• desde que los dinosaurios se lavaban los dientes - Jose Antonio Moreno

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    ?Cuanto dura el amor? ?Tiene fecha de caducidad como los yogures?
    Hace meses que me siento como una sirena atrapada en una licuadora, como una coplera sin bata de cola, como un tallo sin capullo o un lirio sin olor. Despues de mas de veintisiete anos de matrimonio acabo de descubrir que la vida son tres dias y que ya he consumido dos y medio. Que me apasionan el <>, los merengues con chocolate y almendras, decir <> y el roce energico y constante de la piel mientras algunas palabras acaloradas me arrastran hacia el mas oscuro, profundo y enigmatico placer. Que los amigos se cuentan con los dedos de una mano y casi siempre te sobran dos o tres. Y que, cuando el amor es de verdad, dura miles de anos y no se extingue como los dinosaurios.
    Excepcional, sarcastica y divertida. Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes es una novela sobre la familia, la amistad, el hastio de la costumbre y el amor. Tambien, sobre el desamor porque algunas veces te golpea como un rayo y otras te consume poco a poco sin que te des cuenta. Es, en definitiva, una novela en la que yo, Catalina Pulpon, lidio con los sentimientos que se arremolinan en mi interior. !Animate! Ahora que tienes el libro entre las manos, ?por que no le das una oportunidad a mi historia?

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  • Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes - Bookmate

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  • Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/42833814-desde-que-los-dinosaurios-se-lavaban-los-dientes

    15 nov 2018 — ¿Tiene fecha de caducidad como los yogures? Hace meses que me siento como una sirena atrapada en una licuadora, como una coplera sin bata de ...

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    Libro Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes de José Antonio Moreno. Hace algunos meses me siento como si fuera una sirena atrapada dentro de.

  • Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes

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    15 nov 2018 — Libro Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes. Desde hace algunos meses me siento como una sirena dentro de una licuadora y como ...

  • Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes - Debeleer ...

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    Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes – Jose Antonio Moreno ... el que me relajo con un libro, suplicando por él en medio del caos que me rodea, ...

  • Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes | José Antonio ...

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  • ¡Ya a la venta la nueva novela de Jose Antonio Moreno!

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    16 nov 2018 — Se trata de "Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes", ... Ahora que tienes el libro entre las manos, ¿por qué no le das una ...

  • BIO - JOSÉ ANTONIO MORENO

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    Nací tres años antes del Mundial de Naranjito y me crie entre libros. ... –Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes (2018).

  • Camino hacia la fresca charca de Jose Antonio Moreno Mena

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    Jorge Fernandez es un actor que, por decision propia, vive en una Situacion Optima Libre de Traiciones, Errores Romanticos y Sin Obligaciones Sentimentales. Cansado de la vida publica, lleva seis anos apartado de los medios, disfrutando como padre soltero de las travesuras de su hija Natalia y de las intensas conversaciones que mantiene con Patricia Ramirez, una mujer recia, segura de si misma y autoritaria que se ha convertido en una abuela para la pequena y en una madre para el.

  • La Chica de la ira y otros relatos de Sonia Molinero Martin

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    <>, penso. Y dio un trago tan largo que casi se ahoga. Todas las mananas lo mismo, el mismo proceso antes de salir de casa. Ducharse, vestirse, comer algo rapido, con desgana, coger sus cosas y antes de cruzar el umbral de la puerta, dar un buen trago de cualquiera de sus licores salvavidas. Estaba enfermo y en el mas recondito hueco de su miserable ser, lo sabia. Era un conocimiento antiguo, desgastado, sin ningun interes para el en la actualidad. Cuando llegaba a sentirlo, a sentirlo con profunda honestidad, sonreia cansado y convencido de que si lo intentaba de nuevo, volveria a fallar. Habian pasado ya tres anos desde su recaida y no habia noche que no lo pensara. Pero estaba harto de si mismo, de repetirse la misma historia una y otra vez, a cada vuelta en la cama, a cada pesadilla que le dejaba sudoroso y extasiado antes del amanecer. <> Y esos puntos suspensivos, le mantenian convencido de que efectivamente llegaria un dia en que tuviera los suficientes cojones como para beberse el miedo y pasar pagina. Casi todo el mundo tiene en la cabeza que lo normal es que un alcoholico tenga una vida precaria, dura, dificil y poco llevadera. Que viva en soledad, con problemas economicos o con la familia. Pero la realidad no es esa. Un hombre como Santiago lo tiene todo. Tiene fama, tiene una gran carrera, tiene una bella mujer e hijos, una gran casa y un coche a la altura de las circunstancias. Y por encima de todo tiene algo que le une a cualquier otra persona con su mismo problema. Tiene miedo. --!Marina! Soy yo. Ve preparando la documentacion para la reunion como te explique ayer. Avisa a los japoneses, ya estoy llegando --montado en su coche vuelve a dar un trago a la pequena petaca que lleva en uno de sus maletines. Despues, y como siempre, la pastilla que su buen amigo el Dr. Aguado le receto para el mal aliento. Aquella manana lluviosa no iba a ser menos, tenia que estar a tope para ofrecer su mejor version en la sala 36, repleta de desconocidos. Ya en la oficina, el cafe que Marina posaba en sus manos con avidez, completaria el ritual antes de la reunion. Fue un exito rotundo, salio a medio dia de alli con los bolsillos mas llenos que nunca y con una sed primitiva que sabia que le iba a costar calmar. Lucia un sol esplendoroso. Todos estaban esperandolo en la azotea del hotel para celebrarlo como merecia la ocasion. Incluso su mujer se acerco por alli con un par de amigas y companeras del despacho. Vino, cava, champan, whisky, ron, ginebra, de todo de la mejor calidad, para acompanar mariscos, pescados y suculentos caprichos carnivoros que les llevarian de la mano, mas que satisfechos, hasta bien entrada la madrugada. Eran unas cincuenta personas bailando sobre un emblematico edificio de una ciudad que no podia dormir. Y entre todas ellas, una, queria beberse todo lo que estaba a la vista. Queria olvidar quien era, seducir a la muerte, tentar a su buena suerte y abandonarse a esa sensacion de plenitud sin limites. Aunque sabia que aquello duraria poco, en unas horas viviria sin remedio la caida mas mortal, su temida cuesta abajo. Y eso es justo lo que paso. El hoyo era cada vez mas profundo y lo veia venir antes. Ya no le era suficiente con firmar un contrato millonario de una punta a otra del mundo, o tener una intensa vida social. Tampoco la sensacion ocasional, casi forzada, de vivir completo, de tenerlo todo por tener amor. ?Tenia de verdad amor? ?Por que el no sentia eso? ?Por que no le servia de consuelo en momentos asi? Ahora solo queria dormir sobre una cama que no fuera la suya, con otro <> que no le representara a el y que al mirarse en el espejo tras vomitar, no le sonriera amargamente desde el otro lado para darle las buenas noches y gritarle en toda la cara un: <>. Amanecio solo en una cama desconocida. Recogio sus cosas de inmediato y se dio a la fuga lo mas rapido que le permitio su resaca. Lo unico que tenia claro es que era sabado y que no tenia que ir a la oficina. Bien, eso era suficiente para empezar. Poco a poco, las lagunas en las que nadaba profundamente a medida que conducia por la autovia, se iban calmando. Una sonrisa borrosa aqui y cuatro palabras alla, unas llaves en la mano, un mensaje antes de cerrar los ojos, iban apareciendo en su cabeza situandole en lo que fue el final de una noche para olvidar. Todo el mundo estaria saboreando el exito de aquella operacion redonda, pero el no. Quizas tuvieran un ligero dolor de cabeza por haber tomado alguna copilla de mas, el queria morirse. De nuevo, se sentia hundido y avergonzado. Miro su telefono con miedo, pero antes de abrir el mensaje de su mujer, un trago. Cuando sostuvo la petaca en la mano se miro en el espejo retrovisor, pero no vio a nadie. Contuvo la respiracion por unos instantes y entrando en panico, echo la cabeza hacia atras para sentir bien como bajaba el nudo de la garganta, empujado por el magico elixir de su pequena botella. Pero aquella vez, no bajo. Todo salio disparado por la ventanilla abierta y le dejo atemorizado. Paro el coche en el arcen en cuanto pudo y se puso a llorar. Habia pasado resacas peores que aquella pero era la primera vez que un trago se le resistia. ?Habria llegado el momento? ?La vida le habia sentenciado con un <> alto y claro? Eso parecia. Volvio al movil, con los ojos furiosos envueltos en lagrimas. Su mujer le habia dejado un mensaje que apenas podia leer y decidio cerrarlos por unos momentos. Imagino lo que ponia y lloro con mas potencia; creyo que seria el punto y final de una vida llena de lujos y desfases por su parte, de un sube y baja continuo que le llevaba inconsciente por una vida familiar por la que pasaba siempre de puntillas. Las lagrimas ahora eran un torrente incontrolable, salvaje, que se deslizaba por su cuello y le empapaban la camisa pringada de borracho trasnochado que aun llevaba puesta. Se habia levantado vestido, eso lo recordaba claramente. Arranco el coche con furia y decidio parar en la primera gasolinera que encontrara. Un senor altisimo y peludo le saludo desde el surtidor de al lado. No tenia ni la mas remota idea de quien era. No le devolvio el gesto, se giro extranado hacia el coche que habia dejado mal aparcado encima de un bordillo mordisqueado. Saco de atras su maleta de viaje y la arrastro lentamente hasta llegar a un antiguo restaurante que estaba a escasos metros, asi podria descansar, comer algo y tomar un cafe. Pidio y sin esperar se fue directo al bano. Alli paso lo que imaginaba, al volver a verse frente a un espejo rompio a llorar de nuevo. Abrio el grifo y empezo a lavarse, cambiarse y a intentar mantener la compostura para ir a desayunar. --Buenos dias --Una voz masculina lo inundo todo. Pero Santiago no vio a nadie y se quedo desconcertado--. Estoy aqui, tras la puerta numero 3. --Hola, ?por que me hablas? ?Que quieres? --Ahora mismo nada, en su dia te hubiera dicho que lo mismo que todo el mundo, encontrar la paz.--Y tanto, como lo sabes... --Ahi me he encontrado yo muchas veces, mas de las que recuerdo… Y se que para que una persona entre a un aseo de una gasolinera perdida de la mano de Dios y rompa a llorar asi, la cosa es grave. --?La encontraste? --Digamos que ya se donde buscarla. --Esperanzador, pero demasiado utopico para mi en este momento. --Es normal y natural. Las dudas, digo. Aquella extrana conversacion le estaba haciendo incorporarse un poco mas, dejar esa postura de animal desvalido y mirarse de nuevo al espejo sin tanto odio, mientras se intentaba peinar con los dedos aun mojados. Su respiracion empezo a ser mas calmada y ya no se entrecortaba. --Escuchame --continuo la voz-- me he sentido tan identificado contigo al notar que llorabas, que pese a estar sentado detras de esta puerta, he tenido que hablarte. No eres ese que ves en el espejo, amigo, ni siquiera eres ese que crees ser, o mejor dicho, que imaginas que eres constantemente. Tampoco eres esa voz que te habla, que esta siempre en tu cabeza dando por saco en el peor de los momentos, que crees que te incita a hacer las cosas que haces y que no te gustan, y por las que te sientes tan culpable... Tu no eres todo eso, eres algo mas. La puerta de entrada al bano golpeo con fuerza en la pared despues de que entrara el senor alto del surtidor de al lado. --Caray, que fuerte me he levantado hoy. Habria que poner un tope por detras de esta puerta, !hola de nuevo! --Hola, que hay --continuo acicalandose frente al espejo mientras iba guardando sus cosas en la bolsa de aseo. --!Santi! ?Verdad? Estas igual, macho. ?No te acuerdas de mi? Soy Fernan, el de la clase de tercero A, viajamos juntos a Italia cuando estudiabamos. --Perdona, no te recuerdo --y penso a mil por hora <>. Aun asi, cuando el otro se le acerco para darle la mano, sintio verguenza, como si aquel pensamiento lo hubiera compartido en voz alta. --Bueno, ?y que tal? A juzgar por el cochazo que has aparcado ahi afuera, eres un tio con suerte. La gente como tu ya destaca desde muy joven, se veia venir que ibas a tener exito en la vida, !me alegro hombre! Santi no reaccionaba, se habia quedado mudo. --Seguro que tienes una preciosa familia, ya he visto las sillas de los ninos en la parte trasera... yo estoy solo, pero estoy bien, ahora me voy a hacer un viaje por Asia en cuanto coja las vacaciones. --Paro de hablar solo para coger aire--. Despues probablemente pueda conocer varios paises porque me debian dias del ano pasado en la empresa, !y los pienso aprovechar todos juntos!. Soy un apasionado de la comida y me voy a comer el mundo ?lo pillas? --y se rio aparatosamente dando una sonora palmada en su espalda. Santiago no sabia donde esconderse. Miraba por el espejo con ansiedad, a ver si detras de el aparecia aquel hombre con el que estaba hablando justo cuando entro el parlanchin de Fernan, pero de alli no salia nadie. Con un poco de suerte, si aguantaba un poco mas asintiendo sin parar en aquel monologo, apareceria su salvador al rescate. Pero nada, silencio absoluto tras la puerta numero 3. Espero un par de minutos por si acaso y reacciono tajantemente. --Lo siento, tengo que irme. El cafe se me habra quedado helado y ademas, tengo un poco de prisa. Que tengas buen viaje Fernan. --!Vale Santi! !Encantado de verte hombre! Justo antes de salir de alli, no pudo evitar girarse para al menos ver los zapatos de aquel hombre tras la puerta, pero no lo consiguio. Fue un poco extrano, parecia que no hubiera nadie. La camarera le miro con cara de no entender a que se debia tanta tardanza, Santi la sonrio amargamente y le puso el dinero en la barra para zanjar otra posible conversacion cuanto antes. Estaba mareado. Se dejo caer sobre la silla y apoyo los codos en la mesa llevandose las manos a los ojos para restregarselos varias veces. Vio salir a Fernan y espero que tras el, apareciera el otro hombre. Pero eso no ocurrio. No podia creer que aquella conversacion no hubiera tenido lugar en el bano, estaba seguro de que habia sido real. Pero pasaban los minutos y nadie salia. De repente, una mano en el hombro le sobresalto y le hizo dar un pequeno respingo en la silla. --!Increible! !Que casualidad! ?Pero donde os habeis metido que os estamos llamando todo el dia Santi? --Sus suegros estaban alli de pie, mirandolo con un entusiasmo imposible de disimular --. Mi hija nos han contado lo de la firma, vamos a pasar el fin de semana con vuestros vecinos ?no te lo ha dicho Anita? Nos vamos a ese pueblo tan ideal… ?como se llamaba?, bueno da igual. La cuestion es que de paso queriamos ver a los ninos, les traemos unos regalitos de Grecia. <>, penso. <> No habia contestado a Ana... Ni tampoco a la multitud de mensajes y llamadas perdidas que seguro tendria. Desactivo el modo silencio. Sus suegros ya se habian acomodado en la mesa y el no atinaba a encontrar las palabras exactas, aquellas que no comprometieran su alarmante estado. Pero no hizo falta, la vida tiene una curiosa forma de encajar las piezas. La abuela sonreia al yerno con condescendencia, comprendiendo que quizas la noche se hubiera descontrolado un poco tras la fiesta. Se la veia orgullosa, le guino un ojo y le resto importancia a lo extrano de aquella situacion. Comieron y bebieron en silencio, pero en paz. Sono su telefono y reacciono con inquietud. Santiago temblaba mientras se lo acercaba a la oreja, su mujer estaba al otro lado. De repente, recordo las palabras de aquel desconocido del bano, <> y se dejo llevar por ese pensamiento tranquilizador. --Carino ?estas bien? --Aquella pregunta le sorprendio, esperaba mas hostilidad. --Regular, ?y tu? --!Bien! Estoy recogiendo a los ninos ahora mismo, ya estamos montados en el coche direccion a casa. El no pudo contestar... --Santi, ?no recuerdas nada verdad?

  • Una herencia misteriosa, Danielle Steel de Danielle Steel

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    Unidos por el azar, Jane y Phillip investigan una misteriosa herencia que desafia el paso del tiempo.

  • Voces en las sombras de Luis Zaragoza

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    En este libro hay ocho decadas de revoluciones y contrarrevoluciones, de luchas por la independencia, de guerras civiles, de resistencias a dictaduras. En este libro hay ocho decadas de mensajes cruzados, de verdades ocultas y de mentiras evidentes, de informaciones sin censura y de manipulaciones descaradas. En este libro hay ocho decadas de intuiciones geniales, de operaciones tan costosas como inutiles, de gritos desesperados y de discursos monotonos, de rabia y de ironia, de esperanza, de triunfos y decepciones… En este libro hay ocho decadas de radio.

  • Dueto a la luz de la luna de Javier Romero

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    Han pasado cinco largos anos y Luca tan solo piensa en vivir la vida sin importarle la soledad que recorre cada poro de su piel o la impotencia que siente al verse relegado a un trabajo sin importancia en el Teatro Real de Madrid.
    El dia que escucha por primera vez la impresionante voz de Ariadna siente que su corazon comienza a latir de nuevo en su pecho. La opera atraviesa su mente como un fugaz relampago y se deja llevar al mundo de las preciosas arias de soprano que la joven canta para el.

  • En la frontera del tiempo, Lina Galan de Lina Galan

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  • El amante de Isabella de Franklin Diaz

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    Un jovial adolescente iniciara su vida laboral en el Natwest Bank, con tan solo diecisiete anos de edad.Alli conocera a los que seran sus companeros de trabajo, y entre ellos a Isabella, una atractiva empleada que lo impresionara de manera muy especial desde el primer momento.Con el transcurrir del tiempo surgira entre ambos una fortisima amistad, que dara paso luego a una voragine de sentimientos contradictorios de los que les sera casi imposible escapar.Les aguarda un camino largo y muy complicado, en el que tendran que luchar contra si mismos, poniendo a prueba dia tras dia los limites de sus propias resistencias emocionales.Una historia de amor llena de suspenso y emociones desde el primer hasta el ultimo capitulo.?Te enamorarias de una persona sabiendo que esta con otra??La querrias igual?

  • Condenada por tu amor de Sophie Saint Rose

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    Lady Esther esta cumpliendo condena en la lavanderia de Palacio por desobedecer las ordenes de la Reina y poner en peligro a la Marquesa de Brentwood. Los malos tratos y las vejaciones la han llevado a una situacion extrema, asi que decide enviarle una carta a su tia abuela a Escocia pidiendo ayuda pero aparecio el Conde de Hackford.

  • Tierra madre de Paul Theroux

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    La esperada gran novela de Paul Theroux, fruto de anos de reflexion literaria y afectiva.

  • El precio de la muerte de J. Jackson

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    .La inspectora Carolina Arnal espera en la sala de reuniones de su comisaria la llegada del inspector jefe Cuadrado y del Comisario Galvez, seguramente acompanados por alguien del servicio secreto. Aunque lo hayan tratado de disfrazar como una reunion informal, es consciente de que sus palabras podrian dejar en evidencia a muchas de las personas con las que se habia cruzado en las ultimas dos semanas.

  • La gran travesia de Shion Miura

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    Cuando el responsable del departamento de diccionarios de la editorial Genbu Books esta a punto de jubilarse, se propone elegir a un sustituto para que se embarque en un ambicioso proyecto: la creacion del nuevo diccionario La gran travesia. Y Majime, un timido joven de escasas habilidades sociales aunque con una gran pasion por las palabras, resulta ser la persona adecuada.

  • Oscura Roma de Luis Manuel Lopez Roman

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    Roma. Ano 67 a.C. La dictadura de Sila es historia, y las instituciones republicanas parecen haber recuperado su funcionamiento tradicional. Sin embargo, el enfrentamiento entre la faccion de Pompeyo y los senadores mas conservadores amenaza con llevar a Roma a un nuevo conflicto. En un momento de maxima tension, uno de los hombres de Pompeyo aparece muerto en el Aventino en extranas circunstancias.

  • Despedida (Medianoche 3) de Claudia Gray

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    Ni siquiera el amor puede cambiar tu destino…

  • Coleccion Romance Contemporaneo 1 de Amaya Evans

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    El hechizo de una mujer.
    Sin Ataduras.
    No me Niegues Tu Amor.
    Sueno Contigo.
    Cuatro historias de romance contemporaneo, llenas de mucha pasion.

  • Suenos de trenes de Denis Johnson

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    En el verano de 1917 Robert Grainier participo en el intento de matar a un jornalero chino al que habian pillado robando, o al menos lo acusaban de haber robado, en los almacenes de la compania ferroviaria Spokane International, en el corredor septentrional de Idaho. Tres empleados del ferrocarril sujetaron bien fuerte al ladron y lo arrastraron por el largo terraplen que llevaba al puente que se estaba construyendo dieciseis metros por encima del rio Moyea. El chino emitia voluminosas rafagas de una rapida cantinela. Se bamboleaba y se retorcia como una comadreja metida en un saco, golpeando hacia atras con el puno que le quedaba libre al hombre que lo iba arrastrando por el cuello. Cuando el grupo paso frente a el, Grainier, viendolos en apuros, fue a prestarles su ayuda y se encontro a si mismo agarrando al culpable por un pie descalzo. El hombre que caminaba por delante de el, el senor Sears de la direccion de la Spokane International, llevaba agarrado casi inutilmente al prisionero por el sobaco y era el unico de todos, ademas del ininteligible chino, que iba hablando mientras todos se las veian y se las deseaban. --!Muchachos, no tengo ni punetera idea de como vamos a hacer esto! ?Acaso lo tenemos que llevar hasta alli?, tuvo ganas de preguntar Grainier, pero le parecio mejor guardarse el aliento para el forcejeo. A Sears se le escapo la risa, con la cara palida de fatiga y horror. Todos se desplomaron en el polvo, se levantaron y volvieron a caer, con el chino hablando en jerigonza y aterrandolos a los cuatro hasta el punto de que ya daba igual lo que hubieran tenido en mente inicialmente, ahora si que era hombre muerto. Ya no les quedaba mas opcion que tirarlo desde el puente de caballete. Alcanzaron al resto, una cuadrilla de una docena de hombres que estaban descansando al sol, apoyados en sus herramientas, secandose el sudor y contemplando el espectaculo. Grainier aferraba convulsamente el pie calloso del chino, asombrandose de si mismo, cuando el hombre que llevaba el otro pie lo solto, se sento jadeando en el suelo de tierra y recibio una patada en el ojo antes de que Grainier pudiera sujetar la pierna que ahora pataleaba libre. --Ha sido una broma. Una broma --dijo el hombre sentado en la tierra, y al aliado que tenia alli le dijo--: Venga ya, Jel Toomis, dejemoslo correr. --No lo puedo soltar --dijo aquel tal senor Toomis--. !Soy el que lo tiene agarrado del cuello! Y se rio mientras una rafaga de confusion le cruzaba el rostro. --!Yo lo tengo bien cogido! --dijo Grainier, agarrando con mas fuerza en sus brazos los dos pies del pequeno demonio--. !Lo tengo yo, al cabron, y yo me encargo! El grupo de verdugos llego a la mitad del ultimo tramo de puente completado, veinte metros por encima de los rapidos, y se puso al limite de sus fuerzas para tirar al chino al vacio. Pero el pudo con ellos, se dedico a aferrarse a sus brazos y piernas y a lloriquear en su jerigonza hasta que de pronto se solto y se agarro con un brazo a la viga que tenia debajo. Se quito de encima con facilidad a sus captores, que de todas maneras ya se estaban intentando deshacer de el, y salto al otro costado, suspendido sobre el abismo y descolgandose con una mano detras de la otra por la silueta esqueletica del tramo siguiente, pasando por encima del rio. El companero del senor Toomis corrio hasta alli, haciendo equilibrios sobre una viga y pisoteandole los dedos al tipo. El chino se fue descolgando de una viga a la siguiente, como si fuera un artista de circo, descendiendo por la estructura de barras entrecruzadas. Un par de trabajadores de la cuadrilla vitorearon su fuga, mientras que otros, aunque no tenian ni idea de por que lo estaban persiguiendo, gritaron que habia que detener al villano. El senor Sears se saco de la funda que llevaba al cinto un viejo y enorme revolver de polvora negra de cuatro balas y disparo las cuatro, sin resultado. Para entonces el chino ya se habia esfumado. En el camino de regreso a casa despues de aquel incidente, Grainier se desvio tres kilometros hasta la tienda que habia en el poblado ferroviario de Meadow Creek para comprarle una botella de zarzaparrilla Hood's a su mujer, Gladys, y a su hija pequena, Kate. La subida por la colina y a traves del bosque en direccion a su cabana lo dejo acalorado, y antes de recorrer el ultimo kilometro se detuvo a banarse en el rio, el Moyea, en una poza honda que habia rio arriba del poblado. Era sabado por la noche, y a modo de preparacion para la velada un grupo de trabajadores ferroviarios de Meadow Creek se habian congregado en la poza para banarse con la ropa puesta y secarse sentados en las rocas antes de que cayera la oscuridad en el canon. Los hombres dejaban a un lado los zapatos y las botas y se sumergian lentamente hasta los hombros, ahogando exclamaciones y salpicandose. Muchos de ellos ya daban sorbos de whisky de sus petacas mientras permanecian sentados temblando despues de sus abluciones. Aqui y alli asomaba de la superficie algun brazo que agarraba con la mano un sombrero maltrecho, senal de que alguien se estaba mojando la cabeza. Grainier no reconocio a nadie y se quedo solo a un lado, vigilando de cerca sus botas y su botella de zarzaparrilla. Mientras caminaba de regreso a casa bajo la oscuridad creciente, Grainier tuvo la sensacion de que se iba topando con el chino por todas partes. El chino en el camino. El chino en el bosque. El chino caminando con pasos suaves, con las manos colgandole de unos brazos que parecian sogas. El chino saliendo con movimientos danzarines del arroyo, como si fuera una arana. Le dio la Hood's a Gladys. Ella se incorporo hasta sentarse en la cama situada junto a la estufa donde estaba convaleciente de eczema y dando de mamar al bebe. Podria haber hecho acopio de fuerzas y haberse ocupado de la colada y de cortar las patatas y la trucha para la cena, pero siempre que a su mujer le dolia la cabeza o se le taponaba la nariz tenian la costumbre de dejarla que se tumbara con una botella o dos del dulce tonico de Hood's y se tomara un descanso de aquellas tareas. A la bebe de Grainier tambien se la veia afectada por el eczema. Tenia los ojos pegajosos de leganas y le colgaban burbujas de mucosidad de los orificios nasales mientras mamaba y roncaba pegada al pecho de su madre. Kate tenia cuatro meses y seguia siendo completamente calva. No parecia reconocer a su padre. Su ligera enfermedad no le doleria, siempre y cuando no le derivara en tos. Grainier se quedo de pie junto a la mesa de la unica habitacion de la cabana, preocupado. Estaba seguro de que el chino les habia lanzado una poderosa maldicion mientras ellos lo arrastraban, y que eso podia tener toda clase de consecuencias negativas. Aunque asombrado ahora por el frenesi de la tarde, y perplejo por su violencia y por como esta lo habia arrastrado como una semilla al viento, el joven Grainier seguia deseando no haberse refrenado y haber matado al chino antes de que este los maldijera. Se sento en el borde de la cama. --Gracias, Bob --le dijo su mujer. --?Te gusta tu zarzaparrilla? --Si, ya lo creo, Bob. --?Tu crees que la pequena Kate puede notar el sabor en tu teta? --Pues claro que si. Muchas noches oian el tren de la Spokane International que subia al norte, a su paso por Meadow Creek, tres kilometros valle abajo. Esta noche su silbido lejano desperto a Grainier, que se encontro solo en el camastro de paja. Gladys estaba levantada con Kate, sentada en el banco que habia junto a la estufa, desprendiendo restos frios de avena de los costados del cazo y dejando que el bebe chupara aquellas gachas de la punta de su dedo. --?Cuanto crees que sabe la nina, Gladys? ?Tanto como un cachorro, tu crees? --Los cachorros pueden vivir solos despues de que la perra los destete --dijo Gladys. Grainier espero a que ella le explicara que queria decir. Le pasaba a menudo que su mujer pensaba mas deprisa que el. --Una cria de hombre no puede hacer eso --le dijo ella--, irse a vivir por su cuenta cuando lo destetan. El cachorro sabe mas que el bebe hasta que el bebe aprende las palabras. Y me refiero a mas que unas cuantas. Un perro criado en casa tambien conoce unas cuantas palabras, tantas como un bebe. --?Cuantas palabras, Gladys? --Pues bueno --dijo ella--, sabe como se dicen las cosas que sabe hacer y las que tu le mandas que haga. --Dime algunas de esas palabras, Glad. Estaba oscuro y el queria seguir oyendo la voz de ella. --Pues <> y <> y <> y <> y <>. El perro sabe como se dice todo lo que el sabe hacer. En la oscuridad sintio que la mirada de su hija se volvia hacia el como la de una bestia arrinconada. No era mas que un engano de su imaginacion, pero le derramo algo frio en el espinazo. Se estremecio y se tapo con la colcha hasta el cuello. Robert Grainier ya no olvidaria aquel momento exacto de aquella noche durante el resto de su vida.

  • Doce oportunidades de vivir de Jossy Loes

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    Sophia Baute ha pasado toda su vida entre cintas, saltos y danza, esforzandose en mantenerse en la elite de la gimnasia ritmica. Tras un error basico en una competicion, en la que queda en los ultimos puestos, duda si seria bueno retirarse como habia planeado.
    Sin embargo, todos sus planes se desmoronan en el momento que sufre un grave accidente, hundiendola en un foso oscuro del que no es capaz de salir, pero la insistencia de su amiga Marian la lleva a aceptar ir a Florida, donde un compromiso la pondra en el camino de Blake Clark.
    El no es un chico cualquiera. Durante toda su vida se ha esforzado por llegar a un buen puesto en su profesion y, a pesar de haber cumplido esa meta, lucha constantemente con el fantasma de su pasado. Un pasado que le pondra a prueba desde el instante que tropieza con Sophia, trastocando todos sus planes del presente y del futuro.
    Dos jovenes con vidas distintas y metas planificadas con antelacion que son puestos a prueba de doce maneras diferentes.
    Doce oportunidades para olvidar...
    Doce oportunidades para volver a empezar...
    Doce oportunidades para pedir perdon...
    Doce oportunidades para amar...
    Solo ellos entenderan el significado de: Doce oportunidades de vivir.

  • El ejercito de los sonambulos, Wu Ming de Wu Ming

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    Paris, enero de 1793. El rey Luis XVI esta a punto de ser guillotinado y la ciudad bulle entre el entusiasmo de los partidarios del nuevo orden y las conspiraciones de los monarquicos. El Terror no tardara en llegar, y la Revolucion entrara en una fase critica.

  • No me toques (Ancora & Delfin) de Andrea Camilleri

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    No, no, absolutamente normal… --Pienselo bien. Hasta el mas minimo detalle, aunque a usted le parezca irrelevante, a nosotros puede sernos util. --!Pero imaginese si no he pensado y he vuelto a pensar! De dia y de noche, ya no consigo ni dormir. Yo, se lo repito, no he notado nada anormal… Y nunca he sido un marido desatento, creame. Aunque en los ultimos dos o tres dias le habia venido un lebeche mas fuerte de lo habitual… --No lo he entendido, perdone. ?Ha dicho lebeche? Pero ?el lebeche no es el viento del desierto? --Perdoneme usted, si, es el viento del desierto; he empleado una palabra de nuestra jerga familiar. Decia que tenia el lebeche, vaya a saber por que lo llamaba asi, cuando no le apetecia hacer nada y se quedaba durante horas en la cama mirando el techo. En silencio y de mal humor, !ay de ti si la molestabas! Se aislaba por completo del mundo exterior, no hablaba ni conmigo. Desconectaba, como suele decirse. Le ocurria al menos una vez cada dos meses; luego, al cabo de unos dias, se le pasaba y volvia a ser… --?Que causaba esos cambios de humor? --Nada en concreto. --En resumen, una cuestion de caracter. --No exactamente. No siempre fue asi. --Entonces, ?cuando comenzo? --Esta historia del lebeche pienso que era una manera de obtener una total concentracion; estaba en la cama y escuchaba… --?Que escuchaba? ?Musica? --No, no, se escuchaba a si misma, sus pensamientos, su cuerpo. En efecto, el lebeche le empezo hace un ano y medio, cuando decidio dar el gran paso y escribir su primera novela… --?Ella tambien? --?Se asombra? ?Que le parece tan extrano? Habriamos sido la tipica pareja de escritores… Hay tantas… Moravia y Morante, por ejemplo. --?Como se conocieron? --?Sabe?, recibo decenas de manuscritos de autores desconocidos que me piden que les escriba dos lineas de presentacion para un editor… En general, cosas ilegibles. Laura me mando unas poesias que no estaban nada mal, pero nada mal, para que le diera mi opinion… Le conteste de forma positiva, ella se alegro y me pidio una cita. Me enamore de ella en cuanto la vi entrar en mi estudio. Un verdadero flechazo. Como le sucedio al pobre Carducci con Annie Vivanti… Incluso ahora Laura es tan bella como entonces. --?Cuando se casaron? --Hace cuatro anos. Cuatro anos y tres meses, para ser exactos. --?Hijos? --No quiero tenerlos. --?La senora opina lo mismo? --Creo que si. --?Que significa <>? --Creo significa creo. Si no le gusta el verbo, lo cambio de inmediato. ?Le parece mejor <>? --No se altere, no pretendia… --No me he alterado. ?Decia…? --?No lo han hablado entre ustedes? --?El que? --Tener o no tener hijos. --No. --Me parece extrano. --Tampoco en este caso hay nada de extrano. Mire, antes de que nos casaramos le dije a Laura que no queria hijos, y ella no… no tuvo ninguna reaccion, eso es todo. Y desde entonces no ha vuelto a tocar este tema. --Permitame una curiosidad. ?Por que usted esta tan decidido a no…? --Demasiada diferencia de edad. Trate de entender. Cuando nos casamos, Laura tenia treinta y un anos, y yo, sesenta y cinco. Habria podido ser su… Si hubieramos tenido hijos, habria sido un padre-abuelo. Lo encontraba absolutamente ridiculo, y aun pienso lo mismo. --?Quien fue, de los dos, el que propuso que se casaran? --Yo. --?La senora acepto enseguida? --Si. --Por tanto, de inmediato se… --No de inmediato. --?Por que? --Laura me pidio solo que retrasara un poco el anuncio oficial a los amigos. --?Con que fin? --No queria seguir arrastrando a nadie. --?Se puede explicar mejor? --No me resulta facil. --Lo siento, pero… --Para mi es muy embarazoso. --Debo insistir. --Bien, Laura, como es tan guapa, es natural que haya tenido historias con varios hombres…, historias que no habian concluido en el momento en que decidimos casarnos…, no se si me explico. Por eso pretendia ajustar las cuentas, cortar de forma definitiva. --Entiendo. Quiso barrer con todo. --Si, esa era su intencion. --Permitame entender mejor. --Si no hay mas remedio… --?Me esta diciendo que alguna historia ha continuado incluso despues de su boda? --Digamos mejor que hubo algunos coletazos que, sin embargo, gracias a la habilidad de Laura, no han turbado en absoluto la marcha de nuestro menage. --Por casualidad, ?la senora le ha dado los nombres de estos… coletazos? --Nunca. Ni yo se los he pedido. Habia un pacto tacito. Sabia que, a pesar de que continuaba teniendo algun encuentro con estos hombres, su intencion era romper con ellos. Como, en efecto, ha sucedido. --?Esta seguro? --Laura me ha convencido. Con hechos, no con palabras. Y no quiero entrar en detalles. --No se los estoy pidiendo. --Perdone. --?Que le parece si recapitulamos? --Como quiera. ?Desde el principio? --Si. --Pues… Anteayer, despues de haber desayunado solo porque Laura se habia quedado en la cama, entre en su habitacion para ver como estaba y la encontre levantada y vestida de punta en blanco. --?Duermen en habitaciones separadas? --No habitualmente, solo en los dias del lebeche. Como le decia, la encontre vestida y con la maleta casi hecha. Me dijo que habia decidido ir a pasar algunos dias a nuestra casa de campo. --?Lo habia hecho otras veces? --Si. --?Donde esta la casa? --En Gonfalone, a dos horas en coche de aqui. La acompane abajo hasta su automovil, nos abrazamos, nos besamos y se fue. --?Como le parecio que estaba? --Diria que serena. --?Estaban solo ustedes dos en la casa? --No, estaba tambien su vieja asistenta, Filippa. --Continue. --A las cinco me llamo. Me dijo que habia encontrado la casa en orden, aunque un poco humeda, hasta el punto de que habia encendido la calefaccion y la chimenea. --?Dio senales de vida, despues? --Si, a las nueve. Me conto que habia trabajado de forma intensa en la novela, que el lebeche se le habia pasado y que se iba a la cama cansada pero contenta. ?Que mas? Habia cenado, el congelador siempre esta lleno, tenia mucho apetito. Queria levantarse temprano y volver a escribir. Nos dimos las buenas noches y quedamos en llamarnos a la manana siguiente. Sin embargo, me desperto el telefono; mire instintivamente el reloj y eran las doce y media de la noche. Era un amigo frances. Queria comunicarme que se habia enterado a traves de una buena fuente de que me habian otorgado el premio a la mejor novela traducida en Francia. Una noticia buenisima. Asi que llame a Laura al movil. Ella, cuando se va a dormir, lo deja siempre sobre la mesilla. Estaba apagado. Entonces la llame al fijo. Sono durante un buen rato, pero no contesto nadie. Lo intente una y otra vez. Nada. Me preocupe. ?Por que no respondia? ?Estaba mal? O bien… ?Sabe?, comence a preocuparme, la casa esta aislada y en estos tiempos que corren… Me vesti, cogi el coche y fui a Gonfalone. Lo primero que senti al entrar fue la humedad. Los radiadores estaban gelidos, nadie habia encendido la chimenea. Me quedo claro de inmediato que Laura no solo no estaba en esa casa, sino que ni siquiera habia llegado a ir…

  • Melodia Inmortal (Lazos Inmortales 1) de Olga Salar

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    Cuando nuestro amor por la musica se vuelve casi una obsesion, la pregunta es muy sencilla.
    ?Que precio estas dispuesto a pagar por ella?
    ?A que serias capaz de renunciar?
    ?Y si con ello perdieras a la persona que mas quieres?
    ?Volveria a amar tu corazon?
    ?Nos dara la vida una nueva oportunidad?
    ?O estaremos condenados eternamente a no escuchar mas que el silencio?

  • La mala suerte de Marta Robles

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    Regresa el carismatico detective Roures, ex corresponsal de guerra y hombre marcado por un pasado que siempre vuelve, para enfrentarse en esta segunda novela negra de Marta Robles a la extrana desaparicion de una joven en Mallorca, de la que, tras dos anos de intensas busquedas, no parece haber ninguna pista.

  • Anna K de Jenny Lee

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    Todas las chicas felices se parecen unas a otras, pero cada chica infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada. Todo este asunto era un maldito desastre. Lolly descubrio que Steven, su novio, la estaba enganando mientras ella le compraba una nueva correa para su Apple Watch en la boutique de Hermes de Madison Avenue. Steven ni siquiera sabia que ella tenia su Apple Watch. Veinte minutos antes, el habia decidido tomar una segunda clase de SoulCycle, pero Lolly le dio una excusa para no acompanarlo. (Su nueva dieta libre de gluten no le proporcionaba los carbohidratos necesarios para soportar una sesion doble de ejercicio sin desmayarse). No era mentira y ademas necesitaba una oportunidad como esa y tener acceso a su Apple Watch para llevarlo a la tienda y comprarle una correa nueva, su regalo por su <> de dieciocho meses, que era al dia siguiente. (A Lolly no le gustaba celebrar su primera cita oficial con un nombre tan vulgar, pero asi lo llamaba Steven. Ella le seguia la corriente porque lo amaba). Asi que, mientras Steven subia una colina imaginaria en el estudio de la Calle 83 Este, pedaleando al ritmo constante de <>, de Dua Lipa, Lolly estaba quince cuadras al sur, en el mostrador de Hermes. Trataba de decidirse entre la correa de doble vuelta fabricada con el iconico cuero naranja y una opcion mas masculina en negro mate. Mientras admiraba la correa naranja en su muneca, el Apple Watch de Steven vibro y una pequena foto de unos senos aparecio en la pantalla, seguida de la burbuja gris de texto con las palabras: BRAD Tienes ganas de coger? Lolly dio un golpecito en la pantalla tactil para ver de nuevo la fotografia. Tras confirmar la peor de sus sospechas, se paralizo hasta que su instinto de lucha o huida se activo. Eligio huir; al echarse a correr, se le olvido quitarse la correa y el enorme guardia de seguridad que bloqueaba la puerta la detuvo. Ella, que nunca fue muy buena para contener las lagrimas, comenzo a sollozar de la forma mas lastimosa imaginable, con la mirada fija en sus adorados tenis Gucci (los que tienen las serpientes brillantes) que Steven le habia comprado la Navidad pasada. Sin saber que hacer, el guardia rodeo a la chica llorosa con los brazos. Ella apoyo su rostro sobre la chamarra de poliester del guardia y susurro: --Es un error. Debe ser un error. Por favor, que sea un estupido error. Al final, la hermosa empleada japonesa ataviada de pies a cabeza con ropa de Hermes, que habia atendido a Lolly salio de detras del mostrador para hacerse cargo de la situacion y la llevo a una pequena habitacion en la parte trasera de la tienda. La sento en un sofa y le dio una Perrier que le provoco hipo e hizo que llorara aun mas fuerte. La escena era bastante vergonzosa para todas las partes involucradas. Kimiko, quien tenia diez anos trabajando en Hermes, no ignoraba las desenfrenadas infidelidades de los habitantes mas ricos de la ciudad, muchos de los cuales eran clientes suyos; pero, mientras presenciaba en la vida real la perdida de la inocencia de aquella chica de diecisiete anos, hubo algo que en verdad la conmovio. Una vez que lograron quitarle el hipo, Lolly le pregunto si debia ver los demas mensajes de su novio o no. --Es mejor que sepas que tan grave es la situacion mientras estas acompanada --dijo Kimiko con dulzura. Pronto, ambas miraban embobadas la relacion del novio de Lolly, escandalosamente grafica, con aquel misterioso <>. Steven habia guardado el contacto con un nombre falso, pero era imposible que ese <> fuera un hombre, teniendo en cuenta la pletora de partes de la anatomia femenina que aparecian en las fotos que el habia recibido en las ultimas semanas. Incluso habia un video borroso tomado bajo una falda que provoco que ambas hicieran muecas y gruneran al unisono. Para agradecerle a Kimiko por su amabilidad, Lolly compro una hebilla de cinturon de Hermes modelo Iris y un cinturon reversible, en azul zafiro y azul Brighton, y salio de la tienda quince minutos despues. Tomo un Uber y fue directo al enorme penthouse de cuatro habitaciones de los papas de Steven (quienes estaban en Aspen esquiando), en el numero 15 de Central Park West, para esperar a que el trajera a casa su infiel trasero. Con el pretexto de que tenia un regalo sorpresa para Steven, le dio cien dolares a Gustavo, el portero, a cambio de que no le dijera que ella estaba arriba; como prueba, le mostro la bolsa naranja de Hermes. El portero acepto el dinero, pero era claro que le habia advertido a Steven, porque diez minutos despues su novio aparecio con un ramo de rosas de la tienda en sus manos aun sudorosas. --Lolly, nena. ?Que pasa? --fue lo unico que logro murmurar antes de que el jarron Tourbillons ambar de Lalique, el favorito de su mama, pasara zumbando junto a su cabeza y se estrellara en el piso de marmol del vestibulo. En shock, miro fijamente a su novia, quien por lo general era tranquila, mientras ella le gritaba. --Dime una cosa, Steven... --Ahora hablaba con ferocidad--. ?Cuando es tu cogiversario con Brad? Lolly le estaba mostrando el Apple Watch como evidencia digital. Steven lo vio y en ese instante supo que era obvio que lo habia descubierto. Su confusion momentanea se transformo en una timida verguenza y activo el modo de autodenigracion al maximo. Intento acercarse a Lolly, pero ella se alejo. --!No te acerques a mi! Eres... eres... !un cerdo asqueroso! Asi es, !vi todas las fotos obscenas y viles que te envio la puta de Brad para mantener tu atencion! --grito. Al oir la palabra fotos, la ultima nude que habia visto en su telefono despues de clase cruzo la mente de Steven y por un instante una sonrisita lasciva se dibujo en su rostro. Era, a fin de cuentas, un chico de dieciocho anos. Por desgracia, Lolly se percato de la sonrisa. El ruido que profirio despues de eso fue mas animal que humano y, al pasar junto a el para salir corriendo, casi lo tiro. Al no poder ir a ningun otro lugar que no fuera el final del corredor, abrio la puerta de la recamara principal y la azoto tras ella. Puso el seguro y se dirigio al vestidor de la madre de Steven. Se dejo caer boca abajo en la chaise longue de terciopelo rojo que estaba en el centro y empezo a llorar mas fuerte de lo que habia llorado en toda su vida. Steven intento hablar con ella a traves de la puerta, pero en respuesta solo recibia el ocasional estruendo de los objetos que ella lanzaba contra esta. Una hora despues, Steven estaba en la sala, viendo SportsCenter y comiendo su tercer Hot Pockets de pepperoni cuando recibio un mensaje de su amigo Kaeden. KAEDEN Bro! Le compraste un abrigo de piel a tu novia???!!! Steven apago la television y descubrio enseguida que estaba bloqueado y eliminado de todas las cuentas de las redes sociales de Lolly. (!Hasta ahi llego su racha de cuatrocientos cincuenta y tres dias en Snapchat!). Le respondio a Kaeden: STEVEN Screenshot? Unos segundos despues, recibio una selfie de Lolly, tal vez desnuda, con uno de los abrigos de piel de su mama. Al ser bastante mas pequena que ella, se veia ridicula en ese abrigo de marta cibelina rusa a rayas, con los ojos desquiciados y rodeados de rimel. Parecia una mapache rabiosa... una que acababa de enterarse de que su novio la estaba enganando y estaba furiosa. Meneo la cabeza y entendio que resolver la situacion estaba mucho mas alla de sus capacidades. Le envio un monton de mensajes seguidos a su hermana Anna, que estaba en Greenwich, Connecticut, diciendole que necesitaba su ayuda de inmediato y con urgencia, en persona. Era menor que el, pero mucho mas sabia, sobre todo, cuando se trataba de relaciones y de las complejas emociones que estas traian consigo. Diez minutos despues recibio un mensaje de Anna en el que le anunciaba que llegaria a la estacion Grand Central a las 8:55 p. m. Antes de que pudiera responderle que tomara un auto, llegaron dos mensajes mas en los que le explicaba que la ultima nevada estaba entorpeciendo el trafico y que, segun Google Maps, en ese momento la mejor manera de llegar a Manhattan era por tren. En su ultimo mensaje, Anna le decia que esperaba que fuera a la estacion a recogerla para que asi ella pudiera escuchar su version de emergencia. ANNA 911 emergencia de novia!!! Steven solo respondio: STEVEN Okey No existia un solo emoji que pudiera expresar lo jodido que estaba. ii Despues de jugar Shadow of War para aclararse la mente y de tomar unos tragos del whisky Glenmorangie Pride 1974 de su papa para calmar los nervios, Steven intento hablar con Lolly a traves de la puerta otra vez. Momentos despues, por fin recibio un indicio del estado mental de su novia, pero no fue bueno. Ella deslizo por debajo de la puerta la tira de fotos que se habian tomado en la cabina que pusieron en el bat mitzva de su hermana Kimmie un ano y medio antes. Antano (!hacia como cuatro horas!), esa fotografia era la posesion mas preciada de Lolly y siempre la llevaba consigo en su cartera Louis Vuitton. Steven descubria a su novia con frecuencia contemplando aquellas fotografias, aunque se trataba de situaciones diferentes a la que tenia que enfrentar ahora. En cada una de las cuatro fotos, Lolly le habia perforado los ojos y le habia dibujado pequenos penes en la frente. --Lolly, nena, no significo nada. Es a ti a quien amo. Te lo juro. --Cuando lo dijo en voz alta, supo que era cierto. Cuando Steven tenia catorce anos, su padre lo descubrio recibiendo sexo oral de Jenna H una noche en que los papas de la chica habian ido a cenar a su casa. Su padre saco a la humillada chica de la habitacion y sento a Steven para decirle dos cosas. La primera: tenia que esconderse mejor si no queria que lo descubrieran. La segunda y mas importante: tenia que aprender cual era la diferencia entre amar el sexo con chicas y amar a la chica con la que se acostaba. Como estaba confundido acerca de que decir, pero sabia que a Lolly la adoraba, del mismo modo en que todas las chicas adoraban a su hermana menor en cuanto la conocian, Steven anuncio que Anna iba de camino a la ciudad, con la esperanza de que su novia lo interpretara como una senal de que no estaba dispuesto a rendirse. Pero, una vez mas, solo hubo silencio en respuesta. Sin embargo, lo que si recibio fue un mensaje del portero en el que le avisaba que Dustin L estaba subiendo al departamento. Steven suspiro, enojado consigo mismo por no haber cancelado la sesion de tutoria escolar que tenia tres veces por semana. Se levanto del piso del corredor y se dirigio a la puerta. Considero contarle a Dustin el predicamento en el que se encontraba, pues el era uno de los tipos mas inteligentes que conocia, pero decidio que era imposible que se pusiera de su lado. Dustin era, tecnicamente, uno de los amigos mas antiguos de Steven, pues sus madres habian ido a las mismas clases de musica de Mama y Yo, asi que cuando eran chicos jugaban juntos todos los martes y jueves, y fueron <> desde que eran bebes hasta que cumplieron cinco anos. Pero los padres de Dustin se divorciaron y el fue a una escuela publica, mientras que Steven asistio a una privada, lo que significo que durante anos no frecuentaron los mismos circulos sociales y solo retomaron el contacto hacia poco tiempo, cuando Dustin se convirtio en el tutor escolar de Steven. En la actualidad, Dustin cursaba el ultimo ano y estaba a punto de graduarse con honores en Stuyvesant en junio, mientras que Steven cursaba el ultimo ano por segunda vez en Collegiate. Steven estudio la primaria en Collegiate, pero lo expulsaron en quinto grado por bajarle los pantalones a uno de sus companeros durante la clase de Educacion Fisica. A continuacion, lo expulsaron de Xavier en primero de secundaria por llevar marihuana y de Riverdale en tercero por pelear. Despues asistio a Horace Mann durante algunos semestres y ahora habia vuelto a Collegiate, donde lo vigilaban de cerca. Steven le debia a su madre la posibilidad de haber vuelto. Ella habia tenido que cobrar varios favores para lograrlo y, como uno de los requisitos de su periodo de prueba academico era mantener un promedio alto, tuvo que contratar a una serie de tutores escolares costosisimos que siempre renunciaban despues de una semana, aduciendo la actitud mediocre de Steven (es decir, las groserias que salian de su boca) y su aun peor etica de trabajo. Desesperada, al final a su mama se le ocurrio la brillante idea de llamar a la mama de Dustin para saber si su hijo, cuyos impresionantes logros academicos siempre se hacian publicos en Facebook, estaria dispuesto a trabajar con Steven como tutor escolar. Ella sabia que su hijo tenia muy poco respeto por la autoridad de los adultos, pero ansiaba la aprobacion de los chicos de su edad. Cuando su madre se lo planteo en octubre, Dustin se opuso con terquedad a ser el tutor de Steven. Argumento que Steven y el solo eran <> porque sus madres se habian conocido por casualidad y que, sin lugar a dudas, no podrian haber tenido infancias mas distintas. --!No tenemos nada en comun! --gimoteo Dustin--. ?De que vamos a hablar? --De lo que te pagan para que hables: cosas de la escuela --respondio su mama con tranquilidad. Dustin exhalo con fuerza e hizo una mueca. Mientras que Steven era un chico guapo, rico y fiestero que pertenecia al mas alto circulo social de Manhattan, Dustin no era ninguna de esas cosas. Era adoptado y no sabia nada sobre sus padres biologicos. Bueno, sabia que su madre adolescente dejo una nota en la que decia que el bebe debia quedarse con Tamar L, <>. Queria que su hijo tuviera una mejor vida y por eso sabia que debia entregarlo. Y asi, una noche de viernes en la que iba de camino al templo para su primer servicio de Sabbat en mucho tiempo, Tamar recibio una llamada de una trabajadora social del hospital, quien le dijo que tenia una hora para decidir si queria ser madre de un recien nacido de dos dias. Al interpretarlo como una prueba para su descuidada devocion, se inclino hacia delante en el taxi y le dio al conductor la direccion del hospital Saint Luke, en la Calle 122. Cuando le conto a su esposo de sus intenciones y le explico la epifania que habia tenido en el taxi, el futuro padre adoptivo de Dustin no lo dudo un instante (a pesar de que ya tenian un nino de tres anos) y exclamo: <>. Y Tamar tuvo la seguridad de haberse casado con el hombre correcto. Dieciocho anos despues, la mama de Dustin aun contaba esta historia, aunque con la advertencia de que, mientras que tuvo razon al adoptar a su hijo, se habia apresurado un poco al juzgar a su actual exmarido. Cuando crecio, Dustin se convirtio en un chico callado y serio, cuyos padres adoptivos bromeaban con sus amigos sin cesar diciendo que sus genes jamas habrian podido producir a alguien tan inteligente. El, acostumbrado a aquella rutina, respondia que estaba seguro de que sus padres biologicos jamas podrian haber hecho de el un judio tan bueno. (Hacia poco, con el incremento de la popularidad de Drake, sus amigos empezaron a considerar que la combinacion de ser un afroamericano que se crio como judio era <> en vez de <>). Lo que la gente no sabia era que Dustin tenia tendencia a sufrir ataques de panico e iba a terapia desde los diez anos para lidiar con su ansiedad; por esa razon, la idea de ser el tutor de alguien <> como Steven hacia que sintiera un nudo en el estomago. --De ninguna manera. No puedo, mama --exclamo Dustin--. Steven es el epitome del uno por ciento, los mas ricos de la sociedad. Que yo lo ayude seria como si me pasara al Lado Oscuro. No soy Kylo Ren.

  • La caida de Aquilae de Claudio Hernandez

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    Las huellas siempre quedan. El sol estaba radiante --como de costumbre-- en mi pueblo natal, bello y lleno de historia. Tengo el pulso debil y, fijate tu, he decidido escribir a mis ochenta anos. Pero creo que merece la pena. He indagado en la profundidad del corazon de mi ciudad y me he encontrado con tantos secretos que ni yo misma puedo ocultar. Ahora veo una montana a lo lejos, desde el cristal de mi ventana, y a veces, en la siniestra nube que parece un fuego elevandose hacia el cielo, me muestra algun que otro edificio. Los puneteros no han construido la Residencia mirando al sur, a la playa, al pico de la Aguilica. Hacia el castillo San Juan de las Aguilas, que sigue resistiendo siglos, imponente, desde lo alto de una pequena montana que se come el mar embravecido. Desde el reinado de los romanos, los piratas y los arabes. Siempre estuvo alli. Y la historia siempre ha existido. Pero las personas se van. Y yo. Yo quiero contaros la caida del Imperio romano de Aquilae y una bella historia de amor. Imposible, si. Pero cierta. Algo que supuso un punto y aparte en la Historia. Giro como una peonza y rompio muchos estatutos y normas. Pero al fin y al cabo era el amor imposible del capitan romano Inisio y la pobre esclava Sisha. Asi que voy a escribir como pueda, con estas gafas tan grandes y estos boligrafos tan pequenos. Esta es la historia. 2 Despues de todo, en el siglo III d. C. comenzo a florecer la cultura romana en Aguilas. Mientras que la legion --capitaneada por el cruel y despiadado Inisio, cual gladiador--nunca existio mas que para hacer reir a la gente de Roma, este hombre, de fortaleza descomunal y barba espesa, solo conocia la sangre en el filo de su espada: tan pesada como las posaderas de su caballo Romin. Un hombre que hacia sacar de quicio --en una burla-- al propio emperador de Roma, quien se habia acomodado en una cama de lustro, cubierta de sedas, al igual que Neron dos siglos atras, o Vitelio --cuyos nombres se habian lapidado en piedra caliza-- tras crear <>, con al menos cuatro bestias como valor para identificar su simbolo de poder. Eso era una legion, e Inisio estaba en otra. Pero mucho, mucho despues, envuelto en una gran nube de polvo y arena que los caballos, al galopar, lanzaban por detras, como las ruedas de los coches de formula 1 --algo nada comparable en esa epoca--, o quiza como un tornado en medio de una tierra seca, despues de su gloria, tras la caida de la Cartagena punica, tenia que cumplir su ultima locura. Porque todas su decisiones en el reinado de Aquilae eran puro terror. Conquistar Aguilas y matar a cuantos se resistieran. El anciano aguileno tenia la mano como visera sobre sus pobladas cejas, y, resoplando, dijo: --Se acercan. Y muy rapido. El anciano, con rostro oscuro y piel curtida por el sol, se dio media vuelta con el corazon fuera del pecho y camino cojeando hacia la multitud. El jolgorio era tal que podia confundirse con el galopante ruido de todo un batallon con siluetas, que crecia de forma amorfa. Podian verse los dientes de los caballos y de los romanos. Tan blancos y apretados como dos piedras una encima de la otra. El sol lucia en un cielo celeste; y, abajo, en la Tierra, todo era luz sobre la aridez de la arena. Pero pronto habria sangre. Tanta que Aguilas se teniria de rojo. El mar estaba zozobrando ante la llegada de aquellos monstruos y las algas quisieron escapar de las orillas hacia adentro para no degustar el sabor empalagoso de la sangre. El castillo seguia ahi. Imponente, y mirando con su ojo bizco. Habia sido reconstruido varias veces y en cada una de ellas le crecia un apendice. El ala este estaba ajena a todo el ajetreo, debido a que miraba hacia el otro lado del mar. Mucho mas lejos, y donde las olas no existian mas que cuando llovia una o dos veces al ano. El perturbador ruido crecia sin cesar, y en los oidos de aquellos pobres desgraciados se escuchaban los gritos de los soldados y los llantos de los ninos. Pero, sin duda alguna, eso no iba a ser el fin. 3 --?Esta usted escribiendo una poesia? --pregunto Ana, una de las auxiliares de geriatria. Yo la llamaba asi, porque dentro de este orden comunal habia tantos titulos y distinciones que me perdia, y al final acababa llamandolas por ese nombre, o por el de "mi medico". Alce la vista y la mire fijamente. --No es una poesia --respondi. Recuerdo que le mostre una leve sonrisa, pero albergando a la vez, dentro de ella, algo sordido y doloroso como la soledad y los recuerdos que se evaporaban como el humo de la lena en el fuego. Ella agacho la cabeza para mirar mi libreta. --Elena. Esto es una historia cualquiera --me dijo, al tiempo que se apartaba el cabello que la envolvia sus ojos. --No, claro que no. Es una novela historica --le explique, en un dia que tenia mal humor. <>, pense. Es por ello que querer recordar es despertar el alma adormecida y eso duele. Mucho. Agache la cabeza y pose literalmente mis ojos sobre aquellas letras irregulares --. ?Crees en el amor? --Si, claro --acucio ella. Se habia despertado la sonrisa tonta. Sin mirarla, me di cuenta de que mostraba todos sus dientes blancos. --No me refiero a follar --le dije, con total vehemencia. Desde luego que ese dia no estaba yo de muy buen humor, porque sabia que… Eso tenia una explicacion. Ella, alarmada y con los brazos en jarra mientras movia la cabeza como si la tuviera atada a un muelle, dijo: --Esas palabrotas no se dicen. --A mi me vas a ensenar --conteste, y por sorpresa sonrei un poco, pero lo cierto es que aquello me parecio mas un rictus malevolo. Si, era eso. --Claro, porque tenga cierta edad no significa que… --No significa que cuando usted haya venido, ?yo haya ido tres veces? Esta vez si la mire. Tenia unos ojos preciosos y sus labios estaban arrugados ahora, como dos morcillas de esas rojas, pisoteadas. --Bueno. Viendolo asi… --No se preocupe --le corte alzando mi mano izquierda. A traves de la luz del sol me di cuenta de que mis hematomas eran cada vez mas oscuros--. Le contare un secreto --menti. Ella se arrodillo ante mi como si quisiera pedirme la mano y, toda atenta, observandome con aquellos ojos celestes que nunca olvidare ni despues de mi muerte, me pregunto: --Y, ?se puede saber cual es el secreto? --Me case tres veces y yo mismo los envie a la tumba. Ella se llevo la mano a la boca. Sus unas estaban negras, o mejor dicho, se las habia pintado con esmalte negro. <>, pense. --Oh, lo siento. Sin duda alguna, estaba desconcertada la pobre. --Pero todo acabo bien --anadi con cierto sarcasmo, montado a lomos del tono de mi voz. Ella meneo la cabeza en sentido de nones. --Oh, vaya.

  • La septima hija de Begona Valcarcel

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    Relato costumbrista sobre la infancia de una nina de la posguerra en Espana (1951- 1965). Narra la vida de una nina que nacio a mediados del siglo pasado, en el seno de una familia acomodada en la ciudad de Murcia. En pleno apogeo de la dictadura del Generalisimo y en una epoca en la que no habia television, ni boligrafos, ni bolsas de plastico.
    La obra, narrada en primera persona con un lenguaje sencillo y divertido, refleja las costumbres de la epoca a traves de los ojos de una nina.
    !Pasen y lean!

  • Nos vemos en esta vida o en la otra de Manuel Jabois

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    Una de las caracteristicas del mal es dejar de ser una tentacion. Eso fue lo que me empezo a interesar de la historia de Gabriel, conocido como Baby y al que la prensa apodo, despues de los atentados del 11-M en Madrid, El Gitanillo. Su normalidad era comun hasta que se hizo demasiado grande para mantenerla como tal.

  • Dejame amarte (Dejame amarte 3) de Norah Carter, Monika Hoff

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    Por fin estaba en Dubai, me centre en disfrutar al maximo de esa experiencia, en aquel pais, junto con uno de los hombres mas ricos del mundo. Despues de lo que habia pasado con Brian, me apetecia vivir cada oportunidad que me pusiese la vida por delante. Me sentia extrana en ese coche de lujo sentada en el sillon de atras, el iba sentado junto a mi, delante iba el chofer y uno de seguridad, por supuesto ibamos escoltados por dos coches delante y dos detras, el dispositivo de seguridad que llevaba era impresionante. En el camino pude observar la cantidad de rascacielos y lujo que derrochaba esa gran ciudad. Llegamos a un muelle privado donde aparcaron los coches y me guiaron hasta un yate impresionante donde invitaron a montarme para continuar nuestro trayecto al que rapidamente descubri que era una isla privada a pocos kilometros de la costa. En el yate nos sirvieron un champagne que solo la botella anunciaba que posiblemente seria mas cara que lo que costaba mi casa, el sabor era indescriptible, no recordaba haber tomado en mi vida uno con un sabor tan fino y delicado. Cuando nos situamos frente a la isla y pude ver todo ese complejo privado que tenia, por poco me da un desmayo, sin duda era para quedarse ahi a vivir toda una vida, el color del mar era uno de los mas atractivos que habia conocido. Entramos a la villa de lujo con una superficie habitable de mas de 1.500 metros por planta, pude comprobar que tenia ocho dormitorios con sus cuartos de banos, una terraza en cada nivel, ascensor, un salon, cocina impresionante y una piscina frente al mar que sin duda era la mas bonita que habia visto en mi vida. Mi cara era de tonta total, el sonreia al mirarme, unos jardines de lujo hacian que todo aquello fuese todavia mas lujoso y extravagante, a los alrededores veinte villas pequenitas que servian de alojamiento para las personas que invitase. Solte las maletas en aquella habitacion que podia medir unos 100 metros cuadrados tranquilamente y coloque todo lo que llevaba. Me puse un banador muy elegante y por encima me tire un vestido tipo arabe de mangas por el codo y por encima de las rodillas, muy elegante pero playero a la vez. Baje hacia abajo y ahi estaba el, en la terraza, con su banador y tomando una copa mientras me esperaba, pude comprobar que tenia un cuerpo impresionante, se notaba que lo trabajaba mucho, el moreno lo hacia mas atractivo y seductor aun. -- Estas preciosa, no sabes cuanto me alegro de que hayas aceptado mi invitacion --dijo mientras me entregaba una copa de vino. -- Me ha venido muy bien hacer este lapsus en mi vida, gracias por pensar en mi para este viaje. -- Manana por la manana iremos al centro comercial mas importante de la ciudad para que escojas el vestido que quieras, no te habia dicho que pasado manana hare una fiesta exclusiva en esta isla y vendran invitados muy especiales y exclusivos, se alojaran aqui durante unos dias. -- !Que verguenza! No se si estare al nivel. ?Como me has hecho esto? --esboce una sonrisa. -- Por supuesto que estaras y estas al nivel, no invito a permanecer unos dias de mi vida a cualquiera, manana compraremos el vestido, podras escoger el que mas te apetezca y que mejor creas que te sienta, quiero que estes deslumbrante --hizo un guino de ojo. -- Esta bien, te agradezco mucho que hayas pensado en mi para disfrutar de esta fiesta y estancia, que no esta al alcance de cualquiera. -- Vuelvo a repetirte que no eres cualquiera --agarro mi mano y la acaricio suavemente. -- Me halaga que asi sea, la verdad que estar en un lugar asi, es algo para recordar toda la vida, y tener la posibilidad de disfrutarlo te da una sensacion que sabes que sera unica. -- Pues te puedes quedar aqui y fijar tu residencia, eso si, tendras que aguantarme aqui contigo --guino de nuevo su ojo. -- ?Me estas haciendo una proposicion? -- Pues claro, tienes tiempo para pensarlo --sonrio mientras levantaba su copa. -- Entonces, si acepto, tendre que ver como pones a cada una de tus mujeres en uno de los bungalos exteriores, ?verdad? --fui directa a la yugular. -- Si tu te quedases, serias mi unica mujer, renunciaria al resto de ellas --dijo mientras daba un sorbo a su copa. -- Me lo estas poniendo muy facil, algun truco tiene que haber. -- Ninguno, Paola, te ofrezco todo lo que tengo para ti sola, desde el momento en que te vi sabia que serias lo unico que desearia y no podria comprar en la vida. -- Al final me lo voy a creer --dije mientras me metia en la piscina ya que el calor de ese lugar era asfixiante. -- Me encantaria verte con un traje rojo para esta noche, debe quedarte espectacular ese color. -- Me gusta, lo veo lo bastante elegante para una ocasion como esta. -- Pues buscaremos el traje rojo mas bonito de todo Dubai. -- Menos mal que vas a pagar tu, porque solo el nombre de esta ciudad indica que el mejor traje no debe de bajar de cinco ceros. -- Ese no es el problema, quiero que con lo que compremos te sientas a gusto y resplandeciente. -- Yo la verdad que con cualquier trapito estoy mona --dije bromeando. -- De eso soy testigo --dijo riendo. Salir de la piscina y me fui directa para el mar, tenia ante mi la mejor playa privada que jamas hubiese imaginado poder pisar, me meti en el agua y me zambulli, al salir ya lo tenia frente a mi con una sonrisa en los labios y rodeandome con sus brazos. Nos quedamos mirandonos unos segundos hasta que nuestros labios se encontraron y comenzaron a juntarse de la manera mas dulce que jamas pude imaginar de ese hombre. Al separarnos me regalo una sonrisa que advertia lo feliz que le habia hecho ese momento, la verdad que a mi tampoco me habia disgustado, es mas, me habia dejado con muy buen sabor de boca. Salimos hacia fuera y nos tumbamos en una de esas tumbonas balinesas que habian repartido alrededor de toda la orilla de la playa, rapidamente teniamos un chico del servicio preguntandonos que queriamos tomar, mando a pedir una botella de vino, ya veia como habia dos chicos preparando una parrillada de marisco en una de las barbacoas que habia alrededor del jardin. -- Es una de las veces que mas bonito veo el mar, debe ser por la belleza que tu has traido a este lugar. -- Que exagerado eres --puse ojos en blanco. -- Sabes que es cierto lo que digo, ?te apetece que nos traigan la cena aqui o nos vamos al jardin? -- A mi me da igual, pero aqui se esta de escandalo, no me importaria seguir disfrutando de este momento. -- Sus deseos son ordenes para mi --hizo un gesto a uno de los del servicio para que nos preparase una mesa en aquel lugar. -- Debe ser alucinante vivir en un mundo donde todo lo que quieras lo tienes al instante. -- Vente a instalarse aqui y compruebalo por ti misma --puso cara de interesante mientras acariciaba mi rodilla. -- Al final me lo voy a tener que pensar --dije mirandole fijamente a los ojos aunque ni se me pasaba por la cabeza plantearmelo. -- Tienes toda la semana para hacerlo, esperare la respuesta impaciente. -- En una semana no puedo decidir toda una vida --recorde lo bien que habia dejado mi estado en la Toscana gracias al anillo que me habia regalado Brian de un regalo que le hizo mi jeque. -- Dejame amarte y veras lo facil que es pensar todo. Me entro una suave risa . -- Tengo una semana para hacerlo. -- Eso lo se, desde el momento que aceptaste venir por esos dias conmigo. -- Bueno de todas formas yo no tengo que trabajar y me puedo quedar unos dias mas, lo digo por si me dejas disfrutar de esto el tiempo que necesite, luego cuando me aburra... !aqui te quedas! --solte bromeando. -- Bueno, tambien me puede valer por si necesito algunos dias mas para conquistar tu corazon. Se me caia la baba con las cosas que me decia ya que cualquier mujer desearia que un hombre de esas caracteristicas estuviese babeando por ella, cada palabra que me decia era con un carino y un derroche de amor impresionante, me puse a pensar que la vida se habia encaprichado en ponerme una serie de hombres ricos en mi camino, pero ese era muy gracioso ya que todas mis bromas las entendia perfectamente y me las seguia sin darle importancia a lo que le estaba diciendo. Me daban ganas de contarle al jeque lo del anillo y que lo habia vendido, seguramente el se lo iba a tomar bien, incluso se alegraria de que hubiese caido en mis manos, lo que no estaba segura era de que le gustara enterarse de la relacion que habia tenido con Brian, asi que por ahora no se lo contaria, pero conociendome... poco me faltaba para contarselo. Nos pusieron una mesa entre las dos tumbonas y justo a la altura para estar comodos, un precioso mantel blanco sobre ella, con una mariscada, todo estaba cuidado hasta el minimo detalle, la cuberteria era la mas fina que habia visto en mi vida. Ya estaba viendo como el jeque iba a coger los cubiertos para comer la langosta que ya estaba abierta y preparada, lo mire muerta de risa y le dije que conmigo se dejase de tanto protocolo, que yo me la iba a zampar con los dedos, le hizo mucha gracia y me dijo que adelante. -- Cuentame sobre tu vida --le pedi mientras me limpiaba las manos con la tipica toallita de limon. -- ?Que quieres saber? -- No se, como es esto de ser jeque. No creo que sea tan facil como parece. -- La verdad es que no --fruncio el ceno. -- Pues eso --bebi de mi copa de vino--, cuentame un poco. -- A veces la gente piensa que por tener dinero todo es sencillo y no es asi --se apoyo en el respaldo de la silla y me miro fijamente a los ojos--. Tenemos problemas, como todos, pero claro que el dinero ayuda. -- Eso seguro --esa parte la entendia--. ?Que es lo mas dificil? -- Los amigos. -- ?Tener amigos es dificil? -- Tener amigos no, pero ese es el problema --bebio un poco de su copa y la puso de nuevo sobre la mesa--. Cuando estas en una situacion tan privilegiada como la mia, no tienes mas remedio que ser siempre desconfiado. La gente siempre se ha acercado a mi por mi posicion social, si podemos decirlo asi, o por mi dinero. Me quede mirandolo mientras llegaba a entenderlo. -- ?Y como los diferencias? -- No lo haces, a veces te guias por tu instinto, otras veces por no tienes mas que desilusionarte --se encogio de hombros. -- Y te hace ser mas desconfiado, supongo. -- Si, claro. Pero confio mucho en mi sexto sentido. Esto no es nuevo para mi asi que ya tengo experiencia. -- ?Y que te dice tu sexto sentido conmigo? --quise pegarme nada mas decir la pregunta en voz alta, no podia mantener la boca cerrada nunca. Esbozo una sonrisa sesgada y me miro con la diversion brillando en sus ojos. -- No creo que te guste saberlo. -- Y tanto que me gusta. Bueno, tal vez no me gusta --reconoci--, pero soy una alcahueta de primera, asi que lo quiero saber. -- No te adelantes a los acontecimientos, Paola, deja que la vida decida. Lo mire durante largo rato, esa frase me era demasiado conocida. -- No puedes pedirme que no lo haga. Soy una alcahueta de primera --al final acabe riendo y el conmigo pero era cierto, era demasiado curiosa para mi propio bien. -- Quizas un poco mas adelante te lo cuente --me guino un ojo--. Ahora disfrutemos del tiempo que estaremos juntos y ya veremos que nos trae el futuro. -- Ya veremos si aciertas o no --lo mire a los ojos mientras volvia a beber. -- Brindo por eso --levanto la copa y yo hice lo mismo. La comida fue bastante divertida. La verdad era que no tenia nada que ver con la impresion de seriedad que daba. Era un hombre bastante divertido, al menos conmigo era asi, y, sobre todo, atento. Me sentia bien con el y eso me daba un poco de miedo. Pero estaba dispuesta a vivir el dia a dia y no pensar en nada mas. Estuvimos de nuevo disfrutando del sol durante un par de horas mas y luego volvimos a darnos una ducha. Estuve mas tiempo de la cuenta en la banera, pero me habia preparado un perfecto bano con sales aromaticas y relajantes y queria disfrutarlo al maximo. Habiamos quedado en que tendria la tarde libre para descansar o hacer lo que quisiera ya que el tenia asuntos de negocios que arreglar y asi yo podria descansar un rato, y que nos veriamos a la hora de la cena. -- Quiero verte espectacular --me dijo antes de despedirse de mi en la puerta de la habitacion y marcharse. Me decidi por una falda cenida negra y de talle alto que llevaba, la habia comprado especialmente para ese viaje, y una blusa de seda blanca. Se transparentaba demasiado asi que use ropa interior blanca tambien. No sabia si le gustaria que se viera mas de la cuenta teniendo en cuenta el personal de servicio. Me mire en el espejo y no vi nada del otro mundo o que pudiera ofenderle asi que me encogi de hombros y segui arreglandome. Media hora mas tarde entre al salon. Estaba sirviendose una copa y yo me quede en la puerta contemplandolo. -- Me alegra que ya estes aqui --dijo sin tan siquiera darse la vuelta. -- Espero no llegar tarde. -- Tampoco tendrias que disculparte, esperaria el tiempo que fuese necesario. Me gusto ese comentario y sonrei.

  • Guardian 1 de Nesa Costas

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    Ciudades, poblados y aldeas ecologicas cohabitan sin mezclarse.
    Una inesperada infeccion pondra fin a la distancia al amenazar toda vida. Clara es debil e inutil, y su supervivencia se debe a sus companias. Sin embargo, una dolorosa traicion la cambiara por completo. Tras un accidentado itinerario, Clara al fin llega a una fortaleza donde pasado, presente y futuro convergen.
    En un parpadeo, Tarik se ve relegado de guerrero a siervo. Un error lo convierte en guardian a las ordenes de una desconocida. Su mundo se reduce y lo unico que importa es ella. La Clara que el conoce representa todo lo que odia. Lo ultimo que quiere es protegerla, lo ultimo que espera es enamorarse de ella.

  • Cafe Dorianne de Xanti Ramirez

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    El famoso Cafe Dorianne, en el centro de Madrid, ha acogido durante su larguisima existencia a todo tipo de clientes: desde reconocidos artistas, politicos, escritores y deportistas de elite, a gente completamente anonima; como esa pareja que desde una apartada mesa del comedor observa con curiosidad todo lo que pasa alli dentro. ?Quienes son? ?Que es lo que tanto les sorprende? Y sobre todo, ?Cuanto tiempo llevan alli sentados?

  • En el horizonte de Robyn Carr

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    La neurocirujana Maggie Sullivan siempre habia trabajado en unas condiciones de extrema presion y sabia que debia bajar el ritmo antes de quemarse por completo. El mejor lugar, sin duda, para lograrlo era Sullivan’s Crossing.
    El nombre se lo debia al bisabuelo de Maggie, y la tierra y la encantadora tienda de ultramarinos en el cruce de caminos entre Colorado y Continental Divide pertenecia en esos momentos al excentrico padre de Maggie, Sully. Ella se moria de ganas de poder permitirse una vida como la suya.
    Pero el mundo de Maggie se tambaleo de repente y tuvo que hacerse cargo de Crossing. Cuando un senderista, callado y de aspecto serio, Cal Jones, se ofrecio a echarle una mano, ella sospecho enseguida de sus motivos, hasta que averiguo la verdadera razon de su aislamiento deliberado.
    Aunque tanto Cal como Maggie estaban inmersos en una lucha por superar la perdida y la soledad, el tiempo compartido habia despertado en Maggie la esperanza de hallar algo mejor en el horizonte. siempre que ambos lograran aprender a encontrar la paz y la curacion, y quizas el amor, juntos.

  • Te casaras conmigo de Sophie Saint Rose

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    Sandra Stanton no soporta a su atractivo vecino. Un conflicto familiar hizo que se distanciaran hace anos y en la actualidad no paraba de fastidiarla. Hasta que una estampida lo cambio todo. !Ahora se empenaba en casarse con ella!

  • La mujer que bordaba con hilos de cerezas de Montse Puchol

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    Todos ocultamos fantasias inconfesables entre las sabanas. Emma no era una excepcion. Un relato leido por casualidad le abrio la puerta a descubrir que habia otra forma de sentir y una manera distinta de vivir el deseo. Pero nada, en este mundo de etiquetas y falsa moral, es gratuito. Salirse del redil, tiene un alto precio.

  • Los hombres de Texas no hablan de amor de Olivia Ardey

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    Jasper Blanchard acepto de mala gana el encargo de pasear a un estudiante por los alrededores del rancho. Boquiabierto, vio como llegaba a la terminal del aeropuerto una rubia de largas piernas. Sam,
    el joven empollon que esperaba, resulto ser Samantha. La prioridad de Samantha Larson era recabar datos para su investigacion academica, pero lejos de casa no iba a desaprovechar la ocasion de disfrutar al limite de aquellas vacaciones. Sin embargo, las apariencias enganan. Ni Jasper es inmune al amor, ni Sam es tan ingenua como para arriesgar su futuro por el vaquero con la mirada mas sexy de Texas.

  • Lagrimas del corazon de Lee Wilkinson

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    Blaze Rawdon esta convencido de que Francesca guarda un oscuro secreto, y cuando su nueva novia desaparece en visperas de su fiesta de compromiso, obliga a Fran de forma implacable a convertirse en una sustituta temporal.

  • Los chicos malos las prefieren morenas de Paola Noguera Franco

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    Diana y Fabrizio, el noviazgo dorado teen de Buenos Aires rompe su compromiso. Y en medio de su pena, ella comete un desliz, entregandole su virginidad a Alexander Francois.
    Hay tres detalles fundamentales aqui: primero que Alex y Fabrizio son primos ; segundo, que Alex es el mayor casanova de la ciudad y tercero; que todos son amigos y van al mismo colegio.
    Diana ahora se encuentra atrapada en las nuevas sensaciones que le produce su mujeriego amigo y la sensacion de comodidad que tenia con Fabrizio ?que eleccion tomara?
    Un peligroso juego de seduccion y mentiras desarrollado en medio de la elite de la mas alta sociedad de Buenos Aires.

  • Un rincon del mundo de Christina Baker Kline

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  • La conquista del jeque de Olivia Gates

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    ?Conseguiria el trono y el amor?

  • El oceano de la memoria de Paloma San Basilio

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    Me llamo Alba Monasterio Livingston y naci en 1936, en plena guerra. Mi madre me amamanto hasta los tres anos y a mi padre le hicieron prisionero por el simple motivo de bautizarme. Lo libero un anarquista que penso que tenia derecho a actuar bajo su conciencia. Si el tribunal hubiese estado presidido por otra persona, ninguno de mis hermanos habria nacido y, por lo tanto, esta historia no existiria. Cuando volvio a casa, la barba roja que lucia mi padre dejo claro por que mi melena era del color del fuego en invierno, pero yo no soy el centro de este relato. Solo quiero contar la verdad de lo que acontecio desde entonces hasta nuestros dias. Por que se callaron tantas cosas y se disfrazaron otras. Quiero dejar limpia la memoria de una familia que con sus luces y sus sombras fue simplemente el reflejo de una epoca y una sociedad hipocritas, donde nada podia ser como era y habia que aparentar lo que dicha sociedad consideraba correcto aunque muchos sentimientos y muchas vidas se perdiesen por el camino. Tengo esa edad en la que lo cotidiano se olvida y lo lejano emerge como esculpido en la piedra de la memoria. Mi vida ha sido como un rio remansado, pero con remolinos inapreciables en la superficie capaces de arrastrarte hasta el fondo si no tenias un asidero al que agarrarte. Tampoco ha importado mucho, el foco de la casa siempre estaba en otra parte. Eramos muchos y los demas hablaban mas alto y mas rapido que yo, que me veia obligada a dejar mis frases a medias, suspendidas en el aire sin interlocutor alguno. De aquellos dias solo quedamos en el mismo sitio la casa de Cadiz, que ya ni siquiera nos pertenece, las bodegas, Juana y yo, testigos eternos y mudos de las vidas de otros. Nadie permanece junto a nosotras; la mayoria ya no estan. Las habitaciones se fueron quedando sordas poco a poco. Algunas antes de tiempo. Otros se fueron lejos, huyendo del pasado y la falta de oxigeno para respirar. Es una casa preciosa pero tiene algo de carcel. Algo que desde el amor y la seguridad te oprime los pulmones y te adocena las ideas. Espero que sus futuros habitantes consigan liberarla. En otro tiempo la casa estaba llena de vida, de ruido, de gritos y de musica. Mi padre amaba a los clasicos y tenia pasion por la zarzuela que sonaba obscenamente por todas partes para arremolinarse en el patio, el autentico corazon de nuestras vidas y nuestros suenos. En ese patio celebrabamos los bautizos y las comuniones, rodeados de pilistras, las macetas tipicas de los patios del sur, con el sonido del agua como fondo de las conversaciones al caer la tarde. En ese patio recibia mi madre a sus amigas en verano para tomar el te con pastas, reminiscencias inglesas, y examinaba de pies a cabeza a los posibles pretendientes que tenian que pasar el test de aprobacion, sin el cual, implacable, se encargaba de alejarlos de sus hijas. Eramos guapas, educadas y sabiamos todo lo que una buena esposa necesita saber. Lo malo es que no todas estabamos dispuestas a serlo. Hoy aun se conservan las verdes pilistras, con sus hojas largas y brillantes como cuchillos. La fuente sigue sonriendo agua; a veces tengo la sensacion de que se burla de todos y que sabia de antemano lo que pasaria, como una Casandra liquida y constante. Solo he querido explicar a grandes rasgos el porque de estas paginas y el hecho insolito de que me haya tocado a mi, en calidad de unico testigo vital y contra todo pronostico, dibujar de la manera mas veraz y con la mayor riqueza de matices la historia de la familia Monasterio Livingston, mi familia, una familia mas de la Espana atribulada, asustada y herida de la posguerra. PRIMERA PARTE Capitulo I Alba, esta nina tiene fuego en el pelo y en el corazon, y por los ojos le sale la llama verde de las hechiceras. --Ya estas con tus tonterias, Juana, si solo tiene dias. Alba se reia con los comentarios de Juana. La nina era preciosa a pesar de los tiempos dificiles en los que habia nacido. Espana estaba en medio de una guerra fratricida, y la escasez y el miedo campaban a sus anchas. Juana tenia la misma edad que su senora, veintiun anos. Habia entrado en la casa a servir con catorce, de ahi la confianza y el carino que las dos se tenian. Gregorio, su padre, labrador y con mas hijos de los necesarios, apenas podia alimentar a su prole a base del consabido pan duro a remojo, pimiento, tomate y ajo, todo de la huerta, enriquecido con una pizca de aceite. Lo que una familia podia permitirse en el campo andaluz dominado por latifundios y grandes fincas en donde los aparceros disponian de una humilde casa con una sola estancia, la huerta y alguna cabra a la que exprimir las ubres buscando la leche que les servia para hacer quesos y algun que otro dulce. Las gallinas les permitian comer de vez en cuando los huevos que no vendian en el mercado, y a menudo el matrimonio y los cinco rapaces se afanaban en mojar pan y compartir la clara, que suponia un manjar exquisito reservado solo para los domingos. Juana era la mayor y por tanto tenia que trabajar el doble para ayudar en la casa, recoger esparragos verdes hasta deslomarse o echar unas horas en las casas principales. Desde los ocho anos, Juanita corria de un lado para otro procurando alguna ganancia que llevar a su maltrecho hogar. Juana era pequena y vivaracha, la naturaleza le habia regalado una ligera joroba que en nada mermaba su caracter alegre y dispuesto. A los catorce anos, la madre de Alba, la Inglesa, como la llamaban en los barrios humildes, se apiado de la criatura y la metio fija en la casa de la plaza Mina. Juana trabajaba duro pero al menos tenia un buen sitio en el que vivir, comida y veinticinco pesetas que generosamente la Inglesa le pagaba al mes y que volaban para alivio de la casa paterna. La muchacha era feliz, y ademas Albita, la nina de la casa, tenia su misma edad y se convirtio en una companera de juegos, confidencias y risas, cuando sus quehaceres diarios se lo permitian. Juana tenia adoracion por esa nina rubia de ojos azules, esbelta y voluntariosa a la que su madre, con exigente educacion anglosajona, sometia a clases de mil cosas: ingles, bordado, reposteria, piano y equitacion. Alba se quejaba pero sabia que era inutil resistirse. Se convertiria en la joven mas deseada de la ciudad y eso era garantia de futuro, seguridad economica y reconocimiento social. En un mundo de hombres, las mujeres se median en funcion de una buena boda y no de otros meritos ajenos a la vida de matrimonio. Los sentimientos eran algo secundario; en definitiva, eran cosas de pobres. Cuando Alba lloraba en publico por algo o suspiraba, la Inglesa le recordaba su condicion social y el hecho de que llorar, reir a carcajadas o suspirar eran cosas de pobres y estaban desterradas de la casa de la plaza Mina. Realmente la Inglesa no era tal, la abuela era hija de un comerciante de extraccion humilde, Santiago Belacua, que gracias a sus habilidades en el comercio de ultramar habia amasado una considerable fortuna, lo que le permitio entrar a formar parte de la burguesia gaditana. Su espectacular y pelirroja hija pudo asi conquistar a uno de los solteros de oro, de ascendencia inglesa y perteneciente a la escasa aristocracia de la Tacita de Plata, Mario Livingston. Como consecuencia, mi abuela decidio ser mas inglesa que nadie y soltaba con alegria frases en el idioma de Shakespeare en version gaditana que entusiasmaban a mi abuelo Mario. Implanto el te por las tardes y una ferrea educacion inglesa en todo su dominio, de ahi el apodo, no carente de la consabida guasa del pueblo llano, de <>. El abuelo Mario era una bellisima persona, paciente y carinoso. Habia heredado la bodega familiar, un precioso edificio con estructura de hierro, disenado por Eiffel. La bodega era el orgullo de la familia y de sus botas salian los mejores caldos para Espana, el resto de Europa y America. El fino, el oloroso, el cream dulce y meloso, el Pedro Ximenez o el brandy eran algunas de sus joyas, criadas y mimadas al amor de los vientos, la humedad del mar y las temperaturas unicas de la zona. De ninos gritabamos de alegria cuando alguien proponia una excursion a las bodegas del abuelo. Era maravilloso poder pisar patios de albero, oir el relinchar de los caballos en las cuadras, subirnos a los carros antiguos en los que se transportaba el vino, jugar con los perros bodegueros de una mestiza raza importada de Inglaterra y creada para perseguir los ratones que abundaban entre las botas y, sobre todo, andar por los vinedos, oliendo a miel en septiembre, con la uva rubia guinandonos un ojo y diciendo con su brillo <>. La bodega era un mundo apasionante por el que corriamos en libertad y jugabamos al escondite. Hoy no vive sus mejores momentos, pero es algo que permanece en nuestra sangre como el viento de levante o las murallas de Puerta Tierra, principio y fin de una ciudad inexpugnable, indomita, que nunca se ha doblegado, rodeada de agua y luz, brillando como la plata por las mananas y tenida de rojo por las tardes. Alba solo tenia un resquicio por el que dejar escapar su ninez, sus ansias de juegos y sus suenos, y ese resquicio se llamaba Juana; y Juana nos contaria una y mil veces las travesuras que mi madre y ella inventaban a escondidas del riguroso control materno. Digo mi madre porque yo soy esa nina de fuegos diversos que Juana anuncio el dia 18 de septiembre de 1936, en plena Guerra Civil. Ese ano nacieron dos cosas: una buena, yo, y otra mala, la guerra que dejaria un millon de muertos por la torpeza de unos y el fanatismo de otros. --Juana, no achuches tanto a la nina que la vas a gastar. --!Ay, Albita, cuando has visto tu que el carino gaste! Mas carino es lo que necesita el mundo y sobre to los crios. Si es que entran ganas de comersela. --Dicen que si se coge mucho a los bebes se encanijan. --Sera por eso que tu has salio tan alta y buena moza, por la falta de brazos de tu madre. El carino alimenta y sobre todo hace personas felices y sin malas ideas. --No sigas diciendo tonterias y traeme agua de limon, anda, que tengo la garganta seca del levante, y si ves a Custo dile que venga, que le echo de menos. --Ese si es un hombre, si yo no te quisiera tanto diria que no te lo mereces. No he visto nunca un marido mas carinoso y un medico tan preocupao por su gente. De el tendrian que aprender muchos de los que estan a tiros por las calles. Juana siempre tenia la ultima palabra y era de una sinceridad palmaria, a la que nadie podia oponer argumento alguno. Mi madre se reia de sus cosas pero la respetaba y la queria como a la hermana que no habia tenido. Sabia que tenia razon, cuantos besos y abrazos le habian faltado en su ninez

  • Odiandote, te empece a amar de Jessa Lacey

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    El sol empezaba a alargar los dias, y con ello se incrementaban los suenos, bueno a decir verdad de suenos eran pocos, mas bien se trataban de pesadillas. Unas pesadillas tan reales como las que vivi hace casi un ano. Pero ya habia pasado mucho tiempo y debia olvidar, o eso era lo que me repetian tanto mis padres incluso mis amigas. Pero ellos no estuvieron en ese momento, en ese instante donde todo se resquebrajo para mi, y eso no lo podia olvidar. Las clases acabarian en un par de semanas, y al contrario del resto de mis amigas, yo no estaba ilusionada en que llegase el verano. La sola idea de pensar en revivir cada instante me erizaba la piel, se me paraba la respiracion y las lagrimas de impotencia intentaban bajar por mis pomulos aunque no saliese ni una sola. --Venga Ely, solo ven un rato, podriamos pasarlo bien. Mi mejor amiga me seguia incordiando con la fiesta, esa fiesta que habian organizado los de ultimo curso y a la que por alguna razon que no entendiamos, habiamos sido invitadas. --No me apetece Jess, en otra ocasion, quizas. Ibamos andando camino de vuelta a casa, despues de terminar las clases, y como cada dia, desde que a Alexa le ofrecieron ir a esa fiesta, no habian dejado de cesar las insistencias en acudir. --?Cuanto tiempo piensas seguir asi?-- se paro en seco y me cogio del brazo para quedar las dos frente a frente. --Jess ya te lo he dicho muchas veces, no me apetece ir a ese tipo de sitios, donde hay tanta gente. --?Que piensas que van a estar pendientes de ti? Hace casi un ano de eso, solo tu lo sigues recordando.-- su tono fue aun mas duro que las palabras que solto. --Lo se, puede parecer que soy una exagerada, pero tu no lo viviste como yo, dame tiempo. --Lo que quiero es que seas como antes, a mi no me enganas con tu sonrisa y tu comportamiento, yo no soy tus padres. El resto del trayecto a casa, nos mantuvimos en silencio, no me apetecia hablar, no sobre aquello, que intentaba dejar oculto en mi vida, pero era evidente que mi caracter habia cambiado, ya no era esa chica risuena, con vitalidad y que me enfrentaba al mundo. No sin duda ya no habia ni rastro de esa antigua Ely. No me importaba pasar el fin de semana sola, eso mismo me hacia sentir mejor, mis padres por fin estaban confiando en mi. Eso y que mi hermano los necesitaba para volver a casa, ya que habia terminado el ano universitario y tenia que recoger todas sus cosas para traerlas de vuelta. Era sabado y mis amigas ya habian desistido, fueron muy insistentes durante toda la semana, pero no cedi, no es que me disgustase la idea, pues habia una parte de mi que me apetecia ir. Volver a sentirme desinhibida aunque fuese solo por una noche, pero el miedo era superior, no estaba preparada. Esa misma tarde era la esperada fiesta que tanto habian estado fantaseando, y que Alexa gracias a estar tonteando con uno de los chicos de ultimo curso, y que era parte de los organizadores de la fiesta, habia sido invitada, ella y nosotras. Me sorprendio pues una cosa era invitarla a ella, pero que Jank le dijese que fuesemos tambien nosotras dos, no fue algo que nos paso por alto a ninguna de las tres. Pero la ilusion de acudir a una fiesta de ese calibre, les eclipso, yo en cambio me negue hasta la saciedad. Estaba recogiendo los restos de la comida, y dejando la mitad de la pizza que me habia preparado para comer, cuando escuche el telefonillo sonar y me imagine que ellas no eran de quedarse con un no por respuesta, y en parte me alegre. Despues de un par de horas ya estaba embutida en un vestido negro de tirantes y que no me llegaba a la mitad del muslo y con unos tacones que me iban a dificultar mucho el poder andar. El miedo estaba superandome, pero por primera vez en mucho tiempo tenia ganas de salir de mi zona de confort, esa zona que habia conseguido ser mi refugio, pero a la vez mi via de escape, mi forma de evadirme de todo lo que me rodeaba y eso no era justo. La primera hora en la fiesta fue un poco caotica, pero una vez que me aclimate al espacio y a la gente, me fui sintiendo mejor. --Vamos deja el refresco y vamos a bailar.-- Jess me cogio del brazo y me tiro al gran salon donde habia tanta gente bailando. No me negue, no tenia sentido, me apetecia, asi que la segui y fui moviendome poco a poco al son de la musica. --?Te has dado cuenta como nos miran?--le dije un poco avergonzada. --Ely te estan mirando a ti, recuerda que siempre has sido el centro de todas las miradas, tu aspecto no ha cambiado. El conjunto de sus palabras unido a la forma en decirmelo gritando, consiguieron que me ruborizara. Era cierto que siempre habia tenido suerte en lo que respecta a mi fisico unido a las horas de entrenamiento. Por eso nunca habia tenido problema para ligar, pero lo que entonces me gustaba, ahora me estaba incomodando, no me gustaba sentirme observada. --Voy a salir a tomar un poco el aire, ahora vuelvo. Me entendio en el momento, pues sonrio y me guino el ojo. Era muy afortunada de tenerlas. Tanto Alexa como Jess permanecieron a mi lado, estuvieron apoyandome cuando todo paso y no me dieron la espalda como el resto, que se suponia que eran amigas, pero eso hizo darme cuenta de quien realmente estaba en mi vida por amistad y no por interes. Fui esquivando a la gente, mientras pasaba desapercibida, cosa que me gusto, parecia que todo estuviese en mi mente, puede que realmente la gente ni se acordase de lo que paso aquella noche. --Pense que este dia no llegaria, pero miren quien ha conseguido salir de las cloacas.-- Su tono despectivo solo incremento mi ira. Intente salir cuanto antes y llegar al jardin pero su mano me cogio. --?Crees que te vas a librar tan facil de mi? Logan estaba cogiendome fuerte del brazo, bloqueandome el paso, mientras un par de chicos se reian ante la escena. --Logan sueltame.-- le dije con la poca voz que me salio en el momento. --?Y si no quiero? no has pagado por todo lo que hiciste, conseguiste que nuestro mejor jugador desapareciese-- la rabia y angustia se estaba apoderando de mi interior.-- ?piensas que con unos meses de encierro te ibas a librar de todo? --Yo no hice nada-- mis palabras salieron como un torrencial, chillando, hasta que consegui zafarme de su agarre, y sali de esa casa corriendo. No era consciente hasta que no pare en medio de la calle agotada, de todo el trayecto que habia hecho corriendo. No sabia exactamente por donde habia ido, por lo que estuve deambulando por las calles hasta que vi unos carteles y supe donde estaba. No sabia si habia sido cosa de mi subconsciente o por pura casualidad, pero ahi estaba plantada frente a la casa del chico con el que estuve tanto tiempo y del que se se habia marchado despues de todo lo que ocurrio sin haber dado senal alguna. Esa casa habia estado abandonada desde que se fueron, primero fue Erwan el que desaparecio. Bueno la palabra exacta era que habia huido, dejando todo lo que habia pasado en el aire, sin explicaciones, ni siquiera unas palabras de perdon. Pero eso no fue lo unico, a los pocos dias, su hermano realizo la misma jugada, pero eso no fue noticia, al fin y al cabo que se fuera era lo mejor que podia ocurrirle al pueblo. A diferencia de Erwan que era un ejemplo a seguir, su hermano habia sido un chico conflictivo y poco dado a entablar buenas amistades. Mantuve la mirada en aquella casa que tantos recuerdos me evocaba, tantos momentos vividos junto al chico que pensaba que iba a ser parte de mi vida y que de la noche a la manana, se fue sin dejar rastro, sin un mensaje durante meses, sin una llamada confirmando que estaba bien. Nada, no recibi senal alguna, y los meses no hicieron que olvidase todo, pero fui aceptando la perdida y que no volveria a mi vida. Lo mejor era pasar pagina. Eso era lo que estaba intentando, pero lo que no sabia en ese momento, cuando me encontraba frente a esa casa, era que todo estaba a punto de cambiar, todo lo que yo habia creido ferreamente durante tanto tiempo

  • La tierra de la luna roja de Mikel Iturbe Garcia

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    Sara es una estudiante de periodismo que vive inmersa en su rutina academica. Tras comenzar la segunda mitad del curso, recibe un extrano mensaje pidiendole ayuda: alguien necesita que le lleven un pequeno objeto a la estacion de tren de madrugada. La parte aventurera adormecida de la muchacha despierta, y se presenta alli a las tres de la manana, esperando encontrar respuestas.
    Sin previo aviso, Sara se ve arrastrada a una guerra ancestral entre dos razas.

  • Se busca desesperadamente secretaria de Nisha Scail

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    <>. Ag ata Crossroad --Y nuestra tercera secretaria en seis meses acaba de salir volando. Brian cerro tras de si la puerta maciza de color negro que daba a la sala de juntas. Aquel, junto con algunos muebles en el mismo tono y las paredes grises, era uno de los pocos toques de color que predominaban en una habitacion dominada por el blanco. --?Que le has hecho? --pregunto sin molestarse en cambiar de posicion. Apoyado en el respaldo de la silla que presidia la mesa podia mirar a sus companeros y no sucumbir al tedio. --Abrirsela, todavia soy un caballero. Nolan puso los ojos en blanco ante la respuesta del bombero. --Antes de eso, genio. Levanto las manos a modo de rendicion. --Yo nada --se defendio mientras se sentaba en una de las sillas--. Estaba subiendo cuando escuche barullo en la oficina principal, cuando entre vi a Garret acompanando a la secretaria hacia el ascensor. La chica se estaba desganitando, no le decia precisamente cosas bonitas. En cuanto me vio la tomo conmigo, asi que, como caballero que soy, le abri la puerta. --?Era Garret o Trey? Camden estaba sentado a su izquierda y levanto la mirada de la Tablet en la que estaba curioseando para puntualizar un dato importante. Dependiendo de su respuesta, tendria que subir o no. --A juzgar por como gritaba y nos insultaba, la mirada asesina de la mujer y la sonrisa petulante del cabronazo... era Trey. --Joder... --Y otra secretaria que hace historia en manos del dragon del ultimo piso -- chasqueo Camden sacudiendo la cabeza. --?Sigue con la terapia o la ha dejado tambien? --?Que ha dejado ahora? --se intereso Brian mirando al hombre que acababa de hablar. --Las clases en el conservatorio -- se adelanto Nolan, las miradas de sus tres companeros cayeron sobre el. --Dime al menos que sigue con la medicacion... Asintio. Eso era algo con lo que se mantenia al dia. --Soy el contacto de urgencia de su psicoterapeuta y, dado que no me ha llamado, tengo que pensar que si, que ha asistido a las sesiones --confirmo. No pudo evitar mirar hacia el techo. --Pues esta claro que la secretaria lo ha sacado de sus casillas, porque Trey ha salido a pasear. El resoplido de Mich, quien estaba sentado al lado de Camden resono en la sala. --Eso quiere decir que me tocara a mi hacer el papeleo, fantastico. --Esta claro que estamos enfocando la busqueda de secretaria por el camino equivocado -- chasqueo Cam--. Necesitamos que ademas de secretaria, sea Rambo o algo parecido... --Esa es una imagen que... puaj... Sacudio la cabeza ante el comentario de Brian y suspiro. --Joder, ?no podia esperar hasta despues de Navidad para largarla fuera? --Ya ves que no --se encogio Brian de hombros--. Es un milagro que no la haya volatilizado antes. Mich asintio conforme. --A la chica le iba la marcha... segun creo. --Si, posiblemente, pero una marcha que no va con Garret a juzgar por las sangrientas amenazas que le dedico ella... --Habra que optar por otro camino. --Si, pero, ?cual? --insistio Brian. --Podriamos empezar por no pasarla por la piedra a la primera oportunidad. No pudo evitar poner los ojos en blanco ante la veraz respuesta del chef. --Es que esta ultima estaba buena... --se justifico el bombero--, y no soy de los que rechaza una invitacion abierta. Y esta era muy abierta. --Pues habra que buscar una que no sea tan abierta --replico mirandolos a ambos--. Tendra que ser un requisito indispensable. Brian chasqueo la lengua. --No se, ?entrar en la oficina y morirte del susto? No es algo que mi corazon pueda resistir. --Estas dramatizando. --Ya sabes que eso se le da de lujo. Sacudio la cabeza y recondujo la reunion. --Quiza debiesemos elaborar un anuncio que dejase claro el perfil de secretaria que buscamos -- sugirio barajando la posibilidad. --?Como el de que este dispuesta a hacerse cargo de las tareas de secretariado y asistir a los cinco capullos de sus jefes? --resumio Mich mirandolos a cada uno--. Y debo hacer hincapie en la palabra <> y todas las implicaciones que traen consigo. --Sin duda nuestra credibilidad quedaria entonces de puta madre --puso los ojos en blanco--. Empiezo a ver ya el rostro de Brian y el nombre de la compania en los periodicos y en las noticias de todas las cadenas del pais. --?Y por que tiene que ser mi cara? --Sea como sea, yo no puedo hacerme cargo de las tareas de administracion durante mas de una semana, tengo el despacho a reventar ahora mismo --anadio Mich. Al igual que el mismo y el resto de los socios de la compania, tenian un empleo principal que compaginar con las tareas en la Crossroad. Mich era abogado y actualmente estaba hasta arriba de litigios.

  • Letizia. La reina impaciente de Leonardo Faccio

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    ?Que significa ser reina en el siglo XXI?

  • Cronica jonda de Silvia Cruz Lapena

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    Cronica jonda es una road movie flamenca, un viaje por Espana y por el tiempo, con desvios que llevan a festivales de musica en Amsterdam y a hospitales al borde del colapso.

  • El incidente Cretta de David Loren Bielsa

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    Ano 2587. Cuando Elika Razdan despierta, solo recuerda que es una observadora del Cuerpo Estelar de la Republica, enviada a estudiar la viabilidad de una colonia minera en el planeta Cretta. Sin embargo, pronto descubrira, gracias a sus superiores, que toda la colonia ha perecido y ella es la unica superviviente de un desastre de proporciones apocalipticas. Por ello, con la ayuda de un dispositivo tecnologico que extraera sus recuerdos, tendra que revivir lo sucedido, a la vez que descubre la aterradora verdad que su mente ha bloqueado.

  • Iluminas mi vida de Bella Winters

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    Un chico atractivo que es multimillonario y… ?bombero?Lance es todo un misterio que esta metido en un grave problema. A pesar de ser todo un playboy y el heredero de una gran fortuna, no podra disponer del dinero hasta que se case.Es entonces cuando se le ocurre la brillante idea de ofrecerme cinco millones de dolares para hacerme pasar por su prometida. Y cuando se desata el caos.El trato era que el me diera el dinero, pero, tonta de mi, al final le acabe entregando mi corazon junto a una pequena sorpresa.Pero, ?podre retener a mi lado a un hombre que puede tener a cualquier mujer que desee?

  • Cautivada por el vizconde de Emily Windsor

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    Lucy recupero la conciencia con un sollozo y trato de abrir los ojos. Los pesados parpados no se levantaron, sometidos por la palpitante cabeza. No percibio luz en la alcoba y trato de alzar las manos para frotar el dolor. Pero estas no se movieron. Una punzada le apunalo las munecas. Entonces se dio cuenta de que las tenia atadas a la espalda, no con demasiada fuerza, sino de tal manera que no podia girarlas. Esa rigida posicion habia conseguido que se le entumecieran los dedos. Se lamio los labios resecos y lucho de nuevo por abrir los ojos. El panico, que le surgio desde dentro, la ayudo a elevar los perezosos parpados. Basto una oscura y suave penumbra, filtrada por una ventana, para que Lucy pudiera discernir que se hallaba en un gran dormitorio; un fuego brillaba suavemente en una esquina. Era a mediados de mayo, pero habia vuelto a ser un amargo invierno y el frio aun persistia en primavera. Las llamas ayudaban a calentar aquel lugar de aspecto bastante decrepito, aunque no conseguian reducir la humedad de la atmosfera. Las desnudas paredes, llenas de manchas, hacian que la habitacion fuese opresiva. Unos grandes muebles oscuros se alineaban en los laterales. Parecia estar acostada en una recargada cama con dosel, que, a pesar de la impresion general de abandono y humedad, vestia unas sabanas de lino que olian frescas y lucian secas. Viendo que no habia ninguna amenaza inmediata, Lucy intento sentarse; dando a las pobres manos un poco de la libertad, que tanto necesitaban. Cerro los ojos nuevamente para evocar lo que podia recordar. Lluvia. Habia estado lloviendo. Dejo a la modista y el lacayo se apresuro, mas que ella, hacia el carruaje para que no se mojasen los paquetes. Colette de Montmarron, la duena francesa, comento algo respecto a como, en ocasiones, sus grandes creaciones se empapaban. Decidio no esperar a que el sirviente volviera con el paraguas y salio corriendo de la tienda, cuando, de repente, unos brazos la agarraron por un costado. En el momento en el que se encontraba a punto de gritar, una palma grande y carnosa le cubrio la boca y se sintio lanzada al interior de otro coche. Tan pronto como se sento en el solido asiento trato de huir por la puerta opuesta, pero una mano robusta la sujeto con fuerza por el hombro arrojandola lejos de su objetivo. Golpeo con la cabeza el panel lateral del carruaje. Sintio un gran dolor y malestar, y, por un momento, el mundo quedo en blanco antes de caer envuelta en la oscuridad. Se batio en contra de esa sensacion, y abrio la boca para chillar, mientras golpeaba el aire y rasgaba con las unas afiladas todo aquello que encontraba. Escucho un debil grunido como unica respuesta, antes de ser empujada hacia atras en el asiento, y, una vez mas, se golpeo la parte trasera de la cabeza. Le colocaron una tela aspera y maloliente sobre los labios para detenerle los alaridos, y el cuerpo de la muchacha finalmente cedio en aquel combate contra las tinieblas. No recordaba mas... Lucy no estaba completamente segura de que debia hacer entonces, considerando que nunca antes habia sido secuestrada. Los pensamientos le daban vueltas y la mente le vagaba a la deriva. Se sugirio a si misma la idea irracional de que quizas sonaba. Especialmente, porque acababa de leer una novela espeluznante de Mrs Whittaker, en la cual una deslucida heroina se veia involucrada en un secuestro pirata. Esa heroina, sin embargo, recupero la conciencia en un barco decadente rumbo a Jamaica y no en un cuarto, viejo y desnudo, que olia a moho y hollin humedo. Ademas, tampoco habia senales de un heroe de tez y pelo moreno. Incluso uno palido y rubio hubiese sido suficiente. Se imagino al vizconde de Danbury, el caballero que la estuvo cortejando el mes anterior, ya que con certeza seria un apuesto adalid. Aunque, para ser sinceros, con el cabello negro como el carbon y los ojos tan profundos como la misma oscuridad, correspondia mejor en el papel de pirata. Era facil imaginarselo con el machete en alto, la camisa abierta por el cuello, la garganta desnuda y... El relincho de un caballo sobresalto a Lucy y le hizo abrir los ojos de par en par. No era un sueno, se dio cuenta, y eso no era una novela. Las paredes de la pieza se encogieron. ?Quien la habia secuestrado y por que? ?Querrian hacerle dano? El terror se apodero de ella y la respiracion se le torno superficial. ?Querrian asesinarla? -Tranquilizate, Lucy -susurro, tratando de calmar la rapida respiracion. Pero la vision se le expandio de manera incontrolada, causandole el efecto contrario en el aliento. El pecho la oprimia. Necesitaba pensar en otra cosa para serenar la mente. <>, se ordeno a si misma. Lord Danbury... Dejo escapar un largo y lento suspiro. Lord Danbury -o Jasper, como a ella le gustaba llamarle en privado, solo para ella- probablemente se estaba preparando para asistir al baile de etiqueta de Thornwood. Indudablemente, alli hallaria a muchas jovenes guapas para acompanarlo y flirtear con el. No, ella nego abruptamente. Era injusto etiquetarlo como un casanova ya que el habia estado muy atento en los ultimos meses. La respiracion comenzo a equilibrarse y obligo a sus pensamientos a continuar fluyendo, por mas triviales que fuesen. Jasper habia sido tan amable, de hecho, que ella a veces no podia creer en la suerte que tenia. Esa percepcion le provocaba una timidez no deseada ante la presencia del vizconde. Despues de todo era simplemente la hija de un baronet, un titulo que poseia ahora su hermano. Ademas, Lucy solo se creia hermosa de forma aceptable. Ella, ciertamente, no era una gran belleza; pero si tenia unos enormes ojos azules. Sus otras caracteristicas las consideraba normales, incluso aburridas. En el estado de animo mas optimista describiria el tono de su melena como castano claro en vez de pardo, un color mas preciso. No era toda de una misma tonalidad, mas bien una mezcla de rubio y marron que se aclaraba u oscurecia en funcion de la estacion. Ni rolliza ni delgada, tenia, eso si, un pecho bastante abundante para la moda corriente; la mirada de Jasper siempre parecia detenerse alli placenteramente, causando en ella un escalofrio que le recorria hacia abajo la espina dorsal. Quizas, la tendencia del momento no afectaba las inclinaciones personales de ese hombre. Mientras se retorcia, para sentarse aun mejor en la cama, Lucy se dio cuenta de que la distraccion la estaba ayudando. La nerviosa respiracion habia disminuido y los latidos del corazon eran mas o menos normales, es decir, normales para una persona recien secuestrada. Pronto veria a Jasper de nuevo. En ese momento solo la ira la invadia. En realidad, ella no era una pusilanime como para acobardarse en una esquina ante sus captores. Debia haber una salida. A juzgar por la triste luz de la tarde, penso que deberian ser alrededor de las siete. Feliz de no tener las piernas atadas, se deslizo hacia un lado de la cama y dejo caer los pies al suelo. Se dio cuenta de que el secuestrador le habia quitado los botines, que extrano. Lucy odiaba el calzado. No importaba cuanto tiempo tardase el zapatero en confeccionarlo, siempre se sentia incomoda. Para ella, caminar con medias, o, mejor aun, con los pies descalzos, era un placer incuestionable. Los botines, los podia ver, se hallaban en el otro extremo de la camara cuidadosamente colocados debajo de un divan descolorido. -Mmm, un secuestrador al que no le gusta el calzado sobre las sabanas limpias. Entonces no es, ni un ser descuidado, ni un villano cualquiera -murmuro, levantandose de la cama. Deambular alrededor del aposento resulto ser una perdida de tiempo: tan solo le produjo algun estornudo, provocado por el polvo, y el conocimiento de que al dueno de todo aquello le gustaba leer sobre extranas razas de cerdo. Descubrio un espejo mugriento, aunque, con las manos sujetas, no podia hacer nada con los cabellos; que, en ese momento, soltados de las horquillas, le caian en cascada por la espalda en un torrente de bucles bastante lacios. Una mancha oscura le cubria la frente y el vestido de paseo, color limon, se encontraba arrugado y sucio. -Realmente no deberias preocuparte por tu apariencia -le reprendio su reflejo-. El peinado es ahora el menor de tus problemas. De repente, unas voces masculinas sonaron desde fuera, cada vez mas cerca. Si esa alcoba era el destino previsto de quienesquiera que fuesen, posiblemente podria enterarse de lo que estaba sucediendo si ellos la creian dormida; por lo que corrio hacia la cama y se lanzo sobre ella. El colchon se hundio bajo la apresurada llegada y levanto una nube de polvo. El pelo le cubrio el rostro y lo unico que pudo hacer fue escupir aquellos que se le introdujeron en la boca, mantener inmoviles los miembros y esperar. La llave giro y la puerta se abrio con un crujido. Lucy sintio como si los latidos acelerados de su corazon hiciesen eco en toda la habitacion. Se materializaron la luz tras sus parpados, asi como unos pasos viniendo hacia ella. Trato de mantener la respiracion profunda y lenta, aunque el mundo se le evaporaba sabiendo que unos extranos la observaban desde arriba. Una mano le aparto suavemente el cabello hacia atras. Casi se estremecio. Habria esperado un fuerte pellizco, o una bofetada para despertarla, pero los dedos eran afectuosos mientras le acariciaban parte de la cara, retirandole mas mechones de las mejillas ardientes. La mano siguio el flujo de los cabellos, cuello abajo, hacia el hombro, y los dedos se deslizaron perezosamente sobre los tirabuzones, suaves y enredados, antes de posarse en el pecho. Lucy, desesperadamente, mantuvo el aliento. No es que ya no tuviese miedo. Sencillamente sintio una expectacion, casi placentera, sobre a donde irian a parar aquellos delicados dedos merodeadores. Escucho la fuerte exhalacion de otro individuo y percibio la retirada brusca de las manos. -?Era necesario golpearla? -pregunto una voz profunda y fuerte-. Esta sonrojada y respira con rapidez. -!Uf! Era igual que un gato en el infierno, casi me arana los ojos. Y no es que yo la golpeara exactamente, solo le di un empujon y quedo sin conciencia. Dejala hasta manana, estara bien - contesto el otro varon, mostrando bastante indiferencia hacia Lucy. -!Por el amor de Dios! ?Y que pasaria si ella enfermase mientras esta inconsciente? !Maldita sea, aqui tampoco hay agua! -?Para que? -respondio-. Las manos de la nina estan atadas. Siguio un comentario muy grosero, algo que ella habia escuchado en palabras de su hermano cuando estaba de mal humor... o con unas copas de mas. Suavemente se sintio girada hacia un lado y se esforzo por mantener el cuerpo flacido. Pero no pudo detener un leve quejido de dolor, que se le escapo, mientras le liberaba las manos rigidas. Otra maldicion salio de la boca del hombre mientras la colocaba en una posicion mas comoda. Debia estar preparada para patearlo y huir. Aunque entonces tendria que lidiar tambien con el otro majadero, que habia demostrado menor interes por su bienestar. Lucy tampoco podria contener demasiado tiempo esa apariencia agradable, ni la falsa inconsciencia, mientras ese personaje la atendia. Este le frotaba las manos heladas. Persistia en la zona dolorida, alli donde la cuerda le habia rodeado las munecas. Despues le asento dulcemente las manos sobre la cama. -Bill, ve a por un poco de agua -ordeno la voz profunda. El patan llamado Bill gruno, y luego escucho unos pasos que se alejaban. Era la oportunidad de escapar. Repentinamente sintio como el otro hombre se inclinaba y le posaba una calida y callosa mano en el cuello. !Oh, Dios! El solo pretendia ser amable y, ahora que el despreocupado Bill se habia ido, la iba a estrangular. Pero no. La mano se movio buscandole el pulso en la garganta, presionando suavemente con los dedos. El corazon se le acelero y los ojos le parpadearon imperceptiblemente. Seguramente el ya debia saber que ella estaba despierta, sin embargo, los dedos siguieron vagando. Se movieron hacia arriba, pasando por la oreja, la mejilla y deteniendose al final sobre la frente, donde el hombre oprimio la palma buscando cualquier signo de fiebre. Finalmente, ella lo sintio escorarse aun mas cerca; la camisa de lino crujio y otra vez aquella sensacion horrible, aunque innegablemente placentera, la envolvio. Podia oir la ruda respiracion, y notar el calido aliento y el perfume de sandalo impregnandole los sentidos. La familiaridad se apodero de Lucy. Ese perfume. Ella conocia ese perfume. Incluso la voz le parecia ahora familiar. Sintio que la persona se le acercaba mas y el cuerpo se le tenso involuntariamente. <>, se repitio para si misma.

  • Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja de Sarah Maclean

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    El debut mas esperado de la temporada.
    Una de las reglas sociales mas conocidas dice que una joven de buena familia nunca deberia acudir a casa de un marques de mala reputacion y pedirle un beso apasionado.Sin embargo, para conquistar a este granuja, lady Carpurnia Hartwell debera romper todas las reglas...
    NUEVE REGLAS QUE ROMPER PARA CONQUISTAR A UN GRANUJA:
    1. Besar... apasionadamente.
    2. Fumar puros y beber alcohol.
    3. Montar a horcajadas.
    4. Practicar esgrima.
    5. Asistir a un duelo.
    6. Disparar una pistola.
    7. Jugar (en un club de caballeros).
    8. Bailar todos los bailes en una fiesta.
    9. Ser considerada hermosa. Una sola vez.

  • Estrellaria mi estrella de Irene Ferb

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    Estrella se regala una nueva vida.
    Ella no es cobarde, ella brillaba. Ella no es miedosa, ella se alzaba
    en la oscuridad. Ella no es una, ella era el universo. Y alguien
    muy malo se lo intento arrebatar.
    Estrella descubre que solo hay alguien que espanta a sus fantasmas,
    descubre que solo sus besos saben a mas y que solo el
    le despierta las ganas de sonreir por nada. Pero el esta total e
    infinitamente prohibido.
    Edu se regala una nueva vida.
    El quiso el universo y se quedo sin nada. El siempre ganaba hasta
    que lo perdio todo.
    El se enamoro pero no se lo dijo. Edu huye de la derrota pero se
    topa con un ser tan puro y fresco que siente que de nuevo vuelve
    a respirar. Pero ella esta total e infinitamente prohibida.
    Estrellarian su estrella. hoy.
    Quizas exista una oportunidad, un fugaz crepusculo en el que las
    constelaciones se alineen a su favor, pero ?sabran verlo?

  • Huye, Jane, huye de Joy Fielding

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    *Umbriel recupera este clasico de Joy Fielding, autora bestseller del New York Times y reina indiscutible del thriller.

  • Gladius et peplum. El baluarte fronterizo de Jesus Andrades Fernandez

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    Ano 46 d. C, frontera occidental, bosques de la Germania Inferior.
    Despues de cosechar una brillante victoria, al tribuno Cneo Fabio Sabino y a su principal hombre, el centurion Sexto Valerio, se les envia a una complicada mision: atacar por mar a un puerto fortificado internado en territorio enemigo.

  • Dos mozas de ciudad para dos senoritos de pueblo de Noni Garcia

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    E o1o ra agosto y Patricia no recordaba la ultima vez que habia cogido vacaciones. Cuando termino sus estudios de economia, tras hacer practicas en un hotel y varias empresas de mantenimiento de maquinaria industrial y agricola, comenzo a trabajar en la asesoria contable de la que ahora era socia, desde que fallecio el dueno y uno de los hijos le vendio su parte del negocio, aunque era ella la que lo manejaba todo; su companero de sociedad solo aparecia para hablar del dinero que se generaba y poco mas. Ganancias bastante considerables, ya que se trataba de una de las mas importantes del pais. Y dichos beneficios eran los culpables de que su vida girara en torno al trabajo. Sin importar que fuera lunes o sabado, cada dia se levantaba, tomaba un cafe negro, cogia su maletin, se iba a trabajar y volvia con el tiempo justo para cenar, leer media hora y acostarse a dormir. Asi, un dia tras otro, desde hacia algo mas de tres anos. Se miro en el espejo del bano privado de su despacho, y no le gusto la Patricia que mostraba su espejo, habia dejado de ser ella misma para convertirse en alguien que no conocia. Por primera vez en anos, decidio dejarse llevar, mandarlo todo al cuerno. El reloj marcaba las tres de la tarde cuando salio por la puerta del edificio donde estaba la sede de la asesoria. Fue hasta su piso y, tras meter algo de ropa en una maleta, volvio a salir, se subio al coche y emprendio un viaje que duraria los cuatro dias que tenia por delante. No sabia adonde iria. Simplemente, condujo sin mirar los carteles de la carretera, le daba igual el destino, y no se fijo en nada mas hasta que, una hora despues, la luz de la reserva de carburante se encendio. Entonces decidio que pararia en la siguiente estacion de servicio. Unos minutos mas tarde, un cartel indicativo le aviso de que el siguiente pueblo, Marquesado de Villosa, estaba a tan solo tres kilometros. Y lo supo. Ahi era donde pasaria esos tres dias si disponian de un hotel o una pension medianamente decente. Condujo con cautela por los siguientes siete kilometros que se le hicieron eternos. La carretera secundaria que conducia al condenado lugar era de doble carril, aunque dudaba mucho que cupieran dos coches en paralelo, y por ello rezo todo lo que supo para no cruzarse con nadie de frente. Las calles del pueblo estaban desiertas. Sabia que iba ser complicado encontrar alguien a esa hora de la tarde, ya que tenia que hacer un calor endemoniado fuera de su climatizado coche. Anduvo algunas calles mas y, como no habia manera de que alguien pudiera darle ninguna indicacion, saco su movil para buscar si habia algun hotel cercano a su ubicacion, pero la suerte no estaba de su parte. La compania telefonica que le daba servicio no tenia cobertura en aquel pueblo. Se vio sin carburante, sin cobertura, sin ayuda alguna y sin saber que hacer. En ese momento, la estupenda idea que tuvo en la oficina se estaba convirtiendo en otro momento de estres; como si no tuviera suficiente con su dia a dia. Decidio bajar del coche y continuar su busqueda a pie. El calor de aquel catorce de agosto hizo que, al respirar aquel aire caliente, sintiera como si sus pulmones se estuvieran quemando, hacia incluso unos grados mas que en la capital. Subio la calle donde habia dejado aparcado el coche, con cuidado de no caerse. Cosa que el inexistente acerado, la pendiente y los adoquines le hacia bastante dificil. Casi se puso a saltar cuando, unos metros mas arriba, vio el cartel de un bar. Acelero el paso, deseosa de encontrar algo de civilizacion que pudiera ayudarla. Sin embargo, su alegria se torno frustracion al llegar hasta el y descubrir que estaba cerrado, y tenia pinta que desde hacia bastante tiempo. Quiso gritar. Para terminar de rematar la faena, los zapatos estaban haciendole dano. Se los quito y mordio el tacon para ahogar el grito que tenia ganas escupir, hasta que cayo en la cuenta de que se estaba cargando unos Manolo que le costaron cerca de ochocientos euros. El asfalto quemaba, asi que corrio calle abajo lo mas rapido que la falda de tubo de aquel traje le permitia sin matarse en el intento... Con lo que Patricia no contaba era con que una de las puertas se abriera y apareciera una senora de unos ochenta y largos anos, bostezando como si llevara dias durmiendo y acabara de levantarse. El susto provoco que cayera al suelo y rodara unos metros, hasta que sus costillas frenaron contra un arbol. Arbol del que cayo un nido, haciendo que tres pequenos huevos impactaran contra su cabeza, chafando su perfecto peinado. Aquella maravillosa idea empeoraba por momentos, aunque peor ya no podia ser. Penso en levantarse rapidamente, llegar a su coche sin mirar atras y salir corriendo de aquel pueblo infernal que tan mal rato estaba haciendole pasar. Intento llevar a cabo su plan, pero sintio un dolor punzante en el costado que la dejo sin respiracion e hizo que apoyara una de sus manos sobre el arbol mientras con la otra se sujetaba el sitio donde habia sentido el dolor, como si aquello fuera a aliviarlo. --!Moza! ?Que te ha pasao? --dijo la anciana, gritando a pleno pulmon, y haciendo que Patricia pensara que aquel grito debio oirse dos pueblos mas alla. --No es nada, senora. Ya me iba... --?Adonde vas asi, mujer? Si tienes que tener rotas, por lo menos, dos costillas. Espera que te llamo al Raimundo, no te muevas de ahi. --No, yo... La senora la dejo con la palabra en la boca y volvio a entrar en la casa de la que habia salido. Patricia solo pensaba en salir de aquel maldito pueblo que en pocos minutos casi la mata, pero la senora tenia razon, debia tener al menos dos costillas rotas y era incapaz de dar un paso sin que aquel dolor punzante se manifestara de una forma mas infernal que el calor que estaba pasando. Un par de minutos despues, la buena senora salio y se acerco a ella, dando pasitos cortos y trabajosos debido a su avanzada edad. Le dio uno de los dos bastones que llevaba para que se apoyara, y Patricia no dudo en hacerlo, porque casi no podia mantenerse en pie. --Acompaname a la casa, moza, que Raimundo tarda una media hora en llegar. Esta asistiendo el parto de una de las vacas de Cipriano junto a David. --?Raimundo es el veterinario del pueblo? --Quiso salir corriendo en aquel preciso instante, pero casi no podia moverse. --No, el veterinario del pueblo es David, Raimundo es mi nieto y es medico en la capital, pero esta pasando aqui unos dias. Viene a visitarme casi todos los fines de semana porque su trabajo es muy estresante. Suspiro al saber que iba a atenderla un medico. Y escuchando hablar a aquella anciana, se dejo guiar hasta que, cuando quiso darse cuenta, ya estaba sentada en una silla, con una mano sobre el costado que le dolia y usando la que tenia libre para remover un cafe que olia a pueblo, que olia a hogar.

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