• cuando vuelva la luz - Julio Septien del Castillo

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    En un futuro incierto, en el centro de una ciudad muy familiar, el gigantesco monasterio semiolvidado conocido como el Santuario permanece, bajo la custodia de la Orden de San Agustin, como el ultimo baluarte de saber en un nueva era de oscuridad y creciente fanatismo. Polibio, un nino acogido como novicio por la Orden, descubrira poco a poco el mundo cerrado del Santuario, los tesoros de otro tiempo que aun alberga, y buceara en sus secretos mas escondidos.

  • Cuando vuelva la Luz Tapa blanda – 31 agosto 2019

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    Cuando vuelva la Luz : Septién del Castillo, Julio: Amazon.es: Libros.

  • Cuando vuelva la Luz Versión Kindle - Amazon.es

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    Mirar en el interior de este libro. Cuando vuelva la Luz de [Julio Septién del Castillo] ...

  • Cuando vuelva la luz - Julio Septien del Castillo - Debeleer.com

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    PDF • Descargar Libros Gratis. Buscar: ... Cuando vuelva la luz – Julio Septien del Castillo ... Estoy tan seguro de que retornará la luz de la razón, ...

  • Cuando Vuelva La Luz - Julio Septien Del Castillo | Envío ...

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    Nuestros libros son importados del exterior. Una vez realizada su compra, hacemos todas las gestiones de importación y lo recibimos en nuestro depósito para ...

  • Cuando Vuelva La Luz : Julio Septien Del Castillo ...

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    Título del libro, Cuando vuelva la Luz : Julio Septien del Castillo. Autor, Julio Septien del Castillo. Idioma, Spanish. Editorial del libro, Independently ...

  • LIBRO DE LOS ESPIRITUS, EL.HOJAS DE LUZ-RUST ...

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    LIBRO DE LOS ESPIRITUS, EL.HOJAS DE LUZ-RUST. ENSEÑANZA TRASCENDENTAL,UNA, KARDEC, ALLAN, 11,95€. - Dios es la inteligencia suprema y la causa primera de ...

  • La biografía “definitiva” de Miguel Hernández ve la luz - Viva ...

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    hace 2 días — La Diputación, en colaboración con la Fundación José Manuel Lara, ha publicado el libro 'Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un ...

  • ALBERT ESPINOSA | Casa del Libro

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    ALBERT ESPINOSA: Libros y Biografía en Casa del Libro. ... su lucha contra el cáncer, y de Los espabilados, basada en Lo que te diré cuando te vuelva a ver.

  • Soros. Rompiendo Espana de Juan A. De Castro

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    La tarde del 5 de abril de 2018 los autores de este libro hacian llegar a la UDEF y al juez Pablo Llarena el resultado de una investigacion que evidenciaba las conexiones de George Soros con el proceso separatista catalan. Dos meses despues, la Policia Nacional registraria varias de las empresas apuntadas por el trabajo de Juan Antonio de Castro y Aurora Ferrer. Este libro es la adaptacion didactica de ese valiente trabajo. En el los autores destapan el entramado politico, empresarial y de falsa sociedad civil que, financiado por Soros, ha dado cobertura a la fractura independentista.

  • Platon en 90 Minutos de Paul Strathern

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    PLATON EN 90 MINUTOS es uno de los primeros en una serie de libros desenfadados y distintos que presentan la vida y la obra de los filosofos mas importantes. En un relato a la vez estimulante e informativo, Paul Strathern ha entretejido en el texto las ideas principales de Platon, de manera que son comprensibles tanto por estudiantes de filosofia como por los que no lo son. La primera ambicion de Platon era la de hacerse luchador profesional, pero no pudo llegar a los Juegos Olimpicos. Probo entonces su suerte como poeta tragico, pero no gano ninguno de los grandes certamenes. Como ultimo recurso, fue a visitar a Socrates. Fue amor a primera vista, y lo demas, como se suele decir, son filosofias. Una introduccion y un epilogo situan la obra de Platon dentro del panorama de la filosofia; tambien se ofrece una completa lista cronologica. Finalmente, una seleccion de citas del Teeteto, del Fedon y, sobre todo, de La Republica da indicacion de sus intenciones, conceptos mas importantes y de su estilo.

  • Espana en el corazon de Adam Hochschild

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    ?Que motiva a alguien para luchar por un pais que no es el suyo? Desde los primeros compases de la Guerra Civil espanola, esta se convirtio en una cuestion internacional. Hitler y Mussolini enviaron aviones y tropas a los generales golpistas. Millones de personas en todo el mundo sintieron que el fascismo que asolaba Europa debia ser detenido en Espana. Mas de 35.000 voluntarios de decenas de paises ayudaron a defender la republica espanola. Hochschild, el aclamado autor de “El fantasma del rey Leopoldo”, evoca este periodo tumultuoso a traves de las vidas de los estadounidenses involucrados en la guerra, entre los que se encontraban intelectuales de la talla de Hemingway.

  • Antes de que digas adios de Victoria Vilchez

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    Y ese? --dijo Lola, senalando a un chico rubio que acababa de salir de la piscina. Negue con la cabeza--. Pero si es perfecto. No se quien de las dos estaba mas harta de aquel jueguecito, si ella, que se empenaba en encontrar un tio que me gustara, o yo, que no tenia intencion alguna de liarme con nadie. --Vamos, Lola --replique, al darme cuenta de que babeaba--, cierra la boca de una vez. No se acerca ni de lejos a la palabra perfeccion: juraria que el rubio no es natural, tiene el culo plano y, de esto no estoy segura, pero creo que el tatuaje del hombro es de pega. Mi amiga se volvio hacia mi con el ceno fruncido y su clasica expresion de <>. La ignore y volvi a tumbarme en la hamaca. --Bruja --farfullo entre dientes. --Te he oido. Se puso las gafas de sol y se acomodo en su tumbona. Me recordo a Uma Thurman en Pulp Fiction, con su corta melena morena y completamente lisa a pesar de la humedad. --No lo entiendo, Ari. Llevas un ano pasando de todo tio que se te acerca, y de los que no se te acercan tambien. --Trate de seguir ignorandola, consciente del discurso que se avecinaba--. No me digas que no te apetece darle una alegria al cuerpo. --Estoy bien asi. Eres tu la que parece necesitar con urgencia un buen repaso --le espete, con un tono de voz algo mas duro de lo que esperaba. --No cambies de tema. --No lo hago --proteste, dedicandole una sonrisa inocente que no me sirvio de nada. --Lo haces y muy mal, anadiria. Se cruzo de brazos, enfurrunada, como si en vez de veintiun anos tuvieramos siete y le hubiera robado su juguete preferido. --No debes ni acordarte de como se hace --dijo, tras convencerse de que no iba a seguirle el juego. Puede que fuera verdad. Mi desencanto respecto al genero masculino habia ido aumentando a lo largo del ultimo ano. Todo habia empezado a asemejarse a una mala novela romantica que se repitiera una y otra vez: chico conoce a chica, a chica le gusta chico, chico se muere por ponerle las manos encima a la chica, chica cree que siente algo por el, chico tambien... chico conoce a otra chica, chica se da cuenta de que el tipo es un imbecil y fin de la historia. Eso cuando no era la chica la que conocia a otro chico. Resumiendo: que me habia hartado. Dada mi estrepitosa carrera amorosa, habia decido plantarme y dejar de complicarme la vida. En honor a la verdad, tendria que decir que mi voluntad a veces flaqueaba, pero por norma general llevaba bastante bien la castidad autoimpuesta. --Me acuerdo perfectamente --afirme, no del todo convencida. --Vale, porque vas a tener oportunidad de demostrarlo --se jacto con una sonrisa maliciosa asomando en sus labios--. Por ahi viene un morenazo perfecto para ti. Segui la direccion de su mirada y salte de la hamaca cuando me di cuenta de a quien pertenecian aquel par de ojos verdes que me estaban observando con descaro. --!Lucas! --Me arroje en sus brazos y el me alzo del suelo, envolviendome con los suyos. Tras unos segundos, escuche el carraspeo de Lola a mi espalda. Lucas me dejo en el suelo y se aparto para dedicarme una larga mirada. --Dime que bailaras conmigo --murmuro, dedicandome su mejor sonrisa torcida, esa que usaba para que las chicas dejaran de respirar a su paso. --Antes de que digas adios --recite en respuesta, tal y como hacia cada vez que el me lo preguntaba. Su cara se ilumino al escucharme. Le guine un ojo antes de girarme hacia Lola, que habia permanecido en silencio durante nuestro peculiar saludo. --Lucas, esta es Lola --los presente, reprimiendo la risa ante la expresion perpleja de mi amiga--. Lola, este es Lucas. --Encantado, Lola. Mi amiga, que continuaba recostada en la hamaca, asintio con la cabeza, desarmada por la picara sonrisa de Lucas. Puse los ojos en blanco, consciente de que esa era la reaccion tipica de la mayoria de chicas, e incluso de algunos chicos, al conocerlo. No podia negar que era una respuesta logica. Su metro ochenta, el pelo moreno despeinado, un cuerpo practicamente perfecto (que yo sabia que mantenia a base de natacion y jogging) y la seguridad que destilaba eran, entre otras, razones de peso para provocar que desviaras la vista a su paso para asegurarte de que no te lo estabas imaginando. Incluso la cicatriz que adornaba su ceja izquierda, en lugar de afear su rostro, le otorgaba un mayor atractivo. Lo habia conocido al iniciarse el curso pasado, e inmediatamente nos habiamos hecho amigos. Compartiamos ratos de estudios en la biblioteca y salidas a cenar o al cine, siempre que el no hubiera quedado con alguna de sus muchas conquistas. No puedo decir que no se mereciera la fama de mujeriego de la que gozaba en la facultad. Pero nosotros eramos amigos, solo eso. --Encantada --farfullo al fin Lola. Mi amiga desvio la vista de Lucas para mirarme, enarcando la cejas de forma interrogante. Estaba claro que iba a tener que darle muchas explicaciones. Ella habia oido hablar de Lucas en muchas ocasiones, pero puede que yo hubiera obviado algunos detalles de su fisico con la esperanza de que ella no me machacara al respecto. --No esperaba encontrarte aqui --afirmo Lucas, reclamando nuevamente mi atencion. --Quedan dos semanas para que comiencen las clases. Lola tendra que regresar a Londres y yo a Madrid. Pensamos que nos vendrian bien unos dias de descanso antes de volver a la cruda realidad. --En realidad --intervino Lola--, teniamos la esperanza de conseguir que Ari se diera un buen revolcon y dejara de comportarse como una amargada. --!Lola! --la reprendi, mientras Lucas rompia a reir a carcajadas. Aquello era la venganza de mi amiga por lo que le habia ocultado, y seguramente no se iba a contentar con eso. --Nada serio --continuo ella--, ya sabes, con un rollete de una noche seria suficiente. --Suerte con eso --senalo Lucas--. No creo que le falten voluntarios... --Estoy aqui --dije, y levante la mano por si habian olvidado que me encontraba presente. El chico del tatuaje, del que momentos antes Lola me habia intentado vender sus bondades y atractivos, llamo a Lucas desde el otro lado de la piscina. --He de irme. --Me acerco a el para darme un beso en la mejilla--. Esta noche organizamos una fiesta en la casa de un amigo, luego te envio un mensaje con la direccion. --Cuenta con nosotras --acepto con rapidez Lola--. Puede que aun haya esperanza para Ari. El resto de la tarde, Lola se dedico a someterme a un completisimo tercer grado que ya quisieran los de la CIA. Cuando se ponia asi, me recordaba a uno de esos perros que pasa horas enteras con un hueso roido entre los dientes y grune cada vez que alguien intenta quitarselo de la boca. --Para que yo me entere, ?has estado quedando durante todo el curso con ese semidios del sexo y no te lo has montado con el? --me increpo a traves de la cortina de la ducha. Mi amiga me habia seguido hasta el bano y se habia atrincherado entre la banera y la puerta, sin concederme siquiera el beneficio de una ducha reparadora. No pude evitar suspirar ante la enesima vez que formulaba la misma pregunta. Solo iba cambiando algunas palabras, entre ellas, los adjetivos que empleaba para describir a Lucas. Todos, para que negarlo, bastante graficos. Aparto la cortina y me lanzo una mirada inquisitiva, algo asi como un: <>. Me senti culpable. Habia algo que no le habia contado a Lola, algo que me habia esforzado por olvidar. --Bueno... --titubee, y mi tono de duda azuzo su espiritu detectivesco, condenandome. --Lo sabia, lo sabia, lo sabia --repitio, exhibiendo una sonrisa triunfal. --No es lo que crees --trate de desdecirme, pero ya era demasiado tarde.

  • Esclava del odio (Salvada por Amor 1) de Margotte Channing

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    Noruega, ano 1225
    Gunnar, un vikingo feroz, al que solo le mueve el odio y el deseo de venganza desde hace anos, secuestra a Rosslyn separandola de las personas que la han criado, unas monjas de un convento situado en una isla remota de Escocia.
    La lleva a su granja en Noruega, convirtiendola en su esclava, aunque, desde que la ha conocido, a cada momento, se le hace mas dificil mantener su deseo de venganza.
    Rosslyn, por su parte, no sabe como reaccionar, ante la crueldad de Gunnar , sin darse cuenta de que la mejor arma que puede utilizar es ser ella misma. Solo con su dulzura y bondad, Gunnar admitira lo que, en realidad, siente en su corazon.

  • La princesa de la Oscuridad de Aryam Shields

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    Treinta y uno de octubre, la fecha en la que la puerta del inframundo se abria para nuestro festin. Estaba harto de tener que esperar hasta ese unico y maldito dia para salir y, ser el demonio que en realidad soy, cansado de este maldito encierro. Yo soy el hijo del dueno de la oscuridad, podia hacer lo que se me diera la gana, pero no, castigando al hijo de Lucifer ensenarian la leccion mas preciada para todos los demonios... << Nunca retes al diablo >> Como si me importara una mierda lo que pensara mi padre, de solo imaginar el festin que me daria esta noche se me hacia agua la boca, los colmillos se me expandian, la excitacion en mi cuerpo llegaba a niveles insospechados. La maldita medianoche se me estaba haciendo eterna, los minutos parecian convertirse en horas, queria salir ya y mandar todo al diablo --literalmente--; mandar a mi padre a meter la cabeza en su trasero. --Azael... --La voz ronroneante de Ariel me causo repulsion. Ella tenia una sangre muy asquerosa y, ni siquiera era buena para follar, un puto iceberg daba mas calor que ella, bufe frustrado cuando senti sus tacones repiquetear contra el parque--. Azzy… --Es Azael --murmure contrito--. ?Que quieres? --indague contrarioado. La odiaba. Odiaba su meloseria insipida y su absurdo enamoramiento, como si yo fuese a tomarla en serio en algun momento, como si estuviese a la altura para que yo la aceptase. --?Por que tan enojado? Azzy, es de carino --dijo con una sonrisa--. Queria saber si vas a subir esta noche. --Se acerco colocando sus asquerosas unas en mi remera negra--. Quiero ir... --No puedes --sentencie tajante. --Pero tu... --No, Ariel, ni aunque quisiera llevarte --me burle de ella. Esta noche queria sangre pura, la necesitaba, habia pasado mucho tiempo y me urgia un cono tierno, sangre sin manchas, estaba harto de comer inmundicias. Las hechiceras eran buenas, pero no tanto como para clavar mis dientes en ellas, su sangre era oscura igual que un pozo de petroleo. Servian para descargarme, aunque nunca quedara cien por cien satisfecho, asi que yo habia esperado este maldito treinta y uno de octubre como un jodido adicto... Sangre, virtud y mucho, mucho sexo. A pesar de tener mas de cuatrocientos anos, aun era joven, malditamente apuesto e irresistible, sobre todo para las humanas, todo en mi las atraia: mi olor, mi voz, mi jodido porte, y es que las pobres cosillas insignificantes eran tan faciles de caer. Una mirada coqueta, una sonrisa torcida y la senorita mas remilgada, se convertia en una puta sedienta de que mi miembro la hiciera gritar sin parar. ?Quien soy? Esa era la pregunta del millon cuando sus huesos se reducian a polvo entre mis dedos, cuando mis colmillos se enterraban en la tibia carne de su cuello, cuando mis ojos se volvian un par de zafiros rojo sangre, frios como un glacial, tomando de ellas mi pago por el polvo de sus vidas. Nada en este mundo es gratis, si quieres algo tienes que pagar por ello. --Por fin se acabo tu castigo --grito Iblis, entrando a mi habitacion, haciendo que Ariel se alejara rapidamente. Ella e Iblis no eran muy cordiales, mi primo nunca se entregaria al placer con una hechicera como ella, ni de ninguna, la verdad es que no se que esperaba para adentrarse en el oscuro y placentero mundo del sexo por diversion. --Largate. --Mire a Ariel bufar--. Me enferma tu presencia. --Eres un maldito hijo de... --chillo con voz estridente. --Termina esa frase y los dias estaran acabados para ti --espete entre dientes--. Largo. -- Ella dio un portazo fuerte al salir de mi habitacion. ?Que creian, que en el inframundo viviamos en cuevas? No somos tan malditamente arcaicos. Camine hasta mi pila de cd’s, me gustaba coleccionar estas cosas del mundo mortal, tenia una pared llena de discos del mejor Rock and Roll. Diez anos de encierro podian ser un millon aqui. Coloque el cd de Hellfest en el volumen mas alto, para tratar de enganar al tiempo. Si, el inframundo era mas que neblina, oscuridad y demonios o hechiceros, este era mi lugar. Mi imperio. --?Que vas a hacer esta noche, Az? --Lo mismo de siempre, Iblis, follar, robar, matar, sentir... --?Sentir? --dijo con voz de burla--. ?Tus ciento veinte concubinas no te hacen sentir? --Sabes lo frio que es follar con una puta hechicera. --Chasquee mis dientes--. Cierto, no lo sabes. Me huele que te has equivocado de territorio, no se, quizas deberias ir arriba del cielo mortal... pendejo --bufe. --Mi tio Luci me ha dicho que debo ir contigo esta noche y cuidarte, de que no cometas las mismas estupideces que hace diez anos. Genial, ahora tenia ninero, si mi padre pensaba que iba a arruinar mi dia estaba malditamente equivocado, por muy demonio que fuera, no tenia poder para dominarme. --No soy un bebe, por mas que el mismisimo Diablo quiera creerlo. !Soy Azael, el principe de las tinieblas, maldita sea! --Camine hasta el estereo y coloque otro cd. --Lo se, hermano. --Iblis se sento en mi cama jugando con uno de mis discos, siempre que iba a la tierra conseguia esas idioteces por las cuales los humanos trabajaban como burros, yo solo chasqueaba los dedos y las cosas me eran dadas--. Piensa en mi tio, no quiere que le pase nada a su heredero. Aamon estaria mas que encantado en quitarte el trono. Enfoque mi mirada escarlata en la azul sin emociones de mi primo y mejor amigo. --Aamon puede irse al mismisimo purgatorio --sonrei--. Esta noche solo quiero alimentarme y follar unos cuantos conos virgenes. Creeme, extrano uno sin usar --anadi con una sonrisa torcida--. Quizas, matar a unos cuantos malditos y jugar con las mentes de algunos remilgados. -- Me mire en el espejo ajustando mi capa negra y tomando el antifaz. Se acercaba la hora cero. Iblis suspiro. El no era como yo, su viaje a la tierra lo invertia para buscar a su madre... bueno, la tumba de su madre. Cuando mi tio Caius habia ido con mi padre hacia mas de mil quinientos anos atras, se habia prendado de una chica rubia de bonitos ojos azules, o al menos asi la describia el; de esa “pretension”, como la habia llamado el gran Luci, habia nacido Iblis. Un romanticon empedernido, amante a las cosas cursis y peludas... y no hablo de un cono sin depilar. Me refiero a los jodidos perros que el maldito recolectaba para asearlos, darles de comer, y luego con su don envejecerlos hasta morir. Maricon, si, yo tambien lo creo. Pero gracias a ser el hijo del Rey de las Tinieblas mi mente estaba protegida contra todos, en especial contra Iblis, que al tener genes humanos era mucho mas debil que yo. ?En que cabeza cabe que mi padre, el gran Lucifer, se le ocurriera que el iba a cuidarme? --Chicos. --Mi madre toco a la puerta y yo le baje el volumen al estereo que en esos momentos reproducia mi cancion favorita. Ella asomo su cabeza mirandonos a Iblis y a mi--. Supongo que atravesaran la puerta esta noche... --Ambos asentimos--. Solo sean lo mas discretos posible. Entro y acaricio mi mejilla con dulzura, a sus mil trescientos anos, mi madre era la mujer mas hermosa del inframundo, su poder era tal que al unirse con mi padre habian hecho la mejor jodida cosa de su larga existencia... Yo. --Iblis va a acompanarte, quiero que recuerdes lo que paso hace diez anos, y por favor, no cometas la estupidez que cometio tu tio Caius. --Miro a Iblis con carino--. Te amamos, pero tu padre no actuo muy inteligente al dejarla viva luego de que te arrancara de su lado. Iblis asintio y mi madre, la bruja mas poderosa del inframundo, acaricio su cabeza como si fuese uno de los tantos cachorros que el cuidaba, alimentaba y luego mataba. Si al menos lo hiciera por distraccion, pero segun el sufririan mucho si quedaban vivos, asi que los recogia de las calles, los llevaba a un lugar donde los sacos de pulgas se daban un festin alimenticio, luego los banaba, y con su don del tiempo los envejecia y adios pulgosos. --Prometeme que te portaras bien. --Mi madre me miro con sus grandes ojos turquesa, tratando de ver en mi mente lo que haria esta noche... Jodida ella, ya que tampoco podia leerla. --Yo velare porque no se meta en problemas, tia. --Mi primo sonrio--. Salir del inframundo sin Az, no es lo mismo. Y es que la multa por hacer una estupidez, como la que habia hecho una decada atras, era restringir los permisos de salidas por diez anos mortales, y al ser yo el hijo del jefe, me habian puesto como ejemplo. No, yo no podia permitir que otro imbecil como el tal Charles Lewis me tomase una foto. No cuando mis colmillos estaban clavados en el cuello de una mujer. --Tu padre quiere verte antes de que cruces la puerta, Azael. --?Va a darme otro sermon de como comportarme en la tierra? --bufe, arreglando mi cabello --. Lamento desilusionar al gran Lucifer, pero me importa una mierda lo que tenga que decirme, el discursito ya me lo se, se ha encargado de repetirmelo durante diez malditos anos mortales. --Es tu padre. --No soy un nino. --Solo ve y reunete con el --sentencio ella fuerte, revolvi mi cabello antes de ver a mi madre salir. Este ano me encargaria personalmente del imbecil maldito hijo de puta que arruino mi maldita existencia, este ano Charles Lewis iba conocer lo que era meterse con el ser mas poderoso del inframundo.

  • Mi mision en Espana de Claude G. Bowers

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    En 1933 llego a Espana, para ponerse al frente de la embajada de Estados Unidos, Claude G. Bowers. Durante los seis anos siguientes sera un testigo privilegiado y singular de los momentos mas turbulentos y tragicos de la historia contemporanea de Espana.

  • Karma, ?por que me odias? de Daniel De La Pena

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    Si alguna vez has pensado que el karma te odia, esta es tu historia.
    Si no lo has pensado nunca… !!estas mintiendo!!

  • Desde mi ventana (Juntos y revueltos 2) de Eleanor Rigby

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    Cuando quieres estar cerca de alguien, ser solo su vecina puede no ser suficiente.

  • Reclamada por su Alfa de T.n. Hawke

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    Sheila:

  • Nosotras. Historias de mujeres y algo mas de Rosa Montero

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  • Morir de amor de Elizabeth Lowell

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  • La dulzura de Daniel Mugica

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    La joven Gadea desaparece el mismo dia en el que, en la estacion madrilena de Atocha, los trenes estallan. Es un 11 de marzo. Sus hermanas Estela y Malena la buscan denodadamente, temen que estuviera en uno de aquellos trenes. Y la busca tambien Juda, escritor frustrado, enamorado de ella hasta el tuetano. Pero pasan las horas, los dias, y no hay noticias de Gadea. Durante esa angustiosa busqueda, los diversos personajes que la trataron rememoran el tiempo pasado junto a ella, el modo en que influyo en sus vidas, y las circunstancias que propiciaron su internamiento en un lobrego centro psiquiatrico; una decision adoptada por Eneko, su padre, un hombre marcado por el fundamentalismo religioso, cuyas obsesiones gravitan sobre el clan familiar.

  • A tus ordenes de Christian Martins

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    Charlize Trambley es un mar de confusion.
    Ahora que la vida de sus amigas ya esta encarrilada, no puede evitar verse navegando en un mar de dudas. Pero lo peor de todo, sin duda, son esos malditos suenos eroticos que tiene con su companero de trabajo. ?Acaso existe peor enemigo que tu propio subconsciente?
    Todo parece un desastre hasta que su jefe le propone un viaje al extranjero. Como no, el protagonista de esos torridos suenos viajara con ella.
    ?Encontrara el amor donde menos se lo espera?

  • Los destellos de Saturnalia de Yohana Recio

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    En una pequena localidad llamada Villanueva de la Rosa alguien acuno alguna vez que la Navidad no era exactamente eso que todo el mundo conocia, sino que habia una epoca anterior llamada Sarturnalia, donde todo lo que la Navidad habia echado a perder con su artificialidad, sus sonrisas falsas, sus encuentros indeseados y su interminable listas de dudas, se transformaba en naturalidad, en deseos compartidos, en ilusiones y en verdadera esperanza.

  • El origen de los clanes (Catarsis 1) de Beatriz Curi Chercoles

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    Es una novela que se mueve entre los generos de aventura, intriga y romance, tres ingredientes fundamentales en un relato dirigido a un publico juvenil. De facil comprension de lectura, muy dinamica y divertida, y es el primer libro de una trilogia.

  • Amor y desamor (Suaves petalos de amor 3) de Encarna Magin

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    ?Como intentar enamorar a alguien que no cree en el amor?

  • A la orilla del rio de Robyn Carr

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    Los habitantes del tranquilo pueblo de Grace Valley eran como una gran familia… y a todos les encantaba meterse en los asuntos ajenos.

  • El recuerdo del viento (Aire y viento 2) de Marta Marquez

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    El recuerdo del pasado es mucho mas profundo que lo que ninguno de los dos imagina.

  • Los numeros nos hicieron como somos de Caleb Everett

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    Los numeros han formado la mayoria de las culturas. Transformaron los patrones humanos de subsistencia, dieron una posibilidad de expansion y de dominio sobre nuestro entorno a la vez que permitieron el impulso de otras tecnicas como la agricultura, la astronomia y posteriormente la arquitectura (babilonios, sumerios, egipcios…), esenciales del saber humano e inconcebibles sin la especulacion numerica. Por todo ello, Everett defiende que los numeros han cambiado directa o indirectamente las culturas y el saber humano, tanto en su vertiente social como espiritual.

  • El indescifrable lenguaje del amor de Ivy Bass

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    Taylor Salens es la joven hija consentida de un concejal de Colombia quien cuenta los aterradores momentos que cambiaron su vida para siempre. Su vida era perfecta y estaba rodeada de amigos de clase alta quienes le hariann cuestionarse el proposito de tan superficial estilo de vida.
    Dia a dia, su existencia esta llena de lujos hasta que es secuestrada en la ciudad de Medellin por un grupo al margen de la Ley. Taylor jamas se imagino la tragica consecuencia de su secuestro que la dejaria con una grave incapacidad.
    Sobrevivir a un secuestro y a un traumatico accidente, cambiarian su vida para siempre.
    El indescifrable lenguaje del amor, es la nueva novela romantica de Ivy Bass, llena de drama, emociones al limite y amor incondicional. Una historia de amor entre lagrimas, esperanza y la felicidad de un felices por siempre.

  • La Amante Robada Del Jeque de Jessica Brooke

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    Amy Monroe sonrio al mirar la postal enviada por su hermana, Alexis. Aproximadamente dos anos atras, su hermana habia sido secuestrada por el jeque Farzad Yassin y ahora era su jequesa. En la foto que le habia enviado, estaban ella y su hijo, Farid, jugando en los vastos jardines de su palacio. Era una imagen adorable y aunque al principio Amy no se habia sentido emocionada con el nuevo rumbo que habia tomado la vida de su hermana, ahora estaba contenta. Este tipo de felicidad no se puede fingir y, ademas, Farid era realmente el nino mas mono que nunca hubiera conocido. Una parte de ella estaba muy celosa de su hermana, que habia encontrado a alguien, aunque hubiera sido practicamente de la forma menos convencional posible. Y si, una parte de Amy tambien se preocupaba porque Alexis practicamente habia arruinado su carrera de abogada por un romance, pero en todo el tiempo que habian vivido juntas, nunca habia visto a su hermana sonreir tanto. Suspirando, dejo la postal y las fotos que la acompanaban y se dirigio a su armario. Buscando torpemente en su interior, se puso el omnipresente conjunto de pantalones negros y camiseta y se paso los dedos por su cabello negro, que llevaba corto y despuntado. No ere su color natural y, en los ultimos tiempos, se habia sentido tentada de hacerse mechas de color azul medianoche o moradas. Trabajaba en una cafeteria proxima al campus de la Universidad de Boston. Probablemente, esto le hacia sentirse mas cerca de formar parte de la contracultura del campus. Poniendose una diadema para sujetar su pelo corto hacia atras, Amy cogio su bolso y corrio hacia la puerta. Iba a ser una larga noche, puesto que tenia el ultimo turno y la cafeteria se cerraba a la una de la madrugada. Siendo un pequeno negocio familiar, se habia hecho todo lo posible que Lem's pudiera obtener el permiso para vender alcohol. Puesto que podian convertir un cafe en cafe irlandes y tenia una lista habitual de bandas de garaje locales y bandas universitarias que tocaban alli, siempre abrian hasta tarde por la noche. Aun asi, Amy lo preferia. Era horrible levantarse antes de que amaneciera, especialmente en los interminables inviernos de Boston. Teoricamente, despues de graduarse, habia ido alli a intentar estudiar un Master en Bellas Artes, en Escritura Creativa. Lo dejo poco despues y se dio cuenta de que, a pesar de que tenia mucha ambicion, ahora mismo lo unico que parecia encajar con su actitud general y su hastio, era servir cafe con muf ins. No era exactamente donde habia pensado que estaria a los veintitres. Cono, fuera de bromas, teniendo en cuenta que dos amigas de su circulo mas intimo eran literalmente reinas de sus propios paises, realmente parecia una vaga. No es que lo fuera exactamente, pero se sentia como si hubiera metido la pata, ya que no tenia ni idea de que se suponia que iba a hacer con su vida o, incluso, que era lo que queria hacer. Claramente, servir cafe mezclado con licor a companeros de estudios borrachos no era lo que queria, pero era lo mejor que podia hacer por el momento. Se acercaba el final de su turno. Era jueves, lo que significaba que no habia bandas tocando (eran los especiales de las noches de los viernes y los sabados) y estaban al inicio del semestre. La gente no estaba lo bastante desesperada todavia para estar tecleando energicamente sus trabajos trimestrales con su sexta taza de cafe. Lo estarian. Coger un buen sitio cerca de una salida en Lem's, en epoca de finales podia convertirse en una competicion sangrienta. Sin embargo era una noche tranquila y, excepto dos clientes habituales sentados en la parte de atras leyendo novelas rusas del tamano de un maldito sujeta-puertas, estaba sola por lo que se puso fregar, restregando el fregadero y la maquina de capuchinos. Al menos, habia estado sola. Veinte minutos antes de la hora de cerrar, el hombre mas guapo que nunca habia visto entro en la cafeteria. Era alto, media mas de un metro ochenta, de hombros anchos y tez morena, olivacea. Sus ojos eran un sorprendente y profundo tono verde jade y llevaba la barba muy recortada. El unico de sus rasgos que podia "estropearle" era una cicatriz cerca de su ceja izquierda, pero, en realidad, estaba segura de que podria hacer volverse a cualquier chica entusiasta. Cuentale la historia de la "herida de guerra" y acabara siendo incluso mas encantador que al principio. Cono, si solo sus ojos eran suficiente para que Amy se perdiera en ellos. "?Como puedo ayudarle?" pregunto ella. "Dvar," dijo el, sonriendo y leyendo despues su identificacion. "Y tu eres Amy." "Asi que, ya sabemos que sabes leer, genial. Entonces, puedes elegir lo que necesites." "?Y que pasa si lo que necesito eres tu?" Ella se sonrojo y se le pusieron los ojos en blanco. No habia tenido una cita desde hacia mucho tiempo. No era que no fuera atractiva. Francamente, desde que habia sido patinadora artistica (no muy buena, pero bueno) cuando era jovencita, siempre habia estado pendiente de conservar su estilizada figura. Estaba delgada, pero tambien era bajita. Media escasamente un metro cincuenta y cinco, si midiera cinco centimetros mas, y era delgada y esbelta. Nunca habia sido el tipo de mujer que dejaba a la gente con la boca abierta cuando entraba en una habitacion. No tenia ese tipo de exito. Sin embargo, la manera en que Dvar la estaba observando, bueno, parecia un hombre que se hubiera arrastrado por el desierto y hubiera encontrado un oasis. Era abrumador, pero le gustaba, admitio para si mientras se ponia el flequillo detras de la oreja. "Eso no esta en el menu, pero tenemos un cafe moka explosivo y quedan unos pocos brownies. La gente adora nuestros bagels de brotes germinados." Dvar solto una risita. "?En serio?" "Cualquiera que sea un estudiante universitario tratando de ser vegano, macrobiotico o lo que sea, lo que no es tan raro." "Creo que prefiero tomar algo con un poco mas de sustancia", dijo, con su voz como un profundo ronroneo. ?Que tienes para mi?" "Tenemos un magnifico capuchino mezclado con Bailey's. Te lo preparare ahora mismo", dijo ella, ya hirviendo la leche. Amy no pudo evitar sonrojarse bajo la mirada fija del hombre. En serio, habia visto modelos de fotografia menos atractivos. ?Seria ese su trabajo? Quiza era un modelo de Nueva York, que, vaya usted a saber por que motivo, habia decidido que era el momento de visitar Boston - porque., ?a quien no le encantan las pilas y pilas de nieve y basura que nunca pueden recogerse? Dios mio, no es que lo use mucho, pero si tiene que volver a sacar su coche de la nieve una sola vez mas, se volveria loca. Dvar le sonrio cuando termino de preparar su bebida. Despues, se agacho a cogerla de su mano y fue obvio que se estaba tomando su tiempo deliberadamente, que no lo habia hecho por error cuando sus dedos se cerraron sobre los de ella al coger la taza. "Ha sido todo un placer que me sirviera una belleza como tu." Amy se sonrojo de nuevo y se retiro el flequillo despuntado de los ojos. Dios mio, ahora desearia haber mantenido su pelo en su color castano dorado natural y con algo que recordaba a los bucles. Cono, hacia mucho tiempo que no tenia a un hombre - y menos aun a uno tan abrasadoramente sexy - prestandole atencion. No era como si siempre tuviera la sensacion de tener el mejor cebo. "Entonces, demuestremelo con una buena propina. Una chica tiene que ganarse la vida." El sonrio y fue una sonrisa de un megavatio como nunca habia visto antes. De repente, parecia como si su teoria de que el trabajaba como modelo no fuera tan disparatada. Dvar saco un billete de veinte del bolsillo de su chaqueta con su mano libre y lo dejo en el bote de las propinas. "Yo no me preocuparia por eso, Amy." "Gracias, pero por muy amable que seas, veinte dolares no van a alejar a los lobos de mi puerta durante mucho tiempo." El asintio con la cabeza y retrocedio, y ella quiso gimotear un poco por la perdida de contacto y de proximidad fisica. "Entonces, ten cuidado con esos lobos. Nunca sabes cuando vas a encontrarte con ellos." Con eso, el senor Alto, Oscuro y Delicioso habia vuelto a salir por la puerta, dejando a Amy con su anodina vida. Suspirando, termino de limpiar la cocina de atras y cogio tambien el cubo de la fregona. Tenia mucho que fregar todavia. *** En Boston hacia un frio terrible. Obviamente, eso no era noticia. Estaban en mitad de la mayor y mas potente ola de frio que la ciudad nunca hubiera conocido. Cada fin de semana parecia haber una nueva tormenta de nieve y todo el mundo hablaba del record de nevadas y como, pronto, seria literalmente el invierno con mas nieve registrado. Al notar que sus dientes castaneteaban al volver hacia su apartamento, Amy se cino mas el abrigo al cuerpo. Se habia dejado las condenadas orejeras en la cafeteria y lamentaba haber cometido un error tan estupido. Ya las sentia como dos cubitos de hielo y aun tenia que caminar, al menos, cuatro manzanas mas. De todas formas, no es exactamente que lo estuviera pasando bien. Los montones de nieve le llegaban a las pantorrillas y se sentia como si se estuviera hundiendo, sin importar como de ligera y agil tratara de ser con sus botas. Puf, necesitaba vacaciones. Bueno, su hermana se habia ofrecido a organizar su visita y el sol del desierto tenia que ser mejor que la interminable aguanieve. Sacudiendo la cabeza, saco el movil y empezo a marcar el largo codigo internacional que le permitiria hablar con Alexis. No habia llegado muy lejos antes de oir unos pies que se arrastraban tras ella. Amy se volvio a mirar y fruncio el ceno. Habia unos cuatro tipos detras de ella y todos ellos eran de tez morena. Algunos tenian barbas pobladas y frondosas, negras o incluso canosas, un poco parecidos a los hombres que habia visto en la ceremonia de la boda de su hermana. Parecian estar un poco fuera de lugar. Fruncio el ceno, arrepentida y se movio hacia el lateral de la ocupada acera. "Lo siento. Estaba ocupando todo el espacio de la calle. No ha sido muy amable por mi parte. ?Saben que? Continuen y ya me preocupare de llamar por telefono mas tarde. " Los hombres no se movieron, solo la miraban fijamente como si fuera un filete gratis en un buffet. Metiendo su telefono en el bolsillo, Amy trato de tomarselo con calma. Asintio y volvio al centro de la acera. "Bien, entonces yo me movere primero. De nuevo, siento haber ocupado todo el espacio, fue sin querer," termino, comenzando a caminar a un ritmo que era mas rapido que antes, pero no era una realmente correr. Tenia miedo de que empezaran a perseguirla si se ponia a correr. Asi fue, en cuanto ella comenzo a andar, ellos comenzaron a caminar detras de ella, los pasos de los hombres sonaban regulares y comedidos detras de los suyos propios. Cuando paso por delante de una peluqueria con los cristales muy tintados, Amy temblaba por razones que nada tenian que ver con el frio. Los cuatro hombres estaban apenas a quince centimetros de ella y caminaban siguiendo sus pasos. Sujetando su bolso con mas fuerza, decidio que tratar de ignorarlos no iba a ayudar. Claramente, querian algo de ella, ella estaba aterrorizada de pensar lo que eso podria significar exactamente. Podia adivinarlo y sin embargo, pensar en ello le revolvia el estomago. Solo quedaban dos manzanas (muy nevadas) hasta su apartamento. Respirando profundamente y deseando lo mejor, comenzo a correr. Le quemaban los pulmones y deseo que no fueran casi la una y media de la madrugada. Dios mio, como deseaba poder ser mas rapida, no sentir que se resbalaba un poco mas a cada paso que daba. En la primera manzana, los hombres siguieron pesadamente sus pasos, tan cerca que uno tiro de la correa de su bolso y le empujo, dejando que se rompiera, dejando que se llevara todo. Ya reemplazaria las condenadas tarjetas de credito mas tarde, siempre y cuando no se convirtiera en una victima mas en las estadisticas. La segunda manzana no fue tan facil. Estaba cerca de su bloque de apartamentos cuando se resbalo en una gran placa de hielo. Amy se estrello duramente, vio las estrellas y el mareo ya llegaba a ella desde que su cabeza se golpeo contra el cemento. Habia cuatro pares de manos sobre ella y se retorcia en su agarre, golpeando y gritando a cada intento de tocarla. No fue suficiente. El mas alto de los hombres, de casi metro noventa y cinco, con una gran barba canosa, finalmente consiguio sujetarle los brazos a la espalda. "!Dejenme ir!" grito. Arqueando el cuello, miro alrededor, pero la calle estaba vacia. "Dejenme ir y no se lo dire a nadie, se lo juro." El mas alto sacudio la cabeza y le paso algo oscuro, una especie de pasamontanas, por la cabeza y no pudo ver nada excepto el tejido negro. "No, senorita Monroe, eso no va a funcionar. Despues de todo, necesitamos llevarle ante nuestro jefe a la nueva jequesa. " Eso fue todo lo que supo porque despues de palabras de tan mal aguero, algo afilado mordio su cabeza detras de la oreja y todo fue oscuridad. Capitulo Dos El jeque Dvar Yassin de Jardania seguramente tenia cosas mas importantes que hacer. Lo cual, en realidad, no era mentira. Sus primos, Farzad y Munir, ambos de naciones vecinas, estaban interesados en conseguir un frente organizado frente a los mercenarios y el ejercito de Lebano [1] , para, finalmente y de una vez por todas, conseguir pararles a ellos y al populacho al que provocaban. Dvar no podia objetar nada a este plan. Despues de todo, el pais beligerante habia creado en Jardania mas problemas de los que le correspondian, especialmente tras su agresion a la frontera oriental. Estaban corrompiendo a los grupos insurrectos dentro de las propias fronteras de Jardania y estaban ocurriendo cosas horribles, atrocidades que nunca hubieran pensado que pudieran suceder en su reino. Habia estado con sus primos en una larga cumbre, de tres dias de duracion la semana pasada. Parecia como si, en este punto, la guerra total fuera inevitable. Dvar solo esperaba que Estados Unidos se alineara con ellos. Despues de todo, Emma, la esposa de su primo Munir, tambien era hija de un poderoso senador. Nada podia ayudar porque los problemas estaban llegando a todas las tierras que gobernaba la dinastia Yassin y solo podia ponerse peor. Pero no podia pasarse la vida encerrado en la sala de guerra, y confiaba en que sus primos fueran capaces de manejar todo el asunto durante una semana o mas, el tiempo que necesitara para consolidar los asuntos que necesitaba poner en marcha. Era posible... bueno no era posible, era seguro, Dvar estaba rabiosamente celoso de sus primos. Ambos habian encontrado novias increibles y seductoras al raptar mujeres americanas. Farzad parecia particularmente encantado con Alexis Monroe y, francamente, tras haber espiado a su bonita y menuda hermana en la celebracion de la boda unos meses antes, Dvar podia ver por que. La familia entera era mas que notable. Se habia enamorado totalmente de la hermana pequena, Amy, desde lejos. Este era el motivo por el que se encontraba sentado a una mesa, en medio del patio principal de la Universidad de Boston, vigilando a la chica. Queria hacerse una idea de como era antes de llevarla con el a Jardania. Hasta el momento, podia decir que sobre todo se cuidaba a si misma. Aunque habia dejado la escuela de graduados, era muy probable que estuviera en el campus, sentada en el patio, viendo pasar a la gente, o no pocas veces encerrado en lo mas profundo de la biblioteca. Era una intelectual. Al recordar su tinte y sus piercings - una verdadera jequesa no los llevaria - se sorprendio un poco. Era bastante reganona, cosa que el habia podido oir por si mismo en la boda. Amy no habia medido sus palabras hablando con Farzad, especialmente respecto a los metodos de seduccion de su primo. Sin embargo, su lado mas tranquilo y amable habia sorprendido y encantado a Dvar. Habia algo en las personas observadoras que podia ser educado, que podia ser controlado y alentado para que llegara a ser el tipo de equilibrio y pensamiento cuidadoso por el que destaca una verdadera jequesa. Ella se movio un poco y miro por encima de su hombro, y el levanto el periodico hasta su cara. Desde que empezo a vigilarla, algunas veces casi le habia sorprendido haciendolo, al casi verle mirarla fijamente. Amy era avispada ademas de estar pendiente de su entorno. Por supuesto, Dvar habia servido y conducido su propio ejercito durante varios anos. Tampoco era facil de sorprender. "Maravilloso," se dijo a si mismo. "Lo hara esplendidamente." *** Hakim, su sirviente de mas confianza, entro en la parte privada de su jet. El hombre mayor llevaba sujeto el paquete pequeno, colorido y blasfemante que Dvar habia estado esperando. "Mi jeque, hemos puesto a salvo a la senorita Monroe, como pidio. Estamos ya en el aire y estaremos en Jardania en las proximas diez horas." El sonrio y asintio en direccion a la chica. "Esta bien, ahora dejanos" "Es un poco problematica, mi senor." Se rio, realmente conmovido de que Hakim estuviera preocupado por el. Aunque si la fierecilla estuviera diciendo palabrotas sin parar y, francamente, tratando de golpear cualquier cosa que estuviera cerca de ella, apenas media un metro cincuenta y probablemente pesaria unos cuarenta kilos chorreando agua. "Creo que podre manejarla." "Fue capaz de magullar a Asaad, senor." "Entonces, puede que ella disfrute con diferentes juegos," dijo, asintiendo hacia Hakim. "Ahora, por favor, vete." Hakim titubeo un momento mas antes de hacer una reverencia y volver a la parte principal del avion. El pasamontanas todavia cubria la cabeza de la chica y sus manos estaban atadas a su espalda con bridas. Dvar se aprovecho de la situacion y cerro la puerta, asegurando la cerradura. "Ahora," dijo el, rodeandola y rozando su clavicula con la mano. Le habian quitado el abrigo antes de atarla. Por eso, lo que vio fue la misma camiseta negra que se cenia incitante a sus bonitos pechos. Podia incluso sentir su piel, tambien, suave y cremosa. "Esta a mas de veinte mil pies de altitud. No puede escapar si quiere hacerlo y no le aconsejo que salga de esta habitacion. Yo juego sucio, senorita Monroe." Ella jadeo y el pudo ver como se encogia incluso bajo la oscura capucha negra que llevaba. "?Por que me esta haciendo esto?" El se encogio de hombros y retiro la negra capucha que cubria su cara. Sus ojos, agudos, inteligentes y tan azules como el cristal tallado, se fijaron en el. Amy parpadeo algunas veces mas, como si estuviera tratando de orientarse. "Te conozco, ?verdad? En cualquier caso, no solo de la cafeteria." El asintio. "Estabas muy enfadada con mi primo, Farzad, y con como habia tratado a tu hermana, segun tu percepcion." Se volvio hacia el, y pudo ver el fuego que quemaba en aquellos inolvidables y profundos zafiros. "?Que tu que? ?Es que me estas gastando alguna broma rara? Yo no estoy metida en esa mierda de la princesa arabe. !Quiero irme a casa!" Se abalanzo contra el y trato de golpearle. Dvar tenia que reconocerle el merito, la chica era rapida. LA esquivo, justo por los pelos y giro para ponerse detras de ella. Empujandola hacia la cama, la giro para que quedara de frente a el, sujetandola entre su cuerpo y el colchon. "Bueno, esto no ha sido muy agradable, fierecilla." Ella se retorcio debajo de el, pero el tenia unos cuarenta y cinco kilos de musculo encima de ella y no tenia ninguna esperanza de poder moverle. "!Joder, quitate de encima!" El sonrio y beso su garganta dejando que su lengua se demorara, lamiendo el punto en el que se sentian los latidos de su corazon. "No, eso vendra despues, mi jequesa. Aunque eso no quiere decir que no podamos divertirnos un poco aqui. ?Nunca has querido unirte al Club de la Milla de Altura?" Se quedo tan quieta como una estatua debajo de el. "Quiero irme a casa. No quiero ser reina como mi hermana y sin duda, no he firmado para esto." "No, no creo que lo hicieras," dijo el. "Ahora, voy a levantarme y tu no te vas a mover de esta cama. Si lo haces, no van a gustarte las consecuencias." Ella asintio desde debajo de el. "No vas a hacerme dano, ?verdad?" "Hay algunos juegos que me gustan, fierecilla, pero nada de eso es relevante aqui o ahora. No te arrojare de nuevo a una cama si tu no huyes o intentas pegarme otra vez. ?Te parece un acuerdo justo? Sere civilizado mientras tu tambien lo seas." "!No se que significa civilizado para ti en ese retrogrado y diabolico agujero del desierto del que vienes, pero para mi significa que no se secuestran mujeres que van del trabajo a casa y se les atan las manos!" dijo ella. El se puso de pie y le devolvio una sonrisa de suficiencia, mientras ella se ponia boca arriba. "Bueno, fierecilla, cada familia tiene sus costumbres. Los hombres Yassin saben lo que quieren. Vemos lo que deseamos y lo cogemos para nosotros. Definitivamente, tu eres algo que, sin mas, deseaba tener desde el momento en el que puse mis ojos en ti." "Bueno, no puedo decir que el sentimiento sea mutuo, imbecil." El se encogio de hombros. "Necesitamos encontrar cosas mejores que hacer con esa boca tuya, Amy." "Creo que tengo millones de cosas que puedo decirte. ?Te he dicho que te vayas al infierno?" El se rio entre dientes. No le extranaba que su primo estuviera embelesado por su hermana Alexis. Tenia mucho caracter, era muy intensa. Suponia un desafio mayor que ninguno planteado por cualquiera de las mujeres de su harem. Definitivamente, era una distraccion que merecia la pena frente a las preocupaciones de la guerra y el caos. Dvar se rio profundamente otra vez y se inclino sobre ella. No se dejo caer de nuevo en la cama o la aprisiono con su peso, simplemente se inclino sobre ella para besarla en los labios. Amy cerro fuertemente los labios y no se movio bajo el. Eso no podia quedarse asi, no si el tenia algo que decir al respecto. Finalmente, estiro una mano y amaso su pecho. Lo noto suave y blando a su contacto, de forma natural. Era pequena y delgada, pero el adoraba la sensacion de tener su delicado pecho en la mano. Ya podia sentir como se endurecia el pezon a traves del fino tejido de la camiseta y el sujetador. Dvar paso su pulgar sobre su pecho y ella se estremecio, el pezon se endurecio instantaneamente debido a sus atenciones. Puso la boca en la oreja de ella. "No te plantees siquiera intentar morderme." "No lo hacia," dijo ella, pero su tono era debil y titubeante. Habia pensado en ello. Una vez mas, probaba que era una luchadora, una excelente cualidad par una jequesa, para una futura madre de la dinastia Yassin. "No me gusta esto." "Tu pezon se ha endurecido con mi contacto" dijo el, enfatizando sus palabras con un movimiento circular alrededor del pezon, disfrutando de como se sentia bajo sus esfuerzos. "Tu respiracion se ha convertido en jadeos irregulares. Joder, hasta se te estan dilatando las pupilas. Estas mas excitada de lo que tu quisieras." Enfatizo sus palabras besandola en los labios, dejando que sus dientes mordisquearan la suave carne. No la hizo sangrar, nada tan dramatico como eso, pero disfrutaba la sensacion de tener su labio, tan suave y vulnerable, entre los dientes. Amy tomo aire bruscamente y se estremecio debajo de el. Sus parpados temblaban y ella lo evaluo, con los ojos entrecerrados y expresion hambrienta a pesar de su enfado. El sonrio de nuevo y la beso, bajando por su garganta y yendo hacia su clavicula. Le rozo el hombro con los dientes, disfrutando la forma en la que se estremecia al tocarla. Su mano todavia masajeaba su pecho y el no podia esperar para sentir su calor rodeando toda su longitud, sentirse en casa al hundir su carne dentro de ella. Pero para eso aun queda mucho tiempo, deja que te lo diga. Nada es divertido si lo coges todo desde el principio. Despues de todo, ?la paciencia no es una virtud? Aun asi, quiza disfrutar un poco mas de diversion no estaria mal. Beso sus labios una ultima vez e incluso permitio que su lengua invadiera la boca femenina, enroscandose con la de ella y luchando por dominar el beso. Incluso entonces, ella se retorcia y luchaba debajo de el, como si ni siquiera un beso fuera algo que Amy rindiera gratuitamente. Dios, ella estaba tan motivada y era tan testaruda como el. Esto se iba a convertir en un duelo de voluntades que el no podia esperar a ganar. Al besarla, hundio su firme dureza en sus caderas, prometiendole mucho mas cuando llegaran a casa, a Jardania. Se puso de pie, sonriendole. "Hasta pronto, fierecilla... ?cuando te volvere a ver?" "?Me dejaras ir, gilipollas egocentrico?" exigio ella, "No, tenemos que jugar, de verdad."

  • No pidas clemencia (Max Anger Series 1) de Martin Osterdahl

    https://gigalibros.com/no-pidas-clemencia-max-anger-series-1.html

    <<No pidas clemencia es de una actualidad asombrosa. Osterdahl es el maestro de la conspiracion. !Leelo!>>
    Camilla Lackberg.

  • El misterio de las cuatro cartas de Sophie Hannah

    https://gigalibros.com/el-misterio-de-las-cuatro-cartas.html

    Hercules Poirot se encuentra con una mujer muy enfadada esperando a la puerta de su casa: le exige saber por que motivo le ha enviado una carta acusandola del asesinato de Barnabas Pandy, un hombre a quien no conoce y que aparentemente fallecio por causas naturales. El problema es que Poirot no le ha enviado ninguna carta y, ademas, tampoco conoce al Sr. Pandy. El desconcierto es total cuando el investigador belga descubre que en su salon le espera un desconocido que tambien afirma haber recibido una carta firmada por su puno y letra esa misma manana y, sorprendentemente, tambien lo acusa del asesinato de Barnabas Pandy. ?Cuantas cartas mas de este tipo se han enviado en su nombre? ?Quien las ha enviado y, sobre todo, por que? Y mas importante aun, ?alguien asesino a Barnabas Pandy?

  • Promesa bajo la estrella de Oriente de Moruena Estringana

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    -?Me prometes que si no he encontrado marido con veintiocho anos te casaras conmigo?
    -Te lo prometo.
    Tras una inocente promesa bajo el arbol de navidad, Ethan y Chloe no se han vuelto a ver. Los anos han pasado y unas nuevas fiestas navidenas los reunira de nuevo pero no tienen ganas de celebraciones. Uno esta recien divorciado y a la otra la han plantado ante el altar, situaciones que les impide disfrutar de estas fechas.
    Ya no queda nada de esos inocentes ninos. Pero cuando sus miradas se unan de nuevo, sera como si el tiempo anarondo al otro no hubiera pasado. ?Se acordaran de la promesa que se hicieron cuando eran solo unos inocentes ninos?
    La magia existe por Navidad.

  • Mi sombra, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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  • Manual del aprendiz de cocinero de Shine

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    MasterChef, el exitoso concurso de TVE, ya tiene el libro de la quinta temporada.

  • Salvenme de la navidad de Vanessa Lorrenz

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    “Por eso y muchas cosas mas
    Ven a mi casa esta Navidad”

  • El oasis de Bahaa Taher

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    Para desaparecer. Para escapar de El Cairo; de sus revoluciones y de sus mentiras; de la ocupacion inglesa y de los propios egipcios. Para ceder a la tentacion del desierto. Para abandonarse a el y aceptar lo que le tenga reservado. Aunque sea la muerte.
    Asi concibe Mahmud, protagonista de la novela, la orden que recibe del gobierno egipcio de trasladarse al oasis de Siwa, donde debera imponerse como prefecto de policia. Alli, donde otros tantos como el cayeron, se dirigira acompanado de su esposa Catherine, una irlandesa obsesionada con la Historia y con encontrar la tumba de Alejandro Magno, supuestamente oculta en aquel desierto. Un desierto que con un unico y sencillo soplido podria enterrarlo todo y a todos bajo el peso de sus dunas.

  • Nuestro secreto mas oscuro de Joan Llensa

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    Viernes, 7 de junio de 2019. Anochecer. En las afueras de Aurora. Ella esta de pie frente al chico. Tiene una leve sonrisa en el rostro, palido y bonito, que le acentua la mirada cristalina. Posee el cabello deslumbrante. Unos reflejos del crepusculo le dan un vivido latido, mas parecido a una forma de vida de otro mundo o a una cascada de fantasia violeta intenso. El chico le habla con dulzura, casi como si quisiera camelarsela. Ligando quiza. Su nariz puntiaguda destaca en un rostro huesudo y estrecho. Y su cabello desgarbado le da un aspecto de dejadez. Como su ropa; desgajada y sucia. Son dos polos opuestos. Ella agarra la mochila, que habia dejado a los pies, se la cuelga en el hombro y ladea la cabeza. Es entonces cuando la sonrisa se le tuerce y se le ensombrece el rostro. Ha percibido un movimiento detras del chico, que esta por girarse. La chica le aferra los brazos con fuerza y su atencion regresa a ella. Da un paso al frente y el la agarra de la cintura, malinterpretando las senales. La sombra a su espalda esta cada vez mas cerca. La muchacha susurra unas palabras que hacen reir al chico. Carcajea con la cabeza inclinada hacia atras y los ojos cerrados. A ella, sin embargo, se le transforma el rostro en puro terror. El miedo agranda sus ojos y los anega. Sus labios son ahora una mueca, igual que un mal trazo hecho por un nino pequeno; desgajado y deforme. No puede gritar. No puede moverse. La sombra se ha convertido en una enorme barra metalica que desciende a toda velocidad sobre el craneo del chico. El sonido le desgarra un trozo de alma. Como el trozo de algo que le ha salpicado el rostro. Quiere llorar. Quiere chillar. No lo hace. El peso del chico de rostro huesudo se deja caer inerte encima de ella en un instante que se alarga en el tiempo. No podra aguantarlo. Se abatira encima, y ella, a su vez, caera en el barro imposibilitandole asi la huida. La sombra agarra al chico en un abrazo que le envuelve el pecho. La chica ha caido y se ha golpeado la cabeza con una piedra. Su vision se torna borrosa y tambaleante. Sabe que se desmayara, perdera el conocimiento. Quiza sea lo mejor. El chico huesudo vuelve en si. Debe tratarse de un intento inconsciente del cuerpo por afanarse a la vida. Lucha en el aire, con brazos y piernas, golpeando a un enemigo que no puede ver. Un enemigo que lo abraza tan fuerte que le roba el aliento. Luego, cuando la lucha se vuelve mas una derrota que una defensa, el agresor afloja la tension y el cuerpo del chico cae al suelo embarrado junto a la chica. Ella se siente mareada. Todo le da vueltas. Lucecitas de colores. Borrones difusos que la envuelven. Es incapaz de moverse. ?Sera la siguiente? La sombra gigante no se da por vencida ni satisfecha. La puede distinguir como si se tratara de un titere que alguien dirige. Intuye como se arrodilla encima del chico y levanta los brazos en alto y las manos hechas punos. Pero, en un parpadeo ella ya no ve lo que ocurre a continuacion. Su mundo se ha vuelto negro. Y, con toda probabilidad, es lo mejor que podia sucederle. 2 OLIVIA Viernes, 7 de junio. Noche. Barrio residencial Los Alamos, Aurora. Estoy sentada en el viejo sillon del salon, frente a la ventana, cuando me sobresalta el timbre. Mis manos envuelven la humeante taza de cafe descafeinado con leche. Veo como las gotas de lluvia salpican el cesped del jardin. Se crea una burbuja que explota un segundo despues. Es tarde y la luz anaranjada de las luces del jardin ilumina con un aura fantasmal. El timbre suena de nuevo. Me intranquilizo. Miro el reloj. Las 22:13. ?Quien sera a estas horas? No es que sea muy tarde, pero una no espera visitas. Y menos un viernes. Se supone que es dia de sofa y tele. Al menos para nosotros. Me levanto sin ganas. Una presion en el pecho se apodera del aire de mis pulmones. Es algo irracional. Lo se. No tiene por que ser nada malo. Quiza Justin se ha olvidado de las llaves y solo sea eso. Despues de cenar acostumbramos a dar un paseo por el barrio. Nada mas lejos que poner en marcha la circulacion y mantener el cuerpo activo. Hoy se ha marchado solo. No me apetecia salir bajo el paraguas. Y me arrepiento enseguida. Siento una punzada de alerta que me dice que no es normal. Dejo la taza en la mesilla y me dirijo a la puerta sin dejar de darle vueltas a las posibilidades que se puedan presentar. Son apenas unos metros de distancia. Se me antojan eternos. Cuando llego me detengo un instante con la mano en el pomo y tomo aire, aspiro un breve sorbo de valentia. Abro justo en el momento que el timbre suena por tercera vez y entonces tengo la confirmacion de que ha ocurrido algo. Algo malo. La silueta ensombrecida de un hombre me esta mirando fijamente. Esta sorprendido como un nino al que descubres comiendose un caramelo a escondidas. Aparta el dedo del boton y el DONG retumba fuera de lugar. --Mama --susurra con la voz arrastrada y pesada. Es Justin, mi hijo. Esta llorando. A mi se me hunde el suelo bajo mis pies y me traga las piernas. Un temblor helado me recorre la piel. <>, me pregunto. Estoy a punto de echarle un sermon por presentarse de este modo. Pero se que no servira de nada. Esta aterrado. Mas incluso que yo misma. Se lo puedo ver en los ojos. Chispeantes. Llorosos. Temblorosos. En lugar de reprocharle nada, hago lo que haria cualquier madre. --?Que ocurre, carino? --Doy un paso hacia el con los brazos abiertos--. ?Por que estas llorando? ?Te has hecho dano? Justin me resquebraja el corazon con esos ojos miel y cae de rodillas al suelo. Rodea mi cintura con sus enormes brazos y me aprieta contra el. Esta empapado. ?Donde tiene el chubasquero? Su pelo negro le cae sobre el rostro. Parecen serpientes. O sanguijuelas. Hace unos meses que no quiere que se lo corte. Dice que quiere llevarlo como aquel cantante que le gusta tanto. ?Como se llama? No lo recuerdo. --Yo no queria hacerle dano, mama --murmulla. ?Hacerle dano? ?A quien ha hecho dano? No. Justin es un buen chico. Es incapaz de hacerle mal a nadie. <>, pienso. --Te lo prometo, mama. Lo prometo. Lo prometo. Me lo creo. Se lo digo. Me agacho en el suelo y le cojo la cara con mis manos. Le doy besos. Su rostro esta ardiendo. Quiza tenga fiebre. No se que ha hecho --o que cree que ha hecho--, pero el necesita que lo calmen, que lo cuiden. Y eso hago. Soy su madre. Su protectora. --No te preocupes por nada, carino --lo consuelo. Aprieto mis brazos en su robusto y ancho cuerpo. Abro los ojos. Una sensacion de vulnerabilidad se aduena de mi. <>, me pregunto. Y rapidamente mis ojos recorren la calle, los matorrales, las ventanas iluminadas de los vecinos. Por suerte para nosotros es dia de lluvia y estamos a salvo. No estoy segura, pero me anima pensarlo. Lo empujo hacia arriba para que se levante del suelo y el se deja llevar. <>, pienso. Si tuviera que levantarlo me seria imposible. Justin mide casi metro noventa, es ancho de hombros y pesa demasiado. No, no esta gordo. Es macizo. Una masa de musculos. Ya de bebe tenia un tamano poco habitual. El parto fue dificil, largo y muy doloroso. Senti cada contraccion como una muerte anunciada. Y la eternidad de cada empujon que acompanaba un desgarro mas a mi fragil cuerpo. Fue algo tan horroroso que me prometi a mi misma no volver a tener ningun otro hijo. Y lo cumpli. Tras el dolor, en cuanto esos ojitos color miel, casi ambarinos, se posaron en mi todo lo demas desaparecio. Dos lucecitas que pense que me reconocian y una ligera mueca parecida a una sonrisa. La mujer que le habia hablado y acariciado a traves de la piel durante nueve largos meses, le habia cantado canciones y, claro que si, me miraba por primera vez pensando en lo afortunado que era de tenerme como madre. --He hecho una cosa mala, mama. Mala de verdad. <>. En lugar de eso le digo: --Nada que no se pueda arreglar con un tazon de chocolate, carino. La frase estrella. Si. El chocolate calentito lo arreglaba practicamente todo cuando tenia ocho anos; las caidas en bicicleta, las rodillas ensangrentadas, los juguetes rotos o un simple dia triste. Una solucion que siempre traia la luz a los momentos oscuros. Me siento tan pequena mientras lo acompano a la cocina sin dejar de mantenerlo apretado a mi.--Sientate --le digo. El obedece. Me apresuro en abrir el armario y rebuscar la lata de chocolate instantaneo. Pongo el agua a calentar y se que debo comprender lo que ha sucedido para ayudarle. Le digo: --Justin, cielo. ?Que es lo que te hace estar tan nervioso? Aguanto la respiracion. El hace chocar sus unas con un ruido que me martillea los oidos. Le cuesta articular las palabras. Las tiene atascadas en la garganta. Decido animarlo, darle un poco de seguridad. Le doy un beso en la frente, tomo una bocanada de aire y digo: --Nada que no podamos solucionar. Vuelvo al agua, que ya hierve, y la vierto en la taza grande. La que tiene un dibujo de aquella serie que le gusta tanto. Le echo tres cucharadas de cacao y remuevo esperando oir su voz. --Es muy extrano, mama. --Ha funcionado. <>, pienso--. Yo no queria, pero... le iban a hacer dano. Un trueno lejano retumba en el cielo. Dejo de respirar. Quiero girarme y preguntarle mirando a sus ojos, pero no puedo hacerlo. Me da miedo lo que pueda contarme. Ahora lo se. De verdad hay algo de lo que preocuparme. Mi corazon lo sabia. Pero todavia no se nada en realidad. Ademas, soy su madre. Dios, ?que debo hacer? ?A quien le iban a hacer dano? ?Que ha hecho? --Cuentame, hijo --le digo y me giro ocultando el temblor que me invade. El tintineo de la cuchara contra la taza me delata. El no se da cuenta. La dejo encima de la mesa. Le abrazo otra vez y, por primera vez, me doy cuenta de que lleva la camisa manchada de barro. No. No es barro. Parece... Es sangre--. ?Estas herido, carino? Dejame ver. Miro su cuello, sus manos. Le levanto la camiseta y reviso su espalda, su torso. --No, mama. --Detiene la revision cogiendome de las manos--. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. El eco esta en mi cabeza reverberando. Entonces, ?sabe que es sangre? Yo no he dicho nada en voz alta. No puedo. Solo lo he pensado. Aun a sabiendas que estoy obligada a pronunciarme. Para eso soy la madre. Para eso soy la adulta. Sus ojos me suplican anegados. Finjo que mi corazon se cubre con un manto de hielo. Lo justo para que no se rompa en mil pedazos. --?Sangre? --pregunto haciendo como que no tiene importancia--. ?Algun amigo tuyo se ha hecho dano? Por favor, que sea eso. Te lo suplico, Dios. --Ya te he dicho que yo no queria, pero le iba a hacer dano. No entiendo nada. Hago acopio de toda la fuerza de la que poseo y me dispongo a preguntar. Debo saberlo todo y a la vez no quiero. --No podia dejar que le hicieran dano. Porque ella es mia. Cada vez estoy mas preocupada y desconcertada por lo que pueda haber hecho. --Justin, carino. ?De quien estas hablando, hijo? --De Judith, mama. ?Judith? ?La vecina? No entiendo que tiene que ver ella en todo esto. Ha dicho que era suya. Y la sangre de su camiseta, ?tambien sera de ella? --?Le ha ocurrido algo malo a Judith? Justin me mira muy serio. Sus ojos chisporrotean y sus labios se curvan hacia arriba. --La he salvado, mama. La he salvado. --Carino, debes contarme todo lo que ha ocurrido desde el principio. Justin asiente con la cabeza. Se lleva la taza de chocolate a los labios y da un buche. Entonces, se relame los restos que tiene alrededor de la boca. Y empieza a hablar. 3 SANTIAGO Sabado, 8 de junio. Manana. Los Desamparados, Aurora. El dia se ha levantado con aquella sensacion sofocante que te impide respirar bien. O por lo menos a mi. Odio el verano. Su pegajosa humedad, que no te quitas de encima en todo el dia y que, por las noches, incluso es peor. Y vamos de camino a eso. Primeros de junio y ya me siento fatal. --?Que tenemos esta vez? --me pregunta Alicia Bravo, mi companera. --Por lo que se, se trata de un yonqui de la ciudad al que le deben haber salido mal las cosas. El sargento Mendoza solo ha dicho que lo habian encontrado literalmente aplastado. Es el unico punto interesante del caso. Se lo digo a Alicia y le cuento mis pensamientos y suposiciones sobre los hechos. Que no tengo el menor interes y que solo se trata de uno mas en la larga lista de delincuentes de poca monta que salpican la comarca. Ella va asintiendo en silencio. Es una chica aplicada. A pesar de que acaba de salir de la academia de policia, tiene ese impetu por querer aprenderlo todo, por querer arreglarlo todo. Una energia y optimismo que me sobrepasa y que yo ya perdi hace anos. --?Crees que daremos con su asesino? Me rio. --?Y a quien le importa? Un drogadicto victima de un ajuste de cuentas. Con un poco de suerte se mataran entre ellos y no causaran problemas. A nadie le importa esta gentuza. A menos, claro, que se vean envueltos personajes publicos o atracos a establecimientos o viviendas. Entonces, se aprovecha para una buena campana en contra de nuestro trabajo. Las botas de Alicia ya tienen una capa de barro que se le pega al suelo. Es guapa. Lleva el pelo castano recogido en una cola alta, justo por debajo de la gorra. Tiene el cuerpo delgado y debo reconocer que esta muy sexi de uniforme. Nos acercamos al descampado donde ya estan los de la cientifica recogiendo pruebas. La escena es como un paraje extraterrestre y ellos como astronautas a quienes cuesta moverse por la falta de gravedad. Estan tan graciosos. Blanco y marron. Limpieza y suciedad. --?Tenemos algo? --pregunto. --Lo que imaginabamos. Todo apunta a un ajuste de cuentas entre bandas rivales. Es bien conocido que Olot, la capital de la comarca, esta en guerra por el control de sus calles. Es un enclave primordial entre la Costa Brava y Francia que los narcos quieren usar a su antojo. Que ya usan, mejor dicho. Algunos comercios de la zona ya estan siendo extorsionados desde hace meses y sueltan una buena cantidad de euros para obtener cierta proteccion. --Entonces, nada --lo corto. Quiero acabar cuanto antes. Estos altercados me aburren sobremanera--. Comencemos con el papeleo y cerramos el caso. --De eso nada, Tiago. Juan me sonrie. Que hijo de la gran puta. Sabe que me esta jodiendo y lo disfruta. --A mi no me retienes, aunque lo haya matado el ministro de Cultura. Lo pienso por un segundo y hasta me parece gracioso. Me produciria cierto placer ver al ministro envuelto en un caso, con el como sospechoso, aunque de asesinato... no lo veo. --Me temo que esta vez no te libras tan facil. Me da unos guantes de latex y unos patucos de plastico. Repite el proceso con Alicia. Me los pongo, observando a la inspectora Bravo. Me pregunto si mi entusiasmo al salir de la academia era la mitad del de ella. Ya ni me acuerdo. Han pasado siglos. Cuando terminamos de ponernos el equipo, seguimos a Juan --yo de mala gana-- por el descampado. El plastico se adhiere al suelo, que parece succionarme hacia abajo. Como si supiera que no debo avanzar, que no debo ver lo que hay alli. Y que mi final esta tan cerca que la tierra me reclama. Han cubierto la zona con una carpa de color amarillo chillon. ?A quien se le ocurre? No quieren que nadie lo vea, que no llame la atencion de curiosos y lo senalan asi. Una gran diana amarilla en medio del fango oscuro. Cuantas incongruencias. De momento no hay mirones salvo un viejo con un perro y una pareja de jovenes con los moviles en alto. --?Quien lo hallo? --pregunto fijandome en el viejo de pelo canoso. Me suena de algo, pero no logro situarlo. --Sandra Barcino --responde Juan. Saca la libreta de espiral de un bolsillo imposible en el traje cientifico y hojea. Luego sigue--: Vive en el barrio residencial de alli al lado. --Senala con el brazo--. Salio a correr por el bosquejo como todos los dias y casi se tropieza y cae encima del cadaver. Uno de los agentes, con un bigote tan ridiculo que me recuerda a Hitler, nos levanta la cinta del cordon policial. Nos agachamos y, tras un crujir en mi espalda, entramos en el cerco y me sorprendo enseguida. Mi cabeza se habia hecho una fotografia mental. Nada que ver con lo que mis ojos me muestran. Incluso veo a Alicia Bravo que reprime un grito. ?O una arcada? --Pero ?esto que...? --no logro terminar. Juan me ayuda. --Te dije que no podrias dejarlo. Tiene razon. Jamas habia visto algo asi. Siento un repentino interes morboso. Creo que he dejado de parpadear y mis ojos absorben los detalles que tengo delante. --Le golpearon la cabeza con aquella barra metalica. Mas tarde se la aplastaron con multitud de golpes --relata Juan--. Creemos que con esa gran roca de alli. --Senala con el boligrafo--. Tiene muestras de sangre y masa cerebral incrustadas. Asi como otros fluidos. Jamas he visto nada igual. El ensanamiento con el cuerpo parece apuntar a algo muy personal, muy pasional. Demasiado para un yonqui. <>, pienso. --Lo mas extrano es la zona pectoral. Hundida casi en su totalidad. Las costillas estan tan destrozadas que tengo la certeza de que en el laboratorio podre certificar que estan hechas pedazos. --?Con la piedra? Niega con la cabeza. --No lo creo. Es pronto y no te puedo dar una respuesta hasta que lo examine a fondo. Pero estoy convencido casi al cien por cien de que se lo han hecho con los punos. ?Con los punos? Juan debe ver mi sorpresa en los ojos porque responde sin que yo pronuncie palabra. --Los moratones que presenta en la dermis y la manera en que se han formado me hace pensar que lo han golpeado hasta aplastarlo. No se si habras visto algun documental de gorilas de los que hacen en National Geographic, pero asi es como creo que ha muerto. La inspectora Bravo se disculpa y se aleja de la carpa. Sin duda esta afectada por lo que ve. Ninguna academia te prepara para esto. Una cosa es hablar de un cadaver, y la otra es verlo y olerlo. La realidad es dura de cojones. --?Lo ha matado a golpes un gorila? --Sin ninguna duda ha sido alguien con una fuerza extraordinaria. Y si, se que te lo preguntas, estaba vivo en el momento en que lo han golpeado. Animal o persona aun no lo se, pero no podre darte mas detalles hasta que le realice un examen mas a fondo. --Ya estas tardando --le digo y dejo que siga con su trabajo. En cuanto salgo, me quito los guantes de latex y saco el telefono movil de mi bolsillo. Llamo a la jueza Pelayo, y le pido que se apresure con el levantamiento del cadaver. Necesito algo mas para poder investigar. Tengo esa extrana sensacion que acompana al peligro. Algo en mis entranas que me dice que hay algo mas que se nos escapa. Nunca hay tanto ensanamiento en los ajustes de cuentas entre traficantes. Se pegan cuatro tiros o siete cuchilladas y listo. No esto. Me seco el sudor de la frente y me acerco a Alicia Bravo. --?Estas bien? --He estado mejor, pero se me pasara, senor. --No es como en las peliculas, ?verdad? --digo para calmarla un poco. No funciona. Me falta tacto--. Y deja de llamarme <>. O Tiago o te buscas un nuevo companero. No soy tan viejo. Me regala una sonrisa. Se que mas por quedar bien conmigo que por la ayuda que le presto. --!Tiago! --La voz de Juan me hace girar de nuevo hacia el montaje de otro mundo--. Me olvidaba de otra cosa importante. --Sigue --le digo, viendo que le cuesta trabajo mantener el aliento y el equilibrio. --En la linde del bosque hemos encontrado una mochila. --Me senala el lugar donde veo a otros dos policias de la cientifica atareados recogiendo muestras.

  • La bruja negra de Laurie Forest

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    Un libro de fantasia juvenil que ofrece una condena a los prejuicios y a injusticia, al tiempo que ofrece una historia de amor en un entorno escolar a la Harry Potter y con un contexto politico a la Juego de Tronos. Bienvenidos a la Universidad Verpax.

  • Las cenizas del viento de Alejandro Menendez

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    En la actualidad, la casa Wintersoul comanda el imperio mas grande del mundo: Ferth.
    Todos los reinos del continente de Odaria han jurado lealtad a Ferth --apodado el Reino del Viento, el Leon de Gaia, el Imperio de la Guerra-- y esa alianza ha dado origen a un imperio tan vasto como el oceano Septentrional.
    Si bien antano, cada nacion de Odaria era un feudo autonomo. Eso fue antes de que Caleb Wintersoul exigiera la lealtad de todas las comarcas a una sola ciudad capital.
    Desde entonces, los Wintersouls han conducido el imperio reinando por mas de quinientos anos. Por medio del talento de su estirpe, forjaron grandes leyendas a traves de los siglos y algunos de los heroes mas significativos en la historia de Gaia portaron con orgullo aquel apellido.
    Pero, aunque el nombre de esa familia resulto glorioso por generaciones y dieron origen a leyendas seculares, algunos herederos no tan admirables empanaron una historia inmaculada.
    Fue entonces, cuando parecia que el mundo empezaba a perder el respeto por aquel ilustre apellido, que nacio en la capital de Odaria un nino al que muchos considerarian el mejor espadachin de los confines, y el mas grande de los heroes.
    Su nombre fue Aions Wintersoul, hijo de Arrel, heredero de los reinos del norte, protector de los confines. Aquel que vio donde los dragones duermen, donde el conocimiento se esconde, que camino ciudades que no conocen el cielo sin lluvias y navego mares donde las olas son tan firmes como el suelo. Aquel que estuvo en la tierra de los muertos, donde las estrellas son opacas y hablo con criaturas mas antiguas que el silencio.
    Esta es su historia...

  • Oeste de Carys Davies

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    Afectado por la pena causada por la muerte de su mujer y con una insatisfaccion que no sabe ubicar, John Cyrus Bellman, un cuidador de mulas de treinta y cinco anos, decide dejar su pequena granja en Pensilvania para poner rumbo a una aventura imposible con apenas una brujula y algunas provisiones: seguir el rastro de los pioneros que aseguraron haber encontrado huesos de animales colosales en el interior del pais. Tras prometer que volvera en dos anos, deja atras a su unica hija adolescente, Bess, bajo el obsesivo cuidado de su hermana Julie.
    La joven se ve forzada a vivir en un mundo hostil donde nadie parece reclamarla, mientras sigue los pasos de su padre a traves de los viejos mapas que encuentra en la biblioteca local e intenta eludir las atenciones que tanto su tia como ella reciben del vecino, Elmer Jackson. Mientras tanto, las aventuras de Bellman a traves

  • Tuya para siempre (Segundas oportunidades 3) de Tracy Jane Warren

    https://gigalibros.com/tuya-para-siempre-segundas-oportunidades-3.html

    ?Puede haber algo mas romantico que un "si quiero" cuando te lo pide el amor de tu vida?
    Despues de enfrentarse a tantas pruebas, de tanto sufrimiento por vencer, y de intentar encontrar el camino que lleva hasta el corazon de la persona amada, Christian y Mary pueden mirar al futuro con ilusion.
    En esta tercera y ultima entrega descubriras que son capaces de hacer dos personas enamoradas para conseguir la felicidad, y como un "si quiero" es solo el comienzo de su bella historia.
    Rie, siente y emocionate con el final de esta trilogia..

  • El hombre que nunca le haria dano a nadie de Roger Rubio

    https://gigalibros.com/el-hombre-que-nunca-le-haria-dano-a-nadie.html

  • Quemalo: Que comer cuando tienes que perder peso rapido. – Haylie Pomroy de Haylie Pomroy

    https://gigalibros.com/quemalo-que-comer-cuando-tienes-que-perder-peso-rapido-8211-haylie-pomroy.html

    La autora de La dieta del metabolismo acelerado, exito instantaneo de ventas, vuelve con este original titulo que ataca problemas especificos de perdida de peso con fundamentos cientificos.

  • El chico del calendario de Candela Rios

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    Doce meses, una chica, miles de motivos por los que no debe enamorarse de ella.

  • Koi, entre el amor y el honor (LGBT) de Rose Gate

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    Cuando tu vida esta regida por el sentido del honor, inculcado desde siempre, el amor pasa a un segundo plano. Pierde su poder, se vuelve gris y su fuerza se opaca, como una piedra olvidada en medio del camino. Sin embargo, solo hace falta una mirada para devolver su brillo y color, haciendo que lata de nuevo, inundando tu vida y arrasando con todas tus creencias. Me llamo Kenji Watanabe y soy el futuro kumicho de la Yakuza mas importante de todo Japon. Eso me sucedio a mi cuando le conoci. Sus ojos color cafe se convirtieron en la piedra angular de mi renacer. Nade contra corriente, igual que la carpa Koi, sonando con alcanzar algun dia la libertad. Hoy os confieso que me he enamorado de quien no debia. Dos hermanos, dos parejas, dos amores imposibles, que ponen en entredicho lo valores de una cultura. Dejate sorprender por Koi, entre el amor y el honor.

  • Entre la vida y la muerte de Veronica Rodriguez

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    Sigue la historia de Isabel, Lucia, Leonor y Catalina, pero ahora se muestran, ademas, las historias de Lorenzo, Diego, Alejandro y lo que sucedio con Fernando en Portugal. La mayor parte de la accion sucede en el Mexico naciente y su lucha de poderes entre Hernando de Cortes y el recien llegado, Nuno de Beltran. Nuevos personajes y guerras de barcos suceden en el puerto de La Habana de Cuba y Villa Rica de la Santa Vera Cruz. Los conquistadores, entre amores prohibidos, pasiones y deseos irresistibles, escogen un bando provocando traiciones, deserciones y nuevas alianzas. En medio de esta cruzada, son las mujeres las que sostienen el reino; las educadoras, las madres y las que hicieron florecer las villas. Otras, como Maria de Estrada, esta decidida a defender con el filo de su espada su nuevo hogar. ?Podran ser capaces los conquistadores de separar sus pasiones del deber?

  • Un hombre soltero de Christopher Isherwood

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    El despertar comienza al decir <> y <>. Lo que ha despertado permanece tumbado durante un rato mirando fijamente al techo y escudrinando en su interior hasta que reconoce el <>, y de ahi deduce <>, <>. Despues viene el <>, que aunque funesto resulta al menos tranquilizador, pues en ese <>, en esa manana, es donde esperaba encontrarse; como se suele decir, <>. Pero <> no senala el mero momento presente, <> es tambien un cruel recordatorio: un dia mas que ayer, un ano mas que el ano pasado. Cada <> se etiqueta con su fecha y vuelve obsoletos todos los <> que lo preceden, hasta que, tarde o temprano, quiza, quiza no, con toda certeza llegue. El miedo atenaza el nervio vago. Un miedo enfermizo a lo que espera, en algun lugar, ahi fuera, justo enfrente. Pero, entretanto, la corteza cerebral ha ocupado su lugar en la sala de mando con rigurosa disciplina y ha ido comprobando, uno a uno, el funcionamiento de los controles: las piernas se estiran, la zona lumbar se arquea, los dedos se tensan y luego se relajan. Solo entonces el sistema de intercomunicacion central emite la primera orden del dia: !ARRIBA! El cuerpo se levanta obediente de la cama--estremeciendose por las punzadas que la artritis le provoca en los pulgares y la rodilla izquierda, medio mareado por un piloro espasmodico--y, desnudo, se dirige arrastrando los pies al cuarto de bano, donde vacia la vejiga y se pesa. !Todavia algo mas de sesenta y ocho kilos, a pesar de todos los esfuerzos en el gimnasio! Luego al espejo. Lo que ve, mas que un rostro, es la encarnacion de un conflicto. Lo que se ha hecho a si mismo en sus cincuenta y ocho anos de vida, el desastre en que ha logrado convertirse; lo revelan su mirada apagada e inquieta, su nariz tosca, las comisuras de los labios caidas que dibujan una mueca como si sus propias toxinas hubieran alcanzado el maximo de amargura, las mejillas desprendidas del anclaje de los musculos, el cuello flacido colgando en pequenos pliegues. Tiene el lamentable aspecto de un nadador o un corredor extenuado, y sin embargo ni se plantea detenerse. La criatura que contemplamos seguira luchando hasta caer. No porque sea heroica, sino porque no concibe otra alternativa. Con la mirada clavada en el espejo, ve los multiples rostros que alberga el suyo--el rostro de un nino, el de un muchacho, el de un hombre joven, el de uno no tan joven--, todos aun presentes, conservados como fosiles en capas superpuestas y, al igual que los fosiles, muertos. El mensaje de todos ellos a la criatura muerta en vida es: ?ves?, nosotros estamos muertos, ?por que tener miedo? La criatura les responde: Pero eso fue algo progresivo, natural. Yo tengo miedo de que me metan prisa. Continua mirando fijamente. Entreabre los labios. Comienza a respirar por la boca hasta que la corteza cerebral le ordena con impaciencia que se lave, se afeite, se peine. Debe cubrir su cuerpo desnudo. Debe vestirse porque se dispone a salir a la calle, al mundo en que viven los demas, y deben poder identificarlo. Su comportamiento ha de resultarles aceptable. Obedientemente se lava, se afeita y se peina; acepta sus responsabilidades para con los demas. Le complace incluso ocupar un lugar entre ellos. Sabe lo que se espera de el. Conoce su nombre. Le llaman George. Una vez vestido se ha convertido en el. Ya casi es George, aunque no el George que los demas esperan y estan dispuestos a reconocer. Las personas que le telefonean a esta hora de la manana quedarian asombradas, tal vez incluso alarmadas, si se dieran cuenta de que estan hablando con algo no del todo humano. Aunque, claro esta, nunca se percataran de ello: imita a la perfeccion la voz del George al que ellos conocen. La propia Charlotte cae en el engano. Solo en un par de ocasiones ha notado algo extrano y ha preguntado: <>. Atraviesa la habitacion delantera, que llama <>, y baja por la escalera, empinada y estrecha, cuyos escalones giran formando un angulo recto. Se pueden tocar ambas barandillas con los codos y uno debe agachar la cabeza, aunque solo mida, como George, un metro ochenta. Es una casa pequena y bien aprovechada. A menudo se siente protegido por su tamano reducido. Apenas hay espacio para sentirse solo. Y sin embargo... Imaginemos a dos personas que viven juntas, dia tras dia, ano tras ano, en este espacio pequeno, cocinando codo con codo en la misma cocina diminuta, rozandose en la angosta escalera, afeitandose frente al mismo espejito: siempre topando, empujandose, chocando sin querer o a proposito, sensual, agresiva, torpe o impacientemente, con rabia o con amor. Imaginemos la estela, profunda e invisible a un tiempo, que han debido dejar tras de si. La entrada de la cocina es demasiado estrecha. Dos personas apresuradas, cargadas de platos servidos, tienden a tropezarse en un lugar asi. Y alli, al pie de la escalera, es donde casi cada manana George tiene la sensacion de encontrarse de pronto ante una abrupta grieta abierta de manera brutal. Como si el camino hubiera desaparecido bajo un derrumbamiento. Alli se detiene en seco y el recuerdo vuelve con la nauseabunda frescura de la primera vez: Jim esta muerto. Esta muerto. Se queda muy quieto, en silencio, emitiendo a lo sumo un breve grunido, a la espera de que el espasmo remita. Luego entra en la cocina. Estos ataques matutinos son demasiado dolorosos para considerarlos solo desde una perspectiva sentimental. Una vez pasados, se siente aliviado. Nada mas. Como si de un molesto calambre se tratara. Hoy hay mas hormigas: avanzan en fila india por el suelo, trepan al fregadero y amenazan con entrar en el armario donde guarda la mermelada y la miel. Pertinaz, las aniquila con insecticida, y mientras lo hace cobra conciencia de si mismo. Un ser viejo, obstinado y malevolo imponiendo su voluntad sobre unos insectos tan ejemplares y dignos de admiracion. La vida destruyendo la vida ante un publico compuesto de objetos--ollas y sartenes, cuchillos y tenedores, latas y botellas-- que no forman parte del reino de la evolucion. ?Por que? ?Por que? ?Es acaso una especie de enemigo cosmico, un architirano que intenta negar nuestra existencia enfrentandonos a nuestros aliados naturales, victimas como nosotros de su tirania? Pero para cuando George ha terminado de pensar todo esto, las hormigas ya estan muertas, las ha recogido con un trapo humedo y las ha arrojado al fregadero. Se prepara unos huevos escalfados con beicon, tostadas y cafe, y se los toma sentado a la mesa de la cocina. Y mientras lo hace en su cabeza suena una y otra vez la cancion infantil que su ninera le enseno en Inglaterra, hace ya tantos anos: <>. (Aun la recuerda nitidamente, tenia el cabello cano y unos ojos brillantes de ratoncillo, era pequena y regordeta; entraba en el cuarto de los ninos con la bandeja del desayuno, jadeante aun tras subir tantas escaleras. Solia protestar por lo empinadas que eran y las llamaba <>, una de las frases magicas de su ninez). <>. !Ay, la ternura desgarradoramente efimera de los placeres infantiles! El senorito George saborea los huevos. La ninera lo observa y sonrie complacida porque todo esta en orden en su pequeno, adorable y condenado mundo. Desayunar con Jim solia ser uno de los momentos mas especiales del dia. Era entonces, mientras bebian la segunda o tercera taza de cafe, cuando mantenian las mejores conversaciones. Hablaban de cuanto se les ocurria, incluso de la muerte, por supuesto, y de si habia algo despues, y en ese caso, que era exactamente lo que pervivia. Hablaban incluso de las ventajas y las desventajas de una muerte instantanea o de saber que uno va a morir. Pero, por mucho que se esfuerce, George no logra recordar que opinaba Jim al respecto. Es dificil tomarse en serio estas cuestiones. Suenan muy academicas. Supongamos por un momento que los muertos vuelven a visitar a los vivos. Que algo a lo que podriamos llamar Jim regresara para ver como se las arregla George. ?Mereceria en realidad la pena? ?No seria, en el mejor de los casos, comparable a la breve visita de un observador extranjero, a quien se permite echar un vistazo desde el vasto ambito de su libertad para ver de lejos, a traves de un cristal, la figura solitaria sentada a una mesita en una habitacion estrecha, comiendo triste y desganadamente sus huevos escalfados, un prisionero de por vida? La sala de estar es oscura y de techo bajo; estanterias repletas de libros recubren la pared frente a las ventanas. Los libros no han hecho a George mas noble, mas sabio ni mejor persona. Simplemente le gusta escuchar sus voces, una u otra segun su estado de animo. Abusa de ellos sin reparo--pese a que en publico los menciona con reverencia--para conciliar el sueno, para olvidar el movimiento de las agujas del reloj, para aliviar los espasmos piloricos, para que lo rescaten de la melancolia con sus chismes, para activar los reflejos condicionados del colon. Toma uno, y Ruskin le dice: ... cuando ibais a la escuela os gustaban las pistolas de juguete, y los rifles; en cuanto a los canones Armstrong, no son mas que versiones mejoradas de ellos. Pero lo peor es que lo que para vosotros, de ninos, era un juego, era otra cosa muy distinta para los gorriones; y lo que hoy tomais como un juego, tampoco lo es para los pajarillos de la nacion. Y en cuanto al aguila negra, si no me equivoco, no pareceis muy dispuestos a disparar contra ella. Que insoportable el viejo Ruskin, siempre en posesion de la verdad, tan chiflado, malhumorado y patilludo, sermoneando a los ingleses: hoy es el companero perfecto para pasar cinco minutos en el retrete. George comienza a notar aquella agradable premura en el vientre y, libro en mano, sube a paso ligero la escalera camino del bano.

  • Quizas me quede manana de Lorenzo Marone

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    Todos intentamos emprender el vuelo, para luego, por la noche, resguardarnos bajo la pergola de nuestros pequenos gestos cotidianos. Ser rutinario no quiere decir ser un fracasado. Los ninos son rutinarios. Y los perros. Y son lo mejor que hay en el mundo.

  • The Call of the Wild de Jack London

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    Life is good for Buck in Santa Clara Valley, where he spends his days eating and sleeping in the golden sunshine. But one day a treacherous act of betrayal leads to his kidnap, and he is forced into a life of toil and danger. Dragged away to be a sledge dog in the harsh and freezing cold Yukon, Buck must fight for his survivial. Can he rise above his enemies and become the master of his realm once again? Level 2 (600 words)

  • El amante ruso prohibido (Las hermanas Hart 3), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • Mi historia de Michelle Obama

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  • De la melancolia de Espido Freire

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    Elena y Sergio forman una pareja unida, pero la imposibilidad de ser padres hace aflorar la falta de amor entre ellos y Sergio decide, despues de veinte anos de convivencia, abandonar a Elena. Ella cae en una profunda depresion que tambalea su vida en todos los aspectos. Pasa el tiempo y Elena recibe una propuesta de un familiar lejano para alojar, durante su convalecencia, a Lazaro, un tio abuelo que tiene que ser operado. Elena no solo acoge en su casa a Lazaro, sino que, como tiene que alquilarla para sobrevivir, tambien otros personajes llegan a la casa con su vision sobre como vivir la tristeza o como huir de ella: Sonsoles, una mujer mayor que debe vender su casa, llena de libros y de recuerdos; Vanesa, una joven de treinta anos que se niega a crecer, porque el mundo de los adultos le resulta terrorifico; Teresa, que entra en la historia para conseguirle una gatita a Lazaro y que ya no se va, como una especie de hada urbana que alivia del dolor cada una de las veces que aparece. O Cristian, un viejo amigo que reaparece, un triunfador que oculta tantos secretos como pecados.

  • La humana es mia de Iris Montes Meseguer

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    LA HUMANA ES MIA

  • ?Quien le teme al lobo feroz? de Blanca Santoro

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    LA VIDA NO ES UN CAMPO DE BATALLA; o por lo menos nunca lo fue para mi hasta que conoci a mi lobo particular, entonces se convirtio en una guerra por mi supervivencia. Claro que yo no era consciente de que, con cada capitulacion, sacrificaba una parte de mi. Yo era de las que creia que todos en algun momento de nuestra vida sacrificamos algo en nombre del amor: ya sean los amigos, la familia o, hasta, el trabajo. Era una de esas normas no escritas de la vida por la que todas las parejas pasamos. Un dejar atras para poder avanzar. Sin embargo, cada vez que renunciaba a algo, perdia una parte de lo mas valioso que poseia: a mi misma.
    Claro, hasta el dia en que Alejandro se cruzo en mi camino.
    A partir de ese dia, todo cambio.

  • Contigo (Para siempre 3), Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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    Natalia, desconsolada por el riesgo que corre la vida de Jose, tiene que enfrentarse a unos duros momentos que marcaran el rumbo de sus vidas.
    ?Que pasara finalmente? ?Les dara la vida una oportunidad mas? ?Quien sera esa persona que entrara de nuevo sus vidas?
    Duros acontecimientos que marcaran para siempre la vida de nuestros protagonistas en este desenlace.

  • Llegare hasta ti (Seleccion RNR), Andrea Pereira de Andrea Pereira

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  • Todo contigo (Spanish Edition) de Dina Reed

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    Cuando Gary llego a casa despues de una dura jornada se encontro con que su abuela Dorothy dormitaba frente a la television, mientras Sandy su cuidadora estaba con la cabeza metida en un libro. Genial, penso en cuanto la vio. Luego, carraspeo un poco y le dijo mientras se desanudaba un poco la corbata, que ya le sobraba porque detestaba llevar traje. --Se supone que te he contratado para que cuides de mi abuela, no para que la dejes sentada frente al televisor y tu te pases el dia leyendo... Ya esta aqui el tocapelotas de Gary Scott, penso Sandy en cuanto le vio aparecer, todo lo que tenia de sexy y de arrebatador, lo tenia de exasperante, luego esbozo una sonrisa y replico: --Hemos salido a hacer unas compras, despues hemos paseado otro poco mas por el jardin, hemos almorzado y tu abuela se ha sentado a ver una pelicula. Yo tengo un examen esta tarde y he aprovechado para repasar un poco. ?Tienes algun problema con eso? Sandy estudiaba Enfermeria por las tardes y por las mananas de siete a cuatro de la tarde se dedicaba a atender a Dorothy, a la que hacia algo mas de un mes que habian operado de la cadera. --Te recuerdo que te pago para que cuides a mi abuela, no para que estudies --respondio Gary, tajante, con los ojos azules echando chispas. Gary era un tipo atractivo, moreno, alto, fuerte, de intensos ojos azules y un halo de virilidad que dejaba sin aliento. Pero Sandy no pensaba dejarse intimidar ni por la presencia imponente de su jefe, ni mucho menos por su caracter tremendo. Por eso, le recordo alzando la barbilla y sin perder la calma: --En ningun momento he descuidado a tu abuela, hemos hecho todo lo que estaba programado para el dia de hoy y justo en este ratito que se ha quedado dormida viendo la pelicula, he aprovechado para repasar un poco. Gary miro a esa chica que no podia ser mas insolente, apreto fuerte los punos y, tras morderse los labios, farfullo: --Estas agotando mi paciencia... Dorothy abrio los ojos en ese momento y murmuro a su nieto en un tono que sonaba a reganina: --?Quieres dejar a mi Sandy tranquila? Esta tarde tiene un examen muy importante... --Que estudie en su casa, abuela. Esto no es una biblioteca, aqui viene a trabajar... --dijo clavando la mirada a Sandy. Y ella por supuesto que ni se arredro, es mas lejos de esquivar la mirada azul de su jefe, la sostuvo con la conviccion que le daba saber que estaba haciendo lo correcto. --Y trabajar es lo que hago, por si no se te has dado cuenta.... --le recordo por si acaso lo habia olvidado. Gary penso que de lo que se habia dado cuenta era de que no estaba dispuesto a soportar ni una impertinencia mas de chica, pero cuando estaba a punto de ordenarle que no volviera mas por alli, su abuela comento: --Llevamos todo el dia de aqui para alla, he hecho mis ejercicios y ahora estoy viendo una pelicula. Asi que dejanos un poquito en paz, carino --replico la abuela, estirando los brazos hacia Gary--. Anda ven, dame un beso... Gary se sintio como si tuviera tres anos, pero no podia dejar a su abuela con el beso colgado. Era el ser que mas queria del mundo y la unica familia que tenia. Su madre murio cuando apenas tenia cinco anos y su padre fallecio unos anos despues, cuando Gary acababa de cumplir dieciocho anos y su mundo se vino abajo definitivamente... A partir de entonces, tuvo que trabajar muy duro para salir adelante y vaya si lo logro... Pasar de un apartamento ruinoso al maravilloso rancho de mas noventa hectareas en San Diego que habia comprado hacia un ano daba fe de ello. Y todo habia sido a base de teson, esfuerzo, dedicacion y tal vez una pizca de suerte, solo un poco porque Gary estaba convencido de que hasta la suerte habia que trabajarsela. Y si algo tenia claro era que su abuela se merecia lo mejor y estaba dispuesto a todo para darselo, por eso no iba a tolerar ni por un instante mas que Sandy Peters no cumpliera con su cometido. Asi que ansioso por terminar cuanto antes con la discusion, beso a su abuela en la mejilla, y despues farfullo cabreado: --He tenido un dia horrible, lo que menos quiero al llegar a casa es tener mas problemas. Desde que Sandy trabaja para nosotros, no hay dia que no tengamos lios y mas lios... Voy a volver a llamar a la senora Smith... --?Que? --replico Dorothy alarmada con la sola idea de que esa senora volviera a su casa--. !Ni se te ocurra! !Pero si esta mucho peor que yo, tiene mas goteras que una casa vieja y con ella me aburro como una ostra! !Ni pienses en echar a Sandy o te las veras conmigo, jovencito! --le advirtio Dorothy a su nieto, apuntandole con el dedo indice. Sandy no pudo evitar esbozar un sonrisita y Gary la miro echando humo hasta por las orejas y con unas ganas tremendas de ponerla de patitas en la calle. Ganas que reprimio porque no podia contradecir a su abuela, la queria y la respetaba demasiado como para contravenir sus ordenes y deseos. Bien era verdad que la senora Smith estaba llena de achaques y que raro el dia que no la habia pillado dormitando en el sofa, pero el desparpajo de Sandy le tenia completamente desquiciado. Reconocia que era bonita, que tenia un pelo precioso castano con destellos cobrizos cuando se ponia al sol, que tenia unos ojos que brillaban con fuerza, que su boca era carnosa y en forma de corazon, que tenia unos pechos redondos y altos y un culo respingon, y que caminaba de una forma tan sugerente que era imposible que los ojos no se le fueran detras de ella, pero el tenia como norma no tener nada con su personal, y mucho menos iba a ser tan incauto como para enredarse con alguien tan desquiciante como Sandy Peters. En que hora la contrataria, penso. Pero ya poco se podia hacer mas que esperar a que cometiera una mas gorda y su abuela, que era terca como una mula, se convenciera de que habia que despedirla. Asi que sin mas tiempo que perder, dijo loco por salir de alli y dejar de ver la sonrisita triunfante de la senorita Peters: --Me voy a comer a algo que vengo hambriento... --?Te preparo alguna cosa? --pregunto la abuela, aferrada a su muleta y dispuesta a levantarse. --Abuela, por favor, ?cuantas veces tengo que repetirte que tenemos cocinera y cuatro doncellas? Para algo me parto el lomo cada dia... Gary dio un manotazo al aire y se marcho a la cocina grunendo... --No le tengas en cuenta nada --comento Dorothy--, ya sabes lo que dicen: perro ladrador, poco mordedor. --Me detesta --concluyo Sandy encogiendose de hombros. --No, lo unico que sucede es que Gary solo me tiene a mi y esta obsesionado con tenerme entre algodones. Pero yo no voy a quedarme aqui de por vida y deberia empezar a tomarse en serio lo de crear su propia familia... Sandy penso que quien iba a soportar a un ser tan ogro y tan antipatico, pero no le dijo nada a Dorothy, pues adoraba a su nieto... --Tu estas genial, Dorothy. Tienes que dar mucha guerra todavia... --Pienso aguantar todo lo que pueda, muchachita. No pienso irme de aqui sin luchar hasta el final, pero no soy eterna y no me gusta nada que Gary este solo. --Es un joven muy atractivo, seguro que no le faltan mujeres... Dorothy cogio la mano de Sandy y, mirandola con ternura, le confeso: --Pero ninguna que merezca la pena, ademas yo creo que todavia tiene a Kim en la cabeza... Y ayer me entere de que acaba de divorciarse... Esa chica es un peligro y no me gustaria para nada que regresara a la vida de mi nieto. Sandy no queria parecer entrometida ni chismosa, pero de repente esa Kim le desperto una curiosidad tremenda y replico en voz baja... --?Kim? Nunca me has hablado de ella... Sandy llevaba algo mas de ocho meses al cuidado de Dorothy y se habian hecho muchas confidencias, pero esto era algo completamente nuevo... Dorothy respiro hondo y con una sonrisa cargada de ternura y complicidad, respondio: --Es una historia muy larga, tesoro. Mejor repasa para tu examen y ya te lo contare otro dia... Capitulo 2 El examen de Sandy salio de maravilla y lo celebro al dia siguiente, tomandose un helado con Dorothy, en Niederfrank's Ice Cream. --No le digas a Gary que hemos estado aqui, dice que todavia no estoy para subirme a un automovil --comento Dorothy, sentadas en una de las mesitas de la heladeria. Sandy habia conducido uno de los utilitarios de Gary hasta la heladeria favorita de Dorothy, una emblematica en la ciudad, donde preparaban unos deliciosos helados de menta roja, su favorito. --Es una locura, Dorothy... Pero cualquiera te dice que no --comento Sandy tras probar el exquisito helado de frutas del bosque, fabricado a la antigua usanza, en la parte de atras de la tienda. Todo natural. --Estoy cada dia mejor y tampoco nos hemos ido a ochocientos kilometros. !La heladeria esta aqui al lado! --?Te duele la cadera? --Tengo molestias, pero es normal. Tu tranquila, querida, que todo esta bien. !Necesitaba tomarme uno de estos! Este local me trae recuerdos muy bonitos, aqui venia con mis padres, luego con Becky, la mama de Gary, y finalmente con Michael, antes de que nos marcharamos de San Diego... -- confeso tras lanzar un suspirito. --?Michael? --pregunto Sandy, arqueando una ceja, porque jamas le habia hablado de ningun Michael. --Es otra larga historia... --musito Dorothy dejando la mirada perdida. --Soy toda oidos. Ademas me tienes que contar lo de Kim... --le recordo Sandy, que tenia mucha curiosidad con esa historia. --De alguna manera esta todo relacionado. ?Pero de verdad que te interesa? No quiero ser la clasica vieja que cuenta sus batallitas y aburre hasta a las ovejas--quiso saber Dorothy, tras dar otra probadita a su helado de menta roja. --Por favor, Dorothy... !Tu eres una mujer fascinante! !Contigo es imposible aburrirse! --Gracias, tesoro. Pero esta historia no es para nada divertida, al contrario... Veras --dijo revolviendose un poco en la silla--, el padre de Gary era camionero, trabajaba para un empresa llevando mercancias hasta Alaska, se pasaba el dia en la carretera, asi que cuando mi hija murio, me fui a vivir con ellos para cuidar de Gary. Yo tambien estaba sola, mi marido habia muerto hacia unos anos y me venia bien estar con ellos. Charles, el padre de Gary, siempre fue un hombre dificil, tenia un caracter complicado, pero mi hija le llevaba muy bien. Era su luz. Se que fueron muy felices, pero cuando fallecio, Charles se quedo muy tocado. Su caracter se retorcio por completo y nunca mas fue feliz... Trabajaba duro, muy duro, para no pensar, pero traia poco dinero a casa porque comenzo a jugar. --Oh, Dorothy, lo siento tanto... --susurro Sandy apenada. --Fue un mazazo muy grande lo de mi hija, una chica tan bonita y llena de vida, se nos fue de repente… Fue una enfermedad fulminante y Charles no se repuso... Su via de escape fue el juego, pero tambien su perdicion. Nos llevo a la ruina mas absoluta y tuvimos que vender la casa... Sandy trago saliva porque aquello era demasiado doloroso... --No sabia nada, Dorothy, esto que me cuentas es tan duro... Dorothy tomo la mano de la chica y le dijo para reconfortarla: --Tranquila que lo importante es que ahora estamos bien. !Demasiado bien! !Gary ha comprado un rancho tan grande que me da hasta vertigo! --exclamo con una sonrisa enorme. --Es que lo de Gary es alucinante, tiene muchisimo merito todo lo que ha logrado... Sandy conocia por lo que habia leido de el en Internet y sobre todo por lo que su abuela le habia contado, lo que habia supuesto para el montar un imperio del transporte de mercancias en apenas diez anos. Y ademas partiendo de la nada... --Y sin ayuda de nadie, tan solo esfuerzo, trabajo y talento. Mi nieto es muy listo y tambien orgulloso. El se prometio a si mismo que jamas nadie volveria a rebajarle y mira si lo consiguio. --?Rebajarle? --Si, querida --asintio Dorothy, mientras hundia la cucharita en el helado --. Cuando nos quedamos en la calle, sin nada, pasaron cosas muy feas. En las situaciones dificiles es cuando te das cuenta de quienes son tus amigos y la verdad es que nosotros aprendimos que eran muy pocos. Entre ellos el coronel Thompson, Michael para los amigos... --Michael... --Si --asintio Dorothy esbozando una sonrisa carinosa--. El tiene una fundacion para personas sin recursos a la que tuvimos que recurrir para no morirnos de hambre. Y no solo nos ayudo, sino que nos ofrecio gratis un apartamento hasta que pudimos salir adelante.

  • Amor vidente de Elizabeth Pineda

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    Por fin ha llegado el dia que tanto he esperado. Estoy sentado en la cama de mi habitacion esperando a que Elyon me llame y me diga a quien ha elegido para ser mi companera. En la vida de todo vidente llega el punto donde no puede continuar solo y Elyon le obsequia a la mejor persona para que este a su lado. Ese dia ha llegado para mi. De pronto las luces parpadean, todo se pone borroso y luego, El aparece. --Has aguardado mucho tiempo para esto --dice. --Asi es --contesto emocionado. --Me fue dificil encontrar a alguien para ti, pero finalmente he hallado a la mujer perfecta. Lo mejor de Elyon es que nunca se anda con rodeos y dice las cosas directas. Una imagen comienza a titilar delante de mis ojos y poco a poco aparece la imagen de una joven mujer. La observo con detenimiento, sin perderme un detalle de su identidad, pero... algo anda mal, ella no puede ser la mujer que ha escogido para mi. --Debe ser una broma --comento. --No, jamas bromearia con algo asi. --No me pidas eso por favor --suplico--. He sido leal a ti. Jamas he hecho nada malo. --Asi es como deben ser las cosas hijo mio --responde inflexible. --No, tu... no me puedes hacer esto. Toda mi vida he sonado con conocer a una hermosa chica y enamorarme de ella. --Ella es la chica que elegi para ti. --Te he dedicado mi vida entera, lo menos que podria esperar por eso es una buena esposa. --Sabes bien que mi decision ya esta tomada. --Tu me odias ?cierto? --Claro que no, hijo yo te a... --!Es una prostituta! --Lo interrumpi--. ?Donde esta el amor en eso? --Es suficiente, hablare contigo despues. --!No, no! --grite esperando que se quedara un momento mas, pero unos segundo mas tarde, el extasis termino. 1 Keren Levanto la cabeza hacia el balcon con la esperanza de que Dario no se encuentre ahi, si ve que me siento un segundo, se enfadara; pero lo necesito, necesito quitarme los malditos tacones que estan matandome. Llevo toda la noche trabajando sin parar, creo que merezco un descanso. Por fortuna, el balcon esta vacio, quiza ya esta en su oficina contando sus ganancias de la noche. Me dirijo discreta hacia el bano, donde nadie me molestara. Una agradable sensacion recorre mis piernas cuando el primer tacon cae. Suspiro de alivio y luego masajeo mis pies. Se que la vida que llevo no es la mejor. Cuando me ven, muchos me llaman mujer perdida, otros me llaman zorra o prostituta, pero la mayoria prefiere decirme dama de compania, tal vez sienten que asi me ofenden menos. Honestamente, no me interesa lo que piensen, me gano bien la vida; y por lo menos no estoy robando como hacen otros. Tan solo desearia que los turnos no fueran tan largos. --?Keren? --La voz de mi amiga Talita suena dentro del bano--. ?Estas aqui? --Aqui estoy Talita --respondo con cansancio--. ?Que necesitas? --Amiga, Dario te busca. Acaba de entrar un nuevo cliente, quiere que lo atiendas. "Dios ?es enserio?" pienso, esto tal vez retrase mi salida. Tomo mis tacones en las manos y salgo del bano. --?Por que debo atenderlo yo? --pregunto molesta --Casi es mi hora de salida. --Lo se Keren, pero Dario dice que este es un cliente nuevo, y quiere mostrarle lo mejor para que regrese mas adelante. --?Asi que yo soy de lo mejor? --pregunto con sarcasmo. Talita solo se encoge de hombros--. Bien, ire, pero no prometo nada. --Keren, espera --dice y me toma de un brazo--, retoca un poco tu maquillaje, esta terrible y ponte los tacones. Por lo que vi, este cliente es de los dificiles. --?A que te refieres? --Ya lo veras cuando salgas. Sigo el consejo de mi amiga, y retoco un poco mi maquillaje, ella tiene razon, esta terrible. Cuando salgo minutos despues, todo esta vacio, excepto por un joven sentado en la barra. Esta de espaldas a mi, pero aun asi puedo percibir que es atractivo. Tiene hombros anchos, cabello corto y ademas es alto, quiero decir, muy alto. Lleva una chaqueta de piel negra y unos vaqueros desgastados que le vienen muy bien. Me acerco hacia el con la sonrisa mas provocadora que puedo fabricar. --Hola guapo --saludo mientras rozo su espalda con mis dedos. Aunque el ni se inmuta--. Nunca te habia visto por aqui. Cuando me siento a su lado, el joven levanta la vista de la barra y me mira con aburrimiento, ahora veo a lo que Talita se referia. --?Como te llamas? --pregunto para no dejar morir la conversacion. A pesar de mi pronunciado escote, sus ojos se mantienen fijos en los mios, me doy cuenta que detras de sus gafas, hay unos increibles ojos azul electrico. --Ezequiel --responde casi a la fuerza. --Bueno, Ezequiel, dime ?por que eres tan callado? El se rie cuando pregunto eso, quise darle una bofetada por cretino, pero Dario me observaba desde el balcon. --?Que es tan divertido? --le pregunto poniendo mi mano en su pierna, una tactica que nunca me ha fallado, pero el la aparta de inmediato. --Ustedes las prostitutas son todas iguales --dice con arrogancia. Me parece que alguien mas se esta dando cuenta de las dificultades que este cliente representa para mi. Poco a poco escucho como la musica comienza a subir de nivel y eso me da una idea. --Tal vez no --comento--, ven a bailar conmigo, te mostrare algunos pasos. De nuevo, cuando intento tomar su mano para sacarlo a bailar, el la retira y la esconde en la bolsa de su chaqueta. --?Por que no mejor te vas por ahi a saquear el armario de tu hija? --dice fastidiado. Ese comentario es el colmo para mi, ya no me interesa que Dario este cerca y me levanto furiosa. --Escucha cretino infeliz, si tanto te molestan las prostitutas ?Por que no regresas al monasterio de donde saliste? El ni siquiera se molesta en mirarme, tan solo toma su ridiculo vaso con agua y le da un sorbo. En segundos aparece Talita a mi lado. --Keren, tranquila --me dice y luego me toma de los hombros para alejarme de el. Se que quiere evitar que haga un escandalo mayor y Dario termine por correrme. --!Espera! --grita Ezequiel cuando ya nos hemos alejado algunos pasos-- ?tu nombre es Keren? --!Que te importa! --le respondo furiosa y luego me alejo con Talita hacia las habitaciones. Talita empuja la puerta de la habitacion mas proxima y nos metemos en ella. --Amiga, tienes que calmarte --dice--, te has molestado con tres clientes esta semana. Dario no te agradecera que hayas perdido a este ultimo. --Es un completo cretino --digo en tono cansino. --Todos los que vienen a este lugar son unos cretinos --apunta. --Si pues... este se lleva el premio mayor. --Piensa en Esteban, tu necesitas este empleo para darle sus estudios. Me siento en la cama para quitarme los tacones y volver a masajear mis pies. Esteban es mi pequeno de cinco anos, lleva meses diciendome que quiere entrar a la escuela para tener amigos, pero no puedo pagar una escuela, apenas si puedo mantenernos a los dos, y si pierdo este empleo con toda seguridad ni eso podre hacer. --?Como esta por cierto? --pregunta Talita. --No lo se --suspiro--, siempre llego directo a dormir. Cuando despierto, el solo se limita a mirar television. --Tienes que hacer algo por ese nino Keren, el esta creciendo y tu lo estas perdiendo. --?Crees que no lo se? --suelto de pronto--. Se que no soy la madre del ano pero... no puedo yo sola. --Esta bien, tranquila, se que es dificil. Talita estaba a punto de sentarse a mi lado cuando Dario entro en la habitacion. Miro a mi amiga y le hizo una sena para que saliera, Talita obedecio de inmediato.

  • Amurao. La boda roja de Fran Barrero

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    La boda roja

    Una pareja de recien casados es encontrada muerta en los aseos del salon en que celebraban su enlace. Nadie parece haber visto nada. Cristina Collado y su nuevo companero, Victor Garza, tendran que componer el extrano rompecabezas. Los analisis de la forense Maite Redondo y del equipo de la policia cientifica seran de vital importancia para resolver el caso.