cuando el amor es de verdad frases
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cuando el amor es de verdad frases - Carolina Ortigosa
https://gigalibros.com/cuando-el-amor-es-de-verdad.htmlLuna estaba dando su paseo matutino antes de ir a la agencia, cuando las emociones la asaltaron con violencia. Esa noche se habia quedado a dormir en el hotel porque Adrian habia tenido un dia agotador y le parecio buena idea. Estaban preparando su fiesta de aniversario, asi que de esa manera evitaba que estuviera yendo a casa y al trabajo continuamente. Adoraba tener el mar a solo unos minutos. La casa en la que vivian juntos ahora, estaba un poco mas alejada y tenia que ir en coche si deseaba caminar un rato. Cada dia, cuando llegaba a la playa y venia el precioso amanecer desde alli, recordaba todo por lo que habia pasado durante esos anos. Desde su anterior relacion que fracaso sin apenas ser consciente de ello, hasta el dia en que conocio a Adrian y todo su mundo dio un giro completo. Aun la sorprendia lo mucho que cambio desde su primer encuentro. El mujeriego con alergia al compromiso, de cualquier tipo, era ahora el mejor hombre que jamas creyo que encontraria, el que siempre fue, aunque no lo dejara ver a nadie hasta que ella llego. Y era todo suyo. Miro su anillo de compromiso, junto al de su boda, y su corazon se acelero. Era la mujer mas feliz del mundo, a pesar de todo lo que habia soportado sobre sus hombros ese ultimo ano, era la mujer mas afortunada y completa ahora que tenia lo que siempre deseo. El fallecimiento de su abuela, la unica familia que le quedaba, fue terrible, pero aun con todo, la sentia cerca, sabia que velaba por ella a cada instante. Con su recuerdo, jamas se marcharia del todo, y eso la consolaba. Se sento en la arena y sus dedos se hundieron entre las piedrecitas. Ese pequeno rincon la confortaba, y ahora que se encontraba bastante nerviosa, era justo lo que necesitaba para serenarse y respirar. Sabia que Adrian apareceria en cualquier momento, como hacia siempre, y debia darle la noticia. Estaba claro que no era algo malo, ni de lejos, pero era pronto, muy pronto para volver a pasar por todo el proceso de nuevo. ?Y si algo iba mal? La primera vez ya se planteo todas esas dudas, pero todo fue de maravilla. Mucho mejor de lo que imagino, y no sabia por que motivo ahora estaba intranquila. Tal vez solo eran las preocupaciones normales. No debia darle mas vueltas. Se levanto, incapaz de permanecer alli quieta por mas tiempo, y fue hasta la orilla. A esas horas el agua estaba fresca, pero en agosto, en pleno verano, era de agradecer. Despues de unos minutos pisando la arena mojada con sus pies descalzos, no lo aguanto mas y marco el numero de Tania. Sabia que a esas horas estaba despierta. --Buenos dias. ?Dando un paseo? --pregunto esta. --Si, esperando a que Adrian llegue para contarle la buena nueva. Luna oyo una risita al otro lado de la linea. --Venga, no te pongas nerviosa. Al menos tu ya tienes experiencia... yo voy a hacerlo por primera vez y estoy que me va a dar algo de verdad... Suspiro. --No podia haber salido mejor ni planeado --dijo Luna con voz chillona por la emocion--. !Vamos a tener un bebe casi a la vez! ?Te imaginas que nos pongamos de parto el mismo dia? Tendriamos un cumpleanos doble para toda la vida --bromeo. --Oh, por favor. Solo reza para que todo salga bien y ya veremos --dijo con alegria y preocupacion a partes iguales. Luna comprendio sus sentimientos mejor que nadie. Mientras ella se quedo embarazada poco despues de la boda de su mejor amiga, esta lo habia intentado durante meses sin resultado. Ahora al fin habia conseguido lo que tanto ansiaba. Ella deseaba contarle la noticia a Ruben, y Luna igual, pero con el temor de que Adrian no se lo tomara tan bien como la primera vez. Fue una gran sorpresa para los dos. Luna ya habia notado algunos cambios en su cuerpo antes de hacer el primer test de embarazo que dio positivo, y cuando fue al medico solo para asegurarse, no fue un shock. Adrian estuvo encantado al saberlo, y se comporto como el padrazo que ninguno sospecho que fuera. Pasaron solo tres meses desde la celebracion de la boda de Tania y Ruben, cuando decidieron que era el mejor momento para casarse. Estaban comprometidos, se querian con locura, y estaban esperando un hijo. En su opinion, esperar era una tonteria, asi que en poco tiempo organizaron una sencilla y emotiva boda en la playa. Con sus amigos y seres queridos, Luna pudo unirse oficialmente y para siempre con el mejor hombre del mundo. Aunque pudo disimular la tripita, compartieron con todos la noticia, y como era de esperar, la familia de Adrian, y ahora la suya tambien, quedo encantada. Se preocuparon un poco al saber que irian de viaje al Caribe durante unas semanas, pero debian aprovechar ahora que podian viajar, y asi pasar tiempo juntos antes de que Luna empezara a trabajar en la agencia con Tania. Cuando llegara el bebe, todo cambiaria para siempre y sin remedio, de modo que no se lo pensaron dos veces. Decir que lo pasaron de maravilla, casi seria un insulto a la luna de miel mas magica que ninguno pudo imaginar. En poco tiempo serian una familia, y a pesar de que no se lo habian planteado de ese modo cuando se comprometieron en San Valentin, les parecia que las cosas no podian ir mejor. --Todo saldra muy bien, ya lo veras. Solo recuerda lo preocupada que estaba yo, y que las cosas vinieron rodadas... luego me reia por haber estado tan nerviosa --expuso para tranquilizarla. --Bueno, es que has tenido mucha suerte con la pequena Aurora... es un angel --dijo con voz sonadora. Una lagrima cayo por la mejilla de Luna. Habia dado el nombre de su querida abuela a su hija como homenaje en cierto modo, ya que no le hacia falta nada para recordarla a cada momento, y porque sabia que alla donde estuviera, sonreiria cada vez que la llamara por el mismo nombre. --Lo es... y espero que este bebe sea la mitad de bueno. Ya con eso me conformo --bromeo con una amplia sonrisa. --Cruzaremos los dedos las dos... --Pues si --convino sin dejar de reir. Hablaron durante unos minutos y Luna corto la llamada para dejarla arreglarse. Ella tambien debia irse pronto si Adrian no aparecia ese dia, pero su hora de trabajar se aproximaba, y debia ir al hotel a recoger a la pequena para llevarla a la guarderia, porque su suegra no podia quedarse de canguro todo el dia, por mucho que lo deseara. Miro el increible amanecer y limpio sus mejillas humedas para que Adrian no la viera llorar. --Espero que no sean lagrimas de tristeza. Su preciosa voz ronca y masculina la hizo estremecerse. Se volvio hacia el y sonrio. --Esas acabaron hace tiempo --aseguro. Esa manana llevaba un pantalon corto y una camiseta, ambos de color blanco, resaltando su delicioso bronceado. A Luna le entraron ganas de tirarlo alli mismo al suelo y devorarlo para no dejar ni una sola miga. Lo adoraba todo de el: lo maravilloso que era con ella a cada momento del dia, su lado mas protector y carinoso, y tambien el mas salvaje y apasionado. Todo. Si tuviera que cambiar algo de su hombre, lo unico seria el que pudiera tenerle cada minuto a su lado. Nunca tenia bastante de su presencia. Lo echaba de menos cada rato que le sabia lejos, aunque ahora estaban viviendo juntos, eran un matrimonio y ya no habia distancia que los separara. Sin embargo, era algo que los dos compartian; sus momentos juntos siempre les sabian a poco, no se saciaban el uno del otro. Y esperaban no hacerlo nunca. --?Recordando el dia de nuestra boda? --pregunto. --Por supuesto --respondio ella--. Recordando la cara que pusiste cuando me viste con el vestido de novia.
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Frases de amor libros, La cruda verdad, Cómo ser feliz
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Enamorate de alguien de verdad | Citas de ... - Pinterest
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43 Frases Sobre el Amor Verdadero - Matador Network
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51 frases sobre el amor verdadero - La Mente es Maravillosa
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Frases de Amor VERDADERO, PURO y SINCERO ...
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Libro La verdad sobre el caso Harry Quebert - Mundi Frases
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20 frases lindas de Amor Verdadero - Frases y Citas ...
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Que estas mirando de Carolina Ortigosa
https://gigalibros.com/que-estas-mirando.htmlLuna Garcia estaba mirando por la ventana con gesto aburrido, cuando alguien llamo su atencion. Le costo varios minutos reaccionar. Estaba tan ensimismada en sus recuerdos, que ni siquiera se percato de que su jefa la observaba con preocupacion y su tono de voz no podia ocultar cierto tono reprobatorio. Desde que empezo a trabajar en la inmobiliaria, la relacion con Belinda y Fabian, duenos de la agencia y tambien padres de su mejor amiga, habian sido como unos segundos padres para ella. No es que no lo fueran antes, pues ella y Tania Sanchez se conocian desde que eran ninas; pero la relacion se habia estrechado aun mas desde que se veian cada dia. Luna tuvo sus dudas en un principio... ya se sabe, la confianza a veces es demasiado... pero no fue el caso. Eran como una segunda familia sin contar con la abuela Aurora. Madre de su madre, la habia criado desde que sus padres fallecieran en un incendio que arraso su hogar cuando ella apenas era una adolescente. Ahora a sus veintiseis anos, habia pasado por algo parecido. Igualmente traumatico, ya que su novio, con el que llevaba saliendo dos anos, habia sufrido un accidente al saltar desde unas rocas en el mar. Aunque todo apunto al principio a que se recuperaria, no sobrevivio y Luna llevaba sin ir a la playa desde entonces. Tampoco habia vuelto a salir con nadie, a pesar de que desde la muerte de Hugo ya habian pasado mas de once meses. De hecho, en dos semanas seria el aniversario del fatidico dia y por eso su mente divagaba con mas frecuencia de lo normal. No era nada extrano porque habia estado muy enamorada. Conocio a Hugo Vidal en una discoteca y congeniaron de inmediato, era de esas personas que caen bien a todo el mundo, atractivo y muy divertido. Desde que le puso los ojos encima, estuvo segura de que ese chico era para ella, y como solo se llevaban unos meses, pues tambien tenian en comun muchas cosas, como las ganas de salir y pasarlo bien, sin pensar demasiado en el futuro. Hugo era demasiado temerario para el gusto de Luna, pero siempre le gusto esa faceta de su personalidad. No le temia a nada y aunque eso le hacia ser tan especial, tambien fue su perdicion. Le apenaba recordar que ese fin de semana habian discutido porque ella pensaba que se estaba pasando con tanta aventura. El le espeto de malos modos que era su manera de ser, le gustaba la adrenalina y sin ella no pensaba vivir. Muy a su pesar, se dio cuenta de que Hugo podria vivir perfectamente sin ella, pero no sin sus actividades de alto riesgo. Sin embargo, como siempre, se habia resignado y se despidio con un <
> sin mucho sentimiento. El ni siquiera respondio. Detestaban discutir y cuando eso sucedia, a menudo Hugo se iba durante dias para que el ambiente se relajara entre ellos. Asi funcionaba el la mayoria del tiempo. -
Fuego en invierno de Mile Bluett
https://gigalibros.com/fuego-en-invierno.htmlCuando la atraccion es tan fuerte que se vuelve irresistible.
David Jenkins es un Dios Nordico con habilidades para sobrevivir al invierno mas crudo, con una mirada picara y unos hoyuelos en cada mejilla que tienen el proposito de derretir a quien ose mirarlo cuando sonrie. Destaca por su infalible sentido del humor y sorprende por sus artes culinarias para seducir a una dama. En su dia a dia, es un empresario prometedor al que no se le escapa nada, dueno de una innovadora compania de mercadotecnia en linea. -
La sonata de Roberto R. Bengoa
https://gigalibros.com/la-sonata.htmlLa ciudad de Nueva York es el marco de esta apasionante historia de amor que relata la vida del virtuoso pianista, Cristian Lagos. El se encuentra obsesionado con terminar una sonata para despues quitarse la vida. El odio por la traicion de sus seres queridos lo consume cada dia. La inconclusa sonata se ha convertido en una carga que, en lugar de ayudarlo, lo acerca cada dia mas para suicidarse. Ahora que su musa lo ha abandonado, no le queda nada por vivir.
En los momentos mas desesperados del joven pianista, una extraordinaria bailarina de ballet, Elisa Cisneros, que aspira a ganar la competencia de baile mas prestigiosa del mundo, entrara en su vida, dandole motivos para vivir. Pero ella misma guarda un secreto que la atormenta. Un secreto que esta acabando con su vida.
La Sonata es una novela de amor y desamor; de ilusion y fracaso; de traicion y redencion. Donde todos los personajes tienen un pasado que olvidar y anhelan el perdon para vivir. -
Una vez en un sueno de Emma Kelsen
https://gigalibros.com/una-vez-en-un-sueno.htmlEmma siempre habia creido en el amor. Desde pequena sonaba con encontrar aquella mitad, la que nos completa. Pero, la rutina y el trabajo han hecho que deje de escuchar el dictado de su corazon. Hasta que un dia, el de su treinta cumpleanos, un suceso magico e inexplicable hace que despierte de nuevo al amor. Una serie de suenos increibles y la repentina aparicion de un misterioso libro, pondran su ordenada vida boca abajo.
En compania de sus inseparables y emblematicas amigas emprendera un viaje a ciegas, un acto de fe en el que lo arriesgara todo por hallar el verdadero amor, el que aun duerme en el interior de sus cuentos.
Juntas llegaran al lejano Texas, donde nos haran vivir situaciones emocionantes y divertidas, haciendo que resulte sencillo reir y al minuto derramar lagrimas de alegria.
Segun nos adentramos en su emocionante lectura, vamos descubriendo junto a Emma y sus amigas, que siempre, aunque los tiempos cambien, existiran los suenos, y a menudo, a veces…SE HACEN REALIDAD. -
Debut de Christina Rosenvinge
https://gigalibros.com/debut.htmlChristina Rosenvinge recoge en su Debut mas de veinticinco anos de canciones y recorre los lugares, los relatos y las reflexiones que subyacen a sus letras.
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El bestiario de Axlin (Guardianes de la Ciudadela 1) de Laura Gallego
https://gigalibros.com/el-bestiario-de-axlin-guardianes-de-la-ciudadela-1.htmlEl mundo de Axlin esta plagado de monstruos. Algunos atacan a los viajeros en los caminos, otros asedian las aldeas hasta que logran arrasarlas por completo y otros entran en las casas por las noches para llevarse a los ninos mientras duermen.
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El cerebro escindido de Antonio Trijueque Monge
https://gigalibros.com/el-cerebro-escindido.htmlYo era periodista. No me resignaba a dejar de trabajar en esa profesion aunque estuviera limitado por mi paralisis. Entre en el despacho maniobrando la palanca de control de mi silla de ruedas, movida por la bateria electrica que producia un leve silbido, como si fuera dejando tras de si finos hilos de cautela. Ese motor me daba autonomia suficiente para desplazarme sin problemas, a no ser que me encontrara con los descorazonadores obstaculos de los lugares en donde todavia no habian habilitado rampas que posibilitaran los movimientos a esta clase de vehiculos. Pese vermelas frecuentemente con esos amargos inconvenientes, al menos no dependia de nadie que tuviera que venir empujando pesadamente tras de mi. --?Le apetece un cafe, un te, o tal vez prefiere un refresco? --me ofrecio amablemente el doctor Lizabe. --Un te me vendria bien. Gracias. El cafe me da ardor. Una enfermera fue la encargada de colocar, a los pocos segundos de haber terminado de pronunciar mis palabras, el platito con la taza sobre una mesa pequena que habia junto a mi silla de ruedas. --Esta perfecto --dije despues de haber dado un sorbo de cortesia para probarlo--. Gracias. --Mire estas radiografias --intervino Lizabe sin preambulos, senalando la amplia pantalla holografica del ordenador--. Bueno, no son exactamente radiografias. Son imagenes tomadas con diferentes dispositivos. Creo que ahora sobran explicaciones tecnicas sobre ese respecto. Yo asenti para que continuara. --Observe tambien estas otras fotos tomadas en el mismo lugar del accidente. Fije la vista con el interes que supuestamente debia demostrar. De entre los densos matorrales que crecian en la cuneta de una carretera secundaria, aparecia un coche completamente destrozado. --?Se da cuenta de la proporcion del siniestro? Cuando un mes despues los chicos abrieron los ojos, a nadie se le ocurrio que pudiera haber algo oculto, como lo que precisamente a continuacion le quiero explicar. Ya habia bastante sufrimiento con la muerte de uno de los jovenes. >>Es a causa de este suceso por lo que le he convocado a la cita. Ya ve, para hablarle de un caso olvidado desde hace ya tanto tiempo... ?Se ha planteado alguna vez el concepto de tiempo? Se lo pregunto porque hay miles de versiones al respecto desde que el ser humano tomo consciencia de su entorno. --El tiempo es lo que hay, dicen algunas existencias anodinas, para luego desaparecer como fugaces destellos de luciernaga. Lo lei en algun poema --dije. Observo mi gesto expectante y continuo. --Ahora vuelva a contemplar las imagenes tomadas por mi. No he dejado que las viera nadie antes, a no ser que fuera una persona en quien confiara plenamente. Como puede comprobar, aparecen dos craneos con la mitad de un cerebro cada uno. --Si, es cierto… Solo se ve la mitad de un cerebro. --Puse cara de escepticismo. --Es algo que se presta a inventar chistes impertinentes sobre cierto tipo de gente... ?No le parece? Yo me limite a seguir observando las imagenes que rotaban lentamente, procurando no dar mas juego al comentario. --Fijese bien. El de ella tiene el hemisferio izquierdo, y el de el el hemisferio derecho. El ADN de ambas masas cerebrales se corresponden mutuamente; mientras que los cuerpos, ademas de tener, como es natural, ADN diferentes entre si, no tienen ninguna relacion con cada una de las dos mitades del cerebro… Queria que usted lo supiera para que, como su profesion es la de periodista, se encargue de divulgarlo en su publicacion. Puse un semblante de incertidumbre, como quien de repente se percata de que le quieren vender una mercancia fraudulenta. --Ya veo que incluso en nuestros dias resulta dificil que este asunto sea creible --anadio al ver mi expresion de duda. El aspecto de Lizabe era como el de una persona sin perfil definido. Un hombre sin atributos destacables por el que se le pudiera describir pasadas unas horas despues de haber hablado con el.--Usted es un reportero de prestigio reconocido --prosiguio--, y seguro que encuentra la formula, para que todo esto que le estoy contando, resulte creible y no una ficcion insustancial. --Yo no lo veo asi en absoluto --le corte--. Solo veo que me esta induciendo a que escriba una serie de falacias sin sentido ni realidad. --Reconozco que es usted mas perspicaz de lo que hubiera imaginado. Tiene razon. Evidentemente, lo que yo le trato de explicar cabe a la perfeccion en el largo catalogo de fraudes, a los que dificilmente se les puede dar credito. Aun asi, voy a continuar, porque seguramente, al igual que lo he conseguido yo, en alguna parte del mundo habra otro u otros chalados que tambien ocultan logros similares. Muy pocas cosas suelen funcionar aisladamente. Yo arrugue la boca con un gesto lleno de preguntas sucesivas que se apelotonaban por salir. Al final pregunte: --?Un inconsciente colectivo? --Lleno de arquetipos. Otra vez consiguio arremolinar mi mente: --Demasiado para mi en estos momentos --dije chasqueando la boca con escepticismo--. Prefiero alejarme de esa deriva… Si, segun usted, todo lo que me esta mostrando es la pura verdad, no se de que tiene miedo. ?Que por falta de etica corra el peligro de acabar entre rejas? Al doctor Barnard no le paso nada cuando realizo el primer trasplante de corazon. Todo lo contrario. Quedo para la historia como un heroe y eso que el paciente sobrevivio tan solo una semana. --Efectivamente, por ahi va bien su razonamiento. Como organo, el cerebro no es mas que lo que pueda ser el higado, el bazo o el pancreas; salvo que el cerebro, ademas de consumir energia de manera similar, crea los pensamientos que nos llevan a ser o creer lo que somos. A poder decir <
> o < >... o < >. --Entonces, ?por que no es un cientifico sin miedo y lo hace publico usted mismo, aunque eso le cause problemas? Esta claro que recibira el odio y la reprobacion de mucha gente, pero sabe que tambien conseguira el apoyo y la admiracion de muchos mas. No le hace falta el respaldo de ningun periodista como yo. --Le comprendo perfectamente. Pero quiero volver al principio, cuando realice toda la tarea en silencio y sin la ayuda de nadie. Lo hice porque sabia que no causaba ningun mal. Todo lo contrario --dijo sin mostrar sentimientos en su rostro inexpresivo. Mientras hablaba, se habia quedado mirando absorto a traves de los cristales del amplio ventanal a la ciudad sin confines. Algo me indicaba que sus opiniones transmitian muchos mas significados que los encerrados en las palabras anteriores, pronunciadas de una manera neutra, nebulosa… --El problema --continuo-- es que todavia me queda un segundo paso para superar todos estos inconvenientes eticos, morales, legales o como quieran ser llamados. Ustedes, los periodistas, tambien tienen un codigo etico, deontologico, igual que lo tenemos los medicos. De hecho, todo el mundo, se dediquen a la tarea que sea, vienen a tener unas reglas de convivencia con las que poderse entender y respetar. --En las sociedades civilizadas es lo que se suele establecer como principio necesario. Pero no encuentro mucho la relacion... que puede haber en todos estos conceptos que me esta presentando. Tras hacer una breve pausa, en la que parecio recopilar las ideas, continuo: --Le contare las circunstancias de lo que les sucedio a los tres amigos, como consecuencia del accidente… Se quedo pensativo unos segundos mas. --Para que el asunto quede claro, se lo voy a detallar aplicando una letra para cada unos de los tres sujetos y asi no perdernos en la explicacion. Aunque le prevengo de que las narraciones lineales no son precisamente mi fuerte. Por eso le pido disculpas por las veces que pueda saltar de un asunto a otro sin motivo aparente, ya que suelo despistarme y repetir lo que ya he comentado con anterioridad. --Por mi de acuerdo. No se preocupe. Fui a apretar el icono en la pantalla del telefono movil para empezar la grabacion, pero Lizabe me indico que preferia que lo hiciera a la usanza clasica, o sea, utilizando una agenda y un boligrafo -
Maltrato animal, sufrimiento humano de Mauricio Garcia Pereira
https://gigalibros.com/maltrato-animal-sufrimiento-humano.htmlAcuciado por la necesidad de conseguir un empleo tras tres anos en el paro, Mauricio Garcia Pereira, un gallego emigrado a Francia, acepta un trabajo en el matadero de Limoges, el mas grande del pais. Durante casi siete anos, aspira la medula espinal de centenares de vacas e hincha cabezas de ternero con una pistola de aire comprimido, entre otras tareas. El trabajo es duro, muy fisico, los accidentes son continuos y la normativa no siempre se respeta. Las condiciones, precarias, y los jefes abusivos llevan al limite de sus fuerzas a los empleados, muchos de los cuales recurren al alcohol y a las drogas para soportar el ritmo.
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El otono del patriarca de Gabriel Garcia Marquez
https://gigalibros.com/el-otono-del-patriarca.htmlGabriel Garcia Marquez declaro una y otra vez que El otono del patriarca es la novela en la que mas trabajo y esfuerzo invirtio.
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La marca del inquisidor de Marcello Simoni
https://gigalibros.com/la-marca-del-inquisidor.htmlRoma, 1624.
Se descubre el cadaver de un hombre aplastado en una prensa tipografica. Un investigador cuyo pasado es un misterio, que utiliza metodos cientificos y es experto en demonologia y brujeria, se hace cargo de la investigacion. -
Solo cuando amanezca de Ana Maria Sanchez
https://gigalibros.com/solo-cuando-amanezca.htmlVeinte anos atras, Claudia Enriquez fue condenada a prision por un asesinato que no cometio. Su familia le dio la espalda e hicieron creer a sus hijos que habia muerto.
La historia comienza el dia que ella recupera su libertad, con la desesperada busqueda de sus hijos y el inevitable destino que cerraria la herida abierta dos decadas antes.
Una mujer sola en el mundo, debera unir las piezas de su vida rota y descubrira que a pesar de todas las circunstancias hay gente en la que puede confiar. -
Esperando a Marlene de Alex Vollmer
https://gigalibros.com/esperando-a-marlene.html<
>.Una novela que humaniza el dolor de la perdida y nos invita reflexionar sobre la violencia en el ambito familiar.Una ficcion psicologica que explora las grietas de la condicion humana.Un laberinto donde nada es lo que parece. ?O si? -
Las luces de Assam (Aromas de te 1) de Janet Macleod Trotter
https://gigalibros.com/las-luces-de-assam-aromas-de-te-1.htmlEn las exuberantes colinas de Assam, los Belhaven sufren tanto como su plantacion de te tras la prematura muerte de la madre de la familia. Clarissa, la hija mayor, hermosa y resuelta, vive ahora entregada a su desconsolado padre y su fragil hermana.
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Mi error fue ser solo tu mejor amiga. Parte 2 de Moruena Estringana
https://gigalibros.com/mi-error-fue-ser-solo-tu-mejor-amiga-parte-2.html -
El italiano de Florencia Palacios
https://gigalibros.com/el-italiano.htmlIrina sabe que algo muy malo le ha pasado a su hermano y esta decidida a encontrarle. Pero para saber la verdad debera confiar en ese misterioso italiano que promete ayudarla, solo que su ayuda no es tan desinteresada como cree…
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Baluarte, Elvira Sastre de Elvira Sastre
https://gigalibros.com/baluarte-elvira-sastre.html -
La version de Emily de Carolina Gattini
https://gigalibros.com/la-version-de-emily.htmlEmily Jhonson, ha tenido el desproposito de prometerse con Lord Thomas Henry Bradbury, hijo de Lord Arthur Bradbury, septimo duque de Hampshire. Algo que el duque no va a permitir por ningun medio, ya que considera a Emily una cazafortunas; aunque entiende perfectamente por que su hijo se ha prometido con ella, es una joven hermosa que podria embaucar con sus encantos a cualquier hombre. Pero el la va a desenmascarar, asi como todo lo que oculta, aunque para ello tenga que traspasar los limites de la moralidad victoriana.
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La razon del mal de Rafael Argullol
https://gigalibros.com/la-razon-del-mal.htmlEn una ciudad occidental, cosmopolita y prospera, se produce un fenomeno extrano que inicialmente parece solo un molesto contratiempo pero muy pronto se convierte en una amenaza mucho mas insidiosa, capaz de transformar las mas intimas convicciones de los ciudadanos. A partir de la cronica de este fenomeno que afecta a todos los estratos de una sociedad, el autor recrea el proceso de su descomposicion, desde la delacion, el temor y la sospecha, hasta el pillaje, la magia y la supersticion. En medio del caos, una relacion amorosa se construye serenamente, inmersa en el tiempo de la lenta restauracion de un cuadro mitologico donde el artista se atrevio a invitar al espectador a sonar con otro destino para Orfeo y Euridice. Argullol nos recuerda el indispensable valor de la lucidez y la memoria: mirar atras, como hiciera Orfeo al rescatar a su amada del Hades, no aboca necesariamente a la condenacion.
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La catadora de Rosella Postorino
https://gigalibros.com/la-catadora.htmlUna gran novela aclamada por la critica y en la lista de mas vendidos de Italia.
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Luro de Luciana Sousa
https://gigalibros.com/luro.htmlLa protagonista de Luro es una joven embarazada que trabaja en una estacion de servicio, en un pequeno pueblo de la pampa argentina. Atiende el bar y limpia. Los dias son todos iguales, sumergidos en la lentitud que provoca el calor infernal del verano. Pero esa quietud se altera cuando la joven encuentra a un inmigrante escondido en el bano, temeroso y hambriento, y rapidamente le avisa a Julio, el dueno del bar.
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Lady Elyse de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/lady-elyse.htmlEra el momento mas importante para una dama de alcurnia. Habia llegado su presentacion en sociedad y Lady Elyse estaba mas nerviosa que en toda su vida por la reaccion de la gente al verla por primera vez. Iba a tener que enfrentarse a las miradas de pena que la habian acompanado casi toda la vida y eso la horrorizaba. Solo queria un hombre al que amar y que la amara por ella misma sin importar su inmensa fortuna o su apariencia. Su pasado siempre se reflejaria en su presente, pero sonaba con que no destrozara su futuro.
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Sonar en puntas de Laura Benito
https://gigalibros.com/sonar-en-puntas.htmlTodos corrian por los pasillos. Desde fuera se podian sentir los nervios a flor de piel que habia. Estabamos listos para esto. Ibamos a conseguirlo. Me dirigi a mi camerino. Sally ya me habia dejado todo listo. Mi traje. Mis puntas. Mis pasadores. Mi maquillaje. Pero me seguia faltando lo que yo mas necesitaba. Lo necesitaba para triunfar. Alguien toco mi puerta. -Senorita Price, primer acto en 40 minutos. Tenia 40 minutos, no se si para arreglarme o para convencerme de que podia hacerlo sin ello. Me coloque mi traje. Verdaderamente parecia un cisne. El maillot1 lleno de pedreria de diamantes, palabra de honor, unido directamente al tutu blanco nieve continuado con las preciosas piedras era impecable. El tul2 era un tono blanco roto para que quedase mas perfecto el contraste del cisne. Sally me habia colocado todo el maquillaje perfectamente ordenado, pieza por pieza. Me hice el mono trenzado y pegado en la parte baja de la cabeza, como tradicionalmente se hace. Me esparci por la cara la base liquida de polvos de talco para dar el tono de cisne. Todavia me acuerdo de aquel dia, el dia en el que vi la fotografia de mi abuela Mara situada en lo alto de su salon. * * * Tendria alrededor de siete u ocho anos. Yo estaba tranquilamente jugando y rondando por la casa de mis abuelos, cuando alce la cabeza para contemplar algo que habia visto por el rabillo del ojo. Ahi estaba, se trataba de una fotografia tomada en el ano 1972, como bien ponia en el pie de foto. Era una fotografia en blanco y negro, tomada en el momento justo en el que una bailarina realizaba una posicion intacta y hermosa. Llevaba un maquillaje de ojos muy extranos, con unos adornos en la cabeza que lo asemejaban a plumas negras. En los pies llevaba unas extranas zapatillas y se sostenia sobre ellas. Era lo mas parecido a un cisne, pero oscuro. En ese momento me quede inmovil alli de pie. Fue entonces cuando la abuela Mara entro, y al verme alli sorprendida, lanzo una sonrisa esplendida y se sento a mi lado, en el sillon donde ella solia coser. -Pequena Jackie, ?Sabes quien es esa joven bailarina? -No abuela. -Soy yo carino, en el mejor dia de mi vida, antes de tener a tu madre claro. – ?Eres tu abuela? ?Que estabas haciendo? ?Y sobre que te sostienes? Esos zapatos son un poco extranos. Mi abuela rio y juraria haber visto asomarse una lagrima, ?de felicidad? -Carino, se llaman puntas, las utilizan las bailarinas de danza clasica. – !Quiero unas! -No es tan sencillo de utilizar carino. Ese dia estaba representando al cisne negro. De la obra de El Lago De Los Cisnes. – ?Sigues bailando abuela? -Oh no, no carino, ya deje de hacerlo hace mucho, cuando tuve a tu madre. Pense que quizas ella seguiria mis pasos, pero tu mama era mas partidaria de otro estilo de baile moderno. -Abuela yo quiero ser como tu. Quiero ser una bailarina. -Mi pequena bailarina. Y se le cayo la lagrima. En ese momento lo supe. Volvi a mirar la fotografia y esta vez, la lagrima se me cayo a mi. No logre saber por que, pero lo que si sabia era que, si mi madre no lo habia hecho, seria yo quien lo haria. Yo seguiria los pasos de mi abuela. * * * Y ahora que habia llegado hasta aqui, no estaba. Lo que mas apoyo me daba, mi pilar, la razon por la que empece a bailar. La fotografia de mi abuela, no estaba. Acabe de arreglarme justo cuando escuche a Step gritar. -Cinco minutos para el primer acto pequenas cisnes. Me coloque mis puntas y cuando iba a salir, alguien volvio a llamar a mi puerta. Abri. Ahi estaba. Despues de todo, habia tenido el valor de venir. Pero, ?a que? No solo me habia destruido a mi, sino que, ?tambien queria destruir mi sueno? Fui a hablar, pero no me dejo. -No digas nada, tan solo cogelo. Con toda la rabia que habia salido de mi, no me habia fijado en lo que llevaba en la mano. Me lo entrego. -Como has… -Luego tendremos el tiempo suficiente para hablar Cisne, pero ahora, tienes un sueno que cumplir. Antes de poder responder a eso, me beso, y se marcho. Me quede ahi parada, mirando como se marchaba, vestido de traje, ?Por mi? No lo sabia, pero no era el momento. Era mi momento, e iba a salir ahi y cumplir mi sueno, por lo que he luchado y he sufrido para llegar a cumplirlo. Antes de irme mire lo que me habia entregado y le di un beso. La fotografia de mi abuela. Capitulo 1 Mi primer dia estaba cerca. Iba a ser en una semana, mi primer dia en la Universidad de bellas artes de Seattle. Era el cambio radical que necesitaba. Llevo toda mi vida viviendo en Nueva Jersey. Mis padres y mis hermanos no quieren que me marche, pero tengo que hacerlo para lograrlo. – ?Vendras a vernos cada fin de semana Jacqueline? -Ethan, sabes que no puedo. Seattle esta a 41 horas de aqui. Pero vendre siempre que pueda a veros. -Bueno… esta bien, no te olvides de mi Jackie. Deje de colocar lo que me faltaba, me gire hacia el y lo abrace con todas mis fuerzas. -Nunca me olvidaria de ti Ethan. Te quiero muchisimo, ?me has oido? -Yo tambien te quiero Jackie. En ese instante entro en la habitacion Maverick. – !Yo tambien quiero! Y se tiro encima nuestra como de costumbre. Iba a echar mucho de menos a mis hermanos. Me encanta estar con ellos, y ayudarles en sus peleas tontas. Ambos son gemelos. Tienen diez anos menos que yo, es decir, nueve. Los dos tienen una melena rubia un poco larga, pero sin llegar a los hombros ni mucho menos, y unos grandes ojos azules. Si, ellos se habian llevado la parte buena de la familia. Mi mama era rubia con ojos claros y mi papa moreno con ojos claros al igual. Y yo, era la replica exacta de mi abuela Mara. Pelo largo, liso y de un tono chocolate con mechas mas claras que me hice el verano pasado. Mis ojos eran de un tono caramelo y bastante grandes. No me quejo de nada la verdad, todo lo que he heredado de mi abuela, es una maravilla. Me dirigi abajo. Mi padre ya habia puesto en la entrada de casa todo el equipaje necesario. Las demas cosas necesarias para vivir, ya estaban en mi nuevo cuarto en la residencia de la universidad. Mis padres me dieron la opcion de alquilar a las afueras del campus un pequeno apartamento para mi sola. Pero lo cierto es que no me apetecia mucho. Tenia esa ilusion de sentirme una universitaria, y tener mi cuarto con alguna companera extrana como en todas las peliculas y libros que habia visto hasta ahora. Mi padre estaba sentado en la cocina junto a mi madre mirando fotos. Cuando me acerque pude ver que se trataban de mis primeros dias en ballet. En la academia de la senorita Hudson. Mi madre estaba llorando, la abrace por detras. -Parece que fue ayer cuando empezaste a bailar Jacqueline. -Lo se mama, a mi tambien me ocurre. -Jacqueline, ten mucho cuidado por favor. No hagas cosas de las que te puedas arrepentir, ni hagas tonterias, podrias lesionarte. -Esta bien papa. No os preocupeis por nada. Me despedi de todos. Nos dimos un gran abrazo y mi padre me llevo hasta la estacion de autobuses de Nueva jersey centro. Cuando me monte en el coche, me dio realmente pena dejar todo esto atras, todo esto con lo que yo habia comenzado, el lugar en el que di los primeros pasos de mi vida y el lugar en el que aprendi a bailar. Ahora yo, Jacqueline Price, iba a ser oficialmente una universitaria. Iba a dejar la pequena academia de la Senorita Hudson, por la gran Universidad, para conseguir mi sueno. Por mi abuela. En ese momento me acorde. -Papa, tengo que despedirme de la abuela, ve rapido. -Jacqueline no hay tiempo. -Papa, rapido, siempre hay tiempo para la abuela Mara. -Esta bien. No podia irme sin despedirme de ella. Estaba tan contenta de que su nieta siguiera sus pasos que cada vez que tenia una audicion, venia a verla, e incluso antes de acabar el acto, se levantaba y aplaudia como loca con sus lagrimas cayendo. Mi abuela era mi todo. La queria como a nada. Verdaderamente, no me iba a ir sin despedirme de ella. Porque gracias a ella, voy a donde voy. Mi padre aparco y antes incluso de parar, creo que yo ya estaba en la puerta de mi abuela. – !Carino! ?No tendrias que estar ya en la estacion? El autobus sale en 30 minutos.
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Hay brujulas que estan mejor perdidas de Chloe Widholz
https://gigalibros.com/hay-brujulas-que-estan-mejor-perdidas.htmlEl archivo Word del editor tiene los parrafos definidos “Justify”, esto a veces puede hacer que aparezcan parrafos con grandes espacios entre las palabras. Y digamos que la poesia eres tu y no lo creen esos poetas locos. LO QUE LOS LECTORES YA HAN DICHO: “Me gustaria darte las gracias, tanto por escribir esta historia, como por permitirnos leerla. Tambien por hacer que derramara esas lagrimas que siempre se derraman cuando el corazon se te infla tanto que no sabes de que otra forma hacerlo explotar. Definitivamente esta es una historia que siempre voy a recordar.” “Solo puedo decir que, tienes una hermosa manera de escribir. Me enamore de las palabras de Edward, no crei llegar a mas hasta que el dio su conceptualizacion del arte y cuando se describio a si mismo. Espero poder haber captado lo que deseas transmitir.” “No es una de las mejores novelas que he leido, sin duda, ES LA MEJOR. Puedo jurarlo. Es realmente increible. Ahora tu novela es mi pequeno gran secreto que muchas otras han leido y eso me alegra bastante por ti. Gracias por compartirla con nosotros y gracias por escribir como lo haces. No dejes de hacerlo, te mereces el cielo. Eres, como dice en una de las cartas, eres una persona que es poesia porque no tienes idea de lo que me has hecho sentir y te lo agradezco.” “Eres una excelente escritora y sacar cada carta de tu imaginacion pienso que es lo mas impresionante que he leido y visto, mil felicitaciones y gracias por compartir toda esta historia con nosotras, de verdad, fue fantastica.” “Eres unica en tu clase ademas de increible. Eso se refleja en tus historias, te admiro como escritora y espero con ansias tus proximos trabajos. Cambia, pero solo para ser mejor y pulir esa hermosa chica que eres.”
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Mi hermanastro es un highlander de Olivia Kiss
https://gigalibros.com/mi-hermanastro-es-un-highlander.htmlSamantha resoplo --por octava vez aquella tarde-- cuando por la megafonia del avion informaron de que estaban a punto de atravesar una zona de turbulencias. Aun no entendia que diablos estaba haciendo en aquel avion. Como se habia dejado convencer para atravesar el Atlantico para asistir a la enesima locura de su madre en los ultimos siete anos. Mas en concreto... a la tercera boda de su madre en los ultimos siete anos. A Samantha le costaba identificar a la mujer que ocupaba el asiento contiguo al suyo con la madre que la habia criado durante los primeros dieciseis anos de su vida. Connie Ross habia sido una mama de pelicula. Literalmente. De esas que se utilizan como topico en el cine y las series de television. Horneaba galletas para las fiestas escolares, era la presidenta de la Asociacion de Padres, llevaba a Samantha tres dias a la semana al entrenamiento de gimnasia ritmica y estaba, ademas, siempre de buen humor. Y guapa. Muy guapa, tambien. Cuando a Samantha le quedaban un par de anos para acabar el instituto y matricularse de Arquitectura en Harvard, su madre dio la sorpresa. Se habia enamorado de su profesor de salsa y queria el divorcio. Samantha y su padre se quedaron tan impactados que tardaron algunas horas en darse cuenta de que no era una broma. Y si a Samantha alguien le hubiera preguntado si preferia quedarse a vivir con su padre o marcharse con su madre... estaba segura de que habria elegido permanecer en la vivienda familiar, en la que habia crecido, junto a su padre, que era un hombre formal pero divertido, un arquitecto de prestigio cuyos pasos sonaba seguir su unica hija. Pero es que nadie le dio opcion. Connie, segun sus propias palabras, queria <
>. Seguramente su intencion no era mala al decir aquello, incluso Samantha entendia en parte a que se referia, pero... tardo anos en perdonarla. Irse a la universidad fue una liberacion. Su padre habia quedado destrozado despues del divorcio, perdido sin la presencia del amor de su vida. Ademas de que ni siquiera sabia donde guardaba los calcetines. Cuando Samantha comprobaba su inutilidad domestica, a veces tenia tentaciones de comprender a su madre. Pero se le pasaban pronto. Ella se convirtio en la sustituta de su madre al frente de la casa, a pesar de que solo era una adolescente cuando aquella responsabilidad le cayo sobre los hombros. Pero todo compenso cuando se fue a Harvard. Alli vivio un ano en una residencia de estudiantes, donde conocio a Amy y Lisa, que a partir del segundo curso se convirtieron en sus companeras de piso. En Harvard estudio mucho, pero tambien disfruto, aprendio bastante sobre la vida y acabo de definir lo que queria hacer con su futuro: regresar a Nueva York, entrar a trabajar en el estudio de su padre y utilizar el fideicomiso de su abuela para comprarse un apartamento bonito en Manhattan. Acababa de cumplir los veintitres, pero nadie podia negarle que el resto de su vida estaba perfectamente planificado. --?De verdad no quieres una copa de champan? --Connie la distrajo de sus pensamientos --. !Es gratis! Edward se ha portado fenomenal pagandonos el pasaje en primera clase, ?no crees? --De maravilla --le respondio, con una mueca sarcastica. Sus dos maridos anteriores tambien habian sido < > hasta que dejaron de serlo--. Pero no bebo, mama, no se cuantas veces tengo que decirtelo. --?Ni siquiera cuando es gratis? Samantha miro a su madre durante unos segundos. Retuvo en la punta de su lengua una respuesta mordaz y se limito a contestar con un resoplido, coger la almohada que la azafata le habia dado al entrar en el avion y recostarse contra la ventanilla. Sabia que no dormiria --nunca lo lograba en los aviones--, pero fingiria si hacia falta durante las seis horas que aun restaban para aterrizar en Edimburgo. Samantha habia asistido a la segunda boda de su madre, la primera despues de dejar a la familia. Habia sido con aquel bailarin cubano y la celebracion no habia estado mal, pero el matrimonio duro exactamente diecisiete dias. Asi, al modo de las famosas que se casan en Las Vegas en una locura de amor. Cuando, dos anos despues, le comunico que volvia a casarse, Samantha alego un examen importantisimo en la facultad y se salto el trance de volver a ver a su madre haciendo el ridiculo. Y aun no sabia como habia logrado convencerla para asistir a esa tercera boda. Desde luego, si hubiera sabido antes de aceptar que la boda se celebraria al otro lado del mundo, su respuesta habria sido un rotundo < >. Que se le habia perdido a ella en Edimburgo, se preguntaba Samantha mientras aquel avion se meneaba de un lado a otro en su vuelo sobre el Atlantico. A ella ni siquiera le gustaba Europa. Samantha era cuadriculada, en todos los sentidos posibles del termino. Le gustaban las cosas ordenadas, las ciudades como Manhattan, que componen una cuadricula perfecta sobre el suelo. Ella misma aseguraba que era capaz de atravesar las doce avenidas con los ojos cerrados, sabiendo los pasos exactos que separaban una manzana de otra. Habia viajado en sus anos de estudiante y no habia logrado enamorarse de Paris, Londres ni Roma como lo habian hecho sus amigas. No le gustaban sus callejuelas estrechas, los incomodos adoquines, la piedra envejecida. Ella habria construido el mundo entero en madera clara, acero y cristal. En blanco, negro y gris. Habia leido algo sobre Edimburgo cuando se habia enterado de que la boda se celebraria alli. Se habia emocionado un poco al saber que la ciudad se dividia en la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva, pero su gozo habia caido directo al pozo de la desilusion europea al descubrir que la Ciudad Nueva databa del siglo XVIII. ?Pero de cuando era la Vieja, entonces? ?De la Prehistoria? --?Sabes en que barrio esta nuestro hotel? --le pregunto a su madre en cuanto su iPad consiguio conectarse a la wifi del avion. No tenia sentido seguir fingiendo que dormia si podia dedicar un rato a navegar por internet. --?Hotel? --Su madre estallo en una carcajada--. ?Que hotel? --El hotel en el que nos alojaremos, mama. ?Que hotel va a ser? --?Pero tu te crees que Edward va a permitir que nos alojemos en un hotel? !Nos quedaremos en su casa! --No, no, no, no. --Una migrana. Eso estaba naciendo en las sienes de Samantha mientras iba recibiendo nuevas informaciones sobre el viaje. La entrega de su proyecto final de master la habia tenido demasiado distraida en las semanas anteriores y no habia podido supervisar todos los detalles con el celo habitual en ella--. Yo no me voy a alojar en casa de un hombre al que apenas conozco. Dime ahora mismo la zona en la que esta su casa y busco un hotel cercano. --Espera que lo busco. --Connie abrio su agenda y leyo--: Clashindarroc. --?Clashindarroc? ?Eso es la calle? --Debe de ser. Samantha hizo una busqueda en su tablet. Y despues otra. Y otra mas. A la cuarta se convencio de que no fallaba Google, sino la informacion que le habia proporcionado su madre. --Segun Google, Clashindarroc es un pueblo a unas tres horas en coche de Edimburgo. --Ah, si, claro. Donde esta el castillo. --?Que castillo? --A Samantha le costaba dilucidar si su madre se habia pasado con el champan o, simplemente, era asi. --El castillo donde se celebrara la boda. --??Vais a casaros a tres horas de donde nos alojamos?? ?Pero a que hora vamos a tener que levantarnos? --No entiendes nada. --Connie puso los ojos en blanco, como si no fuera ella la de la informacion deficiente, sino Samantha a la que le costaba pillarlo--. El castillo es la casa de Edward. Bueno, no la de el exactamente, sino la de su familia, desde hace algo asi como tres o cuatro siglos. El ahora vive en Edimburgo en un apartamento, pero quiso que la boda se celebrara alli porque... --Mama, para. --Samantha no queria gritar. Ella nunca gritaba. Mucho menos, en un avion --. ?Me estas diciendo que Edward y tu os casais en un castillo en las Highlands, y que es alli donde habiais pensado que nos alojaramos? --!Claro! ?Que no has entendido? Samantha se nego a contestar. Si las ciudades europeas no eran su fuerte, desde luego, los pueblos perdidos en medio del campo eran algo parecido a su idea del infierno. Cogio su iPad de nuevo y tecleo con tanta furia que tuvo miedo a cargarse la pantalla con una de sus unas de manicura perfecta. Esa si seria una desgracia dificil de soportar. --?Y que estas haciendo ahora? --Buscar un hotel en Clashinro... Clashdan... Clashindarroc. O como cono se llame ese lugar perdido del mundo. --Buena suerte. El tono ironico y la carcajada seca de Connie podrian haberle dado una pista a Samantha de que su busqueda no iba a ser tan sencilla, pero ni siquiera le estaba prestando atencion, en medio de su frenesi de busqueda de alojamiento. --Mierda de wifi... --Samantha no solia decir palabrotas; esa era una de las muchas normas que se autoimponia, pero no pudo evitarlo cuando actualizo por cuarta vez la pagina de busqueda de hoteles y los resultados seguian saliendo en blanco. --?Que pasa? --No me carga los hoteles del pueblo ese. --Es que no hay hoteles --dijo Connie, como si tal cosa. --?Que? --Que no hay ningun hotel en Clashindarroc. --?Como no va a haber...? --Es un pueblo de unos sesenta habitantes. El hotel mas proximo esta a un buen trecho en coche y es en realidad un bed and breakfast sin bano en la habitacion siquiera. Creeme, Edward se informo de todo para alojar a los invitados de la mejor manera posible. Los mas cercanos se alojaran con nosotros en el castillo y algunos otros en Inverness y llegaran en un autobus a primera hora de la manana del dia de la boda. --Pues... --Y no, no quedan plazas ni en ese hotel ni en el autobus. --Maldita sea... Samantha dijo < > como resumen. Lo que en realidad habria querido decir era la version completa: < >. La habia enternecido su madre en una visita que le hizo al campus. Llevaba ya dos anos de relacion con Edward cuando el le pidio matrimonio y, por una vez, parecia que aquello iba en serio. Hasta Samantha tenia que reconocer que no se podia comparar a las dos anteriores experiencias matrimoniales de Connie. Incluso Edward habia aparecido por sorpresa al dia siguiente para entregarle en persona el precioso tarjeton --color marfil, tipografia clasica, letras doradas, un elegante filo de estampado de tartan-- a traves del cual la invitaban a acompanarlos en el dia mas importante de sus vidas. Asi lo habia dicho el. Y alli estaba, en aquel maldito avion que no dejaba pasar ni una sola turbulencia. No le sonaba apetecible cuando creia que estaba volando a Edimburgo. Empeoraba bastante si pensaba en un pueblo de las Highlands, un castillo lleno de desconocidos y una boda que solo podia cruzar los dedos para que fuera la ultima a la que asistiera. Al menos, con su madre como protagonista. Sabia que no iba a dormir, pero Samantha se acurruco de nuevo en su almohada de viaje. De repente, volvia a sentirse como una nina pequena, enfurrunada, triste y con unas ganas enormes de estar de vuelta en su cama, rodeada de sus cosas. En el medio de su zona de confort, su lugar favorito del mundo. -
La camara de obsidiana de Douglas Preston
https://gigalibros.com/la-camara-de-obsidiana.html -
Ciencia Ficcion. Seleccion 22 de Aa. Vv
https://gigalibros.com/ciencia-ficcion-seleccion-22.htmlEstas antologias son una seleccion de los relatos publicados en la revista estadounidense The Magazine of Fantasy and Science Fiction, considerada la mas importante del mundo en los generos de anticipacion y fantasia cientifica.
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Una promesa de gloria de Morgan Rice
https://gigalibros.com/una-promesa-de-gloria.htmlEn UNA PROMESA DE GLORIA (Libro #5 de El Anillo del Hechicero), Thor se embarca con sus amigos de La Legion en una busqueda epica en la vasta selva del Imperio para intentar encontrar la antigua Espada del Destino y salvar al Anillo. Las amistades de Thor se profundizan mientras viajan a nuevos lugares, enfrentan monstruos inesperados y luchan en una batalla inimaginable. Encuentran tierras exoticas, criaturas y personas mas alla de lo que podrian haber imaginado, a cada paso de su viaje aumenta el peligro. Tendran que convocar todas sus habilidades si quieren sobrevivir, mientras siguen el rastro de los ladrones, mas y mas profundamente en el Imperio. Su busqueda les llevara hacia el corazon del Inframundo, uno de los siete reinos del infierno, donde los No Muertos gobiernan, y los campos se alinean con los huesos. Mientras Thor debe invocar sus poderes, mas que nunca, se esfuerza por comprender su naturaleza.
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Entre las brumas del sueno de Estefania Jimenez
https://gigalibros.com/entre-las-brumas-del-sueno.htmlMunich, Alemania, 12 de octubre de 1840. Oscurecia. En el cielo las nubes estaban iluminadas con un resplandor anaranjado que iba perdiendo intensidad a medida que el sol se escondia. Era hermoso y Alexander, sin duda, habria disfrutado de su belleza en otra ocasion, pero no ese dia. La noche se acercaba y ella no aparecia. ?Cuanto tiempo llevaba alli esperando? Habia escuchado a la gente salir de la iglesia de San Nicolas hacia bastante, no deberia estar tardando tanto. ?Por que no venia? Su inquietud comenzaba a convertirse en angustia. Alexander escucho el leve roce de unos pasos sobre los adoquines, apenas eran audibles, pero a el nada podia escaparsele. --?Eva? --murmuro, y lo hizo solo porque la esperanza aun se negaba a marcharse, aunque bien sabia que no era ella. --!Maldito sea por siempre, Herr Amsel! ?Es su oido tan anormal como todo en usted? --Un hombre vestido de negro salio de detras de un arbol, a varios metros de el. Alexander se tenso al percibir el peligro. No era la unica presencia que notaba alli, aquel individuo no habia venido solo--. No, no soy Fraulein Brandt. --Eso es obvio --gruno, en guardia. Sus ojos lanzaron un destello peligroso. El desconocido intuyo la amenaza y se detuvo. Tres hombres mas se hicieron visibles en las sombras--. ?Quienes sois y que quereis? --?Siempre es tan maleducado? --dijo el hombre de negro con una sonrisa. Alexander bufo despectivo y se acerco a el--. No de un paso mas, tengo un arma y no me gustaria matarle antes de decirle quien ha encargado su muerte. --!Ya se quien ha sido! --mascullo mientras daba un paso mas--. ?Y que excusa pondreis? Esto no deja de ser un crimen. --No necesitamos excusas --espeto otro de los matones--. Todo el mundo sospecha ya de usted, tan solo hemos de decir que finalmente le cazamos y la gente nos lo agradecera. !Monstruo! --Herr Amsel, ?no va a preguntar como hemos dado con usted? ?Como sabiamos que estaria aqui? --El tipo se rio al ver el rictus de dolor que no logro ocultar--. !Oh, pero creo que lo sospecha! ?Me equivoco? ?De verdad creia que la hija de Herr Brandt iba a abandonarlo todo por usted? !Oh, si que lo habia creido! Lo habia creido fervientemente y se habia sentido dichoso de pertenecer al mundo de Eva. Ella era la luz que necesitaba. --!No te creo! --escupio con rabia. --Si, nos dijeron que tal vez no nos creyera. --El hombre sonrio satisfecho por el efecto de sus palabras. En ese momento, el traqueteo de un coche de caballos hirio el silencio. Un carruaje doblo la esquina, negro y lujoso, con cortinas de seda blanca que, descorridas, mostraban el interior--. Alli tiene la respuesta a sus dudas, Herr. No queria mirar. Sabia lo que veria. A pesar de tantas cosas, siempre lo habia temido. Sus ojos se oscurecieron y la furia lo invadio. Giro la cabeza y observo aquella ventanilla. Alli estaba, su peor pesadilla: Eva lo contemplaba desde el carruaje. Su rostro palido parecia sereno ante la tormenta que era el. Lo miro y apoyo la mano contra el cristal con languidez. Ludwig iba a su lado, sonriendo con soberbia, tan cerca de ella… ?De veras habia elegido a ese bastardo? ?Todas esas lagrimas y suplicas habian sido una mentira, un plan para capturarlo? Un dolor como jamas recordaba haber sentido lo rasgo de arriba abajo al intuir el tamano de su traicion. Alexander entrecerro los ojos y les envio todo su odio y desprecio con una sola mirada, una mirada que sabia les acompanaria siempre en sus pesadillas. Vio la estupefaccion en el rostro de Eva y el miedo en el de Ludwig. Sin despegar los labios siquiera, los condeno a vivir bajo la sombra de su amenaza. Ludwig cerro la cortina de nuevo, como si con ello pudiera librarse de el. Cuando el carruaje desaparecio de su vista, Alexander cerro los ojos y se preparo para enfrentarse al inicio de una vida cargada de odio y venganza. Cuando volvio a abrirlos, habia una sentencia dibujada en ellos. 1 Algunos meses antes. Munich, Alemania, 8 de abril de 1840. El cafe estaba lleno. Una nube de humo de pipa flotaba en el ambiente y se mezclaba con el olor del licor. Los hombres hablaban en distintos rincones, acomodados en los sillones de piel o formando grupos entre las columnas de madera. A Alexander todos le parecian iguales. Insulsos individuos que querian destacar en un mundo en el que la apariencia y el estatus lo eran todo. --?Que opina usted del tema, Herr Amsel? --El anciano que estaba sentado frente a el lo observaba por encima de un periodico. Alexander arrugo la frente en una muda pregunta. El hombre sonrio--. ?En que piensas, muchacho? Supongo que aun estas cansado del viaje. El curvo los labios y nego con la cabeza. --No, solo estaba algo distraido, Herr Muller, lo siento. Centro su atencion en el titular que le mostraba el hombre y, tras ojearlo rapidamente, volvio a reclinarse en su sillon y tomo con calma un sorbo de su cafe. --?No le parece preocupante, Herr? --exclamo algo airado el caballero que se sentaba a su derecha. Sus dedos no paraban de tamborilear sobre la mesa de madera, era irritante. --Francamente, Herr Schwarz, no veo extrana la muerte en los seres vivos. --Los dos hombres se quedaron mudos--. !Oh, por favor! No me malinterpreten, no es que no me parezca un tema importante, es solo que lo considero algo cotidiano, si ustedes me entienden. --Te entiendo, hijo, te entiendo. --El anciano suspiro con una sonrisa nostalgica--. Tambien yo pensaba como tu a tu edad. A los dieciocho, la muerte nos parece algo ajeno. Sin embargo, cuando llegas a los sesenta y cinco como yo, ese es un tema que cada vez te preocupa mas. --Sin embargo, no es de muertes comunes de lo que estamos hablando, senores. !Se trata de crimenes! Un enfermo camina por las calles de Munich en estos dias --repuso Herr Schwarz con aire ofendido. --Las calles de Munich siempre han estado repletas de gente <
>, las calles de cualquier ciudad del mundo lo estan, de hecho --dijo Alexander con calma. --Y de eso sabe bastante nuestro invitado, Ludwig, ya que ha recorrido casi todo el mundo a pesar de su juventud, ?no es cierto, Herr Amsel? --pregunto Herr Muller antes de soltar una carcajada y el aludido volvio a sonreir--. No obstante, en algo tiene mi sobrino razon. Las muertes de los ultimos dias no son muy naturales, ?no cree? --He leido sobre ello. Dos eran ancianos de mas de setenta anos, uno era un enfermo de sifilis, una doncella aquejada de tisis y un nino de ocho anos que padecia meningitis. --Alexander se encogio de hombros--. Caballeros, a mi me parecen unas muertes de lo mas normales. El anciano solto una risotada mientras sacudia la cabeza y dio un trago a su copa de brandy. Ludwig Schwarz resoplo con indignacion y lo fulmino con la mirada. --Bueno, muchacho, algo de raro si hay --continuo Herr Muller antes de pasarle el periodico a Alexander, este le echo un vistazo y se lo devolvio sin cambiar la expresion de su rostro--. Puede que todos estuvieran al borde de la muerte, pero lo extrano es que las victimas aparecieron calcinadas, ?no crees que eso si es, al menos, especial? --Cadaveres --murmuro Alexander sin apenas despegar los labios. --?Como dice? --increpo Ludwig con los ojos echando chispas. Su antipatia hacia el casi podia saborearse. --Cadaveres, Herr Schwarz, no victimas. No me parece correcto hablar de victimas mientras no se demuestre que ha existido un crimen. --?Y no le parece suficiente prueba el hecho de que les prendieran fuego, Herr? --En algunas culturas el fuego se considera purificador. Quien sabe, tal vez esos pobres desgraciados necesitaban ser purificados. En cualquier caso, el fuego podria haber salvado sus almas, ?no creen? --Alexander los miro a ambos con despreocupacion, deleitandose con las caras de estupefaccion de sus contertulios--. Digame, Herr Schwarz, si temiera por su alma, ?no desearia que se hiciera lo que fuera por salvarla? ?Y usted, Herr Muller? --Uhmm, tal vez. --El anciano volvio a reir a carcajadas--. Dejame decirte, y por favor no te ofendas, que eres condenadamente raro, Alexander... ?Puedo llamarte Alexander? --Desde luego, ese es mi nombre --concedio con una sonrisa agradable--. Y, despreocupese, en absoluto me ofende. --?Raro? --escupio Ludwig--. !A mi me parece que esta loco! Alexander lo miro con las cejas alzadas. --!No hay razon para ser grosero, Ludwig! Alexander solo esta dando su punto de vista. -- Muller miro a su sobrino con ceno; por fortuna, la puerta de vidrieras del cafe se abrio en ese momento y la tension se disolvio cuando el anciano exclamo--: !Ah, pero aqui esta el esperado caballero! Todos se pusieron en pie cuando el recien llegado se acerco a su mesa. El hombre no debia de tener mas de cuarenta anos, pero su rostro tenso y su mirada altiva lo envejecian mas que las escasas canas que salpicaban su pelo castano. --Alexander, permite que te presente a mi socio, Herr Brandt --dijo Herr Muller con solemnidad mientras daba al recien llegado unas palmadas en la espalda. Alexander inclino la cabeza con respeto y le tendio la mano. --Es un placer, Herr Brandt. --El placer es mio. !Vaya! Me lo habian comentado, pero en el fondo no esperaba que fuera usted tan joven --exclamo el hombre con voz grave. --No se deje enganar por las apariencias, Herr. En ocasiones puedo parecer viejo como el diablo --contesto Alexander con una sonrisa traviesa. Herr Muller solto una de sus estridentes risotadas y cogio al muchacho por los hombros con afecto. --Es un joven prometedor, no te quepa duda, amigo. Un poco raro, desde luego, pero prometedor, creeme. --Le guino un ojo--. Y ahora, ?que les parece si hablamos de negocios, senores? Entre otros prosperos negocios, Alexander poseia una flota de barcos mercantes en Hamburgo. Aquellos hombres pretendian exportar su produccion de cerveza al extranjero y a su vez importar a Baviera productos de lujo de las principales capitales europeas. En resumen: lo necesitaban. El a ellos no, pero de vez en cuando le gustaba probar algun negocio nuevo. No obstante, la reunion fue tal y como Alexander esperaba: larga, aburrida y llena de cantos de alabanza. Le parecio que habia pasado una eternidad cuando al fin esos hombres idearon todos los puntos de su futuro acuerdo. Alexander apenas les presto atencion, tenia gente que se encargaria de redactar ese contrato con todo el cuidado que precisara. -
Te necesito en mi vida de Janis Sandgrouse
https://gigalibros.com/te-necesito-en-mi-vida.htmlDaniela es una joven que regenta una pequena casa rural en un pueblo a las afueras de Madrid.Hace mucho tiempo que no tiene a nadie a su lado. Ocupa todo su tiempo en su trabajo, sus sobrinas y su hermana.Tras los graves sucesos que le ocurren a su hermana, afloran los recuerdos de su adolescencia, aquellos momentos en los que debia maquillarse mas de la cuenta para ir al instituto.Y en la sala de espera del hospital, se encuentra con el.Su primer amor, su primer beso, su primera despedida creyendo que nunca volveria a verle.
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La ultima linea del espejo de Gema Samaro
https://gigalibros.com/la-ultima-linea-del-espejo.htmlLa manana era tan perfecta que ni nos inmutamos cuando un tipo con una bolsa de papel de una hamburgueseria en la cabeza salio a nuestro paso: --Fjewisfgielikie --dijo el tio de la bolsa. Eva y yo nos miramos y soltamos una carcajada. El senor se habia hecho dos agujeros para los ojos y habia abierto una ranura para la boca, pero la bolsa se habia ladeado de tal forma que no se le entendia nada. --?Podemos ayudarle en algo? --pregunto Eva, sin poder contener la risa. --Kefjeiwsfejiowe. --Disculpe, ?se podria quitar la bolsa? Es que no le oimos --propuse llevandome el dedo indice a la oreja. El hombre se ajusto la bolsa para que coincidiera la abertura con la boca y, de nuevo, se dirigio a nosotras: --Buenos dias, senoras --solto con una inclinacion de cabeza que por poco hizo que la bolsa saliera disparada. Nosotras rompimos a reir, mientras el tipo volvia a ajustar la bolsa a la cabeza. --Buenos dias. --Logramos decir al fin. --No quiero asustarlas... --No, tranquilo. No nos asusta --replique sin poder reprimir la carcajada. Era un tipo alto, atletico, joven a tenor de su voz, de sus manos y de su vestimenta, una camiseta de rayas y unos pantalones vaqueros desgastados. --Siento abordarlas de esta forma, pero no me queda mas remedio que hacerlo asi. --No se preocupe. ?Que vende? ?Ofertas de dos por una? --pregunto Eva, con los ojos achinados por la curiosidad y la risa. --No, no vendo nada --respondio encogiendose de hombros--. Estoy aqui por otra razon. Era primavera, la vida estallaba por todas partes, incluidas nosotras que estabamos exultantes, eramos primavera, dos flores que no podiamos mas que imaginar razones de lo mas creativas para explicar lo que estabamos viviendo: --Teatro de calle, es usted actor. Esto es una performance comercial financiada por la marca de las hamburguesas --deduje mirando a mi alrededor, convencida de que publico y actores en breve nos rodearian para disfrutar del espectaculo. --Esto es la vida --repuso muy serio y ofendido, dando un paso atras dramatico, como un actor de cine mudo. Era una pena que el pobre hombre estuviera tan perjudicado como para plantarse en la calle con una bolsa de Burger King en la cabeza a las ocho de la manana. No parecia borracho, mantenia bien la verticalidad y hablaba estupendamente. Posiblemente seria un trastornado: --?Donde vive? --Quise saber para devolverle a su casa. --!A usted que le importa! --?Tiene familia? --!Oiga, dejeme en paz! --protesto dando un manotazo al aire--. No soy un perturbado. --Entonces, ?quien es? --inquiri mordiendome los labios. --Alguien que necesita saber muchas cosas... --?Y por que lleva el rostro tapado con esa bolsa ridicula? --pregunto Eva retirandose un mechon de pelo detras de la oreja. --Me compre un pasamontanas en un chino y lo he perdido. Soy un desastre. No tenia nada mas a mano para cubrirme y me he colocado esta bolsa. --?Por que se cubre? ?Le conocemos? --dije intentando reconocer su mirada, unos ojos verdes, que brillaban de un modo especial. --Dejense de preguntitas y vayamos al grano. --El tipo se echo la mano a la espalda y saco una especie de punal. Cuando la primavera arranca con toda su fuerza, cuando la vida despierta, cuando el sol reina en lo alto de un cielo perfecto, lo que menos esperas es que esa maravilla se malogre por culpa de un atracador con una bolsa de papel en la cabeza. Respire hondo y tome a Eva por el brazo. Estaba embarazada de cinco meses y esos sustos podian resultar mas que peligrosos. Sin embargo, mi amiga estaba encantada. --!Que maravilla! --exclamo Eva, contemplando extasiada el arma--. !Es una daga de vela, de acero, hierro y madera, espectacular! !Del XVII! ?Me equivoco? --Se equivoca. Es del XVI. --Vi hace poco una asi en el Museo Lazaro Galdiano. --Esta es mia --informo el hombre agitando la daga al aire--. Lleva toda la vida conmigo, es una preciosidad --susurro mirandola fascinado. --!Es una joya! --grito Eva. --Cuidela mucho. Nosotras tenemos prisa. !Buenos dias! --me despedi tirando de Eva para salir pitando de alli. --!No tan deprisa! --El tipo nos corto el paso empunando la daga. Mire a derecha y a izquierda y por alli, a escasos veinte metros de la farmacia, no habia mas que un gato parduzco indolente cruzando la calle. Lo mejor era terminar aquello cuanto antes: abri mi bolso, cogi mi cartera, saque el DNI que luego renovarlo era un fastidio, y se lo tendi al atracador. --Tenga. Y dejenos marchar. --?Para que quiero yo esa cartera tan horrible? --replico mirando con desden mi cartera maravillosa roja, de hace mil anos, y a la que tengo tantisimo carino. --!Quien va a hablar! !El encapuchado de la bolsa de papel! !Tiene usted tanto estilo atracando! --A mi, la verdad, que tu cartera tambien me parece un pelin de abuela --comento Eva llevandose la mano al pecho. --No tienes ni idea, Eva. Y usted... Si no quiere dinero, ?que quiere? --dije molesta por lo que habia dicho de mi cartera y guardandola con mimo en el bolso. Eva metio la mano en su bolso, extrajo un bote de repelente de insectos y, apuntando a la cara del hombre, hablo con la serenidad propia de la mala de la pelicula: --Si lo que busca es sexo, preparese porque con esto... --Senora, no me ofenda, se lo ruego. Ni soy un agresor sexual ni un mosquito tigre. !Ande, guarde eso! --Como que, si lo fuera, me lo iba a decir... --Soy un hombre de palabra. Puede confiar en mi --confeso solemne, con una leve inclinacion de cabeza. --Dejese de pamplinas y no nos haga perder mas tiempo. ?Que quiere? ?Pasarse la manana vacilandonos? --El tio me estaba sacando de mis casillas. --Me cuesta muchisimo hacer esto --explico el tipo, moviendo la daga a un lado y a otro, con un movimiento zigzagueante de la muneca--. Pero la vida nos obliga a veces a hacer cosas que atentan contra nuestros principios y kdfeiofaejfeifeofejek. --No se esfuerce, que no se le entiende nada --le corte muy borde. El hombre se coloco la bolsa de nuevo para que pudieramos escucharlo y siguio: --Decia que lamento mucho lo que voy a hacer, pero no me queda otra para recuperar lo que es mio. --?De que habla? !Nosotras no tenemos nada suyo! --espete con un gesto de desprecio. --No estoy tan seguro, por eso es mejor hacer cierta comprobacion --informo el embozado trazando con la daga circulos en el aire. No tenia miedo. Y no porque fuera inmortal y supiera que no podia pasarme nada, es que la situacion era tan absurda que cualquier mortal no habria sentido mas que bochorno ante semejante espectaculo. --Deje de hacer el idiota y guarde esa daga --le ordene sin pestanear, como la mama le exige al nino que deje de jugar con las cerillas. --Solo sera un momento, senora. --!No hay momentos que valgan! Tome a Eva nuevamente del brazo y cuando apenas habiamos dado un paso, el hombre se dirigio a mi amiga diciendo: --Senora, ?ve aquello de alli? --Y senalo con el dedo indice a algo que estaba detras de nosotras. --?El que? --pregunto mi amiga. --Eso de ahi, grande, de lunares, con ojos grandes, dientes afilados, cola, cuernos... --!Que bobadas dice! --solte indignada. --Eso solo puede ser una jirafa --dedujo Eva entre risas. Las dos nos dimos la vuelta y al hacerlo el tiparraco aprovecho para gritar: <
> y largarle una cuchillada a mi amiga en el culo, rauda y traicionera, que la hizo caer de rodillas al suelo. --!Rata inmunda! --le chille a la cara--. ?Que ha hecho? --Lo... lo... puedo explicar... Veran... yo... yo... tengo la profunda conviccion... --Antes de que el vil y rastrero energumeno terminara la frase, le arrebate la daga y se la puse en el cuello. --!Como le suceda algo al bebe que espera mi amiga, voy a convertir su vida en una perpetua agonia! --le amenace rabiosa, yo creo que hasta me salio espuma por la boca. Mis amenazas le resbalaron. Insensible, cruel y frio, el siguio a lo suyo: --?Por que solo le preocupa el bebe y no su amiga si le he propinado una punalada de picaro en el trasero? Mire a Eva, tenia la tela de su vestido blanco y las piernas banadas en sangre. Sin embargo, su rostro no mostraba ni el mas leve indicio de dolor, solo incredulidad y asombro. Las dos sabiamos que faltaban apenas unos segundos para que su herida cicatrizara y empezaramos a tener serios problemas ante un tipo demasiado curioso. --!Marchese de aqui! --le exigi a voz en grito. --Senora, lamento profundamente haberle dado este susto en su estado, pero no tengo otra forma de saber si usted es una de los nuestros. --!Majadero! --grite empunando la daga a un centimetro de su nariz--. Larguese si no quiere que le deje el cuerpo como un colador. --Haga lo que quiera, no pienso irme. Necesito comprobar como evoluciona esa herida -- replico el tipo, flematico, senalando con el dedo indice a mi amiga. -
El Refugio De Los Invisibles de Alberto Cerezuela
https://gigalibros.com/el-refugio-de-los-invisibles.htmlYa no esta. Se ha ido. No hay vuelta atras. ?Como hemos llegado a esto? ?Por que lo permitimos? Sinceramente, no me creia capaz de hacerlo. Yalgunos piensan que soy debil. No me conocen. No saben de mi dolor. La necesitaba tanto... Pero ya no puedo seguirla. Ytodo por mi culpa. Solo han pasado unas horas y sigo teniendo dudas. ?Podre vivir sin ella? No lo se. Lo seguro es que no habia eleccion. Despues de hacerlo pense en mi abuelo. El, que habia luchado en una guerra civil y estuvo varios meses recluido en un campo de concentracion frances, decia que un hombre, con el tiempo, se acostumbra a todo. Puede vivir en la India a mas de cuarenta y cinco grados, y tambien en Siberia a treinta bajo cero. Tambien se acostumbra a andar con muletas, incluso a ir en silla de ruedas. !Y a perder un brazo! Acostumbrarnos, segun mi abuelo, era la absurda manera que tenemos las personas para seguir siendo felices a pesar de las desgracias. Pero yo no se si sabre estar sin ella. ?Me acostumbrare a no ver su sonrisa? ?Aque no eleve mis celos al maximo exponente? ?Ano volver a percibir su olor? Yo creo que no, aunque no hay que subestimar la fuerza de un hombre. Su ausencia me definira a partir de ahora. ?Y que podre hacer cuando la eche tanto de menos que el pecho me reviente? Quiero aguantarlo, debo aguantarlo. Debemos ser consecuentes con nuestras decisiones. Nuestro amor es inmortal. Contigo al fin del mundo, nos deciamos. Yya nada de eso vale. Ni siquiera voy a ser capaz de volver a nuestro refugio. Sin un nosotros ha dejado de ser ese lugar donde nos haciamos invisibles. Donde escapabamos de todo y de todos: el castillo del rey. El hombre que tiene miedo busca refugio en los montes, en los bosques sagrados o en los templos. Sin embargo, tales refugios no sirven, pues alli donde vaya, sus pasiones y sus sufrimientos lo acompanaran. (BUDA GAUTAMA) 1. EL TELEFONO DE LA INSPECTORA Reyes Martinez sono esa manana demasiado pronto. Ella solia levantarse cuando los rayos del sol de Cabo de Gata entraban por las rendijas de su persiana y se estrellaban directamente en su cara. No tenia despertador. Ni siquiera alarma en el movil. En los ultimos dias apenas habia conseguido dormir tres horas seguidas sin ayuda del Alprazolam que su medico, el doctor Pedro Mezquita, le recetaba a pesar de que sabia que estaba enganchada. Ademas, estaba de suerte: no habia tenido ninguna pesadilla, o al menos no la recordaba. --!Dios! Es el comisario Malvido. ?Que querra tan temprano? Era muy raro que su jefe la llamase. Algo grave tenia que haber pasado, y de pronto sintio un mal augurio por el cuerpo. Por eso decidio hacerse un rico cafe de pota que le habia descubierto su amiga Nieves, criminologa de La Coruna, antes de devolverle la llamada al cascarrabias de su superior. No hizo falta, Ramon Malvido volvio a llamar. --Dime, Ramon --contesto con un tono a medio camino entre la incertidumbre y la curiosidad. --!Martinez! --Asi solia llamarla cuando se ponia serio, sacando de quicio a Reyes--. !Siento haber profanado tu ritual de cada manana, pero necesito que vengas cagando leches! Malvido conocia perfectamente la rutina de Reyes. De hecho, era la persona mas cercana que tenia. La trataba como una hija aunque a ella no le gustaba que el resto de companeros pensasen que era el ojito derecho del jefe. El ritual al que se referia consistia en unas cuantas carreras por la playa hasta llegar a la iglesia de Las Salinas, trayecto que aprovechaba su perro Gordon para chapotear en el agua; llegar a casa y degustar un cafe tras la ducha, mientras leia unas veinte paginas del ultimo titulo que habia comprado en una libreria que recientemente habian abierto en el barrio. --!Eres un malhablado, te lo he dicho mil veces! ?Que ha pasado? --contesto ella mientras notaba como el acelere de su corazon iba in crescendo. --!Ha aparecido un cadaver en la Alcazaba, y todo apunta a una muerte en extranas circunstancias! Una muerte en la Alcazaba. Aquello paralizo a Reyes durante unos segundos. No podia ser en otro lugar. Y precisamente tenia que ir ella. --!Martinez, joder! ?Estas ahi? ?O es que te ha comido la lengua el gato? --De nuevo aparecio el malhumor del comisario. --!Si, es que me ha pillado de sopeton! Como en Almeria nunca pasa nada... --respondio la inspectora, aunque su interlocutor sabia perfectamente lo que ocurria. --!Vente para aca y por el camino avisa al subinspector Campillo! --fueron las ultimas palabras del comisario antes de colgar. Era paradojico que Reyes esa noche, despues de mucho tiempo, no tuviese ninguna pesadilla, justo la manana en que tenia que volver, por primera vez en anos, al barrio donde tuvo las peores de su vida. 2. EL TIMBRE DEL TELEFONO asusto a Lucas Campillo. No esperaba la llamada. Se encontraba dejando a sus ninas en la puerta del colegio. --!Dadle un beso a papa! --comento a sus dos amores, como asi las llamaba. Y es que Laura y Alejandra habian cambiado la vida del joven policia. Reyes era su superior, y el lo acataba con la mayor profesionalidad posible, pero a veces el caracter autoritario de su companera le impedia disfrutar al cien por cien de su trabajo. --Buenos dias, inspectora. ?Ha pasado algo? --Campillo, tenemos que ir rapidamente a la Alcazaba. El director del conjunto monumental aviso a emergencias esta manana, y los zetas que se personaron alli han confirmado el hallazgo del cadaver de una chica. --Y a nosotros, como cabezas del Grupo de Homicidios, nos toca investigar --interrumpio el subinspector mientras se le abria la boca de un bostezo. --?Es que te han dado guerra las ninas esta noche, Luquitas? Por eso yo no quiero saber nada de traer familia al mundo --sentencio Reyes. --Para traer familia al mundo, como tu dices, primero necesitas alguien que te ayude. Y no me refiero a alguno de esos tios que conoces en el Bar de Jo y que no pasan del primer asalto --termino de decir Lucas al tiempo que comprendia que se habia pasado. Era consciente de que no son formas de dirigirse a un superior, pero la verdad es que le tocaba las narices que le llamasen Luquitas. El consideraba que su trabajo era impecable y que merecia una oportunidad como inspector, pero todo el mundo sabia de que pie cojeaba el comisario. Aun asi, se contuvo porque el motivo de su bostezo no eran las ninas. Los angelitos habian dormido a pierna suelta. Lucas no habia pegado ojo escuchando ese podcast de misterio que tanto le gustaba. La noche anterior habian estado hablando del edificio n.o 1 de la calle Tres Forques, en Valencia, una finca en la que habian muerto once personas desde 1957, todos de distinta forma. Era el bloque de pisos maldito mas famoso de Espana. --!Subinspector, no hay tiempo que perder! Nos vemos al principio de la calle Descanso, justo en el cruce con la Almedina --ordeno Reyes. 3. ELLA FUE LA PRIMERA EN LLEGAR. Le temblaban las piernas y eso que no era una mujer impresionable. De hecho, era la inspectora jefe del Grupo de Homicidios, pero aquel barrio la habia marcado demasiado. Habia vivido hasta los dieciocho anos en la calle Cisne, muy cerquita de La Guajira, esa asociacion cultural que, desde su casita azul, habia lavado la cara del barrio con sus conciertos, exposiciones y actividades varias. Las vistas a la Alcazaba que brindaba a los clientes, desde su terraza, no tenian precio. Era el mejor exponente del toque multicolor que tenia La Almedina, junto a las almenas y los rosales, y a las pintorescas casas pintadas de la calle Descanso. A medida que Reyes subia hacia la Alcazaba, cada paso era un golpe en la espalda. Los mismos que recibia su madre a manos de su padre cada vez que este se emborrachaba. La inspectora no habia hablado a nadie sobre sus origenes. <>, le decian en la comisaria. Pero no queria revivir aquellas heridas. --?Cuando fue la ultima vez que visitaste la Alcazaba? --pregunto Lucas Campillo, con la clara intencion de arrancar una palabra a su companera, que permanecia callada desde hacia varios minutos. --Nunca he puesto un pie dentro. --!Es imposible! --espeto Campillo--. Asi nos va a los almerienses, que preferimos gastarnos un dineral en hacer turismo en el extranjero, cuando aqui tenemos un patrimonio espectacular. !Hasta los de fuera nos valoran mas! Acuerdate de Juego de Tronos, que se rodo aqui hace unos anos. --?Juego de que? --!Vaya! No recordaba que dona intelectual no veia la tele --murmuro en tono jocoso Lucas--. Ella solo lee libros sofisticadisimos. En realidad, los libros que Reyes Martinez leia, lejos de lo que pueda parecer, eran de todo menos sofisticados. Le encantaban las novelas romanticas. Quiza para evadirse de lo que dia a dia veia en la calle, o por un deseo reprimido de enamorarse y casarse, algo a lo que ya practicamente habia renunciado. --No duermes para descansar, duermes para sonar... !Bonita frase, inspectora! Aunque no se que demonios pinta en esta calle. --Vete tu a saber, Campillo, vete tu a saber --respondio Reyes para acabar con la conversacion. Claro que sabia la historia de esa frase. Era de Walt Disney y homenajeaba a los ninos. A todos los ninos que, como ella, habian crecido jugando en aquel pequeno parquecito, hoy bastante deteriorado por la falta de cuidado y el paso del tiempo. Aquello le volvio a recordar a sus padres. Las palizas que el le propinaba a ella y como, una vez completado su desahogo, sentaba a la pequena en su regazo mientras terminaba de emborracharse empinando la botella de vodka. Eran los unicos momentos que podia compartir con su padre, al que por alguna absurda razon idolatraba en aquel momento hasta el punto de aceptar los chupitos de alcohol que el le ofrecia antes de caer desplomado de sueno en su vieja mecedora. Al dia siguiente, para paliar los remordimientos y lavar su conciencia, su padre le traia algun juguete: una muneca, una caja con cromos de Barbie y hasta una Nintendo NES. Pero, aun siendo una nina, sabia que lo importante no era tener muchos juguetes, sino tener con quien jugar, y de eso carecia. Para que no llorase, Lucia, su madre, le contaba la historia de un nino que no se asustaba ante nada. Se llamaba Juan sin Miedo. !Que valiente era! El solo habia derrotado a varias criaturas, fantasmas, brujas y ogros. Aquello tambien era mentira. Jamas ha existido alguien que no tenga miedo. Porque hay muchos tipos: miedo a perder a tus seres queridos, miedo al monstruo que vive dentro de tu armario o debajo de la cama, miedo a no poder pedir ayuda cuando mas lo necesitas, miedo a que mueran todas esas mariposas que revolotean en tu tripa cuando te gusta un chico... o miedo a no saber que sera de ti cuando un buen dia tienes que llamar a la policia porque encuentras a tu madre llena de moratones sobre un charco de sangre, y a tu padre colgado del techo del dormitorio. Por suerte, el primer policia que llego prometio ser su heroe. Se hizo cargo de ella, la obligo a apuntarse a la Academia de policia y estuvo velando siempre por su carrera y por su vida. Su heroe no volaba ni tenia superpoderes, se llamaba Ramon y estaba a punto de jubilarse como comisario de Almeria. --?Donde vais tan solicos, maderos? --Una voz ronca y seca hizo volver a Reyes de sus pensamientos. Era un patriarca gitano que habia taponado, con su silla, la parte final de la calle Descanso, justo antes de llegar a la estatua del rey Jayran, gran oficial del ejercito califal y primer rey de la taifa de Almeria. Su mirada intimidaba. Apenas se le distinguia nada mas en un rostro poblado por una gigantesca barba blanca y su larga cabellera. --Dejenos pasar, solo queremos hacer nuestro trabajo. Con suavidad, la inspectora Martinez intento que aquel senor no les diera problemas. Ella sabia quien era. Y el quien era ella. --Mariquilla, te voy a dejar pasar, pero ten mucho cuidado. Espero que encontreis al malnacido que le ha hecho eso a la pobre paya. --?Y usted como sabe que ha pasado algo con una mujer? --interrumpio Lucas con gesto malhumorado. --Yo se todo lo que ocurre en mi barrio, criatura: el diablo sabe mas por viejo que por diablo. El ya os ha elegido, camina junto a vosotros... y cuando coge a alguien, no lo suelta jamas.
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Bandido de Itamar Orlev
https://gigalibros.com/bandido.htmlCorre el ano 1988 y hace veinte que Tadek vive en Israel, donde llego de nino con su madre, obligada a huir de Polonia a causa de un marido carismatico, alcoholico y violento que suscitaba entre sus hijos una esquizofrenica mezcla de admiracion y terror. Ahora, la mujer de Tadek lo ha abandonado llevandose al hijo que tienen en comun y la fatidica repeticion del destino de su padre, condenado a la soledad, lo sume en una profunda crisis. Siguiendo un impulso, Tadek vuelve a su Polonia natal para reencontrarse con su progenitor, quiza por ultima vez, y observarlo con los ojos de un adulto. Decidido a dejar atras para siempre todo lo que representa su padre, Tadek emprende un inesperado viaje con el--ya fragil y decrepito, pero no menos abusivo--en busca de una incierta reconciliacion que los obligara a afrontar juntos los fantasmas del pasado.
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A la cuenta de tres, Felix Villacis de Felix Villacis
https://gigalibros.com/a-la-cuenta-de-tres-felix-villacis.htmlLeo y su mejor amigo Gus parecen estar viviendo otro dia habitual en la escuela hasta que, de repente, lo impensado sucede. Estalla una guerra que nadie vio venir, mucho menos ellos.
Para sobrevivir, deben llegar a un refugio que se encuentra en la frontera y recorrer la mitad de la provincia sin sus familias y con la sombra de los enemigos sobre ellos. ?Sobreviviran al recorrido? ?Cual es el precio de la vida en situaciones como esta?
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La Isla Inaccesible de David Rotger Llinas
https://gigalibros.com/la-isla-inaccesible.htmlMadrugada del dia 26 de junio de 1582. Grupo de islas Terceras, a seis leguas al sur de la isla de San Miguel. Desde la tarde del dia 22, las escaramuzas entre la flota espanola, bajo el mando del almirante Alvaro de Bazan, y la corsaria francesa a las ordenes del condotiero Felipe Strozzi, han sido continuas y ambas escuadras se vigilan desconfiadas.
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Dime que no es un sueno de Anabel Botella
https://gigalibros.com/dime-que-no-es-un-sueno.htmlCuando el amor verdadero llega a tu vida ni la muerte podra arrebatartelo
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La boda de lady Emma de Kate Morgan
https://gigalibros.com/la-boda-de-lady-emma.htmlAdam Mayer, es el libertino mas perversamente posesivo y seductor de Londres, y es el heredero del ducado de Herby, pero su poderoso rango viene acompanado de una responsabilidad que el no desea: la de contraer matrimonio con una extranjera, y una, precisamente, que viene de Boston.
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Tras los pasos de Livingstone de Xavier Moret
https://gigalibros.com/tras-los-pasos-de-livingstone.htmlXavier Moret recorre en este libro el Africa oriental, recordando a su paso a los exploradores que lo hicieron antes que el, cuando el centro de Africa era, en los mapas occidentales, un gran espacio en blanco. Su ruta parte de Zanzibar, de donde salieron la mayoria de expediciones al interior del continente, sigue por Tanzania, el lugar donde se produjo el mitico encuentro entre Stanley y Livingstone, llega hasta Uganda, origen del Nilo, sigue hasta Kenia y se adentra luego en la despiadada colonizacion del Congo.
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Descubriendo a Valentina de Mara Macbel
https://gigalibros.com/descubriendo-a-valentina.html -
Lord John y la Hermandad de la espada de Diana Gabaldon
https://gigalibros.com/lord-john-y-la-hermandad-de-la-espada.htmlCorre el ano 1758. En plena guerra de los Siete Anos, Gran Bretana lucha junto a sus aliados en las tierras del Rin. Para lord John Grey y su hermano Hal, el campo de batalla supone una agradable tregua en la complicada situacion que vive la familia y que amenaza con arruinar su honor. Diecisiete anos atras, el padre de lord John, el duque de Pardloe, fue hallado muerto con una pistola en la mano. Tras ese supuesto suicidio, corrieron rumores que lo acusaban de ser un traidor jacobita. Ahora, los fantasmas del pasado acosan a los Grey de una forma muy misteriosa: Hal ha recibido una pagina de uno de los diarios de su difunto padre, pero el muchacho, que tiene sus propios secretos, se niega a seguir indagando y le ruega a su hermano que haga lo mismo. Frustrado, lord John se embarca en una complicada investigacion y pide ayuda al hombre que ha sido su prisionero y confidente: el escoces jacobita James Fraser, que revelara la pieza que falta de este asombroso rompecabezas… Atrapado entre su deber y su conciencia, lord John tendra que decidir si vale la pena arriesgar la vida a cambio del honor de su familia.
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El Libro de Skye (Viajeros en el Tiempo 1) de Emily Delevigne
https://gigalibros.com/el-libro-de-skye-viajeros-en-el-tiempo-1.html?Serias capaz de dejar tu vida atras y viajar en el tiempo a la Escocia medieval para salvar la vida de un laird de las Tierras Altas?
Cuando Alba Duque tiene la oportunidad de visitar una de las bibliotecas mas antiguas de Sevilla, no se lo piensa dos veces y acepta la oferta del Senor O’Neill, un irlandes cuya vida es un misterio para todos. Lo que Alba no sabe es que acabara encontrando un extrano libro que no solo le mostrara la vida de Cameron MacLeod, un laird de las Tierras Altas de Escocia, sino tambien su muerte.
Tras esto, Alba decide tomar un vuelo hasta Escocia y seguir los pasos que le indica el libro, sin ser consciente de todos los peligros que le esperan.
Por su parte, Cameron MacLeod dedica por completo su vida al clan. Cuando en uno de sus viajes de negocios a Edimburgo ve a una muchacha nadando semidesnuda en el Lago Ness, se siente irremediablemente atraido por ella y decide ofrecerle hospedaje en sus tierras, sin conocer las consecuencias que tendra tal decision. -
Tu y El (El Juego 2) de Azminda Cangar
https://gigalibros.com/tu-y-el-el-juego-2.htmlKaira sabia que solo era un Juego, que debia seguir las reglas y que en caso de emergencia, debia gritar: “Dite”. No grito, rompio las reglas y se enamoro. Con nuevos jugadores en el tablero y las reglas rotas, decide hacer lo mas seguro para ella. Abandonar el Juego. Owen y Alex, aunque siempre tienen las puertas abiertas para escoger nuevas jugadoras, van contra pronostico y mantienen su apuesta por ella. Con su mejor juego en la mesa, buscan en los nuevos participantes las respuestas. ?El amor tiene cabida en el Juego? Lucharan por ella. por ellos, o moriran de placer en el intento. ?Se acaba el Juego o simplemente cambian las reglas? El Juego: Tu y El. ?Seguimos Jugamos?
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La analfabeta que era un genio de los numeros de Jonas Jonasson
https://gigalibros.com/la-analfabeta-que-era-un-genio-de-los-numeros.htmlDespues del exito mundial de El abuelo que salto por la ventana y se largo, Jonas Jonasson vuelve a deleitarnos con una novela tan desenfadada como llena de sorpresas. Con su fecunda imaginacion y su sentido del humor surrealista e irreverente, que no deja titere con cabeza, Jonasson ha ideado una historia trepidante que arremete contra la hipocresia de la clase politica al tiempo que ilumina la cara oculta de la historia oficial.
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Tu me ensenaste a amar de Claudia Velasco
https://gigalibros.com/tu-me-ensenaste-a-amar.htmlHeredero directo del Alto Rey de Irlanda Brian Boru, Brian Dunboyne, llevaba en la sangre la guerra y un espiritu de rebeldia inflexible que lo habia convertido desde nino en un luchador excepcional. Hijo de un lord rico y poderoso, Brian nacio el ano 1532 en medio de una familia de senores, guerreros y comerciantes que vieron en su nacimiento una esperanza en el futuro. Fue el primer varon tras cuatro hembras y su padre lloro de felicidad al comprobar su sexo. Una condicion que le otorgo muchisimos privilegios desde su mas tierna infancia. Brian Dunboyne crecio feliz y libremente, oyendo historias sobre los antiguos senores de Irlanda, fuertes, aguerridos y valientes caballeros que habian convertido la isla Esmeralda en el mejor lugar del mundo para vivir. Una certeza de la que el jamas dudo, mas aun, despues de visitar Francia, los Paises Bajos, Espana o Inglaterra de la mano de su padre, que se habia convertido en un comerciarte respetado de sedas, hilos y pano irlandes, reclamado por las damas y las cortes de media Europa. Se educo como un erudito. A los catorce anos conocia mas tierras que la mayoria de sus iguales, y era despierto, agil de mente, un negociante de primera y un chiquillo trabajador y responsable, al que su padre confiaba las decisiones de su negocio y del cual escuchaba sus ideas y proyectos. El era feliz trabajando, le gustaba el dinero mas que la espada, aunque sabia usar cualquier arma con destreza y su envergadura fisica le facilitaba imponerse ante cualquier adversario sin mayor esfuerzo, ademas era simpatico, abierto, listo como el demonio, decia su madre, y el mas seductor de los caballeros. A los 16 anos Brian habia roto corazones y virtudes sin demasiado esfuerzo y a los 18 se caso, como mandaba la tradicion de su familia, con una de sus primas, la jovencisima Keira de apenas dieciseis anos, con la que pretendia tener una vida larga, apacible y llena de hijos. Una intencion muy loable que sin embargo se vio rota con la muerte de la joven al dar a luz a su primogenito, el pequeno Kevin, hecho que sumiria al joven Brian Dunboyne en un ostracismo del que tardaria anos en salir. De este modo, diez anos despues de la muerte de su esposa, Brian seguia volcando su energia en su hijo, sus negocios y su gente, dejando de lado la idea de casarse nuevamente o de formar esa gran familia de la que todo el mundo le hablaba, dolido como estaba aun por la injusta perdida de Keira, a la que no habia llegado a amar como correspondia a un buen esposo, pero a la que habia respetado y cuidado con todo su corazon. --Padre, la abuela dice que esta vez me traeras una madre. --?Como? --Una madre, la abuela dice que ya es hora de que traigas una madre para mi. --!Santa madre de Dios! --exclamo Brian sin mirar a su hijo de diez anos, suspiro y siguio cargando los fardos de pano sin hablar. --?Es verdad o no? --No Kevin, no es verdad ?para que quieres una madre?, tu madre esta en el cielo y eso es mas que suficiente. --Bien. --Bien --repitio y se giro para clavarle los ojos claros-- ?por que no ayudas a tu tio Seamus a subir aquellas cajas al barco? --Si, padre. Kevin salto al pantalan y busco a su tio favorito que en ese momento organizaba el cargamento de sedas y encajes, y se entretuvo en ayudarle. Brian lo miro durante un rato y se concentro en su trabajo, el chiquillo se estaba haciendo un hombre, era fuerte, listo y ya no necesitaba de una madre, decidio mentalmente, aunque quizas el ya necesitara de una mujer. * * * Una semana despues entraba en la ciudad de Londres decidido a cobrar una deuda pendiente con Harold Boyle, el comerciante de la avenida Strand que hacia meses se escabullia con los pagos, cuando una mano fuerte y amistosa lo detuvo en su carrera por las calles atestadas de gente. Brian sujeto aquel brazo con fuerza antes de comprobar que se trataba de su amigo Albert Fitzgerald. --Albert, maldito seas, ?quieres que te maten? --Lo siento, Dumboyne, ?que haces por aqui? --Trabajo ?y tu? --Algo asi, te invito a una cerveza, tu trabajo seguro que puede esperar y tu milagrosa aparicion me viene como anillo al dedo, !venga!, concedeme diez minutos. --?En que andas metido? --Brian se desplomo en la banqueta de madera de la taberna y estiro sus largas piernas, miro a Albert y comprobo el semblante serio en la cara de su siempre apacible amigo-- ?que ocurre?, ?va todo bien? --Es por un asunto familiar, en realidad un asunto que atane mas a mi mujer que a mi, Brian, pero estoy metido hasta el cuello. --?Necesitas dinero? --No, ?Cuando dejas Londres? --Manana. --?Y donde vas? --Amberes. --?Espana? --Dentro de unas semanas ?por que?, dime de una maldita vez que ocurre. --Una prima espanola de mi mujer esta encerrada aqui en Londres, su tutor la ha traido para comprometerla con el mejor postor, ya sabes, la chica tiene diecisiete anos y varios titulos a su espalda, tierras, dinero… en fin, el tutor no puede desposarla porque es un religioso, pero pretende negociar con su virtud y sus posesiones… --suspiro-- la chica me ha pagado una fortuna por liberarla y ayudarla a regresar a Espana. --?Que dices? --Brian solto una carcajada grave y sincera-- solo tu eres capaz de meterte en algo asi, Albert. --El tipo ese se hizo con su tutela de forma ilegal, Isabel solo quiere regresar a Madrid y poner una denuncia ante el rey, desenmascarar al individuo y recuperar su autonomia, es lo justo. --Y paga bien, claro. --Eso no tiene nada que ver, es una muchacha increible, Brian, no podemos dejarla sola, mi esposa me ha presionado hasta lo indecible y creo que podre sacarla esta noche de la legacion espanola, solo me faltaba el transporte para mandarla a Espana y milagrosamente apareces tu, bribon, me has caido del cielo. --?Legacion espanola?, ?esta en la embajada? --Si. --Te meteras en un lio. --No, ?puedes llevarla contigo, Brian?, por favor, por los viejos tiempos. --Albert… --Brian Dumboyne miro largamente a su amigo ingles, lo conocia desde hacia mas de una decada, el padre de Albert habia nacido en Irlanda y habia hecho un estupendo matrimonio con una dama inglesa que lo habia llevado a vivir en Inglaterra como un senorito, Albert habia estudiado con Brian en Oxford un curso entero de leyes y se habian hecho muy amigos, se veian poco, pero Brian lo apreciaba-- ?quieres que suba a una fugitiva en mis barcos? --No es una fugitiva, ese hombre la rapto practicamente, ha intentado abusar de ella, la quiere casar con quien mejor pague… es un secuestrador y un delincuente, amigo, solo estamos intentando hacer justicia.
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No solo socios (Hermanos St. James 2) de Jamie Beck
https://gigalibros.com/no-solo-socios-hermanos-st-james-2.htmlLa vida perfecta de Cat St. James, modelo de portada, es pura apariencia. Por suerte, es una autentica maestra escondiendo la verdad a la camara y a los demas. Su actual problema se llama Hank Mitchell, el carpintero de voz suave al que dejo plantado hace unos meses. Verlo en la boda de su hermano no hace mas que empeorar su tristeza y despertar un inoportuno deseo que decide ahogar en champan.
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Un cafe a la seis, Pilar Munoz Alamo de Pilar Munoz Alamo
https://gigalibros.com/un-cafe-a-la-seis-pilar-munoz-alamo.html<
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Emperadores y barbaros de Peter Heather
https://gigalibros.com/emperadores-y-barbaros.htmlPeter Heather, autor de La caida del Imperio romano, nos propone una vision innovadora de la historia de los barbaros. Basandose en los nuevos hallazgos de la arqueologia, combate el topico de una Europa dividida en la antiguedad entre un Imperio romano prospero y cultivado y unos espacios habitados por tribus de barbaros pobres e incivilizados.
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La llamada de la selva de Jack London
https://gigalibros.com/la-llamada-de-la-selva.htmlEsta historia tiene como protagonista a un perro llamado Buck que en el otono de 1894, cuando el descubrimiento de los yacimientos auriferos de Klondike arrastra hacia los hielos de Alaska a hombres de todas partes del globo, Buck es productivamente vendido y enviado al Norte. Sin ser ya acariciado ni respetado, en un pais salvaje y hostil, se ve obligado a doblegarse a la ley primitiva del baston y el latigo,
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Pecados a la luz de la luna de Jennifer Armentrout
https://gigalibros.com/pecados-a-la-luz-de-la-luna.html--?Es cierto eso que dicen de las mujeres que vienen aqui? --Las unas pintadas de un rojo resplandeciente recorrieron el estomago de Lucian de Vincent y le sacaron la camisa por la cintura--. ?Que se vuelven locas? Lucian enarco una ceja. --Porque ahora mismo siento que estoy perdiendo la cabeza. Que estoy fuera de control. Llevo tanto tiempo deseandote... --Los labios del mismo color que las unas rozaron el pelo mas corto alrededor de su oreja--. Pero tu nunca te fijaste en mi. Hasta esta noche. --Eso no es cierto --dijo el con voz cansada mientras alcanzaba la botella de Old Rip. Se habia fijado en ella en mas de una ocasion. Hasta podia habersela comido con los ojos un par de veces. Con esa melena rubia y el cuerpo de infarto embutido en un vestido tan escotado, por supuesto que se habia fijado en ella, al igual que la mitad de los clientes del Red Stallion. !Joder! Seguramente el noventa por ciento de ellos, tanto mujeres como hombres, habian mirado en su direccion mas de una vez, y ella lo sabia. --Pero siempre estabas pendiente de otras cosas --continuo ella. Lucian casi pudo oir el mohin que formaron esos preciosos labios rojos. Se sirvio un poco del burbon de veinte anos, intentando recordar en cuantas mujeres mas podia haber estado pendiente. Las posibilidades eran ilimitadas, pero nunca se centraba en nadie en particular. En realidad, tampoco estaba prestando atencion a la mujer que tenia detras de el, ni siquiera cuando presiono contra su espalda lo que, sin duda, tenian que ser unos pechos espectaculares y deslizo una mano debajo de su camisa. El gemido gutural que dejo escapar ella mientras le acariciaba los abdominales tampoco tuvo ningun efecto en el. Hubo un tiempo en el que solo necesitaba una sonrisa de complicidad y una voz sensual para tener una ereccion capaz de taladrar una pared. Incluso se habia follado a mujeres y se habia perdido en ellas por menos que eso. ?Pero ahora? Ahora no tanto. Sus pequenos dientes afilados le mordieron el lobulo de la oreja mientras deslizaba la mano hacia abajo y movia sus dedos agiles en el cinturon. --?Pero sabes que, Lucian? --?Que? --Se llevo el vaso bajo y pesado a los labios y se bebio el potente liquido de un trago sin pestanear. El burbon se deslizo por su garganta y le calento el estomago mientras miraba el cuadro que habia sobre la barra. No era de los mejores que habia alli, pero esas llamas tenian algo que le gustaba. Le recordaban al ardiente descenso a la locura. Ella le desabrocho el cinturon. --Voy a asegurarme de que no vuelvas a pensar en nadie mas. --?En serio...? --Se detuvo y fruncio el ceno, buceando en su memoria. !Mierda! Se habia olvidado de su nombre. ?Como cono se llamaba esa mujer? Las llamas purpuras y rojas del lienzo no iban a darle la respuesta. Respiro hondo y estuvo a punto de ahogarse con su perfume dulzon. Sintio como si le hubieran vomitado un monton de fresas en la boca. El boton de sus pantalones se solto y el sonido amortiguado de la cremallera bajando resono en la espaciosa habitacion. Un segundo despues, la mano de ella descendio por la cintura de los boxers, hasta el lugar donde descansaba su pene. Y entonces detuvo la mano en seco. Parecia haber dejado de respirar. --?Lucian? --pregunto ella con tono sugestivo. Sus calidos dedos se cerraron en torno a su miembro medio erecto. La obvia falta de interes de su cuerpo hizo que Lucian torciera el labio disgustado. ?Que le pasaba? Tenia a una mujer impresionante tocandole el pene y el estaba tan excitado como un colegial en una habitacion llena de monjas. Estaba... !Joder! Solo estaba aburrido. Aburrido de ella, aburrido de si mismo, aburrido de todo. En circunstancias normales, esa mujer era su tipo. Habria pasado un buen rato con ella y no la habria vuelto a ver jamas. Nunca se acostaba dos veces con la misma mujer, porque si lo hacia, corria el riesgo de crear un habito, y luego a uno le costaba mucho romper los habitos. Ademas de que alguien siempre acababa albergando sentimientos, y nunca era el. Pero se habia... hastiado de todo eso. La sensacion de estar harto, de no importarle nada, llevaba persiguiendole desde hacia un par de meses, asfixiando casi todas las facetas de su vida. La inquietud se habia metido bajo su piel y se habia extendido por sus venas como la maldita hiedra que se habia apoderado de la fachada de la casa. Habia empezado a sentir esa incomodidad mucho antes de que todo se pusiera del reves. Ella deslizo su otra mano debajo de la camisa mientras apretaba su agarre alrededor de su sexo. --Voy a tener que esforzarme para ganarme esta verga, ?verdad? Lucian casi se rio. !Joder! Teniendo en cuenta el rumbo de sus pensamientos, iba a tener que esforzarse mucho. Dejo el vaso en la barra, echo la cabeza hacia atras y cerro los ojos, intentando que su mente estuviera en paz. Por suerte, la mujer estaba callada mientras lo estimulaba con la mano. Necesitaba eso mas que nunca. Un orgasmo sin preocupaciones. Y ella... ?Clare? ?Clara? Estaba bastante seguro de que empezaba por <
>... Bueno, daba igual, ella sabia lo que estaba haciendo. Su miembro se iba endureciendo cada vez mas, pero su cabeza... Si, su cabeza no estaba centrada en eso. ?Pero desde cuando necesitaba que su cabeza estuviera centrada en eso? Cambio de posicion para darle mas margen de maniobra y tanteo con la mano hasta alcanzar la botella de wiski de varios miles de dolares. Esa noche queria perderse en el alcohol, sentir que estaba vivo de verdad. Lo que tampoco era muy diferente del resto de las noches, pero hoy le hacia mas falta, porque manana tenia que encargarse de algo muy importante. Aunque ahora no tenia por que pensar en eso. Lo unico que necesitaba en ese momento era sentir esa mano, esa boca y tal vez... El sonido apenas perceptible de unos pasos en la planta de arriba hizo que abriera los ojos de golpe. Ladeo la cabeza, pensando que su imaginacion le estaba jugando una mala pasada, pero ahi estaban. No le cabia la menor duda de que eran pasos. ?Pero que cojones? Bajo la mano y agarro la muneca de la mujer para detenerla; algo que a ella no le hizo ninguna gracia, porque empezo a masturbarle con mas ahinco. Asi que tuvo que apretar un poco mas para inmovilizarla. --?Lucian? --pregunto con tono confundido. No respondio. Estaba demasiado ocupado intentando prestar atencion a cualquier sonido. Era imposible que hubiera oido aquello. Las habitaciones de arriba estaban vacias. Alli no podia haber nadie moviendose. Los miembros del personal no dormian alli. Se negaban a quedarse en la mansion de Vincent en cuanto caia la noche. Silencio. Era muy probable que se lo hubiera imaginado. Seguramente gracias al burbon. !Dios! Puede que estuviera perdiendo la cabeza. Despues de sacar la mano de ella de sus pantalones, se dio la vuelta y la miro. Mientras contemplaba su cara respingona penso que en realidad era muy guapa, pero hacia mucho tiempo que habia descubierto que la belleza era un regalo caprichoso. La mayoria de las veces solo era superficial, y en la mitad de los casos ni siquiera era natural, sino fruto de los diestros dedos de los cirujanos. Rodeo su nuca con los dedos y se pregunto donde terminaria su belleza y empezaria su parte mas fea. Presiono el pulgar en su pulso y este se acelero. La vio entreabrir los labios mientras bajaba las espesas pestanas, ocultando los iris del mismo color que el de la mayoria de los nativos de Luisiana. Se apostaba lo que fuera a que en su casa guardaba una o dos coronas, junto con unas cuantas bandas que la declaraban una de las tantas caras bonitas que el sur tenia en su seno. Cuando empezo a bajar la cabeza hacia ella, su telefono sono sobre la barra. Se separo de ella de inmediato y se dio la vuelta, sin importarle el murmullo de decepcion que la oyo soltar. Le sorprendio ver el nombre de su hermano en la pantalla. Era tarde, seguro que el hijo prodigo ya estaba en la cama, en algun lugar de esa misma casa. Y Dev ni siquiera estaria con su prometida, follando toda la noche como se imaginaba que haria cualquier pareja normal y feliz. Aunque, por otro lado, le costaba horrores imaginarse a la inmaculada Sabrina teniendo sexo. Se decian muchas cosas de los hombres y las mujeres de la familia De Vincent. Una de ellas parecia una mentira absoluta. Por lo visto, un dia su tatarabuela afirmo que cuando un varon De Vincent se enamoraba, lo hacia rapido y perdidamente, con locura y sin medias tintas. Una tonteria enorme. El unico de ellos que se habia enamorado habia sido su hermano Gabe, y mira como habia terminado. Como un completo desastre. --?Que? --respondio mientras alcanzaba la botella de nuevo. --Tienes que venir al despacho de papa ahora mismo --le ordeno Dev. Alzo ambas cejas al oir que su hermano colgaba sin mas. Era una peticion de lo mas interesante. Se metio el telefono en el bolsillo, se abrocho los pantalones, se quito el cinturon y lo lanzo sobre el sofa que tenia al lado. --Quedate aqui. --?Que? ?Me dejas asi? --Hablo como si ningun hombre hubiera osado alejarse de ella en cuanto le ponia la mano en el pene. La miro con una sonrisa y abrio la puerta que conducia a la galeria de la segunda planta. --Si. Y seguiras aqui cuando vuelva. Su respuesta la dejo boquiabierta, pero salio al aire fresco de todos modos. Sabia que, a pesar de su enfado, le esperaria. Atraveso la galeria, tomo la escalera cerrada y salio por el almacen de la planta principal a la que daba. El mausoleo que tenian por casa apenas estaba iluminado a esas horas y reinaba el silencio. Sus pies descalzos pisaron el suelo de baldosas que enseguida paso a ser de madera. Tardo un par de minutos en llegar al despacho, ya que estaba al otro lado del ala derecha, lejos de las miradas curiosas de todo aquel que visitaba la casa De Vincent. Incluso tenia su propia puerta y camino de entrada. Lawrence, su padre, se habia asegurado de garantizar su privacidad hasta limites extremos. Fue aminorando el paso a medida que se acercaba a las puertas cerradas. No tenia idea de que le podia estar esperando en aquel despacho, pero sabia que su hermano no le llamaria en plena noche por una nimiedad, asi que se preparo para cualquier eventualidad. Las pesadas puertas de roble se abrieron silenciosamente. Cuando entro en la habitacion bien iluminada se detuvo en seco. --?Pero que...? Dos piernas se balanceaban ligeramente; los mocasines de piel de cocodrilo de Brooks Brothers colgaban a metro y algo del suelo. Habia un pequeno charco debajo. El hedor nauseabundo que flotaba en la habitacion le dijo lo que era. --Por esto te he llamado --dijo Dev desde algun lugar de la estancia con tono neutro. Lucian miro hacia arriba, a lo largo de los pantalones oscuros que estaban mojados en la parte interior de los muslos, la camisa torcida de cachemir azul a medio meter, las manos y los brazos laxos a los lados, los hombros caidos y el cuello doblado en un angulo antinatural..., sin duda, por el cinturon que lo rodeaba. Un cinturon que estaba atado al ventilador de techo importado de la India que habian instalado hacia poco mas de un mes. Cada vez que el cuerpo se balanceaba, el aparato emitia un tictac similar al de un reloj de pie. --!Dios bendito! --gruno Lucian, con las manos a los costados mientras echaba un vistazo rapido al despacho. El charco de orina se iba extendiendo hacia la antigua alfombra persa beis y dorada. Si su madre hubiera estado viva se habria llevado la mano a su collar de perlas horrorizada. Al pensarlo, esbozo una sonrisa ironica. Echaba de menos a su madre todos y cada uno de los dias desde que lo habia dejado, a el y al resto, aquella humeda y sofocante noche de tormenta. A su madre siempre le habian gustado las cosas bellas, atemporales e inmaculadas. Por triste que fuera, no era de extranar que se hubiera ido de este mundo de esa forma. Preocupado por esos pensamientos mas que por la muerte que impregnaba el despacho, fue a la derecha y se dejo caer en un sillon de cuero. El mismo en el que se habia sentado durante horas y horas de nino, con la espalda recta, escuchando en silencio las multiples razones por las que era una decepcion. Ahora estaba mas repantingado, con los muslos separados. No necesitaba un espejo para saber que llevaba el pelo rubio (a diferencia del de sus hermanos, que era oscuro) despeinado como si una docena de manos se hubieran deslizado entre sus mechones. Tampoco tuvo que respirar muy hondo para captar el maldito aroma afrutado que se adheria a su ropa. Si Lawrence le hubiera visto con ese aspecto, habria torcido los labios como si estuviera oliendo algo profundamente desagradable. Pero teniendo en cuenta que ahora estaba colgado del ventilador de techo como un trozo de carne en el gancho de un carnicero, jamas volveria a mirarle de ese modo. --?Ha llamado alguien a la policia? --pregunto. Tamborileo con los dedos en el brazo del sillon. --Eso espero --repuso Gabriel arrastrando las palabras. Su otro hermano estaba apoyado en el aparador de roble de cerezo recien pulido. Las copas de cristal chocaban unas con otras. Los decantadores de brandi y wiski apenas se movian. Gabe, al que todo el mundo consideraba el mas normal de los hermanos De Vincent, todavia parecia medio dormido. Solo llevaba un par de pantalones de chandal y se frotaba la mandibula mientras observaba el balanceo de las piernas. Se le veia demacrado y palido. No obstante, aquellos que sostenian esa opinion, no conocian al autentico Gabriel. --He llamado a Troy --respondio Dev con gravedad desde el lugar en el que se encontraba, al otro lado del despacho. Tenia todo el aspecto que un hijo mayor, el hijo que ahora era el cabeza de la dinastia De Vincent, siempre debia tener. Pelo oscuro peinado a la perfeccion, mandibula afeitada y ni una sola arruga en los pantalones de lino con los que dormia. Conociendolo, seguro que los habia planchado antes de venir. --Le he contado lo que ha pasado --continuo Dev--. Viene de camino. Lucian lo miro. --?Te lo encontraste tu? --No podia dormir. Me levante y baje aqui. Cuando vi que la luz estaba encendida, entre y me lo encontre asi. --Dev se cruzo de brazos--. ?Cuando llegaste a casa, Lucian? --?Y eso que tiene que ver con esto? --Solo responde a la pregunta. Lucian esbozo una lenta sonrisa de comprension. --?Crees que he tenido algo que ver con el estado en el que se encuentra nuestro querido padre? Devlin no dijo nada. Solo espero. Aunque eso era muy tipico de Dev. Era silencioso y frio, como una tumba recien cavada. Nada que ver con el. Absolutamente nada. Fue Gabe el que lo miro como si estuviera tratando de discernir la verdad. Lucian puso los ojos en blanco. --Ni siquiera se si estaba despierto cuando llegue a casa. Use mi propia entrada y, hasta que me llamaste, estaba pasando un buen rato, entretenido con otro tipo de actividades. --No te estoy acusando de nada --respondio Dev con el mismo tono que habia usado cientos de veces cuando eran ninos. --Pues eso no es lo que parecia. --Aquello no era normal. Su padre estaba colgando del ventilador de techo, con un cinturon de cuero de seiscientos dolares al cuello, ?y Dev le preguntaba por su paradero? Detuvo el tamborileo en el brazo del sillon. Ahi fue cuando se dio cuenta de una mancha roja en la punta. Metio los dedos hacia dentro--. ?Y donde estabais vosotros? Dev alzo las cejas. Gabe aparto la mirada. Lucian movio la cabeza y se rio entre dientes. --Mirad, no soy ningun forense experto, pero todo apunta a que se ahorco. --Es una muerte no intencionada --senalo Gabe. Lucian se pregunto en que serie criminal habria aprendido ese termino--. Aun asi, la policia querra investigarla. Sobre todo porque no parece que haya dejado ninguna carta o nota. --Senalo con la barbilla el escritorio--. Aunque tambien es cierto que ninguno de nosotros se ha puesto a buscar nada. !Mierda! No me lo puedo creer. Lucian volvio a mirar el cuerpo de su padre. Si, el tampoco se lo creia. --?Has llamado a Troy? --Se centro en Dev--. Seguro que se alegra muchisimo. !Joder! Deberiamos estar celebrandolo. --?Es que no tienes ni un apice de decencia? --escupio Dev. --?De verdad me estas haciendo esa pregunta? ?Por nuestro padre? Dev apreto la mandibula. Fue el unico indicio de emocion que mostro. --?Te haces una idea de lo que va a decir la gente sobre esto? --Mirame a la cara. ?Hay algo en mi expresion que te haya llevado a creer que me puede llegar a interesar lo que piense la gente? --inquirio en voz baja--. ?O que me ha interesado alguna vez? --Puede que no te importe, pero lo ultimo que necesita nuestra familia es que la vuelvan a arrastrar por el fango. -
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https://gigalibros.com/despertar-a-la-vida.html--!Lo oigo! --grito alborozada la figura enfundada de pies a cabeza en un traje termico de intenso color naranja--. !Esta perforando! Su companero giro en redondo y escruto la superficie lisa e ilimitada del casquete polar. Una docena de diferentes tonos de blanco le heria los ojos, pese a llevarlos cubiertos con gafas protectoras. El blanco azulado del hielo. Los plumosos ventisqueros de reluciente nieve, suaves como nubes. El blanco caliginoso y gris del cielo, que se fundia con el horizonte. --!Yo no oigo nada! --!Escucha! Exasperado, se quito la capucha. Se arriesgaba a perder una oreja al exponerse al viento mordiente que habia hecho caer la temperatura a treinta grados bajo cero, pero estaba demasiado ansioso para notarlo. Dio un grito de alegria al oir una serie de golpes secos que hendian el aire. De pronto, a poco mas de treinta y cinco metros, la capa de hielo se resquebrajo. Comenzaron a emerger enormes planchas blancas que, bramando, se alzaban rectas en el aire antes de derrumbarse con estrepito. Un momento despues, la negra cabeza del cuarto de derrota de un submarino asomo por la grieta. --?Que te parece? !Justo en la diana! Los dos hombres sonrieron. Un sofisticado sistema de navegacion habia guiado al USS Hawkbill desde Hawai, pero solo la fuerza bruta habia senalado al submarino su lugar de emersion: una enorme <
> excavada en el hielo. Los dos oceanografos alzaron las manos enfundadas en guantes forrados de piel y se las estrecharon con jubilo. Tras meses aislados en su remoto laboratorio, a doscientos sesenta y cinco kilometros al norte de Point Barrow, Alaska, ansiaban una nueva infusion de suministros y de conversacion procedente del exterior. Sonriendo todavia, observaron como se iba elevando el cuarto de derrota del submarino. El pesado cuerpo de la nave aparecio arrojando a ambos lados grandes trozos de hielo. La escotilla superior se abrio y por ella asomo un marinero encapuchado. Los dos hombres echaron a correr hacia el. --!Chico, como nos alegramos de verte! --grito el mas mayor de los dos cientificos--. Hemos gastado hasta la ultima bateria de la boya de observacion subacuatica. --Les traemos los repuestos que pidieron --envuelto en el grueso traje protector, el marinero bajo torpemente por la escalerilla de hierro del cuarto de derrota--. Empezaremos a descargarlos inmediatamente. --Los ayudaremos. Jack, trae el vehiculo oruga. Ansioso por descargar el valioso material y transportarlo al conjunto de barracones conectados por tuneles que formaba la Estacion Estadounidense de Investigacion Oceanografica del Artico, el oceanografo jefe lanzo una mirada impaciente por encima de su hombro. --!Jack! !La oruga! --su companero no se movio. Paralizado, miraba boquiabierto una de las grandes planchas de hielo arrojadas por el submarino--. Pero ?que te pasa, hombre? --el mas mayor de los cientificos corrio torpemente por el hielo. Su aliento formaba una nube en el aire gelido. Bajo el pasamontanas, el enojo fruncia su frente--. ?Que haces ahi parado? Tenemos mil cosas que hacer antes de... !Oh, Dios mio! Los ojos se le saltaron. El estupor broto en una oleada y le cerro la garganta, cortandole la respiracion. Deteniendose en seco, tambaleandose, miro estupefacto la figura tocada con un casco que tenia frente a si, a unos metros de distancia, sobre el hielo. Capitulo 1 Una brisa de principios de junio retozaba por las calles de Washington. Los arboles engalanados de verde claro se inclinaban y mecian como bailarines sincronizados al sol del atardecer. Los castanos centenarios que bordeaban la apacible bocacalle en los aledanos de la avenida Massachusetts, en el corazon del distrito diplomatico de la capital, susurraban la misma gozosa cancion. Sus ramas murmurantes ocultaban casi por completo las fachadas de las casas de estilo federal que flanqueaban por ambos lados la travesia pavimentada de adoquines. La casa que se alzaba a mitad de la calle poseia un frontispicio senorial muy semejante al de sus vecinas. Con sus tres pisos y sus altas ventanas, que centelleaban al sol de verano, la antigua y elegante mansion ostentaba junto a la puerta una discreta placa que informaba de que el edificio servia ahora como oficina del enviado especial del presidente, un nebuloso puesto creado anos atras para recompensar a un donante de campana con ganas de un titulo pomposo y un ardiente deseo de codearse con la clase politica de la capital. Solo unos pocos conocedores de los entresijos de Washington sabian que el enviado especial era tambien el jefe de OMEGA, una organizacion tan secreta que, entre los circulos mas elevados del gobierno, sus agentes eran conocidos unicamente por su apodo. Al igual que la letra omega era la ultima del alfabeto griego, aquella organizacion representaba el ultimo recurso del presidente de Estados Unidos en caso de crisis. Sus efectivos se movilizaban unicamente cuando otros organismos de caracter mas convencional, tales como el Departamento de Estado, la CIA o el Ejercito, no podian hacerse cargo de una crisis por motivos legales o politicos. El director de OMEGA era designado personalmente por el presidente, quien, con gran pesar, acababa de nombrar a uno nuevo, pues la antigua directora habia solicitado una larga excedencia. Tras dirigir la agencia durante tres legislaturas, Maggie Sinclair habia decidido tomarse algun tiempo de descanso a fin de terminar el libro que estaba escribiendo sobre fonetica infantil. Pensaba ademas anadir un tercer hijo al enorme y caotico hogar que compartia con su esposo, sus dos hijas, un desgrenado perro pastor y una iguana de ojos saltones y rayas azules y naranjas amante del papel y las plantas. El marido de Maggie, que respaldaba plenamente la decision de esta, habia renunciado recientemente a su puesto de delegado de Estados Unidos en el Banco Mundial. Mientras Maggie trabajaba en su libro, el rico y sofisticado Adam Ridgeway habia decidido probar suerte como padre a tiempo completo. Todos los agentes que no estaban movilizados se habian reunido en el tercer piso del centro de control OMEGA para desearles buena suerte. Haciendo caso omiso del suave coro de silbidos y pitidos que emitian las consolas electronicas, brindaban por Maggie y Adam, quienes estaban a punto de emprender la fase final de su azaroso y agitado matrimonio. --Me apuesto algo a que dentro de un mes estais de vuelta -- predijo un alto y desgarbado agente al que apodaban Cowboy--. El uno o el otro. Perseguir terroristas y traficantes de armas crispa menos los nervios que criar ninos. --Tu debes de saberlo --replico Maggie--. La mayoria de las parejas habria tenido el buen sentido de parar despues de tener dos pares de gemelos. --?Que puedo decir? --sonrio Nate Sloan--. Este viejo vaquero siempre dispara con bala. Entre los gritos y abucheos que siguieron, Elizabeth Wells fue rellenando pausadamente las copas de champana de los invitados.