupaba. Ella actuaba con rapidez. Estaba seria, la verdad era que estaba molesta. Sin embargo lo haria por los buenos tiempos y solamente por esta ocasion. !Nunca mas! Encendio el auto y se apuro a salir rumbo a su trabajo. Alejandro iba en silencio, Su rostro no mostraba preocupacion, cosa que estaba causando mayor indignacion en Sara. Ademas se sentia un poco intrigada. El Alejandro que recordaba no era asi. Claro que habian pasado ya algunos anos por ellos y el tiempo cambia la fisonomia, muchas veces hasta el punto de volverlos irreconocibles. Pero... "Que distinto es. No hay nada en el, que me recuerde al Alejandro de la preparatoria". El Alejandro que observaba era un hombre de mediana edad, alto, de complexion recia. No podia decirse que era del todo, bien parecido. Varonil, si. Pero habia una actitud en el que le provocaba ansiedad, y hasta algo de temor. Habia algo en todo lo que estaba sucediendo desde que le llamara por la noche, que le estaba provocando un sentimiento extrano. Tenia la sensacion de que poco a poco estaba quedando mas atrapada en una situacion anomala, a la que no se decidia a ponerle fin, por no ser descortes con un viejo amigo. "!Vamos, vamos! !Somos viejos conocidos! Fuimos companeros de la preparatoria, no tengo por que sentirme atemorizada", argumento para quitarse de encima esa extrana sensacion que la embargaba. "Aun cuando el haya cambiado y se haya vuelto un tipo amanado por los anos que ha vivido en la capital. Claro, debe de haber pasado muy malos momentos, pero no creo que sea tan tonto de arriesgarse a venir a su tierra a cometer una tontera. Menos contra mi, que fuimos amigos"

  • Por y para siempre (La Posada de Sunset Harbor 2) de Sophie Love

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    --Buenos dias. Emily se estiro y abrio los ojos. La imagen que le dio la bienvenida era la mas hermosa que hubiese podido imaginar: Daniel, rodeado por las limpias sabanas blancas y con el halo de la luz matutina besandole el cabello revuelto. Inspiro una bocanada de aire profunda y satisfecha, preguntandose como habia podido alinearse su vida de un modo tan perfecto. Parecia que el destino, tras tantos anos de dificultades, por fin habia decidido darle un respiro. --Buenos dias. --Le devolvio la sonrisa con un bostezo. Volvio a acurrucarse bajo las sabanas, sintiendose comoda, abrigada y mas relajada de lo que lo habia estado nunca. La calma silenciosa de las mananas en Sunset Harbor contrastaban drasticamente con el ajetreo de su antigua vida en Nueva York. Podria llegar a acostumbrarse a aquello: al sonido de las olas rompiendo a lo lejos, al olor del oceano, a tener a un hombre atractivo tumbado junto a ella en la cama. Se levanto y fue hacia las puertas cristaleras que daban al balcon, abriendolas para poder sentir la calidez del sol en la piel. El oceano destellaba en la distancia, y los rayos de luz iluminaron el dormitorio principal que tenia a la espalda. A su llegada, hacia seis meses, habia sido un desastre lleno de polvo, pero ahora era una ensenada de tranquilidad de paredes y sabanas blancas, alfombra suave, una preciosa cama con dosel y mesitas de noche antiguas cuidadosamente restauradas. En aquel momento, con el sol dandole en la cara, Emily sintio que por una vez todo era perfecto. --?Estas lista para tu gran dia? --dijo Daniel desde la cama. Emily fruncio el ceno, con la cabeza todavia demasiado embotada por el sueno como para comprenderle. --?Mi gran dia? Daniel sonrio con suficiencia. --Tu primer cliente, ?recuerdas? A los pensamientos de Emily le hicieron falta un segundo para caer en la cuenta, pero enseguida recordo que tenia a su primer cliente, el senor Kapowski, durmiendo en la habitacion al final del pasillo. La casa que se habia pasado seis meses restaurando habia pasado de ser un hogar a un negocio, y aquello significaba que tenia que preparar un desayuno. --?Que hora es? --pregunto. --Las ocho --contesto Daniel. Emily se quedo paralizada. --?Las ocho? --Si. --!No! !Me he quedado dormida! --exclamo, volviendo a entrar a la carrera al dormitorio desde el balcon. Cogio el reloj despertador y lo agito con furia--. !Se suponia que tenias que despertarme a las seis, maldito cacharro! Lo volvio a dejar con un golpe sobre la mesita de noche y despues se apresuro hacia la comoda en busca de algo de ropa, lanzando sueteres y pantalones por todas partes. Nada le parecia lo bastante profesional.; habia tirado a la oficina toda la ropa que habia tenido para la oficina de su antigua vida en Nueva York, y ahora todo lo que tenia era ropa practica. --Tranquila --rio Daniel entre dientes desde la cama--. No pasa nada. --?Como que no pasa nada? --gimoteo Emily, saltando a la pata coja mientras se ponia unos pantalones--. !El desayuno empezaba a las siete! --Y solo hacen falta cinco minutos para escalfar un huevo --anadio Daniel. Emily se quedo paralizada alli donde estaba, medio vestida y con cara de haber visto a un fantasma. --?Crees que querra huevos escalfados? !No tengo ni idea de como escalfar un huevo! En lugar de tranquilizarla, las palabras de Daniel solo sirvieron para hundirla todavia mas en el panico. Arranco un arrugado sueter liliaceo del cajon y se lo paso con la cabeza, consiguiendo que la electricidad estatica le encrespase el cabello al instante. --?Donde esta mi mascara de pestanas? --pregunto, corriendo de un lado al otro--. ?Y podrias dejar de reirte de mi? --anadio, dirigiendo una mirada enfurecida a Daniel--. Esto no es divertido. Tengo a un huesped. !A un huesped que paga! Y no tengo mas que zapatillas de deporte que ponerme. ?Por que tire todos los tacones? Las risitas ahogadas de Daniel se convirtieron en carcajadas. --No me rio de ti --consiguio decir--. Me rio porque soy feliz. Porque estar contigo me hace feliz. Emily hizo una pausa; aquellas palabras tocaron algo en lo profundo de su ser. Lo miro, alli tumbado de manera languida como si fuera un Dios en su cama. Daniel tenia una cara con la que no se podia estar enfadada mucho tiempo. Daniel aparto la vista. Aunque Emily ya estaba acostumbrada a que Daniel se encerrase en si mismo cuando demostraba demasiado lo que sentia, aquello seguia poniendola nerviosa. Los propios sentimientos de Emily eran tan evidentes que era como si fuera trasparente. No le cabia duda de que siempre llevaba el corazon en la mano. Pero a veces Daniel la hacia sentirse perdida. Con el nunca estaba segura, y aquello le recordaba de manera casi dolorosa a sus relaciones anteriores y a la falta de estabilidad que habia sentido en ellas, como si estuviese de pie en la cubierta de un barco que se balancease sobre el mar y nunca fuese a acostumbrarse al balanceo. No queria que aquella historia se repitiese con Daniel, queria que con el fuese distinto. Pero la experiencia le habia ensenado que en la vida es muy raro conseguir lo que se desea. Volvio a girarse hacia la comoda, ahora en silencio, y se puso unos pequenos pendientes de plata. --Tendra que servir --dijo, desviando la mirada del reflejo de Daniel en el espejo para mirarse a si misma, y su expresion paso de ser la de una chica llena de panico a la de una mujer de negocios decidida. Salio con paso firme del dormitorio y se lo encontro todo sumido en el silencio. El pasillo del segundo piso era ahora imponente, con unas preciosas lamparas de pared y una arana en el techo que atrapaba la luz del sol matutino y la reflejaba en todas partes. El suelo de madera se habia pulido hasta la perfeccion, anadiendo un toque rustico pero glamuroso. Emily miro hacia la puerta que habia al final de dicho pasillo, la puerta de la habitacion que previamente habia pertenecido a Charlotte y a ella. Restaurar aquella habitacion habia sido lo mas dificil de todo, puesto que para ella habia sido como borrar a su hermana. Pero todas las cosas de Charlotte estaban ordenadas con cuidado en un rincon especial del atico, y Serena, amiga de Emily y artista local, habia creado algunas obras de arte asombrosas con la ropa de su hermana. Aun asi, seguia sintiendo un cosquilleo en el estomago al saber que habia un desconocido durmiendo al otro lado de aquella puerta, un desconocido al que ahora tenia que servirle el desayuno. En sus fantasias de convertir la casa en un hostal nunca habia llegado a imaginar como seria realmente, que aspecto tendria ni como se sentiria al respecto. De repente le parecia que no estaba preparada en lo mas minimo, como si fuera una nina jugando a ser adulta. Recorrio el pasillo hacia las escaleras asegurandose de hacer el minimo ruido posible. La nueva alfombra color crema era esponjosa bajo sus pies, y no pudo evitar mirarla con adoracion. La transformacion de la casa habia sido una autentica maravilla que contemplar. Todavia quedaba trabajo por hacer: el tercer piso en concreto era un completo desastre, con habitaciones en las que todavia ni habia entrado, y aquello sin mencionar los demas edificios de la propiedad que contenian una piscina abandonada y todo un ejercito de cajas que organizar. Pero lo que habia conseguido hasta el momento con una pequena ayuda de la amable gente de Sunset Harbor todavia le sorprendia. La casa le parecia ahora una amiga, una que todavia tenia secretos que compartir. De hecho, habia una llave en concreto que estaba demostrando ser todo un misterio; no importaba lo que intentase Emily, no conseguia encontrar que era lo que abria. Lo habia comprobado todo, desde los cajones de los escritorios hasta las puertas de los armarios, pero todavia no lo habia encontrado. Bajo la larga escalera que ahora contaba con unas barandillas pulidas y relucientes, la esponjosa alfombra de aspecto resplandeciente y los afianzadores de cobre que destacaban los colores a la perfeccion. Pero mientras bajaba admirandolo todo, se percato de que habia una mancha en la alfombra: una huella de barro desdibujada. Era claramente la huella de la bota de un hombre. Se detuvo en el ultimo escalon. <>, penso. Pero entonces noto que la huella se alejaba de ella, dirigiendose hacia la puerta principal, lo que significaba que la persona habia bajado las escaleras. Y si Daniel seguia en la cama, entonces aquella huella solo podia pertenecer a su huesped, el senor Kapowski. Emily se apresuro hacia la puerta y la abrio a toda prisa. El senor Kapowski habia llegado con su coche el dia anterior por el camino de entrada recien pavimentado y habia aparcado justo alli. El coche ya no estaba. Emily no se lo podia creer. Se habia ido. CAPITULO DOS Llena de panico, volvio a entrar corriendo en la casa. --!Daniel! --grito desde el pie de las escaleras--. !El senor Kapowski se ha ido! !Se ha ido porque no me he levantado a tiempo de prepararle el desayuno! Daniel aparecio en lo alto de las escaleras cubierto unicamente con unos pantalones de pijama, dejando al descubierto los hombros anchos y el pecho musculoso. Su cabello estaba enmaranado, lo que le daba el aspecto de un estudiante que se hubiese levantado con prisas. --Seguramente tan solo haya ido a Joe's --repuso, bajando las escaleras hacia Emily al trote--. Mencionaste lo buenos que son sus gofres, ?recuerdas? --!Pero se supone que yo le tengo que preparar el desayuno! --exclamo Emily--. El hostal es un B&B, de bed and breakfast, alojamiento y desayuno, no un B de bed a secas! Daniel llego al pie de los escalones y la tomo entre sus brazos, abrazandola suavemente por la cintura. --Quizas no se haya dado cuenta de lo que significa la segunda B. Quizas creia que significaba <>. O banana --bromeo. Le dio un beso en el cuello, pero Emily lo aparto agitando la mano y se escabullo de su abrazo. --!Daniel, deja de hacer el tonto! --espeto--. Esto es serio. Es mi primer huesped y no me he despertado a tiempo de hacerle el desayuno. Daniel sacudio la cabeza y puso los ojos en blanco con afecto. --No es para tanto. Habra bajado a desayunar junto al oceano en lugar de eso. Esta de vacaciones, ?te acuerdas? --Pero desde mi porche se ve el oceano --tartamudeo Emily con una voz que empezaba a fallarle. Se dejo caer sentada en el ultimo escalon sintiendose pequena, como una nina que hubieran castigado a sentarse alli, y dejo caer la cabeza entre las manos--. Soy una anfitriona horrible. Daniel le froto los hombros. --Eso no es verdad. Simplemente todavia no le has cogido el ritmo. Todo es nuevo y extrano, pero lo estas haciendo bien. ?Vale? Dijo aquella ultima palabra con firmeza, casi con paternalismo, y Emily no pudo evitar sentirse reconfortada. Alzo la mirada hacia el. --?Quieres que te escalfe a ti un huevo al menos? --pregunto. --Eso seria un detalle --dijo Daniel con una sonrisa. Tomo el rostro de Emily entre las manos y le dio un beso en los labios. Fueron juntos a la cocina y el sonido de la puerta abriendose desperto a Mogsy y a su cachorro, Lluvia, de su duermevela en el lavadero que habia justo al otro lado de la puerta tipo granero. Emily sabia que mantener a los perros fuera de la cocina y de cualquier otra parte de la casa que necesitase para el negocio del hostal era un deber absoluto si no queria que le cerrasen el negocio al instante por higiene y salubridad, pero se sentia mal por confinar a los perros a un espacio tan pequeno de la casa. Se recordo a si misma que era una situacion temporal; ya habia conseguido que cuatro de los cinco cachorros de Mogsy fuesen adoptados por amigos del pueblo, pero Lluvia, el mas pequeno de la camada, era mas dificil de colocar, y nadie parecia ni remotamente interesado en aceptar a la madre. A fin de cuentas era, siendo amables, una perra callejera bastante fea. Tras llevar a los perros fuera y darles de comer, Emily volvio a la cocina. Mientras tanto Daniel habia logrado salir un momento al jardin para recoger los huevos que habian puesto aquella manana las gallinas Lola y Lolly, y habia preparado una jarra de cafe. Emily acepto una taza agradecida y aspiro el aroma antes de acercarse a los fogones Arga, otra de las reliquias de su padre que habia restaurado, y se puso a practicar el arte de escalfar huevos. De entre todas las habitaciones de la casa, la cocina era su preferida. Aquel pobre espacio habia sido victima del tiempo y el abandono a su llegada, y despues los habia asaltado una tormenta que habia provocado mas danos, y despues la tostadora se habia fundido y habia provocado un incendio. El dano por el humo habia sido mas destructor que el fuego en si: las llamas tan solo habian alcanzado un estante y consumido algunos libros de cocina, pero el humo habia conseguido filtrarse por todos los huecos y resquicios, dejando tras de si manchas negras y el olor de plastico quemado en todo lo que habia tocado. En tan solo seis meses, a aquella habitacion le habia pasado todo lo malo que podia pasarle. Pero tras algunas noches de trabajo duro, por fin habia sido restaurada por tercera vez y tenia un aspecto encantador con su frigorifico retro y su original palangana blanca victoriana Belfast, ademas de sus encimeras de marmol negro. --Resulta --dijo Emily, sirviendo su quinto intento de huevo escalfado en el plato de Daniel--, que no soy una cocinera tan mala despues de todo. --?Ves? --dijo Daniel, cortando la clara del huevo y dejando que la yema dorada cayese sobre la tostada--. Ya te lo habia dicho. Tienes que escucharme mas a menudo. Emily sonrio, disfrutando del humor amable de Daniel. Ben, su ex, nunca la habia hecho reir como lo hacia Daniel, y tampoco habia podido reconfortarla nunca en sus momentos de panico. Con Daniel era como si nada fuera nunca demasiado complicado para hacerle frente. No importaba si se trataba de una tormenta o un incendio, Daniel siempre le hacia sentir que todo iba bien, que podia arreglarse. Su estabilidad era uno de sus rasgos mas atractivos; podia calmarla y tranquilizarla del mismo modo en que la tranquilizaba el oceano. Pero aun asi Emily nunca estaba segura de que opinaba Daniel, de si sentia lo mismo que ella. Tenia la impresion de que su relacion era como la marea, y al igual que esta, no podian controlarla por mucho que lo intentasen.

  • Mariposa de hielo (Mariposas negras 3) de Concha Alvarez

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    Desde que recordaba, Lucien habia cuidado de sus hermanos y, ahora, debia alejarse de ellos. A veces, la felicidad lo embargaba al saber que ambos tendrian una vida plena y satisfactoria al lado de las personas que amaban. Sin embargo, en otras ocasiones, albergaba en su corazon un resentimiento hacia ese nuevo mundo al que ya no pertenecia. Ademas, don Angelo lo sometia a una espera sin fin, en pago por la salvacion de Gerard. En esos momentos de sentimientos encontrados invertia el tiempo en desarmar motores de motocicletas. Se limpio las manos manchadas de grasa en un trapo que lanzo a los pies de la sombra. --?Que haces aqui? Le alivio la idea de que hubiera llegado el dia de ajustar cuentas con el viejo. A Lucien no le gustaba arrastrar asuntos pendientes y, menos aun, con un bastardo de la categoria del rey de las sombras. --Don Angelo quiere verte --respondio el mensajero. Lucien estudio la postura tensa del perdido y sus ganas de pelear. Evaluo las posibilidades de ganar y concluyo que no lo venceria con facilidad, apostaria un milenio a que esa marioneta infernal lo habia visitado en compania de unos cuantos amigos. El angel, sin dejar de vigilar a la sombra, se vistio con otra ropa limpia que saco de una taquilla metalica. --No lo hagamos esperar. Obedecio el mandato de don Angelo, cumpliria lo que le pidiera, aunque no le agradara. Nunca jugaria con las vidas de Denis y Gerard. Dos segundos mas tarde, contemplaba la plaza de San Marcos. El lugar preferido del viejo, donde se dedicaba a su entretenimiento favorito. Escogia una paloma que sobrevolaba la turistica plaza, la apuntaba con uno de los dedos y esta se lanzaba en un vuelo suicida hacia el suelo. Al verla morir, dibujaba una sonrisa picara, como un nino ante una travesura sin importancia, mientras bebia un capuchino y elegia otra ave inocente. --Me alegra verte, hace mucho que no me visitas --dijo igual que si fueran viejos amigos. --He estado ocupado --mintio. --Cierto y apestas a gasolina, querido nino --afirmo, y sus ojos mostraron una ironia que provoco que el caido frunciera el ceno. A Lucien le disgusto que ese bastardo lo vigilara. Guardo silencio hasta que el camarero coloco sobre la mesa un capuchino y se retiro a servir a otros clientes. Tomo la taza y la retiro con desden a un lado. El perdido sonrio al ver la arrogancia de ese muchacho. Se reconocia en el. --?Que es lo que quiere? --Tener una charla con un amigo. --No somos amigos, asi que no perdamos el tiempo. --Tiempo es lo que nos sobra, querido nino. Lucien estaba a punto de perder la paciencia. Don Angelo poseia una mentalidad retorcida, incapaz de tolerar que un caido se sublevara sin tomar medidas contundentes. Observo a una de las aves y se dispuso a realizar el mismo juego, pero Lucien lo sujeto de la muneca. --Digame por que me ha hecho venir o me largo ahora mismo. El arcangel oscuro se solto del agarre de Lucien. Luego, lo inmovilizo con una gelida mirada. --No consiento los malos modales. --Un fulgor rojizo aparecio un instante en los ojos de don Angelo. Con un leve aleteo de los dedos, sin rozarlo, oprimio con una fuerza invisible el cuello de Lucien. Durante unos segundos, el joven creyo que moriria en aquella plaza veneciana--. Vamos, no luches contra mi --le pidio soltandolo--. No puedes vencer. Tan solo quiero que busques a alguien. --?Quien es? --consiguio pronunciar, aunque su voz le sono ronca. --La mujer de la fotografia que te entregue. Se llama Cinthia, poco se sabe de ella, salvo que es una estafadora y... --Y... --dijo Lucien ante el repentino silencio y desconfianza del viejo perdido. --Una cazadora de almas. --?Esta seguro? Ese linaje se extinguio hace varios eones. --Hasta que nacio ella. Lucien no daba por cierta la historia, si bien no discutiria con el rey de las sombras. Le entregaria a esa mujer o bruja, de ese modo, cumpliria con su trato y jamas volveria a ver al viejo. --?Lo sabe? --Ignora que es y desconoce de nuestra existencia. --?Como ha dado con ella? --Es una larga historia. --No pienso correr el riesgo, si no me cuenta todo lo que sabe --mintio. Don Angelo evaluo al caido, cualquiera que poseyera a una cazadora venceria la batalla entre el cielo y el infierno. Los mortales, con su falta de humanidad, viajaban al infierno sin necesidad de corromperlos. Pero no era tan ingenuo, en manos de los angeles, romperia el equilibrio entre las distintas fuerzas y se negaba a convertirse en el botones de ese hotel que era el Paraiso y el Averno. --Es mi hija... --reconocio al fin. --?Como es posible? --Por favor, mi querido nino, no pretenderas que te explique el cuento de las abejitas y las flores. --Lucien lo miro con intencion de destrozarlo, en cambio, el reanudo su relato--. No es ninguna leyenda --explico--. Las cazadoras de almas nunca mueren, solo agotan sus anos mortales. Se reencarnan en nuevas vidas sin recordar las anteriores. Si alguna de ellas lo hiciera, perderia el don de cazar almas y se transformaria en una simple mortal. --?Quien sabe de su existencia? --No estoy seguro... --Si quiere que lo ayude, debe ser sincero --exigio Lucien al interpretar que le mentia. Don Angelo fijo los ojos en los del angel. Dudo si poner en manos de ese muchacho la seguridad de su hija e incluso la de su propio reino. Lo tranquilizo comprobar que en su interior albergaba cansancio y soledad; carecia de ambicion. --Rafael la busca. Todos conocian la crueldad del sustituto de Gabriel. Rafael no descansaria hasta que diera con ella, pero no se acobardo ante las palabras de la sombra. Todo lo contrario, sin saberlo le habia dado la oportunidad de vengarse, tenian una cuenta pendiente. Por supuesto, sus dificultades aumentarian, si Rafael descubria que esa joven era la hija de don Angelo. El arcangel la mataria con el unico proposito de danar a su enemigo. Se removio en la silla, porque la cicatriz de su pecho palpito al revivir el recuerdo de como y quien lo hirio. --?Cuando la encuentre que hara con ella? --Eso no te concierne --dijo con voz dura--. Tu solo traela y recuerda que su voz es ambrosia a los oidos de un ser que en algun momento fue celestial. Algunos dicen que causa enajenacion en un angel, locura a un caido; mientras que a una sombra la vuelve inestable y peligrosa. --?Como puedo evitar la locura? --No permitas que te toque o dominara tu voluntad, ?entendido? Lucien asintio y miro la fotografia una vez mas. Era una muchacha sin un atractivo especial. Poseia unos ojos pardos y vivarachos endurecidos por las duras vivencias que habia padecido en los ultimos anos. Su pelo castano y largo disimulaba un rostro desigual. Su constitucion distaba de ser perfecta; de corta estatura, costaba imaginar que fuera hija del corpulento rey de las sombras. Le resultaba dificil de admitir, y menos entender, que esa chica de aspecto anodino fuera un monstruo tan temible como una cazadora de almas.

  • La chica de las bambas de Teddy Lester

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    Una bonita historia de amor de treinta meses cuya escasa duracion termina tragicamente.

  • Dulce atraccion (Dulce Londres 2) de Eva Benavidez

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    La segunda entrega de la romantica serie <>.

  • Mi curvilineo fraude de Carla Tristan

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    Una luz roja parpadeaba odiosamente mientras me ponia los auriculares en la cabeza. El diminuto eco del estudio se silencio por un breve momento, antes de estirar mi brazo, y presionar con mi dedo el boton de la pequena luz. --Hola, llamador --mi propia voz me fue devuelta a traves de los auriculares. Cuando empece ese trabajo, me habia desanimado. Todo el mundo odiaba el sonido de su propia voz. Y anade eso a la ansiedad paralizante que me embargaba antes de salir al aire en vivo, y ahi lo tienes, la receta perfecta para el desastre y torbellinos de palabras epicas. Por suerte para mi, mis productores pensaron que era demasiado encantadora para rendirse conmigo tan facilmente--. Ya sabes como funciona este espacio. Empecemos con tu nombre y la razon por la que llamas, y hare lo que pueda para ayudar a curar tu corazon --las palabras salieron de mi en la misma secuencia de siempre. --?Annie? ?Eres realmente tu? --un largo suspiro femenino lleno mis oidos. --La unica e irrepetible --literalmente. Una y solo una. Un poco de culpa me invadio. No, tal vez no era culpa, pero si algo un poco mas dificil de precisar que eso. Era una nueva sensacion que no habia experimentado antes, pero que en las ultimas semanas, me habia hecho sentir como un fraude. Durante un diligente desplazamiento nocturno por Internet con una copa de vino y una vela de sandalo ambientando mi habitacion, descubri que estaba sufriendo una dolencia profesional muy comun: El Sindrome del Impostor. --Hola. Vaya. No puedo creer que me haya comunicado contigo. Um. Bien. Aqui va --hubo una pausa seguido de un respiro en el otro extremo mientras mi interlocutor organizaba sus pensamientos. Estaba acostumbrada a eso. Los que llamaban no esperaban realmente comunicarse conmigo. Al principio, hace anos... Claro. Pero ahora las lineas se inundaban de llamadas cada noche y ella sabia lo afortunada que era de estar al aire con su servidora. Se aclaro la garganta--. Me llamo Margaret. He estado tratando de comunicarme contigo durante semanas. Otra pausa lleno la linea entre nosotras, y me di cuenta de que era mi turno de hablar. --Dime lo que estas experimentando en tu relacion, Margaret --anadi una suavidad a mi voz que habia estado practicando durante anos y me preguntaba si mis oyentes alguna vez sentian que estaba demasiado ensayado. Definitivamente me sentia asi a veces. Y agregando eso a mi Sindrome del Impostor, sin duda era toda una estafa ambulante y parlanchina. Margaret dejo escapar un suspiro de derrota. --Mi novio no quiere casarse. Tiene fobia al compromiso. Me preguntaba si Margaret querria mi consejo si supiera el sindrome que estaba padeciendo. Yo era un guru del romance ridiculamente popular cuya propia vida romantica era inexistente. Mi vagina no habia sido tocada por otra cosa que no fuera mi vibrador color lila. --Es un mal que muchos sufren --me incline hacia adelante y cruce los brazos sobre el escritorio. Intente ignorar la media docena de luces rojas que parpadeaban constantemente y que eran todos gritos de ayuda de personas desesperadas. Esta misma llamada habia llegado una y otra vez--. ?Cuanto tiempo llevan juntos? --Unos doce anos. ?Doce anos? !Madre mia! --Eso es genial. No, no lo era. ?Doce anos y ninguna promesa de que haya algo mas en el futuro? Vaya. Capte la expresion de perplejidad de Doug a traves del grueso cristal que tenia adelante. Mi manager levanto una ceja, sonrio, y paso sus dedos por su cabello canoso. Habia trabajado con el el tiempo suficiente para saber que estaba pensando exactamente lo mismo que yo: es hora de soltar y marcharse, Margaret. --Supongo --respondio la chica. Habia un claro tono de tristeza en su voz. Claramente tenia anos de practica y habilidades para disfrazar su decepcion, pero como profesional que veia este tipo de cosas todo el tiempo, tenia un oido atento a la tristeza de las relaciones. --Y supongo que le has hablado a tu pareja sobre los beneficios de estar casada --me puse mis gafas de marco negro, al puro estilo de Lisa Loeb. Una calma se apodero de mi al caer completamente en mi personalidad de la radio de Noches con Annie. Los hombros de Doug se movian de arriba a abajo con risas al otro lado del cristal. Me di la vuelta para no verlo mas. Nadie entendia mis rarezas en el estudio. --Si, pero el me ignora cada vez. Siempre hay algo super importante que tiene que hacer cuando surge el tema del matrimonio. Como apretar un fregadero que gotea o ayudar a su amigo que acaba de pinchar un neumatico. Es tan frustrante. Todas mis amigas dicen que estoy perdiendo el tiempo, pero ?como puedo dejar algo en lo que he invertido doce anos? Tenemos una vida juntos. Quiero decir, he criado a medias al tipo. Me moje mis labios. --?Me llamas para que te diga que tus amigas estan equivocadas o que tienen la razon? --No lo se. Se que se preocupan por mi. Se que no estan tratando de arruinar mi relacion. Estan... estan tratando de salvarme de eso. --Entonces parece que tienes buenas amigas. --Lo son. --Margaret, creo que sabes lo que tienes que hacer. Esto es sobre ti. No sobre el. Tienes que ponerte a ti misma primero y decidir que quieres de la vida. ?Seras feliz dentro de cinco anos si estas en el mismo lugar y no estas casada? ?Impactara esto otros aspectos de tu vida, como tener hijos? Margaret se resoplo. --Creo que se acabo. Realmente se acabo hace mucho tiempo. --Yo tambien lo creo. Y creo que sabias lo que querias hacer antes de llamarme. Es hora de pensar en ti, en lo que quieres para tu vida y soltar lo que no te haga crecer. A veces, cuando sabia que una persona estaba lista para oirlo, la verdad podia ser tan aguda como un punetazo en el estomago. Y Margaret ciertamente necesitaba oirla. Mentir todas las noches a mis oyentes se habia vuelto cada vez mas dificil durante las ultimas semanas y meses, pero ayudar a alguien como Margaret lo hacia un poco mas agridulce. Claro, todavia me sentia como una impostora hablando con ella sobre dejar a un hombre que amaba cuando no sabia lo que se sentia, pero alguien tenia que hacer el trabajo sucio. Me decia a mi misma que mi falta de experiencia me hacia la persona perfecta para este papel. No era parcial. No tenia un bagaje que nublara mi juicio. No tenia nada. La chica solto una risa temblorosa para disimular su dolor. --Creo que tienes razon, Annie. Le gusta demasiado su libertad para establecerse en la vida que siempre he querido. Debi haber tirado la toalla en cuanto menciono el tema de la pina. Esa ultima frase fue un pensamiento de ultimo momento, pero me llamo la atencion. --?Cosa de pinas? --me enderece en mi asiento y le sonrei a Doug. Nunca habia un momento aburrido en este trabajo. Sus suspiros se estaban convirtiendo en el prefacio de sus proximas palabras. --En nuestro vecindario... --suspiro y se quedo en silencio. --?Donde esta ubicado tu vecindario? --pregunte para animarla a seguir con la conversacion. Mi Mountain Dew estaba al alcance de la mano y todavia estaba frio. Las rosquillas que siempre me dejaban antes de cada show, con una variedad de glaseado blanco y espolvoreado de arco iris o banadas en chocolate, ya se habian acabado. Mire las migajas en el plato mientras inclinaba la cabeza hacia atras y sorbia mi bebida. --Es un vecindario de ricos. La mayoria de los millonarios retirados viven alli --casi la podia sentir encogiendose de hombros mientras hablaba--. Mi novio gana mucho dinero en la construccion y sabia que yo siempre sone con una vida de comunidad cerrada. --Continua --retorci la tapa de mi refresco para cerrarlo. Al menos Margaret tenia la casa de sus suenos. Yo, sin embargo, tenia fotos tomadas de Pinterest llenas de inspiracion para mi casa ideal, brillante y aireada, con una gran chimenea y un comedor de techo alto. Era una amante del lujo tanto como de las donas. --Bueno, hay un acuerdo en el vecindario donde los miembros del club de intercambio de parejas ponen una pina en su porche o en su patio. Es una especie de tarjeta de visita. --?Son ustedes swingers? --pregunte con una voz monotona. No habia necesidad de hacerla sentir algo que no estaba sintiendo ya. --!No! Cielos, no --dejo escapar una risa temblorosa. Tome un largo trago de mi bebida. --?Tu novio es un swinger? --No... Bueno, si --gimio en una exasperacion dramatica. Le mostre una sonrisa a Doug, que movia la cabeza con alegria. Ambos sabiamos que nuestros oyentes estaban disfrutando de este segmento mientras conducian a casa desde sus turnos de noche o se sentaban en sus mesas de la cocina--. No lo se. Parece como si tratara de decirme que esta interesado en probarlo, y con "eso" me refiero a otras mujeres. Lleva a casa cosas de pina todo el tiempo, siendo tonto al respecto, pero no es gracioso. Es... no lo se. Como que estropea cualquier confianza que me pueda quedar. Lo cual, debo anadir, no es mucho cuando el hombre con el que has estado durante una docena de anos no quiere casarse contigo. Me dolia el corazon por ella. Nadie deberia tener que sufrir ese tipo de incertidumbre en una relacion. El amor deberia mejorar las cosas, no empeorarlas. Tenia que ayudarla, y tenia que hacerlo rapido. Ella estaba luchando alli, y por un breve segundo, estuve agradecida de que no hubiera un hombre en mi vida que me hiciera sentir tan indigna. --Esto es lo que yo haria, Margaret. Acercalo al club de los swingers. Preguntale si esta interesado en involucrarse. Haz que conteste. Es un chico grande. Lo menos que puede hacer es ofrecerte un honesto si o no. Si dice que si y tu estas tan horrorizada como pareces estarlo, entonces pateale el trasero y vete. De lo contrario, deja las llaves en el bol y disfruta. Casi podia sentir el resoplido de Doug desde la otra habitacion. Siendo un seguidor incondicional de las reglas, no entenderia la diversion de un poco de promiscuidad en pareja. --Va a decir que quiere probarlo, estoy casi segura de eso. Y yo no. --Entonces dejalo ir. Es hora de descubrir la verdad, aceptarla y disfrutarla, y seguir adelante. Ambos estan en paginas diferentes. Y es perfectamente normal que dos personas se separen. No hay que avergonzarse por ello. Lo que seria una verguenza es continuar forzando algo que ya no les sirve a ninguno de los dos. Llamame e informame de lo que decidas, ?si? --Bien. Gracias, Annie.

  • Viaje de Omar de Adrian Savino

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    --Ana Levstein--

  • Lady Sophia de Lydia C. Ramirez Blytherose

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    En el Londres del siglo XIX, y tras haber sido repudiada por su familia, lady Sophia Phillips vive su existencia alejada del mundo dentro de un convento, cuando de repente su presencia es solicitada por su madre.
    Todo cambiara para ella, sobre todo ante la subita proposicion de Stephen Rutterford, un caballero sin titulo, pero con una gran fortuna.
    ?Habra una segunda oportunidad para Sophia de ser feliz? ?O volveran sus fantasmas pasados a atormentarla de nuevo?

  • Cuando aman las Townsend (Los Townsend 3) de Nunila De Mendoza

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    En Garden House han florecido hermosas violetas: las jovenes mujeres Townsend, y ellas tambien se enamoran.

  • La maldicion de Tonr (Leyendas del Bosque Azul) de Leslie G

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    El gran bosque dormia sumergido en una densa niebla que lo cubria por completo como si intentara esconderlo del mundo. En el suelo, una triste criatura se arrastraba sobre la hierba mojada; el olor a tierra invadia su nariz y sus unas se enterraban en el lodo. La luz de la luna atravesaba la niebla y llegaba hasta ella transformada en sombras. Y, mientras su cuerpo maltrecho reptaba entre penumbras, la criatura se preguntaba si sobreviviria un dia mas. Sus piernas se habian convertido en dos pesos muertos que no hacian sino retrasarla en su viaje. Las piedras del camino habian abierto varios cortes en su abdomen, algunos bastante profundos, y la sangre que brotaba de su cuerpo dejaba charcos de plata escondidos entre las hojas. El cansancio iba venciendo a sus brazos, que batallaban duro para arrastrar aquel cuerpo inutil. Estaba exhausta, las lagrimas le nublaban la vista y su piel habia comenzado a agrietarse como una fruta seca. Pero no se detenia, porque llevaba el peso del mundo en su vientre desnudo, porque, si lo hacia, estaria condenandolos a todos. Cuando llego a la caverna, apenas conseguia mantenerse despierta, tenia la barriga lacerada y el rostro desfigurado por las heridas. Estaba muriendo, y el simple movimiento de estirar un brazo para impulsarse hacia el frente le parecia una tortura. Aun asi, logro colocar una mano en el agua, dejando que el frio penetrara en su piel y avivara sus sentidos. Poco a poco se arrastro hacia adentro de aquellas aguas negras con olor a muerte, cerro los ojos y se dejo llevar por la corriente hasta las entranas de la tierra. El primer sol se le perdio detras de una estalactita gigante cuya punta se hundia toscamente en el lago subterraneo. Y, cuando aquella agua congelada se llevo sus lagrimas, ella hizo un juramento. Capitulo 1: La caverna 1 Sylha solto un chiflido nada apropiado para una exprincesa de veinte anos, pero lo que tenia delante valia eso y mucho mas. Habia llegado a la isla justo cuando el primer sol comenzaba a aparecer en el horizonte, aprovechando la marea baja y las aguas calmas de la madrugada. Ahora, despues de pasarse la mitad del dia atravesando bosques y escalando el enorme morro de piedras que la separaba del extremo este, entendia por que le habian advertido que no podria rodear la isla con el bote. Delante de ella se extendia un precipicio hasta la playa, donde olas de mas de quince metros arremetian con tanta furia contra las rocas que el agua le llegaba a salpicar los pies. Cada vez que las olas se alejaban, era posible ver la arena blanca esperando para ser cubierta nuevamente. Parecia que el mar habia perdido la cordura. --Bonito, ?verdad? --sono una voz a su lado que le hizo dar un salto y desenvainar la espada --. Existe una belleza rara en todo lo salvaje --completo el anciano con una sonrisa en los labios. El hombre era rechoncho y un poco mas alto que ella. Llevaba una barba blanca que le llegaba al pecho y vestia un overol azul claro por encima de una camisa de cuadros con mangas largas. En contraste con la barba, su cabeza no ostentaba ni un solo cabello y brillaba bajo la luz del sol, cubierta de sudor. Tenia unos ojos pequenos que la miraban como ella siempre penso que lo hubiera hecho su abuelo de haberla conocido. --?Tu eres el guardian? --pregunto la chica guardando nuevamente su espada en el cinto. --Puedes llamarme asi si lo deseas, ?y tu eres la invasora? --Puedes llamarme asi. El viejo asintio, luego miro al mar: --No eres la primera que lo intenta. --Lo se. La ola que llegaba en ese momento les dio un bano de agua fria y le arrebato una carcajada al anciano. --?Vas a tratar de impedirmelo? --pregunto Sylha lamentando no haber resguardado sus pertenencias fuera del alcance de las olas. --Yo no, ese no es mi trabajo. Ella queria preguntarle cual era su trabajo; si el guardian no estaba alli para cuidar del prisionero, entonces, ?para que estaba? Se mordio la lengua, los dos soles ya habian recorrido la cuarta parte del camino y no tenia mucho tiempo si queria marcharse antes de que anocheciera. La unica entrada de la caverna se encontraba alla abajo. Sylha se pregunto de que forma el guardian le haria llegar las provisiones al prisionero, luego recordo que aquel recluso en particular no necesitaba provisiones y un escalofrio recorrio la piel de sus brazos. Sin perder mas tiempo, ato un extremo de su soga a la roca mas firme que encontro y se paso el otro por entre las piernas en forma de arnes. Conto los latidos de su corazon entre una ola y otra, y decidio que, si lograba alcanzar la entrada antes de llegar a treinta, estaria segura. Se colgo del precipicio y, cuando la proxima ola llego, el miedo la congelo en el lugar. --No tienes que hacerlo, mi nina --le dijo el anciano--. No vale la pena. Eso era todo lo que necesitaba escuchar. Sylha lleno sus pulmones de aire y espero una nueva ola. Lo ultimo que vio antes de lanzarse al vacio fue una sonrisa triste en el rostro del guardian. <>, penso y comenzo a contar. Cayo en la arena mojada con un golpe tan fuerte que abrio un hueco a su alrededor. A su espalda podia escuchar al mar preparandose para una nueva embestida; adelante, la entrada de la caverna la sorprendio por su tamano. --Es demasiado grande, no me protegera de la fuerza de la ola. Pero no habia otro lugar para donde correr, ni mucho menos tiempo de subir por la soga nuevamente. Asi que entro en la cueva, que se abria hacia el interior de la montana como una boca gigante. El enorme tunel se perdia en la oscuridad, pero continuaba siendo demasiado ancho para frenar la fuerza del mar. La chica acelero el paso, buscando entre las paredes algun refugio donde pudiera ponerse a salvo. Entonces, un instante antes de que el agua tapara por completo la luz del dia, un timido rayo de sol ilumino la grieta. 2 Cuando Sylha termino de pasar el cuerpo por la grieta, llego el agua, entrando en la caverna con un sonido estruendoso y llevandose la poca iluminacion que restaba. La chica sabia que la camara donde se encontraba ahora tambien se inundaria, pero el delgado espacio de la ranura frenaria la fuerza del mar y la salvaria de morir aplastada contra una roca. El nivel del agua comenzo a subir. Ella se sujeto de una estalagmita y contuvo la respiracion, contando los segundos en espera de que el agua se retirara de nuevo. Llego a treinta y aun no podia respirar. Algunas burbujas de aire escaparon por su boca, y la joven se vio obligada a luchar con fuerza para calmar los latidos de su corazon, era la unica forma de lograr que el poco aire que le quedaba en los pulmones le rindiera un tiempo mas. Estar rodeada de rocas no ayudaba en nada, tampoco el hecho de que ya iba por cuarenta y el agua no parecia querer salir de alli. <>. Y el agua salio. Lentamente, mucho mas despacio que como habia entrado, el agua abandono la cueva. Entonces la joven pudo ver donde se encontraba. Todo era como lo recordaba: un intrincado conjunto de grutas y rocas que se entrelazaban con la montana en caminos que ascendian a la oscuridad. Aquella era la verdadera entrada de la caverna; de haber seguido por el tunel principal, probablemente ya estaria muerta. No le fue dificil encontrar la ruta que debia seguir, ella ya habia estado alli demasiadas veces como para perderse. Sylha comenzo a subir, contemplando admirada como la oscuridad se intercalaba con los rayos de sol que atravesaban esporadicas ranuras entre las rocas que formaban la montana, manteniendo el ambiente envuelto en penumbras que a duras penas le permitian distinguir los toscos escalones. Las proximas olas tambien llegaron hasta ella, pero el agua poco a poco fue perdiendo terreno y, conforme la chica se adentraba en las entranas de aquella fortaleza escondida, el mundo en el exterior se le fue haciendo lejano. Habia muchos pasajes dentro de la montana, ninguno parecia hecho por los hombres. Las paredes de las grutas eran asperas y humedas. El techo estaba cubierto de estalactitas, algunas de las cuales se unian a las rocas en forma de columnas que la chica necesitaba rodear para seguir su camino. El suelo estaba mayormente seco, salvo por algunas pozas de agua que aparecian en medio del trayecto. Despues de un tiempo, Sylha comprendio que los <> no eran mas que irregularidades en las rocas que formaban la pendiente. Estaba tan ensimismada en su camino que no percibio cuando el aire se volvio mohoso y, solo cuando vio la enorme sombra pasar de un lado para otro a algunos metros de ella, Sylha se dio cuenta de que habia llegado a los dominios de la Raposa. 3 El corazon se le disparo en el pecho y su cuerpo entero se inmovilizo. Sylha se obligo a respirar, ella conocia al animal, podria identificar aquel olor con los ojos cerrados y sabia lo que tenia que hacer. --Espero no estar equivocada --se dijo--, no seria un buen momento para descubrirlo. Si alguien le hubiera dicho cinco anos atras a la princesa de Tonr que un dia se encontraria dentro de una caverna, jugando a los escondidos con un animal demoniaco, se hubiera echado a reir; no por causa de la caverna ni por lo siniestro del asunto, sino simplemente porque Sylha siempre odio esconderse. No lo hacia bien y odiaba todas las cosas que no se le daban bien. Aquella era otra epoca, tan distante que parecia la vida de una persona diferente. La joven se apretujo contra una estalagmita que, por su tamano, podia esconderla perfectamente. No necesitaba mucho espacio para eso, pues su cuerpo continuaba siendo tan delgado como siempre, demasiado escualido para el gusto de la mayoria de las personas. No tuvo que esperar mucho para que el animal apareciera y, aunque ella recordaba con exactitud cada detalle de su apariencia, la sangre abandono su cuerpo en el momento en que la enorme cabeza asomo por detras de las rocas. Tambien recordaba otras cosas. Sylha estiro el brazo con los ojos cerrados, intentando no pensar en las mandibulas de la Raposa, ignorando el olor a pescado descompuesto y las gotas de saliva que cayeron sobre su piel cuando la bestia acerco el hocico. Asi era el juego, la Raposa olfatearia su alma y decidiria si era digna, o al menos era eso lo que ella habia entendido despues de tantos encuentros desafortunados. Tal vez nada tenia sentido y la Raposa reaccionaba segun estuviera de humor ese dia, pero Sylha no queria ni imaginar que sucederia ahora si el animal decidiese atacarla. Mientras esperaba el veredicto, la chica se permitio un vistazo rapido e inmediatamente se arrepintio de haberlo hecho. La cabeza del animal era tan grande que el puno de la chica cabria enteramente dentro de uno de los orificios de su hocico grotesco. Su cuerpo tapaba la gruta por completo --Sylha llego a pensar que si la bestia no crecia mas era porque el limitado espacio donde vivia no se lo permitia --, y su aspecto era tal y como ella recordaba: desprovista de piel, la enorme Raposa ostentaba musculos y tendones que brillaban banados en una sangre hedionda; el rostro era una mascara de terror donde podian verse colmillos amarillentos enterrados en el hueso, como si hubieran sido implantados por la fuerza. Si algo habia aprendido la joven en sus tantos encuentros con la bestia, era que el miedo la traicionaria. Sylha mantenia el brazo firme, soportando el escrutinio de la Raposa, quien lanzaba ondas de aire caliente al olfatearle la mano. Pero no podia evitar que la chispa de temor que habia activado cuando la observo se encendiera cada vez mas. Sabia que el animal lo sentiria y sabia que aquel seria su fin. La bestia le dedico un grunido de advertencia, era una escena extrana considerando que el animal no tenia labios; aun asi, aterradora. Ella respiro con fuerza y cerro los ojos, concentrandose en el motivo que la habia impulsado a realizar aquel viaje, tenia que lograrlo. Un momento despues, la Raposa giro su cabeza y se fue. Sylha suspiro, habia pasado la primera prueba, pero no terminaria ahi. Sabia que el animal la dejaria deambular por las cavernas, pero, cuando descubriera hacia donde realmente ella se dirigia, la cazaria. 4 A partir de ese punto, los caminos por dentro de la montana se volvieron oscuros. Cuanto mas se adentraba en aquel laberinto de cuevas, mas desagradable se le hacia el viaje. Por las paredes de piedras comenzaron a aparecer rastros de sangre seca, espinas de pescados y huesos. En una de las camaras, Sylha se encontro un amontonado de armas oxidadas y viejas, entre las cuales se podian ver restos de personas. Virandose de espalda, la chica se ato un panuelo sobre la nariz y la boca, intentando filtrar el aire putrido y enfocar sus pensamientos en cualquier otra cosa fuera de aquel lugar. No podia permitirse vomitar, pues eso atraeria la atencion de la Raposa. Ella sabia lo que encontraria alla dentro, no era la primera vez que estaba alli. Sin embargo, no podia evitar que el estomago se le retorciera al recordar que, si el animal la tomaba desprevenida, acabaria uniendose a la coleccion macabra. De una cosa estaba segura: aquel era el camino correcto. Cuando se fue acercando a su destino, la luz la fue abandonando. Sylha continuaba encontrando algun que otro agujero entre las piedras; eran demasiado pequenos para poder mirar a traves de ellos, pero lo bastante grandes como para notar que alla afuera aun era de dia. Sin embargo, la luz no entraba en la caverna, sino que se limitaba a formar pequenas esferas alrededor de los huecos y el efecto optico era perturbador. La chica escuchaba los pasos de la Raposa alrededor de ella. La bestia la habia dejado ir, pero la mantenia vigilada desde los cientos de tuneles que se entrelazaban en la montana. Sylha sabia que no faltaba mucho para que el animal descubriera hacia donde se estaba dirigiendo y, disimuladamente, puso una mano sobre la empunadura de su espada. Ella era consciente de que no la podria matar, la Raposa era un animal magico que ni siquiera estaba vivo, pero se sentia mas segura de esa forma. Estaba tan oscuro que Sylha ya no veia donde colocaba los pies y tenia que pasar las manos por las paredes de las grutas para guiarse. Se encontraba cerca. Entonces, llego el silencio. Sylha detuvo sus pasos, sintiendo como el miedo formaba una bola fria en su garganta, y aguzo el oido. Las estalactitas habian dejado de gotear, la Raposa habia dejado de moverse... <>, penso mientras se dejaba llevar por el terror. Y corrio. La exprincesa de Tonr salio en disparada atravesando tuneles con el sudor mojandole la frente y una bestia milenaria siguiendole los pasos. La mayoria de las veces que habia visitado aquel lugar terminaban de la misma forma: ese era el momento en que moria. --Hoy no. Cada vez que doblaba una esquina sentia a la Raposa mas cerca. Despues de un tiempo perdio totalmente el sentido de sus pasos y temio estar dando vueltas en circulo. El hedor del animal llegaba cada vez mas fuerte, y casi podia sentir su odio. La Raposa le habia permitido pasar con una sola condicion, y ella la habia traicionado. --Lo siento --susurro como si sirviera de algo. Sylha corria con unas piernas que ya no parecian suyas, sin detenerse a buscar el camino correcto, volando sobre los charcos del suelo y girando entre tuneles oscuros. Estaba tan aterrorizada que no se dio cuenta de cuando la oscuridad la envolvio por completo, un detalle importante considerando lo que significaba: habia llegado. Sylha paro, intentando inutilmente mirarse las manos, con el corazon estallando dentro de su pecho. A pesar de no haber rejas ni cerraduras, ella sabia donde estaba; habia sonado demasiadas veces con aquel lugar, con aquella camara dentro de la montana donde, con solo colocar un pie, era invadida por una oscuridad perfecta. Llevaba exactamente cinco anos teniendo el mismo sueno, con finales diferentes. Cinco anos que habia dedicado a prepararse para el dia en que lo enfrentaria de verdad. Y alli estaba, aranada y cansada, destruida por la vida, cumpliendo su sueno; por algun motivo, aquello no parecia alegrarla. <>, penso. Entonces, unos ojos rojos aparecieron frente a ella: --Hola, Sylha, bienvenida a mi hogar.

  • Lo que esta y no se usa nos fulminara de Patricio Pron

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    Patricio Pron regresa al relato breve para dar otra leccion de sobriedad, ironia, originalidad y elegancia. Lo que esta y no se usa nos fulminara hace lo que todo libro deberia hacer (pero casi nunca logra): llevarte a un lugar del que desearias no tener que regresar nunca.

  • Flores sobre el infierno de Ilaria Tuti

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    Tras Dicker, D’Andrea y Lemaitre, Alfaguara Negra presenta el debut del ano: Flores sobre el infierno de Ilaria Tuti, el thriller tiene nombre de mujer.

  • Deseo de Veronica A. Fleitas Solich

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    Hugo y Alexia llevan un par de meses viviendo juntos, tienen planes para el futuro y sus vidas son lo que siempre imaginaron que serian: perfectas, ordenadas y exitosas. O eso creia Alexia, hasta el momento en que se encuentra frente a su tarta de cumpleanos a punto de soplar las velas y descubre unos ojos azules clavados en ella.

  • Sms. Soltera muy selectiva de Becca Devereux

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    Del sms al amor solo hay un paso

  • La maldicion de la inteligencia de Carmen Sanz Chacon

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  • El regalo de Lyon de Tanya Anne Crosby

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    Conocido como el Lyon por su destreza en el campo de batalla, Piers de Montgomerie acepta un desafio del rey David; sofocar una molesta rebelion de las tierras altas. Como pago, acepta un terreno que esta en disputa, sin embargo pronto descubrira que lo que realmente desea es la belleza proveniente de las tierras altas, cuyos hermanos nunca doblegaran ante el.

  • Como luz en invierno de Marie Rusanen

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    Entre la nieve que viste de luz las calles de Helsinki y el color cenizo del cielo durante el invierno, se escribe una historia de amor.

  • Destinados a encontrarnos de Candace Camp

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    Cuando un misterioso caballero aparecio ante su puerta, Alex Moreland se quedo estupefacto al descubrir que aquel desconocido no era un caballero, sino una hermosa dama disfrazada de hombre y muy necesitada de ayuda. La mujer no recordaba nada, excepto su nombre, Sabrina, y las unicas pistas que tenia para averiguar su identidad eran el contenido de sus bolsillos: un panuelo, un reloj de bolsillo, un saquito de cuero, un pedazo de papel y un anillo de oro.

  • 7 things de Natalia Olmedo

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    Ariadna se siente enjaulada bajo la obsesion de su madre por las apariencias y el protocolo.
    Rodrigo tiene un sueno: conquistar a Ariadna.
    Los destinos de ambos se cruzan para ponerlos a prueba.
    ?Sera el amor tan fuerte como para superar todo tipo de adversidades?
    Adentrate en esta intensa historia de amor donde nada es como te esperas y la musica tiene un papel protagonista en la vida de Ariadna y Rodrigo.
    ?Te atreves?

  • El dilema de Mario Escobar

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    Es un mal dia para el ladron Attila Haldor. Tras elegir la casa del juez Alan Hillgonth para dar su proximo asalto, descubrira que el magistrado oculta un secreto terrible. En el sotano de la casa descubre a una joven encadenada y repleta de magulladuras. Antes de que pueda reaccionar al terrible descubrimiento, escapara de la casa al escuchar que el juez ha regresado con su familia. Attila, tras el golpe fallido no sabe como actuar, si denuncia el caso a la policia puede terminar en la carcel. Al final decidira regresar a la mansion para liberar a la chica, pero es demasiado tarde, la joven ya no esta en el sotano. Unas semanas mas tarde, la desaparicion de una nueva adolescente le lleva a sospechar que se trata del mismo individuo, el juez Alan Hillgonth, un hombre casado y con hijos, al que se le considera uno de los pilares de la comunidad de Nueva Orleans.
    ?Podra demostrar la verdadera naturaleza del juez? ?Se librara de convertirse en sospechoso de secuestro y asesinato? ?Su decision de atrapar al asesino pondra en peligro a su esposa Patty y sus hijos?

  • El espia de bruce de Sonia Lopez Souto

    https://gigalibros.com/el-espia-de-bruce.html

    Robert Bruce intentaba coronarse Rey de Escocia y para ello, estaba dispuesto a cualquier cosa. Incluso a servirse de espias para conocer cada movimiento de su mayor enemigo, el Rey de Inglaterra. Pero en ocasiones, lo que uno cree saber de aquellos en quien mas confia, no es sino un engano. Y cuando su mejor hombre en Inglaterra debe huir al peligrar su tapadera, Bruce y su guardia descubriran una verdad acerca de el que cambiara su forma de valorarlo. ?Podran aceptarlo como a uno mas de ellos o se veran avocados a comportarse de forma diferente solo por su nueva condicion?

  • El trono de ambar. Exiliados de Paula Rossello Frau

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    La Gran Desgracia obliga al exilio al grupo de los Leales. Derrotados y heridos viajaran a un lugar muy distante de su adorado hogar. Una raza poderosa y ancestral luchara por ocupar un lugar propio en un sitio extrano que rechaza, por temor y desconocimiento, a su especie.
    Kronnan, un joven dragon carmesi accede por fin a sus nuevos dominios. Pero su vida no es facil y cuando en su camino se cruza una joven humana, tan solitaria como el, ideara un nuevo plan para terminar con la impuesta soledad a la que es sometido.
    Inheray, entusiasta admiradora secreta de esa especie ancestral desde que tiene memoria, se deleita pensando, en ese dragon de mirada celeste, mas de una vez y cuando el la reclama no lo duda a la hora de huir de una vida de esclavitud y servidumbre.
    Pero la presencia del poderoso Caudillo de los Leales trastocara sus destinos. Orthan es responsable del bienestar de los suyos y no permitira que una humana interfiera.

  • En brazos de mi enemigo de Andrea Milano

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    Con el trasfondo del atentado contra la vida del presidente de la nacion Domingo F. Sarmiento en 1873 y el estallido de una inesperada revolucion en Buenos Aires, una joven de familia acomodada se ve obligada a casarse con un hombre a quien desprecia para, luego, enamorarse enloquecidamente de el.

  • Siempre te he amado, Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter

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    ?Quien diria que un “simple” viaje puede cambiar tu vida por completo?
    Cuando Carlota y Fran llegan, junto a sus amigos, al Caribe, no podran ocultar por mas tiempo lo que sienten el uno por el otro. El secreto que han guardado por anos, saldra a la luz.
    Pero no todo sera tan facil y, a veces parece ser que, por mas que ames a alguien, esa persona no esta destinada a permanecer en tu vida. ?Lo estaran ellos dos?

  • Quiero estar contigo de (libro 3) – Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton

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    Habian pasado tres meses desde aquel dia tan duro en el que me despedi de Victor o, mejor dicho, en el que el se despidio de mi y no fui capaz de decirle que iba a ser padre. Ya me habian dicho que iba a ser una nina y habia decidido llamarla Sonia, como mi madre. Mi padre estaria orgulloso de que yo le pusiera ese nombre sin duda. En el trabajo estaban al tanto de todo y me cuidaban muchisimo. Sabian que estaba sumergida en una pequena depresion sobre la que ellos me habian aconsejado que me quedase en casa una temporada, por lo menos, hasta que diese a luz. Pero eso seria lo ultimo que haria ya que el hecho de estar en casa encerrada lo unico que hacia era que se me cayese mas el mundo encima. Los primeros dias no dejaba de llorar y se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero luego decidi ser fuerte y afrontar lo que la vida me habia puesto en mi camino. Tenia claro que tenia que sacar a mi hija hacia delante. Eso era lo que me daba fuerzas para venirme un poco arriba, aunque mi corazon seguia amando a Victor por encima de todo. Comenzaba el otono, mi bebe naceria a finales de abril. Estaba deseando montar ya su habitacion, pero habia esperado el tiempo prudencial para saber que todo iba bien, asi que sali de trabajar y me compre un bocadillo. Me fui para Jerez a un poligono a ver unos muebles para la habitacion de Sonia. Era una tienda que esta bastante de moda y las habitaciones eran espectaculares, asi que cuando entre alli vi una que sabia que esa era la de mi nina, una mezcla de color vainilla con rosa palo. Era preciosa, no quise mirar mas. La compre rapidamente y me dijeron que al dia siguiente irian a llevarla y a montarla. Al salir de la tienda, escuche una voz y me gire. Era Rebeca con su madre, la salude fingiendo que me alegraba mucho al verla. Senti una mezcla entre enfado y pena. Todavia recordaba muchas de nuestras conversaciones donde ella demostraba una inocencia y una ingenuidad que rayaban el ridiculo. -- ?Como estas, Rebeca? -- pregunte por preguntar algo. -- Bien, aqui vengo a comprar una habitacion de bebe -- dijo tocandose la barriga con una gran sonrisa en los labios En ese momento, pense que me iba a desmayar, pero tuve que disimular, actuar y poner mi mejor cara -- !Cuanto me alegro! Al final fue rapido. -- Si, !Victor es mucho hombre! -- dijo guinandome el ojo. Me dieron ganas de responderle que !No lo dudo!, pero no era el momento y ademas parecia todo una broma de muy mal gusto. -- Pues me alegro de verte y espero que todo vaya genial. Me voy que tengo prisa-- dije devolviendole dos besos. -- Ya te llamare para tomar un cafe. -- Clavos, Rebeca, hasta otra. Me queria morir, me monte en el coche muy agobiada. Menos mal que al estar yo muy delgada y llevar una blusa suelta no se percato de que yo tambien lo estaba y de un mes mas que ella. No podia digerir la noticia de que mi hija venia ya con un hermano de camino. Que pronto me habia olvidado Victor... Al dia siguiente, llegue a casa muy ilusionada del trabajo ya que venian a colocar la habitacion de mi pequena Sonia. Mientras estaba comiendo llamaron a la puerta. Ya estabamos listos todos para montarla asi que les abri, los deje pasar y termine de comer. Un rato despues fui a la habitacion y ya estaba montada. Estaban recogiendo las herramientas y, al entrar, unas lagrimas comenzaron a recorrer mis mejillas. Los montadores se quedaron impactados al verme y uno dijo que eso era de la emocion. Al final terminamos los tres muertos de risa. Imagino que eran mis nervios por ver que ese espacio ya pertenecia a otra persona que estaria en mi vida para siempre. Me quede toda la tarde metida en la habitacion y deseando empezar a llenar los cajones de ropita para mi pequena, asi que los siguientes dias me pasearia por algun centro comercial y empezaria a comprar cosas para ella. Sin saber que hacer, llame a Rocio rapidamente. Hablamos muchos los dias despues de la noticia de mi embarazo. Luego ya no quise llamarla con tanta frecuencia, porque era yo quien debia afrontar todo lo que me estaba sucediendo. Aun asi, hablabamos cada noche. Misteriosamente se habia convertido en una nueva hermana para mi. Nadie mejor que ella podria ayudarme en estos momentos en los que no sabia como actuar. Enseguida se puso al telefono. El hecho de escuchar aquella voz seria me aliviaba lo suficiente para confiar en que todo se arreglaria. -- Hola, Nora. ?Como estas, carino? -- Voy tirando. Como siempre. -- ?Sucede algo? -- pregunto con temor. -- No. No sucede nada nuevo. -- ?Por que me llamas entonces? -- Porque tengo miedo, Rocio. -- ?De que tienes miedo, Nora? No debes preocuparte por la maternidad. Hay muchas madres solteras. Ya te lo he dicho antes. -- No. No es eso. Tengo miedo a echar de menos a Victor -- dije a punto de llorar. -- No. No me lo creo. Es normal que te acuerdes de el. No puedo imaginar lo duro que debe ser recordarlo y callar tu embarazo. Pero ahora debes invertir todas tus energias en tu embarazo. -- Lo se, Rocio. Pero no duermo por las noches. Me he enterado, ademas, de que Rebeca esta embarazada tambien -- dije compungida. -- Vaya un cabronazo. Creo que debes visitar a un especialista que te pueda aconsejar mejor que yo o que tu hermana. ?Por que no vas a ver a un psicologo o a un psiquiatra? Mucha gente lo hace. -- Y si empeoran las cosas, Rocio. Y si me como la cabeza aun mas... -- dije yo con tono de preocupacion. -- No, al contrario, un especialista te ayudara. No basta con que hables conmigo o con tu hermana, Nora. Debes confiar en alguien que pueda darte instrucciones para reorientar tu vida. -- Tienes razon, Rocio. -- A mi me vas a tener siempre, pero debes dar un paso y buscar a alguien que pueda darte consejos practicos que aplicar en tu vida -- dijo ella con seriedad, mostrandose comprensiva al mismo tiempo. -- Te hare caso. -- Mira, tengo una prima que es psicologa. Si quieres la llamo y te acompano a su consulta. Quiza te sientas mejor. -- Esta bien. Cuanto antes empiece con una terapia, sera mejor para mi -- dije convencida y mas animada. -- Voy a llamarla y en cuanto sepa algo, vamos alli. Veras como mejora tu salud y como consigues olvidar a Victor poco a poco. -- Gracias por estar siempre ahi, Rocio. -- No tienes por que agradecerme nada. Poco a poco te has convertido en alguien muy importante para mi, ?sabes? El otro dia se lo comentaba a Pedro. -- Tu te estas convirtiendo en una nueva hermana, Rocio -- le dije con mucha emocion. -- No exageres. Tu harias lo mismo por mi. -- Es verdad, Rocio. Sabes que me tienes para cualquier cosa. Ya veo que has superado lo de Richard. La ruptura con su novio ingles parecia haberla dejado tocada al principio, pero luego la aparicion de Pedro la ilusiono de nuevo. Sin embargo, yo estaba lejos de imitarla. Si no me hubiera enamorado de Victor, si no me hubiera acostado con aquel hombre casado, ahora no estaria pasando por todo esto. Pero ahora de nada sirve arrepentirse. Debia dejar todo eso a un lado y centrarme en mi futuro, en mi trabajo, en mis hermanos. En mi hijo. Tenia razones suficientes por las que luchar, sin duda, como asi le dije a Rocio. -- ?Sabes una cosa? Tengo razones por las que luchar -- dije con decision, intentando aguantar las lagrimas. -- Razones solamente tienes una. Tu hijo o tu hija. Lo demas pasara a segundo plano enseguida. Ya lo comprobaras, Nora. -- Creo que no me vendra mal ver a tu prima. -- Si, a mi me ayudo bastante con mi crisis al principio, cuando el gilipollas aquel me dejo plantada en el altar. Con Richard, ya no ha hecho falta que la visitara. ?Sabes por que? -- Porque yo lo valgo. Porque me miro en el espejo y me digo lo estupenda que estoy. Me doy besos en los brazos y en las manos. Me ayuda mucho. Haz tu lo mismo -- dijo riendo. -- Joder, que tia -- le solte yo con espontaneidad. -- Yo ya estoy curada de espanto. Por esa razon, estoy tan preocupada por ti. Porque, en algun momento de mi vida, me senti identificada contigo, muy identificada, y me da una rabia tremenda que estes sufriendo de esa manera. -- Tus palabras me reconfortan siempre, Rocio -- dije, sintiendome protegida al escuchar todo lo que decia al otro lado del telefono. -- Hablo primero con mi prima para ver que respuesta me da, ?vale? -- Gracias, nunca olvidare lo que estas haciendo por mi. Te quiero mucho, Rocio. -- Voy a hacer todo lo que este en mi mano para que olvides a ese hombre, para que olvides esta miserable etapa de tu vida. Bueno, miserable, no. Vas a tener un hijo y eso es y sera siempre una experiencia maravillosa, inolvidable -- dijo con tristeza, con mucha tristeza. Aquella ultima intervencion de Rocio me dejo sobrecogida. Parecia que ella supiera de primera mano que era ser madre. No quise indagar en aquella intervencion. No quise preguntarle por temor a que se sintiera obligada a contarme algo que, por ahora, ella no queria confesarme. -- No me hago a la idea, Rocio. No me hago a la idea de ser madre -- dije yo con voz temblorosa. -- Te haras muy pronto. Es algo magico... -- dijo con un nudo en la garganta. -- ?Quieres contarme algo, Rocio? ?Te ha pasado algo? -- No. No. Ahora no puedo. Voy a hablar con mi prima y le pido cita. Debes relajarte y seguir adelante con todas tus fuerzas y ella te ayudara mucho. -- Eso espero. Me preocupa que te hayas puesto tan triste al hablar de la maternidad -- dije yo con intencion de que me contara algo. -- No. No es nada. Algun dia... -- no siguio hablando y colgo. Sabia que Rocio y yo, a partir de aquel momento, teniamos una conversacion pendiente. Se que yo la necesitaba, pero ella tambien necesitaba desahogarse conmigo. Los siguientes dias los pase comprando cosas para mi bebe. Se me notaba ya un poco la tripa, aunque aun podia disimularlo perfectamente. Me daba tanta pena no poder disfrutar de esos momentos con mi padre que hacia que me doliera en el corazon. Contra todo pronostico, mis hermanos se habian volcado conmigo desde el momento que supieron que iba a ser madre.

  • El callejon escondido de Sela Garcia Pedrera

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    Olivia es la elegida para restablecer la energia que nutre la dimension intemporal en la que ahora habita; pero sera su hija Celia, una joven de hoy, quien llevara a cabo esta mision en la Tierra enfrentandose a las sombras malignas que luchan por conseguir ese poder custodiado en la libreria de un callejon escondido. En la intrigante busqueda del libro que contiene el secreto para conseguirlo, Celia descubrira sus poderes, el valor de la familia y la amistad, y conocera el deseo y el amor autenticos.
    Una lucha entre dos amores, entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte, entre el miedo y la determinacion. Una alegoria de la lucha vital, en la que los suenos, a veces, pueden hacerse realidad.

  • Luna sin miel de Idoia Amo

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    Alexandra es la oveja negra de la familia. Profesora de instituto, divorciada y de aspecto comun, nunca ha conseguido estar a la altura de lo que su madre esperaba de ella. Y tampoco va a lograrlo en esta ocasion… !todo lo contrario!
    En la boda de su (estupida) perfecta hermana menor con el guapisimo senador Ethan Lewis, a quien Alex ama en secreto, se monta tal follon que el enlace acaba por no celebrarse. Y Alex decide que es un buen momento para aprovechar ese viaje de novios a la Riviera Maya que tiene pinta de quedar relegado al cajon de “cosas para devolver”.
    Ni corta ni perezosa, se embarca en un vuelo con su mejor amiga Skye, dispuesta a desconectar y divertirse durante cuatro maravillosas semanas. Quieren playa, sol, excursiones y margaritas, pero cuando llegan alli les espera una gran sorpresa: el senador, su jefe de campana y una sola suite que compartir…

  • La invasion de las tinieblas (Condenados 3) de Glenn Cooper

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    Historia, intriga, accion y aventura se aunan en La invasion de las tinieblas, la ultima entrega de una fantasia apocaliptica imaginada por Glenn Cooper, el mago del thriller historico.

  • Una reina al poder (Los Medici 3) de Matteo Strukul

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    Tercera entrega de la saga historica que recrea la historia de la familia mas poderosa del Renacimiento.

  • La conspiracion contra la especie humana de Thomas Ligotti

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    Considerado unanimemente como uno de los autores mas relevantes dentro de la literatura de terror contemporanea, heredero y renovador de la obra de los grandes maestros del genero, E.A. Poe y H.P. Lovecraft, Thomas Ligotti sorprendio a criticos y lectores con la publicacion en 2010 de su primer ensayo, que llevaba el impactante titulo de La conspiracion contra la especie humana, titulo de un libro imaginario que se menciona en su relato "The Shadow, TheDarkness". <>, comenta RayBrassier en el prologo. Thomas Ligotti rinde homenaje en esta obra lucida e inclasificable al olvidado filosofo pesimista y antinatalista noruego Peter WesselZapffe, y rememora ademas las aportaciones a esta corriente filosofica de pensadores como Schopenhauer, Nietzsche, Mainlander, Bahnsen, Brashear y otros, sin olvidar la influencia que esta vision del mundo ha tenido en la historia de la literatura de horror, muy especialmente en la obra de su querido y admirado maestro H.P. Lovecraft. Abundan en estas paginas, que no dejaran indiferente a ningun lector, frases lapidarias que brillan como faros que penetran la oscuridad reinante, que sacuden las conciencias, como los golpes a la puerta de Macbeth. Un par de ejemplos: <> o <>.

  • Donaji de Keila Ochoa Harris

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    ?Como puede un hombre enfrentar la historia y cambiar su destino?
    Cuandose topan en Oaxaca un pintor criollo frustrado y una industriosa mujerde ascendencia indigena, su encuentro desencadena una relacion queencierra mas de quinientos anos de historia. La politica inestable ylas corrientes de mitologia indigena y religion contemporaneaentrelazan el trasfondo desde el cual los protagonistas tienen quedecidir si ceder o forjar su propio destino.

  • Una rosa para May de R. Cherry

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    Un halo de misterio tomo el control de la vida de Victoria en: Una fotografia para Victoria. Pero ?conseguira descubrir lo que se esconde tras el personaje de Samuel?
    May es una apasionada de las flores que posee una floristeria a la vez que intenta descubrir lo que realmente esconde Larry, pero el caprichoso destino decide que debe aparecer en su vida Drew, un joven hombre apuesto y seductor a quien acudira cuando menos se lo espere.
    Un robo, sensualidad, amenazas, pistas, amor y dos apasionados hombres se cruzaran en su camino para tomar direcciones muy distintas. ?Se decidira por Drew o se dejara encandilar por la rudeza y la bondad de Carter? ?Podra salir del lio en el que esta a punto de meterse?
    !Descubrelo en Una rosa para May!

  • Anatomia de un escandalo de Sarah Vaughan

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  • La irlandesa de Miranda Bouzo

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    En toda guerra hay un momento para el amor y el perdon si nace de dos almas destinadas a encontrarse.

  • El Angel de los barrios pobres de Annemarie Brear

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    Huerfana, Victoria Carlton, fue adoptada por su tio, un banquero, para que fuera una dama y tuviera un buen matrimonio. Sin embargo, a ella le atrae ayudar a las familias de bajos recursos en los barrios pobres, algo que a su familia le disgusta. Cuando su tio muere repentinamente, su prima Victoria la culpa y la hecha de la casa sin nada. Victoria huye a la parte pobre de York para empezar nuevamente en un mundo lleno de obstaculos. Para lidiar con la idea de que su familia la ha dejado, se hace amiga de una mujer y unos ninos en el barrio. Sin embargo, con ello vienen enfermedades, la pobreza y la amenaza de un hombre brutal le podria costar todo.

  • Malditamente Sebas, Mary Ferre de Mary Ferre

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    Sebas Trumper vive consternado y encerrado en una rutina absurda desde hace cinco anos tras la marcha del amor de su vida. Se abandono como hombre ausentandose de la realidad y se perdio en el recuerdo eterno de la chica que un dia le dijo adios. Afronta la soledad a su manera convirtiendose en alguien que odia ser, sin preocupaciones, sin sentimientos y sin nada por lo que luchar. El vacio de su corazon es meramente una excusa mas para seguir sobreviviendo hasta que un dia el destino quiso devolverle lo que siempre habia deseado, a la mujer que le llevo al infierno y le volvio a subir a las estrellas.

  • Un beso en Navidad de Jonaira Campagnuolo

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    La Navidad puede ser una epoca de mucha tension, capaz de desequilibrar las emociones de cualquiera. Jessie es una de ellas. Sus problemas familiares y las exigencias en su trabajo la obligaran a descargar su frustracion en una familia de munecos de nieve que adorna la cafeteria de Ethan Martin, poniendo a prueba las fortalezas de ese hombre, quien esta dispuesto a atrapar y aleccionar a la agresora asi tenga que invertir su vida en ello.
    ?Que ocurrira cuando se encuentren?

  • Compartiendo La Misma Cama de Penelope Dunn

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    Estoy totalmente impresionada. "?Como dices?", pregunto. "Es absurdo", manifiesta con sorpresa mi hermana menor. El abogado de mi padre, Alexis, intenta mostrarse relajado y peina su cabello suavemente. No tengo motivos para desconfiar de el. De hecho, confio totalmente en cada una de sus palabras y acciones. Ha laborado tantos anos para nosotros que se considera un integrante mas de nuestra familia. "Se que papa no seria capaz de atreverse a hacer eso. Supongo que todo es una equivocacion. Es realmente insolito", digo en voz baja, pero el niega con su cara. "Quiero ver su testamento, por favor, porque pienso lo mismo", dice Natalia. Le cede los documentos a mi hermana. "Ana, Natalia, era su voluntad, se los aseguro", dice viendonos fijamente. "Yo mismo escribi su testamento, luego su padre lo leyo, estuvo de acuerdo y firmo los papeles necesarios. Era su voluntad, se los aseguro". Hablamos sobre ese tema con mama unos dias antes de la partida definitiva de nuestro padre. Por eso, Natalia esta tan asombrada como yo. Entiendo lo que esta pensando, pues el mismo pensamiento atraviesa mi mente. En ese momento, nos acercamos a la cama de nuestra madre. Sabiamos que solo podiamos brindarle calidad de vida, porque su enfermedad la habia deteriorado tanto que ya no era posible sanarla. Esperabamos que se sintiera bien en sus ultimos dias de vida. "Quisiera pedirte algo", revelo mama en voz baja. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que me pidiera. "Seguro, mama", le dije, con toda la seriedad del mundo. "Quiero pedirte que hagas todo lo necesario para conservar nuestra casa. "Siento que este hogar es parte de nuestras vidas. En estos muros estan las historias de mis padres y mis abuelos. Hay vida aqui, lo se. Esta ha sido mi casa desde que naci. Lo mismo paso con mis padres, y con ustedes. No quiero que nadie, salvo tu, se haga cargo de ella. Como eres la hija mayor, debes prometermelo. Quedara en tus manos, asi como mi madre la dejo en las mias al partir para siempre. Debes cuidarla hasta que tengas un hijo y puedas darselo como herencia familiar tambien. Debemos... conservarla", dijo, tomando mi mano con la poca fuerza que le quedaba. "Te lo prometo, mama", dije con fuerza. La idea de que otra persona comprara nuestro hogar no habia pasado por mi mente hasta ese momento. Esperaba tener hijos y que crecieran en ese espacio, al igual que mis sobrinos, si Natalia finalmente decidia tener hijos. Era nuestra casa, y mi deseo era que siguiera siendolo mientras estuvieramos vivos. No podia estar en otras manos que no fuesen las mias, porque era parte de nuestra identidad y nuestras vidas, como decia mama. Esperaba honrar ese compromiso, y no me importaba si eso implicaba cualquier sacrificio. Sin embargo, las cosas estaban cambiando. Al parecer, alguien me lo quitaria. Nos lo quitaria. Esa persona era Cristina. Nos quitaria nuestro hogar, ese que mi madre adoraba con toda su alma. Cristina estaba sentada en silencio, y su atuendo negro de pies a cabeza le ayudaba a simular que de verdad lamentaba la perdida de papa. "!Papa no le habria heredado La Estancia a esa... mujer!", dijo Natalia con fuerza. "Ella no simpatizaba con este lugar, o, mejor dicho, lo detestaba, y el era consciente de ello. Dijo que era una montana de excremento. !Lo dijo en las narices de papa!", dijo, senalando con su mano a nuestra madrastra. "Entiendo, Natalia, y no sabes cuanto lo lamento. Realmente tengo las manos atadas. La Estancia, el area circundante y todas las hectareas de bosque cercanas pasan a manos de Cristina por decision de su padre", dice nuestro abogado, y nos ve con una expresion de melancolia. Papa habia dicho que dejaria la casa en mis manos. Entendia lo especial que era el lugar para nosotras, en especial para mi. Mama le habia pedido como ultimo deseo que me la dejara como herencia. Y la habia puesto a mi nombre, pero solo por un tiempo, con la unica finalidad de evadir impuestos. Habia sido idea de su contador. Luego le habia asegurado a mi madre que, al fallecer, la pondria permanentemente a mi nombre. Fui testigo presencial de ese hecho. Incluso habia llorado al momento de decirselo. Entonces me siento en el borde de la cama. Aun no creo lo que esta sucediendo. No entiendo como es posible. Ahora soy yo quien cree que va a llorar. No puedo creer que nuestro padre haya faltado a su palabra y nos haya dejado a nuestra suerte. ?Por que lo haria? No lo entiendo. Lo acompane hasta el dia de su muerte. "Ana, hija adorada, te amo", susurro. "Eres mi hija mayor. Has sido mi favorita desde que naciste. Organice todo para que nadie ajeno a nuestra familia te perjudique ni te quite la casa", dijo. Sostuve su mano durante su ultimo aliento y me vio fijamente. !Hizo todo lo contrario a lo que dijo que haria! "De todos modos, su padre preparo todo para que ambas puedan vivir en el apartamento que dejo en El Rosal, si Cristina acepta. Pueden estar tranquilas. No van a quedarse en la calle", dice Alexis, tocando el hombro de Natalia. "Creo que no es necesario oir nada mas sobre casas", responde Cristina. "?Eduardo me lego algo mas?", dice. Se nota su molestia. "Desafortunadamente, no. Solo ese apartamento y una pension de por vida que podras disfrutar hasta que mueras", revela con crudeza Alexis. "?Nada mas?", pregunta con fuerza. "?Ese viejo tacano no me dejo nada, nada mas?". "No", responde Alexis. Su cara muestra su creciente molestia. "?Pero y la empresa? Las prendas antiguas de oro, la casa en Canada y la de Malta...", pregunta. Alexis respira con fuerza. "Lo repartio entre toda la familia. De todos modos, la suma mensual que recibiras es alta. Creo que tienes suerte". "?Alta? No quiero pensar como seria si fuese baja", le dice con altivez. "Merezco mucho mas, por todo lo que me esforce por nuestro padre. Ese viejo avaro y vil no me dejo nada mas, a pesar de que tuve que limpiar su tras…". Me levanto con furia. Aunque no se como lo hago, me pongo de pie y camino hacia Cristina. Le doy una bofetada en su mejilla izquierda, y el sonido que produce mi movimiento es tan fuerte que retumba en las paredes. Cuando puede voltear, noto la expresion de odio genuino en la cara de Cristina. No obstante, entiende que sus acciones me han hecho perder la compostura y olvidar mi educacion, asi que frena sus deseos de levantarse y golpearme. Natalia sonrie ante mi osadia. Es la primera vez que lo hace durante la reunion. "Vete. No mereces estar en este hermoso hogar. Solo eres una puta malvada que se caso con mi padre por dinero. No entiendo que vio mi padre en ti. Quiero apretar su garganta, pero no lo hago. "Sera mejor que salgas de aqui", le grito en cambio, con fuerza. "Yo si lo se. No es ningun misterio. Se como cabalgar un pene. Soy mas talentosa que muchas otras mujeres. Tal vez pueda ensenarte a hacerlo. Creo que te hace mucha falta aprender de ese tema", dice, y empieza a reir abruptamente. "!Me das asco!", lanza Natalia. "Sal, o te sacare a patadas", le exijo, con mis manos apretadas. Cruza sus brazos antes de salir. "Lo hare, pero antes de hacerlo les dire que voy a vender esta mierda. Quiero que antes del lunes desocupen este espacio. Si no lo hacen, lo lamentaran", informa, sonriendo maliciosamente mientras nos mira. CAPITULO 2 ANA Creo que voy a tener un infarto. Mi corazon acelerado hace que piense en ello. No puedo decir ni una palabra. Tampoco se que pensar. "Ana, ya puedes estar tranquila. Esa loca se fue", dice Natalia, y pone su mano en mi muneca. Se me ocurre una idea y empiezo a hablar con mi voz quebrada. "Usare mi asignacion mensual para comprar esta casa de una vez", digo. Subo mi mano y sujeto con fuerza la de Natalia. Giro para ver a Alexis. Pero el niega con su cara. "Eso no va a pasar", dice. Lo veo con asombro. "Por otra razon desagradable, supongo", dice Natalia. "Lo que sucede es que puedes disponer de ese dinero solo cuando cumplas veintiuno". "?Como? ?Que llevaria a nuestro padre a decidir algo asi?", digo. La noticia me sorprende aun mas y crea mas incertidumbre. "Algunas personas mayores toman ese tipo de decisiones cuando sus hijos son adolescentes o llevan una vida... un poco intranquila. Tambien lo hacen porque consideran que quienes rodean a sus hijos podrian enganarlos o hacerlos caer en trampas terribles", dice Alexis, y luego grune ligeramente y levanta sus manos. "Ya tengo veinte. La gente que me rodea tiene buenas intenciones, y llevo mi vida con tranquilidad. Papa era consciente de ello". Alexis encoge sus hombros y se queda en silencio. Suspiro y caigo en un sofa cercano. Entiendo que ese divan esta alli porque papa queria que sus clientes se sintieran comodos al visitarlos, pero ahora siento que es parte de una historia. La historia de terror que estoy viviendo por sus decisiones. Mis manos estan atadas mientras el espacio que ha sido el hogar de nuestra familia por cinco siglos es vendido como un pedazo de madera. Quedara en manos de gente ajena a la casa. Se que podrian remodelarlo por completo. Incluso tirar todo. Tal vez usen el espacio en el que esta enterrada mi abuela y mi madre para construir algo mas. No puedo dejar que lo hagan. Ahora que lo pienso, me doy cuenta de que no hubiera imaginado, por muy pesimista que fuese, que viviria todas esas cosas tan terribles durante la lectura del testamento de papa. Natalia camina hacia mi, se arrodilla y toca mis manos. "Tiene que haber algo que podamos hacer. Quiero conservar La Estancia. Fue el juramento que le hice a mama. Le asegure que siempre seria parte de nuestra familia, como ha sido hasta ahora", digo, y subo mi cara para ver a Natalia. "?Si hay algo que podamos hacer?", le pregunto mientras me levanto con prisa. El frunce su ceno y luego sonrie ligeramente, aunque su expresion no indica nada mas. Se quita sus gafas para limpiarlas y yo tomo aire en espera de su respuesta. Natalia tambien esta expectante. "Puedes hacer algo, aunque tal vez no quieras hacerlo", responde, revisando los documentos frente a el. "Cuentanos". Aclara su garganta y me ve fijamente. "Como habras notado, ustedes tienen el cuarenta y ocho por ciento de las acciones de la compania de su papa". Natalia no entiende nada. Yo tambien siento que me habla en otro idioma. "No lo habia notado. Y es cierto. No sabia nada sobre el asunto. Solo habia escuchado que ya no seriamos duenas de La Estancia. Continua, por favor". "Antonio Jose Velez es el dueno del cincuenta y dos por ciento restante", dice. Natalia abre su boca de par en par. Antonio Jose Velez. Es un hombre con cabellera negra perfectamente cortada, una piel dorada por el sol, perforaciones en algunas partes de su cuerpo, una expresion desafiante en sus ojos y una anatomia trabajada durante anos en un gimnasio. Su cara es provocativa, pero por lo que habia dicho papa, no debia dejarme llevar por esa apariencia seductora. Es un tipo diabolico para los negocios. Negocios que se tratan casi siempre de comprar empresas. Empresas que se mostraban debiles o con resultados negativos inesperados. Hacia ofertas hostiles a los accionistas para comprarlas e insistia hasta que lo lograba. Aunque me siento cada vez mas confundida y perdida, la imagen de Antonio Velez llega paulatinamente a mi mente. "?Antonio Jose Velez tiene la mayoria de las acciones de la empresa?", pregunto, con mi voz expresando mi incredulidad. "!Dime que es mentira!", pide Natalia. Alexis niega con su cara. "Es verdad. Adquirio esa mayoria accionaria hace dos o tres anos". Dos o tres anos, pero yo no sabia nada de nada. Recorde que papa siempre me contaba lo que sucedia en la compania. Lo habia hecho desde que yo tenia diez anos, para despertar el interes de mi hermana y el mio en la compania. Tomo aire y levanto mi cara para intentar pensar con claridad. ?Por que papa lo habria hecho? Solo una razon llega a mi mente: la empresa estaba tan mal que la unica solucion que habia visto mi padre era cederle la mayoria a Antonio. Papa habia vendido parte de la compania a ese sujeto sin decirnos nada. Se habia desprendido de la mayor parte de su empresa, la que habia fundado y planeaba dejarnos como herencia, supuestamente, a un cazador de empresas en aprietos que seguramente la desguazaria para venderla otra vez y ganar mas dinero. "?Por que? ?La empresa tenia dificultades?", le pregunto. "Hasta donde recuerdo, siempre tuvo buenos resultados", dice Natalia. "Los tuvo. La empresa era exitosa. Me parece que la participacion de Antonio la hizo mas exitosa de lo que ya era. Creo que vender las acciones fue el mejor negocio que pudo hacer su papa". "?De que modo se relaciona ese senor con La Estancia?", pregunto. Otras interrogantes aparecen en mi mente. "De ningun modo. Sin embargo, en el testamento queda claro que, si una persona tiene el setenta por ciento o mas de las acciones de la compania, tendra la potestad de parar la venta o alquiler de la casa o el terreno alrededor. Queda claro que ustedes no llegan a esa cifra, pero en caso de que... de que... te convirtieras en la esposa de Antonio Velez… Cristina no podria vender la casa, y la comprarias cuando cumplas veintiuno, con tu herencia". Natalia abre sus ojos de par en par. "Es un chiste, ?verdad?", pregunto. Mis ojos tambien estan muy abiertos. "No. Solo haciendo eso podras quedarte con La Estancia". ?Entonces debere casarme con Antonio Velez para conservar la casa?

  • La senora Stendhal, Rafel Nadal de Rafel Nadal

    https://gigalibros.com/la-senora-stendhal-rafel-nadal.html

    Cuando el ultimo dia de la guerra una bala se lleva la vida de una joven madre en un tiroteo en la plaza de Sant Pere de Girona, el destino de Lluc queda para siempre atado al de la senora Stendhal, que lo criara como si fuera hijo suyo. La fuerza de la madre adoptiva, la rebeldia del joven Dani y la sabiduria del abuelo Didac acompanaran la mirada inocente del nino por un paisaje cargado de emociones y promesas. Hasta que choque con el ansia de venganza de los ganadores, decididos a saldar cuentas. Despues del exito internacional de La maldicion de los Palmisano, Rafel Nadal vuelve a la posguerra con su obra mas madura; una novela, entre realidad y ficcion, que cierra el ciclo del autor sobre los bandos, el destino y la libertad individual.