• cano madre de el verano y nokikurino madre de la lluvia - Maria Herreros

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    El verano de la lluvia es la historia de una busqueda y de diferentes encuentros. Su protagonista, Soledad, vive en la carcel que una madre maltratadora y opresiva ha tejido a su alrededor. La muerte de su progenitora y el descubrimiento de un gran secreto suponen el punto de inflexion que la saca del abismo de su triste vida. Es entonces cuando emprende un viaje que la llevara a reencontrarse con su familia perdida y reconciliarse consigo misma.

  • Jiaño y Nokukuriño by casaliteratura - Issuu

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    31 mar 2017 — JiAño NokikUriño EL VErANo Y LA LLUViA Mi To DE L A N A C i ÓN Ui T oT o- Á i ... De no cumplirlo, el espíritu de la yuca y la madre de la ...

  • La lluvia de verano (El libro de bolsillo - Bibliotecas de autor

    https://www.amazon.es/lluvia-verano-Libro-Bolsillo-Bibliotecas/dp/8491814965

    La lluvia de verano (El libro de bolsillo - Bibliotecas de autor - Biblioteca Duras) ... la madre, rodeada por un halo de misterio, ignorante de su poder de ...

  • EL VERANO DE LA LLUVIA | MARIA HERREROS - Casa del ...

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    4 jun 2010 — El libro EL VERANO DE LA LLUVIA de MARIA HERREROS en Casa del Libro: ¡descubre ... Su protagonista, Soledad, vive en la carcel que una madre ...

  • La lluvia de verano - Alianza Editorial

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    21 mar 2019 — Alianza Editorial, La acción de La lluvia de verano (1990) se teje ... la madre, rodeada por un halo de misterio, ignorante de su poder de ...

  • La lluvia de verano - Librería Luzvi

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    La lluvia de verano. , Duras, Marguerite, 10,53€ ... la madre, rodeada por un halo de misterio, ignorante de su poder de ... Otros libros del autor.

  • Jiaño Nokikuriño. El verano y la lluvia. Mito de la nación Uitoto ...

    https://www.goodreads.com/book/show/37546381-jia-o-nokikuri-o-el-verano-y-la-lluvia-mito-de-la-naci-n-uitoto--imeni

    Jiaño Nokikuriño. El verano y la lluvia. ... Este libro reúne en edición bilingüe y con ilustraciones de los propios autores una memoria familiar y también ...

  • La lluvia de verano - el cuenco de plata

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    La novela narra la historia de una familia de inmigrantes que vive de subsidios gubernamentales: el padre, la madre y sus siete hijos –Ernesto, Jeanne, y los ...

  • Tentacion Pasion Frenesi. Serie completa de Dylan Martins

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    Mire la hora en el movil ya que tenia la sensacion de que era mas tarde y de que el despertador habia fallado. Senti alivio al comprobar que solo eran las seis y media de la manana y hasta media hora despues no tenia que sonar. Me quede mirando la foto de mi hija Lucia, tan bonita y sonriente. La echaba de menos ya que vivia con su madre Cata, de la que me habia divorciado dos anos atras cuando la pequena solo tenia cuatro. Cata no es que me pusiera las cosas dificiles con nuestra hija, sino que las hacia imposibles. No colaboraba para que reinara la armonia por el bien de lo que teniamos en comun. Mi ex mujer era modelo. Trabajaba para una de las firmas de moda mas importantes a nivel internacional y vivia en Tenerife, pero siempre andaba viajando entre Paris y Londres. A la pequena la dejaba con sus padres con los que yo no tenia relacion. Me la entregaban cuando correspondia ella, o en su defecto la ninera de la nina, Lia. El problema residia en que a mi me tocaba un fin de semana de cada dos, cuatro dias en Semana Santa, un mes en verano y una semana en las fiestas de Navidad, pero, aunque ella estuviera fuera un mes, era incapaz de permitirme recoger a la nina y llevarla conmigo. Yo sentia que Cata preferia dejarla en manos de su cuidadora antes que con su padre. Era una persona toxica y se habia empenado en intentar joderme la vida. Su actitud me dolia hasta el infinito porque mi hija Lucia era mi mayor tesoro y hubiera dado lo que no tenia por poder pasar mas tiempo con ella. Sin embargo, y de la forma mas injusta del mundo, parecia que esa posibilidad cada vez era mas inalcanzable para mi. La mia era una vida estable, bastante buena. Habia heredado la empresa de mi padre la cual yo dirigia, "Financiera Montalvo". Tenia contratados a tres asesores financieros, a una asesora laboral y a la recepcionista, ademas de una empresa que se encargaba de la limpieza de las oficinas. habia fallado. Senti vivia con su madre dirigia, "Financiera sta, ademas de una Mi casa era la que yo habia elegido, de una sola planta, una gran terraza, mil metros de terreno de jardin con palmeras, zona de copas, piscina y tumbonas. En honor a la verdad en ella todo era precioso. Por mi parte, ser meticuloso formaba parte de mi ADN y habia encargado la construccion de cada zona interior y exterior con mucho mimo. Si tuviera que elegir una zona de mi casa que especialmente quedo a mi gusto, destacaria la cocina, confortable y amplia, con sus cincuenta metros cuadrados, los mismos con los que contaba el salon. Capitulo aparte merecia mi dormitorio, al que consideraba mi santuario, con vestidor y bano. A el habia que anadir tres dormitorios mas con sus correspondientes banos y esa terraza amplia y ancha donde pasaba mucho tiempo, ya que el clima de la isla invitaba a disfrutarla. Yo la tenia de lo mas chill out, todo en madera y con unos comodos sillones que sugerian descanso y tertulia. Tenia todo lo que deseaba, pero habia estudiado mucho y trabajaba desde joven con mi padre, aprendiendo todo lo que pude de el, hasta que se jubilo. Al verme preparado, me dejo a cargo de la financiera, asi que me sentia bien con mi vida, pero me faltaba lo mas importante, mi pequena Lucia, la nina de mis ojos. Sali de la cama ya que me estaba empezando a agobiar con esos pensamientos y mirando la cara de mi pequena como fondo de pantalla del movil. Soy partidario de cambiar de chip cuando algun sentimiento te sobrepasa y eso era lo que me estaba ocurriendo en ese momento. Me prepare un cafe y me sente sobre la mesa de piedra de mi cocina. Tenia esa mania, asi que alli estaba, mas temprano de lo normal, disfrutando de esa primera taza, del relax de no ir con prisas. En mi cabeza no cabia como algunas personas saltaban practicamente de la cama al trabajo. Yo de siempre he necesitado mi tiempo. Ir despertando poco a poco y entrando en sintonia con el dia. El estres es un concepto que llevaba intentado evitar toda la vida, en la medida de lo posible. Revise algunos correos desde el movil y fui descartando segun la importancia. Mas tarde responderia a los que debia hacerlo desde el despacho. Los demas contenian pura informacion y no necesitaban respuesta. prendiendo todo lo taba ocurriendo en Un rato despues me vesti y me fui hacia el jardin donde tenia a un lado el aparcamiento. Cogi mi coche, puse la radio y me dirigi al trabajo escuchando las noticias. Disfrutaba mucho de las vistas de mi casa al trabajo. Aquel trayecto, unido al buen tiempo reinante, eran como una especie de soplo de aire fresco que me ayudaba a incorporarme a la ardua jornada, pues si algo me sobraba era trabajo. Mis oficinas estaban en la decima planta de un edificio comercial mirando al mar en Puerto de la Cruz. En el interior se ubicaban los despachos de los trabajadores. La recepcion amplia a la entrada, todo muy iluminado y predominando los cristales opacos con el logo de la empresa. Los distintos despachos situados a los lados de un amplio pasillo y el mio al final, ocupando todo el largo del local. Despues de la marcha de mi padre, habia acometido una reforma integral para darle al negocio un renovado aspecto, modernizandolo. Finalmente, habia quedado totalmente a mi gusto y me mostraba encantado con el resultado. Llegue al parking del edificio y subi al ascensor hasta mis oficinas. Carlota la recepcionista me recibio sonriente. -- Buenos dias, Alexis. -- Buenos dias, guapa. ?Alguna novedad? -- Ninguna, recuerda que a las nueve tienes la entrevista para el puesto de contable. -- Es verdad, lo habia olvidado -- negue mientras caminaba hacia mi despacho y saludaba a los trabajadores que ya estaban en sus despachos con las puertas abiertas. Nuestro contable habia tenido un problema grave de salud y se le habia concedido la prejubilacion, asi que ahora necesitaba alguien que fuera capaz de llevar todo el trabajo que hacia el. Realmente lo necesitaba para preparar facturas y entregarlas a Elba, nuestra asesora laboral que tambien trabajaba en las oficinas. Carlota aparecio por mi despacho con un cafe. Siempre lo hacia por la manana. A pesar de que tenia cafetera con lgo me sobraba era capsulas en mi despacho, a ella le gustaba llevarme el primero. -- Gracias, guapa. -- Un placer -- sonrio mientras cerraba la puerta. Era simpatica, predispuesta, amable. Se notaba que era una persona muy feliz. Ademas, estaba loca con su hija Martina de cinco anos y con su marido al que amaba, Tony, un policia local de Puerto de la Cruz. Llevaba conmigo desde que cumplio los veinticinco, diez anos atras. En aquel momento aun estaba en manos de mi padre la direccion de la empresa. Si de algo podia presumir era de un gran equipo a mi lado y de que el buen rollo imperaba en mi negocio. Eso era algo que aprendi de mi padre: la importancia de rodearme de gente competente que ademas supiera aceptar las criticas constructivas. Uno de mis mayores logros consideraba que era el hecho de que, aunque yo fuera el jefe, disfrutaba escuchando las opiniones de mi equipo, que a menudo aportaba puntos de vista de lo mas interesantes que quizas yo no hubiera visto a priori. Me tome el cafe mientras respondia todos los emails para despues ponerme a revisar los expedientes mas importantes que estabamos tramitando en la empresa. Un rato mas tarde Carlota me aviso de que la chica a la que tenia que entrevistar ya estaba en la sala. Habia llegado puntual, asi que le dije que la recibiria sobre la marcha. Dos golpes en la puerta por parte de Carlota y abrio, alargando su mano para que la chica pasara. -- Buenos dias -- me levante y le extendi la mano -- Mi nombre es Alexis. -- Buenos dias, senor Montalvo -- me nombro por mi apellido ese que tenia claro cual era -- Soy Olivia Palma -- sonreia apretando su mano con seguridad y mirandome a los ojos. Le invite a sentarse y le ofreci un cafe, pero declino la invitacion, ya que no le apetecia. Se mostraba segura, nada nerviosa, convincente y preparada. Habia estudiado la carrera de Contabilidad y posteriormente varios masteres, a pesar de solo tener veintiocho anos. Por otra parte, desprendia clase y personalidad. Era preciosa, rubia con una melena larga y lisa, ademas de simpatica y correcta. A todas luces, se me antojo como la candidata idonea. Le comente las condiciones y no dudo en aceptar, ademas de transmitirme su predisposicion para incorporarse inmediatamente. Llame a Carlota para que le ensenara su despacho y le presentara a Elba, la asesora laboral de la empresa y la voz en todos los temas fiscales. La idea era que se pudiera incorporar al dia siguiente. Lo cierto es que aquello me alegro mucho, pues lo de perder el tiempo haciendo una entrevista de trabajo tras otra era algo que me solia molestar bastante. En cualquier caso, era una cuestion en la que no podia delegar pues formaba parte de mis obligaciones. La manana transcurrio en un abrir y cerrar de ojos. Cuando me vine a dar cuenta ya era la hora de salida de todos nosotros, ya que trabajabamos en una jornada continua de ocho a tres. Aquello era algo que tuve en mente de toda la vida y que tambien cambie cuando mi padre se jubilo. Soy de los que piensa que mejor calidad que cantidad y que una manana bien aprovechada valia por un dia entero en la oficina con la mente mas dispersa. Como colofon de la jornada me dirigi al bar de la planta baja del edificio. Alli estaban dos de mis asesores financieros, Fernando y Daniel. Fernando siempre comia algo en el bar ya que a su mujer le absorbia mucho tiempo su tienda de ropa y no volvia hasta por la noche. No tenian hijos, pero formaban un matrimonio muy consolidado. Daniel tenia cuarenta y cinco anos. Todo un mujeriego, soltero, un guapeton de esos que tenia a media isla loca, pero no se casaba con nadie. -- Hombre, el jefe -- bromeo Fernando. de trabajo tras otra -- El jefazo -- dijo Daniel. -- Necesito una cerveza -- voltee los ojos. -- ?Mal dia? -- No, Daniel, pero hoy estoy con el tema de Lucia un poco mal. Creo que cada dia me pesa mas. -- ?Cuando te toca? -- pregunto Fernando. -- Este fin de semana, pero parece que los dias no pasan. -- Ya estamos a lunes, el viernes llega volando. -- Espero, eso espero -- cogi la cerveza que me habia puesto el camarero al verme aparecer por la barra. Pedi unas tapas. Ese dia habia avisado a Fina, la mujer que me llevaba la casa por las mananas, de que no me dejara nada para almorzar, como hacia la mayoria de los dias. De ese modo, solo tendria que haberme dejado preparada la cena antes de marcharse al mediodia. Se incorporo un poco mas tarde Davinia, otra de mis asesoras financieras. Con treinta y tres anos, era muy graciosa, la alegria de la oficina, siempre amenazando a sus companeros con demandarlos por pesados. Por supuesto lo hacia de broma, pero lo decia porque su pareja, Sergio, era abogado. Ambos llevaban un tiempo conviviendo. Aquello era como una familia. Todos llevaban desde el comienzo de su carrera alli, pues habian entrado para sustituir a algunos veteranos pertenecientes a la plantilla de mi padre que se iban a jubilar y al final quedamos los jovenes, como decia mi madre. Estuve tapeando con ellos y charlando. Cuando nos quisimos dar cuenta, el reloj marcaba las cinco de la tarde, hora del cafe. Despues nos despedimos hasta el dia siguiente. Me fui hacia mi casa, me meti en la ducha y me puse comodo. Queria pasar la tarde trabajando en un expediente que necesitaba tener listo para el dia siguiente. No solia llevarme trabajo a casa a no ser que fuera necesario. Tiempo atras, cuando tenia la suerte de convivir con mi pequena Lucia, la tarde procuraba dedicarsela a ella. Una de las cosas que mas echaba de menos era darle la merienda y llevarla al parque a jugar. Llamaba poderosamente mi atencion que los que eran mis mejores recuerdos tambien eran los que mas me azotaban, pues de vez en cuando caia preso de la melancolia cuando revivia mentalmente esas imagenes. A la hora de la cena me comi el salteado de verduras que me habia dejado Fina listo para calentar. Aquella mujer era una joya, de mi total confianza. Llevaba la casa como si fuera suya y jamas habiamos tenido un desencuentro de ningun tipo. Consideraba que era suerte total porque me permitia desentenderme de todo lo que tuviera que ver con las cuestiones domesticas. Me acoste temprano ya que me gustaba descansar bien. Para hacer locuras ya estaban los fines de semana que no estaba con mi Lucia. Puse la radio, solia dormir escuchando las noticias internacionales y la tenia programada para que se apagara a la hora. No llegaba nunca ni a los treinta minutos cuando ya estaba en el septimo sueno.

  • LA CLAUSULA: Piensalo bien antes de firmar de Mirian G. Blanco

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    Cuando se te aparezca una oportunidad… !tomala!
    Y eso fue lo que Melisa Baker hizo cuando Tyler Mccartney le propuso un descabellado contrato. La idea de ocupar el puesto de secretaria en una de las empresas mas prestigiosas a nivel internacional, !era realmente tentadora! Pero ser la <> del hombre mas sexy del planeta Tierra, aun lo hacia mas emocionante.

  • Tres cuentos magicos de Alejandro Jodorowsky

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    Tres cuentos que nos hablan de libertad y muerte, de represion y pureza, de espiritualidad y transformacion dirigidos al <> de cada lector.
    <>, historia de un nino que desea ser bombero, es mas la historia de un aprendizaje: la de aprender a ser uno mismo.
    La sabia dona Filovera hace comprender al joven que <>. Las ideas fijas del padre chocaran con la voluntad del nino, que tendra que enfrentarse a el y a los demas para poder alcanzar su objetivo.
    <> cuenta la relacion que -durante la dictadura del loco y perverso Horzatt- mantienen un hombre mayor y Loie, una nina que <> y que quiza vino del cielo.
    <> es una reflexion que narra la metamorfosis que realiza una mosca en ser humano, poniendo en evidencia la huida que las personas hacemos para no ser quienes en realidad somos, huyendo de nuestra propia espiritualidad.

  • El nino que comia lana de Cristina Sanchez-andrade

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    Un nino traumatizado por la desaparicion de su cordero empieza a comer lana, que vomita en forma de bolas; un ama de cria suena con emigrar a America mientras mantiene la leche utilizando a un perrito; a un marques le proporcionan dentaduras postizas de dudosa procedencia; a un nino le extirpan las amigdalas, que acaban convertidas en trofeo; un naufrago logra sobrevivir gracias a un secreto inconfesable; una anciana toma una decision inaudita tras la muerte de su marido; un oficinista selecciona por catalogo a una novia que al final resulta no ser la mujer con la que sonaba…

  • Noches de Bonanza de Hugo Burel

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    En Noches de Bonanza, Hugo Burel concluye con maestria la primera trilogia de novela negra montevideana. Una historia apasionante que ha atrapado a miles de lectores, con un protagonista que ya se ha convertido en leyenda.

  • Libelulas sobre el agua (Corazones en Manhattan 7) de Camilla Mora

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    Vuelve la serie <> con su septima entrega.

  • Masaje para un cabron de Ana R. Canil

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    A Tasia le han destrozado la vida su marido y los canallas que han arruinado a medio pais. Esta tan cabreada que ha pasado de sonar con su chalecito adosado o su negocio de belleza -ambos embargados- a fantasear con el mejor metodo para cargarse a los responsables de su desgracia.

  • Cuando pronuncio tu nombre de Jose Luis Rodriguez Herrera

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    Un recorrido por el camino de Santiago por una joven periodista, que ve su vida como se va desmoronando, al realizar el camino va surgiendo en el nuevas esperanzas y conoce a Sergio que le dara otra vision a su vida

  • El precio de la pasion de Gabriel Rolon

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    El nuevo libro de Gabriel Rolon echa anclas en las aguas profundas de la pasion. Esa fuerza primitiva que grita en nosotros desde el principio de los tiempos, y nos lleva a un limite en el que la distancia entre el placer y el dolor es nada mas que una respiracion. Un territorio habitado por dioses y demonios, por heroes epicos que han dado batallas antologicas, y esos otros cotidianos y de a pie, heroes anonimos que dan pelea poniendo en juego su piel con la misma intensidad, con el mismo arrebato. Mitos e historias: hombres y dioses que caminan de la mano por ese borde en el que la razon trastabilla y pierde sus herramientas para explicar el mundo.

  • Protegiendo su Corazon de Vicki Lewis Thompson

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    Stacy Radcliffe estaba dandole problemas al guardaespaldas Mick Farrell… era una mujer muy mimada y demasiado sexy. Por eso no podia contratarla como ayudante… hasta que su primer cliente resulto ser una ex amante que necesitaba de sus “servicios”.

  • Ellos nos quieren a todos de Juan Jose Diaz Tellez

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    Los vecinos de un edificio se ven atrapados por una extrana sustancia de un desagradable color grisaceo que se aplasta contra los cristales de las puertas y ventanas exteriores, haciendo imposible salir. El silencio mas absoluto parece haber tomado el lugar de las comunicaciones: sin Internet, sin senal telefonica, ni radio, ni television, se hace imposible recibir cualquier noticia del exterior. El mundo se reduce ahora a cuatro plantas con dos viviendas de lujo en cada una de ellas, y su poblacion a unos propietarios que guardan extraordinarios secretos, algunos sorprendentes, otros inconfesables.

  • Enlazando el destino de Claudia Cardozo

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    Claire Jones es una joven abogada con un prometedor futuro, un empleo envidiable y una solida relacion con David, el hombre que ama. Cree ser feliz y considera que su vida es casi perfecta, pero todo cambia cuando conoce a Simon, un detective de policia que parece decidido a obligarla a replantearse toda su existencia y la seguridad de sus sentimientos.

  • Ha llegado el momento de volver a encender las estrellas de Virginie Grimaldi

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    Anna tiene treinta y ocho anos, esta separada y se le acumulan las facturas a pagar. Apenas tiene tiempo para sus hijas, Chloe y Lilly, con las que solo se cruza a la hora del desayuno.

  • El relicario (Inspector Pendergast 2) de Douglas Preston

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    El despertar de una pesadilla dormida…

  • Los trucos de la bestia de Lide Aguirre

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    Estoy convencido al ciento cincuenta por cien de que es mi vecino quien lo tiene secuestrado. Me da igual su aspecto de angel redentor y que sea el nino bonito de un barrio atestado de momias que ya solo quieren creer y se rinden a sus maneras de oveja encarrilada, a su voz llena de graves que ahora suena a terciopelo de salon pero que hace nada barria los silencios de los locales mas miserables de la ciudad: el sabe donde esta el chico por el que todo el mundo llora. El tiene a Pablo Martiarena. Lo supe ayer, al anochecer. Volvia a casa entre calles brillantes por la lluvia, dejando atras los pasos apresurados de quienes corrian a resguardarse bajo los soportales y sintiendome algo mejor que los dias anteriores, seguramente porque la oscuridad del nuevo invierno parecia darme un refugio y el cuello del abrigo solo me devolvia el calor de mi respiracion. Y entonces lo vi. Salia con su coche por la cuesta del parking de la plaza Cataluna y no me habria fijado en el si no fuera porque volvio la cara y me miro de repente; y sus ojos eran dos agujeros transparentes, no esa mirada azul a lo Paul Newman que tanto explota hoy dia por aqui y que tan bien le funciona, sino dos ojos redondos, vacios, de pirado, que me abrieron la puerta, por un segundo, a los calculos de hielo que se forman dentro de su cabeza. Y detras, en el asiento trasero, estaba el, Pablo Martiarena, el joven de la <>, el nino bien por el que se han levantado las alfombras de la ciudad, con su cicatriz en forma de jota en la sien izquierda, <>, como explicaba su angustiada madre en el programa de ETB de ayer por la tarde, y su pelo rubio cortado a lo casco, un peinado antiguo, de los noventa, que le da aspecto de nino o de yonki, segun quien lo mire. El caso es que vi a Pablo de perfil, a cuatro metros de mi y medio cubierto por una sombra corpulenta que le habia lanzado el autobus 17, que circula por la Gran Via como si se fugara de Alcatraz, pero lo reconoci a pesar del escupitajo oscuro del autobus y las bailarinas de lluvia que se estampaban contra su coche. Pero eso no es todo: algo le estaba sucediendo. Porque habia algo mas ahi, en el interior del vehiculo que conducia mi vecino Ivan Katz; algo lo suficientemente impactante como para que mi conciencia lo eliminara al instante, algo que llevo intentando rescatar desde entonces sin lograrlo. Ahora camino hacia mi casa en el barrio de Gros, en San Sebastian. Hoy no llueve, pero el dia suena a cristal helado. A mi derecha, el horizonte mastica los ultimos restos de la tarde y las paredes de los edificios a mi izquierda se van apagando cubiertas de carteles con el rostro de Pablo, carteles de color naranja fosforito para que destaquen sobre la rona que esta levantando su silencioso imperio de oscuridad sobre las fachadas de este barrio bohemio, obtuso y marino que el chico frecuentaba bastante, segun he podido saber. En los carteles, la familia de Pablo Martiarena subraya que se trata de una desaparicion de riesgo, asegura que se recompensara cualquier informacion sobre su paradero y facilita un numero de telefono. El chaval sonrie en la foto con una tristeza latente que te hace pensar que si no hubiera desaparecido ahora lo habria hecho mas adelante, de alguna otra manera. Tiene una expresion apocada y una mirada ojerosa y descolorida que revela noches de juerga y dias oscuros y tristes. Segun voy leyendo, me entero de que a Pablo Martiarena, donostiarra de 27 anos, se lo trago la tierra hace tres semanas, pero hace solo un dia estaba sentado en el Volvo gris de Ivan, el artista, el emprendedor, el nino mimado que se perdio en las fauces del lobo durante mas de diez anos y se reencontro con su parte ganadora antes de que se lo tragara la bestia. El mismo nino al que todos los demas del edificio teniamos miedo de pequenos. La Ertzaintza, sin embargo, tiene su propia version de lo ocurrido. Una version que me ha roto todos los esquemas. Una version con la que no estoy de acuerdo. Pero empecemos por el principio. Ayer por la noche, cuando llegue a casa y le conte a mi prima okupa lo que habia ocurrido, me convencio de que me acercara a una comisaria de la policia a contarles lo que vi o, mejor dicho, a ponerles al corriente de <>, como la llama ella ahora. No lo hice, no inmediatamente; no lo tenia claro del todo. En cambio, opte por tirar de contactos haciendo uso del listin siglo XXI: Facebook. Alli di con Edorta, un buen tipo con aspecto de toro viejo y espiritu acolchado, antiguo companero de clase en mi primer colegio y ertzaina de profesion. Le envie un mensaje diciendole que queria verle por un asunto que quiza era una tonteria, pero quiza no, y que, eso, que mejor encontrarnos. Y hoy mismo a primera hora me ha contestado animandome a que me pasara por la comisaria de Hernani, un pueblo a pocos kilometros de San Sebastian, <>. Al final, ha sido el quien me ha puesto al corriente de la verdadera situacion de Pablo. Y, en pocas palabras: Edorta desmiente todo lo que se cuenta sobre el caso en los medios de comunicacion. Pablo Martiarena <>, me ha insistido. Ni desaparecido ni en el coche de Ivan Katz. El chico de los carteles esta, simplemente, haciendo su vida muy lejos de aqui con una mujer que ha conocido y que su madre no aprueba. <>, me comenta bastante molesto. Al parecer, la madre se niega a aceptar esa version de la desaparicion y les pone <> alla por donde va, me cuenta. Por otra parte, los familiares de otros desaparecidos han empezado a criticar la repercusion que esta teniendo el caso de Pablo y la supuesta atencion que recibe por parte de la policia, y lo achacan a que el chico viene de una familia con dinero. <>, lamenta mi ex companero. En realidad, todo lo que me ha contado Edorta sobre el caso me ha dejado bloqueado, con una extrana sensacion muy parecida a la de tener las manos atadas y no poder abrir un regalo. Porque nada tiene mucho sentido, y cuanto mas habla el mas nitida se hace en mi memoria la imagen de Pablo en aquel coche. ?Estaba llorando?, pienso. Igual. Igual si. --Es un caso archivado, Mikel, aunque te agradezco la preocupacion --me suelta Edorta tranquilamente apoyado sobre el escritorio de un despacho anodino. Estoy sentado en la tipica sala de paso que imagino es la que utiliza cualquier agente cuando se reune con alguien poco relevante como yo--. Pablo Martiarena Gallardo se marcho voluntariamente a Iquique, en Chile, con su novia, hara tres semanas. Esta localizado y sano y salvo, pero no podemos evitar que su madre insista en que no es asi y se dedique a empapelar la ciudad y a llamar a la tele y a la radio, donde no comprueban la veracidad de casos como este porque son demasiado morbosos y les dan audiencia. El chaval da pena, su madre da pena y viene de una familia bien, y eso vende. En cualquier caso, te agradezco la informacion, Mikel, me alegra que hayas venido, te tenia perdida la pista despues de tantos anos y me ha gustado verte. Seguramente viste a alguien que se parece a Pablo, pero quien sabe, tal vez el chaval haya vuelto a San Sebastian. Nos pondremos en contacto con la madre para saber si ha tenido noticias. Trato de digerir la informacion. No se por que, no me cuadra. --?O sea, que al final lo unico que ha pasado es que se ha fugado con una chilena? --le pregunto con la vista fija en su costado derecho mientras intento poner los puntos sobre las ies. Edorta se ha levantado de su asiento y le hace un gesto a alguien a traves de la pared acristalada que separa el despacho del resto de habitaculos. --Si; bueno, no, no se ha fugado --cuando vuelve a tomar asiento, mi antiguo companero me sonrie con amabilidad y recuerdo fugazmente aquellos tiempos en los que era un nino regordete que me ayudaba a resolver problemas en clase de matematicas, treinta anos atras--. Lo unico que ha hecho es marcharse de mala manera con una chica, lo que hacen algunos enamorados, nada del otro mundo. El padre de Pablo murio hace cuatro anos y el no tiene hermanos, y su madre no quiere creer que se haya ido porque no asume que el hijo unico haya puesto una novia y un oceano entre ellos. Una locura pasajera, al parecer acababa de conocer a la chilena cuando hizo las maletas y se largo, una cosa rara, pero no ilegal. La madre niega la evidencia y asegura que esta secuestrado, que no lo localiza y que ni siquiera cree que este en Chile, pero lo cierto es que, por ahora, tenemos todo: los billetes de avion, su direccion… Ya volvera. O no. De todas maneras, nunca se sabe y es mejor tener todo atado. ?Dices que te parecio que Pablo viajaba en el coche con un vecino tuyo? --Si, en la parte trasera del coche de Ivan Katz, seguro que lo conoces. Ultimamente ha salido bastante en los periodicos. De chaval fue un grafitero bastante popular y ahora dirige una academia de pintura que organiza exposiciones de arte cada dos por tres en toda la ciudad, en Tabakalera y en el Kursaal y… Bueno, en muchos lados. Edorta se encoge de hombros --no lo reconoce-- y empieza a anotar en su ordenador. La luz blandengue de un halogeno cae sobre nosotros como lo haria en la sala de espera de un hospital. --Katz se escribe con k y tz, entiendo --murmura mientras teclea. --Si. Katz, como suena. Su abuelo era aleman. Ivan tiene nuestra edad, 42. Vivia en mi edificio, en la calle Zabaleta. Ahora vive en Segundo Izpizua, casi al lado. --?Y que sabes de el? Porque si has venido aqui sera por algun motivo. La gente no va denunciando a sus vecinos… --la mirada de Edorta se vuelve indescifrable. --Ivan Katz… --me siento como una maruja cotilla, pero trago saliva y me animo a continuar-- es un tipo raro. --?Raro? --Edorta es demasiado bueno para mirarme con mala cara, pero hasta yo me doy cuenta de que mi descripcion no tiene un pase valido en una comisaria. --Es peculiar… Peligroso --continuo, intentando despertar su interes--. Ahora parece un tio normal, asentado, ya sabes. Se esta haciendo un hueco en la sociedad guipuzcoana de renombre, digamos. Abrio la academia de pintura hace unos cinco anos, despues de recuperarse en Proyecto Hombre y…

  • Los numeros nos hicieron como somos de Caleb Everett

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    Los numeros han formado la mayoria de las culturas. Transformaron los patrones humanos de subsistencia, dieron una posibilidad de expansion y de dominio sobre nuestro entorno a la vez que permitieron el impulso de otras tecnicas como la agricultura, la astronomia y posteriormente la arquitectura (babilonios, sumerios, egipcios…), esenciales del saber humano e inconcebibles sin la especulacion numerica. Por todo ello, Everett defiende que los numeros han cambiado directa o indirectamente las culturas y el saber humano, tanto en su vertiente social como espiritual.

  • RAN. Desenlace de Devorame (STEEL 6) de Rose Gate

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    Ilke esta dispuesta a renunciar a su historia con Giovanni, lo que vio en el Masquerade marco el punto y final a su relacion.
    Un nuevo mundo se abre ante sus ojos gracias a la oportunidad que le brindan en el Ran.
    Hikaru esta obsesionado con Ilke, el heredero de una de las Yakuzas mas importantes del pais hara lo necesario para darle caza y que sea suya.
    Giovanni cree que todo esta perdido, se siente traicionado por Ilke cuando el consideraba que se pertenecian.
    Un pais lejano, unas tradiciones distintas y el juego del destino, entrecruzaran el camino de estos tres personajes por los designios mas salvajes del sexo, la violencia y el amor.
    No te pierdas el desenlace final de la intensa relacion de Ilke y Giovanni donde nada es lo que parece.
    Bienvenidos a Ran.

  • Jugando con fuego de Ilenia Vicente

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    “Cuando te vi entendi que debia protegerte” Alejandra sabia quien habia pronunciado esas palabras, aunque pasaran anos lo seguiria recordando. Aquella nota era la unica esperanza a la que podia aferrarse despues de que la muerte volviera a golpearla sin piedad. Pero lo que ella aun no sabia era que el juego solo acababa de empezar y estaba a punto de quemarse.
    2a parte de: “Jugando con la ley”

  • Escalofrios de Douglas E. Winter

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    He aqui un libro estremecedor que reune a los maestros de la literatura de terror contemporanea. Desde el entusiasmo maniaco de Stephen King hasta el elegante ingenio de Paul Hazel, pasando por el simbolismo enigmatico de M. John Harrison, el psicologismo inquietante de Clive Barker, el estilo implacable de Denis Etchison y el erotismo refinado de Thomas Tessier, esta obra recopila seis pequenas joyas del horror universal. Se trata de seis largos relatos que, por distintos medios, logran un mismo resultado: sacudir las fibras intimas del lector, hacerle participe de espeluznantes experiencias que bordean los imprecisos limites entre la realidad y la ficcion. Una lectura imprescindible para conocer lo mejor de un genero apasionante.

  • Desatinos del Corazon de Julia James

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  • Cuentame como sucedio de Erika Jennel

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    Relatos independientes 1. Historias de amor independientes con algo en comun: lucha por lo que quieres conseguir. Disfrutad con esta recopilacion de historias que os haran suspirar.

  • Vidas fragiles de Stephen Westaby

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  • Volver a mi de Laura Miranda

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    ?Donde queda la PASION cuando
    todo en la vida es rutina y deber?
    ?Es posible VOLVER a empezar?
    ?Se puede volver a VIBRAR POR AMOR? Volver a mi retrata la vida de una mujer que cumplio todos los mandatos sociales: ser profesional, esposa y madre, pero que a fuerza de lograr los suenos ajenos olvido los propios. A veces, perderse es la unica forma de encontrarse.

  • Todos los caminos de Romina Naranjo

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    --Vamos a ver, Leroy… --Sorbi fuerte por la nariz, mientras apoyaba los antebrazos en la mesa y cogia aire. Perder los nervios nunca era una buena opcion, pero era viernes, la tarde se me estaba haciendo interminable y, encima, aquel moquillo persistente, fruto de un catarro mal curado que ya parecia haberse alquilado un pisito con vistas en mi cuerpo, no remitia. No tenia yo el dia muy paciente--. Cuando te digo, <>, no me refiero a que bajes la voz. Puedo oirte. Estamos solos en esta clase. Por mucho que susurres… te oigo. El crio, haciendo un mohin, toqueteo el lapiz, volviendo una atencion que yo ya sabia voluble a su hoja de calculo. --Es que asi no me sale, seno. Me mordi el interior del moflete, pero no… no dejaria que me ablandara otra vez. Llevabamos una semana con aquello. Empezaba a estar harta. Tanto como el, seguro. --Leroy, saberse las tablas sumando los resultados no es saberse las tablas. Saberlas es… memoria. --Me incorpore. !Ay, mi cuello! !Ay, las lumbares…! Dichosa profesion. --La profesora del cole nos deja copiarlas en un folio para el examen. Enarque la ceja. --?Ah si? ?Y en el instituto vas a hacer lo mismo? ?O cuando toque dividir por cuatro cifras? Eso es perder el tiempo y creeme, chaval…, tiempo es lo que te va a faltar para la cantidad de cosas que te quedan por delante. --?Roma? Aparte la vista de la cara de susto de Leroy. Gire medio cuerpo hasta enfocar la puerta de la clase, donde mi jefa se habia acodado. Puro estilismo, aquella mujer bien podria acabar de bajarse de una pasarela de modas, en vez de ser la directora del centro de refuerzo educativo donde ambas trabajabamos. Roma, supongo que lo habeis adivinado por el contexto, soy yo. Me presento. Metro sesenta, melena castana cogida en un mono, cara pecosa, gafas de pasta que en ese momento se me resbalaban por la nariz y rictus de mala leche. Vamos, que daba el perfil de profesora a la perfeccion. --Tienes una llamada. --Mi jefa sonrio hacia la mesa--. ?Como va eso hoy, Leroy? ?Se porta Roma bien contigo? Si se pasa mucho dimelo y la despido, ?vale? El chiquillo sonrio, echandome una miradita que me parecio entender como <>, pero que probablemente querria decir otra cosa. --Te doy los cinco minutos que tarde para repasar las tablas, luego toca preguntarlas. -- Levante el dedo antes de que me interrumpiera--. Salteadas. Tire de la cinturilla de mis vaqueros y sali del aula. Recorri el pasillo bien iluminado que separaba los demas despachos del mio y cruce a la derecha para llegar al office. Dado que habia una politica de prohibicion ante el uso excesivo del telefono movil, no era nuevo que recibiera mis llamadas en el mismo centro, aunque claro esta… tampoco era algo que se pudiera dilatar en el tiempo. No era plan de limarme las unas mientras me ponia en conferencia con quien fuera que estuviera al otro lado de la linea en tanto dejaba desatendidos a los ninos. --?Hola? --Oi un suspiro. Puse los ojos en blanco--. Aina… estoy trabajando. --?Y crees que te llamaria si no fuera superurgente? Bueno… todavia no sabeis mucho de ella, pero debeis estar prevenidos; lo que mi mejor amiga conocia como urgencias variaba desde <>, lo cual te hacia soltarlo todo y echar a correr, o… << Fulanito de tal ha subido un storie y yo no quiero que vea que lo he mirado, entra tu>>. Vamos, que el abanico era amplio y aterrador. --Te escucho. --Consulte mi reloj de Mickey Mouse. Segun sus bracitos enguantados… eran las el puto tiempo no pasa y cuarto--. Te doy dos minutos. Tengo a Leroy multiplicando. --?Leroy? ?En serio se llama asi o es uno de tus nombres en clave para no revelar las vidas emocionantisimas de tus alumnos? --Es su nombre. --Y probablemente elspoiler de su futuro laboral como no se aprendiera la tabla del ocho. Sin acritud ninguna, palabra--. Escupe, Aina. --Requiero del codigo de mejores amigas. --Resople. Aquello tenia mala pinta… llamadme suspicaz--. Me han organizado una cita a ciegas esta noche. Te necesito de reten. ?Lo veis? Si es que lo sabia… --Ni de cona. ?La familia bien? Pues, me vuelvo al trabajo. --!Roma, tia, he mentado el codigo! --El codigo no son mas que unas directrices. Fue el turno de Aina de resoplar. --Vale, capitan Jack Sparrow, ?podemos ponernos serios? Es mi primera cita en meses. Desde… ya sabes. Y encima, !a ciegas! ?De verdad quieres que me presente completamente sola y desamparada ante un desconocido? ?Quieres salir manana en las noticias diciendo que fuiste la ultima persona que hablo conmigo? --Dios… pero mira que eres dramatica… --Pero la capulla habia ganado. Las dos lo sabiamos--. Y, para empezar, ?que cono haces saliendo con alguien a quien no conoces? --Es el amigo de un conocido mio, ya sabes. De mis tiempos mozos cuando ligaba chateando por foros. Empezo a hablar a toda velocidad. Ese era uno de los dones de Aina, situaba a personas y sucesos en el tiempo con una facilidad tan brutal que parecia que llevaba la escala espaciotemporal metida en el bolsillo. Del susodicho no sabia mucho mas de lo que ya me habia comentado, amigo de un amigo, lo cual bastaba, a medias, para saber que podria sentarse frente a el con una cerveza y no temer mas que a una aburrida conversacion. No obstante, y como mejores amigas, los anos nos habian dado muchos aprendizajes, entre los cuales destacaba la depurada tecnica de sacar a la otra de una mala cita sin hacerla quedar mal. --Voy. --Asumi, oyendo como gritaba al otro lado del telefono--. Me doy una vuelta cinco minutos, te echo un vistazo y si no has activado la senal, me piro y te dejo a lo tuyo. ?Conforme? --!Conforme! Ah por cierto… arreglate un poco, que no se note que vas solo de reten. Aquello ya me olio a chamusquina, aunque ni por asomo vi venir el tremendo incendio forestal que se aproximaba. --Aina, escuchame bien, si por cualquier circunstancia tienes ni siquiera la mas minima intencion de liarme con el amigo de tu cita, es un no. Never. Estas avisada. Sus carcajadas me sacaron de contexto. --?Estas pirada? !Que va, Roma! !Ese tio no es para ti! Tras un par de frases relativas a la hora y sitio de quedada, colgue. Mientras volvia a la clase, note un molesto picorcillo a la altura de la nuca que no se me iba por mas que lo rascara. Una especie de… aviso. Rollo alerta. Como la ventana emergente del Avast Antivirus que se presenta en el escritorio del ordenador cuando menos te lo esperas --casi siempre de noche y cuando llevas los auriculares puestos--, y te quita un par de anos de vida. Yo no me asuste entonces. El miedito real, vendria mas tarde. --!Bueno, Leroy, vamos a ver que tal vas! Los ojillos azules del crio me miraron con culpabilidad. Tarde un segundo en descubrir que, en vez de aprovechar el tiempo para estudiar la tabla como yo le habia pedido, se habia dedicado a copiarla en su goma. A tamano microscopico. Cogi aire. Me repeti que hacer llorar a los ninos cuando eras profesora de apoyo no estaba bien. --No pasa nada. --Y me obligue a sonreir, mientras volvia a tirar del moquillo que no paraba de caerseme--. !Empezamos desde el principio! Y nosotros, seguimos adelante. 2 La primera vez que vi al Sueco no fue la primera vez. Bueno… fue la primera vez despues de la primera y la segunda, que tambien pueden calificarse como desastrosas y lo bastante traumaticas como para que esta primera tercera vez acabara como acabo; igualito que el rosario de la aurora. Ahora os lo explico. Antes de darnos un chapuzon en la triste piscina de los recuerdos pasados --importante para la trama, lo juro solemnemente--, unas pocas pinceladas del ahora. Sali del centro de estudios cabizbaja, congestionada y arrebujada en mi bufanda kilometrica de Desigual, comprada por Ali Express. La verdad es que haciamos una pareja increible, porque en ese momento, con una jornada dura a las espaldas y la sensacion de que en vez de avanzar daba dos pasos para adelante y tres pasos para atras --sin la media vuelta, pero siempre, siempre, volviendo a empezar--, me sentia como una imitacion barata. De profesora. De ser humano. Asi… en general. Despues del episodio del telefono y en la hora siguiente a la de Leroy, me habia tocado lidiar con un par de esos padres… tocapelotas. Que ojo, igual es mas profesional y elegante llamarles algo tipo rara avis o cualquier cosa semejante, por aquello de la tremenda implicacion que demostraban en la escolarizacion de sus hijos. Hasta rayar lo insano. Estaban quienes solo querian de los chiquillos que cumplieran. Deberes hechos y asignaturas llevadas mas o menos al dia. Los que lidiaban con algun handicap, y no tenian las expectativas altas mas alla de una adaptacion saludable en el centro reglado y aprendizajes significativos, y luego… luego estaban los demas. Los que promulgaban eso de, como yo pago este servicio extra requiero de ustedes que vivan por y para hacer magia con una hora de terapia enfocada en el retraso madurativo. Vamos, que si el nino tenia un nivel de lectura de primaria, pero estaba en edad de cursar la ESO, yo tenia que agitar mi varita, aunque el primer instinto fuera metersela a papa por el culo. Cogi aire y respire hondo al salir del metro en Opera y eche a caminar hacia Plaza de Callao. Tenia la tremenda suerte de contar con un coqueto pisito de renta antigua situado en el edificio colindante con el de El Corte Ingles. Un lujo para muchos, principalmente turistas que venian a Madrid de paso; por lo bien situado, lo centrico de su ubicacion y lo cosmopolita de todo cuanto lo rodeaba. Para mi, que tenia que ir al curro todos los dias y llegar con tiempo, que volvia cansada y arrastrandome los findes cuando doblaba turnos en la pizzeria donde me sacaba un sobresueldo, las aglomeraciones, retrasos, colas interminables, codazos, tropiezos, estrenos de cine, luces, voces y algarabia general… eran mas una molestia que algo que tomar como positivo. Mi alma viejoven, supongo, que a veces se imponia a la edad que me marcaba el DNI. Pase por la chocolateria San Gines para darme un capricho antes de subir a casa… y me lo comi por el camino porque recorde que mi plan de pasar el resto del dia con ropa de indigente y abrazada a mi gato se habia ido al garete por culpa de Aina. --Dichosas mejores amigas… hay que joderse. --Tire de la portezuela metalica haciendo fuerza con el hombro, mientras me relamia los restos dulces que se me habian impregnado a las comisuras--. Aprende a decir no, Roma. Es muy facil. Son solo dos letras. Si podias pronunciar esternocleidomastoideo con seis anos, ?que puto problema tienes con negarte a las cosas? Subi las escaleras pisando fuerte, pero no como Alejandro Sanz, sino en plan… mosqueada con la vida. No me apetecia salir. No tenia ganas de ducharme, peinarme y revolver en el armario algo para ponerme. No queria bajar otra vez las escaleras. Queria prepararme estrategias de defensa para el lunes, cuando seguramente mi jefa me llamaria a su oficina para que le contara mi parte de version en la movida con los padres de los alumnos. <>, diria. <>. !Como si fueran culpa mia los suspensos en asignaturas que no estaba impartiendo, cojon! Gire la llave y, de inmediato, los maullidos me recibieron al otro lado. Sonrei. Al cruzar el umbral, Cax Teller, mi gato rubio de ojos azules, llamado asi en honor al protagonista de series como Hijos de la Anarquia y fantasias sexuales recurrentes de Roma. Me incline para acariciar su pelaje calentito. --Las cosas que hacemos por l

  • La chica del semaforo y el hombre del coche de David Orange S

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    Jack Miller es un genio de los numeros cuya especialidad es el estudio de la probabilidad, concretamente de los fenomenos aleatorios. Despues de anos trabajando en un misterioso proyecto que esta a punto de ver sus frutos, decide ponerlo todo en riesgo por algo que nunca ha tenido, una mujer…

  • Enganos (Dulces Tentaciones 1), Alina Covalschi de Alina Covalschi

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    ?Que harias si algun dia descubres que tu propia mujer esta pagando a una persona para que descubra tu infidelidad?
    Clara es una mujer hermosa y con una mirada transparente, capaz de enamorar a cualquiera.
    Su trabajo la mantiene atrapada entre la mentira y la triste realidad. Se vera obligada a permanecer bajo la sombra de las infidelidades pero, ?que pasara cuando su ex novio aparezca de nuevo en su vida?

  • Un hombre oscuro de Erina Alcala

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    Alan Parker estaba habia pasado forzosamente a la reserva del ejercito de los Estados Unidos como capitan, a los 32 anos. Algo que le dolia en el alma. Lo habia estado desde que salio de los marines en la base aerea de Moron de la Frontera, en Sevilla. Cinco servicios prestados en Irak y en Afganistan, era valiente y no le temia a nada, y se prestaba a ir a la guerra como si fuera inmortal. Le gustaba la base aerea espanola, aunque era mas pequena que las americanas. Las chicas espanolas, le atraian, a pesar de ser un tanto inaccesible a la hora de salir como otros companeros. Preferia quedarse en la casita asignada en la base y disenar las estrategias que haria con sus hombres llegado el momento. Pero la ultima vez, fue terrible para el y para sus hombres, aquella emboscada, un tiro en la rodilla, hizo que la baja fuera permanente. Y sufrio tanto... Porque los marines y ser un soldado y un militar era su vida. Pero la placa de la rodilla, hizo que le dieran la baja total y permanente. Estuvo casi seis meses en la base hospitalaria de la OTAM en Alemania hasta que lo llevaron a Moron y alli le dieron la noticia. Si, que tenia una buena paga de por vida bastante alta y el dinero que habia ahorrado durante esos anos, mas lo que tenia de sus padres, pero eso no era suficiente para el, no por el dinero, sino por su vida. Tenia 32 anos... ?Que iba a hacer ahora? ?Donde ir? Nacio en un orfanato de Nueva York, fue adoptado por una familia ya mayor que no podia tener hijos y el crecio como un nino mimado. Estudio en Harvard ingenieria de telecomunicaciones, un master y despues a la marina. Para esa fecha su madre habia muerto y su padre murio el mismo ano de licenciarse. Fueron unos anos bastantes dificiles para el. Vendio la casa de sus padres y se guardo el dinero de la casa y lo que tenian. Si, que tenia dinero, el de sus padres, el del ejercito, pero a los 32 anos y era como si su vida se hubiese terminado. Estaba amargado y depresivo. No queria volver a Nueva York despues de la noticia, una ciudad tan cosmopolita en la que no tenia a nadie, ni nada, inmensa, y ademas en la rehabilitacion, le recomendaron una ciudad al lado del mar. La rodilla iria mejorando con el tiempo, pero al menos debia darle un par de anos para ir sin baston. Sin embargo, le quedaria una ligera cojera, menos si hacia ejercicio y la rehabilitacion. Asi que salio de la base con sus cosas y se fue a Sevilla, alli estuvo unos dias en un hotel y dando vueltas, penso donde podria vivir, si a Cadiz o a Malaga, las dos le gustaban y eligio Malaga, Marbella, una ciudad preciosa, animada, aunque el no tenia animos ahora mismo de nada. Se compraria una casita en primera linea de playa o un apartamento, tampoco necesitaba tanto. Se dedicaria a pasear a hacer ejercicio, a leer y ya buscaria que hacer. Sabia hacer proyectos, quiza mas adelante podria montar un bufete para trabajar en ello, pero en dos anos, nada. Y con ello, tomo su todoterreno a Malaga y de alli, se quedo en Marbella. Alli miro sitios y encontro un lugar precioso a las afueras con una casita casi privada. Habia un grupo de apartamentos y cerca un centro comercial. No necesitaba mas, el centro tenia de todo y ademas la ciudad a kilometro y medio. Eran de obra nueva los apartamentos en una playa pequena como una cala privada. Era maravilloso. Le encanto el lugar. Alan, vestia de negro, siempre le gustaba el negro, incluso para el verano, parecia estar de luto permanente, enfadado, triste y amargado. No queria hacer vecinos, ni que nadie lo molestara. Queria estar solo y eso que era en su fuero interno un hombre familiar, pero ya no tenia a nadie. Al final, se compro el apartamento de nueva construccion, eran independientes, con un porche precioso que daba a la playa, en primera linea. De una planta, era lo mejor para el ahora mismo.

  • Denuncia inmediata de Jeffrey Eugenides

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    Un joven viaja por el mundo en busca de iluminacion y se enfrenta a todo tipo de experiencias, no siempre agradables; una estudiante de origen indio seduce a un profesor buscando una salida desesperada a la situacion de su familia; un poeta fracasado que ha encontrado trabajo en la editorial de un antiguo pornografo acaba dejandose arrastrar por la tentacion del dinero y la America del pelotazo; un sexologo tiene un perturbador encuentro sexual en una selva remota; un matrimonio que empezo por conveniencia acaba en desastre; un musico que toca el clavicordio se enfrenta a la dificultad de combinar su arte con su condicion de esposo y padre y termina perseguido por unos cobradores de morosos; una chica decide quedarse embarazada sea como sea; una mujer visita a una vieja amiga a la que le estan haciendo pruebas para saber si padece alzheimer y le regala un libro que ambas adoraban en su juventud… Jeffrey Eugenides, que ha demostrado en tres novelas excepcionales –Las virgenes suicidas, Middlesex y La trama nupcial– su capacidad para ahondar en la complejidad de las relaciones humanas, continua su exploracion en esta envolvente coleccion de cuentos. Nos encontramos aqui una vez mas con hombres y mujeres que se enfrentan a sus miedos, toman decisiones drasticas y se adentran en territorios desconocidos. En dos de los cuentos reaparecen personajes de sus novelas, que, al igual que los nuevos, son seres humanos desamparados que el autor retrata con perspicacia y humanidad, plasmando sus anhelos y contradicciones. Elegante, sutil, a ratos ironico y en otros momentos hondo y conmovedor, Eugenides traza aqui un poderoso mapa de las emociones humanas.

  • La llamada de la noche (Nocturnos 1) de Antiliados

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    En las salvajes tierras de Alaska, vive una familia que crecio aislada de la civilizacion.
    Billy Lowell, su mujer Ely y sus cinco hijos, cuatro chicos y una chica, han pasado los ultimos anos sin ningun tipo de contacto con el mundo exterior, a excepcion de unas cuantas ocasiones en las que se han tenido que trasladar a los pueblos cercanos para obtener herramientas o enseres que el bosque no les proporciona.
    Los Lowell se veran alterados con la llegada a sus vidas de una chica que precisa de su ayuda, Amanda. Ella aparecera de la nada trastornando su rutina y exponiendo su secreto.
    Ante esta circunstancia, el segundo de los Lowell, James, no comprende el sentimiento que ha despertado en su interior esa muchacha ni los instintos primitivos que han emergido a la superficie por su culpa.
    La cuenta atras ha dado comienzo y James conocera a la mujer que lo cambiara todo; esa persona por la que vale la pena parar, respirar y valorar lo que realmente importa: el amor.
    Pero, ?y si eso no es suficiente para alcanzar la paz y felicidad que tanto ansian? La guerra esta a punto de dar comienzo, y puede que lo que sienten el uno por el otro no sea suficiente para ganarla.

  • La nina de las agujas del numero 3 de Daniel Diez Crespo

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  • Amurao. El aullido del lobo solitario de Fran Barrero

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    ?Que encontraras? La inspectora Cristina Collado parte hacia Estados Unidos para realizar un curso especializado en asesinos en serie e impartido por el FBI.

  • Prohibido nacer de Trevor Noah

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    – Mi madre me queria tanto, que tuvo que tirarme de un coche en marcha para que huyera. – Mi padre me queria tanto, que cuando paseaba conmigo lo hacia por la vereda de enfrente, sin mirarme. – Mi padre era suizo, muy blanco. – Mi madre era xhosa, muy negra. – Y, segun las leyes del apartheid, por ser de razas distintas tenian prohibido hacer el amor. – Pero al parecer lo hicieron… porque naci yo. – Lo peor que podia haber hecho. Trevor Noah (Johannesburgo, 1984) nacio en una familia pobre en la violenta Sudafrica del apartheid. Dos decadas despues, es la nueva estrella de la comedia politica en EE. UU. y el principal azote de Donald Trump. <> Michiko Kakutani, ‘The New York Times’

  • Multimillonario Descubierto de J. S. Scott

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    ?QUE SUCEDE CUANDO EL HOMBRE AL QUE SIEMPRE HAS ODIADO RESULTA SER QUIEN TE SALVA, ARRIESGANDO SU PROPIA VIDA PARA RESCATARTE DE UNA MUERTE SEGURA?
    Todo esta borroso. Lo que siempre creiste cierto resulta no estar tan claro ahora.

  • Las verdades infames de Damian Comas

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    Eduardo Antonio Parra

  • El lamentable descenso de Henry Norton de Angel Delgado Rodriguez

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    Marzo de 1981. Henry Norton se ha recluido en su apartamento de Manhattan y escribe el final de su tercera novela cuando recibe una llamada telefonica de un desconocido que le da una direccion y le informa de que su mujer, desaparecida hace unos anos, esta viva.

  • Y te iras de aqui de Lorenzo Silva , Patricia Kal

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    Y te iras de aqui es una historia de amor, es decir, politica.

  • Cual es tu historia de Ana Paula Benitez

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    Al desnudo, esta historia comenzo asi. Desperte aquella manana con casi la mitad del cuerpo sobre el escritorio. Me habia quedado escribiendo hasta muy tarde y, como siempre, me habia dormido frente a la laptop. Mire la pantalla por un momento y note que al menos no habia arruinado la escritura. Si habia babeado el escritorio de manera descomunal… Buen trabajo. Mire hacia la ventana y la luz del sol me cego por unos segundos. Me cubri los ojos con una mano y me apoye en el escritorio con la otra. Me levante y camine lentamente hacia la ventana. Sin antes bostezar y estirarme, corri las cortinas blancas y abri un poco la ventana para que el viento de la manana refrescara la habitacion. Me voltee y camine hacia la cocina con la idea de prepararme un cafe, pero no pude ni siquiera completar medio trayecto cuando fui atacada por una pieza de Lego. Si, leyeron bien. --!Ah! !Tony! !Deja de robar las cosas de los vecinos! --Con furia me dirigi hacia la cuna del gato y como de costumbre me encontre con nadie--. Desagradecido, te compro una cuna hermosa y sigues durmiendo en cualquier otro lado. !?Sabes cuanto cuesta una cuna como esa?! Calle al darme cuenta de lo inutil que era quejarme. Aun asi, se sentia muy bien. Escuche un estruendo en el patio trasero del edificio y al fin supe hacia donde debia gritar. Corri hacia la ventana y sali al balcon cargada de colera y autoridad. Asi es, soy duena de un gato y lo trato como tal... o algo asi. --!Tony! !Te voy a matar! Mire hacia el patio y note que el causante de tal estrepito no habia sido Tony. Despegue los labios para hablar, pero lo unico que salio fue un balbuceo bastante incoherente. --Hola. Al desnudo, asi comenzo. Un hombre de tez palida y ojos azules y profundos estaba parado detras de una reposera. Se veia muy nervioso y apresurado. Y lo unico que traia puesto era un reloj de oro. ?Quien era el? ?Por que estaba desnudo? ?Donde estaba Tony? Frunci el ceno y abri la boca de nuevo, pero segui sin hablar. --Tuve una mala noche --bromeo el--. ?Podrias ayudarme? --Am... --!Vivo en el noveno piso! --aclaro repentinamente--. No soy un extrano. Tu eres la duena del gato cleptomano, ?verdad? --S-Si. Mi Tony es popular entre los vecinos. --Entonces... ?me ayudas? --!E-Espera alli! Me voltee y corri hacia el dormitorio. Resbale con un calcetin y cai de espalda. Oh, bendita habitacion la cual no habia ordenado desde la ultima visita de mi madre... Tome una toalla y corri hacia el balcon de nuevo procurando no pisar otro calcetin asesino. Arroje la toalla por el balcon y le indique a mi desvestido vecino del noveno piso que esperara en la puerta. Me coloque las pantuflas y baje por el ascensor hasta la planta baja. Estaba nerviosa, avergonzada, como siempre cuando tenia que socializar con alguien. Abri la puerta y mi vecino entro con una sonrisa y una expresion de alivio en el rostro. --Gracias. --De nada. Hice una mueca nervuda con los labios y me mire los pies. --Necesitaria otro favor --mi vecino se rasco la nuca al hablar. Luego bufo, pero no dejo de sonreir ni por un segundo. --Claro. --?Me prestarias tu telefono? Necesito llamar al cerrajero para que abra la puerta, no tengo las llaves encima y, bueno... Hizo un ademan y al fin deje escapar una risilla. --No hay problema. Subimos por el ascensor en silencio, ni siquiera me atrevi a verlo. Escuche alguna que otra risa suelta en el aire por parte de el, pero no me atrevi a mirar ni una sola vez. !Adios, manana cuasi tranquila! --Soy Benjamin. --Cara. --?Cara? --Si. --Ya veo. Benjamin apreto los labios y contuvo la risa. Lo ignore por completo. Habia sido el centro de bromas en la escuela primaria y secundaria, ya estaba acostumbrada. Entramos al departamento y me dirigi a la mesa del comedor en busca del telefono celular. Escuche que la puerta de la entrada se cerro con suma delicadeza y supuse que aquel hombre envuelto en la toalla era bien educado. --Ten. --Le entregue el telefono y me aleje mientras el marcaba el numero--. Tony --murmure --. Tony, ?donde te metiste? Me incline un poco para mirar debajo de la mesa, pero no encontre nada. Junte el bloque y lo sacudi de arriba abajo por unos segundos, en silencio trate de especular donde podria estar husmeando mi felino amigo. --?Tony? --la voz de Benjamin me hizo voltear. --Mi gato --respondi mientras me sumergia en aquellos orbes llenos de curiosidad--. Sientate... donde quieras. Lo siento. Educacion Cara. Se educada tambien. --Estoy bien --contesto sin dejar de mirar los cuadros--. Bonita decoracion. --Gracias... --En especial las tazas sucias y los paquetes vacios en el escritorio --menciono y apunto el escritorio con el dedo indice. --Es mi zona de trabajo --trate de defender injustificable. --Oh, claro, necesitas ese paquete para... ?En que trabajas? --Con una ceja arqueada hacia arriba me miro. --Soy... escritora. --!?Escribes?! !Eso es fantastico! --?Eso es ironia? --pregunte con desconfianza. --?Que? !No! ?Por que haria algo como eso? Am... ?Porque la mayoria del tiempo las personas que conozco piensan que no es un trabajo real? ?Porque ni siquiera mi madre esta conforme con lo que hago? --No lo se --bufe y oculte la verdad en tres palabras. Note un brillo especial en los ojos de Benjamin. Aquel hombre con clase paso a comportarse como un nino en cuestion de segundos. --?En serio crees que es fantastico? --!Por supuesto! --Benjamin alzo las manos en el aire y me miro como si fuera una ingenua--. Me encantan los libros --comento--. Quiero decir, los buenos libros --esclarecio--. Cuando era pequeno no tenia muchos amigos. --?En serio? Con esa increible apariencia era dificil de creer. Lindos ojos, lindos labios, lindos modales... --Oye --Benjamin murmuro ofendido--. Me enfermaba mucho, tenia un sistema inmunologico deplorable. --Alli iba el y sus complejas y elegantes palabras. Benjamin se rasco la nuca por unos segundos, suficientes como para permitirme memorizar los detalles de su sonrisa--. Leia muchos libros --conto el--, Julio Verne, Edgar Allan Poe, Mark Twain, ?los conoces? --No personalmente --bromee--. Pero si, los he leido. --Lo que hacen con las palabras --hablo inmerso en su mundo--. !Son artistas! ?No crees? -- Asenti con la cabeza y el me senalo--. Los escritores son artistas, nobles artistas que viven haciendo lo que aman y que no son tan valorados como deberian. --Supongo --murmure. No supe que decir, senti las mejillas calidas y me rasque la nariz para tratar de ocultar el notorio rubor que probablemente tenia en el rostro. --!Claro que si! --reafirmo--. Crean mundos, personas, historias... --Benjamin miro el escritorio--. Pero tu casa es un desastre, si me permites decir. Benjamin tenia un modo bonito de insultar a las personas. Te ofendia, pero con cierto respeto que te provocaba mas frustracion que enojo. Benjamin se coloco las manos en la cintura, pero segundos despues cambio de postura y se puso en accion. Mi vecino tomo algunas tazas de sopa instantanea sin esperar un segundo mas y las tiro en el tacho de basura. Luego camino hacia el escritorio, arrugo los paquetes vacios e hizo lo mismo que antes. Yo solo admire la espalda de Benjamin en silencio por unos segundos. --Oye, no hagas eso. Excelente reaccion, Cara, verdaderamente apresurada y certera. --?Acaso los necesitabas? --pregunto con ironia. --N-No, pero... --?Pero...? --Es mi casa. --Y se nota --bromeo Benjamin. --!Oye! --No creo que sea una buena idea tener tantas cosas tiradas, al menos que estes construyendo una granja de cucarachas en tu propia sala. --Tal vez lo este haciendo. --?Si? --Son populares en los paises asiaticos. Benjamin dejo escapar una risilla y miro el polvo de los estantes con cierto pudor. --Oh, ya entiendo --susurre. --?Que tienes un gran problema? --No --respondi--, eres un obsesivo compulsivo por la limpieza. Benjamin me miro con la boca abierta y sonrojado, aun mas sonrojado que yo. !Touche! --!El cerrajero! --cante con felicidad al oir el timbre del departamento. Ignore los reproches de Benjamin y atendi al cerrajero con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando al fin el cerrajero pudo abrir la puerta, Benjamin me agradecio una vez mas y se despidio. Y asi, la tortura comenzo. 1 Drama innecesario ?Por que tortura? Porque al dia siguiente de aquel encuentro no tan maravilloso decidi salir al mundo por uno de los objetos mas preciados por el ser humano y al volver a mi dulce hogar me encontre con que Benjamin estaba esperando frente a la puerta. --Es un chiste --dije con la bolsa de arena para gato aun en brazos. --No --respondio con seguridad--. No puedo dejar que esa cosa nos consuma a todos. --?Cosa? --Solo abre. --De acuerdo. --?Y tu gato? --Todavia no volvio. --Tal vez este muerto debajo de toda esa basura. --!No bromees con eso! --No era una broma. Tony no estaba muerto. Volvio horas despues con la ropa interior de la vecina del quinto piso. Un gato cleptomano y un vecino obsesivo compulsivo, fantastico. --Tu casa no se ve tan mal cuando esta limpia. --Benjamin dejo la escoba por un momento y suspiro cansado. --Tienes razon. Mire a Benjamin y comence a reir sin poder evitarlo. El me miro con cierta incredulidad y curiosidad. --Esperaba un agradecimiento. --!Lo siento! Me cubri el rostro para que no me viera reir. Benjamin se veia muy gracioso con el delantal puesto, y los guantes, y el panuelo en la cabeza, y las mejillas rosadas de tanto trapear. Eso si, conste que yo no lo habia obligado a nada. El se ofrecio solo. Bueno, “ofrecer”, mas bien, se metio en mi departamento y lo considero parte de su habitad natural, pulcro y refinado. --Grosera. Me compuse segundos despues y lo mire con cierta pena, pero me di cuenta que el solo estaba bromeando. Benjamin sonrio un poco y se saco el panuelo de la cabeza. Se sento en el sofa y Tony se acerco a el. --?Tienes agua al menos? --Si. Fui a la heladera a buscar la botella y el aprovecho la oportunidad para mirar mi trabajo en la laptop. Ignoro el interrogatorio realizado por los maullidos extranos de Tony, se saco los guantes y enseno el reloj de oro. Se sento en la silla del escritorio y en silencio leyo algunas oraciones. Observe como los labios de Bejamin se movian mientras el pronunciaba de manera inaudible cada palabra. Note que reaccionaba con cada palabra, que las sentia, y que sus ojos brillaban con cada uno de esos sentimientos. Trague saliva al ver que estaba sucediendo. Me estaba enamorando. --Escribes muy bien. --Supongo. --Algo detallista. --?Lo crees? --Si, es como si observaras demasiado las cosas. --Mi madre siempre dice eso --comente mientras dejaba un vaso de agua fresca en el escritorio--. Que observo mucho, que pienso mucho. --?Lo haces? --Eso creo. --?Tienes portavaso? Tome un papel lleno de garabatos y se lo di. Benjamin tomo el papel y bufo por la nariz. Mi vecino del noveno piso bebio un poco de agua y dejo el vaso encima del papel. --Di algo de mi. --?Sobre ti? Aquella pregunta me tomo por sorpresa. --Si, algo. Note que los labios de Benjamin estaban humedecidos por el agua y sonrei un poco. Entrecerre los ojos y mire hacia la ventana, luego volvi a mirar a Benjamin y deje escapar aire por la boca. --Cuanta concentracion --bromeo el. Benjamin sonrio un poco y el foco imaginario se encendio encima de mi. --?Que tal tu sonrisa? --?Mi sonrisa? Benjamin amplio mas aquella mueca de felicidad cuando escucho mis palabras. --Si... por ejemplo, cuando te ries, tus labios se estiran junto con tus fosas nasales --le explique. El se toco la nariz, curioso--. Tienen una perfecta armonia, y se hacen unas pequenas muecas en los costados, como unos hoyuelos casi perfectos... casi. --Arrugas, malo para mi edad. Rei un poco y negue con la cabeza. --Pero cuando sonries con tranquilidad no se notan las muecas y los labios se vuelven mas finos y delicados, como si supieran que era el momento perfecto para moverse de aquella manera. --Por algun motivo habia bajado el tono de voz al hablar. Note que me habia inclinado para verlo mejor y que estaba demasiado cerca de el--. !Sin mencionar que parecen bien cuidados! --Me separe casi un metro de el. Lo se, a veces exagero demasiado--. ?Usas manteca de cacao? --Solo en invierno --dijo con una sonrisa burlona. --Y esa sonrisa burlona de costado es muy diferente a la ganadora o a la nerviosa. --?Existen mas sonrisas? --Si --respondi. Hice un ademan para que se moviera. Benjamin se levanto de la silla y se paro al lado del escritorio. Yo me sente en la silla y respire hondo para tratar de concentrarme y volver al trabajo. --Eres muy buena --murmuro Benjamin--. Pero no sabes nada de los detalles del hogar. Puse los ojos en blanco y deje escapar un quejido. Quise enojarme, quise sentirme ofendida. Pero no pude hacerlo ni un poquito. Tampoco pude evitar enamorarme de el. Aprendi cada detalle de el como si fuesen parte de una pintura. Desde el lunar debajo de su barbilla hasta la profundidad de su voz. El dia que nos conocimos, el habia salido con una chica por segunda vez. Una chica a la que jamas habia llamado de nuevo, a la que creyo jamas haberla visto o invitado a una cena y con la que aprendio una gran leccion. La dulce venganza de una mujer resentida. La mujer lo dejo en un cuarto de hotel, desnudo, atado a la cama y solo con el reloj para que se preparara cuando la mucama entrara y lo viera alli con una camara a un lado, una nota, y una foto de el desnudo. Rei lo suficiente como para que el tambien se riera de la desgracia que le habia pasado. Odie eso, odie caerle tan bien. Odie aquella sonrisa y aquellos gestos. Y los ame, ame todo de el. Odie que me abrazara cada vez que queria y que se parara tan cerca para leer la pantalla. Odie que me ayudara a escribir porque me resultaba cada vez mas dificil ser independiente. Depender de alguien de aquella manera... pateticamente romantico. Y ame los abrazos, calidos y llenos de afecto. Ame los juegos y las palabras aburridas que salian de su boca. Ame el orgullo que le salia por los poros cada vez que hablaba del trabajo, de alguna mujer o de un buen dia. Ame cuando bromeaba con sinonimos absurdos e inexistentes. Ame aquella sonrisa variante, aquellos ojos brillantes y aquella actitud deslumbrante. Amar y odiar al mismo tiempo las mismas cosas solo me hacian sentir confundida y nerviosa. Era una tortura eterna. Una tortura que yo misma cree.

  • La Mala Semilla de Toni Aparicio

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    Una prometedora teniente en el momento mas duro de su carrera, una mujer asesinada de forma violenta, un nino desaparecido y un sinfin de secretos inconfesables…

  • Sumisa de cinco leones de Saray Gil Diaz

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    Sonia miraba a Maria a traves del precioso espejo charro, todo en dorado, extranada mientras Maria sonreia. ?Que cono haces Maria? ?Tu? te me has caido de un pedestal, tres hombres ?Que va a pensar la gente. Maria la miro muy seria volviendose lentamente. Me caso con Josh, a efectos legales, ademas hoy en dia todo esto esta bien visto. Sonia se miro las unas y la volvio a mirar seriamente. Eso dices tu. A mi no me importa lo que piense nadie, lo que piense la gente no me abraza ni me hace el amor por las noches. Esta bien, quitate al menos esa pulsera de cuero, no te pega. Maria se toco la pulsera negando. No. Que no te pega Maria. Intento alcanzarla pero ella metio sus manos tras su espalda. ?Te obligan a llevarla? Sonia la increpo mientras sacaba su mano mirando la fina tela. Me gusta, me la regalaron mis maridos. Ella levanto las manos aceptando que Maria no se la quitaria. Esta bien. Maria miro a Sonia a su hermosa altura, de pelo rojo liso hasta sus nalgas y ojos verdes zafiro, al igual que el hermoso vestido que lucia nerviosa tocandose su collar de sumisa en su muneca, era su amiga, pero no sabia nada sobre el BDSM (bondaje y sumision) y ella era demasiado prepotente para este mundo y le sonrio. Esta bien Maria, vamos. Vio a Sonia agacharse a ponerse sus lindos zapatos de tacones de aguja negros y le sonrio sabiendo que despues de su boda ella se quedaria en Nueva York con sus maridos y ella volveria a Espana, Sonia se incorporo y se acerco a ella con una preciosa sonrisa de carmin rojo. Vamos a terminar de arreglarte. Sonia calzo tambien a Maria en sus preciosos zapatos, tambien de tacon alto y le puso su hermosa corona de diamantes, busco alrededor con una furtiva lagrima el ramo de hermosas rosas blancas con una roja en medio y se lo entrego sin querer volver a mirarla. Sonia. Maria le abrio los brazos hasta que Sonia bajo una ceja que tenia alzada mirandola, acepto su toque y se sento junto a ella. Siempre estare aqui, algun dia encontraras el amor, tienes que intentar ser mas amigable con los hombres, debes abrirte a conocer gente y ser mas simpatica. No puedo, sabes como me he criado, siempre he sido una nina rica que debia de cuidar sus amistades y su vida, para no aparecer en la television o en una revista del corazon, tu has sido siempre mi mejor amiga y mis padres, pero ellos ya no estan, ahora solo tengo una cuenta llena de tantos ceros que no los gastaria ni siquiera quemandolos, a Mateo mi guarda espaldas, a si y a Pin mi interna. Maria miraba atenta a su amiga intentando consolarla, la vio cambiar la cara de tristeza que tenia completamente levantandose a mirarse al espejo. Nunca debi presentarte a tus futuros maridos. Sonia estaba de vuelta a ella, parecia que ni tan siquiera hubiera soltado una lagrima. No digas eso, siempre seremos amigas, nadie puede romper nuestra amistad, estare aqui para lo que quieras, vente a vivir a Nueva York. Sonia volvio al espejo su mirada, se inclino en el y comenzo a pintar sus ojos con un lapiz negro para terminar de rematar con un poco de sombra. Tu vida cambiara hoy para siempre Maria. Sonia se volvio hacia ella nuevamente sonriente mientras soltaba un suspiro. Si tus maridos nunca te han dejado mas de diez minutos sola desde que te conocieron, a partir de hoy menos aun, vamos es tarde, tienes que dar un si quiero hoy, bueno o tres. No mucho mas tarde Sonia dejo a Maria al lado de las puertas de la preciosa iglesia de San Patricio y espero a que entrara, no queria ser el centro de atencion de todo el mundo, espero paciente a que acabara la musica de entrada de la novia y empezara a hablar el cura, cuando se decidio a entrar, no quedaba un hueco libre atras, delante habia uno reservado para ella, nada mas y nada menos que en la primera fila, queria huir, hacer sonar la campana, aquello estaba abarrotado, habia hasta indios, hombres con chilaba, otros llenos de tatuajes y casi todos los demas en opulentos y costosos trajes, miro mas alla y filas de jeques, chinos, japoneses, acompanados de muy pocas mujeres o una solitaria rodeada de tipos, la madre de Maria miro para atras en ese momento y le hizo una sola sena hacia el asiento con el rostro completamente serio, sabia que si no lo hacia de malas se quedaria donde estaba o en un rincon oscuro, volvio a senalar el asiento libre y no le quedo mas remedio que ir, levanto la cabeza y deseaba taparse con las manos para que no la vieran, pero ella era Sonia Gonzalez, una pelirroja insolente, cuando llego a su asiento Maria la miro en ese momento sintiendola y Sonia le sonrio, los hermanos de Josh estaban al lado de la madre de Maria, vestidos como el novio y sonrientes ,todo fue muy lento y solo oia blablabla... pensaba Sonia, de repente sintio algo, se sintio observada, notaba una punzada que le llamaba a mirar para atras y ni queria, vio a Maria y Josh bajar la corta escalera y a los invitados ponerse de lado, pero no queria perder a su amiga de vista, cuando paso Maria le dio el ramo y siguio su camino hacia la calle, Sonia salio del banco para dejar salir a los maridos de Maria y miro alrededor buscando la mirada de antes, vio a cinco hombres, cada cual mas hermosos, casi todos ellos de rica piel tostada y cuerpos fornidos en puro musculo mirandola, no podia desprender la mirada de ellos estaba completamente absorta cuando sintio a Mateo, su guarda espaldas cogerla por el codo y mirarla seriamente. Sonia, ?estas bien? Ella lo miro asintiendo: Maria, es muy graciosa. Mateo bajo la mirada al ramo aguantandose una inmensa carcajada: Ya lo veo. Sonia se percato de nuevo del ramo de rosas blancas con una roja en medio que tenia en las manos y su mirada bajo a el. ?Vamos? aun te queda ir al banquete. Sonia miro a los ojos de Mateo tratando de arrojar suplicas: ?Tengo que ir? El le sonrio con maldad y asintio con la cabeza: Si. Sonia siguio a Mateo sin volver la mirada a los hermosos hombres hasta su limusina, cuando estuvo bajo la seguridad de sus lunas tintadas los vio salir rodeados de guardaespaldas y mirar a Mateo dando la vuelta para montarse a conducir, el que parecia mas mayor no quitaba los ojos de la ventana donde estaba ella, como si supiera que lo miraba, era majestuoso, inmenso, de piel tostada por el sol y de ojos negros brillantes. Hay trafico hasta llegar a la autovia, tardaremos en llegar. Mateo la miraba a traves del espejo retrovisor: Podemos ir al hotel. Este le nego seriamente: Sonia, aguanta esta noche, manana estaras a estas horas en tu casa y no volveras a ver a tu amiga. Ella bajo la mirada y se sumergio en sus pensamientos mientras caia la tarde en la gran manzana de Nueva York.

  • Prisionero del agua de Alexis Diaz-pimienta

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    Cuando se publico por primera vez (Espana, 1998), esta novela cubana gozo de gran acogida entre el publico y la critica. Obtuvo el Premio Alba-Prensa Canaria ese mismo ano. En enero de 1999 la ya desaparecida revista literaria Ajoblanco la selecciono entre uno de los cinco libros “mas buscados” por los espanoles. En diciembre de 1998, en el suplemento El Cultural, del diario ABC de Espana, fue seleccionada como una de las diez mejores operas primas del ano en ese pais.

  • El silencio mas noble de Susana Lopez

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    <> nos cuenta la historia de tres mujeres nacidas a principios del siglo XX: Lucia, una joven vasca de origen humilde; Elvira, una inmigrante burgalesa que se traslada a Bilbao para trabajar; y Renata, una bella italiana de padre gallego. Son mujeres normales, amas de casa, sencillas madres de familia que tienen en comun el coraje para hacer frente a las adversidades. Sus destinos se cruzan a partir de un suceso violento ocurrido en 1937, en plena guerra civil. Desde entonces, y a su pesar, sus destinos se unen irremediablemente.

  • Un cientifico en el supermercado de Jose Manuel Lopez Nicolas

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    Pongamos una remolacha. Para muchos, poco mas que una hortaliza. Pero para el reconocido investigador Jose Manuel Lopez Nicolas, un universo que va desde la industria de la alimentacion, que la usa para vendernos atun de baja calidad, hasta los equipos de primera division, que la utilizan para que sus jugadores corran mas rapido.
    Siguiendo con el estilo desenfadado y el tono divertido que le han convertido en uno de los referentes de la divulgacion, el profesor Lopez Nicolas nos acompana a lo largo de 12 capitulos por la ciencia de nuestra vida cotidiana, descubriendonos las matematicas ocultas de un cante jondo, la fisica presente en un memorable partido de tenis, la sorprendente estadistica de la Loteria del Nino o la quimica que se esconde tras las etiquetas de un supermercado. Un fascinante viaje por la ciencia de las pequenas cosas que nos ayudara a esclarecer cuales son las verdades y mentiras con las que topamos a diario.

  • La mujer del inquisidor de Catherine Roberts

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    Cuando Maria llega desde el reino vecino para casarse por compromiso con el atractivo y frio inquisidor, es consciente de que a partir de ahora compartira su vida con un monstruo. Se siente capaz de sobrellevarlo, se ha preparado como ha podido para ello. Lo que no imagina son los malvados planes que Diana, la sirvienta del religioso, tiene reservados para ella, pues no piensa permitir que nadie la arrincone ni le quite el puesto que ocupa en la casa y en la cama de ese poderoso hombre.
    Solo que… nada saldra como habian pensado ninguno de los tres.

  • Mia por esta noche de J. S. Scott

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    Simon Hudson permanecia de pie en silencio en la penumbra del opulento vestibulo, las manos en los bolsillos de sus pantalones y un hombro apoyado contra el marco de una gran ventana que miraba a la calle. Todo su cuerpo estaba en tension; sus oscuros ojos castano examinaban la acera con la intensidad y atencion absolutas de un loco. <>. Sabia que Kara trabajaba aquella noche. Las dos noches anteriores habia llamado para decir que estaba enferma, pero habia vuelto a trabajar en Helen's Place, sirviendo mesas en el turno de tarde. Lo habia comprobado. Su madre era la duena del pequeno restaurante donde trabajaba Kara y por lo general era bastante comunicativa cuando Simon queria informacion, pero el era cuidadoso. De lo contrario, su unica progenitora lo acosaria para averiguar por que queria informacion sobre Kara. Su madre, maravillosa pero curiosa, seria como un sabueso tras un rastro si pensara que el interes de Simon era cualquier cosa menos informal. Su madre lo incordiaria hasta el aburrimiento porque querria saber exactamente que intenciones tenia con Kara. Simon fruncio el ceno. Como si tuviera intenciones de ninguna clase. Tenia fantasias y todas ellas incluian a Kara abierta de piernas en su cama, gritando su nombre mientras el hacia que se corriera una y otra vez. Inspiro profundamente y espiro despacio, intentando hacer que su cuerpo se relajara y diciendose que tenia que estar loco para situarse en el mismo lugar, noche tras noche, por una mujer que no le habian presentado oficialmente. Pero ahi estaba... otra vez, dandole la espalda al portero curioso, mirando por la ventana como un acosador desequilibrado, esperando para ver un momento a Kara Foster. Algo en aquella mujer sacaba a relucir unos instintos extranos, territoriales y protectores que hacian que permaneciera ahi, vigilando, esperando a que pasara por su bloque de apartamentos de camino a su casa despues del trabajo. Y entonces, cuando la vio, hizo lo mismo de siempre: la siguio a cierta distancia, intentando no alarmarla, y espero a que entrara en su apartamento a salvo antes de dar media vuelta y volver a casa andando. No hablaba con ella ni se acercaba a ella siquiera. Nunca lo hacia. No es que no quisiera hacerlo, pero Kara iba a la Escuela de Enfermeria y trabajaba a jornada completa en el restaurante de su madre. Segun ella, Kara se negaba vehementemente a tener citas porque no tenia ni tiempo ni energia para invertir en una relacion. Probablemente tenia razon con respecto a eso. Estaba loca; no dormia bastante ni comia lo suficiente. No tenia a nadie que se preocupara por ella excepto a la madre de Simon... y a el mismo. <>. El problema es que el no era un familiar y sus sentimientos distaban mucho de ser fraternales. <>. Simon tuvo que contener un grunido de frustracion al pensar en la primera vez que vio a Kara, los ojos azules chispeantes de humor, rizos negros de pelo sedoso saliendo de su perenne cola de caballo y su cuerpo ligero moviendose con gracia de una mesa a otra en el restaurante de su madre. A la edad de veintiocho anos, aun conservaba ese aspecto de inocencia y vulnerabilidad que tenia a Simon atrapado en su red inintencionada. Estaba prisionero en ella desde entonces. Su madre hablaba de Kara como si fuera su hija, y Simon sabia que a Kara y su madre las unia un vinculo especial: uno que no se debia a la sangre, sino a una amistad especial. <>. Torciendo los labios ligeramente, Simon esperaba que su madre nunca pretendiese que fuera como un hermano para ella. Eso no iba a ocurrir. Se le ponia dura como una piedra cada vez que la veia. ?Que demonios tenia esa mujer en particular que lo ponia tan tenso y nervioso? Simon se habia follado a mujeres que eran mas atractivas y sofisticadas; ni una sola le habia causado la mas minima emocion. Era un solitario; preferia pasar su tiempo con el ordenador en lugar de asistir a eventos sociales, pero a veces necesitaba la compania de una mujer para aliviar sus necesidades fisicas. De cuando en cuando, tomarselo por su propia mano no era suficiente. Simon tenia ciertas conocidas para esas ocasiones, mujeres que le daban el control que necesitaba y que tenia que tener en la habitacion, sin demasiadas exigencias ni preguntas. <>. Hizo una mueca sin dejar de mirar a la calle, se metio las manos hasta el fondo de los bolsillos y ajusto su postura para dar descanso a sus hombros apoyando la cadera contra la pared. <>. Casi gruno ante la idea de otro hombre le pusiera las manos encima al delicioso cuerpo de Kara. Simon lucho contra un instinto meramente salvaje que desperto en el ante la idea de otro hombre tocando a su mujer. <>. Por una vez en su vida, Simon deseo parecerse mas a su hermano mayor, Sam, la otra mitad de Hudson Corporation. Sam no tendria problema en pedirle algo a Kara. Encantar, conquistar y abandonar siempre habia sido el estilo de su hermano y Sam ni siquiera se habria planteado la posibilidad de que lo rechazaran. Probablemente porque nunca fallaba. Su unico hermano cambiaba de mujer como alguien con catarro cambia de panuelo. Sam habria derribado las defensas de Kara, la habria encantado para que se bajase las bragas y despues la habria dejado tirada para pasar a su siguiente conquista. <>. Simon sacudio la cabeza, sorprendido ante su comportamiento. Si, le gustaba el control; de hecho, lo necesitaba, pero nunca habia deseado a ninguna mujer en particular. Ahora, apenas podia pensar en otra cosa que la bonita camarera que habia captado su atencion hacia un ano. <>. Simon fruncio el ceno ante aquel pensamiento. <>. Su hermano Sam era el rostro de la compania, el comercial. Simon era un genio de los ordenadores, y estaba encantado de permanecer de fondo. ?Que sabia el sobre seducir a una mujer? Nunca habia necesitado persuadir a ninguna mujer para llevarla a la cama. Las mujeres que se follaba solo estaban con el por interes. Se le conocia por ser un amante generoso. No era tan estupido como para creer que sentian algo por el. Eso lo entendia y podia aceptarlo. <>. ?Bastaria con eso? ?Podria librarse realmente de su fijacion por aquella mujer si encontrara la manera de acostarse con ella? <>. Su preocupacion irracional por Kara habia empeorado cada vez mas a lo largo del ultimo ano, haciendo que no desease a ninguna mujer excepto a ella. No habia tocado a nadie excepto a si mismo en mas de un ano, y la verdad es que necesitaba quitarse esa comezon. Y sin embargo... no podia. Si intentaba entrar en accion, hacer algo para llamar a otra mujer, veia la cara bonita de Kara y colgaba el telefono. <>. Simon observo una figura que se acercaba, a punto de descartar mentalmente a la mujer de cabello oscuro vestida con una minifalda negra de cuero y un sueter rojo vivo. Nunca habia visto a Kara vestida con nada excepto pantalones y una camiseta con el logotipo del restaurante, el uniforme casual estandar del restaurante de su madre. Volvio a mirarla sorprendido mientras se aproximaba y se quedo boquiabierto cuando le vio el rostro.

  • Arte y Placer (Arte y placer 1) de Kris Buendia

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    Miller Preston es un artista que heredo una compania peligrosa y enemigos. Paga una noche con la mujer mas bella del catalogo de su enemigo.
    Eva Kerr ya conocio a Miller en el pasado pero ella no lo recuerda y
    Miller hara todo lo posible para que su memoria siga asi.
    Eva quiere ser la mejor artista de oleo y tomara clases en la escuela de artes donde Miller Preston sera mas que su tutor.
    Eva se siente atraida como nada ni nadie lo ha hecho nunca, sin mencionar que, aquella noche que pago por ella Eva salio huyendo.
    Hay un oscuro y elegante placer de posesion sobre ellos. Pero no cuenta que detras de un artista, hay un oscuro pasado y no es lo unico que amenazara su futuro juntos. Cuando el enemigo de Miller la reclama como suya, estara dispuesto a todo para quedarse con ella.
    <>

  • La Cita de Angel Buendia Esparcia

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    Dos personas, una mesa, dos asesinatos. Esa escena se esta repitiendo en distintas zonas de Madrid y lleva de cabeza a los agentes. Los casos se relacionan con los vividos por Kreine, una reputada detective de la ciudad Condal, que tendra que revivir su pasado para poder entender el presente. Pasado y presente se entrelazan, para mostrarnos una obra nueva y fresca y donde se invita a los lectores a ponerse en la piel de cualquiera de los personajes y establezcan por supuesto su juicio ante sus actuaciones.

  • Placer en la oficina de Josefina Rossi

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  • Honrar con Whisky (Seguridad Trident 7) de Samantha A. Cole

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    APOYADO AL RAS, contra la pared del cobertizo que separaba a su companero de equipo y a el de su enemigo mortal, Curt 'Elmer' Bannerman se asomo a la vuelta de la esquina, buscando un objetivo. No habia nadie a la vista, pero eso no significaba que no estuvieran ahi. Habia muchos lugares para ocultarse, por lo que los 'tangos' podian estar en cualquier lugar. Miro a su companero, parado estoicamente a su lado, arma en mano, ladeo la cabeza hacia su destino. <>. La respuesta que recibio fue un movimiento de cabeza y un <> murmurado. <>. Zigzaguearon por la extension, y estaban casi a salvo cuando se dio cuenta de que los habia dirigido justo hacia una emboscada. !Mierda! Cubrio a su companero con su gran cuerpo, listo para defenderlo con su vida, y fue alcanzado en el pecho por un proyectil explosivo. Aturdido por haber sido atrapado desprevenidamente, se agarro el esternon y cayo de rodillas. <>. La celebracion fue seguida por risas y carcajadas cuando los chicos de Prichard salieron de sus puestos y lo bombardearon con bolas de nieve mientras celebraban el exitoso lanzamiento de Justin, de nueve anos, que derribo al ex SEAL de la Marina. Incluso Amanda su companera con seis anos, lo traicionaba arrojandole una bola de nieve en la cabeza. <>. Juguetonamente alcanzo a la pequena traviesa, pero ella corrio en busca de proteccion detras de Taylor, su segundo hermano mayor de diez anos, gritando todo el camino. Ryan, de doce anos y sus hermanos continuaron arrojando bolas de nieve a Curt, por lo que dejo escapar a Amanda, luego se puso de pie y rapidamente devolvio el fuego, asegurandose de no golpear a nadie en la cabeza. Su madre Dana, asomo la cabeza por la puerta trasera de la vieja casa de campo, que ya no era parte de una granja, aparte de unas cuantas gallinas y un gallo engreido. <>. Los ninos gritaron al unisono. Al parecer, se les habia abierto el apetito, que era tan grande como el de Curt. Sabia que Dana habia preparado su famoso estofado de ternera y se le hacia agua la boca sabiendo que estaba dentro esperandolos. O tal vez era la chef la que provocaba que se le hiciera agua la boca. Ya basta, cabron. Ella es la esposa de tu mejor amigo y, por lo tanto, esta prohibida. Mientras los ninos corrian al interior, Curt se acerco a Marco 'Polo' DeAngelis, donde su antiguo companero de equipo apilaba lo ultimo de la lena que los dos habian cortado antes de que los ninos salieran a jugar. Un dia antes, habian hecho el viaje hasta Stormville, Iowa, desde Florida. Marco desde Tampa y Curt desde Daytona Beach. Como miembros SEAL de la Marina del Equipo Cuatro ya retirados, se encontraban cuidando a la familia de uno de los suyos, uno de los caidos. Eric Prichard, el mejor amigo de Curt desde el entrenamiento basico, quien hacia mas de un ano habia sido asesinado por un criminal, en lo que originalmente parecia ser un accidente de atropello y fuga. Eric estaba ejercitandose en su carrera nocturna cuando fue atropellado y asesinado por un vehiculo desconocido. Mas tarde se supo que siete ex miembros del Equipo Cuatro habian sido atacados debido a una mision en la que habian estado hace anos. Antes de que el resto se diera cuenta, tres de los siete habian muerto y la amenaza habia sido eliminada. Curt no conocia todos los detalles, ya que el gobierno considero que la investigacion resultante era clasificada. Pero su antiguo lugarteniente y actual jefe de Marco en Trident Security, Ian Sawyer, le habia hecho saber discretamente que la muerte de Eric habia sido vengada, que se habia hecho justicia. Inmediatamente despues del funeral de Eric, un grupo de excompaneros de equipo habia elaborado un horario rotativo. Dos veces al mes, dos de ellos se dirigian aqui y se alojaban en un motel local. Luego pasaban el fin de semana haciendo todo lo que fuera necesario para la casa y la propiedad que Eric ya no podia hacer por su familia. Se habia colocado un techo nuevo, se habia renovado el bano principal y se habia cuidado el paisaje. Si no habia nada urgente que hacer, quienquiera que cubriera el turno del fin de semana hacia algo divertido con la familia, como acampar o un viaje a Six-Flags. Hoy, Marco y el habian pasado la manana haciendo un rapido trabajo pintando de rosa y violeta la habitacion de la pequena Amanda. Llevaba varias semanas diciendo que ya era demasiado grande para seguir manteniendo la tematica de Winnie Pooh que habia conservado durante los ultimos cuatro anos. Curt se acerco a su amigo mientras se sacudia la nieve de su cabello rubio. <>. <>, el hombre resoplo, su acento de Staten Island se hacia evidente. <>. Curt se rio, se inclino y saco una de las hachas del viejo tocon de arbol que habian cortado, luego tomo la que Marco le entrego. <>. <>. A pesar de que sus mejillas estaban rojas por el frio, el hombre de metro noventa y cinco centimetros y casi cien kilos se sonrojo. ?Era tan jodidamente obvio que le costaba mantener los ojos en las orbitas cuando Dana estaba cerca? Carajo. ?Y cuando diablos habia empezado? Si, ella era atractiva. demonios, ella era excitante, siempre lo habia sido. A pesar de que todavia cargaba con algo del peso que habia ganado durante sus cuatro embarazos, su cuerpo seguia siendo hermoso. Amaba a las mujeres curvilineas, y ella tenia una impresionante figura de reloj de arena. Mierda. No queriendo admitir que su amigo tenia razon sobre devorarla con los ojos, mintio. <>. Marco cruzo los brazos y puso los ojos en blanco. <>. <>. Con el ceno fruncido, Curt se volvio y camino hacia el cobertizo, pero Marco lo siguio. Maldicion. ?Por que su amigo no podia olvidarlo? Curt no tenia por que desear a la esposa de su mejor amigo. Estaba aqui para hacer lo correcto por la familia de Eric. Nada mas. <>. La voz de Marco era severa pero tambien llena de simpatia. <>. ?Que? Curt se sonrojo y se dio la vuelta tan rapido que Marco casi es golpeado en su polla congelada con un hacha. <>. El bastardo tuvo la osadia de sonreir. <>. <>. Claramente encontrando diversion en el comportamiento de Curt, Marco se encogio de hombros. <>. Brody 'Cabeza de Huevo' Evans era el mejor amigo y companero de equipo de Marco en Trident Security, asi como un ex miembro del Equipo Cuatro, y era el mayor experto en informatica del mundo, o casi. <>. Su mirada se dirigio a la entrada trasera de la casa, y la idea de Dana en los brazos de otro hombre le hizo hervir la sangre. Deberia haber sabido que ella iba a tener hombres persiguiendola algun dia, pero no tan pronto. Hace anos, le habia prometido a Eric que, si algo le sucedia, el cuidaria de Dana y se aseguraria de que ella y los ninos estuvieran seguros y protegidos. Y era una promesa que tenia la intencion de cumplir. Marco le dio una palmada en el hombro antes de quitarle las hachas. <>. Curt asintio, sus ojos nunca se apartaron de la puerta trasera. Si mantenia a raya a los otros acechadores, haria lo que tuviera que hacer. <>. <>. Pero en el momento en que entro en la cocina de la casa en el campo y vio a Dana sirviendo el estofado en tazones para todos, su valor se desvanecio. Eric seguia presente, en cada imagen, en cada expresion de los rostros de sus hijos y en cada latido del corazon de Dana. No podia hacerlo. No podia codiciar a la esposa de su mejor amigo. Ahora no . y ni siquiera dentro de diez anos. Todo lo que podia hacer era mantener todo a un nivel platonico y ser su hombre de confianza a quien acudir cuando necesitara ayuda con cualquier cosa. Apestaba ser un hombre que siempre hacia lo correcto. <>. Ignoro la sonrisa de suficiencia de Marco ante el apodo que Amanda le habia puesto desde que pudo decir su nombre por primera vez. A veces era vergonzoso, pero cuando su ahijada lo miraba con esos grandes ojos marrones, simplemente se derretia. <>. Sonrio y corrio al bano. Los ninos estaban en sus habitaciones jugando videojuegos mientras los dos hombres terminaban de colocar en su sitio los ultimos muebles de la habitacion de Amanda. Dana habia puesto las sabanas y el edredon nuevos en la cama, y planeaba poner las cortinas nuevas manana. En ese momento, estaba lavando otra carga. Le asombraba la cantidad de ropa que podian usar cuatro ninos en cuestion de dias. <>. Se habia estado preguntando cuando iba a decir algo su amigo. Durante toda la cena, su culpa lo habia estado carcomiendo. Era un idiota codiciando a la esposa de otro hombre. y no cualquier hombre, sino uno que le habia salvado la vida en una mision en Afganistan, y que al final se habia convertido en una jodida mierda. <>. Marco suspiro profundamente. <>. Empujo una silla blanca de respaldo recto debajo del escritorio a juego y Curt fruncio el ceno al otro hombre. <>. La infancia del hombre habia sido una mierda y la unica familia que realmente tenia, ademas de sus hermanos de armas, habia sido su hermana Nina, que habia fallecido de cancer hacia mas de un ano. Marco se lo habia tomado muy duro, y era bueno que sus companeros de equipo hubieran estado cubriendo su seis, cuidando su espalda y sacandolo de su depresion. <>. Miro por la puerta del dormitorio para asegurarse de que no hubiera ninos acechando y bajo un poco la voz. <>. Curt sabia todo sobre el estilo de vida BDSM del que hablaba su amigo, pero nunca habia sido para el. o para Eric. Si bien ninguno de los dos tenia problemas con que algunos de sus companeros de equipo asistieran a clubes como ese, e incluso que fueran propietarios de uno, no sentian la atraccion que los demas tenian. El sexo romantico, con ocasionales bofetadas y cosquillas, estaba bien para el. Simplemente no aceptaba comprometerse con la situacion de Dominante/sumisa. <>. Dejo el resto de la conversacion cuando Amanda entro brincando y se apresuro a ir a su estanteria. Cogio un libro, se lo entrego y salto a su cama, metiendose bajo las sabanas limpias. Marco le dio una palmada en la espalda mientras se dirigia hacia la puerta. <>. <>. Abrazo a su conejo de peluche favorito, se hundio en el interior de la cama individual para darle espacio y luego palmeo el lugar junto a ella. <>. Hizo lo que le dijo, pero su codo golpeo accidentalmente el marco de 5 x 7 en su mesita de noche. Despues de volverlo a acomodar, miro la foto de Eric, con su hija de cuatro anos sobre sus hombros. El estomago de Curt se apreto un poco. Maldita sea, extranaba al tipo. No te preocupes, amigo mio. Yo me ocupare de ellos.

  • Delicadeza de Caitlin N. Howley

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    Lord Conall Wiseman era un conde. Su castillo era mas pequeno que el de Lord White y poseia menos tierras, pero a diferencia de este ultimo, Lord Wiseman nunca habia perdido el carino y el respeto de Emily. Ella le conocia desde que era una nina. El padre de Conall y el de Emily habian sido grandes amigos. Ninguno de los dos estaba ya en este mundo, pero sus buenas acciones serian recordadas durante mucho tiempo. Mientras Emily esperaba a que uno de sus criados llamara a las puertas del castillo, se acordo de su padre. Habia muerto hacia solo dos semanas. Al menos, habia partido sabiendo que Emily ya no estaba entre las garras del conde. Recibimiento Lord Wiseman era alto y fuerte, pero ella nunca se habia sentido intimidada en su presencia. Los ojos del marques siempre estaban llenos de ternura cuando la miraba. Era rasgados y de color gris. Tenia el cabello marron rojizo y normalmente, llevaba se dejaba un poco de barba. Cuando las puertas del castillo se abrieron, Emily se sorprendio al verle. Habia esperado ser recibida por un grupo de criados y ser conducida hasta una de las habitaciones, donde tendria que aguardar a que el marques apareciera. Sin embargo, alli estaba: alto, con una capa negra y unos guantes del mismo color. El hombre hizo una reverencia. --Mi senora, es un placer veros. Espero que hayais tenido un viaje agradable. --Asi ha sido, muchas gracias --le contesto Emily. Se fijo en que la expresion de sus ojos era diferente. Si, seguian mostrando la ternura habitual, pero podian leerse mas emociones en ellos. Al observarlos con mas detenimiento, Emily se dio cuenta de que transmitian dolor, rabia y tambien, culpa. Se sorprendio. ?Por que culpabilidad? ?De que se arrepentia? El le tendio la mano derecha y volvio a hablar: --Acompanadme, mi senora. Os ensenare vuestro dormitorio. Emily alargo el brazo con algo de vacilacion. Al percibirlo, el dolor en la mirada de Conall se intensifico, pero el no dijo nada. En lugar de ello, esbozo una sonrisa de animo y espero con paciencia a que ella decidiera darle la mano. Emily tambien llevaba guantes, pero, aun asi, sintio un ligero estremecimiento cuando le toco. Con delicadez, el le estrecho la mano y amplio su sonrisa. Despues, ambos caminaron en silencio hacia las escaleras. Apaciguar el dolor Tres criados les siguieron varios metros por detras con el equipaje de Emily. Cuando llegaron a la habitacion, lo dejaron junto a la cama y se retiraron tras hacer una reverencia. El ultimo de ellos cerro la puerta. Emily no pudo evitar soltar un respingo cuando oyo ese sonido y sus ojos fueron directos al picaporte. Lo miro con nerviosismo. Conall siguio la direccion de su mirada y al entender lo que pasaba, se apresuro a recorrer la distancia que le separaba de la vuelta y volvio a abrirla. --Ya esta --le dijo a Emily con un tono que sono falsamente alegre--. No teneis nada de que preocuparos. Aqui estais a salvo. Emily aparto los ojos del picaporte y le observo. Enseguida, puso una mueca y su respiracion se agito. --Ey, ey, no pasa nada. --Conall se acerco a ella y le toco los hombros--. Aqui estais a salvo. Nadie os hara dano. Os lo prometo. Emily se echo a llorar. El rostro del marques se lleno de tristeza. Muy despacio, le puso una mano en la espalda y la otra en la nuca, y la acerco a el. Emily no opuso resistencia. Enterro el rostro en su pecho y siguio sollozando durante unos minutos mas hasta que se calmo. Conall no dijo nada en todo ese tiempo. Se limito a acariciarle la espalda y a susurrar Shhh Shhh de vez en cuando. Fue Emily la que se aparto de el. Se seco las mejillas con las mangas del vestido y le miro con verguenza. --Lo siento --dijo con un hilo de voz--. No queria reaccionar asi, pero no soporto las habitaciones cerradas. Me empieza a faltar el aire y tengo la sensacion de que las paredes van a derrumbarse y me voy a quedar atrapada bajo los escombros. Lo siento. --Varias lagrimas mas rodaron por sus mejillas. Conall se las seco con las yemas de los pulgares. --Mi senora, no pasa nada. Soy yo quien deberia sentirlo. Emily puso un gesto de extraneza. --?Vos? ?Por que? --Debi darme cuenta del sufrimiento que padeciais con el conde. --Vos no teneis la culpa. Yo no se lo dije a nadie. Pense que no serviria de nada y que era mi obligacion aguantar con estoicismo. Ademas, debo confesaros que me daba verguenza airear mi situacion. --No teniais por que sentir verguenza. El era el monstruo, el que deberia haberse sentido mal. Vos fuisteis su victima. No hicisteis nada malo. --Vos tampoco hicisteis nada malo. --Emily le dedico una pequena sonrisa triste--. Mi padre fue el unico que se entero, poco antes de que el conde muriera, pero yo trate de convencerle de que mi vida con el no era tan mala como parecia. Mi padre estaba muy enfermo. No queria que por mi culpa se agravara su situacion. Sin poder resistir el impulso, Conall le dio un beso en la frente y le dijo: --Debeis desterrar la palabra culpa de vuestro vocabulario cuando os refirais a vos misma. Sois la mujer mas maravillosa que conozco. No habeis cometido ningun error por el que tengais que sentiros asi. Emily volvio a sonreir, pero esta vez con alegria. --Solo si me prometeis que vos dejareis de sentiros culpable por no haberos dado cuenta de mi situacion. --Emily, yo... --Por favor --le corto ella. Conall respiro hondo y cerro los ojos. --Esta bien --murmuro--. Os prometo que me esforzare para desterrar el sentimiento de culpa de mi interior. Emily le acaricio una mejilla y a continuacion, le dio un beso en ese mismo lugar. Noto que el hombre temblaba y vio que seguia con los ojos cerrados. Su respiracion era calida y olia a canela. Emily sonrio al recordar que a Conall le encantaba el bizcocho de centeno, miel y canela. Seguramente, habria comido una rebanada en el desayuno. Le acaricio los labios. Al instante, la respiracion del hombre se volvio mas rapida y el abrio los ojos. La miro con una infinita ternura. --Emily... --susurro. Poco a poco, inclino el rostro hacia delante, los dedos de Emily todavia sobre su boca. Cuando solo les separaban unos milimetros, el se detuvo para darle la oportunidad de que se apartara si queria. Emily no lo hizo. Permanecio quieta y muy despacio, bajo el brazo. Esa fue la senal que Conall que necesitaba para besarla. Cuando sus labios se tocaron, un estremecimiento les recorrio a ambos. Emily apoyo su mano izquierda en el pecho de el, muy cerca de su corazon, pero no lo hizo para apartarle. Fue mas bien como una necesidad de reforzar ese contacto, de sentirse todavia mas cerca de el. Conall la besaba de forma lenta, como si temiera asustarla. Sus movimientos eran suaves, gentiles. Le estaba dando la oportunidad a Emily de acostumbrarse a esa sensacion. Sabia que a ella nunca la habian besado. No, lo que el conde le habia hecho no era besarla. Conall se negaba a utilizar ese nombre para hablar de una demostracion de violencia y poder. Un sabor salado le sobresalto. Enseguida, noto que la boca de Emily dejaba de seguir sus movimientos y escucho un sollozo contenido que reverbero en sus labios. Se aparto de la joven al instante y le tomo el rostro entre las manos. --Lo siento --volvio a disculparse ella. --Shhh, shhh, no pasa nada. --La miro preocupado--. Decidme que deseais. ?Quereis que me vaya para que podais descansar hasta la hora de la comida? Emily nego con la cabeza. Conall no la habia entendido. Inspiro hondo y le explico: --Me habeis conmovido con este beso. Nunca pense que podria ser algo tan hermoso. Conall sonrio y la beso en la frente, y despues en la nariz, y a continuacion en las mejillas. Emily se rio y eso para el fue como un balsamo. Sin apartar sus manos de ella, le dijo: --Cualquier demostracion de carino es hermosa. Estar con la persona adecuada puede haceros sentir cosas maravillosas. Emily se sonrojo. --?Os referis a...? Conall volvio a besarle la frente antes de contestar: --Si, me refiero a hacer el amor. Por favor, no sintais verguenza, no es un acto pecaminoso. Compartir ese grado de intimidad con alguien a quien amas y respetas es algo hermoso. --Vos... ?vos sabeis de lo que hablais? --le pregunto ella. Conall podia notar el calor de sus mejillas y eso le enternecio. Sabia que para Emily resultaba dificil hablar sobre esa clase de temas. Con suavidad, le respondio: --No, no lo se. Por desgracia, nunca he podido estar con la mujer que amo. --Oh... --Emily aparto los ojos y parecio triste de repente. El le giro el rostro con delicadeza para que volviera a mirarle y le dijo: --Nunca he podido estar con la mujer que amo porque nunca me atrevi a confesarle lo que sentia. Cuando se caso, hace once meses, crei que la pena me consumiria por completo, pero la esperanza de que fuera feliz con el conde que su padre habia elegido, sirvio para consolarme. Por eso, cuando me entere de que Lord White era un desgraciado, yo... No pudo seguir porque en ese momento, Emily se puso de puntillas y lo beso con pasion. A Conall se le olvido como seguia la frase, y la imagen del conde se esfumo su mente como si fuera humo. Cuando se separaron, Emily volvio a ponerle la mano en el corazon y sonrio al notar que lo tenia acelerado. El le acaricio la mejilla derecha y le dijo: --Ojala pudiera borrar estos ultimos once meses. Ojala pudiera eliminar vuestro sufrimiento, apaciguar vuestro dolor. La contestacion de ella le sorprendio: --Podeis hacerlo. --Le miro con intensidad--. Hacedlo, os lo pido. Conall dejo de respirar durante unos segundos. Con la voz tenida de emocion, le pregunto: --?Que me estais pidiendo exactamente, mi senora? Los ojos de Emily mostraban una leve pizca de temor, pero su voz no temblo cuando le contesto: --Quiero que calmeis mi dolor, que me ayudeis a enterrar los malos recuerdos. --Hizo una pausa y anadio decidida--. Quiero que hagamos el amor. Pradera Al escucharla, Conall creyo que el corazon se le iba a salir del pecho. Emily, la persona a la que mas queria le estaba pidiendo lo que el llevaba anos con hacer. Las manos empezaron a temblarle. --?Estais segura? --le pregunto con la voz entrecortada. --Si. Necesito saber que el sexo no va siempre asociado con violencia, humillacion y terror. Conall sonrio con tristeza y los ojos se le humedecieron. Muy despacio, volvio a inclinarse hacia ella y le dio un pequeno beso en los labios. --El sexo nunca deberia ir asociado con ninguna de esas tres cosas. Siempre deberia ser motivo de alegria y placer. --?Es agradable incluso cuando no amas a la otra persona? Conall sabia que le estaba preguntando por sus amantes. Suspiro y le contesto: --Si. Y el respeto nunca deberia faltar, no importa como sean las circunstancias. Os prometo que, si estais decidida a seguir adelante, vosotras controlareis la situacion en todo momento. Seguire todas vuestras indicaciones. Parare si me lo pedis. --?Incluso aunque esteis...? --Emily bajo la vista hacia sus pantalones. El sonrio y le levanto el rostro con suavidad para que volviera a mirarle. Entonces, le contesto: --No importa cual sea mi estado. Jamas os obligaria a hacer nada que no quisierais o antepondria mi placer al vuestro. Conmigo no teneis anda que temer, os lo juro. Emily le sonrio nerviosa y le dio un beso rapido. Despues, le pregunto: --?Podemos hacerlo ahora? Conall le devolvio la sonrisa. --Podemos hacerlo cuando lo deseeis. Pero me temo que tendra que ser aqui dentro, o en una de las otras habitaciones, y no nos quedara mas remedio que cerrar la puerta. Si hiciera buen tiempo, podriamos alejarnos unos metros del castillo y tumbarnos en la hierba. Emily cerro los ojos y sonrio como si se lo estuviera imaginando. Al cabo de unos segundos, dijo: --No importa. Estoy segura de que conseguireis aplacar mis miedos. --Lo hare. --Conall la beso, esta vez con un poco mas de pasion que la primera vez. Cuando se separaron, le dedico una sonrisa luminosa y camino hasta la puerta. La cerro procurando hacer el menor ruido posible para no inquietarla y despues regreso junto a ella. Noto que estaba un poco mas nerviosa que antes. Le acaricio una mejilla y le pregunto con tono reconfortante:

  • Hasta que tu llegaste, Marion S. Lee de Marion S. Lee

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    La vida de Frank Bradley es simple y tranquila. Cinco anos despues de haber abandonado su trabajo como corredor de bolsa en la Gran Manzana, no se arrepiente de haber elegido comprar un edificio de apartamentos en ese pequeno pueblo costero ni tampoco haber decidido ser el casero del lugar.
    Aliena Ruslan es una resuelta veterinaria que, a base de esfuerzo y amor por su profesion, y por sus pacientes, ha logrado establecer una clinica de bastante exito junto con sus socios y mejores amigos.
    Un vivaz perro callejero hace que los caminos de Frank y Ali se crucen y que el destino los sorprenda cuando ellos menos lo esperan.

  • Regreso a Oak Hill (Oak Hill 2) de Marian Viladrich

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    Segunda entrega de la trilogia romantica actual de Marian Viladrich <>.

  • La sombra de tinta negra de Luciana Zavattaro

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    "Mis manos estan manchadas de sangre... las hojas de tinta"