• bailar al borde del abismo libro - Gregoire Delacourt

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    ?Que arriesgamos cuando lo arriesgamos todo? A veces hay que perder y perderse para encontrarse a uno mismo.

  • Bailar al borde del abismo (Éxitos literarios) eBook : Delacourt ...

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    19 mar 2018 — El libro BAILAR AL BORDE DEL ABISMO de GREGOIRE DELACOURT en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Ediciones Maeva - Éxitos literarios - Bailar al borde del abismo

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    Bailar al borde del abismo ... Otros libros del autor. Bailar ... El libro sostiene que el futuro es una ilusión y que lo único que cuenta es el presente, ...

  • Bailar al borde del abismo - Grégoire Delacourt - Babelio

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    Título: Bailar al borde del abismo. Título Original: (Danser au bord de l'abisme,2017) Autor: Grégoire Delacourt Editorial: Maeva. Copyright:.

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  • Las cuatro estaciones del amor de Gregoire Delacourt

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    Cuatro parejas, cuatro etapas distintas de la vida. La misma cancion de amor.

  • Fantasmas de hielo de Paul Watson

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    En 1845, una expedicion formada por 129 hombres, capitaneados por el intrepido sir John Franklin, que habia partido de Inglaterra a bordo de dos buques, el Erebus y el Terror, con el objetivo de descubrir el legendario paso del Noroeste -la ruta maritima que permitiria conectar el oceano Atlantico con el Pacifico a traves del Artico-, desaparecio sin dejar rastro.

  • Una muchacha indecente (Los Kinsberly 4) de Evelin Mordan

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    Llega la cuarta entrega de la serie de romance historico <> de Evelin Mordan.

  • No te muevas de Encarna Bernat

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    ?Puede olvidarse un amor de juventud? Clara pensaba que se habia perdido en una relacion equivocada, nunca olvido aquel amor de verano. Finalmente el destino los unio en otro pais. Los celos entre hermanas pueden originar una tragedia en sus vidas. ?Y si el matrimonio en algunos casos fuera un error? Algo que paraliza tus suenos y tus planes para siempre. Enamorarse despues de muchas vidas y comprender que es la persona que buscabas, perdida entre un mar de gente. La nostalgia de un tiempo pasado, la amistad verdadera. ?Pueden un hombre y una mujer ser solamente amigos? Anos mas tarde la protagonista recuerda, el olor a tinta de los libros y los colores de la vida que hace tiempo dejo atras.

  • Contigo, siempre (Amores que curan 1) de Katherinne Alvarez

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    Huerfana y a sus quince anos; fue entregada, por su tio, a un hombre miserable, el cual la trato como a una cualquiera, sometiendola y obligandola a hacer cosas de las cuales, muchas, nunca las diria. Sin embargo, un dia, cuando estaba a punto de brindar de nuevo sus servicios, un percance le dio su pase de salida, la tan ansiada libertad que una vez se le arrebato. Pero no solo eso sera lo que encontrara, ya que, en el afan por conservar su libertad y hallar la paz que tanto necesita, el destino la conducira hasta un paraje escondido, en donde --y cuando menos lo espera--, el amor tocara a la puerta de su tan lastimado corazon. El mismo amor que traera consigo la viva promesa de ayudarla a salir del infierno en donde, por tanto tiempo, vivio. No obstante, ?estara dispuesta a abrirle su corazon?, ?podra el amor curar todo el dolor?

  • Antes de que decidas dejarme de Victoria Vilchez

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    A veces, lo dificil no es creer en el amor, sino darte cuenta de que lo has encontrado. Una maravillosa historia de amor que te atrapara de principio a fin.

  • Elisa Rivas, recuerdo de una historia velada (Mundo Elisa 1) de Beatriz Velasco

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    Primer libro de la trilogia “Mundo Elisa”. En esta primera novela conoceremos a Elisa, una joven estudiosa, organizada y algo enigmatica, que luchara contra la testarudez y autoritarismo de su abuelo para lograr una vida lejos de su manipulacion. Comenzara una nueva etapa en la universidad y con ella, nos adentraremos en ese mundo universitario de clases, apuntes, fiestas… En este nuevo periodo de su vida conocera a sus verdaderos amigos y vivira, sin haberlo imaginado, una gran historia de amor alejada de la mirada de todos; oculta entre los pasillos de la facultad.. ” -Esto es una locura, Elisa Rivas, una autentica locura. Jamas en la vida podria haber imaginado que esto me pudiera pasar. Yo… yo estaba a otras cosas. tenia otras preocupaciones en las que pensar… Y llegaste tu, rompiendome los esquemas desde ese primer dia en que te sentaste en la primera fila… Tan cerca de mi… Desde ese instante, supe que te querria. Te quiero a mi lado, senorita Rivas, hasta el final. Aunque suene egoista…”
    Historia romantica y sensual que nos envolvera en ese primer amor tan dificil de olvidar.

  • Max (Juegos Salvajes 2) de Lena Wolf

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    Que Lena se alejara de su vida sin mirar atras, fue un golpe muy duro para Max, ademas de suponer la estocada final para los muchos anos de amistad con John y Heit. Consciente de que no puede permanecer en ese apartamento por mas tiempo, Max se ve forzado a tomar una dificil decision.

  • Todas para una de W. Ama

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    El curso termina, y las mejores amigas Gretta, Celia, Maria, Paula y Blanca se preparan para pasar un verano inolvidable.
    Todas estan muy felices… menos Maria.
    ?Que le pasa? Las chicas trataran de encontrar una solucion y se veran envueltas en una arriesgada aventura. ?Conseguiran su sueno de pasar el verano juntas?

  • Desterrada de Sophie Saint Rose

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    Hela se consideraba una mujer fuerte, tan fuerte como sus hermanos, pero sus remordimientos a llevaron a cometer un terrible error que destrozaria a su familia. Rechazada por los suyos y desterrada de las tierras que la habian visto nacer, deseaba morir. Ya no tenia nada que perder y solo le quedaba su deseo de venganza. Matar a sus enemigos era la unica opcion que tenia para calmar su alma y ni el mismisimo Kol Solberg iba a detenerla.

  • Felices los cuatro (Doble o Nada 5) de Veronica L. Sauer

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    “-Te estas equivocando, Santiago-me espeto Ivan ni bien Camila se marcho-. Nos estas fallando. ?Que es esto? ?Felices los cuatro?
    Lo que me faltaba: el dedito acusador de Ivan y una escena de celos. Era la primera vez que un tipo me montaba una. Pero ademas, ?como se atrevia despues de lo que me hicieron con Veronica?
    -No se como te da la cara para acusarme de algo. Anda a cagar, infeliz.
    Eso era una declaracion de guerra a toda regla. El se quedo de piedra y yo me fui con la certeza de que estabamos ante el principio del fin”.

  • Que nadie toque nada de Blas Ruiz Grau

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    El mundo de la ficcion se ha encargado de vendernos una imagen que quiza dista demasiado de lo real cuando hablamos de la investigacion de un crimen. Series de television que muestran a criminalistas trajeados en un escenario no ayudan a que esa veracidad se muestre.

  • Tu eres mi estrella de Sophie Saint Rose

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    Donatella Simmons quiere realizar el deseo de su abuela y para ello hara lo que haga falta, aunque tenga que lidiar con Brad Adkinson, un director de cine de mal caracter que esta en contra del proyecto desde el principio, haciendole la vida imposible…

  • Solo Para Mi de Bj James

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    Ni mas ni menos que cinco mujeres solteras se presentaron para responder al anuncio que Macon habia puesto para buscar esposa. Y, en opinion de Harper Moody, todas ellas sobraban; de hecho ella ya habia rechazado a escondidas a muchas otras mujeres. Para colmo de males, Macon insistio en que alojara a todas las candidatas hasta que el tomara una decision. Claro que aquella era la oportunidad perfecta para que Harper se deshiciera de todas ellas y consiguiera recuperar el amor de Macon, un amor que queria para ella sola y para siempre…

  • Manual de la buena vida de Luis Racionero Grau

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    Un sabio de nuestro tiempo. Un gourmet. Un recalcitrante amador casado seis veces. Un viajero curioso. Un inquieto buscador de lo espiritual. ?Por favor, senor Racionero, nos podria dar las claves de una buena vida, de su buena vida, atendiendo mas a lo material que a lo espiritual? A esta pregunta responde esta obra que destila los mas sabios consejos para ser feliz y resume lo mejor de una vida intensa.

  • El rey de las sombras de Fernando Moreno Espinosa

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    Ernesto Buendia e Hipolito Prieto son dos ninos de doce anos que sufriran la tragedia de vivir en primera persona la Guerra Civil. Lora del Rio vera como sus juegos infantiles son transformados en poco mas de un mes, convirtiendose en una espiral de odio y violencia.

  • Auge y caida de los dinosaurios de Steve Brusatte

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  • Hale de Alberto Rueda

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    ?Que sentirias si hoy, nada mas llegar a casa, te enterases de que al mundo le queda apenas un ano de vida? ?Como crees que reaccionarian las personas a tu alrededor? ?Estara la Humanidad preparada para afrontar su extincion? Despues de una semana rodeada de extranos sucesos, el 20 de julio de 2019, la psicologa y violinista Daniela Palmer se tendra que enfrentar a esas preguntas justo antes de ser arrestada bajo la acusacion de espionaje.

  • Si hubiese un manana de Kristel Ralston

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    La vida de Paige Valois parecia ir en picada. Su reputacion de problematica princesa del pop habia hecho mella al punto de amenazar su ya precario futuro economico. Sin salida, ella acepta el salvavidas que le lanza su agente a modo de ultimatum si quiere salir a flote de nuevo. Debe cumplir con todas las exigencias de un reconocido sello discografico o puede olvidarse de la industria del entretenimiento musical para siempre. ?Como negarse cuando no solo su vida profesional pende de un hilo, sino tambien la seguridad de su manipuladora familia?

  • Recuerdos de la Guerra de Espan de George Orwell

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    Recuerdos de la guerra de Espana se publico en 1942, en pleno apogeo del nazismo y pocos anos despues de la victoria de las tropas de Franco en la Guerra Civil. La inquietud de George Orwell por la rapida expansion de los totalitarismos que marco sus obras mas populares se muestra tambien en este texto en el que denuncia la manipulacion de la verdad historica y expresa su preocupacion por el conocimiento de las generaciones futuras.

  • En un beso la vida, Isabel C. Acuna de Isabel Cristina Acuna C

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  • La Hija del Hielo de Daniel Cuadrado

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    El mundo atraviesa una era de inseguridad. Viejos poderes ya olvidados estan resurgiendo y un oscuro mal se alza en el este extendiendose como una sombra terrorifica.
    Barbaros y salvajes se agolpan en las fronteras del mundo civilizado y las debiles guarniciones de occidente, apostadas en el Muro de Hiperion, apenas pueden hacer nada para resistir los ataques. Ademas, movidos por la codicia y el poder, reyes y caudillos intrigan y se traicionan en las sombras de un complejo entramado de alianzas y pactos secretos.
    En medio de esa voragine de caos y terror, Alanys, la joven lider de Bastion de Plata, libra una guerra de venganza contra el asesino de su familia, una guerra que ya dura mas de seis anos y que se ha cobrado millares de vidas. Buscando siempre saciar su resentimiento, Alanys ha recorrido medio mundo y luchado en decenas de batallas al frente de sus poderosos ejercitos. Ahora, justo cuando esta a punto de vencer, surgen nuevos interrogantes ?Quien es ella de verdad? ?De donde viene? Sin pretenderlo, Alanys se convierte en la unica esperanza que le queda al mundo para subsistir. Su viaje la llevara a poner a prueba sus propios limites fisicos y mentales y a enfrentarse al mismo mal que asola un reino tras otro haciendo uso de unas fuerzas que todos pensaban que solo existian en las leyendas.

  • Alto! ese novio es mio de Vanessa Lorrenz

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    ?Quien dice que el amor todo lo puede? Pues dejenme decirles algo, eso es una total y completa mentira, porque lo digo, !porque lo se!, en menos de lo que pensaba conoci el verdadero amor, ese que te lleva a las estrellas y te vuelve a bajar, ese amor del que hablan todas las canciones de amor. Ese en el que los poetas ponen sus bases para sus creaciones. Si alguien le hubiera dicho a Jeime que el amor la destruiria, se habria reido en la cara de esa persona. Ella vivio siempre rodeada de amor, sus padres eran un matrimonio estable al igual que sus abuelos y sus tios, todo era amor a su alrededor, por eso cuando termino sus estudios monto una pequena empresa de planner wedding o lo que es lo mismo una planificadora de bodas. Pero no crean que es sencillo, porque estar detras de la novia, las veinticuatro horas del dia, escogiendo vajilla, adornos, el vestido, es mas de lo que cualquiera podia aguantar. Por eso ahora estaba tratando de calmar los nervios de una novia histerica, sin que lo lograra. --Jeime dime que todo esta bien, llegaron mis tulipanes holandeses, dimelo, porque si no me muero. Ella suspiro cansada, esas nuevas ricas que creen que todo es muy importante, que si las flores, que la verdad es que ella las consiguio en nada de tiempo, pero bueno una planificadora de bodas, es la perfecta dama de honor detras de la dama de honor oficial, asi que le tocaba aguantar todos esos numeritos, mientras las verdaderas damas de honor se ligaban a los padrinos del novio. --Si Caroline llegaron todas las flores, la tarta es del disenador que querias, con el estrambotico sabor que elegiste, el servicio de catering es el que me pediste, todo esta tal como ordenaste--la tomo de los hombros para que enfocara su mirada en ella y dejara de morderse las unas--Es tu gran dia Caroline, disfruta del momento, tienes a un hombre grandioso que te esta esperando en el altar, asi que no lo hagas esperar. Esperaba que la sonrisa resplandeciente que tenia en el rostro calmara un poco los nervios de la novia, pero lamentablemente no fue asi, cuando ella vio que las lagrimas comenzaban a brillar en los ojos de Caroline, sintio que lo peor se avecinaba. -- ?Crees que estoy haciendo lo correcto? !He! Por dios esa mujer estaba loca, tenia un hombre guapo que la estaba esperando en el altar, para unir su vida en sagrado matrimonio, y ella solo se preguntaba si estaria haciendo lo correcto, pero en que mundo vivia esa mujer. --Claro que estas haciendo lo correcto, Caroline es con lo que siempre has sonado, tu gran dia, el hombre que siempre sonaste esta ahi afuera esperando por ti. --Pero estoy confundida, no estoy segura de amarlo, ?Como sabes cuando de verdad amas a una persona? !No puede ser! !O dios mio! Esto era lo peor que le puede pasar a una planificadora de bodas, que la novia quisiera salir corriendo en el ultimo momento. --Caroline, eso es algo que solo tu sabes, tu corazon lo sabe, amar a un apersona es encontrar la mitad que te falta en la presencia de la persona amada, es saber que recorrerias el mundo entero con tal de estar a su lado, sabras que estas con la persona correcta el dia que sientas que tu hogar no es otro mas que entre sus brazos. La novia comenzo a estallar en llanto y ella no pudo hacer nada, estaba a punto de pegarle una bofetada para que reaccionara, cuando la puerta de la pequena habitacion destinada para la novia se abrio sobresaltandolas. --Caroline no cometas esa locura, por favor te lo suplico. Un hombre de unos treinta y cinco anos, vestido con un traje de firma que en ese momento estaba desabotonado, llevaba la corbata floja, su cabello negro revuelto como si se hubiera pasado las manos varias veces desesperadamente. Ahora extendia una mano en direccion de la novia que estaba palida como una vela observando al hombre. --Jack ?Que estas haciendo aqui? Bien ahora Jeime sabia que se llamaba Jack, el intruso que queria impedir la boda, !la boda! Por dios ahora le tocaba a ella impedir que la novia se fugara. -- ?Como me preguntas eso? ?Crees que voy a dejar que te cases con ese estupido? --Sabias lo que habia Jack jamas te engane, no entiendo a que viene todo esto. --Solo respondeme una sola cosa, y dependiendo de tu respuesta me ire y no volveras a verme nunca en tu vida. --No lo hagas mas dificil, Jack por favor, no hagas que este momento sea aun mas horrible--dijo Caroline llorando a lagrima viva, Jeime puedo ver que se amaban con locura y no sabia la causa de porque no estaban juntos. -- ?Crees que vas a tener lo que tienes conmigo a su lado? Vio como Caroline le dio la espalda al pobre hombre que parecia desesperado, !Es que era estupida!, no se habia dado cuenta de que las lagrimas se le saltaron cuando vio como Jack daba la media vuelta con los hombros caidos, derrotado estaba a punto de salir por la puerta cuando ella sintio que tenia que hacer algo para impedir que eso terminara asi. --Caroline, eres estupida, vas a dejar ir al hombre que amas. Ambas miraron a la puerta cuando se escucho un sonoro portazo. --Se ha ido-- Caroline se tumbo de rodillas llorando desconsolada, la levanto de los hombros de mala manera, como vio que no reaccionaba le dio una bofetada, esperando que eso la sacara de su estado de nerviosismo. --Estupida ve detras de el, antes de que sea demasiado tarde, es que no lo amas, que esperas para ser feliz. --La boda--dijo aun llorando --Deja de pensar en eso, yo me ocupo del asunto, ahora ve por el. Cuando vio como la mujer salia corriendo, recogiendo entre sus manos la cola de su vestido, suspiro de alivio ahora quedaba lo mas dificil, como decirle a los invitados y principalmente al novio, que la boda se cancelaba.

  • Cuando no esperaba tu amor de Anna S. Segura

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    !Tienes un flechazo! ?Lo aceptas?Todo empezo como un reto en aquella web de contactos, como un juego que podia resultar divertido, pero pronto Aaron descubrio que el destino habia puesto a Noelia en su camino por algo.Ella parecia una chica diferente, especial. Lo intuyo en esa mirada que lo cautivo desde el primer momento.Pero Aaron no estaba preparado para el amor. Su corazon aun guardaba las cicatrices y el dolor del desengano.Cuando Noelia lo invita a pasar unos dias en Estocolmo le suena a locura, pero Aaron se lanza a la mayor aventura de su vida.Sin mucho que perder y poco por ganar se adentrara en un pais desconocido para encontrarse con la supuesta mujer de su vida.?Sera tan real como dice? ?Escondera algo Noelia?El amor esta mas cerca de ellos de lo que imaginan, pero tambien las mentiras y la desconfianza.El tiempo jugara en su contra. Tan solo tienen que abrir los ojos y dejarse llevar por sus sentimientos.?Aceptaran ese reto?Amor, pasion, y locura en una romantica historia que te conquistara el corazon.

  • Mujeres que ya no sufren por amor de Coral Herrera Gomez

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    En este momento, mujeres de todo el mundo sufren por amor sonando con un modelo de hombre que no existe, con una pareja ideal como tabla de salvacion. Gracias a la educacion recibida, a la sociedad, a los cuentos de hadas, al cine de Hollywood, a la herencia religiosa, a un larguisimo etcetera han conseguido volvernos adictas a la droga del amor, al milagro romantico, a la satisfaccion de esa utopia individual. Todos estos relatos parecen inocentes, pero en realidad no lo son. Como afirma Coral Herrera, al patriarcado le conviene que permanezcamos encadenadas a esta ilusion, porque mientras nos abracemos a ella, permaneceremos debiles y no volveremos la mirada hacia lo que verdaderamente importa: que las mujeres unidas, empoderadas en busca del bien comun, pueden resultar muy peligrosas para el sistema.

  • Justicia: ?Hacemos lo que debemos? de Michael J. Sandel

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  • Limite difuso de Bayardo De Campoluna

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    La vida es un gigantesco mural en mosaicos que terminan por fundirse entre si, creando al final, quizas de manera involuntaria, un paisaje impresionista o abstracto, y al dejar abierta la interpretacion, no pretendo sino que sea el lector mismo quien lo decida. En la vida hay hechos comprobados que resultan cuestionables y conjeturas muy bien fundamentadas. Tambien hay acciones benevolas que parecen malignas, y atrocidades que resultan loables. El mundo esta patas arriba, todos lo saben, pero lo que resulta dificil es determinar que es real o que es una simple impresion. O que es malo y que es bueno.

  • Campanita, la decision de Samuel de Belgica Cortes Jimenez

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    Hace cuatro anos que Samuel Hardy estudia pedagogia en Historia en la PUCV, no solamente es considerado uno de los mas inteligentes de la carrera, sino que es uno de los mas atractivos de su generacion con su atletico fisico, largo cabello rubio e intensa mirada verde. Aunque es un chico relajado y casanova dentro de sus conocidos, nadie sabe realmente que sus pensamientos estan posados en Ginevra Jones, la enigmatica chica considerada la Reina del Hielo dentro de sus companeros.
    Descubre si Samuel es capaz de seguir con la travesia de conocerla, y si es que logra decidir avanzar adelante con su vida luego de conocer a la verdadera Campanita.

  • El hilo que todo lo cose de Vega Rigel

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    Cada dia, al alba, Lisa sale a correr por el paseo que bordea las playas de Cambrils intentando ahogar los recuerdos que la han sumido en una profunda depresion durante meses. A traves del running, ha encontrado el camino para darse una nueva oportunidad y aunque las pesadillas la atormentan cruelmente durante la noche, cada dia se levanta y le planta cara a su amarga realidad.

  • Conduceme a la Locura de Vicki Lewis Thompson

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    Ella iba por el carril rapido de la vida.

  • Cumplir 40 a los 60 de Raimon Samso

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    ?Deseas una mejor salud, un mayor bienestar, mas energia, y restar anos a tu edad? Descubre la experiencia del autor que consiguio todo esto, y ademas resolver sus graves crisis de dolor de cabeza mediante una nueva alimentacion

  • Suenos fragiles de Yara Zgheib

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    Suenos fragiles es una novela emocionante, sincera y desgarradora que narra las vivencias de un grupo de mujeres, unidas por la enfermedad pero tambien por la esperanza, por el apoyo mutuo y por las ganas de vivir.

  • Sylvia de Leonard Michaels

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    En Sylvia no hay suspenso. Apenas empieza el relato, como en las tragedias griegas, la suerte esta echada, y esta echada aun antes de que se arrojen los dados. Prerrogativas de la ficcion autobiografica: Sylvia es la version estilizada del primer, catastrofico matrimonio de su autor, Leonard Michaels; el hombre que hacia fines de los anos ochenta se decide por fin a escribirla, casi treinta anos mas viejo que el que la vivio, escritor mas que reconocido, sabe demasiado bien que el menu con que termina su relato no incluye perdices sino cuarenta y siete pastillas de Seconal. La forma tragica, sin embargo, es una decision literaria, no un dictado de las circunstancias. El relato de Michaels no descubre, no devela nada que no este cifrado ya en la sorda combustion de sus primeras paginas, cuando el narrador, convencido de acudir a una cita inofensiva con una amiga de la universidad, tropieza de golpe con el plus de esa morocha desconocida que acaba de salir de la ducha, o en la eficacia sinoptica de una sola escena, un solo gesto, un solo objeto: el traje de bano del novio italiano de Sylvia, que esta deja colgando del picaporte del lado de afuera de la puerta mientras espera en el sillon, desnuda, que su nueva presa --el incauto narrador-- caiga en la trampa. Apenas los dejan solos, antes incluso de intercambiar las primeras palabras, el narrador dice sentir que son <>. Como pasa con los grandes relatos, lo que importa no es la carniceria sino la morbidez de la carne, el filo, el brillo y la elegancia de los cuchillos y, sobre todo, los matices infinitos que el rojo sangre es capaz de cobrar cuando los ilumina un ojo fotosensible. Todo esta escrito desde el comienzo, en Sylvia, de modo que todo puede suceder rapido, muy rapido, como solian suceder las cosas en los buenos viejos tiempos, y sobre todo en la Nueva York que describe Michaels, tan autobiografica como los hitos cada vez mas atroces de su via crucis sentimental: una ciudad que es pura simultaneidad, suerte de orgia de radicalidad donde el vociferante Lenny Bruce coexiste con las espaldas de Miles Davis, el saxo de Ornette Coleman musicaliza la predica de Malcolm X y el protoescritor que despierta entre cucarachas y ratas --zoo de cristal de los departamentostugurio donde palpita la bohemia neoyorquina-- se pasea una hora mas tarde en un Porsche descapotable con Jack Kerouac en el asiento delantero, declamando a voz en cuello las insidias que los criticos escriben sobre el. Para el narrador y Sylvia --flapper anacronica, cuyo flequillo Michaels trasplanta, ayudado por el psicoanalisis, de los roaring twenties a los golden sixties-- se trata ante todo de avanzar a toda velocidad, quemar etapas. Recien se conocen y ya se han mudado juntos de ciudad, ya se descubren durmiendo bajo el mismo techo. No es de extranar, pues, que ese primer hogar les dure lo que les llevo elegirlo: una noche, tiempo suficiente para que quien les alquila la pieza sufra en carne propia los efectos del soundtrack pasional (fornicar + pelear), aun indecorosos, al parecer, para los estandares mas bien laxos de los anos sesenta. Pero la calle en la que los amantes se sorprenden al otro dia no es un accidente sino una necesidad, la ley fatal de una relacion que ya al mes de nacer se piensa como <>: la intemperie es el espacio propio del calvario amoroso, no importa si adquiere la forma visible de un dos ambientes en Greenwich Village, un estudio en el SoHo o un piso en Columbia, tres de los puntos cardinales entre los que Michaels hace rebotar sin piedad a sus dos heroes sangrantes. Claro que no sangran por la misma herida. Sabemos que Sylvia Bloch tiene diecinueve anos, que es judia y huerfana y no <>, que nunca tuvo (ni tendra) un orgasmo, que cursa la carrera de Clasicas solo porque el narrador se lo sugiere, que tiene el primer y ultimo gesto de amor banal con el narrador --una vianda para el tren acompanada de una esquela con las palabras <>-- cuando acaba de separarse de el, que le gusta tirar y romper cosas, simular, sufrir y hacer sufrir, desproporcionar, amenazar con suicidarse, suicidarse por fin. Pero ?esta loca Sylvia? El lector precavido se lo pregunta bastante antes que el narrador, y con identica precocidad comprende tambien hasta que punto la pregunta es irrelevante, burguesa, incluso vulgar --tanto como los tapizados tajeados o los cachivaches rotos con que los filisteos confundian las obras maestras de la vanguardia-- aplicada a este frenesi que atraviesa en llamas una epoca que elogia la locura, donde la deformidad no es un accidente indeseado sino un valor (Diane Arbus es uno de los cameos conspicuos del libro de Michaels) y la inestabilidad menos una contrariedad a evitar que una experiencia imperdible, la unica verdaderamente digna de ser experimentada. Sin embargo, fieles a un identikit de mujer-bruja que vetea de un machismo aterrado pero reverencial un buen pano de la mejor literatura contemporanea --del despiadado Philip Roth de The Facts, donde Roth rememora su borrascosa relacion con Margaret Martinson, al paternalismo enternecido del Cortazar de Rayuela, con la Maga como musa loca e inocente --, los descalabros de Sylvia son tan culpables del veredicto psicopatologico con que el lector masculino se apura por neutralizarlos como de su propia envergadura de personaje: bigger than life, hilarante y feroz, extraordinario, o en todo caso extraordinariamente mas comprador --no importa lo mucho, lo en vano que intentemos ahora devolver eso que hemos comprado-- que la sensatez apatica y desconcertada del narrador, judio tambien pero de la rama victima, siempre sorprendido y perplejo y un poco farsante, siempre apagando incendios ajenos, siempre tironeado entre las bolsas de kreplaj y knishes con que lo carga su madre y los SOS colericos, los reclamos, los ultimatums de Sylvia. Cherchez la femme, sin duda. Pero ?para que buscarla si es ella --mujer medusa, monstruo inconformable, motor insomne-- la que esta todo el tiempo en camara, presente como una pesadilla, aun cuando el rostro palido que se desvive por ocupar el cuadro sea el del narrador? Y sin embargo hay que buscarla. Ademas de ser un retrato genial de psycho fatale y una de las memoirs de infierno sentimental mas espeluznantes que haya dado el fin de siglo pasado, Sylvia es tambien una fabula de iniciacion, la cronica de las primeras escaramuzas de un aprendiz de escritor que, para decirlo suavemente, no da pie con bola. Es un plano del libro que se suele pasar por alto, a tal punto tienden a eclipsarlo el magnetismo bestial de la mujer poseida y la logica autodestructiva, a la vez redundante y erratica, disparatada y monotona, de una gran pasion con destino de escombro. En rigor, la guerra amorosa va en Sylvia de la mano de la literaria. Amar y escribir: ese es el plan inicial del narrador, que el narrador mismo -- perfectamente al tanto, sin embargo, del final de catastrofe que lo espera-- evoca al principio fingiendo algo del entusiasmo, la fe, la virginidad originales con que lo acometio. Por candido que sea, el programa llama la atencion por lo persistente. A lo largo del libro, el narrador ama tanto como escribe --lo que, dada la clave catastrofe del relato, quiere decir mas bien que tropieza, pierde pie, se enfanga y naufraga tanto en el amor como en la escritura. Y aunque las batallas del primero lucen bastante mas espectaculares que las de la segunda, es dificil no ver hasta que punto estan conectadas, en que medida la intensidad critica del frente amoroso --frenesi, crispacion, imprevisibilidad-- no es la contracara de los traspies opacos del literario sino mas bien su combustible, su materia prima, incluso su condicion de posibilidad. ?Era asi como habia que amar para poder escribir, al uso psicopatico, vampirizandose hasta la demencia, en los <> anos sesenta? La leccion de Sylvia toca la relacion radioactiva entre vivir y escribir, pero la cosa no es tan simple. <>: si hay algo del paradigma sesentista a lo que Leonard Michaels sigue fiel en los noventa es esa compulsion a eludir lo directo, cierto goce del sentido obtuso que permitia que pelear fuera la metafora de follar (y viceversa) y, para un aprendiz de escritor, quiza, que escribir fuera la metafora de amar (y viceversa). <>, rememora el narrador, <>. En ese sentido, lo que el narrador le debe a Sylvia es mucho, muchisimo mas que cuatro anos de oscura, malsana, procelosa vida sentimental. Le debe en rigor su maquina de escribir: sin duda el artefacto mismo, la Olivetti Lettera 22 que Sylvia le regala (y luego, en uno de sus raptos de furor, le arroja a la cara y estrella contra la pared sin estropearla, al punto tal que es la misma que Michaels dice estar usando en los noventa), pero, de un modo mas fundamental, el programa literario que vertebra sus primeros pasos en la escritura.

  • Peliculas Prohibidas de Lecxia Fenrira

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    Todas las personas tienen metas, todas las personas tienen objetivos y el de ella era bastante obvio: queria tener la boda de sus suenos. Si, todo tenia que ser perfecto y como no, para una mujer como ella tan ordenada, abogado, joven y bella, tenia que ser asi. No debia ser de otra forma. Rebeca estaba feliz, no lo podia negar. Habia conocido al hombre de sus suenos: Alberto, un tio que era un exitoso arquitecto quien, por cierto, tenia una firma reconocida en la ciudad. Se conocieron en la universidad y las cosas se dieron como un flechazo instantaneo. La abogado estrella de la corte tuvo una vida tranquila. Era la menor de tres hermanos y, de paso, era conocida por tener los ojos verdes mas brillantes y hermosos que alguien podria admirar. Su cabello era largo, por los hombros, de un rubio brillante. Siempre impecable y siempre bien peinado, por supuesto. De nina desarrollo la necesidad de verse bien, de cuidar su imagen hasta lo mas pequeno. Asi que era muy consciente de que imagen proyectaba a los demas. Esto lo mismo tambien hizo que tomara la decision de ser bien estricta con su alimentacion y establecer una rutina de ejercicios para mantenerse en forma. Asi pues, paso sus anos de secundaria y universidad, no solo como una estudiante destacada, sino tambien por ser una excelente atleta con dotes impresionantes para el deporte. Su figura naturalmente delgada, se convirtio en una mas firme y de musculatura marcada. El lema de "mente sana y cuerpo sano" era muy serio para ella. Sus padres a veces pensaban que para ser una chica tan joven, era un poco estructurada. Pero bien, asi era su hija y la amaba de manera incondicional. Por supuesto, esto represento que ella se convirtiera en una de esas chicas que todos los hombres desean. Sin embargo, gracias a su caracter tan determinante, solo se permitia estar con personas que resultasen verdaderamente interesantes para ella. De resto, ni siquiera se molestaba en interactuar con tios sin cerebro. Alberto no solo era guapo, tambien era brillante y muy educado. Ella sabia que seria la persona perfecta para su familia y bueno, lo demas es historia. Lo cierto es que Rebeca era una persona querida por la gente que se encontraba a su alrededor. Su novio moria por ella, al igual que sus amigos y el resto de su familia. Al igual que alguien que le estaba siguiendo los pasos desde hacia mucho tiempo. --Disculpame que te cite aqui para ver unas flores, pero es que ni mi mama ni mis amigas pudieron venir. Me da mucha pena contigo. --No te preocupes. Yo estoy encantado de estas cosas de bodas y demas. Es... Digamos, entretenido. --Gracias, en serio. No podria hacer esto sola. Francamente pense que seria facil porque tu sabes como soy, pero no. Esto de organizar una boda es abrumador. --Venga, no te quites credito. Eres una tia que esta preparada para lo que sea. De seguro esto no es nada comparado con las cosas que has hecho anteriormente. --Y pues, no lo se. Digamos que es distinto... A veces prefiero olvidarme de este asunto, decirle a Alberto que nos figuemos y nos casemos en Bali. --No es mala idea. Deberias considerarlo seriamente --dijo el picandole un ojo. --Eres terrible. Si sigo contigo seguramente tendre ideas locas. Mark rio a carcajadas, era un tio gracioso, pero le gustaba mas que le hicieran reir. La miro un rato luego de que ella se fijara en unas vitrinas con zapatos que queria para su viaje de luna de miel. Ella no paraba de hablar y el de mirarla fijamente. Mark y Alberto se conocieron de ninos, asi que fue natural la decision del novio de designar a Mark como el padrino de la boda. La notica le puso muy contento, claro, asi que estaba ansioso por conocer a la mujer que habia conquistado el corazon de su amigo. El le comentaba que la chica no solo era hermosa, sino tambien dulce, inteligente, casera y bondadosa. Resaltaba como su lengua afilaba era capaz de desestimar cualquier argumento bobo y le sorprendia la velocidad de su mente. --Ella parece ir mas rapido que los demas. Incluso a veces me cuesta seguirla. Pero la amo, la amo como a nada en la vida. Es perfecta. Mark estaba intrigado, aunque como buen mujeriego pensaba que esas palabras eran eso: palabras vacias que no decian mucho. Las mujeres para el eran diversion de una noche o de varias --en el mejor de los casos--. No la habia conocido como Alberto hubiera querido porque el estaba pasando una temporada en el exterior haciendo cualquier cantidad de cursos, asi que tendria que esperar a que el momento se diera y por fin salir de las dudas. Llego al pais y su amigo insistio tanto en verse esa misma noche que el cedio solo por el. --Venga, tio, esta bien. Solo dejame descansar un poco y despues quedamos para un bonito sitio. --No vayas a traer a ninguna de tus mujeres. Rebeca es una mujer seria y quiero que tenga una imagen buena de ti. --Tio, por Dios, eso sono demasiado medieval. --Es la verdad. --Vale, que no llevo a nadie. Si, estaba de malhumor porque queria salir de alli con cualquier excusa y follar. Pero bien, su amigo era su amigo y no habia nada que hacer. Quedaron en un restaurante que estaba en el centro. En cuanto llego, se encontro a Alberto y se dieron un abrazo de esos sentidos. Mark olvido lo pesado que se puso su amigo al sentirse feliz de verlo. --?Como te fue? --dijo Alberto con una sonrisa. --Bien, no me puedo quejar. Debo decirte que las tias suecas son divinas y no se complican para nada, eh. --No empieces. --Solo te comento... Por cierto, ?en donde esta la senorita en cuestion? Ya a estas alturas estoy que quiero saber quien te tiene asi de enamorado. Pareces un tarro de dulce y promesas. --No juegues con eso, tio. En serio te digo que esta es la mujer. --Pidamos unas pintas mientras llegas. Asi nos ponemos al dia. Estoy que te tengo que contar un monton de cosas. Los dos conversaron como siempre. Entre unas cuantas tapas y cerveza. Mark casi olvido por completo que debian encontrarse con la chica en cuestion. Pero, sucedio y nunca penso que se transformaria de manera abrupta. Ella entro meneando el cabello, las caderas y sonriendo con una sonrisa amable, dulce y tambien de sorpresa porque vio en la mesa a alguien que no conocia. Como fue de esperarse, Alberto estaba contento, pero Mark, el pobre tio, quedo aplastado por ese encanto y la belleza de esa mujer. --!Hola! Debes ser Mark. Lo siento mucho, trate de salir temprano, pero tuve que presentarme para un juicio. Trate de aplazarlo, pero el demandante queria hacerlo hoy. Por eso vengo a esta hora. Alberto la sostenia de la cintura, mientras le daba un beso en la mejilla. Mientras, Mark estaba de pie, tratando de disimular que se habia sentido terriblemente atraido. Ella se sento luciendo ese vestido negro ajustado, el blazer del mismo color, los zapatos de tacon y el cabello pulcramente peinado. Pero lo que realmente lo dejo tonto fueron esos ojos verdes y esos labios gruesos de color rojo. Su rostro, tan blanco y tan lindo, con una expresion que no habia visto en las otras chicas. Se sentaron a comer y a beber. Ella no dejaba de hablar de su trabajo y de que los juicios se estaban volviendo un poco pesados. Pero, lo mas interesante del asunto era que si te ponias a ver la escena desde afuera, los dos estaban como embobados. --Le hable a Mark sobre ti. El no me creia que fueras asi de perfecta. Ahora ya lo sabe y me puede dar la razon. Rebeca se puso un poco roja por la verguenza y le tomo el rostro de su novio con una dulzura que encendio el interior de Mark con el fuego de los celos. --Como sabras, Mark, Alberto tiende a la exageracion, pero supongo que ahi esta parte de su encanto. --?Me excusan un momento? Es que acabo de llegar de viaje y estoy un poco mareado. --?Estas bien? --dijo Alberto con notable preocupacion. --Si, si, no te preocupes. Solo voy a echarme un poco de agua en la cara y regreso. Antes de levantarse, ella le dirigio una sonrisa y fue ahi cuando sintio que algo dentro de el se habia roto para siempre. El ruido del restaurante, la gente hablando, las copas chocando. Todo quedo en el profundo olvido, puesto que el estaba demasiado absorto en la imagen de ella que ya estaba en su memoria. Entro al bano y abrio una de las puertas de los cubiculos que estaban alli. Se sento sobre la tapa del inodoro y se llevo las manos en la cabeza. Cerro los ojos y se le manifesto el fulano mareo que habia mencionado en la mesa y el cual habia inventado porque necesitaba un tiempo para entender lo que le estaba pasando. Ella se le aparecia de manera constante, recurrente. Era tan fuerte que parecia sentir golpes de ella sobre sus retinas. Era doloroso y tambien exasperante. Nunca en su vida habia vivido por una situacion asi. Jamas, asi que no entendia lo que le estaba pasando. Por supuesto, siempre fue un hombre que no tuvo problemas con las mujeres. Era bien sabido que cualquier chica estaba a su disposicion en todo momento. Pero ella se le aparecio en un momento de su vida en el que puso en duda muchas de las cosas que ya un hombre de su edad habia dado por sentado. El corazon le latia con fuerza y la sensacion de malestar se le estaba haciendo cada vez mas real. No podia creer que se sintiera tan descompuesto. Olvido el sabor agradable de la cerveza, las tapas de bacon y aceitunas, el crocante del pan o las anecdotas graciosas de su amigo y las de el. Nada de eso tuvo mas sentido. Salio del lugar y fue al lavabo para echarse agua fresca. Se miro en el espejo y se sorprendio de su expresion de preocupacion. Un poco mas de agua, una rapida secada y saldria como si nada hubiera pasado. Tambien era experto en eso. Volvio a caminar por el pasillo y antes de enfrentarse a la gente, se armo una sonrisa para fingir que todo estaba bajo control. Los encontro riendose y de nuevo el calor en el fondo del estomago, el malestar y las ganas de irse de alli. Ya no queria saber nada mas. --Oye, ?te sientes mejor? ?Que tal si comemos algo? Quizas asi puedas recuperar un poco el color. --Alberto, tambien fue demasiado pedirle que viniera si acababa de llegar de viaje. Rebeca le dirigio una mirada y sus ojos brillantes le dieron a entender que comprendia, de cierto modo, lo que le estaba pasando. Pero, ?como cojones comprenderia esa mezcla tan turbia de sentimientos? --Vale, vale. Que no pasa nada. Debe ser la edad que me tiene con estos achaques tan molestos, hostia. --?Piensas quedarte? ?O prefieres que nos veamos cuando estes descansado? --volvio a preguntar Rebeca. --Creo que mejor me voy. No pense que este tema del jetlag me afectara asi. Que molesto esto. De verdad que no queria arruinar la velada. --No lo haces --dijo ella-- poniendole la mano sobre la suya-- Se que eres una de las personas mas importantes para Alberto, y para mi es mas que suficiente el hecho de que hayas hecho un espacio para conocerme. El contacto de su piel hizo que sintiera como si una corriente de electricidad pasara por todo su cuerpo. Fue calor, frio, hielo, amor, terror, fuerza y debilidad. Todo eso, mucho de todo, que se junto para que se diera cuenta que ya no tendria escapatoria de esa mujer. --Gracias a ti. Bueno, espero que nos podamos reunir con mayor tranquilidad. Lo siento mucho

  • Hoy hay eclipse, amor de Raquel Plaza

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    Eva, una joven periodista independiente y cabezota, vive enamorada del mejor amigo y companero de trabajo de su hermano Mario, Damian, un codiciado soltero, bastante mujeriego. Comienzan una relacion secreta, llena de enredos tanto por sus vidas, ya que Damian es de los cuerpos especiales del ejercito, como por sus familias, que pondran mil impedimentos cuando se enteren de la relacion, debido a la vida promiscua que ha llevado Damian.

  • Besame, tocame, hazme tuya de Bianca De Santis

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    Habia terminado, por fin, la cuenta regresiva de esos meses, esas semanas que parecian infinitas, cada uno de sus dias, sus minutos y todos los segundos. La espera de tantas semanas, dieciseis en total, y que parecia interminable al principio, culmino rapidamente. Eva tenia muchas ganas de ir al bano para vaciar su vejiga. Ademas, una joven enfermera con manos agiles hacia delicados movimientos para aplicar esa sustancia fria por su vientre, que aun no mostraba senales de abultamiento. Quiso reclinarse en su comoda silla para calmar su cuerpo, pero le costo mucho. Ella no dejaba de ver a Bruno. Su expresion, que generalmente era de profunda calma, se habia convertido en un ceno fruncido y una mirada molesta. Su mirada profunda como el mar mostraba en ese momento un terrible nerviosismo y una gran ansiedad. Si bien los dos querian estar alli para presenciar el ecosonograma que habian planificado hacer al cumplir los cuatro meses de embarazo, a Bruno la idea de ir a la ciudad no le parecia precisamente agradable. A el, evidentemente, no le gustaba estar en ese lugar. Habian solicitado un turno a primera hora, por lo que aguardaron alli y utilizaron el tiempo disponible para comprar comestibles. Sabian que era necesario, pues su jardin no estaba dando frutos debido a la fuerte temporada de lluvia. No tenian nada que comer, e Eva debia mantener una alimentacion basada en verduras y frutas frescas. Eva era consciente de que pronto tendria que usar ropa mas amplia, aunque todavia su estomago no habia crecido. No le gustaba ir de compras, pero le harian faltas vestidos con tallas mas grandes que las diminutas blusas que solia usar. Aunque Bruno no era partidario de salir, intento mostrar alegria cuando la acompano al centro comercial. Tambien querian comprar cosas para el nino. A el no le gustaba mucho salir a adquirir esos atuendos. Odiaba hacerlo, de hecho. --Perfecto. Por favor, reclinate para ver tu pancita --le pidio la enfermera con una sonrisa amplia a Eva. Eva se enfoco en el momento y el lugar. Abandono los pensamientos de las compras. Tomo aire y trato de no sentir dolor por el tamano de su vejiga. En ese momento creia que tomar tanto liquido antes de acudir para realizarse ese examen no era precisamente una buena idea. No queria que sus piernas quedaran en una posicion poco confortable. Balanceo su cuerpo para sentirse mas comoda. Cuando movio la parte inferior de su cuerpo, sintio que finalmente el deseo de vaciar la vejiga, asi como el los alaridos de dolor y la tension en su cuerpo finalmente terminaban. Era una chica con cabello negro, unos ojos color miel y un rostro perfectamente maquillado. Aunque aparentaba tener unos dieciocho anos, Eva era consciente de que eso no podia suceder. Sabia que solo podria haberse graduado en la universidad tras cuatro o cinco anos de estudios. -- Habia olvidado decirlo. Mi nombre es Ana --dijo con calma la enfermera para presentarse. Lo mas importante era que la habia tratado muy bien. No le agradaba para nada la idea de que una persona desconocida la tocara. Ademas, no le hubiera gustado tener que lidiar con una enfermera arrogante o que moviera su cuerpo con molestia para aplicarle alguna inyeccion. Le enfadaban incluso las visitas medicas de su nuevo doctor familiar. Tuvo que ir sola a la primera, ya que Bruno no quiso ir en esa oportunidad a la ciudad. Cuando noto que podia estar enferma, decidio comenzar a acompanarla, pero siempre tenia ganas de salir corriendo de alli y volver a su pequena cabana. No tenian mucho tiempo juntos y el pasado hasta ese momento era un tema tabu. Por eso, Eva no sabia por que Bruno sentia incomodo alli. Se preguntaba si tendria esa sensacion solamente con Alto Prado o todas las ciudades a las que fuese. Si le preguntaba al respecto, seguramente el no querria responder, porque estarian entrando en un terreno pantanoso para el. Si bien el no se negaba a responder sus preguntas ni a conversar, ese tema simplemente no le gustaba. No hablaba para nada sobre ello. Mas bien eludia el tema y llevaba la charla a otro asunto con el que se sintiera mas comodo. Tambien la distraia preguntandole a ella cosas sobre su pasado. Asi que Eva todo el tiempo debia contestar interrogantes sobre su vida y no podia recordar como la conversacion llego hasta alli. Y cuando Bruno notaba que las cosas no llegaban a ese punto, tomaba el camino seguro y empezaba a hablar del nino que tendrian. Si. Le costaba imaginar que en su propio cuerpo ya habia otro ser creciendo. Iban a tener un nino. Aunque no habia sentido los movimientos de la criatura, seria el nino de ella y Bruno. Ademas, era impresionante que el fuese el padre y estuviese con ella. --Voy a medir algunos indices y comprobar que todo este en orden. Es parte de la rutina. No tienes que preocuparte en caso de que no responda tus inquietudes de inmediato. He tenido a muchas pacientes que empiezan a sentirse nerviosas porque creen que estoy observando alguna anormalidad, pero eso no suele suceder. --Ana hablaba con una voz tan suave y mostraba una expresion tan calmada que, aun cuando la sala de examenes tenia todas las luces apagadas, Eva podia calmarse. Asintio con su cabeza tras escuchar a la enfermera y se concentro en el rostro de Bruno. Siempre que el llegaba a sus pensamientos, ella sentia que su pecho latia. Le parecia un hombre muy apuesto. De hecho, estaba convencida de que era el mas hermoso en la ciudad, el estado, el pais y el planeta. Pasar todos los dias con el le parecia una de las mejores cosas que podia hacer en la vida. Disfrutar su aroma en las mananas y jugar con sus cabellos... Bruno habia vuelto a la ciudad. Lo habia hecho por Eva. La encontro en la casa de ese sujeto, Andres, la defendio de el y regresaron juntos a su casa en la entrada del bosque, esa calida cabana… Y empezo a sentir esa sensacion tan poderos que no encontraba palabras para describirla. Le parecia que era una emocion intensa que nacia en lo mas profundo de su ser. Era una mezcla de calma, armonia, alegria por la presencia de Eva, fe en su relacion y felicidad. Eva lo amaba profundamente. Lo habia amado incluso antes de que el se marchara de Alto Prado. Se habia mudado, con ella, y habia logrado que ese amor creciera. Ahora era mas poderoso y en solo un dia le habia permitido darse cuenta de que valia la pena estar con el. El movio su cara lentamente al notar que los ojos de Eva estaban fijos en el. Los dos estaban ansiosos. Le mostro una tierna sonrisa y cruzo sus manos, mostrando el nerviosismo que sentia. Estaban muy emocionados porque verian por primera vez a su bebe. Los dos veian como la enfermera giraba un pequeno y frio aparato alrededor del estomago de Eva. Lo llevaba por todo el vientre y se detenia para presionar en algunas partes. Veia el monitor de la computadora, escribia algunos apuntes y luego volvia a ver el aparato. El examen estaba copando toda su atencion, por lo que ni Eva ni Bruno querian hacer algun comentario que la desconcentrara. Intentaron calmarse, aunque les costaba. --?Les gustaria saber el sexo del bebe o preferirian esperar? --pregunto Ana. Despues de un rato, alzo sus ojos y dejo de mover sus manos. A Eva le parecia que su boca estaba trabada y todas las palabras estaban sujetas a su garganta. Ademas, la ansiedad en su pecho crecia mas y mas. Habia esperado ese momento por semanas, con mucha ansiedad, pero ahora no sabia que decir. Bruno llevo su mano y la puso sobre su rodilla. La posicion mostraba lo incomodo que se sentia estando sentado alli. Ese tipo de sillas eran habituales en las salas de espera o los consultorios, pero no eran precisamente confortables. --De hecho, nos gustaria saberlo ahora --le dijo con calma--. ?Podria decirnos, por favor? --Si, por favor --dijo Eva despues de unos segundos--. Tambien me gustaria saber. Ana escucho y sonrio alegremente. --De acuerdo. Entonces movere el monitor. Asi podran ver a su hijo e incluso podrian darse cuenta del sexo sin que yo se los diga. --Movio la gran pantalla y esta quedo frente a ellos. Eva solto un suspiro mientras Bruno se movia. Puso su mano sobre la de ella y se sintio tranquila, apoyada, amada. Ella la tomo con algo de fuerza y Bruno le correspondio con otro apreton, tambien suave. El momento era tan maravilloso que Eva no pudo contener el llanto. En su pecho habia miles de nudos causados por la alegria. Luego ambos pudieron apreciar una figura. Era la de un rostro. Ana deslizo el aparato sobre el estomago de Eva. Entonces pudieron ver el resto de su anatomia. Manos, piernas, rodillas y pies. Eva evitaba ver la cara de Bruno. Sabia que, si se encontraba con su cara en ese momento, no podria controlarse. El era un hombre apuesto, con una gran presencia, una fuerte musculatura y un espiritu independiente. Sentia que el habia estado bien cuando estuvo soltero, en una cabana alejada de la ciudad. Y ahora, estaba impresionado por lo que veia. Eva habia pensado que los cambios de humor eran solo un chiste, que las mujeres no pasaban por eso. Pero ahora que lo vivia, entendia que era totalmente cierto. Las emociones eran muy fuertes. De un momento a otro su animo se alteraba terriblemente. Estaba alegre y relajada, y violentamente se convertia en una mujer molesta e insatisfecha. El embarazo habia causado tantos cambios en Eva que ahora no podia controlar sus emociones. Pudo ver que tendria la misma nariz alargada de Bruno. --Vaya --dijo mientras soltaba un suspiro. Estaba en shock. Ana llevaba el aparato por la parte derecha de su pancita. La carita del bebe aparecia de nuevo en el monitor. --?No es increible que podamos ver tantos detalles aun cuando falta tanto para el parto? --Es maravilloso todo lo que podemos descubrir. Contamos con una tecnologia muy avanzada --agrego Ana--. ?Puedes adivinar el sexo de la criatura? La sonrisa gigante en su estupenda cara demostraba lo feliz y satisfecho que se sentia. --Creo que ya se que tendremos --dijo Bruno al aproximarse--. Sera varon. Su voz revelaba que sentia una emocion inusual para estos casos. --!Exacto! --dijo Ana. Ambos Sabian que estaba acostumbrada a ver bebes todos los dias, pero igualmente se veia alegre delante de ellos. Se sintieron contentos por ver que Ana transmitia felicidad y rebosaba de optimismo. Eva intuyo que se sentiria feliz si tuviera a una chica como Eva como amiga. Era calida y agradable. Pero recordo que vivia lejos de Alto Prado. Entonces su pecho se estremecio de dolor. Se sintio sola una vez mas. Si, amaba a Bruno. Lo amaba profundamente. Pero le hacian falta sus amistades. Queria hacer nuevos amigos tambien. En su caso era complicado, porque estaba a unos cuarenta minutos de distancia de la ciudad. Aunque la lejania no era la unica razon. Habia perdido el contacto con todos sus allegados y queria retomarlo. Se habia alejado de todos ellos despues de comenzar su relacion con Andres. Cuando recordo a su familia, la agitacion en su pecho fue tan poderosa que creyo que no podria aguantarla por mucho tiempo. Con ellos tambien habia perdido el contacto.

  • El inquilino de la Alhambra de Roberto Wolfgang Conde Schuh

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    Abdel, hijo de Hassan, medico que durante anos ha cuidado de la salud de Mohamed (sultan de Granada) y famoso por curar lo que a otros les era imposible, tiene que salir huyendo repentinamente de la ciudad para proteger a su familia.

  • En aquel ultimo aliento de Marta Martin Giron

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    El momento de hacer algo con su vida habia llegado para Aaron. La insatisfaccion y sentimiento de soledad le impedian ser feliz. Necesitaba sentirse realizado, dar un paso en otra direccion, plasmar lo que llevaba volando por su cabeza durante demasiado tiempo. Para Dana, la vida con su pareja no era lo que hubiera deseado, algo en su relacion le mermaba la felicidad. Anoraba al que un dia pudo ser algo mas, a su difunto amigo Oscar. Querer homenajearle y acabar con el dolor de su ausencia, la empujo a tomar un rumbo hasta ahora desconocido.
    ***
    Una bella historia de amor y miedo.
    Deseo y resistencia.
    Drama y esperanza.
    Ficcion y realidad.

  • Una Navidad en Escocia de Anne Aband

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    Susan Edwards bajo del tren que la habia traido a Edimburgo desde su ciudad natal, Londres. Habia sido una decision repentina, incluso irracional. Dejar su puesto como profesora adjunta de la facultad de arqueologia para ir a excavar en un posible yacimiento cerca de la ciudad escocesa... !toda una locura! Pero si se lo pedia su profesor favorito, no tenia ninguna duda. Se supone que ella la hermana mayor, la sensata y que Caroline era la menor, la que deberia hacer toda clase de locuras. Pero en su caso, no era asi. Su hermana pequena salia con Frank, un abogado de lo mas aburrido y trabajaba en una compania de marketing, en el mismo edificio que su novio. Aburrido. Pero si ella estaba contenta, le parecia bien. Susan llevaba ya tres anos, desde que termino la carrera con excelentes notas, trabajando en la misma universidad donde saco su titulacion. Habia terminado el doctorado, y tambien habia terminado la relacion con Thomas, colega suyo y companero de la universidad. Y termino porque el se fue a las excavaciones de Atapuerca, en Espana. Le pidio que le acompanara, pero en ese momento ella tuvo miedo. Y ahora el habia encontrado una novia espanola. Se alegraba por el. Fue entonces cuando se dio cuenta de que, si no arriesgas, no ganas, y cuando su antiguo profesor, Henry McDall, le solicito ayudarle en un pequeno yacimiento en unos terrenos familiares, a las afueras de Edimburgo, no se lo penso. Penso que la aventura la llamaba, que la vida le estaba diciendo que volviera a sacar de dentro de ella ese espiritu arriesgado, capaz de hacer cualquier cosa. Sus padres aceptaron a reganadientes su marcha, y en la facultad le dieron una excedencia de un ano. Todavia se sorprendia de lo facil que habia sido todo. Bajo del tren buscando al profesor McDall, pero no lo vio. Era un hombre de edad avanzada, pero le prometio que la iria a recoger para llevarla a la casa donde vivia y donde ella se instalaria, un edificio familiar de cuatro pisos con un precioso jardin, segun le habia contado. Se abrigo un poco mas; en octubre y en Edimburgo no hacia precisamente calor. Llevaba un gracioso gorro con un gracioso pompon de color rosa que le habia regalado Caroline. Saco la maleta con ruedas y camino hacia la parte cubierta del anden, pues comenzaba a caer una fina llovizna. --!Lo que faltaba! --se dijo mirando por encima de la gente que se habia bajado. ?Donde estaria el profesor? Se iba a quedar helada, y, ademas, no sabia donde estaba su casa. --Eh, senorita, ?es usted Susan Edwards? --una voz ronca la interpelo por detras. Ella se volvio con una sonrisa aliviada y se quedo con la boca abierta. Un tipo pelirrojo, con el cabello mojado chorreando por la cara y con dos inmensos ojos azules, le sonreia como si ella fuera un tesoro encontrado. --Si, si --acerto a decir. Era el hombre mas guapo que nunca habia visto. Con facciones regulares, alto y de anchas espaldas. --Entonces, vamos, que mi tio le espera en la casa con un buen ponche caliente. El escoces le cogio la maleta rozandole con la mano. Ella la retiro, como si le hubiese dado un calambre. Caminaron hacia fuera de la estacion, ella detras de el, mojandose, pero ya no le importaba. Su vida se habia iluminado de repente. Comenzo a elucubrar. ?Estaria soltero? ?Se habia fijado en ella? Seguro que alguien tan atractivo estaba casado y si no, era porque tenia algo malo, penso con ironia. Llegaron al aparcamiento y abrio una furgoneta bastante vieja para meter la maleta. --Entre, senorita --dijo el abriendole la puerta del copiloto. --Gracias, esto... --Sean, me llamo Sean McDall y el profesor es mi tio. He tenido que coger su furgoneta porque mi coche esta en el taller, espero que no le importe. --Oh, por favor, Sean, tuteame. Debemos de ser de edad parecida. --Esta bien, Susan. El viaje, ?bien? --dijo mientras arrancaba la furgoneta que gimio ante el esfuerzo. --Si, los paisajes de Londres aqui son maravillosos, y esto --dijo ella senalando en general --, es tan bonito… Nunca habia estado en Edimburgo. --Entonces me encantara ensenarte el lugar, cuando no estes trabajando con mi tio. Aunque no se si tendras tiempo, esta tan emocionado que pasa casi todas las horas excavando. --Seguro que encontramos un momento --dijo ella pensando que querria pasar mas de un rato con el escoces. Enseguida llegaron a su calle y de nuevo Sean recogio su equipaje y lo llevo dentro. La lluvia estaba cayendo con mas persistencia y el gorro de Susan se empapo, al igual que su cabello negro. Entraron en la casa y se quitaron los abrigos. Un gracioso perrito de raza indeterminada salio a saludarles moviendo el rabo. --Se llama Wee, que significa pequeno. Nunca crecio como nos prometieron. Ella acaricio al perrito que se fue trotando hacia el salon, como pidiendole que lo acompanaran. Susan se quedo mirando al escoces que llevaba unos pantalones de franela y un jersey oscuros. Si la habia impresionado en la estacion, ahora simplemente no podia ni hablar. --Pasa, Susan, mi tio te espera. ?Prefieres un ponche, un cafe, o te? --Te estara bien, gracias, Sean. Susan paso hacia el saloncito y Sean se la quedo mirando. ?De donde habia sacado su tio una ayudante tan preciosa? Tenia el cabello oscuro, le recordaba a la obsidiana y sus ojos verde oscuro eran un sueno. Ademas, era una preciosa mujer con curvas, como le gustaba a el. Si iba a estar alli mucho tiempo, deberia tener cuidado. Se fue a preparar los tes moviendo la cabeza, no, otra vez no. No se volveria a colgar de ninguna chica, de momento.

  • Divina Lola de Cristina Morato

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  • Democracia de Henry Adams

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    “Democracia” es la novela politica de Henry Adams. Bajo el relato de una doble seduccion, la de Madeleine Lee ?una mujer que siente la tentacion del Poder? y el senador Ratcliffe ?irresistiblemente atraido por ella?, se dan cita temas como las desilusiones tras la guerra civil, la regeneradora influencia femenina o el valor imprevisible de la amistad frente a la “politica de la desesperacion”. Todo ello contribuye a enriquecer un verdadero simposio sobre la democracia con el telon de fondo de la corrupcion.

  • Agente exterior de Brad Thor

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    Brad Thor, autor superventas en Estados Unidos, deslumbra con un thriller politico de alto nivel. En un piso franco, cerca de la frontera de Siria, un grupo de operaciones estadounidense se prepara para llevar a cabo una mision preparada con meses de antelacion.Su objetivo es Abu Muslim-al-Naser, uno de los jerarcas del ISIS. Numerosos analistas, incluida una congresista, estan alli para monitorizar el ataque, pero sorpresivamente el piso franco es atacado. Los sangrientos momentos posteriores a la irrupcion, difundidospor internet, se convierten en una pesadilla politica. En Washington, la tormenta de acusaciones se centra en el modo en que se manejo la informacion, los preparativos de la operacion y como y quien consiguio filtrarla. Scot Harvath, el agente especializado en antiterrorismo que habia identificado a al-Naser mientras trabajaba para una agencia privada de inteligencia, es convocado por la CIA.Cargando con el peso del ataque y con algunos poderosos congresistas pidiendo su cabeza, Harvath se ve obligado a montar su propiaoperacion para averiguar que salio mal y tomar venganza. <> TheWashington Times <> Providence Journal <> Suspense Magazine <> Townhall <> Bookreporter.com

  • Seducida por la tentacion: Trilogia Tentacion, Helena Sivianes de Helena Sivianes

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  • Caliente de Luna Miguel

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    Cuando me rompio el corazon, decidi gastar parte de mis ahorros en una tienda de juguetes eroticos. La expresion <> es torpe, pero se ajusta muy bien a ese momento tragico en el que sientes tu pecho herido. Su rotura. Casi como si a una le abrieran con un cuchillo la carne, de la que en vez de sangre brota aire. * En la presentacion de El corazon de la fiesta, el novelista Gonzalo Torne aseguro que si el podia escribir era <>. Al poco tiempo de escucharle, me detuve en una pintada de la calle Valldonzella, en el Raval, donde se puede ver un corazon de color rosa partido en dos. Al verlo pense que, en mi caso, si escribo es porque de casa vengo con el corazon roto. Suena intenso, lo se. No es nada de eso: porque un corazon que se rompe no es un organo troquelado ni hecho trizas. Un corazon que se rompe, en todo caso, se parece mas al tiron de esa piel que el sol quemo. A una presion muy fuerte en el escroto. Al ruido molesto del hambre: con los gestos adecuados, pasa rapido. Quiza un corazon roto ni siquiera tenga que ver con esas cosas. Tal vez la fractura solo sea un estado mas de su materia. Emily Dickinson escribio: <>. Bad Bunny canto: <>. Y entonces me pregunto si el estado primario del corazon quiza sea esa grieta, esa cuchillada; y si el trabajo verdadero de la vida --y del placer, y de la escritura-- consiste en inventar una masilla pegajosa, densa, con la que poco a poco volver a ensamblarlo. * Haber dejado de sentir mi corazon por unos dias provoco la estampida de mi sangre desde el pecho hasta los genitales. De pronto, todo mi flujo bombeaba energicamente ahi abajo. El sexo me latia por dentro. Epicentro de un terremoto. No se cuantas veces pude masturbarme en las horas siguientes a que Antonio me anunciara que se habia enamorado de alguien mas. Tampoco se a que venia ese placer inmenso de sentirme traicionada. Ademas, ?por que iba a ser una traicion que el amase a otra persona? Y si no era traicion, ?a que tanto drama con lo del <>? * En Primavera sombria, novela corta de la surrealista alemana Unica Zurn, la protagonista de apenas diez anos no es capaz de definir su placer sin asociarlo a un terrible dolor. Tanto es asi que desde muy pequena a sus genitales los denomina <>. * Tampoco se cuantas veces me masturbe fantaseando con la idea de que ya no era el centro de los deseos de mi companero. Fantaseando con que esa intermitencia que supuestamente <> tambien podia volverme de una vez libre, voluptuosa. ?Por que resultaba tan placentero ese dolor? ?Que podia tener de erotico sentir que toda la piel de mi cuerpo se desgarraba? ?Seria la imposibilidad de hacer otra cosa con las manos, aparte de tocarme? ?Acaso verme desnuda, abierta frente al espejo, me alejaba de la afectada idea de que mi cuerpo era un despojo, un manojo de nervios? Me toque y llore ante mi reflejo. Llore y me toque dejando que fluyeran las preguntas. Tal vez porque el orgasmo siempre me habia calmado. O tal vez porque, a pesar de todo, me alejaba de ser aquello a lo que temia parecerme: un esqueleto celoso. Un cuerpo degradado. Un cadaver. Trozo de carne inutil. Anulada por <> o por <>. Realmente, que el ya no pensara <> suponia la apertura de par en par de la puerta de una habitacion que hasta entonces me era desconocida. Desocupar un espacio de su deseo me volvia vulnerable, y al mismo tiempo esa vulnerabilidad me despejaba nuevos terrenos. ?Y que iba a cultivar ahora en ellos? A pesar de que estaba triste o contrariada, me console con la idea de que cuantas mas puertas abiertas, mas cuartos desconocidos por los que pasear y en cuyo mobiliario recostarme para hacer guarradas conmigo misma. Como si la libertad fuera el dolor. Como si a solas me convirtiera en mi propia amante. * <> Para Preciado --que en Testo yonqui ya habia narrado en primera persona su cuerpo trans, analizandolo con lupa, pieza a pieza, poniendoselo a la lectora en una bandeja repleta de lesiones--, la vulnerabilidad es una postura legitima desde la que militar y desde la que generar belleza y pensamiento. Dice Preciado que el escribe filosofia para los debiles, pues a su parecer la vulnerabilidad es sinonimo de disidencia, y la disidencia, de libertad. * Pero no era libertad ni tampoco vulnerabilidad lo que Unica Zurn erotizo hasta el final de sus dias. Aquello sobre lo que versaba su imaginario se parecia mas al sufrimiento. La herida --tanto la real, esa que le provocaria a los siete anos la violacion por parte de su propio hermano, como la metaforica, esa que poblo su escritura y su arte-- se convertiria en el unico motivo de su creacion, especialmente despues de conocer a quien seria su esposo, el artista Hans Bellmer. Juntos, Zurn y Bellmer, huyeron de Berlin a Paris en los anos cincuenta, pues en los circulos intelectuales alemanes se les empezo a considerar como a dos degenerados. El hacia munecas de trapo --la Poupee es su obra mas celebre--, cuerpos hipersexualizados, troceados, horrendos, siendo los genitales y las formas de la carne de ella su mayor inspiracion. Hubo un tiempo en el que a Zurn no le importaba llamarse <>, pues era muy consciente de la importancia que su cuerpo habia cobrado en la obra de el. Durante anos, Bellmer no solo la sometio y la forzo, aparentemente con su consentimiento, sino que tambien la animo a escribir y pintar sobre ello. Por eso Zurn --a quienes algunos companeros surrealistas llegaron a llamar <> por su manera de mirar-- aprovecho su desmesurado vinculo con el sexo y sus problemas mentales para convertirlos en literatura. En relacion con Zurn, de hecho, hay mas material academico sobre su enfermedad mental y sobre sus ingresos recurrentes en los hospitales psiquiatricos de Paris que sobre su literatura o su obra plastica. Con el paso de los anos, su relacion con Bellmer se volvio asfixiante y danina. En mas de una ocasion trato de abandonarlo, pero no era capaz, algo los ataba: tal vez el mismo martirio sobre el que antano habian construido su intimidad. Eso, sumado a los tormentos de los que ella era consciente de que no se curaria nunca --cuentan que cuando uno de sus psiquiatras le pregunto si pensaba que alguna vez sanaria, ella respondio feliz y sonoramente: <>--, le hizo tomar la decision de acabar con su vida tirandose por la ventana del apartamento que compartia con Bellmer. Un suicidio, por cierto, con el que ella ya habia amenazado desde la ultima escena de Primavera sombria. * Unica Zurn vivio y escribio amarrada a las mismas cuerdas con las que su esposo habia atado su carne para una sesion fotografica --el cuerpo desnudo de la escritora es una de las primeras cosas que aparecen en mi pantalla siempre que googleo su nombre--. Incluso una vez muerta y enterrada en el cementerio de Pere-Lachaise, Hans Bellmer hizo inscribir en su lapida las palabras <>. Ella, que tanto habia contado sobre la ambicion de sus jovenes personajes por encontrar otras maneras de amar y de amarse, acabo encadenada a una pasion tan agotadora que ni siquiera la muerte fue capaz de detener. * La alemana no fue la unica artista vinculada al movimiento surrealista en abordar las contradicciones del deseo femenino. Por su parte, la poeta Joyce Mansour tomo esa idea de Charles Baudelaire segun la cual el infierno de las mujeres nace en su propio cuerpo, y la pervirtio mediante una poesia erotica, sucia, desgarradora. En los versos de Mansour, las camas huelen a queso, los uteros tienen hierba, los amantes se lamen las calaveras y los fetos nadan en cunas negras. Todas esas turbulencias recuerdan a las pesadillas narradas por Zurn, pero tambien a la pintura de Leonor Fini --ella ilustro El libro de Monelle con dibujos de ninas desnudas o enfebrecidas--, o incluso a las fotografias de Dora Maar --cuyo erotismo, en palabras de la historiadora Victoria Combalia, se alejaba del amour fou de Andre Breton, pero tambien del exhibicionismo de Fini, y al mismo tiempo <>--. A principios de 2019, al mismo tiempo que el Centro Pompidou de Paris conmemoraba la vida y obra de Maar, en Nueva York el Museo del Sexo inauguro la primera exposicion de la obra de Fini en Estados Unidos, bajo el titulo Teatro del deseo, 1930-1990. Lissa Rivera, comisaria de dicha muestra, destaco la capacidad de la pintora para llevar el placer femenino al lienzo: un placer autobiografico, conflictivo, alejado de la representacion sumisa del cuerpo de la mujer que, segun Fini, siempre creaban sus companeros masculinos. * Si de verdad el infierno de las mujeres nacia en su cuerpo, el del alter ego adolescente de Unica Zurn vivia completamente rodeado por las llamas. A proposito de las fantasias eroticas de la protagonista de Primavera sombria, escribio: <>.

  • Coleccion Seduciendo al Vampiro de Mercedes Franco

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    Libro 1

    Esta nueva serie paranormal de vampiros, te producira una intensa montana rusa de emociones que no vas a poder parar de leerla.

  • Amor y Muerte (Salvada por amor n2) de Margotte Channing

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    Habian tomado la posada al asalto, aunque, al parecer, el dueno estaba encantado de que la fiesta se celebrara alli. Era una curiosa boda aquella, en la que, la mitad de los asistentes eran escoceses, y la otra mitad, vikingos. Rosslyn, por fin casada, miraba alrededor con asombro, escuchando los gritos de los hombres, y los golpes en las mesas festejando los brindis. Estaba sentada entre su hermano, Ricardo, y Gunnar, su reciente marido. Al otro lado de este, estaba sentado Ari, el hijo de Gunnar- sonrio al rectificar en su mente- en realidad, ahora era hijo de los dos. Tenia 16 anos y era un chico encantador en todos los sentidos, ademas de sumamente inteligente. No habia permitido que la invalidez con la que habia nacido, hubiera agriado su caracter. Gunnar le habia fabricado una silla de madera para que pudiera desplazarse, perfeccionandola durante meses. Recientemente, le habia incorporado un par de ruedas, el diseno estaba copiado de un papiro de 200 anos de antiguedad, que habia caido en las manos de Gunnar por casualidad. Enseguida se dio cuenta de la importancia que podria tener para la vida de su hijo. En el aparecia dibujado un general del ejercito chino, que estaba ante las tropas, sentado en una silla de ruedas. Gunnar estuvo estudiandolo durante dias. Al principio, le parecia que no podria construirla. Por eso, no le dijo nada a Ari, hasta que la fabrico. Despues de semanas de trabajo, consiguio hacer una que se movia, aunque las ruedas, incluso sin peso encima, se rompian constantemente. Despues de hacer bastantes cambios, hacia pocas semanas, se la entrego a Ari para que la probara. Este, cuando la vio se echo a llorar, entonces Gunnar fue realmente fue consciente, de lo dura que era la vida para su hijo. Una vez sentado en ella, por primera vez en su vida, pudo moverse sin depender de nadie, siempre que no hubiera escaleras por medio claro. Ari no queria que, a su edad, le siguieran llevando en brazos, como si fuera un nino. El padre de Rosslyn, William Douglas, habia cedido el lugar junto a su hija, para que, su recien descubierto medio hermano, Ricardo "Corazon de Leon" se sentara junto a ella. Volvia al dia siguiente a las cruzadas, y era la unica ocasion, en la que podrian pasar algo de tiempo juntos. Rosslyn se giro hacia Ricardo con un suspiro. Era injusto que le presentaran a su madre y uno de sus hermanos el mismo dia, y solo pudiera disfrutar de ellos un rato. – Ricardo- este se volvio sonriente, pidiendo disculpas a William, que estaba sentado a su lado. – Dime, hermana- ella contemplo su sonrisa, admirandola, sin saber que era igual que la suya. – Me gustaria que nos conocieramos un poco mejor, ?no seria posible que te quedaras unos dias mas? – No, querida, lo siento mucho. Mis soldados me esperan hace dias, he retrasado la partida por tu boda. Tampoco puedo acompanarte parte del viaje, porque vamos en direcciones contrarias- sonrio con tristeza. – Siento que hayas cambiado tus planes por mi- el levanto la mano para que no siguiera hablando. – Me ha alegrado mucho conocerte. Pero, ademas, madre no me hubiera perdonado que, no lo hubiera hecho. – ?Es muy mandona? – pregunto curiosa.

  • Sus hijos despues de ellos de Nicolas Mathieu

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    Agosto de 1992 en el este de Francia: un valle olvidado, unos altos hornos extinguidos, un lago y el calor canicular de la tarde. Anthony tiene catorce anos y, por puro aburrimiento, acaba robando, junto a su primo, una canoa para ir curiosear a la famosa playa nudista de la orilla de enfrente.

  • La luz azul de Yokohama de Nicolas Obregon

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    Recien destinado a la Unidad de Homicidios de la Policia Metropolitana de Tokio, el inspector Kosuke Iwata se hace cargo de un caso tan perturbador como complejo: una familia de cuatro miembros ha sido asesinada despiadadamente en su propia casa el dia de San Valentin. Y lo mas desconcertante es que el autor del brutal homicidio ha dejado unas cuantas pistas para los investigadores. Iwata, que cuenta con la ayuda de la joven policia Noriko Sakai, no deja de preguntarse por los extranos elementos ceremoniales de esa terrible tragedia, que apuntan a un sacrificio ritual, y que fue lo que llevo al afamado Hideo Akashi, el anterior investigador, a suicidarse saltando desde el emblematico Puente del Arcoiris al poco de empezar las pesquisas.

  • El pequeno libro de los mitos del mercado de Ken Fisher

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    Todo el mundo sabe que una moneda fuerte equivale a una economia solida, que los bonos son mas seguros que las acciones, que las acciones son cada vez mas volatiles y que las ordenes de stop loss son una tactica inteligente para ahorrar dinero. ?O no?

  • No me llames bana-perros de Iris Vermeil

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    Son las diez menos diez. Faltan diez minutos para que empiece mi jornada laboral. He aparcado mi Vespa a la vuelta de la esquina. Voy esquivando a la gente que pasa a toda prisa por mi lado y sin prestarles atencion miro la pantalla del movil. Llevo los auriculares puestos y escucho una de mis canciones favoritas de bachata y, para no pensar en el dia que me espera imagino que estoy en mitad de un videoclip vestida de fiesta, rodeada de tios buenos, subida a unos tacones de infarto y pintada como una puerta. Camino mirando hacia el suelo y al levantar la vista veo a lo lejos que ya hay varias personas esperandome en la puerta de la peluqueria. Todo lo que habia creado en mi mente se esfuma haciendome volver a la realidad. --Buenos dias, ?hace mucho que esperan? --pregunto educadamente. --No, tranquila. Acabamos de llegar --responde una senora. No se porque siempre la gente suele decir eso ?sera por quedar bien? Seguramente llevan alli un buen rato y no quieren admitirlo. Quito los candados de la persiana y la subo con esfuerzo. Nadie, repito, nadie me pregunta ?Helena, quieres que te ayude? Eso es mucho pedir. Aunque bueno, yo ya estoy acostumbrada. No, no es que vaya al gym ni nada de eso... yo no estoy hecha para levantar pesas ni correr hacia ningun sitio durante minutos eternos. Eso no va conmigo. Yo levanto persianas de las antiguas, de las que pesan mas que un muerto. De esas del siglo pasado, ya que, la buenaza de mi jefa y no lo digo con ironia no se le ha pasado por la cabeza cambiarla por una electrica. No vaya a ser que la mujer se arruine, mejor me arruino yo la espalda. Quito la alarma y rezo para acertar a la primera el numero secreto, como salte nos deja a todos sordos, si lo digo es porque me ha pasado anteriormente. --Pasen, pasen --digo--. Un segundo, voy a cambiarme. --Si, si, no tenemos prisa. Se ve, se ve. Pienso para mis adentros. Me quito los pantalones y al momento, pican al timbre. Debera ser Alma, mi companera. Oigo que los senores le abren. Mejor para ella, porque no pensaba salir en bragas. Las unicas que tenemos llaves de la pelu somos mi jefa y yo, y ella no se ha molestado en hacer mas copias. Me pongo mi uniforme de peluquera canina, una especie de casaca nada sexy de color negra con pequenas huellas de perro de colorines y cambio mis deportivas por unos zuecos blancos. Ah, ?que no os lo habia dicho? Si. Soy peluquera canina. Trabajo como tal desde los veinte anos, cuando deje la carrera de fisioterapia y decidi que mi vida eran los animales. Ahora tengo veintiocho. Adoro trabajar con ellos, sin embargo, reconozco que hay que tener una paciencia... vamos que me falta poco para que me hagan Santa porque hago cada milagrito... Y no solo porque algunos tengan un caracter dificil de controlar, sino, porque los duenos no nos suelen reconocer el esfuerzo que hacemos a diario, a nosotros los profesionales. Como el mes pasado, que vino una senora por primera vez y me dijo que le cortase el pelo cortito a su bichon maltes de seis meses. Todo iba bien hasta que la senora se fue y me quede con el perro. Eso no era un perro, era una oveja. ?Como era posible que tuviera el animal por casa con esos nudos? ?Nudos? Mejor dicho rastas... A punto estuve de llamarla y decirle; Senora, ?usted sabe lo que es un peine? Ademas, no era de color blanco sino gris y del oscuro. Bueno total, que no queria esquilarlo con la maquina e hice lo que habia que hacer. Desenredar y cortar, desenredar y cortar y asi me pase casi dos horas... Se presento preguntando que si ya habia acabado. Le dije con mucha simpatia lo que sucedia y me dijo; Pues, ya me llamaras mas tarde. Cuando finalice el trabajo lo bane con un champu hidratante, le puse acondicionador y lo seque. Una vez seco, volvi a desenredar e hice un corte monisimo con la carita redondita. !Parecia un peluche! Llame a la senora entusiasmada; Senora, que Tobby ya esta listo y perfumado. En cinco minutos la tenia en la puerta. ?Y que creeis que dijo la senora? --!Dios mio! ?!Que le has hecho a mi Tobby!? !!Esta precioso, parece de concurso, eres la mejor peluquera canina Helena!! Voy a recomendar a todas mis amigas del PipiCan que vengan aqui. !!Ja, que os lo habeis creido!! Ya me hubiera gustado ya, que me dijera eso.... --!Parece un conejo! --?Como? --respondi. Ya os podeis imaginar mi cara de incertidumbre. --Lo queria corto pero no tanto. No me gusta. --miro al pobre bichin con cara de asco. Vale. Pense ?La mando a freir esparragos o a la playa? ?Que hubierais elegido? --Quiza esta mas corto de lo que usted se imaginaba, pero Tobby tenia muchos nuditos y hemos tenido que hacerlo asi para que quedara todo igualado. Seguro que el se siente mucho mejor y mas fresquito. --Esta horrible, ?tanto has tardado para esto? Respire hondo y conte hasta diez. --Em... yo lo he hecho lo mejor que he podido y creo que esta guapisimo, si a usted no le gusta... --Ya veras cuando lo vea mi hija, el disgusto que va a tener. --El pelo vuelve a crecer, yo le recomiendo que lo cepille a diario y lo traiga mas a menudo para que su cabello lo mantengamos brillante y saludable. --Bueno, bueno... en casa tambien lo puedo banar yo eh que no es tan dificil... Estaba a una borderia mas de sacar el caracter de leona que tengo escondido. Ese que me viene de familia y que sale cuando me tocan lo que no tengo. --Se que usted puede hacerlo en casa pero de ese modo el se acostumbra a nosotras y al ruido del secador, de las tijeras... --Venga va, cobrame que tengo que ir a recoger a mi nieto al colegio -- interrumpio mi explicacion. --Mire, seran treinta y cinco con veinte. --!!Que!! --grito. --!?Treinta y cinco euros por dejar a mi perro como un conejo?! Diez minutos estuve aguantandola hasta que me cabree y textualmente le dije; --Mire senora, yo he hecho mi trabajo como tenia que hacerlo y lo mejor que he podido. Si usted no lo valora no puedo hacer nada mas. Debo cobrarle por las horas que he pasado con su perro. Pero en realidad queria decirle; Si no le gusta como trabajo, ahi esta la puerta. !No vuelva mas, desagradecida! !A ver en que peluqueria la aguantan! Y se fue pero de pagar vaya si me pago. Dudo mucho que regrese y mejor, porque para soportar cosas asi... Luego hay otro tipo de clientes, los que te son fieles y vienen cada mes. Hablan bien de ti a sus conocidos y asi va prosperando el negocio y tu motivacion al trabajar va creciendo. A esos si que les estoy muy agradecida. --Hola Helena --me saluda Alma al entrar al vestuario--. ?Que tal el fin de semana? --Meh, mas de lo mismo... --?No te fue bien con Santi? --Uf, ni me lo nombres.

  • El asesinato de Road Hill de Kate Summerscale

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    Una noche de verano de 1860, en una elegante mansion de la campina inglesa, todo esta en calma. Tras los ventanales la familia Kent duerme tranquilamente. A medianoche se oye un ladrido. Luego, todo vuelve a quedar en silencio. Cuando a la manana siguiente se despiertan, los Kent descubren con horror que el mas pequeno de sus hijos ha desaparecido de su cuna. Un escalofrio recorre toda la casa y empieza una busqueda febril hasta que el nino aparece finalmente, asesinado. ?Quien cometio semejante atrocidad? Las pocas pistas indican que fue alguien que estaba en la casa, alguien del servicio o algun miembro de la familia. No tarda en aparecer en la escena del crimen el inspector Jack Whicher de Scotland Yard, el detective mas brillante y respetado de su tiempo, encargado de resolver un caso oscuro y complejo, de apariencia irresoluble, el asesinato que conmociono a la sociedad victoriana y que inspiro a escritores como Dickens, Conan Doyle o Wilkie Collins. El asesinato de Road Hill es el relato veridico de aquellos sucesos, uno de los episodios mas siniestros y estremecedores de la historia del crimen. Kate Summerscale ha llevado a cabo una detallada, exhaustiva e hipnotica reconstruccion de los hechos en un texto narrativo compuesto con el ritmo de las grandes novelas. No en vano se ha llegado a decir que este libro es una suerte de A sangre fria victoriano.

  • Chantaje 2 _ Mi mejor eleccion de Mia Del Valle

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    Mira Gerald... hay veces en que las cosas no son como nos las ensenan de pequenos. Soy la hija del "senor" como tu te empenas en llamar a mi padre, pero tambien soy una mujer. Creci y me educaron para ser lo que mis padres creyeron conveniente, pero yo no soy asi. Podemos ser quienes queramos... tenemos toda la vida por delante y los mas importante de todo... !nos amamos! --Es peligroso mi amor, solo intento cuidarte... eres joven y yo no tengo nada para darte. --Eres todo lo que necesito y estoy dispuesta a esto y mucho mas... te amo y eso es lo unico que importa ?verdad? --Gerald clavo su aguamarina mirada en la joven mujer que amaba desde siempre, y tras respirar hondo sentencio: --!Entonces hagamoslo! --estaba dispuesto a eso y mas, Ruth era el amor de su vida, por quien respiraba durante las interminables horas de trabajo en la hacienda, y las cartas estaban sobre la mesa... manana a la tarde se fugarian del pueblo tal como lo habian planeado desde hacia anos. --Pasare por ti cuando salga de clases, esperame en las caballerizas amor mio... Pero Gerald nunca llego. Esa tarde Ruth no lo encontro en las caballerizas, ni en el lago donde acostumbraban nadar desde ninos, ni en la vieja higuera. Simplemente se esfumo. Su padre se habia encargado en persona de ello y Ruth lo ignoro hasta meses mas tarde, luego de que fuera obligada a casarse con un aprendiz que su familia habia apanado bajo su tutela. CAPITULO 1 Ya han pasado tres meses desde la ultima vez que lo vi. Muerdo la punta de mi boli mientras observo la nada desde la ventana de mi departamento. Hace frio y malditamente todo me recuerda a el... mi cama, mi mesa de trabajo, Ramon y mi corazon. !Todo! Absolutamente todo lo trae hasta mi como un fantasma que me sigue a cada paso y me observa con el ceno fruncido. Cada minuto sin Aaron me hace pensar que el dolor de no tenerlo me matara y por momentos intento convencerme que estare bien... lo intento. Cierro mi laptop cansada de ver noticias sobre nuestra ruptura en las revistas del corazon... muchas son verdad y otras no tanto... "Empresaria de la moda estafada por su propio esposo" leo en un portal, y con pesar asiento... no se como, ni de que forma estas noticias se filtran y llegan a la prensa, pero al menos esa fuente fue confiable, en cambio, otro sitio defiende al maldito, declarando en un furioso tono rojizo: "Clara Saavedra abandona a su esposo despues de tan solo sesenta dias de matrimonio, los rumores circulan en torno a una posible infidelidad de la joven, con un guapo caballero de su entorno, con quien se dejo ver en la gala de la moda llevada a cabo en Punta del Este" <> sinceramente no se si reir o llorar, que me vinculen a mi amigo es algo comico, pero que me acusen de ser la causante de la separacion me enfurece. Respiro. Respira Clara... tan solo respira, me digo a mi misma, intentando reacomodar mis ideas y dando pasos de bebe en un futuro tan gris como incierto. Ultimamente me he convertido en la hermana gemela de mi cactus... vivo gracias a mis reservas y a que el aire no hay que comprarlo en el supermercado, apenas salgo de casa, casi ni como y atras quedaron mis tiempos de mujer elegante de vestido y tacon. Hoy por hoy pantalones de mezclilla rasgados, sudaderas de mi coleccion y algun sueter holgado son mis mejores companeros. Mi madre me llama y visita a diario, encargandose personalmente que su unica hija no muera de inanicion. Bollos, chocolate, pizzas y cantidades desorbitantes de Coca Cola light son mi dieta de estos ultimos tiempos, y a pesar de ingerir lo minimo indispensable he ganado peso. Tomo mi agenda de unicornio y agrego "comenzar a ir al gimnasio" en las metas para este ano... claro que ya pasaron seis meses desde que en enero hice la lista... y en ese entonces vivia en la casa de Aaron y mantenia un matrimonio que era una patrana, pero viendolo ahora en perspectiva, por un momento creo que fui feliz... su proteccion me inspiraba admiracion. Y las migajas de momentos gratos me dejaban... ?satisfecha? <> Soy un ente que viaja sin rumbo, con una sensacion de vacio sobre los hombros y un intenso dolor que roe mi estomago constantemente, soy esa que, en la soledad de las noches revive una y otra vez la estupida decision que tomo doce semanas atras. Tambien soy una estupida acosadora, que checa el nombre del hombre al que dejo, en Google cada veinte minutos por lo menos, ahi lo vi hace un momento, tan elegante y dueno de todo a su paso, saliendo de una clinica de estudios medicos, me pregunto si estara bien. No puedo dejar de imaginarlo como la ultima vez que lo vi... de rodillas pidiendo, suplicando perdon, el cual le negue, y no puedo evitar tener sentimientos encontrados con mi decision... creo haber hecho lo correcto, pero el pequeno diablito que vive en mi hombro me susurra lo contrario "tendrias que haberlo perdonado Clara" dice negando con cara de disgusto, mientras que en mi otro hombro el angelito me muestra su pulgar en alto indicando que esta de acuerdo con mi proceder.

  • La Bella Y El Baron de Larissa De Silva

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    Sabia que iba a pasar. Lo sabia. Lo senti, pero no queria sentirlo. No sabia si era porque vivia en la negacion, o solo porque la idea de que volviera a suceder me asustaba. Pero senti calambres, y luego, tal vez tres minutos despues, habia comenzado. Otro periodo. Otro fracaso. Sabia que Roger tenia que ser la primera persona en saberlo. El estaba involucrado en esto, tal vez incluso mas que yo. Habiamos tenido suerte. No habia sido necesario. No habiamos tenido ninguna perdida todavia. Habiamos empezado a ir a un especialista, pero el proceso de Fertilizacion In Vitro todavia estaba lejos. La Dra. Zaphyr habia dicho que teniamos suerte de no haber concebido todavia. Ella recomendaba un terapeuta a todos aquellos cuyo embarazo habia terminado en un aborto. Despues de que nos dijo eso, se quedo mirando. Como si quisiera que le pidiera que le recomendara un terapeuta. Pero aun no estabamos alli. Lo estabamos intentando, y eso era todo lo que podiamos hacer. Fui al bano, me arregle el maquillaje con manchas de lagrimas y me limpie la nariz antes de volver a la sala de estar. Roger estaba viendo la television, golf creo, y apenas me miro mientras yo sacudia lentamente la cabeza. No dijo nada. --Roger --dije, tratando de evitar que mi voz temblara. Entonces levanto la vista, y nuestras miradas se encontraron por un largo segundo. --?Que? --Lo siento --dije, aunque me habia dicho antes que no iba a disculparme por esto otra vez. --Tengo mi periodo. Miro a la television nuevamente. Murmuro algo, pero no pude oirlo. --?Que fue eso? Me miro otra vez. --Nada --dijo, y luego se enderezo un poco. --No es una maldita sorpresa, ?verdad? Conociendote. Pestanee. --?Crees que yo hice que esto sucediera? Tardo mucho en responder. Cuando oi su voz, ya no estaba en la sala de estar. *** El divorcio, me aseguro mi abogado, iba bien. No tenia ningun punto de comparacion, nada con lo que relacionarlo, y no estaba particularmente interesado en profundizar en el proceso. Mientras me quedara con lo que era mio, el podia protestar todo lo que quisiera. Todos mis amigos me dijeron que deberia ser capaz de ver lo que habia pasado entre nosotros como una bendicion disfrazada -no querias realmente un nino con ese tipo, ?verdad?- pero no se sentia como una bendicion. Se sentia como una bofetada en la cara, como si no hubiera logrado escapar de nuestra relacion con dignidad. El habia sido el que presiono por el nino, y yo siempre quise complacerlo, pero me habia dado cuenta de que yo tambien queria desesperadamente un bebe. Resulto que el divorcio fue un proceso largo e interminable, y aunque una parte de mi se decia a si misma que era arcaico preocuparme por haber pasado mi mejor momento antes de quedarme embarazada, no podia permitirme ir por ello sola. Y la idea de encontrar un hombre… no era solo desagradable. Era tan absurda como la luna hecha de queso. Sabia lo que tenia que hacer. Tenia que mantener la cabeza baja, seguir haciendo mi trabajo, y preocuparme por eso, y solo eso. Eso era lo que mi terapeuta me habia recomendado. Era gracioso, habia terminado pidiendole a la Dra. Zaphyr una recomendacion despues de todo. Por eso segui yendo al trabajo, aunque cada vez que interactuaba con un nino, sentia una tristeza muy particular e insidiosa. Sabia que no iba a desaparecer, pero si no era capaz de traer a mi propio hijo a este mundo, lo menos que podia hacer era asegurarme de que los ninos que me rodeaban fueran tan felices y saludables como pudieran serlo. --?Quien es el siguiente en llegar? --Le pregunte a mi asistente, que estaba obedientemente a mi lado. --Se llama Tatiana Wilde-Garcia. Tiene tres anos y medio. --?Tres y medio? ?Para un nino sano? --Le pregunte. --La familia se acaba de mudar a la zona --respondio Kelly. --Son un poco… --Espera, ?entonces esta es su primera visita? --No para nuestra practica --dijo Kelly--. Solicitaron otro medico despues de ver al Dr. Dayleview por primera vez. Parpadee un poco. --?Dijeron por que? --Querian a alguien un poco mas… minucioso. No pude evitar reirme de eso. --Bien, de acuerdo --dije--. Supongo que tendre que hacer un gran espectaculo de esto. --Si. El padre esta un poco… parece un poco ansioso por la salud --dijo Kelly, su forma educada de decir que este padre iba a ser una pesadilla fuera de lo comun. --Lo entiendo --respondi--. No te molestes en entrar y tomar la historia antes que yo, entonces. Yo me encargare de eso. Sus ojos se abrieron de par en par. --?Esta segura, Dra. West? --Absolutamente --dije--. No quiero que tenga que seguir repitiendo lo mismo, y se hara a la idea de que soy mas atento que el Dr. Dayleview, lo cual todos sabemos que no es cierto en absoluto. Solo quedate conmigo, Kelly, y toma notas detalladas. Podria ser una de esas personas cuya ansiedad se alivia con el conocimiento. --?Lo crees? Le sonrei antes de llamar a la puerta de la habitacion cinco. --Quiero decir, honestamente, solo puedo esperar --respondi en voz baja antes de proyectar mi voz en la habitacion--. !Vamos a entrar! Abri la puerta sin mucho aviso. La nina estaba caminando, mirando el techo, que estaba pintado de colores, y el padre estaba sentado en una silla de plastico, mirandola. No pude verlo tan bien, porque su cara estaba alejada de mi, y estaba encorvado. Pude ver que era alto, porque sus piernas eran tan largas que casi me tropece con el. Tardo un poco en reposicionarse, mirandome despues de lo que parecia una eternidad. Lo primero que note en el, aparte de lo alto que era, fue lo cansado que parecia. Habia bolsas oscuras bajo sus ojos claros, y aunque parecia que habia intentado hacer un esfuerzo con su pelo, estaba claro que habia estado a medio camino, en el mejor de los casos. Sus ropas estaban limpias, pero cuando me arrastre hasta sus pies, note que sus calcetines no hacian juego. --Dra. West --dijo mientras se ponia de pie. Extendio su mano hacia mi--. La han recomendado mucho. Le sonrei mientras estrechaba su mano. Note lo suave que era su palma, pero las puntas de sus dedos tenian callos y sus unas eran un poco largas. El apreton de manos fue un poco incomodo antes de que se alejara de mi. Empece a hablar. --Asi que esta es tu… --Si, mi hija --dijo--. Es mi hija, y esta enferma, y quiero saber que le pasa. La observe un poco. Era una nina tranquila, de tamano normal para su edad, con grandes ojos y una pequena sonrisa en su rostro. No decia nada, lo que me sorprendio un poco, pero cuando obtuvo mi atencion, sonrio y me saludo. Sonrei y le hice senas para que se acercara y me arrodille. --Hola --dije--. Me llamo Dra. West. ?Como te llamas? --Tati --dijo en voz baja. --Hola, Tati --dije--. Tu papa me dice que te sientes un poco mal. ?Puedes senalar donde te duele? Sacudio la cabeza y note que su nariz estaba un poco tapada. --Bien --dije--. Hazme un favor, ?vale? Tu papa te va a ayudar a subirte a esta mesa por mi, y luego solo necesito que te quedes quieta para que pueda ayudarte a sentirte mejor pronto. ?Puedes hacer eso por mi? Ella asintio de nuevo. Su padre entro, la levanto y ella sonrio. Antes estaba bien, pero definitivamente parecia estar mejor en sus brazos. El le devolvio la sonrisa, pero habia algo en la forma en que la sostenia. --Mi asistente va a necesitar que extiendas tu brazo --dije mientras indicaba a Kelly. --Y la maquina va a apretar tu brazo un poco. Solo quedate quieta para que no tengamos que hacerlo de nuevo, ?de acuerdo?” --?Oiste eso, Tati? --dijo el padre. Ella asintio con la cabeza. --Es timida --dijo mientras Kelly se ponia a trabajar. Me gire para mirarlo. --Tiene un pequeno resfriado, pero parece estar bien. ?Ha tenido fiebre? --No --respondio--. No hay fiebre. --?Alguna tos seca o estornudo? Sacudio la cabeza. --?Que hay de perdida del apetito? --No lo se --respondio, encogiendose de hombros. --Es dificil alimentar a un nino pequeno. --Absolutamente --dije--. Lo entiendo. ?Esta mas malhumorada que de costumbre? Sacudio la cabeza. --No, honestamente, siempre ha sido una bebe muy facil de llevar --dijo --. Desde entonces… durante los ultimos meses, ha estado mas tranquila de lo normal. --Bien --dije--. ?Asi que te preocupa que su cambio de actitud este relacionado con su salud? --Oh, no. Su actitud cambio hace un tiempo --dijo, mirandome y levantando las cejas cuando no dije nada. --Su madre murio. Estamos adaptandonos. Pase saliva. --Siento mucho su perdida --dije. --Gracias --respondio. --Entonces, ?ha estado mas callada desde entonces? --No lo se --dijo--. Ocurrio de repente, y creo que, desde entonces, las cosas no han sido exactamente iguales. Estoy preocupada. Se que tiene poco sentido, pero parece que de alguna manera ella es mas vulnerable a enfermarse. Volvi a asentir con la cabeza. Tendria que preguntar mas sobre la historia familiar, y sabia que probablemente tendria que remitirlo a terapia familiar, pero no podia simplemente dejarlo asi. -- ?Le molesta si le pregunto que paso? --Cancer --dijo--. Pancreatico. Etapa cuatro en el momento en que fue descubierto. Nuevamente pase saliva. --Lo siento mucho. Es horrible. --Yo tambien --dijo--. Solo tenia treinta y seis anos. Nunca espere que criara a mi hija yo solo. Espere a que dijera algo mas, sobre todo porque no sabia que mas decir. Me sonrio, un poco triste. --Lo siento --dijo--. No quise hacerte sentir incomoda. --No lo hiciste --respondi--. ?Cuando ocurrio? --Justo antes de Navidad --dijo. Asenti con la cabeza y mire la tabla en mi mano, aunque no necesitaba leer nada. --Bueno, es un gran cambio --dije--. Dudo que le afecte fisicamente, pero puede que note algunos cambios de personalidad. El duelo es extremadamente dificil para los adultos, y los ninos pequenos no pueden decirnos como se sienten al respecto. Asintio con la cabeza, mirando entre Kelly y su hija. --Bueno --dijo--. Estoy haciendo terapia de duelo, y ella esta haciendo terapia de juego. No se si esta ayudando. Volvi a asentir con la cabeza. --Lo entiendo completamente --dije--. Es un proceso. --Gracias --dijo, su expresion se suavizo un poco. Luego cruzo los brazos sobre el pecho. Se lamio los labios antes de empezar a hablar de nuevo. --Creo que el Dr. Dayleview penso que estaba siendo paranoico, pero solo quiero que ella este bien. --Entiendo --respondi--. Bueno, dejeme examinarla, pero parece una nina feliz y saludable. Sonrio, pero aun asi parecia devastado. Me incline antes de que pudiera pensar en ello. --Escucha --dije--. Normalmente no hago esto, pero entiendo que sus circunstancias son un poco diferentes a las normales. Levanto las cejas. --Te voy a dar mi numero de telefono personal --le dije--. Enviarme un mensaje de texto es mas facil si tienes alguna pregunta, ?de acuerdo? Normalmente estoy un poco ocupado para responder. Pero si crees que ayudara… --Gracias, Doctora --dijo, sonriendome, y esta vez, se veia un poco mejor--. Se lo agradezco mucho. --?Tienes tu telefono? --Si --dijo. Lo saco de su bolsillo y estaba a punto de darme un telefono tan grande que apenas cabia en mis manos. Lo abrio primero, antes de darmelo. --Gracias de nuevo. Ha sido tan dificil, tuvimos que mudarnos justo despues de que muriera, y ha… ha sido un gran cambio. --Apuesto que si --dije mientras veia a Kelly echarme un vistazo--. Bien. Voy a examinar a su hija ahora, de acuerdo, Sr… --Wilde --dijo--. Pero puedes llamarme Oscar. Lo mire, parpadeando. --Esta bien --dijo--. Te dejare hacer una broma sobre ello, ya que eres la medica de mi hija y todo eso. Me rei. --Me abstendre. Aunque es curioso. --Una medica muy recomendada, y muy educada --dijo--. No se que mas podria haber pedido. --Soy muy competente, Sr. Wilde --le dije, sonriendole. --En serio --respondio--. Oscar esta bien. CAPITULO DOS Oscar --Lo estas haciendo muy bien --le dije a mi pequena. Ella me miro con esos enormes ojos marrones y fruncio el ceno--. La doctora dijo que estas bien y saludable. Siento que tu nariz haya estado congestionada ultimamente. No dijo nada. --Bueno, supongo que eres muy pequena para preocuparte mucho por tu estado de salud --dije mientras caminaba con ella hacia mi coche--. Pero te has portado muy bien, y eso merece una recompensa. ?Que te gustaria? Continuo mirandome fijamente. --Bien, supongo que estas cansado de la doctora --le dije mientras la ponia en su silla en el asiento trasero. Siempre habia sido una nina pequena, y me parecio aun mas pequena desde que Camila murio. Habia crecido tan rapido cuando llego al mundo, pero senti que la muerte de su madre habia proyectado una sombra tan grande sobre nosotros que su pequeno cuerpo no podia seguir creciendo. Sabia que no estaba siendo razonable, sabia que era solo una extrana conexion que mi mente habia hecho, otra cosa sobre la que pensaba que podria tener poder. Otra cosa para discutir con mi terapeuta, supuse, mientras abrochaba el cinturon a Tati. --Vamos entonces, monito --le dije--. Vamos a llevarte a casa y luego podemos ver a Moana juntos. ?Que te parece? --!Si, papa! --respondio, agitando los brazos con entusiasmo. Le devolvi la sonrisa, le bese la cabeza y me subi al coche. No estaba lejos, pero nuestro apartamento estaba en el centro, y habia mucho trafico en el camino. Sali del garaje y segui esperando en el trafico. El trafico era una de mis formas menos favoritas de pasar el tiempo, pero estaba decidida a pasar todo el tiempo que pudiera con mi hija. Me habia llevado demasiado tiempo darme cuenta de que el tiempo que habia pasado con mi difunta esposa habia sido muy poco, muy valioso. No queria parpadear y perderme nada que pudiera ser importante, no con mi bebe. Solia tener choferes para hacer este tipo de cosas, para ir por ahi y hacer mis recados, pero ya no. No desde que perdimos a Camila. Habia sido duro. Me di cuenta de que todavia habia mucha gente que hacia mis tareas por mi, pero eso estaba bien, porque eran las tareas que habrian cortado el tiempo que pasaba con mi hija. Me costo mucho, pero me di cuenta, cuando mi esposa murio, que el tiempo es el bien mas valioso. No importa cuanto dinero tengas… deberia saberlo… porque el tiempo es un regalo. Cada momento, cada segundo. Incluso cuando no se siente asi. Eso es lo que me dije a mi mismo mientras miraba a mi pequena en la parte de atras del coche. Ella estaba durmiendo entonces, muy cansada de su dura cita con la pediatra. Yo tambien tenia ganas de dormir una siesta, pero tenia que llevarnos a casa antes de poder hacerlo. Tosio un poco, dando vueltas en su sillita. Mi corazon se hundio hasta el estomago. La doctora puede que no haya encontrado algo, pero eso no significo nada. Todo lo que podria haber significado es que ella no estaba alli en el momento adecuado, o que la doctora no vio algo obvio. Eso fue lo que paso con Camila, asi que no vi por que no podia pasar con Tatiana. Habia una parte de mi que queria volver y que la revisaran de nuevo. Me dije a mi mismo que no fuera paranoico. Esto no era algo que yo pudiera controlar, y no habia necesidad de que me volviera loco. Todavia no. No hasta que la llevara a otro especialista, porque claramente, esta se habia quedado corta. Fue una pena, porque me habia gustado. Parecia inteligente, competente, y como si fuera buena con los ninos. Ciertamente era muy buena con Tati. Bueno, habia sido buena manejandola, pero no pense que fuera necesariamente buena en su trabajo. Tati tosio de nuevo y senti un escalofrio en mi columna vertebral. El trafico se habia sentido mal antes, pero tan pronto como empezo a toser, parecio reducirse a un goteo. Me pase todos los semaforos en rojo, un auto al azar me corto el paso varias veces, y habia una larga fila antes de que pudiera entrar al estacionamiento cubierto que estaba paralelo a nuestro edificio. Para cuando la desabroche, me senti listo para vomitar. La sostuve cerca, y ella se movio y sonrio. --Hola, papa --dijo. La abrace fuerte. Se rio, pero se retorcio en mis brazos. --Estas apretando demasiado fuerte. Afloje mi control sobre ella. --?Estas bien, monito? --Estoy bien --dijo--. ?Moana? --Bien. Vamos --dije. Le bese la parte superior de la cabeza, mas que nada para ver si estaba caliente, pero no lo estaba. No volvio a toser, y senti que mi ansiedad disminuyo un poco. No mucho, solo lo suficiente para llevarla al ascensor y subir las escaleras. No dijo nada. Parecia estar bien, ni siquiera inquieta o de mal humor. No estaba caliente, no se quejaba, y ya no tosia. Me dije a mi mismo que habia estado paranoico. Aun asi, saque mi telefono del bolsillo y mire el numero de telefono y la tarjeta de contacto de la Dra. West. Me pregunte si su oferta habia sido sincera. No queria tener que llamarla, pero no sabia si iba a tener muchas opciones. --?Papa? --Tati dijo, mirandome. --?Si, carino? --Pareces triste --dijo. Me mordi el labio inferior, e intente evitar que llorara. Cada vez que se daba cuenta de lo triste que me veia, hacia todo mucho mas dificil. --Estoy bien --dije--. Solo estoy cansado. Yo tambien tuve un gran dia. Me dio un abrazo y mis ojos se llenaron de lagrimas. --Veremos la pelicula juntos --dijo, repitiendo como un loro algo que le habia dicho un millon de veces. --No ayudara para siempre, pero ayudara un poco, y eso es todo lo que necesitamos.