• ariana alcazar - Arianna Alcazar

    https://gigalibros.com/el-templo-del-sueno.html

    “Con sus escasos 30 anos, Loretta creia que conocia todo lo relacionado con el sentimiento de perdida. Aseguraba que cuando Santiago se habia despedido de ella por mandato de los padres de esta, ella se habia sumergido en los rincones mas profundos de la tristeza, la soledad y el vacio. Aunque claro, esto habia ocurrido cuando Loretta era una adolescente enamorada de 16 anos y Santiago era un hombre que rondaba el cuarto de siglo, sin oficio ni beneficio. (.) Pero aparte de la perdida de su relacion con Santiago, de unas cuantas mascotas en su infancia y de alguno que otro amigo que se pierde en el camino, en realidad Loretta no conocia nada mas relacionado con despedidas ni tristezas profundas”.

  • Libros y Ebooks de Arianna Alcázar - Amazon

    https://www.amazon.es/Arianna-Alc%25C3%25A1zar/e/B07X12VCVS%3Fref=dbs_a_mng_rwt_scns_share

    por Arianna Alcázar · ( 6 ). 2,69 € 7,06 €. Todos conocemos las moralejas que los héroes de los cuentos infantiles nos han transmitido a partir de sus ...

  • El Templo del Sueño : Alcázar, Arianna - Libros - Amazon.es

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    El Templo del Sueño Tapa blanda – 11 agosto 2019 · Versión Kindle 0,00 € Este título y más de un millón, disponibles en Kindle Unlimited Comprar por 2,99 € · Tapa ...

  • a traves de mi ventana ariana godoy - Moises Mata SL

    https://www.moisesmata.es/libro/a-traves-de-mi-ventana-ariana-godoy_28450

    A TRAVES DE MI VENTANA ARIANA GODOY, GODOY, ARIANA, 18,95€. ¡Llega por fin la novela juvenil que está triunfando en Wattpad! Raquel lleva toda la vida loca ...

  • Libros de Editorial El Alcazar - Buscalibre México

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    Heist. Cazar o ser Cazado? Ariana Godoy. (15). Montena, 2021, Rústica, Nuevo ...

  • 545 resultados para Historias reales de guerra y combate

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    Libros sobre Historias reales de guerra y combate - 545. ... Flores para ariana. -5%. Titulo del libro: Flores para ... La gesta del alcazar de toledo.

  • Libro para dormir - Xavier Gimeno Ronda,Fernando Alcázar ...

    https://www.planetadelibros.com.mx/libro-libro-para-dormir/303986

    12 nov 2019 — Libro para dormir, de Xavier Gimeno Ronda y Fernando Alcázar Zambrano. El libro para contar ovejas hasta quedarte dormido.

  • El secreto del Padre Alcazar- Cami Flores - Mundo de Libros ...

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    20 feb 2020 — Pero Santiago Alcázar es el párroco de una iglesia católica y lucha con sus propios demonios, entre ellos ser un adicto sexual. Información:.

  • Ariana Godoy | MercadoLibre - Mercado Libre Venezuela

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    Libro Heist: Cazar O Ser Cazado (wattpad) Por Ariana Godoy. 26 dólaresU$S26. Envío gratis ... El Origen Del Hombre - J. Alcazar Godoy. 5 dólaresU$S5 ...

  • La historia de Elizabeth Cromwell y Edric Rouhtown de Carlos Salas

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    Elizabeth Cromwell, regresaba a Londres luego de unos largos cinco anos de vivir en escocia con su tios, encontrandose con un pequeno accidente en el camino, el cual la llevo a saber a traves del tiempo, que no todo en su libros era mentira como solia decirle su madre.
    Edric Rouhtown maldecia el clima y los malos estados de los caminos, lo unico que el deseaba era llegar a la casa de su hermana a tiempo para el nacimiento de su sobrino, sin saber que aquella joven dama que lo ayudaria, en realidad seria su destino eterno.

  • Papel Carbon de Fernando Iwasaki

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    Papel Carbon” reune los primeros libros de relatos de Fernando Iwasaki.
    Tres noches de corbata (Lima, 1987) y A Troya, Helena (Bilbao, 1993), dos titulos donde los lectores del narrador peruano podran reconocer los temas, el humor, la prosa coruscante y las multiples referencias culturales que caracterizan la obra de uno de los autores fundamentales del cuento contemporaneo en lengua espanola. Rescatamos asi Tres noches de corbata, libro que dialoga con los precoces volumenes de relatos de un pequeno grupo de escritores espanoles y latinoamericanos nacidos en la decada del 60, como Alguien te observa en secreto (1985) de Ignacio Martinez de Pison, Ligeros libertinajes sabaticos (1986) de Mercedes Abad, Los laberintos invisibles (1986) de Guillermo Busutil, Deberia caersete la cara de verguenza (1986) de Sergi Pamies, El movil (1987) de Javier Cercas, Veinte cuentos cortitos (1989) de Iban Zaldua, Infierno grande (1989) de Guillermo Martinez y Cuentario (1989) de Jorge Eduardo Benavides, todos tecleados a maquina y todos copiados con papel carbon

  • La justicia de los invisibles 1 de Joaquin Euler

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    La Justicia de los invisibles. Sin Salida (Libro I)

  • Solo tu, mi mocosa favorita de Jessa Lacey

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    Isabella llega a la universidad con la esperanza de poder dejar atras su antigua vida. No pretende ser feliz, mucho menos llegar a enamorarse, ella no cree en eso despues de ver como los hombres han jugado con su hermana y su madre.
    Connor, espera que este ano sea diferente, mas recuperado de la muerte de su madre. Le rompieron el corazon cuando era un crio y ahora solo ve en las mujeres una distraccion, y asi les hace saber que con el no podran llegar a nada mas.

  • La mujer fetiche (Fetiches 2) de Mimmi Kass

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    <<…y de pronto, el mundo se redujo a la superficie de su piel>>.
    Gabriel Garcia Marquez – Cien anos de soledad

  • La puerta de arena de Jesus Fernandez

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    < Muchos nombres nos habeis impuesto cuando jamas hemos deseado alguno. Quisimos pasar desapercibidos pero todo fue en vano.
    Hemos visto caer imperios, fuimos testigos de la masacre del Pueblo Gris y conocemos las palabras que abren La Puerta de Arena en el reino de Lum.
    El mundo no tiene secretos para nosotros pues hemos vivido en cada uno de sus dias y sus noches. Si olvidais vuestra esencia, tendremos que intervenir.>>

  • Recuerdos prohibidos (eLit) de Julie Miller

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  • Dejemos atras el pasado de Grace Marie March

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    Henry tenia nuevas vecinas, su desconocida hermana y una amiga, quien precisamente poco despues pide trabajo en su empresa. ?Como puede ayudar a su padre despues de descubrir la gran traicion de su madre?
    Cynthia tenia claro que no pensaba aprovecharse de su amiga para ayudar economicamente a su familia, viajaria junto a ella para conocer a su padre y a su hermano, pero no se quedaria en casa esperando que otros solucionaran sus problemas, lo que no esperaba era trabajar para Henry despues de la vergonzosa forma en que se habian conocido.

  • Rabiosamente enamorados de Patty Love

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    Liza Brown es una afamada abogada matrimonial que, haciendo honor a su profesion, no tiene suerte en el amor. El encuentro casual con un atractivo desconocido en un tren lo confirma, pues tras pedirle una cita la deja plantada como a un seto.

  • Guinea de Fernando Gamboa

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    LO QUE OPINAN LOS LECTORES

  • Nadie duerme de Barbijaputa

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    La activista feminista que reside bajo el alias de Barbijaputa vuelve a la ficcion con una novela impactante desde el primer parrafo, una distopia feminista en la que las mujeres son el verdugo, ?o no?

  • No sabes nada de mi de Pilar Cernuda

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    No sabes nada de mi es un apasionante recorrido por las vidas de las espias espanolas. Mujeres con un sexto sentido que han conocido desde dentro la lucha contra el terrorismo de ETA y el yihadismo, que han participado en operaciones de riesgo y de contraespionaje, entrenadas para preservar el anonimato en un mundo de hombres. Mujeres a las que el amor a su pais les hizo afrontar innumerables peligros.

  • Una noche con ella, Anabella Franco de Anabella Franco

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    Helena es el deseo de muchos, pero no puede desear ni sentir. El pasado ensombrece su alma: si hay una vida feliz parece solo reservada a los demas. Solo un angel negro, un alma oscura como la suya, podra adentrarse en su conciencia y despertar en ella sus fantasias mas ocultas.
    Mariano, un hombre solitario y sin afectos, encuentra en Helena a su reflejo. Y lo que comenzo como un juego de seduccion y negocios, les planteara un desafio: ?podran dominar los sentimientos o terminaran por quebrar las reglas? ?Aprendera Helena que existe el placer y Mariano, que no es tarde para amar?
    Anabella Franco, autora de “Nada mas que una noche”, nos abre una puerta en esta vibrante novela erotica a la intimidad de conocidos y nuevos personajes. Como en una inmensa marea, los lectores -igual que los personajes de esta novela- se dejaran llevar en un viaje de luz y oscuridad, de deseo y pasion.

  • La Sonrisa de Angelica de Andrea Camilleri

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    Una serie de robos ejecutados de forma extremadamente ingeniosa y audaz se extienden de la noche a la manana entre los habitantes mas adinerados de Vigata. Los cacos logran desvalijar simultaneamente la residencia principal y la de veraneo, y, en pocos dias, enormes sumas en efectivo, joyas y valiosisimas obras de arte pasan de las manos de sus duenos a las de estos expertos delincuentes que, en apariencia, lo tienen todo calculado. Con la llegada de una enigmatica misiva anonima en la que el cerebro de la organizacion reta a Salvo Montalbano a jugar una suerte de partida de ajedrez, el caso se convierte rapidamente en un desafio para nuestro comisario. Pero lo que de verdad complica las cosas es la aparicion en escena de Angelica Cosulich, una de las victimas de los robos. La belleza fulgurante de esta joven treintanera de sonrisa luminosa trastorna profundamente a Salvo, pues es la viva imagen de la Angelica del Orlando furioso, el ideal femenino que protagonizo las fantasias adolescentes del comisario. Como Orlando, Montalbano debera luchar simultaneamente en distintos flancos: por un lado, confuso y obstinado, contra los achaques de la edad --se esta acercando a los sesenta--, y por otro, contra la atraccion de una mujer a la que es incapaz de resistirse. Con las hilarantes aportaciones de Catarella y las dosis de genial improvisacion con las que el comisario elude los intentos disciplinarios de sus superiores, La sonrisa de Angelica es una de las aventuras mas emocionantes y divertidas de la serie.

  • La promesa de Helena. Bilogia completa de Chloe Santana

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    Helena era una experta en llegar tarde. Nadie la creeria por mucho que ella dijera que no lo hacia a proposito. La realidad era que siempre le surgian contratiempos que la ralentizaban en contra de su voluntad. Por ejemplo, aquella manana habia sido bastante precavida al despertarse con dos horas de antelacion. Le habia dado tiempo a darse una ducha larga, pelearse un buen rato con el armario hasta escoger el jersey azul cielo que segun su madre hacia juego con sus ojos, desayunar un bol de cereales e incluso se habia acordado de ordenar la habitacion para causarle una buena impresion a su companera. Para ella tenia mucho merito porque era un desastre con patas (o eso afirmaba su padre). Pero la vida constantemente la bendecia, notese la ironia, con percances que la retardaban. Y esa manana no contaba con aquella anciana de la parada del autobus que estaba visiblemente desorientada. Si Helena hubiera sido otra clase de persona, se habria limitado a esperar el bus como el resto de los pasajeros. Pero Helena era una mujer empatica por naturaleza y siempre tenia una sonrisa para todo el mundo. Como decia su abuelo: <>. Ella creia en los pequenos gestos y la habian educado para ser amable con los demas, asi que se intereso por la octogenaria y descubrio que se habia equivocado de parada. Ni corta ni perezosa, se subio con ella en un autobus que la alejaba de su destino y le indico cual era la parada correcta. Al fin y al cabo, le hubiera gustado que alguien hiciera lo mismo por su abuelo. ?Por que la gente iba a lo suyo en un mundo que giraba demasiado deprisa? No pudo responderse a si misma porque le sucedio lo de siempre: llegaba tarde. Habia vuelto a confiarse y su buena voluntad le habia jugado una mala pasada. Era su primer dia en la universidad. Se habia matriculado en humanidades en la universidad de Chicago con la intencion de graduarse en periodismo. O quiza en escritura creativa. Aunque Lengua y literatura inglesa le ofrecia bastantes posibilidades en el mercado laboral. Todavia no lo tenia claro pero sabia que su gran pasion eran los libros. Y como llegase tarde a aquella primera clase tendria un inicio academico de lo mas catastrofico. Corrio a toda prisa por los pasillos de la universidad mientras buscaba su aula. Ademas de ser impuntual era despistada. La clase de persona que olvidaba donde habia dejado las llaves de casa e ignoraba que su clase de literatura universal se encontraba en el edificio anexo. Le costo diez minutos y preguntar a un monton de alumnos dar con el sitio exacto. Estaba empapada en sudor y tenia la respiracion acelerada cuando llego al aula magna. Sentia tal euforia que abrio la puerta de par en par y todos se volvieron hacia ella. Por lo visto habia hecho un poco de ruido. Trago con dificultad e intento mimetizarse con la pared, pero su maldito jersey celeste resaltaba demasiado sobre el muro de hormigon blanco. ?Algo que Helena no soportase? Ser el centro de atencion. Ella preferia ir a lo suyo porque pensaba que destacar solo le traia problemas a una chica que habia sido bendecida con una belleza de la que no se sentia orgullosa. Apreto la carpeta contra el pecho y deseo ser invisible. Centenares de ojos se posaron en ella mientras subia las escaleras con la cabeza gacha y la intencion de ocultarse en el fondo del aula. --Empezaremos la clase cuando la senorita impuntual se siente. Tranquila, no tenemos prisa. Si Victor Hugo tardo diecisiete anos en escribir Los miserables, nosotros podemos esperar unos minutos a que usted le apetezca escoger un asiento --la autoritaria voz del profesor de literatura universal arranco las risas maliciosas de un punado de alumnos. <>. Un calor abrasador le subio por las mejillas cuando todo el mundo empezo a mirarla. Algunos lo hacian con cierta compasion y otros con impaciencia. Hubo cuchicheos y miradas de desaprobacion. Seguro que pensaban que a la rubia tonta le encantaba llamar la atencion --para su desgracia, era la imagen que solia provocar en los demas--. Se sento en el primer asiento libre. Le temblaban las piernas y el corazon se le iba a salir del pecho por culpa de la carrera y la verguenza. --Menos mal. Ha tardado lo suyo. Esperemos que no sea igual de lenta para todo... --la broma de mal gusto del profesor la obligo a mirarlo a la cara para encajar el golpe. Era un hombre alto, canoso y de mirada desabrida. Tres segundos en clase y ya se habia ganado su antipatia--. Muy bien, senorita... --Helena Jones --su voz sono estrangulada. --Senorita Jones, ya que ha interrumpido mi clase, no le importara hacer la introduccion del primer epigrafe del temario sobre Los origenes de la literatura. La escuchamos. <>. A Helena le empezaron a sudar las manos. ?Una exposicion sobre Los origenes de la literatura? Si ni siquiera le habia dado tiempo a comprar el libro. Pensaba hacerlo aquella misma tarde porque ayer su prima Martha la llamo llorando desconsolada porque su novio habia roto con ella y claro, ?como iba a decirle que no podia escucharla porque tenia que ir a la libreria? Ante todo, Helena era impuntual y buena amiga. --Yo... esto... Senor... --intento recordar el nombre del profesor. Uf, se estaba luciendo. Ademas de impuntual y buena amiga, tenia memoria de pez. ?Como se llamaba el profesor de introduccion a la literatura universal? Recordaba haber leido su nombre en aquel temario que se habia manchado de cafe cuando se quedo dormida viendo por enesima vez Pretty Woman. La culpa de todo la tenia Richard Gere--. Disculpe, Senor... El profesor le dedico una mirada irritada. --Ya se que no soy Shakespeare, pero no le vendria mal aprenderse mi nombre. Mas risas maliciosas. Se acababa de labrar una reputacion de imbecil que la perseguiria durante todo el curso. Que bien empezaba. --Llega tarde, no se sabe el temario y desconoce el nombre del profesor. En lugar de haberse matriculado en la universidad, deberia volver a prescolar para que le ensenaran las nociones basicas sobre como comportarse en publico. Helena noto como todo el peso de la verguenza caia sobre sus hombros. A partir de ahi, la clase fue a peor. El Senor Foster, que asi se llamaba el susodicho, no dejo pasar la oportunidad de ridiculizarla cada vez que explicaba algun tema. <> <> <> Helena se sintio tan humillada que tuvo que hacer un gran esfuerzo para no echarse a llorar o huir de la clase. El profesor habia encontrado al blanco perfecto de sus burlas y por lo visto no iba a soltarlo. Hasta que una voz masculina y socarrona se impuso entre las risas de sus companeros: --Yo tampoco lo se. El senor Foster levanto la cabeza del libro y busco al propietario de aquella voz masculina tan energica. --?Disculpe? --Josh Sackler --dijo con orgullo el alumno--. Le decia que yo tampoco se la diferencia entre la lirica renacentista y el petrarquismo. No tengo nada en contra de la senorita Jones, pero me parece fatal que monopolice la clase. Si va a darle clases particulares a la senorita Jones, tambien me apunto. He notado que tiene cierta predileccion por ella y no soporto los tratos de favor. Tampoco iba a desperdiciar la oportunidad de hacerme notar, para que mentir. --todo el mundo se volvio hacia el con los ojos abiertos de par en par. Helena lo miro entre sorprendida y aliviada por dejar de ser el centro de atencion--. Por cierto, esta noche doy una fiesta y estais todos invitados. Quiza no sea tan interesante como esta apasionante clase de literatura, pero nos merecemos disfrutar de una buena juerga antes de que la presion academica nos asfixie. Al Senor Foster se le cambio la expresion. Arrugo la frente y puso mala cara cuando la mitad de la clase rio las gracias de aquel joven. A Helena no le paso desapercibida la seguridad que desprendia. A diferencia de ella, estaba encantado siendo el protagonista. De lejos pudo apreciar que era la clase de universitario atractivo y descarado que tendria bastantes admiradoras. --En fin, ya tenemos al gracioso de turno. No sera el mas listo de la clase pero seguro que es el alma de la fiesta. Gracias por su intervencion, Senor Sackler. --De nada, Senor Foster Hizo una reverencia antes de sentarse y casi toda la clase se partio de risa. Menos ella. Estaba demasiado abochornada para sonreir. Se paso el resto del tiempo tomando apuntes para ponerse al dia, mientras se juraba que aquella misma tarde iria a la biblioteca para pedir prestado el libro y enterraria la cabeza dentro hasta absorber todo el temario. Asi le demostraria al Senor Foster que no era una completa idiota. Cuando la clase termino, busco a su salvador para darle las gracias. Era lo minimo que podia hacer porque habia sido el unico que le habia echado un cable. Los demas se limitaron a mirar para otro lado, agradecidos de no ser ella, o a reirse en voz alta de su mala suerte. Josh estaba de espaldas y charlaba animadamente con un grupo bastante numeroso de alumnos. Parecia el lider, algo impropio de un alumno de primero. A lo mejor no habia sido tan desinteresado como ella pensaba y habia montado aquel numerito para destacar. A partir de ahora seria conocido como aquel alumno de primero que se habia atrevido a contradecir en publico a un profesor. Todos hablarian de el. <>. --Hola. Helena tuvo que levantar la voz para hacerse notar. El estaba demasiado encantado pavoneandose delante de un par de chicas que la miraron con fastidio cuando ella le toco el brazo. Josh se volvio hacia ella con una amplia sonrisa que se ensancho cuando la reconocio. No era atractivo, era guapisimo. De pelo negro, ojos verdes y piel tostada por el sol. Intento adivinar de que parte de Estados Unidos seria antes de que el hablase. --Hola, senorita Jones. Del sur. California, Los Angeles, Arizona... tal vez Texas. --Hola, senor Sackler --le siguio el juego--. Solo queria que supieras que agradezco mucho lo que has hecho por mi. Te debo una. El la miro con interes y ella capto la clase de mirada que le dedicaba. Solia provocar aquel efecto en los hombres. Lo odiaba. Cuando eras guapa los demas siempre sacaban conclusiones precipitadas y creian conocerte. Lo que veian era el envoltorio, pero el envoltorio jamas definia quien eras. --Hecho. Ven esta noche a la fiesta que se celebra en mi fraternidad. Asi estaremos en paz. <>. Helena sabia como quitarse de encima a aquella clase de tipos. Se haria la tonta, que era lo que esperaban de ella, y luego le diria lo que queria oir. Era la unica estrategia para salir airosa de la situacion. --Pues... no se. La verdad es que todavia tengo que instalarme y hacer algunas compras de ultima hora. --Me gustaria mucho que vinieras --el insistio con una seguridad que la arroyo. Estaba convencido de que ella daria su brazo a torcer. Era muy predecible. --Me lo pensare --respondio, y se aparto el pelo de la cara para demostrar unos nervios que no sentia. Tenia ganas de quedarse a solas y llorar sobre la almohada por lo sucedido con su profesor. Pero debia provocar la impresion equivocada si queria quitarselo de encima. En la vida se habia topado con suficientes Josh Sackler para saber como actuar--. Sera mejor que me vaya. Tengo clase y no quiero llegar tarde. Otra vez. --Adios, senorita Jones. A ella le gusto su voz. Suave, confiada y varonil. Le ofrecio una media sonrisa y se alejo a paso ligero. El resto del dia transcurrio con normalidad. Llego puntual a todas las clases, fue a la biblioteca y consiguio el ultimo manual de literatura universal y ceno un sandwich de queso mientras leia Desesperacion. Lo habia escrito Vladimir Nabokov y se quedo dormida con la intencion de demostrarle al Senor Foster que no era una estupida. No fue a la fiesta. 1 En un recondito lugar de Texas. Presente. Mantengo la mano izquierda sobre el volante e intento cambiar de emisora de radio con la derecha. Me doy por vencida cuando lo unico que logro sintonizar es una emisora local de musica country. Odio la musica country. Yo soy mas de Adele, Sia o Dua Lipa. Bajo el volumen pero la dejo encendida. Llevo casi cuatro horas al volante y no quiero quedarme dormida. El sol de principios de marzo se refleja en el parabrisas delantero y tengo ganas de echar una cabezadita. No soy una imprudente, pero quien habria imaginado que lo unico que veria durante cientos de kilometros serian surtidores abandonados, una carretera eterna y un horizonte de pastos dorados. Menos mal que llene el deposito hace cuatro horas, porque de lo contrario no se que habria sido de mi. El gps del movil me ha abandonado y mi unica guia es un mapa anticuado que adquiri en la gasolinera por cuatro dolares. La semana pasada estaba convencida de que mi vida no podia ir a peor. Arruinada, sola, con una excedencia y amargada. Entonces tome la decision de embarcarme en esta locura de viaje con la intencion de revertir mi situacion. Me dije: <>, pero como diria Murphy: <>. Y ahora cabe la posibilidad de que me quede sin gasolina y deambule deshidratada por una carretera solitaria hasta desmayarme de agotamiento y ser devorada por los buitres. Menudo final tan patetico. Tengo ganas de gritar, pero en lugar de ello subo el volumen cuando suena una cancion decente. Shania Twain canta que se siente como una mujer y que va a salir de fiesta. Mi fiesta perfecta seria encontrar una habitacion de hotel decente y darme una ducha de agua fria. El aire acondicionado del coche que he alquilado no funciona --un detalle sin importancia que se le olvido comentar al de la agencia--, y fuera hace tanto calor que sospecho que en el asfalto podria freirse un huevo. Aunque llamar <> a un camino polvoriento y lleno de baches es ser demasiado considerada. Bajo la ventanilla para refrescarme y me veo obligada a subirla cuando el interior del vehiculo se llena de un polvo amarillento y denso que esta a punto de asfixiarme. Me entra un ataque de tos y los ojos se me llenan de lagrimas. Odio la musica country. Odio los viajes largos. Odio Texas. Es la primera vez que estoy aqui y ya me he labrado una opinion precipitada. Texas representa todo lo que aborrezco. Es el segundo estado mas grande de Estados Unidos por detras de Alaska. Supera el indice promedio nacional de la tasa de criminalidad y la mitad de las ejecuciones del pais tienen lugar aqui. Es un bastion republicano y hace mas de medio siglo que en Texas no gana ningun candidato democrata --concretamente desde Jimmy Carter--. Kennedy fue asesinado en Dallas y es el estado con un mayor numero de armas de fuego registradas ademas de ser la cuna de la cultura cowboy, el petroleo y las minas de carbon. Para una democrata contraria a la pena capital, vegetariana y ecologista, es algo asi como el paraiso. Notese la ironia. Sin embargo, nadie pudo quitarme la idea de la cabeza cuando decidi emprender este viaje. Ni siquiera mama y sus: <>. O Penny y sus: <>. Si, las dos tenian razon. Este ultimo ano me ha hecho perder el juicio y sentirme tremendamente culpable. Por eso estoy aqui. En un intento desesperado por solucionar mis problemas y cumplir una promesa. Quiza de paso mi vida cobre ese sentido que perdio hace quince meses.

  • Tu reflejo – Claudia Cardozo de Claudia Cardozo

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    Lorraine es una joven que suena con convertirse en una afamada disenadora de modas. Alegre, vivaz y un tanto alocada, solo piensa en el ahora y en la vida que tendra una vez que consiga cumplir sus metas. Tiene buenos amigos y un novio que esta a punto de sumarse a su lista de fracasos amorosos; el unico hombre que le ha llamado realmente la atencion y por quien lleva anos suspirando es Eric, pero ellos no tienen nada en comun, y con su historial de miedo al compromiso seguro que el intentar algo con el seria una mala idea.

  • Vivir sin permiso y otras historias de Oeste de Manuel Rivas

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  • Seduciendo Al Jefe de Mia Ford

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    Cliff Sali del ascensor y respire profundamente. Era lunes, el peor dia de la semana para la mayoria, pero el dia en que me senti vivo despues de un largo fin de semana de aburrimiento. Me encantaba trabajar desde siempre. Me encantaba el desafio, el dominio, probarme a mi mismo que estaba ganando en el juego de la vida. La gente pensaba que no era un juego… bueno, se equivocaban o, simplemente, estaban demasiado asustados para jugar. Asi es como siempre lo he visto yo y me ha ido bien. Sonrei mientras veia a mis empleados corriendo de un lado a otro para realizar sus tareas y mantener los trabajos a los que se aferraban desesperadamente. Tenia un gran personal y estaba muy agradecido, aunque tambien les pagaba muy bien. Probablemente, por eso trabajaban tan duro. Si hicieran el mismo trabajo para cualquier otra compania ganarian la mitad del dinero. Era un hecho. Tenia muchas aspiraciones y siempre estaba haciendo cosas. Cuando tenia tiempo libre me aburria, a menos que hiciera deporte. Me encantaba estar en movimiento para no oxidarme. No entiendo que haya gente tan holgazana. Camine por el pasillo ignorando a toda la gente que me sonreia. La mayoria de ellos eran solo <> que pensaban que si conseguian mi favor les ayudaria a escalar puestos, pero la unica forma de subir la escalera era ganandosela. A diferencia de la mayoria de las empresas, no le daba los buenos trabajos a la gente que conocia. Eso era estupido. Yo le daba los trabajos a la gente que los merecia. Por eso mi compania habia crecido tanto y solo tenia treinta y dos anos. Estaba entrando en mi oficina cuando me di cuenta de que Margot, mi secretaria, estaba acompanada de una mujer alta, esbelta, con unas curvas increibles, una cara preciosa, una sonrisa muy dulce y el cabello largo de color castano. Y esos ojos… vaya, podria perderme en ellos. Era preciosa y, por un momento, hasta me puse nervioso en su presencia. No podia recordar la ultima vez que me habia puesto nervioso por algo, pues desde hacia mucho tiempo habia eliminado las emociones y las expectativas de mi vida. --?Que sucede? --pregunte. --Hola, Cliff --dijo Margot, con esa dulce sonrisa que habia llegado a apreciar. Era la persona mas pomposa que habia conocido --. Esta es Sadie Blane. --Hola, Sadie Blane --dije. Ella me saludo y yo empece a alejarme. Estaba muy ocupado y no tenia tiempo para conocer a nadie a primera hora de la manana. --Cliff. --Margot me detuvo--. Sadie se va a hacer cargo de mi puesto de trabajo. Es su primer dia. Estaba confundido. --?Como? ?Que quieres decir? Ella suspiro. --Te lo dije el otro dia, pero no lo supe hasta ayer a ultima hora y tu ya no estabas. Tampoco pude localizarte por telefono, pero recursos humanos le ha dado la aprobacion. --?De que estas hablando, Margot? --Lo dejo --dijo--. Mi madre esta empeorando. Necesito cuidarla durante un tiempo. --Siento oir eso --dije--. Lo entiendo, pero esto es demasiado repentino. Tendrias que habermelo dicho con tiempo. --Lo se y lo siento, pero Sadie es fantastica. Se acaba de graduar con honores en la estatal de Ohio. --Genial --dije--. Yo fui a Pitt, asi que lo mismo terminamos odiandonos. --Sonrei para hacerle saber que estaba bromeando--. Encantado de conocerte --dije--. Esta bien, ponla al corriente de todo, y Margot, lamento que te vayas. Cuidate. --Lo hare. Gracias. Entre en mi oficina. Estaba molesto porque Margot se iba. Era una secretaria increible. Llevaba tres anos conmigo y conocia la empresa por dentro y por fuera. Demonios, mas importante aun, me conocia por dentro y por fuera. Iba a hacer falta una persona especial para reemplazarla y no estaba tan seguro de que Sadie lo fuera. Pero era muy hermosa. Eso no lo podia ignorar. No dejaba de pensar en lo que podria haber sido conocerla en un club nocturno, invitarla a bailar y luego ver a donde nos llevaba la noche… Si, eso habria sido genial. Mire por la ventana de mi oficina a traves de la rendija de las persianas venecianas. Maldicion. Esas caderas… las piernas tan largas y delgadas, suaves pero tonificadas. Senti mi polla agitandose en mis pantalones. Me estaba excitando mucho. Joder. Me iba a costar acostumbrarme a la nueva secretaria. Intentaba mantener la regla de no salir nunca con nadie con quien trabajara, pues era como abrir la puerta a un enorme desastre. Podian salir mal demasiadas cosas, especialmente, al ser un hombre con dinero. La gente intenta aprovecharse de eso. Me sente detras de mi escritorio y puse los pies en alto. Agarre mi bola de estres y empece a apretar lentamente la mano alrededor de ella. Me vendria bien aliviar la tension que ya estaba sintiendo. Eran las ocho de la manana, pero llevaba levantado desde las tres. Siempre me despertaba a esa hora. Era la mejor manera de empezar el dia. Me despertaba, hacia pesas y luego salia a correr. Por ultimo, tomaba un buen desayuno sobre las seis de la manana. Luego pasaba una hora en el tanque de aislamiento sensorial, donde tenia las meditaciones mas increibles que uno podia imaginar. Era maravilloso. Sin embargo, incluso con todas esas practicas que ponian mi cuerpo y mi mente en un lugar armonioso, seguia siendo un manojo de nervios cuando llegue al trabajo. La verdad es que me sentia un poco sin rumbo desde que rompi con mi exnovia Alice dos semanas antes. No esperaba que me afectara de la manera en que lo habia hecho, pues tenia problemas para dejarla ir. No estaba listo para un compromiso a largo plazo en este momento de mi vida, pero cuanto mas envejecia mas dificil me resultaba recuperarme de las relaciones. ?Que me estaba pasando? ?Estaba empezando a sensibilizarme? ?Se estaba acercando la etapa de ser padre? Me estaba volviendo un solitario. Lo sabia. Al principio, cuando acababa el dia y volvia a mi casa vacia, enorme y solitaria me invadia una sensacion de felicidad. Era libre para hacer lo que quisiera. No tenia responsabilidades. Pero ahora empezaba a parecerme triste. Estaba solo todo el tiempo. Bueno, tenia amigos y me divertia bastante, pero la mayoria de ellos estaban empezando a sentar la cabeza y yo habia empezado a salir solo. A veces traia a alguien a casa, aunque estaba cansado de las relaciones sin sentido. Por otro lado, me costaba entregarme a una mujer. Tenia miedo de hacerlo, aunque no estaba seguro de la razon. Quizas era miedo al compromiso y a perder el control. Siempre habia pensado que algun dia tendria esposa e hijos, pero no queria que eso sucediera pronto. Quizas, al evitar las relaciones me estaba alejando de la verdadera felicidad. Me servi una gran taza de cafe negro. Bebi el fuerte elixir de la cafeina y pense en los fallos que habia en mi vida personal. ?Por que pensaba tanto en esto ultimamente? La puerta se abrio en ese momento y aparecio Sadie. Estaba sola, asi que me figure que Margot se habia ido y que nunca la volveria a ver despues de tres anos trabajando para mi. La rabia estaba hirviendo a fuego lento dentro de mi, ya que era obvio que la nueva secretaria no tenia ni idea de lo que estaba haciendo. Tenia que ponerla en su lugar rapidamente y establecer el orden jerarquico. No era su maldito amigo para que irrumpiera asi en mi despacho, era su jefe. --Ronald Gilding ha llamado --dijo Sadie--. Confirmo la reunion para las diez en punto, pero solo dispone de una hora y no de dos. --?Sabes que tienes que llamar a la puerta antes de entrar? -- Ella me miro como si le hubieran dado una patada en la boca del estomago--. Te he hecho una pregunta --repeti. Se lamio los labios nerviosamente y comenzo a tartamudear. --Lo siento… yo… yo solo pense… --No se entra en mi despacho sin llamar a la puerta. ?Me he explicado bien? Sera mejor que aprendas como funcionan las cosas por aqui muy rapido si quieres durar, ?me entiendes? --Eh, si --dijo--. Lo siento mucho. Salio de la oficina y entonces me di cuenta de algo interesante. --Detente --dije. Ella se quedo congelada--. Ven aqui. --Hice un gesto con el dedo. Camino lentamente hasta mi mesa. Estaba rigida y nerviosa, pero tambien guapisima. Maldicion. Mi polla se ponia mas dura a cada segundo que pasaba con ella. Pense en inclinarla sobre el escritorio y destrozar su cono apretado y humedo. Queria soltar mi carga dentro de ella. --?Que es eso que llevas puesto? --le pregunte. Senale el collar alrededor de su cuello. Era una larga cadena de oro con un corazon colgando de ella. El corazon tenia una daga atravesandolo. La pieza era interesante. --Un amigo me lo regalo. --?Que clase de amigo? --Un amigo de la familia. Por mi graduacion universitaria. --Ese amigo… ?tiene mas o menos la misma edad que tu padre? --pregunte. Ella tuvo que inclinarse para que yo pudiera observarlo de cerca, aunque tambien le eche una mirada a su precioso escote. --Si --dijo--. El es… --?Crees que ese amigo quiere follarte? --le pregunte. Ella se puso muy nerviosa mientras la pregunta flotaba en el aire. No se movio. --?Que? Eso es… --?Suena raro? Bueno, este collar es un regalo romantico. ?Que clase de hombre le da esto a la hija de su amigo que tiene la mitad de anos que el? Empezo a parpadear rapidamente mientras trataba de pensar. --Ya habias pensado en eso antes, ?verdad? --Yo… realmente, no lo se… --tartamudeo. --Oh, si que lo sabes… ?Te atrae ese amigo? --No --dijo, demasiado rapido. --?Por que? ?Porque es mayor? Aun asi, ?es atractivo? ?O te atrae su edad y experiencia? ?Tal vez su estatus? ?O te atraen otras habilidades? Estaba disfrutando de la conversacion. Me estaba divirtiendo mucho escarbando en su cerebro y viendo sus reacciones. Ella no se enfado, solo se asusto, se puso nerviosa y se ruborizo. Si la conociera diria que incluso se estaba excitando. Pues ya eramos dos. En cinco segundos podria estar muy dentro de ella. --No lo se… yo… --No sabia que decir. --Bueno, a pesar de que no sabes que responder, has elegido llevar el collar. ?Tu familia sabe que el te lo regalo? ?O te lo dio en privado? --En privado --dijo. --?Y no se lo has dicho a tu familia? --No, no lo saben. --?Por que no? --Porque… --Porque podrian pensar que hay algo mas entre vosotros dos. No hago suposiciones de la nada. ?Alguna vez has fantaseado con ese tipo? ?Alguna vez has fantaseado con alguien a quien no puedes tener? --Tengo que volver al trabajo. --Se irguio de repente. --Bien --dije--. Pero no te olvides de llamar a la puerta la proxima vez. Y no pierdas ese collar. Te queda muy bien. No dijo nada, pero se detuvo un momento como si quisiera decir algo. Luego salio del despacho. Suspire con una sonrisa mientras me relajaba en mi silla. Capitulo 2 Sadie Me servi una taza de cafe y me sente de nuevo frente a mi mesa. Estaba casi temblando despues del encuentro que acababa de tener con Cliff. Habia sido tan condenadamente intenso... No podia dejar de repetirlo en mi cabeza. Debi haberme puesto furiosa. Deberia haberme sentido casi violada. El tipo me habia preguntado a quemarropa sobre sexo, alguien que acababa de conocer. Mi jefe… Debi haberme sentido terriblemente ofendida y enojada, pero no lo estaba. No, no lo estaba. Habia cometido un fallo al no llamar a la puerta. ?En que estaba pensando para irrumpir asi en su oficina? Mierda. Que estupida. Y jamas me habria imaginado que tendriamos esa conversacion. El me habia reganado y me senti como una nina, como si fuera inferior a el, ya que con un chasquido de dedos podia echarme a la calle cuando quisiera. Margot me habia advertido de que era un hombre muy intenso. Ella habia tenido que dejar su trabajo de repente y a mi me habian llamado de la agencia de inmediato. Conseguir un trabajo no habia sido nada facil porque me habia graduado en filosofia. No me plantee trabajar en el mundo de los negocios hasta que asisti a un seminario el otono pasado y me di cuenta de que deberia haber estudiado algo relativo a los negocios. Podria haberme dedicado a ejercer como profesora universitaria, ya que era de los pocos trabajos para los que estaba realmente cualificada en base a mi educacion, pero no me apetecia dedicarme a eso. Me habia mudado de Columbus a Nueva York hacia cuatro semanas y habia esperado a que sonara el telefono. Ayer, finalmente, sono. Y ahora estaba aqui. Tenia que conseguir que esto funcionara. En el momento en que vi a Cliff mi corazon se derritio. Senti que me iba a desmayar. El era perfecto. Poderoso, fuerte y sexy. Sus ojos eran penetrantes y su cuerpo era duro como una roca. Podia ver sus musculos debajo de su traje ajustado. Era un tipo decidido y esperaba que todos actuaran de la misma manera. Me di cuenta de que no tenia tiempo para nadie que no estuviera de acuerdo con el. Y eso me atrajo. En el momento en que lo conoci senti algo especial. No era solo el hecho de que fuera mi jefe. Era algo diferente… una fuerte conexion. Y eso era peligroso. Tenia demasiado trabajo por delante para dejar que un hombre me desestabilizara. No tenia tiempo para un romance. Por supuesto, no es que pensara que el quisiera tener un romance conmigo. Probablemente, tenia una mujer diferente en su cama cada noche. ?Por que perderia el tiempo con alguien como yo? De todos modos, no debia pensar en esos terminos. Queria convertirme en alguien importante en el mundo de los negocios y necesitaba aprender sobre este mundillo desde cero. Ahora que trabajaba en Jones Global, por fin tenia la oportunidad de aprender y tener un buen curriculum. Esperaba durar al menos un ano en esta empresa y no arruinarlo. Mierda. Tenia que centrarme, pero es que el me habia afectado. La forma en que hablaba, el dominio cuidadoso y tranquilo, los ojos sin emociones, la mirada fria, el susurro profundo de su voz, la forma en que habia tocado mi collar... Todo era tan caliente. Podia sentir su mirada moviendose sobre mi, rodando sobre mi cuerpo, y estaba segura de que habia mirado mi escote. Debi haberme puesto algo menos sexy, aunque me alegre de que me mirara y le gustara lo que habia visto. Hice las tareas diarias que me asignaron y trate de concentrarme. Pense que deberia haber pedido ayuda a alguien, pero no queria parecer una inepta. Me gustaba el trabajo, y me habia encantado oir a Cliff empleando ese tono de mando conmigo, ese angulo seductor y la forma en que me habia mirado directamente mientras me preguntaba si mi amigo de la familia (que era el mejor amigo de mi padre) queria follarme. Estaba segura de que si. Se llamaba Daniel Pace y era el mejor amigo de mi padre desde hacia muchos anos. Siempre habia sabido que sentia algo por mi. A veces me habia dado cuenta de que sus ojos acariciaban mi cuerpo. El dia que me gradue me dio ese regalo. Me llevo a un lado durante la fiesta en mi casa y me dijo que queria que tuviera el colgante. <>, me habia dicho. Y luego agrego que debia mantener en secreto que me lo habia dado. <>, habia argumentado. Eso lo resumia todo. No tenia ni idea de las expectativas de Daniel, sobre todo, porque me fui de casa al dia siguiente para venir a Nueva York. El collar era precioso y cada vez que lo tocaba pensaba en el. Tal vez eso era lo que el queria, ya que nunca habia pensado en Daniel de esa manera hasta que me dio el collar. A partir de ese momento empece a pensar en el de otra manera. Era un hombre guapo, pero era veinte anos mayor que yo. ?Como habia podido Cliff saber todo eso solo por el collar? ?Quizas por la forma en que respondi? Ese tipo conocia a la gente casi instantaneamente. Era como un depredador midiendo a su presa. Todo eso era tan seductor... Era como si rezumara sensualidad por sus poros. No podia evitar sentirme lujuriosa. A la hora de mi almuerzo entre en la sala de descanso y decidi tomar un sandwich de la maquina expendedora. No tenia mucho tiempo para almorzar, ya que tenia mucho que hacer y aprender. Coloque un dolar en la ranura y espere a que saliera el sandwich, pero hacia la mitad del proceso la maquina se bloqueo. Mierda. Aprete el boton unas cuantas veces y luego golpee la maquina con frustracion.

  • Sombras oscuras (Detective McHale 1) (LGBT) de L. Farinelli

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    Madison McHale es una detective de la comisaria de Richmond, en Virginia. Tiene un caracter que la mete en problemas a cada minuto, y una imagen irresistible para las mujeres. Pero de pronto comienzan a aparecer muertas algunas mujeres con las que se ha relacionado. Los asesinatos tienen algunas caracteristicas especiales que la hacen darse cuenta que las muertes tienen que ver con ella. Junto a su companero, el detective Andrew Steinfeld, tendra el reto de investigar quien esta detras de los asesinatos.
    Zoe conocio a Madison de una forma inesperada; entonces la detective se vio obligada ayudarla, lo que las llevara por un camino donde el deseo jugara sus cartas sin percatarse que el peligro las acecha bajo las sombras oscuras.

  • Lissy de Luca D’andrea

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    Dos golpes ligeros y estas palabras: Crunch, crunch, crunch. ?Quien roe, roe? ?Quien mi casita me come? Marlene, veintidos anos, un metro sesenta, o algo mas, ojos color azul melancolia, un lunar al final de la sonrisa, indudablemente hermosa e indudablemente asustada, se miro reflejada en el acero de la caja fuerte y se dijo a si misma que era idiota. Era metal, no el mazapan del cuento. Y no habia ninguna bruja en las inmediaciones. Es el miedo, se dijo, solo es eso. Movio los hombros, dejo de respirar, como su padre antes de apretar el gatillo de la escopeta, vacio los pulmones y volvio a concentrarse. Las brujas no existian. Los cuentos mentian. Solo la vida importaba, y Marlene se preparaba para cambiar la suya definitivamente. La combinacion era facil de recordar. Uno. Tres. Dos. Luego un cuatro. Un giro de muneca, otra vez cuatro y ya estaba. Tan simple que las manos de Marlene lo hicieron todo por si solas. Aferro el tirador de acero, lo bajo y apreto los dientes. Un tesoro. Fajos de billetes de banco apilados como lena para la Stube . Una pistola, una caja de municiones y una bolsita de terciopelo. Por debajo de la caja asomaba una libreta que valia mas que todo ese dinero multiplicado por cien. Habia sangre y tal vez incluso un par de cadenas perpetuas guardadas entre sus paginas arrugadas: una interminable lista de acreedores y deudores, nombres de amigos y de amigos de amigos escritos con la caligrafia pequena, delgada e inclinada de Herr Wegener. Marlene no le dedico un segundo vistazo. No le interesaban la pistola, las balas ni los fajos de billetes. La bolsita de terciopelo, en cambio, hizo que le sudaran las palmas de las manos. Conocia su contenido, conocia su poder, y estaba aterrada. El suyo no era un simple robo. Llamemos a las cosas por su nombre. Lo que la mujer joven estaba haciendo con el corazon en un puno era… traicion. Marlene Taufer in Wegener, legitima esposa de Robert Wegener. El hombre frente al que todo el mundo se quitaba el sombrero: cuarenta anos transcurridos en la construccion de una carrera hecha de intimidaciones, contrabando, emboscadas y asesinatos. Nadie bromeaba con un hombre como Wegener. Nadie se atrevia ni a utilizar siquiera su nombre de pila. Para todo el mundo Robert Wegener era Herr Wegener. Incluso para ella. Marlene. Su esposa. Espabila. El tiempo apremia. Sin embargo, tal vez precisamente debido al acoso de las agujas del reloj, durante un parentesis entre un tic y un tac, cuando Marlene abrio la bolsita de terciopelo, la fabula volvio a tomar la delantera sobre la realidad y la mirada de la mujer joven se cruzo con la azul, profunda y terrible, de criaturas minusculas y puntiagudas. Cobolds. Le parecio incluso obvio. A los cobolds les gustaba el metal, el frio y la muerte: caja fuerte, pistola, dinero y libreta. Un nido perfecto. Los cobolds reaccionaron con ferocidad ante ese allanamiento. Se apoderaron de la luz de la habitacion, la apresaron en sus ojitos crueles y la transformaron en un destilado de odio tan salvaje que por poco a Marlene no se le cayo la bolsita de los dedos. Eso la hizo volver al presente. A la caja fuerte completamente abierta. A la villa en el Passirio. Es decir, a la realidad. La bolsita de terciopelo estaba repleta de zafiros. Carbono condensado que, debido a una broma de la fisica, habia aprendido a brillar como una estrella. Toda, o casi toda, la fortuna de Herr Wegener apretada en su puno. Pero nada de brujas ni de cobolds. Porque, se dijo de nuevo Marlene, no existian las brujas, ni tampoco los cobolds; en cambio, esas piedras preciosas no solo eran reales, sino que tambien eran la llave para su nueva vida. Siempre y cuando dejara de perder el tiempo y se largara. Sin prestar mas atencion al mundo de los cuentos, y sin pensar en la cadena de consecuencias que acababa de poner en marcha, Marlene cerro la bolsita, la escondio en el bolsillo interior de su chaqueta acolchada, cerro la caja fuerte, la oculto detras del cuadro, enderezo la espalda, le dio un toquecito a un mechon que amenazaba con acabar dentro de los ojos y dejo atras el dormitorio. Recorrio el pasillo, un tramo de escaleras, el salon, el vestibulo con innumerables espejos, la escalinata exterior. La noche la acogio con una suave brisa que soplaba del norte. No se detuvo. Puso en marcha el Fiat 130 gris y se marcho. La villa que se desvanecia en el espejo retrovisor. El discurrir de las farolas. La alianza de oro tirada por la ventanilla sin volver a pensarselo. La ciudad dormida. El desguace. Una parada rapida y, gracias a un abultado sobre de dinero, el Fiat 130 se convirtio en un Mercedes W114 color crema, con matricula <>, la documentacion en regla, los neumaticos recien estrenados y el deposito lleno. Nada de gracias. Nada de saludos. Directa hacia el oeste. Aparte de los primeros copos de nieve, todo iba de acuerdo con los planes. Al menos hasta el puesto de control a pocos kilometros de Malles. Un autentico engorro. Al final de una serie de curvas que Marlene habia empezado a enfilar, vio una furgoneta con las luces de emergencia apagadas y un par de carabineros con el aspecto de alguien que se esta muriendo de frio. O de sueno. O de quien, furtivo, esta esperando a alguien o algo. Herr Wegener tenia ojos y oidos en todas partes. Tambien entre los uniformes. De manera que: ?tentar a la suerte o cambiar de itinerario? Si no fuera por la ansiedad y el miedo, Marlene habria podido mantener todavia su plan a salvo de los imprevistos. Sin embargo, la ansiedad, el miedo y la nieve cada vez mas densa la llevaron a pisar el freno, cambiar de sentido y enfilar una carretera secundaria, desencadenando una nueva serie de acontecimientos. La carretera secundaria la llevo a otra, aun mas estrecha y sinuosa, que atravesaba un pueblecito sumido en el sueno hasta un cruce (?derecha o izquierda?, ?cara o cruz?), y aun mas adelante, con la nieve que se acumulaba en capas. Y cuando el coche empezo a dar bandazos, la chica con el lunar al final de la sonrisa decidio continuar de todos modos, con un ojo puesto en la calzada cada vez mas empinada y otro en el mapa en el que, no hace falta decirlo, ese paso (malditos sean ellos y sus mapas llenos de errores) no aparecia marcado. No era cierto. El mapa era inexacto, tal vez, como todos los demas, ?pero erroneo? Era de 1974, y en 1974 el hombre ya habia dejado su huella en el polvo lunar: no era posible que un mapa se equivocara. Marlene simplemente tendria que haber estacionado, echar el freno de mano, encender la luz del interior, respirar profundamente un par de veces y verificar mejor. Las cosas habrian ido de otra manera. Pero Marlene no se detuvo. A la ansiedad se le habia anadido la incredulidad de quien descubre que se ha perdido. Dale gas, pero adagio , se dijo, y sigue adelante. Tarde o temprano la carretera conducira a alguna parte. Un pueblo, un refugio, una explanada. Se sentiria satisfecha incluso con un espacio abierto que fuera lo bastante ancho para consentirle maniobrar y volver atras, dispuesta a desafiar el puesto de control: cualquier cosa con tal de interrumpir esa nueva e inexorable secuencia de acontecimientos y retomar el control de su propio destino. No fue asi. Tal vez la nieve, tal vez los ojos que no podian despegarse del mapa; en cualquier caso, Marlene percibio de repente que el Mercedes perdia adherencia, derrapaba a la izquierda, hacia un trompo y volaba . Fue horroroso. La negrura barrida por los faros. La nieve oscura que remolinaba en enjambres. Las fauces del precipicio. Los troncos de los arboles, inmoviles y perfectamente perceptibles en todos sus detalles. La colision. Violenta. Un fogonazo de dolor sofocado por el ruido de chapas rasgadas. Un aullido infernal, esta vez si, demasiado parecido al chirrido de la puerta de la bruja. Marlene grito el nombre de Dios. Y mientras la montana, negra y sin nombre, se cernia sobre ella, su grito se convirtio en un jadeo. Pero fue el amor lo ultimo que invoco. El amor que la habia empujado a traicionar al hombre mas peligroso que habia conocido en su vida. Ese amor que tenia un nombre. --Klaus. La ultima palabra de Marlene antes de la oscuridad. 3 Casi al amanecer. De no haber sido por el reloj, nadie se habria dado cuenta. La nevada se habia convertido en una tormenta de nieve. No habia nada de luz en el exterior, tan solo una neblina blanca. Tampoco habia nada de luz dentro de la habitacion. La arana de cristal parecia incapaz de iluminar nada, limitandose a dibujar una masa informe en el suelo. Si uno la observaba largo rato, se arriesgaba a que le asaltaran malos pensamientos. Tanto el hombre como la mujer evitaban hacerlo. Se parecia demasiado a una mancha de sangre. Aparte del tictac del reloj de pendulo y de su respiracion, solo habia silencio. La mujer estaba sentada en una butaca, las manos entrelazadas sobre los muslos apretados. Rigida como un soldadito de plomo, los rasgos faciales cristalizados en una mueca que la envejecia una decada. Llevaba una especie de uniforme. La falda hasta la rodilla, un delantal muy blanco y el pelo recogido en una trenza. De no ser por la expresion cenuda (?o asustada?), habria sido hermosa. Se llamaba Helene, y desde hacia mas de cinco anos era el ama de llaves en la villa del Passirio. Hacia mas o menos el doble de tiempo que habia dejado de morderse las unas. Esa habia sido una de las primeras lecciones en la Escuela de Economia Domestica de Bresanona, donde aprendio los fundamentos del oficio. Las manos de una buena ama de llaves, le explicaron sus profesores, son su tarjeta de visita. Nunca sucias, siempre arregladas, bien cuidadas. Dejar de morderse las unas habia sido casi como dejar de fumar, pero luego se acostumbro a ello. Durante anos la idea de volver al viejo habito ni siquiera se le habia pasado por la cabeza. Hasta que empezaron los gritos. ?Que clase de hombre podia emitir semejantes sonidos? Basto solo un instante y volvio a caer. Mordisqueaba, roia, y cuando los dientes alcanzaban la carne viva, Helene, con un gesto irritado, dejaba caer sus manos sobre el regazo para martirizarse el delantal. Luego empezaba de nuevo. Manos. Boca. Unas. Dientes. Una pequena punzada de dolor. Delantal. Y otra vez mas, desde el principio. Helene habia intercambiado una unica mirada con el hombre alli de pie, apoyado en la gran chimenea que nadie usaba nunca. Una unica mirada. Mas que elocuente. El hombre se llamaba Moritz. Habia cumplido recientemente los treinta, tenia unas ojeras como hematomas y una pistola automatica en una funda, oculta bajo la americana de su traje oscuro. Por regla general, ese traje le sentaba de maravilla. Habia pagado por el una cantidad desorbitada, pero habia valido la pena. Se lo decia por las mananas, mientras se hacia el nudo de la corbata o le daba un ultimo retoque al pelo engominado, y se lo confirmaba el interes de las mujeres con las que se cruzaba por las calles del centro. En ese amanecer, en cambio, con o sin traje oscuro, Moritz se habria sentido en cualquier caso incorrecto y torpe como un espantapajaros. Porque cuando sus ojos se reflejaron en los de Helene, el hombre de la pistola vio algo que lo aterro. Una mirada de las que habia ya captado bastantes, desde que entrara a formar parte del circulo de Herr Wegener. La mirada de una victima. Y eso no estaba bien. No estaba bien, porque Moritz era un hombre sencillo que dividia el mundo con el lanzamiento de una monedita. ?Victima o verdugo? Facil: nada mejor que el sonido de una nariz al romperse. Con su metro noventa y sus noventa kilos de peso, y su propension natural a la violencia, Moritz nunca habia sentido el miedo de la victima. Hasta el momento en que, reflejandose en los ojos de Helene, se pregunto: <>. Pero tambien: <>. Por eso dejo de mirar al ama de llaves. Y la mancha en el suelo de la habitacion. Demasiadas, demasiadas preguntas. Moritz odiaba las preguntas. Porque a las preguntas uno no podia romperles la nariz. A las preguntas no les podia meter una bala en el corazon (y otra en la cabeza, por seguridad) y hacer que se callaran para siempre. Las preguntas eran como esos insectos repugnantes, todo boca y paciencia que, famelicos y canallas, eran capaces de derrumbar incluso el mas solido de los castillos. Silencio. Eso es lo que le habria gustado a Moritz. Pasar por completo de los gritos y desaparecer durante unos minutos. Los suficientes como para ahuyentar los malos pensamientos. Un cigarrillo en el jardin. O una copita de brandi. Pero las ordenes eran las ordenes. Las ordenes, para alguien como Moritz, le cortaban la cabeza a los signos de interrogacion. Marcaban la frontera entre lo que se podia hacer y lo que estaba prohibido. Las ordenes trazaban una linea recta, simple, y el era un hombre simple. Ademas, hacian que la desobediencia fuera mucho mas emocionante. Y era esto, si queremos ser sinceros hasta el fondo, lo que le habia provocado problemas. Asi que Moritz permanecia inmovil, erguido en su traje oscuro, apoyado en la chimenea apagada. Escuchando los gritos y sintiendo el peso de la automatica, que lo aplastaba contra el suelo. Sobre la mancha informe del suelo. Helene, sin embargo, tenia una vision mas compleja del mundo. No existian unicamente el blanco y el negro. La obediencia y la transgresion, las victimas y los verdugos. Habia todo un oceano de grises en los que navegar. Bastaba poco para transformar una orden en un consejo y los consejos no eran trampas, siempre ofrecian alguna escapatoria. Sus obligaciones, por ejemplo, guardaban relacion con la villa. No con su empleador. Villa y empleador eran dos cosas diferentes. Aqui habia una via de escape. Cuando decidio que ya habia tenido suficiente de aquellos gritos, Helene se levanto de golpe y salio de la habitacion. Silenciosa como un fantasma. 4 El amanecer. Mas que verla la sintio en los huesos. No habria podido hacer otra cosa. Las ventanas que daban al jardin estaban cerradas. Solo la pantalla de una lampara, rota pero aun en funcionamiento, iluminaba la habitacion sumida en el caos. Armarios completamente abiertos, cajones fuera de sitio, mantas y ropa hechas jirones, una infinidad de papeles, joyas, cuadros, libros (menos uno) por los suelos, victimas inocentes de su furia. En el centro de la sala, toda ella de estuco y con cortinas de terciopelo bordadas en oro, sentado en la cama sin hacer, Herr Wegener se dio cuenta de que si no dejaba de gritar y empezaba a razonar de manera lucida y racional todos los logros que lo habian llevado a ser lo que era se convertirian en una montana de estiercol y esfuerzo desperdiciado. El autocontrol habia sido durante anos su orgullo. Los nervios de acero y la sangre fria le habian permitido llevar la batuta de lo que, en secreto, habia bautizado como <>. Un imperio listo para dar el salto que, ese era el plan, le consentiria elevarse desde el rango del hombre ante el que uno se quita el sombrero al del hombre en cuya presencia es obligatoria una genuflexion . En ese gelido amanecer, por mucho que se esforzara en recuperarlo, el autocontrol seguia siendo una quimera. Lo era porque Wegener no queria creer lo que sus nervios de acero y su sangre fria le sugerian. Y la que era la unica y simple explicacion: Marlene. Imposible. Marlene nunca lo habria traicionado. Marlene era su esposa. Marlene era la mujer a la que amaba. Por encima de todo, Marlene era una mujer y nunca se habia visto que una mujer lograra joder a alguien como el. O tal vez si, tal vez en algunas partes del mundo habia mujeres capaces de atreverse a tanto, pero Wegener estaba seguro de que Marlene no pertenecia a esa categoria. Ni en broma. Nervios de acero y sangre fria no estaban de acuerdo. No hacian mas que repetirselo. Ha sido ella, ha sido ella, ella, ella.

  • Harley R. (Moteros 2) de Patricia Sutherland

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    Para Abby nunca ha habido nadie mas que Dakota, un motero con el que suena despierta desde que iban al parvulario, pero ahora sabe que sus suenos nunca se haran realidad porque el no esta enamorado de ella, sino de Tess, su hermana mayor. Prendada de un hombre que el destino ha querido convertir en su cunado, sintiendose traicionada por su propia hermana y dolida con su familia que parece haberse puesto de su parte, Abby se precipita al vacio de la depresion, un abismo del que, haga lo haga, no consigue salir. Cuando aquella manana, sin saber como, amanece en la cama de Evel, el mejor amigo de Dakota, Abby comprende que ya no puede caer mas bajo.

  • Pasion en Nueva York de Evelyn Curtis

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    Heather Winslow es una chica sensible y apasionada que anora cumplir sus suenos y ambiciones. Durante su estancia en el instituto siempre se considero el patito feo, pero al entrar en la universidad conocera al amor de su vida y vivira una apasionada historia de amor llena de celos, intriga y pasion. Poco tiempo despues contraera matrimonio y lo que en un principio se presumia como un cuento de hadas la llevara a convertirse en una mujer muy diferente a lo que esperaba.
    Dejate seducir por esta historia de amor en la que podras descubrir las distintas facetas emocionales que experimenta la protagonista en su busqueda de la felicidad.

  • ?Todavia suenas conmigo? (Destino 1) de Lina Galan

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    Mario, rico y atractivo empresario. Su tipo de vida no admite relaciones largas ni estables. Incontables mujeres pasan por su vida atraidas por el y el misterio que parece envolverle.

  • Y entonces apareciste tu de Grace Marie March

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    Dicen que la vida te puede cambiar en un instante y ese instante llego, pero no solo a mi vida, sino a la vida de todos, un dia pasamos de hablar de un virus que estaba muy lejos, en otros paises y de pronto nos decretaron el estado de alarma. Mis companeras de piso y yo estabamos viendo la television sorprendidas, y hubieron reacciones de todo tipo. – Yo ya habia quedado en la capi para ver una "mascleta". - exclamo Luisa un tanto enfadada por que le fastidiaran sus planes. – Por un fin de semana que te quedes en casa, tampoco creo que pase nada. – Bueno, uno no, dos, que el estado de alarma son 15 dias. – Por los rumores que he escuchado en el hospital, esto no es cuestion de quince dias, – les dije a mis companeras de piso. – Mira hablo la experta - dijo Isabel en tono de burla, – ?que va a saber una fregona? – !Oye! - le dije un poco molesta. – Perdona, no se ni lo que me digo, – pero veo la mueca en su cara y me doy cuenta de que su disculpa no es del todo sincera. Mis companeras de piso, bueno podria llamarlas amigas, tienen unos trabajos muy diferentes al mio, no por ello quiero decir que sean mejores, ya que cuando llega el momento de pagar los gastos mensuales del piso, todas ponemos la misma cantidad de dinero, y mi dinero es igual de bueno que el de ellas. Luisa trabaja en una agencia de seguros, la agencia de seguros es de su hermano y ella, bueno ella se limita a pasar alli las horas. Isabel trabaja como secretaria en un colegio. La unica diferencia entre los trabajos de ellas y el mio, es que yo pase a ser trabajadora esencial y ellas en cambio se quedaron en casa, Luisa se supone que trabaja desde casa, pero bueno si no lo hacia en la oficina como podia esperar su hermano que en casa hiciera algo, e Isabel haciendo teletrabajo. !Que despiste!, no me he presentado, mi nombre es Clara, como ya os he comentado trabajo limpiando en el hospital por las mananas y, de esto no os habia dicho nada, estudio por las tardes un grado medio de farmacia, es mi primer ano, me anime por mis companeras de trabajo, la idea es que el proximo ano haga las practicas en el hospital donde trabajo, lo cierto es que no podre quedarme alli a trabajar, pero me facilitaran mucho las cosas, incluyendo el tema de los horarios, entre a trabajar en el hospital, gracias a mi tia, si tengo que confesarlo, entre por enchufe, pero muchas personas entrar del mismo modo, y se que pensareis como puedo entrar por enchufe en un hospital publico, pues porque de la limpieza se encarga una subcontrata, de modo que mi tia me enchufo y cuando me puse a estudiar, decidi que lo mejor era que me mudara lo mas cerca posible del trabajo y del instituto. Mi idea era irme a vivir a la capital, pero... una de mis actuales companeras de piso, es amiga de la infancia, y vivir en los pueblos es lo que tiene, mi madre vio a la suya, le comento que queria mudarme, su madre le dijo que se acababa de ir una muchacha del piso de su hija, y que vivian en una pedania de Valencia, de modo que era como vivir en la capital, con la ventaja de un pueblo, vamos que le vendio la moto a mi madre, y claro la mujer se quedaba tranquila sabiendo que donde me iba estaria bien cuidada, porque al fin y al cabo, Isabel y yo nos conociamos desde los tres anos. Los dias fueron pasando y la tension fue en aumento, mas que nada porque nos pedian quedarnos en casa y muchas personas del centro de Espana, entendian que quedarse en casa era irse de vacaciones a la costa. Ademas no contabamos con los equipos de proteccion necesarios para que todos pudieramos hacer correctamente nuestros trabajos, lo cierto es que muchas personas se portaron bien con nosotros. Pero... Esa noche cuando llegue a mi piso compartido, vi que mi llave no entraba en la cerradura, me fije y vi que la habian cambiado, estaba extranada, ?habria alguna perdido la llave?, ?y como? Al fin y al cabo ahora no se puede salir de casa y ayer traje la compra del supermercado, ?donde iban a ir? – Alejate de la puerta - escuche sorprendida a Luisa. – ?Sucede algo? – Tu alejate - repitio ante mi asombro, estaba tan cansada que solo tenia ganas de ducharme y acostarme, pero debia entregar unos trabajos, ya que el instituto seguia de forma online. El tener que hacer mas horas en el hospital al final me acabaria pasando factura, pero lo estabamos haciendo todas, y tengo que reconocer que habian personas con trabajos con mucha mas responsabilidad que el mio. Cuando abrieron la puerta, sacaron mi maleta y cerraron rapidamente la puerta poniendo la cadena y volviendola a abrir. - Hemos pensado que estas muy expuesta al virus y podrias contagiarnos. – ?Que? - lo cierto es que no salia de mi asombro. – Lo hemos hablado esta manana, en la maleta tienes todas tus cosas, una vez pase todo esto si quieres puedes volver, pero ahora mismo tienes que irte del piso. – ?Isabel piensa igual? – Si, lo pienso - vi como se asomaba detras de Luisa, – tenemos miedo de que nos contagies, mejor quedate en otro sitio, puedes ir a casa de tu tia. - y para mi asombro cerraron la puerta, dejandome alli boquiabierta y sin entender nada. Lucas. Acababa de llegar al edificio donde vivo, lo cierto es que me habian hecho ir a la empresa, ya que habia fallado uno de los ordenadores que prestaba servicio a los trabajadores, y el unico que podia ir era yo, eso es lo que me dijeron, yo lo entendi entre lineas, al fin y al cabo yo no tengo hijos y mis otros dos companeros si. Bueno me presentare, mi nombre es Lucas y soy informatico, de normal ese tipo de problemas lo podria solucionar en casa, pero claro esta vez no era posible, mi jefe me envio por e-mail una autorizacion de trabajo por si me paraba la policia y me dijo que fuera si o si. Por suerte, ya estaba de nuevo en casa. Subi las escaleras para coger el ascensor cuando escuche unos sollozos en la escalera, me extrano tanto, que pense que igual alguien necesitaba ayuda, estamos en un momento tan complicado que creo que si todos nos ayudamos entre si, el confinamiento se nos hara mas llevadero, de modo que subi las escaleras de dos en dos, para encontrarme a una de mis tres vecinas que viven en el segundo piso, sentada sobre una maleta llorando. – ?Estas bien?, ?Puedo ayudarte en algo? - la joven miro hacia mi, no podia ni hablar, de modo que pase a su lado y pulse el boton del ascensor, – ven, vamos, – le dije mientras la ayudaba a levantarse y cogia su maleta, – veras como despues de tomarte algo, lo ves todo de forma diferente. - y pense que iba a irse a ver a algun familiar, que seguramente habia fallecido por la enfermedad, pero lo que no entendia era porque se llevaba esa maleta, total seria ir, estar un par de dias y volver, ?no? Como mi casa es un puto desastre, hice que dejara la maleta junto a la puerta de entrada y la guie hacia el balcon que tengo, haciendo que se sentara y fui hasta la cocina a por dos cervezas, es lo unico que tenia para ofrecerle, bueno agua tambien le hubiera podido haber ofrecido o un cafe, pero bueno en ese momento lo unico que pense fue en coger de la nevera cerveza. Y me sente frente a ella, esperando que se calmara un poco para poder hablar. – Hemos subido los dos en el ascensor y solo podia subir uno. - si soy sincero, lo ultimo que esperaba es que sus primeras palabras fueran una rina hacia lo que habia hecho. – Si tu no se lo dices a nadie, yo tampoco. - dije tratando de que se riera, pero no lo hizo. – Trabajo en un hospital, estoy expuesta al virus todo el dia, – dijo hipando y sonandose la nariz, – lo cierto es que nunca he podido ver llorar a nadie, creo que es por culpa de mi hermana, siempre lloraba para conseguir lo que queria, le funcionaba siempre, pero yo tenia que soportar sus lloros diarios, vamos que tenia claro que cuando me fuera de casa, viviria solo, aunque no pudiera pagar un piso en el centro, de modo que me tuve que ir a una pedania, el piso estaba muy bien, tenia que coger el metro para ir a trabajar, pero eso era algo que no me molestaba en absoluto. – ?Y?, yo hoy tambien he tenido que ir a la empresa y tambien me he expuesto.

  • Me enamore de mi jefe de Dakota Milano

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  • Capitan Roy de Francisco Correa

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    La economia se habia convertido en una balanza completamente inestable que llevaba a las personas a hacer cosas completamente inesperadas. Los profesionales se habian dedicado a oficios que no tenia nada que ver con lo que hayan estudiado, Chicago, era la cuna de la pobreza, y a pesar de que habia algunos que aun no podian manejar su crisis, otros simplemente se adaptan a los nuevos cambios con la intencion de poder superarse y llevar algo de comer a la mesa. Los Estados Unidos habia atravesado por una de las crisis economicas mas agresivas, los mercados bursatiles se habian desplomado, muchos habian perdido los ahorros de toda su vida, otros, simplemente habian sido despedidos de manera masiva mientras todos los suenos, proyectos y el futuro se iban por el cano. Aunque eran tiempos dificiles, algun corazon noble aun permaneci en la ciudad, ya que, algunos habian acumulado fortunas que aun les permitia mantenerse a flote, garantizando una vida plena, estable y llena de lujos. Era completamente dispareja la imagen que se generaba en las calles, al ver coches del ano, realmente lujosos, brillantes e impactantes a la vista, pasar justo frente a una gran cantidad de personas que se habian ido a las calles a tratar de mendigar algo para comer. Esto, habia llevado directamente a Amanda Murray a tomar una decision desde una edad muy temprana. Desde los 17 anos de edad, esta chica habia comenzado a desarrollar un profundo interes por ayudar a los menos afortunados. Habia nacido en una familia privilegiada, su padre, habia hecho inversiones en diferentes mercados mundiales, por lo que, el desplome de la economia en los Estados Unidos parecia no afectar. Con corporaciones en Europa, este sujeto habia logrado abarcar una gran cantidad de necesidades de la poblacion a traves de la produccion, y de esta manera, habia logrado amasar una fortuna increible. Pablo Murray habia sido uno de los ejemplos a seguir para esta chica, quien despues de crecer a su lado, aprendiendo todos los elementos vinculados al negocio de los bienes raices y la produccion de alimentos, encontro que los necesidades mas fuertes que podrian generar una necesidad incontenible, donde ella misma podria actuar para ser compensadas en parte por los contactos que habia acumulado a lo largo de los anos. Anualmente, un evento de caridad se llevaba a cabo en un gran salon de festejos muy popular y reconocido entre la alta sociedad, generalmente era solicitado para conciertos, eventos de gala, y exposiciones de arte. Pero Amanda, con la ayuda de los contactos de su padre, utiliza estos espacios para reunir a todas las personas que se encontraban en una situacion de pobreza extrema con el unico objetivo de brindarles una esperanza y la oportunidad de salir adelante. En cada uno de estos eventos, se sorteaban algunos empleos vacantes que se mantenian en las corporaciones de su padre, si hubiese dependia de ella, le habria dado trabajo absolutamente a todos, pero esto era completamente imposible. El indice criminal en la ciudad habia incrementado significativamente, esta situacion financiera tan catastrofica habia llevado a muchos a estar en una situacion realmente desesperada, incurriendo en crimenes y faltas a la sociedad que terminaba dejando los muertos o encerrados en la carcel. Era completamente absurdo encontrarse en las calles si no era necesario, se respiraba el miedo, la inseguridad, la duda, no era normal la vida que se llevaba a cabo en una ciudad como esta, la cual en momentos anteriores, se habia convertido en una verdadera fabrica de millonarios. Las oportunidades estaban al alcance de todos, los bancos estaban en su mejor momento y todos podian acceder a financiamientos, creditos, gastar dinero que no tenian, algo que los llevo directamente hacia la catastrofe en el momento en que este tiempo de bonanza se acabo. Pero aunque Amanda y sus eventos eran un aporte significativo para la sociedad, no terminaba de corregir el verdadero dano social interno que se llevaba a cabo en el interior de muchos de los habitantes de la ciudad. Esto no corregia los valores que se habian perdido, se necesita un saneamiento total que permitiera que las personas vieran en el mundo nuevamente con esperanza y amor. El concepto del mundo que tenia esta chica en la mente era completamente utopico, y de una manera bastante desagradable conoceria lo que realmente habitaba en la ciudad de Chicago, aquella misma noche despues de siete anos consecutivos realizando eventos a beneficencia de los mas desamparados. Cada ano, este evento se convertia en uno de los mas especiales, ya que, Amanda llevaba a cabo una inversion masiva para alimentos, ropa, y el sorteo de empleos nuevos para personas que tenian las capacidades y cumplian con el perfil necesario. Tampoco se llenaria de personas completamente ignorantes y que no contaban con ninguna preparacion, esto seria completamente y responsable. Era muy triste para esta chica tener que respirar el mismo aire de otras personas que sentian que la vida era completamente una perdida de tiempo, la desesperacion los consumian, la depresion los estaba llevando hacia la muerte, por lo que, los eventos realizados por esta chica se convertian en una pequena luz al final del tunel. En esta oportunidad, Amanda habia contratado a un mayor equipo de seguridad, ya que, el indice criminal cada vez se hacia menos manejable, y la pobreza aumentaba con cada ano que pasaba, lo que no permitia darse abasto con la totalidad de los que debian entrar. Como consecuencia, a las afueras de aquel salon se llevan a cabo peleas, las cuales, terminaban con motines que eran controlados por las autoridades. Muchos no podian entrar, no hay espacio para ellos, pero en sus cuerpos, existia el hambre, la desesperacion y la necesidad, por lo que, era dificil poder hacer entender a alguien como ellos que simplemente en esta oportunidad no corrieron con suerte. La desgracia siempre estaba presente en la vida de estas personas, las cuales encontraban una posibilidad de tener una esperanza al recurrir a la ayuda que proporcionaba Amanda Murray. Durante los primeros anos, siempre habia contado con el apoyo y respaldo de su padre, pero despues de su muerte, esto se habia convertido en una forma de rendirle tributo a su memoria. Pablo Murray habia fallecido de un infarto en su oficina, la propia Amanda lo habia encontrado despues de haber realizado algunas llamadas a su telefono movil y tratar de comunicarse con su secretaria. Este, completamente adicto al trabajo y constantemente entregado a sus responsabilidades, se habia quedado en la oficina mas tiempo del necesario, dedicandose algunos asuntos vinculados a sus transacciones financieras. Un fuerte golpe economico que habia recibido tras el cierre de una de sus filiales, lo habia llevado a entrar en un estado de tension constante durante las ultimas semanas. Lamentablemente, esto terminaria en un desenlace completamente inesperado, lo que lo llevaria sufrir un infarto estando en la soledad es oficina, su lugar favorito y donde siempre habia deseado morir. Amanda habia vivido uno de los momentos mas desesperantes de su vida tras haberlo encontrado en aquel lugar. Llamadas, mensajes, todos eran completamente ignorados, y habia un solo lugar donde la chica sabia que podia encontrar al viejo empresario. Al ingresar a la oficina con su propia llave, la chica vio al hombre tendido sobre el escritorio mientras aun sostenia en su mano el boligrafo para firmar algunos cheques. Todo habia cambiado significativamente a partir de aquel dia, ya que, Amanda debia convertirse en la encargada de aquella compania, la cual era mucho mas grande de lo que ella podia imaginar. Pensaba que habia aprendido absolutamente todo del negocio gracias a su mentor y padre, pero ahora, deberia conocer la manera real en que realmente se hacian las cosas. No habia forma de estar preparado para la muerte, cuando esta llegaba, la generalmente toma a las personas por sorpresa y termina transformando absolutamente todo su entorno. Todo se tornaba en una montana rusa de cambios y momentos inesperados que se convierten en un cincel para forjar una nueva vida. Amanda se habia aferrado a la idea de que tenia que ayudar a la sociedad que la rodeaba, y este tipo de eventos, se convirtieron en su razon de ser. Pero el corazon de esta chica parecia ser demasiado dulce y bondadoso para estar ubicado en un lugar tan toxico y deteriorado, parecia ser una rosa creciendo en medio de un pozo lleno de gases y sustancias letales, ya que, todo lo que hacia, generalmente generaba criticas completamente adversas a las intenciones de esta chica. Todos decian que tarde o temprano Amanda se convertiria en una candidata a alcaldesa, algo que vendria trabajando quizas desde muy temprana edad. Amanda no tenia intereses en la politica, la detestaba, y aunque muchas veces recibia llamadas de los miembros de la politica actual para tratar de obtener una ventaja en medio de sus eventos, frecuentemente terminaba rechazandolos o desviando las llamadas para ni siquiera tener que escuchar sus voces. Habia un rechazo profundo hacia la forma en que se estaba llevando la sociedad y Amanda sentia que desde su pequena ayuda, podia proveer un poco de esperanza en medio de tanta desesperacion. Aquel evento habia abierto sus puertas, y la gran masa de personas que esperaban a las afueras de aquel lugar desde el dia anterior, comenzaron a entrar a este lugar que se convertia en el sueno de tantos. Muchos esperaban un ano entero para volver a ser parte de algo tan espectacular, ya que, Amanda cerraba las puertas de este lugar y trataba de proyectar una realidad completamente diferente durante algunas horas. Las personas eran provistas de vestiduras nuevas, alimentos fresco y deliciosos, grandes e importantes chef de la ciudad eran contratados especialmente por Amanda para que cocinar los mas deliciosos manjares para ser provistos a estas personas que se convertian en una responsabilidad para la chica, haciendole ver como una verdadera diosa. Todos la adoraban, querian acercarse a ella para agradecerle tanta abnegacion y entrega a este objetivo, pero Amanda contaba con un fuerte anillo de seguridad que la mantenia completamente a salvo, ya que, asi como habian algunos agradecidos, siempre se encontraba con algunos adversos que tenian una necesidad increible de hacerle pagar por el hecho de ser simplemente una millonaria. El inicio del evento habia sido llevado a cabo especialmente por ella, quien habia dado la bienvenida a todos y agradecia la receptividad que siempre demostraban. Ella, siempre dulce y completamente angelical, se mostraba frente al podio sosteniendo el microfono con algo de timidez, mientras veia a absolutamente todos tomar asiento, guiados por alguno de los miembros del equipo de protocolo que habian sido contratados por los empleados de Amanda. --Es un honor tenerlos aqui esta noche. Me llena de ilusion poder ser siempre una gota de esperanza dentro de toda la desesperacion que se respira en las calles. Espero que algun dia las cosas puedan cambiar y todos podamos compartir bajo las mismas condiciones. --Dijo la chica. Todos aplaudieron euforicos ante sus primeras palabras, esto era basicamente lo que todos deseaban, un mundo igualitario, oportunidades similares, no tener que mendigar por un trozo de pan o un lugar donde dormir. El dinero se habia hecho muy valioso, y no solo era su valor financiero, era lo que representaba, el acceso a bienes, alimentos, recursos, algo que practicamente era absolutamente escaso en el entorno. Durante muchas ocasiones, Amanda habia recibido asesorias vinculadas a este tipo de eventos, los cuales no parecian ser muy atractivos para algunas de las personas que la rodeaban. La chica estaba generalmente rodeada de una gran cantidad de criminales, personas desadaptadas, inestables mentalmente, victimas de la propia situacion financiera y la crisis que se estaba llevando a cabo en la ciudad de Chicago. Pero esta, de alguna u otra forma era mas inocente de lo que deberia, ya que, no pensaba realmente en el nivel de maldad que proyectaban las personas, en lo unico que podia pensar era en que necesitaban un poco de ayuda y aliento. Aquel evento dio inicio, Amanda continua con sus palabras, dio inicio al evento, y los platos de comida comenzaron a circular por todo el lugar, sirviendose en las mesas mientras los hambrientos invitados, disfrutaron de los mejores sabores en su paladar. Era una experiencia emocionante tanto para ella como para los asistentes, ya que, de alguna otra forma se respiraba la buena energia que emanaba en el ambiente. Fuera de aquel lugar, la desesperacion continuaba imperando, la crisis comenzaba a devorar cada vez mas a las personas hasta los huesos, dejandolos en una perdida de peso increible. Muchos de los companeros empresarios de su padre, los cuales habian quebrado anos atras, acudian a eventos como estos, despues de ser unos empresarios obesos y despotas, ahora eran simplemente despues que caminaban practicamente por inercia con la unica intencion de conseguir algo de alimento. Era una mezcla de emociones realmente fuerte la que se llevaba a cabo en el interior de la chica, quien tenia que aprender a lidiar con esta idea de que ella aun permanecia siendo muy afortunada y la suerte continuaba estando de su parte. Caminaba por el lugar estando escoltada por dos hombres realmente fuertes y atentos, en sus oidos, llevan instalados unos sistemas auriculares a traves de los cuales se mantienen comunicados con absolutamente todos los miembros del equipo de seguridad. A las afueras, el habitual motin generado por los que no pudieron ingresar, comienza a gestarse de una manera violenta. Hombres empujan tratando de ingresar, ellos tambien quieren una oportunidad, ellos sienten que la merecen, y una simple puerta y un grupo de hombres no son quienes para poder limitarnos. Hay musica en vivo en el interior, un hombre toca el piano mientras que los asistentes disfruten de una cena que parece ser la de un importante millonario, las personas sienten agasajadas, importantes, tomadas en cuenta. Amanda simplemente se desplaza por el lugar tratando de saludar a algunos de los asistentes mientras los platos de comida van llegando a las mesas. Saluda a ninos, ninas, ancianos, se compenetra con ellos, comparte historias, es un dia realmente agotador para la ella, pero que es capaz de renovar su espiritu de una manera absoluta. No importa Juan bondadosa sea el alma de Amanda, nadie puede ser realmente ingenuo y bueno en medio de un entorno como este, el cual esta completamente podrido y lleno de personas hambrientas de venganza hacia un sistema que les ha arrebatado todo. A las afueras de aquel lugar, se encontraban tantas personas necesitadas que basicamente era ya casi imposible controlar su entrada. Los miembros del equipo de seguridad y las autoridades policiales habian tenido que trabajar en conjunto para tratar de controlar a las personas, por lo que, todo se habia vuelto violento. Algunos eran golpeados, se usaba electricidad para limitar a muchos, otros simplemente era rociados con fuertes chorros de agua que lo dejaban tendidos en el suelo practicamente inconscientes. Era una escena completamente caotica en el exterior, completamente diferente a lo que queria lograr Amanda. Cada ano se le decia claramente a la chica que era contraproducente llevar a cabo un evento asi, ya que, las personas cada vez estaban mas desesperadas y habia mas hambre. Haciendo caso omiso a las indicaciones que se le habian proporcionado, Amanda habia seguido adelante con sus ideas. Para ella, simplemente era una oportunidad de ganar nuevas amistades y conectar con personas humanas que tenian una vida normal tan solo hacia unos anos atras y que ahora tenia que vagar por las calles sin ninguna oportunidad de exito. El sorteo de los empleos se llevaba a cabo al final de la velada, y esta era una de las cosas que mas llenaba de ilusion a profesionales y personas preparadas. Aunque tenian unas hojas de vida absolutamente impecables, no habia lugar donde trabajar, y esto habia multiplicado la pobreza de una manera violenta. Algunos de los miembros del equipo de seguridad habian sido fuertemente golpeados a las afueras, y en medio de la confusion, habia logrado colarse un hombre en particular que de alguna manera pondria las cosas muy electrizantes aquella noche. Otto Levine habia entrado en este recinto sin ser notado, parecia haber sido una especie de camaleon que habia logrado infiltrarse, y tras entrar, no parecia ser algo irregular, ya que, era uno mas de todos estos que buscaban la oportunidad de sentirse tranquilos y felices al menos durante una noche. Las criticas que se llevan a cabo hacia Amanda, eran tan duras, que la chica practicamente entraba en un estado de aislamiento durante los proximos dias. No reservada noticias, no leia articulos de los diarios, ya que, aunque muchos la elogiaban, otros simplemente criticaban el hecho de que proyectara una vision tan ficticia de lo que era la vida, y durante un tiempo tan limitado. Para los criticos, no habia ningun tipo de sentido en proyectar una vida llena de lujos y comodidades durante tan solo unas horas para lanzar a las personas posteriormente hacia las calles a continuar con esa vida miserable. Experimentarian un vacio que posiblemente se prolongaria y se multiplicaria durante los proximos dias, hasta que el proximo ano se llevara a cabo un evento similar. A pesar de que tenia algo de sentido este analisis, para Amanda no habia posibilidad alguna de detenerse en medio de sus eventos, para ella seguia siendo una esperanza para la sociedad, una oportunidad de conectar con los mas necesitados. En esta oportunidad, su cercania a esta crisis, seria mucho mas real que en otros momentos. La chica se desplazaba tranquilamente por uno de los pasillos sin notar la presencia de nadie en particular, todos eran importantes para ella, tanto los mas pequenos como los mas adultos eran parte de la noche especial, asi que, para todos habia una sonrisa y un saludo. La hermosa chica de 24 anos de edad camina llevando puesto su abrigo gris, su vestido de color blanco, tacones del mismo color, un maquillaje perfecto y un perfume que embriaga a todos aquellos que se encuentran alrededor de ella. Su aspecto es absolutamente impecable, es elegante pero a la vez sencillo, no pretende llamar demasiado la atencion, pero no importa lo que se ponga, Amanda Murray siempre se ve espectacular con absolutamente cualquier vestimenta. Es ese tipo de chicas que siempre lucen elegantes asi lleven su pijama antes de dormir. Se ha convertido en un icono para las personas necesitadas, la miran, la abrazan, muchos quieren tocarla, pero los efectivos de seguridad tratan de mantenerla completamente a salvo, pero los vacios en un anillo de seguridad siempre estan presentes, solo hay que encontrar el momento adecuado. Otto habia sido paciente para poder encontrar el momento ideal para atacar. No habia una razon en particular para convertirse en la imagen de la noche, pero parecia que era su mision mas importante. Aquel nombre habia logrado ingresar un arma de fuego, y manteniendola en la parte trasera de su pantalon, habia caminado lentamente como si se tratara de un jaguar cazando a una gacela. La hermosa chica estilizada sonrie mientras algunas camaras fotograficas de la prensa dejan salir sus flashes para retratar a la hermosa joven llevando a cabo su evento anual. Pero Los ojos sombrios del joven Levine, la observan con mucha insistencia, la detallan, la miden, la analizan, mientras cada uno de los hombres que tienen como unica responsabilidad cuidarla, observan hacia los lados llevando a buscar las oscuras, mientras dan reportes de absolutamente todo lo que ven. Aun faltan muchas horas de evento, apenas practicamente ha comenzado, asi que, Amanda esta en la cuspide del climax y la emocion, ya que, no hay forma de que algo pueda salir mal. Ano tras ano todo ha sido un absoluto exito, pero para Otto, han sido anos de frustracion en los que no ha podido ingresar a ninguno de estos eventos organizados especialmente por Amanda para los mas necesitados. El se ha sentido excluido una y otra vez tanto por la sociedad, por la economia, por los benefactores, todos se han convertido en sus enemigos, pero el simplemente es un desafortunado que ha llegado en el momento equivocado. Simplemente es parte de un grupo que no puede disfrutar de la fortuna de la que otros simplemente gozan por cuestiones de suerte o esfuerzo. Otto caminaba lentamente tratando de ocultarse entre las personas, y al ver un vacio en aquella muralla que se levantaba alrededor de Amanda, salto sobre ella, sosteniendo en su mano su arma de fuego cargada, pasando justo a un lado de los miembros de seguridad y colocando el arma de fuego en la cabeza de la chica millonaria. --!Que nadie mueva un solo musculo o le volare la cabeza! --Exclamo el perturbado chico, quien mostraba sus completamente ojos abiertos y llorosos. Su rostro era completamente perturbador, se veia que no habia dormido en dias, su cabello era grasoso, su piel en la palida, habia ojeras debajo de sus ojos y respirar era completamente agitado. Para Amanda era absolutamente irreal el hecho de que esto estuviese pasando, siempre habia confiado en los hombres que la rodeaban y garantizaba que estos no la dejaria sola ni un minuto. Pensaba en el hecho de que este hombre pudiese estar jugando una broma, pero al sentir el frio acero en su sien, pensaba que todo terminaria pronto. Se sentia tembloroso, nervioso inestable, y se habia ubicado en una zona segura pegado a una pared para evitar que alguien lo sorprendiera por la espalda. --Baja esa arma y calmate. Ella no es tu enemigo. ?Que es lo que quieres? --Dijo uno de los efectivos de seguridad mientras llevaba su mano hacia su chaqueta. Otto, sin pensarlo, disparo directamente al pecho de aquel hombre que trataba de sacar su arma, algo que alerto a todos y les demostro que este hombre no se encontraba jugando. Si alguno de los que estaba en aquel lugar trataba de hacer algo estupido, posiblemente la siguiente bala terminaria volandole la cabeza en pedazos a la joven chica. No se trataba de algo normal, es una situacion completamente descontrolada que ha llevado a todos los presentes a lanzarse al suelo, tratando de proteger sus vidas.

  • Cuentaselo a otra de Isabel Keats

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    <>, se dijo Ines clavando sus pupilas en las pupilas invertidas, pero con un grado de dilatacion identico, que el reflejo del inmenso espejo del cuarto de bano le devolvia. Mojo las manos bajo el chorro de agua fria, se lavo la cara y volvio a mirarse en el espejo, como si esperase que algo hubiera cambiado entretanto. --Es una locura, no puedo hacerlo... --le comento en voz alta a ese clon, algo palido y de ojos verdosos y asustados, que la miraba fijamente--. No, no puedo hacerlo... !Pero lo hare! Una vez tomada la decision, se seco bien el rostro con la esponjosa toalla de rizo americano y regreso al elegante dormitorio, decorado por uno de los interioristas mas conocidos de Madrid. Cogio su iPhone de la mesilla de noche y, con determinacion, marco el numero de Silvia. Un mes mas tarde, Ines sacaba la ultima caja de carton de la vieja furgoneta del hermano de Fran, el amigo hippie de Silvia, mientras rogaba a Dios que ninguno de los vecinos del inmueble se fijara en el espantoso rotulo que anunciaba la pescaderia <>. El dia en que su amiga le anuncio que un conocido suyo se ocuparia de la pequena mudanza, a Ines le parecio perfecto; bastantes cosas tenia ya en la cabeza como para tener que ocuparse tambien de esos tediosos detalles, pero cuando vio la furgoneta de marras casi se cae de espaldas. Al percatarse de su expresion horrorizada, Fran le explico con amabilidad: --Mi hermano siempre ha estado un poco salido. --La espantosa sirena que decoraba todo el lateral de la pequena Renault Kangoo le devolvio a Ines una mirada desafiante; incluso los enormes pechos desnudos que asomaban entre los ensortijados cabellos de color verde bilis parecian examinarla, amenazadores. El amigo de Silvia continuo con su explicacion, al tiempo que empezaba a meter bultos en el maletero, que olia, mas que ligeramente, a pescado--. En cuanto me percate de que era bizca de pezones, me dije a mi mismo: <>. Entonces recorde mis ultimas vacaciones en Torremolinos y cai en la cuenta de que eran las de la fresca de mi cunada. Creedme, son inconfundibles. --?De verdad tenemos que entrar ahi? --le pregunto a Silvia en un susurro desanimado; si ese vehiculo demencial era un presagio de lo que el futuro le deparaba, desde luego su porvenir no parecia muy prometedor. --Venga, Ines, no seas tiquismiquis. --Su amiga hizo un gesto de impaciencia--. A caballo regalado... Ademas, no tardaremos mucho en hacer la mudanza, lo has dejado casi todo en el guardamuebles. Asi que, resignada, Ines se metio en la furgoneta y partieron rumbo a ese destino incierto que le aguardaba. Con un grunido, dejo caer la ultima caja en el minusculo recibidor de la vivienda del portero y se derrumbo sobre el horrible sillon de brazos de madera tapizado con inmensas flores naranjas y marrones, donde ya la esperaban repanchingados Silvia y su amigo. --Nisiquiera despues de fumarme cuatro petas seguidos he conseguido ver imagenes mas psicodelicas que el estampado de este sofa. --Fran saco de una cajita un papel de liar cigarrillos y empezo a quemar una china. --!Eh, tio, ni hablar! --Ines apago la llama del mechero de un poderoso soplido --. ?Estas loco o que? ?Pretendes que huela toda la porteria a porro y que me echen antes siquiera de empezar? --Joder, Inesita, como te pones --protesto el amigo de Silvia, haciendo elsigno de la paz con dos dedos. --Para, Fran, Ines tiene razon. Si quieres fumar vete afuera, pero antes danos unas de esas cervezas que has traido, porfa. Fran sacudio sus largas rastas, resignado. Entonces se levanto, se subio la cinturilla elastica de los pantalones de estilo moruno que dejaban al aire unos espantosos calzoncillos de color gris brillante y, arrastrando los pies, fue a la cocina y saco de la vieja nevera General Electric que parecia sacada del plato de <> dos Mahou, ligeramente congeladas aun. --Tomad. --Le tendio una a cada una y, de paso, les dio tambien una bolsa de quicos gigantes--. Para que no os emborracheis, que luego vas a conducir tu, Silvie. --! Don't worry, tronco! !Gracias! En cuanto su amigo salio por la puerta, Silvia se volvio hacia Ines, quien en ese momento daba un largo trago a la cerveza helada. --?Estas segura de esto? --Hizo un expresivo gesto con la mano, abarcando todo lo que habia a su alrededor. En verdad, el piso era diminuto y oscuro. Por los pequenos tragaluces situados en lo alto de las paredes se colaba una debil claridad, pero no se podia ver la calle, y los escasos muebles eran horrendas reliquias de los anos sesenta que no aceptarian en Caritas ni regalados. --?No te gusta la decoracion vintage? --Ines alzo una ceja, inquisitiva--. Pues, hija mia, esta a la ultima. No queria admitirlo, pero quiza si que habia cometido una terrible equivocacion. Despues de todo, cualquier parecido de ese hediondo cuchitril --en el aire todavia quedaban rastros de los miles de guisotes elaborados en aquella cocina liliputiense-- con el atico duplex de La Finca que acababa de vender era pura coincidencia. De repente, cualquier deseo de bromear se evaporo por completo y, sin poder evitarlo, sus labios empezaron a temblar y esbozo un patetico puchero. Al verlo, su amiga se apresuro a decir: --Ay, Ine, no quiero ser la tipica repelente y empezar con el <> desde el minuto uno, pero ?no habria sido mucho mas sencillo pedir en tu banco el traslado a la sede de Estados Unidos o Canada? Todavia estas a tiempo; puedes olvidarte de esta locura y decirselo a tu exjefe. Eres buena en tu trabajo; a pesar de la crisis, eres la unica persona que conozco a la que no le habian bajado elsueldo, sino todo lo contrario... Habian discutido el tema mil veces y Silvia habia empleado argumentos parecidos, pero, al ver su mirada de compasion, Ines irguio la espalda, encajo las escapulas y la interrumpio con firmeza: --No, ahora no me voy a rajar. Ha sido un momento de debilidad, pero ya ha pasado, te lo prometo. Mis planes siguen adelante. He encontrado el refugio ideal para lamerme las heridas durante el ano sabatico que me he dado a mi misma y no voy a renunciar a el. Quiero ser Renee, la portera de La elegancia del erizo; ya te conte que ese libro me impacto. --Bueno, a mi tambien me impacto Laura Ingalls en <> y no voy por ahi con dos trencitas y dientes de conejo... --comento su interlocutora sin dejar de masticar el punado de quicos gigantes que acababa de meterse en la boca. --Reconoce que es el lugar ideal para desaparecer durante una temporada. ?Tu crees que a alguien se le va a ocurrir venir a buscarme a una porteria del barrio de Salamanca? Asi podre dedicarme en serio a escribir, sabes que llevo anos intentando acabar mi manuscrito. --Ines se levanto del sofa y empezo a caminar de lado a lado del pequeno salon sin parar de gesticular con las manos--. Si me hubiera ido a Estados Unidos estariamos en las mismas: trabajo diario de ocho de la manana a diez de la noche y los fines de semana ocupados paseando a mi madre, a mi hermana y a todas aquellas amigas suyas que decidieran cruzar el charco para ir de compras. Asi es imposible concentrarse.

  • La hermandad de la rosa (Las tres damas 1) de Amelia Noguera

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    Una emocionante novela historica de suspense, para fans de Perez Reverte o Julia Navarro, inspirado en el bestseller “El nombre de la rosa” del maestro Eco. Todo ello, con la delicada forma de escribir de la autora de “La pintora de estrellas” o “La marca de la luna”, que han emocionado a miles de lectores.
    La intrigante historia de dos enigmaticas familias en los albores de la Revolucion francesa: asesinatos, secretos oscuros, amores y aventuras, y el amor mas potente de todos: el de un padre por su hija. La Hermandad de la Rosa es una novela que engancha al lector hasta la ultima pagina.

  • Detective que oye boleros de Pancho Madrigal

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    De nino fantaseaba yo mucho con la idea de algun dia convertirme en investigador privado. Detective, se estilaba llamarles entonces. En mis aventuras imaginarias, aunque me llamo Juan Sanchez, me autonombraba Sherlock Bond (Sherlock, por el celebre personaje de las novelas de Conan Doyle, y Bond, por el popular 007 de las novelas de Fleming). Esa ilusion era seguramente alimentada por ciertas peliculas y algunos comics de temas policiacos, y mas tarde, en mi adolescencia, por las novelas negras que acostumbraba leer, de autores como Ellery Queen, Carter Brown, Mickey Spillane... Cuando pasaron los anos y se llego el momento de buscarme una dedicacion formal, remunerada, la severa y mezquina dama dona Fortuna me refrego en la cara que para lo unico que alcanzaban mi anemico intelecto y mi interrumpida formacion academica en la facultad de Letras era para ocuparme como redactor e impresor oficial de segunda en una pequena imprenta de barrio que me contrato, temporalmente, con un sueldo casi humillante. Mi talante indomito jamas se conformo con tal destino. Mientras laboraba ahi, seguia intentando otras posibilidades, para lo cual era frecuente que tuviese que realizar numerosas llamadas telefonicas desde casetas publicas. No las hacia desde mi telefono celular porque resultarian mucho mas costosas. Una tarde de poco trabajo en la imprenta, por simple ociosidad --y tal vez como eco reminiscencial de aquella ilusion juvenil-- me puse a imprimir en una prensita de mano algunas tarjetas de presentacion con la leyenda: Sherlock Bond, investigador privado, y agregue el numero de mi telefono movil. Jamas pense utilizarlas. Las imprimi, repito, por pura ociosidad. A veces usaba el reverso de esas tarjetas para anotar los numeros telefonicos que copiaba de la seccion de ofertas de empleo de los diarios. Varias ocasiones, por descuido, despues de usarlas las dejaba abandonadas en las cabinas telefonicas. A eso atribuyo el que tal vez anduviese rodando alguna que otra por ahi. Mi sorpresa fue enorme cuando una tarde recibi una llamada telefonica en la que se solicitaban mis servicios --mejor dicho, los de Sherlock Bond-- como investigador. Por alguna razon que no se explicar, en ese momento no pude desenganar a mi solicitante --voz masculina, de hombre maduro, educado--. La llamada no era de esta ciudad, Guadalajara; era de Ciudad Guzman, otra ciudad no muy lejana. Le pedi al caballero --a quien llamare Senor Equis-- contactarme de nuevo al dia siguiente, ya que <>. En cuanto colgue el telefono senti que tendria que reflexionar a profundidad sobre la extraordinaria situacion que se me presentaba; tal vez dona Fortuna, que no habia sido muy compasiva conmigo, estaba reconsiderando su despiadada indiferencia hacia mi persona. Cuando quiero pensar con algun detenimiento, necesito aislarme lo mas posible. Eso, en mi minusculo departamento en el barrio de Santa Teresita, no puede ser, pues dia y noche se escuchan escandalosos sonidos de todos los departamentos contiguos: el de arriba, el de abajo, los de los lados y hasta el de espaldas del mio. A todas horas suenan en los aparatos de radio, a elevado volumen, musicas populacheras, partidos de futbol; risas, llantos y gritos de ninos, peleas y discusiones de adultos, arrastrar de muebles, fregar de trastes, y hasta ronquidos y flatulencias. Asi que opte por salir a caminar sin rumbo por las calles del barrio hasta altas horas de la noche. Despues de mucho analizar, decidi que tenia frente a mi la gran oportunidad de realizar mi viejo sueno de la infancia. ?Por que no? Siendo todavia relativamente joven (recien cumplidos los cuarenta), sin grandes obligaciones y sin nadie que dependiese de mi, senti la libertad de poder elegir un oficio a mi gusto; algo diferente, que contribuyera a forjarme una nueva personalidad (tal vez asi pudiera intentar tener una relacion seria, una pareja que... tal vez...). Nunca habia leido en novelas ni visto en filmes cinematograficos que los investigadores mas sagaces se basaran en ortodoxas y complejas tecnicas investigativas aprendidas en academias especializadas para resolver los mas profundos misterios. Ellos todo lo solucionaban apoyandose siempre en intuiciones, presentimientos y espontaneas deducciones, o ayudados por espectaculares rubias que les proporcionaban las informaciones necesarias para llevar a cabo sus empresas sin mayor problema que alguna que otra trompada o porrazo en la nuca. Yo tambien creia poder hacer caso a mis instintos y consideraba tener muy desarrollado el sentido de la intuicion. ?Que podia perder? Tampoco habia visto, en ningun medio, que alguno de esos heroes hubiese tenido que pagar terribles consecuencias por fracasar en alguna de las diligencias que les fueran encomendadas. Esta ultima tranquilizadora consideracion me parecio muy convincente y determinante para mi decision. Al dia siguiente, con puntualidad, a la hora convenida recibi la llamada del caballero solicitando mi respuesta. Le informe que estaba dispuesto a abrir un resquicio en mi <> para atender su caso. Acordamos tratar el asunto personalmente, para lo que yo me trasladaria hasta Ciudad Guzman, en donde el tenia su residencia. Prepare una pequena maleta con algo de ropa, busque una gabardina vieja y destenida que me heredara un tio abuelo (algo grande para mi, lo reconozco, alcanzaba a arrastrar un poco de la parte trasera, pero ya se sabe que el investigador que se respete debe usar gabardina). Despues avise a la imprenta que, por un asunto familiar, estaria ausente unos dias --cosa que mucho le alegro al patron, pues no tendria que pagar mi sueldo de esos dias--. Mas tarde me dirigi a la terminal de autobuses foraneos para abordar uno que me llevara a esa ciudad. Tengo cuatro grandes aficiones y cuatro pequenos lujos: mis aficiones son la lectura de novelas (de todo genero, pero sobre todo, policiacas), las peliculas mexicanas de los anos cuarenta y cincuenta, y los boleros. Y la cuarta (algunos la califican de <>, pero yo me sostengo en <>)... esa creo que a lo largo de mi narracion se hara muy evidente. Mis lujos son un televisor con pantalla de 42 pulgadas y un aparato de video, con una buena coleccion de peliculas mexicanas; un modesto pero bien surtido librero; un aparato para escuchar los varios cientos de compactos con boleros interpretados por trios, duetos, conjuntos y cantantes solistas masculinos y femeninos. Y para cuando no estoy en el departamento, tengo un pequeno aparato digital con audifonos, con mas de mil boleros, que siempre traigo conmigo para disfrutar mi musica en todo momento, con temas interpretados por los cantantes mas representativos del bolero mexicano y cubano (solo los autenticos, nada de modernos). Cada dia, antes de salir del departamento, programo la musica que escuchare durante la jornada. Asi que disfrute mucho cruzar por las lagunas de Zacoalco y de Sayula escuchando a los Hermanos Martinez Gil: El mar y el cielo se ven igual de azules, y en la distancia parece que se unen..., y resolviendo crucigramas, que mas que ser esta una aficion, es una simple mania. No tuve dificultad para encontrar el domicilio. Era una casa grande, aunque de apariencia discreta. Como yo le habia avisado a que hora llegaria, salio a recibirme el Senor Equis, que ya me esperaba. El caballero (un... ?Domingo Soler...?, algo asi), en cuanto me vio entrar con mi gabardina levanto mucho las cejas y se rasco una patilla. Sin duda mi aspecto profesional lo habia sorprendido positivamente. Ya dentro de la casa, por el elegante mobiliario deduje (ya empezaba yo a deducir, funcion indispensable en todo buen investigador) que esta gente estaba en mejores posibilidades economicas de lo que estaban interesados en aparentar. Instalados en el estudio y con sendas tazas de cafe enfrente (el Senor Equis me ofrecio cerveza, pero como no me ofrecio whisky, yo preferi cafe, pues ya se sabe que los investigadores acusamos una marcadisima predileccion por el whisky y el cafe) el me hablo del asunto. El caso era simple: su unico hijo, un adolescente excentrico y reservado llamado Luis X (como llamo al padre), no habia vuelto a casa en varios dias, y habia que encontrarlo. Se temia que hubiese sido secuestrado, aunque aun no se recibia ningun mensaje de sus captores --en caso de que los hubiera--. La familia se resistia a recurrir a las autoridades locales por temor a que los <> (como llamamos nosotros los detectives a los policias...) pueblerinos no supieran manejar el asunto y lo echaran todo a perder, poniendo incluso en riesgo la integridad de la victima. Asi que, confiaban en mi pericia para localizar y rescatar al muchacho o, en su caso, para negociar con los posibles secuestradores. Todo esto fue expresado por el caballero en pocas y muy precisas palabras, con el lexico de quien ha recibido una buena formacion universitaria (otra de mis ya certeras deducciones), aunque cada vez que se dirigia a mi como senor Bond, yo tardaba en reaccionar. Mientras el hablaba, yo ensayaba expresiones y gestos interesantes de investigador, ya frunciendo el ceno, ya rascandome la barbilla con gravedad, ya espantando alguna mosca de mi cafe... Despues de su breve exposicion de los detalles mencionados, el caballero agrego: --Y bien, ahora digame usted cual es la informacion que necesita para iniciar su labor cuanto antes. Estoy a su entera disposicion y mi interes es que no se pierda un solo minuto. Que empiece usted en el acto. Como no supe de momento que datos seria conveniente recabar en estos casos, con aire de suficiencia, le conteste: --No se preocupe, la informacion la consigo yo. Ese es mi oficio. Esta usted frente a un profesional de la indagacion. Debo haberlo impresionado verdaderamente, pues de nuevo alzo las cejas y abrio un tanto la boca. Cuando se repuso, me dijo: --Bueno, pero al menos requerira usted de algun dinero para empezar a moverse. Yo, francamente poco acostumbrado a manejar numerario, hice unas rapidas cuentas mentales y le mencione la cantidad que se me ocurrio. El habra hecho unas cuentas mas razonables, pues me extendio un cheque por el doble de lo que le pedi, y aun me miro con cierto resquemor. De los dos hoteluchos que habia al alcance de mi presupuesto, escogi para alojarme el que me parecio menos lugubre, y para los alimentos encontre una pequena fonda cercana al hotel en la que habia siempre tortillas recien hechas y unas riquisimas salsas de molcajete, y lo principal, la especialidad de la casa: un exquisito pepian y deliciosos tacos tuxpenos. Esa primera noche, ya instalado en el hotel y metido en la cama, intente trazar un plan de accion (<>, decimos los detectives) para, al dia siguiente a primera hora, acometer la tarea; pero no me fue posible. Me lo impidio un gran dolor de cabeza provocado por la docena de cigarrillos que me obligue a consumir al hilo --nunca habia fumado, pero en mi nueva profesion hay que cuidar el aspecto, y el cigarrillo en los labios da mucho tono--. Por lo pronto desisti de seguir practicando el arte de expeler el humo con peliculesco estilo, pero ya lo intentaria mas adelante. Asi que, despues de ver en la tele una pelicula mexicana (Libertad Lamarque y Arturo de Cordoba) simplemente me dormi.

  • Atrapada por ti de Carolina Fuentes

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    Segunda y ultima parte de la bilogia Atrapada;
    Erick Covarrubias, arruino mi vida de todas las maneras posibles, me ha hecho vivir los peores 8 meses de mi vida, me ha tenido secuestrada y enganada, pero nada es igual, ahora tengo un motivo muy grande por luchar y salir de este infierno; estoy embarazada y no dejare que el le haga dano a mi hijo. Tengo un plan porque no voy a dejar que me siga teniendo… Atrapada.

  • Marea toxica de Chen Qiufan

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    El nuevo talento de la ciencia ficcion llegado de China.

  • Fabrica del olvido de Manuel Losada

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    Fany es una joven timida que persigue sus suenos sin descanso. Una mudanza improvisada y un nuevo trabajo, la llevaran a darse cuenta que los suenos, a veces, se convierten en pesadillas. Un pueblo desconocido le transportara al pasado para mostrarle que en el miedo, en lo tetrico y en la fantasia, tambien hay verdades ocultas que le descubriran quien es ella realmente.

  • Sin compromiso (Tessa Leoni 2) de Lisa Gardner

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    La nueva reina del suspense vuelve con un nuevo caso de la investigadora Tessa Leoni.

  • Una prueba de amor (Las guerreras Maxwell 5) de Megan Maxwell

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    La joven pelirroja Demelza nacio fruto del amor entre una escocesa y un vikingo, algo que Urd, la mujer de este, nunca perdonara. Demelza, a la que todos llaman Pelirroja salvaje, crecio con unos hermanastros que la adoraban y un padre que la veneraba. Urd, sin embargo, se la tiene jurada y, con la ayuda de un malvado vikingo llamado Viggo, urde un plan para destrozar el futuro de su hijastra. El padre de la joven, creyendo todo lo que se dice de ella, la obliga a casarse con Viggo, algo de lo que mas tarde se arrepentira y que, sin duda, marcara el resto de su vida.

  • El tunel de las almas perdidas de Mara Urnoba

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    Una historia donde la memoria, el espacio y el tiempo van cogidos de la mano. La novela arrastra al lector al desconocido e intrigante mundo de la psicologia y de la historia contemporanea a traves de unos extranos acontecimientos que tienen lugar en un geriatrico de Gandia. Las acciones, los pensamientos y los recuerdos de los personajes principales, entre los que destaca la psiquiatra jubilada y residente en Toulouse, Eulalia Lambert, exprisionera de Ravensbruck, y el exagente del Servicio de Inteligencia espanol, Fernando Escriva, llevan el peso de las diferentes tramas. Estos dos singulares ancianos intentan desentranar el misterio que se esconde entre las paredes de un lugar aparentemente inofensivo con la ayuda de sus nietos, Alexandra y Leo. Una trama policiaca que envuelve a estos cuatro personajes hasta un final sorprendente e inesperado.

  • El chico de las mil almas de Maria Herrejon

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    Misterio, amor y superacion se unen en esta primera novela de Maria Herrejon.

  • El terco rezo de las nubes de Pedro Zavala

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    El terco rezo de las nubes, del escritor y filosofo mexicano Pedro Zavala, es un libro de cuentos de ciencia ficcion dividido en tres partes de cuatro historias cada una, todos definidos por la distopia: tecnologia y deshumanizacion. El caos se presenta a lo largo de esta obra; sin embargo, es en el “El amanuense” donde se vislumbra la desgracia: un grupo de copistas espanoles de la Edad Media se ve amenazado por una maquina que pretende reemplazar sus labores escribanas; varios cuentos mas adelante, todo sera drogas, androides, centros espaciales y robots: la sociedad del futuro se colapsa.
    Los personajes de El terco rezo de las nubes son otro elemento destacable, y es que desconciertan sus personalidades serenas e inmutables ante la destruccion de la humanidad: seres que entran y salen del planeta Tierra a placer, delincuentes exiliados en Marte, comerciales que anuncian equipos de proteccion para salir a la calle y la distribucion de productos que resisten las altas temperaturas de la intemperie.
    El terco rezo de las nubes es un libro para cuestionar las acciones colectivas a traves de la historia, para anticipar el cambio que se avecina, y tal vez, para reconocer el fracaso del proyecto de modernidad, pues que pareciera que las personas somos cada vez menos indispensables, y por tanto, menos valiosas.

  • Sorprendeme de Megan Maxwell

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    Bjorn es un atractivo abogado a quien la vida siempre le ha sonreido. Es un hombre ardiente, alergico al compromiso, pero al que le encanta disfrutar de la compania femenina en sus juegos sexuales. Melania es una mujer de accion. Como piloto del ejercito americano esta acostumbrada a llevar una vida allimite, sin embargo, s u principal mision es la de luchar como madre soltera por sacar adelante a su hija. Cuando el destino los pone cara a cara, la tension entre ellos se hace evidente...Pero lo que en un principio fue un encuentro hostil, poco a poco ira convirtiendose en una atraccion irrefrenable. ?Conseguiran estos dos titanes llegar a entenderse?

  • Virtualmente perfecto (Amor virtual 1) de Azaroa Sanchez

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    Elisa vive por y para su trabajo. Por casualidad, lee uno de los articulos del reconocido periodista Edward Parker, convirtiendolo en su obsesion. Daniel tiene todo lo que puede desear: es el periodista mas importante de un reconocido periodico ingles, y ademas disfruta del anonimato que le proporciona su seudonimo: Edward Parker. Ella se enamora de el leyendo sus escritos; El de ella leyendo sus palabras. El destino se encargara de unir sus caminos. ?Es posible amar a alguien leyendo lo que escribe?

  • El tatuador de Auschwitz de Heather Morris

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    Basada en la gran historia real de Lale y Gita Sokolov, dos judios eslovacos que consiguieron, contra todo pronostico, sobrevivir al Holocausto.
    Para Lale, los dias transcurren entre el horror y su trabajo como tatuador de prisioneros. Entre estos prisioneros se encuentra Gita, una joven de la que queda enamorado. En ese momento, la vida de Lale cobrara un nuevo sentido y hara todon lo posible para que Gita y el resto de prisioneros sobrevivan.
    Despues de la guerra, deciden mudarse a Australia para poder comenzar de nuevo. Tras la muerte de Gita, Lale siente el peso de su pasado y la irremediable necesidad de contarlo.
    Esta es su historia.

  • Entre estas paredes de J.l. Berg

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    *Primer libro de la serie "Paredes"
    *Una increible historia de amor entre dos supervivientes.
    *JL Berg te emocinara y te hara sufrir a partes iguales.
    Entre estas paredes, el se convirtio en mi santuario, mi consuelo y mi fortaleza.
    No soy una chica fuerte. Solo una superviviente. Pero, ?acaso no es lo que intentamos todos, sobrevivir? Cada uno tiene sus propios problemas y sus circunstancias para salir adelante. Las mias nunca han sido muy buenas... Con un defecto cardiaco de nacimiento, he vivido mas entre las paredes de un hospital que en mi propia casa.
    Hasta que el aparecio, me sentia prisionera de mi enfermedad, me faltaba el aire... El piensa que se aisla del mundo con sus tatuajes y su aspecto de chico duro, pero yo puedo ver su verdadero yo.
    Me pregunto si Jude es la respuesta a mis oraciones o si acabara por romper del todo mi corazon.
    Mi nombre es Lailah Buchanan, y esta es nuestra historia. La de Jude y la mia. Una historia de esperanza, redencion y sacrificio hacia la persona que amas.

  • La investigacion de Philippe Claudel

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    Una tarde lluviosa, un individuo anodino baja de un tren en una ciudad sin nombre, extrana y familiar a un tiempo. Con paciencia, espera que alguien se presente a recogerlo, pero nadie viene. Resignado, al caer la noche se dirige a pie hacia las oficinas de la Empresa, para empezar con la tarea que le han asignado: una investigacion acerca de las causas de los numerosos suicidios que se han producido entre los trabajadores de esta organizacion gigantesca. Sin embargo, lo que para este hombre deberia ser un encargo mas se convierte en una tarea complicada desde el principio: se le niega el acceso a la Empresa fuera del horario laboral, se le requiere mas documentacion de la que aporta y, para colmo, debe hacer frente a un cumulo de dificultades para encontrar alojamiento. En un ambiente cada vez mas hostil, el Investigador se siente vigilado y sospecha que ha caido en una oscura trampa. Sin poder comer ni dormir, rodeado de empleados que se muestran ora amables, ora amenazantes, y sin hallar respuestas a sus preguntas, el Investigador presiente que el podria ser la proxima victima de esa maquina infernal, sin rostro, que fabrica seres vacuos e identificados, como el mismo, por la funcion que cumplen o mas bien pretenden cumplir.

  • A proposito de las mujeres – Natalia Ginzburg de Natalia Ginzburg

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    A proposito de las mujeres es un volumen formado por ocho relatos de Natalia Ginzburg, algunos ineditos, con un mismo denominador: las relaciones sentimentales.

  • El ladron de virgenes de David De Juan Marcos

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  • La paciente silenciosa de Alex Michaelides

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    < thriller perfecto>> (segun A.J. Finn, autor de La mujer en la ventana) que esta conmocionando a treinta y siete paises y cuyos derechos han sido comprados para una adaptacion cinematografica producida por Brad Pitt.

  • Harry Wolf de Laura Sanz

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    “A veces, solo el amor no es suficiente”
    Alemania, anos ochenta. Despues de que una horrible tragedia envolviese su vida en sombras, el hasta entonces reputado arquitecto, Harry Wolf, decidio romper cualquier contacto con el mundo exterior, aislandose por completo entre los muros de su propiedad. Los anos han transcurrido inexorablemente y el no ha sido capaz de superar lo que ocurrio. Solo y entumecido por el dolor y la culpa, ha perdido cualquier esperanza y se limita a sobrevivir, anhelando, de algun modo, que todo termine.
    Pero desde hace semanas, todas las noches, una chica con un abrigo rojo atraviesa su jardin en medio de la oscuridad, amenazando con sacarle de su autoimpuesto retiro…
    ?Quien es ella? ?Adonde va? ?Es real o solo un producto de su enfermiza imaginacion?

  • La vida juntos de Sophie Kiss

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    La vida nos da sorpresas. Fue lo que le paso a Paul, una enfermedad terminal le pone fin a su vida lentamente, para que su esposa no se quede sola, decide buscarle un nuevo companero de vida, comienzan las citas clandestinas por internet; a sabiendas de Paul para encontrar al candidato adecuado y por si fuera poco aparece Mark, el amigo de toda la vida de Paul, un multimillonario y desvergonzado; el cual es otro candidato para quedarse con ella. Aillen ama con todo su corazon a Paul ?Con quien se quedara Aillen?

  • Baila solo para mi de Marta Frances

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    <>
    Esto se repite Clara, cinco meses despues, intentando olvidar lo que sucedio, olvidarlo a el para pasar pagina y dejar de comparar al resto de hombres con aquel chico de ojos verdes.
    Javier la recuerda muchas veces, demasiadas. Sus besos, su cuerpo, como bailaba. No cree que vuelva a verla. Solo sabe su nombre, y es falso.

  • Karim, Alma de Fuego de Eva M. India

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    Karim vive en el atico. Es inmutable. No envejece, no se pone gordo. Es hermoso, alegre, bromista, lo sabe todo: es un yinn. Asi lo conoce Betsabe desde que tiene uso de razon. Es su vecino, su tutor, su tio, su primo, su hermano, su consejero, su mejor amigo desde la infancia. Su verdadero nombre es imposible de pronunciar para la voz humana. A veces se convierte en gato y sale a pasear por los tejados de la ciudad. Todo genial, hasta la noche en la que, teniendo ya Betsabe 18 anos, se dejaron llevar por el deseo. Entonces se complico todo, y Betsabe acabo encerrandolo en el atico, dejandolo aislado durante anos. Pero ahora, convertida ya en una mujer adulta, Betsabe necesita su ayuda…

  • Nueva York de un plumazo de Mateo Sancho

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    Una novela de auto ficcion marica. Un viaje de migracion de cama en cama.

  • Rindete mi amor (Amor en cadena 2) de Lorraine Coco

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    ?Srta. Brooks? --!Mm...! --Srta. Brooks, disculpe. Estamos entrando en una zona de turbulencias. Tiene que abrocharse el cinturon-- le dijo la voz cada vez mas cercana de la azafata. --Gracias Anne--consiguio decir ella despertando abruptamente de su profundo sueno. Andy se abrocho el cinturon y giro en el asiento para mirar por la ventanilla. No habia mucho que ver. De noche, apenas algunas lucecitas de color anaranjado se divisaban bajo el avion. Observo su reloj. Hacia tres horas que habia salido de Tejas con destino Nueva York. Estaba agotada y deseando llegar a casa, recoger a Brook y darse un largo bano. Resoplo y volvio a mirar por la ventanilla, aun le quedaban unos cuarenta minutos para llegar. Decidida a hacer algo productivo con su tiempo, se agacho bajo su asiento y saco su maletin con el ordenador. No le gustaba la sensacion de sentirse desocupada, asi que decidio repasar el informe que habia estado realizando los ultimos quince dias. Pero cuando llevaba un rato con el, los numeros comenzaron a bailarle frente a los ojos obligandola a sujetarse el puente de la nariz con dos dedos, para intentar mitigar esa desagradable sensacion. --?Se encuentra bien?-- pregunto la azafata. --Si, gracias. Solo un poco cansada-- contesto con una sonrisa. Debido a su trabajo como directiva ejecutiva, para la Cadena Hotelera y de Turismo Cox, Andy tenia que viajar muy a menudo. Su empresa tenia un contrato con aquella compania aerea para realizar todos los vuelos de sus empleados, y aquella circunstancia, le habia permitido conocer durante los ultimos dos anos, a un gran numero de auxiliares de vuelo con las que solia coincidir. --?Desea tomar algo? --No se, ?cuanto queda para aterrizar? --Unos veinte minutos. --Perfecto, tomare un zumo de pina, por favor-- le pidio Andy. Habia pasado casi todo el vuelo dormida, no habia tomado nada y estaba sedienta. Bebio su zumo intentando relajarse, recordando los acontecimientos de los ultimos dias. Su viaje a Tejas, el reencuentro con Natalie, su mejor amiga, y haberla acompanado al altar el dia mas importante de su vida. Aquellos dulces recuerdos hicieron que el ultimo tramo de aquel viaje pasase volando, y unos minutos despues, estaban avisando el aterrizaje. Al salir del aeropuerto de La Guardia, el aire calido y humedo la impregno haciendola sentir incomoda y sucia. Impaciente por llegar a casa, tomo el primer taxi que encontro frente a la puerta de salida. Estaba en Queens y tenia casi media hora de trayecto hasta llegar a Manhattan, y otros quince mas, concretamente a la zona del Village, donde se habia mudado hacia casi seis anos, durante la universidad. !Le encantaba vivir alli! Era Nueva York, pero sin el ajetreo frenetico del centro de Manhattan. "Refugio de bohemios y escritores", recordo que habia leido en un papel del tablon de anuncios de la Universidad, y estaba en lo cierto. Se trataba de un barrio hermoso y pintoresco, de edificios bajos, zonas ajardinadas, galerias de arte, y cafes de musica alternativa y en directo. Cuando se mudo, lo hizo con otras dos companeras, una de ellas, fue Natalie. Habian compartido piso mientras fueron estudiantes. Una vez terminada la carrera, cada una tomo su camino, pero ella no habia querido marcharse. Se quedo en el piso, lo repinto y remodelo para quitarle aquel aspecto alocado de piso estudiantil, y desde entonces, se habia convertido en su hogar. Hacia un ano que Julia, su hermana pequena, se habia mudado con ella, pero como sus horarios eran muy distintos, y Julia compaginaba sus estudios con su trabajo como canguro, coincidian muy poco en la casa. Por lo que ambas disponian de toda la intimidad que precisaban. --?La dejo aqui? -- le pregunto el taxista cuando hubieron llegado. --Si, gracias. Pago, y mientras el taxista sacaba su equipaje del maletero, se dio cuenta de que Pierce habia puesto flores nuevas en los maceteros de su ventana. Estas, de un precioso blanco nacarado, contrastaban con la fachada de ladrillo rojo y rejas color chocolate del edificio. Daban un aspecto mucho mas alegre y hogareno. Apunto mentalmente que no debia olvidar alabarle el gusto a su casero. Cogio las maletas y subio la pequena escalinata que llevaba a la puerta. Estaba buscando las llaves en el interior de su bolso, cuando la ventana que habia junto a la puerta se abrio. --!Andy querida! Espera un segundo que voy a ayudarte con el equipaje -- le dijo Pierce. Pierce, ademas de ser uno de sus mejores amigos, era su casero. Andy lo adoraba, era entranable y protector como una madre. --Trae, dame la maleta grande -- le dijo este abriendo la puerta y agarrando el bulto que senalaba --. No me cansare de decirtelo querida, vas demasiado cargada; la ropa, la bolsa de aseo, la bolsa de mano y para colmo el ordenador y el maletin de trabajo-- le recrimino mientras dejaban todo en el recibidor de Andy --. Al menos viajas con un juego de maletas divino. !Tienes un gusto exquisito! --Continuo acompanando aquel ultimo comentario con grandes aspavientos de sus manos y un picaro guino de ojos. El juego de maletas, habia sido un regalo de Pierce y Paul, su pareja, para su ultimo cumpleanos, y si algo le gustaba a su casero-madre-amigo era recrearse en el enorme gusto que tenia para la moda. --Lo se, lo se. Me gusta viajar con clase, ya sabes -- le dijo devolviendole el guino-- . He tenido que utilizar todas mis maletas para poder dar envidia al resto del pasaje del avion. Parecia una autentica diva. Ademas, esta vez eran muchos dias de viaje, necesitaba todas estas cosas. Asi que deja de renirme por ir tan cargada y dame un abrazo. --Sabes de sobra que lo digo por tu bien. Para ir de vacaciones no hace falta llevarse las cosas del trabajo-- la rodeo con su brazo --. Vamos a dejar todo esto aqui, ven a tomarte un te y cuentame esa boda tejana tan maravillosa. --?Estas solo? --Si, Paul toca esta noche en el club. Paul, pareja de Pierce, era uno de los mejores musicos que habia escuchado jamas. Un virtuoso del saxo con una intuicion y sensibilidad increibles, se ganaba la vida tocando en clubs nocturnos, y a menudo Pierce, Julia y ella iban a verlo tocar mientras tomaban algun coctel sin alcohol. --Me quedo, pero solo un rato. Estoy agotada y manana tengo un dia movidito. --?Tenemos nuevo jefe en la oficina? -- Le pregunto Pierce entrando en su casa. --Si, finalmente el nieto del senor Cox tomara posesion manana de la empresa. --Bueno, en las revistas lo ponen como el soltero de oro de la ciudad, y no puedes negar que es !verdaderamente atractivo! -- Comento su amigo con picardia. --Pierce, tambien dicen que es un mujeriego empedernido y de sobra sabes que esa no es precisamente la caracteristica que mas valoro en un hombre. De cualquier manera, eso en nada tiene que importarme a mi, a fin de cuentas, aunque es mi jefe, nuestro trato va a ser minimo. --?Por que lo dices? --Hasta ahora siempre ha sido asi, el senor Cox y yo, me refiero al abuelo-- Aclaro Andy quitandose los tacones, y sentandose en el sofa--, solo nos veiamos a la hora de encargarme un proyecto y poco mas, y nuestra relacion era estupenda, no tiene porque ser diferente con su nieto... Y cambiando de tema, que ya se por donde van tus tiros... ?Donde esta Brook? --!Nina, eres una aburrida, no me dejas divertirme! Llevo todo el dia solo en casa, contandole mis delirios al pobre de Brook, y cuando tengo la oportunidad de hablar con alguien que puede contestarme, me aguas la fiesta-- contesto Pierce con una mueca burlona--. Ven, esta en el jardin trasero comiendose mis rosales. Pierce abrio la puerta trasera y un precioso lasha de pelo corto entro corriendo hacia Andy. --!Hola Brook! ?Me has echado de menos precioso? ?Te ha torturado mucho el malo de Pierce con sus historias?-- Pregunto al perro cogiendolo en brazos y abrazandolo. De reojo vio como su amigo miraba hacia otro lado haciendose el ofendido. Mientras, Brook le lamia la cara agradecido por la atencion--. !Vaya! Parece que si me has anorado, yo a ti tambien bonito -- le dijo ella en respuesta. --?Que tal la boda de Nati?-- le pregunto Pierce interrumpiendo sus juegos con Brook. Andy dio un gran suspiro. --!Estaba maravillosa, y tan feliz! --Radiante, ?como una novia debe estar el dia de su boda? --Si, la verdad es que si. Intuyo que van a ser muy felices. --Contesto ella distraida. Recordo a su Natalie en el altar junto a Tucker, mirandose enamorados. Tenia que reconocer que en algun momento habia tenido envidia de su amiga, feliz, casada y futura madre. Ella sin embargo, a sus veintiocho anos, habia renunciado a los hombres. Siempre la habian buscado para una cosa, y era algo que ella no estaba dispuesta a dar si no era unida al verdadero amor. ?Y quien podia estar segura en estos tiempos, de que los halagos y atenciones de un hombre no fuesen encaminados mas alla que a conseguir meterla en su cama? --?Te ocurre algo, carino? -- pregunto Pierce preocupado. --No, que va. Solo estoy un poco cansada, sera mejor que nos vayamos a casa. Quiero darme un bano antes de acostarme-- dijo levantandose con Brook en brazos --. ?Te parece bien que comamos manana juntos y te lo cuento todo? --Me parece perfecto. Espero que hayas sacado muchisimas fotos, sino no tendre nada que criticar-- dijo entre risas. --!Eres incorregible! Pero te quiero. Por cierto, las flores de la ventana son maravillosas. Muchas gracias-- le dijo dandole un beso. --No lo son ni la mitad que tu. Descansa, hasta manana carino. Andy entro en casa y fue directa a prepararse el bano. Abrio el grifo de agua caliente y luego un poco el del agua fria. El verano era realmente caluroso en Nueva York y no le apetecia escaldarse. Dejo el agua corriendo mientras deshacia las maletas y ponia de comer a Brook. Notaba el cuerpo dolorido por las horas de viaje y anadio al agua una bola de sales y aceite esencial de coco. El bano caliente seria la mejor ayuda para tener un sueno reparador. Comprobo que aun no se habia llenado del todo la banera y fue a su dormitorio a por ropa limpia. Momentos despues, estaba en el agua y a su lado en la alfombrilla, Brook, mirandola atento. Quiza se preguntase que encontraria ella de divertido en aquel ritual. --!Hola pequeno! ?Quieres jugar?-- le pregunto ensenandole un pequeno pato de goma. Al instante su amigo se levanto y empezo a mover la cola contento. Andy le tiro el juguete y el salio disparado al pasillo para cogerlo. Le encantaban los perros. En casa siempre habian tenido, asi que cuando termino la universidad y se quedo en el apartamento ella sola, decidio comprarse uno. En realidad ella preferia las razas grandes, los pequenos siempre le habian parecido muy histericos, pero los lasha, eran una raza especialmente tranquila y apropiada para un pequeno apartamento. El dueno de la tienda le conto que era un perro tibetano. Los monjes budistas los tenian en los conventos y segun se decia proporcionan tranquilidad. Cuando escucho aquello penso que era justo lo que ella necesitaba y despues de verlo, se enamoro de el. Tenia un pelo precioso, que ella le cortaba una vez al ano. Ahora lo llevaba un poco mas largo, por lo que parecia el pompon de una animadora, que se arrastraba por el suelo de madera de su apartamento. En ese momento regreso Brook con el pato. Estuvieron jugando un poco mas y luego termino su bano tranquilamente. Al rato se sentia mucho mejor. Se puso unas braguitas culotte blancas con una camiseta de tirantes. Se recogio la larga y rizada melena en una coleta y se fue a comprobar los mensajes del contestador. Solo tenia dos mensajes; el primero de su hermano cuatro anos mayor, Robert, para ver como estaba. Y el segundo de su madre, diciendole que la esperaba el domingo para comer, y recordandole que llamara a su hermana. Julia tenia veintitres anos y hacia uno que se habia mudado desde New Jersey, donde vivia su madre, hasta su apartamento en el village, junto a la universidad. Pero hacia tres semanas que se habia ido a hacer un curso becado de verano a Paris para perfeccionar su frances. Julia, Robert, y ella, eran muy parecidos. Fuertes e independientes, pero a las vez con un gran sentido de la familia. Suponia que debido a que solo se habian tenido los unos a los otros, desde hacia dieciocho anos, cuando su padre los abandono, dejando a su madre con la responsabilidad y carga de criar a sus tres hijos.

  • Tocar las estrellas de Katie Khan

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