• ayarit gallardon - Ayarit Gallardo

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    De nina, recuerdo como todos los dias al salir de la escuela, salia corriendo por las calles de mi pueblo para ir a sentarme en la Fuente de Aretusa. Sonaba que los papiros eran grandes cabezas despeinadas de musicos de una orquesta y que yo era una afamada soprano que estaba a punto de hacer estallar la vieja estatua con mi aguda voz. Imaginaba ver a Alfeo fundiendose en las aguas de Aretusa, tal cual como cuenta su mito, para muchos una violacion para la que queria permanecer virgen, para mi; una manera increible y osada de como consumar el amor de cualquier manera. Mi nombre es Tarcila, si asi como lo oyen, un nombre nada comun para una mujer nada comun, asi soy yo. Mi madre, proveniente de una familia noble de Siracusa, cuna de Arquimedes, me lo coloco en honor a mi abuela para recordarla cada vez que lo pronunciara, ya que quedo huerfana siendo una nina. En una isla tan pequena como Ortigia, todos querian y respetaban a mi madre, que era una de las pocas maestras del pueblo, lleno de pescadores y costureras analfabetas que sonaban en secreto que sus hijos tuvieran otro destino, pues en publico se enorgullecian que siguieran sus pasos. Era impensable imaginar para la epoca, como siendo huerfana, criada por sus hermanas inexpertas solo unos anos mayores que ella, pudo destacar entre tantas licenciandose como maestra en la Universidad de Catania, donde iba a estudiar todos los dias desde Ortigia en carreta. A mi padre, un apuesto y gallardo romano, lo conocio en el Teatro Massimo Bellini, cuna de la Opera en Catania, lugar que a el le encantaba frecuentar, pues aunque era constructor, su pasion por la opera y sus dotes de tenor, lo mantenia siempre cerca del escenario. Alli ocurrio la magia. La severa senorita maestra, pasados sus treinta y tantos, la que conservaba su virtud cual Aretusa, encontro el amor en aquel romano con porte de gladiador, que tal como Alfeo, lucho por fundirse en ella hasta su ultimo aliento. Mi amado padre. De el herede el gusto por la buena musica, mi voz prodigiosa y mi capacidad para sonar alto y sin limites. De mi amada madre, mi gusto por las bellas artes y por todo lo hermoso, la creatividad y la sobriedad al actuar. De su amor nacimos dos hijos, mi hermano Vittorio, en homenaje a Vittorio Emmanuelle II de Italia y yo, la estrambotica Tarcila, como mi abuela siracusana. Estrambotica fisicamente, si, asi me consideraba, ya que desde pequena era enorme, asi como les dije que mi padre parecia un gladiador, asi me veia yo, mucho mas alta y robusta que las demas ninas del pueblo, pero lo que mas aun me caracteriza con ese adjetivo es mi personalidad. Mis ojos de un hermosos color miel, pero nunca comparables al verde jade cambiante de mi madre, quien tiene una mirada tan enigmatica, que puedes ver todas las tonalidades de verde existentes segun su temperamento, y vaya que conozco todos sus colores. Mi hermano Vittorio y yo crecimos cual gemelos, ya que tan solo nos llevamos un ano. Nos adoramos con locura, pero sin decir una palabra, como hermanos crecimos entre juegos, discusiones, acusaciones y complicidades. El siempre estaba acompanando a mi padre en todo momento, aunque preferia estar pegado a las faldas de mi madre, mientras que yo, por ser nina, siempre debia estar aferrada al lazo de su delantal. Sonaba con los dias en los que mi padre silbaba desde su Giulietta rojo del 54 encendido para llevarme a Catania con sus amigos. Era nuestro dia y nuestro paseo, pues, aunque ibamos los cuatro, yo sentia que era el dia de nosotros dos unidos por la musica. Con papa impaciente en el carro, comenzaba la carrera contra el tiempo de mama. Acicalar a dos ninos pequenos que solo querian salir corriendo a pasear, mientras ella se empenaba en dejar nuestra piel brillando con una esponja, tallandonos en la vieja tina de madera, para luego vestirnos con nuestros mejores trajes. Recuerdo las rodillas de mi hermano, tratando de esconderse bajo el pantalon corto, pues siempre estaban llenos de moretones o heridas producto de sus travesuras. A mi siempre me ponian vestidos enormes, llenos de vuelos lazos y bordados, que mi mama mandaba a hacer especialmente a mano por una costurera en Taormina, no solo porque eran los mas bellos, sino porque no habian vestidos lindos para ninas de mi tamano y proporciones. Al llegar el momento de peinarme era todo un suplicio, pues mis cabellos dorados pero rebeldes como yo, eran siempre domados a la fuerza con el cepillo de metal y el brazo fuerte de mi madre, quien hacia magia para estirarlos a la altura de mis orejas, dividirlos en dos monos y hacer un par de roscas rematadas con un lazo Imaginaran a esta pobre nina con los ojos achinados a juro con lagrimas entre el dolor de cabeza constante y el apreton, pero eso si, siempre impecable, como una verdadera princesa siracusana. Todo este ritual transcurria entre corneteos incesantes, silbidos exasperados y gritos enardecidos de mi padre, quien impaciente en su Giulietta amenazaba siempre con dejarnos. Asi magistralmente comenzabamos mi hermano y yo a lloriquear a todo pulmon para apurar a mi madre, quien con sus refinados modales, no salia de casa hasta estar impoluta, orgullosa con sus dos hijos de la mano. Muchas veces la gente del pueblo se reia al ver a mi madre corriendo con nosotros para alcanzar el carro de papa cuando cansado de esperar lo ponia en marcha. Esos dias debia terminar de maquillarse y quitarse los rollos para el cabello en el camino a Catania. Eso si, antes de pasar el Ponte Nuovo, ya era toda una esfinge dorada. Por sus modales refinados, la gente que no la conocia creia que era francesa o inglesa. Jamas imaginaban que era de Ortigia, ni siquiera de Catania donde se formo, porque seas de Siracusa, Taormina o simplemente siciliano, lo bullicioso para un italiano se lleva en la sangre. Pero ella no. Mi madre era una mujer muy discreta y silenciosa, de profunda formacion religiosa. Aprendio a pintar como cualquier maestro renacentista y como buena italiana, su amor por la cocina era insuperable, solo que tenia una manera muy delicada y particular de preparar todo, que la diferenciaba de las demas mujeres del pueblo, que habian heredado las recetas ancestrales de sus nonas. Mi padre, tambien era un experto en la cocina y verlo cocinar era todo un espectaculo, pues mientras lo hacia, parecia estar excavando en una cantera romana. Mi madre con las manos en la cabeza, sentada de espaldas en la mesa del comedor, sin poder hacer nada mas que pensar que papa estaba demoliendo la cocina y mi hermano y yo nos divertiamos viendolo hacha en mano, como un gran lenador para deshuesar algun ave o descamar un pescado Eso si, al preparar sus grandes banquetes, quedabamos retozando de alegria. Solo mi pobre madre se levantaba de la mesa, mientras nosotros canturreabamos una cancion con el, para ir a poner orden en su mas preciado rincon: la cocina. Recuerdo cuando una de esas veces sentados frente a la mesa, me senti tan en confianza que les exprese a todos mi deseo de ser parte de un mariachi mexicano cuando fuera grande. Esa musica siempre estuvo presente en nuestro hogar, ya que papa aun sin entender lo que decian las canciones en espanol, nos enseno a admirar a los grandes cantantes de la epoca de oro mexicana. Yo muy emocionada infle mi pecho, dispuesta a entonar una de esas tonadas, cuando mi hermano, con su risa unica y particular comenzo a burlarse de mi deseo, diciendo que solo podia servir para cargar el guitarron, una guitarra mexicana enorme que hace la funcion de bajo. Correteos por toda la mesa hasta que pude alcanzarlo y en un intento de imitar las lecciones de lucha que papa nos habia ensenado, le salte encima y le saque el aire como a un globo desinflandose. Todavia hoy en dia nos reimos al recordar el hecho, sobre todo, los golpes que nos dio mi madre con la paleta de madera de la cocina, con la que preparaba sus divinas recetas, pero tambien nos ajusticiaba de vez en cuando. Despues de este dia, decidi aferrarme mas a mi sueno de ser cantante, solo que no volvi a contarle a nadie mis deseos, por lo menos no hasta que pudiera cristalizarlos. Cuando cumpli 12 anos, mi madre me regalo el obsequio que cambiaria mi perspectiva, al que me engancharia de por vida de una manera fantastica, el que me hizo dejar de pensar como nina, para usar mi imaginacion de mujer. Mi madre me regalo un alfiletero estampado Si, como lo leen, un alfiletero, pero no cualquiera. Uno hecho con un tela magnifica llena de hermosas flores negras brocadas, lo que hacian parecer relieve, uno enormes ojos azules hechos de boton y un cabello lleno de fibras doradas de un cordon deshilachado. Se me olvido agregar que mi alfiletero era un muneco, si un muneco hecho con retazos de tela por mi mama, para que yo colocara alfileres y agujas mientras aprendia a coser y a bordar Para mi con mi extrana personalidad, resulto ser practicamente un objeto de culto, pues mientras las otras ninas jugaban con sus tontas munequitas de trapo insulsas, yo tenia el poder de imaginar que ese muneco tomaba vida, que esas flores formaban parte de su piel y que las agujas y alfileres con que lo traspasaba, era parte de su indumentaria diaria. Ese era mi hombre ideal, asi noche tras noche formaba en mi mente cada detalle de su piel, de sus facciones, de nuestro primer encuentro, de como reconocerlo al verlo a los ojos y de como me reconoceria sin siquiera conocerme. Pero como no iba a saber de mi, si desde que llego a mis manos, esta a mi lado perpetuamente, como el amor eterno, ese que te acompanara para siempre. Mis amigas se burlan de mi, pues lo ven como un muneco sucio, desgrenado y feo, con el que no puedo jugar, porque solo es un alfiletero, pero para mi es mucho mas que eso. Es y sera toda mi vida, pues mi historia gira a traves de sus azules ojos de boton, que me miran tan profundamente, haciendome estremecer al sentir su rasposa barba al ras, cuando lo froto sobre mi rostro. Su retorcida sonrisa dibujada, me muestra una dentadura perfecta que brilla a la luz de la luna que atraviesa los barrotes de mi ventana. Sus alfileres llenos de bolitas de colores cada dia cambian de posicion, como si se llenara aun mas de ellos. Me imagino perforando cada centimetro de su piel con ellos. Se los dije. Soy extravagante y en mi familia nadie podia entenderlo. Por eso debia callar. Jamas nadie podia enterarse de mi amor por mi alfiletero. Para muchos rayaria en lo enfermo, en lo perverso. Para mi solo era eso: el mas puro y verdadero amor hecho alfiletero. Estando en mis clases de literatura, volaba con la imaginacion ante cada historia que leia la profesora, imaginando que los dos protagonizabamos las sagas mas romanticas o tragicas, pues se que el amor no todo es color de rosa, pero al estar a su lado, con seguridad, la historia sin importar su final, realmente no tendria fin alguno, pues siempre al ponerle un nuevo alfiler la podria comenzar a narrar de nuevo. Cuando toco irme a estudiar a la universidad, le di un buen bano, porque el pobre con los anos habia perdido un poco de color, le remarque los bordados de la tela para que tomaran mas vida sus tatuajes, cambie las hebras destenidas de su cabello, por un estambre dorado, al que le hice una larga cola, pues sonaba con acariciar esa lacia melena. Coloque en sus manos un pequeno violin de madera que mi padre me habia tallado y lo fije a un brazalete de cuero negro, para que fuera mi companero en esta nueva etapa. Antes de emprender mi viaje, mi madre muy devota de la virgen de las lagrimas, me llevo a su santuario en Siracusa. Fue un momento hermoso, pues compartimos como nunca el amor de madre e hija. Su severidad no le permitia llorar ante mi part,

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  • Somos lo que nos contamos de Oscar Vilarroya

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    Somos una especie narrativa: en vez de Homo sapiens deberiamos hablar de Homo narrator.

  • La chica de la Leica de Helena Janeczek

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    El 1 de agosto de 1937, un desfile lleno de banderas rojas cruza Paris: es el cortejo funebre que sigue a Gerda Taro (Stuttgart, 1910-El Escorial, 1937, y llamada en realidad Gerta Pohorylle), la primera fotorreportera muerta en un campo de batalla. Ese ano hubiera cumplido veintisiete anos. Andre Friedman (su expareja, y con quien Taro <> el mitico fotografo Robert Capa), en primera fila, esta destrozado. Entre los asistentes se encuentran otros amigos de Taro de tiempo atras: la joven Ruth Cerf, con quien vivio en Paris tras su huida de Alemania; Willy Chardack, que vio como ella preferia a
    Georg Kuritzkes, empenado a su vez en combatir en las Bridagas Internacionales. En todos ellos Gerda Taro dejo una huella indeleble. Tanto que, anos despues, basta una conversacion telefonica de Willy y Georg para desencadenar los recuerdos de todos. Asi comienza esta obra, rigurosamente documentada, sobre una figura en la que, en escasos anos, cristalizaron la juventud, la alegria de vivir, el talento y el compromiso en un tiempo de crisis economica, de ascenso del nazismo, de persecucion y de guerra.

  • El alma de la fiesta. Murphy no dejara de sorprenderte de Miriam Meza

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    Hay ciertos eventos en la vida que marcan un antes y un despues. Como en las peliculas o los libros, en los que un giro de la trama sorprende a los protagonistas y cambia inesperadamente su futuro. Lo que no me esperaba es que uno de esos momentos trascendentales sucediera despues de una noche de copas, cuando mi mente no estaba precisamente en el sitio correcto.

  • Desventuras de un Imbecil 2 de J. M. Martinez Pedros

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    Estuve todo el ano en curso esperando el mes de agosto. Si, senoras y senores, ese mes en donde las senoras anoraban su pueblo de origen y los sufridos maridos se quedaban al pie del canon. Nosotros, los mas idiotas e infelices del mundo. Pensabamos que nos dedicariamos a hacer lo que nos viniese en gana. Es decir: todo lo que generosamente nos permitieran las demas mujeres... Ya se lo que pensaran ustedes. !Vaya pedazos de hijos de perra que tenian por maridos! Que si seran unos cerdos malnacidos, que si eran unos adulteros. En definitiva, y de seguro que llegarian a la conclusion de que dicho comportamiento de los mal llamados "Rodriguez" rayarian la violencia de genero y otras sartas de ideas preconcebidas por los medios de comunicacion que sin duda rondaran vuestras privilegiadas mentes modernistas, pero espero que esten conmigo en que vosotras en el fondo os alegrais de libraros del pedazo de burro de vuestros maridos, que cuando vienen de trabajar solo esperaban la cena y que le dejasen en paz delante de su querido aparato de television. Todo eso es muy bonito, pero los planes nunca salian como uno quiere. No pensaran que no lo intente, fue todo en vano. Luego de gastarme un buen dinero en frecuentar las discotecas de moda y comprarme ropa adecuada a la epoca, me di cuenta de que habia perdido mi, digamos, "Charme". Estaba mas pasado que las maracas de Machin. Como podriais imaginaros, hice el mas esperpentico de los ridiculos, asi que me refugie en mi casa, consolandome a base de videos porno y comer guarradas, que si mi medico lo supiese, renegaria de mi, no tres veces como Pedro a Jesus. De seguro que no pararia hasta el dia del juicio final. Solo salia de casa para trabajar (que remedio), para comprar tabaco (maldito vicio) o para ir al videoclub. Lo peor que le pudiera pasar a un "Rodriguez" que estuviera lamiendose sus heridas era anorar a su mujer hasta el punto de tener suenos eroticos con ella. Siendo el podio de las desgracias ver de nuevo la misma peli porno, alquilada el dia anterior. Entonces, se podria decir que uno habia tocado fondo. Y para rematar la desgracia, no tener ganas ni remotamente de devolverla. Era viernes por la tarde, la television emitia la basura de siempre y encima eran refritos de viejos programas, emitidos en tiempos de Maria Castana, asi que hice de tripas corazon y arrastre mi aburrimiento y melancolia hacia el establecimiento de alquiler de peliculas. Fui caminando, sudando, cabizbajo y el aburrimiento me pesaba lo mismo que si llevara la cruz de mi propio Via Crucis. No queria ver a nadie ni conocido ni desconocido, estaba con un humor de perros y, maldita sea, incluso si me enterara de que mi familia estaba pasandolo mal, puede que aquello me resultase incluso hasta un alivio. Me avergonzaba de mis pensamientos, !pero que cojones! !Que se jodan por dejarme solo! Como siempre la ciudad me asqueaba con sus aceras llenas de desperdicios, cagadas y orines de perros. Lo peor, los viandantes que circulaban ajenos a mis desgracias. !!Eran muy importantes para mi!! ?Por que no se paraban y me preguntaban, me consolaban o simplemente me saludaban? Era lamentable percibir lo poco que importaba a los demas. Raudos, pasaban ante mi, desde luego que todos tenian sus problemas, !pero miradme, por favor!, !decidme algo, no ven que estoy fatal! En estas cuestiones del alma estaba cuando un chirrido de neumaticos me sobresalto. Fije mi atencion en la atestada calle. A escasos metros de mi y en medio de la calzada estaba agonizando un perro, que tuvo la desgracia de que lo destripara una de esas maquinas que nos cuesta a todos un rinon y dicen que es peor de mantener y mas caro que una amante caprichosa. El auto apenas paro, reanudando la marcha tan velozmente como se produjo el atropello. No se el porque o no tenia nada mejor que hacer, pero me entretuve mirando al pobre can, como movia la pata en sus ultimos estertores. Pense en que sin duda, aunque fuera un perro, seguro que alguno lo echaria de menos. No obstante, mi pensamiento me parecio atroz, pero es asi, observar una desgracia, aunque fuera la de un animal, me sirvio de consuelo. Extrano, ?verdad? Pero efectivo. Segui absorto observando hasta que ya no se movio. Por supuesto, nadie paraba y otra curiosidad que recalco. Ahora que el pobre bicho estaba muerto, todos los conductores lo sorteaban. No pude evitar pensar que mas valio que lo hubieran evitado antes. El suceso me estaba deprimiendo mas todavia. Necesitaba urgentemente una racion doble de porno, una buena cerveza de barril y una cajetilla de tabaco. !Que quereis que os diga! Va a ser verdad eso que dicen del varon: que no podemos hacer ni pensar dos cosas a la vez. Dejando al chucho destripado, raudo, me di media vuelta, pero me tope con mi imagen en las vitrinas de unos grandes almacenes. De nuevo me pare, de nuevo me quede absorto. ?Era yo el que se reflejaba? !!No podia ser!! Aquel tipo llevaba barba de varios dias, el pelo alborotado, la cara castigada por la edad y la nariz partida de boxeador (cuando era nino, decidi volar como Superman). Vestia de cualquier manera: con un viejo chandal pasado de moda, zapatillas viejas y sucias. La verdad es que nunca habia sido agradecido. Jamas seria capaz de hacer dano a nadie, ni siquiera tenia malos pensamientos (exceptuando los sexuales). Mi aspecto podria perfectamente pasar por un maleante o algo peor. De seguro que si de noche me cruzara con alguna damisela, su reaccion seria la mas apropiada hacia mi aspecto. No lo duden. Por eso siempre me pregunte que habia encontrado mi mujer para resultarle lo suficiente atractivo para que se casara conmigo. ?O es que las mujeres tienen el gusto en otra parte que no sea en los ojos? No como nosotros, que todo nos entra por la vista o por el estomago. !Ya volvia a nombrar a mi mujer! Eso queria decir que estaba peor de lo que pensaba. Menos mal que al final de la calle, las luces de neon de color verde, lo mismo que las cruce verdes parpadeantes de las farmacias, me anunciaban el tan ansiado videoclub, en donde tendria la solucion a todos mis problemas...

  • Mary y la serpiente de A.l. Kennedy

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    El espiritu de El principito reelaborado para el siglo XXI.

  • Una esposa para el jeque de Tara Pammi

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  • Casarse por amor esta sobrevalorado de Mar De La Vega

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    Un matrimonio de conveniencia mas atipico de lo habitual. Dos conyuges muy distintos. El, una estrella de la musica con un lado oscuro; ella, una joven estudiante hispano-britanica obligada a desdoblarse en dos mujeres diferentes. Un contrato matrimonial especial, sin sexo ni convivencia, pero con muchos secretos. Una historia agil y entretenida, pero tambien de superacion y crecimiento.

  • Luna de sangre (Beatrix Rose 2) de Mark Dawson

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    Hace diez anos, Beatrix Rose formaba parte de un implacable grupo clandestino que se encargaba de realizar el trabajo sucio del gobierno britanico. Cuando descubrio que el jefe del grupo era corrupto, este envio a cinco de sus asesinos para que la eliminaran, pero no lograron su proposito. Craso error.

  • Un dia para olvidar de Teresa Mateo Arenas

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    El dia de nochebuena todos esperaban a Ramiro, pero Ramiro no llega. La mesa esta puesta, han llegado todos los invitados, solo falta Ramiro, pero Ramiro no llega. ni llegara.
    Yolanda Duperly es la hermana menor de Ramiro, la que se ha hecho cargo de el desde que su madre, afectada de Alzheimer, ha dejado de darse cuenta de la realidad y vive sumida en su oscuridad.
    Yolanda emprende una cruzada en la busqueda de su hermano.

  • Almas Salvajes de Elizabeth Hay

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    GUERRERO, SIRVIENTE, ENEMIGO Y AMANTE.
    En medio de la lectura del testamento de su esposo la extrana aparicion entre los nuevos bienes heredados de un cilindro antiguo con pistones y un sobre que resguarda una postal llena de simbolos druidicos y transcripciones en una lengua extrana datado de hace un ano atras, a su nombre con la figura de un leprechaun y en su reverso un autentico acertijo en clave, hacen que la racional Brianna O'Connor, psiquiatra y agnostica se embarque en una aventura peligrosa que condicionara el resurgimiento de entre las sombras de una antigua orden secreta. El periplo de Brianna en la busqueda de respuestas la llevara sin remedio a Glasgow donde confluira su pasado y su presente cuando conozca al enigmatico y hermetico Niall Jonsson, un criptologo historiador islandes especialista en la cultura celta.

  • Si te enamoras, pierdes de Marta Marin

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    Me incline hacia el edredon que habia quedado a los pies de mi cama, me tape hasta el cuello y me quede ahi sentada. Pronto empece a llorar. "Tengo que librarme de el, pero, ?como?" "Le quiero". "Deberia contarselo a alguien". "?Como puedo ser tan estupida?" "Esto va a acabar conmigo". Llore desconsolada. No se cuanto tiempo pudo pasar pero fue suficiente para dejarme exhausta.

  • Esther cumple cuarenta de Carlos Portela , Purita Campos

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    El mundo no se acaba aunque se cumplan cuarenta anos. Este es el pensamiento de Esther, que espera, entre ilusionada y temerosa, el dia de su cumpleanos. Ya no es la joven timida de hace un tiempo; sin embargo, conserva sus inconfundibles pecas.

  • Una voz escondida, Parinoush Saniee de Parinoush Saniee

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    Tras el extraordinario exito obtenido con el El libro de mi destino, donde dio voz a las mujeres iranies oprimidas por el fanatismo religioso, Parinoush Saniee aborda en su segunda novela las aciagas secuelas de la insensibilidad y la ignorancia. Basandose en el caso real de un nino que no hablo hasta cumplir los siete anos, Saniee toma el pulso a la sociedad de su pais con una historia en la que el silencio cobra la fuerza de un grito de protesta.

  • El escritor de Gonzalo Carretero Contreras

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    Durante mas de una decada, el mundo ha acogido con expectacion las novelas de Arthur Carraway. Poco se sabe del misterioso escritor: rumores sobre sus problemas con el alcohol, sus traumas de la infancia y sus viajes a tierras lejanas solo anaden intriga a la iconica figura. Poco despues de la publicacion de su ultimo libro, su cuerpo es encontrado en la escena de un crimen, inconsciente, tendido sobre el cadaver del anciano senor Emmerton.

  • La ultima historia que contar de Buho

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    Janet intentaba conciliar el sueno en aquella cama improvisada que habia armado en mitad del salon de la casa de su hermano. Faltaban pocas horas para el funeral de su cunada y no habia querido dejarle solo en aquel momento tan fatidico de su vida. Jackson estaba destrozado. Podia verlo en la forma en la que se arrastraba por toda la casa, de habitacion en habitacion, sin mediar una sola palabra con ella. Parecia un alma en pena, un muerto viviente que erraba sin rumbo por el mundo. << Vete >> , le decia, << dejame en paz, quiero estar solo >> . Esas eran las unicas palabras que repetia, en bucle, una detras de otra. Janet sentia lastima por el. Sabia que Ana habia sido el gran amor de su vida y que, aunque ella hacia mucho tiempo que habia perdido la esperanza de sobrevivir, el nunca se habia rendido. Siempre creyo que al final la fuerza de su mujer ganaria la batalla contra la enfermedad. Pero se equivocaba. La enfermedad habia ganado, tal y como los medicos habian predicho que sucederia. Toc, toc, toc... Tres golpes firmes y secos la obligaron a abrir los ojos. Miro el reloj que colgaba sobre la repisa del salon y comprobo que eran las dos menos cuarto de la madrugada. Toc, toc, toc... Los golpes provenian de la cocina. Jackson debia de estar preparandose algo para comer, y eso era bueno. Muy bueno. ?Cuanto llevaba su hermano sin alimentarse? Lo veia escualido y palido. Parecia un saco de huesos con una careta cadaverica en el rostro. Aquellas ojeras ennegrecidas delataban el sufrimiento que habia padecido durante los ultimos meses de su vida. Toc, toc, toc... Janet tuvo un mal presentimiento y se incorporo sobre el colchon. Encendio la lampara de pie de la estancia y volvio a comprobar el reloj de la repisa. Sonrio al ver todos los libros que descansaban en la estanteria y penso en su cunada. Habia sido una gran lectora. Se fijo en uno en concreto. << Esperanza >> , de Paula Brown. Esperanza. Aquel si que era un buen titulo. Toc, toc, toc... El mal presentimiento volvio a instaurarse en ella y, confusa, se incorporo y camino por el oscuro pasillo. La luz de la cocina estaba encendida. La puerta abierta. Una escalofriante imagen se proyectaba en la sombra de la pared; su hermano estaba sentado y su silueta se perfilaba con detalle, pero habia algo extrano en aquella sombra. En su pecho…, habia algo que no encajaba. Janet sintio que se quedaba sin respiracion y camino un paso al frente para asomar la cabeza a traves del umbral. Entonces, lo vio y lo comprendio todo. Los ojos se le empanaron de inmediato. Jackson estaba sentado en la silla, en mitad de la estancia, y un cuchillo atravesaba su pecho. Toc, toc, toc... Tenia la mirada perdida en la lejania y estaba totalmente ido mientras que, con el puno de la mano derecha, golpeaba con fuerza aquel punal que cada vez desgarraba mas su carne, introduciendose en su interior. Clavandose mas hondo y mas hondo en su esternon. El grito ensordecedor de Janet inundo la casa. La muerte seguia presente entre aquellas paredes. 1 Paula reviso su bandeja de correo electronico por decimoquinta vez en aquella manana. Los emails se iban aglomerando, uno detras de otro, y ni siquiera se atrevia a abrirlos. Algunos pertenecian a su editora, otros, en cambio, provenian de sus mas fieles y antiguos lectores. Suspiro profundamente antes de cerrar la pantalla. En algun instante tendria que armarse del suficiente valor como para dar la cara, pero por el momento no se veia ni remotamente capaz. Tic, tac. El tiempo jugaba en su contra. A pesar de que seguia en el top de ventas, las ganancias de su ultima novela cada vez iban descendiendo mas y mas. Abrio la pagina vacia del procesador de textos y se quedo mirandola con una sensacion de desasosiego que iba in crescendo dentro de ella. En lugar de comenzar con las primeras palabras de una historia, opto por realizar esa maravillosa lista que su terapeuta le habia recomendado y con la que pretendia solucionar el problema de su bloqueo mental. Ella, la chica prodigio, estaba sin ideas. Su mente, que siempre era un bullicio constante de personajes, tramas y reflexiones, se habia quedado vacia. En blanco. Cuando cerraba los ojos y pensaba en lo proximo que iba a escribir, no encontraba nada; solamente una neblina blanca que lo empanaba todo y que le hacia sentirse acabada. Intentaba decirse a si misma que no lo estaba. Aun no habia alcanzado la treintena y llevaba a sus espaldas una centena de exitosas novelas. Prometia ser una de las grandes, de las que marcaba historia y de las que, anos despues, todo el mundo hablaria. Quizas, en algun futuro, sus descendientes tropezarian con su nombre en los libros de literatura y en los textos de las enciclopedias. No podia saberlo a ciencia cierta, pero era lo suficientemente inteligente para saber que, si continuaba por ese camino, lo conseguiria. Solamente necesitaba ser aplicada y mantener la constancia. Y por supuesto, volver a la normalidad. Pero, ?como espantaba la maldita neblina blanca que se habia metido como un gusano en el interior de su cerebro? ?Como retomaba su escritura y hacia desaparecer el panico que sentia ante la maldita pagina en blanco? Si, era una chica lista, asi que habia hecho unos calculos rapidos para imaginar que seria de su vida en caso de que el contenido que almacenaba entre las paredes de su craneo se hubiera quedado hecho pure e inservible. Si su cabeza seguia sin funcionar, entonces... Tendria que revender los derechos de sus historias y buscar un tiburon que pudiera ejercer de agente literario y explotar todo lo que tenia hasta que no quedase nada mas de lo que tirar. Penso que, llegado ese momento de desesperacion, tendria que vender su centrico y luminoso atico londinense. Y tambien que, lo mas probable y sensato, seria encontrar algun negocio rentable en el que invertir algo de dinero antes de que sus cuentas bancarias comenzaran a parpadear en rojo. << No voy a quedarme sin ideas >> , se dijo, mirando la pagina vacia. Joder. Ni siquiera necesitaba escribir una historia, lo unico que tenia que hacer era esa maldita y absurda lista que su terapeuta le habia recomendado. Y ni eso fluia. Una lista de actividades. Una lista que supusiera un cambio de rutina y que le obligase a abandonar su zona de confort. Paula volvio a mirar la pagina en blanco y sonrio. Nunca habia necesitado ningun cambio de rutina y, mucho menos, absurdas listas como aquella. Encontraba la inspiracion en cosas banales y sencillas, como una conversacion ajena en la mesa contigua de la cafeteria en la que cada manana desayunaba un croissant y un nespresso. Rara era la ocasion en la que terminaba una de sus historias sin que la siguiente ya asomara entre sus pensamientos, borboteando con cada vez mas intensidad y proclamandose nueva protagonista de sus proximas semanas. Pero nada. No habia nada borboteando entre aquella maldita y espesa neblina blanca. Dejo la pagina en blanco. Ni siquiera se molesto en poner un << 1 >> que enumerase el principio de la lista de actividades. En lugar de hacerlo, apago la pantalla y se levanto de su escritorio. Aquel pequeno rincon de la casa era su santuario, donde realmente se sentia en paz consigo misma. O, en realidad, donde realmente se habia sentido en paz hasta aquel instante. Se dejo caer en el sofa y observo las manchas de humedad que habian comenzado a carcomer los techos blanquecinos de su atico. Penso que debia llamar al seguro para solventar aquel problema cuanto antes, pero despues se rio de lo patetico que sonaba. Aquel era el menor de sus problemas. La menor de sus preocupaciones. Escucho la melodia de su telefono sonar en algun rincon de su casa, pero no se molesto en buscarlo. Fuera quien fuese, no le interesaba. Nadie le interesaba. Admitir que se sentia a la deriva y sin rumbo era demasiado humillante como para expresarlo en voz alta, asi que procuraba mantener lejos de su persona a cualquier persona que pudiera ser capaz de pronunciar la temida pregunta: << ?en que estas trabajando ahora? >>. Cerro los ojos y respiro profundamente. Sintio como los pulmones se le llenaban de aire y como su pecho ascendia ligeramente. Pero no se quedo satisfecha, seguia sintiendose... mal, muy mal. Y ese sentimiento cada vez iba a peor. Una vez mas, volvio a pensar en el imbecil de su terapeuta. Si, Paula pensaba que era un autentico idiota y que sus consejos no servirian para nada; pero estaba tan desesperada y dispuesta a cualquier cosa que habia decidido probar suerte. Roger, se llamaba. Roger Hawkins. Debia de rondar los cincuenta y parecia un fracasado con corbata y cara de pocos amigos. De un simple vistazo, Paula adivino que era un hombre divorciado que seguia llorando por su mujer. En todas las sesiones llevaba la corbata torcida, la camisa sin planchar y los cuellos manchados de cafe. Supuso que debia de estar pasandole una buena pension a la susodicha por el descosido que mostraba en los pantalones roidos de traje que no renovaba a pesar de las caras tarifas que imponia a sus clientes. Tampoco habia pasado por alto la alianza que seguia llevando en su mano. Pero todo eso solamente eran imaginaciones suyas. En realidad, no tenia ni idea de como era la vida conyugal del idiota de su terapeuta. Lo que si que sabia era que, segun Roger Hawkins, estaba sufriendo un bloqueo mental por aburrimiento. Y eso no podia ser cierto porque ella adoraba su vida, su rutina y, por supuesto, sus pequenos espacios de aburrimiento. Seguia con los ojos cerrados y la neblina seguia flotando a su alrededor. Tenia que llamar a su editora para estirar los plazos de entrega lo maximo posible. Necesitaba ganar tiempo y que no le echasen atras el siguiente adelanto de royalties que le correspondia... Intento imaginar como se enfrentaria a esa conversacion, pero no fue capaz. El sueno comenzo a envolverla lentamente despejando la nebulosa blanquecina que solia acaparar su cabeza cuando estaba despierta. Ultimamente estaba cansada, muy cansada. Cuanto menos hacia, mas inactiva y cansada se sentia. Era como si ese maldito bloqueo mental tambien la estuviera paralizando fisicamente, agotandola. Paula sintio miedo. En ocasiones tenia la sensacion de que estaba comenzando a desaparecer del mundo con lentitud. Poco a poco, muy despacio... Pero despareciendo. Si no frenaba esa niebla, terminaria completamente perdida. Entonces escucho el sonido del tren. De la locomotora, mas bien. La neblina se fue despejando poco a poco mientras el sonido de la friccion producido por la via al paso de las ruedas iba cobrando volumen hasta convertirse en ensordecedor. Parpadeo varias veces, confusa, y se dio cuenta de que estaba en mitad de las vias, anclada. Queria moverse. Queria hacerse a un lado y quitarse del medio, pero no podia. Sentia que las leyes de la gravedad se habian modificado y que, de pronto, su cuerpo pesaba una tonelada. Intentaba levantar la planta de sus pies del suelo, pero no era capaz. No podia moverse. Por fin atisbo la locomotora. Habia doblado una curva y habia aparecido en su campo de vision. El corazon se le acelero al instante, pero la repentina paralisis que atrofiaba sus extremidades seguia sin permitirle apartarse a un lado. El humo de la chimenea cada vez estaba mas cerca y Paula calculo que, en cuestion de segundos, aquella maquina de carbon y pistones terminaria arrollandola y haciendo de sus huesos papilla de ferrocarril. Cerro los ojos. El corazon le latia con tanta fuerza que podia escucharlo en el interior de sus oidos. Estaba a punto de morir. Estaba a punto de desaparecer.

  • Estampas de nina de Camila Couve

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    “Premio Circulo de Criticos de Chile, 2018, mejor obra literaria categoria Escrituras de la memoria”

  • Los cielos de carbon, Gonzalo Arjona de Gonzalo Arjona

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  • Atados a las estrellas, Amie Kaufman de Amie Kaufman

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    Es una noche como cualquier otra a bordo de la Icaro, la nave mas impresionante del universo. Hasta que una averia provoca que la nave se estrelle en un planeta desierto.

  • El guardes silente (El librero de toledo 2) de Manuel Peitado

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    Han pasado cinco anos desde que Domenico, nuestro joven protagonista,ingreso en un centro psiquiatrico para expiar sus culpas y cancelar su deuda con la sociedad. La Espana con la que amanecera, nada tiene que ver con aquella que dejo en 1.975. Su liberacion nos hara plenamente conscientes y participes de la inminente justicia, que irremisiblemente llegara a todos los que propiciaron muertes sin sentido, con un desproposito lleno de impiedad y locura. En esta segunda entrega, el protagonista no dudara en adentrarse en los ambientes mas sordidos de la epoca y nos hara vibrar, sufrir y disfrutar con sus andanzas que nos deja expectantes, esperando su destino que hacemos nuestro. Personaje querido y odiado que, gracias a su autor, sigue sin dejarnos indiferentes y que nos lleva de la mano hasta las profundidades de un final inesperado y, quizas, fatal. Domenico, hombre sadico y nino desvalido fuertemente influenciado por los conflictos de su entorno, emprendera una lucha encarnizada contra aquellos que creen que gozan de un poder omnimodo que les permite burlar las leyes y dar justicia a su capricho. Manuel Peiteado aborda asuntos tan delicados como la pederastia, la homofobia o mismamente el sado, que no dejara indiferente al lector. Novela trepidante que seduce y enamora por su ritmo, escrita sin artificios y en la que la intriga va in crescendo a lo largo de sus paginas.

  • Donde todo es corazon de Arelys Y. Guerra

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    Nora Miller regresa a casa, vuelve a sus raices llevando consigo un pasado de sombras y dolor. No sabe lo preciosa que es porque se empena en esconderse detras del mostrador de una cafeteria. No imagina que su belleza causa estragos en las calles de New York.

  • La magia de tu musica (Galway Snowshill 2) de Elena De La Cruz

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    Adele, es una londinense afincada en Barcelona, propietaria y directora de la empresa de eventos Dream Wedding, una mujer con mucho caracter y las prioridades muy claras. Oriol, musico y guitarrista de rock, al que no le ha llegado aun el exito, trabaja para ella y ameniza con su grupo bodas y eventos. Son el dia y la noche, el blanco y el negro, la luz y la oscuridad, dos trenes chocando de frente, antagonicos, incompatibles y opuestos. Una noche loca los acerca demasiado y las consecuencias los llevaran a un callejon. ?sin salida? Solo parece haber algo que los une sin remedio: la magia de la musica.

  • El amante de A. Martin

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    La novela mas erotica que puedes leer.

  • Tres mujeres y una historia de Lily Carmona

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    Alba encuentra una fotografia donde aparece, siendo aun adolescente, entre dos mujeres, Ruth y Laura, amigas de su padre. Se pregunta que habra sido de ellas mientras comienza una busqueda. Uniendo los hilos de cada uno de los personajes ira tejiendo la historia de las dos mujeres, que la llevara a reencontrarse consigo misma.

  • Una segunda oportunidad de Jane Green

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    La muerte de Tom supone un duro golpe para sus viejos amigos, pero tambien les brinda la oportunidad de reunirse de nuevo y redescubrir el poder de la amistad y recuperar la fuerza para perseguir aquellos suenos que tanta importancia tuvieron en el pasado.

  • La tierra maldita de Juan Francisco Ferrandiz

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  • El gran bazar del ferrocarril de Paul Theroux

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    La cronica de un viaje por Turquia, Extremo Oriente y Siberia, con el tren como lugar de encuentro, que inauguro un nuevo genero de literatura de viajes.

  • La molecula de Dios (Natalie Davis 4) de Annabel Navarro

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    La agente Natalie Davis sospecha que alguien de su equipo se ha cambiado de bando, sin embargo, su intencion de iniciar una investigacion paralela junto a su companera Olivia va a tener que esperar; ahora tiene otros problemas mas importantes de los que ocuparse. Tras un tiroteo en el que Natalie sale ilesa, la agente ha sido reducida con una pistola electrica e introducida en una furgoneta; alguien se esta tomando demasiadas molestias para hacer desaparecer a la federal.

  • Un matrimonio de anuncio, Romina Naranjo de Romina Naranjo

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    Oliver Hamer, afamado publicista y reconocido playboy, se enfrenta a uno de los mayores retos de su carrera profesional cuando un titan mexicano de la industria automovilistica se interesa en el para que dirija la campana publicitaria de su nueva flota de vehiculos.

  • Un amor de quita y pon de Noni Garcia

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    !Estoy reventado! Rita se acaba de ir y la noche no ha tenido desperdicio alguno. Tengo que empezar a dejar de hacer estas cosas porque hoy es miercoles, tengo mucho trabajo y no se si mi cuerpo aguantara hasta la cena de esta noche que promete ser larga y aburrida. Voy a cancelar los planes que tengo para esta tarde porque me urge descansar. Definitivamente, me estoy haciendo mayor y estas noches de sexo las voy a tener que aplazar para los fines de semana. Alguien llama a la puerta y estoy seguro de que sera Rita que se ha dejado algo. No me molesto en ponerme nada mas alla de los pantalones del pijama porque no va a ver nada que no haya visto esta noche. Abro la puerta esperando encontrarme con ella, pero cual es mi sorpresa al ver que es alguien que no conozco. Por su vestimenta deduzco que es la nueva empleada del hogar que me ha mandado la empresa de limpieza porque Trini ya se ha jubilado. La chica me mira, aparta la vista y caigo en la cuenta de las pintas que tengo a las ocho de la manana, vestido con el pantalon del pijama, con el pelo revuelto y cara de haber estado follando toda la noche. No se por que, pero hasta me siento un poco avergonzado. --Disculpa, crei que eras otra persona. Pasa y sientate, enseguida estoy contigo. La chica pasa diciendo un timido "Gracias" y se sienta en una de las sillas que rodean la mesa del salon dando la espalda al pasillo que lleva a las habitaciones. La observo si ser visto. No creo que tenga mucho mas de treinta anos, es morena, con el pelo muy corto y medira un metro sesenta aproximadamente. Demasiado delgada para mi gusto y con la mirada demasiado triste o, al menos, eso me ha parecido al verla aparecer en mi puerta. Rapidamente me pongo una sudadera y vuelvo al salon. Ella se levanta de la silla al verme llegar, pero sigue con la mirada baja. --Mi nombre es Gonzalo, aunque creo que eso ya lo sabras. --Le tiendo la mano y ella timidamente la toma. --Yo soy Nadia. Soy la persona que va a sustituir a Trini. --Me lo he imaginado... Por ese acento deduzco que eres argentina, ?verdad? --Levanta la mirada y clava sus preciosos ojos marrones en los mios. Si, es tristeza lo que veo en ellos. --Si, espero que eso no sea un problema. --Claro que no. ?Por que lo iba a ser? --Antes de que la empresa me mandara aca, fui a otra casa y no quisieron que trabajara en ella por no ser espanola. --Aqui no tendras ese problema. Mi madre vive en Buenos Aires. --De alla soy yo. --Una timida sonrisa se marca en su rostro. --Te enseno la casa rapido que tengo un poco de prisa. Visitamos todas las habitaciones y cuartos de bano del piso. Noto su cara de sorpresa cuando ve la enorme cama de la ultima habitacion del pasillo, pero es discreta y no dice nada. Pasamos por el salon que ya lo vio al llegar y entramos en la cocina. Por unos instantes su cara se ha iluminado y su mirada me ha deslumbrado, pero solo han sido unos instantes. Despues sus ojos han vuelto a estar tristes, incluso mas que antes. Me intriga esa tristeza, algun dia conseguire averiguar el porque, para eso soy psicologo. Su expresion pide a gritos ayuda porque sola no puede superarla. Quiza, cuando tenga un poco mas de confianza con ella, podamos tocar el tema. Le explico que Trini se encargaba de hacer la compra una vez en semana, o si yo le dejaba alguna nota en la nevera porque me hiciera falta algo con urgencia. --Sabados y domingos no se trabaja y los dias de fiesta tampoco. Si necesitara algun dia libre me lo tendria que avisar con un par de dias de antelacion, aunque si es alguna urgencia tampoco habria problema. --De acuerdo, senor. --Creo que poco mas hay que contar... Bueno, si. Si la puerta de mi dormitorio esta cerrada es porque no se puede entrar, probablemente estare acompanado. --Abre mucho los ojos pero no dice nada.

  • Los dias de Jesus en la escuela de J. M. Coetzee

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    La nueva novela del Premio Nobel de Literatura J.M. Coetzee, secuela de La infancia de Jesus, es una hermosa historia sobre la identidad, la amistad y la fuerza de los lazos familiares.

  • Todos mis futuros son contigo de Marwan

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    Todos mis futuros son contigo es una autopsia emocional en toda regla, el diario sorprendido de alguien que tropieza con sus sentimientos y, asombrado, los comprende de inmediato. En ocasiones puede que dudes de si es poesia, prosa poetica o frases lanzadas desde el fondo del corazon. No queda claro. Lo que esta claro es que no te va a quedar ningun sentido intacto tras su lectura.

  • Cancion De Sombra de S. Jae-jones

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    Oscura, romantica e inolvidable, una encantadora historia para las lectoras de Dentro del laberinto y La bella y la bestia. La conclusion de la extraordinaria bilogia iniciada con Cancion de invierno.

  • El secreto de la isla de Viveca Sten

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    La sospechosa muerte de un joven hace cuarenta anos nunca fue resuelta, y hay alguien que no desea que caiga en el olvido.

  • El misterio del muerto en el maletero de Margotte Channing

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  • Invierno En Paris, Imogen Robertson de Imogen Robertson

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    Paris, en el duro invierno de 1910. Maud Heighton suena con ser pintora. Estudia en la selecta Academia Lafond, pero mientras que los que la rodean disfrutan de los placeres de la Belle Epoque, Maud ve como su situacion economica se deteriora, el patrimonio heredado no le llega para pagar las clases y poder sobrevivir. Consigue un trabajo bien remunerado: acompanar e iniciar en la pintura a Sylvie Morel una inglesa de situacion acomodada que vive con su hermano Christian. Aunque descubre algunos de sus secretos inconfesables, la vida parece que empieza a sonreirle a Maud: mientras se va adentrando en el selecto y deslumbrante mundo de los Morel, el dinero que le pagan le permite vivir y seguir con sus clases de pintura. Todo se va a desmoronar cuando los Morel son acusados de impostores y ladrones, y la propia Maud es imputada en el robo de unas joyas. Solo podra escapar recurriendo a todas las artimanas que se le ocurren entre gentes para los que la vida no vale nada. ” Invierno en Paris ” es una novela historica, de aventuras, de intriga, negra…, rocambolesca. Una novela de mentiras y traiciones, enigmatica y elegantemente evocadora, que recrea de manera sin igual aquel Paris de fin de epoca, con sus luces y sombras, en el que el arte y la bohemia convivian entre la decadente aristocracia de media Europa y ambiciosos sin escrupulos, maestros de la apariencia, que no dudaban en recurrir a las mayores vilezas para mantener su estatus.

  • Voy a olvidarte de Brenda Simmons

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    La vida de Dana Michel da un cambio radical cuando el viejo juez Sheridan decide penalizar su obsesion por pintar grafitis enviandola a la Escuela de Arte de Boston. Y, precisamente, huyendo de la policia para que no la arresten por embellecer las calles con su arte urbano, se cuela en un edificio en obras y, a partir de ese momento, sera Duncan Rush, un atractivo y enigmatico pintor, el que se cuele en su vida. Dana descubre que nada es lo que parece y que el amor no siempre lo puede todo. Sin embargo, con su carisma habitual, decide que <> y se adentra en una historia con un final que todos ven llegar menos ella. Descubierto el misterio que rodea a ese hombre, ?deberia luchar por el o hacer caso de su instinto de supervivencia y tratar de olvidarlo…?

  • Morir en Prime Time (Dosier Davinci 1) de Luis Cano

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    Alejandro Damasco se dio a conocer al mundo entero en la jornada de apertura de la galeria Echoes, durante la presentacion de su serie Las profundidades del alma. La asistencia de publico y medios de comunicacion era masiva, mas por el exitoso trabajo de los responsables de relaciones publicas de la nueva galeria, que por el poder de convocatoria de un pintor hasta el momento casi desconocido. No solo se habia conseguido atraer a las figuras mas destacadas del panorama artistico parisino, sino que ademas se habian sumado al acto destacados representantes de disciplinas en principio bastante menos relacionadas con cuestiones artisticas, como el deporte o la moda. Tal vez mucho menos sorprendente era que tambien algunos politicos de renombre, como Philippe Demont, se dejaran ver por alli, revoloteando junto a las camaras como excitados insectos atraidos por la luz en una noche de verano. Sin ser demasiado grande, Echoes, sin duda ayudada por la forma circular de su sala central, resultaba un espacio comodo y muy adecuado para exhibiciones multitudinarias. En el anillo exterior, se proyectaban sobre la pared curva los cuadros de Damasco. Esta era la peculiaridad mas destacable de la galeria: las obras se mostraban en espectaculares imagenes reflejadas, aunque tambien podia admirarse su formato original en la sala interior. El techo en cupula completaba una inusual sensacion de encontrarse en el interior de alguna construccion natural, mineral o incluso organica. Musica chillout empapaba la estancia de una onirica atmosfera que, sin embargo, no conseguia engullir por completo los excitados y altisonantes murmullos de la multitud, que iba acomodandose poco a poco en las sillas colocadas en circulos concentricos alrededor del pequeno escenario preparado para la ocasion. Como no parecia haber sillas suficientes para todos los asistentes, los mas rezagados comenzaban a quedarse de pie junto a la pared que circundaba la sala, estropeando en parte el impactante efecto de las proyecciones paisajisticas, que quedaban ahora reflejadas sobre sus cuerpos. Muy pocos espacios podian ser ya aprovechados por nuevos visitantes. La ubicacion de Echoes junto a uno de los bulevares mas transitados de Paris podria haber disparado el aforo, pero la entrada solo se permitia acreditando invitacion previa. Alejandro ocupaba ya su asiento en el escenario central con el director de la galeria a su derecha y a su izquierda el habitual maestro de ceremonias en este tipo de eventos, en esta ocasion Thierry Fourieur, archiconocido presentador del late night de moda en France 2. El artista miraba a su alrededor con serenidad, sin un minimo signo de sorpresa o admiracion ante una asistencia que sabia bien que abarrotaba la sala mas por la inauguracion de la galeria --coctel posterior debidamente anunciado-- que por su deseada presencia. Vestia de blanco inmaculado, camisa de cuello mao y amplios pantalones a juego. Solo un colgante de oro blanco en forma de sol con un enorme granate en su centro desequilibraba la neutra combinacion. El pelo, por una vez, bien peinado en una melena de cabellos lisos, brillantes, oscuros, enmarcando un rostro ancho de facciones amables, algo bronceado y rematado por una barba recortada con esmero. De manera un tanto abrupta, la musica ceso. Una de las esculturales modelos invitadas al acto trataba de acceder en ese momento al ultimo asiento que quedaba vacio en la fila mas cercana al escenario, frente a los ponentes. Sus esfuerzos por avanzar se convirtieron en el foco de atencion de todo el auditorio. En realidad, lo que muchos de los asistentes encontraron estimulante fue la vision de sus llamativas formas, ajustadas en un atuendo de seda negra, confeccionado con acierto y vestido con sensual elegancia. -- Muy buenas noches… Perdon, el micro parece desconectado. -- con unos ligeros golpeteos de su dedo indice en la cabeza del microfono, intento comprobar la resonancia emitida. Tras una breve manipulacion por parte de un asistente y ya con la voz amplificada, el director de la galeria retomo su introduccion. -- Disculpen, ahora si. Muy buenas noches senoras y senores. Mi nombre es Alan Mittard. Les agradezco a todos su presencia en esta inauguracion. Nos complace observar la generosa respuesta que ha merecido nuestra convocatoria. Echoes es un nuevo concepto de galeria y abre sus puertas con la intencion de convertirse en un enclave muy especial para todos los amantes del arte: del arte vivo. Esto no es un museo, y quiero dejarlo claro desde el principio. -- miraba a los presentes con unos ojos vivos y centelleantes, que reflejaban la pasion destilada por sus palabras -- No queremos colecciones de obras muertas. Buscaremos siempre exponer obras que requieran la complicidad del espectador de una manera especial. Toda obra de arte necesita un espectador, que duda cabe, pero hay artistas que se acomodan y tambien lo hacen los receptores de su obra, que solo ven lo que se les da ya masticado, listo para digerir, aburridamente descifrado. No nos interesan las explicaciones faciles. En realidad no nos interesan ningun tipo de explicaciones, sino las sensaciones. Queremos obras transgresoras que provoquen y trasciendan, que indignen, emocionen, enfurezcan, que provoquen la colera y el llanto, que nos llenen de deseo y de pasion. Y yo ya no quiero estropear mas esta inauguracion con mi verborrea descontrolada. Todo puede ir mucho mejor si le cedo el turno a Thierry, un profesional de la palabra que os presentara al artista que hoy nos honra con su presencia. Alan acerco el microfono a Thierry esbozando una sonrisa complice que el presentador correspondio con agrado. Con envidiable naturalidad y en un tono suave y magnetico, Thierry comenzo su introduccion como si compartiera confidencias con su grupo de amigos en la acogedora intimidad de algun pub irlandes. -- Tenemos suerte; muchisima suerte. No hablo del coctel que disfrutaremos en una hora, aunque incluya barra libre con todo tipo de bebidas espirituosas --unas risas generalizadas rebotaron con optimismo por toda la sala-- Somos unos pocos elegidos para disfrutar de una nueva experiencia artistica y no vamos a hacerlo de la mano de cualquier aspirante, sino de un genio extraordinario llamado Alejandro Damasco. Como coleccionista de arte, ademas de presentador en mis ratos libres -- anadio en tono humoristico -- sus cuadros me parecen un fabuloso enigma aun por desvelar. El pintor se reincorporo en su silla, sonriendo con nerviosa satisfaccion " Thierry empieza fuerte", penso . El popular presentador retomo la palabra. -- La galeria Echoes hoy no es conocida. Tampoco lo es Alejandro Damasco. Es seguro que lo van a ser y mas pronto que tarde. El mundo artistico -- hizo una medida y significativa pausa -- el mundo esta hambriento de ideas y de talento y a la vez, hastiado de mediocridad y oportunismo. Esta noche se dan cita y se conjugan en esta sala dos formas similares de entender lo artistico: crear lanzandose al vacio de la exploracion, sin mas red que el instinto y con el impulso que solo da la seguridad del propio convencimiento. Con cada palabra anadida a su apasionado discurso, la bronceada piel del presentador parecia brillar con mas intensidad. Thierry era un hombre atractivo. Un alquimista de la palabra que sabia adornar cualquier frase solo con sus calidas modulaciones, seduciendo con cada mirada y con cada gesto. Continuo hablando durante muchos minutos y Alejandro se convencio pronto de que daba igual lo que dijera porque la audiencia le seguiria escuchando embelesada. Tenia sin duda un poder de atraccion similar, aunque de otra naturaleza, al de la espectacular modelo que ya acomodada en su silla, disfrutaba de la presentacion. Al verla recordo a Selene, que no estaba en la sala. Y recordo, sin quererlo, su plan. Decidio olvidar sus detalles y concentrarse en lo que podia lograr. Sintio que tras muchos anos de esfuerzo, su momento habia llegado. Nunca antes una sala de exposiciones con ninguna de sus colecciones habia merecido tanta atencion del publico y de los medios. Camaras de los principales canales de Francia cubrian el evento a nivel local y nacional. Incluso se percato de la presencia de varios periodistas extranjeros, uno de la RAI, otro de RTVE y un tercero de la television suiza que seguian el acto desde la primera fila. Poco importaba que fuera su presencia la que provocara tanta expectacion o que esta se debiera a la ampliamente anunciada inauguracion de Echoes. Lo importante era que la presentacion se habia convertido en el escaparate ideal para darse por fin a conocer. Entre los asistentes encontro los rostros conocidos de algunos de sus alumnos en la escuela asi como de algunos artistas con los que habia tenido relacion en los ultimos tiempos, sobre todo por coincidir en exposiciones y conferencias. Cruzo su mirada con Anja Bock, una estudiante alemana de musica con gran talento y con una belleza de pureza deslumbrante, que semanas atras le habia revelado opiniones muy interesantes sobre creacion artistica e inspiracion. Estaba acompanada del prometedor director de cine Mirko Hanaka. Tambien le parecio reconocer a Marco Baldini, el reputado escultor y representante. No lejos de donde creyo situarle, se encontraba Gabriel, gran fotografo y como el mismo se habia definido en no pocas ocasiones, “cazador de arco iris”. Aparte de ellos, mas y mas conocidos pero ningun amigo cercano ni tampoco familiares -- demasiados kilometros -- . Lo preferia asi. -- La obra de Alejandro Damasco -- continuaba Thierry Fourieur -- es enganosa y es fascinante. Crees verla y en realidad no has empezado a mirarla. La entiendes y al instante se fragmenta en mil pedazos que no logras aprehender ni ensamblar. ?Surrealismo? ?Cubismo? ?Impresionismo? ?Arte abstracto, figurativo? Dejemonos de etiquetas, por favor. Creo que si su obra pudiera definirse con palabras, se estaria diciendo muy poco de ella. Si lo hicieramos la estariamos empobreciendo y ni siquiera creo que se hayan inventado todavia las palabras para esta maravilla que ilumina ya las paredes de Echoes.

  • Mi Amor Gitano (Amores Imposibles 1) de Amaya Evans

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    Una casa para senoritas, muy conocida por gente de sociedad, a la que llegan jovenes pertenecientes a las mejores familias del pais cuya reputacion ha sido danada o destruida debido a algun escandalo. Por este motivo, y gracias a la verguenza que le han hecho pasar a sus familias, son enviadas a este centro de rehabilitacion de comportamiento para que cuando esten listas salgan de alli, a hacer una vida digna de su status social.

  • Ayantek de Miriam Jimenez Iriarte

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    A pesar de descender de muchas generaciones de Bendecidos, Kora no logra despertar el Don. Es la hija del director de la escuela de sanacion de Avacornis y, cuando su padre muera, se vera obligada a vivir en el barrio de los Durmientes, el estrato mas bajo de la sociedad.

  • Tiempo de promesas, Elena Garquin de Elena Garquin

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    Ano 917.

  • Sole, Soledad de Luisa J.c

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    El dia de la boda de Jimena, una de sus mejores amigas, Sole, conoce a Javi y, desde entonces, mantienen una relacion muy practica ?para ambos?. Eso supone Javi hasta que Sole cree que ha llegado el momento de poner punto y final a esa “relacion”.
    ?Estara Javi de acuerdo con todo lo que Sole ha decidido de un dia para otro?
    ?Se arrepentira Sole de la decision que ha tomado?

  • Juegos prohibidos 4 de Emma M. Green

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    Mama dice que esta mal hace eso. Esta pohibido. ?Ustedes si tienen delecho? Un aire glacial se expande en la habitacion de Tristan. Sin embrago, mis mejillas estan escarlata. Mi corazon se detiene un segundo. Dos. Tres. La voz aguda pasa una y otra vez por mi mente en ebullicion. Tengo la garganta seca, mis manos tiemblan, los escenarios chocan en mi cabeza. Tristan y yo acabamos de ser sorprendidos con las manos en la masa y nuestro ultimo beso podria arruinarlo todo si ninguno de los dos reacciona rapidamente. Me seco las lagrimas y le lanzo una mirada de desesperacion a Tristan, quien se levanto de un salto. A juzgar por su actitud aturdida, el no parece controlar la situacion mejor que yo. - Los besos en la boca estan pohibidos. El pequeno nos observa a uno y despues al otro, cada vez mas intensamente. Totalmente aterrada pero decidida a salir de esta, me obligo a sonreir y le tiendo la mano. - Ven a sentarte conmigo. El nino duda un segundo, luego toma su peluche y logra subir a la cama despues de dos intentos. Sintiendo la mirada de Tristan sobre mi, me volteo y le lanzo senales de angustia para que encuentre una excusa valida. Lograr manipular a un nino de 3 anos no deberia ser tan complicado. Sobre todo cuando este admira tanto a su hermano mayor y confia ciegamente en el… Solo que ahora se trata de Harrison, un pequeno nino con problemas, que parece un bebe, pero que ya sabe suficiente sobre el mundo de los adultos… Y solo que se trata de Tristan, un chico tan apegado a sus principios y a su hermano que esta dudando: ?enganarlo o explicarle la verdad? - ?Puedes guardar un secreto, Harry? le pregunta de pronto su hermano. La voz de Tristan es relajada, casi jovial. Suspiro, dandome cuenta de que ha retomado su aplomo. Tristan avanza hacia nosotros y se arrodilla para estar a la altura de su hermano. Uno de sus grandes hombros roza mi pierna. De paso, me lanza una sonrisa tierna, de complicidad, que me calienta por dentro. No es momento para ponerme a dibujar corazones rosas. En verdad no es el momento. En respuesta a esta pregunta, el nino asiente pero abraza su cocodrilo con mas fuerza, como si la perspectiva de enterarse de la verdad lo angustiara un poco. Mi corazon se rompe un poco mas frente a ese nino que ha crecido demasiado rapido. - Liv y yo estabamos ensayando una obra de teatro, le explica Tristan. Solo era para entrenar, nada mas. ?Comprendes? - ?Entonces no se van a casal? - ?Casarme? ?Con Sawyer? !Antes muerto! Sus ojos brillantes se pierden por un instante en los mios, luego Tristan suelta un grunido de diversion y se voltea para despeinar a su hermano. Respondo con una sonrisa en los labios: - ?Casarme con eso? !Tendria que estar drogada! !No, lobotomizada! - ?Que es dlogal? El hermano mayor estalla de risa y atrae al pequeno a sus brazos. Contrario a lo que temia, Harry no parece bloquearse con nuestro beso. La voz ronca de Tristan atraviesa de nuevo el aire: - Entonces, ?este sera nuestro secreto? ?De los tres? El nino hace una sena para decir que si. - ?No le diras a nadie? Es muy importante, Harry, insiste Tristan. - !Alfled quiele hacel teatlo! exclama el pequeno dandole una beso a su peluche en el hocico. Como un rayo, este se escapa de los musculosos brazos y pasa a otra cosa, corriendo hacia su habitacion para ir a hojear algun libro – demasiado complicado para el. Tristan y yo estamos nuevamente solos, frente a frente, mirandonos a los ojos. Yo suspiro. El se muerde el labio. - Todo esto pudo haber terminado mal, murmura. !Odio mentirle! - Harry lo tomo bien. Supo bien como reaccionar. Para nuestro bien… - Si. De hecho, bravo por tu elocuencia, sonrie burlon. - !Sin mi, seguirias observando la pared como si hubieras visto un fantasma! - Sin ti, no estaria en estos problemas… Su tono no tiene nada de agresivo, al contrario. Mientras se levanta, el se pasa la mano por la nuca y no deja de verme, como si esperara una respuesta de mi parte. La cual no tarda en atravesar mis labios. - Es mas fuerte que yo, Tristan. - Mas fuerte que nosotros. - ?Entonces que hacemos? - Vamos a pelearnos, a provocarnos, a fingir que nos odiamos, como siempre lo hemos hecho. Y asi evitaremos dar un espectaculo, como lo hicimos esta noche… - ?Que te hace creer que voy a fingir, Quinn? sonrio estudiandolo. Su sonrisa se amplia, se ve demasiado apuesto cuando se burla suavemente y luego me responde, mas insolente que nunca: - Nunca me has odiado, Sawyer. Siempre has sentido una inmensa admiracion por mi… Y una atraccion incontrolable. - !Ah, es cierto! !Olvidaba tus problemas psicologicos! !Es hora de tus pastillas rojas y blancas! - Si tan solo sirvieran para poner orden en mi mente… - ?Tu mente esta en desorden por mi culpa? - ?De quien mas? Le lanzo mi bloc de notas que se encuentra por alli, pero no le atino. Tristan esta pasando ya por la puerta avisandole a Harry que va para alla para construirle un castillo. A lo lejos, escucho al pequeno gritar de emocion y ordenarle que se ponga una corona, como el. El rey de los idiotas. Eso me lo confirma. *** El incidente del beso sucedio hace poco mas de una semana y, hasta ahora, Harry ha cumplido con su palabra. Nadie en la villa esta al corriente. Tristan no ha cambiado con su pequeno protegido, sigue pasando la misma cantidad de tiempo ocupandose de el. Por mi parte, evito encontrarme sola con ellos, temiendo que el tema tabu regrese. Tal vez Harry haya pasado a otra cosa, pero no lo ha olvidado. Lo conozco lo suficiente para saberlo.

  • La Montana de Jorge Borges

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    Roberto Montana.
    “Montana” para los Amigos.
    Ex-boxeador profesional.
    Hoy, boxeador de los suburbios.

  • La corte de los espejos, Concepcion Perea de Concepcion Perea

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    Una novela de fantasia repleta de accion y aventura donde, por fin, se acabaron las hadas buenas.

  • Zona peligrosa de James Grippando

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  • Rainbow eyes 1 de C.g. Forne

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    Burgos, la ciudad en la que nunca pasa nada hasta que el te mira a los ojos. Gemma se encuentra atascada en un caso sin pruebas en el que las victimas solo tienen en comun la forma de morir… ?O hay algo mas?

  • Todos Los Dias Es Sabado de J. A. H. Carrera

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    Sabado, El telefono sono como de costumbre al cuarto para la diez y luego de dos timbrazos colgarian indicandome que yo era de nuevo victima de una mala broma. Odio el sabado. Es un dia muy aburrido ya que Abraham y yo no salimos a ningun lado, eso queria decir que tenia que sacudir, limpiar el piso, lavar el piso y los banos. Odio limpiar banos. En realidad llevo una vida de rutina. Mis jefes los senores Pastor, me pagan para que cuide de Abraham, su hijo de apenas un ano de edad, ellos nunca estan y yo me siento muy sola en esa casona del centro del pueblo de Shushupan. Mi nombre es Rosa Elena, pero todos me conocen como Rosy. Naci en este lugar y cuando yo tenia 15 anos quede huerfana por un incendio que hubo en el pueblo. Los senores Pastor me dieron casa y comida, a medida que fui creciendo se dieron cuenta de mi responsabilidad y comenzaron a encargarme cosas de la casa. Luego Abraham nacio y en cuanto se aseguraron de que yo sabia todo lo necesario para cuidar bebes me lo dejaron encargado. Ahora han pasado casi 5 anos desde el incendio. Todavia recuerdo el olor de la locion de mi Papa o los clasicos postres que mi Mama preparaba cada jueves. Los extrano mucho. Oculto mi dolor distrayendome con las diversas ocupaciones que implica cuidar un bebe, y cuando duerme me la paso haciendo el quehacer de la casa. No tengo muchos amigos, platico con Juan el panadero cuando voy por el pan, Miguel el administrador de los bienes de los senores Pastor cuando tengo que recoger el dinero para la casa y mi pago mensual, y hasta en ocasiones con Jorge el florista, si es que me lo encuentro camino de regreso a la casa cuando salgo a hacer las compras. Suena el timbre, puedo adivinar que Tino esta haciendo de las suyas otra vez. Tino es mi vecino. Su nombre es Valentino y tiene 22 anos y es creo el unico verdadero amigo que tengo. --!Hola Rosy! --Hola Tino, ?que me cuentas de nuevo? --Mi perro Juancho esta enfermo, no se que le habra dado, puede ser que se mojo ayer toda la noche durante la lluvia. --No creo que por solo mojarse se enferme. Seguramente no le has dado bien de comer. --Pues no quiere salir a dar la vuelta, ni molestar al gato de la Senora de al lado, ni siquiera ladrar. En verdad me preocupa. Tino siempre se preocupa por todo, lo que hace que tenga mucho estres y yo por mis ocupaciones no tengo tiempo para escuchar sus problemas. Eso si, no ha habido dia en que no vaya a visitarme. Creo que se siente solo. La mayor parte del tiempo se queda viendo como cuido al nino. --Llevalo al veterinario, ahi lo curan porque lo curan. Mientras terminaba de decir la frase escuche los llantos de Abraham porque ya era la hora de comer. Subi las escaleras hasta su cuarto y lo lleve a la cocina donde Tino ya se encontraba curioseando como de costumbre. --?Como sobrevives comiendo solamente fruta? --pregunto mientras yo colocaba al nino en su silla. --Mis alimentos incluyen muchas cosas ademas de fruta. Ademas Abraham tiene que comer sano. Sus papas me mandan que solo coma alimentos naturales, a mi en lo personal no me encanta, prefiero el pollo asado. --?Y donde esta el pollo? --dijo mientras se asomaba en el refrigerador. Empece a desesperarme y a desear que Tino se fuera a su casa porque no dejaba concentrarme. --Siempre como pollo recien comprado. No he tenido tiempo de ir al mercado hoy. --?Entonces no has comido? --No Tino, no he comido. --!Que barbaridad, debes estar muerta de hambre! --No Tino, los sabados desayuno tarde. --Aun asi, dejame ir a comprarte algo de comer antes de que sientas hambre. --No gracias. Estoy bien. --?Y que haras cuando sientas hambre? --Me preocupare por eso cuando la tenga. Tino se dio cuenta de mi respuesta tan cortante e inteligentemente guardo silencio. Afortunadamente Abraham comio todo sin chistar y pude tener unos momentos de paz. Pronto tuve hambre y me di cuenta de lo grosera que habia sido con Tino, tal vez era porque sabia que el tenia razon y yo no quise aceptarlo. Pero no me importaba mucho, Tino de seguro comprenderia que yo tengo muchas ocupaciones y que por eso puedo ser un poco desesperada en ocasiones. Sin hacer caso de los comentarios de Tino decidi comer fruta ese dia ya que no tenia ganas de ir hasta el mercado solo por un pollo y ademas no podia dejar solo al nino y menos con Tino en la casa. Hasta donde se no esta acostumbrado a cuidar bebes. El telefono volvio a sonar. Esta vez conteste y era el Senor Pastor haciendo su clasica llamada de cada mes para saber si todo estaba bien. Siempre he pensado que solo llama para hacerse el preocupado por su hijo. Tiene mas de un ano de que se fueron y nunca han parado por aqui para ver a Abraham. Estaba pensando todo esto cuando escuche un fuerte ruido, como si miles de platos se rompieran. Me pude imaginar a Tino curioseando de nuevo por la cocina. El no puede estar tranquilo, siempre anda viendo cosas nuevas y eso ha sido siempre un dolor de cabeza para mi. Nunca faltaba el tiempo donde lo que tocaba lo destruia, y claro, yo tenia que pagarlo. Jarrones, ventanas, copas y hasta una vez y sin explicarme como lo hizo rompio una silla. Pronto no quedaria nada de la casa que le faltara romper. El bebe rompio a llorar y la desesperacion me entro de repente. Me puse a pensar que hacer y me fui corriendo hasta donde el ruido habia salido. Calcule cuantos platos tuvo que haber roto para que se escuchara asi. Ahi se iba mi dinero de la semana otra vez. Ya me imaginaba el desastre que yo iba a tener que limpiar. Nada mas queria atraparlo para que ahora si me escuchara. Y fue cuando llegue a la cocina. *** CAPITULO II Un charco de sangre cubria el piso. Tino estaba tirado boca abajo inconsciente. Se habia estrellado contra el vidrio de la puerta del patio. Me asuste mucho, el bebe lloraba; por primera vez en mi vida no estaba segura de que hacer. Tome el telefono y llame a una ambulancia. Tino desperto y en vez de entender que habia chocado contra la puerta se puso de pie y me dijo que sentia la cara muy caliente. Yo no supe que decir y luego se acordo de como habia estado el accidente: Estaba jugando con Chester, nuestro perro y al correr hacia la casa no se fijo en que la puerta estaba cerrada y entonces fue a dar contra el vidrio rompiendolo completamente. No tardo en darse cuenta de que toda la sangre era de el. La ambulancia llego a tiempo y le comentaron que era necesario llevarselo al hospital. --?No quieres venir conmigo? --me pregunto en tono preocupado, sus padres no estaban en casa y tendria que hacer el recorrido solo hacia el hospital. --No Tino, no puedo dejar solo al bebe. Solo es cuestion que te revisen para descartar que hayas cortado alguna arteria importante. Prometo estar pendiente de ti.- Me empezo a doler la cabeza, el bebe lloraba por la falta de atencion acostumbrada de mi parte. Sin decir mas observe como la ambulancia se alejaba con su circo de luces encendido. En cuanto tranquilice al bebe me fui a la cama. No pude dormir por el gran trauma que tuve al ver la sangre. Al dia siguiente fui a visitarlo al hospital. Al final la sensacion de culpa por no haberlo acompanado me hizo pensar que podia hacer una visita rapida con el bebe. --!Buenos dias!, busco el cuarto de Valentino Rosas. --Cuarto 202. Una enfermera malhumorada me indico el camino mientras no dejaba de mirar su revista. --No puede entrar con un bebe al hospital. Regrese mas tarde antes de terminar el horario de visita. --Solo vengo 5 minutos, ?hay algun problema? --Son las reglas del hospital querida --dijo en actitud prepotente. Frunciendo el ceno di media vuelta y comence a caminar hacia la salida. No podia creer que no podia entrar con Abraham. ?Realmente habria problema de entrar con el bebe por solo cinco minutos? De pronto las puertas de un elevador de carga se abrieron y un trabajador salio empujando un contenedor con sabanas sucias. Decidi escabullirme y buscando el piso dos presione el boton y se cerraron las puertas. No habia vuelta atras. El pequeno Abraham sonrio con una pequena mueca. Normalmente yo era de las personas que siguen las reglas, pero un poco de adrenalina en la vida no hace dano. Antes de lo esperado las puertas se abrieron frente al cuarto 201. Con una pequena zancada abri la puerta del cuarto de Tino y cerre con delicadeza. Al llegar el se encontraba dormitando. Observe el pequeno cuarto de hospital con paredes y sabanas blancas. El sol entraba fuertemente por la ventana del bano la cual yacia entreabierta. Una estela de vapor continuaba saliendo de ahi indicando que alguien habia tomado una ducha recientemente. En ese momento dimensione la situacion: Por la proximidad de la sutura conclui que tuvo suerte de no haberse cortado la yugular o podria haber muerto. Su chistecito le habia costado 20 puntos de sutura en la cabeza y parte del cuello. --?Como te sientes muchacho? --Bien Rosy, muchas gracias por la visita. --?Te duele mucho? --Ya no. Debiste ver como me atendieron, casi me ignoraban y el doctor no quiso platicar conmigo mientras me suturaba. Aparte el cuarto es muy pequeno y no tengo television. La cama esta floja y se ladea bastante cuando intento acomodarme. No tengo una linda vista, ni siquiera pega el sol en este lado del cuarto y la comida es horrible. Tu sabes que soy muy sensible del estomago. Lo peor para mi es ir al bano, dependo de la enfermera para que me ayude a pararme. Yo no quiero que me ayuden y me amenazan con ponerme un panal si no me dejo ayudar para la proxima vez. --Lo interesante es que ni aun asi dejas de hablar como perico, como si nada te hubiera pasado. --le dije mientras Tino terminaba de contarme todas sus penas. En eso la enfermera entro al cuarto con una bandeja variada de comida. --?De donde viene usted y que hace aqui con un bebe? --me pregunto en tono reprobante al mismo tiempo que dirigia la mirada hacia el pequeno Abraham. --Visitando a mi amigo, le dije con una sonrisa timida. Abraham, que estaba acostado boca abajo en la cama comenzo a gatear hacia Tino. Parecia que queria probar un poco de la gelatina verde y rara que le habian servido. Yo estaba de acuerdo en que el estaba harto de comer fruta pero no era para que su comida fuera esa gelatina que ni yo misma me atrevia a probar. Lo quite de la cama y lo puse en un sillon junto a Tino. --Bueno Tino me voy. Que bueno saber que estas bien. --Espera ?ya te vas?, mira que no tardan en darme de alta. Es cuestion de unos minutos, si me esperas puedo acompanarte a casa. --Me tengo que ir, tengo cosas que hacer y al parecer no dejan que el bebe este aqui. --No te vayas por favor. Me sentire mas tranquilo si te quedas. --Gracias Tino pero de verdad no puedo. Que estes bien. Me sali de su cuarto y comence a caminar al lado de la enfermera reganona. Algo tienen los hospitales que la mayoria de las veces todos los que trabajaban ahi parecian enojados. Era eso o era mi culpa por haber metido a un bebe dentro de las instalaciones cuando no estaba permitido. Me sentia tan enojada que ni siquiera recuerdo haber comprado todo lo necesario. Pan, leche, huevos...es todo lo que necesito. Cuando se empezo a disipar mi enojo pense en que se me hizo muy raro el comportamiento de Tino y que tuviera tanta insistencia en que me quedara. Por un momento senti feo pero la verdad no me la pasaba bien con una persona tan monotona. Tino era un poco aburrido en ocasiones. Lo unico interesante era cuando hacia una de sus locuras. Aunque esta vez si se habia pasado de la raya con eso de estrellarse contra el vidrio. Llegue a la casa rapido. El vidrio que Tino habia roto daba directo a la calle principal. Lo bueno es que en este pueblo todos son bastante honrados, no me preocupo mucho dejar la casa sola con el gran agujero en la puerta. Tome el telefono y llame al Senor Pastor para pedirle dinero extra para el vidrio. Estaba pensando una buena excusa cuando me di cuenta de que faltaba algo... !Abraham!

  • La telarana de Jaume Cabre

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    En la ciudad de Feixes, con la revuelta obrera de la Semana Tragica de 1909 como telon de fondo, las luchas e intrigas para hacerse con el control de una fabrica textil centran un complejo entramado
    de relaciones.

  • Dejaria todo por ti de Alison Mingot

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  • Ilusiones prestadas de Clara R. Sierra

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    Estoy empezando a pensar que los libros tienen vida propia y eligen cuando quieren ser publicados. A pesar de tener varios proyectos empezados, un dia me desperte con la idea fija de que era el momento de publicar una recopilacion de todas las colaboraciones que hice y aqui estan. Han sido seis anos en los que escribia para otros. Mis ideas, ilusiones, eran prestadas para Fan Pages, grupos de Facebook, antologias beneficas o no y programas de radio. Creo que para todos los que empezamos en este mundillo es un verdadero honor ver nuestro texto publicado y mas si es para una buena accion. Puede sonar un topico, pero es cierto, recibes mucho mas de lo que das. Cada texto que creas es un aprendizaje que no te ensena ningun curso de escritura y he participado en varios. La razon es que uno de los mejores ejercicios para aprender a escribir, es hacerlo y cada vez que tienes el reto de plasmar un relato de la nada: de eso trata. Recuerdo la primera vez que escribi un relato para ser publicado en la antologia benefica La vida es bella. Pensaba, ?como me dejan publicar con ellas? La mayoria eran ya escritoras con varias novelas a sus espaldas y a partir de ahi salieron muchas otras. Cuando comentaban en el grupo el proceso de subir el libro en la plataforma Amazon, juro que lo veia como cuando el hombre pisaba la luna. Lo vivi como si fuese irreal. A mi no me podia pasar eso... y me paso. Cuando por fin vi mis letras en papel fue como; lo he conseguido. Debo decir que soy muy critica conmigo misma y me senti orgullosa de mi trabajo. Ya se que es mejorable, de eso se trata de progresar, pero senti que tenia calidad suficiente como para si lo viese en una libreria pudiese tener un nivel bueno. Tambien parecia que al escuchar que me leian en la radio, no era mi texto o me diese tanta verguenza... No se, cada vez que escribes no puedes evitar mostrar alguna parte intima de ti que quiza no mostrarias de otra forma. Esa es la magia de la literatura. Fue maravilloso documentarme para los relatos. En La victoria del corazon fue como visitar el norte de Francia en plena primera guerra mundial y en Inseparables a Roma y mirar por sus calles. Es uno de los regalos que tuve, aprendi a localizar lugares donde luego poder crear novelas. Tambien los personajes se quedan un poco en ti y los sientes un poco como amigos imaginarios. No pienses mal. Son <> porque pasas mucho tiempo pensando en ellos y darles vida, <> porque son producto de tu mente. Alguno se merece un poco mas de mi... No descarto la idea de que varios de estos relatos se conviertan un dia en novelas, ya que creo que pueden aportar bastante si se escarba un poco mas en ellos y en sus historias. Conforme pasaba el tiempo me costaba mas recortar el texto, los personajes pedian mas presencia y eso es genial cuando no quieres parar de darle al teclado. Sin duda, ha sido una experiencia unica. Cada vez que me invitaban a colaborar paraba el blog y todo para disfrutar escribiendo. Hubiese querido incluso participar en mas, pero a veces no daba abasto. Tambien hay algun relato que no puedo publicar aqui porque cedi los derechos, pero os invito a que tambien les echeis un vistazo. Se llama Pisadas que dejan huellas y es a favor de x. Tambien hay otra colaboracion que no he publicado porque aun no salio a la luz. De corazon puedo decir que si alguna de estas letras sirvio para que una asociacion tuviese beneficios, me doy por satisfecha. Me consta que en alguna si, asi que meta conseguida. Ahora toca que estos diecinueve textos se unan para formar mi propio libro. He tenido la suerte de que he escrito desde erotica (suave), romantica, algo de misterio...etc. Aqui teneis una miscelanea bastante interesante que espero que disfrutes, tanto como yo al escribirla. Todo ese esfuerzo unido para que puedas leer algunas pinceladas de mis letras. El ascensor La amaba en el secreto del silencio, solo se permitia acariciar su cuerpo con torpes miradas y olia su esencia cuando sus cuerpos se aproximaban para hablar en el trabajo. Cada dia se acicalaba para ella, para la que parecia que no existia. El fin de semana era una tortura para el, pensando en que haria… Y se tenia que obligar a liberar su mente con fiestas, deporte y otras mujeres que no significaban nada para el. Hasta que un dia ordinario, de un mes cualquiera, subieron juntos en el ascensor hacia la oficina. Un clack paro en seco la cabina. Quedando atrapados. El penso que era el paraiso y la miro. Estaba poniendose blanca e hiperventilaba. Le pregunto si estaba bien, una pregunta estupida. Sabia todo lo que en la oficina se hablaba de ella y padecia claustrofobia. Se acerco a ella, en un gesto amable le dijo que no tuviese miedo y le desabrocho los primeros botones de la camisa. Le regalo una timida sonrisa. Entonces bajo la cremallera de su falda y no tuvo que hacer mas. Su boca busco la suya y el no pudo menos que corresponder su beso. Durante un segundo la miro, pensando si aquello era real o una de las fantasias con las que cada noche se dormia. Sus ojos destilaban deseo, fuese lo que fuese llegaria hasta el final. Suspiro, alzandola en brazos sin dejar de besarla. Ella rodeo con sus piernas su cuerpo, mientras el no dejaba de devorarla primero la boca, bajo por el cuello, descubrio su pecho y lo gozo. Ella jadeante bajo sus pantalones y lo acaricio. El se tuvo que contener para no explotar de pasion. Desgarro su ropa interior. Y empezo el vaiven que busca el placer de la carne. Ella le susurraba al oido todo lo que habia anhelado y le revolvia el pelo. Juntos llegaron donde explotaron sus sentidos. Se besaron despacio y dulcemente para despedir los cuerpos. Oyeron voces desde fuera. Apenas habian pasado unos minutos que cambiaron sus vidas. Ella le descubrio y el la conquisto para siempre. Gracias a la invitacion de Eva Siempre Sola publique este relato en la Fan Page de Facebook: Relatos llenos de amor, siendo el post elegido como publicacion destacada llegando a obtener mas de 500 likes, en el ano 2014. El dia menos esperado Ana no era igual que el resto de las mujeres. Vivia entregada a su trabajo y aunque rondaba los 40 no le atraian los convencionalismos. No estaba dentro de sus planes la idea de casarse, ni formar su propia familia. Se le volaban los dias delante del portatil. Tan solo le acompanaban los recuerdos de un ayer, ya muy lejano en el tiempo, cuando de adolescente se enamoro por primera y unica vez. Si una de sus amigas le rompia su rutina y la invitaba a cenar. Se imaginaba como seria su vida en pareja con el. Cuando un nino se acercaba jugando a ella. Miraba con curiosidad su cara, elucubrando como seria un hijo con el. En casa los dias que recibia el frustrante sermon de que sus padres eran mayores y querian verla casada antes de morir. Solo pensaba en como se llevarian con el. Era todo su mundo y su mundo nada era, mas que ilusiones vanas. Antes de dormir recordaba el brillo de sus ojos al mirarla, los reflejos cobrizos de su pelo al sol, de sus manos suaves cuando se entrelazaban con las suyas y esos besos que le hacian perder la nocion del tiempo. Hasta que el dia menos esperado al regresar de su trabajo, vio a lo lejos un extrano que no dejaba de mirarla. Al principio no le hizo caso, pero luego pudo mas la curiosidad y al llegar a su encuentro… Alli estaba el que ocupaba todos sus suenos, dormida y despierta. La miraba dulce y timidamente, esbozando una sonrisa. Se paro en seco pensando que era una ensonacion. Lo miro absorta. El brillo de sus ojos se habia apagado, los reflejos cobrizos de su pelo se volvieron canos y ralos, las manos se hallaban endurecidas por los anos y su boca ya no le parecio apetecible.

  • El encargo de Javier Melero

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    Este no es un libro mas de los muchos que van a aparecer sobre el juicio al proces. Este es EL LIBRO.

  • Al mal tiempo, mejor cara de Barbara Constantine

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    Con la tripa pegada al volante, y la nariz al parabrisas, Ferdinand conduce muy concentrado. La aguja del velocimetro no se despega del cincuenta, la velocidad ideal. No solo ahorra combustible sino que ademas le da tiempo a ver desfilar el paisaje por la ventanilla, a disfrutar del panorama. Y, sobre todo, a detenerse a la mas minima alerta, sin exponerse a sufrir un accidente. Hablando de accidentes, justo ahora ve un perro corriendo delante de el por la carretera. Por puro reflejo, Ferdinand pisa el freno. Los neumaticos chirrian, y la grava sale despedida. Los amortiguadores dejan escapar un quejido. El coche da un bandazo y por fin se detiene en mitad de la calzada. Ferdinand se asoma por la ventanilla. – ?Adonde vas, chaval? Por ahi de juerga, ?eh? El perro se aparta, pasa de largo a toda velocidad y se tumba algo mas lejos en la hierba de la cuneta. Ferdinand sale del coche con dificultad. – Anda, pero si eres el perro de la vecina. ?Y que haces aqui tu solo? Se acerca, alarga la mano muy despacito y le acaricia la cabeza. El perro tiembla. Al cabo de un rato, cuando ya se ha ganado su confianza, el animal se decide a seguirlo. Ferdinand le abre la puerta del asiento trasero y vuelve a arrancar el motor. Al llegar a un camino de tierra, abre la puerta del coche. El perro baja, pero se le arrima a las piernas gimiendo, como si tuviera miedo. Ferdinand abre la cerca y lo anima a entrar. El perro repta a sus pies, sin dejar de gemir. Ferdinand recorre el sendero entre dos setos de maleza y llega a la puerta de una casita. Esta entornada. Llama en voz alta... Eh... ?Hay alguien?... No recibe respuesta. Mira a su alrededor, pero no ve a nadie. Empuja la puerta. Al fondo de la habitacion alcanza a distinguir en la penumbra una silueta tendida en una cama. Vuelve a llamar. La silueta no se mueve. Ferdinand olfatea el aire. Ahi dentro apesta... Olfatea otra vez. !Buf, pero si huele a gas! Corre hacia la cocina, cierra la bombona de butano y se acerca a la cama. !Senora, senora! Le da palmaditas en las mejillas. Al principio flojito pero, al ver que la mujer no reacciona, cada vez mas fuerte. El perro ladra, dando saltos alrededor de la cama. Ferdinand tambien se asusta, y ya no son palmaditas sino bofetadas lo que le da a su vecina. Le grita que se despierte. Los gritos se mezclan con los ladridos. !Senora Marceline! !Guau, guau! !Abra los ojos, maldita guau! !Despierte, por guau, por favor, guau! La mujer deja escapar por fin un pequeno gemido. Ferdinand y el perro suspiran de alivio a la vez. 2 CINCO MINUTOS MAS TARDE, MARCELINE SE ENCUENTRA MEJOR Marceline ha recuperado un poco de color en las mejillas e insiste en servirle una copita. No recibe visitas todos los dias. Son vecinos, pero nunca habia puesto un pie en su casa, hay que celebrarlo. Por mas que Ferdinand le dice y le repite que no tiene sed, que solo se ha acercado a traerle a su perro, ella se levanta de todas maneras, avanza tambaleandose hasta el aparador y saca una botella de licor de ciruela que quiere a toda costa que pruebe para saber que opinion le merece. Es la primera vez que lo prepara. Digame a ver que le parece, a ver si esta bueno. De acuerdo, Ferdinand asiente con la cabeza. Ella empieza a servirle y, de pronto, se detiene y pregunta, preocupada, si luego tiene que conducir. El le dice que ya se va para casa, esta solo a quinientos metros, !podria recorrer el trecho con los ojos vendados! Mas tranquila, termina de servirle la copita. Apenas le da tiempo a mojarse los labios cuando Marceline siente un mareo. Se deja caer pesadamente sobre una silla, con la cabeza entre las manos. Incomodo, Ferdinand se concentra en el mantel de hule, en deslizar el vaso sobre las lineas y los cuadros. Ya no se atreve a beber ni a decir nada. Al cabo de un largo silencio le pregunta, casi en un susurro, si quiere que la lleve al hospital. – ?Al hospital? ?Para que? – Pues para que la examinen. – Pero si solo me duele un poco la cabeza. – Ya, pero... con lo del gas... – Ya... – No es bueno... – No, claro. – Puede haber efectos secundarios. – ?Ah, si? – Vomitos, me parece. – Ah. No lo sabia. Otro largo silencio. Marceline tiene los ojos cerrados. Ferdinand aprovecha para mirar a su alrededor. La habitacion, pequena y oscura, esta repleta de cachivaches. Enseguida piensa que en su casa ocurre exactamente al reves, casi hay eco de vacia que esta. Esa idea le deprime, asi que vuelve a concentrarse en el mantel de hule. Por fin se anima a decir: – Por lo general no me suelo meter en la vida de los demas, Marceline, bien lo sabe usted. Pero ?no sera porque tiene usted muchas preocupaciones por lo que ha... por lo que ha...? – Por lo que he ?que? – ?El gas? – ?Que pasa con el gas? – Pues eso... A Ferdinand le cuesta hablar. Es un tema personal. No se le da bien hablar de temas personales. Sabe que tiene que decir algo, pero es incapaz de ir al grano, asi que se pone a hablar y hablar para no decir nada, intentando hacerse entender con medias palabras. (Tambien le gusta mucho la expresion <>.) Esta tan convencido de que las palabras traicionan el pensamiento que preferiria funcionar por instinto y dejar que este se encargara de todo. !Aunque no le falta lucidez para reconocer que mas de una vez se la ha jugado, el muy sinverguenza del instinto! Pero, sin querer, una cosa lleva a la otra, y teme provocar un exceso de emocion, le da miedo que la mujer se eche a llorar para desahogarse o le desvele algun secreto, y esas cosas a el no le gustan nada. !Cuanto mas facil seria la vida si la gente se las apanase siempre sola! Con su mujer tenia un truco para evitar la trampa de las conversaciones demasiado intimas: en cuanto notaba que ella iba a ir por ese camino, Ferdinand evocaba el pasado. Una palabra nada mas, como quien no quiere la cosa, y listo, ya podia escucharla sin prestarle atencion, como quien oye llover. Como le gustaba hablar a su pobre difunta... De cualquier cosa, de tonterias. Era una autentica cotorra. Pero lo que mas le gustaba, por encima de todo, era hablar del pasado, de su juventud. Solia decir que todo era mejor antes, que todo era mucho mas bonito. !Sobre todo antes de conocerlo a el! Siempre terminaba enumerando con rabia todo lo que habria podido vivir en otra parte, en America, en Australia o en Canada, quiza. !Pues si, por que no, claro que habria podido ser asi! Si no la hubiera sacado a bailar, si no le hubiera susurrado palabras tiernas, si no se hubiera arrimado tanto a ella, en ese dichoso baile del 14 de julio. Que lastima. Ferdinand no le guardaba rencor por hablar asi. El tambien habia tenido suenos. El tambien habia sonado con cosas bonitas. Pero no habia tardado en comprender que los suenos y el amor no iban de la mano. A lo mejor porque el no estaba hecho para esas cosas. O quiza seria en otra ocasion. !O en otra vida, como los gatos! Bueno, toca volver al presente. Esta en casa de su vecina. La mujer tiene un problema pero no parece querer hablar de ello, pese a las preguntas que el le hace discretamente. No sabe gran cosa de ella excepto que se llama Marceline, que vende miel, fruta y verdura en el mercado, y que es un poco extranjera. ?Rusa o hungara, quiza? Del Este en todo caso. No hace mucho tiempo que se instalo aqui. Bueno, unos anitos ya si que hace. ?Seis o siete? Si, por lo menos seis o siete ya... Ferdinand vuelve a mirar a su alrededor. Esta vez repara en que no hay calentador encima del fregadero, ni tampoco hay nevera, ni lavadora ni televisor. Ninguna comodidad moderna. Como cuando era nino, tan solo la radio para enterarse de las noticias, y agua fria en la pila para lavarse. Recuerda que en invierno siempre buscaba la manera de escaquearse. Y tambien intentaba librarse de hacer la colada, la ropa salia tiesa y helada del lavadero, y el tenia que ayudar a escurrirla, con las yemas de los dedos moradas de frio y arrugadas como garbanzos. !Anda que no era dificil todo en aquellos tiempos, me caguen diez! Se dice a si mismo que tal vez la pobre senora Marceline se haya cansado de esa vida tan dura y tan llena de incomodidades. Se habra desanimado. Y tambien se habra deprimido por estar lejos de su pais y de su familia, ?no? Lo mismo es ese el motivo por el que... Siente que no se va a poder librar, que no va a tener mas remedio que hablar. Y no de tonterias, de si va a llover o si va a hacer bueno. O incluso de su perro. !Que chucho mas listo, oiga! Que suerte tener uno asi. Yo el ultimo que tuve era tonto perdido, pero muy carinoso. Este... Ah, ?que es una perra? ?Esta usted segura? No me habia fijado. Inspira hondo y se lanza a hablar. De un tiron le dice que lo entiende, que a el tambien le han dado ganas un par de veces en su vida. Tres, en realidad. Bueno, venga, para ser del todo sinceros, cuatro. Si, pero... el se tomo el tiempo de pensarlo bien antes, y encontro muy buenas razones para no hacerlo. Como por ejemplo... Asi de sopeton no se le ocurre ninguna. !Ah, si, claro, sera tonto: sus nietos! Los nietos son maravillosos. Apasionantes. Nada que ver con los hijos. Si, si, de verdad. Son mas guapos, mas vivos y mucho mas listos. A lo mejor tiene que ver con la epoca en que vivimos, los tiempos han cambiado. A no ser que seamos nosotros, tal vez al hacernos mas viejos nos volvamos mas pacientes. Puede ser... ?Usted no tiene nietos? ?Ninguno? Vaya. Que pena. Pero hay otras cosas por las que vale la pena vivir. Espere, dejeme pensar... Marceline levanta los ojos para mirar al techo. Ferdinand se rasca la cabeza. Tiene prisa por encontrar algo. – Mire usted, de vez en cuando tambien es bueno acordarse de que hay gente que esta peor que uno. Asi uno pone los pies en la tierra. O, si prefiere, pone las cosas en perspectiva. A veces es necesario, ?no cree? Marceline parece estar en otra parte. Ferdinand busca algo gracioso que decir. – Bueno, y como nadie ha vuelto nunca para decir si al otro lado estan mejor las cosas, lo mismo no merece la pena adelantarse, ?eh, senora Marceline? Puede que sea mejor esperar a que llegue tu hora, y ya esta. Suelta una risita. Espera su reaccion. No hay reaccion. Entonces ya si que se preocupa. Se inclina hacia ella. ?Me entiende cuando le hablo? A lo mejor hay alguna palabra que no... Marceline tiende la mano hacia la tuberia de la cocina y, temblandole la voz, dice que ya esta, que llevaba un rato pensandolo pero que ya se acuerda, que todo ha sido por su viejo gato. Hace ya varios dias que ha desaparecido. ?Se habra muerto? Espera que no. Seria dolorosisimo para ella... Y, mientras tanto, su casa es un caos. Los ratones hacen lo que les da la gana. No paran de bailar, todo el dia y toda la noche. En los armarios, debajo de la cama, en la despensa... Roen, roen y roen sin parar. !La estan volviendo loca! Si siguen asi, al final se subiran a la mesa y comeran de su plato, los muy descarados. Ferdinand ha desconectado, ya casi no la escucha. Divaga por completo la pobre mujer. Debe de ser por el gas. Eso que cuenta del gato muerto y los ratones que bailan no tiene ni pies ni cabeza. La mira hablar y luego le observa las manos. Bonitas y estropeadas. Piensa que es por trabajar la tierra, deberia cuidarse, ponerse crema, lo necesita. Pero el caso es que parece mas joven de lo que el pensaba. Tendra unos sesenta, calcula... De pronto, la mujer se pone de pie. Sorprendido, Ferdinand da un respingo y se levanta a su vez. Ella le dice que es muy frustrante hablar y que nadie te escuche. Pero bueno, ya se encuentra mejor. Gracias por todo, ya puede irse, ahora se va a tumbar a descansar un poco. El gas la ha dejado aturdida. Ferdinand mira el reloj: las cuatro y media, es pronto para acostarse, le extrana. Ella le dice que no lo acompana hasta la puerta, que ya se las apanara el solito. El le dice que si, escondiendo una sonrisa. !No hay mucho peligro de perderse en una casa que solo tiene una habitacion! Le acaricia la cabeza a la perra. Bueno, pues nada, adios, senora Marceline. Si necesita algo, lo que sea, no dude en llamarme. Si, gracias, asi lo hare. Se encoge de hombros y masculla en voz baja: en cuanto me instalen el telefono, no te digo...