• cautiva de una mentira emma gigan pdf - Emma Gigan

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    Alexia jamas se planteo que, cuando se casara, en su matrimonio no existiese el amor.
    Su padre, harto de esperar, decidio poner en el camino de su hija a un hombre que la hiciese renunciar a su rebeldia y desobediencia.
    El elegido para llevar a cabo sus planes, sera Lord Jacob Sherwin. Un hombre que se juro a si mismo, tras la muerte de su prometida, que ninguna otra mujer ocuparia jamas su lugar.
    El exitoso plan, consigue que acaben unidos en un tormentoso matrimonio que pronto les hara sufrir por las innumerables diferencias surgidas. A pesar de todos los obstaculos que se alzan ante ellos, Alexia debera rescatar a Jacob de su frio y autodestructivo comportamiento, si quiere conseguir su anhelado deseo de vivir feliz junto a su esposo.

  • Cautiva de una Mentira - Emma Gigan - Debeleer.com

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  • Emma Gigan - Cautiva de una Mentira pdf - Docer.com

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    30 abr 2019 — CAUTIVA DE UNA MENTIRA EMMA GIGAN Alexia jamás se planteó que, ... 1496120248 ISBN-13: 978-1496120243 DEDICATORIA Quiero dedicar este libro, ...

  • Cautiva de una Mentira Versión Kindle - Gigan, Emma

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  • Reseña: Cautiva de una mentira, de Emma Gigan - Ángeles ...

    http://angelesenlalectura.blogspot.com/2015/04/resena-cautiva-de-una-mentira-de-emma.html

    23 abr 2015 — ... hizo que sus preferencias a la hora de leer un libro se orientaran principalmente hacia este genero de literatura, siendo sus escritoras ...

  • Cautiva de una mentira - Emma Gigan - Wattpad

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    16 jun 2015 — Alexia jamás se planteó que, cuando se casara, en su matrimonio no existiese el amor. Su padre, harto de esperar, decidió poner en el camino ...

  • Cautiva de una Mentira by Emma Gigan - Goodreads

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    Cautiva de una Mentira book. Read 15 reviews from the world's largest community for readers. Alexia jamás se planteó que, cuando se casara, en su matrimo...

  • Escritor@s;Emma Gigan - Los Mundos de May

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    19 dic 2015 — Leyendo sus libros, me apasioné por la romántica historia. ... http://www.amazon.es/Cautiva-una-Mentira-Emma-Gigan-ebook/dp/B00K4IG6OW/ref= ...

  • Cautiva de una Mentira by Emma Gigan (Reseña) - Books FD

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    25 mar 2015 — Cautiva de una Mentira by Emma Gigan (Reseña) ... Hizo que mis preferencias a la hora de leer un libro se orientaran principalmente hacia ...

  • La Tentación De Un Beso (Minstrel Valley 4) - Pinterest

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    Libros Para Leer Juveniles · Epub Libros ... Read Capítulo 1 from the story Cautiva de una mentira by emmagigan (Emma Gigan) with 2,668 reads. histórica.

  • Aun esta oscuro de Silvia Coma

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    Tres mujeres unidas por el arte de contar historias y las trampas de la memoria. La sombra de un pasado que vuelve

  • Semanas de siete martes de Dona Ter

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    Dicen, se habla, se comenta que las novelas romanticas son muy previsibles, que desde el inicio se sabe como van a terminar. La boda suele ser el recurso utilizado en el noventa por ciento de los casos y esta no va a ser la excepcion. Pero ?para que esperar?
    Por eso he pensado que lo mejor sera que te cuente mi historia mientras nos tomamos una copa de champan (o las que surjan) y damos buena cuenta de la tarta nupcial.
    Querid@ lector@, ponte guap@ porque nos vamos de boda ya desde el prologo.

  • La heredera 2 de Jana Westwood

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    Septiembre de 1860. Sunset Bayou, Oakville.

  • Escarlata veneciano de Maria Luisa Minarelli

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    Venecia, 1792. Pasear por el bellisimo laberinto de la ciudad ha dejado de ser seguro, tras el asesinato en serie de tres personas. El avogadore Marco Pisani, alto funcionario de la Serenisima, esta a cargo de la investigacion. Es un hombre ilustrado, idealista a la vez que pasional y enamorado de su ciudad, pese a que percibe su imparable decadencia. Por sus canales, mercados, palacios, barrios pobres, astilleros. deambula sin descanso para ir uniendo las piezas de su puzle. Y asi, poco a poco, el lado oscuro de una sociedad victima de los conflictos familiares, los vicios y los chismes, ira emergiendo y dejara al descubierto una amarga e inesperada realidad.

  • Noches de Karnak (B de Books), Nieves Hidalgo de Nieves Hidalgo

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  • Mi querida Espana de Luis Del Val

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    El periodista y escritor Luis del Val hace un recorrido costumbrista de Espana con las peculiaridades, usos y practicas de sus habitantes [?]a veces contradictorias, a veces exageradas[?], que caracteriza la personalidad de nuestro pais.

  • El error del novio billonario de Kendra Little

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    El sexi hombre desnudo tumbado junto a mi me hace desear poder recordar la noche pasada. Dormia sobre su estomago y su rostro estaba girado sobre la almohada mirando hacia el otro lado. Con suerte no tendria una nariz aguilena ni estaria cubierto de acne… No, no importaba. Me negaba a mirar por encima de su clavicula. Le habia prometido a mis amigas-me habia prometido a mi misma-que iba a dejar de lado mis inhibiciones y que simplemente me divertiria este fin de semana. Eso era lo que las chicas solteras hacian en Las Vegas. Al parecer. Era mi primera vez en la Ciudad del Pecado y, hasta ahora, a juzgar por la perdida de memoria y el sexi tio desnudo, estaba cogiendole el tranquillo a lo de nada de inhibiciones y nada de consecuencias. Un momento de panico se aloja en mi esternon y me alejo hasta el lado mas alejado de la cama. No estabamos en mi habitacion de hotel. La mia venia con otras dos mujeres y sin espacio para estirarse, y mucho menos un tio. Esto era mas bien una suite. ?O era una casa? Estabamos en un dormitorio mas grande que mi apartamento entero alli en Roxburg. Estaba decorado en rojo y negro, con la reina y el rey de corazones insertados en paneles en una pared, detras de lo que probablemente eran armarios. Un sofa reposaba sobre una plataforma elevada cerca de la ventana. Me preguntaba cual seria la vista cuando se abrieran las cortinas. Tire de las sabanas y de la colcha de seda para ocultar mi desnudez. No es que el chico estuviera mirando. A juzgar por su respiracion regular, estaba profundamente dormido. Respira hondo, Amy. Solo porque estaba en una habitacion extrana con un hombre extrano no significaba que estuviera metida en un lio. Solo porque este tipo de cosas nunca me pasaban a mi no significaba que estuviera en peligro. Pero por si acaso, quizas me largaria antes de que se despertara. Seria una completa lastima no ver que aspecto tenia, sin embargo, y quizas conseguir su numero. Katy y Jemma se enfadarian conmigo si lo hiciera, ya que ese no era nuestro trato. Ellas querian que yo me enrollara con alguien, que tuviera diversion anonima y luego me marchara, sin compromiso. No se me daba muy bien esa parte. Marcharme y decir que no siempre habia sido mi problema en mis relaciones. En realidad, empezar relaciones con hombres geniales era mas mi problema, pero no les recorde a mis amigas ese dato. Habian estado tan entusiasmadas por llevarme a pasar el fin de semana en Las Vegas, y yo habia necesitado la distraccion del trabajo. Creo que el tipo a quien pertenecian los deliciosos hombros podia calificarse como una distraccion. Su piel se veia bronceada contra la sabana blanca como la nieve que apenas cubria su trasero. Dos pequenos hoyuelos besaban su piel a cada lado de la base de su columna vertebral. Tiras de musculo formaban el resto de esa espalda, con aspecto duro incluso en relajacion. Tenia hombros sobre los cuales una chica podria babear, o agarrarse. Debe de ir al gimnasio, o quizas su trabajo implica que haga un monton de levantamiento de pesos. Obsesos del gimnasio o albaniles no eran realmente mi tipo, pero yo no estaba aqui para conocer a mi tipo. Estaba en Las Vegas para echar un polvo y divertirme. Estaba bastante segura de que habia experimentado ambas cosas durante la noche. Ojala pudiera acordarme. Lo unico que recordaba era por que normalmente no bebia tanto: cocteles y Amy Grant no combinan bien. Lapsus de memoria no eran buenos para una ayudante del fiscal del distrito con la vista puesta en subir hacia la cima. Unas cuantas fiestas durante mis anos de universidad me lo habian ensenado. Desde que me gradue, solo bebia una o dos copas de vino. Esa era yo, siempre sensata. Esta chica sensata se iba a marchar mientras el chico sexi seguia dormido. Levante las sabanas y saque las piernas de la cama. Los temblorosos musculos de mis muslos me decian que definitivamente habia tenido sexo la noche anterior, y un monton. Esperaba que hubieramos usado proteccion. Quizas deberia comprobar la papelera… "Hmmm," me llego la amortiguada voz del chico. Su mano palmeo el espacio vacio de la cama donde yo habia estado tumbada unos momentos antes. Suspiro y empezo a darse la vuelta. "No te vayas todavia, Amy." Suelto una exclamacion. !Mierda! El chico que parpadea con cara de sueno es guapisimo. Espesas pestanas oscuras enmarcaban brillantes ojos azules que, incluso cuando estaban entrecerrados, parecian atravesarme. Sus mejillas estaban definidas pero no eran prominentes, su mandibula fuerte y un poco picara cubierta de vello matinal. Sus labios… joder, sus labios eran la perfeccion, ni demasiado suaves ni femeninos, pero tampoco duros. Yo queria recorrerlos con la punta de mis dedos, o con mis propios labios. Se estiraron en una sonrisa que era vacilante y dulce, invitandome a volver a reunirme con el en la cama. Pero no fue su sonrisa o su cara demasiado hermosa lo que hizo que tuviera todo el estomago revuelto. Era el mismo chico. Le conocia, aunque nunca nos habiamos presentado. Bueno, no antes de la noche pasada, de todos modos. Era Zac Kavanagh, el cuarto hijo de la familia mas adinerada de Roxburg, un donjuan, y--como si esas dos cosas no fueran suficientemente malas--el hermano mayor de Damon Kavanagh, a quien yo habia ayudado a meter entre rejas hacia dos anos. El no debe de recordar haberme visto en el juzgado, o no me estaria invitando a volver a su cama ahora. Recordaba la mirada brutalmente fria que su madre me habia prodigado el dia que la condena habia sido leida por el portavoz del jurado. Si las miradas pudieran matar, mi equipo y yo nos habriamos encontrado criando malvas. Hay que admitir que ninguno de los otros Kavanagh nos habia prestado mucha atencion, pero seguramente me habian visto. Pero Zac no estaba mostrando senales de reconocimiento. Yo habia cambiado desde entonces. Me habia cortado el pelo y me lo habia tenido de rubio. Y sin llevar mi ropa de juzgado consistente en pantalon y chaqueta, suponia que me veia diferente. Era posible que no me hubiera reconocido. Era otro motivo para escapar antes de que la luz del dia y la sobriedad le permitieran ver con quien habia pasado la noche. Se apoyo sobre su codo y examino mi longitud. La sonrisa se estiro. Yo cogi la almohada y la coloque delante de mi, cubriendo todas las partes importantes. El levanto la mirada hacia la mia, ya sin sonreir, y se sento. La sabana se arremolino en su regazo, revelando la V debajo de unos abdominales como una tabla de lavar. ?Quien hubiera imaginado que el guapisimo Zac Kavanagh tenia un cuerpo de infarto? "Es un poco tarde para ser timida," dijo el. "Yo, eh…" Sigue asi, Amy. Realmente genial. "Tengo que irme." Busque mi ropa, pero solo divise mis zapatos de tacon, tirados en el suelo como si los hubiera lanzado alli. Yo no tiro los zapatos, y especialmente los caros. Normalmente los pongo ordenadamente en un armario o un rincon, quizas metiendolos debajo de la cama. Debo haber estado borracha para simplemente quitarmelos asi. Esos estupidos tacones de aguja plateados fueron probablemente los que, para empezar, me habian metido en este lio. Eran definitivamente un elegante par de zapatos que me hacian parecer mas alta y mas delgada. Eso y el ajustado vestido negro. ?Donde estaba mi vestido? "Tu ropa esta en el salon," dijo el, senalando la puerta con la cabeza. "Nos desnudamos ahi fuera." Su mirada pasa hacia los zapatos. "Excepto por unos cuantos articulos importantes que fueron considerados necesarios. " ?Considerados necesarios? ?Que demonios? No queria entrar en una conversacion con el. El podria saber mi nombre, pero no podia saber quien era yo, y quedarme a charlar solo revelaria demasiado. Ademas, Zac Kavanagh era un mujeriego con mas muescas en su cabecero que estrellas hay en el cielo. Todo el mundo lo sabia. Estaba en los periodicos cada varias semanas con una chica diferente del brazo, normalmente una modelo o actriz, y siempre eran hermosas y con piernas largas. ?Como demonios habia caido yo en la trampa de este tipo? Era el tipo de hombre que yo evitaba como a la mierda. Demasiado guapo para su propio bien, demasiado arrogante para ser genuino, demasiado rico y mimado para preocuparse de nadie mas que de el mismo. Yo era mejor que eso, mas inteligente. No deberia haber acabado en su dormitorio. Tan pronto como volviera a mi propia habitacion de hotel, iba a tener unas fuertes palabras para Katy y Jemma. Primero, ellas no deberian haberme dejado beber tanto como para incluso hablar con alguien como Zac, y segundo, si lo hice, no deberian haberme dejado ir a su habitacion sola. "Amy, vuelve a la cama," arrullo. Si, arrullo. Habia dominado el arte de la voz suave e insistente. "No hace falta que te marches todavia." "Mis amigas me estan esperando."

  • El mar de Tristan (Route 66 1) de Elisabet Arranz

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    Olimpia, una chica sin nada que perder, decide que no puede seguir sobreviviendo y que la solucion mas facil para su penosa vida es adentrarse en el mar donde hace siete anos perdio a toda su familia en un naufragio.
    Tristan, un hombre que el mismo dia que perdio a su madre, encontro el amor, pero que le fue arrebatado tal y como lo habia encontrado, con un golpe de marea.
    Dos almas unidas por la desgracia vuelven a reencontrarse en el mismo lugar donde se perdieron la una a la otra.
    ?Podran redimirse de la culpa? ?Podra Tristan admitir que el amor de su vida decidio no seguir adelante por su culpa? ?Podra Olimpia volver a sonreir y apreciar la vida que una vez creyo que no merecia?

  • El fin del fin de la tierra de Jonathan Franzen

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    Autor de relevantes novelas como Las correcciones, Libertad y Pureza, Jonathan Franzen esta considerado uno de los mas destacados narradores de habla inglesa de hoy. Espiritu independiente, sin ataduras con las corrientes de pensamiento en boga, Franzen rara vez se ha inhibido a la hora de divulgar sus ideas sobre los problemas y conflictos del mundo actual, exponiendo periodicamente sus reflexiones y su vision del futuro que nos aguarda.

  • Abominable de Gary Whitta

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    Solo el joven rey Alfred de Wessex se mantiene en pie de lucha, pero no podra resistir por mucho tiempo el embate del enemigo. Desesperado por salvar al reino, el arzobispo Aethelred recurre a unos antiguos conjuros para crear un ejercito de bestias infernales capaces de derrotar al sanguinario invasor. Cuando Alfred se rehusa a utilizar las artes oscuras y encierra al demente hechicero, este escapa y, en su huida, convierte en monstruo a cualquiera que ose cruzarse en su camino, sembrando el pais de horrorosas abominaciones. Solamente Wulfric, un noble caballero, tan humilde como gran guerrero, podra salvar a Inglaterra de la nueva plaga que la amenaza, aunque para ello tenga que poner en riesgo su cuerpo, su vida y su alma...

  • En el otro lado del corazon 2, Andrea Adrich de Andrea Adrich

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    EN EL OTRO LADO DEL CORAZON es la historia de Raul, uno de los hermanos de Jorge Montenegro. Es un libro INDEPENDIENTE, formado por dos volumenes. Este es el 2, el desenlace.

  • Lluvia de Yolanda Quiralte

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    La miro desconcertado y suspiro. Jamas hubiera podido llegar a imaginar, ni siquiera por un breve instante de tiempo, que aquella mujer, a la que siempre habia deseado de una manera sobrenatural, iba a dejar de satisfacer esa parcela tan importante de su vida. No era el, ni mucho menos, un sonador, o uno de aquellos hombres que se dejaba enamoriscar y engatusar por cualquier mujer; no, mas bien era todo lo contrario. Oscar se enorgullecia de ser uno de esos tipos duros y poco romanticos que hasta la fecha se dejaba llevar mas por impulsos sexuales que por verdaderos sentimientos. No es que no creyese en el amor, pero habia decidido no compartir su vida con nadie, al menos por el momento. Solo tenia veintiocho anos y aun le quedaba un largo camino por recorrer en el terreno de las conquistas. Volvio a mirar a su acompanante de cama. Ella dormia. Sus cabellos rubios se desparramaban por las almohadas y brillaban bajo aquel sol de primavera que entraba casi a escondidas por la ventana. Las sabanas, de un verde claro, formaban extranas formas mientras cubrian el esbelto e impresionante cuerpo de la mujer que descansaba a su lado. Ella tenia la maravillosa cualidad de poseer la piel mas tersa y suave del mundo, y el lo sabia muy bien, pues la habia recorrido con sus manos mas de mil veces. !En cuantas ocasiones habia temblado con solo imaginar en su cama que rozaba esa exquisita piel! !Cuantas! Y sin embargo... No es que la muchacha no tuviera otras facultades. Era de una belleza deslumbrante, con sus ojos azul cobalto y su boca, algo grande, pero bien formada. Podria considerarse que era toda una belleza. Conquistarla le habia costado lo suyo. No habia sido cosa de uno ni dos dias, ni siquiera semanas, y eso para el encantador ego de Oscar Quintana, habia supuesto todo un reto a vencer, incrementando sus ganas de hacer frente a aquella batalla con forma de cuerpo femenino. Y sin embargo... Sin embargo alli estaba, tendido junto a ella en aquel enorme lecho, exhausto tras haber gozado de ella una tarde mas. Una vulgar tarde mas. Al mismo Oscar le sorprendio la frialdad con la que describio lo que un buen observador hubiera denominado como la escena mas torrida jamas contada. Si, era cierto, sus cuerpos se entendian a la perfeccion. Cada vez que el rozaba con sus manos los lustrosos pechos, ella disfrutaba, al igual que lo hacia cuando, minuto tras minuto, la penetraba con fuerza una y otra vez hasta conseguir llevarla al mas profundo abismo. Y ella, !ay, ella!, era capaz de volverle loco con tan solo acariciarle el torso desnudo o besar su abdomen. Su virilidad siempre respondia con entusiasta satisfaccion a los masajes que aquella mujer, hecha para el placer, le proporcionaba. Y sin embargo... Sin embargo, lo supo. Lo supo tras haber derramado su semen una vez mas. Tras aquella explosion multicolor que lleno su cuerpo de temblores, descubrio que aquello ya no le producia la misma sensacion de placidez que en ocasiones anteriores. Algo habia cambiado. Fisicamente estaba claro,seguia disfrutando, pero en su alma empezaba a abrirse paso un vacio preocupante y nada comun. Volvio a mirarla. Quizas si la poseyera una vez mas, eliminaria todos esos pensamientos ridiculos que le martilleaban el cerebro. Y no porque se hubiera cansado de su amante, sino porque si era franco con sus emociones, siempre habia pensado que aquella mujer seria la amante definitiva, no su mujer, eso estaba claro. Nunca hubiese afirmado tal cosa. Martina conocia a la perfeccion el arte del sexo, pero no tenia las cualidades suficientes como para pedirle que se casara con el algun dia. Era una cortesana, muy habil, pero cortesana. Ella suspiro, y quizas eso fue lo que le distrajo de sus pensamientos. Decidio volver a poseerla a pesar de que aun dormia. Oscar deslizo sus manos despacio entre las sabanas hasta alcanzarle el trasero. Aquello fue la senal. Ella rodo en el lecho hasta ponerse con la espalda tocando el mullido colchon de plumas y abrio las piernas. El hecho de que durmiera, no importaba. Hasta en suenos sabia distinguir cuando Oscar estaba excitado. Y lo estaba, vaya si lo estaba. El se coloco entre sus piernas, y sin ni siquiera despertarla, la penetro con fuerza. Ante tal invasion, ella, adormilada, sonrio y fue abriendo los ojos a medida que el la embestia una y otra vez. La poseyo con dureza durante un buen rato, y solo tras lograr que ella obtuviera su orgasmo, se derramo en ella, volviendo a temblar con la misma intensidad de siempre, sin miedos, porque como ella decia siempre, no habia posibilidad alguna de quedar embarazada. Nunca habia sucedido a lo largo de sus muchos anos de matrimonio con el difunto conde. A pesar de todo, antes de dormirse, Oscar penso que aquello ya no tenia remedio. No le quedaba otra opcion que dejar de visitar a aquella diosa del sexo. Ya no le bastaba. Capitulo 1 Oscar Quintana era guapo, irremediablemente guapo, y lo peor de todo es que era consciente de ello. No es que se aprovechara de la situacion, pero su belleza, unida a una muy bien modelada educacion, hacian de el el perfecto prototipo de caballero. Los rumores que volaban por la ciudad susurraban que era un conquistador empedernido, un coleccionista de amantes. Se decia que por sus brazos habian pasado tantas mujeres que no cabian juntas en un gran salon de baile. La fama le precedia, y alla donde iba, antes de que el senor Oscar Quintana hubiera hecho su aparicion, podia verse a todas las mujeres, incluidas las casadas, expectantes y esperanzadas ante la posibilidad de lograr un buen beso de tan deseado caballero. Y todas las mujeres estaban satisfechas con el hasta entonces. Todas excepto quizas una,su madre Valeria. --Habladurias, mama --rio antes de preguntar--: ?Desde cuando has hecho caso a los rumores? --dijo Oscar besuqueando mimoso a su madre, una dama de la alta sociedad, bien situada y muy hermosa. --Oscar, es cierto. En esta ciudad los cotilleos se engrandecen pero, Dios mio, estos rumores empiezan a martillear mi conciencia. Hablan ahora de una condesa... --!Mama, por Dios! No es algo que deba preocuparte, puedo asegurartelo... --exclamo Oscar con la intencion de calmar a su madre, mientras la miraba con recelo--. La mitad de las conquistas que me adjudican son falsas. Cierto es que como soltero me permito algunas licencias mas... --Querido, ? algunas licencias? Desde que volviste de la universidad hasta ahora no hay semana en la que no me lleve algun sobresalto. Oscar miro a su madre de soslayo. ?Que sucederia si llegara si quiera a imaginar como fueron sus anos universitarios? Fue el despertar a la sexualidad. Alli descubrio el genero femenino. Alli comenzaron sus andanzas. --No dejo de escuchar rumores sobre el hecho de que hayas coleccionado << amistades>> una tras otra, sin tan siquiera plantearte la posibilidad de encontrar una mujer adecuada y casarte --concluyo su madre, mientras se ahuecaba las faldas color berenjena. << Maldicion>> , penso Oscar. !Ya estaba alli el dichoso tema! Sabia que a su madre le preocupaba que ninguno de sus hijos, cuatro para ser exactos, dos varones y dos damas, hubieran contraido matrimonio. Oscar, el primogenito; y Pablo, con quien tan solo se llevaba un ano de diferencia, ya estaban en edades de analizar la situacion. Lorena, de diecinueve; y Amelia, de catorce, aun podian sin embargo retrasar tan magna decision por un tiempo, aunque no demasiado,si se regian por los canones de la epoca. --Madre --comenzo a replicar con voz severa, tono que cambio cuando vio la tristeza que asomaba en sus ojos verdes y que se reflejaba en todo su rostro--. Mama, aunque considero razonables tus preocupaciones al respecto --dijo con un tono mucho mas dulce--, no deseo que ellas te impidan disfrutar de tu tiempo. Admito que quizas tengas un punto de razon en algunos de tus comentarios, pero te ruego dejes esa eleccion en mis manos. Confieso --anadio de forma silenciosa y un tanto apesadumbrado por los recuerdos-- no haber encontrado aun una mujer con la que poder vivir una historia de amor. --En tiempos anteriores, hijo --alego Valeria--, el amor era algo secundario. Bien sabes que cuando tu padre y yo nos casamos no habia entre nosotros ningun sentimiento romantico y, si te fijas, el destino hizo que nos enamorasemos. --Quizas sea por ello, madre --empezaba a agotarse su paciencia--, puesto que he sido testigo durante anos del amor que padre y tu os profesais, puedo aspirar a disfrutar de algo semejante, ?no? Jaque mate. Sabia que acababa de dejar a su madre sin palabras. --Bien, bien, Oscar, prometo concederte una tregua, puesto que he observado que este tema te produce cierta desazon. --Sonrio la dama, ahuecandose de nuevo las faldas para sentarse, con el mayor decoro posible, en el sillon de estilo romantico que presidia aquel cuartito de estar--. Lamento haber sacado tan espinoso asunto --y dicho esto procedio a ojear la nueva revista de moda que le habian facilitado zanjando asi el tema... De momento. La gran casa familiar presidia una de las principales calles de la ciudad. Tenia una gran balconada desde la cual se podia divisar el enrevesado e imponente parque, El Olmedar. Se decia de el que habia sido testigo silencioso de los principales romances de la ciudad, guiados, quizas los enamorados por el bucolico entorno de aquellos parajes centenarios, donde los caminos cubiertos de bellos olmos evocaban en la imaginacion escenas de amor furtivo, ese que aprovecha la oscuridad y la penumbra del follaje para dar rienda suelta a la pasion mas absoluta. La Mansion Quintana, como era conocida la finca, era descrita por Oscar como un gran cuartel de caballeria, salvando las distancias, por supuesto. Llena de alegria y luz, era de todo menos silenciosa. Alli se habian criado numerosas generaciones de Quintana, entre ellas, el ultimo batallon, como decia su padre, Alonso Quintana. La decoracion era impecable, cinendose a los canones actuales, desde luego, pero dotada tambien de cierta comodidad y bienestar, algo poco comun entre las casas aristocraticas de la zona. Abundaban los amplios sillones de terciopelo amarillento, cuyas almohadas cobijaban recuerdos de conversaciones secretas. Cabia destacar tambien la presencia de la amplia biblioteca, que hacia las delicias de toda la familia, desde el primero hasta el ultimo, incluyendo al numeroso personal domestico que ayudaba a mantener la mansion en perfecto estado. Estos ultimos constituian sin duda alguna un gran grupo de personas de confianza, ganada a pulso gracias a los numerosos anos de servicio a la familia, logrando con ello que los vinculos que se habian establecido entre senores y trabajadores se hallaran marcados por el afecto y la cordialidad, hecho que dotaba al servicio de ciertos privilegios, como el acceso a la biblioteca y a los libros, la participacion en tertulias familiares y la satisfaccion de ser tratados como autenticos miembros de la familia Quintana. El ama de llaves, Maria, llamada en la intimidad familiar con el diminutivo Marita, era una inflexible y organizada mujer que habia ayudado a traer al mundo a todos los actuales Quintana. Su mano firme y su capacidad de decision ferrea y autoritaria desaparecia por completo cuando ante ella se posaba cualquier par de ojos que perteneciera a un Quintana, especialmente el joven Oscar, puesto que el la habia salvado sin duda de una gran catastrofe. Marita estaba casada con Victor, tutor de estudios de todos los hermanos Quintana. Juntos vivian en una casita cubierta de jazmin amarillo que se encontraba en el jardin de gran la finca senorial. Formaban una estupenda y maravillosa pareja, que aun todavia, de vez en cuando, a pesar de los muchos anos que llevaban casados, eran sorprendidos por alguno de los hermanos dandose algun beso furtivo o alguna caricia sofocada. Tenian una hija, pequena aun, la traviesa y escurridiza Victoria, a la que todos llamaban Lluvia, en recuerdo de la magica noche en que fue hallada. Casi todos los miembros de aquella familia habian olvidado por completo que Lluvia en realidad no era hija de Marita y Victor. La nina aparecio de repente en sus vidas como un torbellino de fuerza y alegria. Sucedio una noche de tormenta. Todos los hermanos Quintana adoraban las tormentas. Les encantaba permanecer durante horas apoyados contra las enormes cristaleras de la mansion mientras disfrutaban de << la gran batalla>> , nombre popular con el que la familia solia llamar a las tan temidas, por otros, tormentas. La idea surgio de Alonso, el padre de familia, hombre dotado de una gran imaginacion y aficionado a escribir en sus ratos libres. Habia desarrollado toda una serie de fantasticas historias que entretenian a su numerosa familia durante las horas que duraban las descargas electricas. Una de esas noches, toda la familia al completo, incluyendo a Marita y a Victor, los Quintana se hallaban reunidos, acurrucados en torno a los ventanales, escuchando una de las maravillosas historias que Alonso solia narrar. Merecia sin duda la pena ver las caras de los ninos, mientras el patriarca gesticulaba, gritaba,susurraba y saltaba, a la vez que contaba su ultimo cuento. En aquellos dias, Oscar ya tenia 16 anos, y pronto comenzaria la universidad en una prestigiosa institucion donde habian estudiado todos los miembros varones de su familia. Pablo, con 15 anos, terminaba la escuela superior mientras comenzaba a convertirse en un alocado joven que traia de cabeza a sus padres con sus incesantes y constantes aventuras, pues era un enamorado de las piedras y las rocas, razon por la cual siempre andaba metido en alguna cueva buscando material geologico. Lorena, la mayor de las muchachas, con siete anos y una cara llena de pintorescas pecas, ademas de a sus obligaciones escolares, se dedicaba, no con demasiada fortuna, a tocar el piano; y Amelia, la benjamina de la familia, con solo tres anos, hacia las delicias de toda la familia, ahora que ya habia dejado de ser un bebe regordete y jugueton, mas bien dado a romper todo lo que encontraba a su paso. --... De pronto,se abrio de forma repentina el baul que con tanto esfuerzo habia llevado Baltasar al desvan y... ?Sabeis que encontro? --pregunto Alonso misterioso. Siete caras expectantes se movieron con rapidez a la vez que negaban con la cabeza... --!Pues encontro el viejo mapa del tesoro familiar que se habia perdido durante el viaje del tatarabuelo a las colonias! --!Oh, papa, es sin duda una de tus mejores historias! --Si, querido, hacia tiempo que no disfrutaba con tanta intriga. --?Crees que publicaras tambien este cuento? --?Lo haras bajo tu nombre secreto? Todas estas preguntas salian con atropello de las gargantas de los Quintana mientras hablaban a voz en grito preguntando al compas de los truenos y relampagos que sacudian con fuerza las hermosas ramas de los arboles que poblaban el jardin. --Tranquilos, hijos, tranquilos... Si, es probable que esta sea una mas de las increibles historias del legendario escritor Augusto Sancho --rio el padre con esa risa profunda y gutural a la que tan acostumbrada estaba ya su prole. De repente, un gran relampago ilumino la estancia, acompanado de un estruendo tan ensordecedor que por un instante ninguno de los Quintana oyo el grito desgarrador que bramo en medio de aquella salvaje tempestad. --?No habeis oido gritar a alguien?

  • La unica historia de Julian Barnes

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    <>, reflexiona al inicio de la novela su protagonista. En la decada de los sesenta, cuando tenia diecinueve anos y regreso de la universidad para pasar el verano en casa de sus padres, Paul se apunto a un club de tenis en el que conocio a Susan Macleod, de cuarenta y ocho anos, casada no muy felizmente y con dos hijas ya mayores. Entre ese joven inexperto en asuntos de amor y sexo y esa mujer madura, ingeniosa, inteligente y que bebe mas de la cuenta se inicia una relacion que marcara a Paul el resto de su vida. Ahora, muchos anos despues, el evoca esa aventura juvenil, se confronta con una experiencia que fue crucial e indeleble y rememora los momentos felices, pero tambien los dolorosos que vinieron despues.

  • El caso Newton de Anton Arriola

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    Bilbao, noviembre de 2001. Transcurridos apenas dos meses desde la destruccion de las Torres Gemelas, se desata en la ciudad vasca una cadena de extranos atentados. Uno tras otro, los pilares de la sociedad se ven golpeados: simbolos religiosos, centros culturales, patrimonio cientifico. Mientras la ciudadania se va sumiendo en el desconcierto, el asalto a la biblioteca de un catedratico de la Universidad de Deusto ha dado inicio a una segunda cadena de crimenes.

  • La diosa de agua de Juan Carlos Mendez Guedez

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    Desde lo mas recondito de nuestra memoria, el ser humano mantiene un vinculo con lo ancestral y lo trascendental. Las leyendas y los mitos que se extienden de la Amazonia al Caribe tratan de buscar un sentido a la existencia. En ellos la naturaleza explota, el agua discurre y desborda, los animales y las fieras, los hombres y mujeres, forman parte de la misma metamorfosis. Es entonces cuando el folclore y la oralidad son el germen de las grandes creencias, cosmologias e incluso religiones. En tiempos en que nuestro habitat sufre nuestra embestida, su vitalidad nos devuelve la fuerza y la belleza que nunca debe perder.

  • Al vuelo de la pagina de Juan Malpartida

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    Al vuelo de la pagina, de Juan Malpartida, es un diario que abarca la ultima decada del siglo XX. El autor no se limita a reflejar su punto de vista, sus observaciones sobre literatura, filosofia, politica y vida literaria, sino que deja testimonio de su dialogo con escritores, desde la lectura pero tambien desde la amistad, como Octavio Paz, Fernando Savater, Juan Gil-Albert, Enrique Molina, Charles Tomlinson y muchos otros que vemos aparecer en estas paginas que se convierten, asi, en un testimonio historico.

  • Hablame bajito, Macarena Berlin de Macarena Berlin

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    Con una sensibilidad extraordinaria, Macarena Berlin nos presenta una novela llena de humor y delicadeza en la que disecciona como nadie nuestros miedos. Lo hace con esa voz que nos habla bajito y que queremos seguir escuchando incluso despues de terminar estas paginas.

  • El color de la maldad de Armando Rodera

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    A pesar de sus diferencias, el inspector Bermejo y el sargento Roncero se embarcan juntos en la investigacion de un caso relacionado con el secuestro de una joven pareja. Sin embargo, no tardaran en descubrir que se enfrentan a algo aun mas inquietante: sus pesquisas los ponen tras los pasos de un frio y meticuloso asesino en serie. De pronto empiezan a sucederse homicidios, uno tras otro, y el unico hilo del que pueden tirar son las macabras pistas que el psicopata les deja en los cadaveres que abandona en los escenarios de sus crimenes. Unidos por el deseo de acabar con el salvaje ritual de muerte y destruccion, los agentes intentaran atrapar al monstruo antes de que culmine su malefica serie de asesinatos.

  • La chica que lo tenia todo de Jessica Knoll

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    El thriller revelacion del ano, del que muy pronto se estrenara la pelicula basada en esta adictiva novela.

  • El Roce del Amante de Sophie Kiss

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    Harta de su marido, ahora era su turno. Esta historia me la conto una amiga muy personal que tengo, lo ha mantenido en secreto todos estos anos. No sabia como habia conocido a su esposo que tambien es mi amigo. En una conversacion me conto como llegaron a estar juntos, eso me impacto. Mi amiga tuvo que pasar por muchos por muchos problemas antes de que el destino la juntara con su esposo. Era demasiado lo que le hizo su ex esposo, eligio dejar de ser una espectadora y de recibir humillaciones y tomar cartas en el asunto. A mi amiga no le gusta hablar sobre este tema pero creo que esta historia merece ser conocida.

  • Maltrato animal, sufrimiento humano de Mauricio Garcia Pereira

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    Acuciado por la necesidad de conseguir un empleo tras tres anos en el paro, Mauricio Garcia Pereira, un gallego emigrado a Francia, acepta un trabajo en el matadero de Limoges, el mas grande del pais. Durante casi siete anos, aspira la medula espinal de centenares de vacas e hincha cabezas de ternero con una pistola de aire comprimido, entre otras tareas. El trabajo es duro, muy fisico, los accidentes son continuos y la normativa no siempre se respeta. Las condiciones, precarias, y los jefes abusivos llevan al limite de sus fuerzas a los empleados, muchos de los cuales recurren al alcohol y a las drogas para soportar el ritmo.

  • Una prometida inesperada (Inesperada 2) de A. S. Lefebre

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    Hacer su presentacion en la sociedad era la ilusion de todas las muchachas que entraban en la edad casadera y que querian contraer matrimonio, y la senorita Kalsie Robinson no era la excepcion. Desde nina sonaba con ese dia y se preparo arduamente para ese momento. Ella siempre ponia atencion a sus clases, y se esmeraba para aprender todo lo que su institutriz le ensenaba, y asi convertirse en la prometida perfecta y encontrar un esposo con el que pudiera hacer un buen matrimonio. Kalsie no aspiraba a casarse con un lord y mucho menos a obtener un titulo, como la mayoria de las mujeres. Era consciente de que su familia no era de la aristocracia, sin embargo, su padre siempre le decia que con su belleza y carisma lo haria, y dia a dia le repetia que uno de esos hombres con titulos se enamoraria de ella y le propondria matrimonio. En realidad, el senor Robinson estaba muy seguro de que todas sus hijas se iban a casar con un par del reino, incluso tenia la loca idea de que una de ellas podria llegar a duquesa. Las senoritas Robinson no solo eran muy hermosas, tambien dulces, amables y amorosas, y tenian la certeza de que se casarian por amor. Precisamente lo que Kalsie queria y deseaba con todas sus fuerzas. La mayor de las hermanas Robinson, Kalsie, era una sonadora, y anhelaba un matrimonio como el de sus padres, que, si bien al principio no fue perfecto, gracias al amor que se profesaban, supero sus problemas y hoy en dia era una pareja muy feliz. Y era por ello, que para escoger a un futuro esposo, antes de ir al altar, ambos debian estar enamorados el uno de otro. Kalsie era consciente de que no seria tan facil como aseguraba su padre, pero no improbable y se esforzaria. Solo esperaba que, si llegaba a enamorarse, ese amor fuera correspondido y no uno imposible, o jamas se casaria. Su madre siempre le decia que uno solo se enamoraba de verdad una vez, que lo demas eran simples ilusiones, y que cuando esa persona llegara lo sabria porque su corazon iba a palpitar diferente, y el mundo dejaria de existir. Kalsie estaba segura de que eso le sucederia cuando conociera a ese hombre especial. Durante su adolescencia, tuvo algunas de esas ilusiones. Incluso sabiendo que no era correcto para una muchacha de su posicion, le dio un beso furtivo a uno de los mozos de cuadras que la tenia deslumbrada, pero habia sido cuestion del pasado. Entre otras cosas porque aquel roce de labios no se sintio nada memorable. Kalsie era la hija de un respetable comerciante, cuyo nivel de vida era mas que aceptable para poder atender a sus tres hermanas y al heredero de su padre. Aunque el hermano mayor solia dar muchos quebraderos de cabeza al su progenitor. --!Como me hubiera gustado que nos presentaramos juntas! --La voz de su hermana Megan, con quien ella tenia mas afinidad, la devolvio al presente. Kalsie estaba sentada frente al tocador, en su habitacion, mientras Megan la ayudaba a elegir los pendientes y el collar que llevaria esta noche. --Lo se, hubiera sido maravilloso compartir esta experiencia juntas --le dijo con sinceridad Kalsie. Su hermana sonrio maliciosa. --Madre dice que te voy a quitar los pretendientes --se mofo Kalsie, aunque bien sabia que la belleza sin parangon de Megan era insuperable. --Quizas tenga razon, pero ya sabes lo que pienso al respecto. --Kalsie la adoraba, asi que siempre que sus hermanas fuesen felices, ella estaria mas que satisfecha con lo que le deparase el futuro. Su hermana Megan era un ano menor, y estaba igual de ansiosa por hacer su debut en sociedad, aunque ella tenia una idea un poco... diferente del matrimonio. Observo a su hermana y curvo los labios en una sonrisa, puede que su madre tuviera razon y los pretendientes se fijasen primero en Meg, y !como no hacerlo! Siempre considero que era la mas hermosa de las dos, aunque Megan pensaba diferente. Kalsie sabia que no era la apariencia de su hermana lo que llamaria la atencion de un hombre, sino su actitud. Megan tenia un don para molestar a los caballeros y estaba segura de que en cuanto apareciera alguien que la frenase, su adorada compinche de fechorias acabaria postrada a sus pies. Ese pensamiento hizo que Kalsie se sintiese insegura. Era cierto que ella tenia unas facciones amables en el rostro, su cabello y ojos eran acordes a la moda. Su figura delicada y elegante tambien era un buen punto a tener en cuenta. Al menos eso era lo que opinaba su madre. Pero su caracter no tenia la fuerza de Megan. Kalsie era menos temperamental, mas calmada y dulce. Habia tantas damas bellas con mas prestigio y contacto que ella en Londres... --?Que te apena, Kalsie? --quiso averiguar Meg al verla tan seria. --Me asusta el matrimonio. --?A ti te asusta? --su hermana menor no podia creer lo que oia. --Si --respondio con sinceridad la belleza rubia. --No deberia, porque estoy convencida de que, con tu adorable aspecto y tu temperamento tranquilo, haras que un hombre caiga a tus pies con un simple vistazo. --Megan compuso una mueca de disgusto y agrego--: Lo mio si sera complicado. --?Por que sera complejo casarte, Meg? --Kalsie no veia la complicacion por ningun lado. --Porque no hallare a ningun caballero que tolere mi temperamento. --Hay mucha competencia en el mercado matrimonial. No me siento demasiado comoda. --Quedate tranquila, hermana. En cuanto lo veas, sabras que es el. Sentiras la conexion y veras que todo ira bien. Solo ten un poco de fe en ti misma. Haras un buen matrimonio. No creo que ni que llegues a tener otra temporada. !Ellos querran robarte para casarse contigo! Las dos hermanas se echaron a reir. Megan la tomo por lo hombros con el fin de infundirle animos. Despues de unos breves minutos, las dos se sonrieron a traves del espejo. Las palabras de Megan hicieron que su corazon se asentase en una tranquilidad mas que bienvenida. Kalsie tenia la certeza de que, si la persona indicada apareciese, ese hombre solo tendria ojos para ella, sin importar las bellezas que lo rodeasen. --Solo debes preocuparte de los deseos de nuestra madre. Bien sabes que lo que quiere es deshacerse de nosotras pronto, pretende que tu te cases en esta temporada y yo en la siguiente porque dice que cuatro muchachas es demasiado trabajo para ella y que se centrara de una en una para casarnos bien. --Puso los ojos en blanco--. Me gustaria saber que hara con las gemelas, ellas si o si deben presentarse juntas y la volveran completamente loca con sus travesuras. Blair y Delila pueden ser como una plaga biblica. --Conociendo a madre, se inventara alguna excusa para dejar a una en casa. -- Comprendia que esas dos hermanas eran mucho mas dificiles de lo que lo eran Megan o ella misma. Casarlas cuando llegase el momento iba a ser una ardua tarea. Por suerte, para que eso sucediese faltaban anos. Ambas se echaron a reir, sus hermanas pequenas eran un poco peculiares y estaban seguras de que en el momento que hicieran su presentacion, les darian unos cuantos dolores de cabeza a sus padres, principalmente a su madre. --Ponte las perlas para el baile de hoy, Kalsie. El blanco resaltara mejor tus ojos --le aconsejo su hermana al tiempo que sacaba las joyas del estuche de terciopelo rojo. La joven rubia asintio ante el consejo de Meg. La doncella toco la puerta antes de entrar en la habitacion para ayudar a prepararse a Kalsie. Esa noche iria a su primer baile y asi daria inicio a su debut en la temporada. Los nervios se la comian por dentro. Kalsie, con el estomago encogido, se preparo lo mejor que pudo. Era un momento fundamental en toda joven inglesa de buena crianza. Ser presentada y lograr un buen partido era lo que su familia esperaba de ella. Sentia el peso de la obligacion sobre sus hombros. Un nuevo golpe en la puerta hizo que Kalsie olvidase sus temores. --Adelante --ordeno. Megan entro y la miro con los ojos como platos. Eso era una buena senal, puesto que su hermana menor no solia mostrar demasiadas emociones si no la impresionaban. --Estas muy hermosa con ese vestido. Kalsie le dio una sonrisa timida. --?Realmente lo crees? --Megan cabeceo afirmativamente--. Estoy tan nerviosa que no logro reconocerme. Megan se acerco a su espalda, delante se encontraba el espejo donde estaba admirandose, al situarse ahi, el reflejo de ambas mostro a dos hermanas que se comprendian y se amaban. Kalsie y Megan eran como el yin y yang, ella tenia el cabello rubio a diferencia de su hermana que era cobrizo, aunque sus ojos si eran identicos, pero eran muy diferentes. --Mirate, si esta noche no consigues al hombre ideal, es porque todos estan ciegos. Tu seras la dama mas hermosa en el salon de baile. No tengas dudas en eso. Kalsie sonrio, de alguna manera ella siempre lograba animarla. --Gracias, Meg. --Kalsie se giro y la abrazo. Megan nego con la cabeza. --Solo digo la verdad, y es momento que bajes. Nuestros padres te esperan. Estoy segura de que esta misma noche recibiras al menos dos propuestas matrimoniales. Ambas se echaron a reir. Deshicieron su abrazo y Kalsie se miro de nuevo al espejo. En esta ocasion se sentia la mujer mas hermosa del mundo. Tomo los guantes y el abanico de encima de la mesa, y salio de su habitacion junto a su hermana. Ambas bajaron. Sus padres se encontraban esperandola en el recibidor, al mirarla el senor Robinson, dibujo una amplia sonrisa en sus labios. Esperaba que Megan no se sintiera mal por no ser presentada y de que solo Kalsie pudiera tener el privilegio de la temporada. No. Seguro que su hermana menor agradecia no tener que pasar por esto ahora mismo. Megan decia que no estaba preparada para casarse. --!Te ves tan hermosa! --exclamo el senor Robinson con orgullo--. !Como me hubiese gustado que mis ninas no crecieran rapido! --adujo con nostalgia--. Sin embargo, hoy inicias tu primera temporada, y estoy seguro de que tambien sera la ultima. Te deseo mucha suerte y recuerda: tu eres un gran tesoro. Kalsie se puso de puntillas y beso a su padre en la mejilla. Adoraba a ese buen hombre que tanto las queria y protegia. --Es momento de irnos o llegaremos tarde --expreso la senora Robinson mientras observaba a su hija mayor con el mismo orgullo que lo habia hecho el padre. *** Durante el viaje en carruaje, su madre le dio algunas instrucciones de lo que no debia hacer en la velada. La senora Robinson le hizo sentir que la noche seria maravillosa. Asi que llegaron a su destino. Un baile con un ambiente distinguido. Caballeros elegantes, damas radiantes... Era un sueno y ella se sentia una princesa. Solo necesitaba que apareciese su principe azul. Despues de las presentaciones oficiales, Kalsie permanecio al lado de sus padres. Estaba muy sorprendida de los muchos caballeros que se acercaron para anotarse en su libro de bailes y eso le dio mayor confianza en si misma. En su mayoria todos eran hombres muy apuestos, muchos con titulos, aunque ninguno llamo su atencion de forma especial. La noche estaba siendo vertiginosa, y como estaba un poco agotada informo a su madre que iria a beber ponche, asi descansaria un poco. Llevaba casi toda la velada bailando y conversando, y le dolian pies. Localizo un par de sillas muy cerca de donde se encontraba, y se dirigio ahi, pero no consiguio llegar porque de camino, un caballero la intercepto, y Kalsie hubo de frenar su avance. Era alto, con una espalda ancha y una cintura estrecha. Muy elegante en su atuendo y apostura. Su cabello rubio, de un color similar al suyo, le gusto. La joven se quedo congelada al examinar su rostro. Era apuesto. Con facciones casi angelicales. Ella se fijo en su mirada, el color aguamarina de sus ojos le robo el aliento, pero mas lo que vio reflejado en ellos, porque al observarlo con especial atencion algo se removio en su interior. El carraspeo y eso hizo que Kalsie moviese la vista hacia su boca. Labios ricos, rosados y gruesos. !Ella no deberia pensar en los labios de un hombre! Se recrimino mentalmente para obligarse a recuperar la sensatez. --Disculpe que me haya interpuesto en su camino, milady, pero llevo un rato observandola y me preguntaba, si aun tiene algun baile disponible para concederme. --Su voz era profunda. Como terciopelo deslizandose en sus oidos. Kalsie salio de su ensimismamiento y curvo los labios, mas no sonrio. Debia mantenerse cauta. Habia visto al caballero llegar una hora despues del inicio de la velada porque le parecio un hombre apuesto, y el solo se habia dedicado a conversar con una copa de licor en sus manos, por lo que se sorprendio de que le pidiera un baile. Por suerte su madre le aconsejo que no aceptara todas las invitaciones asi que tenia un hueco. --Yo... --Kalsie se quedo en blanco. El parecio sentir la perturbacion de ella y sonrio complacido. --Si es que aun le queda alguno, por supuesto --la ayudo el. Ella irguio la espalda todo cuanto pudo y echo mano de su inteligencia para evitar perderse en lo que ese caballero le inspiraba. --No es correcto que un caballero avasalle a una dama sin la presentacion oportuna. El no parecio avergonzarse con la recriminacion. --Lo es para el resto, pero no para un hombre como yo. De todos modos, puesto que no veo a nadie que pueda hacer las presentaciones oportunas, y deseo bailar con usted, yo mismo me presentare. Soy Ethan Howard, marques de Wyatt y me gustaria tener un baile con usted. Ella no supo si echar a correr o seguir clavada en su lugar. Ese aplomo que detectaba en su voz, esa arrogancia... Estaba segura de que pretendia incomodarla. Kalsie hizo una reverencia conforme marcaba el protocolo. Ante todo, era una muchacha instruida. La mirada de uno y otro continuo fundiendose. --Es poco usual hacer algo como lo que ha hecho, milord. De todos modos, pasare por alto este pequeno desliz... Comprendo que un marques no esta habituado a seguir las normas. -- Estaba segura de que el titulo de el le habia permitido muchas licencias y ella no deseaba escapar de su mirada, esa que la tenia subyugada. --?Entonces me permitira conocer su nombre? --le dijo con humor. Ahi se confirmo que el era un marques muy arrogante y autoritario. --Soy la senorita Kalsie Robinson, milord. El tomo su mano enguatada y deposito un beso que Kalsie sintio llegar hasta su piel. !Era del todo atrevido en sus formas! Estaba segura de que pretendia ponerla nerviosa. Se prometio que no lo conseguiria, asi que aparto la mano con rapidez. Lo vio sonreirse y ella bufo por lo bajo. El no se demoro en anotar su nombre, y luego de brindarle una sensual sonrisa se retiro. Kalsie lo vio marcharse, avanzo los pasos que la separaban de su objetivo, esa silla que ahora necesitaba mas que nunca, suspiro de alivio al sentarse y extender las piernas. Lo que mas deseaba era poder quitarse los zapatos, pero eso no podia ser. Abrio el libro para observar el nombre del caballero y ver la caligrafia de ese extrano ejemplar masculino que... Kalsie suspiro sin ser consciente de haberlo hecho. Efectivamente se trataba de lord Wyatt. Sonrio al ver esos garabatos altos y elegantes, no pensaba aceptar mas bailes, no obstante, desde que lo vio entrar, sintio curiosidad por el, y no se atrevio a rechazarlo, aunque algo dentro de ella le impulsaba a correr en la direccion opuesta. No comprendia el motivo, pero sentia que el era mas complejo de lo que lo eran sus hermanas Blair y Delila. Descanso durante unos minutos y despues de bailar con un caballero muy agradable, el proximo seria lord Wyatt. El no tardo en acercarse a ella cuando llego su turno y sonrio con coqueteria al brindarle la mano para permitir que la llevase al centro del salon. Kalsie sintio una sensacion desconocida recorrer todo su cuerpo cuando ambos se volvieron a tocar de nuevo. Wyatt carraspeo, ella subio el rostro, y lo miro a los ojos, nunca habia visto unos tan hermosos como esos. Su tono aguamarina tenia un brillo que le volvio a robar el aire de sus pulmones. --Admito que pense que no tendria la oportunidad de bailar con usted. --La actitud de el en esos momentos no era tan tiranica como lo habia sido instantes antes. Eso la relajo. --Quizas si hubiese llegado unos minutos mas tarde, eso hubiera sucedido, milord. --!Ella estaba flirteando! Se sintio orgullosa de si misma. --No lo dudo, es usted una dama muy hermosa y he visto un unico hueco en su libro. Todos los caballeros la miran y admiran. Confieso que nunca me considere un hombre celoso... --dijo pensativo. Kalsie se sonrojo levemente. No esperaba que el dijese algo como eso. --Apenas es mi primer dia, milord. --No deseaba mostrarse vanidosa, pero queria hacerle ver que ella podria valer la pena. --Supongo que ya debe tener a mas de un caballero interesado en cortejarla, ?cierto? Kalsie perdio el paso y las fuertes manos de su companero de baile le hicieron volver a seguir los pasos del vals. No fue tanto en si la frase lo que la inquieto, fue la posesividad que percibio ahi. Ella fruncio el ceno primero y luego se obligo a sonreir. Estaba mas que claro que en efecto era un marques que no se andaba por las ramas. --Pudiera ser. --Pretendio parecer misteriosa. No queria pecar de ser una engreida malcriada. Wyatt la miro con seriedad.

  • El pecado de Meg Ferrero

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  • Esta tormenta de James Ellroy

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    James Ellroy retoma la historia de Perfidia con esta nueva y brutal entrega del segundo Cuarteto de Los Angeles, durante los anos de la Segunda Guerra Mundial.

  • Encadenada a mi destino (Guardianes Universales 1) de Kelly Dreams

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    Ella, el alma de un dios hecha carne por una mala jugada del Destino, renacida para hospedar al Libre Albedrio en su interior. Dryah veia como el mundo que habia conocido se habia venido abajo con su despertar, todo su pasado habia quedado anulado y el futuro la condenaba como un ser capaz de destruir el Universo tal y como era conocido, pues ella se habia convertido en la portadora del Libre Albedrio. El, habia sido elegido como Juez Universal, el unico hombre con suficiente poder como para poner de rodillas a los dioses y llevar a cabo los deseos del Universo. Cuando a Shayler le dieron la noticia de que su nueva tarea era llevar a cabo el Antiquerum, el Juicio Supremo, para resolver la inocencia o culpabilidad de la portadora del Libre Albedrio, habia pensado en que seria algo rapido. Llegaria, la veria, la condenaria y podria seguir con su tranquila vida. Pero el no contaba con que su custodio resultara ser la unica mujer que convertia sus suenos en realidad, la unica que estaba destinada a el desde el principio de los tiempos, una mujer cuya unica aspiracion era liberarse de su Juicio y su presencia con la mayor brevedad posible. Sumidos en una carrera contra el tiempo y el Universo, deberan enfrentarse a la mas dificil de las pruebas y evitar que sus corazones se rompan en el proceso.

  • El silencio de la Encina de Antonio Pascual-garcia

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    Una mujer llamada Sonia Montes consigue una plaza de sargento de la Guardia Civil en un pueblo, de la provincia de Cuenca. El padre de la agente, que fue teniente en ese mismo cuartel, desde un primer momento le advirtio que se olvidara de ese destino y que intentara conseguir otro mas adecuado. Ante la impotencia de su padre, Sonia Montes, como si se trarara del mayor de los retos, termina por acudir al cuartel y no tardara en darse cuenta de que, algunas veces, algunos sucesos dramaticos del pasado se suelen ocultar con el silencio.

  • Reina Oscura de Laura Cruz

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    El mundo conocido por el hombre, estaba cambiando, las hermosas luces de los cielos, ya habian perdido su belleza, parecia que las nubes que provenian del sur, solian opacar todo lo hermoso que podia mostrarse en el horizonte. La oscuridad, la maldad y la penumbra, se estaban distribuyendo por la tierra, cada vez, abarcando mas y mas territorios. Las personas, habian comenzado a alejarse de sus asentamientos, buscando alejarse de esa oscuridad que parecia estar a punto de alcanzarlos en cualquier momento. Nadie sabia a ciencia cierta de donde emanaba tanta maldad, muy pocos conocian la verdadera razon de la generacion de largas noches que se habian hecho mucho mas extensas de lo normal. Existia la creencia, que llegaria un dia en el cual, la luz del sol no volveria a verse, y todos los cielos estarian colmados de una gran nubosidad negra, lo que daria como hecho la victoria de la reina oscura. Aquellos que habian tenido la posibilidad de estar cerca de ella, habian experimentado la frialdad y crueldad que podia emanar de lo mas profundo de su ser. Su egoismo, su intolerancia a la inutilidad, la hacian ser completamente devastadora. Hija de Jonas, hechicero oscuro de las sombras, y uno de los asesinos mas devastadores que habia dado a luz el mundo, esta chica se habia convertido en la reina oscura desde muy temprana edad. Habia asumido el liderazgo que habia creado su padre, quien habia levantado un reino tan poderoso y devastador, que ni los propios angeles, las hadas o los guerreros humanos, habian tenido la posibilidad de contrarrestar a toda la maldad que habia comenzado a destruir absolutamente todo a su paso. Muchos buscaban la gloria y la inmortalidad tratando de derrotar a los lideres de este reino, pero lo unico que conseguian era la libertad a traves de la muerte. Habia muy pocas cosas que ganaban el interes de Adea mas alla de la dominacion absoluta del mundo, desde muy pequena, habia conocido la historia de Yagoth, el monstruo de piel humana, el cual, habitaba en las profundidades de la tierra. Las historias que habia escuchado estaban vinculadas al hecho de que cualquiera que tuviese el poder de dominar a esta criatura, podria dominar absolutamente toda la tierra. El poder de devastacion que tenia, la crueldad con la que habia sido formado, lo habian llevado a hacer uno de los seres inmortales mas temidos de las historias. Pero muchos, habian llegado a creer que todo se trataba de una simple fantasia, historias que habian creado para asustar a los ninos. Pero en el corazon de Adea, existia la teoria de que todo era real, y trataban de disfrazarlo de una historia ficticia para despistar a los incautos. Siempre se habia preguntado en donde podria encontrar a Yagoth, ya que, si era tan poderoso y extremo, no entendia como era posible que los humanos hubiesen sido capaces de derrotarlo. A lo largo del tiempo, habia realizado algunas preguntas que la habian llevado finalmente a descubrir la unica forma de acceder a este monstruo, el cual, era invocable unicamente al proveerle la totalidad de la sangre de su cuerpo. Esto parecia un poco contradictorio y paradojico, ya que, Adea debia arriesgar su propia vida para poder llevar a la vida a esta criatura, la cual, se habia convertido en su principal obsesion para poder conseguir todo el poder posible que la convirtiera en la reina mas devastadora y destructiva que hubiese pisado la tierra. Con cada ano que pasaba, Adea extendia su territorio, la oscuridad de la noche, se convertia en su principal fuente de energia y poder, convirtiendose en la emperatriz de la oscuridad, algo que no podria ser contenido por absolutamente nadie. Siempre habia recibido constantes amenazas por parte de sus enemigos, pero estos, aunque trataban de combatir durante el dia cuando la reina era mas debil, aun no habian podido derrotar a su legion de criaturas maleficas y terrorificas, las cuales, eran capaces de destrozar la carne de aquellos que se interponian en su camino. Adea habia sido la lider de una gran cantidad de matanzas y asesinatos, ya que, tan solo le bastaba con levantar su dedo y apuntar hacia donde queria que fuesen sus subditos, y estos monstruos simplemente obedecian sin requerir ningun tipo de informacion adicional. Su principal objetivo era matar a los enemigos y complacer a la reina, la cual, los mantenia siempre agasajados y complacidos en un reino protegido donde siempre la bonanza habia estado presente. Durante su proceso de expansion y devastacion, Adea se habia encargado de robar absolutamente todas las riquezas de cualquier lugar que tomaba, esto, permitio que el reino oscuro se convirtiera en un lugar totalmente poderoso e imbatible, con muralla estan grandes, que se requerian de miles de hombres para poder atravesarlas. Sus ejercitos eran los mas temidos e imposibles de derrotar, y esto, fue generando la idea de que la humanidad estaba a punto de extinguirse a manos de los deseos de esta mujer. Pero muchos tenian un concepto totalmente equivocado de esta hermosa y exuberante mujer de curvas pronunciadas. Aunque era la reina, y no necesitaba absolutamente nada mas para ser feliz, al menos aparentemente, se sentia sola, abandonada, por lo que, habia encontrado un motivo para ser feliz o al menos encontrar un poco mas de satisfaccion. Si lograba liberar a aquella criatura, sentiria finalmente esa satisfaccion que absolutamente nadie le habia proporcionado, tenia sentimientos retorcidos que le proporcionaban un placer tremendo al ver como civilizaciones enteras eran devastadas por sus criaturas. La sensual reina, siempre habia recibido halagos y cortejos por parte de principes y reyes de otras tierras, los cuales, terminaban siendo torturados y asesinados debido a la personalidad tan despota y desalmada de esta reina. Aquellos que consideraban que podian conquistarla, siempre tenian que sufrir los peores dolores, y si estos eran capaces de superar estas pruebas, posiblemente entrarian en ese territorio donde la reina contemplaria su valor para poder evaluarlos como una posible pareja. Pero todos simplemente terminaban aterrorizados ante la crueldad de esta mujer, la cual, solia cubrir su rostro la mayoria del tiempo con una tunica, la cual, generaba una sombra total sobre la parte superior de su rostro, mostrando unicamente sus labios provocativos y deliciosos. Nadie habia tenido la posibilidad de probar los besos de esta mujer, la cual, sentia que tarde o temprano encontraria al companero perfecto, alguien que le diera la oportunidad de compartir esos niveles de maldad que el mundo no podia comprender. Adea se encontraba en una busqueda interior, tratando de equilibrar absolutamente todo lo que le rodeaba, ya que, sentia que tanta devastacion, muerte y destruccion, habia perdido absoluto sentido. Sus poderes se habian hecho cada vez mas indetenibles, lo que la hacia sentir absolutamente infalible e insuperable. La magia, la energia, y las fuerzas oscuras, la rodeaban de una manera unica, convirtiendola en un ser que era deseado por muchos. Uno de los hombres que mas habia imaginado la posibilidad de tener a Adea entre sus brazos era el rey Dante, quien, en multiples ocasiones, habia visitado el reino oscuro con la intencion de generar alianzas con la emperatriz. Pero Adea no estaba dispuesta a compartir su poder, tenia unas ansias muy egoistas de dominar todo ella sola, demostrarles a absolutamente todos que era una guerrera individual, que podia hacer uso de su espada maldita para arrasar con cualquier reino sin necesidad de contar con el apoyo de absolutamente nadie. El rey de las tierras verdes, Dante, era el lider de los humanos, este, habia participado en increibles guerras en las cuales, siempre se habia mostrado como uno de los mas destacados peleadores, avanzando gradualmente hacia la conquista, siendo el reino oscuro su principal objetivo para derrotar. Estas caracteristicas lo habian hecho ser el hombre mas digno sobre la tierra para poder conquistar el corazon de la emperatriz oscura, solo alguien como Dante, tenia la posibilidad de sanear ese corazon lleno de oscuridad y rencor, el cual, simplemente se habia alimentado del dolor y el sufrimiento de los inocentes. Adea se habia convertido en una especie de obsesion para este rey, el cual, no dejaba de pensar en la idea de poder conquistarla y tenerla unicamente para el. Su proxima visita estaba planificada bajo terminos completamente diferentes, y ya estaba cansado de implorarle a Adea por su amor, ya que, esta ignoraba profundamente cada uno de los halagos e intentos de este hombre por conquistar su corazon. Era momento de hacer las cosas de una manera mucho mas hostil, si a Adea le encantaba la guerra y la destruccion, era momento de llevar a los hombres hacia las tierras oscuras, y tomar finalmente este reino, el cual, no habia recibido una embestida de sus enemigos que fuese comprometedora desde hacia ya mucho tiempo. El liderazgo de Adea era magnifico, no habia forma de que nadie pudiese dominarla o reducirla, esta, siempre estaba atenta a las batallas, trazando estrategias y metodos que siempre sorprendian a sus contrincantes, pero en esta oportunidad, Adea ha perdido el enfoque totalmente. En lo unico en que puede pensar es en la liberacion de ese monstruo oscuro que habita en las profundidades de la tierra. Despues de haber consultado con hechiceros, brujas, hadas y demonios en el bosque, Adea finalmente habia encontrado las respuestas a las preguntas que habian estado dando vueltas en su cabeza. Habia encontrado la puerta para poder invocar a Yagoth, el monstruo devastador que aparentemente podia ser su aliado en esa conquista absoluta del mundo. Si lograba tenerlo de su lado, Adea podria probar un poder que le generaria un placer aun mayor del que conocia, asi que, era momento de entrar a las profundidades del bosque, completamente sola y arriesgandose a ser victima de los ataques de las criaturas salvajes de aquel lugar. Cualquier ser vivo en la tierra, podia percibir el peligro y la amenaza de esta emperatriz, a pesar de que solo era una mujer, sabian que esta podia hacer uso de la magia y de sus poderes para poder limitar a cualquier bestia feroz sin importar su potencia. La guerrera, avanza por el bosque cruzando los paisajes mas hostiles, arriesgando su vida en acantilados, atravesando algunos de los campos de hiedra venenosa con su piel totalmente rasgada ante las espinas. Evade criaturas feroces y hambrientas, se enfrenta a los embates de la naturaleza, y finalmente, habia llegado al pantano de la desolacion. Cuando Adea se poso frente a este lugar, por primera vez habia sentido esa sensacion de duda en su corazon, ya que, una vez que se adentrara en este pantano, posiblemente no tendria marcha atras. Se habia despojado de sus ropas, las habia dejado caer al suelo, ya que, una de las condiciones era ingresar sin ninguna prenda de vestir. Su figura es perfecta y absolutamente provocativa, con senos naturales que reposan de una manera simetrica y absolutamente suave, generando lineas que pueden enloquecer a cualquier hombre. Sus pezones rosados, se encuentran erectos debido al frio, mientras sus manos, se posan sobre sus muslos, dejando que su respiracion comience a calmarse. Sus pies desnudos avanzan directamente hacia el pantano, comienza adentrarse lentamente mientras el frio comienza a hacerse mucho mas intenso. Experimenta la textura desagradable del pantano, sabe perfectamente que esta entrando en un territorio totalmente peligroso, pero sus objetivos son absolutamente claros, no hay forma de que pueda renunciar a lo que se ha propuesto, ya que, el futuro de su reino y el incremento del poder depende de que mantenga el enfoque en lo que esta haciendo. Finalmente, cuando Adea estuvo lo suficientemente adentro de aquel pantano, sintio como unas manos tomaron sus pantorrillas y la hicieron descender rapidamente. Su cabeza se sumergio en las profundidades de aquel pantano, mientras tuvo que aguantar la respiracion para no ahogarse entre tanta inmundicia. El olor era desagradable, y viajaba a una velocidad tremenda hacia el fondo de aquel lugar. Todo estaba ocurriendo exactamente como lo habia sido descrito por los demonios. Adea debia ofrecerse al ciclope, y este, seria el encargado de llevarla hasta las profundidades de aquel pantano, cruzando algunas cavernas y conductos internos, los cuales, finalmente la llevarian hasta el punto en donde esta deseaba estar. Sentia las manos robustas de esta criatura tomandola con fuerza, mientras esta simplemente se entregaba sin resistirse ante los deseos de este ciclope, el cual, le habia llevado a traves de unas cavernas que finalmente la habian dirigido hacia una cueva. Finalmente habia vuelto a la superficie. Adea podia respirar nuevamente el aire, aunque el olor seguia siendo totalmente desagradable. --Has cruzado los limites permitidos. Si has venido hasta aqui es porque tienes claras tus intenciones. Dime que es lo que buscas… --Dijo el ciclope. --He venido ante ti con la intencion de descubrir si es cierto que puedo acceder al poder del demonio oscuro. --Nadie puede acceder a ese poder, al menos, no sin hacer el sacrificio. --He buscado toda mi vida por este momento, necesito acceder a ese poder tan descomunal del que hablan. Quiero sentirlo, asi que, hare lo que sea necesario... --Para poder disfrutar del poder de Yagoth, necesitaras ofrecer la totalidad de tu sangre. ?Estas dispuesta a estar tan cerca de la muerte? --A eso he venido. No me ire de aqui sin liberar a ese demonio del que tanto hablan. --Pues tus deseos seran cumplidos. --Dijo el ciclope, quien tomo una daga para caminar hacia la emperatriz. Adea pudo haber mostrado miedo, quiza, debio haberse arrepentido en ese momento, pero no se sintio amenazada por el ciclope, y dejo que este tomara sus munecas y realizara un corte limpio en cada una de ellas, comenzando a emanar una gran cantidad de sangre, la cual, cayo sobre la plataforma sagrada. Esto, genero automaticamente la apertura de una pequena compuerta, la cual, muestra las profundidades de aquella cueva. Las escaleras, se mostraban justo frente al rostro de Adea, la cual, se veia llena de dudas e incertidumbre, pero al sentir las manos del ciclope sobre sus hombros, fue guiada hasta el interior de la misma. Caminaba lentamente, y cada vez, se sentia mas debil y vulnerable. Esta perdiendo sangre durante todo el camino, sus munecas, se encuentran frente a ella, levantadas mientras traza lineas de color rojo sobre el suelo. El ciclope la guia hasta el fondo de aquel lugar, el cual, parece hacerse cada vez mas desagradable y maloliente. Adea sabe que esta en medio de una situacion peligrosa, pero no sabe si realmente podra afrontar dicha prueba. Los gritos de dolor se escuchan en el fondo de aquella cueva, son los alaridos de un hombre que parece estar sufriendo, y esto, despierta la curiosidad de la chica, la cual, acelera el paso para finalmente descubrir que es lo que esta buscando. Sus ojos comienzan a generar una vista borrosa, ya que, la perdida de sangre no es facil de tolerar. Justo antes de desmayarse, habia visto a un hombre atado a unas cadenas, era el sujeto mas fuerte y sensual que habia visto jamas, con su cabello largo, pecho de acero, biceps con la envergadura de montanas, y un rostro que parecia perturbado y lleno de desesperacion. Adea quiso seguir adelante con esto, pero su cuerpo no se lo permitio. Se sintio debil y simplemente se desplomo cayendo en los brazos del ciclope, quien la cargo para seguir adelante con el ritual. Adea no supo mas de si misma, quiza, habia sido un grave error haber entrado en aquella dinamica desconocida para ella, aunque si tenia exito le garantizaria el poder mas puro del universo.

  • Atraccion en nueva york de Sarah Morgan

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    Os presento a Molly: la consultora sentimental mas famosa de Nueva York. Se considera una experta en relaciones. siempre que se trate de las relaciones de los demas. Aun afligida por su ultima ruptura, Molly no tiene prisa por encontrar el amor; el unico amor de su vida es su dalmata, Valentin.

  • Eres lo mejor que me ha regalado la vida de Sophie Saint Rose

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    Romina no se podia creer lo que le estaba pasando. Al fin habia encontrado una habitacion en Nueva York que se podia permitir sin que fuera un sofa-cama. Y ademas sus caseros eran dos ancianitos estupendos que la trataban como no la habian tratado en su vida. Lo unico malo, su nieto. Que aunque estaba para comerselo no la tragaba. La consideraba una aprovechada. Esperaba que su relacion no fuera a peor, pero lo dudaba mucho.

  • La caida de Aquilae de Claudio Hernandez

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    Las huellas siempre quedan. El sol estaba radiante --como de costumbre-- en mi pueblo natal, bello y lleno de historia. Tengo el pulso debil y, fijate tu, he decidido escribir a mis ochenta anos. Pero creo que merece la pena. He indagado en la profundidad del corazon de mi ciudad y me he encontrado con tantos secretos que ni yo misma puedo ocultar. Ahora veo una montana a lo lejos, desde el cristal de mi ventana, y a veces, en la siniestra nube que parece un fuego elevandose hacia el cielo, me muestra algun que otro edificio. Los puneteros no han construido la Residencia mirando al sur, a la playa, al pico de la Aguilica. Hacia el castillo San Juan de las Aguilas, que sigue resistiendo siglos, imponente, desde lo alto de una pequena montana que se come el mar embravecido. Desde el reinado de los romanos, los piratas y los arabes. Siempre estuvo alli. Y la historia siempre ha existido. Pero las personas se van. Y yo. Yo quiero contaros la caida del Imperio romano de Aquilae y una bella historia de amor. Imposible, si. Pero cierta. Algo que supuso un punto y aparte en la Historia. Giro como una peonza y rompio muchos estatutos y normas. Pero al fin y al cabo era el amor imposible del capitan romano Inisio y la pobre esclava Sisha. Asi que voy a escribir como pueda, con estas gafas tan grandes y estos boligrafos tan pequenos. Esta es la historia. 2 Despues de todo, en el siglo III d. C. comenzo a florecer la cultura romana en Aguilas. Mientras que la legion --capitaneada por el cruel y despiadado Inisio, cual gladiador--nunca existio mas que para hacer reir a la gente de Roma, este hombre, de fortaleza descomunal y barba espesa, solo conocia la sangre en el filo de su espada: tan pesada como las posaderas de su caballo Romin. Un hombre que hacia sacar de quicio --en una burla-- al propio emperador de Roma, quien se habia acomodado en una cama de lustro, cubierta de sedas, al igual que Neron dos siglos atras, o Vitelio --cuyos nombres se habian lapidado en piedra caliza-- tras crear <>, con al menos cuatro bestias como valor para identificar su simbolo de poder. Eso era una legion, e Inisio estaba en otra. Pero mucho, mucho despues, envuelto en una gran nube de polvo y arena que los caballos, al galopar, lanzaban por detras, como las ruedas de los coches de formula 1 --algo nada comparable en esa epoca--, o quiza como un tornado en medio de una tierra seca, despues de su gloria, tras la caida de la Cartagena punica, tenia que cumplir su ultima locura. Porque todas su decisiones en el reinado de Aquilae eran puro terror. Conquistar Aguilas y matar a cuantos se resistieran. El anciano aguileno tenia la mano como visera sobre sus pobladas cejas, y, resoplando, dijo: --Se acercan. Y muy rapido. El anciano, con rostro oscuro y piel curtida por el sol, se dio media vuelta con el corazon fuera del pecho y camino cojeando hacia la multitud. El jolgorio era tal que podia confundirse con el galopante ruido de todo un batallon con siluetas, que crecia de forma amorfa. Podian verse los dientes de los caballos y de los romanos. Tan blancos y apretados como dos piedras una encima de la otra. El sol lucia en un cielo celeste; y, abajo, en la Tierra, todo era luz sobre la aridez de la arena. Pero pronto habria sangre. Tanta que Aguilas se teniria de rojo. El mar estaba zozobrando ante la llegada de aquellos monstruos y las algas quisieron escapar de las orillas hacia adentro para no degustar el sabor empalagoso de la sangre. El castillo seguia ahi. Imponente, y mirando con su ojo bizco. Habia sido reconstruido varias veces y en cada una de ellas le crecia un apendice. El ala este estaba ajena a todo el ajetreo, debido a que miraba hacia el otro lado del mar. Mucho mas lejos, y donde las olas no existian mas que cuando llovia una o dos veces al ano. El perturbador ruido crecia sin cesar, y en los oidos de aquellos pobres desgraciados se escuchaban los gritos de los soldados y los llantos de los ninos. Pero, sin duda alguna, eso no iba a ser el fin. 3 --?Esta usted escribiendo una poesia? --pregunto Ana, una de las auxiliares de geriatria. Yo la llamaba asi, porque dentro de este orden comunal habia tantos titulos y distinciones que me perdia, y al final acababa llamandolas por ese nombre, o por el de "mi medico". Alce la vista y la mire fijamente. --No es una poesia --respondi. Recuerdo que le mostre una leve sonrisa, pero albergando a la vez, dentro de ella, algo sordido y doloroso como la soledad y los recuerdos que se evaporaban como el humo de la lena en el fuego. Ella agacho la cabeza para mirar mi libreta. --Elena. Esto es una historia cualquiera --me dijo, al tiempo que se apartaba el cabello que la envolvia sus ojos. --No, claro que no. Es una novela historica --le explique, en un dia que tenia mal humor. <>, pense. Es por ello que querer recordar es despertar el alma adormecida y eso duele. Mucho. Agache la cabeza y pose literalmente mis ojos sobre aquellas letras irregulares --. ?Crees en el amor? --Si, claro --acucio ella. Se habia despertado la sonrisa tonta. Sin mirarla, me di cuenta de que mostraba todos sus dientes blancos. --No me refiero a follar --le dije, con total vehemencia. Desde luego que ese dia no estaba yo de muy buen humor, porque sabia que… Eso tenia una explicacion. Ella, alarmada y con los brazos en jarra mientras movia la cabeza como si la tuviera atada a un muelle, dijo: --Esas palabrotas no se dicen. --A mi me vas a ensenar --conteste, y por sorpresa sonrei un poco, pero lo cierto es que aquello me parecio mas un rictus malevolo. Si, era eso. --Claro, porque tenga cierta edad no significa que… --No significa que cuando usted haya venido, ?yo haya ido tres veces? Esta vez si la mire. Tenia unos ojos preciosos y sus labios estaban arrugados ahora, como dos morcillas de esas rojas, pisoteadas. --Bueno. Viendolo asi… --No se preocupe --le corte alzando mi mano izquierda. A traves de la luz del sol me di cuenta de que mis hematomas eran cada vez mas oscuros--. Le contare un secreto --menti. Ella se arrodillo ante mi como si quisiera pedirme la mano y, toda atenta, observandome con aquellos ojos celestes que nunca olvidare ni despues de mi muerte, me pregunto: --Y, ?se puede saber cual es el secreto? --Me case tres veces y yo mismo los envie a la tumba. Ella se llevo la mano a la boca. Sus unas estaban negras, o mejor dicho, se las habia pintado con esmalte negro. <>, pense. --Oh, lo siento. Sin duda alguna, estaba desconcertada la pobre. --Pero todo acabo bien --anadi con cierto sarcasmo, montado a lomos del tono de mi voz. Ella meneo la cabeza en sentido de nones. --Oh, vaya.

  • Solo una aventura (Solo tu 3) de Simona Ahrnstedt

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    Con Solo esta noche y Solo un secreto, Simona Ahrnstedt, la reina de la novela romantica sueca, deslumbro a legiones de lectoras en todo el mundo. Solo una aventura es la tercera entrega de su saga <>, una novela explosivamente sensual y aun mas adictiva.

  • Sabor a chocolate de Christian Martins

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    Los ojos azules de Harding Wayne me siguen pareciendo igual de hipnotizantes que aquella primera vez que me cruce con ellos. El problema es que, segun transcurre el tiempo, esa hipnosis empeora notablemente. Harding, ahora mismo, es mi obsesion. Me gustaria que fuera de otra manera. Me gustaria poder controlar mis sentimientos hacia el y que todo resultase mas sencillo. Pero no puedo hacerlo. Se podria decir que, nada mas verle, senti un flechazo directo. Puede que suene un poco cursi hablar de amor a primera vista; pero si no es asi, ?como voy a describirlo? Pude sentir esa quimica indescriptible al instante. Despues esa conexion, la atraccion sexual... Y ahora que le conozco, todo es mucho mas intenso. Porque el me encanta. Esa forma que tiene de sonreir ironicamente, como se acentua su respiracion cuando comienza a quedarse dormido y esos pequenos ronquiditos que se le escapan de madrugada. No puedo evitar mirarle cuando esta distraido. Y supongo que son los detalles mas insignificantes los que han provocado que sienta por el algo mas que una mera atraccion sexual. Su forma de peinarse la melena hacia atras con los dedos, como frunce el ceno cuando las cosas se complican y, sobre todo, su humildad. Puede que Harding Wayne sea la persona mas inteligente que he conocido jamas. Puede no, lo es. Harding Wayne es la persona mas inteligente que he conocido en mi vida. Y lo mejor de todo, es que el ni siquiera es consciente de ello. Se piensa que ha llegado a ser profesor tan joven gracias a su esfuerzo, pero la realidad es otra muy diferente. Estoy tumbada en la cama, a su lado. Son la una y cuarto de la madrugada. Despues de hacer el amor, nos hemos quedado charlando sobre todo y nada, y antes de que hubiera ocasion se ha quedado dormido. Y si, supongo que me apena despertarle. Ambos debemos madrugar al dia siguiente y nuestros fugaces y secretos encuentros nocturnos comienzan a pasar factura. Esta cansado. No duerme demasiado y la culpable soy yo. Le acaricio suavemente el antebrazo, pero no se despierta. Sonrio. Me gustaria que lo nuestro fuera algo mucho mas serio, pero he decidido conformarme con lo que tenemos. Ademas, el proximo ano Harding se marchara a otra universidad y yo tendre que retomar mi vida sin el. Tendre que continuar mi camino y olvidarle, me guste o no. --Deberia marcharme... --susurro en voz baja. Ultimamente no estoy demasiado centrada en mis estudios y eso ha conllevado a que la primera criba de examenes sea un fracaso total. Solamente he aprobado uno de los controles; y no me siento orgullosa al admitir que ha sido con un suficiente raspado. Harding abre los ojos. Mi guapo profesor de ojos azules me dedica una sonrisa y yo creo que estoy a punto de derretirme. Le devuelvo el gesto. --?Dices algo...? --murmura adormilado. --Que deberia irme --repito, esta vez empleando un tono de voz mas normal--. Se nos esta haciendo tarde. Estira el brazo para atraerme hacia el. Me envuelve con sus brazos y desliza sus dedos por mi vientre desnudo, entreteniendose ligeramente en mi ombligo. --No quiero que te marches... --Manana hay clase --le recuerdo. Y no se lo recuerdo por mi gran sentido de la responsabilidad, no. Sino porque manana tendremos que salir de su apartamento en hora punta y se que lo ultimo que quiere es que alguien pueda vernos juntos. A mi tampoco es algo que me entusiasme demasiado, porque se que un encontronazo de ese tipo significaria, de forma directa, el fin de nuestra relacion Su mano asciende aun mas hasta terminar filtrandose por debajo de mi sujetador. Jadeo cuando masajea mi pecho. Sus ojos azules estan fijamente clavados en mi, y esa mirada tan intensa me hace sentirme, por un momento, avergonzada. Despues gana el placer y cualquier atisbo de verguenza queda en un segundo plano. Suelta el sujetador y libera mis pechos. Comienza a tocarlos, tirando de mis pezones suavemente. --Si sigues asi no podre marcharme... --ronroneo, juguetona. --Quizas no quiera que te marches. Me encanta escucharle decir eso. Sonrio. El tambien sonrie. Continua masajeando mis senos y yo, involuntariamente, comienzo a mover las caderas. Voy sintiendo como el fuego inunda mis entranas, instalandose con fuerza en mi bajo vientre. Quiero mas. Siempre quiero mas. Mi deseo por Harding Wayne es insaciable. Baja una de las manos y la introduce en mis braguitas. Yo, sin pensarmelo, hago lo mismo con sus boxers. El ya esta duro, erecto y preparado. Y eso hace que el calor que siento sea mucho mas intenso. --Me encantas... Cierro los ojos cuando vuelve a repetirmelo. "Le encanto". Introduce un dedo en mi interior mientras yo masajeo su ereccion. Jadeo mas. Harding tiene la capacidad de volverme loca, de hacerme perder el control en muy pocos segundos. Despues de tantos anos de relacion con Derek, por fin he descubierto lo que es la pasion. Introduce dos dedos en mi interior sin dejar de pellizcar mis pezones. Yo, muerta de placer, me muerdo el labio inferior procurando no gritar... Pero soy incapaz. !Por Dios! Son la una de la madrugada... ?Que van a pensar los vecinos de Harding? "Deja de preocuparte por esas tonterias, Bridie, y disfruta", me dice una voz en mi interior. Y decido hacerle caso. El entra y sale, masajeandome el clitoris, mordiendome los pezones, restregandose contra mi y haciendome perder la cabeza. Mis jadeos ya son gritos de placer. Pronuncio su nombre de forma desesperada, ansiosa por recibir mas... y mas... y mas. Harding se detiene. Sus ojos azules, que aun siguen clavados en mi, me dedican una sonrisa traviesa. Si, mi guapo profesor tiene la habilidad de sonreir con la mirada. Sujeta mis manos, colocandolas sobre mi cabeza, y se desliza lentamente hasta quedar sobre mi. Me besa. Nuestras lenguas comienzan un frenetico baile, entrelazandose sensualmente mientras su miembro recorre externamente mi humedad antes de penetrarme de una estocada. Grito de placer. Grito su nombre. Me encantaria gritarle que me vuelve loca, que quiero sentirle cada noche, que adoro su forma de besar, que me enloquece como me hace el amor... Pero no me atrevo. Asi que simplemente grito su nombre. --Harding... Harding... ?Como no voy a tener cada parte de su cuerpo grabada en mi mente si nadie, jamas, me habia hecho sentir semejante placer? Entra y sale de mi interior, cada vez mas rapido, mientras me besa salvajemente el cuello. Noto una ligera presion y me revuelvo incomoda por si ha podido dejarme una marca de chupon. Pero, ?que mas da? No le debo explicaciones a nadie y es absurdo preocuparme por esas tonterias cuando tengo, sobre mi, al hombre mas atractivo con el que he sonado jamas. Las embestidas cada vez son mas fuertes. Siento como su respiracion se entrecorta aceleradamente y sospecho que esta a punto de llegar al orgasmo. Harding desliza una mano a mi sexo y, sin dejar de penetrarme, comienza a masajear mi clitoris. !Ay, Dios! Acelera el ritmo de ambas cosas. Siento como el fuego que arde en mis entranas me abrasa con tanta fuerza, que creo que en cualquier momento me desmayare aqui mismo. Pero en lugar de perder el conocimiento, exploto. Grito su nombre, agarro su antebrazo sin importarme clavarle las unas y le atraigo con todas mis fuerzas hacia mi. Y eso, ese pequeno gesto, hace que el tambien estalle de placer. Se queda sobre mi unos instantes antes de hacerse a un lado. Nos miramos. Ambos estamos sudorosos y agotados, pero sonreimos. Estoy a punto de levantarme, pero Harding deja caer su brazo sobre mi vientre, inmovilizandome. --?Tienes prisa? Me rio como una nina pequena.

  • El truculento y vil caso de la rubia platino de Jonathan Santamaria

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    Un expolicia venido a menos, debido a diversos abusos de poder, y una adolescente, que busca mas que amor en los brazos de los hombres, protagonizaran una historia llena de crimen, venganza y sexo, la cual destapara todos los secretos de ciertos grupos de la clase politica mexicana.

  • La ultima pintura de Sara De Vos de Dominic Smith

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    Con La ultima pintura de Sara de Vos, Dominic Smith ha cosechado un exito rotundo de ventas, y la critica ya compara su obra con clasicos como El jilguero, de Donna Tartt, o La joven de la perla, de Tracy Chevalier.

  • Te hacen falta mis besos de N. S. Luna

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    Delfina por fin publica una autobiografia y su carrera como youtuber despega de manera inesperada, abriendo nuevos horizontes que la haran crecer.

  • Sagrada de Elia Barcelo

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    Fang Tai, enigmatica y distante, elegante y sigilosa, ha elevado su profesion a la categoria de arte. Es, quiza, la mejor asesina que ha conocido el universo y jamas ha fallado una sola mision. Pero ahora se encuentra atrapada en un mundo atrasado y desconocido, sin mas guia que la del joven arquero Arven, que la ira poniendo al tanto de las costumbres y leyendas de su pueblo. Fang Tai empieza a pensar que tal vez esta vez no le resulte tan facil llevar a cabo su cometido, a medida que sentimientos que creia enterrados para siempre empiezan a florecer de nuevo. ?Podra llevar a cabo la mision que le han encomendado y poner fin a la vida de la Intocable, la Madre Sagrada del Mundo?

  • El caso de la familia desaparecida de Raul Garbantes

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  • I love you, mon amour de Tamara Balliana

    https://gigalibros.com/i-love-you-mon-amour.html

    Cassie ha cruzado el charco para aterrizar en el corazon de la Provenza. En esta idilica region francesa, la norteamericana podria desempenar su ultima mision como consultora del grupo hotelero Richmond. Si supera con exito el trabajo, alcanzara el sueno de su vida: dirigir su propio hotel. Sin embargo, la experiencia va a ser muy distinta de lo que ella espera. Los encantadores pueblos y paisajes, el agradable soplo del mistral, la deliciosa gastronomia, el canto de las cigarras, la pintoresca familia de su companera Olivia... la sumergiran en un universo de ensueno, al que se sumara el turbador atractivo de Damien, el director del hotel. Con todos estos ingredientes, ?conseguira Cassie seguir el plan que se habia trazado? ?O se interpondran la Provenza y el amor?

  • El Soltero (Los hermanos Walker 1) de Amanda Adams

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    Algunos suenos son dificiles de matar.

    Cuando Chance Walker era un nino, sonaba con ser muchas cosas.

  • Rescate en Berlin (Amor y Guerra 2) de Alexis J. Regnat

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    Estar “quemado”, tampoco iba a resultar tan malo para el capitan en la reserva Anthony Daylight Strieber.
    Ya no podia volver a primera linea del servicio britanico de “los informadores”. Era un hombre de treinta que llevaba mas de doce anos sin un solo dia de descanso en su trabajo. Ser el instructor y entrenador de futuros agentes, era un trabajo agradable, le hacia compartir sus vastos conocimientos y ejercitarse a diario fisicamente, con jovenes con muchas ganas de luchar.

  • Los caidos (Todos mis demonios 4), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    En este cuarto episodio de la saga “Todos mis demonios” Eliza y Vicente descubriran que estan lejos de encontrar las paz que creyeron obtendrian despues de tanto luchar por estar juntos. Ese mundo encerrado en el mundo a la vista de todos, no es lo que creyeron conocer. Nuevos secretos se revelan, misterios y una trama que lleva enredandose por detras de sus vidas durante demasiado tiempo.
    ?Seran capaces de resistir unidos a los nuevos obstaculos que se presentan?
    ?Lograran alcanzar la verdad escondida detras de una historia que no parece tener fin?
    No te pierdas esta reveladora cuarta entrega de la saga.

  • La Sangre del Vikingo de Manuel Losada

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    Desde las costas de Escandinavia, los despiadados vikingos han partido con sed de sangre. Galicia ha sido el lugar escogido para esta expedicion en la busqueda de nuevas conquistas. Ivar, un despiadado caudillo que ansia las riquezas de las tierras gallegas y su comandante Karl, que dirije a las tropas hacia la victoria siguiendo su lema ganar o morir en el intento. Dejan a su paso un reguero de sangre, de miedo y centenares de cadaveres de hombres, mujeres y ninos. La destruccion es implacable. Un error fatal, puede poner en peligro el exito de su cruzada y con ello, la caida del caudillo y sus soldados.

  • Emilia Pardo Bazan de Isabel Burdiel

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    Isabel Burdiel restituye la figura de la novelista espanola por excelencia, personalidad clave del siglo XIX.

  • El secreto de tu mirada de Raquelita Gomez

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    Segunda y ultima parte de la Bilogia Secretos. Tracy es una chica alocada que, a sus dieciocho anos de edad, solo quiere vivir la vida y pasarselo bien. Esto se intensifica cuando se abre la posibilidad de viajar a Grecia. Alli conoce a su "amor fugaz de Grecia al que nunca volvere a ver". Pero quiza esa definicion no le agrade tanto al destino como le gusta a ella. Gael es famoso por impresionar y ser impredecible. Su naturaleza le hace querer ser un alma libre, pero lo que no espera es la conexion invisible que tiene con Tracy. Quiza los dos necesiten descubrir lo que es el amor. Quiza los dos esten hechos el uno para el otro. Quiza sean alma gemelas y no quieren darse cuenta.Quiza solo tengan que descubrirse. Eso lo decidira el destino.

  • Los secretos de topacio (Joyas de la nobleza 2) de Catherine Brook

    https://gigalibros.com/los-secretos-de-topacio-joyas-de-la-nobleza-2.html

  • El beso del ganador (Trilogia del ganador), Marie Rutkoski de Marie Rutkoski

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  • El arte de romperlo todo de Monica Vazquez

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    El arte de romperlo todo es el estreno literario de @ElectricNana, seudonimo de Monica Vazquez, una novela descarada, caotica, atrevida y profundamente libre.

  • Angie (Negra 1) de Ana Emberley

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    1949. En los inicios de la Guerra Fria y cuando varios agentes del servicio de inteligencia britanico estan ya siendo cuestionados, una joven espanola se ve atrapada en los entresijos de una de las mayores y exitosa red de espionaje del mundo.Angelines Gomez se codeara con los espias mas emblematicos y profesionales de la posguerra mundial, y aprendera a vivir en un ambiente que la utiliza y la ignora, hasta llegar a sentirse comoda en ese nuevo papel que la vida le ha regalado. ?Te lo vas a perder?

  • La casa de arenas movedizas de Carlton Mellick Iii

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    Esta es la historia de dos ninos que no conocen a sus padres, aunque viven en la misma casa que ellos. Suenan con el momento en que podran abrazarlos por primera vez, pero parece que los padres nunca tienen tiempo para ir a verlos. Los ninos saben que tienen que estar en algun lugar de la mansion que comparten con sus progenitores, pero tienen prohibido salir de la guarderia en la que viven. Siempre les han dicho que si la abandonan, sus vidas corren peligro.

  • El Guardian de las Auras Verdes de Isabel M Almagro

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    El equilibrio se rige por la hegemonia de las auras verdes que habitan en nuestro planeta. Durante milenios, la oscuridad asolo el universo, mucho antes de ser creada la raza humana. El Sol, fue ensombrecido por las tinieblas y perpetuo el silencio. Un dia, consiguio despertar de su letargo y creo a su hijo, Helios, el primer guardian de nuestra era. Uno tras otro, los guardianes protegieron con su vida la continuidad de las auras, pero el mal siempre habitara en los corazones de los humanos, siempre regresa.

  • Una Virgen Para El Jeque de Kate Simmons

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    El dia de calor sofocante acabo en tormenta, una tormenta de polvo sulfuroso que oculto el sol y rugio toda la noche hasta el amanecer, dejando una estela de naranjos y datileros devastados. Las persianas de la casa de la plantacion se habian roto, las lamparas y floreros se habian estrellado al caer y el agua de la torre de irrigacion habia inundado el suelo. Agnes se detuvo en la galeria y sintio un desamparo mas alla de las lagrimas. Estas le habrian servido de consuelo al comprobar como el agua anegaba tambien el pasillo y al oir el intermitente ulular del viento rompiendo la quietud que habia seguido a la frenetica noche del siroco. Los dias precedentes habian sido de calor bajo un cielo plomizo, que habia trocado el desierto en un paisaje siniestro. Todavia en aquel momento el bochornoso calor parecia resecar las paredes de la maltrecha vivienda y Agnes podia sentir el sudor bajando por su espalda. Con su valor casi tan abatido como la casa se apoyo en la barandilla con la boca seca, los ojos chispeantes, y su espiritu destrozado. Una persiana suelta seguia golpeando; era como si algo extrano tratara de llegar a ella, atacando sus nervios. Se encontraba sin energias para acercarse a sujetar la persiana. Tensa como un gato, sin ningun sitio donde esconderse, trato en vano de no pensar en la silenciosa figura que yacia en la cama del dormitorio principal. Agnes se estremecio, a pesar del calor; el azul sorprendente de sus ojos estaba velado por los sucesos de la noche. Se trataba de un azul semejante al de las vidrieras de una capilla. Recordo la capilla anexa al colegio del convento donde ella habia pasado su ninez. Alla, los instintos de Agnes Lacroix se habian rebelado frecuentemente en contra de la disciplina; de los dormitorios, donde la intimidad era un factor desconocido; de la comida, que era sencilla y sin sabor. Las buenas hermanas habian decretado que la carne debia someterse al espiritu. Apenas cumplidos los diecisiete anos la llamaron al despacho de la Madre Superiora y le dijeron que tenia que irse a vivir con su abuelo. Hasta aquel momento, Agnes Lacroix habia ignorado su existencia, pero desde el dia en que Agnes llego a El Oasis, se sintio como si hubiera entrado en el hogar que siempre habia deseado. Un fascinante hogar en la umbria de una posesion de arboles frutales, donde el continuo rumor del agua en las acequias hacia que incluso el dia mas torrido pareciera fresco. Resulto cautivada por el desierto y salir a montar al amanecer o cuando las estrellas brillaban en el cielo, fue un placer del que nunca antes habia disfrutado ni sonado. En aquel instante estaba sola y temerosa, detenida en la amplia galeria de madera que dominaba el pasillo. Sola, porque el dia anterior los criados habian huido asustados, tanto por la tormenta de arena como por el anciano que yacia muerto dentro de la casa del Viejo Leon. Sadik habia sido el ultimo en marcharse, conmovido por la presencia de Agnes al lado de la cama del gigante sin vida; del hombre al que la joven habia llegado a amar en los dos anos que vivio en El Oasis. Se habia acostumbrado a su aspera arrogancia y habia aprendido a aceptar su implacable actitud hacia su madre, a quien nunca llego a perdonarle haberse casado con un ingles. De repente, en el dormitorio con altas puertas de palo de rosa, algo se estrello contra el suelo y el poco control que aun tenia sobre si misma desaparecio. Hubiera querido correr a los establos y saltar a los lomos de Firefly, pero parecia cruel huir cabalgando y dejar a su abuelo solo en la casa destruida por la tormenta. La habia cuidado, a su manera tratandola mas como a un muchacho que como a una mujer. Sus labios se movieron y se encontro murmurando una de las oraciones que las hermanas habian hecho que sus alumnas rezaran manana y tarde. Pero la oracion no borraba de su mente la convulsa cara de su abuelo ni la forma en que el se habia arrastrado hasta su aposento, gritando algo, pero no se habia recobrado del ataque y finalmente, le cubrio el distorsionado rostro con la sabana. Con frialdad, Agnes clavo la mirada en el pasillo. Su cabello denso rubio claro, se aparto de su pomulo cuando se inclino sobre la barandilla tratando de identificar un sonido ajeno al viento. El golpeteo de cascos sobre la piedra, la hizo preguntarse si algun criado habia regresado. Aun cuando era lo que esperaba, un instintivo temor la hizo retirarse de la escalera. Una figura alta, encapuchada, se movio abajo, poniendose deliberadamente ante su vista. El manto la cubria desde los hombros hasta los pies. Agnes clavo sus ojos en los del visitante, en tanto que este ponia su bota en el primer peldano de la escalera. --?Que quiere? ?Como se atreve a venir aqui? --sus palabras surgieron con prisa y, en su agitacion, hablo en ingles--. No tiene derecho a entrar en esta casa. --Se sorprenderia si conociera todos mis derechos --su voz era profunda, la pronunciacion de las vocales en ingles sonaba extrana en sus oidos. Y entonces lo reconocio… Aquel hombre habia estado alli una noche. Acababa de regresar de montar y estaba a punto de entrar en el estudio de su abuelo, cuando sorprendio voces iracundas que hicieron que se retirara por el pasillo, desde donde le vio salir a grandes zancadas, con visible rabia en sus facciones. Despues, durante la cena, Guillaume Lacroix le habia dicho que no hiciera preguntas. Sus asuntos con Razul al Kebir Bey no tenian nada que ver con ella. --No regresara aqui otra vez --aseguro--. Es muy orgulloso y le indigna que mi plantacion este en su territorio, como el lo llama. Tengo permiso por escrito del viejo cadi. El todopoderoso Razul Bey es solo un sobrino que se apodero del poder cuando surgio la ocasion. --Se dice en Bar Soudi que su abuelo ha muerto. La imperiosa voz resono en los ya destrozados nervios de Agnes y cuando el individuo empezo a subir la escalera, ella retrocedio hacia el dormitorio donde yacia Guillaume Lacroix. Lo unico en que podia pensar era en la enemistad existente entre ambos hombres y en que habia una pistola en la alcoba del anciano. Con rapidez, abrio de un tiron las puertas y cruzo la habitacion a la carrera; sus sentidos estaban puestos en la sombra con manto rojizo que la perseguia. Por alguna razon irrefrenable, tenia la idea de que aquel manto le seria arrojado sobre la cabeza por lo que, con manos temblorosas, abrio un cajon y empuno firmemente la pistola. Se volvio y vio a Razul Bey en la puerta. --Deje ese arma --habia rudeza y un dejo de mofa en su voz--. He venido a El Oasis a ayudarla. --?Ayudarme? --desdenosamente, siguio apuntandole--. Se como eran las relaciones entre usted y mi abuelo. Soy una Lacroix y estoy enterada de que cuando uno de ustedes odia a alguien, incluye a todos los miembros de la familia. --La justicia del bey --al pronunciar tales palabras, Razul dio un paso hacia ella--. Puede estar segura que tengo mis razones para estar aqui. --?Para regocijarse con la muerte de Lion? -- Agnes le miro fijamente--. Ya me hablo de lo mucho que lo odiaba porque El Oasis esta en tierras que usted afirma que son de su propiedad. !Si ha venido para arrojarme de la finca de mi abuelo, puede pensar en otra cosa! Los ojos de Agnes se tornaron azul oscuro, mientras se quitaba de la cara el alborotado cabello. Si tenia que disparar, queria hacerlo con tino, de la forma en que Lion le habia ensenado. Nunca antes habia sentido aquella tension animal; su cuerpo se estremecio al enfrentarse a Razul Bey, un extrano para ella, casi un barbaro en su apariencia y actitud. En los dos anos transcurridos en El Oasis, habia aprendido algo sobre la gente. Sabia que los odios familiares pasaban de generacion en generacion. --No voy a discutir los detalles de propiedad de la tierra con una muchacha --su misma postura parecia significar un reto, en tanto la miraba de arriba abajo--. Le advierto que, si no deja el arma, me vere obligado a quitarsela. Su imperiosa mirada y el tono amenazante la enfurecieron de tal modo, que Agnes olvido su vulnerabilidad. --Salga de esta casa --espero que algo del aspero orgullo de Lion se notara en su voz--. !Vayase, fuera! --?Puedo hablarle sobre su abuelo, ese hombre que usted veneraba y cuyo cuerpo ha velado durante toda la tormenta? --?Que hay que decir? --Tal vez lo suficiente para que lo odie. --Nunca podria hacer tal cosa --el solo pensamiento la hizo estremecerse y la pistola se movio en su mano. Lion estaba muerto y ya no existia nadie que pudiera cuidar de ella. --!No oire sus mentiras! --No acostumbro a mentir --refuto--. Si Guillaume Lacroix la hizo creer que la trajo a El Oasis por amor e interes hacia usted, el si era el mentiroso. --Me queria --reto al hombre--. ?Como puede usted decir lo contrario? --Porque lo se. Agnes no podia separar los ojos de su impenetrable interlocutor. --Y creo que usted deberia saberlo --dijo el deliberadamente--. Lacroix estaba tan determinado a permanecer en El Oasis que, cuando el arrendamiento vencio hace dos anos, me ofrecio a su virginal nieta a cambio. <>. Intocada, pura como la nieve de las montanas del Atlas, la clase de joven que valdria una buena bolsa de oro en los mercados en los que aun existen subastas de mujeres. Lugares prohibidos del corazon del desierto, donde su reverenciado Lion la hubiera puesto en exhibicion para no ser despojado de la unica cosa en la vida que significaba algo para el: esta casa y cuanto la rodea, y que el viento ha convertido en ruinas. Hizo una pausa, para dejar que las palabras penetraran en el cerebro de la joven, quien sostuvo su penetrante mirada que parecia querer grabar tan increibles palabras. --!Que increiblemente malvado es usted! ?Como puede decir tales falsedades? --La maldad no es mia, senorita --Razul Bey hablo curvando sus labios. Inesperadamente, tan peligrosamente agil como cualquier felino, le agarro la muneca forzandola a soltar la pistola. Resono contra el piso y el le dio una patada, alejandola de su alcance. Un grito involuntario escapo de los labios de Agnes, cuando se encontro entre sus garras. --!Maldito bruto! --peleo con furia, pero no era contrincante para un hombre tan fuerte como aquel--. !Mentiroso! !Quiteme sus sucias manos de encima! El la arrastro fuera del aposento de Lion hasta la galeria. --Deje de resistirse o le dare unos azotes. Necesita botas y una capa. ?Cual es su habitacion? --!Dejeme en paz! Agnes nunca se habia encontrado en tal situacion, sin nadie que pudiera ayudarla. Aunque gritara hasta tirar la casa abajo, no habria quien la oyera. Aun asi, un grito se le escapo de su garganta, mientras el trataba de reducirla. --Las mujeres histericas colman mi paciencia. Recupere la razon o me vere obligado a infundirle algo de cordura. El Oasis ha sido devastado por la cola de la tormenta, pero esta aun no ha terminado. Se revolvera y entonces regresara. ?No ha sido suficiente esta prueba para usted? ?Acaso desea mas de lo mismo, sola en esta casa, con el cadaver de su abuelo? --Dira y hara cualquier cosa para sacarme de aqui. Le lanzo una mirada venenosa y odio el temor que se anidaba dentro de ella, cuando encontro sus ojos. Ojos de color ambar bajo un par de cejas intensamente negras. --?Cual es su habitacion? --insistio. Reacia y con resentimiento, le indico una puerta mas alla en la misma galeria en que se hallaban. Fueron hasta el lugar y Razul Bey la observo mientras se calzaba sus botas de montar y se ajustaba la capa que utilizaba por el desierto. --?Me lleva a Bar-Soudi? --?Es donde quiere ir? Agnes asintio y lo vio reaccionar con un leve encogimiento de hombros. Ella se volvio hacia la mesa donde la lampara de petroleo aun lanzaba sus llamas. Mientras recogia el latigo, recordo el pasaje de un libro que habia leido sobre un funeral pagano que dos jovenes soldados habian preparado para su hermano muerto en la batalla. Agito el latigo y la lampara fue barrida de la mesa, derramando su contenido por el suelo de madera, que se inflamo inmediatamente. Las llamas saltaron al instante, tratando de alcanzarla, pero un brazo la rodeo por la cintura y tiro de ella hacia la galeria. --!Lo ha hecho a proposito! --los ojos la miraban tan ardientemente como el fuego que se habia apoderado de la habitacion. --Si, Lion apreciara este funeral pagano y el hecho de que todo lo que obtenga de El Oasis sea un monton de cenizas. Solo falta una cosa y es un perro a sus pies. !Deberia ser usted! Durante un buen rato, en tanto que las llamas se avivaban y consumian las cortinas de muselina alrededor de la cama, Razul Bey tenia una vaga mirada en los ojos. No habia senales de ira; sin embargo, Agnes estaba segura de que su comentario lo habia herido. --!Venga! --la llevo apresuradamente por la escalera, ya que pronto el fuego se extenderia. La casa de la plantacion era de madera y no tardaria mucho tiempo en desaparecer bajo el voraz incendio. La joven no sentia el menor remordimiento por lo que habia hecho. Lo que contaba era que habia asestado un golpe a las crueles y despiadadas mentiras que aquel hombre habia manifestado. A la incierta luz del dia, el viento azotaba las palmeras frente a la casa, doblandolas hacia atras y hacia adelante como si fuera a arrancarlas. Agnes se puso la capucha de su manto sobre la cabeza, doblando el cuerpo para vencer la fuerza del viento cargado de arena, mientras seguia a Razul Bey, el cual se dirigia a un grupo de hombres que estaban resguardados tras las protectoras jorobas de sus camellos. Cuando comprendio que se esperaba que cabalgara uno de aquellos animales, que durante una tormenta de arena podian cerrar los orificios de la nariz para evitar la entrada del polvo, grito que queria montar a caballo para ir a Bar-Soudi. Se dirigia hacia los establos cuando una mano cayo sobre su hombro. --Sus caballos se desbocaron anoche. --?Se ha escapado Firefly? --lagrimas ardientes rodaron por sus mejillas, pues a duras penas podia soportar aquella nueva perdida. Acalorada, se enfrento al bey--. ?Me esta diciendo mas mentiras? ?Ha dejado sueltos los caballos en su desierto abandonado de Dios? !Oh, eso si que no se lo tolero! --En su miedo a la tormenta, rompieron las puertas y salieron de los establos --replico--. No correran sueltos mucho tiempo, pronto encontraran un amo. De alguna manera aquellas palabras la hicieron vacilar. <>, penso. <>. Una repentina llamarada, surgida de una de las ventanas del piso superior de la casa, hizo que Razul Bey, con una corta palabra de mando, ordenara a su sequito que se pusiera en pie. Agnes fue conducida a uno de los camellos rojizos, aun arrodillado para que pudiera subir a la silla; cada centimetro de su cuerpo temblo contra el arzon, cuando el bey monto detras de ella. Una vez el animal se puso en pie y echo a andar, los demas lo siguieron con largas zancadas, a traves de las puertas de El Oasis, hacia el desierto. --Ahora vamos rapidos --la voz de Razul Bey resono a traves del gemido del viento. Hablo en ingles, pero cuando volvio la cabeza para dar una nueva orden a sus hombres, hablo en su propio idioma. Era una lengua que Agnes no habia podido dominar durante su estancia en la casa de su abuelo. El no habia alentado el uso de aquellas palabras de sonidos barbaros, sino que se habia aplicado a corregirle su frances hasta que fue casi tan correcto como el suyo. Entonces le dijo: <>. Con el tiempo, la joven la habia perdonado el desprecio hacia su padre. Como Razul Bey, Lion habia sido duro y tirano, creyendo en su propia invulnerabilidad, y mostrandose egoista en lo que respecta a los demas. Tales hombres rara vez desean piedad para ellos o se la conceden a sus semejantes. Con la cabeza protegida por la capucha, observo la casa en llamas, que pronto seria la pira de su abuelo. Queria llorar, pero estaba demasiado pendiente de la proximidad del hombre. El vaiven del camello hacia que sus cuerpos entraran en contacto y cuando esto sucedia ella se encogia pensando en las cosas horribles que el habia dicho y ansiando que el viaje hubiera terminado ya. <>, se dijo, <>. No dudaba de que la dejaria en el Hotel Ramis. No tenia dinero, pero sabia que la cuenta del viejo Lacroix estaba en el banco local. Esperaba tener acceso a ella, como la unica beneficiaria de Lion. Aquel pensamiento la esperanzo e inyecto nuevos animos. Aquellos individuos eran tan enigmaticos como el desierto mismo y apenas podia tolerar la insufrible cercania del que iba junto a ella, pero nada podia hacer para evitarlo, tendria que soportarlo hasta que llegara a Bar-Soudi. Capitulo 2 Agnes desperto de repente; medio ofuscada aun, se dio cuenta de que el vaiven del animal la habia adormecido en la silla. No sabia durante cuanto tiempo. ?Tal vez solo un momento, o habian transcurrido horas? La fila de camellos avanzaba a lo largo de un camino empedrado que gradualmente ascendia por una colina hasta desembocar en unas altas murallas frente a una puerta almenada, que fue abierta por hombres uniformados. Agnes espio a traves de la niebla causada por el polvo, que aun giraba en el aire y se pregunto si serian guardias. Pero, que ella recordase, no habia guardias en Bar-Soudi. Entonces, ?en donde se encontraba? Su ahogado grito debio de transmitirse al hombre, cuyos brazos, mientras conducian el camello, se mantenian alrededor de su cuerpo como un lazo. --Es El Karah --explico--. Estamos entrando en el patio de mi palacio. --?Su… que? --exclamo. Estaba aun un poco adormilada y se sentia inclinada a imaginarse que todo aquello era un mal sueno--. ?No puede dejar de bromear? --Le aseguro que tiene siempre mejor aspecto a la luz del dia --la voz, sobre su cabeza, era impersonal, como si se tratara de un guia y ella una turista--. Su arquitectura es algo confusa en este momento, pero, en mi opinion, se trata de uno de los mejores ejemplos de artesania de la region. Fue construido por uno de mis antepasados, sobre las ruinas donde varios ejercitos lucharon y murieron, cada uno de ellos tan convencido como los otros de que su bandera y su fe eran las verdaderas. Existen camaras aun intactas debajo, donde los prisioneros eran… alentados a cambiar su forma de pensar. --No me importa lo que haya dentro, alrededor o debajo de su palacio --dijo Agnes furiosa; su cuerpo se retorcio en la silla para poder lanzarle las palabras a la cara--. Usted me hizo creer que ibamos a Bar-Soudi. !Es infame que me haya traido aqui! Este es el ultimo lugar de la tierra donde deseo estar. ?Me oye? --Con claridad, mon enfant. --Yo no soy su pequena --estallo--. !No soy nada de usted, ni nunca he querido serlo! !Exijo que me lleven al Hotel Ramis! --?Exige? --una sonrisa entreabrio sus labios, pero no precisamente una sonrisa divertida--. Es usted, sin duda, una costilla del viejo Lacroix. El tambien era un saco lleno de exigencias. --Callese y dele la vuelta al camello --replico furiosa. El entrecerro los parpados ante el tono de voz de la joven, pero esta capto un extrano brillo en aquellos ojos color ambar y sintio la fuerza del hombre que gobernaba El Karah. Un hombre para quien una mujer podia significar menos que un semental entrenado para todos sus caprichos. La autoridad de su alta posicion estaba estampada en sus facciones y Agnes se percato de los grandes peligros que podian acecharla, unos peligros sobre los cuales apenas habia pensado ni siquiera cuando cabalgaba sola por el desierto. --Hay otra cosa historica notable en El Karah --manifesto arrastrando suavemente las palabras--. El viejo mercado de esclavos, con una plataforma de piedra asperamente labrada sobre la cual se realizaba la venta. Acudian de todos los puntos cardinales para contemplar la mercancia y quienes alcanzaban los mas altos precios eran los jovenes vigorosos y las muchachas virgenes. Los camellos se habian detenido y los hombres de la tribu del bey esperaban su orden para desmontar. La joven sintio el latir de su corazon cuando Razul se inclino, acercandose a ella, y descubrio su aturdimiento. Ella habia oido decir que el tiempo se detenia en el desierto, y que, en cierta forma, su gente y sus costumbres permanecian iguales a como habian sido durante incontables anos. Pudo creerlo cuando miro al bey de Karah. Intuyo, con un enorme sobresalto, que, si se hubiera acogido a su oferta original de ayuda, podria ahora estar a salvo en el hotel en Bar-Soudi. Su cultura occidental lo habia mantenido controlado hasta que ella, impetuosamente, habia prendido fuego a la casa de la plantacion. Ahora, el lado barbaro de su naturaleza se habia apoderado de el, por lo que Agnes se dijo que era preciso hallar una formula razonablemente aceptable para convencerle. Las palabras suplicantes la mortificarian no podia rogarle que la llevara a Bar-Soudi y como era mucho mas rico que ella, resultaria absurdo ofrecerle dinero, en especial cuando este dinero deberia salir del legado de Guillaume Lacroix. --La gente de Bar-Soudi se preguntara que me ha pasado --comento--. Las autoridades le acusaran de secuestro, si me retiene contra mi voluntad. --Las autoridades probablemente pensaran que perecio usted en el incendio, junto con el viejo. Usted encendio la llama, pero supondran que la lampara se cayo de la mesa a causa de una rafaga de viento. --Sus hombres saben que me ha traido aqui --Agnes se esforzo por ocultar su panico. --Mis hombres estan atados por una lealtad tal que no puede imaginarla --ahora sus ojos se mostraban burlones--. Ellos nacieron en el desierto; usted no es mas que un terron de azucar en la boca del Kismet. Cuando Razul Bey ordeno a su camello que se arrodillara, la joven contuvo el aliento, abrumada por un sentimiento de angustia, y en el momento en que, una vez en el suelo, intento agarrarla, ella se sujeto fuertemente al arzon, sin lograr otra cosa que la risa de su antagonista a la que hizo coro la de sus hombres. Sintio sus mejillas enrojecer. Un terron de azucar, habia dicho el, como si en El Karah pudiera esconderla, tratarla como se le antojara y pisotear sus derechos. --Es… esto ha ido demasiado lejos --dijo--. Ya esta bien de bromas. Ya se ha desquitado de lo que hice… --?De verdad cree que se trata de una broma? --la arranco energicamente de la silla--. Nadie, senorita, me llama perro, sin pagar por el insulto. Ninguna mujer me llama mentiroso sin aprender algunas dolorosas verdades. Nadie en la ciudad de El Karah movera un dedo si traigo una mujer a mi serrallo, aunque su pelo sea de oro fino. Agnes lo miro fijamente a traves del polvo que el viento habia esparcido por el cielo. Existia algo fatal y como prohibido en el aire, algo que parecia inclinar una parte de su ser a pensar que lo que estaba sucediendo se hallaba escrito en las ardientes arenas. !Pero no! !Aquello solo eran supersticiones tontas! Lo arranco de su mente y se echo atras la capucha.

  • Todas las cosas de nuestra vida de Hwang Sok-yong

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    Jeongho tiene catorce anos y mirada felina. Lo llaman Ojos Saltones. La escasez de ingresos de su madre les obliga a ambos a trasladarse a Nanjido, la Isla de las Flores, un inmenso vertedero al oeste de Seul donde las orquideas cedieron lugar a la basura y millares de personas malviven en chabolas engarzadas a las montanas de desperdicios. Una sociedad muy jerarquizada y codificada en la que todo, desde el trabajo a la ropa y la manutencion, proviene del vertedero, y gana mas quien consigue posicionarse mejor en la recuperacion de la basura.