• daniela arias - Daniela Arias

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    Sofia apreto los labios y se dio media vuelta para buscar su telefono en la cartera. Ya sabia lo que Mario iba a decirle. --?Entonces nunca debi haber malinterpretado el hecho de que te quedaras en mi casa casi todos los fines de semana por las ultimos tres meses? !Eso se llama una relacion, Mario! --Mira Sofi, me ha encantado estar contigo pero yo no quiero confundirte mas. Fui claro cuando te conoci aquella primera noche que estuvimos juntos. Yo no quiero romance, solo pasarla bien. --Yo tambien, pero no podemos negar lo que ha pasado aqui. --No, pero creo que tu eliges ponerle subtitulos a mis palabras y a mis acciones, Sofi. Escucha lo que te he dicho y creeme: yo no quiero una relacion ahora. Soy muy joven para formalizar algo. Me encantas, pero yo no estoy entusiasmado como creo que si lo estas tu. --Ok, ok. Yo no quiero nada aqui... Adios Mario. Sofia se le acerco tomandole el cuello y apoyandole los labios en la mejilla, esperanzada en que el proximo viernes por la noche Mario tocaria a su puerta buscando otro fin de semana de diversion. --Adios Sofi, y si me permites decirte algo: yo creo que debajo de la imagen de chica de fiesta que pintas al principio, tu buscas una pareja. Piensalo. Adios. Sofia intento concentrarse en el ruido de los pajaros o en el calor que ese sol invernal le regalaba a su piel, pero tuvo que escuchar lo que este muchacho, cuatro anos mas joven que ella, le decia acerca de sus motivaciones en la vida -- !uff! ?Y este quien se ha creido? ?Un guru? Mientras buscaba un taxi libre, imposible de conseguir esa tarde de domingo, llamo a Catalina para su usual descargo de ruptura amorosa: --!Y de nuevo Cata! Que ya no se lo que les pasa a los hombres, son todos unos cobardes al fin y al cabo. Me ha cortado, !te dije que esto olia mal! --Hola Sofi, Lo siento nena. ?Y como lo has tomado? ?Estas bien? Vente a casa y hablamos, carino. --Si, si. Buscando taxi para ir a tu apartamento. Nos vemos alli. *** Sofia entro, abrazo a Catalina y luego se dirigio a la cocina a buscar su postre favorito. --Este postre ya no se puede llamar "Cata Carrot Cake", se deberia llamar "Le han roto el corazon a Sofia otra vez" --dijo mientras cortaba un largo trozo que seria acompanado con su te de jengibre favorito. --Sirvete todo lo que quieras, lo he preparado ayer y es solo para ti. --Suerte que he hecho los ejercicios de intervalo toda la bendita semana Cata, comere sin culpa. --Pero cuentame, ?que ha pasado? --dijo su amiga mientras le recogia su largo pelo castano para que no se manchara con el pastel. --No te aburrire con detalles, porque esto ya parece guion de novela dramatica de media tarde, pero al final de la conversacion Mario se puso en modo zen y me ha dicho que yo solo aparento buscar fiesta pero que en realidad busco romance. !Pufff! --Sofia se dio media vuelta para mirarla y agrego:-- !Si vuelve el proximo viernes yo sere la maestra zen y debera escucharme! --Parecia muy agradable este tal Mario, lo siento por ti Sofi, ya habra alguien para ti. --Pero Cata, esto es lo que le vine diciendo, que yo no quiero nada, pero tampoco puedo evitar las senales. Todo comienza de fiesta y son ellos los que me indican que quieren mas. Que yo no estoy loca. --Esta bien Sofi, solo manten la mente abierta y reflexiona sobre lo que te ha dicho el y otras personas mas. --?Eres Team Sofia o Team Mario? --Team "ya no le rompen mas el corazon a Sofi" --dijo riendo Cata mientras la abrazaba--. Quedate esta noche en casa, comemos algo rico y abrimos un vino. Manana vas al trabajo directo, carino. --?Y vas a prestarme la falda que heredare el dia que vengas con un crio en el vientre y ya no te entre mas? --dijo Sofia con una sonrisa mientras se tocaba la cola. --Si, ya te he prometido que algun dia esa falda sera mi herencia para ti. !Me haces sentir que soy vieja, Sofia! Las amigas pasaron una noche de risas, vieron una comedia y bailaron algo de musica acorde a una ruptura romantica: la banda sonora de Bridget Jones 2, al borde de la razon. *** Sono el despertador por quinta vez cuando Cata entraba corriendo a la habitacion de invitados para subir las persianas y asi sacar a su amiga de una larga noche de sueno reparador. --Sofi, !es tarde amiga! --le dijo mientras le acariciaba la cabeza para que recobrara la conciencia. --Mmm. !No Mario, no! --No soy Mario, soy Cata !y llegaras tarde a la oficina! --?Que? !Oh no! --dijo Sofia mientras saltaba de la cama hacia el bano. --Ve, ve. Aqui te dejo la falda con algunas remeras para que elijas. ?Llamo a un taxi o iras con el metro? --Metro, metro --balbuceo Sofia con una cantidad excesiva de pasta de diente en la boca. Se vistio pero no pudo recogerse el cabello como hacia siempre. Eligio la remera mas formal y se coloco por debajo de la falda que resaltaba su cintura. Tomo las sandalias bajas que habia traido con ella y corrio a la salida. --Sofi, ?puedes creer que me he quedado sin cafe? !Te lo debo amiga! --Esta bien carino, no te preocupes --le tiro unos besos con la mano y salio en busca del ascensor... Capitulo II Martin y Juana llegaron a la ciudad cansados de cargar valijas y recuerdos. Obligados, despues de un corto funeral, a dejar el pueblo que los habia visto crecer. Su madre se habia dedicado en cuerpo y alma a cuidarlos para que ellos pudieran estudiar. Martin sabia que llegaria el dia en que se fuera de su pequeno pueblo, pero nunca penso que seria en estas circunstancias. El y su hermana solos en la gran ciudad para poder salir adelante. Se sentia muy agradecido por el hecho de que su madre le pagara los cursos online de diseno que ahora deberian rendir sus frutos. Por suerte un tio lejano, Jose, lo contacto con una consultora dedicada al mundo de IT que pudo ayudarlos a conseguir su primer puesto fijo en una empresa dedicada al marketing digital. Cuando bajaron de la camioneta con todas sus posesiones, miraron hacia arriba y se dieron cuenta de que el edificio no tenia fin. Alli arriba simplemente se fundia con el sol. Subieron al piso 17 y abrieron la puerta del apartamento 3. Juana corrio, se apuro a espiar las dos habitaciones disponibles y eligio la que tenia una ventana que dejaba ver algo parecido a una callecita con cafes. A Martin no le importaba, solo queria que se acomodaran las cosas y empezar, de alguna manera, a vivir. Esto era la mudanza para el: empezar a vivir la vida con la que siempre habia fantaseado. Una gran ciudad, cafes, bares, callecitas secretas y un mundo entero por descubrir. --Mi habitacion da a una callecita llena de cafes, hay una bakery justo en la esquina, !ire a ver si tienen cookies y chocolate caliente! --Ok, ve, ?tienes dinero? --Si, si. --Toma un poco mas por las dudas. --Yo no voy a pagar de mas. Martin se arrimo a la ventana y se puso a mirar a la gente que pasaba, apurada, con tazas de alguna bebida caliente que les animara el cuerpo para seguir caminando a pesar del crudo frio invernal. Sentia emocion y al mismo tiempo queria tener la cabeza en frio para poder hacer todo bien. Deberia trabajar, ahorrar, poner a su hermana a estudiar, on line o presencial, los primeros cursos de diseno de indumentaria y luego veria como hacer para juntar el dinero necesario para el instituto de los suenos de Juana, el lugar donde estudiaban los grandes. Y ademas de todo esto, quedaba un poco de espacio para desear un poco de diversion. Aprender a catar cafe, vinos. Ver musica en vivo. Recorrer cada rinconcito de la ciudad. --No encontre en la esquina pero a mitad de cuadra hay una tienda de chocolates que hace su propio chocolate caliente, !huele delicioso! Y encontre cookies con jengibre, las probaremos y si no van ya sabremos que fue un error. Martin rio y le hizo senas para que se sentara en el suelo con el. --Mmmm !muy rico chocolate! --!Si!, a mama le hubiera gustado. --Mama nunca vendria a esta parte del mundo a probar un chocolate caliente --Martin se quedo mirando la taza. --Es verdad... Probar un chocolate que no fuera el de su madre hubiera sido algo cercano a una traicion para Martin mientras vivia en el pueblo, ahora sentia que buscaba un reemplazo para algo que nunca mas sucederia. Su madre jamas volveria a traerle chocolate caliente; a besarle la cabeza y acariciarle el hombro mientras el estudiaba. Martin y Juana ordenaron toda la casa esa misma tarde, porque a Martin no le gustaba el desorden y Juana conocia su mal humor ante el mismo. Esa noche cenaron la pizza favorita de Juana. --!Manana es tu gran dia hermano! ?Tienes nervios? --No lo se. Solo quiero llegar y ver el ambiente. Hay lugares que suelen ser mas pesados, pero he escuchado cosas buenas de esta compania. --Seguro que si, ademas seguro les encantaran tus disenos. --Eso espero. Bueno, limpiemos este desorden y vayamonos a dormir que manana quiero levantarme temprano --Pero recien son las nueve. --!Si! Tardisimo, !y mientras ordenamos la cocina se haran las diez! Manana te despertare a las seis asi puedes ver que cursos online tomaras. --Pero... hermano, !ya casi soy mayor de edad!, ?no crees que puedo elegir mi horario de manana? --Nada de eso Juana, te levantas y empiezas, luego a la tarde cuando vuelva podemos ir a recorrer juntos, pero debemos trabajar duro si queremos quedarnos aqui. Los ahorros no duran toda la vida y siempre es mejor no gastarlos. --!Puff! --Juana se levanto para llevarse los platos a la cocina. Yo lavo, tu ve a descansar. Luego de una ducha, Martin fue a su dormitorio y recordo encender el celular. Tenia mensajes de algunos amigos del pueblo deseandole una vida feliz y un mensaje de voz de Jose, su tio lejano, ofreciendole una bienvenida a la ciudad. Se verian el proximo fin de semana para pasear los tres juntos por algunos puntos de la ciudad. *** Cuando sono la alarma, Martin miraba el techo de la nueva habitacion, con el corazon acelerado y las manos un poco sudadas. Se levanto, se ducho y luego de despertar a su hermana desayunaron juntos. --Te dare la contrasena de mi ordenador y veras desde alli que cursos tomaras --Martin tomo su laptop y la desbloqueo para Juana. --Esta bien, debemos pensar en comprar un ordenador solo para mi. Y tambien necesitare una mesa de corte, tengo espacio en la habitacion asi no la dejamos en la sala. --Si, lo veremos esta semana despues de que elijas curso. --Sabes, es muy triste que mama ya no este aqui, pero estoy contenta de que estemos juntos. Gracias por no dejarme sola en el pueblo. --Jamas te hubiera dejado con la prima Rosita, ella es muy buena pero no es tu familia, yo lo soy. Ademas quiero que estudies duro y seas alguien en la vida. Juana se acerco y lo abrazo. --Me ire, no quiero llegar tarde y no se como me ira con el metro. --!Ten un lindo dia Martin, te quiero! Martin la abrazo con fuerza para que Juana supiera que el tambien la queria... a pesar de que nunca le respondia con palabras. Capitulo III Martin estaba encantado con el hecho de que tan solo habia tardado diecisiete minutos en llegar a la oficina. Aun faltaban algunos minutos para que el reloj marcara las nueve de la manana. Vio una casa de cafe que tenia un pequeno cartel: Tenemos chocolate caliente. "Ya me agrada este lugar", penso. Entro, se coloco en la fila y pidio un chocolate caliente con una cookie. --?Nombre? --dijo el cajero que aparentaba no haber dormido muy bien.

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  • El ultimo judio de Noah Gordon

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    El ultimo judio toma como punto de partida la expulsion de los judios en la Espana del siglo xv y como protagonista al joven Yonah Toledano. Cuando Yonah es separado de los unicos miembros de su familia que quedan con vida, se ve forzado a abandonar su hogar en busqueda de un nuevo lugar donde poder establecerse sin tener que renunciar a sus creencias. Contrario a la conversion e involucrado ademas en la investigacion del robo de reliquias, inicia un largo periplo por la Espana de la Inquisicion, durante el cual debera recurrir a su ingenio para salvaguardar su secreto. Los cambios continuos de identidad y de oficio seran duros de encajar, pero las dificultades no haran sino forjar su personalidad y reafirmar sus origenes. Desde sus dias de pobreza y soledad hasta sus ultimos anos como reputado medico, seguimos la vida de este extraordinario personaje y de un no menos interesante periodo historico, en el que las traiciones e intrigas estaban a la orden del dia. El viaje iniciatico de Yonah le sirve a Noah Gordon, autor de El medico y La bodega, como eje central de una novela que, a modo de tapiz, abarca desde la descripcion minuciosa de los acontecimientos historicos y el analisis de la compleja convivencia entre judios y cristianos, hasta la diseccion de la vida interior de un hombre sometido a unas circunstancias excepcionales.

  • Limpia con amor de Caroline Mickelson

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    ?Esta segura de que no recuerda nada? --Zoe Watson miraba intensamente a su clienta, buscando alguna senal que indicase si su intento de borrar un recuerdo doloroso de la mujer habia sido un exito. La senora Hendrickson parpadeo un par de veces y miro a Zoe. Su confusion era evidente en la forma en que fruncia el ceno. --?Que es lo que debo recordar? Zoe se reclino en los cojines del sofa, bastante satisfecha por un trabajo bien hecho. La expresion confusa de su clienta casi le bastaba para confirmar que habia ayudado a borrar un recuerdo doloroso. Pero, aun asi, lo tenia que confirmar. --Me estaba hablando de su marido y de como habia tenido que salir de la ciudad por negocios durante varias semanas inmediatamente despues de que habian nacido los gemelos. Me decia que el deberia haber sabido que usted lo necesitaba aqui. Una dulce sonrisa se dibujo en los labios de la reciente madre. --Bueno, seguramente estaba haciendo una montana de un grano de arena. Se que se tenia que ir. Lo mas importante es que nos quiere, ?verdad? Zoe asintio. --Exactamente. --?Y no fue un gesto maravilloso que contratase a su empresa para que viniera a limpiar? --Paseo la mirada por el salon--. Todo esta espectacular. Me siento mucho mas feliz que cuando llego. Zoe se levanto. --La felicidad es nuestro objetivo. --Me gustaria que pudiera mandar uno de sus equipos de limpiadores de forma regular --expreso por encima de su hombro mientras acompanaba a Zoe a la puerta principal--. ?Seria posible? --Me temo que no. Limpia con Amor se especializa en una sola limpieza en profundidad. --"Bueno, en eso y en la eliminacion de recuerdos problematicos que se interponen entre personas que se aman", penso. Saco una tarjeta de visita del bolso y se la dio a la mujer--. Recomiendo mucho esta empresa de limpieza que si puede venir de forma regular. Son de los mejores. --Gracias por todo, Zoe. Ahora me siento mucho mas tranquila. La sonrisa de Zoe era calida. Esa era la mejor parte de su trabajo y le encantaba. --Dele las gracias a su marido cuando llegue a casa esta noche. El es quien se puso en contacto con nosotros. --Creame, se lo agradecere como no le han agradecido nada hasta ahora. La sonrisa de Zoe seguia ahi un buen rato despues de haberse despedido y dirigido a la oficina. Iba a encender la radio del coche cuando su Bluetooth senalo una llamada entrante; conecto el manos libres. --Limpia con Amor, habla Zoe. --Hola, Zoe, te habla tu infrarremunerada e infravalorada secretaria ejecutiva. --Hola, madre. --Zoe miro por el retrovisor y cambio de carril--. Si me llamas para pedir un aumento de sueldo, la respuesta es no porque no necesitas el dinero. Pero, si me llamas para que te alabe, desde luego que te lo mereces. Eres la mejor organizadora que una hija podria desear. --Me conformare con eso --dijo su madre--. Dime, ?como fue el trabajo de los Hendrickson? --Me alegra decir que muy bien. Ademas de que su casa esta como una patena, creo que pude eliminar totalmente cualquier residuo de resentimiento que hubiera en la senora Hendrickson. Mision cumplida. --Estoy muy orgullosa de ti, Zoe. Has aprendido a usar tu don para hacer el bien. --Gracias. --Zoe venia de una larga estirpe de mujeres nacidas cada una con un don unico. El suyo, segun habia descubierto antes de haber llegado a la escuela secundaria, era ayudar a la gente a olvidar momentos dolorosos o tristes de su vida. Comparado con el de sus familiares, su don le habia parecido insulso, poca cosa. Pero, con la ayuda y apoyo de su madre, habia aprendido a aceptar su habilidad. Juntas habian creado el concepto de Limpia con Amor, un servicio de limpieza que, ademas de eliminar polvo y desorden, incluia una visita de Zoe, cuyo resultado era la deteccion y borrado de un recuerdo triste o doloroso. Su tia describio una vez la actividad de Zoe como "la eliminacion de espinas emocionales"--. Tu eres una parte importante del exito. Estoy en deuda contigo. Su madre aprovecho el momento. --Me encanta que digas eso.

  • Demasiados bombones para el embajador de Lara Smirnov

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  • Trent de Amelia Gates

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    Un caballero con una brillante armadura.

  • China Fast Forward de Sergi Vicente Martinez

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    ?Que sabemos de la China de hoy? No, de verdad: ?que sabemos?

  • Desde ese momento de Julia Nieman

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    Confianza, amor y honestidad. ?sera suficiente para esta pareja?

  • El fin de las dulces mentiras de Rafael Herrero

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    Alejandro vive sin esperanza, solo, aislado de la gente, atormentado por la culpa y los remordimientos. Una manana lee en el periodico la noticia de la muerte de un hombre atropellado en el barrio de Chueca. Una noticia insignificante, de esas que pasan desapercibidas. Pero no para el. El sabe que ha sido un nuevo crimen. Y que vendra otro, y otro mas, y que la victima, como siempre, sera un homosexual. Despues de un largo tiempo de silencio, la pesadilla ha vuelto a empezar, y Alejandro ya no puede seguir siendo un complice silencioso de esos desalmados, tiene que hacer algo para detener esa locura.

  • !O no hay trato! 2 de Carolina Gattini

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    Paula Garcia vive en el caos y el estres, rodeada de sobrinos desquiciantes y la locura de su familia. Tanto es asi, que el hecho de tener que trabajar durante dos semanas en la casa de los Garmendia, en medio de la montana, es como irse de vacaciones. Tener que tratar con el hurano hombre que vive ahi, o estar aislados del resto del mundo, no supone ningun problema. El unico inconveniente es que la terapia contra su adiccion al sexo no esta haciendo el efecto que deberia. Sobre todo cuando el le propone hacer un trato absurdo que echa por la borda todo su autocontrol.

  • El banquete de las barricadas de Pauline Dreyfus

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    22 de mayo de 1968. Paris esta paralizado por la huelga general. En las calles hay barricadas. El pais esta en estado de shock. Se respiran miedo, tension y esperanza. En el senorial Hotel Meurice, sito en el 228 de la elegante rue de Rivoli, el personal no ha ido a la huelga, pero, tras reunirse, los trabajadores han decidido optar por la autogestion, dejando al director de lado. Sin embargo, en medio de ese incierto clima revolucionario, la vida sigue, y ese dia en el Meurice esta convocado el banquete del premio literario Roger-Nimier. ?Se podra entregar el galardon?

  • San Quintin de Jose Javier Esparza

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    Mi nombre es Julian Romero de Ibarrola y soy maestre de campo de los tercios del rey nuestro senor. Sirvo hoy con don Felipe II como ayer servi con su augusto padre, el cesar Carlos. Quereis que os cuente mi historia y yo os dire que mi unico merito es haber salvado la piel donde otros dieron la vida.

  • La razon de estar contigo: Una novela para humanos, William Bruce Cameron de William Bruce Cameron

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    Reconfortante, profunda y repleta de momentos de felicidad y risas, La razon de estar contigo no es tan solo la historia emotiva de las multiples vidas de un perro, es tambien la narracion de las relaciones de los humanos vistas desde los ojos de un perro y de los inquebrantables lazos que existen entre el hombre y su mejor amigo.

  • Cumplir 40 a los 60 de Raimon Samso

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    ?Deseas una mejor salud, un mayor bienestar, mas energia, y restar anos a tu edad? Descubre la experiencia del autor que consiguio todo esto, y ademas resolver sus graves crisis de dolor de cabeza mediante una nueva alimentacion

  • El compromiso del creador de Felix Ovejero Lucas

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    En el arte, desaparecida la tradicion y sus reglas, incapazel mercado de deslindar el trigo de la paja, y con las criticasy las reflexiones esteticas, cuando resultan inteligibles, bajosospecha, los artistas andan perdidos a la hora de tasarla calidad de su quehacer y tampoco confian en unos colegasque, como ellos, empenan la vanidad en el oficio.

  • Los Supervivientes. Survivors de Adrian Henriquez

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    La Tercera Guerra Mundial comienza y finaliza en pocas horas dejando los continentes transformados en gigantescos campos radiactivos.Solo sobreviven al impacto de los misiles intercontinentales algunas ciudades costeras y un punado de islas, entre ellas; Cuba.

  • En el nombre del hijo de Donna Leon

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    Venecia: ciudad de riqueza. y de codicia. Gonzalo Rodriguez de Tejeda, originario de Espana, ha hecho una fortuna como comerciante de arte. Ya retirado, goza de una vida tranquila en Venecia en compania de su joven amante, al que ha decidido nombrar su heredero. Pero su familia conservadora, que nunca aprobo su estilo de vida permisivo, y sus amigos mas cercanos creen que esta cometiendo un error. ?Quien es su heredero elegido? El suegro del comisario Brunetti tiene un fuerte presentimiento y le pide
    ayuda, lo que llevara al comisario a investigar en lo mas profundo del corazon humano.

  • Como llegue a conocer a los peces de Ota Pavel

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    Lo mejor para cualquier pescador es empezar con los peces siendo aun crio. Que lo inicie en los misterios de la pesca su padre, su tio o un balsero. En nuestro caso fue el balsero Karel Prosek, de la aldea de Luh, en la municipalidad de Branov, que con el tiempo se convirtio en nuestro tio. Fue el quien enseno a pescar no solo a mis hermanos Hugo y Jirka y a mi, sino tambien a nuestro astuto padre. El tio Prosek seguramente nacio en el rio Berounka como genio de las aguas y llego a Luh con una crecida. Tenia un hermoso mostacho, como el de un dragon, una voz sonora y una buena planta. Era capaz de cualquier cosa: arar y sembrar, ordenar las vacas, cocinar patatas revueltas, encontrar setas fuera de temporada, barquear durante una crecida, trenzar cestos, cazar corzos, rescatar a gente y a animales transidos de frio, romperle los morros a los idiotas, reir. Durante las crecidas barqueo un par de veces a la comadrona Flybertova con su indispensable maletin. Y tambien sabia de peces. Los ensartaba desde la barca en las noches de luna con un tridente llamado <>, interponia nasas en su camino, echaba el palangre y, en publico, los pescaba con cana, como un senorito. Todo esto sucedia aun en tiempos del Imperio Austrohungaro, cuando en el castillo de Krivoklat todavia senoreaba el principe Max Egon Furstenberg, comiendo gulash al estilo del cazador y sorbiendo cerveza de Rakovnik. A Prosek, puesto que era el mejor pescador de la region, le estaba permitido capturar presas con cualquiera de las artes posibles a lo largo de todo el rio. Tan solo debia llevar a palacio las anguilas, con su carne semejante a las flores de loto. Disponia para ellas de un morral que su esposa Karolina le habia tejido de canamazo. Las transportaba vivas por la orilla del Berounka hasta el castillo. Sus puertas se abrian solas ante el, como ante un paladin. Vertia las anguilas en una tina de madera embreada llena de agua y de cuando en cuando recibia una pieza de oro con la imagen del emperador. La pieza entera se asemejaba al sol. Despues de que el principe se marchara en carruaje tras cuatro colinas lejanas y tras cuatro rios lejanos, prohibieron a Prosek capturar presas con cualquiera de las artes posibles, asegurandole que le bastaba con una sola, a saber: la cana. Prosek tenia una cana de bambu larga, ambarina. Un rebenque sin carrete. Avanzaba a contracorriente para que los peces no lo advirtieran, chasqueando de cuando en cuando el rebenque y sus bigotes de dragon, razon por la que a esa arte se la denominaba <>. [1] Por aquella epoca llegamos nosotros en nuestro vehiculo: nuestro padre Leo, nuestra madre Herma, mis hermanos Hugo y Jiri y yo. Esta era toda nuestra familia. Atisbamos a Prosek desde los chopos de la orilla opuesta del rio. Se movia por las resbaladizas rocas como una nutria pescadora. La veleta de la cana volaba con precision hasta los lugares senalados. ?Y los peces? Era como si saltaran fuera del agua por si mismos. Plateados bagres con el rojo timon de la aleta en el trasero y elegantes comizas con bigote. Panzudos cachuelos de los remansos y leuciscos de los torrentes. Se deslizaban hacia el interior de la red: se acabo la libertad, habia llegado su amo y senor, el rey de los furtivos. Mi padre exclamo entusiasta: --!Herma! !Menudo concierto! !Como Kubelik! [2] Y, de golpe, crecieron como setas en mi cabeza, a lo largo de toda la orilla, filas de butacas en las que se aposentaban caballeros con bombachos ingleses a cuadros y damas vestidas con crinolinas rosas, suspirando y aplaudiendo con cada pez: --Messieurs, mesdames, esto es autentico arte. Prosek apreso en su red al ultimo de los peces, encendio un pitillo e hizo una reverencia. La platea desaparecio y el vadeo el rio, poco profundo, hasta mi padre. Se cayeron en gracia al instante, porque papa era tambien una buena pieza. Sabia partirle los morros a los idiotas igual de bien que Prosek. Y todo lo que no sabia se lo enseno Prosek. A papa le caia bien el patan de Prosek, ya que de toda la vida habia asegurado que los finolis no valian una mierda. Acordo con Prosek que iriamos con el de veraneo a la cabana del balsero, a ninguna otra parte. El lucio negro Tendria yo unos seis anos. Mis hermanos no me admitian demasiado en su compania. No era digno de ellos. Observaba sus diversiones desde la distancia. La mayor parte del tiempo lo unico que hacia era chuparme el dedo a orillas del rio Berounka. Lo que mas les gustaba a Hugo y Jirka era ir hasta un islote a atrapar con las manos peces ocultos entre las algas verdes. Hugo era apuesto y delicado. Jirka era un forzudo y un bribon dispuesto a medirse con quien se le pusiera delante. En el islote crecian unas largas algas verdes, fascinantes, parecidas a los cabellos del genio de las aguas del rio, Oskar. Los cabellos ondeaban en la corriente, como si yaciera ahogado en la arena dorada. De vez en cuando en las algas crecian florecillas, ya no recuerdo de que color, quiza de un blanco rosado, como las de las novias. Habia poca profundidad y en las algas pastaban, como en un prado, los copepodos y las cochinillas. Las comizas y el resto de los peces solian acudir a chapotear en busca de bichos, mascando como gorrinos. Era entonces cuando mis hermanos se metian en calzoncillos para, hundiendo las manos entre las algas, palpar a tientas hasta echar mano al frio cuerpo de un pez. El pez se quedaba pasmado, despues salia pitando, mi hermano reaccionaba y saltaba en su busca, erraba el blanco, salpicaba el agua, mi hermano chillaba. Como un rodeo. En una ocasion se toparon entre las algas con un pez gigantesco; al principio pensaron que era un tronco flotante. Se trataba, en cambio, de un lucio negro: se habia adentrado hasta alli tras los pececillos y no podia salir. Cuando arranco como un torpedo, el agua volo en todas direcciones. Hugo vociferaba: --!No te quedes ahi mirando y ven a ayudarnos! De golpe les parecia bueno. Pero no tenia ni la mas minima gana de meterme alli. Avance despacio entre las algas. El lucio giro, se dirigio hacia mi y se detuvo. Vi como boqueaba mientras me observaba con ojos despiadados, las fauces entreabiertas, llenas de dientes. Queria devorarme. Empece a alargar los brazos. Se puso en marcha. Salto. Salvo sin esfuerzo el tablazo y desaparecio en las profundidades. Jirka me dijo: --!Idiota! !Lo tenias al alcance de la mano! !No tenias mas que estrujarlo por el pescuezo! En realidad todos suspiramos aliviados de que se hubiera largado. Mis hermanos tampoco habrian intentado agarrarlo. Y esta anecdota fue una especie de predestinacion, como si aquel enorme lucio fuera nuestra parca. ?Pescaria alguno de nosotros alguna vez en su vida un pez grande de verdad? Tal vez no nos hubiera sido concedido, al no haber sido valientes entonces. Mi primer pez Prosek regresaba de la taberna Anamo algo achispado y canturreando cancioncillas castrenses. Conocia una infinidad de ellas, ya que durante la guerra habia librado mil batallas en Serbia. En el costado le quedo de recuerdo metralla sin extraer que, sin embargo, dejaba de fastidiarlo tan pronto como se echaba para el coleto un par de copazos. Al llegar a casa en la barca, le dio un beso en el hocico a nuestro pastor alsaciano, Holan, y se sento al pie de una fragante acacia. Yo estaba entonces en la balsadera: mis hermanos, de nuevo, me habian dejado atras; preferian llevar consigo a Dasa, la hija de Beda Peroutka, que pasaba de mi olimpicamente. Tio Prosek me miro con sus ojos verdes: --!Ven aca, mequetrefe! Arrastre de mala gana los pies hasta el; no es que me tuviera en gran estima. Al que mas queria era a Jirka, que era un granuja muy de su gusto. Yo era el menor, el nino de mama. Prosek, escudrinandome inquisitivo, se saco del bolsillo, mugriento, un pepinillo: --Toma. Sustitui el dedo de la boca por el pepinillo. Prosek me seguia observando. Despues saco una botella plana y me ordeno: --Pega un lingotazo. No quedaba ni gota en su interior, pero fingi la mayor de las felicidades. El inexistente alcohol nos amisto. Se puso en pie y me hizo senas para que lo siguiera hasta el granero. Saco una larga vara de avellano y dijo: --Te tallare una cana. La tengo preparada para ti hace ya tiempo. Saco del bolsillo un cuchillo afilado e hizo tris por aqui y tras por alla. Yo contemplaba sus manos callosas, a las que les faltaba un dedo que el mismo se habia sajado al cortar mimbre para los cestos. Contemplaba su rostro, crispado en una mueca por el dolor: de nuevo lo mortificaba la metralla en el costado, pero el alcohol para aliviarlo se le habia acabado. Termino la cana. Entonces yo aun no sabia que aquella seria mi mas preciada cana. Hoy lo se. Era la cana de mi infancia, a la que no se podrian equiparar productos posteriores de fabricacion americana o japonesa. Amarro a ella el sedal, del que prendio un canon de ganso y un anzuelo. Despues anadio: --Junto a la isla suele haber percas solitarias. Ve alli, mequetrefe, y despeinales las grenas. Yo te espero aqui. Se acocho en un ovillo y Holan le puso la cabeza en el regazo. Alcance la isla por la vereda. Era algo antes del mediodia, el sol arreciaba. Enganche una lombriz y eche la cana. No picaba nada, tan solo las azuladas libelulas se posaban en los nenufares y en algun lugar remoto del recodo se daban un banquete, mascando, los bagres. El canon blanquecino flotaba sobre la superficie, inmovil como un barco blanco en calma chicha. Para mis adentros, le ice las velas y ordene al capitan que navegara, que lo remolcara por la superficie un pez multicolor. Pero el canon ni se inmuto, a mi se me cerraban los ojos y, solamente de vez en cuando, entreabria uno de ellos para comprobar si mi barquichuela blanca ya habia zarpado. De repente la veleta se sacudio, generandose a su alrededor un circulo. Una y otra vez, como si fueran senales procedentes de las insondables profundidades de las aguas. Alguien jugueteaba y hacia travesuras con el barquito, como si arrancaran el motor tirando de la correa. De modo que no era un velero, sino una lancha motora blanca. Entonces la veleta comenzo a encabritarse, haciendo el pino, patas arriba, como un ganso medio zambullido en el agua. Para entonces ya me habia aferrado a la cana con las manos crispadas. Seguro que era una de esas percas con melena que habitaban aquellos andurriales en soledad. Entretanto la veleta hizo !chof! y se esfumo. Sin embargo, se podia ver, bajo la superficie, que habia tomado rumbo a los nenufares. Frene. La cana se arqueo y yo senti por primera vez en mi vida el delicioso tironeo del pez. Tras un tira y afloja por ambas partes, emergio una hirsuta bocaza: se trataba de una perca, grande como un gorro rojo a cuadros pero de color aceitunado y con franjas transversales oscuras. Alzaba sus aletas rojizas como estandartes en la batalla y, por su joroba, se parecia a un toro. En vez de ojos tenia monedas doradas y sobre su dorso se erguia una lanza erizada. Aquello no era un pez, era un dragon, un paladin armado hasta los dientes con plumaje rojo en el casco. La arrastre hasta la hierba y me tendi sobre ella para que no huyera. Ambos eramos dos chavales peleones. Luego, victorioso, lo lleve hasta la balsadera. Me habia pinchado con su lanza, por lo que del dedo me manaba un reguerillo de sangre. Se me ocurrio que a partir de aquel dia el tio Prosek me querria tanto como a Jirka. Prosek, sentado en una banqueta, bebia vermut de cabra, leche, para depurar el alcohol. Me elogio: --Eres un hacha. Desollo la perca y clavo la cabeza en el porton del granero. Para que todos vieran que en Luh junto a Branov habia nacido otro pescador. Cogi un taburete para ordenar y me sente bajo el trofeo durante dias. Cuando pasaba alguien por la balsadera, yo carraspeaba y moqueaba para que se fijaran en la perca. Coseche una buena dosis de gloria. Vino hasta Dasa, la hija de Beda Peroutka. Me dio un beso en la mejilla y declaro: --Eres un verdadero machote. Una noche, sin embargo, mi trofeo desaparecio sin saber como. Es posible que se lo zampara la gata Andelka. Pero es mas probable que lo quitara del porton mi amado tio Prosek, quien, hasta el gorro de mi pavoneo, volvia a aborrecerme.

  • La Reina del aire y las Tinieblas de T. H. White

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    En este segundo libro, que en su primera publicacion el autor titulo La bruja en el bosque, aparece ya el nino Verruga convertido en el rey Arturo. Hijo del rey Uther Pendragon, Arturo ocupa el trono despues de arrancar de la piedra la espada Excalibur e inicia sus primeras batallas contra los que se resisten a admitir su poderio. Al mismo tiempo, se cuenta la historia de la reina Morgause de Lothian, hermanastra de Arturo, y de los hijos de aquella, personajes que tendran un papel importante en el resto de los libros. Con su estilo pleno de humor y fantasia, el autor nos describe los diversos episodios que forman la vieja leyenda sobre las aventuras y desventuras del rey Arturo.

  • Dos en la tormenta de Johanna Lindsey

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  • La muneca desnuda de Mercedes Gascon Bernal

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    Acuciado por la crisis y obsesionado por proteger a su hija Laura, el arquitecto Mario Puigvert encuentra una solucion inaudita a su desesperada situacion economica. Decide dedicarse a algo que nunca jamas hubiera imaginado: trabajar como acompanante de mujeres.

  • Por un minuto de vida breve unica de Esther Llull

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    !UNA NOVELA TIERNA Y ENCANTADORA EN LA INOLVIDABLE, BULLICIOSA Y ESTRAFALARIA CIUDAD DE SAN FRANCISCO! SASHA TENIA SUS PEQUENOS RITUALES DE JUEGO PARA SALIR FUERA DE SU REALIDAD. Y ENTRA EN SU VIDA UN AIRE NUEVO, UN NUEVO RITUAL O JUEGO QUE PUEDE SER TRANSFORMADOR PORQUE LE PERMITE CONVERTIRSE DURANTE UN MOMENTO EN UNA PERSONA DIFERENTE.Sasha vive en la privilegiada ciudad de San Francisco pero no puede soportar el ritmo de la sociedad. Casi siempre ha tenido trabajos temporales, arreglados y esporadicos, aunque su sueno siempre ha sido poder viajar y escribir como copywriter en una agencia publicitaria. Sin embargo, ella tenia sus pequenos rituales de juego para salir fuera de su realidad, para sacarla de lo de siempre. Habia tenido una pareja estable pero su mundo emocional se habia tambaleado al llegar a la madurez. Ella logra no desperdiciar el poder del tiempo en sus pequenos rituales que la ayudan a salir de su realidad. Pero sigue buscando trabajos insolitos, con dementes y personas discapacitadas, y refleja tambien su mundo a traves de la lectura de libros. Su vida debe dar un giro pero no sabe a que agarrarse hasta que un dia recibe un mensaje especial en un sobre de papel. Nuevamente entra en su vida un aire nuevo, un nuevo ritual o juego que puede ser transformador porque le permite convertirse durante un momento en una persona diferente. Crea una realidad alternativa que le permite regresar a su mundo habitual habiendo cambiado un poco lo que ella era y sin tener que fingir

  • Luces de navidad de Francisco Bitar

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    sale con el. Un padre le cuenta al hijo el cuento de una epoca en que amaba a su madre. Una familia invita a un vagabundo a la cena de Navidad y el vagabundo les revela una historia sorprendente. Juan lleva a su hermano por primera vez a pescar para saber si puede distraerlo de su dolorosa vida: y lo consigue. Y hay mas.

  • El dibujo de su oscuro corazon (La luz de la sombra 2) de Sofia Ortega Medina

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    Carolina lo tenia todo: una familia que la adoraba, el hogar mas hermoso del mundo y su primer amor, Manuel…

  • Mi ex musulman de Amara Garcia

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    Tome el tren de las 6:05 pm como lo habia hecho todos los dias de la semana en los ultimos anos, y me sente al lado de una ventana. Queria mirar hacia afuera e imaginar cosas emocionantes, queria olvidar lo que me estaba pasando. Sentia la necesidad de que mi corazon se sobresaltara de emocion, la tristeza estaba invadiendo mi espacio y no podia permitir que eso ocurriera, necesitaba pensar en algo diferente. Tome el telefono y comence a dar vueltas entre los contactos, leia los nombres de amigas de infancia, aquellas que a pesar de tener muchos anos sin ver siempre me dibujan una sonrisa en el rostro, cuando intercambiamos mensajes de texto. No queria invadir la privacidad de nadie, pero necesitaba escribirle a alguien que tuviese mucho tiempo sin ver, alguien que no supiera de mi presente, que me contara cosas diferentes, que me envolviera por unos minutos en un mundo que no fuese el mio. Y alli aparecio su nombre CARLOS, escrito en letras mayusculas como queriendo tentar a mis dedos a presionar una tecla para llamarlo. Pero contuve las ganas y decidi solo escribi: "Hola". En ese instante comenzo a llover y mientras cerraba la ventana escuche el sonido del telefono indicando una respuesta. !Era el! Mi corazon empezo a palpitar rapidamente, y a pesar de no haberlo visto en mucho tiempo comenzamos a intercambiar pequenos mensajes de texto. Hasta que no resisti la tentacion y lo llame. Sabia que esta llamada internacional costaria mucho dinero, pero no podia perder esta oportunidad. Su voz no habia cambiado en nada, seguia siendo calida pero alegre, el sonido de su risa ilumino mi oscura noche de invierno. Sus palabras me hicieron olvidar por unos minutos todo lo que me sucedia, mi corazon palpitaba muy rapido y me hizo reir muchas veces. Ese pequeno momento me transporto a mi pais Venezuela, a la epoca que compartimos juntos, donde solo eramos unos adolescentes y donde el roce de nuestras manos nos elevaba tan alto que sentiamos que ibamos a tocar el cielo. Esa epoca donde el primer amor lo es todo, donde cuentas los minutos en las noches para regresar al colegio y asi poder ver otra vez a esa persona especial, a esa persona que consideras tu alma gemela, y que crees que siempre va a estar junto a ti. Mi momento de felicidad fue interrumpido por la voz del conductor del tren anunciando mi estacion. Me despedi rapidamente para comenzar mi caminata a casa bajo la tipica lluvia inglesa. Lamentablemente ese magico instante habia llegado a su fin y yo debia decirle adios al hechizo de sus palabras y debia regresar a mi realidad, la realidad que queria olvidar.

  • La ultima revelacion de Dani Padilla

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    Miranda Cardona, periodista de investigacion de afamado prestigio, ha desaparecido en extranas circunstancias.
    Reclutados por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), los detectives Olivia Giralt y Aitor Cruz viajaran hasta la ciudad de Paris, lugar en el que se desvanece el rastro de la reportera y en el que deberan cenirse a una unica pista: el hallazgo de un antiguo libro relacionado con el misterioso simbolo Omega.
    Durante siglos, su significado ha suscitado la incomprension de filosofos, historiadores y expertos en simbologia, pero tras el descubrimiento del enigmatico volumen, una serie de acontecimientos amenazan con revelar una terrible verdad que se creia olvidada.
    Conscientes de que dicho escrito puede resultar la ultima esperanza de hallar con vida a la desaparecida, ambos investigadores desconocen que estan a punto de introducirse en la destructiva espiral de una leyenda oculta muy capaz de cambiar la percepcion que todos tenemos de nuestra propia humanidad.

  • Un Vaquero Atormentado (Rancho Atkins 3) de Tess Curtis

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    Jack ha pasado la mitad de su vida sirviendo a su pais en el ejercito, hasta que decide dar un nuevo rumbo a su vida. El Rancho Atkins lo acoge como capataz, hallando la paz y la normalidad que su mente necesita, hasta que la decoradora Susan Donovan irrumpe en su vida.

  • Un plan sangriento de Graeme Macrae Burnet

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    En 1869, en una aldea perdida en las Tierras Altas escocesas, un triple asesinato sacude a toda la comunidad. La policia arresta inmediatamente a un joven llamado Roderick Macrae, que aparece cubierto de sangre y confiesa ser el autor de los hechos. Y asi lo confirman unas extranas memorias que escribe ya en la carcel. Pero, antes de condenarlo, el tribunal debe averiguar que lo llevo a cometer esos actos de violencia tan despiadada. Solo su persuasivo abogado se interpone entre Roderick y la horca, pero para lograr cerrar el caso antes deberan construir un relato solido, sea este cierto o no. Siglo y medio despues, Graeme Macrae, descendiente de Roderick, reune toda la documentacion existente sobre el caso en su busqueda de la verdad. Pero ?puede alguien entrar en la mente de un asesino?.

  • Los pecados heredados. Ultraje de Jana Westwood

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    Estamos en la segunda mitad del siglo XIX. Caroline Wilkie, duena de un singular temperamento desde nina, posee una destacable inteligencia y un enorme afan por aprender. Hija ilegitima, su misterioso origen es un secreto muy bien guardado por su madre.

  • La noche fenomenal de Javier Perez Andujar

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    El equipo de un programa de television dedicado a los fenomenos paranormales descubre que unos hechos anomalos, hasta entonces nunca registrados, se hacen realidad en la misma Barcelona desde la que emite. Al mismo tiempo la ciudad es azotada sismicamente por la meteorologia y por la repentina irrupcion de personajes procedentes de otra Barcelona, que vienen a pedirles auxilio a los integrantes de La noche fenomenal, que asi es como se llama el programa de este grupo de amigos. A lo largo de esta novela a ratos hilarante, a ratos melancolica y a ratos filosofica, el narrador presentara a cada miembro del equipo. Conoceremos, entre otros, al director, bon vivant y empenado en salvar el programa de su desaparicion; a De Diego, esceptico en todo menos en su fe en los animales inexistentes; al Jugador de Ajedrez, ardoroso activista, con su pipa apagada entre los dientes; a Paulina, conocedora de las civilizaciones desaparecidas, que prepara un monografico sobre el templo mas antiguo de la humanidad; a Ro, la guionista y coleccionista de casos de platillos volantes; a Hermosilla, editor de una revista esoterica y pusilanime para lo importante de la vida…

  • Brezo blanco de Nieves Hidalgo

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    Los McDurney y McFersson estan enfrentados desde hace decadas. Desde que sus bisabuelos provocaron un choque que acabo con la vida de uno de ellos. Al regresar de una aldea en la que ha estado ayudando a sanar a los enfermos, la patrulla de Josleen McDurney hace prisionero a un hombre, creyendole culpable de un robo de caballos perpetrado a su clan. Atraida por el, averigua asombrada que se trata de un McFersson y, temiendo las represalias, le deja escapar para evitar posteriores complicaciones o incluso una guerra. Meses mas tarde, Josleen parte de Durney Tower hacia la fortaleza de Ian McCallister, con quien su madre se ha casado en segundas nupcias. Pero jamas llegara alli. La patrulla dispuesta a robar el ganado de su hermano Wain, esta liderada por el mismo guerrero al que ella dejo escapar. Y ese hombre, aunque ella lo ignora, no es otro que el laird Kyle McFersson, jefe del clan enemigo. Un guerrero sobre el que corren las historias mas terrorificas. La primera intencion de Kyle es pedir rescate por la joven, pero luego la idea de dejarla marchar se le hace imposible. Sin embargo, Wain McDurney no esta dispuesto a dejar a su hermana en manos del rival al que desea matar hace mucho tiempo. Josleen tendra que tomar una penosa decision: regresar con los suyos o permanecer al lado de las personas a las que acaba queriendo y del hombre que, aun enemigo de su clan, consigue ganar poco a poco su corazon. Y para angustia de la joven, Stone Tower se vera rodeada por huestes enemigas, al mando de su hermano, decidido a no dejar piedra sobre piedra. Autor: Hidalgo, Nieves ISBN: 9780898382631 Generado con: QualityEPUB v0.31 Los McDurney y McFersson estan enfrentados desde hace decadas. Desde que sus bisabuelos provocaron un choque que acabo con la vida de uno de ellos. Al regresar de una aldea en la que ha estado ayudando a sanar a los enfermos, la patrulla de Josleen hace prisionero a un hombre, creyendole culpable de un robo de caballos perpetrado a su clan. Atraida por el, averigua asombrada que se trata de un McFersson y, temiendo las represalias, le deja escapar para evitar posteriores complicaciones o incluso una guerra. Meses mas tarde, Josleen parte de Durney Tower hacia la fortaleza de Ian McCallister, con quien su madre se ha casado en segundas nupcias. Pero jamas llegara alli. La patrulla dispuesta a robar el ganado de su hermano Wain, esta liderada por el mismo guerrero al que ella dejo escapar. Y ese hombre, aunque ella lo ignora, no es otro que el laird Kyle McFersson, jefe del clan enemigo. Un guerrero sobre el que corren las historias mas terrorificas. La primera intencion de Kyle es pedir rescate por la joven, pero luego la idea de dejarla marchar se le hace imposible. Sin embargo, Wain McDurney no esta dispuesto a dejar a su hermana en manos del rival al que desea matar hace mucho tiempo. Josleen tendra que tomar una penosa decision: regresar con los suyos o permanecer al lado de las personas a las que acaba queriendo y del hombre que, aun enemigo de su clan, consigue ganar poco a poco su corazon. Y para angustia de la joven, Stone Tower se vera rodeada por huestes enemigas, al mando de su hermano, decidido a no dejar piedra sobre piedra. Libro de acceso libre, publicado en la web de la autora. Esta pendiente por revision, segun ella misma, y puede conseguirse aqui: http://nieveshidalgo.blogspot.com/ Capitulo 1 La neblina cubria la vereda del rio y hacia un frio espantoso. A pesar de todo, Josleen McDurney no quiso quedarse a pasar la noche en la aldea y prefirio que emprendieran el camino de regreso a Durney Tower. Miro con ojo critico los preparativos de los hombres que la acompanaron en el viaje y, mentalmente, les agradecio la ayuda prestada. La aldea de Dorland se habia visto atacada por una epidemia y Josleen no dudo en intentar prestar toda la ayuda posible. De eso, hacia ya un mes pero, afortunadamente, la epidemia habia remitido. No era la esposa del jefe del clan McDurney, pero era su hermana y dado que su cunada, Sheena, sufria un fuerte resfriado cuando se enteraron de los problemas, fue ella quien tomo en sus manos llevar ayuda a los campesinos. No lo lamentaba. Su deber era cuidar de quienes pertenecian al clan y lo mismo que su hermano, les procuraba alimentos, justicia y venganza --cuando esta era necesaria--, ella ayudaba en otros quehaceres. A pesar de todo, regresaba con el mal sabor de boca de no haber podido hacer mas por los enfermos. Seis de ellos murieron a causa de las fiebres y en sus oidos retumbaban aun los lamentos de aquella mujer que perdiera a su bebe. --?Un poco de vino? Josleen se medio volvio y miro al guerrero que le tendia un pellejo. Bebio un poco y se lo devolvio. --Deberias descansar, se te ve agotada. Ella accedio. Les quedaba un largo camino y era cierto que sus fuerzas flaqueaban, despues de tantos dias y noches sin apenas reposar. Se arrebujo en la piel que la cubria, se recosto sobre la manta, encogio las rodillas pegandolas al menton y dejo que el la cubriese con otra manta de gruesa lana. Aun asi, tirito sin poder contenerse. La bruma se le metia en los huesos. --Daremos una batida para ver que todo esta bien --le informo--. Aufert y Will se quedaran haciendo guardia en el campamento. Josleen no le escucho. Apenas cerrar los ojos, se quedo dormida. El guerrero la miro desde la altura. Con un grunido de disconformidad busco una manta mas y la echo sobre ella. Inconscientemente, Josleen agradecio el gratificante aumento de calor y gimio. El se alejo, hablo algo en voz baja con dos de sus companeros y montaron a caballo para dar una batida por los alrededores. No habian visto a nadie desde que salieran de Dorland, pero no debian olvidar que estaban muy proximos a las tierras de los McFersson, sus enemigos declarados desde hacia decadas. Desde que Colman McFersson mato en una pelea al bisabuelo de la muchacha, Ian McDurney. Y no era cuestion de caer en manos de aquellos desgraciados mientras dormian. Porque no era la primera vez que los McFersson atravesaban la linea divisoria para robarles el ganado. Claro que ellos hacian otro tanto cuando la ocasion les era propicia. Los dos hombres que quedaron de guardia se acomodaron cerca de la joven, dispuestos a protegerla contra cualquier eventualidad. Ella era la hermana bien amada de Wain McDurney, el jefe del clan, y sus cabezas peligraban si le sucedia algo. Capitulo 2 Ajeno a la presencia de enemigos tan cerca de sus tierras, Kyle se apeo del caballo, un inmejorable semental negro. Se habia alejado de todo y de todos y dejo que el animal decidiera la ruta, sin preocuparse de nada que no fuera escapar de sus fantasmas personales. Ahora, sin ser consciente de ello, se encontraba a mucha distancia de Stone Tower. Sabia que no era prudente salir sin una escolta, pero necesitaba unos momentos de paz. Demasiadas preocupaciones, demasiadas responsabilidades cenian en torno a el un grillete que, en ocasiones, le ahogaba. Desde que su padre muriera y se hiciera cargo del clan habian llovido sobre sus espaldas un sin fin de problemas. La educacion de sus hermanos, la viudedad de su madre, cada vez mas melancolica y apartada. Sobre todo, aquella criatura que le pertenecia y de la que se sentia incapaz de hacerse cargo. Era su hijo, si. Lo habia engendrado y lo queria, aunque no amo a la mujer que le alumbro. Aquello fue reciproco, de todos modos. Muriel nunca lo amo a el. Accedio al matrimonio porque la obligaron. Kyle siempre supo, desde el primer momento, que ella lo detestaba y que solamente las amenazas de su padre para conseguir la alianza con el clan McFersson la obligaron a dar su consentimiento. Y ahora, ?como explicar a una criatura de cinco anos todo aquello? ?Como decirle que su madre murio profiriendo gritos contra su hijo y su esposo? ?Como !por amor de Dios! hacerle entender que les maldijo antes de exhalar su ultimo aliento? Por eso, cuando el pequeno Malcom preguntaba acerca de su mama, Kyle escapaba. Huia como un cobarde y salia de Stone Tower, acompanado solo por un pellejo de whisky. Muchas veces, se emborracho hasta perder la conciencia. Mas tarde, al recobrar el sentido, buscaba de nuevo las fuerzas para regresar. Se dejo caer de rodillas a la orilla del rio. La densa neblina cubria el bosque y atravesaba sus ropas. Pero el frio no le importaba. Gateo hasta el agua. Necesitaba despejarse, volver a ser el mismo. Llevaba todo un dia fuera y era hora de regresar. !Valiente jefe del clan estaba hecho! Se mojo la cara, el cuello y el pecho. El agua lanzo punzadas de frio a su cuerpo, pero le despejo un poco. Se medio sento, aun ligeramente aturdido. Y tirito. Maldijo entre dientes su propia estupidez, porque alguien le habia robado mientras yacia completamente ebrio. Su capa de piel desaparecio a manos de aquel o aquellos asaltantes que, eso si, como muestra de buena voluntad, le habian dejado otra raida que apenas le abrigaba. No perdio el caballo porque con seguridad no lo vieron. De otro modo, hubiera tenido que regresar a pie y !maldita la gracia que le hacia tener que dar explicaciones a su llegada! Creyo escuchar una ramita troncharse a su espalda. Se volvio con rapidez, pero no lo suficientemente agil como para poder evitar que la empunadura de una espada le golpeara sobre la ceja. Kyle se derrumbo sin un quejido. El que lo dejara fuera de combate se agacho a su lado y le dio la vuelta. Tenia la ceja partida y la sangre manaba profusamente cubriendole el rostro. --?Quien sera? Barry Moretland se aupo sobre su montura con un rictus de hastio en la cara. --Sea quien sea es nuestro prisionero --dijo--. Por su capa, debe ser un pordiosero. --Es posible que pertenezca al grupo que nos robo varios caballos hace dos meses --opino otro. --No tiene tartan que lo identifique, Barry --se aventuro un tercero--, pero mira su complexion. Mas parece un guerrero. Y su caballo es un animal excelente. Moretland echo otro vistazo al sujeto al que acababan de apresar. Ciertamente, no parecia haber sufrido necesidades en toda su vida. De anchos hombros, brazos y piernas fuertes, bien podia tratarse de un hombre de guerra. --Seguro que el caballo es robado --dijo--. Ya nos lo dira cuando le interroguemos. Volvamos al campamento. Tiraron al prisionero sobre el animal y emprendieron la marcha. Hacia el bosque. Hacia los dominios de los McDurney. Un lugar al que, de haber podido evitarlo, Kyle jamas habria ido.

  • Rojo de Carlos Sisi

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    En una base militar en Nueva Jersey mantienen custodiada a una vampira terriblemente poderosa. Cuando esta escapa, desata el terror y el apocalipsis en forma de plaga vampirica. Los vampiros asaltan la cercana poblacion de Hillsdale. Alli se juntan varios supervivientes: Sonia, una policia; y Jimmy, un inteligente friki de Star Wars. Ambos acuden al campamento militar, pero lo encuentran abandonado.

  • Pasion de Brane Mozetic

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    Con una prosa afilada como una cuchilla de afeitar, ‘Pasion’ es una obra tierna y desesperanzada que nos descubre a una de las voces mas reputadas de la literatura eslovena actual. La dominacion y el sexo son el eje de un conjunto de relatos que traza una radiografia descarnada de la homosexualidad masculina donde la belleza y la crueldad conviven en equilibrio.

  • La mitad de la noche de Mayra Montero

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    Un domingo de agosto de 1926, cuando Magdalena Laparra ha vuelto de Cuba para pasar las vacaciones con su familia, coge a sus dos hijos, uno de cada mano, y se mete al mar en la playa de Biarritz con la intencion de ahogarse. La nina de siete anos, Elsa, advierte algo extrano en la actitud de su madre y consigue escapar tras un forcejeo. El nino pequeno en cambio, de solo dos anos, muere ahogado y Magdalena es internada en un psiquiatrico por el resto de su vida.

  • Confianza de Kylie Scott

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    Ser joven significa vivir muchas experiencias: la primera vez que te saltas una clase, la primera vez que te enamoras. la primera vez que te apuntan con una pistola a la cabeza.
    Tras ser retenida como rehen durante el robo de la tienda de alimentacion local, Edie, de diecisiete anos, siente que algo dentro de ella se ha roto. No le apetece soportar la tonteria y el acoso de la escuela privada a la que acude, asi que se matricula en el instituto publico de su localidad, y ahi se cruza con John. El muchacho que arriesgo su vida para salvarla.

  • Warcross 1 de Marie Lu

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  • Torbellino de Joan A.

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    --!Punto de ajuste! --Llamo, incapaz de mantener el regocijo infantil de mi voz. Martin me mira con el ceno fruncido a traves de las gotas de sudor en su frente y hace rebotar la pelota de tenis con rabia. --!Falta! --Me rio, mientras el siguiente saque de Martin se estrella en la red entre nosotros. Su ceno fruncido se profundiza. Despues del inevitable punto final, cruzo la cancha y lo abrazo, nuestras camisetas manchadas de sudor pegadas en el calor de Nevada. --Definitivamente eres mejor abogado que un jugador de tenis --le sonrio. Martin y yo hemos sido amigos desde que tengo memoria. Fuimos juntos a la escuela y nos hemos mantenido unidos, una de las pocas personas de verdad en las que pude confiar despues de que empece a ganar dinero de verdad. Otras personas han ido y venido en mi vida, pero Martin ha permanecido constante. Poco mas de 30 anos, una vida de cenas corporativas y borracheras con los clientes se esta empezando a notar en el. Su cuello se ha vuelto mas grueso y rojo, y el estomago, que antes era plano, ahora esta cubierto con una capa cada vez mayor de grasa de confort. A pesar de ello, sigue teniendo su aspecto juvenil, y el tono gris de las sienes le ofrece un aire mas distinguido que le sirve bien. Su molestia por haber sido demolido profundamente se calma rapidamente, mientras me mira de arriba a abajo. --Esta bien para ti --refunfuna--. Sigues teniendo el mismo cuerpo flaco que tenias cuando eras un adolescente. Me rio. La verdad es que me dirigia igual que Martin hace unos anos. Feliz en una relacion segura y comoda y disfrutando de los frutos de la empresa de diseno de juegos que estableci a los 20 anos. Luego, cuando Laurie… se fue, las cosas cambiaron. Me uni al gimnasio, empece a ver a un entrenador personal 3 veces a la semana, y el hambre por los negocios volvio. Todo para mejor, me digo a mi misma. Aplaudo a Martin en el hombro. --Bueno, no todos los dias puedes comprar tu propio hotel en Las Vegas --digo alegremente --. Hemos probado las instalaciones, !creo que es hora de probar el bar! Martin se rie, toda la mala voluntad del partido de tenis se evaporo. --Cuidado --dice, dandose palmaditas en las tripas--. Terminaras como yo si no tienes cuidado. --?Que? --Digo, mientras nos dirigimos a los vestuarios--. ?Dos veces divorciado y feliz? --!Veamos si podemos encontrar un candidato para el divorcio numero 3! ***** El pelo todavia humedo del spa del hotel; tomo el ascensor con Martin hasta nuestras suites. Un golpe fuerte indica una parada en el vestibulo en el camino. Apenas son las 5 de la tarde, y el trafico peatonal es bastante ligero, pero cuando las puertas se abren, dos chicas entran en la cabina del ascensor con nosotros. Ambas estan bronceadas y son delgadas, y llevan su buena apariencia con ligereza. Evidentemente, acaban de llegar de la piscina, con el pelo brillante por el agua. Siento que Martin se mueve a mi lado y sonrio cuando levanta una ceja. La mas baja de las dos chicas, con un corte de pelo castano ondulado y piel bronceada, mira por encima del hombro y nos sonrie coquetamente. Le devuelvo la sonrisa y siento que Martin hace lo mismo. La otra chica tiene el pelo corto, recortado, casi como el de un chico, pero lo lleva con una confianza tranquila. Su piel es mas oscura que la de la otra chica, como la teca bordeada de miel, y la camisa blanca suelta que lleva atenua las lineas flexibles de su tonificado fisico. Cuando las puertas del ascensor se cierran, me atrapa mirando el reflejo del metal y sonrie suavemente. Nuestros ojos se encuentran por un instante, y yo soy el primero en dejar caer mi mirada. Las chicas salen en el noveno piso, y ambas sonreimos de nuevo mientras la chica mas baja dice un rapido ‘adios’. --?Numero 3? --Martin me susurra, mientras las puertas se cierran una vez mas. ***** El Bell tower Grand Hotel and Casino, domina el borde sudeste de la franja de Las Vegas. Desde la suite del atico, puedo disfrutar de las vistas panoramicas en 3D del horizonte de la ciudad. Al oeste, la ciudad brilla en toda su extravagancia de neon. Al este, la vista montanosa del Parque Nacional de Red Rock Canyon se puede ver simplemente, tenida de rojo y negro en la luz que se desvanece con la puesta de sol. Prefiero la vista desde este lado del hotel. A la mayoria de los clientes les gustaria ver el brillo y la chispa de los casinos y los fuegos artificiales, pero a mi siempre me ha gustado la tranquila soledad de las montanas. Las farolas de abajo todavia brillan, pero parecen transitorias y efimeras en relacion con la solida tranquilidad de esos distantes picos. Suspiro. Habia sido mi idea beber en el bar con Martin, pero ahora, de vuelta en la oscura habitacion del hotel, miro por las ventanas y puedo sentir la emocion del trato, y el zumbido del alcohol, evaporandose. Cuando los inversores se me acercaron inicialmente con la idea de comprar un hotel, me rei. Soy un disenador de juegos, y uno de exito, pero ?que sabia yo de hoteles? Sin embargo, como Martin sigue diciendome, parece que tengo el don de convertir todo lo que toco en oro. Empece con un par de boutiques en Kensington y Chelsea, y luego, 2 anos despues, a la madura edad de 31 anos, me encuentro como propietario de esta monstruosa empresa. Mientras las maquinas tragamonedas hacen ruido y zumbido a 30 pisos debajo de mi, casi puedo sentir el exito que irradia el lugar. Una pena que no se pueda decir lo mismo de mis relaciones. Como el Rey Midas antes que yo, me pregunto si estoy maldito. He dejado a Martin hundiendo cocteles en el bar y me he escabullido de nuevo arriba. Me digo a mi misma que fue por el vuelo de las 7 de la manana que tengo manana, pero en realidad solo queria escapar. Tengo ganas de hibernar, como un oso olfateando el invierno. Miro la brillante pantalla del reloj del hotel y veo que acaban de dar las 10 de la noche. Siempre he sido una lechuza nocturna, pero el zumbido del dia ha dejado un hueco, que espero en vano que el sueno pueda llenar. Me encogi de hombros ante la camisa y el traje confeccionados y los deje caer al suelo sin ceremonia alguna. Mientras me deslizo entre las crujientes sabanas blancas, cierro los ojos y escucho el debil zumbido del aire acondicionado, imaginando que puedo oir los sonidos de juerga y risas a nivel del suelo. La gente estara o bien montando la emocion del juego o bien revolcandose en la desesperacion de los suenos destrozados. La casa siempre gana, y ahora yo soy la casa. Extranamente no encuentro este pensamiento muy reconfortante. --?Crees que puede oirme? --?Crees que es un el? La sonrisa de Laurie ilumina su rostro. Siempre ha tenido un conjunto bastante duro en sus rasgos, una cualidad reservada que la hace parecer distante hasta que la conoces. Luego, cuando sonrie, parece una adolescente, llena de travesuras y asombro. --Claro, un verdadero nino de mama. Mi cabeza descansa en el estomago de Laurie, mis ojos miran fijamente a los suyos. --Asi que --repito--. ?Crees que puede entender a su padre? Su mirada se aleja. --El doctor dijo que el o ella --dice ella de forma puntual--, puede empezar a oir a las 18 semanas. Acaricio mi mano suavemente a traves de su barriga. --Ya sea un el o una ella, van a ser increibles --digo--. Igual que su mama. Un fuerte golpeteo me despierta de sobresalto. Entrecierro los ojos al reloj. A medianoche. --!Alex-an-der! --dice una voz a traves del estruendo. Gimoteo. --!Tenemos un vuelo manana! --Le grito a la puerta cerrada. La verdad es que me siento un poco desorientado. El sueno de Laurie parece aferrarse a mi como el humo. --!Alex, vamos! Abre. Acolche la puerta en ropa interior y la abri. Un Martin Caspers desgrenado esta de pie apoyado en el marco, una botella de champan medio borracha cuelga de una mano. Me sonrie. --?Que estabas haciendo? --pregunta, haciendome a un lado cuando entra en la habitacion. --Tenemos un vuelo a las 7 de la manana --le digo en respuesta, mientras empieza a hurgar en el mini bar. El pesca un gin-tonic premezclado y me lo da. --Vamos, tienes que jugar a ponerte al dia. --Martin --empiezo, pero su cara de fanfarron no admite discusion. Tomo el trago y lo devuelvo, el tonico efervescente y mordiente en el fondo de mi garganta. Sinceramente, agradezco su interrupcion. --Vamos --dice, tomando la botella vacia y entregandome otra--. Vamos a salir. --?Hay algo que pueda decir para convencerte de lo contrario? En respuesta me entrega mis pantalones. Linda --No se tu --dice Kristen, aplicando su brillante lapiz labial carmesi--, pero yo voy a tener sexo esta noche. Me rio. --Bueno, siempre y cuando no los traigas de vuelta aqui --digo--. Creo que puede ser un poco incomodo con tres en una cama. Hemos venido de vacaciones a Las Vegas, ya que Kristen recibio dos entradas gratis de un cliente en su estudio de moda. Ella tiene una pequena tienda con clase en el Soho, Londres, y el mes pasado literalmente se metio en mi apartamento cuando se entero de que uno de sus disenos estaba siendo seleccionado para un desfile de moda en Las Vegas. El desfile ha sido un gran exito, y estamos pasando unos dias extra para relajarnos bajo el sol del desierto. Desafortunadamente, la habitacion que nos han dado es para una pareja, pero no me importa. La cama es tres veces mas grande que la de mi pequeno apartamento en mi casa, y conozco a Kristen desde la escuela secundaria. --Dejare un sombrero en la puerta --sonrie Kristen astutamente, y me lanza el lapiz labial juguetonamente. Lo agarro habilmente y sacudo mi cabeza en un simulacro de horror. --No es mi color --digo. Kristen cruza la habitacion en su sosten y pantalones y me abraza. --!Todavia no puedo creer que uno de mis disenos estuviera en un desfile de moda americana! --dice--. Quiero decir, !Lady Gaga estuvo alli! --No creo que ni siquiera ella se ponga esto --digo, y le devuelvo el lapiz labial. --Estoy orgulloso de ti --agrego. --Gracias --ella sonrie, encogiendose de hombros en un vestido corto de lentejuelas plateadas. El color realza los reflejos de su cabello castano. --Ahora, es hora de beber. Hacemos disparos y luego salimos. La franja de Las Vegas parece invadir todas las ventanas mientras el taxi se desliza entre el trafico. Es como un asalto visual a los sentidos. Kristen resplandece como una nina pequena, todavia montando la euforia de su reciente exito. --Este lugar esta realmente sin descubrir --dice, por tercera vez. Esta un poco borracha y se le ha metido un rubor en las mejillas que la hace parecer aun mas guapa de lo normal. --Asi que, sigue diciendome --le sonrio, pero no me escucha. Sus ojos se centran en el brillante mundo exterior. Estoy realmente feliz por ella, pero una parte de mi se siente deprimida. No puedo poner el dedo en la llaga, pero todo el neon parpadeante y el glamour me hace sentir un poco vacia por dentro. --Estamos aqui --dice Kristen, literalmente aplaudiendo con emocion. El ruido y el calor nos golpea cuando salimos de la cabina. Es mas de medianoche, pero la ciudad no muestra signos de desaceleracion. Todo lo contrario, las cosas parecen estar acelerandose. El ritmo del club se escucha desde la calle. --!Vamos! --dice Kristen, agarrando mi mano mientras le pago al conductor. En el interior, la oscuridad se ilumina con la misma grandeza de neon que la franja exterior. Parece un microcosmos de Las Vegas en si, solo que sin las tragaperras. Kristen se cuela entre la multitud y nos mete en un espacio en el bar. --Crei que habias dicho que este lugar estaba sin descubrir. --Digo, mirando a la masa de gente alrededor. --?Que? --grita Kristen por el ruido. Vuelvo a sonreir y tomamos un par de copas. Nos abrimos paso hasta la pista de baile, y yo ronde por el perimetro. Me siento como un ciervo en la orilla de un lago, mirando a los depredadores. Kristen, por otro lado, es una depredadora. --Tenemos que entrar ahi --dice, senalando un area elevada marcada como ‘VIP’. Parece un punto de calma dentro de la tormenta. Glamorosas personas con ropa cara estan sentadas en profundos sofas, hablando en voz baja. Es evidente que el sonido solo debe llegar hasta aqui con los plebeyos. --Esten atentos a que alguien venga aqui abajo --me dice al oido. Su voz es humeda y gutural contra mi piel. Es como una cuerda de guitarra pulsada, zumbando y resonando. Yo bebo a sorbos mi bebida. Me siento fuera de mi alcance. No se por que exactamente. Nunca he sido del tipo timido y retraido, siempre me he sentido comodo dentro de mi propia piel, pero algo en este lugar me pone al limite. Puedo sentir el sudor picando en el borde de mi cuero cabelludo, y el calor y el ruido son opresivos. Tomo otro sorbo de mi bebida, dejando que el frio alivie mi garganta. El sabor me recuerda a cuando me colaba en los clubes en mi adolescencia, cuando salia para pasar una noche bebiendo y bailando con mis amigos, cuando les decia a nuestros padres que nos quedabamos en las casas de los demas. Creci en Londres, justo en el corazon de la ciudad. Mi madre era profesora, y me habia educado para que tuviera confianza en mi misma y me hiciera preguntas, sin dejarme nunca caer en las trampas con las que vi que muchos chicos de mi edad se veian atrapados. Nunca conoci a mi padre, pero no puedo decir que la falta fuera algo que me preocupara. Mi madre es una fuerza de la naturaleza, y ella ciertamente compenso por dos padres. --Vamos, bailemos --dice Kristen, obligandome a abandonar mi vaso. La presion de los cuerpos en la pista de baile es sofocante, pero Kristen golpea y engatusa a su pequeno marco en un hueco, y el espacio parece abrirse a su alrededor, tanto hombres como mujeres apreciando la vista. Ella se mueve seductoramente con el ritmo, y yo me uno a ella, sintiendome mas libre de lo que he sido en dias. Como un director de orquesta, parece que orquestamos a la multitud, y el DJ responde, recogiendo el ritmo y dejandonos llevar. Mi incomodidad desaparece. Capitulo Dos Alex El club es como un reflejo barato de la ciudad en las afueras. Las luces parpadeantes y la musica ensordecedora no contribuyen a aliviar la tension que siento, y la zona VIP que ha dispuesto Martin apenas es mas tranquila. Me siento a tomar una cerveza y escucho a Martin charlar con dos chicas americanas altas que estan a un trago de caerse del sofa. --Tu solo te haces el fresco y distante --dice sonriendo--, las voy a enrollar. Una carrera de charlar con los clientes le da a Martin un talento notable para sostener su bebida. Se emborrachara, ciertamente, pero solo hasta cierto punto. Parece que entonces se encuentra al borde de la embriaguez total, y a menudo es aqui donde salen a la luz algunas de sus mejores cualidades. En este momento, ambas chicas lo observan con atencion embelesada, la mano de una de ellas colocada selectivamente sobre su rodilla. Yo sonrio en la escena, pero sin ninguna calidez real. Ambas chicas tienen el pelo liso de una botella de peroxido y son delgadas y mimbre. No es mi tipo, y aunque lo hubieran sido, no estoy realmente de humor. Vuelvo a mirar mi reloj y pienso en el vuelo de manana a las 7 de la manana. La musica del club de repente cambia de marcha, ya sea respondiendo a un aumento de energia en la habitacion o dirigiendola. Dejo que mis ojos se desvien a traves de la abarrotada pista de baile y me siento atraida hacia un punto cercano al borde. Parece que la multitud se ha separado y veo a dos chicas bailando alli. Ambas son oscuras, una notablemente mas que la otra, y un completo contraste con nuestra actual compania. La mas baja se mueve seductoramente, el destello de su vestido de lentejuelas como luciernagas en las luces del club. La mas alta baila al ritmo de su amiga, pero algo en su movimiento parece mas seguro de si mismo, mas natural. Lleva un vestido blanco sin hombros, el lado derecho de corto, y dos finos pendientes plateados que se deslizan como gotas a lo largo del borde de su mandibula. Su cabello esta cortado, y esto atenua la curva de su columna vertebral y la piel lisa de su cuello y hombros. A medida que se mueve, su vestido se va perfilando un poco, revelando los muslos de color marron caramelo, tonificados y firmes. El movimiento de la chica es hipnotico. Con una repentina sacudida, los reconozco. Son las dos chicas que vimos antes en el hotel. En mi hotel. El pensamiento se aloja en mi cerebro. --Creo que me voy a enfermar. Una de las estadounidenses de repente se levanta de la mesa, arrastrando a su companera detras de ella. Se escabullen sin demasiada elegancia hacia el bano, el marcado contraste en su aspecto con las dos bailarinas es muy evidente. Martin parece despreocupado. --Creo que he esquivado una bala, amigo --dice. Siguiendo mi mirada, sus ojos se dirigen hacia las otras chicas. Como si sintiera su mirada, la chica mas bajita le devuelve la mirada, esa coqueta sonrisa que vuelve a sonar en sus labios. --?Te apetece bailar? --pregunta, y esta vez no discuto. Linda Cierro los ojos y dejo que la musica me bane. El ritmo se estrella contra mi, se mueve a traves de mi. Me olvido de las multitudes y las luces. Solo estoy yo, y Kristen y la musica. Kristen me roza y se siente sensual, como si la musica misma estuviera acariciando mi piel. Siento los bordes asperos de su vestido contra mi mientras se acerca, su voz calida en mi oido. --Mira detras de mi --grita. Levanto la vista hacia la zona VIP. Dos rubias altas se alejan de una mesa, y hay dos tipos sentados, viendolos salir con sonrisas. Uno de los hombres es mas pesado, con una cara traviesa, mientras que el otro es guapo, pero reservado. Sus ojos parpadean cuando de repente observan la pista de baile, y tiene el pelo rubio bien peinado, brevemente recortado a los lados con un cuidadoso ondulatorio en la parte superior. Podria representar igualmente a alguien que acaba de saltar de la cama, o a alguien que ha pasado horas frente al espejo. No puedo estar seguro. Algo en el hombre rubio me parece familiar. Su traje parece caro, y lo lleva con un aire confiado, pero extranamente sencillo. --Se estan hospedando en nuestro hotel --dice Kristen, y ella mira hacia atras por encima del hombro. Casi puedo sentir el gancho hundirse en el tipo mas grande. En pocos minutos estan caminando hacia nosotros. --?Les importa si nos unimos a ustedes? --dice, caminando directamente hacia Kristen. Me sorprende escuchar un acento londinense. --Depende de si puedes mantener el ritmo --grita Kristen, bailando lejos de el. Se mueve bien para ser un tipo mas grande. La rubia me mira con una extrana intensidad. Noto en el destello de la iluminacion que sus ojos son de un azul penetrante, tan profundos e impenetrables como un oceano. No nos hablamos, pero se mueve a mi lado, sus movimientos son confiados y seguros. Es alto, y puedo sentir su musculoso cuerpo bajo el traje bien cortado. Su baile se siente como un cortejo, formal y a la vez relajado. Nos acechamos unos a otros, como depredadores a la orilla del agua, pesandose unos a otros. Es como si me olfateara para buscar mi debilidad, y encuentro su mirada extranamente convincente. Mi mano roza el interior de su traje, no por casualidad acariciando las duras crestas de su estomago. Al mismo tiempo su mano encuentra mi espalda baja, acercandome por un instante, antes de soltarme y dejarme deslizar. No se cuanto tiempo bailamos, pero puedo sentir una linea de sudor contra la base de mi garganta. Miro hacia arriba, pensando en un trago, y veo a Kristen haciendome senas. Ella esta de pie junto al tipo mas pesado, con una sonrisa en su rostro, pronunciando las letras V-I-P con un regocijo no disimulado. Miro a mi pareja de baile y el tambien sonrie. La accion suaviza sus rasgos, haciendole parecer casi vulnerable. Me coge la mano.

  • Cosas que pasan cuando te enamoras por internet de Belen Peralta

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    “Cosas que pasan cuando te enamoras” es una comedia romantica fresca y divertida, historias comicas sobre las citas a traves de internet y redes sociales. Una reflexion acida en uno de los mejores libros divertidos para adultos.

  • Expertologia de Andres Perez Ortega

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    Si estas contento con tu trabajo, si no aspiras a nada mas o no tienes interes en mejorar profesionalmente, este libro no es para ti. Ahora bien, si quieres convertirte en el especialista de referencia en tu campo de accion, este es tu libro.

  • True Man de Oscar Gonzalez Soto

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    Truman abre los ojos sin que ninguna camara lo este grabando o espectador televisivo alguno observe su despertar. Apoyado contra el cabecero, echa la mano al despertador aun en silencio sobre la mesilla de noche y lo apaga. Toma aliento, se pone en pie y hace que el blanco pijama de tela y largas rayas azules se contorsione al estirarse. Luego, va directo a la ducha. Una vez vestido, se prepara su habitual leche sola con galletas maria, se cepilla los dientes prestando tiempo a cada zona y sale por la puerta del piso, que cierra con dos vueltas de llave. Ya en el ascensor, observa su aspecto. El pelo negro y liso es corto y de corte clasico, ligeramente hacia atras. Sus ojos castanos y oscuros siguen siendo tan castanos y oscuros como el dia anterior. Su nariz, destinada a ser del todo afilada, se encuentra no obstante redondeada en su punta, cual si un estilete hubiese pinchado una pelota de gomaespuma. Sus labios son finos y claros, aunque esto no destaque tanto por un tono de piel de quien no pasa tiempo con el sol en la cara. En el menton poco marcado no hay rastro de pelo: ante la insistencia de su dueno con la cuchilla, ya hace tiempo que ha renunciado a salir. Dos pequenos lunares brillan en su mejilla derecha. Y, sin embargo, ?algo entre todo lo previo importa? Viendole, yo no diria tanto. Porque, ante el espejo, nuestro protagonista solo tiene ojos para que su anodina camisa conserve el planchado de la noche anterior y su puno izquierdo permanezca bien abrochado sobre el viejo reloj de agujas. Tambien para que el pantalon liso y poco entallado debajo se mantenga a la altura debida sobre los zapatos. Y para que estos esten bien limpios, aunque haga mucho tiempo que hayan dejado de brillar y sus esfuerzos por conservarlos en buenas condiciones ya no puedan cumplirse en lo que a las suelas se refiere. Para cuando sale del ascensor, ni siquiera se ha mirado por encima de los hombros. Llegando a la parada de autobus frente a su casa, solo tiene en mente su recelo a la idea de pelearse con prendas nuevas y desconocidas. Pensamiento que le priva de ver como, en la otra acera, una senora guarda un paraguas en un bolso rojo al cruzarse con un tipo renqueando por el peso de su bolsa de supermercado. Por ejemplo. Llegando a su mesa de trabajo desde hace seis meses, cualquier tipo de incomodidad se le quita de encima. Como cada manana, una sonrisa ligera pero socarrona cruza su rostro al contemplar su orden con respecto a las del resto. Despues, se dedica a abrir correos, imprimir documentos, leer parrafadas y cubrir formularios con algo similar a la paz interior. El papeleo, los impresos y las carpetas mas o menos digitales hacen que la tension en sus brazos se reduzca. Aunque a veces... --?No es su hora de descanso? Truman no tiene especial interes por satisfacer a su supervisora. Sabe muy bien que, mientras rinda a su nivel, su puesto esta lejos de peligrar. Casi tanto como cree que los ascensos no llegan a la gente como el, trabajadora y responsable, sino a las parejas de padel o golf de quienes tienen encima. No me malinterpreteis: no es que le preocupe en absoluto. El prefiere disfrutar de la calma y seguridad de su silla --lejos de cotilleos y risas baratas-- para poder acabar con tiempo, repasar y dejar todo recogido. Quien sabe: con suerte en algun momento aparecera un puesto vacante en su tranquila ciudad natal. El cafe es lo de menos. --Si, acabo en un momento y bajo. Oh, lo siento si esperabais otra cosa: en ningun caso la parrafada previa implica que nuestro protagonista sea un hombre asertivo. Asi que, no sin sentir la mirada acusadora de una jefa que lo imagina un trepa, acaba por suspender el ordenador y tomar el camino a la cafeteria. Estrategicamente colocado en linea con algunos de sus companeros y una gruesa columna entre medias, pide un cafe con leche a una senora a la que el azul uniforme ya parece quedarle algo grande. La tacita se presenta bajo las conocidas carcajadas al fondo, con un color mas bien sombrio y cierto sabor a pozo negro. Suspirando, Truman se ve obligado a recurrir al azucar refinado, producto en su lista negra desde cierta lectura meses atras. --!Porque es una chica excelente! !Porque es una chica excelente! Ahora, la menuda camarera se deshace en lagrimones mientras le introducen una banda por la cabeza, al tiempo que la mayor parte del local da palmas o silba con grandes sonrisas. No seais malpensados: el tambien sonrie algo. Aunque si que es cierto que podria ser por la jubilacion del origen del oscuro veneno: eso lo dejo a vuestra eleccion. Agradeciendo su costumbre de pagar por adelantado, Truman acaba saliendo del local a medio pocillo y sin que nadie lo vea, al tiempo que los empleados de la cafeteria empiezan a repartir tarta por las mesas. Algo le dice que la hora de descanso volvera a ser literal para la mitad de la oficina. Nada mas llegar a casa, se quita la ropa y va al cuarto pequeno. Bueno, en realidad, pequenos son todos, a la imagen del estereotipo de apartamento con un alquiler demasiado elevado para su tamano. Cocina de paredes demasiado cercanas, bano con sindrome de metro, una salita para que pueda comer persona y media y un par de habitaciones: la de la cama de noventa con su mesilla de noche y la de los dos armarios, en la que a veces consigue abrir sin problemas la tabla de planchar. Mientras en esta se pone las zapatillas, la camiseta y el pantalon de deporte, el subito pensamiento de que ha sido un dia corto le hace gesticular una leve negacion con la cabeza. Cambiando su reloj de agujas por uno digital de plastico, trata de recordar la vuelta a casa de mediodia, el salmon, el cepillo, el regreso al trabajo para el turno de tarde e incluso parte de esta. Pero no lo consigue. En fin: lo mismo es: ya esta aqui, y su habitual media hora de running acabara con el en la segunda ducha del dia y un buen yogur con cereales antes de una peli seguramente de los 90. !Quizas incluso El show de Truman!

  • Citronela de Gema Samaro

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    Despues de su ultima decepcion amorosa, Pili decidio cambiarse el nombre y ponerse Citronela, como la planta que ahuyenta a los insectos.
    El ultimo bicho al que mantiene a raya es Guillermo, el trompetista de Los Flipados del Swing, la banda con la que canta desde hace unos meses y con la que hace bolos por todas partes.
    Guillermo tiene el perfil en el que Pili se prometio que jamas volveria a caer: guapo, culo inquieto, mujeriego y trompetista.
    Y por supuesto que va a ir con su promesa hasta el final.
    A pesar de que Guillermo asegure que se ha enamorado de ella.
    Y Pili puede que tambien de el.

  • Sabed que mi nombre se perdio de Juan Tazon

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    Sabed que mi nombre se perdio nos sumerge en una apasionante trama de intrigas y secretos al tiempo que se remonta a la decada de 1580 para desvelar los tragicos acontecimientos que forjaron en el pasado el caracter de Alonso Cobos.

  • La daga del destino. Canada V de Mariah Evans

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    El mundo esta al borde de la extincion y solo una persona puede hacer frente a la amenaza que se cierne sobre la humanidad.
    Cinco eran los oraculos que permanecian ocultos sobre la faz de la Tierra. Ahora, solo queda con vida una de ellos, Cintya, pues el resto ha muerto a manos de los aliados de Mabus. Ella se esconde a fin de mantenerse con vida, conocedora de que Mabus y los vampiros la quieren muerta, al ser la unica que tiene informacion suficiente como para derrotarlos.
    Asi es como la division inicia una busqueda sin tregua y a contrarreloj para hallarla y ponerla a salvo, conscientes de que Cintya representa la ultima oportunidad para hacer frente a Mabus.
    Desde un principio, Scott se sentira atraido por Cintya, a la que apoda de forma carinosa “pelirroja”. Ella, no obstante, ademas de tener un don impresionante es tambien una mujer con una fortaleza sin igual, que sorprendera a toda la division.
    A partir de ese momento iniciaran un viaje “al lugar en la tierra mas cercano a Dios”, en busca de la unica arma capaz de destruir a la bestia, lugar que pondra a prueba la fortaleza de la division y donde sobrevivir sera la unica esperanza para proteger al mundo de la horrible oscuridad que lo amenaza.

  • Y llegaste tu 1 de Coral Moon

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    Aburrida, mire hacia el otro lado de la barra y mis ojos se encontraron con los suyos. Destellos de imagenes comenzaron a desfilar ante mis ojos, hasta que todo dejo de existir entre nosotros. Solo estabamos el y yo, mirandonos el uno al otro, deseando poseernos. Respire hondo, simplemente no llegaba a comprender como podia sentirme tan atraida por alguien a que apenas conocia. Por increible que parezca, senti que era el hombre de mi vida hasta que se abrio la puerta. Mire hacia ella con la boca abierta cuando la vi entrar y se dirigio hacia el para besar los labios que yo llevaba deseando besar otra vez. Me miro de una forma tan intensa… que por un instante se me olvido respirar.

  • Rachel se va de viaje (Familia Walsh 2) de Marian Keyes

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  • No hay mejor conjuro, que un beso deseado de Liah Jones

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    Carlos abandona su pueblo y se traslada a Sevilla para estudiar un master, dejando alli a su novia y su vida, tal y como la conoce hasta el momento. Una vez instalado en la capital hispalense, todo dara un giro abrupto e inesperado, por culpa de un antiguo conjuro, que resultara ser la pocima de la autoestima, no sin antes provocar un autentico cataclismo en su vida social y sexual.

  • Mi nombre es Lago y estoy hablando de Noelia de Abril Lainez

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    A punto de llegar al fin de una prolongada convalecencia, Noelia recibe un libro de un remitente desconocido, cuyo titulo provoca en su alma un seismo, transportandola de golpe a su pasado. La dedicatoria, misteriosa, asi como el contenido, que relata los cuatro mejores anos de su vida, contados por una persona que lleva nueve anos intentando olvidar, la sumergen sin poder evitarlo de pleno en sus paginas. Desde ese momento, tendra que enfrentarse a una complicada aventura emocional que la traslada al sur de Espana. Una aventura en la que rememora una batalla acontecida en 1808 y unos versos escritos en latin diez siglos antes. Una aventura para la que no esta preparada, pero que debe afrontar si desea conocer todos los misterios que quedaron sin resolver.

  • Al pie de la Muralla de Begona Pro Uriarte

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    Fui arrancado con sana de la inocencia de la ninez. Los banelatus robaron mis juegos infantiles y aniquilaron a mis parientes y amigos, obligandome a presenciar su exterminio. Decidieron robarme mi vida para jugar con ella. Me crie entre seres sin sentimientos, que aunque de aspecto semejante al nuestro, carecen de alma y, simplemente, buscan el modo de aniquilar a una raza que creen inferior. Lo hacen a base de herirnos una y otra vez con el fuego de sus mentes. Creci en Bankada, la ciudad mas importante del supremio banelatu del oeste, y juro que cada dia alli fue una batalla continua en la que todos queriamos morir. Pero ellos se empenaban en sanarnos una y otra vez para volver a intentar matarnos al dia siguiente. Hasta que una vez lo consiguieron; me mataron.

  • Si el Fuhrer lo supiera de Otto Basil

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    Corre el ano 1965. La bomba atomica no cayo sobre Hiroshima y Nagasaki, sino sobre Londres, con lo cual el Gran Reich Aleman gano la guerra. La ideologia nazi se ha expandido por todo el planeta, ahora dividido en dos grandes esferas de poder, una occidental y alemana, el Magno Imperio Germanico, y otra oriental y japonesa, la Magna Iaponica. Es en esta tesitura en la que Hitler, <>, muere de viejo en su lecho y la Magna Iaponica ataca a sus aliados germanicos dos bombas atomicas. En mitad de ese caos generalizado, Albin Totila Hollrieg, especialista en giromancia y <> recorrera, por encargo del Partido, todo el Imperio en mision <>, mientras una imparable ola de suicidios recorre el Reich.

  • Detras del hielo de Marcos Ordonez

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    Una mujer [?]la escritora Klara Liboch[?] vuelve a su pais para recuperar la memoria de su juventud, en la que todo parecia posible. Klara recuerda como el descubrimiento de la literatura, la musica y el teatro le abrio las puertas de un mundo pleno de libertad. Sin embargo, lo que realmente la marco fue su relacion con dos hombres: Oscar Klein, fotografo judio, de familia acomodada; y su hermano del alma, el inaprensible Jan Bielski, un rebelde salido de un reformatorio, un seductor nato, fundador de un importante grupo politico clandestino. El relato de Klara nos habla de sus ideales de juventud, de la construccion de su identidad, del descubrimiento del amor; de una educacion sentimental a la que puso fin la llegada al poder de una terrible dictadura.

  • Tren de venganza de Xavi Casinos

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    Ruben Cardona, ex policia que malvive en la Barcelona de 1848 tras ser represaliado por sus ideas radicales, recibe el sorprendente y bien remunerado encargo de proteger las obras del ferrocarril entre la capital catalana y Mataro, objetivo de continuos sabotajes. Su promotor es el indiano Tomas Boada, que emprende el proyecto despues de amasar una gran fortuna en America. Cardona inicia asi un a menudo frenetico viaje por la Barcelona de la epoca en busca de los instigadores de los ataques. En esta labor recibe la ayuda de Francisco, fiel criado negro de Boada. Propietarios de lineas de diligencia, charlatanes supersticiosos y sociedades secretas acaban conduciendo al protagonista a desenredar una vieja y turbia historia de venganza implacable que regresa de un lejano pasado de traficantes de esclavos y batallas por independizar las colonias americanas, un circulo que se cierra en una remota isla africana. La propia investigacion acaba implicando al mismo Cardona en un periplo iniciatico por una Barcelona secreta que marcara ya para siempre su vida.

  • Eclipses de Jose Maria Maza Sancho

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    Los fenomenos astronomicos nos han obsesionado desde tiempos inmemoriales, en especial los que se vinculan con el Sol, fuente principal de energia de nuestra Tierra. Por eso los eclipses tienen un lugar especial en la historia de la humanidad, y el hecho de que ocurran dos durante los proximos anos ha motivado al profesor Jose Maza a introducirnos en el tema.

  • Esa locura llamada amor de Nuria Rivera

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    Esa locura llamada amor es la historia de un beso, de una pasion y de como a veces el amor se convierte en locura.

  • Comer y amar, todo es empezar de Mayte Esteban

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    El despertador salio de su letargo a la hora programada, las siete y media, al ritmo de una melodia animada. Carlos se levanto con el sueno todavia prendido en sus ojos, se vistio con la ropa de trabajo y, medio dormido aun, abrio la ventana. El viento helado de la madrugada castellana de finales de diciembre se colo en la habitacion como un visitante indeseado. El silencio lo presidia todo; en Grimiel aun seguia siendo de noche. Con el rastro del sueno marcado en el rostro --la sabana le habia dejado su impronta en la mejilla, oscurecida por la barba de un par de dias--, se preparo el desayuno. Carlos Herrero tenia veinticinco anos y era el dueno de un picadero en un pequeno pueblo. Su negocio se situaba a las afueras, a muy pocos metros de un extenso pinar. Dedicaba su actividad a la tutoria de caballos y a rutas para los eventuales inquilinos de las casas rurales de la zona. Tambien se ocupaba de la formacion de jinetes, aunque esto no fuera mas que una manera elegante de llamar a lo que en realidad era ensenar a unos cuantos ninos a no caerse del caballo. En un lugar donde apenas habia actividades de ocio, el picadero de Carlos casi era la estrella. Le proporcionaba a su propietario los recursos suficientes para vivir y tambien le habia ayudado a no tener que marcharse a la ciudad, como habian tenido que hacer la mayoria de sus amigos. Cuando despues de desayunar salio de casa, el frio de la calle le golpeo en las orejas. Rebusco en los bolsillos de su abrigo, pero el gorro que siempre llevaba se habia quedado en el tendedero, con la colada del dia anterior. Era inutil que volviera a entrar para buscarlo, lo mas probable era que siguiera empapado. Echo mano de la capucha del abrigo, que servia mas bien de poco, y se encamino hacia el trabajo. Fue andando hasta el a buen paso para entrar en calor. El picadero distaba de su casa kilometro y medio y, en mananas tan gelidas como aquella, tal vez pudiera estar justificado ir en coche, pero Carlos preferia no hacerlo si no era imprescindible. Era un firme defensor de la naturaleza y trataba de aportar su granito de arena todos los dias para cuidar de ella. Caminar un poco, ademas de que le venia bien a su forma fisica, le ahorraba al planeta unas cuantas emisiones toxicas. Dejo atras los vehiculos, que dormitaban tenidos de blanco, y las aceras desiertas, brillantes bajo la mortecina luz de las farolas que a intervalos rasgaban la penumbra del camino. Faltaban apenas un par de minutos para que dieran las ocho cuando llego a la puerta de acceso a su negocio. Saco la llave del bolsillo y se dispuso a abrir. --!Buenos dias! Una voz femenina, demasiado euforica para la temprana hora, lo tomo por sorpresa y le hizo dar un brinco involuntario. Era Paola, una de sus amigas de la infancia y tambien clienta asidua del picadero, que acababa de salir de un coche aparcado a unos metros de la entrada. Carlos, pensativo como iba y con la capucha tapandole parte de su campo de vision, no la habia visto. --!Que susto me has dado, Paola! ?Que haces aqui? --le pregunto. El dia apenas empezaba a deshacer en el horizonte las tinieblas que en la noche envolvian al pueblo dormido. No eran horas, ni mucho menos, para hacer uso de los servicios del picadero. Si por el fuera, se habria quedado en la cama un rato mas, pero no tenia mas remedio que levantarse temprano para ocuparse de los animales, limpiar las cuadras y ponerles agua y comida fresca. Era preciso que todo estuviera listo antes de la hora de apertura. --He venido a ver a Leyenda --le dijo ella. Leyenda era la yegua blanca de Paola, un impresionante ejemplar pura raza espanola de ocho anos que tenia desde que era una potrilla. Carlos introdujo la llave en la cerradura e intento abrir la puerta, pero esta se obcecaba en encasquillarse. Dio un golpe con el hombro para ayudarse y, al final, logro vencer su resistencia. En el forcejeo, la capucha se le cayo y se la volvio a colocar. La helada de la noche habia dejado su impronta como un manto blanco que lo cubria todo y hacia demasiado frio como para dejar al descubierto las orejas, que amenazaron con convertirse en tempanos de hielo en segundos. --?No tienes un gorro? --le pregunto Paola. --Se ha quedado en casa --respondio el. --Creo que tengo uno en el coche, espera. Paola volvio a su vehiculo, abrio la puerta trasera y recogio del asiento uno de lana en color crudo. Se lo ofrecio a Carlos en cuanto volvio frente a el. --Toma. Era un gorro muy poco masculino, uno de esos que Paola usaba a menudo y que a ella le quedaban tan bien. Enmarcaba su delicado rostro y dejaba escapar los rebeldes rizos de su pelo castano dandole aspecto de hada de invierno, pero no creia que en el tuviera el mismo efecto estetico. Mas bien pareceria un fantoche. Carlos se quedo mirandolo y sonrio. Era tipico de Paola pensar que el podria ponerse aquello. Rehuso utilizarlo con amabilidad, mientras atravesaba la puerta seguido de la chica. --Gracias, pero no. --Tu mismo... Hace un frio espantoso y nadie te va a ver, yo no lo rechazaria --le dijo Paola, adivinando por su cara de circunstancias lo que estaba pensando. No le era dificil seguir algunos pensamientos de Carlos, habian sido inseparables desde el colegio. --Perdona, tu me estas viendo --dijo el divertido, excusandose de nuevo por no querer ponerse el gorro. --Bueno, ni que no te conociera desde el primer dia de colegio... -- respondio ella, riendose tambien. Carlos termino de cerrar la puerta y echo el cerrojo interno. No volveria a abrir hasta que a las diez el negocio se pusiera en marcha. --Venga, no seas bobo y pontelo, porfa --le rogo. Le miro componiendo una mueca exagerada de suplica, a lo que el respondio emitiendo un resoplido que en cierto modo le recordo a Paola al de un caballo, lo que provoco que se riera con ganas. Sin esperar su permiso, ella levanto los brazos, bajo la capucha del abrigo y le coloco el gorro a Carlos. Se distrajo un momento mirando su rostro, los enormes ojos castanos y las facciones cuadradas de el que conocia desde siempre. Al ajustarlo sobre las orejas, las yemas de los dedos de Paola le acariciaron las mejillas. El suave roce accidental a el le descoloco un latido y un subito calor, que se contradecia con el gelido comienzo del dia, se apodero de su animo. --A ver si nos afeitamos --le dijo ella, divertida por la seriedad que mostraba de pronto. El volvio a resoplar. O mas bien fue un suspiro con el que trato de recomponerse. --?Por que has venido tan pronto? --le pregunto, para dejar de pensar en lo que habia sentido cuando ella le toco--. Aun no he preparado a los caballos, no abro hasta dentro de un par de horas. Es demasiado temprano para montar a la yegua. Paola solto el aire contenido en sus pulmones y, con el, la sonrisa se fue desinflando en su rostro. Trago saliva y tomo aire, como si lo que iba a contarle necesitara oxigeno nuevo para no ahogarse; como si le costase mucho confesar la verdadera razon por la que se habia levantado tan temprano y se habia presentado en el picadero. --Me quedan solo unos pocos dias con Leyenda, Carlos. La vamos a vender. Quiero pasar todo el tiempo que pueda con ella y a las diez tengo que entrar a trabajar en la farmacia. Necesito verla y por eso he venido ahora. Carlos no necesitaba que Paola le contase lo que sentia por ese animal. Llevaba con la yegua desde la adolescencia y Leyenda y Paola parecian un todo. No entendia muy bien por que habia tomado la decision de deshacerse de ella si era casi la prolongacion de si misma. --?Vender a Leyenda? ?Por que? ?Que me he perdido? --pregunto, extranado. --He encontrado un trabajo fuera y despues de Navidad me ire del pueblo --le dijo. --?Te vas? --pregunto. Las palabras salieron de su boca con una alarma que hubiera preferido ser capaz de evitar. --Si. Mi contrato de media jornada en la farmacia se acaba el treinta y uno de diciembre. La farmaceutica se jubila y su hijo ha decidido volver de Madrid y quedarse con el negocio. No cuenta conmigo. Su mujer tambien trabajara con el y ya sabes que esto no da para tres sueldos, ni siquiera para dos y medio. --Vaya, no sabia que te ibas. --Tampoco lo he contado, bastante me disguste cuando me lo dijo a principios de otono. Pero bueno, he tenido tiempo de buscar un nuevo trabajo en Valladolid, en otra farmacia, y esta vez seran ocho horas. Supongo que vendre a menudo, pero desde luego no podre montar a Leyenda todos los dias como ahora. Es mejor para ella que la venda y otra persona la cuide como necesita. --Te vas --afirmo Carlos, quiza para confirmarse a si mismo que lo que estaba escuchando era cierto. --Aqui no hay futuro ni trabajo. Si quiero progresar, tengo que hacerlo. Ademas, tiene su lado bueno; Ricardo vive en Valladolid, podremos vernos mas a menudo que ahora. Ricardo era el novio de Paola. Como la mayoria de los jovenes, habia decidido quedarse en la ciudad una vez terminada la universidad, seducido por una oferta de empleo. Las oportunidades de trabajo, mucho mas deslumbrantes que las del campo, ofrecian alli un futuro que distaba mucho del callejon sin salida que parecia el pueblo. Con la mayoria de edad recien estrenada, los chicos se marchaban a Madrid, a Burgos, a Salamanca, a Valladolid... ciudades que una vez terminada su formacion, no los devolvian. Al final, la madre de Carlos tenia razon cuando decia que en el medio rural, si no quieres perder a tus hijos y que la ciudad se los quede, no debes darles estudios. Carlos penso que Paola habia tardado mucho en seguir ese camino. Era, sin duda, una anomalia en ese proceso. Estudio, pero ella regreso a Grimiel y encontro un hueco en la farmacia. Fue la excepcion, aunque tiempo despues la realidad del desempleo la estuviera devolviendo de un empujon al mundo urbano. --Mi padre me ha dicho que ya tiene ofertas por Leyenda. Al escucharla, Carlos salio de sus pensamientos e intento poner cara de circunstancias y hacerse el sorprendido, aunque en realidad no lo estaba. Dias atras oyo una conversacion a medias en el bar y en ese momento empezo a atar cabos. Era de Leyenda de quien estaba hablando el padre de Paola con unos conocidos. Les habia preguntado si alguien se la queria quedar, pero Carlos no presto mas atencion. Ni se le paso por la cabeza que la conversacion girase en torno a la yegua. Se quedo observando a Paola, intentando encontrar en su rostro el beneplacito con la decision tomada de deshacerse del animal. --?Estas segura de que quieres vender a Leyenda? --Al mirarla, a Carlos no le parecio que estuviera muy conforme. --No me mires asi --le dijo la chica, ahogando las ganas que tenia de llorar. --?Asi como? --Con pena, Carlos. Era justo de ese modo como la estaba mirando, triste porque sabia lo que significaba la yegua para su amiga. Se imaginaba que nada de aquello estaba siendo facil para Paola. Ella, buscando unos instantes de intimidad en los que desahogar el nudo que se le habia hecho en el pecho, se dirigio hacia la cuadra y abrio el cerrojo que mantenia encerrados a los animales de noche. Dos perros de raza indefinida salieron corriendo, libres por fin despues de pasar la noche cautivos. Cada uno eligio un poste del cercado para deshacerse de la urgente necesidad matutina y despues corrieron hacia Paola, que los acaricio. Luego, como hacia siempre, cogio a uno de ellos, Drako, en brazos. --No hagas eso --le dijo Carlos--. Cuando te vayas yo no pienso mimarlo y lo echara de menos. ?O te lo piensas llevar contigo? Drako era un perro especial. Le faltaba una de las patas delanteras. Paola los habia salvado, a el y a su hermano, de una muerte segura a manos de su madre anos antes, cuando la perra se volvio loca y mato a mordiscos a la mayoria de la camada que acababa de parir. La chica, apenada por el suceso, se llevo a los dos perritos supervivientes a casa para cuidarlos en esos dias tan delicados. Black crecio sin problemas, pero sacar adelante a Drako costo bastante porque un mordisco de su madre lo dejo sin una de las patas delanteras. Tardo mas de cuatro meses en devolverlo al picadero y, desde entonces, el perro adoraba a la muchacha casi tanto como la yegua. --No creo que sea bueno que me lo lleve, esta demasiado acostumbrado a corretear por aqui y encerrarlo en un piso no es buena idea. Este perro necesita hacer mas ejercicio que los demas. Paola dejo a Drako en el suelo, que la siguio con su paso renqueante de perro de tres patas, y se dirigio al establo. Alli, Leyenda la recibio aproximando su enorme cabeza a la cara de la muchacha, que apoyo la frente en la de la yegua. Ambas estuvieron asi un rato, en silencio. Al verlas, uno suponia que se estaban contando secretos sin palabras. Incluso las dos cerraron los ojos al unisono, mientras el perrito lisiado y Carlos, apoyado en el quicio de la puerta, las observaban de cerca. El iba a echar de menos a Paola cuando dejase de ir tanto como los perros o la yegua. Estaba seguro de que extranaria los momentos en los que la muchacha se mantenia pegada a su animal y ambas se quedaban suspendidas en algun lugar indefinido que, si hacia caso de la sonrisa de Paola, era lo mas parecido a la felicidad que podia imaginar. Estaba seguro de que el tambien lo pasaria fatal cuando Paola tuviera que despedirse. Se lo estaban diciendo unos latidos erraticos en su pecho a los que le era imposible poner freno. Carlos decidio que ya habia perdido demasiado tiempo y abandono su posicion de espectador, por mucho que le pesara dejar de mirar a Paola. Le transmitia un millon de sensaciones que hacia mucho que preferia no analizar. Lo mejor que podia hacer era ponerse con su tarea y no pensar. Tenia apenas dos horas para dejarlo listo todo. --Si quieres, te ayudo --le dijo ella, cuando advirtio su presencia en la puerta del establo. --Me vendra bien, pero has venido a montar a Leyenda. --He venido a verla, pero te quiero ayudar. El joven le paso la pala que tenia en las manos y fue a buscar otra para el. Ambos, sin intercambiar mas palabras, se pusieron manos a la obra, mientras los perros correteaban a su alrededor. Durante una hora se dedicaron a reemplazar la paja sucia por otra fresca y rellenaron con agua fresca los abrevaderos. --Pao, deberias montar a Leyenda ya si no quieres llegar tarde a la farmacia. Son las nueve --le dijo Carlos cuando fue consciente de la hora. --?Pero cuantas veces te tengo que decir que no me gusta nada que me llames asi? --le dijo ella, con un tono que ni se aproximaba a ser de enfado. --!A sus ordenes, Pao! Hizo un gesto comico y ella puso los ojos en blanco y le lanzo unas briznas de paja. No habia manera. Carlos empleaba muchas veces el diminutivo absurdo que le habia puesto en el colegio y que dejaba a su nombre mutilado. Nego con la cabeza, resignada a no conseguir jamas que dejara de hacerlo, y preparo a Leyenda. Limpio sus cascos, cepillo con suavidad el lomo y despues ajusto los estribos y la cincha sobre la silla de montar antes de elevarla y colocarla sobre una almohadilla de ensillar que ya tenia encima de la yegua. Despues ato los arreos, tranquilizando al animal con suaves palabras. Coloco las riendas sobre la cabeza del animal y empujo con suavidad el bocado hasta que Leyenda lo tomo mansamente. Como siempre que hacia esto, premio al animal con una chucheria que guardaba en el bolsillo. Poco despues, subida a lomos de su yegua, daba vueltas por el recinto del picadero. Carlos llevaba razon, se habia entretenido y no tenia mas de veinte minutos porque deberia volver a casa, ducharse y cambiarse para ir a la farmacia.