• bernard cornwell - Bernard Cornwell

    https://gigalibros.com/sharpe-y-la-campana-de-salamanca.html

    En los dias previos a la batalla de los Arapiles (julio de 1812), el espia mas valiosos y sanguinario de Napoleon, el coronel Leroux, ha fracasado en su primer intento de acabar con la vida de Richard Sharpe; pero no es un hombre que renuncie facilmente a cumplir las misiones que se le encomiendan. Los mejores hombres del servicio secreto britanico estan cayendo a manos de Leroux, y Sharpe ya tiene un buen motivo para desear pararle los pies. Atrapado en un laberinto de secretos, rumores y sospechas, Sharpe perseguira sin descanso a Leroux, decidido a cobrarse su venganza con el frio acero de su espada. Solo en el terreno que le es propio, en el campo de batalla, Sharpe conseguira imponerse a los sucios trucos de su rival.

  • BERNARD CORNWELL | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/bernard-cornwell/3037

    Nuevos libros de BERNARD CORNWELL · LOS ESTRAGOS DE SHARPE (SERIE SHARPE 7): RICHARD SHARPE Y LA CAMP AÑA DEL NORTE DE PORTUGAL. · LOS RIFLES DE SHARPE (SERIE ...

  • Todos los libros del autor Bernard Cornwell

    https://www.todostuslibros.com/autor/bernard-cornwell

    216 títulos para "Bernard Cornwell" · La fuga de Sharpe (X) · Sharpe y el oro de los españoles (IX) · Tierra sangrienta (IV) · Gallows Thief · Fools and Mortals.

  • Libros y Ebooks de Bernard Cornwell - Amazon

    https://www.amazon.es/Bernard-Cornwell/e/B000APAB68%3Fref=dbs_a_mng_rwt_scns_share

  • Libros y Ebooks de Bernard Cornwell - Amazon

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    Actualizaciones del autor · La guerra del lobo: Sajones, vikingos y normandos XI · Northumbria, el último reino (I) (Sajones, vikingos y normandos nº 1) · Svein, ...

  • Selección Libros Bernard Cornwell y opinión | Fnac

    https://www.fnac.es/ia26757/Bernard-Cornwell

  • Bernard Cornwell: libros y biografía autor - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/autor/678/bernard-cornwell

    Libros de Bernard Cornwell · Tierra sangrienta. 2021 · La presa de Sharpe. 2021 · La guerra del lobo. 2021 · Bandera de batalla. 2020 · El portador de la llama. 2018.

  • BERNARD CORNWELL - El Corte Inglés

    https://www.elcorteingles.es/bio/bernard-cornwell/libros/

  • Cornwell, Bernard - Ficha libro | Edhasa

    https://www.edhasa.es/libros?tipo=autor&letra=C&nombre=Cornwell,%20Bernard

    Bernard Cornwell. Serie: El último reino - Sajones, vikingos y normandos. En el año 911 las fuerzas de Wessex y Mercia vuelven a estar unidas ...

  • Descubre los 3 mejores libros de Bernard Cornwell › 2022

    https://www.juanherranz.com/mejores-libros-de-bernard-cornwell/

    Selección de algunas de las mejores novelas de ficción histórica de Bernard Cornwell, uno de los más prolíficos escritores del género.

  • Traicion en el Norte de Pedro Urvi

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    La Campana en el Continente Helado ha fracasado. La guerra retorna a Norghana y con ella la muerte y destruccion.

  • Rayuela de Julio Cortazar

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  • Tierra, tragame, y escupeme en el Caribe, Ivanka Taylor de Ivanka Taylor

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  • Destinos divididos de Veronica Roth

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    Las vidas de CYRA y AKOS se rigen por los destinos que vaticinaron los oraculos el dia de su nacimiento.
    Una vez decididos, los destinos son inmutables.

  • Oido atento a los pajaros de Luis Goytisolo

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    Oido atento a los pajaros es una sugerente novela en la que Luis Goytisolo despliega su interes por los rasgos formales del relato y la evanescente frontera entre la verdad y la fabula.

  • Posverdad y otros enigmas de Maurizio Ferraris

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    Si “Posverdad” de Matthew D’Ancona, publicado ya en esta coleccion, abordaba este asunto central en nuestros dias exponiendolo desde un punto de vista practico y politico, en “Posverdad y otros enigmas” el filosofo Maurizio Ferraris lo aborda de forma mas analitica y teorica, con el objeto de buscar el origen y los fundamentos de este fenomeno como <> y de proponer medios para combatirlo. Pese a los multiples argumentos que se dan para trivializarla, para Ferraris la posverdad es un concepto filosoficamente relevante y su surgimiento define una caracteristica esencial del mundo contemporaneo: la alianza entre la modernisima potencia de la web y el mas antiguo anhelo del hombre, a saber: tener la razon a cualquier precio. Otras obras del autor en esta coleccion: “La imbecilidad es cosa seria”.

  • Todos queremos ser Hippies en verano de Esther De La Torre Gordaliza

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    A Micaela le ha dejado su novio y acude a una bruja mexicana para que le ayude a ser duena de su destino. Unas senales le llevan a viajar sola desde Madrid hasta la Isla de Ons, en Pontevedra, Galicia. La Isla de Ons es famosa por tener un agradable campamento hippie. Pero tambien por ser el lugar donde acontecieron antiguas historias sobre hadas y brujas y donde lo real y lo sobrenatural se confunde. Al llegar a la isla, Micaela camina a traves de un impresionante bosque hasta una playa solitaria frente al Atlantico, donde le esperan el misterio y la magia.

  • Te esperaba a ti (Mejores amigas 4) de Alizee Duchamps

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    Buenos dias, puedes sentarte. Eres Teresa, ?verdad? --Si, Teresa Hernandez. --?Cuantos anos tienes, Teresa? --Cuarenta y nueve. --Ya... Sabes que con tu edad y sin estudios superiores lo tienes bastante dificil... --Lo se, pero la fabrica en la que he trabajado durante los ultimos quince anos cerro hace tres meses. --Veo en tu curriculum que abandonaste los estudios con veinte anos. ?Te importaria decirme por que? --Me quede embarazada en mitad de la carrera. Tuve que ponerme a trabajar. --?No tenias familia que pudiese ayudarte? Perdona por el tercer grado, pero tengo que crearte un perfil. --No pasa nada. Mi familia me echo de casa y tuve que buscarme un alquiler barato para poder criar a mi hija. Lo consegui gracias a la ayuda de mis vecinas, que se hacian cargo de mi pequena mientras yo estaba fuera. Trabaje de dependienta, camarera, en almacenes, fabricas y cadenas de montaje. La ultima empresa que me contrato, la que ha cerrado, fabricaba piezas para automocion. Yo estaba en la seccion de verificacion y control de calidad. Y, antes de que me preguntes por el padre de mi hija, te dire que no lo hay ni lo hubo. --Entiendo... En fin, en este momento, despues de repasar tus datos, lo unico que me aparece por aqui que no exijan personas mas jovenes, es una empresa de pasta alimenticia, donde precisan cubrir puestos en el empaquetado. Pero esta a cincuenta kilometros y el contrato seria de un mes. --?Solo un mes? ?Y a cincuenta kilometros? ?No hay nada mas cerca? --A ver, dejame mirar... Bueno, si no te importa trabajar como limpiadora, hay una vacante en la empresa que se encarga de la limpieza de edificios publicos, y que en este momento piden a alguien para la universidad. Se trata de una suplencia, pero es de larga duracion. La trabajadora a la que sustituirias estara de baja entre seis meses y un ano por una operacion de hernia discal. Y lo tienes aqui al lado... --Si, claro, acepto, antes de quedarme sin nada. Necesito trabajar para mantenerme. --Estupendo. Enviare ahora mismo la solicitud y en unos dias te diremos algo. Pero, perdona que me entrometa... Si tienes una hija de veintiocho anos que, por lo que me dice aqui, vive en Madrid y trabaja en una importante firma de publicidad... --No voy a vivir de mi hija. Si no tiene nada mas que decirme, espero su llamada. Buenos dias. --Buenos dias, Teresa. Empece a escribir novelas romanticas con cincuenta anos, y, aunque ciertos problemas de salud me impidan dedicarme un poco mas a ello, hay algo que la edad no va a ser capaz de borrar en mi: la ilusion. Porque las mujeres de cincuenta aun tenemos mucho por hacer, por decir, por conseguir. Alizee Duchamps CAPITULO 1 Sobre la mesa, una taza permanecia vacia y ya olvidada. Hacia rato que Teresa habia dado buena cuenta de su contenido, pero, como cada dia solia hacer despues de su jornada, continuaba sentada en la misma mesa de la cafeteria del campus universitario. Le gustaba aquel rincon apartado y tranquilo, donde permanecia ajena al bullicio estudiantil de primera hora de la manana. Acomodada en la silla, contemplaba a traves de la ventana el cielo gris de otono que ya habia dejado caer las primeras gotas de lluvia y que empezaban a salpicar el cristal. Observaba a los alumnos y profesores que corrian a traves de los jardines y arcadas de cemento en busca de sus aulas correspondientes. Ya habia trabajado en el turno de noche en otras ocasiones, asi que, ya contaba con el trastorno que suponia pensar en irse a dormir cuando todo el mundo despertaba. Solo hacia un par de semanas que habia aceptado aquel empleo de limpiadora en la universidad y ya se habia fabricado su rutina. Empezaba a trabajar a las doce de la noche y terminaba su jornada a las siete de la manana. Al acabar, despues de guardar el carrito con los utensilios de limpieza en el cuarto destinado a ello, cerraba con una de las docenas de llaves que colgaban del llavero con el escudo universitario, y se marchaba en busca de la cafeteria, para poder observar el mundo diurno antes de irse a dormir. La mayoria de las veces se encontraba tan a gusto y relajada que se olvidaba del tiempo y se quedaba hasta que estudiantes o profesores invadian aquel tranquilo espacio y decidia que habia llegado la hora de marcharse. Aquel dia en concreto, se hallaba tan sumida en sus pensamientos, que no fue consciente de que las mesas del local ya se habian llenado, algo que solia ocurrir mas temprano si la manana amanecia fria y lluviosa como aquella. Tampoco escucho la voz que se dirigio a ella y que tuvo que repetir en dos ocasiones una inusual peticion. --Perdone --dijo de nuevo aquella voz--, ?puedo sentarme? Teresa, que no se habia percatado de la insistencia, dejo por un instante la contemplacion del paisaje lluvioso y se giro hacia la voz para contemplar a un hombre de unos cincuenta anos, que llevaba una gruesa carpeta bajo el brazo, una cartera de piel colgada del hombro y un vaso de cafe en la mano. Vestia con un traje clasico, aunque sin corbata, y lucia una cuidada barba y gafas de montura oscura. Sin lugar a dudas, se trataba de algun profesor que demandaba un sitio donde poder sentarse. --Claro, sientese --le dijo Teresa--. Yo ya me iba. --No, no, por favor --le pidio el hombre mientras colgaba la cartera de la silla, se sentaba y colocaba la carpeta y el vaso sobre la mesa--, no era mi intencion hacerla levantarse. Disculpe que invada su espacio, pero no hay ninguna mesa libre y necesito echar un vistazo a algunos trabajos de mis alumnos antes de entrar en clase. A Teresa le parecio de mala educacion levantarse inmediatamente y decidio quedarse unos minutos mas. Volvio a girarse hacia la ventana y siguio mirando a los grupos de jovenes que charlaban entre si o permanecian embelesados en las pantallas de sus moviles. Percibio ligeramente los movimientos del hombre, que parecia concentrado en la vision de aquellos escritos mientras le iba dando sorbos al vaso de papel. Hasta ella llego el olor a la colonia del desconocido, que le parecio suave y fresca, mezclado con el aroma a cafe caliente. Estuvo tentada de pedirse otro, pero reconocio que todavia le costaria mas dormir si lo hacia y decidio levantarse de la mesa para volver a casa. --Oh, vaya --se lamento aquel profesor--, al final la he acabado molestando. --No me ha molestado en absoluto --le dijo ella, a pesar de que, si fuera sincera, le diria que, de cierta manera, habia invadido su pequeno refugio matutino--. Es solo que tengo que marcharme. Se me hace tarde. Buenos dias. El hombre correspondio a aquel saludo y continuo con su tarea. **** El sueno volvio a resistirse aquella manana, por lo que Teresa copio la rutina de los ultimos quince dias. Se levanto al mediodia, comio un resto de pasta del dia anterior, hizo las tareas de la casa y bajo al supermercado porque la nevera empezaba a pedir a gritos algun alimento en su interior. En medio de aquella monotonia, recibio una llamada de su hija y otra de Cati, una de sus amigas, con la que quedo en reunirse por la tarde junto al resto del grupo. Y, como venia ocurriendole desde que aceptara el turno nocturno, empezo a sentir el bajon justo cuando se sentaba en la terraza del bar. Algo que sus amigas senalaron nada mas hacerle compania. --Madre mia, Tere, ya te estas quedando dormida --le dijo Cati--. Deberias haberte quedado en casa y recuperar un poco de sueno. --Lo se --suspiro Teresa--, pero entonces mi vida se reduciria a trabajar, dormir y comer sobras recalentadas. Si ya no voy a poder salir un rato con vosotras, me pego un tiro directamente. --Tiene razon --la apoyo Montse--. Aunque ya sabemos que el turno de noche es una autentica mierda. --Lo que nos lleva de nuevo a la mas que repetida cuestion --intervino Rosa--: ?sigues sin querer irte a vivir con tu hija? --No empeceis, por favor... Teresa conocia a las tres mujeres desde hacia quince anos, cuando coincidieron en la fabrica que las habia dejado sin trabajo hacia unos meses. Durante todo ese tiempo habian compartido jornadas interminables, cansancio y broncas del jefe, pero tambien risas a escondidas en los lavabos, el nacimiento del segundo hijo de Montse y los divorcios de Cati y Rosa, vivencias que las habian unido y habian mantenido su amistad a pesar de que ya no coincidieran cada dia en el trabajo. Tras el despido, Cati habia conseguido un empleo de cajera en un supermercado, Rosa habia aceptado ayudar a su hermana en la panaderia que regentaba, y Montse seguia en el paro, porque, de esa forma, disfrutaba un poco mas de su marido y sus hijos.

  • Tres muertes en Estambul de Francisco Manuel Granado Castro

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    Durante la Segunda Guerra Mundial, se refugian en Estambul gentes de toda Europa. Es un nido de espias y se cometen crimenes ante el silencio de la policia turca, que no quiere comprometer su neutralidad. Aqui vive con falsa opulencia una duquesa rusa, la princesa Beresina. Cuando su hermano David sea detenido por la policia, ella debera enfrentarse a miembros de la Gestapo, a agentes dobles, y al general Ozaban, el corrupto jefe de la inteligencia turca. Conocera a Dick, un americano, el dueno de Cafe Estambul, el local nocturno mas popular de la ciudad. La caceria emprendida por sus enemigos les obligara a decidir que buscan en realidad: la fortuna, el amor o la libertad. Al incorporar algunos personajes historicos, esta novela nos ofrece un fresco vibrante del Estambul convulso de la guerra.

  • Una oportunidad mas de Fernanda Suarez

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    Cuando el mas puro amor corre el riesgo de ser envenenado por la sed de venganza, hara falta mucha valentia para perdonar y dar una oportunidad mas.

  • Las estrellas de Madrid (Sin fronteras 2) de Irene Romo

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    Dichosos fantasmas que se empenan en volver una y otra vez.

  • El mejor tesoro de Cathie Linz

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    La vida era dulce para Reno Best, comisario de Bliss, Colorado. Sus dias transcurrian resolviendo peleas en el bar o poniendo multas de trafico. De modo que no estuvo muy receptivo cuando Annie Benton, la nueva maestra de Bliss, insistio en que investigara la desaparicion de su hermano.

  • La biblioteca en llamas de Susan Orlean

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    La historia de cualquier incendio es la historia de un olvido, por eso casi nadie recuerda lo que ocurrio el 29 de abril de 1986. Aquel dia la Biblioteca Publica de Los Angeles amanecio consumida por el fuego, cuatrocientos mil libros se convirtieron en cenizas y otros setecientos mil quedaron irremediablemente danados. Siete horas ardieron las estanterias y las mesas y los ficheros, pero ningun periodico cubrio la noticia porque al otro lado del mundo, entre los bosques densos de la Union Sovietica, ocurria el mayor accidente nuclear hasta la fecha: Chernobil.

  • Consejos de amor (Julia), Elizabeth Harbison de Elizabeth Harbison

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  • La pelirroja de Tarryn Fisher

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    .Querida oportunista: Pensaste que podrias quitarmelo, pero perdiste. Ahora el es mio y hare lo que sea para mantenerlo a mi lado. ?No me crees? Tengo todo lo que se suponia que iba a ser tuyo. Por si acaso te lo preguntas: no, el ya no piensa en ti. No lo dejare marchar. nunca. La pelirroja

  • Desde que te vi de Conti Constanzo

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    Carol Weston no es como las demas senoritas de su edad; le aburre bordar, no sabe tocar el piano y mucho menos hace el esfuerzo por ser una dama de alta sociedad. En cambio, es inteligente, espontanea y bastante mas culta de lo que su propia familia imagina. Y, a pesar de ser muy joven, sabe lo que es vivir con el corazon destrozado, por eso ha decidido mirar hacia adelante y… olvidar el pasado.
    Pero su destino esta proximo a cambiar al ser obligada a asistir a la fiesta del duque de Somerset, el hombre que mas odia en el mundo.
    El, un hombre arrogante y prejuicioso, guarda un oscuro secreto que no cuenta ni admite, pero que jamas ha podido olvidar. Y es que, aunque lleva una vida de lujos y sumamente acomodada, le duele desear a una persona en su corazon y saber que jamas podra tenerla entre sus brazos.
    Dos personas rotas por el amor, y que se odian con todo el corazon, caeran en las redes del destino que confabula para que dejen de mantenerse alejados. Y aunque Carol ya olvido, en su vida tendra dos amores: uno que le rompera el corazon y otro que hara lo posible por repararlo. Pero… ?y si ambos son la misma persona? ?Podra cerrar los ojos ante el dolor que un hombre le causo?
    Porque el amor prohibido es mas intenso que el amor permitido, no dejes de leer esta intensa novela, donde su deseo de noche… es estar en sus suenos y quedarse en ellos.

  • No soy la Bella Durmiente de Teresa Camaselle

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    Esta historia empieza con un gato llamado Tesoro.
    Aunque, como empieza de verdad, es con la chica que le gusta al chico que cuida de Tesoro.
    Y no es una historia de "chico conoce chica...", porque Sergio y Sofia ya se conocen, mucho; de hecho fueron novios en el instituto. Pero han pasado diez anos sin verse. Y ahora viven de nuevo en la misma ciudad, y a el se le ha ocurrido mudarse al mismo edificio, y visitarla en el trabajo cada dos por tres… Y su vecino tiene un gato, y viaja mucho, y precisamente durante uno de esos viajes empieza esta historia.
    Fin de semana del 25 de julio de 2010. Ano Santo Compostelano. La ciudad de Santiago llena de peregrinos, turistas y paisanos dispuestos a festejar dia y noche.. Y unos intrusos intentan entrar en casa del vecino del gato. Y todo termina por liarse…
    Sorpresas, robos, persecuciones, diamantes en bruto, amigas bienintencionadas, novios olvidadizos, policias mosqueados, extranjeros sospechosos, gatos desquiciados, familiares extravagantes, sol, playa, pimientos de Padron, tarta de Santiago...
    Y Sergio y Sofia... que ya no pueden resistirse mas a su destino.

  • Como restos de marea de Alvaro Abanda

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    Espana, Mexico y Guatemala, son los escenarios de este relato de amor, erotismo y lucha entre dos mujeres que, desafiando las rigidas normas imperantes en la epoca, viviran su pasion tras veinte anos de ausencia, despues de un primer encuentro casual en plena posguerra espanola y siendo ninas de muy distinta clase social; la una, hija de un ministro del dictador Franco, la otra, de un idealista republicano perdedor en la contienda civil.

  • Nacidos en Mauthausen de Wendy Holden

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    Emotiva historia de tres jovenes mujeres que fueron confinadas por los Nazis a un campo de trabajo y que ocultaron su embarazo durante todo su calvario, enfrentandose asi al horror con la pasion por la vida y el amor. Sus hijos nacieron pocos dias antes de la liberacion del campo, escapando por poco al exterminio, y pese a su debilidad fisica (pesaban menos de 1,5 kilos) y a la fragilidad de sus madres, apenas esqueletos vivientes, lograron sobrevivir.Esta es la historia de estas tres familias.

  • Dame un ano de tu vida de Maria Border

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  • Burbujas de paz de Sylvia Comas

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    Un libro de Mindfulness para ninos y familias.

  • El ferrocarril subterraneo de Colson Whitehead

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    Galardonada con el Premio Pulitzer 2017 y con el National Book Award, El ferrocarril subterraneoha sido el acontecimiento literario del ano en Estados Unidos.

  • Nueve manzanas y media (Historias de cine 2) de Ana Alvarez

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    Que bonito es cumplir anos de casados. Celebrar el amor, la pasion y la felicidad. A mi marido y a mi nos encantaba. Y lo digo en pasado, porque ya nos gusta menos, sobre todo a el. De hecho, eramos de los que lo celebrabamos todo, y no de la forma tradicional. Nada de irnos a un spa, o de cena romantica y ni siquiera a una cabanita con chimenea a morrearnos y hacer el amor a todas horas. Eso ya lo haciamos a menudo, en casa. Los aniversarios tenian que ser sonados. Para recordarlos siempre. Y estoy segura de que jamas, por muchos anos que vivamos, olvidaremos el tercero. Para empezar, nos hicimos un regalo por todo lo alto para los dos. !Un coche nuevo! Porque nos apasiona viajar, siempre que teniamos unos dias libres nos ibamos por ahi en busca de aventuras. En esta ocasion la aventura nos encontro a nosotros. Sabiendo que me encantan los animales, llego a casa dos dias antes con la cara que pone cuando quiere darme una sorpresa. Se me acerco meloso mientras preparaba la cena y me rodeo la cintura desde atras, besandome en el cuello como sabia que me gustaba. --Hummm --ronronee mimosa--. ?Alguien esta buscando algo? --Siempre busco <>, ya lo sabes. Pero en esta ocasion mi intencion es otra. Voy a darte tu regalo de aniversario. --Pensaba que el regalo este ano seria el coche, para los dos. --?Un aniversario sin sorpresa?' ?Tan mal me conoces? Rei bajito. Por supuesto que esperaba algo mas, a Armando le encantaba sorprenderme y, aunque nos habiamos gastado un dineral en el coche, estaba segura de que aun no habia terminado con los regalos. Me gire dispuesta a recibir lo que fuera que me hubiera comprado, y deposito un sobre blanco en mis manos. --?Un viaje? --No era la primera vez que nos obsequiaba con un fin de semana fuera de casa. --Abrelo. Dentro encontre una reserva para una noche de hotel, de esos con encanto que tanto nos gustaban, en un paraje de ensueno, y dos entradas para un parque natural en el que los animales estan en semilibertad. Sabia cuanto me gustaban y que nunca he querido una mascota por no tenerla en un piso. Cuando me llevaban de pequena al zoo de mi ciudad, sufria lo indecible al ver a los pobres animalitos encerrados, a menudo sucios y rodeados de sus propios excrementos de varios dias. Sus miradas tristes me llegaban al alma, me imaginaba a mi misma, espiritu inquieto y libre donde los haya, metida en una jaula viendo el mundo a mi alrededor y sin poder disfrutarlo. En el folleto observe que podria ver jirafas, monos de diversas especies, y toda suerte de fauna salvaje en una recreacion de su entorno natural. --Algun dia te llevare a verlos en sus paises de origen, te debo un safari en toda regla. Pero este ano, carino... nos tenemos que conformar con esto --Me encanta, Armando --respondi colgandome entusiasmada de su cuello y besandolo apasionadamente, y deseosa de mostrarle mi entusiasmo en el dormitorio mas tarde. *** El viernes a mediodia salimos euforicos, dispuestos a pasar un fin de semana memorable y, de paso, estrenar nuestro flamante coche en su primer viaje largo: un Ford Puma equipado con todos los adelantos y accesorios que la tecnologia puede ofrecer. Armando era muy aficionado a las pijadas y cuando compraba algo, no le importaba aguardar para tener exactamente lo que queria. El vehiculo tuvo que esperar dos anos a que nuestro presupuesto se lo pudiera permitir, pero una vez llegado el momento le anadio todo lo que se le puede anadir a un coche: asientos reclinables hasta convertirse en cama, con ajuste de reposacabezas y zona lumbar, un sensible mecanismo de apertura y cierre de ventanillas que, segun me explico, ofrecia una seguridad poco comun, y un sin fin de cosas mas que escuche sin demasiado interes. Para mi bastaba con que tuviera un buen motor y fuera comodo. Y no habia duda de que lo era. El, sin embargo, estaba tan feliz como un nino el dia de Reyes con el nuevo juguetito o como un padre contemplando a su retono. Tanto que llegue a sentirme celosa, porque los primeros dias su atencion era casi en exclusiva para el <>, como empezo a llamarlo. Bajaba con frecuencia al garaje a verlo; por supuesto teniamos plaza de garaje, no pensaba dejar a <> en la calle. A pesar de tenerlo a cubierto, le pasaba una bayeta especial atrapapolvo que compro por Internet y, como ya he dicho, pasaba por el garaje varias veces al dia para asegurarse de que nadie lo habia rayado o ensuciado. Llegamos al hotel casi anochecido, y nos instalamos en la preciosa habitacion reservada dias atras. Nuestro Puma aparcado debajo del balcon, para tenerlo a la vista. Una buena cena acorde al acontecimiento que celebrabamos y nuestro amor, que no habia hecho mas que crecer y afianzarse en los tres anos de matrimonio. Yo me pongo muy tierna y muy mona en los momentos especiales y aquella noche no falto un detalle. Cena de lujo a base de las especialidades de la zona, buen vino, y miradas llenas de promesas. Una botella de cava en la habitacion y sexo apasionado hasta la madrugada. Todo ello nos hizo levantarnos de un excelente humor y, tras un buen desayuno, decidimos emprender la segunda parte de nuestra celebracion. Capitulo 2 El elefante Habiamos pedido que nos preparasen un picnic para tomarlo en el coche, pues nuestra idea era pasar el dia entero en el parque para ver el mayor numero de animales posible y tomar algo en el coche cuando nos entrase hambre. Nos entregaron bocadillos, agua y una bolsa con una docena de manzanas, fruta que pedimos de forma explicita pues nos gusta mucho a los dos. Armando, previsor, guardaba en el maletero una pequena aspiradora, por si caia alguna miga en la tapiceria o las alfombrillas poder eliminarla de inmediato. Tambien un espray quitamanchas. Queria conservar el interior del coche tan impoluto como llego de fabrica. En estas condiciones nos dirigimos al parque natural. Yo estaba feliz como una cria; si, los polvos nocturnos influian bastante en mi euforia, pero la idea de ver animales en un estado muy parecido a su entorno real, me entusiasmaba. Entramos al parque y mostramos nuestra reserva. En la recepcion nos dieron una larga lista de recomendaciones: velocidad maxima de veinte kilometros por hora, seguir las indicaciones de los carteles, no acercarnos a los animales, y una en la que nos hicieron mas hincapie fue la de no bajarnos del coche en las zonas donde estan sueltos. !Desde luego ni loca se me iba a ocurrir! Los aminales salvajes me causaban un gran respeto, por mucho que me encantara verlos. Sin embargo, la proteccion que nos ofrecia el automovil me daba cierta seguridad. Habiamos elegido la opcion de la visita en nuestro propio vehiculo, porque los viajes organizados no nos gustaban en demasia. La idea de adaptarnos a los tiempos establecidos por otros nos frenaba. Ademas... !cualquiera privaba a Armando del placer de conducir su coche! Nunca le he visto la diversion a eso de conducir, hace anos intente sacarme el carne pero decidi dejarlo al poco tiempo. Me estresaba el trafico, los otros conductores, las marchas, el freno, el embrague. !Todo! Y para colmo no me podia tomar una copa sin arriesgarme a una multa. Cuando viajo me gusta disfrutar del paisaje, y tambien de una buena comida con su vino o su copa despues. Por suerte a mi marido le encanta conducir, con lo que estoy mas feliz que una perdiz. !Todos contentos! El hace de chofer y yo disfruto del paseo. Entramos al parque sobre las diez de la manana. Pasamos por varios de los enclaves mas visitados: jirafas, hipopotamos gorilas, vimos los leones marinos y el espectaculo de las rapaces. Armando me miraba consciente de lo mucho que estaba disfrutando. A veces soltaba el volante con mucho cuidado y me acariciaba la rodilla durante unos segundos. Al final, cerca del mediodia, y antes de parar a comer, le pedi que nos acercaramos al recinto de los elefantes. !Eran preciosos! Se veian tan adaptados, tan grandes... tan fuertes... moviendose con ese andar que los caracterizaba, mirando hacia nosotros con relativa curiosidad, aunque supongo que deben estar acostumbrados a la presencia humana. Teniamos el coche parado a bastante distancia de la cerca de piedra y la mayoria de ellos se mantenian lejos. Solo uno se acerco despacio y se detuvo a una distancia prudencial. --Acercate mas --le pedi a mi marido--. A ver si puedo darle de comer a ese grandote que esta cerca.

  • Escrito en el agua (Planeta Internacional), Paula Hawkins de Paula Hawkins

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  • Tu y yo somos una cancion de amor de Olivia Kiss

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    Su vida estaba completamente arruinada. En los estudios de grabacion nadie lo dijo abiertamente, pero, pese a todas las locuras que habia cometido en los ultimos anos, Daisy no era idiota. Sabia muy bien que habia tocado fondo. Lo habia visto antes a su alrededor: chicas que empezaban a triunfar cuando aun eran demasiado jovenes como para gestionar bien la fama; al principio parecia que todo les iba de maravilla y que tenian el control, pero pronto lo perdian y acababan olvidadas para siempre. --Las cosas estan mal, Daisy, no voy a mentirte --comenzo a decir Ted, el productor con el que habia trabajado desde el comienzo--. Pero podemos arreglarlo entre todos. --Necesitamos que pongas de tu parte --intervino Helena. Ella mantuvo la boca cerrada porque no sabia bien que decir. La historia, en resumidas cuentas, era la siguiente: siempre habia amado la musica, desde bien pequena. Su padre le regalo una guitarra meses antes de morir en un accidente de trafico. Habia empezado a componer canciones con tan solo catorce o quince anos y a los diecisiete ya actuo por primera vez en un local de Boston a cambio de una Coca-Cola. Despues, todo fue cuesta arriba y no volvio a mirar atras. Empezo a tocar en distintos sitios, aunque apenas le pagaban nada. Pero en una ocasion, cuando tenia diecinueve anos, un cazatalentos se fijo en ella y, dos meses mas tarde, estaba dentro de los estudios de grabacion finalizando su primer disco. Llego el exito. No fue abrumador como el de las estrellas que salian todos los dias en la television, pero dentro del country se labro un nombre y se hizo bastante conocida. Lo tenia todo: amigos que fue haciendo con el paso del tiempo, bastante dinero y un futuro brillante por delante. Sin embargo, Paul entro en escena y le jodio la vida. --Hemos pensado en un retiro espiritual --dijo Don, su agente. --Perdona, ?un retiro-que? Yo no necesito nada de eso... --Piensalo. Te vendra bien para componer, ahora mismo estas bloqueada, ?no es cierto? Y al mismo tiempo, te alejas de la prensa, de los escenarios y de todo lo demas. --Tenemos el lugar perfecto para ti. --Helena saco un folleto y lo dejo encima de la mesa del escritorio del despacho. Unos arboles gigantescos rodeaban pequenas casitas de madera que parecian sacadas de un cuento infantil--. Te aseguro que aqui nadie te reconocera. De hecho, he llamado a la duena para preguntarle si tenia algo libre para los proximos meses y al decirle tu nombre para la reserva ni se ha inmutado. --No hay television ni internet --anadio Don. --El pueblo mas cercano esta a cinco kilometros y tan solo tiene doscientos habitantes. Sospecho que alli tampoco habran oido hablar de ti. Es perfecto, Daisy. La informacion llegaba a sus oidos, pero no parecia estar asimilandola. Era como si cada uno le disparase desde lejos: se sentia como un ciervo intentando escapar. En realidad, sabia que tenian razon. Y la idea de dejar atras su vida momentaneamente le resultaba casi como un soplo de aire fresco, pero tambien la aterraba. ?Y si no conseguia volver a componer? ?Y si empezaba a enloquecer perdida en medio de ese bosque? ?Y si todo el mundo se olvidaba de ella cuando hubiese regresado? Era arriesgado. --No se si es una buena idea... --Daisy, confia en nosotros. --Pero es que... --Iba a echarse a llorar delante de todos como alguien no interviniese pronto, no podia contener las lagrimas que se agolpaban en sus ojos--. Es que... --Volveras a renacer como una mariposa --dijo Don--. Creemos en ti y en tu talento, pero todo este asunto de Paul te ha superado. Te vendra bien pasar un tiempo contigo misma, reflexionar y ver que quieres hacer a partir de ahora. Nosotros estaremos esperandote. --?De verdad? --gimoteo. --Ya lo creo que si. Abrio el folleto que Helena habia dejado antes delante de ella. El lugar se llamaba Forrestday y parecia realmente idilico, el tipico sitio donde los animales cantaban, los ninos asaban nubes frente a una hoguera y el arcoiris salia cada dia. Vale, probablemente estaba exagerando. Pero ?que otra opcion le quedaba? Podia quedarse en Los Angeles y seguir aguantando los abucheos del publico, las criticas punzantes de la prensa y las mentiras que estaban diciendo sobre ella. O bien podia regresar a Boston y cobijarse en casa de su madre, pero no queria darle problemas ni que tuviese que enterarse de todo lo que estaba ocurriendo. Por fortuna para ella, su madre era una antigua hippy que se negaba a tener movil y tan solo usaba el telefono de casa, Daisy no era tan conocida como para salir en las revistas del pais, pero si lo suficiente como para que las redes sociales hablasen de ella, y de eso su progenitora no tenia ni idea. Preferia mantenerla en la ignorancia, por su bien. Ninguna madre deberia soportar que acosasen a sus hijos. --Esta bien, supongo que es una buena opcion. --Supones bien, Daisy. --Helena le sonrio. --?Y cuanto tiempo sera? --pregunto. --La duena tiene la casa libre durante dos meses, pero nos ha comentado que podria alargar el contrato un mes mas si fuese necesario. Es bastante razonable. --De acuerdo. ?Cuando me marcho? --Manana mismo, si quieres. --Bien. Estare lista. Aun estaba a punto de echarse a llorar cuando se despidio de todos ellos en la recepcion de los estudios. Paro un taxi y pidio que la llevase directamente a casa. Una vez llego a su apartamento, ese que ahora tanto le recordaba a Paul, quiso ponerse a gritar, golpear algo o patalear como una nina, pero no hizo nada de todo eso, porque Daisy siempre se controlaba. En lugar de desahogarse, se subio a la escalera para bajar una maleta pesada y luego comenzo a llenarla con ropa y otros enseres que iba a necesitar. La vida estaba siendo muy ironica. Cualquiera podria haber dado por hecho que Daisy estaba arruinada por la misma razon que la mayoria de las chicas que empezaban a triunfar siendo jovenes, pero no era asi. Se habia cuidado bien de no caer en excesos ni de dejarse llevar por malas influencias. Intentaba hacer lo correcto, ser simpatica y dulce con los fans, cumplir con sus obligaciones y sus contratos sin rechistar y todo demas. Pero ni por esas. Paul habia tenido que llegar para arrasar con los esfuerzos de los ultimos anos. Lo odiaba profundamente. Cuando termino de preparar su equipaje, se sento en su salon y cogio el telefono movil. Aviso a algunos amigos de que estaria fuera un tiempo y finalmente llamo a su madre. --?Daisy? ?Eres tu? --pregunto la mujer. --Si, mama. --Le calmaba oir su voz. --Espera un momento, que estaba plantando unos geranios y tengo las manos llenas de barro. No cuelgues, vuelvo enseguida. Escucho como dejaba apoyado el telefono en la mesilla y el ruido del grifo de la cocina abriendose. Cuando regreso, parecia algo mas calmada. --?Como estas, carino? --Muy bien. Bien jodida, quiso decirle. --Me alegra oirlo. --Te llamaba porque he decidido irme de viaje una temporada, asi que no podre acercarme a verte a casa el proximo mes. Ire en cuanto vuelva, te lo prometo. --?Y eso? No me habias dicho nada. --Es que ha surgido de improviso. Es un lugar muy relajante, una especie de balneario. Quiero reponer fuerzas antes de meterme de lleno en el proximo disco. Ni siquiera se si hay cobertura, asi que... bueno, ya encontrare la manera de llamarte, ?de acuerdo? --Claro, pero ?seguro que todo va bien, Daisy? --Si, segurisimo. Te quiero, mama. --Yo tambien te quiero, carino. Se sintio terriblemente mal cuando colgo. No le gustaba mentirle a su madre, pero contarle todo lo que estaba ocurriendo lo haria mas real y no queria darle problemas a la mujer, que vivia feliz regentando una pequena floristeria en el pueblo y cuidando de la parcela de jardin que habia en la parte delantera de la casa donde habia crecido. Echo un vistazo a las redes sociales, pero el corazon se le fue encogiendo conforme pasaba de una noticia a otra. ?Como podia la gente soltar tantos comentarios hirientes sin pensar? ?Acaso el anonimato les daba carta blanca para ser asi de crueles? Las cerro cuando no pudo soportarlo mas. Cogio el folleto y leyo con atencion. "Forrestday es el lugar perfecto para desconectar del estres, la rutina y las exigencias diarias. Si buscas intimidad, relajacion y encontrarte contigo mismo, estas en el sitio indicado. La naturaleza sera tu guia". Daisy esperaba que fuese una guia muy buena, porque la iba a necesitar. 2 Un coche oficial de los estudios la dejo en la entrada, justo donde habia un cartel de madera recubierto de hiedra espesa donde se leia: Bienvenido a Forrestday. Daisy bajo y le agradecio al chofer que le sacase la maleta. Despues, cuando se despidio de el, camino como pudo arrastrandola por el caminito de tierra rojiza que conducia hacia la primera casa y levantando una nube de polvo a su paso. Era con diferencia la propiedad mas grande de todas y tenia un porche alargado que rodeaba el tejado a dos aguas. Las plantas trepaban por la parte frontal y, ademas, parecia ser la recepcion, puesto que en la entrada habia carteles del lugar y las actividades de los alrededores de las que podian disfrutar los clientes. --!Maldito trasto! --se quejo al no conseguir subir los escalones con la maleta a cuestas, asi que, finalmente, decidio dejarla alli mismo y entrar en el establecimiento. A fin de cuentas, ?quien iba a robarsela? ?Los pajaros? ?Las ardillas? ?Algun oso? No habia nadie alrededor. Unas campanillas sonaron cuando entro. El mostrador estaba vacio, aunque lleno de folletos iguales que el que le habian ensenado a ella. En una estanteria habia souvenirs como tazas con el nombre del lugar, camisetas, gorras y unos animales tallados en madera que eran preciosos y estaban claramente hechos de forma artesanal. --?Hola? ?Hay alguien? --pregunto Daisy. --!Ya salgo! --La voz cantarina de una mujer llego de lejos y al final la senora aparecio con una sonrisa. Vestia un delantal rosa, tenia el cabello rizado y rondaria los sesenta anos. A Daisy le sorprendio su jovialidad. Se miraron con atencion antes de presentarse. --Daisy Kepler. Tengo una reserva. --Encantada. Soy Violet, la duena de este sitio. Tengo por aqui la llave de tu cabana, espera un segundo... --Se agacho tras el mostrador--. Perdona, es que me has pillado haciendo la lista de la compra y tengo un poco de lio, veamos... Al final encontro la llave y se la tendio.

  • Castigos justificados (Bergman 5) de Hans Rosenfeldt , Michael Hjorth

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    Una estrella de television es hallada muerta de un tiro a la cabeza en una escuela abandonada. Su cuerpo se encuentra de cara a la pared y, atadas a una silla del aula, unas hojas de examen. A juzgar por el numero de respuestas incorrectas, la victima suspendio el examen mas importante de su vida.
    Este horrible asesinato es el primero de una serie de muertes que tendran como victimas a personajes famosos. La Brigada Criminal de Torkel Holgrund se encargara del caso y solo gracias a la pericia de Sebastian Bergman lograran, siguiendo las pistas halladas en chats de internet y en cartas anonimas publicadas en los periodicos, resolver el misterio.

  • Goya: Tres casos de suspenso e intriga de Raul Garbantes

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  • La amante encanta a su Marques de Christina Mcknight

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    EL CORTEJO NUNCA FUE TAN ESCANDALOSO

  • Un trocito de cielo para Nathan Littman 1 de Andrea Adrich

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    El dia que el gerente del Eurostars, el hotel mas lujoso de Madrid, anuncia que un importante empresario norteamericano se va a alojar en la suite ejecutiva principal del hotel durante un mes, Daniela, la camarera de pisos que se va a encargar de atenderlo, intuye que va a ser un mes muy largo.
    Nathan Littman es un hombre dificil, reservado, intimidante, rodeado de misterio; con muy mal genio y con una reputacion de insufrible que lo persigue alla donde va. Pero lo que no saben es que es un hombre que vive atormentado por el dolor y la culpa de un pasado que lo ha convertido en una persona altiva y solitaria.
    Si ya Nathan Littman es dificil de tratar, todo se complica aun mas cuando sale a la luz la verdadera razon por la que se hospeda en el hotel, y que no es simplemente un cliente mas del Eurostars.

  • Un caballero en Moscu de Amor Towles

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    Condenado a muerte por los bolcheviques en 1922, el conde Aleksandr Ilich Rostov elude su tragico final por un inusitado giro del destino. Gracias a un poema subversivo escrito diez anos antes, el comite revolucionario conmuta la pena maxima por un arresto domiciliario inaudito: el aristocrata debera pasar el resto de sus dias en el hotel Metropol, microcosmos de la sociedad rusa y conspicuo exponente del lujo y la decadencia que el nuevo regimen se ha propuesto erradicar. En esta curiosa historia se basa la segunda novela de Amor Towles, que despues de recibir innumerables elogios por Normas de cortesia, su opera prima, se consolida como uno de los escritores norteamericanos mas interesantes del momento. Erudito, refinado y caballeroso, Rostov es un cliente asiduo del legendario Metropol, situado a poca distancia del Kremlin y el Bolshoi. Sin profesion conocida pese a estar ya en la treintena, se ha dedicado con autentica pasion a los placeres de la lectura y de la buena mesa. Ahora, en esta nueva y forzada tesitura, ira construyendo una apariencia de normalidad a traves de los lazos afectivos con algunos de los variopintos personajes del hotel, lo que le permitira descubrir los jugosos secretos que guardan sus aposentos. Asi, a lo largo de mas de tres decadas, el conde vera pasar la vida confinado tras los inmensos ventanales del Metropol mientras en el exterior se desarrolla uno de los periodos mas turbulentos del pais. Ademas de mantenerse durante casi cincuenta semanas en las principales listas de exitos de Estados Unidos y de superar el millon de ejemplares vendidos, Un caballero en Moscu ha obtenido numerosos premios, entre los que destacan el del Libro del Ano segun The Times y The Sunday Times. Escrita con suma elegancia, calido sentido del humor y un aprecio muy profundo por los grandes clasicos de la literatura rusa, esta novela excepcional nos habla de nuestra inagotable capacidad para arrostrar los infortunios de la existencia.

  • Tendras que quererme de Olga Hermon

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    Una historia de amor desarrollada entre campos verdes, crepusculos inolvidables y aroma a heno y tierra mojada.

  • Sin miedo a las estrellas de Chiara Parenti

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    Una historia sobre la importancia de saborear cada momento y de no dejar escapar las oportunidades que te brinda la vida.

  • Amor en juego de Liliana Diaz

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    Enrollarme en algo amoroso no era lo mio. Las cosas de una noche son siempre mas faciles para mi. Soy una mujer practica y enfocada en mi trabajo, por eso no tengo tiempo para enamorarme.
    Y cuando me presentaron el caso de este jugador de futboll que no sabia mantener sus asuntos en reserva y saltaba de cama en cama, lo entendi. Esto seria mas facil de lo pensado. Simplemente le debia ensenar como hacer las cosas.
    Que fuera un atractivo cliente no era complejo de manejar, yo me regia por una ley: Los clientes estan fuera de la liga.
    Sin embargo trabajar con el me hace ver otra faceta de su caracter, una que me intriga y me hace sentir cosas que nunca antes experimente.

  • Toda una Lolita (Yo soy tu candidato 4) de Miranda Wess

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    Catalina es una joven chispeante y divertida que no se deja vencer por las circunstancias. Entre la universidad, sus amigos y los romances efimeros se pasa la vida.
    Bruno es un empresario exitoso, ecuanime y un ejemplo de rectitud para su familia. Pero pronto descubrira Catalina que en la intimidad es un hombre sexy y ardiente acostumbrado hacer las cosas de la unica forma que conoce.
    La suya.
    ?Sera Bruno aquel destinado a amarla a pesar de las diferencias o simplemente sucumbira a la pasion pasajera que le despierta esta Lolita?

  • Alicia en el pais sin wifi de Nina Minina

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    Alicia Trevi vive su particular vida de GLAMUR en Madrid. Pronto estrenara pelicula, esta mas delgada que nunca, goza de una privilegiada tarifa de datos que satisface su NOMOFOBIA y, ademas, se esta tirando al GUAPAZO nacional del momento.
    ?Que mas podria desear? Lo tiene todo.

  • Protegida por el guerrero (Mackenzie 3) de Emma G. Fraser

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    Los pasos apresurados de Iona resonaban a lo largo del amplio y solitario pasillo. En su perfecto rostro ovalado y palido se dibujaba una expresion de enojo que le era imposible ocultar a pesar de que siempre habia sido una joven que habia aprendido a manejar muy bien sus emociones. Su melena lisa y rubia caia suelta por su espalda y ondeaba con fiereza a cada paso que daba. Sus ojos azules, normalmente huidizos, miraban fijamente al frente y estaban ligeramente entornados debido a la rabia que sentia en su interior, incluso parecia que gracias a ese sentimiento las pecas de sus mejillas se habian oscurecido. En sus voluptuosos labios mostraba un mohin que indicaba su oposicion a algo que roia su interior. Iona se habia visto obligada a vestirse con sus mejores vestidos durante los dias en los que los invitados a la boda de su hermano Math estuvieran pululando libremente por el castillo, y el que vestia sin duda destacaba su extrema belleza. De color azul palido y ribetes dorados, aquella prenda se ajustada a la perfeccion en su menuda y delgada figura, resaltando la sensualidad de sus pechos, que sobresalian entre la tela del escote que sin duda habia hecho que su padre pusiera el grito en el cielo. Pero poco le importo cuando a la hora del desayuno los ojos de su padre casi salieron de sus orbitas al verla aparecer. Estaba enfadada con la llegada de tantos invitados al castillo, pues eso suponia mucho trabajo, pero lo peor de todo no era eso, sino el hecho de que unos de ellos eran unos primos lejanos por parte de padre. El hijo de estos siempre la habia molestado desde pequena, y ahora no iba a ser menos. Sus ojos se entornaron mas al recordar a su primo lejano, pues el era uno de los motivos de su tremendo enfado. Apreto el paso a traves de los diferentes corredores del castillo. Adoraba su casa, pero cuando tenia prisa, lo odiaba, pues era un castillo cuyos pasillos eran casi laberinticos, oscuros y solitarios. Buscaba el salon donde sabia que encontraria a su madre junto a su tia, recien llegada del dia anterior para ayudar en lo que fuera necesario. Iona queria contarle algo en relacion a su primo lejano y a varios miembros de los clanes invitados a la boda. Sn duda, su padre habia decidido que fuera un enlace de alto copete en el que gastarian gran parte de lo recaudado hacia poco a lo largo de todas las tierras del clan Mackay. Por fin se casaba el hijo del laird, su primogenito, y desde hacia demasiados anos en el castillo no se celebraba una boda de esas caracteristicas, pues la boda de sus padres se habia festejado en el clan de su madre, los Gordon. Iona lanzo un resoplido cuando por fin diviso la puerta que buscaba. La joven levanto su mano y la abrio con fuerza para entrar como una exhalacion dentro del pequeno salon. Vio como su madre daba un respingo en su silla y se giraba hacia ella con el gesto ligeramente enfadado. Su tia, por el contrario, levanto la mirada de las flores con las que estaba adornando varios jarrones y le dedico una sincera sonrisa. --!Iona! --exclamo Neris, su madre--. ?Acaso no te he ensenado que hay que llamar a las puertas antes de entrar? El tono ligeramente enojado de su madre hizo que su enfado disminuyera en parte, pero tan solo se limito a decir un simple: --Lo siento, madre --susurro antes de cerrar la puerta tras ella. Neris suspiro y dejo las flores sobre la mesa para levantarse y girarse por completo hacia su hija. Despues dio un paso hacia ella y la tomo por los hombros: --?Que te ocurre? La mirada de indignacion volvio a aparecer en los ojos azules de la joven, que se entornaron de nuevo antes de lanzar un bufido poco femenino. --Se trata de Hamish --exclamo con cierto asco cuando pronuncio el nombre de su primo lejano. Su madre puso los ojos en blanco antes de preguntarle: --?Que pasa con el? Cada vez que os veis acabais enfrentandoos. --Y no es para menos, madre --se quejo Iona--. Lleva toda la manana intentando cortejarme. ?Se lo puede creer? Y no solo el. Varios guerreros de los otros clanes tambien se han acercado a mi con claras intenciones de cortejo. Y los que no se han acercado tienen cara de querer hacerlo, madre. La cara de asco que mostraba Iona ante un posible pretendiente casi hizo reir a Neris, pero logro contenerse a tiempo. Elevo su mano y toco con suavidad la mejilla de Iona. Una pequena sonrisa se dibujo en sus labios. Su hija se hacia mayor y sin lugar a dudas la belleza con la que resplandecia a diario no le pasaba desapercibida a ningun hombre, no solo a los recien llegados, sino tambien a varios guerreros del clan. --Ya tienes edad casadera, hija. Deberias planteartelo. Iona volvio a lanzar un bufido de repugnancia. --Madre, algunos de ellos no tienen la dentadura completa… Neris sonrio. --Solo digo que ahora tienes muchos pretendientes entre los que elegir --explico. Iona fruncio el ceno y tras un escalofrio al pensar en el mero hecho de casarse, nego rotundamente con la cabeza. --Calma, hija. No pasa nada porque hables con alguno de ellos y muestres cierto interes. Tu padre ha invitado a muchos guerreros de las Tierras Altas, entre ellos algunos lairds aun solteros, como Andy MacLeod, que es muy apuesto. Iona dio un paso atras y volvio a negar con la cabeza. --No quiero, madre. No imagino mi vida ligada a un hombre unicamente por su posicion o su dinero. Neris le dedico una mirada cargada de pesimismo. --Hija, vivimos en un mundo en el que tiene que ser asi. --Pues me niego, madre --respondio energicamente--. No podria vivir con un hombre que me inspira asco solo por un plato en la mesa. Y antes de darle tiempo a su madre para responder, Iona salio del salon de la misma forma que habia llegado, como una exhalacion. Neris suspiro largamente y con cierta tristeza antes de girarse hacia su hermana, que habia preferido mantenerse al margen de la discusion, y esta la miro con una expresion entre divertida y preocupada. --No recordaba que Iona tuviera tanto caracter --le dijo para intentar relajar el ambiente. --Y realmente no lo tiene, pero desde que le dijimos que habiamos invitado a Hamish esta malhumorada. --Deja que se relacione estos dias con los guerreros que han llegado. Seguro que alguno le hace borrar de su mente la idea que tiene del matrimonio. Neris asintio con seriedad y volvio a tomar entre sus manos las flores. Ese dia por la tarde era la boda de su hijo mayor, Math, y no podia albergar en sus pensamientos nada que no tuviera que ver con la felicidad que le producia esa union. Iona volvio sobre sus pasos a traves del laberintico pasillo. Durante unos instantes creyo que una conversacion con su madre para dejarle entrever su malestar con ciertos invitados llegaria a quitarle el sentimiento que le recorria el cuerpo. Penso que su madre le daria la razon respecto a lo que pensaba de su primo lejano, pero no fue asi, sino que el hecho de haber escuchado de su boca que le diera una oportunidad a alguno de los pretendientes habia provocado que su ira aumentara. Y en ese momento no deseaba ver a nadie mas hasta que llegara el momento para cambiarse de ropa para la boda. Sin embargo, cuando giro en una de las esquinas del pasillo y se choco contra el enorme pecho de un hombre torcio mas el gesto. --Lo siento --se disculpo cuando se vio impulsada hacia atras por aquella mole de hombre y estuvo a punto de caer al suelo. No obstante, unas manos fuertes la sujetaron antes de que perdiera el equilibrio y cuando levanto la cabeza para comprobar de quien se trataba, se quedo sin aliento por la intromision. --No pasa nada, prima. La voz masculina y pedante de su primo Hamish llego hasta sus oidos y necesito de toda su fuerza de voluntad para no soltar un improperio poco femenino delante de el. Se solto de sus manos con impetu, estiro la espalda cuanto pudo y lo miro con el mismo odio que una hora antes cuando lo vio por ultima vez. --?Acaso me estas siguiendo? --le pregunto de mala manera. Hamish sonrio de lado y se cruzo de brazos frente a ella al tiempo que tambien estiraba la espalda por completo, como habia hecho la joven. Iona trago saliva. Nunca habia estado tan cerca de el ni tan a solas con ningun otro hombre, por lo que se puso ligeramente nerviosa. Hamish era mas alto que ella, de complexion fuerte y no resaltaba precisamente por su belleza. Desde pequeno tenia la nariz torcida tras una pelea, una cicatriz le cruzaba la frente y cuando sonreia mostrando sus dientes, Iona tenia que hacer acopio de su fuerza de voluntad para no vomitar tras ver varias piezas negras. Eso sin contar que cada vez que hablaba escupia saliva por todas partes. --La verdad es que solo estaba dando una vuelta para matar el tiempo, pero ahora que el destino ha vuelto a ponerte en mi camino no estaria mal que salieramos a dar una vuelta por los alrededores del castillo. Iona levanto una ceja y apreto los punos con fuerza. --Vaya, primo --comenzo con ironia--, no sabia que ademas de pesado fueras tonto. Hamish enarco una ceja. --Esta lloviendo. Iona dio un paso hacia un lado e intento bordearlo para seguir con su camino, pues no podia aguantarlo por mas tiempo. Estaba de mal humor y no queria aguantar las impertinencias de nadie. Sin embargo, Hamish se movio y le corto el paso haciendo que la joven volviera a chocar contra el. --?Te he dicho alguna vez que me gustan las mujeres mordaces? Como tu… Iona estaba al borde de darle una sonora bofetada, pero sabia que si lo hacia podia aguar la boda de su hermano, por lo que se contuvo. --?Te he dicho que me gusta cualquier hombre menos tu? El guerrero lanzo una carcajada y estiro una mano para pasar un mechon de pelo tras la oreja de Iona, que estuvo a punto de caerse de espaldas cuando se echo hacia atras para no sentir su mano sobre ella. --Me encantas, Iona. En mi vida me haces mucha falta. --Pues no creo que tu vida haya sido un infierno hasta ahora. --Lo ha sido, de verdad. --Hizo una mueca teatral--. Me gustaria mucho poder cortejarte. La joven lanzo un bufido. --Y a mi que dejes de hacerlo. ?No entiendes que no me gustas? Hamish dio un paso hacia ella y la acorralo contra la pared. --?Y tu no sabes que cuanto mas te resistes mas me gustas? Nerviosa, Iona lo empujo lejos de ella, haciendo que el guerrero dejara escapar una sonora carcajada. La joven lo miro mal y antes de que tuviera tiempo para volver a la carga, retomo su camino. --!Seria un honor que me dedicaras un baile! --exclamo el joven parado en el sitio. Iona, sin mirar atras, le espeto: --!Antes prefiero comerme el estiercol de los cerdos! --Yo no me rindo, prima. --!Pues deberias! Y cuando giro en el pasillo para dirigirse a las escaleras, volvio a escuchar de nuevo la carcajada de Hamish. --Maldita sea… --gruno para si Iona antes de echar a correr por el pasillo. Faltaba menos de una hora para la boda cuando la doncella ato el ultimo cordon del vestido de Iona. Su madre habia insistido en que se pusiera esa prenda y no la que ella habia elegido, pues no queria destacar frente a las demas mujeres, al contrario, deseaba que las miradas no estuvieran puestas en ella. Pero su madre no pensaba lo mismo y le habia exigido, con sutileza, que se pusiera aquel vestido, y cuando al mirarse en el espejo descubrio que estaba mas bella que nunca, Iona torcio el gesto. Su madre le dejaba claro con esa prenda que deseaba que los pretendientes que sabia que tenia pusieran sus ojos sobre ella. --Estais preciosa, senorita. Ann, la sirvienta que la habia ayudado a vestirse, desconocia que ella no deseaba estar tan llamativa. Hubiera preferido ponerse los ropajes de la muchacha antes que aquel precioso atuendo. De azul celeste y ribetes bordados en diferentes colores, el vestido se adheria a la perfeccion a su figura, haciendo resaltar la curvatura de sus pechos con un escote pronunciado. Las mangas caian abiertas a su costado, mostrando parte de su antebrazo y la blancura de su piel. Sin lugar a dudas, era un vestido que dejaba poco a la imaginacion de los pretendientes, pues era mas que evidente que estaba confeccionado para atraer las miradas de los hombres y asi buscar un marido. Pero ella no lo deseaba. Iona miro de reojo a Ann y torcio el gesto. --Habria preferido ponerme el vestido marron. La doncella abrio desmesuradamente los ojos. --?El marron? Senorita, ese parece un saco. No resaltaria tanto vuestra belleza. Iona sonrio. --Eso es lo que quiero. --Por lo que he oido, teneis varios pretendientes entre los asistentes a la boda de vuestro hermano --le dijo mientras Iona se dirigia hacia la silla para preparar el peinado--. ?No estais contenta? Iona no pudo evitar lanzar una carcajada. --?Tu estarias contenta con alguien como Hamish detras de ti? --le pregunto enarcando una ceja. Ann sonrio levemente. --Bueno… la verdad es que muy apuesto no es, senorita. --Iona rio por lo bajo--. Pero me he cruzado con el laird MacLeod y es muy guapo.

  • La fragil belleza del cristal de Amy Harmon

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    Una novela poderosa llena de amor, dolor y esperanza Italia, 1943. Alemania ha ocupado la mayor parte del pais y la poblacion judia corre un grave peligro. Eva Rosselli y Angelo Bianco se criaron como si fueran de la misma familia y el amor no tardo en llegar, pero las circunstancias y la religion los separaron: a pesar de sus sentimientos por Eva, Angelo decidio hacerse sacerdote. Ahora Eva es una mujer perseguida por la Gestapo y Angelo la esconde en un convento. Alli, mientras esperan a que llegue la ayuda que les salvara la vida, Eva y Angelo sobreviven a un peligro tras otro hasta enfrentarse a la eleccion mas dura de todas.

  • Siempre demuestrame tu amor de Sophie Kiss

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    Una nueva vida comienza. Amor y aventuras van de la mano, amores del pasado aparecen y amores del futuro que no esperaba encontrar ni menos enamorarse, se deja llevar por las intensas sensaciones que le entrega el universo.

  • Me haces falta de Freya Asgard

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    Luego de la muerte de Teresa, el amor de su vida, Marcos debe seguir adelante, pues no esta solo, ahora tiene un hijo que criar. A pesar del trabajo duro, el dolor parece no menguar; sin embargo, la vida siempre da nuevas oportunidades y, en este caso, puede estar mas cerca de los que sus ojos le permiten ver.
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    Maybe Albornoz es una tipica chica de ciudad que llega a "El Terrano", la hacienda del abuelo de Victoria, cunada de Marcos, mientras huye del novio de su mejor amiga, un hombre golpeador que la amenaza por entrometerse en su relacion, por lo que debe quedarse en el fundo. Esto provoca en ella dudas y molestia, pues vivir en el campo y enamorarse, sobre todo de un hombre como Marcos; no esta en sus planes.
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    ?Podra Marcos dejar el sufrimiento atras y encontrar la paz y el amor? ?Maybe dejara su estructurada vida para aceptar que no siempre todo se puede planear?

  • Adorado asesino de Macarena Moya Solis

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    Allyson, sabia perfectamente lo que queria, si, lo habia visto una tarde en un centro comercial, un hombre completamente atractivo, su barba lo hacia enigmatico, sus ojos lo convertian en un seductor, sus labios, oh si, sus labios, solo pensaba en devorarlos a besos.
    Una mujer casada, que aparentemente lo tiene todo, solo puede pensar en aquel sensual hombre que se cruza de vez en cuando en su camino. La atraccion es total y al parecer mutua. Tras un primer encuentro, todo se vuelve una locura ?Quien es este hombre?
    Paul, es un hombre indiferente, de gran atractivo, un hombre con un pasado muy oculto, pero todo los secretos salen a la luz, nada es un misterio por siempre.
    Juntos se vuelven la pareja mas erotica, sensual y perfecta, pero un secreto, el pasado y muchos enganos quedan descubiertos. Ahora juntos, son perseguidos y amenazados ?podran juntos sortear estas dificultades?? El deseo que sienten uno por el otro podra eludir estas adversidades? ?Sera amor lo que sienten?
    Pasion, deseo, traiciones, amenazas, vivelos en Adorado asesino

  • El aroma de la incertidumbre de Marlon Hernando Guerra Mutis

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    Klaus Vegner, capitan de la policia de Twente, termina sus dias inocentemente abandonado a su propia obsesion por resolver el aparente suicidio de un cientifico colombo-holandes, un caso absurdamente cerrado por el mismo dias previos a su retiro del servicio, quizas impulsado por la imposibilidad de desarticular la incoherencia de los hechos.
    Tres anos mas tarde, un joven e inquieto agente de la policia de Barcelona y oficial de Interpol, Marcos Gandara Verastegui, es convenientemente trasladado a Holanda con el fin de apoyar a la Division Antinarcoticos de la policia de Twente. En el momento exacto, mientras se familiariza con su nuevo entorno, se encuentra por azar con el caso y gestiona su reapertura: segun su criterio, existen cabos sueltos que son evidentes.
    En un periplo lleno de decepcion, aprendizaje, traicion, emocion, latencia y muerte por temas de conflictos individuales que se supone que la sociedad ya ha superado con creces, y alguna que otra incongruencia inmersa en evidencias sutilmente ocultas y dispersas entre Holanda, Francia y Colombia, emergen elementos complejos y de dificil conexion con la realidad que Marcos solo percibe en apariencia.

  • Te espero en Arborea [LGBTI] de Antonio Sanz Oliva

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    La desaparicion de Paolo hace que Andres, su pareja, decida buscarlo hasta el final aunque por el camino descubra secretos y detalles ocultos de su relacion.
    Relacion gay, misterio, intriga y un desenlace inesperado.
    Andres Tomas, despues de su ruptura con Paolo, un apuesto carabinero al que conoce durante un congreso de cartografia en Florencia y con el que inicia una intensa relacion, recibe una nota suya citandole en su pueblo natal, Arborea, una pequena poblacion de la Cerdena profunda.
    Cuando llega a Arborea, intentando solucionar su crisis de pareja, se da cuenta de que Paolo no ha acudido a su cita y comienza a buscarlo desesperadamente. Asi conoce a Angelo Mani, el diacono de la poblacion, que, casualmente, tambien habia mantenido una relacion con Paolo durante su juventud. Este le desvelara detalles de la personalidad de su amado que habian permanecido ocultos.
    Despues de establecer una breve pero profunda amistad con Angelo, Andres recibe la impactante noticia de su muerte en extranas circunstancias. La noticia hara que se tambalee todo su mundo, en el que se mezcla la imperiosa necesidad de encontrar a Paolo y el deseo de esclarecer la muerte de Angelo.
    Pistas falsas, extranos accidentes y la angustia de encontrar a Paolo, se van sucediendo mientras la policia parece pisarle los talones. Andres decide llegar hasta el final en busca de respuestas, provocando un desenlace de inesperadas consecuencias que cambiara para siempre el rumbo de sus vidas.

  • Porque tu eres mi crush de Sandra Bree

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    En ese momento, a Cristina lo unico que le importaba era la mano firme que le guiaba hacia la salida del pub. El calor que desprendia sobre la suya, la presion que ejercia y que hacia que se olvidara de todo lo que la rodeaba, era algo tan inesperado que sentia que debia asegurarse de no estar sonando. Sonrio, agradecida de que la noche se le estuviera dando tan bien. Habia pensado irse a casa, ver algo en la television y marcharse a dormir pero, en menos de un minuto, ya tenia nuevos planes. Y mejores. No era la primera vez que salia con un hombre. Pero el no era como el resto de los mortales. El era Mario, conocido tambien por ser un picaflor, un calavera y un mujeriego. Sin embargo, ella, aunque asumia sus fatidicas cualidades, preferia pensar en el como en el hombre del que llevaba enamorada toda su vida. Su crush. Cristina lo conocia bien. Era el primo de Paula, su mejor amiga desde que iban juntas a primaria. Le sacaba diez anos. Ella iba a cumplir los veinte y el los treinta. Pero nada de eso importaba desde el momento en el que el habia comenzado a seducirla. Todo lo esencial desaparecio de su mente, y los gritos de advertencia que hacia tan solo unos segundos inundaban su cabeza con fastidio, diciendole que saliera corriendo de aquel lugar sin mirar atras, desaparecieron de repente. Si Paula, esa noche, no se hubiera marchado dejandola colgada para irse con uno de sus ligues, ella jamas habria tenido la oportunidad de estar con Mario. Lo miro por el rabillo del ojo. Era tan guapo como un actor de cine. Tenia claro que se queria acostar con el sin importar el dia de despues. Ya sufria lo indecible al verlo a diario pasear con unas y otras de la mano, y seguiria sufriendo igual al dia siguiente. Pero, al menos, le iba a quedar el consuelo de saber que lo habia besado, lo habia tocado y habia sentido su amor por un efimero instante. Todas las mujeres lo superaban, ?por que ella iba a ser diferente? Comprendia que el no tenia la culpa de ser tan guapo. Ademas, no enganaba a nadie con sus artes de seduccion ni ocultaba como era en realidad. Cristina tenia la esperanza, en un pequeno rincon de su mente, de que ella podria ser la mujer que de verdad lograra conquistarle. Aunque imaginaba que el resto de las feminas que habian pasado por su vida, y por su cama, albergaban la misma idea que ella en esos momentos. Era inevitable hacerse ilusiones. Por otro lado, no tenia que envidiar a la belleza de nadie. Desde pequena habia sido una nina hermosa, y su atractivo habia aumentado con los anos. Era alta, con piernas largas y torneadas, cintura estrecha y pechos turgentes. Una melena rubio ceniza caia por sus hombros y espalda en suaves ondas. Sus ojos, claros y grandes, estaban rodeados de tupidas pestanas, y su boca era de labios generosos, mas el inferior que el superior. Nunca habia pasado inadvertida entre sus companeros de la escuela. Los hombres sentian la necesidad de protegerla y pululaban en torno a ella como las moscas a la miel. E incluso en secundaria tuvo dos profesores que la agasajaron y la halagaron sin descanso. Uno de ellos, Juan Antonio, encargado de la asignatura de Educacion Fisica, consiguio salir con ella fuera del instituto en varias ocasiones. Pero el corazon de Cristina tenia dueno. Era un secreto que solo ella conocia, pues Paula habria puesto el grito en el cielo si lo hubiera sabido. Y la madre de Paula. Y el padre. Y lo que era peor, el propio padre de ella, Hector. Sin embargo, Mario era el unico que hacia que se le secara la boca, que el corazon latiese salvaje y, sobre todo, el unico que conseguia que sus bragas se mojaran con solo mirarla. Sintio que la mano que sostenia la suya presionaba con mas fuerza. Alzo sus ojos y se encontro con los verdes de el, que la observaban con una sonrisa de infarto en su boca de labios sensuales. --?De verdad quieres que nos vayamos? Estas a tiempo de pararme los pies y decir que no quieres venir conmigo. Ella trago saliva, nerviosa. No debia ir, mas lo deseaba con toda el alma. Era consciente de que una vez emprendiese aquel viaje, no tendria retorno. Pero estaba tan excitada…, tenia tantas ganas de estar con el a solas... --?Cristina? Asintio con la cabeza simulando una seguridad en si misma que, en realidad, no sentia. ?Por que confiaba en el si sabia de primera mano como era? Muchas veces, sentada en el salon de la casa de Paula, le habia visto llegar hablando de sus ligues. O incluso, en familia --se consideraba una mas de ellos desde que tenia diez anos-- solian dialogar de si habian visto a Mario con tal o con cual. Segun la madre de Paula, todas las mujeres que iban con el eran tontas por creer que podian conseguirlo. Y alli estaba ella ahora, dejandose llevar para satisfacer el calenton que los dos llevaban encima. <>, se repitio. --Estoy segura de querer ir contigo --respondio mirando hacia la puerta roja del pub. Deseaba preguntar si el tambien lo estaba, pero se negaba a estropear aquel momento. Temia que despertara del trance propio en el que habia caido y terminara dandose cuenta de que, a quien pretendia llevar a su cama, era a la amiga de su prima. A quien el llamaba canija. Mario tiro un poco de ella y la acerco a su cuerpo. Solto su mano y rodeo la estrecha cintura con el brazo. Sus costados quedaron pegados. Cristina sintio como un calor abrasador inundaba ciertas partes de su anatomia, en especial la que iba desde encima de los muslos hasta justo debajo del cuello. La chaqueta cruzada que llevaba sobre la blusa disimulo las proporciones que habian adquirido sus ahora sensibles pezones. Salieron a la calle apenas sin hablar y se dirigieron al coche que habia estacionado al final de la calle. Era primeros de junio y en Madrid comenzaba a hacer calor. El abrio la puerta, caballeroso, y Cristina se acomodo en el interior. Todo olia a el. Mientras Mario rodeaba el coche, ella aspiro con fuerza al tiempo que lo perseguia con la vista. Se pellizco con suavidad el dorso de la mano. Debia asegurarse de que aquello era verdad y no estaba en uno de sus suenos en los que siempre acababa despertandose antes de tiempo. El entro estirando sus largas piernas por debajo del volante. La miro sobre el hombro con una sonrisa enloquecedora. De un solo movimiento agito la cabeza de arriba abajo. --?Bien? Cristina sonrio feliz. Sin pensarlo, alargo los brazos hasta rodearle el cuello y lo beso con entusiasmo. El devolvio el beso acariciando con sus manos la delgada espalda para dejar las palmas sobre las caderas. Murmuro contra los labios de ella: --Sera mejor que esperemos a llegar a casa. Ella se aparto, jadeante, y asintio. --Tienes razon, adelante. Mario arranco el coche y lo movio para meterse de lleno en la carretera. Ella estiro el brazo hacia el de nuevo y enredo los dedos entre sus gruesos mechones castanos. No queria dejar de tocarlo ni un solo instante. Su cabello era espeso y suave. --Y ahora que has terminado con los estudios, ?has pensado que vas a hacer? --pregunto el para entablar conversacion. Su voz era calida como la caricia del terciopelo. --Todavia no lo tengo claro pero, antes de pensar en ello en firme, debo ir a ver a mi madre. --Ella no es de Madrid, ?no? ?Donde dijiste que vive? ?Montana? Sacudio la cabeza divertida. Era una sorpresa que el prestara atencion a las conversaciones familiares en las que ella participaba. --En Phoenix, en el estado de Arizona. --Si, eso. No me quedo bien con los nombres. ?Te gusta Arizona? --Si, no esta mal. --?Por que no te fuiste a vivir con tu madre cuando se divorcio? --Su marido no me… entusiasma demasiado. El giro la cabeza unas decimas de segundo para observarla. --?Te ha hecho algo? --inquirio, serio. El pecho de ella se expandio al sentir su preocupacion. --!No! --Solto una carcajada suave--. Es un hombre agradable, casero… --Aunque Mario habia vuelto a poner los ojos en la carretera, fruncia el ceno, suspicaz--. !Estoy hablando en serio! Charly es un buen hombre. Siempre es muy atento y me trata bien. Sin embargo, yo siento que… traiciono a mi padre si el… me llega a agradar. Charly solo se preocupaba de que su madre fuera feliz. Vivian en una casa bastante grande, con jardin, gimnasio, piscina y otros lujos que podian permitirse. En su comunidad eran muy respetados y queridos. Y cada vez que ella los visitaba, la hacian sentir muy bien. --?Tu padre que dice de el? --Lo odia. Piensa que es un pusilanime. Podemos pasarnos horas enteras enumerando sus defectos. Pero, en realidad, no los tiene. Mario sonrio, compresivo. --Y eso hace que tu padre se sienta mejor. --Asi es. --Hacia un rato que Cristina habia dejado de tocar su cabello, aunque sus ojos continuaban clavados en su duro perfil--. Mi padre lo paso fatal cuando sucedio lo del divorcio. Ahora ya esta mas tranquilo. De hecho, ha empezado a salir con alguien. Siguieron charlando un poco mas hasta que el aparco el coche junto a una acera y lo detuvo. --?Que pasa? --pregunto Cristina con el corazon encogido. Mario tiro del freno de mano, apago las luces y saco la llave del arranque. Ofrecio una sonrisa que derrochaba promesas. --Vivo aqui. --?Aqui? --pregunto con sorpresa. El asintio y salio del coche. Ella tambien lo hizo y, una vez en la calle, paseo la mirada por la zona con atencion. Sabia que tenia un apartamento, pero como casi siempre estaba en casa de sus tios… Claro, !que boba! No podia llevarla alli. Los padres de Paula los matarian a ambos. Mario se acerco a ella y cogio su mano, instandola a caminar hacia uno de los portales. El barrio estaba bien. Era una zona nueva, llena de farolas, y tenia mas edificios en construccion. Un par de altas gruas, con garras de hierro, se recortaban en la oscuridad un poco mas adelante. Cristina respiro con fuerza y otra vez disimulo una sonrisa. Por un momento, habia llegado a pensar que el estaba arrepentido. Sin embargo, una vez que entraron en el ascensor y Mario la apreto entre sus brazos para besarla los labios, olvido quien era el, y quien era ella. No pudo evitar sentir esta vez que el calor crecia entre sus muslos. Su sueno se iba hacer realidad. Capitulo 1 El secreto Mario se levanto de la cama arrastrando los pies. No habia podido dormir mucho y, aunque no se arrepentia de ello, tenia que enfrentarse a la realidad. Abrio el grifo del agua fria y se lavo con ella. Alzo la cara y encontro sus ojos en el espejo. Gotas de agua pendian de la barbilla y la nariz. ?Que demonios habia hecho? Cristina era un miembro mas de su familia. !Por Dios! !Era la amiga de su prima! Inspiro hondo. Agarro la toalla y se seco la cara. No podia decir que no sabia lo que hacia cuando devoro sus labios con ansia, cuando bebio de su piel. Cuando hizo que la joven clavara las unas en las sabanas mientras el se hundia en su cuerpo con los dedos incrustados en la estrecha cintura. !Por supuesto que sabia quien era ella! La habia visto crecer, fascinado por como su cuerpo habia ido cambiando y madurando a lo largo de esos anos. Cautivado por el azul de sus ojos. Maravillado con toda ella, desde los pies hasta el ultimo pelo de la cabeza. Pero ?que iba a pasar ahora? Trago con dificultad. Su tio Raul y su tia lo matarian si se enteraban. --No se lo voy a decir a nadie --escucho que decia ella desde detras. Se volvio a mirarla. No habia escuchado sus pasos. Cristina llevaba el cabello revuelto sobre los hombros y unos cuantos mechones claros acariciaban la frente lisa. Tenia los ojos ligeramente hinchados por el sueno. Pero mas tenia los labios, que brillaban rosas. Alargo la mano hacia su cara y planto su palma en la mejilla. Ella era suave y calida, y todavia desprendia el aroma del perfume que llevaba la noche anterior. Se inclino sobre ella y atrapo sus labios con suavidad. Jamas habia besado unos labios tan dulces. Una boca que lo llevaba al paraiso, o al mismo infierno. Necesitaba aprovechar los ultimos minutos con ella. ?Y despues? ?Iba a ser capaz de volver a verla y de actuar como si nada entre ellos hubiera pasado? Afianzo el beso. Queria beber hasta el ultimo aliento de aquellos labios tiernos y blandos que se amoldaban a su boca como si hubieran nacido para estar alli. Y cuanto mas acariciaba la lengua con la suya, mas deseaba que aquel tormento no se acabara nunca. La empujo contra la pared del pasillo y utilizo la pierna para obligarla a abrir las suyas. Lucho por no perder el control de su cuerpo, aunque era consciente de que esa noche habia descubierto que intentar hacer el amor con ella de un modo calmado era algo muy dificil. Cristina era muy sexy y, con solo clavar sus ojos azules en el, lograba desarmarlo por completo. Las manos de Mario comenzaron a deslizarse por el cuerpo femenino por debajo de la camiseta hasta alcanzar los pechos. Sus caricias arrancaron gemidos de placer al detenerse en ellos y jugar con sus duros botones. Los senos eran redondeados, perfectos para el hueco de sus manos. Ella alargo los brazos para rodearlo, pero Mario sabia que, si lo hacia, estaria perdido. Echo la cabeza un poco para atras, impidiendolo, y respiro despacio, tranquilizandose. Tras unos segundos, empujo la espalda de la mujer contra su cuerpo hasta que sus torsos quedaron tan unidos que ni siquiera el aire podia pasar entre ellos. La joven estaba desnuda bajo la camiseta. Sin embargo, la prenda no le duro mucho tiempo puesta. Mario necesitaba verla mientras, en su fuero interno, detenia todos los relojes del mundo y lanzaba una plegaria silenciosa pidiendo que ese momento no acabara nunca. Arrojo la camiseta al suelo y volvio a arroparla entre sus brazos, suspirando al contacto con los pechos turgentes que se aplastaban contra su torso. Ella, por fin, consiguio rodear su cuello con sus delgados brazos y le ofrecio la boca de nuevo, devolviendole el beso con la misma fuerza y pasion con la que el se lo daba. Se olvidaron de respirar. O respiraban el uno del otro. Mario la alzo e hizo que sus largas piernas se anclaran en sus caderas. La tomo alli mismo, en el hueco de la puerta del bano. Una de sus manos aferrada a un punado de cabellos rubios, sosteniendo la cabeza femenina. La otra estaba colocada en la estrecha cintura y hundia los dedos en ella con cada embiste que daba. A cada movimiento sentia los pechos saltar entre sus cuerpos, acariciando su torso. Ella se aferraba a sus hombros con la cabeza inclinada hacia atras, y con los ojos cerrados gemia y suspiraba llevada totalmente por la pasion. Era preciosa. Su cuerpo era precioso. --Abre los ojos, canija --suplico el--. Mirame, por favor

  • El Hombre Sentado en el Pasillo de Marguerite Duras

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    Con la mirada indiscreta de la cineasta que tambien es, a la vez distante y comprometida en la accion, Marguerite Duras se las ingenia para sorprender a ese hombre sentado en el pasillo oscuro y a esa mujer acostada al sol en sus desgarrados encuentros amorosos, que se desarrollan en un apoteosico escenario romantico. De esta incursion de voyeur, de <> descarada, en la actividad sexual de una pareja a la que ve, cree ver o imagina, obtendremos una pequena pero no menos soberbia obra maestra del genero.

  • Uno de los tres Algo para recordar de Lucy Morton

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    Una nina de ocho anos no deberia acudir al funeral de su padre. No todavia. Para eso deberia estar realmente preparada; tener veinte anos mas como poco o, con un poco de suerte, cuarenta. Una nina de ocho anos aun necesita a su padre y su padre, necesita y merece verla crecer y disfrutar de todas y cada una de las etapas de su vida. Compartir con ella momentos. Conservar esos recuerdos hasta la vejez. Eso seria justicia; esto, no lo es. Los padres son fundamentales durante los primeros amores de sus hijas. ?Quien si no, le va a asegurar de que si hay chicos buenos cuando de adolescente grite y llore diciendo que todos son malos? ?Quien si no va a poner malas caras cuando venga a casa un adolescente con los pantalones caidos y el cabello sucio? ?Quien va ahora a protegerla de todos los monstruos que estan debajo de la cama? Acaricio el cabello rubio de mi hija. Cabizbaja y con los ojos llorosos, manosea el petalo de la amapola que lleva entre sus manitas. No ha querido ponerse el vestido oscuro, ha dicho que el preferido de papa es el rosa de flores y ese es el que lleva en el funeral. ?Como negarle algo asi? A el no le hubiera gustado el vestido azul oscuro. Me hubiera dicho: --Jean, no resalta su preciosa cara. Ponle otro. Le hubiera guinado un ojo a su hijita y, de inmediato, la hubiera subido a caballito. A mi siempre me duele la espalda y no puedo hacerlo. April ya pesa demasiado para mi. No escucho las palabras del parroco. Me niego a estar pendiente de los lamentos y las lagrimas de los asistentes al funeral del padre de mi hija. Me niego a creer que el que esta en el interior de ese ataud de madera de abedul sea el, cuando estaba tan lleno de vida. Prefiero pensar, mientras me concentro en el murmullo del viento, que el que esta dentro de la caja es un desconocido. O estoy aqui por simple compromiso. Un amigo mayor de mi padre o algo asi. Pero luego, miro a mi lado y no lo veo a el pasando el brazo por mi hombro, sonriendome y diciendome que todo ira bien. --?Existen los fantasmas, mama? --me pregunto April la noche anterior, solo unas horas antes de enterarnos del fallecimiento de papa. No supe que decirle. En vez de eso, me vi en la obligacion de decirle a mi madre que se quedara un rato con April y me encerre en el cuarto de bano a llorar durante dos horas. Me quede bien a gusto. Luego vino mi madre con una taza de te y me dijo que April se habia quedado dormida. --Tranquila, carino. Los ninos a esta edad son fuertes, lo superan todo. --No sabes lo unida que estaba April con su padre, mama --le dije yo, aceptando el panuelo que me estaba ofreciendo. --Todo pasara, Jean. Todo pasara. Cuando alguien te dice algo asi, es porque no sabe que decirte. Porque entiende todo el dolor que sufres en esos momentos y estupidamente cree que puede consolarte diciendote que el tiempo pasa y que, gracias a eso, las heridas se curan. Se van haciendo mas pequenas. Cicatrizan. Pero solo lo creen y quieren hacertelo creer a ti cuando sabes que, en realidad, mienten. Que todo es una farsa, un complot que se cierne a tu alrededor por tu propio bien. Por tu salud mental. Porque llega un momento en el que te escuecen los ojos de tanto llorar y te salen heridas en la nariz de tanto refregarte el panuelo en los orificios nasales. Porque llega un momento en el que te pesa hasta el alma y sientes que los latidos de tu corazon se han ralentizado hasta tal punto, que dudas hasta de si seguiran latiendo a la manana siguiente. Y aun asi, por mucho que te digan que el tiempo pasa, no pasa nada. No pasa nada. El tiempo pasa, pero el dolor no. El dolor sigue consumiendote, sobre todo cuando ves a tu hija, inocente y pura, preguntar que le ha pasado a papa y si ahora es un fantasma. Mi madre me da un codazo. El parroco ha dejado de hablar y me mira; puede que lleve asi varios minutos y yo no me haya dado cuenta. Miro a mi alrededor perdida y cojo la mano de April para acercarla hasta el ataud en el que deja la flor. Es entonces cuando el silencio se ve entorpecido por los llantos histericos e inconsolables de una nina que, al igual que yo, no puede creer que papa este dentro de ese ataud. Muerto. Quieto. Sin vida. Sin alma. Sin poder verla. Sin poder acariciarla. Sin poder hacerla reir. Sin nada. Nada. Nada. Nada. Ya no nos queda nada. --Hija... Se me parte el alma. Trato de cogerla, pero la nina se resiste a separarse del ataud. Todos los presenten exclaman palabras como: <>, <>, <>, <> y, mientras tanto, yo tengo ganas de gritarles que se vayan a la mierda; que me dejen estar sola con mi hija y que ambas, en cierta manera, al compartir el dolor, podamos ser capaces de consolarnos mutuamente y recomponernos. Con el tiempo. De nuevo el maldito tiempo. CAPITULO 2 -- Que la tristeza desaparece cuando dejas de pensar en ella, decian. Mentira. Que cuando sonries, tus ojos lo ven todo de otro color. Mentira. Que cuando proyectas pensamientos positivos el universo se confabula para concedertelos. Mentira, patranas. ?Que sabran ellos? Ilusos optimistas con una sonrisa boba en sus rostros. Hoy todo es de color negro. Hoy no ha salido el sol. Hoy, la "princesa" que se niega a ser como el resto de ninas y prefiere ser un caballero, un minero o todo lo que acabe en -ero en vez de en -esa, es solo la sombra de lo que fue. Porque su padre no esta con ella. Porque yo ya no se que hacer. DOS MESES MAS TARDE AHORA La mirada de April me dice que hoy tampoco esta bien. Sigue confundida, quiere saber que le paso a su padre y yo, imbecil de mi, sigo sin saber como decirle que su muerte fue del todo injusta. Que todo fue culpa de un destino o de un universo cabron. No, no deberia hablar asi. No deberia transmitirle toda mi frustracion y cabreo a mi hija. Por ella y solo por ella, deberia sonreir y tratar de estar bien. Ser mas amable, decir menos tacos y no dejarme llevar por los impulsos, que no son mas que el enemigo traidor del cabreo monumental que tengo en estos momentos. En todos y cada uno de los dias de estos largos y penosos dos meses desde que murio el padre de mi hija. --Te he preparado zumo de naranja y tortitas, ?quieres? April niega lentamente con la cabeza sin mirarme. --Tienes que comer algo. Ha perdido peso. Estoy empezandome a preocupar de verdad; quiza si seria buena idea ir a visitar a un psicologo tal y como me ha recomendado su tutora. --?Chocolate? Ni con esas. --?Que miras con tanta atencion? ?Tan fea me he levantado esta manana que no eres capaz de mirarme? --pregunto riendo. Tampoco funciona. --?Te ha mordido la lengua el gato? Demasiado mayor para gilipolleces. --Bueno, coge la mochila. Vamos al cole. La miro mientras recoge sus cosas para ponernos en marcha. Llegamos tarde, pero da igual. Hace tiempo que April no se pone un vestido, ahora prefiere llevar tejanos y camisetas de algodon como todas las ninas de su edad. !Con lo que le gustaban los vestidos! Ahora no son mas que un cumulo de polvo y una atraccion irresistible para las polillas que habitan secretamente en el armario. La ultima vez que la vi con un vestido fue en el funeral de su padre; a el le encantaban. <> Con la frustracion marcada en la expresion de mi rostro, lanzo el zumo de naranja que le habia preparado por el desague y las tortitas van directas a la basura. April sigue ignorandome, ya lista y esperando para salir. El viento de noviembre golpea nuestro rostro nada mas poner un pie en la calle. April se coloca bien el gorro e ignora mi mano. Ya no me da la mano. Caminamos a paso rapido cinco manzanas hasta llegar al colegio y, una vez alli, no me da un beso en la mejilla. Se limita a decirme adios con la mano y a reunirse con Sam y Lucy para entrar juntas al colegio. Me fijo en como un nino de su edad la mira y ambos se sonrien mutuamente. Pienso, pienso, pienso. Pienso en como conoci a su padre. Cuando April desaparece de mi vista, soy yo la que entra en el colegio justo cuando suena el timbre. Subo hasta direccion y toco dos veces a la puerta de la tutora de April, por si tengo suerte y aun la pillo dentro. --Jean --me saluda con prisas--. ?Hay algun problema? --No, ninguno. Bueno, lo de siempre, Ingrid. Ya sabes. He venido para pedirte el numero del psicologo de la escuela. --No creo que haga falta, Jean. --Hasta hace dos dias creias que si. --April necesita a su madre --dice sonriendo. --Su madre siempre esta ahi --respondo molesta. --Lo se, lo se... Tambien ha sido un golpe duro para ti, estoy convencida de que en cuanto tu lo superes, April tambien lo hara. --Han pasado dos meses. --?Por que no le cuentas la historia?

  • Mi negro pasado (Como agua para chocolate 3) de Laura Esquivel

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  • Se que estas viva de Nacho Abad

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    <>. Carlos Segarra, subinspector del Grupo de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV Central <>. Juan Jesus Reina, comandante de la UCO <>.

  • Amantes con conservantes y colorantes de Brandy Manhattan

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    Una novela desenfadada, con toques de humor y grandes momentos de alta carga erotica.

  • No hago planes a tan largo plazo de Cristina Duran

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    U PROLOGO Madrid, 17 de diciembre de 2014 na voz femenina conmino a dejar un mensaje despues de la senal dado que la persona poseedora del numero de telefono lo tenia apagado o fuera de cobertura. Al sonar el clic, otra voz, en esta ocasion de hombre, comenzo a hablar despues de carraspear: <

  • El Boleto (El Amorio 1) de Aidee Jaimes

    https://gigalibros.com/el-boleto-el-amorio-1.html

  • El Amigo Dominante de mi Hermano de Sara Toledano

    https://gigalibros.com/el-amigo-dominante-de-mi-hermano.html

    Jure a mi mejor amigo que la protegeria.
    Tenia la mejor intencion. Tuve cuidado.
    Pero ella era demasiado.

  • El sentido de mi adiccion de Mery Eme

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    Es sabado, 23 de junio de 2018. Son las once de la manana. No he dormido bien, me encuentro cansada. Me giro en la cama alargando mi brazo y buscandole, pero ya se ha ido. Hay un profundo silencio en la casa. Chequeo mis mensajes en el telefono, pero no hay nada. El se ha marchado sin dejar el mas minimo rastro. Hace meses que presiento que todo ha cambiado. Las cosas ya no son como antes. No hay mensajes de despedida ni llamadas inesperadas para decirme que me quiere. Estamos perdiendo nuestra esencia. Nos estamos perdiendo... a nosotros. He pasado de morir de amor a matarme de celos. Permanezco desnuda en la cama. Hace mucho calor. Puede que en el exterior hayamos sobrepasado los 28 oC. Me siento en la cama con los pies en el suelo y abro los brazos en cruz, estirandome. Respiro profundo, como si quisiera tragar el mundo de una sola exhalacion y me quedo ausente mirando el agua de la piscina a traves de la enorme cristalera del dormitorio que da al jardin. Cojo unas naranjas, las parto por la mitad y las exprimo con la mano sobre el interior de un vaso. !Odio el sonido del exprimidor! Salgo desnuda hasta el borde de la piscina y compruebo la temperatura del agua. Esta fria, !muy fria! Y voy dando los ultimos sorbos del zumo antes de zambullirme. Me lanzo a la piscina. La temperatura del agua hace que sienta como se me hiela la cabeza, es como si se me paralizase el cuerpo. Hago unos largos y salgo del agua para tumbarme en la hierba, notando como los rayos de sol secan mi piel, y me siento revitalizar. Poco despues suena un mensaje en mi movil. Es Fanny, quiere asegurase de que todo sigue en pie para la cita de esta noche. Le respondo afirmativamente para continuar con la perversa encerrona que he planeado para el. Mi unica pretension es ver si soy capaz de provocarle celos despues de dar un paso mas en nuestros juegos. Hoy seremos cuatro, uno mas que de costumbre. Va a ser la primera vez que hacemos un intercambio con otra pareja y, ciertamente, no me atrae nada la idea de hacerlo, pero tengo mis motivos y estoy dispuesta a todo. Le hago una llamada para ver si hoy comeremos juntos en casa. --Hola, carino. ?Que tal va tu manana? --Bien, solo que tengo mucho trabajo que ultimar para rematar la semana. --?Vendras a comer? --No lo creo. Posiblemente llegue poco antes de la hora de cenar. --He invitado a cenar a Fanny y a Manuel, que es su pareja. --?Su pareja? !Esto es una novedad! No me agrada mucho que vengan los dos, ya conoces a Fanny. Seguro que no trae buenas intenciones. --?Tienes algun problema si ocurre algo despues de cenar? Los segundos de silencio antes de su respuesta me dicen que me va a mentir. --!No, carino! No hay ningun problema. Si no lo tienes tu, yo tampoco lo tengo. --!Perfecto! Nos vemos esta noche. Un beso, amor. --Adios. Un beso. El juego ha cambiado. Voy a tener sexo a solas con otro hombre, mientras el disfruta del cuerpo de Fanny. Para mi, incluso despues de lo vivido, me resulta extrano. No me siento comoda. Me parece ir demasiado lejos. Ahora ya no es solo compartir el cuerpo de otra persona como si fuera un juguete, sino que me siento como una puta cedida por su pareja a otro hombre, para que disfrute plenamente de mi con su consentimiento. Pese a todo, estoy excitada. Debo admitir que esta adiccion al sexo en la que estamos sumidos es la misma que esta matando nuestra relacion, me tiene descontrolada. Mando un mensaje a Fanny para pedirle que me envie una foto de Manuel. Tengo curiosidad por ver la cara de ese hombre que, tal como me dijo, es tan atractivo y tan pervertido en la cama. La respuesta a mi mensaje es inmediata. Fanny me acaba de enviar una fotografia de Manuel en banador mientras luce su palmito en la playa. !Dios mio! !Esta tremendo! No se si la finalidad de la terapia que me he marcado dara los resultados deseados. Espero que despues de acostarme con Manuel no me cree una nueva dependencia sexual y sea peor el remedio que la enfermedad. Manuel es mulato. Su cuerpo es de esos que se moldean en las playas jugando al voley mientras las chicas hacen como que miran el juego, fantaseando con otras pelotas que no son precisamente las que vuelan por encima de la red.