• cristina soria marido - Cristina Soria

    https://gigalibros.com/adios-tristeza-18-pasos-para-recuperar-la-alegria.html

    La vida, a veces, nos provoca sufrimiento, y son esos momentos de sufrimiento los que nos pueden hacer mas fuertes o adentrarnos en la mas absoluta tristeza. Este libro quiere ayudarnos a salir de ese circulo negro.

  • La televisiva 'coach' bilbilitana Cristina Soria: "Hay ...

    https://www.heraldo.es/noticias/sociedad/2021/10/30/cristina-soria-zaragozana-coach-deluxe-salvame-1530284.html

    30 oct 2021 — Así define Cristina Soria 'Renuévate', su séptimo libro. ... ¿Se ha criticado a algún señor en la tele por ser el 'marido de'?».

  • CRISTINA SORIA | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/cristina-soria/20091872

    CRISTINA SORIA: Libros y Biografía en Casa del Libro. ... Periodista por vocación, Cristina Soria nació en Calatayud (Zaragoza) el 14 de enero de 1975.

  • Cristina Soria: «Siempre habrá quien piense que estoy ahí ...

    https://www.abc.es/gente/abci-cristina-soria-siempre-habra-quien-piense-estoy-mujer-director-salvame-202102270106_noticia.html

    27 feb 2021 — Lo hace con su libro 'Saca lo mejor de ti' y esa actitud es la que le permite digerir con buena cara cualquier crítica que sea, ...

  • El drama familiar de Cristina Soria, la psicóloga de 'Sálvame'

    https://www.semana.es/corazon/drama-familiar-cristina-soria-la-psicologa-salvame-20180422-001223853/

    26 ago 2020 — Cristina Soria tiene un vínculo muy directo con 'Sálvame'. Su marido es Alberto Díaz, director del programa. 7Una gran familia.

  • La tragedia familiar que vivió Cristina Soria, la psicóloga ...

    https://amomama.es/151210-la-tragedia-familiar-vivio-cristina-sori.html

    17 may 2019 — Cristina también es colaboradora en la revista SEMANA, es escritora y acaba de publicar el libro titulado “No son las dietas, son los hábitos”.

  • Cristina Soria: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Libros-Cristina-Soria/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3ACristina+Soria

    de Cristina Soria | 17 enero 2019 ... Otro formato: Libro de bolsillo ... Edición en Portugués brasileño | de Soraia Cristina Tonon da Luz | 1 enero 2011.

  • Así es Cristina Soria, la coach de 'Sálvame' - El Español

    https://www.elespanol.com/corazon/television/20191015/cristina-soria-coach-salvame-drama-personal-presentadora/436706783_0.html

    15 oct 2019 — Es habitual ver a Cristina Soria (44 años) en los programas de La ... Además de las conferencias que lidera y de los nueve libros que ha ...

  • Cristina Soria, la 'coach' de Salvame Deluxe está casada con ...

    https://www.exclusivadigital.com/television/crisitna-soria-la-coach-de-salvame-esta-casada-con-alberto-diaz-director-del-programa/

    3 abr 2015 — Claro, sobre todo si su marido es Alberto Díaz, entonces coordinador de La Noria, donde te hacen un hueco y posteriormente le nombran director ...

  • Roja Navidad de Aeryn Anders

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    Se desperto al apreciar el vacio que habia dejado el cuerpo de Andrea. Cerro los ojos y se paso la mano por la frente para eliminar el malestar que sentia. Llego a pensar que la muerte de Alejandro y Mariola le iba a ofrecer un estado de paz, que a partir de ese momento podia relajarse y disfrutar de su mujer e hijo, que equivocado que estaba, en su entorno nada era predecible y las circunstancias asi se lo recordaban. Presto atencion al escucharla, estaba en el bano y podia asegurar, sin llegar a verla, que de nuevo vomitaba, llevaba asi quince dias y estaba preocupado por ella, desde el ultimo suceso su mujer siempre se levantaba en mitad de la noche y expulsaba lo poco con lo que se alimentaba. Si seguia asi enfermaria. Le dio un vuelco el corazon al verla abrazarse a la porcelana mientras su cuerpo se convulsionaba. No tardo en arrodillarse junto a ella. --Carino, ?estas bien? No levanto el rostro al sentir como la abrazaba. --Si, carino, no te preocupes. --Si que lo hago, desde lo sucedido… --enmudecio al ver como el rostro de su esposa cambiaba de color--, desde entonces te pasa lo mismo cada noche. Andrea alargo la mano y le acaricio el entrecejo para eliminar la arruga de preocupacion, su relacion desde el inicio estuvo abocada al fracaso, pero el amor que se procesaban fue mas fuerte que los contratiempos que los separaban y sortearon cada uno de ellos hasta que lograron estar juntos. --Con el tiempo se pasara --aseguro levantandose del suelo ayudada por el. No le convencio la respuesta, pero el mejor que nadie sabia la fuerza y afan de superacion que poseia su mujer, no todo el mundo era capaz de burlar la muerte y mucho menos lograrlo dos veces. La ayudo a tumbarse de nuevo en la cama, no tardo en acoplarse a su espalda y acariciarla, se mantuvo inmovil hasta que se cercioro de que su respiracion era pausada. Antes de incorporarse le dio un beso en la frente. Exhalo y el vaho se concentro a su alrededor provocando una fina capa de niebla frente a el. Le encantaba aquella epoca del ano, todo el mundo desprendia felicidad, como si en Navidad los problemas no existiesen, pero la suya estaba empanada. No quiso pensar en la decision que ambos se vieron obligados a tomar semanas atras, debia mantener la mente despejada para no precipitarse, de hacerlo no lo volverian a ver y solo de pensarlo su estomago se revolvio. Evito mirar a la zona de la piscina, si no lo hacia no veria el muneco y no lo anoraria mas de lo que ya lo hacia. Sacudio la cabeza, aquella manana del veinticuatro de diciembre, por fin cerraria una las heridas que sangraban con fuerza. Jamas se perdonaria no haberle hecho caso a su mujer cuando se nego hasta la saciedad salir de Roma, le dijo en mas de una ocasion que era demasiado arriesgado dejar desprotegida a la familia y que razon tenia. Anduvo con pasos cortos hasta el coche, condujo de forma sosegada, era un ritual que acostumbraba a hacer desde sus inicios, relajarse antes de llegar a su destino y eso solo lo lograba haciendole el amor a Andrea o conduciendo, no tuvo mas remedio que conformarse con lo segundo ya que su mujer no estaba para que la avasallara con sus ansias por amarla. Miro la fachada de la nave y los recuerdos lo invadieron, nunca imagino que tras deshacerse de DeLuca su vida daria un cambio radical, la culpable de aquello no era otra que el amor de su vida; Andrea. Traspaso el plastico que lo separaba de la nave y con pasos cortos recorrio los metros que lo separaban del centro. Saludo con un gesto de cabeza a los alli presentes y antes de colocarse frente a los dos hombres que se encontraban maniatados, su hermano lo intercepto. --No era necesario que vinieras, puedo encargarme de esto yo -- comento Marco colocandose a su lado. No podia evitar descargar toda su rabia en su hermano, si no se hubiese empenado en hacer las cosas a su manera, con suerte no se verian metidos de lleno en una guerra que no abocaba nada bueno. --Ya hiciste suficiente. --Incluso el noto la acidez de sus palabras--. De esto me encargo yo. --Suavizo el tono. --Enrico, yo… --Dejalo estar, Marco. Estas cosas pasan. No podia culparlo de lo sucedido con su suegra, pero en su fuero interno si que lo hacia, ver sufrir de aquella manera a su mujer lo destrozo, necesito buscar un culpable y no fue otro que su hermano. Se quito la chaqueta colocandola sobre la polvorienta mesa, arrastro una silla hasta ponerla frente a los dos sicarios de los Carduccio, la rabia al saber que ellos fueron los incursores de la desgracia ocurrida en su familia se adueno de el. Sin previo aviso se incorporo y golpeo con fuerza el rostro de uno de ellos, le dolian los nudillos de los golpes emitidos, pero no era capaz de controlarse. Eduardo lo sujeto para que parase, se lo agradecio con una mirada, aquellos desgraciados se merecian una muerte mas lenta de la que el era capaz de ofrecerles. Imito a su mujer, tomo asiento y cruzo una pierna sobre la otra. --Eduardo. --Solo lo nombro, al igual que Andrea hacia cuando necesitaba de sus cualidades. Algo impaciente observo cada uno de sus calculados movimientos, esa lentitud que tenia de caminar hasta la mesa y tomarse su tiempo antes de elegir la herramienta deseada, causaba pavor en sus victimas. Evito sonreir al ver como los hombres Carduccio tragaban saliva, la fama de sanguinario de Eduardo se habia propagado por la ciudad y nadie en su sano juicio deseaba ser su presa, ellos intuian que su muerte seria dolorosa. No se inmuto cuando Eduardo nego con la cabeza al desechar cada herramienta que sus dedos tocaban. --Creo que voy a probar algo nuevo --lo dijo en un susurro siniestro sin dejar de mostrar una sonrisa que no vaticinaba nada bueno--. Tony, ?me ayudas? Su cunado no tardo en asentir y seguirlo. No era de su agrado que Tony estuviese presente en aquello, pero no fue capaz de disuadirlo y entendia cada uno de los motivos que le expuso para que lo dejase ser parte. Entre los dos arrastraron una estructura de madera de dos metros de alto hasta fijarla a la pared mas cercana de donde se encontraban los hombres Carduccio. Con cierta parsimonia, Eduardo se acerco a uno de ellos, lo desato y sujeto por las munecas para que no opusiese resistencia. Con la ayuda de Tony lo esposaron, primero de las manos extendidas por encima de la cabeza y despues de las piernas. Eduardo saco una navaja del bolsillo y rasgo la ropa del hombre hasta dejarlo desnudo. Trago al verlo coger una especie de rastrillo de palo largo, los garfios parecian unas largas unas afiladas que simulaban la zarpa de un gato. Dio dos pasos atras, separo un poco las piernas, alzo el rastrillo y comenzo a pasarlo por la espalda del hombre. Enrico desvio la mirada al ver como las zarpas arrancaban tiras de carne impregnando todo de sangre. El rostro del otro hombre torno a un ceniciento tono al ser obligado a presenciarlo todo, Tony era el encargado de sujetarle el rostro para que no perdiese detalle de lo que le deparaba en breve. --No pierdas ni el mas minimo detalle, tu eres el siguiente --escupio Tony cerca del odio del hombre. Enrico comprendia a la perfeccion la ira que destilaban sus palabras, llevaba mucho dolor guardado por lo ocurrido a su madre. La jordana se alargo hasta bien entrada la tarde, entre Eduardo y Tony se turnaron para torturar a los dos hombres hasta que sus cuerpos no soportaron mas dolor y se desmayaron. Aun asi, tardaron en concederles la muerte. Enrico hizo la llamada de rigor a Valdati, aunque en aquella ocasion no deseaba que se presentara como policia, debia trasladar los cadaveres a territorio Carduccio, aquel seria el mensaje, si osaban a volver a atacar a un Bianchessi, aquella seria la muerte que recibirian. --Gracias --dijo Tony una vez en el exterior de la nave. --?Mejor? Su cunado no respondio al instante, se entretuvo en dejar que el humo del cigarro le inundara los pulmones, no era la primera vez que lo veia fumar, aquel feo vicio ya lo acompanaba dos largos anos. --No, pero saber que esos cabrones han pagado por lo que han hecho, me alivia un poco la carga de culpa que llevo. Le puso una mano en el hombro, su hermana estaba igual que el, se culpaba de todo. --Ni tu hermana ni tu teneis la culpa de lo ocurrido. Asintio no convencido. --Vayamos a la mansion. --Se que a mi hermana le habria gustado estar presente --comento Tony nada mas cerrar la puerta del acompanante. --No esta para ello, se pasa las noches en el bano, por eso no le he dicho nada, piensa que lo de hoy es una reunion cualquiera. --Se va a cabrear cuando descubra la verdad. Enrico encogio los hombros. --Podre soportarlo. Su idea nada mas traspasar la puerta de casa era ir en busca de su mujer, necesitaba comprobar que se encontraba bien, ademas que ansiaba sentir su calor, pero su tio Vittorio lo avasallo a preguntas nada mas verlo. --Avisare a mi hermana de nuestra llegada. Se lo agradecio con una pequena sonrisa.

  • Eres mia de Tania Sexton

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    Soy feliz.
    Somos felices.
    He conseguido lo que queria gracias a mi astucia, inteligencia y sobre todo. valentia.
    ?Valentia o locura?
    Que mas da. Tengo todo lo que quiero, lo que he deseado desde hace muchos anos y eso es lo que importa.
    No necesitamos nada ni de nadie.
    Y por fin, nos vamos, nos tomamos unas merecidas vacaciones., un anticipo de luna de miel. La Riviera Maya nos espera.
    Y de golpe, cuando nos disponemos para volver a Nueva York, todo se tuerce. Todo se va por el desague.
    Mi vida da un giro radical, un giro que yo no he dispuesto, que no he planeado. Pero no ha sido obra del destino. No.
    Alguien ha hecho lo mismo que hice yo. Conseguir lo que desea a cualquier precio. De cualquier forma.
    Y ese alguien pondra mi vida patas arriba.
    Ese alguien. hara., conseguira.
    Bueno, no voy a contarte mas.
    Descubrelo tu.

  • El Maestro Del Desastre de Samuel Sanaga

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    Perverso. La idea salio como le salen las ideas a todo gentio: por una minuscula probada, como se lo incito ella al entregarse al sendero de las hormonas. Ella, un cuerpo helado por la incertidumbre que le calaba las entranas, encorvada entre esos brazos como un nino pequeno. El, sudando frio, su piel palida, sus ojos enfermizos y vivaces arriba de orificios diminutos, sentia golpecitos en el pecho de adentro hacia fuera, y el darse cuenta de eso le inquietaba mas. La sentia liviana, porque no era la primera vez que la tomaba en sus brazos. Iba a trote, con el temor de escuchar el sonido de otros zapatos que los suyos en medio del silencio criptico. Llego a una esquina solitaria; al frente, a diez pasos, un muro de ladrillos viejos. Giro a la izquierda, fue estirando las piernas cuesta abajo. La humedad ya se sentia debajo de ese tremendo abrigo y tambien debajo de la capucha, una hilacha de liquido corria por la sien. ?Tan poquito has caminado y ya sudas? De tranco en tranco manoseaba la pierna de la chica, y evocaba movimientos frondosos de glorias bajo sabanas; pero las luces de los postes, uno en cada veinte pasos, imponian entornos amarillentos, hepaticos, en la pista de cerro muerto por la que se desplaza, que parecia aumentar de longitud con cada pisada. La adrenalina de hacer lo que hacia le permitia concentrarse mas en las hileras de casas mudas a la izquierda, y el muro de la derecha del estadio la Bombonera, que continuaba hasta terminar la ultima esquina del bullanguero 15 de Enero. El tipo desconocia el aire que deambulaba; por mas que vivio casi toda su vida en Lima, la frialdad era inusual, parecia penetrar desde los resquicios descubiertos de las ventanas oscuras, entre las lenguetas de tierra laterales a las veredas, le calaba la piel erosionada en puntos como gallina, hasta la punta de los mas reconditos bellos de su pulverizada conciencia. ?O es frio o eres tu el que tiembla tanto? Era precisamente la conciencia la que le estaba jugando una mala pasada. Miro al cielo vacio, Hasta la luna no quiere ser testigo de lo que hare hoy. Por la izquierda, a unos cuantos pasos, un gran grupo de piedras de cemento, desmonte de alguna casa remodelandose, quiza la que seguia. Al otro lado a medio metro debajo de la vista, una cabeza pequena, un par de ojos asustadizos, la criatura escualida denoto su olfato con un sonido, rompio el silencio de la madrugada comenzando a ladrar, el sujeto carajeo bajito y maldijo, se alejaba para prevenir muelas sucias en la piel. Sintio cerca del pie una roca de tamano regular y quiso saltarla, uno de los bordes le rasguno un tobillo, el cuerpo de la chica se le vencio al mar de piedras, el cayo apoyado en sus manos arriba de ella como si la protegiera, en posicion de cuadrupedo. Quedo perplejo un instante observandola, Gerald giro un tanto la cabeza, una roca le elevaba por su lado occipital. El tipo sintio dolor ajeno, se reprochaba, !Como llegue a este punto! Se levanto sintiendo hinchazon en las palmas de las manos. Alargando los brazos, quiso recogerla mientras los ladridos lo aturdian; puteo al perro, cogio una piedra y le asesto en pleno pescuezo. Sus ladridos se opacaron y se alejaron al igual que su silueta a la luz de un poste, al profesor le quedo en la cabeza el sonido de la piedra impactando esa piel. Recogio a la adolescente en sus brazos y reanudo la corrida. Su mente maquinaba forzosa, por querer callar la conciencia que brotaba; recuerda ocasiones entretejidas en telaranas, una sobre otra, cuando la perforaba con gusto y todo, sus movimientos, sus melodiosos gemidos bajo su cuerpo, sus temblores, las canciones que canturreaban luego de la accion en un limbo de oscuridad total, juntitos, endiablados, en medio de cuatro estrechas paredes. Quiso recordar mas, pero un sentimiento le golpeo el foco de su atencion; empezo a ralentizar sus pasos. A solo unos cuantos metros de la ultima esquina, el profesor dejo de correr. Quedo inerte un instante, mirando al suelo. Su memoria opera: la vez que se pasearon el parque de La Reserva, el la empujo hacia uno de los chorros que formaban arcos acuaticos cubriendo sus cabezas, emocionados con los reflectores de luz, ambos metiendo las manos en los arcos para lanzarse el agua como ninos; Tambien vino la vez en que ella se asomo al salon del primero C mientras el espectaba desde el pupitre a los uniformados haciendo tareas, se acerco y le dejo en las manos un poema que le habia compuesto, cuyas letras manejadas de su mano, le hicieron sentir un sabor a madurez y verano mezcladas en un solo cuerpo, y no pudo despedirse de el mas que con una estrechada de manos por miedo a que los chiquillos de primero vieran cosas imprudentes; Finalmente le vino a la cabeza la ocasion en que, sentados en un banco de madera labrada, apreciando un grupito de ninos dando vueltas en el centro de una alameda, ella le apreto las mejillas con dulzura como nunca sintio que se lo habia hecho mujer, mirandole a los ojos y susurrando: Te amo. La letra de una cancion de Grupo 5 pasaba por su mente, ?Por que tengo ahora estos recuerdos tan triviales? Todas esas imagenes, siempre con una Gerald sonriente, pudica, le hicieron analizar en como el amorio desequilibrado que vivieron los llevo a perder toda pulcritud; Tanto horror, tanta inconciencia, tanto condenado. Por fin bajo el rostro para verla: la muchacha tenia los parpados cerrados, tan dulce se veia con la carita blanca apegada a su pecho, silenciosa, drogada. Empezo a dudar; con todos los pensamientos de arrepentimiento y empatia que le apesadumbraban, deseaba hacerle algun bien y dejar de pensar --por lo menos por unas horas-- en si mismo y en su hambre de venganza, y la depresion de no volver a sentir -- ?Que cosa?-- el ocio, los bailes, las canciones, sus rodillas, sus muslos, su… !Ya! Carajo, ya se habia invertido mucho tiempo como para pensar en tirar la toalla justo ahora, en la penultima etapa. Aquella voz estridente le persuadio a seguir. Dio tres pasos agigantados. Freno de nuevo, los brazos, las piernas y el torso entero llevaban un temblorcillo que aumenta mientras mas piensa. Miro al frente, la calle despejada. Volvio a avanzar, cruzo el umbral de la reja en la que terminaba el barrio quincineriano, giro en diagonal a la izquierda donde lo esperaba el carro azul, al costado de un terreno baldosado y con cesped, con ciertos banquitos de concreto. Abrio la puerta trasera y acomodo a la chica durmiente en los asientos. Gira la vista, observa el tramo de la pista que va en subida, Tanto me he demorado en esa poca calle. Dejo a la adolescente con el cuerpo estirado y cerro la puerta. Acerco la muneca izquierda y apreto el boton de la luz. Eran las tres. Froto las palmas de las manos por los ojos y parte del rostro. La observaba recostada sobre su lado izquierdo. La piyama solo consistia en una camiseta rosada y un pantaloncillo plomo y delgado, y penso nuevamente en que Esto pudo haber terminado mejor. Giro la vista a la derecha, un misero pedazo de cesped del terreno baldosado. Sacudio la cabeza y las manos para darse valor. Entro al vehiculo y giro la llave. Tremulo, arranco a gran velocidad. II --Claro que esos sentimientos llegan cuando estas mas hundido, para terminar de fregarte --Ricardo hablaba senalando hacia abajo con la vista. Tenia apariencia trasojada, como si no hubiera dormido la noche anterior. Gerald cruzo los brazos sobre la carpeta. --Ya hasta hablas como filosofo... o, mejor dicho, pretendes hacerlo --respondio. --Tu no tienes enamorado, ?no, Gerald? --Stefany pregunta, dejo de maniobrar el lapicero azul y manoseo su barbilla. --No. --Geraldine es una intelectual, cualquier mequetrefe no estara a su altura --afirmo Ricardo palmeando la carpeta y sonriendo. Gerald permanecio seria. --No es que sea sobrada, simplemente no me da la gana. --Lo que pasa es que eres un poco alzada, Gerald, no lo niegues --dijo el companero bromeando; abajo de su barbilla, se lucia el lapicero al lado de una letra mayuscula escrita en el cuaderno. Lo tomo, observo su cobertura negra. --Que no soy alzada. --Si lo eres, se te nota en los ojos. --Eres mal educado --reprendio Stefany--, no sabes expresarte con amabilidad a una chica. --Soy directo, mujer. --Te apuesto que nunca tuviste enamorada. Gerald oprimio la punta con tinta haciendo el punto final al parrafo. Dejo caer al lapicero sobre el cuaderno. --?Tu crees en el amor? --Stefany le hablo apoyando la cara sobre sus manos. --Yo creo que ese... ese manojo de emociones... florece... en la juventud. Stefany junto los parpados. --Oye, ?que te has fumado? --Nada que te importe. --No necesitas decir cosas elegantes a cada rato. Gerald apoyo la nuca en sus manos, mirando hacia el techo. Los amorios no la preocupaban, preferia pensar en su ninez, ?Te acuerdas? Tu cabello era olitas diminutas, y tu mentecilla se preocupaba en juegos libres, caricias, ganarles las canicas a los ninos, los malditos ponies que nunca te compraron, en vez de preocuparte en rellenar cuadernos, presentar tareas ineficaces, escuchar a tus companeros hablar estupidez y media. Ella baja la vista para observarlos: sus palabras son ausentes a sus meditaciones, dos ojos masculinos hundidos arriba de pomulos redondos, casi una senal de depresion, una voz dulce; la companera de al lado, robustita, lentuda, intercambiaba palabras como no lo hacia con muchos. Los uniformados de todo el sitio se prestaban a socializar; el profesor, estrabico de sus actividades, sentado en su pupitre, ojeaba un cuaderno y una hoja se caia para un lado, tenia cuadraditos rellenos de numeros diminutos, y Gerald se preguntaba de que color eran esas notas, Mas rojas que azules, de seguro. Giro la cabeza a la izquierda y miro a los demas; unos copiando la tarea de la pizarra, otros, tan ajenos al texto, intercambiaban frases y abrian grande la boca, tan profunda como un tunel, y los ojos, como si no pareciese que se estan riendo de lo sucia que esta la falda de una companera, otro se burla senalando al alumno que apoyaba la cabeza y los brazos sobre la carpeta, muerto en suenos, delante de ella. Dejo caer los brazos a los costados. Nunca hizo falta las presiones atolondradas ni los castigos risibles de ineficaces padres para que mantuvieras buena posicion en los puntajes ?no, Gerald? Eres de las muchachas que poco se encuentra, y que poco se conoce, y con el soporte social de conversar con muchos y amistarte solo con algunos cuantos. En sus pensamientos mas comunes idealizaba que nadie podia negar lo atractivo y lo presentable de su fisionomia, un par de ventanas cristalinas con dos pelotitas negras brillosas, con apariencia de piedad, y en medio una nariz regular y lisa, como la tez blanca. De lejos, parecia que su rostro llevara una forma casi redonda, pero su mirada era de las que pronosticaban a la primera impresion un gesto de pureza, armoniosa con la personalidad esbelta que demostraba. Se acordo del consejo de alguien, que solo le hacia falta lentes para combinar lindura e intelectualidad, pero ella aborrecia la idea. "Las personas que usan lentes son muy intelectuales". Gerald puso las cejas pesadas, ella conocio a personas de erudicion que no necesitaron mejorar la apariencia con un par de vidrios, y lo confirmo al mirar a la derecha, en el grupo de cuatro carpetas mas cercano a la puerta, El Duro lanzaba a sus companeros repulsivas babosadas y mentadas de madre, llevaba puesto un par de ojos adicionales como apariencia de "intelecto"; tambien giro al sentido contrario para divisar, en el otro grupo, a la companera que hoy se puso en la vista un par de lunas con monturas rosadas y pensaba lo mismo que sus companeras le decian: "Se te ve lindo", "Te asienta". Gerald la miro bien, !?te asienta?! No pudo evitar que salga un sonido risueno. --Tonta-- el pensamiento salio literalmente de su boca. Miro a su costado, Stefany escribia concentrada, no la escucho, parece. Volvio a poner las manos tras la nuca, relajandola. Ricardo ha levantado la vista para verla. Ella percibe a su companero por el rabillo del ojo, se formula la duda si le esta viendo los pechos o si esta mirando hacia otra direccion. Dirigio el iris hacia el, el muchacho bajo la mirada al cuaderno donde transcribia. --Se ve que escribes muy rapido, Gerald. --Ella ha devuelto la vista al techo. --Asi es. A dos carpetas de distancia, Jorge, un palillo alagado, torcido, con la piel de un matiz oscuro, la miraba de reojo a su izquierda. Jugaba con un D.N. I. ajeno en una mano, leia el apellido Castillo. --Maldita --susurro entre dientes. --Oye, tu si te pasas. --Aurelio se acomodaba el cordon amarillo que se le caia del hombro. Estaba riendo. --De que cosa. --Angello le miraba con ojos vivos. --Lo de hacer una de esas jugadas. Pero seria bacan, ?no? --Si, pues, tenemos que hacerlo. --Verdad, la profesora de historia dejo tarea ?no? --dije yo. --Creo que si --dijo Aurelio, y siguio el tema-; pero no hay maestro mas jodido que Paul. ?Te contaron lo que hizo en el bano? --En el bano pasa de todo. Claro. --El tiene tino para eso. --Si, ?no?, ese huevon revento una rata-blanca en el water, ya te imaginaras como salio la aguita marron como volcan --dijo Angello, la risa se le salia atorada, y sus ojos se ponian mas chinos. Los tres saliamos del salon despues que la campana del recreo habia sonado, ya medio salon habia desaparecido. Nos ibamos al bano. --A mi me han contado que dos anos antes, uno de quinto se grabo cagando encima de una carpeta. --!Ja, ja, ja! --Y fue en el salon donde estamos ahora. Yo los escuchaba casi sin hablar mucho, el pasillo no tenia mucha gente que estorbaba el paso, hasta llegar a donde queriamos. El bano tenia una reja nueva, observamos las losetas limpias y celestinas del lavadero de un lado, antes eran de un color blanco falso, porque parecian con manchas amarillentas de tanto uso. Cuando entramos los cuadritos de losa estaban tan nuevos que hasta reflejaban las caras. Se veian mejor a comparacion de antes, cuando los banos de los hombres estaban en el segundo piso y no habia ni puerta, un marco de fierros oxidados rodeaba la entrada, y algunos de los bloques donde estaban los inodoros no tenian ni puerta. --Me gustaria hacer algo mejor que eso --dijo Angello mientras se acercaba a una puertilla y la abrio. --!Oigan, oigan, miren aqui! Angello ?Te refieres a esto? --Aurelio senalaba el inodoro y nos acercamos a mirar. Al fondo de la tasa en medio de la aguita repugnante, habia un DNI enmicado y con la cara de una chica en la parte frontal. Rieron mas fuerte que antes. --Ella no es.... --No jodas. --Ella no es... --!Esa es Gerald! alaaa, esto es literalmente la prediccion del futuro --dijo Angello. --Pues, si sigue siendo como es --dijo Aurelio. --?Como "es"? --dije yo. --!Ah, perdon, Ricardo! no debi decirlo contigo aqui. --Aurelio me tocaba de un hombro y luego se tapaba la sonrisa con la mano. En el recreo, ha llevado una silla cerca a la puerta, y sentada, observaba el desfile desorganizado de jovenes de todas las clases y tamanos, y le distraen de sus pensamientos dos criaturas enanas que parecian saltar delante suyo a toda prisa como crias de chivo. Los nuevos que entraron a secundaria siguen pareciendo ninos, ?no?, y que feo, Gerald, estos mocosos parecen ser mas vivos de lo que eramos el C en primero. Por andar correteando casi le arrancan los audifonos que estan colgando del cierre de su casaca, que reproducen una cancion a bajo volumen. Se los pone a los oidos. Entrelazadas como canasta, dos de sus companeras van tomadas del brazo al quiosco, igualitas como la mayoria del colegio: las vastas de las faldas cuatro dedos mas subidas de la rodilla, los cuellos de la camisa sin abotonar, bordeadas por una especie de culebras oscuras y largas, y los monos que no estan detras de la cabeza sino arriba en la coronilla, deformes, informales, sujetos con un cole de distintos colores, ?De donde salio esa moda tan lacra? Quiza nunca lo sepas, Gerald; para ti las vacaciones ya terminaron, fueron dos semanas pequenisimas, solo una interrupcion a diez meses de rutinarias ensenanzas, un pequeno viajecito a provincia, para visitar a los primos, unas cuantas vueltas a la Lima jodida, y de vuelta seis horas y media adentro de esta cazuela pintada de azul, casi todos los dias, acompanada de chibolos excentricos y estrabicos que se creen de lo mejor, aunque para algunos de ellos, las vacaciones nunca terminan. El timbre ha sonado y ella prefirio meterse sin comprarse algo para el estomago. El recreo duro veinte minutos y hacia falta cinco para que todas las cabezas dejen de chapar en los sitios oscuros, los hombres dejen la pelota y todo el mundo se encuentre en el aula. Los del quinto C entran mas despacio, porque parece que el profesor de fisica no llega todavia. --Y eso que el es puntual --ha dicho Saltachin--. Hoy toca fisica ?no? --?Ya no te acuerdas? --le dijo El Duro-- Mejor si no viene. Ambos estiran las piernas por el pasillo, se alejan del salon, pero grande es su sorpresa al ver llegar a una mujer de contextura regular, de cabello corto color rubio artificial, y usando un par de ojos adicionales con monturas doradas y redondas como un reloj de pendulo. --Mierda, alla esta Elia. --Ah, que pesada.

  • La cabana azul de Helena Pinen

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    Amanda Jefferson tiene el corazon herido, el cuerpo magullado y un secreto por el cual
    daria la vida. Cuando decide marcharse, consigue borrar sus huellas, hacer que Amanda Jefferson deje de existir. En su lugar, Mandy Jeff ha llegado a Blue Valley, un pequeno pueblo de Texas donde todos se conocen, un lugar donde ella siente que puede perder el miedo a vivir.
    Al igual que la gente del lugar, Remington Montgomery se pregunta quien es esa mujer que se ha trasladado a la cabana azul. De algun modo logra ver su coraza y entiende que su antigua relacion ha sido oscura y terrible, pero esta dispuesto a ser paciente y esperar su oportunidad para demostrarle que otro amor es posible.

  • Trilogia Duncan y Tris de C. J. Benito

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    Historia completa

  • La teoria de Marie de J. R. Valk

    https://gigalibros.com/la-teoria-de-marie.html

    Mark es un joven ruso que vive en la ciudad de Samara, en la cual tiene una gran amistad con sus vecinos.
    su pasion por la ciencia y la escritura, le sirven como refugio y esperanza para encontrar respuestas a lo que acontecera en el dia que comience a escribir este diario.
    las secuelas y el desamparo, le haran buscar las raices de los suenos y el pensamiento humano entre libros.
    como lo que desato el comienzo de la sentencia de quienes lo abrazaban, cuando el alma Alemania dormia en un sueno, del cual solo los afortunados lograron despertar.

  • Javier Pradera o el poder de la izquierda de Jordi Gracia

    https://gigalibros.com/javier-pradera-o-el-poder-de-la-izquierda.html

    Este libro se mete en la caja negra de la Transicion y la democracia a traves de una figura crucial pero aun desenfocada. Javier Pradera tuvo, en palabras de Jordi Gracia, <>, pero << fue sobre todo un peligroso hombre de accion y pensamiento. Entre un Malraux sin noveleria y un Fouche sin codicia, manejo sus multiples poderes de modo con frecuencia abrasivo pero nunca intransitivo>>. A traves de su biografia de conspirador, editor y columnista, el libro radiografia algunos de los avatares decisivos de la Espana antifranquista y democratica.

  • Las mariposas de tu luna de Roma Garcia

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    <>. Dafne admiraba la luna como cada noche cuando, de repente, una colonia de mariposas entro por la ventana de su habitacion. Todo cambio aquel dia, pues a partir de ese momento, tendria una mision: salvar a Lilian, Gerpelin y Lucinda, su madre, de las garras del dios de la luna. Para ello, contara con la ayuda de Marlfield, un chico totalmente desconocido, que le hara cambiar la percepcion de su mundo y la acompanara en tal complejo cometido. Nada sera lo que parece y todo lo que aparentemente es facil, sera todo lo contrario. ?Podran salvar a las chicas de la luna? ?Derrotaran a Kavenski, su dios? ?Moriran en el intento? ?Terminara sintiendo por Marlfield algo mas que una amistad?

  • A favor del viento de Jim Lynch

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    Joshua Johannssen ha pasado toda su vida entre veleros. Su abuelo los disenaba, su padre los construia y competia en ellos; su madre, obsesionada con Einstein, sabe por que y como funcionan (o no). Josh y sus dos hermanos llevan la vela en la sangre, y su patio de juegos fue el estrecho de Puget, en el estado de Washington. Pero tanto su hermana como su hermano huyeron hace muchos anos: Ruby a Africa, entre otros lugares, para hacer buenas obras en tierra, y Bernard a quien sabe donde en el mar, como fugitivo y pirata.
    Con la sensacion de haber llegado a los treinta y uno de repente, Josh (que repara barcos de todo tipo en un puerto deportivo al sur de Seattle) se siente dolido y confuso por lo que quiera que fuese mal en su volatil familia. Sus padres no se hablan, su desconcertado abuelo bebe cada vez mas y el mismo (pese a su incesante y comico frenesi de citas en linea) ni siquiera esta cerca de encontrar novia. Pero, cuando los Johannssen se reunen inesperadamente para la regata mas importante en estas aguas (todos juntos en un velero clasico que construian hace decadas), encontraran sus destinos y llegaran a conclusiones reveladoras.

  • Mi hermana Rosa de Justine Larbalestier

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    ?Que pasaria si la persona mas aterradora que jamas hayas conocido es tu hermana de diez anos?

  • La Playa de los Cristales de Pedro Ramos

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    La Playa de los Cristales cuenta la historia de Juana, una chica de 16 anos que se escapa de un campamento de verano para buscar a su hermano de 11. Gracias a la ayuda de Marcos, un monitor que se siente culpable de la desaparicion, y de su pequeno grupo, Juana descubrira que la amistad es la mejor ayuda para superar los problemas, por muy graves y secretos que nos parezcan. Amor, amistad, aventuras y la reconciliacion de Juana con su padre hacen de La Playa de los Cristales una novela emocionante, con suspense y un ritmo que crea adiccion. Este viaje acaba de empezar y me gustaria que lo hicieramos juntos. !Feliz lectura!

  • No cantaremos en tierra de extranos de Ernesto Perez Zuniga

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    En otono de 1944, dos supervivientes sin patria ni nada mas que perder se conocen en el Hospital Varsovia de Toulouse. Manuel Juanmaria suena con una mujer que se quedo en Espana. Ramon Montenegro, sargento jefe de la Nueve que ha liberado Paris, le hace una propuesta insolita: ‘Ya que perdimos un pais, salvemos a una persona’. Asi comienza No cantaremos en tierra de extranos, el son de los exiliados, en la que dos personajes inolvidables se internan en territorio enemigo en busca de una mujer. Una inquietante historia de amor y lealtad, en la Espana de la postguerra, donde la lucha contra el totalitarismo se plasma en una desgarrada accion repleta de encuentros sorprendentes y misteriosos, que iran transformando la busqueda de los protagonistas, y a ellos mismos. Montenegro y Juanmaria, con heroismo contradictorio, encarnan las pasiones, la locura y desazon de un tiempo que habla directamente al nuestro.

  • El ojo del cielo de Manuel Gutierrez Aragon

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    En el corazon de esta novela hay cuatro mujeres -Margarita, la joven y guapa madre; Valen, su hija mayor; Bel, la revoltosa hija mediana, y la pequena Clara- cuyas vidas parecen complicarse tanto por motivos economicos como por el estallido de la sensualidad. En una fotografia de las cuatro se puede observar la sombra de quien la tomo, un padre que se ganaba su vida nomada vendiendo exquisitos helados, y del que no se ha vuelto a saber nada despues de que huyera tras una dramatica persecucion por deudas, las mismas que obligan a las cuatro mujeres a dejar su casa e irse a vivir a una cabana en el monte.

  • Contra la Pared: Y Atrevete de Francisco Correa

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    Sylvia era una rebelde.
    Sumisa en espiritu.
    Pero rebelde.
    Dificil de doblegar.

  • Tu casualidad (Rancho Anderson 2) de Eva River

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    Los Anderson tenian un ultimatum. O encontraban esposa o encontraban esposa.
    ?Que tan dificil podia ser? ?Acaso no tenian a todas las chicas babeando por ellos? Pues… estaban a punto de comprobarlo.

  • El calentamiento global de Daniel Ruiz

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    Federico Castilla es director de Responsabilidad Corporativa y Desarrollo Sostenible de Oilgas International, multinacional del sector petroquimico con implantacion en Europa, Africa y Oriente Medio. Una manana recibe una llamada desde Oilgas Iberica, su planta de distribucion de refino en Espana, y le comunican que se acaba de producir un accidente laboral en dicha planta; un empleado, que ha caido desde varios metros de altura mientras realizaba trabajos de reposicion de luminarias, se encuentra en estado critico. Inmediatamente, se activan todos los protocolos y Federico toma un avion para viajar hasta Pico Paloma, la poblacion donde esta la factoria. Se trata de un municipio enclavado en pleno parque natural de El Roqueo, en una zona del litoral donde convive la industria petroquimica, la actividad turistica y el paisanaje local.

  • Seduciendo a todas de Dylan Martins

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    La llegada de John a Manhattan tras dos anos trabajando en Japon en una multinacional, es chocante, sobre todo al volver a encontrarse con sus amigos Brian y Enzo, de los que no sabe nada desde entonces y descubriendo que ya son hombres casados.
    Todo lo contrario a lo que John quiere, su deseo es tomarse un ano sabatico en su vida y su objetivo… seducir a todas las mujeres que se le crucen en el camino, pero sin atarse a ninguna de ellas.

  • Quedate de Franco Alexis Fernandez Paz

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    Pese a ser la chica mas bonita y popular de la escuela y estar rodeada siempre de amigos, Rossleen Scott DeRossi aun no logra sentirse completa y se siente muy sola, tal vez sea por los dolorosos recuerdos de su pasado de haber perdido a su papa y hermanos casi simultaneamente o la dificil relacion que lleva con su mama. Pero cuando un torpe reencuentro fortuito llegue llamado Tom Mendes regresando de su pasado, muchos recuerdos dolorosos y felices regresaran a ella que por alguna extrana razon no recordaba.

  • En la eternidad (Lazos Eternos 1) de Leila Castell

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    Inner, hastiado de una existencia que solo mantiene por amor a su familia y sentido del deber, esta convencido de que poner fin a su existencia y abrazar la oscuridad eterna es lo unico que lo liberaria. Por eso nunca hubiera imaginado que la encerrona que le organizo su hermana por culpa de la exigencia de su madre de ir emparejados a la cena de Navidad pudiera cambiar tanto su vida.

  • Suculento Peligro (Suculentas pasiones 1) de Mina Vera

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    Las vidas de una exitosa chef y un inspector de policia se cruzan para ponerlos en constante peligro y para que el amor pueda darles una oportunidad.

  • p53 de Miquel Angel Lopezosa Criado

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    p53. La molecula de la vida

  • Los diamantes no brillan como tu de Chus Nevado

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    Maia se colo con sigilo por la puerta entreabierta y la cerro despacio, evitando cualquier ruido que revelara su incursion nocturna al resto de ocupantes de la casa. Despues mantuvo su mano varios segundos sobre el picaporte, como si quisiera aplazar el momento de la verdad lo maximo posible. En realidad, hasta esa noche habia acariciado la secreta esperanza de que todo fuera solo un mal sueno, pero para su pesar descubrio que los deseos, por mucho que se anhelaran, no siempre llegaban a cumplirse. Aunque las visitas a ese cuarto se habian sucedido con frecuencia durante los ultimos meses, era la primera vez que entraba alli con la desazon oprimiendole el pecho. Y quizas tambien la ultima. Aquello supondria un antes y un despues, porque estaba convencida de que a partir de entonces ya nada seria igual. Reticente, solto el pomo, y al tiempo que el brazo caia con desidia en el aire, un quedo suspiro de resignacion broto de sus labios. <>, penso, insuflandose unos inexistentes animos para afrontar lo inevitable. Dejo la puerta atras y avanzo hacia el fondo de la estancia mientras desataba el nudo de su bata con dedos temblorosos. La prenda se deslizo lentamente sobre los hombros, rasgando el silencio con el sutil roce de la tela al caer olvidada a sus pies. La nivea piel de su gloriosa desnudez refulgio en la penumbra de la habitacion, iluminada tan solo por los destellos velados de la luz de las farolas que se filtraban a traves las cortinas. Sintio que el vello se le erizaba, pero no fue por frio sino de anticipacion. Antes de llegar a los pies de la cama, unas fuertes manos se aferraron a su cintura y la obligaron a detenerse. Expectante, contuvo el aliento. Uno de sus mechones rubios se mecio sobre su mejilla con la calida brisa de una respiracion profunda, muy proxima a su oido. Los ardientes labios se posaron en su sien y, tras un beso fugaz, recorrieron con enervante calma la linea del cuero cabelludo hasta llegar a la parte posterior del cuello, haciendola vibrar de deseo. --?Por que has tardado tanto? Me estaba volviendo loco pensando que al final no vendrias. --?Como no iba a venir? Solo estaba esperando a que todos se durmieran. --Aquello era mentira; en realidad, habia estado llorando durante largo rato en la soledad de su habitacion hasta que no le quedaron mas lagrimas que derramar, pero no queria que el lo supiera--. Pero ya estoy aqui... Intento volverse, pero el la afianzo a su torso con los antebrazos cruzados a la altura del vientre. El cuerpo masculino mostraba ya claros signos de excitacion, evidentes contra la zona inferior de su espalda, asi que echo la cabeza hacia atras para apoyarse en el y se dejo llevar. Al notar su absoluta rendicion, las manos que la apresaban se relajaron e iniciaron un lento ascenso que culmino en el nacimiento de los senos. Las palmas sopesaron su tamano y maleabilidad con un movimiento circular, mientras las yemas tanteaban el delicado contorno de las areolas. La reaccion fue casi instantanea: la tersa piel se fruncio y los pezones se convirtieron en dos duros botones, revelando asi su satisfaccion por la atencion a la que estaban siendo sometidos. Maia alzo los brazos hasta alcanzar la espesa cabellera castana y enrosco los rizos entre sus dedos, aplicando el mismo ritmo que el transmitia a los suyos para darle placer. --Como te voy a echar de menos --musito el, acercando la boca al hueco de su clavicula para aspirar su aroma--. Me va a costar tanto decirte ad... --No lo digas, por favor. No lo digas --le corto, colocando el indice sobre sus labios para hacerle callar--. Esto me esta matando, saber que en pocas horas tendremos que despedirnos me supera, asi que al menos deja que me lleve un buen recuerdo de esta noche. Hazme olvidar por un rato lo que esta a punto de suceder, porque a partir de manana no podre pensar en nada mas. A pesar de su juventud, Maia ya sabia lo que era el amor y los sufrimientos que conllevaba. Su primer amor, aunque tambien el definitivo. Lo queria tanto... Ambos se habian enamorado como locos sin poder evitarlo, y juntos habian aprendido todo lo que desconocian de ese gran sentimiento, descubriendo poco a poco las delicias del sexo. Estaban hechos el uno para el otro... y ahora el destino los separaba, aunque fuera tan solo por una temporada. No sabia como podria soportarlo, aquel ano se le iba a hacer eterno. Se intercambiaron infinitas caricias hasta que la pasion los arrollo. Sobre la confortable moqueta, aquella que habia sido testigo mudo de la mayoria de sus encuentros furtivos, hicieron el amor con toda la fogosidad, el ansia y la desesperacion que implicaba ese ultimo encuentro. La ternura con la que el se interno en ella se mezclo con la codicia que Maia demostro al acogerlo, y unidos por un unico sentimiento, exteriorizaron en ese acto carnal lo que sus corazones clamaban al unisono. Cuando Maia llego al climax, a aquel punto sin retorno en el cual todos sus pensamientos se diluyeron en uno solo, el unico momento en el que consiguio olvidar por un instante la incertidumbre que la atenazaba, tuvo que clavarse las unas entre las palmas e invadir la boca de su amante para contener la exclamacion de extasis que broto de su garganta. Mientras se convulsionaba, el la abrazo con fuerza y abrio las compuertas a su propia liberacion. Una ironia, ya que esa ultima liberacion significaba tambien el principio de su tortura. Permanecieron asi durante horas, despiertos pero evitando moverse para no romper el fragil hilo que los mantenia unidos. Con la llegada del alba ese hilo se rompio, y la tristeza embargo a Maia al darle un ultimo beso de despedida. --Prometeme que mantendremos el contacto hasta que regreses --le imploro entre sollozos. --Te lo prometo. --El le retiro las lagrimas que cubrian sus mejillas con la yema de los pulgares y la acuno en su pecho--. Dentro de un ano volvere y ya no nos separaremos nunca mas. Capitulo 1 Siete anos despues Maia avanzaba a buen paso por los caminos serpenteantes de las inmediaciones del lago. A pesar de que el complejo verde disponia de una pista de atletismo en el lado noroeste, ella preferia recorrer las zonas mas reconditas, aquellas en las que podia entrar en contacto directo con la naturaleza. El parque Battersea contaba con una gran variedad de especies arboreas, que abarcaban tanto la flora autoctona como ejemplares exoticos traidos a lo largo de decadas desde diferentes partes del mundo. Correr a traves de los senderos rodeada de vegetacion y disfrutar de las vistas que proporcionaba el paseo circundante al estanque se habia convertido en su ritual diario, ritual al que jamas renunciaba ya hiciese viento, nevara o lloviese a cantaros; pero en un dia como aquel, una soleada manana primaveral de finales de mayo donde los colores brillaban por doquier, la experiencia resultaba sencillamente idilica. Tras unos minutos mas de carrera continua, aminoro el ritmo hasta alcanzar una marcha ligera y giro la cabeza hacia su companero de fatigas. --Vamos, Dante. No me digas que estas cansado. --Torcio el gesto al verlo con la lengua fuera y la respiracion entrecortada--. Voy a tener que ponerte a dieta, carino.

  • Christmas Sweet Christmas (Christmas’s Tales 2) de Eva P. Valencia

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    En San Francisco era conocida como Bridget Thomas, columnista en la revista Cosmopolitan Magazine, miembro del equipo de Friends of the Earth (una organizacion progresista de defensores del medioambiental para lograr un mundo justo y saludable) y vegana hasta la medula desde que tenia uso de razon, o desde mucho antes de que esa filosofia de vida se convirtiera en una simple moda. A todos los efectos, esa era mi tarjeta de presentacion en la gran ciudad: desde el 1 de enero hasta el 14 de diciembre. ?Curioso, verdad? Deduzco que tras mi planteamiento inicial, mas de uno/a habra echando cuentas y se habra preguntado quien era yo los diecisiete restantes dias... Pues bien, para vuestro interes y cotilleo personal os revelare que esos dias en cuestion era Brid: la adorable primogenita del alcalde de McAdenville, quien regresaba a casa de su progenitor cada invierno para pasar esos dias en familia a McAdenville, un precioso pueblo ubicado a las afueras de Charlotte en Carolina del Norte, cuyo principal reclamo turistico en Navidad desde 1956 era el de cambiar su habitual nombre por el de Christmas Town USA, ademas de ornamentar con mas de 450.000 luces de colores a los arboles de los alrededores, a los puentes, a las viviendas, a las bibliotecas y a las escuelas del lugar. Y si no fuera porque me causaba urticaria tanto derroche energetico, debia reconocer que se trataba de un autentico deleite para los sentidos. Era precioso, sin igual y sobre todo, magico. !Pero no! Bridget Thomas, jamas aprobara semejante agravio, ademas siempre estara a la vanguardia y en contra de cualquier acto que suponga un perjuicio al planeta. !A nuestro unico, fascinante e irreemplazable planeta! Es por ello que, cuando se avecinan dichas fechas, suelo buscar mil escusas para evitar regresar a McAdenville. Mentirijillas piadosas del tipo de: mentir sobre mi asistencia como dama de honor a la boda (imaginaria) de mi mejor amiga Charlotte. O mentir sobre estar en plena grabacion de un reality show en una isla desierta junto a famoseo casposillo. O mentir sobre el avistamiento de Ovnis cerca de Ashburt, el barrio en el que resido. A esto ultimo he de anadir que, para dar mas autenticidad a mi historia, realice un par de fotomontajes con la ayuda del Photoshop con imagenes extraidas de las peliculas de Skyline y E.T. el extraterrestre. O incluso recuerdo la ocasion en la que permaneci en bolas y como me trajo Dios al mundo, durante horas y a la intemperie, en el balcon de mi apartamento para asi pillar una buena galipandria y evitar ir. !Oh, que recuerdos aquellos! (Sonrei picarona). Sin embargo, pese a mi perseverancia, nada de eso funciono pues, como dice el refranero, mas sabe el diablo por viejo que por diablo, Kenneth Thomas, o sease: mi padre, quien se las sabia todas de calle, jamas dio credibilidad a ninguno de mis cuentos chinos. Y en honor a la verdad, yo tampoco me los hubiese creido. Asi que, otro ano mas me hallaba en el porche de su casa, a puntito de asir la aldaba de hierro fundido de la puerta, hinchando el pecho y a su vez, conteniendo la respiracion antes incluso de tomar conciencia de la gravedad del asunto. --!Brid, carino! La robusta voz de mi padre me envolvio por la espalda en un santiamen, al mismo tiempo que tambien lo hicieron sus brazos a mi menudo cuerpo. Aclaracion para la pleople: mi padre era un fornido hombre de pueblo cuya indumentaria no habia variado en las ultimas decadas. Llevaba la tipica camisa de cuadros, una bandada de cowboy rodeando su cuello, unos jeans desgastados y esas botas altas con la punta pronunciada. !Unicamente le faltaba el sombrero de vaquero y las chaparreras para parecer a John Wayne protagonizando Rio Bravo! --!Santo Cielo, Brid! ?Acaso no te dan de comer esos estirados snobs de la ciudad? -- Gruno-- !Estas tan delgada que pareces una varita de nardo! Inmediatamente, se separo de mi obligandome a dar una vuelta completa sobre mis talones y asi poder escudrinarme a conciencia de arriba abajo y de abajo arriba. --!No empieces, papa! --le sermonee y puse los brazos en jarras para dar mas enfasis a mi desagrado. --?Que no empiece, Brid? Pero, ?tu te has visto? --apremio con machaconeria. --Claro que me he visto, tengo espejos por todo el apartamento... !Como todo hijo de vecino...! Puse los ojos en blanco ante tal obviedad, supuse que no era mas que una pregunta retorica. --Pues no me lo parece... --refunfuno y yo no pude evitar sonrei al oir como un pitido muy sutil y comico, similar al de un globo al desinflarse o como el de una trompetilla, se le escapo de uno de sus orificios nasales-- !Un buen chuleton entre pecho y espalda! !Eso es lo que necesitas, cojones! Iugh! ?Carne? ?Ternera? ?Matar animales? Fue imaginar a un trozo de carne quedarse encajado entre diente y encia y os juro que... !me entraron ganas de vomitar...! --!Papa! !Dejalo ya, por favor! --me queje para zanjar el tema lo antes posible o estaba predestinada a profanar la inmaculada nieve blanca que habitaba bajo mis pies, con la putrida regurgitacion que acechaba con salir disparada de mi garganta de un momento a otro-- Sabes de sobra que no tolero bien la proteina animal; hace anos que me detectaron esa intolerancia. Fruncio el ceno con desabrido. --!Pamplinas, hija! Se perfectamente como hacer que desaparezcan esas..., !esas manias modernas que alguien te ha metido en la cabeza! Me clavo repetidas veces un dedo sermoneador en la frente. !Uf! !Uf! Y !Uffffff! !Santa paciencia! Mi padre era un ser testarudo por defecto, pero con el paso de los anos se habia vuelto mas tozudo si cabia. !Era tozudo como una mula! Y lo peor de todo no era eso, !no que va! Lo peor de todo era que lo hacia sin darse cuenta, de forma inconsciente. !Vamos! Calcadito a mi vecino del tercero cuarta quien a mi parecer sufria enajenacion mental transitoria en determinadas situaciones (cuando a el le interesa serlo, claro). --Venga, Brid. Acabemos esta conversacion en casa --anclo la llave en la cerradura y abrio la puerta, luego planto su gigante palma en mi espalda y me empujo hacia el interior-- !Fuera hace un frio del carajo! --!Ni que lo digas, dos bajo cero! --prorrumpi tras echar un rapido vistazo a la pequena estacion meteorologica que tenia instalada junto al viejo balancin de madera y que tenia mas anos que Matusalen. --Ademas, !ya empiezo a notar como se me congelan hasta las pelotillas! Al oir la ultima palabra no tuve mas remedio que negar con la cabeza pues mi padre entre otras muchas cosas, tambien era un deslenguado y malhablado, pero debia reconocer que tenia su puntito de gracia. O al menos, a mi siempre me lo habia parecido. Sonrei para mis adentros. --Brid, ?te hace un buen tazon de leche con chocolate? Esta vez me permiti el lujo de mirarle de soslayo justo antes de cerrar la puerta tras de mi. --?Tienes leche de soja? Y en el impase de tiempo en el que el depositaba las llaves en una caja reciclada de fresas a modo de vacia-bolsillos, me miro de hito en hito con la intencion de responder a mi pregunta pero, a ultima instancia, prefirio hacer mutis. Y yo que se lo agradeci en el alma, pues el viaje desde San Francisco habia sido muy largo y no tenia ni ganas ni espiritu para empezar una discusion con el. A fin de cuentas yo, Brid, la hija del alcalde de la preciosa villa de McAdenville, habia venido con la solemne intencion de pasar unas tranquilas y desapercibidas Navidades en familia... junto a el. 2 Bridget Thomas 15 de diciembre de 2014 Lo mejor de estar en fase vacacional es abrir los ojos por la manana y darte cuenta de que no tienes que madrugar, que puedes y que ademas debes levantarte a las tantas sin rendir cuentas a nadie, caminar descalza sobre el suelo laminado de madera de roble para acabar sentada en el alfeizar, degustando con total parsimonia un delicioso y calentito te de hibisco mientras observas a traves de la ventana la calma hecha pueblo. Para que me conozcais un poquito mas os explicare que naci aqui, en McAdenville, lugar en el que permaneci hasta la mayoria de edad. Un ano despues, decidi que necesitaba ver mundo y mundo que vi al dar un cambio radical a mi vida pues me embarque en un acto cargado de bastante ignorancia y una pizca de osadia. Perseguia un sueno: mi sueno, el de ayudar a mejorar el mundo (la palabra salvar siempre me ha resultado demasiado fatua). ?Me preguntais que si lo he logrado? Pues como es obvio, la respuesta es una gran negativa. Peeeero, permitidme alegar algo en mi defensa y en la defensa de mis colegas activistas, que unidos hasta la fecha, hemos ganado varias batallas pese a que aun quede muchiiiiiiiiiiisimo camino por recorrer. Y lo peor de todo es que ese camino no es precisamente llano, ni siquiera tiene un happy ending similar a la pelicula Sonrisas y Lagrimas de Robert Wise, sino que es una encaramada montana colmada de obstaculos al mas puro estilo Wipeout. Alrededor de las once de la manana sali a la calle. Afortunadamente para mi regocijo personal, la sostenibilidad habia llegado en parte a McAdenville, pues tuve ocasion de alquilar un patinete electrico para dar una vuelta completa por el vecindario y comprar un par de bricks de leche de soja, fruta y verduras. Alimentos vitales para mi alma y que brillaban por su ausencia en la colmada despensa de mi padre. En esas estaba cuando de pronto, al pretender doblar la esquina en Elm Street, fui embestida por algo contundente que me lanzo con violencia contra el asfalto. En apenas tres segundos (tiempo en el que trate de incorporarme como pude, enderezarme y recomponer el abrigo), una figura humana se acerco a zancadas a mi encuentro. A primera instancia crei que se aproximaba para averiguar mi estado y en ultima, para ofrecerme su ayuda. Peeeero, !nada mas lejos de la realidad! --!?Se puede saber que cono haces?! --Me espeto el susodicho con bastante chuleria-- !?Suicidarte?! !?Asesinarme?! ?Acaso no sabes identificar una senal de prohibido girar a la derecha? Abri los ojos como platos. --?Perdona? Aprovecho mi aturdimiento momentaneo para quitarse el casco y asi pude comprobar que se trataba de un tipo joven, alto, moreno y con una penetrante mirada azul que no cesaba de lanzarme dardos venenosos por doquier... !en lugar de socorrerme de una maldita vez! Desde luego, la humanidad al completo necesita con perentoriedad regresar a sus origenes mas basicos, pues estaba convencida de que un Australopithecus era infinitamente mas civilizado que el energumeno del siglo XXI que tenia frente de mi. Sacudi la cabeza pues en un visto y no visto imagine al ejemplar ya extinguido agarrando del pelo a una primate mu'mona (entiendase el sarcasmo) y arrastrandola a la cueva mas cercana para obligarla a tener descendencia y asi preservar la manada de salvajes. !Unga, unga, unga...! --?Una senal de prohibido? --mire con rapidez en todas direcciones, moviendo la cabeza aqui y alla, aleteando las pestanas pero nothing-- ?Donde? --Ahi, rubita --carraspeo y luego senalo con retintin-- Aaaa-hiiii... Me dijo la ultima palabra como si estuviera a camara lenta. <>. --Que sepas que has tenido mucha suerte pues acababa de salir del taller y no conducia deprisa. Iba solo con la primera marcha... Desvio la mirada hacia su moto, una del tipo Harley-Davidson. Yo hice lo mismo. --!Acababan de pintar el carenado...! --se quejo exasperado al tiempo que apretaba los labios, como si ese chatarra tuviera alma propia y se la hubiese ultrajado, como si le hubiese ofendido. Volvi a poner los ojos en blanco, esta vez casi se me quedaron encajados tras la nuca. El tipo dio un paso hacia mi y luego otro. --Espero que ese chisme y tu tengais seguro. !Ups! !Tierra tragame...! Trate de engullir un poco de saliva la cual se quedo atascada al principio de la laringe. Luego, cuando pude despegarla de las paredes, me quede en completo silencio al tiempo que aguantaba la respiracion. Uno... Dos... Tres... El tipejo me observaba con una ceja levantada. ?Que le pasaba? ?Acaso nunca habia visto a nadie ponerse violeta? Bajo la ceja despacio y luego tosio en su puno a modo de disimulo. --Primero fue el patin, luego el patin con mangos, mas tarde el patin electrico... --tercio el en tono sarcastico casi rozando lo absurdo--... !Animo, ya pronto inventareis la moto! El susodicho alias hombre de cromanon estallo en carcajadas y yo abri la boca atonita ante su cerril declaracion. !Pedazo insolente! ?Quien se creia que era? ?Charlie Rivel? !No tenia ninguna gracia! Queria matarle... lentamente, necesitaba matarle pero con mis manitas, nada de armas blancas. Esto... ?he mencionado lo de matarle lentamente? Pues eso: queria ma-tar-le len-ta-men-te. --Vamos, rubita, no te ofendas tanto… Que tan solo ha sido una pequena broma, para romper el hielo y eso... --arqueo la ceja de nuevo. !A ver si con tanto movimiento ascendente y descendente se quedaba lisiado de por vida! Cruce los dedos. --Bueno, como mi moto solo ha sufrido un pequeno rasguno y veo que todos tus huesos siguen intactos, pues eso... que me piro, que el menda tiene algo de prisa --finalizo su alegato con un guino y se llevo la mano derecha con los dedos juntos hacia la sien para emular al saludo militar. Y para mas inri, el sujeto sonrio precedido de una suave carcajada. Luego, sin perder mas tiempo del debido, se puso el casco, tenso la correa y encendio el motor de la moto. Segundos despues, desaparecio, no sin antes provocar un derrape con la rueda trasera con modesta seguridad. Y la menda se quedo en medio de la calle Elm Street con el patinete electrico cuyo eje estaba doblado, con mis asentaderas al rojo vivo y mi ego ecologista a la altura del betun (pero: organico). Of course!

  • Una Vida Juntos de Nora Roberts

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    Roman DeWinter nunca habia conocido el calor de un hogar... hasta que encontro el camino a la posada de la encantadora Charity Ford. Pero el estaba alli de incognito en busca de una mente criminal y todas las pruebas la apuntaban a ella. ?Como podria desentranar toda la trama de falsificacion y contrabando y, al mismo tiempo, eliminar a Charity de la lista de sospechosos?

  • Castigos justificados (Bergman 5) de Hans Rosenfeldt , Michael Hjorth

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    Una estrella de television es hallada muerta de un tiro a la cabeza en una escuela abandonada. Su cuerpo se encuentra de cara a la pared y, atadas a una silla del aula, unas hojas de examen. A juzgar por el numero de respuestas incorrectas, la victima suspendio el examen mas importante de su vida.
    Este horrible asesinato es el primero de una serie de muertes que tendran como victimas a personajes famosos. La Brigada Criminal de Torkel Holgrund se encargara del caso y solo gracias a la pericia de Sebastian Bergman lograran, siguiendo las pistas halladas en chats de internet y en cartas anonimas publicadas en los periodicos, resolver el misterio.

  • Tu eres mi sueno de Sophie Saint Rose

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    Sepi no ha tenido mucha suerte en la vida. Sin familia, sin dinero y sin trabajo, no tiene mas remedio que robar si quiere sobrevivir. Y necesitaba un abrigo. Subir por una escalera de incendios va a cambiar su vida para siempre.

  • Una manana en el Tamesis de Diaz De Tuesta

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    Una manana en el Tamesis
    Libro 1o de la serie UN DIA EN EL TAMESIS
    James Keeling, duque de Gysforth, ha hecho una apuesta con sus amigos, en Brooks’s: dara un paseo matinal en barca por el Tamesis con una dama totalmente desconocida, alguien a quien no haya visto jamas, y con la que no haya hablado nunca. Algo que parece imposible de cumplir hasta que, durante una partida de cartas, coincide con un muchacho consumido por el ansia del juego, el nuevo y flamante conde de Saxonshare.
    Lady Bethany Howland, hija del antiguo conde de Saxonshare, sabe que esta abocada a la ruina mas completa. Su primo y tutor esta dilapidando la fortuna familiar con su enfermiza aficion al juego y la mala vida, y ella no tiene modo de impedirlo. Atrapada por los convencionalismos de la sociedad en la que vive, su unica ilusion es el romantico enamoramiento que siente por el duque de Gysforth, al que solo ha visto de lejos.
    El hombre que, una manana en el Tamesis, le rompera el corazon.

  • Magia Blanca (Novelas del Tarot 3), Malala Macaroni de Malala Macaroni

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  • Vecinos cercanos y distantes de Jonathan Haslam

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    La laberintica historia del espionaje sovietico desde la Revolucion de Octubre hasta el final de la guerra fria y su relacion con la actualidad politica rusa.

  • Hora de sonar de Kristan Higgins

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    La joven viuda Lucy Lang solo buscaba un hombre agradable y decente. Alguien que cortara el cesped, se encargara de la barbacoa y ensenara a sus futuros hijos a jugar al futbol. Pero, sobre todo, alguien que no le alterara lo mas minimo el corazon, ni ninguna otra parte de su cuerpo. Lucy no podia arriesgarse a otra perdida mas. De modo que no le quedaba otro remedio que despedirse de Ethan, su ardiente y completamente inapropiado amigo con derecho a roce, y buscarse un hombre con el que pudiera casarse.

  • Mi querido asesino en serie de Alicia Gimenez Bartlett

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    El nuevo caso de la inspectora Petra Delicado empieza cuando encuentran el cuerpo de una mujer de unos cincuenta anos asesinada de modo brutal en su propia casa. Sobre el cadaver hay una carta de amor anonima que reivindica el asesinato, justificandolo con el abandono del presunto asesino por parte de la victima. El caso lo llevan Petra, Garzon y un inspector del cuerpo de los Mossos d’Esquadra a quien sorprendentemente, pues es mas joven que Petra, le encomiendan el mando. Todos sabemos del caracter de Petra, y en este caso, el teson para descubrir la intriga se vera entrelazado con su rebelion interna frente a una situacion que le resulta inaceptable: ?como puede ser que este joven mosso sea quien de las ordenes?

  • Tuya Sin Limites 3 de April Russel

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    Mikhail ha decidido dar ese paso que tanto le costo dar por miedo a su pasado, proponerle matrimonio a Megan. Para ella todo parece estar perfecto. Aunque aun no conoce por completo al que en unos meses sera su esposo. Megan se ha puesto como meta descubrir sus limites sexuales en esas diez salas, donde lo unico que sabe es que una vez entre, no podra arrepentirse de hacer lo que haya dentro. Pero ni el sexo, ni la fama y mucho menos un anillo de compromiso en su anular le hace feliz por completo. Quiere conocer eso que tanto atormenta a Mikhail. Un secreto que al ser revelado, puede fortalecer su relacion, como destruirla por completo. El peor temor de ese hombre frio y gelido que lo unico que ha conocido en la vida es dolor, y sufrimiento.

  • El caso Vermont de Maureen Johnson

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    Stevie Bell es una entusiasta fan de la investigacion criminal. ?Y que mejor lugar para profundizar en sus conocimientos que la Academia Ellingham, el centro privado fundado en 1930 por el millonario excentrico Albert Ellingham en las remotas montanas de Vermont? La prestigiosa y exclusiva academia, en la que solo se acepta a un reducido numero de alumnos brillantes, fue la escena de un crimen que lleva decadas sin resolver y del que Stevie lo sabe casi todo.

  • El mundo de Lisa de Zeneida Miranda

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    Podria comenzar diciendo que. !todas mis amigas estan como cabras! Hala, asi de contundente. Las adoro, si, pero estan locas. Y este libro es un buen ejemplo de ello. ?Quien soy yo? Soy Lisa y era una chica normal, anonima y aburrida hasta que una de mis amigas me reto a que escribiera una historia de Sexo en Nueva York pero con nosotras. ?Acaso tengo yo pinta de Carrie Bradshaw? !Si soy mas alta! Pero, ?sabeis que? !Que lo hice!

  • Una mujer inoportuna de Dominick Dunne

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    En Los Angeles, a principios de los noventa, todo el mundo envidia a Pauline y Jules Mendelson. Casados desde hace mas de veinte anos, con una reputacion intachable y siempre envueltos en un halo de estudiada elegancia, sus fiestas en su esplendida mansion son cita obligada en la vida social de la ciudad. Pero esta estampa de perfeccion se disipa cuando las luces se apagan y asoma la vasta red de favores, mentiras e hipocresias que sostiene el imperio de los poderosos. Asi, cuando Jules se encapricha de Flo, una camarera que suena con ser actriz, cree que podra controlar la situacion y mantener una discreta aventura con ella, sin sospechar que se convertira en una peligrosa obsesion. Por otro lado, la doble vida de uno de los mejores amigos de Pauline amenazara con sacar a la luz los secretos que esta opulenta comunidad intenta esconder a cualquier precio.

  • Tiempo de albaricoques de Beate Teresa Hanika

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  • Necesito que me odies de Josh Alfredo

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    Me detengo en la casa y respiro hondo. Se ve exactamente igual que en las imagenes, un edificio cuadrado gris. Nada de eso es atractivo, pero esto es lo mejor que pude encontrar. Tampoco queria juzgar un libro por su portada, o en este escenario el edificio por su exterior. No fui aceptado en mi primera preferencia universitaria, ni en la segunda, ni siquiera en la tercera. Se que tiene todo que ver con mis bajas calificaciones y la falta de asistencia. La unica universidad que me dio una oferta fue Westshore, mi cuarta y ultima preferencia. Son dos horas de mi ciudad natal. No es que sea estupido o no pueda lograr mejores resultados. Fui el mejor estudiante de mi clase antes de que el universo decidiera arruinarme. Despues de eso, no me importo. Fue mi padre quien me convencio de salir de la ciudad y comenzar de nuevo. Es mas facil decirlo que hacerlo. Los dos sabiamos que, si me quedaba en esa ciudad, nunca dejaria de culparme por la muerte de mi madre. Es como si los ultimos dos anos de mi vida fueran borrosos. Hago todo lo posible para bloquear los recuerdos dolorosos, pero todavia me encuentro llorando en silencio en mi almohada de vez en cuando. La extrano mucho. La universidad comienza el lunes y solo decidi que iba a asistir hace una semana. No pude conseguir un dormitorio en tan poco tiempo; Estaban todos llenos. Tampoco me puedo permitir alquilar un departamento por mi cuenta, asi que me encontre mirando anuncios en la pagina de Facebook de la universidad. Me acerco a la puerta principal, todavia no llevo mis maletas por si esta es la casa equivocada, pero estoy seguro de que no lo es. Una pequena nina de cabello castano abre la puerta y recuerdo que se llama Olivia. Hemos estado hablando sobre mensajes de texto durante unos dias y es bueno ponerle una cara a un nombre. Rezo para que esto no fuera una especie de casa de fraternidad. “Eres Carlotta, ?verdad?” ella pregunta con una sonrisa y me estremezco al escuchar mi nombre. No es que no me guste mi nombre completo, sino la unica persona que solia llamarme que ahora esta muerta. Entonces, supongo que se podria decir que preferiria no escucharlo. “Calla”, la corrijo y me obligo a sonreir para no parecer grosera. “Genial, llamame Liv”, dice ella. Sus rizos rebotan sobre sus hombros con cada movimiento. “?Necesitas ayuda con tus maletas?” Ella continua. Ella se ve bien. “Si, claro”, estoy de acuerdo. Por lo que me dijo por mensaje de texto, mi habitacion estaria arriba, al otro lado del pasillo. Afortunadamente, la habitacion ya esta amueblada con lo basico, como una cama y un escritorio, pero tuve que traer ropa y libros de casa que me durarian todo un ano universitario. “!Zach!” Ella llama y un chico alto y rubio aparece detras de ella. El planta un beso en su mejilla y Olivia se rie. “Este es mi novio Zach”, dice ella, y el me sonrie. “Zach, este es nuestro nuevo companero de casa, Calla. Se amable”, advierte, y lo veo poner los ojos en blanco. “Siempre soy amable, ?por quien me tomas?” Zach pregunta en broma y vuelve su atencion hacia mi. “Es un placer conocerte, Calla”, extiende una mano como un caballero. Lo tomo y el me da un ligero apreton antes de soltarlo y envolver sus brazos alrededor de Olivia. Olivia y Zach parecen una linda pareja y, por alguna razon, mis pensamientos parecen correr hacia Asher. Mi ex novio, que tambien asiste a la misma universidad que yo este ano. Rompimos hace unos meses. Queria ser despreocupado y soltero para la universidad. No lo culpo, pero todavia hay una parte de mi que desea que las cosas fueran diferentes. El es una de las pocas personas que estuvieron alli para mi a traves de la muerte de mi madre. Tal vez eso fue una gran parte de por que nos separamos. Empuje a todos lejos. Queria estar solo, todo el tiempo. Como que de alguna manera eso arreglaria todo. Sabia que me estaba castigando, pero eso de alguna manera me hizo sentir mejor. Entro con una caja en los brazos y miro a mi alrededor. Los suelos son de madera y frio. Al instante me encuentro esperando que este lugar tenga calefaccion. El unico compromiso con la comodidad es la vieja alfombra peluda en la sala de estar y eso tambien ha visto dias mejores. Sin embargo, para mi sorpresa, de alguna manera parece hogareno. “?Son solo ustedes dos? ?El anuncio decia tres companeros de casa?” Pregunto, por pura curiosidad. “Tambien esta Ace. El no estara aqui hasta el lunes”, dice ella. “Por lo general se mantiene solo, su habitacion esta aqui abajo”, senala a la puerta en la esquina lejos de todo. “Estoy tan contento de que estes aqui, no me podria imaginar vivir solo con ninos”. Liv arrugo la nariz con disgusto y solte una pequena carcajada. Despues de que me ayudan a llevar mis cosas a mi habitacion, me dan una llave de la casa y me explican algunas cosas. Compartire un bano con ellos, esta frente a mi habitacion. Puedo traer a cualquiera mientras no sean chicos del Ashworth Collage, aparentemente, son el enemigo. No entiendo, pero estoy de acuerdo de todos modos, porque de todos modos no voy a traer a ningun tipo aqui. Eso definitivamente no esta en mi lista de tareas pendientes. Liv se va para dejarme acomodarme y dice si necesito algo para hacerle saber. Puedo decir que nos llevaremos bien y espero que todos por aqui sean tan amables como ella. Mi habitacion es mucho mas grande de lo que esperaba y me alegro de haber encontrado este lugar. Mis companeros de casa parecen normales e incluso podria hacer buenos amigos aqui. Desempaco mi ropa colocando lo que necesita colgar en el armario y el resto en la comoda pequena. Coloco mis libros en el suelo cerca del pequeno escritorio y suspiro. No se como seria la universidad y eso me pone un poco nervioso. Echo un vistazo por la ventana y me pregunto de quien era esta casa y por que querrian alquilarla a estudiantes universitarios. La vista desde mi habitacion es algo magica, siempre me encanto el otono y esa fue una de las pocas cosas que aun no ha cambiado. El aire es fresco, justo como me gusta, pero los arboles estan en llamas. Sonrio ante el infierno cerca de mi ventana y recuerdo como mi madre siempre me reganaba por traer hojas a la casa. Haria cualquier cosa por volver a escuchar su voz y verla. Ella no merecia lo que le sucedio y todo fue mi culpa.

  • El Regreso de Jake (Juego Cerebral 2) de Jose Miguel Vasquez Gonzalez

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    Sin darse cuenta, a traves del poder adquirido a partir de la extirpacion de un tumor cerebral, el cual le permite cambiar la realidad a traves de su escritura, Peter Mark-Hodges envia a Jake, su hijo de once anos, a una realidad paralela. Su cerebro ha quedado conectado a un mundo onirico, con una fuerza superior que trata de guiar sus pasos, pero se ha convertido en el blanco de varias organizaciones que tratan de manipular su poder. El Gran Conejo Azul, lider del mundo onirico es enviado a la Tierra para tratar de controlar la situacion. En esta segunda entrega de Juego Cerebral, el nino tendra que valerse por si mismo para tratar de reunirse con su padre.

  • Me voy porque quiero, no porque me echen de Sara Trigo

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    Cuando nuestra protagonista se traslada a Inglaterra para perseguir el trabajo de sus suenos, nadie la advirtio de que mudarse a otro pais podia convertirse en un mar de aventuras o en un inevitable charco de mie..

  • La biblioteca de los muertos (La biblioteca de los muertos 1), Glenn Cooper de Glenn Cooper

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    Tu destino esta escrito. Y el de toda la humanidad…

  • Breve historia de la mujer de Sandra Ferrer Valero

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    Un apasionante recorrido por el protagonismo de la mujer en el ambito publico y privado desde la prehistoria hasta nuestros dias. Su papel determinante en diferentes culturas y la historia excepcional de su lucha hasta conseguir el derecho al voto y el control de su propio cuerpo. Una vision de conjunto que rompe estereotipos historicos.

  • Todo es posible 1 Paris. Nueva York. Copenhague de Audrey Carlan

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  • La princesa de marmol y cristal de Malenka Ramos

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    Samuel Ross es un escritor y psiquiatra conocido por sus estudios sobre la conducta criminal. Tras una noche de borrachera es testigo de la muerte de Arturo Coelho, socio del empresario Markus Pastrana, investigado por trafico de armas, malversacion de fondos y la desaparicion de varias mujeres jovenes. Todo aquello lo recuerda como un sueno, retazos en su cerebro sin orden alguno hasta que una semana despues recibe una carta. Salome, la joven que acabo con la vida de aquel hombre, le recuerda en sus letras cada minuto de aquella noche atroz y le pide un favor; su ayuda. Esa misma noche Salome aparece en casa de Samuel. Necesita contarle su historia, confesar las razones que le llevan a toda esa locura.
    Una historia sobre el amor, sobre dolor, sobre la crueldad mas inhumana por la que una joven puede pasar. Una historia que se anuncia tragica y que cambiara la vida de su protagonista para siempre. Porque en esta historia... Nada es lo que parece.

  • Lady Corianne, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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    Lady Corianne debia iniciar la nueva vida que la Reina Victoria habia elegido para ella. Que su discolo marido la hubiera ignorado desde el dia de la boda, dejandola con su hermana, le indicaba claramente que no queria saber nada de ella. Pero Corianne debia dejarle claro que ahora estaba en su vida y se iba a quedar con el costara lo que costara. Para convencerle y enamorarle como deseaba, solo tenia que hacer dos cosas. Demostrarle carino continuamente y ponerle de los nervios para que la deseara. Iba a seguir los consejos de su hermana al pie de la letra por mucho que protestara su Conde. Al final cederia.

  • Educar sin perder los nervios de Tania Garcia

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    La guia emocional para transformar tu vida familiar con respeto y empatia.

  • Los archivos de Van Helsing de Xavier B. Fernandez

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    El padre Abraham Van Helsing, un anciano sacerdote jesuita que, de nino, sobrevivio a los campos de exterminio nazis, descubre la existencia de un fondo documental que pertenecio a su tio abuelo, el respetado teologo. Mientras examina los diversos documentos que lo componen -cartas, diarios, memorandums-, el padre Van Helsing va reconstruyendo la genealogia de su familia, la cual, generacion tras generacion, ha dedicado sus esfuerzos a luchar contra un hombre que, para vencer a la muerte, escogio convertirse en un demonio. Desde el siglo XV hasta nuestros dias, las andanzas del malvado inmortal y las de diferentes miembros de la saga de los Van Helsing se entrecruzan con multitud de personajes historicos: entre otros, el Sultan Murad, el rey Matthias Corvinus de Hungria, la condesa Bathory, Napoleon Bonaparte y su medico, el doctor Larrey, la Reina Victoria de Inglaterra, los escritores Oscar Wilde y Arthur Conan Doyle, Heinrich Himmler, Adolf Hitler, el papa Juan Pablo II y Nicolae Ceaucescu.

  • La manipulacion del lenguaje de Nicolas Sartorius

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    Con motivo de los ultimos acontecimientos politicos en Cataluna, se ha puesto de manifiesto el mal uso del lenguaje y de algunos conceptos acunados a lo largo de la historia, tanto por los politicos, como por los medios de comunicacion o la sociedad en general.

  • Un olivo entre trigales de Angeles Castillo Caballero

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    En ciertos momentos de nuestra vida, todos solemos tener la ilusion de que manejamos las riendas de la misma a nuestro antojo. Es entonces cuando el destino se hace presente, desatando su furia sobre nosotros, encabritando nuestra montura que huye despavorida hacia el abismo, para demostrarnos hasta que punto estabamos equivocados. Solo los mas fuertes de espiritu son capaces de aguantar sus envites, reconociendo el nuevo sendero y redirigiendo el rumbo. Encorsetada por los condicionamientos morales de su tiempo, la existencia de Isabel, una joven nacida en 1837, ha comenzado a tambalearse. Hija de un poderoso terrateniente jienense, se vera obligada a convivir con unos labradores a los que quedara eternamente agradecida y a quienes permanecera ligado su porvenir. Tambien la vida de Antonio, un bibliotecario de la epoca actual, se ha visto convulsionada por acontecimientos ajenos a su voluntad. Mientras intenta salir de una reciente crisis personal coincidira con una companera de trabajo con la que congeniara muy bien, una universitaria en practicas que se encuentra investigando la situacion de la mujer en el pasado. Juntos nos introduciran en la cotidianeidad de las gentes del sureste espanol durante la segunda mitad del XIX. A traves de la tecnica del flashback, combinando matices de novela historica, etnologica y de intriga, se van entrelazando las diferentes tramas para descubrir la conexion existente entre los distintos personajes, escenarios y periodos historicos.

  • El Guardaespaldas (Satge Dive 4.5) de Kylie Scott

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    ?Que pasa cuando la chica de tus suenos es una especie de pesadilla?
    Como jefe de seguridad de Stage Dive, una de las bandas de rock mas famosas del mundo, Sam Knowles tiene sobrada experiencia en lidiar con problemas. Pero Martha Nicholson, una mocosa malcriada, quiza sea el peor con el que jamas haya tenido que enfrentarse. Bonita y alborotadora, dice haberse reformado. El sabe que tiene que pensar con la cabeza y no con lo que hay bajo sus pantalones. Por desgracia, eso es mas facil de decir que de hacer.

  • Una mujer diferente de Carol Robbins

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    En el corazon de Hannah Fryman ya no queda sitio para nadie. Tan solo para su adorada hermana, su proxima sobrina en camino y su incipiente carrera como pintora, por la que lucha con teson todos los dias y a todas horas para intentar conseguir por fin el sueno de su vida. Escocia es su refugio y solo alli, junto a su familia, disfruta de las cosas buenas de la vida que le hacen autenticamente feliz. Si. Hannah huye del amor, decepcionada por la tormentosa relacion que ha mantenido hasta hace unos meses. Lo ultimo que desea es volver a complicarse la vida con un hombre. No, definitivamente. Enamorarse no se encuentra entre sus proximos planes.

  • El rey pequeno de Antonio Perez Henares

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    La gran novela sobre Alfonso VIII. La historia de un nino huerfano y acosado que acabaria siendo el gran vencedor de Las Navas de Tolosa.

  • Salamanca misteriosa de Alvaro Anula Pulido

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    Salamanca guarda en su ciudad y provincia grandes misterios y secretos que permanecen ocultos a los ojos de la mayoria de ciudadanos, que no se atreven a cruzar la delgada barrera que separa lo real de lo imposible. Cuevas donde impartio clases el mismisimo Diablo, simbolos hermeticos en los grandes edificios salmantinos, fenomenos paranormales y sucesos extranos, enigmaticos objetos voladores en el cielo, apariciones marianas y milagros… Salamanca es uno de los lugares de la Espana Magica que cualquier amante de lo desconocido debe visitar por lo menos una vez en vida como los musulmanes hacen con La Meca.