• clave matisse - Reyes Calderon

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    La juez Lola MacHor y su marido Jaime, medico investigador del CSIC, llevan mas de treinta anos juntos. Una noche, Jaime invita a cenar a dos amigos, JJ, un medico americano, y a Rafael Scott, asesor de un senador de Texas de origen argentino. Ambos han trabajado duro para conseguir que el prestigioso premio Wolf a la investigacion medica recaiga este ano en Jaime.
    Durante la cena, en la que Lola luce una pulsera que habia pertenecido a su suegra, JJ muestra vivo interes por la joya y tambien por un cuadro, regalo de los padres de Jaime y que segun ellos es una horrible copia de un Matisse. La pulsera desaparece despues de la cena y el cuadro unos dias despues, cuando se produce un robo en casa de la familia.
    A dos voces, desde la perspectiva de Lola y por primera vez, dando voz a Jaime, acompanaremos a la pareja en una investigacion que en esta ocasion involucra directamente a la juez y a su familia. Clave Matisse es un thriller absorbente que ahonda en temas como la confianza, las relaciones de pareja y las dificiles fronteras entre la mentira, la verdad y el dolor.

  • Clave Matisse - Reyes Calderón | PlanetadeLibros

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    4 oct 2018 — Clave Matisse, de Reyes Calderón. ... Sinopsis de Clave Matisse: ... Todos los thrillers, libros de misterio y crímenes los encontrarás aquí.

  • CLAVE MATISSE | REYES CALDERON | Casa del Libro

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    Sinopsis de CLAVE MATISSE. La juez Lola MacHor y su marido Jaime, médico investigador del CSIC, llevan más de treinta años juntos. Una noche, Jaime invita a ...

  • Clave Matisse (Autores Españoles e Iberoamericanos) eBook

    https://www.amazon.es/Clave-Matisse-Volumen-independiente-Calder%C3%B3n-ebook/dp/B07H5T8J9B

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  • Clave Matisse (Autores Españoles e Iberoamericanos)

    https://www.amazon.es/Clave-Matisse-Autores-Espa%C3%B1oles-Iberoamericanos/dp/8408194399

    Clave Matisse (Autores Españoles e Iberoamericanos) : Calderón, Reyes: Amazon.es: Libros.

  • CLAVE MATISSE - CALDERÓN REYES - Que libro leo

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    La juez Lola MacHor y su marido Jaime, médico investigador del CSIC, llevan más de treinta años juntos. Una noche, Jaime invita a cenar a dos amigos, JJ, ...

  • Clave Matisse - Anika Entre Libros

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    Título: Clave Matisse Título Original: (Clave Matisse, 2018) ... Estamos ante el último libro de la saga de la pelirroja juez Lola McHor, que incluye los ...

  • Clave Matisse - Libro de Reyes Calderón - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/99900/clave-matisse

    Una nueva novela de la juez más querida de la literatura española, Lola MacHor. La juez Lola MacHor y su marido Jaime, médico investigador del CSIC, ...

  • Clave Matisse - Reyes Calderón -5% en libros | FNAC

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    Clave Matisse, libro o eBook de Reyes Calderón. Editorial: Planeta. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Libro: Clave Matisse - Calderón Cuadrado, Reyes - Marcial ...

    https://www.marcialpons.es/libros/clave-matisse/9788408194392/

    Clave Matisse.[ Calderón Cuadrado, Reyes; ]. La juez Lola MacHor y su marido Jaime, médico investigador del CSIC, llevan más de treinta años juntos.

  • El ultimo paciente del doctor Wilson de Reyes Calderon

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  • Todo Por Sentir de Vega Manhattan

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    Valeria puso los ojos en blanco cuando leyo lo que decia el papel pegado en la puerta del ascensor: "Fuera de servicio por reparaciones". Hacia casi un ano que vivia en ese edificio, trescientos tres dias para ser mas exactos y ese dichoso cachivache habia funcionado ?cuanto? ?Once dias a lo sumo? Porque ella no era la propietaria de la vivienda, era una simple arrendataria, que si no... Iba a pagar la cuota de la comunidad Rita la cantaora. Por reparaciones decia... ?Reparaciones para que o que? ?Como iba a estropearse algo que nunca funcionaba? Valeria miro la escalera que la conduciria hasta su casa y resoplo. Sesenta y nueve escalones que tendria que subir cargada como una mula. Y con tacones. ?Por que no aprendia? Porque era idiota, asi de simple. Ese dia habia salido temprano del trabajo, Sergio le habia mandado un mensaje mientras ella iba de camino a casa cancelando la cena de esa noche porque tenia guardia. Asi que ya que tendria que pasar la noche del viernes en el sofa, viendo alguna pelicula, se le ocurrio pasarse por el supermercado. Solo para comprar un par de cosillas, algun que otro capricho para ver una comedia romantica en condiciones. Lo que termino convirtiendose en: "Tira de tarjeta porque no tienes tanto efectivo en el monedero. Ni efectivo ni en la cuenta, ya que estamos. Y no, no pienses ahora en que tendras que pagarlo el mes que viene. Mucho menos se te ocurra dejar las cosas ahi y salir corriendo. Por Dios, !que verguenza!" Pero era lo que tenia ser mileurista y estar a final de mes. No tenia una ni para pipas. Y ya podia haberse quedado asi pero no, su enferma y obesa mente habia ganado la batalla con una sencilla pregunta que se habia repetido una y otra vez: "?Que dano te va a hacer un capricho?" Si solo fuera uno... Maldiciendose a si misma, comenzo a subir los escalones. Solo son cuatro pisos, tampoco es para tanto, se dijo. Y ademas, ya deberias estar acostumbrada. Ni tanto... Uno... Dos... Tres... Crac. No se metio la hostia del ano de milagro cuando el tacon del pie derecho se rompio. En ese momento tenia que estar pitandole el oido al dueno del piso, a su mujer y a toda su familia de como lo estaba insultando. Solto todo, se quito los zapatos, los metio en una de las bolsas y continuo escaleras arriba. --Me cago en mi estampa --refunfuno cuando iba por el peldano cuarenta. Se paro a tomar aire y coloco mejor las bolsas que ya le estaban cortando la circulacion de las manos. Con cuidado de que la bandeja con los pasteles no sufriera ningun dano... Y si, es lo que pensais, no habia podido evitar pararse en la pasteleria y seguir quemando tarjeta alli. En fin... Ya quedaba menos. Habia que seguir. --?A quien demonios se lo ocurrio la brillante idea de alquilar un cuarto? --gruno un momento despues, cuando solo le quedaba un piso por subir y sentia que los pulmones le quemaban. Ignoro, como no, el letrero fluorescente que se encendio dentro de su mente y que iluminaba su imagen dando la respuesta a su pregunta porque, evidentemente, solo a ella se le podia haber ocurrido. Pero claro, tenia ascensor, ?como iba a imaginarse que casi nunca funcionaba? Y ya ni hablemos de que la palabra ejercicio no iba con ella. Y no es que fuera vaga, claro que no, ella hacia ejercicio de vez en cuando. Solo que... Cansarse por cansarse lo veia una tonteria. Bastante cansada era ya la vida de por si. --Solo dos mas... --llegaria a su casa, soltaria las bolsas, cogeria uno de los pasteles y se lo comeria tumbada en el sofa-- Uno mas... !Por fin! Con la lengua casi fuera, aligero el paso hasta su destino. Ni el Jorobado de Notre-Dame habia caminado nunca tan encorvado. Llego a la puerta de su vivienda, solto algunas bolsas para poder buscar las llaves en el bolso, pero la puerta se abrio, Valeria se incorporo como pudo y... --!!!Vamos a morir todos!!! No, no os preocupeis, esto es una novela romantica. No iba a morir nadie. Y no seria por falta de ganas. Porque... A tomar por culo los pasteles. Tras el portazo de la loca de la vecina y de gemir cuando vio como la bandeja perfectamente envuelta de la pasteleria caia al suelo, Valeria cerro los ojos con fuerza. Mierda, los pasteles no. Silvia, su companera de piso y quien habia abierto la puerta, echo un rapido vistazo y fruncio el ceno. ?Que habia comprado esa loca? ?Medio supermercado? Eso olia a drama existencial. Quizas sentimental. Pues otro drama mas… Levanto la mirada hasta su amiga, quien apretaba los parpados con fuerza y tenia sus labios convertidos en una fina linea y supo que estaba a punto de explotar cual olla a presion. --Val... --susurro Silvia. Su voz sono calmada y suave, como si le estuviera hablando a un animal salvaje a punto de embestir. Lo que no era una comparacion exagerada para cuando se trataba de Valeria. La mayoria de la gente la definia como una mujer tranquila, con una paciencia infinita, super dulce y educada. Claro que eso era de cara a los demas. Pero quienes la conocian bien, sabian que tras esa mascara de serenidad, la andaluza escondia un genio de los mil demonios y conocia mas tacos que un camionero. Y si, porque seguramente era asi, venia de mal humor por tener que subir a patitas y a eso se le sumaba el grito de la desquiciada anciana que vivia al lado y que habia destrozado, mas directa que indirectamente, su racion de azucar... Valeria no tardaria mucho en echar humo. Y en otro momento a Silvia no le habria importado. Hasta la habria animado a soltarlo todo. Como le decia siempre: mejor fuera que dentro. Pero teniendo en cuenta que no estaba sola y que existia la posibilidad de que ardiera Troya cuando viera quien la acompanaba... Aunque Silvia esperaba poder mantener la situacion bajo control. Porque Valeria era un amor. Otra cosa es que estuviera mas pirada que su vecina, pero que era un encanto, lo era. Menos cuando se encontraba como en ese momento. O con ciertas personas. Silvia suspiro, se agacho, cogio la bandeja del suelo y miro a Valeria. --Val --insistio. Valeria cogio aire lentamente, abrio los ojos, miro a su amiga y le hizo un gesto con el dedo para que no dijese nada. Dio un paso hacia delante, Silvia pestaneo varias veces, se aparto y la dejo pasar. Error, penso al reaccionar y ver hacia donde se dirigia. --Val, espera --Silvia dejo la bandeja encima del aparador de la entrada para intentar parar a su amiga, pero no llego a tiempo. Ella ya habia retirado la cortina y habia abierto la puerta del balcon. Cogio aire y... --!!!Juro que algun dia la matare!!! --grito a todo pulmon. Silvia puso los ojos en blanco y una risita a su izquierda la hizo suspirar. Miro a su hermano, apoyado en el marco de la puerta del pasillo, con los brazos cruzados y observando, divertido, a Valeria. Pues empezamos bien, penso Silvia. Su amiga iba a matarla, estaba segura. O moria, lentamente, a manos de Valeria o, en el "mejor" de los casos, su amistad terminaria para siempre. --Val --volvio a llamarla, esperando a que ya hubiese terminado con el drama y que le hiciera un poco de caso. Estaba deseando terminar ya con todo eso. La muerte, cuanto mas rapido, mejor. --Maldita vieja de los demonios --gruno su amiga--. A ver si se quema en el infierno. Pues no, no ha dejado el drama, aun esta bien metida de lleno en el, penso Silvia. A ver si deja el complejo de Scarlett O'Hara. Valeria respiro varias veces intentando calmarse. Esa mujer la tenia hasta la coronilla. Un dia de estos iba a sufrir un ataque al corazon con los sustos que se llevaba. Y antes de morirse ella, moriria la vieja. Mas de una vez se habia preguntado por que su alquiler era mas bajo que el de los demas vecinos del barrio. La respuesta era simple. Entre el desastre del ascensor y la desquiciada mental que vivia al lado, o pedian un bajo precio por el o el dueno tendria que regalarlo. Si ella lo hubiese sabido a tiempo, no estaria alli. Pero se entero demasiado tarde. Cuando ya se sintio mas relajada o, al menos, con mas control de si misma, se giro mientras levantaba su mano para quitarse el pelo que le cubria parte de la cara y se quedo paralizada cuando se dio cuenta de que no estaban solas. Habia otro par de ojos pendiente a ella. Un par de ojos que ella conocia bastante bien. Joder, ?que hacia el alli? Lentamente, el se incorporo, descruzo los brazos y se quedo mirandola fijamente. --Max --la sorpresa en su voz mientras le daba un rapido repaso al dueno de esos preciosos ojos grises. Senor, si que habia mejorado con los anos. Y nunca hubiera pensado que eso fuera posible, siempre fue perfecto. Al menos para ella. Max tenia algo especial. Un rostro bastante masculino, unas facciones duras que parecian haberse senalado con los anos, aumentando su atractivo. Alto, atletico pero no en demasia, con ese rostro serio que a veces iluminaba con una sonrisa picara y ese pelo castano tan bien peinado. Ese pelo que ella habia sonado mas de una vez con revolver. Claro que nadie sabia eso, solo eran fantasias de nina tonta. ?Verdad? --Valeria --la voz de ese hombre casi la hizo temblar. Si, sin duda era el. Y a lo de las fantasias de cria mejor no iba a contestar. Valeria sintio como su rostro se tenia del color de la grana. Un inmenso calor le subio hasta la cabeza y quiso morirse alli mismo por la verguenza y por la ira que estaba comenzando a crecer en su interior. Al final iba a morir ella antes que la vieja chiflada. Pero no lo haria sin matar antes a su amiga. Con ganas de querer degollarla, miro a Silvia, quien la observaba con las cejas enarcadas, sin, al parecer, sentirse preocupada. Aunque las apariencias suelen enganar. Mas bajita que su hermano y mas rubia, pero con la misma sonrisa burlona que tenia el, le devolvia la mirada sin el menor atisbo de preocupacion. Y deberia de tenerlo. --?Que? ?Apetece un pastel? --pregunto Silvia, con retintin. A Valeria lo unico que le apetecia en ese momento era que la tierra se la tragase. Capitulo 2 Hacia como una hora que Max habia llegado a casa de su hermana. Se sentia extrano alli, pero se adaptaria, solo necesitaba un poco de tiempo. Y ganas. Pero eso no le faltaba. Tenia. Y muchas. Le habia costado un poco, sobre todo porque siempre habia sido muy independiente. Pero habia terminado aceptando la ayuda de Silvia. Al menos por un tiempo. Como le habia repetido su hermana hasta la saciedad, era el momento de comenzar de cero. Y que mejor manera de hacerlo que dejando toda su vida atras o, mejor dicho, lo poco que quedaba de ella y luchar por tener una nueva oportunidad. Para ello tenia que marcharse lejos de todo y de todos. Y por eso estaba alli, en el piso que su hermana compartia, mirando, divertido, como Valeria estallaba. Habia cruzado el salon como si de una exhalacion se tratase, Max apenas habia podido pestanear. ?Y que hacia descalza? A saber... Apoyado en el marco de la puerta del pasillo que conducia a las habitaciones del pequeno y antiguo piso donde se encontraba, se cruzo de brazos y espero, intentando no soltar una carcajada, a que la amiga de su hermana terminase con el drama. A saber la de calamidades que habria sufrido durante el dia para llegar a eso... Y si, era ironia. Porque el la conocia bien. Sabia como era. ?Como no hacerlo con la cantidad de horas que habia pasado en su casa desde que era pequena? El se habia encargado, ademas y en mas de una ocasion, de provocar ese caracter. Senal de que la conocia bastante bien. Hacia anos que Max no tenia contacto con Valeria y aunque sabia, por fotos que habia visto, que habia cambiado mucho fisicamente, parecia, mirandola desde atras, que el cambio habia sido mayor de lo que las imagenes mostraban. Cuando se diese la vuelta y pudiese dejar de mirarle el trasero, lo confirmaria. ?Y que demonios hacia el mirandole el trasero? Ni el lo sabia. Como tampoco entendia a que se debia esa repentina excitacion que el estaba sintiendo. Pero es que ella no parecia la misma. Y ese impresionante culo tampoco parecia el suyo. ?O es que siempre lo habia tenido asi y el no se habia dado cuenta? Pues habia perdido el tiempo, porque vayas nalgas mas perfectas. Max resoplo mentalmente por sus pensamientos. Joder, que era la amiga de su hermana. Era casi como una hermana porculera para el. Porque molestar, lo habian molestado siempre las dos. El no podia verla de otra manera que esa. No, no podia ser, no estaba tan desesperado como para llegar a eso, ?verdad? Que va, solo era la sorpresa de verla tan... Tan... Dejalo, se regano a si mismo. Despues de removerse un poco, incomodo por el rumbo que habian tomado sus pensamientos, se obligo a mantener la misma postura relajada. --Val --insistio su hermana. --Maldita vieja de los demonios --fue la respuesta de esta, Max enarco las cejas, divertido--. A ver si se quema en el infierno --en ese momento el solo queria reir. Ella y su caracter. Unos segundos despues, sacandolo de sus elucubraciones mentales, Valeria comenzo a darse la vuelta y el no pudo evitar que sus ojos volaran desde su culo hasta sus pechos. Joder... Graso error. El aire se le atasco en los pulmones. Madre de Dios. ?Realmente era Valeria? Enfadado consigo mismo, ignoro a su mente y puso todo su empeno en mantener su postura distendida y en que su rostro no mostrase la sorpresa que se habia llevado. Porque se la habia llevado. Esa no parecia la misma chica que el conocia. Claro que el nunca la habia visto como una mujer en si. Era... La amiga de su hermana. Y lo sigue siendo, dijo una voz en su mente. Pero no es lo mismo, penso. Y por Dios que no lo era. Lentamente, sin prisa, Max levanto la mirada hasta que sus ojos se posaron en el rostro de esa mujer. Ella retiraba el pelo que le tapaba parte de la cara en un gesto controlado. Max no pudo evitar que una sonrisa torcida se formara en sus labios cuando Valeria dejo sus facciones al descubierto. Si, era ella. Y estaba preciosa. Siempre lo habia sido, eso no podia negarlo. Porque tonto no era, hasta eso habia llegado. Una cosa es que nunca la hubiera mirado como a una mujer y otra que no supiese reconocer una cara bonita. Y Valeria siempre habia sido guapa. Pero esa vez habia algo mas en ella y Max no podria explicar que era. No era solo que su cuerpo... No. Esa morena de abundante y rizada cabellera tenia algo especial. ?Tal vez sus espectaculares labios? ?Esa pequena y delicada nariz, tan perfilada y perfecta? ?Ese cuerpo del pecado? Joder, no sigas por ahi, gimio mentalmente. Era mejor no pensar en ello o iba a vivir un momento bastante incomodo, ya estaba comenzando a apretarle el pantalon por la zona de la entrepierna. Fue entonces cuando ella parecio notar su presencia y lo miro. Max se encontro con ese par de ojos que, por primera vez en su vida, casi lo dejan sin aliento. Y no tenia ni idea de por que. Conocia a esa chica y por mucho que hubiese cambiado, no era normal la reaccion que estaba teniendo su cuerpo. La culpa la tenian esos ojos, seguro. Habia algo en ellos, un brillo especial. Perturbado, Max cambio de postura, separandose del marco de la puerta y descruzando sus brazos. Le mantuvo la mirada mientras ella le daba un buen repaso. Porque habia hecho eso, ?verdad? Oh, si. Sutilmente pero lo hizo, lo cual no sabia por que, pero le hacia sentirse muy satisfecho consigo mismo cuando vio como sus mejillas se tenian de rojo. Eso significaba que habia aprobado el examen. Y que estaba mas pirado que la vecina tambien. --Max --joder, no, gimio el mentalmente, una voz sexy no. Esa no era su voz. Ella... Mierda, no recordaba su voz, pero ella nunca habia dicho su nombre de esa manera. Debia estar alucinando y todo era culpa de su mente calenturienta, seguro. Todo era por el viaje, estaba agotado y no pensaba con claridad. Si, tenia que ser eso porque no era normal que hasta su voz lo hiciese pensar en lo que no debia. --Valeria --respondio el, dando gracias a Dios porque la suya sonase controlada. Porque ver el rubor en sus mejillas no estaba ayudando demasiado a parar su enfermiza mente. Para, Max, recuerda por que estas aqui. Como si en ese momento eso fuera a aliviarle la calentura que tenia... Pues deberia, se recrimino. Como si fuera tan facil... Los enormes ojos negros de Valeria volaron rapidamente hasta Silvia y la miraron, enfadada. Mierda, penso Max, lo que faltaba. Eso solo puede significar que... Max iba a matar a su hermana. Mira que se lo habia imaginado, pero prefirio pensar que no iba a ser tan tonta como para callarselo. Pues al parecer su hermana era mas tonta de lo que podia llegar a imaginar. Lentamente, el hizo lo mismo que Valeria y desvio su mirada hasta Silvia, a quien parecia darle igual ocho que ochenta. --?Que? ?Apetece un pastel? Max no tenia ni idea de a que venia eso, pero suponia que tampoco importaba demasiado. --?Y bien? --continuo Silvia al ver que nadie decia nada y nerviosa por sentirse el centro de atencion en ese momento, claro que no lo demostraria-- ?Un pastel? Pesadita con el pastel, penso Max, poniendo los ojos en blanco. --?Un pastel? --la pregunta de Valeria fue hecha con tanta suavidad que Max sabia que era la calma que precedia a la tormenta. --Si, azucar rica --confirmo Silvia. --?Te refieres a uno de esos deliciosos dulces que con tanto carino he elegido? --Claro que si --Silvia afirmo con la cabeza. --?Uno de esos que se han destrozado cuando se han caido al suelo por culpa de esa vieja demente que, un dia no muy lejano, Dios mediante, le hara compania a San Pedro? --pregunto relajadamente, haciendo reir a Max cuando lo entendio todo. El habia escuchado, como lo habria hecho todo el barrio, el alarido de la vecina no mucho despues de que Silvia fuese a abrir la puerta al escuchar como Valeria llegaba. Su hermana le habia contado que su vecina estaba un poco mal de la cabeza y algunas anecdotas para que estuviera al tanto. Lo que no le habia contado, siendo lo unico que importaba, es que la tercera persona implicada en todo aquello aun no tenia ni idea de por que estaba el alli. Juro por Dios que la matare, penso, imitando a Valeria. Porque a el no le apetecia vivir, en primera persona, el incomodo momento en el que su hermana se lo contase. Valeria podia decir que no y mandarlo lejos o, lo que creia que era aun peor, podia decir que si por puro compromiso, teniendo en cuenta que siempre se habian llevado un poco... Max no diria que mal, pero tampoco bien del todo. Porque Valeria tenia genio y a el le gustaba chincharla de vez en cuando. Le divertia y ella no se lo tomaba demasiado bien. Aparte de eso, tampoco hubo mayores problemas. Hasta ese momento, porque la ereccion que esa mujer estaba provocando en el si era un problema. Y de los gordos. Por todo eso, Silvia tenia que haberlo hablado con ella antes de ofrecerle su ayuda. --Precisamente esos, si --Silvia afirmo repetidamente con la cabeza, refiriendose a los pasteles de los que Valeria hablaba. --Claro que si --Valeria comenzo a mover la cabeza a la misma vez que su amiga-- No importan que esten destrozados. --Si --seguia afirmando Silvia--. Digo no --nego rapidamente con la cabeza--. !Claro que no! --exclamo, porque ?que iba a decir? Ya la estaba mareando y eso no deberia pasar, solia ser ella quien sacaba a Valeria de sus casillas. Pero claro, habia que tener en cuenta que era ella la que debia un par de explicaciones. Max miraba el intercambio de las dos y no puedo evitar sonreir. Nunca cambiarian... --Pero estan destrozados --repitio Valeria, poniendo cara de pena. Entonces el movimiento exagerado de negacion de Silvia paro. Fruncio el ceno y se mordio el labio inferior. --Bueno, a lo mejor podemos salvar alguno. --?Por que deberiamos de hacerlo? --?Porque te apetecen? --Tambien me apetece el helado de vainilla con nueces de pecan que compre y se convertira en batido a este paso --Silvia abrio los ojos de par en par y Max solto una risita, sabia que era el helado favorito de su hermana --. Como me apeteceria saber que hace el aqui. Como siempre, directa al grano, penso Max. Y aunque la pregunta habia sonado brusca, el no pudo evitar sonreir de nuevo. La conocia un poco, lo suficiente para no tomarselo a mal. --?Vainilla con nueces de pecan? --Silvia se habia quedado en eso. --Lo probaremos si la vecina no nos ha robado antes la compra. --Oh, !eso no! Mi helado no, porque !mato a la vieja! --grito Silvia mientras corria hacia la puerta para meter las bolsas de la compra en casa. Max solto entonces una carcajada cuando noto el ambiente mas relajado. Valeria sonrio y miro a Max. El no pudo evitar devolverle la sonrisa, le habia gustado ese gesto casi mas que chincharla. ?Desde cuando no le sonreia asi? Es mas, ?lo habia hecho alguna vez? El ya ni lo recordaba, pero no le importaria que lo hiciera cada dia. --?Que haces aqui? ?Vacaciones? Max medito su respuesta unos momentos. --Podria definirse asi --con una sonrisa burlona, se acerco a ella. --!?Me vais a ayudar o que? Valeria resoplo y refunfuno algo como "Te ayudare a que tambien tu vayas a saludar a San Pedro" o algo asi entendio Max y rio mientras la veia desaparecer. Se quedo mirando su trasero de nuevo. Madre mia... Se maldijo a si mismo y fue tras ella para ayudarlas. Ya tenia bastantes problemas en la vida como para anadirle uno mas. Asi que tenia que mantenerse bien alejado de Valeria, por su salud mental y esperaba que su reaccion fisica solo fuese producto de la sorpresa o iba a terminar completamente jodido. --?Y bien? --Valeria dejo la bolsa que habia cogido encima de la encimar-- ?Me va a explicar alguien que esta pasando? --Claro --respondio Silvia y se quedo callada. Y es que Silvia no tenia ninguna prisa por contarle a su amiga que era, exactamente, lo que estaba haciendo Max en su casa. La prueba de ello es que habia tenido un par de semanas para decirselo, antes de que el llegara y no lo habia hecho. ?Para que?

  • Purpura Profundo de Mayra Montero

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    El vital y seductor Agustin Caban, critico musical de un periodico, acaba de jubilarse. Dispone ahora de mucho tiempo libre, pero no le apetece viajar ni jugar con los nietos; solo tiene un deseo: invocar los fantasmas que hasta el momento han sido casi su unica razon de vivir. Sebastian, el entranable jefe de la seccion de espectaculos del periodico, le da el empujon definitivo: lo anima a escribir una memorias. Mientras Sebastian devora, lleno de envidia y entusiasmo, las paginas que le va entregando el critico musical, el lector va internandose en el mundo amoroso de Agustin, y conocera sus apasionadas aventuras con la violinista Virginia Tuten, poseedora de un extrano fuego caribeno que estuvo a punto de hacer zozobrar el matrimonio del critico; con el pianista Clint Verret, que no fue el unico hombre en la vida de Agustin, pero si el que lo llevo al borde del enamoramiento; con la transparente Clarissa Berdsley, interprete de trompa que mantiene unas curiosas relaciones con un murcielago. Y si su pasion por Alejandrina Sanroma, virtuosa de la celesta, llevo a Agustin al goce mas etereo, su obsesion por la torrida violinista Manuela Suggia desato en cambio sus mas bajos instintos y lo arrastro hacia los infiernos. Estas y otras historias conduciran a Agustin por senderos insospechados, desde menages a trois hasta torturadas relaciones de corte sadomasoquista, pues cada interprete <> en el una cuerda muy distinta. Pero de lo que no cabe duda es de que, para Agustin, la musica ha estado siempre vinculada a la pasion sexual; para el, conquistar al musico significa poseer no solo a la mujer (o al hombre), su carnalidad --el purpura profundo, en ultima instancia--, sino tambien saberse dueno de una implacable, irrepetible melodia: la Musica, con mayuscula, que ambicionamos todos.

  • Pideme mas (Algo mas que magia 1) de Heather Lee Land

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  • Los herederos de Wulf Dorn

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    Laura Schrader despierta rodeada de sirenas de ambulancia completamente perturbada y herida. Esta embarazada, y acaba de sufrir un accidente cuando circulaba por una carretera montanosa entre la niebla y la lluvia. En el maletero del coche, la policia descubre el cadaver de una nina con evidentes signos de violencia y ninguna pista coherente.

  • Gafas De Sol Para Dias De Lluvia de Mamen Sanchez

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    Lina es capaz de ver lo negro blanco y llevar gafas de sol en los dias de lluvia. Perseguida por un asunto turbio, huye de su pais natal y encuentra trabajo en el servicio de limpieza del hotel Ritz de Madrid.
    Carol es la unica heredera de una de las familias mas poderosas de Manhattan. Aunque vive rodeada de lujos y diversiones, no logra ser feliz.

  • Enamorados en Paris de Tomas Jimenez Eyto

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    Un viaje a la ciudad del amor que pone a prueba a la pareja donde los peligros y las amenazas siguen acechando. Un angel guardian y un matrimonio de policias italianos velaran por su seguridad. ?Podran librarse de los continuos avatares de la vida en completa felicidad?

  • A orillas del rio Zaire de Hortensia Lopez Lorca

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    Lena, una chica murciana, viaja a Kinshasa para trabajar en un colegio zaireno y mas tarde en la embajada de Espana. Alli, siendo testigo de dos guerras y un golpe de estado, conocera a sus grandes amores, hara sus mejores amigos y descubrira lo mas profundo del ser humano.
    El vertigo de la historia nos une a los latidos de la protagonista, y la superacion es el color de fondo. La novela nos lleva a detenernos, a reflexionar, a orillas del rio Zaire, en el corazon de Africa.

  • Virgenes y verdugos de Tomas Barbulo

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    La trepidante aventura narrada en La Asamblea de los Muertos -primera entrega de esta original serie de Tomas Barbulo- supuso el nacimiento literario de Haibala Ahmed Yadali el Saharaui, un personaje llamado a dejar huella entre los miles de lectores que disfrutaron de la novela. En esta ocasion, el enigmatico y esquivo presunto ladron de joyas se encuentra en Raqa, Siria, detras de las fronteras virtuales del Estado Islamico, recaudando fondos para la yihad en un nuevo ejercicio de espionaje ideado para recabar informacion y pasarsela a Rusia con el objetivo de localizar a Abu Mohamed el Jordano, uno de los principales cabecillas de la organizacion fundamentalista.

  • G de guardaespaldas de Sue Grafton

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    La misma semana que Kinsey recupera su piso destrozado por una bomba y cumple 33 anos ocurren dos cosas que durante un tiempo van a trastornar su vida: viajando desierto a traves en su Volkswagen en busca de una anciana desaparecida, alguien desde una camioneta le vuela inesperadamente los neumaticos. Solo entonces Kinsey se convence de que un ex convicto, a quien ella habia contribuido a apresar, al salir en libertad ha ofrecido 1.500 miserables dolares por su cabeza. Aun consciente de lo poco que vale su vida, decide no obstante contratar a Robert Dietz, un guardaespaldas, muy duro, algo introvertido y misterioso, quien -vaivenes del oficio- acaba protegiendole algo mas que la cabeza. Entretanto, si fue cosa facil dar con la vieja bruja de Agnes Grey, bastante mas complicado sera descifrar los inconfesables misterios en los que va enredando cada vez mas a Kinsey Millhone. ?Adonde la conducira esta vez su insaciable necesidad de meterse en lios?

  • Besos de carmin, Christian Martins de Christian Martins

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  • Por el. Un amor que doblega el orgullo de Daniel Richards

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    Basil siempre amo Jason Lakis y egoistamente se quedo con su hijo cuando este, por azares del destino llego hasta el. Despues de todo, Lakis no sabia que tenia un hijo y el podia quedarse aquellos hermosos ojos identicos a los del padre solo para el.

    ?Que sucedera cuando con el tiempo Lakis se entere de la existencia de su hijo?

    Despues de todo, nadie le quita nada a un Lakis. El hecho de recuperar a su hijo no esta en discusion y menos cuando el ex-perro callejero que despierta mas de un oscuro deseo en el moreno viene en el paquete.

  • Esos ojos me suenan de Natalia Divan

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    Amy es una periodista freelance estadounidense a la que sus trabajos apenas le dan para subsistir. Cuando se le presenta la oportunidad de ascender en la revista para la que principalmente trabaja si entrega un buen articulo, decide hacer uso de los pocos ahorros que tiene y viajar en un crucero que surcara el mar Mediterraneo, en busca de inspiracion.
    Lo que Amy desconoce todavia, es que el azar del destino la hara coincidir con alguien del pasado que guarda un delicado secreto, y le hara vivir, a su vez, peligrosas aventuras no exentas de romanticismo.

  • El metodo Sakuma de Kenichi Sakuma

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    El fenomeno que ha vendido mas de 2.000.000 de ejemplares en Japon y ha puesto en forma a medio mundo ?Piensas que nunca podras conseguir una figura de ensueno? El entrenador personal de supermodelos Kenichi Sakuma te demostrara que, gracias a su innovador y efectivo metodo, puedes alcanzar tus objetivos y remodelar tu cuerpo en tan solo dos semanas. Con El metodo Sakuma aprenderas a utilizar correctamente los musculos del torso y transformaras tu silueta con solo 5 minutos de ejercicio al dia y no tendras que preocuparte por el efecto rebote. !Conseguir la figura que siempre has querido solo te llevara cinco minutos al dia!

  • La piel desnuda de Pati Blasco

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    Esta es la historia de Angel Alamo, un escritor que esta atravesando un momento de crisis. Mientras conduce hacia su casa, atropella a Sofia y se da a la fuga. Acuciado por la culpa, decide volver al lugar del homicidio y comprobar si la victima ha fallecido.

  • Una educacion de Tara Westover

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    Como una educacion puede salvar una vida

  • Seda y acero de Kat Martin

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    Novela romantica de la autora de Amantes furtivos, que hara las delicias de todas sus lectoras, y encontraran en ella todo lo que necesitan de una buena historia de amor.

  • La cocina aromatica de Francois Chartier

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    ?Sabias que los esparragos verdes a la parrilla quedan de maravilla con chocolate negro? ?Por que el jamon cocido funciona tan bien con el clavo y la pina? ?O por que son tan buenos los mejillones con patatas fritas? En La cocina aromatica, Francois Chartier nos da las claves para acertar con los maridajes aromaticos en casa. Extraordinariamente facil de consultar, el libro presenta 295 alimentos, vinos, cervezas, tes y licores en forma de practicas fichas para crear tus propias combinaciones en la cocina, con exito asegurado. Descubriremos asi alimentos y bebidas de la misma familia aromatica e ideas novedosas para preparar recetas que estimularan tu creatividad culinaria, y conseguir asi platos extraordinarios.

  • El cerebro femenino de Louann Brizendine

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    ?Como piensan las mujeres? ?Que es lo que valoran? ?Como se comunican? ?A quienes aman? Todas las respuestas estan en el cerebro. La investigadora y doctora en medicina Louann Brizendine ha recopilado numerosos datos cientificos para explicar de manera clara como la estructura cerebral es fundamental para entender la forma de pensar de las mujeres.

  • La condesa de las tinieblas de Laura Gay

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    Paris, 1795. Marie Therese Charlotte de Borbon lleva tres anos viviendo encerrada entre los muros de la Torre del Temple, encarcelada por los revolucionarios franceses. Ha visto morir, uno tras otro, a todos los miembros de su familia y ha sufrido la mas terrible de las humillaciones: la violacion; teme que no haya escapatoria cuando se le ofrece la liberacion a cambio de doce prisioneros de guerra. Esa misma noche, mientras se divertia jugando a las cartas y con prostitutas, Leonardus Cornelius Van der Valckrecibe la visita de un noble austriaco que le hace una oferta que no puede rechazar: el mismisimo emperador austriaco le pide que tome bajo su custodia a su prima, la unica superviviente de la familia real francesa.

  • Quedate conmigo de Marjorie Ortega

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    ?Hasta donde llegarias por amor?

  • El peligro que nos une de Priscila Serrano

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    El: Impenetrable.
    Ella: Dulce.
    El: Inmaduro.
    Ella: Tierna.
    Jason se fue con su padre anos atras. Penso que su vida seria diferente de lo que en realidad fue. El cambio de ciudad y de ambiente, fueron su perdicion
    Al volver, cree tenerlo todo controlado, hasta que se encuentra con todo cambiado. Su madre volvio a casarse y tendra que convivir con dos adolescentes. Su hermana Mina y Abby.
    Abby, Abby, Abby. Siempre Abby.
    Es tan dulce, tan buena, tan, tan, tan apetecible.
    ?Como afrontara su nueva vida?

  • Tres semanas seran suficientes de Hugo Sanz

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    La vida de Leo se pone patas arriba cuando Ainhoa, su pareja, le confiesa que esta enamorada de otro hombre. Es entonces cuando toma conciencia de que su relacion sentimental, que parecia muy estable, no ha sido mas que una farsa.

  • Tocado y hundido (Tessa Leoni 3) de Lisa Gardner

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    Tessa Leoni vuelve con un nuevo caso.

  • El misterio del juego de Te (Ronin Flash Fiction 1) de Kristie Lynn Higgins

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    El Misterio Del Juego De Te es un Kindle Unlimited libro misterio gratis y parte de la serie Ronin Flash Fiction. El ronin debe resolver un misterio que rodea el robo de un juego de te.

  • La novia del vikingo de Esmeralda Lynn

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    -Para mi no es ningun logro obligarte a nada – dijo, y adelanto su cara hasta que sus labios estaban casi rozando los mios -Te fo****e cuando tu lo desees, y esa sera mi verdadera victoria. Hacer que una princesita hermosa como tu desee a un vikingo salvaje como yo.

  • Controladas de Tierra Salvaje

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    Para Agata no existia duda alguna de que su vida estaba destinada a ser actriz, tarde o temprano. Para ello, habia convencido a su familia para tomar clases de arte dramatico en una academia durante el verano. Su intencion era seguir con esas clases, incluso cuando empezara el curso escolar. Podria llevar ambas cosas adelante pues era buena en los estudios. Agata era una pelirroja estilizada, de piel muy blanca y cabellera abundante y larga, siempre bien cepillada. Estaba muy orgullosa de su cuerpo, rebosante de juventud. Piernas largas, cintura estrecha, vientre plano y duro, pechos erguidos y no muy grandes, perfectos, un trasero respingon y un rostro angelical y pecoso. Sin embargo, esas mismas pecas que tanto atraian las miradas de los chicos, la cohibian un tanto. En su opinion, la afeaban, por mucho que comentaran los amigos, pero, por desgracia, eran imposibles de borrar. De lo que si estaba orgullosa era de sus rasgados ojos verdes, a los cuales acompanaba con unas bien depiladas cejas rojizas. Cuando alzaba una de ellas, en un gesto interesante, una pequena arruga vertical aparecia en su ceno, confiriendole un aspecto maduro. Poseia una nariz estrecha, fina y algo respingona, que su padre denominaba de pura irlandesa, que remataba con una boca pequena, de labios finos y jugosos. Alma sabia que su amiga, a pesar de ser inteligente y voluntariosa, era algo ingenua. No habia dedicado tiempo alguno a conocer otros chicos ni a relacionarse. Solo estudios y peliculas. Ahora, abordaba un mundo nuevo y deslumbrante y podia resultar decepcionada. Era cierto que Alma envidiaba a su amiga, pero se decia, a ella misma, que era una envidia sana. Agata poseia una innata belleza que atraia todas las miradas, pero no se aprovechaba de ella. Alma hubiera querido esa belleza para ella, para disfrutar mucho mas de su vida, pero las cosas eran como eran y debia aguantarse. Sonrio de nuevo, al mirar al profesor Warren. Agata estaba pasando por lo mismo que ella habia pasado; se habia enamorado de su profesor. Agata sintio como su corazon saltaba en el pecho cuando, al final de la clase de interpretacion, Frank la llamo. Disimulo su nerviosismo recogiendo sus apuntes. -- Manana aparecera en el tablon de anuncios, pero me gusta decir las noticias personalmente --dijo el profesor acercandose a ella. -- ?De que habla, profesor Warren? --De que has conseguido el papel principal en la obra. !Enhorabuena! -- !Dios! ?De verdad? --exclamo ella, saltando impulsivamente. --Si, asi es. Eres una de las mejores alumnas de este curso y no he dudado en dartelo. --Muchas gracias, profesor Warren, yo… --Ahora, vamos a trabajar juntos durante muchas horas. No es necesario que me trates con tanto respeto. Llamame Frank. Agata ni se entero de que sus pies la habian llevado ante su casa. Durante todo el camino, su mente dejo volar la imaginacion y protagonizo multitud de suenos alocados. Nada mas subir a su habitacion, llamo a Alma y le comunico la noticia. --No, no. No es ese el tono. Muy mal. Repetiremos la escena --dijo Frank, cortando el ensayo. --Lo siento, pero no me sale de otra forma --se excuso Agata, un tanto avergonzada. Llevaban ya tres semanas de ensayos y Agata fallaba en nimiedades que deberia haber asumido ya. Llego a pensar, en ocasiones, que no estaba preparada, que el papel le venia grande. Frank agito el guion delante de su rostro y la miro fijamente, algo furioso. --Se supone que eres una mujer despechada, amargada, llena de odio. No puedes hablarle al causante de tus penas de esa forma, Agata. !No estas pidiendo un sandwich en la cafeteria! Debes mascar cada palabra; tu voz debe destilar odio y pasion a la vez. Tus ojos deben apunalarle. Eso es lo que debes sentir. --Lo siento. -- !Y no digas mas "lo siento"! !Afirma tu caracter! Agata sintio como su garganta se atenazaba; un nudo, formado por la verguenza, el desencanto y rabia, la impidio decir nada mas. Las lagrimas brotaron, incontenibles, y Agata huyo del escenario. Diez minutos mas tarde, Frank llamo a la puerta de uno de los camerinos donde ella se habia refugiado. --Agata, por favor, ?puedo hablar contigo? --dijo desde el otro lado de la puerta. Al no tener respuesta, empujo la puerta y entro. Agata se encontraba sentada delante del espejo, secandose los ojos y retocando un poco su maquillaje. --Vengo a excusarme por todo lo que te he dicho. Estaba furioso y no me he podido contener. Defecto de actor --dijo, encogiendose de hombros. La broma no funciono; ella le miro con ojos atormentados. --En serio, Agata. Se que todo esto es duro, que piensas que no lo podras conseguir, pero si puedes. Tienes madera y posibilidades; solo necesitas… concentrarte. --No es necesario que me animes. Me he dado cuenta de que no sirvo para esto. No he podido contener las lagrimas en el escenario. Vaya fracaso de actriz --sorbio ella. --No, no. Estas equivocada. Los actores deben de ser totalmente impresionables, llenos de sentimientos encontrados que les permitiran adecuarse al papel. Eso es bueno, solo que debes pulirlo. -- ?Y como lo hago? --Veras, tenemos aun tiempo, pero no puedo dedicartelo a ti solamente en el plato. Hay otros estudiantes que me necesitan. Si pudieramos vernos fuera de clases… No se, una tarde de sabado, por ejemplo. Podria ensenarte muchas cosas, trucos de la profesion, que te ayudarian a concentrarte en tu personaje. --Eso seria estupendo --dijo ella, animandose. -- ?Que tal si vienes a mi casa este sabado? --Estupendo. --Te dare la direccion. Yo mismo te acompanare a casa cuando acabemos. Agata sintio de nuevo su corazon acelerarse. Era lo mas parecido a una cita que ella pudiera imaginar. La casa de Frank era bastante curiosa. Segun el, la empezo a construir su bisabuelo y su padre la termino. Grande y con un amplio jardin trasero, el edificio contenia varios estilos arquitectonicos, debido a los diversos propietarios que colaboraron en su terminacion. El timbre resulto ser una graciosa cadenita que activaba un carillon. Frank la saludo y la hizo pasar. Hacia un poco de frio en la calle y la recibio con una taza de chocolate caliente que no se atrevio a rechazar, aunque en casa nunca lo tomaba, pues cuidaba de su silueta. Frank entro en materia rapidamente y repasaron partes del guion. A medida que pasaban las horas, Agata se sentia mucho mas comoda y llegaba a bromear constantemente. Se le paso el tiempo volando y Frank, cual solicito caballero, la acompano a casa en su coche. Agata suspiro a solas en su dormitorio; estaba viviendo algo especial, casi un cuento de hadas. Durante dos semanas, la chica acudio puntualmente casi a diario. Los dos habian llegado al acuerdo de que debian repasar diariamente. Frank hizo mucho hincapie en que no debia comentar con nadie aquellas clases particulares, porque las habia negado a muchos otros alumnos. Aquello convirtio la relacion en algo especial para Agata. Frank la ayudaba a ella, solo a ella. La hacia sentir que era parcialmente suyo.

  • El proceso de Franz Kafka

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    El proceso, sin duda una de las obras clave del genio del absurdo que fue Franz Kafka, enfrenta al lector a la angustia de comprobar que algunas cosas son demasiado reales para ser ciertas.

  • Huir del amor de Sophie Saint Rose

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    Tessa ha conseguido el trabajo de sus suenos en el despacho de abogados mas prestigioso de Londres. Su vida se esta desmoronando y su nuevo jefe le hace la vida imposible pero ella no se deja llevar por la desesperacion. Hasta que estalla…

  • No he acabado contigo de Jessica Lozano

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    Tara no le conoce, no sabe su nombre y aun asi se deja llevar por la pasion en aquella sala de cine. Todo comienza como una erotica fantasia, pero se transforma en algo obsesivo y en una descontrolada atraccion. El la arrastra hasta el limite logrando que lo desee con solo mirarla. Intenta alejarse, no puede permitirse tener una relacion, pero Damyan es directo y muy persuasivo, sabe que algo le oculta e intenta que confie en el. Tara no puede hacerlo y lo que penso que seria un simple juego, se convertira en algo peligroso. Su oscuro pasado volvera para recordarle que este donde este la encontrara y su vida dependera de la decision que tome.

  • De la tierra a la luna de Jules Verne

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    Tras terminar la guerra de Secesion estadounidense, el presidente del Gun-Club, Impey Barbicane, propone la fabricacion de un canon gigante para enviar un proyectil a la Luna. Junto con el secretario, J. T. Maston, y tras ser informados de los detalles astronomicos por el Observatorio de Cambridge, deben resolver una serie de cuestiones: caracteristicas del canon, forma y tamano del proyectil, clase y cantidad de polvora, ubicacion del sitio de lanzamiento, financiacion de la empresa, etc. La viabilidad del proyecto es cuestionada por el capitan Nicholl, enemigo acerrimo de Barbicane (si el segundo es constructor de proyectiles, el primero lo es de corazas y escudos), el cual hace una serie de apuestas a Barbicane acerca del exito del proyectil

  • Role Playing. Una apuesta arriesgada de Minerva Hall

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    Tras sobrevivir a una dificil y traumatica experiencia, Brenda necesita reencontrarse consigo misma, alcanzar la paz y redescubrir esas emociones que, de pronto, le resultan esquivas. Sabiendo que esta vacia por dentro y ansiosa por volver a sentir, se interna en el ambiente de seduccion del Pleasure’s Club, sin esperar que esa decision la vuelva a poner de lleno en el ojo del huracan.
    Gabriel Grier es uno de los Amos del club erotico mas exclusivo de la ciudad, o al menos lo era, ahora lleva meses sin disfrutar del sexo. La dominacion, tan necesaria para el como respirar, de pronto lo enferma y se descubre incapaz de tener una ereccion con cualquiera de sus habituales sumisas.
    Sin embargo, la noche de los viernes, cuando su nueva bailarina ameniza la velada, su cuerpo responde, su alma la anhela y su corazon sufre porque sabe que nunca podra tenerla.
    Pero cuando ella vuelve a ser objetivo de una mente perversa, sabra que sera capaz de cualquier cosa con tal de mantenerla a salvo.
    ?Seran capaces estas dos almas perdidas de abrir el corazon y amar por una vez y para siempre jamas?

  • No digas nada de Patricia Gibney

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    Un asesino se esconde en una ciudad llena de secretos

  • Susurrame al oido de Yolanda Montiel

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    ?Pondrias la mano en el fuego por la persona a la que confias tu cuerpo?

  • Supertrucos mentales para la vida diaria de Jorge Luengo

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    Saber lo que esta pensando la persona que tenemos enfrente puede ser muy provechoso en las relaciones laborales, economicas, de pareja y familiares. Los mentalistas saben como hacerlo y Jorge Luengo nos lo ensena de un modo ameno y lleno de <>, juegos y acertijos. Con el mismo sistema podemos comportarnos de manera que quienes nos rodean se hagan la imagen de nosotros que queremos.

  • La nina del sombrero de paja de Sarah Wall

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    Moon vive en Camboya, en una pequena aldea cerca del rio y lejos de la gran capital. Desde pequena, junto a su familia, subsiste de lo que obtiene del vertedero. Al morir su padre, su madre enloquece y, enganada por una vecina con la promesa de un futuro mejor, la vende a cambio de unos pocos dolares. Sera entregada a una familia de origen chino que la explotara haciendo que su vida se convierta en un infierno.
    Ellen es una mujer a la que la vida ha dado un duro golpe: perder a su marido de forma repentina y decide darle un cambio drastico.
    Dos almas a las que el destino unira en una intensa lucha por la superacion y la supervivencia en un lugar donde las mujeres y los ninos son los mas vulnerables en manos de las mafias Camboyanas.
    Una historia dura, pero llena de amor y solidaridad.

  • El espiritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia de Patricio Pron

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    Una novela sobre la responsabilidad de padres y abuelos en los hechos tragicos de la historia reciente. Una historia universal que afecta a todos aquellos que han vivido y muerto por defender una idea.

  • El Arte de no Decir la Verdad de Adam Soboczynski

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    A lo largo de treinta y tres historias ejemplares, Adam Soboczynski demuestra que el arte del fingimiento, que jugaba un papel esencial en la vida cortesana, experimenta un nuevo auge en la era capitalista. En esta vida, que define como un campo minado en el que el amor es el mas bello de los enganos, no hay que ser autentico, sino fingir para parecerlo. No en vano salpican el texto las citas de ilustres moralistas como Gracian, La Rochefoucauld o Baltasar de Castiglione. Un tipo casado que liga en una fiesta, un empleado que se busca la ruina por responder impulsivamente a un correo electronico, un escritor fracasado, una joven historiadora del arte que pasa un fin de semana en una isla remota, un peluquero que celebra entre amigos la inauguracion de su nuevo negocio o una maquetista de una revista de moda con problemas con los hombres son solo algunos de los personajes que ilustran un autentico catalogo de situaciones que podriamos protagonizar cualquiera de nosotros. Hilarante, ameno y agudo, pero a la vez profundo, brillante y provocativo, corresponde al lector decidir si se toma este texto inclasificable como un retrato critico de nuestra sociedad o como un peculiar manual de instrucciones para triunfar en ella. <>. TOBIAS BECKER, Der Spiegel.

  • Los funerales de la Mama Grande de Gabriel Garcia Marquez

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    Los funerales de la Mama Grande, el primer libro de cuentos de Gabriel Garcia Marquez, continua la historia de Macondo iniciada en La Hojarasca y que alcanza su culminacion y fin en Cien anos de soledad. En estos relatos el paisaje psiquico de Macondo se confunde con el humor de los habitantes y con la sucesion de malestares, penas y prodigios. Rebeca Buendia, la viuda de Jose Arcadio, vive en una casa inmensa de dos corredores y nueve alcobas, padeciendo de delirios y visiones; el padre Angel duerme desde hace anos en el confesionario; el dentista tortura a los opositores; el telegrafista transmite poemas de amor a una colega desconocida; Trinidad, un adolescente, colecciona ratones muertos en cajas de zapatos. En Macondo solo prosperan las pestes, los adivinos, los saltimbanquis y los encantadores de serpientes.

  • Mi corazon irlandes de Francine J.c

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    Una novela romantica ambientada en la idilica y verde Irlanda.
    Una historia de segundas oportunidades y amores prohibidos.

  • Siempre te mirare (Mirame 3) de Marissa Cazpri

    https://gigalibros.com/siempre-te-mirare-mirame-3.html

    ?Quieres saber mas sobre Paul, Marina y el hijo de ambos? Aqui teneis un pequeno retazo de su vida en Londres.

  • Fuera de control de Cris Tremps

    https://gigalibros.com/fuera-de-control.html

    Cuando tu vida esta fuera de control, el amor es lo unico seguro.

  • La bruja del mar de Sarah Henning

    https://gigalibros.com/la-bruja-del-mar.html

    Todo el mundo sabe lo que pasa al final. Una sirena, un principe, un beso de amor verdadero. Pero antes de la historia de esa joven sirena, existieron tres amigos. Uno temido, uno real y uno que ya estaba muerto. Desde que su mejor amiga, Anna, se ahogo, Evie ha sido marginada en su pequeno pueblo de pescadores. Una anormal. Una maldicion. Una bruja. Una chica con un extrano parecido con Anna aparece en la costa y, aunque ella lo niega, Evie esta convencida de que su mejor amiga sobrevivio y que su propia magia no era tan ineficaz despues de todo. Cuando las chicas captan los ojos y los corazones de dos encantadores principes, Evie cree que por fin podria tener su <>. Pero su nueva amiga tiene sus propios secretos. No puede quedarse en Havnestad, o mantenerse en dos piernas, a menos que Evie encuentre una manera de ayudarla. Ahora, Evie hara cualquier cosa para salvar la humanidad de su amiga y el corazon de su principe, aprovechando el poder de su magia, su oceano y su amor, hasta que descubra, demasiado tarde, a lo que en realidad ha renunciado. Wicked se cruza con La sirenita en esta cautivante historia sobre el origen de la villana mas iconica del oceano, perfecta para los fans de Sin corazon y Dorothy debe morir.

  • El tren de los suenos rotos de Jose Antonio Quesada Coves

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    Karam es un joven marroqui al que se le ha quedado pequeno su pais, asi que decide viajar a Espana con el fin de hacer realidad sus suenos. Granada es el punto de partida de un largo y ajetreado viaje. El negocio familiar del trafico de hachis le permite conseguir dinero rapido en el continente europeo con el que cumplir sus objetivos. Pero el amor, las drogas y unas extranas amistades se cruzan en su camino de forma inesperada, haciendo que todo se precipite con los atentados del 11-M de 2004 en Madrid.
    Esta obra narra la persecucion de los suenos de un hombre que busca la felicidad en el lugar equivocado.

  • Un corazon como el tuyo (California Dream 2) de Juliana Y. Velazquez

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    Un hombre que tiene el mundo a sus pies. Las mujeres se rinden a su encanto sin mayor esfuerzo. Sin embargo, tiene como regla no dejar el corazon en un beso.
    Una mujer solitaria marcada por el pasado, a quien las cicatrices y el dolor le han borrado las fantasias. No cree en promesas de amor ni cede a la seduccion.
    Una coincidencia junta sus caminos.
    Esa mujer que llega a su vida para ponerla de cabeza, le hace cuestionarse como es posible romper su unica regla sin haber rozado sus labios. El cree que sera facil hacerla caer.
    Pero ella tiene mucho mas dentro, su mirada oscura es solo un reflejo de sus heridas. A pesar de ello, la persistencia de aquel hombre amenaza con romper sus barreras.
    Para el amor nunca fue tan complicado triunfar.

  • El ultimo susurro de Gema Tacon

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    Conocer a Gema Tacon ha supuesto en mi vida personal algo asi como una <>. Admito que antes de coincidir con ella en Sevilla, en el evento Literalia, no la conocia; sin embargo, es de esas personas que no pasan desapercibidas alla donde aparece. Supongo que se debe a ese factor que tenemos en comun, ser piscis, que nos impulsa a mostrarnos afectuosas y abiertas cuando nos sentimos a gusto con la gente. Ese dia armonizamos a la primera, reimos muchisimo y prometimos leernos. De Gema he de decir, ante todo, que es muy buena persona; pero lo que nos trae aqui es su faceta como escritora. Ya, si la he leido, y no solo en esta novela, El ultimo susurro, sino en otras obras suyas de tematica juvenil, con seres fantasticos, el de los heroes y heroinas de humor acido y accion rapida. Gema es versatil por naturaleza y ha demostrado que puede adentrarse en otros generos. Aqui nos trae una novela policiaca, con un mundo supercurioso y absolutamente desconocido para mi, el de los ASMR (!incluso crei que se lo habia inventado hasta que vi los agradecimientos al personal que la ha asesorado!); pero sobre todo me encanta su particular mania de jugar con las identidades de los protagonistas. No os podeis perder el glosario final porque en el descubrireis que nuestra amiga ha tomado prestado los nombres e incluso las profesiones de personajes reales para integrarlos en su historia. !Imaginacion y documentacion no le falta! La novela, su primera incursion en este genero, le ha quedado bastante digna y si a ello le sumamos la magnifica portada de Monica Gallart, no podeis dejar de leerla. Para mi, ha sido un honor que me solicitara escribir el prologo de su historia. No tengo ni idea de si era esto lo que queria, pero es lo que me ha salido (!fijo que ya no me lo pide mas!) Igual que ella es novata en las lides policiales, yo lo soy en las prologueras. De todos modos, contamos con vuestra benevolencia y vuestras ganas de seguir compartiendo el universo de Gema, ese que te hace reir, porque es para lo que ella ha nacido; para poner una sonrisa en nuestros semblantes y alegria en los corazones. Mucha suerte en tu trayectoria, Gema. Un fuerte abrazo. Mercedes Gallego. Uno Arroje contra la pared algo que estaba penetrandome los timpanos como si quisiese devorarme por dentro. Me di la vuelta, me escondi bajo la manta y continue durmiendo mi muy merecida resaca de la noche anterior. Definitivamente, no debi haber tomado esa ultima copa, tampoco tenia a nadie esperandome para echarme la bronca por llegar en el estado en el que lo hice, y no me importaba en absoluto lo que los vecinos cuchicheasen a mis espaldas. Con vaciarles por la ventana del patio los ceniceros llenos de colillas sobre sus blanquisimas y monisimas sabanas ya tenia mi venganza mas que solventada, y como resulta que soy policia, no tenian huevos de subir hasta mi mugriento atico a decirme a la cara lo que realmente opinaban sobre mis salidas nocturnas y mis llegadas al amanecer cada dia, con un hombre o mujer diferente, seguido de los politicamente incorrectos gemidos y jadeos. Tocaron el timbre con insistencia logrando que me despertara de peor humor del que me levantaba a diario. Me dirigi hasta la puerta principal, abri y alli estaba la pobre y temblorosa Clea, mirandome bajo sus enormes gafas y cubriendose el resto de la cara con un monumental dosier lleno de papeles que, de seguro, pretendia que me leyese. Me di la vuelta, la deje de pie en la entrada y corri por el pasillo para introducirme de nuevo en mi deshecha y alborotada cama. --Kate, la jefa esta como loca buscandote. Te ha llamado al movil cientos de veces. Se quedo gritando que o aparecias de inmediato o te quedarias sin empleo y sueldo hasta el dia del juicio final --me advirtio a la vez que levantaba las persianas. Me destrozo las retinas con ello. --!Dile que no me encuentro bien! --grite lanzandole un cojin a la cabeza, con la esperanza de impedir que siguiese abriendo mas ventanas. --Tenemos un caso, Kate --me informo haciendo que le prestase atencion por primera vez desde que llego--. Ha muerto una mujer de mucho dinero y hay que investigarlo antes de que se filtre a la prensa. Eso ya me gustaba un poco mas. Ultimamente, la zorra de la jefa de policia lo unico que me habia asignado era un punado de casos de ladrones de tres al cuarto. --Y ?como es que tu vanagloriada superiora quiere contar conmigo para este asunto tan importante? --pregunte ironica. --Te han asignado un companero nuevo --me respondio, temerosa por mi reaccion. --!He dicho mil millones de veces que no quiero a nadie! !Yo trabajo sola! -- conclui enfurrunada y me fui al bano a darme una ducha de agua fria para intentar despejarme un poco, antes de soportar la cara de mujer diez de la senorita Pato. Desde la ducha pude escuchar como Clea recogia la casa y fregaba los platos. Si no la quisiera tanto me casaria con ella, el problema era que mis relaciones, ya fuesen con personas de mi mismo sexo o del contrario, nunca terminaban bien. Entre de nuevo en el dormitorio tal y como mi madre me trajo al mundo, haciendo que Clea se ruborizase y tuviese que mirar hacia otro lado, a la vez que mi amiga me acercaba una humeante taza de cafe recien hecho. Me embuti unos vaqueros y me coloque la camiseta que menos arrugas tenia de todo mi desastroso armario. Me mire en el espejo para intentar peinarme; habia empapado la camisa con las puntas de mis todavia mojados rizos. Hice el amago de cogerme una coleta, pero en el reparto de miembros, algun gracioso me doto de unas orejas bastante considerables y al final siempre terminaba por dejarmelo suelto para asi poder ocultarlas. Unas enormes ojeras dibujaban el contorno de mis marrones y grandes ojos. Me encogi de hombros resignada, abri el bolso, saque un paquete de tabaco y encendi el que seria mi primer cigarrillo del dia. El maldito timbre del telefono sono de nuevo desde donde quisiera que hubiese caido. Clea lo rescato debajo de una montana de ropa sucia que habia apilada a los pies de la cama y me lo entrego, suplicandome con la mirada. --Senora Pato --lei en alto justo antes de descolgar y tras encender el altavoz, para poder ponerme los zapatos mientras hablaba--. Buenos dias, jefa. --!Buenas tardes, detective Warne! --saludo ironica--. Me preguntaba si tenia pensado aparecer hoy por el trabajo. --Se me ha pinchado la rueda del coche. Estoy de camino --menti. --No tarde demasiado, la estamos esperando --se despidio. Habia creido lo del coche--. Por cierto, Warne. --?Si, jefa Dick? --Cuando venga acerquese tambien por la zona de vehiculos. Anoche se llevo la grua el suyo. --Un pi, pi, pi, pi, pi... fue lo ultimo que escuche. --!Mierda! --?Que? --quiso saber Clea. --Odio a la Pato --asegure mientras saliamos de mi apartamento. Cuando bajamos las escaleras nos cruzamos con la metiche y puritana vecina del tercero, quien regresaba de sacar a pasear a su malcriado Coton de Tulear1, y nos miraba de reojo, escandalizada. Pare a Clea justo frente a la puerta de la chismosa vecina, la abrace y le di un beso en los labios introduciendole la lengua hasta la campanilla, lo que provoco que a la vieja se le cayesen las llaves de las manos al intentar entrar rapido en su casa, para asi dejar de contemplar la escena infernal que tenia ante sus narices. --Tienes que dejar de hacer eso --se quejo Clea, limpiandose mis babas. --?Besarte? --pregunte, divertida, al mismo tiempo que tapaba la mirilla de la puerta de la buena senora con el pulgar y la escuchaba resoplar detras. --Aparte, tienes que dejar de llamarla asi. Cualquier dia se te escapara delante de ella --advirtio. --?La has visto andar? Y ademas se apellida Dick --recorde. --!Pato es duck, Kate! --corrigio. --Es lo mismo --respondi saliendo del bloque y pidiendole las llaves de su coche. --Todavia hueles a alcohol, no creo que debas conducir --nego, pero yo sabia de sobra como conseguir cualquier cosa de Clea. Le puse cara de perrito abandonado y me dirigi hasta ella con gesto de nina juguetona. Coloque mis heladas manos bajo su delicada blusa de seda, a lo que ella respondio con un respingo. La rodee con mis brazos y le robe el mando del coche del bolso en menos de un segundo sin que se diese cuenta. Se lo ensene, le guine un ojo y me sente en el asiento del conductor. Baje la ventanilla y le sonrei. --?Te llevo, rubia? --!Eres horrible! --me amonesto resignada. A veces me sentia como una completa zorra por jugar con sus sentimientos, sabia que ella estaba coladita por mi, lo malo era que al minuto se me olvidaba. Es lo que tiene poseer memoria fotografica, recuerdo cosas insignificantes y deshecho las que seguramente si valen la pena. Clea era la tipica pueblerina asustadiza y empollona que habia venido a la gran ciudad tras sacar las mejores notas en la universidad y poner kilometros de por medio para ocultar un gran y terrible secreto a su muy entranable familia. Era la mujer mas femenina, dulce y atractiva que habia visto en mi vida. Todos los hombres de la comisaria suspiraban por sus huesos, cosa que teniendo en cuenta que era la forense tenia bastante gracia. Era rubia, de piel blanca como la nieve, con una larga melena lacia, unos preciosos ojillos azules, unos estupendos labios carnosos y unas larguisimas piernas de vertigo. Por mucho que intentase mimetizarse con el armario, una servidora sabia de sobra que lo que le atraian a Clea no eran los hombres sudorosos, precisamente. Al llegar a la comisaria ni la Pato ni el equipo que trabajaba de modo habitual con Clea estaban en el edificio

  • Historia de un legajo de Enrique Garza Grau

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  • El dia que me quieras (Los Collinwood 1) de Victoria Magno

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  • Sonando con Molly de Lori Beasley Bradley

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    Cuando la exitosa autora Sherri Lambert regresa a su ciudad natal despues de 40 anos, no espera encontrarse con Dylan Roberts, el rompecorazones de la escuela secundaria, ni tampoco con las visiones que atormentaron su infancia.

  • El libro negro del orgasmo femenino, Jeen Jenkins [PDF] de Jeen Jenkins

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    Usted y yo sabemos que el sexo y el climax del orgasmo- ambos en bases regulares – son un elemento importante, no fundamental, que forma parte de un ambiente sano y una vida normal. Eso es porque tener un orgasmo libera un poderoso coctel que, entre otras cosas.

  • Buena chica de Jana Aston

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    Romper las reglas nunca fue tan divertido

  • Mision de doble filo de Encarna Magin

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    Olivia Park es una agente secreta de la CIA que recibe la orden de custodiar a un reconocido empresario hasta que declare en el juicio contra su exsocio. Lo que empieza siendo un caso mas se complica cuando Olivia descubre que el testigo protegido es Nick Evans, el hombre que le rompio el corazon en el pasado.

  • El amor no cierra a mediodia de Abby Baker

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    Valentina trabajaba en una tienda de libros viejos. Bueno, en realidad era mucho mas que eso. Era un sitio donde llegaban libros raros y eran tratados como obras de arte, cuidadosamente restaurados para volverlos a poner a la venta para los coleccionistas amantes de la calidad. Esa tienda, llamada El estante de Jane Austen, habia sido desde siempre el sueno de Valentina. Desde que tenia uso de razon habia sonado con abrir una tienda de libros viejos, pero no una de esas polvorientas, con olor a rancio, sino de las que podian compararse con un museo. Y tras muchos anos lo habia conseguido. Despues de licenciarse en Filologia inglesa, y con la ayuda de los contactos de sus padres, compro un local en las callejuelas del Barrio Gotico de Barcelona y abrio su sonada libreria de viejo. Fue bautizada en honor al primer volumen que puso en los estantes, un ejemplar antiguo de Emma que le habia regalado anos atras su abuela y que, a pesar de formar parte de la coleccion de libros que habia en la tienda, era el unico que siempre tenia el cartel de <> delante. Durante seis anos se habia dedicado enteramente a esa libreria, que se habia convertido en punto obligado de visita para todos los bibliofilos de la ciudad, gracias a la perseverancia y al trabajo de su mejor amiga, Victoria, licenciada en Filologia inglesa igual que ella y restauradora de profesion. Eran las unicas empleadas del negocio y, aunque a final de mes siempre tenian beneficios, no podian dejar de abrir ni un solo dia. Ese sabado en concreto, le tocaba a Valentina, asi que, despues de dejar su apartamento en el Eixample, bajo por la Rambla de Catalunya, cruzo la Gran Via y la plaza Catalunya y, tras girar a la derecha antes de llegar al final de Portal de l'Angel, subio la persiana de El estante… Normalmente, la tienda la visitaban curiosos y los pocos clientes habituales, los tipicos coleccionistas en busca de la pieza esencial para su coleccion, que, dada la calidad de los libros alli expuestos, podia ser cualquiera. El local era alargado. La mayor parte estaba dedicada a los libros que estaban a la venta, dispuestos en los altos estantes de las paredes; las piezas mas valiosas se hallaban cerradas bajo llave en unas vitrinas de cristal. Al fondo habia una pared con una puerta en la que se podia leer <>, que daba acceso a la sala donde Victoria restauraba los libros antes de volverlos a poner a la venta. En el catalogo de El estante no habia cualquier libro. Valentina se encargaba de seleccionar los ejemplares antes de adquirirlos. Los que entraban a formar parte del fondo solo eran incunables, ediciones raras, ediciones anteriores al siglo XIX, y cosas por el estilo, es decir, autenticas piezas de coleccion. Encendio las luces y el oscuro local se convirtio en un bonito espacio de paredes blancas, bien iluminadas, donde se podian ver perfectamente los libros meticulosamente ordenados. Para Valentina, abrir la tienda siempre era un placer. Tras dejar sus cosas debajo el mostrador, que estaba al lado de la puerta de entrada, se dispuso, como cada sabado, a quitar el polvo de todos los estantes. No queria que su tienda oliera a viejo. Aunque pareciera raro, los sabados eran el dia mas tranquilo en El estante. Ese dia, la mayoria de la gente salia a pasear y a comprar con sus familias; los turistas deambulaban por la ciudad haciendo fotos de todos los rincones famosos de Barcelona y muy pocos pensaban en adquirir una edicion de coleccionista de algun libro en latin, impreso a mediados del siglo XVIII. Por ello, era la mejor ocasion para hacer limpieza y revisar la caja de la semana. Esa manana del sabado transcurrio sin sorpresas, es decir, sin visitas, y casi al mediodia Victoria llego a la tienda. --Buenas tardes --saludo. --Hola, Vicky. --?Alguna venta importante? --pregunto Victoria--. ?Alguien ha comprado la edicion del Galileo de mil setecientos noventa? --No se ni para que lo preguntas --respondio Valentina--. Sabes de sobra que ese libro nunca nos lo sacaremos de encima. --Claro, ?quien va a comprar un ejemplar de hace mas de doscientos anos, cuyo precio pasa del cuarto de millon de euros? --Hizo una pausa--. Suerte que lo compraste tirado de precio en Florencia; si no, habria sido nuestra ruina. El verano anterior, tras tres anos sin vacaciones, ambas decidieron de mutuo acuerdo cerrar la tienda durante el mes de agosto e irse de vacaciones a la Toscana. Y, como siempre, mientras Victoria confraternizaba con algun italiano de mas de metro ochenta y torso musculoso, ella no hizo mas que comprar libros, entre ellos ese ejemplar que habia mencionado su amiga. --Sabes que si no cambias, no te volvere a llevar de vacaciones conmigo. -- Victoria se callo, rememorando un pasado magnifico--. ?Como se llamaba el que te estuvo tirando los tejos el dia que estuvimos en Pisa? ?Giancarlo? ?Pietro? Bueno, eso es lo de menos. ?Por que no le hiciste caso? Cada vez que se quedaban solas o no habia clientes cerca, Victoria le recordaba las posibles conquistas que Valentina habia rechazado durante su viaje. --Mira que eran guapos y… !estaban buenisimos! --grito, como si tuviera hambre --. ?Que debe tener un hombre para que le dirijas la palabra? --Les dirijo la palabra --replico Valentina. --Si, como a Francesco, que se te durmio a los treinta segundos. --?Ves? --dijo Valentina--. Eso es lo que busco en un hombre: que me pueda aportar algo mas que un abdomen musculado y una bonita sonrisa, y que no se me duerma si le hablo de algo que no este relacionado con el. Victoria no quiso seguir con la conversacion. Sabia como acabaria. Valentina buscaba al hombre perfecto, algo que, como habia podido comprobar ella misma, no existia. Segun Victoria, solo la suma de fragmentos de muchos hombres distintos daba como resultado el hombre perfecto. El unicornio blanco. --Cambiando de tema --dijo--, estoy a punto de terminar con el Hamlet en frances de mil ochocientos. ?Hay alguien que este interesado? Valentina nego con la cabeza. --Esto no puede seguir asi --continuo Victoria--. Cada vez tenemos mas libros y no conseguimos venderlos. Hasta que vaciemos un poco los estantes no deberiamos comprar mas. --Justo ahora que viene la Feria del Libro de Ocasion --respondio Valentina--. Sabes que ire y que no podre resistirme. --Esta semana no hemos vendido nada. Deberiamos ampliar el mercado. Hacer algo que atraiga a mas clientela que los coleccionistas viejales que vienen a comprar para ligar con nosotras. --No seas mala, Victoria. Esta se encamino al fondo del local y entro en su taller para, pocos segundos despues, colgar en la puerta una hoja de papel escrita a mano que decia <>. No era la primera vez que Victoria hablaba de ese tema de las relaciones con Valentina. Casi cada sabado la invitaba a ir con ella de copas para ver si ligaba. Pero mientras que Victoria no podia recordar a cuantos habia presentado como su <>, Valentina no habia tenido mas que decepciones. Por eso, ultimamente ya no se proponia ni siquiera entablar conversacion con ningun hombre. En cuanto a la tienda, la verdad era que Victoria tenia razon. Deberian ampliar el mercado, pero Valentina no tenia ni idea de nada que no fueran sus preciados libros. Pero como minimo tenian que intentar vender algun ejemplar valioso, para solventar los ultimos meses, un poco ajustados. Durante la tarde, Valentina se canso de recibir visitantes desde detras del mostrador. Personas mayores que descubrian una tienda que <>, turistas despistados buscando la catedral, gente que se confundia de local y entraban pensado que era una libreria <>, y un largo etcetera. Tan solo una joven pareja compro algo. Tras ver el ejemplar de Emma, y los precios de los libros de alrededor, el chico habia convencido a la chica para que buscaran algo un poco mas asequible. Asi que esta se acerco a Valentina. --Hola --dijo con voz decidida--, estaba buscando algun ejemplar un poco raro de alguna obra de Jane Austen… --Pero que no sea extremadamente caro --intervino su pareja. --!Carino! --protesto ella--. Eso no se dice. --No pasa nada --dijo Valentina--. Se que algunos ejemplares son un poco caros. Vamos a ver si encontramos algo. Salio de detras del mostrador y se fue a una esquina de la tienda, seguida de cerca por la chica, mientras el chico se distraia con cada cubierta que veia. Se notaba que entendian. Se les veia en la cara que eran lectores habituales, y no tan solo de bestsellers. Ella seguro que habia leido todo Jane Austen y a las hermanas Bronte, y el sin duda habia hecho algo mas que hojear Sherlock Holmes. --Aqui tenemos los ejemplares de principios del siglo veinte. Tal vez no son tan raros como los del dieciocho, pero tienen su encanto. Empezo a repasar los estantes en busca de algo que pudiera satisfacer a su joven clienta. --Mira, aqui tienes Orgullo y prejuicio y Sentido y sensibilidad de los anos veinte, por unos veinte euros cada uno. Saco los dos libros y se los enseno. La chica los hojeo detenidamente, parandose en las paginas que contenian grabados, intentando valorar si la calidad y el precio eran aceptables. Mientras, Valentina le iba ensenando otros libros de la misma epoca y autora, a precios que no superaban los treinta euros. --Carino --dijo la joven--, ven aqui a ver que opinas. --Un segundo --replico el--. Yo tambien estoy mirando. Cogio un ejemplar de Verne que habia estado leyendo hasta ese momento y se acerco a su pareja. --?Que? ?Te decides? --No se. Sabes que me gusta muchoEmma, pero este ejemplar de Orgullo y prejuicio es mas antiguo. El cogio los dos libros que tenia en las manos, los hojeo, miro los precios y luego la miro a ella. --Quedate los dos --sentencio. --?Los dos? ?Ya te va bien? --pregunto la chica. El asintio con seriedad y, mientras iban con Valentina hacia el mostrador para pagar, discretamente dejo el Verne donde estaba. Mientras les cobraba y se despedia de ellos, Valentina envidio a aquella joven. Se notaba que el, a pesar de tener sus gustos y caprichos, era capaz de dejarlos de lado para hacerla feliz. Pues, al fin y al cabo, parecia que ella fuera su mayor capricho.