clara grima libros
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clara grima libros - Clara Grima
https://gigalibros.com/que-las-matematicas-te-acompanen.htmlMira a tu alrededor y preguntate quien controla el mundo. Efectivamente, el imperio usa las matematicas para conocer tus gustos, saber que necesitas y ofrecertelo en unas condiciones muy favorables., para ellos. El mundo actual esta controlado por las personas que saben trabajar con numeros. Como decia el matematico Edward Frenkel, <
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Todos los libros del autor Grima Ruiz Clara
https://www.todostuslibros.com/autor/grima-ruiz-claraEsto es un libro sobre grafos. ¿Qué son los grafos? A simple vista se podría pensar que son dibujos...
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Clara Grima Ruiz: Libros - Amazon.es
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Clara Grima: Libros - Amazon.es
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CLARA GRIMA RUIZ | Casa del Libro
https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/clara-grima-ruiz/20101573CLARA GRIMA RUIZ: Libros y Biografía en Casa del Libro. ... Yo soy Clara, aunque mucha gente me llama Mati, no sé por qué... A mí me gusta, no creas, ...
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Clara Grima
http://claragrima.com/Clara Grima. Bío. Para los más jóvenes de la casa: ... Hasta el infinito y más allá (el libro de Mati). Para los no tan jóvenes: Libros:.
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En busca del grafo perdido - Clara Grima Ruiz | PlanetadeLibros
https://www.planetadelibros.com/libro-en-busca-del-grafo-perdido/31255124 nov 2021 — Esto es un libro sobre grafos. ¿Qué son los grafos? A simple vista se podría pensar que son dibujos simples realizados a partir de puntos y ...
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Clara Grima Ruiz | PlanetadeLibros
https://www.planetadelibros.com/autor/clara-grima-ruiz/000029836Encuentra los últimos libros de Clara Grima Ruiz y descubre toda su bibliografía ... Con esa seguridad ha escrito este libro que busca llegar a todo tipo de ...
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Búsqueda de LIBROS DEL AUTOR: clara grima ruiz
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¡Que las matemáticas te acompañen! - Dideco
https://www.dideco.es/que-las-matematicas-te-acompanenLa reconocida divulgadora científica Clara Grima sabe de esa importancia y ... Con esa seguridad, ha escrito este libro que busca llegar a todo tipo de ...
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CLARA GRIMA RUIZ - El Corte Inglés
https://www.elcorteingles.es/bio/clara-grima-ruiz/libros/CLARA GRIMA RUIZ. Libros de CLARA GRIMA RUIZVolver · ¡que las matemáticas te acompañen! (Bolsillo) (Tapa blanda). CLARA GRIMA RUIZ ...
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Demos vuelta la pagina de Aranza Wood
https://gigalibros.com/demos-vuelta-la-pagina.html“Dicen que podemos enganar al cuerpo con otra piel, pero no al corazon con otra alma”
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El laberinto de los suenos de Soledad Palao Sires
https://gigalibros.com/el-laberinto-de-los-suenos.htmlValentina es una mujer de 43 anos, guapa, divertida e inteligente. Reside en uno de los barrios mas senoriales de Madrid y procede de una familia adinerada. Su gran agudeza mental le empuja a estudiar varias carreras, sin embargo se decide por la investigacion, aficion que le lleva a formular un veneno indetectable en las autopsias . Una vez descubierto tambien el antidoto , decide crear una peculiar empresa que enriquecera aun mas su cuenta corriente. Lo que no espera la protagonista es que comenzara a recibir consejos desde el mas alla a traves de sus familiares mas queridos, que apareceran en los sitios y momentos mas insospechados.
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Todo lo peor de Cesar Perez Gellida
https://gigalibros.com/todo-lo-peor.htmlUna novela fria como el acero, despiadada como el cruel asesino que la habita.
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Sexo Duro y Salvaje de Sara Toledano
https://gigalibros.com/sexo-duro-y-salvaje.htmlNina Mala: Sumisa Adiestrada por el Dominante Millonario
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La peticion de Olivia de Abril Camino
https://gigalibros.com/la-peticion-de-olivia.htmlOlivia quiere ser madre. Siempre lo ha deseado, pero la vida tenia otros planes para ella. Recien cumplidos los treinta y cinco, y despues de muchos anos retirada de las pasarelas, tiene una propuesta que hacerle a su exmarido.
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Manson. La historia real de Tom O'neill
https://gigalibros.com/manson-la-historia-real.htmlEl fiscal Vincent Bugliosi creo un relato falso sobre los crimenes de la familia Manson, pero ?que sucedio realmente en Hollywood el verano del 69 en Cielo Drive?
Entra en los secretos del FBI, de la CIA y en la era psicotropica de los anos 60. Entra en la mente de Charles Manson. -
Fuego blanco (Inspector Pendergast 13) de Douglas Preston , Lincoln Child
https://gigalibros.com/fuego-blanco-inspector-pendergast-13.htmlPasado y presente se entrelazan en este nuevo y escalofriante misterio del inspector Aloysius Pendergast.
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La ciudad infinita de Sergio C. Fanjul
https://gigalibros.com/la-ciudad-infinita.html -
Voluntades de Papel de Anali Sangar
https://gigalibros.com/voluntades-de-papel.html-Perdoname por haberte roto el corazon una docena de veces, por no ser un hombre normal y tener el alma podrida. Y perdoname por no poder dejarte ir. Pero es que no puedo, maldita sea. Te quiero tanto que.
-Te duele. Igual que me duele a mi. Tu no tienes el alma podrida, Samu, solo una voluntad de hierro que no se puede manipular. -
Tenia que ser mi profesor de Liah Jones
https://gigalibros.com/tenia-que-ser-mi-profesor.htmlLa llegada a la universidad supondra para la protagonista un verdadero cambio. Vivir en un piso sola y experimentar las comodidades de no tener que compartir el bano con su hermana pequena, ni dar explicaciones a su padre. En su nuevo apartamento se encontrara con un vecino muy especial, su profesor de la facultad.
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El guardaespaldas de Manu Ponce
https://gigalibros.com/el-guardaespaldas.htmlDario, ?estas bien? --me pregunto Peter, mi companero y mas diria, mi hermano durante el tiempo que ambos servimos como escoltas para aquel jeque en Arabia Saudi. Que curioso me resultaba recordar que Peter y yo no habiamos comenzado con el mejor de los pies. La casualidad quiso que antes de conocernos coincidieramos en el avion de ida hacia ese lejano pais, cinco anos atras. Pese a que Peter era ingles, estaba afincado desde hacia un ano en Madrid, mi ciudad de origen, y hablaba perfectamente castellano, dado que su padre era espanol. Caimos justo el uno al lado del otro y, nerviosos como estabamos, dada nuestra juventud, tuvimos un pequeno rifirrafe a consecuencia de un tropezon que yo di al salir al bano y que a el le sento como un balonazo en el estomago. Por mas que quise excusarme, el tio estaba erre que erre y yo pense en lo calmante que le resultaria un buen punetazo en toda la boca. Poco sabia por entonces que de esa boca iban a salir a lo largo de aquellos anos tal sarta de majaderias que me harian troncharme de la risa. A bote pronto, sin embargo, me parecio un fanfarron. Y mi sorpresa fue mayuscula cuando en el aeropuerto aquel chofer levanto el cartel con dos nombres (uno de ellos el mio) al que el tambien acudio. Desde ese momento habian transcurrido cinco intensos anos y, como digo, Peter se convirtio en una de las personas imprescindibles en mi vida. No voy a decir que nuestra estancia alli fuera mala ni mucho menos, pero que echabamos de menos volver a Europa era un hecho. Yo tenia claro que mi destino, una vez me decidiera a dar por concluida aquella etapa, era Madrid. Y el tambien, pues el ano que vivio en la capital de Espana le atrapo. Volviamos con un buen punado de experiencias en la maleta y con unos suenos cumplidos que incluian un buen dinero ahorrado, dado que nuestros salarios durante ese tiempo fueron de lo mas generosos. --Si, tio, estoy bien. Solo que un poco cansado y quizas... --Un poco abrumado, ?no? Lo imagino. A mi me pasa tres cuartos de lo mismo. Durante ese tiempo juntos, viviendo en el palacio de un jeque que requeria nuestros servicios y el de un buen numero de escoltas mas, nos habiamos apoyado en todo. Y ademas aprovechamos para perfeccionar el ingles y el castellano respectivamente, el uno con el otro. De ahi que mi amigo volviera sabiendo una cantidad de frases hechas que me llenaban de orgullo y satisfaccion, como diria cierto rey emerito. --Es que hace mucho tiempo, demasiado. --Si, yo al menos he vuelto en dos ocasiones, pero tu, siempre me ha llamado la atencion que no volvieras a pisar Espana desde que nos fuimos. --Sabes que las razones que me llevaron a marcharme no fueron precisamente bonitas, amigo. --Lo se, pero ha llegado la hora de que te enfrentes a tus recuerdos. Eloisa te espera y ni siquiera conoces a tus sobrinos, no me seas capullo. Capullo y todo, mi amigo me ponia de vuelta y media cada dos por tres, pero no le faltaba razon. A mis 35 anos, no habia vuelto a poner pie en Espana desde hacia cinco, cuando mis padres fallecieron en un terrible accidente ocurrido durante un crucero turistico. Mi hermana Eloisa, dos anos menor que yo, se habia casado durante ese tiempo y tenido dos ninos; Sandro, que contaba con tres anos y Jimena, de uno. Yo no conocia a mis sobrinos mas que por fotos y por videoconferencia. Eloisa no me habia tenido en cuenta que ni siquiera volviera para su boda ni cuando nacieron sus ninos. Mi hermana era muy echada para adelante, con una lengua mordaz, pero todo corazon. Ella entendia a la perfeccion que yo, que siempre estuve muy unido a mis padres, hubiera necesitado poner tierra de por medio. No obstante, su complicada separacion matrimonial me hizo replantearme las cosas. Bernabe, su marido, habia resultado un cabronazo integral y osado ponerle la mano encima. Cuando Eloisa me lo conto supe que mis dias en Arabia Saudi habian terminado. Un juicio rapido llevo a mi cunado a la carcel durante una temporadita, lo que me dejo el margen suficiente para pedir el despido en el palacio del jeque y buscar un nuevo destino en Madrid. Mi hoja de servicio era completamente intachable, por lo que sabia que no tendria ningun problema en volver a emplearme. No me equivoque. En cuestion de dos semanas contacto conmigo el secretario de un importante empresario de la industria textil que precisaba los servicios de un escolta para que siguiera los pasos de su hija, dado que habian recibido ciertas amenazas en su circulo. Con lo que yo no contaba era con que Peter hiciera tambien sus maletas y se viniera conmigo. En sus palabras, ya no hacia nada en Arabia Saudi sin su hermano del alma. Tampoco tuvo mi amigo ningun problema en emplearse, si bien en su caso su destino seria el de cubrirle las espaldas a una anciana miembro de la aristocracia que, hasta donde sabiamos, no podia ser mas marchosa. --Eres un capullo con suerte --me dijo el dia que supo donde iria a parar el. --?Y eso? --Arquee una ceja y lo mire. --?Hace falta que te lo diga? Porque tu vas a estar todo el dia con un bombon jovencito y yo con un carcamal, no te fastidia... Visto asi no me faltaban alicientes para volver a la que siempre fui mi ciudad. Lo digo en broma, porque si de algo me jactaba yo era de ser un buen profesional que jamas hubiera mezclado los terminos. Siempre tuve en mente eso de que "donde tengas la olla no metas la...", ya me entendeis, lo que rima, y asi iba a seguir siendo. Lo de reencontrarme con mi hermana si que me apetecia una barbaridad. A ella tambien estuve siempre muy unido y fue lo que mas senti a mi marcha. Ademas, en ese momento contaba con el aliciente de conocer a mis sobrinos, unos ninos a los que tendria que ganarme a marchas forzadas porque con ellos no tenia tiempo que perder (ya habia hecho bastante el tonto en el sentido). Si algo me fastidiaba de aquello era que un problema burocratico de ultima hora retraso nuestra salida de Arabia Saudi. Yo debia incorporarme a mi nuevo puesto de trabajo el dia anterior por lo que iba varias horas tarde. Esa era la razon de que ni siquiera pudiera ver a mi familia antes de hacerlo, ya que deberia ir como un tiro a la casa de mi nuevo jefe que, segun tenia entendido, era poco menos que un palacete. En cuanto a su hija, la habia visto por fotos. Rubia de ojos claros, alta, esbelta, con estilo y una sonrisa capaz de hacer removerse a un muerto en su tumba. En fin, un caramelito que mas de uno querria probar, por lo que ya me veia quitandole los moscardones de encima de dos en dos. --?Te veo el fin de semana? --me pregunto Peter al despedirnos en el aeropuerto, ya que no podiamos compartir taxi por dirigirnos hacia lugares opuestos de la capital. --Me temo que esta semana me sera imposible, no tengo todavia claros mis horarios y demas. --Esta claro, tio. No te preocupes, ya cuando tengas un poco organizado el tinglado me vas contando y yo lo mismo. Espero verte pronto. --Su abrazo parecia el propio de dos amigos que se despedian despues de combatir juntos en una guerra. Obvio que no veniamos de un conflicto belico, pero nos marchamos para Arabia Saudi muy jovencitos y alli habiamos vivido situaciones mas tensas que el pellejo de un tambor. Mis turnos de trabajo serian de doce horas, lo que equivalia a que una semana permaneceria con Ivonne (que asi se llamaba la hija de Don Felipe, mi jefe), durante doce horas en horario de dia y otra en horario de noche. No queria ello decir, ni mucho menos, que fuera a dormir con ella, que hasta ahi podria haber llegado la broma, pero si que permaneceria en la casa durante sus horas de sueno y la acompanaria alla donde fuera a cenar, de marcha o demas. Mientras el taxista le daba a la lengua, que me conto todo lo habido y por haber del panorama futbolistico del pais que a mi ni me iba ni me venia, yo iba pensando en la poca gracia que debia hacerle a una chica de 22 anos el vivir escoltada de dia y de noche. El caso es que tal circunstancia era nueva para ella y no sabia que tal la iba a llevar, ojala que bien. El taxista me dejo delante de lo que, efectivamente, era una especie de palacete y no tarde en llamar a la puerta. Aquel casoplon, por mucho que fuera impresionante, poco tenia que ver con ese otro en el que me hospede en Arabia Saudi, la residencia del jeque, un verdadero alarde de lujo. Por suerte, en Madrid, mi trabajo seria bastante distinto y me permitiria contar con mi propia vivienda. Ya habia contactado con una inmobiliaria que visitaria la semana siguiente. Mientras, y para que me adaptara al puesto, me alojaria alli mismo. Una persona de servicio, uniforme con cofia incluida, me abrio la puerta. Su nombre era Manuela y parecia ser quien dirigia el cotarro. Yo ya tenia un master hecho en esas cuestiones y sabia del peso especifico que una buena ama de llaves tenia en una residencia de ese tipo. Tal cual llegue, me recibio Don Felipe de Gomar Torreon, el que iba a ser mi jefe. El empresario, uno de los mas prosperos del pais, era un hombre amable que me hizo pensar que me sentiria bien desempenando aquel puesto de trabajo. --Te cuento un poco, Dario, mi hija llego hace unas semanas de Estados Unidos, donde ha vivido todo este tiempo con su madre de una forma anonima; pero claro, en Espana no puedo permitir que vaya de alla para aca sin proteccion. De sobra sabes que soy un empresario muy conocido y temo por su seguridad. --Hace bien, Don Felipe. No se preocupe, que yo me convertire en su sombra, tengo entendido que acaba de incorporarse tambien el companero que me hara el relevo. --Si, el otro guardaespaldas ha estado aqui ya esta noche. Se llama Gonzalo, pero, de todos modos, tengo que pedirte un favor que para mi es primordial. --Digame, por supuesto, no creo que haya ningun problema. --Desafortunadamente, el chico ha sufrido un percance al salir de aqui esta manana y se ha partido una pierna.
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Los memorables de Lidia Jorge
https://gigalibros.com/los-memorables.htmlAna Maria, periodista portuguesa, regresa a su pais a realizar un documental sobre uno de los procesos mas marcantes de Portugal: la Revolucion de los claveles. Vuelve a casa de su padre, quien tambien fuera periodista, y encuentra la foto de un grupo de revolucionarios -un militar, un cocinero, poetas y diversos personajes- inmortalizados en una imagen tomada poco tiempo despues del acontecimiento. Sus integrantes representan una oportunidad periodistica original, a partir de ellos podra narrarse el episodio fundacional de la democracia portuguesa y, mas aun, recordarlo con fuentes primarias; pero aun asi, las maneras de evocarlo, treinta anos despues, son diferentes, conforman un rompecabezas emocional y mnemotecnico que se contradice y complementa a la vez. Asi, la identidad constitutiva del pais esta atravesada por la memoria de cada protagonista. Al leer esta obra es inevitable pensar en las palabras de Lidia Jorge: “la literatura lava con lagrimas ardientes los ojos de la historia”.
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Un misterio en Toledo de Anne Perry
https://gigalibros.com/un-misterio-en-toledo.htmlLa apasionante nueva novela de Perry protagonizada por Charlotte y Thomas Pitt nos invita a regresar al Londres victoriano, donde la codicia y la ambicion nunca duermen y las pasiones a veces se desbocan.
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La boda de Rachel Chu de Kevin Kwan
https://gigalibros.com/la-boda-de-rachel-chu.htmlLa vispera de su boda con Nicholas Young, heredero de una de las grandes fortunas asiaticas, Rachel deberia sentirse feliz. Tiene un diamante sin igual, un vestido de novia de ensueno y un novio que esta dispuesto a ignorar a sus entrometidos familiares y a renunciar a su fortuna con tal de casarse con ella. Sin embargo, a Rachel le entristece la ausencia de su padre biologico, al que nunca conocio. Cuando un fortuito accidente le revela su identidad, Rachel se ve inmersa de repente en el fastuoso esplendor de la alta sociedad de Shanghai. En ese mundo de lujo desmedido conocera a Carlton, un chico malo con tendencia a estrellar Ferraris; a Colette, una celebrityde las redes sociales perseguida por enfervorecidos paparazzi, y al hombre al que Rachel ha estado esperando toda su vida: su padre.
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No, mama, no de Verity Bargate
https://gigalibros.com/no-mama-no.htmlLo que mas me impresiono cuando me dieron a mi segundo hijo y lo cogi en brazos fue la total ausencia de sentimientos. Ni amor. Ni colera. Nada. Contemple las hinchadas facciones amoratadas, las manos achatadas, el escroto que le colgaba casi hasta los tobillos, y senti tan poco placer y afecto como si hubieran envuelto por equivocacion la placenta en una manta y me la hubieran puesto entre los brazos. La verdad, al principio pense que eso era lo que habian hecho. Luego nunca pude saber con certeza si se lo habia devuelto bruscamente pasandoselo por encima de mis piernas al doctor que me estaba cosiendo o si lo habia imaginado. El caso es que se lo llevaron. Una enfermera se acerco entonces a lavarme. Primero el pubis, luego la cara, con el mismo pano, que apenas enjuago entre una y otra operacion. Despues el te. Tibio y derramado sobre el plato. Me desagrada el te. No me permitieron fumar un cigarrillo… <
> Mi marido, David, testigo indiferente de estas humillaciones, seguia llorando porque el nino no habia sido una nina. Alegue cansancio y le sugeri que se marchara, cosa que hizo con fingida reticencia. Tanto disimulo, ya tan pronto. De vuelta en la habitacion, encendi por fin un cigarrillo. Tenia el sabor dulzon que tienen a veces despues de hacer el amor. Cerre los ojos e intente imaginar un cuadrado negro sobre un cielo negro, cualquier cosa con tal de apartar el recuerdo de esa berenjena mas bien pasada que me habian arrojado a los brazos en nombre de la maternidad. Creo que me adormeci, pues de pronto oi: < >, y lo conectaron a mi pecho docil con una precipitacion que parecia innecesaria. Tardo una eternidad, agitando el hocico como un cerdo hozando en busca de trufas. Senti asco y no me avergonce, aunque cogi un libro para intentar distraer mis pensamientos de los jadeos y tirones y movimientos de succion en curso. Regreso la enfermera y me quito el libro con un energico < >. Si puedo, grite mudamente; tendre que hacerlas los proximos meses. Mas tarde, a la hora de visita, volvio David con los ojos todavia un poco llorosos. Le envidie el lujo de sentir algo, aunque sospeche que su sufrimiento respondia sobre todo a que habiamos leido en alguna parte que si se hace mucho el amor hay mas probabilidades de tener una nina; cuanto mas se folla, mas debil es la eyaculacion, y las hembras, mas fuertes que los machos, tienen mayores posibilidades de llegar primero hasta el ovulo y fecundarlo. En otras palabras, su pena parecia tener un fundamento bastante machista. Creo que fue entonces cuando nuestra incapacidad de comunicarnos se hizo irreversible. Nuestro dolor era tan distinto, los motivos tan divergentes; el mio todavia no articulado, el suyo ya casi superado. Transcurrieron algunos dias. No se muy bien como, pero pasaron. Mientras estaba despierta leia todo el tiempo -cualquier cosa con tal de no pensar- y pasaba muchos ratos sentada en la banera. Eran los unicos momentos en que no me parecia estar sentada sobre una alambrada de puas. Pero por fin me quitaron los puntos y ya casi habia llegado el momento de volver a casa. Aparte de leer y de contemplar imaginarios cuadrados negros habia un pensamiento que no lograba impedir por mas que lo intentara. Mi madre le conto a una solterona amiga suya que parirme a mi habia sido un viaje a las puertas del Infierno. La amiga, que habia dejado de ser solterona, me comunico la informacion en el funeral de mi madre mientras los demas comian sandwiches de pepino cortado en rodajas casi transparentes y bebian te en tazas de porcelana fina decorada con hojas de hiedra. Yo estaba en el dormitorio de mi madre y recorria con el dedo el polvo que cubria su espejo mientras me preguntaba como era posible que todas esas personas reunidas ahi abajo tuvieran tantas ganas de charlar, y entonces ella vino a buscarme. Por el tono en que me hablo, se diria que me estaba transmitiendo mi legado. Y en cierto modo asi era. Creo que fue la unica persona que nombro a mi madre en todo aquel largo, caluroso dia de agosto. Y el pensamiento que no lograba apartar de mi cabeza todos esos dias en el hospital era que el parto en si no habia sido en absoluto un viaje a las puertas del Infierno; ese viaje solo empezaba ahora. La manana del dia en que debiamos volver a casa, pedi hablar con la enfermera o con un medico. La enfermera de guardia me dijo que estaban ocupados, pero yo sali del pabellon, que olia a eter y fenol, a flores muertas y leche agria, y entre en el despacho, que olia a sudor rancio y cigarrillos, a ceniceros sucios y suficiencia. Estaban tomando cafe. Volvieron hacia mi sus caras escandalizadas al ver que habia infringido las normas entrando en el sanctasanctorum sin tan siquiera llamar a la puerta. Empece a balbucear que iban a mandarme a casa con un crio a quien no queria y que no podia hacerme responsable de mis actos y que vivia en un piso alto y que que ocurriria si tiraba el crio por la ventana porque no lo queria, no lo queria, no lo queria. La expresion de horror desaparecio de sus caras; se encontraban nuevamente en terreno conocido. Oi como la enfermera le recordaba a la doctora quien era yo, una vez que la enfermera de guardia se lo hubo recordado a ella. La oi exclamar que esta madre era tan buena madre que habia dado de mamar al nino e incluso se sacaba la leche sobrante para donarla a la unidad de prematuros y pense que quiza las ascendian si superaban la media nacional y conseguian tener mas de un determinado porcentaje de madres que amamantaban a sus hijos. Yo era un dato estadistico que podia serle util en su carrera. Entonces grite que cada vez que le daba el pecho al nino me entraban ganas de vomitar; que me daba asco; que me sentia como una vaca o una maquina ordenadora. La doctora me pregunto si era actriz o modelo y comprendi que pensaba que era una puta. Me dio palmaditas en el brazo, carraspeo y pronuncio su veredicto. Dijo que no debia preocuparme porque yo sabia lo que sentia y con eso ya tenia ganada la mitad de la batalla y que aguardara unos instantes y todo se arreglaria porque iba a darme unas pastillas estupendas que me harian sentir mejor y que pensara que podria haber sido mucho peor si me hubiera ido a casa pensando que no ocurria nada. En otras palabras, que era una mujer afortunada. David habia llegado en medio de este insignificante incidente pero yo no me habia dado cuenta. Cuando la doctora se alejaba taconeando en busca de mi ficha para recetarme los antidepresivos, le grite: -Y al bebe le lagrimea el ojo, ?podria recetarme tambien algo para el? Por favor. Fue como si hubiera conjurado a la Santisima Trinidad; la doctora se detuvo en mitad de la escalera y se volvio a mirarme con expresion de total felicidad. -?Lo ve? -chillo-, ?lo ve? Tiene que querer a su hija, si no, no se habria fijado en el ojo. -No es una nina, no es una nina, es un nino. -Y me eche a llorar de verdad; empezaba a sentir algo y eso era justo lo que no queria que ocurriera. Hasta ese momento no sabia con certeza por que habia irrumpido de ese modo en el despacho. Pensaba que quiza solo queria romper la indiferencia de esa gente, porque desde luego no se me habria ocurrido pedirles ayuda. Pero entonces comprendi que lo que queria era romper mi propia indiferencia, solo para averiguar si era posible, pero dejando a pesar de todo todas las opciones abiertas, para que, si me aventuraba demasiado, siempre me quedara la posibilidad de echarme atras. Y ahora ya era demasiado tarde, ahora sufria de verdad, pero tambien estaba furiosa porque esa mujer a quien tanto detestaba lo habia desencadenado todo. Ella habia llamado nina al nino y por su culpa yo ya no podia continuar fingiendo que los bebes tenian un solo sexo, ya no podia seguir negando la causa de mi angustia. David se acerco mientras miraba el reloj y dijo: -Por el amor de Dios, no armes tanto alboroto. Nunca saldremos de aqui y tengo que entrevistar a Fenella Fielding dentro de media hora. Y entonces empece a reir y a llorar al mismo tiempo y me trajeron rapidamente las pastillas y el unguento porque algunas otras pacientes habian salido del pabellon a ver que estaba pasando y ese era el peor pecado que yo podia cometer. Estaba alterando el orden establecido y dando un espectaculo. El taxi, el crio y los medicamentos llegaron al mismo tiempo y me sacaron del recinto con escasas ceremonias y un gran alivio. En el taxi intente recuperar mi insensibilidad, lo que no fue demasiado dificil con David disculpandose con enorme irritacion y el crio chillando. Cuando llegamos a la puerta, David dijo que me veria mas tarde y que Mary traeria a Matthew a las dos y que el regresaria tan pronto como pudiera y adios carino y levanta la barbilla y arriba esos animos y te vere luego. Baje del taxi y me quede en la acera con el crio y una maleta y una bolsa. Tenia que subir ochenta y tres escalones y pense que mas me valia empezar cuanto antes. El taxi no se movio. Entonces oi que el taxista decia: -?Piensa ayudarla, amigo, o tendre que hacerlo yo? Y David bajo del taxi y subio corriendo las escaleras con la maleta y la bolsa. Y yo me volvi y sonrei, dandole las gracias al taxista, que me saludo levantando el pulgar y me solto un <>. Me cruce con David en la escalera. No nos dijimos nada. II Cuando llego Mary con Matthew, me alegre sinceramente de verlo. Solo lo habia visto dos veces en el hospital porque Mary vivia en la otra punta de Londres y tenia dos hijos propios que cuidar. Estaba enfadado conmigo por haberlo abandonado y al principio no quiso hablarme ni acercarse a mi. Contemple su vulnerable espalda de nino de veinte meses mientras el buscaba sus cochecitos, ignorandome deliberadamente. Arrastro una silla hasta la ventana, se encaramo encima y alineo los cochecitos sobre el alfeizar, con fuertes ruidos de emergencia: coches de bomberos, ambulancias y coches patrulla. Era uno de sus juegos preferidos y uno en el que solia pedir mi participacion; pero no ese dia. Mary habia hecho cafe y nos permitimos una breve chachara superficial. Eso me entristecio; antes habiamos sido amigas intimas. Los maridos y los crios y la distancia fisica habian cambiado las cosas y ahora nuestros puntos de referencia eran tan distintos que pense que ya nunca recuperariamos la antigua intimidad. Los repentinos berridos furiosos, en la habitacion de al lado, me recordaron que tenia otro hijo. Por unos diez minutos habia olvidado por completo la existencia de… Orlando, y al diablo con David. Mary fue a buscarlo y me lo trajo, haciendole mimos y carantonas. Casi se interrumpio en mitad de un berrido; nunca habia oido esos tontos ruiditos que se les hacen a los bebes. A lo mejor imagine la expresion de sorpresa, quiza le estoy atribuyendo reacciones a una edad un poco demasiado tierna, pero desde luego respondio a los mimos de Mary. Terminadas todas las operaciones necesarias para desnudar mi pecho izquierdo -los botones de la chaqueta, la cremallera del vestido y Dios sabe que del artefacto Heath Robinson llamado sosten maternal-, empece a alimentar al desconocido huerfanito. Esto tuvo un efecto instantaneo sobre Matthew. Derribo todos los cochecitos del alfeizar, bajo de un salto de la silla, corrio hacia mi y aparto a Orlando de mi pecho, diciendo: -No, no, no, no, no, no, no, no… Luego me echo los brazos al cuello y lloro y lloro y lloro como si fuera a rompersele el corazon. Sorprendida y desconcertada, solo atine a estrecharlo con fuerza. Tampoco era una nina, pero no habia sido mi ultima oportunidad; significaba algo especial a mi pesar. Mientras Matthew se calmaba, consulte el libro del doctor Spock 1 , que tenia siempre a mano, por la letra C, de celos, subapartado < >. No aclare gran cosa. Spock se referia constantemente al nino mayor como < >; el nuevo bebe era < >. Comprendia la logica de esos terminos que facilitaban mucho la lectura, evitando confusiones, pero aquel dia, para esta madre, eso significo otra pequena muerte. Ademas, Orlando empezaba a ponerse frenetico, no tenia tiempo de leer que debia hacer, solo podia actuar. Le hable a Matthew, le explique lo que estaba haciendo y por que, mientras pedia ayuda a Dios, cuyo consultorio a todas luces estaba cerrado por vacaciones. No hubo respuesta. Matthew se echo a llorar de nuevo. Idea luminosa: -Muy bien, Matty, tu tambien puedes probarlo, tambien te he tenido asi en mis brazos, tu tambien tomabas leche de mi teta. Pruebalo, tomala si quieres, Matty. Silencio en mitad de un sollozo. Unos ojos muy grandes miran alternativamente mi cara y el pezon. Leve vacilacion y despues la boca se abre, se acerca, se acerca, ya lo tiene. Una chupada poco convencida, luego una expresion de total repulsion, escupe, arruga la nariz y -milagro- las manitas de Matthew orientan la cabeza de Orlando, que mueve freneticamente la boca como un cuclillo hambriento, ya esta de vuelta en la base. Silencio de Matthew, asombrado silencio de Matthew, y un silencio un poco mas ruidoso de Orlando. Mary y yo nos miramos, y en ese momento de mutuo alivio reaparecio brevemente nuestra antigua complicidad. -Brillante -dijo ella-, has estado brillante. -Suerte -replique-, solo ha sido suerte. Continuamos charlando, pausada, nostalgicamente, mientras ella preparaba algo de comer para Matthew y yo amamantaba y despues lavaba y cambiaba a Orlando y lo dejaba en el moises. Matthew se negaba a separarse de su hermano, lo seguia de un lado a otro, agarrandose a la parte que estuviera a su alcance, y Mary tuvo que perseguirlo con el plato y la cuchara, para ir dandole de comer como y cuando podia. Por fin, Matthew cayo dormido junto a Orlando, agarrado a su pie, estableciendo de manera definitiva la estrecha relacion que han tenido desde aquel dia. Mary, la paciente, atenta Mary, finalmente se marcho para relevar a su marido en la tarea de cuidar a sus dos chicos. Recuerdo que cuando se fue tenia unas ganas terribles de decirle: < >. Pero naturalmente no se lo dije y se marcho con la imagen emotiva y totalmente irreal de una radiante maternidad de categoria superior. Cuando se hubo ido me sente y contemple a mis dos criaturas y adverti que estaba llorando de nuevo, pero esta vez sin lagrimas. Me meti en el bano y, desde el lado de la banera, alargue la mano para coger la maletita de carton que tenia en el estante de arriba. Me la lleve al dormitorio y la abri. Extendi todo lo que guardaba encima de la cama en pilas ordenadas y el llanto ceso. Aqui, los vestiditos victorianos cosidos a mano, alli las suaves enaguitas de algodon, dos capitas de terciopelo muy antiguas, diminutas, mas alla una pulserita de plata, una muneca de porcelana resquebrajada y muy delicada, un chal que casi se caia en pedazos y, por ultimo, un par de minusculas tijeritas. Cogi las tijeritas, frotandolas muy suavemente entre el pulgar y el indice, y recorde el dia, hacia muchos anos, en que habia desobedecido todas las normas y habia bajado, medio rodando, medio cayendo, por el talud del tren hasta la via ferrea, con un punado de alfileres en la mano y apretandolos con tanta fuerza que cuando llegue abajo tenia la mano cubierta de sangre. Recorde como los habia depositado de dos en dos, cruzados, sobre la via, y como habia oido el silbato a lo lejos, y el autentico terror mientras me arrastraba hasta la mitad del talud y el ruido del tren y la velocidad y el olor y el humo y las chispas sobre la hierba seca. Y despues el tren se alejo y casi todos los alfileres habian desaparecido y dos habian quedado cruzados al reves y aun quedaba un perfecto par de pequenas tijeras, un verdadero regalo del cielo para mi. Y luego me volvi y vi el talud en llamas, y tuve que bordearlo un largo trecho hasta encontrar una zona que no estuviera ardiendo, y cuando subi no sabia donde estaba. La simultanea conjuncion del miedo y una profunda satisfaccion. Un legado para mi hija. El octavo trabajo de Hercules. Mi triunfo. Para nadie. -
Entre tacones y biberones de Monica Guzman Zubieta
https://gigalibros.com/entre-tacones-y-biberones.htmlMonica Guzman Zubieta (#LaMismita) es una mujer real, autentica y divertida, que vive y siente a plenitud.
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Obsesion de Brenda Lark
https://gigalibros.com/obsesion.htmlEvelyn y Jake ya constituyen un matrimonio solido y feliz pero las cosas parecen cambiar cuando Evelyn se queda embarazada. Ella que nunca ha tenido familia duda de su propia capacidad para cuidar un bebe. Josephine Lark, ex jefa y ex amante de Jake, aprovechara la circunstancia para crear problemas en la pareja.
?Podran Evelyn y Jake salir adelante a pesar de los maquiavelicos planes de Josephine para separarlos? -
Einstein para despistados de Allan Percy
https://gigalibros.com/einstein-para-despistados.htmlEn Einstein para despistados, de la serie <
>, el prestigioso Allan Percy recoge 85 grandes reflexiones de este genio y las traslada a situaciones practicas de la vida cotidiana. -
A un clic de mi destino de A.m. Silva
https://gigalibros.com/a-un-clic-de-mi-destino.htmlUna novela llena de amor, pasion, segundas oportunidades y secretos del pasado.
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El largo camino de Olga de Yolanda Scheuber
https://gigalibros.com/el-largo-camino-de-olga.html -
Un Rostro en la Multitud de Stephen King & Stewart O’nan
https://gigalibros.com/un-rostro-en-la-multitud.htmlDesde la muerte de su mujer, Dean Evers se pasa las tardes apoltronado en el sofa viendo partidos de beisbol. Durante una de estas tardes solitarias, mientras mira un partido de los Devil Rays contra los Mariners, la vision de una figura entre las gradas lo saca de su letargo. Dos filas detras de la multitud, en el asiento asignado a un invitado especial, alguien le mira fijamente desde el otro lado del televisor. Es el rostro de una persona de su pasado, de hace decadas, de alguien que no deberia estar en un partido de beisbol ni tampoco en ningun lugar de este planeta. Y asi empiezan a desfilar por la pantalla personas de su pasado. Hasta que un dia aparece la mas terrorifica de todas...
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Ha llegado el momento de volver a encender las estrellas de Virginie Grimaldi
https://gigalibros.com/ha-llegado-el-momento-de-volver-a-encender-las-estrellas.htmlAnna tiene treinta y ocho anos, esta separada y se le acumulan las facturas a pagar. Apenas tiene tiempo para sus hijas, Chloe y Lilly, con las que solo se cruza a la hora del desayuno.
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El amigo de Sigrid Nunez
https://gigalibros.com/el-amigo.htmlLa protagonista y narradora de esta novela es una escritora neoyorquina que pierde de forma inesperada a su gran amigo y mentor, y de forma no menos inesperada se ve obligada a hacerse cargo de su perro -un enorme y artritico gran danes-, que se ha quedado solo y traumatizado por la subita desaparicion de su amo. La protagonista no tendra otro remedio que llevarselo a su minusculo apartamento, arriesgandose a que la echen porque en el edificio esta prohibido tener animales. Y asi, con el trasfondo del duelo por el amigo y el amo desaparecido en tragicas circunstancias, se desarrollara la singular y bellisima historia de la amistad entre una escritora solitaria y un perro que se ha quedado sin dueno.
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Si no te veo antes de Eric Lindstrom
https://gigalibros.com/si-no-te-veo-antes.htmlSuena el despertador y yo lo apago de un manotazo y aprieto el boton del altavoz al mismo tiempo. Stephen Hawking dice: <<5:55 de la manana>>. Solo queria asegurarme, como siempre. Abro la ventana de un tiron y saco la mano. Fresco, neblinoso, pero sin humedad. Es probable que el cielo este encapotado. Me visto --sujetador deportivo, camiseta sin mangas, pantalones cortos, zapatillas de atletismo-- sin molestarme en comprobar nada mas, porque todas mis prendas de correr son negras. Salvo los panuelos. Los palpo con los dedos, comprobando las etiquetas de plastico, decidiendo de que humor estoy. Es raro, pero me siento inquieta, asi que escojo uno que quiza me venga bien: el de algodon amarillo con caritas felices bordadas. Me lo ato alrededor de la cabeza como si fuera una venda, poniendo una sonrisa sobre cada uno de mis parpados cerrados. El sol, recien salido, me calienta las mejillas: el cielo debe de estar despejado, al menos en el horizonte. Cierro la puerta de mi casa y me deslizo la fria llave en el calcetin. Cuando el sendero de entrada se convierte en acera, giro a la derecha y empiezo a correr. Las tres manzanas que hay hasta llegar al campo estan programadas en mis pies, en mis piernas, en mi equilibrio. Tras siete anos haciendo lo mismo, identifico cada bache, cada grieta, cada raiz que asoma de la acera. No necesito ver por donde corro, porque lo siento. --!Parker! !Para! Freno bruscamente y me tambaleo, aleteando con los brazos como si estuviera al borde de un precipicio. Y, si resulta que ayer paso por aqui una retroexcavadora, perfectamente podria estarlo. --!Lo siento mucho, Parker! --la sufrida voz de ama de casa de la periferia de la senora Reiche me grita desde su porche. Ahora esta trotando por el sendero de acceso a su casa, haciendo tintinear las llaves--. El hermano de Len vino anoche... Intento no imaginarme a mi misma estrellandome contra uno de los lados de su furgoneta. Avanzo con las manos extendidas hasta que toco metal frio y cubierto de rocio. --No hace falta que lo muevas --recorro la resbaladiza superficie del coche al tiempo que lo rodeo. --Claro que lo muevo. Cuando vuelvas, ya no estara. Vuelvo a encontrar la acera y sigo corriendo mientras la furgoneta ruge a mis espaldas. Espero en la esquina hasta que la senora Reiche ha apagado el motor para poder escuchar el trafico. No oigo mas que el piar de los pajaros, asi que pongo un pie en el cruce. Cuando toco el alambre de la verja del campo de entrenamiento Gunther, giro a la derecha. Doy catorce pasos hasta el agujero de entrada y giro el cuerpo a la izquierda para atravesarlo, la mano ligeramente adelantada por si acaso hoy es la primera vez en anos que no he calculado bien la distancia. Lo traspaso sin problemas, como siempre. El campo tiene unos noventa metros de ancho. Si han aparecido obstaculos nuevos desde ayer, hay pocas posibilidades de que los encuentre a la primera pero, si ya es una locura correr aqui, mas loco seria todavia hacerlo sin dar antes un paseo de reconocimiento. Llego hasta la verja que hay en la otra punta del campo, a ciento cuarenta y dos pasos. Todo bastante normal y despejado. Despues de unos minutos de estiramientos, me siento lista para correr. Setenta y cinco zancadas a ritmo medio, dos docenas de pasos hasta tocar la otra verja, y vuelta a empezar. Despues de cinco rondas, llega el momento de hacer esprints. Sesenta zancadas me dejan a veinticuatro pasos de la verja de enfrente. A continuacion, me desplazo lateralmente para volver a ponerme en linea, porque me he desviado un poco. El aire no se mueve y es mas calido que ayer, pero la sensacion cuando lo atravieso volando es de frescor. Hace semanas que dejamos atras lo peor del calor del verano. Diez esprints y se acabo. Despues de cruzar la calle, troto lentamente para ir relajando los musculos, pero me pongo a caminar cerca del acceso a la casa de los Reiche. He escuchado como movian el coche, pero cuando se presenta un problema uno tarda un tiempo en olvidarlo. Al llegar al otro lado, en el punto en el que el acceso a la casa se eleva ligeramente para volver a convertirse en acera, vuelvo a acelerar. En cuanto abro la puerta de casa, se que ha pasado algo. No huelo el desayuno. Hasta los dias en que toca desayunar cereales hay tostadas. En la cocina solo escucho los ruidos habituales de una casa aun dormida: el zumbido del frigorifico, el tictac del reloj sobre los fogones, mi respiracion y, cuando me paro a escuchar mas detenidamente, el latido de mi corazon. Me dirijo a las escaleras y me tropiezo con algo que hay en el recibidor. Me acuclillo y descubro a mi padre, tendido en el suelo, vestido con unos pantalones de pijama de franela y una camiseta de manga corta. --?Papa? !Papa! ?Estas bien? --Parker --me dice, con una voz extranamente tranquila. No parece ni cansado ni dolorido. --?Te has caido? ?Que ha pasado? --Escucha --me pide. Su voz sigue sin sonar como deberia hacerlo si realmente estuviera tirado al pie de las escaleras--. Todo el mundo tiene secretos, Parker. Todo el mundo es un misterio. Ahi es cuando me despierto, como siempre. Sin embargo, eso es exactamente lo que ocurrio el pasado 3 de junio, una semana despues de terminar el colegio y dos semanas despues de que fuera mi decimosexto cumpleanos. Salvo por dos cosas. La primera es que si que estuve a punto de estrellarme contra la furgoneta de los Reiche, solo que eso ocurrio otro dia, un par de semanas despues. La segunda es que mi padre no estaba tendido al pie de las escaleras. Estaba todavia en la cama, y llevaba horas muerto. UNO UNO Marissa esta lloriqueando. Otra vez. --Y entonces el... el... el no... --su voz grave parece un grunido. Patetica. Y eso que es una chica lista... Salvo cuando se trata de Owen. --?No podeis hablar vosotras con el? Yo no respondo y Sarah tampoco. Solemos ofrecerle buenos consejos --gratis, incluso--, pero nunca nos involucramos. Se lo hemos dicho a Marissa mil veces; decirselo otra vez seria desperdiciar oxigeno. Solo tenemos que esperar a que se seque las lagrimas. De todas formas, no hay nada que hacer hasta que suene el timbre. El ano pasado, esta misma escena se repetia cada pocas semanas. Si no fuera por estos numeritos, Marissa practicamente no hablaria conmigo. Apenas soy capaz de recordar como suena su voz cuando no lloriquea, se sorbe la nariz, solloza, tose en un mar de lagrimas y mocos, y se congestiona tanto que, si no se suena, se ahoga. Hay una creencia popular de que perder la vista agudiza el resto de los sentidos. Y es cierta, pero no los magnifica. Sencillamente, uno se libra de la apabullante distraccion que supone verlo todo, todo el tiempo. Por otro lado, la experiencia de sentarse con Marissa consistia casi por completo en escuchar todos los sonidos que su nariz y su boca eran capaces de producir con toda su pegajosidad. Asi es como suena en mi mente el amor no correspondido: asqueroso. --?Parker? ?Tu no puedes hacer algo? --Ya lo estoy haciendo. Te estoy diciendo que te busques a otro --callo un momento, como establece el guion, para que ella pueda interrumpirme. --!Nooo! Soy la reina del <
>, pero la indiferencia de Marissa ante un patio lleno de personas --el primer dia de clase, ni mas ni menos -- que la contemplan mientras emula a una borboteante fabrica de mocos... Bueno, deja la mia a la altura del betun. --Escuchame, Marissa: las almas gemelas no existen. Pero, si lo hicieran, serian dos personas que quieren estar juntas. Tu quieres estar con Owen, pero Owen quiere estar con Jasmine, lo que significa que Owen no es tu alma gemela. Tu solo eres su acosadora. --Espera... ?Jasmine? --yo disfruto de un momento de paz mientras la sorpresa por la noticia, que ya le contamos la primavera pasada, la deja callada durante un segundo--. Pero ?no es...? --Si, a Jasmine le gustan las chicas. Sin embargo, todavia no ha encontrado a ninguna que le guste lo suficiente, asi que Owen tiene la estupida idea de que aun tiene posibilidades con ella. Por eso, el que Owen la persiga por todos lados es ligeramente mas triste e inutil que ver como tu lo persigues a el. De hecho... Sarah chasquea la lengua y yo se lo que eso significa, pero, cuando cojo velocidad, llevo demasiada inercia como para detenerme o frenar. --... lo unico que Owen y tu teneis en comun es estar enamorados de alguien que no os corresponde. De alguien que ni siquiera conoceis. ?Te has parado alguna vez a buscar las palabras < > o < > o < > en un diccionario? El silencio que sigue es un ejemplo perfecto de lo que mas odio de ser ciega: no poder ver como reacciona la gente a lo que digo. --Pero... --Marissa se sorbe un buen monton de mocos--. Si pasaramos tiempo junt... Salvadas por la campana. Ella y yo. Pero sobre todo ella. iii --Anda, pero si son No Recomendada Para Menores de 13 Anos y su perro lazarillo --el familiar chirrido suena a mi izquierda, acompanado del chasquido de una taquilla al abrirse. --Por favor, dime que su taquilla no esta justo ahi --le digo a Sarah con un teatral susurro--. El verano pasado descubri que soy alergica al PVP. Ahora tengo que llevar en la mochila un boli de epinefrina. --Oh, vaya --dice Faith con su vocecilla insolente--. ?Y yo soy PVP? Eso significa... Personas... Personas... --Polivinilpirrolidona. Se usa en la laca, en la gomina, en las barras de pegamento y en el contrachapado. --Vaya, yo creia que PVP significaba Personas Vastamente Populares. Yo no puedo evitar echarme a reir y salirme del personaje. --!Bueno, bueno, Fay-Fay! ?Se te ha ocurrido a ti solita? --!Pues claro que si! No soy ni la mitad de tonta de lo que tu pareces. El aroma a kiwi y fresa anuncia lo que esta a punto de pasar, asi que afianzo los pies en el suelo. Lo llamaria < > si Faith no fuera demasiado delgada como para que nada de lo que haga recuerde a un oso. La estrecho un poco mas de la cuenta y luego la suelto. --?De verdad llevas un boli de epinefrina? --me pregunta. --Vaya, Fay --comenta Sarah--. ?Acaso sabes lo que es eso? --Mi sobrino es alergico a los cacahuetes. ?Y tu sabes que eres una zorra pretenciosa y condescendiente? --!Claro que lo uuufff...! La rafaga de aire y la respuesta de Sarah me indican que Faith acaba de abrazarla tambien a ella. --?Habeis visto a todos esos bichos raros? --comenta Faith, sin el mas minimo intento por disimular--. Esto se ha convertido en un zoo. --Al menos son ellos los que nos invaden a nosotros... --opina Sarah--. Y no al reves. Es verdad. La localidad de Coastview ya no podia financiar dos institutos, asi que el Jefferson tuvo que cerrar y todos sus alumnos vinieron al Adams. Los pasillos estan tan abarrotados de gente que desconoce las Reglas (y no me refiero solo a alumnos de primero), que he tenido que agarrarme del brazo de Sarah para poder abrirme paso por todo ese caos y llegar hasta mi taquilla. Acostumbrarse a la presencia de todos estos novatos va a ser un lio, pero al menos no tendre que aprender a manejarme en un colegio completamente nuevo. --Ay, vaya, aqui viene otro --dice Faith, mas cerca y en voz mas baja, recordando esta vez la Regla no 2. Me abraza otra vez--. Siento mucho haberme pasado todo el verano en Vermont. Sabes que habria venido si hubiera podido, ?verdad? -
La banda de los Sacco de Andrea Camilleri
https://gigalibros.com/la-banda-de-los-sacco.htmlLa historia real de una injusticia cometida sobre la familia Sacco por parte del sistema
mafioso.
Raffadali, Sicilia, anos veinte. Los hermanos Sacco son hombres libres, de ideas socialistas;
son hombres hechos a si mismos a quienes su padre Luigi inculco la cultura del
trabajo y el respeto a los demas. La vida cambia de repente cuando, una manana, el mayor
de ellos recibe una carta anonima, luego otra, y luego sufre un intento de robo. Luigi
Sacco lo denuncia a los carabinieri, pero estos se encuentran totalmente desorientados:
nadie antes se ha atrevido a denunciar a la Mafi a. A los Sacco no les queda mas remedio
que defenderse ellos mismos. De la mafi a y de la policia, de sus paisanos complices de
los traidores y de las autoridades. -
El vuelo de la serpiente (Trilogia del Zodiaco 2) de Ricardo Alia
https://gigalibros.com/el-vuelo-de-la-serpiente-trilogia-del-zodiaco-2.htmlMayo de 2013, el Ano de la Serpiente, el signo mas ambicioso del Zodiaco que representa la astucia,el rencor y la venganza. Ha pasado mas de un ano desde que el caso del Asesino de Quimicas sacudiese a la ciudad de San Sebastian. La primavera, estacion natural de la Serpiente, no ha empezado bien para la Ertzaintza, que se enfrenta a las desapariciones de dos chicas que parecen haberse esfumado sin dejar rastro. Para complicar aun mas las cosas, un estudiante de Quimicas aparece asesinado &mdash eurosdesnudo y con un tiro en la cabeza&mdash euros, sobre una escultura del Museo Chillida-Leku.La enorme preocupacion de Max Medina, que conocia a la victima, aumenta cuando su companera Erika Lopez se ve afectada por un dramatico acontecimiento que pone toda su vida patas arriba, y que incluso la convierte en sospechosa de un crimen. Asesinatos, secuestros, extorsion y agentes secretos hacen acto de presencia en el Ano de la Serpiente, el unico signo junto con el Dragon que tiene la virtud de renacer de sus cenizas, mudar de piel y tener varias vidas.
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Ultima noche en el fuego de Ana Maria Draghia
https://gigalibros.com/ultima-noche-en-el-fuego.htmlCuando Lara Aguirre, una editora afincada en Madrid, recibe la noticia de la muerte de Raul, el unico hombre del que ha estado enamorada, decide, devastada, aceptar un proyecto editorial que la llevara hasta Santa Fe, Mexico. A su regreso, su vida se entrecruzara con la de Rafael Bernabeu, un abogado catalan -amigo de su hermano-, que habia estado viviendo en su casa durante su ausencia sin que ella lo supiera. Aun siendo consciente de que volvera a Barcelona, para ella, conocer a Rafael sera un recordatorio de sensaciones pasadas, aunque tambien de una noche a muchos kilometros de ahi, una noche que tiene otro nombre, Lucas Santamaria, y otra ciudad, Melbourne.
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Ahorcado de Daniel Cole
https://gigalibros.com/ahorcado.htmlAhorcado, un thriller vertiginoso donde el asesinato es una obra de arte.
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Tiempo de amar de Elena Garquin
https://gigalibros.com/tiempo-de-amar.htmlErase una vez un guerrero que intentaba matar fantasmas con su espada. Y una hermosa muchacha cuya valentia logro salvarlo.
Erase una vez una guerra que derramo sangre, destruyo esperanzas y quebro espiritus. Un largo cautiverio que marco voluntades. Un matrimonio forzado que rompio juramentos sagrados.
Una historia de amor truncada por la maldad mas oscura.
Y una magica lluvia de estrellas destinada a protegerlos a traves del tiempo y del espacio.
Emprendieron una lucha sin cuartel contra el odio y la sed de venganza. Comprendieron que debian mantenerse unidos en un mundo extrano para ellos, pero...
?Seran capaces de aceptar que, despues de un tiempo para las promesas y otro para las traiciones, llegara el tiempo de amar? -
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
https://gigalibros.com/la-bailarina-de-auschwitz.htmlEger tenia dieciseis anos cuando los nazis invadieron su pueblo de Hungria y se la llevaron con el resto de su familia a Auschwitz. Al pisar el campo, sus padres fueron enviados a la camara de gas y ella permanecio junto a su hermana, pendiente de una muerte segura. Pero bailar El Danubio azul para Mengele salvo su vida, y a partir de entonces empezo una nueva lucha por la supervivencia. Primero en los campos de exterminio, luego en la Checoslovaquia tomada por los comunistas y, finalmente, en Estados Unidos, donde acabaria convirtiendose en discipula de Viktor Frankl. Fue en ese momento, tras decadas ocultando su pasado, cuando se dio cuenta de la necesidad de curar sus heridas, de hablar del horror que habia vivido y de perdonar como camino a la sanacion.
Su mensaje es claro: tenemos la capacidad de escapar de las prisiones que construimos en nuestras mentes y podemos elegir ser libres, sean cuales sean las circunstancias de nuestra vida. -
A Merced del Deseo de Tara Pammi
https://gigalibros.com/a-merced-del-deseo.htmlValentina siempre habia creido en la pasion que consumia tanto a Kairos, su marido, como a ella. Hasta que descubrio que su matrimonio no era mas que un frio trato de negocios. A pesar de que entre ellos habia una quimica innegable, ella se nego a permanecer unida a aquel griego despiadado. No obstante, antes de concederle el divorcio, Kairos le exigio que volviera a actuar otra vez como su adorable esposa. Y, cuando se encendio de nuevo la llama de la pasion, Valentina descubrio que estaba a merced de su propio deseo.
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Las ultimas sombras de Mariah Evans
https://gigalibros.com/las-ultimas-sombras.htmlNaomi Hunt es una joven e intrepida periodista. No sabe del peligro que corre al intentar investigar las extranas muertes relacionadas con la division secreta. Cuando Sean Coleman, el forense que emitio el informe judicial, se niega a ayudarla, Naomi se dejara guiar por la informacion que recibe de una fuente anonima.
Sean, ve como Naomi se convierte en su mayor pesadilla, pues podria desvelar todos los secretos de la division. Para que eso no ocurra debera desviar su atencion y a la vez protegerla de sus informadores, quienes son la verdadera amenaza. Enamorandose cada vez mas de esa mujer, Sean debera decidir que es mas importante: si velar por la clandestinidad de la division o contarle a Naomi toda la verdad.
La alianza surgida entre lobos y vampiros pondra en peligro a la ciudad de Nueva York, la cual sera testigo de la batalla final, obligando a la division a mostrarse ante el mundo en una encarnizada lucha por la supervivencia de sus habitantes.
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Un escoces despistado para la chica de al lado (Adonis tours 4) de Sandra Bree
https://gigalibros.com/un-escoces-despistado-para-la-chica-de-al-lado-adonis-tours-4.htmlVengo de Inverness, en Escocia. Bueno, mas bien de un sitio muy cercano que ni siquiera aparece en los mapas. De hecho, el senor Google, cuando le pregunto mi direccion --porque si, lo he hecho en alguna ocasion, me gusta charlar con Google y a veces hasta discutimos-- me dice que no existe. Me llamo Sean McArthur, y en otro tiempo mi clan fue muy poderoso. <
>. En cambio, ahora estamos todos muy desperdigados. Tanto que no se ni donde viven mas de la mitad de mis parientes. !Pero para el caso que nos hacemos...! Tenemos un grupo de WhatsApp --?que familia no lo tiene?-- y ahi cada uno ve los mensajes cuando le sale de la gaita. Y hablando de gaitas, ahora que he sacado el tema, soy fan, muy fan de tocarla. Si hay algo que tengo muy claro en esta vida, es que la mujer que me quiera a mi debe de querer a mi gaita. ?Por que digo esto? Pues porque a la ultima que le dije --me habia enamorado de verdad-- que la amaba tanto como a mi gaita, se enfado y no volvio a hablarme nunca mas. Supongo que se puso celosa y por eso no quiso saber nada mas de mi. Reconozco que lo pase muy muy muy mal cuando se marcho. Fueron un par de horas bastantes jodidas. Pero, como dice mi abuelo, el laird de los McArthur --titulo que le otorgamos los nietos para hacerle ver que es un dictador--, < >. No es que sea una frase de grandes y poderosos sabios, pero hay que admitir que tiene su verdad. Tras mi desengano amoroso, decidi que tenia que salir de mi fortaleza --que quede claro que no exagero. Vivo en un castillo que necesita mas reparaciones que la ciudad de Nueva York despues de ser atacada por los alienigenas de la pelicula de Independence Day--. Mi abuelo y mis padres estan empenados en restaurarlo para convertirlo en algo parecido a un museo. De momento han permitido que rodasen alli algunas escenas de peliculas. Por casualidad cayo en mis manos una oferta de trabajo en Espana. Cumplia con los dos requisitos mas importantes: hablar perfectamente el castellano y medir mas de 1,80. Mido 1,93 y el idioma lo domino fenomenal. Siempre me ha llamado mucho la atencion ese pais, que encima presumia de sus mujeres morenas de ojos oscuros y cuerpos de guitarra. Unas verdaderas bellezas. La agencia Adonis Tours me acepto y, aunque no sabia muy bien de que iba aquel trabajo, con mi maleta en una mano y mi gaita colgada del hombro, sali de Escocia. El viaje no se me hizo muy largo. Fue vuelo directo a Madrid. Sin embargo, reunirme con mi jefe, Anthony --un tio que, sin exagerar, su cabeza me llegaba por el torso-- y con los otros Adonis que, como yo, llegaban en diferentes vuelos, fue una completa odisea. Todo gracias a mi gran facilidad para perderme, porque hay dos cosas que me definen muy bien: mi sentido de orientacion funciona como el culo, y tengo panico a todas las cosas que sean paranormales. Si alguien quisiera torturarme, no tendria mas que hacerme ver una pelicula de terror con espiritus o regalarme una guija. Durante un buen rato estuve deambulando por la terminal, hasta que escuche por los altavoces que me llamaban y me daban un punto de encuentro. Sin embargo, yo no encontre ni punto de encuentro ni nada. De hecho, casi estuve a punto de embarcarme otra vez --por error. Se me ocurrio que, si me escuchaban tocar la gaita, ellos me encontrarian a mi. Y no solo me encontraron, sino que la gente, muy amable, me regalo dinero por haberlos deleitado con tan bonitas canciones regionales. Ese dia conoci a los Adonis. Eramos un grupo de lo mas variopinto y, por que no decirlo, de lo mas sorprendente. La gente nos miraba con curiosidad, y no era para menos. Los cinco teniamos una altura considerable. De los que no necesitamos subir a una escalera para cambiar una bombilla. Aunque obvio, en mi fortaleza usabamos andamios para hacerlo, por eso dejabamos que se fundiesen unas cuantas antes de reponerlas. De los cinco Adonis, se encontraba Dase, un etiope tan negro como el ebano y, aunque este mal admitirlo por eso de ser tio y esas cosas, tengo que reconocer que era un joven muy atractivo, de boca ancha y expresivos ojos negros. Vestia de manera muy elegante y costosa. Despues estaba Erik, el noruego, un tipo que me recordaba a algun dios nordico, todo rubio de melena larga y que llevaba ropas de lenadores --en las peliculas suelen vestir asi--: camisa de franela de cuadros y jeans con botas altas, de esas que tienen un doblez superior y se ven forradas de lana de cordero. Y luego Tane, el surfero maori, una mole de tio que media al menos dos metros, con un cuerpo capaz de ocupar tres plazas en un autobus. Por ultimo estaba Stefano, el italiano. Era de Verona. Al principio pense de el que era un hombre con mala memoria. Apuntaba en una libreta todo cuanto ocurria a nuestro alrededor, sin embargo, luego supe que era escritor de novela romantica, conocido en el gremio por Steve Norton, su seudonimo. Desde el aeropuerto, nos trasladamos todos juntos en la furgoneta de la empresa hacia nuestra residencia, situada en el barrio de La Latina. Durante el viaje me habia hecho a la idea -- supongo que al igual que mis companeros-- de que se trataria de un sitio chulo y luminoso, con ventanales enormes en el dormitorio y bano tipo spa. Con piscina y solarium, eso venia escrito en el contrato ?O era en el mismo folleto? El caso es que, cuando llegamos, todo fue muy diferente. El lujo y el glamour que habia esperado eran inexistentes. De hecho, la piscina era de esas desmontables situada en la terraza, y antes de entrar en ella debiamos ducharnos con una manguera verde, que tambien servia para regar las macetas. Luego estaba el tema de la lavanderia. Ahora me atrevo a entrar con un poco mas de seguridad, pero los primeros meses era capaz de dar dinero para que me hicieran la colada. Es mas, alguna vez se la habia dado a Dase para que la llevase a la lavanderia a la que el solia acudir. Y es que Dase era un poco especial con la ropa --ya lo he dicho antes--, siempre va que parece un maniqui de escaparate. O como se dice aqui en Espana, como un pincel. La lavanderia o, para no andarme por las ramas, el lugar donde se encuentra la lavadora, es un sotano lugubre y humedo que me recordaba a un deposito de cadaveres. La luz del techo parpadeaba cada vez que la encendiamos, y la lavadora, cuando centrifugaba, se desplazaba unos metros hacia cualquier lado. Por si eso fuera poco, el ascensor subia y bajaba cuando le daba la gana. Mi dormitorio estaba en frente del de Tane --en realidad su nombre es Tangaroa Evaristo Waititi Lopez. Desde luego, sus padres se vengaron de el al nacer--. Ambos eramos los unicos que teniamos balcones al exterior. A mi porque me toco, en cambio, Tane lo pidio porque es un poco... curioso. Se siente mas cerca de la gente asomado a la calle con los brazos cruzados sobre la balaustrada. Y es que le encanta estar al aire libre y, como no, oler el aroma a queso que ascendia del local que habia abajo. Una tienda donde se podia encontrar cualquier clase de queso, desde un cabrales, pasando por la burrata, hasta un buen roquefort. Y Tane perdia el sentido por este alimento y por la duena de la boutique, por supuesto. Su novia Olivia. Stefano, por eso de que necesitaba escribir en silencio, se habia quedado con la alcoba que estaba mas cerca de la escalera y cuya ventana daba a un cochambroso patio interior. Dase y Erik se habian pillado los que quedaban en medio. A pesar de que la residencia no era lo esperado, muy pronto los cinco nos adaptamos a ella. Y de ser simples companeros de trabajo, nos convertimos en grandes amigos --ahora no me refiero a nuestra altura. Me daba cosilla pensar que era lo que iba a pasar una vez que se nos acabara el contrato, aunque aun quedaba tiempo, y quiza, solo quiza, algunos querriamos prorrogar. Capitulo 1 Finales de octubre Siempre me despertaba antes de que sonase el despertador. Me gustaba levantarme temprano y ser uno de los primeros en meterme debajo de la ducha, aunque la goma que la sostenia soltaba mas chorros que la propia alcachofa. Tambien me levantaba pronto porque, al dormir en una habitacion exterior, escuchaba todas las mananas como subian los cierres de los negocios y los saludos exagerados de los porteros que limpiaban sus portales. Eran tan escandalosos como los Celtic de Glasgow cuando el equipo ganaba. Ahora ya estaba acostumbrado a estas cosas pero, al principio, me daba la sensacion de que subian hasta mi dormitorio para dar voces. Por otro lado, es que yo tengo un oido muy fino. El laird decia que yo dormia con un ojo cerrado y otro abierto como los conejos, y debia de ser verdad, porque gracias a ese oido portentoso habia ayudado a descubrir que, en la residencia, entre nosotros, habia un okupa. Y cuando digo okupa, ni me equivoco ni exagero. En varias ocasiones he tenido que sacarlo de mi cama cuando alguna noche he llegado algo tarde. Se trata de un antiguo Adonis llamado Arnold que, en mas de una ocasion, nos robo la comida. Aunque eso habia sido lo de menos, lo importante es que me tenia acojonado. Habia pensado que una presencia extrana y sobrenatural convivia entre nosotros; abria y cerraba grifos, el ascensor se movia solo, se zampaba nuestra comida, dejaba fria el agua de la ducha, movia cosas de un lado a otro... Fruto de esa obsesion habia llegado a colgar una ristra de ajos junto a la puerta. Stefano decia que los ajos eran para ahuyentar a los vampiros pero, por si acaso, no pensaba quitarlos. El caso es que ahuyentaran a algo. De todas maneras, ya le habia advertido al tipo en cuestion que, como volviese a coger algo sin permiso, le iba a arrancar la piel a tiras. De momento no habia vuelto a meter sus zarpas en mis natillas de chocolate. Ni sus pudorosas partes en mi cama. Abri la persiana y me asome al balcon. Estuve a punto de tragarme a un sujeto que estaba enganchando las luces de Navidad en la fachada del edificio. El hombre tuvo la suerte de reaccionar con rapidez, cual Spiderman, y de la impresion se aferro a la barandilla de hierro. Se quedo colgando en el vacio, con los pies en el aire. Observe que llevaba unos guantes de lana, de esos que si coges nieve --que no habia todavia-- se empapan, o si se agarran a una barandilla de hierro, resbalan. --Buenos dias --le dije, amable. El alzo la vista hasta la mia. Era la misma mirada que la de mi primo cuando necesitaba pasar al bano e iba diciendo que tenia la tortuguita fuera del caparazon--. ?Necesita ayuda? El sacudio la cabeza. Bueno, en realidad sacudio todo su cuerpo. !Era increible la fuerza que hacia el hombre para sostenerse sin caer en el abismo! --?Y que? ?Estan poniendo las luces de Navidad? --pregunte para entablar conversacion. Uno no se encontraba todos los dias a alguien dentro de su casa. --?Que pasa? Buenos dias. --La voz de Tane llego desde su balcon. Con seguridad habia escuchado ruidos tambien y habia salido a ver que estaba ocurriendo--. ?Has visto que tienes a un tio colgando de la barandilla? --Si, estan adornando las calles. Espero que estas luces no vengan acompanadas de esa musiquilla que entonan villancicos a todas horas. --Le ensene el brazo--. Mira, tengo los pelos como escarpias. Estoy emocionado, van a ser mis primeras Navidades en Espana. --Oye --Tane senalo al operario--, creo que te esta diciendo algo. Era verdad, el tipo me miraba fijo y susurraba. Agitaba las piernas y el tronco de un modo convulso. --No le escucho bien --le dije acercandome un poco mas e inclinandome hacia el. Lei en sus labios que formaba la palabra < >. --!Por todos los demonios del infierno! !Se esta electrocutando! --mire a Tane--. ?Que hago? ?Lo suelto para que caiga abajo? --!No! !Si lo tocas a ti tambien te dara un tabardillo! --me grito haciendome dar un ligero brinco. No sabia que era un tabardillo, pero me sonaba a mosquito gigante. Me puse nervioso. El hombre era capaz de morirse delante de mis narices. ?Y si lo empujaba con el pie? Era probable que se rompiese las piernas, las costillas, los brazos... pero quiza le salvaba la vida. Por suerte para ese pobre hombre, se fue de repente la luz de todo el distrito. Por suerte para el y para mi, que ya habia llevado el pie hasta los dedos de su mano. Esa situacion era menos graciosa que estornudar con cagalera. En ese momento, Tane llego corriendo para ayudarme a subirlo y meterlo en mi dormitorio. Lo tumbamos sobre mi cama. Yo di un paso atras cuando vi que el operario tenia todo el pelo revolucionado y, aunque me parecia increible --porque crei que solo pasaba en los dibujos animados--, su cara estaba manchada de negro como si le hubiese explotado una bombilla en la cara. --?Estas viendo eso, Tane? --Creo que voy a llamar a una ambulancia --dijo sacando su movil. Mientras el llamaba a emergencias, yo palmee el rostro del hombre. Tenia los ojos abiertos y me miraba como si yo hubiese tenido la culpa de aquello. --Me quiero marchar de aqui --dijo con voz ronca. --Tranquilo, no pasa nada --lo veia tan asustado que me hice el gracioso--, nadie te obliga a estar aqui conmigo. Si te quieres ir, ahi tienes la puerta, rompe el candado, saca las cadenas, cruza la fosa con cocodrilos, salta la reja electrica y... --!Sean! --Tane fruncio el ceno--. Electrica no, macho. El hombre gimio. De repente, mi dormitorio se empezo a llenar de gente. Entraron los companeros de luces del afectado; Marisa, encargada de la oficina de los Adonis; Duscha, una rusa que se dedicaba a la limpieza y el mantenimiento de la residencia; Dase, que miraba a todos con una toalla colocada en sus hombros, y por fin, los del Suma. --?Que ha pasado? --pregunto Dase. Tane se encogio de hombros. --Que se ha ido la luz. --Pero ?usted lleva mucho tiempo trabajando en esto? --le pregunto uno del Suma al paciente. --Unos meses --susurro con voz temblorosa. --Ay, ya lo dice el laird --solte sin pensar--: < >. --Salgan de la habitacion todos --ordeno un enfermero. Todos le hicieron caso y yo me senti muy aliviado, con tanta gente en mi espacio vital empezaba agobiarme. --Usted tambien --me senalo con el dedo. Sacudi la cabeza. Soy escoces, pero no gilipollas. --Este es mi dormitorio y aqui estan todas mis cosas, no les voy a dejar solos. --Para demostrarles que hablaba en serio, me cruce de brazos con las piernas ligeramente abiertas, a ver si tenian lo que debian tener para sacarme de alli. Era como el juego aquel del rey de la montana, en el que, si me querian desterrar, debia ser empujandome a la fuerza. Ellos se lo pensaron mejor y dijeron: --De acuerdo, puede quedarse, pero guarde silencio. --No van a saber que estoy aqui. Vi que colocaban al operario una via en el brazo, mientras otro le tomaba la tension. Rece para que no le pasase nada, sobre todo para que no muriese en mi dormitorio. Habia oido decir que las almas se adherian al lugar donde el individuo fallecia, y no estaba dispuesto a compartir cama con un fantasma. *** Carolina cruzo los brazos sobre el pecho. Suspiro con disimulo, cansada de escuchar a sus amigas que no dejaban de hablar de hombres de ciencia ficcion. Tal vez ellas no se daban cuenta, pero segun los describian, parecia que se trataba de superhombres con poderes. Que si. Que Carolina comprendia que les pudiesen gustar las novelas romanticas y, sobre todo, eso que ellas decian, los highlanders. Al principio tardo en descubrir que esos hombres eran escoceses. El nombre highlander le sonaba a marca de robot de cocina. Pero, obviando ese hecho, los escoceses que ella habia visto en television eran tipos normales y corrientes, puede que mas blanquitos de piel de lo acostumbrado y que abundasen sus cabelleras color zanahoria --aqui, en Espana, los hombres tenian fama de morenos, bajitos y regordetes--. Y luego los cuerpos, pues eso, habia de todas clases: altos, bajos, gordos y delgados. Pero highlander como tal, como ellas los describian, eran todos musculados, duros, altos, atractivos, fuertes, de piel bronceada que daba ganas de lamer, chupar, morder y succionar. !Vamos, que no! Que Carolina no tenia ningun interes en ver a un tipo con falda por muy buenas piernas que tuviese. De hecho, nunca se habia fijado en las piernas de un tio. Preferia un buen torso y un culo firme. Marta la observo frunciendo el ceno. --?Te estamos aburriendo, Carol? --Mas que ver una carrera de berberechos. --Sacudio la cabeza arrepentida--. Quiero decir, no, repasaba en mi cabeza la lista de la compra. Beatriz sonrio, divertida --Yo creo que, para que nos entiendas, deberias leerte un libro de highlanders. Vas a fliparlo. Los labios de Carolina compusieron un gesto hastiado. Leer no era uno de sus hobbies favoritos. --O puedes ver una pelicula --anadio Marta. --Ya vi una hace tiempo. Braveheart, y lo que mas recuerdo de todo es que los hombres se ponen a ensenar culos, ademas, que Mel Gibson puede que fuese un galan en su epoca, pero a mi... --Carolina chasqueo la lengua-- no me va mucho. --Intenta leerte un libro --le suplico Beatriz buscando algo dentro de su bolso. Carolina tenia que haber imaginado que aquellas dos forofas de la lectura llevaban siempre libros consigo--. Ten. Es Tierra audaz. Si esta novela no te engancha, no lo hara ninguna otra. Carolina cogio el libro y le echo un vistazo por encima. --!?Trescientas treinta y ocho paginas?! --Se leen en nada --insistio Beatriz--. Lo intentas, y si ves que no puedes, me lo devuelves. Carolina se rindio. --De acuerdo. Beatriz saco una libreta pequena, busco el boligrafo y, a medida que anotaba, iba diciendolo en alto. --Dejo la novela de Jude Deveraux, serie de Los Audaces, a Carol. --?Por que hace eso? --le pregunto Carolina a Marta. --Yo tambien lo hago. La gente tiende a devolver cualquier cosa que pide, excepto libros. No se por que, pero a mi me han desaparecido unos cuantos, y me duelen no por el gasto que conlleva, sino por lo hermosa que es la historia. --?No me digas que te lees los libros mas de una vez? --!Hombre, claro que si! Carolina deslizo los ojos sobre la portada de la novela. Un hombre rubio sobre un caballo blanco estaba inclinado para besar a una mujer de larga capa roja que parecia que le agarraba la pierna con desesperacion. Leyo: < >. Volvio a suspirar, esta vez de forma audible. -
Hagase usted mismo de Enzo Maqueira
https://gigalibros.com/hagase-usted-mismo.htmlAbandonarlo todo y huir. Irse al sur, a la Patagonia, a la casa donde paso los veranos de la infancia. Esa es la estrategia para dejar atras una relacion enfermiza que termino de la peor manera y una vida que parecia encaminada pero que de pronto perdio sentido. Lejos de la ciudad, en la desolacion de un pequeno pueblo en medio del desierto, el protagonista intenta escribir el guion de una pelicula como un modo desesperado de escapar de la mediocridad. Lleva un cuaderno, piensa tramas posibles, pero siempre se desvia de su objetivo: lo asedia el pasado, el recuerdo de una escena bochornosa, el hallazgo de una pistola escondida en la casa.
Como en Electronica, su celebrada novela, Enzo Maqueira vuelve a meter el dedo en la llaga y propone un relato despiadado, con aires de policial domestico, acerca de los grandes mandatos de nuestro tiempo: la busqueda desesperada de la felicidad, el reconocimiento y la trascendencia. -
Padre Soltero: Matrimonio de Conveniencia, Romance y Mentiras con el Millonario1, Eva Nieto de Eva Nieto
https://gigalibros.com/padre-soltero-matrimonio-de-conveniencia-romance-y-mentiras-con-el-millonario1-eva-nieto.html -
El Corazon de Yamato de Aki Shimazaki
https://gigalibros.com/el-corazon-de-yamato.html?Cuanto dura el amor? ?Bajo que formas vuelve a encenderse? ?Cuales son las consecuencias del amor perdido?
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Cuando abras el paracaidas de Jose A. Gomez Iglesias
https://gigalibros.com/cuando-abras-el-paracaidas.htmlLlego ese punto donde tenias que decidir entre huir y quedarte para siempre y sabias perfectamente que hacer, pero hiciste lo contrario. Y es que algunas veces todo depende de ese “Quedate” que se nos queda atascado en la garganta. La felicidad esta en saber que nadie es de nadie, pero hay que disfrutar cada segundo con quien te hace sonreir. A ti te lo escribiria todo, pero me dejaste sin palabras.
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El cerebro del nino explicado a los padres de Alvaro Bilbao
https://gigalibros.com/el-cerebro-del-nino-explicado-a-los-padres.htmlComo ayudar a tu hijo a desarrollar su potencial intelectual y emocional.
Durante los seis primeros anos de vida el cerebro infantil tiene un potencial que no volvera a tener. Esto no quiere decir que debamos intentar convertir a los ninos en pequenos genios, porque ademas de resultar imposible, un cerebro que se desarrolla bajo presion puede perder por el camino parte de su esencia.
Este libro es un manual practico que sintetiza los conocimientos que la neurociencia ofrece a los padres y educadores, con el fin de que puedan ayudar a los ninos a alcanzar un desarrollo intelectual y emocional pleno. -
Jefa por sorpresa (California Beach 1) de Olivia Kiss
https://gigalibros.com/jefa-por-sorpresa-california-beach-1.htmlPara Jennifer su carrera profesional lo es todo. Lleva anos esforzandose por ser la mejor en lo suyo y parece que lo ha conseguido.
No obstante, una noche sale con su amiga Claire y se da cuenta de que ha olvidado otros aspectos de su vida hasta el punto de que en unas horas cumplira un ano de sequia sexual.
Para Cole no hay nada que le importe menos que su futuro. Vive al dia y disfruta de los pequenos placeres de la vida; como, por ejemplo, mirar a la chica del vestido rosa mientras se pasea por el club California Beach con una bandeja llena de cocteles.
Esa noche sus caminos se cruzaran sin imaginarse que, poco despues, sus vidas lo haran mucho mas. -
El insolito final del senor Monroe de Dan Mooney
https://gigalibros.com/el-insolito-final-del-senor-monroe.htmlJoel vive en la Residencia de Ancianos Hilltop y la odia con toda su alma. Solo hay otra cosa que odie con mas fuerza, y es que le digan lo que tiene que hacer y cuando debe hacerlo. Cuando tiene que comer, cuando es hora de irse a la cama, cuando debe tomarse las pastillas Junto a su nuevo companero de habitacion, Frank, un actor de culebrones retirado, emprendera la mas singular de las aventuras: la de poner fin a su vida de una manera digna. En el transcurso de esta mision suicida, Joel y Frank descubriran que quiza nunca es demasiado tarde para experimentar la magia de los primeros momentos, y es que cuando piensas que todo ha pasado, la vida te regala una ultima y gran aventura.
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El ultimo cacique de Paco Bellver
https://gigalibros.com/el-ultimo-cacique.htmlJustina es una desafortunada joven que, tras perder a su padre, es acogida en una casa noble como sirvienta. Es humilde, audaz, valiente y con principios e ideologias basados en la igualdad y la justicia, pero no podra evitar ser victima de una sociedad donde prevalecen la aristocracia y el clero. Tendra que luchar contra todo ello en una epoca convulsa de constantes revueltas. A traves de las paginas de esta historia conoceremos el lado oscuro que presentaba la sociedad desde finales del siglo XIII a principios del XIX..
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Articulo 353 del codigo penal de Tanguy Viel
https://gigalibros.com/articulo-353-del-codigo-penal.htmlFinales de siglo xx en una region francesa en pleno declive industrial y economicamente y moralmente perjudicada. Martial Kermeur ha sido arrestado por la policia por haber lanzado al mar al promotor inmobiliario Antoine Lazenec. Martial relata al juez los motivos que le han llevado a esa situacion: su divorcio, la custodia de su hijo Erwan, su jubilacion y, sobre todo, los corruptos proyectos de Lazenec, quien ha estafado y dejado a Kermeur sin los ahorros de toda una vida.
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La rata de los ojos esmeralda de Manuel De Ortega
https://gigalibros.com/la-rata-de-los-ojos-esmeralda.htmlLa rata de los ojos esmeralda narra la dura historia de un reino consumido por el hambre, las epidemias y un joven y sadico rey. Es un libro que narra a traves de los escenarios y los hechos que en el acontecen como vivia la sociedad en la Edad Media, la cual estaba subordinada y esclavizada por los nobles.
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Una app para estar juntos de Helena Moran-hayes
https://gigalibros.com/una-app-para-estar-juntos.htmlEse dia decidi tomarmelo para mi. Tome mi silla de playa y meti en mi bolso una botella de agua, unas frutas, mi libro, un sueter y sali. El verano en North Berwick era particular como todo verano en el Reino Unido. El cielo estaba nublado, aunque de vez en vez se podian ver algunos rayos de sol que escapaban rebeldes reclamando que era verano y ellos tenian derecho a salir, a pesar de eso la temperatura estaba agradable. Me quedaban cuatro dias para ir a cumplir mi sueno. Empezaba mi master en restauracion de obras de arte en la Universidad de Dublin. Mi master que tanto me habia costado para que me aceptaran. Pero cuando entre lo hicieron, me ofrecieron una beca para la matricula y no habia nada en el mundo que me detuviera. Sentia que mi vida al fin tenia sentido. No solo cumplia mi sueno, sino que lo hacia con mis propias manos. Habia ahorrado por casi cuatro anos hasta el ultimo centavo y sobrevivido gracias a la caridad de Day-day. Mi amiga de la infancia, Daisy habia heredado un piso y me habia ofrecido mudarme con ella sin tener que pagarle, con la unica condicion de que por lo menos una vez a la semana le hiciera la deliciosa lasana de mi abuela, lo que me parecio un precio mas que justo. Cuatro anos despues, cada domingo las dos nos sentabamos en la mesa -a veces con acompanantes, a veces solas-, a disfrutar de la lasana. Busque un punto tranquilo de la playa, ese dia queria que fuese mio, el menos en el dia, en la noche saldria con mi mama y la tia Sage a comer y al otro dia me quedaban las despedidas. Una cena que me habia ofrecido mi mama con sus amigas de su club de lectura, lo que yo sabia se convertiria en la discusion monumental del ano con mi mama aun pidiendome que le explicara como era mas importante un master en restauracion, que casarme y tener familia, y con la tia Sage defendiendome y diciendole a mi mama que se buscara su vida y dejara de vivir a traves de la mia. A esas alturas, ya las discusiones me divertian, a diferencia de unos anos atras cuando acababa de recibir mi grado en Artes donde mi mama empezo su campana de "voy a morir sin ser abuela". Cabia acotar que mi mama solo tenia 55 anos. Pero luego de unos anos me habia reconciliado con su manera de pensar y hasta la entendia. Ella, hija unica de una hija unica, y con una hija unica, a mi mama le atormentaba la idea de quedarse sin familia y aun mas con su unica hija sin las mas minimas intenciones de formar una, es mas, de tener pareja… estable al menos. Desde hacia unos anos atras habia adoptado la estrategia de algunos hombres, mejor tener aventuras divertidas que una relacion estable con preocupaciones. Infidelidad, rutina, aburrimiento, tristezas… no, no, no. Eso no era para mi, lo mio era la libertad y mi unica preocupacion era ser contratada como restauradora en algun museo importante, en Edimburgo preferiblemente para no estar tan lejos de mi mama y dentro de todo, de la playa, asi fuese helada y gris. El olor a mar y la brisa me sabian a libertad sin contar con que a mi me gustaba mi pequena ciudad, ella me habia dado mi pequena familia, a mis amigos y muchas, pero muchas alegrias. Senti los rayos de sol rebelarse otra vez en contra de las nubes. Tome un sorbo de agua, saque una manzana y mi libro. Nada como una novela romantica para relajarse frente al mar. El sonido de mi telefono me saco de concentracion despues de no se cuantas paginas. Mire la pantalla. Sonrei. Mi madre. La pobre queria compartir conmigo cada segundo de mis ultimos dias en el pueblo, conmigo. *?Eli, donde estas? *Estoy en la playa ma, y antes de que me lo preguntes, si, tengo puesto un sueter, -no tenia por que explicarle que era un sueter ligero-, y tambien traje una manta. Escribiendo… Escribiendo… Escribiendo… Con mi mama era siempre igual, el movil podia senalarme por media hora que estaba escribiendo para luego contestarme con un monosilabo. Podia tomar una siesta, despertarme, ver la pantalla y me mostraria el mismo mensaje. *?Exactamente? Voila. No era un monosilabo, pero… *Al frente del restaurante de fish and ships del Sr. McKinean. Escribiendo… Escribiendo… Escribiendo… *Ok. Monosilabo. Rei. No iba a decir que iba a extranar los mensajes porque conociendola, los primeros dias me iba a escribir varias veces por dia. Mire a mi derecha. Un grupo de chicas y chicos jugaban voleibol a unos metros de distancia, tenian mantas en la arena con comidas y bebidas. Sus gritos y risas se escuchaban a los lejos como un susurro. De repente a mi izquierda vi un movimiento por el rabillo del ojo, alguien se acercaba. Baje mi mirada y me di cuenta de que un balon de futbol venia a toda velocidad en mi direccion. No me iba a pegar, pero estaba bastante cerca. Estire mi pierna y atraje el balon hacia mi, la figura de un hombre se hizo nitida. --Elina ?quien iba a creerlo? --su rostro era de sorpresa, incredulidad y picardia. Miro a sus espaldas como buscando a alguien, pero en dos segundos me miraba de nuevo y sonreia. La voz pertenecia a Tim Kerr, mi viejo amigo de la infancia, habiamos sido los mejores amigos toda la vida, pero por circunstancias que preferia olvidar, nos habiamos alejado, nos veiamos en las reuniones de amigos pero ya no eramos los amigos que fuimos hasta unos anos atras. A veces lo extranaba y lamentaba haberme alejado de el, Tim siempre andaba de buen humor y siempre fue un amigo leal. Su cabello rubio alborotado no habia cambiado en nada y su sonrisa divertida tampoco. --!Tim, que gusto verte! ?Aprovechando los pocos rayos de Sol? --hice el ademan de levantarme, pero el se acerco y me dio un beso en cada mejilla y un corto pero calido abrazo. Tuve la suerte de contar con unos amigos increibles, estudiamos juntos desde el preescolar hasta finalizar el bachillerato. En el ultimo ano en nuestro curso habia mas chicos que chicas y ellos nos cuidaban mejor que a sus hermanas, nunca nos faltaron el respeto y fuimos de los afortunados que no conociamos el acoso escolar, de hecho, eramos como una hermandad. Yo me aleje un poco cuando me fui a Edimburgo a estudiar, pero cuando visitaba a mi mama, aprovechabamos todo el tiempo posible para reunirnos y recordar viejos tiempos. --Cruzando los dedos para que este verano tenga mas dias como este --sonrio-- ?Y que haces aqui sola? Ven con nosotros, estamos celebrando el aniversario de mis padres y tenemos una barbacoa en la vieja posada Berwick y presiento que la vas a disfrutar. No es como las que haciamos en casa de Oliver pero creeme que te vas a divertir. ?Te acuerdas de las barbacoas en su casa? --Por supuesto que las recuerdo y su casa tambien --ambos reimos, la casa de Oliver era el centro de operaciones de nuestro curso cuando queriamos armar buenas fiestas porque sus padres siempre estaban viajando y porque la casa de 500m2 con la terraza gigante y la piscina, eran inolvidables--, pero me temo que tengo que rechazar tu oferta, hoy estoy tratando que sea un dia "Zen", dentro de cuatro dias me voy a Dublin y tendre pocos dias como este para disfrutar en paz. --Ya sabia lo de tu viaje, felicitaciones por ese master, por cierto --me respondio sincero y rio cuando vio mi ceno fruncido--, !Ah, querida Eli! Esto es un pueblo y tiene chismes de pueblo, aunque por todas las cosas que pasaron, nos hayamos alejado, no significa que no me interesa tu vida y no me alegre de tus triunfos. Suspire derrotada. No solo porque en North Berwick era imposible mantener un secreto, sino porque extranaba poder compartir mis logros con Tim y que no se tuviera que enterar por chismes de pueblo de mis cosas. --Te voy a dejar un rato sola pero no creas que voy a desistir, en poco tiempo te envio a la caballeria a buscarte. Solte una carcajada y mire detras de el, estaba segura de que con el estaban como minimo con Bob, ademas que donde hubiera alcohol y carne, Bob estaba presente. Rei. Recorde la ultima vez que Tim dijo que enviaria la caballeria y estuve una semana durmiendo solo dos horas, y bueno, a veces ni dormia. Su ultima "caballeria" me habia marcado de por vida. --No, no, no. Yo conozco sus planes y la ultima vez fue un desastre. --Eli, la ultima vez fue hace unos anos cuando regresaste de Edimburgo despues de graduarte y no digas que no fue la semana mas divertida de tu vida. Solte una carcajada. --Lo fue, por eso me da panico tu propuesta. Me quedo con los recuerdos de esos cuatro anos atras y con mi tarde tranquila de hoy. Unas voces se escucharon al fondo llamandolo. --Vete que tienes el juego detenido por estar tentandome. Tim empezo a correr hacia su grupo, se giro sin detenerse. --Disfruta el poco momento de paz que en un rato te llega la caballeria. --!Alejate mensajero del diablo! --le dije sonriendo. Hacia falta un milagro para que me sacaran de la comodidad de mi silla de playa y mi libro. Mire al mar. Luego mire como Tim se alejaba, mas para asegurarme de que se fuera y no volviera con sus ideas locas. Recorde la ultima vez que me habia amenazado con enviarme la caballeria. Cerre los ojos por unos segundos. Recorde ese verano. No lo iba a admitir, pero en realidad si fue una de las mejores semanas de vida. Ese verano la artilleria pesada de Tim llego con unos cabellos rojos alborotados, una sonrisa encantadora, los ojos azules mas hermosos del mundo, los brazos mas firmes de toda Escocia !Ah! Y los besos mas dulces de la isla. Evan Scott era el primo de Tim, par de anos mayor que nosotros que habia llegado ese verano a visitar a Tim porque siempre era el el que viajaba a Edimburgo. La situacion no fue muy diferente a esa tarde, solo que en ese momento, cuatro anos atras, yo estaba con Daisy y Megan poniendome al dia con los ultimos chismes del pueblo. Ese ano no habia podido verlas en Navidad porque estaba en finales, mi madre tuvo que ir a Edimburgo y ahi pasamos las dos juntas las fiestas. Asi que era mucho lo que tenian que contarme. Entre otras cosas que Megan estaba saliendo con Luca. --Imaginate --dijo Daisy en una carcajada--, despues de estudiar toda la vida con el tonto de Moretti, espero cuatro anos mas en darse cuenta de que le gustaba y empezar a salir con el. La dos nos volvimos a reir. --No tarde todos estos anos en darme cuenta, que iba a saber yo que Luca practicaria rugby y su trasero se iba desarrollar como la obra de arte que es ahora. Mas carcajadas. --Estas mas enamorada de su trasero que de el. --Pues si --se encogio de hombros y saco su movil--, por cierto, me dijo que le avisara donde ibamos a estar para acercarse, te quiere dar un abrazo Eli, no te ha podido ver desde que llegaste.--Y yo a el, en especial a su trasero. Daisy escupio la cerveza que se estaba tomando. --Su trasero es mio ?Ok? Tu abrazalo de la cintura para arriba. Megan le escribio mientras seguian las bromas sobre el trasero de Luca. En media hora, Luca, Oliver, Tim, Bob y Dylane estaban llegando con un par de chicas y un monumento de pelo rojo y ojos azules.
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Muchas mentiras y unas cuantas verdades de Olga Hermon
https://gigalibros.com/muchas-mentiras-y-unas-cuantas-verdades.htmlNo existen las mentiras grandes ni pequenas, tampoco las blancas, grises o negras, pero si las mentiras obligadas.
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Ser atrevida contigo (Liga de Caballeros Incasables 4) de Tamara Gill
https://gigalibros.com/ser-atrevida-contigo-liga-de-caballeros-incasables-4.htmlF C A P I T U L O U N O 1827, Marlborough, Wiltshire inley Stone, duque de Carlisle, miro fijamente a su abogado. No creia lo que le habian dicho. Su padre no controlaria su vida, incluso despues de la muerte. Su decreto no se cumplira. --Disculpe, Smithers, pero ?puede repetir lo que acaba de decir? Estoy seguro de que no escuche correctamente. Su abogado se aclaro la garganta y volvio a levantar el pergamino. --Ha sido duque durante un ano, desde que su padre descanse en paz. Sin embargo, ahora tengo la libertad de decirle que su padre estipulo su testamento que, si no se casa dentro de un ano de su muerte, tiene sesenta dias desde el aniversario de su fallecimiento para hacerlo. Si no cumple con esta estipulacion, la mayor parte de su fortuna, el dinero y cualquier activo no implicado, se revertira a su primo, Andrew Stone de Kent. Finn se reclino en su silla, pasando una mano por su cabello. Su mente se resistia a la idea de casarse. Por no hablar de lo que se suponia que debian hacer los hombres con el sexo opuesto. La idea de verse obligado a realizar esa ocupacion lo aterrorizaba y lo emocionaba. Pero mas lo aterrorizaba. --Asi que mantendria Carlisle Hall en Wiltshire, pero no tendria dinero para mantener la propiedad en funcionamiento, aparte de los ingresos que produce, que todos sabemos que no es suficiente. --Eso es correcto, Su Excelencia. Como propietario de varias propiedades rentables, perderlas y que pasen a ser de su primo le afectaria economicamente de forma importante. Y tendria consecuencias devastadoras para aquellos que dependen de sus propiedades para su sustento. Le sugiero que se case de inmediato, conserve sus activos y asegure su futuro lo antes posible. ?Una esposa? Se le encogio el estomago y se volvio para mirar por la ventana. No podia perder su hogar, el unico lugar que habia amado. Dios sabe que su malvado padre habia estado demasiado ocupado paseando por Londres como para preocuparse por su familia en casa. Su madre habia fallecido cuando el tenia ocho anos y su padre rara vez se habia preocupado por el. Finn habia prometido ser una mejor persona que eso. Alguien a quien sus sirvientes y amigos respetarian, un propietario que fuera confiable y no frivolo. --Bueno, entonces supongo que tengo que volver a Londres y encontrar una novia. Su abogado se aclaro la garganta y Finn miro hacia arriba, encontrandose con su mirada. -- ?Hay algo mas que deba tener en cuenta, Smithers? Su padre ha decretado que debes buscar esposa aqui en Wiltshire. Preferiblemente alguien de Marlborough. Ha decretado que se case con una mujer de su condado de origen, ya que penso que seria mejor para el personal que tuvieran una ama que este familiarizada con el area y la gente local. Finn miro fijamente a su abogado. ?Estaba loco su padre? Muy posiblemente, antes de su muerte su mente se habia descarriado en Londres. Sin duda, Finn habia pensado que su sire habia perdido la cabeza. ?Pero una esposa de Woodstock? Solo habia dos familias nobles viviendo cerca, si es que podia llamarlas asi. Una familia tenia varias hijas, todas ellas menores de diez anos. Ellos no contaban. La segunda familia, los Miltons… Finn trato de recordar la dinamica de la familia. El padre era un caballero que vivia de los ingresos de su pequena propiedad. Dudaba que hubiera dote para alguna de las chicas. Sin embargo, tenian un hijo, aunque todavia llevaba abrigos cortos. --En efecto, mi padre dice que necesito casarme con una de las chicas de Milton, que si recuerdo bien son dos. Smithers asintio con la cabeza, se sento en la silla frente a su escritorio y reviso el papeleo en su cartera de cuero. --Eso es correcto, su Excelencia. La mayor de las senoritas Milton esta mas alla del matrimonio, pero su hermana menor, Lucy, no. --?Quien es la senorita Milton mayor de nuevo? --Pregunto Finn, un rostro resonando en su mente desde la temporada pasada cuando estaba en la ciudad. --Ah --dijo Smithers, buscando mas en el papeleo. La Senorita Evie Milton. Creo que es amiga de la duquesa de Whitstone y de su esfera social. Una vision de una belleza de cabello oscuro que estaba en camino de estar en el estante entro en su mente. Habia bailado con ella si recordaba, su conversacion un tanto incomoda ya que ella no estaba tan comprometida para hablar. Realmente sorprendente, considerando que ella y sus amigas eran algunas de las mujeres mas influyentes de la sociedad. --?No vive la senorita Milton en Londres en Marchioness? --?La casa de Ryley? --Fruncio el ceno, seguro de haber oido que despues del matrimonio del marques, la marquesa habia permitido que sus amigas se quedaran en su casa de Londres. La senorita Milton era una de ellas. --Eso es correcto, Su Gracia. --Hmm. --Finn se reclino en su silla, preguntandose como seria Lucy Milton, la mas joven. Si fuera tan llamativa como su hermana, lo haria muy bien. Era joven todavia, de una familia respetable y del area local. Todos los requisitos que satisfarian el testamento de su difunto padre. --?Espera que el senor Milton tenga alguna dote para sus hijas? --No es que importara, era mas que rico y podia permitirse tener una esposa que llegara con muy poco o nada en absoluto. Aun asi, mantener a ninas en el caso de no engendrar un heredero le decia a Finn mucho sobre el caracter de un hombre. Si era carinoso, progresista y honorable. Todas las caracteristicas que le faltaban a su padre. --Doscientas libras al ano. La senorita Milton mayor entro en su estipendio cuando cumplio veinticinco anos. Por supuesto, asumieron que ella estaria casada para entonces, y bueno, eso no ocurrio. La senorita Lucy, la mas joven, tiene veintidos anos. --Muy bien. Bueno, entonces --dijo Finn, poniendose de pie y poniendo fin a esta reunion. Manana empezare a cortejar a la senorita Lucy Milton y lo tendre todo resuelto para fin de mes. Le llamare cuando todo este en su lugar. Smithers hizo una reverencia. --Muy bien, Su Gracia. Le deseo lo mejor en sus esfuerzos y espero escuchar la feliz noticia. --Si, bueno… --dijo Finn, volviendo a sentarse y mirando a su abogado salir de la habitacion. ‘Buenas noticias’ puede ser demasiado exagerado. Mas bien resignado encajaria en este contexto. Finn acerco un trozo de pergamino, cogio la pluma y garabateo una carta para que el senor Milton lo esperara manana a las once. No le diria al caballero por que, simplemente le dejaria creer que era una atraccion natural y un cortejo lo que lo llevaria a ofrecerse por la senorita Lucy. Eso seria lo mejor. Una cosa que si comprendia era que ninguna novia queria escuchar a su prometido que solo se lo pidiera por necesidad. O, en este caso, el dolor de la desheredacion.
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La Sonda Titan (Luna Helada 2) de Brandon Q. Morris
https://gigalibros.com/la-sonda-titan-luna-helada-2.htmlEn 2005, la sonda robotica "Huygens" aterriza en la luna de Saturno Titan. Cuarenta anos mas tarde, un radiotelescopio recibe senales de la lejana luna que solo pueden proceder de una sonda olvidada mucho tiempo atras.
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La ultima victima del boticario de Maite Marcelo
https://gigalibros.com/la-ultima-victima-del-boticario.htmlGuillermo Caba planea, junto a su fiel ayudante, capturar a la que ha prometido sera su ultima victima. A pesar de haber asesinado a mas de una docena de muchachas, que el cree un sacrificio necesario que la humanidad juzgara con benevolencia, jamas ha levantado ninguna sospecha. Pero ahora, una chica cercana a el ha desaparecido y ha puesto a todo el mundo en alerta, asi que debe encontrar al secuestrador antes de que su plan se vea comprometido.
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No a mucha gente le gusta esta tranquilidad de Maria Teresa Andruetto
https://gigalibros.com/no-a-mucha-gente-le-gusta-esta-tranquilidad.htmlEl estridente silencio, las cosas que nunca se dijeron ni se diran, los reencuentros siempre imposibles, los miedos que nos acompanan hasta el final, el inmodificable pasado, el recuerdo en el que todo se revela son algunos de los temas que, con extraordinaria belleza, la autora transita en estos cuentos.
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El Caso Saint-Fiacre de Georges Simenon
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>. El caso Saint-Fiacre: un enigma desgarrador, teatral, que se resiste a ser desvelado y que brinda a Maigret la ocasion de realizar una melancolica peregrinacion por su pueblo natal. Alli, en el humilde cementerio, se halla la tumba de su padre. Y en la terca mirada del monaguillo, Maigret se ve, en muchos aspectos, reflejado a si mismo. Todo parece, no obstante, confabularse para mancillar sus recuerdos de infancia: el castillo esta hipotecado, la condesa de Saint-Fiacre se ha convertido en una vieja chiflada que se rodea de gigolos, y su hijo, con su conducta, precipita la ruina familiar. En efecto, nada es como antes... -
36 preguntas para enamorarte de mi de Vicky Grant
https://gigalibros.com/36-preguntas-para-enamorarte-de-mi.htmlPaul y Hildi se conocen participando en un experimento sociologico que asegura que, respondiendo a 36 preguntas de un test, acabaran enamorandose. Sin embargo los motivos y condicionamientos de ambos son tan distintos que parece poco probable que se obre el milagro. El participa por dinero y ella, por conviccion, para demostrar que esto es una solemne tonteria. Pronto las tensiones, imprevistos y malentendidos tejen una red de consecuencias impredecibles…
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Los saltos de Sara (Sara Summers 1) de Susanna Herrero
https://gigalibros.com/los-saltos-de-sara-sara-summers-1.htmlSara Summers es superdotada, lo que le acarrea mas problemas que beneficios. A los nueve anos, y sin que pueda hacer nada para evitarlo, su padre decide matricularla, junto a sus hermanos, en un internado elitista ubicado en el centro de Escocia. Sus patines son su unica via de salida, el hielo es su refugio. Pero eso cambia cuando choca con la primera persona que conseguira arrancarle una sonrisa: Adam J. Wallace. La presentacion a su grupo de amigos no va todo lo bien que deberia. Es un grupo un tanto peculiar; mas bien, Oliver Aston lo es, pero no sera ella la que hable de peculiaridades con lo que lleva sobre las espaldas. Un salto al agua desde once metros los unira para siempre y sus vivencias entre los muros del Crowden School se convertiran en el eje que decidira sus destinos. Amistad, familia, amor, celos, venganza y competitividad son algunos de los nuevos sentimientos que Sara tendra que aprender a gestionar.