• chris razo - Chris Razo

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    Hace casi seis meses que me fui de mi casa, y no hay ni un solo dia que no lo eche de menos. No solo a mi casa, a mi gente, tambien a el. No hay dia que no desee con todas mis fuerzas volverlo a ver. Hace meses le bloquee del WhatsApp, pero sigo viendo su foto El tiempo pasa, pero mis sentimientos por el no se van. Mis temblores casi han desaparecido. Sigo en terapia, y mi padre...bueno mi padre me esta ayudando mucho. Viene casi todas las semanas a verme. Hemos conseguido sincerarnos el uno con el otro, y supongo que ha logrado perdonarme. No hablamos casi nunca de Marc. Evita el tema por todos los medios. Aunque el sabe lo que quiero oir y siempre me dice que Marc esta bien. Se que tome la mejor decision al irme, y aunque tan solo estoy a veinte kilometros de el, parece que fueran mucho mas. Dentro de un mes cumplo los diecisiete, y quiero volver a casa. Mi padre no esta muy de acuerdo con eso, pero yo quiero celebrar alli mi cumpleanos, aunque luego tenga que volver aqui. Siento la necesidad de volver a verle. No se como reacciono cuando me fui de casa, ni siquiera se si me echara de menos, pero necesito algunas respuestas, pero sobre todo necesito saber si mis temblores siguen si estoy cerca de el. Decido contarle lo que tengo pensado a mi terapeuta. Me dice que puede ser bueno que vuelva a enfrentarme a la realidad, pero que tambien puede ser que las cosas empeoren. Me dice que eso es una decision que solo yo puedo tomar, y tiene toda la razon. Ni siquiera mi padre puede meterse en eso. Se cuanto le duele lo de Marc, aunque no lo diga, lo veo en sus ojos. Pero es hora de afrontar los problemas. -Papa, quita esa cara. Todo esta bien. -?No podemos celebrar tu cumpleanos en otro sitio? -?Y que mejor sitio que mi casa? -No lo entiendo. -Si lo que te preocupa es Marc, puedes estar tranquilo. Todo va a estar dentro de la normalidad. -Quizas seria mejor que el no estuviera. -La terapeuta me ha dicho que lo mejor es afrontar las cosas. Llevo siete meses sin verle, y necesito saber si mis temblores estan curados. -?Le sigues queriendo? -No quiero hablar contigo de eso. -Nunca hemos hablado de eso. Y creo ya va siendo hora. No eres una nina ya carino. -Claro que le quiero papa, irme seis meses a veinte kilometros de el, no ha hecho que deje de quererle. Solo ha dejado de doler tanto, nada mas. -No creo que verle te haga bien. -La solucion no es seguir huyendo papa. Ademas, segun tu, las cosas con el estan como siempre. Era lo que el queria. No perder tu amistad. -Y no la ha perdido, pero no quiere decir que yo este de acuerdo con lo que ocurrio. -?Te has dado cuenta que en siete meses no me has hecho ninguna pregunta? -Quizas sea porque no quiera escuchar las respuestas. -No puedes quedarte con eso dentro. Se que tienes muchas cosas que decirme. Estoy dispuesta a escucharlas. -No creo que sea bueno remover ese tema. -Los dos lo necesitamos. -Mira hija. Estos meses han sido muy duros. No puedo sentarme a hablar contigo como si no me importaran las cosas. He tratado de dejar el tema a un lado, porque lo que mas me importaba es que tu estuvieras bien, pero duele. -Para mi tambien es doloroso, pero si nunca nos enfrentamos a ello, seguira doliendo. -?Por que nunca me lo contaste? -?Y que querias que te dijera? ?Que me gustaba tu mejor amigo? ?Acaso me hubieras escuchado? -Si me lo hubieras contado, quizas las cosas podrian haber sido distintas. -?Crees que porque te lo hubiera contado hubiera dejado de estar enamorada de el? -!Es que no entiendo el enamoramiento! Uno se enamora cuando convive, cuando esta con a otra persona, cuando la conoce. -?Eso crees? Yo me enamore de el cuando le vi sonreir, cuando de su boca solo salian buenas palabras hacia mi, cuando me cuidaba, me protegia, cuando me miraba papa. ?Tu te enamoraste de mama cuando te fuiste a vivir con ella? Siempre has dicho que lo vuestro fue amor a primera vista. -Lo de tu madre nada tiene que ver con esto. -Claro que tiene que ver papa. Porque al igual que mama y tu, lo nuestro era un amor sincero, el unico problema es que vivimos en una maldita sociedad que tiene la cabeza cuadriculada. Que la gente tiene que estar separada por edades. No puede haber un modelo distinto de familia, al que ya esta establecido, pero ?quien marca las reglas? ?Acaso hay que pedir permiso a alguien para enamorarse? Se que te duele mucho mas porque es tu amigo, pero yo no lo elegi papa. Aunque no tienes de que preocuparte. El no me eligio a mi. Te eligio a ti. – Mi padre comienza a tocarse el pelo. Esta nervioso. -El no me eligio a mi. -Si papa. Decidio que para el era mucho mas importante tu amistad, que el poder estar conmigo. -Creo que eso no fue lo que ocurrio. ?De verdad no ves lo que pasa entre vosotros? !Nadie en su sano juicio se plantearia una relacion con una nina de dieciseis anos! -?Y por que no? Si los dos se quieren, ?que importa lo que piense la gente? -Daniela, no sabes nada de la vida. -Se mucho mas de lo que piensas. Solo quiero que sepas que yo he renunciado a el porque es un maldito cobarde, que no ha sido capaz de afrontar tus sentimientos, porque, aunque te cueste creerlo, el si me queria. Pero es un cobarde que prefiere callarse para no afrontar lo que realmente siente. Asi es el. Eso es algo que nunca podre perdonarle. -Es mejor asi. ?Que crees que iba a durar esa locura? Solo te hubiera hecho mas dano hija. -No sabes nada. No sabes lo que es quererle y tener que alejarme de el, porque cuando veo que no le importo, creo que voy a morir. Me falta el aire, y me duele. -Lo entiendo. -No entiendes nada. Si lo hubieras entendido... -?Si lo hubiera entendido te hubiera echado a sus brazos? -No. -Yo no soy el culpable en esta historia. Entiende que lo mejor es que te hayas alejado de el. Tienes que hacer tu vida. -Vale papa. Pero, yo decido lo que hago. Y quiero volver a casa por mi cumpleanos, eso no puedes prohibirmelo. Igual que no le puedes obligar a que se vaya de casa. -Si es lo que quieres no lo hare. Solo quiero que seas feliz. Ahi se acaba nuestra conversacion. Tantos meses para hablar de ello, y me he dado cuenta de que no hemos resuelto nada. Todo sigue igual. Mi padre sigue creyendo que lo mio con Marc, no es mas que un arrebato de nina pequena. Despues de siete meses, volvere a mi casa. Solo por unos dias, pero para mi sera el comienzo de una nueva vida. Sabre si todo sigue igual, o si el estar lejos ha valido la pena. 2 Hace meses que sueno con este momento, y por fin ha llegado. Tengo la maleta preparada, y estoy lista para volver a casa. Manana es mi cumpleanos, y espero que sea un dia inolvidable, Hace dias que no concilio el sueno. Me pregunto como sera volver a casa. Si estara el alli, si nos saludaremos. Tengo tantas preguntas. -?Estas lista hija? -pregunta mi padre. -Si. Ya voy. Me monto en el coche. Estoy a tan solo veinte minutos de ti. Tengo miedo de mi reaccion al verte, pero no puedo negar que me muero por hacerlo. En poco mas de veinte minutos, estoy subiendo las escaleras de mi casa. Mi padre abre la puerta, y el corazon me da un vuelco. Entro. Todo esta como siempre, el mismo olor, las mismas cosas. Todo sigue igual. -Voy a bajar un momento. -Vale. Yo voy a colocar las cosas. Entro en mi habitacion, dejo la maleta. Paso por el pasillo, y me paro en su puerta. La rozo con los dedos, toco el pomo, estoy a punto de abrir la puerta, cuando mi padre me dice: -No esta. -?Se ha ido? -No. Esta trabajando. Yo tambien tengo que irme. Vendre por la noche. Espero que... -Puedes estar tranquilo papa de verdad. -Sabiendo que estas aqui es imposible estar tranquilo. -Se acerca a mi y me besa en la mejilla. -Nos vemos luego. ?De verdad piensa que despues de siete meses sin vernos, el se va a tirar a mis brazos? Mi padre ha visto demasiadas peliculas. Ni siquiera se si sere capaz de saludarle. En cuanto que recojo todo, llamo a mis amigas. Me muero de ganas por verlas. Hemos estado en contacto todos estos meses, pero echo de menos abrazarlas. Quedamos en casa para cenar, y contarnos todo.

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  • Chris Razo | Penguin Libros UY

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  • Todo lo que nunca te dije de Chris Razo

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    Ano 2009. Me llamo Chelsea, tengo diecisiete anos, estoy a tan solo unos meses de cumplir los dieciocho. Vivo en San Francisco, en el distrito de Richmond, aunque naci y creci hasta los cinco anos en Santa Barbara. A mi padre le salio una oportunidad de trabajo, y aqui estamos. Me siento afortunada, tengo buenos amigos y me encanta el barrio donde resido. Justo en la casa de al lado vive mi amiga Arizona con su hermano Matt --suspiro poniendo los ojos en blanco--. Si, lo admito, estoy loca por el, a pesar de que no sea un amor correspondido. Para Matt, dos anos mayor que nosotras, no soy mas que la amiga de su hermana, y la hermana de uno de sus mejores amigos. Es alto, con el pelo algo revuelto y rubio, unos ojos azules que tienen el poder de dejarte hipnotizada. Mi amiga, por supuesto, sabe que suspiro por su hermano, y ambas creemos que es algo imposible. Matt se esta tomando un ano sabatico para reflexionar sobre si quiere ir a la universidad. Mientras tanto, da clases de refuerzo a los alumnos del instituto. Si, no solo es el chico mas guapo, tambien es inteligente, a lo cual, de momento, no le saca partido. Nosotras, por el contrario, ya tenemos pensado a que universidad iremos, a Standford; en realidad, cabe la posibilidad de que sea a Berkeley. Lo que tenemos claro es que no queremos separarnos. Tenemos un grupo de amigas increibles, en el que Arizona es mi apoyo incondicional: Kenisha, Baby, Blue, Lyn, Cady y nosotras dos formamos una pina desde que empezamos en el colegio. Por desgracia, el ano que viene nuestros caminos tomaran rumbos diferentes. Nos hemos hecho una promesa: mantener el contacto, a pesar de que nuestros caminos vayan a separarse. 1 La noche que lo cambio todo Esta misma tarde es la fiesta de fin de curso, Arizona y yo hemos quedado en su casa para prepararnos. Ella esta obsesionada con dejarme uno de sus increibles vestidos, maquillarme y dejarme preciosa. Algo que, por supuesto, no me apetece. Al final, me decanto por un modelo de color azul oscuro y tirantes, nada llamativo. En un principio decidimos que iriamos solo chicas, lo cual no tardamos en romper. Cuando me quiero dar cuenta todas estamos emparejadas, hasta yo. Me han buscado acompanante: Dorian, un chico con el que apenas he cruzado dos palabras y con el que seguramente no tenga nada en comun. Ir a ese baile no me apetece en absoluto, no es mi ambiente, no es mi sitio, aun asi, quiero estar con mis amigas. Los chicos vienen a buscarnos, nos vamos los cuatro en el coche. No puedo evitar estar nerviosa. Ari me coge la mano en varias ocasiones sonriendome. Sabe perfectamente como me siento. Al llegar, todas estamos juntas, pero, conforme avanza la noche, cada una va con su chico, excepto yo, porque Dorian ha desaparecido nada mas entrar, ha encontrado a otra con la que divertirse, lo cual no me parece raro. Me acerco a beber algo, mirando la hora una y otra vez. Observo lo que sucede alli, todo el mundo con sus parejas, bailando, riendo, divirtiendose. Me siento estupida aqui. No tenia que haber venido. Trato de contener las lagrimas, pero las malditas acarician mis mejillas sin poderlo remediar. Salgo de alli despavorida, mientras camino, pongo un mensaje en el grupo de las chicas: The Babies. Chelsea Hola, chicas. Lo siento, no me encontraba muy bien y he decidido marcharme. Nos vemos manana. Un beso. Media hora despues estoy sentada en el jardin de mi casa sin ganas de entrar. Contemplo las estrellas, desde pequena me ha encantado y me aporta tranquilidad. Cuando estoy metida en mis pensamientos, alguien se acerca por detras. --!Eh! ?Ya habeis vuelto? Si que ha durado poco el baile. Es Matt. Va vestido con una chupa de cuero, unos vaqueros ajustados y su pelo revuelto. Tan guapo como siempre. Tan especial... --Bueno, para mi si. Estaba cansada. --?Has vuelto sola? ?Y tu acompanante? --Se sienta a mi lado, me mira esperando una respuesta. Coloco mis gafas y respondo con sinceridad, como siempre. --Ese no es mi sitio, Matt, todos lo sabemos. He ido por las chicas, pero cada una estaba con su pareja --lo digo con tristeza, a pesar de que tendria que tener asumido que eso iba a pasar. --?Y la tuya? --A la mia no le he parecido una buena compania. Suele pasar, para ninguno lo soy. No pasa nada. --Matt me observa desconcertado, acaricia mi brazo y mi vista va directa a sus ojos. Esos en los que nunca me tendria que haber fijado o no de esa manera. --?Por que dices eso, Chelsea? Eres una chica estupenda. El chico que no sea capaz de verlo es un idiota. --Consigue sacarme una sonrisa. --Ya, pero a las chicas simpaticas nunca las besan, solo a las guapas. Me rio porque en realidad tampoco me afecta. No soy fea, si bien tampoco llamo la atencion, y cuando lo hago es por mis gafas y mi poco estilo con la ropa. --Chelsea, no se quien te habra metido todas esas tonterias en la cabeza... Estas muy equivocada. Matt se acerca lentamente a mi, juntando sus labios con los mios. Yo lo recibo con torpeza. Las mariposas revolotean por mi estomago. Nunca hubiera imaginado que Matt fuera a darme mi primer beso, tantas veces lo he sonado..., por fin se ha hecho realidad. No se cuanto dura, lo que si se es todas las emociones que despierta en mi. Nos separamos, lo miro con una sonrisa idiota, y el acaricia mi pelo. --Los chicos besamos a las chicas simpaticas, pero, ademas, es que tu eres preciosa, Chelsea, que nadie te diga lo contrario, por favor. --Me acurruco entre sus brazos y cierro los ojos disfrutando de este instante que se que acabara--. A pesar de que estoy muy a gusto contigo, es tarde y te vas a quedar helada aqui fuera. --?Quieres entrar? --Ni siquiera lo pienso--. No hay nadie en casa en todo el fin de semana. --Al ver su gesto desconcertado, me doy cuenta de que he metido la pata--. Olvidalo, es tarde, tienes razon. Hablamos. --Me levanto y comienzo a andar, el coge mi brazo. --Si quiero, pero no debo. No estoy seguro de ser capaz de parar de besarte, Chelsea. No quiero darte problemas. --No pasa nada. Lo entiendo. Cuando abro la puerta, el vuelve a estar detras de mi. Me coge de la cintura y entramos en casa. Cuando cierro, el me coge la mano, acaricia mi mejilla, y yo, tras cerrar los ojos, tiemblo al sentir de nuevo su roce. Sigo pensando que estoy en un sueno. Matt me quita la chaqueta despacio, vuelve a poner sus labios en los mios, un beso calido, delicado. Una faceta que dista mucho de la que yo conocia de Matt. --?Estas nerviosa? --!Claro que lo estoy! ?Como no estarlo? Estoy con el chico que me gusta, me esta besando, no hay nadie mas que pueda interrumpirnos. Asiento--. Chelsea, no quiero que te sientas obligada a nada. Me gusta mucho todo esto, aun asi, no tiene por que pasar de aqui. --No me siento asi. Es mas, estoy en una nube. Hace muchos anos que nos conocemos, Matt, y tu nunca... --No hablemos de eso ahora. No lo hacemos. Cojo su mano, subimos la escalera y abro la puerta de la habitacion. El se queda embobado observandolo todo. Solo las chicas han entrado aqui hasta ahora. Es mi pequeno rincon. Un sitio muy mio al que no dejo pasar a nadie. Se acerca a los cuadros. --?Esto lo has hecho tu? !Es impresionante! --Si --anado algo avergonzada. --No tenia ni idea de que te gustara la pintura. Siempre pense que tu vida eran los libros. --En cierto modo tambien lo son, pero la pintura es como una via de escape. Me siento feliz cuando cojo los pinceles, solo es un hobby. --?No piensas dedicarte a eso? --?Que? !Claro que no! --Es evidente que mi respuesta lo defrauda. --No lo puedo creer. !Tienes mucho talento! Podrias ganarte la vida con esto. --Gracias por los animos, Matt, en realidad, no creo que eso sucediera. No tengo tanto talento. --?Por que siempre tienes esa desconfianza en ti? --Agacho la cabeza. No entiendo como es capaz de leer en mi todos mis miedos. --Solo tienes que mirarme. --Lo hago. Siempre lo he hecho. --Sus palabras vuelven a ponerme nerviosa. ?Por que me dice eso? El nunca se ha fijado en mi. Para el siempre he sido la amiga de su hermana, nada mas. Me acaricia de nuevo, erizando mi piel--. Chelsea, eres muy especial

  • Solo tenias que enamorarte tu de Lina Galan

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    Quienquiera que escuche mis palabras puede juzgarme, y no se lo reprochare. No pretendo justificarme, pero solo pediria que se pusiese en mi lugar, que comprendiese que el dinero era mi unica salida.

  • Un lugar para nosotros, Harriet Evans de Harriet Evans

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    < Habra un anuncio importante.
    Les pedimos por favor que vengan.
    Coctel con los amigos el 23 de noviembre a las 19:00 horas.
    Almuerzo solo para la familia a las 13:00 horas del 24 de noviembre.
    Winterfold, Winter Stoke, Somerset
    Rogamos confirmen su asistencia.>>

  • Un angel vestido de escarlata de Paulina Maggi

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    Un angel vestido de escarlata narra la historia de superacion de una mujer que se creia una cascara vacia.

  • El club de la lucha de Chuck Palahniuk

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  • Disena mi amor de Sophie Saint Rose

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    Sheila no se imagina cuando va hacia el metro despues de salir de trabajar de camarera, que su vida va a cambiar para siempre y que los King iban a entrar en ella. Patrick King era todo lo que una mujer pudiera desear, pero no la tragaba aunque se sentia atraido hacia ella… Sheila no podria resistirse, aunque quisiera

  • Hechizados por el deseo (eLit 3) de Maggie Price

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    La unica hija de un poderoso senador habia sido asesinada y habian secuestrado a su hijo recien nacido. La sargento Grace McCall y el agente del FBI Mark Santini tenian que hacerse pasar por una pareja que deseaba desesperadamente adoptar un nino con el fin de detener al sospechoso antes de que asesinara a alguien mas.

  • Confesiones a medianoche de Nora Roberts , Robyn Carr , Susan Wiggs

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    DESEOS DE NAVIDAD Los gemelos Zeke y Zach habian pedido a Santa Claus un unico regalo: !una nueva mama! Y su profesora, la senorita Davis, era una mama perfecta. Pero el papa Mac Taylor no estaba dispuesto a arriesgar su corazon, hasta que Nell llevo amor y alegria a sus vidas. ?Conseguiran al final los chicos su regalo de Navidad?

  • La Isla de las Flores de Nora Roberts

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    Laine Simmons estaba, por fin, preparada para enfrentarse al pasado, y viajo hasta Hawai para reconciliarse con un padre al que apenas recordaba. Sin embargo, no habia atravesado medio mundo para que Dillon O’Brian, el atractivo socio de su padre, la acusara de tener motivos ocultos. ?Como se atrevia a meterse en sus asuntos familiares y, ademas, tener la audacia de encender su corazon siempre que estaba cerca?

  • La retribucion de Jack (Seleccion RNR), Betzacosta de Betzacosta

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  • Confusion de Elisabeth Tower

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    Os presento el primer tomo de una triologia, deseo que sea una gran historia para todo aquel que la lea. Este primer libro lo tendreis en tapa blanda tambien.
    Triologia “INTRUSA”
    Tomo 1:”Confusion” – Tomo 2:”Mentiras” – Tomo 3:”Verdades”
    Argumento de la Triologia completa:
    Francisco Cortes, primogenito y el cabeza en los negocios de vinedos de una acaudalada familia espanola de la maravillosa Isla de Lanzarote, creia conocer a Carmen.
    La tenia por una mujer liberal, inmoral, una caza fortunas y sobre todo por una mala madre, capaz de entregar a los pequenos Juan y Daniela a los parientes de su padre a cambio de poder vivir comodamente gracias a una suma escandalosa de dinero y olvidarse de ellos.
    Pero Francisco Cortes tras su primer encuentro con ella, jamas podria haberse imaginado que secreto guardaria aquella hermosa mujer y como lograria enganarlo tras una falsa identidad .

  • Amame sin mas (Contemporanea) de Loles Lopez

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    Paro el coche cerca de la revuelta; desde el interior se veia a una veintena de jovenes manifestandose delante del Ministerio de Educacion. Pablo miro con resignacion a su amigo e inseparable companero; aquello no era de su competencia, pero los altos cargos no querian llamar a los de antidisturbios, para no crear mas animadversion hacia los politicos. Aunque el, y seguro que tambien su companero, estaba de acuerdo con lo que aquellos chicos reclamaban a gritos, no podia hacer nada al respecto. Ellos acataban ordenes y esta era muy explicita: debian disolver aquella marcha lo antes posible y sin incidentes. No estaban solos, tres coches mas de la Guardia Civil aparcaron a su lado. --!No nos moveran! !No a los recortes en educacion! --vociferaron al unisono los jovenes. Los transeuntes se arremolinaban ante los gritos de aquellos universitarios. Varias chicas alli reunidas no dudaron en despojarse de sus camisetas y ensenar sus atributos a la gente; querian que les hicieran caso y esa era otra manera de llamar la atencion. Los sargentos Medina y Rovira vieron aquella exhibicion y, con sonrisas contenidas, fueron al maletero a coger varias mantas para taparlas. --!La educacion es el poder, no nos despojeis de el! --seguian cantando llenos de frustracion ante los recortes que iba a realizar el gobierno. --Ya esta bien, chavales. Debeis marcharos --anuncio el sargento Rovira, mientras sus companeros hacian lo mismo, al tiempo que se acercaban por distintos puntos para rodearlos. --Venga, chicas, se acabo. Os teneis que ir de aqui, no teneis permiso para hacer esta manifestacion --explico el sargento Pablo Medina aproximandose a una de ellas; era rubia, con un bonito cuerpo. --!Quieto! --exclamo Elisabeth fuera de si, al ver que se acercaba a ella con la manta. --Vamos, rubita, ya se han enterado los del ministerio. Ya saben lo que quereis; ahora tapate, que tenemos que dar un paseo hasta el cuartel -- susurro en tono tranquilo. No era la primera vez que disolvia manifestaciones y sabia que debia mantener la calma. --!No me voy a mover de aqui! --grito Elisabeth, mirando de reojo como a una de sus amigas se la llevaba un uniformado y maldiciendo interiormente; esto se les habia escapado de las manos. --Yo acato ordenes y nos han dicho que os teneis que marchar. Tu eliges: ?por las buenas o por las malas? --comento en tono serio mientras abria la manta para intentar tapar el torso desnudo de aquella muchacha. Pablo Medina la observo, era una preciosidad: tenia los ojos claros, a esa distancia parecian grises; su piel era muy blanca, parecia albina, y sus pechos eran perfectos, ni muy grandes ni muy pequenos, como a el le gustaban. Desecho esos pensamientos de un plumazo y se centro en su tarea, que era sacar a aquellas chicas del centro de las miradas de los transeuntes. --!Tendras que llevarme a rastras! --amenazo ella con rabia sin achantarse--. Yo de aqui no me muevo --exclamo intentando huir de aquel hombre. --Luego no me digas que no te di a elegir... --suspiro lleno de frustracion. Rapidamente el sargento Medina corrio en busca de la joven y la agarro; Elisabeth intento zafarse, pero el era mucho mas fuerte y no pudo evitar que le colocara la manta alrededor del cuerpo, atrapando tambien sus brazos; no podia moverse. Comenzo a gritar que la soltara y, con una seguridad aplastante, Pablo Medina la apoyo en su hombro aferrandola por las piernas; la cabeza de ella colgaba por la espalda del sargento, que sonreia satisfecho de su buen hacer; entre insultos y patadas de ella, se la llevo al interior del coche, para conducirla ante su superior. El camino se le hizo eterno; sentada junto a su amiga Yolanda, en la parte de atras del vehiculo verde y blanco, no dejaba de pensar en las consecuencias de aquel acto. No hablaron en todo el trayecto, no queria que sus palabras pudiesen ser usadas para incriminarlas mas. Al llegar al cuartel de la Guardia Civil, los hicieron pasar a todos juntos a una sala de espera vigilada por varios de los uniformados que los habian llevado alli. Poco a poco los iban llamando para que entrasen en el despacho del teniente, quien les hacia varias preguntas rutinarias y los fichaba. --Elisa, estoy muerta de miedo... Como se entere mi padre, me mata --sollozo Yolanda. Seguian tapadas con las mantas; las camisetas habian desaparecido misteriosamente. --No te preocupes, ya veras como no se entera... --susurro Elisabeth mirando de reojo a los sargentos. --Yo no queria que pasara esto --murmuro su amiga con lagrimas en los ojos. --Yoli, no te angusties ahora. Seguro que todo sale bien --musito ella esperando que asi fuera. --La cara de esa chica me suena mucho, pero no la ubico --susurro Rovira a su buen amigo Medina, que se encontraba apoyado en una pared. --?Cual de ellas? --pregunto mirandolas una a una; habia siete en la sala. --La rubita. El sargento Pablo Medina la volvio a mirar; desde que habian entrado en el cuartel, sus ojos, instintivamente, se dirigian a esa muchacha tan peculiar. Le gustaba la frialdad de su mirada y el aspecto de dura que tenia; le encanto su osadia al enfrentarse a el, como peleaba por no ser arrestada. Nunca antes una chica tan joven se habia rebelado contra su cargo y contra el. Era decidida y fuerte. Lo habia impresionado. --Que pase el siguiente --se oyo desde dentro del despacho, mientras salia un chico con una sonrisa dirigida a sus companeros, que aun aguardaban a ser llamados. Poco a poco fueron pasando todos, uno a uno; al acabar, se iban hacia sus casas. La sala, gradualmente, se fue vaciando; en ella quedaron solo las dos chicas: Elisabeth y Yolanda. --Que pase el siguiente --se oyo de nuevo desde dentro. Yolanda se levanto y, timidamente, entro. Elisabeth observo aquella sala fria de colores tristes, y se topo con la mirada del guardia civil que la habia cogido. Era alto, moreno y con los ojos oscuros, muy atractivo; enseguida desvio la vista. No comprendia por que estaban alli, no habian hecho nada malo, unicamente reivindicar sus derechos. Al poco salio del habitaculo una llorosa Yolanda. Elisabeth se levanto corriendo para abrazar a su amiga.

  • Mi querida Irene de Clara Fuertes

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    Mi querida Irene es una novela que habla de la memoria de las mujeres.
    Habla del amor.
    Y cuenta lo mas triste, el ultimo adios.
    Es un viaje al pasado, a la Segunda Guerra Mundial, a Francia, al corazon de la escritora Irene Nemirovsky.

  • Un amor problematico de Rosemit G

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    Una novela romantica con toques de comedia que te arrancaran suspiros y sonrisas.

  • Las pompas del diablo de Carles Casajuana

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    Como funcionario del Ayuntamiento de Barcelona, no se puede decir que Serafi Serratosa haya tenido una carrera brillante. Pero sus perspectivas profesionales cambian de golpe cuando, tras doce anos de trabajo gris, lo nombran jefe del gabinete del nuevo teniente de alcalde. Encargado de revisar el proyecto del nuevo Centro de Control de Transito, Serafi Serratosa consigue en muy pocos dias llegar al corazon de la
    corrupcion municipal.
    No es que el se lo proponga, porque solo pretende aprovechar las ventajas de su nuevo cargo para vivir bien, pero enseguida se ve rodeado de tecnicos suspicaces, secretarias displicentes, arquitectos sospechosos, constructores que no estan para mandangas, un par de chicas de buen ver y una muestra variada del hampa menos refinada. Ademas de los politicos, claro.
    Todo ello lo lleva a protagonizar esta comedia alocada, incisiva e hilarante, Las pompas del diablo.

  • Por tus caricias de M. C. Andrews

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    <>. Un hombre que nunca ha necesitado a nadie y que ahora no puede respirar si ella no esta a su lado. Una mujer que habia jurado no volver a confiar en ningun hombre y que ahora no se imagina la vida sin el. ?Que pasara cuando se vean obligados a separarse? ?Es su entrega tan completa como ellos creen? ?Acaso un simple viaje de negocios podra acabar con su relacion? La tentacion es muy fuerte, pero su necesidad de pertenecerse el uno al otro lo es aun mas. Por tus caricias te permitira descubrir un poco mas la intensa y apasionante historia de amor de Daniel y Amelia... O empezar a conocerla.

  • Absolutamente unica de Elena Garcia

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    Vanessa es una chica albina que sufre bullying en la universidad debido a su trastorno genetico. Aunque su mente es brillante, se ha visto obligada a cambiar de centro en varias ocasiones debido al acoso constante que recibe por parte de sus companeros.

  • Una subita sensacion de libertad de Daniel C. Narvaez

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    Desde que su hermana desaparecio, Judith vive obsesionada con descubrir a los responsables. En el largo camino para encontrar informacion sufrio las consecuencias de enfrentarse a una red de trata de mujeres. Sin embargo, tiempo despues, encuentra la ayuda inesperada de Laura (protagonista de la novela Siete dias) y un amigo comun que las une: Jukka Lehto (protagonista de Horizonte vacio y Siete dias). En el recondito paraje de Torremanzanas, en los ultimos dias del verano, comienza una amistad entre ambas que las enfrenta a preguntas del pasado y decisiones del presente. Aunque con lo que no contaban es con algo inesperado que las va a unir aun mas.

  • La Serie completa Nosotros de Patricia Bonet

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    <>. ?Un vuelo agradable? Si tuviera que definirlo, se me ocurren muchas formas de hacerlo, pero desde luego ninguna de ellas seria <>; me ha tocado pasillo, por lo que me he pasado la mitad del tiempo levantandome para que la senora que tengo al lado pudiera ir al aseo. No sabia que alguien podia mear tantas veces seguidas. Pero no contenta solo con eso, no se ha callado. Ni un momento. Me ha hablado de su hija Lana, de su perro Scooby y de su nieto Carl, que es la alegria de su vida, aunque el a ella no la quiera nada y le escupa cuando la ve. Asi, tal cual. Y ella tan contenta diciendo que son solo cosas de ninos. De un nino que, por cierto, ya tiene diez anos, y no es que yo sea un lumbreras, pero a esa edad ya saben lo que hacen, ?no? En fin. Ni conozco a esta senora ni voy a volver a verla en mi vida, asi que yo solo he sonreido y he fingido escucharla todo el trayecto. En realidad, lo que he estado haciendo ha sido cerrar los ojos y pensar. ?En que? En lo que llevo pensando desde que mi trabajo en Nueva York termino y supe que era hora de volver a casa. Podria haberme quedado alli. La gente me queria, era bueno en mi trabajo y el sitio no estaba nada mal. Hice algunos amigos, como Scott, mi jefe. Aunque era unos cuantos anos mayor que yo, congeniamos enseguida. Supongo que porque yo necesitaba una figura paterna, alguien que me diera un poco de seguridad y familiaridad en un sitio en el que me encontraba a miles de kilometros de los mios, y el buscaba un sustituto para el capullo de su hijo, porque, si algo definia a ese especimen de hombre, era <>. Tambien echaria un poco de menos mis salidas matutinas a correr por Central Park o el desayuno de los domingos por las mananas en la teteria de la esquina del trabajo. Me costaba mas de cuarenta y cinco minutos ir andando, pero valia la pena solo por esos bollitos de canela rellenos de limon. Pero bueno, no quiero mentir, todo eso estaba bien, pero no terminaba de ser lo mio. Aunque estaba rodeado de personas por todas partes, pues en la oficina eramos mas de cuatrocientos trabajadores y tenia buena relacion con todos, y ademas tenia a Scott, pero, como ya he dicho, me sentia muy solo. Me faltaba mi gente. Mis amigos, sobre todo Pedro, los tocapelotas de mis hermanos, mis padres y, para que mentir, ELLA. Mierda. Es que no me la quito de la cabeza ni medio segundo. Y si, antes ya era una tortura, pero mas o menos podia llevarlo; total, la tenia a miles de kilometros de distancia. Pero ?y ahora? Ahora la tengo demasiado cerca como para poder ignorarlo. El avion acaba de dar una sacudida, lo que significa que hemos tomado tierra. He estado tan metido en mi mundo que ni me he dado cuenta. Suspiro, cojo aire y lo suelto tres veces seguidas, me seco las palmas de las manos en los vaqueros y cuento hasta diez. Me levanto incluso antes de que las luces que indican que ya puedo desabrocharme el cinturon se apaguen, pero necesito coger mi ordenador y salir de este agujero que me esta asfixiando por momentos. Me giro para sonreir a mi nueva <> y decirle adios con un ligero movimiento de cabeza, y salgo por la puerta como alma que lleva el diablo directo al autobus que me llevara hasta la sala de recogidas de maletas, para poder coger la mia e irme a mi casa. Hogar, dulce hogar. Se me hace tan raro estar aqui de vuelta que, por un momento, una milesima de segundo, me han dado ganas de dar media vuelta, volver al avion con el comandante como se llame y pedirle que me lleve de vuelta a las Americas. Pero no, estoy aqui, he vuelto y lo hago para quedarme. Cuando ya estamos todos en el autobus como sardinas en latas -y esta claro que algunos sin ducharse-, ponemos rumbo al edificio que alberga nuestras pertenencias mas valiosas, que en mi caso es una pequena maleta. No es que haya sobrevivido todo este tiempo con tres pantalones y dos polos, es que mis padres vinieron hace un par de meses y se trajeron casi todas mis cosas. De valor no tenia nada, porque los muebles y demas pertenecian a la casa de alquiler en la que me alojaba, pero si se trajeron la ropa de invierno, zapatos y chaquetones, asi que me deje lo esencial: algunas prendas basicas y mi ordenador portatil. Por fin llega la mia, esa que regalaba el banco hace mil anos, marron, fea de cojones, que toda la poblacion espanola tiene, y me dirijo hacia la salida para coger un taxi. No ha venido ninguno de los mios a buscarme. No porque ellos no quisieran, sino porque yo no los he dejado. Me gusta muchisimo estar con ellos, pero pueden llegar a ser tremendamente agobiantes, y yo necesito un poco de espacio para habituarme a mi nueva situacion y pensar en como me voy a enfrentar a todo lo que se me viene encima. Y porque les he mentido. No me siento orgulloso de ello, pero situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. O como se diga. Les he dicho que llegaba mucho mas tarde. Casi por la noche, vamos. No a las ocho de la manana. Al unico al que le he dicho la verdad es a mi hermano Javier, al que, por cierto, le mando un mensaje para avisarlo de que ya estoy aqui. Y es que con el no tengo ningun problema. Si yo le digo que no quiero que venga a recogerme, no hace preguntas, me dice que vale y se queda en su casa; o en el bar, depende de la hora. No he querido que venga nadie porque solo tengo ganas de llegar a casa, darme una ducha, quedarme en calzoncillos y dormir todo lo que no lo he hecho estas ultimas semanas. ?Que por que no he dormido? Porque estoy cagado de miedo. He sonado con volver desde antes de marcharme, he sonado con verla desde antes de despedirme y he sonado con volver a hablar con ella desde antes de mandarlo todo a la mierda. Pero una cosa es sonar y otra muy distinta, la realidad. Y la mia es que estoy aqui, que he vuelto y no tengo ni idea de por donde empezar. Me aterra tenerla enfrente de mi otra vez porque no sabria que decirle ni como actuar. No se si me odia -aunque estoy convencido de que si- ni si tiene ganas de verme -estoy convencido de que no-. Llevo mas de tres anos sabiendo cosas de ella a traves de los demas. Jamas acompano a ninguno en sus viajes, ni se sumaba a las felicitaciones y llamadas a traves del Skype, ni participaba en los regalos conjuntos que me llegaban. Si, ponia su nombre, estaba su dedicatoria, pero no era su letra. Mejor dicho, no eran sus palabras. El taxi llega por fin a la puerta de mi casa; le pago y bajo, sacando yo mismo la maleta del maletero porque ahora me han entrado las prisas. Necesito sentirme seguro, protegido, y mi casa se convierte en mi refugio. Subo los peldanos hasta llegar a la puerta principal poco a poco, disfrutando del momento y maravillandome de lo que encuentro a mi alrededor, porque, para que negarlo, mi casa me encanta. Al subir arriba del todo, dejo las maletas en el suelo y meto la mano en el bolsillo derecho del pantalon para sacar la llave, la cual aprieto tan fuerte que hasta me hace un poco de dano en la palma de la mano. La meto en la cerradura y la giro dos veces, lo que me confirma que mi hermana no esta en casa. Cuando me marche, me pregunto si podia mudarse aqui. Adora a mis padres, pero, palabras textuales, <>. Siempre han sido un poco controladores con los tres, para que negarlo, pero debo reconocer que con mi hermana han llegado al acoso. Asi que no tuvo que suplicarmelo mucho, aunque me habria encantado verla de rodillas pidiendo clemencia. Cogio la copia que guardaba para las emergencias y se instalo aqui. Para mi tambien supuso un alivio, asi tenia a alguien que cuidaba un poco de ella en mi ausencia. Hablo de mi casa, claro; mi hermana se vale ella sola. Y, ademas, asi cuidaba de las pequenas plantas que tengo en el jardin. Aunque miedo me da cuando salga a ver como estan. Cojo la maleta, entro y cierro la puerta detras de mi. A simple vista esta tal y como la deje, a excepcion del sofa, que tuvimos que reemplazar por culpa de un pequeno percance, del cual prefiero no hablar. La cocina esta impoluta y, por lo que puedo divisar a traves de la cristalera, el jardin y mis plantas estan perfectas. Debo empezar a confiar mas en Paula. Cierro la casa con llave, una pequena mania -o una de muchas-, dejo la maleta en el suelo y recorro mi hogar poco a poco, tocando los muebles y admirando el olor a jazmin que lo impregna. Me acerco hasta la libreria, pero no para ver los pocos libros que hay, sino las fotos, en concreto una en la que salimos los cinco el dia del cumpleanos de Javi hace ya siete anos por lo menos, todos disfrazados de mejicanos, con las mejillas sonrosadas y los ojos vidriosos de tanto reir. Paula esta a caballito de Pedro, Javi a su derecha haciendo el mono, y yo a su izquierda, con Eva subida a mi espalda. Tiene la sonrisa mas bonita que he visto en mi vida, y la echo mucho de menos. Estoy cansado de verla a traves de las fotos, ahora necesito hacerlo en directo. Dejo la foto en su sitio, voy hasta la cocina y abro la nevera con la esperanza de encontrar algo de comida en ella. Me doy por satisfecho. Tengo queso, jamon e incluso cerveza, asi que me preparo un sandwich, me lo como rapido y subo a mi habitacion para poder darme una ducha bien fria y acostarme un rato, que bien lo necesito. [?] <>. Parece musica, pero no se de donde viene. Por poco se me sale el corazon por la boca del susto que me he dado. Me incorporo en la cama e intento calmarme, con los cinco sentidos alerta e intentando acostumbrarme a lo que tengo alrededor. Me doy cuenta de que estoy en mi casa de Valencia y de que esa musica viene del piso de abajo. Debe de ser mi hermana, que ha llegado y no se ha enterado de que hay alguien arriba.

  • Crimenes de cafeteria (Cuentos largos de cafe 3) de Jorge Sacha

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    La mayor asesina de la historia escala una montana con un proposito que ella misma desconoce.

  • Dulces caricias (Pretty 2) de M. Leighton

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    --!Que pasada! Este lugar es impresionante --dice Sig Locke cuando los guio a nuestra fiesta privada atravesando las puertas del Exotique, uno de los elitistas clubs de baile que poseo. --?Estas segura de que quieres hacerlo? --Hemi, mi hermano pequeno, esta hablando con su novia, Sloane. Ella sonrie. --Cielo, esto es para Sig. Quiero que su primer viaje a Chicago sea inolvidable. Ya te lo he dicho. Ademas --le dice, inclinandose para morderle la barbilla--, quiza yo pueda aprender algunos movimientos. La sonrisa de Hemi es lenta, pero yo se lo que esta pensando. Ya esta imaginandola bailando en una pole dance, realizando un numerito privado solo para el. --!Oh, Dios! --interviene Sig al tiempo que se tapa los oidos con las manos--. !No quiero escuchar nada de eso! Me rio y sacudo la cabeza, deteniendome para mirar a mi alrededor. Siempre siento una mezcla de orgullo y excitacion cuando entro en uno de mis clubs. He levantado un imperio de clubs de baile elegantes, unos locales elitistas que se extienden por Estados Unidos y otros paises. Y aunque no suelo visitar ninguno mas de dos veces al ano, entrar en cualquiera de ellos es todo un impacto. Todo sigue exactamente igual que cuando estuve aqui hace trece meses. Los suelos de marmol negro relucen, la barra de cromo brilla bajo las suaves luces del techo y todas las hermosas camareras estan vestidas con esmoquines sin mangas que muestran un poco de escote y se detienen a mitad del muslo. Con clase. Sexys. Mias. Se que podria acercarme a cualquiera y salir de alli con ella en menos de diez minutos. Ni siquiera tendria que decir quien soy. Este es solo uno de los muchos dones que poseo. No estoy siendo arrogante al respecto, son hechos. Tengo algo que ellas quieren. Y ellas, algo que quiero yo. Por lo menos para una noche. Pero ahora no es momento para eso. Esta noche he venido por Hemi, mi hermano pequeno. Les dije a el y a su novia, Sloane, que podian navegar conmigo a Hawaii en uno de mis yates de lujo. Una vez alli, disfrutaran de las vacaciones de dos semanas que he organizado para ellos. Que los haya acompanado uno de los hermanos de Sloane ha sido toda una sorpresa, pero... que mas da. Esto es lo menos que podia hacer por Hemi, ya que fue el quien encontro y puso a disposicion judicial al policia corrupto cuyas acciones llevaron a la muerte a nuestro hermano pequeno, Ollie. --Vamos --les digo--. Por aqui. Cuando Hemi me explico que queria venir aqui esta noche, llame y ordene al gerente que preparara una de las zonas VIP para nosotros. Se encuentra situada a la izquierda del escenario, lo suficientemente cerca como para oler el perfume de las bailarinas. Si la inocente novia de mi hermanito quiere aprender algunos movimientos, tendra el mejor asiento de la casa. Segun avanzamos, reconozco a algunas de las chicas. Me sorprende que sigan aqui. No recuerdo sus nombres, pero si alguna caracteristica de cada una de ellas. La rubia es una gritona. A la pelirroja le gusta que sea brusco. La otra rubia es agobiante. Al ver su mirada clavada en mi mientras camino, recuerdo todas las cosas desagradables que me dijo cuando por fin se dio cuenta de que lo que decia iba en serio. <>. Se entero de la forma mas dificil. Una vez que nos sentamos, una morena de agradable aspecto con piernas kilometricas y tetas casi debajo de la barbilla viene a apuntar lo que queremos. La sonrisa que me brinda es... interesada. Sepa o no quien soy, apuesto mil dolares a que podria conseguir que se colara en el cuarto de bano conmigo. Echariamos uno rapido y ardiente. Un poco salvaje. Pero con la compania con la que estoy esta noche, no me planteo hacer nada parecido. <>, pienso mientras valoro su figura quirurgicamente mejorada una vez mas. --Lo siento, ?como has dicho que te llamas? ?O debo llamarte <>? --bromeo con ella, guinandole un ojo. No me sorprende la reaccion que obtengo. Se inclina hacia mi. --Me llamo Pandora --susurra con voz ronca, mostrandome una vista de sus atributos--, pero puedes llamarme como quieras, hasta <>. Arqueo una ceja al tiempo que sonrio de medio lado. --?Que tal si comenzamos con una ronda de chupitos? De tequila Patron. Pago yo. Abre una cuenta y ve anotando lo que tomemos. Sus ojos brillan. Se siente atraida por mi, lo percibo. He visto esa misma mirada muchas veces. --?Su nombre, senor? --pregunta ella antes de mostrar la lengua para humedecerse aquellos carnosos labios. --Reese Spencer. Amplia los ojos de forma casi imperceptible. Casi. Sabe quien soy. No es facil descubrir que soy el dueno del club, pero se corre la voz de vez en cuando. Y los rumores deben de haber llegado a ella. --Si, senor. Ahora vuelvo con los chupitos. Asiento con la cabeza, mostrandole mi agradecimiento, y concentro la atencion en el escenario cuando la luz se atenua y el proyector se enciende. La musica cambia de registro y todos los ojos se clavan en la hermosa rubia platino que camina por la pista en forma de T que conduce desde la parte trasera, donde estan los vestuarios, al escenario. Miro con silencioso entusiasmo. Me gusta mirar a las bailarinas y me alegra que el club este funcionando bien y que todo este en orden, pero mas que nada quiero que se acabe la noche para poder descansar antes de manana. Tengo que asistir a un funeral. Bebo mientras mi hermano bromea con su novia. Me gustaria encontrar un amor asi de comodo y envidiable si pensara en mantener ese tipo de relacion. Pero como no quiero, apenas les presto atencion. Miro mas alla de ellos, pasando de sus efusivas demostraciones publicas de afecto para concentrarme en el hermano de Sloane, Sig. Parece un buen tipo, y esta disfrutando del club. --!Dios! Esa chica tiene que traer aqui ese culo y sentarse en mi regazo --dice cuando sale al escenario otra rubia con curvas mas pronunciadas. Se rie y grita antes de tomar otro trago de su whisky Southern Comfort con Sprite. Me pilla mirandolo y grita todavia mas fuerte al tiempo que me da un golpe jugueton en el brazo. --!Bebe, hombre! Necesito que alguien se emborrache conmigo. Estar en un club como este con mi hermana esta afectandome mas de lo que debiera. --Se rie un poco mas de algo que considero justificado. --Creo que lo estas haciendo bien tu solo --comento, fijandome en que casi pierde el equilibrio y se cae de la silla. Estoy pensando como excusarme cuando la musica cambia de registro una vez mas y me detiene. Los insinuantes acordes de Madonna cantando Justify my love me parecen una interesante aunque extrana eleccion para un baile, y hacen que vuelva a mirar a la plataforma. Aparece una joven en el lado izquierdo del escenario. Camina lentamente por la pista, haciendo que la sigan todos los ojos. Utiliza una camisa masculina y una corbata..., nada mas. Sus piernas son larguisimas con los tacones de aguja que lleva puestos, largas y perfectamente torneadas. Son las piernas de una bailarina. Fuertes, atractivas..., pecaminosas. Cada paso que da es un movimiento sexy y sensual, un contoneo lento y deliberado. Me siento mas erguido en la silla. De golpe he pasado de estar ligeramente interesado a sumamente intrigado, y no se por que. He visto bailar a cientos de chicas. Pero nunca he visto a esta, y es ella la que posee algo que atrae toda mi atencion. A medida que se acerca, me doy cuenta de que su espeso pelo castano esta cubierto por un sombrero asentado en un angulo arrogante en su cabeza. Tiene un brillante baston negro en la mano. Se detiene cuando llega al centro del escenario, blandiendo el baston una vez antes de apoyarlo delante de su cuerpo. Con un movimiento calculado, tensa las piernas y se inclina hacia delante, mostrando la longitud de sus muslos y las curvas de su culo perfecto. Antes de que me de tiempo a estudiarla entera, se endereza y hace girar el baston por encima de su cabeza sosteniendo un extremo con cada mano. Arquea la espalda, haciendo que suban las que parecen unas tetas deliciosas. Entonces, todavia moviendose lentamente, baja el eje hasta la parte delantera de su cuerpo. Cada accion es suave, calmada. Cada movimiento, sexy y fluido, con el cuerpo fusionado a la perfeccion con la musica. Echo un vistazo a su cara. Por debajo de la sombra del ala del sombrero, solo puedo ver su boca. Pero, !joder!, menuda boca. Sus labios aparecen pintados de un rojo brillante y son, seguramente, los mas exuberantes que haya visto nunca. Entran en la categoria que siempre he llamado <>: sensuales y perfectos para deslizarse por mi glande. Despues de haber venido casi obligado, sin esperanza alguna de divertirme, me veo sorprendido por el espasmo que da mi pene cuando la veo cogerse el labio inferior entre los dientes y morderlo. Pero asi es. Tengo que contener el gemido que se forma en mi pecho cuando ella se deja caer de rodillas y aleja el baston de su cuerpo como si estuviera haciendo una flexion de brazos mientras se desliza boca abajo sobre su estomago. Despues de algunos movimientos, suelta el eje de madera y se echa atras sobre la espalda para comenzar a girar las caderas, como un gato a punto de estirarse. Casi puedo escuchar su ronroneo. Con las piernas sobre el escenario, desliza las manos desde la parte superior de los muslos hasta el estomago, tirando del dobladillo de la camisa lo suficiente como para insinuar burlonamente lo que lleva puesto debajo antes de pasar a los pechos y la garganta. Sus agiles dedos agarran la corbata y la arrastran muy despacio por su cuello. Con decision, retuerce las manos y enrolla la seda alrededor de sus munecas. Durante unos segundos, es como si estuvieramos ella y yo. A solas en la habitacion. Sin nada entre nosotros, salvo la musica. Y esa condenada corbata. En mi mente parpadean con claridad imagenes en las que la ato con aquel trozo de tela roja, lo que me hace palpitar detras de la cremallera. Sube una pierna hacia arriba con languidez, mientras deja la otra tendida en el escenario. Se estira y agarra el tobillo, rozando la rodilla con sus manos atadas. Sus muslos estan perfectamente separados para revelar unas bragas negras de saten. Cuando las veo, lo unico en lo que puedo pensar es en arrodillarme entre sus piernas y besar la tela sedosa. La veo fruncir los labios para depositar un casto beso en su rodilla. Me siento cautivado. Pero cuando vislumbro un breve instante su lengua, siento como si pudiera hacer un agujero en la mesa con mi ereccion. Esa joven posee algo inexplicablemente sexy. Es como si no supiera que estamos alli, como si estuviera perdida en su mente. Y, Dios, !como me gustaria formar parte de lo que esta imaginando! Siento una mano en el brazo, interrumpiendo mi concentracion. Me siento irritado por la intrusion. Intento zafarme sin molestarme en girarme hasta que escucho una voz. Es la de mi hermano. Y esta decidido a llamar mi atencion. Lo miro finalmente sin tratar de ocultar mi agitacion. --?Que? --?Puedes llevarnos a casa? Sloane no se encuentra bien. Quiza sea por algo que ha comido antes. --Me lanza una mirada significativa. Me lleva un segundo desconectar por completo de la chica que me tenia tan absorto, pero lo consigo de mala gana. Recuerdo que Sloane no ha bebido el tequila... y por que. Hemi me conto que estaba embarazada, aunque todavia no se lo han comunicado a su familia, por lo que me pidio que no dijera nada. --Oh..., vale --respondo con algo de brusquedad--. Si, puedo llevaros. Reacio a irme sin mas, miro de nuevo hacia la parte delantera de la sala a tiempo para ver a la bailarina, ahora de nuevo de rodillas, quitandose el sombrero. Cae una melena de sedosos rizos castanos. Solo logro atisbar un breve destello de su cara antes de que el cabello se arremoline para ocultar su rostro. Pero aun asi veo unos ojos verdes, que se ensanchan cuando se encuentran con los mios. Al instante me transporto en el tiempo. Anos y anos atras. A la suave hierba de un claro en el bosque. Y a la suave piel de la chica que tengo debajo. Recuerdo esos ojos. Esa boca. Me acuerdo de una version un poco menos provocativa y madura de ese cuerpo femenino. De lo que senti al tocarla, al abrazarla. De como se reia, de como sabia, de como termino todo. Y no puedo olvidar. <>. Es Kennedy

  • El asesino del via crucis de Marcos Nieto Pallares

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    Una serie de asesinatos inspirados en las catorce estaciones del via crucis arrastrara a los detectives Jeff Sanders y Dan Patterson a una carrera contrarreloj en busca de un inmisericorde criminal. Un caso que sacara a la luz un secreto inconfesable. Un sorprendente y desgarrador final que te hara pensar, ?que hubiera hecho yo en el lugar del detective?

  • El Bosque de los Pigmeos (Memorias del Aguila y del Jaguar 3) de Isabel Allende

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    Con El Bosque de los Pigmeos, Isabel Allende cierra la trilogia <>.

  • Al final de la tarde de Kent Haruf

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    Kent Haruf, autor de Nosotros en la noche, vuelve al pueblo imaginario de Holt en esta continuacion de la <> que inauguro con La cancion de la llanura.

  • Mitos nordicos de Neil Gaiman

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    Violencia, traiciones, poder. Con una prosa habil e ingeniosa, Gaiman analiza la naturaleza imperfecta y competitiva de los dioses, sus susceptibilidades, su habilidad para embaucar y dejarse embaucar por los demas y su tendencia a dejar que la pasion dirija sus acciones, las guerras por el sexo o el poder. y, en general, todo lo que los acerca claramente a los humanos mortales.

  • Mi cenicienta XL. Diez anos mas tarde de Myrian Gonzalez Britos

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    ?Quien no se acuerda de "Mi cenicienta XL?"Diez anos pasaron desde entonces y Patricia sigue tan loca como de costumbre, pero esta vez tiene otras aliadas: sus hijas. La vida de casada no podia ser mas divertida y a la vez llena de aventuras.?Te perderas esta deliciosa historia de amor y locura?

  • La novia de Ivy Green (Historias de Ivy Hill 3) de Julie Klassen

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    Varias historias que parecen una cosa y seran otra... Y una novia inesperada que sorprendera a todos.

  • Promesas de sal y limon (El club de las Tulipanes 1) de Lucia De Vicente

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    Cadiz, junio de 2000. Ana dio un beso a su madre, otro a su padre y salio corriendo para atravesar el enorme patio del Santa Brigida Irish School a fin de atender la llamada de sus tres amigas, que estaban haciendose fotos con su querida profesora de Lengua y Literatura, la senora Quesada. El coctel que siguio a la ceremonia de graduacion de las alumnas que ese ano terminaban el colegio estaba a punto de finalizar. Hacia pocos dias se habian sometido a la dura prueba de la selectividad y tanto ella como sus queridisimas companeras de fatigas y aventuras obtuvieron magnificas calificaciones, tal y como se esperaba de ellas. La direccion y el profesorado tenian a las cuatro por buenas chicas. Las consideraban de las mejores estudiantes de su promocion, pero ella no pudo evitar una sonrisita ladina al pensar en eso. Lo cierto era que entre todas disponian de una buena coleccion de travesuras y fechorias en su haber, aunque tenian la virtud de haber salido siempre indemnes de ellas. <>, penso sin perder el paso, acercandose al grupo para posar para la instantanea. --Chicas, !hoy es nuestro dia! --grito al tiempo que levantaba el birrete de pega que les facilitaron los organizadores del evento, al mas puro estilo de Yankilandia--. Hoy, por fin, podemos quemar Cadiz; no tenemos que regresar al colegio. !Y ya somos todas mayores de edad! Solo una semana atras habian celebrado el dieciocho cumpleanos de Gabriela, la mas joven y la mas inteligente de las cuatro, por mucho que esa cualidad no se viera reflejada en sus calificaciones escolares. Ni tampoco en la facilidad para hacer amistad con el resto de sus companeras. --Tambien es nuestro ultimo dia juntas, Ana --lloriqueo Gabriela--. Hoy todas dormiremos en nuestras casas y a partir de manana cada cual seguira con su propia vida y no volveremos a vernos. --Vamos, vamos, pequena --la regano con carino la senora Quesada, abrazandola--. Hoy no pienses en eso. Como os he dicho siempre, teneis que vivir el momento. Ya sabes, carpe diem. Manana, Dios proveera. --Eso, Gabriela --corroboro Beatriz, la decana del grupo y a la que todas concedian el papel de protectora, aunque solo se llevaran unos pocos meses de diferencia--. Ademas, si que vamos a volver a vernos; lo hemos prometido. --Deberiamos sellar eso como Dios manda, ya sabeis… --propuso Patricia, la pragmatica, con un gesto picaro--, para que a ninguna se nos ocurra faltar el dia que acordemos para la quedada. --?Que es eso de sellar las promesas? --quiso saber la profesora, que miraba de una a otra, curiosa, intentando rellenar los huecos de su conversacion. --Bueno, cada vez que… --!Callate, Gabriela! --interrumpio Beatriz a la menor, alarmada ante la disposicion de esta a contar su mas protegido secreto; el que todas guardaban con celo, aunque seguramente el miedo a ser descubiertas tenia mas peso que la fidelidad a la palabra dada. --Pero si ya no pueden castigarnos --se defendio esta. --?Y que mas da? --protesto ella, enfadada. --Nada, dona Fina --salio al paso Patricia--. Se trata de una ceremonia infantil e inocua que celebramos cada vez que nos hacemos alguna promesa de futuro, no se preocupe. La profesora las miro a todas, analizando las diferentes reacciones, y sonrio enigmatica. --Ay, ninas, ?pensais que he nacido ayer? --repuso moviendo la cabeza ligeramente de un lado al otro--. Por muchos anos que lleve intentando instruir esas y muchas otras cabecitas de calabaza, nunca terminare de acostumbrarme a que sigais siendo tan inocentes aun el dia de vuestra graduacion. ?Creeis que no estoy al tanto de vuestro juramento… tequilero? --lo denomino despues de pensar un rato y a falta de otra palabra mas adecuada que acudiera a su mente. Las cuatro se miraron asombradas. --!Pero, dona Fina! --salto Beatriz, anonadada al darse cuenta de lo que la senora Quesada acababa de confesar--. ?Desde… cuando lo sabe? La mujer rio divertida. --Pues, posiblemente desde el primer dia. Os recuerdo que, por mi aula, han pasado montones de alumnas antes que vosotras y seguiran pasando despues. Y todas, absolutamente todas, teneis un punto en el que infringir las normas de la escuela se convierte en vuestro objetivo primordial. Incluso las que teneis fama de formales y estudiosas. --?Como se dio cuenta? --cuestiono Ana--. Siempre hemos actuado con mucho cuidado. --El primer dia que Gabriela bajo al comedor y dejo sobre la mesa su desayuno entero, sin tocar ni una tostada, y el resto, con cara de lechuga vieja, os quejasteis de que algo os habia sentado mal y que os dolia la cabeza, lo supe. Luego solo tuve que buscar las pruebas en vuestras habitaciones y, perdonad que os diga, sois muy poco originales intentando ocultarlas. Las cuatro se miraron alarmadas. --?Y por que no nos delato? --pregunto Patricia. Ella siempre era la mas inquisitiva, no en vano el curso siguiente se matricularia en la Facultad de Derecho e intentaria convertirse en la abogada mas aguerrida y resolutiva de toda Espana. --No hubiera servido de gran cosa --admitio--. Todos los profesores sabemos que estas cosas ocurren y es casi imposible evitarlo. Lo unico que hacemos es intentar que no se nos vayan de las manos y empiecen a convertirse en un problema. Una pequena cogorza no mata a nadie, siempre y cuando no se produzca demasiado pronto o se repita con asiduidad. Vosotras habeis sido cautas, la verdad. Un par de veces por curso y solo en los dos ultimos. --?Hacen la vista gorda? --dijo Gabriela, asombrada. --Solo a veces, ya os digo. En vuestro caso no era alarmante. Es condicion del ser humano transgredir las normas y, si los superiores lo afrontamos con excesivo celo o rectitud, lo unico que conseguimos es potenciar ese deseo natural de rebeldia. --!Gracias, dona Fina! --exclamo Beatriz, abrazandola, a punto de que se le saltaran las lagrimas por la emocion. --Pero esta noche, ya que acabo de dejar de ser vuestra profesora --propuso dona Fina, quitando hierro al momento--, ire con vosotras y compartire esos chupitos de tequila para celebrar la clausura de nuestro Club de las Tulipanes. --!Genial! --gritaron las cuatro a coro. --Ademas, tenemos algo para usted --confeso Gabriela, incapaz de guardar una sorpresa. --Gabriela… --la reconvino Patricia. --Dejala, Paty --la defendio Beatriz--. Ya sabes que Gabriela es asi. Anda, Ana, ve a buscar los regalos de la senora Quesada. Ella tambien estaba deseando ver la cara que pondria la profesora cuando le entregaran todo lo que llevaban tiempo preparando, asi que partio de inmediato con una inestable carrera sobre los tacones, ya que, acostumbrada a los zapatos del uniforme, no tenia suficiente practica para andar con ellos por un terreno tan desigual como el del patio del colegio, y se dirigio a la habitacion que habia compartido con Beatriz durante los ultimos siete anos. El equipaje de ambas estaba alli, embalado y dispuesto para ser trasladado por ultima vez hasta sus respectivos domicilios. Los armarios parecian los nichos deshabitados de un cementerio, que esperan su proximo inquilino como si el anterior no hubiera dejado alli algo mas que su esencia durante una larga temporada. Sintio ganas de llorar, pero hizo un esfuerzo supremo y consiguio reprimir las lagrimas. No queria estropearse el ligero maquillaje que se aplico para acudir a la ceremonia, ya que ese dia estaba todo, o casi todo, permitido. Evito volver a mirar la habitacion y recogio la bolsa de plastico que reposaba sobre su cama, o sobre la que lo fue hasta ese dia, y salio zumbando de alli para no derrumbarse y caer en la pena que sentia que empezaba a ahogarla. Del mismo modo que llego, corrio para volver al punto en el que las demas la esperaban, solo que esa vez eligio la puerta principal, para atajar camino. --!Morales! --la reconvino sor Elisa, la portera--, !no corra! Aunque sea su ultimo dia en esta escuela, las normas se cumplen hasta el final. Ella pego un frenazo en seco, sonrio a la monja carcelera --como la apodaban entre ellas--, pidio disculpas con una taimada sonrisa y, en cuanto piso el ultimo escalon que daba acceso al recinto, volvio a correr como alma que se llevara el diablo. --Aqui teneis, chicas --dijo al entregar su preciada carga. Todas dejaron que Beatriz hiciera los honores sin siquiera consultarlo entre ellas, como en un acuerdo tacito. Esta saco una caja cuadrada, verde, de tamano aproximado de treinta por treinta centimetros y se la entrego a la profesora. --Para que tenga un recuerdo nuestro. La mujer la tomo agradecida y emocionada. Cuando levanto la tapa, se le llenaron los ojos de lagrimas. --Esta firmada por las cuatro --aclaro Gabriela, ante el silencio acongojado de dona Fina. --Es una placa de plata con el decalogo de nuestro club --especifico Patricia. Se referia a la hermandad que surgio de forma inesperada despues de que en la sesion de cine semanal del colegio emitieran El Club de los Poetas Muertos. Ellas quedaron tan impresionadas con la pelicula, y se vieron tan reflejadas en los chicos de aquel internado, que quisieron hacer algo semejante. Y, como no podia ser de otro modo, la unica docente capaz de emular las virtudes del senor Keating era su querida profesora de Lengua y Literatura, que ademas compartia asignatura con el personaje de Robin Williams. A dona Fina le encanto la idea desde el primer minuto, pues en el fondo era otra inconformista, libre pensadora y un poquito reaccionaria, como John Keating, aunque en otro estilo. A la senora Quesada le gustaba la poesia como al que mas, claro que si, pero preferia la narrativa. Y de entre toda, la de los autores del romanticismo de los siglos XVIII y XIX; Jane Austen, Charlotte Bronte y su hermana Emily, Lord Byron, Mary Shelley, Alexandre Dumas, Gustavo Adolfo Becquer… Pero, ademas, algo que nunca reconocio delante de sus alumnas fue que era una defensora a ultranza de la romantica actual. Seguia la obra de Johanna Lindsey, Kathleen Woodiwis, Marie Jo Putney, Nora Roberts, Diana Gabaldon, Virginia Henley y un larguisimo etcetera de autoras, de las que era voraz lectora. Ellas no tardaron en averiguarlo. Les extranaba tanto verla leyendo, en los recreos y antes de irse a la cama, aquellos libros de bolsillo de pastas forradas con papel de periodico, concentrada al maximo y componiendo caras y gestos de admiracion, que no pudieron evitar dar rienda suelta a su curiosidad.

  • La corte de los espejos, Concepcion Perea de Concepcion Perea

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    Una novela de fantasia repleta de accion y aventura donde, por fin, se acabaron las hadas buenas.

  • Amor en juego de Liliana Diaz

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    Enrollarme en algo amoroso no era lo mio. Las cosas de una noche son siempre mas faciles para mi. Soy una mujer practica y enfocada en mi trabajo, por eso no tengo tiempo para enamorarme.
    Y cuando me presentaron el caso de este jugador de futboll que no sabia mantener sus asuntos en reserva y saltaba de cama en cama, lo entendi. Esto seria mas facil de lo pensado. Simplemente le debia ensenar como hacer las cosas.
    Que fuera un atractivo cliente no era complejo de manejar, yo me regia por una ley: Los clientes estan fuera de la liga.
    Sin embargo trabajar con el me hace ver otra faceta de su caracter, una que me intriga y me hace sentir cosas que nunca antes experimente.

  • Cuando las paredes miran de Asia Lafant

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    En este nuevo caso, la pareja de detectives Leonor y Leo, eles para los amigos, tendra que verselas con un asesino que no deja rastro ni pistas. Por las calles de Barcelona, alguien que te vigila anda suelto; ni siquiera en tu propia casa te sentiras a salvo. Estas avisada.

  • Este lado de la puerta de Angel Martinez Aizpurua

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    Hace tres dias me liberaron de mi secuestro, el mas largo en la historia de Espana. Hoy abandono el hospital para enfrentarme a mi nueva vida. Una ciudad diferente, una familia a la que apenas reconozco, muchos fantasmas del pasado y miedos para el futuro. Mi nombre es Gonzalo Davila Delgado y esta es la historia que alguien ha escrito por mi.

  • Vende a la mente, no a la gente de Jurgen Klaric

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    ?Por que decimos que nos gusta el color azul cuando los estudios demuestran que preferimos el verde? ?Que diez necesidades basicas determinan en que gastamos el dinero? ?En que unica frase se sustenta gran parte del exito de una multinacional como Starbucks?
    Creemos saber por que compramos, pero lo cierto es que la mayoria de nuestras adquisiciones las hacemos de forma inconsciente. Por esa razon, entender como funciona el cerebro y que elementos hacen que un producto o servicio se venda mejor es la clave para el exito.
    Precedido de un gran exito internacional, el libro de Jurgen Klaric nos sumerge en la fascinante ciencia del neuromarketing y nos ensena cuales son las claves para vender mas invirtiendo menos.

  • Pan de Bruja de Noela Lonxe

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    Un cuento de hadas oscuro sobre pactos secretos y mujeres magicas.

  • Las cuatro estaciones del amor de Gregoire Delacourt

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    Cuatro parejas, cuatro etapas distintas de la vida. La misma cancion de amor.

  • Mi error fue amar al principe. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Sobre Ruedas de Mirian G. Blanco

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    Un coche y un taller perdido en la nada.Dos unicos factores que uniran a una pareja.?Y quien le diria a Jennifer Hernandez que una averia en su auto le ayudaria a conocer a Rick Mendez, el mecanico mas sexy que jamas haya visto en toda su vida?Dos polos totalmente opuestos, pero cuyas atracciones seran visibles y palpables. Una historia romantica que confirmara que el amor a primera vista no existe, sino la persona adecuada en el momento adecuado.Pasion, celos, peleas y, sobre todo, amor… !muchisimo amor! <<--?Como esta mi coche? --pregunte con cierta preocupacion.--Sobre ruedas. Bueno, mejor dicho, sobre dos ruedas --respondio el con socarroneria>>.Rick Mendez, el nuevo heroe mecanico.

  • Volver a Amar de Olivia Saint

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  • El ultimo epitafio de Jaime Saiz

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    El cadaver de un hombre despierta no solo la curiosidad, sino el temor, ya que es un importante politico. Un pueblo de solo 300 habitantes que prefiere ir muriendose uno a uno los miercoles de cada semana. Un joven con sindrome de Down que se convierte en detective para solucionar el crimen. Un caso entreverado entre asesinato y raras creencias de un pueblo aislado del mundo, habitado por ancianos que fueron abandonados por sus descendientes y estan obsesionados con la muerte. Un alcalde que no recibe salario y un cabo de la policia incapaz de actuar. Entre maldiciones, misterios, el asesino suelto llega al pueblo embrujado el teniente Torrealta quien junto a Ulises trataran de resolver el caso.

  • Karim, Alma de Fuego de Eva M. India

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    Karim vive en el atico. Es inmutable. No envejece, no se pone gordo. Es hermoso, alegre, bromista, lo sabe todo: es un yinn. Asi lo conoce Betsabe desde que tiene uso de razon. Es su vecino, su tutor, su tio, su primo, su hermano, su consejero, su mejor amigo desde la infancia. Su verdadero nombre es imposible de pronunciar para la voz humana. A veces se convierte en gato y sale a pasear por los tejados de la ciudad. Todo genial, hasta la noche en la que, teniendo ya Betsabe 18 anos, se dejaron llevar por el deseo. Entonces se complico todo, y Betsabe acabo encerrandolo en el atico, dejandolo aislado durante anos. Pero ahora, convertida ya en una mujer adulta, Betsabe necesita su ayuda…

  • Hija de revolucionarios de Laurence Debray

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    Laurence Debray es hija del filosofo Regis Debray y la historiadora Elizabeth Burgos. Sus padres provenian de familias acomodadas y tradicionales -la de el parisina, la de ella venezolana-, y ambos abrazaron la causa revolucionaria de Fidel Castro y el Che. En 1967 Regis Debray se unio a la guerrilla del Che en Bolivia como agente de enlace, fue detenido y poco despues cayo el lider.

  • Vision binocular de Edith Pearlman

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    Edith Pearlman fue hasta hace poco una desconocida para el grueso de los lectores, pese a que a sus ochenta y un anos ha escrito unos doscientos cincuenta cuentos que han visto la luz en revistas y se han reunido en varios libros publicados a partir de 1996 en pequenas editoriales. Todo empezo a cambiar con la aparicion de Vision binocular, antologia con treinta y cuatro de sus mejores piezas que ayudo a darla a conocer en Estados Unidos y Europa y recibio una larga lista de premios, entre los que destaca el prestigioso National Book Critics Circle Award.
    Los cuentos de Pearlman son una prodigiosa combinacion de sutileza, elegancia, ironia y deslumbrante capacidad de exploracion de los sentimientos y conflictos humanos. Su hondura psicologica y riqueza de matices los convierte en inagotables. En el prologo, Ann Patchett, que compara a la autora con Updike y Alice Munro, dice: <>
    Buena parte de los relatos aqui reunidos estan situados en Estados Unidos, pero los hay tambien ambientados en Latinoamerica y Europa, donde aparece la diaspora judia tras el Holocausto, como en el cuento sobre un grupo de judios alemanes que en 1947 esperan papeles para emigrar; en otro retoma a dos de los personajes, un matrimonio ya instalado en Nueva York que recupera el mundo perdido a traves de un abrigo. Pero el repertorio de situaciones es muy variado: la nina que espia a sus vecinos con unos binoculares; la exiliada polaca que vive en Centroamerica, de donde debera huir por segunda vez; la doctora jubilada que se confronta con la muerte en un solitario paraje natural.
    En este libro bellisimo, que elude ostentaciones y florituras, Pearlman nos deslumbra sin estruendo, porque le basta apenas un susurro.

  • Oculto tras el cuadro de Conchi Aragon

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  • La alegria de cocinar de Karlos Arguinano

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    Karlos Arguinano se ha propuesto meter en la cocina a quienes nunca la pisan, a divulgar el placer no ya de comer un buen plato, sino de elaborarlo. Cocinar como forma de divertirse, compartir, probar y experimentar. Un espacio que nos aleja del estres de la vida cotidiana y que nos permite gozar con nuestras propias creaciones. Aprende a pochar, sofreir, reducir, escaldar, macerar; elaborar una buena salsa, preparar una masa, marinar una carne; combinar ingredientes, gestionar tiempos de coccion, potenciar sabores.

  • Dos amores inesperados (Mejores amigas 2) de Alizee Duchamps

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    Me llamo Lisy y soy maestra de Educacion Primaria. He tenido la suerte de dedicarme a la profesion que siempre fue mi vocacion. Bueno, no solo la suerte ha tenido que ver, sino mi esfuerzo y los anos que he dedicado a estudiar y a prepararme. Atras quedo la etapa de hacer locuras con mis mejores amigas, Lara y Martina. Ahora, casi todo mi tiempo lo invierto en mi trabajo y en mis alumnos, sin renunciar a salir y a divertirme, pero pasando bastante de hombres y de lios.

  • Tierra de mujeres de Maria Sanchez

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    Hija y nieta de veterinarios, la ultima de varias generaciones vinculadas desde hace anos a la tierra y a los animales, Maria Sanchez (Cordoba, 1989) es la primera mujer en su familia en dedicarse a un oficio desempenado tradicionalmente por hombres. Su dia a dia como veterinaria de campo pasa por recorrer Espana en una furgoneta y esquivar las miradas en un entorno predominantemente masculino como es el mundo rural. En este personalisimo ensayo, la escritora se propone servir de altavoz y dar espacio a todas las mujeres silenciadas en los campos espanoles, a todas aquellas que tuvieron que renunciar a una educacion y a una independencia para trabajar la tierra con las manos y cuidar de sus familias.
    A partir de historias familiares, de reflexiones sobre ciencia y literatura fruto de sus lecturas y de algunos de los conflictos que asolan al medio rural en Espana (la despoblacion y el olvido de los pueblos, la explotacion de los recursos naturales, el incumplimiento de politicas ambientales o las condiciones laborales en el campo), Tierra de mujeres viene a llenar un hueco en el debate sobre feminismo y literatura rural. Busca, ademas, ofrecer una vision de la vida en campo realista, alejada de las postales bucolicas dadas desde las grandes ciudades, y subrayar el peligro de perder para siempre un conocimiento hasta ahora transmitido de generacion en generacion.

  • Baile de otono (Un baile austeniano 4) de M. Cavani

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    La vida de Emma se habia convertido en un caos; en los ultimos meses habian sucedido tantos eventos desconcertantes e inesperados que ella, creyendose tan entera e incapaz de afectarse ante la adversidad, no pensaba que pudiera soportarlo. En su interes por demostrarle a todo Highbury --y por todo Highbury se referia al senor Knightley-- que ella tenia una gran sensibilidad para unir sentimentalmente a sus amigos, proveerle un marido a Harriet Smith se habia vuelto su obsesion desde el baile de invierno, pero, entre todos sus disparates para propiciar tal boda entre su amiga y cualquiera --excepto Robert Martin--, fue ella misma quien recibio una propuesta del senor Elton. Todavia no comprendia como habia sucedido tal confusion, ella solo habia estado promoviendo encuentros entre el vicario de Highbury y su amiga cuando una noche que compartian carruaje, luego de una cena con los Weston, mientras la pobre Harriet se sentia indispuesta, sin consideracion alguna, el le tomo la mano, solicito su atencion y comenzo a declararle su apasionado amor. ?Que estaba pasando? Todo este tiempo habia estado convencida de que el senor Elton, era el candidato perfecto para su amiga, era un hombre con meritos y caracteristicas imposibles de ignorar, tenia buen caracter y buena voluntad, sin embargo, tales cualidades no eran suficientes como para que sus intenciones de unirlos se prestaran a confusion; ademas, ella no pensaba en el matrimonio para si misma... Al menos no lo creia asi. Y estaba segura de que no queria tener algo que ver con el senor Elton. Mas este inconveniente fue solo el segundo de sus errores --el primero habia sido cuando orquesto el baile de invierno para que Charles Bingley se fijara en Harriet--; su tercera equivocacion sucedio cuando, tras sus primeros fracasos, intento que el orgullo de Highbury, Frank Churchill, tambien se fijara en su amiga . Y aunque esta vez se prometio que limitaria su intervencion, pues estaba segura de que su plan funcionaria, por un breve momento, sus propios sentimientos se vieron involucrados. Veran, desde que el senor Weston se casara con su institutriz habia existido una especie de secreta fantasia entre ambos de que ella, siendo la hija casadera de los Woodhouse, y Frank, el respetable hijo del senor Weston, se unieran, una secreta fantasia que, ella lo reconocia, alimentaba su ego y, no lo negaba, por algunos dias habia conquistado su cabeza cuando las atenciones del joven la confundieron: por primera vez, en veintiun anos, creyo estar enamorada. Sin embargo, a tiempo se dio cuenta de que sus sentimientos por Frank no eran tales y que si la idea de casarse rondara su cabeza, nunca iba a ser con alguien que viajara hasta Londres por un corte de cabello (nada de eso), debia ser con un hombre de caracter fuerte y buen criterio, que la representara y supiese hacerle frente, uno con el que ella pudiese expresarse, aunque luego se sintiese juzgada, un hombre como... No, lo mejor era olvidarse de ello. Pero lo cierto era que Frank Churchill ya estaba reservado, y mucho, aunque no para Emma Woodhouse o Harriet Smith, sino para Jane Fairfax. Si, esta habia sido la ultima sorpresa en Highbury, la noticia de la que todos hablaban: Frank Churchill y Jane Fairfax. Aunque no fue sencillo de asimilar, luego pudo atar todos los cabos sueltos, Emma se dio cuenta de algo, el hijo del senor Weston no se presento en Highbury hasta que su querida Jane se establecio definitivamente durante el verano. No obstante, entre todo lo ilogico que habia sucedido durante el estio y las primeras semanas del otono, lo mas asombroso habia sido escuchar la reciente confesion de Harriet Smith, que no habia dudado un segundo en reconocer su afecto !reciproco! por el senor Knightley. !El senor Knightley! Unos meses atras habia creido que cualquier dia el senor Knightley anunciaria sus planes de boda con otra senorita, Elizabeth Bennet, la joven que le habia eclipsado, a la que habia conocido gracias a ella misma, si, cuando se le ocurrio aquella brillante idea de celebrar el baile de invierno; pero, ?Harriet Smith? En la actualidad se daba cuenta de cada uno de sus errores y de su obstinacion en conseguir algo que desde donde se le viera era ilogico, pero que el senor Knightley estuviese sentimentalmente interesado en Harriet era impensable. ?Como habia sucedido? ?Cuando? Emma reconocia que habia sido demasiado irracional cuando se habia propuesto como meta de vida pactar, de acuerdo a su voluntad, una boda para Harriet Smith. !Cuan ciega habia sido! ?De donde habia obtenido tanta locura? Su exito al conseguir la boda entre los Weston se le habia subido a la cabeza en tales proporciones que se creia imbatible. El senor Knightley se lo habia advertido una vez, que estaba siendo obstinada y estupida en insistir en su amistad con Harriet, pero, si de ella pensaba de ese modo, ?que aplicaba, entonces, a el? Desconsolada, ahora estaba en Pemberley, ella y el senor Darcy eran los anfitriones del baile de otono en el cual, a pesar de los confusos sentimientos que la conmovian y atormentaban, celebrarian un compromiso inmejorable. Pemberley Elizabeth leyo nuevamente la tarjeta de invitacion al baile de otono sintiendo que estaba siendo objeto de diversion del destino; habia pasado de ser la posible duena de Pemberley a una mera espectadora del compromiso entre Emma Woodhouse y Fitzwilliam Darcy. --Espero que cuando nos encontremos con el senor Bingley sea todo muy civilizado... Sus pensamientos fueron interrumpidos por los de su hermana. --Me gustara poner un punto final a esta historia para que podamos continuar nuestras vidas... Lizzy noto que Jane bajaba la mirada, como si pensar en el caballero, despues de esta noche, fuese reprochable. Un acto prohibido. --En realidad, no se por que he venido, Lizzy. Lizzy tampoco comprendia exactamente que la habia movido a regresar esta noche a Pemberley, solo sabia que, aquella manana, cuando estaba reunida con sus hermanas en el estar de Longbourn, algunas ocupadas en la labor, otras leyendo, confiando en que seria un dia sin emociones, su madre coloco en las manos de Jane una invitacion que iba dirigida a las dos, que no podian declinar. --Porque tu nombre, como el mio, ha venido impreso en la invitacion --le respondio, aunque sabia que, en una buena parte, la presencia de su hermana en este baile se debia a que habia empleado sus tecnicas persuasivas. Como era de esperarse, Jane temia al inminente encuentro con el senor Bingley, pero ella misma, Lizzy, necesitaba de su apoyo cuando se encontrara con el senor Darcy--, y habria sido una descortesia ignorarla. Lizzy rodeo a su hermana con los brazos cuando la miro suspirar. --Todo va a estar bien, Jane --la consolo mientras admiraba lo hermosa que lucia al continuar el camino desde el carruaje hasta la recepcion--. Lo que puede ocurrir es que cuando el senor Bingley te vea nuevamente se vuelva loco por ti. --No tengo esperanzas que alimentar... Ademas de que no lo espero. Lizzy, estare bien. Lizzy le coloco un beso en la sien y, abrazandola un poco mas, le dijo: --Lo se --y avanzaron hacia la entrada del salon. No era la primera vez que Lizzy visitaba Pemberley, habia sucedido durante el verano, cuando fue de vacaciones con sus tios, los Gardiner; en aquel entonces, se suponia que irian hasta Los Lagos, pero, por los compromisos de su tio, debieron reducir la excursion y solo pudieron llegar hasta Derbyshire. Mientras cruzaba el salon, Lizzy recordo aquel dia con la misma agitacion de saber que esta noche estaba en el territorio del senor Darcy. Pero, ?por que si en el baile de primavera Lizzy estaba tan opuesta al senor Darcy, ahora parecia haber operado un cambio en sus sentimientos por el? Pues sucedio que la manana siguiente al baile de primavera, el senor Darcy habia puesto en sus manos una carta que habia modificado todos los prejuicios que, rencorosamente, ella habia guardado hacia el. Su carta era tan poderosa que tambien habia influido en la percepcion que tenia de su propia familia, y cambiado la parcialidad con la que habia actuado en relacion al tema Wickham; habia sido orgullosa y vanidosa y habia procedido bajo la conviccion de ser incapaz de equivocarse. Lizzy habia leido aquella carta repetidas veces, incluso cuando volvio a Longbourn, luego de aquel viaje, todavia la leia a hurtadillas y la consideraba su secreto tesoro. A traves de esta, el senor Darcy habia insertado la comprension de elementos y detalles que ella habia ignorado de su actuacion, entendio que el habia estado protegiendo a su amigo de la union con una joven que, si bien no consideraba su igual, tambien la creia indispuesta en su afecto; al respecto, el recuerdo de un comentario de su amiga Charlotte, la noche del baile de invierno, cuando el senor Bingley y Jane se conocieron, confirmaba que las conjeturas del senor Darcy no eran del todo invalidas: Si no le demuestra pronto al senor Bingley lo que siente por el, dudo que su amistad se extienda a algo mas que una simple preferencia en un baile publico. En relacion a su familia, la justicia de sus acusaciones le parecia demasiado evidente para que pudiera negarla, y las circunstancias a las que aludia en particular como ocurridas en el baile de invierno, no le podian haber impresionado a el mas de lo que le habian abochornado a ella [1] , su madre se habia entregado al chismorreo, Kitty y Lydia a coquetear con el regimiento que estaba de paso en Highbury, mientras Mary tocaba el piano de esa forma jactanciosa, aunque inexperta. En resumen, le habia juzgado como el peor de los hombres cuando siempre habia actuado cabalmente. --?Y como te sentiras, tu, Lizzy, cuando te encuentres con el senor Darcy? --Elizabeth bajo la mirada y sonrio, pero sabia que su sonrisa no reflejaba su habitual alegria. A pesar de la violencia con la que habia recibido su propuesta de matrimonio, aquella noche habia quedado tan impresionada que necesito desahogarse con el papel en una carta expresa que, a la manana siguiente, envio a Londres, donde estaba Jane. Pero ahora, luego del giro que habia tomado la historia, no se arrepentia de haberla rechazado, aunque, si en aquel momento hubiera tenido la informacion que le fue transmitida esa manana siguiente, no estaba segura de si habria optado por dejar una respuesta abierta a la propuesta. No podia disimular, ni siquiera para si misma, que admiraba al senor Darcy. Que le admiraba demasiado. --Me sentire feliz por su compromiso con la senorita Woodhouse. Creo que sera una union inmejorable para ambos --pues estaba segura de que, imposibilitada de conseguir el interes de su sobrino por su propia hija, nada le era mas conveniente, a Lady Catherine de Bourgh, que el compromiso del senor Darcy con la senorita Woodhouse. --Ya no le guardas rencor. En el fondo, Lizzy, creo que nunca se lo tuviste, solo te dejaste llevar por los prejuicios. --Eso no voy a ocultarlo, pero, espero que sea feliz --sonrio nuevamente y bajo la mirada. Sus deseos de felicidad no eran reflejo de hipocresia, habia entendido que, la pasada primavera, el senor Darcy se habia dejado llevar por un apasionamiento que, luego de aquel baile en Rosings, fue superado por la razon, centrandose asi en lo que era socialmente correcto para el, donde, por supuesto, ella no representaba una opcion. En reflexiones parecidas, Lizzy habia estado trabajando durante el verano, especialmente luego de que ella y Darcy se encontraran fortuitamente aca, en Pemberley, cuando, confiando en que su dueno estaba de viaje, entro con sus tios para hacer un recorrido, Pemberley era una de esas grandes y exquisitas propiedades del reino abiertas para la excursion de los forasteros; en aquel entonces la version que presento de si mismo era tan distinta al hombre orgulloso y distante al que habia conocido en Highbury --y con el que se habia encontrado en Rosings--, que Lizzy estaba calidamente sorprendida del cambio operado y se preguntaba si ella habria influido de alguna manera en ello. Ahora, aunque trataba de ser fuerte y le deseaba lo mejor, no podia expresar su resignacion con la mirada. Esta noche otonal Pemberley lucia igual de hermoso y elegante que aquella tarde estival cuando inesperadamente se encontro bajo los dominios del senor Darcy, solo que en esta oportunidad todo tenia un cariz distinto; no obstante, ella era Elizabeth Bennet, siempre alegre y segura de si misma, asi que arreglo su mejor sonrisa y avanzo, pues nada iba a derrumbarla.

  • La cinica, el guapo y el socorrista de Lisa Aidan

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    No hay mejor epoca para enamorarse que el verano y en el hotel Pacific hay tiempo para todo: el entretenimiento, la diversion, el descanso… y tambien para el amor.

  • Te regalare el mundo de Marta Fernandez

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    No elegimos a nuestros padres, ni lo que nos gusta, ni aquello para lo que somos buenos. No elegimos de quien nos enamoramos.ni a nuestros enemigos. Ni elegimos nuestros talentos, ni nuestras debilidades. Por no elegir, no elegimos ni nuestros pecados. Ni el pais en el que nacemos, ni el nombre por el que nos llamaran todos esos a los que queremos y a los que tampoco elegimos.

  • Una preciosa sorpresa de Susan Meier

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    Con solo mirar a su hija durmiendo en sus brazos, Grace sabia que haria cualquier cosa por ella. Incluso encontrarse con el hombre que le rompio el corazon, el mismo hombre que ni siquiera sabia que tenia una hija.

  • Desatinos del Corazon de Julia James

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  • Memoria del comunismo de Federico Jimenez Losantos

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    Cien anos y cien millones de muertos despues, ?por que el comunismo sigue siendo una ideologia respetada? Buceando en las fuentes originales -de Marx, Bakunin y Lenin al Che o Pablo Iglesias- este libro explica la naturaleza real del comunismo, sus raices filosoficas y politicas, los errores habituales sobre su historia y el hecho mas terrible: que, cien anos y cien millones de muertos despues, siga siendo una ideologia respetada entre politicos, profesores y periodistas. En dos paises europeos, Rusia y Espana, se intento crear en el siglo xx un regimen comunista. En Rusia, tras cinco anos de feroz guerra civil de Lenin contra su pueblo, el comunismo triunfo. En Espana, tras una atroz guerra civil de tres anos, perdio. Pero se discute el papel de Stalin en la guerra -de Paracuellos y la muerte de Nin al oro del Banco de Espana- y se oculta la actuacion de los dos comunismos espanoles: el marxista del PCE, el PSOE bolchevizado o el POUM; y el bakuninista de la CNT-FAI, que impuso el terror rojo en Cataluna con la ayuda entusiasta de Companys. Ni la Rusia bajo la Cheka ni la Espana bajo las checas se recuerdan hoy. Solo eso y el exito de la propaganda sovietica desde 1917 explican la irrupcion y el exito de Podemos. ?Por que se creian los bolcheviques con derecho a imponer a todos su idea de sociedad y a asesinar a los que la rechazaban e incluso a los que no llegaban a hacerlo? Esta es la gran cuestion del siglo que el mundo lleva a cuestas desde que Lenin tomo el poder: ?por que los comunistas se creen legitimados para robar y matar en nombre de una utopia que apenas esconde su afan de poder ilimitado? Lo peor del sistema de Lenin no es que se crea con derecho a imponer su dictadura y a matar a sus opositores, sino que las sociedades democraticas acepten ese derecho a robar y matar de los comunistas. Esta Memoria del comunismo recuerda por que sucede. Y como, conociendo su historia y la de Espana, cabe evitarlo.

  • Ni una palabra de Harlan Coben

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    ?Que haria un padre por proteger a su hijo? ?Hasta donde estaria dispuesto a llegar? ?Le espiaria? ?Llegaria a mantenerle localizado permanente por el GPS de su movil? Es lo que hacen Tia y Mike Baye, aunque vigilarle asi no impedira que Adam, su hijo de 16 anos, desaparezca tras el suicidio de su mejor amigo. Ambos se lanzaran a una agonica busqueda, mientras van conociendo con
    espanto que, en el fondo, no saben nada de la vida de su hijo. Mientras que, a su alrededor, se pone en marcha un mecanismo estremecedor: los vecinos corren el riesgo de perder a su unico hijo necesitado de un pulmon, una joven aparece brutalmente asesinada disfrazada de prostituta, una ejemplar madre de familia es secuestrada mientras hacia la compra, un profesor insulta y se rie de Yasmin, la mejor amiga de la hija pequena de los Baye…
    La inspectora jefe Loren Muse y el fiscal Paul Copeland, a punto de casarse, no encuentran el hilo del que tirar. Hasta que todo acabe por explotar. ?Tiene salvacion el futuro de nuestros hijos?